[ FIC—KLAINE] "GRACIAS POR FORMAR PARTE DE MI" —EPÍLOGO— ACTUALIZADO (13/06/2014)

— Santana, ¡ESTO ES LA GLORIA!— grité, en un sonido regocijante. Ya que este antro era la pura gloria. Lo  amaba, era sencillamente lo mejor de lo mejor. Amaba todo, su música, la iluminación, decoración ambiente, exactamente TODO.

— Te lo dije—recalcó, la voz de mi amiga. Yo asentí con mi cabeza y seguí bailando con todas la chicas, las cuales parecían una macarena ahí meneando el esqueleto.

Luego de un rato comencé a sentirme un poco cansado. Gire mi cuello y a lo lejos logre ver una mesa vacía.

— chicas me iré a sentar — anuncie al grupo de chicas que bailaban muy desenfrenadamente. Ellas asintieron con su rostro y me fui directo al lugar que había apartado con mi mirada.

Al llegar me aplaste de un golpe en la silla, sintiendo como una corriente se atravesaba muy cálidamente por mis extremidades. — ¡ahh!, ¡qué alivio!— suspiré muy apaciguo. Mientras colocaba mis pies sobre la otra silla.

— hola, ¿puedo sentarme?— sonó la voz de un desconocido muy cerca de mi aparato auditivo.

Gire un poco mi cuello para poder verle justo al rostro. Y al momento que lo vi me quede pasmado, era un chico realmente guapo,  con unos rasgos finos y muy bien esculpido en todo su cuerpo y su rostro parecía al de un actor de cine.

— ¡Claro!— respondí apartando mis pies de la otra silla.

— Gracias— resonó su voz, mientras recargaba su parte trasera en la silla.

— de nada— susurré .

El me dedico una sonrisa muy cálida y bajo su mirada al vaso que traía sujetado en sus manos.

— ¿Primera vez?— preguntó, levantando su rostro al estado natural. Lo vi  directo a los ojos,  me quede analizando  su rostro  y realmente era guapo, y mucho

—Primera — recalqué, meneando mi rostro de arriba abajo.

— ¿y tú?— pregunté ahora yo.

— No, ya he venido varias veces. Y justo ahora invite un amigo que conocí, pero me dijo que surgió algo. Por tal, ¿no pudo?— respondió, llevando directo a su boca la orilla del vaso que tenía entre sus manos. Bebiendo un poco del contenido entre negro y café, que este contenía. 

— oh, qué mala onda— comenté, poniendo una cara triste. — pero, ¿te la has pasado bien? — pregunté.

— Si, no me quejo — respondió él, dejando una sonrisa plasmada.

Ambos seguimos hablando por no cuanto tiempo, pero no era tan mala persona. Este chico era adorable y me contó del chico que no lo pudo acompañar ahora. Me dijo que fue amor a primera vista, que lo vio ahí parado buscando a alguien con su mirada, y él al verle se fue imprimando poco a poco de esa figura tan angelical y única. Hasta que tuvo en valor de ir a donde él y hablarle. Y así pasaron platicando de varias cosas, hasta que llego la persona que el andaba buscando y los interrumpió. Pero también me contó que le pido el  numero teléfono y que desde el instante que el otro chico se lo dio no ha parado de hablarle, ya que cada vez que escucha su voz, siente como las mariposas revolotean por todo el interior de su estomago.

— kurt, ya es hora— refuto  la voz de santana. Interrumpiendo la plática.

— Espera que me despido— le anuncie.

— ¿y este quién es?— preguntó, asiendo un gesto de mal gusto.

— ¡Este!, ¿a quién tu llamas?— le dije, haciendo una expresión molesta. — se llama….

— ¡chicos!, ¡ya es hora!— interrumpió la voz de quinn.

— Bueno es un placer, chico porno — saludo santana, tomando la mano que el chico le estaba  alargando.

— ¡SANTANA!— grite lleno de vergüenza.

— ¿Qué? — preguntó, frunciendo su entre ceja. — A caso no le has visto su físico — agrego, señalando al chico. El cual solo sonrió ante tal comentario.

— Por favor perdónala— le suplique al chico. — lo que pasa, es que su mama cuando era muy pequeña la boto de la cama y por eso le falta uno, bueno le faltan muchos tornillos— le explique, acercándome un poco a él. 

— ¿No hay problema?— mustió con una sonrisa  él. — pero, espero verte otra vez— añadió.

— Dalo por hecho — le confirme.

Santana me tomo del brazo y como alma que lleva el mismísimo Satanás me jalo hasta la salida de la puerta. Y  una  vez que entramos todos al auto comenzaron las preguntas.

— ¡Aja!, ¡picaron!, ¿Que hay entre tú y el güerito?— pregunto Rachel, oprimiendo con su dedo una de mis costillas.

— Nada— le conteste con mucha sencillez.

— eso dices por fuera. Pero por dentro, ¡estás que te mueres por él! — salió a flote la voz de santana. 

— ¡En serio chicas!, entre ese chico y yo, ¡nada de nada!,  Además  yo ya tengo a mi blaine— les reafirme muy seguro y firme.

Ellas pudieron decir que estaba loco y la verdad es que si. Yo estaba loco pero de amor por ese hombre tan magnífico y único para mí ( Blaine). Además no le veía el problema de hablar con otro chico, ósea, el hecho de que sea gay, no significa que todos los chicos me atraigan, ¿ verdad?

Santana condujo hasta la preparatoria, pero esperen, ¿por qué ella nos trajo hacia aquí y no a nuestra casa? Quite el cinturón de seguridad y una vez todos tocamos el suelo con nuestros pies me detuve.

— ¡Santana!, ¿Qué hacemos de nuevo aquí?— le pregunte, cruzando mis brazos.

— es que… MR. Shuster me pido que los trajera, ¿por qué necesita decirnos algo?— contestó.

La analice por una milésimas de segundos y a simple viste vi un nerviosismo en su rostro, pero ¿por qué me miente?, ¿acaso oculta algo?

Ella de igual forma me miro fijo a los ojos, pero los parto casi de inmediato, rodee los míos y al ver como todas ellas tomaban el paso también hice lo mismo. Tina, quinn, santana, mercedes y brittany tenían una mirada sospechosa mientras caminábamos por los solitarios pasillos, y eso me asusta un poco, ¿qué traman?

— Pasen— nos invitó santana, haciendo una mueca hacia adelante con  su mano.

Rachel me vio, arqueo una de sus cejas y ligero capte el mensaje de ¿qué sucede?, Con mis hombros alzados le conteste que no tenía ni idea, pero al parecer las  5 que estaban tras nuestro si sabían la respuesta. Me gire e iba a preguntar que ocultaban, cuando dos manos muy fuerte me sujetaron del cuerpo, una de ellas se posesiono de mi cintura y otra me tapo la boca, evitado el que yo pudiera gritar.

Nos atrajeron hasta el oscuro salón, quise gritar pero se me era imposible, ¿ qué rayos pasaba?  

— ¡oigan, suéltenme ¡— pude escuchar que pedía la voz de Rachel. Mientras yo también intentaba liberarme de esas fuertes manos que me tenían muy sujetado de los hombros. Pero no conseguí nada. Esa  persona me sentó en una silla.

— tranquilízate— me ordeno esa voz masculina  muy ronca.

No pude hacer más que hacer lo que él me ordeno. Me tranquilice, sentí como alejaba sus manos de mi cuerpo y en ese momento vi la oportunidad perfecta de escapar. Me pare e iba  salir corriendo, cuando de la nada se escucho una melodía y seguido de ello una voz, que al instante reconocí.

— FINN— susurré, al escuchar que comenzaba a cantar  esa voz.

De repente todo se aclaro. Cerré mis ojos de un solo impacto ya que la luz me había molestado un poco, pero cuando los comencé a abrir poco a poco, mi quijada cayó al suelo de un solo golpe. El lugar estaba realmente diferente;  adelante por donde siempre se encuentra la pizarra la adornaba una hermosa pancarta el cual decía “ERES EL AMOR DE MI VIDA”, las  ventanas y  casi todas las paredes del salón estaba adornada de globos, corazones y muchos arreglos realmente preciosos y para finalizar el piso estaba cubierto  por muchos pétalos de rosas color rojos.

Dirigí mi rostro hacia la voz de finn, luego me giro hacia donde Rachel quien estaba igual o más confundida que yo. Escuche un poco mas y  a los 40 segundos acompaño a la voz de finn otra voz, mejor dicho la voz más hermosa y armoniosa que mi oídos han tenido el privilegio de escuchar antes. Y esa voz era la de blaine, la podía reconocer  hasta con los ojos cerrados. Ambos se acercaron  y al verse el uno al otro se sonrieron.

Los dos chicos ahí en frente nuestro se giraron susto en el momento que nuestras miradas captaban toda su atención. Avellana y celeste se miraron fijos y en ese instante no pude retener la sonrisa que estaba retenida en mi rostro. Blaine al ver mi sonrisa me correspondió con el mismo gesto.

Ambos se acercaron a nosotros  « Finn a Rachel y blaine a mí». Blaine tomo una de mis manos y me dedico una sonrisa; una de esas sonrisas que hacer que tu corazón de acelere de inmediato y sentir las piernas como gelatina.
Y así con la mirada fija en mi continuo cantando.


Sentí que volaba, esta canción la conocía a la perfección. Justo en ese momento recordé el momento que blaine y yo la escuchamos, pero lo que más recuerdo fue cuando me dijo “con esa canción te voy a sorprender”, y efectivamente no mintió, en estos momentos siento como mis piernas pierden equilibrio y por mi pecho hay algo que me apreta y me pide a gritos Sali.

Esa era nuestra canción, con la cual decía todo su amor hacia mí. Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas, esas lágrimas que no eran de tristeza sino que de felicidad y una felicidad tan grande.

Ambos se regresaron al puesto que tenían antes  y siguieron cantando la última estrofa.


Al terminar ellos dos se acercaron el uno al otro, se sonrieron y automáticamente se dieron un fuerte abrazo. Rachel me observo con una mirada de interrogación, arquee una ceja, eleve mis hombros y con un medio puchero le día entender que no tenia de idea de lo que estaba ocurriendo, es que todo era muy confuso, pero a la vez claro, la canción, los adornos, todos ahí significaba una cosa o blaine me quería pedir ser su novio o realmente se había dado cuenta de mi colección de coronas para reinas y por eso me quiera dejar, lo sé soy un exagerado, pero mis ansias me carcomían por dentro. ¡Qué diablos pasaba aquí!

— ¡kurt!— hablo de manera un poco elevada la voz de blaine, sacándome de mis pensamientos. 

Al instante lo mire directo a los ojos y me quede pasmado ante tal brillo que estos deslumbraban, era un brillo muy especial, el cual te confundía con ternura y dulzura.

— Si, dime— susurre.

Vi como a paso lento se acerco hasta mi asiento y cuando llego se inclino de rodia, cogió de manera suave y delicada mi mano, elevo su rostro y me dedico la más bella de sus sonrisas. 

— antes de pedirte lo que mas importante quiero comenzar con..

Me quede muy atento a esas pocas palabras que por esa bella rosada y suave boca salían. Levante un poco mi vista para ver a los demás, quienes estaban con una sonrisa muy boba pegada en su rostro. De igual manera no entendía nada, pero en estos momentos eso no importa. Es más quiero escuchar lo que mi príncipe quiere decirme. Así que de nuevo puse toda mi concentración a él. 

— kurt, desde el día que te conocí supe que eras muy especial, aun recuerdo ese día en el que vi tu rostro por primera vez, fue cuando la manga de tu  suéter se quedo trabada en el casillero— todos los ahí presente se rieron al escuchar esa narración, me sentí un poco avergonzado, pero a la vez era ¿Cómo?, ósea que blaine se acuerda de aquel día, el cual también fue donde él se gano mi corazón. — kurt, desde ese día mi alma sintió lo que me cuerpo no, fue como hacer clic y decir ahí estas, te estuve buscando en toda mi vida. Y en verdad lamento haberte hecho sufrir todo este tiempo atrás, cada noche que me levanto y recuerdo ese suceso ya pasado, me dan ganas de llorar y matarme. Ya que como pude hacerle algo a la persona  más bella de este mundo.

Blaine comenzó a llorar ante esas desgarradoras palabras, sentí como mi corazón se estrujo en mi interior. No podía verlo de esa manera. Con mi mano limpie sus lagrima, y con las palma de ella agarre su perfecto rostro, lo acerque a mí y le di un beso, dejando un “todo está olvidado”, una vez que me aleje de ellos.

El me miro con esa mirada tan bella y radiante, seguido de eso una sonrisa y continúo con su discurso.

— kurt, por el día de hoy quiero que sepas que soy realmente feliz, nunca pensé conocer la felicidad, pero viniste tu y cambiaste ese concepto por completo. Y por eso quiero…

Llevo su mano hasta la bolsa de su pantalón, por los movimientos vi como entre ella tono algo que tenia ahí dentro. La haló y una vez su mano estuvo libre de la bolsa de su pantalón pude ver una cajita color azul. Sentí como mi corazón se acelero de una manera realmente impresionante, el pulso me fallaba, las lágrimas pedían a gritos salir y todo lo que sentía en ese instante era real y extrañamente especial.

— kurt, serias mi novio— pidió, levantando la tapa de arriba de la caja. Dejando al mismo tiempo la marca de su sonrisa tan bella y radiante.

Me quede pasmado, en serio blaine había dicho eso, o estaba soñando. Presiento que en cualquier momento voy a despertar y todo esto será solo parte de una fantasía. Pero no, todo se siente muy vivo. Vamos kurt responde, anda mira al chico ahí arrodillado frente tuyo.

— bla… blaine— tartamudee — ¡SI!, ¡SI!— grite muy emocionado. Y como no, si el chico más guapo, romántico, cariñoso y perfecto del mundo me estaba pidiendo ser su novio.

Blaine al escuchar esas escasas palabras dio la sonrisa más grande de sí mismo. Con su manos muy temblorosa saco el precioso anillos de plata, dirigió su mano a la mía, con delicadeza introdujo en la yema de mi dedo el anillo y de poco a poco lo va introduciendo, hasta dejarlo al tope. Una vez lo tuve puesto en mi dedo, levante mi mano. La acerque a centímetros de mi rostro. y aprecie la hermosa joya.

Y es que no me lo creía, yo el chico sin esperanzas de encontrar el amor, ¡era el novio! del hombre que nunca pensé se fijase en mi. 
Baje mi rostro hasta el suyo. Él aun yacía ahí de rodias, visualizando cada uno de mis gestos. Le di las Mas grande de mi sonrisas, con la palma de mi mano lo invite a ponerse de pie y una vez estuvo a mi altura me lance a esos labios. Los cuales muy cordialmente me recibieron.

— kurt, ¡te amo!— susurro muy pegado a mis labios. No lo deje que dijera más, ya que con mis labios caye cada una de sus palabras, y la verdad nunca, nunca quisiera separar mis labios de los suyos. Eran realmente mágicos y con un sabor lleno de gloria y amor.

Escuché los aplausos de todos los ahí presente, me separe de él para ver el panorama y con lo que me encontré fue con unos rostros llenos de felicidad y ternura, bueno tina como siempre estaba llorando, de eso no me impresiono. 

Santana por su parte levanto su rostro, dio una sonrisa a blaine. Encerró  en un puño su mano y levanto su dedo pulgar, como diciéndole a blaine  “BIEN HECHO”. En gesto de agradecimiento le di la más sincera de mis   sonrisas y ella no dudo en regresarme el gesto de la misma manera.

— ¡Rachel!— se escucho en el salón. Todos nos concentramos en esa voz la cual provenía de la boca de finn. 

La morena al igual que yo y todos los demás presto su atención al chico que tenia ahí enfrente suyo. El se acerco muy sigilosamente e imito la misma acción que blaine hizo hace aproximadamente 10 minutos. “no puedes ser” me dije para mis adentros, en serio estaba pasando lo que en mi mente pensé. Y efectivamente fue así, el grandulón de finn estaba ahí de rodillas pidiendo a mi amiga que fuese su novia. Y al juzgar  el rostro lleno de mucha sorpresa de Rachel, no me quedo la menor duda que estaba que estallaba por dentro.

— SI, SI, SI— grito ella, abalanzándose de un golpe sobre mi amigo.

Todos nos reímos al ver esa acción, pero ellos parecían disfrutarlo. Finn ahí en el suelo rodeo la estrecha cintura de Rachel, la miro fijo a los ojos. Esperando, a que ella le dijera que si la besara. Ella lo miro de igual manera y no espero a que él le dijera o reaccionara, fue ella quien de un instante a otro lo beso, así espontáneamente.

Al ver esa acción de mis dos amigos, eleve un poco mi mirada y vi el ángulo perfecto, en donde se podía apreciar todo ese rostro tan fino y perfecto, el cual era de ¡mi, novio!

El directamente vio mi acción y de igual forma invoco si mirada a la mía. Nos quedamos fijos el uno al otro, pero una fuerza, energía y no sé que, nos atrajo a un nuevo beso.  

— eres todo mío—sollozo, mientras con su mano  atrajo a nuestros rostros la mano en la que traia el anillo puesto. Ambos miramos el anillo, y en un sin qué y para que lo bese.

— Tú eres mío y yo soy todo tuyo—le susurre. Su mirada no se aparto en ningún momento, solo en el cual me beso con toda sus fuerzas.