FanFic Klaine — Stay — Capítulo #8.

Nota de la autora: Esta historia contiene bastante lenguaje inapropiado. Ya están advertidos xD


  Chapter 2.

Kurt no hace ningún intento de iniciar con la apuesta en los días siguientes, a menos que le llame la atención dejando que sus ojos se detengan sobre Anderson cada vez que lo ve pasar por delante de su puerta por la mañana.

Cosa que no debería hacer.

Él cree que estas cosas llevan su tiempo, como dicen, la paciencia es una virtud. Las cosas buenas vienen a aquellos que esperan.

Pero Kurt quiere entenderlo. Tiene que averiguar realmente quien es Anderson, averiguar que le gusta, averiguar lo que necesita. Él va a llegar ahí pronto.

Sebastian se queja, y en general trata todo el asunto a la manera Sebastian Smythe. Se queja de que Kurt está tardando demasiado tiempo y que quiere el dinero de Santana. Lo que Kurt encuentra ridículo, teniendo en cuenta que la cantidad de dinero que Santana había gastado con Sebastian en los últimos años es mucho mayor que un Grant de cincuenta dólares. Pero Sebastian dice que es un asunto de 'principios'. Pero Kurt no ve ningún principio en seducir a un virgen religioso.

Así que Sebastian, unas dos semanas después, decide tomar el asunto por sus propias manos. Los dos están yendo al gimnasio, algo que Sebastian insiste en que es una actividad de unión, lo cual es ridículo porque se ven todos los días. Pero sin embargo, de alguna manera se las arregla para arrastrar el trasero de Kurt fuera de la cama todas las mañanas.

En un viernes por la mañana, ambos, Kurt y Sebastian, detectan a Anderson al instante sentado en la escalera de emergencia. No es raro verlo ahí, Kurt prácticamente ha visto a los católicos salir temprano en sus bicicletas para difundir la buena palabra a la buena gente de New York.

Por lo general, sólo caminan al gimnasio y ni si quiera se miran el uno al otro, pero esta vez Sebastian se detuvo.

"Hola", sonríe Sebastian, acercándose a Anderson y sólo se invita a sentarse.

Típico de Sebastian.

"H-hola" Anderson tartamudea, mirando a Sebastian con los nervios positivamente arrastrándose sobre sus facciones. Kurt no lo culpa, él entiende como puede ser Sebastian de intimidante con las otras personas. Si no fuera por él Kurt probablemente sería como Anderson.

"¿Qué estás leyendo?" Sebastian pregunta, mirando por encima del hombro del muchacho.

"S-sólo estudiar. Es agradable aquí" Anderson sonríe débilmente, cierra la tapa para deleitarse con las letras escritas en oro sobre el cuero marrón.

La Biblia.

"Genial" Sebastian dice casualmente, a pesar de que es probablemente la cosa más lejana en la mente de Sebastian. Para Sebastian besar a ese sujeto anoche sobre la cocina era genial. "Así que ¿qué es lo que realmente haces durante el día?"

"Um, bueno, le decimos a la gente acerca de nuestra iglesia, sobre la palabra del Señor… A veces, para ayudar a las personas a encontrar su camino, a veces para servir de inspiración y, a veces la gente sólo quiere saber que hay un poco de esperanza en este mundo"

Kurt mira a Sebastian con los brazos cruzados sobre el pecho. No permitiría que este muchacho, vestido con una camisa, unos pantalones negros, lazo negro y con la Biblia en la mano se sienta confuso en su corazón. Especialmente mientras está hablando acerca de Dios.

"Bueno, ya sabes Kurt y yo a veces tenemos problemas para encontrar nuestro camino y nos hace falta un poco de inspiración en nuestras vidas, ¿podrías venir y hablar con nosotros alguna vez?"

Kurt está a punto de golpear a Sebastian. ¿Qué demonios le pasa a este hombre?

"¡Sí!" Anderson dice con entusiasmo: "Si están interesados en esto ¡sería genial!"

No es que Kurt no quiera que los amantes de la Biblia estén predicando en su casa acerca de la palabra del Señor, pero no puede negar que el entusiasmo de Anderson es muy lindo. La forma en que sus ojos se iluminan y la sonrisa saca hoyuelos en sus mejillas, Kurt solo quiere besar su rostro. En todas partes de su cara. Cada centímetro.

"Sería muy bueno, ¿verdad Kurt?" Sebastian pregunta, mirando la torpeza de Kurt que se perdió en el pensamiento de cómo sería arrastrar una línea de besos a lo largo de la mandíbula de Anderson. 

"Sí, claro," Murmura Kurt, "¡Súper genial!"

"¡Asombroso!" Sonríe Anderson saltando de su asiento. "¿Cuándo quieren venir?"

"Bueno, si no estás ocupado ahora a Kurt le gustaría conocer tu opinión al respecto. Suena mucho mejor que el gimnasio"

En realidad, Sebastian, no. Por una vez, no suena mejor que el gimnasio.

"¡Genial! ¡Voy a buscar a Harwood!"

Prácticamente entra en el departamento 1J con saltos en sus pasos y una sonrisa en su rostro. Kurt sin embargo quiere golpear a Sebastian en la cara.

"¿Qué diablos?" Él dice, agarrando a Sebastian por el codo y tirándolo contra la puerta de su departamento.

"¡Amigo, tengo un montón de dinero en esto y tu y yo necesitamos ver más acción! Me iré a casa ahora, dile a Santana ha, ha de mi parte"

"Eres un idiota, ¿lo sabías?"

"Duh"

Una hora más tarde, o tal vez dos años, o podría haber sido todo el puto día para Kurt, Anderson cierra su Biblia con una sonrisa enorme en la cara y mirando como si acabara de presentar su proyecto de ciencias de octavo grado.

"Así que, ¿alguna pregunta?" Él dice alegremente, mirando a Kurt y Santana.

Santana salta directamente ahí, como si lo tuviera todo ensayado. "Sí, ¿cuál es la postura de los católicos sobre los negros? ¿Y qué sobre los hispanos?"

Típico.

"Bueno, los miembros afroamericanos han podido ser sacerdotes desde 1978"

"¿Y las mujeres?"

"Las mujeres no pueden ejercer el sacerdocio, deben casarse y ser madres y compartir su bendición"

"¿Qué opina su iglesia sobre los derechos gay?" Kurt corta en forma abrupta, causando un ceño fruncido en Harwood al instante.

"No existe tal cosa. Gay y derechos no pertenecen a la misma frase" Él prácticamente escupe, tratando de mirar todo menos a Kurt y Santana.

"Oh, ¿pero hétero y derechos si van de la mano?"

"Sí" Harwood dice con enojo, mirando a Kurt. "Dios odia a los gays, es tan simple como eso"

"¿De verdad vas a entrar a mi casa a decirme que Dios odia a los homosexuales?" Kurt se inclina hacia adelante en su silla para mirar a Harwood.

"Sí, lo haré" Él autor cuestiona, inclinándose demasiado adelante.

La tensión es tan gruesa, que las capas de aire en la habitación son como una nube casi sofocante para Kurt. Bueno, eso es hasta que una voz aparece.

"¡Y a los franceses!"

Harwood y Kurt se vuelven para mirar a Anderson, quien ahora se inclinó hacia adelante para unirse a la batalla, con una sonrisa torpe en su rostro.

"¿Dios odia a los franceses?" Harwood murmura, levantando la ceja.

"Todo el mundo odia a los franceses". Él se ríe entre dientes, tratando de disminuir la tensión.

Kurt y Harwood no dijeron una palabra, pero Santana no puede dejar de reír. "¡Esa fue buena Anderson!"

Pocos días después de la 'torpe reunión católica', llamada según Kurt, él se encuentra mirando por la mirilla de la puerta con nostalgia. No de una manera espeluznante, no de una manera acosadora, de hecho, él no tenía ninguna intención de incluso echar un vistazo a Anderson, pero es un golpe de suerte cuando ve al niño caminando a la lavandería. Kurt figura que este es el momento perfecto para tantear el terreno.

Lanza alguna ropa a su canasta, que de por sí, ya está limpia de la carga que hizo el otro día, pero a él no le importa. Es por la búsqueda de sexo ¿no?

"¡Hola!" Kurt sonríe feliz mientras abre la puerta a la lavandería encontrando a Anderson llorando sobre una lavadora.

"Mm ¿qué?" Él se mueve, levantando la vista rápidamente y secándose las lágrimas.

"Wow amigo ¿estás bien?" Kurt pregunta caminando hacia Anderson.

"No es nada"

"Si algo está mal puedo volver más tarde", dice Kurt deseando llegar y colocar una mano sobre su hombro.

"No, está bien, solo hecho un poco de menos mi casa, no pude dormir muy bien" Murmura, ahogando un bostezo y empieza a tirar su lavado en la máquina.

"Oh lo siento, eso apesta"

"Mm, está bien" Anderson se encoge de hombros.

"¿Puedes… llamarlos o algo así?"

"No" Anderson se ríe en voz baja: "Trato de independizarme o algo así"

"Ah" boquea Kurt: "¿Dónde me inscribo?"

"No te burles" responde Anderson no solo mirándolo a los ojos, sino también con una pequeña sonrisa en sus labios. "Pero es difícil. Extraño a mi mamá. Dicen que el mejor amigo para un niño es su madre"

Kurt está bastante seguro de que la frase correcta es 'el mejor amigo para un niño es su padre', pero él lo va a dejar así por el momento. "Si, eso debe ser duro. Extraño a mi papá también, pero ya sabes… puedo llamarlo. ¿De dónde eres?"

"Ohio"

"¡No puede ser!" Kurt sonríe: "Yo soy de Lima"

"Eso es grandioso" Anderson sonríe a cambio: "Bueno, yo creo que vivir en Ohio es grandioso de todos modos. Cuando estábamos en Dalton..."

"Espera, ¿Dalton?" pregunta Kurt, dando un paso más cerca de Anderson, "¿La escuela católica Dalton?"

"Sip, la misma" Él responde sonriendo. "¿La conoces?"

"Si, bueno, no. Mi amigo Sebastian fue como por dos semanas hasta que lo expulsaron" Kurt esperaba que Anderson no le preguntara el porqué. No lo hizo.

"Oh, eso - eso suena terrible. Nosotros acabamos de graduarnos"

"Eso es genial" Kurt dice sonriendo: "Pero hablando sobre ustedes, tengo una pregunta. ¿Por qué todos se llaman por sobrenombres? ¿O Anderson es tu nombre?"

"¡No!" Anderson se ríe, como si fuera una de las cosas más divertidas que jamás haya escuchado. "No, así nos llamaban en Dalton y creo que nos quedó, Anderson es mi apellido"

"¡Oh!" Kurt dice lentamente, como si hubiera descubierto el acertijo más difícil del mundo "¿Cuál es tu nombre, entonces?" Kurt sonríe y dice casi susurrando, "¿Cómo te llamas?"

"Bla..." Anderson dice torpemente, rascándose la parte posterior de su cuello. "es Blaine. Mi nombre es Blaine"

"Blaine" Kurt dice en voz baja, dejando que las letras salgan de sus labios, "Blaine... me gusta"

Ambos se miran el uno al otro durante un minuto, o tal vez dos, y es como si hubieran quedado atrapados.

"Um - mm - de todos modos" Blaine tose, evitando su mirada y pone la atención de nuevo sobre su ropa. "Eres Kurt ¿cierto?"

"Sí, Kurt Hummel es mi nombre" Kurt levanta la ceja, inclinando la cabeza para estudiar el perfil de Blaine. Esa mandíbula cincelada, la nariz de botón pequeño, esas pestañas largas... este chico está volviendo loco a Kurt, y él lo sabe.

"Lindo nombre" Blaine sonríe.

"Soy una buena persona..." Kurt dice casi seductor, avanzando tan cerca de Blaine que casi se tocan.

"¿Lo eres?" Blaine sonríe en respuesta, haciendo que el corazón de Kurt se detuviera.

¿Podría ser tan fácil? ¿Podría realmente conseguir todo lo que quiere con tanta rapidez?

"Sí" dice Kurt. "Aunque... a veces, puedo no ser tan bueno..."

Kurt extiende una mano para tocarlo, un toque ligero como una pluma en el brazo del otro chico, dejando que sus dedos se arrastren sobre la piel lisa, dura, que se estremece bajo su contacto. Y con eso, Blaine retrocede, alejándose de Kurt tan rápido que el chico castaño ni siquiera tiene la oportunidad de parpadear.

Se mueve tan rápido que es como si ni siquiera estuviera, y ahora la mano de Kurt está simplemente colgando en el aire, sin tocar nada, pero la brisa fresca que pasa por encima de su piel es casi como fuego.

"Eh, bueno, mejor me voy" Blaine tropieza, recogiendo sus pertenencias y ajustando el temporizador de la lavadora.

"B-bien?"

"Nos vemos más tarde, Kurt", murmura mientras se desliza fuera de la habitación, dejando dicho castaño de pie; quemado.

"Adiós, Blaine", susurra a nadie, observando el espacio en el que Blaine estaba y ahora se siente más solo de lo que se ha sentido en toda su vida.

Él tiene que conocer a este muchacho.