[FIC BRITTANA] Beside You - capitulo 18, actualización 25/01/15

Holaa!!!! Hace tiempo que no pasaba por aquí pero volví que tierna Britt :3 como trata a Daniel, actualiza luegoooo

noooooooooooooooooooooooo tu si que estas muyyyyyy mallllllllllll como lo dejas ahi????????????? estas bien en verdad?????????????? no te creas amo tu fic y espero pronto una actualizacion solo te pido un favor, no seas malita conforme actualizes cambiale el numero de capitulo al titulo asi se que ya actualizaste de lo contrario solo estoy checando para ver si actualizaste saludos y vuelve pronto

Madreeeee no lo dejes ahi! Espero que actualices muy pero que muy pronto jajaja ;)

Actualiza!!!! :'( por favor.

Naoomiheyarivera escribió:genial por favor no dejes nunca este fic espero tu proxima actualizacion besos

PD:¿ cual es tu nombre ?

No voy a dejar este fic! No te preocupes, he estado un poco liada con otros fics y este lo abandone por un tiempo, pero ya volví para no dejarlo, así que espero que disfrutes este nuevo caputlo!


Mi nombre es Paula, pero me llaman Paulita hope, o Paula Rivera, jajaja

3:) escribió:holap,...

ya me puse al día con los dos capítulos!!!!
me encanta,..me gusta que dany se lleva bien con britt,.. eso va a ser bueno para la relación de san y birt,..
para san son sus nuevas dos debilidades!!!,...
quiero ya el otro capitulo!!!

nos vemos!!

Según en que sentido mires la relación de Daniel y Brittany, no es buena, Brittany es la profesora de Santana, y si Daniel se entera, puede que lo mantenga en secreto por no hacerle sufrir a su hermana y a Brittany, o puede que lo cuente, y que ellas dos se metan en el mayor lió de sus vidas. Aun no se que voy ha hacer, yo solo escribo y voy pensando poco a poco, lo que pasará en el siguiente capitulo, lo que pasa en el futuro del fic aun no lo he pensado, pero espero que tenga un buen futuro y no se valla el fic a la basura, jajaja.

nos vemos!

Lauravm98 escribió:No no no! Como que la otra semana?! De por Dios ten algo de compasión! Jajaja pobre Daniel, estuvo bueno, San es bien tierna con Daniel! Jajajajajaja Britt es toda una chantajista Jajajajajaja

Bueno, la otra semana o puede que más... ¡Lo siento! Si bueno, es su hermano pequeño y debe tratarlo bien y mas despues de todo lo que el ha pasado es normal que se tengan tanto cariño y mas si ella le ha salvado.

Britt es una loquisha jajjaja, espero que te guste este nuevo capitulo, ¡saludos!

Amanda2070 escribió:Holaa!!!! Hace tiempo que no pasaba por aquí pero volví que tierna Britt :3 como trata a Daniel, actualiza luegoooo

hola! sabes yo tambien hace tiempo que no paso por aquix'D y tambien volví!


de Britt vimos poco, espera mas capitulos... y como trata a Daniel, bueno es adulta y obviamente es mucho mas diferente que una persona joven, tiene mas 'conocimientos' y mas madurez, por lo que bueno nose, ES MUY CUTE TODO!

Marcy3395 escribió:noooooooooooooooooooooooo tu si que estas muyyyyyy mallllllllllll como lo dejas ahi????????????? estas bien en verdad?????????????? no te creas amo tu fic y espero pronto una actualizacion solo te pido un favor, no seas malita conforme actualizes cambiale el numero de capitulo al titulo asi se que ya actualizaste de lo contrario solo estoy checando para ver si actualizaste saludos y vuelve pronto

tampoco lo dejé tan mal...

bue, yo amo que lo ames, y siento mucho haber tardado, y si le cambiaré el numero al capitulo, antes no sabia como hacerlo, y por eso lo dejé así, pero ahora que se lo cambiaré para que esten al tanto de cada vez que actualizo este fic o cualquiera de mis otros fics!

saludos!!

Wanky...❤ escribió:Madreeeee no lo dejes ahi! Espero que actualices muy pero que muy pronto jajaja ;)

pues no, lo siento mucho pero tardé mas de un mes en actualizar, asi que me disculpo y te dejo otro capitulo y bastante largo para compensarte a ti y a todos mis lectores! ¡saludos!

IFannyGleek escribió:Actualiza!!!! :'( por favor.

siento haber tardado en actualizar, me disculpé en cada comentario que respondí, y me vuelvo a disculpar, ahora actualizare mas, lo juro! Te dejo con este nuevo cap, espero que te guste, ¡saludos!




A CONTINUACIÓN; CHAPTER 10 YO CONTROLO.

BESIDE YOU||CHAPTER 10||YO CONTROLO





Brittany, Santana y Daniel, llegaron rápidamente a casa de Brittany; Daniel, sobre los brazos de su hermana, no hablaba ni decía nada, Santana y Brittany, desde que bajaron del coche, tampoco. La adulta era Brittany, y ella sabía que debía ser la primera en hablar, y eso hizo.

-Ponlo en el sofá, iré a coger el botiquín. -Santana, hizo lo que ella mandó, y la siguió tras hacerle una señal a Daniel para que se estuviese quieto.

-No hace falta que hagas esto. -Susurró Santana, mientras Brittany buscaba por todos lados el botiquín.

-Si hace falta, tiene esas heridas muy mal. -

-No me refiero a esto, debería estar camino a mi casa, es mi responsabilidad no la tuya. -A Santana le tembló el labio, siempre le pasaba cuando se ponía nerviosa, y Brittany rápidamente lo notó en su mirada.

-No tienes por qué hacerlo tu sola. -

-Yo no lo hago sola, lo hago contigo, y por ti. -Sacó una caja de plástico roja, y la abrió revisando que todo estuviese en orden, y que hubiese todo lo que necesitaba.

-Brittany, sabes que si quiero irme puedo hacerlo. Y me voy a ir. -Le contestó Santana, y Brittany no tardó ni dos segundos en mirarla.

-Si te quisieras ir, no hubieras cruzado la puerta principal de mi casa; Hemos hecho planes, todo va a ir bien. -Brittany se levantó y rápidamente rodeo a Santana con sus brazos. -Hazme un favor, ves a la cocina, y abre los armarios de arriba, ahí hay muchas cosas que Daniel seguramente quiere, puedes prepararle leche, o lo que quieras, busca y hazlo, estás en tu casa. -Finalizó y Santana se volteó a hacer lo que ordenó Brittany.

Caminó por el pasillo, y fue hacia la cocina; Abrió los armarios y estaba repleto de dulces y bollos, Daniel tenía un gusto muy peculiar para la comida, todo le gustaba; Pero su perdición eran las galletas, podía comerse toda una fábrica de galletas, y sin engordar.

Santana rebuscó, y encontró por fin galletas con chocolate, abrió la nevera y sacó batido de chocolate, al parecer el chocolate era el placer oculto de Brittany.

Echó un poco sobre un vaso, y puso las galletas sobre un plato, caminó por la cocina, y al salir, Brittany estaba curando con yodo y agua oxigenada las heridas de Daniel.

-Si te duele aprieta mi mano, y paro. -Dijo Brittany, Daniel se mantenía callado, y con los ojos cerrados; Santana no pudo evitar sonreír.

Se acercó y dejo el vaso y el plato sobre una pequeña mesa de cristal que había frente el sofá que hacia esquina en la pared de pelo negro.

-¿Dónde estabas? -Preguntó Daniel. -Me duele. -

-Mira a la mesa tonto. -Daniel dio un vuelco enorme a su cabeza, y al ver las galletas se abalanzó a por una.

-Dile gracias a Brittany. -Añadió Santana, Brittany le guiñó un ojo y Daniel puso una sonrisa sobre su rostro.

-Gracias. -Dijo, con voz inocente. -¿Sois novias? -Preguntó, Brittany carcajeó, y negó con su cabeza. -Santana es muy guapa. -

-Lo sé, pero de momento solo es mi amiga. -Santana sintió un gran alivio interior al saber que no había notado la mayoría de edad de Brittany.

-Ahora, irás a la ducha, y después te dejaré jugar a los videojuegos que he preparado. -Daniel asintió, y cogiendo otra galleta y llevándola a sus labios, caminó hasta el baño.

-Daniel, -Gritó Santana. -¿Voy contigo? -Daniel negó y entró en el baño. -No cierres con pestillo, iré entrando. -El agua comenzó a sonar, y Brittany se sentó en el sofá al lado de Santana, acurrucándose sobre su brazo.

Brittany elevó su mirada, teniendo el cuello de Santana a plena vista se volteó y agarró entre sus manos el cuello de la morena. Lo besó, despacio, y mordió, sin hacer fuerza. A Santana se le fue la mano sobre el muslo de Brittany, y buscó el botón para desabrochar, eso hizo, y medio segundo después su mano estaba bajo las bragas de su profesora.

-No, está tu hermano duchándose, ahí al lado, tengo mis principios. -Santana entre cerró los ojos, y sacó la mano bajo su pantalón, y cruzó sus brazos. -No te enfades, échate en el sofá. -Santana hizo, y cumplió sus órdenes, se tumbó en el sofá, y Brittany se puso sobre ella.

Brittany lo único que hizo fue viajar desde sus labios hasta su cuello, dejando rastro por toda su piel morena, Brittany mantuvo su brazo bajo el cuello de Santana, y tenía tantas ganas como ella de arrancarle la ropa.

-¿Tienes suficiente? -Preguntó Brittany mientras seguía riendo entre sus besos.

-Yo nunca tengo suficiente, -Brittany montada sobre la cintura de Santana, se levantó, y tiró de la mano de Santana, para que ambas estuvieran firmes. Tomó las manos de Santana entre las suyas, y las llevo a su espalda.

-Desabróchalo. -Santana tragó en seco, y lo desabrochó rápidamente. -Solo un poco. -

-¿Vamos a tu habitación? -Preguntó Santana.

-¿Y Daniel? -Contestó Brittany.

-Siempre tarda mucho en ducharse, nos da tiempo. -Brittany calló los labios de Santana con un beso profundo, deslizó su lengua hasta entrelazarla con la suya, y Santana, con ella entre sus brazos, se levantó y llevó a Brittany hasta su habitación, o a donde fuese. Solo quería una cama.

-Te vas a chocar contra las paredes. -Rio Brittany, mientras besaba a Santana, una y otra vez.

-Yo controlo. -Santana tocó una puerta, y la abrió, -¿Es aquí? -

-Sí, es aquí. -Brittany cerró la puerta tras entrar, cayeron sentadas sobre la cama, Santana con el sujetador de Brittany sobre la mano, acarició sus hermosas y perfectas curvas, y sacó su top rosa. Con Brittany sobre ella, y sus piernas entrelazadas en su espalda, y la luz del oscuro día que hacía.

-Tengo ganas de verte desnuda, por dios quítate la ropa. -Brittany se negó, pero, de todos modos eso no iba a pararla.

-Algo rápido y ligero, súbete el vestido. –Santana subió su vestido, y después se arrancó las bragas rápidamente. -Colócate bien. Y dime que quieres. -Santana abrió sus piernas, y con la respiración alterada, dijo;

-Follame. -Brittany gateo por la cama de matrimonio, y se puso entre las piernas de su alumna.

-¿Un deseo o una orden? -Preguntó Brittany.

-¿Tengo que elegir? -Contestó la morena.

-Si. -

-No me hagas esperar más. -Brittany escucho esas últimas palabras, y se fue hasta el muslo de su alumna. Mordió y lamió su muslo, volviendo a dejar sus marcas, subía y subía hasta llegar al punto que quería alcanzar.

Brittany, necesitaba tener entre sus labios ese precioso y mojado coño. Sabía que después de la ducha de Daniel podían seguir jugando, pero ya no podía parar. Brittany podía escuchar el corazón de Santana latir, y el olor de su piel ahumada. Llego a la zona central. La zona que estaba buscando, y cuando fue a lamer por fin ese coño que tanto la volvía loca.

Volvió a los labios de Santana, una vez más. Y bruscamente, introdujo dos dedos en la vagina de su alumna. Santana, gritó levemente y se aferró al cuello de su profesora. Brittany abrió paso para seguir masturbando ese hambriento coño. Mientras besaba sus labios sus dedos iban cada vez más rápido.

Santana tuvo que separarse de los labios de su profesora. La alumna se ahogaba. Santana respiró hondo, sabiendo lo que se le venía encima. Santana pedía más. La profesora quería complacer a su alumna, y sin duda alguna deslizó un dedo más en el interior de la vagina de Santana, cada vez más rápido y más fuerte.

Santana enredó la melena de su profesora entre sus dedos e impulsó su cadera más a los dedos de Brittany.

-Cálmate. –Susurró Brittany a su alumna, pero sin parar. Santana, no dijo nada, al retorcerse en un grito, y ahogarse en su propio orgasmo.

Brittany, relajó el ritmo de sus dedos. Esta era la primera vez que Santana tardaba tan poco en llegar al orgasmo, pero, pudo respirar hondo y sentirse aliviada.

-Dios, tengo tantas ganas de irme contigo todo el fin de semana. –Santana mordió su labio con fuerza, y apretó con sus manos el culo de su profesora.

-¿Vas a venir? –Preguntó con una sonrisa la profesora.

-Eso quiero, le preguntaré a Hanna si se puede quedar con Daniel. –Le contestó mientras recuperaba el aliento, y trataba de levantarse.

-Ponte bien ese vestido, no me hagas repetir otra vez lo que ha pasado acto anterior. –Santana alzó una ceja, y se levantó de la cama, como pudo, colocó bien sus bragas, y después bajó su vestido mientras lo sacudía.

-Voy a ver cómo va Daniel, ¿Puedes buscar una película? –Brittany se acercó a unos armarios que habían sobre la televisión, y los abrió, habían como unas cien películas en esos armarios tan pequeños.

-¿Clásica, blanco y negro, Disney, Acción, o Romántica? –Brittany alzó una ceja tratando de ponerse interesante.

-Acción, o Clásica, tú eliges. –Santana rio entre dientes mientras sostenía el pomo de la puerta con sus largos y finos dedos. –Qué más da, no la vamos a ver. –Le guiñó un ojo, y salió de la habitación, dejando a Brittany con una sonrisa malvada. Sabía que iban a seguir jugando.



****

-¿Daniel, Cómo va todo? –Preguntó la mayor tras la puerta.

-No hay toalla, y tengo frio. –Escuchó la voz de su hermano tiritar tras la fina madera de roble.

-Entro. –Santana abrió la puerta, y vio a su hermano encogido mientras temblaba. Santana abrió un armario que había bajo la pica del baño, y sacó una toalla grande.

La enrolló en el cuerpo de su hermano rápidamente y recogió su ropa del suelo.

-¿Sabes que cuando alguien va a ducharse lo primero que hace es preparar la ropa limpia y la toalla? –

-Sí, lo siento. –Daniel se disculpó mientras se acurrucaba cuanto podía a la toalla, y trataba dejar de calmar.

-No te preocupes, iré a ver si Brittany tiene algo de ropa para ti. –Santana salió del baño y caminó hacia la habitación y vio a Brittany preparando la televisión.

-¿Pasa algo? –Preguntó Brittany mientras se sentaba en la esquina de la cama.

-¿Tienes ropa para Daniel? –Contestó la morena. –Es un poco estúpido, porque… creo que no tienes hijos así que… -

-No, no tengo hijos pero tengo sobrinos. –Se levantó y abrió su armario, dentro de él, había un gran vestidor, donde podías entrar y disfrutar de mucha ropa, zapatos, y entre otros accesorios de marca.

-Ellos vienen a veces, y se dejan la ropa aquí, tengo un cajón llena de ropa de ellos. –Santana se acercó dando pequeños y lentos pasos, jamás había visto tanta ropa en un armario.

-¿Eres rica? –

-No, claro que no. –Dijo la rubia buscando entre los cajones.

-¿Y este vestidor? Debe haberte costado un ojo de la cara. –

-Este vestidor, me costó un ojo de la cara, y muchos años cuidando y limpiando baños de ancianas con la cadera jodida. –Santana no evitó reírse, y al dar un paso más entró.

-¿Has trabajado de chacha? –Se burló. –No es algo malo tampoco, yo limpio mucho en mi casa, odio el desorden. –Brittany sacó dos piezas de ropa incluyendo la ropa interior.

-Somos dos. –Respiró profundo cerrando el vestidor. –Pero si tuviera que dejarlo todo sucio con tal de descansar diez horas seguidas, sería capaz. –

-Deberías probar dormir diez horas seguidas. –Santana caminó detrás de Brittany, y la rubia se sentó sobre la cama de nuevo. –A veces te levantas con más sueño, pero es muy gratificante si el día anterior no te has bebido una botella completa de tequilla. –

-Yo nunca he bebido alcohol. –Santana se sorprendió al oír eso, ¿Quién no ha probado el alcohol? Aunque bueno, al parecer, su tutora nunca lo había probado. –Nunca he fumado, o probado cualquier tipo de drogas. –

-Pero chica, ¿Qué vida tienes? –

-Siempre he sido una chica muy solitaria, me gusta hacerlo todo por mi cuenta, nunca he necesitado un grupo de amigas, o un novio en el que apoyarme. –

-¿Esto a que viene? –Preguntó Santana.

-Viene, a que tengo vida, y mucha, pero me gusta vivirla sola, a no ser que sea algo con sexo en medio. –Le entregó la ropa a Santana, una camisa de Manny Harris, jugador profesional de los Lakers.

-¿Esta camisa es original? –Brittany asintió y la cogió entre sus manos, la volteó y Santana se sorprendió. –Está firmada por todos y cada uno de los Lakers, un gran equipo. –

-A Daniel le encantan, pero si le dejo eso no te lo va a devolver. –Brittany se encogió de hombros y se la volvió a entregar.

-Toda suya, no creo que mis sobrinos la echen de menos, pasaron del Básquet al Futbol, y del Futbol a la PlayStation tres, y cuatro ahora. –Santana con una sonrisa, se volteó y caminó hasta el baño, los calzoncillos eran marca Calvin Klein, y los pantalones eran pitillos de marca Kaotiko. Sin duda, Santana pensaba que Brittany era rica, o al menos sus sobrinos.

-Daniel abre. –Dani al escuchar a su hermana abrió la puerta, y cogió la ropa, no pudo evitar sonreír al ver la camisa de los Lakers entre la ropa doblada.

-¡No puede ser! –Daniel sosteniendo la toalla con una sola mano, cogió la ropa y le cerró la puerta en las narices a su hermana.

-Bueno, al parecer le ha gustado. –Río Santana, y volvió a la habitación.





****



-¿Puedo jugar ya? –Brittany y Santana, plantadas en la habitación, miraron a Daniel plantado en la puerta, unos segundos más tarde, las hubiera visto montadas una encima de la otra comiéndose a besos.

-¡Estas muy guapo! –Gritó la hermana mayor, Daniel dibujó una sonrisa en sus labios, y abrazó a su hermana.

-Gracias Brittany. –Ella le guiñó un ojo, y se levantó para ponerle los videojuegos. La rubia pasó por su lado y acarició su pelo corto, siguiéndose mutuamente, Daniel se sentó en el sofá mientras Brittany encendía la televisión.

-¿Te duele la pierna? –

-Nop. –Brittany le entregó el mando inalámbrico de la PlayStation 3, también de sus sobrinos, y volvió a la habitación dejando a Daniel jugando por su propia cuenta, él no iba a molestar a ninguna de las dos.



-¿Ya? –Santana estaba estirada en la cama, Brittany esperaba encontrársela desnuda, y preparada para jugar, pero ver una película nunca venia mal.

-Ya. –



Brittany puso la película dándole al botón de Play del mando, y se estiró sobre la cama al lado de Santana, Brittany había puesto Contrabando, una película que amaba.

Mientras miraban la película, las dos se mantenían quietas, Santana había pensado varias formas en como follarsela en ese instante, diferentes poses, y sobre todo, en como comenzar sin molestarle mientras veía muy concentrada la película. Santana estaba al lado de su profesora, la chica que le daba las tareas y le quitaba tiempo para estar con sus amigas, la persona que provoca que Esther, la madre de Santana, le gritara todos los días preguntándole que si había hecho sus deberes, y que si no los hacía, no saldría en toda la semana.

La persona a la que debería odiar y criticar a las espaldas como cualquier otro adolescente cuando les echaban bronca o decían algo molesto sobre ellos, pero no. Santana estaba al lado de su profesora, después de habérsela follado varias veces, estaba viendo una película, en su casa, y pensando en cómo follarsela de nuevo. Sin olvidar cómo sería el gran fin de semana que pasaría con ella.



Santana no se lo pensó dos veces, y se acercó para besar el cuello de su profesora. Lo lamió como pudo, y puso una pierna sobre ella, su profesora no dudó un segundó en desviar la mirada de la televisión a los ojos de su alumna.

-¿Te aburre la película? –Preguntó Brittany, mientras Santana se montaba sobre ella, y agarraba sus manos.

-No, solo que no puedo resistir tener a alguien que esté tan buena a mi lado, sin follarmela sin parar. –Santana mordió su labio interior, deslizó sus manos bajo la blusa de su profesora, y las llevo a sus pechos.

-Oh dios, sin sujetador. Me encanta. –Levantó la blusa hasta su cuello, y se inclinó para lamer sus pezones.

-Así evito que me lo quites, -Río mientras Santana la miraba, antes de volver a sus preciosas y bien puestas tetas. –Aun espero que me des mis bragas. –

-Ah-ah –Murmuró y volvió a agacharse.

Deslizando sus manos por el abdomen de su profesora, y acariciando con suavidad cada parte que podía, bajó una mano hasta el botón de su pantalón, y maniobra mente lo desabrochó con dos de dos dedos, con los dedos que hacían magia con las chicas, con los dedos que usaba para masturbarse.

Santana se dirigió a los labios de Brittany, y con posesión los besó con fuerza, pero con delicadeza. Brittany bajó las manos que sostenía sobre la cintura de Santana, y bajó sus pantalones como pudo, sin interrumpir su beso, Santana se encargó de bajarlos más.

Cuando los pantalones de Brittany rozaban sus rodillas, Santana se agachó, y tiró de ellos hasta dejarlos en el suelo, junto su precioso tanga rosa a juego con su blusa. Ella se coló entre sus piernas, y las abrió con fuerza, volvió a los labios de su profesora trepando por la cama, y una vez ella desnuda, Santana bajó su mano.

-¿Quieres que te folle Srta. Pierce? –Murmuró Santana, con la palma de su mano sobre la pelvis de su tutora.

-Muy duro. –Dijo bromeando. –Me lo debes. –Santana abrió sus ojos, y bajó un poco más su mano.

-¿Ah sí? ¿Y eso? –Preguntó con demasiada ironía.

-He estado disimulando media hora de película, esperando a que te lances, lo pagarás follandome como sabes. –

-¿Y si no quiero? –Brittany no evitó sonreír maliciosamente.

-Si no quisieras no hubieses bajado desabrochado mis pantalones. –Brittany bajó la mano hasta ponerla sobre la de Santana. –No hubieras, bajado mis pantalones. –Tirando hacia abajo, la mano de Santana se fue deslizando hacia su coño. –No los hubieras quitado y tirado al suelo. –Murmuró, bajando centímetro a centímetro. –Y mucho menos me hubieses abierto las piernas de esa manera. –Santana, con fuerza, metió dos de sus dedos bruscamente dentro de la resbaladiza de su profesora, y esta gimió y gritó al sentir la fuerza de su penetración en ella.

-¿Así? –Santana, hundió sus labios en los de Brittany, y comenzó a mover con fuerza y a callar los gemidos ahogados que tenía Brittany en su garganta.

Brittany abrió más sus piernas, y Santana golpeo sus dedos contra su vagina, con más fuerza, Brittany quiso gritar, pero Santana pudo evitarlo con un beso a Brittany le ardía y le sudaba la piel, cada vez más caliente, soltó los labios de Santana y puso su brazo sobre su cuello, aguantando su peso sobre ella, movía su cadera hacia atrás y adelante para poder recibir más fuerte. Santana tocó con su pulgar el clítoris de Brittany, y ella rebotó en la cama por un espasmo.

Brittany contuvo el aliento por un momento, un enorme nudo en su garganta se ató al tratar de no gritar. Tragó con fuerza, mientras Santana aun movía sus dedos con rapidez y fuerza, Brittany trató de distraerse y fue al cuello de Santana, cual comenzó a morder y a besar. Santana golpeó de nuevo sus dedos contra la vagina de Brittany, Brittany gritó con fuerza, Santana con su mano libre, tapó los labios de su profesora, mientras reía levemente.

-Te has quedado bien. –Susurró Santana, mientras relajaba el ritmo de sus dedos.

-Ahá. –Dijo con una sonrisa entre los labios la rubia, mientras relajaba su respiración.

-Enseguida vengo. –Santana se levantó de la cama. –No, te, muevas. –Santana salió por la puerta y caminó por el pasillo hasta llegar al baño. Se lavó las manos, y salió, distraída, chocó contra su hermano menor.

-¡Santana! –Saltó Daniel. –Que susto. –

-¿Dónde ibas? –

-He escuchado un grito, ¿Estas bien? –Preguntó el pequeño mirando hacia arriba.

-Sí, estoy genial… -Santana miró hacia ambos lados, tratando de cambiar de tema y que Daniel no notara nada.

-¿Y Brittany? –

-Estamos viendo una película de miedo, eso es todo, se ha asustado y ha gritado. –Santana fingió una amplia sonrisa, y con las manos húmedas, volteó a Daniel. –Ve y sigue jugando, que no tardaremos en irnos. –Daniel se marchó por el pasillo.

Santana respiró hondo, y entró en la habitación de nuevo. Brittany seguía en la cama en la misma posición, viendo la película.

-Me gusta que cumplas mis órdenes. –Murmuró Santana montándose y gateando sobre la cama.

-Tengo frio. –Brittany carcajeo levemente, mientras Santana volvía a colocarse entre sus piernas.

-¿Quieres ver la película? –Santana, a la altura de sus rodillas, y cerca, muy cerca, de su coño, se agarraba a las rodillas de su profesora.

Brittany no dijo nada, y tan solo con su mirada provocativa, fue un ‘No’ por su parte, entonces, Santana se inclinó a su vagina, y deslizó la lengua por ella. Brittany gimió al dar un pequeño salto sobre la cama, y con esfuerzo trató de hablar.

-Ad-oro cuando haces eso. –

-¿El qué? –Preguntó Santana. -¿Esto? –Santana deslizó su lengua de nuevo sobre el coño de su profesora, haciéndola votar por segunda vez.

Santana, provocativa, besó los labios vaginales de su profesora, si, de su profesora, pegó todo lo que pudo sus labios a los de la rubia, cuya se retorcía en las sabanas, y deshacía la cama que había hecho por la mañana antes de ir a trabajar.

Brittany, respiró hondo cuando Santana se separó de su mojado coño y se levantó de la cama despacio, mientras esperaba a que su profesora recuperase el aliento.

-Tengo que irme, se hace tarde. –Brittany tratando de recuperar la compostura, miró a su alumna, y se levantó con las piernas temblorosas, a su vestidor, para sacar una tanga limpia.

-Son las nueve y algo, mejor que te des prisa. –Sacó un pantalón de pijama, y se lo puso mientras se volvía a estirar sobre la cama.

-¿Cuándo voy a volver a verte? –

-¿Desnuda o verme, verme? –Santana acarició su melena morena, y Brittany volvió a levantarse.

-Las dos. –

-Llámame cuando quieras verme, a partir de las seis, me paso toda la mañana corrigiendo exámenes y preparando clases. –Torció sus labios y Santana asintió. –Pero como he dicho, llámame cuando quieras verme. –Le guiñó un ojo y salió de la habitación mientras se recogía la melena en una cola de caballo.

-Está bien. –Las dos fueron a salir por la puerta, pero antes de eso, Santana se lanzó a los labios de su profesora, y la besó como mejor sabia.

-Será mejor que tapes eso de tu cuello, no quiero que nadie sepa esto. –Santana corrió al baño y levantó su cabeza para verse el cuello.

-¡Brittany! Me has hecho un chupetón. –Santana escuchó a Brittany reírse, cuando salió enfurecida del baño y golpeo el brazo de su profesora.

-No haga eso otra vez Srta. Lopez, puede acabar expulsada de clase. –Santana, se acercó a ella, hasta dejarla contra la pared.

-Tú sales perdiendo. –La morena lamió los labios de su profesora y se dirigió al salón viendo a Daniel preparado, y todo recogido, excepto el mando de la Play Station 3.

-Nos vamos, despídete de Brittany. –Daniel dejó el mando sobre la mesa, y fue hacia Brittany, la abrazó con fuerza, aunque el fuese igual de alto que su abdomen.

-Gracias por la ropa. –Daniel fue de nuevo hacia el mando de la consola, y la apagó, dejando el mando en su sitio, volvió al lado de su hermana, y tomó su mano.

-Buenas noches Brittany. –

-Avísame cuando lleguéis. –Terminó Brittany, entonces Santana y Daniel salieron por la puerta, y bajaron las escaleras para dirigirse hacia el coche.







****



Media hora más tarde, Brittany se encontraba sobre el sofá con una botella de Coca-Cola sobre su mano, viendo su programa favorito, ‘Charmed’ esperaba que su teléfono sonara, un aviso de su alumna, diciéndole que ya había llegado y que estaba deseando repetir lo mismo de hoy.

Pese a que Brittany se divertía mucho con Santana, y a medida que pasaba tiempo con ella, le agradaba más, sentía culpa interior por hacer algo que no era debido. Hacer algo ilegal y prohibido por la policía, y por leyes mayores. Brittany sabía que tal vez acabaría parando esto, pero también sabía que tal vez acabaría atrapada en esto.

Brittany era una chica fácil de enamorar, era sencilla y simple, ni mucho ni poco, era una chica corriente con trabajo, y educación, que se enamora y cae una y otra vez como cualquier ser humano que exista en la tierra.

Pero lo peor de ella, es que era muy débil, y cuando algo la atrapa, por más que le haga sufrir no puede irse, o dejarlo ir. Por eso duró tanto con Kevin, o al menos eso suponía ella. Ni ochenta palizas le habían hecho razonar. Ella era para todos, pero nadie era para ella. Solo se comportaba en el trabajo, pero en cuestiones de amor, no sabía quién era.

El teléfono de Brittany sonó y lo cogió desesperadamente, pensando que era su alumna, cuando era su mejor y pesada amiga.

-Buenas noches Dianna. –

-¿Cómo está mi rubia favorita? –

-Viendo Charmed, mientras bebo Coca-Cola. –

-¿Has cenado? –Preguntó Di.

-No, no tengo hambre. –Brittany se encogió de hombros para ella misma. –Y no voy a cenar. –

-Debes comer algo, y reponer fuerzas para este fin de semana. –Brittany le estaba dando un trago a su Coca-Cola, por lo que no le dio tiempo a responder, y ella volvió a hablar. –Por cierto, ¿Vendrás? -

-Si Dianna, iré. –

-Bueno, te dejo que mañana tengo que madrugar. –Brittany rodó sus ojos, y colgó la llamada antes de que su amiga le dijera adiós o algo más.

Brittany bostezó y, dándole el último trago a su Coca-Cola, siguió viendo la televisión.

*****



-¿Qué horas son estas de llegar a casa? –Esther, enfurecida, se acercó a Santana, como un asesino disimulando que va a matar a su víctima.

-Son las diez menos cuarto, hemos parado en un McDonald’s, hemos cenado, y estamos bien. –Santana comenzó a caminar para subir las escaleras, siguiendo a su hermano.

-No tan deprisa, ¿Dónde has estado? –Preguntó Esther. Santana se volteó, y Daniel se paró en la escalera.

-Daniel, sube arriba, ahora subo. –Daniel subió con rapidez las escaleras, y Santana caminó hasta donde su madre de nuevo.

-¿Dónde has estado? –

-Con Ashley, hemos estado de compras. –Santana se encogió de hombros, y volvió a girarse para subir las escaleras.

-Ashley ha venido a buscarte esta tarde con Alison, habían acabado de hacer unas cosas y te estaban buscando para ir a casa de Alison a hacer las tonterías que hacéis ahora las adolescentes. –Esther, con la barbilla alta, se fijó en el cuello de su hija.

-He estado después con ellas. –

-¿Qué tienes en el cuello? –Santana se quedó tiesa en el pasillo de la entrada, su madre se acercó, y levantó el pelo de su hija, viendo la gran marca lila en su cuello. –Encima de mentirosa, promiscua. –

-Deja de decir esas palabras tan absurdas, es un chupetón mamá, un chupetón. –

-¿Con quién has estado? ¡Por el amor de dios! –Santana, sacó su teléfono y le envió un mensaje a su profesora, avisando que ya estaba en casa, y que en diez minutos la llamaría.

-Tengo que irme, tengo deberes, ¿Puedo? –

-Quien te ha hecho eso en el cuello. –Preguntó cabreada.

-Nadie que te importe, buenas noches. –Santana siguió con su caminó y Esther gritó al escuchar el escalón sonar al Santana pisar.

-¡SANTANA MARIE LOPEZ! –Esther cada vez se cabreaba con más fuerza. -¿Quién te ha hecho eso? –Repitió por segunda vez.

-Mamá, una amiga, he estado con una amiga, no la conoces, no te voy a dar detalles para que vuelvas a insultarme. –Esther comenzó a llorar con fuerza, sus sollozos se escuchaban por toda la casa. -¿Se puede saber qué haces? –

-Desde luego, dios te ha traído por una razón, y espero que no sea por esto que estás haciendo. –

-¿Lo que estoy haciendo? –Santana abrió sus ojos de par en par, y se acercó a Esther. –Lo que hago es vivir mi vida, cosa que tú no has hecho, yo pruebo cosas diferentes, sin embargo tú te vas a pudrir follandote al mismo hombre toda tu vida. –Esther avanzó un pasó, y alzó su mano al airé, estampándola contra la mejilla de Santana, y haciendo girar su cuerpo del todo hacia atrás.

-Dame tu teléfono. –Santana, con las manos sobre sus mejillas, no digo absolutamente nada, mientras recuperaba el golpe que acababa de recibir. –Dame tu teléfono. –

-No. –

-Santana, no lo hagas peor, dame tu teléfono. –Santana se mantuvo callada mientras Esther le repetía una y otra vez que le entregara el teléfono.

-Me voy a hacer deberes. –

-Si no me das el teléfono en tres segundos, te vas a arrepentir. –Santana sacó el teléfono y lo tiró al suelo.

-¡TOMA EL PUTO MOVIL! –Esther se agachó y cogió el teléfono hecho añicos.

-Te has quedado sin móvil, más te vale ahorrar para comprarte otro, porque esto va a la basura. –Santana asintió cuando Esther por fin iba a voltearse e irse, así que ella hizo lo mismo.

-Me cago en dios. –Susurró, Esther sin duda lo escuchó.

Santana jamás se había comportado así, pero se había cabreado mucho. Sabía que después de decir eso y haber tenido ese comportamiento iba a acabar todo muy mal, Santana había tenido anteriores peleas con su madre por ser lesbiana, y estar con chicas, pero jamás la había llamado promiscua, y mucho menos le había golpeado la cara. Santana se había enfurecido, y lo había pagado con lo que más le dolía.

Dios.

-Santana, estas castigada, no vas a salir en mucho tiempo, más te vale buscarte algo para no aburrirte, porque solo verás la luz de la calle para ir al instituto. –Esther, no dijo nada más. Y Santana por fin subió a su habitación arrepentida por lo que había hecho.

Como cualquier hija, debería llorar, después de haber recibido un golpe y varios insultos, más un castigo debería llorar, pero su orgullo era demasiado grande como para llorar por eso. Santana jamás había llorado por nadie, solo por su hermano.

Ahora Santana no tenía teléfono, y necesitaba llamar a Brittany, su pecho, su mente, le decía que la llamara, y le explicara lo sucedido. Tal vez sintió que al ser profesora la escucharía y sabría darle un buen consejo, para sentirse mejor. Porque pese a que no lloraba, se sentía dolida por haberse peleado de semejante manera con la persona que la trajo al mundo. Y sobre todo, por haber perdido su teléfono.



Santana pensó unos minutos, respiró profundo, no sabía dónde llamar, ni que hacer, cada vez se sentía más culpable de la pelea, y cada vez se sentía peor consigo misma.



*****

Minutos después, Santana seguía sin saber qué hacer, y no sabía que necesitaba para encontrarse mejor. Tal vez debería ir a ver a sus amigas. Lo pensó, pero nada. Pensó en ir a dar una vuelta, pero no le gustaba estar en el coche mientras iba así. Y más sin rumbo.

Santana se acordó de su profesora. Pensó en tener un cálido abrazo entre los brazos de su profesora, en sentirla desnuda piel con piel, y hacerla sentir mejor, ya que era lo que le hacía sentirse mejor, y no que sus amigas hicieran las estúpidas diciendo tonterías, por más que las quisiese, así es como ellas trataban de arreglar los problemas entre sí, cosa que a Santana no le ha gustado, pese a que le gusta ser libre en cuestiones de amor, siempre ha deseado tener a alguien cerca en quien apoyarse y contarle sus mierdas.



No estaba bien lo que iba a hacer, ¿Pero quién la impedía? Estaba cansada, y desaparecer unas horas no le haría daño. Y nadie se daría cuenta ya que de todas las peleas que ha tenido Santana en su casa, pese a que han sido pocas, ha sido ella la que ha decidido bajar y pedir disculpas, a altas horas de la madrugada.



Santana, se cambió radical mente, se arrancó el vestido de su delgado cuerpo, y al sentir el frio que inundaba su habitación con la ventana abierta, hizo que su piel se enfriara y sus pelos se pusieran de punta.

Cogió un pantalón tejano color negro, y se lo puso rápidamente, quedando de arriba al desnudo, y cogió una sudadera Hollister, rosa y negra.

Preparó la ropa para el día siguiente, para las clases, y su bolso con todos los libros y todo lo necesario para el instituto.



Santana caminó hasta su ventana, con las llaves de su coche en el bolsillo de su sudadera, se hizo el pelo en una coleta de caballo, miró las ramas alcanzables del árbol que había al lado de su ventana, y se agarró a la más segura. Una vez agarrada, quedó colgando, trepó y se movió hasta llegar al tronco del árbol.

Entonces fue cuando miró por la ventana de su comedor, su madre estaba viendo la televisión, Santana la miró con desprecio, aunque Esther no se diera cuenta de que ella estuviera ahí.

Ella dejó caer su cuerpo al suelo, la poca distancia que quedaba, y sigilosamente se fue a por su coche.



****



Brittany, medio dormida sobre el sofá y su botella de Coca-Cola vacía sobre su mano, acababa de ver el último capítulo de la segunda temporada de ‘Charmed’

Habían pasado dos horas desde que Santana se había ido, y Santana no le contestaba el mensaje. Brittany pensó que Santana la estaba ignorando, tal vez hizo algo mal esta tarde, y no lo sabía, Brittany estaba bloqueada, y medio drogada por el sueño.



Media hora después, Brittany estaba completamente dormida en el sofá, la botella se había caído al suelo, y no se había dado cuenta de ello, pese a que Brittany estaba durmiendo, no dejaba de pensar en su alumna, y en que estaría haciendo, en porque no había respondido su mensaje, y en porque no podría ser más adulta para dormir con ella todos los días de la semana.



Brittany, sin embargo, no era como Santana, ella si buscaba una relación estable. Pero sabía que con su alumna, iba a ser imposible.





Brittany botó de un susto sobre el sofá de su casa al escuchar el timbre. Refregó las palmas de sus manos sobre sus ojos, y bostezó mientras estiraba su cuerpo, no tenía prisa por abrir, tal vez un vecino había olvidado las llaves, o un vecino necesitaba sal.



Brittany caminó hasta la puerta y con los ojos cerrados y el pelo deshecho, puso la mano sobre el pomo de la puerta, y tiró de el

-¿Santana? –Brittany abrió sus ojos de par en par. -¿Qué haces aquí? –

-No sabía dónde ir, ¿Puedo entrar? –






*****

Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, lo he hecho muy largo y estoy tratando de hacerlos todos muy largos, este capítulo tiene 5.800 palabras, estuve un tiempo con Mi Adición Eres Tú, y ahora vengo con Beside you, y espero poder volver muy pronto con More Than Words, y Mas que mi mejor amiga.

BUEEENO, díganme que les pareció en los comentarios, les prometo, que si hay muchos comentarios, volveré en 2 días, con el fic que quieran, así que COMENTEN la opinión del cap, y que Fic quieren que suba, el más votado lo subiré, el segundo más votado lo subiré después, y así



SI HAN LEIDO TODO ESTO, SEPAN QUE LAS AMO AH.

Si los capítulos son así de largo podre esperar! Como siempre muy bueno! :) so wanky...

digo lo mismo, si los capitulos son asi de largos pdo esperar, de verdad no se como podran estar juntas con la diferencia de edades y toda esa m......pero confio en que algo bueno vendra, hasta luego!

otro otro otro otro porfis si???

Pobre san, pero bueno, que bien que fue con britt espero actualices pronto este fic y mi adicción eres tu saludos, excelente cap. Ojala que a Daniel le vayan mejor las cosas y obviamente también a las.brittana.

Genial!!! Pero me da miedo que los policías, o alguien sepa de lo de las Brittana y no las dejen estar juntas Actualiza pronto!!

ACTUALIZA PRONTO POR FAVOR

BESIDE YOU||CHAPTER 11||EXAMENES, Y AMIGAS TRAVIESAS.


-Claro. -Santana entró en casa de Brittany, entró encogida, se sentía mal, y no sabía cómo explicarle su conducta de niña pequeña a una adulta como ella.

-¿Qué ha pasado? -Preguntó Brittany, sentándose en el sofá y ofreciéndole asiento a Santana, ella se mantuvo de pie.

-Me... Me he peleado con mi madre, no quiero estar en casa. -Santana pasó la mano por su frente, y la llevó a la goma de la coleta. Y se la quitó.

-¿Sabes que aquí no puedes dormir, no? -

-Sí, lo sé, no te he pedido eso. -Respiró hondo. -Aunque lo necesito. -

-No me mal intérpretes, quisiera que lo hicieras, me encantaría y seria reconfortante, pero sigue sin estar bien. -Santana se encogió de hombros, Brittany estiró su brazo para alcanzar la mano de su alumna. -Ven. -Tiró del brazo de Santana y ella se dejó mover con facilidad.

-Estoy cansada de tener que pedir permiso para todo. -Santana se sentó sobre las piernas de su tutora, y Brittany estaba lista para oír las penas de su alumna. -Quiero a mi madre, pero no puede tratarme así. -

-¿Así, cómo? -

-Odiarme, aunque lo disimule, por ser lesbiana; Llamarme promiscua o pegarme cuando llevo marcas en el cuello, o llego tarde. No suele pegarme, pero es insoportable. -

-Santana son cosas de adolescentes, en poco tiempo tendrás los dieciocho y te independizarás, no habrán más normas, solo tienes que esperar un poco. -Santana, se levantó de las piernas de su profesora, y miró a Brittany con pena en los ojos.

-Lo sé, pero estoy cansada tanto moral mente como físicamente. -Santana señaló el sofá. -¿Puedo echarme ahí? -

-Si, por supuesto. -

-¿Te puedes echar conmigo? -Preguntó Santana, Brittany se levantó del sofá y se llevó a su alumna de la mano hasta el pasillo.

Las dos en silencio, y muertas de sueño, se dirigieron a la habitación de esta. Al entrar, Santana se agarró a la cintura de Brittany, y se dejó caer en la cama.

-Mañana, deberás madrugar más de lo normal para estar en tu casa antes de las siete. -Santana asintió, y Brittany deshizo las sabanas de la cama, Santana se levantó solo un segundo para poder abrir mejor las sabanas antes de volver a echarse.

-Lo siento. -Brittany se encogió de hombros, y fue hacia su gran vestidor, y buscó unos pijamas de invierno. Al salir, le lanzó el pijama que más abrigaba a su alumna.

-Dicen que dos cuerpos desnudos calientan más que una manta o un pijama abrigado. -Dijo Santana en una pequeña sonrisa. La rubia se quitó la camiseta, quedando descubierta, también de pechos, se quitó los pantalones, y comenzó a ponerse el pijama, ya tenía uno puesto, pero le gustaba acostarse con uno más caliente para dormir.

-Podemos estar calientes sin tener que estar desnudas, ¿No? -

-Veo que estas cansada. -Santana se quitó toda la ropa limpia, y la dobló, y después se puso el pijama que le había dejado su profesora. -Pensaba que no podíamos dormir juntas. -

-Y no podemos, pero cuando una persona está mal, lo que más necesita es a alguien cerca. -

-Alguien que te importa. -

-Exacto. O eso creo. -Contestó Brittany con una sonrisa.

Las dos, ya con el pijama puesto, se echaron en la cama, y Brittany puso el despertador a las cinco y media de la mañana, apagaron las luces, y se acurrucó cerca de Santana, de espaldas, pero cerca de ella.

-Buenas noches Santana. -

-Buenas noches Srta. Pierce. -Santana, con una sonrisa profunda, se agarró al pecho de su profesora, hundiéndose en el colchón de Látex, y aferrándose al cuerpo de Brittany, cerró los ojos, y sintiéndose mejor que hace varios minutos antes, respiró hondo y trató de dormir profundamente, cosa que consiguió enseguida.

****

Santana se levantó cuando el despertador tocó, Brittany había desaparecido de la cama, Santana se levantó con sueño pero demasiado bien, mejor de lo que esperaba.

Se estiró sobre la cama, y salió al salón, viendo a Brittany con un café en la mano. Aún era de noche, no había amanecido pero poco quedaba, y Santana debía irse al instituto.

-Buenos días. -Dijo mientras sonreía a la rubia.

-¿Has dormido bien? -Preguntó mientras bebía de su café.

-Sí, mejor de lo que esperaba. -Santana bostezó y se sentó en el sofá. -Debo irme, mi madre se levanta en una hora y media, y si no me ve en la cama, mi cabeza acabará sobre la mesa. -

-Puedes quedarte un rato, no te hará daño. -

-¿Has dormido? -

-No, no he dormido, pero he estado muy bien en la cama contigo, no pienses que no he dormido por incomodidad o cualquier cosa. -Se encogió de hombros. -Hace mucho que no duermo con alguien, y simplemente no he podido dormir. -

-Deberías dormir y descansar todo el día, te sentaría muy bien. -Brittany asintió y señaló el café.

-¿Quieres café? -

-No gracias, desayunare cuando llegue a casa. -Santana se levantó y dio una vuelta por todo el salón, revisó todo, las fotos, cuales solo habían de ella con una chica rubia.

No había más de ocho fotos, y casi todas eran de Brittany sola. Y solo dos tres fotos eran de diferentes personas.

-¿Quiénes son? -

-En esa foto está mi abuelo, en la otra mi abuela, y en la tercera mis padres. -Santana agachó las comisuras de sus labios, y se giró.

-Mi madre no pone fotos de mis abuelos, dice que dios les cuida bien, y que no hace falta poner fotos antiguas. -

-A mí me agrada tener fotos antiguas, mis abuelos murieron hace tres años, y cuando quiero acordarme de ellos miro la foto, es reconfortante. -Brittany caminó al lado de Santana, y rodeo su cintura con sus brazos.

-Ya, pero mi madre a veces es gilipollas; Y impide hacer cosas que 'Dios' no quiere. -Santana se encogió de hombros y miró su reloj.

La madre de Santana iba a levantarse en un rato, y Santana lo único que quería era ver a su profesora desnuda otra vez, era pronto, y aun no había amanecido, ¿Qué mejor que ver el amanecer con ella desnuda al lado?

Santana, no dijo nada, solo se puso cara a cara con Brittany y se pegó con fuerza a ella.

-Bésame. -Susurró la alumna.

-Cuando te vistas te besaré. -Brittany se burló de ella, y carcajeo unos segundos, y después se lanzó a los labios de su alumna.

-Desnúdame, y me vestiré. -Santana, ya estaba encendida, su profesora estaba real mente sexy con el pijama.

Brittany agarró la cintura de su alumna y la agarró al aire, sosteniéndola sobre su cintura, Santana se sostuvo tan solo con las piernas a su cintura, y simplemente levantó los brazos y Brittany, le quitó la parte superior del pijama.

Brittany buscó la mesa del salón, mientras se perdía en los labios de su alumna. Una vez Santana estaba sobre la mesa, y su profesora entre sus piernas, la mayor buscó el botón de su sujetador para desabrocharlo.

Cuando el sujetador de Santana estaba suelto, Brittany comenzó a besar los pechos de su alumna, Brittany se pegó más a su alumna, tirando de sus piernas y quedando más cerca. Brittany estaba a punto de explotar si no la escuchaba gritar.

-Bájate los putos pantalones. -Ordenó, sin duda Santana se los quitó como pudo y con él, la tanga.

Brittany tenía a su alumna desnuda sobre la mesa, hacía frío, pero Santana se calentaba a medida que pasaban los minutos. Brittany hecho a Santana hacia atrás y la tumbó en la mesa. Santana sentía su coño palpitar. Brittany se encontraba besando el muslo de su alumna, esta vez sin dejar ningún tipo de marcas.

Brittany llegó a la zona central de su alumna, mientras esta esperaba, y la otra veía como se le aceleraba la respiración. Brittany llevó sus labios al coño de su alumna.

Lo chupó y succionó de la forma más profesional que sabía. Santana acariciaba su abdomen, y jadeaba como un animal después de correr durante dos horas seguidas. Brittany tocó con la lengua el clítoris de Santana, en forma de venganza. Esta botó sobre la mesa, y gimió con suavidad, e intentando no morir. Brittany se alejó de ella.

-Enseguida vuelvo. No me muevas ese coño tan delicioso de la mesa. -Santana, miró como la rubia se alejaba de ella, y pasaba su mano por la esquina de su labio. La morena cerró sus ojos en un suspiro, y trató de respirar hondo.

Unos pocos segundos después, Brittany por fin apareció con algo sobre la mano. Santana no era tonta, Brittany llevaba un vibrador lila, lo suficiente grande como para hacerla gritar.

Brittany cogió la mano de su alumna, y tiró hacia arriba hasta haberla dejado recta. Santana, con las piernas abiertas y dobladas, aun sentía su coño palpitar, y aún estaba deseando ahogarse en el orgasmo.

Brittany, haciendo mezcla de fluidos, besó a Santana dejando que ambas saborearan el dulce sabor del coño de su alumna. Brittany, con el vibrador preparado, puso su mano tras la espalda de Santana, y la empujó hacia ella, abriendo más sus piernas, pero sin dejar de doblarlas.

-¿Quieres que te folle? -Santana asintió malvadamente. -¿Te gusta follar por la mañana? -

-Me encanta. -Respondió la morena.

Brittany, con una sonrisa en el rostro, agarró con fuerza el vibrador, y puso la punta sobre el coño de Santana. Mientras ella se agarraba al cuello de esta, y esperaba que se la follara de una vez por todas.

Brittany esperó unos segundos más, ella se fue al cuello de su alumna, revisó la marca del día anterior, y la besó despacio, sin hacer fuerza para tratar de no hacer ninguna marca más, y volviera a recibir bronca.

Brittany, impulsó el vibrador a la vagina de su alumna, haciéndola gritar levemente en su oreja, una vez el vibrador estaba dentro, y resbaladizo, la rubia encendió el modo de vibración, y comenzó a meterlo, y sacarlo una y otra vez, mientras escuchaba a su alumna gemir en su oreja, a Brittany le encantaba escucharla gemir, jadear, y verla mover su cintura y sus caderas para sentir más placer.

Santana agarró la muñeca de su profesora, y la paró unos instantes, Santana, con un grito atado en la garganta, aumentó la vibración, y ayudó a su profesora a penetrarla con más fuerza y rapidez.

Santana podía sentir hasta dolor. Intentó tragarse aquel nudo, para poder seguir disfrutando, y seguir gimiendo, Brittany disfrutaba besando sus labios, y sobre todo besando su cuello, ya que su cuello era lo que la había atrapado a ella.

Su piel morena, y sus ojos marrones tan oscuros, su malvada sonrisa, su voz tan sensual y esos labios tan gruesos y perfectos para besar, y sus gemidos... Brittany se estaba volviendo loca.

Mientras las dos hacían trabajo penetrando el coño de Santana, ambas también mantenían sus labios pegados, y sus lenguas jugaban mutuamente, mientras sus dientes de vez en cuando mordían los labios de la otra.

Brittany volvió a aumentar la velocidad de la vibración, y penetró con mucha fuerza, tanta fuerza que Santana se ahogó en un gritó de placer, en el climas perfecto que consiguió inundar todo el salón, y hacer que ambas sintieran la vibración de la sala, Santana débilmente calló sobre la mesa sin fuerza alguna. Brittany sacó el vibrador y lo pasó por su lengua varias veces. Mientras Santana recuperaba su aliento, esta vez podía sentir como se ahogaba, y como su corazón iba a mil, su coño ardía más de lo normal, y cada vez se sentía más atraída por su profesora.

Entre las dos estaba despertando algo. Santana era la alumna, y Brittany la profesora. Pero fuera de todo eso, eran dos chicas que disfrutaban juntas, tanto de sexo, como de compañía. Santana quería pasar más tiempo con ella, todo el posible. Quería ser follada así de 'Mal', y ser tratada así de bien. Brittany era cariñosa, cuando había más gente ante las dos, o en cualquier otro sitio, pero cuando está sola con Santana, cambia de personalidad, y la adicción por su alumna aumentaba más. A ninguna le interesaba otro cuerpo que no fuera el de ellas, Santana a su profesora, y su profesora quería a su alumna.

****

Cerca de las seis y diez, estaban juntas viendo la televisión, un programa infantil que daban por la mañana. Santana escuchaba la respiración profunda de su profesora y eso cada vez la relajaba más, tenía ganas de hacer pellas y quedarse con ella todo el día, dormir hasta las diez sobre su pecho, mientras escuchaba los latidos de su corazón haciendo melodía, y su respiración haciendo la música de ambiente,

Era algo relajante para ella, mientras para Brittany, sentir el calor de su alumna sobre su pecho, y verla dormir era suficiente, pese a que ella no tenía un sueño profundo, estaba esperando poder acostarse a la madrugada y levantarse al medio día con ella a su lado, después de haber follado hasta el amanecer y haber descansado durante toda la mañana y medio día.

Pero el sueño de Brittany era pésimo, y cada vez que cerraba los ojos y entraba en sueño, volvía a despertarse sin razón alguna. Ni un té caliente, o incluso pastillas le hacían dormir, solo dormía tres días a la semana, y eso según como fuese su día.

Tal vez la culpabilidad de acostarse con su alumna le hacía perder el sueño, y pensar en lo mal que está empezando su segundo año de carrera, y si parara esto tal vez se quedaba dormida y podía descansar.

-Brittany, debo irme. -Santana acurrucada en su pecho, se levantó y miro a su profesora medio dormida.

Santana no evito sonreír, entonces se inclinó a su mejilla para besarle, y ella despertó rápidamente.

-No quería despertarte. -Santana se encogió de hombros, y Brittany froto sus manos contra sus ojos, y se levantó del sofá.

-No te preocupes, me hubiese despertado de alguna otra manera. -Santana miro a Brittany amable mente, y ellas se levantaron.

Santana ya estaba vestida, después de haber recuperado el aliento por fin se había vestido y preparado para irse. Y lo único que habían hecho a partir de eso, era estar juntas mientras veían la televisión. Ella no quería irse, y quería, es más, deseaba poder quedarse con su profesora, follarsela cada vez que pudiera, y así hasta que ambos cuerpos cayeran en punto muerto sobre la cama, entonces, dormirían las horas que fuesen.

-¿Te llamo? –Preguntó la rubia, impaciente por recibí un ‘si’ y volver a verla en unas horas.

-¿Recuerdas que ayer me quedé sin teléfono? –Me encogí de hombros. –Hablaré con mi madre, pero si vengo no podré avisarte. –Santana torció sus labios, y Brittany asintió. –Te llamaré, pero no será con mi número. –

-Vale, ten cuidado. –Brittany besó los labios de su alumna amablemente, y cerró la puerta después de ver como se alejaba por el ascensor del piso.





****



Al llegar Santana, revisó que no hubiese nadie despierto, con demasiada suerte sus padres no se habían dado cuenta de que había desaparecido durante toda la noche, ella, planeo en volver a trepar por el árbol si algo salía mal y había alguien despierto. Pero gracias a cualquier cosa menos a dios, no había nadie despierto.



Santana entró sigilosamente por la puerta, y la cerró tras ella. Subió hasta su habitación pasando por la habitación de sus padres y revisando que estuviesen dormidos, así era, Santana sabía que no se preocuparían por ella después de una pelea, pero al menos se había librado del mayor marrón de su vida.



Santana se quitó toda la ropa y se puso el pijama, eran las seis y media, y quería dormir un poco más antes de que su madre se levantara. Pero si eso hacia se dormiría y faltaría a clase, cosa que odiaba.

Ella debía buscar una excusa para dejarla salir durante todo el fin de semana con Brittany, a ella no le acosaban a preguntas, diciendo que donde estaba o donde se había metido, siempre y cuando no llevara marcas como la noche anterior.



Santana se estiró en la cama, y esperó hasta las siete, no tenía sueño pero tenía el cuerpo en punto muerto. No podía hacer nada si se dormía, no tenía teléfono, y sabía que si comenzaba a leer una de sus novelas preferidas de William Shakespeare también se acabaría durmiendo.



Santana cerró los ojos y optó por dormir tan solo los veinte minutos y poco más que le quedaban para levantarse e ir a clase.





*****



-¡Santana son las siete! Despierta. –Esther gritó y golpeó la puerta de Santana como cada mañana, sus ojos se abrieron como platos al escuchar la voz de su madre, y se lanzó a la ducha.



Había conseguido dormirse, pero simplemente veinte minutos, o poco más.



Después de haberse duchado, secó su melena morena, y se vistió lo más rápido posible. Santana se puso un vestido de manga larga color blanco, una chaqueta tejana negra, esa chaqueta llevaba un gorro de pelo por si lluvia, aunque ella lo usaba de accesorio. Se puso unas botas de piel que alcanzaban sus rodillas, mientras que sus rizos, caían por sus hombros y su espalda. Hacía tiempo que Santana se dejaba el pelo ondulado.



Después de estar lista, bajó a la cocina encontrándose con su madre preparando el desayuno. Esther no parecía cabreada, y Santana necesitaba hablar con ella, y negociar un perdón para poder irse este fin de semana.



-Buenos días mamá. –Santana le dedicó una sonrisa a su madre, y ella se la devolvió.

-Buenos días cariño, ¿has dormido bien? –Santana asintió, y ella sacó los huevos revueltos de su sartén, y el Bacon.

-He dormido bien, gracias. –Santana agarró en sus manos el plato que su madre le entregó. -¿Dónde están Daniel y papá? –

-Tu padre se levanta en dos horas, y Daniel está enfermo con fiebre. –Santana se levantó corriendo de la mesa, y corrió hasta la habitación de su hermano. –

La última vez que Daniel se puso enfermo, casi acaba muerto.



-Buenos días Dani, ¿Qué te pasa? –Preguntó su hermana, entrando sin hacer ruido a la habitación con las persianas cerradas, y luces también.

-Me duele la garganta, no me encuentro bien. –Santana puso sus labios contra la frente de su hermano, estaba ardiendo.

-Estas demasiado caliente, ¿Has tomado algo? Iré a por algo. –

-No, mamá dice que si no se me pasa en un rato tomaré algo. –

-No, voy a por una pastilla, te pondrás bien pronto. –Santana se fue al bañó y buscó una pastilla de Lizipadol. Caminó de nuevo a la habitación de su hermano, y cogió una botella de agua de su escritorio.

-Te tomas esto, y estarás nuevo en un par de días, pero recuerda, debes tomártela cada ocho horas. –Daniel cogió la botella entre sus manos, y metió la pastilla en su boca. Tragándola con facilidad, Santana lo miró con lastima. –Me quedaré contigo hoy, ¿vale? Veremos películas, y jugaremos a la PlayStation 3, lo que tú quieras. –

-¿No tenías un examen hoy? Biología, te he visto estudiando. –Santana se encogió de hombros.

-Eso no importa, papá se irá en unas horas, y mamá debe trabajar, si estamos los tres fuera todo el día, ¿Quién va a estar por ti? –

-Yo voy a dormir. –Se encogió de hombros. –Ves a clase. –

-Vale, haré esto, iré las primeras tres horas, haré el examen, y volveré a casa, pondré alguna excusa. Iré, pero solo tres horas, a las once estaré aquí. –Daniel asintió y cerró los ojos dándole la espalda a la puerta. La mayor salió de la habitación sigilosamente, y fue de nuevo a la cocina.

-¿Dónde has ido tan rápido? –

-A ver a mí hermano. –Contestó bruscamente Santana. –Hoy saldré antes de clase, haré el examen de biología, y volveré a casa con él. –

-Está bien, haré una nota justificada. De todos modos, yo volveré hoy más pronto. –Esther asintió, y Santana trató de sacar el tema de su castigo mientras desayunaba.

-Mamá, ¿Sigues cabreada conmigo? –Esther se giró para ver mejor a su hija.

-Estoy enfadada por tu comportamiento, pero no, no estoy cabreada. –

-Entonces, ¿Puedo salir? –Santana hizo un puchero con sus labios, tal vez con un poco de lastima, conseguiría que le quitara el castigo.

-No, claro que no. –

-Vamos, lo siento, sabes que no soy así, volvía cansada, y simplemente por eso te hablé mal. No volverá a pasar, por favor. –

-¿Por qué deseas tanto que te quite el castigo? –

-Este fin de semana… Me voy con Hanna y unos amigos a una casa de uno de sus amigos, nada de fiesta, ni alcohol, simplemente, amigos pasándolo bien frente la hoguera. –Mintió, convenciendo a su madre, cosa que estaba consiguiendo.

-Está bien, pero la próxima vez pasarás castigada el resto de tu vida. –Santana se levantó de la silla y besó la cabeza de su madre un par de veces.

-¡Gracias, gracias, gracias, gracias! –Santana la besó una última vez, y fue a por su bolso, con sus libros, y sus cosas.

-¿Dónde vas? –

-A clase, son menos veinte. –

-¿Y la nota justificada? –

-Yo la haré, no te preocupes por eso. –Santana salió disparada por la puerta, y subió a su coche camino a la escuela.



*****

-¿Hoy que haces? –Preguntó Brittany por el teléfono.

-Pues, hoy libro, gracias a dios, estoy explotada. –Contestó Dianna por la otra línea.

-Yo tengo que preparar algunas cosas para mañana, pero por la tarde. –

-Bueno, ¿Has dormido? –

-No, no he dormido. –Ella se encogió de hombros aunque Dianna no la viese. –No había dormido con nadie desde Kevin. –

-¿Dormido con alguien? – Dianna se emocionó aunque Brittany no lo viera, lo sabía. -¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¡Cuéntamelo todo! –

-Nunca comprenderé porque tienes que saberlo todo de las personas con las que duermo. –Carcajeó Brittany. –La conocerás el sábado. –

-Así que… ¿Oficial mente eres lesbiana? –

-No, bueno, no sé, me atrae, me gusta mucho pero de momento solo es sexo. –

-De. Momento. – Dianna río en alto. -¿Haces algo a la hora de comer? –

-Pues no, no tenía ni planeado comer algo. –

-Pues prepara algo rico, porque a la una estaré ahí. –Brittany suspiró profundamente.

-Está bien, pero debo ir a comprar entonces. –

-Te veo luego, te quiero. –

-Yo también. –



Brittany tiró el teléfono sobre el sofá y estiró su espalda, nublando su vista unos segundos. Eran las ocho y media, y lo único que había tomado eran galletas. La dieta de Brittany se desvarío cuando lo dejó con Kevin, si, él era un cabrón pero Brittany le quería por encima de todo, por encima de las palizas, por encima de los insultos, las amenazas, los gritos, la ropa rota, por todo.

Brittany siempre había tenido la esperanza de que algún día cambiara y volviera ser el mismo chico que conoció, amable, simpático, romántico y respetuoso, detallado y generoso.

El la llamaba gorda, pese a que Brittany tuviera cuerpo de modelo, puta, insolente, guarra, mala persona, él le decía las mismas palabras días tras días durante meses, y ella simplemente, lo escuchaba mientras las lágrimas caían por sus ojos, y aunque el la viese llorar, seguía gritando y prohibiéndole ir a la playa para no enseñar el estómago, o le prohibía llevar ropa ajustada.

Fue una tortura, y aunque todos esos pensamientos estén guardados en la mente de Brittany, cada vez que sostenía un cubierto con comida en el la palabra ‘Gorda’ se repetía en su cabeza una y otra vez.

Brittany si comía, lo suficiente para vivir, pero no lo suficiente como para nutrirse al cien por cien. Dianna sabía que ella recibía golpes de Kevin, pero no sabía que era tan extremadamente sado.

Brittany pesaba con eso cada día de su vida desde que comenzó, y le daba hasta miedo mirarse en el espejo sin ropa. Hasta Dianna sería capaz de tener sexo con Brittany, todo el mundo le decía lo hermosa que era, pero Brittany no necesitaba alguien que le animase con palabras simples.

Ella necesitaba algo, alguien, que con sinceridad y amor le dijese toda la verdad sobre ella, Brittany tenía el corazón cerrado, y pese a toda su amabilidad y sonrisas, había lágrimas y pesadillas. Ella necesita a alguien que le abra el corazón y le enseñe que puede volver a amar de nuevo.



Brittany se duchó y vistió rápidamente para comenzar a hacer cosas. Ella se puso unos pantalones ajustados a su figura color beige, y una blusa blanca que dejaba ver su pecho. Ella, cubría su pecho con un pañuelo blanco, mientras su melena morena estaba en una trenza de espiga. Brittany, con su ropa formal y sus tacones también color beige. Subió al ascensor para bajar al parking y coger su coche, Mini One 75 CV, color blanco, y condujo hasta el súper mercado pensando en que haría Santana, y en si la echaba de menos, como Brittany a ella.



*****

-Bien, Santana con Ashley, Aleix con Sasha y Alison con Emily. ¿Falta alguien? –Todos los alumnos se quedaron callados, así que el profesor dio porque todos dijeron que sí.

-El trabajo es para el lunes, recordad, treinta diapositivas sobre los procesos metabólicos. Luego deberéis exponerlos en clase. –



-¿Nunca se calla? Lo ha repetido tres veces. –Río Ashley, mientras miraba atenta al profesor, con el bolígrafo en la boca, y aburrida.

-Sí, lo sé, hace diez minutos que lo tengo apuntado. –Le devolví la broma.

-Santana, ¿Tienes algo que decir? – Ashley volvió a su compostura, y miró su libreta disimulando. –Veo que tú y la señorita Benson se ríen mucho, ¿Pueden decirnos de que es? Así podríamos reírnos todos. –

-No, no. Lo siento Sr. Ray. –

-No, cuéntanos, ¿De qué se reían? –

-Hablábamos de… -

-¡Esas follan hoy seguro! –Gritó Aleix atrás del todo.

-¡Aleix Matthew! ¡Fuera de clase! –Aleix se levantó y salió de la sala.

Todos sabían que Santana era lesbiana, y eso tenía unas consecuencias, a Santana no le molestaban esos comentarios pero si le molestaba que lo dijera un puto hipócrita y homofobo.

-¿Y bien señorita Lopez? –

-Hablábamos de lo divertidas que son sus clases sr. Ray. –Santana fingió una sonrisa en sus labios, y el, con una mirada de despreció, se volteó y continuo los cinco minutos que quedaban de clase.





****



-Nos vemos el lunes, no olviden hacer el trabajo o suspenderán todo el semestre. –El profesor se marchó por fin de la sala, mientras los alumnos esperaban al siguiente profesor de ciencia.



-Que Alison, te ha tocado con la pesada de Emily. –Dijo Ashley, mientras ambas se reían y ella las miraba con mala cara.

-No la llames así, es muy buena chica. –Ali se encogió de hombros.

-No digo lo contrario, pero no puedes decirle nada, porque de un tema saca otro, y otro, y otro. ¡Así no se mantiene una conversación! –

-No Santana, básicamente eso es una conversación. –

-Está bien, no me muerdas perrita. –Vaciló Santana, dándole un codazo.

-Está rabiosa porque no le ha tocado con nosotras, la última vez estuviste tú con Santana, y yo con Joan, y la anterior tú conmigo, y Santana se quedó sola con el hipócrita de Aleix. –Santana asintió encogiéndose de hombros. Alison respiró profundo.

-¿Por qué las parejas no son de tres? –

-Tal vez nunca ha tenido sexo, y por eso está amargado, y lo que quiere es joder. –

-¿Qué tiene que ver aquí el sexo ahora Ash? Tú tampoco has tenido sexo, así que cállate. –Contestó Santana.

-Eso corazones míos, no lo sabéis. –Ashley le guiñó un ojo a sus mejores amigas, y se calló y giró al ver entrar al profesor de Ciencias pasar por la puerta.

Santana y Alison se quedaron intrigadas, ¿Ashley teniendo sexo? Lleva años diciendo el miedo que le daba que le perforasen la vagina con un pene. Aunque lo deseaba, tenía miedo de esas cosas, y del dolor. Aunque no sabía lo que se estaba perdiendo.

-Buenos días, separen todas las mesas al extremo del aula, si veo las manos bajo la mesa, miradas entre ustedes, susurros, o cualquier movimiento extraño, romperé el examen en dos y quedarán suspendidos del semestre. –

-Buena suerte. –Susurró riendo la rubia.

-¿Algo que decir Ashley? –

-No, no, que… Buena suerte a todos. –Sonrió falsamente, y el profesor repartió los exámenes mientras los alumnos separaban las mesas.



Minutos después, el profesor leyó las preguntas en alto, a Santana le parecía demasiado fácil, y tenía claro que iba a aprobar.



-Bien, buena suerte a todos, tenéis cincuenta minutos, nada más. –





****



-Estoy saliendo de la compra, he quedado con Dianna para comer. –Le contestó Brittany a su madre por la línea del teléfono.

-Que bien, a ver si me invitas a comer algún día, te echo de menos. –

-Mamá sabes que puedes venir cuando quieras, siempre hay sitio para ti. –Contestó Brittany con el móvil sobre el hombro, y aguantándolo con la cabeza mientras arrastraba el carrito de la compra por el parking.

-Lo sé cariño. –Respondió en tono dulce. –Debo colgar, tengo que limpiar la casa, te llamaré prontito, te quiero. –

-Te quiero mamá, un beso. –

-Otro para ti. –



Brittany llegó a su coche, y metió todas las bolsas dentro del maletero, no había comprado mucho, lo suficiente para hacer un estofado para ella y su mejor amiga, y para vivir durante un mes con ensalada y carne a la plancha.

Brittany ocultaba todos sus sentimientos y penas para ella misma, estaba cansada de comer cosas verdes, pero se sentía bien, y eso le hacía continuar. No siempre comía cosas verdes, pero si cuando pasaba las cenas y las comidas solas.



El teléfono de Brittany sonó mientras ella conducía, sus ojos en la carretera, y una mano al volante. Cogió el móvil y vio que era su pesada y mejor amiga Dianna.

-¿Qué quieres Dianna? –

-Nada, por grosera ya no quiero nada. –Dijo cabreada.

-No, no, lo siento. –

-No te disculpes tonta. –Se burló Quinn. –Iré antes, vamos, iré pronto, tan pronto como que estoy llegando. –

-Pero si son casi las once. ¡Por dios! ¿No tienes vida? –

-No, solo necesito un buen polvo. –

-¿Tu chico no te da lo que necesitas? –Se burló Brittany haciendo venganza.

-¡No! Se pasa el día trabajando, como este fin de semana no me folle bien, me lo tendré que montar contigo y con tu amiga. –

-¡JA! Ni lo sueñes. –Brittany comenzó a reír. –Quédate en tu acera hetero, yo me quedaré en el medio. –

-Debes aprender a distinguir la ironía, cariño mío. –

-De todas formas, a ella solo la toco yo. –

-¿Entonces ella es la pasiva? –Preguntó Dianna.

-Es mutuo, a veces ella y a veces yo. Pero da igual quien lo sea, disfruto de todas las maneras posibles. –

-Mmm Brittany Pierce, te veo cambiada. –

-¿Yo? Que va. –Brittany sonrió.

-¿No te estarás enamorando verdad? –

-¡No! –Brittany fue a cortar la llamada, pero le parecía un poco grosero hacerle eso a su mejor amiga. –Debo colgarte, he llegado a casa. –

-Está bien, estaré ahí en un rato. –Ella cortó la llamada antes de que Brittany lo hiciera.



*****

-Fatal, fatal. –Alison sacudió su cabeza con lágrimas en los bordes de sus ojos.

-¿Y tú Ashley? –

-Mal, pero no me importa. –Contestó bruscamente.

-¿Solo me ha ido bien a mí? –Santana se encogió de hombros, mientras caminaban las tres por el pasillo para salir al recreo.

-Pues veo que sí. –Se quejó Alison. –Tú nunca has tenido problema con los estudios, repasas el libro una vez y todo te sale bien, pero yo lo repaso treinta veces cada hora, y no entra en mi diminuto cerebro. –

-Cariño, es solo un examen, pondrán más, y la próxima te ayudare a estudiar. –Santana se apoyó en los hombros de Alison, y besó su cabeza.

-Bueno, Santana ¿Cuándo vamos a quedar? –

-Pues, hoy. Me voy todo el fin de semana, así que a las cinco en punto en mi casa. –

-Ey, Ey, ¿Y si tengo planes? –Contestó Ashley, poniendo orden en la situación.

-Pues lo haré yo sola a nombre de las dos. –

-¿Qué va a pasar este fin de semana? ¿Por qué tantas ansias? –

-Me voy con unos amigos, nada más. –Santana suspiró profundamente y miró hacia recepción. –Nada importante. –

-Está bien, te llamaré e iré a tu casa. –

-No, no tengo teléfono. –Se encogió de hombros y su amiga arqueo una ceja.

-¿Qué le ha pasado a tu móvil? –Preguntó.

-Me dio un ataque de rabia, y lo tiré al suelo. – Ashley abrió sus ojos de par en par. –Sí, sí, no hace falta que digas nada. –Santana movió las comisuras de sus labios y se encogió de hombros.

-Bueno, pues iré a las cinco. ¿Cenamos juntas? –

-No puedo, le he prometido a Daniel que cenaría con él y veríamos una película juntos, lo siento. –Mintió, sabía que en cuando Ashley se fuera, Daniel estaría dormido y se escaparía a ver a su profesora. Tenía ganas de sentir su dulce lengua recorrer su zona más sensible.

Santana se estremecía cada vez que pensaba en ello, la suave y delicada lengua de su profesora penetrándola y besando su clítoris haciendo que se retorciera, mientras susurraba su nombre. Santana se volvía loca por ella. Y le costaba decirlo, le gustaba, y temía que fuese a otra cosa más. La alumna no quería ataduras.

-Bueno, pues a las cinco me tienes ahí. – Ashley sonrió dulcemente a su amiga, mientras Santana pensaba, y miraba a las musarañas. -¿Santana?

-Hanna, ¿me dejas tu móvil? –Preguntó, Ashley sacó su teléfono y esta se alejó. Necesitaba hablar con su profesora, su humedad estaba a punto de manchar sus braguitas, y eso no sería bonito. Necesitaba masturbarse, que la masturbaran.



Santana marcó el número de su profesora, y hasta la cuarta señal no contestó.

-¿Quién? –Contestó.

-Soy yo. –Brittany suspiró profundamente y se relajó al saber que no era su ex novio.

-Hola Santana, ¿Qué tal el examen?

-Olvídate de exámenes, necesito verte.

-¿Te pasa algo? –Santana mordió su labio inferior, y lo presionó contra sus dientes, después lo dejó y trató de calmarse.

-Quiero verte desnuda, ¿Debo esperar hasta mañana en serio? –Santana se apoyó en la pared, y revisó que nadie estuviese a menos de diez metros.

-Tengo una invitada, pero puedes venir por la tarde.

-No me jodas, voy a tener que masturbarme. –Santana escuchó a su profesora reírse, y no pudo evitar hacerlo ella también.

-Solo pensar en que voy a pasar más de veinticuatro horas entre sabanas contigo, me vengo. –Susurró Brittany.

-Por favor, dile a tu amiga que solo son diez minutos.

-Lo siento, es demasiado precipitado. –Santana suspiró, y Brittany pudo notar a su alumna venirse abajo con un solo suspiro. –Puedes venir a cenar.

-Ese era mi plan, pero como has dicho es demasiado precipitado.

-¿Disculpa? –Santana sonrió pícaramente, mientras Brittany se sentía molesta por ese comentario. –No seas infantil. –

-No lo soy, simplemente soy caprichosa. Y no sabes cuánto. –

-¿Oh, de verdad? –Contestó irónicamente.

-Oh sí. –

-Bien niña caprichosa, te espero a las nueve en mi casa. –

-No, demasiado precipitado. –Repitió

-He dicho a las nueve. –Murmuró sensual mente. –Si no serás castigada. –

-¿De qué forma? –

-Adiós Santana. –Ella colgó la llamada, y Santana se quedó parada mirando el teléfono.

<< Chica dura, me gusta. >>

Santana aun quieta, se sentía empapada, su zona más íntima estaba a punto de explotar, necesitaba a su profesora lamiendo y succionándola.

Al escuchar a su profesora poniéndose dura, sus pezones se habían puesto demasiado erectos, tanto que al sentir la tela de su sujetador rozarlos le hacía daño. Estaba deseando ir a casa cuando terminara el recreo.

-Aquí tienes tu teléfono. –Dijo, mientras borraba el número de Brittany de las llamadas recientes.

-¿Con quién hablabas? –Preguntó Hanna curiosa.

-Con mi madre, me tengo que ir, Daniel está enfermo y solo. –Santana abrió su bolsa, y sacó una libreta más un bolígrafo.

<< ‘Santana hoy debe salir antes, tiene cita con el médico.’ >>

Apuntó Santana, falsificando la firma de su madre.

-Nos vemos luego, Ali, no te preocupes; Seguro que has aprobado. –La morena se despidió de sus amigas, y se marchó a recepción para entregar la nota y que pudiera salir.





*****

Dianna y Brittany cocinaban entre risas, eran las once y media, y comenzaron a cocinar demasiado pronto, pero ambas hablaban mientras el fuego lento hacia su trabajo.

-Bueno, cuéntame de esa chica, ¿Has cogido con ella? –

-¡No te incumbe! –

-Bueno, como amiga no me lo tendrías que contar, pero si como mejor amiga, además para que vengo si no tienes nada jugoso que contarme. –Brittany sonrió a su mejor amiga, mientras le daba un trago al vino que trajo su amiga.

-Me he acostado con ella, y es magnífico. A demás no sé porque me lo preguntas cada vez que hablamos. –Brittany volvió a beber de su vino a la misma vez que su mejor amiga.

-¿Es buena en la cama? ¿Habéis usado tus juguetes? –

-De momento solo un vibrador, no creo que esté bien enseñarle todos, esperaré un poco más. –

-En mi opinión, un vibrador es lo mismo que los arneses, como si fueses Cristian Grey. –Se burló de nuevo mientras le daba medio trago a su vino.

-No es lo mismo, no los he usado, ni siquiera sé porque me los regalaste. –

-Porque sé que eres muy fogosa en la cama, y que te gusta jugar aunque tengas cara de niña inocente. –

-Bueno, no quisiera saber lo que hacéis Noah y tú en la cama. –Brittany bajó un poco más el fuego, y volvió a beber de su vino y se sentaba en la barra de la cocina.



****



Santana revisó que Daniel estuviese bien, él estaba profundamente dormido. Ella fue a su habitación arrancando su vestido, y sacándose las botas, lista para una ducha fría.

Abrió el cajón de su ropa interior y cogió ropa interior limpia. Y su pijama, si no iba a salir quería ir cómoda, Hanna la había visto tantas veces en pijama que no hacía falta arreglarse.



Santana encendió el agua y se introdujo en ella pese a que estaba fría, se apoyó en los azulejos del baño, y cogió el mango del agua, esperó unos instantes a que el agua estuviese templada.

Santana se sentía húmeda, y sentía su sexo latir, llevó el mango a su entrepierna, y con su mano libre agarró su pecho, y acarició su pezón erecto, la excitación y el agua fría hacia que su piel se erizara con más dureza, sus pezones dolían al tacto, Santana cerró los ojos y miró sus pantorrillas, subió el mango hasta llevarlo a su sexo, y lo presiono contra él.

Los chorros del agua hicieron que Santana gimiera, mientras pensaba en la imagen seductora de su profesora recorriendo y lamiendo su esbelta figura femenina, Santana bajó su otra mano y acarició su clítoris provocando que su cuerpo se estremeciera, jadeante, presionó con más fuerza el mago, y sentir más presión contra su zona más íntima. Su coño estaba ardiendo como su piel, y ya no sentía el frio del agua. Abrió sus piernas y calló de cuclillas en la ducha.



-Brittany… -Susurró, mientras acariciaba su clítoris, y sentía los chorros de agua presionados en su sexo.

Santana gimió de nuevo, al soltar el mango, e introdujo sus dedos en su vagina, con fuerza, se imaginaba en la cama estremecida por las caricias y embestidas del consolador de su profesora domándola y haciéndola suya, Santana estaba a punto de venirse, cada vez gemía y jadeaba con más fuerza, deseosa de su profesora, se ahogó en el clímax, y cayó sobre la plataforma de la ducha. Suspiró profundamente, y cerró los ojos.

-Dios mío.





Daniel estaba en el sofá viendo la televisión mientras su hermana hacia algo de caldo para su garganta, Santana llevaba una bata de seda atada a su cintura, y su pelo estaba recogido en una pinza. Eran casi las dos de la tarde, y Daniel había pasado mayoritariamente el tiempo dirimiendo, hasta la una y media, Santana había aprovechado para repasar Ciencias, y recoger la casa por encima.

-La sopa estará hecha en unos minutos, ¿te encuentras mejor? –Santana posó su mano sobre la frente de su hermano, ya no tenía fiebre.

-Sí, pero me duele la garganta y apenas puedo respirar. –

-Puedo darte un caramelo de menta, eso te ayudará a poder respirar mejor, ¿Quieres? –Daniel asintió mientras veía la televisión, ni si quiera sabía que era, Daniel siempre veía dibujos animados estúpidos, aunque él se divertía viéndolos.

-Toma. –Santana le lanzó a su hermano pequeño una bolsa llena de caramelos de menta. –No te comas más de dos, la comida está hecha. –

-Vale. –Daniel desenvolvió el caramelo y lo introdujo en su boca.





*****

-Sabes, nunca me cansaré de decir lo bien que cocinas. –Dijo Dianna mientras sostenía su barriga completamente hinchada.

-Recetas de mi madre. –Sonrió Brittany. –Me alegra que te guste. –

-Debería pedirle que cocinara para mí, le pagaría muy bien. –Torció sus comisuras.

-¡Deja en paz a mi madre! –Sonrió golpeando el hombro de su amiga.

-Solo bromeo, pero amo como cocina, si tú lo haces bien tan solo imitando, no quiero imaginarme probar su exquisita comida hecha con sus manos. –Ella se relamió los labios y se levantó de la silla.

-Voy a comenzar a limpiar todo esto.

-Siempre limpiando, y trabajando, así te vas a hacer vieja muy pronto señorita.

-Perdona pero yo hago cosas que no son de vieja, ser limpia y trabajadora no te hacer ser vieja. –

-Por supuesto que no. –Respiró hondo, su rostro parecía serio. -¿Cuánto hace que no sales de fiesta? ¿O te emborrachas? Oh no espera, tú nunca has hecho esas cosas. –

-Sabes que no me gustan prefiero la tranquilidad, estar en casa… -

-Y con pareja, así ha sido siempre Brittany Pierce, una dama de casa, cocina para su hombre, y limpia, trabaja y no disfruta. No eres activa. -Terminó

-Algunos disfrutan con sexo alcohol y fiesta, yo solo disfruto con sexo y tranquilidad, el sexo es activo. –Terminó después Brittany.

-Está bien señorita Pierce, limpiemos. –

-¿Vas a quedarte hasta tarde? –Preguntó

-No, he quedado con Noah para ir a tomar algo y ver una película en el cine. –

-Oh que aburrido, te estas convirtiendo en una vieja. –Hizo una pausa mientras reía malvadamente. –Mira, como yo. Deberías irte a una fiesta de dieciocho añeros y colocarte hasta el culo de marihuana. –Recogió los platos de la mesa, y comenzó a recoger.

-Pues tal vez lo haga. –Vaciló Dianna, ayudando a recoger.

-Vaya, y ahora me ayuda a recoger, está hecha toda una señorita Fabray. –

-Vale, una vez es gracioso, dos no. –

-Vaya, ¿No te parece gracioso? ¡Que aburrida! Está hecha una vieja. –Repitió.



Brittany y Dianna terminaron de recoger, y pasaron un rato más antes de que Dianna se fuera. Cuando ella se marchó, Brittany se había quedado dormida en el sofá, con Charmed en la televisión.





****



-Bien, añade esto y terminamos. –Le dijo Ashley a Santana.

Eran las seis y media, y ambas llevaban toda la tarde preparando el trabajo para el lunes. Había sido rápido, no era muy difícil.

-Vale, terminado. –Contestó Santana guardando y cerrando el ordenador.

Santana se dejó caer en la cama, con su mejor amiga a sus pies.

-¿Qué te preocupa? –

-Nada, simplemente estoy cansada. –Suspiró profundamente.

-No, algo te preocupa… -

-No me pasa nada, de verdad. –Santana volvió a levantarse, y sacudió su cabeza hacia ambos lados.

-Tengo algo para ti. –Ashley abrió su bolso y sacó una caja. –Es mi móvil, el que usé el año pasado, esta nuevo, pero es viejo. –

-¡Gracias! –Santana lo abrió y lo enchufó a la luz para poder cargarlo.

-Santana…

-¿Si Ash? –

-Tengo que decirte algo y no sé cómo porras hacerlo, me da mucha vergüenza. Y no sé si creerlo o que pensar. –

-No me jodas, ¿Has perdido la virginidad? –Santana saltó sobre la cama, y Ashley negó.

-No, no es eso. –Santana pensó que Ashley podía estar enamorada de ella, pero era imposible, siempre la pillaba mirándole el culo a cada chico que pasara por su lado.

-¿Entonces?

-Ayer fui a Starbucks a por un café, iba muy estresada y al entrar… Os vi a ti y a la Srta. Pierce juntas, primero pensé que ella te estaba dando clases, tal vez, pero de la forma en la que la mirabas, no parecía algo ‘Profesional’.

Santana se quedó parada en la cama, sin saber que decir, los latidos de su corazón se ralentizaban cada milésima que pasaba, no sabía que responder, se quedó parada y con la respiración entre cortada.

-No creí que era nada serio, pero luego la vi subir a tu coche, ¿Estas liada con la Srta. Pierce? -

****





Ohh, ¡vaya! Se puso intenso con la amiguita... ¿Que les pareció el capitulo? Lo hice, muy, muy, largo. Ahora viene basicamente lo bueno, se acerca el fin de semana, y ahora que Hanna 'Lo sabe' Santana podrá cubrirse mejor con Esther...



DIGANME QUE LES PARECIÓ EN LOS COMENTARIOS, LAS AMO A TODAS, AH

nooooooooooooooo y lo dejas ahi????? no tardes en actualizar y por favor sigue asi me encanta

ese par son muy calientes, espero que las una algo mas que el sexo, hasta luego!

Perfecto como siempre! Esperando desde ya la actualización :) saludos

Waaaa!! Pero que capítulo !!! Espero ansiosa el siguiente

Hanna es confiable, por lo menos eso he aprendido en PLL pero Alison no, así que no quiero que sepa para que no pase nada malo Actualiza luegoo, quiero saber que pasara...

holap,....

me gustaron las capítulos,... (ya me puse al día)
espero que hanna sea confiable con lo que "sabe" de san y britt!!!

nos vemos!!

¡¿Qué?! Que estupidez es esa, Ash, estas flipando. –Susurró en un grito Santana, ella comenzó a temblar, sus manos, e incluso su labio.



Se había metido en un buen lio, y no sabía que responder, ahora sabía que no podía ir a ningún sitio con su profesora, y también sabía que no podía salir de esta.

-Santana, lo de mentir no es lo tuyo, ¿Cuánto hace que nos conocemos? –Arqueó una ceja. –Como diez años. Ni lo intentes.

- Ashley, me confundirías con otra persona, ayer estuve en casa todo el día. –Santana se encogió de hombros, y guardó sus manos en los bolsillos de su bata.

-San, sabes que no se lo voy a decir a nadie.

-Pero que te estas confundiendo.

-Santana, ayer vinimos a buscarte y no estabas en casa.

-Por favor no se lo digas a nadie. –Suplicó. –Puedo arruinarle la vida, y eso es lo último que quiero.

-¡Dios mío! –La amiga, llevo sus manos a su boca. -¡Esto es impresionante!

- Ashley, como se lo digas a alguien, te juro que no solo te retiro la palabra, como le pase algo por tu culpa, pienso matarte.

-¿Vas enserio? Puedes confiar en mí, esto no saldrá de aquí, te lo prometo. – Ashley comenzó a reírse. –Qué fuerte, por eso estabas tan rara.

Santana, con las lágrimas en los bordes de sus ojos, respiró profundamente. No podía permitir que a Brittany le sucediese algo, le importaba demasiado para que le pasara algo de verdad.

-No quiero ni que Alison lo sepa, ¡Joder!

-Santana, mírame. –Ella alzó su mirada a su amiga. -¿Cuándo he contado algo de lo que me has pedido que no cuente? Soy tu mejor amiga, no me confundas con una chivata. –

-Como Brittany se entere me va a matar.

-No, no te va a pasar nada, ni a ti ni a ella, va a ser raro, pero nadie sabrá esto.

-Prométemelo, por favor.

-¡Te lo prometo! –

-No, prométemelo por tu padre. – Ashley miró seriamente a Santana.

El padre de Ashley había fallecido hace dos años y medio.

-Te lo prometo, por mi padre. –Respiró hondo y miró a Santana con claridad, Santana podía ver en sus ojos la confianza. –Esto será y quedará entre tú y yo. –

-Y Brittany…

-Espera, ¿Ese es su nombre? – Ashley rio. –Qué fuerte.

-Si bueno, pero para ti es la Señorita Pierce, igual que para mí. –

-¿Para ti? Vamos, seguro que ya te la has tirado. –Se burló

-Esto es una puta locura. –

-Vamos, solo había que verte mientras hablabas con ella en el recreo, tenías una cara de tonta…

-Ser discreta no es lo mío, pero ahora iré con cuidado. –Torció las comisuras de sus labios.

-No te preocupes, además, seguro que necesitabas a alguien con quien desahogarte. –Se encogió de hombros. –Y llevabas tiempo sin sexo, y con lo fogosa que eres, y lo bonita que es Britta…

-No, Señorita Pierce.

-Con lo bonita que es la Señorita Pierce, era fácil caer. –

-Vale, bueno, ¿podemos cambiar de tema?



Ashley ya lo sabía, y Santana no podía hacer nada para volver el tiempo atrás. Santana podía confiar en su mejor amiga, pero Ashley siempre había sido la chica que difundía los rumores, y sobre todo, la que más contaba los secretos, nunca había fallado a Santana, como la vez que Santana perdió su virginidad con Elaine, había admitido que era lesbiana, pero la única persona que lo sabía era Ashley, y Santana le rogó que no lo contara, cuando las vio en el baño de chicas una sobre la otra.

Santana estaba asustada, pero como decía siempre su única abuela viva, ¿Qué era una relación sin confianza? Tanto amistad, como amor, una relación de basa en la confianza y en lo que das en ella.

-Por supuesto, pero que sepas que sigo flipando. –Ashley se encogió de hombros y elevó las manos protestando al ver a su amiga fulminándola con la mirada.

-Me parece perfecto.





Dos horas después, Ashley se iba, y Daniel se había quedado dormido, Esther volvió más pronto del trabajo, igual que su padre John. Santana esperaba poder salir, y que su amiga la ayudara a escaparse.

-¿Qué haga qué?

-Tienes que decirle a mi madre que me voy contigo.

-Santana, sabes que no me gusta mentir. –Cruzó sus brazos sobre su pecho.

-Vamos, por favor, he quedado con ella a las nueve.

-¿Para qué?

-¡Tú qué crees! Dile que me quedo a dormir a tu casa. –Insistió Santana.

-No sé por qué hago esto, la verdad hubiese preferido no saberlo.

-Haré lo que me pidas, te daré zapatos, ropa, ¿Qué quieres? –

-No quiero nad… -Santana miró a Ashley con esperanza. -¿Unos zapatos? –

-Ahá.

-¿Los que yo quiera? –

-Ahá.

-Vale, está bien. Te cubriré. –Santana se lanzó a los brazos de su mejor amiga, y cogió su teléfono ‘Nuevo’ ya cargado.

-¿Te he dicho cuanto te quiero? –Santana besó su mejilla y preparó una mochila con sus cosas.

-Sí, y también debes llevarme a casa, no quiero coger el autobús. –

-Vale.





Santana entró en la habitación de su hermano, estaba dormido, y la fiebre le había vuelto a subir. Santana le preparó una pastilla y un vaso de agua para cuando se levantara, y caminando con cautela por la habitación, cerró la puerta, y fue con su mejor amiga que la esperaba en el pasillo.

Ambas bajaron las escaleras, y se dirigieron a la cocina donde estaban Esther y John.

-Mamá, me voy a dormir con Ashley.

-Está bien, ¿Cenáis aquí? Después os llevará John.

-No, prepararemos algo de cenar al llegar. – Ashley se encogió de hombros y la morena besó la mejilla de su madre.

-Nos vemos mañana.



Ambas salieron de la casa.

-Ha sido más fácil de lo que pensaba. –

-Pues sí, ni si quiera sé cómo te ha creído, mentir no es tu punto fuerte. –Río Ashley, mientras subían al coche, y Santana arrancaba el motor.

-Bueno, cual es el plan, ¿vas a dormir con ella? –

-Eso pretendo, pero si por alguna razón no puedo, te llamaré e iré a tu casa. –

-En menudos líos te metes, de verdad Lopez no te entiendo. –



****



Santana se paró frente la puerta de su profesora, eran las nueve y cuarto, llegaba un poco tarde.

-Buenas noches Srta. Pierce.

-Llegas tarde. –Contestó bruscamente. –La cena se ha enfriado, joder. –Brittany parecía cabreada.

Santana pasó detrás de ella y cerró la puerta.

-¿Lo… Lo siento?

-No, no sientes nada, esto ya no vale.

-Tenía que llevar a Hanna a su casa.

-Y a mí que me importa.

-Vale, Brittany ya te he dicho lo siento, cocinaré algo para compensarte. –

-No. –Brittany se acercó bruscamente a Santana y buscó sus labios.

Santana dejó caer la mochila al suelo, y saltó sobre la cintura de su profesora. Brittany la sostuvo en sus brazos y caminó por el pasillo con Santana atada a su cintura, Brittany se guio como pudo y llegó hasta su habitación.

-Desnúdate para mí. –Suplicó Santana.

La rubia, se quitó la blusa color beige, y después bajó sus pantalones quedando en ropa interior.

Santana, de rodillas en la cama, caminó hasta su profesora, y rodeó su cuerpo con sus brazos. Deslizó sus manos hacia el cierre de su sujetador y lo desabrochó con facilidad.

El sujetador de su profesora cayó por sus brazos y ella lo dejó caer al suelo con facilidad, Brittany posesivamente pegó su cuerpo al de su alumna, y deslizó sus manos bajo sus cinturas, tiró hacia arriba llevándose su camisa. Una vez teniéndola descubierta, desabrochó el cierre de su sujetador.

Los pezones de Santana estaban demasiado duros. Cuando sintió el tacto de su profesora en uno de ellos gimió y sintió el calor en su duro y frio pezón. Brittany agarró con un brazo a su alumna y ambas caminaron hasta el cabecero de la cama. Sin separar ambos labios.

Santana sentía el calor de sus labios, y su lengua recorrer cada centímetro de su boca. Estaba deseando que le quitase su humedad, y le hiciese gritar como una loca.

La profesora le quitó los pantalones, y los lanzó al suelo. Recorriendo sus curvas y lamiendo su abdomen llegó a su zona más íntima, cubierta por una fina tela de seda.

Brittany mordió con los dientes las braguitas de su alumna, y tiró hacia abajo hasta deshacerse de ellas.

Brittany agarró las piernas de su alumna, y las abrió con fuerza. Brittany se hundió en la zona más sensible de su alumna.

Santana gimió al sentir su dulce y suave tacto en su vagina. Santana se arqueó en las sabanas, e impulsó su cadera hacia los labios de su profesora. Brittany besó como mejor sabía sus labios más íntimos, Brittany mordió y succionó el clítoris de su alumna, haciendo que se arqueara aun con más fuerza.

-Brittany…



Brittany deslizó sus dedos dentro de la vagina de Santana, mientras esta jadeaba, Brittany disfrutaba escuchando sus gemidos y probando su deliciosa humedad. Brittany penetró con fuerza a su alumna, haciéndola gemir.

-Oh dios mío…

Santana murmuraba millones de cosas, mientras sentía a su profesora trabajando con su excitada, palpitante y ardiente vagina.

Brittany se levantó, y se dirigió hacia su cajón de ropa interior. De ahí sacó una caja marrón larga y pequeña.

-¿Qué es eso? –Preguntó recuperando el aliento la menor.

Brittany abrió la caja y sacó de ella un arnés color beige, del mismo color que su piel. Santana se sorprendió, pero a la misma vez se excitó. Brittany se quitó lo que quedaba de ropa, y se lo colocó.

Santana se acercó a ella, y le ayudó a colocárselo, sin duda tenía ganas de sentir esa gran cosa moviéndose dentro de ella.

Santana no conocía las intenciones de su profesora, pero quería saberlas, y estaba deseando saberlas.

-Échate. –Santana hizo lo que su profesora le ordenó. –Y abre tus piernas para mí.

Santana abrió sus piernas dejando ver su humedad, Brittany pasó entre ellas, agarrando el arnés con su mano.

Brittany pasó sus manos por la cintura de su alumna, y puso el arnés en la zona más sensible de su alumna. Santana pudo sentir el suave tacto del látex. Brittany penetró con fuerza el arnés en el cuerpo de su alumna.

Santana se ahogó en un dulce y fuerte grito. Brittany buscó sus labios. Santana gimió, mientras Brittany la penetraba una y otra vez con más fuerza.

Santana se arqueó sobre la cama, y volvió a gemir una y otra vez. Las embestidas de Brittany estaban provocando que jadeara cada vez con más fuerza.

-Dios mío. –Susurró en un gemido.

La menor aferró sus manos y uñas en la espalda de su profesora mientras jadeaba y gemía. Santana llevó sus labios al cuello de su profesora, y la besó profundamente, mientras esta seguía penetrándola con fuerza.

-Brittany, Brittany. –Santana golpeó la espalda de su profesora.

-Vente para mí. –Murmuró, en la oreja de su profesora, respirando con dificultad, y escuchándola gemir mientras movía su cadera, y daba con más fuerza a su alumna

Ambas pieles ardían, Santana llevó sus manos al abdomen de su profesora, y la giró quedando sobre ella. Santana se agarró a sus manos y se movió hacia varios lados para poder sentir mejor el arnés acariciando, penetrando y satisfaciendo el ardor de su zona más íntima.

Santana, sobre ella, saltó varias veces, cada vez más rápido; Su respiración de acababa, y su corazón palpitaba más rápido de lo normal. Santana había dejado de sentir sus piernas.

Brittany se inclinó hacia ella, y besó sus labios una vez más, viendo como su alumna se arqueaba sobre ella, agarró sus pechos y los apretó, pasó su brazo por la espalda de la menor y la acercó a ella para escucharla gemir con más claridad.

-Me vengo. –Gritó Santana.

Moviéndose más rápido, sintió el clímax, llegar, haciéndola gritar y correrse de manera que la hizo caer sobre la cama.

-Joder. –Murmuró sin respiración alguna. Trató de volver a su compostura, pero era algo imposible.

Santana había jugado antes en el sexo, pero jamás había sentido la necesidad de ponerse encima, y mucho menos había recibido tan fuerte.

A Santana le palpitaba su zona más intima, y no era solo de la excitación, real mente había disfrutado, pero le había sido muy diferente, había usado juguetes pero nunca tan brusco.

Estaba deseando repetirlo.



****

Minutos después, aun desplomados en la cama, Brittany se quitó el arnés, y se levantó de la cama, dejando a su alumna reposando, fue al baño y lavó el arnés.

Llegó a la habitación y lo guardó en su caja, Santana estaba con los ojos cerrados, y respirando profundamente. Brittany gateó por la cama y subió a horcajadas sobre su alumna.

-¿Cansada? –Brittany entrelazó las piernas de su alumna, acercando su sexo con el de esta. –Santana…

-Dime.

-¿Cansada?

-Un poco. –Contestó con una sonrisa entre sus labios. –Bastante.

-Tengo hambre, ¿cenamos? –

-Creí que la cena se había enfriado.

-No me importa, te haré algo caliente.

-¿Mas que esto? –Santana puso sus manos sobre la columna de su profesora, y tiro de ella para quedar cuerpo con cuerpo, desnudas, y completamente pegadas.

-No, más que esto no.

Santana besó a su profesora profundamente, su lengua jugó con la de ella varios segundos, Santana aun quería más, pese a estar exhausta, necesitaba más.

-Mhmm, yo también tengo hambre.

-¿Qué te apetece?

-Lo que tú quieras estará bien.

-Lo que yo quiero lo tengo aquí. –Dijo en un tono dulce. -¿Te duele?

-Un poco.

-Cuando te sientes o corras lo sentirás, pero en para el sábado ya estarás bien.

-Bueno, cuando este en clase, y sienta dolor en mi vagina, pensaré en ti. –Santana mordió el labio de su profesora. –O las piernas. –Besó a su profesora, en un dulce y corto beso. –O cierre los ojos y te vea desnuda. –Volvió a besar sus labios. –Y, oh dios en como follas.

-Te gusta pensar, ¿no?

-Me encanta pensar.

-Está bien preciosa, iré a cocinar algo, ¿Te apetece darte una ducha?

-Sí, sería genial. –Santana se encogió de hombros, Brittany se levantó de la cama, y caminó desnuda hasta su vestidor.

-¿Necesitas ropa?

-No, he traído algo. –Santana se levantó, y caminó hasta el salón dolorida, cogió la mochila que cayó al suelo veinte minutos antes, y fue al baño





****



Brittany había preparado sopa de caldo, y pasta. Era algo rápido y muy bueno, venia en sobres y se hacía en menos de quince minutos, era útil y a ella le encantaba, esperaba que a Santana le encantara también.



Habían pasado unos minutos y la sopa estaba a punto de hacerse, mientras veía otro capítulo de ‘Charmed’ esperaba a que su alumna saliera.

Brittany se levantó y caminó hacia el baño abrió la puerta y vio a Santana dormida en la bañera.

-Santana… -Susurró. Brittany se agachó y besó su frente para que se despertara, pero ella tenía un sueño demasiado profundo. –Santana, despierta.

La menor se despertó de golpe y saltó en el agua, haciendo que cayera al suelo.

-¡BRITTANY! ¡NUNCA, JAMÁS, VUELVAS, A, HACER, ESO! –Brittany se reía a carcajadas, mientras Santana enfurecida, quitó el tapón que retenía el agua, y se levantó de la bañera. –Dame una toalla. –Replicó algo molesta.

-Lo siento, no sabía que reaccionarias así.

-Bueno, cuando ves películas de miedo porque a las pesadas de tus amigas les encanta y no tienes más remedio, y ves como asesinan a las chicas que se duermen en las bañeras no es muy agradable que te den un susto así. –Brittany cada vez reía con más fuerza.

-Está bien, está bien, toma la toalla. –Brittany abrió la toalla y la pasó bajo las axilas de su alumna. –Te esperaré fuera, la comida esta lista. –Se marchó riéndose, y Santana se cabreó aún más.

Parecía algo estúpido, pero Santana odiaba los sustos, odiaba todo lo que era espeluznante, o sobrenatural. Había tenido muchas experiencias así, y a medida que pasaba el tiempo les tenía más miedo, y todo era culpa de Alison, y su amor por las películas de miedo.



****

-¿Así es como vas a dormir? –Preguntó Brittany, Santana arrugó en entrecejo.

-No, no me voy a quedar a dormir.

-¿Por qué no?

-Debo irme a casa de Ashley, ella me está cubriendo.

-No tiene sentido… Pero vale.



La mesa estaba preparada, y Santana se sentó frente a su profesora. Santana la miró dulcemente, y ella tenía la mirada desaminada.

Tal vez Brittany necesitaba a alguien cerca, pero Santana se sentía incomoda durmiendo con ella, y que su amiga lo supiera, no podía echarse atrás ni hacer nada para cambiarlo, pero se sentía mal por Brittany, y por si dejaba a Santana de lado si supiese que su amiga lo sabía.





Brittany y Santana cenaron, y vaciaron los platos, entre pequeñas risas, y largos silencios, la incomodidad se había apoderado de ambas. La expresión de Brittany había cambiado antes de cenar, y Santana se sentía culpable por no contarle que su mejor amiga sabía su secreto.

Si Santana le explicaba que le habían visto con ella, tal vez la echaría de casa, no volvería a mirarle a la cara, tal vez borraría su número o se lo cambiaria, se alejaría de ella, y Santana no quería.

A medida que pasaba el tiempo, a medida que pasaba el tiempo con ella, más tiempo quería pasar a su lado, Santana no solo disfrutaba del sexo con ella, si no que sentir la presencia de Brittany le había sentirse mejor con ella, y le hacía olvidarse un poco de todo.

Quería estar con ella, y no alejarse nunca. Santana era la típica chica que miraba el culo de cada chica que pasaba por su lado, siempre buscaba tener sexo y nada más, pero con Brittany era diferente, era una relación más desarrollada. Brittany era adulta y sabia como tratar a alguien. Era dulce y amable, era hermosa igual que su sonrisa, sus ojos resplandecían a la luz del sol, y mirarla de cerca, y besarla reconfortaba a la menor como jamás lo había hecho nadie.



-Brittany…

-Dime pequeña. –Contestó dulcemente.

-Qué pasaría si alguien, de confianza, nos pillara haciendo esto.

-¿Haciendo el que?

-Juntas.

-Hablas… ¿Teniendo sexo?

-No, juntas fuera de horario escolar.

-No sé a qué te refieres.

-Ashley nos vio ayer entrando y saliendo de StarBucks, no quiero que te cabrees conmigo, sé que es mi culpa, pero no quiero que ahora me ignores y hagas como que no existo. –Los ojos de Brittany se quedaron en blanco.-Lo siento muchísimo, Ashley no dirá nada, puedo confiar en ella, nunca me ha fallado.

-Espera, ¿Puedes repetirlo otra vez? –Brittany se apoyó en la mesa, y tapó su rostro con las palmas de sus manos. –Esto es una locura.

Santana se levantó de la mesa y cogió su mochila, estaba sobre el sofá.

-Será mejor que me valla.

-No, no, no por favor no te vallas. –Brittany parpadeo varias veces y se levantó de la mesa.

-Sí, esto es culpa mía, me avisaste, me dijiste que nadie podía saber esto y he hecho que Ashley lo sepa, puedo acabar contigo, es lo último que quiero, no quiero hacerte daño.

-No seas estúpida, no te veo capaz de hacerme eso intencionada mente, ¿Confías en tu amiga? –

-Claro, pero eso no tiene nada que ver, esto está mal, está muy mal. –

-Si tu confías en ella, yo también confió, tu no se lo has dicho, nos vio es error de las dos, tendremos más cuidado la próxima vez.

Santana dejó caer la mochila al suelo y caminó hasta su profesora decidida, se lanzó a sus labios apasionadamente, y le abrazó con fuerza.

-Creí que este iba a ser nuestro último día. –Río en voz baja.

-No, me gusta estar contigo, me siento muy bien, así que no tienes por qué temer que me aleje de ti, o que te dé de lado. –Santana asintió, y volvió a abrazarla.

Ella era una adolescente, aun no sabía que era el amor del todo, no sabía nada sobre la vida, ella no creía en el amor a primera vista, pero tampoco creía, ni sabía, que poco a poco se estaba enamorando.

-Está bien, recogeremos la cocina, y después iremos a dormir, ¿Vale?

-Creo que sería mejor si me fuese a casa de Ashley, además tú debes estar en clase a las siete, y yo no entro hasta las ocho, y me gusta dormir hasta las siete y media, suficiente he madrugado hoy.

-No, yo me iré a las siete, te dejaré el desayuno y la alarma preparada. –Santana negó con su cabeza.

-Tendremos todo el fin de semana para dormir juntas, no te preocupes por ello. –Brittany se encogió de hombros.

-Está bien, no voy a obligarte.

-Oh me parece genial, para follar si me obligas, pero para quedarme no, eso es genial Srta. Pierce.

-Son cosas diferentes. –Brittany le guiñó un ojo a su alumna. –Será mejor que te vayas ya, se hace muy tarde. –

-Si…

-Te veré mañana a primera hora señorita Lopez.

Santana recogió de nuevo su mochila del suelo, y besó a su profesora una vez más antes de alejarse e ir la puerta.

-Nos veremos mañana a primera hora. –Santana se alejó de Brittany paso a paso.

-Te acompañaré a la puerta.

-Está bien. –Río Santana, le volvía loca de la forma tan dulce y caballerosa en la que la trataba.

Brittany abrió la puerta y su alumna la cruzó, Brittany la miró con ojos tristes, tal vez así le convencía para que durmiera con ella, esta vez sí estaba cansada y le apetecía abrazarse a ella, y dormir toda la noche.

-Sigo queriendo que te quedes.

-Te veré mañana. –Santana rodeó sus brazos en los de su profesora, y le dio un abrazo y un beso muy reconfortante.

-¿De verdad tienes que irte?

-Que más te da, si voy a volver. –Comentó y se alejó, dándole al botón del ascensor.

Las puertas del ascensor se abrieron, y al cerrarse, Brittany susurro.





-Te quiero, Santana Lopez. –Cerró la puerta de su apartamento dulcemente, y comenzó a recoger la cocina.





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Bue, Brittany es un poco precipitada, pero muy adorable... Parece que esta buscando el amor muy rapido con tal de olvidarse de Kevin... ¿Ustedes que opinan? ¿Hace o no hace bien enamorandose tan deprisa? Aunque bueno, uno no decide de quien se enamora, eso es algo obvio.





DEJENME EN LOS COMENTARIOS SU OPINION, ESPERO MUCHOS MUCHOS MUCHOS COMENTARIOS, ¡POR FIN, FIN DE SEMANA BRITTANA!


PD; Necesito pedirles algo... Verán, tengo mucho tiempo libre y me gustaria leer algun fic brittana, o adaptacion, MUY SEXUAL, y sobre todo, bien escrito sin faltas ortograficas... Si saben alguno, por favor diganmelo en los comentarios junto su opinion del cap, ¡gracias!

Cada capítulos es mucho mejor que el anterior! Me encanta demasiado :D un fic brittana muy bueno es ROOM 47 es uno de mis favoritos pero no esta acabado aun así tiene muchos capítulos espero que te guste see you soon!;)

excelente capitulo, en cuanto a que las historias son tu fantasia, estoy de acuerdo pq a mi me pasa igual, por eso me molesto tanto por la falta de consideracion al dejar sin actualizar siglos, y sin ninguna explicacion, si vieras la cantidad de fics desde el 2013 no te lo creerias, bien gracias por el capitulo y hasta pronto!

Mmmmmm.... Wanky jajaja que mal que san no se quizo quedar con britt espero que hanna sea confiable y guarde el secreto brittana nos leemos la siguiente actu!! Saludines.
Pd. Coincido room 47 es muy bueno, pero no esta terminado, si no mal recuerdo son algo así como 29 caps, beautiful stranger, 13 horas y wallbanger... Quizá alguno te llame la atención saludos