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[Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 Primer15
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Mensaje por gleek_4ever Vie Mar 01, 2013 8:05 pm

ame los dos caps en el primero llore muxo y en el segundo un poco pero con la estupidez k hiso finn [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2323098122 ......lo kiero matar y estupida bitch k beso a quinn [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2602412967 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 210293833 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2113258990 x eso rachel piensa lo peor y santana de regreso a lima......no me esperaba es reaccion de parte de su madre kede [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3287304868 espero k a la k eligio sea britt porque osino [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739 :\'(: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3718790499

y lo mejor peor de todo es k mientras los leia escuchaba canciones k fueron :
-noviembre sin ti de reik
-alergico de anahi
-apologize de timbaland
-forever and alway
-till i forget about you
-buleria
-creo en ti
-cry with you
-fight for this love
-drive by
-secrets
-there will be tears
-the one that got away acustic
esas canciones generaron sierto ambiente y ayudo mucho en el momento k sonaron,con siertas canciones k sonaron en el momento adecuado realmente llore [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2236703817
lo vuelvo a repetir ame estos caps y lamento no poder haber leido antes [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3637566961
espero actu [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 1163780127
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Sáb Mar 02, 2013 6:08 pm

Capitulo Diecinueve: "Te vuelvo a encontrar"


Santana miraba fijamente a quien tenía frente a ella. Era difícil lo sabía, no era algo que se pudiera arreglar con facilidad. No sabía si su amor era suficiente, no sabía si ella aunque lo diera todo sería suficiente, para poder volver a hacer brillar esos ojos que desde que los vio por primera vez, la habían capturado. Se había ido, por mucho tiempo se había ido y aunque buscó en otros lugares, no había sido capaz de sentir esa intensidad, ese amor, que sólo ella le podía proporcionar.

Las palabras se agolpaban sin dirección aparente, sin un destino, sin la contundencia que debe tener el poder pedir perdón por el daño causado. Ambas de una o una manera se habían dañado, con rechazos, son orgullos absurdos, con tantas y tan básicas formas de herirse por una cobardía de no aceptar que tarde o temprano, iban a terminar volviendo a estar ahí, frente a frente.

-No me vas a decir nada…-. Pidió tímidamente la morena-.

Brittany, no había logrado cortar esa sensación entre que se esta soñando y se esta despierta. Sintió los golpes en su puerta y por inercia se levantó para abrir, por lo que la imagen que observaba aún se confundía entre sus sueños, y esa realidad que no había hecho más que evadir desde la última vez que la había visto.

Giró levemente su cabeza hacía la derecha, y llevó uno de sus dedos que mordió suavemente. Las palabras de Santana la habían tomado por sorpresa, y no estaba segura de haber entendido bien, no estaba segura de que todo lo que había pedido estuviera justo ahí, a un par de centímetro y con la convicción necesaria para luchar por ella.

-Sé que te he hecho daño, y no pido que te lances a mis brazos con los ojos cerrados, lo único que te pido es una oportunidad…-. Habló nuevamente la latina-.

La rubia seguía sin pronunciar palabra. No eran dudas las que la detenían, no era rencor, no era esa insana capacidad que había desarrollado con el tiempo de mantenerse lejos del amor de su vida. Era temor, el simple pero perjudicial temor de ser herida otra vez, de luchar sola por una relación que nunca se había consumado.

-¿Qué…haces aquí?-. Preguntó-.

Fue como si no hubiera escuchado las palabras antes pronunciados, las promesas que se dejaban entrever en tan simples frases, pero dichas con todo el corazón, con todo el amor que poseía esa latina.

-Estoy aquí…por ti-. Repitió con miedo-.

Santana podía comprender la situación, desde que eran niñas no había bastado más que una mirada para saber que sentía la otra y hoy no era una excepción, no lo era y no lo sería nunca. Quería tener la palabra justa, quería saber que hacer para volver a tener su confianza, deseaba con todas sus fuerzas el poder hacer las cosas bien.

-Yo…-.

-Entra-. Interrumpió Brittany-. Prepararé chocolate caliente-.

Fue la primera sonrisa que la rubia le había dado en mucho tiempo, fue tímida, pequeña, casi imperceptible, pero ahí estaba.

Santana hiso un gesto agradeciendo la invitación y dio los pasos necesarios para entrar a la casa en dónde tantos recuerdos tenía.

Se ubicó en una de las sillas que quedaba justo al frente de la cocina dónde Britt ponía a hervir agua. Froto sus manos con el fin de ahuyentar los nervios y aquellos vestigios del frío que se lograron alojar en su cuerpo durante los largos minutos que permaneció afuera. Porque si bien aún quedaba la brisa tibia de los últimos días de verano, a esas horas de la mañana no se sentía.

La rubia espero hasta oír el ruido que avisaba que el agua ya estaba en su punto. Acercó dos tasas en dónde preparo el chocolate, buscó algunos panecillos y los puso en la mesa. Todo en completo silencio, en un contemplativo y estorboso silencio.

Frente a frente una vez más, un poco más cerca, un poco más segura de que todo eso era real, esbozo las primeras palabras.

-Pensé que te habías ido con ella-. Dijo Brittany mirándola-. No tuve noticias de ti después de ese día…-.

-Estaba en Puerto Rico, mamá nos llevo a visitar a los abuelos, y preferí no llamar, tú me dijiste que estuviera segura…-. Con un tono de voz bajo-.

-¿Y lo estás?-. Preguntó guardándose toda expresión aunque a sus ojos nunca los pudo controlar-.

Santana se acercó despacio, con toda la calma y ternura que podía tener en ese instante.

-Britt…sé que decirlo no es suficiente, porque las palabras no curaran el hecho de haberte herido… pero yo…-. Comenzando a hilar las ideas-.

-Yo también te herí, no has sido la única que cometió errores San, yo también lo hice-. Interrumpió para reconocer su parte-.

-¿Por qué ha sido todo difícil Britt?-. Preguntó con un dejo de nostalgia-.

-No lo sé…-. Respondió sincera-.

-Si tan sólo hubiera sido más valiente, si hubiera luchado por ti desde principio, si tú me hubieras elegido…-. Dijo con pesar-.

-No quiero pensar en los "hubiera", ni tú tampoco lo hagas, ya no vale la pena-. Expresó acariciando lentamente su mano-.

-¿Crees en lo que te digo? ¿Me crees Britt?, sinceramente piensas que estoy aquí por ti y sólo por ti-. Dijo con desesperación-.

Santana se paró de donde estaba sentada para acercarse más a la rubia, requería más contacto, directo, sin nada que pudiera evitar volver a sentirla.

-Te creo San, te creería aunque supiera que estás mintiendo porque no puedo ni quiero volver a estar lejos de ti-. Respondió abrazándola-.

Ese calor que la inundo en unos segundos fue la prueba fehaciente de que tomo la decisión correcta, de que mientras esos brazos la cubrieran al final del día, ella sería capaz de luchar contra quien fuera necesario.

Se distancio algunos centímetros sólo para poder volver a mirarla a los ojos, para intercambiar su mirada entre esos cristales color cielo y sus apetecibles labios que no probaba hace demasiado tiempo.

-Hazlo-. Ordenó la bailarina adivinando sus sentimientos-.

Santana se acercó con cuidado y sin apuros, con su mano derecha acarició su mejilla mientras que con la izquierda tomó control de su cintura. Sus labios se posaron con sensualidad mezclada con dulzura, un suave roce que se tornó pasional al momento que la rubia pasó su lengua por el labio inferior de la morena y esta accedió sin siquiera pensarlo, porque esa sensación de pertenencia la extrañaba se sobremanera.

Sus labios adquirieron vida, danzaban al son de lo que sus sentidos les pedían, las manos de ambas recorrían el cuerpo de la otra sin ningún pudor, como en aquellas tardes dónde tan sólo ese diminuto traje de Cheerios las detenía de llegar más allá.

Brittany se separo con dificultad y una sonrisa deslumbrante. Había esperado tanto para eso que no quería que aquel maravilloso momento se acabara.

-Ven, creo que será mejor que subamos, debes estar cansada-. Dijo la bailarina-.

-Un poco, los nervios no me dejaron dormir mucho en el avión-.

-Entonces vamos a dormir un poco más-. Expresó ofreciendo su meñique-.

Subieron ligadas de sus meñiques y regalándose miradas cómplices. Al entrar a la habitación Britt buscó algo para que Santana estuviera más cómoda. La latina se cambio y acudió de inmediato a recostarse al lugar que le hiso la rubia en su cama. Cuando ya estaban ambas ahí, Brittany pasó uno de sus brazos para cobijarla mientras la morena se acurrucó en su pecho. Hace tiempo que sentía que iba a dormir tan plácidamente.

Brittany fue la primera en despertar, no consultó el reloj pero por el brillo del sol que traspasaba las cortinas, asumió que habían pasado mínimo un par de horas. Notó inmediatamente como Santana no se había movido ni un centímetro de aquella posición que adoptaron al acostarse. La miró con una devoción, aún no creía que eso estuviera pasando, acarició su sedoso cabello.

-Nunca perdí la esperanza de que volvieras a mí, confié en ti San, confié y no me fallaste-. Susurró la rubia-.

-Y yo confié en que aún estarías esperando por mi y no me fallaste Britt-. Contestó la morena con sus ojos aún cerrados-.

-¿Estabas despierta?-. Preguntó sorprendida-.

-Hace algunos minutos-. Contestó-. ¿Qué hora es?-.

Brittany se movió sólo lo necesario para buscar su teléfono que estaba en la mesita de noche.

-Es casi mediodía-. Respondió estirándose con pereza-.

-Es tarde, creo que es mejor que me vaya-. Dijo la latina no muy convencida-.

-Pero…¿Por qué?-. Expresó haciendo un puchero-. Pensé que pasaríamos el día juntas-.

-Nada me gustaría más Britt, pero Santiago se va mañana a la Universidad y papá quiere tener un almuerzo familiar, si no voy tendré más problemas con mamá de los que ya tengo-. Respondió con un dejo de tristeza-.

Brittany se acomodó para que quedaran frente a frente, se dio cuenta de inmediato que algo le pasaba a su latina, ese extraño halo de desolación cubría sus hermosos ojos color ámbar.

-¿Qué pasa?-. Preguntó abrazándola por la cintura-.

-Mi mamá lo sabe, se lo dije mientras estábamos de vacaciones y no lo tomó bien, discutimos como nunca antes lo habíamos hecho y desde ese día que no me dirige la palabra, de hecho ni siquiera me mira-. Le contó y una rebelde lágrima amenazó con salir-.

-Lo siento San, siento no haber estado ahí para apoyarte, pero desde ahora estamos juntas en esto, no te voy a dejar sola, juntas le haremos ver a tu mamá que el amor es simplemente amor, sin importar que sexo tenga la otra persona-. Consoló Britt-.

-Lo sé, sólo no me dejes sola, no podría con todo-. Le pidió Santana refugiándose en los brazos de la rubia-.

-No lo haré-. Contestó con convicción-.

Pasaron así unos minutos más entre caricias sutiles y algunos besos dados con todo el sentimiento que las inundaba el volver a estar juntas. Luego Santana se vio en la obligación de levantarse, lo hiso a regañadientes porque abandonar esos cálidos brazos para irse a una casa en dónde el ambiente se podía cortar con un cuchillo no era claramente una buena decisión, pero lo hacía por su hermano, quería pasar ese tiempo con él porque sabía que pasarían meses para poder volver a verlo.

Una ves que salieron de la habitación de Brittany, se dirigieron de inmediato a la entrada, la rubia la acompaño hasta su auto sin soltarle la mano.

-Entonces…esto…es…-. Balbuceo Brittany-.

-Esto es un nuevo comienzo Britt, y espero esta vez poder hacer las cosas bien, con calma y que las dos vayamos sanando las heridas, te quiero y quiero que estemos juntas-. Expresó la morena-.

-También te quiero San-. Respondió y se acercó para darle un cariño beso-.

-¿Paso por ti mañana para ir a nuestro primer último día de clases?-. Preguntó con una brillante sonrisa-.

-¡Me encantaría!-. Exclamó-. Estaré esperando-.

-Nos vemos Britt-. Se despidió con dificultad y depositando el último beso antes de irse-.

Brittany observo hasta cuando el auto de Santana se perdió por la calle, aún no cabía en si misma de que eso estuviera pasando, y entró casi bailando a su casa.

-Veo que alguien a comenzado muy bien su día-. Dijo la señora Pierce quien había observado todo desde una de las ventanas-.

-¡Sí! ¡Volvió! Y me quiere y quiere esta conmigo, no puedo estar más feliz-. Exclamó abalanzándose a sus brazos-.

-Me alegra mucho, no me gustaba verte deprimida-.

-Ella esta de vuelta, con eso jamás volveré a estar deprimida-. Dijo con una grandiosa sonrisa-.
------------------------------------------------------------------------------
Santana estaciono su auto, respiró profundo y se dio ánimo para enfrentar lo que allí le esperaba. Sabía que cuando su hermano se fuera todo sería peor, porque su padre por mucho que la defendiera no pasaba el tiempo suficiente en casa para poder interceder, y conocía a su madre, sabía que no cedería tan rápido.

Subió a su habitación, para darse una ducha, aún se sentía cansada dado que en los últimos días no había dormido lo suficiente, sus noche en vela se habían hecho costumbre y eso estaba haciendo eco en su cuerpo. Se estaba terminando de vestir cuando sintió algunos golpes en su puerta.

-¿Puedo pasar?-. Preguntó Santiago-.

-Claro, pasa-. Respondió Santana-.

-Papá me dijo que te avisara que ya está casi lista la comida para que bajes-. Avisó el joven-.

-Ya estoy lista, así que bajaba en un segundo-. Respondió acercándose a él-.

-San, ¿estás bien?-. Preguntó de repente con preocupación-.

-Sí lo estoy, y si me lo preguntas específicamente por el tema de mamá yo te dije que ella iba a reaccionar así-. Respondió intentado sonar indiferente-.

-Yo pensé…-. Ibas a decir Santiago-.

-¿Pensaste que? Que me abrazaría y me diría que me quiere independiente de que sea lesbiana, de que va a estar conmigo aunque todo Lima sepa que a su hija le gustan las mujeres, por favor, no seas ingenuo, pareciera que nos hubiera criado una madre distinta si eso es lo que pensaste que pasaría-. Lanzó con rabia-.

-San, cálmate por favor, yo sé que es difícil pero debes ser paciente, ella cederá, se va a dar cuenta de lo injusta que ha sido contigo, yo sé que lo hará-. Dijo intentado tranquilizarla pero no estaba funcionando-.

-No me pidas eso Santiago, tú no sabes lo que se siente ser rechazada por tu propia madre-. Contestó y sus ojos se pusieron brillantes aguantando las lágrimas-.

A Santiago se le formó un nudo en la garganta, no podía ver a su hermana pequeña así, no quería irse sabiendo que dejaba a Santana tan vulnerable, tan sola con toda esa pena que veía en sus ojos. Se sentía tan impotente de no poder ayudarla, de no tener la palabra correcta para hacerla sentir mejor. Se acercó y la cobijó en sus brazos.

-Siempre podrás contar conmigo San, cualquier cosa que pase me tienes que llamar y yo tomare el primer avión para estar aquí contigo, lo prometo-. Dijo con cariño-.

-Gracias-. Fue lo único que salió de sus labios-.

Se mantuvieron así unos minutos, y sirvió para que Santana se calmara y supiera que aunque su madre no aceptara su condición, tenía a otras personas que la amaban sin juzgarla.

-Entonces no me vas a decir que es lo tan importante que tenías que hacer-. Preguntó curioso Santiago-.

-Tenía que ir a ver a alguien-. Respondió misteriosa-.

-Y ese alguien puede ser una linda rubia, de ojos impresionantes que le dará a mis futuros sobrinos unos muy buenos genes para la danza-. Interrogó ilusionado-.

-Si, es ella-. Contestó y sonrió tímidamente-.

-¡Lo sabía!-. Exclamó haciendo un gesto de victoria-.

-Hablamos y me dio una oportunidad, creo que esta vez si podremos estar juntas-. Expresó-.

-Eso me hace irme más tranquilo, sé que Britt cuidara muy bien de ti-.

-Y yo cuidare de ella-.

Los hermanos López disfrutaron del último día que les quedaba juntos. Evitaron los temas complicados y Santiago expresó más de una vez su intensión de que en su próxima visita, Santana le presentara oficialmente a Brittany como su novia.

La noche llegó más pronto de lo que hubieran querido y se despidieron entre algunas lágrimas, el vuelo de Santiago salía muy temprano por lo que no se verían por la mañana. Santana le hiso prometer que volviera a la primera oportunidad que tuviera y él le dije que ella también podía ir a visitarlo. Era difícil despedirse, eran demasiado unidos y no se terminaban de acostumbrar a estar tanto tiempo sin verse, pero era parte de ir creciendo, de tomar decisiones y de velar por su futuro, pronto sería Santana quien debería tomar la decisión de a dónde dirigir sus pasos luego de terminar la escuela.
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Primer día del último año de escuela para muchos de los alumnos del Mckinley High School. El último año que significa el tener que tomar decisiones respecto a su futuro, uno que se hacía más cercano a cada momento. El último año para disfrutar, para compartir con aquellos con los que crecieron, y se formaron mucho más que académicamente, los lazos que pronto se tendrían que romper dado que los caminos que se eligen en la vida, no siempre te mantiene al lado de las personas que quieres.

Santana caminaba sola por los pasillos de Mckinley, había pasado por Brittany como prometió. Conversaron de todo un poco durante el viaje y en la entrada de la escuela la bailarina se entretuvo conversando con otros miembros del Glee Club a quienes no vio durante el verano. La latina se excusó diciendo que buscaría a Quinn, no había tenido noticias de su amiga desde algunas semanas y le preocupada, Britt le había contado lo ocurrido con Rachel por lo que se esperaba que la rubia no estuviera pasando por el mejor de sus momentos. Siguió caminando, por esos pasillos guardaban tantas historias, tantos lindos y malos recuerdos, desde que entró siendo una bitch a quien sólo le importaba la popularidad hasta ahora que se sentía mucho más madura. Ahí había dado el paso hasta ahora más importante de su vida, se había aceptado a sí misma, había reconocido sus sentimientos y eso le había permitido ser un poquito más feliz. Agradecía por los amigos que tenía, quienes la apoyaron desde el primer momento y sobretodo agradecía el tener a Brittany. Un nudo se formo en su garganta, también debía agradecer por alguien más, Kayle, la chica de sonrisa deslumbrante que estuvo a su lado en uno de sus peores momentos. Una parte de ella la extrañaba, llevaba semanas sin saber nada de su paradero, no sabía si quiera si seguiría en Mckinley, tenía claro que si la morena quería, podía no volver a verla, desaparecer como lo hiso cuando se fue de Nueva York, herida por el engaño de Francis. No quería que eso pasara, quería poder hablar, darle una explicación, poder de alguna manera seguir siendo parte de su vida, porque después de todo aún guardaba un gran sentimiento por ella.

Cuando estaba por llegar a su casillero, fijo su mirada hacía el de Quinn que estaba muy cerca del suyo y vio algo que le llamo la atención. Una extraña joven estaba de espalda tratando de abrirlo. Camino rápido para ver que pretendía esa chica con el casillero de su mejor amiga.

-¡Me quieres decir que haces! Ese casillero es de ¿Quinn?-. Exclamó la latina siendo sorprendida-.

La ex rubia se dio vuelta y le dio una sonrisa a una latina que aún no caída de su sorpresa.

-Hola San, yo también te extrañe-. Saludó Quinn estando frente a Santana-.

Santana abría y cerraba la boca sin poder decir palabra, estaba tan sobresaltada por el extremo cambio de su amiga que la impresión no la dejaba hablar. Quinn llevaba unos jeans oscuros rasgados a la rodilla, una camiseta en todos grises, todo le quedaba muy bien, lo que seguía sin poder convencerla era su cabello rosa, ¿rosa?, ¿en serio?, se decía en su mente la latina. ¿Qué rayos había pasado con la chica católica que llevaba vestidos a la rodilla y la cruz como señal de castidad?, realmente no lo sabía.

-No vas a saludarme o preguntarme como estuvieron mis vacaciones-. Expresó Quinn sonriente por el gesto que tenia su amiga-.

-¿Qué…que te… hiciste?-. Pronunció finalmente Santana-.

-Me teñí el pelo rosa ¿o no se nota?-. Sarcástica la ex rubia-.

-¡Te volviste loca Fabray! ¡Dios que te hicieron en Nueva York!, porque estoy pensando seriamente que a la Quinn Fabray que yo conocí la secuestraron y tú eres un clon-. Dijo la morena-.

Quinn soltó una sonora carcajada y la miró divertida, tenía claro que su cambio de look traería muchas de esas reacciones.

-¿Sólo eso me dirás? No me has visto en semanas, ni siquiera un abrazo-. Dijo abriendo sus brazos-.

Santana se acercó lentamente, como intentado cerciorarse de que a la que iba a abrazar era realmente su mejor amiga.

-¡Ven aquí! Te extrañe-. Exclamó Quinn atrapándola en un cariñoso abrazo-.

-Y yo a ti-. Dijo por fin-. Aunque creo que aún no estoy segura de que seas tú-.

-Lo soy, no es más que una tintura que me quitare cuando me aburra de verme al espejo así-. Contestó relajada-.

Santana la miraba con atención, algo le parecía extraño. Quinn se veía más que superficialmente diferente, era algo en su modo de hablar, en esa sonrisa que llevaba como si estuviera pegada a su cara, en ese relajo que mostraba ante todo. Quizás era porque se esperaba que la ahora ex rubia estuviera cabizbaja o por lo menos pensativa, puesto que sabía todo lo que Quinn, quería a Rachel.

-¿Estás bien?-. Preguntó con recelo-.

-Sí, ¿Por qué no debería estarlo?-. Respondió sabiendo a que apuntaba la latina-.

-Quinn, somos amiga y conmigo no tienes que fingir, tal vez puedas cambiar tu ropa o tu pelo, pero sé que en fondo las cosas te afectan de la misma manera que a la chica rubia que se quedó en Nueva York hace dos meses-. Dándole confianza-.

-No espero que consideres que soy alguien distinta porque me cambie el color del pelo, no era esa la intensión, simplemente quería dejar de parecer la niñita perfecta que no soy, y por tú pregunta, se lo quieres saber y mi respuesta es que estoy bien-. Contestó fijando sus intensos ojos verdes en ella-.

-¿Qué pasó?-. Preguntó intentando comprender esa actitud-.

-La verdad no lo sé, un día me dice que me ama y que no puede esperar a que vuelva para estar juntas, al otro día llamó y me contesta Finn, diciendo que por favor no moleste porque ambos se durmieron tarde-. Le contó intentado sonar indiferente-.

-¡Durmió con Finn!-. Exclamó más fuerte de lo necesario-.

-No lo sé, y sinceramente ahora ya no me importa-. Desviando la mirada-.

-Quinn…-.

-San ya no quiero hablar de eso, fue su decisión y la respeto, ahora yo quiero seguir con mi vida, es nuestro último año y quiero disfrutarlo con mis amigas, no amargarme por una relación que no funciono, aunque…todavía me duela-.

-Entiendo, no diré nada más al respecto, de lo que si diré y mucho es de ese pelo tuyo que hace que desvíe mis ojos cada tres segundos corriendo el riesgo de que me dañe la vista en forma permanente-. Exclamó gesticulando la latina-.

-¡Deja de ser tan exagerada!-. Le respondió golpeándole levemente el brazo-.

Siguieron bromeando por unos minutos más. Hasta que Santana cambio el gestó hacía uno más serio. Había algo que quería preguntarle a Quinn, pero que no se había atrevido por miedo a la respuesta.

-Q…necesito preguntarte algo-. Dijo seria la morena-.

-Dime…-.

-Tú…sé que estuviste con Alison todo el verano y pues ella es la mejor amiga, yo…-. La latina-.

-No sé dónde esta Kay, y tampoco sé si siga con nosotros este año, hable con ella un par de veces por teléfono pero la que sabía dónde estaba era Al y no me dijo-. Se adelantó a contestar Quinn-.

Santana agachó la cabeza, no quería pensar en que no volvería a verla nunca más.

-Ahora preguntó yo…¿Qué pasó San?-. Preguntó acariciando cariñosamente su brazo-.

-Lo que te dije por teléfono, ella llegó de sorpresa me vio con Britt, discutimos, rompió conmigo y la entiendo… luego desapareció-. Recordó apenada-.

-¿Estás con Britt ahora?-.

-Sí, pero no desde ese día, me tomo tiempo, escuche mi corazón y la quiero, Britt produce algo en mi que nadie más produce, pero me habría gustado hablar con Kay, intentar ser su amiga, mantenerme cerca…-.

-Lo entiendo, pero no es sólo lo que tú quieres o necesitas San, también tienes que pensar en Kay, porque si vuelve tal vez ella ya no quiera tenerte en su vida, y de cierta manera es entendible, le rompiste el corazón-. Expresó Quinn-.

-Lo sé y si vuelve lo que ella quiera lo respetare-. Aceptó la morena-.

-¡San te estaba buscando!-. Exclamó Britt-. Que haces con esta chica…-. Contrariada la rubia-.

-Britt soy yo-. Quinn divertida-.

-¿Quinn? ¡Perdón pero no te había reconocido!-. Expresó abrazándola-.

-Si me di cuenta-.

-Ya vamos o llegaremos tarde a nuestro primer último día de clases-. Dijo Santana-.

Caminaron a ver su horario y que clases tenían juntas. De lo que no se percataron era de qué lo hacían bajo la atenta mirada de una castaña.

Rachel había llegado temprano como acostumbraba desde que piso por primera vez Mckinley. Camino rápido esperando no encontrarse con Quinn, la verdad es que no se sentía preparada para verla, para enfrentar esos ojos indescifrables que la hacían perder todo raciocinio, quería poder ser fuerte. Quería por una vez no arrojarse a los brazos de Quinn.

Cuando vio que Santana se acercaba, a esa extraña chica que estaba de espalda hacía ella no le dio mayor importancia, hasta que la latina la abrazó y pronunció su nombre. ¿Quinn?, abrió los ojos e intentó lo más disimuladamente posible asegurarse de que realmente era su rubia quien estaba ahí.

Cuando Quinn se giró para hablarle a Santana, Rachel pudo confirmarlo. Definitivamente era ella. Se giró de inmediato para fijar la vista en el contenido de su casillero. No podía creerlo, esa chica con el pelo rosa, era tan diferente a la chica dulce y atenta de la se había despedido en el aeropuerto, de esa que le decía lo mucho que la quería y la extrañaba cada vez que hablaban por teléfono, Quinn evidentemente había cambiado y probablemente los sentimientos que había profesado hacía ella, también.

Ante ese pensamiento sintió con en su pecho una sensación de congoja se formaba. ¿Podía ser que Quinn ya no la quisiera?, era probable, porque después de ese día no hubo más llamadas, ni mensajes, ni nada, lo único que hubo era silencio, uno que le confirmaba que la rubia, ya la había dejado de extrañar. Maldijo en silencio, ¿Por qué ella no podía hacer lo mismo?, porque su corazón seguía perteneciéndole, era injusto, totalmente injusto querer a alguien, que había roto su promesa de nunca hacerle daño.

-Diva, aquí estabas, te busqué por la mitad de la escuela -. Expresó Kurt con una sonrisa-.

-Sí, yo sólo…estaba buscando algunas cosas…-. Intentado sonar normal-.

-La viste no es cierto-. Mirándola a los ojos-.

Rachel respondió con un simple gesto afirmativo.

-Yo la tuve que mirar dos veces para asegurarme de que en realidad era ella-. Dijo con una mano en su pecho-.

La pequeña diva no emitió palabra ante el comentario de su amigo, no quería hablar sobre Quinn.

-¿Hablaste con ella?-. Preguntó el joven-.

-No-.

-¿Lo harás?-. Preguntó nuevamente con cuidado-.

-No-. Respondió a secas-.

-Pero Rach, no crees que…-.

-¡Pero nada Kurt!-. Exclamó subiendo la voz-. Siempre soy yo, siempre yo la que la buscó, la que cede, la que le da explicaciones aunque ya no haya que darlas, me cansé de ser siempre la idiota que le ruega, se acabó y si ella quiere teñirse el pelo rosa para revelarse contra el mundo o besar a la primera idiota que se le cruza es su problema-. Dijo esto último con rabia-.

-Sabes que te apoyo en la decisión que tomes, pero pienso que deberían hablar, la vas a ver todos los días quieras o no, por lo que aclarar las cosas es lo más sensato-. Aconsejó-.

-Quizás, pero no hoy Kurt, ahora simplemente no puedo…-. Respondió bajando la cabeza-.

-Lo entiendo y ahora vamos, supongo que no quieres llegar tarde a clases-.

-Por supuesto que no-.

El día pasó entre efusivos rencuentros, sobretodo entre los integrantes del Club Glee que sabían debían de hacer ese año especial, debían poner todo de su parte para ganar las Nacionales porque sería el último de todo el grupo junto. Las clases como primer día fueron relajadas y sirvieron más para ponerse al día entre los compañeros que para pasar alguna materia.

Todos se mostraban inquietos por la primera clase del coro, sabían que había habido quiebres al interior y no sabían a ciencia cierta como iba a resultar todo eso. Lo otro era lograr que más alumnos se inscribieran, puesto que tenían la baja de dos miembros y con ella no lograban el número mínimo para poder competir.

El señor Shue había decidido hacer esa primera clase en el auditorio, para así poder hacer que audicionaran los futuros nuevos integrantes.

Los chicos fueron llegando con entusiasmo, primero Mercedes, Kurt y Rachel, quienes ya venían con la idea de cantar alguna canción, después Tina, Mike y Artie, luego Finn y Puck quienes venían hablando del equipo. Hudson no desperdicio la oportunidad de sentarse cerca de Rachel y hablarle de cualquier estupidez para atraer su atención. La pequeña diva simplemente hacía como que lo escuchaba pero su atención estaba en la puerta porque era cuestión de tiempo para que Quinn la cruzara.

La ex rubia llego caminando junto a Britt y Santana. Para quienes las observaban fue como tener un deja vú porque mientras la ex capitana de las porristas caminaba con la frente en alto y su mirada indiferente las otras dos chicas venían unos pasos atrás ligadas por sus meñiques y regalándose miradas cómplices, si se les agregaba el traje de Cheerio sería el regreso de The Unholy Trinity.

Quinn no quería mirarla, se resistía con toda la fuerza de voluntad que aún sentía que le quedaba. Pero falló, había pasado tanto tiempo que único que quería era poder volver a posar su mirada sobre esa castaña que aún producía que su corazón se acelerara.

Fue como si sus miradas se hubieran sincronizado porque al momento en que Quinn puso sus ojos verdes sobre ella, Rachel le correspondió. Y fue mágico, no podían romper ese contacto visual, no podían desviar ni siquiera un segundo sus miradas, era como si estuvieran teniendo esa conversación que las dos se habían negado a realizar, fue para decirse que aún había algo ahí, que no sería tan fácil de olvidar. Y Quinn sin darse cuenta fue avanzando, hipnotizada fue acercándose, pero en un instante simplemente frenó.

Finn había puesto una de sus desproporcionadas manos sobre el muslo de la pequeña diva y le susurró algo al oído, lo que produjo que Rachel se girara. Tal vez no alcanzó a ser un segundo pero bastó para romper esa magia y para que Quinn recordara el porque se había alejado.

El maestro al ver que ya todos sus alumnos se encontraban ahí, comenzó a hablar.

-Muchachos, sé que este es último año para muchos de ustedes, por lo que en mi mente sólo tengo una sola meta ¡Ganar las Nacionales!, no importa cuanto nos cueste, cuanto extra tengamos que ensayar, les aseguro que no dejare que nada nos desconcentre para lograr esa meta… ¡Están de acuerdo!-. Exclamó entusiasta-.

-¡Sí!-. Respondieron al unísono-.

-Hoy puse muchos carteles invitando a que se unieran al Club Glee, así que tendremos que esperar para saber si alguien quiere audicionar hoy día-. Expresó con confianza-.

-Señor Shue, no es por ser pesimista pero si alguien quisiera entrar ya no debería estar aquí-. Dijo Mercedes-.

-Eso es cierto-. Apoyo Kurt-.

-O habría que preguntarle a Berry, si no mandó de nuevo a alguien a un centro dónde vendan Crack-. Santana para molestar a la castaña-.

-No lo hice, eso fue sólo una vez y prometí no volver a hacer algo parecido-. Se defendió dándole una mirada ofensiva-.

-Entonces por mientras que les parece si hablamos acerca de nuestros planes para este año-. Intercedió el maestro-.

Estuvieron así por largo rato, la verdad tenían claro que si querían que algún alumno se interesara por formar parte del club, deberían hacer mucho más que pegar carteles por la escuela, puesto que aunque hayan llegado a las Nacionales el año anterior, el Glee Club seguían siendo sinónimo de pertenecer a los perdedores y nadie quería arriesgarse a recibir un granizado de desayuno cada día.

Estaban ya por irse cada uno a su casa, por ese día ya estaba terminando la clase y nadie había aparecido.

-Bueno muchachos creo que vamos a tener que intentar algo de verdad atractivo para atraer nuevos integrantes, porque los necesitamos con urgencia, eso es todo por esta clase, nos vemos mañana-. Se despidió el maestro-.

Iban ya todos en dirección a la salida cuando una voz que provenía del escenario capto su atención.

-Señor Shue-. Llamó a través del micrófono-.

Todos giraron inmediatamente, esa voz era conocida.

-Me gustaría audicionar para entrar al Club Glee, o ya es muy tarde-.

-Por supuesto que no, chicos regresen-. Expresó emocionado y todos volvieron a sus previas ubicaciones menos una-.

Santana no quitaba su vista del escenario, tanto que no se había movido de dónde estaba antes de escucharla.

-Kay…-. Dijo para si misma-.

Kayle estaba frente al micrófono nerviosa, aún no estaba segura de que eso fuera una buena idea, últimamente no estaba pensando mucho, simplemente se estaba dejando llevar.

-Soy Kayle y voy a cantar una canción de Adele, espero que les guste-. Dijo para presentarse brevemente-.

Acomodo el micrófono frente a ella y le dio unas indicaciones al chico del piano que tenía clara la pista a seguir. Respiro profundo y fijo su mirada hacía ningún lugar en particular, de los minutos que llevaba ahí, en ningún momento fijo su mirada en Santana.

Las primeras notas comenzaron a sonar, ya debía comenzar a cantar.

I let it fall, my heart(Deje caer mi Corazón)

And as it fell, you rose to claim it(Y mientras caía apareciste para reclamarlo)

It was dark and I was over(Estaba oscuro y yo estaba acabada)

Until you kissed my lips and you saved me(Hasta que besaste mis labios y me salvaste)

My hands, they were strong, but my knees were far too weak(Mis manos eran Fuertes pero mis rodillas eran demasiado débiles)

To stand in your arms without falling to your feet(Como para sostenerme en tus brazos sin caer a tus pies)


La canción la había elegido porque sentía que cada verso de alguna manera decía lo que vivió desde cuando llegó a Lima. Su corazón llegó herido y quien se había ofrecido a sanarlo, lo hirió de una manera mucho más profunda. Todos esos sentimientos los expresaba con su voz que se hacía potente en el coro.

But there's a side to you that I never knew, never knew(Pero hay una parte de ti que nunca nunca conocí)

All the things you'd say, they were never true, never true(Todas las cosas que dijiste nunca nunca fueron verdad)

And the games you'd play, you would always win, always win(Y los juegos que jugaste siempre ganabas siempre ganabas)

But I set fire to the rain(Así que prendí fuego a la lluvia)

Watched it pour as I touched your face(Y la vi caer mientras acariciaba tu rostro)

Well, it burned while I cried(Ardió mientras yo lloraba)

'Cause I heard it screaming out your name, your name(Porque la escuché gritando tu nombre, tú nombre)


Los recuerdos de cada momento que vivió con Santana le estaban jugando malas pasadas tanto que cuando comenzó a cantar esta parte no pudo evitar mirarla a los ojos, y fue correspondida, esos ojos color ámbar no dejaban de mirarla.

When laying with you I could stay there(Cuando me tumbaba contigo podría haberme quedado ahí)

Close my eyes, feel you here forever(Cerrar los ojos, sentirte aquí por siempre)

You and me together, nothing is better(Tú y yo juntos nada podría ser major)

'Cause there's a side to you that I never knew, never knew(Pero hay una parte de ti que nunca conocí nunca conocí)

All the things you'd say, they were never true, never true(Todas las cosas que dijiste nunca nunca fueron verdad)

And the games you's play, you would always win, always win(Y los juegos que jugaste siempre ganabas siempre ganabas)


Esto fue con rabia, con dolor, con todo el deseo de querer recibir una explicación, un porqué, sentía que no se merecía sufrir por amor.

But I set fire to the rain(Así que prendí fuego a la lluvia)

Watched it pour as I touched your face(Y la vi caer mientras acariciaba tu rostro)

Well, it burned while I cried(Ardió mientras yo lloraba)

'Cause I heard it screaming out your name, your name(Porque la escuché gritando tú nombre, tu nombre)

I set fire to the rain (Así que prendí fuego a la lluvia)

And I threw us into the flames( Y nos lanzé a las llamas)

When we fell, something died(Entonces sentí algo morir)

'Cause I knew that that was the last time, the last time(Porque sabía que sería la última vez)


Cerró sus ojos para cantar la última estrofa, quería sacar todos sus sentimientos, que esto fuera una catarsis y así terminar de dar vuelta la pagina.

Sometimes I wake up by the door(A veces me despiertan golpes en la puerta)

That heart you caught must be waiting for you( Y te oigo llamandome debo ser que yo sigo esperandote)

Even now when we're already over(Incluso cuando ya todo ha acabado)

I can't help myself from looking for you(No puedo evitar seguir buscándote)

I set fire to the rain(Prendí fuego a la lluvia)

Watched it pour as I touch your face(Y la vi caer mientras acariciaba tu rostro)

Well, it burned while I cried(Ardió mientras yo lloraba)

'Cause I heard it screaming out your name, your name(Porque la escuché gritando tu nombre, tú nombre)

I set fire to the rain( Así que prendí fuego a la lluvia)

And I threw us into the flames(Y nos lancé a las llamas)

When we fell, something died(Entonces sentí algo morir)

'Cause I knew that that was the last time, the last time(Porque sabía que sería la última vez, la última vez)

Oh, no

Let it burn, oh (Dejala arder)

Let it burn(Dejala arder)

Let it burn(Dejala arder)


Los aplausos no tardaron en hacerse escuchar, la mayoría estaba de pie, había sido una hermosa y potente interpretación de una canción que necesita para ser cantada mucho sentimiento.

Kayle les regalo una sonrisa forzada, sus nervios habían desaparecido siendo remplazados por un estado de tranquilidad que le había sido difícil de conseguir en los últimos días.

-¡Impresionante! No puedo más que darte la bienvenida al Club Glee-. Recibió entusiasmado el maestro-.

-Gracias, estoy contenta de haber entrado-. Dijo-.

Quinn fue la primera en acercarse a Kayle, no la veía hace mucho y la extraña, la morena se había transformado en una amiga que la apoyo siempre que la necesito.

-¡Kay!-. Exclamó la ex rubia-.

-¿Quinn?-. Respondió-. estás…diferente-.

-Lo sé, es algo momentáneo-. Respondió haciéndole un guiño-.

-Igual te ves bien, diferente pero bien-. Le comentó-.

-Gracias, tú también te ves bien, por un momento pensé que no volverías, Alison nunca me dijo dónde estabas y cuando hoy no te vi en todo el día me preocupe-. Expresó Quinn con gesto más serio-.

-No voy a volver a huir Quinn, quiero terminar mi último año aquí-. Respondió mirándola a los ojos-.

-Me alegra escucharte decir eso-. Dijo y le dio un cálido abrazo de bienvenida-.

A algunos metros de distancia Santana observaba la interacción sin atreverse a acercarse, no sabía cual sería la reacción de Kayle, ni siquiera estaba segura que la escucharía.

-Ve a hablarle-. Dijo Britt interrumpiendo sus pensamientos-.

-No se si sea buena idea Britt-. Respondió-.

-Tienes que hacerlo San-. Dijo convencida la bailarina-.

-Lo sé-.

-Yo te espero en el pasillo, te quiero-. Expresó y le dio un pequeño beso en los labios-.

Santana camino hacía el escenario pero ya no estaba ahí, por lo que siguió buscando a través de los pasillo, hasta que vio como se alejaba rápidamente rumbo al estacionamiento. Acelero su paso y se detuvo a observarla unos metros antes, estaba nerviosa, pero no podía dejar pasar más tiempo.

Kayle tenía el casco de su motocicleta en las manos, desde hace unos días que ya no usaba su auto, siempre le había gustado el sentimiento de libertad que le daba andar en moto. No se percató de que alguien la observaba, hasta que Santana tímidamente la tomó el brazo, se giró y la vio por primera vez en semanas.

-Kayle…-. Dijo Santana-.

-Santana-. Expresó fríamente a modo de saludo-.

-¿Podemos hablar?-. Preguntó bajando la mirada-.

-¿Sobre que?-. Respondió manteniendo el tono anterior-.

-Yo quería decirte que lamento como pasaron las cosas, nunca fue mi intensión herirte, sabes que yo te… la latina-.

-No tienes que explicarme nada ni disculparte, todo esta claro-. Interrumpió-.

-Pero yo quería que supieras por mi, no quería que te hicieras una idea equivocada acerca de como pasaron las cosas después de que tú y yo rompimos-. Explicó-.

-¿Importa Santana? Importa de verdad el orden de como pasaron las cosas, si lo que me quieres decir es que ya estás con Brittany, no te preocupes porque sabía que sería así-. Dijo por primera vez perdiendo en algo la compostura-.

-Kay…yo lo que menos quería hacer era hacerte daño, y cuando te fuiste me tomo tiempo…-.

-Seguro, cuanto tiempo, ¿Alcance por lo menos a bajar las escaleras de tú casa?-. Sarcásticamente-.

-Kay, sabes que no podría haber hecho algo así-. Se defendió-.

-No Santana, no lo sé, porque cometí el error de creerte en algún momento y me mentiste, así que no tengo porque creerte ahora, además, sabes, con quien tú estés ya no es de mi interés, sé que voy a tener que verte todos los días y lo aceptó pero como yo no voy a interferir en tu vida, te pido que tú no interfieras en la mía-. Con seguridad-.

-Pensé que podíamos ser amigas-.

-No por el momento y ahora debo irme, que estés bien, adiós-. Se despidió-.

Kayle se subió a su moto y deje a la latina ahí parada, sola y con una gran mezcla de sentimientos que eran muy difíciles de describir.

Camino de vuelta a la escuela dónde dijo Britt que la esperaría, necesitaba con urgencia uno de esos abrazos que sólo su rubia bailarina podía darle.

Brittany al verla inmediatamente supo que las cosas no habían ido bien así que la acurrucó en su pecho. Iba a darle un beso cuando alguien las interrumpió.

-Pueden dejar las patéticas muestras de amor sáficas para ir a mi oficina ahora-. Expresó Sue-.

Ambas chicas se miraron y aunque no estaban muy convencidas de quería Sue, era mejor seguirla, aunque ya no fuera su entrenadora le seguían teniendo algo de temor.

-Siéntense seré breve-. Ordeno la entrenadora-.

-La escuchamos-. Dijo Santana-.

-Como bien saben el año pasado no gané las Nacionales, por culpa de ustedes que desertaron a último minuto… -.

-Porque usted quería lanzar a Britt por un cañón o lo olvida-. Interrumpió Santana rodando los ojos-.

-No me interrumpas sacos de arena no he terminado, lo que quiero decir es que este año he llegado más empática por lo que decidí darles otra oportunidad, quiero que vuelvan a las Cheerios-. Con esa sonrisa hipócrita que solía dar siempre-.

Santana miró a Brittany, no se esperaba una proposición así, aunque no podía negar que le parecía atractiva, no tanto por la popularidad que traía consigo ser una Cheerio, ya había pasado esa etapa, era más porque ser porrista y cantar el Club Glee era como parte de ella. La rubia por otro lado también se mostraba ilusionada, dejando de la lado el episodio del cañón y los casi inhumanos entrenamientos que en ocasiones les hacía Sue, las Cheerios era dónde podía demostrar sus grandes dotes para el baile.

-¿Y que me dicen?-. Preguntó impaciente Sylvester-.

-No habrá más cañones, ni malos tratos para ninguna de las dos-. Negoció Santana-.

-No te pases López, lo que quizás ayude en su decisión en decirte que tú entrarías como la nueva capitana de las Cheerios-. Expresó sabiendo que no recibiría una negativa-.

-Esta bien, estamos dentro-. Aceptó una entusiasta rubia-.

-Sabía que no se negarían, aquí están sus uniformes y las espero mañana en el entrenamiento-. Dijo la entrenadora con un gesto de satisfacción-.

Las chicas salieron muy contentas, Brittany había aceptado porque sabía que una de las aspiraciones de Santana siempre había sido ser la capitana.

-Ahora te graduaras siendo la capitana de las Cheerios y teniendo a tu lado a la chica más sexy de la escuela-. Exclamó Britt enlazando su meñique-.

-Soy una chica con suerte-.

Santana sabía que eso era cierto, era una chica con suerte y estaba feliz con Britt, pero no podía sacarse de la cabeza esos color verde que la habían mirado con tanta decepción.
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Los primeros días habían pasado rápido en la segundaria Mckinley. Las chicas ya se habían adaptado a su nuevo horario, sin embargo, había cosas a las que aún no lograban acostumbrarse, cosas que no eran del ámbito académico precisamente. Quinn hacía lo posible por evitar a Rachel, en las clases que tenían juntas se sentaba lejos de la pequeña diva, en el Club Glee desviaba la vista en intentaba siempre poner su atención en alguien más, mientras que en los pasillos simplemente la ignoraba. Lo que le resultaba doloroso era ver como cada día parecía más cercana a Finn. Ya no se molestan en ocultarlo, pensaba la ex rubia.

Rachel, se daba cuenta de como Quinn simplemente hacía como si no existiera. Le dolía más de lo que podía reconocer, porque no entendía que había hecho para merecerlo, finalmente era la rubia quien le había fallado por lo que esperaba que fuera quien se acercara. Pero eso no ocurrió, ni el primer día ni en los siguientes. Sus clases como los descansos los pasaba en compañía de Kurt, y a veces de Finn, este último se le acercaba mucho últimamente y ella educadamente lo escuchaba, a veces se daba cuenta de como le coqueteaba pero ella lo rechazaba sutilmente, no había vuelta atrás en eso. Ya no lo quería y no había posibilidad de que lo volviera hacer, porque lamentablemente todo su corazón pertenecía a otra persona.

Kayle por otra parte además del Club Glee, se había unido al reforzado equipo de Hockey, era su su deporte favorito en el que además era muy buena. Estaba tratando de ocupar su tiempo lo más posible para así no pensar en Santana, pero muchas veces era imposible, le dolía verlas de la mano, intentaba ser indiferente, sin embargo, la punzada en su pecho se seguía provocando.

-Kay, justo a quien estaba esperando-. Un sonriente Kurt-.

-Hola Kurt ¿Qué pasa? su casillero-.

-Alguien te ha estado llamando y como no le contestas me llamó a mi-. Misterioso-.

Kayle comenzó a buscar su teléfono, y se dio cuenta que tenía algunas llamadas perdidas de Francis.

-Olvide mi celular en el casillero, recién me di cuenta y lo guarde en el bolso-. Se justificó-.

-No me lo digas a mi, llámala y dile, mira que conociéndola va a seguir insistiendo y si no le contestas, va a tomar un avión y venir aquí -. Dijo en tono de broma el castaño-.

-Lo sé, ella es algo persistente-.

-Y haría lo que fuera por ti, en el verano estaba muy preocupada, me llamaba cada día para saber si te había visto, ella de verdad te quiere y ni te imaginas lo que esta dispuesta a hacer por ti-. Expresó convencido-.

-Porque tengo la sensación de que tu sabes algo que yo no-. Preguntó con sospecha-.

-Puede ser, pero todo a su tiempo-. Respondió sin dar mayor información-.

-Ustedes dos juntos planeando algo me dan miedo, sobretodo si es alguna idea de Francis -.

-Tú tranquila y déjate sorprender, yo no puedo decir nada, así que ahora que ya te di el mensaje, me voy tengo un novio al que convencer de que se traslade a Mckinley-. Expresó y siguió caminando.
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Llegaba la hora de almuerzo y Quinn iba caminando con su bandeja buscando a sus dos amigas ahora porristas de nuevo. Miró hacía distintos lados de la cafetería hasta que vio a Britt quien le agitaba la mano efusivamente. Iba a ir pero al observar con atención vio que no sólo estaban las dos, sino que gran parte de los chicos del coro, lo que incluía por supuesto a Rachel y a un Hudson que aprovechaba cualquier instancia para estar cerca de la diva. Santana le hiso un gesto de desagrado lo que le dejo claro que no había sido su idea y ella le respondió el gesto diciendo que iba a otro lado.

Siguió mirando hasta que vio que Kayle estaba sola unas mesas más allá absorta en un libro mientras comía algunas frutas.

-Hola Kay, puedo interrumpir y sentarme-.

-Claro, siéntate-. Recibió con una sonrisa-.

Quinn se sentó a su lado y comenzó a comer su almuerzo.

-Puedo preguntar porque no te sentaste con el grupo-. Dijo la morena de ojos verdes-.

-Mmm….exceso de Finchel-. Respondió alzando los hombros-.

Kayle rio ante la utilización del apodo.

-¿Y tú porque no te sientas ahí? Eres parte del Club ya-. Contra preguntó-.

-Exceso de Brittana-. Contestó de la misma forma alzando los hombros-.

Ahora las dos se rieron, estaban pasando por situaciones parecidas y en ese momento se sentía mejor bajarle el perfil.

-La verdad no sé que hice mal-. Dijo de repente Quinn desahogándose-.

-¿Y porque tendrías que haber hecho algo mal tú?-. La morena fijando toda su atención en ella-.

-Porque se supone que si la persona con la estás, te deja de querer, es porque algo hiciste mal ¿o no?-. Contestó insegura-.

-No lo creo, a veces puedes hacer todo bien, dar lo mejor de ti misma, pero simplemente no funciona, quizás hay algunas personas que no están destinadas a tener un final feliz-. Expresó reflexiva-.

-Eso es injusto, cómo puedes dar todo de ti, tú alma, tú corazón, sin pedir nada a cambio, sólo que no te hagan daño, que te pertenezcan como tú perteneces, cómo puede ser todo un cuento de hadas y luego transformarse en una pesadilla-. La rubia claramente hablando de su situación-.

-Porque no todas podemos ser princesas en el cuento de hadas, Quinn-. Contestó-.

-¿Qué quieres decir con eso?-. Interesada-.

-No sé, supongo que uno siempre se queda con el final feliz que te contaban en los cuentos, donde la princesa vivía feliz para siempre, y si alguien perdía esa parte la omitían porque era el malo del cuento, pero en la vida no todo es blanco o negro, y mientras algunas tienen su final feliz a otras nos toca perder más seguido, no porque hagamos las cosas mal, sino porque así es el destino, alguien tiene que perder, no todas podemos ser princesas-. Explicó con calma-.

-Eso es triste...-.

-Lo es, cuando tus últimas dos ex novias te han engañado o engañado y dejado, comienzas a hacer teorías patéticas y deprimente-.

-Yo creo que tú te mereces un final feliz, estoy segura que lo tendrás sólo que esta vez deberías fijarte en la chica adecuada, seguro no has visto bien-. Le aconsejo la ex rubia-.

-¿Estás coqueteando conmigo Quinn?-. Bromeando con una sonrisa traviesa-.

-¡Claro que no! No seas egocéntrica, yo lo decía simplemente-. Defendió dándole un pequeño golpe-.

Quinn lo dijo porque al pasar las vacaciones con Alison, en su última noche habían tenido una conversación.

Flashback.

Quinn los últimos días después de la llamada no había querido seguir saliendo por las noches. Los días se los había pasado dentro de la habitación de hotel o en las tardes caminando por la playa. Realmente no sabía como lidiar con toda esa pena que se estaba acumulando en su pecho. Su primera reacción había sido querer tomar un avión e ir dónde Rachel para exigirle algún tipo de explicación, pero no tenía ningún derecho, porque mucha rabia que le diera, perdió todo derecho de exigirle explicaciones cuando rompió con ella y decidió quedarse en Nueva York.

Esa tarde había caminado por la playa hasta que anocheció, al otro día tomaría el avión de vuelta a Lima y que mejor forma de despedirse de L.A. que viendo un atardecer. Luego regreso a la habitación y se dio una ducha. Cuando ya se había instalado en el cómodo sofá para leer un libro, el timbre comenzó a sonar de forma insistente. Al abrir no era otra más que Alison quien venía acompañada de varias botellas de alcohol.

-¡Si tú no vas a la fiesta la fiesta viene a ti ex rubia!-. Exclamó entrando la chica del cabello rojizo-.

-Al, pensé que tenías una fiesta en la productora hoy en la noche-. Dijo sorprendida-.

-Tú lo has dicho "tenía", les dije que no podía, hoy es tú última noche en L.A. y no podía dejar que estuvieras sola…-. Acomodándose en el sofá-.

-No tenías que hacerlo…-.

-Si tenía, si estás aquí fue por mi, para acompañarme, has sido una gran amiga Quinn y quería pasar esta noche aquí, porque no sé cuando nos volvamos a ver-.

-Ok, entonces que traes ahí-. Exclamó contagiándose con el ánimo de la otra chica-.

Las chicas comenzaron a beber mientras tenían una amena conversación. Recordaban todo lo habían hecho durante esos dos meses que estuvieron juntas y la verdad estaba lleno de recuerdos memorables. Quinn en un momento se levantó para ir por su cámara quería una fotografía de las dos en su última noche. Cuando ya la había tomado, la miró un par de segundos, esa chica la había acogido prácticamente sin conocerla, cuido de ella y la consoló todas la veces que la vio llorar sin ninguna otra intensión más que hacerla sentir mejor, era realmente una persona impresionante.

-¡Gracias por todo Al!-. Exclamó para luego girarse y abrazarla-.

-No tienes por qué darme las gracias Q, para mí también ha sido bueno tenerte conmigo, porque como te darás cuenta no hay mucha gente en mi vida-. Le contestó correspondiendo al abrazo-.

-Eres realmente impresionante y espero que encuentres a alguien te haga feliz, porque lo mereces-. Expresó separándose-.

Alison le regalo una sonrisa nostálgica y Quinn recordó aquel episodio en Nueva York cuando Francis apareció y discutieron. No se había atrevido a preguntar antes por miedo a incomodarla, pero ahora era el momento.

-Al…¿Puedo preguntarte algo?-.

-Claro…-.

-Es Kayle no es verdad, la chica de la que me hablaste esa vez-. Expresó con cuidado no quería una mala reacción-.

Alison no se esperaba eso, pero tenía las sospechas de que Quinn lo sabía, porque la vez que Francis fue a su departamento no habían hablado muy civilizadamente, probablemente todo el edificio las había escuchado. No era un tema del que hablara con facilidad, pero Quinn se había trasformado en su amiga y confiaba en ella.

-Sí, es Kay…¿Soy muy evidente?-. Respondió intentado darle una sonrisa-.

-No, yo escuche cuando discutías con Francis, fue casual lo prometo, y no le había dado importancia hasta que vi como quedaste después de que te lo dijera-. Reconoció-.

-Johansen siempre ha sabido atacarme dónde me duele, lo primero fue quitarme a Kay, para después romperle el corazón y alejarla de mí-. Expresó bajando la mirada-.

-¿Ustedes estaban juntas antes de que apareciera Francis?-. Preguntó confundida-.

-No, o sea no oficialmente, éramos mejores amigas que perdieron la virginidad juntas, y que se besaban, yo siempre la quise pero sabía que para Kayle siempre iba a ser su mejor amiga, casi su hermana…álgica-.

-Es una extraña forma de demostrar su amistad, ¿Le preguntaste alguna vez si sentía algo más por ti?-.

-No, porque yo sabía lo que podía o no tener de Kay, yo era su puerto, siempre llegaba a mi, cuando crecimos, ella dormía con otras chicas, yo también, pero en un momento siempre llegaba a mi, antes de que conociera a Francis claro, de ahí cambio, se empeño en conquistarla aunque era una Barbie heterosexual caza fortunas, porque si Kay no fuera una Carpentier estoy segura jamás habría estado con ella, y ahí cuando se hicieron novias yo pasé al papel a tiempo completo de mejor amiga, fin de la historia-. Dijo intentado sonar irónica-.

-Sigo sin entender porque nunca se lo dijiste-.

-Porque es la típica y patética historia de cuando te enamoras de tu mejor amiga, y tiene novia, la iba a perder Quinn, Kay iba a elegir a Francis porque se enamoro de ella, y no me iba a arriesgar a perderla…-.

-¿Aún la quieres, cierto?-.

-Sí aún la quiero, supongo que si existe eso del amor de la vida, ella es el mío-. Confesó-.

Fin Flasback
.

A Quinn se le pasó toda esa conversación por la cabeza al escuchar a Kayle tan resignada, no sabía como decirle que quizás su final feliz estaba más cerca de lo que pensaba.

-Tierra llamando a Quinn-. Dijo haciendo un gesto con la mano-. Claro, primero me coqueteas y después de quedas callada ¡quien te entiende!-.

-¡Que no te estaba coqueteando!-. Repitió-.

-Da igual, debo decir que cuando te conocí te encontré guapísima, pero te pareces tan a Francis que borre de inmediato la idea-. Recordó riendo-.

-¡No me compares con tu ex! ¡Ella esta algo loca y es obsesiva!-. Se defendió también riendo-.

-Claro, cómo tú eres la normalidad personificada-. Respondió irónica-.

Quinn simplemente rio ante el comentario.

-Ok, ha sido realmente agradable almorzar contigo, pero tengo práctica de Hockey así que me voy-. Se despidió Kayle-.

-Nos vemos luego, Kay-. Respondió-.

Kayle había avanzado unos pasos, pero algo la hiso retroceder.

-Quinn…-.

-Dime…-.

-Cuando dije que no todas las personas tienen un final feliz, no quise decir que tú no vayas a tener el tuyo, de hecho creo que lo único que hace falta es que saques los escudos y vayas tras en este caso, tú pequeña princesa dorada-. Exclamó dándole una última sonrisa-.

Quinn la vio alejarse y no sabía si sonreír o no. Suspiró profundamente, no quería perder la esperanza. Se levantó para ir a sus clases, y cuando paso cerca de la mesa, giró para mirarla, no importa que doliera, no importa que estuviera con él, lo necesitaba, era su forma de cargar energías, y no se arrepintió porque ahí estaban esos grandes ojos marrones, sin quitarle la vista de encima. Le costó pero finalmente rompió el contacto visual, agachó la cabeza y siguió su camino.

Kurt y Santana se percataron de ese intenso intercambio de miradas, luego se miraron y en silencio se sonrieron, algo tenían que hacer para ayudar a sus amigas.

Después de terminada la hora de almuerzo, Santana iba con Britt para dejarla en su salón de clases, le encantaba poder pasar cada segundo con su rubia. Cuando iba a su clase Kurt la intercepto.

-¡Santana!-. Exclamó para llamar su atención-.

-Dime…-.

-Supongo que sabes de que lo quiero hablarte, tenemos que hacer algo-. Dijo convencido-.

-Sí, lo sé, yo le dije a Quinn que hablara con Berry pero es tan orgullosa-. Expresó apenada-.

-Las dos lo son, la diva tampoco quiero acercarse a Quinn-. Contestó-.

La latina pensó por un momento, y en su rostro se formó una traviesa sonrisa, esa de cuando Santana López tiene un plan que esta segura no fallará.

-Tengo una idea-. Exclamó-.

-¿Qué tengo que hacer?-. Preguntó emocionado-.

-Déjamelo a mí-. Expresó segura-.

Se separaron para cumplir cada uno con la jornada que aún les quedaba por terminar.

Rachel caminaba con sus cuadernos apegados al pecho y pensando en que canción podría interpretar en el Club Glee ese día. Sentía una sensación agradable, cantar siempre había sido su forma de expresar las emociones. Algo llamó su atención, venían dos Cheerios directo hacía ella, con un gesto que le produjo algo de temor. Intentó hacerse a un lado, pero antes de que si quiera lograra dar otro paso, el frío golpeo su rostro.

Las porristas siguieron su camino comentando entre ellas, y le dieron ganas de seguirlas y pedirles una explicación, hace tiempo que no le lanzaban un granizado, de hecho no reconocía el sabor, debe ser uno nuevo pensó. No le quedó más que ir a su casillero y sacar su ropa de emergencia, era en estos momentos cuando agradecía ser precavida. Luego de eso se fue al baño a limpiarse y cambiarse.

Kurt había observado todo a distancia, tuvo la intensión de ir a ayudarle pero al entrar a la sala del coro vio que Santana también había visto la escena con una sonrisa. Se arrepintió de haber confiando en la latina.

-¡Lanzarle un granizado en serio!-. Exclamó el joven-.

-Cálmate si, ahora que ya esta en el baño, corre la segunda parte del plan-. Contestó segura-.

Tomó su celular y tecleo un par de frases. De ahí se acercó a la puerta seguida de Kurt para asegurarse que la segunda persona en cuestión entrada a dónde ya estaba Rachel.

-Listo, ahora aprenderás como se hacen las cosas-. Santana guiñándole un ojo-.

Quinn iba camino a la sala del coro cuando recibió un mensaje.

-Q, te necesito urgente, por favor ven al baño. S-.

La ex rubia casi corrió para encontrarse con su amiga, presintió que algo no estaba bien, porque Santana nunca pedía las cosas por favor. Entró acelerada abriendo la puerta con fuerza y acelerada.

-¡San estás bien!-. Exclamó con la voz agitada-.

Pero cuando entró Santana no estaba por ninguna parte, la única persona ahí era Rachel quien la miraba sin emitir palabra. Se mantuvieron así por algunos minutos, Quinn se dio cuenta que la diva había sido atacada por un granizado dado que aún su ropa se veía manchada.

-Lo siento, yo…¿Has visto a Santana?-. Preguntó nerviosa había sido la primero interacción que tenía con Rachel-.

-No, ella no ha entrado aquí-. Respondió y continuó limpiándose-.

-Ok, yo me voy…-.

Cuando retrocedió y se giró para abrir la puerta, no abría. La empujo, giró la manilla frenéticamente, pero nada daba resultado. Su paciencia se estaba acabando, hasta unos golpes le había dado pero la maldita puerta no se abría. Tal vez en otras circunstancia no se habría puesto tan molesta, pero dado que no estaba sola ahí, sus nervios comenzaban a hacer crisis.

Rachel la miraba no entiendo del todo que estaba pasando, sólo veía a Quinn darle patadas a la puerta, por lo que asumió que algo no andaba bien.

-¿Qué pasa?-. Preguntó la castaña acercándose-.

-No abre-. Respondió resignada apoyándose de espalda a la puerta-.

-¡Como que no abre!-. Exclamó corriéndola no muy suavemente para intentarlo ella-.

-Eso ya lo intente-. Dijo mirándola con los brazos cruzados-.

-¡Pero ahora lo estoy intentado yo!-. Exclamó enojada-.

-Claro, como eres tú Rachel Berry la puerta se va a abrir mágicamente-. Expresó sarcástica-.

-No me voy a quedar aquí encerrada, menos contigo-. Dijo sin haberlo pensado bien-.

-Estamos encerradas, te guste o no, o crees que yo estoy feliz con esto-. Respondió herida-.

Rachel captó que lo que dijo había herido a la ex rubia que la miraba fijamente. Ahora quisieran o no tendrían que hablar.

Santana apenas vio a Quinn entrar le hiso una seña a Kurt para que la siguiera. El muchacho aún seguía escéptico ante el plan de la morena, pero sin tener mayores ideas la siguió. La latina tranco la puerta usando todo su ingenio y cuando termino, le dio una sonrisa al joven que la mirara anonadado.

-Así se hacen las cosas Hummel ahora tendrán que hablar quieran o no-.

-Sigo sin entender porque era necesario el granizado-.

-No se me ocurrió otra manera de hacerla entrar-. Dijo alzando sus hombros-.

Ambos volvieron a la sala del coro dónde ya estaban todos los demás integrantes del coro, menos el profesor que para variar se hacía esperar.

Los chicos comenzaron a hablar entre ellos, mientras comenzaba el ensayo, a muchos les pareció extraño que Rachel no estuviera ahí, era siempre la primera en llegar y la última en irse. Sobre todo a Finn a que no pasó por alto que no era la única que faltaba.

-¿Y Rachel? Ella nunca llega atrasada-. Le preguntó Hudson a Kurt-.

-Mmm…me dijo que tenía que hacer algo, por lo que puede que llegue más tarde-. Mintió el chico-.

-¿Y Quinn?-. Preguntó Mercedes-.

-Tuvo una emergencia familiar-. Se apuró a responder Santana-.

Las preguntas iban a seguir pero en ese instante llegó el maestro con una sonrisa gigante para interrumpir.

-¡Chicos traigo excelentes noticias!-. Exclamó Schuester-.

-¿Qué pasa señor Shue?-. Preguntó Kurt-.

-Nuevas Direcciones tiene una nueva integrantes que seguro nos ayudara a llegar a las Nacionales, ya que con su coro anterior a logrado estar entre los tres primeros-. Contestó-.

-¿Quién?-. Preguntaron al unísono algunos integrantes de coro-.

Antes de que el profesor la presentara oficialmente, una sonriente rubia que ya todos conocían cruzó la puerta, causando más de una impresión.

-Hola a todos-. Saludó-.

-Creo que varios de ustedes la conocen, pero aun así la presento, con nosotros Francis Johansen-.

Francis se paró al lado de Schuester, esperando las reacciones de sus nuevos compañeros, aunque la única que le importaba era la de una morena que no salía de su impresión.

-¿Qué hace aquí?-. Se preguntó para si misma Santana-.

Kurt saltó de su silla para casi ahogarla en un fuerte abrazo.

-No esperaba verte tan pronto-. Dijo emocionado-.

-Mi traslado se hiso oficial hoy-. Respondió sin quitarle la vista a Kayle-.

Kayle se mantenía en su silla sin coordinar aún las ideas, ver a Francis ahí le parecía irreal.

-Y tú no me vas a saludar-. Expresó la rubia hacía Kay-.

-Claro…sólo… -. No dijo más y se levantó-.

La abrazó con cariño, Francis siempre lograba dejarla sin palabras con sus actos, pero no por eso no se alegraba de verla.

-¿Qué haces aquí?-. Le susurró al oído-.

-De verdad no te lo imaginas-. Respondió-.

-Pero…tú, esto es…-.

-Ya habrá tiempo para explicarte ahora sólo tienes que alegrarte de tenerme aquí, porque yo estoy muy feliz de poder tenerte cerca, nuevament
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Dom Mar 03, 2013 9:08 pm

b]
Capitulo Veinte: Seguir adelante
[/b]

[justify]Las miradas de los integrantes del Glee Club se entrecruzaban, algunos gratamente sorprendidos, otros confundidos y otros simplemente no se sentían cómodos con el hecho de que un solista estrella de otro coro llegara al Glee Club, porque la última vez que eso había ocurrido las cosas no habían terminado muy bien.

-No se supone que tiene que audicionar primero, es la regla Señor Shue-. Expresó Santana quien mantenía sus brazos cruzados-.

-Lo sé Santana, pero Francis tiene logros que la preceden pensé que no sería necesario-. Contestó el maestro-.

-No se me hace justo, creo que todos los que quieran entrar, deben hacerlo -.

Brittany mirada a Santana, la conocía lo suficiente como para saber que lo que le molestaba no era que entrara sin audicionar, lo que le molestaba ya era el simple hecho de que estuviera ahí, cerca de Kayle. Y eso la hiso dudar, le produjo una contracción en el pecho, tal vez Santana aunque no lo aceptara seguía teniendo dudas.

-Creo que tiene razón Señor Shue, eso si le pido que me de hasta mañana para preparar una canción-. Dijo Francis condescendiente-.

Kayle la miró sorprendida, ya se había preparado para contenerla de que se pusiera a discutir con Santana, esperaba una reacción más confrontacional, no una sonrisa y responderle de buena manera, ni siquiera con ironía, nada. Le tomó la mano para que fueran a sentarse, no estaba segura de si eso era una táctica o era que la rubia realmente venía en son de paz, pero le gustaba esa nueva actitud que estaba mostrando hasta ahora, su ex novia.

La clase prosiguió de manera relativamente tranquila, eso sí, se notaba la ausencia de cierta castaña que nunca paraba de dar sugerencias ni de cantar en las clases. A todos les parecía extraño, debía ser algo muy importante lo que estuviera reteniendo a la pequeña diva.

Rachel seguía luchando con la puerta, no se resignaba a quedarse ahí, no quería quedarse quieta ni por un segundo y enfrentar la mirada de Quinn, quería olvidarse que la rubia estaba a menos de un metro suyo, se rehusaba a ser intoxicada por ese aroma tan característico que ya comenzaba a invadir sus fosas nasales. Quinn por otro lado se había sentado a un costado y tenía sus rodillas dobladas, cada cierto tiempo apoyaba su rostro en ellas, Rachel le estaba produciendo un dolor de cabeza con ese loco e incesante afán de no rendirse.

-Puedes quedarte quieta, tanto golpecito me esta dando jaqueca-. Pidió la rubia no muy amablemente-.

-Pues si tanto te molesta cúbrete los oídos-. Respondió en el mismo tono y siguió en su labor-.

-¡Dios eres realmente necia! Ya has girado la manilla con fuerza, has golpeado la puerta, has gritado ¿y te has dado cuenta? ¡Seguimos aquí! Así que ya para un poco quieres-. Expresó la rubia levantándose de dónde estaba-.

Rachel sintió como sus mejillas se volvían rojas de la pura ira que se estaba apropiando de ella, ¿Quién se creía que era Quinn para hablarle así?. Ya no estaban en su segundo año en Mckinley, dónde ella se dejaba amedrentar e insultar por la temible capitana de las Cheerios, las cosas habían cambiado y ella ahora se hacía respetar.

-¡Por lo menos hago algo! No me quedo sentada esperando a que todo llegue a mí por el simple hecho de ser ¡oh!-. Su mano en su boca como gesto dramático-. La magnifica e intocable Quinn Fabray-. Contestó sarcásticamente-.

Quinn disminuyo la distancia en forma amenazante, sus ojos mostraban un verde oscuro que dejaba entre ver cada palabra que se había tragado desde que volvió a Lima. Soltó una risa irónica, cargada de superioridad, eran esos momentos dónde no salía a la luz la mejor parte de la rubia.

-Sabes, ni siquiera voy a gastar mis palabras en alguien que esta tan centrada en girar sobre si misma, que cree que todo "debe" salir como ella espera, así que vamos sigue con tu trabajo, y hazle entender que como eres Rachel Berry ¡La maldita puerta se tiene que abrir!-. Exclamó perdiendo la compostura-.

Quinn iba a volver al lugar que había ocupado con anterioridad, se giró, pero Rachel la detuvo bruscamente, sosteniendo con fuerza excesiva el brazo de la rubia que la miraba atónita.

-No me vengas ahora que soy yo la egocéntrica, porque la única que siempre ha pensado que es lo mejor para ella y sólo para ella, eres tú, y si espero cosas, es porque me esfuerzo y doy lo mejor de mi para que así sea, no dejo las cosas a medias, no dejo a las personas simplemente porque necesito "nuevas experiencias", ¡No me olvido de a quienes le hice una promesa!-. La castaña manteniendo la mirada-.

El ímpetu inicial con que enfrentó a Quinn estaba disminuyendo considerablemente, esos ojos verdes la miraban ya no con rabia, ni con sarcasmo menos con superioridad, la miraban con una pena y un desconcierto, que hacían que su corazón se acongojara, tanto que ahora sólo pensaba en abrazarla, en olvidar todo y así poder probar esos labios, que ahora tiritaban levemente, ante su cercanía.

La rubia estaba atrapada en esos expresivos ojos cafés. Ya aunque lo quisiera no conseguía sentir ira, aunque lo deseara con toda su alma no podía odiarla, se sentía tan indefensa ante ella, no lograba reconstruir esos muros que tenía antes de sentir eso tan grande por Rachel. Estaba vulnerable y a punto de cerrar esa brecha que le impedía tener eso que tanto deseaba. Pero recordó, las palabras de Finn volvieron a su mente como si lo tuviera al lado repitiéndoselas, y la imagen de Rachel se hacía lejana, tanto como las frases antes dichas por la pequeña diva, que carecían de sentido. No había sido ella quien rompió su promesa, no había sido ella quien la olvido, no había sido ella quien la había lastimado tanto que sintió romperse su maldito corazón en mil pedazos.

-¿Me estás jodiendo?…cómo puedes decir eso, ¡Fuiste tú!-. Exclamó volviendo a una posición defensiva-.

-¿Fui yo que?-. Preguntó contrariada la castaña-.

-No sigas jugando conmigo Rachel Berry, tú sabes perfectamente de lo que estoy hablando, no puedes culparme a mi, cuando fuiste tú quien se cansó de esperarme y se refugió en los brazos del primer idiota que se le cruzó, sin siquiera decírmelo ¡Me mentiste!-. Expresó la rubia conteniendo las lágrimas-.

-Eso no te lo voy a aguantar Quinn Fabray, no voy asumir tus errores, ¡Tú eres quien se besaba con la primera zorra que le coqueteara!-. Exclamó haciendo un ademán y dirigiéndose a buscar algo a su bolso-.

Quinn quedó perpleja con un gesto que indicaba que aún no procesaba lo dicho por Rachel. Estaba impresionada por la acusación y también por el lenguaje utilizado por la castaña, quien no acostumbraba a pronunciar malas palabras, menos una tan ofensiva. Eso era tan impropio de la Rachel Berry que ella conocía.

-Sigo sin entender de lo que hablas, yo iba a volver por ti para estar juntas y que pasa…ía Quinn sin quitar su vista de Rachel-.

-¡Deja de mentir!-. Exclamó arrojándole la revista a Quinn-. Ahí esta, la tengo porque me ayuda a no volver a tus brazos, me recuerda que rompiste tu promesa de ser sólo mía-. Le reclamaba la castaña-. ¡Además de esa cuantas más Quinn! ¡Cuantas!-.

La rubia nunca la había visto, no era de comprar revistar de espectáculo, prefería las del National Geographic o algunas de arte, no le gustaba la idea de comprar algo que lo único que hacía era ganar dinero a costa de exponer la vida privada de alguien famoso o relativamente conocido, eso no era moralmente correcto. Pero se estaba desviando del punto, ¿Qué quería Rachel que viera ahí? ¿Por qué se la había tirado por la cabeza en evidencia de su mentira?. Comenzó a buscar página por página, hasta que entendió. Ahí estaba ella, en una secuencia de fotografías sacadas de contexto para hacer parecerlo como un romance. "La rubia misteriosa que conquisto el corazón de Charlotte", decía el titular. Llevó una mano a su frente, cómo podía tener tan mala suerte, ¡Si ella se demoro un segundo en alejar a la chica! ¡Un maldito segundo y habían tomado una fotografía!

Suspiro profundo e intento relajarse, debía dar una explicación. Aunque, ¿Rachel se la merecía? Porque ella nunca había querido besar a la chica, fue algo que escapo de su control, prácticamente fortuito, mientras que la castaña, se había arrojado a los brazos de Finn, sin siquiera darle la oportunidad de explicarlo, sin tomar en consideración todo lo que habían vivido juntas.

-Esto no fue nada, ella me besó y yo la aleje, fin de la historia, y si esta es tú forma para justificarte, estás cayendo muy bajo-. Explicó la ex rubia con calma-.

-¿Justificarme de que?-. Preguntó una desconcertada castaña-. ¡Fuiste tú quien me engaño!-.

-¡Y que tú pasaras la noche con Finn no cuenta como engaño!-. Soltó la rubia enojada por el descaro de la castaña-.

-¿De que noche estás hablando?-. Preguntó frunciendo el ceño-.

-De la noche que me dijiste pasarías con Britt, no me llamaste, espere y no lo hiciste, tampoco contestaste las mías ¡No dormí nada pensando que algo podría haberte pasado! Y cuando por fin me contestas no eres tú sino Finn y me dice que "por favor no moleste porque se durmieron tarde"-. Citó la rubia y al recordarlo un nudo se formo en su garganta-.

-¿Eso te dijo?-. Estaba perpleja sin poder creerlo-.

-Sí, me dio a entender que pasó la noche contigo, ¿Por qué me mentiste, Rach?, Para que decirme que ibas a estar con Britt si no era cierto, si aún sientes algo por él, debiste decírmelo, no hacerme creer que cuando volviera íbamos a estar juntas-. Reprochó la rubia, con un tono que evidenciaba toda su pena-.

-No siento nada por él Quinn, lo que te dijo no es cierto, te lo juro, yo…-. Aún sorprendida por las palabras de la ex rubia-.

-¡¿Tú que? ¡Tú perdiste tú celular por accidente! ¡Porque si no tenías nada que ocultar no contestaste mis malditas llamadas! ¡Por qué Rachel!-. Ya había perdido todo su control, le gritaba mientras las lágrimas salían a montones-.

-¡Porque esa noche vi la imagen tuya besando a otra chica! Me sentí como una imbécil, engañada, traicionada, confundida ¡Pensé que me habías mentido todo ese tiempo! Y no lo soporte más, salí con Britt, Blaine y Kurt, me emborrache Quinn, bebí hasta perder la conciencia, no fui capaz de volver a casa, así que Kurt me llevó con él, recuerdo haber arrojado mi chaqueta en alguna parte y despertar al lado de Kurt por la mañana-. Explicó la pequeña diva también con lágrimas-.

Quinn escuchó atenta la explicación, cada palabra producía un cierto alivio, y la vez una rabia en contra de Hudson difícil de controlar.

-Por la mañana no lograba encontrar mi celular, no recordaba dónde lo había dejado, Finn estaba ahí, desayunando-. La pequeña diva intentaba ordenar cada recuerdo de esa mañana-. Me habló, le respondí, no intercambiamos más de dos frases y luego subí a la habitación de Kurt, más tarde mi teléfono apareció-.

-No tienes que seguir explicando, es suficiente…al parecer fue toda una trampa de Hudson a la que caí-. Se lamentó la rubia-.

-No puedo creer que confiaras en lo que él te dijo, como pudiste creer que yo había pasado la noche con él, así sin más, ¡Te dije que te amaba y tú le creíste!-. Le reprochó la castaña-.

-¡Tú no contestabas mis malditas llamadas! ¡Que querías que pensara!-.

-¡Porque tú te andabas besando con alguien más! No me hagas parecer la culpable de todo esto, porque no fue mi culpa Quinn-.

-¡Te dije que no significo nada! Ella se me acercó, la rechace, después le dije que podía sentarse si dejaba de intentar ligar conmigo, lo hiso y hablamos… explicar lo ocurrido-.

-Seguro hablaban con sus lenguas súper cerca… sarcástica-.

-Me prometió que no intentaría nada, yo le dije que no me interesaba, pero luego bailamos y me besó, te juro que la aleje de inmediato, pero claro era una fiesta llena de celebridades, algún idiota debió fotografiarnos…Rach, fue sólo un segundo, nada más pasó, tienes que créeme-. Pidió la rubia-.

Rachel era un cúmulo de sentimientos, muchos no conciliables entre sí. Intentaba entenderse, analizar la situación lo más fríamente posible, porque ya una vez le había abierto su corazón a la rubia sin reparos, sin una malla de protección en caso de estar tirándose al vacío y el golpe fue duro. La miraba a los ojos, esos verdes que brillaban para ella y ahí lo entendió. No era necesario entenderse, no porque al mínimo intento de hacerlo se mareara entre tanta contradicción, sino porque había momentos en la vida en que eso no era necesario, no era necesario pensar tanto sino actuar, porque las acciones son las que finalmente definen quienes somos, y si actuamos tal y cómo sentimos, todo aquel sentimiento confuso se disipa para dar paso a los verdaderos.

Así que Rachel rompió la exigua distancia que las separabas y atrapó sin previo aviso los labios de la rubia, con su mano la sujeto fuertemente por la cintura para que así nunca buscara otro sitio que no fuera el lugar que tenía reservado para ella entre sus brazos. Y no fue necesario porque Quinn no tenía intensión de separarse, al contrario posiciono sus manos sobre el rostro de la castaña para profundizar el beso y volver a probar ese sabor exótico que tenían los labios de Rachel, para sin palabras decirle que la necesitaba, que había pasado demasiado tiempo sin sentirla, sin tocarla y no permitiría que eso ocurriera otra vez.

El beso dio paso a caricias más atrevidas, sólo se separaban por segundos para coger el aire básico para sobrevivir y luego volvían a besarse. Estaban demasiado inmersas la una en la otra como para recordar el pequeño problemita que tenían con la puerta. Ahora ya no importaba, tenerse, estar juntas era lo único importante.

Pero unos golpes en la puerta las hicieron recordar dónde estaban, y esa voz al otro lado, que aún había cosas que aclarar, porque si querían empezar de nuevo, debían ser aclaradas todas las mentiras.

-¡Rachel estás ahí!-. Exclamó Finn-.

Todos los integrantes del Nuevas Direcciones caminaban hacía la salida después de aquella clase llena de sorpresas. De camino se encontraba el baño dónde estaban encerradas las chicas. Finn de inmediato fijo su atención en un hombre que vestía uniforme de auxiliar de servicio, quien estaba intentando algo con la puerta. Se acercó, con sospecha, porque aunque muchos no lo supieran él no era tan idiota como creían.

-¿Qué pasa?-. Preguntó fingiendo amabilidad-.

-Escuche a dos chicas gritarse, e intente abrir pero la puerta esta trabada-. Contestó el hombre-.

De inmediato Hudson fijo su mirada de reproche en Kurt, le había mentido y el joven bajo la vista con culpabilidad. Santana se acercó a ver que pasaba, en la mente de la latina había dos escenarios posibles, o al abrir la puerta Quinn se estaba aprovechando de Berry quien felizmente se dejaba o las cosas no habían ido bien y debía prepararse para recibir un golpe-en el mejor de las casos uno sólo- de parte de la ex rubia, que era lo suficientemente inteligente como para saber a esas alturas que ella estaba detrás del "incidente de la puerta", cuál fuera el escenario iba a estar, sobretodo porque la cara que tenía Frankenteen, era cómo para tener la certeza de que ahí más de algo iba a ocurrir.

Cuando por fin la puerta se abrió, Hudson vio a una furiosa Rachel que no se movía del umbral de la puerta. El chico lo interpreto como que había discutido con Quinn y ahora por fin tendría una nueva oportunidad, tendría de vuelta a Rachel. Lo que no se esperaba era que antes de que pudiera esbozar esa estúpida sonrisa y hacerse el héroe, la pequeña diva le iba a dar una cachetada tan fuerte que le dio vuelta la cara del puro impulso. No decía el porte para la fuerza.

Todos los chicos quedaron con la boca abierta, menos Santana quien se reía al ver la expresión de perplejidad de Hudson, quien había puesto su mano dónde recibió el golpe.

-Rachel…¿Qué es lo que te pasa?-. Preguntó intentado mantener la calma-.

-¡Y tienes el descaro de preguntar! Eres un farsante, un mentiroso, un mal perdedor, lo prometiste Finn, habías prometido delante de todos que nunca más interferirías entre Quinn y yo, ¿Y que hiciste? A la primera oportunidad que tuviste, cuando nos viste algo alejadas, le mentiste, le dijiste cosas que sabias no eran ciertas para alejarla de mi-. Le reclamó con ira la castaña-.

-¿Algo alejadas? Por favor Rachel abre los ojos ¡ella te dejo!, te dejo como lo hiso conmigo, con Sam, con Puck, porque ella es así, te dejo y se buscó otra, lo que hice fue para cuidar de ti, para que no te hiciera más daño, ¡no te das cuenta yo si te quiero!-. Exclamó intentado explicarse-.

-¿Yo te pedí que lo hicieras?-. Preguntó retóricamente-. Porque la verdad no recuerdo habértelo pedido, lo único que te dije fue que te mantuvieras lejos de nosotras que no interfirieras porque aunque te cueste tienes que aceptarlo de una vez, ¡no te quiero! Quiero a Quinn, no en realidad, ¡Amo a Quinn! Y cualquier sentimiento que tuve por ti en algún momento no se puede igualar, ni ahora ni nunca, ¡Entendiste!, así que aléjate, porque ahora fue una cachetada, si vuelves a meterte con nosotras no será un solo golpe, te lo advierto-. Expresó e iba a caminar pero Hudson había perdido la paciencia-.

Finn la miró con el orgullo totalmente herido, la tomó del brazo con fuerza como lo hiso para la fiesta de promoción, pero lo que no sabía era que ahora no se enfrentaba a la misma Rachel indefensa que le rogo que la soltara, ahora la diva no iba a soportar más abusos.

- Y piensas que es así de fácil irte otra vez con ella, no lo creo Rachel, no puedes hablarme así, ni comportante como lo estás haciendo, ¡Yo me fije en ti cuando eras invisible! Yo te di un poco de atención cuando andabas suplicándome que estuviera contigo, no eres más que una perdedora arrastrada que esta dispuesta a hacer lo que sea para que alguien este con ella-. Contestó con una sonrisa de satisfacción-.

-¡Quien te crees, tu no le hablas así!-. Exclamó Quinn defendiéndola-.

-Yo le hablo como quiero. ¿O te voy a pedir permiso a ti? Tú ya no eres nadie Fabray, no eres nadie más que la cualquiera que se acostó con mi mejor amigo, mientras aún era mi novia-. Dijo despectivo-.

Santana en ese instante le dio una mirada a Puck, las cosas definitivamente se estaban saliendo de control, no iba a tolerar que el gigante deforme le hablara así a sus amigas-sí secretamente consideraba a Berry su amiga- Por lo que la mirada que le dio al chico del mohicano fue de "Tu lo sujetas y yo le doy dónde más le duele, así le hacemos un favor al mundo y lo dejamos sin descendencia", a lo que cómplice aceptó.

Pero no fue necesario, antes de que todos pudieran hacer algo, Rachel con una sola maniobra se soltó y le dio un rodillazo en la entrepierna a Hudson que produjo que casi callera de rodillas del puro dolor.

-Te lo advertí-. Le susurró la pequeña diva-.

Tomó la mano de Quinn y camino hacía la salida escoltadas por Brittany que sonría aún sin poder creer lo que había pasado y Santana que ya había soltado algunas carcajadas.

Quinn aún no salía del todo de su asombro, estaba como decirlo ¿acalorada?,¡¿y alguien podía culparla? , ver a Rachel en esa faceta de "bad girl" con golpes incluidos le había hecho imaginarse toda una escena en su mente, porque para que negarlo, su chica ¡Era súper sexy gritándole a Hudson! Cuando pasó por el lado del aún adolorido chico le dio una sonrisa maliciosa y siguió de la mano de su chica.

-Wooow Berry, estoy impresionada, si hubiera conocido esta faceta tuya antes, me habría cuidado de insultarte durante todo este tiempo-. Expresó Santana-.

-La verdad Santana es que siempre me han enseñado a abstenerme de utilizar la violencia física para solucionar los problemas, pero dado que Finn no me dejo otra opción al no comprenderme cuando le hablaba, tuve que hacerlo, aunque debo decir que no me siento orgullosa de mi actuar-. Respondió sin siquiera respirar-.

-Ahora recordé porque te he insultado todos estos años Berry-. Dijo rodando los ojos-. Igual me alegra que se hayan arreglado-.

-¡Y a mi! No me gustaba ver como sufrían, además teníamos que elegir con quien estar y eso me ponía triste, pero ahora que está todo bien no puedo esperar a tener una cita doble-. Exclamó la bailarina-.

-Es una gran idea Britt-. Respondió la ex rubia para luego focalizar su mirada en la morena-. Y tú, no creas que he pasado por alto el hecho de que tú me enviaras ahí y que cuando entré "accidentalmente" la puerta se trabo, "justo" cuando sólo estaba Rach y yo-.

-Luego me lo puedes agradecer Fabray-. Expresó con una fingida sonrisa-.

-¡O sea que tú mandaste a que me lanzaran ese granizado!-. Exclamó uniendo los cabos Rachel-.

-Todo fue por una buena causa Hobbit, ahora tienes de vuelta a tú…a tú… ¿A tú chica del pelo rosa?-. Preguntó contrariada-.

Las chicas rieron ante comentario. Era cierto Quinn estaba diferente pero para Rachel después de lo ocurrido en el baño, se dio cuenta que seguía siendo su misma chica dulce, de mirada enloquecedora que la hacía perder la razón con un beso. Quinn miraba al frente hasta que salieron a los estacionamientos y alguien captó toda su atención.

-¿Y ella que hace aquí?-. Preguntó a Santana-.

Rachel giró para mirar hacía dónde apuntaba Quinn y vio a Francis y Kayle conversando animadamente. La rubia le regalaba coquetas sonrisas mientras buscaba algún tipo de contacto físico que la morena no le negaba.

-Es Francis, seguramente vino a visitar a Kayle-. Respondió por lógica la castaña-.

-No vino de visita, vino para quedarse, su traslado a Mckinley se hiso oficial hoy, es nuestra nueva compañera y la nueva integrante del Glee Club-. Les contó con fastidio.

Quinn abrió los ojos con sorpresa, a ella no le afectaba directamente que Francis decidiera hacer de Lima su nuevo hogar, pero alguien se le vino a la cabeza de inmediato, Alison, suponía que su amiga no lo sabía aún y sinceramente no quería ser ella quien se lo dijera. Estaba segura que sería como recibir un balde de agua fría, porque seguramente la rubia no iba a dejar todo por sólo la amistad de Kayle, la venía a reconquistar. Pero eso no era seguro, para que adelantarse a los hechos, no iba a preocuparla con algo que no pasaba aún. Un segundo hecho captó la atención de la ex rubia y fue la posición en la que se encontraba Santana, tenía vista fija en las chicas, con sus brazos cruzados y esa mueca que evidenciaba molestia absoluta.

Kayle y Francis estaban ajenas a todo el revuelo que causaba la presencia de la rubia en la escuela y seguían su conversación.

-Entonces…¿Me vas a decir que estás haciendo aquí?-. Preguntó Kayle-.

-Esa es una larga conversación como para tenerla aquí, tendrás que mínimo invitarme un café-. Contestó la rubia con una de sus manos en la cadera-.

Kayle sonrió y giró su cabeza en negación, si había alguien que ha conocido en su vida que siempre consigue lo quiere, esa es Francis.

-Ok, vamos por un café y seguimos la conversación, sube-. Invitó-.

Francis miró de mala gana la motocicleta en la que andaba ese día Kay. No es que no hubiera andado en una de esas antes con la morena, conocía su afición por ellas, pero eso no quitaba que le dieran algo de temor, sobre todo cuando se miró y observo que el vestido que llevaba no era la mejor indumentaria para andar en moto. La única idea que le sacaba una sonrisa era el poder tener a Kayle tan cerca suyo.

-No te vas a subir ¿Acaso no confías en mi?-. Preguntó la morena-.

-Sabes que si, no es como si nunca hubiera andado contigo, pero sabes que no me gusta, porque no trajiste tu Porsche es seguro y glamoroso o el Ferrari que usabas en Nueva York, porque esta cosa-. Le reclamó haciendo un puchero-.

-O es esto o te vas en taxi-.

Francis le dio su mayor cara de indignación.

-Sabes que bromeo, dame un segundo para darte algo de seguridad-.

Kayle sacó otra chaqueta de cuero y un casco. Le puso el primer accesorio a la rubia para luego con cuidado poner el casco en su cabeza, cuido de correr el pelo para que no le molestara en los ojos, acariciando levemente el rostro de la rubia, abrochó el seguro, y la miro dándole el visto bueno.

-Ahora si podemos irnos, mira que se me antoja un Moccachino Expreso-. Dijo Kay-.

-Ok, pero con cuidado si, no me gusta cuando andas muy rápido en esta cosa-.

-Lo haré si dejas de llamarla cosa-.

-Es una cosa, una cosa peligrosa, así que tú solo conduce con cuidado quieres-. Le pidió-.

Kayle aceptó y le hiso un gesto para que se aferrara a ella. Por un momento, por sólo un segundo volteo a ver y se encontró como una penetrante mirada color ámbar. Santana no le quitaba ni por un segundo la vista de encima, se veía realmente ¿dolida?. Pero no le tomó atención, no tenía derecho a molestarse, ni a nada, cuando fue ella quien no la quiso lo suficiente como para elegirla, ahora debía olvidarla, sacarla de su cabeza y dar vuelta la pagina, debía encontrar la forma de seguir con su vida.

Cuando ya estaban en el Starbucks, sentadas cerca la una de la otra y con un café en su mano, la conversación debía seguir, por lo que fue Kayle quien decidió romper el silencio.

-Francis, antes de cualquier decisión definitiva yo quiero que sepas...-.

-Ya se lo que me vas a decir Kay-. Interrumpió-. Me vas a decir que antes de que decida quedarme definitivamente tengo que saber que tú no vas a estar conmigo porque aún quieres a López, y que no quieres hacerme ilusiones como la última vez dónde sólo me usaste para darle celos-. Recordó la rubia-.

-Yo nunca te utilice para darle celos-. Se defendió-.

-Da igual, eso ya no me importa, forma parte del pasado y es ahí dónde se va a quedar, yo no estoy aquí para recordar lo que pasó, estoy aquí para vivir el presente…contigo, para que estemos cerca, y así podemos pensar en tal vez un futuro-. Dijo con convicción-.

-A eso me refiero, yo no estoy lista para estar con alguien, ni contigo ni con nadie, necesito sanarme, yo…yo la quiero aún, y no quiero retenerte aquí basada en ilusiones, en cosas que no se si pueda cumplir, mi parte egoísta no puede estar más feliz de tenerte aquí, conmigo, pero no te puedo hacer eso, estás dejando mucho..-.

-No te estoy pidiendo nada Kay, entiendo tu situación y esta vez no te voy a exigir nada…Yo he cometido muchos errores contigo, el primero fue haberte fallado, te hice daño y eso jamás me lo voy a perdonar…-. tomando su mano y bajando la mirada-.

-Francis no es necesario recordar, eso ya lo hablamos….-.

-Déjame continuar, por favor ... Ese fue el primer error y el más grande, el segundo fue venir aquí y exigirte que volvieras conmigo, como si todo tu dolor nunca hubiera existido, como si tan sólo con pedirte perdón todo desaparecería, no fui capaz de darme cuenta que te había roto el corazón y eso no sanaba con el hecho de aparecerme, tal ves ese fue igual de grande que el primero sólo que no me di cuenta-. Se lamentó-.

Kayle no sabía ciertamente a dónde quería llegar la rubia con todo eso, pero le intrigaba.

-Lo que quiero que entiendas es que ahora estoy aquí no para exigirte algo, quiero estar aquí para volver a empezar, para ser tú amiga, tu apoyo, "amigas antes que amantes" ¿recuerdas?-. La miró nostálgica-. Tú te acercaste a mí de a poco, te hiciste mi amiga, mi confidente para luego conquistarme, nos volvimos novias, y siendo novias me enamore de ti…-..

-No se si todo pueda ser tan simple, de verdad me encanta tenerte aquí y no me gustaría que te fueras, siempre has sido importante para mi, pero no quiero que después me culpes por haber dejado tu ciudad, tu escuela y a tu familia por nada… -. dijo siguiendo la leve caricia de dos manos que rencontraban-.

-Esto ya es algo para mi, hemos pasado muchas cosas juntas Kay, y es mi decisión quedarme, pasar mi último año de escuela contigo, te prometo que no voy a forzar las cosas, que no te voy a robar un beso ni aunque me muera por hacerlo, porque claro esta que aún te amo, eso no lo podría negar, pero no espero que sea reciproco lo único que te pido ahora es que aceptes mi amistad, que aceptes volver a conocerme…-. Acercándose más sin perder ninguna de sus reacciones-.

Kayle sintió un escalofrió pasar por su cuerpo en reacción a la cercanía de la rubia. Aunque lo intentara Francis nunca le sería indiferente, ella misma lo había dicho, habían pasado demasiadas cosas juntas, demasiados recuerdos que se comenzaban a agolpar en su mente. Desde su primer beso, del que Francis prácticamente salió huyendo, las dudas de su primera vez juntas que sólo calmaron los susurros de la rubia quien le confesó que nunca había sido de nadie antes, sus peleas que siempre terminaban con una victoriosa Francis, porque Kayle cedía incapaz de negarle algo o verla triste, sus besos furtivos en salas vacías, su aniversario del primer año, sus promesas, su compromiso de nunca dejarse, su felicidad. Hasta ahí quería confiar pero luego pasaron otras imágenes, el video de su novia con Austin, su rompimiento, los gritos, el dolor de un corazón roto por primera vez, su accidente, todo negro. Luego la recuperación, nueva ciudad, nueva vida ¿otro amor?.

Sin duda esa hermosa rubia de ojos que a veces se veían azul verdoso, había sido su felicidad en algún momento. Retiró su mano suavemente de dónde Francis la tenía. La miró fijamente, sin un atisbo de duda.

-Soy Kayle Carpentier y es un placer conocerte-. Saludó con una sonrisa-.

-Francis Johansen y el placer es todo mio-. Respondió-.

Esa era la señal que Francis esperaba, era un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que esta vez no estaba dispuesta a desperdiciar, pasara lo que pasara. Y tuviera que luchar contra quien fuera.
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Santana y Brittany estaban en la habitación de esta última, recostadas sobre tu cama dándose caricias y besándose tiernamente. De la escuela se habían pasado directamente ahí. Últimamente la latina no tenía ganas de llegar a casa, era todos los días lo mismo, la increíble sutileza de su madre de ni siquiera dirigirle la palabra, y las incomodas cenas en dónde su padre intentaba sin éxito, arreglar las cosas. Por lo que prefería, pasar más tiempo con su rubia, era lo único que la hacía sentir mejor. Entre esos delgados y fibrosos brazos de piel pálida se sentía segura, comprendida y amada.

Ese día necesitaba más que nunca de los mimos de Brittany. Sabía que debía hablar, que su actitud no había sido la adecuada, que se equivoco, pero no quería ser ella quien comenzara, de hecho si podía ahorrarse las explicaciones de su actitud mucho mejor.

-San…tengo que preguntarte algo-. Se distancio la rubia con cuidado-.

-¿Qué pasa Britt?-. Preguntó preocupada manteniendo sus manos en la cintura de la rubia-.

-¿Por qué te comportaste así hoy en el Club Glee?-. La miró a los ojos-.

Ahí estaba, lo sabía. Brittany no se iba a quedar con la duda y no era algo que agradeciera en este momento, porque la justificación era algo complicada incluso para ella misma, al ser una mezcla de sentimientos.

-No me comporte de ninguna manera extraña Britt y si lo dices por lo de la audición, es porque lo encontré injusto, siempre es así, no veo porque el trato diferente, eso va a hacer que Johansen se crea aún más la maldita dueña del mundo-. Escupió con molestia-.

-¿Te molestó que entrara sin audicionar o que simplemente que este aquí? Cerca de Kayle…-.

-No estoy celosa si eso es a dónde quieres llegar-. Se defendió la latina distanciándose un poco más-.

-Yo no he dicho eso, aunque si lo creo, fue demasiado evidente tu molestia a verla cerca de Kayle…-. Con firmeza-.

-Tú no entiendes Britt, esa chica le ha hecho demasiado daño a Kay, no se merece otra oportunidad, por eso me molesta, porque me preocupa que lo haga otra vez, se cree con el derecho a llegar aquí sin más y…-.

-¿Y que? ¿Y querer reconquistar a Kayle?, esta en todo su derecho Santana, y no tienes por qué molestarte ni nada, si no sientes nada por tú ex novia claro, a no ser que estés arrepentida de no haberla elegido-. Enfrentó la rubia levantándose de la cama-.

-Britt…-. Llamó morena y se levantó para ponerse frente a ella-.

-Te conozco demasiado Santana, tanto que a veces me gustaría que fuese menos para poder pasar por alto estás situaciones, pero es superior a mí, me siento insegura porque tú te pusiste celosa hoy día y eso sólo me dice que la sigues queriendo-. Expresó herida la bailarina-.

-Britt yo te amo, por favor ya no sigas dudando de eso, es simplemente que Johansen logra sacarme de mis casillas con esa actitud que tiene-. Se justificó-.

-Ella no te hiso nada Santana, al contrario incluso te contesto en forma amable, no es una mala persona y si sigue enamorada de Kayle ¿Cuál es el problema? Eso no tendría que molestarte-.

-Tienes razón-. Dijo y agachó la cabeza-. Lamento si mi actitud te ocasiono dudas respecto a mis sentimientos, te amo a ti Britt, de verdad lo hago pero a veces me desespera que Kay ni siquiera me mire, me habría gustado seguir siendo parte de su vida, como amiga y hoy cuando vi a Johansen, vi que esa posibilidad se alejaba más aún-. Reconoció la latina-.

-Lo entiendo y no podría negarte que fueras su amiga si así se dan las cosas porque ella nunca te pidió que te alejaras de mí, pero entiéndeme tú también, entiende mis dudas y mis inseguridades, no te quiero perder otra vez-. Expresó la rubia y bajó su mirada-.

-Mírame-. pidió tomando su mentón-. Te amo si, y sé que tienes porque estar insegura, pero me voy a esforzar para cambiar eso, para que te des cuenta que sólo quiero estar contigo-.

Brittany cerró la brecha en un apasionado beso, aprisiono a la latina entre sus brazos sin intensión de dejarla ir, mientras la morena pasaba sus manos por el cuello de la rubia, enredando sus dedos en esos finos y suaves cabellos rubios.

-Extrañaba tus dulces besos de señorita-. Susurró la bailarina a un centímetro de los labios de la latina-.

-Y yo entrañaba todo de ti-. Respondió volviendo a besarla-.

-No quiero tener más dudas, quiero disfrutar de nuestro último año de escuela, sin preocuparme a cada segundo si te vas a arrepentir y me vas a dejar-. Murmuró la rubia-.

-No lo haré Britt, no podría hacerlo-. Contestó y le dio un pequeño roce de labios-. Tengo una idea, porque tú y yo no vamos a cenar a Breadstix…-.

-¿Cuándo?-. Preguntó con una sonrisa-.

-Ahora-. Respondió con esa sonrisa maravillosa-.

-¡¿En serio?-.

-Claro, ¿quieres ir a una cita conmigo ahora mismo?-. Preguntó coqueta tomando su mano-.

-¡Por supuesto que sí!-. Exclamó feliz-.

Las chicas salieron de la habitación de la rubia, muy juntas y tomadas de la mano. Brittany quería olvidar del todo el episodio del porqué habían tenido esa pequeña discusión, ya no quería nada que no fuera disfrutar el tiempo que pasaba con Santana, y que ese tiempo no acabara nunca.

Entraron y se ubicaron en una mesa. La camarera se acercó y pidió las ordenes de las chicas, para luego dejarlas con una porción de palitos de pan, mientras sus pedidos eran preparados.

-San…¿Qué se supone que somos ahora?-. Preguntó la rubia-.

La latina casi se ahoga con lo que tenía en la boca, le tomó por sorpresa la pregunta. Ciertamente no estaba segura de que contestar a ello, quería a Britt, la amaba de hecho, pero no quería apresurar las cosas, no había pasado tanto tiempo de que había terminado con Kay, y no quería herirla con sus decisiones. Pero por otro lado, no quería herir los sentimientos de su bailarina diciendo cosas como "somos amiga" porque eso sería recordarle a la antigua Santana, que no era capaz de reconocer sus sentimientos y que no podía sostener un compromiso.

-Britt, la verdad no lo sé, creo que tenemos un lazo de amistad que espero nunca se rompa independiente de lo que pase, pero además de eso te quiero y te quiero de una manera que traspasa el amor de amiga, te quiero para mi y sólo para mi, pero creo que es muy pronto para pedirte que seas mi novia…-.

-Tienes razón, quiero que disfrutemos un poco del romance, de que vayamos a citas y me demuestres que sólo me quieres a mi, porque que hayas venido por mi, no significa que yo quiera ser tu novia de inmediato, no soy una chica fácil Santana López-. Afirmó Britt con esa inocencia que a la morena tanto le gustaba-.

-Lo sé... Y en el caso que quisiera que fueses mi novia…me darías algún consejo de lo que tendría que hacer…-.

-Mmm…eso sería hacerte las cosas muy fáciles, lo que te puedo decir es que tienes una ventaja que nadie más tiene-. Contestó misteriosa-.

-Y esa ventaja sería…-. Tomando su mano-.

-Que estoy absolutamente enamorada de ti-. Respondió besando con ternura su mano-.

-Y yo de ti preciosa-.

Las chicas disfrutaron de su cena y salieron de la mano, sin temor a demostrar que estaban juntas, sin dejar que los susurros a su paso las hicieran dudar. Santana se sentía fuerte con Brittany a su lado. Luego partieron en al auto de la morena hacía la residencia Pierce, ya se hacía tarde y al otro día había escuela.

-Sana y salva en su casa-. Dijo la latina regalándole una sonrisa-.

-No me quiero separar de ti-. Contestó la rubia haciendo un tierno gesto-.

-Ni yo, pero tengo que ir a casa, ya no quiero tener más problemas con mamá, además la noche pasara rápido y mañana pasare por ti para ir juntas a la escuela ¿bueno?-. Expresó la morena entrelazando sus manos-.

-Bueno, que tengas buenas noches San-. Aceptó acercándose para despedirse con un beso-.

Quinn y Santana se habían encontrado cerca del casillero de la rubia y siguieron caminando hasta llegar ahí, mientras conversaban animadamente.

-Entonces…ya esta todo bien con Berry-. Preguntó la latina apoyándose en el casillero contiguo-.

-Eso creo, o sea no hemos conversado, ayer después de todo lo que paso, la fui a dejar a su casa, y no hemos vuelto a hablar-. Respondió la ex rubia-.

-Tengo la sensación de que algo te pasa, que algo no esta bien…-.

-No sé bien que hacer, no sé que espera Rach que haga ahora, la quiero San, estoy completamente enamorada de ella, pero siento que seguimos teniendo los mismos problemas por los que me quede en Nueva York, dos meses atrás, la inseguridad…-.

-¿Inseguridad a que? la morena-.

-Al futuro puede ser, a perderla otra vez, a que nuestros caminos finalmente se separen para siempre, tengo miedo a ser un obstáculo en su futuro, preferiría ser alguien con quien alguna vez se cruzó a alguien por quien abandono su sueño…¿me entiendes?-. Explicó Quinn-.

-La pregunta es ¿te entiendes tú?, Que yo te entienda o no es un detalle, pero estás siendo sumamente contradictoria Quinn, porque me dices que tienes miedo a perderla, pero también a mantenerla a tu lado, creo que lo estás pensando mucho…-.

-Yo también lo creo, pero no puedo evitarlo…-.

-Sí puedes, ¡Tienes que disfrutar! Es nuestro último año Q, es el año donde las relaciones se consolidan o mueren, y ustedes tienen todo para ser mucho más que un amor de instituto-. Expresó con confianza la latina-.

-Tienes razón San, ya pase suficiente tiempo lejos de mi Rach, ahora voy a dedicarme a recuperar el tiempo perdido…creo que voy a pedirle que vayamos a una cita, hacer algo lindo para estar solas…¿Qué crees?...-. La ex rubia esperaba respuesta-. San…San… ¡San!-.

La latina había dejado de prestarle atención, cuando vio aparecer por el pasillo a Kayle con Francis. La rubia la llevaba tomaba del brazo territorialmente y se sonrían mutuamente en lo que parecía ser una tierna escena de reconciliación

-Dime que eso es una jodida pesadilla-. Expresó la latina-.

Quinn se giró para ver a que se refería su amiga y vio cuando Kayle dejaba a Francis al frente de su casillero, y al irse alejando la rubia le volvió a tomar la mano y atraerla hacía su cuerpo, para depositar un coqueto beso en la comisura de los labios de la morena. Luego Kayle siguió caminando y las chicas intentaron disimular que la estaban viendo, la morena le regalo una sonrisa como saludo a Quinn, mientras que a Santana simplemente la ignoro.

-Me odia-. Dijo la latina-.

-No te odia, sólo esta herida aún, tienes que darle tiempo, estoy segura que vas a volver a recuperar su amistad en algún momento-. Consoló la rubia-.

-¿Y por mientras que? Me quedó de brazos cruzados viendo como Johansen se queda con ella-. Exclamó molesta cruzando sus brazos-.

-San…¿Tú todavía la quieres? Porque estás actuando como si estuvieras celosa-. Preguntó la ex rubia-.

-¡No estoy celosa! Es simplemente que no me gusta verla con Johansen, estoy segura que la hará sufrir otra vez-. Se defendió-.

-No contestaste mi pregunta, ¿Sientes algo por Kay?-. Insistió-.

-Estoy con Brittany, la amó, yo no puedo estar sin ella, me hace feliz-. Expresó con convicción-.

Santana al no saber que más decir, se dio la vuelta incomoda, necesitaba estar sola.

Quinn la siguió con la mirada y comprendió la actitud de su amiga, no iba a presionarla.

-No contestaste mi pregunta-. Murmuró la ex rubia para si misma-.
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Dom Mar 03, 2013 9:10 pm

Todos los chicos del Club Glee, estaban sentados en una mesa a la hora del almuerzo, compartían entre todos, pero había pequeñas conversaciones un poco más privadas. Rachel y Quinn tenían sus manos entrelazadas, regalándose sonrisas y susurros. Santana y Brittany estaban en una posición parecida, nadie hacía sonreír tanto a la latina como las ocurrencias de Britt, la bailarina tenía ese poder casi sobrenatural de hacer que todo a su alrededor desapareciera, para perderse en ese celeste único que eran los ojos de su rubia.

Francis conversaba con Kurt, parecían discutir sobre algún tema en particular. La rubia le mostraba lo que parecían papeles con muestras de pintura.

Kayle iba con su bandeja buscando a dónde estaban los demás. Sí, aún le costaba ver a Santana con Britt pero la presencia de Francis y su afán de tener siempre toda su atención le ayudaba. Se sentó a su lado y puso encima de la bandeja de la rubia, un postre que sabía era su favorito.

-Gracias…-. La rubia sorprendida por el gesto-.

-¿Sigue siendo tú favorito?-.

-Hay cosas que no cambian con facilidad por mucho que uno quiera-. Respondió buscando una de sus manos-.

-Parece que ha alguien la quieren reconquistar-. Expresó Kurt con un gesto de insinuación y dándole un choque con su hombro a Francis-

-Es sólo un postre, sabía que ella no lo tomaría aunque quisiera por esa obsesión que tiene con las calorías, no entiende que es perfecta-. Soltó Kayle sin dimensionar sus palabras-.

Francis sonrió ante el comentario. Había pasado tiempo pero su morena seguía pensando que ella era perfecta. Le encantaba, sentir que aún significaba algo para Kayle, que aún había una posibilidad de volver a tenerla a su lado. Porque cuando llego a Lima, tenía muchas dudas, no sabía como iba a reaccionar Kay, pero ahora que la tenía a su lado y como se había mostrado con ella el corto tiempo que llevaba en la ciudad, superaba ampliamente la más positiva de sus expectativas.

-Kay, necesito tu ayuda en algo, con Kurt no nos hemos podido decidir si este o este para pintar mi habitación-. Preguntó contrariada-.

-Son iguales-. Respondió intentado ver la diferencia-.

-¡No son iguales!-. Dijeron al unísono Kurt y Francis-.

-Los dos son rosa para mi, Francis, tú sabes que no soy buena con esas la morena-.

-Ufff…lo sé, fui yo la que re decoro tu habitación en Nueva York -. La rubia con una sonrisa-.

Santana intentaba no cambiar su foco de atención, pero al momento en que Kayle se ubicó al lado de Francis, la miraba de reojo. Se dio cuenta de toda esa interacción, y no le gustaba para nada, aunque lo negara le dolía ver las atenciones que tenía su ex novia con la rubia. Alguna parte de ella, extrañaba lo atenta y amorosa que era Kayle, todos los detalles que siempre tuvo, sus abrazos, su contención, su sonrisa perfecta, aún en el peor de los momentos. Dolía sobretodo por la actitud que Kayle había tomado con ella, simplemente hacía como si no existiera, no había una mirada, un gesto, una mísera palabra, era como si nada hubiera pasado entre ellas. Como si nunca se hubieran querido y eso le producía un profundo dolor en su corazón. Sin ser capaz de contener esas emociones, y sintiendo como sus ojos se cristalizaban, se paró bruscamente, sin dar una explicación.

Brittany quedó perpleja ante la acción de su morena. No había captado el porqué de esa actitud, hasta que giró su mirada hacía al costado donde estaba Kayle, quien seguía con la mirada a Santana. Las inseguridades volvían a salir a flote. Cuando estaban sólo ellas dos, era perfecto. Su latina se mostraba cariñosa, atenta, tal y cómo era antes de todo ese quiebre que tuvieron, pero bastaba que apareciera Kayle para que todo se volviera a complicar. Pensó en salir tras ella, pero algo dentro le decía que era mejor dejarla sola, que debía esperar el momento en el que la latina se sincerara con ella.

-Kay…¿Me estás poniendo atención?-. Preguntó la rubia-.

-Sí, lo siento ¿Qué me decías?-. Contestó volviendo su atención a Francis-.

-Que hoy llegan mis últimas cosas desde Nueva York, me puedes ayudar con eso…-.

-Seguro, después de la escuela soy toda tuya-.

Los días fueron pasando y ya era el último día para terminar la semana. Francis se había ido adaptando de a poco a su nueva ciudad, había sido más fácil de lo que pensó en un primer momento y todo se lo debía a Kayle, quien le había ayudado en todo lo que le había pedido, incluso para colocar y mover los muebles de su nuevo departamento en el sector alto de Lima.

Santana seguía con esa lucha interna para reprimir cualquier muestra de celos cada vez que veía a su ex novia. Con Brittany, las cosas iban bien, la amaba tanto que sabía que si reventaba, le haría daño y no perdonaría volver a herirla, la rubia no se lo merecía, no después de todo lo que había pasado, no después de todo lo que la espero. Y no era que quisiera a Kayle de vuelta, era algo que simplemente no se podía explicar. Los sentimientos por mucho que quisiera no se podían borrar de un día para otro, y a la hermosa morena de ojos verdes, ella la quería.

El último ensayo de la semana del Club Glee. Todos con sus esfuerzos puestos en las seccionales, era el primer paso para llegar las Nacionales. La primera meta que les había puesto el señor Schuester, era mejor con el baile, cosa que a algunos se les daba de manera natural, mientras a otros se les negaba de manera evidente.

Cuando ya estaba por finalizar la clase una alegre rubia pidió permiso al maestro para dar un aviso.

-Chicos, sé que como soy nueva, todos no me conocen mucho, por eso quiero invitarlos a todos a la inauguración de mi departamento, será algo sólo entre nosotros para conocerlos más ¿Qué les parece?-. Preguntó animada-.

Los chicos nunca se negaban a una fiesta por lo que hubo una aceptación generalizada a la invitación de Francis.

-Me agrada su entusiasmo, Kurt les enviara la dirección por mensaje de texto y los espero a todos mañana a las 10-. Finalizó antes de volver a su ubicación-.

Al salir iban Rachel, Quinn, Santana y Brittany.

-¿Vamos a ir a la fiesta?-. Preguntó Quinn-.

-Yo quiero ir, Francis me agrada y creo que quiere sentirse parte del coro, además es una buena instancia para unirnos más como equipo-. Contestó Rachel-.

-Apoyo a Rach, yo también voy…-. Respondió Britt-.

Quinn no sabía que responder, Rachel tenía un buen punto pero sabía que Santana quien también se mantenía en silencio, no se sentiría muy cómoda en la casa de Francis.

-Yo no voy, ya me es suficiente tener que ver Johansen en la escuela, como para verla también en mis fines de semana-. Contestó la latina-.

-Sigo sin entender cual es el gran problema que tienes con ella, desde que llego no te ha hecho absolutamente nada para molestarte, estás actuando de una manera demasiado inmadura, -. La bailarina-.

La latina sabía que si seguía negando a ir a esa estúpida fiesta iba a terminar teniendo problemas con Britt, y no quería eso. Por lo que no tenía otra opción más que ceder.

-Si quieres ir, entonces vamos-. Resignada la morena-.

Brittany sonrió ante el cambio de actitud de su chica. Por lo que había compartido con Francis en Nueva York, pudo darse cuenta que no era una mala persona, de hecho hasta le caía bien, por lo que quería que Santana viera más de que la rubia era la ex novia de Kayle.

-¿Y tú Quinn?-. Preguntó la castaña-.

La ex rubia no lo tenía claro, de cierta manera lo veía como una traición a su amistad con Alison, quien seguía sin saber que Francis estaba en Lima. Pero vio en la expresión de Santana una petición silenciosa de apoyo, de que necesitaba a alguien para poder enfrentar esa noche que probablemente iba a ser muy larga.

-Seguro, si quieres paso a recogerte para que lleguemos juntas-. Le contestó Quinn a la castaña-.

-Me gustaría-. Expresó Rachel animada por la respuesta-.

Y así fue. Era ya sábado y Quinn iba manejando nuevamente a la casa de Rachel para ir luego a la fiesta. La pequeña diva le había mandado un mensaje diciéndole que se fuera un poco antes para pasar algo de tiempo a solas. Ya estaba por llegar, estaciono su auto al frente de la residencia Berry y se apresuró a tocar el timbre.

Rachel antes de que tocara el timbre ya había visto el auto de Quinn desde su ventana por lo que bajo de inmediato. Cuando abrió la puerta la ex rubia fijo toda su atención en ella y en el vestido obscenamente corto que llevaba. Entraron y se dirigieron a la habitación de la castaña.

-¿Y tú piensas ir con eso?-. Preguntó la ex rubia apuntándola-.

-Sí, o sea estaba probándome esta es una opción ¿No te gusta?-. Dijo acercándose peligrosamente-.

-Me gusta, de hecho me encanta pero sólo si lo usas cuando estemos tú y yo solas, porque eso que llevas no es un vestido Rach, es un "vestidito" que no deja mucho a la imaginación -.

-Pero tú no tienes que usar la imaginación, tú sabes exactamente lo que hay debajo de este "vestidito"…¿O no lo recuerdas?-. Expresó a centímetros de la rubia sin quitar la vista de sus labios-.

-Siendo lo más hermoso que he visto nunca, no podría olvidarlo… un susurro-.

Rachel cerró la brecha en un beso necesitado. Le había dicho a Quinn que se pasara antes con la secreta esperanza de poder disfrutarla sólo para ella. Durante la semana no habían tenido todo el tiempo a solas que hubiera deseado y cuando lo tenían la ex rubia se mostraba algo distante con ella, todavía dudosa, por lo que se propuso provocarla, y lo estaba logrando exitosamente.

Sin darse cuenta habían caído a la cama de la castaña, sin dejar de besarse. Rachel tomaba el control posicionándose sobre Quinn quien se estaba dejando llevar por el momento y todas esas sensaciones que le estaba proporcionando Rachel, al besarla y tocarla de esa manera. La castaña aprovechaba la posición para recorrer con ansia el cuerpo de la rubia. La había extrañado tanto que tenerla de nuevo sólo para ella aún le parecía un sueño.

Quinn fue con sus manos acariciando los muslos de Rachel, lo corto del vestido le daba una libertad que estaba disfrutando plenamente y con calma. Una calma que la pequeña diva claramente no estaba compartiendo, puesto que con desesperación ya estaba intentado quitar el camiseta del cuerpo de Quinn, mientras le besaba el cuello y una de sus manos tocaba la piel tersa de su abdomen, para ir directo hacía uno de los pechos de la rubia.

La chica del pelo rosa, sin duda estaba disfrutando de cada una de las caricias aunque fueran erráticas y algo desesperadas, cosa que no entendía porque la primera vez que habían estado juntas fue todo de otra manera, de una más sutil y suave, en una mescla de amor y pasión, derramada en casi las mismas cantidades. Ahora se sentía sumamente distinto, era como si Rachel quisiera marcar algo sobre ella.

-Rach…creo que debemos parar… con la voz entrecortada-.

-No quiero, te necesito Quinn, quiero tenerte otra vez, sólo para mi-. Le contestaba con un tono similar-.

-Rach por favor…-. Nuevamente haciendo un esfuerzo por no ceder-.

-¿Por qué no quieres estar conmigo?-. Preguntó sin quitarse de encima pero deteniendo los besos y las caricias para mirarla a los ojos-.

-Sí quiero estar contigo, pero no siento que sea ni la forma ni el momento, yo…no sé, dónde estamos ahora Rachel-. Expresó suavemente para que no se lo tomara mal-.

-Tienes razón, necesitamos ver en que esta lo nuestro, antes de volver a estar juntas, lo siento si te sentiste presionada, yo me deje llevar, no volverá a pasar-. Dijo y se levantó bruscamente-.

Rachel se sintió herida por el rechazo de Quinn. Ella no era el tipo de chica que se lanzara así como así, le costaba, siempre avanzar íntimamente con alguien le había costado. Hasta que estuvo con Quinn y supuso que a la ex rubia le pasaba lo mismo, pero al parecer se había equivocado.

-Quinn, me puedes esperar abajo por favor, me voy a cambiar y bajo en unos segundos…-. Pidió dándole la espalda mientras buscaba algo en su closet-.

-Rach, yo no quise que te sintieras mal-. Se disculpó Quinn levantándose-.

-No pasa nada Quinn, ahora espérame abajo ¿Sí?-. Repitió-.

-Ok, te espero-. Contestó-.

El trayecto hacía el departamento de Francis fue en un incomodo silencio.

Santana había pasado por Britt, para ir juntas. La rubia iba con un buen ánimo y con muchas de disfrutar esa noche con sus amigos, mientras ella no tenía ninguna expectativa más que tomarse algunos tragos y ojala no tener ningún conflicto con Johansen que pudiera generarle un problema con su rubia bailarina.

-¿Te vas a comportar, cierto?-. Preguntó la rubia cuando ya estaban en el ascensor-.

-Ya te dije que sí Britt-. Contestó rodando los ojos-.

-Recuerda que fue una promesa de meñique y nunca se rompe una promesa de meñique-. Le advirtió la bailarina con un gesto serio-.

-Lo sé, y no lo haré-. Repitió por última vez-. No crees que al menos me merezca un beso por este esfuerzo que hago por ti-.

-Por supuesto que sí-. Y la tomó de la cintura para darle un exquisito beso que interrumpió al escuchar el sonido de la puerta que se abría.

Francis abrió sin quitar la sonrisa de su rostro, ya estaba la mayoría de los chicos adentro.

-Hola Britt, Santana-. Saludó la rubia alegre-.

-¡Hola!-. Respondió la bailarina dándole un abrazo-.

-Hola Joh…-. Brittany le dio una mirada-. Francis-. Dijo entre dientes-.

-Pasen, en el salón están casi todos-. Invitó-.

Santana entró y la verdad era un lugar decorado con el mejor de los gustos, absolutamente todo combinaba, entre las paredes color marfil y los muebles en tonos cafés, un amplio salón que tenía un ventanal inmenso que daba seguramente una de las mejores vistas de la ciudad. La latina fijo su mirada en Quinn, quien estaba en un rincón, tomándose una copa. Britt se había quedado conversando con Rachel y Mercedes.

-Hola Q-. Saludó-.

-Hola S-. Respondió-. ¿Qué te pasa?-.

-Creo que volví a complicar todo con Rach-.

-¿Qué paso ahora?-. Preguntó-.

-Mmm…fui por ella para venir aquí, estaba esperándome con un vestido que la verdad no le tapaba mucho, nos comenzamos a besar, fuimos un poco más allá y la detuve, suavemente, no quería que se sintiera mal, simplemente quiero ir con calma esta vez, para que no nos vuelva a pasar lo mismo, pero ella se lo tomó mal y camino acá no me dijo ni una palabra-. Le contó Quinn-.

-Wooow….veo que Berry tiene su lado intenso también, eso si no me lo esperaba-. Bromeo la morena-.

-Esto es serio, no quiero volver a distanciarme de ella, menos por algo así, no fue mi intensión hacerla sentir mal-. Se lamentó-.

-Pues díselo, el único problema de ustedes la comunicación Q, las dos son demasiado cerradas, orgullosas, si hubieran hablado nunca se habría ocasionado todo ese mal entendido del verano, así que aprende de eso y habla con ella, y si no te quiere escuchar oblígala, pero que no te pase lo mismo dos veces-. Aconsejó la latina-.

-Tienes razón-.

-Lo sé, siempre la tengo, ahora pásame tu vaso que iré por otro trago para ti y uno para mi, porque no hay forma de que soporte esta fiesta sin un poco de alcohol en mi sangre-. Expresó la morena-.

Quinn le dio una sonrisa y le paso su vaso, mientras la latina se dirigía a la cocina. Cuando estaba a punto de entrar, se detuvo para escuchar más atentamente una conversación que se estaba llevando a cabo entre Kurt y Francis.

-No te parece extraño que Kay aún no llegue-. Preguntó el joven-.

-Me dijo que debía ir a su casa a cambiarse y buscar algo, estuvo todo el día conmigo ayudándome con los preparativos y trasladando las últimas cosas-. Contestó la rubia-.

-Veo que todo marcha muy bien entre ustedes ¿Ha habido ya un acercamiento?-.

-No de ese tipo de acercamiento, pero de verdad las cosas han ido mejor de lo que esperaba, ella esta volviendo a ser mi Kayle, iba por mi al hotel para ir a la escuela, me ayudo con todo lo del traslado, pasamos casi todo el tiempo libre juntas, y eso me encanta, me hace feliz con sólo tenerla abrazándome, acostadas en el sofá viendo una película...-.

-Se nota que las cosas van bien, cualquiera que las ve, piensa que son una feliz pareja-. Comentó-.

-Eso espero, aunque no voy a apresurar las cosas, eso si tengo una agradable sensación sobre esta noche-. Dijo y el timbre sonó-.

Santana se apuró en correrse para que no se dieran cuenta que los estaba escuchando. Francis pasó muy cerca en dirección a la puerta para recibir a Kay quien era la único que faltaba. La latina se había quedado con una no muy agradable sensación al escuchar las palabras de la rubia, porque parecía que la "reconciliación" se hacía prácticamente inevitable.

Francis abrió emocionada por fin su morena llegaba.

-Hola-. Saludó Kay-.

-Hola, ya pensé que no venias, te has demorado más de lo que pensaba-. Le dijo-.

-Sí lo sé, pero tengo una excusa-. Contestó mostrando lo que traía-.

Era un regalo que por la envoltura se podía distinguir que era un cuadro de aproximadamente sesenta centímetros de largo. La rubia le dio una sonrisa, amaba los regalos.

-¿Puedo pasar?-. Preguntó Kay-.

-Claro, lo siento, sabes que los regalos siempre me distraen-.

Ambas se adentraron al salón dónde estaban todos los demás chicos. Kayle los saludó a todos con gesto mientras le entregaba su presente a una ansiosa Francis. Todos observaban para saber que había tras esa envoltura.

-Espero te guste y le puedas encontrar un lugar en este tú nuevo hogar-. dijo la morena-

-Todo lo que venga de ti, siempre va a tener un espacio, lo sabes-. Susurró mientras le daba un cariñoso abrazo-.

Al sacar el papel, descubrió una imagen que ella recordaba a la perfección. Era una fotografía en blanco y negro que la mostraba de perfil, apoyada en la baranda de un balcón, con su mirada fija en la ciudad que se presentaba ante ella. Su silueta se podía apreciar completa al igual que cada uno de los rasgos de su rostro dado que la distancia no era tanta. Francis al verla, miles de hermosos recuerdos se le vinieron a la mente.

-¿Te acuerdas dónde tomé esa fotografía?-. Le preguntó Kay, abrazándola por la espalda-.

-De verdad piensas que podría olvidarlo, fue Paris, en el aniversario de nuestro primer año juntas-. Respondió con seguridad-.

-Exacto, me encanta esa foto, creo que te ves realmente hermosa, por eso quise regalártela-.

-Gracias, esta impresionante aunque por la toma debo decir que mucho del crédito se lo lleva la fotógrafa-. Dijo haciéndole un cumplido-.

Habían olvidado que estaban siendo observadas por todos los demás. Y cuando la rubia noto que ya las miradas se habían disipado un poco, le hablo al oído.

-Yo también tengo algo para ti, me acompañas-.

-Claro, vamos-. Aceptó sin problemas-.

Francis la llevó hacía su habitación, que estaba por un pasillo al fondo por lo que todo el ruido que se estaba produciendo en el salón se veía aminorado por la distancia.

Al entrar la rubia buscó algo en su cajón de la mesita de noche.

-Toma-. Dijo ofreciéndosela-. Es la llave del departamento-.

-Francis…no sé si sea buena idea-. Sin tomarla-.

-Quiero que consideres que también es tuyo, porque sí estoy aquí, en esta ciudad que hace un año no sabía que existía es para compartir contigo este último año, con esto no te pido que vivas conmigo ni nada parecido, simplemente que sepas que puedes venir cada vez que quieras, que voy a estar aquí siempre para ti-.

Kayle tomó la llave y la guardo en su bolsillo para luego volver a tomar la mano de la rubia y acercarla más hacía ella, tanto que sus cuerpos se rozaban. Con su otra mano le acaricio el rostro delicadamente.

-No me tientes si, mira que prometí que no te robaría ningún beso por mucho que quisiera-. Murmuró la rubia con sus labios muy cerca-.

-No me puedes robar algo que yo quiero darte-.

Kayle tomó suavemente el mentón para ir acercándose lentamente hasta unir sus labios con los de Francis. Primero fue un simple roce, sencillo, dónde sus labios se iban amoldando nuevamente a estar juntos, dónde reavivaban todos aquellos recuerdos. La rubia la tomó por cuello, mientras Kayle se aferraba a su cintura para intensificar las acciones. Sus lenguas ahora tomaban el control de la situación, danzando a la par y armoniosamente. Sin darse cuenta se fueron moviendo hasta que Kayle apoyo a Francis en una pared, para seguir besándola más intensamente, mientras con sus manos recorría los costados de la rubia que se dejaba acariciar. Algunos gemidos se escaparon, de alguna de las dos, que evidenciaba lo acalorada de la situación que estaban experimentando. La morena estaba cargando todo su cuerpo sobre la rubia que no despegaba sus brazos del cuello de la chica para que se distanciara. Habían olvidado que no estaban sola y a sólo un par de metros había todo un grupo de chicos, que seguramente habían notado su prolongada ausencia.

-Aunque no quiero, creo que debemos detenernos, nos deben estar extrañando en la fiesta-. Susurró Kayle-.

-No quiero dejar de besarte-. Contestó depositando cortos besos en la boca de la morena-

-Ni yo-.

-¿En serio?-. Preguntó ilusionada-.

-En serio…-.

-¿Quédate conmigo esta noche? -. Propuso-.

-Está bien me quedo, ahora sal tú primero, yo voy en un momento-.

-Ok, no te demores-. Aceptó la rubia y dejo en último beso en los labios de Kay-.

Santana se había controlado mientras observaba como Kayle amorosamente abrazaba a Francis, quien veía emocionada la fotografía que le había regalado. Pero cuando vio que desaparecieron juntas, ya no pudo seguir disimulando que todo estaba bien. Por lo que las siguió y espero paciente cerca del baño que estaba en diagonal a la puerta de la habitación de la rubia. En la oscuridad vio con la puerta entre abierta como salía primero Francis, quien se detuvo en el espejo que tenía a uno de los costados de la puerta habitación, para ordenarse la ropa que llevaba y retocar su lápiz labial. Con esas señales a la latina le quedó más que claro que es lo que había pasado ahí dentro. Siguió esperando hasta que vio a salir a Kayle con el cabello algo desarreglado, era la confirmación de lo que pensaba.

Tomando la fuerza que no había tenido para enfrentarla, y al pasar la morena a unos centímetros de dónde se hallaba escondida, la tomó fuertemente por uno de los brazos para hacerla entrar, así una vez dentro tendría que escucharla.

A Kayle le tomó por absoluta sorpresa aquella acción, de hecho como las luces no estaban prendidas no se había percatada de quien se trataba. Aunque ese aroma inconfundible le gritaba de quien se trataba.

-¡Que carajo!-. Exclamó al ser absorbida dentro-.

Santana cuando ya la tenía ahí, procedió a prender la luz y apoyarse en la puerta para que no tuviera opción de escapar.

-¿Qué se supone que estás haciendo?-. Preguntó levemente alterada Kay-.

-Woooow, me estás hablando, yo ya había pensado que cuando se trataba de mi, habías quedado muda-. Contestó casi en el mismo tono-.

-Déjame salir Santana, no tengo tiempo para tus jueguitos-. Le exigió en una fuerte postura-.

-No, hasta que hablemos, ya me cansé de que me ignores, porque sabes una cosa ¡No soy un maldito fantasma! Existo, quieras o no, y no puedes seguir haciendo como si fuera invisible-. Exclamó dolida por esa actitud que había estado teniendo con ella-.

-Yo puedo hacer lo que quiera, así que no vengas en plan de exigencias porque ya no tienes ningún derecho a pedirme algo, no importa lo que digas, nada va a cambiar mi actitud hacía ti-. Le respondió con confianza y frialdad-.

-Me duele que actúes así conmigo, que me mires así, que intentes hacer como si nunca hubiera pasado nada entre nosotras…-. reclamó con su voz más contenida-. Preferiría que me gritaras, que me reclamaras por lo que hice, que me dijeras que me odias, pero no que me sigas ignorando de esta manera-.

-Ya ni siquiera me importas lo suficiente como para gritarte o para odiarte, por eso te ignoro, se terminó, lo acepte y seguí adelante, así que por favor deja de hacer estás estupideces como encerrarme contigo, porque no lograras absolutamente nada-. Expresó la morena confiando que sus palabras sonaran lo suficientemente convincentes-.

Santana no quería creer lo que estaba escuchando. Sí, se lo merecía pero no se sentía capaz de soportar esas palabras, era demasiado doloroso. Sobre todo porque los ojos de Kayle, esos verdes que no hace mucho brillaban, ahora no demostraban ninguna expresión.

-¿Estás siguiendo adelante con Johansen, cierto?-. Afirmó más que preguntó -.

-Eso es parte de mi vida privada, que no voy a discutir contigo-. Contestó fría-.

-¡Si es tan privado entonces se más disimulada!-. Exclamó pasándole el dorso de su mano con brusquedad por los labios que tenían una pintura labial que no era suya-.

-Es la última vez que te lo voy a pedir de forma civilizada, quítate de la puerta o te saco-. Le advirtió Kay-.

Santana sabía que hablaba en serio porque por más que se esforzó en buscar algún atisbo de esa chica que tanto la había querido, no la encontró por ninguna parte. Se corrió con la cabeza hacía abajo, reconociendo su derrota.

-Y no vuelvas a intentar acercarte a mí de esta forma otra vez, porque no seré tan amable como lo fui ahora-.

Santana sintió como las lagrimas caían al momento que Kayle cerró la puerta. Sus palabras seguían repitiéndose en su mente, haciendo eco en su pecho. Dolía tanto que incluso le costaba respirar, nunca esperó esa reacción, ni menos sabía que había pasado con esa chica dulce y protectora, porque la Kayle que salió por esa puerta, era cualquier persona menos, su Kayle.[/justify]

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espero les guste y comenten las mejores vibras
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por aria Lun Mar 04, 2013 9:57 am

Dioos! pero quien entiende a SANTANA [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 4065562827 ... ahora que esta con Britt que dice que la ama y que no puede estar sin ella... ahora tiene esta actitud celosa [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509 porque Kayle esta con Francis, literalmente, QUE SE DECIDA DE UNA VEZ!!! [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 210293833 si todavia quiere a Kayle para que eligio a Britt... Esto cada vez se pone mas enredado y presiento que mi rubia va a sufrir y a salir lastimada si LOPEZ no se sus indecisiones y confuciones... Por otro lado ya no me gusta nada Francis para Kayle, luego de escuchar a la historia de Alison con Kayle lo vi claro... ELLA ES LA CHICA PERFECTA PARA KAYLE... Toda esa historia de que perdieron la virginidad juntas siendo mejores amigas y que Kayle a pesar de estar con otras chicas siempre terminaba en los brazos de Alison eso.. eso si que es AMOR DE VERDAD... me parece tan igual que el amor entre San y Britt [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 918367557 Alison si merece estar con Kayle es definitivo... ALISON ES MI CHICA!!! asi que ella tiene que reaccionar y hacer su luchita por el amor de Kayle y SANTANA LOPEZ QUE SE DECIDA DE UNA VEZ PORQUE SINO TENDRE QUE ENTRAR AL FIC Y PATEARLE SU PERFECTO Y HERMOSO TRASERO SI HACE SUFRIR A MI RUBIA [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509

Act pronto... Besitos!!
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Mensaje por gatituu *_* Lun Mar 04, 2013 1:45 pm

..Hey volviste!!.. ya habia pensado que no ibas a seguir mas esta historia... q bueno q la sigas, ya me habia enganchado... =)
x fin San volvio con Britt, no tenia nada encontra de Kayle, pero no era la rubia ojos azules jajaja.. pero que trata de hacer Santana???... poniendose celosa y haciendo esas escenas va a conceguir alejar a Britt de su lado, esta bien q no pueda lvidarce de la noche a la mañana, pero q sea menos obvia haci no lastima a su rubia... Hasta la proxi actualizacion y ya no te pierdas jajajaja..

Besotes..(^_^)...
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Mensaje por gleek_4ever Lun Mar 04, 2013 6:02 pm

que le pasa a Santana esta mas confundida que nunca no entiendo......si ama a britt pk se pone celosa pk Kayle se besa con francis SANTANA MADURA Y DECIDETE SI NO KIERES HACER SUFRIR OTRA VEZ A BRITTANY pk despues te vas a arrepentir y vas a rogarle a britt una segunda oportunidad (>*.*)> como si nada hubiera pasado....y prefiero a alison para Kayle [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 4061796348 no francis aunque igual se a esforzado para reconquistar a Kayle
y con respecto a faberry.......quinn actuo bien al frenar a rachel pero no entiendo pk rachel se enojo por eso si deverian tomar las cosas con calma
espero la actu [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 1206646864
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Mensaje por atercio Sáb Mar 09, 2013 10:54 pm

Capitulo Veintiuno: Decisiones


Probablemente a Kayle le dolieron mucho más aquellas palabras que a la misma Santana. Aún sentía un ardor en su garganta, cómo si cada una de esas palabras hubiera quemado en su paso por hacerse sonoras. Pero era lo correcto se dijo a si misma, era lo que debía decir bajo esas circunstancias, no había más opciones. Sabía que había herido a Santana y era eso lo que realmente producía esa punzada en su pecho. Nunca lo había hecho y jamás pensó que sería capaz.

Unos metros antes de llegar al salón dónde todos los demás se encontraban, agachó la cabeza y respiro profundamente, intentado sacarse esa sensación de que el oxigeno no llegaba con éxito a sus pulmones, lo logró medianamente, y siguió avanzando.

Focalizó su vista en Quinn, quien estaba a un costado hablando con Kurt. Avanzó e interrumpió, se sentía culpable y no podía ser ella quien fuera a ver a Santana, no después de lo que había dicho.

-Quinn…necesito hablar contigo sobre algo-. Expresó la morena-.

-Seguro, Kurt me disculpas un momento-. Dijo educadamente-.

-Claro, iré a ver si Francis necesita ayuda en algo-. Contestó el joven con una sonrisa-.

-¿Qué sucede?-. Preguntó Quinn quien vio en la expresión de Kayle que algo no andaba bien-.

-Puedes ir a ver si Santana esta bien, debe estar aún en el baño, sólo sigue por el pasillo la primera puerta a la izquierda-. Indicó para luego intentar irse pero la ex rubia la detuvo-.

-Podrías decirme al menos porque tengo que ir a ver a Santana… ¿Qué pasó?-. Interrogó preocupada-.

-Discutimos-. Respondió escuetamente-.

-¿Qué le dijiste?-.

-Lo necesario, tú sólo ve a verla, por favor y no le digas que yo te lo pedí… morena y se dio la vuelta para dirigirse a otro lugar de la fiesta-.

Quinn quedó algo descolocada por la respuesta de Kayle, por lo que se apresuró a ir a ver cómo estaba su amiga. Golpeó la puerta un par de veces pero no recibía respuesta.

-San sé que estás ahí, abre soy yo Quinn-.

Sintió como el seguro fue removido por lo que con sólo un leve impulso la puerta se abrió. La cerró tras de si antes de poner atención en la morena que se hallaba sentada en el borde la tina de baño. Mantuvo su distancia, cruzó sus brazos y se apoyó en la pared

-¿Qué pasó ahora?-. Preguntó Quinn-.

-Supongo que si estás aquí, es porque sabes que pasó ¿o no?-. Contestó la latina sin mirarla-.

Quinn no se acercó, no sabía bien que hacer porque para ella su amiga ya había tomado una decisión y no encontraba justo que siguiera buscando a Kayle, pero por otro lado tampoco consentía la actitud de la chica de ojos verdes hacía la latina, era en realidad complicado. Porque cuando hay sentimientos involucrados, nada puede ser absoluto.

-¿Qué pasó?-. Nuevamente-.

-Enfrente a Kayle, la obligue a hablarme, y realmente no salió bien-. Contestó ahora mirándola-.

-Te dije que le dieras su tiempo, es lógico que lo necesite, tú tomaste una decisión Santana y es momento que asumas las consecuencias, no puedes tenerlas a las dos a tu disposición, eso es realmente egoísta-. Expresó la ex rubia-.

-¡No es eso lo que quiero!-. Exclamó levantándose-. ¡Tú no entiendes!

-¿Y tú sí?-. Levantando una ceja-. Porque te veo igual de perdida que hace unos meses atrás sólo que ahora estás con Britt en ves de Kayle, no sabes lo que quieres y vas a terminar haciéndole daño a alguien más…otra ves-. Dijo sincera, no quería ser dura pero tampoco mentir-.

-¡Yo amo a Britt y no me arrepiento de estar con ella!…-. defendió-.

-Pero…-.

-Odio que Kayle me ignore de esta manera, y más que en menos de una semana ya este con Johansen, no soporto verla con ella, lo intentó Quinn, pero no puedo… la latina-.

Quinn bajo su postura, sintió empatía, sabía lo difícil que era tener que ver a alguien se quiere con alguien más.

-Tú tomaste tu decisión San, tienes que aceptar la de ella por mucho que te duela, además, Kay no está con Francis-. Expresó acercándose para quedar frente a frente-.

-¡Por supuesto que si! Yo las vi, estaban en su habitación y cuando enfrente a Kayle tenía manchas de lápiz labial, es lógico lo que pasó ahí…-. Dijo claramente dolida-.

-Vaya eso no me lo esperaba, no tan rápido por lo menos-. Murmuró-.

-Sabes lo que creo, que en realidad Kay nunca la olvidó, que nunca me amó como me decía, porque cuando se ama no se olvida así como así y ella me dejo claro que ya no le importa nada de lo que pase-. Y algunas lágrimas volvieron a correr por sus mejillas-.

-San…no saques esas conclusiones, estás herida por una situación…-.

-Ella me lo dijo Q, Kayle me dijo mirándome a los ojos que yo ya no le importaba, por eso no me habla, puedes creerlo, así como así, se olvido de todo lo que pasamos juntas, de todo lo que me dijo…-. latina ya lloraba y se aferró a los brazos de su amiga-.

Quinn la sostuvo y le partía el alma verla así. Tenía claro que era consecuencia de sus propias acciones, pero también sabía que nunca la intensión de Santana había sido dañar a Kayle, al contrario, se daba cuenta que aún la quería, por lo que la chica de ojos claros podría haber sido menos dura.

-¿Aún sientes algo por ella, no es cierto?-. Preguntó Quinn-.

-Me siento como una maldita traidora, porque de verdad amo a Britt, la amo tanto que no podría volver a estar sin ella, pero algo me duele en el pecho cuando veo a Kayle, cuando la miré a los ojos y no vi nada en ellos, no sé que mierda estoy haciendo Q, sinceramente no lo sé, no sé que quería lograr enfrentándola-. Confidenció la latina manteniéndose abrazada a su amiga-.

-Tranquila sí-. Susurró la rubia acariciándole el tomarte las cosa con calma, no querer todas las respuestas ahora, es entendible que aún sientas algo por ella, fueron meses los que pasaron juntas y estuvo contigo cuando más lo necesitabas, pero debes olvidarla, es lo mejor San-. Aconsejó la rubia-.

-Lo sé, créeme que lo sé-. Contestó y siguió en los brazos de su mejor amiga-.

Se mantuvieron así por unos momentos hasta que los sollozos de Santana, ya eran imperceptibles, se había tranquilizado, se había dejado consolar por al ex rubia a quien le costaba ver a esa fiera latina, en esas condiciones. Era su mejor amiga, independiente de los errores que hubiera cometido o estuviera cometiendo, era una de las personas más importantes de su vida, la única que la defendió cuando los chicos del Glee Club supieron lo suyo con Rachel, era quien había ido por ella en Nueva York sin preguntar nada, quien la había cuidado sin esperar nada más. Santana había estado en sus peores momentos, sin jamás dejarla sola y ella ahora haría lo mismo, la apoyaría independiente de su decisión.

-Creo que debes volver a la fiesta-. Dijo la latina rompiendo el contacto-.

-Pero…-. Protestó-.

-Yo iré enseguida, sólo arreglare un poco esta cara que tengo y voy, lo prometo-. Se apresuró a decir Santana-.

-Ok, pero si no estás de vuelta en diez minutos, volveré por ti-. Amenazó apuntándola con su dedo índice-.

-Ya ve, y aprovecha de hablar con tu Hobbit, haber si así obtienes algo de acción esta noche-. Bromeo la morena-.

Quinn le devolvió la sonrisa porque conocía mucho a la latina y sabía que no le gustaba mostrarse débil, por lo que estaba intentado desviar la atención de todo su drama. Salió dirigiéndose directamente a dónde estaban todos los demás. Se habían formado algunos grupos. Rachel estaba con Mercedes y Brittany, riendo sonoramente por lo que presumió ya llevaba algunas copas en el cuerpo. Pero fue otra situación la que capturo más su atención.

Kayle estaba sentada en uno de los sofás con Francis sobre sus piernas, susurrándole cosas al oído, mientras la morena le respondía y dejaba uno que otro beso en su cuello. No intentaban disimular, al contrario se mostraban como una pareja, cómplice y feliz.

Sí, lo cierto que es necesitaba hablar con Rachel, para ya terminar con todas esas absurdas peleas, pero si Santana volvía y con lo primero que se encontraba era eso, no ayudaría en nada a que se sintiera mejor. Así que camino hasta dónde estaban y con una firme postura se propuso hablarle.

-Kay, necesito hablar contigo, ahora-. Pronunció la chica del pelo rosa-.

-¿No puede esperar?-. Preguntó intentando zafarse, tenía más o menos claro sobre que sería-.

-No, ahora-. Expuso sin dar chance a una negativa-.

Kayle no tuvo más opción que levantarse y seguir a Quinn, dándole una mirada de disculpa a una desconcertada Francis. La chica del pelo rosa, camino hasta la cocina y le hiso un gesto a Kayle para que cerrara la puerta.

-Sí, me vas a hablar de Santana te advierto que no me interesa-.

Quinn le dio una mueca que parecía una sonrisa irónica. Eso ni ella misma se lo cree, pensó la ex rubia.

-De verdad crees que comportándote como una maldita, la vas a olvidar más rápido-. Dijo ante la perplejidad de Kay-.

-Ella me engaña, me miente, me crea ilusiones para luego dejarme ¿Y yo soy la maldita?-. Preguntó alzando levemente la voz-.

-No digo que ella no haya cometido errores, pero tú no estás actuando mejor, de verdad crees que lanzarte a los brazos de Francis va a solucionar todos tus problemas, ¿Con ella Kay, en serio?, La misma que te engaño, la misma por la tuviste que dejar tu vida en Nueva York, hablamos de la misma manipuladora, que está dispuesta a hacer lo que sea para amarrarte a su lado -. Gesticulando e intentado mantenerse calmada-.

-Francis se equivocó ¿Quién no lo ha hecho?, porque yo sí y creo que tú también, así que no tienes el derecho a juzgarla, te considero mi amiga Quinn, pero creo que no deberías interferir en esto, sobretodo porque cuando se trata de Santana, no eres para nada objetiva-.

-Esto no es sólo sobre Santana, es sobre ti Kay, sabes perfectamente que no estás enfrentando esto de la forma correcta, porque de otra manera no me explico tampoco que Alison por ejemplo, ni siquiera sepa que Francis esta de vuelta, se lo has estado escondiendo-.

Para Kayle eso fue la gota que rebalso el vaso.

-Mira Quinn, una cosa es que porque estás preocupada por Santana, quieras hablar conmigo y lo puedo entender, pero que te des el derecho a opinar o afirmar algo, aunque sea mínimo de mi relación con Alison, eso no te lo permito ¡A ella no la involucras!-. Exclamó usando un tono casi amenazante-.

-No la estoy involucrando, simplemente creo que si no has sido capaz de decirle a "tu mejor amiga" que volviste con tu ex, es porque piensas que eso no esta bien o me equivoco-. Mantuvo el tono la ex rubia sin intimidarse-.

-Tú no conoces a Alison, no creas que porque viviste con ella algo así como dos meses sabes exactamente como es y como va a reaccionar, yo siempre he buscado lo mejor para ella, y sí no le digo en por algo, así que te repito, no la metas en esto, Quinn-. Le repitió-.

A Quinn le sorprendió el tono empleado, sabía lo que Alison significaba para Kayle, pero no entendía del todo porque la morena hablaba así, cómo si temiera de alguna manera por la reacción de su amiga. Y ahí se arrepintió de haber sido tan entrometida, porque claramente había muchas cosas que ella no sabía.

-Kay…yo no quise…-. Intentó disculparse la rubia-.

-Ya déjalo Quinn, simplemente no te metas en lo que no te corresponde-. Interrumpió violentamente y salió hacía el salón-.

Santana entró cuando justamente Kayle venía saliendo de la cocina con no muy buena cara, seguida muy de cerca por Quinn. No había que ser un genio cómo para saber que su amiga, había enfrentado a Kay, obteniendo no mejores resultados de los que ella había tenido. Decidió que lo mejor era evitar más conflictos por lo que quedaba de noche.

-Hey chica guapa, ¿Dónde te habías metido?-. Preguntó Britt susurrándole sensualmente en el oído-.

Santana sonrió de manera instantánea, Britt tenía esa capacidad. Todas las cosas perdían su real efecto cuando su rubia bailarina estaba a su lado. Por eso no podía volver a hacerle daño, la amaba, de eso si que no tenía duda.

-Estuve hablando con Quinn…-. Omitiendo la otra parte-.

-Pues voy a tener que hablar con esa chica, para que ya no me siga robando tú tiempo-. Expresó tomándola por la cintura-.

-Ya no es rubia, así que no puede ser un peligro para ti-. Bromeó la latina-.

-Tienes razón, pero a ella le siguen gustando las morenas-. Siguió el juego la bailarina-.

-Sí, pero las melodramáticas, que tengan por costumbre hablar en párrafos con aires de diva y yo no cumplo con esos requisitos-. Contestó la morena-.

-Mmm…déjame pensarlo, yo creo que igual tienes esos aires de diva en ocasiones, así que…-. Dijo la bailarina posicionando un dedo en su mentón como reflexionando sobre algo-.

-¡No te atrevas a compararme con Berry!-. Exclamó golpeando levemente su hombro-.

-Sabes que no te podría comparar con nadie, tú eres única, la única que la logrado entrar en mi corazón y nunca irse de ahí, la única con quien jamás tuve sexo, sino que siempre hice el amor, la única persona que necesito para poder sonreír, la única que hace que crea que la vida es realmente una bendición-. Murmuró la rubia muy cerca de sus labios-.

-Te amo Britt, de verdad lo hago, por favor no dudes jamás eso-. Susurró la morena antes de unir sus labios con los de su chica-.

Se besaron y conversaron, un tanto alejadas del resto de sus amigos. Necesitaban eso, necesitaban su tiempo a solas para ir afianzando su relación.
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Quinn no le quitaba la vista a Rachel, ni por un segundo, cada movimiento de esa pequeña y escultural mujer, la tenía vuelta loca. La pequeña diva estaba casi en medio de aquel salón, en dónde algunas parejas bailaban, realizando sensuales movimientos. Estaba sola y con sus ojos cerrados, simplemente dejándose llevar por la música que inundaba el lugar.

Le costó decidirse por miedo a la reacción de Rachel, pero se fue acercando, hasta posicionar sus manos en las caderas de la castaña, apegando su cuerpo por detrás, imitando los movimientos, sencillos, complementarios, que producían que sus caderas fueran al mismo ritmo. Ese vaivén que la estaba enloqueciendo, encendiendo cada fibra de su cuerpo, aspiraba con necesidad el aroma del cabello de Rachel, deleitándose con cada partícula que desprendía. La aprisionada cada ves más a su cuerpo, marcando su territorio, diciéndole implícitamente que no la dejaría ir.

-Sabes que me vuelves loca-. Susurró Quinn al oído depositando pequeños besos-.

-No, últimamente no se nada que tenga que ver contigo-. Respondió la pequeña diva-.

Quinn noto de inmediato que las palabras de Rachel iban cargadas de resentimiento. La situación de la tarde había calado hondo en el corazón de la diva. La volteó suavemente, necesitaba mirarla a los ojos, así la castaña sabría que sus palabras eran sinceras.

-Lo único de lo que siempre tienes que estar segura, es de lo mucho que te quiero y que no hago las cosas con la intensión de herirte, al contrario-. Pronunció-.

-¿Y porque me rechazaste? Ya no te pasan cosas conmigo, ya no quieres tenerme-. Con sus orbes marrones fijos en sus ojos verdes-.

-Porque soy idiota, porque tengo miedo de perderte otra vez…yo…yo te necesito tanto que me da miedo, sobretodo por lo que hemos pasado últimamente, creo que si te tengo otra vez ya no voy a poder dejar que te vayas de mi lado y tú…tú tienes un sueño, yo no puedo ponerte en un cajita y guardarte, no puedo negarle al mundo el brillo de Rachel Berry, sólo porque no puedo estar sin ti…-. Quinn sin terminar con esa exigua distancia, estaban absolutamente conectadas-.

-Quinn…yo…te amo tanto que sólo puedo brillar si estamos juntas, no te olvides de eso, sólo tú eres capaz de sacar lo mejor de mí, sólo a ti he logrado entregarte todo lo que soy, no existe nada que vaya a separarnos otra vez, te lo prometo, nada-. Expresó buscando los labios de su chica-.

Ese beso nada tenía que ver con los de hace unas horas atrás. Tenía un sabor distinto, uno que rozaba la eternidad. Sus cuerpos se conocían a la perfección, se fundían abrazadas en lo que sería de ahora en adelante, la promesa de mantenerse juntas. Unidas, trazando con caricias, te quieros y sutiles besos, su camino, que probablemente no estuviera exento de obstáculos, pero que si amor era real, sabrían sortearlos, sin separarse.
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A medida que la noche iba avanzando fueron uniéndose todos, formando casi un círculo dónde debatían de distintos temas. Sin duda lo que más preocupada a la mayoría era que prácticamente todos ya cursaban su último año. El tan temido futuro hacía su aparición, sorprendiendo a algunos mejor parados que otros. Porque mientras algunos integrantes de Nuevas Direcciones, prácticamente desde que habían nacido supieron que es lo que querían hacer de su vida. A otros la incertidumbre les presionaba el pecho al escuchar esa palabra, porque no sabían que esperar al salir de la secundaria.

-Kurt me dijo que ambos quieren ir a Nueva York-. Expresó Francis dirigiéndose a Rachel-.

-Sin duda, es la ciudad de Broadway, desde que nací me he estado preparando para dedicar mi vida al escenario-. Contestó la diva con seguridad-.

-¿Y alguna Universidad es especial?-. Siguió indagando la rubia-.

Kurt y Rachel se miraron con una enorme sonrisa.

-¡NYADA!-. Exclamaron al mismo tiempo-.

-Es una impresionante Universidad, el año pasado nos llevaron a hacer un recorrido-. Recordó Francis-.

-¿También quieres ir allí?-.

-Mmm…la verdad me gusta mucho cantar y el escenario, pero hay cosas que me apasionan más, he pensado en Brown o Yale, quizás-. Contestó mirando a Kay-.

Santana rodó los ojos ante la respuesta de Francis, odiaba como podía ser tan egocéntrica de pensar que en un año más seguiría con Kayle, se irían juntas a Yale, para después comprometerse y tener muchos hijos, para así la rubia asegurarse que Kay no la volvería a dejar. Porque estaba segura que Johansen lo único que quería era amarrarla y así llevar el tan apreciado apellido Carpentier.

-¿Y tú Quinn?-. Preguntó Kay desviando la atención de ella-.

-Me gusta Nueva York también, NYU puede ser una opción o Columbia, pude averiguar que tiene un gran departamento de bellas artes y publicidad, ambas cosas me gustan-. Contestó-.

Rachel la miró sorprendida. Tenía claro que ha Quinn lo visual le encantaba, pero nunca le había hablado de alguna carrera en particular, y que lo hiciera ahora era un gran avance, sobretodo pensando que sus opciones estaban en Nueva York, junto a ella.

-¿Y tú San?-. Preguntó la ex rubia-.

-La verdad no lo sé bien aún, que quiero salir de Lima esta claro pero ninguna carrera logra convencerme del todo, hay tiempo aún-. Contestó la latina alzando los hombros-.

-¿Y a mi nadie me va a preguntar?-. Dijo Britt haciendo un puchero-.

Los chicos rieron ante ese gesto tan típico de la rubia bailarina. Para muchos no era necesario, tenían claro que el futuro de Britt era la danza, asumían porque ella poseía más talento en el baile que todos ellos juntos. Podrían meter todos los dotes para el baile de Nuevas Direcciones en una licuadora-tal vez menos los de Finn porque hasta el dedo meñique de Brittany tenía más habilidades que el gigante- y aun así ella seguiría siendo superior.

-¿Y tú Britt?-. Preguntó Rachel-.

-¡Julliard!-. Exclamó sonriente-. Siempre ha sido mi sueño-.

-Seguro entras, tú talento es demasiado impresionante como para que se les pase si quiera la idea de rechazarte-. Dijo Santana tomando su mano con cariño-.

Las miradas se fueron hacía Kayle, era la única que aún no respondía la preciada pregunta.

-Kay-. Expresó Quinn a modo de pregunta implícita-.

-La verdad es que cuando salga de la escuela tengo la idea de tomarme un semestre, no se si me lo permitan, pero no tengo ni las mínima idea de lo que quiero hacer, aunque eso probablemente al final no sea una decisión que yo tome-. Contestó con resignación bebiendo un trago de su copa-.

Todos sabían de lo que hablaba.

-Pensé que te gustaba Yale-. Comentó la pequeña diva-.

-Ahí han estudiado casi todos en mi familia, y mi abuelo quiere que siga con la tradición, aunque le dije mi idea de viajar y estuvo relativamente de acuerdo mientras aproveche para conocer todas las sucursales de la compañía que voy a tener que presidir en unos años más-. Contestó-.

-Disculpa que sea tan entrometido pero que tan grande es la compañía de tu familia, digamos que siempre he leído que no hay área que no tengan acciones y que es una de las compañías más grandes de Estados Unidos pero nada más-. Expresó curioso Kurt-.

-El fuerte de la compañía son los hoteles, así comenzó, de hecho el hotel dónde nos hospedamos en NY, es propiedad de la compañía, luego al entrar a la bolsa, se compraron acciones y bienes raíces, es una infinidad de áreas que no conozco totalmente-. Respondió-.

-Wooow, ¡Creo que si fuera heterosexual te perseguiría hasta casarme contigo!-. Exclamó bromeando Kurt-.

Esa espontanea reacción de Kurt, sacó más de una risa y sirvió para distender más el ambiente. Se estaban transformando realmente en un grupo muy unido, que pese a algunos fracasos del pasado, estaban dispuestos a seguir luchando para lograr salir de la escuela, con la victoria de las Nacionales.

Puck ya había sacado su guitarra y todos comenzaron a tararear distintas canciones. Por momento Rachel y Mercedes alzaban la voz más que los demás para ver quien resaltaba en los tonos altos. Era la eterna pelea de las dos divas.

Santana tenía todo el cuerpo de Britt apoyado sobre ella de espaldas, con una mano la tenía por la cintura, mientras que con la otra le acariciaba el cabello. La bailarina disfrutaba de las tiernas caricias, al tiempo que tenía una divertida conversación con Quinn y Rachel. La latina se mantenía más absorta, disfrutando el momento. Como acto inconsciente se giró y vio como Kay no le quitaba la mirada de encima, casi pudo ver algo en esos ojos que últimamente parecían de hielo, casi pudo ver el dolor que le producía verla así con Britt, casi puedo decir con seguridad que aún le importaba. Se sostuvieron la mirada unos segundos, Kayle rompió el contacto bruscamente y como queriendo escapar se levantó rápidamente.

Santana se quedó ahí, manteniendo su postura, aprisionando más el cuerpo de Brittany hacía si misma, queriendo darse seguridad, queriendo de manera equivocada liberarse de todos esos sentimientos que aún conservaba por la morena. Le dio un amoroso beso en el pelo a su rubia, y comenzó a levantarse.

Se acercó a dónde estaba Puck con la guitarra y le susurró algo al oído. Quería cantar.

Kayle había ido al baño, se mojó la cara en un par de ocasiones intentado así sacar esa sensación de mareo que tenía que sabía no era precisamente por el alcohol consumido. Cayeron algunas lágrimas que se apresuró en borrar, no quería ninguna huella que evidenciara el dolor que había en su pecho. Si no había evidencia, se lo podía seguir negando.

Se miraba al espejo cuando comenzó a escuchar aquella voz que tan bien conocía, su accionar fue más rápido que su mente y salió para escucharla.

Los primeros acordes de la guitarra de Puck, acompañando a una melodía de fondo comenzaban a hacerse audibles.

Santana fijó su mirada en Brittany, se dejo llevar por los el sonido y le cantó con todo lo que tenía en su corazón, con todo lo que necesitaba decirle.

in the blinding darkness (En la oscuridad cegadora)

of the night it seems simple (de la noche parece sencillo)

all i know is that (todo lo que sé es que)

i love you here right now(te quiero aquí, justo ahora)


Iba a continuar cuando levantó levemente la mirada y Kayle estaba apoyada en la pared, atrás del sofá dónde Britt se mantenía sentada viéndola embelesada. Definitivamente al destino le gustaba jugarle malas pasadas, porque aunque lo intentó, aunque utilizó toda su fuerza de voluntad en mantener su mirada en su rubia, sus ojos como imanes se fueron directo a aquellos verdes que se veía visiblemente cristalinos.

it's not as if i wanted(no es como si hubiese buscado)

to fall so hard for you (enamorarme tanto de ti)

or even understand ( o incluso entender )

these woken feelings (estos sentimientos que despiertas)


Y aquella primera frase del coro fue para la morena que la miraba por primera vez, desde que se volvieron a encontrar, le volvió a regalar ese brillo que tantas otras veces había sido reservado sólo para ella. Porque dentro de todo y de una extraña manera, la quería. Pero lo siguiente fue Britt, su rubia e inocente niña a quien siempre había amado de la mejor manera que pudo, porque ella siempre había logrado sacar lo mejor de si misma. Entre toda su oscuridad siempre había sido ese destello que le indicaba que nunca debía perder la esperanza, porque si lo veía, si lo sentía realmente, a Kay la podía querer, podía reconocer que se había enamorado, dentro de todo lo que vivió fueron los brazos en lo que se refugió. Pero a Brittany la amaría para siempre.

i love my own way (Te amo a mi manera)

i love you better(Te amo mejor)

i love you inside all this(Te amo dentro de todo esto)

i love you forever (Te amo para siempre)


La canción fue su catarsis, su forma de formular sus dudas, sus miedos, su pasado y su presente. Podía sin duda diferenciar que los sentimientos que tenía por las dos chicas eran muy diferentes en intensidad, racionalmente podía comprender que jamás iba a poder tenerlas a ambas, pero su corazón necesitaba ese complemento que significaban en su vida y eso la hacía sentir una jodida egoísta.

all this words are useless (todas estas palabras son inutiles)

when i look into your eyes(cuando miro tus ojos)

it's the simple truth of perfect,(es la simple verdad de lo perfecto)

little secret(pequeño secreto)

with the only thing i'm sure of(de lo unico que estoy seguro )

and it makes it all so hard(y que hace que esto sea tan dificil)

all that other things are (es que las otras cosas estan )

broken out of focus(rotas y fuera de foco)

i love my own way (Te amo a mi manera)

i love you better(Te amo mejor)

i love you inside all this(Te amo dentro de todo esto)

i love you forever (Te amo para siempre)


Terminó con los ojos cerrados, y su voz profunda sin quererlo adquiría tonos melancólicos, cargados de un deseo que era renegado por su consciencia. Porque no era lo correcto se repetía, no era malditamente correcto.

Cuando abrió esos hermosos ojos color ámbar, se encontró con una sonrisa cálida de Brittany, quien la miraba con amor, con ese amor incondicional que siempre había mostrado hacía ella. Desvió la mirada sutilmente y Kay, ya no estaba ahí.

Se volvió a acercar a dónde minutos antes había estado, con sus amigas y la bailarina. Buscó con la mirada a Kayle pero no la encontró, con lo único que se encontró fue una mirada fulminante que le daba Francis desde uno de los costados.

-Veo que voy a tener más de la competencia que imagine para los solos este año, porque esa interpretación fue simplemente hermosa-. Expresó la pequeña diva-.

-Gracias Berry-. Contestó escuetamente-.

-¿Estás bien?-. Preguntó Quinn-.

-Si, sólo necesito un trago, vuelvo en un momento-. Contestó y le dio un pequeño beso en los labios a la rubia que se mantenía a su lado-.

Entró a la espaciosa cocina, tomó una de las botellas y se sirvió casi la mitad del vaso. Le iba a dar el primer sorbo cuando sintió una penetrarte mirada sobre ella y unos pasos que se iban acercando, hasta tener una distancia bastante reducida. Levantó la vista, casi con algo de temor.

Francis, la examinó minuciosamente, estaba tan enfadada que sabía debía controlarse si no quería provocar una pelea de proporciones.

-Lindo collar López-. Rompió el silencio la rubia-.

Santana inmediatamente llevo su mano al hermoso collar, era el que le había regalo Kayle en su primera cita.

-Tiene el apellido Carpentier grabado por todas partes, ¿No es fácil dejarla ir no es verdad?-. Preguntó en una clara postura de enfrentamiento-.

-Porque no me dejas en paz, no quiero problemas contigo Johansen-. Se defendió-.

-Seguro y porque no quieres problemas conmigo, tiene la desfachatez de cantarle a Kay-. Atacó por mucho quisiera no estaba controlándose-.

-La canción fue para Britt-. Respondió desviando la vista-.

-Claro, ¡no seas hipócrita!, y ya para con todo eso que estás haciendo, ¡No te quiero cerca de ella!-. Exclamó la rubia con seguridad-.

-Tú no eres quien para prohibirme nada, tú no eres nadie en la vida de Kayle así que ya no tienes el poder cómo para alejarme de ella-. Contestó con superioridad-.

-¿Qué quieres lograr?, quieres que ella vuelva tras de ti como un perrito faldero mientras tú te paseas de la mano con Britt, ¿Eso quieres?, tenerla ahí como red de seguridad, ¿Tan poco la quieres cómo para hacerle eso?-. Dijo con decepción-.

Santana no sabía como defenderse ante eso. Se sentía una terrible persona, porque esas palabras tenían mucho de cierto. ¿Qué esperaba realmente?, ¿Poder tenerlas a las dos?. Aun así, aunque su mente fuera un caos, no iba a permitir que fuera Francis quien ganara.

-No voy a aceptar reproches de tú parte Johansen, tú no tienes moral para hacerlo, porque aún no se si lo que realmente te importa es Kay o todo lo que viene con ella, porque te encanta eso no es verdad, te encanta imaginar la vida que podrías tener si Kayle no te vuelve a dejar-. Escupió con insidia-.

-¡No voy a aceptar que pongas en duda mis sentimientos por ella!-. Exclamó con furia la rubia-. Yo la amo, su apellido no es más que un accesorio para mí y ella aunque te duela me sigue queriendo, esta noche vamos a empezar de nuevo, va a volver a ser mía y sólo mía como antes…-.

-¡¿Cómo antes que te sorprendiera revolcándote con otro como una cualquiera?-. Interrumpió la latina herida por las palabras anteriores-.

Francis perdió el control de si misma y sus intensiones del comienzo variaron radicalmente luego de ese comentario tan ácido de la morena. Levantó su mano con la clara intensión de darle una cachetada pero Santana la detuvo en el aire.

-Puedes decirme todo lo que quieras, porque sé que tienes miedo y me odias porque sabes que Kayle aún me ama, pero a mi no me tocas un pelo si no quieres salir realmente mal parada-. Amenazó la latina con sus ojos marrones fijos en los verde azulado de la rubia-.

-Mantente alejada López, te lo advierto yo no te tengo miedo-. Contestó altiva-.

-Ni yo a ti, así que no me amenaces -.

-Santana ¿Qué esta pasando aquí?-. Preguntó una sorprendida Quinn.

Santana aún le mantenía el ante brazo tomado fuertemente, y cuando escuchó a Quinn la soltó. Y ambas intentaron disimular.

-Nada yo ya volvía al salón-. Contestó intentando sonar creíble-.

-Pues vamos entonces-. Presionó Quinn quien no le creyó ese "nada"-.

Santana avanzó y antes de ir dónde su amiga, se detuvo para susurrarle al oído a la rubia.

-Hay muchas cosas que no sabes y de las que tienes que sentirte verdaderamente culpable, nadie la ha herido tanto como tú-.
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La fiesta había concluido de manera incomoda para la anfitriona. Ya todos habían abandonado el departamento y sólo quedaban ella y Kayle, que había preferido pasar la noche ahí. Ordenó algunas cosas y se dirigió a la habitación, dónde estaba la morena.

Se quedó por unos minutos observándola desde el umbral de la puerta. Kay había salido del baño de la habitación y se disponía a cambiarse para dormir. Se sacó la blusa que llevaba sin advertir la presencia de su ex novia que no perdía detalle de su cuerpo.

En la mente de la rubia aún se repetían las últimas palabras de Santana. Desde que se volvieron a ver, Kayle no le había hablado nada sobre lo que había vivido en esos meses en que no supo de ella, siempre que el tema se daba, la morena lo rehuía y ella pacientemente, no la presionaba. Pero ahora, era un mar de dudas, necesitaba saberlo porque si buscaba su perdón, si quería recuperarla totalmente, necesitaba saber el nivel de daño que había provocado.

Se acercó con sigilo, la luz era tenue y le tomó la mano con suavidad para atraerla hacía ella, estaba disfrutando de ver el cuerpo semidesnudo de su morena, le provocaba verla con sólo un sujetador negro hacía arriba, se acercó despacio y la comenzó a besar, no encontró resistencia, al contrario Kayle la presionó más hacía sí misma buscando con necesidad ese calor que le seguía provocando Francis.

La rubia tomó cierta distancia, y le dio una sonrisa cargada de malas intensiones. Kayle la miró extrañada por la inesperada distancia, pero eso cambio al momento en que Francis deslizo el cierre de su vestido para dejarlo caer y sólo quedar en un coqueto conjunto de ropa interior de encaje en tonos rosa pálido, su cabello rubio caía en onda sobre sus hombres blancos, su piel nívea, se volvía cada vez más apetecible para Kay, quien podía recorrer con los ojos cerrados ese cuerpo que tantas veces, había sido suyo.

-¿Te sigo gustando?-. volviendo a acercarse-.

-Estás más hermosa de lo que recordaba-. Contestó embriagada ante la imagen-.

-Te amo bebé, te amo tanto que necesito tenerte otra vez conmigo-. Susurró muy cerca otra vez casi sobre sus labios-.

Se besaron nuevamente y de manera apasionada. Kayle recorría con ansiedad el cuerpo de su ex novia, mientras la rubia con habilidad desabrochaba el pantalón para sacarlo y quedar en las mismas condiciones. Sus pieles se fundían buscando toda esa pasión que tanto las caracterizaba en el pasado. Kayle tomó la iniciativa y la fue llevando hacía la cama. Se recostó sobre ella y le quitó el sujetador para dejar a la vista dos perfectos pechos. Fue acercando su boca hasta tomar uno de ellos con suavidad y cuidado, pasaba su lengua de manera intermitente, mientras con su mano estimulaba el otro. Los gemidos de la rubia se escuchaban cada vez más fuerte. Siguió hacía su cuello buscando sus labios, dejando pequeños mordiscos a su paso.

Tenía todo su cuerpo apoyado sobre ella, presionando con su muslo en la entrepierna de la rubia, podía sentir su humedad, sus ansías de volver a ser de ella, sólo de ella. Puso una de sus manos cada lado, para detenerse y mirarla a los ojos. Y fue en ese instante dónde su mente voló y esos ojos que se veían más azules que verdes, se fueron tornando cafés, y esos labios delgados fueron adquiriendo volumen. Se distancio le menos bruscamente que pudo lo que aun así no resultó sutil, ubicándose a un costado de espalda y con su respiración agitada.

Francis aún no entendía que había pasado, se giró apoyándose en uno de sus brazos y la miraba intentado encontrar una explicación.

-Yo…lo siento…-.

-¿Qué pasó? Yo ya no…ya te produzco lo mismo-. Preguntó insegura con la voz a punto de quebrarse-.

-No es eso, creo….creo que no estoy lista para estar con alguien aún, de verdad lo siento mucho-. Se disculpó tomando su misma posición para acariciarle el cabello-.

-Entiendo…sigues pensando en ella-. En tono de afirmación con un profundo dolor-.

-Créeme que lo único que quiero ahora es sacarla de mi vida, pero hoy me encerró con ella en el baño y luego esa estúpida canción, lo hace más difícil-. Explicó mirándola a los ojos y se puso boca abajo para sacar toda esa rabia que tenía ocultando su rostro en la almohada-.

-Tranquila sí, que yo te voy a dar todo el tiempo que necesites-. Contestó acariciando su cabello llegando hasta su espalda-.

Francis se detuvo cuando sintió una desnivelación en esa morena y perfecta piel, la siguió con sus dedos y sorprendida constato que alcanzaba aproximadamente diez centímetros y cubría gran parte del omoplato. Se apresuró a encender la luz que tenía a un costado para ver de qué se trataba.

-¿Cómo te hiciste esto?-. Preguntó con sus ojos expectantes-.

-No es nada-. Contestó cubriéndose y girándose hacía ella-.

-No me mientas, una cicatriz así no se hace por nada, sé que algo me estás ocultando Kay, te conozco, así que no trates de mentirme-. Expresó algo descontrolada apoyándose en el respaldo de la cama sin preocuparse por su desnudes-.

Kayle sabía que cuando Francis tomaba esa postura, no había nada que la detuviera hasta que obtenía lo que quería o en este caso, lo que quisiera saber, por lo que se levantó sentándose en posición india al frente de ella.

-Tuve un accidente-. Respondió escuetamente-.

-Cuando…yo…porque me no lo habías dicho-. Expresó nerviosa una parte de ella temía por esa respuesta-.

-Fue cuando…cuando me entere de lo tuyo con Austin, bebí mucho después de haberme ido de tu casa, y cuando iba a la mía, volqué el auto, iba hablando con papá y supongo que por eso la ambulancia no tardó mucho en llegar, ellos…me salvaron la congoja y volviendo sus ojos a la rubia-.

Francis no pronunciaba palabra, estaba destrozada porque la única culpable de que todo eso haya ocurrido era ella. Ahora comprendía perfectamente las palabras de Santana, nadie había herido tanto a Kayle como ella, nadie había provocado que estuviera a punto de perder la vida. Y ante el sólo pensamiento de que eso hubiera podido ocurrir sus ojos se llenaron de lágrimas, no salía ni una palabra de sus labios, no encontraba las correctas que sirvieran como para comenzar a revertir todo el daño que había hecho.

-No sé… cómo pedirte disculpas… su rostro cubierto por lágrimas-. No me podría perdonar si te hubiera pasado algo más-.

-Ya no llores sí-. Dijo limpiándole las lágrimas-. Ya lo supere y estoy aquí-.

Kayle la abrazó aprisionándole en su pecho para tranquilizarla. Y se fue acomodando para acostarse manteniendo a Francis muy cerca de ella, hasta que la rubia ya dejo de llorar. Nunca había soportado verla llorar, quizás por eso no estaba en sus planes contarle lo que había pasado, no quería que se sintiera culpable, era un capitulo que había cerrado en su vida y no veía razones para volver a abrirlo.

-No sé que voy a hacer, ni cómo pero te prometo que voy a remediar todo el dolor que te he causado-. Susurró Francis-.

Kayle sabía que aunque le dijera mil veces que ya no importaba, no lograría nada, así que la abrazó más fuerte y cerró sus ojos. Demasiadas emociones en tan poco tiempo, necesitaba descansar.
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Santana no había dicho mucho en su camino de vuelta de la fiesta. Brittany a pensar de haber bebido algunos tragos, se encontraba en perfectas condiciones por lo que no le pasaba inadvertida la actitud de la morena. Sabía que algo había pasado, estaba segura de ello, porque Santana tenía esa maldita costumbre de que cuando algo le molestaba, se encerraba en sí misma sin dejar entrar a nadie más. Y ella siempre lo intentaba, le preguntaba, pero no se encontraba con más que evasivas y negaciones y odiaba eso. Sobretodo porque últimamente esas situaciones ocurrían más seguido de lo que quisiera.

-¿Me vas a decir que es lo que te pasa?-. Preguntó la bailarina con paciencia-.

-No es nada Britt-. Contestó estacionando el auto al frente de la casa de la rubia, iba a pasar la noche con ella-.

Pero Brittany al escuchar nuevamente una evasiva, se molesto de sobremanera, tanto que le dio una mirada de rabia.

-Entonces, te puede seguir pasando nada en tu casa, porque yo ya no quiero que te quedes conmigo-. Expresó antes de abrir la puerta y salir rápidamente-.

Santana reaccionó casi al instante y partió detrás de la rubia, ya había tenido suficiente esa noche cómo para además terminarla peleando con Britt.

-¡Britt!-. La llamó latina tomándola del brazo-.

-Santana, de verdad es mejor que te vayas a que discutamos y nos digamos cosas que sólo nos harán daño-. Expresó la rubia mirándola a los ojos-.

-No quiero, quiero quedarme contigo, lo siento-. Se disculpó-.

-¿Me vas a decir que te pasa?-. Insistió-. Y no me digas que nada, porque si esa va a ser tu respuesta puedes volver a tu auto e irte a casa-.

-Podemos conversarlo adentro-. Pidió la latina-.

Brittany hiso un gesto de afirmación y abrió con cuidado para no meter mucho ruido. Subieron hacía la habitación de la bailarina y una vez dentro, el ambiente se volvió algo incomodo.

-Te escuchó-. Dijo Britt sentándose en el borde de la cama-.

-Discutí con Kayle-. Respondió manteniéndose de pie haciendo contacto visual-.

-¿Qué pasó?-. Preguntó-. ¿Qué te dijo?-.

-No mucho, no fueron más que un par de frases, quizás fue más el cómo me las dijo-. Contestó sincera-.

-Aún la quieres, por eso te afecta de esa manera-. Dijo la rubia con decepción-.

Santana vio la tristeza en esos ojos azul cielo y se le apretó el corazón. No podía seguir haciéndolo, no podía seguir jugando de esa manera porque no era justo para quien se había mantenido fuerte, esperando por ella. Debía seguir, debía olvidarse y focalizar todo su amor en Britt.

Santana se acercó, sentándose a su lado para tomar su mano tiernamente.

-Lo que siento por ti es para siempre, te amo-. Expresó la morena-.

-Podrías demostrármelo más-. Contestó haciendo un tierno ademán-.

-¿Tienes algo en mente?-. Preguntó provocativa-.

-Mmm…sí, pero no se si te lo merezcas-. Susurró acercándose y pasando sus manos por el cuello de la morena-.

-Puedo hacer lo que sea con tal de merecerlo-. Murmuró-.

Brittany cerró la brecha que las separaba con beso carente de cualquier tipo de reproche. Simplemente buscaba entregarse de nuevo, quería con todas sus fuerzas que volvieran a tener esa conexión, eso de que con sólo una mirada se desnudaban el alma. Quería poder tener el corazón de su latina solamente para ella.

Santana le correspondía con pasión, con todo lo que su cuerpo le permitía darle, sentía como su corazón latía más rápido prácticamente de manera desbocada, le exigía más contacto por lo que se fue acomodando sobre Britt, quitando con desesperación la ropa que llevaba la bailarina.

La rubia se dejaba llevar por las caricias erráticas de su morena y como podía quitaba ella también las prendas de la latina, que no consistían en más que una chaqueta y un vestido extremadamente ajustado. Britt cambio de posiciones una vez que tenía a Santana solamente en ropa interior, y se puso a horcajadas sobre ella. No rompía el contacto visual, y procedió a desabrocharse el sujetador para dejar a la vista su desnudo pecho que provoco que ese café de los ojos de la latina, se hiciera casi negro y como acto inconsciente lamiera sus labios, la deseaba, eso no había cambiado ni podría cambiar.

La bailarina mantenía su postura, mientras permitía que la morena llevara ambas manos hacía sus pechos para masajearlos con intensidad. La rubia se mordía el labio, intentado acallar los gemidos, se comenzó a balancear lentamente buscando fricción, su cuerpo evidencia a través de su humedad que esas caricias ya no estaban siendo suficientes.

Santana sentía perfectamente lo que estaba experimentando el cuerpo de la rubia, dado que su centro se friccionaba en su abdomen, sintiendo toda la humedad, todo el calor que emanaba por lo que con un rápido movimiento recupero el control y la puso debajo de ella, dispuesta a satisfacerla en todo lo que le pidiera.

Comenzó a repartir besos por su cuello mientras con una de sus manos jugaba con la pequeña braga que llevaba la rubia, que buscaba con ansiedad los labios de su morena. Con una mano desabrochó el sujetador que aún cubría esos dos perfectos pechos de piel caramelo que sabían mejor de lo que recordaba, haciendo que subiera la excitación la morena que ya no aguantaba más, lo único que qería era poder hacer suya a esa rubia.

Quitaron la última de las prendas quedando desnudas a merced de la otra, sus caderas comenzaron a acoplarse, uniéndose en su baile predilecto, iban armonizadas en una melodía de gemidos y suspiros que sólo ambas oían, el roce, las caricias y los besos furtivos iban preparando el camino para lo que dos deseaban desde hace demasiado tiempo, hacer el amor.

Santana la miró a los buscando esa aprobación implícita, a lo que la rubia le respondió con una beso.

-Hazlo, te necesito ya-. Le susurró la bailarina mordiéndole levemente el lóbulo de la oreja-.

La latina comenzó a jugar con sus dedos en el centro de la rubia, de poco fue profundizando el contacto, hasta que dos de sus dedos la embestían lentamente para luego ir acelerando los movimientos, haciéndolos continuos, mezclándolos con, besos, apropiándose del labio inferior de la rubia, mordiéndolo con posesión, con pertenencia. Territorialmente marcando lo que era suyo. Y Britt no se quedaba atrás, le dejaba deliberadas marcas por el cuello para tratar de calmar toda esa excitación que estaba sintiendo al tener a su latina dentro suyo, se sentía tan bien, tanto que le parecía que ambas estaban hechas la una para la otra, justo a la medida.

Los gemidos fueron en aumento, cómo señal inequívoca que el clímax estaba cerca, por lo que la latina intensifico sus movimientos, con la vista fija en esos ojos ahora azules intensos.

-Te amo-. Susurró la morena-.

-Te…amo-. Contestó entre cortado la bailarina-.

Luego de eso Britt tuvo un orgasmo impresionante que llevaba el nombre de Santana López. La morena se acomodó al lado de su rubia, le encantaba observar las expresiones de Brittany después de haber hecho el amor, amaba como movía su cabeza ligeramente y suspiraba intentado controlar la respiración, cómo su cuerpo seguía vibrando y ese calor aún emanaba, amaba poder producir todo eso en ella.

-¿En que piensas?-. Preguntó Britt-.

-En cómo me encanta, cada gesto que haces después de haber sido mía-. Le susurró al oído-.

Brittany se giró para posar sus ojos sobre ella, regándole la más brillante de sus sonrisas, de esas que hace tiempo no veía.

-Extrañaba tenerte así, ser tuya-. Dijo sinceramente-.

-Y yo a ti-. Respondió-.

-Pero sabes que extraño más aún-. Preguntó inocentemente-.

-Mmm…no lo sé-. Contestó con un gesto infantil-.

-Que tú seas mía-. Expresó-.

Lo siguiente fue posarse sobre su latina y comenzar a regalarle caricias por todo ese cuerpo que siempre había poseído un sabor exótico, como cada rasgo de su rostro, evidenciando esa mescla en su origen que la hacía poseedora de una belleza incomparable. La embriagaba esa piel canela que se retorcía bajo su cuerpo buscando más contacto, buscando la manera sentirla más cerca.

Su conexión era cósmica, eran dos almas nacidas para estar juntas. Hechas para volver a encontrarse una y otra vez, en un universo llenos de almas, ellas volverían se identificarían tan sólo al ver el brillo que producían sus ojos cuando se veían.

Hicieron el amor toda la noche, rindiéndose al sueño una vez que los primeros rayos del sol se filtraban por las cortinas. Se durmieron acurrucadas, abrazadas sin dejar que ninguna parte de su cuerpo, sintiera el vacío de no estar en contacto con la de la otra.
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Un mes después:

Brittany caminaba por una de las calles centrales de Lima, su madre la había mandado a hacer algunas compras para preparar el almuerzo familiar del día sábado. Ella había aceptado y ahora hacía camino a la tienda dónde compraban regularmente. Iba escuchando música, como era su costumbre, mientras repetía en su mente las cosas que debía llevar, lo hacía porque siempre la enviaban de compras olvidaba alguna cosa y su madre le daba esa mirada de reprobación y le decía que se debía a que siempre andaba en otro mundo.

Algo captó su atención, casi frente a ella había un local que no había visto antes. Por lo que recordaba ahí había una vieja tienda, pero ahora se encontraba totalmente remodelada dando paso a una moderna construcción, con un llamativo letrero que decía "Rafferty dance academy".

La curiosidad y el sonido de la música la llevo a entrar a las instalaciones. Se encontró con una agradable sorpresa al descubrir, que no solamente era moderno por fuera, por dentro estaba muy bien implementado, había una recepción atendida por una alegre señorita, de ahí había un pasillo que estaba lleno de puertas que presumió eran salas. No se equivoco. Dejándose llevar, se detuvo en una de ellas que tenía la puerta entreabierta y se quedo observando como un hombre de postura elegante y de exquisita técnica le daba los pasos a seguir a un grupo reducido de alumnos que lo miraban con admiración. Ella misma no podía quitar los ojos de aquel hombre que claramente poseía una formación clásica, pero que mesclaba los movimientos con danza moderna, sin que pareciera dificultoso hacerlo, era fluido, armónico, simplemente perfecto.

Sin darse cuenta comenzó a repetir algunos de esos movimientos y por primera vez en su vida se sintió torpe bailando, comparada con aquel sujeto no era más que una principiante.

-Señorita, ¿Me puede decir que hace ahí?-. Expresó el hombre-.

Brittany reacciono de forma tardía, estaba inserta en su mundo que no captó que se había acercado a ella, hasta que lo tenía al frente.

-Yo…lo siento…-. Se disculpó rápidamente la rubia-.

-No me ha respondido ¿Qué hacía aquí? Estos ensayos son privados-. Dijo en claro tono de reproche-.

El hombre la inspeccionaba cuidadosamente, lo que la puso algo nerviosa. Era alguien que imponía respeto de manera natural, esa postura impecable, su voz pausada y esos ojos profundamente azules, no dejaban que salieran las palabras de manera fluida.

-¿Eres bailarina?-.

-Mmm…yo bailo sí, ¿Cómo lo supo?-.

-Tú postura, tú físico y por los movimientos que realizaste-. Contestó secamente-. Igual has interrumpido un ensayo y eso no lo permito-.

-Lo siento señor, yo no quise interrumpirlo, simplemente me deje llevar-. Se disculpó agachando la cabeza avergonzada-.

-Dame un momento-. Le pidió relajando el tono-.

Brittany se retiró de la puerta para apoyarse en la pared del pasillo, mientras escuchó como el hombre le daba algunas instrucciones a los alumnos, cuando salió focalizó inmediatamente su mirada sobre ella.

-Soy Ethan Rafferty -. Se presentó extendiendo su mano-.

-¿Cómo el letrero que esta afuera?-. Preguntó inocentemente la rubia respondiendo al gesto-.

El hombre la miró pensando que era algún tipo de broma, pero leyó en la expresión de la rubia que lo había preguntado sin mala intensión.

-Es mi academia, por eso el nombre-. Respondió-.

-Ahora lo entiendo, no la había visto antes-.

-Abrimos hace poco, por eso, llegue desde Nueva York buscando nuevos talentos-. Contestó-.

-Yo tengo talento-. Expresó entusiasta de manera espontanea-.

-Lo note, aunque eso no es suficiente, si quieres ser bailarina debes practicar y dar todo lo necesario-.

-Lo sé-.

-¿Cuál es tu nombre?-.

-Brittany S. Pierce-. Se presentó-.

-Entonces Brittany, te gustaría tener clases conmigo aquí en vez de interrumpir mis clases-. Propuso el hombre-.

Brittany lo miró sorprendida, estaba que se lanzaba a sus brazos y le gritaba un rotundo sí. Pero se contuvo, por lo que respiro profundo e ideo una respuesta menos enérgica.

-Por supuesto-. Respondió con una sonrisa-.

-Ok, tienes condiciones eso es innegable, pero necesito ver algo más que eso, así que habla con la recepcionista para que te de una hora para que audiciones, si me presentas algo que me sorprenda, estás dentro-. Dijo el hombre-.

-Gracias-.

-No me lo agradezcas aún y por favor no vuelvas a interrumpirme así, nos vemos señorita Pierce-. Se despidió entrando nuevamente al aula-.

-¡Adiós!-. Se despidió-.

Britt hiso lo que el hombre le indicó y tenía la audición para el próximo martes en la tarde, lo que no le dejaba mucho margen para preparar algo. Confiaba en su talento, pero se había dado cuenta lo exigente que era el hombre, y algo dentro de ella no quería defraudarlo, le había en pocos minutos despertado una gran admiración.

Se fue casi saltando de la pura alegría, su vida en ese momento estaba tan bien. Su relación con Santana iba cada vez mejor, ya prácticamente no sentía esa inseguridad del principio, la latina había cumplido su promesa de volver a hacerla sentir segura de sus sentimientos. Había algunas veces en que pasaba que aún se daba cuenta que a la latina le dolía ver a Kayle con Francis, pero esas situaciones se volvían cada vez menos. Por lo que su relación se estaba fortaleciendo, podían planear un futuro juntas. Y ahora esto, una oportunidad para perfeccionarse en lo que segundo que más amaba, porque sabía que todo lo que pudiera aprender iba a servirle cuando quisiera aplicar a Julliard, era un sueño en grande, pero era alcanzable, lo sabía.
-----------------------------------------------------------------------------
Kayle llegaba como cada tarde de sábado al departamento de Francis. Últimamente pasaban mucho tiempo juntas, estaban de a poco recuperando eso que tuvieron, aunque aún había inseguridades en la morena. No es que no confiara en Francis, es que no confiaba en ella misma, en lo que sentía. Muchas veces le daban ganas de tomar un avión e irse lejos, a un lugar dónde nadie volviera a pronunciar el nombre de Santana López.

La rubia le abrió con el mismo entusiasmo de siempre, le dio un pequeño beso en los labios antes de hacerla pasar al salón, dónde tenía algunas cosas para comer y había seleccionado películas, ese había sido el plan, para una relajada tarde de fin de semana.

Fueron pasando las horas y se encontraban en una posición muy cómoda. Francis tenía apoyado todo su cuerpo sobre ella. La miraba de reojo, le encantaba cada rasgo de Kay, sobretodo esos ojos verdes que siempre había encontrado tan enigmáticos. Le dio uno tiernos besos en el cuello para llamar su atención. La morena fijo sus ojos en ella.

-¿Te quedas esta noche?-. Preguntó Francis-.

-Seguro, mis padres viajaron el fin de semana por negocios, así que no te vas a deshacer de mí, por lo menos no en estos dos días-. Respondió para volver a poner su atención en la película-.

-Por mi no te fueras nunca-. Le susurró la rubia siguiendo con sus besos-.

-Detente, sabes que ese es mi punto débil-. Le advirtió la morena-.

-Ventajas de haber sido tú novia-. Respondió sin tomar en cuenta la petición anterior-.

Francis buscaba sus labios, quería, lo intentaba pero más allá de esa noche dónde finalmente Kayle se había arrepentido, no volvieron a tener ese tipo de intimidad, todo se reducía a algunos besos y caricias que ella le daba, pero que no siempre eran devueltas con la misma intensidad.

-Creo que ya es tarde ¿Nos vamos a la cama?-. Preguntó la morena-.

-No se si sentirme ofendida o ilusionada por esa propuesta-. Contestó cruzando sus brazos-.

-Francis, ya lo hablamos, dijiste que me tendrías paciencia, por favor no me presiones ahora, porque si es así, prefiero irme a casa-. Le dijo con calma-.

-Ok, lo siento, pero es que a veces me cuesta controlarme-. Contestó con un gesto infantil-

-Pues ahora sabes lo que se siente-. Expresó sonriente-.

-¿Qué quieres decir con eso?-.

-Que tu me estuviste provocando sin dejarme llegar más allá, por seis largos meses ¿O no lo recuerdas?, eras la señorita "voy a llegar virgen al matrimonio"-. Recordó-.

-¿Está es alguna clase de venganza?-. Fingiendo sentirse ofendida-.

-Puede ser-. Contestó con un gesto-. Ven, vamos a la cama-.

La rubia la tomó y la siguió a la habitación. Se cambiaron el pijama y luego se acomodaron para dormir.

Francis sentía un sonido a lo lejos, buscó aún con los ojos entrecerrados y se dio cuenta que era un celular que estaba en el velador de su lado de la cama. No vio quien llamaba, simplemente contestó con la voz somnolienta.

-Hola… pereza-.

Hubo un silencio en la otra línea.

-Hola-.

-¿Johansen?

-Bebé ¿Quién es?-. Preguntó Kayle entre dormida-.

-Alison-. Contestó la rubia reaccionando-.


Kayle despertó al oír el nombre de su amiga, tomó el teléfono, pero lo único que escuchó, fueron los pititos de cuando se corta la comunicación.

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HOLA!!!!!!! espero que les guste este capitulo......un saludo a Gleek_4ever,Gatituu *_* y a Aria, gracias por comentar....y tambn gracias a todos los que leen ........
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Mensaje por aria Dom Mar 10, 2013 10:50 am

Ohhhh pero este cap estuvo mas que genial [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3287304868 muchas emociones juntas... la pelea de francis y san [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 4065562827 ... la reconciliación de las faberry tan tiernas [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 918367557 y el tan esperado momento brittana... POR FIN SE ENTREGARON DE NUEVO!!! [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2145353087 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3637566961 y eso ultimo de kayle y alison mmmm ahi hay algo raro... presiento que esas dos tienen algo mas, me lo presiento por la forma en que kayle que ... y a alison le va a doler mucho que kayle este con francis [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3718790499 QUIERO A KAYLE Y A ALISON JUNTAS!!! [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3637566961

oye y no se si seria mucho pedir de mi parte pero me gustaria ver imagenes de kayle, francis y alison... digo para imaginarme mas o menos como son jaajja
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Mensaje por tatymm Jue Mar 14, 2013 8:30 am

ufa pobre al!! enterarse de esa manera!!! mo a mi san y britt ojala sigan mejor y quinn con rach que paso??? besos!!
tatymm
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Mensaje por atercio Sáb Mar 16, 2013 11:07 pm

Capitulo Veintidós:"En cada latido"

[justify]Quinn estaba en su casillero, tarareando una canción que había escuchado el fin de semana, que como ya se hacía habitual lo había pasado con su pequeña diva. Los padres de Rachel ya estaban al tanto de su relación y aunque en un principio tuvo pánico al pensar un posible rechazo por parte de ellos, con el pasar de los días eso se fue pasando. Hiram Berry era muy amable con ella, al parecer él lo había sabido durante las vacaciones lo que le dio más tiempo para digerirlo, mientras que Leroy aún actuaba con recelo, él jugaba el papel del sobreprotector, y cómo sabía a grandes rasgos el pasado que tenían, peleas incluidas por un idiota que no valía la pena, aún no le daba toda su confianza.

Y ella lo comprendía, por lo que debía demostrar que sólo tenía buenas intensiones con su pequeña y así lo había estado haciendo. Compartiendo citas, salidas al cine, caminando de la mano por el parque, se estaban volviendo a conquistar, aunque ambas sabían lo enamoradas que se sentían, una de la otra. Rachel había cedido en ese afán de la rubia, por empezar de cero, por tomar esta vez todo con calma.

Quinn seguía pensado en lo bien que iba ese último mes, ya pronto le pediría a la su castaña que fueran novias otra vez. Y después de eso, cuando ya estuvieran más consolidadas como pareja, la rubia veía como paso siguiente hablar con su madre. Judy era una de las mujeres más importantes de su vida, con errores o no, era su madre y necesitaba decirle. Necesitaba saber que alguien estaba haciéndola feliz, como nunca antes lo había sido.

-Hola Q-. Saludó Santana-.

-¡Hey S! ¿Qué tal?-. Respondió alegre-.

-Bien, y tú-.

-Muy bien ¿Y Britt?-. Preguntó la chica del pelo rosa-.

-En la sala de ensayo, pasó todo el fin de semana practicando una coreografía, quiere entrar a una academia que se ha instalado hace poco en la ciudad, dice que la ayudara a perfeccionarse para cuando aplique a Julliard y mañana es su audición-.

-Seguro entra, Britt es súper talentosa-.

-Lo sé, mi chica es la mejor bailarina de todo Lima-. Se jactó la morena-.

-Y mi chica, es la mejor cantante de todo Lima-. Bromeo Quinn-.

-Berry no es tu chica, así que no puedes jactarte de ella, por lo que yo gano ex rubia-. Expresó la morena dándole un golpe con su dedo índice en el hombro-.

-Realmente eres una nena Santana, vas a tener que madurar en algún momento-. Dijo con una sonrisa-.

-¡Quinn!-. Se escuchó-.

Las dos chicas giraron, conocían la voz perfectamente, pero la desesperación impregnada en ella, les preocupo.

-Kay ¿Qué pasa?-. Preguntó Quinn-.

-Necesito hablar contigo-. Contestó agitada-.

-Yo…mejor me voy-. Expresó Santana-.

-Mejor-. Coincidió la chica de ojos verdes sin mirarla-.

Quinn odiaba que dos de sus amigas no pudieran aún arreglar sus diferencias. Sabía que ha Santana le dolía cuando Kayle la trataba así, en realidad cuando se negaba si quiera a tratarla, pero ella ya había intentado interceder y eso no salió para nada bien, por lo que ahora simplemente tenía que guardar silencio y esperar que el tiempo ayudara a cerrar las heridas.

-Me vas a decir que te pasa-. Insistió-.

-Alison… ¿Has hablado con ella?-. Con su voz claramente angustiada-.

-No, creo que el último día que hable con ella fue el viernes, me dijo que estaba grabando, así que la escuché muy feliz-. Respondió caminando por el pasillo-.

-No contesta mis llamadas, ni mis mensajes, ni mis mails ¡Ni ninguna maldita cosa que le he mandado para comunicarme con ella! ¡Estoy a punto de subirme a un jodido avión!-. Exclamó frustrada-.

-Haber primero cálmate y me vas a explicar que ha pasado para que Alison no quiera saber nada de ti, porque así no estoy entendiendo nada-. Le pidió-.

-Lo sabe, sabe que Francis esta aquí y me debe estar odiando-. Contestó bajando la mirada-.

-¿Cómo lo supo?-.

-Me llamó el domingo en la mañana y por accidente contestó Francis mi celular, de ahí la volví a llamar pero no me ha contestado, llevó intentando comunicarme con ella ya no sé cuantas horas, con suerte he dormido-. Explicó-.

Y Quinn se podía dar cuenta que eso era cierto por la visibles ojeras que marcaban el contorno de los ojos verdes de Kayle que lucían apagados, se veía cansada y claramente desesperada. Le dieron ganas de decirle que ella se lo había buscado, que le advirtió varias veces que Alison debía saberlo por ella, pero la morena se resistió y ahí tenía las consecuencias. Tenía ganas de decirle eso, pero verla en esas condiciones la hacía controlarse y no ser tan dura con ella.

-Te dije que si lo sabía por alguien más se iba a enojar, se debe sentir traicionada-. Expresó Quinn-.

-Lo sé, cometí un error, pero estoy preocupada, puedes por favor intentarlo tú, seguro a ti te contesta-. Pidió agachando la cabeza-.

-Lo haré, intentare comunicarme con ella y cualquier cosa te aviso-. Aceptó-.

-Gracias Quinn-. Expresó y se acercó a darle un efusivo abrazo-. Tú no sabes todo lo que significa Alison para mí-.

-Tal vez no, pero sé todo lo que tú significas para ella, así que no creo que le dure mucho, te va a perdonar estoy segura-. Contestó la ex rubia-.

-Ojala, porque puedo lidiar con perder a cualquier persona, menos a Alison-. Susurró la morena-.

Santana había tomado una distancia considerable de las chicas, aunque las seguía observando, puesto que le había preocupada el actuar de Kayle. Nunca la había visto tan desesperada, la chica de ojos verdes se caracterizaba por la calma que lograba tener en momentos, dónde la mayoría la perdía. Quiso ir a preguntarle que le pasaba, tal vez pudiera concederle una tregua y por lo menos hablarse, porque en ese mes, no había escuchado ninguna palabra de la morena, ni siquiera el saludo.

Caminó hacía ella, insegura, como si colocar un pie delante del otro significara un esfuerzo sobrehumano para ella, hasta que estuvo muy cerca. Y la miró, la observó tan detenidamente que el tiempo se detuvo. Los recuerdos se hicieron presente y recordó aquellos días en que ella no necesitaba de fortaleza para acercarse a esa chica, al contrario, simplemente se lanzaba a sus brazos y sabía sería muy bien recibida. Pero las cosas cambian, no podía seguir forzándola, sabía que Kayle tenía un corazón impresionante y que la perdonaría. O eso deseaba, era lo que más deseaba.

No se dio cuenta que Kayle había advertido su cercanía y se mantenía expectante a su próximo paso, estaba estática a la espera, quizás de verdad necesitaba un apoyo, no sabía lo que le pasaba, pero veía en sus ojos esa oscuridad que la hacía saber que no se encontraba bien, dio medio paso y la chica de ojos verdes no se alejó. Tal vez era una señal, tal vez le concedería esa anhelada tregua. Pero al siguiente pasó que dio, fueron otros ojos los que la miraban con expectación.

-Hola San-. Saludó Britt con un pequeño roce de labios-.

-H-Hola-. Tartamudeo la morena-.

-¿Nos vamos a clases? Ya terminé con mi ensayo-. Preguntó la bailarina-.

-Seguro-. Dijo-.

Santana no quiso mirar atrás porque sabía que una vez más la había herido.
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Rachel salía con su ánimo por las nubes como era cotidiano, andaba con la energía a mil, y estaban hablando más de normal, si eso era posible. Caminó junto a Kurt y Blaine quien se había integrado a Mckinley y Nuevas Direcciones una semana después del inicio de clases, lo que tenía a su mejor amigo absolutamente feliz y a ella esperanzada en que este año si pudieran ganar las Nacionales, el coro estaba lleno de talento por todas partes.

Iba con su vista buscando a cierta ex porrista con quien compartía la clase siguiente. En su mente había ideado un plan con el que buscaba sorprenderla, porque siempre era Quinn, quien hacía las cosas románticas, quien la llevaba a citas y le había pedido en Nueva York ser su novia, por lo que ya era tiempo de que ella también demostrara que podía hacer cosas para hacerla sentir especial.

-Hola Chicos-. Saludó Francis acercándose-.

-Hola-. Respondieron al unísono-.

-¿Han visto a Kay?-. Preguntó la rubia-.

-Ya se le perdió la novia-. Bromeó Kurt-. No la he visto, debe estar por su casillero o en la cafetería-.

-No está ahí-.

-¿Pasó algo?-. Preguntó Rachel quien noto a Francis un tanto triste-.

-Más o menos, nos vemos luego-. Se excuso y siguió su camino-.

En este intertanto unos brazos muy conocidos aprisionaron a Rachel por la espalda.

-Te estaba buscando-. Susurró Quinn-.

-Y yo a ti-. Respondió sonriente al recibir el tierno beso en la mejilla-.

-Nosotros las dejamos, nos vemos en el Glee Club-. Se despidió Blaine-.

Las chicas caminaron de la mano hacía el salón que les correspondía, ya se habían acostumbrado a los susurros que se generaban a su paso y habían perdido importancia, mientras sus amigos estuvieran a su lado, los demás que se jodieran, pensaba Quinn.

-Tengo algo que preguntarte-. Detuvo la chica del pelo rosa antes de entrar-.

-Dime-.

-¿Qué tienes que hacer este sábado?-.

-Mmm…la verdad tengo planes-. Respondió con un dedo en su mentón-. Voy a salir con una chica-. Añadió la castaña-.

-¿Cómo?-. Preguntó sorprendida-.

-Eso, voy a salir con una linda, impresionante e inteligente chica...-.

-Rachel yo sé que no somos novias aún y no es que no quiera que salgas con alguien en plan amistad claro, pero yo te quería invitar a un cita, yo creo que ya es tiempo de que tú y yo…-.

-Quinn-. Dijo sosteniendo sus brazos para detener sus palabras-. Tú eres la que siempre se encarga de hacerme sentir especial con sus detalles, por lo que ahora es mi turno, así que dado que te han rechazado, supongo que no tendrás problema en tener una cita conmigo el sábado-.

-Rach…yo…-.

-Pasó por ti a las 7:30, y es mejor que estés listas, porque sabes como odio la impuntualidad, estás avisada Fabray-. Concluyó y le guiño un ojo antes de entrar al salón de clases-.

Quinn se quedó boquiabierta viendo como su chica avanzaba y no sólo se perdió en esas interminables piernas que se veían en todo su esplendor por lo corta de la pollera que llevaba, sino en como esa pequeña estrella, la hacía olvidar hasta cual era su nombre, sólo con un par de frases. Estaba completa y absolutamente enamorada, de eso no había duda.

El día avanzando rápido hasta llegar a la hora del Club Glee. Ya no quedaba mucho para las seccionales y aunque no estaban confiados tenían fe en su talento y en que los nuevos refuerzos les ayudarían a ganarlas.

Francis iba adelantada al salón del coro ya que había tenido la hora anterior libre, al entrar vio que Kayle estaba sentada en el banquillo del piano y tocaba una suave melodía. Esa era una de las cosas que la mayoría desconocía de la morena, que desde pequeña había recibido clases de piano, porque su abuelo era un admirador de la música clásica y ella como nunca pudo negarse a algo que él le pidiera, las tomó para tocar para él en las reuniones familiares.

Lo cierto es que desde el día anterior, no habían hablado. Luego de la llamada Kay se apresuró a vestirse y a llamar como enloquecida a Alison. Ella lo entendió, sabía de esa estrecha relación, tuvo que lidiar con ella durante todo su noviazgo y tratar de sobrellevarla de la mejor manera, aunque para ella, Alison constantemente superaba los límites queriendo competir con ella, por quien se llevaba más tiempo de Kay. Por quien era más importante en la vida de su morena.

-Hola-. Saludó la rubia-.

Kayle se giró y detuvo lo que estaba tocando.

-No te detengas, si quieres puedo volver junto con los demás, no quiero interrumpirte-. Expresó-.

-Ven aquí-. Le dijo para que sentara a su lado-.

La rubia aceptó y se ubicó muy cerca de ella, recibiendo la mano de Kayle y cobijándola entre las suyas como señal de apoyo.

-Lo siento sí, lamento mucho mi reacción de ayer por la mañana, no debí irme así, no fue tú culpa después de todo-. Dijo Kay rompiendo el silencio-.

-No te preocupes, yo entiendo-. Contestó bajando la mirada eso no era del todo cierto-.

-Mírame-. Le pidió-. No me quiero justificar, porque sé que te dolió como actué, pero tú mejor que nadie conoce como es Alison cuando se trata de ti, aún no contesta ninguna de mis llamadas y me preocupa, es mi mejor amiga-.

-Lo sé, simplemente creo que ella esta buscando constantemente como alejarte de mi, busca formas de tener totalmente tu atención, eso no esta bien Kay, tiene que aprender a que no puede ser la única mujer en tu vida, menos la más importante, ni cuando tu y yo éramos novias respeto eso -. Expresó la rubia-.

-Entiendo que te sientas así y reconozco que siempre me ha sido difícil lograr un equilibrio entre tú y Al, y eso es porque ambas son importantes para mi y no quiero dañar a ninguna-. Dijo mirándola a los ojos-.

-Lo sé y trato de entenderlo te juro que sí, pero cuesta sobretodo porque tú eres capaz de dejar cualquier cosa por correr a dónde esta Alison, y se aprovecha de eso, sabe que la cuidas, que te preocupa que haga una estupidez otra vez…-.

-Es mi mejor amiga, es mi trabajo cuidar de ella, pero te prometo que no volveré a actuar así contigo por algo que suceda con Alison, ¿bueno?-. Propuso, no quería ahondar en el tema que había sacado Francis-.

-Mmm…tal vez si me das un beso me convenzas-. Contestó caprichosa-.

Kayle sonrió y rompió la distancia entre las dos en un beso que comenzó inocente y luego fue creciendo en pasión. Francis la sujetaba del cuello mientras ella tenía sus manos en la cadera de su ex novia.

-Hay lugares para hacer eso, podrían buscarse uno-. Exclamó Santana interrumpiendo-.

La latina entraba junto a Britt, Quinn y Rachel, más atrás venía Kurt, Blaine y Mercedes. Al verlas no pudo evitar lanzar un comentario desagradable que no causo gran sorpresa dado que ella era asidua a ellos. Sin embargo, ese fue para sacar la frustración personal que le producía, el hecho de ver que la rubia fue quien finalmente terminara con ese estado en que Kayle se encontraba anteriormente. Aún no superaba sus celos y pensaba que no sería cosa que lograra controlar a corto plazo.

La chica de ojos verdes ni siquiera se dio aludida el escuchar a Santana, simplemente le tomó la mano a Francis y se ubicaron en una de las últimas filas de asientos.

Cuando el maestro hiso su entrada, se dirigió inmediatamente a la pizarra y escribió algo que produjo una algarabía entre todo el grupo. El titulo "Rock".

-Chicos, ya quedan sólo un par de semanas para las seccionales y este año como nunca estamos a rebalsar de talento, por lo que cómo maestro tengo la obligación de sacar todo de ustedes, han demostrado que pueden expresar a través de una balada, lo que quiero ver ahora es fuerza, pasión desbocada, ira, ¡sensualidad! Es un genero amplio así que usen eso a su favor, será un desafió en duplas-. Exclamó ante los aplausos de los chicos-.

El señor Shue comenzó a dar las parejas, en las que intento se dieran personas que no habían cantado antes juntas, Mercedes y Blaine, Kurt y Puck, Finn y Tina, Artie y Mike.

-Y las últimas parejas, Rachel y Francis, Santana y Quinn, y para finalizar Brittany y Kayle-.

Todos se miraron ante esa última pareja, las chicas intentaron darse una sonrisa que resultó más forzada, de lo que si quiera ellas imaginaron. Sabían que no servía de mucho intentar reclamar o algo, ya que el profesor cuando asignaba parejas no las cambiaba por mucho que le reclamaran. Lo llamaba "obra del destino".

-Se puede joder el maldito destino-. Murmuró Kayle por lo bajo-.

La clase finalizó y Quinn estaba esperando a Rachel quien estaba conversando con el maestro. Kayle se acercó a ella junto con Francis.

-¿Y que te pareció la tarea de la semana?-. Preguntó la rubia a Quinn-.

-Bien creo que tenemos grandes chances de ganar, estoy con Santana después de todo-. Dijo con una sonrisa-.

-Yo también creo lo mismo, de hecho nos podríamos ahorrar esta presentación y que ustedes ganaran-. Secundó la morena con fastidio-.

-¿Y porque tan seguras?-. Preguntó Francis alzando una ceja-.

-Tú sabes, mira a Quinn ya tiene toda esa imagen de chica mala, con el pelo rosa incluido y ahora añádele a Santana, latina, voz rasposa, ultra sexy, lo tienen ganado-. Justificó Kayle alzando los hombros-.

-¿Estás diciendo que yo no puedo ser una chica mala sexy?-. Preguntó ofendida la rubia-.

-¿Quién no puede ser sexy?-. Interrumpió Rachel uniéndose a la conversación-.

-Estás dos, dicen que tú y yo no vamos a ganar esto porque no somos tan sexys como Santana-. Explicó Francis aguardando la respuesta de Kay-.

-¿Tú dijiste eso?-. Interrogó enfocándose en Quinn con una mirada asesina-.

-Yo no dije nada-. Dijo la rubia levantando las manos en señal de inocencia-.

-Tampoco lo negaste, así que no te hagas la inocente-. Expresó Francis-. Kay, estoy esperando-.

-Ya no le des tanta importancia, fue sólo un comentario, ustedes sin duda son de las dos mejores voces del coro, si es que no las mejores, simplemente que…tú sabes, eres elegante y delicada…no te imagino en ropa de cuero, eso es todo-. Justificó nerviosa la morena buscando en Quinn una ayuda que nunca llegó-.

Rachel se había ubicado en las piernas de su novia no dándole tanta importancia, después de todo y siendo súper honesta, era difícil llegar a ser más sexy que Santana López.

-¡Berry levántate!-. Exclamó Francis-.

-¿Qué? ¿Por qué?-. Preguntó aferrándose el cuello de Quinn-.

-Vamos de compras y luego a ensayar, cuando termine se van a dar cuenta que podemos ser las chicas más sexys de Lima-. Expresó con convicción-.

Rachel la miró y luego a Quinn, le dio un beso en los labios de despedida, alzo los hombros como disculpándose y se levantó.

-Te vas a tragar cada palabra que has dicho-. Le susurró a Kay, le dio un beso y salió junto a la pequeña diva-.

Quinn y Kayle se quedaron mirando un par de segundos hacía la puerta como no cayendo aún en lo que había pasado.

-Eso te pasa por comparar a tu ex novia con tu actual amiga con derecho que fue tu novia, nada sutil Carpentier-. Bromeo la rubia-.

-Supongo que lo dije y después lo pensé-. Contestó entre risas-.

-Kay, pude hablar con ella-. Dijo de repente cambiando su expresión y tono de voz-.

-¿Qué te dijo?-. Se apresuró a preguntar-.

-La verdad no mucho, porque estaba grabando, pero le dije que la llamaría en la tarde, pensando que así tú puedes estar conmigo y ya sabes, hablarle-. Dijo la ex rubia-.

-¿En serio harías eso por mí?-.

-Aunque me arriesgo a que me odie, lo haré porque sé que ella tampoco lo debe estar pasando bien, así que ¿Vamos a mi casa?-. Invitó-.

-Seguro, te sigo en mi moto-. Aceptó-.

Quinn salió del estacionamiento y como acordaron atrás de ella iba Kayle. Una vez que llegaron, entraron a su habitación para tener más privacidad.

-Ok, ¿Estás lista?-. Preguntó la ex rubia-.

-Seguro, aunque aún no sé que decirle, pero supongo que eso se dará-. Contestó no muy convencida-.

Quinn tomó su celular y fijo su vista en Kayle quien frotaba las manos con nerviosismo. Marcó y al cabo de algunos tonos, se escuchó la voz de la otra chica en la línea.

-Hola Quinn-. Saludó-.

-Por fin la estrella se da tiempo para las amigas-. Expresó Quinn-.

Alison soltó una risa en la otra línea.

-Lamento no haber podido hablar antes, mi productora es súper exigente y no le gusta que nada me desconcentre, además ya había tenido que repetir algunas canciones-. Dijo con un dejo de tristeza-.

-¿Te pasa algo?-.

-Tú lo sabes-. Respondió-.

-Sí, lo sé y lamento no habértelo dicho pero sentí que no era algo me correspondiera a mi, era Kayle quien debía decírtelo y no haber esperado a que lo supieras de esa manera-. Expresó la ex rubia-.

Kay cuando escuchó eso, le dio una mirada a Quinn de "por favor no me ayudes tanto". Sabía que había cometido un error, no necesitaba que se lo recordaran.

-No quiero hablar de Kay, me mintió, la última vez que estuvimos juntas me dijo que no regresaría con ella-. Dijo herida la pelirroja-.

-Lo entiendo, pero ella si quiere hablar contigo, esta desesperada Al, esta a punto de tomar un avión directo a Los Ángeles, no le has respondido ninguna llamada ni nada-.

-No quiero escucharla ni a ella ni a sus estúpidas excusas-.

-Yo sé que si la quieres escuchar, por eso sé que me vas a perdonar esto que voy a hacer-. Expresó-.

Quinn le hiso una seña para que Kayle se acercara, mientras escuchaba como Alison repetía su nombre a través del teléfono.

-Al…soy yo Kayle-. Dijo la morena tímidamente-.

Y hubo un silencio sepulcral en la línea.

-Al, por favor dime algo, llevo más de un día llamándote, enviándote mensajes, mails y todo lo que se me ha ocurrido para hablar contigo, ¡Dios que ni siquiera he dormido!, dime algo sí, que me odias por último pero háblame-. Le suplico la morena-.

-¿Que no dormiste por mi? ... no soy tan ingenua... ¿es que acaso la estúpida de Johansen aún no puede bajarse de tu cama?-.

Kayle suspiro pesadamente, de entrada eso no se veía fácil, como nada que tuviera que ver con Alison.

-Al, las cosas no son como te las estás imaginando yo…-.

-¡Tú que! Tú me mentiste descaradamente Kay, ¿hace cuando? ¿Hace cuanto que esa imbécil se volvió a meter a tu cama?-. Le preguntó agresiva-.

-Cálmate sí..-. pidió-.

-¡No me pidas que me calme! ¡Respóndeme!-. Exigió-.

La morena trago saliva, se sentó en el borde de la cama. Quinn había salido para darle más privacidad, pasó su mano por su frente como intentando buscar las palabras correctas que tranquilizar a su amiga.

-Al, yo no estoy con Francis ni he dormido con ella, esa noche me quede en su departamento, y lo he hecho un par de veces más, pero no ha pasado nada de lo que piensas, estamos…-.

-¿Están que? ¿Conociéndose? Haber déjame decirte lo que pasó…Llego a Lima, haciéndose la comprensiva, ofreciéndote su amistad, diciéndote que no te iba a presionar, que ella con todo su "amor" te iba a esperar, y tú la muy idiota le creíste así que bajaste la guardia y ella volvió a seducirte ¿o no?-. Expresó segura-.

-Las personas tienen derecho a segundas oportunidades-. Murmuró insegura-.

-¡¿En serio me estás diciendo eso? Quieres que te recuerde todo lo que ella te hiso, porque ella es la culpable de…-.

-¡Se perfectamente lo que pasó! No tienes que recordármelo Alison-. Interrumpió la morena alterándose por primera vez en la conversación-.

-¿Y aun así la quieres tener cerca?, no te entiendo, te juro que te desconozco-. Contestó-.

-No te pido que lo entiendas, esperaba simplemente que como mi mejor amiga me escucharas, me dejaras explicarlo, no tener que llegar a involucrar a alguien más para hablarnos, nunca hemos tenido que hacerlo, siempre las dos ¿recuerdas?, sólo tu y yo-. Dijo con nostalgia-.

-Lo recuerdo Kay, pero ya no somos "Sólo tú y yo", lo dejamos de ser al momento en que ella apareció en tu vida y me desplazaste a un papel segundario, me dejaste de pertenecer Kay, y yo cedí porque pensé que te hacía feliz, pero después de todo lo que ha pasado. ahora tengo la certeza de que con ella, jamás vas a serlo ¡Abre los ojos!-. Exclamó-.

Alison con esa última frase esperaba que Kayle por fin se diera cuenta de lo que sentía, quería dentro de sí decirle por qué no quería a Francis cerca. Pero no era el momento, eso debía ser algo que dijera mirándola a esos hermosos ojos verdes que tanto le gustaban.

-Lamento profundamente que tengas esta reacción, te quiero Al, te quiero tanto, pero son mis decisiones y tienes que respetarlas, no puedes pretender que siempre haga lo que quieras, no puedes interferir así en mi vida-. Le dijo en un tono suave-.

-¿Interferir? ¿Eso soy ahora? Alguien que interfiere en tú vida, sí es así ya no sé porque seguimos hablado Kayle, porque yo por lo menos tengo todo sumamente claro y la sigues prefiriendo a ella-.

-¡Alison ya basta! Sabes lo que quise decir, sabes que te quiero y tú eres más importante en mi vida que cualquier otra mujer, si no te dije lo de Francis es porque sé que estás grabando y no quería que nada te pudiera afectar, te conozco si, así que por favor no intentes hacerme sentir más mal de lo que ya me siento-. Expresó con la voz quebrada-.

Alison sabía que probablemente Kayle había perdido el control de sí misma y algunas lágrimas caían por su hermoso rostro, sin embargo, estaba herida. Lanzó un suspiro triste al otro lado del teléfono, su voz sonó baja y oscurecida por sensaciones que Kayle no alcanzo a descubrir.

-No Kay, en realidad no me conoces...-.

Kayle sintió recorrer un escalofrió por todo su cuerpo, no sé esperaba eso. Sabía que iba a recibir gritos, reproches, incluso algún insulto. Pero no, que a quien había visto por primera vez a los 10 años, le dijera que no la conocía. Iba a decir algo pero la pelirroja se le adelantó.

-Sí ya no hay nada más que quieras decirme, tengo cosas importantes que hacer-. Dijo cortante-.

-Entiendo, sólo quiero que sepas que lo lamento y si quieres hablar sólo llámame y espero que dentro de un mes y medio cuando sea mi cumpleaños estés aquí, no podría imaginar no tenerte conmigo, te quiero Al, de verdad lo hago y voy a estar esperando por ti-.

Alison no encontró las palabras para responder por lo que simplemente cortó la llamada, necesitaba pensar y tal vez un tiempo sin saber de Kayle le ayudaría a decidir que es lo que finalmente haría.

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Santana había dejado a Brittany en su casa puesto que la bailarina seguía ensayando para su audición del día siguiente. La latina no se hiso problema, sabia lo importante que era para su chica todo eso del baile.

Se fue a su casa y se cambio de ropa, andar con el uniforme de Cheerio todo el día no era su concepto de comodidad, por lo que se soltó la cotidiana cola de caballo para dejar su cabello suelto, eligió un jeans desgastados y un suéter ancho. Luego de eso volvió a salir.

Iba manejando por las calles de Lima hacía un destino que conocía muy bien. Estaciono afuera y luego tocó el timbre.

-Santana-. Dijo Quinn sorprendida-.

-Fabray-. Saludó-.

-¿Qué haces aquí?-. Preguntó algo incomoda dando una mirada hacía la escalera-.

-Vine a verte y aprovechemos el tiempo para escoger una canción…¿Me vas a dejar pasar?-. Preguntó cruzando sus brazos-.

-Sí, claro, perdón-. Se disculpó la rubia y le hiso una seña para que la acompañara al salón-.

-Si hubiese sabido de este recibimiento probablemente habría preferido quedarme en casa, aguantando la cara descompuesta de mi madre-.

-¿Aún no se arreglan las cosas con ella?-. Preguntó antes de ir a la cocina por unos refrescos-.

-No-. Respondió escuetamente-.

Quinn le pasó una soda a Santana mientras se ubicaba a su lado en el sofá.

-Quiero decirle a mi mamá lo que pasa entre Rachel y yo-. Dijo-.

-¿Estás segura?-. Preguntó-.

-Eso creo, o sea Rachel habló con los suyos, me parece justo yo hacerlo también, no quiero que sienta que la estoy escondiendo-. Explicó-.

-Y lo entiendo Quinn, pero Rachel tiene dos padres, no creo que ni un millón de años la habrían rechazado, tú situación es diferente, nuestra situación lo es, no quiero que pases lo que yo si lo puedes evitar o aplazar por un tiempo, porque duele que tú propia madre no sea capaz si quiera de mirarte a los ojos-. Expresó la latina con pesar en su voz-.

Quinn puso su mano en el muslo de la latina en señal de apoyo.

-¿Sabes lo peor de todo esto?-. Preguntó retóricamente-. Que por un momento pensé que ella me amaba lo suficiente como para que, el que dirán no le afectara, para que mi felicidad fuera más importante, pero me equivoque y eso creo que hiso que doliera más aún-. Confesó la latina-.

-Lo siento mucho San, no sé que decir que te pueda hacer sentir mejor, supongo que hay que pasar por eso para lograr comprender el dolor que produce-.

-Supongo que así es, por eso a veces me siento sola…-. entre susurros-.

-Sabes que me tienes a mí y tienes a Britt también-.

-Lo sé, pero Britt aunque sé que lo intenta no puede entenderlo, sus padres le dieron todo su apoyo, sobretodo su madre que esta feliz con la idea, y no es que no me sienta apoyada, es simplemente que con…-. Santana bajo la cabeza con vergüenza-.

-¿Con…?-. Preguntó para que Santana continuara-.

-Con Kayle me sentía protegida, si sé que suena horrible que lo diga de esta manera, pero la extraño, porque con sólo uno de sus abrazos me hacía sentir que aunque el mundo se cayera, ella estaría ahí para protegerme y nada me pasaría, cuando me decía "estamos juntas en esto"…yo…-. latina no podía detenerse-.

-San… rubia algo incomoda intentando detenerla-.

-Si sé lo que me vas a decir, que esta mal porque otra vez voy a hacer sufrir a alguien, pero te juro que lo he intentado, te juro que he intentando sacarme esta maldita sensación que tengo en el pecho cada vez que la veo, pero no puedo, una parte de mi la necesita tanto, la extraña y yo amo a Britt pero…-.

-San…-.

-La amo, lo siento así, no sólo lo digo, pero es diferente, ellas son tan diferentes, con Britt siento que es mi trabajo cuidar de ella, es tan frágil, vive en ese mundo paralelo y tienes que estar siempre pendiente de que nada la hiera, con Kay me sentía cuidada, protegida, ella me hacía tener confianza en mi misma, me arriesgaba porque sabía que si algo salía mal, ella estaría con su sonrisa y sus abrazos para hacerme sentir mejor, Quinn, yo aún la quiero…-. bajando la mirada-.

-Quinn…-. escuchó-.

La chica del pelo rosa cerró los ojos como pensando "esto era lo que me temía". Santana la miró con un signo de interrogación gigante sobre su cabeza y sin emitir palabras le decía de porque no la había advertido, a lo que Quinn la miraba con una expresión de "Lo intente pero estabas ocupada con tu verborrea enumerando las características de tus chicas". Ambas se levantaron y se encontraron con Kayle en el umbral que separaba el salón de la entrada de la casa.

-Gracias-. Dijo Kay entregándole el celular y así aprovechando de romper el silencio-.

-¿Arreglaron las cosas?-.

Kayle simplemente giró la cabeza en negación, agachándola para clavar su mirada en el suelo.

-Lo lamento mucho…¿Quieres hablar?-.

Santana la había inspeccionado y después de pasado el miedo inicial de que Kayle hubiera escuchado más de lo necesario y la enfrentara como aquella noche. Se dio cuenta que no estaba para nada bien, sus ojos estaban rojos, claramente había estado llorando y esa expresión triste que llevada, graficaba aunque intentara evitarlo, que su dolor no era superficial.

-Creo que es mejor que me vaya-. Expresó Kay mirándolas a ambas-.

-No, la que se va soy yo, tú estabas aquí antes que llegara, así que no te preocupes, nos vemos en la escuela-. Se despidió la latina-.

-No-. Dijo Kay y le sostuvo el brazo-. Yo vine sólo porque Quinn me hiso un favor, quédate, es tu mejor amiga después de todo-. Expresó con su voz calmada y mirándola a los ojos-.

Santana se descoloco antes esa acción, hace mucho que Kayle no le decía algo en ese tono, ni mirándola a los ojos, ni menos tocándola. Por lo que se le trabaron algunas palabras.

-También es tu amiga y seguro quieren hablar, así que en serio no hay problemas, yo me voy-. Contestó con una media sonrisa-.

-¡Dios santo ya paren el jueguito de "No tú, no yo"!, que ya no tenemos cinco años-. agitando sus manos-. Que acaso no se pueden quedar las dos, las dos son mis amigas y hay espacio suficiente no creen, así que déjense de estupideces, que veremos una película y comeremos algo porque muero de hambre-. Dijo con autoridad-.

Kayle sonrió sinceramente después de bastante tiempo sin hacerlo en la presencia de Santana. Ambas avanzaron rumbo al salón detrás de ella, en señal de estar de acuerdo.
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Rachel bufó sonoramente corriendo su flequillo con más energía de la necesaria. Ya llevaban no se cuantas horas en el centro comercial y sólo habían comprado un par de cosas, además de eso sólo había escuchado las constantes quejas de Francis sobre como a Lima le hacía falta una gran dosis de tiendas de diseñador, ya que textualmente en palabras de la rubia "En este maldito pueblo no hay nada decente que pueda usar". Claramente estaba exagerando, y lo pensaba ella, que era la reina del drama y la exageración. Porque ella se había podido vestir durante diecisiete años viviendo en Lima.

-¿Podemos ir a comer algo? Te juro que si seguimos caminando me voy a desmayar-. Le dijo Rachel-.

-Ok, pero si después no alcanzamos a comprar lo necesario antes del cierre te hago responsable Berry-. Le dijo amenazante-.

-Está bien, no me importa si es que toda tu furia de chica cosmopolita cae sobre mí, sólo vamos por algo de comer-. Aceptó-.

Fueron a un restaurant cercano al centro comercial que se especializaba en comida vegana. La rubia no se hiso problema, dado que solía comer casi puras ensaladas en general por lo que no significaba un gran cambio. Las atendió un joven bastante atento y porque no decirlo coqueto, hicieron sus ordenes y esperaron.

-En realidad no entiendo como un comentario te pudo afectar tanto, cómo para hacerme estar toda la tarde recorriendo tienda por tienda, siento que más allá del vestuario, debemos enfocarnos en la canción y que en nuestra voces se puedan acoplar, y que ninguna se sienta opacada por la otra dado que ambas estamos acostumbradas a brillar y personalmente…-. Hablaba la castaña-.

-¡Ya detente!-. Exclamó-. Sé que es importante la canción y todo lo que dijiste, pero también es importante vernos bien, ¿O no quieres ganar?-. Le preguntó-.

-Por supuesto que sí, la pregunta es ¿Te importa ganar? ¿O sólo estás haciendo esto para Kayle? Para demostrar que eres superior a Santana, porque si es así…-.

-Tú no entiendes-. Interrumpió nuevamente-.

-Explícamelo, sí lo haces seguramente así me será más fácil hacerlo-.

-Ella…ha cambiado, antes cuando éramos novias, era más…-. Decía con sus manos nerviosa esperando que Rachel le entendiera-.

-¿Era más que?-. Interrogó frunciendo el ceño-.

-Más apasionada, ella siempre quería estar conmigo, besarme, tocarme, me costaba sacármela de encima-. Dijo con las mejillas sonrojadas y desviando la mirada-. Pero ahora no lo es, de hecho es como todo lo contrario, yo la buscó y me evita-.

Rachel se dio cuenta que a la chica le costaba hablar del tema y la entendía perfectamente, porque ella se sentía parecido con Quinn. No es que no valorara todo lo que rubia hacía, era sólo que a veces comenzaban a besarse, las cosas subían de temperatura y cuando ya pensaba que iba a tener a su chica otra vez, Quinn se detenía y la dejaba con toda esa mezcla se sentimientos.

-Te entiendo, es frustrante-. Le dijo la castaña-.

-Sé que es sólo una presentación, pero en este momento cualquier oportunidad me sirve, quiero que me mire otra vez como lo solía hacer, ¿Está mal eso?-. Preguntó con sus ojos verde azulados muy brillosos-.

La castaña nunca pensó ver a esa chica tan altiva, así de vulnerable, de alguna manera se estaba abriendo con ella y lo valoraba profundamente, ya que, ella nunca había tenido muchas amigas, con quienes hablar y que confiaran en ella. Porque Quinn no contaba ella era mucho más eso, y bueno Kurt, la mayoría de las ocasiones podía ser pasado por una, pero finalmente era un chico y había cosas que por mucho que quisiera no iba lograr entender. Por lo que se sentía bien poder hablar así con Francis, además sabía que la chica también necesitaba una amiga, había dejado todo en Nueva York por venir tras de Kayle, y eso era algo que ella valoraba muchísimo, porque alguien que luchaba así por amor, no podía ser una mala persona.

Le dio una sonrisa de apoyo y puso su mano sobre la de la rubia.

-Claro que no, vamos a encontrar ese vestuario perfecto y nuestras chicas babearan por nosotros, así que mejor comamos rápido y así volvemos al centro comercial-. Dijo sin borrar la sonrisa-.

-Estoy de acuerdo-. Contestó la rubia-. Y gracias-.

-No hay de que, se siente bien tener una amiga-. Dijo la castaña-.

-Me gusta la idea de ser tu amiga Rachel-. Respondió amable-.

Comieron entre conversaciones variadas, reían como dos viejas amigas. Lo cierto es que tenían muchas cosas en las que eran bastante similares-claro está menos el gusto por la ropa- por lo que no se les hacía difícil encontrar temas de los que hablar.

Luego volvieron a recorrer las tiendas faltantes, esta vez con bastante más éxito puesto que encontraron justo lo que buscaban. Cuando ya se iban y al pasar delante de un elegante local, Rachel fijó su vista en un vestido que era exhibido en la vitrina, pero no se animaba a entrar.

-Es lindo, creo que se ajustaría perfecto a tus curvas y es corto así que con los zapatos adecuados seguro le sacas provecho a tus piernas-. Expresó Francis-.

-Tengo una cita con Quinn el sábado y quiero usar algo distinto, tú sabes algo que me haga ver… -.

-¿Deseable?-.

Rachel respondió haciendo un gesto afirmativo con su cabeza.

-Entonces entremos, ese vestido me gusta pero yo lo pediría en otro color si lo que quieres es que tu chica te salte encima a penas te vea-. Invitó dándole seguridad-.

-Gracias-. Le dijo-.

-No me agradezcas aún, hazlo cuando te logre convencer de dejar de usar esos horribles suéteres de reno que tanto te gustan-. Contestó bromeando-.

Rachel rio ante el comentario y luego entraron a la tienda. Se probó algunos vestidos, pero el de la vitrina seguía capturando su atención, sin duda, era muy diferente a lo que usaba normalmente, era atrevido y seguramente la iba a hacer lucir mayor, pero quería sorprenderla. Siguió el consejo de la rubia y lo vio en otro color, al probárselo se veía realmente impresionante, así también se lo hiso saber Francis, por lo que lo compró sin dudarlo más.

Salieron del centro comercial satisfechas con sus compras. Rachel llevó a Francis hasta su departamento, dado que la rubia aún le costaba ubicarse en Lima, la castaña se burlaba diciendo que como podía hacerlo si ella misma decía que era un "pueblo". La rubia se defendía, respondiendo que se negaba a hacer de Lima su ciudad que sólo era un período y luego regresaría a su amado Nueva York.

Al despedirse, acordaron que al día siguiente comenzarían la búsqueda de la canción y los ensayos.
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Sáb Mar 16, 2013 11:10 pm

Capitulo veintidós: "A cada latido" parte 2

Martes. Y Brittany estaba sentada en una de las sillas del corredor que daban al auditorio central de la academia de baile de Ethan Rafferty. Mantenía sus pies cruzados debajo de la silla golpeándolos levemente contra el suelo mientras llevaba sus dedos a su boca con nerviosismo, mordiendo el costado del pulgar con ansiedad.

Cuando llegó había un chico y una chica esperando, no hubo más que un intercambio de sonrisas entre ellos. La primera que entró fue la chica y al salir notó como sus ojos estaban rojos a punto de llorar. Eso produjo que sus nervios se acrecentaran al nivel de pánico, quiso acercarse a consolarla pero la chica salió corriendo al baño, seguramente no quería llorar en público y así conservar la poca dignidad que le quedaba después de su audición.

El turno siguiente fue del chico, y ahí estaba, esperando que él saliera para entrar y dar lo mejor de sí, aunque con esos nervios lo veía difícil. En eso comenzó a sonar su celular y en la pantalla vio esa imagen que siempre la hacía sonreír.

-Hola-. Saludó-.

-Hola ¿Cómo estás?-. Preguntó la morena-.

-Nerviosa, no sé, quizás es mejor que me vaya a casa, una chica salió llorando-. Expresó con miedo-.

-Pero esa chica no eres tú Britt y seguro no tiene tú talento, así que no te mueves de ahí, tienes que entrar y demostrarle lo buena que eres-. Le dijo dándole ánimo-.

-No sé San, él es como realmente impresionante, nunca había visto a alguien que bailara así, simplemente te hipnotiza con cada movimiento por lo que si me dice que no sirvo de verdad le creeré-. Explicó-.

-Es imposible que diga eso, porque sabes que tú brillas, más si es sobre un escenario, y en la única persona que tienes que creer es en ti misma, yo lo hago, creo en ti Britt, así que entra y demuéstraselo, y si te llega a decir algo malo, dile que es mejor que se cuide porque iré y le pateare el trasero al estilo Lima heights adjacent-. Dijo intentando sonar amenazante-.

-Gracias San, creo que ya no estoy tan nerviosa-.

-Te amo, y llámame a penas salgas-.

-Lo haré y yo también te amo-. Le dijo-.


Al cortar la llamada sintió más confianza, Santana siempre había logrado eso. Desde que eran pequeñas y estaba convencida de que era tonta porque los demás niños se lo decían para hacerla llorar, la latina había estado ahí para decirle que no era cierto, que ella era capaz de hacer cualquier cosa, y que los otros niños eran los idiotas. Y desde ahí que comenzó a querer a esa morena ruda que con un solo grito hacía que todos los demás dejaran de molestarla. Y su amor fue creciendo junto con su confianza en si misma.

Ese amor que ahora buscaba tanto proteger porque veía en peligro, porque por un error suyo su latina había conocido otros labios y aunque le doliera sabía que entre ellas algo había cambiado desde entonces. Tenia miedo de volver a perderla, temía no ser capaz de mantenerla a su lado y que Santana volviera a los brazos de Kayle buscando algo que ella no era capaz de darle.

-Brittany Pierce-. Escuchó-.

Era la misma chica que la había atendido en recepción el día que entró a la academia. Era su turno.

-Brittany-. Dijo a modo de saludo Ethan-.

-Hola-. Respondió la rubia-.

-Espero que hayas venido preparada porque los dos fracasos anteriores me han puesto de mal humor -. Expresó el hombre con un gesto de fastidio-.

-Eso creo-. Respondió tragando saliva-.

-Ok, entonces comencemos, tengo una clase luego a la que no puedo llegar tarde-. Apuró moviendo su mano en señal de que comenzara -.

Brittany le dio la espalda ya le había entregado la música a la chica que oficiaba de asistente. Respiro profundo esperando que la canción elegida comenzara a sonar.

Ethan era un perfeccionista por excelencia, sus años de formación tanto dentro del país como en Europa, le habían enseñado que no bastaba tener talento, la clave para triunfar era que se debía amar la danza sobre cualquier otra cosa, debía ser tú foco de atención absoluto o sino por mucho talento que se tuviese jamás se lograría llegar lejos. Y lo sabía por experiencia, porque había sacrificado mucho por lograr todo lo que se propuso. Sin embargo también era capaz de identificar esos diamantes, que en bruto ya brillaban más de lo ordinario, aquellas piezas que no se lograban encontrar en forma recurrente y que con las clases necesarias serían simplemente perfectas. Y eso era para él aquella despistada rubia que había interrumpido su clase unos días antes, por lo que no podía evitar estar expectante a lo que Brittany fuera a mostrarle.

La rubia comenzó a moverse al ritmo de " I Wanna Dance With Somebody". Sus primeros pasos no los sintió del todo fluidos pero a medida que sintió como la música de apropiaba de sus movimientos olvido todos esos nervios que le impedían expresarse como quería, ya que después de todo esa siempre había sido su forma de expresión, no podía coartar el ímpetu con que cada paso se ligaba con el siguiente para ir formando la coreografía que había repetido muchas veces antes, pero que ahora quería, fuera algo extraordinario.

Al maestro estaba evitando incluso pestañar para evitar perderse algún mínimo movimiento de la bailarina, estaba hipnotizado por esa hermosa rubia. Su flexibilidad, las expresiones en su rostro, su fluidez, la fuerza y la pasión impregnada en cada movimiento, ella simplemente había hecho suyo cada espacio en el escenario.

Al finalizar la coreografía, Britt sé que quedó en silencio ante la examinadora mirada del hombre que con esos profundos ojos azules, pareciese que se estuviera teniendo una batalla interna, el silencio en el que se encontraba aquella sala hacía que la rubia se sintiera pequeña y con ganas de llorar, puesto que si no había siquiera alguna palabra era porque lo había hecho realmente mal.

Ethan se levantó de su silla y con sus palmas comenzó a aplaudir, no efusivamente ni abandonando aquella expresión seria que siempre traía consigo, pero aplaudiendo al fin y al cabo, y eso no podía ser una mala señal, ¿cierto?, pensaba la rubia que hiso una reverencia y sonrió.

-Salvo por algunos detalles que son mejorables bajo mi tutela, has estado muy bien Brittany, eres muy talentosa-. Expresó el hombre-.

-Gracias-.

-Eso sí no debes confiarte en tu talento, serás una más dentro de mis alumnos, si quieres mi respeto debes ganártelo con disciplina y entrega-. Dijo con seguridad-.

-Así será señor, no lo voy a defraudar-. Contestó la bailarina emocionada-.

-Pues ya no tengo más que decir, pasa por recepción a inscribir tus clases y nos vemos mañana Brittany-. Se despidió-.

La bailarina comenzó a dar saltitos de alegría, que ese hombre que se veía tan parco y riguroso, la haya aplaudido y felicitado de alguna manera, significaba mucho para ella, era cómo si se estuviera abriendo una pequeña ventana para lo que era su brillante futuro.

Lo primero en lo que pensó al salir era en su preciosa latina que debía estar esperando su llamada, por lo que buscó su celular y comenzó a marcar.

-¡San entré!-. Exclamó la bailarina-.

-¡Lo sabia!-. Le respondió orgullosa-.

-Creo que hasta a su manera me felicito-. Le contó emocionada-.

-Te lo dije Britt, cualquiera que no este ciego puede ver lo talentosa que eres-.

-Gracias San, tú lograste que me tranquilaza, sin ti probablemente me habría ido a casa, siento que de verdad puedo hacer cualquier cosas si tu estás a mi lado, te amo tanto-. Expresó la rubia-.

-Tú puedes hacer cualquier cosas con o sin mi a tu lado, eres maravillosa Britt y es hora de que te vayas convenciendo de eso-. Respondió la morena-.

-Tal vez lo esté haciendo, aunque sigo pensando que todo es mejor si estás conmigo-.

-Mi vida también es mejor cuando estás conmigo Britt- Britt…¿Ahora que harás? ¿Quieres que vaya por ti para ir a celebrar?-. Preguntó amorosa-.

-Me encantaría pero no puedo, Kayle viene por mí para ensayar eso del dueto, no tenemos ni siquiera la canción elegida-. Explicó-.

Santana sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo, eso se escuchaba demasiado extraño, incluso bizarro, suponía el esfuerzo que era para las dos chicas tener que compartir ese tiempo juntas y se sentía culpable porque estaba segura que en otras circunstancias ellas podían haber sido incluso amigas.

-San, no te preocupes, no creo que tengamos algún problema-. Dijo la rubia adivinando sus pensamientos-.

-Lamento que sea una situación tan incomoda para ambas-.

-No es tú culpa San, fue el destino que quizás nos quiere dar una señal de que ya no hay porque llevarnos mal, después de todo Kayle no es una mala chica-.

-Lo sé, pero sabes que en el fondo si es mi culpa-.

-No lo es y ahora debo dejarte porque acabo de ver el auto de Kayle, hablamos más tarde-. Se despidió-.

-Está bien, espero que sea una tarde provechosa-.


La bailarina guardó su teléfono y se fue acercando al auto de que Kayle, se subió por el lado del copiloto, en silencio, de alguna manera todo lo que había dicho antes fue para tranquilizar a Santana, porque ella igual se sentía incomoda y suponía que para la morena a su lado no era muy diferente.

-Hola-. Saludó amable la rubia-.

-Hola-. Respondió Kay-. ¿A dónde vamos?-.

-A dónde tú prefieras, puede ser mi casa o la tuya-. Respondió-.

-Sí no te molesta prefiero que vayamos a la mía, esta un poco más lejos pero luego yo te voy a dejar a tu casa-.

-Ok, no tengo problema entonces-.

Luego de esa breve interacción el interior del vehículo se volvió a sumir en un absoluto silencio. Ninguna de las dos sabía que hablar sin decir algo que pudiera hacer sentir mal a la otra, nunca habían compartido otro interés que no fuera Santana López. Además la última conversación entre ellas, fue aquella en la habitación de la latina que había sido más una pelea que otra cosa, después de todo estar enamoradas de la misma chica no hacía más fáciles las cosas entre ellas.

-¿Y cómo te fue con la audición?-. Preguntó la morena para romper el silencio-.

-¡Muy bien!-. Exclamó agradeciendo poder hablar sobre algo-.

-¿Eso significa que quedaste supongo?-.

-Así es, al principio esta muy nerviosa pero luego hable con San y ella me dijo que creía en mí, que me quería y eso sirvió para que los nervios pasaran-. Contestó-.

La expresión de Kayle cambio de inmediato al oír el nombre de la latina y la rubia lo notó, lamentándose por haberlo dicho, la chica estaba intentado ser amable preguntándole por su audición y ella le estaba restregando en la cara su relación con Santana.

-Lo lamento…yo no quise…-. Se intentó disculpar-.

-Descuida Brittany, es normal que hables de tú novia-. Dijo intentado mantener un tono neutro-.

-Pero debe ser…-.

-¿Has pensado en alguna canción?-. Interrumpió la morena para no seguir con el tema-

-La verdad es que no ¿Y tú?-.

-Yo tampoco-. escueta y enfocó toda su concentración en el camino-.

No hablaron más durante el trayecto a la casa de Kayle. Brittany no había estado antes el la residencia Carpentier y le impresiono por las dimensiones que poseía, era más una mansión que una casa, incluso las familias más adineradas en Lima no podían comparar su casa con aquella gigantesca construcción. Al entrar era aún más hermosa y las recibió de inmediato una señora con uniforme de servicio.

-Señorita, su madre me pidió que cuando la viera llegar le dijera que la espera en el salón-. Avisó la mujer-.

-Muchas gracias iré de inmediato-. Contestó amable-.

Brittany reconoció que la morena para venir de la familia que venía y tener como herencia una de las fortunas más grandes de los Estados Unidos, era demasiado sencilla, no pasaba a llevar a las demás personas por considerarse superior.

-Me acompañas Brittany, luego podemos subir a mi habitación-. Invitó la morena-.

-Seguro-. Aceptó-.

La rubia no perdía detalle de todo lo que adornaba esa maravillosa casa, hasta que escuchó una voz que se le hiso conocida. Y al entrar al salón se dio cuenta por qué, ahí estaba la madre de Santana tomando el té en una elegante vajilla junto a una señora de cabello castaño claro y postura distinguida que supuso era la mamá de Kayle.

-Buenas tardes-. Saludó la morena-. Señora López-. Se acercó la morena para saludarla cordialmente-.

-Kayle que gusto verte-. Respondió la mujer dándole un abrazo-.

-Lo mismo digo-. Con una sonrisa-. Mamá ella es Brittany una compañera de escuela y del Club Glee-. Presentó-.

-Isabel Carpentier-. Se presentó la mujer estrechando su mano-.

-Brittany S. Pierce-. Contestó la rubia-.

El saludó entre la bailarina y Sofía López no fue tan efusivo, ambas sabían lo que pasaba por lo que dejaron que las otras dos mujeres tomaran el rumbo de la conversación.

-¿Para que me necesitas?-. Preguntó la morena-.

-Te quería contar que comencé con los preparativos de tu cumpleaños y que Sofía me ayudara a buscar lo mejor que esta ciudad pueda ofrecer y por supuesto lo que no, lo mandaremos a pedir a Nueva York-. Informó su madre-.

-Falta más de un mes para eso, ¿es necesario comenzar ya?, estoy con muchas cosas en la escuela, el Glee Club, las practicas de Hockey, no tengo tiempo para algo más-. Explicó la morena-.

-Tú sabes perfectamente lo importante que es, a la mayoría de los invitados se les debe avisar con anticipación, ya no vivimos en la ciudad, ahora debemos esperar que todos quieran viajar a Lima, así que es mejor que te hagas el tiempo-. Exigió Isabel-.

-Ok lo haré, sólo avísame lo que tengo que hacer y dónde debo estar, así organizó mi horario-. Cedió-.

-Así nos entendemos mejor-. Expresó con suficiencia-.

-Ahora nosotros vamos a subir, tenemos que buscar una canción aún-. Se excusó-. Y espero sinceramente que mi madre no la vuelva loca señora López y le agradezco mucho su ayuda-. Dijo cordial-.

-No tienes porque es todo un placer para mi, me da algo en que entretenerme-. Respondió-.

Kayle se dio cuenta de las miradas que intercambiaban la madre de Santana y Brittany y se podía decir que eran de todo menos de cariño. De pronto recordó aquella conversación que escuchó en casa de Quinn y que había estado intentado bloquear. Recordó cuando la latina con pesar le contaba que su madre ni siquiera la miraba, y dedujo que era porque ya sabía lo de Santana, deducciones que se confirmaban a medias dado de la incomodidad que mostraban ambas mujeres.

Subieron a la habitación y la morena quería preguntarle que es lo que pasaba. Ella sabía por experiencia lo que significaba que tu propia madre no aceptara el hecho de que te gustaran las chicas, ella lo vivió y tenía claro que aún era un tema delicado que no se tocaba en las reuniones familiares.

-Brittany… ¿Puedo preguntarte algo?-. Expresó dudosa-.

-¿Qué?-.

Kayle no sabía si era correcto inmiscuirse en eso o no, pero aunque se lo negara mil veces el bienestar de Santana era algo que le seguía preocupando.

-Me vas a decir sobre que…-. Insistió la rubia al ver la duda en el rostro de la chica-.

-Es sobre…Santana-. Susurró pero la otra chica la escuchó-.

-¿Qué pasa con ella?-. A la defensiva-.

-Se lo dijo a su madre no es verdad…-.

-¿Cómo lo sabes? Pensé que ustedes no hablaban…-.

-Y no lo hacemos, yo…por eso te lo estoy preguntando-. Expresó mirándola a los ojos-.

-No sé si sea algo que tengamos que hablar tú y yo, se supone que lo que pase con Santana ya no es tú problema, ella me tiene a mi para apoyarla-. Contestó la bailarina-.

-Con lo que me dices puedo suponer entonces que has hecho algo para ayudarle-. Expresó manteniendo una postura firme-.

Brittany no supo que responder ante ello, lo cierto era que los últimos días había estado focalizada en preparar su coreografía.

-Lo supuse, ¿cuando te vas a preocupar por ella?, o no piensas que también necesita que la cuiden, sobretodo ahora que esta pasando por una situación delicada -. Le reprochó la morena-.

-¡Ese no es tú problema! ¡Me eligió a mi ya supéralo!-. Le contestó ubicándose al frente de ella-.

Esa conversación había adquirido un tono no muy agradable en ninguna de las dos.

-¡Deja de ser tan egoísta! Esto no se trata de a quien eligió, se trata de que se sienta apoyada, tú realmente pareces no entenderlo-. Escupió con rabia-.

-¿Qué tengo que entender? Qué tú sigues enamorada de MI Santana y estás buscando cualquier excusa para acercarte a ella nuevamente, por a que eso me suena, a que estás buscando algo a que aferrarte para recuperarla y te voy a dejar claro que no lo voy a permitir, no la vas a alejar de mi otra vez-. Expresó la rubia cegada por los celos-.

-Yo no necesito una excusa para acercarme a ella y lo sabes perfectamente-. Contestó con una media sonrisa-.

A Britt con eso se le encendió una furia prácticamente incontrolable, no tanto por las palabras sino por la forma que había tenido al decirlo, por esa arrogancia en la postura de Kayle.

-¿Qué quieres decir con eso? ¡Habla claro!-. Exigió la rubia-.

-Pudo haberte elegido, pero ella sigue sintiendo algo por mí, tú no eres tonta y te das cuenta de eso, porque yo le doy algo que tú no has podido, yo le doy seguridad, soy capaz de contenerla y apoyarla, ¿Tú has podido hacer eso?-. Retó la morena en un tono de superioridad-.

-No me afecta lo que digas, ella me ama, me ama como jamás te amó a ti, así que no te atrevas si quiera a intentar algo para separarnos-. Le advirtió-.

-A mi no me dices que puedo o no hacer, además tú no respetaste mucho mi relación con Santana, así que no tienes moral para advertirme nada-. Se defendió-.

-No voy a seguir con esta conversación, ni aquí contigo, creo que es imposible que tú y yo podamos ponernos de acuerdo para algo en este momento-.

-Tienes razón, llamaré al chofer para que te lleve a tú casa-.

-No te preocupes, puedo llamar un taxi-. Expresó aún muy enojada-.

La rubia salió de aquella habitación con sus inseguridades más palpables que nunca, esa había sido una implícita declaración de Kayle, que no se estaba rindiendo tan fácilmente, por lo que ahora menos que nunca podía bajar sus defensas.
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Algunos días habían pasado, las chicas no habían vuelto a dirigirse la palabra lo que no pasaba desapercibido para Santana quien le preguntó a Brittany y sólo recibió un par de monosílabos que en nada la sacaron de dudas y de preguntarle a Kayle ni hablar porque pese a que en casa de Quinn algo habían hablado, en la escuela la situación seguía igual, con suerte se saludaban.

La latina iba hacía el baño, ya había terminado su clases sólo le quedaba el Club Glee. Su mente estaba en otro lado, había demasiadas cosas que aún nos solucionaba por completo, sumándole a eso que estaba en su último año y aún no sabía que carrera quería seguir ni en que Universidad, se sentía realmente perdida. Abrió la puerta empujándola con algo más de fuerza de la regular.

Antes de entrar sintió el golpe, se giró y ahí estaba Kayle recogiendo algunas cosas. Santana se agachó de inmediato.

-Lo siento, yo no me fije que tú…-. Se disculpaba la latina-.

-Esto me parece un jodido Deja vu-. Interrumpió con una media sonrisa-.

Santana le devolvió aquella sonrisa de manera tímida y le ayudo a recoger las cosas, ambas se levantaron casi al mismo tiempo.

-De verdad lo siento-. Se disculpó nuevamente-.

-No te disculpes, esta es la parte dónde me amenazas y me dices que acaso no se quien eres, así que sigue tu línea-. Bromeó la morena-.

-En realidad fui una bitch, aunque si yo sigo mi línea, ahora tú debes decirme que no es tú intensión aprenderte mi nombre ni el de nadie de aquí-. Contestó-.

-Uuff… eso no lo recordaba, supongo que si así hubiera sido, mi vida ahora sería más fácil-. Dijo mirándola a los ojos-.

-Kay…yo no quise…-.

-San, ya no importa ¿si?, no quiero hablar de eso-. Le pidió-. Y es mejor que vamos al auditorio, Francis va a hacer su presentación y me mata si llego tarde-.

A Santana no le gustó escuchar el nombre de la rubia, pero lo obvio, Kayle le estaba hablando, la había llamado San, produciendo en ese instante que su día haya mejorado considerablemente.

Entraron y sintieron de inmediato que la mirada de algunos se clavo en ellas, sobretodo a la de cierta rubia quien tenía las palabras de Kayle grabadas en su memoria. La latina se ubicó al lado de Britt mientras que la morena se sentó junto a Quinn.

Ya estaban todos, incluso el señor Shue que no llegó tarde como los tenía acostumbrados. Las luces del escenario se apagaron y los primeros acordes de la canción se comenzaron a oír, junto con ello dos focos se posaron sobres dos impresionantes chicas.

Rachel y Francis vestían un ceñido pantalón de cuero, con el cinturón que caía en sus caderas, y lo que se podía distinguir como un pequeño peto debajo de una chaqueta corta de cuero, todo en negro.

Ambas comenzaron a bailar sensualmente, jugando con el cable del micrófono y lanzado miradas lascivas a las chicas de su interés. La primera en comenzar a cantar fue Rachel, quien apoyo una de sus manos en el micrófono y le dio una mirada de complicidad a la rubia a su lado quien bailaba dejando que sus ondulados cabellos rubios fueran casi al mismo ritmo que la música. La canción que sonaba era I love Rock N roll.

I saw him dancin' there by the record machine

I knew he must a been about seventeen

The beat was goin' strong

Playin' my favorite song

An' I could tell it wouldn't be long

Till he was with me, yeah me

And I could tell it wouldn't be long

Till he was with me, yeah me, singin'


Comenzaron a cantar con fuerza el coro mientras se desprendían de la chaqueta que fue lanzada hacía el público específicamente hacía Quinn y Kayle quieres se miraron sorprendidas pues para ellas sus chicas eran muchas cosas, menos un par de sexys rockeras vestidas de cuero, volvieron su vista hacía el escenario, no querían perderse ni un segundo de esa fogosa interpretación.

I love rock n' roll

So put another dime in the jukebox, baby

I love rock n' roll

So come and take your time and dance with me

Ow!


Era el turno de la rubia de demostrar que podía ser sexy y no falló en su intento, para ser precisos con el sólo hecho de estar ahí arriba con tan sólo esa diminuta prenda que cubría sus pechos, ya se veía impresionante, Kayle simplemente no podía dejar de mirarla con la boca semi abierta recorriendo cada curva que se marcaba a la perfección con esa ropa ajustada más aún por como cantaba y lo coqueta que estaba siendo.

He smiled so I got up and asked for his name

That don't matter, he said,

'Cause it's all the same

Said can I take you home where we can be alone

And next we were movin on

He was with me, yeah me


No sólo Quinn y Kayle estaban embobadas mirándolas sino que todos los chicos de Club Glee no perdían detalle. La única que no parecía para nada contenta con la interpretación era Santana, que estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados mirando a Francis con cara de querer asesinarla, los celos simplemente la estaban carcomiendo por dentro y no podía soportarlo.

Next we were movin' on

He was with me, yeah me, singin'

I love rock n' roll

So put another dime in the jukebox, baby

I love rock n' roll.


Los últimos acordes y el final de una asombrosa presentación había llegado, todos se pararon a aplaudirlas impresionados por toda esa puesta en escena, la coreografía sensual y esas posturas desenfadas que no era algo que caracterizara a las dos chicas normalmente.

Rachel y Francis se miraron satisfechas por el efecto producido y chocaron sus manos en señal de victoria antes de bajar del escenario para ir cada una por su lado.

-Te dije que te ibas a tragar cada palabra que dijiste-. Fue lo primero que le dijo la rubia a Kay-.

-Y tenías razón estuviste….-. Intentaba explicarse-.

-¿Sexy?-. Preguntó coqueta colgándose del cuello de Kay-.

-Eso entre muchas cosas más…-. Respondió besándola delicadamente-.

-¿Nos vamos?-.

-Seguro-. Contestó y le tomo la mano-.

Por otro lado Rachel había ido lógicamente con Quinn.

-¿Te gustó?-. Preguntó tímida-.

-Sólo tú puedes ser adorable estando medio vestida con ropa de cuero-. Respondió tomándola por la cadera-.

-¿Eso es un sí?-.

-Todo lo que tú haces me gusta, aunque hubiera preferido que guardaras todo ese vestuario para nuestra cita y así sólo poder disfrutarlo yo, no me gusta como todos te miran-. Susurró en su oído-.

-En nuestra cita seré toda tuya Quinn Fabray, ya no puedo esperar a que sea sábado-.

-Ni yo-. Respondió-.

Las chicas se dieron un pequeño beso y salieron tomadas de la mano del auditorio.
--------------------------------------------------------------------------------
Quinn tenía algunos vestidos tirados sobre su cama y se estaba probando uno que había comprado hace unos días atrás. Era en tonos azules ajustado hasta la rodilla, tenía un escote es circular y parte de la espalda descubierta. Se miró al espejo y sintió que era el adecuado, ni muy formal ni muy cotidiano, algo que la hacía ver hermosa y que se podía adecuar a dónde fuera con Rachel, porque la castaña se había negado a decirle a dónde la llevaría para su cita.

Vio su reloj que ya marcaba las siete y quince por lo que le quedaba el tiempo justo para terminar de maquillarse, ya que Rachel Berry jamás se atrasaba ni un segundo.

Y así había sido, estaba bajando las escaleras cuando sintió el timbre de su casa, por lo siguió el camino directo a la entrada. Abrió y ahí estaba su perfecta estrella más hermosa de lo que las palabras le permitían expresar. Llevaba un vestido rojo, más arriba de la rodilla con un cinturón negro al igual que sus tacones y su cartera, había delineado sus ojos y se veía más brillantes que de costumbre.

-Hola…¿Nos vamos?-. Preguntó Rachel-.

Quinn seguía sin articular palabra ni tampoco moviéndose Rachel en un par de días ya era segunda vez que la dejaba casi sin respiración.

-¿Quinn? ¿Nos vamos?-. Insistió la castaña con una sonrisa-.

La ex rubia le tomó la mano y la acercó a ella besándola con necesidad con una pasión que no habías demostrado en las semanas anteriores, luego de eso pudo decir una frase de manera coherente.

-Vamos-. Respondió tomando su mano-.

La castaña quería saltar de alegría. Primer objetivo cumplido, se dijo así misma. Subieron al auto de Rachel.

-¿Ahora me vas a decir a dónde vamos?-. Preguntó-.

-Has esperado unos días no te va a pasar nada si esperas un poco más-. Respondió sin quitar su vista de la carretera-.

Siguieron por aproximadamente quince minutos cuando Rachel estaciono a unas cuadras del Museo de Lima.

-Sé que no estamos en Nueva York, por lo que mi cita no va a ser tan espectacular como la que tú planeaste pero quiero hacerte sentir especial como tú lo hiciste conmigo-. Expresó antes de salir del vehículo-.

Caminaron hasta llegar a las afueras del museo y ahí Quinn entendió de qué se trataba.

-Hoy es la inauguración de esa exposición de arte moderno de la que me hablaste, la que ha recorrido el país, así que pensé que te gustaría venir-. Dijo la castaña-.

-Rachel…gracias-. Respondió emocionada-. ¿Cómo conseguiste entradas? No están a la venta hasta mañana, hoy es como la presentación con algunos artistas y eso-.

-Tengo mis contactos-. guiñándole un ojo-.

Quinn le tomó la mano, gestó que sorprendió a Rachel dado que era un lugar muy público, la apretó más como respondiéndole que estaban juntas en eso.

Comenzaron por el primer piso en dónde algunos especialistas en el tema conversaban con una copa de champaña en su mano, había puras personas del mundo del arte disfrutando de la exposición.

-Voy por una copa-. Dijo la castaña-.

Quinn se quedó observando un cuadro que capturo por completo su atención. Mientras Rachel la miraba a la distancia, sin creer del todo aún que esa hermosa chica que se veía tan ida en aquella obra de arte pudiera estar enamorada de ella, era aún algo irreal. Ya tenía dos copas en su mano y frunció en algo su ceño al ver que un tipo se había acercado hacía a Quinn y le hablaba de manera coqueta, apuró su paso para estar pronto al lado de su chica.

-Toma cariño-. Ofreció la castaña remarcando la última palabra-.

-Gracias-. Respondió-.

Rachel tomó la mano de Quinn con propiedad, y ante aquel gesto el extraño las miró sorprendido y se retiró.

-Veo que tus celos son sólo comparados con tu talento-. Molestó-.

-¿Celos? ¿De quien?-. Preguntó haciéndose la desentendida-.

-Te quiero Rach, sólo a ti, además créeme con ese vestido es imposible que me fije en alguien más-. Expresó acercándose a ella-.

-Esa era la idea-. Contestó coqueta-.

Siguieron viendo cada obra que allí se presentaba, luego subieron al segundo piso dónde estaban las fotografías que era lo que más le gustaba a Quinn.

-Estás imágenes son realmente impresionantes, esa toma es muy difícil de lograr, tienes que captar el instante perfecto, si demoras un segundo más te lo pierdes-. Expresaba la rubia-.

-Me encanta escucharte hablar así, haces que hasta a mi me guste aunque no entienda de tomas y eso-.

-No es tan difícil, además la magia de las imágenes es que tú les das el sentido y la apreciación que quieras, te da libertad-.

-Entonces esa imagen va a ser la más hermosa que haya visto nunca porque me recordara este momento que estoy viviendo contigo-.

Quinn se acercó y la beso lentamente, el momento no podía ser más perfecto.

Recorrieron todo el lugar, pasando por cada obra en la que muchas veces Quinn le daba una que otra explicación como quien era el o la artista y que quería expresar, dado que como era arte moderno para Rachel no todas tenían algún sentido.

Abandonaron el museo ya entrada la noche, caminaron hacía el auto como lo que eran dos chicas enamoradas que no lograban estar sin tener sus manos entrelazadas.

Rachel manejó hasta un restaurant que ofrecía también platos veganos.

-Es un lindo lugar-. Dijo Quinn mirando la carta-.

-Sí y no hay puras hamburguesas, hay cosas que puedo comer-. Respondió-.

-Yo he tenido la intensión de volverme vegana pero luego huelo tocino y mis intenciones se terminan más rápido que mi plato-. Expresó alzando los hombros-.

Rachel rio ante ese comentario, el que su chica no fuera vegana no suponía un problema para ella. Ordenaron la comida mientras conversaban de diferentes cosas.

-Has estado bastante cercana a Francis últimamente-. Comentó Quinn-.

-Sí, somos amigas-. Respondió-.

-¿Amigas? ¿Así tan rápido?-.

-No fue tan rápido, ya estando en Nueva York salimos con ella y luego acá, es amiga de Kurt y aunque sé que tienes sentimientos encontrados con ella por Santana, no es una mala persona, de hecho me ayudo con el vestido-.

-No es por Santana, es por Alison-. Contestó-.

-¿Alison?-. Preguntó contrariada-.

-Es una larga historia, pero si es tú amiga y dices que no es una mala persona yo creo en eso, además si te ayudo con ese impresionante vestido, tengo mucho que agradecerle-. Bromeo-.

Cenaron con calma, hablaron, rieron, se dedicaron miradas de complicidad. Una vez terminada la cena Rachel le propuso que dieran un paseo por el parque que estaba casi al frente del restaurant dónde habían cenado. La rubia aceptó feliz, entre más tiempo pasara con su pequeña diva mejor era.

-Quédate aquí-. Le pidió Rachel-.

-¿Qué? ¿Para que?-.

-Tú sólo quédate aquí, no preguntes todo, yo vuelvo en un minuto-. Contestó dejando a la rubia en una banca de aquel parque-.

Rachel cuando iban caminando diviso un puesto de flores que no estaba muy lejos por lo que se apresuró y compró para luego volver con su chica.

Quinn tenía su vista fija en un punto inexistente, por lo que no notó que Rachel había vuelto hasta que posó una de sus manos sobre la de ella, ahí se giró y esos expresivos ojos cafés la miraban simplemente con adoración.

-Ahora voy a decir algunas cosas y no quiero que me interrumpas-.

-Supongo que no hablare entonces-.

-Lucy Quinn Fabray, nadie me ha hecho tan feliz como tú y espero que nadie te haga tan feliz como yo, porque de egoístamente más que nada quiero que estés a mi lado para tener la oportunidad de cada día lograr hacerte sonreír, no sé en que momento fue pero te amo, te amo sobre cualquier otra cosa y ya hemos perdido demasiado tiempo peleando, distanciadas o por cualquier otra estupidez que no quiero que pasé ni un segundo más, quiero, si tú quieres…¿Quieres volver a ser mi novia esta vez para siempre?-. Preguntó ofreciéndole una perfecta rosa amarilla-.

-Claro que quiero, es lo que más quiero, te amo Rach, te amo-. Le repetía mientras una lágrima de emoción caía por su rostro-.

Las chicas sin poder contenerse más se besaron sin importar la gente que pasara por ahí, estaban juntas, después de todo volvían a estar oficialmente juntas.

Después de un rato volvieron al vehículo y se dirigieron a la casa de la rubia. No demoraron mucho.

-¿Te quedas conmigo?-.

-¿De verdad quieres eso?-. Interrogó la castaña posicionando su mano sobre el muslo de la rubia-.

-Sí lo quiero y mucho-. Respondió atrayéndola para besarla rápidamente y salir del auto-.

-¡Hey no puedes besarme así y dejarme!-. Exclamó la castaña persiguiéndola-.

-Si me atrapas puedes besarme otra vez-.

Iban jugueteando, riéndose fuertemente hasta que Rachel la atrapó y la tomó por la cintura con fuerza para besarla con fogosidad, estaban con sus cuerpos pegados y no querían si quiera respirar, en mitad del porche de la casa de Quinn.

-Me encanto el premio por atraparte-. Le susurró Rachel-.

-Y a mi me encantó dártelo, ahora si vamos a mi habitación te prometo mucho más que una par de besos-.

-¿Qué estamos esperando entonces?-.

Siguieron el camino, Quinn abrió la puerta con cuidado para no meter mucho ruido y despertar a su madre que ya debe haber estado en casa. Pero al parecer no fue necesario porque Judy estaba muy despierta. Iban de la mano cuando la luz se prendió de repente.

Ahí estaba parada Judy con una expresión indescifrable en su rostro, pero que a Quinn le decía perfectamente lo que había visto su madre.

-Quinn Fabray, creo que me debes explicar algunas cosas-. Expresó la mujer-.
:::::::::::::::::::::::
hola....espero que les guste este capitulo....a peticion de una lectora fiel pongo los links de las protagonistas que no conocemos.....en lo personal odio un poco eso porque siento que dañan mi percepción de la historia...pero bueno...Aria al ser tan fiel y comentar siempre es un agradecimiento......las imágenes pues no son lo que yo pensaba cuando lei la historia...es percepción de la autora original....espero les guste....un saludo y las mejores vibras.

Kayle
http://www.celeb-face.com/albums/celebrities/u/18/Kaya-Scodelario/normal_Kaya-Scodelario-60.jpg

http://images2.fanpop.com/images/photos/8000000/Kaya-in-Elle-UK-kaya-scodelario-8031956-768-1007.jpg

Alison (en lo personal no me gusta mucho, no se uds)
http://www.picsdrive.com/contentimages/deborah-ann-woll/deborah-ann-woll-picture-2.jpg

http://media.comicvine.com/uploads/10/104617/2879283-deborah.ann.woll.jpg

Francis
http://3.bp.blogspot.com/-nRtSzLrdz08/ThtBcYuTHaI/AAAAAAAAA_A/gQJCDLBHuKY/s1600/Ashley+Benson4.jpg

https://2img.net/h/i6.photobucket.com/albums/y222/satanisevil/Ashley%20Benson%20HQ/ashley-benson-legs-3.jpg
atercio
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por aria Dom Mar 17, 2013 1:10 am

Awww me encanto el cap [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2145353087
Me estoy comenzando a molestar con santana... Dioos pero esa mujer que es lo que pretendeeee [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 210293833 Pfff mejor ni digo nada... ahora quien me preocupa es Britt se siente totalmente insegura y no es para menos ella conoce a su latina-que por lo que veo no es mucho de ella que digamos- Y con eso de que santana no se siente segura ni apoyada cn ella como cuando estab con kayle eso es triste pobre de mi rubia [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3718790499 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739
Espero que Santana no cometa una estupides y haga sufri a mi britt [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509
Ohh vaya no sabia eso ejejeje.... sobre las imagenes disculpa U///U Pero bueno graciiiassss estan bien cool *.*
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Mensaje por atercio Dom Mar 17, 2013 1:20 am

aria escribió:Awww me encanto el cap [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2145353087
Me estoy comenzando a molestar con santana... Dioos pero esa mujer que es lo que pretendeeee [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 210293833 Pfff mejor ni digo nada... ahora quien me preocupa es Britt se siente totalmente insegura y no es para menos ella conoce a su latina-que por lo que veo no es mucho de ella que digamos- Y con eso de que santana no se siente segura ni apoyada cn ella como cuando estab con kayle eso es triste pobre de mi rubia [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3718790499 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739
Espero que Santana no cometa una estupides y haga sufri a mi britt [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509
Ohh vaya no sabia eso ejejeje.... sobre las imagenes disculpa U///U Pero bueno graciiiassss estan bien cool *.*

sabes...me encanta que comentes....es gratificante.....jajajjajaja mañana...mejor mas dicho ahorita mas tarde subo el otro cap.....no te disculpes por lo de las imagenes...son cosas de cada quien.....las mejores vibras.....a y por cierto estoy esperenado que actualices tu historia....muy abondonada la tienes [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509
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Mensaje por aria Dom Mar 17, 2013 9:01 am

atercio escribió:
aria escribió:Awww me encanto el cap [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2145353087
Me estoy comenzando a molestar con santana... Dioos pero esa mujer que es lo que pretendeeee [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 210293833 Pfff mejor ni digo nada... ahora quien me preocupa es Britt se siente totalmente insegura y no es para menos ella conoce a su latina-que por lo que veo no es mucho de ella que digamos- Y con eso de que santana no se siente segura ni apoyada cn ella como cuando estab con kayle eso es triste pobre de mi rubia [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 3718790499 [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739
Espero que Santana no cometa una estupides y haga sufri a mi britt [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509
Ohh vaya no sabia eso ejejeje.... sobre las imagenes disculpa U///U Pero bueno graciiiassss estan bien cool *.*

sabes...me encanta que comentes....es gratificante.....jajajjajaja mañana...mejor mas dicho ahorita mas tarde subo el otro cap.....no te disculpes por lo de las imagenes...son cosas de cada quien.....las mejores vibras.....a y por cierto estoy esperenado que actualices tu historia....muy abondonada la tienes [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 304001509


Jjejejeje es que me encanta este Fic... siempre estoy pendiente a la actualizacion [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 1163780127 ah y mi fic.... pues ya habia actualizado creo que fue el lunes, no se si te has pasado a ver! Ahora estoy escribiendo la segunda parte del cap anterior... En fin, esperare ansiosa el proximo cap, ya santana me esta desesperando con tu dicha indecision.... Chao!! Besiitos..
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Mensaje por tatymm Lun Mar 18, 2013 12:59 am

kay me parece la mas bonita, despues francis y al ultimo al!! que cap ojala no se le arme mucho lio a quinn dios!! y ame la charla de kay y britt fue dura pero sincera y san que ya se decida corte con lo otro de una vesz!!
tatymm
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Mensaje por atercio Lun Mar 18, 2013 11:19 pm

Capitulo Veintitrés:"Happy birthday,Part 1: Aceptacion"

[justify]Quinn se paralizó ante las palabras de su madre, no atinaba a realizar ninguna acción, no soltaba a Rachel ni avanzaba, ni menos era capaz de emitir una respuesta. Tenia claro que este momento iba a llegar pero no pensaba que iba a ser así, ella debió decírselo, debió dejar sus miedos de lado para hablar con su madre y que no se enterara de aquella forma que suponía era la menos indicada. Las lamentaciones en su mente eran muchas, pero de nada servían ya, ahora lo que debía hacer era buscar la forma de explicarse, por muy difícil que resultara.

La castaña al ver la no reacción de su novia quiso intervenir, algo debía hacer.

-Señora Fabray nosotros podemos explicarle, es algo que…-. Habló Rachel-.

-No es algo que vaya a conversar contigo, es con mi hija con quien quiero hablar-. Interrumpió secamente la mujer-.

-Mamá-. Susurró Quinn-.

-Quinn…-.

-Era…yo…iba a decírtelo, pero no sabía como-. Intentó explicar-.

-Rachel te voy a pedir amablemente que por favor te vayas, esto es algo que tenemos que hablar Quinn y yo-. Expresó Judy-.

-Señora Fabray con mucho respeto le voy a decir que no estoy de acuerdo con eso, yo estoy con Quinn, estamos juntas y no pienso dejarla sola, la quiero y me importa todo lo que pase con ella-. Contestó firme la castaña-.

-Rachel quizás es lo mejor…-. Iba a pedir-.

-Que no te voy a dejar sola Quinn-. Interrumpió Rachel adivinando las palabras de su novia-.

-Está bien-. Aceptó Judy-. Vamos al salón, no creo que sea una conversación para tener aquí en la entrada-.

Quinn miró sorprendida a su madre, no esperaba que cediera con tanta facilidad, sintió como Rachel le apretaba la mano y le dio una mirada queriendo decirle con eso que todo iba a estar bien, que estaban juntas en eso y en todo lo que estuviera por venir.

Judy se ubicó en uno de los sofás de un cuerpo que daba de frente al doble dónde se sentaron las chicas.

-Entonces… ¿desde cuando?-. Preguntó-.

-Mamá primero quiero decirte que Rachel es la única mujer para mí, no sé cómo pero pasó, nos queremos y ella me hace más feliz de lo que ninguno de mis novios me hiso antes-. Explicó con calma-.

-Tú también eres la única para mí-. Dijo la castaña con una mirada de enamorada-.

-Eso no responde mi pregunta-. Insistió-.

-Desde hace unos meses-. Respondió la rubia-.

-¿Y cuando pensabas decírmelo?-. Le preguntó directamente a su hija-.

Quinn se quedó en silencio.

-¿Por qué pensabas decírmelo no es verdad?-. Preguntó herida-.

-Sí mamá, si lo iba a hacer, lo prometo pero no sabía como, yo tenía miedo, no quería que me rechazaras otra vez-. Admitió con la voz entrecortada-.

-Quinn… ojos estaban llorosos Judy-.

-Lamento si estás decepcionada de mi otra vez, de verás lo lamento mucho, pero no puedo negar lo que siento, no puedo negarlo porque sería negar a Rachel y ella no se merece eso, la amo y lo aceptare enfrente de ti y de quien sea, si eso para ti es sinónimo de que dejo de ser tú hija porque te avergüenzo, lo entenderé y me iré otra vez…sólo…tienes que decírmelo-.

A Quinn las lágrimas le caía por su rostro y mantenía la mano de Rachel tomada con fuerza, la castaña no había querido volver a intervenir porque ahora las que tenían que sincerarse eran madre e hija, ella simplemente quería estar ahí para asegurarse de que Quinn se sintiese apoyada, de que tuviera la seguridad de que pasara lo que pasara siempre se iba a quedar a su lado, que se tenían la una a otra.

-Quinn…-. Dijo una vez más Judy y se acercó a su hija-.

La ex rubia estaba expectante, ella ya había dicho lo que necesitaba ahora sólo esperaba que su madre le respondiera, pero la mujer no decía palabra, simplemente se había levantado de su asiento para acercarse más a las chicas, Quinn repitió la acción de su madre para quedar frente a frente, a escasos centímetros.

-No estoy decepcionada de ti Quinn y jamás te pediría que te fueras otra vez, esta es tanto mi casa como tuya, nunca más alguien te va a echar, no mientras yo viva aquí-. Pronunció con seguridad-.

Quinn le dio una sonrisa y rompió la distancia en un fuerte abrazo, Judy la recibió y la cobijo entre sus brazos mientras le acariciaba el cabello con ternura.

-Jamás te voy a volver a rechazar hija y si esta es tu elección yo la respeto, si Rachel es quien te hace feliz, yo la aceptó como parte de nuestra familia-. Le dijo la mujer-.

Rachel quien se había mantenido al lado de Quinn en todo momento le dio la más grande de sus sonrisas a Judy tras esas palabras, porque ni en el mejor de los casos se espero esta reacción.

-Gracias-. Dijo Quinn separándose-.

-No me des las gracias, ya cómo madre he cometido suficientes errores contigo como para seguirlos cometiendo-. Respondió-.

-Mamá…yo no pensé…-.

-Lo único que voy a decir-. Expresó dirigiéndose a Rachel-. Que espero que no la hagas sufrir y todo ese discurso preocupado que toda madre dice, estamos de acuerdo Rachel-.

-Claro señora Fabray, la amo tanto que lo único que quiero es hacerla feliz-. Señaló con seguridad y volvió a entrelazar sus dedos-.

-Ahora creo que han sido demasiadas emociones por una noche, por lo que es mejor que todas nos vamos a dormir-. Expresó Judy con una sonrisa maternal-.

-Tienes razón-. Aceptó Quinn-.

-Y espero no tener que especificar que Rachel tiene que dormir en la habitación de invitados, no es verdad Quinn-.

-Mamá-. Contestó en tono de reproche-.

-Te recuerdo que las vi, afuera, besándose como si no hubiera mañana así que tengo claro que sus hormonas están algo…despiertas-. Dijo eufemísticamente-.

-Mamá…-. reclamó la rubia sonrojada-.

-Me comportaría igual si fuera un novio, lo sabes-.

-No se preocupe señora Fabray, dormiré en el cuarto de invitados, no hay ningún problema-.

Judy sonrió con suficiencia.

-Como ya no hay nada más que aclarar, buenas noches-. Se despidió dándole un beso en la mejilla a cada una.

Luego de eso las chicas se quedaron por un momento simplemente mirándose. Judy significaba de alguna manera el último obstáculo que les tocaba sortear para vivir su relación con la libertad que querían, por lo que se abrazaron y juntaron sus labios en una señal inequívoca de que ahora ya nada podría separarlas.

Subieron y Quinn se negaba a soltar a Rachel quien debía entrar a la habitación contigua a la suya. Esa noche había sido perfecta y no quería no terminarla en brazos de su castaña, quien la había sorprendido con esa fortaleza demostrada al negarse a irse y mantenerse a su lado.

Finalmente Rachel la obligó a entrar a su habitación para quedarse ella dónde le correspondía, antes la ex rubia le había entregado algo con lo que dormir, por lo que se cambio y se metió entre las sábanas, había sido un día hermoso pero sin duda agotador, por lo que cerró sus ojos y comenzó una cuenta regresiva en su mente.

Casi cuando llego a cero unos brazos la abrazaron por la espalda, ella lo sabía, que nadie le preguntara cómo pero lo sabía.

-No puedo, no dormir contigo hoy-. Le susurró Quinn-.

-Lo sabía, estaba esperando que llegaras para dormir-. Respondió-.

-Me iré antes que mamá despierte-.

-Está bien porque no quiero que mi suegra me odie por desobedecerle-. Bromeo-.

-No lo hará, ahora duerme pequeña que mañana seguro nos espera un largo día lleno de preguntas-. Dijo buscando sus labios para darle el beso de las buenas noches-.

-Lo sé, pero estaremos bien, estamos juntas-. Contestó respondiéndole el beso-.

-Te amo-. Expresó Quinn con absoluta adoración-.

-Yo también te amo-. Respondió-.

Se pegaron la una a la otra sin dejar espacio ni siquiera a que se pudiera alojar una duda. No había espacio en especial para que existiera la mínima duda de que ellas estaban simplemente hechas la una para la otra.
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Pasaron algunas semanas y Santana se despertaba extrañamente temprano para ser un día sábado. Se estiró de manera perezosa y aún somnolienta se metió a la ducha para así despejarse del todo. Se vistió y bajó. Sintió algunos ruidos en la cocina, debía ser su madre por lo que mejor decidió salir, no quería comenzar su día con alguna pesadez que le dijera aquella mujer que aún se negaba a tener algún tipo de contacto con ella.

Había sacado las llaves de su auto pero al ver el día, que oscilaba entre gris con pequeños destellos de un sol que luchaba por salir, decidió caminar, le gustaban esos días, le parecían nostálgicamente hermosos. Se puso sus audífonos y caminó el centro de la ciudad, necesitaba un café y algo dulce para que su mañana no fuera tan amarga.

Aunque ciertamente sus mañanas últimamente estaban resultando cada vez más amargas, ya no podía seguir negando lo sola que se sentía. Brittany había estado concentrada en sus clases en la Academia que centralizaban gran parte de su tiempo, reduciendo el de ellas, al que pasaban entre clases en la escuela y uno que otro domingo. Santana no le había reclamado porque sabía que era algo importante para ella y cómo su pareja debía apoyarla, no limitarla, pero eso no evitaba que quisiera algo más de atención, un poquito más de contención de su parte.

Con Quinn tampoco había podido contar mucho últimamente dado que, la de nuevo rubia, pasaba pegada a su pequeña diva, ahora que ya todos estaban al tanto de su relación, no desaprovechaban ni un momento para pasarlo juntas. Se alegraba de que su mejor amiga no haya tenido los problemas que ella tenía con su madre, le alegraba profundamente porque ese no era un dolor que quisiera que Quinn experimentara, su amiga ya había sufrido mucho, ella estuvo ahí cuando fue echada de su casa por el embarazo, por lo que ahora lo mínimo que podía hacer Judy, era apoyarla.

Y con esto último algo se le removió dentro, porque si Judy Fabray, la mujer más católica, tradicional y conservadora de Lima había aceptado a su hija, su madre no podía hacerlo. No importaba el tiempo que había pasado, seguía doliendo y Santana presentía que era un dolor que no pasaría, que tendría que llevar ahí siempre. Pudo controlar las lágrimas concentrándose en la canción que estaba escuchando, la música siempre la había ayudado, era su salida de emergencias.

Entró e hiso la fila para pedir su orden. Cuando ya sólo faltaba una persona para que la atendieran, miró hacía atrás de la nada y vio que Kayle estaba sentada en la última de las mesas, sola, con toda su atención en su laptop, con esa expresión de cuando hacía algo importarte. Se la quedó mirando sin poder evitarlo, veía como escribía algo que al parecer no le estaba resultando del todo y para peor su café se había terminado porque agitaba en el vaso con el ceño fruncido.

-Señorita-. Llamó la dependiente-. ¿Cual va a ser su orden?-.

Santana volvió en sí.

-Mmm…yo quiero un mokachino, un latte con leche descremada y también algunos de esos panecillos-. Respondió-.

Santana recibió su orden y se fue acercando, sabía que podía no ser bien recibida, su relación con Kayle era realmente impredecible, pero quería arriesgarse, algo dentro de ella le decía que lo peor que podía recibir era un no.

Puso el café encima de la mesa al lado del laptop de Kayle para llamar su atención, y tuvo resultado, la chica miró hacía arriba sorprendida.

-Un Latte con leche descremada y una de azúcar para la mesa de la chica guapa-. Expresó la latina-.

La morena de ojos verdes no supo que responder ante ese gesto, ni menos ante las palabras de la latina que le resultaban bastante coquetas, así que sólo sonrió a modo de agradecimiento.

-¿Puedo sentarme?-.

-Claro, adelante-. Contestó amable-.

Santana se sintió aliviada por esa recepción, en su intensión inicial no estaba el coquetear pero las palabras habían salido sin poder detenerlas.

-¿Desde cuando usas gafas?-. Preguntó dándole un sorbo a su café-.

-Estoy entrando en edad-. Respondió con una expresión seria y con la atención en su notebook-.

-Kay, vas a cumplir 18, eso no es entrar en edad no seas absurda-. Expresó divertida-.

-Lo sé, estaba jugando, la verdad es que uso de contacto algunas veces y creo que los he perdido-. Respondió cerrando la laptop-.

-¿Y que haces aquí tan temprano?-.

-Me escondo de mi madre y aprovechaba el tiempo para trabajar en algo, pero no me estaba resultando mucho, creo que desperté algo bloqueada-. Respondió-.

Santana rio un poco ante la primera parte de la respuesta de la morena, sabía todo eso de la organización del cumpleaños, su madre también estaba involucrada y presumía por lo que conocía a Kayle, que todo eso la debía traer agobiada.

-¿Trabajabas en algo para la escuela?-.

-No, es algo… -.

-¿Es algo?-.

-Es una aplicación para la Universidad-. Respondió bajando la mirada-.

Santana se sorprendió relativamente ante esa respuesta, al parecer la única que quedaba perdida era ella y su incapacidad para saber que es lo que deseaba hacer ha futuro.

-¿Yale?-. Inquirió como obvio-.

-No, la verdad es que quiero mi futuro cercano lo más lejos de Nueva York que pueda-. Respondió sincera-. Así que he buscado otras opciones-.

La latina demostró en su expresión la decepción que sintió ante esas palabras.

-¿Por qué?-. Exigió saber, esas palabras salieron con más autoridad de las que las pensó en su cabeza-.

Kayle tardó un tanto en responder por la sorpresa que le causo el tono empleado por la latina, ella ya no tenía que darle explicaciones de ningún tipo.

-Porque quiero alejarme de todo lo que conozco hasta ahora-. Fue la escueta respuesta de la chica de ojos verdes-.

-¿Qué hay de malo con lo que conoces hasta ahora?-. Ahí estaba otra vez ese tonito de exigencia-.

-No quiero ir a un lugar en dónde diga "Hola soy Kayle Carpentier" y todos comiencen a murmurar a mí alrededor las razones por las que entré, ya me cansé de eso Santana-. Respondió sincera-.

-Pero eso no puede ser más importante que estar cerca de las personas que te importan, tú sabes que cualquier Universidad sería afortunada en tenerte y no por tu apellido, sino porque eres así como buena en todo lo que haces-. Le dijo la latina dándole un sorbo a su café-.

Kayle le dio una sonrisa de agradecimiento de esas que Santana tanto extrañaba. Y se quedaron mirando por unos segundos fijamente, hasta que la chica de ojos verdes rompió el contacto.

-Igual creo que es preferible mantener mis opciones abiertas, el que cuestionen mis condiciones para entrar a Yale no es lo único que me hace querer estar lejos de New Haven o Nueva York-. Expresó desviando la vista-.

Santana comprendió de inmediato el comentario y no le quedo más que guardar silencio.

-¿Y tú que haces tan temprano? Por lo que recuerdo levantarte temprano no es una de tus actividades favoritas-. Preguntó de vuelta-.

-Mmm…nada, sólo vine a desayunar-. Respondió-.

-¿Y porque no lo hiciste en tú casa?-.

-Estaba mamá-. Respondió de manera inconsciente-.

Kayle la miró sin decir una palabra, después de todo Santana no sabía que ella estaba al tanto de esa situación. Se había formado un silencio incomodo entre las dos chicas, ninguna sabía que decir a continuación y cuando el teléfono de Kay comenzó a sonar, la morena agradeció por primera vez en días que su madre le estuviera controlando hasta lo que respiraba.

La conversación fue breve pero sirvió para relajar el ambiente tenso que se había formado. Su madre quería se fuera a casa de inmediato para ver si las medidas del traje eran las correctas.

-Ya me parecía extraño que me dejara en paz tanto tiempo-. Comentó-.

Santana rio ante el comentario.

-Me tengo que ir, sino llego a casa en máximo una hora entrara en crisis y va a comenzar a gritarme por teléfono-. Dijo levantándose-.

-Seguro-. Aceptó con un dejo de decepción-.

La morena de ojos verdes noto ese gesto en la expresión de su ex novia, la conocía y sabía que no estaba en su mejor momento, porque esos ojos color ámbar que tanto amaba ya no estaban brillando como de costumbre. Por lo que se mantuvo de pie a su lado.

-¿Quieres acompañarme?-. Preguntó espontáneamente-.

Santana abrió sus ojos descolocada por aquella inesperada invitación.

-Si no quieres entiendo, no quiero que vayas a tener problemas con Brittany o algo así-. Se apresuró a decir ante el silencio de la latina-.

-No es por eso, yo…no me lo esperaba… ¿Estás segura?-.

-Claro, de hecho creo que vas a divertirte viendo como mamá grita cada tres segundos, a alguien diferente, o generalmente a mi-. Respondió bajándole el perfil-.

-No creo que sea tan terrible, además es lógico que te quiera ahí, es tu fiesta debes elegir lo que te guste-.

-Lo único que he elegido hasta ahora ha sido el sabor de la torta, porque mamá había elegido uno con nueces olvidando que soy alérgica-. Comentó-. Ven…vamos-. Dijo ofreciendo su mano-.

Santana la tomó sin pensarlo más y esa simple acción se sintió tan jodidamente agradable que hasta culpa le produjo. La mano de Kayle le daba esa seguridad que nadie más le había dado antes. Se quedaron frente a frente pos algunos segundos, a centímetros de distancia, sus ojos no dejaban de estar inmersos los unos en los otros.

-Vamos-. Susurró Kayle soltándole delicadamente y con esfuerzo la mano-.

Santana resintió aquel movimiento pero tampoco podía esperar que salieran tomadas de la mano de aquel local, como la pareja que ya no eran.

El viaje a la residencia Carpentier se hiso agradable y evitaron cualquier tema que pudiera derivar en la relación que tuvieron. Simplemente comentaban cosas vanas.

Al llegar Kayle abrió la puerta y de inmediato pudo sentir como su madre se acercaba a paso apurado hacía la entrada y vociferando su nombre completo, lo que no era una buena señal.

-¡Kayle Alessia Carpentier!-. Le gritaba de entrada la mujer-.

-Te lo dije-. Le dijo divertida a Santana quien reía-.

-¡Cómo se te ocurre desaparecer en medio de una crisis! No te das cuesta acaso de lo importante que es esto…-. La mujer se detuvo al percatarse de la presencia de Santana-

-Buenos días señora Carpentier-. Saludó sonriente la latina-.

-Santana…yo no sabía, lamento que hayas tenido que escuchar los gritos, pero es que esta niñita olvida sus responsabilidades-. Se excuso la mujer-.

-¿Qué paso ahora mamá? ¿Confundieron los colores de las servilletas otra vez?, porque sinceramente no me cabe en la cabeza que sean tan incompetentes para confundir el blanco con el marfil-. Preguntó sarcástica-.

Santana estaba haciendo todo un esfuerzo para no reírse, Kayle había puesto su mano en su pecho haciendo como que realmente estaba afectada por aquello.

-La diseñadora te esta esperando para la segunda prueba del traje, así que sube-. Contestó seria-.

-A sus órdenes-. Respondió y le dio un beso en la mejilla para que no se enojara-.

Subieron y en una de las tantas habitaciones que tenía en esa casa, estaba provista con todo lo necesario para que trabajara la diseñadora, quien era una promesa en el mundo de la moda. A la latina le sorprendió lo joven de chica y también le molestó su trato con Kayle, le parecía que le estaba coqueteando de manera descarada.

Se ubicó en un costado y tomo uno de los papeles que se encontraba encima, algo que nadie sabía es que a veces le gustaba hacer sus propios diseños, eran simples bosquejos pero muchas veces la habían ayudado para escoger la mescla perfecta de prendas a usar en ocasiones especiales, no es que los hiciera, sino que lo hacía para imaginarse como lucirían. Así se concentro tanto que perdió la noción del tiempo y el lugar dónde estaba.

-Santana…San-. Llamó Kay-.

-¿Sí?-. Volviendo su atención a la morena-.

La latina levantó la vista y la vio, se veía elegante, vestida en un traje de dos piezas en tonos grises perlados, al costado cerca del corazón tenía un escudo, presumía que era el de su familia.

-¿Cómo me veo?-. Preguntó insegura-.

-Te ves hermosa-. Respondió de inmediato-.

-Gracias-. Dijo-. ¿Qué tienes ahí?-. Preguntó-.

-No es nada, sólo algo en lo que me entretenía-. Contestó escondiéndolo-.

-Déjame verlo-. Le pidió acercándose-.

-Si no es nada-. Respondió escondiéndolo detrás de su espalda-.

Kayle sonrió maliciosamente y comenzaron un juego en dónde sus cuerpos estaban muy cerca, una intentando quitarle el papel y la otra intentado esconderlo. Santana hiso un movimiento errado y casi pierde el equilibrio, por lo que Kay la sujeto por la cadera para que no cayera, pegándola más a su cuerpo.

La latina se perdió en esos ojos verdes y sin quererlo intercalo esa mirada hacía los delgados labios de su ex novia que no estaban a más de un movimiento de distancia, Kayle tampoco se movía, sin duda la deseaba, sentir su calor y esa respiración agitada tan cerca le provocaba tantas cosas, que prefirió enfocarse en lo que había comenzado eso. Le arrebato el papel y se distancio.

-Yo…no sabía que te gustara el diseño-. Expresó sorprendida-.

-No es nada, es sólo un dibujo, dámelo-.

Kayle se acercó a la diseñadora para mostrárselo, era un dibujo de un vestido.

-Vaya, tienes talento es original-. Comentó la joven-. De hecho si buscas algo así para la fiesta, tengo uno que tiene la misma base, con algunos arreglos podríamos tenerlo listo para la fecha y sería casi igual al de tu dibujo ¿Qué te parece?-. Preguntó entusiasmada-.

-Creo que es una excelente idea, así que Santana, es tu turno de probarte y eso-.

Santana hiso caso a lo que le dijeron, después de todo le gustaba mucho todo eso de la moda. Se probó el modelo y salió, le quedaba perfectamente por lo que había que hacerle los cambios para que se pareciera al suyo.

Kayle la estaba observando atentamente apoyada en el umbral de la puerta, Santana con lo que se pusiera se veía simplemente perfecta ante sus ojos. Sintió como alguien más había llegado a su lado, se giró y vio que era Sofía López.

La mujer observaba atentamente a su hija y en sus ojos veía una culpabilidad difícil de describir.

-Puedo hablar con usted un momento-. Pidió Kay-.

Sofía desvió la mirada y le dio una media sonrisa.

-Claro, ¿sobre que?-.

-Es mejor que vamos a otro lugar-. Contestó-.

Kayle la guío a una sala de estar que se encontraba en el mismo piso que dónde se hallaban en forma anterior. La morena cerró los ojos y respiro profundo pensando en que sus palabras podían no ser muy bien recibidas.

-Señora López, quizás lo que voy a decir no me compete y se moleste por eso, pero lo hago porque por sobre muchas cosas el bienestar de Santana me importa mucho-. Comenzó-.

Sofía entendió inmediatamente de que se trataba.

-Kayle no creo que sea…-.

-Por favor, le pido que me escuche, serán sólo un par de minutos-.

La mujer no estaba segura de que fuera algo que quisiera escuchar, ella ya sabía que no había estado actuando de la manera correcta, pero cuando quiso o tuvo la intensión de revertirlo, se dio cuenta que algo se había roto, que construyo una muralla entre Santana y ella que no iba a ser fácil de derrumbar. Se giró hacía la salida, sin querer escuchar las palabras de Kayle.

-¡No tiene por qué castigarla de esa manera!-. Exclamó Kay-. Santana no se lo merece-.

-Tú no lo entiendes-. Contestó volviéndose para mirarla-.

-Quizás no desde su punto de vista, pero sí desde el otro, a mi mamá le costó tiempo aceptarlo, de hecho creo que aún es difícil y cuando se entero, ella hiso lo mismo que usted hace con Santana, y se sentía horrible, creo que ha sido una de las cosas más dolorosas que he vivido, que mi propia madre renegara de mi, ¿Por qué? ¿Por algo que ni siquiera elegí? Que simplemente es…-.

Sofía no emitía ningún comentario, sólo escuchaba atenta.

-Santana es mucho más que su condición sexual y usted debería saberlo, no son muy diferentes después de todo… ella es maravillosa, fuerte, siempre diciendo lo que piensa, cuidando de los que ama, inteligente y además hermosa, usted hiso de ella una gran persona y eso debería valer mucho más que a quien ella pueda elegir para pasar su vida, porque independiente de eso siempre la va a necesitar, usted nunca va a dejar de ser la mujer más importante de su vida-.

Kayle se fue acercando hasta quedar frente a frente, Sofía tenía los ojos brillantes.

-No deje que su orgullo la separe de Santana, ni le impida vivir junto a ella todos esos momentos especiales que va tener a lo largo de su vida, porque se va a arrepentir, tarde o temprano lo hará-. Añadió y salió de la habitación-.

Sofía se quedó ahí pensando en las palabras que aquella chica había pronunciado con tanto cariño.

Kayle salió y se encontró con Santana quien ya se había sacado el vestido.

-¿Dónde estabas?-. Preguntó-.

-Viendo otras cosas-. Respondió escueta y le dio una sonrisa-.

Santana le pareció que algo extraño había allí pero no le dio mayor importancia. Pasaron todo el día juntas hasta ya casi entrada la noche. La latina estaba agradecida porque aunque no estuvieron casi en ningún momento a solas, se había distraído bastante, además su mamá cuando la vio le sonrió, gesto que no había tenido con ella desde hace mucho, lo que la llevo a pensar que simplemente lo estaba haciendo para disimular sus problemas delante de otras personas.

Kayle se había ofrecido a llevarlas a ambas a casa y se trayecto de vuelta fue bastante relajado. Al llegar a la residencia López, su madre bajó primero del vehículo.

-Buenas noches Kayle y gracias…por todo-.

-Buenas noches a usted también-.

Se quedaron solo las dos y no sabían muy bien que decir, eso se estaba volviendo extraño.

-Entonces…buenas noches…-. insegura Kay-.

-Kay…yo…gracias por este día-. Expresó mirándola a los ojos-.

-No tienes porque, me gusta pasar tiempo contigo, quizás tenías razón y podamos ser amigas después de todo-. intentando sonar convencida de eso-.

-Quizás sí, yo necesito tenerte en mi vida-. Dijo bajando la mirada-.

-Lo intentare-. Contestó-. Intentaré ser parte de tú vida-.

Santana no lo pensó mucho y se sacó el cinturón para acercarse y abrazarla, acomodó su cabeza en el pecho de Kayle que le parecía el lugar más cálido que podría encontrar y ahí se quedó por unos segundos. Se separó con dificultad.

-Buenas noches Kay, nos vemos en la escuela-. Se despidió-.

-Que tengas un buen fin de semana-. Respondió-.

Salió del vehículo con una gran sonrisa y espero que se perdiera por la calle, luego giró e iba a entrar a su casa pero una voz la detuvo.

-Así que con ella estuviste todo el día, por eso no contestaste ninguna de mis llamadas-. Expresó Britt-.

La rubia después de salir de sus clases de danza había llamado a su latina para que pasaran lo que quedaba del día juntas, pero no consiguió comunicarse con ella, llamó a su casa y tampoco obtuvo respuesta, incluso se había comunicado con Quinn para saber si sabía dónde podía estar Santana, pero la rubia no tenía idea. Por lo que se preocupo y llevaba alrededor de dos horas esperando en el porche de la residencia López.

-Brittany me asustaste-. Dijo la morena con una mano en su pecho-.

Santana recordó que había dejado su celular en casa porque cuando salió en la mañana, sólo iba por un café y luego regresaría así que no lo considero necesario.

-Sabes lo preocupada que estaba-. Añadió la rubia muy molesta-.

-Lo siento, lo deje en casa porque no estaba en mis planes volver a esta hora-.

-¿Así que sí pasaste todo el día con ella?-. Preguntó-. Y claro cuando estás con ella te olvidas de todo y todos, especialmente de mi-. Le reclamó-.

Brittany estaba en extremo celosa, había visto toda la interacción previa en el auto, esas sonrisitas, las miradas y ese abrazo que por supuesto había durado mucho más de lo necesario, por lo que su actuar no estaba siendo para nada racional, la discusión que había tenido con Kayle hace algunas semanas y todas sus palabras estaban taladrando en su mente.

-Brittany, cálmate y mejor entremos, hace algo de frío aquí afuera-. Le pidió-.

Las chicas subieron a la habitación de Santana.

-Entonces…te escucho ¿Por qué estuviste todo el día con ella? ¿Recordando viejos tiempos?-. Preguntó la bailarina-.

Santana tomó su teléfono y tenía más de cuarenta llamadas perdidas, algunas de Quinn pero en su mayoría de Britt, por lo que entendió que la rubia estuviera preocupada y se hiso de paciencia, no quería discutir con ella.

-Britt, puedes por favor confiar en mí un poco, yo fui a tomar un café me encontré con Kay y pasamos tiempo juntas como amigas-. Respondió-. Nada más-.

-Ella no quiere ser tú amiga San, ella todavía esta enamorada de ti y va a usar cualquier excusa para acercarse a ti-. Dijo un poco más calmada-. Tienes que entender que por eso no la quiero cerca de ti-.

-No me puedes pedir que la aleje, no es justo, Kayle jamás me lo pidió cuando yo estaba con ella y sabía toda nuestra historia, yo la quiero en mi vida, así que vas a tener que confiar en mi Brittany-. Dijo con una postura firme-.

A la rubia la descoloco la respuesta de Santana.

-¿Por qué la quieres en tú vida? Todavía sientes algo por ella no es cierto, yo no soy suficiente para ti-. Expresó herida-.

-No se trata de eso, es diferente, sabes que te amo y te prometí que iba a dar todo de mí para que lo nuestro funcionara y es lo que estoy haciendo, no hagas un problema de algo que no existe… -. pidió la latina siendo paciente-.

-¿No existe?... San, fue tú novia, así que no me niegues que algo sientes por ella todavía, porque si no es así ¡no entiendo tú necesidad de tenerla en tu vida! Me tienes a mi San, a mi me elegiste-. Discutió celosa-.

Santana había estado a un segundo de perder la paciencia y con eso la perdió, tanta desconfianza de Brittany le estaba molestando.

-¡Pero tú no has estado para mi!-.

La latina se arrepintió de haberlo dicho de esa manera al ver la expresión de Britt.

-Yo…no quise decir eso-. Se disculpó de inmediato-.

-Sí lo quisiste decir-.

Santana se fue acercando para parar eso que tenía tintes de poder llegar a ser un verdadero problema, pero la bailarina se alejó.

-¿Siempre vas a correr a sus brazos cuando algo no vaya bien?-. Preguntó-.

-Yo no hice eso-.

-Claro que sí, corriste a refugiarte en ella, en vez de buscar hablar conmigo sobre lo que te pasa-. Le reclamó-.

-Te he dicho muchas veces lo que me pasa y me dijiste que estábamos juntas, que me apoyarías pero se necesitan acciones más que palabras Britt, y no fui a refugiarme con Kayle, simplemente quería distraerme y olvidarme de todo por un rato-. Explicó-.

-¡Eso lo tienes que hacer conmigo no con ella!-. Exclamó enojada-.

Santana respiro profundo intentado comprender por qué Brittany se sentía tan insegura y de alguna manera la entendía porque la única mujer aparte de la rubia, que le había despertado sentimientos era Kayle.

-Brittany no quiero seguir discutiendo-.

-Lo que no quieres es que te siga diciendo la verdad, porque aunque me lo niegues eres incapaz de dejarla ir-. Añadió dolida-. Y ahora que sé que estás bien me voy-.

Brittany salió rápidamente, sin siquiera darle un beso de despedida. Al sentir el fuerte golpe de la puerta al cerrarse, se sentó en el borde de su cama. No podía enojarse con Britt porque sabía que tenía razón en muchas cosas, cada vez que se sentía mal pensaba en Kayle, cada vez y eso no era correcto.

Dos golpes en su puerta y una voz que no esperaba escuchar.

-¿Esta todo bien?-. Preguntó su madre-.

Santana giró para mirar hacía la puerta sorprendida, no había habido palabras entre ellas en más de un mes.

-Sí-. Respondió secamente-.

-¿Puedo pasar?-.

La latina afirmó con su cabeza.

-Te escuché discutir, segura que está todo bien-.

-¿Por qué te importa?-. Preguntó más agresiva de lo que pensó saldría-.

-Eres mi hija-.

-¿Lo soy? Porque la última vez me dejaste bastante claro que no era más que una vergüenza para ti-. Expresó con rabia-.

-Santana…-.

Sofía se acercó lentamente.

-Lo siento…-.

-¿Ahora mamá? Han pasado más de dos meses, sin palabras para mi, sin si quiera mirarme y ahora me dices que lo sientes-. Reclamó con tristeza-.

-Santana, tú cuando naciste no venias con un manual de instrucciones, me he equivocado lo sé, pero cuando tú me dijiste que…que tenías otras preferencias yo no sabía como reaccionar pensé que yo había fallado en algo, que algo había hecho mal…-. Se explicó-.

-Ni siquiera puedes decirlo…como quieres que te crea que lo sientes y me aceptas-. Expresó mirándola hacía arriba-.

La mujer se sentó en el borde de la cama junto a Santana, y buscó su mano para tomarla cariñosamente.

-Dame tiempo sí, dame la oportunidad de arreglar las cosas, sé que juntas podemos superar esto-. Le pidió con un tono que expresaba su arrepentimiento-.

Santana no pudo negarse a ello al ver en esos ojos cafés tan parecidos a los de ella que había sinceridad y arrepentimiento, la abrazó, se refugió en sus brazos en señal de que le daría esa oportunidad y comenzaran de nuevo.
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La latina llegaba el día lunes a su casillero antes de entrar a clases, no había hablado con Brittany en todo el fin de semana. No sabía que decirle para arreglar las cosas, no estaba acostumbrada a esas escenas de celos de la rubia, porque ella siempre había sido alguien no dada a las discusiones por lo que a Santana la descolocada esa actitud tan explosiva.

Brittany la miraba a la distancia, quería arreglar las cosas, sabía que se había sobrepasado en su reacción pero nadie más que ella podía entender lo que producía ver a Kayle Carpentier cerca de su chica. Le evocaba todo lo que tuvo que pasar antes, todo ese periodo dónde Santana se negaba a perdonarla y se consolaba en los brazos de esa morena que le había aceptado aún tener sentimientos por su latina y le había dejado entrever su intensión de recuperarla. Se acercó lentamente y sin que Santana lo notara apoyándose en el casillero del lado.

-Hola-. Saludó tímidamente la rubia-.

-Hola-. Respondió Santana girándose para quedar de frente-.

-¿Podemos hablar?-. Pidió-.

-Seguro, dime-.

-Lamento mi reacción, no me gusta estar peleada contigo, no se siente bien-. Expresó-.

-Ni a mi Britt…yo, entiendo que te sientas insegura...-.

-Pero debo confiar en ti-. Interrumpió-. En ella no me pidas que confíe porque estoy segura cuando te digo que aún te quiere y busca recuperarte, pero debo confiar en ti, en que tú ahora sólo me quieres a mí, estamos juntas y eso es lo que me debería importar-.

-¿Eso significa que no me vas a pedir que me mantenga alejada de Kay?-.

-Me cuesta San, me cuesta verte con ella porque recuerdo cuando ustedes estaban juntas, esa no fue una buena etapa para mi, lo pasé muy mal y verte el fin de semana, como la abrazaste, como se miraban, me da miedo, tengo miedo a perderte otra vez, porque si eso pasara no sé si podría superarlo-. Explicó la rubia tomando su mano-.

-Britt…-.

-Yo sé que es egoísta pedirte que te mantengas lejos, que es hasta infantil de mi parte, pero duele...-.Añadió-.

Santana se acercó y puso una de sus manos en el rostro de la bailarina para acariciarlo con cariño y así lograr que sus ojos se miraran con todo el amor que sentían.

-Eso no va a pasar, debo reconocer que tienes razón en que me ha costado dejar ir a Kayle, pero no voy a dejarte Britt, te amo y quiero que estemos juntas por mucho tiempo más, así que por favor confía en mi-.

-Lo intentaré, lo prometo…aunque me cueste verlas juntas no volveré a discutir contigo por eso, lo tomare por lo que son ahora, amigas-. Contestó-.

-Gracias Britt-. Dijo sonriendo-.

Las chicas se acercaron para sellar tales palabras con un tierno beso, Brittany la había extrañado demasiado por lo que la tomó por la cintura para pegarla más a su cuerpo y profundizar aquel necesitado beso.

-Te amo y no te voy a volver a perder-. Susurró la rubia cerca aún de sus labios-.

-No quiero que me pierdas-.

Se tomaron de la mano y se fueron juntas a sus clases. Brittany sentía que su relación iba consolidándose, claramente no exenta de problemas pero más allá de esos detalles, lo importante era su amor, su mutuo amor que las iba a llevar a superar cualquier obstáculo que se les presentara, incluso si ese obstáculo era una hermosa morena de ojos verdes, que aunque Santana se lo negara, le seguía moviendo el piso cuando la veía.
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Lun Mar 18, 2013 11:21 pm

Los días iban pasando y Santana no había vuelto a estar con Kayle a solas. Brittany se había dado cuenta de su error y ahora le dedicaba un poco más de tiempo aunque aún condicionado por sus clases que eran cada vez más intensas.

Era viernes y antes de que finalizara el Club Glee, Kayle había pedido la palabra para asegurarse de que todos habían recibido la invitación a su cumpleaños que se celebraría el día siguiente. Iban saliendo divididos en grupos como siempre.

-Mañana enviare a un chofer a que vaya por ti-. Expresó Kay quien iba de la mano con Francis-.

-No sé si sea necesario cariño, me puedo ir con Kurt y Blaine, no quiero que estés pendiente de esos detalles con todo lo que tienes en mente-. Contestó-.

-Sabes que no me cuesta nada-.

-Te dijo que no te preocupes, que yo personalmente me voy a encargar que la señorita este puntualmente y que llegue sana y salva-. Intervino Kurt-.

-¿Estás segura?-.

-Que sí-.

-Está bien, eso si cuando estés en la puerta me avisas, quiero que entres conmigo-. Le pidió-.

Francis sonrió ilusionada ante esa petición y los chicos le hicieron un guiño de que se alegraran por ella.

-¿Eso quiere decir que seré tu acompañante?-.

-Por supuesto-. Contestó segura-.

-Entonces como buenos caballeros que somos, mi novio y yo, llevaremos a la doncella ante su puerta-. Exclamó Blaine bromeando-.

-Confió en ustedes-. Expresó apuntándolos con su dedo índice-.

Los cuatro habían hecho bastante amistad en poco tiempo, aunque Kayle y Blaine a veces necesitaran una dosis de paciencia adicional cuando sus parejas comenzaban a debatir de moda y cosas así. Seguían con la conversación sin advertir la presencia de alguien que estaba apoyada en el capot del auto de Kayle, hasta que Quinn lanzó un grito que les hiso girar hacía dónde se dirigía la rubia.

-¡Alison!-. Exclamó Quinn y se fue corriendo a ver a su amiga-.

Alison Foster, estaba vestida con unos jeans ajustadísimos en color oscuro, una camiseta marga larga roja y encima un abrigo que le llegaba sobre la rodilla también oscuro, había poco sol pero tenía sus ojos cubiertos por unos anteojos estilo piloto. Se veía realmente hermosa, con su cabellera pelirroja más larga que última vez y lisa. Tenía sus brazos cruzados hasta que Quinn, se acercó corriendo y la atrapó en un abrazo.

-Que bueno que estás aquí-. Le susurró la rubia-.

-Aquí es dónde debo estar-. Respondió-.

-Arregla las cosas con ella-.

-Lo haré y no sólo eso, vine a recuperar lo que es mio Quinn, voy a decirle toda la verdad-.

La rubia se distancia unos centímetros y le regalo una gran sonrisa.

-Ya era tiempo-. Expresó-.

Kayle se había quedado dónde mismo, lentamente le soltó la mano a Francis y se fue acercando con temor a dónde estaba su amiga, que estuviera ahí ya era una señal, pero conocía a Alison y sabía que aún tenía muchas cosas que decirle. Quinn al ver la morena se despidió de su amiga y volvió con su novia que se había quedado con Brittany y una Santana que no perdía detalle de la situación.

-Hola-. Saludó-.

Alison no respondió de inmediato lo que acrecentó los nervios de Kay, quien había bajado su cabeza y jugaba con sus manos.

-Ven aquí pidió la pelirroja-.

Kay se acercó y la abrazó con todo lo que tenía en ese momento, Alison pasó sus manos por su cuello y se aferró a ella con fuerza, eso que sentía cuando estaba cerca de su morena no podía compararse a nada más.

-Lo siento, yo nunca quise herirte de verdad lo lamento mucho, Al-. Se disculpaba Kay entre susurros-.

-Lo sé, yo tampoco debí reaccionar así, pero sabes que jamás voy a perdonarle todo lo que te hiso sufrir, ni a ella ni a nadie que lo haga-. Contestó-.

-Te extrañe mucho-. Dijo apretándola más hacía si misma y escondiendo su rostro en el cuello de la pelirroja-.

-Y yo a ti-. Expresó acariciándole el cabello-.

Se quedaron así unos minutos. Hasta que Kayle se distancio.

-¿Y tus maletas?-. Preguntó mirándola-.

-Están en el hotel, llegue hace algunas horas, así que me registre, desempaque, me di una ducha y me vine hacía tú escuela-. Contestó-.

-Vamos a buscarlas entonces, sabes que no voy a dejar que te quedes en un hotel, te vienes a casa conmigo-.

-Kay, primero hay algunas cosas que tenemos que hablar, así que si puedes me gustaría que nos fuéramos a alguna parte ahora y después vemos que pasa, si me voy contigo o no-.

-Como prefieras, dame algunos minutos y vuelvo enseguida-.

Kayle volvió a dónde estaba Francis con Kurt y Blaine. La rubia no estaba para nada feliz con lo que había presenciado, no le gustaba que Alison estuviera en Lima porque tenía claro que la pelirroja haría lo imposible por tener a Kayle con ella, en todo momento.

-Francis, puedes irte con los chicos, Alison me dijo que teníamos algunas cosas que conversar y prefiero que sea ahora, mañana no tendré tiempo-. pidió amable-.

Y ahí estaba, Foster no llevaba ni cinco minutos en la ciudad y ya le estaba quitando a su morena.

-No hay problema-. Contestó con visible molestia-.

-Hey-. Dijo y la tomó del mentón-. No quiero que te enojes, sabes que tenemos una conversación pendiente, además no le ha visto hace meses-.

-Lo sé, nos vemos mañana-. Contestó intentando fingir que no estaba celosa-. ¿Aún quieres que sea tú acompañante?-.

-Por supuesto que sí, que Al este aquí no cambia nada-.

-No estoy tan segura de ello-. Masculló entre dientes-.

Francis desvió la vista hacía dónde estaba Alison quien la miraba con una sonrisa triunfante, por lo que decidió dejarle claro con quien estaba Kayle ahora. Se acercó y le robo un intenso beso que descoloco por completo a la morena, quien se lo respondió como acto reflejo.

-Nos vemos mañana cariño, te amor-. la rubia acariciándole la mejilla-.

-Nos vemos-. Respondió-. Adiós chicos-.

Blaine y Kurt le hicieron un gesto de despedida y se pusieron al lado de Francis.

-Ríete ahora idiota-. Masculló la rubia-.

A Alison claramente se le había desaparecido la sonrisa con eso, pero cuando Kayle se acercó y le abrió la puerta del copiloto, le acarició el brazo con cariño y luego deposito un amoroso beso en su mejilla y posicionó un mechón de su cabello detrás de la oreja. Luego miró desafiante hacía dónde estaba la rubia, esa una clara declaración de guerra.

Santana se había quedado ahí mientras las chicas se ponían de acuerdo si se irán juntas a la fiesta o no. Ella claramente no había puesto atención, estaba concentrada mirando la interacción que ocurría a unos cuantos metros de dónde ella se encontraba. Antes cuando estuvo en Nueva York, de inmediato notó la cercanía de Kayle con su mejor amiga, pero no desconfió porque comparo aquella relación con la que ella tenía con Quinn, que era prácticamente de hermanas. Sin embargo, ahora algo había cambiado, se dio cuenta de inmediato. Porque Francis podía ser insoportable para ella en muchos aspectos, pero la rubia cuando estaba celosa era por algo, nunca había hecho alguna escena ni siquiera por alguna de las chicas que descaradamente le coqueteaban a Kayle en la escuela, las ignoraba, pero ahora viéndola estaba enfurecida por la presencia de Alison, y la pelirroja al parecer le gustaba enojarla más, mostrándose más cariñosa de lo que una amiga normal es. Habían despertado dudas en ella y la única persona que podía contestar sus preguntas no estaba muy lejos.

-¿Santana y tú?-. Preguntó Rachel-.

-¿Yo qué?-. Dijo saliendo de todas esas conjeturas mentales-.

-Que si te vas con nosotras mañana-. Repitió la castaña rodando los ojos-.

-No creo, mamá quiere que me vaya con ellos, así que nos vemos allá-. Respondió-.

-Yo me voy con ustedes, no es que muy entusiasmada pero si tuvo la cortesía de invitarme, yo tendré la cortesía para ir-. Expresó Britt-.

-Pasamos por ti, como a las 8:30 más o menos y espero que estés listas, no me gusta llegar tarde-. Pidió Rachel-.

-Ahora ya tengo que irme, mamá me pidió que hiciera unas compras camino a casa-. Expresó Quinn-.

Las chicas iban haciendo camino a sus autos o en el caso de Brittany y Rachel al de sus novias.

-Creo que olvide algo en mi casillero-. Dijo Santana deteniéndose-. ¿Quinn me acompañas?-.

La rubia la miró con un gesto de extrañeza, pero aceptó, no se esperaba el interrogatorio que estaba por venir. Cuando estaba en el pasillo y al observar que no había ya nadie allí, la latina se detuvo, acción que Quinn repitió.

-Aún falta para llegar a tú…-.

-¿Qué pasa entre Kay y Alison? Y quiero que me digas la verdad-. Exigió-.

-Son mejores amigas-. Respondió automáticamente-.

-Dije que quiero que me digas la verdad Q, no lo que ya sé-.

-Creo que estás algo paranoica, nada pasa entre ellas y si pasara, yo no tengo porque saberlo, así que sí no tienes nada que buscar, prefiero que volvamos-. Contestó nuevamente evasiva-.

-Viviste dos meses con Alison, ella te considera su amiga al igual que Kay, sin contar que creo que Berry te esta ablandando porque ya no sabes mentir, así que te escuchó Fabray-. Expresó con su mejor tono de Bitch-.

-No sé porque te interesa tanto saberlo, tú estás con Britt ahora, no debería importante lo que pase con Kayle-. Le dijo algo molesta la rubia-.

-O sea que tengo razón, algo pasa no es verdad ¿Qué es? ¿Tienen un romance? ¿Están durmiendo juntas? ¿Desde cuando? ¡Respóndeme Quinn!-. Exigió-.

A Santana se le apretó la garganta ante sus mismas palabras, porque si algo había entre ellas dos, posiblemente fue durante el verano, dónde aún estaba con Kayle.

-Veo que aún te afecta todo lo que se relaciona con Kayle, y sólo por eso voy a responder y no es nada de lo que acabas de decir, ellas tuvieron algo, pero hace mucho tiempo-. Respondió a medias-.

-¿Hace cuanto y que fue exactamente?-. Siguió interrogando la latina-.

-No lo sé exactamente-. Expresó sarcástica-. Sólo sé que eran más que mejores amigas, tenían como una relación pero no oficial, se besaban, perdieron la virginidad juntas, no sé como eso que tú tenías con Britt antes, supongo, y se terminó cuando Kay conoció a Francis, fin de la historia-.

-¿Y ahora?-.

-¿Ahora que?-.

-No te hagas la idiota Quinn, ya te dije que no mientes cómo antes, hay algo que no me has dicho y supongo que es que Alison aún sigue enamorada de Kay ¿O me equivoco?-.

-No te equivocas-. Dijo de mala gana-.

-¿Por eso esta aquí?-.

-Es el cumpleaños de Kay ¿Acaso no es lógico que su mejor amiga venga?-. la rubia ya cansada de tanta pregunta-.

-Sí-. Respondió bajando la cabeza-. Es mejor que salgamos, nos están esperando-.

-San-. Detuvo Quinn-. Yo sé que aún tienes sentimientos por ella, pero no interfieras en esto, Alison de verdad la ama y si Kayle le da una oportunidad, estoy segura la va a hacer feliz, como ella se merece, si te decidiste por Britt no la sigas confundiendo, no es justo-. Expresó la rubia y se hiso camino hacía el estacionamientos-.

Santana se quedó ahí sabiendo que lo que decía Quinn era cierto, Kayle merecía ser feliz y ella con sus constantes dudas estaba entorpeciendo que eso llegara a ocurrir.
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Alison le había dicho a Kayle que fueran a su habitación de hotel, que ahí podrían conversar con mayor tranquilidad. Habían pedido servicio a la habitación, mientras se sentaban.

-Sabes de lo quiero hablarte Kay, aunque probablemente hay otras cosas que quiero decir que no te esperas-. Habló primero Al-.

-Sé que te debo una explicación acerca de cómo han pasado las cosas, sólo espero que sepas comprenderme…-.

-Lo que haya pasado con Johansen ya no me importa-. Interrumpió-. Lo que quiero decirte sí, es algo que me he guardado por demasiado tiempo y necesito que lo sepas, si después de eso tú consideras que no me quieres tener cerca…yo encontrare la manera de alejarme de ti, aunque sea lo más difícil que tenga que hacer en mi vida-.

-¿Al que pasa? Sabes que puedes decirme cualquier cosa y yo jamás me voy a alejar de ti, eres mi chica favorita, mi mejor amiga, eres la única persona en la que puedo confiar plenamente y sin temores-.

-Sólo escúchame sí…-.

-De acuerdo-. Aceptó confundida-.

-Yo tengo una explicación al porque actué así… -.

Cuando iban a comenzar a hablar sonó el timbre de la habitación.

-Yo voy-. Se ofreció Kay-. Deben ser los del servicio a la habitación-.

Se apuró en abrir la puerta y cuando iba a indicar a dónde dejaran lo pedido se dio cuenta que no era el servicio a la habitación, sino que una chica morena, alta, bastante atractiva, a simple vista se podía decir que tenía un aire de parecido a ella, salvo por sus ojos que eran azules y por su cabello que no pasaba de su hombro.

-¿Y tú quien eres? Creo que te equivocaste de habitación-. Expresó Kayle confundida-.

-No lo creo, esta Alison, necesito hablar con ella-. Contestó y pasó por su lado hacía la habitación-.

Kayle frunció el ceño y la siguió esperando una explicación de quien era esa mujer.

-Al, me llamó Adam y necesita hablar contigo urgente por lo que nos comunicaremos por video conferencia desde mi habitación, así que vamos-. Expresó la chica ignorando completamente a Kayle-.

-Ahora estoy hablando algo importante, dentro de un rato voy-. Contestó firme la pelirroja-.

-No me escuchaste es urgente, sabes perfectamente que hay muchas cosas que faltan por hacer para terminar el disco, de hecho aun no entiendo porque te autorizó a venir a perder el tiempo a este pueblo-. Insistió despectiva-.

-Lindsay, iré pero más tarde-. Repitió-.

-Sabes que Adam es socio de la discográfica y que tienes mucha suerte que él produzca tú primer disco ¿no es verdad?, y supongo que tú carrera es más importante que cualquier otra cosa-.

-Veo que además de maleducada estás a sorda, Alison te dijo que iría más tarde, así que si no tienes nada más que decir te pido que salgas de la habitación, estamos hablando sobre algo que sólo nos concierne a ella y a mi-. Expresó Kayle en una fuerte postura-.

La mujer miró con cara de pocos amigos a una Kayle que estaba enojadísima por la interrupción y porque aquella mujer se creyera con algún derecho sobre Alison.

-Disculpa pero esta es una conversación importante, así que no te metas quieres-. Contestó altiva-.

-La única que ha llegado a interrumpir eres tú, así que te estoy pidiendo por última vez amablemente que salgas…-. Exclamó enojada-.

Alison las miraba cómo si fuera un partido de tenis, aquella mujer que había interrumpido era su publicista, que la había acompañado para asegurarse de que nada que pudiera dañar su incipiente carrera ocurriera, además de hacerla subir a un avión en dos días que era el descanso que le habían dado.

-¿Me estás amenazando? Quien te crees tú niñita para hablarme de esa manera, yo trabajo con Alison por lo que tengo el derecho para hablar con ella cuando me plazca-. Respondió Lindsay-.

-Mira, poco me importa quien seas, yo soy…-. Esa discusión claramente iba a seguir pero sonó el celular de Kay-.

Otra vez era su madre por lo que contestó rápidamente y ante la exigencia de la mujer de que la necesitaba en casa no le quedó otra opción que aceptar, aunque su orgullo se viera malogrando al ser ella quien finalmente tuviera que salir de esa habitación.

-Mamá le pidió a la niña que regresara a la casa-. Molestó la publicista.

Y cuando Kayle iba a responder intervino Alison.

-Lindsay vete ahora mismo, en cinco minutos estoy en tú habitación-. Pidió no muy amable la pelirroja-.

-Ok, cinco minutos Alison, ni uno más-. Advirtió y salió de la misma manera en la que entró-.

Las chicas nuevamente quedaron solas.

-¿Con que clase de gente estás trabajando Al?-. aún molesta-.

Alison se acercó nuevamente a ella y le tomó la mano para que se tranquilizara.

-No es tan mala como parece, hace su trabajo que es lo importante-. Contestó con una media sonrisa-.

-Supongo que no tienes nada con ella, porque por como te habla al parecer se cree con todos los derechos sobre ti-. Expresó frunciendo el ceño-.

Alison rio ante ese comentario, era tan de Kayle comportarse así cuando se sentía amenazada, claramente no estaba acostumbrada a que alguien le hablara de esa manera.

-No es lo que quería pero tendremos que tener esta conversación en otro momento, mañana después de la fiesta ¿Puedes?-. Cambio el tema-.

-Voy a pasar por alto el hecho de que no respondiste mi pregunta, sólo porque si no llego a casa ahora mamá comenzara a llamar otra vez y no será amable, nos vemos mañana-. finalizó fría-.

-¡Oye!-. Exclamó sujetándola para que no se fuera-. No pienses cosas que no son, trabaja conmigo nada más, mañana llegaré temprano para que así tú madre no te vuelva loca, estaré contigo en todo momento ¿bueno?-. Pidió sin soltar su mano-.

-Está bien-. Aceptó haciendo un gesto algo infantil-.

-Ahora vete, te quiero Kay-. Se despidió y le dio un pequeño roce de labios-.

-Y yo a ti Al-. Respondió saliendo-.

Ese gesto no sorprendió a Kayle porque era algo que solían hacer, una muestra más de ese cariño tan profundo que las unía.
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Kayle no quería abrir los ojos porque sabía todo lo que se venía ese día para ella. Generalmente no disfrutaba mucho sus cumpleaños, eran ocasiones en que debía estar en un lugar porque así lo demandaba su familia, con todo el protocolo que eso conllevaba. Al recordar sus anteriores cumpleaños sólo hubo uno que sobresalía, los Quince, ahí Alison se había colado de noche a su casa y se arrancaron, pasaron dos días en una playa en The Hamptons, alojadas en una pequeña cabaña que era de propiedad del padre de la pelirroja, fue simplemente perfecto, aunque su madre, padre y abuelo casi enloquecen al quedarse con la fiesta lista y los invitados preguntando a que hora llegaba la cumpleañera, todo castigo posterior había valido la pena, sin ninguna duda.

Pero ahora era diferente, ni en sus más locos sueños podía hacer eso, eran los dieciocho, la edad en dónde un Carpentier oficialmente entraba a la Compañía familiar al ser traspasada a ella una cantidad simbólica de acciones, que debía supervisar en la bolsa.

Puso su almohada en su cabeza y la presiono con fuerza. Quería gritar, irse a otro lugar, sentía que era demasiada responsabilidad, la habían preparado eso es verdad pero ella aún no decidía su futuro y no le parecía justo que por haber nacido en una familia en particular, no tuviera ese derecho, elegir.

-No crees que dieciocho años es muy joven para intentar suicidarte, digo esta familia es agobiante pero no sé si sea para tanto-. Escuchó Kay-.

Y esa voz aunque hace mucho que no la escuchaba la reconoció de inmediato.

-¡Tía Claire!-. Exclamó levantándose para arrojarse a los brazos de esa mujer-.

Claire Carpentier era sofisticada e inteligente, una liberal por naturaleza que contrastaba profundamente con el resto de su familia, por eso decidió una vez graduada de la secundaria ir a estudiar a Oxford y de ahí nunca volvió a Estados Unidos más que de visita, ni aceptó puesto alguno en la Compañía de la familia, ella era artista, esas de espíritu libre que no iban a aceptar nunca ser condicionadas a ser la mujer de algún hombre de buena familia, ella siempre se dijo que no iba a ser la esposa adorno de nadie, como se estilaba tanto en la alta sociedad. Pretendientes nunca le faltaron, era una castaña alta, de ojos color miel, con un físico siempre bien cuidado.

-¡Mi sobrina favorita!-. Exclamó recibiéndola en sus brazos-.

-Soy la única que tienes-. Respondió distanciándose-.

-Igual sigues siendo mi favorita-. Dijo haciendo un guiño-. ¿Y cómo te sientes?-.

-Bien, aunque me sentiría mejor si tú me dieras el alivio de darme un primo y así saber que no todo será mi responsabilidad-. Contestó-.

Claire rio ante tal ocurrencia.

-Soy aún muy joven para ser madre, a mis 29 me queda mucho por disfrutar de la vida, no puedes pedirme eso-. Expresó-.

-35, tía-. Corrigió la morena divertida-.

-Cómo sea, siempre seré un espíritu joven-. restándole importancia-. ¿Y? ¿Cómo ha estado todo por acá?-.

-Bien, mamá me esta enloqueciendo pero lo he soportado estoicamente, así que tienes que estar orgullosa de mi paciencia-.

-Siempre lo he estado, desde que naciste y me di cuenta de la madre que ibas a tener, le rogué a algún dios que te diera paciencia-.

-Pero sacando eso todo bien, supongo-.

-Algo me dice que no esta todo bien, seguro que tiene que ver con alguna chica ¿O me equivoco?-.

-No-.

-¿Estás con alguien?-.

-Sí, eso creo, Francis se mudó a la ciudad y lo estamos intentando otra vez-.

-Debo decir que admiro la perseverancia de esa chica, y me sorprende a la vez, pensé que estabas con alguien más, hace un tiempo me enviaste unas fotografías en la que salías con una chica latina ¿Ya no están juntas?-.

-Ella es Santana y no, ya no estamos juntas-.

-¿Y porque no? ¿Es por Francis? Porque debo decir que en las imágenes te veías más feliz con ella de lo que nunca te había visto-.

-Ella…no fue por Francis, no fui yo quien tomó la decisión de dejar lo que teníamos, fue ella, no estaba enamorada de mí sino de alguien más-. Recordó con dolor-.

Claire no sabía que decir ante esa respuesta.

-Pues no sabe lo que se pierde porque debo decir que estás guapísima, cada vez más parecida a tú tí-. Y ahora es mejor que te prepares, te espero abajo para desayunar-.

Kayle aceptó y se metió a la ducha, le esperaba un largo día. Al salir reviso su celular y tenía muchos mensaje de felicitaciones, comenzó a verlos por orden de llegaba y se sorprendió al ver quien le había enviado uno justo a la medianoche.

-Nuevo año, nuevo comienzo, no puedo expresar con palabras todo lo que significas para mi, eres simplemente maravillosa y te deseo que logres encontrar quien te haga feliz, un abrazo. Feliz cumpleaños! S.

Lo releyó un par de veces, le gustaba saber que Santana pensaba en ella, sin embargo, algo en esas líneas le dejaba un sabor amargo, era como si latina la estuviera dejando ir y sintió que ya no tenía ninguna oportunidad de recuperarla. Algunas lágrimas cayeron por su rostro que se limpió de inmediato, ya no podía seguir así.

Del desayuno familiar, fue lo mismo de siempre, su tía disfrutaba molestando a su madre, digamos que Isabel y Claire eran dos caras de una misma moneda, simplemente no tenían nada en común, tal vez exceptuando su amor hacía Kay. Al terminar debía ir al Aeropuerto, y cuando salió de su casa un Ferrari 458 del año, la esperaba con una gigantesca rosa de regalo encima del capot en blanco que contrastaba con el rojo del automóvil.

-Un regalo de tú abuelo, dice que lo vayas a buscar en él-. Expresó su padre-.

Kayle lo miró y ya se lo imaginaba, así que le sacó la rosa de encima y se fue para probar su nueva adquisición. En el aeropuerto no tuvo que esperar mucho, cuando el avión privado propiedad de la Compañía aterrizo, trayendo en el al respetado patriarca de la familia.

Los saludos fueron efusivos, la morena independiente de todo amaba a su abuelo, ese hombre siempre le había dado todo y no sólo hablando de lo material, sino que siempre había estado ahí para ella, incluso más que sus padres, por eso era tan importante para ella tener su aprobación en lo que hacía, no le gustaba defraudarlo.

Pasó el día más rápido de lo que hubiera deseado. Y ya estaba frente al espejo de su habitación alistándose para bajar, toda su familia se encontraba ahí y la mayoría de los invitados también, respiró profundo y vio su reflejo nuevamente. El traje le había quedado perfecto, usaba una blusa en tono morado pálido que se veía bastante bien con su tono de piel, tuvo suerte, esos colores eran los del escudo de la familia, así que no había tenido mucha elección en ellos. Dejo su cabello suelto caer con algunas ondas, se ajusto el reloj en su mano derecha, ya estaba lista.

-Te ves más hermosa de lo normal si eso es posible de decir-. Expresó Alison quien la miraba embobada desde el umbral-.

-Gracias tú también te ves impresionante-. Contestó el cumplido-.

Alison se acercó hasta quedar junto a ella.

-Te quiero dar mi regalo-. Dijo la pelirroja-.

-¿No será lo mismo que me diste a los Quince? Porque te recuerdo que eso se puede dar una sola vez -.

-No seas idiota, no es eso, aunque nunca me voy a arrepentir de habértela dado a ti, eres mi persona especial, te quiero ¿Lo sabes cierto?-.

-Por supuesto, yo tampoco me arrepiento de haber estado por primera vez contigo, te quiero Al-. Respondió-.

Alison le había tomado la mano y suavemente deslizó un anillo en un significativo dedo de la mano derecha de Kayle. La morena al darse cuenta de ello, simplemente sonrió.

-Es hermoso-. Expresó admirando la joya-.

-Mira-. Le pidió mostrando también su mano derecha dónde había uno igual-. Siempre juntas Kay, tú y yo, no voy a dejar que nadie nunca más me separe de ti, esta vez yo…yo voy a…yo quiero…-.

Alison estaba nerviosa, sus palabras costaba que salieran.

-¿Qué quieres Al?-.

-Te quiero…te quiero más…-.

Kayle se distrajo al escuchar el sonido de su teléfono y soltó la mano de Alison.

-Lo siento, es Francis, tengo que bajar ahora, me lo vas a decir o hablamos luego de la fiesta-.

-Mejor después-. Respondió maldiciendo a Francis en su interior-.

Kayle salió de su habitación seguida por su mejor amiga. Al ir bajando las escaleras algunos flashes le molestaron a la vista pero nada que pudiera impedir ver, una vez que estaba en mitad de la escalera a dos hermosas chicas entrando a su fiesta.

No sabía si el destino le estaba jugando una muy mala pasada o era un regalo de cumpleaños el poder ver a las dos chicas de su vida ahí, a la misma distancia con su mirada en ella, tanto que ni siquiera habían notado el parecido entre ellas dos esa noche.

Francis entraba escoltada por Kurt y Blaine quienes lucían perfectos como siempre con esa sonrisa adorable en sus rostros. La rubia llevaba un vestido que con dos franjas cruzadas que se unían en la parte posterior de su cuello, se ajustaba a sus curvas y le llegaba sobre la rodilla. El vestido de Santana, se sujetaba de un solo hombro dejaban al descubierto gran parte de la espalda y con un pronunciado escote, caía en un punta, ambas tenían su cabello tomado en forma sencilla, las dos se veían impresionantes, y ambas vestían del mismo color un lila claro que combinaba con el atuendo de Kayle.

La morena dirigía su mirada alternándose entre ambas, lo que produjo que ambas chicas se miraran entre ellas, sin poder evitar cambiar su expresión a una de entre sorpresa y enfado.

-Ahora si que la mato-. Murmuró Francis-.

-Cálmate es sólo un detalle-. Tranquilizó Kurt tomándola del brazo-.

-¿Detalle? Lo hiso apropósito, estoy segura-. Le reclamó la rubia-.

Kayle no había seguido su paso para seguir bajando, su mirada se había clavado en una café ámbar. La latina le sonrió y ella se la devolvió, quería acercarse pero sabía que no era lo correcto, menos cuando una entusiasmada Brittany fue a buscar a su chica.

-¡Ya estás aquí!-. Exclamó la rubia-.

-Sí, tarde algo porque papá se atrasó de vuelta del trabajo-. Explicó la latina posicionando toda su atención en ella-.

-Ven hay alguien a quien quiero presentarte-. Expresó tomando su mano-.

-Claro, vamos-.

Kayle terminó de bajar las escaleras y se acercó a Francis que aún estaba enojada por el "detalle" del vestido.

-Hola-. Saludó la morena-.

-Hola-. Respondió haciendo un gesto infantil de estar enfadada-.

-Te ves hermosa ¿Vamos al salón?, es hora-. ofreciendo su mano-.

-Vamos-. Contestó con una gran sonrisa-.

Las ventajas de conocerla hace mucho, sabía que decir para que Francis olvidara lo enfadada que estaba.

Alison se había quedado más atrás, ver a Kayle con Francis era algo de lo que definitivamente prefería mantenerse alejada.

-Este cumpleaños decidiste no secuestrarla-. Expresó alguien susurrándole por la espalda-.

La pelirroja se giró al reconocer la voz y le dio un fuerte abrazo.

-Si no es la tía más guapa y sexy que tiene Kayle-. Expresó Al-.

-Siempre tan encantadora-. Agradeció y volteó a ver hacía dónde miraba la pelirroja-.

Alison tenía la mirada fija en Kayle quien actuaba de manera cariñosa con Francis. Sus ojos despegaron un destello de tristeza difícil de disimular.

-Arriésgate y estoy segura que la próxima vez que venga de visita ya serás una Carpentier-. Aconsejó Claire para luego marcharse-.

En otro lado de la fiesta Kayle estaba concentrando su atención en su rubia acompañarte, usaba toda su fuerza de voluntad ya que cierta latina estaba muy cerca de ella. Conversaban de todo un poco y recibía amablemente los saludos de algunos invitados, lo que no esperaba era que cierto personaje apareciera en su fiesta, haciendo como si nada hubiese pasado.

-Así que los rumores eran ciertos-. Exclamó Austin captando la atención de ambas-.

-Tú que haces aquí-. Le preguntó Kayle alterada-.

-Lo obvio querida prima, vine a tú fiesta de cumpleaños, soy parte de esta familia también-. Respondió con esa sonrisa arrogante que tanto lo caracterizaba-.

-Tú imbécil, no eres absolutamente nada mio, así que mantente lejos porque si intentas algo aunque sea mínimo no dudare en sacarte a patadas de aquí-. Amenazó la morena-.

Francis se mantenía tomada de la mano de Kayle sin pronunciar palabra, una profunda vergüenza la inundaba, ahí al frente de ella, estaba el mayor error de su vida.

-No son necesarias las amenazas, yo vine a divertirme o es que te sientes amenazada por mí, porque veo que has recuperado a tu preciosa novia-. Contestó altivo mirando a Francis-.

-Aléjate de ella, te lo advierto-. Dijo acercándose a él con una mirada asesina-.

-Pues creo que eso debería decirlo ella-.

Iban a seguir discutiendo pero apareció James quien con sólo una mirada hiso que se separaran.

-Kayle es hora, ven conmigo por favor-. Pidió el hombre con un gestó serio-.

La morena obedeció y llevo a Francis con ella, ni en un millón de años iba a dejarla sola con ese idiota otra vez.

Lo siguiente fue lo típico, le llevaron un magnífico pastel con dieciocho velitas ubicadas en forma circular para que ella las apagara, su abuelo dio un conmovedor discurso y procedió a entregarle una carpeta que ella sabía perfectamente lo que significaba.

Al leerla someramente, se dio cuenta de algo que le produjo una presión en el pecho, necesitaba hablar con su abuelo pero él, le hiso un gesto de que firmara, luego hablarían, y eso hiso, y al realizar esa acción, sintió que con ello sellaba su destino.

Santana se dio cuenta de inmediato que algo no andaba bien con Kay, lo notó porque sus ojos verdes se veían angustiados por lo que se preocupo más cuando salió del salón rumbo a la sala de reuniones que tenía el padre de Kay, junto a James. Quiso seguirla pero estaba con Brittany y sabía que la rubia podía no tomarlo muy bien.

Francis y Alison también se dieron cuenta. La rubia impulsiva como siempre, quiso seguir a su morena, pero Alison se le puso en el camino.

-No intervengas en esto, déjala, cuando salga va nos dirá que es lo que pasa-. Expresó-.

-Sal de mi camino y no te atrevas a decirme que hacer-. Contestó molesta la rubia-.

-Sabes que no es tan fácil sacarme del camino-.

-Lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo-. Contestó arrogante-.

Alison ante esas palabras la tomó fuertemente del brazo y la hiso entrar a la primer habitación que encontró desocupada.

-¡Que mierda te pasa! ¡Suéltame!-. Le exigía la rubia-.

-Es momento de que tú y yo aclaremos algunas cosas Johansen-. Expresó segura-.

-¿Sí? ¿Cómo que? ¿Cómo tus confusos sentimientos por tu mejor amiga? Ve al sicólogo Foster, yo no estoy para solucionar tus problemas-. Contestó-.

-Sabes perfectamente que no son confusos, yo la amo y mucho más que tú-. Contratacó-.

-No voy a tolerar que vengas a cuestionar mis sentimientos por Kayle, además resígnate, siempre tú lugar será el de mejor amiga, nada más Alison, ella nunca te vera como nada más-. Exclamó alzándole la voz-.

-Eso lo veremos una vez que le diga todo lo que siento-.

Francis sintió un escalofrío recorrerle, sabía que eso no era nada bueno.
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Kayle había salido a tomar algo de aire, después de aquella conversación con James, quería alejarse de todo por un rato. Así que se refugió en el único lugar de aquella casa que le transmitía eso. La terraza que daba hacía el jardín era dónde siempre iba cuando quería pensar, se había llevado consigo una botella de champaña que ya estaba a la mitad, la bebía apoyada en el barandal con su concentración en un punto inexistente.

-No deberías estar adentro y bebiendo eso en una copa-. Expresó Santana-.

La latina no había perdido de vista a Kayle por lo que cuando salió le dio unos minutos, cuando no volvió se preocupo y fue por ella.

-Ni esto puedo hacer, se supone que es mi cumpleaños, debería hacer lo que yo quiera-. Respondió sin mirarla-.

-¿Qué pasa?-. Preguntó ubicándose a su lado-.

-Firme mi sentencia a llevar la misma vida que mi padre y mi abuelo-. Contestó bebiendo otro largo trago de la botella-.

-¿Cómo así? No entiendo Kay, no se supone que eso ya lo sabias-.

-Lo que se supone es que me iban a traspasar máximo el cinco porciento, era algo simbólico siempre ha sido así, pero mi abuelo tenía otros planes…-.

-¿Qué son…?-.

-Lo que firme fue la aceptación del traspaso del veinticinco porciento de las acciones de la compañía, lo que significa que pase lo que pase, en algún momento voy a ser la heredera mayoritaria, tengo 18 años San, cómo se supone que decida cual quiero que sea mi futuro con esta presión-.

Santana se sintió conmovida por aquellas palabras tan llenas de frustración.

-Siento que te sientas así, pero estoy segura que sabrás enfrentarlo y llegado el momento por muchos papeles que hayas firmado nadie puede decidir que hacer con tú vida, sólo tú Kay, tienes que buscar lo que a ti te haga feliz, nadie más que tú merece ser feliz-. Expresó mirándola a los ojos-.

-Mi oportunidad de ser feliz se fue, la deje ir sin siquiera luchar y me arrepiento por eso, nunca he luchado por nada en mi vida Santana y tú sin duda vales la pena para hacerlo, nadie me ha hecho más feliz, con nadie me he sentido como contigo, yo puedo hacerte sentir eso también...-.

-Kayle…-.

-Sí aún existe la mínima posibilidad de tenerte de vuelta, de que lo quieras intentar otra vez, yo voy a luchar, sólo dímelo… ¿tú sientes algo por mi?-. Preguntó acercándose a escasos centímetros-

-Yo estoy con Britt y tú con Francis, esto no es correcto-. Contestó intentado alejarse pero la sujeto por la cintura-.

-Mírame a los ojos y dime que ya no produzco nada en ti, dímelo Santana y no haré lo que quiero hacer-. Le susurró muy cerca de sus labios-.

Santana no respondía, sabía que mirándola a los ojos no iba a ser capaz de mentirle.

-Tú silencio responde mi pregunta-.

Kayle la atrajo más hacía misma y la beso con una pasión que nunca antes había mostrado, la latina se resistió en un principio pero luego cedió ante tan intensa caricia y los labios de Kay, ya dejaron de tener sabor a culpa para pasar a un gusto entre champaña y algo exótico que tantos recuerdos le trajo. Se había aferrado a su cuello para que no se separara, mientras la chica de ojos verdes la recorría con sus manos atrayéndola cada vez más si eso era posible.

Santana no sabía que estaba haciendo, lo que si sabia era que no podía volver a hacer lo mismo, no podía y por mucho que lo estuviera disfrutando debía detenerse. Por lo que con delicadeza se separo para enfrentarse a unos ojos verdes que la miraban más brillantes que nunca esperando una respuesta.


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ESPERO LES GUSTE!!!
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por aria Mar Mar 19, 2013 1:20 am

Lo sabia... sabia que poco faltaba para que santana cayera de nuevo a lo mismo... [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739 Me ha decepcionado totalmente!! Muy mal santana, muy mal... se entiende por todo lo que paso, que kayle fue su soporte y todo cuando britt la rechazooo pero... Dioss!! Este cap me ha hecho llorar :'(: pobre ali, ella que vino a decirle a kay que la ama y sin imaginarse lo que pasa.... creo que morire de tristeza si britt llega a verlas besandose.
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por tatymm Mar Mar 19, 2013 2:14 am

osea ya san dejate de joder!!! y sinceramente preferiria que san estuviera con kay!! primero kay con francis ya no da, y con alisson ya paso, san con britt ya fue siempre tiene que ser la fuerte y todo eso en cambio san y kay se complementan tanto me encanta!!! ya se que el final es brittana pero me gusta ams como pintas la relaciond e kay con san besos!
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por airin-SyB Jue Abr 04, 2013 1:08 am

nueva lectora..... joder que mal san no se decide y eso me molesta kay es buena chica pero britt es britt y dios en estos momentos quiero matar a santana y solo tengo una pregunta esta historia va a terminar con brittana o no ? xq si san termina con kay entonces eh leido todo este fic solo para sufrir



continualo quiero ver que pasa ojala britt las haya visto :D
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Dom Abr 07, 2013 10:54 pm

Capitulo Veinticuatro:"Happy birthday,Part 2: Verdades dolorosas"
[justify]Santana sabía que Kayle esperaba una respuesta a la pregunta que le había hecho antes de besarla. Sabía que lo correcto era ser clara y decirle que no había ninguna posibilidad de que volvieran a estar juntas, porque ella estaba con Britt y la amaba. Pero esos ojos verdes la estaban confundiendo más de lo que se atrevía a aceptar, esos labios sabían a una nostalgia exquisita y el calor del cuerpo de Kayle le atraía como un imán. Giró la cabeza como si eso le ayudara a despejarse, su razón estaba luchando diciéndole que en su mente ya tenía la respuesta, pero era su jodido corazón quien se negaba a decirle que existía una respuesta absoluta y su garganta no sabía a cual hacerle caso para emitir las palabras.

Su conciencia le gritaba que era una cobarde, una egoísta que no quería perder a ninguna y que al mismo tiempo se estaba arriesgando a perderlas a ambas. Porque como hayan sucedido las cosas, ella había engañado a Brittany, a su dulce bailarina que no se merecía nada de eso.

-¡Mierda!-. Exclamó con rabia-.

Y esa rabia no era contra la morena que la miraba intentado ver a través de ella, esa rabia era contra si misma por no poder ser consecuente con sus decisiones, por no poder dejar de hacerle daño a las personas que quería. Por lo que corrió buscando una inexistente salida. Una vez más corrió.

Pero ahora Kayle no la iba a dejar escapar con esa facilidad que lo hiso meses atrás, así que la siguió. Corrió tras ella, sin importarle nada más, ni el pasado que compartían, ni su presente dónde había más personas ni ese futuro que ahora simplemente consistía en una nebulosa, en una fotografía difusa que no mostraba con claridad quien o quienes eran las protagonistas del tan esperado final feliz.

-¡San detente!-. Le pedía Kayle-.

Pero la latina no quería escucharla, no quería porque sabía que las cosas se complicarían más, porque sabía que si se detenía debía enfrentar una realidad para la que no estaba preparada.

-¡Ya detente!-. Exclamó sujetándole el brazo y girándola-. No sigas escapando de mí-. Le rogo con desesperación-.

-Kay, ahora no, no puedo hacer eso otra vez-. Le respondió acongojada a punto de llorar-.

Y se vieron a los ojos, por lo que ellas pensaron habían sido largos minutos. Pero en la realidad no había sido tanto, ni siquiera habían notado que estaban en mitad del salón dónde las personas que habían estado bailando comenzaron a dispersarse. Kayle estaba buscando las palabras para decirle que nunca en todo ese tiempo había dejado de amarla. Que sus sentimientos por ella se guardaban intactos, esperando la más mínima señal para salir y darle todo lo que ella quisiera y necesitara. La morena estaba segura, ser ella todo lo que Santana necesitaba.

-Es momento de que la cumpleañera baile con su acompañarte-. Se escuchó por el micrófono que estaba dispuesto en un pequeño escenario-.

Eso produjo que las chicas reaccionaran y cuando lo hicieron notaron que eran las únicas ahí, bajo la atenta mirada de casi todos los asistentes.

Santana sabía que eso le traería muchos problemas, pero algo dentro de ella sentía que se lo debía a Kayle, que la chica se merecía mucho más que un escape, que por lo menos debían hablar, decirle que ya no quería volver a herirla. Así que tomó la mano que le estaba ofreciendo para luego aferrarse a su cuello, mientras Kayle se apropiaba de su cintura.

Mecieron sus cuerpos despacio y sin presiones, escuchando las primeras entonaciones de esa canción, en silencio, simplemente sintiendo el calor que el otro cuerpo le proporcionaba, imaginando que sólo estaban ellas dos, sin nadie más a su alrededor. Porque si así fuera, las cosas serían considerablemente más fáciles.

You'll never gonna love me, so what's the use?

Tú nunca vas a amarme, así que, ¿de qué sirve?

What's the point in playing a game you're gonna lose?

¿Para qué jugar un juego, que sabes que vas a perder?

What's the point of saying you love me like a friend?

¿Para que sirve decir que me quieres como amiga?

What's the point of saying it's never gonna end?

¿De que sirve decir que lo nuestro nunca va a acabar?


Hay ocasiones en que las canciones sin esperarlo te van describiendo situaciones, pensamientos, sentimientos que has experimentado, que vives, que niegas con obstinación. Que son tan condenadamente precisas que se te revuelven el estómago provocando una sensación de malestar, porque es como si alguien te estuviera gritando todo lo que te niegas a aceptar sin darte la posibilidad de escapar. Esa era una de esas ocasiones.

-Sé que debería pedirte disculpas por haberte besado, pero no lo haré, porque no me arrepiento-. Susurró Kay rompiendo el silencio-. Te he extrañado tanto…-.

-Kay…-.

-No me digas que no sentiste nada, porque aunque de tú boca salgan mil palabras negándolo, tú cuerpo me sigue diciendo lo contrario, tus ojos me siguen mirando como cuando nos besamos por primera vez, pidiéndome que los rescate-.

-No hagas esto...el beso fue…fue algo-.Y las palabras no le salían para decir que eso no debió haber pasado-.

You're to proud to say that you've made a mistake

Eres muy orgulloso para aceptar que cometiste un error

You're a coward to the end

Eres cobarde hasta el final

I don't wanna admit, but we're not gonna fit

Yo no quiero admitir que juntos no encajamos

No, I'm not the type that you like

No, no soy el tipo que te gusta

Why don't we just pretend?

¿Así que por qué no simplemente fingimos?


-Sé que la amas, sé que probablemente la que pierda sea yo… otra vez y quizás de manera definitiva, pero voy a correr el riesgo, por ti Santana quiero correr el riesgo, lo único que te pido es que me des la oportunidad-.

-No quiero hacerte daño otra vez, tú no lo mereces, déjame ir Kay, aléjate de mí o te haré daño aunque no quiera-. Le susurraba la latina-.

-¿Crees que no lo he intentado?...Lo hice San, pero cada vez que te veo mi corazón me dice que no te he olvidado, que debí haber seguido ahí y no huir como una cobarde para dejarle el camino libre, me equivoque Santana, me equivoque porque tú sigues sintiendo algo por mi…éramos perfectas juntas...-.

-Kay, no existe lo perfecto…-.

Lies, don't wanna know, don't wanna know oh

Mentiras, no lo quiero saber, no lo quiero saber.

I can't let you go, can't let you go oh

No te puedo dejar marchar, no puedo.

I just want it to be perfect

Solo quiero que sea perfecto,

To believe it's all been worth a fight

creer que todo ha merecido la pena,

Lies, don't wanna know, don't wanna know oh

Mentiras, no lo quiero saber, no lo quiero saber.


-Tal vez no, pero tú y yo, nos acercábamos bastante a eso…yo…no he dejado de amarte… -. buscando su mirada-. Y no me digas que no sientes nada por mí, porque no es cierto, tú no has podido olvidarme…no me quieres dejar ir-.

-Pero debería, para acabar con todo esto de una buena vez debería poder dejarte ir…me siento egoísta, me siento como la mierda porque estoy haciéndoles daño a las mujeres que más he querido…-.

Kayle soltó las manos de su cintura y sin importarle quien la viera tomó el rostro de la latina con cariño, con devoción, con una idea en su mente que para ella era tal vez el principio de un nuevo comienzo.

-¿Qué no puedas no te dice algo?-. Le preguntó otra vez muy cerca de sus labios-.

-¡Suéltala!-. Exclamó una rubia descontrolada-.

Brittany había visto la escena probablemente no desde su comienzo. Se había distraído al descubrir que su profesor de danza Ethan, también se encontraba en la fiesta, por lo que cuando notó la prolongada ausencia de su latina, se dedico a buscarla por la gigantesca residencia Carpentier. Al volver nuevamente al salón y ver a todas las personas dejando espacio para que el centro del salón estuviera despejado, le llamó la atención. Cuando descubrió el porqué, no sabía si sentirse enojada o herida.

Claramente nadie tenía a Santana contra su voluntad ahí. La latina se veía tranquila, atenta a cada susurró que Kayle pronunciaba muy cerca de su oído y eso la estaba matando por dentro. Pensó en darse la vuelta e irse, pensó que ya nada más tenía que hacer ahí, más que resignarse a que Santana no iba a dejar ir a Kayle y que sería mejor ella dejar ir a su latina. Sí ella era feliz, que más daba de alguna manera iba a seguir adelante, no pudiendo jamás amar tanto como la amaba a ella, eso era seguro, pero lo por menos una de las dos sería feliz.

Ya había luchado, había entregado su corazón, cuerpo, su alma, todo y si eso no era suficiente, ya no sabía que más podría serlo. Lo iba a hacer, pero recordó las palabras de Santana diciéndole cuanto la amaba, que confiara en ella, que juntas iban a salir adelante. Así que se hiso espacio entre la gente a paso seguro, y llegó en el momento preciso.

-¡No voy a permitir que te acerques a mi novia!-. Le reclamó Britt a Kayle-.

La bailarina puso a Santana detrás de ella para enfrentarse a Kayle, eso se terminaba ahí y ahora, ya no iba a seguir soportando que la morena intentara recuperar a la mujer que ella amaba y se lo pensaba dejar absolutamente claro, importándole un comino dónde estaban y quienes las estaban viendo.

-Creo que has llegado un poco tarde para eso ¿No crees?-. Le respondió arrogante-.

Kayle no sabía si era toda esa champaña que circulaba por su sistema, el intenso beso compartido con Santana o el baile anterior que la había hecho darse cuenta que aún guardaba una posibilidad con su latina, lo que estaba provocando que no le importara nada más que defender ante esa rubia, su oportunidad de luchar por Santana.

-¡Aléjate de ella Carpentier! Entiende que me eligió a mí, me ama y estamos juntas, ya no sigas interfiriendo entre nosotras, ¡deja de arrastrarte! -. Exigió amenazante-.

-Mira quien lo dice ¡La que besó a Santana mientras era MI NOVIA! ¡Tú pusiste las reglas Pierce! Ahora no tienes ningún derecho a exigirme que me mantenga lejos de ella-. Respondió-.

Santana sabía que algo tenía que hacer para detener eso, pero su mente estaba tan confundida que produjo que su cuerpo cayera en un estado estático que le obligaba a ver todo como una simple espectadora.

-Eso fue diferente, ¡porque tú nunca debiste haber entrado en su vida! ¡Cuantas veces te lo voy a tener que repetir! ¡Fuiste casi un accidente!-.

-¿Y quieres que recordemos porque pasó?-. Interrumpió-. Porque fuiste tú quien la perdió, la que la rechazó por quedarse con un chico, la que la hiso sufrir y que no se dio cuenta que la amaba, hasta que la vio feliz ¡Que conveniente resultó! ¡No eres más que una egoísta!-.

-¡Eso no es cierto! Yo nunca deje de amarla y lo que pasó antes de que tú llegaras no lo sabes así que no te atrevas a juzgarme-. Amenazó la rubia-.

- Tengo todo el derecho a hacerlo ¡Porque fui yo quien estuvo ahí para ella! ¡Fui yo quien la consoló! ¡Fui yo quien la hice sonreír de nuevo! ¡Y sigo siendo yo quien se preocupa por ella! Por eso no puedes apartarla de mí, porque yo soy capaz de hacer muchas cosas que tú no-. Exclamó perdiendo la compostura-.

-¡Ya cállate imbécil! ¡Y que has sacado con eso si ella me sigue amando!-.

Las chicas estaban a una distancia reducida y tenían la completa atención de todos los asistentes a la fiesta, dado que los gritos eran cada vez más elevados. Incluso algunos flashes de fotógrafos que cubrían el cumpleaños de la heredera Neoyorquina que seguro aparecían en primera plana de alguna revista de espectáculo. La pequeña Carpentier otra vez haciendo un escándalo.

-¡Kayle ya basta!-. Expresó James quien le tomó el brazo a su nieta para alejarla de la rubia-.

-Pero…-. Iba a reclamar-.

-Pero nada, estás haciendo un escándalo, así que te vienes conmigo ahora mismo-. Le exigió el hombre-.

Santana reacciono y tomó a Brittany.

-Me iré cuando Santana me responda-. Dijo la chica de ojos verdes-.

Brittany miró a Santana esperando saber sobre que estaba hablando Kayle.

-Lo siento Kay-. Respondió la latina y se giró para salir de ahí-.

La rubia salió detrás de ella. Mientras Kayle se quedó paralizada, un dolor profundo se alojó en su corazón y reprimió las lágrimas. Salió rumbo a otro lado sin ponerle atención a su abuelo, necesitaba estar sola.

-¡Santana!-. Exclamó Brittany-.

Habían salido de la casa y se detuvieron a uno de los costados para hablar con más calma.

-¿De que estaba hablando Kayle? -.

-Britt por favor ahora no, no quiero hablar sobre eso-. Se negó mirándola a los ojos-.

-¿Y cuando vamos a hablar? Porque si no puedes olvidarla, nuestra relación nunca va a funcionar Santana, no podemos estar juntas y que me digas que confié en ti con Kayle confesando frente a todos que aún siente algo por ti y tú quedándote callada, así que se sincera conmigo por favor-. Le pidió tomándole las manos-.

-Ella…nosotras… -.

La latina sabía el riesgo que corría y no quería herir a Brittany diciéndole lo que en verdad había pasado, pero tampoco se sentía bien ocultándoselo, ellas no tenían secretos. Nunca los habían tenido y ahora menos podía hacerlo, porque las relaciones se basaban en la honestidad.

-¿Ustedes que?-. Interrogó con poca paciencia-.

-Nos besamos-. Confesó bajando la cabeza-.

Brittany se soltó de la latina absolutamente decepcionada. Sus ojos se cristalizaron de toda la pena que le producía esa confesión. Su Santana la había engañado, después de haberle pedido que confiara en ella, la traiciono.

-Lo siento Britt, de verdad lo lamento-. Se disculpaba desesperada la latina-. No va volver a pasar…fue sólo algo del momento-.

-Por favor Santana, ni tú te crees eso de que fue algo del momento…ni menos puedes asegurarme que no volverá a pasar-. Le reprochó herida-.

-Es…-.

-¿La quieres todavía? -. Preguntó-.

-Estoy contigo Britt, te amo, por favor olvidemos esto y sigamos juntas-.

-Respóndeme Santana-. Exigió-.

Santana guardo silencio, otra vez. Cómo siempre lo hacía cuando se trataba de aclarar sus jodidos sentimientos que la estaban volviendo loca, era simplemente retorcido eso de pensar que se puede estar enamorada de dos personas. Siempre cuando escuchaba que decían eso, se burlaba, porque antes de estar en esta situación pensaba que el corazón sólo puede entregarse una vez y a una persona, no que el muy maldito podía partirse en dos y convertir su vida en una jodida novela de drama.

-¡Mierda Santana que más quieres que haga para que la olvides!-. Exclamó con rabia y sus lágrimas corrían por su rostro-.

-No es tú culpa, es algo que no puedo explicar…estoy tan…-.

-Tan que…-.

-Confundida… -. Aceptó muy bajito sintiendo todo el peso de su conciencia-.

La rubia bailarina no dijo nada más, no era necesario. Esa simple palabra contestaba todas sus preguntas y también terminaba en parte con toda esa paciencia que había tenido hasta ahora.

-Te puedes quedar entonces con todas tus malditas confusiones, ¡A mi déjame en paz!-. Expresó con ira y se fue a paso lento-.

-Britt… -. Santana llamó agachando la cabeza-.

La bailarina no logró escucharla, sin embargo, se devolvió. Había algo que necesitaba sacar de su pecho.

-¿Sabes lo que más me duele?-. Preguntó retóricamente-. Que sé porque vuelves a ella, sé que te sientes protegida y segura a su lado, y me duele, no sólo porque ella es quien te puede apartar de mi lado, sino porque te has negado a ver que yo también puedo hacerlo, yo también puedo cuidar de ti Santana, yo he luchado por las dos antes y ahora no tenía por qué ser la excepción, pero no viste más allá, fue más fácil caer en sus brazos que reconstruir lo nuestro y ahora ya no sé si quiero seguir luchando-. Finalizó la rubia ahora si volviendo a la fiesta y dejándola ahí.

Santana tenía lágrimas de profundo dolor brotando por sus hermosos ojos color ámbar, que se veían más cristalinos y vulnerables que de costumbre. Se quedó ahí sin saber que hacer, había sido sincera con ambas y si las consecuencias de eso, era perderlas tenía que aceptarlo, doliera cuanto doliera.
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Kayle se había ido al bar que habían puesto para que cada invitado pidiera lo que deseara tomar. Ella seguía con su copa de champaña en la mano. En realidad ya no sabía cuantas de esas había bebido, sólo que no estaban produciendo lo que esperaba, olvidar, olvidarse de esa perfecta latina que le estaba destrozando el corazón.

-Era necesario humillarme de esa manera-. Expresó Francis-.

La morena se giró para mirarla a los ojos, la rubia se mantenía con sus brazos cruzados.

-Francis, no todo lo que hago es para provocarte algún daño-. Respondió calmada-.

-¡Pero lo hiciste! Yo llegue como tu acompañarte ¡Yo!, me dijiste que estaríamos juntas, y que hiciste ¡Peleando por tú ex a la vista de todos! ¡Como crees que me sentí!-. Reclamó-.

-¡Ya cálmate quieres! No estoy para darte explicaciones ahora, por lo demás no tengo porqué, tú y yo no somos nada Francis, ¡Nada!-. Contestó enojada-.

A Francis se le hiso un nudo el garganta, ante las palabras pronunciadas tan duramente por su morena.

-¿Por qué me haces esto?-. Preguntó con su voz quebrada-.

-No quise decirlo de esa manera, lo siento… discúlpame-. Dijo arrepentida-.

-No me toques-. Le pidió alejándose poniendo sus manos como una barrera-.

-Perdóname si, no estoy teniendo una buena noche, sé que me equivoque con lo de Santana, pero no pude evitarlo Pierce hiso que se me acabara la paciencia-. Justificó bebiendo un trago-.

-¡Tú tuviste la culpa! Brittany simplemente actuó como cualquier novia lo haría en su lugar, Kay entiende ¡Ellas están juntas! ¡La eligió!-. Exclamó desesperada-.

-¡Y porque aceptó que la besara entonces!-. Contestó-.

-Tú…tú… ¿La besaste? -. bajando el tono sorprendida-.

-Sí, la besé y ella me correspondió-. Respondió-.

Para la rubia ese fue un golpe bajo, no es que desconociera los sentimientos que aún tenía Kayle por Santana, es que simplemente esperaba que la latina estuviera lo suficientemente enamorada de Brittany como para que ya no pasara nada con Kay. Pero se equivoco, y esa equivocación se estaba sintiendo como si un agujero comenzara a extenderse en su corazón.

-¿Qué se supone que pasa conmigo entonces? -. reteniendo las lágrimas-.

-Francis, yo he sido honesta contigo, desde que llegaste yo te dije lo que me pasaba…no me hagas sentir ahora como si te hubiera mentido…no…-.

-¡Tú me has estado ilusionando todo este tiempo Kayle!-. Interrumpió-. Puedes haberme dicho muchas cosas cuando llegue, pero no me puedes negar que hemos estado actuando como una pareja-.

Kayle sabía que eso era cierto, durante todos los meses que Francis llevaba en Lima, ella se había comportado como su novia, por lo que ahora no podía simplemente hacerla a un lado sin tener en cuenta lo que la rubia sentía por ella. No era para nada justo.

-Tienes razón, yo…-.

-Tú simplemente me usaste para olvidarte de Santana-. Terminó la frase la rubia-.

-Eso no es así, tú sabes que aún siento cosas por ti, que tú y yo tenemos una historia juntas, una que nunca ha terminado-. Reconoció-.

-No es suficiente para mi ahora Kayle, deje todo, deje mi vida por seguirte y sé que no me lo pediste, sé que fue mi decisión, pero por lo menos esperaba que me dieras la oportunidad real de estar contigo, no que a la primera volvieras por López, cuando sabes perfectamente que ella no te ama-.

-Estamos hablado de ti y de mí, ya deja de involucrar a Santana en esto-. Le pidió-.

-No podemos hablar de nosotras sin involucrarla cuando sabes perfectamente que es por su culpa que no podemos estar juntas, ¡Ella es la maldita culpable de que no me quieras dar otra oportunidad! ¡Ella nos esta separando Kayle!-.

-¡No!-. Exclamó con fuerza-. ¡Eso no es cierto!-.

La rubia quedó congelada ante esa reacción porque podía jurar que Kayle había perdido absolutamente ese control que era tan propio de ella, para dar paso a una actitud casi violenta.

-¡Tú tienes la culpa! -. Exclamó apuntándola-. ¡Tú me engañaste Francis! Si tú te hubieras mantenido lejos del imbécil de Austin nada de esto habría pasado ¡Tú y nadie más que tú tienes la culpa! ¡Tú rompiste nuestra relación! ¡Así ya deja de culpar a Santana por tus errores!-. reprochó-.

-Pensé que me habías perdonado, me dijiste que ya no hablaríamos de eso, yo te explique como pasó todo, él se aprovechó de la situación-. Se explicaba dolida con ahora sí sus lágrimas corriendo libremente por sus mejillas-.

Kayle le dio una media sonrisa triste.

-Cómo haya pasado todo no justifica que terminaras acostándote con él y sé lo que dije, ¿pero crees que todo es así de simple?, que ahora cuando lo vi no se me paso por la cabeza, que lo besaste, que dejaste que él te tocara y me lo ocultaste, porque estoy segura que si Austin no me hubiera dicho yo jamás lo habría sabido-.

-Cuando me di cuenta lo que había hecho, sabía que eso me podía costar tu amor y no estaba dispuesta a pagar ese precio por un error de una noche, tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida, tú eres la única persona que he amado…no podía perderte, no puedo perderte-.

-Ya lo hiciste, te quiero, quizás siempre lo haga, pero mi amor por ti se termino el día que vi ese maldito video-. Expresó con pena-.

Francis la miró fijo, reflexionó por unos segundos y herida le respondió.

-¿Es fácil no es verdad? es fácil culparme a mi de todo y negarte a perdonarme, pero sabes, yo te perdone a ti mucho antes, o crees que no sé que mientras comenzamos a salir tú aún seguías revolcándote con Alison, que mientras me pedias una oportunidad y me decías que yo era la mujer de tu vida, por las noches la ibas a buscar a ella, si Kayle, me equivoque, pero no me hagas parecer lo que no soy, porque puedo ser muchas cosas, menos la única culpable de todo lo que pasó-. Dijo firme la rubia y se dio la media vuelta para irse-.

Kayle tuvo la intensión de retenerla, vio en esos ojos que le parecieron más azules que verdes el dolor que había provocado con sus palabras, pero ya no sabía que decir, estaba perdiendo todo lo que le importaba y no sabía que hacer para remediarlo.
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Santana se había ubicado en una mesa lejos de todos. Mantenía una copa en la mano y la bebía lentamente, como si junto a aquel liquido pudiera digerir todo lo que había pasado hace algunos minutos atrás. Conservaba su vista en Brittany que se había acercado a Mercedes y Sam. La rubia también le daba miradas furtivas, pero ninguna se acercaba a la otra.

La latina sabía que ahora estaba en ella arreglar las cosas, ella fue quien se equivocó, la que traiciono a la bailarina, por lo que si la quería junto a ella necesitaba encontrar la formula para reparar el daño causado.

-Buenas noches, hermosa señorita-. Saludó-.

Santana levantó la vista y ese sujeto parado al frente de ella no le resultaba para nada familiar. Era un tipo alto y de cuerpo atlético, con el cabello castaño oscuro y ojos pardos, que le transmitían desconfianza.

-Si estás buscando hacerte el encantador te equivocaste de mesa-.

Y el tipo le dio una sonrisa que le causo escalofríos de lo cínica que era.

-Veo que el carácter es una de las cosas que sigue considerando atractiva mí querida prima-. Expresó con ese tonito que la latina estaba comenzando a odiar-.

-Mira no se quien eres, ni me interesa, así que puedes irte, me estás estorbando la visión-. Le dijo seria-.

-Lamento mi mal educación, he olvidado presentarme, soy Austin Marshall, el primo de Kayle-. Señaló estirando su mano-.

Santana lo miró y ni siquiera hiso el intento por responder ese saludo, con sólo escuchar el nombre, supo de inmediato de quien se trataba.

-Ahora menos me interesa que estés cerca, así que vete o te enseñare a mantener la distancia al estilo Lima heights adjacent-. Respondió amenazante-.

-¿Esta es la parte dónde me intimidas?-. Preguntó arrogante-. No te voy a quitar mucho tiempo, simplemente quería agradecerte-.

-¿Qué?-. Preguntó absolutamente descolocada-.

-Sí, gracias a ti la estúpida de Kayle, hiso el escandalo de su vida, bueno creo que ha hecho unos cuantos más en el pasado, pero no frente a personas importante cómo ahora y eso servirá para que James se dé cuenta que esa niñita nunca va a ser capaz de manejar la compañía, la estoy sacando del camino de a poco, porque quien finalmente maneje el imperio Carpentier voy a ser yo, no ella-. Expresó ambicioso-.

Santana reprimió las ganas de golpearlo porque ya había hecho mucho por una noche, por lo que sacó su lado más bitch, ese que hacía que sus palabras dolieran más que su potente zurda.

Rio de manera burlesca.

-Yo que tú me informo, porque James se esta asegurando desde ahora que Kayle sea la siguiente al mando, ella es mucho más capaz que tú y él lo sabe, aunque pensándolo quizás manejes los ticket del estacionamientos de la compañía, así podrá estar cerca por lo menos-. Se burló la morena-.

-¿Qué mierda quieres decir con eso?-. La confianza se le había ido ante esas palabras que le decían que había cosas que el desconocía-.

-Santana está todo bien-. Interrumpió de repente su madre en una postura seria-.

Austin al ver a la mujer, quien se veía bastante intimidante decidió irse, además tenía algunas cosas que aclarar con cierta persona que no estaba cumpliendo su parte del trato.

-¿Todo bien?-. Preguntó Sofía sentándose en la silla al lado de su hija-.

-Sí, es sólo un idiota que creía que podía venir a molestarme y no recibir nada-. Contestó alzando los hombros-.

-Claramente se equivocó de persona si pensó que podía hacer eso-.

Hubo un silencio que Santana rompió. Necesitaba hablar con alguien.

-¿Estás molesta?-. Preguntó-.

-Porque me lo preguntas-.

-Tú sabes, por todo eso que pasó con Kay y Britt-. Respondió avergonzada-.

-No lo estoy, técnicamente tú no estabas involucrada en esa discusión-. Respondió dándole pie a que Santana se sincerara-.

-¿Técnicamente? Mamá, creo que de ti heredé mi astucia, así que no me digas eso, porque sabes perfectamente que todo eso fue mi culpa, fui yo y mis estúpidas confusiones lo que produjeron todo eso-. Expresó-.

-Siempre pensé que iban a ser chicos los que se pelearan por ti, pero viendo las circunstancias, parece que me equivoque otra vez-. Dijo relajada-.

-Mamá…-.

-¿Qué pasó?-.

-Sabes que estoy con Britt-. Su madre afirmó con la cabeza-. Bueno…hace un rato, Kayle me besó y yo le correspondí-. Le contó bajando la cabeza-.

-Ya veo… ¿Se lo dijiste a Britt?-.

-Sí, después de la pelea que tuvo con Kay, fuimos afuera y se lo dije, no podía mentirle, no a ella, nunca ha habido secretos entre nosotras y no quiero que los haya, menos ahora-.

-Sí estás aquí sola es porque definitivamente no lo tomó bien-.

Santana giró la cabeza negando.

-¿Y que vas a hacer ahora?, Digo no puedes estar con las dos al mismo tiempo, eso no sería justo ni correcto de tú parte-.

-Lo sé, no podría hacer eso, es sólo que…las dos son importante para mí…-.

-Me doy cuenta de eso, también de que las dos te quieren-.

-¿Tú que piensas?-. Preguntó la latina buscando un consejo materno-.

-Mmm…sinceramente Kayle, como persona tiene todo lo que me gustaría que tuviera quien este contigo y no lo digo por su dinero-. Aclaró con una sonrisa-. Ella es capaz de hacer cualquier cosa por ti, porque estés bien, incluso enfrentarse a una obstinada madre para ayudarla a abrir los ojos-.

-Ella… ¿Habló contigo?-. Preguntó sorprendida-.

-Sí, de hecho me gritó cuando me negué a escucharla al principio, eso es tener agallas, sabes muy bien que nadie le grita a una mujer López-.

Santana sonrió.

-Eso me demuestra que verdaderamente le importa tú bienestar, he visto también como te mira y se ve tan enamorada, pero...tampoco puedo desconocer lo que hay entre tú y Brittany, ustedes han tenido ese lazo desde tan pequeñas, han crecido juntas y cuando se miran es cómo si nadie más existiera, ella sin duda también te ama-.

-Sabes que no me estás ayudando mucho cierto-. Expresó Santana-.

-Eso es porque nadie más puede ayudarte cariño, lo que cómo madre puedo decirte es que apoyare la decisión que tomes, nada más-.

-Gracias-. Dijo y la abrazó-. Extrañaba tanto nuestras conversaciones y tus abrazos-.

-Y yo los tuyos pequeña-.
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Ajenas a todo ese drama que se vivía aquella noche Quinn y Rachel disfrutaban de la fiesta. Estaban en el segundo piso de aquella casa y la rubia esperaba a que su diva saliera del baño. Se encontraba apoyada en la pared cerca de la escalera. Pensativa, casi ausente.

Pensaba en todo lo ocurrido en las últimas semanas, en como su madre no había cambiado en nada con ella después de lo saber lo suyo con Rachel, al contrario le preguntaba como iba su relación con la pequeña diva, hablando de ella con cariño, considerándola otro miembro más de su familia como le había prometido aquella noche. Una sonrisa se le formó con eso. Dos de las mujeres más importantes de su vida.

Su relación con Rachel desde el principio ha estado llena de altos y bajos. De hecho si era lo suficientemente realista podía aceptar que eran más bajos desde que la había conocido y había decidió actuar de esa horrible manera con ella, cuando decidió hacer de Rachel el centro de burlas de todo Mckinley. ¿Por qué?, aún podía recordar la primera vez que la vio, Quinn Fabray, descubrió lo que era sentir algo que escapara de su control, lo que era sonrojarse y no poder dejar de mirar a alguien por mucho que la razón le dijese que no era correcto. La voz de Rachel la había capturado, tanto que la asustó, produciendo que disfrazara su inseguridad con insultos, su confusión con ataques, sus crecientes e incomprendidos sentimientos, con una seguidilla de errores. Momentos bajos sin duda, momentos de los que aún se arrepentía.

No obstante, también podía darse cuenta que los altos, aquellos momentos únicos, que podían aunque ser menos, pero en intensidad y entrega superaban ampliamente los malos momentos. Otra sonrisa se formaba en su rostro. Su pequeña diva, irritable y egocéntricamente adorable, era todo para ella. Y aunque no tenía el poder de devolverse en el tiempo para hacer las cosas de otra manera, intentaba compensar, intentaba con cada gesto, palabra, caricia, demostrarle a su Rachel que ella ya no era la fría y cobarde rubia que tanto daño le había hecho, sino que ahora era su rubia que jamás dejaría de amarla y que estaba dispuesta a ir contra quien fuera para proteger su relación.

Después de todo, sentía que ya había pasado todo lo malo que les podría haber pasado y si su amor superó aquellos obstáculos, era porque era real, una amor profundo y verdadero que creía con todas sus fuerzas trascendería el instituto. Y a partir de ahí, entre todos aquellos pensamientos, había uno en particular que la preocupaba, una simple palabra "futuro". Desde el primer beso esa palabra la había preocupado, y ahora con el pasar de los meses, eso se acentuaba, ya estaba en su último año y no quería que algunas decisiones tomadas con anterioridad pudieran alejarla de Rachel, porque algo que no soportaría sería no poder estar con ella, compartiendo ese futuro que estaba segura, sería brillante para su castaña. Por lo que en su cabeza había una idea fija, iría a Nueva York. Cómo fuera debía conseguir ser aceptada en una Universidad en la ciudad de los rascacielos.

-¿En que tanto piensa mi hermosa novia?-. Preguntó la castaña colgándose del cuello amorosamente.

Sí, Rachel Barbra Berry había bebido algunas copas y el modo borracha excesivamente cariñosa estaba activado.

-En ti, en mi, en nuestro futuro juntas-. Respondió sonriente-.

-Podrías pensar menos en el futuro y más en el presente-. Dijo y la comenzó a besar-.

Quinn sabía lo que el alcohol provocaba en su diva y le causa gracia esa forma de comportarse, la encontraba tan adorable, aunque esos húmedos besos y aquellas caricias podían clasificarse de otra manera, siendo "adorable", no la más asertiva de ellas.

-Rach… -. distanciándose mínimamente-.

-Mmm…-.

-¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? -.

Rachel abrió los ojos y la miró extrañada, no entendía el porqué de esa pregunta en aquel momento, dónde lo que menos quería hacer era hablar.

-¿Por qué me preguntas ahora?-.

-Sólo dímelo ¿Lo recuerdas?-. Insistió-.

-Claro, fue el primer día de nuestro primer año de secundaria, no estoy segura del bloque, pero creo que fue en la tarde, es difícil no recordarlo Quinn, la reina de la escuela jamás pasa desapercibida, no sé si tú me viste, pero yo recuerdo claramente porque me impresionó lo hermosa e inalcanzable que te veías, ¿aún te ves así sabes? Sólo que ahora más chicas se atreven a darse vuelta a mirarte, y ahí es cuando me dan ganas de tomarte y besarte para que se den cuenta de una vez de a quien perteneces, sí no lo hago es…-.

-Shh…-. el dedo índice en su boca-. Estás equivocada mi diva-.

-¿Qué? ¿De que?-. Preguntó descolocada-.

-Esa no fue la primera vez que nos vimos, no la que yo te vi por lo menos-. Recordó-.

-¿No?-.

-No, la primera vez que te vi fue en el auditorio, mi primer día había sido absolutamente agobiante, yo ni siquiera estaba segura de entrar a las Cheerios, pero mi hermana me había dicho que una Fabray siempre debía estar en lo alto de la jerarquía social, así que le hice caso, no me sentía bien y fui ahí, te escuché cantar, no podía despegar mis ojos de ti Rachel, me hipnotizaste, me hiciste sentir tantas cosas que cuando reaccione me dio pánico, por eso cuando nos encontrábamos en los pasillos te ignoraba, y bueno creo que el resto de la historia ya la supones… -. Recordó perdiéndose en esos ojos de chocolate-.

-Quinn… ¿Tú…? ¿Sentías algo por mí desde antes?-. Preguntó con una sonrisa-.

-No lo sé, porque lo reprimí de inmediato, no tuve tiempo de procesarlo, lo único que sé es que hice todo lo que hice porque tenía miedo, me sentía amenazada por ti y no porque me fueras a quitar a Finn precisamente, él era lo que menos me importaba-.

-Quinn…no dejas de sorprenderme-. Murmuró-.

-¿Y eso es bueno o malo?-. Dijo juntando su frente con la de ella-.

-Cada vez me enamoro más de ti mi rubia-. Susurró milimétricamente cerca de sus labios-.

-¿Vas a besarme?-.

-Por supuesto que sí, porque me encantas y yo no me voy a comportarme tan correctamente como tú, yo sí te voy a cumplir como novia-. Le susurró sensualmente en el oído-.

-¿Yo no te he cumplido?-.

-Eso lo veremos ahora, Fabray-. Expresó y la tomó fuerte por la cintura-.

Se comenzaron a besar desesperadamente, las manos de Rachel se perdían por el muslo de Quinn, mientras que la rubia había encontrado su lugar en la cintura de su castaña, quien había deslizado su boca hacía ese cuello de piel pálida, en dónde sentía como el pulso de la rubia iba en aumento conjuntamente a sus intensas caricias.

Rachel buscó a tientas sin dejar de besar a Quinn, alguna puerta que le permitiera entrar a algún lugar más privado. Abrió la primera puerta que encontró y la metió adentro. La rubia no opuso resistencia, eso de estar en un lugar lleno de personas que las podrían sorprender la estaba provocando de sobremanera, sumado a eso Rachel parecía estar decida a terminar eso porque no le daba tregua.

-¿No es la habitación de Kayle, cierto?-. Preguntó la castaña-.

-Mmm…no, creo que no-. Respondió agitada-.

-Bueno si lo fuera, nada cambiaria, porque estoy tan necesitada de tenerte que nada más me importa-.

Puso a Quinn fuertemente contra la pared para introducir de inmediato su mano por el corte vertical que tenía el vestido de la rubia, llegando amenazadoramente muy cerca de su entrepierna, besaba su cuello viajando por el pronunciado escote del vestido de Quinn, hasta llegar al valle de sus pechos, hábilmente con su otra mano comenzó a subir el vestido para tocarla con mayor libertad, luego deslizó los tirantes del vestido para dejar la vista solamente el sujetador que sacó con tanta rapidez que Quinn, lo notó cuando ya estaba semidesnuda.

La rubia le estaba cediendo todo el control a su novia quien parecía poseída, porque aquella actitud tan sensual y atrevida, estaba lejos de ser propia de la tierna y adorable chica que conoció en su primer día de secundaria, esas caricias que estaba recibiendo eran de una mujer decidida que tenía absolutamente claro lo que quería.

-Mmm…Rach… -.

Su novia la tenía excitadísima, más cuando tomó uno de sus pezones con su boca y comenzó a succionarlo con maestría, mordiéndolo, haciendo que sintiera un pequeño dolor, acto que reflejó pasando sus uñas por la espalda de Rachel que estaba embriagada por el sabor que tenía cada rincón de la piel de la ex Cheerio.

-Rach…tócame si, te necesito-. Le pedía la rubia con la voz entrecortada-.

-Mmm…¿Y si no quiero?-. Susurró en respuesta-.

Quinn tomó una de las manos de Rachel con decisión y la llevo a su entrepierna. La castaña al sentir lo húmeda que estaba su novia al punto que sobre la tela de la ropa interior podía sentirse, gimió suavemente.

-Joder Q, estás tan húmeda-. Murmuró-.

-Tú me pusiste así, ahora tienes que terminar lo que comenzaste-.

Rachel unió nuevamente sus labios intensamente mientras bajaban lentamente la ropa interior, con su pulgar comenzó a acariciar el clítoris, Quinn enredo una de sus piernas en el muslo de su chica para darle más espacio y sentirla más profundamente, sus cuerpos estaban pegados, solamente la mano de Rachel estaba en el medio.

-Rach, hazlo ya sí-. Presionaba-.

Quinn alzaba su cadera buscando más contacto, la castaña otra vez buscó sus labios, en un gesto intimo de entrega mutua, de poco fue separando los pliegues de la entrepierna de la rubia para introducir dos de sus dedos. Quinn gimió y le mordió el labio inferior, Rachel comenzó a embestirla suavemente con sus dedos, se sentía tan bien poder tocar así a Quinn y oír sus gemidos, sentir su respiración agitada, el cómo se estaba entregando a ellas sin ningún tipo de miedo. Esa rubia era total y completamente suya.

Los movimientos se fueron intensificando, Quinn rodeo el cuello de Rachel con sus brazos, refugiando su rostro en el cuello de la diva que no paraba su accionar, haciéndolo más rápido cuando se dio cuenta que a su chica le faltaba muy poco para llegar al clímax.

-Rach…ya casi-. Gemía-.

Y fueron necesarios sólo unos segundos más para que la rubia ahogara un grito de placer en el cuello de su chica. Se desvaneció en sus brazos, sus piernas no aguantaban el peso de su cuerpo al haber recibido tal placer. Rachel la sujeto de la cintura.

-Eres totalmente mía Quinn Fabray, mía-. Le susurraba-.

-Lo soy, bebé, y tú mía-. Respondió buscando sus labios-.

Se besaron delicadamente, por varios minutos mientras Quinn se reponía.

-Te amo tanto-. Murmuró Rachel-.

-Mmm…. ¿Más que Barbra?-. Preguntó Quinn con un gesto infantil-.

La diva rio ante tal ingeniosa pregunta.

-¿Qué clase de pregunta es esa?-. Dijo divertida-.

-Una que quiero que respondas Berry-.

-No hay nada ni ha nadie que ame más que a ti, Fabray-. Respondió segura-.

-Te has ganado una gran recompensa, por haber dicho la respuesta correcta-. Murmuró sensual-.

Quinn quería cambiar de posiciones, quería devolverle el favor al su chica, necesitaba tenerla para ella y poder hacerla sentir tal y como ella se sintió. Rachel se estaba dejando acariciar, hasta que sintió un ruido muy cerca de dónde estaban.

-¿Qué fue eso?-. Preguntó la castaña-.

-No lo sé, ni me importa-.

-Quinn, quizás es mejor que volvamos a la fiesta no hemos ausentado por largo tiempo-.

-No quiero-.

-Ni yo amor, créeme que es lo que menos quiero, lo único que quiero ahora es poder seguir sintiéndote-. Le respondió dejando pequeño besos en su boca-.

-De esta noche no te salvas Berry, cuando lleguemos a casa haré todo lo que quiera contigo-. Murmuró cerca de su oído-.

-Y yo me dejare hacer todo lo que quieras-.

Quinn sonrió y levantó esa ceja tan sensualmente que Rachel estaba que se retractaba de sus palabras para quedarse ahí y seguir en lo que estaban, pero ocupo su cabeza por primera vez desde que habían entrado ahí y lo cierto es que si la sorprendían iba a ser demasiado vergonzoso porque la madre de la rubia también estaba en la fiesta.

Ayudo a su novia a arreglarse la ropa, luego salieron y entraron al baño para retocarse el maquillaje y hacer cómo si anda de esa alucinante situación vivida hubiera pasado.

Se besaron tiernamente y entrelazaron sus manos, para volver al cumpleaños sin tener la menos idea de todo lo que había pasado mientras ellas se habían ausentado.
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por atercio Dom Abr 07, 2013 10:55 pm

Brittany se había acercado a la barra a pedir un trago, le hacía falta después de todas las emociones vividas aquella noche. No sabía porque no había tomado sus cosas y se había marchado de ahí, ya nada tenía que hacer en ese lugar, lleno de personas dispuestas a rendirle pleitesía a Kayle Carpentier, la heredera del imperio. Muchas miradas había recibido, mucha gente murmurando la escena que había hecho.

Pero a ella no podía importarle menos, ella lo único que hiso fue defender lo que es y siempre será suyo. Era tan claro para Brittany, que no entendía porque Santana no podía verlo así también.

-Menuda escena que has hecho-. Expresó-.

La bailarina se volvió para encontrarse con esos ojos azules que tan bien reconocía, era Ethan.

-Debo decir que estoy otra vez sorprendido contigo, mira que tener el coraje de enfrentarte a una Carpentier, y no en cualquier lugar sino en mitad de su fiesta de cumpleaños, tenía las garras bien escondidas señorita Pierce-. Expresó en tono de broma-.

-Yo simplemente defendí lo que es mio, nada más, Santana me escogió a mi y es momento que Kayle lo acepté y se deje de estar metiéndose dónde no la llaman-. Respondió-.

-Es una tarea difícil, porque cuando un Carpentier quiere algo, va y lo toma, así funciona-.

-Quien sea me importa un soberano carajo, Santana es mía y punto-. Expresó clavando sus ojos celestes en él-.

-Wooow, si lo dejamos entre nosotros, te voy a decir que es primera vez que me siento orgulloso de una alumna fuera de un escenario-. Confesó sentándose a su lado-.

-No te apresures, creo que igual perdí, ellas se besaron después de todo-. Dijo resignada-.

-¿No se fue contigo después de la discusión?-. Preguntó extrañado-.

-Sí, pero se besaron antes de la escenita del baile y todo eso, no sé que hacer, Santana me pidió que la perdonara, que no volvería a ocurrir, pero no le creo, Kayle tiene como un poder sobre ella, que hace que Santana siempre termine cediendo y odio eso, ya no quiero seguir sufriendo, ya no quiero tener que desear cada día que no sé arrepienta de haberme elegido y me deje, estoy cansada Ethan-. Aceptó la rubia-.

Brittany sentía que podía hablar con él. Si bien dentro la academia se mostraba serio y riguroso no dando pie a ningún tipo de interacción que no fuera referente a la danza, esta noche se estaba mostrando abierto con ella, como un amigo, por lo que la bailarina se sintió en confianza para contarle de sus penas.

-Entonces déjala, tú no te mereces eso Brittany-.

-No puedo, Santana es el amor de mi vida, mi alma gemela, mi compañera, la amo, es todo para mí-. Respondió-.

-Creo que debes enfocarte en algo más, ella no es lo único en tu vida, piensa en ti-. Aconsejo-.

-Se nota que nunca te has enamorado-. Dijo sin querer sonar ofensiva pero si sonó así-.

-No te equivoques, el amor es un sentimiento amplio y yo si me he enamorado, lo hice siendo muy pequeño-. Confesó con una sonrisa-.

Brittany lo miró expectante, quería que le hablara más sobre eso.

-El amor de mi vida es la danza, Brittany, es a lo que me he entregado por completo durante toda mi vida, he luchado, he sacrificado, he llorado de impotencia cuando las cosas no iban bien, di todo y he sido recompensado cumpliendo mis sueños, pisando cada gran escenario, recibiendo el aplauso de personas en distintas partes del mundo, y eso que a tu edad no tenía ni la mitad de tu talento-. Reconoció el hombre-.

La bailarina no observaba con admiración, le encantaría poder decir eso algún día.

-¿De verdad crees que tengo tanto talento?-. Preguntó insegura-.

-Por supuesto que sí, yo me tuve que esforzar mucho para hacer pasos que a ti se te dan a la primera y sin esforzarte, lo supe a penas te vi, que sin duda tienes un gran futuro por delante, sólo tienes que desearlo Brittany, desearlo tanto que todo lo demás se haga pequeño ante eso- Dijo con convicción-

- Es difícil, porque toda mi vida me han dicho que voy a quedarme en Lima, porque no soy lo suficientemente inteligente para salir de aquí, la única que siempre ha creído en mi es Santana, ella me protegía de todos, ella me decía que juntas íbamos a ir a una gran ciudad dónde supieran apreciar todo mi talento y siento que todo eso se esta derrumbando y no puedo hacer nada para evitarlo…yo…ya no sé que más hacer-. Dijo con algunas lágrimas cayendo por sus mejillas-.

Ethan le acaricio la espalda en un gesto fraternal para tranquilizarla, no le gustaba verla así, estaba tan acostumbrado a esa rubia despistada que iluminaba su salón de clases sólo con su sola presencia y derrochaba toda esa energía que contagiaba a todos, que ver toda esa pena en ella, le producía querer tranquilizarla.

-Sí tú crees en ti misma saldrás adelante Britt, alguien cómo tú jamás se va a quedar en Lima, tú eres única y te doy mi palabra que pisaras grandes escenarios y yo te veré orgulloso, jactándome delante de todos esos fruncidos críticos que tú fuiste mi alumna-. Dijo con una gran sonrisa para levantarle el ánimo-.

-Gracias, significa mucho para mí -. Dijo con una media sonrisa-. Me cuesta pensar por qué alguien como tú esta en Lima, no deberías estar en Nueva York, Londres o París, eres joven, tú carrera aún no terminado-. Preguntó curiosa-.

-Aunque te cueste creerlo, yo nací y me crie en Lima, estudie en Mckinley como tú, dónde sólo era un tipo no muy popular con sueños más grandes que su cuidad, me fui, cumplí cada uno de aquellos sueños y ahora volví por un tiempo por mis padres, inauguré la academia pensando en los chicos como yo, y ya vez tuve suerte porque te encontré a ti, un gran talento-. Contestó-.

-Es increíble, yo jamás pensé que tú habías nacido en Lima-.

-Será un secreto entre los dos, no quiero perder mi reputación dentro de mis alumnos-. Dijo bromeando-.

-Ethan-. Llamó una mujer de apariencia elegante-. Puedes venir un segundo-.

El maestro le hiso un gesto de que iría en un momento.

-Brittany, no te des por vencida antes de tiempo, no desperdicies todo tú talento, si ella de verdad te ama volverá, para quedarse a tu lado y luchar juntas, e irá contigo dónde sea, sino, es porque quizás ella no es tu alma gemela y tú destino es otro-. Expresó para luego levantarse e irse a otro lugar del gran salón-.

Brittany sabía que el hombre tenía razón, quizás era momento de dejar todo en manos del destino o mejor dicho, en el corazón confundido de Santana López.
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Quinn y Rachel habían dado algunas vueltas por al fiesta y algo les parecía extraño, puesto que no habían logrado encontrar a ninguna de sus amigas. Tenían el presentimiento de que algo había pasado, algo que seguro no había sido bueno. La rubia logró divisar a lo lejos a Alison que estaba sola en una esquina, bebiendo de su copa, no se veía bien.

Le dijo a Rachel que se acercaran.

-Al, por fin encuentro a alguien conocido-. Expresó la rubia-.

-¿Dónde estabas?-. Preguntó de inmediato-.

-Yo…he…nosotras-.

Las chicas se dieron una mirada cómplice que no pasó desapercibida para la pelirroja, que instintivamente comprendió lo que había pasado, sobretodo porque ambas se sonrojaron.

-Ok, creo que ya no quiero saber-. Expresó-.

-¿Dónde están las demás?-. Preguntó ahora la castaña-.

-No lo sé, han pasado demasiado cosas esta noche que quizás no termino de entender-. Dijo-.

-Explícate Alison, porque no estamos entendiendo nada, Kayle apagó las velas de su pastel, luego desapareció, tú también, subimos con Rachel…-.

-Después de eso, me puse a discutir con Francis, la lleve a una habitación para no llamar la atención, cuando volvimos Kayle estaba bailando en medio del salón con Santana, algo pasó entre ellas estoy segura, apareció Brittany, se puso a discutir con Kay a la vista de todos, James intervino, las separó, Santana se fue con Brittt, Kayle por su lado, vi que Johansen se acercó a pedirle explicaciones, parece que también terminaron discutiendo y de ahí salí porque ya no puedo más con mis jodidos nervios Quinn, venía dispuesta a todo y ahora no sé que mierda hacer-. Resumió la pelirroja con tristeza en su mirada-.

-Y eso que sólo desaparecimos como algo así como una hora-. Contestó Rachel sorprendida por todo lo que le dijo Alison-.

-Tengo que encontrar a Santana-. Murmuró Quinn-.

-Creo que la vi por las mesas del fondo, no sé si aún esta ahí-. Dijo-.

-Y yo buscaré a Francis, sé que no es del agrado de ninguna de las dos, pero ella esta sola en esta ciudad, Kurt y yo somos su único apoyo, debe sentirse realmente mal ¿no te molesta que vaya?-. Preguntó dirigiéndose a Quinn-.

-Por supuesto que no, ve, nos encontramos más tarde-.

-Ok, te amo-. Le dijo dándole un tierno beso-.

-Y yo a ti-.

Las dos amigas quedaron solas.

-¿Qué vas a hacer?-. Preguntó-.

-Lo que tenía pensado, he dejado pasar años Quinn, ya no quiero seguir siendo una cobarde, sea cual sea su respuesta va a ser mejor que seguir guardándome todo esto que siento-. Expresó dándose seguridad-.

-Pues tienes todo mi apoyo, pelirroja sexy, dime cual es el plan-. Bromeo Quinn-.

-Veo que tener sexo con tú chica te ha puesto más relajada, eso significa que fue un muy buen sexo ¿O me equivoco?-. La molestó para relajarse-.

-¡No es algo que te vaya a decir Foster!-. Exclamó golpeándole el hombro-. Ahora dime-.

-Es simple, hable con el Dj a cargo para que me de unos minutos sobre el escenario, me subiré ahí y le cantaré, es el primer paso, así no haré de estúpida tartamudeando ni nada de eso-.

-Es un gran idea, espero que salga todo bien Al, tú te la mereces más que nadie y Kayle sabrá ver eso-.

-Ojala eso pasé Q, ahora me iré a preparar-.

La rubia la abrazó con fuerza.

-Sí las cosas no salen bien, siempre vas a tener una amiga en mi Al, de verdad lo digo-.

-Lo sé y gracias por eso-.

Alison se perdió entre la gran cantidad de personas que estaban esa noche en la Mansión Carpentier. Ahora la siguiente misión de la rubia era encontrar a Santana para que le aclarara que era todo eso que había pasado.

Se dirigió a dónde Alison le había señalado, le costó encontrarla. Santana estaba en la última mesa que estaba casi escondida, con ambos codos apoyados sobre la mesa sosteniendo la creía era una fina copa de cristal con un liquido que no lograba identificar. La latina permanecía con su mirada fija en ella, cómo si en ese pequeño recipiente se encontraran todas las respuestas que necesitaba.

Quinn notó de inmediato que no estaba bien, por lo que se acercó con cuidado.

-Te estaba buscando-. Expresó-.

Santana giró la vista hacía la rubia y esta se dio cuenta que tenía sus ojos con tanta tristeza que le recogió el corazón. Se sentó a su lado y la latina de inmediato se refugió en sus brazos.

-Ahora sí que lo he jodido todo Q, soy una mierda de persona, no me merezco a ninguna de las dos-. Expresó con congoja-.

-Tranquila si, tienes que calmarte y decirme que es lo que ha pasado-.

-Besé a Kay-. Respondió con un susurró-.

La rubia se distancio de ella para mirarla a los ojos.

-¿Tú hiciste que?-. Preguntó-.

-Ella no estaba bien, salí a buscarla, conversamos, me dijo que aún me ama, que haría lo que fuera por otra oportunidad, sonaba tan segura Quinn, que no supe que decirle, luego me besó, y yo no quería porque pensé en Britt y lo mucho que la dañaría con eso, pero cedí, una parte de mi la extraña, la deseaba y me aferré a sus brazos, soy una jodida traidora, les hice lo mismo, no he sido capaz de serle fiel a ninguna de ellas-. Explicó-.

-No sé que decirte Santana, creo que lo primero es que Brittany lo sepa-.

-Ya lo sabe, después del beso hui como la cobarde que soy, entramos, bailamos, apareció Britt, discutieron, salí con ella, conversamos, se lo dije… -.

-¡Dios San! ¿Y que te dijo?-.

-Me mandó al demonio y con justa razón, es lo menos que me merezco por idiota-. Reconoció-.

-¿Qué vas a hacer ahora?-.

-No lo sé Q, no quiero perder a Britt, no puedo perderla, la amo y al pensar en todo el daño que le he hecho se me parte el corazón-.

-¿Y que pasa con Kayle? Porque si la besaste es porque aún no la superas San-.

-Kayle es…ella es…-.

Santana estaba buscando las palabras exactas para describir lo que le pasaba cuando un sonido proveniente del escenario captó su atención y la de su amiga.

-¿Qué hace Alison en el escenario?-. Preguntó descolocada la latina-.

-Sinceramente no sé si lo quieras saber-. Respondió-.

En otro lugar apartado del salón estaba Francis en compañía de Rachel. La rubia no le había dicho mucho a la castaña, había preferido permanecer en silencio, aunque agradecía enormemente que la pequeña diva se haya preocupado por ella.

-No vas a estar triste por siempre, lo vas a superar, tú eres fuerte-. Expresó-.

-No estoy tan segura de eso, ella es el amor de mi vida y ya simplemente no me quiere, me dejo claro que yo no le importo-. Contestó destrozada-.

-No creo que eso sea tan así, Kayle ha demostrado que si se interesa por ti-.

-Ya no me ama más Rachel, no hay nada que pueda hacer contra eso, no le intereso, sólo fue amable porque me vine a Lima por ella, pero nada más, podría desparecer y a ella le daría lo mismo, mientras tenga a su latina idiota con ella-. Expresó con impotencia-.

-Ya estás aquí Francis, no te des por vencida, sigue luchando hasta el final, si no lo logras por lo menos te quedaras con la sensación de que diste todo por ella-. Aconsejo comprensiva-.

-¿No lo he dado todo ya?, No queda nada más en mi-. Contestó-.

-Estoy segura que la gran Francis Johansen, siempre guarda algo extra para las emergencias-. Dijo guiñándole un ojo-.

-Gracias por estar aquí Rach-.

-No tienes que agradecer nada, ¿Somos amigas o no?-.

-Lo somos-. Contestó segura-.

Rachel esbozó una pequeña sonrisa al ver que la rubia estaba un poquito mejor de ánimo, pero algo le llamó la atención en el escenario. Puso toda su atención, tanto que la rubia se giró para ver que ocurría.

-Eso es lo último que me faltaba-. Masculló-.

-¿Sabes que esta haciendo Alison ahí?-.

-Claro, me lo dijo, se le va a declarar a Kayle-. Respondió.

Alison ya estaba sobre el escenario, con su vestido negro y su guitarra eléctrica roja que combinaba con su cabellera. Estaba nerviosa, demasiado y no era para menos, estaba apunto de decir lo que había ocultado por años, estaba arriesgando su amistad, la confianza de Kay, o ganaba todo o lo perdía todo, así de sencillo.

Golpeó el micrófono levemente para asegurarse que funcionara, atrayendo con eso la atención de casi todos. Aprovechaba la visión que le daba el pequeño escenario para buscar a Kayle, pero no la veía por ninguna parte.

-Kay-. Llamó -. Acércate por favor, hay algo que quiero decirte-. Llamó con los nervios a punto de hacer crisis-.

Kayle había estado en la cocina, escondiéndose de todo el mundo y aprovechando que ahí había muchas más botellas de Champaña que podía beber. Cuando escuchó la voz de su hasta ahora mejor amiga, salió temerosa, ya no sabía que más esperar.

Cuando Alison la vio le brillaron los ojos.

-Ahí estás-. Dijo disimulando sus nervios-. Tengo un segundo regalo para ti, esta canción debería ser el primer sencillo de mi disco y…yo-. Respiró profundo-. Yo la escribí para ti Kay, porque tú eres…tú eres mucho más que mi mejor amiga, eres tanto que no puedo explicártelo… así que creo que será mejor que escuches ¿Bueno?-.

Kayle le hiso un gesto de afirmación mientras sostenía aquella copa que ya era una extensión de su mano.

La pelirroja ubicó sus dedos en las cuerdas de la guitarra y le hiso un gesto al Dj para que pusiera lo que le ella le había dicho. El salón bajo las luces y atrás de dónde estaba Alison, junto con la creciente melodía, comenzaron a proyectarse una serie de imágenes de ellas dos juntas. Era su historia a través de imágenes que evidenciaban que habían estado gran parte de su vida juntas.

He broke your heart (Rompio tú corazón)

He took your soul(Y tomó tú alma)

You're hurt inside(Estás herida por dentro)

Because there's a hole(Porque dejo un vacio en ti)

You need some time(Necesitas tiempo)

To be alone (Para estar sola)

Then you will find(Entonces te daras cuenta)

What you always know(De lo que siempre has sabido)


Las imágenes de su infancia habían dado paso a las de la adolescencia, y era aquí dónde todo se complicada, junto con la letra de aquella canción, que le estaba gritando todo lo que sentía. Así que sacó lo más potente de su voz para que no quedara duda de lo que quería transmitir.

I'm the one who really loves you baby(Que soy la única que realmente te ama)

I've been knocking at your door(He estado golpeando a tú puerta)

As long as I'm living, I'll be waiting(Y mientras viva estaré esperando)

As long as I'm breathing, I'll be there(Mientras respire estaré ahí)

Whenever you call me, I'll be waiting(Siempre que llames estaré esperando)

Whenever you need me, I'll be there(Siempre que me necesites estaré ahí)


Quería saber exactamente que estaba pasando por la mente de Kayle en este momento, pero la morena se mantenía con una expresión impávida en su rostro. La escuchaba atentamente, de eso estaba segura, pero no reconocía algún gesto para saber su reacción.

I've seen you cry(Te he visto llorar)

Into the night(En la noche)

I feel your pain(Siento tu dolor)

Can I make it right?(¿Puedo hacerte sentir bien?)

I realized there's no end inside(Comprendí que no hay un final a la vista)

Yet still I'll wait(A pesar de todo esperaré)

For you to see the light(Hasta que veas la luz)


Alison volvió a cantar el coro con toda la fuerza que tenía, sin duda era dueña de una potente voz, más todo ese estilo que le impregnaba a la canción, producía que quien la escuchara no quisiera que aquella interpretación terminara. Lo que le quedaba era la última parte y quizás la más reveladora.

You are my only I've ever known( Eres la única que he conocido)

That makes me feel this way(Que me hace sentir de esta manera)

Couldn't on my own(No podría sola)

I want to be with you until we're old(Quiero estar contigo hasta envejecer)

You have the love you need right in front of you(Tienes el amor que necesitas justo enfrente de ti)

Please come home(Por favor ven a casa)


Esa sensación de haberse sacado un gigantesco peso de encima era lo que la pelirroja sentía en ese momento, ya que a su manera lo había dicho, lo había confesado y el mundo seguía, la tierra aún giraba y ella cantaba el último coro de la canción antes de ir hacía Kayle, que seguía con esa expresión indescifrable.

Los aplausos no se hicieron esperar, no cabía duda que esa chica llegaría a ser una gran estrella de la música, esos eran los comentarios que se escuchaban, pero a la pelirroja eso no le importaba, lo único que quería era poder escuchar alguna palabra de su morena.

-Kay-.

-Alison-. Respondió dándole una media sonrisa-.

-Yo…ya no podía seguir guardándolo dentro de mi, me estaba matando, ya no podía más Kay, por favor no me odies-. Le pidió-.

-Sabes que nunca podría odiarte, esa palabra no es aplicable a ti Alison-. Respondió-.

-¿Qué sientes?-. Preguntó asustada por la respuesta-.

Kayle desvió la mirada, esa pregunta después de todo lo ocurrido, no sentía que pudiera contestarla. Dio un sonoro suspiro y cuando iba a darle la respuesta, se percató de que algo estaba ocurriendo unos metros más allá de dónde estaba con Alison. Pudo reconocer de inmediato quien era la persona que estaba creando problemas.

-¡Maldito imbécil!-. Exclamó y se dirigió al lugar-.

Alison quedó con un signo de interrogación en su rostro, Kayle salió disparada sin decir nada más, por lo que se dio vuelta para ver que era lo que había pasado, y al notarlo la siguió de inmediato.

Francis había estado con Rachel durante toda esa maldita canción. Se había mantenido tranquila, hasta que Austin había aparecido, con visiblemente unas copas demás.

-Aquí esta mi rubia favorita-. Expresó acercándose peligrosamente-.

-Vete de aquí, no ocasiones más problemas-. Le pidió la rubia-.

-¿Ahora soy un problema? Qué rápido te olvidaste de mi y de la increíble noche que pasamos juntos ¿Quieres acaso un recordatorio? A ver si así dejas de ser tan fría conmigo-. Dijo con arrogancia acercándose más-.

-¡Ya déjala en paz idiota!-. Exclamó Rachel defendiéndola-.

-¡Tú no te metas! Esto es entre ella y yo, ¿Cierto preciosura?-. Dijo ahora tomándola del brazo fuertemente para intentar besarla-.

-¡Suéltame! No quiero nada contigo, nunca lo quise ¡No eres más que el peor error de mi vida!-.

-Esa noche no decías lo mismo, es más me rogabas que te diera más como la cualquiera que eres, reconocelo- Decía iracundo por las palabras de la rubia-.

-¡Aléjate de ella imbécil mal nacido!-. Exclamó Kayle-.

La morena le quitó a Francis , haciéndola a un lado para protegerla y le dio un certero golpe en la nariz, iba con tanta fuerza que de inmediato comenzó a correr sangre por el rostro de Austin, lo más seguro es que estuviera rota. Lo que no se espero Kay es que el chico reaccionara con la misma violencia.

-¡Que te has creído asquerosa lesbiana!-. Respondió-.

Y el puño de Austin fue directamente a boca de Kayle que casi cae por la fuerza del golpe. Alison que estaba detrás la alcanzó a sujetar.

Quinn y Santana habían llegado poco después de Kayle, al escuchar los gritos al igual que James y los padres de Kayle.

La latina al ver el golpe que recibió su ex novia y como su sangre ya corría por la comisura del labio, no supo controlarse y se abalanzó sobre aquel idiota que había osado tocarla.

-¡Te vas a arrepentir de haber tocado a Kay!-. Exclamó-.

Quinn reaccionó cuando Santana ya había conectado su potente zurda con el ojo derecho de Austin. La sujeto y la hiso hacía atrás, para que el chico no fuera a tomar represalias, aunque James ya había llamado a seguridad y dos gigantescos hombres tenían a Austin uno de cada brazo.

-Esto te va a costar caro, nadie toca a mi nieta, ¡Nadie! Y no me importa que seas de esta familia, vas a arrepentirte, me escuchaste-. Lo amenazaba James-.

-¿Ahora te haces el bueno? No seas hipócrita, todo fue idea tuya-. Le contestó el castaño intentando soltarse-.

James le dio una mirada de advertencia.

-Por tú bien será mejor que guardes silencio-.

-¿De que estás hablando?-. Preguntó Kayle quien estaba volviendo en si-.

-De nada que valga la pena Kayle-. Dijo serio-. ¡Sáquenlo de aquí!-. Ordenó-.

-¡No! ¡Habla!-. Le exigió Kay-.

-Todo lo que paso con Francis fue idea de tú querido abuelo, él me dijo que si lograba separarla de ti me daría la presidencia de la compañía en el extranjero, me dijo que no le importaba cómo, sólo que lo hiciera-. Relató Austin antes de que lo sacaran-.

Todos los presentes no se podían creer lo que había dicho el joven.

Kayle se acercó al hombre que no demostraba ninguna emoción.

-Tú…dime que esta mintiendo, dímelo abuelo, dime que tú no fuiste capaz de hacer algo así-. Le rogaba Kayle llorando desconsoladamente-.

-Todo lo que he hecho ha sido por tú bien, porque quiero lo mejor para ti-. Expresó con sus ojos verdes fijos y sin mostrar arrepentimiento-.

-¡Cómo fuiste capaz! ¡Cómo! Si yo toda mi vida lo único que he hecho es hacer lo que tú quieres para no defraudarte…-.

-Kayle, tú eres a quien yo más quiero y estaba seguro que ella no era lo mejor para ti-. Se justificó-.

-¡Deja de mentir! ¡Lo que más quieres! ¡Lo que más te importa es tú jodida compañía! ¡Yo sólo soy un instrumento! ¡Lo que menos te importa es mi felicidad! -gritó-.

-No seas injusta Kayle, siempre te he dado todo, te he apoyado, conversemos con tranquilidad, vamos a otro sitio-. Pidió el hombre-.

-¡No voy a ir a ninguna parte contigo! Ya no quiero nada de ti, ¡Nada! ¡Ni tus regalos, ni tus mentiras ni menos tus malditas acciones! Yo…yo te he admirado toda mi vida, te tenía un jodido altar, nunca pensé que diría esto pero me siento avergonzada de llevar tú apellido, así que hazme un favor y olvídate que existo, porque tú no existes para mi-. entre lágrimas-.

Nadie se había atrevido a intervenir, ni siquiera los padres de Kayle que aún no terminaban de creer que eso fuera cierto.

-Al, sácame de aquí-. Le pidió Kay-.

Alison le tomó la mano con firmeza y salieron de aquel lugar.

No hubo persona que se atravesara en su camino, todos se quedaron en su lugar. Santana quería ir tras ella, jamás desde que la conoció la había visto tan destrozada, se sentía tan culpable, porque ella no había ayudado a que la noche de Kayle fuera más agradable.

-No, Santana, es mejor dejar que Alison se encargue, es su mejor amiga y la conoce bien-. La detuvo Quinn-.

La latina, bajo la cabeza, sabía que su amiga tenía razón.

Brittany, llegó agitada a dónde estaba su latina.

-¿Estás bien?-. Le preguntó preocupada-.

Santana levantó su mirada para fijar sus ojos cafés en los celestes de la rubia. Brittany le tomó la mano que presentaba una ligera inflamación en los nudillos a causa del golpe que le dio a Austin.

-¿Te duele mucho?-. Preguntó acariciando suavemente la zona-.

La latina giró la cabeza en negación.

-¿No me vas a decir nada? -. la rubia-.

-¿Me puedes abrazar?-. Preguntó tan bajito que sonó en extremo vulnerable-.

Brittany la apego a su cuerpo, protegiéndola, cuidando de ella, acariciándole el cabello con ternura.

-Todo estará bien San, te prometo que todo estará bien-. Le susurró-.
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Alison por primera vez estando con Kayle no sabía que decir. La morena le había dado las llaves de su auto a su mejor amiga, se sentó en el asiento del copiloto, apoyó su frente en la ventanilla e intentó infructuosamente detener sus sollozos.

La pelirroja no tenías las palabras adecuadas para tranquilizarla porque sabía lo que significaba James en la vida de Kayle, sumado a eso todo lo demás que paso aquella noche, con Santana y Francis.

Subieron a la habitación de hotel y la morena seguía sin pronunciar palabra. Se acostó en el sillón de dos cuerpos que ahí había y cerró los ojos. Alison no dejaba de mirarla, el golpe recibido estaba produciendo que esa hermosa piel adquiriera tonos morados oscuros, tenía casi todo el labio inferior inflamado y parte del superior también, su traje estaba manchado con sangre, se veía tan desamparada.

-Voy por algo de hielo, vuelvo enseguida-. Pronunció la pelirroja-.

No esperaba una respuesta. No hubo una respuesta.

Puso una buena cantidad en un paño y volvió.

-Hazme lugar-. Le pidió-.

Kayle accedió y se corrió. Colocó su cabeza sobre las piernas de Alison y la dejo poner el hielo en su herida. Pasaron así largos minutos, Kayle parecía una niña pequeña aferrándose a ella, dejándose curar.

-¿Me quieres? -. la morena con su voz ronca-.

-Te amo Kay-. Respondió-.

-Ven aquí Al, te necesito-. pidió-.

Alison dejo lo que estaba haciendo para recostarse al lado de Kayle. La morena puso ambas manos en su rostro.

-Tú eres todo lo que me queda Al, ¿no me vas a dejar cierto?, ¿nunca me vas a dejar?-. Le preguntó llorando-.

-Por supuesto que no cariño, te amo, te amo tanto -.

Kayle cerró la pequeña brecha que quedaba entre ambas, uniendo sus labios con los de su amiga de manera desesperada, mesclando sus lágrimas con lo húmedo de sus besos. Se puso sobre ella intentado buscar el cierre del vestido para quitárselo, la recorría, acariciándola con una de sus manos por debajo del vestido y con la otra masajeando uno de sus pechos

-Mmm…. Esto… significa que quieres estar conmigo-.

-Al, ahora no-. Respondió mientras le mordía el cuello-. Sólo te necesito-.

-Kay…detente…yo, necesito que me digas cómo te sientes, quiero que estemos juntas, no que esta sea sólo otra noche de sexo-. Susurró la pelirroja-.

Kayle la miró y se levantó del sofá, e iba en dirección a la puerta.

-Kay, ¿A dónde vas?-. Preguntó herida-.

-No puedo darte lo que quieres Al, no ahora, no hoy-. Respondió-.

Alison se levantó.

-¡¿No puedes decirme lo que sientes pero sí puedes tener sexo conmigo? ¡Para eso te sirvo! ¡Para un revolcón y nada más! Porque cuando se trata de relaciones siempre buscas a alguien más, ¡Porque no quieres darme una oportunidad para hacerte feliz!-. Le reclamó alterada la pelirroja con su voz quebrada-.

-¡Porque estoy jodida Alison! ¡Estoy rota! ¡Defectuosa! Cada persona que ha estado conmigo me termina dejando, y no podría soportar que tú lo hicieras ¡Dejemos todo cómo esta!-. Respondió-.

-No puedo…no puedo dejarlo así porque ya no puedo ocupar el papel de mejor amiga, te amo, te amo desde que siempre…-.

-¿Por qué ahora Alison? ¿Por qué no pudiste decírmelo antes? Cuando yo estaba tan enamorada de ti, porque tuviste que esperar tantos años…-. reclamó-.

-No es tarde Kay, sólo abre tú corazón para mí-. Le rogaba acercándose-.

-No puedo, no puedo hacerlo otra vez, no tengo un corazón que abrir Alison, no lo tengo, esta hecho mierda…sólo olvidemos esto, olvidémoslo y sigamos como siempre, tú y yo…prometiste que nunca me dejarías-.

Alison la miro, no podía seguir ahí, no podía ver como Kayle se estaba negando a la posibilidad de amarla. Caminó hacía la puerta.

-Al, no te vayas, por favor no me dejes ahora, no puedo hacerlo sin ti-. Le pidió la morena-.

-Lo siento Kay-.

Alison salió destrozada de aquella habitación.
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Había dado vueltas por calles que desconocía totalmente. Lloraba, imaginaba, se reprochaba no haber sido más valiente y haber hablado antes. Kayle le había reconocido que estuvo enamorada de ella y ni esa confesión lograba sacarle una sonrisa. Maldito tiempo. Maldito silencio.

No sabía si había pasado una hora o dos, o tal vez más, sólo que cuando volvió a la habitación todo estaba a oscuras y en completo silencio.

Prendió la luz de la habitación y lo que vio, la hiso estremecerse por completo. Corrió, eran máximo dos metros pero los sintió cómo kilómetros.

Kayle estaba tirada en el piso, en mitad de aquel pequeño salón, boca abajo. La dio vuelta rápidamente, y se dio cuenta que tenía un corte en la frente, se acercó para escuchar su respiración, pero era casi imperceptible, su pulso era bajo o eso creía porque sus manos tiritaban.

-Kay, reacciona, Kayle por favor abre los ojos, no me hagas esto, ¡Amor abre los ojos!-. Le pedía ahogando sus sollozos-.

Buscaba su celular pero el aparato no aparecía por ninguna parte, se dio cuenta que el de Kayle estaba unos metros más allá. Lo tomó y le costaba marcar por sus manos no dejar de temblar, respiraba pero el aire no le llegaba a los pulmones o eso sentía, esa situación escapaba de su control, verla así, sin tener idea que es lo que le había pasado, la destrozaba, daría su vida porque su morena abriera los ojos. Eso no se veía bien, no se veía nada bien.

-¿Hola? Necesito una ambulancia…yo…no sé que pasó, ella esta inconsciente, no reacciona, por favor apresúrense estoy en el Hotel Lima-. Pudo decir con mucho esfuerzo la pelirroja-.

Volvió a la lanzar el teléfono, intentó hacerle respiración boca a boca, pero nada daba resultado.

-Kay, cielo, por favor abre los ojos…-. Rogó con ella es sus brazos-.[/justify]


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lo siento por la demora espero les guste....las mejores vibras y gracias por comentar!!!!
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por tatymm Lun Abr 08, 2013 2:32 am

o dios esa fiesta definitivamente no fue buena idea jajajjaja!! haber primero, entiendo que kay aun sienta algo por san y san por ella, pero ya hasta cuando va a seguir confundida san eso me molesta, entiendo que necesite seguridad y proteccion y que britt no se lo de pero bueno no se tiene todo del otro siempre, a fraancis la detesto y encerio no se a que volvio por que mucho amor mucho amor se la pasa echando mocos, al por primera vez es valiente y pum la peor noche para serlo jajaja ojala que cuando todo se calme ellas esten juntas, san y britt son unicas y tiene que estar juntas y que san ya deje de dudar, el maldito primo es un enfermo que destruye todo en pocos segundos, el abuelo por dios que desilucion y yo que pensaba que era el unico bueno tremendo hdp resulto ser!!! en la pelea entiendo que kay quisiera proteger a francis y san a kay es como decir haber francis es la idefensa que kay siempre protegio y san era indefensa cuando conocio a kay pero tiene ese poder de proteccion que hizo salir a salvar a kay osea ellas dos son muy protectoras con lo que quieren y a la vez muy debiles osea protegen a los otros por que ellas nececitan proteccion tmb, y kay pobre que feo cumpleaños pero usar asi a al no me gusto para nada y entiendo la reaccion de al, ahora que carajos le paso a kay???? como mierda se corto la frente y se desmayo, decime que no quiso matarse de nuevo que solo se cayo, o que no fue el culiado del primo que la lastimo pro que por dios amo a esa chica y no me gusta verla mal ni nada ella se merece ser jodidamente feliz por favor!!! y san ya osea quiero que sea amiga de kay pero ya de verdad con britt se aman y deben estar juntas ojala todo mejore!!! y para finalizar esa parte hot de rach me gusto jajaja fue genial y quinn dejandose domar jajaja y con todo lo que sucedio y ellas felices ojala no se les arruine!!
Okey creo que esta de mas decirte que amo tu fic me facina!!! y hacia mucho no te leia me alegraste la noche!! ojala escribas pronto pero me encanto que fuese tan laaaarrrrgggooooooo me encanto!!! sin mas que decir mas que me facina como escribis y me traes enganchadisima a tu historia!!!! me despidoooo asta la proxima besotesss!!!
tatymm
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Activo Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13

Mensaje por aria Lun Abr 08, 2013 9:01 am

Ohhhhhh vaya, este fue uno de mis cap preferidos aunk hubo un poco de todo, ese abuelo de kay... que decepecion [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2824147739 el muy maldito como fue capaz de hacerle eso a kay.. el primo LO ODIO me dieron ganas de entrar al Fic y dar sus buenos golpes por miserable, a una mujer NO SE LE PEGA [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2113258990
Pobre de mi rubia hermosa, me partio el corazon verla asi... y ella no es tan tonta como para no darse cuenta pork san siempre recurre a kay, que bueno que se lo haya hecho saber... hasta a mi me dolio cuando se lo dijo pork es la verdad :'(: san ha hecho mal las cosas y sus confunciones pues tiene consecuencias... pero britt mira, aun asi britt no la deja sola... espero que san de una vez por todas aclares sus dudas... OK mi rubia se equivoco y no me gusta que kay siempre le este reclamando y restregandole en la cara el rechazo a santana, todos comenten errores y pues mi britt-britt aprendio de eso y ha luchado con todas sus fuerzas para que las cosas funcionen con san pero esta tiene que ser la que ahora de todo por britt... mi rubia no se merece medias tintas... Al??? Pobre de mi pelirroja favorita [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 2236703817 se armo de valor y le confiesa su eterno amor a kay y ve lo que pasa... no soporto que kay recurra a ella en busca de sexo... eso no esta bien, y alison tiene razon... pork si puede querer sexo y no abrirle su corazon aunk kay esta muy herida en este momento y no digo que ella no sienta lo que dice por santana... yo lo que veo es que alison es quien esta en su corazon pero muy dentro, solo que francis y santana ha hecho que esos sentimientos queden en lo mas pronfundo, en un rinconcito poco visible o sino pork siempre pase lo que pasa kay recurre a ella, corre a sus brazos... y tomando en cuenta lo que dijo francis creo que es posible... Es cierto, si kay amaban tanto a francis en ese entonces pork caia en los brazos de alison aun estando con fran??? Eso da mucho de que pensar!!! Por otro lado me da gusto que san y su madre este bien... por lo menos algo bueno en todo ese rollo... y el encuentro faberry Uffff fue genial... me encanto ver a rach en esa faceta sexy y provocativa jejejeje .....Espero que lo que le haya pasado a kay no se grave.....
Creo que esta de mas decir que... AMO este fic [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 918367557 lo sabeeeees pero aun asi lo digo [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13 - Página 4 1163780127

Hasta la proxima act... Besitos!!
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