Klaine. Despues del verano la vida sigue.

que emoción se reencontraron ya era hora, y 3 capitulos nooooooooo quiero mas jjajajaja

Parte II
Capítulo 8
La tarde siguiente Kurt se encontraba a lo que esperaba fueran cinco minutos del apartamento de Blaine. El chico le había dado su dirección el día anterior y explicado de la mejor manera que pudo como llegar a su casa.
- 3-1… 3-2… - murmuraba Kurt buscando el número del apartamento - ¡3-5! – toco la puerta tres veces.
Escucho pasos y quejas del otro lado de la puerta. Indicativo que Blaine estaba tropezando con cada caja que conseguía en su camino. Unos segundos después el chico abrió la puerta.
- ¡Ey! – saludo con una ligera sonrisa. Sus ojos podrían iluminar todo Nueva York.
- Hola – Kurt se acercó para darle un abrazo. De verdad que había extrañado mucho a Blaine.
Cuando entro completamente al apartamento entendió cuál era el desastre del que el moreno tanto hablaba. Había cajas de todos los tamaños posibles alrededor de la sala. Había un solo mueble destinado para poner portarretratos, libros, CD’s y esas cosas. Además de la nevera y la cocina, la cual no creía que Blaine usaría mucho. Una caja grande ya estaba abierta en el medio de la sala y lo que suponía era el cuarto, ya que era la única puerta que quedaba. Había un pequeño balcón y un gran ventanal al lado del gran mueble.
- Wow, de verdad que esto es un desastre.
- Y eso que arregle las cajas con mi ropa – dijo Blaine tomando la chaqueta de Kurt dejándola en la barra de la cocina.
- Bueno, ¿por dónde comenzamos? – recibió instrucciones del moreno con respecto a la gran caja grande, que resulto tener puros libros ya que Blaine ya había sacado toda la ropa que tenía dentro.
En el transcurso de la tarde se dedicaron a llenar las repisas con libros en silencio, el cual era interrumpido algunas veces por algunos de los dos chicos. A veces Kurt preguntaba algo tonto, solo para escuchar la voz de Blaine de nuevo. O porque de verdad no sabía dónde colocar algo. O si no Blaine le contaba algo que le ocurrió estando en Los Ángeles. Incluso le dijo que una vez fue a cantar a casa de unos amigos que conoció en el restaurante donde trabajaba.
- Era el cumpleaños la novia de un chico y le hicieron una fiesta sorpresa en la casa de ese chico – explico Blaine -. Otro de los chicos tocó la batería y una chica el teclado. Fuimos una especie de banda.
A veces Kurt detenía su trabajo y ayudaba a Blaine a organizar otra cosa, como sus zapatos que seguían en una maleta. A veces se distraían hablando de las actividades en las que el moreno había entrado en su último año. Incluso Blaine le enseñó su anuario que estaba lleno de corazones de diferentes colores.
- Fue idea de Brittany – explicó el mayor -. Esa es su dedicatoria. Y esta – pasó unas páginas hasta llegar a una donde había muchas fotos. Justo debajo de una donde aparecían los graduados de ese año del club Glee estaba la dedicatoria, no sólo de Brittany, si no de Artie, Sam y Tina.
- Esa es una parte de las dedicatorias. Es decir todos firmamos la misma foto pero la verdadera dedicatoria está mucho más adelante – dijo el menor cerrando el anuario y colocándolo en el mueble de la sala.
Cerca de las seis de la tarde Kurt había vuelto a organizar la gran caja y vio algo que le llamó la atención.
- ¿Los juegos del hambre? – pregunto el castaño con uno de los libros de la trilogía en la mano.
- Regalo de cumpleaños de mi mamá – respondió Blaine -. Sabe que me gusta Harry Potter y que me leí toda la saga y me dijo que tienen relación… o algo por estilo.
El celular de Blaine comenzó a sonar antes que Kurt pudiera pensar otra cosa. El moreno pasó por encina de un par de cajas y estiró su mano hasta agarrar el celular y contestar.
- ¿Hola?... Ey, Coop… Sí, todo llegó sano y salvo, al parecer… No, apenas comencé hoy… Sí conseguí un poco de ayuda… - dirigió un corta mirada hacia Kurt.
- Dale mis saludos – le dijo el castaño.
- Kurt dice hola… Sí, está aquí… Bueno, él es la ayuda – dijo Blaine riéndose de esa manera que hacía que a Kurt le temblaran las piernas – No… No… Claro… ¿Cómo?... ¿Seguro?... ¿Revisaste por toda la casa?... Estás exagerando.
Kurt miró a su mejor amigo con cara de curiosidad.
- Cooper cree que me envió uno de sus libretos por accidente – dijo tapando el celular con su mano para que sólo el castaño escuchara -. ¡Oh, vamos! No es el fin del mundo… De acuerdo revisaré en mi habitación – hizo una seña a Kurt de que volvería pronto y se perdió dentro de la habitación.
Un par de minutos después el castaño había terminado con la caja de libros grande. No quiso interrumpir a Blaine que podía escuchar que aún discutía con Cooper y desarmaba gran parte de su closet.
Consiguió otra caja, al lado de la grande, un poco más pequeña que esta. Tenía una etiqueta que decía ‘’personal´´. Bueno, ¿qué tantas cosas personales podía tener alguien? Tal vez sólo era más ropa. Hay otra etiqueta debajo de esa que decía ‘’frágil´´. Tal vez Cooper la había etiquetado así por error.
Abrió la caja dispuesto a seguir acomodando, así sea a doblar ropa, pero lo que encontró no era ropa. Había algo que parecía un álbum, debajo había fotos, portarretratos y una agenda (o eso parecía). Uno de los portarretratos era una foto de Kurt y Blaine, debió ser tomada en el último año del castaño. Otra era la misma foto que había visto en el anuario del menor, en la que estaban todos los gradados. Otra de Blaine, Cooper y sus padres. Y otra de todo Nuevas Direcciones o por lo menos los del año en el que se graduó Blaine.
Luego abrió el álbum… eran puras fotos suyas y algunas en las que estaba Blaine, parecía hecho a mano, es más, parecía hecho por Blaine. Era hermoso y nunca antes lo había visto. En la última página tenía algo escrito: ‘’Usualmente debería tener fotos mías, pero tú eres la estrella. Para que siempre recuerdes tu grandeza´´ y firmaba: ‘’Para mí alma gemela´´. Tenía fecha de octubre del 2012. Parecía que Blaine planeaba regalárselo para el tiempo en el que terminaron. Cerró el álbum y su mirada pasó al pequeño libro que parecía agenda y lo abrió. No era una agenda exactamente, pro sí tenía fecha y cosas escritas, eran pensamientos de Blaine.
Kurt sabía que no debía hacer eso, él sabía que estaba mal meterse en la privacidad de su amigo, pero la curiosidad lo venció. Leyó el primero:
‘’Enero 10, 2014
Se supone que esto debe ayudarme. Mi terapeuta dice que esto me va a ayudar y mientras más lo escriba más me lo voy a creer. Sé que soy un desastre. Siento que voy a perder la cabeza. Sólo quiero volver a cuando me golpearon en el baile de Sadie Hawkins… O cuando Sebastian mi tiró ese Slushie. Al menos eso era dolor físico… No dolía tanto como esto. Sé que dramatizo. Sé que es mi frustración la que habla por mí y me hace sentir así… No creo que esto funcione."
Espera, ¿terapeuta? Kurt tuvo que volver a leer esa parte porque parecía casi imposible. ¿Qué razón tendría Blaine para ir a un terapeuta? De la habitación de Blaine se escuchaba que se despedía de Cooper y que le decía que iba a arreglar su closet, que por su culpa estaba sobre su cama. Tenía tiempo para leer un poco más.
‘’Enero 22, 2014
‘’Elianet se dio cuenta de que no estaba escribiendo, justo como en las terapias que no quiero hablar. Tengo que escribir de mi vida actual (se supone que eso me ayudará)… Como si no supiera qué está bien y mal conmigo. Mi nombre el Blaine Devon Anderson. Tengo 18 años. Vivo con Cooper, mi hermano, en su apartamento en Los Ángeles. De él fue la idea de ir a terapia. Mis padres son divorciados (reciente). Soy soltero (mi culpa). Soy gay (no mi culpa). Soy de Ohio… Esto me está aburriendo. Solía ser muy optimista. Supongo que eso fue después de que engañara al amor de mi vida y mis padres me metieran en el medio de sus problemas.´´
Pasó 6 páginas.
‘’Marzo 5, 2014.
Creo que esto funciona. Estoy cerca de creerlo. Ha pasado casi un año desde que mi madre me dijo que era un bicho raro… o algo por el estilo. Cuando fui a McKinley para Mamma Mia! Todos preguntaban por mis padres ¿Qué voy a saber de dos personas con las cuales no mantengo contacto y no tengo el deseo de hablar?´´
Llegó a la mitad.
‘’Abril 10, 2014.
Las terapias son buenas, estoy seguro. No he vuelto a discutir con mis padres. O hablar con ellos y terminar llorando. Tuvimos tapia familiar, creo que ahora mis padres con capaces de estar en el mismo cuarto sin sentir la necesidad de tirarse algo encima. Ayer hablé con Mercedes y Puck, saldré a almorzar con ellos. Artie está ocupado, pero en la noche iremos a ver una película.
Llamé a Sam esta mañana, me regañó porque no lo llamo desde hace mucho. Me visitará pronto. Tal vez en un mes.
Aún no hablo con Kurt. No creo que sea bueno que yo me siga metiendo en su vida. Es obvio que tenemos que seguir, y yo estoy saliendo de una larga terapia y creo que aún falta. La verdad apenas estamos comenzando a hablar de él. Elianet pensó que era mejor comenzar con mis padres. Kurt es un tema aparte.´´
Pasó cerca de las 6 hojas hasta que vio algo que le interesó. Rogó porque Blaine tardara.
‘’Mayo 2, 2014.
Fue una mala decisión, la peor que he tomado, pero está hecho. Tengo que vivir con ella. Sé que ahora él no confía en mí, que nunca seremos los mismos. Pero tal vez en el futuro Kurt me logre perdonar justo como yo intento hacerlo. Sólo quiero ser su amigo de nuevo. No puedo pedir nada más´´
Pasó 3 páginas.
‘’Junio 5, 2014.
Tal vez lo más duro es que aún lo amo. Elianet me dijo que escribiera acerca de Kurt. Lo que quisiera. Lo que él significa para mí. Lo que sea… hay tantas cosas que pudiera escribir ahora. Él es… todo lo que deseo ser, es hermoso, es fue mi soporte, mi mejor amigo… si Kurt fuera un lugar me mudaría allí porque sólo ahí me siento en casa.
Amo su sonrisa, incluso en las fotos (aunque dice que no sale bien yo creo que es adorable). Amo abrazarlo, nuestras estaturas son tan perfectas que parece que encajáramos, como piezas de un rompecabezas. Extraño su risa. Extraño verlo dormir. Extraño su voz. Extraño cantarle. Que me cante. Extraño hablar con él. Extraño amarlo.´´
Sabía que le quedaba poco tiempo para que Blaine saliera de su habitación, así que, tratando de ver a través de sus lágrimas, pasó a la última página.
´´Agosto 20, 2014
Creo que la vida tiene diferentes colores. Azul por el dolor, verde por la calma, verde que es lo puro, amarillo los momentos de alegría, negro el luto, rojo esos momentos intensos, el rosado creo que sería una combinación del rojo y el blanco… el punto s que ahora entiendo por qué la gente dice que ven estrellas de colores después de que son golpeados. Debes sentir el dolor y luego buscar la calma para poder volver en ti.
En un par de semanas me iré a Nueva York y cumpliré mi sueño, tengo mi última terapia mañana y aunque suene extraño decirlo extrañaré a Elianet (y no lo escribo sólo porque me haces leer esto cada vez que tenemos una sesión).
Ahora debo escribir lo que he aprendido y lo que logré a lo largo de la terapia: 1) Mis padres me aman; 2) Yo los amo a ellos; 3) Tengo buenos amigos; 4) Me perdoné a mí mismo por mis errores porque aprendí que soy humano, me equivoco y para esto estamos, por eso: 5) Perdoné a mis padres por sus errores; 6) Sam ha sido uno de mis más grandes apoyos en estos meses, sobre todo porque cuando me visitó me acompañó a terapia, lo cual no estuvo tan mal como creí; 7) Amo a Kurt y no creo que dejaré de amarlo (aunque no he hablado con él); 8) No quiero perder a mí mejor amigo; 9) Quiero recuperar su confianza; 10) Volví a sonreír, de verdad. Como Cooper quería; Por último 11) Nunca, jamás, dejaré que un mal rato se lleve todo de mí, tuve suerte de tener ayuda antes de que fuera muy tarde.´´
- Bueno, al parecer mí loco hermano tenía el guion en el closet del cuarto de huéspedes – salió diciendo Blaine.
Al castaño no le dio tiempo de guardar el diario (decidió llamarlo así, porque eso era). No había escuchado a Blaine salir de su habitación. Lo atraparon con la cheescake en las manos.
- ¿Qué haces? – preguntó Blaine, el mayor se sorprendió de lo calmada que salió su voz.
-Yo… yo no… no quise – no sabía qué decir, no podía negar que sí había leído algo íntimo de su amigo, que tenía lágrima en los ojos y lo que leyó fue sin su consentimiento -. Terminé con esta caja y yo vi ésta… creí que sólo había ropa pero después vi el álbum y las fotos y pensé que…
- ¿También viste el álbum? – esta vez su voz se quebró aunque no parecía tan triste, parecía más bien enojado.
- Yo… sí, pero no es, es decir… no fue… no creo…
- No, no importa. Iba a ser tuyo… es tuyo – se corrigió -. Supongo.
- De todos modos no debí verlo. Nada de esto…
- ¿Cuánto leíste?
- ¿Qué? – preguntó Kurt confundido.
- La pregunta es fácil. ¿Cuánto leíste? – preguntó de nuevo el moreno.
- Yo… el… el principio, algo en el medio - ¿por qué ocultarlo? Ya se sentía bastante culpable -… no recuerdo exactamente… pasé tres y seis páginas… el final. La dedicatoria del álbum… todo, creo… creo que todo.
Pareció considerarlo unos segundos en silencio sólo mirando el cuaderno que Kurt aún tenía en sus manos.
- ¿Puedes…? Por favor, vete – su voz se quebró.
El corazón de Kurt cayó a sus pies.
- ¿Qué? Si te hice enojar lo… lo lamento, ¿de acuerdo? No debí leer esto, lo sé. Lo siento, por no…
- Kurt sólo… vete, ¿sí? No estoy listo, ni quiero hablar de esto.
- No, no – dejó el diario sobre un de los peldaños del mueble y dio unos pasos hacia Blaine, que estaba cerca de 6 pasos lejos de él -. Lo lamento, ¿de acuerdo? Pero esto es algo que deberíamos hablar, no dejarlo en el aire. Estamos recuperando nuestra amistad y no quiero que esto…
- Kurt, no quiero hablar de eso, ¿bueno? – caminó hacia la puerta pasando por encima de las cajas lo mejor que pudo.
- ¿Si quiera planeabas decírmelo? – explotó el castaño cuando sintió que la rabia salía de él -. Sam sabía – Blaine lo miró con la mano en el pomo de la puerta que estaba abierta. Kurt no se movió -. Sam sabe todo, ¿no? Tal vez ahora él es tu nuevo mejor amigo, ¿ah? Él fue el que me dijo que tuviste muchos problemas en tu último año. ¡Él sabe todo de ti! ¡Pareciera que soy un extraño para ti! Y… mira como me enteré, leyendo tu diario.
- No es un diario es un journal.
- ¡Lo que sea! ¿Crees que eso me importa? Todo lo que hiciste en ese librito fue decir que ya no somos amigos, que quieres recuperar mi confianza, que esperas que te acepte en mi vida, y otra vez que quieres recuperar mi confianza pero ni siquiera hiciste el esfuerzo de hablar conmigo en estos ocho meses. ¡Yo me acercaba a ti! ¡Yo trataba de llegar a ti pero tú eres inalcanzable! ¿¡Y crees que así vamos a recuperar confianza!?
- ¿Si quiera has pensado en que tal vez no quiero hablar de eso? – reprochó Blaine cerrando la puerta de un golpe - ¿Qué fue difícil abrirme con una completa desconocida? ¿Que soy tan débil que el divorcio de mis padres me creó una especie de trauma? ¿Qué creí no ser capaz de salir de eso? ¿Qué COOPER, de todas las personas en el mundo me llevó a terapia porque pensó que en cualquier momento me encontraría colgado de un árbol? – tomó aire - ¿Qué aún te amo?
Kurt miró a su amigo con tristeza. Se sentía culpable. No sabía por qué exactamente, si por haber leído el librito o porque le pareció que pudo hacer más por su amigo.
- ¿Crees que no me es difícil sólo mirarte? – continuó Blaine dando unos pasos hacia el castaño - ¿Qué lo único que quiero es tenerte en mis brazos y abrazarte… besarte... y que tengo que retener todos estos sentimientos hacia ti? ¿Sabes lo duro que es saber que tú no me ves…?
- Entonces no te retengas – las palabras salieron de la nada (o tal vez de su corazón), pero ya estaba dicho. Dio unos pasos más hacia el chico y tomó su cara entre sus manos -. No te retengas más – se escuchó como un ruego pero no importaba, nada le importaba ahora. Sólo Blaine.
Rozó sus narices juntas y sólo eso bastó para unir sus labios. Se sintió como volver a casa. Volvieron a sentir esa descarga eléctrica que sentían cada vez que se besaban, todo era tan conocido y desconocido a la vez. Había pasado tanto tiempo. Kurt rodeó el cuello de Blaine con sus brazos y el moreno tomó su cintura uniendo sus cuerpos. Cuando comenzaron a respirar pesado Kurt supo que besarse no era suficiente, necesitaban más, querían más.
Tomó a Blaine por el cuello de su camisa y lo llevó a su habitación, sabía perfectamente dónde quedaba y fue muy fácil llegar por la falta de cajas en su camino. Cayeron juntos en la cama, Kurt quedó sobre el moreno y difícilmente dejaron de besarse cuando se quitaron las camisas. No tardaron mucho en estar completamente desnudos. Pasaron toda la noche escuchando los nombres del otro, gemidos de sus propias bocas y del otro. Se acercaban una vez, luego otra y otra y así tantas veces como si fuese la última oportunidad que tuvieran para estar juntos. Fue una noche de puro amor, casi sin palabras intercambiadas, solo dos hombres enamorados con locura del otro.

por Dios todo lo que paso mi Blainy aggggg y como lo hablaron y como terminaron me encanta he llorado, he llorado de tristeza y por ultimo lo mejor felicidad quiero mas, Actualiza pronto.

Parte II
Capítulo 9 (Penultimo capitulo)
Blaine despertó sintiendo su cuerpo… diferente. Una extraña combinación de muy ligero, como flotando, y muy pesado, como agotado. Lo otorgo a los acontecimientos de esa noche con el castaño. Kurt y el… Anoche… En su cama… Y además durmió a su lado. Sentía el aroma del chico a su lado. Sabía que era su aroma. Nunca podría olvidarlo, ni aunque pasaran mil años.
Esa había sido una de las mejores noches que había tenido en mucho tiempo. No solo por el hecho de que no tuvo ninguna clase de pesadillas ya que, en realidad, tenían más de dos semanas de haber acabado, poco después de terminar su terapia. Aunque los recuerdos de esas noches en las que despertaba gritando, o llorando, o ambas cosas, era lo único que no se iba. Normalmente esas noches sabía que podía contar con Cooper para que lo despertara y lo calmara. A veces, incluso, le preparaba un té para poder hablar un poco. Momentos en los cuales Blaine casi nunca decía algo. O, a veces, se limitaba a llorar y esperar que su hermano mayor entendiera lo que quería decir. Pero esas noches ya se habían ido. No había lágrimas. No se sentía triste. Se sentía satisfecho de hecho.
No pudo evitar sonreír con los ojos aun cerrados por la pereza. Estiro su brazo para sentir al chico a su lado… Kurt debía estar muy cerca de la esquina porque no lo sentía… o tal vez lo tiro de la cama por accidente. No sería la primera vez. Abrió los ojos y… no había nadie a su lado. Tampoco en el piso.
Tuvo que pestañar un par de veces pero el castaño seguía sin estar a su lado. Se sentó en la cama y se froto los ojos con sus manos. La ropa del castaño no estaba en el suelo, donde supuso que debía estar. No había nada que le dijera que Kurt seguía en el apartamento, ni siquiera que lo que paso entre ellos fue real. Pero así había sido, el olor del chico era demasiado real como para que haya sido una fantasía.
Volvió a dejar su cabeza en la almohada con un largo suspiro. Debió saberlo antes. Aunque tal vez tampoco lo hubiese detenido si hubiese sabido que esto iba a ser una cosa de una noche para Kurt. Además, para su mayor dolor el castaño no le había dicho que lo amaba. Por su puesto hubo momentos en los que Blaine creyó sentirlo pero al parecer solo fue su imaginación. Para Kurt solo fue una manera de saciarse y Blaine fue la opción perfecta. Al menos así no tuvo que ir por un extraño como el moreno idiotamente hizo años atrás.
De todos modos lo único que el castaño dijo fue “no te retengas”. Y no lo hizo porque eso era lo que Kurt quería, al igual que Blaine, solo quería entregarse a sus deseos. Al parecer eso era lo que Blaine significaba, solo un juguete sexual… o así se sentía.
Cerró los ojos de nuevo dispuesto a seguir acomodando su solitario apartamento. Escucho unos susurros que venían de la sala… o la cocina y luego unos pasos… Espera… ¿Qué? Abrió los ojos.
Kurt apareció por la puerta del cuarto, celular en mano, pantalones puestos y camisa medio abierta fuera de sus pantalones. Su cabello estaba alborotado pero después de todo lo que ocurrió en las sabanas es lo menos que Blaine esperaría.
- Ey, estas despierto – dijo el castaño resaltando lo obvio.
El menor asintió y luego se sentó en la cama.
- ¿Te ibas? – pregunto el moreno tratando de controlar su voz y que no se quebrara.
- Ah, no. Rachel me llamo – señaló el celular en sus manos -. Estaba preocupada porque no había llegado aún a casa – dio unos pasos más dentro del cuarto y dejo el celular en la mesa de noche -. Le dije que estaba aquí y se calmó.
- Creí… bueno, como estas usando tu ropa… - comenzó a divagar sin ver directamente hacia el chico.
Kurt lo miro confuso.
- ¡Ah, sí! Salí de tu cuarto una vez el celular comenzó a sonar porque no quise despertarte. Y tu ventana es muy grande y no me sentí cómodo con tu vecina mirando dentro de tu apartamento – mientras hablaba se desabotonaba la camisa. Se quitó la prenda, al igual que su pantalón y entro a la cama al lado de Blaine, que tenía el corazón latiendo a mil por segundo.
El castaño se acercó al chico de rulos y coloco una mano en el mentón de este para levantar su rostro y darle un beso lento y con mucho cariño. El mayor sonrió en el beso.
- Lamento haberte despertado – beso la punta de su nariz.
- Entonces, ¿no te ibas? – ya no le importo el tono de esperanza que tenía su voz.
- Claro que no, tontito – dijo el mayor con una risita -. Te dije que nunca te haría eso, ¿lo recuerdas?
- Ha pasado mucho tiempo.
- Sigo pensando lo mismo. Te amo.
Blaine se echó para atrás para mirar a Kurt a los ojos.
- ¿En serio? – pregunto -. Es decir, no lo dices por lo que leíste en el…
- No – lo interrumpió el chico -. Aunque tengo que admitir que lo que leí me hizo darme cuenta de que aun te amo. Creo que de alguna manera siempre supe que sigo amándote pero me hacia el tonto, supongo.
- ¿Por qué? – pregunto el menor.
Kurt miro hacia las sabanas.
- Bueno, primero pensé que… ya sabes, lo de tus padres te estaba afectando y no lo sé… tenías tantas cosas más importantes con las que lidiar. Además, estabas en Los Ángeles y algo en ti parecía… apagado – tomo su mano y lo miro -. Lamento haberme metido en tus cosas. No tenía idea de que iba a encontrar algo como eso ahí. Creí que era una agenda y después…
Blaine lo interrumpió.
- No me importa que lo hayas leído. Reaccione así porque pensé que eso podría afectar nuestra amistad y no quiero perderte de nuevo, Kurt – explico el moreno -. Lamento no haberte dicho nada y no haberte llamado. Y que Sam haya sido mi fuente de confianza o algo por el estilo. Debí decirte por que…
- Ey, ey – Kurt lo detuvo -. Está bien, no estoy enojado. No estabas listo, ¿y qué? Yo espere nueve meses para admitir que sigo amándote.
- ¿Nueve meses? – pregunto el menor con las cejas levantadas.
- ¿Qué tal si hablamos de eso mientras nos duchamos, hacemos el desayuno…
- Compramos el desayuno, de hecho.
- … compramos el desayuno entonces y volvemos al apartamento para terminar de arreglar?
- Estoy de acuerdo – respondió Blaine sonriendo hermosamente.
Y pasaron la mañana haciendo exactamente es. En la tarde fueron al apartamento de Kurt y Rachel, quien había terminado con Brody antes de que este se graduara, donde el castaño se cambió la ropa. Luego fueron a almorzar con la chica y se pusieron al día… en casi todo. Claro Kurt evito a toda costa decirle a su amiga acerca del diario y las terapias de su novio (ah, y ahí estaba esa hermosa sensación de mariposas en el estómago cuando relacionaba esa palabra y Blaine juntos). Sabía que no era momento para eso. Ya el moreno le contaría a Rachel si quería.
Kurt volvió a pasar la noche en el apartamento de Blaine. Esta vez hablaron un poco más, descubrieron cosas que no sabían del otro (si, aun había cosas por saber. Y eso se sentía hermoso). Descubrieron de sus veranos, de las terapias del menor, del trabajo de ambos, de las locuras de Cooper… había tantas cosas que saber, decir y preguntar… pero no había problema. Ambos coincidieron que tenían todo el tiempo del mundo para eso.

Bueno hemos llegado al final. Disculpen la tardanza pero he estado un poco ocupada pero aqui esta el final. Espero les guste el capitulo final y gracias a todos aquellos que estuvieron leyendo esta historia.



Parte II
Epilogo
3 meses después. Diciembre 2014.
El apartamento estaba oscuro. Casi todo Nueva York no tenía luz, lo cual era un poco frustrante cuando necesitabas estudiar y para más colmo es de noche, es decir, ninguna fuente de luz que puedas usar. Kurt estaba sentado en el muro de la ventana de su apartamento en Nueva York viendo la lluvia caer. Lo único que lo iluminaba era la luz de una vela, debido a la tormenta se había ido la luz.
- ¿Te? – se acercó el moreno a su novio, ofreciéndole una taza en su mano derecha y con otra en la izquierda. El castaño la tomo.
-¿Manzanilla? – le pregunto el de ojos azules mientras abrió espacio para que Blaine se sentara frente a él.
- Con leche – afirmo el moreno -. Aunque aun no entiendo como te gusta esa combinación.
- Creo que puedes culpar a Rachel en eso. Dice que relaja y que es bueno para la garganta. Y por si fuera poco, tengo frio.
-¿Quieres que te busque una chaqueta? ¿O tal vez yo te pueda ayudar con eso? – pregunto Blaine levantando una ceja.
Kurt, aun después de todos estos años conociendo a su novio, se sonrojó tanto que el menor sonrió de satisfacción.
- Estoy… bien – carraspeo el mayor -. Gracias. Comenzará a hacer calor pronto – dijo mirando la ropa que tenía puesta: una franela blanca, unos pantalones de correr rojos y unas medias negras arropando sus pies. Blaine, por su lado, llevaba puesto una franela vino tinto, pantalón deportivo azul marino y medias blancas. Kurt sonrió.
-¿Qué?- pregunto Blaine.
-Estamos vestidos casi igual – dijo. El moreno sonrió.
-En el colegio también nos pasaba mucho eso. Y eso que no vivíamos juntos. Bueno, no técnicamente.
-Lo sé, pero sigue siendo divertido – susurro Kurt tomando un poco de su te.
Ambos se quedaron mirando la lluvia por un rato mientras bebían té sumidos en un cómodo silencio. Blaine fue quien lo rompió.
- ¿Estresado? – pregunto el moreno mirando a su chico mover impaciente uno de sus pies por un segundo y volviendo su vista hacia la ciudad.
- Un poco – respondió el aludido -. Me hubiese gustado estudiar un poco más – tomo un poco de su te.
- Estudiaste lo suficiente, Kurt – le dijo el moreno.
- ¿No tenías que terminar esa canción para mañana?
- Nah, sigo escribiendo acerca de mariposas y arcoíris.
- Sabes que eso no es verdad – le dijo el castaño mirándolo a los ojos.
- Mi primera canción fue pura casualidad – le recordó el moreno como para que no usara ese detalle a su favor.
- No es así – le dio un amistoso golpe en la rodilla con uno de sus pies -. Que te hayas despertado en mitad de la noche con la inspiración a mil después de un sueño es…
- ¿Fantasioso? – concluyo el menor sonriendo.
- De acuerdo, un poco. Pero fue fabuloso. Tu canción lo es.
- Gracias, Kurt – respondió el moreno dando un trago de su te -. Es para ti, ¿sabes? – dijo después de un rato.
- ¿Qué cosa? – pregunto el castaño.
- Not alone. Es para ti. Bueno, nosotros. Eso fue lo que pensé en creo que toda la canción.
Kurt sonrió y dejo su taza, ya vacía, en el suelo. Eran pocas las veces en las que Blaine se permitía abrirse al mayor. Claro no era la primera vez que esto pasaba desde que volvieron juntos, pero cuando pasaba Kurt lo apreciaba tanto. Sabía que a su novio aun le costaba hablar en algunas oportunidades acerca de lo que estaba dentro de su cabeza.
Aunque más sorprendido quedo Kurt cuando un mes atrás Blaine le pidió que se mudara con él a su apartamento una noche en la que el castaño se quedó a dormir. Por supuesto que acepto.
- Amo tu canción. Y te amo a ti. Gracias – rozo su pie con la pierna del chico en modo de cariño.
- Yo también te amo – dijo el menor mirándolo a los ojos.
Volvieron su vista a Nueva York.
- ¿Cuánto tiempo crees que pueda durar el apagón? – pregunto Kurt después de ver un rato por la ventana.
Blaine se encogió de hombros.
- Un par de horas, supongo – respondió.
- Tal vez deberíamos pensar a donde vamos a llevar a Sam cuando venga en dos días – dijo el mayor.
- Pensé que Brittany tenía algo planeado.
- No, me dijo que hiciéramos algo todos pero no más. Tal vez a Finn se le ocurra algo.
- ¿No tiene clases ese día?
- Todos tenemos clases menos Santana. Por eso ella va por el – explico Kurt - ¿Cómo es que Sam pudo permitirse viajar en esta época del año a Nueva York y visitarte en Los Ángeles en el mismo año?
- Yo lo ayude a pagar su pasaje. En cuanto al viaje de ahora… lo pago con el dinero que robo del banco… ¿o fue por vender droga? – respondió el moreno pensativo pero jugando.
- ¡Blaine! – le dio un ligero golpe en la rodilla con su pie mientras el moreno se reía – Hablo en serio.
- Él no tiene que viajar para ver a su familia en navidad. Ese dinero lo puede usar para vernos a nosotros – dejo la taza de té vacía en el suelo como su novio hizo.
- ¿Has pensado que fecha iremos a Ohio? – pregunto Kurt unos segundos después.
- Supongo que unos días antes de navidad. Creo que mi mama pasara navidades en el hospital. No sé si Cooper viaje este año a Ohio – explico el menor.
- Tal vez puedas decirle a tu papa y a Cooper que pasen navidades en mi casa. Sé que a papa y a Carol les gustaría un poco de compañía para variar. Además, Rachel y Finn también van a viajar con nosotros.
- ¿De verdad? – pregunto Blaine, no porque la pareja, que había vuelto hace un mes aproximadamente, y al parecer definitivo, iría con ellos a pasar las navidades, sino porque Rachel siempre ha sido reacia a volver a su casa, por razones que Blaine aun no conocía bien.
- Bueno eso fue lo que me dijo ella. Sería como una reunión familiar, ¿ah? – bromeo Kurt mirando a su novio el cual asintió con una sonrisa un poco perdido en sus pensamientos. Ese sería el momento perfecto. Sabía que tendría que abrirse frente a mucha gente, decir cosas muy empalagosas, pero le daba igual, Kurt lo valía. El valía todo. Además, no sabía por cuanto más podría ocultar la caja roja con el anillo dentro lejos de su novio -. Al final todo termino bien, ¿ah? – continuo el mayor – Cuando me gradué pareció el final, todo estaba mal, o se sentía mal, era como si nada pudiese tener remedio para nadie. Pero con el tiempo todo se normalizo – razono el chico.
- Elianet solía citar algo para mí – dijo Blaine aun mirando hacia Nueva York, perdido en sus pensamientos -. “Todo va a estar bien al final, si no lo está, entonces aun no es el final.”

FIN