FIC Brittana- Nothing else matters - CAP. 31

amoo tu ficc me encanto jaja muy bueno lo de quiin y rach! peor me matan las brittana!!

Buenaaas! Muchas gracias como siempre a los comentarios, me encanta que os guste el fic, y eso me anima mucho a seguirlo. Gracias también a todas las que leen, y si tenéis alguna sugerencia o crítica podeis decirla cuando queráis :)
Aquí os dejo un nuevo capítulo, y por fin puedo decir que a partir de aquí...Brittana is ON! Espero que os gusteeee :D




CAP. 9

La rubia llevó a Rachel hasta la cama, y empezó a jugar con el botón del pantalón de la castaña. Justo acababa de desabrochárselo cuando llamaron a la puerta.

-No abras- pidió Rachel que no quería que eso terminara.

-Tranquila, no lo iba a hacer- respondió Quinn, que siguió con su trabajo de quitarle el pantalón a la castaña.

-Rubia, ¿Estás ahí? Es que todavía no me han asignado compañero, asique era por si te querías pasar y hacer lo de anoche, que nos lo pasamos bien, ¿no? - dijo el muchacho en tono sensual, cosa que hizo que Rachel sintiera como si le hubieran dado veinte puñetazos y se levantara inmediatamente a la vez que se vestía.

-Espera Rach, hey - dijo tomándola del brazo cuando la otra chica estaba a punto de marcharse. -fue una tontería, ¿vale? Solo fue una noche loca, pero, ¿se puede saber qué te pasa? ¿Estás celosa? - dijo con una pequeña sonrisilla.

-No seas ingenua, ¿cómo voy a estar celosa?- dijo Rachel soltándose bruscamente del agarre de la rubia. Salió dando un gran portazo y, al ver que el chico seguía ahí se acercó a él.

-Espero que lo paséis bien, la verdad es que se nota que tiene mucha práctica- dijo con rabia alejándose dando grandes pasos y dejando al chico un poco confuso.

Quinn había oído todo desde dentro de la habitación, y no se podía creer lo que Rachel había dicho de ella. La misma Rachel por la que hace un momento su corazón iba desbocado, la misma Rachel que hace un momento estaba en su cama, encima de sus sabanas, besándola.


Mientras, en un aula que se encontraba vacía, Brittany entró y, poniendo algo de música en la mini cadena que había ahí, comenzó a bailar. Bailó durante horas, no le importaba ni el cansancio ni el sueño. Las lágrimas caían de vez en cuando por sus mejillas, pero no se molestaba en limpiárselas, simplemente dejaba que cayeran. Llegó un momento en el que sus ojos estaban tan acuosos que no veía bien, asique tuvo que parar. Se sentó en el suelo, abrazándose las rodillas.

Santana, que había estado mirando a esa rubia, sentía una punzada de dolor por cada lágrima que veía en su rostro. Miró el reloj y vio que eran las 5:30 de la mañana, en tres horas y media ambas tendrían que estar en clase, pero eso en esos momentos le importó bien poco.

Entró en el aula y Brittany inmediatamente se giró. Al verla, giró rápidamente su cara para que no la viera llorar.

-Yo…venía a decirte que...- empezó la latina a decir, pero era como si no le salieran las palabras. - ...lo siento, por lo de antes. Siento no poder decirte que todo va a salir bien, que vas a poder contarme todos los problemas que tengas con tu novio y que yo te ayudaré, que podré contar contigo cuando me encuentre mal. Siento no poder decirte eso.

-¿Y por qué no puedes hacerlo? ¿No soy lo suficientemente buena para ser tu amiga? Es eso, ¿no? - preguntó la rubia todavía con la voz entrecortada por las lágrimas y con algo de rencor.

-Tú no lo entiendes, no sabes nada.- dijo la latina, intentando no sonar demasiado cortante.

-¿Y qué tal si pruebas a explicármelo? Alomejor así entiendo algo, pero claro, seguramente no quieras perder el tiempo conmigo- dijo con enfado la rubia.

-¿Quieres entender todo?, ven conmigo - dijo la latina ofreciéndole una mano a Brittany. La rubia la tomó y salieron de la clase. Santana la llevó hacia el otro pabellón, el de canto. Entró en el aula donde ella daba clase normalmente y se sentó delante del piano. Comenzando a tocar una canción que hablaba perfectamente de lo que ella sentía. (Everything I do I do for you – Bryan Adams.)




Look into my eyes, you will see – Mírame a los ojos, verás
What you mean to me. – lo que significas tú para mí
Search your heart, search your soul. – Busca en tu corazón, busca en tu alma
And when you find me there – y cuando me encuentres allí
You'll search no more. – No buscarás más.

Comenzó a cantar Santana. Miraba las teclas, porque no era capaz de mirar esos ojos.

Don't tell me – No me digas
It's not worth trying for. – que no vale la pena intentarlo.
You can't tell me – No puedes decirme
It's not worth dying for. – que no vale la pena morir por eso.
You know it's true. – Sabes que es verdad,
Everything I do, I do it for you. – Todo lo que hago, lo hago por tí.

Look into your heart, you will find – Mira en tu corazón, encontrarás que
There's nothing there to hide. – allí no hay nada que esconder.
Take me as I am, take my life. – Tómame como soy, toma mi vida
I would give it all, I would sacrifice. – Lo daría todo, me sacrificaría.

La rubia no podia creerse lo que estaba cantándole. La miraba fijamente, con los ojos inundados en lágrimas. Tenía una voz que le resultaba conocida, pero no pudo evitar pensar que era la mejor voz que había escuchado en su vida. La morena le estaba diciendo las cosas más bonitas que nadie le habia dicho, y realmente ella sentía lo mismo.

Don't tell me – No me digas
It's not worth fighting for. – que no vale la pena luchar por esto
I can't help it, - No puedo evitarlo,
There's nothing I want more. – no hay nada que quiera más.
You know it's true. – Sabes que es verdad.
Everything I do, I do it for you. – Todo lo que hago, lo hago por ti.

There's no love like your love. – No hay amor como tu amor.
And no other could give more love. – Y ninguna otra persona podría dar más amor.
There's nowhere, unless you're there – No existe ningún otro sitio, a menos que tú estes allí.
All the time, all the way. – Todo el tiempo, todo el camino.

Santana se decidió a mirar a la rubia por primera vez desde que empezara la canción. Vio las lágrimas en los ojos de la otra chica y se dio cuenta de que se había emocionado. Ella tampoco podía retener las lágrimas ya, asi que simplemente las dejó salir.

Oh, you can't tell me – Oh, no puedes decirme
It's not worth trying for. – que no merece la pena intentarlo.
I can't help it, - No puedo evitarlo,
There's nothing I want more. – no hay nada que quiera más.
I would fight for you, I'd lie for you, - Lucharía por tí, mentiría por tí,
Walk the wire for you, I'd die for you. – caminaría por la cuerda floja por tí, moriría por tí.

Y allí se encontraban las dos chicas, llorando y mirándose fijamente a los ojos. A Santana se le entrecortaba un poco la voz debido a las lágrimas, pero su voz seguía siendo tan dulce y preciosa como siempre.

You know it's true. – Sabes que es verdad,
Everything I do, I do it for you. – Todo lo que hago, lo hago por ti.

La latina terminó en casi un susurro, levantándose del piano y acercándose lentame a Brittany. Estaban a varios metros, pero ninguna decía nada.

-¿Qué significa todo esto? -preguntó la rubia un poco confusa, pero todavía igual de emocionada.

-Vamos a ver, ¿por qué te cuesta tanto entenderlo? No es que no quiera ser tu amiga, es que no puedo, no puedo ayudarte cuando tengas problemas con tu novio, y no puedo sentirme bien por ti cuando me cuentes que todo os va genial, porque soy yo la que querría estar en su lugar, y poder estar contigo y poder conocerte más. Y claro que me gustaría que pudieras estar ahí conmigo para todo, pero no soportaría tenerte a mi lado sabiendo que nunca podremos ser nada más que amigas, porque cada vez que te tengo a diez centímetros de distancia, el corazón se me acelera, simplemente un leve roce tuyo es capaz de provocarme la mayor sensación de placer que he llegado a experimentar jamás. ¿Estás contenta ahora? - dijo mirando fijamente a la rubia a los ojos y comenzando a llorar.
Esperó unos segundos a que la rubia contestara, pero esta seguía en shock. Se arrepintió de haber dicho todo eso y de haberla cantado esa canción. No había ganado nada y sin embargo notaba como todo su mundo se había venido abajo al ver la reacción de Brittany. Salió del aula y se fue corriendo por las escaleras.
Cuando la rubia salió del estado de shock, se dio cuenta de que la había dejado marchar, y salió corriendo detrás de ella. Corrió como nunca, bajando las escaleras como un rayo. Llegó a la recepción y no vio ni rastro de la latina, asique salió a la calle, dándose cuenta de que estaba lloviendo muchísimo. Una de esas tormentas de verano, pero no le importó, tenía que encontrarla.

Miró en todas direcciones, hasta que vio que a lo lejos de una de las calles había una silueta. Corrió hasta allí, y según se iba aproximando se percató de que si que era la latina, asique empezó a correr más rápido.
Finalmente consiguió alcanzarla y, tomándola del brazo la giró.

-¿Pretendes matarme de un infarto? - dijo la morena llevándose la mano al pecho.

-Perdón, no era mi intención asustarte- dijo tímidamente Brittany bajando la mirada.

Ambas estaban empapadas, y ambas estaban con lágrimas en la cara. Brittany levantó su mirada y vio que la latina seguía mirando al suelo, asique tímidamente y con algo de temor colocó su mano en su barbilla y le alzó la cara suavemente.
Se quedaron mirando fijamente, no existía nada más en esos momentos, daba igual la lluvia, lo empapadas que estuvieran o que fueran ya las 6 y media de la mañana. Simplemente estaban ellas dos ahí. La rubia, que seguía con su mano en la barbilla de la latina, lentamente la subió, acariciando su mejilla con una delicadeza inimaginable. Santana, al notar este gesto, cerró los ojos, notando como podría volar en ese mismo instante.
Brittany al ver la reacción de la morena se acercó un poco más, quedando a unos centímetros de su cara. Sus respiraciones empezaron a agitarse por la cercanía, sus latidos sonaban fuerte, acompasados. La morena abrió los ojos, y se encontró con esa mirada azul cielo que la hacía perder la cabeza. La rubia bajó la mano lentamente por el rostro de la latina y la colocó en su cuello.

-Déjame probar algo...

Awww......provocaste que otra vez pusiera mi cara de boba leyendo tan excelente capitulo como este, Quinn si que se vio envuelta en una situacion poco usual (estando con quien le atrae, y justo interrumpe uno de sus ligues ocasionales), de las Brittana ni que decir.... me has dejado estupefacta, CAPITULO PERFECTO ..........ya ansio leer un siguiente capitulo

Saludos, hasta la proxima actualizacion

''-Déjame probar algo...'' *O* Mi corazón acelera, síguela, amo tu fic, es muy bueno <3

Gracias por los comentarios, como siempre que sepáis que me encanta saber vuestra opinión :)
Estoy totalmente de acuerdo con lo de que empezar una relación con mentiras es lo peor que puedes hacer, pero ya veremos que hace Santana para arreglar eso, que seguro que será muy pronto ;)
En breves os dejo un capítulo solo de Brittana y creo que es el más largo que he hecho de momento, asique espero qeu os guste, luego me contáis.
Gracias otra vez, me encantaaaais :D

Bueno, pues aquí os dejo un nuevo capítulo, disfrutadlo :)



CAP. 10

-Déjame probar algo- dijo la rubia acercándose aún más si podía. La tenía a milímetros de distancia. En ese momento no pensaba en Jack, ni en lo que estaba haciendo. Todo su cuerpo la gritaba que rompiera ya la distancia, que la besara.

Trago saliva, y, muy lentamente, rozó sus labios con los suyos.
Colocó su dos manos alrededor del cuello de la latina, con ternura. Sus labios se movían muy lentamente, de manera suave, casi acariciándose. Ambas con los ojos cerrados, y ambas con miles de mariposas volando en sus estómagos. Sentían algo nuevo, algo grande, muy grande. Sus labios seguían compenetrados en una misteriosa coreografía, poco a poco la lengua de la rubia hizo aparición, rozando levemente el labio de la latina, que sin dudarlo, le dejó espacio. Ambas estaban conociendo cada rincón de la boca de la otra, como si fuera un universo paralelo aún sin descubrir.

No supieron cuanto tiempo estuvieron así, podrían haber sido años, con sus labios haciendo un suave baile. La manos de la latina acariciaban las mejillas de la rubia, mientras Brittany aún tenía las suyas en ese cuello color canela. La morena pensó que sí que era posible morir de amor, ya que ese beso iba a hacer que le explotara el alma de todos los sentimientos que la hacía sentir.

-BIP, BIP, BIP, BIIIIIIIP- sonó de repente, haciendo que las dos chicas se separaran inmediatamente asustadas.

-Oh, mierda- dijo Brittany sacando su móvil del bolsillo al darse cuenta de que era el suyo el que estaba sonando. - Es la alarma, ¡son las 7:30 ya!- exclamó, haciendo que Santana mirara el reloj que tenía en su muñeca y abriera su boca enormemente. Miró a su alrededor y vio como realmente era verdad, estaba amaneciendo.
En ese momento, se acercaban un par de jóvenes que parece que la habían reconocido y quería un autógrafo, pero de eso solo se dio cuenta ella, ya que la rubia todavía seguía apagando la alarma de su móvil. Tenían que salir de ahí antes de que las alcanzaran.

-Vamos, corre, o llegaremos tarde. Encima estamos empapadas, te vas a poner mala Britt- dijo cogiéndola un brazo y tirando un poco de ella. Brittany cuando escuchó el diminutivo por primera vez en la voz de la latina sintió que el estómago se le hacía muy pequeñito, y no pudo evitar esbozar una gran sonrisa.

Ambas corrieron lo más rápidamente que sus ropas mojadas las permitían por la calle hasta llegar a la escuela. Entraron en recepción, donde afortunadamente todavía no había nadie.

-Me voy a mi habitación, porque entre que me ducho y todo...llegaré tarde a clase- dijo Brittany

-Ah, sí, claro...yo también me voy a mi habitación- dijo la morena. Ya se estaba dando la vuelta para marcharse cuando Brittany la detuvo.

-¿No crees que te falta algo?- preguntó acercándose mucho a la latina, quedando sus frentes casi pegadas.

-No estoy segura, ¿qué me falta?- dijo Santana siguiéndola el juego.

-Una despedida en condiciones- contestó la rubia mientras juntaba sus labios con los de la morena y comenzaba un beso bastante más intenso que el de la primera vez, que dejó a Santana sin respiración. Brittany se separó con una sonrisa tierna al ver que la latina todavía seguía con los ojos cerrados y la respiración entrecortada. - Eso está mejor. Luego te veo, guapísima.
Dicho esto, dejó un beso en la nariz de Santana y subió a su habitación.
Quinn todavía seguía dormida. Dejó toda la ropa mojada en una cesta de ropa sucia y se metió en la ducha.

Santana, que se había quedado un rato parada sin poder moverse, por fin logró reaccionar, y mientras iba a su pabellón, sonrió. Sonrió de una manera que hacía mucho que no hacía, todo en ella era felicidad, en sus ojos se reflejaba que hasta su alma sonreía en esos momentos.
Entró en su habitación y se quitó la mojada ropa dejándola por el suelo. No quería ducharse, porque pensaba que cuando el agua de la ducha la rozara nada de eso habría pasado, tenía miedo de despertar de repente y que esos besos de la rubia no hubieran sido verdad. Pero tenía que dar una clase en poco más de una hora, así que se tuvo que arriesgar y meterse en la ducha.

Mientras, en otro pabellón, una rubia se encontraba también en la ducha, con una sonrisa en la boca. A su mente venían una y otra vez las imágenes de ese beso. Cada vez que lo recordaba era como si la tuviera ahí, como si sus labios siguieran con los de ella. Notaba el calor en sus mejillas, y esas mariposas seguían ahí. Esas sensaciones eran demasiado para ella, le encantaban, nunca las había sentido antes, ni siquiera con Jack. La sonrisa se le borró de inmediato al acordarse de él. Le había sido infiel a su novio. Su novio desde hace ya casi dos años. El que le había ayudado a cambiar su anterior vida, el único al que le había sido realmente fiel, hasta ahora. Su cabeza poco a poco se iba dando cuenta de lo que había hecho, y las lágrimas empezaron a aparecer, mezclándose con las gotas de agua que salían de la ducha. Lo que más le preocupaba no era el hecho de haberla besado, si no que realmente ese beso la había hecho sentir cosas que no sentía por nadie más.

El simple hecho de pensar en no poder volver a besar los labios de la latina la provocaba una sensación de angustia demasiado fuerte. Pero se sentía tremendamente egoísta por ello. No sabía qué hacer.

Finalmente salió de la ducha, y tras secarse un poco, salió del baño para comenzar a ponerse su ropa para ir a clase.
Quinn se había despertado ya, aunque por su cara de sueño y sus ojos medio entornados seguramente se acababa de despertar. Pero se espabiló completamente al ver los ojos rojizos e hinchados de la rubia.

-Britt, ¿qué ha pasado?- dijo levantándose rápidamente y abrazándola. Brittany oyó el "Britt" y recordó lo que le había hecho sentir minutos antes escucharlo de los labios de su latina. Eso solo la hizo sentir más culpable, lo que provocó que sollozara aún más fuerte.

Quinn se asustó un poco al ver que la rubia lloraba más, pero simplemente siguió abrazándola. Sabía que ahora no la apetecía hablar de eso, así que no insistió más.

-Venga que tenemos ahora clase, y no permitirás que la profe te vea así, ¿no?- dijo la ojiverde limpiándole algunas lágrimas y sonriéndole. Ese día compartían horario, asi que darían todas sus clases las dos juntas.

En esa escuela lo que más se buscaba era que los bailarines fueran versátiles, es decir que supieran bailar varios estilos a la perfección. Por eso cada clase en el pabellón de baile era distinta. Ese día a Brittany y a Quinn les tocaba funky, streetdance, contemporáneo y por último bailes latinos. Sin duda alguna la clase que más le gustaba a Brittany era contemporáneo, porque requería movimientos más lentos y con más sentimientos, asique en esa clase destacaba especialmente. Sin embargo, el estilo de Quinn era streetdance, se le daba realmente bien. Ambas chicas se ayudaban bastante una a la otra gracias a eso.

Brittany se concentró en bailar lo más que pudo. Hacía sus movimientos con una energía asombrosa, intentando sacar todos sus pensamientos de su cabeza, echarlos afuera con aquellos pasos de baile.

Pasaron las horas y por fin acabó la clase de bailes latinos, en la que habían estado bailando merengue por parejas. Esa era su última clase, había sido una dura mañana, y todos los alumnos estaban ya saliendo del aula para ir a descansar.
Quinn miró a Brittany preguntándole si volvía con ella, pero esta le hizo un gesto de que no la esperara. No quería volver a la habitación y ponerse a pensar de nuevo, así que seguiría bailando.

En cuanto salió el último alumno del aula, comenzó una coreografía improvisada con la música que salía del ipod. No sabía cuánto tiempo habría pasado, quizá horas, pero le daba igual. Todo su cuerpo estaba sudando, con los músculos medio agarrotados por el cansancio. No había dormido en toda la noche, pero daba igual. Su ipod estaba en aleatorio, y en esos momentos por los altavoces empezó a sonar Hate that I love you, de Rihanna.



That’s how much I love you – Esto es lo mucho que te quiero

That’s how much I need you – Esto es lo mucho que te necesito

And I can’t stand you - Y no puedo resistirme a ti

Must everything you do make me wanna smile - Casi todo lo que haces me hace sonreír

Can I not like it for awhile? – Puede no gustarme por un rato?

No.. but you won’t let me - No...pero tú no me dejarás

You upset me girl, then you kiss my lips – Me haces enfadarme nena, pero entonces besas mis labios

All of a sudden I forget that I was upset - De repente olvido que estaba enfadada
Can’t remember what you did - No recuerdo que hiciste.

Comenzó a bailar poniendo todas sus fuerzas en cada paso, estaba dándolo todo en ese baile, a pesar de que estaba exhausta. La letra la hacía pensar en ella, con lo cual se esforzaba más en bailar, para sacarla de su cabeza.

Well I hate it - bien, odio esto

You know exactly what to do – Tú sabes exactamente qué hacer

So that I can’t stay mad at you - Por eso no puedo estar enfadada contigo

For too long, that’s wrong - Por mucho tiempo, eso está mal

Girl, I hate it - chica, odio esto

You know exactly how to touch me - Sabes exactamente como tocarme

So that I don’t wanna fuss and fight no more - Por eso no quiero discutir más y no quiero pelear más.

La rubia estaba algo pálida, y su vista estaba empezando a nublarse ligeramente. Sintió como poco a poco las piernas le fallaban, no era capaz de sostenerse. Estaba a punto de caer, pero algo la sostuvo, abrazándola por detrás. Brittany tenía los ojos cerrados, pero en cuanto notó su aliento en su cuello la reconoció perfectamente.

And you completely know the power that you have - Y tú sabes completamente el poder que tienes

The only one that makes me laugh - La única que me hace reír

Said and it’s not fair how you take advantage
of the fact that I Love you beyond the reason – Digo que no es justo como tú tomas ventaja del hecho de que te amo, más allá de la razón.

-Britt, ¿qué te pasa?, ¿me escuchas? Respóndeme, por favor. ¡Britt! - dijo Santana asustada. La rubia poco a poco abrió sus ojos, estaba realmente exhausta. Seguía sin poder sostenerse bien, pero el mareo se le había pasado bastante.
Lentamente se giró aún en los brazos de la latina, quedando así en frente suya. Notó como iba volviendo a la normalidad al mirar esos ojos marrones, su cuerpo se activó de inmediato.

Santana la notó cerca, demasiado cerca. Sus alientos se rozaban, poniendo la piel de ambas de gallina. La rubia no pudo evitar mirar los labios de la latina, y esta al darse cuenta no lo dudó un momento, se lanzó en un beso que le quitó las pocas fuerzas que tenía a la rubia. El beso era intenso, desesperado, hambriento. La latina colocó las manos detrás de la nuca de la rubia, acercándola totalmente a ella, sin dejar ni un espacio. Sus caderas estaban pegadas, sus manos comenzaron a bajar desde la nuca hasa la espalda, logrando bajar un poco más. La rubia notó que sus piernas volvían a fallarla y, para su desgracia, Santana se dio cuenta, apartándose levemente.

-¿Estás segura de que estás bien? - preguntó preocupada la morena.

-Después de esto mejor que nunca, pero la verdad es que tengo un poco de hambre- dijo avergonzada al escuchar como su estómago rugía. -¿quieres comer conmigo?

-¿No has comido todavía? ¡Por Dios Brittany, son las 7 de la tarde! Y seguro que tampoco has dormido nada- contestó alterada mientras la tomaba de la mano y la llevaba hasta una cafetería fuera de la escuela.
La rubia miró sus manos, con sus dedos entrelazados, y un pinchazo de culpabilidad la golpeó el pecho al pensar en Jack. Pero no podía deshacer ese contacto, no podía separarse de ella. Fue arrastrada prácticamente por la latina a la cafetería y una vez allí Santana le pidió demasiada comida, pero ella no se quejó, estaba muerta de hambre. Por primera vez se fijó en que la gente de alrededor miraba demasiado a la morena, y cuchicheaban entre ellos. Algunos hasta le tomaban fotos.

-Oye San, ¿por qué todos te miran así? - preguntó extrañada mientras comía.

Awwww se besaron ♥. Que amor! ya era hora. xD jejejej.

Todavia no entiendo como es que Britt no se da cuenta que es Santana! xD. Pero ahora que todos las ven y hablan se tiene que dar algo de cuenta. O.o.

Buenisimo los cap. Beso. :)

O.O que la cache, que la cache!!!!

Acabo de encontrar esta historia y me encanta, la manera en como se fue
dando todo, y el echo de que britt tenga novio y santana lo sepa y el que
ella le esconda quien es en realidad se me hace interesante mas al saber
como reaccionara britt y que hará con el novio pff en fin, aquí estaré leyéndote, nos vemos chao.

Buenaaaaas! siento no haber podido actualizar ayer, pero empecé el bachillerato hace dos días y ya no tengo tanto tiempo libre, pero intentaré seguir actualizando todos los días :)
Muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimas gracias por los comentarios, como siempre, me encantan. Lo de britt, no se da cuenta de que es Santana porque no es que la conozca mucho, la conoce de algun disco de su hermana y eso, pero no es capaz de reconocerla en persona, pero tranquilas, que queda muy poquito muy poquito para que se de cuenta jajaja
Espero que os guste el cap, un beso :D








CAP. 11


-Oye San, ¿por qué todos te miran así? - preguntó extrañada mientras comía. Santana no se sorprendió mucho al escuchar aquello, esperaba esa pregunta, aunque confiaba en que nunca hubiera llegado. Era el momento, tenía que decirle la verdad a la rubia. Probablemente no volviera a dirigirle la palabra, pero tenía que arriesgarse.

-Verás Britt…hay algo que tengo que decirte. No sé cómo te lo vas a tomar, pero necesito contart…-la latina se vio interrumpida por el móvil de la rubia por segunda vez.

-Perdón, perdón, espera que le quito la voz- dijo la rubia cogiendo el móvil rápidamente. En la pantalla aparecía un mensaje de texto de un número desconocido. Pensó que alomejor era importante asique lo abrió.

“Hola preciosa, ¿cómo estás? Bueno, no sé para qué pregunto, si te estoy mirando y veo que estás deslumbrante. Tu amiguita también está muy guapa, pensaba que sus fotos las retocaban con photoshop, pero ya veo que no.” –leyó que ponía en el mensaje.

A los poco segundos le llegó otro SMS del mismo número.

“Seguro que sabes quién soy, un chico así no se olvida fácilmente. Tranquila, algún día podrás probar este cuerpo, y seguro que no queda mucho para eso. Lo espero con ansia ;)” –ponía en el siguiente mensaje.

Santana miró como Brittany se había quedado con la boca abierta y casi sin respirar.

-¿Qué pasa Brittany? –preguntó. La rubia no contestó, simplemente le pasó el móvil.

Santana comenzó a leer el primer mensaje y el corazón se le aceleró al saber que habían estado a punto de delatarla. También sintió un poco de miedo al saber que estaban siendo observadas por alguien que ella no conocía. Abrió el siguiente mensaje y lo que sintió esta vez fue rabia. ¿Estaba amenazando a Britt? Porque realmente eso parecía.

-¿Quién es el que los manda?- preguntó la latina sacando a Brittany de su trance.

La rubia le contó su teoría acerca de cómo sus sospechas se dirigían hacia Chad, el chico del gimnasio que llevaba esos días persiguiéndola y mirándola demasiado. Ambas chicas comenzaron a girar la cabeza mirando a su alrededor, buscando al misterioso chico. En ese momento el móvil de Brittany volvió a sonar, asustando a las dos que abrieron el mensaje inmediatamente.

“No hace falta que os esforcéis en seguir buscándome, no me vais a encontrar. Quédate tranquila, que pronto me vas a ver. Espero con ansia ese momento. Ciao rubita.”

Santana vio como Brittany estaba totalmente pálida, muerta de miedo, así que se levantó de la silla y se arrodilló delante de ella, apoyando sus manos en las rodillas de la rubia.

-Britt, no te va a hacer nada, estoy segura. Porque si ese cabrón quiere tocarte tendrá que pasar por encima de mi cadáver, y si no quiere que la furia de Snixx salga a la luz no va a volver a decirte nada, ¿vale?- dijo acariciándola la mejilla con ternura.

-Gracias, eres increíble- contestó la rubia abrazándola fuertemente- por cierto, ¿quién es Snixx?

-No quieras saberlo- dijo riéndose y correspondiéndole al abrazo.




Mientras, en otro lado de la escuela, se encontraba Quinn en una de las salas que había con sofás, dos mesas de billar, televisión y algunas cosas de entretenimiento más.
La rubia estaba hablando con un chico bastante majo, aunque no le estaba prestando demasiada atención. De repente entró la castaña por la puerta acompañada por un chico bastante guapo.

-Vaya, ¿a este también te lo vas a tirar?- preguntó Rachel al pasar por el lado de la rubia. En su voz había un rastro de celos y de rabia.

-¿Se puede saber qué pasa contigo Rachel? Ven, tenemos que hablar- dijo Quinn levantándose y cogiendo a la castaña del brazo.

-No voy a ir contigo a ningún lado, he venido a jugar al billar con Derek, y voy a jugar- añadió soltándose del agarre de la rubia y acercándose a la mesa de billar donde se encontraba su acompañante.

Iban a empezar a jugar ya, cuando Quinn apareció con un palo de billar en la mano y el chico del sofá detrás de ella.

-Está bien, nos apuntamos, ¿estáis preparados?- dijo Quinn colocando la bola blanca en el centro.

-Ni lo sueñes, vamos a jugar los dos, ¿entiendes? Los dos solos- contestó Rachel, que no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente.

-Uy, uy, uy, ¿qué pasa Rachel? ¿Acaso tienes miedo?- dijo la rubia con una sonrisa retadora.

-Te arrepentirás de tus palabras cuando tú y tu mascota perdáis de manera humillante- contestó Rachel mirando fijamente a la rubia. Después se acercó al chico y le dio un beso en los labios.

Quinn sintió su estómago arder al ver esa escena, pero no podía demostrar debilidad ante esa chica, asique se aguantó las lágrimas y, sabiendo que Rachel la miraba por el rabillo del ojo, se acercó al chico con el que iba a jugar y le plantó un beso demasiado pasional. Se separó al rato, y se dio cuenta de que el chico se había quedado con una cara de asombro, felicidad y deseo.

-No te ilusiones, solo va a ser hasta que se acabe la partida, después vas a ser el mismo friki de hace quince minutos que no puede aspirar a estar con otra mujer que no sea la de la limpieza, que tiene 54 años- susurró la chica en su oído.

Había sido un poco cruel, pero la castaña la estaba provocando una sensación de dolor mezclado con rabia que no había sentido antes. Sí, se podrían llamar celos, pero ella nunca antes había sentido eso.

La partida comenzó, y la primera en poner la bola blanca en movimiento fue Rachel. Se notaba que sabía jugar, pero Quinn se había pasado muchas horas jugando con su padre, y se lo demostraría a la castaña.
Ya llevaban alrededor de 30 minutos de juego, iban empate y era la oportunidad de la rubia de ganar la partida. Se concentró en mirar la bola blanca, encorvó su espalda para poder obtener un buen ángulo, estaba ya moviendo la mano cuando de repente la castaña se le acercó.

-No te esfuerces, nunca podrás ganarme- le dijo susurrándole en el oído, casi rozando con sus labios la oreja de la rubia.
Esto provocó en Quinn un enorme escalofrío, lo que hizo que su mano se moviera sola y la bola blanca saliera disparada por encima de la mesa, perdiendo así la partida. Su piel seguía siendo de gallina por aquel momento.



Por uno de los parques de Nueva York, caminaban las dos chicas, una al lado de la otra, muy juntas. Sus manos no estaban cogidas, pero se rozaban algunas veces, provocando en las dos una sensación como si saltaran chispas.

-Vale, osea que... vivías en Ohio, tienes una hermana y te encantan los patos - comentó la latina. Estaban conociéndose un poco más, aunque ambas seguían escondiendo algunos secretos, pero les encantaba escucharse contar cualquier cosa- ah, se me olvidaba, tu sabor de helado preferido es el de nata con sirope de fresa, tienes un gato llamado Lord Tubbington que está bastante gordo, y tu película favorita es 'Una cenicienta moderna', de Hilary Duff. ¿Se me olvida algo?

-No, creo que lo principal es eso- dijo Brittany riendo. Le parecía adorable que la latina intentara aprenderse todo de ella.

-Y...¿por qué viniste a Nueva York?- preguntó curiosa Santana.

-Porque me encanta bailar, y quería aprovechar el verano para venir aquí y aprender con los mejores. Quiero ser bailarina profesional en el futuro, así que tengo que esforzarme para conseguirlo- dijo Brittany encogiéndose de hombros.

-Pues te he visto bailar, y hazme caso que algún día llegarás a ser la mejor, y no creo que quede mucho para eso. Bailas mejor que cualquiera que lleve años trabajando a nivel profesional, has nacido para eso, eso está claro- dijo la latina provocando que Brittany se sonrojara.

Ambas se sentaron en un banco que estaba un poco escondido entre varios matorrales, y siguieron con la charla.

-Bueno, eso no vale, porque no eres objetiva- dijo la rubia con una sonrisa, parándose y acercándose mucho a ella. No había nadie en esa zona, ni paparazzis ni miradas indiscretas de la gente, y Santana lo agradeció.

-Vale, lo reconozco, tu nivel de sensualidad me hace perder la objetividad, pero aún así, siempre serás la mejor- dijo acortando la distancia que había entre ellas y dándole un delicado beso. Poco a poco el beso fue haciéndose más pasional, se tenían unas ganas, se deseaban. Santana no aguantó y se sentó encima de Brittany, quedando sus caderas pegadas. El beso seguía subiendo y subiendo de temperatura, las manos de la rubia se posaron en las caderas de la morena y poco a poco se colaron por debajo de su camiseta.
Ambas estaban en otro mundo, pero ambas sentían un poco de culpabilidad al estar haciendo eso. Brittany, que se acordaba a veces de Jack, pero no podía evitar querer a Santana, se daba cuenta de que el amor que sentía por los dos era totalmente diferente, lo que sentía por la latina era extrasensorial, no se podía sentir por nadie más. La morena por su parte se sentía culpable por no contarle la verdad a Brittany, asique se armó de valor y decidió contárselo.


-Verás Britt, hay algo que tengo que decirte. No soy quien realmente crees…

Porque no habia leido antes tu fic?? O_O.. Noo, todo mal conmigo!!!.. ¬¬. ajajaja Lo lei y me re gusto!!!.. Britt sin saber que ella es Santana me mata, pero no se da cuenta q es igual??.. jajaja Re distraida es, Y San llamandose Sandra!! Ya quiero ver cuando la descubran!!

Ahora quien es el del msj?? Que acosador.. ¬¬.. mas le vale que no se meta entre ellas!!..

Beso.. :D

Que se lo cuente ya por dios, que cuanto más tarde va a ser mucho peor.

Ok, el tipito del mensaje no me gusta nada. ¬¬. Osea primero que es un acosador y segundo un baboso! jejejejeje. Pero espero que no cause probelmas, aunque lo dudo. u.u.

Y las Brittana son re amor. Y que Britt no se de ceunta me causa ternura! xD. Santana se lo dira o no?. Pam Pam Pam jejejeje.

Actuliza ya! me dejste con la intriga. Besote ^^

que buenn cap te pasaste me encantoo!!

o_O por quedar se se tiene que quedar ahí!!!!!!!!!!!!!!

que injustoo jajajaj estuvo genial


Saluds

Me encanta la situación de las faberry dándose celos haha es genial.
Y bueno san ya le va a decir quien es realmente, quiero leer eso haha
nos leemos en la próxima chao.

Muchisimas gracias a todas chicaaaaas! Me animan un montón con sus comentarios :')
Ayer no pude colgar el capítulo, lo siento, pero esque con las clases y todo eso pufff :S
Pero ya cuelgo aquí el 12, espero que os guste, besoos! :)




CAP. 12

Ambas estaban en otro mundo, pero ambas sentían un poco de culpabilidad al estar haciendo eso. Brittany, que se acordaba a veces de Jack, pero no podía evitar querer a Santana, se daba cuenta de que el amor que sentía por los dos era totalmente diferente, lo que sentía por la latina era extrasensorial, no se podía sentir por nadie más. La morena por su parte se sentía culpable por no contarle la verdad a Brittany, asique se armó de valor y decidió contárselo

-Verás Britt, hay algo que tengo que decirte. No soy quien realmente crees…- comenzó Santana, pero fue interrumpida por un beso de la rubia.

-Ahora -beso- no, San- beso- Luego- beso- me cuentas- dijo la rubia que estaba demasiado excitada como para ponerse a hablar en esos momentos.
La latina intentó seguir hablando, pero finalmente se rindió. Además se le había ocurrido una idea mejor para que la rubia la conociera de verdad.



En la sala de billar de la escuela, todavía seguían allí los cuatro chicos. Una castaña bajita sonreía ampliamente, mientras que la cara de la rubia era un poema. Sentía rabia porque Rachel había hecho eso aposta, su orgullo estaba algo hundido por haber perdido esa partida, pero lo peor de todo había sido que esas mariposas que había sentido cuando la chica le susurró en su oído le habían confirmado algo que ella ya sabía, estaba total e irremediablemente enamorada de Rachel Berry. Para cualquier persona eso sería algo perfecto, pero Quinn Fabray era la típica chica rompecorazones, y no quería que se lo rompieran a ella. Nunca le había importado nadie realmente, aparte de Santana, que la quería muchísimo, pero como una hermana. Se sentía vulnerable al saber que a partir de ahora su estado de ánimo ya no dependía de ella, dependía de la castaña.

Se dio cuenta de que mientras ella pensaba todo esto, estaban las dos mirandose fijamente. En la mirada de la castaña vio una mezcla de sentimientos. Había aires de superioridad en esos ojos por haberla ganado al billar, pero mirando más profundamente pudo ver algo de rencor y...¿amor? No, no podía ser. Aunque recordó la escena de celos de Rachel en su habitación, y algo en su interior comenzó a dar saltos de alegría. Pero tampoco quería hacerse ilusiones. Comprobaría si realmente era verdad que Rachel sentía algo por ella, y si no, haría que lo sintiera, la conquistaría.

-Bueno, pues espero que ya hayais asumido lo patéticos que sois, asique yo me voy- dijo Rachel rompiendo el contacto visual con la rubia y marchándose de alli.




Las dos chicas se acordaron de que estaban en un banco del parque y lograron separarse a duras penas. Estuvieron unos minutos calladas, mirandose a los ojos con sus frentes juntas, y Santana sintió que era el momento de hacer esa pregunta que tanto miedo le daba, pero que necesitaba saber la respuesta.

-Britt, ¿qué somos? Quiero decir...que no sé si para tí simplemente somos amigas que se besan, o algo más. Porque sé que tienes novio, y quiero saber que va a pasar con nosotras- dijo aún apoyada su frente con la de la rubia, susurrando con sus labios muy cerca.

-No lo sé, realmente no sé que va a pasar. Quiero a Jack, le quiero muchísimo, pero no puedo evitar ciertas cosas -dijo Brittany.

-Ciertas cosas, ¿como cuáles?- preguntó Santana con cierto dolor todavía al escuchar lo de Jack.

-Pues, por ejemplo, no puedo evitar tenerte a esta distancia y no desear besarte con todas mis ganas. Es como que algo dentro me lo pide, como que te deseo, ¿entiendes?- intentó explicarse la rubia, que no era muy buena con las palabras.

-¿Me estás diciendo que como estás lejos de tu novio me tienes aquí como segundo plato?¿Esto es simplemente deseo?- dijo la latina apartándose bruscamente de la rubia y levantándose del banco.

-No, claro que no, no quería decir eso. A ver....no soy muy buena explicandome. Mira, es la primera vez que lo digo en voz alta, porque hasta ahora he intentado autoconvencerme de que no era así, de que lo que sentía por ti no era real- dijo Brittany levantandose del banco ella también y con la voz temblorosa. Sus manos estaban sujetando la cremallera de su chaqueta y no paraban de moverse.

-¿Y qué es lo que sientes?- dijo Santana con voz dulce, acercándose un poco a la rubia.

-No lo sé, no sé que es esto, pero no lo había sentido antes, es como si todo mi mundo hubiera dejado de girar alrededor del sol, y ahora girara todo alrededor de tus ojos, como si fueran el centro del universo, mi centro de gravedad que me hace sostenerme. Y tus manos son tan suaves, cuando me tocas es como si todas las células de mi cuerpo empezaran a revolucionarse, como gritándome que no me separe de ti- dijo la rubia mirando fijamente a los ojos de Santana. Poco a poco fue bajando su mirada y la centró en sus labios, acercándose un poco más.- Y tus labios, son la cosa más sexy que he visto en mi vida. Creo que tienen un imán y yo debo de ser toda de hierro, porque soy incapaz de resistirme a ellos.- finalizó besando a la latina suavemente.

Santana tenía los ojos cristalizados de la emoción, escuchar a su rubia decir eso le había llegado al alma. Se besaron con dulzura, demostrandose todo el amor que se tenían, y después se dirigieron a la escuela porque ya era bastante tarde.




Rachel estaba tumbada en su cama escuchando música con los cascos y con los ojos cerrados, por lo que no oyó a Quinn entrar. La rubia ando sigilosamente y se arrodilló al lado de la cama donde estaba la castaña, quedando así a poca distancia de ella. La miró con ternura como tarareaba alguna canción de las que estaba escuchando.

-Dios, ahora encima hasta mi habitación huele a ella, estoy empezando a alucinar y a volverme loca- dijo Rachel en voz alta para sí misma.

-Tranquila, no es una alucionación, estoy aquí.- dijo con una sonrisa divertida en la cara quitándole uno de los cascos a la castaña para que la escuchara. -Aunque lo de que estás loca...ahí tienes un poco de razón.

-¿Se puede saber que haces aquí?- dijo abriendo mucho los ojos y muy sobresaltada Rachel mientras se llevaba las manos al corazón. - y yo no estoy loca, ¿Vale?

-Respondiéndote a lo primero, estoy aquí porque tenemos que hablar. Y respecto a lo segundo...claro que estas loca, pero loca por mí- dijo guiñándole un ojo.

-Más quisieras rubia- dijo rodando los ojos- ¿de qué quieres hablar?

-De lo del otro día. Quería decirte que ese chico no era nadie, que era uno más, pero voy a cambiar. Ya no quiero ser la Quinn de siempre- dijo la rubia sincerandose y esperando que la castaña la perdonara.

-¿Y por qué me das explicaciones? No tienes por qué cambiar, lo nuestro fue uno más de tus muchas aventuras de desenfreno, asique ¿por qué tendrías que cambiar?- contestó sin mirar a la rubia y con un toque de dolor y enfado en la voz. Quinn se había ido aproximando a la salida.

-No fue un lío más Rach, para mí fue especial- dijo marchándose de ahí. No estaba enfadada, sabía que la castaña sentía cosas por ella, lo acababa de demostrar con esa conversación, asique lucharía por ella.




Ambas rubias estaban en su habitación con el pijama ya puesto y hablando desde hacía rato. Brittany le contó a Quinn todo lo de Santana, aunque la ojiverde tuvo que tener cuidado de no meter la pata y llamarla por su nombre real. Santana ya le había contado todo lo sucedido con Brittany, y también sus planes de contarle a la rubia quién era realmente. Quinn, por su parte le contó a Brittany todo lo que había pasado con Rachel, y la rubia de ojos azules prometió ayudarla en todo lo que pudiera para conquistarla.
Finalmente decidieron dormirse para no estar muy cansadas la mañana siguiente, ya que tenían clase.


Amaneció demasiado temprano según Brittany, que era incapaz de abrir los ojos. Se duchó y se vistió con los ojos todavía cerrados, aunque poco a poco iban abriéndoseles. Quinn ya se había ido a sus clases, ya que ese día no las tocaban los mismos estilos de baile. En ese momento le sonó el móvil y fue hacia el escritorio, donde estaba guardado en su bolsa de deporte. Abrió el mensaje y leyó.

"¡Buenos días princesa! Espero que hayas dormido bien y la cansina de Fabray no te haya dado mucho la lata. Hoy será un gran día. S."

No pudo evitar sonreír al leerlo. Se apresuró a contestarle rápidamente.

"He dormido genial, aunque se me ocurre una compañía mejor ;) ¿Por qué va a ser un gran día? Por cierto, ¿Luego nos vemos? Un beso. B."

El siguiente mensaje no tardó en aparecer.

"Me encantaría ver tu cara de sueño en estos momentos. Será un gran día porque tengo una sorpresa, no seas impaciente. Luego te busco, vete a clase o llegarás tarde. S."

Al leer esto último, la rubia miró la hora y salió corriendo hacia sus clases.
Llevaban ya unos minutos de lección, cuando el director entró en el aula.

-Chicos, tengo que daros una noticia. Como muchos de vosotros sabréis, Santana López se encuentra dando clases en esta escuela, en la sección de canto- dijo el director provocando caras de asombro en algunos chicos, incluida Brittany.- Bueno, pues la señorita López ha tenido una idea magnífica. Se ha ofrecido a añadir en su nuevo videoclip a 4 de nuestros alumnos de baile. Pero en ese videoclip no solo se bailará, también hay que cantar. Por lo tanto, haremos unas audiciones el jueves a las 9:00 am, entre el jurado estará vuestra profesora de Street Dance, la señorita López y yo. Preparaos una performance que saque el máximo partido de vosotros. Os esperamos a todos allí, ya que es una gran oportunidad para empezar a daros a conocer- concluyó justo antes de salir del aula.

awww........este capitulo me emociono muchisimo, por fin Britt sabra la identidad real de San, solo espero que se lo tome bien cuando sepa quien es.....ansio desesperadamente un nuevo capitulo

Saludos, hasta la proxima actualizacion

por fa quiero el otro capitulo por fis !! me duelen me deditos la ansiedad hace q muerda mis uñas ahh ya no tengo uñas

me gusto mucho lo que britt le dijo a san, solo espero y lo del novio
lo aclaren pronto xD.... ya sabe que santana lopez esta ahí y aun no se
da cuenta? jajaja que despistada...

hasta la próxima chao..

genial el capitulo me encanto

como se te ocurre dejarme con tanta intriga jajajja1!!

Muy buen cap te pasas!! pero actualiza prontito jaja