Gleek Latino
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Primer15
Image hosted by servimg.com

Image hosted by servimg.com
Image hosted by servimg.com
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Coment10
Últimos temas
» Ayudenme a encontrarlos
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyLun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T

» Busco fanfic brittana
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyLun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66

» Busco fanfic
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptySáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken

» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyJue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604

» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28

» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyDom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28

» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyVie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604

» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyLun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es

» Que pasó con Naya?
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMiér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es

» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyJue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es

» No abandonen
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMiér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303

» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyVie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303

» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyLun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli

» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyDom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic

» brittana. amor y hierro capitulo 10
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMiér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic

» holaaa,he vuelto
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyJue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMiér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyMiér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 EmptyLun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Encues10
Sondeo

Musical Favorito Glee 5x15 Bash

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba1011%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 11% [ 4 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba1019%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 19% [ 7 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba1011%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 11% [ 4 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba1024%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 24% [ 9 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba1027%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 27% [ 10 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba108%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Topeba10 8% [ 3 ]

Votos Totales : 37

Image hosted by servimg.com
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 Gleeka10
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios

Disclaimer
Image hosted by servimg.com
·Nombre: Gleek Latino
·Creación: 13 Nov 2009
·Host: Foroactivo
·Versión: GS5
Glee
Image hosted by servimg.com
Publicidad

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

+17
minerva ortiz
micky morales
paulitahope
LilianaM.
Susii
AndreaDaru
ant0ne
Daniela Gutierrez
Dani(:
AngySalas
Sanny25
Elita
JanethValenciaaf
Jane0_o
monica.santander
3:)
marycielo12
21 participantes

Página 3 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 12

Mensaje por marycielo12 Mar Mar 31, 2015 12:21 am

CAPITULO 12

Viernes, 31 de agosto del 2012, 4:30 p.m.


—¿Irá Tom contigo? – Abro la puerta del auto para que Maribel pueda arrojar lo que queda de su equipaje en el asiento trasero.

—Sí, él vendrá. Estaremos en casa… Estaré en casa el domingo — dice, corrigiéndose a sí misma. Le duele pensar en Tom como un nosotros.

Odio que se sienta de ese modo porque en verdad me agrada Tom y sé que ama a Maribel, así que no entiendo de qué va la ruptura. Ha tenido un par de novios en los últimos doce años, pero tan pronto como empieza a ponerse serio para el chico, ella huye.

Maribel cierra la puerta trasera y se vuelve hacia mí. —Sabes que confío en ti, pero por favor…

—No quedes embarazada —la interrumpo—. Lo sé, lo sé. Has estado diciendo eso cada vez que te vas en los últimos dos años. No voy a quedar embarazada mamá. Sólo terriblemente agrietada.

Se ríe y me abraza. —Buena chica. Y en vano. No lo olvides.

—No lo olvidaré, lo prometo. Y voy a rentar una TV durante el fin de semana así puedo sentarme y comer helado y ver basura por cable.

Retrocede y me fulmina con la mirada. —Ahora, eso no es gracioso.

Me río y la abrazo de nuevo. —Diviértete. Espero que vendas un montón de jabones y tinturas a base de hierbas y lo que sea que hagas con esas cosas.

—Te amo. Si me necesitas, sabes que puedes usar el teléfono de la casa de Quinn.

Ruedo mis ojos ante las mismas instrucciones que me da cada vez que se marcha. —Te veo luego —digo.

Se sube en el auto y se adentra en la carretera, dejándome libre de padres por todo el fin de semana. Para la mayoría de los adolescentes, este sería el punto en el cual cogerían sus teléfonos y publicarían una invitación para la fiesta del año. No yo. Nop. En su lugar, vuelvo al interior y decido hornear galletas, porque esa es la cosa más rebelde que puedo hacer.

Me encanta hornear, pero no me jacto de ser muy buena en ello. Usualmente termino con más harina y chocolate en mi rostro y cabello que la del producto final. Esta noche no es la excepción. Ya he hecho una bandeja de galletas con chips de chocolate, una bandeja de brownies y algo que no estoy segura de qué se supone que debía ser. Estoy trabajando en espolvorear harina en una mezcla de pastel de chocolate casero Alemán cuando suena el timbre de la puerta.

Estoy bastante segura de que debería saber en situaciones como ésta. ¿Los timbres suenan todo el tiempo, cierto? No el mío. Observo la puerta, insegura de lo que espero que haga. Cuando suena por segunda vez, pongo el cuenco de mezcla sobre el mostrador y alejo el cabello fuera de mis ojos, luego me dirijo hacia la puerta principal. Cuando la abro, ni siquiera estoy sorprendida de ver a Brittany. Está bien, estoy sorprendida. Pero no en verdad.

—Hola —digo. No puedo pensar en cualquier otra cosa para decir. Incluso si pudiera pensar en otra cosa para decir, probablemente no sería capaz de articular ni una palabra desde que no puedo jodidamente ¡Respirar!

Está de pie en el último escalón de mi camino de entrada, sus manos colgando libremente dentro de los bolsillos de sus vaqueros. Su cabello necesita un corte porque es larguísimo, pero cuando levanta su mano y lo aparta de sus ojos, el pensamiento de ella cortando ese cabello de repente es la peor idea en el mundo.

—Hola. —Está sonriendo incómodamente y se ve nerviosa y es terriblemente atractiva. Está de buen humor. Por ahora, de todos modos. Quién sabe cuándo se molestará y se pondrá en el ánimo de discutir de nuevo.

—Um —digo inquietamente. Sé que el siguiente paso es invitarla a entrar, pero eso es sólo si en verdad la quiero dentro de mi casa, y para ser honesta, el jurado sigue deliberando esa opción.

— ¿Estás ocupada? —pregunta.

Dirijo mi mirada a la cocina, donde está el inconcebible desastre que he hecho. —Más o menos. —No es una mentira. Estoy más o menos increíblemente ocupada.

Aleja la mirada y asiente, luego señala detrás de ella hacia su auto. — Sí, supongo que… me iré. —Retrocede un paso en las escaleras.

—No —digo, demasiado rápido y unos decibeles demasiado fuerte. Casi es un desesperado no y me encojo avergonzada. Por mucho que no sepa por qué está aquí o por qué siquiera se sigue molestando, mi curiosidad obtiene lo mejor de mí. Doy un paso hacia mi costado y abro la puerta en su totalidad—. Puedes entrar, pero es posible que te ponga a trabajar.

Vacila, luego asciende el escalón de nuevo. Entra y cierro la puerta detrás de nosotras. Antes de que me pueda poner más incómoda, camino dentro de la cocina y levanto el recipiente de mezclas y regreso de vuelta al trabajo como si no hubiera una impredecible, temperamental y caliente chica en mi casa.

— ¿Te estás preparando para una venta de pasteles? —Hace su camino alrededor del mostrador y observa la abundancia de postres que hay sobre ella.

—Mi mamá salió durante el fin de semana. Ella es anti-azúcar, así que me vuelvo un poco loca cuando no está aquí.

Se ríe y levanta una galleta, pero me mira primero pidiéndome permiso.

—Sírvete lo que te plazca —digo—, pero te advierto, sólo porque me guste hornear no significa que sea buena en ello. —Sacudo lo último que queda de harina y lo vierto en el recipiente de mezclas.

— ¿Así que obtienes la casa para ti sola y pasas una noche del viernes horneando? Típica adolescente —dice burlonamente.

— ¿Qué puedo decir? —Me encojo de hombros—. Soy una rebelde.

Se da la vuelta y abre un gabinete, observando el contenido, luego lo cierra. Da un paso hacia su izquierda y abre otro gabinete, luego saca un vaso.

— ¿Tienes algo de leche? —pregunta mientras se encamina hacia el refrigerador. Hago una pausa agitada y observo como saca la leche y se sirve como si estuviera en casa. Toma un trago y se da la vuelta para atraparme viéndola, luego sonríe—. No deberías ofrecer galletas sin leche, sabes. Eres una anfitriona bastante patética. —Agarra otra galleta y camina con la leche hacia el mostrador, donde toma asiento.

—Trato de guardar mi hospitalidad para visitantes invitados —digo, volviéndome de nuevo hacia el mostrador.

—Ouch.

Enciendo la mezcladora, creando una excusa para no tener que hablar durante tres minutos. Trato de recordar cómo luzco, sin buscar notoriamente una superficie que muestre mi reflejo. Estoy bastante segura de que tengo harina en todas partes. Sé que mi cabello está recogido en lo alto de mi cabeza con un lápiz y mis pantalones de chándal están siendo usados por cuarta vez. Sin ser lavados. Trato de limpiar con indiferencia cualquier rastro visible de harina, pero me temo que es una causa perdida. Oh bien, no hay manera en que me podría ver peor ahora que cuando estaba recostada en el sofá con grava untada en mi mejilla.

Apago la mezcladora y oprimo el botón para liberar las hojas mezcladoras. Llevo una hacia mi boca y la lamo, luego camino con la otra hacia donde ella está sentada. — ¿Quieres una? Es chocolate Alemán.

La toma de mi mano y sonríe. —Que hospitalario de tu parte.

—Cállate y lámelo o me lo quedaré para mí. —Camino hacia el armario y saco mi propia taza, pero en su lugar me sirvo agua—. ¿Quieres algo de agua o quieres seguir pretendiendo que puedes digerir esa mierda vegana?

Se ríe y arruga la nariz, luego empuja su vaso a lo largo del mostrador hacia mí. —Estaba tratando de ser amable, pero no puedo tomar otro sorbo de lo que sea que es esta mierda. Sí, agua. Por favor.

Me río y levanto su taza, luego le deslizo el vaso de agua. Tomo asiento en la silla en frente de ella y la observo mientras muerdo un pedazo de brownie. Estoy esperando a que explique por qué está aquí, pero no lo hace. Simplemente se sienta en frente de mí y me observa comer. No le pregunto por qué está aquí porque como que me gusta el silencio entre nosotras. Funciona mejor cuando ambas nos callamos, desde que todas nuestras conversaciones tienden a terminar en discusiones.

Brittany se levanta y camina dentro de la sala sin ninguna explicación. Mira a su alrededor curiosamente, su atención siendo robada por las fotografías en las paredes. Se acerca a ellas y lentamente detalla cada imagen. Me recuesto en mi silla y la observo curiosear.

Nunca tiene prisa y parece tan segura en cada movimiento que hace. Es como si todos sus pensamientos y acciones están meticulosamente planeadas con días de antelación. Sólo puedo imaginármela en su habitación, escribiendo las palabras que planea usar el día siguiente, porque es tan selectiva con ellas.

—Tu mamá parece realmente joven —dice.

—Es joven.

—No te pareces a ella. ¿Te pareces a tu papa? —Se da la vuelta y me enfrenta.

Me encojo de hombros. —No lo sé. No recuerdo su apariencia.

Se da la vuelta hacia las imágenes y corre su dedo sobre una de ellas.

— ¿Está tu padre muerto? —Es tan franca al respecto, estoy casi segura que mi padre no está muerto o ella no lo habría preguntado de esa manera. Tan descuidada.

—No lo sé. No le he visto desde que tenía tres años.

Camina de regreso hacia la cocina y toma asiento en frente de mí de nuevo. — ¿Eso es todo lo que obtengo? ¿Ninguna historia?

—Oh, hay una historia. Es sólo que no quiero contarla.

Me sonríe de nuevo, pero es una sonrisa cautelosa acompañada por una mirada burlona en sus ojos. —Tus galletas estuvieron buenas —dice, cambiando hábilmente el tema—. No deberías menospreciar tus habilidades de repostería.

Algo pita y salto de mi silla y corro hacia el horno. Lo abro, pero el pastel ni siquiera está cerca de estar cocinado. Cuando me doy la vuelta, Brittany está sosteniendo mi celular.

—Recibiste un mensaje —se ríe—. Tu pastel está bien.

Arrojo el guante de cocina encima del mostrador, luego camino de vuelta a mi asiento. Se está desplazando a través de los mensajes de texto en mi teléfono sin una pizca de respeto por la privacidad. En verdad no me importa, así que se lo permito.

—Pensé que no tenías permitido tener un teléfono —dice—. ¿O era esa una muy patética excusa para evitar darme tu número?

—No lo tengo permitido. Mi mejor amiga me lo dio el otro día. No puedo hacer nada más que enviar mensajes de texto.

Ella le da la vuelta a la pantalla hacia mi rostro. — ¿Qué jodidos tipos de mensajes son estos? —Le da la vuelta al teléfono y lee uno.

Santana, eres hermosa. Posiblemente eres la más exquisita criatura en el universo y si alguien te dice lo contrario, cortaré una perra. —Enarca una ceja y levanta la mirada hacia mí, luego la baja de vuelta al teléfono—. Oh Dios. Todos son así. Por favor dime que no te envías estos mensajes a ti misma por motivación diaria.

Me río y me inclino sobre la mesa, arrancando el teléfono de su mano. —Detente. Estás arruinando la diversión.

Inclina la cabeza hacia atrás y se ríe. —Oh Dios, ¿Lo haces? ¿Todos son de ti?

— ¡No! —digo a la defensiva—. Son de Quinn. Es mi mejor amiga, está al otro lado del mundo y me echa de menos. Quiere que yo no esté triste, así que me manda mensajes de texto lindo todos los días. Creo que es dulce.

—Oh no, no lo haces. Piensas que es molesto y probablemente ni siquiera los lees.

¿Cómo lo sabe?

Deposito el teléfono sobre la mesa y cruzo los brazos sobre mi pecho. —Ella tiene buenas intenciones —digo, aun sin admitir que los mensajes me molestan demasiado.

—Te arruinarán. Esos mensajes inflarán tanto tu ego, que explotarás. —Agarra el teléfono y saca el suyo de su bolsillo. Se desliza a través de las pantallas de ambos teléfonos y oprime algunos botones en el suyo—. Necesitamos corregir esta situación antes de que empieces a sufrir delirios de grandeza. —Me regresa mi teléfono y escribe algo en el suyo, luego lo guarda de vuelta en su bolsillo. Mi teléfono suena, indicando un nuevo mensaje.

Bajo la mirada a la pantalla y me río.

Tus galletas apestan. En realidad no eres tan linda.

— ¿Mejor? —dice bromeando—. ¿Se desinfló tu ego lo suficiente?

Me río y deposito el teléfono en el mostrador, luego me levanto. — Sabes las palabras correctas que decirle a una chica. —Camino hacia la sala y me doy la vuelta—. ¿Quieres un recorrido por la casa?

Se levanta y me sigue mientras que señalo hechos aburridos, baratijas, habitaciones y fotografías, pero por supuesto lentamente se sumerge en cada cosa, nunca deprisa. Tiene que detenerse e inspeccionar cada pequeña cosa, sin pronunciar ni una sola palabra en todo el rato.

Cuando finalmente llegamos a mi habitación, abro la puerta. —Mi habitación —digo, parpadeando ante mi actitud de Vanna White—. Siéntete libre de echar un vistazo, pero como no ha habido personas de dieciocho o más aquí, aléjate de la cama. No tengo permitido quedar embarazada este fin de semana. Aunque en este caso no creo que haya problema.

Hace una pausa mientras pasa por el marco de la puerta e inclina su cabeza hacia mí. — ¿Sólo éste fin de semana? ¿En su lugar planeas quedar embarazada el siguiente?

La sigo dentro de la habitación. —Nah. Probablemente esperaré unas cuantas semanas más.

Inspecciona la habitación, lentamente dándose la vuelta hasta que me está enfrentando de nuevo. —Tengo dieciocho.

Inclino mi cabeza hacia un lado, confundida ante el por qué señaló ese hecho al azar. — ¿Bien por ti?

Aparta sus ojos de la cama y me observa. —Dijiste que me alejara de tu cama porque no tengo dieciocho. Sólo estoy aclarando que sí los tengo.

No me gusta el modo en que mis pulmones se apretaron cuando dirigió su mirada hacia mi cama. —Oh. Bueno, entonces, quise decir diecinueve.

Gira a su alrededor, luego camina lentamente hacia la ventana abierta. Se inclina y saca la cabeza a través de ella, luego la mete de vuelta a la habitación. —Así que ésta es la ventana infame, ¿eh?

No me mira, lo cual probablemente es una cosa buena porque si las miradas mataran ella estaría muerto. ¿Por qué demonios tenía que decir una cosa como esa? En realidad estaba disfrutando de su compañía por un cambio. Se da la vuelta hacia mí y su traviesa expresión se ha ido, reemplazada por una desafiante que he visto muchas veces antes.

Suspiro. — ¿Qué quieres Brittany? —A su vez también necesita decirme por qué está aquí, o necesita irse. Cruza los brazos sobre su pecho y entrecierra sus ojos hacia mí.

— ¿Dije algo equivocado Santana? ¿O falso? ¿Sin fundamento quizás? — Es obvio en sus observaciones burlonas que sabe exactamente qué estaba insinuando con el comentario de la ventana. No estoy de ánimo para jugar juegos. Tengo pasteles que necesitan ser horneados. Y comidos.

Camino hacia la puerta y la mantengo abierta. —Sabes exactamente lo que dijiste y obtuviste la reacción que deseabas. ¿Feliz? Puedes irte ahora.

No lo hace. Deja caer sus brazos y se da la vuelta, luego camina hacia mi mesa de noche. Levanta el libro que Kurt me dio y lo estudia como si los últimos treinta segundos nunca hubieran pasado.

— Brittany, te lo estoy pidiendo tan amablemente como lo haré. Por favor vete.

Baja el libro gentilmente, luego procede a recostarse en la cama. Literalmente se recuesta en mi cama. Está en mi maldita cama.

Ruedo mis ojos y camino hacia donde está, luego me agacho y tiro de sus piernas fuera de mi cama. Si físicamente tengo que sacarla de la casa, lo voy a hacer. Cuando agarro sus muñecas y la levanto hacia arriba, me tira hacia ella en un movimiento que sucede más rápido que mi mente puede comprender. Me da la vuelta hasta que estoy sobre mi espalda y sostiene mis brazos al colchón. Esto ocurre de forma tan inesperada, no tengo tiempo ni para pelear con ella. Y mirándola en este momento, la mitad de mí ni siquiera quiere pelear con ella. No sé si debo gritar para pedir ayuda o rasgar mi ropa.

Suelta mis brazos y trae una de sus manos a mi cara. Roza su pulgar por mi nariz y se ríe. —Harina —dice, limpiándola—, me ha estado molestando. —Se sienta frente a mi cabecera y pone sus pies sobre la cama. Todavía estoy plana en el colchón, mirando a las estrellas, en realidad sintiendo algo distinto de nada por primera vez mientras las miro.

Ni siquiera puedo moverme, porque estoy con una especie de miedo que está loca. Me refiero literalmente, clínicamente demente. Es la única explicación lógica de su personalidad. Y el hecho de que todavía la encuentro tan increíblemente atractiva sólo puede significar una cosa. Yo estoy demente, también.

—No sabía que ella era mormón y... gay.

Sí, está loca.

Giro mi cabeza hacia ella, pero no digo nada. ¿Qué demonios le dices a una persona loca que literalmente se niega a abandonar tu casa, entonces empieza a escupir mierda al azar?

—La golpeé porque era una imbécil. No tenía ni idea de que era mormón.

Sus codos están descansando sobre sus rodillas y está mirándome, esperando una reacción. O una respuesta. Ninguna de las cuales se está consiguiendo por algunos segundos, porque tengo que procesar esto.

Miro hacia atrás a las estrellas y me doy el tiempo para analizar la situación. Si no está loca, entonces, está definitivamente tratando de hacer un punto. Pero, ¿qué sentido tiene? Viene para acá, sin ser invitada, ¿para defender su reputación e insultarme? ¿Cuál sería el punto de incluso esforzarse? Sólo soy una persona, ¿qué importa mi opinión?

A menos que, por supuesto, le guste. El pensamiento literalmente, me hace sonreír y me siento sucia y mal por esperar gustarle a una lunática. Me lo merezco, sin embargo. Nunca debí dejarla entrar en la casa, sabiendo que estoy sola. Y ahora sabe que voy a estar en casa todo el fin de semana sola.

Si tuviera que sopesar las decisiones de esta noche, esto probablemente sería tan pesado que rompería el lado mudo de la escala. Preveo este final de una de dos maneras. O bien vamos a llegar a un entendimiento mutuo entre sí, o va a matarme y cortarme en pedazos pequeños y hornear galletas de mí. De cualquier manera, me pone triste por todos los postres que no están siendo devorados en estos momentos.

— ¡El pastel! —grito, saltando de la cama. Corro a la cocina justo a tiempo para oler mi último desastre. Agarro el guante para horno y extraigo el pastel, y luego lo tiro sobre el mostrador de la decepción. No está demasiado quemado. Probablemente podría salvarlo por ahogamiento en hielo.

Cierro el horno y decido que voy a cambiar a un nuevo pasatiempo. Tal vez voy a hacer joyas. ¿Qué tan difícil puede ser? Agarro dos galletas más y camino de regreso a mi dormitorio y le doy una de las galletas a Brittany, me acuesto en la cama junto a ella.

—Creo que la observación imbécil gay-golpeadora fue muy crítico de mi parte, ¿eh? ¿No eres realmente una ignorante que pasó el año pasado en detención juvenil?

Sonríe y se escabulle hacia abajo en la cama junto a mí y mira a las estrellas. —Nop. Para nada. Pasé viviendo todo el año pasado con mi padre en Austin. No sé ni por dónde la historia sobre mí siendo enviada a Juvi entró en escena.

— ¿Por qué no te defiendes contra los rumores si no son verdaderos?

Gira su cabeza hacia mí sobre la almohada. — ¿Por qué no lo haces?

Frunzo mis labios y asintiendo. —Touché.

Ambas nos sentamos tranquilamente en la cama comiendo nuestras galletas. Algunas de las cosas que ha dicho en los últimos días están empezando a tener sentido, y comienzo a sentir más y más como la gente me desprecia. Me dijo abiertamente que respondería cualquier cosa si solamente preguntaba, sin embargo, opto por creer los rumores acerca de ella en su lugar. No es de extrañar que estuviera tan irritada conmigo. La estaba tratando como todo el mundo me trata.

— ¿El comentario de la ventana de antes? —le digo—. ¿Acabas de hacer un punto sobre los rumores? ¿En realidad no tratabas de ser mezquina?

—No soy mezquina, Santana.

—Eres intensa. Tengo razón, por lo menos.

—Puedo ser intensa, pero no soy mezquina.

—Bueno, no soy una puta.

—No soy una imbécil gay golpeadora.

— ¿Así que todos estamos claros?

Se ríe. —Sí, supongo que sí.

Aspiro una respiración profunda y luego exhalo, preparándome para hacer algo que no hago muy a menudo. Pedir disculpas. Si no fuera tan obstinada, incluso podría admitir que mi comportamiento crítico de esta semana fue completamente humillante y tenía todo el derecho del mundo a estar enfadada conmigo por ser tan ignorante. En cambio, me quedo con la disculpa corta y dulce.

—Lo siento, Brittany —digo en voz baja.

Suspira pesadamente. —Lo sé, Santana. Lo sé.

Y nos quedamos así en completo silencio durante lo que parece una eternidad, pero tampoco se siente el tiempo suficiente. Se está haciendo tarde y me temo que está a punto de decir que tiene que irse porque no hay nada más que decir, pero no quiero que lo haga. Se siente bien, estar con ella ahora. No sé por qué, pero sólo lo hace.

—Tengo que preguntarte algo —dice, rompiendo finalmente el silencio. No respondo, porque no se siente como si su declaración estuviera esperando una respuesta. Sólo está tomando uno de sus momentos para preparar lo que sea que me quiere preguntar. Toma un respiro, luego se da la vuelta hacia su lado para mirarme. Se mete el codo debajo de su cabeza y puedo sentir que me mira, pero sigo mirando a las estrellas. Está demasiado cerca para mirarla ahora mismo, y por la forma en que mi corazón ya está golpeando contra mi pecho, me temo que si se mueve más cerca físicamente me va a matar. No parece posible que la lujuria pueda causarle a un corazón tomar esta gran parte de latidos. Es peor que correr.

— ¿Por qué dejas que Sam haga lo que estaba haciéndote en el estacionamiento?

Quiero arrastrarme debajo de mis cubiertas y esconderme. Tenía la esperanza de que esto no pasara. —Ya te lo dije. No es mi novio y no es la persona que me dio el ojo negro.

—No estoy preguntando por nada de eso. Lo digo porque he visto como reaccionaste.
Estabas irritada con él. Incluso parecías un poco aburrida. Sólo quiero saber por qué le permites hacer esas cosas si claramente no quieres que te toque.

Sus palabras me lanzan hacia una trampa y estoy de repente sintiendo claustrofobia y sudorosa. No me siento cómoda hablando de esto. Es que me inquieta la forma en que me lee tan bien, pero yo no puedo leerla para nada.

— ¿Mi falta de interés era tan obvio? —pregunto.

—Sip. Y desde cincuenta metros de distancia. Estoy sorprendida de que no se dio por aludido.

En esta ocasión me vuelvo hacia ella sin pensar, y meto mi codo debajo de mi cabeza. —Lo sé, ¿no? No puedo decirte cuántas veces lo he rechazado pero no se detiene. Es realmente patético. Y poco atractivo.

—Entonces, ¿por qué dejas que lo haga? —dice, mirándome bruscamente. Estamos en una situación comprometida en estos momentos, una frente a la otra en la misma cama. La forma en que me está mirando y bajando los ojos a mis labios me impulsa a rodar sobre mi espalda de nuevo. No sé si ella siente lo mismo, pero se rueda sobre su espalda, también.

—Es complicado.

—No tienes que explicar —dice—, sólo era curiosidad. En realidad no es mi asunto.

Meto mis manos detrás de mi cabeza y miro a las estrellas que he contado más veces de las que puedo contar. He estado en la cama con Brittany más tiempo de lo que probablemente he estado en esta cama con cualquier persona, y me doy cuenta que no he sentido la necesidad de contar una sola estrella.

— ¿Alguna vez has tenido una novia seria?

—Sí —dice—, pero espero que no estés a punto de preguntar por los detalles, porque no voy a ir allí.

Niego con la cabeza. —No es por eso que estoy preguntando. — Hago una pausa durante unos segundos, queriendo las palabras de la manera correcta—. Cuando la besaste, ¿qué sentiste?

Hace una pausa por un momento, probablemente pensando que esta es una pregunta capciosa. —Quieres honestidad, ¿no? —pregunta.

—Eso es todo lo que quiero.

Puedo verla sonreír por el rabillo de mis ojos. —Bien entonces. Supongo que me sentía... cachonda.

Intento no parecer afectada, al oír esa palabra saliendo de su boca, pero... guau. Cruzo mis piernas, con la esperanza de que vaya a ayudar a reducir los flashes calientes que corren a través de mí. — ¿Así que tienes las mariposas y las palmas sudorosas y el latido del corazón rápido y todo eso?

Se encoge de hombros. —Sí. No con todas las chicas con las que he estado, pero la mayoría de ellas.

Inclino la cabeza hacia ella, tratando de no analizar la forma en que esa frase salió. Gira su cabeza hacia mí y sonríe.

—No hubo tantas. —Sonríe y su hoyuelo es aún más lindo de cerca. Por un momento, me pierdo en él—. ¿Cuál es tu punto?

Llevo mis ojos de nuevo a ella, brevemente, y luego me vuelvo hacia arriba de nuevo. —Mi punto es que no lo hago. No siento nada de eso. Cuando lo hago con los chicos o chicas, no siento nada en absoluto. Sólo entumecimiento. Así que a veces dejo que Sam haga lo que hace, no porque me guste, sino porque me gustaría no sentir nada en absoluto. — No responde y su silencio me hace sentir incómoda. No puedo dejar de preguntarme si está mentalmente etiquetándome como loca—. Sé que no tiene sentido. Nunca me he sentido atraída por alguien antes que tú y no sé por qué.

Tan pronto como lo digo, lanza su cabeza hacia mí en el mismo segundo que aprieto mis ojos cerrados y tiro mi brazo por encima de mi cara. No puedo creer que acabara de admitir, en voz alta, que me siento atraída por ella. Podría morir ahora mismo y no sería lo suficientemente pronto.

Siento el cambio de la cama y agarra mi muñeca con su mano y quita mi brazo de mis ojos. De mala gana los abro y ella está apoyada en su mano, sonriéndome. — ¿Te sientes atraída por mí?

—Oh, Dios —gimo—. Esa es la última cosa que necesitas para tu ego.

—Eso es probablemente cierto —dice riendo—. Es mejor que te apures y me insultes antes de que mi ego se ponga tan grande como el tuyo.

—Necesitas un corte de cabello —dejo escapar—. Esta realmente largo. Se pone en tus ojos y tú bizqueas y estás constantemente moviéndolo fuera del camino como si fueras Justin Bieber y es realmente molesto.

Toca su cabello con la mano y frunce el ceño, y luego vuelve a caer sobre la cama. —Hombre. Eso me dolió mucho. Parece como si hubieras pensado eso por un rato.

—Sólo desde el lunes —admito.

—Me conociste el lunes. Así que, técnicamente, ¿has estado pensando en lo mucho que odias mi cabello desde el momento en que nos conocimos?

—En cada momento.

Está en silencio durante un minuto, luego sonríe de nuevo. —No puedo creer que pienses que soy caliente.

—Cállate.

—Probablemente fingiste el desmayo del otro día, para que te pueda llevar en mis brazos calientes y sudorosos.

—Cállate.

—Apuesto a que fantaseaste acerca de mí en la noche, aquí en esta cama.

—Cállate, Brittany.

—Probablemente incluso...

Levanto mi mano y la dejo sobre su boca. —Eres más caliente cuando no estás hablando.

Cuando finalmente cierra la boca, quito mi mano y la pongo detrás de mi cabeza. Una vez más, las dos pasamos un rato sin hablar. Probablemente está en silencio regodeándose en el hecho de que admití que estoy atraída por ella, mientras estoy silenciosamente encogiéndome de que ahora está al tanto de ese conocimiento.

—Estoy aburrida —dice.

— ¿Así que vas ir a casa?

—No quiero hacerlo. ¿Qué haces cuando estás aburrida? No tienes internet o TV. ¿Solamente holgazaneas todo el día y piensas en lo caliente que soy?

Ruedo mis ojos. —Leo —le digo—. Mucho. A veces horneo. A veces corro.

—Leer, cocinar y salir a correr. Y fantaseas acerca de mí. ¡Qué vida tan fascinante que llevas!

—Me gusta mi vida.

—En cierto modo me gusta, también —dice. Se da la vuelta y agarra el libro desde mi mesita de noche—. Toma, lee esto.

Tomo el libro de sus manos y lo abro con el marcador en la página dos. Es hasta donde he leído. —¿Quieres que te lo lea en voz alta? ¿Estás así de aburrida?

—Malditamente aburrida.

—Es un romance —advierto.

—Como he dicho. Malditamente aburrida. Lee.

Deslizo arriba mi almohada hacia la cabecera y me pongo cómoda, y comienzo a leer.

Esta mañana, si me hubieras dicho que estaría leyendo una novela romántica a Brittany Pierce en mi cama esta noche, te diría que estás loco. Pero de nuevo, no soy obviamente el mejor juez de locos.



*****



Cuando abro los ojos, inmediatamente deslizo mi mano hacia el otro lado de la cama, pero está vacío. Me incorporo y miro alrededor. Mi luz está apagada y mis sábanas están puestas. El libro está cerrado sobre la mesita de noche, así que lo recojo. Hay un marcador casi tres cuartas partes del camino.

¿Leí hasta que me quedé dormida? Oh, no, me quedé dormida. Lanzo las mantas y camino hasta la cocina, y luego tiro sobre la luz y miro a mi alrededor en shock. Toda la cocina está limpia y todas las galletas y brownies están envueltos en papel de aluminio. Miro a mi teléfono puesto en la mesa y lo recojo para encontrar un nuevo mensaje de texto.

Te quedaste dormida justo cuando estaba a punto de descubrir el secreto de su madre. Cómo te atreves. Volveré mañana por la noche para que puedas terminar de leérmelo. Y, por cierto, tienes mal aliento y roncas demasiado fuerte.

Me río. También sonrío como una idiota, pero por suerte no hay nadie aquí para presenciarlo. Echo un vistazo al reloj de la cocina y apenas son pasadas las dos de la mañana, así que vuelvo a mi habitación y me meto en la cama, esperando que realmente se presente mañana por la noche. No sé cómo esta desesperada chica evasiva hizo su camino en mi vida esta semana, pero sé que no estoy definitivamente lista para que se vaya.








------------------------------------------------------------------

Hola chic@s, espero que les guste mucho el capítulo.






-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Mar Mar 31, 2015 12:26 pm

holap,....

definitivamente san esta perdida cundo tiene a britt serca,...
bueno ahora se arreglaron y de cierta forma hablaron!!!!!
a ver como va la relación de ahora en adelante!!!

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por LilianaM. Mar Mar 31, 2015 1:17 pm

Aquí una nueva Lectora, Espero y termines la Historia, me gusta mucho y espero con ansias tu pronta Actualización Gracias y Saludos
LilianaM.
LilianaM.
*
*

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 14/06/2013

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Mar Mar 31, 2015 3:45 pm

Como seguira esta relacion?? Me pregunto que va pasando, pero por lo menos ya se aclararon unas cosas entre ellas
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Mar Mar 31, 2015 5:17 pm

:$$$$$$$ le dijo que le atraia [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 1215408055 [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 1215408055 [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 1215408055 kjfhasdjsjfs *----------*' quiero otro cap!!:c Saludos, cuidate<3<3
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Creo que por fin aprendí a responder comentarios jajaja

Mensaje por marycielo12 Mar Mar 31, 2015 10:48 pm

3:) escribió:holap,....

definitivamente san esta perdida cundo tiene a britt serca,...
bueno ahora se arreglaron y de cierta forma hablaron!!!!!
a ver como va la relación de ahora en adelante!!!

nos vemos!!!

Brittany es un hermoso dolor de cabeza en esta historia... Saludos C:


Susii escribió::$$$$$$$ le dijo que le atraia kjfhasdjsjfs *----------*' quiero otro cap!!:c Saludos, cuidate<3<3

San tan tierna cuando se le escapa que se siente atraída por Brittany ajajajajaja... Muchas gracias por comentar. No te preocupes actualizaré más seguido.

Sanny25 escribió:Como seguira esta relacion?? Me pregunto que va pasando, pero por lo menos ya se aclararon unas cosas entre ellas

Sí y aún falta muuuuucho por aclarar. Gracias por comentar, Saludos.

LilianaM. escribió:Aquí una nueva Lectora, Espero y termines la Historia, me gusta mucho y espero con ansias tu pronta Actualización Gracias y Saludos

Gracias por leer la historia... sí, la terminaré por supuesto. No te preocupes por eso ;). Gracias por comentar y muchos saludos.

marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 13

Mensaje por marycielo12 Mar Mar 31, 2015 11:23 pm

CAPITULO 13

Sábado, 1 de septiembre del 2012, 5:05 p.m.



He aprendido una lección muy valiosa acerca de la lujuria hoy. Causa el doble de trabajo. Tomé dos duchas hoy, en lugar de una sola. Me cambié de ropa cuatro veces en vez de las dos habituales. Limpié la casa una vez (que es uno más de lo que suelo limpiarla) y he comprobado la hora sobre el reloj no menos de mil veces. Puedo haber comprobado mi teléfono por mensajes nuevos como muchas veces.

Desafortunadamente, en el texto de anoche no me dijo a qué hora estaría aquí, así que a las cinco me siento y la espero. No hay mucho más para hacer, ya que ya he cocinado al horno dulces suficientes para todo un año y corrí no menos de seis kilómetros hoy. Pensé en cocinar la cena para nosotras, pero no tengo ni idea a qué hora viene, entonces no sabría cuando tenerlo listo. Estoy sentada en el sofá, tamborileando mis uñas sobre el sofá, cuando me llega un texto de ella.

¿A qué hora puedo ir? No es que esté esperando con impaciencia ni nada. Eres muy, muy aburrida.

Me mandó un mensaje. ¿Por qué no pensé en esto? Debería haberle enviado mensajes de texto hace unas horas para preguntar a qué hora iba a estar aquí. Esto me habría salvado de preocuparme tanto innecesario, y patéticamente.

Ven aquí a las siete. Y tráeme algo de comer. No voy a cocinar para ti.

Dejé el teléfono y lo miré fijamente. Una hora y cuarenta y cinco minutos para que esté aquí. ¿Ahora qué? Miro alrededor en mi sala de estar vacía y, por primera vez, el aburrimiento comienza a tener un efecto negativo sobre mí. Hasta esta semana, yo estaba muy contenta con mi vida mediocre. Me pregunto si ser expuesta a las tentaciones de la tecnología me ha dejado queriendo más, o si ser expuesta a las tentaciones de Brittany. Probablemente ambos.

Estiro las piernas sobre la mesa de café en frente de mí. Hoy estoy usando jeans y una camiseta después de decidirme a dar mis pantalones de chándal un descanso. También tengo el pelo suelto, pero sólo porque Brittany nunca me ha visto en otra cosa que una cola de caballo. No es que esté tratando de impresionarla.

Estoy totalmente tratando de impresionarla.

Recojo una revista y la hojeo, pero mi pierna tiembla y estoy inquieta al punto en que no puedo concentrarme. Leí la misma página tres veces en hilera, así que lanzo la revista sobre la mesa de café e inclino la cabeza hacia atrás en el sofá. Miro fijamente el techo. Luego miro fijamente la pared. Luego miro fijamente mis dedos del pie y me pregunto si debería volver a pintarlos.

Me estoy volviendo loca.

Finalmente gimo y alcanzo mi teléfono y le mando otro mensaje.

Ahora. Ven ahora mismo. Estoy completamente aburrida y si no vienes ahora mismo terminaré el libro antes de que llegues aquí.

Sostengo el teléfono en mis manos y miro la pantalla mientras rebota arriba y abajo contra mi rodilla. Responde de inmediato.

Lol. Tendrás tu comida, mandona. Estaré ahí en veinte.

¿Lol? ¿Qué demonios significa eso? ¿Mucho amor? Oh, Dios, mejor que no sea eso. Ella va a estar fuera de la puerta más rápido que el chico Sebastián. Pero en realidad, ¿qué demonios significa eso?

Dejo de pensar en ello y me centro en la última palabra. Veinte. Veinte minutos. Oh, mierda, de repente parece demasiado pronto. Corro al baño y compruebo mi pelo, mi ropa, mi respiración. Hago un rápido repaso por la casa, limpiando por segunda vez hoy. Cuando el timbre finalmente suena, en realidad sé qué hacer ahora. Abrir.

Está de pie con dos brazadas de comestibles, viéndose muy domesticada. Miro los comestibles con desconfianza. Levanta las bolsas y se encoge de hombros. —Una de nosotras tiene que ser la hospitalaria. — Pasa por delante de mí y va directamente a la cocina y pone las bolsas en la encimera—. Espero que te guste el espagueti y albóndigas, porque esto es lo que tendrás. —Comienza a quitar artículos de las bolsas y saca los utensilios de cocina de los gabinetes.

Cierro la puerta y camino hacia ella. — ¿Cocinaras la cena para mí?

—En realidad, estoy cocinando para mí pero eres bienvenida a comer un poco si quieres.—Me mira por encima del hombro y sonríe.

— ¿Siempre eres tan sarcástica? —pregunto.

Se encoge de hombros. — ¿Tú?

— ¿Siempre respondes a las preguntas con preguntas?

— ¿Tú?

Cojo una toalla de mano de la barra y se la tiro. La esquiva, luego se va a la nevera. — ¿Quieres algo de beber? —pregunta.

Pongo mis codos sobre la barra y descanso mi mentón entre las manos, mirándola. — ¿Me estás ofreciendo algo de beber en mi propia casa?

Busca a través de las bandejas del refrigerador. — ¿Quieres leche que sabe a culo o quieres soda?

— ¿Acaso tenemos soda? —Estoy casi segura de que ya me bebí la reserva que compré ayer.

Se inclina hacia atrás de la nevera y arquea una ceja. — ¿Puede alguna de nosotras decir algo que no sea una pregunta?

Me río. —No sé, ¿podemos?

— ¿Cuánto tiempo crees que podemos seguir con esto? —Encuentra una soda y agarra dos vasos—. ¿Quieres hielo?

— ¿Tienes hielo? —No voy a parar con las preguntas hasta que ella lo haga. Soy muy competitiva.

Se acerca más a mí y coloca los vasos en el mostrador. — ¿Crees que debería poner hielo? —dice con una sonrisa desafiante.

— ¿Te gusta el hielo? —respondo el desafío.

Asiente, impresionada que me he mantenido al día con ella. — ¿Tu hielo está bien?

—Bueno, ¿prefieres hielo picado o cubitos de hielo?

Estrecha sus ojos hacia mí, consciente de que acabo de atraparla. No puede contestar eso con una pregunta. Hace estallar la tapa y comienza a verter la soda en mi vaso. —No hay hielo para ti.

— ¡Ha! —digo—. Yo gano.

Se ríe y vuelve a la cocina. —Te dejo ganar porque siento lástima por ti. Cualquier persona que ronca tanto como tú se merece un descanso de vez en cuando.

Le sonrío. —Sabes, los insultos son sólo realmente divertidos cuando están en forma de texto. —Agarro mi vaso y tomo un trago. Definitivamente necesita hielo. Camino al refrigerador y saco unos cubitos de hielo y los suelto en mi taza.

Cuando me doy la vuelta, ella está de pie frente a mí, mirándome. La mirada de sus ojos es un poco traviesa, pero lo suficientemente seria que hace que mi corazón palpite. Da un paso adelante hasta que mi espalda encuentra el refrigerador detrás de mí. Casualmente levanta su brazo y coloca su mano sobre el refrigerador al lado de mi cabeza.

No sé cómo no me estoy hundiendo en el suelo en estos momentos. Mis rodillas se sienten como si estuvieran a punto de ceder.

—Sabes que estoy bromeando ¿verdad? —dice suavemente. Sus ojos se desplazan por mi cara y sonríe lo suficiente para que sus hoyuelos se muestren.

Asiento y espero a que se aleje de mí porque estoy a punto de tener un ataque de asma y ni siquiera tengo asma.

—Bien —dice, moviéndose sólo un par de pulgadas más—. Porque no roncas. De hecho, eres muy muy adorable cuando duermes.

Realmente no debería decirme cosas así. Especialmente cuando está inclinada tan cerca de mí. Su brazo se dobla en el codo y de repente está mucho más cerca. Se inclina hacia mi oído e inhalo bruscamente.

—Santana —susurra seductoramente en mi oído—. Necesito... que te muevas. Necesito la nevera. —Poco a poco se aleja y mantiene sus ojos fijos en los míos, observando mi reacción. Una sonrisa tira de las comisuras de la boca y trata de evitarla, pero estalla en risas.

Empujo contra su pecho y paso bajo su brazo. — ¡Eres una imbécil!

Abre el refrigerador sin dejar de reír. —Lo siento pero maldita sea. Estás tan descaradamente atraída por mí, que es difícil no tomarte el pelo.

Sé que está bromeando, pero aun así me avergüenza demasiado. Me vuelvo a sentar en la barra y dejo caer mi cabeza en mis manos. Comienzo a odiar a la chica en la que me está convirtiendo. No sería tan difícil estar cerca de ella si yo no hubiera resbalado y no le hubiera dicho que estoy atraída por ella. Tampoco sería tan difícil si ella no fuera tan graciosa. Y dulce, cuando quiere serlo. Y caliente. Supongo que esto es lo que hace a la lujuria tan agridulce. El sentimiento es hermoso, pero el esfuerzo que se necesita para negarlo es demasiado duro.

— ¿Quieres saber algo? —pregunta. Levanto la mirada y está mirando la olla frente a ella, revolviendo.

—Probablemente no.

Me mira durante unos segundos, luego mira abajo a la olla. —Puede que haga que te sientas mejor.

—Lo dudo.

Me echa un vistazo otra vez y la sonrisa juguetona se ha ido de sus labios. Mete la mano en un armario y saca una sartén, luego camina hacia el fregadero y lo llena de agua. Regresa a la cocina y empieza a revolver de nuevo. —Podría estar un poco atraída por ti también —dice.

Imperceptiblemente inhalo, luego dejo escapar una respiración lenta y controlada, en un intento de no parecer sorprendida por el comentario.

— ¿Sólo un poco? —pregunto, haciendo lo que mejor sé hacer, infundir momentos incómodos con sarcasmo.

Se ríe otra vez, pero mantiene los ojos fijos en la olla delante de ella. La habitación permanece silenciosa durante varios minutos. Ella está enfocado en la cocina y yo estoy enfocada en ella. La miro mientras se mueve sin esfuerzo alrededor de la cocina y temo ante su nivel de comodidad. Esta es mi casa y estoy más nerviosa que ella. No puedo dejar de moverme y me gustaría que comience a hablar otra vez. Ella no parece tan afectada por el silencio, pero surge en el aire alrededor de mí y tengo que deshacerme de ello.

— ¿Qué significa lol?

Se ríe. — ¿En serio?

—Sí, en serio. Lo has escrito en el mensaje anterior.

—Significa reírse en voz alta. Se utiliza cuando piensas que algo es gracioso.

No puedo negar el alivio que siento de que no significa mucho amor.

—Huh —digo—. Eso es una tontería.

—Sí, es bastante tonto. Es un hábito, sin embargo y las abreviaciones hacen que los textos sean mucho más rápido para escribir. Algo así como OMG y WTF y IDK y…

—Oh, Dios, detente —le digo interrumpiéndola antes de que siga lanzando más abreviaciones—Tú hablando de abreviaciones de textos es realmente poco atractivo.

Se vuelve hacia mí y me guiña un ojo, luego camina hacia el horno. —Nunca lo volveré a hacer, entonces.

Y ocurre de nuevo... El silencio. Ayer el silencio entre nosotras estaba bien, pero por alguna razón, es increíblemente torpe esta noche. Lo es para mí, de todos modos. Estoy empezando a pensar que estoy nerviosa por lo que el resto de la noche nos depara. Es obvio con la química entre nosotras que terminaremos por besarnos tarde o temprano. Sólo es realmente difícil concentrarse en el aquí y ahora y comprometerse en una conversación cuando esa es la única cosa en mi mente. No puedo soportar no saber cuándo lo hará. ¿Esperará al final de la cena cuándo mi aliento huela a ajo y cebollas? ¿Esperará hasta que sea hora de marcharse? ¿Sólo va a saltar sobre mí cuando menos lo espero? Casi que quiero acabar con esto ahora mismo. Cortar por lo sano así lo inevitable se puede dejar de lado y podemos seguir con la noche.

— ¿Estás bien? —pregunta. Rompo mi mirada fija hacia la suya y está de pie al otro lado de la barra de mí—. ¿Adónde te has ido? Te has quedado allí por un rato.

Sacudo la cabeza y me empujo a mí misma de nuevo en la conversación. —Estoy bien.

Coge un cuchillo y comienza a cortar un tomate. Incluso sus habilidades para cortar son sin esfuerzo. ¿Hay algo en lo que esta chica sea mala? Miro al cuchillo sobre la tabla de cortar y alzo la vista a ella. Me mira con una expresión seria.

— ¿A dónde vas, Santana? —Me mira durante unos segundos, esperando mi respuesta. Cuando no le doy una, deja caer su mirada de nuevo a la tabla de cortar.

— ¿Me prometes que no te reirás? —pregunto.

Estrecha sus ojos y considera mi pregunta, luego sacude su cabeza. —Te dije que siempre voy a ser honesta contigo, así que no. No puedo prometer que no me reiré porque eres un poco graciosa y sólo voy a fallar.

— ¿Siempre eres tan difícil?

Me sonríe, pero no responde. Sigue mirándome como si estuviera desafiándome a decir lo que realmente está en mi mente. Por desgracia, no me retracto de un desafío.

—De acuerdo, bien. —Me siento con la espalda recta en la silla y tomo una respiración profunda y luego suelto todos mis pensamientos al mismo tiempo—. No soy realmente buena en toda esta cosa de las citas, y aún no sé si esto es una cita, pero sé que independientemente de lo que es, es un poco más que solamente dos amigas pasando el rato, y saber eso me hace pensar en más tarde esta noche cuando llegue el momento de que te vayas y si planeas o no besarme y soy el tipo de persona que odia las sorpresas, entonces no puedo dejar de sentirme torpe sobre ello porque realmente quiero que me beses y esto puede ser presumido de mi parte, pero en cierto modo creo que quieres besarme, también y entonces pensaba en lo fácil que sería si solamente nos adelantáramos y nos besáramos ya, entonces puedes volver a cocinar la cena y yo puedo dejar de tratar de trazar mentalmente cómo nuestra noche está a punto de desarrollarse. —Inhalo un increíblemente enorme aliento, como si no me quedara ninguno en mis pulmones.

Dejó de cortar en algún momento en medio de aquel discurso enfático, pero no estoy segura de qué parte. Me mira con su boca ligeramente abierta. Suspiro y exhalo lentamente, pensando que tal vez la espante. Y tristemente, no la culparía si ella corriera.

Pone el cuchillo suavemente sobre la tabla de cortar y coloca sus manos sobre el mostrador, delante de ella, sin apartar su mirada de la mía. Doblo mis manos en mi regazo y espero una reacción. Es todo lo que puedo hacer.

—Esa —dice, de forma significativa—, fue la oración seguida más larga que alguna vez he oído.

Ruedo mis ojos y me siento con los hombros caídos atrás contra mi asiento, luego doblo mis brazos sobre mi pecho. ¿Acabo de prácticamente rogarle que me besara, y está criticando mi gramática?

—Relájate —dice con una sonrisa. Desliza los tomates de la tabla de cortar y en la olla, luego lo coloca sobre la cocina. Ajusta la temperatura de una de las hornillas y vierte las pastas en el agua hirviendo. Una vez que todo está puesto, seca sus manos sobre la toalla de mano, luego camina alrededor de la barra a donde estoy sentada.

—Levántate —me ordena.

Levanto la vista hacia ella con cautela, pero hago lo que dice. Despacio. Cuando estoy de pie, frente a ella, coloca sus manos sobre mis hombros y mira alrededor de la habitación. —Hmm —dice, pensando en voz alta. Echa un vistazo a la cocina, luego desliza sus manos por mis hombros y agarra mis muñecas—. En cierto modo me gustó el refrigerador como fondo. —Me tira en la cocina, luego me posiciona como una marioneta con la espalda apoyada en el refrigerador. Coloca ambas manos contra el refrigerador a cada lado de mi cabeza y me mira.

No es la manera más romántica en que la he imaginado besándome, pero supongo que lo hará. Sólo quiero acabar de una vez. Sobre todo ahora que está haciendo una producción tan grande de ello. Comienza a inclinarse hacia mí, entonces suspiro y cierro mis ojos.

Espero.

Y espero.

No ocurre nada.

Abro mis ojos y está tan cerca que en realidad me estremezco, lo que sólo la hace reírse. No retrocede, sin embargo y su aliento se burla de mis labios como dedos. Huele a hojas de menta y a soda y nunca pensé que los dos harían una combinación buena, pero realmente lo hacen.

— ¿Santana? —dice en voz baja—. No estoy tratando de torturarte pero ya he tomado mi decisión antes de venir aquí. No voy a besarte esta noche.

Sus palabras hacen que mi estómago se hunda por el peso de mi decepción. Mi seguridad en mí misma acaba de salir por la ventana, y realmente necesito un mensaje de Quinn para aumentar mi ego ahora mismo.

— ¿Por qué no?

Despacio deja caer una de sus manos y la trae a mi cara, luego rastrea por mi mejilla con sus dedos. Trato de no estremecerme bajo su toque, pero toma cada onza de mi voluntad no parecer completamente nerviosa ahora mismo. Sus ojos siguen su mano mientras se mueve lentamente por mi mandíbula, luego mi cuello, deteniéndose en mi hombro. Regresa su mirada a la mía y hay una cantidad innegable de lujuria en ella. Ver la mirada en sus ojos alivia mi decepción por una fracción diminuta.

—Quiero besarte —dice—. Créeme, lo hago. —Deja caer sus ojos a mis labios y lleva su mano a mi mejilla, acunándola. De buen agrado me inclino en su palma esta vez. Bastante control por ella abandoné en el momento en que entró por la puerta principal. Ahora no soy más que masilla en sus manos.

— ¿Pero si realmente quieres entonces por qué no? —Estoy aterrorizada de que su excusa incluya la palabra novia.

Sostiene mi cara con sus manos e inclina mi cara arriba, hacia la suya. Acaricia con sus pulgares hacia adelante y hacia atrás a lo largo de mis pómulos y puedo sentir el rápido ascenso y la caída de su pecho contra el mío. —Porque —susurra—, tengo miedo de que no lo sientas.

Aspiro un aliento rápido y lo sostengo. La conversación que tuvimos sobre mi cama anoche vuelve a reproducirse en mi cabeza, y me di cuenta que nunca debería haberle dicho nada de eso. Nunca debería haber dicho que siento nada más que entumecimiento cuando beso a la gente, porque ella es la excepción absoluta a la regla. Llevo mi mano a su mano sobre mi mejilla, y la cubro con la mía.

Lo siento, Brittany. Ya lo hago. Quiero decir esas palabras en voz alta pero no puedo. En su lugar, sólo asiento.

Cierra sus ojos e inhala, luego me aparta del refrigerador hacia su pecho. Envuelve un brazo alrededor de mi espalda y sostiene su otra mano contra mi cabeza. Mis brazos están todavía torpemente a los lados, entonces provisionalmente los levanto y los envuelvo alrededor de su cintura. Cuando hago esto, silenciosamente jadeo en la paz que me consume, estando envuelta en ella de esta manera. Simultáneamente tiramos la una a la otra más cerca y me besa la cima de la cabeza. Este no es el beso que yo esperaba, pero estoy bastante segura que me gusta de igual manera.

Estamos de pie en la misma posición cuando el temporizador sobre el horno suena. No me libera inmediatamente sin embargo, lo que me hace reír. Cuando comienza a dejar caer sus brazos, miro abajo al piso, incapaz de mirarla. De algún modo, tratando de rectificar la torpeza sobre besarla que acaba de hacer las cosas aún más torpes para mí.

Como si pudiera sentir mi vergüenza, toma mis dos manos entre las suyas y entrelaza los dedos. —Mírame. —Levanto mis ojos a los suyos, tratando de ocultar la decepción de comprender que nuestra atracción mutua está sobre dos niveles diferentes—. Santana, no te voy a besar esta noche, pero créeme cuando te digo, nunca he querido besar más a una chica. Así que deja de pensar que no me siento atraída por ti porque no tienes ni idea de cuánto lo estoy. Puedes sostener mi mano, puedes correr tus dedos a través de mi cabello, puedes sentarte a horcajadas sobre mí mientras te doy de comer espagueti, pero no vas a conseguir ser besada esta noche. Y probablemente mañana, tampoco. Necesito esto. Necesito saber con seguridad que estas sintiendo cada una de las cosas que estoy sintiendo en el momento en que mis labios toquen los tuyos. Porque quiero que tu primer beso sea el mejor primer beso en la historia de los primeros besos. —Tira mi mano hasta su boca y la besa—. Ahora deja el mal humor y ayúdame a terminar las albóndigas.

Sonrío abiertamente, porque esa fue realmente la mejor excusa con la que alguna vez podía ser rechazada. Ella podría rechazarme todos los días el resto de mi vida, mientras sea seguida por esa excusa.

Balancea nuestras manos entre nosotras, mirando detenidamente abajo hacia mí. — ¿Está bien? —dice—. ¿Es eso suficiente para conseguir un par de citas más?

Asiento. —Sip. Pero te equivocas en una cosa.

— ¿Qué cosa?

—Has dicho que quieres que mi primer beso sea el mejor primer beso, pero ese no va a ser mi primer beso. Lo sabes.

Entorna los ojos y saca sus manos de las mías, luego sostiene mi cara de nuevo. Me empuja hacia atrás contra el refrigerador y lleva sus labios peligrosamente cerca de los míos. La sonrisa ha desaparecido de sus ojos y es sustituida por una expresión muy seria. Una expresión tan intensa, que dejo de respirar.

Se inclina terriblemente despacio hasta que sus labios apenas alcancen los míos, y la anticipación de ellos es suficiente para paralizarme. No cierra sus ojos, así que yo tampoco. Me sostiene en esta posición durante un momento, permitiendo a nuestro aliento mezclarse entre nosotras. Nunca me he sentido tan desvalida y fuera de control de mí misma, y si no hace algo dentro de los próximos tres segundos, es más que probable que voy a salta sobre ella.

Mira a mis labios y cuando lo hace, me provoca tirar mi labio inferior entre mis dientes. De otra manera, yo solamente podría morderlo.

—Déjeme informarte de algo —dice en voz baja—. El momento en que mis labios toquen los tuyos, será tu primer beso. Porque si nunca has sentido nada cuando alguien te dio un beso, entonces nunca nadie realmente te besó. No en la forma en que planeo besarte.

Deja caer las manos y mantiene sus ojos fijos en los míos mientras retrocede hacia la cocina. Se da la vuelta para atender a la pasta como si no acabara de arruinarme para cualquier otra persona por el resto de mi vida.

No puedo sentir mis piernas, entonces hago la única cosa que puedo. Me deslizo hacia abajo en el refrigerador hasta que mi trasero se encuentra en el piso, e inhalo.


-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Miér Abr 01, 2015 12:37 am

Maldita sea, Britt se va de tema, dios mio como me encanta esta pareja, como ambas estan atraidas y se quieren besar pero Britt tiene miedo que San no sienta nada, asi que no lo hace,pero me encanta la sinceridad entre ellas
Me da la sensacion que se conocen de antes, digo San estuvo en un orfanato antes, quizas Britt tambien, pero por una razon San no recuerda nada sobre Britt y Britt todavia no esta totalmente segura,digo esa primera vez en el supermercado deja mucho que pensar
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Miér Abr 01, 2015 2:23 pm

holap,...

me encanta la actitud de britt,.. a ver si san puede contenerse para no besar a britt,...
a ver que hace britt para "conquistar" a san de todas todas,... y sienta de verdad que es amar a alguien,.. aunque creo que con britt ya lo siente!!! jajaja sino su cerebro no la traicionaría tanto y no controla lo que dice cuando esta serca de britt jajajajjaja

nos vemos!!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Miér Abr 01, 2015 5:00 pm

Quiero un beso yaaaaaa!!! Son tan tiernas juntas*-----* LAS AMO<3 idhshwnd espero otro cap! Me encanta el fic :D
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por paulitahope Jue Abr 02, 2015 9:03 pm

POR MI VIDA, POR LA TUYA, POR LA DE TU FAMILIA, POR LOS CACHORRITOS Y LOS GATITOS, POR LA HUMANIDAD ENTERA, ACTUALIZA YA, POR FAVOR, TE LO RUEGO.


TENGO EL FIC TODO EL DIA EN LA CABEZA. :'(


PD: Si no comento, no te preocupes, yo lo leo, lo leo cada vez que actualizas, y encima me alegras la vida xD

ahora unas preguntitas;

¿La historia es hetero? :(
¿Cuantos caps hay? :C
¿CUANDO FOLLARAN?

siento ser brusca, pero es que si no lo pregunto yo, nadie lo hará u.u
paulitahope
paulitahope
****
****

Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Club Brittana Damsay Lovers


Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 14

Mensaje por marycielo12 Jue Abr 02, 2015 11:11 pm

CAPITULO 14

Sábado, 1 de septiembre del 2012, 7:15 p.m.


Tu espagueti realmente apesta. — Tomo otro bocado y cierro los ojos, saboreando la que posiblemente sea la mejor pasta que jamás pasó por mis labios.

—Lo amas y lo sabes —dice. Se levanta de la mesa y coge dos servilletas, las trae y me pasa una, —. Ahora limpia tu barbilla, tienes apestosa salsa de espagueti por todas partes.

Después del incidente contra el refrigerador, la noche prácticamente volvió a la normalidad. Me sirvió un vaso de agua y me ayudó a levantarme, luego me dio una palmada en el trasero y me puso a funcionar. Fue todo lo que necesité para dejar la incomodidad. Una buena palmada en el trasero.

— ¿Alguna vez has jugado Preguntas Cena? —le pregunto.

Lentamente sacude su cabeza. — ¿Quiero?

Asiento. —Es una buena manera de llegar a conocernos. Después de nuestra próxima cita, estaremos gastando la mayoría de nuestro tiempo besándonos, así que necesitamos sacar todas las preguntas ahora.

Se ríe. —Me parece justo. ¿Cómo se juega?

—Te pregunto algo muy personal, incómodo y no se te permite tomar una bebida o comer un bocado hasta que la respondas honestamente. Y viceversa.

—Suena bastante fácil. ¿Qué pasa si no respondo la pregunta?

—Pasarás hambre hasta morir.

Tamborilea sus dedos sobre la mesa, luego baja su tenedor. —Estoy dentro.

Probablemente tendría que haber tenido preguntas preparadas, pero considerando que inventé este juego hace treinta segundos, eso habría sido un poco difícil. Tomo un sorbo de lo que queda de mi soda aguada y pienso. Estoy un poco nerviosa por indagar demasiado profundo, siempre parece terminar mal para nosotras.

—Bueno, tengo una. —Pongo mi vaso sobre la mesa y me recuesto en mi silla—. ¿Por qué me seguiste a mi auto en el supermercado?

—Como dije, pensé que eras alguien más.

—Lo sé, pero ¿quién?

Se mueve incómodamente en su asiento y aclara la garganta. Desde luego, trata de alcanzar su vaso, pero la intercepto.

—Nada de bebida. Responde la pregunta primero.

Suspira, pero finalmente se rinde. —No estaba segura de a quién me recordabas, sólo me recordabas a alguien. No me di cuenta hasta más tarde que era a mi hermana.

Arrugo mi nariz. — ¿Te recuerdo a tu hermana? —Me estremezco—. Es un poco repugnante, Brittany.

Ríe y hace una mueca. —No, no de esa manera. No de esa manera en absoluto, ni siquiera te pareces en algo a ella. Hubo algo que al sólo verte me hizo pensar en ella. Y ni siquiera sé por qué te seguí. Fue todo demasiado surrealista. Toda la situación fue un poco extraña, y luego tropecé contigo en frente de mi casa… —Se detiene en medio de la oración y baja la vista a su mano, mientras traza el borde de su plato con los dedos—. Fue como si estuviera destinado a suceder —dice en voz baja.

Respiro profundo y asimilo su respuesta, procurando pasar de puntillas por esa última frase. Levanta la vista hacia mí con una mirada nerviosa y me doy cuenta que piensa que su respuesta pudo haberme asustado. Le sonrío de modo tranquilizador y señalo su bebida. —Puedes beber ahora —digo—. Tu turno de hacerme una pregunta.

—Oh, eso fue fácil —dice—. Quiero saber de quién es el territorio que estoy invadiendo. Recibí un mensaje misterioso de alguien hoy. Todo lo que decía era: Si estás saliendo con mi chica, consigue tus propios minutos pre-pagados y deja de gastar los míos, imbécil.

Me río. —Esa podría ser Quinn. La mensajera de mi dosis diaria de afirmación optimista.

Asiente. —Estuve esperando que dijeras eso. —Se inclina hacia delante y entrecierra los ojos—. Porque soy muy competitiva, y si proviene de un chico o chica que quiere tratar de conquistarte, mi respuesta no habría sido tan agradable.

— ¿Le respondiste? ¿Qué le dijiste?

— ¿Es esa tu pregunta? Porque si lo es voy a tomar otro bocado.

—Detente y responde la pregunta —digo.

—Sí, le respondí el mensaje. Dije: ¿Cómo compro más minutos?

Mi corazón es un gran charco de papilla justo ahora, y estoy tratando de no sonreír. Es realmente patético y triste. Sacudo mi cabeza. — Sólo estaba bromeando, esa no era mi pregunta. Aún es mi turno.

Vuelve a bajar su tenedor y rueda los ojos. —Mi comida se está enfriando.

Coloco los codos sobre la mesa y doblo mis manos debajo de mi barbilla. —Quiero saber sobre tu hermana. Y por qué hiciste referencia a ella en la frase pasada.

Se recuesta y mira hacia arriba, restregando sus manos en su cara. — Uff. Realmente haces las preguntas profundas, ¿eh?

—Así es como se juega esto. Yo no inventé las reglas.

Suspira otra vez y me sonríe, pero hay un toque de tristeza en su sonrisa y al instante me hace desear poder retirar la pregunta.

— ¿Recuerdas cuando te dije que mi familia tuvo un año de mierda el año pasado?

Asiento.

Aclara su garganta y comienza a trazar el borde de su plato otra vez.

—Ella murió hace trece meses. Se suicidó, aunque mi mamá prefería usar el término “una sobredosis calculada”.

Nunca deja de mirarme cuando habla, así que le muestro el mismo respeto, aunque es realmente difícil mirarla a los ojos justo ahora. No tengo idea de cómo responder a eso, pero es mi culpa por sacar el tema.

— ¿Cuál era su nombre?

—Lesslie. Le decía Les.

Escuchar cómo le decía despierta tristeza en mi interior y repentinamente no me siento con más ganas de comer. — ¿Era mayor que tú?

Se inclina hacia delante y coge su tenedor, luego lo gira en su tazón. Lleva la cantidad de pasta hasta su boca. —Éramos mellizas —dice inexpresivamente, justo antes de tomar el bocado.

Jesús. Alcanzo mi bebida, pero la quita de mis manos y sacude la cabeza.

—Mi turno —dice con la boca llena. Termina de masticar y bebe un sorbo, luego limpia su boca con una servilleta—. Quiero conocer la historia sobre tu papá.

Soy quien hace ruido esta vez. Doblo los brazos sobre la mesa frente a mí y reconozco mi revancha. —Como dije, no lo he visto desde que tenía tres. No tengo recuerdos de él. Por lo menos, no creo tenerlos. Ni siquiera sé qué aspecto tiene.

— ¿Tu mamá no tiene alguna foto?

Cuando hace la pregunta, pasa por mi cabeza que ni siquiera sabe que soy adoptada.

— ¿Recuerdas cuando dijiste que mi mamá se veía muy joven? Bueno, es porque lo es. Ella me adoptó.

Ser adoptada no es realmente un estigma que he tenido que superar. Nunca he estado apenada, avergonzada, o he sentido la necesidad de esconder la verdad. Pero por la manera en que Brittany está mirándome justo ahora, pensarías que acabo de decirle que había nacido con un pene.

Se queda mirándome incómoda y me hace moverme nerviosamente. — ¿Qué? ¿Nunca has conocido a alguien que fue adoptado?

Le toma unos segundos más recuperarse, pero mantiene su expresión desconcertada y la encierra, reemplazándola con una sonrisa. — ¿Fuiste adoptada cuando tenías tres? ¿Por Maribel?

Sacudo mi cabeza. —Tenía cinco. Estuve en crianza temporal cuando tenía tres, después de que mi madre biológica muriera. Mi papá no pudo criarme por su cuenta. O no quería criarme por su cuenta. De cualquier manera, estoy bien con eso. Tuve suerte con Maribel y no tengo ninguna necesidad en absoluto de llegar a entenderlo todo. Si él quería saber dónde estaba, hubiera venido a buscarme.

Puedo decir que no ha terminado con su pregunta por la mirada en sus ojos, pero realmente quiero tomar otro bocado y que ahora me toque a mí.

Señalo su brazo con mi tenedor. — ¿Qué significa tu tatuaje?

Levanta el brazo y traza sus dedos sobre él. —Es un recordatorio. Lo conseguí después de que Les murió.

— ¿Un recordatorio de qué?

Coge su vaso y desvía sus ojos de los míos. Es la única pregunta que no ha sido capaz de responder con contacto visual directo. —Es un recordatorio de la gente que he decepcionado en mi vida. —Toma un trago y regresa su vaso a la mesa, aún incapaz de hacer contacto visual.

—El juego no está muy divertido, ¿verdad?

Se ríe suavemente. —En realidad no. De cierto modo realmente apesta. —Vuelve a mirarme y sonríe—. Pero necesitamos seguir porque aún tengo preguntas. ¿Recuerdas algo antes de que fueras adoptada?

Sacudo mi cabeza. —No realmente. Pedazos, pero llega un punto en el que, cuando no tienes a nadie para validar tus recuerdos, simplemente los pierdes todos. La única cosa que tengo de antes de que Maribel me adoptara es un poco de joyería, y no tengo ni idea de quién provienen. Ahora no puedo distinguir entre qué era realidad, sueño, o qué vi en la tele.

— ¿Recuerdas a tu madre?

Me detengo por un momento pensando en su pregunta. No recuerdo a mi madre. En absoluto. Esa es la única cosa sobre mi pasado que me entristece. —Maribel es mi madre —digo sin rodeos—. Mi turno. La última pregunta, luego comemos el postre.

— ¿Crees que todavía tenemos suficiente postre? —bromea.

La fulmino con la mirada y hago mi última pregunta. — ¿Por qué la golpeaste?

Puedo decir por el cambio en su expresión que no necesitaba que le explicara detalladamente la pregunta. Sacude la cabeza y se aleja de su tazón. —Tú no quieres saber la respuesta a eso, Santana. Tomaré el castigo.

—Pero realmente quiero saber.

Inclina la cabeza hacia un lado y lleva su mano a su mandíbula, luego estira su cuello. Mantiene su mano allí y descansa su codo en la mesa. —Como te dije antes, la golpeé porque era una imbécil.

Entrecierro los ojos. —Eso es vago. No seas vaga.

Su expresión no cambia y mantiene sus ojos fijos en los míos. —Era mi primera semana de vuelta en la escuela desde que Les murió —dice—. Ella también fue a esa escuela, así que todo el mundo supo lo que pasó. Oí a la chica diciendo algo sobre Les cuando caminaba por el pasillo. No estuve de acuerdo con eso y se lo hice saber. Lo llevé demasiado lejos y llegó un punto en el que estaba encima de ella y no me importó. Estaba golpeándola, una y otra vez, y simplemente no me importó. La parte verdaderamente de mierda es que la chica muy probablemente será sorda del oído izquierdo durante toda su vida, y aun así no me importa.

Está mirándome, pero no observándome realmente. Es la mirada dura, fría que he visto en sus ojos antes. No me gustó antes y no me gusta ahora… pero al menos ahora puedo entenderla más.

— ¿Qué dijo sobre ella?

Se desploma hacia atrás en su silla y deja caer sus ojos a un sitio vacío en la mesa entre nosotras. —La escuché riéndose, diciéndole a su amigo que Les tomo la salida más fácil y egoísta. Dijo que si no hubiera sido tan cobarde, lo hubiera soportado.

— ¿Soportar qué?

Se encoge de hombros. —La vida —dice indiferentemente.

—No creo que ella tomara la salida más fácil —digo, dejando caer el final de la frase más como una afirmación que como una pregunta.

Brittany se inclina hacia adelante y toma mi mano entre las suyas a través de la mesa. Conduce sus pulgares sobre mi palma y respira profundo, luego cuidadosamente la suelta. —Les era la persona malditamente más valiente que jamás conocí. Se necesitan un montón de agallas para hacer lo que hizo. Para terminar sin saber qué sigue. Sin saber si hay algo después. Es más fácil seguir viviendo una vida que ya no tiene vida que decir “a la mierda” y marcharse. Ella fue una de las pocas que solamente lo dijo. Y la elogiaré cada día mientras aún esté viva, demasiado asustada para hacer la misma cosa.

Calma mi mano entra las suyas, y no es hasta que hace esto que me doy cuenta que estoy temblando. La miro y está mirándome. Absolutamente no hay palabras que puedan concluir eso, así que ni siquiera lo intento. Se pone de pie y se inclina sobre la mesa, luego desliza su mano detrás de mi cuello. Me besa en la parte superior de la cabeza, libera su agarre y camina hacia la cocina. — ¿Quieres brownies o galletas? —pregunta por encima de su hombro, como si absolutamente no me hubiera dejado atónita en silencio.

Me mira de nuevo y aún la estoy mirando en shock. Ni siquiera sé qué decir. ¿Acaba de admitir que es suicida? ¿Estaba siendo metafórica? ¿Melodramática? No tengo idea de qué hacer con la bomba que simplemente puso en mi regazo.

Me trae un plato con galletas y brownies a la mesa, luego se arrodilla frente a mí.

—Escucha —dice tiernamente, tomando mi rostro en sus manos. Su expresión es serena—. No era mi intención asustarte. No soy suicida si eso es lo que te asustó. No estoy jodida de la cabeza. No estoy trastornada. No estoy sufriendo de estrés pos-traumático. Sólo soy una hermana que amaba a su hermana más que a su vida, así que me pongo un poco intensa cuando pienso en ella. Y si salgo adelante diciéndome que lo que hizo fue noble, a pesar de que no lo fuera, entonces es todo lo que estoy haciendo. Solamente estoy saliendo adelante. —Ha conseguido un fuerte agarre en mi rostro y me está mirando desesperadamente, esperando que entienda de dónde está regresando—. Amaba malditamente a esa chica, Santana. Necesito creer que lo que hizo era la única respuesta que le quedaba, porque si no lo hago, entonces nunca me perdonaré por no ayudarla a encontrar una diferente. —Presiona su frente contra la mía—. ¿De acuerdo?

Asiento y saco sus manos de mi rostro. No puedo dejar que me vea hacer esto. —Necesito ir al baño.

Retrocede y corro hacia el baño. Cierro la puerta detrás de mí, entonces hago algo que no hacía desde que tenía cinco. Lloro.

No lloro feo, no sollozo, ni siquiera hago ruido. Una sola lágrima cae por mi mejilla y una sola es demasiado, así que rápidamente la quito. Tomo un pañuelo y limpio mis ojos en un intento de detener cualquier otra lágrima que se esté construyendo.

Aún no sé qué decirle, pero siento como si se esforzara por ocultar el asunto, así que decido dejarlo pasar por ahora. Sacudo mis manos y respiro profundo, luego abro la puerta. Está parada en el pasillo con las piernas cruzados y las manos puestas sin mucha rigidez en los bolsillos. Se pone derecha y da un paso hacia mí.

— ¿Estamos bien?

Le doy mi mejor sonrisa y asiento, respiro profundo. —Te dije que creo que eres intensa. Eso sólo prueba mi punto.

Sonríe y me empuja hacia la habitación. Desde atrás envuelve sus brazos a mí alrededor y descansa su barbilla en la cima de mi cabeza mientras nos abrimos paso hacia mi cuarto. — ¿Te has permitido quedar embarazada ya?

Río. —Nop. No este fin de semana. Además, tienes que besar a una chica antes de que puedas dejarla embarazada. Que suerte que no puedas embarazarme.

— ¿No tiene alguien educación sexual cuando es educada en casa? —dice—. Porque podría totalmente embarazarte sin siquiera besarte. ¿Quieres que te muestre? Tengo poderes mágicos.

Río. Salto a la cama y tomo el libro, lo abro donde nos quedamos la otra noche.

—Confiaré en tu palabra. Además, estoy esperando que estemos cerca de tener una dosis considerable de educación sexual antes de que lleguemos a la última página.

Se deja caer en la cama y me pone a su lado. Coloca su brazo a mí alrededor jalándome hacia ella, así descanso mi cabeza en su pecho y comienzo a leer.


*****



Sé que no lo hace a propósito, pero durante todo el tiempo que estoy leyendo estoy completamente distraída por ella. Me está mirando, viendo mi boca cuando leo, girando mi cabello entre sus dedos. Cada vez que le doy la vuelta a la página, la miro y siempre tiene la misma expresión concentrada en el rostro. Una expresión tan concentrada en mi boca que me dice que no va a prestar ni un poco de maldita atención a una sola palabra que estoy leyendo. Cierro el libro y lo llevo a mi estómago. Creo que ni siquiera se dio cuenta de que lo cerré.

— ¿Por qué dejaste de hablar? —dice, nunca cambia su expresión o quita su mirada de mi boca.

— ¿Hablar? —pregunto con curiosidad—. Brittany estoy leyendo. Hay una diferencia. Y por lo que veo, no has estado prestando ni una pizca de atención.

Me mira a los ojos y sonríe. —Oh, he estado prestando atención — dice—, a tu boca. Tal vez no a las palabras que salen de ella, pero sin duda a tu boca.

Me empuja fuera de su pecho, luego se desliza a mi lado y me tira contra ella. Sin embargo, su expresión no cambia y me mira como si quisiera comerme. En cierto modo me gustaría que lo hiciera.

Trae sus dedos a mis labios y lentamente comienza a explorarlos. Se siente tan increíble, estoy demasiado asustada para respirar por miedo a que se detenga. Juro que es como si sus dedos tuvieran una línea directa con cada punto sensible de mi cuerpo.

—Tienes una linda boca —dice—, no puedo dejar de mirarla.

—Deberías probarla. Es completamente encantadora.

Aprieta sus ojos cerrados y gime, entonces se inclina y presiona su cabeza en mi cuello.

—Basta, picarona.

Me río y niego con la cabeza. —De ninguna manera. Esta es tu estúpida regla, ¿por qué tengo que ser yo la que debe cumplirla?

—Porque, ya sabes que tengo razón. No puedo besarte esta noche porque nos llevaría a la siguiente cosa, lo que lleva a la siguiente cosa, y al paso que vamos tendremos todas las primeras veces el fin de semana que viene. ¿No quieres alargar nuestras primeras veces un poco más? —Saca su cabeza de mi cuello y me mira.

—¿Primeras? —pregunto—. ¿Cuántas primeras veces hay allí?

—No son muchas, es por eso que tenemos que alargarlas. Ya hemos pasado demasiadas desde que nos conocimos.

Inclino mi cabeza hacia un lado para poder mirarla de frente. — ¿Qué primeras veces hemos hecho ya?

—Las más fáciles. El primer abrazo, la primera cita, la primera pelea, la primera vez que dormimos juntas, aunque yo no era la que dormía. Ahora apenas tenemos pocas. Primer beso. La primera vez que dormimos juntas cuando ambas estamos realmente despiertas. Primer matrimonio. Primer hijo. Y terminamos después de eso. Nuestras vidas se harán mundanas y aburridas y me voy a tener que divorciar de ti, casarme con una mujer veinte años más joven que yo, así puedo tener muchas más primeras veces y te pagaré para que críes a los niños. —Ahueca mi mejilla en su mano y me sonríe—. Así que, ¿ya ves, nena? Sólo hago esto para tu beneficio. Cuanto más tiempo espere para darte un beso, más tiempo pasará antes de que me vea obligada a abandonarte.

Me río. —Tu lógica me aterra. En cierto modo ya no te encuentro atractiva.

Se desliza encima de mí, sosteniendo su peso sobre sus manos. — ¿Estás diciendo que no me encuentras atractiva? Eso también puede significar que realmente me encuentras atractiva.

Niego con la cabeza. —No te encuentro atractiva en absoluto. Me repeles. De hecho, es mejor que no me beses porque estoy bastante segura de que acabaré vomitando en tu boca.

Se ríe, y deja caer su peso sobre un brazo, todavía sobre mí. Baja la boca a un lado de mi cabeza y aprieta sus labios en mi oído. —Eres una mentirosa —susurra—. Estás muy atraída por mí y voy a probarlo.

Cierro los ojos y jadeo al segundo en que sus labios encuentran mi cuello. Me besa ligeramente, justo debajo de la oreja, y se siente como si toda la habitación se inclinara y girara. Lentamente mueve sus labios a mi oído y susurra—: ¿Sentiste eso?

Niego con la cabeza, pero a duras penas.

— ¿Quieres que lo haga de nuevo?

Estoy sacudiendo mi cabeza, no por terquedad, pero espero que telepáticamente pueda escuchar lo que realmente estoy gritando dentro de mi cabeza, porque infiernos sí, me gustó eso. Infiernos sí, quiero que lo haga de nuevo.

Se ríe cuando agito mi cabeza en un no, por lo que lleva sus labios cerca de mi boca. Me besa en la mejilla, y luego continúa arrastrando picos suaves a mi oído, donde se detiene y susurra otra vez—: ¿Qué tal esto?

Oh Dios, nunca en mi vida he estado así de no aburrida. Ni siquiera me besa y ya es el mejor beso que he tenido. Niego con la cabeza de nuevo y mantengo los ojos cerrados, porque no me gusta saber lo que vendrá después. Pone su mano, que sólo roza la cara externa del muslo y está trabajando su camino hasta mi cintura. Desliza su mano por debajo de mi camiseta hasta que sus dedos apenas rozan el borde de mis pantalones, deja su mano allí, moviendo lentamente el pulgar hacia atrás y adelante a través de mi estómago. Estoy tan agudamente consciente de todo lo relacionado con ella en este momento que podría recoger el camino de su huella dactilar.

Dirige su nariz a lo largo de mi mandíbula y el hecho de que está respirando tan pesadamente como yo me asegura que no hay forma de que pueda esperar hasta después de esta noche para darme un beso. Al menos eso es lo que estoy esperando desesperadamente.

Cuando llega a mi oído, esta vez no habla. En cambio, lo besa y no hay una terminación nerviosa de mi cuerpo que no lo sienta. Desde mi cabeza todo el camino hacia mis pies, mi cuerpo está gritando por su boca.

Pongo mi mano sobre su cuello y escalofríos estallan en su piel. Al parecer, ese simple movimiento derrite su decisión y, por un segundo, su lengua encuentra mi cuello. Gimo y el sonido completamente lo envía a un frenesí.

Mueve su mano de mi cintura al lado de mi cabeza y su boca se tira contra mi cuello, sin retener nada.

Abro los ojos, sorprendida de lo rápido que su actitud cambió. Besa, lame y se burla de cada centímetro de mi cuello, sólo haciendo esfuerzos por aire cuando es absolutamente necesario. Tan pronto como veo las estrellas por encima de mi cabeza, no hay ni siquiera tiempo suficiente para contar una de ellas antes de que mis ojos rueden atrás en mi cabeza y estoy frenando sonidos que estoy demasiado avergonzada para pronunciar.

Mueve sus labios más lejos de mi cuello, cerca de mi pecho. Si no tuviéramos un suministro limitado de primeras veces, arrancaría mi camisa y la haría seguir adelante. En cambio, ella ni siquiera me da esta opción. Besa su camino de vuelta hasta mi cuello, hasta la barbilla, y arrastra suaves besos alrededor de mi boca, cuidadosa de no tocar ni una vez mis labios. Mis ojos están cerrados, pero puedo sentir su aliento contra mi boca, y sé que está luchando para no besarme. Abro los ojos y la miro, está mirando fijamente mis labios otra vez.

—Son tan perfectos —dice, sin aliento—, al igual que los corazones. Literalmente, podría mirar esos labios durante días y nunca aburrirme.

—No. No hagas eso. Si todo lo que haces es mirar, entonces yo seré la que esté aburrida.

Hace una mueca y es obvio que está teniendo un momento muy, muy duro para no besarme. No sé de qué se trata lo de mirar mis labios así, pero es sin duda la cosa más caliente sobre toda esta situación en estos momentos. He hecho algo que probablemente no debería. Los lamo. Despacio.

Gime de nuevo y presiona su frente contra la mía. Su brazo cede bajo sus pies y deja caer su peso, apretándose contra mí. En todos lados. Todo ella. Gemimos al mismo tiempo que nuestros cuerpos encuentran esa conexión perfecta, y de repente se acabó el juego. Estoy arrancando su camisa, dejándola en brasier y ella está de rodillas, ayudándome a tirarla por encima de su cabeza. Después de que está completamente fuera, coloco mis piernas alrededor de su cintura y la acerco a mí, porque no podría haber nada más perjudicial que si se tratara de alejar en estos momentos.

Trae su frente de nuevo a la mía y nuestros cuerpos se reúnen, se funden como las dos últimas piezas de un rompecabezas. Lentamente se balancea contra mí y cada vez que lo hace, sus labios se acercan más y más, hasta que rozan suavemente los míos. No cierra la brecha entre nuestras bocas, a pesar de que absolutamente la necesito.

Nuestros labios están simplemente descansando juntos, no besándose. Cada vez que se mueve, deja escapar un suspiro que se filtra en mi boca y trato de asimilarlo todo, porque se siente como si los necesitara si quiero sobrevivir a este momento.

Seguimos en este ritmo durante varios minutos, ninguna de las dos quería ser la primera en iniciar el beso. Es obvio que las dos queremos, pero también es obvio que acabo de conocer a mi contrincante cuando se trata de terquedad.

Sostiene un lado de mi cabeza y mantiene su frente apoyada contra la mía, pero se retira hacia atrás lo suficiente para poder lamer sus labios. Cuando se acerca de nuevo, la humedad de sus labios deslizándose contra los míos, me arrastra por completo abajo, y creo que nunca voy a ser capaz de agarrar aire.

Cambia su peso, y no sé lo que pasa cuando lo hace, pero de alguna manera hace que mi cabeza ruede hacia atrás y las palabras: “Oh, Dios” salgan de mi boca. No tenía intención de separarme de su boca cuando inclina la cabeza hacia atrás, porque realmente me gustaba estar allí, pero me gusta donde estoy yendo aún más. Envuelvo mis brazos alrededor de su espalda y meto mi cabeza en su cuello por una cierta apariencia de estabilidad, porque se siente como si toda la Tierra se hubiera desplazado de su eje y Brittany es el núcleo.

Me doy cuenta de lo que va a pasar y entro en pánico internamente. Aparte de su camisa, estamos completamente vestidas, ni siquiera nos hemos besado... pero la habitación está comenzando a girar por los efectos que los movimientos rítmicos están teniendo sobre mi cuerpo. Si no detengo lo que está haciendo, voy a desmoronarme y fundirme aquí debajo de ella, y muy posiblemente marcará el momento más vergonzoso de mi vida. Pero si le pido que se detenga, entonces va a parar, y eso marcará el momento más decepcionante de mi vida.

Trato de calmar mi respiración y minimizar los sonidos que escapan de mis labios, pero he perdido cualquier forma de autocontrol. Es obvio que mi cuerpo está disfrutando de esta fricción de no besos un poco demasiado y no puedo encontrar algo en mí para detenerlo. Intentaré la siguiente mejor cosa. Voy a pedirle que se detenga.

—Brittany —le digo sin aliento. En realidad no quiero que se detenga, pero tengo la esperanza de que capte la pista y lo deje. Necesito que se detenga. Al igual que hace dos minutos.

No lo hace. Sigue besando mi cuello y moviendo su cuerpo contra el mío de manera que los demás chicos lo han hecho antes, pero esta vez es diferente. Es tan increíblemente diferente y maravilloso, que absolutamente me petrifica.

—Brittany. —Trato de decir su nombre más fuerte, pero no hay esfuerzo suficiente en mi cuerpo.

Besa un lado de mi cabeza y reduce la velocidad, pero no se detiene. —Santana, si me estás pidiendo que me detenga, lo haré. Pero espero que no sea así, porque realmente no quiero parar, por favor. —Se aleja y mira mis ojos, todavía sin mover su cuerpo contra el mío. Sus ojos están llenos de dolor y preocupación y está sin aliento cuando habla—: No vamos a ir más allá de esto, lo prometo. Pero por favor no me pidas que pare donde ya estamos. Tengo que ver y tengo que oír, porque el hecho de que realmente sé que estás sintiendo esto ahora mismo es tan jodidamente increíble. Se siente increíble y por favor. Sólo… por favor.

Baja su boca a la mía y me da el beso más suave imaginable. Es una vista previa de cómo su verdadero beso se sentirá, el sólo pensarlo me hace estremecer. Deja de moverse contra mí y se empuja con sus manos, esperando a que yo decida.

En el momento en que se separa de mí, mi pecho se vuelve pesado con la decepción y casi me dan ganas de llorar. No porque se detuvo o porque estoy dividida sobre qué hacer a continuación... sino porque nunca me imaginé que dos personas pudieran conectarse a este tipo de nivel íntimo, y que se pudiera sentir tan abrumadoramente correcto. Como si el propósito de toda la raza humana se centrara en torno a este momento, alrededor de las dos. Todo lo que ha pasado o va a pasar en este mundo no es más que un telón de fondo de lo que está ocurriendo entre nosotras ahora mismo, y no quiero que se detenga. No lo hago. Estoy moviendo la cabeza, mirando sus ojos suplicantes, y lo único que puedo hacer es susurrar—: No lo hagas. Hagas lo que hagas, no te detengas.

Desliza su mano detrás de mi cuello y baja la cabeza, presionando su frente contra la mía. —Gracias. —Respira, suavemente agarrándose de mí otra vez, recreando la conexión entre nosotras. Besa los bordes de mi boca varias veces, arrastrándose cerca de mis labios y barbilla y a través de mi cuello. Cuanto más rápido respira, más rápido respiro. Cuanto más rápido respiro, más rápido siembra besos por todo mi cuello. Cuanto más rápido siembra besos por todo mi cuello, más rápido nos movemos juntas, creando un ritmo seductor entre nosotras que, de acuerdo con mi pulso, no va a durar mucho más tiempo.

Clavo mis talones en la cama y mis uñas en su espalda. Deja de besar mi cuello y me mira con ojos calientes. Se centra en mi boca otra vez, y por mucho que quiero mirarla, no puedo mantener los ojos abiertos. Se cierran involuntariamente tan pronto como la primera oleada de escalofríos lavan mi cuerpo como un tiro de advertencia de lo que está por venir.

—Abre tus ojos —dice con firmeza.

Lo haría si pudiera, pero estoy completamente indefensa.

—Por favor.

Esa palabra es todo lo que necesito oír y mis ojos abiertos se deslizan debajo de ella. Está mirando hacia abajo con una necesidad tan intensa, que es casi más íntimo que si estuviera realmente besándome en estos momentos. Por difícil que es hacerlo, mantengo los ojos fijos en ella mientras dejo caer mis brazos, aprieto las sábanas con los puños y agradezco al Karma por traer a esta chica sin esperanza a mi vida. Porque hasta este momento, hasta que las primeras oleadas de pura y absoluta aclaración se arrastran sobre mí, no tenía idea de lo que faltaba hasta ahora.

Empiezo a temblar bajo sus pies y ni una sola vez rompe nuestra mirada. Ya no puedo mantener mis ojos abiertos, no importa cuánto lo intente, así que los dejo caer cerrados. Siento sus labios deslizarse delicadamente en los míos, pero todavía no me besa. Nuestras bocas están tercamente descansando juntas mientras sostiene su ritmo, permitiendo que el último de mis gemidos y un torrente de mis respiraciones y tal vez incluso una parte de mi corazón se deslice fuera de mí y dentro de ella. Poco a poco me deslizo felizmente de vuelta a la tierra. Ella todavía se mantiene, permitiéndome recuperarme de una experiencia que de alguna manera no se hizo en absoluto embarazosa para mí.

Cuando estoy completamente agotada y drenada emocionalmente y todo mi cuerpo está temblando, continúa besando mi cuello, hombros y todas las partes alrededor del lugar que quiero que bese, mi boca.

Pero prefiere sostener obviamente su resolución a ceder ante su terquedad, porque tira de sus labios a mi hombro y atrae su cara más cerca de la mía, pero todavía se niega a realizar la conexión. Pasa su mano por mi cabello, quitando un mechón de mi frente.

—Eres increíble —susurra, mirando sólo mis ojos esta vez y no del todo mi boca. Sus palabras compensan su terquedad y no puedo evitar sonreír de nuevo. Se derrumba en la cama a mi lado, todavía jadeando, mientras hace un esfuerzo consciente para contener el deseo que sé todavía corre por ella.

Cierro los ojos y escucho el silencio que se acumula entre nosotras, mientras nuestros jadeos disminuyen en ritmos suaves y apacibles. Es suave y calmado, muy posiblemente el momento más tranquilo que mi mente ha experimentado alguna vez.

Brittany mueve su mano cerca de mí en la cama entre nosotras y envuelve su meñique alrededor del mío como si no tuviera la fuerza para sostener mi mano entera. Pero es bueno, porque hemos sostenido nuestras manos antes, pero nunca meñiques... esta es otra primera vez que pasamos. Y darme cuenta de esto no me decepcionó, porque sé que no importan las primeras veces con ella. Podría darme un beso por primera vez, o vigésima vez, o millonésima vez y no me importaría si era la primera vez o no, porque estoy bastante segura de que acabábamos de romper el record del mejor beso por primera vez en la historia de los primeros besos, sin ni siquiera un beso.

Después de un largo y perfecto silencio, toma una respiración profunda, se sienta en la cama y me mira. —Me tengo que ir. No puedo estar en la cama contigo por un segundo más.

Inclino la cabeza hacia ella y la miro mientras se levanta abatida y se coloca su camisa. Me sonríe cuando me ve haciendo pucheros, luego se inclina hacia adelante, hasta que su rostro se cierne peligrosamente cerca del mío. —Cuando dije que no íbamos a besarnos esta noche, lo dije en serio. Pero maldita sea, Santana. No tenía idea de lo jodidamente difícil que lo harías.

Desliza su mano detrás de mi cuello y jadeo silenciosamente, complacida de mi corazón por permanecer dentro de las paredes de mi pecho. Me besa en la mejilla y puedo sentir su vacilación cuando se separa a regañadientes.

Camina hacia atrás, hacia la ventana, mirándome todo el tiempo. Antes de deslizarse fuera, saca su teléfono y pasa los dedos rápidamente sobre la pantalla durante unos segundos, luego lo guarda en su bolsillo. Me sonríe, sube por la ventana y la tira cerrándola detrás de ella.

De alguna manera encuentro fuerza para saltar y correr a la cocina. Agarro el teléfono y, por supuesto, hay un mensaje sin leer de ella. Sin embargo, no es más que una palabra.

Increíble.

Sonrío, porque lo fue. Absolutamente lo fue.









--------------------------------------------------

QUÉ CAPÍTULO!!!! ESPERO QUE LES GUSTE MUCHO, COMENTEN SI LES GUSTÓ. SALUDOS.

Gracias por sus comentarios... algunos me asustaron jajaja (mentira)

marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por LilianaM. Jue Abr 02, 2015 11:11 pm

OTROOOOOOOOOO sube otro :c
LilianaM.
LilianaM.
*
*

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 14/06/2013

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Vie Abr 03, 2015 12:21 am

Por favorrr sube otroooooooooooooooo
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por JanethValenciaaf Vie Abr 03, 2015 9:00 am

Sube otro plisssss.
JanethValenciaaf
JanethValenciaaf
********-
********-

Femenino Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 20/01/2015
Edad : 25
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Vie Abr 03, 2015 9:51 am

Que capitulooooooo!!!!!! Sube otro por favorrr!! Me encanta$-$
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por micky morales Vie Abr 03, 2015 12:30 pm

nueva y muy emocionada lectora, hasta pronto!
micky morales
micky morales
-*-*-*-*
-*-*-*-*

Femenino Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Club Achele

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Vie Abr 03, 2015 12:59 pm

plissssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! OTRO CAP MAS!!!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 14

Mensaje por marycielo12 Miér Abr 08, 2015 11:35 pm

CAPITULO 15
Miércoles, 23 de junio de 1999, 3:55 p.m.


Hola.

Mantengo la cabeza enterrada entre mis brazos. No quiero que ella me vea llorar otra vez. Sé que no se reirá de mí—ninguna de ellas lo haría jamás. Pero realmente ni siquiera sé por qué estoy llorando y me gustaría que tan sólo se detuviera pero no lo hará y no puedo y lo odio. Lo odio. Lo odio.

Ambas se sientan junto a mí. Sigo sin alzar la vista y aún estoy triste, pero no quiero que se vayan, porque se siente bien con ellas aquí.

—Tal vez esto te haga sentir mejor —dice ella—. Los hice para ambas en la escuela hoy.—No me pide que mire hacia arriba, así que no lo hago, pero puedo sentir que pone algo sobre mi rodilla.

No me muevo. No me gusta recibir regalos y no quiero que me vea mirarla.

Mantengo mi cabeza hacia abajo y sigo llorando y desearía saber qué está mal conmigo.
Algo hay o no me sentiría así cada vez que sucede. Porque se supone que debe suceder. Eso es lo que papá me dice, de todos modos. Se supone que debe suceder y tengo que dejar de llorar porque le pone muy, muy triste cuando lloro.

Se sientan a mi lado durante mucho, mucho tiempo, pero no sé cuánto, porque no sé si las horas son más largas que los minutos. Ella se inclina y susurra en mi oído—: No olvides lo que te dije. ¿Recuerdas lo que hay que hacer cuando estás triste?

Asiento en mi brazo, pero no la miro. He estado haciendo lo que ella me dijo que debía hacer cuando me pongo triste, pero a veces todavía estoy triste, de todos modos.

Se quedan un par de horas más, o minutos, pero luego ella se levanta. Me gustaría que permanecieran durante un minuto o dos horas más. Nunca me preguntan cuál es el problema, y por eso me gustan tanto y deseo que pudieran quedarse.

Levanto mi codo y miro por debajo de él, viendo sus pies caminar lejos de mí. Agarro su regalo y lo acaricio. Me hizo una pulsera. Es elástica y morada, y tiene la mitad de un corazón en ella. La deslizo en mi muñeca y sonrío, a pesar de que todavía estoy llorando. Alzo la vista, y ella todavía está aquí, observándome. Luce triste y me siento mal porque siento que estoy poniéndole así.

Se levanta y mira mi casa. La mira por un largo tiempo sin decir nada. Siempre piensa mucho y siempre me pregunto en qué. Deja de hacerlo y vuelve la vista, hacia a mí. —No te preocupes —dice, intentando sonreírme—. Él no vivirá para siempre. —Se da la vuelta y regresa a su casa, así que cierro los ojos y apoyo la cabeza en mis brazos otra vez.
No sé por qué diría eso. No quiero que mi papá muera... Sólo quiero que deje de llamarme Princesa.
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 16

Mensaje por marycielo12 Jue Abr 09, 2015 12:00 am

CAPITULO 16
Lunes, 3 de septiembre del 2012, 7:20 a.m.


No lo saco con mucha frecuencia, pero por alguna razón, hoy quiero mirarlo. Supongo que hablar el sábado sobre el pasado con Brittany me ha dejado sintiendo un poco de nostalgia. Sé que le dije a Brittany que nunca buscaría a mi padre, pero a veces sigo teniendo curiosidad. No puedo dejar de preguntarme cómo un padre puede educar a un niño durante varios años y luego simplemente entregarlo. Nunca lo entenderé y tal vez no lo necesite. Por eso nunca lo presiono. Nunca le hago preguntas a Maribel. Nunca trato de separar los recuerdos de los sueños, y no me gusta sacar el tema… porque no lo necesito.

Tomo el brazalete de la caja y lo deslizo en mi muñeca. No sé quién me lo dio, y ni siquiera me importa realmente. Estoy segura de que con dos años en hogares de acogida, recibí un montón de cosas de amigos. Lo que tiene de diferente este regalo, sin embargo, es que está unido al único recuerdo que tengo de esa vida. El brazalete valida que mi recuerdo es real. Y saber que ese recuerdo es real, de alguna manera valida que fui alguien más antes de que fuera yo. Una niña que no recuerdo. Una niña que lloró mucho. Una niña que no es nada de lo que soy hoy en día.

Algún día, tiraré el brazalete porque lo necesite. Pero hoy, sólo me siento como que lo llevo.


*****



Ayer, Brittany y yo decidimos tomarnos un respiro la una de la otra. Y digo respiro, porque después del sábado por la noche, estuvimos bastante rato en mi cama sin respirar en absoluto. Además, Maribel volvía a casa y la última cosa que quería hacer era representarle a mi nueva… lo que sea que es. Nunca tuvimos lo suficiente para etiquetar lo que está pasando entre nosotras. Se siente como que no la conozco lo suficiente para referirme a ella como mi novia, considerando que ni siquiera nos hemos besado aún. Pero maldita sea si no me enoja el pensar que sus labios son de alguien más. Así que, estemos saliendo o no, estoy declarándonos exclusividad. ¿Puedes siquiera ser exclusivo sin besar primero, en realidad? ¿Es exclusivo y salir con alguien, mutuamente exclusivo?

Eso me hace reír a carcajadas. O lol.

Cuando me desperté ayer por la mañana, tenía dos mensajes de texto. Realmente estoy metiéndome de lleno en los mensajes de texto. En realidad, me pongo mareada cuando tengo uno y no puedo imaginar cómo de adictivo el correo electrónico, el Facebook y todo lo demás relacionado con la tecnología debe ser. Uno de los mensajes era de Quinn, pasando una y otra vez por sus impecables habilidades para hornear, seguido con estrictas instrucciones de llamarla el domingo por la noche desde su teléfono de casa para ponerla al día en todo. Lo hice. Hablamos durante una hora y ella estaba tan anonadada como yo de que Brittany no es del todo como esperábamos. Le pregunté sobre Lorenzo y ni siquiera sabía a quién me estaba refiriendo, así que me eché a reír y lo dejé pasar. La extraño y odio que se haya ido, pero a ella le encanta y eso me hace feliz.

El segundo mensaje era de Brittany. Todo lo que decía era:

Estoy horrorizada de verte en la escuela el lunes. Muy mal.

Correr solía ser el punto culminante de mi día, pero ahora es recibir textos insultantes de Brittany. Y hablando de correr y Brittany, ya no lo estamos haciendo. Juntas, de todos modos. Después de los mensajes de ida y vuelta de ayer, decidimos que era probablemente mejor si no corríamos juntas en una base diaria, porque podría ser pronto, demasiado pronto. Le dije que no quería que las cosas se volvieran raras entre nosotras. Además, soy muy consciente de que cuando estoy sudorosa, con mocos y sibilancias, y oliendo mal, preferiría correr sola.

Ahora, estoy mirando mi casillero en un sueño, una especie de estancamiento porque realmente no quiero ir a clase. Es el primer periodo y la única clase que tengo con Brittany, así que estoy muy nerviosa sobre cómo lo llevaré a cabo. Saco el libro de Kurt de mi mochila y los otros dos libros que le traje y luego pongo el resto de mis cosas en mi casillero. Entro a la sala y voy a mi asiento, pero Kurt aún no está aquí, ni tampoco Brittany. Me siento y miro a la puerta, sin estar realmente segura de por qué estoy tan nerviosa. Es simplemente diferente, verla aquí en vez de en su propio terreno. La escuela pública simplemente es demasiado… pública.

La puerta se abre y Brittany entra, seguida de cerca por Kurt. Ambos avanzan hacia la parte posterior de la sala. Brittany me sonríe, caminando por un pasillo. Kurt me sonríe, caminando por el otro, sosteniendo dos tazas de café. Brittany alcanza el asiento a mi lado y empieza a poner su mochila en él, al mismo tiempo que Kurt lo alcanza y empieza a dejar las tazas de café. Se miran el uno al otro y luego ambos se giran para mirarme.

Incómodo.

Hago lo único que sé hacer en situaciones incómodas, infundir sarcasmo.

—Parece que tenemos la situación bastante difícil aquí, chicos. — Sonrío a ambos y a continuación miro el café en las manos de Kurt—. Veo que el mormón trajo a la reina su oferta de café. Muy impresionante. —Miro a Brittany y levanto mi ceja—. ¿Deseas revelar tu oferta, muchacha desesperada, para que pueda decidir quién me acompañará hoy en el trono de la clase?

Kurt me mira como si hubiera perdido la cabeza. Brittany se ríe y saca su mochila de arriba del escritorio.

—Parece que hoy alguien necesita un mensaje demoledor de ego. —Mueve su mochila al asiento vacío en frente de Kurt y reclama su lugar.

Kurt aún sigue de pie, sosteniendo ambos cafés con una mirada increíblemente confusa en su rostro. Extiendo una mano y agarro una de las tazas.

—Felicidades, escudero. Hoy eres el elegido de la reina. Siéntate. Ha sido todo un fin de semana.

Lentamente, Kurt toma su asiento y deja su café en su escritorio, entonces saca su mochila de su hombro, mirándome con recelo todo el tiempo. Brittany está sentada de lada en su escritorio, mirándome. Hago un gesto con la mano hacia Brittany.

—Kurt, esta es Brittany. Brittany no es mi novia, pero si la pillo tratando de romper el record del mejor primer beso con otra chica, entonces pronto será mi no-novia muerta.

Brittany me arquea una ceja y el esbozo de una sonrisa juega en la esquina de su boca.

—Lo mismo digo. —Sus hoyuelos están burlándose de mí y tengo que forzarme a mí misma a mirar directamente a sus ojos, o podría estar obligada a hacer algo que sería motivo de suspensión.

Hago un gesto con la mano hacia Kurt.

—Brittany, este es Kurt. Kurt es mi nuevo mejor amigo de los mejores que ha existido en el mundo entero.

Kurt mira a Brittany, y Brittany le sonríe, entonces se acerca a darle la mano. Kurt tentativamente estrecha la mano de Brittany en respuesta, luego se retira y se gira hacia mí, entrecerrando los ojos.

— ¿Se da cuenta tu no-novia de que soy mormón?

Asiento. —Resulta que Brittany no tiene problemas con los mormones para nada. Sólo tiene problemas con los idiotas.

Kurt se ríe y se gira hacia Brittany.

—Bueno, en ese caso, bienvenida a la alianza.

Brittany le da una media sonrisa, pero está mirando a la taza de café en el escritorio de Kurt. —Pensé que los mormones no tenían permitido tomar cafeína.

Kurt se encoje de hombros.

—Decidí romper esa regla la mañana que desperté gay.

Brittany se ríe y Kurt sonríe, y todo está bien con el mundo. O al menos en el mundo del primer periodo. Me recuesto en mi silla y sonrío. Esto no va a ser difícil después de todo. De hecho, creo que la escuela pública empezó a encantarme.


*****



Brittany me sigue a mi casillero después de clase. No hablamos. Cambio mis libros mientras ella arranca más insultos de mi casillero. Hoy sólo había dos notas adhesivas después de clase, las cuales me ponen un poco triste. Están dándose por vencidos tan fácilmente y es sólo la segunda semana de escuela.

Enrolla las notas y da un golpecito con ellas en el suelo, cierro mi casillero y entonces me giro hacia ella. Ambas estamos apoyadas contra los casilleros, una frente a la otra.

—Te cortaste el cabello —digo, notándolo por primera vez.

Pasa sus dedos por él y sonríe.

—Sí. Esta chica que conozco no puede dejar de quejarse por ello. Fue realmente molesto.

—Me gusta.

Sonríe.

—Bien.

Presiono mis labios y me balanceo hacia adelante y hacia atrás sobre mis talones. Me está sonriendo y luce adorable. Si no estuviéramos en un pasillo ahora mismo lleno de gente, agarraría su camisa y la tiraría hacia mí para poder mostrarle lo adorable que creo que se ve. En su lugar, empujo las imágenes lejos y le sonrió.

—Supongo que deberíamos ir a clase.

Asiente lentamente.

—Sip —dice, sin alejarse.

Nos quedamos ahí durante otros treinta segundos más o menos antes de reírme y patear el casillero, y después empiezo a caminar. Agarra mi brazo y me tira hacia atrás tan rápidamente que jadeo. Antes de darme cuenta, mi espalda está contra el casillero y ella está de pie frente a mí, bloqueándome con sus brazos. Me lanza una sonrisa diabólica y entonces inclina mi rostro hacia el suyo. Lleva su mano derecha a mi mejilla y la desliza bajo mi mandíbula, acunando mi rostro. Acaricia delicadamente mis dos labios con su pulgar y tengo que recordarme a mí misma de nuevo que estamos en público y no puedo actuar sobre mis impulsos en estos momentos. Me presiono contra los casilleros detrás de mí, tratando de usar la robustez para compensar el apoyo que mis rodillas ya no están dándome.

—Ojala te hubiera besado el sábado por la noche —dice. Baja la vista a mis labios donde su pulgar aún está acariciándolos—. No puedo dejar de imaginar a qué sabes. —Presiona su pulgar firmemente contra el centro de mis labios, y luego muy brevemente conecta su boca con la mía sin mover su pulgar de en medio. Sus labios se han ido, su pulgar se ha ido y sucede tan rápido, que ni siquiera me doy cuenta de que se ha ido hasta que el pasillo deja de girar y soy capaz de ponerme de pie con la espalda recta.

No sé cuánto tiempo más podré soportarlo. Me acuerdo de mi perorata nerviosa del sábado por la noche, cuando quería que sólo acabara de una vez y me besara en la cocina. No tenía la menor idea de con qué me encontraría.


*****



— ¿Cómo?

Es sólo una palabra, pero tan pronto como pongo mi bandeja frente a Kurt, sé exactamente todo lo que esa palabra abarca. Me río y decido derramar todos los detalles antes de que Brittany aparezca en nuestra mesa. Si aparece en nuestra mesa. No solamente no hemos discutido las etiquetas de relación, tampoco hemos discutido acuerdos de asientos en el comedor.

—Ella se presentó en mi casa el viernes, y después de unos pocos malentendidos, finalmente llegamos a un acuerdo que sólo nos malentendimos la una a la otra. Entonces, horneamos, le leí algunas obscenidades y se fue a casa. Volvió el sábado por la noche y cocinó para mí. Entonces fuimos a mi cuarto y…

Dejo de hablar cuando Brittany toma un asiento a mi lado.

—Continúa —dice Brittany—. Me encantaría escuchar lo que hicimos después.

Pongo los ojos en blanco y me giro hacia Kurt.

—Entonces, rompimos el record del mejor primer beso en la historia de los primero besos sin siquiera besarnos.

Kurt asiente con cuidado, todavía mirándome con ojos llenos de escepticismo. O curiosidad. —Impresionante.

—Fue un fin de semana terriblemente aburrido —dice Brittany a Kurt.

Me río, pero Kurt me mira como si estuviera loca otra vez.

—A Brittany le encanta lo aburrido —le aseguro—. Quiere decir eso de una manera agradable.

Kurt mira hacia adelante y atrás entre nosotras dos, luego niega con la cabeza y se inclina hacia atrás, levantando su tenedor.

—No hay mucho que me confunda —dice, apuntando su tenedor hacia nosotras—. Pero ustedes dos son una excepción.

Asiento en completo acuerdo.

Continuamos con nuestro almuerzo y tenemos una normal y decente interacción entre los tres. Brittany y Kurt comienzan a hablar sobre el libro que me prestó, y el hecho de que Brittany todavía esté discutiendo una novela de romance es absolutamente divertido por sí mismo, pero el hecho de que está argumentando sobre la trama con Kurt es asquerosamente adorable. De vez en cuando, pone su mano en mi pierna o frota mi espalda o besa un lado de mi cabeza, y va a través de estos movimientos como una segunda naturaleza, pero para mí ni uno solo de ellos pasa desapercibido.

Estoy tratando de procesar el cambio de la semana pasada a esta y no puedo pasar la noción de que podríamos estar demasiado bien. Sea lo que sea que es y lo que sea que estamos haciendo, parece demasiado bueno, demasiado correcto, demasiado perfecto, y me hace pensar en todos los libros que he leído y cómo, cuándo las cosas se vuelven demasiado buenas, demasiado correctas y demasiado perfectas, es sólo porque la fea torcedura todavía no se ha infiltrado en la bondad de todo y de repente…

—Santana —dice Brittany, chasqueando los dedos enfrente de mi cara. La miro y me está mirando con cautela—. ¿Dónde fuiste?

Sacudo la cabeza y sonrío, sin saber lo que acaba de desencadenar este mini ataque de pánico interno. Desliza su mano justo debajo de mi oreja y pasa su pulgar por mi mejilla.

—Tienes que dejar de mirar de esta manera. Me asusta un poco.

—Lo siento —digo con un encogimiento de hombros—. Me distraigo con facilidad. —Subo mi mano y alejo su mano de mi mejilla, apretando sus dedos para tranquilizarla—. De verdad, estoy bien.

Su mirada cae a mi mano. Le da la vuelta y desliza mi manga hacia arriba, entonces tuerce mi muñeca hacia atrás y adelante.

— ¿De dónde sacaste eso? —dice, mirando mi muñeca.

Bajo la mirada para ver a lo que se está refiriendo y me doy cuenta de que todavía estoy usando el brazalete que me puse esta mañana. Vuelve a subir la mirada hacia mí y me encojo de hombros. No estoy realmente de humor para explicarlo. Es complicado, hará preguntas y el almuerzo casi termina.

— ¿De dónde lo sacaste? —dice de nuevo, esta vez un poco más exigente. Su agarre se tensa alrededor de mi muñeca y está mirándome fríamente, esperando una explicación. Alejo mi muñeca, no gustándome a donde va esto.

— ¿Crees que me lo dio un chico? —pregunto, sorprendida por su reacción. Realmente no me había fijado que era del tipo celosa, pero esto en realidad no parece como celos.

Parece como loca.

No responde mi pregunta. Sigue mirándome como si tuviera algún tipo de gran confesión que estoy negándome a revelar. No sé lo que espera, pero su actitud en este momento es más de que va a terminar ganándose una bofetada, que una explicación.

Kurt se desplaza incómodamente en su asiento y aclara su garganta.

—Brittany. Cálmate, mujer.

La expresión de Brittany no cambia. En todo caso, se vuelve incluso más fría. Se inclina hacia adelante a pocos centímetros y baja su voz cuando habla.

— ¿Quién te dio ese maldito brazalete, Santana?

Sus palabras se transforman en un peso insoportable en mi pecho y todas las mismas señales de alerta que destellaban en mi cabeza cuando la conocí por primera vez están parpadeando de nuevo, sólo que esta vez están en grandes letras de neón. Sé que mi boca es ágape y mis ojos son amplios, pero me siento aliviada de que la esperanza no sea una cosa tangible, porque todo el mundo a mí alrededor ve mi desmoronamiento.

Cierra sus ojos y se echa hacia adelante, poniendo sus codos sobre la mesa. Sus palmas presionan contra su frente e inhala una larga y profunda respiración. No estoy segura de si la respiración es más para un efecto calmante, o una distracción para evitar gritar. Pasa su mano por su cabello y agarra la parte posterior de su cuello.

— ¡Mierda! —dice. Su voz es áspera y me hace estremecer. Se pone de pie y se va inesperadamente, dejando su bandeja en la mesa. Mis ojos la siguen mientras continúa cruzando la cafetería sin mirarme una sola vez. Golpea las puertas de la cafetería con ambas palmas y desaparece a través de ellas. Ni siquiera parpadeo o respiro de nuevo hasta que las puertas terminan de balancearse, volviendo a un completo punto muerto.

Me vuelvo hacia Kurt y sólo puedo imaginar la sorpresa en mi rostro ahora mismo. Parpadeo y sacudo la cabeza, repitiendo los dos últimos minutos de la escena en mi cabeza. Kurt se estira a través de la mesa y toma mi mano en la suya, pero no dice nada. No hay nada que decir. Ambos perdimos todas nuestras palabras al segundo que Brittany desapareció a través de esas puertas.

La campana suena y la cafetería comienza a ser un torbellino de conmoción, pero no puedo moverme. Todos se están moviendo alrededor y vaciando sus bandejas y limpiando las mesas, pero el mundo de nuestra mesa está sosegado. Kurt finalmente deja ir mi mano y agarra nuestras bandejas, luego regresa por la de Brittany y limpia la mesa. Agarra mi mochila y toma mi mano de nuevo, levantándome. Pone mi mochila sobre mi hombro, entonces me saca de la cafetería. No camina conmigo a mi casillero o hacia mi clase. Sostiene mi mano y me tira detrás de él hasta que estamos afuera de las puertas y cruzamos el aparcamiento, abre una puerta y me empuja dentro de un auto desconocido. Se desliza en su asiento y manivela el coche, entonces se gira en su asiento y me enfrenta.

—Ni siquiera voy a decirte lo que pienso acerca de lo que acaba de suceder ahí. Pero sé que apesta y no tengo ni idea de por qué no estás llorando justo ahora, pero sé que tu corazón duele, y tal vez hasta tu orgullo. Así que qué se joda la escuela. Nos vamos por un helado. —Pone su auto marcha atrás y lo retira de la plaza de aparcamiento.

No sé cómo lo hace, porque estando a punto de estallar en lágrimas, sollozos y mocos, todo sobre su auto, después de que aquellas palabras salieran de su boca, en realidad sonreí.

—Me encanta el helado.


*****



El helado ayudó, pero no creo que ayudara mucho porque Kurt sólo me dejó en mi auto y estoy sentada en el asiento del conductor, incapaz de moverme. Estoy triste, tengo miedo, estoy loca y siento todas las cosas que estoy justificada a sentir después de lo que sucedió, pero no estoy llorando.

Y no lloraré.

Cuando llego a casa, hago la única cosa que sé que ayudará. Corro. Sólo cuando regreso y subo a la ducha me doy cuenta de que, como el helado, la carrera realmente tampoco ayudó mucho.

Voy por los mismos movimientos que cualquier otra noche de la semana. Ayudo a Maribel con la cena, como con ella y Tom, trabajo en las tareas escolares, leo un libro. Trato de actuar como si no me afectara en absoluto, porque en realidad deseo que no lo haga, pero al segundo que trepo en la cama y apago mi luz, mi mente empieza a vagar. Sólo que esta vez no vaga muy lejos, porque estoy estancada solamente con una sola cosa. ¿Por qué demonios no me ha pedido disculpas?

Casi esperaba que estuviera esperando en mi auto cuando Kurt y yo regresamos del helado, pero no estaba. Cuando entré en mi calzada, esperaba que estuviera ahí, dispuesta a humillarse, suplicar y proporcionarme con siquiera el más mínimo pedazo de una explicación, pero no estaba aquí. Mantuve mi teléfono oculto en mi bolsillo (porque Maribel todavía no sabe que lo tengo) y lo comprobé en cada oportunidad que tuve, pero el mensaje de texto que recibí era de Quinn y aún no lo había leído.

Así que, ahora estoy en mi cama, abrazando mi almohada, sintiéndome increíblemente culpable por no tener la tentación de tirar huevos a su casa y reducir sus neumáticos y patearla. Porque sé que eso es lo que deseo haber estado sintiendo. Deseo haber estado enojada, furiosa e implacable, porque se sentiría mucho mejor que sentirse decepcionada por la comprensión de que la Brittany que tuve este fin de semana… de todos modos, ni siquiera era Brittany.










-------------------------------------------------------------

Hola, chicos!!

Mil disculpas por no haber actualizado estos días, es que ya empece las clases en la universidad y luego tengo que ir al trabajo y mi laptop se me ha malogrado de nuevo y baaaah ya no quiero aburrirlos con mi vida... Actualizaré cada vez que tenga un tiempito, ya?. Si les gustó el capítulo, comenten
.
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 3 918367557
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por minerva ortiz Jue Abr 09, 2015 12:59 am

Me encanto,por que abra reaccionado así brittany al ver la pulsera de san?.
Pd...actualiza pronto pliss
minerva ortiz
minerva ortiz
***
***

Mensajes : 126
Fecha de inscripción : 30/03/2014
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Jue Abr 09, 2015 12:35 pm

holap,...

britt ya conoce a san de antes ¿quizás? para que reaccione así, ademas no es la primera ver que raciona así,...
a ver como se arreglan o mejor dicho que dice o hace britt???

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Jue Abr 09, 2015 4:40 pm

uff por fin actualizas !! y ahora nos dejas asi?:cc geniales los capitulos*-* espero los proximos-.- Saludooooos<3
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Jue Abr 09, 2015 6:57 pm

Para mi ese sueño que tuvo San era una recuerdo de su pasado, y esas dos niñas eran Britt y su hermana, y mas que segura Britt fue la que le dio ese brazalete
Seguro Britt sabe todo sobre el pasado de San, peor porque San no se acuerda de nada
Pero por que esa reaccion??
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por micky morales Jue Abr 09, 2015 8:29 pm

no entiendo nada asi que esperare la actualizacion!
micky morales
micky morales
-*-*-*-*
-*-*-*-*

Femenino Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Club Achele

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 3 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.