Fanfic Brittana "Your Guardian Angel" Capítulo 1

Muchas veces llegamos a un punto en nuestras vidas, en el cual pensamos que no tenemos motivos para seguir adelante, todo se torna tan oscuro, que no vemos salida alguna, excepto una, esa, que solo de pensarla se te arruga el corazón, pero es la única solución que encuentras para salir del sufrimiento, tal cual, pensaba Brittany S. Pierce , con tan solo 23 años, había vivido cosas que borran la esperanza en cualquier ser humano, llegando a atentar contra su propia vida, sin éxito alguno, logra encontrarse con ella, esa persona, esa fortaleza que necesitaba, una luz que viene a demostrarle todo lo que la vida podía ofrecerle.

- No quiero estar aquí – dijo Brittany, haciendo una mueca de fastidio al entrar al consultorio “Dra. López, Psicólogo”, nada mas leer eso sintió nauseas.

- No te queda de otra hija – respondió Susan hastiada de tantas quejas – entiende que es por tu bien – dijo tomándola fuertemente del brazo

- Tú no sabes que me hace bien – mirándola con dolor y soltándose del agarre – nunca lo has sabido, deja de fingir ser algo que no eres.

- No tienes ningún derecho a hablarme así Brittany – respondió molesta – soy tu madre te guste o no.

- Yo no te elegí – soltó antes de entrar al consultorio.


Brittany Pierce, había crecido formando parte de una familia adinerada, a sus 23 años logró cosas que ninguna persona a su edad, podría hacer ni en sus mas grandes fantasías, alta, esbelta y con unos hermosos ojos azules, tenía a todas las personas que quería a sus pies, todo marchaba bien en su vida hasta enterarse de su origen, siendo adoptada por esta familia, a los 3 años de edad. Algo pasó con Brittany, que la orilló al sitio donde se encontraba ahora, ese incomoda silla, esperando a la persona que supuestamente tenía que ayudarla en el lapso de un año.


- Esto es una mierda – dijo para sí, mientras daba vueltas en su silla

- Lo es – respondió la persona que entro al consultorio – también me molesta esa horrible silla.

- ¿y tú eres? – preguntó con desdén Brittany

- Santana López – respondió la mujer extendiendo su mano, rechazada por la rubia – soy quien va ayudarte en este tiempo.

- Debes estar bromeando- dijo Brittany, levantándose bruscamente – ¿una niña va a ser mi psicóloga?

- ¿niña? – preguntó calmada la morena – Me gradué con honores – siguió señalando la pared llena de reconocimientos.

- No te calculo mas de 20 años – cruzada de brazos -  ni siquiera se porque estoy aquí – dijo caminando a la puerta.

- Porque me necesitas – respondió rápido santana – yo estoy para ayudarte

- No creo que alguien pueda hacerlo – Brittany tenía la vista fija en algún lugar, su semblante no pasó desapercibido por Santana.

- Yo puedo – siguió santana manteniendo el mismo tono – siéntate por favor – señalando la silla

- No – cortó Brittany retrocediendo – lo siento, yo no… no… no puedo – salió corriendo del consultorio.


Santana quedó mas que confundida por esta reacción, en su corto tiempo ejerciendo, nunca le pasó algo así, en toda su vida, no había visto tanta tristeza acumulada en alguien, ni tampoco tanta curiosidad por una persona. Rápidamente sacó el expediente que le fue transferido de la clínica “Brittany Pierce”, se sentó en su silla y empezó a leer.


“23 años, ingresada el 10 de octubre de 2013 por ingesta inapropiada de psicotrópicos, con la finalidad de colapsar su organismo, hasta el punto de la muerte, dos meses internada por desintoxicación, aun se desconocen las causas aparentes del intento de suicidio”


- Dios mío – pensó santana,  recostándose en su silla, era una historia realmente sorprendente, el expediente de Brittany estaba prácticamente vacío, solo hacían mención de las pastillas, y medicamentos ingeridos en la clínica por la rubia.

Canceló sus citas el resto del día, no podía pensar en otra cosa, que no fuera esa extraña muchacha de ojos claro, que al parecer, simplemente. No quería seguir.
Por otro lado se encontraba una rubia, en el parque que mas le gustaba de la ciudad, se sentía cansada, de ella, de la vida, de todo por lo que había pasado los últimos años, se cansaba de fingir, y cuando por fin decidió largarse y dejar todo, se vio frustrada, y obligada a seguir en un mundo que no quería comprender.

Observaba las personas que pasaban por allí, se veían tan felices, algunas hasta plenas, no entendía, como podían transmitir tanta paz, en un mudo que era cada día más asqueroso. Quizás, no ha todos le tocaba lo malo como a ella.

No tenía ganas de ir a casa, ni mucho menos de volver al consultorio, decidió para a tomar un café, necesitaba estar sola y pensar un poco. La cafetería estaba a reventar de gente, pero logró que la atendieran, y se fue a pasear por allí con su café.

Brittany nunca fue persona de creer en el destino, o quizás en otra época lo fue, actualmente no podía, sin embargo, fue una rara coincidencia encontrarse de frente, con la persona que había dejado atrás hace un tiempo.


- Hola otra vez – saludó santana siendo ignorada por la rubia – Brittany – la llamó

- ¿Qué quieres? – dijo Brittany con fastidio, dándole un sorbo al café

- Hablar – insistió la morena colocándose a un lado de la rubia, extrañamente animada para la otra – creo que comenzamos mal.

- No había nada que comenzar – respondió  la rubia – no quiero recibir sesiones contigo.

- Pero si ni siquiera me conoces – dijo la morena con una sonrisa – nadie habló de sesiones igual, quería conocerte. – metiendo sus manos en los bolsillos del abrigo - ¿puedo caminar a tu lado?

- En silencio – dijo Brittany, concentrada en el café

- Como digas – respondió la morena con una sonrisa, empezando a caminar al lado de la rubia.


El sol estaba cayendo, quedando el cielo con ese contraste naranja que lograba dejarte sin aliento, Brittany volteaba de vez e cuando a ver a Santana, detallándola bien, se dio cuenta que era una chica hermosa y muy elegante, no supo cuanto tiempo pasó observándola, hasta que unos ojos marrones se posaron sobre los suyos, y a hermosa morena sonrió dejando a Brittany sin aliento.

- ¿Me acompañarías mañana a un lugar? – preguntó santana

- ¿tiene algo que ver con la terapia?

- No Brittany – dijo santana deteniéndose – quiero ser tu amiga solamente, si estas interesada en acompañarme, llámame – le extendió una tarjeta de presentación

- Pero… aun no me has dicho a donde vamos – dijo la rubia tomando la tarjeta.

- Es sorpresa – respondió santana – ahora debo irme – viendo su reloj – nos vemos mañana – y dicho esto, dejo un beso en la mejilla de una sorprendida rubia ante el gesto.

Brittany observó la tarjeta una vez mas, antes de terminar su café y seguir a casa, quien sabe, quizás la llamaría.

- Sospechan algo? – preguntó el jefe

- No creo – respondió el mas chico de todos – solo quieren conocerse

- ¿crees que hicimos bien en interceder? – preguntó la única mujer del grupo.

- Si, ya no podemos perder mas vidas así – dijo pensativo – el señor no lo perdonaría, y menos teniendo tan cerca su salvación.