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FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
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Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Dolomiti escribió:Hola!! Wow! San ocultando cosas, britt también.... Mmmmm... Creo que ya voy entendiendo porque se separaron. Tantas dudas las separaran que mal, pero bueno, yo aquí esperando la siguiente Actu jejeje besos y muchos saludos
Hola Hola!
Poco a Poco veremos porque paso esto ;) y me alegro que comenten me hace muy feliz para seguir con el FIC
saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Capítulo 4
No sabía si sentir asco o llorar de la conmoción.
Shio eligió las lágrimas; Rita se tapaba los ojos y maldecía cada dos segundos mientras todas mirábamos cómo la cabeza del bebé salía por… por la vagina de la mujer dando a luz.
De ella salió también un líquido marrón expulsado como bala, y luego la sangre… Agg, la sangre era lo peor de todo esta se acumulaba en la sábana de la camilla ¡y no dejaba de salir!
La mujer alemana del video parecía una máquina de bebés Lo expulsó con eficiencia y apenas hizo un sonido de dolor. A pesar de que estaba completamente desnuda, y que cada persona que tuviera acceso a YouTube y escribiera “partos de bebés” pudiera verla, a ella pareció no importarle y hasta se abrió más para la cámara.
Finalmente un par de enfermeras corrió a cortar el cordón umbilical del niño una vez que nació y comenzó a llorar frenéticamente.
Simultáneamente otro video, de otra mujer dando a luz, se reprodujo en la pantalla de la laptop de Shio este era el cuarto video que veíamos.
La mujer hizo maravillas intentando expulsar a un niño del tamaño de una sandía súper desarrollada ella sí gritó y se aseguró de ampliar mi repertorio de groserías entonces, de nuevo, el líquido marrón se disparó como dardo al aire y la sangre…
-Creo que me estoy enfermando -anuncié a nadie en particular.
-¿Enfermándote? Britt, esto es precioso, es el milagro de la vida -dijo Shio aún con lágrimas en los ojos-¿No ves que hasta Rita está llorando?
-Lloro del asco -respondió ella-¿Acaso esas mujeres no notan que se les ve todo? Si mi esposo tratara de filmarme en un momento como ese y luego sube el video a YouTube…probablemente le dispararía con una escopeta mientras duerme.
De repente tuve la urgencia de ponerme de pie; parecía una completa loca pero empecé a negar con la cabeza.
-No -dije mientras me paseaba de un lado a otro de la habitación-No voy a permitir que eso me pase.
-¿Qué te pase, qué? -dijo Mindy con su voz monótona-¿Que des a luz a un bebé de forma natural o que tu vagina esté filmada en calidad HD?
-¡Todo! -respondí, frenética-No estoy capacitada para tener un bebé; una sandía no cabría por…ahí es imposible que un bebé lo haga…
-O dos -dijo Shio sin pensar -Oh, esperen quiero que veamos ahora partos de gemelos!
Rita rodó los ojos mientras yo trataba de no ahogarme con mi saliva.
-¿No es suficiente que torturaras a Britt con partos tan… así, como para que ahora quieras que vea el dolor y la asquerosidad por doble? No es necesario, evitémosle ese sufrimiento.
Shio buscó mi mirada, confusión y sorpresa cruzaron por los rasgos de su cara con forma de corazón.
-¿Ellas no lo saben? -me preguntó no tan discretamente.
Negué con la cabeza, lanzándole miradas envenenadas para que no fuera a abrir la boca y decirle al resto que yo estaba esperando gemelos.
-¿No sabemos el qué? -inquirió Mindy.
-No saben que me mareo con facilidad -respondí,dando por sentado el tema-Ahora, ¿soy sólo yo o hace mucho calor aquí?
Comencé a soplarme el rostro con la palma de mi mano.
-Eres pésima mintiendo Srita. Pierce -dijo Rita-Oh, perdón, Sra. López ahora Brittany López... Brittany Susan López, suena bonito.
-¿Te vas a casar finalmente con ella? -preguntó Mindy, olvidando el tema anterior.
-No, no me voy a casar con Santana Me parece una decisión apresurada.
-¿Pero por qué-dijeron todas al unísono.
-Es que no quiero que tome esa decisión de casarse conmigo sólo por el bebé y todo el enredo de cómo se dio, no sería sincero.
-Tienes razón -dijo Rita-Y antes de seguir con los temas serios, Shio, por favor cambia de video. No soportaría ver más mujeres en labor de parto por el resto de mi vida.
-¡Pero Brittany necesita ver estas imágenes! Así se llevará una idea de lo que le espera más adelante.
-Si continúo viendo eso voy a vomitar.
-De acuerdo, de acuerdo. Listo, pondré algo de música; aunque hizo falta ver partos múltiples, partos en el agua y cesáreas. Lo bueno con los videos de YouTube es que no tienen censura.
Las chicas se quedaron por unas horas más, hablando del trabajo, de los novios y novias, las relaciones... y los hámsters. Por suerte, no siguieron tocando el tema de la boda.
Shio me dejó la tarjeta del instructor que daba clases de preparación para embarazadas, y ejercicios de bajo riesgo; comenzaríamos a asistir la próxima semana. Rita me comentó que Mirna esperaba que la visitara lo más pronto posible, creo que ella y Gustavo estaban haciendo nuevas apuestas para saber si sería niña o niño, Los echaba de menos.
En todo ese tiempo que estuve con mis amigas, no pude dejar de pensar en lo inexperta que era en cuestión de niños, embarazos y cuidados responsables.
Empecé a cuestionar mis habilidades como madre. Tal vez me convertiría en la mía y empezaría a usar turbantes y trabajaría de vidente en puestos de comida callejeros; puede que hasta comenzaría a coleccionar el cabello o las uñas de mis hijos sólo para no sentirme nostálgica en el futuro. Sacudí esos pensamientos de mi cabeza, no me convertiría en esa clase de mamá.
Esa noche Santana trajo pizza y Nicole estuvo encantada contándome acerca de su día en el ballet y cómo conoció a más gente agradable ya que Santana finalmente decidió dejarla tener contacto con otras chicas de su edad.
-La maestra, la señorita Candy, es muuuuy bonita -dijo la pequeña mientras me encargaba de servirles porciones de pizza a cada una… Aunque creo que tenía un problema en el ojo porque no dejaba de mover las pestañas cada vez que Santana la miraba ¿Verdad tía Santana?
Ella retiró una pequeña porción de jamón de una de las pizzas y se lo llevó a la boca, masticándolo con sus dientes frontales, como si fuera un ratón.
-¿En serio?-pregunté sin ver a Santana a la cara, quería contenerme de lanzarle una mirada pateadora de intestinos.
-Sí -la niña asintió-Candy le dijo que ella fue modelo de ropa interior en Bul…Bulgaria, aunque yo lo miro asqueroso en fin, después ella le mostró fotos de su trabajo…
-¡Basta con eso! -Santana llegó tras la niña, la levantó del suelo y la cargó en un hombro-Me vas a meter en muchos problemas, piraña. Ve a ver una película, te alcanzamos luego.
La depositó en el suelo y la corrió de la cocina.
-Britt…-comenzó a explicar.
Levanté la mano derecha antes de que siguiera hablando, y la silencié con mi gesto.
-No quiero hablar contigo -respondí secamente.
-No es lo que crees.
-Solo puedo decirte que más te vale no poner celosa a una chica embarazada, Estúpida.
Me aparté de su lado y me llevé mis porciones de pizza conmigo.
Santana me retuvo del brazo y presionó su cuerpo contra el mío, dejándome atrapada entre la mesa informal de la cocina, y sus pechos.
-Te dije que no habían razones para ponerte celosa, y tú prometiste no hacerlo. Me alejé de ella después de enseñarme su tercera foto.
Tomé un poco de distancia y la golpeé en el hombro.
-¡¿Después de la tercera?!
-¿Qué querías que hiciera? Las puso en mi cara y las iba pasando a la velocidad de la luz.
Suspiré.
-De acuerdo, lo siento. Toda esta cosa del embarazo me ha afectado. Era más fácil cuando te quería en silencio y desde lejos; cuando eras prohibida.
Recosté mi frente contra sus pechos y ella envolvió sus brazos en mi cintura, enlazándolos detrás de mi espalda.
-¿Era prohibida?
Asentí aun con mi rostro enterrado en su camiseta con olor a vainilla.
-Ya veo -dijo en tono de broma-Como ya descubriste mis secretos y me desnude en más de un sentido para ti, ya no te parezco interesante ¿verdad? El misterio acabó.
Sonreí a medias.
-Tienes razón, Ahora quiero probar un nuevo sabor.
-¿Qué te parece el sabor Santana cubierta en chocolate? ¿O en miel y caramelo?
-Mmmm…Espera, creía que no necesitabas cubrirte de chocolate para conquistar a una dama.
-Chocolate y osos de peluche, recuérdalo.
-Chocolate y osos de peluche -repetí de mala gana.
-No los necesito, pero si mi nena los quiere, puedo dárselos.
-¿No crees que es demasiado tarde para pensar en conquistarme? -le dije señalando mi vientre-De cierta forma ya no es obligatorio.
-Nunca es demasiado tarde, jamás lo vería como una obligación y nada será suficiente para tratar de convencerte en que no botes mi trasero flojo a la calle cuando pienses en las cosas malas que he hecho.
Alcé mis ojos a los suyos y aparté cuidadosamente mi plato con la pizza. Llevé mis manos detrás de su cuello y besé su mandíbula.
-No hiciste nada malo, Aquí la que debe convencerse eres tú.
Ella desvió la mirada y pasó su lengua por su labio inferior.
-Te mentí sobre muchas cosas -dijo con voz melancólica-Y cuando pienses realmente en eso, sé que vas a querer dejarme.
Rodé los ojos.
-Detente ya, No sigas diciendo eso, me pones nerviosa cada vez que dices sobre lo mucho que me has mentido, No quiero saberlo…
-Pero, Britt…
-No Y nada de lo que le pasó a Emilia fue tu culpa, repítelo.
Santana puso mala cara pero finalmente logró murmurar:
-Nada de lo que le pasó a Emilia fue mi culpa solo dejé que fuera violada y cerré el pico.
Su buen humor cayó en picada.
-¿Has hablado de esto con un psicólogo? -pregunté temerosa-Sería bueno que consultaras a uno sólo para…
-No, Brittany Ya he hablado con algunos, la verdad me parece una pérdida de tiempo.
Mejor cambiemos de tema ¿Estás lista para tu cita con la doctora?
-Mmmm ¡Cambio de tema! ¿Qué te parece si me dejas a mí llevar a Nicole a sus clases de ballet? Así conozco a la señorita búlgara en persona y ella y yo platicamos sobre algunas cosas. Entonces le diré dónde puede meter sus fotos en ropa interior.
-Wow, veo que has pasado mucho tiempo con Rita.
-Algo.
-¡Cambio de tema! ¿Estás nerviosa por ver a nuestro bebé? ¿Es por eso que no me quieres responder la pregunta anterior?
Desvié la mirada si tan solo supiera que cambié la cita para la semana pasada y fui sin ella La culpa me estaba comiendo viva.
-Cambio de tema –rebatí- Mañana es mi turno en el trabajo pedí uno temprano…
-Yo te llevo, Cambio de tema: el viernes quiero que vengas conmigo a Hipotermia, los chicos de Ósmosis van a lanzar un nuevo álbum y ese día son las prácticas el sábado es el lanzamiento al público; los van a dejar tocar en una radio local.
-¿De verdad? Claro, de acuerdo. Estoy segura que Rita querrá compañía también.
-Ahora dime, la cita con la doctora Pillsbury ¿a las tres o a las cuatro?
Me atraganté con mi propia saliva.
-Cambio, Mindy y Shio me van a llevar la otra semana a un gimnasio para recibir clases sobre cuidados antes del nacimiento del bebé…
-Brittany -levantó mi barbilla y me obligó a ver sus ojos cafés-¿Qué me estás ocultando?
Tragué ruidosamente.
-¿Acaso tú eres la única que puede tener secretos? Quiero… sorprenderte con algo.
-¿Sorprenderme?
Asentí lentamente.
Inclinó su cabeza y llevó su nariz a mi cuello, oliéndolo y gruñendo desde el fondo de su garganta.
-Mereces tener tus secretos, solo no me excluyas para siempre de ellos.
Entonces pasó su lengua por mi clavícula y lamió todo un recorrido hasta mi mentón.
-Tampoco me excluyas para siempre de los tuyos -dije inquietamente Santana despertó a todas mis hormonas y ahora me iba a costar tranquilizarlas.
-Sólo…sólo dame algo de tiempo -le pedí-Así como yo te estoy dando tiempo con tu lado misterioso y secreto.
-Creí haberte dicho que no tengo un lado misterioso o secreto.
-Sé que lo tienes, Lo acepto.
-¿No has oído que antes de firmar el contrato tienes que leer la letra pequeña? -dijo en un hilo de voz.
-Entonces pagaré muy caro no haber hecho caso de la advertencia.
Sonrió con tristeza.
-De acuerdo. Dejaremos esta plática de los secretos para otra ocasión. Ahora come tu pizza, se enfría.
Asentí y me dirigí a la sala en busca de Nicole.
Para aligerar el ambiente mencioné:
-Ah, y más te vale no haber memorizado ninguna de esas fotos de la señorita Candy-Dije su nombre en un tono despectivo.
Santana solamente se rio y me acompañó a la sala, deteniéndome antes de llegar para darme un beso posesivo.
-Prometo no guardarte ningún secreto, pero por ahora...
-Lo sé, lo entiendo -dije. Y era cierto, entendía que ella debía tener sus secretos, siempre y cuando dejaran de afectarla de la manera en que la afectaban.
Santana simplemente asintió y me sonrió genuinamente.
****
El bar Hipotermia era tal y como lo había visto la primera vez: de paredes grises y lisas con detalles de líneas en verde menta y con siluetas de notas musicales y otras imágenes que evocaban al baile y la música.
Una barra con forma de L se extendía al fondo, dejando las mesas en la parte frontal del local, a la par de la tarima en donde ahora ensayaban los del grupo Ósmosis.
Las mesas estaban siendo removidas para que la gente pudiera estar de pie el día del show, y un pequeño hombre en traje marrón estaba supervisando a la banda mientras ensayaban una canción de buen ritmo y letra realmente pegadiza.
Pude visualizar a Noah tocando la guitarra y acompañando ocasionalmente al vocalista de pelo rubio llamado Brandon.
Santana se encontraba casi a su lado, ayudando al hombre de traje a coordinar la discreta ubicación de la publicidad para la banda. Había tanto ruido que apenas y se podían escuchar mis pensamientos, pero eso no me impidió oír la voz femenina que se unió en mi mesa.
-¿Y... todavía sigues con Santana?
Volteé en su dirección y me encontré cara a cara con Kitty Llevaba su rubio cabello suelto y con un flequillo que cubría sus cejas. Su boca era de un rojo coral, y su camiseta (con la frase "Soy una loba, muerdo") tenía un escote provocador que dejaba a la vista sus grandes pechos.
Miré hacia otro lado.
-Sí -respondí dando un sorbo al jugo de manzana que me había comprado Santana antes de venir.
Sintiéndose invitada, ella se sentó a mi lado y comenzó a seguir el ritmo de la canción haciendo sonar sus uñas acrílicas contra la superficie de la mesa.
-Me enteré por ahí que ella te dejó embarazada con ayuda de una Doctora ¿es cierto?
Hice una mueca antes de girarme hacia ella y responder.
-Sí.
-Oh por Dios -empezó a reír fuerte y claro-¿Fuiste tan estúpida como para embarazarte así? No, olvida eso. No eres estúpida, eres lista e ingeniosa. Ahora ella está comiendo de tu mano, ¿no es así?
Se volvió a reír, matando la poca paciencia que me quedaba.
Evite decirle algo y continué ignorándola, bebiendo pequeños sorbos de mi jugo.
-Oye, no te culpo -dijo ella al notar que no iba a decir nada-Cuando ella y yo nos acostamos, unas cuantas veces, intente robarle algo de sus juegos para hacerme un examen.
Inmediatamente comencé a toser y a expulsar el trago de jugo que acababa de llevarme a la boca.
Kitty me dio palmaditas en la espalda, como si tratara de ayudarme de alguna manera.
-Creo que hasta robé su ropa interior para comprobar una teoría... pero nada-continuó hablando.
-¿Por qué estás diciéndome eso?-gruñí cuando pude tragar con normalidad.
-Pues para que no te sintieras sola probablemente utilizaste el mismo método, no te culpo. Yo lo intenté pero no me funciono.
-No quiero seguir escuchando esto -me puse de pie pero no hice el intento de moverme. Llevé mis manos a mis bolsillos y busqué a Santana con la mirada; ella seguía hablando o discutiendo con el tipo bajito, no miraba en mi dirección.
-Eres una suertuda -murmuró Kitty-Lo que daría yo por cargar en su vientre a su bebé millonario.
-¿Cómo? ¿Piensas que es divertido estar embarazada? ¿Las náuseas, mareos, vómitos y el cansancio que viene con eso? No serías capaz de manejarlo.
Ella resopló, haciendo una señal al chico detrás de la barra para que le trajera una bebida. Él asintió y comenzó a prepararle algo; entonces ella regresó su atención hacia mí.
-Mira, sería capaz de soportarlo todo con tal de recibir el dinero que ese bebé va a ganar sólo por nacer.
Me perdí.
-¿Cuál dinero? ¿De qué estás hablando?
-¿No lo sabes? ¿Santana no te lo ha dicho? -ella sonrió, divertida de ver mi mirada confundida-Hace años escuché a Noah hablar con Santana y contarle que su padre había dejado un testamento en caso de morir. Le dejo la mitad de sus bienes a uno de sus hijos, y la otra a Santana, ¿si sabías que ella no es hija única, verdad?
Asentí con la cabeza, retomando lentamente mi asiento y tratando que las manos no me temblaran o sudaran en exceso.
-Bien, su padre murió y no sé qué ocurrió con el hermano mayor de Santana, pero la cuestión es que todo el dinero le quedó a ella, a Santana Lo que no sabía era que gran parte de ese fondo monetario iba a estar congelada porque su padre dejó la condición de usarlo únicamente cuando naciera su primogénito.
-No tiene sentido -bufé después de unos segundos.
Su bebida finalmente llegó a la mesa y ella dio un gran sorbo al líquido de color verde.
-¿Crees que lo estoy inventando? -preguntó, ofendida.
-Si Santana hubiera querido embarazarme para obtener dinero, ¿por qué no lo hizo antes, o con alguna de sus ex novias o ex novios? Esta vez no soy tan tonta como para creer algo de eso.
Kitty tuvo el descaro de reír.
-De acuerdo, pobre de ti que no me crees. Pero tampoco nadie se traga el cuento de que tu embarazo fue accidentalmente por equivocación de la doctora.
-¿Qué?
-Yo pienso que también robabas sus bragas usadas ¿Qué método usaste? Sólo mírate, pareces tan inocente pero estoy segura que hasta la drogaste para aprovecharte de ella ¿Acaso era esa tu única manera ingeniosa de retenerla a tu lado?
-Te equivocas, esa era tú manera no la mía, mis manos se convirtieron rápidamente en puños y muy pronto estuve sintiendo mis uñas clavadas en mis palmas…Ahora aléjate porque no quiero escuchar nada de lo que me digas. No creo en el drama que estás queriendo inventar.
-Oye, no te sofoques. Yo solo quería advertirte, de todas maneras, es divertido jugar contigo.
Perra.
Por el rabillo del ojo fui capaz de ver a Santana moviéndose hacia nosotras; lucía confundida pero rápidamente se le pasó cuando notó mi sonrisa y cuando vio que no la apartaba de mi lado.
Me tomó del brazo y me separó de Kitty.
-Kitty -saludó formalmente y después me sujetó del codo y me llevó cerca de la tarima.
Noah me sonrió en la distancia y yo lo saludé con la mano.
¿Qué ocurre? -pregunté en voz baja. Pensé que había escuchado por accidente parte de la plática que tuve con Kitty, pero ella simplemente pegó su boca en mi oreja y respondió:
-Escucha esta canción.
-¿Ésta? ¿Por qué?
-Quiero que le prestes especial atención a la letra.
Me quedé en silencio mientras la chica de la batería empezó a golpear el pedal, y luego le siguió el guitarrista, comenzando a entonar las primeras notas de la canción. El ritmo no era del todo lento, y te daban ganas de mover los pies y querer desplazar las caderas de un lado a otro.
Entonces la letra empezó a ser cantada por Noah y el vocalista de la banda, y rápidamente entendí de qué iba todo esto:
Es una noche hermosa
Estamos buscando algo tonto que hacer
Hey, nena
Creo que quiero casarme contigo.
¿Es la mirada en tus ojos?
¿O acaso es como bailas?
¿A quién le importa, nena?
Estamos buscando algo tonto que hacer
Hey, nena
Creo que quiero casarme contigo.
¿Es la mirada en tus ojos?
¿O acaso es como bailas?
¿A quién le importa, nena?
Creo que quiero casarme contigo
Mis ojos se abrieron en sorpresa y busqué la mirada de Santana ella estaba sonriéndome de manera espectacular mientras la canción continuaba avanzando.
Cierto, ya me había pedido matrimonio otras veces, pero eran más como una broma que una realidad.
Ahora parecía seria, Con su rostro lleno de rasgos decididos.
Conozco una pequeña capilla
En el boulevard
Donde podemos ir
Nadie sabrá
Oh, vamos, chica.
¿A quién le importa si estamos en la ruina?
Tengo un bolsillo lleno de dinero
Que podemos malgastar
Tragos de Patrón
Y es todo, nena.
En el boulevard
Donde podemos ir
Nadie sabrá
Oh, vamos, chica.
¿A quién le importa si estamos en la ruina?
Tengo un bolsillo lleno de dinero
Que podemos malgastar
Tragos de Patrón
Y es todo, nena.
Me reí en silencio al escuchar cómo la letra encajaba a la perfección con ella y yo.
No digas no, no, no, no
Sólo di sí, sí, sí, sí, sí
E iremos
Si estás lista
Estoy lista.
Sólo di sí, sí, sí, sí, sí
E iremos
Si estás lista
Estoy lista.
Y la canción continuó con más de nena, quiero casarme contigo Santana me agarró de la cintura y empezó a bailar conmigo mientras el grupo seguía entonando el coro; ella cantó junto con ellos la siguiente parte:
Sólo di ¡acepto!
Sólo di ¡acepto!
Hey, nena, creo que quiero casarme contigo.
Sólo di ¡acepto!
Hey, nena, creo que quiero casarme contigo.
Me dio la vuelta y dirigió el baile por completo. Cantando en ciertas partes que hacían que se me erizara la piel.
Me reí junto con ella cuando repitió que tenía bolsillos cargados de dinero.
En la parte final, me inclinó hacia atrás y me sostuvo con un solo brazo. Sacó de su bolsillo trasero algo brillante y lo puso frente a mi cara.
-Nena, cásate conmigo.
Todos a mí alrededor se fueron borrando, hasta que quedamos Santana y yo frente a frente.
Observé la pieza de joyería que sostenía en la mano y noté que ya no era el mismo anillo que antes me ofrecía. Este era de oro blanco y tenía una línea perfecta de diminutos brillantes. Era algo más simple pero perfecto.
Luego dirigí mis ojos a los suyos y abrí la boca para responder pero nada salía de mi garganta.
Finalmente logré balbucear algo:
-¿Estás hablando en serio?
Echó su cabeza hacia atrás y comenzó a reírse.
Enderezó mi cuerpo y me sostuvo demasiado cerca, haciendo que mi pecho se presionara contra el suyo.
-Más en serio no puedo hablar, hermosa.
Besó únicamente mi labio inferior y continuó moviéndose al ritmo de lo que quedaba de las últimas notas de la canción.
-¿Entonces? ¿Aceptarías casarte con esta chica que no deja de cometer idioteces y que probablemente las seguirá cometiendo a pesar de que prometió no seguir haciéndolas?
Tragué saliva y después de unos segundos tratando de aclarar mis ideas…acepté.
-Sí. Está bien, me casaré contigo.
No había terminado de decir la frase cuando ella ya estaba besándome y estrechándome contra su cuerpo.
Al momento de separarse (y de dejarme con los ojos bizcos) pregunté:
-¿Hiciste todo esto para proponerme matrimonio?
Ella asintió con la cabeza.
-Aún falta más -susurró.
-¿Qué? ¿Trajiste también palomas amaestradas?
-Traje mariposas para que volaran justo cuando dijeras que aceptas.
Fruncí el ceño, siguiéndole la broma.
-Ya dije acepto, No las veo por ningún lado.
-¿No? Es que creo que tenías que gritarlo. A ver, grítalo.
Sonreí enormemente.
-¡ACEPTO! -grité. Lo único que recibí fueron silbidos por parte de los amigos de Santana y uno que otro chico gritando cosas acerca del lado femenino y cursi que tenía ella.
Sólo pude reír.
-¿Entonces? ¿Las mariposas?
-Creo que se escaparon. No estaban seguras si ibas a aceptar mi propuesta.
-No importa –respondí- no las necesito.
-¿Así que estás dispuesta a aceptarme por completo? ¿Aún si no te traje mariposas o palomas amaestradas, o no te propuse matrimonio en medio de un jardín de flores o…?
-Está bien ¿Desde cuándo eres tan insegura? Además te acepto con todo y tus contratos de letra pequeña.
-Pilas no incluidas.
-También.
-De acuerdo, entonces nos vamos a casar Nena ¡nos-vamos-a-casar!
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Hola Hola Chicas !
Bueno mis queridas lectoras :) Aqui vengo a dejarles este hermosos capitulo !
PD: ¿ QUE LES PARECIOOOOOOOOOOOOOO SAN CON LA PROPUESTA?
Saludos Y besos
Espero que comenten :)
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Que propuesta!!! jaja!!1
Como escribiste fue un hermoso capitulo!!!
Saludos
Como escribiste fue un hermoso capitulo!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Una propuesta muy original por supuesto, digna de Santana. Y britt dijo siiii!!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
karenmargi* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/05/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
monica.santander escribió:Que propuesta!!! jaja!!1
Como escribiste fue un hermoso capitulo!!!
Saludos
Hola Hola!
Me alegro que te guste ;)
Saludos
Dolomiti escribió:Una propuesta muy original por supuesto, digna de Santana. Y britt dijo siiii!!
Hola Hola!
Me alegro que te gustara ! muy bella san <3
Saludos
karenmargi escribió:cute !!! :D
Hola Hola!
Me alegro
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Capítulo 5
Estaba muy emocionada pensé en todo lo que podría salir mal por aceptar tan apresuradamente la propuesta de Santana, pero la verdad era que el amor me tenía ciega y sorda, y muda. Me fue imposible decirle que no, o contarle todas mis inseguridades al respecto (aunque ella ya las sabía).
Simplemente acepté sin pensar; dejaría que el destino cobrara después la factura por mis acciones apresuradas, mientras tanto, iba a disfrutar mi momento de felicidad, aunque eso sonara como si estuviera condenando nuestra relación.
Santana no soltó mi mano cuando los chicos de Ósmosis se bajaron del escenario para abrazarnos y felicitarnos.
-¡No sabía que tenías un lado femenino muy desarrollado ya que siempre nos golpeas tanto! -bromeó uno de sus amigos-¿No te gustaría planificar mi propuesta de matrimonio también? A mi novia le gusta la temática bajo el agua.
Varios se echaron a reír.
-Te la tenías muy bien escondida, López finalmente alguien logró domesticar a la bestia.
Otro se acercó para besar mi mejilla y darme las felicitaciones Noah también se puso a mi lado y esperó su turno para poder abrazarme.
-Demuéstrale quién manda, hermosa -me dijo una vez que tuvo la oportunidad-Es testaruda, pero la hija de perra se convierte en líquido cuando le hablas; se merece arrastrarse un poco más. Hazla rogar.
Me reí de sus palabras y dejé que los demás también bromearan sobre Santana siendo una cursi suertuda, y sobre mí como la chica más bella con la que ella salió.
Inmediatamente empezaron a contar historias de otras fallidas conquistas de Santana, se sentía la diversión detrás de cada palabra.
Incluso la bruja de Kitty se acercó y aprovechó para abrazarme y darme un cínico beso en la mejilla mientras los chicos estaban distraídos y bebiendo de sus botellas de cerveza.
-Felicidades-murmuró ella, pegó una sonrisa falsa en su rostro-finalmente la tienes toda para ti. Pero no te preocupes, no ando detrás de ella, ya tengo a un chico en la mira.
Señaló disimuladamente hacia Noah y le guiñó un ojo mientras él alzó la vista en nuestra dirección.
Para mi sorpresa, Noah le respondió con una sonrisa coqueta.
-¿Es que nunca puedes detenerte? Noah es novio de mi amiga Rita -dije en modo furioso.
-¿Rita? -escupió su nombre con desdén-Pues ella no presentó ningún problema cuando le pedí una cita a Noah. Brittany, los hombres se aburren rápido, ellos quieren tener el juguete de la semana actualizado; Rita es como esas computadoras viejas que pesaban una tonelada. Yo en cambio soy la nueva marca mejorada de lo moderno. Hay que ver que ella y tú tienen mucho en común.
Tensé los músculos de mis brazos, mi rostro estaba rojo de la cólera.
-¿Por qué insistes en pelearte conmigo y comportante como una autentica molestia? ¿Qué te hice?
-No, tú no hiciste nada. Fue la idiota que tienes por novia; ella provocó todo esto, y por asociación te vas en la olla con ella.
-¿Todo bien por aquí señoritas? -Santana se apresuró a ponerse a mi lado, entrelazando sus dedos con los míos, seguramente presintiendo mi ira a través de mi postura rígida.
Noah y los demás chicos se nos acercaron también. Algunos viéndose simpáticos, y otros, como el rubio vocalista (y hermano de Kitty) mirándome de los pies a la cabeza sin ningún grado de interés.
Sonreí maliciosamente mientras trataba de dulcificar el tono de mi voz para decir tranquilamente la siguiente parte mientras todos aún estaban escuchando:
-Kitty me estaba contando cuando tú y ella tenían relaciones y, al terminar, robaba tus bragas y a veces intentaba llevarte al hospital a ver si la embarazabas.
Oí a alguien silbar por lo bajo, y otro chico más empezó a ahogarse con su bebida y a reír.
Santana se tensó a mi lado se miraba completamente pálida.
-Pregúntame a qué conclusión llegué -presioné.
Nadie hablaba y Kitty tenía los ojos tan abiertos que parecía que se le saldrían de sus cuencas.
-Britt, no es ne…-comenzó a decir Santana pero la detuve con un movimiento de mano.
-Pregúntame a qué conclusión llegué.
Ella no dijo nada, pero la chica de pantalones de mezclilla, la que tocaba la batería, preguntó:
-¿A qué conclusión llegaste?-parecía realmente feliz y divertida por la situación.
-Llegué a la conclusión de que Kitty es una persona poco cuerda y con demasiados traumas personales ¿Qué clase de desesperada hace lo que ella hizo? Sólo una sin educación ¿Qué tratabas de hacer? ¿Tener a su bebé millonario? No lo entiendo, estás loca.
Y sin previo aviso, Kitty extendió sus manos y me empujó con fuerza.
Caí sentada sobre mi trasero, y antes de que me pusiera a protestar, Santana ya estaba sujetándole el brazo y haciéndola retroceder.
-¡Jamás se te ocurra volver a ponerle un dedo a mi novia! -gritó ella.
Alguien me ayudó a levantarme por detrás mientras observaba cómo el hermano de Kitty se ponía a su lado para defenderla.
-Suelta a mi hermana -dijo el rubio, oprimiendo su mandíbula mientras concentraba una mirada llena de odio en mi dirección.
-Entonces dile que piense mejor antes de actuar -respondió Santana.
-Suéltame. Me estás lastimando -se quejó la bruja.
-No te quiero volver a ver cerca de Brittany, ¿entendido? Eres simplemente desagradable.
La soltó e inmediatamente ella se masajeó la zona del brazo donde Santana la había agarrado con demasiada fuerza.
Mis rodillas temblaron cuando me di cuenta que estuvo mal haberla atacado de la forma en que lo hice; eso sólo provocó que, la bestia que ella llevaba dentro, saliera. Lo pude ver en sus ojos.
-Gracias, chicos, por el favor. Les debo una -dijo Santana en voz baja. Luego me tomó de la mano y se despidió de todos menos de Brandon y Kitty. Comenzamos a caminar en un silencio abrumador, con todos los ojos puestos en nosotras dos.
Apenas habíamos cruzado las puertas del local cuando Santana se detuvo en seco y comenzó a inspeccionarme de arriba abajo.
-Lo siento -me disculpé antes de quitarme el impulso-fue mi culpa, Sólo la provoqué más.
Ella negó con la cabeza, atrayéndome en un abrazo que me hizo aspirar su olor tan reconfortante.
-No te disculpes ella se lo merecía; tú estabas en el derecho de defenderte ¿Estás bien?
¿No te sientes mal? Lamento que Kitty te haya dicho esas cosas tan asquerosas. Juro que no tenía idea de lo que estaba haciendo ¿Estás bien?
-Estoy bien.
-No quiero que el bebé o tú salgan lastimados. Prométeme que me dirás si algo te incomoda.
Lo pensé por unos momentos, haciendo control de daños.
Tenía que tener más cuidado cuando intentara provocar a alguien, no estaba en condición como para ganarme enemigos o chicas locas obsesionadas con Santana.
Quería preguntarle acerca del bebé millonario, pero simplemente carecía de sentido para mí. Era una completa pérdida de tiempo además, sonaba tonto, tan de telenovela. En la actualidad era algo dramático y exagerado de hacer que me costaba creerle.
Suspiré y me sentí aliviada por demostrar que podía confiar en ella.
-Estoy bien –repetí-aunque estaría mejor si tuviera algo de tarta de manzana.
Santana me sonrió, aun mostrando vulnerabilidad y preocupación en sus ojos cafés.
Asintió lentamente y comenzamos a caminar de nuevo. Sus dedos siempre entrelazados con los míos.
Después de unos minutos en los que ninguna habló, la escuché aclarar su garganta antes de romper el silencio entre nosotras.
-Sabes que mataría por ti, ¿verdad?
Miré hacia su perfil y estudié sus tatuajes por un momento; recordando cuando me enseñó a Bambi y cuando me hizo besar el interior de su muñeca para tatuar mis labios ¿Acaso ella no se acordaba de la regla principal en cuestiones de tatuajes? Nunca te tatúes algo en nombre de alguna de tus novias porque ellas pueden llegar a convertirse en tus ex y luego sale caro intentar borrarse el recuerdo de tu piel.
¿Querría Santana mantenerme a su lado por un largo tiempo o mis tatuajes terminarían como los de Rachel: siendo cubiertos por colibrís?
La miré una vez más, borrando todo pensamiento de inseguridad: ¡Me había pedido matrimonio! Eso significaba que amaba, ¿cierto?
-Lo sé -dije finalmente- No lo hagas sin embargo, no quieres añadir otro delito a tu lista de infracciones.
-Mi lista siempre está dispuesta a ampliarse; y no bromeo cuando digo que me tienes loca, obsesionada Soy una bastarda sin juicio y sin carácter cuando estoy cerca de ti. Tal vez no sepas la gravedad de lo que has hecho, pero me he vuelto una enclenque por ti.
-Estoy sorprendida -murmuré con una sonrisa en mi cara, olvidando el momento amargo de hace unos minutos atrás.
-¿Por qué? ¿Por lo bien que se me dan las palabras o por lo hermoso que se ve mi rostro cuando sueno inteligente?
Mi sonrisa se amplió más.
-Porque sepas el significado de enclenque.
-Oh, eso. Es que he llegado a la conclusión de que me veo más atractiva cuando menciono palabras poco usuales. No quieres tener a una cavernícola como esposa, ¿o sí?
-Noooo, Aunque eres un poco posesiva ¿ese es otro síntoma de cavernícola?
-Para nada. Y yo no soy posesiva, te dije que dejé eso atrás.
Convenientemente pasó un chico a nuestro lado que se quedó viendo en dirección a mis piernas y a mi trasero. Creo que hasta murmuró unas cuantas cosas rápidamente mientras pasaba junto a nosotras.
Santana gruñó por lo bajo.
-Tiene que ser una broma -dijo enojada- ¡¿Oye me estás jodiendo?! ¡Deja de ver el trasero de mi esposa! Así es, imbécil, es mi esposa. Si estuviéramos en un país musulmán ya te habrían colgado de los pulgares, Imbécil.
-Y dices que no eres posesiva.
-¡No lo soy! Soy impulsiva, es muy diferente. Ahora bien, vamos a casa para que pueda sacarte de esa faldita que enseña demasiado, y para que pueda devorarte los pechos de la manera más eficiente.
-Eres todo una pervertida -murmuré en su boca. Pero igual no me opuse a eso y nos movimos con mayor rapidez. Riéndonos en el camino y tratando de llegar hacia la casa lo más pronto posible, tropezando entre los muebles, y finalmente, no siendo capaces de llegar más allá del vestíbulo antes de que la ropa estuviera regada sobre el piso.
Gracias a Dios no había nadie, sino Nicole dejaría de pensar que los bebés eran producto de un beso de treinta minutos de duración.
****
-No pienso dejar que te cases con una tipa que vive como presidenta -dijo papá
rotundamente-¿De dónde saca el dinero? ¿Vende droga? ¿Estafa bancos? ¿Es sicaria? ¿Qué hace?
Desvié la mirada incómodamente, entrelazando mis dedos y viendo la punta de mis zapatos, justo en donde empezaba a desgastarse el material.
Santana se aclaró la garganta y respondió a sus preguntas:
-Realmente hago de todo un poco. Nada ilegal, señor.
-Mmm... -papá entrecerró los ojos en su dirección-Tienes cara de llamarte Ilícita, y como segundo nombre, pecado. Hija de la lujuria y hermana de la arrogancia.
Tosí, tratando de patear a papá bajo la mesa pero mi pie no llegaba tan lejos.
Susan y mamá estaban sentadas una junto a la otra, charlando distraídamente a pesar de no llevarse realmente bien entre ellas.
Ambas eran inconscientes del interrogatorio que hacía mi padre; dicho interrogatorio que tenía sudando gravemente a Santana.
-Ayudo a promover la banda de un amigo -respondió ella de forma solvente- también me contrata un club nocturno para diseñarles dispositivos de alta tecnología en iluminación y sonido...
Elevé mis cejas ante eso ella jamás me dijo nada de lo que le estaba diciendo a papá.
Ladeé mi cabeza mientras dejé de prestarle atención a mi comida.
-He hecho varios trabajos pequeños, nada constante como para dedicarme a una sola cosa por mucho tiempo -puntualizó.
De mala gana, papá agarró un tenedor y comenzó a devorar su plato lleno de ensalada de lechuga romana y almendras.
Masticó alrededor de unos segundos antes de volver a hablar:
-¿Por qué no fue Britt la que me respondió a esas preguntas?
Moví mi pie incómodamente, y pasé distraídamente mi mano detrás de mí cuello.
-Porque no eran acerca de mí. Eran cosas que sólo Santana podía responderte -le dije.
-Si se van a casar, ¿no se supone que ya tendrían que saberlo todo de la otra?
Para evitar responder, llevé el tenedor a mi boca y comencé a masticar.
-Dime, muchacha-continuó diciendo papá -¿Cuál fue el nombre de la primera mascota de Britt?
-¡Papá!
-No, quiero que responda. Entiende que nadie es lo suficientemente buena o bueno para mi hija, al menos quiero saber si esta tipa con genes criminales es capaz de merecerte al menos un poco.
Santana encontró mis ojos por un segundo antes de despegarlos y aventurarse a responder.
-¿Fabio el conejo?
Papá resopló audiblemente, llevándose su copa de vino a los labios antes de continuar con el interrogatorio.
-Se llamaba Ginger, y era un canario. Ahora, ¿a qué edad dejó las ruedas de entrenamiento en su bicicleta?
-Basta con el interrogatorio -supliqué. Ninguno de los dos me prestó atención.
-A los ¿ocho años?
-Iiiiii, error. A los seis. Ese mismo día se cayó y se raspó contra el pavimento, tuvieron que hacerle cinco puntos de sutura en la rodilla ¿Cuál fue su programa favorito cuando era niña?
Supliqué con los ojos para que se detuviera de interrogarla, pero nada estaba saliendo como quería. Cuando Santana me dijo que iba a hablar con mis padres, imaginé distintos escenarios. Al menos ninguno estaba dándose de golpes aún.
-¿Barney el dinosaurio?
-Por esta vez acertaste fue suerte. Ahora te daré opciones y tienes que elegir la correcta.
-¿Esto es un examen? -lo interrogué perdiendo la compostura.
-Sí, veamos si tu novia pasa o no la prueba. -respondió papá-Cuando Britt sacaba buenas notas en sus clases, hacía lo siguiente: a) Dejaba las calificaciones bajo nuestras almohadas para que las notáramos y luego la felicitáramos b) Las pegada en la nevera para que todos las vieran o c) Era modesta y no se las enseñaba a nadie.
Santana lució pensativa por unos momentos, sopesando la respuesta correcta.
-Diría que es la C.
-¡Error! Las pegaba en la nevera. También pegaba los dibujos de su clase de artes plásticas. Siguiente pregunta.
-Papá, no hagas esto -supliqué una vez más-Son preguntas que ni siquiera yo recuerdo.
-¿Qué es esto?-interrumpió mamá cuando al fin nos prestó atención. Agradecí
silenciosamente porque ella sí sería capaz de parar toda esta locura ¿Están jugando a algo?
-Estoy interrogando a esta mafiosa -dijo papá a secas.
-Oh, yo quiero jugar también, tengo una pregunta-contestó ella emocionada.
-¡Se suponía que los tendría que detener, no unírseles! -Pero estaba claro que lo que sea que implicara locura, ella lo haría sin dudar.
-No, no lo harás. Me toca a mí seguir llevando las preguntas -dijo papá- Entonces ¿Cuál es el segundo nombre de Brittany?
Mamá bufó terriblemente.
-Rick, estás haciendo las preguntas equivocadas -habló ella. Tomó un sorbo de su vino y continuó diciendo-no es como si Britt hablara todo el tiempo acerca de sus años de niñez. Creo que lo menos hace con Santana es hablar, o no sé si tomas en cuenta que sea en susurros o jadeos con algo más de trabajo corporal.
Mis mejillas se volvieron rosas inmediatamente.
Papá apretó tanto los dientes que fui capaz de escuchar el sonido aún a una distancia lejana de él.
No podía creer que mi madre haya dicho una cosa como esa. La vergüenza me quemó de forma viva y poderosa.
-¿Por qué dices eso? No es gracioso, te recuerdo que soy su padre -dijo papá arrastrando las palabras.
-¡No seas dramático! Además, creo que accidentalmente Britt marcó a mi número ayer y ufff, por los sonidos que hacían los cuerpos y por los constantes jadeos dirías que el
ambiente se calentó. Fue algo extraño de oír sabiendo que era mi hija quien los hacía…
-Ay por Dios -me levanté de mi asiento esto ya rayaba en lo ridículo-Por una vez en tu vida apreciaría que pensaras antes de hablar.
Mi voz se fue debilitando mientras que la de papá se elevó cada vez más.
-¡Hija de puta hormonal y pervertida! -gritó, furiosa en contra de Santana- Te vas a arrepentir por haberle arruinado la vida a mi hija eres una pedazo de…
-Ok, ya basta -dijo Susan con su voz calmada-Todos vamos a tranquilizarnos y respirar hondo. Cariño, no sé de dónde viene tanta ira; si dejamos de comer carne, la ira es suprimida de nuestras vidas.
-Ahora no, Susan -suspiró mamá-Lo siento, no era mi intensión generar conflicto. Es que no puedo creer que mi pequeña niña, a la que apenas hace unos nueve años atrás le estaba explicando las reglas básicas de la adolescencia, ahora esté embarazada y se vaya a casar.
Para mi sorpresa, ella comenzó a llorar.
-Fue hace diecinueve años cuando te iba a tener, y tu padre y yo habíamos adquirido una casa del tamaño de una caja de zapatos con olor a ratonera. Recuerdo que nos pusimos a pintar tu habitación de color rosado y tu padre se quebró el pulgar por querer armar tu cuna y tuvimos que ir a urgencias. Cuando llegamos a casa nos dimos cuenta que accidentalmente dejamos caer el bote de pintura en el suelo y todo el piso quedó con una mancha rosada permanente y nos reímos hasta más no poder, y fue ahí cuando pateaste por primera vez en mi estómago -ella sollozó brevemente-También recuerdo la felicidad que me trajiste cuando naciste y mi dedo no cabía en tu mano entera. Eras tan pequeña y vulnerable, no sabías nada de la vida y yo siempre te cantaba esa espantosa canción sobre el mamut que no podía volar, era con la única que me prestabas atención y te quedabas quieta.
Otro largo sollozo provino de ella, y la ira momentánea de papá, se esfumó.
Me paré a su lado y comencé a acariciarle el hombro mientras sus ojos seguían llenándose con lágrimas no derramadas.
-Perdóname si llego a avergonzarte, hija, pero esa es mi forma de llamar tu atención.
¡Quiero que vuelvas a ser mi bebé! Quiero que me dificultes el trabajo de alimentarte con papilla, todo porque no comías si no era con esa cuchara de Barbie que tu papá te había regalado. Quiero que me dejes vestirte de nuevo, llevarte a concursos en donde nunca nos íbamos con las manos vacías por eso quiero nietos Muchos.
Todo indicaba que su llanto pronto se iba a acabar, pero entonces me sujetó fuertemente y me abrazó hasta que yo también me puse a llorar.
-Quiero que disfrutes tu embarazo y por ningún motivo dejes que alguien te llegue a amargar -dijo ella contra el hueco de mi hombro-Y es obligatorio que dejes al pequeño por lo menos una semana entera conmigo.
Sonreí a través de las lágrimas.
-De acuerdo, pero no quiero que le metas ideas raras en la cabeza.
Me separé e inmediatamente ella me sonrió; los mocos haciendo mella en su nariz, y sus ojos rojos de tanto llorar.
Santana me sostuvo en sus brazos una vez que logramos tranquilizar el llanto. Se veía incómoda por toda la revelación de sentimientos pero no protestó ni dijo nada.
Papá, por otro lado, carraspeó para llamar mi atención, y en cuanto la obtuvo, noté que fulminaba con la mirada el brazo que Santana mantenía ahora en mi cintura.
Puse un poco de distancia entre ambas.
-Bien -dijo él en voz alta-Dejando el drama de lado, Britt, me preocupo por ti y por tu salud. Además creo que sería bueno dejar que tu madre te ayude con algunas cosas; así que ya no puedes vivir con esta tipa. No hasta el día en que estés casada con ella.
-¿Cómo…? Pero…
-No quiero repetir órdenes. No voy a permitir que sigas viviendo en su casa; en primer lugar nunca debiste de ir sin consultarme primero a mí. Te vas a quedar en casa de tu madre: espero que las dos traten de mantener las manos fuera del cuerpo de la otra Al menos hasta que se casen y finalmente se ganen ese derecho.
Santana se tensó a mi lado, parecía dispuesta a noquear a mi padre, pero mamá se adelantó y se puso entre papá y nosotras.
-¿Acaso has olvidado lo que se siente estar enamorado? ¿Las ganas de querer tocarse tan locamente?-le dijo ella-Porque déjame recordarte que tú y Susan se portan como dos adolescentes y ni siquiera están casados.
-Eso es diferente. Yo soy un adulto experimentado; no quiero que vaya a cometer más errores de los que ha cometido -dijo viendo en dirección a mi vientre-Solo deseo que un día no te vayas a arrepentir por todo esto Britt Eres demasiado joven e ingenua como para darte cuenta que lo único que quiero es protegerte.
Casi me pongo a llorar nuevamente. Se sintió tan mal para mí que dijera eso de mi embarazo; aunque era claro que en algún momento lo iba a escuchar muy a menudo. Simplemente no estaba preparada para escucharlo dolió.
-Siento decir esto -habló Santana-pero no pienso…
-¡Acabo de dar una orden! -gritó mi padre. Todos en la habitación se quedaron callados-Y pienso hacer que se cumpla, ¿o quieres que envíe a Britt lejos, con mis padres?
Nadie dijo nada después de eso.
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Hola Hola!
Bueno chicas aqui vengo a dejar otro capitulo :)
Espero que le guste y que dejen sus comentarios al respecto
Saludos Y besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Hola el padre de Britt es muyyyyy pesado!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
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Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Coincido, el papá de britt es un pesado de lo peor!! espero ansiosa el siguiente cap
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
monica.santander escribió:Hola el padre de Britt es muyyyyy pesado!!!!
Saludos
Hola Hola!
jajajajaja que si que XD jajajaja
Saludos
Dolomiti escribió:Coincido, el papá de britt es un pesado de lo peor!! espero ansiosa el siguiente cap
Hola Hola!
jajajajajaja pobre papa de britt XD jajajaja y :) ya casi viene :P
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Capítulo 6
-Hola, me llamo Brittany y tengo un problema con la comida -admití en voz alta.
-Hola, Brittany -coreó un grupo de mujeres jóvenes con sus barrigas de embarazo en distintas etapas.
Retorcí los dedos en la tela de mi camiseta de tirantes, y agaché la vista, ocultando la vergüenza que teñía de rosado mis mejillas.
-Soy una adicta –confesé-Ayer ataqué a mi novia con mi bolso sólo para que me diera la mitad de su sándwich; además tengo una obsesión extraña con las manzanas…especialmente las verdes.
Esperé a que alguna dijera algo, pero murmullos eran lo único que oía Continué:
-La noche pasada me levanté a las tres de la madrugada para comer sobras de pavo que dejó la abuela de mi novia, y esta mañana, antes de venir aquí, devoré varios rollitos primavera del restaurante japonés al que mi madre adora ir. No sé qué me pasa, no puedo contenerme. La comida me llama y es taaaan tentadora…
Me detuve de inmediato. Fuego subiendo directamente de mi cuello hasta mis mejillas.
Shio, quien estaba a mi lado, llevó su mano a la mía y le dio un apretón de apoyo.
La fulminé con la mirada, deseando tener rayos láser en los ojos.
-Es tu culpa -pronuncié silenciosamente con los labios mientras el grupo comenzaba a aplaudir levemente.
Ella se encogió de hombros.
-Muy bien -dijo Tina, la atractiva chica por la que Shio me inscribió al famoso curso para mujeres embarazadas podría decir que yo era la más joven del grupo aunque como Shio fingió también estar embarazada para darme apoyo, ella me ganaba por un año- No hay que avergonzarse, gente. Es normal sentirse deprimidas por su peso, para eso estamos, para ayudar a futuras madres en el proceso de embarazo, o como a mí me gusta llamarlo: AFUME (Ayuda para las Futuras Madres Embarazadas) Brittany, es normal que sientas el hambre todo el tiempo, estás cargando otro pequeño ser vivo en tu vientre y también necesita de todos los alimentos que tú consumes para poder sobrevivir. Siéntete libre de culpa al morder otra manzana; además es bueno que tu alimento de obsesión sea una fruta, es más saludable para ti y para el bebé. Agradece que no te obsesionaste con los dulces esos sí pueden generar problemas.
Un sollozo ahogado salió de una mujer al otro lado de nuestro círculo en el suelo, inmediatamente la atención de Tina se centró en ella, ella me sonrió una última vez, haciendo que su rostro se pareciera más al de una famosa, antes de girarse hacia la chica que lloraba desconsoladamente.
Aproveché a que Sarah (el nombre de la sollozadora) estaba contando su propio episodio con la comida, y me incliné hacia Shio, acercándome a su oreja para susurrarle.
-Estas no me parecen clases de ejercicios para embarazadas.
Ella no me miró a los ojos cuando contestó.
-Puede que haya adornado un poco la realidad ella aprendió técnicas de psicología alternativa-pasiva en la universidad de Australia o eso me dijo.
-Te voy a matar -dije enojada.
Llevábamos cerca de unos veinte minutos de estar confesando nuestras inseguridades y ya estaba harta de oír quejas Santana me había acompañado al principio, pero Tina hizo que cada madre se separara del padre o madre para tener tiempo a solas.
Ahora ella estaba en la habitación contigua (dividida por una pared de vidrio) haciendo equipo con los demás hombres y mujeres que habían acompañado a su pareja, y que ahora parecían distraídos con la hermosa instructora/coreógrafa/modelo-de-lencería que los informaba sobre qué papel juega la pareja a la hora del parto.
Los celos me estaban comiendo viva y nadie debería provocar a una chica embarazada, enojada, con constante hambre y en estado de ebullición como me estaba sintiendo en esta última semana después de que mi padre impusiera la regla “Prohibido Asociarse a Santana López” Dicha regla que nadie cumplió, ni Santana o yo, Papá estaba furioso.
-Muy bien, bellas damas-dijo Tina después de escuchar a todas y cada una de las mujeres del grupo les dejaré una tarea. Quiero que hagan una lista con todo aquello que sea su objeto de obsesión de la semana, luego, a la par de cada cosa que escriban necesito que le den una valoración de importancia, siendo el número uno el de mayor puntaje, y el número cinco el más bajo. Tal vez ahora no le encuentren sentido pero eso las va a ayudar más adelante para definir sus prioridades y su problema con la comida. En la siguiente clase hablaremos un poco más y haremos una mayor cantidad de ejercicio para cuidar de sus figuras y de su bebé; ahora son libres de irse.
La clase culminó con una última ronda de aplausos, e inmediatamente me puse de pie para salir lo más rápido posible…
Shio me detuvo antes de que avanzara a la siguiente habitación en busca de Santana.
-Oye, tranquila. No es una carrera para ver quién sale primero -sus manos se pusieron a limpiar la tela de su pantalón deportivo y ella no dejaba de hacer pucheros-Creo que me senté en un chicle.
Un pequeño parche de goma de mascar rosada se le pegó en el muslo de la tela, y ella comenzó a despegarlo metódicamente, haciendo muecas de asco cuando levantaba una pequeña capa de la superficie.
Mientras Shio continuaba retirándose la suciedad, volví mi cabeza hacia la siguiente habitación y comencé a escanear con los ojos a mi novia que, al parecer, no estaba por ninguna parte.
Fruncí el ceño al repasar por segunda vez todo el lugar y no fui capaz de encontrarla.
-No veo a Santana -dije con cierta frustración.
Shio se colocó a mi lado, intentando buscarla por sus propios medios.
-Oh, creo que la veo -me señaló una puerta al costado, en donde ella venía precisamente saliendo, acompañada con la señorita instructora/modelo. Ambas estaban riendo y ella tenía la camiseta levantada mostrando su abdomen a cualquiera que tuviera ojos y pudiera ver. Mis manos hicieron puños inconscientemente, y mis dientes rechinaron con fuerza.
-Esto será un desastre -murmuró Shio a mi lado.
-Claro que lo será -dije con ira.
-No, yo me refería a mi pantalón. El chicle se expandió por la pierna.
Ni siquiera aparté la mirada de Santana ahora la mujer estaba tocando su brazo, pasándolo por sus hombros y masajeando su cuello con sus largos y femeninos dedos.
Una ira arrolladora empezó a cocerse en mi interior, quemando mi torrente sanguíneo y ahumando mi visión.
-La voy a matar -murmuré entre dientes apretados.
-Oh no, no lo harás Brittany, es probable que ellas dos sólo estén comparando músculos ¿Ya viste los bíceps de esa chica? Creo que en su vida pasada fue un hombre. No tienes por qué ponerte celosa.
-No estoy celosa -mentí.
-Ajá, y yo soy la sirenita que vive bajo el mar -respondió sarcásticamente-Ten un poco más de confianza; si Santana pudiera, ya hubiera creado una nueva religión en la que adorarte fuera el pan de cada día.
-Es que... no sé qué me pasa. Esta semana he estado furiosa con todo el mundo; hasta el perro quiso morder mi pierna por lo rabiosa que me puse.
-Deben ser las hormonas -aseguró ella- Lo juro, hasta hacen que te veas radiante. Hay como un aura brillante rodeándote todo el día... ¡hasta cuando sudas! Apuesto a que te sientes cachonda la mayoría del tiempo.
-¿Qué? No, no me siento cachonda. Deja de decir eso.
-Mmm... Por eso te pones tan posesiva y celosa con Santana, Estás cachonda.
-Shio...
-Estás cachonda, estás cachonda -comenzó a tararear- Cachonda, cachonda...
-¡Shio! -le grité-Detente ahora.
-Oh... Uh, allí viene Tina Rápido, ¿me veo peinada?
Rodé los ojos ante su cambio de tema.
-¿Crees que ella se va a fijar en ti, sabiendo que le dijiste que estabas embarazada? -mencioné, reprochándole.
-Le dije que era madre soltera ella puede ser la mamá de mis gemelos cuando quiera.
-¿Y qué pasó con Marley, la hijastra de Laura?
-¿Bromeas? Vive en Italia, apenas y nos mantenemos en contacto por Skype. Yo quiero atención piel con piel. Además esa víbora de dos cabezas y cinco colas no me perdonaría que me involucrara con su hija ¡Oh, allí viene Tina, allí viene!
Y como si la hubieran invocado, Tina se detuvo a nuestro lado, haciendo que la conversación sobre Marley, y mi cachondez, quedara cerrada.
-Damas -saludó cortésmente- Espero que hayan disfrutado de la clase; no era mi intención que nos lleváramos los noventa minutos en charlar, pero el próximo jueves prometo que iremos directo a la acción.
-Uh, me encanta la acción -dijo Shio- Yo estoy de acuerdo... Oiga, ¿le han dicho el parecido increíble que tiene con Laurel Holloman? ¿La chica que salió en aquella serie?
¿The L Word?
Ella echó la cabeza hacia atrás y comenzó a reír.
-En realidad casi no veo televisión así que normalmente no sabría de qué serie hablas -admitió con cierta vergüenza-pero me han dicho tanto que me le parezco, que fue imposible no buscar información de ella.
-¿Y bien? ¿Qué opina?
-Absolutamente, tienen razón -rio y cambió de hombro la maleta de lona que cargaba- ahora entiendo esas veces en las que se me acercaban mujeres y me lanzaban lápices y servilletas para que les diera un autógrafo. Y yo que pensaba que era por los anuncios que puse en el periódico…
Entonces ella abrió un compartimiento de su maleta, y extendió ante nosotras una copia del periódico de esta mañana, justo en la sección de anuncios en donde su cara era la protagonista.
-Salen todos los jueves y viernes -explicó encogiéndose de hombros.
-Si esos anuncios fueran a color…-Shio comenzó a decir y en vez de usar una camiseta sin mangas usaras un top, apuesto a que tendría mayores ganancias en este lugar.
-¿Tú crees?
Ella asintió solemnemente.
-Se lo aseguro.
Mientras Shio se debatía con ella para que empleara una mejor publicidad y sacara provecho a su hermoso físico, mis ojos vagaron hacia la siguiente habitación en donde Santana permanecía todavía hablando con la mujer la mayoría de las parejas ya estaban buscando a su esposa, pero ella seguía entretenida riendo con la instructora y dejando que la tocara.
Ahora entendía la necesidad que ella tenía por querer marcar territorio con cada hombre o mujer que me miraba. Precisamente quería hacer lo mismo con cada mujer que se atreviera a respirar su mismo aire.
La voz de Shio pronto me sacó de mi trance.
-¿Lo ve? -escuché que le dijo a Tina-El objeto de obsesión de esta chica se llama Santana y se apellida López.
Despegué los ojos de Santana, y me giré hacia Shio para mirarla con perplejidad. No podía creer que le dijera eso a la instructora.
-No es cierto -traté de murmurar a mi favor.
Yo no estaba obsesionada con Santana Pffft. Tenía lo que se llamaban: celos típicos que vienen con las hormonas, ¿verdad?
-Oh, sí lo es -se burló Shio- Tus ojos te delatan, estás celosa, celosa de la chica de allá hablando con tu novia.
Tina comenzó a mirarme con diversión.
-¡Shio! No estoy celosa -mentí.
-Ujum yo le dije que no tenía nada que envidiarle a esa mujer -le comentó a Tina - Además, ella parece hombre. Solo le falta el bigote y la voz para ser uno; estoy segura que bebe una buena porción de esteroides para antes de cenar.
Mi rostro se puso rojo Tina tenía que conocer a esta mujer, seguramente eran compañeras de trabajo y Shio acababa de insultarla.
-¿Por qué no le muestras la ecografía de tu bebé? -le pregunté a ella para desviar el tema- Puede que ella parezca madre primeriza pero en realidad está en su tercer embarazo.
-Claro que no –respondió- Ni que me hubiera embarazado a los catorce; Britt sin embargo…
Justo estaba abriendo la boca para responder, cuando una cabeza rubia se asomó por la puerta de entrada del salón, e hizo un sonoro estruendo cuando las bisagras de dicha puerta crujieron. Ella recorrió minuciosamente a todos con la vista y se detuvo inmediatamente en Tina, luego salió corriendo hacia ella.
Agrandé los ojos cuando reconocí a la chica; tuve que cerrar la boca y apartar la mirada cuando ella comenzó a caminar hacia nosotras.
-Perdón por interrumpir, llego tarde -dijo ella cuando nos alcanzó-¿Tú eres la chica de la fotografía? ¿Contigo tengo que comunicarme para inscribirme? -comenzó a respirar ruidosamente, como si hubiera corrido una maratón y estuviera cansada- De verdad que no pude llegar antes, había un desfile de carros afuera de mi casa y oye, ¿no eres la novia de Santana?
Finalmente ella reconoció mi rostro y puso una sonrisa enorme.
-Reconocería un cutis tan hermoso como el tuyo –continuó- Por cierto, felicidades por la boda ¿Cuándo será?
Mi mente se cerró por unos segundos antes de parpadear y abrir la boca para intentar responder.
-¡¿Boda?! -aunque fue Shio la que habló-¿Cuál boda? Brittany, no me has dicho nada.
La rubia, ¿Rosie?, hizo una mueca y desvió la mirada.
-Era una sorpresa -le dije a Shio- Santana y yo queríamos anunciarlo una vez que papá se calmara y dejara de inspeccionarnos cada cinco minutos.
-¿Te propuso matrimonio y no me lo contaste?
-Shio…
-Yo de verdad lo siento -dijo Rosie- Santana me había comentado el otro día lo de la boda. No pensé que era un secreto, yo…
-¿Dónde está el anillo? -gritó Shio, volviéndose loca por un momento.
En realidad no lo llevaba conmigo porque me imaginé que sería lo primero que ella vería.
-Pensamos que sería una mala idea que alguien me viera usándolo mientras aún no diéramos la noticia -le expliqué.
-¡No puedo creer esto! Pensé que éramos amigas.
-Shio, no te exaltes. Siempre ibas a saberlo esta u otra noche.
-Sí, pero ella lo supo primero.
-Yo en serio que lamento esto -trató de explicar Rosie- Yo… Santana fue quien me contó todo; el otro día almorzamos juntas y me lo dijo. Lo siento, hice mal en abrir mi boca y preguntar así de la nada.
Mis pensamientos estaban dispersos dentro de mi cabeza, ¿Santana y ella habían almorzado juntas?
Cierto, ella podía almorzar con quien quisiera, pero esperaba que al menos mencionara algo del asunto. Me sentí más celosa que antes.
Se hizo un incómodo silencio entre el grupo, y Tina tuvo que carraspear su garganta antes de hablar:
-Um, ¿piensas inscribirte en las clases? Por hoy terminamos con la introducción, pero te esperamos el próximo jueves.
Ella asintió, y ambas desaparecieron hacia otro lado para hacer el papeleo y las inscripciones. Cuando no estuvieron cerca, Shio se giró hacia mí.
-No puedo creer que no me lo dijeras -dijo ella, aun molesta conmigo.
-Lo siento, queríamos mantenerlo en secreto por un tiempo.
-Apuesto a que Rita ya lo sabe.
-En realidad, no. No se lo he dicho a nadie más que a mis padres.
-No puedo creer la poca confianza que me tienen. Como si fuera a decirle a alguien más.
-Shio, no es eso…
Ella asintió, dando por terminada la conversación, y fue a buscar su bolso de donde lo había dejado al inicio de la clase.
Me encontré sola por un momento, mirando a mi amiga enojada y furiosa conmigo; y observando furtivamente a mi novia que era toda sonrisas con la chica, al otro lado de la habitación. De pronto me sentí mal del estómago, no podía ponerme celosa de toda persona que quisiera hablar con Santana, era injusto pedirle que intentara darme un voto de confianza cuando aparentemente yo tampoco demostraba confiar en ella o en mis amigas.
Mi estómago gruñó y tembló de nuevo. Llevé mis manos hacia mi vientre y me apreté un poco con los dedos. El dolor pasó rápido.
Tal vez simplemente tenía hambre o me encontraba muy estresada.
Caminé hacia la salida, y estaba por partir del local para esperar a Shio y a Santana afuera, cuando una mano me sujetó del codo y me dio un suave apretón. Era Tina.
-Brittany…-se relamió los labios antes de seguir-No te pongas mal a causa de ella -señaló en dirección a Santana- Una chica tan hermosa como tú no tiene por qué estar celosa; te puedo asegurar que tu prometida no está coqueteando con ella.
Le fruncí el ceño mientras me cruzaba de brazos.
-¿Cómo lo sabe? -pregunté.
-Porque ella es mi esposa.
Me atraganté en mi propia saliva.
Mierda. Shio había abierto de más la boca.
-Yo…Lo siento -dije, sintiéndome miserablemente con cada segundo que pasaba.
Ella solo me sonrió.
-No te preocupes. Estoy acostumbrada a que muchas mujeres celosas de sus parejas me digan cosas feas de ella. Por esta vez lo pasaré por alto, la próxima, las mandaré fuera a ti y a tu amiga ¿Quedó claro?
Me sonrojé salvajemente antes de asentir con la cabeza y apartar la mirada.
-Entonces sin problemas -me sonrió, transformándose en la misma Tina de antes- Y de nuevo te repito, no tienes por qué ponerte celosa Bette es una chica genial una vez que logras conocerla, y sinceramente nos amamos demasiado como para sernos fieles mutuamente.
Asentí una vez más y salí a toda prisa cuando tuve la oportunidad.
*****
Cuando llegamos a casa de Santana, me fui directamente a la cocina.
Shio estaba molesta con nosotras, y me dio un tratamiento de silencio durante todo el retorno Santana estuvo también poco comunicativa y tenía una sonrisa boba pegada al rostro.
Tuve que retorcerme los dedos para evitar agarrarla del pelo y darle una cachetada de novia celosa. Papá probablemente estaría llegando pronto para supervisarnos y para recordarnos el ultimátum de tres días que me había dado para mudarme con mamá, no quería darle más razones para aumentar su paranoia con Santana Incluso se había quedado a dormir en casa de Santana en estos días, obligándola a acompañarla a dormir en el sofá mientras que Nicole y yo aprovechábamos a dormir juntas.
Lancé mi bolso hacia el sofá y luego me introduje a la cocina, abriendo la refrigeradora y yendo directamente hacia el chocolate con maní que guardaba justo al fondo.
Santana llegó por atrás y me arrebató el chocolate antes de que pudiera obtener un pedazo.
-¡Oye! -le grité, furiosa.
-Nop -dijo ella simplemente. Mordió un gran trozo y masticó haciendo sonidos placenteros.
Me lamí los labios mientras la veía. Repentinamente me dio calor.
Mis ojos bajaron a su brazo tatuado, y vi en su muñeca, mis labios, situándose de forma permanente en su piel. Su camiseta se ceñía a la perfección a sus pechos y fue difícil mantener mi mente alejada de los recuerdos de lo bello que era su cuerpo sin ropa.
-Santana –tartamudeé Mi garganta estaba reseca- Eso es mío, dámelo.
-Oh, ¿quieres chocolate?
Asentí con la cabeza. Me encontraba aturdida y furiosa, todo al mismo tiempo.
-Entonces vas a tenerlo de la única forma en que yo te lo dé.
-No entien…-su boca chocó contra la mía, y sus manos fueron directo a mi cintura para presionarme contra su cuerpo.
Saboreé el chocolate cuando abrió la boca y su lengua jugó con la mía. Poco después se separó, dejándome más aturdida y enojada de lo que estaba.
-Imbécil -dije cruzándome de brazos.
Ella suspiró mientras mordía otro pedazo.
-Estás enojada –aseguró- Me dijeron que ibas a estar de todos los humores pero no me imaginé esto…
-¿Qué? ¿Estás hablándole a alguien más de esto? ¿Cómo si fuera una loca con una enfermedad que hay que controlar? ¡Imbécil!
Estiré la mano para agarrar el chocolate pero Santana fue rápida y lo quitó de mi alcance.
-Tranquila…
-¿Me estás hablando como si fuera un animal sin control?
-Nena…
-¡Agg! ¡No me vuelvas a llamar nena! Estoy muy molesta contigo.
-No de nuevo -murmuró por lo bajo.
Me quité una de mis zapatillas y se la lancé al estómago.
-¡Auch!
-¡Eres una coqueta! ¡Cómo se te ocurre quedarte hablando horas con esa mujer! Además, ¿le contaste a tu esposa-de-mentira que me iba a casar contigo? ¡Habíamos quedado en no anunciar nada hasta que papá se calmara!
-¿De qué esposa de mentira me estás hablando?
-De esa jodida Rosie. Ella me contó que ustedes almorzaron juntas y que le dijiste todo.
Su rostro se suavizó un poco.
-Sí, me la encontré el mismo día que te iba a pedir matrimonio. Le pedí ayuda para elegir una canción…
-¡¿Qué?! ¡¿Ella escogió la canción?! Jodidamente genial.
-Brittany, escúchate. Basta de esto. Desquítate conmigo pero no sigas estando enojada. Y no, ella no escogió la canción, fui yo. Ella me dijo que algo más cursi iba a gustarte pero seguí mis instintos.
-Eso no te hace menos imbécil ¡y devuélveme mi chocolate!
-¿Lo quieres? Ven a traerlo, y usa solo la boca -se llevó un trozo entre los labios y me desafió a alcanzarla.
No entendía por qué de repente era toda juguetona pero le seguí la corriente; me puse de puntillas, y antes de arrebatarle el chocolate con los dientes, se lo quitó de la boca y mis labios se encontraron con los suyos.
Era una imbécil…pero una de lo más encantadora.
Sus labios masajearon los míos y sus manos movieron mi cabeza para que su lengua tuviera mejor acceso a la mía. Fue el beso más largo que ambas nos habíamos dado, y pronto llegué a olvidar porqué estaba tan furiosa con ella.
Agarré un puñado de su camisa y la presioné hasta que nuestros cuerpos podrían estar fusionados Santana me agarró de las caderas y me subió sobre el mesón de la cocina; demandando con su boca y separando mis piernas.
-Sabes a chocolate -dije cuando ella liberó mi boca de su cautiverio, y en cambio, sus labios pasaron a mi cuello.
-Bésame -susurró contra mi clavícula. Levantó el rostro y comenzamos a devorarnos la boca una vez más.
Sus manos se metieron bajo mi blusa y sus dedos comenzaron a presionar contra mi vientre.
Se separó de repente, podía ver disolverse el hilo de saliva que ambas habíamos formado durante nuestro largo beso.
Mis ojos se pusieron bizcos durante un buen rato y fue difícil traerme a la normalidad, esta vez Bambi me golpeó fuerte en la cara.
-¿Qué pasó? -pregunté con voz dormida.
-¿Sientes esto? -dijo presionando suavemente en mi vientre.
-¿El qué?
-Nuestro bebé está creciendo. Siente cómo se está comenzando a formar el bultito en tu estómago.
Ella llevó mi mano hacia mi vientre y puso encima la suya mientras me guiaba hacia donde se formaba una pequeña protuberancia.
Me mordí los labios, sonriendo. Pensé que me iba a sentir culpable porque aún seguía ocultándole lo de los gemelos, pero en cambio me sentí divertida al pensar en la gran reacción que tendría al enterarse.
Besé su cuello y mordí el lóbulo de su oreja.
-Dentro de unos meses estará acompañándonos –susurré.
Ella asintió con la cabeza, su rostro estaba impasible, sin demostrar ninguna emoción en absoluto. No sé si lo imaginé, pero la vi tragar saliva antes de plantar una extraña sonrisa y besarme de nuevo.
-Deberíamos comprarle ropa. Quiero encontrarle una mini chaqueta para que luzca como yo.
Sonreí ante el pensamiento.
-De acuerdo, le compraremos una.
-Y muchos zapatos, de esos diminutos que he visto en las tiendas.
Comenzó a besar mi mandíbula y a mordisquear mi cuello.
Después de unos segundos siguió con su atención a mi boca.
-¿Quieres que nos encerremos en la habitación y salgamos únicamente para tomar agua? -me preguntó, bajando el rostro para olisquear entre mis pechos. Plantó un beso sobre mi seno izquierdo, y yo morí de entusiasmo.
-De acuerdo. Pero esta vez cierra bien la puerta. Me dio pena tener que explicarle a Nicole el por qué estabas muy emocionada con mi cuello.
-Piénsalo de esta manera: pudo haber sido peor. Ella pudo haber entrado en otro momento, uno en el que ni en un millón de años podríamos explicarle.
-Estoy segura que tú lograrías inventarle algo ingenioso.
Rodé los ojos y comencé a deslizarme del mueble de cocina, antes de poder tocar el suelo Santana me tomó en sus brazos y me cargó hacia la sala, pasando por las escaleras para ir a nuestra habitación
-¡Bájame! Puedo caminar perfectamente.
-No ahora. Déjame llevarte
En el camino encontramos a su abuela, y mi rostro enrojeció diez tonos a la vez cuando vio la urgencia de su nieta por querer llegar hasta la habitación.
-Que nadie nos moleste por el resto de la tarde -dijo ella mientras aún me llevaba hacia arriba- Estaremos ocupadas entre las sábanas.
¿Dije diez tonos? Quise decir noventa.
-Santana, no digas eso, me da vergüenza -dije en su oído.
Continuó caminando hacia la habitación.
-¿Qué? Es normal en una pareja que se ama, o no se ama…como sea, lo quiera hacer todo el tiempo. Además, no creo que tenga el valor de oponerse a estas alturas, ¿qué dices?
-Mi papá sí se va a oponer. Solo recuerda que viene a las seis a cenar.
-Oh, se me olvidó decirte. Tu papá no nos va a joder la vida nunca más.
-¿Qué?
Pateó la puerta del dormitorio y luego entramos, todavía no me bajaba al suelo.
-Pues que él y yo tuvimos unas cuantas palabras ayer por la tarde. No podía soportar que pasara las noches aquí, tratando de hacerme dormir en el sofá de la sala mientras nuestra cama estaba solitaria y vacía.
-¿Qué le dijiste?
Finalmente me bajó al suelo y enganchó mis brazos para que rodearan su cuello.
-No fue necesario decir nada. La situación habló por sí sola.
Ladeé la cabeza.
-¿Cuál situación?
Ella me miró por un largo rato antes de soltar un suspiro y darme un beso rápido en los labios.
-Lo encontré haciendo “cosas” en el sillón de su casa.
-¿Cosas? ¿Cómo?
Mi cara estaba horrorizada mientras varios escenarios se juntaban en mi mente.
-Pues él estaba bastante desnudo… con tu mamá.
-¿Qué? –Parpadeé-¿Qué?
-Sí, él y tu mamá estaban bastante cariñosos para ser todavía horario familiar.
Sin poder evitarlo, comencé a reír.
-Estás bromeando. Mi mamá odia a mi papá; es imposible que ellos dos…
-Lo chantajeé, dije que iba a contárselo a Susan si no dejaba de jodernos la existencia. Créeme, aceptó rápido.
Allí murió mi sonrisa.
-O sea que… ¿mi mamá y mi papá?
-Síp. Juntos de nuevo.
Negué con la cabeza.
-Pero llevan cinco años de estar divorciados. Es… imposible…
-Pues créelo. En la cena de esta noche te mencionará su aprobación para casarnos. Y eso significa que no hay excusas para que no uses el anillo que asegura que eres de mi propiedad; hoy vi demasiado encariñada a esa tipa con cara de lame bolas, quiero que le quede bien claro que estás comprometida.
Rodé los ojos.
De repente recordé por qué estaba tan enojada con ella.
-Oye, tú también te hallabas bien “encariñada” con esa mujer, con la instructora. Y nunca me dijiste qué hacías con esa tal Rosie.
-¿Estás celosa?
-No me hagas enojar de nuevo.
-Uy no, no quiero revivir a la bestia.
-¡¿Me acabas de llamar bestia?! ¡¿Y además te comiste mi chocolate?! ¡¿Chantajeaste a mi papá?! Agg, te odio -La empujé y le di un golpe en el hombro.
-¡Nena!
-¡Que no me llames así!
-No otra vez ¿por qué a mí?
Le lancé una almohada a la cara, y me encerré en el baño.
La pude escuchar murmurando una maldición mientras iba a buscarme.
*****
Al principio, papá se ponía bastante tenso estando cerca de Nicole. Pero cuando la niña demostró la gran confianza y sabiduría que tenía, él la amó de inmediatamente.
-¡Abuelo! -gritó ella al ver a papá esa noche en la cena. Se le lanzó a los brazos, y mi papá le sonrió enormemente. Creo que él estaba secretamente encantado de ser llamado así.
-Hola hermosa. Cuéntame, ¿cómo se han portado estas dos? -preguntó papá señalándonos a Santana y a mí.
La niña se rió y le susurró algo al oído.
Su rostro se puso serio, y cuando Nicole se apartó para saludar a mi mamá, él nos fulminó con la mirada.
-¿Estuvieron haciendo ruidos extraños en su habitación? ¿Todo el día? -preguntó, perplejo.
Me ruboricé por completo.
Santana vino a mi rescate y puso su brazo sobre mis hombros.
-Así es. Jugábamos Twister, ciertamente hubo partes del cuerpo enredadas -dijo ella con voz arrogante.
Mi rostro era capaz de calentar la sala completa en esos momentos.
-No tientes al destino, muchacha No lo tientes…
-No señor, no lo tiento. Estoy bailando con él…
Buscaba una excusa para retirarme y dejarlos solos, hablando como mafiosos que se retan mutuamente, cuando justamente tocaron el timbre.
-¡Yo voy! -grité a nadie en particular y me zafé de los brazos de Santana Me apresuré a abrir la puerta y, una vez que lo hice, me detuve al ver que no había nadie al otro lado.
Estaba a punto de cerrar cuando mis ojos captaron una caja de papel color blanco puesta en el suelo. Me agaché para recogerla y noté que tenía mi nombre completo impreso en la superficie: “Brittany Pierce”
Inmediatamente la abrí, y dentro de capas y capas de fino papel, encontré algo que parecía ciertamente un vestido de color blanco.
Lo extendí y una nota cayó al suelo.
Tuve que agacharme de nuevo para recogerla, pero me quedé a mitad de camino cuando unos zapatos negros entraron en mi campo visual.
Lentamente miré hacia arriba, sorprendida al encontrarme un par de ojos frente a mí.
Me incorporé nerviosamente y tragué saliva mientras él se agachaba y recogía la nota que se me había caído.
Tendió su mano con la nota y la depositó en mi mano. Pasaron unos segundos antes de que me decidiera a leer el papel; decía únicamente:
“Quiero hacer las paces contigo”
Sam
Sam
Alcé de nuevo los ojos, y Sam me sonrió amablemente. Su cabello estaba más largo y se enredaba con sus pestañas.
Inmediatamente revisé su frente, y con la misma velocidad, regresé mis ojos a los suyos. Su sonrisa titubeó.
-¿Entonces? –Preguntó-¿qué opinas?
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Hola Hola!
Bueno chicas aqui un nuevo capitulo espero que les guste mucho :)
PD: ¿Que les parecio lo de Sam ?
Saludos Y besos
Espero que comenten mucho :3
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Quiero saber como va a quedar Sam cuando Santana lo vea!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
monica.santander escribió:Quiero saber como va a quedar Sam cuando Santana lo vea!!!!!
Saludos
Hola!
Muchas Gracias por dejar tus comentarios :)
Aunque sea por un comentario sigo esta historia ! Pronto dejare el capitulo x aqui
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Capítulo 7
-Sam –tartamudeé-¿Qué crees que haces aquí?
Él miró sobre mi hombro primero, y luego respondió con tranquilidad:
-La nota lo dice todo, Vengo en busca de tu perdón.
Sacudí mi cabeza para salir del shock inicial que me provocó verlo.
-¿De qué estás hablando? Pensé que te había quedado claro que no eres bienvenido en mi vida.
Me fijé en su frente una vez más. No podía ver nada parecido a un tatuaje, o si lo tenía, lo estaba cubriendo muy bien.
Mis manos temblaron ligeramente, y en todo este tiempo me quedé con el vestido blanco aferrado entre los dedos. Cuando me di cuenta, lo solté y cayó al suelo.
-¿Y por qué me estás dando un vestido blanco? ¿Esta es tu manera de hacer las paces conmigo? Me estás asustando -le dije con la voz más valiente que pude evocar.
Él recogió el vestido y acarició la tela.
-Es la única forma que conozco –respondió- Es simbólico, como la bandera blanca de la paz.
Agitó el vestido en el aire.
-De todas formas, ¿no se te ocurrió que sería demasiado críptico regalarme un vestido? Si tu intención no era asustarme, entonces fallaste. Esta es la segunda vez que tratas de darme algo como eso y todavía no entiendo por qué. Además, Santana está en la sala -añadí rápidamente- mi papá también sólo te advierto que ellos quieren despellejarte vivo; así que ni se te ocurra propasarte conmigo. Si no estás en la cárcel es porque tuve consideración por tu madre.
Sam tragó saliva, notándose claramente por la forma en que bajó su garganta.
-Lo entiendo. Ahora, por favor acepta mi regalo -dijo. Intentó acercar el vestido a mi mano, pero di un paso hacia atrás para que no me tocara. Resopló de disgusto- Tengo una buena razón para dártelo; siempre soñé con verte vestida de blanco y nunca tuve la oportunidad… Además, míralo como una ofrenda de paz.
-No lo quiero, Me voy a casar con Santana.
No sé por qué se lo dije pero mi mente no podía pensar en otra cosa. Estaba lo suficientemente nerviosa como para vomitarle en la cara. Los gemelos se estaban revolviendo en mi estómago Sam tampoco les caía bien a ellos.
En mi memoria todavía seguía fresco el recuerdo de sus manos sujetando mis brazos en aquella mesa. La manera en la que me sostuvo para dejar que… dejar que una tipa me violara… aunque haya resultado una broma al final, era algo difícil de olvidar.
-¿Te vas a casar? -preguntó, extrañado.
Asentí con la cabeza, subiendo la barbilla y retándolo a decir algo.
-¡Ni siquiera tienes veinte! –Explotó- Es ridículo ¿es que acaso la tipa no puede aguantar sus tetas y esperar a que termines una carrera en la universidad? ¿Tan preocupada está de que se quede vieja, soltera y solo con su motocicleta, cuidando un asilo de gatos o alimentando ancianos?
-Basta, no digas nada. No tienes el derecho de meterte -dije apretando los dientes- Será mejor que te vayas. Lárgate. No sé cómo conseguiste esta dirección, pero te advierto que, si te vuelves a aparecer…
-No, Britt, escucha. Tienes razón, no debo meterme en tus asuntos, aun cuando dichos asuntos arruinarán por completo tu futuro pero… Moví cielo y tierra para encontrarte; no tienes ni idea de los favores que tuve que hacer; sólo vine porque creí que merecías mis disculpas. Lo lamento. Me porté como un cretino, y lo pagué muy caro. Tu noviecita se desquitó conmigo de la peor manera y de nuevo lo siento, no vine para juzgarte.
Se llevó una mano a la frente y se retiró el cabello que tapaba el tatuaje más feo visto por el hombre. Decía claramente: Lame Pollas. La letra parecía ser hecha a mano alzada, incluso me atrevería a decir que la hizo la misma Santana Estaba segura que ella fue quien lo tatuó personalmente.
Abrí la boca y, con la misma velocidad, la cerré.
-Esto lo hizo ella-murmuró Sam con cierta vergüenza.
No pude evitarlo, comencé a reír.
Había que reconocerlo: Santana podía llegar a ser muy ingeniosa en algunas ocasiones.
-¡No te rías! Esa imbécil me dejó inconsciente en un bar de intercambios sexuales y no sabes la cantidad de hombres que querían hacer lo que les indicaba mi tatuaje. Me jodió la noche completa.
Reí más fuerte.
-Algo me contaron -logré decir entre risas.
-No es gracioso -se quejó Santana Su mirada se afiló, y volvió a acomodar su pelo para cubrir el tatuaje una vez más-¿Tienes idea de lo caro que va a salir removerlo? ¡Ah, y ni hablar de lo mucho que dolió! Tuve dolor de cabeza durante una semana completa.
Pronto mi risa fue sustituyéndose por la ira.
Dejé de reírme abruptamente y me crucé de brazos.
-¿Y tú? ¿Tienes idea del daño que me causaste? -le grité-¿Sabías que tuve pesadillas durante meses? Aun ahora me da miedo entrar en lugares completamente cerrados.
Él se miró arrepentido por unos instantes.
-No pude disculparme antes -dijo con voz suave- Estuve en casa de mi tío Blaz durante una buena temporada Brittany, es horrible. Está loco.
-Es lo menos que te mereces -respondí sombríamente- De todas formas, no era necesario que vinieras. Yo no quiero verte, ahora por favor vete. Si solo venías a disculparte entonces ya has cumplido con tu misión. Ahora vete.
-Merezco tu indiferencia. Estoy arrepentido…
-¡Lárgate!
-Britt, no seas injusta…
-Y por tu propio bien, será mejor que no vuelvas a aparecer otra vez por aquí. Olvídate de la dirección y no vengas más.
Él apretó la mandíbula y comenzó a cerrar sus puños.
Dio unos pasos adelante, y pronto disminuyó la distancia entre ambos.
Me paré más erguida y traté de dar un paso hacia el interior de la casa.
No entendía cómo Santana no se había aparecido todavía; pensé que ya me había tardado mucho para la cena y que alguien notaría mi ausencia, pero ni siquiera podía escuchar pasos dirigirse hacia el exterior.
-Solo vine para que las cosas volvieran a ser como antes -dijo entre dientes-¿Sabes? Una gran parte de mí todavía extraña el olor de tu cabello.
-No te acerques más o voy a gritar -susurré. Me hubiera gustado sonar más convincente pero mi voz era apenas audible hasta para mis oídos, mi coraje se estaba esfumando a gran velocidad- Y... apártate, estás muy cerca para mi comodidad.
-Puedo entender la fascinación que esa tipa tiene contigo -murmuró. Tomó uno de mis cabellos y lo enrolló en su dedo índice.
Retrocedí todo lo que pude.
-Sin embargo, yo no puedo entender cuál es tu fascinación conmigo -dije.
-Eres especial. Tienes este aire de inocencia que resulta muy tentador…
-Estoy embarazada –solté-Santana es la otra mamá.
No debí decir eso, pude ver cómo sus ojos se agudizaron y hasta parecieron cambiar de color. Estábamos tan cerca, que pronto lo tenía agarrándome del brazo, clavando sus dedos en mi carne, presionando con profundidad.
-¡¿Estás bromeando conmigo?! ¡¿Ya logró embarazarte y eso que es una puta mujer?! -gritó en mi oído- No puedo creer que estés embarazada…
Bajó su vista a mi vientre e inmediatamente la presión en mi brazo disminuyó.
-¡Esa imbécil te embarazó como putas! – Sam retiró su agarre a mi brazo, y comenzó a dar golpes a la pared tras de mí.
En un lento y desesperado intento por avanzar hacia el interior de la casa, me golpeé el hombro contra la puerta, percibiendo apenas el dolor.
-Todos esos meses de terapia de basura con el tío Blaz no me van a ayudar ahora -murmuró más para sí mismo que para mí- No puedo creer que fueras tan ingenua o estúpida como para quedar embarazada de ella y quien sabe cómo…
Volvió a tomar mi brazo, sujetándolo con fuerza, haciendo que tuviera que ponerme de puntas para que no doliera tanto.
Estaba paralizada, mis ojos vagando hasta su mano, y su frente, en donde se asomaba parte de su tatuaje mal hecho.
Iba a exigirle que me soltara, pero ni siquiera llegué a abrir la boca cuando Sam estaba, literalmente, volando desde la entrada hasta la acera de la calle.
Cayó de espaldas, con la nariz ensangrentada y con un grito enojado.
Apenas pude registrar que Santana estaba detrás de mí, y fue ella quien lo había golpeado.
La vi avanzar hacia Sam, y lo tomó del cuello de la camisa, levantándolo del suelo y golpeando una vez más su nariz y su mandíbula. No estando conforme, golpeó también su estómago, sin soltarlo del cuello, impidiendo su caída para ser mujer era simplemente increíble.
-¿No te dije que tenías que mantenerte lejos de ella? -gritó Santana Le propinó otro golpe en la cara, ni siquiera dándole tiempo a parpadear.
Escuché un jadeo colectivo a mis espaldas, y me giré para encontrarme con los ojos preocupados de mamá. Papá estaba a su lado, cargando a Nicole, y a su vez, estaba la abuela de Santana, observando con horror el intercambio de golpes.
Podía escuchar los gritos de dolor de Sam, los reclamos que hacía.
Ahora Santana lo tenía en el suelo, golpeando su rostro en repetidas ocasiones, llenándose los puños de sangre. El vestido se encontraba hecho una bola cerca de su dueño.
-¡La dejaste embarazada, estúpida! –gritaba Sam Él se turnaba entre escupir sangre y tratar de levantarse del suelo pero Santana no lo soltaba del cuello de la camisa.
-Deténganla –supliqué- Lo va a matar.
Papá bajó a Nicole, e inmediatamente corrió al lado de Santana y la tomó de los hombros para que dejara de luchar. Pensé que la pelea terminaría con eso, pero ocurrió todo lo contrario. Papá comenzó a golpear a Sam él mismo.
Sus puños crearon más sangre de la que Sam había dejado.
Comencé a entrar en pánico.
-¡Basta los dos! –grité Sam no hacía nada para defenderse porque no podía entre tanto golpe; papá lo atacaba con todo.
Comencé a acercarme hacia ellos, pero mamá me tomó de los hombros y me obligó a darme la vuelta.
-Creo que deberías entrar -me sugirió- Si por accidente alguno de ellos llega a golpearte...
-Está bien -la interrumpí- Por favor, detenlos. Son capaces de matarlo.
Mamá asintió con la cabeza.
-Lleva a la niña adentro. No es bueno que vea tanta violencia.
Nicole estaba de pie en la entrada, llorando y aferrándose al marco de la puerta.
Rápidamente me dirigí hacia ella, y la tomé de la mano.
Antes que entráramos a la casa, noté que entre mamá y la abuela de Santana, intentaron disolver la pelea.
Papá lucía furioso, Santana se miraba aterradora.
Finalmente entré con la pequeña y la llevé hacia la sala.
Me senté y la puse a mi lado, observando sus ojos llorosos y sus suaves quejidos de angustia. Entonces la abracé, sentándola en mi regazo y acariciando su cabello castaño claro.
-Ya, todo está bien la tía Santana solo trataba de hacer lo correcto -mi voz se quebró. No sabía ni qué decirle para que dejara de llorar. O por qué estaba llorando en primer lugar.
-¡Pero no me gusta verla así! -chilló la niña, sus ojos cafés se nublaron detrás de una cascada de lágrimas-¿Por qué estaban golpeando a ese tipo? ¿La tía Santana y el abuelo mataron a ese hombre? ¿Lo mataron?
Comenzó a llorar con más fuerza, inevitablemente me entraron deseos de llorar con ella.
-No, claro que no hizo eso. Ese hombre está bien, sólo cometió cosas malas por las que tu tía se molestó.
Ella hipó mientras las gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas y morían en su boca. Su cara se puso roja, casi empatando con el color de sus cicatrices en la frente.
-No quiero que pelee, dile que no lo haga. Prometo no obligarla a cantar más conmigo.
Dile que prometo ya no casarme con Zayn, o que nunca me llamaré la señora de Styles -un sollozo se escapó de su boca y la abracé más cerca de mí, reconfortándola y reconfortándome al mismo tiempo. Sonriendo ante lo que consideraba sus grandes preocupaciones.
-Ya, tranquila -ella pegó su rostro a mi pecho.
-Prometo esperar hasta los veintisiete o los treinta, antes de besar a alguien, pero no la quiero ver peleando con nadie más.
Iba a reconfortarla con palabras, cuando, una sombra cayó frente a nosotras. Alcé la vista para encontrarme directamente con los ojos cafés de Santana; presioné el hombro de Nicole y, cuando se despegó de mi pecho, le indiqué que se girara. De inmediato vio a Santana y se lanzó a sus brazos, llorando ahora sobre su camisa.
-No tienes por qué renunciar a ese chico ¿cuál era su nombre? -dijo ella, agachándose hasta que estuvo a nuestra altura. Sus nudillos rotos acariciaron las mejillas de la niña.
-Zayn - ella en un sollozo.
-Exacto. Tampoco quiero que prometas nada que me aleje de nuestro pasatiempo favorito, sé cuánto amas que cante esas canciones tan fuera de mi época. Además, solo estaba defendiendo a Britt de ese sujeto malo, ¿no quieres que me porte como una Dama?
Finalmente la niña detuvo el llanto, limpiándose los ojos contra la camiseta de Santana.
Ella me agarró de la mano al mismo tiempo que vocalizó un ¿Estás bien? en mi dirección.
Asentí con la cabeza, y desvié la mirada. A pesar de todo lo que había hecho Sam, todavía seguía sintiendo lástima por él o al menos una pequeña parte de culpa.
Nicole terminó de llorar y miró a su tía con adoración.
-¿Estabas defendiendo a Britt? ¿Así como un príncipe azul? -preguntó más animada.
-Sí, la estaba defendiendo como su príncipe azul.
-¡Genial! ¿Entonces ese sujeto era malo?
-Mucho.
La niña frunció el ceño y volteó a verme.
-¿Qué te hizo, Britt?
Abrí la boca para responder pero Santana se me adelantó:
-Él se portó muy mal con ella. Lo dejaremos hasta allí, no más preguntas, piraña.
-Pero hay algo que quiero saber -Nicole hizo un puchero-¿Siempre me puedo casar con Zayn?
Santana rodó los ojos.
-A los veintisiete, recuerda.
La niña asintió solemnemente, como si la palabra de ella fuera la ley; luego le rodeó el cuello con sus manos.
-Está bien -respondió tranquilamente-¿Pero todavía sigue en pie la promesa que me hiciste? ¿Me vas a llevar a uno de sus conciertos para que pueda conocerlo?
-Sí -dijo Santana de mala gana, casi pude escucharla gruñir- Te prometí conocer a tu banda de chicos favorita.
La niña chilló con ánimo, olvidando que hace solo unos segundos estuvo llorando desconsoladamente.
-De acuerdo, pero tienes que convencerlo para que no se case con nadie más, solo conmigo.
Ella gruñó algo incomprensible para mis oídos, y asintió forzosamente. Era divertido ver cómo contenía sus celos. Me preguntaba si ella cumpliría su promesa y llevaría a la niña a un concierto ni siquiera la dejaba salir a ningún lado más que a sus clases privadas de ballet por las tardes. No me la imaginaba dejando que cientos de chicos y chicas la miraran mal por un segundo; era más probable que le pagara un concierto privado antes de exponerla en público.
Después de unos segundos, Santana me puso en pie, cargando a la niña y sonriendo para disipar el mal humor.
-¿Alguien quiere pudín de manzana? -me miró directo a los ojos cuando hizo la pregunta ella sabía que últimamente me daba por comerlas como si la vida se me fuera en ello.
-¡Yo quiero! -gritó Nicole aun con su voz ronca por haber llorado-¡Y Kevin también quiere! A Kevin le encantan las manzanas, ¿Verdad que sí, Britt? Te hace comer muchas porque son sus favoritas.
Asentí y le sonreí tentativamente.
-De acuerdo, pequeña piraña, carrera a la cocina -dijo Santana bajándola al suelo.
Inmediatamente la niña comenzó a correr, pero ella, en lugar de ir tras ella, se quedó a mi lado, tomándome de la mano y deteniéndome por un segundo.
-¿Qué quería ese lame vacas aquí? ¿Por qué te estaba buscando?
-¿Sam sigue afuera? -pregunté a cambio- Por favor dime que mi papá no continúa golpeándolo.
-¿Tan interesada estás en su bienestar? Espero que no me digas que de repente te encuentras de su lado y que lo perdonas por todo lo que te ha hecho.
Fruncí el ceño.
-Me dio lástima –murmuré-¿Qué querías que hiciera? Me dijo que vino para pedirme perdón.
-Una persona normal no viene a pedirte disculpas y luego trata de dislocarte el brazo.
Bajó la vista para observarme detenidamente. Acarició la piel irritada de mi brazo en donde Sam me había sujetado muy fuerte.
-Quiero matarlo -murmuró después de un momento. Sus nudillos tenían sangre y traté de tocarlos pero ella retiró la mano antes que pudiera acercarme.
-No soy tan frágil como parezco -quise tranquilizarla.
-De acuerdo, no lo eres. Pero no seas temeraria, ahora llevas a nuestro hijo y también tienes que pensar en él.
Fruncí el ceño por un segundo, luego asentí sin mostrar otra expresión Santana niveló su rostro con el mío, pegando nuestras frentes.
-Si ese degenerado te hizo algo, o al bebé... -tragó duro- juro que no descansaré hasta averiguar cómo sacarle el cerebro por la nariz.
Negué con lentitud.
-No hizo nada. Sí, me agarró muy fuerte del brazo pero eso es todo. Hasta allí llegó...
Entonces apareciste y lo mandaste a volar. La verdad es que siento lástima.
-¿Y qué pasa si no hubiera llegado justo a tiempo? ¿Qué crees que hubiera hecho? Britt, no tengas ninguna clase de consideración con él, ese degenerado no aprendió la lección con lo que le hice; voy a tener que tatuarle hasta por debajo de las bolas para que entienda que el dolor se va a multiplicar si no te deja en paz. No te preocupes por él, simple y sencillamente deja todo en mis manos ¿Lo harás?
-No seas muy brusca, le tengo cariño a su madre ya es demasiado vergonzoso para ella tener que verlo con ese tatuaje en la frente cada día. Trata de no ser…
-Britt, déjalo en mis manos, ¿sí?
Lo pensé durante unos segundos, hasta que por fin asentí de mala gana.
Sentía que debía explicarle la situación desde el principio, pero papá escogió ese momento para aparecer por la sala. Venía agarrado de la mano de mamá y ambos se miraban como si quisieran desnudarse el uno al otro. Vomité un poco en mi boca.
Se soltaron cuando notaron que Santana y yo permanecíamos muy cerca de la otra, y compartieron una mirada enigmática entre ellos que sólo pude interpretar como un “lo haremos más tarde”.
Por los momentos, y para no perjudicar mi salud mental, decidí ignorar qué era lo que harían más tarde.
-¿Qué ocurrió con Sam? -le pregunté a papá, sacándolo de su burbuja de felicidad.
-Ese infeliz hijo de puta ya está de camino a enfrentarse con la ley -me contestó muy molesto.
Nicole justo venía apareciendo de la cocina, comiendo pudín de manzana y lamiendo la cuchara. Ella jadeó cuando escuchó a papá, y se llevó ambas manos a la boca.
-¡El abuelo dijo una mala palabra! ¡El abuelo dijo una mala palabra! -chilló.
Santana se rió de él.
-Sí. Ahora al abuelo le va a tocar lavarse la boca con el jabón especial para las malas palabras -dijo simplemente.
-Ya te gustaría, ¿verdad, muchacha? -respondió papá, a secas- Yo soy un adulto, no necesito el jabón especial.
La niña hizo un puchero adorable.
-¡Ya quiero cumplir la edad adulto! Hacen muchas cosas divertidas, como tener bebés ¡y darse besos! ¡Oh, y pintarse la piel como la tía Santana! Yo quiero que dibujen un conejo rosado en mi brazo.
Papá exterminó a Santana con la vista antes de posar sus ojos en la pequeña.
-Tú no necesitas de esos “dibujos especiales” solo las delincuentes se manchan la piel.
-¿La tía Santana es una delincuente? -preguntó ella inocentemente-¿Qué hizo?
-Me robó una joya -contestó papá mirando en mi dirección- Y ahora la egoísta la quiere solo para ella.
-Papá -le advertí.
-¿Te robó algo? -habló la pequeña- Tía Santana tienes que devolverlo.
Santana se agachó frente a la niña.
-No pienso devolverla cuando es tan valiosa; no hagas caso de lo que diga el “abuelo” Por cierto, suegro ¿dónde está Susan? ¿No pudo acompañarnos esta noche?
Papá se crispó, y la sonrisa de autosuficiencia se le borró de la cara.
-¿Suegro? -repitió el, atónito.
-Oh, ¿prefiere papá? Papá, ¿dónde está Susan?
-Mira, hija de pe…
Mamá carraspeó e interfirió entre las groserías que estaban por lanzarse ambos.
-Umm -dijo ella- a mí me puedes decir Cecile, ya sabes -le guiñó un ojo a Santana- cualquier chica tan guapa como tú, no tiene permitido decirme mamá, sería un pecado.
Luego ella tomó a Nicole de la mano para sacarla de en medio de la confrontación.
-Vamos cariño, muéstrame tu colección de fotos.
La niña nos miró a todos por un rato antes de girarse hacia mamá y emocionarse con el tema de las fotos.
-Sí, tengo muchas -dijo extasiada-¿Sabías que cuando sea mayor me casaré con Harry Potter? Y Zayn será mi amante escondido bajo la cama Por cierto, ¿qué es un amante? La bisabuela me dijo que en el matrimonio siempre era saludable tener uno secreto.
Justo a tiempo, su bisabuela interfirió y se la llevó apresuradamente, pidiendo disculpas a todos y amenazando a la niña con que sería la última vez que la dejaba ver Beverly Hills 90210.
Mamá las siguió a ambas y se perdieron en la cocina.
Cuando finalmente salieron de la sala, me giré hacia papá y hablé a toda velocidad.
-De acuerdo, los dos, deténganse -miré a Santana.
-Nena, tu papá empezó. No me mires a mí como si fuera la mala.
-Delincuente abusiva -atacó papá- Quiero hablar con Britt en privado.
Santana me atrajo a su costado.
-El combo de cajita feliz viene conmigo incluida, y soy un juguete no reembolsable.
-Quiero hablar con mi hija… a solas.
-Soy un juguete adhesivo…
-Necesito preguntarle unas cosas.
-Prácticamente estoy cosida a ella…
-Son cosas personales las que quiero discutir…
-Entonces, suegro, va a tener que aceptarme en la conversación. Podemos discutir toda la noche de ser necesario…soy un juguete que incluye pilas de larga duración…
-¡De acuerdo! -gritó papá-Jodida muchacha, seguramente fue así como lograste convencer a mi hija de aceptarte en primer lugar.
-Oh no, le hice un baile de mesa y ella no pudo resistirse a mis encantos -me guiñó un ojo.
Después de argumentar por un rato, los dos se cansaron de pelear y finalmente se quedaron callados para tratar el tema en cuestión.
Papá me hizo un gesto para que me sentara frente a él, pero Santana se sentó primero y luego me atrajo a su regazo para tenerme en sus piernas.
Me ruboricé, evitando mirar fijamente a mi padre mientras me acomodaba y pegaba mi espalda contra los pechos de mi novia.
-¿Qué ocurre? -pregunté finalmente, aunque ya tenía una buena idea de lo que quería hablar: Sam.
-Quiero saber para qué vino ese infeliz. Sé sincera.
Suspiré con cansancio.
-Me dijo que quería hacer las paces conmigo. Luego se puso muy frenético cuando le conté que estaba embarazada y que Santana era la mamá Sinceramente no sé cómo consiguió la dirección… ni sé cómo se enteró que estaba viviendo aquí y no en otro lado.
-No me gusta nada de esto -comentó papá- Aunque sospecho que tu madre puede tener algo que ver- ella está emocionada con esto del matrimonio que le cuenta a todo el mundo. Incluso a un vagabundo de la calle…
-¿Por qué no le preguntaste a Sam cómo se enteró?
Papá se puso nervioso, empezó a acomodarse los lentes y a limpiarse el sudor de la frente. Evitó mi mirada cuando dijo:
-Porque no estaba en condiciones para hablar en ese momento -se encogió de hombros- sinceramente no lamento haberle roto un par de dientes. Se los merecía. Ah, y será mejor que seas tú la que presente una denuncia oficial para que den una orden de alejamiento en su contra. Ese chico está perturbado.
-Iremos las dos -aseguró Santana Creo que dijo algo más pero yo sólo me quedé viendo a papá que no ocultaba su nerviosismo. Nunca contestó mi pregunta directamente.
-No quiero presentar cargos -dije en voz baja- Estoy segura que él está arrepentido. Eso no significa que quiera volver a verlo pero…
-¿Estás bromeando? -Esa fue Santana -Si él cree que puede generar problemas y que no va a tener consecuencias, entonces está muy equivocado. No puedes absolverlo de esto, Britt. Claro que vas a presentar cargos, ahora mismo.
-¿Podemos enfocarnos? -pidió papá- Britt, lo cierto es que necesito que levantes esa denuncia contra Sam inmediatamente. Sólo tienes que dar testimonio ante el oficial y él emitirá la orden de alejamiento. Conozco un buen fiscal que puede ayudarme para que pase una buena temporada en prisión.
Santana y mi padre discutieron un poco más el tema pero mi mente estaba en otro lado. Ni siquiera logré preguntarle a Sam si sus disculpas eran sinceras. Lo cierto era que me estaba cansando del tema; no quería volver a verlo pero no le deseaba los males del mundo.
De pronto sentí una mano sacudiendo mi hombro.
-¿Britt, nena? -Santana me susurró al oído.
Finalmente regresé al presente.
-¿Sí? -respondí sintiéndome aturdida. Había estado ausente por un momento, divagando y no prestando atención a lo que papá y ella hablaban. Finalmente me centré en la conversación.
-Con respecto a la boda, y aprovechando que está tu papá presente, ¿qué te parece si la hacemos en dos semanas?
Cualquier tema en el que estuviera pensando, se desvaneció de mi mente por completo.
Parpadeé para saber si había escuchado bien.
-¿Dos semanas? -me giré para ver a Santana a la cara-¿Estás bromeando? Es muy poco tiempo…
Ella se encogió de hombros.
-Tengo prisa –murmuró- Y creo que será difícil cuando tu estómago empiece a aumentar ¿o prefieres que sea después del nacimiento del bebé?
Acarició mi vientre, provocándome, y muy probablemente, provocando a mi padre que ahora estaba rojo de la cólera.
-Pero hay muchas cosas por hacer… el vestido, las flores, reservar el lugar…
-Es muy poco tiempo -se quejó papá- Pero lastimosamente estoy de acuerdo con la delincuente tatuada, prefiero que mi nieto nazca en un matrimonio, a que sea llamado bastardo.
Me estremecí por un momento, preguntándome cuándo había tomado este giro la plática.
Comenzaron hablando de Sam, y ahora estaban haciendo planes de boda.
Dos semanas era casi nada. Tendría que estar preparando las cosas desde ahora. No podía planificar todo en poco tiempo, o conseguir que alguien lo hiciera por mí, pero lo cierto era que quería que los gemelos nacieran teniendo el apellido de su madre y al menos la ilusión de una familia formalmente hecha, o la idea de una. Pero dos semanas era muy poco tiempo.
Sabiendo que nunca cambiaría la posición de Santana, intenté negociar.
-¿Qué tal en dos meses? -sugerí.
Santana negó rápidamente.
-Mucho. Dos semanas.
-¿Un mes?
-Dos semanas.
-¡Tres semanas, por lo menos! –protesté.
-Eso es algo más razonable. Perfecto -Santana sonrió como el Grinch- En tres semanas serás una López.
Papá gruñó mientras se cruzaba de brazos.
-Me parece demasiado rápido -dije en voz baja-¿Al menos puedo pensarlo primero?
-Nena, ¿qué es lo que tienes que pensar? -besó mi hombro mientras papá hacía muecas para nada disimuladas.
Quería decirle que tenía que pensar en si estaba lista para confiar en que ella no huiría de mi lado. No había desaparecido en todo este tiempo, pero era claro que podía cambiar de opinión en cualquier momento.
¿Acaso ella había olvidado los meses que me dejó abandonada? Porque a mí todavía me dolían, y tenía miedo… miedo de despertar una mañana y ver una nota pegada en donde me decía que se iba. Pero sacudí mi cabeza y me mentalicé a no ser más una tonta Santana me quería, ella quería casarse conmigo y papá estaba aceptando, lo que significaba que el anillo de compromiso regresaría a mi dedo más pronto de lo que pensaba.
*****
-¡Qué emoción! -dijo Shio cuando vio el anillo- Es tan bello” perfecto. Oh, vamos a tener que hacerte una despedida de soltera”; y luego un baby shower.
La chica con frenillos en los dientes, de cabello claro, a la que Shio estaba interfiriéndole el paso para agarrar una copia del libro “Sinsajo” estaba rodando los ojos al escuchar las divagaciones de mi amiga.
Empujé un poco a Shio para que no interrumpiera con el tráfico de clientes que pasaban por esa sección, y la tomé de la mano para llevarla a la bodega (en donde Mike abría una caja de libros nuevos).
Ambas lo saludamos y Shio regresó su atención hacia mí.
-Se me había olvidado decírtelo antes, pero Hanna, la guapa chica a la que le destrozaste el corazón, estuvo preguntando por ti la semana pasada.
-¿Ah, sí?
-Sí. Quiere discutir contigo algunas cosas de la universidad. Algo así como que quiere ser tú tutora en su tiempo libre…
-¿De verdad? -pregunté con genuino interés.
Shio asintió.
-Piénsalo de esta manera: tienes a tu prometida caliente, y Hanna es un buen respaldo por si las cosas se ponen feas con Santana…
-Shio, sabes que no siento eso de Hanna.
-De acuerdo. No me pongas atención a mí.
Ella tomó una pila de libros de cocina y empezó a cargarlos en sus brazos para hacer el intento de ponerlos en los estantes de exhibición.
-Oye, y no me has dicho nada de mi pelo -dijo ella agitando la cabeza, enseñándome su nuevo cabello color borgoña- Me lo pinté especialmente para ese bombón de instructora Estudié comunicaciones por un año y medio, y estoy segura que puedo ayudarle en algo con respecto a la publicidad. Nos acercaremos más y espero causarle buena impresión.
-Umm… tengo que decirte algo en cuanto a eso -dije tomándola del brazo antes de que se internara en la librería ¿Recuerdas la mujer con la que Santana hablaba?
-¿Con la que te pusiste celosa? ¿La chica que toma esteroides?
-Bien, pues ella es la esposa de Tina. Y no le hizo nada de gracia ninguno de tus comentarios.
Todos los libros de cocina que cargaba Shio cayeron al suelo.
Maldijo en voz alta y luego comenzó a recogerlos antes que Laura la viera.
-¡No puedo creer que sea la esposa! ¿Es que estoy condenada de por vida a permanecer soltera, Señor? Y tampoco puedo creer lo boca floja que fui. ¡Le dije que su esposa era un hombre! Oh…Britt, mátame. Pínchame con un tenedor y acaba con mi sufrimiento. Debería empezar a fijarme en chicas feas o hombres feos como Mike, al menos son leales…
Mike, quien recientemente estaba con la cabeza metida en una caja, fulminó con la mirada a mi amiga.
-Puedo escucharte -dijo él con amargura.
Shio rodó los ojos y continuó hablando de lo humillada que se sentía y de cómo nunca volvería a poner un pie en el gimnasio de Tina.
-No te preocupes, dijo que se lo pasaría por alto -la tranquilicé- Pero amenazó con echarnos si seguíamos hablando mal de su esposa.
Shio resopló.
-Ya decía yo que ella era demasiado perfecta como para ser soltera. Es oficial, me quedaré solterona y viviré a base de crema de maní y mermelada de frambuesa, conviviendo eternamente con Mindy y sus animales extraños. O al menos seré la dueña de cincuenta gatos persas... y yo odio los gatos.
-Ay, no seas tan dura contigo misma...
-No -Shio me interrumpió y comenzó a negar con la cabeza- No sigamos con el tema; ya sé la solución perfecta, voy a meterme a un gimnasio. A las chicas les gustan las chicas sin carne en los huesos, ¿verdad? Me voy a poner a dieta. Eso es todo.
Traté de decirle algo pero me interrumpió de nuevo.
-Ya no sigamos hablando de mí, mejor concentrémonos en ti. Tenemos una semana o dos para planificar tu despedida de soltera. ¿Ya elegiste a tus damas de honor? Y espero estar incluida, por supuesto.
Asentí rápidamente con la cabeza.
Salimos de la bodega, cargando cuentos infantiles de autores rusos y noruegos.
Shio se mantuvo pegada a mi lado mientras me los pasaba y yo los acomodaba, sustituyendo a las viejas novedades con ellos.
-Rita, Mindy y tú serán mis damas de honor. Oh, y la sobrina de Santana será la que lleve los anillos... o eso me gustaría Santana elegirá a sus madrinas o padrinos, por supuesto.
-Me encanta. Entre las tres te organizaremos una despedida de soltera de lo más caliente. Conozco una empresa de mujeres de alquiler que están dispuestas a vestirse con apretados uniformes... ¡Agg! Estoy ansiosa por verlas.
-Espera ahí. No vayas a hacer algo salvaje, no estoy de muchos ánimos para nada en estos momentos.
-Sin problemas. Vas a pasar un buen rato, sin arrepentimiento.
Me guiñó un ojo y continuó arreglando estantes y ayudando a clientes que preguntaban por libros antiguos o especificaciones.
Quedé parada por un momento, en mitad del pasillo. Preguntándome si era una buena idea que me casara con Santana de esta forma tan apresurada. Probablemente estaba actuando como una tonta, pero de verdad sentía que estaba haciendo lo correcto.
Mientras me quedaba detrás del mostrador, junto a Mindy, un mensaje cayó en mi teléfono y discretamente lo revisé. Era de Santana.
¿Adivina a quién le dieron arresto domiciliario por una larga temporada? Al lame vacas.
***
“Santana futuro”
Esta era la tercera noche seguida que pasaba en vela la tercera noche en la que no dejaba de reprocharme y preguntarme qué había hecho para que las cosas se pusieran tan mal que ella tuviera que huir.
Caminaba de forma monótona, apenas comía, y mis pesadillas regresaban para hacerme compañía cada vez que me descuidaba y mis ojos cansados se dormían por un momento.
Estaba desesperada, angustiada y me odiaba a mí misma por haber hecho algo que pudo alejarla, Me sentía herida.
Toda mi habitación apestaba a Whisky y sudor; la ropa estaba tirada sin ningún cuidado sobre el suelo en donde habían permanecido desde hace tres días, cuando busqué sus cosas y me di cuenta que se había llevado la mayoría. Los muebles estaban apartados y algunos hasta se encontraban dados vuelta.
Toda la habitación parecía ser el escenario de un caos… mi caos.
En la pared de escayola, cerca del cabecero de la cama, había un hueco con el tamaño exacto de mi puño, en donde la pintura comenzó a descascararse y la superficie poco a poco se estaba desmoronando.
Por un momento me pregunté si lo mejor era dejarla ir. No la merecía y tal vez, por fin, ella se dio cuenta de lo mucho que perdía estando a mi lado.
Pero yo de verdad la amaba, me había acostumbrado a su presencia en mi cama, a sus cambios de humor repentinos, a su amor por las manzanas y el chocolate además de eso, la quería, la adoraba.
Rodé a un lado de la cama, alcanzando de nuevo la botella de Jack Daniel que esperaba pacientemente a que la bebiera para callar las penas.
Su padre, quien me odiaba tan fervientemente, me había acusado de ser una idiota y me echó la culpa del porqué su única hija se fue de casa sin decirle nada a nadie. Tal vez tenía problemas con el bebé y no quiso contarme nada…tal vez se había hartado de mí y de mis secretos necesarios.
Arrojé la botella por el otro lado de la habitación y escuché placenteramente cómo el cristal se rompía en varios pedazos.
Unos segundos después alguien tocó a mi puerta.
-¿Santana?
La voz de la abuela se filtraba entre la bruma de ira y depresión que me tenía abrumada. Parpadeé varias veces hasta que me puse de pie y me dirigí hacia la entrada de mi habitación. Tropecé con un libro de Britt, y lo recogí del suelo, atesorándolo como si fuera algo muy codiciado. El marca páginas todavía estaba ubicado un poco antes de la mitad del libro, en donde ella lo dejó la última vez que lo leyó. Casi me derrumbé de nuevo en la cama pero me obligué a caminar y afrontar mis problemas.
-¿Qué pasó? -pregunté al abrir unos centímetros de la puerta. No quería que, si Nicole se encontrara cerca, me viera en el estado deteriorado en el que estaba ¿Has sabido algo de Britt?
Mi abuela negó con la cabeza mientras lucía apenada por la situación.
-Su madre quiere hablar contigo, está en la sala. Por favor Santana, habla con alguien. Has estado encerrada mucho tiempo.
-Britt no va a volver ¿verdad? Para eso vino Cecile, para decirme que su hija quiere el divorcio.
-No, no entiendes Britt no se ha comunicado con nadie de su familia, ni con sus amigas. Nadie sabe dónde está, hija. Estamos todos preocupados.
Al oír eso, algo en mí se bloqueó.
-Pero… yo no le hice nada. Abuela, tienes que creerme. Me he esforzado mucho para no cabrearla o joder la relación…No era mi intensión lastimarla… si es por eso que se fue.
Agaché la cabeza, tocando el lomo del libro y repasando mis dedos por las letras en relieve.
-¿Tal vez se asustó? -preguntó ella- No lo sé, pero tienes que hablar con su familia. Sobre todo con su padre que está furioso y no deja de dar amenazas.
Me pasé una mano por el cabello, desesperada y frustrada.
-¿Y si algo le pasa? ¿O a nuestro bebé? No sé dónde está, estoy perdiendo el control, no sé qué pasó para que se fuera.
-¿Y si no fue por ti por quien se fue? ¿No te has puesto a pensar que tal vez se haya ido por culpa de alguien más?
Negué con la cabeza, sintiéndome en un estado aturdido y sedado.
No tenía idea de la hora que era, ni del día. Sólo sabía que Britt de repente se fue sin dar explicaciones, sin decir nada. La mayoría de sus cosas ya no estaba, y me encargué personalmente de revisar a fondo la casa de su madre, la casa de Rita, incluso donde sus amigas del trabajo hasta en la misma librería, pero nadie tenía idea de que ella se había ido. ¿Se la tragó la tierra? ¿Y si se fue del país?
-No puedo estar aquí sin hacer nada -dije con urgencia en mi voz- Tengo que ir a buscarla donde sea. Voy a llamar a Noah, tal vez él sabe algo.
Antes de buscar ropa limpia del suelo, la mano pálida y delgada de la abuela me agarró del brazo.
-Cariño, dale su espacio. Seguramente tiene algo que despejarse de la mente antes de regresar de nuevo a ti; regálale un tiempo a solas por los momentos. Su madre está intentando contactarse con ella por teléfono.
Resoplé, con escepticismo.
-Es inútil –dije- Ella lo tiene apagado. He intentado llamarla desde que supe que se fue. No responde ninguna llamada… o ningún mensaje o correo…
-Está bien. Prepararé té, pero por favor, deja de beber y concéntrate en mantenerte sobria para cuando vuelva Brittany.
-Si es que decide volver -murmuré por lo bajo.
La abuela suspiró y retiró los cabellos canosos de su frente.
-Baja pronto. Luego habla con Cecile para saber si a ella le ha contestado el teléfono.
Asentí sin mirar su sensato rostro, prestándole especial atención al libro que tenía en mis manos.
Cuando la abuela se fue, abrí la primera página y leí su contenido superficialmente hasta detenerme en una frase:
“¿En qué punto una mosca deja de intentar escapar a través de una ventana cerrada? ¿Son sus instintos de supervivencia los que la mantienen intentando hasta que no es físicamente capaz de más? ¿O finalmente aprende, después de demasiados choques, que no hay manera de salir? ¿En qué punto decides que suficiente es suficiente?...
Después de eso, releí la misma frase una y otra vez, hasta que lo cerré y lo regresé a su lugar en el suelo, en donde los otros libros de Britt se esparcían, olvidados por su dueña.
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Hola Hola!
Bueeeno regreso nuevamente aqui ! Espero que les guste y que me dejen sus comentarios que son muy importantes para mi para seguir la historia :)
Saludos y Besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
holap dan!!!
ya me puse al día con los capítulos!!!
ne gusto lo de la boda,... yo me caso ya jjajajaj
me descoloco el ¿salto en el tiempo? que paso con britt???
espero que sancho no moleste mas!!!
nos vemos!!!
ya me puse al día con los capítulos!!!
ne gusto lo de la boda,... yo me caso ya jjajajaj
me descoloco el ¿salto en el tiempo? que paso con britt???
espero que sancho no moleste mas!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
holaa gracias por la actualización....me gusta la parte de Santana saber lo que piensa....y ahora??? jajaaj saludos ...please actualiza más seguido ya que solo leo dos historias.......bye
karenmargi* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/05/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
otro otro otro
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
3:) escribió:holap dan!!!
ya me puse al día con los capítulos!!!
ne gusto lo de la boda,... yo me caso ya jjajajaj
me descoloco el ¿salto en el tiempo? que paso con britt???
espero que sancho no moleste mas!!!
nos vemos!!!
Hola Hola!
C: me alegro que te gustara! y jajajajajaj yo me voy a las vegas jajajja y Habran algunos poco a poco se entendera :)
karenmargi escribió:holaa gracias por la actualización....me gusta la parte de Santana saber lo que piensa....y ahora??? jajaaj saludos ...please actualiza más seguido ya que solo leo dos historias.......bye
Hola amiga :)
Actualizare mas seguido lo prometo :) poco a poco todo se entendera :)
Besos
marcy3395 escribió:otro otro otro
Hola Hola!
Yaaa casi vieeene :)
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Capítulo 8
Semana 18
Últimamente tenía problemas para mantener las manos quietas y lejos del cuerpo de Santana.
Estaba segura que ella lo disfrutaba al máximo.
A veces simplemente quería empujarla contra la mesa del comedor y subirme a horcajadas para conectar sus caderas contra las mías, o sentir el maravilloso roce entre sus pechos desnudos y los míos (sí, era una descarada hambrienta). Pero entonces recordaba que había más gente en la habitación y, milagrosamente, lograba contenerme aunque era obvio que no podía disimular mis vacilaciones. Por eso, ella disfrutaba de mi tormento y trataba de provocarme acariciando mi muslo por debajo de la mesa en lugares públicos; o se llevaba mis dedos a su boca para limpiar cualquier resto de chocolate o crema que quedaba de ellos cuando terminaba de comer.
Me estaba torturando lentamente.
La odiaba por eso.
Y también la amaba.
Justo estábamos sentadas lado a lado, con nuestros brazos rozándose entre sí, poniéndome más caliente de lo que imaginé que un roce de piel provocaría, cuando, la puerta de la pequeña oficina se abrió por completo.
Una chica de piel pálida y de trenzado cabello color rojo se acercó hasta nosotras, extendió su mano para que la saludáramos, y tomó asiento frente al escritorio metálico adornado con muchos retratos de un perro chihuahua aparentemente llamado Thor.
-Es un gusto conocerlos -dijo ella con optimismo- Mi nombre es Evelyn Blur, como ya saben; espero poder ayudarlos en lo que pueda.
Sonrió ferozmente. Tenía dientes perfectos, todos alineados y completamente blancos; seguramente pasó horas y horas en dolorosa cirugía dental…o eso me obligo a creer para no aplastar mi ego.
Cada hebra gruesa de su cabello rojo estaba en su lugar, como si no les fuera permitido moverse un milímetro de su posición.
Evelyn apoyó el mentón entre sus manos y nos observó animadamente... demasiado animada para mi gusto.
Fue Santana quien se aclaró la garganta y habló por ambas:
-Soy Santana, y ella es Brittany mi futura esposa. Hablamos por teléfono.
-Oh, sí -ella se dio un golpecito en la cabeza como si fuera una tonta por no haberse dado cuenta antes-ya lo recuerdo, ¡son la pareja joven! Tengo entendido que la boda será al aire libre, ¿verdad?
Me miró directamente con esos ojos color zafiro; asentí con debilidad mientras trataba de no desvanecerme cuando Santana comenzó a trazar círculos en mi rodilla.
No me quedaba otra opción más que usar vestidos porque los pantalones ya no me cerraban; el bulto en mi estómago se estaba expandiendo y ella se aprovechaba de eso.
-¿Y bien? -preguntó la organizadora después de unos segundos-¿Tienen un presupuesto que deba respetar?
-No hay presupuesto -contestó Adam.
Evelyn se echó hacia atrás en su asiento, reorganizando, de forma inconsciente, uno de los retratos de su perro.
-¿Sin presupuesto? ¿Eso quiere decir que aún no se han puesto de acuerdo en cuánto quieren gastar para la boda?
-No, no -negó Santana- Eso quiere decir que no importan los gastos.
A ella se le ampliaron los ojos de emoción y casi le crecieron alas en la espalda.
Yo por mi parte estaba con la cabeza en otro lado; Santana apretó mi rodilla con más fuerza, y tuve que cerrar las piernas cuando subió su dedo por mi muslo. Comencé a morderme el labio inferior.
-Oh por-¡Tenemos el infinito a nuestra disposición! -Chilló ella- hay tantas posibilidades. Pienso en hacer una entrada para la novia, montada en un caballo blanco…
Santana tosió para disimular la risa.
-Ella está embarazada -dijo.
Evelyn borró la sonrisa de su rostro. Parecía como si alguien le hubiera dicho que los unicornios no existían, o que las hadas no eran reales.
-De acuerdo, la idea de los caballos queda descartada. ¿Cuántos meses de embarazo tienes?
Intenté salir de la bruma de deseo que trepaba por mi piel, y finalmente encontré mi voz para responder.
-Cuatro meses y medio.
-Bueno, eso ciertamente limita mis opciones -contestó, llevándose una mano para peinar su larga trenza de sirena- Pero no se preocupen; todo estará a la altura.
Sonrió y comenzó a abrir su agenda de cuero color negra, luego se puso a garabatear con un lápiz sobre una de las hojas en blanco.
Miré de reojo a Santana y aparté su mano de mi pierna, en cambio jalé de su dedo meñique hasta que dirigió sus ojos cafés a los míos.
-¿No hay presupuesto? -susurré recordándolo de repente- Creo que debemos fijar uno.
-Estoy de acuerdo con la futura señora López -habló Evelyn, ampliando su sonrisa. Ella me recordaba a las hadas de los cuentos que leía de niña; todo, desde su cabello rojo fuego hasta su actitud extremadamente positiva, me hacían pensar que tenía rasgos de un hada o ninfa del bosque- Hasta el cielo tiene un límite.
Santana se removió en su asiento para mirarme de frente.
-Britt, de verdad no me importa gastar lo que sea para que tengas una boda de ensueño.
Escuché un profundo suspiro por parte de la planificadora.
-Pero yo no quiero algo demasiado pretensioso. Me gusta la sencillez...
-¿Cómo? -interrumpió Evelyn- toda chica quiere parecer una princesa en ese día especial. Vamos, te lo mereces. Ambas se lo merecen. Mí dicho siempre ha sido: es mejor hacer algo a lo grande, o no hacer nada... Míralo como un presupuesto alto, pero siempre con un límite.
Santana asintió y enlazó su mano con la mía.
-Déjame gastar en ti -susurró ella cerca de mi oído, mostrando confianza en sus ojos.
Sabía que si rechazaba su dinero estaría hiriéndola y pisoteando sus buenas intenciones, y yo de verdad quería complacerla.
Con un suspiro de resignación asentí con la cabeza.
-De acuerdo. Lo merecemos -dije finalmente.
Evelyn aplaudió animadamente y luego comenzó a hablar de sus honorarios.
Más valía que esta mujer fuera mágica e hiciera llover dinero del cielo porque cobraba lo que yo difícilmente ganaba en seis sueldos.
Cuando terminamos, ella disparó pregunta tras pregunta sobre todo aquello que nos gustaba o disgustaba a Santana y a mí. Incluso nos pidió fotografías de cuando éramos niñas para hacer una presentación que podría usar en la boda.
Curiosamente, aprendí más de la misteriosa Santana López de lo que nunca hubiera aprendido si se lo preguntaba directamente a ella.
-No puedo creer que seas alérgica a las aceitunas -le dije una vez que salimos de la claustrofóbica oficina de la planificadora de bodas. Todavía no podía olvidar la expresión de su cara cuando le dijimos que nos íbamos a casar en tres semanas, casi le dio un paro respiratorio.
Santana se encogió de hombros, como si fuera normal que la gente se intoxicara con aceitunas. Continuó tomándome de la mano y caminando conmigo mientras pasábamos una plaza con múltiples tiendas de ropa de marca.
-Lo descubrí de la peor manera cuando era niña. Mi cara se inflamó, mi garganta se cerró y todo mi cuerpo se sentía en llamas.
Negué con la cabeza, sintiéndome protectora con ella.
-Pobre bebé -le toqué la mejilla y luego le di un beso corto en los labios.
Una de las esquinas de su boca se elevó.
-Y yo no puedo creer que le tengas miedo a la gente que es contorsionista -se burló de mí.
Le di un golpecito en el hombro como regaño por traerlo a colación. Había soltado ese pedazo de información en caso de que a Evelyn se le ocurriera contratar a contorsionistas exóticos para que bailaran mientras se daba la marcha nupcial. Esa mujer tenía ideas locas.
-No soporto verlos -admití con cierta vergüenza-¿acaso tienen huesos de goma?
Me estremecí de solo pensarlo. Antes que pudiera dar un paso más, Santana puso sus manos en mis hombros, deteniéndonos en medio de la calle.
-Espera -me dijo-¿No llevas puesto sujetador?
Noté que ella miraba fijamente en dirección a mis pechos. No sabía cómo lo supo ya que el vestido era muy discreto, así que bajé la vista para ver si algo se asomaba entre la tela, pero no encontré nada extraño.
-No, ¿por qué?
Santana tragó saliva.
-Porque puedo ver tus pezones, están saludándome firmes y dispuestos.
Me sonrojé diez tonalidades más de lo normal. Todavía no me acostumbraba a su descarada manera de verme.
Ella acercó sus manos a mi cintura y presionó su pecho contra el mío.
-Santana... estamos en medio de la calle -murmuré por si no se acordaba.
Al parecer no me escuchó y comenzó a besar mi cuello sensualmente. El viento levantaba un poco mi vestido, haciendo que la tela rozara detrás de mis rodillas. Agradecí no llevar zapatos altos o ya me hubiera caído al suelo de lo abrumada y delicada que sentía cada zona de mi cuerpo.
-¿Por qué no te pusiste sujetador? Aunque créeme, no me estoy quejando de la vista -preguntó ella.
Volvió a besar mi cuello.
Las personas que pasaban a nuestro alrededor, o nos ignoraban, o sonreían al vernos.
Respondí con disimulo.
-Pues porque me molestaba. Si no te has dado cuenta, estas -señalé entre nosotras a mi pecho- están más grandes y pesadas.
Ella sonrió de forma depredadora.
-Oh, sí. Las noté esta mañana, y el día anterior, y el anterior a ese -lamió cerca de mi oreja.
Justo cuando iba a comenzar a ronronear como gato y restregarme contra su pierna, ella nos separó y me tomó de nuevo de la mano.
-Entonces vamos -dijo, empujándome en dirección a una de las tiendas de ropa femenina que recién habíamos dejado atrás- Déjame consentirte y comprarte algo de ropa. No acepto un no por respuesta, necesitas nuevos sujetadores.
-¿Ahora? –Pregunté- Pensé que íbamos a casa lo más pronto posible.
-Tenemos tiempo de sobra. Ahora entra en esa tienda y comprémoste ropa.
-Pero yo quiero ir a casa... Llévame a nuestro dormitorio -me quejé como una niña.
Ella negó con la cabeza, luciendo divertida por mi reacción.
-San... -supliqué.
Pero no me escuchó y me arrastró de todos modos a la tienda.
Dos horas después, iba con tres bolsas de papel en la mano y Santana cargaba otras seis.
Me hizo probarme un montón de vestidos de maternidad innecesarios, y luego se dedicó a comprarme zapatos confortables y sexys, así como muchos accesorios de los que iba enamorándome en el camino. Para cuando llegamos a la próxima tienda, ya tenía tres colgantes de la torre Eiffel, dos pares de pendientes de plata con forma de alas de ángel, y una hermosa pulsera decorada con pequeños libros y gafas de lectura que casi me hacen llorar de la emoción.
Cuando finalmente llegamos a la última tienda del día, me paralicé por completo.
-No puedo creerlo -murmuré asombrada desde la entrada del lujoso y moderno local- Es ropa para bebé.
-Pensé que ya era hora de comprarle sus primeras cosas al pequeño -dijo Santana acariciando el bultito en mi vientre.
-Wow.
Eso fue todo lo que pude murmurar cuando salí de mi estupor, me enfoqué en ver a mi hermosa y tatuada chica, y besar su mejilla.
-No puedo creer que me hayas acompañado toda la tarde -le dije- Por lo general te desesperar un poco.
-Admito que sí me desesperé -sonrió disculpándose- pero reservé lo mejor para el final. Valió la pena la espera... Oh, pero ya verás lo que conseguí. Quédate aquí y yo te muestro.
Santana caminó dentro de la tienda (seguida de cerca por mí), y se dirigió hacia una dependienta, sonriéndole y señalando enfáticamente hacia un corto pasillo que llevaba más allá de las estanterías de zapatos.
Ella asintió y le pidió que la siguiera.
-Quédate aquí -me dijo ella Luego desapareció con ella y me distraje viendo todo lo que había a mi alrededor.
No solo había ropa, sino que también muebles y lo posiblemente importante para la vida del bebé.
Me acerqué sigilosamente hacia una estantería de mamelucos pulcramente doblados.
Tenían un mensaje en la parte frontal que inmediatamente llamó mi atención: Hace nueve meses, mi mamá leyó 50 Sombras de Grey.
Había un dibujo de unas esposas justo por debajo del mensaje.
Me puse a reír en plena tienda.
Habían cientos de esos mamelucos en todos los colores con diferentes mensajes; algunos parecidos al que me regaló Noah algunos meses atrás.
Tomé uno blanco y lo acaricié con la yema de los dedos.
Sacudí la cabeza y dejé el pequeño traje junto a los demás; y fue justo a tiempo ya que Santana venía corriendo en mi dirección.
-¿Qué opinas? -preguntó cuándo estuvo frente a mí. Llevaba las manos ocultas tras su espalda, cuando la sacó, me enseñó una mini chaqueta negra, muy parecida a una que ella tenía, y luego, de la otra mano sacó un par de Converse rojos tamaño miniatura- El otro día pasé por aquí y los vi a través de la vitrina. Le pedí a la chica que los apartara para mí, quería enseñártelos antes de tomar la decisión de comprarlos ¿Qué opinas? Todo el look de chico malo.
No pude evitarlo, Me puse a llorar.
La sonrisa de Santana titubeó y bajó los brazos con la ropita de bebé. Dio un paso más cerca de mí y me hizo alzar la barbilla con un dedo.
-¿Britt? ¿Qué ocurre?
Negué lentamente, viéndola a través de mis lágrimas-
-¿No te gusta? -me preguntó, alarmada- siempre podemos cambiarlas, sé que aún no sabemos el sexo del bebé, y estoy totalmente dispuesta a exigirla en color rosado si resulta ser una niña pero no es necesario que...
-No es eso -la interrumpí entre sollozos- Me encanta.
-¿Entonces qué es?
-No puedo creer lo pequeño que es el conjunto. Se va a ver adorable... rompí a llorar de nuevo.
La dependienta, una mujer como de treinta años y de figura menuda, me ofreció un pañuelo desechable; me miraba con simpatía, como si fuera normal que las mamás entraran llorando todo el tiempo en la tienda.
-Nena, deja de llorar. ¿Quieres que te traiga algo? ¿Agua, una soda? ¿Una manzana?
Me pegué a su pecho y escondí mi rostro de las otras personas que intentaban comprar. Los brazos de Santana me rodearon instantáneamente.
-Quiero chocolate -dije contra su duro estómago.
-De acuerdo, iré a traértelo. ¿Crees que puedo dejarte sola por un rato? Como verás, no traigo chocolate conmigo-
Asentí, restregando mi cara en su camiseta, sin decir nada más.
-Bien. No tardo mucho. Deja de llorar y mira más ropa.
Volví a asentir.
-Y también ve a la crepería de unas calles abajo -dije sorbiéndome la nariz- Quiero un crepé de Nutella con fresas.
Alcé la cabeza e hice un puchero.
Ella sonrió adorablemente y me besó en los labios antes de asentir y darle a la empleada la mini chaqueta y los Converse.
-Me va a tomar unos minutos. Vuelvo cuanto antes.
Con un último beso partió de la tienda hacia la calle.
Era una buena chica. La amaba y no tenía duda alguna.
En cuanto salió de mi visión me giré hacia la dependienta y me sequé las lágrimas lo mejor que pude.
-De acuerdo -dije con voz calmada pero firme- Esto es lo que vamos a hacer: estoy esperando gemelos, ella no lo sabe -la mujer amplió enormemente los ojos- Así que por cada cosa que ella o yo apartemos, usted va a tomar otra igual y la va a cobrar y a esconder muy bien dentro de las bolsas sin que ella se dé cuenta, ¿de acuerdo?
-Por supuesto -aceptó ella, dudando por unos segundos- Se va a llevar una enorme sorpresa cuando lo sepa ¿Quiere que busque otra chaqueta del mismo color?
Extendió la que tenía en la mano.
-Sí, definitivamente.
La mujer comenzó a avanzar hacia donde estaba el resto de chaquetas, pero antes de seguirla, me volví en dirección a los mamelucos que había visto primero, y tomé dos de color blanco.
*****
-¿Y si tenemos una cita? -me preguntó Santana al oído mientras acariciaba mi espalda desnuda. Estaba a punto de dormirme y descansar perezosamente sobre las sábanas que llevábamos horas sudando, pero al oírle decir “cita” me desperté.
Giré de lado para verla a la cara, y la noté distraída, trazando círculos alrededor de uno de los lunares de mi hombro.
-¿Una cita?
-Nunca tuvimos una -dijo encogiéndose y observando atentamente mi piel.
-¿Una cita como: cine, comida y paseos a la orilla del mar?
Frunció los labios y dejó de atormentar mi piel. Sus ojos cafés se alzaron para ver los míos.
-Puesto así suena cursi ¿Qué tal pizza, juegos, cerveza y chicas?
La golpeé de inmediato en el hombro.
-¡Ay! Solo estaba bromeando- tranquila. No más chicas para mí.
Sonreí afirmativamente.
Ella encajó sus brazos en mi cintura y rápidamente nos dio vuelta para dejarme arriba, sobre sus pechos.
La sábana que tapaba modestamente mi desnudez se fue deslizando hasta quedar sujeta únicamente por mis caderas Santana aprovechó para acariciar mis brazos y mirar, sin ninguna vergüenza o pudor, mis senos antes de encontrarse con mis ojos.
-Tengamos una cita. Prometo comprarte flores -besó mi clavícula- chocolates, y te traeré a casa antes de las diez.
-Mmm... No salgo con chicas mayores. A mi papá no le va a gustar.
-Entonces veámonos a escondidas -besó mi cuello mientras su mano bajó a mis caderas y retiró la sábana que tapaba poco- Me gusta el peligro, y al parecer, te gusto más cuando soy prohibida.
Escondí mi cara en su cuello y reí como idiota.
-Deja de decir esas cosas. No me gustabas más por ser prohibida y anduvieras con mi prima.
-¿Ah, no?
-No, creo que me empecé a enamorar desde que me lanzaste comida en el restaurante.
-Pensé que fue por mi baile candente en esa mesa. Lo puedo recrear para ti.
Ella sonrió brillantemente, besando mi boca y saboreándome con su lengua.
Reí en voz alta.
-¿Puedes recrearlo? -levanté una ceja, desafiándola.
-Claro que sí, dame un minuto y me muevo como Jagger.
Me guiñó el ojo, saltó completamente desnuda de la cama, y alcanzó su celular para poner la misma canción que estuvo bailando aquel día cuando hizo un estriptis: Moves like Jagger.
La canción comenzó a sonar y ella se puso a mover las caderas. Mientras tanto, mi cara ardía en calor al tener una vista de primera mano de su cuerpo desnudo.
-No puedes hacer un buen baile -dije con la voz ronca- No tienes ropa, se supone que necesitas estar vestida para hacer un estriptis.
Me aclaré la garganta y me aferré a la sábana.
Santana notó mi rubor y sonrió ampliamente sin disimular su satisfacción.
Se acercó hasta mí y me tomó de las manos, obligándome a ponerme de pie.
-Ven aquí, Brittany Susan Pierce.
Ella nunca me llamaba por mi nombre completo; se sentía increíble cada vez que lo hacía.
Intenté levantarme con todo y sábana para tapar mi cuerpo, pero ella me la arrebató y la lanzó hacia la cama.
-¡Santana! -todavía sentía vergüenza estando desnuda ante ella. La última vez que no intenté cubrirme fue aquella noche cuando me corrió de su apartamento y no dejó que volviera de nuevo.
Suspiré y traté de no taparme con las manos.
Santana se puso a bailar a mí alrededor, siempre moviendo las caderas y los pies mientras la canción continuaba sonando.
-Baila conmigo.
-¡Estamos desnudas!
-Sí, y es una vista de millón de dólares. Ahora muévete, no vas a querer que repitamos lo que sucedió en aquella ocasión.
Traté de recordar qué había hecho antes, cuando me negué a subir a la mesa y bailar con ella.
-Me cargaste en tu hombro y me sacaste a la calle -dije finalmente recordando- Luego prometiste llevarme hacia tu lugar de trabajo.
Ella echó la cabeza hacia atrás y comenzó a reír con fuerza.
-Es cierto. Mi trabajo.
Hice un puchero e intenté quitarle el celular de la mano para que apagara la música. Fue en vano.
-Este no es un buen momento para mencionarme eso -me crucé de brazos, sentándome en la cama.
-De acuerdo señorita Pierce, futura señora López, no hablemos de eso. Pero, ¿qué tal si salimos a una cita? Trataré de no ser tan cursi.
Apagó la música y se subió a la cama conmigo, llevándome a su regazo en donde coloqué mis piernas a ambos lados de sus caderas.
Observé atentamente sus tatuajes en medio de la penumbra. Repasé mis favoritos con el dedo y le di un beso a Bambi con su mirada desenfocada y bizca.
-Bien, aunque no es necesario que me lleves a ningún lado extravagante y caro -tomé su mano y besé también el tatuaje de mis labios que se había hecho en la muñeca.
-Te llevaré a un lugar especial. Ya verás, no te preocupes por el dinero. Deja que yo me encargue -murmuró apartando el pelo de mi frente.
Sonreí y lamí su barbilla, sintiéndome más juguetona de lo que me sentí en los primeros meses del embarazo, donde la doctora P me aseguró que los deseos de mi cuerpo se iban a intensificar.
-De acuerdo, pero recuerda que mañana en la tarde debo ir a trabajar. Creo que soy la única empleada en toda la librería que recibe más vacaciones de lo normal.
-Pero te dije que no era necesario que trabajaras. El dinero de mis padres aumenta con cada año en las inversiones, y me hace feliz gastarlo en algo bueno.
-¿Uh? ¿Algo bueno? ¿Quiere decir que cuando le pagabas a Cliff estabas haciendo un buen uso del dinero? -La miré con reproche.
-Claro que estaba haciendo buen uso. Cada cosa que tenga que ver contigo es buena inversión.
Santana besó mi boca una vez más, atrayendo sus caderas con las mías, moviéndose a los lados para buscar una posición cómoda en la cama.
-Mañana te llevaré a un buen lugar, y pedirás día libre en el trabajo. Te lo deben… por maternidad y eso -dijo mientras besaba mis pechos y arrastraba pequeños lametazos en mi cuello… pero ahora, prefiero que hablemos menos y hagamos más.
Pronto nuestros susurros se convirtieron en silencio, jadeos, y una noche completa de desvelo.
Para tener un embarazo de cuatro meses, mi vientre se encontraba hinchado y un poco abultado; parecía como si mis pechos también hubieran aumentado de la noche a la mañana porque los podía notar más llenos que hace dos semanas atrás.
Tenía que hacer pausas constantes mientras intentaba ordenar la casa y las habitaciones ya que me dolía la espalda, y mis caderas sufrían de pequeñas punzadas. Pasé sentada en la cama de Nicole durante una hora hasta que mis huesos dejaron de doler y me levanté sin ningún problema, despidiéndome de los cientos de pósters de artistas masculinos, bailarinas, y cantantes que decoraban las paredes de su habitación color rosa.
Últimamente ella pasaba en clases de ballet o con su tutora (que me daba miedo); o intentando convencer a Santana para que la dejara tomar deportes y enviarla a un campamento de verano para conocer más gente de su edad que compartiera su misma pasión por la música y los ositos de goma.
La abuela de Santana también casi nunca se encontraba en casa, y el siguiente mes se iría a un crucero en el Caribe. Llegaría para la fecha destinada del nacimiento de los bebés y se quedaría para ayudarme en lo que quisiera. Ella nunca dejaba de ser amable conmigo y me palpaba el vientre mientras me abrazaba en los desayunos. Sospechaba que ella sabía algo de los gemelos; no dejaba de verme como si supiera que yo tenía un secreto y esperaba pacientemente a que se lo contara, pero cuando le preguntaba si algo andaba mal o trataba de despistarla, ella se limitaba a sacudir la cabeza y a decirme que su nieta no pudo haber encontrado una mejor chica.
Santana era otra ausente por las mañanas y también en algunas tardes, pero como me había prometido una cita, esperó a que todos en la casa se marcharan y nos quedamos solas (acompañados de su perro, Carlo, y Ricky Martin, el hámster que me regaló Mindy).
Dentro de unas semanas me tocaría reunirme con la doctora P y pensaba en llevar a Santana para finalmente revelarle la noticia; no quería mantenerlo para siempre en la oscuridad y privarla de saber esa gran información. Era hora de conocer su reacción cuando supiera que eran dos bebés en lugar de uno.
-Nena -me llamó ella desde la cocina, estaba de pie, desnuda de la cintura para arriba y lamiendo una cuchara de lo que parecía crema de maní.
-¿Qué ocurre? -pregunté sentándome frente a ella, tomando primero un poco de yogurt de frutas de la refrigeradora, devorándolo con avidez.
-Evelyn quería vernos esta tarde. Le cancelé porque tú y yo tenemos una cita.
-No era necesario cancelar. No vamos a estar todo el día en la cita, y ocupamos hablar con ella o sino va a intentar contratar al Circo du Soleil para la boda… o quizás intente liberar flamingos rosas cuando diga acepto.
-Pero lo que tengo planeado dura muchas horas…
-¿Y qué es lo que tienes planeado? Ya me dio curiosidad.
-No, no, no. Lo sabrás hasta que estemos allí… por cierto, llamaron los de la tienda de ropa para bebés. La chica que nos atendió dijo que tenían la camiseta que les pediste el otro día, la que decía “Ángel de mamá” Te la van a enviar junto con otras cosas que solicité.
-¿Qué pediste? -removí mi yogurt con curiosidad, sintiéndome insatisfecha con el sabor. De repente me entraron ganas de comida china.
-Una cuna.
Al escucharla casi me pongo a llorar al escucharla. Mis hormonas estaban más revueltas de lo usual.
No pude terminar el yogurt porque rápidamente mis ojos se llenaron de lágrimas al pensar en una cuna para los bebés.
Dormirían juntos y abrazados, así como estaban durmiendo y formándose en mi vientre.
Santana corrió a mi lado, abrazándome y acariciándome el pelo.
-¿Por qué lloras? ¿Todo está bien?
Asentí sin muchas fuerzas.
-A veces pienso que seré una terrible madre –admití- pero esos pensamientos se van cuando imagino lo pequeño que será nuestro bebé, o lo confiado que estará en que nosotras hagamos un buen trabajo. Ya quiero tenerlo conmigo, aun cuando sé que no estoy preparada al cien por ciento.
-Britt yo tampoco estoy preparada, pero aprenderemos las cosas, juntas. Además tenemos unos cuantos meses de preparación. Y yo aprendí bastante criando a Nicole; hace unos tres años la hubiera dejado alimentarse de pasteles y pizza. Ahora la consiento con conciertos de niños lindos con nombres raros.
Sonreí aunque no quería hacerlo
-¿Niños lindos? ¿Sabes que ella un día se enamorará de alguien y se va a casar? No puedes ponerte celosa y sobreprotectora todo el tiempo.
-Todavía tengo unos años más… hasta que tenga veintisiete, no lo olvides, tienes un colgante que te lo demuestra.
No fue sino hasta que acercó para que le diera un beso en la barbilla, que noté una cosa.
-¡Santana! ¡Estás desnuda! ¡En la cocina! Ve a ponerte pantalones inmediatamente.
****
-¿Qué hacemos aquí? -pregunté cuando nos detuvimos en el estacionamiento de lo que parecía ser un parque de atracciones mecánicas, la música a alto volumen se podía escuchar desde donde estábamos…- ¿Sabes que no podré montarme a ninguna de esas cosas?
Señalé la montaña rusa y luego a otro juego que tenía la forma de un martillo. Eso sin duda reorganizaría mis intestinos o seguro intercambiaría de lugar a los gemelos.
-Lo sé -dijo Santana estirando su brazo y pasándolo encima de mi hombro- Pero no te puedes perder la experiencia de las demás cosas. Comida frita, manzanas acarameladas, algodón de azúcar y algunos juegos en los que no necesitas hacer más que un movimiento de brazos.
-De acuerdo -sonreí al ver el primer puesto de manzanas cubiertas en caramelo- Quiero una de esas… oh, y tienes que ganar un enorme oso de peluche para mí.
Ella me dio un beso en la frente.
-Ganaré todos los que quieras.
Nos pusimos a caminar hacia la fila de manzanas, y en cuanto tuve una en las manos le di una mordida enorme. Mi fascinación por ellas nunca se iría.
Luego pasamos la mayor parte de la tarde jugando a tiro al blanco con las pistolas de agua.
Santana ganó un pez dorado y un cocodrilo de peluche. Nos parábamos en los puestos de comida callejera y volvíamos a jugar otra cosa.
Intentamos derribar bolos y botellas, pero mi brazo era torpe y tenía una mala puntería Santana por su lado, ganó la popularidad entre la gente, haciendo pequeños bailes cada vez que obtenía un nuevo peluche u otro pez dorado.
Pronto me encontré con demasiado por cargar, y tuve que ir regalando algunos de los premios en el camino.
Mi prometida era bastante solicitada y llamativa entre las chicas y chicos. Más de una intentó ponerle los brazos encima, pero rápidamente me acercaba a ella y limpiaba el sudor de su frente o le acariciaba los bíceps para marcar territorio. No podía dejarla sola porque la competencia estaba dura.
Después de quince minutos mi vejiga no soportó más y me urgió ir al baño lo más pronto posible.
-Tengo que ir al baño -le susurré mientras ella intentaba encestar aros de plástico en cientos de botellas con premios.
Inicialmente Santana llegó usando una camisa de manga corta, pero se la había quitado desde hace horas, dejándose únicamente la camisa sin mangas que llevaba por dentro. Su torso estaba sudado y su cabello negro se encontraba revuelto y sus pechos se veían enormes.
Sus tatuajes la hacían ver peligrosa, y atractiva como un chocolate de origen suizo.
-¿Quieres que te acompañe? -apartó un mechón de pelo de mi frente.
Negué con la cabeza y le di un casto beso en la mejilla.
-Los tienes encantados a todos -le señalé la pequeña multitud que había atraído ella sonrió y se mordió el labio de manera sexy.
Por inercia mordí también el mío.
-De acuerdo, pero si en cinco minutos no has aparecido iré a buscarte y no me importa meterme en ninguno de esos baños hasta encontrarte, ¿de acuerdo? ¿Llevas tu celular?
Asentí con la cabeza y palpé el bolsillo de mi vestido floreado.
-Bien. Llámame si no logras ubicarme.
Estaba a punto de irme, cuando, una chica en diminutos shorts y camisa escotada se paró a su lado y le miró descaradamente el trasero. Ella se sentó frente a la mesa de lanzamientos y no dejó de lamerse los labios mientras la observaba de los pies a la cabeza.
Perra.
Le di una mirada de advertencia a Santana antes de lanzarme hacia adelante y tomarla del cuello para que sus labios bajaran y se golpearan con los míos en un beso exhaustivo.
Saqué mi lengua y mordí su labio inferior, haciendo movimientos que nunca pensé que se podían hacer con la boca.
Luego la solté y sonreí malévolamente hacia la chica de shorts (y a cualquier chica en general) para que supiera que esta chica ya estaba reservada y apartada para mí.
-Procura alejar a las moscas -dije lo más fuerte que pude.
Santana se rio con fuerza y me miró lleno de orgullo.
Finalmente, y después de dar vueltas durante unos minutos, encontré los baños portátiles ubicados cerca del estacionamiento. Cuando salí, una mujer con afro y ropa colorida estaba esperando su turno a pesar de que los otros baños estaban desocupados.
Me hice a un lado para evitarla, pero ella se movió al mismo sitio que yo, y no me dejó salida. Volví a repetir el movimiento pero ella me bloqueó el paso.
Finalmente me crucé de brazos y busqué sus ojos.
-Tranquila -me dijo con una voz inocente e hipnótica- Pensé que eras una persona con cierta creencia en lo sobrenatural… leo las cartas y hago predicciones muy acertadas sobre el futuro. ¿Te interesaría saber algo?
Rodé los ojos y me aparté de su lado.
-No se preocupe, mi madre “trabajó” de eso durante mucho tiempo. No lo necesito.
Ella frunció el ceño, y por alguna razón examinó mi rostro con cautela.
-¿Tu eres la hija de Cecile? -su cara se iluminó- Claro, Brittany, ¿cierto? ¿No te acuerdas de mí? Yo te cargué cuando eras una miniatura de cuatro años; en ese entonces usabas mucho estampado de leopardo.
Hice una mueca y traté de reconocerla de alguna parte pero su rostro no se me hacía conocido.
-Soy hija de Cecile -le confirmé- pero lo siento, no me acuerdo de usted.
-Oh, dime Renata, cariño.
Me tomó del brazo y me encaminó de nuevo a la feria, pasando un puesto de algodón de azúcar y palomitas.
Pasamos varias carpas de venta, y finalmente se detuvo ante un puesto de lectura de mano. “Renata Sabe tu Futuro” se leía en letras doradas sobre un fondo rojo.
-Oh, Renata, yo de verdad tengo que volver…
-No te preocupes, no te cobraré nada –aseguró- Vamos, entra, te haré una lectura completamente gratuita. Nunca le cobraría a la hija de Cecile.
-Eso me halaga pero…
-Ven, vamos. Apuesto a que quieres saber lo que te dice el futuro. Tu madre me enseñó todo lo que sé.
Y eso era preocupante
Entré a regañadientes, y Renata me indicó que me sentara en una felpuda silla de tela dorada que se situaba frente a una mesa redonda que lucía intimidante.
Quería explicarle que yo no creía en ninguna de esas cosas, pero ella se emocionó tanto que encendió unas velas con aroma a cerezas y puso a Justin Timberlake como música de fondo.
-Bien. Comenzaré lanzando las piedras mágicas -sacó un bolso de terciopelo y lo puso sobre la mesa. De ahí tomó unas piedras de diferentes colores y con distintos grabados.
Pude visualizar un pez antes que ella revolviera las piedras y tratara de mezclarlas.
-Me siento orgullosa de decir que yo inventé este pequeño pero asertivo juego -sonrió enormemente- Indica con calidad y precisión tu futuro y hasta tu presente. Comenzaremos con este. Voy a meter estas piedras de nuevo a su bolsa, y las separaré. En una bolsa hay colores sólidos, y en la otra, símbolos o animales. Haré que tomes ocho; cuatro serán de la bolsa que contiene las piedras de colores, y las otras cuatro serán los animales. Las colocarás sobre la mesa y entonces podré leerlas e indicarte cómo funcionan. Tienes que colocarlas justo como las agarraste de la bolsa.
Metió las piedras de nuevo, y las removió hasta que estuvo satisfecha con el resultado.
Abrió la bolsa y me indicó a que metiera la mano y tomara cuatro.
Todo me parecía absurdo pero me vi incapaz de ignorar el brillo en los ojos de la mujer.
Finalmente saqué las primeras tres piedras, y cuando iba a colocar la última, mi celular interrumpió el acto.
La canción de Lenka, Dangerous and Sweet, empezó a sonar en toda la pequeña habitación.
Era Santana.
Accidentalmente lancé la piedra al suelo, cerca de la mesa. Iba a recogerla cuando Renata pegó un grito agudo.
-¡NO! No la muevas, es el destino quien quiso que esa piedra fuera a parar al suelo.
Déjala allí.
-De acuerdo -pronuncié lentamente- Lamento interrumpir la sesión pero tengo que responder esta llamada. Es de mi novia.
-¿De tu novia dices? Oh, esto también es obra del destino. Seguramente todas las predicciones de las cuatro piedras sean de tu futuro junto a ella. No respondas.
-Pero ya me tardé más de cinco minutos y ella es capaz de llamar a las fuerzas armadas si no me encuentra en los baños…
-Querida, es hora de comenzar. Es mejor que ella no esté cerca, créeme. Soy la experta.
Dudé por un instante. Luego apagué el celular y me apresuré a relajarme. Cuanto más rápido acabara ella, más cerca estaba de mi libertad y de Santana.
-Bien. Pero por favor sé rápida.
-Claro, claro. Ahora, toma cuatro piedras de esta otra bolsa. Aquí sólo habrá colores. Las colocarás debajo de las piedras con símbolo que sacaste primero.
Y así lo hice.
En la primera piedra se podía ver el dibujo de un caballo, y bajo esta coloqué una de color rojo que saqué de la bolsa.
En la segunda se podía observar un león, y debajo de esta había una piedra naranja. La tercera era un gato, y su piedra de color era la marrón. La última piedra estaba en el suelo pero no podía apreciarla desde donde estaba, pero su color era el violeta.
-Ahora, a leer -dijo Renata muy entusiasmada- El caballo es símbolo de fidelidad… pero combinado con el color rojo significa peligro -hizo una mueca y luego me dio una mirada de disculpa- Lamento decirlo pero creo que tu fidelidad está en peligro. Ya sea de tu parte o de tu pareja… y el siguiente que es un león, claro indicador de un animal que espera, observa y luego actúa, mezclado con el color naranja que es resistencia y la determinación… me temo que pueden venir tiempos difíciles en los que tendrás que perseverar y ser cautelosa como león. Es importante que recuerdes no ceder ante tu propia impulsividad, tienes que ser paciente y esperar el momento adecuado para actuar.
Ella se aclaró la garganta, y en lo profundo me pregunté si tenía algo que ver con la noticia de los gemelos y mi decisión de contárselo a Santana Pero me resultaba un poco imposible, ella era la otra madre, claro que tendría que saberlo.
-El gato -continuó Renata. Antes que pudiera decir más, la voz de Christina Aguilera cantando CandyMan desde su equipo de música, interrumpió el aire de intimidad en el ambiente- Lo siento -Renata se apresuró a levantarse y acercarse al estéreo. Comenzó a reproducir la siguiente pero era otra igual de movida que la primera- Lo lamento, de verdad. Mi hija suele manejar la música-dándose por rendida, ella dejó puesta la canción de CandyMan- Sigamos. El gato: Independencia. Marrón es acción. Tendrás que ponerte en acción dentro de poco tiempo; tienes que aprender a ser una persona independiente porque creo que te tocará serlo por un largo periodo de tiempo. No dudes. Y por último-ella corrió al suelo, como vio que no la seguía, me impulsó a que la acompañara y me arrodillara frente a la piedra. Me puse en cuclillas con mucha dificultad-¡Es un mono! El mono representa, y ya que tiene que ver con tu novia porque la tomaste cuando ella te estaba hablando, quiere decir que ella tiene una personalidad curiosa, divertida y con gran poder de convencimiento. Ahora, el color por otro lado-se puso de pie y corrió a la mesa para ver el color. Ni siquiera pude moverme con velocidad cuando ella ya estaba diciéndome qué color era- Violeta… relacionado al amor.
Rodé los ojos. Claro, cuando era sobre Santana las cosas salían exactas.
-Te enamorarás de esta muchacha… si es que no estás enamorada ya.
-Nos vamos a casar dentro de poco -dije aun con mis rodillas en el suelo. Renata se fue a colocar a mi lado y me ayudó a ponerme de pie.
-Wow, las predicciones son ciertas.
- estoy embarazada de su bebé -acaricié mi vientre en proceso de formación.
A ella se le ampliaron los ojos enormemente.
-Tu madre no me dijo nada.
-Sería un milagro, creo que no hay familiar o pariente que no sepa que lo estoy a estas alturas. En fin, agradezco la… ¿lectura de piedras? Fue… entretenido. Me temo que tengo que irme.
-No te vayas -suplicó tomándome del brazo- Te haré una rápida lectura de manos.
-Es que debería estar moviéndome porque…
-Por favor.
No sabía cómo pero terminé dejando que me hiciera una lectura de manos, una segunda lectura de piedras y también de cartas (que ella misma había inventado).
Pasaron muchos minutos hasta que finalmente me dejó salir de su tienda, no sin antes prometerle que la invitaría a la boda… y le dejaría acampar su tienda para que los invitados tuvieran una lectura de mano privada. A este paso tendría que hacer la boda en un país extranjero para que ella no nos encontrara.
Caminé hacia el puesto donde había dejado a Santana jugando, y encendí mi celular justo cuando varias notificaciones de mensajes aparecían en la pantalla.
Todas de Santana. Estaba furiosa porque no podía encontrarme.
Ni siquiera revisé cuántas llamadas perdidas me dejó porque inmediatamente estaba llamando.
-¿Britt?
-Lo siento, cariño…
-¡Me diste el susto de mi vida! Envejecí diez años en una sola noche. Nena, dónde estás.
Te busqué en los baños pero no te encontré.
Cuando iba a responderle, un grupo de chicos en una de las atracciones, empezaron a gritar desde el juego. Tuve que taparme los oídos para escucharlo hablar.
-¿Dónde estás? -pregunté por sobre los gritos- voy a buscarte.
- cerca de donde compramos las manzanas…
-¿Qué? -los gritos y la música que resonaban a todo volumen no me dejaron escuchar bien.
- manzanas, en donde…
-Oh, ya sé dónde estás. No te muevas, yo te busco.
Colgué y me apresuré a través de toda la feria para encontrarla.
Había mucha gente y no podía verla por ningún lado.
Después de unos minutos visualicé a una atlética chica de cabello negro, cargada con muñecos de peluche y dos bolsas con peces dorados. Esas eran las cosas que le dejé antes de ir al baño, aunque parecía que había acumulado más osos pandas y una ballena de peluche. Era Santana, sin duda.
Me acerqué hasta ella mientras la veía ofrecerle un oso panda a una niña que se le quedó viendo con fascinación, y luego la saludó con la mano.
Ella era como una niña grande y bella. Una mona como la había descrito Renata.
Estaba a dos pasos de llegar a su lado, cuando noté la mano con manicura francesa que le sujetaba el bíceps. Era la chica de pantaloncillos cortos y blusa reveladora, la misma que se quedó sentada frente a ella mientras yo iba al baño.
Santana no reconocía la presencia de la chica, y ella aprovechó a darle la vuelta y sonreírle atractivamente. Como ella iba cargado con toda la parafernalia que ofrecía la feria, no pudo retraerse cuando ella se le acercó y le plantó un beso en la boca.
Vi todo rojo a partir de ese momento.
Me acerqué hecha una furia hacia ellas, dispuesta a romper algunos cuellos.
El primero en notarme fue Santana, con sus ojos cafés abiertos en miedo…miedo a lo que pudiera creer de ella y del beso que la chica indecente le había dado.
La tipa me notó después, lo que fue un grave error porque la agarré del pelo y le obligué a separar su brazo esquelético del cuerpo de Santana.
-¿Por qué estás besando a mi esposa? -le grité, aun sujetaba su grasoso cabello.
-¿Tu esposa? No lleva anillo -dijo ella, liberándose de mí agarre. Sacudió su cabeza y se llevó ambas manos a sus caderas- Además, ella me pidió que la besara.
Rodé los ojos.
-Esa es la excusa más patética que he escuchado. Es.mí.esposa. y soy muy posesiva con ella No te atrevas a mirarla, porque si no, me veré en la obligación de sacarte los ojos. No lo respires porque te patearé en los pulmones… y definitivamente no lo toques.
-Insensible asquerosa -me dijo, echándose a correr en la dirección contraria a la mía.
-¿Cómo me llamó? –Gruñí- Oh, no. Esto no se queda así.
Intenté seguirla pero Santana me sujetó de la cintura. No dejaba de sonreír como si se sintiera orgullosa de mí.
-Nena, tranquilízate. Déjala ir.
-Oh claro, y tú encantada besándola ¿Por qué no la escupiste?! Tuviste la oportunidad de golpearla con el pez dorado y no lo hiciste. ¿Qué pasa contigo?
-Wow, Britt, la pregunta aquí es ¿qué pasa contigo? Ni siquiera sabía que ella estaba ahí. Tranquilízate y habla conmigo.
Noté que había dejado caer varios de los animales de peluche al suelo, comencé a recogerlos para llevárselos a Nicole.
Santana me ayudó con los peluches y me obligó a alzar la vista para que hablara con ella.
-Brittany Susan Pierce por favor no creas que lo hice a propósito. A la única a la que le pertenecen mis labios eres tú.
-Lo sé -dije haciendo un puchero- No se te vaya a olvidar. Es que… !Aggg! Tú eres aquí la celosa, no sé por qué estoy invirtiendo papeles. Sé que me eres fiel, lo entiendo. Te amo, y al parecer te ama casi toda la población femenina y toda las masculina.
-¿Casi toda?
-No me tientes.
-De acuerdo. Vamos, es hora de llevarte a comer comida decente.
Extendió su mano para que yo la tomara, y luego besó mis dedos.
-Por cierto, mira lo que le conseguí a Nikky -entre la ballena y un oso panda se encontraba una camiseta doblada.
La tomé y la extendí para ver la imagen que abarcaba toda la pieza.
-Ese es una de las niñas bailarinas bonitas que le gustan a ella, ¿verdad? -me preguntó, insegura.
Me reí en voz alta.
-Claro que no.
-¿No?-dijo con una sonrisa en el rostro-¿Entonces quién es esa dulzura que sale en la camiseta?
Reí más fuerte.
-Este eres tú. ¿Dónde sacaste esto? No parece un regalo para Nicole.
-No, me pillaste. Es para ti.
La camiseta era de color púrpura y tenía grabada una fotografía de Santana justo con la ropa que tenía puesta ahora. Arriba de la imagen se leía: Yo soy la nena #1 de (Aquí la fotografía) Santana.
No pude evitarlo y reí de nuevo.
-La usaré a todas horas. Pero me gustaría también que usaras una camiseta con mi foto, así esas víboras come hienas aprenden a no violarte con los ojos.
Creo que gruñí, y Santana se enorgulleció todavía más de mi actitud.
-Encantada usaría una con tu bella cara. Iremos ahora.
-¿En serio?
-Claro, por qué no. Vamos.
Así fue cómo ambas, al final de la noche, parecíamos idiotas llevando camisetas a juego. La de ella admitiendo estar locamente enamorada de (insertar mi fotografía) Britt. Y la mía diciéndole al mundo entero que era su nena. No podía estar más estúpidamente feliz.
-Espero que conserves la camisa de aquí a varios años -dijo ella cuando salimos de la feria tomadas de la mano- Valdrá oro. Por cierto ¿le dijiste a esa chica que yo era tu esposa?
-Ah- pensé que a estas alturas olvidarías eso.
-Nunca. Entonces, ¿soy tu esposa ahora? No sabes lo bien que se siente escuchar eso.
-Por favor, que no se te vaya a subir el ego; lo hice en un momento de debilidad.
-Tú esposa…
Rodé los ojos mientras sonreía hasta que mis mejillas dolieron de incomodidad.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola Hola!
Bueeeeeeno sin mas que decir CAPITULO :)
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
holap dan,...
me gusto,...
ame los celos de britt,... ya es su esposa jaja,...
a ver como se arma la boda!!!
nos vemos!!!
me gusto,...
ame los celos de britt,... ya es su esposa jaja,...
a ver como se arma la boda!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Hola!!!! Esta buena la historia por que salta en el tiempo!!
Osea que Britt deja a San, por que sera??
Saludos, volve pronto.
Osea que Britt deja a San, por que sera??
Saludos, volve pronto.
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
Holaaaaaaa Danii.....el tiempo va pasando...los bebes crecen.. todo parece perfecto......pero ....el famoso pero ...aún me dan vueltas las ideas acerca de los motivos reales para que se separen.. ...ashh y que pasará ....???? .... ser tu amiga colombiana no me da ventajas ajajja asi que me tocá esperar pacientemente la actualización.... ... cuidate muchoooo.....y mis mejores deseos...
karenmargi* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/05/2013
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
3:) escribió:holap dan,...
me gusto,...
ame los celos de britt,... ya es su esposa jaja,...
a ver como se arma la boda!!!
nos vemos!!!
Hola Hola!
Me alegro que te gustara :) ! y jajajajaja Britt puras hormonas jajaja y ya veremos !
Saludos
monica.santander escribió:Hola!!!! Esta buena la historia por que salta en el tiempo!!
Osea que Britt deja a San, por que sera??
Saludos, volve pronto.
Hola Hola!
MMMMM ya veremos todo poco a poco :P
Saludos
karenmargi escribió:Holaaaaaaa Danii.....el tiempo va pasando...los bebes crecen.. todo parece perfecto......pero ....el famoso pero ...aún me dan vueltas las ideas acerca de los motivos reales para que se separen.. ...ashh y que pasará ....???? .... ser tu amiga colombiana no me da ventajas ajajja asi que me tocá esperar pacientemente la actualización.... ... cuidate muchoooo.....y mis mejores deseos...
Hola Ka :)
MMMMMM poco a poco todo y se vera el porque :P ! y jajajajajajaj creo que tendras que esperara :P suspenso
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
¡ENTREVISTAS!
Entrevista a Nicole López
¿Es cierto que tienes una fascinación por One Direction, más específicamente por Zayn?
¡Cierto! Él es el amor de mi vida… después de Harry Potter, y de Zac Efron pienso casarme con ellos y que vivamos todos juntos así, si me canso de uno, tengo al otro para hacerme compañía y que cocine para mí… Oh, amo a 1D, y a Selena, y a Justin (aunque me siento herida porque no me sigue en Twitter) y a Demi, y a Lorde, y a Taylor Swift, y a The Wanted, y también a…
¿Piensas ser una buena niña y esperar hasta los 27 para empezar a salir con chicos?
Mmm… Bien, no le digan a la tía Santana pero, seré rever… rebelde, y tal vez lo haga antes, como a los 25 ah, y también me haré dibujos en el brazo con el rostro de Zayn, y Harry Potter, y el de Zac… y tendré bebés con Zayn, y con Harry Potter, y con Zac! Y quiero conocer Londres! Tomarme fotos en la estación de Harry y comprarme boletos para conocer a 1D, y casarme con Zayn, con Harry Potter, con Zac la abuela me dijo que es normal.
¿Cada cuanto miras Gossip Girl? Al parecer estás muy bien informada.
Veo siempre que la abuela se siente con reu… reuman… resumatiso… reumatismo dice que ver chicos jóvenes y guapos le hace bien a sus huesos además esa serie es muy informativa hay muchas chicas besándose con chicos, y de alguna manera no quedan embarazadas… comienzo a creer que hay algo más que no me están diciendo.
¿Y qué opinas de ser la hermana mayor? ¿Esperas que Kevin llegue pronto?
! Kevin!!Kevin, Kevin, Kevin! Ya quiero que llegue le ensañaré todo sobre la televisión, y el ballet, y sobre Harry Potter ahora en Halloween podré disfrazarme de Hermione Granger y él de mi esposo, Harry le contaré todo sobre cómo nacen los bebés, y hablaremos por la mente, sin decir palabras porque él es especial y se puede comunicar de esa forma. Ya quiero que llegue y deje que Britt descanse; la pobre siempre se queja de lo mucho que Kevin la hace querer comer comida china o fideos que engordan aunque yo la veo bien Britt es muy linda, y ojala Kevin se parezca a ella y a la tía Santana ella es muy guapa, o como mi maestra de ballet dice: ella es comestible y apretada en todos lados (aunque no sé muy bien qué significa eso…De dónde es apretada la tía Santana?
¿Te gustaría ir a la escuela? Un pajarito me contó que este año te inscribirán en una ¿Estás emocionada?
¡Oh por Dios! ¡Siiiiiii! Le ensañaré a todos mi colección de camisetas de 1D, y mi cámara de juguete espero que me acepten, y si no, la mamá de Britt, mi otra abuela, me dijo que les sacara la lengua y que les diera envidia con mi colección completa de películas de El Diario de la Princesa y Bambi… aunque Bambi me parece muy triste. Su mamá se murió, igual que la mía. Él y yo tenemos mucho en común ¡Incluso la tía Santana se dibujó a Bambi en su brazo! Pero, como sea, ¿en dónde estaba? Ah, sí, la escuela. Ya quiero que llegue.
Y por último, ¿tienes alguna idea de lo que serás cuando seas mayor? Tómate tu tiempo en responder, es una pregunta importante.
Oh, me gusta tomar fotos, y cantar. Obligo a la tía Santana a que cante conmigo siempre que puedo pero en general me gustaría ser azafata así conoceré muchos países y trataré con muchas personas la abuela me ha dicho que a la gente le toma un tiempo asimilar el lado dañado de mi cara, así que entre más gente conozca, más rápido podrán asimilar mi rostro y muy pronto verme se les hará normal; además, mi esposo, Zayn, viajará en mis vuelos todo el tiempo, y veré a Harry y a Zac una vez que aterrice tengo todo planeado.
Entrevista a Mindy Shaw
¿Te considerarías una buena amiga de Brittany?
A veces sí, a veces no… Solo eso.
¿A qué se debe tu cambio de color en el cabello? Es un rasgo muy peculiar en ti.
Agg, me aburre tenerlo igual todo el tiempo.
¿Es cierto que uno de tus pasatiempos favoritos es cuidar de tus animales?
Amo a los animales justo ahora le estoy buscando una pareja a Rody, mi serpiente lo suelto por las noches y de alguna manera siempre termina acosando a mis hámsters, Iker y Shakira y Rodrigo (el hijo de Shakira y Ricky Martin) y Penélope (la otra hija de ellos) y Randy, Sofía, Princesa Violeta, Tato, Travis Maddox (nombrado a petición de Britt), Jev Cipriano (nombrado a petición de Rita), Etienne St Clair (nombrado así por Shio) y Josh Hutcherson (nombrado a petición de mi madre). Tengo que buscarle pareja definitivamente también tengo una guacamaya, dos loros, una araña, una tortuga, una…
Además de velar por los animales ¿tienes algún otro pasatiempo?
Pintar grafitis y perforar cualquier parte de mi cuerpo que pueda ser perforada.
¿Y qué opinas de Santana?
Opino que es muy guapa nombraría como ella a toda una camada de hámsters, todo en su honor su trasero le hará ganar premios, estoy segura.
¿Alguna otra cosa que quieras decir? Tienes espacio libre.
Emilio Sterling (el que vende mi suplemento de comida para hámster), te cazaré donde sea que estés nadie me engaña por otra chica y sale ileso y con sus partes colgando… claro, te van a colgar, pero de mis manos, ¿oíste imbécil?
Entrevista a Santana López
¿Te considerarías a ti misma engreída?
¿Engreída? Pfftt. Para nada soy una Alma caritativa, la humanidad tiene suerte de ver mi rostro cada mañana… De acuerdo, Britt me está mirando mal, lo siento nena, quería bromear un poco. Bien, a veces puedo ser engreída ¿Listo?
¿Sabías que Brittany te considera, y cito sus palabras: Caliente, estúpida y peligrosa?
No sabía eso ¿Dónde lo dijo? Nunca la oí decírmelo supongo que soy caliente, sí, ya era hora que ella lo admitiera en voz alta ¿Estúpida? Solo un poco, alguien golpea demasiado mi hombro y a veces no puedo pensar bien, peor aun cuando ese mismo alguien pone ojos bizcos después de un beso ¿Y peligrosa? tal vez un poco, me gusta mantener el misterio; me hace ver recatada y modesta.
Cuéntame, ¿qué ocurre contigo y todos esos celos? Aunque personalmente los encuentro adorables.
Yo no soy una tipa celosa Sí, me gusta marcar lo que es mío, pero no veo cómo cualquiera persona no haría lo mismo por la persona que ama es como un instinto primitivo de querer asegurarle a todos los morbosos en la habitación que estás con la chica linda y que nadie tiene derecho a tocarla o mirarla, o a babear sobre su trasero pero ¿celosa? Pffftt, me ofendes.
¿Estás nerviosa por el nuevo bebé que viene en camino?
¿Nerviosa? Estoy aterrada espero no ser una de esas madres que dejan a sus hijos olvidados en los autobuses, o mimarlo demasiado como para que después no sepa cocinar ni un huevo por sí mismo... Aunque, personalmente, yo tampoco sé cómo hacerlo. Mmm... ¿Cómo se cocina un huevo? Pero bueno, como decía, espero enseñarle a andar en motocicleta, y a nadar en mar abierto. Tal vez aconsejarlo con las chicas...
¿Y si es niña? ¿Cómo harás?
Si es niña... entonces no sale de casa sola; nada de juegos peligrosos o estúpidos como saltar de un puente solo por…diversión, o andar en motocicleta cero novios hasta la edad de veintisiete, cualquiera que se acerque estará advertido antes de que le dispare en el coxis no quiero ropa ceñida, cero tatuajes, y definitivamente el rango para beber alcohol será hasta mucho, mucho después de los veintiuno. Además, ¿quién impuso esa tonta ley? ¿Por qué no beben a los veintisiete? A mí me parece una buena edad. Tampoco quiero que ande con "amiguitos" muy pegados... Será una señorita que se respete, como Nicole. La piraña la instruirá en todo.
Me han contado que tienes una relación... no muy buena con tu suegro ¿Algo que decir al respecto?
Él y yo no tenemos nada en común, ese puede ser el problema debería relajarse más, no soporta una pequeña broma el otro día hicimos las paces; debería entender que su hija y yo desafiamos la gravedad. Una vez le dije que juntas desafiaríamos el destino, y pienso cumplir al pie de la letra si el destino nos quiere separar. Sea donde sea, la pienso encontrar. Aun si su padre no está de acuerdo con nada Okey, ¿se dieron cuenta de lo poética y heroica que acabo de sonar?
Bien, ¿algo que nos quieras decir sobre tu relación con Britt?
Bueno, no me gusta hablar de mi vida privada pero espero que me deje dormir de nuevo en la cama el sofá es muy pequeño y no hay espacio en otra habitación Nena, perdóname por perder nuestras camisetas con la fotografía de la otra; prometo comprarte cien solo de mi cara, y doscientas de mi cuerpo... ¿sí? ¿Aceptas?
¿Y de Sam? ¿Qué piensas de él?
¿Cómo que qué pienso? Pues es un lame bolas. Imbécil. Alguien debería enseñarle a tratar bien a una dama. Jodido idiota.
Para finalizar, ¿cuéntanos un secreto tuyo?
¿Secreto? Yo no tengo ningún secreto soy como un libro abierto las 24 horas, con un pequeño letrero de "léeme" puesto a la orilla no tengo secretos. Punto.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola Hola
Bueeeeno chicas un nuevo capitulo algo diferente :) jajajaja
Espero que les guste muchoooo muchooo el capitulo ;D
Dejen sus comentarios
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: Prohibido Enamorarse de Santana López #2 ( Capítulo 16,17 28/5/15 )
holap dan,...
me gustaron las entrevistas,..
me divertí con la de niki,.. jajajaj
enserio britt dijo que san era o es Caliente, estúpida y peligrosa,.. jajajaja pero siempre sacan de contexto todo,. si lo abre escuchado mucho ajajajaj
nos vemos!!!
me gustaron las entrevistas,..
me divertí con la de niki,.. jajajaj
enserio britt dijo que san era o es Caliente, estúpida y peligrosa,.. jajajaja pero siempre sacan de contexto todo,. si lo abre escuchado mucho ajajajaj
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
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