[FIC BRITTANA] Beside You - capitulo 18, actualización 25/01/15

YUUUUP! ¡AQUI YO OTRA VEZ CON UN FIC NUEVO! bueno, este lo estoy escribiendo yo, como los otros tres que tengo,

Mas que mi mejor amiga [MQMMA]

More Than Words [MTW]

&

Mi Adición Eres Tu. *promocionando ah*

bueno, les invito a leer la sinopsi y que me digan que tal, para asi subir el capitulo uno, uds me dicen, RECUERDEN COMENTAR!





SINOPSI || BESIDE YOU

Santana es una chica de dieciocho años que pasa por su última etapa en el instituto, es amable, graciosa, carismática, simpática, todo es genial en ella, excepto su ambición, cuando ve algo que le gusta, prenda de ropa, comida, zapatos, o una chica sexy, hasta incluso una chica fea, si le gusta, o le atrae, su ambición no puede ser controlada, y esa prenda, comida, zapatos, o chica sexy o fea, debe ser suyo.

Tan sólo una cosa;
Ni la edad.
Ni la ley.
Ni el trabajo.
Ni el dinero.
Ni sus padres.
Ni sus amigas
Ni nadie.

Le prohibirá, o le echará atrás tener a su profesora entre las piernas.

siguelo por favorrrr      

Tienes que seguirlo y poner el capitulo cuanto antes!

hoooo,.. me encanto síguelo!!!

Continualo :D

Ya sube un capítulo!!! Me gustaría que Britt fuera mayor o algo así osea no solo poquitos años por lo menos unos 10 mas.

Se ve muy interesante!

Dale siguelo :)

BESIDE YOU || CHAPTER 1 || NUEVOS PROFESORES.



--

Era otro maldito lunes en el que Santana tenía que madrugar, ella odiaba madrugar, y lo odiará toda su vida. Las estúpidas normas de su madre la tenían atada de pies a cabeza en todo lo que hacía, o al menos, eso pensaba su madre. Cuando Santana estaba en casa, era completamente educada, hacia lo que sus padres le mandaban, y cuidaba de su hermano Daniel cuyo niño era su vida.

Daniel tiene doce años, está en sexto, y cuando el padre de Santana viaja, se suele llevar a su madre, o su madre trabaja en la tienda de tintorería hasta tarde, por lo que, Santana tiene obligaciones de cuidarle las horas que ellos pasaran fuera, llevarle a las clases, las clases extra escolares y hacer todo lo que el necesitaba. El era un niño sencillo, educado y amable, aunque también con muchos problemas. Su hermana, era heroína, su ídolo, su mundo, si algo le pasara a su hermana, él no podría soportarlo.

Santana se levantó de la cama, y se miró en el espejo, levantando su camisa, dejando ver su abdomen en el espejo, lo acarició y se estiró.

-Qué asco de lunes. -Dijo, rechistando su primer día de clase pero último año de instituto, cosa que en parte le hacía estar triste y feliz.

A Santana no le hacía gracia dejar el instituto, ya que sus mejores amigas, iban a la universidad y ella debía estar a cargo de su hermano aún que no viviera en casa, seguramente tendría que seguir a su cargo, y la tienda de su madre. Alison y Ashley se empeñaron en irse, y aunque a Santana no le hacía gracia debía aceptar que ella iba a quedarse en Los Ángeles, y sus amigas viajarían a California, o New York para estudiar en una cotizada universidad mientras ella se quedaría en casa con un trabajo de mierda y probablemente sola.

Ella, abrió su armario y sacó ropa, como siempre, uno de sus vestidos casuales, esta vez era blanco, y rosa, y con los tacones a juego color blanco, ajustado a su cuerpo y a sus curvas.

Su madre, no hubiera permitido que su hija se vistiera así siendo tan cristiana, pero al ya tener diecisiete a punto de cumplir dieciocho, Santana tuvo que pasarse un mes convenciéndola de que los pantalones largos le hacían pasar mucha calor, e incluso en verano.

Se vistió, pero sin pintarse, peino su lacio cabello, y lo rizó, después preparó los libros y los metió en el bolso, bajó las escaleras, aun con sueño en la mirada y caminando como zombie, vio a su familia, padres e hermano a punto de desayunar frente la mesa.

-Buenos días, Cariño, siéntate a desayunar. -Santana, hizo lo que su madre, Esther le dijo, porque si se lo negaba era capaz de ponerse a llorar y preguntarle a dios, (si es que existía) porque había tenido una hija tan desobediente, por mínima cosa le preguntaba a dios porque, y yo también me preguntaba porque.

Santana se sentó en la mesa, y espero a que el desayuno estuviera listo, y que todos estuvieran en la mesa y listos para el desayuno; y para hacer la estupidez esa de bendecir la comida que no servía de nada. Esther, se sentó en la mesa, Daniel y Santana en un lado de la mesa, y John el padre de Santana y Daniel junto Esther en el otro lado de la mesa.

Los cuatro se cogieron de las manos, y su madre comenzó a hablar bendiciendo la mesa, la comida, y más estupideces sin sentido que Santana estaba deseando dejar de oír cuando se fuera. Santana por dentro maldecía la comida, ya que con eso podía probar que bendecirla no servía de nada, ella odiaba hacer todas esas mierdas que su madre hacía, pero de todos modos, era su madre y el respeto que tenía hacia ella era inmenso.

Era su madre, y era de entender que aceptara a hacer cualquier cosa por ella, hasta los dieciocho.

-Señor, te damos las gracias por poder darnos el placer de disfrutar estos alimentos, y por habernos dado esta hermosa vida, todo es gracias a usted. Amén. -Término, y todos hablaron y dijeron antes de callar;

-Amen. -Dijo toda la familia a la vez, y en silencio se pusieron a desayunar, Daniel, volteo su mirada y vio el boso lleno de libros de Santana en el suelo, y sonrío al recordar que era el último año de su hermana.

-Mamá, hoy es el último año de Santana en el instituto, ¿No vais a decirle nada? Yo estoy muy orgulloso de ella. -Acaricia el brazo de su hermana, y ella le dedica una amplia sonrisa besando su cabeza al mismo tiempo.

-En la mesa no se habla, tan solo se come. -Ordena Esther, y Daniel agacha su cabeza, sigue comiendo el Bacon y los huevos revueltos que su madre había preparado para desayunar.

***

La familia término de desayunar, y se retiraron de la mesa, John preparó su maletín, y le dio un beso a Esther en los labios para despedirse, Santana, esperaba a Daniel en la puerta, ya que está preparando su almuerzo para la escuela, y también esperando a que su padre se despida de ellos como todas las mañanas los trescientos sesenta y cinco días al año, menos veinte días que se tomaba de vacaciones.

-Daniel, me voy a ir ya, si no te das prisa tendrás que coger el autobús. -Grita la morena desde el portal de la casa, y Daniel corrio rápido, tan rápido que cayó de boca al suelo. -¡Daniel! -

-No, no, estoy bien, vámonos. -Dice poniendo una falsa sonrisa mientras sacudía su uniforme de la escuela. Santana sintió un pequeño disgusto en su estómago al mirar la mirada de su hermano tan triste, por aquel golpe que se había dado.

-No, déjame ver. -Ella se arrodilló, dejando su bolso en el suelo, y levantó la barbilla de Daniel.

-No es nada San, ya sabes, soy muy torpe. -Dice Daniel rascándose la cabeza.

-Madre mía, ten más cuidado, podrías haberte abierto de nuevo la barbilla. -Santana pasa el brazo sobre el cuello de su hermano y lo llevó hacia el marco de su puerta, cuando John apareció colocándose la corbata y sacudiendo su chaqueta formal azul marino de trabajo.

-Hijos, hoy volveré tarde, debo coger un vuelo a San Francisco y mamá estará aquí a las nueve, debe hacer unos recados, os traeré un regalo, lo prometo. -John besó la cabeza de Daniel y la mejilla de Santana.

-Está bien papá, no importa. -Santana torció los labios John, su padre, abrió la puerta para marcharse.

-Tenéis dinero en la encimera de la cocina, San, compra la cena y hazla, y acuérdate de llevarle a las pruebas del futbol a las seis y media. -Santana asintió obediente como siempre y el atravesando la puerta se marcha con prisas, Santana revisó su bolso para asegurarse de que llevaba todo lo que necesitaba encima y alzo la mirada.

-¿Nos vamos? -Pregunta la mayor, y abre la puerta para que su hermano y ella salgan.

Caminan por la acera hasta llegar al coche de Santana, el Mercedes Benz que le regaló su padre cuando cumplió dieciséis años, ellos montan y arrancan el coche.

Santana conduce hasta la escuela de su hermano, que está a máximo veinticinco minutos de casa, y de la escuela al instituto no habían ni cien metros de distancia. Santana aparco enfrente de la puerta de la escuela, donde todos los niños pequeños y de la edad de Daniel entran felices, Santana mira hacia Daniel y le dedica una sonrisa nerviosa.

-Pásalo bien pequeño, buena suerte. -Le deseó la mayor al pequeño, ya que cada año sus compañeros le rechazaban por los problemas que tuvo. Esta era la quinta vez que hacia traslado a una escuela y cada vez era más lejos, aún que a Santana no le importaba no le gustaba dejar a Daniel tan lejos, veía injusto que no pudiese estar en la escuela que Daniel quiere, si no en una privada con más vigilancia en los pasillos y baños con profesores, una escuela en contra de la violencia.

Para suerte de Santana, ella siempre ha sido una chica querida, y popular, porque a pesar de que es lesbiana, la gente la respeta por el hecho de ser la chica más maciza de todo su instituto.

Daniel, abrió su mochila y sacó un dólar junto una manzana roja y se la entregó a su hermana, -Toma, ten suerte en tu primer día. -Santana acepto la manzana, pero el dólar de lo devolvió a su hermano pequeño.

-Muchas gracias, en cuanto llegue la pruebo, ahora vete y gasta ese dólar en alguna gominola. -El pequeño asiente, y sale del coche después de que la mayor le haya besado la sien y Santana mira como entra en la escuela.

Santana cuando ve que el pequeño está dentro, conduce rápido hasta su instituto, con un poco de suerte, sus clases no comenzaban hasta las nueve, y tenía una hora completa para estar con sus mejores amigas y hablar de lo que habían hecho durante todo el verano, Santana estaba ansiosa de ver a sus mejores amigas, cuya de ellas era la que mandaba, ya que era la S de las dos A, y sobre todo la favorita aún que no se menos preciaban y mucho menos había lider.

Santana se desplazó por la carretera con tranquilidad, y cuando vio el gran letrero torcido que rompieron los chicos de su clase el año pasado, giró y encontró aparcamiento justo cerca de la puerta, para su suerte, miro por la ventana viendo como la gente entraba y salía del edificio y se dio cuenta de que llegaba bien y tenía un rato para estar con sus amigas, la mayoría entraba y salía del edificio y' otros estaban sobre el césped comiendo algo y mirando libros, nadie parecía notar que el verano se había ido y que debíamos volver a la misma rutina de siempre. Parecía que a todos les gustaba esto de madrugar y sentarse sobre un pupitre mientras una vieja, arrugada y estúpida profesora hablaba sobre la muerte de los dioses griegos, o te explicaba donde se situaba cada parte del mundo y cómo funcionaban los mapas, o te decían las fórmulas de cuatrocientos números, o cosas sin sentido que Santana veía una tontería saber.

A Santana le importaba una mierda donde estaba Kenya, Con decir África le tendría que ser suficiente,no necesitaba saber más. O es lo que ella se decía todos los días cuando los profesores le comían la cabeza.

Santana odiaba a los profesores, si pudiera legalizar algo, sería que murieran todos y dejarán de comer cabezas, incluida la suya.

Santana estaba perdida en sus pensamientos, cuando un golpe en el capo de su coche la distrajo completamente de esos pensamientos estúpidos, y cuestiones de porque los profesores deben morir cruelmente.

-¡Saaantana...! -Ashley grita tras la puerta del coche de Santana, y Santana corrió saliendo del coche.

Desesperada, la morena abraza con fuerza a las rubias, y ellas le devuelven el gran abrazo, podría decirse que a Santana se le fueron un par de lágrimas al ver a sus mejores amigas y recordar que se iban a ir al acabar el curso, y sin embargo, este último año debía ser inolvidable entre ellas, y pasar el máximo de tiempo juntas.

-Mis putas... Os he echado de menos, decidme, ¿noticias frescas? -Pregunta la morena cuando, coge su bolso y cierra el coche, se sujeta a los brazos de sus mejores amigas y Alison es la primera en hablar.

-Nada nuevo, Ezra sigue con Aria, Mike sigue con Johanna, y no se, lo más interesante es que hay profesores nuevos, supongo que eso es bueno, los viejos y arrugados se han jubilado por fin, estos son más jóvenes, más enrollaos. - Santana frunce el ceño y mira a su amiga con rareza.

-Santana, habla en coña, hay que hacerle la vida imposible a los profesores. -Santana sonríe, al oír a Ashley decir eso, obviamente tenía lógica.

-Este año va a ser inolvidable. -Dice Alison, mientras caminan hacia a la puerta, y se paran frente ella para seguir con sus charlas de adolescentes de último curso.

-Bueno, Santana cuéntanos, ¿ha caído alguna este verano? -Ashley añade y Santana sonríe, y niega, haciendo el rostro de sus amigas se vuelva en decepción.

-Muy, muy, mal. ¿Cuánto llevas sin follar? Por lo menos ocho meses, dios Santana, eso es mucho joder. -Dice Alison provocando una risa entre todas, y Ashley se acuerda de algo que Santana debe saber.

-Oye, Tienes que ir a conocer a la nueva profesora, debe darte, unos papeles y, bueno supongo que presentarte, la verdad es muy simpática, pero va de lo que no es, como si fuera no se... Va de un plan que bueno, ay dios déjalo y entra. -Ashley se encoge de hombros, y Santana asiente, ella acaricia su melena, y saca el teléfono que está en su bolso.

-Bueno, acompañarme, ¿no? -Pregunta Santana cuando sus amigas niegan, y ella arquea una ceja, y como siempre, las insulta con todo el amor del mundo, -Zorras. -Santana camina hacia delante escuchando las risas de sus mejores amigas y traviesa la puerta del instituto buscando el aula 15.

Camina, buscando y cuando abre la puerta, ve a una chica joven, rubia, y muy sexy que hospedaba en la mesa del profesor con gafas para leer, mirando unos papeles mientras golpeaba la mesa con un lápiz.

Santana hace una flema, y llama la atención de la chica que está en la mesa sentada. -¿Dónde está la profesora de esta aula? -Cuando la atención de la rubia se vuelve hacia ella, levanta la vista, y lo primero que ve, son sus preciosos ojos azules, sin poder evitar poner una sonrisa al darse cuenta de lo sexy que era esa alumna o, lo que fuera...



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aqui esta el primer capitulo del nuevo fic *-*, espero que os haya gustado, y que comenteis.

este fic es completamente WANKY, osea, pero solo tendréis que esperar un poco y sobre todo, comentar, será largo, no corto, así que bueno, el lunes tendréis el siguiente capitulo, solo si me dejáis muchos comentarios. MUCHOS MUCHOS! VAMOS VAMOS!

hasta otra!

holap,...

amo a san la hija rebelde de la filia católica,.. va a estar buenísimo!!!
es el primer cruce con la profe???
linda relación con las amigas tiene san,...

nos vemos!!!

Me encantó! Espero el 2do capítlo!!

Actualiza más rápido y así todos felices y con tenis. <3
Saludos. :) xoxo

Anda no tarde y pon el segundo capitulo please!

*O* debes actualizar pronto!! Por favor

en espera del segundo cap

BESIDE YOU || CHAPTER 2 || MUCHA CONFIANZA



-¿Es que no la ves? -Dijo la rubia, mientras Santana no podía dejar de mirar sus preciosos ojos.

-¿Eres tú? Pero por dios, ¿cuántos años tienes? ¿Dieciocho? -Río Santana cuando rubia se levantó quitándose sus gafas de leer mientras sonríe mínimamente.

Caminó por la mesa y la rodeó, cuando estaba delante, apoyó su trasero en ella y cruzó brazos y piernas, cuales Santana no dejó de mirar con atención pero disimulación.

<>

Se dijo Santana a si misma mirando con mucha atención0 la falda de la tutora que llegaba por las rodillas y el escote que le hacia esa camisa blanca metida bajo su falda, y esas curvas tan bonitas de las que la morena se encaprichó enseguida.

-No señorita... -Levanta la mano para preguntar el nombre de la Morena chasqueando sus dedos.

-Santana Lopez. -Añade la morena, mientras su mirada viajaba por los labios de la profesora

-Señorita López, tengo veintiséis años, ¿le sorprende? ¿Demasiado joven para usted? - Le preguntó la rubia haciendo sentir intimidación a la morena.

-Lo que me sorprende es que estés tan buena. -Santana, tapó su boca con sus dos manos, su tutora carcajeo intentando no reir, al parecer esos cumplidos le gustaban aún que estuvieran fuera de lugar, le gustaba que fuese una joven tan bonita como Santana.

-No te preocupes, estoy acostumbrada, sólo que suelen ser chicos babosos, no chicas, la verdad no estoy acostumbrada a eso exactamente, -Río de nuevo, y Santana callada, con ganas de morirse en ese instante, esperó a que la profesora, ahora apodada como la sexy profesora, su, sexy profesora le diera los papeles y sobre todo... Su nombre.

¿De que serviría sentirse atraído por alguien sin saber su nombre?

-Oh, siento mucho si la he ofendido, no era mi intención, yo solo... -Santana, sintió una patada en el estómago, ¿qué estupidez acababa de decir? torció sus labios, cuando la rubia notó el nerviosismo de su alumna, no la había molestado, le había agradado un comentario tan positivo y poco baboso.

-No te preocupes por nada, mejor que nos llevemos con confianza, ¿no crees? Ya sabes, buen rollo, -Dijo la rubia con una sonrisa entre los dientes, y a la morena se le desató un pequeño, muy pequeño, ardor entre las piernas cuando la profesora dio un paso hacia ella, Santana sintió un impulso de avanzar otro y besarla, instinto lésbico. Así lo llamaba ella. Pero no solo era eso, Santana había notado señales donde no debería haber.

Pero dios, es su profesora y la acaba de conocer, pero... Joder con la profesora, como está.

<> Se dijo en sus adentros, y mordió su labio inferior a medida que notaba el calor de su profesora cerca.

-Por supuesto, con confianza todo es mejor. –Añadió la morena con nerviosismo, señala la mesa para que la rubia de le los papeles que venía desde un principio a buscar.

-Oh si, los papeles, se me ha ido total mente, aquí lo tienes, los horarios, notas informativas para los padres, y todas esas cosas, recuerda traerlas firmadas mañana. -Santana guardó los papeles en su bolso y salió por el marco de la puerta quedándose parada unos segundos, cuando se voltea y miró de nuevo a la rubia.

-Por supuesto, lo recordaré. -Santana le dedica una amplia sonrisa, sin apartar la mirada de los labios de su profesora, le preguntó, -¿Cómo te llamas? -Preguntó Santana confusa y arqueando una ceja.

-Llámame por mi apellido, Srta. Pierce, no me gustan las formalidades pero tampoco me gusta que los desconocidos sepan mi nombre, espera un poco, y te lo diré, cuando tengamos más confianza o cuando yo vea que crea que lo debes saber lo sabrás, así que espero que nos levemos bien Srta. Lopez. -Santana asintió y comenzó a caminar por el largo y ancho pasillo del instituto y, paró un segundo para hablarse a sí misma un segundo.

Santana, había sentido atracción por una profesora, ¿cómo era posible? ¡Era una profesora! Si se lo decía a sus amigas, pensarían que está loca y que es una chica a la que le gustan las viejas, Pero dios... Que profesora, y de vieja nada. Santana pensaba en las piernas de la chica a la que acababa de conocer y estaba fascinada de la forma en la que la había tratado, y estaba deseando volver a hablar con ella, si no se equivocaba la rubia, la señorita Pierce, le tiró indirectas, ¿Confianza? Oh dios, Santana por un momento se imaginó como seria verla desnuda sobre la cama, y como viajaría por su suave y blanca piel entre besos. Santana no tardó ni diez minutos en darse cuenta que se iba a tirar a su profesora, se había encaprichado y cuando ella se encaprichaba algo debía ser suyo.

Y ese era el gran defecto de Santana, es que lo que quiere debe ser suyo, y esa rubia debe ser suya, por lo menos... Una sola vez, y la morena iba a hacer lo posible para acercarse poco a poco, hasta poder montarse a horcajadas sobre la rubia y penetrarle con sus dedos hasta hacerla gritar.

***

Pierce, volvió a sentarse en la silla y volvió a mirar los papeles de clase, trataba de aprenderse el horario de memoria para no olvidarse de que tenía clases mayor parte de la semana menos el jueves que era el único día que libraba del trabajo, y que materias eran, porque con su mente de pez, se olvidaba hasta de su propio cumpleaños. Su teléfono vibró y ella lo ojeo un segundo, era Kevin, su ex novio pidiéndole perdón por haberle pegado una paliza, rogándole que volviera con él, cosa que Pierce tenia clara no acercarse a ese mamón más veces, y menos estaba dispuesta a recibir otra paliza más.

Kevin Salling:

"Brittany, siento mucho lo ocurrido, de verdad, por favor vuelve a casa, te echo de menos, dame una oportunidad más, no ves que somos como un puzle, no está completo sin ti, por dios, recapacita, ¿Quién va a quererte más que yo?"

Mientras Brittany leía el mensaje, pensó en esa última pregunta y frase, y ella pensó para sus adentros.

<< Alguien mejor que tú, tal vez una chica, y seguro que pronto. Mamon. >>

Se dijo, y siguió leyendo parte del mensaje que aquel hijo de puta que se la hizo pasar tan mal.

"No importa lo de Rachel, lo olvidaré, está olvidado, lo juro, siento ser tan celoso, pero por dios háblame, llámame, llevas dos meses fuera de casa y solo quiero saber si estás bien, comunícate conmigo."

Leyó Brittany una vez más, después de recibir ochocientos mensajes parecidos a ese, y entre otros mil doscientas llamadas. Bloqueo el teléfono y lo guardo en el cajón de la mesa, como siempre hacia, las palabras no le servían, y mucho menos un monumento de ella, dedicado a ella, le haría volver con el, no era normal la forma en la que le había tratado, y menos las últimas semanas, solo por besar a una chica.

Kevin estuvo saliendo con Brittany dos años y medio, eran felices e incluso estaban planeando tener hijos, una boda, y una casa algo más grande, pero los cuatro últimos meses fueron terroríficos para la rubia, el comenzó a volver borracho del trabajo y ella estaba acabando su master para ser profesora, ella pasaba el tiempo estudiando para los exámenes finales, y como a él no le gustaba porque la rubia no tenía tiempo de hacer lo que él decía, se la pasaba rompiéndole las hojas y los trabajos, e incluso pegándole de hostias hasta que accedía a tener sexo con él, llego al extremo de ser sexo sado, Brittany odiaba esas cosas, tan fácil era disfrutar del sexo sin dar golpes? al final, Brittany se tomó un fin de semana libre pero, Kevin tuvo que irse de viaje y Brittany quedó con Rachel, amiga íntima suya, Brittany ya llevaba tiempo dudando, y bueno, las dos bebieron y eso les hizo llegar a casa y comerse a besos, aunque entre ellas no había sentimiento.

Eso a Kevin, le rabió cuando las vio sobre el sofá, comiéndose los labios mutuamente, por lo que, Brittany acabó con el ojo hinchado y una bolsa de guisantes sobre él. Las hostias podía llegar a soportarlas, pero los puñetazos eran demasiado para ella, así que decidió irse de casa, y al acabar los estudios se mudó a LA, para trabajar ahí...

Quedaban veinte minutos para que el timbre sonara y los pasillos se llenaran de adolescentes descontrolados por la adrenalina y las hormonas, los chicos tirándole los tejos a las chicas, chicos ocultando su sexualidad e incluso chicas, empollones, matones, animadoras, jugadores de Rugby, o al menos esos eran los pensamientos que Brittany podría tener sobre los adolescentes.

Pero sin embargo, había conocido a cada alumno de su clase, pero la que más le había extrañado habla sido la de Santana López.

Brittany sonrió para sus adentros al recordar a Santana tapándose la boca al decir algo incorrecto, y que Santana pensara que ella no era lesbiana era bueno para ambas y para todos.

Entre ellas hubo tensión sexual, y eso Brittany lo sabía o al menos era lo que ella había notado. Pero también sabía que estaba mal sentir eso por una alumna, y más cuando la acabas de conocer.

Lo que Santana no había notado es que Brittany no era lesbiana pero era bisexual, y también que era demasiado mayor para una chica de diecisiete para dieciocho.

Brittany se olvidó por completo de todo al escuchar en la mesa vibro a causa del teléfono guardado en el cajón, ella lo abrió de nuevo y leyó el mensaje que salía en pantalla, este no era como el otro, era diferente.

"Zorra de mierda, contéstame los PUTOS mensajes, ¿Qué pasa estas ocupada comiéndole el coño a tu amiga? Más te vale responderme el mensaje, joder, ¡JODER! Brittany, respóndeme."

Brittany lo ignoro completamente, y fue a mirar otras cosas, como fotos, de sus viajes, y entro otros borraba imágenes que tenía con el estúpido de su ex novio.

El timbre inundo el instituto haciendo a Brittany votar del susto, por lo que rápidamente, cuando escucho los pasillos llenarse de adolescentes, guardo su teléfono en el cajón, y puso las hojas a un lado cuando vio a los alumnos entrar, a cada uno de los que había conocido minutos antes.

Todos asignaron su sitio, y Brittany pasó la mirada por toda la sala para encontrar a Santana, pero no la veía, así que se volteó, pensando que no podía hacer nada si ella se había escapado para saltarse el primer día de clase, cogió un rotulador y escribió su nombre en la pizarra.

-Bueno, yo soy nueva este año, pero intentare hacer lo posible para que estéis cómodos, -

-Más cómoda estarías arrodillada en mis piernas. –Añadió el chico de la última fila. Brittany le sonrío amablemente y se quitó las gafas, y con ironía, añadió;

-No voy a ser mala, y voy a olvidar eso que has dicho porque es el comentario más estúpido que he escuchado nunca, ¿Sabes? Decirlo delante de todo el mundo resalta tus propias inseguridades. –Brittany sonrió, y el cerró la boca avergonzado. Señaló a todos los alumnos y escuchó la puerta abrirse, viendo a tres chicas entrar, entre ellas Santana. -Espero que aprendáis a respetarme porque, desde… -Miró a Santana unos segundos, y le costó volver a su frase, cuando sintió como en esas películas que entraba el chico guapo en cámara lenta y le daba el viento en el rostro. –Desde luego… yo si lo haré y quiero llevarme bien con cada uno de vosotros. -

Cuando Santana pasó por delante, le guiñó el ojo a su profesora, y la rubia la ignoró olvidando la imagen que había tenido en su cabeza, esperando que se sentará delante para verla mejor, paro, por mala suerte de ella, Santana, y las dos chicas que la acompañaban, Alison y Ashley se sentaron al final del aula. Pero Santana no era tonta, y cogió la mejor vista para que cuando la tutora se volteara pudiera ver ese culito tan duro y bonito que en su mente había imaginado desnudo tan rápido.

-Llegáis tarde, ¿Podéis darme una pequeña excusa para no sacaros fuera? -La profesora se había puesto borde, pero su tono de voz no lo era, Santana suponía que sería por ella la tranquilidad en su voz, su mirada amable, ella pensó que sería imposible, pero le daba igual. Era lo que Santana quería.

-Estábamos, en el baño. -Añadió Ashley, Pierce se volteó hacia la televisión eléctrica para escribir todas esas mierdas que a Santana no le importaban, pero por fin Santana le pudo mirar el culo, y como ella pensaba, duro y precioso, la falda se ceñía de una manera perfecta a la rubia que había comenzado a explicar, pero, Santana a pesar de su buena vista, lo quería desnudo.

-Bien, sacar los libros, comenzaremos por el tema cinco, ¿Alguien puede leerme que dice? -

***

Las horas pasaron, y Brittany lo estaba pasando genial, enseñando ya que era lo que le llenaba, pero por razón alguna no podía sacarse de la cabeza a Santana, a última hora, le daba clase, y Santana tampoco dejaba de mirarle.

Brittany sabía que estaba mal, y estaba muy mal, podía meterse en líos si se pasaba de la raya, por lo que solo quería observarle, ella pensaba que Santana era muy joven para ella, y que era demasiado para una mujer como Brittany, no se podía comparar la edad, se iba de las manos si Brittany hacia algo, por lo que decidió ser discreta y no decirle ni hacer absolutamente nada, y aguantando, y disfrutando cuando Santana llevase vestidos cortos.

-Bueno chicos, faltan cinco minutos y antes de que os vayáis como motos, me gustaría pediros algo. -Todos los alumnos, incluida Santana, miraron a la profesora, esperando a que hablara. -Busco un ayudante, si, bueno soy nueva y sé que debería apañármelas sola pero bueno, si a alguien le gustara ayudarme, lo aceptaré con los brazos abiertos. –Dijo con una amplia y dulce sonrisa.

Nadie dijo nada, pero Santana estaba punto de decir que ella quería ayudarla, a lo que fuese, pero pensó que sería mejor esperar a que nadie se ofreciera, y decírselo cuando acabase la clase y todos se fuera.

-¿Una ayudante? ¿Para qué? Como si no fuese suficiente comernos la cabeza todos los días, como para ahora estar más rato con ella, acabamos de empezar y ya no me cae bien. –Susurra Alison, que estaba a la derecha de Santana, entre risas.

-Los profesores son irritantes, ¿Quién va a querer pasar rato con ella? -Santana de brazos cruzados, no dice nada mientras escucha a su amiga rechistar.

-¿Nadie? Bueno. -Añadió Brittany recogiendo sus cosas con una pequeña sonrisa, en parte le había gustado que nadie se hubiera presentado voluntario, pero debía seguir los consejos que le dieron sus amigas de la universidad. A demás de ser joven, debía hacerse respetar pero tampoco quería que los alumnos la odiaran.

El timbre inundó los pasillos y todos corrieron por la puerta, Ash y Ali recogen tranquilas mientras que Santana sigue en la misma posición, mirando a la profesora, y con las piernas cruzadas, Ashley toca el hombro de su amiga, y ella sacude la cabeza olvidándose de la nube donde se había montado.

-Ir vosotras, ahora salgo yo. -Dijo Santana, volviendo a la misma posición cuando Ali habló;

-¿Vendrás con nosotras a tomar algo hoy? -Habló su amiga, pero la morena le ignoró, y la otra rubia chasqueó sus dedos para que atendiera y dejara de estar en la nube.

-Tengo que llevar a Daniel a las pruebas de futbol, pero lo intentaré. -Ashley se quejó, Santana siempre hacía lo mismo, les daba plantón o simplemente se olvidaba de ellas, pero su hermano era primero, y será primero en el que piense.

-¿Ya comienzas con las largas? -Santana se encogió de hombros, y las dos A, comenzaron a caminar y salieron por la puerta, Santana sin recoger sus cosas, caminó hasta la puerta, la cerró, dejándose encerrada con su profesora dentro Brittany lo notó enseguida.

-Puedes dejar la puerta abierta, no va a entrar ningún monstruo, y hace calor. -Burló su profesora, Santana rio maliciosamente, se plantó frente la mesa de Brittany y apoya las manos en ella.

-Yo seré tu ayudante, -Brittany torció las comisuras de sus labios y se encogió de hombros.

-Genial, ¿Empiezas hoy? -Santana no dejaba de sonreír, tenía esa sonrisa maliciosa que pone cuando desea algo, y en este caso deseaba a su profesora.

Santana, no es una chica que tarde en decidirse y esta vez ha tardado menos de lo normal, si tarda poco esta vez ha sido más rápida, tiene ganas de probar el coño de su profesora, de conocer su sabor, de saber cómo son sus gemidos, y probar todo tipo de cosas con ella. Ahora mismo, si la madre de Santana supiera todos los pensamientos sucios que su hija estaba teniendo, la encerraría en un manicomio.

-Debo irme a las seis, puedo ayudarte con lo que sea que necesites, hasta que me vaya, -Brittany asintió y cogió sus libretas, hojas, bolso y móvil lleno de mensajes pero los ignoró, no le apetecía leer las mierdas que le echaba en cara el hijo de puta de su ex. -Espero no, entretenerme mucho. -Santana trató de mandarle indirectas a su profesora, y obviamente ella las captó muy bien, pero optó por cambiar de tema.

-¿A dónde tienes que ir con tanta prisa? -Dijo tratando de cambiar el tema con su alumna.

-Llevo a mi hermano a las pruebas del futbol, quiere buscar algo donde encajar. -Brittany, señalo las cosas de Santana, y ella fue a recogerlas.

-Oh, así que eres hermana mayor, ¿Le das palizas a tu hermano? -Santana frunció el ceño y cogió su bolso, y caminó hacia ella, esta vez no sonríe, no le hacía gracia, nadie podía hablar de Daniel sin su consentimiento, ¿Dar palizas? Santana sentía atracón por ella y sabía que no lo había dicho con ánimos de ofenderla, pero no le gustaba.

-Jamás le he puesto un dedo encima, y nunca lo haré, él es mi hermano pequeño, es mi mundo. -Santana miró el bolso, acordándose de la manzana, y de la sonrisa de su hermano al entregársela por la mañana, decidió comérsela cuando saliera.

-Me alegra oír eso, bueno vamos, lleva tu eso. -Señalo una pila de libros, y así hizo, las cogió y siguió a Brittany por el pasillo hasta llegar al departamento de Matemáticas.

-Lo dejo aquí, ¿Necesitas algo más? -Santana dio un paso hacia ella, y se volteo mientras revisaba unos papeles sobre su mano.

Brittany no se dio cuenta, pero quedó a distancia de beso con su alumna, cuando levanto la mirada, pudo sentir el aliento de su alumna chocando en sus labios, en ese momento hubiera deseado arrancarle los labios y con ellos la ropa.

Quería coger entre sus manos sus preciosos pechos, cuales encajaban perfectamente en ellas, morderlos y lamerlos hasta que quedaran duros, después lamer su abdomen y oler su perfume, después bajar un poco más, y poder hacerla gritar con su nombre.

-Necesito que hagas fotocopias de... De esto, por favor, cincuenta, y creo que no necesito nada más. -La rubia, se dio la vuelta ya que odiaba el color rojo en sus mejillas, ¿Cómo podía estar pensando así? ¿Cómo podía pensar así de su alumna? ¿Cómo podía sentir tanta atracción en tan poco tiempo? Debía ser broma o causa de un hechizo de magia



-Por supuesto Srta. Pierce, a sus órdenes. -Santana tomó los papeles que Brittany le entregó y fue por el pasillo hasta recepción para hacer las fotocopias, maldiciéndose a sí misma porque debía haberla besado.





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¡VAAAAAYA POR DIOS! ¿PORQUE NO SE HAN BESADO? PUTA VIDA :C BUENO, VEAMOS QUE PASA EN EL SIGUIENTE CAPITULO, DEJEN COMENTARIOS, SI HAY MAS DE 10, EL JUEVES SUBIRÉ OTRO CAPITULO.

VAMOS, COMENTEN Y DIGANME QUE TAL <3

Vaya tensión sexual con las chicas *--*
Ya quiero ver como sigue todo :)

Omg me ha encantado, acerca de tus otros fics todos los leo exceprp mi mejor amiga, soy fiel lectora asique no tardes tanto me encantan tus fics..

holap,..

bueno quien no diria esto,---> -Lo que me sorprende es que estés tan buena. si tienes a britt adelante jajja
para ser el primer día en la clase fue muy productiva para la tension sexual entre las dos,.. jajajaj

nos vemos!!!

¡¡wow!! Esos pensamientos wankys de las brittanas son tan asjaksjkasjajs Jajaja Bueno, nos leemos pronto Excelente cap

Buena trama!!! Espero tu actualizacion pronto :)

nueva lectora, excelentes capitulos, hasta pronto!