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Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
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Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
jajajajajajajaja britt es muy celosa! solo espero saber quien c.... es quinn en la vida de santana, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Capitulo 35
CAPITULO 35
POV SANTANA
Celebrar su cumpleaños con ella fue el mejor día de mi vida, a excepción del día en que la encontré parada en mi cocina. Entré en la habitación con una torta redonda de 30 cm aproximadamente, maravillosamente iluminada con 24 velas encendidas.
La puse delante de ella y miré su sonrisa mientras cerró sus ojos, pidió un deseo y las apagó. Su dulzura y su inocencia me volvía loca y me dejaba con un sentimiento que no sabía que era capaz de sentir. Su sonrisa, su risa y el modo en que jugaba con su pelo cuando estaba nerviosa, eran algunas de las cosas que más me gustaba de ella.
La pasé el cuchillo para cortar el primer trozo de torta mientras lo tomaba de mi mano con sus dedos delicados. Me quedé allí mirándola fijamente mientras cortaba cada pedazo con delicadeza. Me miró con sus ojos azules claros, ojos que eran impresionantes y llenos de vida.
—¿Qué estás pensando? —preguntó.
Una sonrisa apareció en mi cara cuando respondí—: Cuanto te amo.—Las palabras que antes nunca podía decir, ahora fluían libremente de mis labios tan fácilmente como fue amarla. Se inclinó y puso un poquito de glaseado sobre mi nariz y sonrió. Lo limpió y mantuvo su dedo en mi boca cuando lo tomé y lo lamí lentamente. Vi el fuego en sus ojos como lo hacía cada vez que me miraba.
No puedo borrar el temor que reside en mi corazón con su enfermedad. No quiero creer que no va a mejorar, pero hay una pequeña parte de mí que está muerta de miedo de que no lo haga. Puse mi mejor cara por ella, porque me necesita. Me necesita para ser su roca y no puedo y no la decepcionaré.
Me acosté en la cama, revisando mis correos electrónicos mientras esperaba a que saliera del baño. Ella abre la puerta y entra en la habitación mientras se cepilla los dientes, buscando desesperadamente algo. —¿Qué ocurre bebé? —pregunté. Murmuró algo pero no pude entenderla entre el cepillo de dientes y la espuma. Levantó su mano libre contra su oído.
—¿Tu teléfono?
Sacudió su cabeza. Sonreí cuando se lo tiré de entre las sábanas. Me sonrió y me levantó sus pulgares mientras regresaba al baño y escupía en el fregadero.
—Gracias bebé —gritó. Caminó hacia la cama y revisó sus mensajes antes de empujar las sábanas y meterse dentro. Se acurrucó contra mi mientras ponía mi brazo a su alrededor. Esto se sentía bien, tan bien, mientras suavemente besaba mi hombro y poco a poco se quedaba dormida.
____________________________________________________________________________
Historia original Forever de Sandi Lynn.
El ultimo capitulo del día, una pequeña muestra de lo que será el segundo libro, faltan unos pocos capitulos de esta parte, tendre que disminuir los capitulos al día porque regreso a mis actividades normales, así que estare actualizando por las tardes, intentares por lo menos 3 capitulos. Espero sus comentarios, quienes quieran los libros mandenme un MP para enviarselos.
POV SANTANA
Celebrar su cumpleaños con ella fue el mejor día de mi vida, a excepción del día en que la encontré parada en mi cocina. Entré en la habitación con una torta redonda de 30 cm aproximadamente, maravillosamente iluminada con 24 velas encendidas.
La puse delante de ella y miré su sonrisa mientras cerró sus ojos, pidió un deseo y las apagó. Su dulzura y su inocencia me volvía loca y me dejaba con un sentimiento que no sabía que era capaz de sentir. Su sonrisa, su risa y el modo en que jugaba con su pelo cuando estaba nerviosa, eran algunas de las cosas que más me gustaba de ella.
La pasé el cuchillo para cortar el primer trozo de torta mientras lo tomaba de mi mano con sus dedos delicados. Me quedé allí mirándola fijamente mientras cortaba cada pedazo con delicadeza. Me miró con sus ojos azules claros, ojos que eran impresionantes y llenos de vida.
—¿Qué estás pensando? —preguntó.
Una sonrisa apareció en mi cara cuando respondí—: Cuanto te amo.—Las palabras que antes nunca podía decir, ahora fluían libremente de mis labios tan fácilmente como fue amarla. Se inclinó y puso un poquito de glaseado sobre mi nariz y sonrió. Lo limpió y mantuvo su dedo en mi boca cuando lo tomé y lo lamí lentamente. Vi el fuego en sus ojos como lo hacía cada vez que me miraba.
No puedo borrar el temor que reside en mi corazón con su enfermedad. No quiero creer que no va a mejorar, pero hay una pequeña parte de mí que está muerta de miedo de que no lo haga. Puse mi mejor cara por ella, porque me necesita. Me necesita para ser su roca y no puedo y no la decepcionaré.
Me acosté en la cama, revisando mis correos electrónicos mientras esperaba a que saliera del baño. Ella abre la puerta y entra en la habitación mientras se cepilla los dientes, buscando desesperadamente algo. —¿Qué ocurre bebé? —pregunté. Murmuró algo pero no pude entenderla entre el cepillo de dientes y la espuma. Levantó su mano libre contra su oído.
—¿Tu teléfono?
Sacudió su cabeza. Sonreí cuando se lo tiré de entre las sábanas. Me sonrió y me levantó sus pulgares mientras regresaba al baño y escupía en el fregadero.
—Gracias bebé —gritó. Caminó hacia la cama y revisó sus mensajes antes de empujar las sábanas y meterse dentro. Se acurrucó contra mi mientras ponía mi brazo a su alrededor. Esto se sentía bien, tan bien, mientras suavemente besaba mi hombro y poco a poco se quedaba dormida.
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Historia original Forever de Sandi Lynn.
El ultimo capitulo del día, una pequeña muestra de lo que será el segundo libro, faltan unos pocos capitulos de esta parte, tendre que disminuir los capitulos al día porque regreso a mis actividades normales, así que estare actualizando por las tardes, intentares por lo menos 3 capitulos. Espero sus comentarios, quienes quieran los libros mandenme un MP para enviarselos.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Capitulo 36
CAPITULO 36
Me mordí el labio inferior mientras caminábamos por las puertas del Sinaí Grace Hospital. Apreté el agarre sobre la mano de Santana.
—Va a estar bien Britt, estoy aquí contigo —dijo con simpatía.
—Lo sé, estoy un poco nerviosa. —Hice un puchero.
Puso su brazo alrededor de mí y me llevó con ella dándome la única seguridad que he conocido. Entramos en la sala de espera del consultorio de la Dra. Murphy ya que la recepcionista rubia de piernas largas nos dijo que tomáramos asiento. No mucho tiempo después, la rubia de piernas largas llamó mi nombre y nos llevó a una pequeña habitación. Ella me dio el vestido y me dijo que me lo pusiera mientras miraba a mi novia de arriba abajo, dándole miradas sugerentes. Ella se dio la vuelta para no enfrentarse a la recepcionista, mientras que miraba hacia abajo a mis manos preguntándose si me levantaría y le daría a la perra una bofetada. Vio la expresión de mi cara y salió de la habitación rápidamente.
La Dra. Murphy entró con 3 agujas grandes en una bandeja de plata. —Buenos días, Brittany, ¿estás lista para tu primera serie de inyecciones?
—Creo que todo lo que puedo llegar a estar —le respondí con nerviosismo.
Estaba hojeando mi carta y me miró con ojos preocupados.—Dime cómo te sientes en este momento.
Entrecerré los ojos hacia ella. —Estoy asustada e insegura, así es como me siento.
Tomó mi mano. —Sé que tienes miedo, pero esto va a ser un paseo por el parque en comparación con la quimioterapia, lo prometo. Las otras personas que recientemente han recibido estas inyecciones no han tenido ningún efecto secundario.
—Eso es genial Dra. Murphy, pero ni siquiera sé si las inyecciones están funcionando. —Frunció los labios mientras Santana se acercaba y ponía sus manos sobre mis hombros.
—Estoy segura de que van a funcionar, ten fe Brittany. —Logré una pequeña sonrisa cuando ella me pidió que me acostara en la cama. Miró a Santana.
—Te va a necesitar. Me permito sugerir que sostengas sus manos —Miré la Dra. Murphy alarmada.
—¿Por qué? —le pregunté.
Suspiró pesadamente. —Brittany, no voy a mentirte, estas inyecciones son muy dolorosas, vas a sentir como si alguien encendiera tu cuerpo en llamas, pero es sólo temporal y tenemos que mantenerte aquí en observación durante un par de horas para asegurarnos de que no hay efectos secundarios.
Santana se sentó en el borde de la cama mientras me volvía a mi lado para mirarla. La Dra. Murphy llamó a su enfermera y levantó la primera aguja. Santana tomó mis manos mientras miraba directamente a mis ojos. —Sólo mírame a mi nena y concéntrate en nada más que yo, ¿de acuerdo? —Sacudí la cabeza mientras la Dra. Murphy insertaba la primera aguja. Grité en su aguijón, mientras las lágrimas en mis ojos se hincharon.
No pasó mucho tiempo para que el dolor ardiente iniciara llamas a través de mi cuerpo.
—Bien Brittany, voy a darte la inyección número 2 —dijo la Dra. Murphy mientras perforaba mi piel con la aguja.
Dejé escapar un grito más fuerte esta vez por la quema intensificada. Solté a Santana y agarré su blusa con ambas manos mientras se acercaba más y envolvía sus brazos alrededor de mí. Grité en su pecho cuando la última aguja entró en mi cuerpo.
—Dra. Murphy, por favor, ¿no hay nada que pueda hacer por ella?—preguntó Santana desesperadamente.
—Lo siento, Sra. Lopez, tenemos que dejar que siga su curso y es sólo temporal. Volveré dentro de una hora para ver cómo lo está haciendo, y si necesita algo o ella está teniendo una reacción, sólo presionen este botón inmediatamente.
Ella sacudió la cabeza mientras la doctora salía de la habitación. Mi cuerpo se sentía como si estuviera envuelto en llamas y mi alma trataba de escapar.
—Está bien —decía Santana mientras me abrazaba y me estrechaba en sus brazos. En ese momento no sabía qué era peor, si esto o la quimioterapia.
Un par de días habían pasado y en su mayoría nos habíamos quedado en casa. Cocinamos juntas, había un montón de sexo y vimos películas. Cuando Santana tenía que trabajar, me sentaba en frente de mi caballete y pintaba. Le sonreí a Santana que estaba sentada en la mesa en su computadora portátil conduciendo reuniones de trabajo con sus empleados. Estaba feliz y se sentía bien. Por primera vez en mucho tiempo, había esperanza de que tendría un futuro y esta mujer sería una parte de el.
A la mañana siguiente, no tenía ganas de levantarme de la cama, así que me quedé allí y traté de dormir, pero podía oír a Santana hablando con alguien por teléfono.
—Sí mamá, iré y llevaré a alguien conmigo, ella es muy especial y quiero que la conozcas.
Fue entonces cuando me di cuenta de que la próxima semana era Acción de Gracias. Santana entró en la habitación cuando abrí mis ojos y la vi mirándome. Sonrió mientras se acercaba y se sentaba en el borde de la cama —¿Cómo te sientes? —preguntó mientras su dedo me recorría la línea de la mandíbula.
—Me siento bien. Te he oído en el teléfono.
—Estaba hablando con mi madre. Te voy a llevar a casa para Acción de Gracias.
Por mucho que quería conocer a su familia era un desastre caliente de un paciente con cáncer y no sabía cómo iban a reaccionar a eso.
—¿Le dijiste a tu mamá sobre mí?
—Por supuesto que sí, y va a amarte.
Lamí la parte inferior de mi labio seco. —¿Me refiero a si le dijiste que tengo cáncer?
Se sentó y me miró y pude ver el dolor en sus ojos, lo que me dijo que no lo hizo.
—¿Por qué no le dijiste Santana?
Sus ojos viajaron a la ventana. —No he tenido la oportunidad y no es algo que quiero hacer por teléfono Britt, creo que hay que hacerlo en persona.
—Entonces, lo que estás diciendo es que quieres que se lo suelte en acción de gracias. Hola familia Lopez, soy Brittany Pierce, la novia de su hija que tiene cáncer por segunda vez en sus 24 años de vida y no es más que un desastre de cáncer andante.
Se levantó de la cama. —Guau Britt, realmente sabes cómo arruinar un momento.
Sentí acercarse una pelea, pero no me importaba, estaba enojada con ella por no decirle a su madre.
—Voy a decirle antes de Acción de Gracias, fin de la discusión.
Su tono autoritario me hirvió la sangre. —No Santana, no es el fin de la discusión y no te atrevas a usar ese tono conmigo.
Se apartó de la ventana y me miró. —¿Estás pensando comenzar una discusión?
—Todo lo que tienes que hacer es decirme por qué no le dijiste todavía.
Sus ojos se oscurecieron mientras me miraba. Pude ver la ira en ellos.—¿Quieres saber por qué? No he sido capaz de hacer nada porque estoy atrapada aquí cuidando de ti.
¿Acabo de escuchar a esta desgraciada correctamente? ¿Acaba de decir que está ATRAPADA aquí cuidando de mí? Sentí que mi presión arterial aumentaba mientras mi corazón se sentía como si hubiera sido apuñalado con un cuchillo. Se dio cuenta de lo que dijo porque se volvió hacia la ventana y se pasó las manos por el pelo.
—Atrapada, no estás atrapada aquí Santana, yo no te pedí que vinieras aquí. De ninguna puta manera te pedí que cuidaras de mí.
Se volvió hacia mí. —Nena no quise decir eso.
Los únicos pensamientos que corrían por mi mente loca era que se sentía atrapada. —Vete de aquí —le grité mientras levantaba un vaso y se lo lanzaba. Se agachó y sacudió la cabeza.
—Bien, si eso es lo que quieres.
Se volvió y salió simplemente así, mientras me estremecía cuando escuché el golpe de la puerta del apartamento cerrarse. Mi teléfono rápidamente marcó un mensaje de texto de Kurt: “¿Todo está bien? ¿Acabamos de ver a Santana pasar como un huracán?”
Mis dedos escribieron frenéticamente. “Estoy bien, hablaremos mañana.”
Marqué a Hanna y dejé escapar un suspiro de alivio cuando ella respondió—: Hola Britt.
Ni siquiera podía pronunciar la palabra hola en primer lugar. —Santana y yo tuvimos una discusión y salió furiosa. —Empecé a llorar.
Ella preguntó sobre qué discutimos y le dije el comentario que hizo sobre estar atrapada. Estaba horrorizada de la rapidez con que procedió a gritarme.
—Sabes que te quiero Brittany, pero te lo digo por tu propio bien. Necesitas sacar tu cabeza fuera de tu culo y empezar a pensar en otra persona. Sé que estás enferma y lo siento por eso, de hecho, no me gusta no estar ahí contigo, pero tienes que salir de tu “oh pobrecita yo” y pensar en lo que Santana está pasando. ¿Crees que es fácil para ella mirar a la única mujer que ha amado pasar por el cáncer? Necesita desahogarse sabes, no eres la única que llega a gritar y estar molesta con el mundo-- No podía hablar. Estaba congelada con la realidad de que Hanna tenía razón.
—Britt, ¿sigues ahí?
Suspiré. —Sí, y gracias, como siempre tienes razón. —Podía sentir su sonrisa a través del teléfono.
—No hay de qué, para eso son las mejores amigas. Ahora deja que la mujer se suelte un poco y piensa en sus sentimientos.
Colgué y salí de la cama. Me acerqué a los cristales rotos, me senté en mis rodillas y empecé a recoger los pedazos. ¿Cómo no me di cuenta de los sentimientos de Santana? ¿Cómo no dejé de revolcarme en mi propia lástima por un momento y vi lo difícil que era para ella? Me quedé mirando las piezas de vidrio mientras las tomaba en mi mano.
—Detente, vas a cortarte —susurró.
Tomé una respiración profunda y lentamente giré mi cabeza así la estaba mirando. —Lo siento, sólo...
Me tomó la cara entre las manos. —Lo sé bebé y está bien.
—No, no lo está Santana, sé que esto es difícil para ti, y lo siento mucho. —Sus suaves labios rozaron los míos.
—Está bien, no quise decir lo que dije, sino que salió mal.
Me fundí en sus brazos mientras ella los envolvía a mí alrededor.
—Sé que no lo hiciste, exageré. —Besó la parte superior de mi cabeza. La miré con ojos suplicantes y una boca enfurruñada—¿A dónde fuiste?
Le sonrió a mis labios y suavemente los pellizcó. —Te he comprado algo.
Se levantó y me ayudó a levantarme. Se acercó a la cómoda y me entregó una bolsa de papel. Me sonrió con emoción cuando abrí la bolsa y miré dentro. Levanté la vista hacia él y su gran sonrisa mientras tomaba mi mano y me llevaba a la cama. Tiré la bolsa marrón en el centro y me quedé mirando el montón de chocolate que me miraba.
—Pensé que te haría sentir mejor —dijo con cautela.
—Eres increíble y absolutamente perfecta, Te amo —le dije mientras envolvía mis brazos alrededor de ella y la tiraba encima de mí—. Sé de algo que me hará sentir mejor. —Le sonreí mientras se cernía sobre mí.
Se mordió el labio inferior. —¿Estás segura? ¿Estás preparada para eso? —Levanté la cabeza y la besé apasionadamente, era la única señal que necesitaba.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
El primer capitulo del día, espero sus comentarios, como ven esto esta siendo dificil para las dos, veremos que pasa.
Me mordí el labio inferior mientras caminábamos por las puertas del Sinaí Grace Hospital. Apreté el agarre sobre la mano de Santana.
—Va a estar bien Britt, estoy aquí contigo —dijo con simpatía.
—Lo sé, estoy un poco nerviosa. —Hice un puchero.
Puso su brazo alrededor de mí y me llevó con ella dándome la única seguridad que he conocido. Entramos en la sala de espera del consultorio de la Dra. Murphy ya que la recepcionista rubia de piernas largas nos dijo que tomáramos asiento. No mucho tiempo después, la rubia de piernas largas llamó mi nombre y nos llevó a una pequeña habitación. Ella me dio el vestido y me dijo que me lo pusiera mientras miraba a mi novia de arriba abajo, dándole miradas sugerentes. Ella se dio la vuelta para no enfrentarse a la recepcionista, mientras que miraba hacia abajo a mis manos preguntándose si me levantaría y le daría a la perra una bofetada. Vio la expresión de mi cara y salió de la habitación rápidamente.
La Dra. Murphy entró con 3 agujas grandes en una bandeja de plata. —Buenos días, Brittany, ¿estás lista para tu primera serie de inyecciones?
—Creo que todo lo que puedo llegar a estar —le respondí con nerviosismo.
Estaba hojeando mi carta y me miró con ojos preocupados.—Dime cómo te sientes en este momento.
Entrecerré los ojos hacia ella. —Estoy asustada e insegura, así es como me siento.
Tomó mi mano. —Sé que tienes miedo, pero esto va a ser un paseo por el parque en comparación con la quimioterapia, lo prometo. Las otras personas que recientemente han recibido estas inyecciones no han tenido ningún efecto secundario.
—Eso es genial Dra. Murphy, pero ni siquiera sé si las inyecciones están funcionando. —Frunció los labios mientras Santana se acercaba y ponía sus manos sobre mis hombros.
—Estoy segura de que van a funcionar, ten fe Brittany. —Logré una pequeña sonrisa cuando ella me pidió que me acostara en la cama. Miró a Santana.
—Te va a necesitar. Me permito sugerir que sostengas sus manos —Miré la Dra. Murphy alarmada.
—¿Por qué? —le pregunté.
Suspiró pesadamente. —Brittany, no voy a mentirte, estas inyecciones son muy dolorosas, vas a sentir como si alguien encendiera tu cuerpo en llamas, pero es sólo temporal y tenemos que mantenerte aquí en observación durante un par de horas para asegurarnos de que no hay efectos secundarios.
Santana se sentó en el borde de la cama mientras me volvía a mi lado para mirarla. La Dra. Murphy llamó a su enfermera y levantó la primera aguja. Santana tomó mis manos mientras miraba directamente a mis ojos. —Sólo mírame a mi nena y concéntrate en nada más que yo, ¿de acuerdo? —Sacudí la cabeza mientras la Dra. Murphy insertaba la primera aguja. Grité en su aguijón, mientras las lágrimas en mis ojos se hincharon.
No pasó mucho tiempo para que el dolor ardiente iniciara llamas a través de mi cuerpo.
—Bien Brittany, voy a darte la inyección número 2 —dijo la Dra. Murphy mientras perforaba mi piel con la aguja.
Dejé escapar un grito más fuerte esta vez por la quema intensificada. Solté a Santana y agarré su blusa con ambas manos mientras se acercaba más y envolvía sus brazos alrededor de mí. Grité en su pecho cuando la última aguja entró en mi cuerpo.
—Dra. Murphy, por favor, ¿no hay nada que pueda hacer por ella?—preguntó Santana desesperadamente.
—Lo siento, Sra. Lopez, tenemos que dejar que siga su curso y es sólo temporal. Volveré dentro de una hora para ver cómo lo está haciendo, y si necesita algo o ella está teniendo una reacción, sólo presionen este botón inmediatamente.
Ella sacudió la cabeza mientras la doctora salía de la habitación. Mi cuerpo se sentía como si estuviera envuelto en llamas y mi alma trataba de escapar.
—Está bien —decía Santana mientras me abrazaba y me estrechaba en sus brazos. En ese momento no sabía qué era peor, si esto o la quimioterapia.
Un par de días habían pasado y en su mayoría nos habíamos quedado en casa. Cocinamos juntas, había un montón de sexo y vimos películas. Cuando Santana tenía que trabajar, me sentaba en frente de mi caballete y pintaba. Le sonreí a Santana que estaba sentada en la mesa en su computadora portátil conduciendo reuniones de trabajo con sus empleados. Estaba feliz y se sentía bien. Por primera vez en mucho tiempo, había esperanza de que tendría un futuro y esta mujer sería una parte de el.
A la mañana siguiente, no tenía ganas de levantarme de la cama, así que me quedé allí y traté de dormir, pero podía oír a Santana hablando con alguien por teléfono.
—Sí mamá, iré y llevaré a alguien conmigo, ella es muy especial y quiero que la conozcas.
Fue entonces cuando me di cuenta de que la próxima semana era Acción de Gracias. Santana entró en la habitación cuando abrí mis ojos y la vi mirándome. Sonrió mientras se acercaba y se sentaba en el borde de la cama —¿Cómo te sientes? —preguntó mientras su dedo me recorría la línea de la mandíbula.
—Me siento bien. Te he oído en el teléfono.
—Estaba hablando con mi madre. Te voy a llevar a casa para Acción de Gracias.
Por mucho que quería conocer a su familia era un desastre caliente de un paciente con cáncer y no sabía cómo iban a reaccionar a eso.
—¿Le dijiste a tu mamá sobre mí?
—Por supuesto que sí, y va a amarte.
Lamí la parte inferior de mi labio seco. —¿Me refiero a si le dijiste que tengo cáncer?
Se sentó y me miró y pude ver el dolor en sus ojos, lo que me dijo que no lo hizo.
—¿Por qué no le dijiste Santana?
Sus ojos viajaron a la ventana. —No he tenido la oportunidad y no es algo que quiero hacer por teléfono Britt, creo que hay que hacerlo en persona.
—Entonces, lo que estás diciendo es que quieres que se lo suelte en acción de gracias. Hola familia Lopez, soy Brittany Pierce, la novia de su hija que tiene cáncer por segunda vez en sus 24 años de vida y no es más que un desastre de cáncer andante.
Se levantó de la cama. —Guau Britt, realmente sabes cómo arruinar un momento.
Sentí acercarse una pelea, pero no me importaba, estaba enojada con ella por no decirle a su madre.
—Voy a decirle antes de Acción de Gracias, fin de la discusión.
Su tono autoritario me hirvió la sangre. —No Santana, no es el fin de la discusión y no te atrevas a usar ese tono conmigo.
Se apartó de la ventana y me miró. —¿Estás pensando comenzar una discusión?
—Todo lo que tienes que hacer es decirme por qué no le dijiste todavía.
Sus ojos se oscurecieron mientras me miraba. Pude ver la ira en ellos.—¿Quieres saber por qué? No he sido capaz de hacer nada porque estoy atrapada aquí cuidando de ti.
¿Acabo de escuchar a esta desgraciada correctamente? ¿Acaba de decir que está ATRAPADA aquí cuidando de mí? Sentí que mi presión arterial aumentaba mientras mi corazón se sentía como si hubiera sido apuñalado con un cuchillo. Se dio cuenta de lo que dijo porque se volvió hacia la ventana y se pasó las manos por el pelo.
—Atrapada, no estás atrapada aquí Santana, yo no te pedí que vinieras aquí. De ninguna puta manera te pedí que cuidaras de mí.
Se volvió hacia mí. —Nena no quise decir eso.
Los únicos pensamientos que corrían por mi mente loca era que se sentía atrapada. —Vete de aquí —le grité mientras levantaba un vaso y se lo lanzaba. Se agachó y sacudió la cabeza.
—Bien, si eso es lo que quieres.
Se volvió y salió simplemente así, mientras me estremecía cuando escuché el golpe de la puerta del apartamento cerrarse. Mi teléfono rápidamente marcó un mensaje de texto de Kurt: “¿Todo está bien? ¿Acabamos de ver a Santana pasar como un huracán?”
Mis dedos escribieron frenéticamente. “Estoy bien, hablaremos mañana.”
Marqué a Hanna y dejé escapar un suspiro de alivio cuando ella respondió—: Hola Britt.
Ni siquiera podía pronunciar la palabra hola en primer lugar. —Santana y yo tuvimos una discusión y salió furiosa. —Empecé a llorar.
Ella preguntó sobre qué discutimos y le dije el comentario que hizo sobre estar atrapada. Estaba horrorizada de la rapidez con que procedió a gritarme.
—Sabes que te quiero Brittany, pero te lo digo por tu propio bien. Necesitas sacar tu cabeza fuera de tu culo y empezar a pensar en otra persona. Sé que estás enferma y lo siento por eso, de hecho, no me gusta no estar ahí contigo, pero tienes que salir de tu “oh pobrecita yo” y pensar en lo que Santana está pasando. ¿Crees que es fácil para ella mirar a la única mujer que ha amado pasar por el cáncer? Necesita desahogarse sabes, no eres la única que llega a gritar y estar molesta con el mundo-- No podía hablar. Estaba congelada con la realidad de que Hanna tenía razón.
—Britt, ¿sigues ahí?
Suspiré. —Sí, y gracias, como siempre tienes razón. —Podía sentir su sonrisa a través del teléfono.
—No hay de qué, para eso son las mejores amigas. Ahora deja que la mujer se suelte un poco y piensa en sus sentimientos.
Colgué y salí de la cama. Me acerqué a los cristales rotos, me senté en mis rodillas y empecé a recoger los pedazos. ¿Cómo no me di cuenta de los sentimientos de Santana? ¿Cómo no dejé de revolcarme en mi propia lástima por un momento y vi lo difícil que era para ella? Me quedé mirando las piezas de vidrio mientras las tomaba en mi mano.
—Detente, vas a cortarte —susurró.
Tomé una respiración profunda y lentamente giré mi cabeza así la estaba mirando. —Lo siento, sólo...
Me tomó la cara entre las manos. —Lo sé bebé y está bien.
—No, no lo está Santana, sé que esto es difícil para ti, y lo siento mucho. —Sus suaves labios rozaron los míos.
—Está bien, no quise decir lo que dije, sino que salió mal.
Me fundí en sus brazos mientras ella los envolvía a mí alrededor.
—Sé que no lo hiciste, exageré. —Besó la parte superior de mi cabeza. La miré con ojos suplicantes y una boca enfurruñada—¿A dónde fuiste?
Le sonrió a mis labios y suavemente los pellizcó. —Te he comprado algo.
Se levantó y me ayudó a levantarme. Se acercó a la cómoda y me entregó una bolsa de papel. Me sonrió con emoción cuando abrí la bolsa y miré dentro. Levanté la vista hacia él y su gran sonrisa mientras tomaba mi mano y me llevaba a la cama. Tiré la bolsa marrón en el centro y me quedé mirando el montón de chocolate que me miraba.
—Pensé que te haría sentir mejor —dijo con cautela.
—Eres increíble y absolutamente perfecta, Te amo —le dije mientras envolvía mis brazos alrededor de ella y la tiraba encima de mí—. Sé de algo que me hará sentir mejor. —Le sonreí mientras se cernía sobre mí.
Se mordió el labio inferior. —¿Estás segura? ¿Estás preparada para eso? —Levanté la cabeza y la besé apasionadamente, era la única señal que necesitaba.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
El primer capitulo del día, espero sus comentarios, como ven esto esta siendo dificil para las dos, veremos que pasa.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Hola estaba retrada con un monton de capitulos me han encantado esta historia oh pobrecita de britt cuando le ponen la 3 inyecciones lo bueno que tiene a santy y esperemos que el tratamiebto funcione hasta la otra actualizacion
karla ruiz** - Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 05/04/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Dios, me desespera todavía que Santana no le diga a britt quien es quien en su vida
Salidos
Salidos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Dios, me desespera todavía que Santana no le diga a britt quien es quien en su vida
Salidos
Salidos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Nueva lectora \o/
Dios, te he alcanzado jeje (apenas comencé a leer la historia hace unas horas)
No sabes como me haz hecho, antes que nada llorar, pero también reír y...
Deam! Esto es simplemente asombroso :')
Dios, te he alcanzado jeje (apenas comencé a leer la historia hace unas horas)
No sabes como me haz hecho, antes que nada llorar, pero también reír y...
Deam! Esto es simplemente asombroso :')
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Es una excelente historia :)
Es triste & desespera ver como pelean por lo mismo.
Bien, Britt sufre, tener que pasar por esa prueba no debe de ser nada fácil.
San también, auque sufre no debería de ser así tan... explosiva :/
Deberían hablarlo :) como dice Hanna:D
Y en serio espero que esas pastillas e inyecciones funcionen.
Saludos :*
Es triste & desespera ver como pelean por lo mismo.
Bien, Britt sufre, tener que pasar por esa prueba no debe de ser nada fácil.
San también, auque sufre no debería de ser así tan... explosiva :/
Deberían hablarlo :) como dice Hanna:D
Y en serio espero que esas pastillas e inyecciones funcionen.
Saludos :*
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Capitulo 37
CAPITULO 37
Salgo de la cama a la mañana siguiente y voy dando tumbos hasta la cocina por algún café ya colado. Santana está sentada en el sofá con su taza y tipeando algo en el teléfono.
—Hola nena, espero no haberte despertado —dice.
—Nop, para nada, ¿qué estás haciendo?
—Necesitamos hablar, ven, siéntate.
Mi estómago entra en pánico, su tono era serio. Me siento a su lado y le doy un beso en la mejilla. Me sonríe y deja su teléfono sobre la mesa.
—Hoy tengo que regresar a Nueva York para una reunión relacionada con una venta de una compañía en la que he estado interesado. Quiero que vengas conmigo.
La miro fijamente y tuerzo el rostro. —¿Puedo?
—¿Por qué no? No recibes tu próxima dosis de inyecciones hasta el mes que viene. Vamos hoy, nos quedamos por Acción de Gracias y regresamos antes de tu próximo tratamiento.
Una sonrisa creció en mi rostro. —Podré ver a Hanna, estará tan emocionada, y mi apartamento.
Santana frunció el ceño. —No te vas a quedar en esa caja que llamas apartamento; vas a vivir conmigo.
La miré haciendo un mohín. —¿Tengo que quedarme en la habitación de invitados?
Rió y me tocó la mejilla. —No hay manera de que te quedes ahí; te quiero en mi cama.
***
Tomamos su jet privado hasta Nueva York. Corrí hacia Denny en cuanto lo vi recostado a la limosina negra. Lancé mis brazos a su cuello.
—Denny, te extrañé, ¿cómo has estado?
Me sonrió, dándome volteretas. —Mírate Britt, luces genial.
Vi a Santana sonreír mientras ponía las maletas en la cajuela. —Lo siento señora Lopez, yo me ocupo de esas.
—No Denny, está bien, estaba desesperada por verte, te extrañó.
Denny me miró y me abrazó. —También te extrañé, y es agradable ver tu rostro brillante y sonriente.
Me deslicé en la parte trasera de la limosina y Santana me siguió, entrelazando nuestros dedos.
—Llamé a Hanna y le dije que estaba de vuelta en la ciudad, que necesitaba su ayuda con algo para ti. Vendrá al penthouse alrededor de las siete de la noche.
—¿No le dijiste que yo estaba aquí?
Tensó su agarre en mi mano. —No, iba a dejar que la sorprendieras.—Descansé la cabeza en su hombro—. Te amo.
Llegamos al penthouse alrededor de las cinco. Santana llevó nuestras maletas al dormitorio mientras yo me dirigía a la cocina a tomar agua. Subí las escaleras y fui directo a su habitación. Sólo había estado allí una vez, cuando la había traído del club. La puerta estaba abierta, así que entré; respingué ante lo que vi. Santana dio media vuelta y me miró.
—Oh, olvidé que no habías estado aquí.
Miré hacia la derecha, luego sobre la cama y luego hacia la izquierda de la habitación. En cada una de las paredes estaban mis pinturas de la galería de arte.
—¿Trajiste mis pinturas?
Alzó las manos. —Por favor, dime que no estás enojada.
Miré hacia la pintura que colgaba sobre su cama, la que tenía al hombre y a la mujer bailando bajo las estrellas.
—No estoy enojada; sólo quiero saber por qué.
Suspiró. —Míralas Britt, son hermosas. Era mi manera de estar cerca de ti cuando no andabas por aquí.
Caminé hacia ella y puse las manos alrededor de su cuello. —Gracias, significa mucho. —Dejó escapar un suspiro de alivio cuando se percató de que no habría una batalla.
Caminé hacia la cama y reí ligeramente, recordando la noche en que luché para quitarle la ropa.
—¿Qué es tan gracioso?
—Sólo recordando la noche en que te desmayaste sobre esta casa y yo estaba sobre ti, desvistiéndote.
Su sonrisa sexy me cautivó mientras se acostó en la cama a sus anchas.
—¿Qué estás haciendo? —Me reí.
—No te recuerdo haciendo eso y quiero, así que pensé que podrías hacer una reconstrucción del hecho para mí.
Me mordí el labio mientras me quitaba la blusa y la tiraba al suelo.
—Umm, no creo que hayas hecho eso.
Sonreí seductoramente. —No lo hice, pero esta vez lo haré un poco más interesante. —Desabroché mis pantalones y me los quité, lanzándolos sobre la blusa. Me subí sobre ella y comencé a desabotonar su blusa despacio.
—Al demonio, te necesito ahora —dijo. Antes de darme cuenta, yacía sobre mi espalda y ella estaba sobre mí.
Me quedé en la cocina mientras Santana iba al elevador y saludaba a Hanna.
—De acuerdo Santana, ¿qué es tan importante que necesitas mi ayuda?
Salí de la cocina. —¡Esa sería yo! —exclamé.
Hanna chilló mientras corrió hacia mí y me abrazó, dando saltitos.—¡Oh dios mío, Britt! ¡Estoy tan feliz de que estés aquí!
Santana sonrió. —Las dejaré que se actualicen. Estaré en mi oficina si necesitan algo.
Llevé a Hanna a la cocina y nos serví unas copas de vino. Nos mudamos a la comodidad del sofá de la sala.
—Así que, ¿qué hay de ti y Emily?
Sonrió con su sonrisa característica a lo Hanna y me contó que les iba bien, y que pensaba que ella se le propondría en Navidad. Hablamos por horas antes de que Emily la llamara y le preguntara cuándo regresaría a casa. Ella tomó mis manos y las sostuvo frente a sí mientras notaba que sus ojos comenzaban a aguarse.
—Eres mi mejor amiga y odio que tengas que luchar contra el cáncer otra vez. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, no importa qué. Vencerás esto Brittany Pierce, o te patearé el trasero, ¿lo entiendes? —La abracé y sonreí.
—Sí Hanna, venceré esto porque me asustas. —Dejó escapar una risa y caminó hasta la puerta.
Me fui arriba y encontré a Santana profundamente dormida en la cama. Me cambié de ropa y trepé a la enorme cama tamaño king. Observé cómo su pecho subía y bajaba acompasadamente con cada respiración. Imaginé esto siendo mi futuro. Me acosté y me acurruqué a su lado. Ella se removió y puso un brazo a mí alrededor, acercándome a sí
misma. Era el modo perfecto de terminar el día.
La semana se fue rápido mientras visitaba el centro para necesitados y la galería de arte. Santana me llevó de compras y me compró algunas ropas nuevas. Insistí en pagarlas yo misma, pero sólo se rió y me dijo que dejara de ser tonta.
Mientras ella estaba en la oficina, yo ocuparía mi tiempo pintando y pasando el tiempo con Hanna. Sal me llamó para informarme que dos de mis pinturas se habían vendido y que necesitaba hacer más. Le pregunté a Santana si ella las había comprado y simplemente se rió.
Antes de notarlo, Acción de Gracias ya estaba aquí y yo era un manojo de nervios por conocer a su familia.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Ahora a conocer a la familia de Santana, haber como le va a Brittany.
Salgo de la cama a la mañana siguiente y voy dando tumbos hasta la cocina por algún café ya colado. Santana está sentada en el sofá con su taza y tipeando algo en el teléfono.
—Hola nena, espero no haberte despertado —dice.
—Nop, para nada, ¿qué estás haciendo?
—Necesitamos hablar, ven, siéntate.
Mi estómago entra en pánico, su tono era serio. Me siento a su lado y le doy un beso en la mejilla. Me sonríe y deja su teléfono sobre la mesa.
—Hoy tengo que regresar a Nueva York para una reunión relacionada con una venta de una compañía en la que he estado interesado. Quiero que vengas conmigo.
La miro fijamente y tuerzo el rostro. —¿Puedo?
—¿Por qué no? No recibes tu próxima dosis de inyecciones hasta el mes que viene. Vamos hoy, nos quedamos por Acción de Gracias y regresamos antes de tu próximo tratamiento.
Una sonrisa creció en mi rostro. —Podré ver a Hanna, estará tan emocionada, y mi apartamento.
Santana frunció el ceño. —No te vas a quedar en esa caja que llamas apartamento; vas a vivir conmigo.
La miré haciendo un mohín. —¿Tengo que quedarme en la habitación de invitados?
Rió y me tocó la mejilla. —No hay manera de que te quedes ahí; te quiero en mi cama.
***
Tomamos su jet privado hasta Nueva York. Corrí hacia Denny en cuanto lo vi recostado a la limosina negra. Lancé mis brazos a su cuello.
—Denny, te extrañé, ¿cómo has estado?
Me sonrió, dándome volteretas. —Mírate Britt, luces genial.
Vi a Santana sonreír mientras ponía las maletas en la cajuela. —Lo siento señora Lopez, yo me ocupo de esas.
—No Denny, está bien, estaba desesperada por verte, te extrañó.
Denny me miró y me abrazó. —También te extrañé, y es agradable ver tu rostro brillante y sonriente.
Me deslicé en la parte trasera de la limosina y Santana me siguió, entrelazando nuestros dedos.
—Llamé a Hanna y le dije que estaba de vuelta en la ciudad, que necesitaba su ayuda con algo para ti. Vendrá al penthouse alrededor de las siete de la noche.
—¿No le dijiste que yo estaba aquí?
Tensó su agarre en mi mano. —No, iba a dejar que la sorprendieras.—Descansé la cabeza en su hombro—. Te amo.
Llegamos al penthouse alrededor de las cinco. Santana llevó nuestras maletas al dormitorio mientras yo me dirigía a la cocina a tomar agua. Subí las escaleras y fui directo a su habitación. Sólo había estado allí una vez, cuando la había traído del club. La puerta estaba abierta, así que entré; respingué ante lo que vi. Santana dio media vuelta y me miró.
—Oh, olvidé que no habías estado aquí.
Miré hacia la derecha, luego sobre la cama y luego hacia la izquierda de la habitación. En cada una de las paredes estaban mis pinturas de la galería de arte.
—¿Trajiste mis pinturas?
Alzó las manos. —Por favor, dime que no estás enojada.
Miré hacia la pintura que colgaba sobre su cama, la que tenía al hombre y a la mujer bailando bajo las estrellas.
—No estoy enojada; sólo quiero saber por qué.
Suspiró. —Míralas Britt, son hermosas. Era mi manera de estar cerca de ti cuando no andabas por aquí.
Caminé hacia ella y puse las manos alrededor de su cuello. —Gracias, significa mucho. —Dejó escapar un suspiro de alivio cuando se percató de que no habría una batalla.
Caminé hacia la cama y reí ligeramente, recordando la noche en que luché para quitarle la ropa.
—¿Qué es tan gracioso?
—Sólo recordando la noche en que te desmayaste sobre esta casa y yo estaba sobre ti, desvistiéndote.
Su sonrisa sexy me cautivó mientras se acostó en la cama a sus anchas.
—¿Qué estás haciendo? —Me reí.
—No te recuerdo haciendo eso y quiero, así que pensé que podrías hacer una reconstrucción del hecho para mí.
Me mordí el labio mientras me quitaba la blusa y la tiraba al suelo.
—Umm, no creo que hayas hecho eso.
Sonreí seductoramente. —No lo hice, pero esta vez lo haré un poco más interesante. —Desabroché mis pantalones y me los quité, lanzándolos sobre la blusa. Me subí sobre ella y comencé a desabotonar su blusa despacio.
—Al demonio, te necesito ahora —dijo. Antes de darme cuenta, yacía sobre mi espalda y ella estaba sobre mí.
Me quedé en la cocina mientras Santana iba al elevador y saludaba a Hanna.
—De acuerdo Santana, ¿qué es tan importante que necesitas mi ayuda?
Salí de la cocina. —¡Esa sería yo! —exclamé.
Hanna chilló mientras corrió hacia mí y me abrazó, dando saltitos.—¡Oh dios mío, Britt! ¡Estoy tan feliz de que estés aquí!
Santana sonrió. —Las dejaré que se actualicen. Estaré en mi oficina si necesitan algo.
Llevé a Hanna a la cocina y nos serví unas copas de vino. Nos mudamos a la comodidad del sofá de la sala.
—Así que, ¿qué hay de ti y Emily?
Sonrió con su sonrisa característica a lo Hanna y me contó que les iba bien, y que pensaba que ella se le propondría en Navidad. Hablamos por horas antes de que Emily la llamara y le preguntara cuándo regresaría a casa. Ella tomó mis manos y las sostuvo frente a sí mientras notaba que sus ojos comenzaban a aguarse.
—Eres mi mejor amiga y odio que tengas que luchar contra el cáncer otra vez. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, no importa qué. Vencerás esto Brittany Pierce, o te patearé el trasero, ¿lo entiendes? —La abracé y sonreí.
—Sí Hanna, venceré esto porque me asustas. —Dejó escapar una risa y caminó hasta la puerta.
Me fui arriba y encontré a Santana profundamente dormida en la cama. Me cambié de ropa y trepé a la enorme cama tamaño king. Observé cómo su pecho subía y bajaba acompasadamente con cada respiración. Imaginé esto siendo mi futuro. Me acosté y me acurruqué a su lado. Ella se removió y puso un brazo a mí alrededor, acercándome a sí
misma. Era el modo perfecto de terminar el día.
La semana se fue rápido mientras visitaba el centro para necesitados y la galería de arte. Santana me llevó de compras y me compró algunas ropas nuevas. Insistí en pagarlas yo misma, pero sólo se rió y me dijo que dejara de ser tonta.
Mientras ella estaba en la oficina, yo ocuparía mi tiempo pintando y pasando el tiempo con Hanna. Sal me llamó para informarme que dos de mis pinturas se habían vendido y que necesitaba hacer más. Le pregunté a Santana si ella las había comprado y simplemente se rió.
Antes de notarlo, Acción de Gracias ya estaba aquí y yo era un manojo de nervios por conocer a su familia.
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Historia original trilogía forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Ahora a conocer a la familia de Santana, haber como le va a Brittany.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Hola, yo creo le va a ir genial!!Quien no podría querer a Britt??
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Increíble, tierno, fascinante... WANKY :3
Esas palabras describen bien el capítulo ;)
Esas palabras describen bien el capítulo ;)
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Genial
Esperemos le valla bien a britt
Saludos
Esperemos le valla bien a britt
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Genial. Quiero saber sobre Quinn!!!
VictoriaRivera** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Capitulo 38
CAPITULO 38
Subimos por el largo y serpenteante camino hacia la casa de la familia Lopez en Hoboken, Nueva Jersey. Me mordí el labio inferior mientras Santana detenía el Ranger. Puso su mano encima de la mía.
—No estés nerviosa, mi familia te amará.
Sonreí y tomé el brazo de Santana mientras subíamos los escalones que llevaban a la gran casa. Abrió la puerta delantera y nos detuvimos adentro. El olor a pavo y relleno llenaba la casa elegantemente decorada. Había risas viniendo desde la otra habitación mientras un chico de cabello castaño espiaba desde el otro lado de una pared en la esquina. Le echó un vistazo a Santana y corrió hacia ella saltando en sus brazos.
—Hola, amigo ¿cómo estás? —Santana sonrió. El chico la abrazó fuerte—. Camden, esta es mi amiga especial, Brittany. —Camden me observó con sus ojos cafes y simplemente miró.
—Hola, Camden. —Sonreí y levanté mi mano. Siguió mirándome, inseguro de mí, y luego volvió a mirar a Santana. Puso ambas manos en las mejillas de Santana y sonrió. Mi corazón se derritió en ese momento, era obvio que este chico la amaba.
—Está bien, Camden, puedes tocar a Brittany. —Volvió a mirarme y lentamente puso su mano en la mía mientras yo gentilmente la estrechaba.
—Santana, cariño. —Una mujer emergió desde la otra habitación.
—Madre, esta es Brittany.
Me miró y tomó mis manos. —Eres tan hermosa como Santana dijo que lo eras.
Me ruboricé. —Gracias, es un placer conocerla, Señora Lopez.
—Llámame Sara, querida —sonrió ella.
Sara era una mujer hermosa a quien Santana se parecía en grandeza. Era de mediana estatura y delgada y con su cabello corto negro y sus ojos negros, no lucía de su edad, sino mucho más joven.
Camden luchaba para bajarse mientras Santana y yo caminábamos hacia la sala de estar. Todos en la habitación dejaron de hablar y se dieron la vuelta para observarnos mientras entrábamos. Santana bajó a Camden mientras él corría hacia una mujer joven. Me sentí en exhibición por la manera en que todos me miraban. La joven mujer se levantó de un salto y le dio un gran abrazo a Santana.
—Feliz Acción de Gracias, hermana.
Sonrió y la besó en la mejilla. —Rachel, esta es Brittany.
Ella se dio la vuelta y me abrazó.
—Estoy tan feliz de conocerte finalmente.
Sonreí y le devolví el abrazo. Su sonrisa era grande y sus ojos de un cafe oscuro estaban llenos de luz. Era mas baja que yo y llevaba su cabello castaño largo a la moda. Santana me llevó alrededor de la habitación y me presentó al resto de su familia y amigos.
Rachel me tomó la mano.
—Vamos a ver si mamá necesita ayuda en la cocina.
Observé a Santana y me dio un asentimiento para que me marchara con una gran sonrisa en su rostro que me hizo comenzar a extrañarla. Me sorprendí al encontrar a la señora Lopez en la cocina cocinando la cena de Acción de Gracias; usualmente los ricos tenían a sus propios chefs personales para hacer eso por ellos.
—Entonces, Brittany, Santana dice que eres una artista —dijo Sara mientras rociaba el pavo.
—Sí, hago pinturas para una pequeña galería en Nueva York.
Rachel sonrió.
—Yo compré una, pero no sabía que mi hermana salía con la artista. Pintas dibujos hermosos, Brittany; eres muy talentosa.
Comenzaba a sentirme más relajada cuando me entregó una copa de vino. Mientras Sara volvía a poner el pavo en el horno, se dio la vuelta hacia mí.
—Santana no nos ha dicho nada sobre ti, realmente, ¿por qué no nos pones al día?
El pánico comenzó a levantarse; ¿cómo podía contarle a esta gente, a quienes acababa de conocer hacía menos de 30 minutos, sobre mi pasado y mi vida presente?
—Tendrás que perdonar a mi madre —dijo Rachel—. Es sólo que eres la primer chica que Santana ha traído a casa y sólo queremos conocer a la mujer que finalmente se las ha arreglado para robar su corazón.
Sonreí y tomé un sorbo de vino. Justo cuando estaba a punto de decir algo, una mujer mayor entró en la cocina. Estaba en sus viejos 60 con el cabello negro y canas negras sobre él. Rachel corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.
—Tía Sadie, pudiste venir.
—Por supuesto que pude, no podía esperar para ver a mi sobrina favorita.
—Soy tu única sobrina, tía Sadie. —Rachel frunció el ceño.
—Y es por eso que eres mi favorita —sonrió Sadie. Se dio la vuelta hacia mí—. Ahora, ¿quién podrá ser esta bonita jovencita?
—Su nombre es Brittany y es la novia de Santana —habló Sara.
Sonrió y me abrazó gentilmente. —Un placer conocerte, querida.
Se separó y me miró con ojos serios, como si estuviera observando mi alma.
—Estás enferma —dijo. Mis ojos se abrieron y el miedo comenzó a correr por mi cuerpo. ¿A qué se refería con eso?
Sara observó a su hermana.
—Sadie, eso es grosero. —Sadie me miró y agarró mis manos, girando mis muñecas hacia arriba, observando mis tatuajes.
—Perdona a mi hermana, Brittany, tiene una especie de don y a veces puede ser muy audaz con él.
—¿Estás enferma, Brittany, tuviste un resfriado o algo? —preguntó Rachel.
—Es más que un resfriado —respondió Sadie.
Oh Dios, aquí vamos y gracias Santana por no contarme antes de tu familia y no decirme que la tía Sadie tenía un don. Tomé otro sorbo de vino y las observé.
—Tengo cáncer —solté. Así como así, sin dudarlo ni nada, simplemente dejé que salieran las palabras. Se pararon allí y me observaron, no podría haberme puesto en una posición más incómoda de haberlo intentado.
Sadie habló finalmente para romper la tensión—: No es tu primer episodio con eso, ¿verdad? —Santa madre de Dios, apuesto a que va a traer a colación mi intento de asesinato; gran primer impresión.
Suspiré pesadamente.
—No, no lo es. Fui diagnosticada por primera vez con cáncer cuando tenía dieciséis.
En ese punto Santana decidió hacer una aparición. Escuchó lo que dije mientras venía desde atrás y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
—Volvió hace poco, pero ella está en un período de estudio en California así que todo está bien por el momento. Está bien y va a estar bien, así que no hay nada más que discutir.
Su tono era imponente y todos lo sabían. Sonreí y tiré de ella fuera de la cocina hacia el pasillo.
—¿Cómo no pudiste decirme sobre la tía Sadie? —le pregunté furiosamente mientras la golpeaba en el brazo.
—Auch, Britt, eso dolió.
—Eso no es lo único que va a lastimar a Santana Lopez.
Una sonrisa engreída cruzó su rostro y me miró.
—¿Lo prometes, nena?
—Ugh, me molestas tanto —susurré mientras me daba la vuelta hacia el otro lado.
Envolvió sus brazos alrededor de mí y susurró—: Lo siento, jamás tomé demasiado en serio lo que tenía para decir la tía Sadie, siempre creí que estaba un poco loca.
—Tu familia debe pensar que soy un desastre andante de ser humano y probablemente se estén preguntando qué demonios estás haciendo conmigo.
Me abrazó con fuerza.
—Te aman, puedo notarlo y no importa lo que piensen de nuestra relación, te amo por todo lo que eres, nada menos, y para que sepas, creo que eres un hermoso desastre andante.
Apoyé la cabeza en su hombro y levanté la mirada cuando se inclinó para besarme. Mordí su labio por ese comentario sobre el hermoso desastre.
—Auch, realmente necesitas guardar esta mierda para la habitación, Brittany; no tienes idea de lo mucho que me estás excitando con todo el golpe y el mordisqueo. —No pude evitar reír y darme la vuelta para lamer gentilmente su labio mordido. La cena estuvo excepcional y el resto del día continuó tranquilo.
Rachel y yo hablamos sobre nuestros empleos mientras que Santana se sentaba en el suelo y jugaba con Camden. Ambas los observamos mientras Camden le enseñaba a Santana a apilar bloques.
—Jamás he visto a mi hermana tan feliz como lo está ahora mismo — me dijo.
Sonreí y lo observé.
—Es una mujer muy especial.
Justo entonces Sara interrumpió—: Brittany, ¿cómo se conocieron tú y mi hija?
Una sonrisa se abrió camino en mi rostro mientras Santana me observaba con miedo en sus ojos. Decidí ahorrarle el bochorno y respondí—: Nos conocimos en un club.
Ella sonrió.
—Bueno, qué suerte para ella que estuvieras allí. —Sonreí y observé el alivio que inundaba el rostro de ella.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Espero les guste el capitulo, es el ultimo del hoy, espero sus comentarios y mañana actualizare por la tarde, saludos y gracias por leer.
Subimos por el largo y serpenteante camino hacia la casa de la familia Lopez en Hoboken, Nueva Jersey. Me mordí el labio inferior mientras Santana detenía el Ranger. Puso su mano encima de la mía.
—No estés nerviosa, mi familia te amará.
Sonreí y tomé el brazo de Santana mientras subíamos los escalones que llevaban a la gran casa. Abrió la puerta delantera y nos detuvimos adentro. El olor a pavo y relleno llenaba la casa elegantemente decorada. Había risas viniendo desde la otra habitación mientras un chico de cabello castaño espiaba desde el otro lado de una pared en la esquina. Le echó un vistazo a Santana y corrió hacia ella saltando en sus brazos.
—Hola, amigo ¿cómo estás? —Santana sonrió. El chico la abrazó fuerte—. Camden, esta es mi amiga especial, Brittany. —Camden me observó con sus ojos cafes y simplemente miró.
—Hola, Camden. —Sonreí y levanté mi mano. Siguió mirándome, inseguro de mí, y luego volvió a mirar a Santana. Puso ambas manos en las mejillas de Santana y sonrió. Mi corazón se derritió en ese momento, era obvio que este chico la amaba.
—Está bien, Camden, puedes tocar a Brittany. —Volvió a mirarme y lentamente puso su mano en la mía mientras yo gentilmente la estrechaba.
—Santana, cariño. —Una mujer emergió desde la otra habitación.
—Madre, esta es Brittany.
Me miró y tomó mis manos. —Eres tan hermosa como Santana dijo que lo eras.
Me ruboricé. —Gracias, es un placer conocerla, Señora Lopez.
—Llámame Sara, querida —sonrió ella.
Sara era una mujer hermosa a quien Santana se parecía en grandeza. Era de mediana estatura y delgada y con su cabello corto negro y sus ojos negros, no lucía de su edad, sino mucho más joven.
Camden luchaba para bajarse mientras Santana y yo caminábamos hacia la sala de estar. Todos en la habitación dejaron de hablar y se dieron la vuelta para observarnos mientras entrábamos. Santana bajó a Camden mientras él corría hacia una mujer joven. Me sentí en exhibición por la manera en que todos me miraban. La joven mujer se levantó de un salto y le dio un gran abrazo a Santana.
—Feliz Acción de Gracias, hermana.
Sonrió y la besó en la mejilla. —Rachel, esta es Brittany.
Ella se dio la vuelta y me abrazó.
—Estoy tan feliz de conocerte finalmente.
Sonreí y le devolví el abrazo. Su sonrisa era grande y sus ojos de un cafe oscuro estaban llenos de luz. Era mas baja que yo y llevaba su cabello castaño largo a la moda. Santana me llevó alrededor de la habitación y me presentó al resto de su familia y amigos.
Rachel me tomó la mano.
—Vamos a ver si mamá necesita ayuda en la cocina.
Observé a Santana y me dio un asentimiento para que me marchara con una gran sonrisa en su rostro que me hizo comenzar a extrañarla. Me sorprendí al encontrar a la señora Lopez en la cocina cocinando la cena de Acción de Gracias; usualmente los ricos tenían a sus propios chefs personales para hacer eso por ellos.
—Entonces, Brittany, Santana dice que eres una artista —dijo Sara mientras rociaba el pavo.
—Sí, hago pinturas para una pequeña galería en Nueva York.
Rachel sonrió.
—Yo compré una, pero no sabía que mi hermana salía con la artista. Pintas dibujos hermosos, Brittany; eres muy talentosa.
Comenzaba a sentirme más relajada cuando me entregó una copa de vino. Mientras Sara volvía a poner el pavo en el horno, se dio la vuelta hacia mí.
—Santana no nos ha dicho nada sobre ti, realmente, ¿por qué no nos pones al día?
El pánico comenzó a levantarse; ¿cómo podía contarle a esta gente, a quienes acababa de conocer hacía menos de 30 minutos, sobre mi pasado y mi vida presente?
—Tendrás que perdonar a mi madre —dijo Rachel—. Es sólo que eres la primer chica que Santana ha traído a casa y sólo queremos conocer a la mujer que finalmente se las ha arreglado para robar su corazón.
Sonreí y tomé un sorbo de vino. Justo cuando estaba a punto de decir algo, una mujer mayor entró en la cocina. Estaba en sus viejos 60 con el cabello negro y canas negras sobre él. Rachel corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.
—Tía Sadie, pudiste venir.
—Por supuesto que pude, no podía esperar para ver a mi sobrina favorita.
—Soy tu única sobrina, tía Sadie. —Rachel frunció el ceño.
—Y es por eso que eres mi favorita —sonrió Sadie. Se dio la vuelta hacia mí—. Ahora, ¿quién podrá ser esta bonita jovencita?
—Su nombre es Brittany y es la novia de Santana —habló Sara.
Sonrió y me abrazó gentilmente. —Un placer conocerte, querida.
Se separó y me miró con ojos serios, como si estuviera observando mi alma.
—Estás enferma —dijo. Mis ojos se abrieron y el miedo comenzó a correr por mi cuerpo. ¿A qué se refería con eso?
Sara observó a su hermana.
—Sadie, eso es grosero. —Sadie me miró y agarró mis manos, girando mis muñecas hacia arriba, observando mis tatuajes.
—Perdona a mi hermana, Brittany, tiene una especie de don y a veces puede ser muy audaz con él.
—¿Estás enferma, Brittany, tuviste un resfriado o algo? —preguntó Rachel.
—Es más que un resfriado —respondió Sadie.
Oh Dios, aquí vamos y gracias Santana por no contarme antes de tu familia y no decirme que la tía Sadie tenía un don. Tomé otro sorbo de vino y las observé.
—Tengo cáncer —solté. Así como así, sin dudarlo ni nada, simplemente dejé que salieran las palabras. Se pararon allí y me observaron, no podría haberme puesto en una posición más incómoda de haberlo intentado.
Sadie habló finalmente para romper la tensión—: No es tu primer episodio con eso, ¿verdad? —Santa madre de Dios, apuesto a que va a traer a colación mi intento de asesinato; gran primer impresión.
Suspiré pesadamente.
—No, no lo es. Fui diagnosticada por primera vez con cáncer cuando tenía dieciséis.
En ese punto Santana decidió hacer una aparición. Escuchó lo que dije mientras venía desde atrás y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
—Volvió hace poco, pero ella está en un período de estudio en California así que todo está bien por el momento. Está bien y va a estar bien, así que no hay nada más que discutir.
Su tono era imponente y todos lo sabían. Sonreí y tiré de ella fuera de la cocina hacia el pasillo.
—¿Cómo no pudiste decirme sobre la tía Sadie? —le pregunté furiosamente mientras la golpeaba en el brazo.
—Auch, Britt, eso dolió.
—Eso no es lo único que va a lastimar a Santana Lopez.
Una sonrisa engreída cruzó su rostro y me miró.
—¿Lo prometes, nena?
—Ugh, me molestas tanto —susurré mientras me daba la vuelta hacia el otro lado.
Envolvió sus brazos alrededor de mí y susurró—: Lo siento, jamás tomé demasiado en serio lo que tenía para decir la tía Sadie, siempre creí que estaba un poco loca.
—Tu familia debe pensar que soy un desastre andante de ser humano y probablemente se estén preguntando qué demonios estás haciendo conmigo.
Me abrazó con fuerza.
—Te aman, puedo notarlo y no importa lo que piensen de nuestra relación, te amo por todo lo que eres, nada menos, y para que sepas, creo que eres un hermoso desastre andante.
Apoyé la cabeza en su hombro y levanté la mirada cuando se inclinó para besarme. Mordí su labio por ese comentario sobre el hermoso desastre.
—Auch, realmente necesitas guardar esta mierda para la habitación, Brittany; no tienes idea de lo mucho que me estás excitando con todo el golpe y el mordisqueo. —No pude evitar reír y darme la vuelta para lamer gentilmente su labio mordido. La cena estuvo excepcional y el resto del día continuó tranquilo.
Rachel y yo hablamos sobre nuestros empleos mientras que Santana se sentaba en el suelo y jugaba con Camden. Ambas los observamos mientras Camden le enseñaba a Santana a apilar bloques.
—Jamás he visto a mi hermana tan feliz como lo está ahora mismo — me dijo.
Sonreí y lo observé.
—Es una mujer muy especial.
Justo entonces Sara interrumpió—: Brittany, ¿cómo se conocieron tú y mi hija?
Una sonrisa se abrió camino en mi rostro mientras Santana me observaba con miedo en sus ojos. Decidí ahorrarle el bochorno y respondí—: Nos conocimos en un club.
Ella sonrió.
—Bueno, qué suerte para ella que estuvieras allí. —Sonreí y observé el alivio que inundaba el rostro de ella.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Espero les guste el capitulo, es el ultimo del hoy, espero sus comentarios y mañana actualizare por la tarde, saludos y gracias por leer.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Impresionante lo de la tia de San!!!
Sabia que iban a querer a Britt!
Saludos que descanses
Sabia que iban a querer a Britt!
Saludos que descanses
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Eso fue realmente hermoso!!
Tanto que me he quedado con ganas de más <3
Nos leemos más tarde jiji
Tanto que me he quedado con ganas de más <3
Nos leemos más tarde jiji
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Hola!!! No había podido comentar pero eso si!! No me perdía los caps!! Son muy buens! Me sorprendió la tía de Santana Quedé impresionada pero bueno! Que bien que si aceptaron a Britt Esperaré ansiosa los siguientes caps!! Saludines!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Capitulo 39
CAPITULO 39
Estaba inclinada sobre el lavabo del baño, lavando mi rostro mientras Santana se desvestía.
—Me encantó verte con Camden hoy, fue tan dulce y especial.
—Sí, bueno, es un chico muy especial.
Doblé la toalla y la puse sobre el lavabo. —Me hizo pensar sobre algunas cosas.
Salimos del baño y abrí el cajón para sacar mi camiseta para dormir.
—¿Qué cosas? —preguntó, vacilante.
—No lo sé, sólo en lo buena que eres con él y...
Me cortó instantáneamente. —No quiero tener hijos, Britt. Lo decidí hace años.
Me giré hacia ella y sus palabras hicieron trizas su camino a través de mi cuerpo. Tomé una respiración profunda y continué desnudándome y me metí en mi camiseta. El aire que nos rodeaba cambió.
—¿No vas a responder a eso? —preguntó.
Me di la vuelta. —De acuerdo, ¿por qué no me dijiste eso antes? — Me sentía un poco traicionada por el hecho de que no me habría dicho eso pronto en nuestra relación. Tal vez pensó que no era necesario porque yo iba a morir de todos modos.
—No lo sé, simplemente nunca pareció apropiado.
Luego llegaron, las palabras que sólo mi boca dirían. —¿Fue porque pensaste que iba a morir y no importaba si nunca sabía tu decisión?
La expresión en su rostro se quebró y la angustia se apoderó de ella. — ¿Cómo puedes decir eso?
Me giré hacia la ventana. —Lo siento, no era mi intención, y de todos modos, yo tampoco quiero hijos. Con los jodidos genes de mi familia, el niño no tendría oportunidad.
Se acercó a mí y puso sus brazos a mí alrededor y me atrajo hacia ella.—No digas cosas como esas.
—Es la verdad. Mi madre murió de cáncer, un padre alcohólico, yo con cáncer dos veces. Piénsalo, Santana, el niño estaría condenado en el momento en que fuera concebido. —Me mató decir esas palabras, pero era la verdad y estaba siendo honesta con ella.
—Te equivocas y no quiero que hables así nunca más.
Me salí de su agarre. —Bueno, de todos modos no importa porque ninguna quiere niños, así que fin de la discusión. —Crucé la habitación hacia la cómoda y tomé la botella de loción.
—¿Te molesta que haya decidido no tener hijos?
—No. Como he dicho, es lo mejor de todos modos.
Estaba mintiendo, si me molestaba, y me molestó que no me lo dijera. Me preparé mientras hacía la siguiente pregunta. —¿Por qué lo decidiste, Santana?
Tomó una fuerte respiración. —¿Realmente quieres escuchar la respuesta a eso, Brittany?
No, pero sí quería. Necesitaba oírlo de ella. —Sí, ya que estamos siendo honestas y no guardamos secretos, dime.
Tragó saliva y no dijo nada, no creí que las palabras saldrían de su boca, pero mi boca no tenía ningún problema. —Ya que no puedes decir nada, déjame decirlo por ti. Nunca ibas a enamorarte y eso significaba no tener hijos, así que ¿por qué torturarte con preocupaciones sobre maternidad si podías experimentar todo el placer de una relación y no tener que preocuparte por nada en el mundo, a excepción de ignorar las enfermedades de transmisión sexual?
Su rostro se ensombreció y la ira creció en sus ojos. Estaba realmente enojada por lo que dije.
—Ni siquiera responderé a algo tan estúpido como eso —gritó. Continuó vociferando—: Te enoja que no quiera tener hijos. ¿No eras tú quien dijo que no creía en el felices para siempre y el amor de cuentos de hadas?
Todo lo que podía pensar mientras me gritaba era cómo, desde que lo conocí, ella cambió todo eso para mí, pero obviamente yo no había hecho lo mismo por ella. Me incliné al suelo en donde dejé mis pantalones y me los puse.
—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —gritó.
—No me quedaré aquí esta noche. Eres una idiota y no quiero estar cerca de ti en estos momentos.
—¿Soy una idiota? —Se echó a reír—. Tú eres la que está siendo una perra y exagerada acerca de que yo no quiera tener hijos.
¿Acababa de decirme perra? Me giré. —¿Soy una perra porque no me dijiste nada de esto antes?
La ira y la oscuridad consumían sus ojos. —Realmente quieres ir ahí, Brittany, eso de no contarnos las cosas. —Ahora traía el cáncer y estaba golpeando debajo del cinturón.
—Me arrepentí de eso desde el primer día y lo sabes. —Mi voz estaba gritando—. ¿Cómo te atreves a tirarme eso en cara?
—Entonces, creo que estamos a mano —gritó. Oh, no debió haber dicho eso. Mi sangre hervía y mis venas palpitaban llenas de ira—. Tal vez lo mejor es que te quedes en la habitación de invitados esta noche, hasta que nos calmemos.
Me di la vuelta y la señalé con el dedo. —No voy a quedarme en la habitación de invitados. Me voy a casa, a mi apartamento al que tan amablemente le llamas una caja.
—¿En serio, Brittany? ¿Vas a correr? —Agitó su mano—. ¿Por qué no? Es lo que haces mejor, de todos modos.
Lágrimas llenaron mis ojos ante sus palabras frías mientras salía de la habitación y de su penthouse. No vino tras de mí, lo que me dijo que estaba realmente enojada.
El aire nocturno era frío mientras miraba alrededor de las concurridas calles de Nueva York. Me di cuenta de que no tenía mis llaves, así que ir de vuelta a mi apartamento no era una opción. Esperé un mensaje o una llamada o incluso por ella para que me dijera que lo sentía y llevarme de regreso con ella, pero no lo hizo. Llamé a un taxi e hice que me llevara al hotel más cercano. Estaba débil y exhausta mientras me recostaba en la cama. Observé mi teléfono esperando que si lo miraba lo suficiente, ella me llamaría y me diría que lo lamentaba.
Me quedé dormida tendida sobre la cama y fui bruscamente despertada por un mensaje nuevo. “¿Dónde mierda estás? Fui a tu apartamento y no estabas ahí.”
Rodé mis ojos y rápidamente tecleé mi respuesta. “No es de tu incumbencia en donde estoy, recuerda que estoy haciendo lo que hago mejor.”
En cuestión de segundos, recibí otro mensaje. “Te estás comportando como una niña y no me gusta. Ahora, trae de vuelta tu trasero a mi penthouse.”
Mierda, hablas de echarle más leña al fuego, ella definitivamente estaba haciendo un trabajo excelente en ello. “Creo que necesitamos tiempo separadas para pensar acerca de lo que nos dijimos anoche.”
Una respuesta repentina que rompió mi corazón llegó. “También lo creo y, cuando dejes de comportarte como una niña egoísta, entonces llámame y podremos hablar.”
Hice la única cosa que normalmente hago, lancé mi teléfono contra la pared y se quebró. Suspiré y tomé un baño caliente, sollozando mientras el agua corría por mi cuerpo. Me agaché para recoger los pedazos rotos de lo que una vez fue mi teléfono. Realmente tenía que controlar eso y dejar de lanzar cosas. Entré en la tienda de celulares y compré el mismo teléfono con el mismo número. Puedo decir que no me importaba mi teléfono, pero lo hice por si Hanna o Santana me necesitaban.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Al parecer todavia tienen muchas cosas que hablar, ¿Ustedes que piensan? Espero sus comentarios, más tarde dejare otro capitulo, seguramente después del episodio de glee.
Estaba inclinada sobre el lavabo del baño, lavando mi rostro mientras Santana se desvestía.
—Me encantó verte con Camden hoy, fue tan dulce y especial.
—Sí, bueno, es un chico muy especial.
Doblé la toalla y la puse sobre el lavabo. —Me hizo pensar sobre algunas cosas.
Salimos del baño y abrí el cajón para sacar mi camiseta para dormir.
—¿Qué cosas? —preguntó, vacilante.
—No lo sé, sólo en lo buena que eres con él y...
Me cortó instantáneamente. —No quiero tener hijos, Britt. Lo decidí hace años.
Me giré hacia ella y sus palabras hicieron trizas su camino a través de mi cuerpo. Tomé una respiración profunda y continué desnudándome y me metí en mi camiseta. El aire que nos rodeaba cambió.
—¿No vas a responder a eso? —preguntó.
Me di la vuelta. —De acuerdo, ¿por qué no me dijiste eso antes? — Me sentía un poco traicionada por el hecho de que no me habría dicho eso pronto en nuestra relación. Tal vez pensó que no era necesario porque yo iba a morir de todos modos.
—No lo sé, simplemente nunca pareció apropiado.
Luego llegaron, las palabras que sólo mi boca dirían. —¿Fue porque pensaste que iba a morir y no importaba si nunca sabía tu decisión?
La expresión en su rostro se quebró y la angustia se apoderó de ella. — ¿Cómo puedes decir eso?
Me giré hacia la ventana. —Lo siento, no era mi intención, y de todos modos, yo tampoco quiero hijos. Con los jodidos genes de mi familia, el niño no tendría oportunidad.
Se acercó a mí y puso sus brazos a mí alrededor y me atrajo hacia ella.—No digas cosas como esas.
—Es la verdad. Mi madre murió de cáncer, un padre alcohólico, yo con cáncer dos veces. Piénsalo, Santana, el niño estaría condenado en el momento en que fuera concebido. —Me mató decir esas palabras, pero era la verdad y estaba siendo honesta con ella.
—Te equivocas y no quiero que hables así nunca más.
Me salí de su agarre. —Bueno, de todos modos no importa porque ninguna quiere niños, así que fin de la discusión. —Crucé la habitación hacia la cómoda y tomé la botella de loción.
—¿Te molesta que haya decidido no tener hijos?
—No. Como he dicho, es lo mejor de todos modos.
Estaba mintiendo, si me molestaba, y me molestó que no me lo dijera. Me preparé mientras hacía la siguiente pregunta. —¿Por qué lo decidiste, Santana?
Tomó una fuerte respiración. —¿Realmente quieres escuchar la respuesta a eso, Brittany?
No, pero sí quería. Necesitaba oírlo de ella. —Sí, ya que estamos siendo honestas y no guardamos secretos, dime.
Tragó saliva y no dijo nada, no creí que las palabras saldrían de su boca, pero mi boca no tenía ningún problema. —Ya que no puedes decir nada, déjame decirlo por ti. Nunca ibas a enamorarte y eso significaba no tener hijos, así que ¿por qué torturarte con preocupaciones sobre maternidad si podías experimentar todo el placer de una relación y no tener que preocuparte por nada en el mundo, a excepción de ignorar las enfermedades de transmisión sexual?
Su rostro se ensombreció y la ira creció en sus ojos. Estaba realmente enojada por lo que dije.
—Ni siquiera responderé a algo tan estúpido como eso —gritó. Continuó vociferando—: Te enoja que no quiera tener hijos. ¿No eras tú quien dijo que no creía en el felices para siempre y el amor de cuentos de hadas?
Todo lo que podía pensar mientras me gritaba era cómo, desde que lo conocí, ella cambió todo eso para mí, pero obviamente yo no había hecho lo mismo por ella. Me incliné al suelo en donde dejé mis pantalones y me los puse.
—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —gritó.
—No me quedaré aquí esta noche. Eres una idiota y no quiero estar cerca de ti en estos momentos.
—¿Soy una idiota? —Se echó a reír—. Tú eres la que está siendo una perra y exagerada acerca de que yo no quiera tener hijos.
¿Acababa de decirme perra? Me giré. —¿Soy una perra porque no me dijiste nada de esto antes?
La ira y la oscuridad consumían sus ojos. —Realmente quieres ir ahí, Brittany, eso de no contarnos las cosas. —Ahora traía el cáncer y estaba golpeando debajo del cinturón.
—Me arrepentí de eso desde el primer día y lo sabes. —Mi voz estaba gritando—. ¿Cómo te atreves a tirarme eso en cara?
—Entonces, creo que estamos a mano —gritó. Oh, no debió haber dicho eso. Mi sangre hervía y mis venas palpitaban llenas de ira—. Tal vez lo mejor es que te quedes en la habitación de invitados esta noche, hasta que nos calmemos.
Me di la vuelta y la señalé con el dedo. —No voy a quedarme en la habitación de invitados. Me voy a casa, a mi apartamento al que tan amablemente le llamas una caja.
—¿En serio, Brittany? ¿Vas a correr? —Agitó su mano—. ¿Por qué no? Es lo que haces mejor, de todos modos.
Lágrimas llenaron mis ojos ante sus palabras frías mientras salía de la habitación y de su penthouse. No vino tras de mí, lo que me dijo que estaba realmente enojada.
El aire nocturno era frío mientras miraba alrededor de las concurridas calles de Nueva York. Me di cuenta de que no tenía mis llaves, así que ir de vuelta a mi apartamento no era una opción. Esperé un mensaje o una llamada o incluso por ella para que me dijera que lo sentía y llevarme de regreso con ella, pero no lo hizo. Llamé a un taxi e hice que me llevara al hotel más cercano. Estaba débil y exhausta mientras me recostaba en la cama. Observé mi teléfono esperando que si lo miraba lo suficiente, ella me llamaría y me diría que lo lamentaba.
Me quedé dormida tendida sobre la cama y fui bruscamente despertada por un mensaje nuevo. “¿Dónde mierda estás? Fui a tu apartamento y no estabas ahí.”
Rodé mis ojos y rápidamente tecleé mi respuesta. “No es de tu incumbencia en donde estoy, recuerda que estoy haciendo lo que hago mejor.”
En cuestión de segundos, recibí otro mensaje. “Te estás comportando como una niña y no me gusta. Ahora, trae de vuelta tu trasero a mi penthouse.”
Mierda, hablas de echarle más leña al fuego, ella definitivamente estaba haciendo un trabajo excelente en ello. “Creo que necesitamos tiempo separadas para pensar acerca de lo que nos dijimos anoche.”
Una respuesta repentina que rompió mi corazón llegó. “También lo creo y, cuando dejes de comportarte como una niña egoísta, entonces llámame y podremos hablar.”
Hice la única cosa que normalmente hago, lancé mi teléfono contra la pared y se quebró. Suspiré y tomé un baño caliente, sollozando mientras el agua corría por mi cuerpo. Me agaché para recoger los pedazos rotos de lo que una vez fue mi teléfono. Realmente tenía que controlar eso y dejar de lanzar cosas. Entré en la tienda de celulares y compré el mismo teléfono con el mismo número. Puedo decir que no me importaba mi teléfono, pero lo hice por si Hanna o Santana me necesitaban.
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Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Al parecer todavia tienen muchas cosas que hablar, ¿Ustedes que piensan? Espero sus comentarios, más tarde dejare otro capitulo, seguramente después del episodio de glee.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Excelentes capitulos, Brittany tiene muy mal caracter, cosa que me encanta y Santana ni se diga, pero es la que siempre cede, espero que su explosiva relacion siga como hasta ahora, ya hasta me he olvidado de Quinn, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Cuando pienso que las cosas van bien
¡booom! sucede algo :c
Espero que su enojo se les pase pronto
¡booom! sucede algo :c
Espero que su enojo se les pase pronto
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Con cada capítulo me desespero más
No dicen nada de quien y puro peleAr hacen
Espero de arreglen pronto saludos
No dicen nada de quien y puro peleAr hacen
Espero de arreglen pronto saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Capitulo 40
CAPITULO 40
Pasaron unos días y apenas salí de la habitación de hotel. Leí y dibujé cosas que quería poner finalmente en un lienzo. Santana no intentó contactarse conmigo y me dolió. Era demasiado terca para dar el primer paso, y sus palabras quemaron en mi corazón. Me senté y pensé que tal vez debería reservar un vuelo y volver a California. Mi siguiente tratamiento era la próxima semana, así que necesitaba volver de todos modos. No quería dejarla y este tiempo separadas me estaba matando. Odiaba como me convertí tan dependiente de ella. Necesitaba hablar con ella y pedirle disculpas. Me estaba pasando de la raya y no me debería haber enojado tanto. Podríamos haber hablado de las cosas, pero en cambio corrí. Santana tenía razón, es lo mejor que hago. Me tragué mi orgullo y me dirigí a su penthouse que estaba justo en la siguiente manzana.
Puse la clave en el ascensor y lo tomé hasta el penthouse. La puerta se abrió y salí en busca de Santana. No la vi en la cocina, pero oí que una conversación salía de su oficina. Poco a poco caminé hacia su oficina y jadeé en busca de aire por lo que vi; Quinn tenía su boca en la suya. Santana la apartó y se sorprendió cuando me vio allí de pie. El miedo en sus ojos era un miedo que nunca había visto antes.
—Brittany, esto no es lo que parece.
Puse mi mano y me di la vuelta para alejarme. No podía respirar, mi pecho se sentía angosto y empezaba a entrar en pánico. Eso fue hasta que la oí decir—: Mira Santana, te dije que no te ama como yo.
De repente la rabia remplazó al pánico y creció dentro de mí a un ritmo rápido. Me di la vuelta y caminé hacia ella.
—Oh mierda —dijo Santana porque estaba muy familiarizada con la mirada que mostraba.
Quinn se quedó con los brazos cruzados mirándome mientras me acercaba.
—No creo que nos hayamos conocido oficialmente, soy Brittany, la novia de Santana. —Me miró de arriba abajo y se negó a darme la mano.
—Es curioso, Santana dijo que no tenía una novia y más cuando tenía sus manos por todo mi cuerpo.
Miré a Santana mientras permanecía allí muda, su único movimiento era el ligero temblor de la cabeza para hacerme saber que estaba mintiendo.
—¿Dijo eso?
—Sí lo hizo después de que me besó y me dijo que era a mí quien amó todo el tiempo y que tú eras sólo un caso de caridad al cual compadeció.
¡Oh no, ella no lo dijo!
Los ojos de Santana se abrieron como platos mientras daba un paso atrás. Antes de darme cuenta, mi puño salió de mi lado y terminó en toda la línea de su mandíbula. Ella se cayó sobre su culo y sostuvo su mandíbula, mirándome como si estuviera loca. Me agaché hasta que estaba justo en su cara.
—Mi consejo para ti es que vuelvas a meterte en el puto agujero del que saliste y nunca me mires a mí o a ella de nuevo. Si hasta te sorprendo mirando en cualquiera de nuestras direcciones, libraré mi puño tan fuerte que incluso un cirujano plástico no será capaz de arreglarte. —Giré sobre mis talones y comencé a alejarme.
—Eres una perra loca, ¿lo sabías? —gritó.
Santana corrió persiguiéndome y me agarró del brazo. —¡No te atrevas a dar un paso más.
¿Era estúpida o algo así? ¿Realmente quería hacer esto ahora, cuando estaba tan llena de ira?
—Déjame ir en este momento Santana antes de que sufras la misma suerte que la puta de ahí. —Mi boca y yo, mierda, ¿acabo de decir eso?
Soltó mi brazo. —Estás enojada en este momento así que te perdonaré esta última afirmación, pero lo que no voy a perdonarte es que des un paso más y salgas por esa puerta.
—Lo siento Santana, pero no me puedo quedar, sobre todo ahora.
Santana sacó su teléfono y llamó a Denny para que viniera y sacara a Quinn del penthouse. Empecé a caminar mientras se acercaba por detrás de mí, me agarró tan fuerte como pudo y me llevó escaleras arriba a su dormitorio, cerrando la puerta de golpe.
—Ahora siéntate en esa cama y escúchame Brittany. No estoy jugando contigo, y sé que lo que acabas de ver te lastima más que cualquier otra cosa. Vas a sentarte allí y vas a escucharme.
Me senté allí. Tragué saliva, silenciosamente tratando de planear mi escape.
—Continúa entonces, explícame ¿quién es Quinn? y ¿por qué has estado guardando su relación como un secreto?
Se paseaba de un lado a otro de la habitación, mientras pasaba sus manos por el cabello.
—Quinnn es la hermana gemela de Lucy.
Lo miré y negué con la cabeza. —¿Quién diablos es Lucy?
Tomó una respiración profunda. —Lucy es la chica que se suicidó después de que rompí con ella.
Mi boca cayó abierta y me sentía mal del estómago. Mil pensamientos pasaban por mi mente. Iba a decirme la verdad sobre ella y le debía esa oportunidad.
—Sigue hablando Santana, estoy escuchando.
—Quinn me buscó y llegó a mi oficina hace aproximadamente un año. Me dijo que había sido echada de su casa y no tenía dinero ni lugar a donde ir. Dijo que se lo debía, porque era mi culpa que su hermana se suicidara.
Cerré los ojos. Podía oír el dolor en su voz. ¿Cómo se atrevía esa mujer a hacerle eso? Quería llegar a ella, pero tenía que dejarla terminar de hablarme de esa mujer.
—La llevé a cenar. Hablamos, bebimos mucho y tuvimos sexo. No tienes idea de lo mal que me arrepiento de aquel día. —Se quedó allí sacudiendo la cabeza y mirando hacia abajo como si estuviera avergonzada por decírmelo.
Me levanté de la cama y me acerqué a ella. —¿Por qué no la dejaste después de esa noche Santana?
Suspiró. —Siguió hablando de Lucy y me hizo sentir culpable por lo que había sucedido. Le di un trabajo en mi empresa y teníamos un acuerdo de que nos reuníamos tres veces a la semana después del trabajo por sexo, sin ataduras.
—Espera, déjame adivinar, comenzó a enamorarse de ti y quería más.
Asintió. —Sí, quiso que dejara de ver a otras mujeres y entrara en una relación exclusiva con ella. Le dije una y otra vez que no estaba interesada y que nuestro arreglo se quedaba como estaba. —Me dio la espalda y tomó una respiración profunda.—Amenazó con hacer lo que su hermana hizo si no sucumbía a sus deseos y necesidades. Fue esa noche en el club, la noche en que me trajiste a casa, que le dije que no iba a ser nada más que sexo entre nosotras.
—Maldita sea Santana, ¿por qué diablos no la dejaste de ver? —grité.
Dio la vuelta hacia mí. —Porque a la mañana siguiente me llamó y se disculpó. Dijo que estaría feliz de continuar con nuestro arreglo, en la forma en que estaba si duplicaba su salario.
Sacudí la cabeza con incredulidad mientras las nauseas se instalaron en mi estómago y tuve que volver a sentarme en la cama.
—¿Estás bien? —preguntó mientras daba unos pasos hacia mí.
Levanté mi mano. —No des un paso más y lo digo en serio.Cerré los ojos por un momento para tratar de calmar el revoltijo que pasaba dentro de mi cabeza.—Tengo una pregunta para ti y quiero que seas honesta. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste con ella?
No hubo ninguna vacilación cuando contestó. —Fue la noche antes de conocerte. Traté de romper las cosas con ella varias veces desde que tú y yo nos conocimos.
—¿Qué estaba haciendo aquí y por qué sus labios estaban sobre ti?
—La llamé y le pedí que viniera para que pudiera decirle que nunca se pusiera en contacto conmigo de nuevo y que lo que tenía había terminado. Le dije que estaba enamorada de ti. Le pagaba para que se quedara fuera de nuestras vidas. Eso, por supuesto, la enojó e iba a intentar lo que pudiera para mantenerme. Acababas de entrar cuando se me lanzó.
Me levanté de la cama y me dirigí a la puerta. —No puedo escuchar más de esto Santana, lo siento.
—Brittany, por favor, tenemos que hablar de todo —suplicó.
—¿Por qué, para lastimarnos otra vez con nuestras palabras?--Puso su mano en mi cara pero me alejé. —Mi enfermedad nos está destrozando. No puedes manejar tus emociones y yo tampoco. Sólo terminamos haciéndonos daño. Tengo una pregunta para ti y quiero que seas totalmente honesta conmigo, ¿estás tratando de borrar la culpa que has albergado en los últimos años sobre tu ex-novia conmigo?
Jodida mierda... No podía creer que acabara de preguntarle eso. Me miró con sus ojos fríos, como si todo el amor que sentía por mí sólo acababa de borrarse, como si nunca hubiera existido.
Cerró los ojos. —Creo que es mejor si vuelves a California y me quedo aquí.
Se dio la vuelta para que no tuviera que mirarme. Se dio por vencida y fue mi culpa, la empujé hasta este punto. Lágrimas corrían por mi cara cuando me di la vuelta y caminé hacia la puerta.
Regresé al hotel y agarré mi bolso. Mientras caminaba un texto de Santana me llego. “Mi avión privado te espera para llevarte de regreso a California. Textea a Denny tu ubicación y él te recogerá.”
El desgarrador dolor en mi corazón alzó su fea cabeza una vez más cuando no le respondí. Llamé a Denny y en menos de 5 minutos estaba en el hotel recogiéndome. Me deslicé en el asiento trasero. Se dio la vuelta y me miró.
—Lo siento señorita Pierce, pero voy a decir lo que le dije a la señora Lopez, ustedes dos son las más obstinadas en la faz de la tierra y no podrían ser más perfectas una para la otra.
Le di una pequeña sonrisa. —Somos un desastre juntas.
Se detuvo en la pista de aterrizaje privada donde el avión de Santana me esperaba. Abrió la puerta y me ayudó con mis maletas.
—No dejes que el miedo sabotee su relación con la señora Lopez, Brittany. No es justo para ti o para ella. —Le di un beso en la mejilla y entré en el avión.
—Brittany. —Kurt sonrió cuando me vio y me dio un gran abrazo—. ¿Cómo estás, te echamos de menos? —Supo en el momento en que vio la tristeza en mis ojos que las cosas estaban mal—. No de nuevo. —Frunció el ceño. Me ayudó a subir las escaleras hasta mi apartamento. Hanna me estaba llamando mientras Kurt volvía a bajar.
—Hola Hanna —le dije.
—¿Qué carajo Britt? ¿Qué está pasando entre ustedes dos? ¿Y por qué no me has llamado?
—Iba a hacerlo. Quería regresar a California primero. Lo siento Hanna, no puedo hablar de eso ahora. ¿Cómo lo sabes?
Suspiró. —Fui al lugar de Santana para darle algo y se fue por la tangente sobre ti. Miré y el conductor escoltaba a una chica fuera mientras ella gritaba algo acerca de ti y le decía a Santana que no volviera a hablar con ella de nuevo. Me dijo que le diste un puñetazo, ¿eso es cierto?
—Sí, golpeé a esa perra cuadrada en la mandíbula y se lo merecía.
—Esa es mi chica —gritó Hanna—. Haz las cosas bien con Santana, Britt. Ella te ama y la amas y, a veces la gente hace cosas estúpidas.
—Lo sé Hanna, pero no estoy segura de que estemos bien juntas todo el tiempo mientras estoy enferma.
—Britt, estás pensando demasiado las cosas de nuevo. No quieres que las cosas estén bien porque tienes miedo y lo entiendo, pero ella también tiene miedo, y me parece que tú no entiendes eso.
—Parece que cada día me doy cuenta de algo nuevo sobre ella y me está volviendo loca Hanna.
—Entiendo Britt, pero tienes que darte cuenta de que tal vez te guarda algunas cosas porque no quiere hacerte daño.
—Pero no decírmelas me duele aún más.
—Entonces dile eso maldita sea, habla con ella en lugar de gritarle y salir furiosa.
—Hanna, me tengo que ir, hablamos más tarde.
Me metí en la cama y lloré hasta quedarme dormida, otra vez.
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Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Ahora sabemos quien es Quinn y parece que no deja de joderle la vida a Santana, veremos que pasa ahora, nos vemos mañana con otros capitulos, espero sus comentarios. Saludos.
Pasaron unos días y apenas salí de la habitación de hotel. Leí y dibujé cosas que quería poner finalmente en un lienzo. Santana no intentó contactarse conmigo y me dolió. Era demasiado terca para dar el primer paso, y sus palabras quemaron en mi corazón. Me senté y pensé que tal vez debería reservar un vuelo y volver a California. Mi siguiente tratamiento era la próxima semana, así que necesitaba volver de todos modos. No quería dejarla y este tiempo separadas me estaba matando. Odiaba como me convertí tan dependiente de ella. Necesitaba hablar con ella y pedirle disculpas. Me estaba pasando de la raya y no me debería haber enojado tanto. Podríamos haber hablado de las cosas, pero en cambio corrí. Santana tenía razón, es lo mejor que hago. Me tragué mi orgullo y me dirigí a su penthouse que estaba justo en la siguiente manzana.
Puse la clave en el ascensor y lo tomé hasta el penthouse. La puerta se abrió y salí en busca de Santana. No la vi en la cocina, pero oí que una conversación salía de su oficina. Poco a poco caminé hacia su oficina y jadeé en busca de aire por lo que vi; Quinn tenía su boca en la suya. Santana la apartó y se sorprendió cuando me vio allí de pie. El miedo en sus ojos era un miedo que nunca había visto antes.
—Brittany, esto no es lo que parece.
Puse mi mano y me di la vuelta para alejarme. No podía respirar, mi pecho se sentía angosto y empezaba a entrar en pánico. Eso fue hasta que la oí decir—: Mira Santana, te dije que no te ama como yo.
De repente la rabia remplazó al pánico y creció dentro de mí a un ritmo rápido. Me di la vuelta y caminé hacia ella.
—Oh mierda —dijo Santana porque estaba muy familiarizada con la mirada que mostraba.
Quinn se quedó con los brazos cruzados mirándome mientras me acercaba.
—No creo que nos hayamos conocido oficialmente, soy Brittany, la novia de Santana. —Me miró de arriba abajo y se negó a darme la mano.
—Es curioso, Santana dijo que no tenía una novia y más cuando tenía sus manos por todo mi cuerpo.
Miré a Santana mientras permanecía allí muda, su único movimiento era el ligero temblor de la cabeza para hacerme saber que estaba mintiendo.
—¿Dijo eso?
—Sí lo hizo después de que me besó y me dijo que era a mí quien amó todo el tiempo y que tú eras sólo un caso de caridad al cual compadeció.
¡Oh no, ella no lo dijo!
Los ojos de Santana se abrieron como platos mientras daba un paso atrás. Antes de darme cuenta, mi puño salió de mi lado y terminó en toda la línea de su mandíbula. Ella se cayó sobre su culo y sostuvo su mandíbula, mirándome como si estuviera loca. Me agaché hasta que estaba justo en su cara.
—Mi consejo para ti es que vuelvas a meterte en el puto agujero del que saliste y nunca me mires a mí o a ella de nuevo. Si hasta te sorprendo mirando en cualquiera de nuestras direcciones, libraré mi puño tan fuerte que incluso un cirujano plástico no será capaz de arreglarte. —Giré sobre mis talones y comencé a alejarme.
—Eres una perra loca, ¿lo sabías? —gritó.
Santana corrió persiguiéndome y me agarró del brazo. —¡No te atrevas a dar un paso más.
¿Era estúpida o algo así? ¿Realmente quería hacer esto ahora, cuando estaba tan llena de ira?
—Déjame ir en este momento Santana antes de que sufras la misma suerte que la puta de ahí. —Mi boca y yo, mierda, ¿acabo de decir eso?
Soltó mi brazo. —Estás enojada en este momento así que te perdonaré esta última afirmación, pero lo que no voy a perdonarte es que des un paso más y salgas por esa puerta.
—Lo siento Santana, pero no me puedo quedar, sobre todo ahora.
Santana sacó su teléfono y llamó a Denny para que viniera y sacara a Quinn del penthouse. Empecé a caminar mientras se acercaba por detrás de mí, me agarró tan fuerte como pudo y me llevó escaleras arriba a su dormitorio, cerrando la puerta de golpe.
—Ahora siéntate en esa cama y escúchame Brittany. No estoy jugando contigo, y sé que lo que acabas de ver te lastima más que cualquier otra cosa. Vas a sentarte allí y vas a escucharme.
Me senté allí. Tragué saliva, silenciosamente tratando de planear mi escape.
—Continúa entonces, explícame ¿quién es Quinn? y ¿por qué has estado guardando su relación como un secreto?
Se paseaba de un lado a otro de la habitación, mientras pasaba sus manos por el cabello.
—Quinnn es la hermana gemela de Lucy.
Lo miré y negué con la cabeza. —¿Quién diablos es Lucy?
Tomó una respiración profunda. —Lucy es la chica que se suicidó después de que rompí con ella.
Mi boca cayó abierta y me sentía mal del estómago. Mil pensamientos pasaban por mi mente. Iba a decirme la verdad sobre ella y le debía esa oportunidad.
—Sigue hablando Santana, estoy escuchando.
—Quinn me buscó y llegó a mi oficina hace aproximadamente un año. Me dijo que había sido echada de su casa y no tenía dinero ni lugar a donde ir. Dijo que se lo debía, porque era mi culpa que su hermana se suicidara.
Cerré los ojos. Podía oír el dolor en su voz. ¿Cómo se atrevía esa mujer a hacerle eso? Quería llegar a ella, pero tenía que dejarla terminar de hablarme de esa mujer.
—La llevé a cenar. Hablamos, bebimos mucho y tuvimos sexo. No tienes idea de lo mal que me arrepiento de aquel día. —Se quedó allí sacudiendo la cabeza y mirando hacia abajo como si estuviera avergonzada por decírmelo.
Me levanté de la cama y me acerqué a ella. —¿Por qué no la dejaste después de esa noche Santana?
Suspiró. —Siguió hablando de Lucy y me hizo sentir culpable por lo que había sucedido. Le di un trabajo en mi empresa y teníamos un acuerdo de que nos reuníamos tres veces a la semana después del trabajo por sexo, sin ataduras.
—Espera, déjame adivinar, comenzó a enamorarse de ti y quería más.
Asintió. —Sí, quiso que dejara de ver a otras mujeres y entrara en una relación exclusiva con ella. Le dije una y otra vez que no estaba interesada y que nuestro arreglo se quedaba como estaba. —Me dio la espalda y tomó una respiración profunda.—Amenazó con hacer lo que su hermana hizo si no sucumbía a sus deseos y necesidades. Fue esa noche en el club, la noche en que me trajiste a casa, que le dije que no iba a ser nada más que sexo entre nosotras.
—Maldita sea Santana, ¿por qué diablos no la dejaste de ver? —grité.
Dio la vuelta hacia mí. —Porque a la mañana siguiente me llamó y se disculpó. Dijo que estaría feliz de continuar con nuestro arreglo, en la forma en que estaba si duplicaba su salario.
Sacudí la cabeza con incredulidad mientras las nauseas se instalaron en mi estómago y tuve que volver a sentarme en la cama.
—¿Estás bien? —preguntó mientras daba unos pasos hacia mí.
Levanté mi mano. —No des un paso más y lo digo en serio.Cerré los ojos por un momento para tratar de calmar el revoltijo que pasaba dentro de mi cabeza.—Tengo una pregunta para ti y quiero que seas honesta. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste con ella?
No hubo ninguna vacilación cuando contestó. —Fue la noche antes de conocerte. Traté de romper las cosas con ella varias veces desde que tú y yo nos conocimos.
—¿Qué estaba haciendo aquí y por qué sus labios estaban sobre ti?
—La llamé y le pedí que viniera para que pudiera decirle que nunca se pusiera en contacto conmigo de nuevo y que lo que tenía había terminado. Le dije que estaba enamorada de ti. Le pagaba para que se quedara fuera de nuestras vidas. Eso, por supuesto, la enojó e iba a intentar lo que pudiera para mantenerme. Acababas de entrar cuando se me lanzó.
Me levanté de la cama y me dirigí a la puerta. —No puedo escuchar más de esto Santana, lo siento.
—Brittany, por favor, tenemos que hablar de todo —suplicó.
—¿Por qué, para lastimarnos otra vez con nuestras palabras?--Puso su mano en mi cara pero me alejé. —Mi enfermedad nos está destrozando. No puedes manejar tus emociones y yo tampoco. Sólo terminamos haciéndonos daño. Tengo una pregunta para ti y quiero que seas totalmente honesta conmigo, ¿estás tratando de borrar la culpa que has albergado en los últimos años sobre tu ex-novia conmigo?
Jodida mierda... No podía creer que acabara de preguntarle eso. Me miró con sus ojos fríos, como si todo el amor que sentía por mí sólo acababa de borrarse, como si nunca hubiera existido.
Cerró los ojos. —Creo que es mejor si vuelves a California y me quedo aquí.
Se dio la vuelta para que no tuviera que mirarme. Se dio por vencida y fue mi culpa, la empujé hasta este punto. Lágrimas corrían por mi cara cuando me di la vuelta y caminé hacia la puerta.
Regresé al hotel y agarré mi bolso. Mientras caminaba un texto de Santana me llego. “Mi avión privado te espera para llevarte de regreso a California. Textea a Denny tu ubicación y él te recogerá.”
El desgarrador dolor en mi corazón alzó su fea cabeza una vez más cuando no le respondí. Llamé a Denny y en menos de 5 minutos estaba en el hotel recogiéndome. Me deslicé en el asiento trasero. Se dio la vuelta y me miró.
—Lo siento señorita Pierce, pero voy a decir lo que le dije a la señora Lopez, ustedes dos son las más obstinadas en la faz de la tierra y no podrían ser más perfectas una para la otra.
Le di una pequeña sonrisa. —Somos un desastre juntas.
Se detuvo en la pista de aterrizaje privada donde el avión de Santana me esperaba. Abrió la puerta y me ayudó con mis maletas.
—No dejes que el miedo sabotee su relación con la señora Lopez, Brittany. No es justo para ti o para ella. —Le di un beso en la mejilla y entré en el avión.
—Brittany. —Kurt sonrió cuando me vio y me dio un gran abrazo—. ¿Cómo estás, te echamos de menos? —Supo en el momento en que vio la tristeza en mis ojos que las cosas estaban mal—. No de nuevo. —Frunció el ceño. Me ayudó a subir las escaleras hasta mi apartamento. Hanna me estaba llamando mientras Kurt volvía a bajar.
—Hola Hanna —le dije.
—¿Qué carajo Britt? ¿Qué está pasando entre ustedes dos? ¿Y por qué no me has llamado?
—Iba a hacerlo. Quería regresar a California primero. Lo siento Hanna, no puedo hablar de eso ahora. ¿Cómo lo sabes?
Suspiró. —Fui al lugar de Santana para darle algo y se fue por la tangente sobre ti. Miré y el conductor escoltaba a una chica fuera mientras ella gritaba algo acerca de ti y le decía a Santana que no volviera a hablar con ella de nuevo. Me dijo que le diste un puñetazo, ¿eso es cierto?
—Sí, golpeé a esa perra cuadrada en la mandíbula y se lo merecía.
—Esa es mi chica —gritó Hanna—. Haz las cosas bien con Santana, Britt. Ella te ama y la amas y, a veces la gente hace cosas estúpidas.
—Lo sé Hanna, pero no estoy segura de que estemos bien juntas todo el tiempo mientras estoy enferma.
—Britt, estás pensando demasiado las cosas de nuevo. No quieres que las cosas estén bien porque tienes miedo y lo entiendo, pero ella también tiene miedo, y me parece que tú no entiendes eso.
—Parece que cada día me doy cuenta de algo nuevo sobre ella y me está volviendo loca Hanna.
—Entiendo Britt, pero tienes que darte cuenta de que tal vez te guarda algunas cosas porque no quiere hacerte daño.
—Pero no decírmelas me duele aún más.
—Entonces dile eso maldita sea, habla con ella en lugar de gritarle y salir furiosa.
—Hanna, me tengo que ir, hablamos más tarde.
Me metí en la cama y lloré hasta quedarme dormida, otra vez.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Ahora sabemos quien es Quinn y parece que no deja de joderle la vida a Santana, veremos que pasa ahora, nos vemos mañana con otros capitulos, espero sus comentarios. Saludos.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Ahora si cayo la ficha con Quinn:8#:
Que cabezona y que bocona es Britt!!!
Saludos hasta mañana
Que cabezona y que bocona es Britt!!!
Saludos hasta mañana
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Yo dije que Quinn era la hermana de la primer novia de San!!! pero, gemela? oh!
Claru!***** - Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 22/09/2012
Edad : 33
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Para el siguiente capítulo quiero reconciliación si o si! :(
Obstinadas, esa palabra es perfecta para describir a las chicas xD
Hasta al rato mi estimada escritora :)
Obstinadas, esa palabra es perfecta para describir a las chicas xD
Hasta al rato mi estimada escritora :)
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
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