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FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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iFannyGleek
dianna agron 16
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
Por fin! XD Ahora si ya es vampiro!
Espero tu actualización, saludos!!
Espero tu actualización, saludos!!
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 27
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
me encanto ya es un vampiro!!! siiiiiiiiiiiiiii!!!!!
quiero el otro capitulo!!!
quiero el otro capitulo!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Nuevo
Todo estaba tan claro.
Afilado. Definido.
La luz de arriba de mi cabeza seguía siendo brillante, sin embargo, pude ver claramente los filamentos dentro de la bombilla. Pude ver cada color del arco iris en la luz blanca y, en el mismo borde del espectro, un octavo color para el cual no tenía nombre.
Detrás de la luz, pude distinguir los distintos granos en el techo de madera oscura. Delante de él, pude ver el polvo moviéndose en el aire, las partes tocadas por la luz, y los lados oscuros, distintos e independientes. Como pequeños planetas, se desplazan en torno a sí en una danza celestial.
El polvo era tan bello que lo inhalé en estado de shock; el aire silbaba en mi garganta. La acción se sentía mal. Examiné, y en realidad el problema era que no había socorro vinculado a la acción. No necesitaba el aire. Mis pulmones no lo esperaban. Ellos reaccionaron con indiferencia a la llegada.
No necesitaba el aire, pero me gustaba. En él, pude saborear la habitación. El sabor del movimiento del polvo, la combinación del aire con el flujo del aire más fresco proveniente de la puerta abierta. El sabor de un exuberante whiff de seda.
El ligero sabor de algo cálido y deseable, algo que debía ser húmedo, pero no lo era…
Ese olor quemó mi garganta, un ligero eco de quemar del veneno, aunque el olor era viciado por la picadura de cloro y amoniaco. Y sobre todo, podía saborear el aroma de casi miel lila y sol que era el más fuerte, el más parecido a mí.
Oí el sonido de los demás, respirando se nuevo. Su aliento mezclado con el aroma que era algo parecido a la miel y la lila y el sol, con lo que nuevos sabores. Canela, jacinto, pera, agua de mar, levadura, pino, vainilla, cuero, manzana, musgo, lavanda, chocolate… intenté una docena de comparaciones diferentes en mi mente, pero ninguno de ellas encajaba.
Era tan dulce y agradable.
La TV de abajo había sido silenciada, y escuché a alguien
—Kitty? — cambiando su peso en el primer piso.
También escuché un débil ritmo, con una voz gritando airadamente acompañándolo. ¿Música rap? Yo estaba mistificada por un momento y, a continuación, el sonido se disipó como un coche que pasa rápidamente por las ventanas con laminados.
Como un comienzo, me di cuenta de que esto podría estar bien ¿Podría escuchar a todo el camino a la autopista?
No me di cuenta de que alguien estaba tomando mi mano hasta que la apretaron ligeramente. Al igual que antes tenía que ocultar el dolor, mi cuerpo esta bloqueado de nuevo por la sorpresa. No fue el toque yo esperaba. La piel era perfectamente lisa, pero tenía la temperatura equivocada. No estaba fría.
Después de ese primer frió segundo de shock, mi cuerpo respondió al desconocido contacto de una manera que me impresionó aún más.
El aire subió hasta mi garganta, y lo escupí a través de mis dientes bajo, sonó como un amenazante enjambre de abejas. Antes de que el sonido saliera, lo músculos de mi espina se arquearon, torciendo lejos de lo desconocido. Di una vuelta atrás en un giro tan rápido que debería haber convertido la sala en algo incomprensible y borroso pero no lo hizo. Vi cada mota de polvo, cada astilla en la madera con paneles de las paredes, cada detalle microscópico.
Por un momento me encontré agachada de manera defensiva contra la pared cerca de una décima de segundo más tarde ya había entendido lo que había comenzado en mí, y que mi reacción había sido exagerada.
Oh. Por supuesto. Santana no se sentía fría para mí. Teníamos la misma temperatura corporal ahora.
Observe mi posar para una octava parte de un segundo más, adaptando la escena antes que yo.
Santana estaba inclinada sobre la mesa de operaciones que había sido mi pira, su mano tomando la mía, su expresión ansiosa.
La cara de Santana fue lo más importante, pero mi visión periférica catalogo todo lo demás, sólo por si acaso. Algunos instintos defensivos habían sido activados, y yo automáticamente buscaba cualquier señal de peligro.
Mi familia vampiro esperó con cautela contra la pared lejos de la puerta, Puck y Quinn en la parte delantera. Como ellos eran peligro. Mi nariz quemado buscando la amenaza. Pude oler nada fuera de lugar. Era el tenue olor de algo delicioso. Pero empañado por productos químicos perjudiciales cosquillando mi garganta una vez más, su fijación hambrienta y quemando.
Rachel miro en torno al codo de Quinn con una enorme sonrisa en su cara, la luz brillando en sus dientes, otra vez los ocho colores del arco iris.
Esa sonrisa me tranquilizo y, a continuación, puse las piezas juntas. Quinn y Puck se encontraban en la parte delantera para proteger a los otros, como yo había asumido. Lo que yo no había comprendido inmediatamente fue que esto, que era el peligro.
Todo esto fue una actividad secundaria. La mayor parte de mis sentidos y mi mente se centraban en la cara de Santana. Yo nunca la había visto antes de este segundo.
¿Cuántas veces había mirado a Santana y me había maravillado por su belleza? ¿Cuántas horas, días, semanas de mi vida pasé soñando con lo que yo entonces considere la perfección? Pensé que había conocido su cara mejor que la mía.
Pensé que esto seguro era una cosa física en todo mi mundo: la impecable cara de Santana.
Había estado ciega.
Por primera vez, con la disminución de las sombras y de la limitación de la debilidad de la humanidad en mis ojos, vi su rostro. La observe y luego luche contra mi vocabulario, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Necesitaba mejores palabras.
En este punto, la otra parte de mi atención había comprobado que no había peligro aquí, además de mí, y yo automáticamente me enderecé; y había pasado solo un segundo desde que había estado sobre la mesa.
Estaba preocupada momentáneamente por la forma en la que se había movido mi cuerpo. El instante que considere levantarme, ya estaba parada. No había sido mas breve fragmento del momento en que se produjo la acción; El cambio fue instantáneo, casi como si no hubiera hecho ningún movimiento en absoluto.
Seguí mirando a la cara de Santana, inmóvil de nuevo.
Se trasladó lentamente alrededor de la mesa tomando cada uno de los palos en casi la mitad de un segundo, cada uno de ellos pasando sinuosamente como fluye el agua de los ríos sobre el más suave tejido de piedras su mano todavía extendida.
Observé la gracia de su avance, absorbiéndolo con mis nuevos ojos.
—Britt? — pregunto en voz baja, con tono tranquilizador, pero la preocupación en su voz se notaba en la tensión de su voz cuando dijo mi nombre. Yo no podía responder de inmediato, perdida como estaba en los aterciopelados pliegues de su voz. Fue la más perfecta sinfonía, una sinfonía en un solo instrumento, un instrumento más profundo que cualquiera creado por el hombre…
—Britt, amor? Lo siento, sé que esta desorientada. Pero estás bien. Todo está bien.
¿Todo? Mi mente hilaba, en espiral a mi última hora humana. Ya, la memoria parecía débil, al igual que yo estaba viendo a través de un espeso y oscuro velo porque mis ojos humanos estaban medio ciegos. Todo había sido tan borroso.
¿Cuando dijo todo esta bien, incluyo a Valerie? ¿Dónde estaba ella? ¿Con Kitty? Traté de recordar su cara. Yo sabía que había sido hermosa. Pero era irritante tratar de ver a través de los recuerdos humanos. Su cara estaba envuelta en la oscuridad, tan mal iluminada…
¿Y con respecto a Sam? ¿Cómo estaba? ¿Mi largo sufrimiento había hecho que mi mejor amigo me odiara ahora? ¿Se habría ido a la manada de Finn? ¿También Joe y Marley?
¿Estaban los Cullen seguros, o mi transformación había iniciado la guerra con la manada? ¿Santana había dejado garantizado todo? ¿O trataba de calmarme?
¿Y Charlie? ¿Qué le digo ahora? Debe haber llamado mientras yo estaba ardiendo. ¿Que le dijeron? ¿Qué le parecía que me había ocurrido?
Había deliberado en una pequeña pieza de segundo la pregunta que debía hacer en primer lugar, Santana se acercó y acarició con sus dedos mi mejilla. Suave como satinado, suave como una pluma, y ahora correspondía a la temperatura de mi piel.
Su toque parecía barrer debajo de la superficie de mi piel, a través de los huesos de mi cara. El sentimiento era eléctrico traquetea a través de mis huesos, mi columna vertebral, y temblaba en mi estómago.
Espera, pensaba como el temblor floreció en una calidez, un anhelo. ¿No se suponía que iba a perder esto? ¿No era renunciar a esta sensación una parte de la negociación?
Yo era un vampiro recién nacido. El seco, abrasador dolor en mi garganta era la prueba de eso. Y yo sabía lo que implicaba un recién nacido. Las emociones humanas y anhelos volverían a mí más adelante en alguna forma, pero yo había aceptado que no iba a poder sentirlo al principio. Sólo la sed. Ese fue el trato, el precio. Estuve de acuerdo en pagarlo.
Pero cuando la mano de Santana hizo temblar la forma de mi cara como una cubierta de acero satinada, el deseo navegó a través de mis venas secas, cantando desde mi cuero cabelludo a mis dedos del pie.
Ella arqueó una ceja perfecta, esperándome para hablar.
Tiré mis brazos alrededor de ella.
Una vez más, es como si no hubiera hecho ningún movimiento. Un momento yo estaba parada como una estatua, En el mismo instante, ella estuvo en mis brazos.
Caliente o por lo menos, esa era mi percepción. Con el dulce, delicioso aroma que yo nunca había sido capaz de tomar realmente en mis aburridos sentidos humanos, sino que fue Santana ciento uno por ciento. Presione mi cara en su pecho sin problemas.
Y entonces ella cambió su peso incómodo. Adosada lejos de mí abrazo. Observe su rostro, confundida y asustada por el rechazo.
—Uhmm… con cuidado, Britt. Ow.
Llevé mis brazos lejos, los plegué detrás de mi espalda tan pronto como lo entendí.
Era demasiado fuerte.
—¡Vaya! — dije.
Ella sonrió con el tipo de sonrisa que habría hecho que mi corazón se detuviera si todavía latía.
—No te asustes, amor — dijo, levantando la mano para tocar mis labios, partida de horror. —Eres sólo un poco más fuerte que yo, por el momento.
Junte mis cejas. Me encantaba conocer esto, también, pero se sentía más surrealista que cualquier otra parte de este ultimo momento surrealista. Yo era más fuerte que Santana. Había hecho que diga Ow.
Su mano trazó mi mejilla una vez más, y yo, pero todos se olvidaron de mi angustia cuando otra ola de deseo cruzó a través de mi cuerpo inmóvil.
Estas emociones eran mucho más fuertes de lo que yo había utilizado para que fuera difícil atenernos a un tren de pensamiento, a pesar de la habitación extra en mi cabeza. Cada nueva sensación abrumándome. Recordé lo que Santana había dicho una vez su voz en mi cabeza una débil sombra en comparación con el cristal, la claridad musical me estaba escuchando ahora que amables, nuestra especie, se distrae con facilidad. Pude ver por qué.
Hice un esfuerzo para concentrarme. Había algo que necesitaba decir. La cosa más importante.
Con cuidado, con tanto cuidado que el movimiento era en realidad discernible, saqué mi brazo derecho por detrás de mi espalda y levanté mi mano para tocar su mejilla. Me negué a permitir que desviase la perla color de mi parte por la suave seda de su piel o por el alcance de mis dedos.
La miré a los ojos y escuché mi voz por primera vez.
—Te amo — le dije, pero sonaba como el canto. Mi voz sonó como una campana.
Su sonrisa de respuesta me deslumbró más de lo que nunca lo había hecho cuando era humana; Realmente la pude ver ahora.
—Como yo te amo — me dijo.
Tomó mi rostro entre sus manos y acercó su rostro hacia el mio suficiente lento para me recordarme a tener cuidado.
Me besó, suave como un susurro en un primer momento, y luego de repente fuerte y feroz. Intente recordar a ser amable con ella, pero fue un arduo trabajo recordarlo en la arremetida sensación, difícil aferrarse a cualquier pensamiento coherente.
Fue como ella nunca me había besado como si esta fuera nuestro primer beso. Y, en verdad, nunca me había besado de esta manera antes.
Casi me hizo sentir culpable. Sin duda me encontraba en incumplimiento del contrato. No se me podía permitir esto, también.
Aunque no necesitaba el oxigeno, mi respiración, corrió tan rápido como lo había hecho cuando ardía. Se trataba de un tipo diferente de fuego.
Alguien aclarando su garganta. Puck. Reconocí el sonido profundo a la vez, bromeando y molesto al mismo tiempo.
Olvide que no estábamos solos. Y entonces me di cuenta de que la manera en que estaba abrazando a Santana que no era exactamente educado para la compañía.
Avergonzada, me alejé media distancia en otro movimiento instantáneo.
Santana resopló y me mantuvo con ella, manteniendo los brazos apretados alrededor de mi cintura. Su rostro era brillante como una llama blanca quemando desde atrás su piel de diamantes
Di un respiro innecesario para resolver mi cabeza.
¡Este beso había sido tan diferente! Leí su expresión y la compararé con recuerdos humanos a esta clara, intensa sensación.
—has estado protegiéndome — la acusé con mi voz cantante, mis ojos estrechándose un poquito.
Ella se rió, radiante como si todo fuera alivio el miedo, el dolor, la incertidumbre, la sala de espera, todo lo que hemos dejado atrás ahora.
—Era necesario en el momento — me recordó. —Ahora es tu turno para no romperme. — Ella se rió de nuevo.
La miré mal y lo considere, y a continuación, la de Santana no fue la única risa.
William pasó alrededor de Puck y caminó hacia mí con rapidez, sus ojos sólo un poco cautelosos, pero Quinn siguio sus pasos. Yo nunca había visto la cara de William bien antes, no realmente. Tuve la extraña urgencia de parpadear como si estuviera mirando el sol.
—¿Cómo te sientes, Britt? — Me preguntó.
Lo consideré por una cuarta parte de segundo.
—Abrumada. Hay tanto… — me perdí, escuchando el tono de mi voz de nuevo.
—Sí, puede ser bastante confuso.
Asentí rápidamente.
—Pero me siento como yo mima. Mas o menos. No esperaba eso
Los brazos de Santana presionaron ligeramente mi cintura.
—Te lo dije — me susurró.
—Estás muy controlada — dijo William. —Más de lo que se esperaba, incluso con el tiempo que tuviste para prepararse mentalmente para ello.
Pensé en los salvajes cambios de humor, la dificultad para concentrarse, y le susurré
—No estoy segura acerca de eso
Él asintió gravemente y, a continuación, me miró con interés.
—Parece que hicimos algo bien con la morfina esta vez. Dime, ¿puedes recordar el proceso de transformación?
Dudé, intensamente consciente de que el aliento Santana cepillaba mi mejilla, enviando susurros de electricidad a través de mi piel.
—Todo era… muy tenue antes. Recuerdo que el bebé no podía respirar…
Miré a Santana, momentáneamente asustada el recuerdo.
—Valerie está sana y bien — prometió, con un rayo que no había visto nunca antes en sus ojos. Dijo su nombre con un fervor que no comprendí. Una reverencia. La forma en que un devoto habla de sus dioses. —¿Qué recuerdas después de eso?
Me concentré en mi cara de póquer. Yo nunca había sido una buena mentirosa.
—Es difícil de recordar. Es tan oscuro antes. Y entonces… Abrí mis ojos y pude ver todo
—Increíble — William respiró y bajó los ojos.
La culpa lavado a través de mí, y yo esperé que el calor subiera a mis mejillas y alejarme. Y entonces me acordé que yo nunca me ruborizaría de nuevo. Quizás proteja a Santana de la verdad.
Tendría que encontrar una forma de decirle a William, no obstante. Algún día. Si él nunca necesitaría crear otro vampiro. Esta posibilidad parece muy improbable, y me hizo sentirse mejor acerca de mentir.
—Quiero que pienses y me digas todo lo que recuerdas —me presionó William y yo no podía ayudar con la mentira que destellaba a través de mi cara. No quería tener que seguir mintiendo, porque me podría equivocar. No quería pensar en el ardor. A diferencia de la memoria humana, esa parte estaba perfectamente clara y yo podía recordarla con demasiada precisión.
—Oh, lo siento, Britt — William se disculpó inmediatamente. —Por supuesto, tu sed debe ser muy incómoda. Esta conversación puede esperar…
Hasta que la había mencionado, la sed en realidad no era inmanejable. Había mucho espacio en mi cabeza. Una parte separada de mi cerebro estaba poniendo trabas en la quemadura en mi garganta, casi como un reflejo. Mi viejo cerebro se había ocupado de respirar y parpadear.
Sin embargo, la suposición de William puso el ardor de mi garganta a la vanguardia de mi mente. De repente, el dolor y la sed fueron en todo lo que pude pensar, y cuanto más pensé acerca de ello, más me dolía. Mi mano voló hasta mi garganta, al igual que había podido sofocar las llamas desde el exterior. La piel de mi cuello era extraña debajo de mis dedos. Tan lisa, de alguna manera suave, aunque también dura como piedra.
Santana bajó los brazos y tomó mi otra mano, suavemente.
—Vamos a cazar, Britt
Mis ojos se abrieron ampliamente y el dolor de la sed retrocedido, chocando con su lugar.
¿Yo? ¿Cazar? ¿Con Santana? Pero… ¿Cómo? No sabía qué hacer.
Leyó la alarma en mi expresión y sonrió alentadora.
—Es bastante fácil, amor. Instintiva. No te preocupes, yo te mostraré. —Cuando no me moví, me sonrió con su torcida sonrisa y levantó su cejas. —Tenía la impresión de que siempre me habías querido ver cazar.
Yo me reí en una breve ráfaga de humor como sus palabras me recordaron nuestras muebladas conversaciones cuando yo era humana. Y entonces me tomó un segundo para regresar rápidamente a esos primeros días con Santana el verdadero comienzo de mi vida en mi cabeza para que yo nunca pueda olvidarlos. No esperaba que sería tan incómodo recordar. Como tratar de mirar a través de agua fangosa. Sabía por la experiencia de Kitty la experiencia que si pensaba lo suficiente en mis recuerdos humanos, yo no los perdería con el paso del tiempo. No quería olvidar ni un minuto que pasé con Santana, incluso ahora, cuando la eternidad se extendía delante de nosotras. Tendría que asegurarse de que los recuerdos humanos fueran cimientos en mi mente infalible vampiro.
—¿Vamos? — me preguntó Santana. Ella llegó hasta tomar la mano que se encontraba todavía en mi cuello. Sus dedos suavizaron la columna de mi garganta. —No quiero que te lastimes — añadió en un murmullo bajo. Algo que no había sido capaz de escuchar antes.
—Estoy bien — dije con mi persistente costumbre humana.—Espera. En primer lugar…
Era demasiado. Yo nunca había hecho mis preguntas. Había cosas más importantes que el dolor.
—¿Sí? —Era William el que hablaba ahora.
—Quiero verla. Valerie
Fue extrañamente difícil decir su nombre .Mi hija, estas palabras fueron aún más difícil de pensar. Todo parecía tan lejano. Traté de recordar cómo me había sentido tres días atrás, y automáticamente, mis manos se soltaron de Santana y fueron hacia mi estómago.
Llano. Vacío. Me abrigué en la pálida de seda que cubría mi piel, pánico de nuevo, mientras que una parte insignificante de mi mente señaló que Rachel debía haberme vestido.
Sabía que no quedaba nada dentro de mí, y yo ligeramente recordé la sangrienta escena, pero la prueba física seguía siendo un proceso difícil. Lo único que sabía era que la amaba dentro de mí. Fuera de mí, ella parecía algo que yo debía haber imaginado. Un desvanecido sueño un sueño que había sido mitad pesadilla.
A pesar de que luchaba con mi confusión, pude ver a Santana intercambiar miradas con William.
—¿Qué? — Exigí.
—Britt — Santana me dijo . —Eso no es realmente una buena idea. Ella es medio humana, amor. Su corazón late y la sangre corre en sus venas. Hasta que tu sed esta bajo control… No quieres ponerla en peligro, ¿No?
La miré mal. Por supuesto, no quería eso.
¿Fuera de control? Confundida, sí. Poco concentrada, sí. ¿Pero peligrosa? ¿Para ella? ¿Mi hija?
No podía ser positiva cuando la respuesta no lo era. Por lo tanto, tendría que ser paciente. Eso sonaba difícil. Porque hasta que no la viera de nuevo, ella no sería real. Sólo un desvanecido sueño… de un extraño…
—¿Dónde está ella? — Escuché duro, y entonces pude escuchar el corazón que latía en el piso debajo de mí. Podía oír más de una persona respirar en silencio, al igual que ellos se escuchaban. También hubo un aleteo, un sonido, que yo no podía…
Y el sonido de los latidos del corazón era tan húmedo y atractivo, que me hizo agua la boca.
Así que definitivamente tenía que aprender a cazar antes de verla. Mi extraño bebé.
—¿Kitty está con ella?
—Sí — respondió Santana con tono cortado, y yo podía ver que algo perturbaba su pensamiento. Pensaba que ella y Kitty había arreglado sus diferencias. ¿Ha estallado la animosidad de nuevo? Antes de pueda preguntar, Santana tiró mis manos lejos de mi estómago plano, tomándolas suavemente otra vez.
—Espera — protesté de nuevo, tratando de concentrarme. —¿Y con respecto a Sam? ¿Y Charlie? Dime todo lo que me he perdido. ¿Cuánto tiempo estuve… inconsciente?
Santana no pareció notar mi vacilación durante la última palabra. En lugar de ello, intercambió otra mirada con William.
—¿Qué esta mal? — le susurré.
—Nada de lo dispuesto está mal — William me dijo, subrayando la última palabra de un modo extraño.
—Nada ha cambiado mucho, en realidad estuviste inconsciente sólo para poco más de dos días. Fue muy rápido, como esas cosas van. Santana hizo un excelente trabajo. Muy innovadora. La inyección de veneno directamente a tu corazón fue su idea. — Hizo una pausa para sonreírle con orgullo a su hija y luego suspiró.
—Sam todavía está aquí, y Charlie sigue creyendo que estás enferma. Piensa que estás en Atlanta en este momento, en pruebas de CDC. Nosotros le dimos un mal número, y se ha frustrado. Él ha estado hablando con Emma
—Debería llamarlo… —me murmuré a mí misma, pero al escuchar mi nueva voz, comprendí las dificultades. Él no reconocerá esta voz. No sería tranquilizador. Y luego la sorpresa anterior. —Espera… ¿Sam todavía está aquí?
Otra mirada entre ellos.
—Britt — dijo Santana rápidamente. —Hay mucho para discutir, pero tenemos que cuidarte a vos primero. Debes estar sufriendo…
Cuando lo señaló, me acordé de la quemadura en mi garganta y tragó convulsivamente.
—Pero Sam…
—Tenemos todo el tiempo del mundo para las explicaciones, amor — me recordó suavemente.
Por supuesto. Podría esperar un poco más por la respuesta, sino que sería más fácil de escuchar cuando el fuerte dolor de la ardiente sed ya no me quitara mi concentración.
—Muy bien
—Espera, espera, espera — Rachel dijo desde la puerta. Bailó toda la habitación, soñadamente elegante. Al igual que ocurrió con Santana y Willam, me sentí como si realmente viera su rostro por primera vez. Tan encantadora.
—¡Prometiste que podía estar allí la primera vez! ¿Qué pasa si ustedes dos corren por algo reflexión?
—Rach — Santana protestó.
—¡Es sólo un segundo! — Y con eso, Rachel salió de la sala.
Santana suspiró.
—¿De qué está hablando?
Pero Rachel ya estaba de vuelta, llevando el enorme, dorado espejo enmarcado de Kitty de la sala, que era casi dos veces tan alto como ella, y varias veces más ancho.
Quinn había estado tan quieta y callada que yo no había tenido conocimiento de ella seguía detrás de William. Ahora se mudó de nuevo, señalando con el cursor a Rachel, sus ojos bloqueados en mi expresión. Porque yo era el peligro.
Yo sabía que Quinn estaría degustando el ánimo a mi alrededor, también, y por lo que debe haber sentido mi sacudida de choque estudiando su rostro, mirándolo desde muy cerca por primera vez.
A través de mis simples ojos humanos, las cicatrices dejadas de su antigua vida como recién nacido en los ejércitos del Sur habían sido en su mayor parte invisible. Sólo con una luz brillante para alzar sus formas ligeramente elevadas, podía notar su existencia.
Ahora que la podía ver, las cicatrices de Quinn eran una característica más dominante. Es difícil alejar mi mirada de su devastado cuello y la mandíbula difícil de creer que incluso un vampiro podría haber sobrevivido después de que tantas series de dientes rasgaran su garganta.
Instintivamente, me tensé para a defenderme. Cualquier vampiro que se viera a Quinn tendría la misma reacción. Las cicatrices son como un iluminado cartel. Peligroso, gritaban. ¿Cuántos vampiros han tratado de matar a Quinn? ¿Cientos? ¿Miles? El mismo número que habían muerto en el intento.
Quinn vio y sintió mi valoración, mi prudencia, y sonrió débilmente.
—Santy, me dio tristeza por no tener un espejo antes de la boda — dijo Rachel, alejando mi atención fuera de su aterrador amante. —No va a ser masticada de nuevo…
—¿Masticada? — pregunto Santana suspicazmente, levantando una ceja.
—Tal vez estoy exagerando las cosas — murmuraban absorta cuanto movió el espejo para ponerlo frente a mi.
—Y tal vez tienes que hacer esto únicamente para tu propia gratificación personal — le contrarrestarse.
Rachel saltó hacia Santana.
Yo estaba solamente consciente de este intercambio con la menor parte de mi concentración. La mayor parte fue remachada por la persona en el espejo.
Mi primera reacción fue un placer irreflexivo. La criatura en el era indiscutiblemente bella, tan hermosa como Rchel o Emma. Ella era fluida incluso en quietud, y su impecable rostro pálido como la luna contra el marco de su oscura cuna, cabello pesado. Sus extremidades eran lisas y fuertes, piel sutilmente brillante, luminosa como una perla.
Mi segunda reacción fue de horror.
¿Quién era ella? A primera vista, no pude encontrar mi cara en cualquier lugar del suave, perfecto plano de sus características.
¡Y sus ojos! A pesar de que sabía que esperar de ellos, sus ojos todavía enviaron una emoción de terror a través de mí.
Todo el tiempo estudié y reaccioné, su cara estaba perfectamente integrada, una talla de una diosa, sin demostrar nada de los disturbios que daban vueltas dentro de mí. Y entonces sus labios gruesos labios se movieron.
—¿Los ojos? — Susurró, poco dispuesta a decir mis ojos. —¿Por cuánto tiempo?
—Van a aclararse dentro de unos meses — dijo Santana con su suave y reconfortante voz.
—La sangre de los animales diluye el color más rápidamente que una dieta de sangre humana. Ellos serán color ámbar primero, luego dorados.
¿Mis ojos serán como viciosas llamas rojas por meses?
—¿Meses? — Mi voz era más fuerte ahora, subrayó las palabras. En el espejo, las cejas perfectas se levantaron con incredulidad por encima de sus ojos carmesí más brillantes que cualquiera que haya visto antes.
Quinn dio un paso adelante, alarmada por la intensidad de mi repentina ansiedad. Ella sabía mucho sobre los vampiros jóvenes; ¿esta emoción le hizo presagiar algún error de mi parte?
Nadie respondió a mi pregunta. Miré lejos, a Santana y Rachel. Sus ojos estaban un poco inquietos en respuesta a la inquietud Quinn. Escuchando lo que esto había causado, mire el futuro cercano
Me dio otro profundo, e innecesario respiro.
—No, yo estoy muy bien — les prometí. Mis ojos miraron al extraño en el espejo y volvieron. —Es sólo un montón… para analizar
La frente surcada de Quinn, destacaba las dos cicatrices sobre su ojo izquierdo.
—No lo sé — Santana murmuró.
La mujer en el espejo miró mal.
—¿Qué pregunta me perdí?
Santana murmuró.
—Quinn se pregunta cómo lo estás haciendo
—Hacer qué?
—Controlar tus emociones, Britt — me respondió Quinn. —Nunca he visto un recién nacido hacer que detener una emoción en sus vías de esa manera. Te molestas, pero cuando viste nuestra preocupación, recuperaste el control sobre ti misma. Yo estaba dispuesta a ayudarte, pero tu no lo necesitas.
—¿Es eso malo? — Le pregunté. Mi cuerpo automáticamente se congeló esperando su veredicto.
—No — dijo, pero se notaba en su voz que no estaba segura.
Santana trazaba con la mano líneas en mi brazo, como si me estuviera alentando.
—Es muy impresionante, Britt, pero no lo entendemos. No sabemos cuánto tiempo puedas controlarlo
Consideré esa parte de un segundo. En cualquier momento ¿Iba a qué? ¿Convertirme en un monstruo?
No podía sentirlo venir… Tal vez no había manera de anticipar tal cosa.
—Pero, ¿qué piensan? — pregunto Rachel, un poco impaciente, señalando el espejo.
—No estoy segura — Le dije, sin querer admitir cuanto miedo me había causado realmente.
Observé a la hermosa mujer con los ojos terribles, en busca de piezas de mí.
Había algo en la forma de sus labios si mirabas más allá de la vertiginosa belleza, su labio superior estaba ligeramente fuera de equilibrio, un poco demasiado lleno para que coincida con el menor. Encontrar este pequeño defecto familiar me hizo sentir un poquito mejor. Tal vez el resto de mí también se encontraba ahí.
Levante mi mano experimentalmente, y la mujer en el espejo copio el movimiento, tocar su cara, también. Sus ojos carmesí me miraban con cautela.
Santana suspiró.
Me alejé de ella para mirar a Santana, y noté que levantaba una ceja
—¿Decepcionada? — Le pregunté, mi timbre de voz impasible.
Ella se rió.
—Sí — admitió.
Sentí el choque romperla máscara compuesta por mi cara, seguida el instante por mi herida.
Rachel se congeló. Quinn se inclinó hacia adelante de nuevo, esperando mi broche de presión.
Pero Santana hizo caso omiso de ellos y envolvió herméticamente sus brazos alrededor de mi recientemente congelada forma, presionando sus labios contra mi mejilla.
—Yo tenía la esperanza de que me pueda escuchar tu mente, ahora que es similar a la mía — murmuró. —Y aquí estoy, frustrada como siempre, preguntándome qué podría estar ocurriendo en el interior de tu cabeza
Me sentí mejor a la vez.
—Oh bien — le dije a la ligera, aliviada de que mis pensamientos fueran aún míos. —Creo que mi cerebro nunca funcionará bien. Al menos soy linda
Era cada vez más fácil bromear con ella como he de ajustar, a pensar en líneas rectas. Ser yo misma.
Santana murmuró en mi oído.
—Britt, nunca has sido simplemente bonita
Entonces su cara se alejó de la mía, y suspiró.
—Esta bien, está todo bien — le dijo a alguien.
—¿Qué? — Le pregunté.
—Estás poniendo a Quinn más nerviosa cada segundo. Podrá relajarse un poco cuando hayas cazado
Miré la preocupada expresión de Quinn y asentí. Yo no quería convertirme en un monstruo allí, si sucedía. Iba a ser mejor estar rodeada de árboles que de la familia.
—Muy bien. Vamos a cazar — accedí, la emoción y los nervios revolvieron mi estómago. Puse los brazos de Santana alrededor de mí, envolviendo mi cuerpo, manteniendo una de sus manos, y le di mi espalda a la extraña y bella mujer en el espejo.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
me gusto,....
pobre quinn le iba a dar algo si seguía "controlando" a britt!!!!!
a enseñarle las cosan de nuevo al "muevo bebe vampiro",... va a ser divertido!!!
pobre quinn le iba a dar algo si seguía "controlando" a britt!!!!!
a enseñarle las cosan de nuevo al "muevo bebe vampiro",... va a ser divertido!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
Me encanto...
Brittany se controla bien pero me dio risa cuando recién despierta y se estaba besando con Santana enfrente de todos.
Espero tu actualización, saludos. :)
Brittany se controla bien pero me dio risa cuando recién despierta y se estaba besando con Santana enfrente de todos.
Espero tu actualización, saludos. :)
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
al fin un capitulo entre san y britt sin boca trucha lobo estorbando como siempre!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
micky morales escribió:al fin un capitulo entre san y britt sin boca trucha lobo estorbando como siempre!
Espero realmente que tu falta de comentarios solo hallan sido porque Sam se la paso de metido medio libro literalmente, jajajaja. Gracias por seguir la adaptación, me encantan tus comentarios. Besos
dianna agron 16*** - Mensajes : 138
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
Me gusta la parte en que Britt abraza a San y le duele hahahahaha Y Quinn media desesperada hahahaha Britt pot fin como vampiro Saludos :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Primera caza
—¿La ventana? — pregunté.
Nunca antes había tenido miedo a las alturas en si, pero ser capaz de ver todos esos detalles con tal claridad hizo la perspectiva menos atractiva. Los ángulos de las rocas de abajo eran más puntiagudos de lo que hubiera imaginado.
Santana sonrió.
—Es la salida más conveniente. Si estás asustada, puedo cargarte.
—Tenemos toda la eternidad, y ¿estás preocupada por el tiempo que me tomará caminar por la puerta trasera?
Ligeramente frunció el ceño.
—Valerie y Sam están abajo…
—Oh.
Cierto. Yo era el monstruo ahora. Tenía que mantenerme alejada de olores que podrían provocar mi lado salvaje. De la gente que amaba en particular. Incluso de aquellos que no conocía todavía.
—¿Valerie se…encuentra bien…con Sam ahí? — susurré. Me di cuenta tarde que debió haber sido el corazón de Sam el que había oído abajo. Escuché atentamente de nuevo, pero sólo podía oír un pulso. —A él no le gusta mucho.
Los labios de Santana se apretaron de un modo raro.
—Créeme, ella está perfectamente a salvo. Sé exactamente lo que Sam está pensando.
—Claro — murmuré, y miré al piso de nuevo.
—¿Paramos? — me retó.
—Un poco. No se cómo…
Yo estaba muy conciente de mi familia atrás de mí, mirándome silenciosamente. La mayor parte del tiempo. Puck ya se había reído entre dientes una vez. Un error, y se estaría revolcando en el suelo. Y luego las bromas acerca del único vampiro torpe del mundo comenzarían…
Además, este vestido que Rachel me había puesto en algún momento en que estaba tan perdida en el bochorno para no darme cuenta no era lo que yo hubiera elegido para atacar o cazar. ¿Una seda celeste entallada? ¿Para qué pensó que lo necesitaría? ¿Había una fiesta de cocktail después?
—Mírame — dijo Santana. Y luego, muy casualmente, dio un paso afuera de la ventana, y cayó.
Observé cuidadosamente, analizando el ángulo por el cual torció sus rodillas para amortiguar el impacto. El sonido de su aterrizaje fue muy bajo un amortiguado ruido que podría haber sido una puerta cerrada suavemente, o un libro colocado en una mesa con delicadeza.
No me pareció difícil.
Apretando mis dientes mientras me concentraba, traté de imitar su casual paso al aire vacío.
¡Ah! La tierra parecía moverse hacia mí tan lentamente que no se me hizo difícil colocar mis pies ¿qué zapatos me había puesto Rachel? ¿Tacos aguja? Se había vuelto loca no fue nada difícil acomodar mis estúpidos zapatos perfectamente, parecía que estuviera caminando en una superficie plana.
Amortigüé el impacto con la parte redonda de mis pies, no queriendo separar mis delgados talones. Mi aterrizaje fue tan tranquilo como el de Santana. Le dirigí una gran sonrisa.
—Perfecto. Fácil.
Me devolvió la sonrisa.
—¿Britt?
—¿Si?
—Eso fue bien elegante incluso para un vampiro.
Lo consideré por un momento y luego mostré una sonrisa de oreja a oreja. Si sólo lo estuviera diciendo por decir, entonces Puck se hubiera reído. Nadie encontró su comentario algo gracioso, entonces debió ser cierto. Era la primera vez que alguien usaba la palabra elegante en mí en toda mi vida… o, bueno, existencia, como sea.
—Gracias — le dije.
Y luego me quité los zapatos de plata satinada uno por uno y los enganché para tirarlos por la ventana abierta. Un poco fuerte, quizá, pero escuché a alguien agarrarlos antes que dañara el revestimiento de la madera.
Rachel se quejó
—Su sentido de la moda no ha mejorado nada como su equilibrio.
Santana tomó mi mano no podía dejar de maravillarme frente a la suavidad y cómoda temperatura de su piel y se lanzó al jardín de atrás por el borde del río. La pude seguir sin esfuerzo alguno.
Todo lo físico era tan simple.
—¿Vamos a nadar? — le pregunté cuando paramos al costado del agua.
—¿Y arruinar tu lindo vestido? No. Vamos a saltar.
Apreté mis labios, considerándolo. El río era como cincuenta yardas de ancho.
—Tú primero — dije.
Acarició mi mejilla, dio dos pasos atrás rápidamente y luego volvió corriendo esos mismo dos pasos, empujándose de una piedra llana encajada firmemente el la orilla del río. Estudié sus rápidos movimientos formaba un arco encima del agua, finalmente dando un salto mortal desapareció entre los gruesos árboles al lado del río.
—Presumida —musité y escuché su risa invisible.
Retrocedí cinco pasos, sólo porsiacaso, y respiré profundamente.
De repente, estaba ansiosa de nuevo. No porque fuera a caerme o a lastimarme estaba más preocupada por cuán malogrado quedaría el bosque.
Vino lento, pero podía sentirlo ahora la cruda y masiva fuerza en mis piernas. De repente estaba segura de que si quería hacer un túnel por debajo del agua, o si quería golpear o agarrar un camino directamente por el lecho de las rocas, no me tomaría mucho tiempo. Las cosas que estaban a mi alrededor los árboles, los arbustos, las rocas… la casa habían empezado a verse muy frágiles.
Esperanzada en que Emma no tuviera una preferencia en algún árbol en particular, di mi primer paso largo. Y luego paré cuando el satén apretado se rompió seis pulgadas en mi muslo. ¡Rachel!
Bueno, Rachel siempre trataba a la ropa como algo desechable, o sea, sólo lo usaba una vez, así que no debería importarle esto. Doblé con cuidado la parte intacta de la parte inferior derecha de la ropa entre mis dedos y, ejerciendo la mínima cantidad de presión posible, rasgué el vestido hasta que se abrió dejando mi muslo expuesto. Luego arreglé el otro lado para que no desentonara.
Mucho mejor.
Podía oír las risas sordas en la casa, e incluso a alguien apretar los dientes. La risa venía del primer y segundo piso, y fácilmente reconocí la gran diferencia, una risita áspera y ronca del primer piso.
¿Así que Sam también estaba mirando? No pude imaginar lo que estaba pensando ahora, o que estaba haciendo todavía ahí. Yo había previsto nuestro reencuentro si me pudiera perdonar alguna vez en algún tiempo lejano en el futuro, cuando estuviera más estable, y el tiempo haya curado las heridas que le hice a su corazón.
No volteé a mirarlo ahora, cautelosa con mis cambios de humor. No sería bueno dejar que cualquier emoción se hiciera demasiado fuerte en mis estados de ánimo. Los miedos de Quinn me tenían al borde también. Tenía que cazar antes de lidiar con cualquier otra cosa. Traté de olvidar todo eso para poder concentrarme.
—¿Britt? —Santana me llamó desde el bosque, su voz se acercaba. —¿Quieres ver de nuevo?
Pero recordé todo perfectamente, claro, no quería darle a Puck más razones para que encontrara mi educación más graciosa. Esto era algo físico debe ser instintivo. Así que respiré hondo y corrí por el río.
Libre por mi falda, me tomó sólo un salto largo para alcanzar el borde el agua. Sólo ochenta y cuatro milésimas de segundo, y eso todavía era bastante tiempo mis ojos y mi mente se movieron tan rápido que un solo paso fue suficiente. Fue simple posicionar mi pie derecho contra la piedra lisa y ejercer la presión adecuada para que mi cuerpo no se vaya volando por el aire. Estaba prestando más atención en dirigir esa fuerza que me equivoqué en la cantidad de poder necesario pero al menos no me equivoqué el la parte donde me habría mojado. La anchura de cincuenta yardas era una distancia ligeramente fácil.
Fue una cosa extraña, vertiginosa, electrizante, pero pequeña. Tuvo que pasar un segundo entero, y ya había cruzado.
Esperaba que el paquete cerrado de árboles fuera un problema, pero fueron sorprendentemente ayudadores. Fue algo simple el estirar una mano segura mientras caía hacia la tierra adentro en el bosque y agarrarme de una rama conveniente; me balanceé ligeramente en mis pies y aterricé con los dedos, todavía a quince pies de la tierra en una amplia rama de Sitka.
Fue grandioso.
Por encima de sonido de mi risa encantada, pude oír a Santana corriendo para encontrarme. Mi saltó había sido el doble de largo que el de ella. Cuando alcanzó mi árbol, sus ojos estaban ensanchados. Con agilidad, salté hacia la rama de su lado, aterrizando en silencio otra vez en la parte redonda de mis pies.
—¿Estuvo bueno? — me pregunté, mi respiración se aceleró con excitación.
—Muy bueno. — Sonrió orgullosa, pero su tono casual no coincidió con la expresión de sorpresa en sus ojos.
—¿Podemos hacerlo de nuevo?
—Concéntrate, Britt estamos en una salida de cacería.
—Oh, cierto. — Asentí. —Cacería.
—Sígueme… si puedes. — Sonrió abiertamente, su expresión de repente tentadora, y echó a correr.
Ella era más rápido que yo. No pude imaginar cómo movía sus piernas con tanta asombrosa velocidad, pero estaba más allá de mí. Pero, yo era más fuerte, y cada paso mío era como tres pasos de él. Y entonces volamos por medio de la red verde viva, juntas, siguiendo a nada. Mientras corría, no pude evitar reírme despacio por la emoción; la risa no me detenía o me desconcentraba.
Finalmente pude entender por qué Santana nunca se chocaba con los árboles mientras corría una pregunta que siempre había sido un misterio para mí. No era una sensación peculiar, el equilibrio entre la velocidad y la claridad. Puesto que, mientras me disparaba, bajo, y por el laberinto en un grado que debería haber reducido todo a mí alrededor a unas simples manchas verdes, pude ver claramente cada diminuta cosa en esas manchas mientras pasaba.
El viento de mi velocidad sacudía mi cabello y mi rasgado vestido detrás de mi, y, aunque sabía que no debería, se sintió caliente en mi piel. Así como el rudo piso del bosque no debería sentirse como un terciopelo bajo mis desnudas suelas, y así como mis brazos y piernas no deberían sentir que estuviera esquivando suaves plumas en vez de ramas.
El bosque no estaba tan vivo como pensaba pequeñas criaturas cuyas existencias nunca hubiera adivinado abundaron en las hojas a mi alrededor. Todas continuaron silenciosas después que pasamos, su respiración rápida con miedo. Los animales tenían una reacción mucho más sabia a nuestro olor que las personas humanas. Seguramente había tenido un efecto contrario en mí.
Seguí esperando para sentirme ventilada, pero mi respiración llegó sin esfuerzo alguno. Esperé el momento en que comenzarían a quemarme los músculos, pero mi fuerza sólo parecía incrementarse mientras me acostumbraba a mis grandes pasos. Mis sobresaltados huesos se estrechaban más y más, y en un momento Santana trataba de mantener mi ritmo. Me reí de nuevo, exuberantemente, cuando la escuché quedándose atrás. Mi pie desnudo empezó a tocar el suelo rara vez que parecía que estuviera volando.
—Briit —llamó secamente, su voz incluso, ociosa. No pude oír nada más; se había detenido.
Brevemente lo consideré un motín.
Pero, con un suspiro, giré y salté tranquilamente a su lado, unas cien yardas atrás. La miré expectante. Ella estaba sonriendo, con una ceja levantada. Era tan hermosa que sólo pude quedarme mirando.
—¿Querías quedarte en el país? — preguntó divertida. —¿O planeabas continuar hasta Canadá esta tarde?
—Así está bien — asentí, más concentrada en la manera en que sus labios se movían mientras hablaba que en sus palabras. Fue difícil no distraerse con tantas cosas que podía ver con mis ojos nuevos. —¿Qué estamos cazando?
—Ahora cierra tus ojos — murmuró. Cuando obedecí, ella levanto sus manos hacia mi rostro, apretando mis mejillas. Sentí mi respiración acelerarse y esperé brevemente por el rubor de mis mejillas que nunca más llegaría.
—Escucha — me instruyó Santana. —¿Qué puedes oír?
Todo, pude haber dicho; su perfecta voz, su respirar, el rozar de sus labios mientras hablaba, el susurrar de los pájaros moviendo sus plumas con el paso del viento, el aleteo de sus latidos, las hojas de arce reunidas a la fuerza, el débil congeniar de las hormigas siguiendo una larga línea en la corteza del árbol más cercano. Pero yo sabía que ella se refería a algo más específico, así que dejé que mis oídos escucharan más allá de nosotras, buscando algo diferente a los zumbidos de vida que me rodeaban. Había un espacio abierto cerca de nosotras el viento tenía un sonido diferente a en medio de ese pasto expuesto y un pequeño riachuelo con un lecho de rocas. Y allí, cerca del sonido del agua, había un chapotear de lenguas sedientas, el alto rugir de corazones pesados, el fuerte bombear de torrentes de sangre…
Sentí como si las paredes de mi garganta se cerraran.
—Por el arrollo, ¿al noroeste? — pregunté, mis ojos todavía cerrados.
—Si. —Su tono era de aprobación. —Ahora…espera por la brisa de nuevo y…¿qué hueles?
Mayormente a ella su extraño perfume miel lilas y sol. Pero también el pesado olor a tierra y madera podrida y musgos, la resina de las hojas por siempre verdes, el calor, un aroma casi a nuez de esos pequeños roedores encogidos bajo el árbol. Y luego, saliendo a flote de nuevo, el olor claro del agua, que sorprendentemente no me causó ninguna sensación de sed. Me concentré más allá de agua y encontré el olor que se debió irse con el sonido sediento y el corazón punzante. Otro cálido olor, pesado y fuerte, más fuerte que los otros. Y casi tan pronto como lo sentí, respingué mi nariz.
Se rió entre dientes.
—Lo sé toma tiempo acostumbrarse.
—¿Tres? — adiviné.
—Cinco. Hay dos más en los árboles atrás de ellos.
—¿Qué hago ahora?
Su voz sonó como si estuviera sonriendo.
—¿Qué tienes ganas de hacer?
Lo pensé, mis ojos todavía cerrados mientras escuchaba y respiraba ese olor. Otra batalla de sed empezó en mi conciencia y de repente el calor, ese olor tan fuerte no era del todo desagradable. Al menos sería algo caliente y húmedo en mi boca disecada. Mis ojos se abrieron de repente.
—No lo pienses — me sugirió mientras bajaba sus manos de mi rostro y daba un paso hacia atrás. —Sólo sigue tus instintos.
Me dejé llevar por el olor, apenas preocupada por mis movimientos mientras me deslizaba hacia el prado de donde venía el torrente. Mi cuerpo avanzó automáticamente y me puse en cuclillas en el borde de helechos del árbol, vacilando. Pude ver un ciervo grande, dos docenas de puntos adornando sus cuernos, en el borde del agua, y las borrosas sombras de los otros mientras se dirigían hacia el este, adentrándose en el bosque sin prisa.
Me centre en el olor del macho, un punto cálido en su cuello peludo, donde la calentura y el pulso eran más fuertes. Sólo treinta yardas dos o tres saltos entre nosotros. Entré en tensión para el primer salto.
Pero mientras mis músculos se preparaban, el viento se levantó, soplando más fuerte ahora, y desde el sur. No me paré a pensar, me lancé fuera de los árboles en un camino perpendicular a mi plan original, asustando a los alces en el bosque, corriendo detrás de una nueva fragancia tan atractiva que no me daba otra opción. Estaba obligada a hacerlo.
El olor me llenó por completo. Estaba con la mente en una sola cosa, preocupada sólo por el olor que tenía que acabar. La sed empeoró, tan dolorosa ahora que confundió todos mis pensamientos y empecé a recordar el ardor del veneno en mis venas.
La única cosa que tenía opción de penetrar mi concentración, un instinto más poderoso, más básico de lo que necesitaba para apagar el fuego era el instinto de protegerme del peligro. Auto preservación.
De repente estuve alerta por el hecho que había estado siguiendo. El pulso del irresistible olor luchó el impulso de detenerme y defender mi presa. Una burbuja de sonido salió de mi pecho, mis labios se retiraron de su propio acuerdo de exponer mis dientes en alerta. Mi pie bajó su marcha, la necesidad de proteger mi lucha contra el deseo de saciar mi sed.
Y luego pude oír mi victoria de perseguidor, y defensa ganada. Cuando giré, el creciente sonido raspó mi garganta.
El gruñido salvaje que salió de mi boca, fue tan inesperado que me paralizó. Me perturbó y me ayudó a limpiar mi cabeza por un segundo la sed la neblina retrocedió, aunque la sed quemara todavía.
El viento se levantó, llevando el olor de tierra húmeda y viniendo directo hacia mi rostro, liberándome del ardor del olor anterior un olor tan delicioso que sólo podía ser humano.
Santana dudó unos pies atrás, sus brazos levantados cómo si fuera a abrazarme o detenerme. Su rostro estaba absorto y cauto mientras me congelé, horrorizada.
Me di cuenta que había estado a punto de atacar. Con un fuerte tirón, me levanté de mi posición defensiva. Contuve mi aliento mientras volvía a concentrarme, temiendo el poder de la fragancia que arremolinaba desde el sur.
Pudo ver la razón regresando a mi rostro, y dio un paso hacia mí, bajando sus brazos.
—Tengo que irme de aquí — dije entre dientes, usando todo el aire que tenía.
El asombro cruzó su rostro.
—¿Puedes irte?
No tenía tiempo para preguntarle lo que quiso decir con eso. Sabía que la habilidad de pensar claro duraría sólo el tiempo que pudiera dejar de pensar en…
Rompí a correr de nuevo, directo hacia el norte, concentrada únicamente en el incómodo sentimiento de privación sensorial que parecía ser único responsable de que mi cuerpo careciera de aire. Mi único objetivo estaba lo suficientemente alejado que el olor que completamente perdido. Imposible de encontrar, incluso si cambiaba de parecer…
Una vez más, estaba conciente de que era seguida, pero ahora estaba más sana. Luché con el instinto de respirar usar los sabores en el aire para asegurarme que era Santana. No tenía que luchar sola; aunque ahora corría más rápido que antes, disparada como una cometa directamente a través del camino que podía encontrar en los árboles; Santana se acomodó a mi paso después de un corto tiempo.
Un nuevo pensamiento cruzó mi mente, y paré en seco, plantando mi pie. Estaba segura de que aquí estaría a salvo, pero contuve mi aliento sólo por si acaso.
Santana me pasó, sorprendida por mi congelamiento repentino. Dio la vuelta y estuvo a mi lado en menos de un segundo. Puso sus manos en mis hombros y me miró fijamente a los ojos, todavía dominada por el asombro.
—¿Cómo hiciste eso? — exigió.
—Me permitiste golpearte hace un rato, ¿no? — exigí en respuesta, ignorando su pregunta. ¡Y pensé que lo había estado haciendo tan bien!
Cuando abrí mi boca, pude saborear el aire ya no estaba contaminado, sin rastro alguno del fuerte perfume que me había atormentado. Respiré cuidadosamente.
Ella sacudió su cabeza, rehusándose a desviarse de su pregunta.
—Britt, ¿cómo lo hiciste?
—¿Huir? Contuve mi aliento.
—Pero, ¿cómo te abstuviste de cazar?
—Cuando viniste detrás de mí… discúlpame por eso.
—¿Por qué te disculpas? Yo era la que estaba espantosamente cuidadosa. Asumí que nadie estaría muy lejos de aquí, pero debí haber chequeado primero. ¡Un error tan estúpido! Tú no tienes nada de qué disculparte.
—¡Pero te gruñí! — todavía estaba horrorizada que era capaz de tal blasfemia.
—Claro que lo hiciste. Es algo natural. Pero no puedo entender cómo huiste.
—¿Qué más podía hacer? — pregunté. Su actitud me confundía ¿qué quería que hubiese pasado? —Quizá era algún conocido.
Me asustó con su repentina carcajada, moviendo su cabeza y dejando un eco en los árboles.
—¿Por qué te ríes de mí?
Por un momento paró, y pude ver de nuevo su rostro cauteloso.
Contrólate, pensé. Tenía que controlar mi temperamento. Como si fuera un licántropo joven en vez de un vampiro.
—No me estoy riendo de ti, Britt. Me río porque estoy en shock. Y estoy así porque estoy completamente maravillada.
—¿Por qué?
—No deberías haber sido capaz de hacer algo como esto. No deberías haber sido tan… racional. No deberías haber sido capaz de estar discutiendo esto conmigo tan fresca y calmada. Y, más que cualquier otra cosa, no deberías haber sido capaz de detenerte a medio de una caza con el olor de un humano en el aire. Incluso los vampiros más maduros tienen dificultades con eso siempre somos muy cuidadosos de donde cazamos para no ponernos tentaciones. Britt, tu comportamiento es como de un vampiro de décadas en vez de días.
—Oh. Pero sabía que sería difícil. Por eso estaba tan...en guardia. Esperaba que fuera difícil.
Puso sus manos en mi rostro de nuevo, y sus ojos estaban maravillados.
—Que no hubiera dado por ser capaz de ver en tu mente sólo por este momento.
Emociones tan fuertes. Estuve preparada para la parte sedienta, pero no para esto. Estaba tan segura que no sería lo mismo cuando me tocara. Bueno, la verdad, no era lo mismo.
Era más fuerte.
Deslicé mis dedos en su rostro; deteniéndome en sus labios.
—¿Pensé que no sentiría esto por un buen tiempo? — Mi incertidumbre hizo de las palabras una pregunta. —Pero todavía te deseo.
Parpadeó en shock.
—¿Cómo puedes concentrarte es eso? ¿No estás desesperadamente sedienta?
Claro que lo estaba, ¡ahora que me lo recordó!
Traté de tragar y luego suspiré, y cerré mis ojos como antes para poder concentrarme. Dejé que mis sentidos descubrieran la variedad que me rodeaba, esta vez estaba tensa, sólo en caso de que me impactara de nuevo ese delicioso olor taboo.
Santana dejó caer sus manos, yo ni siquiera respiraba mientras escuchaba cada vez más lejos en la red verde viva, cernida a través de los olores y sonidos por algo que no saciaría mi sed completamente. Había algo diferente, un débil rastro al este…
Mis ojos se abrieron, pero mi concentración estaba todavía en el olor cortante mientras me volteaba y me lanzaba silenciosamente hacia el este. Parecía que la tierra se levantara casi inmediatamente, me puse en posición de caza y corrí, cerca del piso, entre los árboles mientras era más fácil. Sentí perfectamente a Santana conmigo, deslizándose silenciosamente por el bosque, dejándome a mí, guiar.
La vegetación se dispersaba mientras íbamos costa arriba; el olor a campo y resina se hacía más fuerte, mientras seguía el camino que me había trazado era un olor cálido, más cortante que el del alce y más atractivo. Unos segundos más y pude oír paso amortiguado del inmenso pie, más ligero que el crujir de unos cascos. El sonido crecía más en las ramas que en el suelo. Automáticamente entré como una flecha entre las ramas, ganando una posición estratégica, a mitad de camino de un abeto de plata alto.
El sonido de las patas ahora estaba debajo de mí; el fuerte olor estaba muy cerca. Mis ojos señalaban cada movimiento con el sonido, y vi el gran gato escabulléndose a lo largo de una amplia rama de pincea, abajo y a la izquierda de la mía. Era grande fácil cuatro veces yo. Sus ojos estaban absortos debajo de él; el gato estaba cazando también. Capté el olor de algo más pequeño, suave a lado del aroma de mi presa, agachado bajo el árbol. La cola del león tiró espasmódicamente cuando se dispuso a saltar.
Con una luz enlazada, salté y aterricé en la rama del león. Él sintió que la madera tembló y giró, gruñendo desafiante. Cortó el espacio entre nosotros, sus ojos brillaban de furia. Medio loca con la sed, ignoré los colmillos expuestos y las garras y me lancé hacia él, cayendo los dos al suelo forestal.
No fue tanto una pelea.
Sus garras filudas fueron como suaves dedos al momento que tocó mi piel. Sus dientes no encontraron nada que arrancar en mis hombros y en mi garganta. Su peso no era nada. Mis dientes infaliblemente buscaron su garganta, y su instintiva resistencia era lastimosamente débil a comparación de mi fuerza. Mis mandíbulas se cerraron fácilmente en el punto preciso donde se concentraba el flujo del calor.
Fue como morder mantequilla. Mis dientes eran como navajas de acero; cortaron la piel y la grasa como si no estuvieran ahí.
El sabor no era el correcto, pero la sangre era caliente y húmeda y esto calmó la desigualdad, la sed picante cuando bebí con prisa impaciente. Los esfuerzos del gato por liberarse fueron cada vez más débiles y sus gritos se ahogaron con un gorjeo. La calentura de la sangre irradió por todo mi cuerpo, quemando la punta de mis dedos y pies.
El león estuvo terminado antes que yo lo hiciera. La sed flameó de nuevo cuando Santana corrió hacia mí, y yo empujé el cadáver en repugnancia. ¿Cómo podía seguir sedienta después de eso?
Me erguí en un rápido movimiento. Parada, me di cuenta que estaba hecha una porquería. Retiré mi rostro atrás de mi brazo y traté de arreglar el vestido. Las garras que habían sido ineficaces contra mi piel, tuvieron más éxito con el delgado vestido.
—Hmm — dijo Santana. Levanté la mirada para verla descansando casualmente en el tronco de un árbol, mirándome pensativamente.
—Creo que pude haberlo hecho mejor. — Estaba totalmente sucia, mi cabello enredado, mi vestido manchado con sangre y rasgado. Santana no regresaba de cacería luciendo así.
—Lo hiciste perfectamente bien — me aseguró. —Es sólo que… fue mucho más dificultoso ver para mí de lo que había pensado.
Levante mis cejas, confundida.
—Va contra el punto — me explicó —dejarte luchar con leones. Tuve un ataque de ansiedad todo el tiempo.
—Tonta
—Lo sé, los viejos hábitos nunca mueren. Aunque, me gusta los arreglos de tu vestido.
Si hubiera podido sonrojarme, lo habría hecho. Pero cambié el tema.
—¿Por qué todavía estoy sedienta?
—Porque eres joven.
Suspiré.
—Y supongo que no hay otro león cerca.
—Pero hay muchos ciervos.
Hice una mueca.
—No huelen tan bien.
—Herbívoros. Los carnívoros huelen casi como los humanos — me explicó.
—No tanto como los humanos — le dije en desacuerdo, tratando de no recordar.
—Podemos regresar — Dijo solemnemente, pero había sombras bajo sus ojos. —Quienquiera que estuviera ahí, si eran hombres, probablemente no les importaría morir si tú fueras la que los entretiene. — Su mirada bajó hacia mi rasgado vestido de nuevo. —De hecho, pensarían que estaría listos para morir e ir al cielo en el momento que te vieran.
Volteé los ojos.
—Vamos a cazar algún apestoso herbívoro.
Encontramos una gran manada de ciervos en el camino de vuelta a casa. Esta vez, cazamos juntos, ahora ya había conseguido hacerlo mejor. Cacé un ciervo más o menos grande, haciendo casi tanta basura como había hecho con el león. Santana había terminado con dos cuando yo recién terminaba con el primero, sin un solo pelo desordenado, ni una mancha en su ajustado jersey blanco. Perseguimos a la manada dispersada y aterrorizada, pero en vez de alimentarme, esta vez, me concentré en analizar con cuidado cómo ella era capaz de caza con tanto esmero.
Todas las veces que deseé que Santana no tuviera que dejarme cuando iba a cazar, estaba en secreto, un poco aliviada. Ya que estaba segura que ver esto sería horroroso, aterrorizante. El verla cazar finalmente lo hizo ver como una vampiro para mí.
Claro, había mucha diferencia desde esta perspectiva, ahora yo era una vampira. Pero dudé que incluso mis ojos humanos hubieran perdido la belleza aquí.
Fue una experiencia sorprendentemente sensual ver a Santana cazando. Sus saltos relajados fueron como el arrastrar sinuoso de una serpiente; sus manos estaban tan seguras, tan fuertes, tan completamente inevitables; sus labios eran perfectos cuando se separaron dejando ver sus relucientes dientes. Era glorioso. Sentí una repentina sacudida de orgullo y deseo.
Ella era mía. Nada podía separarnos ahora. Era demasiado fuerte como para ser separada de su lado.
Lo hizo muy rápido. Se volteó y me miró curiosamente mientras exploraba mi expresión.
—¿Ya no tienes sed? — preguntó.
Encogí los hombros.
—Me distrajiste. Eres mucho mejor que yo.
—Siglos de práctica. — Sonrió. Sus ojos eran desconcertantemente dulces con una sombra de oro miel.
—Sólo uno — la corregí.
Santana se rió.
—¿Terminaste por ahora? ¿O quieres continuar?
—Ya terminé, creo. — Me sentí llena. No estaba segura de cuánto líquido podría entrar en mi cuerpo. Pero el ardor de mi garganta ya estaba algo calmado. Y luego, de nuevo, yo sabía que la sed era sólo una inevitable parte de esta vida.
Pero valía la pena.
Me sentí controlada. Quizá mi sentido de la seguridad era falso, pero me sentí muy bien por no haber matado a nadie hoy. Si tan solo pudiera resistirme totalmente a los humanos, ¿sería capaz de soportar el olor del hombre lobo y a la pequeña medio-vampiro que amaba?
—Quiero ver a Valerie —dije. Ahora que mi sed estaba saciada (casi totalmente), mis primeras preocupaciones fueron difíciles de olvidar. Quería reconciliar la extraña que era mi hija con la criatura que amaba hace tres días. Era raro, se sentía mas no tenerla adentro de mí. Abruptamente, me sentí vacía e inquieta.
Santana estiró su mano hacia mí. La tomé, y sentí su piel más caliente que antes. su mejilla estaba débilmente sonrojada, las sombras bajo sus ojos se habían borrado.
Era incapaz de acariciar su rostro otra vez. Y otra vez.
Olvidé a medias que esperaba una respuesta a mi petición mientras miraba fijamente a sus dorados ojos.
Fue casi tan difícil como había sido huir del olor de la sangre humana, pero de alguna manera tuve la necesidad en mi cabeza de ser cuidadosa, cuando estiré en la punta de mis dedos y enrosqué mis brazos a su alrededor. Gentilmente.
Ella no vacilaba en sus movimientos; sus brazos rodearon mi cintura y me estrechó contra su cuerpo. Sus labios aplastaron los míos, pero se sintieron suaves. Mis labios ya no se amoldaron a los suyos; ahora ya tenían su propio lugar.
Como antes, fue como si el toque de su piel, de sus labios, de sus manos, penetraban directamente a través de mi lisa, y dura piel hasta mis nuevos huesos. Directamente al centro de mi cuerpo. No podía imaginar amapola más de lo que lo hacía ahora.
Mi antigua mente no hubiera sido capaz de aguantar tanto de su amor. Mi antiguo corazón no hubiera sido lo suficientemente fuerte como para soportarlo.
Quizá esta era la parte de mí que había salido a relucir con más intensidad en mi nueva vida. Como la compasión de William y la devoción de Emma. Quizá nunca sería capaz de hacer algo interesante o especial como Santana, Rachel, y Quinn hacen. Quizá sólo amaría a Santana más que cualquiera en la historia del mundo hubiera amado a alguien.
Podía vivir con eso.
Recordé partes de esto enroscando mis dedos en su cabello, trazando líneas en su pecho pero otras partes eran tan nuevas. Ella era algo nuevo. Era una experiencia totalmente diferente, Santana besándome tan intrépidamente, tan energéticamente. Respondí a su intensidad, y de repente nos estábamos cayendo.
—Oops — dije, y se rió debajo de mí. —No fue mi intensión irme encima de esa manera. ¿Estás bien?
Santana acarició mi rostro.
—Ligeramente mejor que bien — y luego una expresión perpleja cruzó su rostro. —¿Valerie? — preguntó inciertamente, tratando de averiguar lo que yo quería más en ese momento. Una pregunta muy difícil de responder, porque quería tantas cosas al mismo tiempo.
Podía decir que ella no estaba exactamente contrariada a aplazar nuestro retorno, y fue difícil pensar con su piel rozando la mía no había mucho que quedara del vestido. Pero mi recuerdo de Valerie, antes y después de su nacimiento, se volvía más y más como un sueño para mí. Más probable. Todos los recuerdos que tenía de ella eran recuerdos humanos; un aura artificial los envolvía. Nada se veía real con estos ojos, nada se sentía real con estas manos.
Cada minuto, la realidad de aquella pequeña extraña se alejaba.
—Valerie — asentí, perezosamente, y me puse sobre mis pies, levantándola conmigo.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
me gusto,...
estuvo genial el instinto de britt para casar y sobre todo para controlarse,...
quiero el encuentro con valerie
estuvo genial el instinto de britt para casar y sobre todo para controlarse,...
quiero el encuentro con valerie
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Prometido
Pensando en Valerie la trajo a ese centro, a ese extraño lugar en mi extraña, nueva, y espaciosa pero distraible mente. Demasiadas preguntas.
—Cuéntame de ella — insistí mientras tomaba mi mano. Estar entrelazados apenas nos alentó.
—Ella es como nada en este mundo — me dijo, y casi un sonido de devoción religiosa estaba de nuevo en su voz.
Yo sentí un fuerte sentimiento de celos sobre esta extraña. Ella la conocía y yo no. No fue justo.
—¿Cuanto es como tú? ¿Cuanto como yo? — o como era, de todos modos
—Se ve como un cuento de hadas aun divida
—Ella era sangre caliente — Recordé.
—Si, ella tiene un latido, pensado que late un poco más que el de un humano. También tiene la temperatura un poco más alta que lo usual. Ella duerme.
—En serio?
—Bastante bien para un recién nacido. Las únicas madres que no necesitan dormir, y nuestra hija ya duerme a través de la noche. —Ella rio entre dientes.
Me gusto el modo en que dijo nuestra hija. Las palabras la hicieron mas real.
—Ella tiene exactamente tus ojos así que eso no fue tan perdido después de todo — Ella me sonrió. —Son tan hermosos
—¿Y las partes de vampiro? — Pregunte
—Su piel se ve impenetrable como la nuestra No que nadie soñaría en probar.
Le gruñí, un poco shockeada.
—Por supuesto, nadie podrá — ella me aseguró de nuevo. —Su dieta… bueno, ella prefiere beber sangre. William continua persuadiéndola de que tome algo de formula para bebe, también, pero ella no tiene mucha paciencia con eso. No puedo decir que la culpo cosa asquerosa olorosa, aun para la comida humana
Bostece abiertamente hacia ella. Ella hizo parecer como si hubieran tenido una conversación.
—¿Persuadirla?
—Ella es inteligente, escandalosamente así que, procesa a un ritmo inmenso. A pesar de que no habla aun se comunica bastante efectiva
—No habla, aun
Ella bajó nuestro ritmo un poco, dejándome entender esto.
—A que te refieres con que ¿Se comunica efectivamente? — Demande.
—Creo que será más fácil para ti… si lo ves por ti misma. Es algo difícil de explicar
Consideré eso. Sabia que había muchas cosas que tendría que ver por mi misma después eso seria real. No esta segura cuan segura estaba lista para eso, así que cambie el tema.
—Porque Sam sigue aquí? — pregunte. —¿Como puede soportarlo? ¿Por que debería? — Mi voz tembló un poco. —¿Por qué tenia que seguir sufriendo mas?
—Sam, no esta sufriendo — ella dijo en un tono extraño. —Aunque estaría dispuesto a cambiar su condición — dijo entre dientes.
—Santy… —le dije, jalándola para que parara (y sintiendo un poco de satisfacción que era capaz de hacerlo).
—¿Cómo puedes decir eso? Sam ha renunciado a todo por protegernos! Lo que hice que pasara — Con el recuerdo de vergüenza y culpa en mi mente. Parecía extraño ahora que necesitara de entonces. Esa escena sin el cerca se había desvanecido: debió ser una debilidad humana.
—Veras como puedo decirlo — Santana susurró. —Le prometí que le dejaría explicar, pero dude que tu lo vieras muy diferente como lo veo yo, Por supuesto, frecuentemente estoy equivocada de tus pensamientos o, no? —Ella frunció sus labios y me miro.
—Explicar que?
Santana sacudió su cabeza.
—Le prometí. Pensé no se si realmente le debemos nada más — Sus dientes se retorcieron.
—Santy… no lo entiendo — Frustración e indignación tomaron mi cabeza.
Ella toco mi mejilla y después sonrió gentilmente
Mi cara se suavizo como respuesta, desee momentáneamente ignorar el enojo.
—Es mas difícil de lo que lo haces ver. Lo se, lo recuerdo
—No me gusta sentirme confusa
—Lo se. Así que vamos a llevarte a casa, para que lo veas todo por ti misma — Sus ojos se fijaron en mi vestido mientras hablaba de ir a casa y con desaprobación. —Hmmm — después de pensar una mitad de un segundo, ella se quito su jersey blanco y lo puso sobre mi.
—Tan malo? — la mire con desaprobación
—no se fijará en mi
Ella sonrió y camino delante de mi.
Deslice mis manos por las mangas y me la puse sobre mi arañado cuerpo. Claro que la deje a ella sin camisa, y fue imposible no ver eso distraible.
—Competiré contigo — Dije, después cautelosa —No arruines el juego esta vez
Me tomo de la mano y me sonrió.
—En sus marcas….
Encontrar el camino a mi nueva casa era más simple que caminar hacia abajo a la calle de Charlie, donde estaba el viejo. Nuestro olor dejo un claro y fácil rastro para seguir, aun corriendo lo más rápido que podía.
Santana me dejo ganarle hasta que topamos con el rio. Yo tome mi ventaja e hice mi salto antes, tratando de usar mi extra fuerza para ganar.
—Ha — Dije cuando oí que mi pie fue el primero en tocar el césped.
Oyendo su aterrizaje, Oí algo que no esperaba. Algo fuerte y muy cerca. Un ruidoso corazón.
Santana estuvo atrás de mi en un segundo, sus manos se abrazaron arriba de mis brazos.
—No respires — Ella me advirtió urgentemente.
Intente no entrar en pánico como congelar mi mente. Mis ojos solo fueron los que se movieron para encontrar la fuente del sonido.
Sam se posiciono en la línea donde el bosque tocaba el pasto de los Cullen, sus brazos doblados alrededor de su cuerpo, su mandíbula apretada fuerte. Invisible en los bosques atrás de el. Oí ahora dos agrandados corazones, y el apenas visible helecho aplastado debajo del enorme par de piernas.
—Cuidadoso, Sam — dijo Santana. El gruñido del bosque repercutió en el asunto de su voz. —Tal vez esta no es la mejor manera
—Tu piensas que seria mejor dejarla estar cerca de su bebé primero? — Sam interrumpió. —Es mas seguro que ver como Britt lo hace conmigo. Yo sane primero
Esto era una prueba? Para ver si yo no mataba a Sam antes de no tratar de matar a Valerie? Me sentí enferma de una forma extraña. No tenia nada que ver con mi estomago, solamente mi mente. Fue idea de Santana?
Yo mire a su cara ansiosamente; Santana me miro por un momento deliberado, y su expresión se volvió de un desconcertado en algo más. Ella se encogió de hombros, y allí estaba una corriente de hostilidad en su voz cuando dijo.
—Es tu cuello, supongo
El gruñido del bosque fue furioso esta vez: Marley, no tenía ninguna duda.
¿Qué estaba pasando con Santana? Después de todo lo que habíamos pasado, no debería sentir un poco de amabilidad por mi mejor amigo? Pensé tal vez egoístamente esa Santana era una especie de amiga de Sam, también. Debí malinterpretarlos.
Pero que estaba haciendo Sam? Porque estaba poniéndose a prueba para proteger a Valerie?
Eso no tenia sentido para mi. Aun si nuestra amistad había sobrevivido.
Ahora mis ojos se encontraron con los de Sam, Yo pensé que quizás lo habría hecho. El me seguía viendo como mi mejor amigo. Pero el fue el que no había cambiado ¿Qué me hizo ver como el?
Después el sonrió con su familiar sonrisa, la sonrisa de una alma gemela, y estuve segura que nuestra amistad estaba intacta. Era exactamente igual que antes, cuando salíamos a su garaje, solo dos amigos matando el tiempo. Fácil y normal de nuevo, me di cuenta de la extraña necesidad que sentía antes de que cambiara se había ido completamente. El era solo mi amigo, como debía ser.
Seguía sin tener sentido que es lo que estaba haciendo ahora, pensé, estaba realmente desinteresado que trataba de protegerme con su propia vida por hacer algo incontrolado en fracción segundo que me arrepentiría en agonía por siempre? Que iba mucho mas allá de simplemente tolerar en lo que me había convertido, o milagrosamente manejarme para estar con mi amigo. Sam era una de las mejores personas que he conocido, pero esto se veía mucho para aceptar de cualquiera.
Su sonrisa se amplio y el se estremeció ligeramente.
—Tengo que decir que Britt. Eres un show para locos
Yo sonreí de vuelta, cayendo lentamente en un viejo modelo. Esta era la parte de el que entendía.
Santana gruño.
—Cuídate, perro
El viento soplo atrás de mí y rápidamente llene mis pulmones con el aire seguro así para poder hablar.
—No, el esta en lo correcto, los ojos son realmente algo, no lo son?
—Muy aterradores. Pero no esta tan mal como creí que fueran a ser.
—Gracias por el estupendo cumplido
El puso sus ojos en blanco.
—Tu sabes a lo que me refiero. Tu sigues viéndote tipo como tu. Tal vez no es de ver como… tú eres Britt. Yo creí que no se iba a sentir como si tu aun estuvieras aquí. — El sonrió de nuevo hacia mí sin ningún trazo de amargura o resentimiento en su rostro. Luego el sonrió mas y dijo —De todos modos, Me acostumbrare a los ojos suficientemente pronto.
—Lo harás? — pregunte , confundida. Era genial que sigamos siendo amigos, pero era como si no pasáramos muchos tiempos juntos.
La extraña mirada cruzo sobre su rostro… borrando la sonrisa.
Era casi como…. Culpa? Luego sus ojos se desplazaron a Santana
—Gracias — el dijo —No sabría si la mantendrías lejos de ella, promesa o no. Usualmente tu le das todo lo que quiere
—Quizás estoy esperanzada que ella se irritara y te quitara la cabeza — Santana indicó.
Sam bufó.
—Que es lo que pasa? ¿Están guardando secretos para mi? — Demande, incrédula.
—Te explicare después — Sam dijo cohibidamenté como si no planeara hacerlo. Después el cambio el tema —Primero, tengamos este show en el camino — Su sonrisa fue un desafío ahora y empezó hacia delante lentamente.
Había un aullido de protesta detrás de el, y luego el gris cuerpo de Marley salió de los aboles detrás de el. El cuerpo arenoso de Joe estaba justo atrás de ella.
—Tranquilos, chicos — dijo Sam. —Manténganse fuera de esto
Estaba agradecida que no lo escucharan pero solo siguieron después de el lentamente.
El viento seguía ahora; el no soplo el olor del de mí.
El estuvo lo suficientemente cerca que yo podía sentir el calor de su cuerpo en el aire entre nosotros. Mi garganta se quemo en respuesta.
—Vamos Britt, haz lo peor
Marley bufó.
Yo no quería respirar. No estaba bien tomar la ventaja peligrosa de Sam, no importaba si el se estaba ofreciendo. Pero yo no pude apartarme por lógica. De que otro modo podría estar seguro de no lastimar a Valerie?
—Me estoy haciendo viejo aquí, Britt — Sam mofó. —Ok no técnicamente, pero tu sabes a lo que me refiero. Vamos, huele
—Aférrate a mi — le dije a Santana, escondiéndome de nuevo en su pecho.
Sus brazos se ajustaron a mis brazos.
Encerré mis músculos en su lugar, esperando que se quedaran congelados. Resolví que quería hacerlo por lo menos tan bien como lo había hecho en la caza. El peor de los casos, Yo pararía de respirar y correr por el. Nerviosamente, tome un pequeño aliento por mi nariz, preparándome por nada.
Dolió un poco, pero mi garganta ya estaba débilmente quemada. Sam no olio mucho mas humano que el león de la montaña. Allí había un borde animal en su sangre que instantáneamente repelía. A pesar de lo fuerte, blando sonido de su corazón fue atrayente, el olor que venia con el hizo que mi nariz se arrugara. Eso fue mas fácil con el olor para templar mi reacción al sonido y el calor de su sangre pulsante
Tome otro respiro y me relaje.
—Huh, Ahora veo lo que todos decían. Apestas, Sam
Santana rompió en risas; su mano pasó sobre mis hombros para rodear mi cintura. Joe ladro una lenta risa en armonía con Santana; el se acerco un poco mientras Marley desplego severos lugares. Y después yo estaba consiente de otra audiencia, cuando oí a bufarse bajo a Puck, bajo por la pared de césped que estaba entre nosotros.
—Mira quien habla — dijo Sam. Teatralmente arrugando su nariz. Su cara no se frunció por ahora mientras Santana me abrazo, no incluso cuando Santana se sereno y suspiro —Te amo — en mi oído. Sam solo siguió sonriendo. Esto me hizo pensar que las cosas iban a estar bien entre nosotros, de la manera que no habían sido por un tiempo. Tal vez ahora realmente pueda ser su amiga, yo le asqueaba lo suficiente fiscalmente para saber que el no podía amarme igual que como lo hacia antes. Tal vez eso era todo lo que se necesitaría.
—Ok entonces pase verdad? — Dije. —Ahora me dirán cual es el gran secreto?
La expresión de Sam se volvió muy nerviosa
—No es nada de lo que te tengas que preocupar en este segundo…
Oí de nuevo a Puck bufarse otra vez un sonido de anticipación.
Hubiera presionado el punto, pero estaba oyendo a Puck, oí otro sonido también. Siete personas respirando. Unos pulmones más rápidos que otros. Solo un corazón latía como un aleteo de un pájaro, ligero y rápido.
Estaba totalmente entretenida. Mi hija esta justamente del otro lado de la ligera pared de césped. No pude verla la luz se reflejaba de las ventanas como si fueran espejos, yo solo podía verme a mi muy extraña muy blanca y quieta comparada con Sam, o, comparada con Santana, viendo exactamente igual.
—Valerie —suspire. El estrés me hizo una estatua otra vez. Valerie no iba a oler como un animal, la pondré en peligro?
—Ve y mira — Santana murmuró. —Yo se que tu puedes manejar esto
—Me ayudarás? — susurre mediante mis inmóviles labios.
—Claro que lo hare!
—Y Puck y Quinn por si acaso?
—Te cuidaremos Britt, no te preocupes, estamos preparados. Ninguno de nosotros arriesgara a Valerie. Creo que estarás sorprendida a como esta preparada para envolvernos con su pequeños dedos. Ella esta perfectamente segura, no importa que.
Mi anhelo por verla, por entender su adoración en su voz, rompió mi inmóvil pose. Y comencé la marcha.
Y después Sam se puso en mi camino... con cara de preocupación.
—Estas segura, chupasangre? — el demando a Santana con su voz casi suplicando. Yo nunca oí hablarle a Santana de esa manera. —No me gusta esto quizás ella debería esperar
—Tu tuviste tu prueba, Sam
Esa fue la prueba de Sam?
—Pero… — Sam empezó.
—Pero nada… — dijo Santana, de repente exasperada. —Britt, necesita ver a nuestra hija. Quítate de su camino
Sam me lanzo una extra, desesperada mirada y luego giro y casi hizo una carrera hacia dentro de la casa delante de nosotras.
Santana gruño.
Yo no le encontraba sentido a su confrontación, y no me pude concentrar en ella. Yo solo podía pensar en la borrosa niña en mi mente y luchar en contra de confusión, tratando de recordar exactamente su rostro.
—Deberíamos nosotras? — Dijo Santana, con su voz gentil otra vez.
Asentí con la cabeza nerviosamente.
Tomo mi mano fuertemente con la suya y me dio camino hacia la casa.
Ellos estaban esperándome en una línea de sonrisas eran de bienvenida y defensiva. Kitty varios pasos atrás de ellos, cerca de la puerta de enfrente. Ella estaba sola hasta que Sam se le unió y estuvo enfrente de ella, cerca más de lo normal. No había sentido de comodidad estando tan cerca; los dos se vieron encogerse a mí a proximidad.
Alguien muy pequeño se inclinaba hacia afuera de los brazos de Kitty, mirando hacia Sam. Inmediatamente ella tuvo toda mi atención, todos mis pensamientos, de manera que nada mas se había apropiado de ellos desde el momento en que abrí los ojos.
—Estuve fuera solo dos días? — Jadié, deliberadamente.
La niña extraña en los brazos de Kitty, parecía tener semanas, si no meses, de grande. Ella estaba quizás el doble del bebe que estaba en mis pensamientos, y ella me veía sujetando su propio torso fácilmente estirado hacia mi. Su reluciente cabello negro caía en rizos pasando sus hombros. Sus ojos azul cielo me examinaban con un interés que no era nada de un niño; era adulto, consiente e inteligente. Ella alzo una mano, buscando en mi dirección por un momento, y después regresando a tocar la garganta de Kitty.
Si su rostro no hubiera sido asombroso, hermoso y perfecto. No podría haber creído que era la misma niña.
Mi niña.
Pero Santana estaba allí en sus facciones, y estaba yo en el color de sus ojos y mejillas. Incluso Charlie tuvo que ver en sus rizos, atreves del color de cabello de Santana. Ella tenía que ser nuestra. Imposible pero seguía siendo verdad.
Ver esta inesperada pequeña persona no la hizo mas real, pensé, solo la hizo mas fantástica.
Kitty palmeo con la mano hacia su cuello y murmuro,
—Si, es ella
Los ojos de Valerie se retuvieron en mí. Después, así ella como cuando después de unos segundos antes de su nacimiento, ella me sonrió. Un pequeño destello, una dentadura perfecta.
Tabaleándome por adentro, tome un inseguro paso hacia ella.
Todos se movieron rápidamente.
Puck y Quinn estuvieron ante mi, hombro con hombro, manos listas. Santana me abrazo por detrás, sus dedos fuertemente sobre mis brazos nuevamente. Aun William y Emma se movieron a los costados de Puck y Quinn. Mientras Kitty retrocedió a la puerta, sus brazos firmemente agarrando a Valerie.
Sam también se movió, manteniendo en su trance protector enfrente de ellos.
Rachel fue la única que permaneció en su lugar.
—Oh denle un poco de crédito — ella reprendió. —Ella no va hacer nada. Ustedes quería un acercamiento cerca también.
Rachel estaba en lo correcto. Estaba en control de mi misma. Estaba preparada para nada por un perfume insoportablemente insistente como el humano huele en los bosques. La tentación aquí no era comparable. La fragancia de Valerie era perfectamente equilibrada en la línea entre el olor del más hermoso perfume y el olor de la deliciosa comida.
Había suficiente aroma dulce de vampiro para mantener la parte humana inconsolable.
Podría con ello. Estaba segura.
—Estoy Bien, lo prometo — tocando la mano de Santana que estaba en mi brazo. Después dude y agregué. —Quédense cerca, por si acaso
Lo ojos de Quinn estaban tensos, enfocados. Yo sabía que ella estaba tomando mi clima emocional, y tomaba un estado tranquilizante y en calma. Sentí que Santana liberaba mis brazos como la evaluación de la cabeza de Quinn.
Pero Quinn parecía de primera mano, no estar tan confiada.
Cuando ella escucho mi voz, la niña de dientes para afuera forcejeó de los brazos de Kitty, buscándose hacia mí. De alguna manera su expresión era un tanto impaciente.
—Quinn oh, déjanos pasar. Britt tiene esto
—Santana, el riesgo — Quinn dijo.
—Mínimo, Escucha Quinn en la caza, ella tomo el rastro de algunos excursionistas que estaban en el lugar equivocado en la hora equivocada…
Escuche el aspirar de un shockeante respiro de William. La cara de Emma era de repente llena y mezclada con compasión. La vista de Quinn se amplio, pero el sonrió un poco, como si las palabras Santana respondieran alguna de las preguntas en su cabeza. La boca de Sam se volvió en una mueca. Puck se encogió de brazos.
Kitty se veía menos desconcertada que Puck así como trataba de atrapar los brazos de la pequeña niña.
La expresión de Rachel me dijo que ella no estaba burlándose. Sus estrechos ojos, limitados en una quemante intensidad en mi camisa prestada, parecía mas preocupada acerca de que había hecho con mi vestido.
—Santana — William escarmentó —Como puedes ser tan irresponsable
—Lo se William. Lo se, fui totalmente estúpida. Yo debí tomar el tiempo para estar segura que estamos en una zona segura antes de que pierda el control
—Santy… — dije entre dientes, apenada por la forma en que ellos me miraban. Era como si esperaran ver un rojo brillante en mi mirada.
—El esta en lo correcto en reprenderme, Britt — dijo Santana con una sonrisa. —Hice un gran error. El hecho de que tú eres más fuerte que todos, como nunca he conocido. Eso no cambia
Rachel puso sus ojos en blanco
—Que broma de buen gusto, Santy
—No estaba haciendo una broma. Estaba explicándole a Quinn porque Britt puede con esto, no es mi culpa que todos se brincaran a esa conclusión
—Espera — Quinn jadeo. —Ella no cazo a los humanos?
—Ella empezó… — Dijo Santana, claramente disfrutándolo. Mis dientes chocaron juntos. —Ella estaba enteramente enfocada en la caza
—Que paso? — dijo William. Sus ojos eran de repente brillantes, una gran sonrisa empezó de su cara. Que me recordó antes, cuando quería saber los detalles de mi transformación. La emoción de una nueva información
Santana se apoyo hacia el, animándolo.
—Ella me escucho atrás de ella y reacciono defensivamente. De repente mi persecución se rompió en su concentración, ella se escapo rápidamente de ella. Nunca vi nada para igualarla. Ella vio por una vez lo que estaba pasando, sostuvo su respiración y salió corriendo
—Wow — Puck susurro. —Enserio?.
—Santana no lo esta contando correctamente— Dije, mas avergonzada que antes. —Ella dejo afuera la parte en que le gruñí
—Ustedes se dieron en unos buenos golpes? — Puck pregunto ansioso.
—No claro que no!
—No, enserio? Tu no la atacaste?
—Puck! — proteste.
—Oh que perdida... — Puck sonrió. —Tu podrías haber sido la única persona que podría contra ella, mientras ella no pueda leer tu mente para hacer trampa y tu tienes la excusa perfecta, también — El suspiro aliviado. —Estaba muerto por ver que hacían sin esa habilidad
Lo mire fríamente.
—Yo nunca
Quinn con ceño fruncido obtuvo mi atención; estaba más desconcertada que antes.
Santana toco con su puño el hombro de Quinn con un fingido golpe.
—Ves lo que digo?
—Ella puede irse contra ti tiene solo unas horas!
Emma reprendió y puso su mano en su corazón.
—Oh , debimos haber ido contigo
No estaba prestando mucha atención, ahora Santana estaba pasando de remate en su broma. Estaba al pendiente de la niña que estaba en la puerta, que estaba aun hacia mí. Sus pequeños bracitos estaban buscándome como si supiera quien era. Automáticamente, mi mano se levanto para imitarla.
—Santy… —dije, inclinándome alrededor de Quinn para verla mejor.
—Por favor…?
Los dientes de Quinn se estremecieron; y ella no se movió.
—Quinny, esto es algo nunca has visto — Dijo Rachel rápidamente —Confía en mi
Sus ojos se cerraron por un segundo, y luego Quinn asintió.
Ella se aparto de mi camino, pero puso una mano en mi hombro y siguió mi lento camino.
Pensé en cada paso antes de tomarlo, analizando mi estado, lo quemante en mi garganta, y la posición de los demás alrededor de mí. Que tan fuerte me sentía ante como ellos podrían controlarme. Fue un lento proceso.
Y después la niña de los brazos de Kitty, seguía buscando todo este tiempo mientras su expresión se hacia cada vez mas irritante, dejando afuera un fuerte, ruidoso llanto. Todos reaccionaron como si así como yo nunca hubieran oído su voz
Ellos la rodearon rápidamente, dejándome parada sola.
El llanto de Valerie me estremeció, arrojándome al suelo. Mis ojos se volvieron un modo extraño, como si quisieran llorar.
Parecía que todos tenían una mano en ella. Todos menos yo.
—Que... que es lo que pasa? Esta herida? Que paso?
Era la voz de Sam de un modo más alto, con ansiedad hacia los demás. Yo mirada en shock mientras el se acercaba a Valerie y luego en un modo horrorizado Kitty le susurro sin pelar con el.
—No, ella esta bien — Kitty dijo.
Kitty le estaba hablando a Sam?
Valerie se fue hacia Sam con gusto suficiente, pasando sus manos en su cuerpo y luego volviéndose de nuevo hacia mi.
—Ves? — Le dijo Kitty. —Ella solo quiere a Britt
—Ella me quiere? — Suspire.
Los ojos de Valerie mis ojos estaban impacientes hacia mí.
Santana se lanzo a mi lado. Ella puso ligeramente sus manos de nuevo en mis brazos y apresuro mi camino.
—Ella te ha estado esperando por casi tres días — Me dijo.
Ahora solo estábamos a un metro de ella. Un calor parecía salir de ella para tocarme.
O tal vez era Sam que estaba tembloroso. Vi sus manos temblar mientras mas me acercaba. Y después, su ansiedad se esfumo y puso un rostro de serenidad que tenia mucho que no veía.
—Sam estoy bien. —Le dije. Me puso muy nerviosa ver a Valerie en sus temblorosas manos, pero trabajaba para mantenerme en control.
Me frunció, me miro detenidamente, como si solo estuviera nervioso de poner a Valerie en mis brazos.
Valerie suspiraba con ansiedad y exigencia, sus pequeños brazos seguían levantándose de nuevo y de nuevo.
Algo se encendió en mí por un momento. El sonido de su llanto, los ojos familiares, el modo impaciente en que me veía incluso mas del que yo tenía por esta reunión todo se volvió junta en la más manera más natural como en la que ella estaba firmemente en el aire entre nosotras. De pronto, ella era absolutamente real, y por supuesto la conocía. Era perfectamente ordinario que debí haber tomado rápidamente el ultimo paso y agarrarla, poniendo sus manos exactamente donde se pudiera mejor y abrazarla gentilmente hacia mi.
Sam dejos sus largos brazos extendidos, así podría acunarla, pero no me dejo.
El se estremeció un poco cuando nuestra piel se toco. Su piel, siempre tan cálida antes, ahora era como una llama para mí. Era casi como la temperatura de Valerie. Unos cuantos grados de diferencia.
Valerie estaba consiente del frio de mi piel, o al menos parecía estar acostumbrada a el.
Miro hacia arriba y me sonrió nuevamente, enseñando de nuevos sus pequeños lentes y sus dos hoyuelos de las mejillas.
Luego, deliberadamente, ella buscaba mi cara.
En el momento que ella hizo esto, todas las manos se tensaron, anticipando mi reacción. Apenas me di cuenta.
Yo estaba jadeando, asombrada y congelada por la alarmante extraña imagen que rellenaba mi mente. Se sintió como un fuerte recuerdo aun la podía ver atreves mi ojos mientras la veía en mi cabeza pero fue completamente infamiliar. Estaba mirándolo fijamente atra vez de la expectante expresión de Valerie, tratando de entender que era lo que pasaba, luchando desesperadamente de retomar la tranquilidad.
Además de ser shockeante e infamiliar, la imagen fue también mala de algún modo. Casi reconocía mi propia cara en el, mi vieja cara, pero eso ya era pasado. Comprendí rápidamente que estaba viendo mi cara como los demás la veían, más que iluminante un reflejo.
El recuerdo de mi cara era confuso, desbastado, cubierto por dulce y sangre. A pesar de esto, mi expresión en la visión se volvió en una sonrisa; mis ojos brillaron sobre los sus profundos círculos. La imagen se extendió, mi rostro se volvió mas cerca para ver un punto de ventaja, luego abruptamente se desvaneció.
La mano de Valerie se puso en mi mejilla. Ella sonrió ampliamente de nuevo.
Estaba todo totalmente callado en la habitación, excepto por los latidos del corazón.
Nadie pero Sam y Valerie era tanto como respirar.
El silencio se extendió; parecía que esperaban a que yo dijera algo.
—Que… que… fue eso? — Dije sin aliento
—Que fue lo que viste? — Kitty pregunto curiosamente, viendo arriba de Sam, que se veía como fuera de lugar en ese momento. —Que te mostro?
—Ella me mostro eso? — Susurre.
—Te dije que era difícil de explicar — Santana murmuro en mi oído. —Pero efectivo como comunicación
—Que fue? — Pregunto Sam.
Yo parpadeé muchas veces rápidamente.
—Um . Yo. Creo. Pero me veía terrible
—Era el único recuerdo que tenia de ti. — Santana explico. Era obvio que ella vio que fue lo que me mostro mientras veía en ella. Santana seguía avergonzada, su voz se áspero al revelar el recuerdo. —Ella te esta dejando saber que ella hace la conexión de saber quien eres.
—Pero como pudo hacerlo?
Valerie me vio desconcertada con sus alucinantes ojos.
Estaba sonriendo y jalando un mechon de mi cabello.
—Como leo los pensamientos? , ¿Cómo Rach ve el futuro? — Santana respondió retóricamente y después se encogió de hombros.
—Ella esta bendecida
—Es algo inesperado — William le dijo a Santana. —Como si ella hiciera lo puesto a lo que tu haces
—Interesante — Santana agrego. —Me pregunto…
Sabía que estaban especulando, pero no me importo. Estaba enfrente de la más hermosa cara en el mundo. Ella estaba caliente en mis brazos, me recordaba en el momento que casi la oscuridad casi ganaba, cuando no había nada en el mundo por que seguir. Nada extremadamente fuerte para jalarme afuera de la oscuridad. En el momento que pensé en Valerie y encontré algo que nunca dejaría.
—Te recuerdo también — Dije rápidamente.
Se veía tan natural para apoyar y presionar mis labios en su frente. Olía maravillosamente. El olor de su piel hacia que mi garganta se quemara, pero fue fácil de ignorar. Eso no arruino la diversión del momento, Valerie era real y yo la conocía.
Ella era la misma por la que pelee desde el principio.
Mi pequeño golpecito, el que me amaba desde adentro, también. Mitad Santana, perfecta y adorable y mitad yo que sorprendentemente, la hacia mejor.
Estaba completamente segura. Ella valió la pelea.
—Ella esta bien — Rachel murmuro, probablemente a Quinn. Podría sentir como ellos aun no confiaban.
—Experimentamos lo suficiente por el día de hoy? — pregunto Sam, su voz era lo suficientemente estresada. —Esta bien Britt lo hizo bien pero no presionemos
Lo mire con gran irritación. Quinn se puso inmediatamente alado mío. Estábamos tan cerca que cada pequeño movimiento parecía ser grande.
—Cual es tu problema, Sam? — demande. Jale suavemente en contra de que cargara a Valerie, y el solo se puso mas cerca de mi. El estaba casi encima de mi, Valerie toco ambos pechos.
Santana riéndose entre dientes hacia ella.
—No porque no entienda, no significa que no te apartaría, Sam. Britt lo hace extraordinariamente bien. No arruines el momento para ella
—Yo le ayudaría a sacarte, perro — Kitty prometió, su voz hervía. —Yo te daría un buen golpe en el estomago. —Obviamente, no había cambiado nada en esa relación, amenos que se hubiera puesto peor.
Mire la expresión de ansiedad casi enojo de Sam. Sus ojos estaban enfocados en Valerie. Con la presión de todos juntos, el debió estar tocando al menos 6 diferentes vampiros al momento, pero no parecía molestarle.
El realmente estaba pasando por todo esto solo por protegerme de mi misma? Que pudo haber pasado durante mi transformación mi cambio en algo que odia eso lo había ablandado demasiado para que fuera necesario?
Me confundí sobre eso, viendo su mirada hacia mi hija , mirándola como si… como si fuera un hombre ciego viendo el sol por primera vez.
—No! — Grite.
Los dientes de Quinn se juntaron y los brazos de Santana envolviéndose alrededor de mi pecho contrallándose como boa. Sam aparto a Valerie de mis manos al mismo tiempo, y yo no intente sostenerla. Porque lo vi venir lo que todos estaban esperando.
—Kitty — dije entre dientes, lentamente y precisó.
—Toma a Valerie
Kitty soltó sus brazos, y Sam le dio a mi hija. Las dos se apartaron de mi.
—Santy, no te quiero lastimar, así que apártate.
Ella dudó.
—Ve a donde esta Valerie — Sugerí
Ella reflexiono, y después me soltó.
Me apoye en mi posición de caza y tome dos lentos pasos hacia Sam.
—Tu no — Gruñí hacia el
El se hecho para atrás con miedo, palmas arriba, tratando de razonar conmigo.
—Sabes que es algo que no puedo controlar
—Tu estúpido perrucho! Como pudiste!? Mi bebé!
El se hecho para atrás hacia la puerta principal ahora, lo aseche, casi corriendo hacia debajo de las escaleras.
—No fue mi idea, Britt
—Yo la sostuve en un tiempo, y tú ya pensabas ya pensabas en algo reclamar algo a ella, tonto lobo? Ella es mía!
—Puedo compartir — Dijo suplicando al tiempo en que se retiraba hacia el césped.
—Paga — escuche a Puck diciendo atrás de mi. Una pequeña parte de mi cerebro se preguntaba quien había apostado contra esto.
No perdí mucha atención en eso. Estaba furiosa.
—¿Cómo te atreviste fijarte en mi bebe? Acaso has perdido las razón?
—Fue involuntario! — el insistió, yéndose a los arboles.
Después el no estaba solo. Los dos grandes lobos aparecieron, flanqueando en cada lado. Marley gruño hacia mí.
Respondí con un gruñido de miedo estaba en entre mis dientes. El sonido me inquieto, pero no demasiado para detener mi avance.
—Britt, tratarías de escuchar por un momento? Por favor? — Sam suplico —Marley, aléjate! — agrego.
Marley torció sus labios hacia mi y no se movió.
—Porque debería oír? — dije entre dientes. La furia reinaba mi mente. Lo que nublaba todo.
—Porque tú eres la que me dijo esto. Te acuerdas? Tu dijiste que nos pertenecíamos en las otras vidas, cierto? Que seriamos familia. Tu dijiste que eso era como tu y yo debía ser. Así que… ahora lo es. Es como tu querías.
Yo mire ferozmente. Hice un pequeño recuerdo de esas palabras, pero mi nuevo cerebro rápidamente estaba a dos pasos delante de su poco sentido.
—Tu piensas que serás parte de mi familia como mi yerno! —Yo grite. El sonido de mi voz se subió dos octavas y seguía pareciendo como música.
Puck rió.
—Detenla, Santana — murmuró Emma. —Ella será infeliz, si lo lastima
Pero no sentí seguimiento detrás mío.
—No! — Insistía Sam al mismo tiempo. —Como puedes verlo de esa manera? Ella solo es una bebe! Por el amor de Dios!
—Ese es mi punto! — grite.
—Tú sabes que no pienso en ella de esa forma, crees que Santana me hubiera dejado vivir hasta ahora si fuera así? Todo lo que quiero es que esta segura y feliz eso es muy malo? Muy diferente a lo que tu quieres? — Gritando hacia mí.
Mas allá de palabras, hacia un gruñido de terror hacia el.
—Sorprendente, cierto? — oí a Santana murmurar.
—Ella no se ha ido contra su garganta ni por una vez — William agrego, sonando aturdido.
—Esta bien, ganaste esta — Puck dijo entre dientes.
—Te mantendrás lejos de ella — le grite a Sam.
—No puedo hacer eso!
Dije también entre dientes:
—Inténtalo!, a partir de ahora.”
—No es posible! Recuerdas lo mucho que me querías hace tres días? Lo difícil que era de apartarnos uno del otro? Se ha ido de ti, cierto?
Lo mire, no segura de lo que estaba diciendo.
—Fue ella — dijo —Desde el principio tuvimos que estar juntos, incluso después.
Lo recordé y entendí; una parte de mi estaba revelando para entender la locura. Pero de alguna manera eso me hizo sentir mas furiosa. El esperaba que eso fuera suficiente para mí? Esa pequeña aclaración me haría estar bien con esto?
—Huye, mientras puedas — amenace.
—Vamos Britt, le agrado a Val, también — Insistió.
Me congele. Mi aliento se detuvo. Atrás de mi oí la falta de su reacción de preocupación.
—Tu! TE IMPRIMASTE DE MI HIJA!
Sam dio un paso atrás, viéndose avergonzado.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Chicas!!! Necesito su opinion, estoy por comenzar un nuevo fic, igualmente Brittana y Faberry pero necesito que me den su opinion sobre que tema podria ser...
1. Policias
2. Heroes
3. Alguna otra adaptacion
Por favor denme su opinion sería tan importante y estoy tan indecisa jaja. Gracias, Besos
dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
huu esta muy bueno,...
quería ver el cruce de san y britt por val!!! a ver como sigue y si ahí pelea jajaja
PD: a mi me gusta lo de policiales,...!!! te doy mi voto para ese,..
quería ver el cruce de san y britt por val!!! a ver como sigue y si ahí pelea jajaja
PD: a mi me gusta lo de policiales,...!!! te doy mi voto para ese,..
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
Que Britt le haga algo a Sam por favor hahahaha Pelea entre ellos es lo que exijo Saludos :*
Pd: Policiales sería interesante porque no hay casi nungun fic que trate sobre eso :*
Pd: Policiales sería interesante porque no hay casi nungun fic que trate sobre eso :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
policias por favor, y alguien me podria explicar lo de imprimarse, que hay entre ese perro bocon y la bebe de britt y san?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Recuerdos
—Lo siento tanto, Joe. Debí estar más cerca
Santana se seguía disculpando, y yo no creía que fuera justo o apropiado. Después de todo, Santana no había perdido completa e inexplicablemente el control de sus emociones. Santana no había intentado cortarle la cabeza a Sam. Sam, quien no había ni siquiera intentado protegerse y después accidentalmente roto el hombro y clavícula de Joe cuando había saltado para detenernos. Santana no había casi asesinado a su mejor amigo.
No era que ese mejor amigo no tuviera que dar explicaciones, pero, obviamente, nada que Sam hubiera hecho podía merecer mi comportamiento.
Por lo tanto, no debía ser yo quien se disculpara? Traté una vez más.
—Joe. Lo...
—No te preocupes por eso, Britt, estoy completamente bien — dijo Joe al mismo tiempo que Santana dijo
—Britt, cariño, nadie está juzgando tu comportamiento. Lo estás haciendo bien
No habían dejado que terminara de hablar.
Sólo me hacía sentir peor el hecho de que Santana tenía dificultades para quitarse la sonrisa de la cara. Sabía que Santana no merecía mi reacción, pero ella parecía encontrar algo satisfactorio en ello. Tal vez estaba deseando tener la excusa de ser un neonato para poder también usar excusa de su fuerza física contra Sam.
Traté de borrar por completo la furia de mi cuerpo, pero era difícil, sabiendo que Sam estaba afuera con Valerie en este momento. Manteniéndola a salvo de mi, la loca neonata.
William aseguró otra pieza del enyesado en el brazo de Joe, y éste guiñó con dolor.
—Lo siento, lo siento! — murmuré, sabiendo que nunca podría encontrar la disculpa adecuada.
—No te pongas así, Britt — dijo Joe, palmeando mi rodilla con su mano buena, mientras Santana sobaba mi brazo del otro lado.
Joe parecía no tener aversión a sentarse a mi lado en el sofá donde William lo curaba.
—Estaré listo en media hora — continuó, aún con su mano en mi rodilla, sin tomar en cuenta el frio y dura textura de ésta. —Cualquiera hubiera hecho lo mismo, al enterarse de lo de Sam y Val… — Cortó la palabra y cambió el tema rápidamente. —Quiero decir, al menos no me mordiste o algo peor. Eso apestaría
Enterré la cara en mis manos y me estremecí al pensar en eso, en esa posibilidad real. Podía haberlo hecho fácilmente. Los licántropos no reaccionan al veneno de vampiros de la misma forma en que lo hacen los humanos, me lo acababan de decir. Era mortal para ellos.
—Soy una persona horrible
—Por supuesto que no. Yo debí… — comenzó Santana.
—Detente — suspiré. No quería que tomara la responsabilidad por lo que había pasado como siempre lo hacía.
—Es una suerte que Valerie no es venenosa — dijo Joe después de unos segundos de silencio incómodo. —Porque se la pasa dándole mordidas a Sam
Mis manos cayeron.
—Lo hace?
—Claro. Cuando él o Kitty no tenían la comida en su boca lo suficientemente rápido. Kitty piensa que es muy chistoso
Lo quedé viendo, en shock, y también con algo de culpa, porque tenía que admitir que esto me agradaba en una forma un poco petulante.
Por supuesto, yo ya sabía que Valerie no era venenosa. Yo fui la primer persona a quien mordió. No lo dije en voz alta porque en ese momento estaba perdiendo la memoria debido a los recientes eventos.
—Bien, Joe — dijo William, enderezándose y alejándose de nosotros. —Creo que es todo lo que puedo hacer. Trata de no moverte por, oh, unas cuantas horas, supongo — William rió. —Desearía que tratar a los humanos fuera instantáneamente gratificante como esto — Colocó su mano por un momento sobre el cabello oscuro de Joe. —Quédate quieto — le ordenó, y desapareció por las escaleras. Escuché la puerta de su oficina cerrarse, y me pregunté si habían levantado la evidencia del rato anterior.
—Probablemente pueda arreglármelas para quedarme quieto un rato — Joe admitió después de que William se fuera, y bostezó. Cuidadosamente, asegurándose de que su hombro no se torciera, Joe colocó su cabeza sobre el respaldo del sofá y cerró los ojos. Segundos después, su boca estaba completamente abierta.
Fruncí el ceño al ver su cara pacífica por un minuto. Igual que Sam, Joe parecía tener la facilidad de quedarse dormido cuando lo deseara. Sabiendo que no sería capaz de disculparme de nuevo por un largo rato, me levanté; el movimiento no causó ningún cambio en el sofá. Todo lo físico era increíblemente fácil. Pero el resto…
Santana me siguió a las ventanas traseras y tomó mi mano.
Marley estaba dando vueltas a lo largo del río, parando de vez en cuando para ver hacia la casa. Era fácil saber cuando volteaba buscando a su hermano y cuando me buscaba a mí. Alternaba las miradas ansiosas y las miradas asesinas.
Podía escuchar a Sam y Kitty en el exterior, en las escaleras del frente, peleando a voz baja sobre a quien le tocaba alimentar a Valerie. La relación entre ellos estaba peor que nunca; la única cosa en la que estaban de acuerdo es que yo debía mantenerme alejada de la bebé hasta que estuviera cien por ciento recuperada de mis cambios de humor. Santana trató de interceder por mí, pero yo hubiera deseado que no. Yo también quería estar segura. Estaba preocupada, sin embargo, de que mi cien por ciento segura y su cien por ciento seguros podrían ser cosas completamente diferentes.
Además de esa pequeña disputa, la respiración pausada de Joe y el bufido molesto de Marley, estaba muy calmado. Puck, Rachel y Emma estaban de cacería. Quinn se había quedado para vigilarme. Estaba parada sobre el pilar de las escaleras, tratando de no ser molesta para mí.
Tomé ventaja de la calma que había en ese momento para pensar en las cosas que Santana y Joe me habían dicho mientras William curaba el brazo de Joe. Me perdí de muchas cosas mientras me quemaba, y esta era la primera vez que tenía para ponerme al tanto.
Lo principal era que había sido el final de la disputa con la manada de Joe razón por la cual los otros se sentían a salvo de ir y venir a su gusto. El trato estaba más fuerte que nunca. O reforzada, dependiendo del punto de vista, supuse.
Reforzada, porque la ley más absoluta en la manada era que ningún lobo podía matar el objeto sobre el que imprimió otro lobo. El dolor provocado por tal cosa podría ser intolerable para toda la manada. El culpable, de forma accidental o no, no podía ser perdonado; los lobos implicados pelearían hasta la muerte no había otra opción. Había pasado hace mucho tiempo, Joe me lo dijo, pero sólo accidentalmente. Ningún lobo podría destruir intencionalmente a un hermano de tal forma.
Por lo tanto Valerie era intocable gracias a la forma en que Sam la veía ahora. Traté de concentrarme en el alivio que esto me daba en lugar de la rabia, pero no era fácil. Mi mente tenía espacio suficiente para esas dos intensas emociones al mismo tiempo.
Y Finn no se podía enojar por mi transformación tampoco, porque Sam hablando como el Alpha por derecho lo había permitido. Luché para tratar de entender, una y otra vez, lo mucho que le debía a Sam cuando únicamente quería enojarme con él.
Deliberadamente ordené mis pensamientos para controlar mis emociones. Consideré otro increíble fenómeno; a pesar de que el silencio entre ambas manadas continuaba, Sam y Finn habían descubierto que los Alpha podían hablarse entre ellos, cuando estaban en su forma de lobo. No era igual que antes; no podían escuchar cada pensamiento como cuando estaban juntos. Era más bien como hablar en voz alta, me dijo Joe. Finn únicamente podía escuchar los pensamientos que Sam quería compartir y viceversa. Se dieron cuenta que podían comunicarse a distancia también, ahora que ya habían arreglado las diferencias.
No se habían dado cuenta de esto hasta que Sam había ido solo con las respectivas objeciones de Joe y Marley para explicarle a Finn la situación con Valerie; fue la única ocasión que la había dejado sola desde que había puesto los ojos en ella.
Una vez que Finn comprendió como había cambiado todo, había venido a la casa con Sam para hablar con William. Platicaron en su forma humana (porque Santana se había negado a alejarse de mí durante mi transformación para traducir), y el trato se había renovado. La relación amistosa, a pesar de todo, nunca volvería a ser igual.
Un gran problema había sido superado.
Pero había otro, aunque no físicamente tan peligroso como una manada de molestos lobos, que parecía más importante para mí.
Charlie.
Había hablado con Emma muy temprano, pero nada lo había detenido de seguir llamando, dos veces, unos minutos antes, mientras William trataba a Joe. William y Santana habían dejado que el teléfono sonara.
Qué sería lo correcto decirle? Estarían los Cullen en lo correcto? Decirle que había muerto era lo mejor, lo menos cruel? Podría ser capaz de quedar perfectamente quieta en un ataúd mientras Charlie o Susan lloraban sobre mi cuerpo?
No parecía lo correcto para mí. Pero poner en peligro a Charlie o Susan, con la obsesión de los Volturi por el secreto, estaba claramente fuera de posibilidad.
Seguía pensando dejar que Charlie me vea, cuando estuviera lista para ello, y dejar que pensara lo que fuera. Técnicamente, las reglas de los vampiros permanecerían intactas. No sería mejor para Charlie si supiera que seguía viva o algo así y feliz? Aún cuando me veía extraña y diferente, y probablemente lo asustara?
Mis ojos en particular, eran mucho más aterradores ahora. Cuanto tiempo más pasaría para que pudiera controlarme y el color de mis ojos estuviera listo para Charlie?
—Qué sucede Britt? — preguntó Quinn calmadamente, lista para calmar la tensión que crecía en mí. —Nadie está molesto contigo — un pequeño gruñido proveniente del otro lado del río lo contradijo, pero ella lo ignoró —nadie está sorprendido, de verdad. Bueno, supongo que estamos sorprendidos. Pero sorprendidos por la forma en que fuiste capaz de controlarte tal rápidamente. Lo hiciste bien. Mejor de lo esperado
Mientras hablaba, el cuarto se calmó. La respiración de Joe se tranquilizó.
Me sentí con más paz, pero no olvidé mis ansiedades.
—Pensaba en Charlie de hecho
Allá afuera, el paseo se detuvo.
—ah — murmuró Quinn
—Realmente nos vamos a ir, verdad? — pregunté —Por un tiempo al menos. Pretenderemos que estamos en Atlanta o algo
Pude sentir la mirada de Santna en mi cara, pero yo no quitaba la mía de Quinn. Me contestó en un tono grave.
—Sí. Es la única forma de proteger a tu padre
Vacilé por un momento.
—Lo voy a extrañar tanto. Extrañaré a todos…
Sam, pensé, a pesar de mí misma. A pesar de que las discusiones habían terminado y estaba aliviada que así fuera él seguía siendo mi amigo. Alguien que conocía a la verdadera Britt y la aceptaba. Aún siendo un monstruo.
Pensé en lo que Sam había dicho, rogándome antes de que lo atacara. Dijiste que debíamos estar juntos, no? Que éramos una familia. Dijiste que era como tú y yo debíamos ser. Entonces… aquí estamos. Es lo que querías.
Pero no sentía que fuera lo que yo quería. No exactamente. Recordé tiempo atrás, las memorias débiles y borrosas de mi vida humana. Tiempo atrás, a la parte más difícil de recordar cuando estuve sin Santana, momentos tan oscuros que traté de enterrarlos en mi cabeza. No podía tener las palabras correctas; sólo recordaba que deseaba a Sam como mi hermano, para que pudiéramos querernos sin confusiones o dolor. Familia. Pero nunca había colocado a una hija dentro de esa ecuación.
Recordé después en una de las tantas veces que dije adiós a Sam que me pregunté en voz alta sobre quien sería la persona para él, quien compondría su vida después de todo lo que le hice. Dije algo acerca de quien fuera ella, no sería suficientemente buena para él.
Me reí, y Santana levantó una ceja en cuestionamiento. Sólo sacudí mi cabeza.
Pero por mucho que extrañara a mi amigo, sabía que había un problema mayor. Alguna vez Finn, Ryder o Jake habían estado un día entero sin ver a los objetos de sus fijaciones, Emily, Kim o Claire? Podían hacerlo? Que podría hacerle a Sam el ser separado de Valerie? Le provocaría dolor?
Había suficiente coraje en mi sistema para hacerme feliz, no por su dolor, si no por la idea de alejar a Valerie de él. Cómo iba a lidiar con la idea de que ella le pertenecía a Sam cuando apenas podía ver que ella me pertenecía a mí?
El sonido de movimiento en el frente de la casa interrumpió mis pensamientos. Los escuché levantarse y atravesar la puerta. Al mismo tiempo, William bajaba las escaleras con sus manos llenas de cosas extrañas una cinta métrica, una pesa. Quinn se puso a mi lado. Como si me hubiera perdido de algo, incluso Marley se había sentado afuera y veía fijamente a través de la ventana con una expresión de estar esperando por algo que era familiar pero a la vez no interesante.
—Deben ser seis — dijo Santana
—Qué? — pregunté, con los ojos puestos sobre Kitty, Sam y Valerie. Estaban parados en la puerta, Valerie en los brazos de Kitty. Ella se veía intrigada. Sam parecía aturdido. Valerie se veía hermosa e impaciente.
—Tiempo de medir a Valerie — explicó William
—Oh. Hacen esto todos los días?
—Cuatro veces al día — corrigió William mientras movía a los demás hacia el sillón. Creí ver a Valerie suspirar.
—Cuatro veces? Cada día? Porqué?
—Ella sigue creciendo muy rápido — Santana me murmuró, su voz calmada y restringida. Apretó mi mano y otro brazo me tomó por la cintura, casi como si necesitara de donde sostenerse.
No podía quitar los ojos de Valerie para ver su expresión.
Se veía perfecta, absolutamente saludable. Su piel brillaba como un reflejo sobre lo traslúcido; el color en sus mejillas era sonrosado. No podía haber nada de malo con una belleza tan radiante. Seguramente lo más peligroso en su vida ahora era su propia madre. O no?
La diferencia entre la bebé que dí a luz y la que conocí una hora atrás sería obvio para cualquiera. La diferencia entre Valerie una hora atrás y la de ahora era muy sutil. Los ojos humanos nunca lo hubieran detectado. Pero ahí estaba.
Su cuerpo era ligeramente más largo. Un poco más delgado. Su cara no estaba tan redonda; era más ovalada. Sus rizos estaban más cerca a sus hombros. Se estiró en los brazos de Kitty mientras William colocaba la cinta métrica para medirla y luego ponerla alrededor de su cabeza. No tomaba notas; memoria perfecta.
Estaba consiente de que las manos de Sam estaban cruzadas sobre su pecho, así como los brazos de Santana estaban en mí. Sus espesas cejas prácticamente juntas en una línea formada entre sus profundos ojos.
Valerie había pasado de una pequeña célula a un niño de tamaño normal en tan sólo semanas. Ahora iba directo a comenzar a caminar justo días después de haber nacido. A este ritmo de crecimiento…
Mi mente de vampiro no tenía problemas con las matemáticas.
—Qué hacemos? —Susurré, horrorizada
Los brazos de Santana me apretaron. Entendió exactamente lo que le preguntaba.
—No lo sé
—Está deteniéndose — Murmuró Sam entre los dientes.
—Necesitaremos muchos más días de medidas para notar una tendencia, Sam. No puedo hacer promesas
—Ayer creció 2 pulgadas. Hoy fue menos de eso
—Por un treinta y doceavo de pulgada, si mis medidas son perfectas — dijo William calmadamente.
—Tiene que se perfecto, Doc — dijo Sam, marcando las palabras como una amenaza. Kitty se molestó.
—Estoy haciendo lo mejor que puedo Sam — le aseguró William
Sam suspiró.
—Supongo que es todo lo que puedo pedir
Me sentí irritada de nuevo, porque Sam estaba robando mis líneas y diciéndolas de otra forma.
Valerie parecía irritada también. Comenzó a revolverse entre los brazos de Kitty tratando de alcanzar su cara. Kitty se acercó para dejar que Valerie pudiera tocarla. Después de un segundo, Kitty suspiró.
—Qué quiere? — demandó Sam, robando mi línea de nuevo.
—A Britt por supuesto — le dijo Kitty, y sus palabras hicieron que me sintiera mejor. Entonces me miró —Cómo te sientes?
—Preocupada — admití, y Santana apretó mi mano.
—Bueno, así estamos todos. Pero no es lo que quise decir
—Estoy controlada — le prometí. La sed estaba al final de mi lista de necesidades. Además, Valerie olía bien en una forma muy no apetecible para comer.
Sam mordió su labio, pero no intentó detener a Kitty mientras me daba Valerie. Quinn y Santana se pusieron alertas pero lo permitieron. Pude sentir la tensión de Kitty, y me pregunté que sentiría Quinn ahora. O acaso se enfocaba tanto en mí que no podría sentir a los demás?
Valerie me buscó así como la busqué yo, con una sonrisa cegadora en su cara. Se colocó perfectamente entre mis brazos, como si estos tuvieran la forma perfecta para ella. Inmediatamente, puso su pequeña mano sobre mi mejilla.
Aunque estaba preparada, aún me hacía alterarme un poco ver sus recuerdos como visiones en la cabeza. Tan brillantes y llenas de color, pero también completamente transparentes.
Estaba recordando mi ataque contra Sam, recordando cuando Joe se colocó entre nosotros. Había visto y escuchado todo perfectamente. No parecía que fuera yo, esa predadora agraciada atacando a su presa como una flecha saliendo del arco. Tenía que ser alguien más. Eso me hizo sentir ligeramente mejor, viendo que Sam parado ahí, sin defenderse, con sus manos frente a él. Sus manos sin temblar.
Santana se rió, viendo los pensamientos de Valerie conmigo. Y entonces las dos cerramos los ojos al escuchar los huesos de Joe quebrarse.
Valerie se rió con gracia, y en todo su recuerdo sus ojos no se quitaron de Sam para seguirlo. Sentí algo diferente en ese recuerdo no exactamente protector, si no posesivo mientras ella veía a Sam. Sentí claramente cuando se alegró de ver a Joe colocarse frente a mí. No quería que Sam saliera lastimado. Sam era de ella.
—Oh, maravilloso — protesté —Perfecto
—Es porque el sabe mejor que el resto de nosotros — Me aseguró Santana, su voz entrecortada con su propia irritación.
—Te dije que también me quería — dijo Sam del otro lado del salón, con los ojos sobre Valerie. Su broma parecía un poco desolada; la tensión en su cara no había desaparecido.
Valerie golpeaba impacientemente, demandando mi atención. Otro recuerdo: Kitty pasando un cepillo delicadamente sobre cada uno de sus rizos. Se sentía bien.
William con su cinta para medir, sabiendo que tenía que quedarse derecha y sin moverse. No le interesaba.
—Parece que va a darte un paseo por todo lo que te perdiste — Santana comentó en mi oído.
Mi nariz se arrugó cuando saltó al siguiente recuerdo. El olor proveniente de un extraño vaso de metal suficientemente duro como para no ser penetrado fácilmente envió un relámpago quemante por mi garganta.
Ouch.
Y de pronto Valerie ya no estaba en mis brazos, los cuales se encontraban aprisionados en mi espalda. No peleé con Quinn, sólo vi a Santana con una cara asustada.
—Qué hice?
Santana vió a Quinn tras mío, y después a mí.
—Pero ella recordaba tener sed — susurró Santana, con su entrecejo marcado en una línea profunda. —Recordaba el sabor de la sangre humana
Los brazos de Quinn apretaron aún más fuerte los míos contra mi espalda. Parte de mi notaba que esto no era incómodo, o doloroso, como habría sido si fuera humana. Simplemente era molesto. Estaba segura que podría contra ella, pero no quería pelear.
—Sí — concedí —y?
Santana me observó por un segundo más, y entonces su cara se relajó. Comenzó a reir.
—Y no pasa nada al parecer. Reaccioné mal en esta ocasión, Quinny. Puedes soltarla
La presión desapareció de mis manos. Busqué a Valerie tan pronto fui libre. Santana me la regresó sin dudarlo.
—No entiendo — dijo Quinn. —No puedo soportar esto
Vi con sorpresa como Quinn salía por la puerta trasera. Marley se movió considerablemente para dejar un amplio margen en la orilla del río para que ella pasara.
Valerie tocó mi cuello, repitiendo esta escena inmediatamente, como una repetición instantánea. Podía sentir la confusión en su recuerdo, un eco del mío.
Ya había superado la impresión de su pequeño y extraño don. Parecía una parte natural de ella, casi esperada. Tal vez ahora que yo era supernatural, no debería tener escepticismo.
Pero que pasaba con Quinn?
—Regresará — dijo Santana, fuera a Valerie o a mí, no estaba segura. —Sólo necesita un momento sola para reajustar su perspectiva de la vida — Había una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
Otra memoria humana Santana diciéndome que Quinn se sentiría mejor si yo tenía “dificultades ajustándome” a ser vampiro. Esto estaba en contexto con la discusión de a cuanta gente mataría en mi primer año.
—Está molesta conmigo? — pregunté
Los ojos de Santana se entrecerraron.
—No, porqué lo estaría?
—Entonces cual es su problema?
—Está molesto consigo misma, no contigo, Britt. Está preocupada… por una profecía que ella “inventó”
—Cómo? — preguntó William antes que pudiera hacerlo yo
—Bueno, ella se pregunta si la locura de los neonatos es realmente tan difícil como lo hemos pensado, o si, con enfoque y actitud, cualquiera puede hacerlo tan bien como Britt. Aún ahora tal vez tiene dificultades porque piensa que eso es lo natural e inevitable. Tal vez si ella esperó algo más de sí misma, podía elevar esas expectativas. Tu la haces cuestionarse cosas que había asumido correctas desde hace mucho tiempo, Britt
—Pero es injusto —dijo William —Todos somos diferentes, tenemos nuestros propios retos. Tal vez lo que pasa con Britt tiene otra explicación. Tal vez este es su talento, por así decirlo
Me estremecí en sorpresa. Valerie sintió el cambió, y me tocó. Recordó el último segundo y se preguntó por qué?
—Eso es una teoría interesante, y muy posible — dijo Santana
Por un breve momento, me decepcioné. Qué? No visiones, o habilidades ofensivas extraordinarias como disparar rayos de luz por los ojos o algo así? Nada que pudiera ayudar o increíble?
Y entonces me dí cuenta a lo que se refería, si mi “superpoder” no era más que un auto control excepcional.
Al menos tenía un don. Podía haber sido peor.
Pero más allá de eso, si Santana estaba en lo correcto entonces podía brincarme esta etapa a la cual temí demasiado.
Y si no tuviera que ser una neonata? No como esas locas máquinas de matar, de todas formas. Qué pasaría si pudiera encajar perfectamente con los Cullen desde mi primer día? Y si no tuviera que esconderme en un lugar remoto por un año mientras “crecía”? Que tal si, como William, nunca mataba a una sola persona? Y si pudiera ser un vampiro bueno desde el principio?
Podría ver a Charlie.
Suspiré tan pronto la realidad desbancó la esperanza. No podría ver a Charlie inmediatamente. Los ojos, la voz, la cara perfecta. Qué podía decirle; como empezaría si quiera? Me alegré de inmediato por haber encontrado la manera de posponer esto por un rato más; por mucho que deseaba mantener a Charlie a mi lado, estaba asustada del primer encuentro. Ver sus ojos saltar ante mi nueva cara, mi nueva piel. Saber que lo estaba asustando. Preguntándome que oscura explicación se formaba en su cabeza.
Era tan cobarde como para esperar un año entero mientras mis ojos se arreglaban. Y aquí estoy, cuando pensaba que nunca tendría miedo cuando fuera indestructible.
—Has visto un equivalente al auto control como un talento? — Santana preguntó a William —Realmente crees que ese es su talento, o sólo producto de su preparación?
William vaciló.
—Es ligeramente similar a lo que Siobhan siempre ha sido capaz de hacer, aunque él no lo llamaría talento
—Siobhan, tu amigo irlandés? — Preguntó Kitty. —No sabía que pudiera hacer algo especial. Pensé que Maggie era la única talentosa de ellos
—Si, Siobhan piensa lo mismo. Pero ella tiene esta extraña manera de lograr sus objetivos, y casi … convertirlos en realidad. Ella cree que es buena planeadora, pero siempre me he preguntado si es algo más. Cuando incluyó a Maggie, entre otras cosas. Liam era muy territorial, pero Siobhan quería que funcionara, y así fue
Santana, William y Kitty se colocaron en sillas, mientras continuaban con la discusión. Sam se sentó cerca de Joe en forma protectora, un poco aburrido. Por la forma en que sus ojos se cerraron, estaba segura que había quedado inconsciente por un momento.
Escuché, pero mi atención estaba dividida. Valerie estaba muy quietecita diciéndome de su día. Nos acercamos a la ventana de cristal, mis brazos estrechándola automáticamente meintras nos veíamos a los ojos.
Me dí cuenta que los otros no tenían razón para sentarse. Yo estaba perfectamente cómoda parada. Era tan agradable como estar acostada en una cama reconfortante. Sabía que podía quedarme parada por una semana sin moverme y que parecería tan relajada al final de esos siete días como si fuera el primero.
Ellos debían estar sentados por costumbre. Los humanos se darían cuenta si alguien se quedaba parado por horas sin siquiera balancear su peso en sus piernas. Aún ahora, observé a Kitty pasar sus dedos a través de su cabello y a William cruzar las piernas. Pequeños movimientos que variaban la quietud , para no parecer tan vampiros. Debía poner atención a lo que hacían para comenzar a practicar.
Cambié el peso de mi cuerpo a la pierna izquierda. Se sentía extraño y tonto.
Tal vez ellos únicamente trataban de darme tiempo a solas con mi bebé lo suficientemente sola para no ponerla en peligro.
Valerie me contó sobre cada minuto de ese día, y tuve el presentimiento, por el tono de sus pequeñas historias, que quería que la conociera tanto como yo quería lo mismo. Le preocupaba que me perdiera de algo como los pájaros que se habían acercado cuando Sam la abrazaba, ambos quedándose quietos al lado de los árboles; los pájaros no se acercaron a Kitty. O la extravagante y polvorosa cosa blanca leche en polvo que William había puesto en su vaso, le olía a tierra. O la canción que Sanatana había compuesto para ella y que era tan perfecta; Valerie la tocó dos veces para mí. Me sorprendió verme en el fondo de esa escena, perfectamente estática pero bastante herida aún. Me estremecí, recordando esos momentos desde mi perspectiva. Ese fuego espantoso…
Después de casi una hora los otros seguían en su discusión, Joe y Sam roncaban en armonía sobre el sofá los recuerdos de Valerie comenzaron a disminuir. Se tornaron un tanto borrosas en las orillas y perdieron foco antes de terminar. Estaba a punto de gritarle a Santana con pánico que le había pasado? cuando sus ojos se cerraron. Bostezó, con sus pequeños labios rosados formando una perfecta O, y sus ojos nunca se abrieron.
Su mano cayó lejos de mi cara mientras entraba en un sueño profundo sus parpados eran de un lavanda pálido, como las nubes antes del amanecer. Cuidándome para no despertarla, levanté su mano de nuevo y la sostuve con curiosidad. Primero no pude ver nada, y entonces, después de unos minutos, una lluvia de colores, como un puñado de mariposas, pasaban en sus sueños.
Atónita, pude ver sus sueños. No tenían sentido. Sólo colores y formas y caras. Me complací al ver que mi cara aparecía muchas veces mis dos caras, la espantosa cara humana y la gloriosa inmortal colocadas en diferente orden en sus pensamientos inconscientes. Mas que Santana o Kitty. Pero estaba empatada con Sam; traté que eso no me doliera.
Por primera vez, entendí como había sido Santana capaz de verme dormir noche tras noche aburrida, tan sólo por escucharme hablar entre sueños. Podría ver para siempre a Valerie dormir.
El cambio en el tono de Santana llamó mi atención cuando dijo “Finalmente” y volteó a ver hacia la ventada. Era una noche oscura y púrpura, pero podía ver tan lejos como si fuera de día. Nada se podía ocultar en la oscuridad; sólo había cambiado de color.
Marley seguía viendo hacia la casa, pero se levantó y alejó tan pronto Rachel apareció del otro lado del río. Rachel se mecía de un lado a otro como una trapecista, tocando sus pies con las manos, antes de dejar caer su cuerpo en un agraciado espiral. Emma hizo un salto más tradicional, mientras Puck pasó por el río, mojando por todos lados e incluso hasta la ventana. Para mi sorpresa, Quinn venía tras ellos, con un salto tradicional pero eficiente aunque menos impresionante y más sutil que los otros.
La gran sonrisa en la cara de Rachel tenía un brillo familiar, pero un poco extraño. De pronto todos me veían sonriendo Emma dulcemente, Puck emocionado, Kitty con superioridad, William indulgente y Santana expectante.
Rachel entro al salón antes que cualquiera, con los brazos extendidos frente a ella con una aura impaciente a su alrededor. En su palma había un conjunto de llaves, con un moño muy grande atado a ellas.
Me extendió las llaves y automáticamente puse a Valerie sobre un brazo, para agarrarla mejor y poder tomar lo que Rachel me daba. Ella las dejó caer en mi palma.
—Feliz cumpleaños! — me dijo.
Hice una cara.
—Nadie empieza a celebrar cumpleaños el día que nace — le recordé. —Tu primer cumpleaños es un año después, Rach
Su sonrisa se tornó aún más divertida.
—No estamos celebrando tu cumpleaños como vampiro. Aún así. Es septiembre trece, Britt. Feliz cumpleaños diecinueve!!
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
me gusto,..
me encanta que britt pase mas tiempo con val,..
me divierte britt cuando cree que tiene un defecto por no tener un don jajajjaa,..
me encanta que britt pase mas tiempo con val,..
me divierte britt cuando cree que tiene un defecto por no tener un don jajajjaa,..
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
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Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
Son tan lindas asi como una familia con Val y Britt con su poder que no ecnuentra hahaha ya se llevara una sorpresa enorme Saludos :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Sorpresa
—No , no de ninguna manera! — menee mi cabeza con ferocidad y después eche un vistazo a la engreída sonrisa de mi esposa de 17 años. —No esto no cuenta! , Pare de envejecer hace 3 días! . Tendré 18 para siempre
—Como sea — dijo Rachel, rechazando mi protesta encogiéndose de hombros —Nosotros lo celebraremos , así que aguántate!
Suspiré. Era raro argumentar un punto con Rachel.
Una risa burlona rodeo en su rostro mientras tomaba el consentimiento en mis ojos.
—¿Estas lista para abrir tu regalo? — cantó Rachel.
—Regalos — Santana le corrigió, y saco otra llave esta era mas larga y plateada con lazo azul un poco chillante de su bolsa.
Intente luchar contra eso poniendo los ojos en blanco. Supe inmediatamente de para que era esta llave anteriormente de un carro. Me preguntaba si me debería sentir emocionada. Parecía que la transformación en vampiro no me trajo interés alguno en carros deportivos.
—El mío primero — dijo Rachel, y caso su lengua , previendo la respuesta de Santana
—El mío esta mas cerca
—Pero mira como esta vestida. — Las palabras de Rachel parecían quejarse. —Me ha estado matando todo el día. Es claramente la prioridad.
Mis ojos se movieron juntos , preguntándome como una llave me traería ropa nueva. Ella me consiguió todo un tronco?.
—Lo se jugare contigo por ella. — Sugirió Rachel — Piedra , Papel o Tijera
Quinn se rio y Santana suspiro.
—¿Por qué no mejor solo me dices quien gana? — dijo irónicamente Santana.
Rachel sonrió.
—Yo gane. Excelente
—Tal vez sea mejor que espere hasta mañana , de todos modos — Santana me sonrió no muy convencida y luego se dirigió a Sam y Joe ; que parecía que habían tenido un accidente por la noche ; me pregunto cuanto tiempo estuvieron allí. —Creo que seria mas divertido si Sam se despertara por la gran revelación, ¿no crees? ¿Así podrían entonces expresar el nivel correcto de entusiasmo?
Yo sonreí de vuelta. Ella me conocía muy bien.
—Siiii! — canto Rachel —Britt , dale a Val a Kitty
—¿Dónde duerme usualmente?
Rachel se encogió de hombros.
—En los brazos de Kitty , o Sam , o Emma. Tienes la idea. Ella nunca ha estado sentada en su vida entera. Va ser la niña mitad-vampiro mas mimada en existencia.
Santana se rio , mientras Kitty tomo con agilidad a Valerie en su brazos.
—Ella también es la mitad-vampira menos esperada belleza en existencia — Dijo Kitty —La belleza de se única de su especie
Kitty me sonrió , y me sentí agradecida del nuevo compañerismo que estaba entre nosotras seguía allí en su mirada , no estaría totalmente segura antes de que la vida de Valerie estuviera vinculada a la mía. Pero tal vez estuvimos peleando juntas en el mismo lado lo suficiente que tal vez éramos amigas ahora. Finalmente hice la misma elección si ella hubiera estado en la misma posición que yo. Eso pareció borrar todo el resentimiento que tenia por todas mis otras elecciones.
Rachel puso la llave en mi mano , después agarro mi codo y me dirigió inmediatamente hacia la puerta.
—Vamos , Vamos — repitió.
—Esta afuera?
—De cierta manera — diciéndome y empujándome a seguir.
—Disfruta tu regalo — dijo Kitty —Es de todos nosotros , especialmente de Emma…
—¿No vendrán también? — me di cuenta que nadie se había movido.
—Te daremos el chance de que lo aprecies a solas — dijo Kitty —Nos puedes decir algo de el … luego
Puck se rio a carcajadas Algo en su risa me hizo sonrojarme , pensándolo no estaba segura por que.
Me di cuenta que había muchas cosas en mi con un verdadero odio que tenia por las sorpresas y no el gusto de recibir regalos en general había cambiado un poco. Fue un alivio y revelación descubrir que tanto de mi esenciales rasgos vinieron mi nuevo cuerpo.
No esperaba ser mi misma . Sonreí ampliamente.
Rachel apretó mi codo , y yo no podría parar de sonreír mientras la seguía hacia la morada noche. Solo Santana vino con nosotras.
—¡Ese es el entusiasmo que estaba buscando! — murmuró Rachel. Luego soltó mi brazo , haciendo dos agiles saltos y brincando sobre el rio.
—¡Vamos, Britt! — me llamo del otro lado.
Santana brinco al mismo tiempo que yo lo hice; era en parte divertido como había sido esta tarde. Tal vez un poco mas divertido porque la noche había cambiado todo en un nuevo , rico de colores.
Rachel se despego sin nosotras, en sus tacones , dirigiéndose al norte. Fue fácil seguir el sonido de sus pasos en el piso y fresco camino de su aroma que eso me permitía tener los ojos en ella atreves de la vegetación.
Al no ver ninguna señal que pudiera ver, ella suspiro y corrió un poco de regreso a donde yo me paré.
—No me ataques — advirtió y brinco hacia mi.
—¿Qué estas haciendo? — demande, sonroje mientras ella se escabullía hacia mi espalda y puso sus manos en mi cara. Sentí la urgencia de apartarla, pero me controle.
—Asegúrate que no puedas ver…
—Yo puedo me puedo encargar de eso sin los trucos — ofreció Santana.
—Tú la podrías dejar hacer trampa. Toma su mano y muéstrale el camino.
—Rach yo...
—No te molestes, Britt. Haremos esto a mi manera
Sentí los dedos de Santana entrelazándose con los míos.
—Solo unos segundos mas, Britt. Después se ira a molestar a alguien mas.
Ella me marcaba el camino. Lo mantuve mas fácil. No estaba asustada de chocar por un árbol; el árbol seria el único lastimado en esa escena.
—Deberías ser mas agradecida — Rachel reprendió —Esto es mas para ti que para ella
—Cierto. Gracias de nuevo, enana
—Si, Si , esta bien — La voz de Rachel de repente se cayo con una excitación. —Paren, voltéala solo un poco a la derecha, si así. Esta bien ¿Estas lista? — dijo.
—Estoy lista —Allí había nuevos aromas, teniendo mi interés, aumentando mi curiosidad. Aromas que no pertenecían a los bosques. Madre selva, rosas, aserrín? Algo metálico también. La mas rica profunda tierra se levanto y se mostró. Me dirigí hacia el misterio.
Rachel salto de mi espalda, quitando sus manos de mis ojos.
Me dirigí hacia la noche violeta. Allí, acurrucada dentro de un pequeño bosque, estaba un casita de piedra, gris lavanda en la noche de las estrellas.
Pertenecí allí tan absolutamente parecía como si la roca se hubiera formado naturalmente. Madre selva agarrada en la pared como entrelazada, enrollando todo el camino y sobre la poblados techos de madera. Rosas que florecían en los enormes jardines debajo de la oscuridad. Había un pequeño plano de piedras amatistas en la noche, haciendo un camino hacia la puerta de madera.
Rodee con mi mano la llave, sosteniéndola, pasmada.
—¿Que piensas? — la voz de Rachel era dulce ahora; encajaba perfectamente una escena de un cuento de libros.
Abrí mi boca , pero no pude decir nada.
—Emma pensó que quizás quisiéramos un lugar para nosotras por un tiempo, pero ella no nos quería muy lejos — murmuró Santana —Y ella ama cualquier excusa para renovar. Este lugar había estado abandonado aquí por lo menos unos cientos de años
Continúe con la boca abierta como un pescado.
—¿No te gusta? — la sonrisa de Rachel se desvaneció —Bueno , Estoy segura que tu lo podrás arreglar diferente , si quieres Puck estaba dispuesto a agregar unos cuantos pisos , y una nueva columna y una nueva torre , pero Emma pensó que a ti te gustaría en el mejor así — su voz empezó a hacerse mas rápida. —Si se equivocó , podemos empezar a trabajar , no tomaría mucho tiempo...
—Shhh! — replique.
Apretó sus labios y espero. Me tomo unos segundos recuperarme.
—¿Me estás dando una casa como regalo de cumpleaños? — suspiré.
—Te estamos… — Corrigió Santana —Y no es mas que una casita , pienso que la palabra casa inspira a mas espacio
—No hagas de menos mi casa — suspire hacia ella
Rachel sonrió.
—Te gusta
Asentí con la cabeza.
—La amas?
Afirme
—¡No puedo esperar por decírselo a Emma!
—¿Por qué no vino ella?
La sonrisa de Rachel se apagó un poco, torciéndola un poco que seria que, hacia que fuera una difícil respuesta.
—Oh tu sabes… todos recuerdan como eres con los regalos. Ellos no querían ponerte en mucha presión para que te gustará.
—Pero claro! La amo , ¿como no podría?
—Les gustará eso — tocando mi brazo —De todos modos , tu closet esta lleno, úsalo sabiamente. Y supongo… que eso es todo
—¿No entrarás?
Ella camino unos cuantos pasos atrás.
—Santy conoce el camino… Yo vendré… luego. Llámame si no puedes combinar bien tu ropa. — Ella me miro con una mirada de duda y luego me sonrió. —De todos modos Santy puede ayudar con eso. Quinny quiere ir de caza. Nos vemos
Ella se disparo hacia los arboles como la mas bella bala
—Eso fue raro — cuando el sonido de sus trayectoria se desvaneció por completo. —¿Estuve realmente tan mal? No tendrían que mantenerse lejos. Ahora me siento culpable. Ni siquiera le agradecí correctamente. Deberíamos regresar, decirle a Emma
—Britt , no seas tonta. Nadie piensa que seas tan irrazonable
—Ahora que...
—Tiempo a solas es otro regalo. Rach estaba tratando de ser sutil acerca de eso
—Oh
Eso fue todo lo que tomo para que la casa desapareciera. Pudimos haber estado en cualquier lugar. No podía ver los arboles o las piedras o las estrellas. Solo a Santana.
—Deja te muestro lo que han hecho — dijo , jalando mi mano. ¿Estaba el consciente obviamente del hecho en que una corriente recorría mi cuerpo como si fuera un pulso de sangre de adrenalina?.
Una vez mas me sentía sin equilibrio, esperando la reacciones que mi cuerpo ya no podía hacer. Mi corazón hubiera estado estallando como si fuera una maquina de vapor que fuera a golpearnos.
Definitivamente, mis mejillas se hubieran puesto en un rojo brillante.
En realidad , yo debería haber estado exhausta. Este había sido el día mas largo de mi vida.
Me reí fuertemente solo una pequeña sonrisa de shock cuando me di cuenta que ese día nunca acabaría.
—¿Puedo escuchar la broma?
—No es tan buena — le dije a ella mientras me encaminaba a la pequeña puerta. —Solo estaba pensando que hoy es el primero y el ultimo día por siempre. Es algo duro envolver mi cabeza acerca de eso
Me reí nuevamente.
—Tu haz sido muy natural en esto , Britt. Había olvidado que tan extraño debe de ser todo esto para ti. Desearía que pudiera oírlo — ella se agacho y me sostuvo hacia sus brazos tan rápido que no la vi venir y eso fue algo realmente rápido.
—Hey
—Caballerosidades, son parte de mi descripción de trabajo. —Me recordó. —Pero estoy curiosa, dime que es lo que piensas ahora mismo
Abrió la puerta se fue para atrás con un rechinido y se detuvo adentro de la pequeña sala de piedra.
—Todo — le dije —Todo al mismo tiempo, tu sabes. Cosas buenas, Cosas en que preocuparse, y cosas que son nuevas. Mantengo muchas superlativas en mi cabeza. Ahora mismo pienso que, ¡Emma es una artista! , ¡Esto es tan perfecto!
El pequeño cuarto parecía salir de un cuento de hadas. El piso estaba locamente acolchonado por una suave plano de piedras. El bajo techo tenia una larga viga expuesta, casi a la altura de la de Sam podría golpear su cabeza con ella. Las paredes tenían una cálida madera en algunos lugares, mosaicos de piedras en otras. La chimenea de la esquina tenia los restos de un pequeño fuego. Había madera de playa quemándose allí las pequeñas llamas azules y verdes por la sal.
Estaba amueblada con selectas piezas, ninguna hacia juego con la otra, pero armoniosa al mismo tiempo. Una de las sillas parecía extrañamente medieval, mientras un pequeño otomán del fuego era mas contemporáneo y el librero adecuadamente abastecido en contra de la lejana ventana me recordaba a un set de película de Italia. De alguna manera cada pieza encajaba con la otra haciendo juntas un gran rompecabezas tridimensional. Había algunas pinturas en las paredes que reconocía, unas de mi favoritas en la gran casa. Priceless originales, sin duda, pero parecían pertenecer aquí, como el resto.
Era el lugar donde cualquiera podría creer que la magia existía. El lugar donde tu esperaba Blanca nieves con su manzana en la mano, donde un unicornio se pararía y mordisquearía hacia los arbustos de rosas.
Santana siempre pensó que pertenecía a mundo de las historias de horror. Por supuesto , yo sabia que ella estaba equivocada. Era obvio que ella pertenecía allí. En un cuento de hadas.
Y ahora estaba en la historia con ella
Estaba tomando la ventaja de que ella no estuviera cerca para regresar a mi pies y su perfecto y hermoso rostro solo se apartara cuando dijo,
—Somos afortunadas , Emma pensó en un cuarto extra , nadie estaba planeando a Valerie
Yo fruncí el ceño , mis pensamientos se canalizaron en hacia un agradable sendero.
—No tu también — replique.
—Lo siento, mi amor. Lo escucho en sus pensamientos todo el tiempo, lo sabes. Se restriegan en mi
Suspiré. Mi bebe, la serpiente de agua. Tal vez no había ayuda para eso.
Bueno yo no me rendí.
—Estoy segura que estas con ansias de ver el closet. O al menos eso le diré a Rach. Eso la hará sentir bien
—¿Debería estar asustada?
—Aterrorizada
Me bajó en el estrecho camino de piedra con pequeños arcos en el techo, como si fuera nuestro castillo miniatura.
—Ese será el cuarto de Valerie — dijo mirando hacia un cuarto vacio con un pálido piso de madera. —No tuvieron mucho tiempo para hacer mucho con el, con los enojones hombres lobo…
Reí silenciosamente, asombrada en cual rápido se había todo vuelto bien cuando pensaba en la pesadilla de la semana pasada.
Agradecía a Sam por hacerlo perfecto de esta manera.
—Aquí esta nuestro cuarto. Emma trato de traer algo de vuelta de su isla para nosotros. Ella creyó que nos encariñamos
La cama era enorme y blanca con tenues nubes flotando en la base de la cama hacia el suelo. El pálido piso de madera igualo al de la otra habitación, y ahora capte que era casi como el de la inmaculada playa. Las paredes eran casi blancas y azules de un día brillante y la ventana de atrás tenia unas grandes puertas de cristal que abrían hacia un jardín pequeño escondido.
Con rosas rodeando un pequeño estanque, suave como un espejo y un borde de brillantes piedras. Un pequeño océano calmado, para nosotras.
—Oh — fue lo único que pude decir.
—Lo se — murmuro.
Nos quedamos allí por un minuto recordando. Los pensamiento de mis memorias cuando era humana, nublaron y tomaron mi mente por completo.
Ella sonrió completamente, una reluciente sonrisa y después se rió.
—El closet esta allí detrás de esas dobles puertas debo advertirte es mas grande que este cuarto
No me había dado cuenta de las puertas. No había nada en el mundo mas que ella de nuevo, sus brazos se acurrucaron debajo de mi, su dulce aliento en mi cara , sus labios cerca de los míos y no había nada que me distrajera en ese momento , nuevo vampiro nacido o no
—Le diremos a Rach que corrí justamente hacia la ropa — susurre, enredando mis dedos en su cabello y puse mi cara lo mas cerca a ella. —Le diremos que pase horas en el closet. Vamos a mentir.
Ella entendió mi estado en un instante, o mas bien ella ya estaba en el , y ella solo estaba dejando que apreciara mi regalo de cumpleaños , como una dama. Ella jalo mi cara hacia la suya con una ferocidad, un pequeño gemido en su garganta. El sonido corto la corriente eléctrica corriendo en mi cuerpo a un ataque cerca, como si no pudiera estar suficientemente cerca de ella rápidamente.
Pude oír la tela rompiéndose debajo de nuestras manos, y estuve agradecida de que mi ropa estuviera ya destruida. Era demasiado tarde para la de ella. Me sentí casi grosera ignorar la hermosa cama blanca, pero nosotras no lo haríamos tan lejos.
Esta segunda luna de miel no fue como la primera.
Aquel tiempo en la isla había sido la personificación de mi vida humana. Lo mejor de ella. Estaba tan preparada para alargar mi tiempo humano, solo para estar con ella un poco mas. Porque la parte física no iba a ser igual de nuevo.
Debí suponer antes que un día como hoy, iba a ser mucho mejor.
Ahora pude apreciarla pude ver apropiadamente cada línea de su perfecto rostro, de su gran , hermoso , cuerpo, con mis fuertes ojos nuevos, cada ángulo y cada plano de ella. Pude probar su puro , vivido aroma en mi lengua y sentir su increíble seda en su piel de mármol debajo de mis sensibles dedos.
Mi piel fue también muy sensible bajo los suyos.
Ella era como nueva, una persona diferente así como nuestros cuerpos enredados con gracia haciéndose uno en el suelo arenoso pálido. No precauciones, No restricciones, No miedo. No eso Especialmente. Nos podríamos amar juntas dos partes activas ahora. Finalmente a la par.
Como nuestros besos antes, cada toque fue mas de lo que solía tocar. Tanto de ella que tenía que sostener. No necesariamente en el momento, pero no podía creer cuanto me estaba perdiendo.
Trate de tener en mi mente, que yo era mas fuerte que ella , pero era difícil pensar con tantas emociones tan intensas, poniendo mi atención en millones de diferentes lugares en mi mente cada momento; si la hiriera , ella no se quejaría.
Una pequeña, pero pequeña parte de mi cabeza considero la interesante adivinanza de esta situación. Nunca me cansaría y tampoco ella. No teníamos que sostener el aliento como los demás o comer o incluso usar el baño; no teníamos las inmundas necesidades humanas. Ella tenia el mas hermoso perfecto cuerpo del mundo y yo la tenia toda para mi, y eso no se sintió como si nunca encontraría un punto donde pensaría. Ahora tenia suficiente por un día.
Yo siempre iba a querer mas y el día nunca iba a acabar. Así que en esa situación , ¿como pararíamos?.
No me molesto para nada no tener la respuesta.
Me di cuenta que el cielo empezó a iluminar. El pequeño océano se volvió de negro a gris y el gorrión empezó a cantar en algún lado cerca quizás ella tenga un nido en los arbustos de rosa.
—¿Lo extrañas? — le pregunte cuando su canción termino.
No fue la primera vez en la que habíamos hablado , pero realmente no habíamos entablado una conversación tampoco.
—¿Extrañar que? — murmuró
—Todo eso, la calidez, la suave piel, el delicioso aroma….No estoy perdiendo nada , pero solo me pregunto , si fue un poco mas triste para ti de lo que era
Se rió bajo y gentil.
—Seria difícil encontrar alguien mas triste de lo que estoy ahora. Imposible, me aventuro. No toda la gente obtiene cada pequeña cosa que quieren, mas todas las cosas que no pensaron en preguntar por ellas, en un solo día.
—¿Estas evitando mi pregunta?
Ella apretó su mano en mi cara
—Tu eres cálida — me dijo.
Fue verdad, en un sentido. Para mí, sus manos eran cálidas. No era lo mismo como si tocara la piel caliente de Sam. Pero era más confortable. Más Natural.
Después deslizo sus dedos lentamente sobre mi cara , suavemente a mi barbilla y después todo el camino hacia mi cintura. Mis ojos rodearon hacia mi cabeza un poco.
—Tu eres suave
Sus dedos eran como un satén contra mi piel, así que pude ver a lo que se refería.
—Y por el aroma, bueno, como podría decir extraño eso. ¿Recuerdas el aroma de aquellos excursionistas en la caza?
—He estado tratando no hacerlo
—Imagina besando eso
Mi garganta se fue en llamas como si jalaran el cordón de un globo aerostático.
—Oh
—¡Exacto! , así que la respuesta es no. Estoy puramente llena de diversión, porque no estoy extrañando nada. Nadie esta teniendo nada mas de lo que tengo ahora.
Estaba apunto de anunciarle de la única excepción de su estado , pero mis labios estuvieron de repente ocupados
Cuando la pequeña piscina se volvió en un a perlado color con el amanecer, pensé otra pregunta para ella.
—¿Cuánto tiempo durará esto…? Me refiero , William y Emma , Puck y Kitty, Rach y Quinn ellos no pasa todo el dia encerrados en sus habitaciones. Ellos salen a publico, llenos de ropa , todo el tiempo. ¿Esto nunca…se podrá dejar? — me moví mas cerca de ella completamente como un logro, realmente para hacer claro de lo que estaba hablando.
—Eso es difícil de decir. Cada uno es diferente y , bueno , muy lejos tu eres la mas diferente de todos. La vampira joven promedio es realmente obsesionada con la sed para darse cuenta de algo mas por un tiempo. Eso parece no aplicar a ti. Con el vampiro promedio , atravez , de un año , solo hacen saber a si mismos. Solo la sed ninguna otro deseo parece apetecerles. Es simplemente una cosa de aprender el balance en eso , aprender , tener prioridades y manejarse….
—¿Cuanto tiempo?
Me sonrió, arrugando un poco su nariz.
—Kitty y Puck fueron los peores. Tomo una sola década antes de que pudiera estar lejos de un radio de 5 millas de ellos. Incluso William y Emma tuvieron momentos difíciles acostumbrándose. Ellos son eventualmente esa feliz pareja. Emma les construyó una casa también, era mas grande que esta , pero después, Puck supo lo que Kitty quería y lo que tu querías.
—¿Así que 10 años después? — estaba segura que Kitty y Puck no tenían nada de nosotras, pero sonaría bien si lo superara antes de una década. —¿Todos son normales de nuevo? ¿Así como son ahora?
Santana me sonrió de nuevo.
—Bueno no se a que te refieres con normal. Ves a mi familia como un fantasioso modo fantasiosamente humano, pero tu has tenido noches dormidoras
Me guiño.
—Ay una cantidad tremenda de tiempo cuando no duermes. Hace que puedas balancear tus… intereses rápidamente. Esa es la razón por la que soy la mejor músico de la familia, porque después de William. He leído la mayoría de libros, estudiado la mayoría de ciencias , convertirme fluido en la mayoría de los idiomas… Puck te ha de ver hecho creer que soy una sabelotodo porque puedo leer la mente, pero lo cierto es que tengo mucho tiempo libre
Reímos juntas, y la emoción de nuestra risa hizo interesante la forma en que nuestros cuerpos estaban conectados efectuando el final de esa conversación.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Favor
Era solo un poco mas tarde cuando Santana me recordó mis prioridades.
Le tomo solo una palabra hacerlo.
—Valerie...
Suspire. Ella se despertaría pronto. Debían ser cerca de las 7 de la mañana. ¿Estaría ella buscándome? De pronto, algo cercano al pánico me congelo. ¿Como se vería ella hoy?
Santana sintió mi total distracción.
—Todo esta bien, amor. Vístete, y estaremos en la casa en 2 segundos.
Yo probablemente luciera como una caricatura, la manera en que me levante de un salto, luego la mire su cuerpo de diamante brillando débilmente en la luz difusa luego mire hacia el oeste, donde Valerie esperaba, luego de vuelta a ella, luego hacia donde estaba Val, mi cabeza iba de un lado al otro una media docena de veces en un segundo. Santana sonrió, pero no se rió; ella era una chica fuerte.
—Es todo sobre balance, amor. Eres tan buena en todo esto, no creo que te tome demasiado tiempo poner todo en perspectiva.
—¿Y tenemos toda la noche, cierto?
Ella sonrió ampliamente.
—¿Piensas que soportaría dejar que te vistas ahora si no fuera ese el caso?
Eso debería ser suficiente para resistir durante las horas de luz. Quisiera equilibrar este deseo abrumador, devastador para poder ser una buena... Era difícil pensar en la palabra. Aunque Valerie era muy real y vital en mi vida, aun era difícil pensar en mi misma como una madre. Suponía que otra se sentiría igual sin nueve meses para acostumbrase a la idea. Y con un hijo que crecía en horas.
El pensamiento de la velocidad de la vida de Valerie me puso nerviosa de nuevo en un instante. Ni siquiera hice una pausa en los ornamentos tallados de la puerta antes de encontrar lo que Rachel había estado haciendo. Yo solo entre de golpe, intentando ponerme lo primero que tocara. Debería haber sabido que no seria tan fácil.
—¿Cuales son mías? — dije entre dientes. Como había dicho, el cuarto era más grande que nuestra habitación. Tal vez más grande que el resto de la casa puesta junta, pero tenia que pasar eso por alto para ser positiva. Tuve un breve flash mental de Rachel tratando de persuadir a Emma para que ignorara las proporciones clásicas y permitiera esta monstruosidad. Me preguntaba como Rachel lo había logrado.
Todo estaba envuelto en bolsas para ropa, prístinas y blancas, fila tras fila tras fila tras fila.
—A mi leal saber y entender, toda la parte derecha es tuya
—¿Todo esto? — ella se encogió de hombros.
—Rachel —dijimos al mismo tiempo. Ella lo dijo como una explicación; yo en cambio lo dije como si fuera un improperio.
—Bien. — masculle, y abrí el cierre de la bolsa mas cercana. Gruñí bajo mi respiración cuando vi la bata de seda, color rosa bebe.
¡Buscando algo normal para vestir todo el día!
—Déjame ayudar. — ofreció Santana. Olfateo cuidadosamente el aire y entonces siguió alguna esencia hacia la parte trasera de la gran habitación. Había una cómoda ahí. Ella olfateo de nuevo, luego abrió un cajón. Con una triunfante sonrisa, saco un par de jeans azules. Yo revolotee hasta su lado.
—¿Como hiciste eso?
—Las telas también tienen su propia esencia, como todo lo demás.
Ella siguió a su nariz hacia la mitad de un perchero, descubriendo una camiseta blanca de mangas largas. La lanzo hacia mí.
—Gracias — Dije fervientemente. Inhale cada tela, memorizando su esencia para futuras búsquedas. Recordé la seda y el satén; debería evitar esas.
Le tomo solo segundos encontrar sus propias ropas si no la hubiera visto desnuda, hubiera jurado que no había nada mas hermoso que Santana en sus jeans y con su jersey negra ceñida a su perfecto cuerpo y luego tomo mi mano. Salimos como flechas por el jardín escondido, saltando suavemente sobre el muro de piedra, y atravesando el bosque en una muerta carrera. Yo empuje mi mano libre así que podíamos volver corriendo. Ella me gano esta vez.
Valerie estaba despierta; sentada en el piso con Kitty y Puck cerniéndose sobre ella, jugando con una pequeña pila de plata retorcida. Ella tenía una cuchara destrozada en su mano derecha. Tan pronto me vio a través del vidrio, aventó la cuchara contra el suelo donde dejo una marca grande en la madera y señalo en mi dirección imperiosamente. Su audiencia rió; Rachel, Quinn, Emma, y William estaban sentados en el sofá, mirándola como si fuera la película mas fascinante.
Yo había cruzado la puerta antes de que sus risas apenas hubieran comenzado, pasando a través de la habitación y recogiéndola del suelo en el mismo segundo. Nos sonreímos la una a la otra.
Ella estaba diferente, pero no demasiado. Un poco mas larga de nuevo, sus proporciones cambiando de un bebe a una niña. Su cabello era un cuarto de pulgada mas largo, los rulos rebotando como resortes con cada movimiento. Deje a mi imaginación correr libre en el viaje de vuelta, y me había imaginado algo peor que esto. Gracias a mis exagerados temores, estos pequeños cambios eran casi un alivio. Aun sin las mediciones de William, estaba segura de que los cambios eran más lentos que ayer.
Valerie acaricio mi mejilla. Me estremecí. Estaba hambrienta de nuevo.
—¿Hace cuanto que se despertó? — pregunte mientras Santana desaparecía a través de la puerta de la cocina. Estaba segura de que ella iba a por su desayuno, habiendo visto lo que ella pensaba tan claro como lo había hecho yo. Me pregunte si ella podría siempre enterarse de sus pequeñas rarezas, si ella seria la única en conocerla. Para ella, probablemente seria parecido a oír a cualquier otro
—Desde hace unos pocos minutos — dijo Kitty — Te hubiéramos llamado pronto. Ella estuvo pidiendo por ti...Demandando podría ser una mejor descripción. Emma sacrifico su segundo mejor servicio de plata para mantener al pequeño monstruo entretenido. — Kitty le sonrió a Valerie con tanto afecto que la crítica fue totalmente ingrávida. — No quisimos...er, molestarlas.
Kitty se mordió el labio y alejo la mirada, tratando de no reír. Pude sentir a Puck riéndose en silencio detrás Mio, haciendo vibrar los cimientos de la casa.
Mantuve mi mentón en alto.
—Vamos a tener tu cuarto arreglado muy pronto. — le dije a Valerie — Te gustara la cabaña. Es mágica — Mire a Emma — Gracias, Emma. De verdad. Es absolutamente perfecta.
Antes de que Emma pudiera responder, Puck estaba riendo de nuevo no era silencioso esta vez.
—¿Así que sigue estando de pie? — se las arreglo para decir entre sus risitas. Yo había pensado que ustedes dos habían dejado las ruinas por ahora. ¿Que estuvieron haciendo la ultima noche? ¿Hablando de la deuda interna? — bramo con risas.
Rechine mis dientes y me recordé a mi misma las consecuencias negativas que había tenido ayer dejar a mi temperamento fluir. Desde luego, Puckno era tan rompible como Joe…
Pensar en Joe me hizo preguntarme.
—¿Donde están los lobos hoy? — mire por la pared de vidrio, pero no había signo alguno de Marley.
—Sam se fue muy temprano esta mañana — me dijo Kitty, con el ceño un poco fruncido. — Joe lo siguió fuera.
—¿Que hizo que se molestara? — Santana pregunto mientras volvía a la habitación con el vaso de Valerie. Debía haber más en los recuerdos de Kitty de lo que veía en su expresión.
Sin respirar, le entregue a Valerie. Súper auto control tal vez, pero no había manera en la que yo la fuera a alimentar. No aun.
—No lo se...Ni me interesa - refunfuño Kitty, pero contesto a la pregunta de Santana mas ampliamente. - él estaba mirando dormir a Val, con la boca colgando como el imbécil que es, y entonces salto en sus pies sin ningún tipo de disparador y salio corriendo. Me alegra el habernos deshecho de el. Cuanto mas tiempo pasa aquí, menos posibilidades tendremos de quitar el olor.
—Kitty - Emma la reprendió gentilmente. Kitty revoleo sus cabellos.
—Supongo que no importa. No estaremos aquí mucho más.
—Yo aun digo que deberíamos ir directamente a New Hampshire - Puck dijo, obviamente continuando una conversación anterior. - Britt ya esta anotada en Dartmouth. No parece que le va a tomar demasiado ser capaz de ir a la escuela. - Se giro para mirarme con una sonrisa burlona - Estoy seguro de que vas a tener las mejores notas... Aparentemente no tienes nada que hacer por las noches además de estudiar.
Kitty rió tontamente.
—No pierdas la calma, no pierdas la calma — Recite para mis adentros. Y entonces yo estaba orgullosa por mantenerme tranquila.
Así que me sorprendí mucho de que Santana no.
Ella gruño un abrupto, raspante sonido y la furia mas negra cruzo por su expresión como nubes de tormenta.
Antes de que cualquiera de nosotros pudiera responder, Rachel estaba de pie.
—¿Que esta haciendo? ¿Que esta ese perro haciendo que ha borrado mi programa del día entero? ¡No puedo ver nada! ¡No! - me lazo una torturada mirada - ¡Mírate! Necesitas que te muestre como usar tu armario.
Por un segundo yo estaba agradecida por lo que sea que Sam no estuviera. Y entonces las manos de Santana se cerraron en puños y gruño
—Hablo con Charlie. Piensa que lo esta siguiendo. Viniendo aquí. Hoy.
Rachel dijo una palabra que sonó muy extraña en su voz de trino, voz de dama, y entonces se puso en movimiento, pasando como un rayo por la puerta trasera.
—¿Le dijo a Charlie? - jadee - Pero... ¿No lo entiende? ¿Como pudo hacer eso? - ¡Charlie no podía saber sobre mi! ¡Sobre vampiros! Eso lo pondría en una posición en la que ni siquiera los Cullen podrían salvarlo.
—¡No! —Santana hablo a través de sus dientes.
—Sam lo esta haciendo a su manera ahora.
Debe haber comenzado a llover al este. Sam entro en la habitación sacudiendo su cabello mojado como un perro, tirando gotitas en la alfombra y el sofá donde apenas quedaban pequeñas manchitas grises sobre el blanco. Sus dientes destellaban contra sus labios; sus ojos estaban excitados y brillaban. Camino con movimientos bruscos, como si estuviera entusiasmado por destruir la vida de mi padre.
—Hey, chicos — nos saludo, sonriendo.
Todo quedo en perfecto silencio.
Marley y Joe se deslizaron detrás de el, en sus formas humanas por ahora; las manos de ambos temblaban con la tensión de la sala.
—Kitty — dije, sosteniendo mis brazos para fuera. Sin palabras, Kitty me paso a Valerie. La presione contra mi inmóvil corazón, sosteniéndola como si fuera un talismán contra el comportamiento imprudente. La sostendría entre mis brazos hasta estar segura de que mi decisión de matar a Sam estaba basada totalmente en mi juicio racional en vez de en la furia. Ella estaba muy quieta, mirando y escuchando. ¿Cuanto entendería ella?
- Charlie estará aquí pronto - Me dijo Sam de manera casual - Solo para alertarlos. ¿Asumo que Rachel esta consiguiéndote anteojos de sol o algo?
- Asumes demasiadas cosas. - escupí a través de mis dientes - ¿QUE.HAS.HECHO?
La sonrisa de Sam vacilo, pero aun estaba demasiado relajado como para responder seriamente.
—La rubia y Puck me despertaron esta mañana hablando de irse y de cruzar el país. Como si pudiera dejarlos ir. Charlie es el gran problema aquí, ¿Correcto? Bueno, problema resuelto.
—¿Te das cuenta de lo que hiciste? ¿El peligro en el que lo pusiste?
Resoplo.
—Yo no lo puse en peligro. Excepto por ti. Pero tu tienes alguna especie de supernatural auto-control, ¿cierto? No tan bueno como leer mentes, si me lo preguntas. Mucho menos excitante.
Santana se movió entonces, cruzo la habitación como una flecha para detenerse frente a la cara de Sam. Aunque el era una cabeza y media mas baja que Sam, Sam se alejo de su asombrante ira como si Santana lo dominara.
—Eso es solo una teoría, chucho - dijo gruñendo - ¿Tu piensas que probaremos eso con Charlie? ¿Consideraste el dolor físico que le estas causando a Britt, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace? ¡Yo supongo que lo que le pase a Britt ya no te concierne a TI! - Ella escupió la última palabra.
Valerie presiono sus dedos ansiosamente contra mi mejilla, la ansiedad coloreando la repetición en mi cabeza. Las palabras finales de Santana cortaron a través del extraño humor eléctrico de Sam. Su boca se redujo a un pliegue.
—¿Britt sentirá dolor?
—¡Como si empujaras un hierro caliente por su garganta!
Me estremecí, recordando el olor de sangre humana pura.
—No sabía eso. — susurro Sam
—Entonces tal vez deberías haber preguntado primero.
Santana gruño de nuevo a través de sus dientes.
—Ustedes podrían haberme detenido.
—Tú deberías haber sido detenido...
—Esto no es sobre mí. - interrumpí. Yo me encontraba muy quieta, manteniendo mi concentración en Valerie y en la sanidad - Esto es sobre Charlie, Sam. ¿Como pudiste ponerlo en peligro de esta manera? ¿Te diste cuenta de que para el ahora es muerte o vida de vampiro? - Mi voz temblaba con lágrimas que mis ojos no podían derramar.
Sam estaba aun perturbado por las acusaciones de Santana, pero las mías no parecieron molestarlo.
—Relájate, Britt. No le dije nada que ustedes no estuvieran planeando decirle.
—Pero esta viniendo hacia aquí!
—Seh, esa es la idea. ¿No era dejarlo hacer malas deducciones parte de tu plan?
Mis dedos se flexionaron lejos de Valerie. Los acerque de nuevo en forma segura.
—Dilo directamente, Sammuel. No tengo paciencia para esto.
—No le dije nada sobre ti, Britt. No realmente. Le dije sobre mi. Bueno, "mostrar" seria un mejor verbo.
—Entro en fase frente a Charlie - siseo Santana.
—¿Tu QUE? - susurre
—Es valiente. Valiente como tu. No salio corriendo, o pego un salto, o algo. Si tengo que decirlo, estoy impresionado. Deberías haber visto su cara cuando comencé a quitarme la ropa. No tuvo precio. - Sam rió.
—¡Eres absolutamente imbécil! Podrías haberle provocado un ataque al corazón.
—Charlie esta bien. Es duro. Si le das solo un minuto, veras que te hice un favor.
—Tu solo tienes medio, Sammuel. - Mi voz era monótona y férrea. - Tienes 30 segundos para decirme cada palabra antes de que deje a Valerie con Kitty y arranque tu miserable cabeza. Joe no será capaz de detenerme esta vez.
—Britt. No solías ser tan melodramática. ¿Es eso una característica de los vampiros?
—26 segundos.
Sam rodó sus ojos y se dejo caer en la silla más cercana. Su pequeña manada se movió para quedar en sus flancos, no del todo relajados del modo en el que Sam parecía estar; los ojos de Marley estaban sobre mí, sus dientes ligeramente al descubierto.
—Golpee a la puerta de Charlie esta mañana y le pedí que hiciera una caminata conmigo. Estaba confundido, pero cuando le dije que era sobre ti y que estabas de vuelta en la ciudad, me siguió a los bosques. Le dije que no estabas mas enferma, y que las cosas eran un poco extrañas, pero buenas. El estaba a punto de venir a verte, pero le dije que tenía que mostrarle algo primero. Y entonces entre en fase - Sam se encogió de hombros. Mis dientes se sentían como si una prensadora estuviera empujándolos juntos.
—Quiero cada palabra, monstruo.
—Bueno, tú dijiste que solo tenia 30 segundos...bien, bien - mi expresión debía haberlo convencido de que no estaba de humor para bromas. - Déjame ver... Volví de fase y me vestí, y luego de que el empezara a respirar de nuevo, le dije algo como: "Charlie, no vives en el mundo que tu piensas. La buena noticia es, que nada ha cambiado...Excepto que ahora tú lo sabes. La vida seguirá por el mismo carril por el que siempre ha ido. Puedes volver ahora a pretender que no crees nada de esto." Le tomo un minuto poner su cabeza en su lugar, y entonces quiso saber pasaba realmente contigo, con toda la cosa de la rara enfermedad. Le dije que habías estado enferma, pero que estabas bien ahora... Solo que habías tenido que cambiar un poco en el proceso de recuperación. El quería saber a que me refería con 'cambiar', y le dije que ahora te veías más como Emma que como Susan.
Santana gruño mientras yo miraba con horror; esto estaba marchando en una dirección peligrosa.
—Después de unos minutos, el pregunto, realmente calmo, si te habías vuelto un animal también. Y yo dije "¡Ella desearía ser tan genial!" - Sam se rio.
Kitty hizo un sonido de disgusto.
—Empece a decirle mas sobre los hombres lobo, pero yo ni siquiera dije esa palabra. Charlie me interrumpio y dijo que no queria saber los detalles. Entonces pregunto si tu sabias en lo que te estabas metiendo cuando te casaste con Santana, y yo dije: "Seguro, ella sabe todo sobre esto desde hace años, desde que llego a Forks". No le gusto mucho eso. Lo deje despotricar hasta que lo tuvo fuera de su sistema. Una vez se hubo calmado, el solo quizo 2 cosas. El queria verte, y yo dije que seria mejor que me diera la ventaja inicial para explicar.
Inhale profundamente.
—¿Cual es la otra cosa que el queria?
Sam sonrio.
—Va a gustarte esto. Su principal peticion es que se le diga lo menos posible acerca de todo esto. Si no es absolutamente esencial para el saber algo, entonces quedatelo para ti. Necesita saber.
Senti alivio por primera vez desde que Sam había llegado.
—Puedo encargarme de eso.
—Aparte de eso, el solo quiere pretender que las cosas son normales. - La sonrisa de Sam se volvio petulante; debia sospechar que yo iba a comenzar a sentir las primeras debiles agitaciones de gratitud
—¿Que le dijiste sobre Valerie? - Luche para mantener mi voz filosa, contra la reacia apreciacion. Era prematuro. había muchas cosas malas con esta situacion. Aun si la intervencion de Sam acarreara una mejor reaccion en Charlie de lo que yo jamas hubiera esperado...
—Ah, seh. Le dije que Santana y tu habian heredado una pequeña nueva boca que alimentar. - él miro fijamente a Santana - Ella es tu pupila huerfana. Como Bruce Wayne y Dick Grayson. - resoplo Sam
—No había pensado que te importara mentir. Es todo una parte del juego, verdad? - Santana no respondio de ninguna manera, asi que Sam siguio - Charlie estaba demasiado shockeado a este punto, pero pregunto si estaban adoptandola. "¿Como hija? ¿Soy una especie de abuelo?" esas fueron sus palabras exactas. Le dije que si. "Felicidades, abue", y todo eso. Incluso sonrio un poco.
El ardor regreso a mis ojos, pero no por miedo o angustia esta vez. ¿Charlie sonreia a la idea de ser abuelo? ¿Charlie queria conocer a Valerie?
—Pero ella esta cambiando tan rapido - susurre.
—Le dije que ella era mas especial que todos ustedes juntos — Dijo Sam con voz suave. Se puso de pie y camino hasta mi lado, deteniendo por señas a Marley y Joe cuando empezaron a seguirlo. Valerie trato de alcanzarlo, pero yo la abraze mas fuerte.
—Le dije "Creeme, tu no quieres saber sobre esto. Pero si puedes ignorar todas las extrañas partes, quedaras sorprendido. Ella es la persona mas increible en todo el mundo." Entonces le dije si podria lidiar con eso, todos ustedes podrian dar una vuelta y darle una chance de conocerla. Pero si eso es demasiado para el, podrian irse. El dijo que mientras nadie inserte demasiada informacion en el, esta de acuerdo.
Sam me mirocon una media sonrisa, esperando.
—No voy a decir gracias - le dije - Sigues poniendo a Charlie en grave peligro.
—Estoy arrepentido si eso te lastima. No sabia que eso era asi. Britt, las cosas son diferentes para nosotros ahora, pero siempre seras mi mejor amiga y siempre te querre. Pero ahora te quiero de la manera correcta. Finalmente hay balance. Ambos tenemos personas sin las que no podemos vivir. - Sonrio con su sonrisa mas Sam - ¿Aun amigos?
Intente con todas mis fuerzas resistir, tuve que devolverle la sonrisa. Solo una diminuta sonrisa. El ofrecio su mano: una oferta. Tome una profunda respiracion y puse el peso de Valerie en un solo brazo. Puse mi mano izquierda en la suya. Ni siquiera se estremecio con el frio de mi piel.
—Si no mato a Charlie esta noche, Considerare perdonarte por esto.
—Cuando tu no mates a Charlie esta noche, me deberas una grande. - Rode mis ojos.
El levanto su otra mano hacia Valerie, pidiendo esta vez.
—¿Puedo..?
—En realidad la sostengo de modo que mis manos no esten libres para matarte, Sam. Tal vez luego.
Suspiro pero no me presiono. Sabio de su parte. Rachel volvio por la puerta entonces, sus manos llenas y s expresion prometiendo violencia.
—Tu, tu, y tu — dijo bruscamente, mirando a los licantropos — Si se van a quedar, quedense en la esquina por un tiempo. Necesito ver. Britt, mejor dale el bebe a el, tambien. Necesitas los brazos libres, de cualuier manera. - Sam sonrio triunfal.
Miedo indisoluble rasgo en mi estomago con una enormidad que estuve a punto de golpearme. Iba a probar mi dudoso auto control con mi padre humano como si fuera un conejillo de indias.
Las palabras anteriores de Santana se estrellaron en mis orejas de nuevo.
"¿Consideraste el dolor fisico que le estas causando a Britt, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace?"
No podia imaginar el dolor del fracaso. Mi respiracion se convirtio en jadeos.
—Tomala - susurre, deslizando a Valerie en los brazos de Sam.
El asintio, arrugando su frente. El hizo gestos a los otros, y luego todos fueron a la esquina lejana de la habitación. Joe y Sam se sentaron en el suelo de una vez, pero Marley sacudio la cabeza y fruncio los labios.
—¿Tengo permiso para irme? - protesto. Miro incomodamente su cuerpo humano, vistiendo la misma camiseta y pantalones sucios de algodon que había vestido desde el otro dia, su cabello hacia arriba en mechones irregulares. Sus manos seguian temblando.
—Por supuesto - dijo Sam.
—Mantente al este para no cruzar tu camino con el de Charlie - Agrego Rachel.
Marley no miro a Rachel; ella desaparecio por la puerta de atras y se lanzo hacia los arbustos para entrar en fase. Santana estaba de nuevo a mi lado, acariciando mi cara.
—Puedes hacer esto. Se que puedes. Te ayudare; todos nosotros lo haremos. - encontre los ojos de Santana con el panico gritando en mi cara. ¿Seria ella lo suficientemente fuerte para detenerme si hiciera un movimiento incorrecto?
—Si no creyera que no eres capaz, desapareceriamos ahora. En este instante. Pero tu puedes. Y tu seras feliz si Charlie esta en tu vida.
Trate de reducir mi respiracion. Rachel levanto su mano. había una pequeña caja en su mano.
—Estos irritaran tus ojos. No los dañaran, pero nublaran tu vision. Es molesto. Tampoco les devolveran su viejo color, pero es mejor que rojo brillante, ¿cierto? — Ella me lanzó la caja con los lentes por el aire y yo la atrape.
—¿Cuándo…
—Antes de que te fueras de luna de miel. Yo estaba preparada por si llegaran a hacer falta.
Asentí y abrí la caja. Yo nunca antes había usado lentes de contacto, pero esto no podía ser tan duro. Tomé el pequeño cuarto de esfera azul, y presioné la parte cóncava en mi ojo. Parpadeé, y una capa interrumpió mi visión. Por supuesto podía ver a través de ella, pero también podía ver la textura de la delgada pantalla.
Mi ojo se mantenía centrado en los microscópicos arañazos y las rugosas secciones.
—veo a que te refieres — murmuré cuando había puesto el otro lente. Traté de no parpadear esta vez. Mis ojos automáticamente querían desalojar la obstrucción.
—¿cómo me veo?
Santana sonrió
—Hermosísima, por supuesto
—si, si, si, ella siempre se ve hermosísima — Rachel terminó su pensamiento con impaciencia. —es mejor que rojos, pero es el mayor elogio que puedo dar. Azul confuso. Tu color azul era mucho más bonito. Ten en cuenta que esto no durara para siempre, el veneno en sus ojos se disuelve en un par de horas, por lo tanto, si Charlie se queda mas tiempo que eso, tendrás que encontrar una excusa para reemplazarlos. Lo cual es una buena idea de cualquier forma, ya que los seres humanos necesitan ir al baño —Ella sacudió la cabeza —Emma, dale un par de indicaciones acerca de cómo ser humana mientras guardo extras lentes de contacto.
—¿cuánto tiempo tengo?
—Charlie va a estar aquí en un par de minutos, solo lo mas simple
Emma asintió una vez y luego tomo mi mano.
—Lo principal es que no te sientes o te muevas demasiado rápido — me dijo
—siéntate si el lo hace — Puck intervino.
—a los humanos no les gusta estar e pie todo el tiempo
—deja que tus ojos parpadeen y vaguen cada treinta segundos mas o menos — agregó Quinn —los humanos no pueden mirar una sola cosa por tanto tiempo
—cruza tus piernas durante unos 5 minutos, luego cambia a cruzar los tobillos para los otros 5 — Dijo Kitty.
Asentí una vez con cada sugerencia. Me di cuenta que ellos hacían algunas de estas cosas ayer. Pensé que podría imitar sus acciones.
—y parpadea al menos 3 veces por minuto — me dijo Puck. El frunció el ceño, entonces el rápidamente volvió al tomar el control del TV. Puso un partido de football universitario y asintió para si mismo.
—mueve tus manos también. Cepilla y acaricia tu cabello hacia atrás o pretende parecer rascarte — dijo Quinn
Rachel se quejo y volteo hacia Quinn
—la estas abrumando
—no, creo que lo tengo todo — dije. —sentarse, mirar alrededor, parpadear, moverme un poco nerviosa
—Correcto — me aprobó Emma, luego me abrazó.
Quinn frunció el ceño
—deberás retener la respiración tanto como te sea posible pero necesitas mover tus hombros un poco, para parecer que estas respirando
Inhale una vez y asentí otra vez.
Santana me abrazo por mi lado libre
—puedes hacerlo — me repetía, murmurando con su aliento en mi oreja.
—2 minutos — dijo Rachel —talvez deberías acomodarte en el sofá, has sido afectada por la enfermedad después de todo. De esta manera el no te tendrá que ver moverte después de todo
Rachel me puso en el sofá. Trate de moverme despacio, hacer mis movimientos mas torpes, ella puso sus ojos en blanco por lo que no debía haber estado un buen trabajo.
—Sam, necesito a Valerie —dije
El frunció el ceño sin moverse
Rachel sacudió su cabeza
—Britt eso no me ayuda a ver
—pero la necesito para estar en calma — el pánico en mi voz era inconfundible
—OK — gruño Rachel —mantenla tan lejos como puedas mientras trato de ver alrededor de ella — ella suspiro algo rara, como si le hubieran pedido que trabajara todo el día un festivo. Sam suspiró, me trajo mi hija y luego se retiro rápidamente del deslumbramiento de Rachel.
Santana tomo asiento a mi lado y puso sus brazos alrededor de nosotras dos. Ella se inclino y miro a Valerie con una mirada muy seria.
—Valerie, alguien especial va a venir a verte a ti y a tu mama —dijo el con voz solemne, como si esperara que ella entendiera cada palabra. ¿Lo haría ella?
Ella la miro con ojos claros y serios.
—pero el no es como nosotros o como Sam, tenemos que ser muy cuidadosos con el. Tu no puedes decirle a el las cosas como nos las dices a nosotros
Valerie toco su rostro
—exactamente — dijo ella —y el va a darte sed, pero tu no puedes morderlo. El no sana como Sam
—¿ella te puede entender? — murmure
—ella entiende. Serás cuidadosa, cierto Valerie? Nos ayudaras?
Ella la toco de nuevo
—no, no me importa si muerdes a Sam, eso esta bien
Sam se rió entre dientes
—talvez te deberías ir, Sam — dijo Santana fríamente, evidentemente Santana no había perdonado a Sam, porque ella sabia que sin importar lo que pasara ahora, yo iba a sufrir, pero me encantaría tener la quemadura feliz si eso era lo peor que iba a pasar esa noche.
—le dije a Charlie que estaría aquí — dijo Sam — el necesita apoyo moral
—apoyo moral — se burlo Santana —en lo que respecta a Charlie, eres el mas repulsivo monstruo de nosotros
—repulsivo? — protesto Sam, luego sonrió calmadamente para si mismo
Escuche las llantas afuera, en la tranquila carretera, tierra mojada en el camino de los Cullens. Y mi respiración comenzó de nuevo. Mi corazón debió haber sido martillado, me preocupaba que mi cuerpo no tuviera las reacciones correctas.
Me concentre en los latidos del corazón de mi hija, que me calmaban. Esto funcionó demasiado rápido
—bien hecho, Britt — aprobó Quinn
—Santana endureció sus brazos alrededor de mis hombros
—estas segura? — le pregunte
—si, tu puedes hacer cualquier cosa — me sonrió y me beso
Este no fue precisamente un roce de labios, y mis vampíricos instintos estuvieron fuera de control otra vez. Los labios de Santana eran algo adictivo, una reacción química en mi sistema nervioso. En el instante ya estaba ansiosa, necesito toda mi concentración para recordar que tenia aun la bebe en mis brazos.
Quinn sintió mi cambio de animo
—Santy, no quieres distraerla de esa manera justo ahora. Ella necesita concentrarse
Santana se retiro un poco
—Oops
Sonreí. Esa ha sido mi línea desde el principio, desde el primer beso
—después — dije, y la anticipación se retorció en mi estomago como un balón
—concéntrate Britt — insistió Quinn
—esta bien — y aleje mis aterrorizados sentimientos. Charlie, eso era lo mas importante por ahora. Mantener a Charlie a salvo hoy. Tendríamos toda la noche para…
—Britt!
—lo siento Quinn
Puck sonrió
El sonido de las llantas de Charlie se sentía más y más cerca. El segundo de ligereza paso, y todos estaban aun ahí. Cruce mis piernas y practique mi parpadeo.
El carro estaciono en frente de la casa y espero por un par de segundos. Me pregunte si Charlie estaba tan nervioso como yo. Entonces el motor se apagó y una puerta fue golpeada, tres pasos en la hierba, y a continuación haciendo eco, 8 pasos en las escaleras de madera. 4 pasos mas através del corredor. Silencio. Charlie tomo respiración 2 veces
Knock, Knock, knock.
Inhale el aire por lo que podría ser la última vez. Valerie se hundió en mis brazos, escondiendo su cara en mi cabello.
William respondió a la puerta. Su expresión cambio a una de bienvenida, como cambiando el canal de un TV
—hola Charlie — dijo, mirando adecuadamente. Después de todo, nosotros supuestamente estaríamos en Atlanta en el centro de control de enfermedades. Charlie sabía que le había estado mintiendo también.
—William — Charlie lo saludo tenso —¿Dónde esta Britt?
—Aquí Papá
Hugh! Mi voz estaba tan mal. Y use un poco de los suministros de aire. Me sacudí en un rápido reflejo, me alegro que el olor de Charlie no hubiera saturado aun la habitación.
La expresión pálida de Charlie me dijo como estaba mi voz. Sus ojos se ampliaron al verme.
Leí su emoción desplegada en toda su cara.
Shock, incredulidad, dolor, pérdida, miedo, angustia, sospecha, más dolor.
Mordí mi labio. Se sentía divertido. Mis nuevos dientes eran más fuertes contra mi piel de granito que mis humanos dientes contra mis suaves labios humanos.
—eres tu Britt? — suspiro el
—SI — me sobresalte un poco. —hola papa
El tomo un profundo respiro constante el mismo.
—Hola Charlie — lo saludó Sam desde la esquina — como esta todo?
Charlie miro con rabia a Sam, se estremeció como recordando y luego se fijo en mi otra vez.
Lentamente, Charlie caminó por la habitación hasta que estaba a un par pies de donde yo me encontraba. Lanzó un vistazo hacia donde se encontraba Santana y sus ojos se posaron de nuevo en mi. La calidez de su cuerpo me golpeaba con cada latido de su corazón.
—Britt? —Me preguntó de nuevo
Hablé en voz baja, tratando de mantenerme serena.
—Si, soy yo.
Su mandíbula estaba apretada.
—Lo siento, papa
—¿Estás bien? —Preguntó
—Realmente bien, Saludable como un caballo
Respiré
—Sam me dijo que esto fue necesario… cuando estabas muriendo — Pronunció las palabras como si no las creyera.
Pensé unos instantes, me enfoqué en Valerie, en su calidez, su peso, pensé en el apoyo de Santana y tomé un profundo respiro.
La esencia de Charlie estaba llena de fuego que quemaba directamente a mi garganta. Pero era mucho más que la pena. Estaba cargado de deseo también. Charlie olía deliciosamente, más de lo que hubiera imaginado. Tan parecido a los excurisionistas desconocidos que había encontrado en la cacería. Charlie era una doble tentación. Y apenas estaba a unos metros de distancia. Impregnando el aire con su esencia.
Pero yo no estaba de cacería. Y él era mi padre.
Santana apretó mis hombros en señal de simpatía y Sam lanzó una mirada por toda la habitación.
Traté de recuperarme e ignorar la pena y la ansiedad provocada por la sed
Charlie esperaba mi respuesta.
—Sam te dijo la verdad.
—Parte de ella — gruñó Charlie
Esperé que Charlie pudiera ver que a través de mi nuevo rostro para encontrar el remordimiento que sentía.
Bajo mi cabello Valerie olisqueaba la esencia que percibía de Charlie. La apreté contra mi
Charlie se percató de mi angustia y dijo:
—Oh! — Y toda la furia se fue, dejando un profundo shock
—Esta es ella — Sam dijo que habías adoptado del orfanato
—Mi sobrina — mintió Santana.
Era evidente que el parecido entre ellas dos era estremecedor como para pasarlo por alto. Mejor decir desde el principio que eran parientes.
—Pensé que no tenías familia — Dijo Charlie de nuevo con tono acusador.
—Perdí a mis padres. Mi hermano mayor fue adoptado, como yo. Nunca le vi después de ello. Pero la corte me localizó cuando él y su esposa murieron en un accidente en coche, dejando a su única hija huérfana.
Santana era muy buena haciendo esto. Su voz tenía el tono correcto de inocencia. Necesitaba practicar para sonar como ella.
Valerie salió de mi cabello, respirando de nuevo. Miró a Charlie bajo sus largas pestañas y se escondió otra vez.
—ella… ella es hermosa
—Si — añadió Santana
—¡Es una gran responsabilidad, ustedes apenas acaban de casarse
—¿Qué más podía hacer? — Santana acarició la mejilla de Valerie. Vi que por unos instantes tocó sus labios un recordatorio — ¿Debí negarme a aceptarla?
—MM.. veamos — Movió su cabeza
—Sam dice que la llamaron Val?
—No, para nada — Mi voz sonó áspera.
—Su nombre es Valerie
Charlié volteó a verme.
—¿Y cómo se sienten con respecto a esto? ¿Quizá William y Emma puedan…
—Ella es mía — Le interrumpí. —La quiero
Charlie frunció el ceño
—Me harás abuelo tan pronto?
Santana sonrió.
William es abuelo también.
Charlié le tiró una mirada acusadora a William. Que aun permanecía ante la puerta. Él era una especie de hermanito de Zeus, el hermano guapo.
Charlie resopló y rió.
—Se supone que eso debe hacerme sentir mejor
Sus ojos se posaron de nuevo en Valerie.
—Ella ciertamente es algo que hay que mirar — Su aliento cálido ondeaba en el espacio que había entre nosotros
Valerie lo percibió, sacudió mi cabello y le miró por primera vez. Charlié suspiró
Sabía que estaba viendo él.
Mis ojos, sus ojos, grabados en su perfecto rostro.
Charlie empezó a hiperventilar. Sus labios temblaron y puede ver los números que se reflejaban en ellos. Estaba contando hacia atrás, tratando de ajustar nueve meses. Sin poder encontrarle sentido a la evidencia.
Sam lo notó y palmeo a Charlie en la espalda. Le dijo algo al oído Charlie no sabóa que todos podíamos escucharle.
—Necesita saber. Charlie
—Todo está bien, lo juro.
William tragó y negó. Y entonces sus ojos parpadearon al mismo tiempos que dio un paso más cerca de Santana con los puños apretados.
—No! Quiero saberlo todo, ya basta de estas mentiras
—Lo siento — dijo Santana. —Necesitas saber la versión oficial más que la verdad. Si vas a ser parte de este secreto, la versión oficial es la que cuenta.
—Protege a Britt y a Valerie como al resto de nosotros.
—Puedes dejarlo así?
La habitación estaba llena de estatuas. Crucé mis tobillos.
Charlie resopló y volteó a verme
—¿Como demonios fue esto posible?
—Es complicado
—Pudiste haberme advertdio
—Eso lo habría hecho más fácil?
El parpadeó y cayó al piso. Podía ver el movimiento de la sangre por su cuello bajo la piel. Podía sentir la vibración que emanaba.
Valerie también podía.
Ella sonrió y extendió una palma sonrosada hacia él. La regresé. Ella extendió la otra hacia mi cuello, hambrienta y con curiosidad hacia Charlie.
Había algo implícito en este movimiento, que me hizo pensar que ella había entendido perfectamente las palabras de Santana. Así que estaba sedienta pero resignada al mismo tiempo.
—Oh! —Charlie masculló, al ver sus dientes.
—¿Cuánto tiempo tiene?
—Tres meses dijo Santana… y agregó: —en realidad tiene la talla de un bebé de tres meses, más o menos, Es pequeña en algunos aspectos y mayor en otras.
Deliberadamente Valerie se agitó hacia ella.
Charlie parpadeó.
Sam le dio un codazo.
—Te dije que era algo especial
Charlié respingó por el contacto.
—Vamos, Charlie — soltó Sam.
—Soy la misma persona que he sido siempre. Pretende que esta mañana, nunca pasó.
El recuerdo hizo que los labios de Charlie se tornaran blancos, negó con la cabeza.
—¿Qué papel juegas en todo esto Sam?
—¿Qué tanto sabe Billy? ¿Por qué estás aquí? — Miró a Sam, quién resplandecía sólo con mirar a Valerie.
—Bueno, podría contarte — Billy sabe todo — sin embargo eso implica muchas cosas de los licánt…
—Uh — Charlie protestó cubriendose los oídos. —Olvídalo
Sam sonrió.
—Todo estará bien Charlie
—Trata de no creer en todo lo que ves
Mi padre murmuró algo ininteligible.
—Wow — Repentinamente Puck gritó —Vamos Gators
Sam y Charlie saltaron. El resto de nosotros se quedó quieto.
Charlie se recuperó, miró a Puck sobre el hombro y preguntó
—Esta ganando Florida?
—Recién anotaron. Confirmó Puck. Miró en mi dirección, levantando sus cejas como si fuera un villano en vaudeville. —Pero parece que alguien ya lo hizo aquí
Contuve el aliento.
¿Enfrente de Charlie? Se estaba pasando de la raya
Pero Charlie pareció no percatarse.
Respiró profundamente, aspirando el aire como si quisiera expulsarlo por la planta de los pies. Le envidié. Se paró, caminó alrededor de Sam y se dejó caer en una silla.
Bueno, dijo. Veremos si pueden aguantar hasta la final.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
a ver como reacciona charlie cuando se entere de todo,...
me encanta como se llevan val y britt,...
y sobretodo me divierte como puck molesta a britt,. jajaja
me encanta como se llevan val y britt,...
y sobretodo me divierte como puck molesta a britt,. jajaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
todo seria mas maravilloso si me explicaran las preguntas que hice antes, bueno, hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
micky morales escribió:todo seria mas maravilloso si me explicaran las preguntas que hice antes, bueno, hasta luego!
Disculpa por la tardanza en responder a tu pregunta... Ok, recuerdas que odiabas que Sam estuviera enamorado de Britt? Bueno la verdadera razon por la que Sam estaba enamorado de Britt era porque realmente Sam se iba a enamorar de Valerie (la hija de San y Britt) Pero esto nadie lo podia saber, ni siquiera Racehl a pesar de que ella ve el futuro, así que cuando Britt se entero de que Sam estaba imprimado (enamorado, destinado, etc a estar con Valerie) por eso su primera reaccion, fue querer matar al boca trucha de Sam y por eso Santana también lo quería matar, de nuevo
dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
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Brillante
—No se cuánto deberíamos decir a Susan acerca de esto — dijo Charlie, vacilando con un pie hacia fuera la puerta. Se estiró, y entonces su estómago gruñó.
Cabeceé.
—Lo sé, yo no deseo que ella enloquezca. Mejor para protegerla. Este asunto no está para los pusilánimes.
Sus labios se torcieron hacia un lado con arrepentimiento...
—Habría intentado protegerte, también, si hubiera sabido. ¿Pero supongo que tu nunca entraste en la categoría de pusilánime, no es cierto?
Sonreí detrás, tirando una respiración ardiente a través de mis dientes.
Charlie acarició a su estómago ausente.
—Pensaré en algo. ¿Tenemos tiempo para discutir esto, cierto?
—Cierto — le prometí.
Había sido un día largo en cierto modo, y tan breve en otros. Charlie estaba atrasado para la cena, Sue cocinaba para él y Billy. Esta iba a ser una tarde torpe, pero por lo menos él estaría comiendo el alimento verdadero; Estaba feliz de que alguien intentara no hacerlo morir de hambre debido a su escasa capacidad de cocinar. La tensión de todo el día había hecho que los minutos pasaran lentamente; Charlie no relajo su postura. Pero tampoco tenía ninguna prisa en irse. Estaba mirado dos juegos enteros afortunadamente tan absorto en sus pensamientos que olvidaba las obvias bromas de Puck cada vez más marcadas y menos fútbol relacionando cada uno aparte y después los comentarios del partido, y después las noticias, sin moverse hasta que Joe le recordó la hora.
—¿Vas a ir para arriba con Billy y mi mamá, Charlie? Vamos. Britt y Val estarán aquí mañana. ¿Consigamos algo comida, eh? — Había estado claro en los ojos de Charlie que no le había hecho gracia la broma de Joe, sino que él le enseño la salida. La duda todavía estaba allí como si estuviera en pausa. Las nubes enrarecían, la lluvia se había ido. El sol pudo incluso hacer una aparición justo a tiempo para fijarse. —Sam dijo que los chicos me van a sacar — murmuró ahora hacia mí.
—yo no quería hacerlo si es que había alguna salida alrededor... Por eso todavía estamos aquí.
—Él dijo que podían quedarse durante un momento, pero solamente si soy bastante resistente, y si puedo mantener mi boca cerrada.
—Sí… pero no puedo prometer que nunca nos iremos, papá. Es… muy complicado.
—Necesitaba saber. — me recordó.
—Cierto.
—Me visitaran, aunque, tengan que irse?
—Lo prometo, papá. Ahora que tú sabes lo suficiente, pienso que esto puede funcionar. Estaré tan cerca como tu quieras.
Él masticó con sus labios por medio segundo, después se inclinó lentamente hacia mí con sus brazos cautelosamente extendidos. Cambié a Valerie dormía ahora en mi brazo izquierdo, apreté mis dientes, sosteniendo mi respiración, y envolviendo mi brazo derecho muy ligeramente alrededor de su caliente, y suave cintura.
—Te quiero papá — susurré través de mis dientes.
Él tembló y se apartó. Caí sobre mi brazo.
—Yo también te quiero pequeña. Otras cosas han cambiando, pero eso no — Él tocó con un dedo la mejilla rosada de Valerie. —Ella se parece mucho a ti.
Mantuve mi expresión ocasional, aunque me daba lo mismo.
—Creo que más bien a Santy — Vacilé, y entonces agregué, —ella tiene sus mismos rizos
Charlie comenzó, resoplando.
—Eeeh supongo que a su abuelo — El movió su cabeza dudoso.
—Me la puedo quedar?
Me quedé boquiabierta y posteriormente me tranquilicé. Después de considerar por medio segundo y de juzgar el aspecto de Valerie ella miraba fuera. Decidí que tentaba demasiado mi suerte, puesto que iban las cosas tan bien hoy…
—Aquí — dije, sosteniéndola lejos de él. Él automáticamente hizo un círculo torpe con sus brazos, y metí Valerie en el círculo. Su piel no era tan caliente como la suya, sino que me hizo cosquillas en la garganta para sentir el calor que fluía debajo de su garganta.
Se estremeció la parte donde mi piel blanca lo rozó. No estaba segura si esto era una reacción a mi nueva temperatura o era algo psicológico.
Charlie gruñó, mientras que él sentía su peso.
—Ella es… robusta
Fruncí el ceño. Yo la sentía tan ligera como una pluma. Quizá mi báscula estaba apagada.
—Robusto es bueno — dijo Charlie, viendo mi expresión. Entonces él murmuró a si mismo, —ella necesitará ser resistente, rodeada por todas estas locuras. — Él despidió sus brazos suavemente, sacudiéndose un poco de lado a lado. —La bebe mas bonita que he visto, incluyéndote, chica. Lo siento, pero es la verdad
—Lo se.
—Linda bebe — dijo otra vez, pero estaba más cercano a la bebe esta vez.
Podía verlo en su cara podía verla crecer allí. Charlie era tan indefenso contra su magia como el resto de nosotros. Dos segundos en sus brazos, y ella ya lo había poseído.
—¿Puedo volver mañana?
—Seguro, papá. Por supuesto. Estaremos aquí.
—Deben estar aquí. — Dijo severamente, pero su expresión era suave, el seguía mirando a Valerie. —Te veré mañana, Val. Gracias, Britt.
—Gracias, papá. Todo ha cambiado rápidamente. Mi cabeza no ha parado de girar. Si no te tuviera ahora, no sabría como mantener los pies en la tierra. —Si le hubiese estrechado la mano, se daría cuenta de lo que soy realmente. Esto era probablemente más de lo que el necesitaba.
El estómago de Charlie gruñó.
—Ve a comer, papá. Nosotras estaremos aquí. — Recordé como se sentía, esa primera inmersión incómoda en la fantasía la sensación de que todo desaparecería a la luz del sol naciente.
Charlie asintió a regañadientes y luego me regreso a Valerie. Él echó un vistazo por delante de mí en la casa; sus ojos parecieron un poco salvajes por un minuto como si mirara fijamente alrededor de la brillante y grande habitación. Todavía estaban todos allí, además de Sam, a quién podía oír asaltando el refrigerador en la cocina; Rachel holgazaneaba en el escalón inferior de la escalera con la cabeza del Quinn en su regazo; William tenía su cabeza metida en un libro gordo sobre su regazo; Emma tarareaba a si misma, dibujando en una libreta, mientras que Kitty y Puck crearon un monumental castillo de naipes bajo la escalera; Santana estaba a la deriva en su piano y tocaba muy bajo para si misma. No había evidencia de que el día venía a un cierre, que puede ser que sea hora de comer o de cambiar de actividades con preparación para la tarde. Algo intangible había cambiado en la atmósfera. Los Cullens usualmente no trataban tan duramente la charada sobre ser humanos era llevada tranquilamente, lo suficiente para que Charlie no sintiera la diferencia.
Él se estremeció, sacudió su cabeza, y suspiro.
—Te veo mañana, Britt. — frunció el ceño y después agregó, —Quiero decir, no es como si no te vieras… bien. Me acostumbraré a ello
—Gracias, papá
Charlie cabeceó y caminó cuidadosamente hacia su coche. Lo miré conducir hacia lo lejos; no fue hasta que oí sus neumáticos rechinar en la autopista que me di cuenta de lo que había hecho. Realmente había terminado el día y sin lastimar a Charlie. Todo yo sola. ¡Debo tener súper poderes!
Parecía demasiado bueno para ser verdad. ¿Podría realmente tener a mi nueva familia y algo de la vieja también? Y yo que había pensado que ayer había sido un día perfecto.
—Wow — susurré. Parpadeé y sentía el tercer sistema de lentes de contacto desintegrarse. El sonido del piano terminó, y los brazos de Santana estaban alrededor de mi cintura, su barbilla descansaba sobre mi hombro.
—Robaste las palabras de mi boca.
—Sany, lo logré!
—Tú lo hiciste, eres increíble. Todo lo que te preocupaba de ser un neófito, y todo lo saltas en conjunto — Ella rió tranquilamente.
—No estoy realmente segura de que ella sea un vampiro, aún menos que sea una neófita — Puck habló debajo de las escaleras. —Ella es tan dócil.
Todos los comentarios embarazosos que él había hecho frente a mi padre sonaron en mis oídos otra vez, y era probablemente algo bueno tener en mis brazos a Valerie en ese momento. Aunque no ayudara a mi posición, gruñí bajo mi respiración.
—Oooo, aterrador — Puck rió.
Silbé, y Valerie se retorció en mis brazos. Ella parpadeo algunas veces, después miraba alrededor, su expresión era de confusión. Ella olfateó, después miró mi rostro.
—Charlie vendrá mañana — le aseguré aseguró.
—Excelente — dijo Puck. Kitty rió con él esta vez.
—No fue brillante, Puck — dijo Santana con desden. Retiró de mis manos a Valerie.
Ella guiñó cuando vacilé, y por eso, un poco confundida, se la di.
—Qué quieres decir? — Puck exigió.
—Es un poco pesado, no lo crees, poner al vampiro más fuerte de la casa en mi contra? — Puck lanzó hizo su cabeza hacia atrás y resopló. —Por favor!
—Britt — Santana me murmuró mientras que escuchaba Puck de cerca, —recuerdas hace unos meses, te pedí que me hicieras un favor cuando fueras inmortal?
Eso sonó una campana débil. Olvidé las conversaciones humanas borrosas. Después de un momento, recordé y jadeé,
—Oh!
Rachel soltó una larga risa. Sam hizo su cabeza aún lado, su boca estaba llena de comida.
—Qué? — Puck gruñó.
—En serio? — le pregunté a Santana.
—Confía en mi — me dijo.
Respiré profundamente.
—Puck, cómo te sientes para una apuesta?
Él se puso de pie inmediatamente.
—Impresionante. Adelante
Mordí mi labio por un segundo. Él era tan enorme.
—A menos que tengas miedo… — Puck sugirió.
Acomodé mis hombros.
—Tu. Yo. Una lucha de brazos. En la mesa del comedor. Ahora — Puck hizo una mueca.
—Em, Britt — Rachel dijo rápidamente —pienso que Emma le tiene bastante cariño a esa mesa. Es una antigüedad
—Gracias — articuló Emma.
—No hay problema — dijo Puck con una sonrisa destellante. —Por aquí, Britt
Lo seguí hacia fuera, a la parte posterior, hacia el garaje. Podía oír a todos los demás caminar atrás de nosotros. Había una inmensa roca de granito, bastante grande que se sobresalía por encima del resto de las rocas cerca del río. Aunque la roca grande era poco redonda e irregular, haría el trabajo. Puck colocó su codo en la roca y me agitó hacia adelante.
Estaba nerviosa otra vez pues miré los gruesos músculos en el brazo de Puck contraerse, pero mantuve mi rostro tranquilo. Santana había prometido que sería más fuerte que cualquier persona durante algún tiempo. Ella se parecía muy confiado sobre esto, y me sentí muy fuerte. ¿Qué tan fuerte? Me pregunté, mirando los bíceps de Puck. No tenia ni dos días de haber sido transformada, aunque, y eso debería contar para algo. A menos que nada fuera normal en mí. No era quizá tan fuerte como neófita normal. Tal vez es por eso que el control era tan fácil para mí. Intenté parecer despreocupada mientras fijé mi codo contra la piedra.
—Está bien, Puck. Yo gano, y no puedes decir ni una palabra más sobre mi vida sexual a cualquier persona, ni siquiera Kitty. Ninguna alusión, ninguna insinuación ningún nada
Sus ojos se empequeñecieron.
—Trato. Yo gano, y va a ser mucho peor.
Él oyó parar mi respiración y sonrió malvadamente. No había indirecta de fanfarronería en sus ojos.
—Te vas a dejar vencer tan fácilmente, pequeña hermana? — se burlo Puck.
—¿Muy salvaje para ti? Aposto a que la cabaña no tiene ni un rasguño. — Él rió. —Santana no te dijo cuantas casas hemos destruido Kitty y yo?
Cerré fuertemente mis dientes y agarre su mano grande.
—Uno, dos…
—tres — él gruñó, y empujo contra mi mano.
Nada sucedió.
Oh, podía sentir la fuerza que él ejercía. Mi nueva mente parecía bastante buena en todas las clases de cálculos, y así que podía decir que si él no hacia frente a cualquier resistencia, su mano derecha hubiera golpeado a través de la roca sin ninguna dificultad. La presión aumentó, y me preguntaba aleatoriamente si un carro del cemento que hace cuarenta millas por hora con un marcado descenso tendría la misma energía. ¿Cincuenta millas por hora? ¿Sesenta? Probablemente más.
No era lo suficiente como para moverme. Su mano empujada contra la mía con el chocando nuestras fuerza, pero no era desagradable. Sentía que era bueno de una manera extraña. Había tenido mucho cuidado desde la vez última que desperté, intentando, tan difícilmente el no romper cosas. Poder usar mis músculos era extraño. Dejé que mi fuerza fluyera sin refrenarla.
Puck gruñó; arrugó su frente y su cuerpo entero formó una línea rígida como un obstáculo hacia mi mano.
Lo dejé sudar figuradamente por un momento, mientras disfrutaba la sensación de esa fuerza loca que salía a través de mi brazo.
Algunos segundos, aunque, me sentía ligeramente aburrida con esto; Puck perdió una pulgada. Me reí. Puck gruñó a través de sus dientes.
—Mantén la boca cerrada — le recordé, y entonces rompí su mano en la gran roca redonda. El eco de la fractura retumbó en los árboles. La roca se estremeció, y un pedazo alrededor de un octavo de su tamaño se quebró con una línea invisible en la ruptura y se estrelló en la tierra. Cayó en el pie de Puck, y me reí disimuladamente. Podría oír la risa tenue de Sam y de Santana.
Puck golpeó el fragmento de la roca con el pie a través del río. Cortó un joven arce por la mitad antes de hacer un ruido sordo en la base de un abeto grande, que se sacudió y después cayó en otro árbol.
—Mañana la revancha
—No voy a usar todo esto rápidamente — le dije. —Quizá deberías darme un mes. — Puck gruñó, destellando sus dientes. —Mañana.
—Hey, lo que sea que te haga feliz, hermano mayor.
En cuanto el estuvo al acecho, Puck golpeo el granito, rompiendo en avalancha de cascos y polvo.. Fue algo aseado, de una manera infantil.
Fascinada por la innegable prueba de que era el vampiro más fuerte que hubiera sabido, puse mi mano, mis dedos se extendieron contra la roca. Entonces enterré mis dedos lentamente en la piedra, aplastando en lugar de excavar; la consistencia me recordó a un queso duro. Terminé con un puñado de grava.
—Genial — mascullé.
Con una sonrisa extendida en mi cara gire en un repentino circulo y con el otro lado de mi mano golpee la roca. La piedra crujió y se partió y con una gran cantidad de polvo se partió en dos.
Comencé a reír nerviosamente.
No presté mucha atención a las risas ahogadas detrás de mí mientras que golpeaba y pateaba el resto de al roca convirtiéndola en fragmentos. Tenía demasiada diversión, riéndome todo el tiempo.
No fue hasta que oí una nueva risita pequeña, un alto repique de campanas, que me aparte lejos de mi juego tonto.
—¿Ella esta riendo?
Todos miramos fijamente a Valerie con la misma expresión muda por la impresión, la misma que debió haber estado en mi rostro.
—Sí — dijo Santana.
—Quién no se ríe? — Sam murmuró, rodando sus ojos.
—Dime si tu nunca has perdido, perro — Santana estaba bromeando, no había antagonismo en su voz.
—Eso es diferente — dijo Sam, y miré con sorpresa mientras que él fingía darle un golpe al hombro de Santana. —Supuestamente Britt es un adulto. Casada y es mamá y todo eso. ¿No debería tener más dignidad?
Valerie frunció el ceño, y tocó la cara de Santana.
—Qué quiere? — Pregunté.
—Menos dignidad — dijo Santana con una mueca. —Ella se estaba divirtiendo tanto al verte, gozando.
—Soy divertida? — le pregunté a Valerie, lanzándome hacia atrás para poder alcanzarla a la vez que ella se acercó a mí. La tomé de los brazos de Santana y le ofrecí el pedazo de la roca que se encontraba en mi mano.
—Quieres intentar? — Ella sonrió con esa sonrisa que brillaba y tomó la piedra con ambas manos. Ella la exprimió, frunció el ceño mientras se concentraba. Hubo un sonido pequeño, y un poco de polvo. Frunció el ceño, y sostuvo el pedazo hasta a mí.
—Voy a hacerlo — dije, pellizcando la piedra en la arena.
Ella aplaudió y rió; disfrutando el delicioso sonido que ella hizo.
El sol estalló repentinamente a través de las nubes, tirando las largas vigas de rubí y del oro a través nosotros diez, y me perdí inmediatamente en la belleza de mi piel bajo la puesta del sol. Deslumbrado por él.
Valerie frotó ligeramente las facetas lisas del diamante, después puso su brazo al lado mío. Su piel tenía apenas una luminosidad débil, sutil y misteriosa. Nada que la guardaría adentro en un día asoleado como mi brillante destello. Ella tocó mi cara, pensando en la diferencia y sintiéndose la contrariedad.
—Tu eres la más bonita — le asegure.
—No estoy segura de coincidir con eso — dijo Santana, y cuando di vuelta para contestarle, la luz del sol en su cara me atontó en silencio.
Sam tenía su mano delante de su cara, fingiendo ocultar sus ojos del fulgor.
—Rara Britt — comentó.
—Qué asombrosa criatura es ella — murmuro Santana, casi de acuerdo, como si el comentario de Sam fuera un cumplido. Ella estaba al mismo tiempo deslumbrante y deslumbrada
Era una sensación extraña no resulta sorprendente, me supone, ya que todo lo que sentía extraño ahora convirtiendo esto en algo natural. Como ser humano, yo nunca había sido la mejor en nada. Era aceptable en tratar con Susan, pero probablemente mucha gente podría haberlo hecho mejor; Phil parecía sostenerse a si mismo. Era buena estudiante, pero nunca la mejor de la clase. Obviamente, no podría ser tomada en cuenta en cualquier cosa atlética. Ni artístico o musical, ningún talento en particular del cual presumir. Nadie nunca me regaló un trofeo por leer libros. Después de dieciocho años de mediocridad, me bastaron para ser una chica promedio. Ahora me di cuenta que hace mucho tiempo había perdido la aspiración de sobresalir en algo. Sólo hice lo mejor con lo que tenia, nunca muy adecuado en mi mundo.
Esto era realmente tan diferente. Era asombrosa ahora para ellos y para mi misma. Yo había nacido para ser un vampiro. La idea hizo que deseara reír, pero también hizo que deseara cantar. Había encontrado mi lugar verdadero en el mundo, el lugar apropiado, el lugar donde brillé.
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dianna agron 16*** - Mensajes : 138
Fecha de inscripción : 27/08/2013
Re: FANFIC - BRITTANA - CREPUSCULO - AMANECER - CAPITULO 21 - TALENTOSA
hola,..
me encanto,
me divertí mucho con la competencia de britt y punk!!!
a ver como sigue el segundo asalto jajaja
me encanto,
me divertí mucho con la competencia de britt y punk!!!
a ver como sigue el segundo asalto jajaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
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