[Resuelto]Fic Brittana: El Poder Del Amor - Final

CAPÍTULO 6: EL MEJOR FIN DE SEMANA DE LA HISTORIA

Luis fue a reunirse con los padres de Mercedes y Brittany y volvió con las pertenecías de las chicas y acompañado de su hijo mayor, Finn. Éste estaba molesto por tener que estar encerrado en casa durante el fin de semana, pero no se quejó. Entendía la situación y no quería poner en peligro a nadie, ni a él mismo, ni a su hermanastra ni a su amiga. No protestó, esperaba que todo fuera bien y no tuvieran que lamentar nada. Subió a la habitación de su hermana para reunirse con las chicas, ya que tenía que estar sin salir, al menos no estaría solo.
– Hola ¿Puedo estar con vosotros? – Preguntó el más alto y vio a su hermana y sus dos amigas tumbadas en la cama.
– Claro... Siento haberme descubierto, pero no podía dejar que se llevaran a Brittany. – Le dijo Santana.
– Lo sé... Sólo me fastidia no haber estado yo... Habría ayudado. – Comentó el más alto mientras se sentaba al lado de Mercedes.
– ¿Tú también tienes un poder? – Preguntó Jones.
– Si. – Se levantó y sujetó la cama. La elevó del suelo con las tres chicas encima.
– Wow – Fue todo lo que la morena pudo decir.
– Es super cool. – Dijo Brittany.
– ¿Cuál es el tuyo? – Le preguntó el más alto.
– Soy eléctrica... Han sido mi culpa los fallos en la luz en el McKinley... No controlo muy bien el poder.
– Mola... – Dijo el mayor.
– No mola, no puedo tocar a nadie sin correr el riesgo de electrocutarlo... No le veo nada positivo a mi poder...
– Todos los poderes pueden ser negativos si no se les encuentra utilidad... Investiguemos que puedes hacer. – Propuso Finn.

Pasaron toda la tarde experimentando con su poder. Lo primero, era comprobar hasta que punto manejaba la electricidad. Ya sabían que era capaz de encender y apagar aparatos enchufados a una corriente, pero... ¿qué más podía hacer?

La primera prueba fue encender un ordenador sin batería ni enchufe... No lo consiguió. Después probó con una bombilla, tampoco lo consiguió. Sin embargo, se quitó el guante y la cogió. Cuando sus dedos tocaron la base del objeto, éste se iluminó, causando el asombro de todos. Probaron a encender otros aparatos y cuando tocaba el enchufe, conseguía encenderlos...

Luego probaron a ver si era capaz de otras cosas. Poco a poco fueron descubriendo que con la electricidad en sus manos podía calentar cosas o que pasaba su electricidad a elementos conductores como el agua o el cobre.

Al final del día, Brittany estaba muy cansada, tumbada en la cama sin guantes. Habían pasado tantas cosas ese día que se sentía agotada. Santana se tumbó a su lado, con cuidado se fue acercando a la rubia. Mercedes había convencido a Finn para dejarlas solas. Una bombilla había interrumpido un beso antes, pero creía que debían hablar. Sin embargo, la morena no quería hablar. Sin previo aviso, acercó sus labios y besó a la rubia. La más alta no se esperaba eso y tardó en acompañar el beso. Las dos se sentían tan bien con esa muestra de afecto. Algo dentro de ellas les decía que era correcto, que estaba bien. Cuando apenas comenzó a mover sus labios, una pequeña corriente apartó a la latina.
– Lo siento... No controlo mi poder... Si no te ha pasado nada peor es porque estoy agotada. – Dijo Brittany.
– En ese caso, habrá que agotarte todos los días para que puedas besarme... Levántate, vamos a gastar algo más de tu energía... quiero otro beso. – Pidió Lopez.
Brittany obedeció y cogió una bombilla y comenzó a jugar con ella. Cuando apenas era capaz de mantenerla encendida, Santana volvió a besarla. No duraron juntas muchos segundos antes de que le volviera a transmitir una pequeña descarga, que interrumpió el beso. Se sentían frustradas, querían besarse y quererse, pero estaban limitadas por el poder de la más alta.

Fueron a cenar con toda la familia Lopez-Hudson. Ese sentimiento de unidad y amor que tenían fascinó a la rubia. Su familia era más formal y su relación con ellos no era mala, pero estaba muy lejos de lo que veía en los anfitriones. Las risas y anécdotas acompañaban la conversación, Luis y Carole ofrecieron todo su apoyo a la ojiazul con su poder, estaban ahí para lo que lo necesitase.

A la hora de dormir le tocó compartir habitación con Mercedes. Hubiera preferido compartir con Santana, pero no podía quejarse porque toda la familia fue muy amable y generosa. El sábado y el domingo vieron películas, hablaron, jugaron a la consola... A veces los poderes de Brittany se descontrolaban, pero a ninguno de sus amigos les importaba. Daba igual si tenían que volver a encender la consola y habían perdido algún avance o si tenían que buscar el momento de la película en el que se habían quedado. Eran amigos y aceptaban todo del otro, lo bueno y lo malo.

La rubia se dio cuenta de que atrás se quedaban esos dos años en los que apenas tenía amigos y no se relacionaba con nadie. Ahora sabía que no estaba sola y tenía mucha gente con la que podía contar... El domingo durante la cena, se le planteó una duda y decidió compartirla con todos.
– ¿Y ahora que hacemos? – Preguntó
– ¿A qué te refieres? – Quiso saber Carole.
– Ya conocen mi poder y pueden sospechar de Santana... – Explicó la rubia.
– En tu caso, ya no tienes que ocultarte más. El peligro está ahí... Es más, si lo cuentas puede que haya más gente vigilando que no te pasa nada. – Sugirió Luis.
– ¿Y Santana? – Quiso saber la ojiazul.
– De momento que se siga ocultando, ya veremos como avanza la cosa...

CAPÍTULO 7: LILY Y DANI

Cuando llegaron al estacionamiento del McKinley, Brittany estaba tan nerviosa que los móviles de los cuatro amigos no paraban de sonar. Antes de bajarse del coche, Mercedes, Finn y Santana le dedicaron palabras de ánimo a la rubia. Justo cuando salió del coche, antes de cerrar la puerta, unos brazos la rodearon. La engominada cabellera morena era inconfundible.
– Blaine, cariño. Creo que Brittany necesita respirar. – Dijo dulcemente Kurt. El chico se separó.
– ¿Estás nerviosa? – Preguntó el más bajo, la ojiazul asintió. – Que pena, yo que quería darte un beso...
En vez de eso, cogió la mano de su amiga y la apretó muy fuerte. De la misma manera, Santana la agarró de la otra y todos entraron con ella. No la dejarían sola.

La noticia de que Pierce tenía un poder y que era peligroso se extendió por todo el instituto. Muchos alumnos y profesores se alejaban de la chica, pero afortunadamente tenía a sus amigos que no sólo la aceptaban como es, sino que también la apoyaban y ayudaban en todo lo que podían. Sue, Beiste, Will y Emma fueron los profesores que ofrecieron su cariño a la menor. Los cuatro hablaron con ella intentando mostrarle que podía contar con ellos sin ningún temor. Stephanie se volvió la sombra de su hermana, no iba a dejarla sola nunca más. Se sentía culpable por lo que le había pasado.

Antes de entrar en la clase de matemáticas, que compartía con Mercedes y Rachel, se le acercó una chica morena de ojos azules y más alta que Pierce.
– Hola, me llamo Lily. ¿Puedo hablar contigo a solas?
Brittany aceptó y se apartaron del grupo, sin embargo la rubia sabía que sus amigas no quitarían su mirada de ellas.
– Verás, yo... También tengo un poder... No sé si lo buscarán los que se dedican a secuestrar niños... El caso es que eres la primera persona que conozco con un poder y me gustaría que compartamos lo que sabemos... No sé, quizá podríamos vernos después de clase...
– Hoy no puede ser, he quedado con unas amigas... ¿Te parece que hablemos mañana? Así quedamos y no les doy plantón.
– ¿Rachel y Mercedes? ¿Ellas también tienen poderes?
– ¿Qué?... No... Ellas no tienen poder... al menos que yo sepa... Bueno, Mercedes sé seguro que no... Además quedé con Blaine, Kurt y Quinn.
– ¿Ellos tienen poderes?
– No sé nada... No voy preguntando a la gente si tiene o no tiene poderes, ¿Sabes? Después de tantos secuestros todo el mundo lo oculta... Y no me extraña.
– Lo siento, es sólo que tengo tantas ganas de conocer a gente con poderes...
– Ya me conoces a mí, de momento debería ser suficiente...
Cuando entraron en clase, Rachel le advirtió.
– Ten cuidado... Cuando secuestraron a Wes, empezó a acosar a Tina queriendo saber si ella también tenía poderes...

Por su parte, Santana y la asiática estaban en clase de Español. Mr Schue todavía no había llegado y los dos estaban hablando cuando alguien se acercó a ellas.
– Hola, me llamo Dani... Acabo de trasladarme a Lima con mis padres... Vivía cerca de Nueva York ¿Puedo sentarme con vosotras?
– Si, claro... – Dijo la joven de ojos rasgados.
– ¿Cómo os llamáis? – Preguntó la recién llegada.
– Yo soy Tina y ella es Santana.

Cuando llegó la hora de comer, Lopez fue corriendo a buscar a Brittany. Cuando la encontró, la arrastró a un aula y cerró la puerta.
– Creo que tenemos problemas. – Dijo la morena.
– ¿Qué ha pasado?
– En Español una chica se nos ha acercado a Tina y a mí. Dice que acaba de llegar de Nueva York. ¿No te resulta extraño?
– Tan extraño como que una chica se me haya acercado a mí en matemáticas, me haya dicho que tiene un poder y me haya pedido que quedáramos por la tarde para hablar. Aunque lo más raro ha sido que me haya preguntado si Mercedes, Rachel, Quinn, Kurt o Blaine tienen poderes... Berry me ha dicho que también le preguntó a Tina si tiene poder...
La rubia mandó un mensaje con el móvil y un minuto después entraron los tres Cheerios.
– ¿Qué pasa BrittBritt? – Preguntó el castaño. Brittany se puso a pensar en lo que había visto y lo que le había contado Santana para que él lo supiera. – Creo que tenemos problemas... Aunque no debiste mentirle a Lily sobre nosotras...
– ¿Cómo lo...? – Comenzó a decir la morena.
– ¿... He sabido? Muy sencillo, leo mentes... Ese es mi poder. Blaine puede hacerte ver lo que él quiera, es capaz de manipular tu visión y Quinn tiene super velocidad... Ahora lo importante, Dani y Lily han pasado por mi lectura y no he encontrado nada raro... Pero sabéis que estoy limitado, sólo leo lo que piensan... Por ejemplo, si tú pensases que no tienes poder y te gustaría tener uno mientras estás cerca mío yo creería que no tienes poder... Dani no tiene poder o al menos no piensa en él aquí y Lily tiene un poder interesante, me pregunto como puede interactuar contigo. – La joven señaló a Brittany.
– ¿A qué te refieres? – Preguntó Fabrey
– Manipula su cuerpo de manera que puede ser tan fuerte que podría romper un diamante o tan ligera que puede traspasar paredes... es un poder raro, parece que manipula sus células o sus átomos o algo así... Puede ser que también pueda hacer de su cuerpo un aislante de la electricidad... ¿Quién sabe? – Explicó el ojiazul.
– ¿Qué significa eso? – Quiso saber la ojiazul.
– Si fuera capaz de convertirse en un aislante, podría tocar a Brittany sin temor ninguno... – Respondió el moreno.
– ¿Debo quedar con ella o no? – Dijo la rubia.
– Sí, pero en un lugar público... Entenderá que tengas miedo de que te secuestren... Queda en el Lima Bean con ella. Nosotros estaremos allí para lo que sea. Por un lado temo que sea de los malos, pero por otro no me gustaría aislar a otra chica con poderes y facilitarle el trabajo a los secuestradores. – Propuso la capitana de las Cheerios.
– ¿Y yo que hago con Dani? – Preguntó la morena.
– Cuidate las espaldas, chica invisible. – Le dijo Kurt. Santana se extrañó, hasta ese momento no se había puesto a pensar que ellos conocían su poder. – Tranquila, nosotros somos de los buenos.

CAPÍTULO 8: CITA CON LILY

Siguiendo el consejo de sus amigos, Brittany entró en Lima Bean acompañada de Lily. Habían quedado directamente allí, pero se encontraron en el aparcamiento. La más alta se dio cuenta de que en una mesa están sentados Blaine, Kurt y Quinn, en otra estaban Mercedes, Tina, Santana y Rachel y en otra Finn, Puck y Stephanie. Poco después de ellas entraron Sam, Artie y Mike.
– Veo que has traído a todos tus amigos. – Comentó Lily.
– Después de lo que me pasó no me fío ni de mi sombra... – Le informó la rubia.
– Te entiendo.
Pidieron sus cafés y la morena guió a la otra chica hasta una mesa lo suficientemente lejos de sus amigos para que no las escucharan y lo suficientemente cerca para que pudieran intervenir en caso de cualquier complicación.
– Yo no podría haber elegido un sitio mejor. – Confesó la más baja.
– No quiero que te sientas incómoda. Entiendo tus miedos, pero me siento mal al tener que ocultar este gran secreto...
– Lo sé, yo lo pasé fatal hasta que llegué al McKinley.
– ¿Qué ha cambiado?
En ese momento recordó que Kurt le había dicho que no le mintiera sobre los Cheerios, ya que los secuestradores lo sabían y necesitaba que, fuera bueno o malo, confiara en ella, para que pensara que los demás no tienen poderes y así proteger a Stephanie, Finn y Santana en caso de que fuera de los malos.
– Kurt, Blaine y Quinn... El otro día te mentí, no quería delatarlos, pero confío en ti, por lo que te lo contaré. Ellos tienen poder también... De hecho, me da pena que te hayas esforzado en encontrar una mesa donde no nos escuchen cuando yo sé perfectamente que Kurt no pierde detalle de lo que estamos hablando...
– ¿Tiene un oído capaz de percibir sonidos a mucha distancia o algo así?
– Lee mentes, apuesto lo que quieras a que en estos momentos está intentando leer la tuya... O la mía, que para el caso es lo mismo...
– TE HE OÍDO. – Gritó el castaño.
– ¿Qué te dije? – Le guiñó un ojo a Lily. Las dos se rieron y siguieron charlando. – ¿Cuál es tu poder?
– Es raro y difícil de explicar, yo realmente no lo entiendo... Será mejor que te lo muestre... Vamos al baño, llama a alguno de tus amigos, uno en el que confíes...
Brittany avisó a Sam y los tres fueron al baño y cerraron la puerta. Lo primero que hizo Lily fue entrar a uno de los cubículos sin abrir la puerta, sino traspasándola. Los otros dos se quedaron alucinados. Después pidió a Sam que le pegase con algo de fuerza, pero no mucha para que no se lastimase. El rubio obedeció aunque no muy gustoso ya que no le gustaba agredir a las chicas y cuando golpeó sintió un dolor fuerte, como si hubiera pegado una pared maciza.
– ¿Pero qué...? – Preguntó desconcertado mientras movía su mano dolorida.
– Lo siento... ¿Te has hecho mucho daño? – Preguntó la morena.
– No... Estoy bien. No entiendo tu poder... – Dijo Evans.
– Yo tampoco... – Explicó Lily.
– Supongo que no sabes si tienes otras habilidades... – Preguntó Pierce.
– No, pero tengo una pequeña teoría sobre como funciona... Tal vez me puedas ayudar a comprobar si estoy en lo correcto o si tengo otras habilidades. – Dijo la más alta.
– Volvamos a la mesa... Gracias por tu ayuda Sam. – Añadió Pierce.
– Cuando queráis, chicas. – Respondió el rubio dejándolas solas.
Una vez volvieron a la mesa, Lily le contó lo que ya le había explicado Kurt.
– Si te soy sincera, ya lo sabía...
– Claro, tienes conexión directa a la mente de todo el McKinley.
– Eso no es del todo cierto, ella me oculta cosas... No me dijo que tenías poder hasta que me lo confesaste tú... Si yo supiera toda la verdad, solo cinco estudiantes del instituto tendrían poder y sabes que estadísticamente hablando es imposible.
– Si, desde que empezaron a surgir, se calcula que hay más de un 50% de personas entre 10 y 18 años con poderes, lo que significa que la mitad del McKinley debería tener poder... ¿Por qué te oculta cosas? ¿No se supone que es de los buenos y es tu amigo?
– Miralo de esta manera... Él sabe que los malos pueden tener a alguien con un poder similar al que él tiene, de manera que, si me cogen a mí, la persona que tenga ese poder podría descubrir a todos los niños con poderes del instituto... ¿No querrás que les pongamos el trabajo más fácil?
– ¿Por qué confías en él? Quiero entender por qué crees que es de los buenos...
– Esa es fácil. Ellos, los tres, me ayudaron cuando estaba perdida y me han dado su cariño y estoy aprendiendo a controlar mi poder con ellos...
– ¿Cuántas personas podrían haberte delatado en cuanto a tu poder a parte de ellos?
– Los médicos que me trataron, algún miembro de mi familia...
– ¿Cuántas personas intentan que domines tu poder?
– Ellos quieren ayudarme, saben que es un tormento para mí el no poder tocar a nadie sin correr el riesgo de hacerle demasiado daño.
– No te cuentan las habilidades de otros por miedo a que los delates involuntariamente, pero sí te cuentan las suyas... ¿No ves la incoherencia?
– A Blaine y Quinn no las persiguen porque no les interesan sus dones y en cuanto a Kurt, los otros dos las protegen.
– ¿Y cómo saben eso?
Brittany se sentía confusa, en ningún momento se había parado a cuestionarse la situación de sus tres amigos, pero algo de razón tenía Lily... Sin embargo, confiaba en ellos, eran sus amigos.
– No lo sé, pero no voy a dudar de ellos... No te pido que los creas, confíes y te hagas su amiga, pero sí te pediré que los respetes...
El resto de la charla fue más tranquila y la rubia se sintió muy identificada con Lily. Las dos tenían los mismos temores y se sentían igual de aisladas... Quería ayudarla.

CAPÍTULO 9: LOS PROTECTORES

El día siguiente de la cita de Brittany y Lily fue un tanto raro. La rubia evitaba a Kurt, Quinn, Blaine y Santana. Nadie sabía por qué de repente la ojiazul no quería estar con sus amigos. Ella se sentía una traidora, había traicionado a las cuatro personas que más quería. Había dudado de los Cheerios, si bien sólo había sido por unos segundos, lo había hecho. Eso la entristecía. Ellos habían hecho mucho por ella y les pagaba así, con desconfianza. En cuanto a Santana... Era consciente de que entre ellas había sentimientos, se habían besado (la morena había sido su primer beso). Sin embargo, con Lily todo parecía diferente, además de que tenía la esperanza de que la teoría de Kurt fuera cierta y poder tocarla y tener una relación real... Todo eso le dolía porque sentía que con ello hacía daño a las cuatro personas que más la habían ayudado...

La hora del glee club llegó y, para sorpresa de todos, Lily estaba allí.
– ¿Qué hace ella aquí? – Preguntó Puck.
– Vamos a formar el club de los protectores y queremos que ella forme parte de él... – Explicó Schuester.
– ¿Qué es eso? – Preguntó Sam.
En ese momento, Kurt se levantó y se puso frente a sus amigos.
– Es un club en el que nos encargaremos de protegernos de las amenazas... Muchos de nosotros tenemos poderes y no querría que se vuelva a producir lo de Wes... – El joven miró apenado a la hermana de su amigo secuestrado. – Ahora todos vamos a mostrar nuestros poderes y vamos a ayudarnos. El objetivo es ver de que somos capaces juntos, experimentar... Si en algún momento uno de nosotros es atacado, tener un plan B para que no lo secuestren... Confío en vosotros... ¿Confiáis en mí? – Todos respondieron con un sí, por lo que, aprovechando que estaba de pie, decidió mostrar su poder. – Brittany, es normal que las palabras de Lily te hicieran dudar... Lo importante es que al final crees que estamos de tu lado y nos amas... – Se acercó para decirle al oído algo más sin que nadie lo escuchara. – No puedes serle infiel a Santana porque no tenéis nada, así que deja de sentirte culpable por tus sentimientos hacia Lily...
– Kurt lee mentes... Acaba de hacerlo con la de Brittany... Bueno, supongo que yo seré la siguiente – Dijo la latina mientras se posicionaba en frente de todos, desaparecía y volvía a ser visible en cuestión de segundos. Todos sus compañeros quedaron asombrados. Quinn utilizó su super velocidad para ponerse a su lado, aumentando la sorpresa de todos los que no lo sabían. Stephanie hizo volar las sillas vacías, Finn levantó el piano y Blaine les creo la visión de que estaban en la playa. En ese momento el móvil de Tina sonó, todos contuvieron la respiración.
– Tranquilos, es que se me está quedando sin batería. – Dijo ella. Brittany tendió su mano y la asiática le dio el teléfono. Con mucho cuidado y bajo la atenta mirada de todos, sacó la batería del aparato, se quitó el guante, tocó el contacto y volvió a montarlo. Se lo entregó a su dueña que lo encendió y exclamó – ¡Lo ha cargado!
– Chispitas, ¿desde cuando realizas ese truco? – Preguntó Kurt.
– Desde que pasó el finde en casa... Se lo enseñé yo. – Presumió Finn.
– Supongo que ahora podría mostrar mi poder. – Comentó Rachel mientras se levantaba y se ponía en frente de sus compañeros. Sin que nadie supiera que había pasado, de repente tenían dos chicas castañas delante de ellos, exactamente iguales. – Puedo duplicarme. Las dos somos totalmente independientes. No tengo ni idea de como funciona ni para qué sirve, salvo para salir de casa cuando mis padres me castigan...
– Si no teníamos suficiente con una enana chillona, ahora tenemos dos... – Protestó Hummel.
Noah se levantó sin decir nada y comenzó a moldear una bola de fuego con las manos. La controlaba como si fuera una ilusión, pero era real. Lily repitió la demostración del día anterior con Sam otra vez de voluntario. Cuando terminó el rubio habló.
– Yo tengo visiones... soy capaz de ver el futuro... Vi venir a los hermanos Pierce...
Todos se quedaron mirándolo fijamente hasta que Blaine se animó a hablar.
– Sam, ¿eres consciente de que tienes el poder más importante de todos?
– Nooo... ¿Por qué?
– Puedes prever sus ataques... ¿Has tenido alguna visión sobre nosotros que tenga algo que ver con los secuestradores? – Pierce quiso saber.
– No... bueno... ¡Si! Te vi en una jaula con Wes, otro chico y una chica.. No sé quienes eran, no los reconozco del McKinley.
Todos quedaron mudos, acababa de decir que Brittany sería secuestrada. Rápidamente todos rodearon a la rubia, como si el ataque fuera en ese preciso momento. Tenían miedo, no sabían cuando sería, pero sí sabían que en algún momento fracasarían...
Cuando todos se tranquilizaron un poco, preguntaron a los demás si tenían poderes. Ninguno más los tenía, por lo que comenzaron a probarse a sí mismos. Los que no tenían poderes ayudaban a los otros en lo que podían, a pesar de sus limitaciones.

Por su lado, Dani se encontraba lejos de allí, espiando todo lo que pasaba en las salas del McKinley a través de diversas cámaras que había instalado. Cuando descubrió lo que estaba pasando el aula del coro se sorprendió... No era común ver a un estudiante mostrar su poder, por lo que el que un grupo tan numeroso confesara su poder era algo novedoso... Ya sabía de once estudiantes con poderes, algunos de ellos realmente importantes... Sabía de sobra lo que debía hacer. Tenía que acercarse a ellos, costara lo que costase. En ese momento, entró Holly Holliday, una profesora sustituta que algunas veces daba clases en el McKinley.
– Madre, ya tenemos once chicos con poderes descubiertos. – Informó la rubia.
– Ya sabes lo que debes hacer. – Dijo ella.
– Tu puedes ayudar esta vez... Están protegidos por un adulto.
– ¿Quién?
– Mr Schue.
– Ok, yo me encargo de ganarme la confianza de Will, tú ocúpate de los estudiantes.

CAPÍTULO 10: SI AMAS DEBES DESEAR SU FELICIDAD

Al día siguiente todos los chicos estaban en el club glee cuando entró Mr Schue acompañado de Holly Hollyday y Dani.
– Hola chicos. Tenemos una candidata a formar parte de New Directions. Dice que sabe cantar, por lo que veremos que ha preparado. También quiero presentaros a Ms Hollyday que nos ayudará con la actuación de navidad que es en dos semanas.

Dani cantó su canción y lo hizo genial, por lo que pasó a formar parte del coro. Después estuvieron ensayando. Cuando la clase acabó, los chicos se quedaron un poco fingiendo que recogían las cosas. Holly, Will y Dani salieron de allí. Kurt cerró la puerta.
– Mr Schue me ha dicho con la mente que nos quedemos a seguir con el club de los protectores nosotros ya que él debía ocuparse de entretener a Ms Holliday... No confía en ella o Dani y, sinceramente, yo tampoco. – Anunció el castaño.
– Totalmente de acuerdo, es un tanto extraño que formemos el club y al día siguiente ellos aparezcan en la sala del coro. – Añadió Lily.
– ¿Tan raro como que nada más saberse del poder de Brittany te acercaras a ella? – Protestó Santana.
– ¿No os dais cuenta de que las diferencias entre nosotros sólo sirven para separarnos y hacernos vulnerables? – Preguntó Pierce. Todos se callaron, tenía razón, la desconfianza era su peor aliada.
– ¿Confías en Dani y Ms Holliday? – Preguntó Quinn.
– No me preguntes por qué, pero sí, creo que no son peligrosas. – Dijo la ojiazul.
– Es igual, nosotros a lo que vamos... Hoy quiero probar combinaciones de poderes. – Cortó la conversación Hummel. – Lily, Brittany... Poneros en el centro. Los demás sentaos. – Todos obedecieron las órdenes del chico. – Lily, quiero que te concentres en hacer tu cuerpo un aislante. Quiero saber si eres capaz de tocar a chispitas.
– ¿Qué? No, no, no... Me opongo. – Protestó la rubia mientras las luces parpadeaban.
– Tranquilizate, por favor. Puede que lo consiga. – Intervino la capitana de las Cheerios sujetando a la chica para que no se apartara. Todos contuvieron la respiración mientras la mano de Lily se acercaba a la cara de Brittany. En el momento en que la mejilla de la joven entró en contacto con Lily, ésta dibujó una sonrisa. Ella era la única que podía tocar a Chispitas y eso era algo mágico para ella. La rubia soltó un grito mientras la otra joven dejó escapar una lágrima de felicidad. Antes de que nadie pudiera reaccionar, la nueva integrante de New Directions se acercó y besó a Brittany en los labios. El beso duró varios segundos, a pesar de que se notaban los nervios de Pierce, la otra joven no recibía ninguna descarga. Cuando se separaron se miraron a los ojos con una sonrisa. La rubia estaba confundida. Tenía claro que a la que más quería era a Santana, pero estar con Lily le hacía sentir bien. Además de que con ella podía tener una relación normal. Se quitó un guante y buscó la mano de la otra chica que la aceptó sin protestar. El corazón de la rubia se aceleró, era una sensación que extrañaba, sentir la piel de otra persona durante varios segundos mientras le trasmite el cariño. Comenzó a dejar que las lágrimas salieran, no podía negar que había esperado por dos años a tener contacto con una persona y ahora era capaz de hacerlo, aunque fuera sólo con una persona.

Sin embargo, no todos estaban felices con esta escena. Santana estaba celosa. Quería ser ella quién tocase a Pierce. Pero sobre todo, no quería que nadie la besase. Cuando el entrenamiento acabó fue hasta su casa enfurecida. Su padre estaba allí y escuchó sus problemas.
– Hija, tienes que entender algo. Si realmente quieres a Brittany sabrás que para ella es lo mejor. – Dijo Luis.
– No, no lo es... ¿Y si es una de los malos?
– ¿Y si no lo es? Santana, escucha... Tu amiga lo está pasando muy mal porque no puede tocar a nadie y no creo que sea muy generoso por tu parte el que te enfades porque haya encontrado una persona inmune a su poder. Ella necesita ser querida. No siempre somos capaces de amar a quien queremos. A veces es mejor dejarla marchar para que pueda ser feliz. Tal vez tú deberías dejar a Brittany ser feliz... ¿O prefieres que esté sola y deprimida?
– Por supuesto que no...
– ¿Qué vas a hacer?
– Dejarla ser feliz.

Esa noche, Dani tuvo una reunión con Holly y Emma. Las dos profesoras estaban en el mismo bando que ella y necesitaban hacer unos ajustes a su plan ya que no estaba funcionando.
– Will no confía en mí. – Protestó la rubia. – Y tú la fastidiaste.
– No sabía que estaría formando un ejército de niños con poderes. De ser así no le habría rechazado.
– No es momento de pelear. Tenemos que acelerar el plan. No tenemos mucho tiempo. – Dijo la joven.
– ¿Crees que sospechan de ti? – Preguntó la pelirroja.
– No solo lo creo, lo sé... No me dejan acercarme. – Dijo la menor.
– Esto está mal... ¿Qué vamos a hacer? – Preguntó Pillsbury.

En otro lugar muy alejado, Brittany estaba tumbada en su cama, jugando con una bombilla. Deseaba controlar su poder cuanto antes, aunque ahora no tenía tanta prisa, eso no hacía que lo dejase de intentar. Alguien llamó a la puerta y le dio permiso para entrar.
– ¿Podemos tener una charla de hermanas? – Preguntó Stephanie.
– Por supuesto... ¿Qué quieres saber?
– ¿Lily o Santana?
– ¿Qué?
– ¿Cuál te gusta?
– Estoy confundida. Santana es... Perfecta. Sus ojos son tan bonitos, además de su sonrisa. Es muy sexy y fuerte. Me vio cuando nadie más lo hacía y me salvó de ser secuestrada. Me ha ayudado a controlar mi poder y con ella he pasado los mejores momentos de mi vida... Pero Lily es alguien que me entiende y me quiere. Me demuestra su cariño y apoyo. Veo que le gusto, no lo esconde y me hace sentir especial. Con ella mi relación sería más normal ya que no hay riesgo de que la dañe... Las he besado a los dos y han sido dos besos magníficos y especiales... No sé que hacer... ¿Algún consejo de hermana?
– ¿Has besado a Santana? ¿Estás loca? Prométeme que no lo volverás a hacer. ¿Has pensado en las consecuencias? ¿Qué habría pasado si la llegas a matar?
– No lo pensé, sólo actué.
– Alejate de Santana y acercate a Lily. Te lo digo por el bien de todas. Si de verdad la amas, debes querer su bien y eso es que te alejes de ella.