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[Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
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Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Al finnn has vuelto!!!
Desapareceras por mucho tiempo??
Me encanto el capitulo
Saludos
Desapareceras por mucho tiempo??
Me encanto el capitulo
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Regresaste!
Genial el capitulo
Hasta la proxima!
Saludos
Genial el capitulo
Hasta la proxima!
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
genial el capitulo si, pero sin santana por ninguna parte, no tanto para mi en realidad!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
perdon por no actualizar antes :(
Inclui algo de mi cerebro espero y les guste la primer parte :)
¿Cómo era posible que extrañaras tanto a una persona al punto de que estar acompañado te resultara profundamente solitario?...no tenía la repuesta pero eso era exactamente lo que sentía
Había perdido realmente la cuenta de los días que había estado sin ver a Brittany…se que para los demás no eran muchos…pero para mí era una eternidad
Me vi tentada a llamar a alguien…una vieja amiga en un impulso desesperado
Contaba cada minuto en que mis dedos sostenían el celular y en la pantalla aparecía un nombre
Pero en el fondo sabía que ya no era más que satisfacer una necesidad….
El lunes llegó casi sin darme cuenta y me sorprendí a mí misma siendo capaz de funcionar como si nada. Había ido a la boda de Lucia sin Santana y lo había pasado bien. Sí, me habría gustado que ella estuviera allí, pero lo había pasado bien. Y había sobrevivido a mi primer encuentro con Jake desde que anulamos la boda. No sólo eso, no sólo había sobrevivido, sino que ahora podía afirmar rotundamente que Jake ya no me importaba y que, aunque eso hablara también mal de mí, probablemente nunca me había importado demasiado.
Evidentemente, Lucia no estaba porque se había ido de luna de miel, pero después de la boda me sentía mucho más cómoda con el resto de mis compañeros e incluso había algunos con los que intuía que podríamos establecer una relación de amistad.
A primera hora de la mañana, Rachel me pidió que fuera a su despacho y me entregó un par de casos menores de Lucia para que los siguiera durante la ausencia de ésta.
Con aquellas carpetas entre las manos me sentí como si me hubieran nombrado juez del Tribunal Supremo y me dirigí de vuelta a mi mesa como flotando en una nube.
Llevaba un par de horas trabajando cuando sonó el teléfono.
—¿Sí?
—Britt, hay un hombre que pregunta por ti —me dijo Charlotte, la recepcionista.
—¿Un hombre? —Yo nunca recibía visitas en el bufete y todavía no tenía clientes propios.
—El señor Jake Puckerman
¿Jake? ¿El mundo se había vuelto completamente loco?
Miré el reloj y vi que faltaba poco para las doce.
—Dile que en seguida salgo. Gracias , Charlotte
¿Qué hacía Jake allí? Volví a sentir la misma confusión que el sábado, pero pensé que el mejor, el único modo de averiguar qué diablos estaba pasando era hablando con él.
Pero no en el bufete, no quería convertir mi lugar de trabajo en un circo, no con lo que me había costado descubrir lo mucho que me gustaba ejercer de abogada en López & Berry
Apagué el ordenador y guardé mis cosas antes de ponerme en pie. Fui al baño un segundo para retocarme y cuando salí de nuevo al pasillo me encontré, evidentemente, con Santana …¿sería poco profesional lanzarte a tu jefa en mitad del pasillo?
—Ah, Brittany, te estaba buscando-dijo ella en tono natural…pero extremadamente sexy para mi gusto
—¿Ah, sí? —Enarqué una ceja
—Sí, Rachel me ha dicho que te ha pasado los casos de Lucia. ¿Crees que podrías llevar otro?
—Claro —contesté.
Eran muy pocas las ocasiones en que Santana me hablaba sólo como mi jefa y me pareció raro.
—Perfecto. Entonces podríamos ir a almorzar y aprovecho para ponerte al día.
¿A almorzar? ¿Con ella? ¿Con quién había jurado que nunca saldría conmigo? A no ser que estuviera relacionado con el trabajo, recordé. Y entonces la miré a los ojos y también recordé que no me había acompañado a la boda y que ahora se estaba comportando como si nada.
—No puedo, ya tengo el almuerzo comprometido.
—¿Con quién? Lucia está de viaje de novios-dijo como si fuera una respuesta de mi parte
Podría haberle dicho que no era asunto suyo, pero confieso que una parte de mí se moría de ganas de decirle con quién me iba.
Y se lo dije:
—Con Jake . Me está esperando en el vestíbulo.
Un destello brilló en sus ojos y yo lo vi justo antes de que ella pudiera evitarlo, pero después se quedaron fijos en mi rostro. ¿Estaba celosa? No tenía derecho a estarlo. Era ella quien había puesto todas esas condiciones.
—Dejaré la carpeta del expediente en tu mesa. Si tienes cualquier duda, házsela llegar a Stephanie o a mí directamente. No es un caso difícil, pero no tenemos tiempo que perder.
—De acuerdo, me pondré a ello en cuanto vuelva
¡Qué ilusa había sido! Santana no estaba celosa, sencillamente molesta por lo de ese caso.
—Perfecto
Se alejó de mí sin ni siquiera despedirse
Jake me estaba esperando en recepción y en cuanto me vio me sonrió. Y la verdad es que yo le devolví la sonrisa. Iba vestido tal como lo recordaba, con unos vaqueros de lo más corrientes y un jersey azul marino…lo hacía verse atractivo
Entre otras cosas, el sábado me había descolocado un poco verlo tan elegante con su esmoquin.
—Hola,Britt. Lamento haberme presentado así, sin avisar —se disculpó, tras darme un beso en la mejilla.
—No te preocupes, es mi hora del almuerzo e iba a salir de todos modos —contesté yo algo confusa por su comportamiento.
—¿Te importa que te acompañe?
—No, por supuesto que no
Bajamos en el ascensor y, como había más gente, los dos pudimos fingir durante un rato más que no sucedía nada raro entre nosotros.
—En esa esquina hay una cafetería —propuse.
—Lo que a ti te apetezca me parecerá bien —dijo él, sin ocultar ya lo incómodo que se sentía.
Llegamos a la cafetería y nos sentamos a la primera mesa que encontramos libre.
—Supongo que te preguntarás por qué he venido —soltó Jake , tras beber un poco de agua.
—Sí, la verdad es que sí.
—Me sorprendió mucho verte el sábado. Estabas muy guapa, parecías otra persona. —Abrí la boca para defenderme de lo que me había parecido un insulto pero él me detuvo—: No, no, lo siento. Me he expresado mal. Tú siempre estás guapa, lo que quería decir es que sencillamente parecías, pareces, otra persona-dijo alucinado
Me quedé pensándolo unos segundos, porque, para ser sincera, la frase de Jake tenía todo el sentido del mundo. Era otra persona.
—¿Por qué te llevaste a aquella mujer a casa? —le pregunté de sopetón.
Él sabía perfectamente a quién me refería.
Se pasó una mano por el pelo e inspiró hondo. Pensé que no me contestaría, o que buscaría alguna excusa, pero cuando me miró a los ojos supe que quizá por primera vez desde que lo conocía iba a ser completamente sincero conmigo.
—No quería casarme contigo, pero tampoco tenía ningún motivo para romper y pensé que si me encontrabas con otra, no tendrías más remedio que dejarme-explico con sencillez
— Deberías habérmelo dicho
—Lo sé y aunque a estas alturas no sirva de nada, en cuanto te vi la cara supe que me había equivocado
—Tienes razón, ya no sirve de nada. ¿Y Kitty?
—A ella la conocí hace poco y la verdad es que me gusta. Y tú y Randy, ¿hace mucho tiempo que salís juntos? –pregunto curioso
—Me gusta —copié su respuesta, aunque, probablemente, mi «gustar» era distinto del suyo.
—Tú también me gustas —dijo él entonces
—¿Disculpa? —Seguro que no lo había oído bien
—He dicho que me gustas-dijo el con un brillo en los ojos- me gustaría volver a intentarlo-hizo un ademan de intentar cogerme la mano pero yo la retire
—Te has vuelto loco —afirmé
—No, escúchame un segundo, por favor —me pidió
No sé por qué, pero decidí quedarme y escucharlo. Bueno, sí sé por qué, porque quería mandarlo a volar
—Está bien-dije no muy convencida del todo
—Tú y yo hemos pasado por muchas cosas juntos. Nos precipitamos con lo de la boda…
—Tú te me declaraste —le recordé yo
—Y tú aceptaste —replicó—. Habría sido un error, pero ahora tú estás aquí y yo también he decidido mudarme a New York
El modo en que decía las cosas me daba a un más satisfacción
—Podríamos salir, ver cómo se nos da esta vez. ¿No crees que valga la pena?
—No —respondí rotunda, antes de ponerme en pie—. Me fuiste infiel, Jake . Quizá en tu mente lo hayas justificado, pero a mí sigue pareciéndome una traición y un acto de pura cobardía. Y no quiero tener nada que ver con un hombre que no es capaz de tomar una decisión y de llevarla a cabo por sí mismo-dije rotunda
—Comprendo que estés enfadada. Si necesitas tiempo… -le interrumpi
—No necesito tiempo. Mira, si nos encontramos por la calle, te saludaré y si volvemos a coincidir en un sitio te preguntaré por tus padres y tú por los míos, pero nada más-le deje claro-me voy, tengo que volver al trabajo
—Te llamaré dentro de unos días —insistió él
—No,Jake . No me llames y ni se te ocurra venir a verme. Adiós-dije cortante
Salí de la cafetería con una sonrisa de oreja a oreja. Por fin podía clausurar esa parte de mi vida y no volver la vista atrás.
Saludé a Gave al entrar en el edificio y él se dio cuenta de mi buen humor, porque se quitó la gorra del uniforme para devolverme el saludo. Recorrí el pasillo de Lopez & Berry rumbo a mi mesa y vi que Santana efectivamente me había dejado la carpeta del caso allí encima. Me senté y la abrí.
Había una nota.
Mi apartamento. A las nueve.
S.
La leí tres veces para asegurarme de que mi mente no me estaba jugando una mala pasada y había empezado a imaginarse cosas. No, podía sentir el papel arrugándose en mi mano, la nota era de verdad.
¿Qué iba a hacer? El sábado había decidido no volver a acostarme con Santana , pero ella a su vez, al parecer había decidido fingir que nuestra última discusión no había tenido lugar y que todo seguía igual.
....................................
Chicas mil perdones....la verdad he estado pesima de salud
Pero aqui estuvo el cap
Espero y haya sido de su agrado
Una pequeñisima pregunta....¿Quieren spoiler a mas tardar el viernes ?
Seria como una pequeña recompensa
Gracias
Inclui algo de mi cerebro espero y les guste la primer parte :)
CAPITULO 24
¿Cómo era posible que extrañaras tanto a una persona al punto de que estar acompañado te resultara profundamente solitario?...no tenía la repuesta pero eso era exactamente lo que sentía
Había perdido realmente la cuenta de los días que había estado sin ver a Brittany…se que para los demás no eran muchos…pero para mí era una eternidad
Me vi tentada a llamar a alguien…una vieja amiga en un impulso desesperado
Contaba cada minuto en que mis dedos sostenían el celular y en la pantalla aparecía un nombre
Pero en el fondo sabía que ya no era más que satisfacer una necesidad….
…………………………………………………………………………………………….
El lunes llegó casi sin darme cuenta y me sorprendí a mí misma siendo capaz de funcionar como si nada. Había ido a la boda de Lucia sin Santana y lo había pasado bien. Sí, me habría gustado que ella estuviera allí, pero lo había pasado bien. Y había sobrevivido a mi primer encuentro con Jake desde que anulamos la boda. No sólo eso, no sólo había sobrevivido, sino que ahora podía afirmar rotundamente que Jake ya no me importaba y que, aunque eso hablara también mal de mí, probablemente nunca me había importado demasiado.
Evidentemente, Lucia no estaba porque se había ido de luna de miel, pero después de la boda me sentía mucho más cómoda con el resto de mis compañeros e incluso había algunos con los que intuía que podríamos establecer una relación de amistad.
A primera hora de la mañana, Rachel me pidió que fuera a su despacho y me entregó un par de casos menores de Lucia para que los siguiera durante la ausencia de ésta.
Con aquellas carpetas entre las manos me sentí como si me hubieran nombrado juez del Tribunal Supremo y me dirigí de vuelta a mi mesa como flotando en una nube.
Llevaba un par de horas trabajando cuando sonó el teléfono.
—¿Sí?
—Britt, hay un hombre que pregunta por ti —me dijo Charlotte, la recepcionista.
—¿Un hombre? —Yo nunca recibía visitas en el bufete y todavía no tenía clientes propios.
—El señor Jake Puckerman
¿Jake? ¿El mundo se había vuelto completamente loco?
Miré el reloj y vi que faltaba poco para las doce.
—Dile que en seguida salgo. Gracias , Charlotte
¿Qué hacía Jake allí? Volví a sentir la misma confusión que el sábado, pero pensé que el mejor, el único modo de averiguar qué diablos estaba pasando era hablando con él.
Pero no en el bufete, no quería convertir mi lugar de trabajo en un circo, no con lo que me había costado descubrir lo mucho que me gustaba ejercer de abogada en López & Berry
Apagué el ordenador y guardé mis cosas antes de ponerme en pie. Fui al baño un segundo para retocarme y cuando salí de nuevo al pasillo me encontré, evidentemente, con Santana …¿sería poco profesional lanzarte a tu jefa en mitad del pasillo?
—Ah, Brittany, te estaba buscando-dijo ella en tono natural…pero extremadamente sexy para mi gusto
—¿Ah, sí? —Enarqué una ceja
—Sí, Rachel me ha dicho que te ha pasado los casos de Lucia. ¿Crees que podrías llevar otro?
—Claro —contesté.
Eran muy pocas las ocasiones en que Santana me hablaba sólo como mi jefa y me pareció raro.
—Perfecto. Entonces podríamos ir a almorzar y aprovecho para ponerte al día.
¿A almorzar? ¿Con ella? ¿Con quién había jurado que nunca saldría conmigo? A no ser que estuviera relacionado con el trabajo, recordé. Y entonces la miré a los ojos y también recordé que no me había acompañado a la boda y que ahora se estaba comportando como si nada.
—No puedo, ya tengo el almuerzo comprometido.
—¿Con quién? Lucia está de viaje de novios-dijo como si fuera una respuesta de mi parte
Podría haberle dicho que no era asunto suyo, pero confieso que una parte de mí se moría de ganas de decirle con quién me iba.
Y se lo dije:
—Con Jake . Me está esperando en el vestíbulo.
Un destello brilló en sus ojos y yo lo vi justo antes de que ella pudiera evitarlo, pero después se quedaron fijos en mi rostro. ¿Estaba celosa? No tenía derecho a estarlo. Era ella quien había puesto todas esas condiciones.
—Dejaré la carpeta del expediente en tu mesa. Si tienes cualquier duda, házsela llegar a Stephanie o a mí directamente. No es un caso difícil, pero no tenemos tiempo que perder.
—De acuerdo, me pondré a ello en cuanto vuelva
¡Qué ilusa había sido! Santana no estaba celosa, sencillamente molesta por lo de ese caso.
—Perfecto
Se alejó de mí sin ni siquiera despedirse
Jake me estaba esperando en recepción y en cuanto me vio me sonrió. Y la verdad es que yo le devolví la sonrisa. Iba vestido tal como lo recordaba, con unos vaqueros de lo más corrientes y un jersey azul marino…lo hacía verse atractivo
Entre otras cosas, el sábado me había descolocado un poco verlo tan elegante con su esmoquin.
—Hola,Britt. Lamento haberme presentado así, sin avisar —se disculpó, tras darme un beso en la mejilla.
—No te preocupes, es mi hora del almuerzo e iba a salir de todos modos —contesté yo algo confusa por su comportamiento.
—¿Te importa que te acompañe?
—No, por supuesto que no
Bajamos en el ascensor y, como había más gente, los dos pudimos fingir durante un rato más que no sucedía nada raro entre nosotros.
—En esa esquina hay una cafetería —propuse.
—Lo que a ti te apetezca me parecerá bien —dijo él, sin ocultar ya lo incómodo que se sentía.
Llegamos a la cafetería y nos sentamos a la primera mesa que encontramos libre.
—Supongo que te preguntarás por qué he venido —soltó Jake , tras beber un poco de agua.
—Sí, la verdad es que sí.
—Me sorprendió mucho verte el sábado. Estabas muy guapa, parecías otra persona. —Abrí la boca para defenderme de lo que me había parecido un insulto pero él me detuvo—: No, no, lo siento. Me he expresado mal. Tú siempre estás guapa, lo que quería decir es que sencillamente parecías, pareces, otra persona-dijo alucinado
Me quedé pensándolo unos segundos, porque, para ser sincera, la frase de Jake tenía todo el sentido del mundo. Era otra persona.
—¿Por qué te llevaste a aquella mujer a casa? —le pregunté de sopetón.
Él sabía perfectamente a quién me refería.
Se pasó una mano por el pelo e inspiró hondo. Pensé que no me contestaría, o que buscaría alguna excusa, pero cuando me miró a los ojos supe que quizá por primera vez desde que lo conocía iba a ser completamente sincero conmigo.
—No quería casarme contigo, pero tampoco tenía ningún motivo para romper y pensé que si me encontrabas con otra, no tendrías más remedio que dejarme-explico con sencillez
— Deberías habérmelo dicho
—Lo sé y aunque a estas alturas no sirva de nada, en cuanto te vi la cara supe que me había equivocado
—Tienes razón, ya no sirve de nada. ¿Y Kitty?
—A ella la conocí hace poco y la verdad es que me gusta. Y tú y Randy, ¿hace mucho tiempo que salís juntos? –pregunto curioso
—Me gusta —copié su respuesta, aunque, probablemente, mi «gustar» era distinto del suyo.
—Tú también me gustas —dijo él entonces
—¿Disculpa? —Seguro que no lo había oído bien
—He dicho que me gustas-dijo el con un brillo en los ojos- me gustaría volver a intentarlo-hizo un ademan de intentar cogerme la mano pero yo la retire
—Te has vuelto loco —afirmé
—No, escúchame un segundo, por favor —me pidió
No sé por qué, pero decidí quedarme y escucharlo. Bueno, sí sé por qué, porque quería mandarlo a volar
—Está bien-dije no muy convencida del todo
—Tú y yo hemos pasado por muchas cosas juntos. Nos precipitamos con lo de la boda…
—Tú te me declaraste —le recordé yo
—Y tú aceptaste —replicó—. Habría sido un error, pero ahora tú estás aquí y yo también he decidido mudarme a New York
El modo en que decía las cosas me daba a un más satisfacción
—Podríamos salir, ver cómo se nos da esta vez. ¿No crees que valga la pena?
—No —respondí rotunda, antes de ponerme en pie—. Me fuiste infiel, Jake . Quizá en tu mente lo hayas justificado, pero a mí sigue pareciéndome una traición y un acto de pura cobardía. Y no quiero tener nada que ver con un hombre que no es capaz de tomar una decisión y de llevarla a cabo por sí mismo-dije rotunda
—Comprendo que estés enfadada. Si necesitas tiempo… -le interrumpi
—No necesito tiempo. Mira, si nos encontramos por la calle, te saludaré y si volvemos a coincidir en un sitio te preguntaré por tus padres y tú por los míos, pero nada más-le deje claro-me voy, tengo que volver al trabajo
—Te llamaré dentro de unos días —insistió él
—No,Jake . No me llames y ni se te ocurra venir a verme. Adiós-dije cortante
Salí de la cafetería con una sonrisa de oreja a oreja. Por fin podía clausurar esa parte de mi vida y no volver la vista atrás.
Saludé a Gave al entrar en el edificio y él se dio cuenta de mi buen humor, porque se quitó la gorra del uniforme para devolverme el saludo. Recorrí el pasillo de Lopez & Berry rumbo a mi mesa y vi que Santana efectivamente me había dejado la carpeta del caso allí encima. Me senté y la abrí.
Había una nota.
Mi apartamento. A las nueve.
S.
La leí tres veces para asegurarme de que mi mente no me estaba jugando una mala pasada y había empezado a imaginarse cosas. No, podía sentir el papel arrugándose en mi mano, la nota era de verdad.
¿Qué iba a hacer? El sábado había decidido no volver a acostarme con Santana , pero ella a su vez, al parecer había decidido fingir que nuestra última discusión no había tenido lugar y que todo seguía igual.
....................................
Chicas mil perdones....la verdad he estado pesima de salud
Pero aqui estuvo el cap
Espero y haya sido de su agrado
Una pequeñisima pregunta....¿Quieren spoiler a mas tardar el viernes ?
Seria como una pequeña recompensa
Gracias
Kris_LittleCrazy***** - Mensajes : 213
Fecha de inscripción : 02/03/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Siiii
Que bueno que regresaste
Ya extrañabamos este fic
Saludos
Que bueno que regresaste
Ya extrañabamos este fic
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Seria buenisimo!!!
Me encanto Britt mandando a volar a Jake jajaja!!
Saludos y espero que ya estes mejor de salud
Me encanto Britt mandando a volar a Jake jajaja!!
Saludos y espero que ya estes mejor de salud
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
yo prefiero esperar a que puedas volver a escribir un capitulo,no es que no me gusten los spoiler pero me dan desesperacion!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Uf esta vez no tarde tanto :)
CAPITULO 25
—Llegas tarde
Miré el reloj y vi que efectivamente pasaban cinco minutos de las nueve, aunque eso no justificaba que ni siquiera me hubiera dado las buenas noches…no sabía si sentirme molesta e indignada o pensar que solo tal vez ella también sintiera ese deseo de tenerme
—Sube arriba y véndate los ojos -ordeno
Si no la hubiera mirado, probablemente me habría ido del apartamento dando un portazo. Pero la miré y decidí arriesgarme y confiar en lo que creí ver en sus ojos: desesperación porque me quedase con ella
Subí, me senté en el sofa —las piernas no dejaban de temblarme— y me vendé los ojos.
—Fuiste a la boda con Randy—dijo Santana con vos ronca
Debió de subir poco después de mí y sonaba más enfadada de lo que me lo había parecido abajo
—Y hoy has ido a comer con Jake
Noté sus manos alrededor del cuello, que luego descendieron para quitarme el vestido con un único movimiento.
—Tú sabías las normas —añadió un segundo antes de quitarme los zapatos y lanzarlos al suelo—. Las sabías desde el principio.
Asentí a pesar de que no sabía si me estaba mirando.
—Sabías las normas y a un así me pediste que fuera a la boda
Tiró de las medias y me separó las piernas con las manos.
Estaba de rodillas delante de mí. Podía sentir su mirada fija en mi cuerpo y con cada respiración suya me excitaba más y más. Y seguro que ella podía notarlo. Verlo.
—Tú no puedes cambiar las normas
Me cogió las manos y me las colocó encima de sus hombros, una a cada lado. Yo me aferré a ella…asu espalda
—Pero yo sí
Inclinó la cabeza hacia mi sexo y sopló ligeramente. Me estremecí y gemí. Ella esperó unos segundos y luego volvió a inclinarse y me pasó la lengua por encima de la ropa interior. Volví a gemir y apreté tanto los dedos que le clavé las uñas. Santana ni se inmutó; se limitó a apartarse un poco y entonces me dijo lo que quería:
—Esta noche vas a tener que pedirme lo que quieras que te haga. No voy a ponértelo fácil, Brittany. Si quieres algo, si quieres que te bese, que te toque, que te acaricie, tendrás que pedírmelo. Tú sabes lo que necesitas, así que ya va siendo hora de que lo reconozcas. Y que aprendas que yo no tengo sustituto.
¿Sustituto? ¿Santana pensaba que Jake o Randy podían sustituirlo? Oh, Dios, estaba celosa y ni siquiera ella lo sabía. Y aquél era su modo de expresarlo. Eso, o mi mente ya estaba buscando —otra vez— el modo de justificarla
—Dime, Brittany, ¿qué quieres? —me susurró entonces al oído. Se había incorporado un poco y yo, a pesar de que seguía con las manos en sus hombros, no me había dado cuenta—. ¿Quieres que te bese? —Me besó en la mandíbula—. ¿Que te muerda? —Me mordió el lóbulo de la oreja y después el cuello—. ¿Que te toque? —Deslizó una mano por mi muslo derecho hasta llegar a la cintura, luego subió despacio, me recorrió el ombligo y las costillas y se detuvo tras pellizcarme el pecho por encima del sujetador—. ¿O quieres que me vaya y te deje en paz?
Tragué saliva un par de veces. No podía pensar, todo mi cuerpo estaba al borde del abismo; me temblaban las manos, me sudaba la espalda, no sabía si lo que tenía en el estómago era un nudo o el mayor enredo del mundo. Los labios me hormigueaban a la espera de los besos que ella todavía no me había dado
—Dímelo, Brittany. Esta noche tienes que decidirlo tú. Tienes que asumir que sólo yo puedo darte lo que necesitas
«Y tú necesitas oírmelo decir», pensé, en medio de la bruma de deseo que me nublaba la mente.
—Quiero que me desnudes —dije, tras humedecerme los labios—. Quiero que las dos estemos desnudas.
Santana me cogió una mano y entrelazó los dedos con los míos, luego la guió por su torso y su cintura.
—Yo ya lo estoy.
Me colocó la mano cerca de su sexo , sentí una humedad ,mientras yo seguía tocando , ella me desabrochó el sujetador. Me apartó la mano para poder quitármelo y confieso que mis dedos se negaron a apartarse.
Tocar a una mujer nunca me había parecido erótico, digamos que siempre había creído que era un trámite necesario, pero tocar a Santana era fascinante y muy, muy excitante. Su piel quemaba y temblaba. Lo habría seguido haciendo hasta que ella me hubiera pedido que parase. Se me escapó otro gemido.
—Levanta las caderas
Su voz me puso la piel de gallina, todavía más, y en cuanto hice lo que me pedía, ella me quitó las braguitas.
Y luego se detuvo.
Yo volvía a estar sentada en el sillon, con ella delante de mí. Lo sabía porque, aunque no la veía, podía sentir su respiración sobre la piel. Atormentándome.
—Pídeme lo que quieres que te haga.
Volvió a cogerme la mano y pensé que volvería a llevármela su sexo . Deseé que lo hiciera, pero Santana volvió a demostrarme que sólo ella sabía lo que yo de verdad quería. O necesitaba. Con sus dedos entrelazados con los míos, colocó ambas manos encima de mi sexo,
—Pídemelo, Brittany. O me iré y tendrás que solucionarlo tú sola, —Me mordió de nuevo el cuello y luego lamió el mordisco—. No dudo de tu capacidad para masturbarte. —Me movió los dedos hacia mi clítoris y yo gemí. Un poco más. Un mordisco más. Un beso. Y llegaría al orgasmo—. Pero sabes que no es eso lo que necesitas.
¿Ah, no?
Movió un poco más la mano y bajó la cabeza para atraparme un pecho con los labios. ¡Dios mío! Me lo recorrió con la lengua una y otra vez y no dejó de mover nuestros dedos. Pero Santana tenía razón, nada de eso era suficiente. Estaba muy excitada, mi cuerpo y mi mente necesitaban llegar al final, pero sólo ella podía llevarme hasta allí.
Era tal como me había dicho la primera vez, ahora mis orgasmos, mi placer, le pertenecían y sólo ella podía dármelos.
—Dime lo que de verdad deseas, Brittany. Dímelo y te lo daré.
—Yo… —balbuceé al fin.
—¿Sí?
¡Dios! Santana me soltó el pecho y repitió la caricia en el otro. Sus caricias eran perfectas. Lentas, intensas, podía sentir lo excitada que estaba en las yemas de mis dedos, lo excitado que estaba él respirando pegado a mi torso. Y nada de eso era suficiente.
—Hazme el amor —sollocé casi desesperada.
—Oh, no —dijo, apartándose un instante—. No es eso lo que quieres —susurró, deslizando, por fin, un dedo en mi sexo.
Quise cerrar las piernas para retenerla allí, pero Santana me lo impedía —. Eso no es lo que quieres. Hacer el amor es una frase de seriales de televisión, Brittany. Tú no quieres que te haga el amor. —Dejó el dedo inmóvil y me mordió un pecho. Yo arqueé la espalda en busca del placer que me estaba negando—. Dime la verdad. Qué quieres.
—Quiero… —Tuve que humedecerme los labios varias veces y tragar saliva—. Quiero que me poseas. Quiero que te metas dentro de mí y no salgas nunca. Quiero que me hagas tuya-dije casi en un grito desesperado
—Buena chica
Apartó la mano de mi sexo y yo me habría quejado, le habría suplicado incluso, si en aquel mismo instante no me hubiera cogido en brazos y me hubiera tumbado en la cama.
Sentí como se apartó…o no
-Brittany voy a tener que pedirte un favor-me susurro al oído y me di cuenta que estaba a un lado de mi…trague saliva
-¿Cuál?-pregunte con un hilo de voz
-Aférrate a mí-dijo de manera sensual -todo lo que puedas
Sentí de nuevo sus manos sujetarme y fue ahí donde caí en cuenta
Santana se colocó de nuevo enfrente,me abrazo todo lo que puedo y lo que mi piel le dejaba ….podia sentir toda su piel restregándose en la mia
-Enrolla tus piernas alrededor de mi cadera -pidió
Lo hice
Santana empezó a levantarse conmigo en sus caderas ,me tenía sujeta por los glúteos lo que hizo que se me escapara un leve gemido
Ella me recostó en la cama…se sentía tan suave
Pero lo que vino a continuación no me lo esperaba ….sentí su cuerpo encima del mío…eso simplemente era demasiado
Yo gemí y apreté los dedos para indicarle que si no se movía, me volvería loca
—No, no, tienes que pedírmelo. ¿Recuerdas?
—Muévete-suplique
La muy bastarda movió ligeramente las caderas…provocando un leve roce …solamente
—¿Así? –pregunto sínicamente
Negué con la cabeza. ¿Era posible morir de placer?
—Vamos, Brittany, dime lo que quieres. Tú rompiste las normas. Dime lo que quieres.
Paso su lengua húmeda por mi cuello
—Muévete más rápido, tócame, muérdeme, bésame, haz lo que quieras. —Eso era. Por fin lo entendí—. Haz lo que quieras, Santana
El gemido de placer que escapó entonces de sus labios fue el más erótico que había oído en toda mi vida y fue lo único que necesité para llegar al orgasmo.
Santana me poseyó con la misma certeza e intensidad que las otras veces. Me besó como si me necesitase para respirar, que era como yo lo necesitaba a ella; me mordió, me tocó
-Necesito que me ayudes- pidió de nuevo -y sabes cómo hacerlo
No necesite más…como ella lo había dicho…yo lo sabia
Ella empezó…yo le seguí y pronto el ritmo de nuestras caderas se acoplo como una perfecta danza erótica…nuestros sexos chocaban…ya no sabía quién de las dos estaba más mojada o más excitada…pero lo cierto es que iba por mi segundo orgasmo de la noche
El solo imaginarme a Santana encima mío y completamente desnuda…eso era suficiente para hacerme llegar al máximo
Me perdí un segundo..pero mi cuerpo seguía al de Santana ,lo sentía demasiado cerca…ella apoyo sus manos en la cama y yo rasgue su desnuda espalda,senti sus labios sobre los míos…solo un roce…solo un jadeo más …y …
-Brittany-grito ahogadamente sobre mis labios
No falto más..mi cuerpo se tensó y alcance el infinito…sentí su cuerpo tener el mismo efecto y fue hermoso
—Haz conmigo lo que quieras —le susurré a su oído con muy poco aliento
Y ella tembló
Santana fue la primera en reaccionar, al fin y al cabo, ella estaba encima y yo seguía con los ojos vendados. Se apartó despacio y se incorporó y oí que sus pasos se alejaban de la cama en dirección a la escalera (lo supe porque el primer escalón hacía un ruido característico al pisarlo).
¿Iba a irse?
Ni hablar.
—Ya han pasado siete noches más —le dije como si nada—. Tengo derecho a otra pregunta.
Durante unos segundos no oí nada. Santana no había dado ni un paso más, ni para acercarse ni para marcharse de allí, así que supuse que lo estaba pensando.
—De acuerdo —dijo al fin
Solté el aliento que estaba conteniendo y me senté en la cama. Levanté las manos para quitarme la venda, pero me topé con las de Santana…suaves
—Ya lo hago yo —se ofreció con voz ronca.
Tuve que parpadear un par de veces para enfocar la vista y, aunque mi corazón me pedía justo lo contrario, fingí que no había pasado nada del otro mundo entre las dos y me levanté de la cama.
—Voy al baño un segundo —le dije
Ella estaba de pie con una bata negra puesta, a medio camino entre la cama y la escalera, como si todavía no estuviera segura de si iba a quedarse.
Fui al baño y, después de asearme un poco, me puse el batín que colgaba de detrás de la puerta. A pesar de que sabía que tendría que volver a mi piso, y de que me había jurado a mí misma que no me importaba, no iba a vestirme a toda prisa.
Salí del baño y vi que ella se había puesto una camiseta negra y unos boxers y que me estaba esperando sentada en el suelo, justo en el primer escalón. Bueno, pensé, al menos no se había ido.
—¿Qué quieres preguntarme? –dijo rompiendo el silencio
—¿De quién era el rosal de rosas rojas?
Santana ni siquiera intentó ocultar que mi pregunta la había pillado por sorpresa. Seguro que pensaba que le preguntaría por qué no me había acompañado a la boda o por qué era como era con relación al sexo.
No, eso quizá se lo habría preguntado antes. Antes de comprender que, si quería estar con ella, debía tener paciencia. Santana no era la única que sabía lo que necesitaba la otra.
—De mi madre. Lo tenía plantado en el jardín de nuestra casa y lo regaba cada día. La recuerdo arrodillada, con su delantal y con las tijeras de podar en una mano. Yo la ayudaba y supongo que al final terminé por aprender algo.
—¿Es el mismo rosal?
—No exactamente, cuando vendí la casa me quedé con un brote y después lo planté en mi jardín. No quería llevarme nada entero de aquella casa.
Allí estaba, era el momento perfecto para preguntarle algo más, para averiguar parte de lo que le había sucedido de pequeña. Pero no lo hice. No le pregunté nada más. Santana se habría dado cuenta de que lo estaba interrogando y la próxima vez que quisiera preguntarle algo se cerraría en banda.
—Son unas rosas preciosas. Todavía tengo la que me regalaste el día del baile; la colgué boca abajo para que se secase —le expliqué, mientras recogía mi ropa y mis zapatos del suelo.
Ella siguió mis movimientos sin decir nada y, cuando lo tuve todo, fui yo la que volvió a hablar
—Me voy a vestir, no hace falta que me esperes, ya cerraré al salir. Buenas noches, Santana.
Quería besarla, abrazarla, tumbarla allí mismo en el suelo y hacerle el amor tal como ella me lo había hecho a mí, pero obligué a mis pies a ir en dirección contraria.
—Buenas noches, Brittany
Oí que se levantaba y que bajaba la escalera. Y no negaré que me habría gustado que fuera detrás de mí, me cogiera en brazos y me pidiera que me quedara, pero al menos esa vez había sido yo la que había decidido irse antes de que ella me dejara sola en la cama.
Vestida y decidida a no derrumbarme, al menos hasta que no estuviera a solas, apagué la luz y bajé la escalera.
No vi a Santana por ninguna parte, pero encima del mueble de la entrada había una rosa roja.
Me la llevé.
.............................................
¿Que les ha parecido?
Espero y les guste mi esfuerzo de la escena Brittana ya que como es una medio adaptacion pues toda esa parte me la invente
Gracias :)
CAPITULO 25
—Llegas tarde
Miré el reloj y vi que efectivamente pasaban cinco minutos de las nueve, aunque eso no justificaba que ni siquiera me hubiera dado las buenas noches…no sabía si sentirme molesta e indignada o pensar que solo tal vez ella también sintiera ese deseo de tenerme
—Sube arriba y véndate los ojos -ordeno
Si no la hubiera mirado, probablemente me habría ido del apartamento dando un portazo. Pero la miré y decidí arriesgarme y confiar en lo que creí ver en sus ojos: desesperación porque me quedase con ella
Subí, me senté en el sofa —las piernas no dejaban de temblarme— y me vendé los ojos.
—Fuiste a la boda con Randy—dijo Santana con vos ronca
Debió de subir poco después de mí y sonaba más enfadada de lo que me lo había parecido abajo
—Y hoy has ido a comer con Jake
Noté sus manos alrededor del cuello, que luego descendieron para quitarme el vestido con un único movimiento.
—Tú sabías las normas —añadió un segundo antes de quitarme los zapatos y lanzarlos al suelo—. Las sabías desde el principio.
Asentí a pesar de que no sabía si me estaba mirando.
—Sabías las normas y a un así me pediste que fuera a la boda
Tiró de las medias y me separó las piernas con las manos.
Estaba de rodillas delante de mí. Podía sentir su mirada fija en mi cuerpo y con cada respiración suya me excitaba más y más. Y seguro que ella podía notarlo. Verlo.
—Tú no puedes cambiar las normas
Me cogió las manos y me las colocó encima de sus hombros, una a cada lado. Yo me aferré a ella…asu espalda
—Pero yo sí
Inclinó la cabeza hacia mi sexo y sopló ligeramente. Me estremecí y gemí. Ella esperó unos segundos y luego volvió a inclinarse y me pasó la lengua por encima de la ropa interior. Volví a gemir y apreté tanto los dedos que le clavé las uñas. Santana ni se inmutó; se limitó a apartarse un poco y entonces me dijo lo que quería:
—Esta noche vas a tener que pedirme lo que quieras que te haga. No voy a ponértelo fácil, Brittany. Si quieres algo, si quieres que te bese, que te toque, que te acaricie, tendrás que pedírmelo. Tú sabes lo que necesitas, así que ya va siendo hora de que lo reconozcas. Y que aprendas que yo no tengo sustituto.
¿Sustituto? ¿Santana pensaba que Jake o Randy podían sustituirlo? Oh, Dios, estaba celosa y ni siquiera ella lo sabía. Y aquél era su modo de expresarlo. Eso, o mi mente ya estaba buscando —otra vez— el modo de justificarla
—Dime, Brittany, ¿qué quieres? —me susurró entonces al oído. Se había incorporado un poco y yo, a pesar de que seguía con las manos en sus hombros, no me había dado cuenta—. ¿Quieres que te bese? —Me besó en la mandíbula—. ¿Que te muerda? —Me mordió el lóbulo de la oreja y después el cuello—. ¿Que te toque? —Deslizó una mano por mi muslo derecho hasta llegar a la cintura, luego subió despacio, me recorrió el ombligo y las costillas y se detuvo tras pellizcarme el pecho por encima del sujetador—. ¿O quieres que me vaya y te deje en paz?
Tragué saliva un par de veces. No podía pensar, todo mi cuerpo estaba al borde del abismo; me temblaban las manos, me sudaba la espalda, no sabía si lo que tenía en el estómago era un nudo o el mayor enredo del mundo. Los labios me hormigueaban a la espera de los besos que ella todavía no me había dado
—Dímelo, Brittany. Esta noche tienes que decidirlo tú. Tienes que asumir que sólo yo puedo darte lo que necesitas
«Y tú necesitas oírmelo decir», pensé, en medio de la bruma de deseo que me nublaba la mente.
—Quiero que me desnudes —dije, tras humedecerme los labios—. Quiero que las dos estemos desnudas.
Santana me cogió una mano y entrelazó los dedos con los míos, luego la guió por su torso y su cintura.
—Yo ya lo estoy.
Me colocó la mano cerca de su sexo , sentí una humedad ,mientras yo seguía tocando , ella me desabrochó el sujetador. Me apartó la mano para poder quitármelo y confieso que mis dedos se negaron a apartarse.
Tocar a una mujer nunca me había parecido erótico, digamos que siempre había creído que era un trámite necesario, pero tocar a Santana era fascinante y muy, muy excitante. Su piel quemaba y temblaba. Lo habría seguido haciendo hasta que ella me hubiera pedido que parase. Se me escapó otro gemido.
—Levanta las caderas
Su voz me puso la piel de gallina, todavía más, y en cuanto hice lo que me pedía, ella me quitó las braguitas.
Y luego se detuvo.
Yo volvía a estar sentada en el sillon, con ella delante de mí. Lo sabía porque, aunque no la veía, podía sentir su respiración sobre la piel. Atormentándome.
—Pídeme lo que quieres que te haga.
Volvió a cogerme la mano y pensé que volvería a llevármela su sexo . Deseé que lo hiciera, pero Santana volvió a demostrarme que sólo ella sabía lo que yo de verdad quería. O necesitaba. Con sus dedos entrelazados con los míos, colocó ambas manos encima de mi sexo,
—Pídemelo, Brittany. O me iré y tendrás que solucionarlo tú sola, —Me mordió de nuevo el cuello y luego lamió el mordisco—. No dudo de tu capacidad para masturbarte. —Me movió los dedos hacia mi clítoris y yo gemí. Un poco más. Un mordisco más. Un beso. Y llegaría al orgasmo—. Pero sabes que no es eso lo que necesitas.
¿Ah, no?
Movió un poco más la mano y bajó la cabeza para atraparme un pecho con los labios. ¡Dios mío! Me lo recorrió con la lengua una y otra vez y no dejó de mover nuestros dedos. Pero Santana tenía razón, nada de eso era suficiente. Estaba muy excitada, mi cuerpo y mi mente necesitaban llegar al final, pero sólo ella podía llevarme hasta allí.
Era tal como me había dicho la primera vez, ahora mis orgasmos, mi placer, le pertenecían y sólo ella podía dármelos.
—Dime lo que de verdad deseas, Brittany. Dímelo y te lo daré.
—Yo… —balbuceé al fin.
—¿Sí?
¡Dios! Santana me soltó el pecho y repitió la caricia en el otro. Sus caricias eran perfectas. Lentas, intensas, podía sentir lo excitada que estaba en las yemas de mis dedos, lo excitado que estaba él respirando pegado a mi torso. Y nada de eso era suficiente.
—Hazme el amor —sollocé casi desesperada.
—Oh, no —dijo, apartándose un instante—. No es eso lo que quieres —susurró, deslizando, por fin, un dedo en mi sexo.
Quise cerrar las piernas para retenerla allí, pero Santana me lo impedía —. Eso no es lo que quieres. Hacer el amor es una frase de seriales de televisión, Brittany. Tú no quieres que te haga el amor. —Dejó el dedo inmóvil y me mordió un pecho. Yo arqueé la espalda en busca del placer que me estaba negando—. Dime la verdad. Qué quieres.
—Quiero… —Tuve que humedecerme los labios varias veces y tragar saliva—. Quiero que me poseas. Quiero que te metas dentro de mí y no salgas nunca. Quiero que me hagas tuya-dije casi en un grito desesperado
—Buena chica
Apartó la mano de mi sexo y yo me habría quejado, le habría suplicado incluso, si en aquel mismo instante no me hubiera cogido en brazos y me hubiera tumbado en la cama.
Sentí como se apartó…o no
-Brittany voy a tener que pedirte un favor-me susurro al oído y me di cuenta que estaba a un lado de mi…trague saliva
-¿Cuál?-pregunte con un hilo de voz
-Aférrate a mí-dijo de manera sensual -todo lo que puedas
Sentí de nuevo sus manos sujetarme y fue ahí donde caí en cuenta
Santana se colocó de nuevo enfrente,me abrazo todo lo que puedo y lo que mi piel le dejaba ….podia sentir toda su piel restregándose en la mia
-Enrolla tus piernas alrededor de mi cadera -pidió
Lo hice
Santana empezó a levantarse conmigo en sus caderas ,me tenía sujeta por los glúteos lo que hizo que se me escapara un leve gemido
Ella me recostó en la cama…se sentía tan suave
Pero lo que vino a continuación no me lo esperaba ….sentí su cuerpo encima del mío…eso simplemente era demasiado
Yo gemí y apreté los dedos para indicarle que si no se movía, me volvería loca
—No, no, tienes que pedírmelo. ¿Recuerdas?
—Muévete-suplique
La muy bastarda movió ligeramente las caderas…provocando un leve roce …solamente
—¿Así? –pregunto sínicamente
Negué con la cabeza. ¿Era posible morir de placer?
—Vamos, Brittany, dime lo que quieres. Tú rompiste las normas. Dime lo que quieres.
Paso su lengua húmeda por mi cuello
—Muévete más rápido, tócame, muérdeme, bésame, haz lo que quieras. —Eso era. Por fin lo entendí—. Haz lo que quieras, Santana
El gemido de placer que escapó entonces de sus labios fue el más erótico que había oído en toda mi vida y fue lo único que necesité para llegar al orgasmo.
Santana me poseyó con la misma certeza e intensidad que las otras veces. Me besó como si me necesitase para respirar, que era como yo lo necesitaba a ella; me mordió, me tocó
-Necesito que me ayudes- pidió de nuevo -y sabes cómo hacerlo
No necesite más…como ella lo había dicho…yo lo sabia
Ella empezó…yo le seguí y pronto el ritmo de nuestras caderas se acoplo como una perfecta danza erótica…nuestros sexos chocaban…ya no sabía quién de las dos estaba más mojada o más excitada…pero lo cierto es que iba por mi segundo orgasmo de la noche
El solo imaginarme a Santana encima mío y completamente desnuda…eso era suficiente para hacerme llegar al máximo
Me perdí un segundo..pero mi cuerpo seguía al de Santana ,lo sentía demasiado cerca…ella apoyo sus manos en la cama y yo rasgue su desnuda espalda,senti sus labios sobre los míos…solo un roce…solo un jadeo más …y …
-Brittany-grito ahogadamente sobre mis labios
No falto más..mi cuerpo se tensó y alcance el infinito…sentí su cuerpo tener el mismo efecto y fue hermoso
—Haz conmigo lo que quieras —le susurré a su oído con muy poco aliento
Y ella tembló
Santana fue la primera en reaccionar, al fin y al cabo, ella estaba encima y yo seguía con los ojos vendados. Se apartó despacio y se incorporó y oí que sus pasos se alejaban de la cama en dirección a la escalera (lo supe porque el primer escalón hacía un ruido característico al pisarlo).
¿Iba a irse?
Ni hablar.
—Ya han pasado siete noches más —le dije como si nada—. Tengo derecho a otra pregunta.
Durante unos segundos no oí nada. Santana no había dado ni un paso más, ni para acercarse ni para marcharse de allí, así que supuse que lo estaba pensando.
—De acuerdo —dijo al fin
Solté el aliento que estaba conteniendo y me senté en la cama. Levanté las manos para quitarme la venda, pero me topé con las de Santana…suaves
—Ya lo hago yo —se ofreció con voz ronca.
Tuve que parpadear un par de veces para enfocar la vista y, aunque mi corazón me pedía justo lo contrario, fingí que no había pasado nada del otro mundo entre las dos y me levanté de la cama.
—Voy al baño un segundo —le dije
Ella estaba de pie con una bata negra puesta, a medio camino entre la cama y la escalera, como si todavía no estuviera segura de si iba a quedarse.
Fui al baño y, después de asearme un poco, me puse el batín que colgaba de detrás de la puerta. A pesar de que sabía que tendría que volver a mi piso, y de que me había jurado a mí misma que no me importaba, no iba a vestirme a toda prisa.
Salí del baño y vi que ella se había puesto una camiseta negra y unos boxers y que me estaba esperando sentada en el suelo, justo en el primer escalón. Bueno, pensé, al menos no se había ido.
—¿Qué quieres preguntarme? –dijo rompiendo el silencio
—¿De quién era el rosal de rosas rojas?
Santana ni siquiera intentó ocultar que mi pregunta la había pillado por sorpresa. Seguro que pensaba que le preguntaría por qué no me había acompañado a la boda o por qué era como era con relación al sexo.
No, eso quizá se lo habría preguntado antes. Antes de comprender que, si quería estar con ella, debía tener paciencia. Santana no era la única que sabía lo que necesitaba la otra.
—De mi madre. Lo tenía plantado en el jardín de nuestra casa y lo regaba cada día. La recuerdo arrodillada, con su delantal y con las tijeras de podar en una mano. Yo la ayudaba y supongo que al final terminé por aprender algo.
—¿Es el mismo rosal?
—No exactamente, cuando vendí la casa me quedé con un brote y después lo planté en mi jardín. No quería llevarme nada entero de aquella casa.
Allí estaba, era el momento perfecto para preguntarle algo más, para averiguar parte de lo que le había sucedido de pequeña. Pero no lo hice. No le pregunté nada más. Santana se habría dado cuenta de que lo estaba interrogando y la próxima vez que quisiera preguntarle algo se cerraría en banda.
—Son unas rosas preciosas. Todavía tengo la que me regalaste el día del baile; la colgué boca abajo para que se secase —le expliqué, mientras recogía mi ropa y mis zapatos del suelo.
Ella siguió mis movimientos sin decir nada y, cuando lo tuve todo, fui yo la que volvió a hablar
—Me voy a vestir, no hace falta que me esperes, ya cerraré al salir. Buenas noches, Santana.
Quería besarla, abrazarla, tumbarla allí mismo en el suelo y hacerle el amor tal como ella me lo había hecho a mí, pero obligué a mis pies a ir en dirección contraria.
—Buenas noches, Brittany
Oí que se levantaba y que bajaba la escalera. Y no negaré que me habría gustado que fuera detrás de mí, me cogiera en brazos y me pidiera que me quedara, pero al menos esa vez había sido yo la que había decidido irse antes de que ella me dejara sola en la cama.
Vestida y decidida a no derrumbarme, al menos hasta que no estuviera a solas, apagué la luz y bajé la escalera.
No vi a Santana por ninguna parte, pero encima del mueble de la entrada había una rosa roja.
Me la llevé.
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¿Que les ha parecido?
Espero y les guste mi esfuerzo de la escena Brittana ya que como es una medio adaptacion pues toda esa parte me la invente
Gracias :)
Kris_LittleCrazy***** - Mensajes : 213
Fecha de inscripción : 02/03/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Ya quiero saber cuales son los traumas de santana
Saludos
Y si te quedo bien esa parte
Saludos
Y si te quedo bien esa parte
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
San es fria como la p.......... madre!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
estuvo espectacular, pero no sabes lo que sufro esperando tus actualizaciones, bye!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
CAPITULO 26
...................................................................
Después de esa noche, después de las horas que me pasé llorando ya en casa, después que entre a hurtadillas para no tener que dar explicaciones a Rach ,llegué a la conclusión de que, efectivamente, era incapaz de separar el sexo del amor y me había enamorado de Santana López como una idiota o más que eso.Y lo peor de todo era que mis entrañas me decían que ella sentía lo mismo por mí y que, sin embargo, no iba a ceder. Santana no iba a dejarme entrar en su pasado.
Probablemente, muchas mujeres me dirían que me conformara con lo que me había dado, pero yo, aunque había intentado engañarme a mí misma al respecto, no iba a poder soportarlo.
Sí, el sexo era maravilloso, increíble, probablemente jamás volvería a encontrar una amante como ella, pero si tenía que irme de su piso más veces como esa noche, como si fuera un ligue, o algo mucho peor, mi dignidad y mi orgullo no iban a poder soportarlo. Y tarde o temprano se lo haría pagar a ella
En eso Santana sí había tenido razón. Lo nuestro, fuera lo que fuera, iba a terminar.
Ahora sólo tenía que superarlo y decidir si, a pesar de todo, de mi corazón roto y de mi orgullo herido, podía quedarme a trabajar en López & Berry
Y la respuesta, lamentablemente, era no.
No iba a volver a Lima , eso seguro. Me quedaría en New York y buscaría otro empleo, quizá Rachel pudiera recomendarme a alguien.
Estaba agotada, física y emocionalmente, y pronto volvería a llorar o atacaría la nevera y me comería una tarrina de helado entera yo sola. Para evitarlo, me eché agua en la cara, me lavé los dientes y me metí en la cama. Si tenía suerte, soñaría con Santana
Cuando me desperté la mañana siguiente, seguía decidida a decirle a Santana que no podía seguir así. No podía seguir viéndola sabiendo que la única de las dos que arriesgaba su corazón era yo. Sí, tenía que decírselo, pero una parte de mí se empeñaba en discutírmelo. Era la misma parte que sabía que ella no haría nada para impedírmelo y probablemente eso era lo que más me dolía.
El bufete no era lugar para tener aquella conversación, sin embargo, era el lugar idóneo para hablar con Rachel y empezar a cambiar mi vida. Otra vez.
Saludé a Suzzie al entrar y le pregunté si la señorita Berry ya había llegado. Al decirme ella que sí, me dirigí al despacho antes de que me fallaran las fuerzas.
—Adelante —oí que decía Rach desde dentro, tras golpear la puerta con los nudillos.
—Buenos días, Rach-dije con una pequeña sonrisa
—Buenos días, Britt pasa-dijo animadamente
—Necesito hablar contigo —dije sin rodeos
—¿Sucede algo? – pregunto extrañada-Lo cierto es que estoy un tanto enojada por que no me despertaste cuando llegaste
-Lo siento-dije cabizbaja
Me señaló una de las sillas que había delante de su mesa y me invitó a sentarme.
Así lo hice y me cogí las manos para que ella no viera que me temblaban.
—Te estoy muy agradecida por haberme dado la oportunidad de trabajar aquí. He aprendido mucho, pero… -empecé
—Un momento —levantó la mano para indicarme que me detuviera—, ¿te quieres ir? –dijo con el semblante desencajado
—Creo que es mejor que busque trabajo en otro bufete. Si pudieras escribirme una recomendación, te lo agradecería.
Ella se quedó unos segundos en silencio y me miró
—¿Es por Santana? —preguntó, con una mirada extraña, entre furiosa y ofendida.
Me sonrojé y deseé que la Tierra se me tragara. Estaba convencida de que nadie lo sabía.
—Yo no he dicho nada-negué
—No hace falta. Mira, no tienes ningún motivo para abandonar un trabajo que es más que evidente que te gusta. Y si no lo estoy —añadió, antes de que yo pudiera decir nada— tampoco. Piénsalo bien, Britt
Iba a decirle que se equivocaba, que sí tenía motivos para marcharme de López & Berry pero de repente comprendí que ella tenía razón. En realidad no tenía ningún motivo.
Lo único que me había llevado a aquel despacho había sido el miedo a sufrir, el miedo a que Santana me hiciera daño y no poder soportarlo. Y ahí era donde me equivocaba; sí podía soportarlo. Por supuesto que podía, pensé convencida. Y esa convicción salió de lo más profundo de mi ser, de una parte que, irónicamente, había descubierto gracias a Santana López. Yo era una mujer fuerte y podía superar cualquier cosa.
—Tienes razón —balbuceé, todavía algo incrédula.
—Por supuesto que la tengo —afirmó ella con una sonrisa enigmática—. Y ahora sal de aquí y ponte a trabajar. Lucia no vuelve hasta dentro de unos días.
—Claro. —Me puse en pie y la miré—. Gracias Rach
-No agradezcas Britt-dijo con una enorme sonrisa
Estaba frente a la puerta cuando sus palabras me detuvieron:
—¿Britt? Ten cuidado con Santana
Salí de allí antes de preguntarle si la advertencia iba dirigida a mí o a ella, porque sentí unos celos horribles al intuir que Rachel sabía algo de Santana que yo desconocía.
Había impedido que abandonara el bufete, pero ¿por qué? ¿Por qué su amiga ? Su razonamiento había sido perfectamente lógico, pero yo seguía teniendo el presentimiento de que algo no encajaba.
Probablemente fueran imaginaciones mías, concluí al final, y opté por centrar todos mis esfuerzos en el trabajo.
No vi a Santana en todo el día y me fui a casa convencida de que iba a tener un respiro y decidida a aprovecharlo para pensar, pero a las diez de la noche descubrí que estaba equivocada.
—¿Quién diablos puede ser a estas horas? —pregunté en voz alta al oír el timbre.
Rachel no había llegado, había salido con unos compañeros del trabajo… pero ella, lógicamente, tenía llaves de su casa.
—Soy yo, abre.
Le di al botón sin pensar. Tardé unos segundos en comprender que Santana era una engreída y una maleducada por hablarme así. Y eso era exactamente lo que le habría dicho al verla, de no ser porque, cuando le abrí, vi algo en sus ojos que me detuvo.
—¿Por qué le has dicho a Rachel que querías irte de López & Berry ? —me preguntó furiosa en la puerta del piso. Era la primera vez que Santana estaba allí y no parecía encajar—. Y sin hablar conmigo antes-dijo despacio
Bueno, al menos esa frase me recordó lo que había decidido la noche anterior.
—¿Por qué tendría que hablarlo contigo?
Me aparté de la puerta para que entrase, pero me crucé de brazos y no me acerqué a darle ningún beso.
—Brittany—me advirtió
—Brittany , ¿qué? Las normas de esto —nos señalé a las dos— están muy claras. Tú misma las fijaste y creo que hablar contigo de mi futuro profesional no estaba incluido en ninguna de ellas-espete
—No seas sarcástica
—Y tú no te hagas la ofendida y la tonta Santana
—¿Qué diablos te pasa? Ayer…
—Sí, ayer fui a tu fantástico apartamento y dejé que me follaras , pero hoy no tengo ganas.
—No hables así.
Tenía los ojos tan negros que pensé que se le fundirían de un momento a otro.
—¿Por qué no? Tú hablas así, ésos son los términos que utilizas para referirte a lo nuestro. —Ahora que había empezado, no podía parar—. Tú nunca me cuentas nada. Nada. Si quiero hacerte una pregunta, tengo que esperar siete noches. —Levanté una mano para detenerla—. Sí, sé que accedí a esas condiciones, pero —me falló el valor y se me llenaron los ojos de lágrimas—… pero —conseguí decir tras tragar saliva— tenías razón. Yo no soy así, no estoy hecha para estas cosas. Necesito algo más. No te pido que me propongas matrimonio, ni que renuncies a tus preferencias sexuales, pero necesito saber algo de ti. Algo que me permita creer que soy algo más que una mujer dispuesta a seguirte juego-finalice
—Lo eres —afirmó rotunda—. Mucho más.
—¿Y cómo lo sé, Santana?
Se quedó mirándome en silencio y la vi tan confusa que por un segundo estuve tentada de decirle que no pasaba nada, que podíamos seguir como hasta entonces, pero me contuve. Tenía que ser fuerte. Si quería tener la más mínima posibilidad de sobrevivir, tenía que ser fuerte.
—Vete,Santana . Tú misma dijiste que tarde o temprano lo nuestro terminaría.
Ella no se movió.
Me acerqué a la puerta y la abrí de nuevo.
—Mi hermano no murió en el accidente de coche. Se suicidó. El… —apretó la mandíbula y apartó la mirada un segundo—… tenía dieciséis años cuando lo hizo. Yo tenía doce.
—¡Dios mío! —Me llevé una mano al corazón.
—Yo lo encontré. —Volvió a apartar la vista un momento y vi que abría y cerraba los puños—. No me obligues a contarte nada más. —Esperó un segundo antes de mirarme a los ojos—. Por favor-pidió en un susurro
Corrí a su lado y la abracé.
—No, tranquila
Noté que temblaba, pero no como cuando hacíamos el amor, era un temblor distinto, uno que parecía salir de dentro de su alma. Se me desgarró el corazón y decidí que no pararía hasta descubrir cómo compensarlo por todo el daño que había sufrido. Ella también me abrazó y, a medida que iban pasando los minutos, noté que iba relajándose y convirtiéndose en la Santana de siempre.
—Cuando Rachel me ha dicho que te habías planteado irte del bufete, me he puesto furiosa —empezó a decir con su tono habitual—, pero cuando he podido pensar con claridad, me he preguntado cuál era el verdadero motivo de mi enfado.
—¿Y cuál es?
—Yo también necesito algo más,Brittany . —Se apartó un poco y me miró a los ojos—. No sé exactamente qué, ni cuánto, ni cómo. Ni si seré capaz. Pero sé que necesito averiguarlo. Contigo.
—De acuerdo.
—Le he dicho a Rachel que nos íbamos un par de días de vacaciones-informo
—¿Y a dónde vamos?
Podría decirle que no tenía derecho a organizarme la vida, ésa sería probablemente la respuesta más profesional y más propia de una mujer independiente, pero en aquel instante no quería ser una de esas mujeres. Quería ser la mujer de Santana
—A Italia, a un pueblo de la Toscana. Tengo una casa allí, cerca de unos viñedos con la puesta de sol más bonita del mundo. La compré hace años y tú el otro día me dijiste que uno de los mejores recuerdos que tenías era de un par de veranos que pasaste en Italia con tu familia. Ya sé que no es verano, pero quiero llevarte allí.
—Santana —Me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla—. Gracias.
Se me erizo la piel al impregnarme de su perfume
—Prepara una bolsa, nada complicado. El avión nos está esperando en el aeropuerto.
—¿Y si te hubiera dicho que no? —le pregunté, disfrutando de aquellos instantes tan íntimos y relajados entre las dos
—Habría insistido hasta que me dijeras que sí.
Santana condujo hasta una de las pistas privadas del aeropuerto , donde nos estaba esperando un jet para llevarnos a Italia. Aterrizamos al cabo de un par de horas y ella se despidió del piloto mientras yo cogía la bolsa con nuestra ropa. Bajamos y me llevó hasta un todoterreno, oscuro igual que todos sus coches, y me abrió la puerta. Volvió a besarme al ponerme el cinturón.
—Espero que sólo me ayudes a mí a abrochármelo —le dije cuando se apartó.
Santana me sonrió.
—También se lo pongo a mi abuela, pero a ella la beso de otro modo-sonrió de medio lado
—¿Tu abuela sigue viva? —le pregunté sorprendida. No tenía ni idea.
—Sí
.
—Quizá algún día… —empecé, pero en seguida me mordí la lengua.
—Me encantaría que la conocieras —admitió , entrelazando los dedos de una mano con los míos.
¡Oh, Dios!
—Gracias por contarme lo de tu hermano, ha significado mucho para mí —le confesé, porque ya no podía seguir reprimiéndolo.
—Creía que te perdía
—No vas a perderme
—Eso sí que no puedes prometérmelo. Tú sigues creyendo que soy el personaje de una novela, pero no es así.
—Pase lo que pase, no importa lo que me cuentes acerca de ti o de tu pasado, no me perderás. Tienes que creerme, Santana
—Estamos a punto de llegar. Mira.
Giramos por una carretera secundaria y tras unas rocas apareció la playa. Era una cala pedregosa en la que se escondía una única casa. Santana condujo hasta la verja de hierro y la abrió con un mando a distancia que había en la guantera del todoterreno. Aparcó en el interior de un jardín y luego bajó para abrirme la puerta y ocuparse de las bolsas.
—Quédate aquí —me dijo.
Vi que se acercaba a la casa, entraba y segundos más tarde se encendieron las luces de varias ventanas. Estaba cansada, la boda, la emoción de ver a Santana , el vuelo hasta Italia, pero en cuanto la vi salir de la casa sonriéndome y pasándose nerviosa las manos por el pelo, pensé que podía seguir despierta tanto como fuera necesario.
—Probablemente creerás que soy una bastarda, pero llevo días deseando hacer esto y no puedo contenerme más
Fue lo que me dijo antes de empujarme contra el coche y besarme con todas sus fuerzas. Se pegó a mí y noté que le temblaban las manos y que estaba muy excitada. Casi tanto como yo. Levanté las manos para tocarla, pero Santana me las cogió y las pegó al coche. Me besó y con la lengua imitó los movimientos que ambas queríamos hacer con otras partes del cuerpo. Gemí. Se me aceleró el corazón y se me derritieron las rodillas. Y pensé que moriría allí mismo si no me hacía el amor. Me cogió en brazos y me susurró:
—Sujétate a mí, cariño.
Subió los escalones de dos en dos y me llevó hasta una habitación con una cama con dosel y con preciosas vistas al mar y a la luna. Me dejó de pie frente a ella y se apartó.
La vi acercarse a su bolsa y luego volvió a mí con la cinta negra de seda entre las manos y algo más, una especie de pequeño saco negro de raso, que dejó junto a la cama.
—¿De verdad quieres saberlo todo de mí? —me preguntó, mirándome a los ojos.
—Sí-dije nerviosa por la excitación que sentía
Respiró hondo antes de volver a hablar.
—Necesito hacer esto,Brittany. Por primera vez en mi vida quiero compartirlo todo con otra persona. Contigo. Quiero ser yo. Sin disfraces, sin mentiras, sin secretos. No sé si seré capaz de lograrlo, pero quiero intentarlo. Estoy dispuesta a todo con tal de no perderte.
—No me perderás —le repetí.
—No me prometas nada todavía.
—Está bien —accedí.
—Cierra los ojos y deja que te los vende. Te enseñaré qué es lo que quiero, lo que necesito, del único modo que soy capaz-susurro a escasos centímetros de mi rostro
Los cerré.
.....................................
Chicas les aviso que ya estamos a dos caps de terminar jejeje mas el epilogo
Una cosa mas me apoyan ...? UN LIKE porfa
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=779447172071609&set=a.774217582594568.1073741857.639246429425018&type=3&theater
Gracias :)
Kris_LittleCrazy***** - Mensajes : 213
Fecha de inscripción : 02/03/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
ESPECTACULAR! que si te apoyo ? al cien por ciento! tremanda historia, muy secretamente tenia la esperanza de que Brittany no fuera solo un buen polvo para Santana, totalmente feliz y esperando la actualizacion!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
hola!!! nueva lectora
woo. me dio curiosidad
empeze a leer y woooo me lleva o una sorpresa
me gusto el fic me. intriga que pasara cuando san
despierte y que fue lo que paso en esa discucion que tuvieron para separarse.. y el accidente que lo provoco
y todo bien relatado wanky aveces
genial fiel lectora de lo que queda de historia
saludos!!!
woo. me dio curiosidad
empeze a leer y woooo me lleva o una sorpresa
me gusto el fic me. intriga que pasara cuando san
despierte y que fue lo que paso en esa discucion que tuvieron para separarse.. y el accidente que lo provoco
y todo bien relatado wanky aveces
genial fiel lectora de lo que queda de historia
saludos!!!
raxel_vale****** - Mensajes : 377
Fecha de inscripción : 24/08/2013
Edad : 34
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Hola. Como estas?
Bueno con ansias del siguiente capitulo
Saludos
Bueno con ansias del siguiente capitulo
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Chicas un y mil perdones :S lamento no haber podido actualizar ,excusas miles ,ocupada mil por eso de las preinscripciones a la uni y los trabajos de este ultimo semestre en la prepa
Pero aqui esta el cap
CAPITULO 27
Santana me tapó los ojos con la cinta de seda negra y bastó con que la tela me tocara la piel para que mi cuerpo y mi mente empezaran a derretirse de deseo. Después noté que bajaba las manos por mi torso y las detenía en los botones del vestido. Los desabrochó uno a uno, acariciándome con los nudillos la piel que iba dejando al descubierto. Cuando terminó, deslizó las mangas por mis brazos y me dejó en sujetador. Durante unos segundos que a mí me parecieron horas, no me tocó. Podía oírla respirar, sentir el calor que desprendía su cuerpo tan cerca del mío, pero no podía verla.
Colocó una mano en uno de mis tobillos y me sobresalté y Santana me besó detrás de la rodilla para compensarme. Se había arrodillado entre mis piernas y me estaba quitando las botas. El sonido de la cremallera abriéndose resonó en mi mente. Me recorrió los muslos con las manos, suave y lentamente, levantando los dedos de vez en cuando para hacerme cosquillas, hasta llegar al encaje de las medias. Deslizó primero una y, en cuanto llegó al final, repitió el camino que habían trazado sus dedos con los labios. Besó todas las pecas que encontró a su paso antes de hacer lo mismo con la otra pierna.
Oí que se ponía en pie y se despojaba de sus prendas. Y supe que no se había desnudado del todo, porque cuando volvió a acercarse a mí, la tela de sus bragas me rozo la piel
—Eres preciosa —me susurró antes de besarme y de cogerme en brazos. Sólo recorrimos unos metros y, cuando volvió a dejarme en el suelo, noté el cochón de la cama tocándome las rodillas—. Sé que siempre te pido que no digas nada,Brittany , pero esta vez, necesito oír tu voz. Necesito saber qué sientes. ¿De acuerdo?
Tuve que humedecerme los labios para poder contestar.
—De acuerdo.
—Voy a atarte las muñecas a la cama. Levanta los brazos, por favor.
Levanté primero el derecho. Santana me cogió la mano y depositó un beso en mi palma. Luego me la llevó hasta el poste de la cama y yo lo rodeé con los dedos.
—Es de seda, igual que la venda de los ojos —me explicó, mientras me ataba la muñeca a la madera.
La tela era suave, pero los nudos de Santana conseguían retenerme. Cuando terminó de hacer el último, tiró de la cinta y, al parecer satisfecha, me besó la muñeca y siguió dándome besos hasta llegar al cuello. Después repitió el proceso con el otro brazo.
Yo estaba de pie frente a la cama con Santana a mi espalda, los ojos vendados y los brazos atados a los postes. Quizá tendría que haberme asustado, pero mi corazón sabía que ella jamás me haría daño y que no abusaría de la confianza que yo le estaba demostrando.
—¿Estás bien? ¿Te duelen los brazos?
—No.
Oí que se movía y esperé ansiosa a que me contara qué quería hacerme. La oí caminar y respirar profundamente y luego se pegó a mi espalda y me tiró del pelo para darme un beso en los labios.
Hasta ese beso, siempre había tenido la sensación de que Santana se contenía y en ese momento comprobé que era verdad. No me besó, me devoró con su lengua, sus dientes y sus labios. Me retuvo inmóvil con la mano que había enredado en mi pelo; no me hacía daño, me sujetaba lo justo para que yo no pudiera moverme hasta que ella me lo permitiera. Y si hubiera dependido de mí, jamás me habría apartado.
Santana me besó sin censura, sin intentar frenar la pasión y cualquier deseo oscuro que yo le despertara. Los movimientos de su lengua eran obscenamente sensuales, la fuerza de su mandíbula me impedía cerrar la mía y sus dientes parecían obsesionados con morderme el labio inferior siempre que yo me apartaba un poco.
Gemí.
Ella también.
Nuestros cuerpos intentaron sincronizar sus movimientos. Mis pechos subían y bajaban, ansiosos por sentir sus manos, me quemaba la espalda justo donde el torso de ella se apoyaba en mí.
—Tus labios me vuelven loca —me confesó con la respiración entrecortada al apartarse—. Su sabor —me lamió el labio inferior—, su forma —el superior—, cómo tiemblan cuando te beso. No soporto pensar que han temblado así por otra persona
—Jamás —le dije con la voz ronca—. Nunca habían temblado por nadie hasta que te conocí.
—Dios —masculló, y aflojó los dedos que me retenían el pelo y se apartó—. ¿Confías en mí?
—Completamente, Santana . Te quiero.
—No me basta con eso, Brittany. Mi madre me quería y no luchó por mí; y mi padre decía que quería a mi madre pero la insultaba a diario mientras se acostaba en secreto con su hermano.
—Habría dado cualquier cosa para protegerte, Santana , pero lo único que puedo hacer es decirte que nada de eso era amor.
—Todavía no puedo contarte lo que sucedió con mi tío cuando tuve que irme a vivir con él. No puedo.
La sentí temblar y me apresuré a tranquilizarla
—No hace falta que me lo cuentes.
—¿Cómo es posible que confíes tanto en mí? ¿Cómo sabes que no te haré daño? —me preguntó, confusa de verdad y muy enfadada. ¿Consigo misma?—. Te he
vendado los ojos y te he atado las muñecas a los postes de una cama y, a pesar de todo, no tengo intención de soltarte.
—Puedes hacerme lo que quieras, confío en ti-dije decidida
—Es imposible que sepas lo mucho que me afecta oírte decir eso. Se me revuelven el corazón y las entrañas y me excito tanto que tengo miedo de hacer el ridículo. No puedo ocultar lo que siento, Brittany .Necesito poseerte, saber que eres mía por dentro y por fuera.
Inclinó la cabeza y me dio un beso en la clavícula y luego otro, y otro.
—Quiero marcarte, quiero que todo el mundo sepa que eres mía.
Me mordió y succionó hasta que me dejó una marca en el cuello. Yo me estremecí sólo con imaginarme sus dientes en mi piel. Se apartó y me retiró el pelo de la espalda para besarme la columna. No se dejó ningún trozo y mientras, con las manos fue acariciándome los pechos. Poco a poco fue arrodillándose y me besó la parte trasera de los muslos, de las rodillas y de las piernas.
Y con las manos me acarició suavemente por encima de las braguitas. Nunca me había sentido tan deseada, tan adorada….solo con ella
Cuando terminó de besarme el tobillo del pie izquierdo, yo apenas recordaba cómo respirar y mis labios se morían de sed por sus besos. Oí el ruido del colchón y deduje que Santana se había puesto de rodillas en él para quedar delante de mí.
—Tengo un látigo, lo encargué para ti. Para nosotras. Con la misma cinta de cuero que colgaba de la llave. —Me acarició la muñeca y me estremecí—. El cuero es muy suave y no te cortará la piel, pero sí lo notarás.
Justo entonces, noté las cintas de cuero de las que me hablaba deslizándose por entre mis pechos.
—¿Lo ves?
—Es muy suave —balbuceé, porque a mi mente le estaba costando procesar lo que estaba sucediendo.
—Necesito hacer esto Brittany .Necesito saber que confías en mí, que puedo darte placer enfrentándome a mis más oscuros deseos. Necesito saber que no soy un monstruo.
—No lo eres.
—Quiero pegarte con un látigo.
—No eres un monstruo…
No había terminado de pronunciar la última palabra cuando Santana me cogió por la nuca y me dio un beso tan intenso como el primero. Las dos estábamos temblando. Supe que esa noche nos cambiaría para siempre y deseé con todas mis fuerzas que siguiésemos juntas cuando saliera el sol.
Santana me soltó y bajó de la cama. Esperé impaciente, nerviosa.
—Me duele mirarte y eso me asusta —dijo entre dientes y oí el cuero en el aire un instante antes de que me golpease la espalda. No me dolió, pero sí noté un escozor y me tensé—. Hace años, juré que nunca más estaría asustada. —Otra cinta me golpeó a escasos centímetros de la primera. Me dolió, pero cuando pensé que estaba entregándome a Santana , que estaba haciendo aquello porque ella lo necesitaba, me estremecí y gemí—. Quiero meterte dentro de mí —otro movimiento de aire y el látigo me rozó la cintura y la cadera—, quizá así no me abandones. Tu piel… —Se le quebró la voz y oí que algo caía al suelo.
Iba a contestarle, pero ella empezó a recorrerme las marcas del látigo con sus labios y noté que algo me mojaba la espalda. ¿Santana estaba llorando? Me besó con desesperación las marcas que yo todavía no había visto, pero que empezaba a sentir. Ella parecía no tener bastantes manos ni bastantes bocas como para darme todos los besos que quería.
—Tienes mis marcas en la piel. Eres mía-dijo contra mi piel
—Soy tuya.
—Mía.
Me mordió la nalga derecha y tiró de las braguitas hasta romperlas. Me penetró con dos dedos y comprobé que tan excitada estaba ….yo quería tocarla…eso deseaba
—Dilo otra vez —me ordenó junto al oído.
—Soy tuya.
Me mordió el lóbulo y empezó a mover sus dedos dentro de mi
—No, no te muevas —me indicó y su otra mano la enredó en mi pelo y me echó la cabeza hacia atrás—. No voy a dejar de besarte.
Asentí, a pesar de que Santana no me había pedido que lo hiciera, y noté sus labios sobre los míos. Al principio se movían con languidez, pero poco a poco su lengua fue imitando la cadencia de sus dedos
Senti su sudor …me escocía
La prueba del amor que sentía por Santana .
Su lengua iba a arrebatarme la poca cordura que me quedaba
—Quiero que te corras, Brittany .Estás muy excitada y no podrás aguantar más—Me lamió el cuello y yo gemí—. Quiero que te corras una vez, ¿crees que podrás hacerlo, cariño?
—Sí —sollocé.
Me besó en la frente y luego volvió a besarme en los labios y movió ligeramente la mano que descansaba encima de mi clítoris. Alcancé el orgasmo
—No seas mala, Brittany
Intenté respirar, pero los temblores seguían recorriéndome el cuerpo y ella no dejaba de mover el pulgar sobre mi clítoris, ni de besarme….
—Tranquila, cariño. Ya está, lo has hecho muy bien. Deja que siga haciéndote el amor, eso es. —Me acarició la cintura y mi cuerpo empezó a moverse al ritmo del suyo—. Deja que yo me encargue de todo.
Volvió a llevarme a lo más alto del placer, no hubo ni una parte de mi cuerpo que no tocara o besara. Me llenó de besos, salió de dentro de mí durante unos minutos para besarme las nalgas y los muslos, y luego volvió a penetrarme esta vez con tres dedos y a empezar de nuevo.
Me pidió que tuviera otro orgasmo y mi cuerpo obedeció al reconocer que estaba entregado a aquella mujer para siempre.
Me pellizcó los pechos y las nalgas, hizo realidad las fantasías que yo no sabía que tenía. Me dio cachetes en las nalgas y me mordió y lamió hasta que creí que siempre había tenido el olor de Santana impregnándome la piel. Yo no podía más, mis huesos se habían derretido tantas veces que apenas recordaban su forma.
Y lo único que me mantenía en pie eran las cintas que me ataban a la cama.
—Una última vez, Brittany
—No puedo, Santana —confesé, a pesar de que notaba que volvía a excitarme.
—Una última vez, cariño. Hazlo por mí, porque te lo pido yo. Necesito oír una vez que me perteneces.
—De acuerdo, Santana .
Me echó la cabeza hacia atrás y me dio otro beso, esta vez más dulce y tierno.
—Ahora saldré de dentro de ti y me colocaré de rodillas en la cama; esta vez quiero abrazarte. Lo haremos despacio, no quiero hacerte daño.
No dije nada, su voz me tenía hipnotizada y mi cuerpo sencillamente esperaba ansioso cualquier caricia que proviniese de ella
—Vamos, cariño, una última vez —me insistió, al colocarse en la cama.
Me penetró de nuevo y abrazó con la mano libre al mismo tiempo y empezó a besarme igual que antes.
Yo me entregué, me rendí por completo a sus labios y ella se estremeció
Me mantuvo abrazada durante todo el orgasmo ,y ella reposo su cabeza en parte de mi hombro,sentí su respiración entrecortada
Pasados varios minutos, Santana se apartó y se bajó de la cama. Noté que aflojaba las cintas de los brazos y que me los soltaba y, como siempre, me los
masajeó. Luego me quitó la venda de los ojos y me dio un beso lleno de ternura en la boca. Yo casi no podía moverme y dejé que me tumbase en la cama y me tapara
Cerré los ojos, convencida de que se acostaría a mi lado y me abrazaría, pero cuando volví a abrirlos, horas más tarde, comprobé que había dormido sola.
Y algo se rompió dentro de mi alma.
El sol entraba por la ventana. Estiré los brazos y vi las marcas en mis muñecas.
—Dios mío.
Me incorporé y sentí dolor en las piernas y la espalda. Vi un batín de seda encima de la cama, me lo puse y fui en busca de un baño.
Acerté con la primera puerta a la derecha y entré. Me miré en el espejo y no me reconocí; tenía ojeras, los labios cortados y un impresionante chupetón en el cuello. Me quité el batín y vi que tenía las marcas de los dedos de Santana por todo el cuerpo y, cuando segundos más tarde, me atreví a darme la vuelta para mirarme la espalda, descubrí las marcas del látigo.
Aquélla no era yo.
Era imposible que lo fuera.
Yo no había dejado que Santana me hiciera esas cosas. Era imposible que hubiera sentido placer, pero mis propios recuerdos me traicionaron y me convirtieron en mentirosa.
¿Qué significaba eso? ¿Acaso lo de Jake me había afectado tanto que ahora necesitaba que alguien me mordiera para sentir placer? Dios mío, no podía pensar. Le había dicho a Santana que la quería, pero ella no me había dicho nada. Oh, sí, había dicho que no creía en el amor y que lo único que deseaba era que yo le perteneciera
¿Cómo? ¿Qué diablos significaba eso?
Iba a tener un ataque de nervios. La noche anterior el placer me había nublado la mente, pero ahora las dudas me carcomían y me hacían dudar de la belleza de lo que Santana y yo habíamos compartido.
Y ella no se había quedado a dormir conmigo.
Me vestí y fui a su encuentro. Bajé al piso inferior de aquella casa de la que no había visto nada y la encontré en la cocina, preparando el desayuno.
—Buenos días —me saludó.
—Quiero volver a casa-dije sin más y de manera automática
A ella le tembló la taza que sujetaba en la mano.
—¿Ahora?-pregunto
—Lo antes posible.
—¿Te encuentras bien, te hice daño? —me preguntó preocupado, dando un paso hacia mí.
Levanté una mano para detenerlo y ella comprendió el gesto.
No era el dolor físico…sino el emocional y eso era lo que más me afectaba
—Quiero irme a casa —repetí.
Santana me miró a los ojos y yo vi en los suyos que le dolía mi reacción, pero me sentí incapaz de hacer nada para consolarlo. Yo le había entregado mi confianza y ella, retales de su pasado.
Y el sexo… ni siquiera me atrevía a pensar en eso. Era demasiado.
—Comprendo —dijo y en ese preciso instante le cambió el semblante—. Llamaré al aeropuerto para que organicen el vuelo.
—Gracias.
—Puedes ir a preparar el equipaje, no tardaremos en salir.
—Gracias —volví a decirle.
—De nada.
Apagó la cafetera y se lavó las manos con movimientos mecánicos.
—Sólo necesito tiempo, Santana —reconocí al fin, porque no soportaba verlo de aquella manera.
—Está bien —accedió —. Creo que yo me quedaré aquí unos días. El avión te llevará a casa y en el aeropuerto tendrás un coche esperándote.
—¿Cuántos días?
—Dos, tres a lo mucho
—¿Podemos vernos cuando vuelvas?
—Si tantas ganas tienes de verme, ¿por qué te marchas ahora? —me atacó—. Lo siento, no tendría que haber dicho eso-se reprimió a si misma
—No, tienes razón. Estoy confusa y contigo cerca no puedo pensar. Y ahora necesito pensar.
—De acuerdo.
—Iré a preparar el equipaje —le informé.
Era una excusa para irme de allí. Si seguía mirándola terminaría cediendo y quedándome y eso no nos haría bien a ninguna de las dos.
—Te llamaré cuando llegue y, si quieres, podemos vernos en mi apartamento.
—Allí estaré.
......................................
¿Que les parecio?
A mi me da por medio odiar amar a Santana nose a ustedes
Gracias
Kris_LittleCrazy***** - Mensajes : 213
Fecha de inscripción : 02/03/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Que bueno que volviste!!!
Fuerte el capitulo!!!! Me encanto!!
Espero que no desaparezcas y termines la historia!!
Fuerte el capitulo!!!! Me encanto!!
Espero que no desaparezcas y termines la historia!!
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Porfavor no te tardes en actualizar
Cada vez esa mejor
Saludos
Cada vez esa mejor
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Muy bien regreso, estuvo muy bueno el capítulo.
Espero tu actualización, no te demores mucho, saludos. :)
Espero tu actualización, no te demores mucho, saludos. :)
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
me encanto el capitulo, pero cual es la estupidez de BRittany? Santana fue sincera con ella, le dijo lo que ella necesitaba y ella acepto, entonces cual es el drama ahora, no entiendo!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]Fic Brittana-90 Días-Aviso + Pregunta (15/julio/14)
Wow, definitivamente me encanta este fic, Cuando subes un nuevo cap?
RBrittana* - Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 24/04/2014
Edad : 25
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
kamilittaz***** - Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 08/05/2014
kamilittaz***** - Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 08/05/2014
kamilittaz***** - Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 08/05/2014
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