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[Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
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FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Cap 22
Capitulo 22
Brittany
Yací en la cama mientras Santana gritaba mi nombre.
Se hallaba cerca.
Lo sabía por el sonido.
Sabía cómo sonaba.
Corrió fuera de aquí como una posesa.
Mi cuerpo temblaba por las secuelas de mi orgasmo.
Normalmente los orgasmos que me daba a mí misma no eran tan fuertes. Pero con Santana hablando sucio en mi oído y mirándome, lo perdí por completo.
No fueron tan buenos como cuando Santana me los daba, pero era lo más cercano que tuve en mucho tiempo.
Apreté mis piernas juntas y rodé para mirar a la puerta que dejé abierta.
No me tocó.
Ni siquiera se corrió aquí para así poder verla.
La escuché, oírlo gritar mi nombre fue maravilloso. Me encantó.
¿Qué hacía?
Ayer por la noche me preguntaba si podríamos ser amigas.
¿Podríamos ser amigas cuando nos deseábamos la una a la otra así?
¿Era posible esa idea?
Santana era parte de mi vida.
Tendríamos un hijo juntas. Me hizo daño y luego me abandonó cuando más la necesité.
Pero mi cuerpo todavía la deseaba.
Se encontraba aquí. No me dejaba.
¿Podría perdonarla?
¿Era eso posible?
O... ¿Ya la había perdonado?
Oí la ducha encenderse, y me incorporé.
No pensaría eso en este momento.
No teníamos que tomar ninguna decisión todavía. Podría cambiar de opinión y dejarme de nuevo.
Esta vida en la granja no era lo que siempre soñó. Que se quedara aquí conmigo sería pedirle que renunciara a su vida.
Eso no iba a suceder.
Nunca.
Para el momento en que Santana salió de la ducha, me encontraba vestida y los bizcochos se hallaban en el horno.
Enfrentarla después de lo que hicimos no iba a ser fácil, pero saber que también se corrió alivió mi vergüenza.
Siempre me despertaba caliente.
Lo hice durante meses. No tenía que preocuparme de que Santana caminara hacía mi puerta y me escuchara.
—Iba hacer el desayuno esta mañana. Es por eso que me levanté temprano. Conseguí, uh, desviarme en mi camino hasta aquí—dijo Santana.
La miré por encima de mi hombro y sentí que me sonrojaba.
—Oh—fue lo único que atiné a decir.
—Sí, oh—respondió con una sonrisa.
Mi cuerpo se relajó ante el sonido de su diversión.
No sería incómodo.
Era Santana.
Las cosas que hicimos juntas deberían hacerme inmune a cualquier vergüenza sexual con ella.
—¿Puedo preparar los huevos, por lo menos?—preguntó, dando un paso detrás de mí, tan cerca que podía oler el jabón en su piel, pero seguía sin tocarme.
—Si quieres—contesté, tomando una respiración profunda para que poder disfrutar de lo bien que olía.
Cogió la sartén y la dejó en la estufa a mi lado.
No iba a decir nada sobre eso.
Iba a fingir que no sucedió.
Que nosotras no hicimos... eso.
—Me quedé con tus bragas. Espero que estés bien—dijo cerca de mi oído antes de caminar hacia la refrigeradora para sacar los huevos.
Eso fue todo.
Teníamos que hablar.
—¿Por qué?—le pregunté, dando la vuelta para mirarla.
—¿Por qué? Porque huelen como tú y extrañaba ese olor. Mucho... y aún están mojadas.
Aspiré una bocanada de aire y me apoyé en el borde de la encimera.
—Santana, ¿Qué hacemos? Quiero decir... ¿Qué es esto?
Me estudió por un momento y luego puso los huevos que tenía en las manos sobre la encimera junto a mí. Se paró tan cerca de mí que tuve que presionar mi espalda en la encimera de granito detrás.
—Estoy haciendo cualquier jodida cosa que me permitas. Eso es lo que hago. ¿Por qué? Porque no puedo vivir sin ti. De modo que si me permites tenerte es lo que voy a tomar.
Quería gritarle que me tuvo por completo y me arrojó a la basura.
¿No hizo eso?
—Me tuviste Santana. Jodidamente me tuviste. ¡Quisiste algo más!—lágrimas quemaban mis ojos.
No lo dije en voz alta antes.
Lo pensé, pero no lo verbalicé.
No hasta hoy.
Mi garganta se obstruyó, y Santana puso su mano en mi cadera.
—Cometí un error. El error más grande de mi vida. Dejé que mis inseguridades me impidieran luchar por ti. Me permití creer las palabras que me gritaste por teléfono. No vine aquí a hacer que me escucharas. Ese fue mi error.
No, eso fue una parte.
¿No lo veía?
La golpeé con fuerza en el pecho y dejé escapar un sollozo.
No se movió.
—No. No. ¡No! No es eso. Yo no era suficiente. Necesitabas más. No puedo vivir con eso. ¿No lo ves? No puedo vivir sabiendo que tocaste a alguien más. Que querías a alguien más. ¡Siempre te he querido! ¡Sólo a ti!—las lágrimas difuminaron mi visión.
No me importó.
Tenía que dejarlas salir.
Tenía que decirlo.
Por más de una semana apareció para trabajar. Era dulce y considerada.
Se lo permití.
Pero ni una vez me dijo que se encontraba arrepentida de lo que me hizo.
De hacerme creer que alguna vez sería suficiente para ella.
—En la foto donde le toco el seno a la chica. Buscaba mi teléfono. Mi compañera de habitación lo tomó y me quedé atrapada en una fiesta en la que no quería estar. Muy pocas personas tenían camisetas y jodidamente quería irme. No se iban y no aceptaban un no por respuesta. La empujé y me encontraba alcanzando su hombro cuando se movió de modo que agarré algo más. La foto en la que me voy en un auto con una chica, era la única manera en la que podía llegar a casa esa noche. No tenía batería en mi teléfono porque, una vez más, mi compañera de habitación la tomó. Me encontraba a kilómetros de distancia de cualquier tienda y era tarde. Fue sólo un viaje a casa. El beso fue una trampa. Llegué a la fiesta del equipo en un bar. Me senté sola el sofá a ver la televisión, y ella vino y se puso sobre mí. La empujé y salí de ahí para llamarte. No contestaste. Entré para conseguir una cerveza y jugar billar, y la cerveza que tomé tenía drogas. Quince minutos después volví al bar, no recuerdo una maldita cosa. Nada. Y nunca me acosté con esa chica. También fue una trampa. Ayudaba a Alison a tenderme una trampa. La foto fue tomada por Alison. Querían hacerme creer que la follé. Ni una vez, Britt, ni una jodida vez he querido a nadie excepto a ti desde el momento en que entré por ese porche y puse mis ojos en ti. Has sido la única desde entonces.
Me quedé ahí, incapaz de encontrar las palabras.
Durante seis meses pensé que me engañó. Que me traicionó.
Durante seis meses viví con el dolor de no ser suficiente.
—Debí haber peleado por ti. Debí haber luchado por nosotras. Pero no lo hice. Joder, no lo hice, y nunca me perdonaré por ello—dejó caer su mano de mi cintura y dio un paso atrás. Luego se volvió y salió por la puerta.
Mi corazón destrozado comenzó lentamente a reformarse.
Cada momento en el que pensé que quiso a alguien más se desvaneció.
Cada lágrima que lloré por no ser suficiente para ella se secó.
Me aparté del mostrador y fui tras ella.
Caminaba por el patio, se dirigía al granero, cuando di el primer paso.
—¡Santana! ¡Espera!—lloré, y empecé a correr el resto del camino.
Se dio la vuelta y me vio, entonces comenzó a caminar de nuevo hacia mí con grandes zancadas.
—No corras, Britt-Britt, te podrías caer—dijo, mirándome preocupada.
Sólo reí.
Era mi Santana.
Se hallaba de vuelta.
Mi pesadilla terminaba.
Me agarró por la cintura, pero me arrojé a sus brazos.
—Te amo. Te amo mucho. Debí haberte escuchado. Me encontraba tan emocional y no era yo misma. Pero merecías más de mí. Merecías ser escuchada y no te di la oportunidad—la sostuve con fuerza sabiendo que nada de lo que dijera podría mejorar el hecho de que no confié en ella.
Sus brazos se apretaron a mí alrededor y la sentí estremecerse debajo de mí.
Lloré más fuerte.
La niña que no fue amada y quien fue abandonada por todo el mundo me confió su corazón y la defraudé.
No lo volvería hacer.
Nunca.
Si me daba la oportunidad, pasaría mi vida probándoselo.
Pasé mi mano por su cabeza y enrosqué mis dedos en su pelo. Se había enterrado su cabeza en el hueco de mi cuello y no se movía. Sólo me sostenía en silencio.
—Te amo mucho. Nunca he dejado de hacerlo—le dije de nuevo.
Lentamente levantó su cabeza y me miró.
—Eres mi mundo—dijo simplemente.
Santana
Brittany no aflojaba su agarre en mí, y me gustaba eso.
Nos podíamos quedar aquí así todo el maldito día si quería.
—Ya no me encuentro comprometida con Sam—dijo contra mi pecho.
Sonreí.
Olvidé que no sabía que yo sabía que no se hallaba comprometida ya.
—Lo sé —respondí.
Frunció el ceño y me miró.
—¿Lo sabes?
Presioné un beso en la comisura de su boca.
—Sí, me llamó. Me lo hizo saber.
Su ceño se profundizó.
—Iba a romper con él. Sólo se me adelantó. No quiero que pienses que quería casarme.
Mi sonrisa sólo se hizo más grande. Degusté un poco su labio inferior con mi lengua.
—Lo sé—susurré antes de que deslizara su lengua en mi boca y me adentrara en la dulce calidez que extrañé.
Su cuerpo se moldeó contra mí.
Sentir la pequeña hinchazón de su estómago presionando hizo que la bestia posesiva en mi interior cobrara vida.
Esto era mío, y joder, no lo dejaría escapar de nuevo.
No podía obligarme a apartarme de su lado ni apuntando una maldita pistola en mi cabeza.
Sus manos se deslizaron bajo mi camisa y se dirigieron directamente hacia mis pezones.
La mujer se encontraba obsesionada.
Besé a un camino desde su boca a su oreja.
—Empieza a jugar con mis pezones, Britt-Britt, y jugaré con los tuyos.
Arqueó su cuello, y lo tomé como una invitación para seguir besando y lamiendo mi camino hasta su escote. Empezó presionar sus pechos contra mí y a besar toda la piel que pudo encontrar.
—San—dijo, sonando desesperada.
—¿Sí, Britt-Britt?—pregunté mientras acomodaba mis manos bajo su camisa para poder finalmente llenar mis manos con sus pechos.
Se encontraban diferentes y quería poner mis manos sobre ellos.
—Necesito que toques mis pechos —dijo en una súplica gutural.
—Sí, lo necesito también—respondí, incapaz de mantener la sonrisa fuera de mi voz.
—Y necesito que me hagas el amor—terminó.
Ahuequé su trasero y la levanté. Envolvió sus brazos y piernas alrededor de mí y siguió besándome.
Iba a llevarla dentro o al granero.
No estaba segura de que cual se encontraba más cerca.
—No. Aquí. No puedo esperar—dijo, sacando mi camisa mientras sus piernas se deslizaban por mi cuerpo.
Que buena idea no llevar sujetador hoy.
—¿Aquí?—pregunté.
Se las arregló para sacar mi camisa, y su boca se hallaba en mi pezón izquierdo mientras un pequeño gemido escapaba de ella y decidí que aquí era jodidamente un buen lugar.
Cogí su blusa. Levantó los brazos y paró de chasquear la lengua sobre la pequeña barra de metal en mi pezón sólo el tiempo suficiente para dejarla en topless.
Desabroché su sujetador y lo deslicé fuera de sus brazos en un rápido movimiento. Tomando sus dos hombros, sostuve su espalda y disfruté la vista de sus altos y pesados pechos situados sobre su ahora redondo estómago.
Era hermosa.
Perfecta.
Y mía.
Toda mía.
—Necesito tiempo con ellos—dije, mirando a sus pechos.
—Bueno, pero hagámoslo después de que te tenga unida a mí—dijo, tratando de alcanzar mi pantalón de buzo y deslizar su mano dentro para hundir sus dedos en mi interior.
—Cualquier cosa que quieras. Cualquier maldita cosa que quieras—gemí.
Un par de horas más tarde logramos saciarnos lo suficiente como para hacerlo de nuevo dentro de la casa.
Se acurrucaba contra mi pecho desnudo en el sofá, y tiramos la manta sobre nosotras.
Sus párpados eran pesados mientras jugaba con su cabello.
Tenía mucho que necesitaba hacer fuera.
Sam hizo una lista para mí.
Pero no lo haría hoy.
—No me encontraba segura de que segundo nombre debía tener. Pero ya que su apellido será López ¿Podemos dejar que su segundo nombre sea Bliss?
Sonreí e incliné mi cabeza para besar su cuello.
—Sí, me gusta.
—Susan Bliss Pierce López—dijo con un sonido satisfecho—De esa manera, sabrá que es nuestra felicidad y alegría.
Me quedé helada.
Ambos apellidos.
El apellido no fue algo que pensé. Estuve tan concentrada en regresar con ella, que no pensé en nada más.
Siempre planeé casarme con Brittany.
Era mía para siempre.
Pero creí que iba a ser más tarde.
Después de la escuela.
Después de tener un trabajo para mantener a una familia.
Deslicé mis manos sobre su estómago. Me encontraba a punto de tener una familia.
Las cosas no jugaban exactamente en el orden en que las imaginé.
—Ni siquiera sé su fecha de nacimiento—dije más para mí que para Brittany.
—Diecisiete de Marzo—respondió, poniendo sus manos sobre las mías.
Teníamos tres meses antes de convertirnos en madres.
No iba a dejar que mi bebé viniera al mundo sin que el apellido de su mamá llevara un López junto al de ella.
Pero necesitaba un plan.
Brittany se merecía algo especial.
—¿San?
—¿Sí?
—¿Cortaríamos un árbol de Navidad? Necesitamos uno justo ahí, en esa esquina.
Amé que dijera nosotras.
—Por supuesto. Lo haré hoy.
—Gracias. Te prepararé las galletas—respondió.
Moví mis manos hasta sus pechos.
—Me gustan las galletas, pero puedo pensar en algunas partes de tu cuerpo que prefiero comer—contesté.
Se estremeció contra mí.
—De acuerdo. Es un trato.
Se hallaba cerca.
Lo sabía por el sonido.
Sabía cómo sonaba.
Corrió fuera de aquí como una posesa.
Mi cuerpo temblaba por las secuelas de mi orgasmo.
Normalmente los orgasmos que me daba a mí misma no eran tan fuertes. Pero con Santana hablando sucio en mi oído y mirándome, lo perdí por completo.
No fueron tan buenos como cuando Santana me los daba, pero era lo más cercano que tuve en mucho tiempo.
Apreté mis piernas juntas y rodé para mirar a la puerta que dejé abierta.
No me tocó.
Ni siquiera se corrió aquí para así poder verla.
La escuché, oírlo gritar mi nombre fue maravilloso. Me encantó.
¿Qué hacía?
Ayer por la noche me preguntaba si podríamos ser amigas.
¿Podríamos ser amigas cuando nos deseábamos la una a la otra así?
¿Era posible esa idea?
Santana era parte de mi vida.
Tendríamos un hijo juntas. Me hizo daño y luego me abandonó cuando más la necesité.
Pero mi cuerpo todavía la deseaba.
Se encontraba aquí. No me dejaba.
¿Podría perdonarla?
¿Era eso posible?
O... ¿Ya la había perdonado?
Oí la ducha encenderse, y me incorporé.
No pensaría eso en este momento.
No teníamos que tomar ninguna decisión todavía. Podría cambiar de opinión y dejarme de nuevo.
Esta vida en la granja no era lo que siempre soñó. Que se quedara aquí conmigo sería pedirle que renunciara a su vida.
Eso no iba a suceder.
Nunca.
Para el momento en que Santana salió de la ducha, me encontraba vestida y los bizcochos se hallaban en el horno.
Enfrentarla después de lo que hicimos no iba a ser fácil, pero saber que también se corrió alivió mi vergüenza.
Siempre me despertaba caliente.
Lo hice durante meses. No tenía que preocuparme de que Santana caminara hacía mi puerta y me escuchara.
—Iba hacer el desayuno esta mañana. Es por eso que me levanté temprano. Conseguí, uh, desviarme en mi camino hasta aquí—dijo Santana.
La miré por encima de mi hombro y sentí que me sonrojaba.
—Oh—fue lo único que atiné a decir.
—Sí, oh—respondió con una sonrisa.
Mi cuerpo se relajó ante el sonido de su diversión.
No sería incómodo.
Era Santana.
Las cosas que hicimos juntas deberían hacerme inmune a cualquier vergüenza sexual con ella.
—¿Puedo preparar los huevos, por lo menos?—preguntó, dando un paso detrás de mí, tan cerca que podía oler el jabón en su piel, pero seguía sin tocarme.
—Si quieres—contesté, tomando una respiración profunda para que poder disfrutar de lo bien que olía.
Cogió la sartén y la dejó en la estufa a mi lado.
No iba a decir nada sobre eso.
Iba a fingir que no sucedió.
Que nosotras no hicimos... eso.
—Me quedé con tus bragas. Espero que estés bien—dijo cerca de mi oído antes de caminar hacia la refrigeradora para sacar los huevos.
Eso fue todo.
Teníamos que hablar.
—¿Por qué?—le pregunté, dando la vuelta para mirarla.
—¿Por qué? Porque huelen como tú y extrañaba ese olor. Mucho... y aún están mojadas.
Aspiré una bocanada de aire y me apoyé en el borde de la encimera.
—Santana, ¿Qué hacemos? Quiero decir... ¿Qué es esto?
Me estudió por un momento y luego puso los huevos que tenía en las manos sobre la encimera junto a mí. Se paró tan cerca de mí que tuve que presionar mi espalda en la encimera de granito detrás.
—Estoy haciendo cualquier jodida cosa que me permitas. Eso es lo que hago. ¿Por qué? Porque no puedo vivir sin ti. De modo que si me permites tenerte es lo que voy a tomar.
Quería gritarle que me tuvo por completo y me arrojó a la basura.
¿No hizo eso?
—Me tuviste Santana. Jodidamente me tuviste. ¡Quisiste algo más!—lágrimas quemaban mis ojos.
No lo dije en voz alta antes.
Lo pensé, pero no lo verbalicé.
No hasta hoy.
Mi garganta se obstruyó, y Santana puso su mano en mi cadera.
—Cometí un error. El error más grande de mi vida. Dejé que mis inseguridades me impidieran luchar por ti. Me permití creer las palabras que me gritaste por teléfono. No vine aquí a hacer que me escucharas. Ese fue mi error.
No, eso fue una parte.
¿No lo veía?
La golpeé con fuerza en el pecho y dejé escapar un sollozo.
No se movió.
—No. No. ¡No! No es eso. Yo no era suficiente. Necesitabas más. No puedo vivir con eso. ¿No lo ves? No puedo vivir sabiendo que tocaste a alguien más. Que querías a alguien más. ¡Siempre te he querido! ¡Sólo a ti!—las lágrimas difuminaron mi visión.
No me importó.
Tenía que dejarlas salir.
Tenía que decirlo.
Por más de una semana apareció para trabajar. Era dulce y considerada.
Se lo permití.
Pero ni una vez me dijo que se encontraba arrepentida de lo que me hizo.
De hacerme creer que alguna vez sería suficiente para ella.
—En la foto donde le toco el seno a la chica. Buscaba mi teléfono. Mi compañera de habitación lo tomó y me quedé atrapada en una fiesta en la que no quería estar. Muy pocas personas tenían camisetas y jodidamente quería irme. No se iban y no aceptaban un no por respuesta. La empujé y me encontraba alcanzando su hombro cuando se movió de modo que agarré algo más. La foto en la que me voy en un auto con una chica, era la única manera en la que podía llegar a casa esa noche. No tenía batería en mi teléfono porque, una vez más, mi compañera de habitación la tomó. Me encontraba a kilómetros de distancia de cualquier tienda y era tarde. Fue sólo un viaje a casa. El beso fue una trampa. Llegué a la fiesta del equipo en un bar. Me senté sola el sofá a ver la televisión, y ella vino y se puso sobre mí. La empujé y salí de ahí para llamarte. No contestaste. Entré para conseguir una cerveza y jugar billar, y la cerveza que tomé tenía drogas. Quince minutos después volví al bar, no recuerdo una maldita cosa. Nada. Y nunca me acosté con esa chica. También fue una trampa. Ayudaba a Alison a tenderme una trampa. La foto fue tomada por Alison. Querían hacerme creer que la follé. Ni una vez, Britt, ni una jodida vez he querido a nadie excepto a ti desde el momento en que entré por ese porche y puse mis ojos en ti. Has sido la única desde entonces.
Me quedé ahí, incapaz de encontrar las palabras.
Durante seis meses pensé que me engañó. Que me traicionó.
Durante seis meses viví con el dolor de no ser suficiente.
—Debí haber peleado por ti. Debí haber luchado por nosotras. Pero no lo hice. Joder, no lo hice, y nunca me perdonaré por ello—dejó caer su mano de mi cintura y dio un paso atrás. Luego se volvió y salió por la puerta.
Mi corazón destrozado comenzó lentamente a reformarse.
Cada momento en el que pensé que quiso a alguien más se desvaneció.
Cada lágrima que lloré por no ser suficiente para ella se secó.
Me aparté del mostrador y fui tras ella.
Caminaba por el patio, se dirigía al granero, cuando di el primer paso.
—¡Santana! ¡Espera!—lloré, y empecé a correr el resto del camino.
Se dio la vuelta y me vio, entonces comenzó a caminar de nuevo hacia mí con grandes zancadas.
—No corras, Britt-Britt, te podrías caer—dijo, mirándome preocupada.
Sólo reí.
Era mi Santana.
Se hallaba de vuelta.
Mi pesadilla terminaba.
Me agarró por la cintura, pero me arrojé a sus brazos.
—Te amo. Te amo mucho. Debí haberte escuchado. Me encontraba tan emocional y no era yo misma. Pero merecías más de mí. Merecías ser escuchada y no te di la oportunidad—la sostuve con fuerza sabiendo que nada de lo que dijera podría mejorar el hecho de que no confié en ella.
Sus brazos se apretaron a mí alrededor y la sentí estremecerse debajo de mí.
Lloré más fuerte.
La niña que no fue amada y quien fue abandonada por todo el mundo me confió su corazón y la defraudé.
No lo volvería hacer.
Nunca.
Si me daba la oportunidad, pasaría mi vida probándoselo.
Pasé mi mano por su cabeza y enrosqué mis dedos en su pelo. Se había enterrado su cabeza en el hueco de mi cuello y no se movía. Sólo me sostenía en silencio.
—Te amo mucho. Nunca he dejado de hacerlo—le dije de nuevo.
Lentamente levantó su cabeza y me miró.
—Eres mi mundo—dijo simplemente.
Santana
Brittany no aflojaba su agarre en mí, y me gustaba eso.
Nos podíamos quedar aquí así todo el maldito día si quería.
—Ya no me encuentro comprometida con Sam—dijo contra mi pecho.
Sonreí.
Olvidé que no sabía que yo sabía que no se hallaba comprometida ya.
—Lo sé —respondí.
Frunció el ceño y me miró.
—¿Lo sabes?
Presioné un beso en la comisura de su boca.
—Sí, me llamó. Me lo hizo saber.
Su ceño se profundizó.
—Iba a romper con él. Sólo se me adelantó. No quiero que pienses que quería casarme.
Mi sonrisa sólo se hizo más grande. Degusté un poco su labio inferior con mi lengua.
—Lo sé—susurré antes de que deslizara su lengua en mi boca y me adentrara en la dulce calidez que extrañé.
Su cuerpo se moldeó contra mí.
Sentir la pequeña hinchazón de su estómago presionando hizo que la bestia posesiva en mi interior cobrara vida.
Esto era mío, y joder, no lo dejaría escapar de nuevo.
No podía obligarme a apartarme de su lado ni apuntando una maldita pistola en mi cabeza.
Sus manos se deslizaron bajo mi camisa y se dirigieron directamente hacia mis pezones.
La mujer se encontraba obsesionada.
Besé a un camino desde su boca a su oreja.
—Empieza a jugar con mis pezones, Britt-Britt, y jugaré con los tuyos.
Arqueó su cuello, y lo tomé como una invitación para seguir besando y lamiendo mi camino hasta su escote. Empezó presionar sus pechos contra mí y a besar toda la piel que pudo encontrar.
—San—dijo, sonando desesperada.
—¿Sí, Britt-Britt?—pregunté mientras acomodaba mis manos bajo su camisa para poder finalmente llenar mis manos con sus pechos.
Se encontraban diferentes y quería poner mis manos sobre ellos.
—Necesito que toques mis pechos —dijo en una súplica gutural.
—Sí, lo necesito también—respondí, incapaz de mantener la sonrisa fuera de mi voz.
—Y necesito que me hagas el amor—terminó.
Ahuequé su trasero y la levanté. Envolvió sus brazos y piernas alrededor de mí y siguió besándome.
Iba a llevarla dentro o al granero.
No estaba segura de que cual se encontraba más cerca.
—No. Aquí. No puedo esperar—dijo, sacando mi camisa mientras sus piernas se deslizaban por mi cuerpo.
Que buena idea no llevar sujetador hoy.
—¿Aquí?—pregunté.
Se las arregló para sacar mi camisa, y su boca se hallaba en mi pezón izquierdo mientras un pequeño gemido escapaba de ella y decidí que aquí era jodidamente un buen lugar.
Cogí su blusa. Levantó los brazos y paró de chasquear la lengua sobre la pequeña barra de metal en mi pezón sólo el tiempo suficiente para dejarla en topless.
Desabroché su sujetador y lo deslicé fuera de sus brazos en un rápido movimiento. Tomando sus dos hombros, sostuve su espalda y disfruté la vista de sus altos y pesados pechos situados sobre su ahora redondo estómago.
Era hermosa.
Perfecta.
Y mía.
Toda mía.
—Necesito tiempo con ellos—dije, mirando a sus pechos.
—Bueno, pero hagámoslo después de que te tenga unida a mí—dijo, tratando de alcanzar mi pantalón de buzo y deslizar su mano dentro para hundir sus dedos en mi interior.
—Cualquier cosa que quieras. Cualquier maldita cosa que quieras—gemí.
Un par de horas más tarde logramos saciarnos lo suficiente como para hacerlo de nuevo dentro de la casa.
Se acurrucaba contra mi pecho desnudo en el sofá, y tiramos la manta sobre nosotras.
Sus párpados eran pesados mientras jugaba con su cabello.
Tenía mucho que necesitaba hacer fuera.
Sam hizo una lista para mí.
Pero no lo haría hoy.
—No me encontraba segura de que segundo nombre debía tener. Pero ya que su apellido será López ¿Podemos dejar que su segundo nombre sea Bliss?
Sonreí e incliné mi cabeza para besar su cuello.
—Sí, me gusta.
—Susan Bliss Pierce López—dijo con un sonido satisfecho—De esa manera, sabrá que es nuestra felicidad y alegría.
Me quedé helada.
Ambos apellidos.
El apellido no fue algo que pensé. Estuve tan concentrada en regresar con ella, que no pensé en nada más.
Siempre planeé casarme con Brittany.
Era mía para siempre.
Pero creí que iba a ser más tarde.
Después de la escuela.
Después de tener un trabajo para mantener a una familia.
Deslicé mis manos sobre su estómago. Me encontraba a punto de tener una familia.
Las cosas no jugaban exactamente en el orden en que las imaginé.
—Ni siquiera sé su fecha de nacimiento—dije más para mí que para Brittany.
—Diecisiete de Marzo—respondió, poniendo sus manos sobre las mías.
Teníamos tres meses antes de convertirnos en madres.
No iba a dejar que mi bebé viniera al mundo sin que el apellido de su mamá llevara un López junto al de ella.
Pero necesitaba un plan.
Brittany se merecía algo especial.
—¿San?
—¿Sí?
—¿Cortaríamos un árbol de Navidad? Necesitamos uno justo ahí, en esa esquina.
Amé que dijera nosotras.
—Por supuesto. Lo haré hoy.
—Gracias. Te prepararé las galletas—respondió.
Moví mis manos hasta sus pechos.
—Me gustan las galletas, pero puedo pensar en algunas partes de tu cuerpo que prefiero comer—contesté.
Se estremeció contra mí.
—De acuerdo. Es un trato.
*********************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
Al fin!!! No era tan difícil hablar no??? Aunque si o al lo tenían que hacer jaja
Que bueno que ya se hayan arreglado de una ves por todas!!!
Nos vemos!
Al fin!!! No era tan difícil hablar no??? Aunque si o al lo tenían que hacer jaja
Que bueno que ya se hayan arreglado de una ves por todas!!!
Nos vemos!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Jjajajaja por fin ..... Se hubieran ahorrado tanto si hubieran hablado, pero ni hablar ahora a recuperar el tiempo
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra....
Al fin!!! No era tan difícil hablar no??? Aunque si o al lo tenían que hacer jaja
Que bueno que ya se hayan arreglado de una ves por todas!!!
Nos vemos!
Hola lu, si!!! No, esk nose xq no lo vieron antes jajaajaja. Jajaajajjajajaajajajaj xD jajajajaja las cosas pasan xD ajajajajajaj. SI! esk als cosas xfin estan en su camino! bn por ellas! Saludos =D
JVM escribió:Jjajajaja por fin ..... Se hubieran ahorrado tanto si hubieran hablado, pero ni hablar ahora a recuperar el tiempo
Hola, sii!!!!!! aleluya! jaajajajjaaj. UFff esk siempre nos gusta hacer las cosas dificiles jaajajajajaja. JAjaajajajajajajajaj jjajajaajajaj es lo mejor Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Cap 23
Capitulo 23
Brittany
Santana tuvo que trabajar muy duro para ponerse al día en el trabajo que no logró hacer los dos últimos días.
Entre que yo le rogué por sexo y ella complaciéndome alegremente y elegir un árbol y decorarlo, tuvo muy poco tiempo libre.
Sam iba a volver hoy.
Le envió un mensaje a Santana anoche para decirle que estaría aquí tarde, pero que estaría.
Santana mencionó que teníamos que contratar a otra persona y dejar ir a Sam.
Estuve de acuerdo.
No debería seguir trabajando aquí. No si quería hacer otras cosas.
Eran poco más de las nueve cuando la camioneta de Sam apareció rodando por la colina y atravesando el campo.
Era un buen hombre. Papá tenía razón en eso.
Yo lo amaba y quería que encontrara la felicidad.
Quería que se enamorara de una chica quien no pudiera imaginarse una vida sin él.
Iba a suceder.
Sabía que pasaría.
No era Casey, pero se parecía a ella, y Casey fue hermosa.
Sam era igual de especial.
Su camioneta se detuvo, y salió dirigiéndose hacia donde me encontraba bajo el árbol de magnolias junto al pórtico.
—Por la sonrisa en tu cara, creo que permanecí fuera el tiempo suficiente para que ustedes dos arreglaran las cosas—dijo mientras se ponía el sombrero en su cabeza.
—Sí. Gracias. Por todo. Gracias.
Sam sonrió y luego giró su cabeza para escupir ese tabaco desagradable que deseaba que dejara de meterse.
—De nada. Por todo—respondió—Me imagino que Santana López no va a dejarte ir demasiado lejos de su alcance otra vez. Espero que consigas todo lo que quieras en la vida, Britt. Te lo mereces.
—Tú también, Sam. Tú también.
Se enderezó el sombrero y miró hacia el granero.
—Te abrazaría, pero tengo que ir a trabajar con tu mujer hoy, y me está mirando ahora mismo como si necesitara venir aquí y patear mi trasero en cualquier momento.
Miré hacia atrás y, efectivamente, Santana se encontraba de pie al lado de su camioneta con las manos en sus caderas y el sombrero inclinado hacia atrás, un pedazo de paja sobresalía de su boca.
Parecía un anuncio de televisión.
Le lancé un beso y me reí. Ella negó con la cabeza y sonrió antes de dispararle otra mirada mordaz a Sam. Luego se dio vuelta y se acercó a la puerta del granero.
—No veo un anillo en tu dedo. Pensé que vería uno de esos cuando regresara.
Bajé la mirada a mi mano.
No esperaba que Santana se me propusiera.
—¿Por qué pensarías eso?
—Oh, no lo sé, tal vez porque estás embarazada con su bebé—replicó Sam.
Santana no era así.
No creció pensando de la manera en que Sam y yo fuimos educados.
Quería creer que un día me pediría matrimonio, pero después de la forma en que la traté y no confié en ella, dudaba de que confiara en mí con algo tan grande por un tiempo.
Estaba de acuerdo con eso.
La entendía.
—Acabo de quitarme el anillo de otro hombre hace unos días, Sam. No creo que esté lista para poner el suyo ahí. Se ve fuerte y actúa como un imbécil, pero es frágil. Espera que la gente la deje. Tampoco confía en que no la abandonaré de nuevo. Tengo mucho que probar antes de que Santana confíe en mí con algo como para siempre.
Sam frunció el ceño.
—¿En serio? ¿Ahora vas a echarte la culpa por todo esto? ¿Cómo diablos pasó eso?
Sam no lo entendería.
Nadie vio a Santana con la guardia completamente baja. Yo solo lo vi un par de veces.
—No puedo culparla por sus inseguridades. Su mamá la arruinó emocionalmente. Lo sabía, y no dejé de sentir lástima por mí misma por mucho tiempo por pensar en eso.
Sam negó con la cabeza, pero no dijo nada más al respecto.
—Voy a ayudarla a encontrar un reemplazo. Luego voy a salir a la carretera.
—¿A dónde vas? Pensé que no querías ir a la escuela, ¿que querías quedarte aquí en el campo?
Asintió.
—Lo hacía. Volveré. Pero en este momento simplemente quiero viajar. Ver otros lugares. No asentarme en ningún lugar, solo encontrarme a mí mismo.
No estaba segura de qué decir.
Quería que fuera feliz, pero no quería ser la razón por la que se fuera.
—Déjame ir a ayudarla antes que decida venir a buscarme—dijo con un guiño, y luego se dirigió al granero.
Parecía feliz.
Esto era lo que él quería hacer.
Tal vez encontraría a esa chica que lo completara en el camino.
Una vez que abrió la puerta del granero, me di la vuelta y me dirigí hacia el interior.
Santana
Sam entró en el granero, luciendo molesto.
—¿Por qué ella no tiene un anillo en su dedo, López?
Agarré mis guantes de trabajo del banquillo donde los había dejado antes.
—Estoy trabajando en eso. No es que sea tu maldito asunto.
La tensión se fue de sus hombros y asintió.
—Oh. Bien. Ella no parece pensar que lo haces. Piensa que no puedes confiar en ella o alguna mierda estúpida. No la estaba siguiendo. Solo sabía que era absurdo.
¿No podía confiar en ella?
¿Qué demonios pensaba la mujer ahora?
—Solo necesito una cosa de ti. Necesito saber a dónde fue su piano.
Sam sonrió.
—¿Por qué?
—Solo lo necesito. ¿Dónde está?
—Podría no decírtelo por ser una idiota.
—Y yo podría patear tu trasero—le contesté.
Sam se echó a reír.
—Está bien. Se encuentra en mi sótano. Britt piensa que lo donó a un centro para niños de escasos recursos. Cuando en realidad, Wilson compró un piano para el centro y trasladó el piano de Britt a mi sótano.
Sabía que ella se deshizo de él.
Esperaba que fuera más difícil de encontrar.
—¿Por qué hizo eso?
—Porque es su papá y sabía que lo querría de nuevo algún día. Al igual que sabía que volverías.
Mi pecho se apretó.
Su papá no dudó de mí.
Debería haberme odiado, pero él creyó en nosotras. Incluso cuando yo no lo hice.
Maldita sea.
—¿Qué vas a hacer con su piano?—preguntó.
—Mantenerlo a salvo. Te haré saber cuándo lo necesite. Sin embargo, no le digas a ella sobre esto.
—¿Cuánto tiempo va a tomar? Pensaba en salir a la carretera en unas dos semanas. Me voy a quedar hasta la navidad, luego voy a viajar por un tiempo.
—Nochebuena. Dame hasta Nochebuena.
Las puertas se abrieron y se estrellaron contra la pared.
Los dos saltamos y miramos a Brittany parada ahí, con una sonrisa en su cara y sus mejillas rojas. Jadeaba como si hubiera estado corriendo. Di un paso hacia ella.
—¡Rach está en trabajo de parto!—chilló—Nos tenemos que ir. ¡Date prisa!—agitó la mano hacia mí y volvió a correr de vuelta a la casa.
Rachel se encontraba en trabajo parto.
Santa mierda.
—Tengo las cosas aquí. Llévala al hospital antes de que reviente—dijo Sam detrás de mí.
Me las arreglé para asentir y seguí a Brittany detrás mientras corría hacia la casa.
Rachel estaba a punto de ser mamá.
Sabía que esto iba a suceder, pero por el momento era surrealista.
El teléfono vibró en mi bolsillo y lo saqué para ver el nombre de Marley en la pantalla.
—Hola.
—Quinn acaba de llevar a Rach al hospital. Su fuente se rompió.
—¿Para cuándo era previsto el bebé? ¿Se adelantó?—pregunté, pensando que probablemente era tonto preguntarle a Marley Rose algo como esto.
—Su fecha prevista era para el lunes. Así que está justo a tiempo.
Ella lo sabía. Sorpresa.
—Nosotras estamos en camino.
Marley hizo una pausa.
—¿Nosotras?—preguntó.
—Britt y yo—contesté, dándome cuenta de que no sabía que estábamos juntas de nuevo.
—Felicidades, morena. No sabía que arreglaste las cosas.
—Gracias. Te veré pronto—le contesté antes de terminar la llamada y empujar el teléfono en mi bolsillo.
Brittany se encontraba de pie en el lado del pasajero de su Jeep.
—¡Apúrate!—dijo, saltando sobre las puntas de sus pies.
Corrí el resto del camino, pero no fui hacia el lado del conductor y entré. En su lugar, fui hacia Brittany, la levanté y luego cubrí su boca con la mía. Se fundió en mí como siempre hacía, y lo disfruté sabiendo que tenía mí para siempre de regreso.
Ella rompió el beso primero.
—Por mucho que me gusten tus besos, porque lo hago, son muy calientes, quiero llegar al hospital. Tu mejor amiga está a punto de tener un bebé. Tenemos que estar ahí para eso.
Presioné un beso más en su boca antes de ponerla abajo y luego darle palmaditas en su trasero.
—Esperemos que el nuevo Fabray-Berry se parezca a su mamá Quinn y no a su mami Rach…, pero no digas que yo lo dije—dije, luego abrí su puerta y la ayudé a entrar.
Entre que yo le rogué por sexo y ella complaciéndome alegremente y elegir un árbol y decorarlo, tuvo muy poco tiempo libre.
Sam iba a volver hoy.
Le envió un mensaje a Santana anoche para decirle que estaría aquí tarde, pero que estaría.
Santana mencionó que teníamos que contratar a otra persona y dejar ir a Sam.
Estuve de acuerdo.
No debería seguir trabajando aquí. No si quería hacer otras cosas.
Eran poco más de las nueve cuando la camioneta de Sam apareció rodando por la colina y atravesando el campo.
Era un buen hombre. Papá tenía razón en eso.
Yo lo amaba y quería que encontrara la felicidad.
Quería que se enamorara de una chica quien no pudiera imaginarse una vida sin él.
Iba a suceder.
Sabía que pasaría.
No era Casey, pero se parecía a ella, y Casey fue hermosa.
Sam era igual de especial.
Su camioneta se detuvo, y salió dirigiéndose hacia donde me encontraba bajo el árbol de magnolias junto al pórtico.
—Por la sonrisa en tu cara, creo que permanecí fuera el tiempo suficiente para que ustedes dos arreglaran las cosas—dijo mientras se ponía el sombrero en su cabeza.
—Sí. Gracias. Por todo. Gracias.
Sam sonrió y luego giró su cabeza para escupir ese tabaco desagradable que deseaba que dejara de meterse.
—De nada. Por todo—respondió—Me imagino que Santana López no va a dejarte ir demasiado lejos de su alcance otra vez. Espero que consigas todo lo que quieras en la vida, Britt. Te lo mereces.
—Tú también, Sam. Tú también.
Se enderezó el sombrero y miró hacia el granero.
—Te abrazaría, pero tengo que ir a trabajar con tu mujer hoy, y me está mirando ahora mismo como si necesitara venir aquí y patear mi trasero en cualquier momento.
Miré hacia atrás y, efectivamente, Santana se encontraba de pie al lado de su camioneta con las manos en sus caderas y el sombrero inclinado hacia atrás, un pedazo de paja sobresalía de su boca.
Parecía un anuncio de televisión.
Le lancé un beso y me reí. Ella negó con la cabeza y sonrió antes de dispararle otra mirada mordaz a Sam. Luego se dio vuelta y se acercó a la puerta del granero.
—No veo un anillo en tu dedo. Pensé que vería uno de esos cuando regresara.
Bajé la mirada a mi mano.
No esperaba que Santana se me propusiera.
—¿Por qué pensarías eso?
—Oh, no lo sé, tal vez porque estás embarazada con su bebé—replicó Sam.
Santana no era así.
No creció pensando de la manera en que Sam y yo fuimos educados.
Quería creer que un día me pediría matrimonio, pero después de la forma en que la traté y no confié en ella, dudaba de que confiara en mí con algo tan grande por un tiempo.
Estaba de acuerdo con eso.
La entendía.
—Acabo de quitarme el anillo de otro hombre hace unos días, Sam. No creo que esté lista para poner el suyo ahí. Se ve fuerte y actúa como un imbécil, pero es frágil. Espera que la gente la deje. Tampoco confía en que no la abandonaré de nuevo. Tengo mucho que probar antes de que Santana confíe en mí con algo como para siempre.
Sam frunció el ceño.
—¿En serio? ¿Ahora vas a echarte la culpa por todo esto? ¿Cómo diablos pasó eso?
Sam no lo entendería.
Nadie vio a Santana con la guardia completamente baja. Yo solo lo vi un par de veces.
—No puedo culparla por sus inseguridades. Su mamá la arruinó emocionalmente. Lo sabía, y no dejé de sentir lástima por mí misma por mucho tiempo por pensar en eso.
Sam negó con la cabeza, pero no dijo nada más al respecto.
—Voy a ayudarla a encontrar un reemplazo. Luego voy a salir a la carretera.
—¿A dónde vas? Pensé que no querías ir a la escuela, ¿que querías quedarte aquí en el campo?
Asintió.
—Lo hacía. Volveré. Pero en este momento simplemente quiero viajar. Ver otros lugares. No asentarme en ningún lugar, solo encontrarme a mí mismo.
No estaba segura de qué decir.
Quería que fuera feliz, pero no quería ser la razón por la que se fuera.
—Déjame ir a ayudarla antes que decida venir a buscarme—dijo con un guiño, y luego se dirigió al granero.
Parecía feliz.
Esto era lo que él quería hacer.
Tal vez encontraría a esa chica que lo completara en el camino.
Una vez que abrió la puerta del granero, me di la vuelta y me dirigí hacia el interior.
Santana
Sam entró en el granero, luciendo molesto.
—¿Por qué ella no tiene un anillo en su dedo, López?
Agarré mis guantes de trabajo del banquillo donde los había dejado antes.
—Estoy trabajando en eso. No es que sea tu maldito asunto.
La tensión se fue de sus hombros y asintió.
—Oh. Bien. Ella no parece pensar que lo haces. Piensa que no puedes confiar en ella o alguna mierda estúpida. No la estaba siguiendo. Solo sabía que era absurdo.
¿No podía confiar en ella?
¿Qué demonios pensaba la mujer ahora?
—Solo necesito una cosa de ti. Necesito saber a dónde fue su piano.
Sam sonrió.
—¿Por qué?
—Solo lo necesito. ¿Dónde está?
—Podría no decírtelo por ser una idiota.
—Y yo podría patear tu trasero—le contesté.
Sam se echó a reír.
—Está bien. Se encuentra en mi sótano. Britt piensa que lo donó a un centro para niños de escasos recursos. Cuando en realidad, Wilson compró un piano para el centro y trasladó el piano de Britt a mi sótano.
Sabía que ella se deshizo de él.
Esperaba que fuera más difícil de encontrar.
—¿Por qué hizo eso?
—Porque es su papá y sabía que lo querría de nuevo algún día. Al igual que sabía que volverías.
Mi pecho se apretó.
Su papá no dudó de mí.
Debería haberme odiado, pero él creyó en nosotras. Incluso cuando yo no lo hice.
Maldita sea.
—¿Qué vas a hacer con su piano?—preguntó.
—Mantenerlo a salvo. Te haré saber cuándo lo necesite. Sin embargo, no le digas a ella sobre esto.
—¿Cuánto tiempo va a tomar? Pensaba en salir a la carretera en unas dos semanas. Me voy a quedar hasta la navidad, luego voy a viajar por un tiempo.
—Nochebuena. Dame hasta Nochebuena.
Las puertas se abrieron y se estrellaron contra la pared.
Los dos saltamos y miramos a Brittany parada ahí, con una sonrisa en su cara y sus mejillas rojas. Jadeaba como si hubiera estado corriendo. Di un paso hacia ella.
—¡Rach está en trabajo de parto!—chilló—Nos tenemos que ir. ¡Date prisa!—agitó la mano hacia mí y volvió a correr de vuelta a la casa.
Rachel se encontraba en trabajo parto.
Santa mierda.
—Tengo las cosas aquí. Llévala al hospital antes de que reviente—dijo Sam detrás de mí.
Me las arreglé para asentir y seguí a Brittany detrás mientras corría hacia la casa.
Rachel estaba a punto de ser mamá.
Sabía que esto iba a suceder, pero por el momento era surrealista.
El teléfono vibró en mi bolsillo y lo saqué para ver el nombre de Marley en la pantalla.
—Hola.
—Quinn acaba de llevar a Rach al hospital. Su fuente se rompió.
—¿Para cuándo era previsto el bebé? ¿Se adelantó?—pregunté, pensando que probablemente era tonto preguntarle a Marley Rose algo como esto.
—Su fecha prevista era para el lunes. Así que está justo a tiempo.
Ella lo sabía. Sorpresa.
—Nosotras estamos en camino.
Marley hizo una pausa.
—¿Nosotras?—preguntó.
—Britt y yo—contesté, dándome cuenta de que no sabía que estábamos juntas de nuevo.
—Felicidades, morena. No sabía que arreglaste las cosas.
—Gracias. Te veré pronto—le contesté antes de terminar la llamada y empujar el teléfono en mi bolsillo.
Brittany se encontraba de pie en el lado del pasajero de su Jeep.
—¡Apúrate!—dijo, saltando sobre las puntas de sus pies.
Corrí el resto del camino, pero no fui hacia el lado del conductor y entré. En su lugar, fui hacia Brittany, la levanté y luego cubrí su boca con la mía. Se fundió en mí como siempre hacía, y lo disfruté sabiendo que tenía mí para siempre de regreso.
Ella rompió el beso primero.
—Por mucho que me gusten tus besos, porque lo hago, son muy calientes, quiero llegar al hospital. Tu mejor amiga está a punto de tener un bebé. Tenemos que estar ahí para eso.
Presioné un beso más en su boca antes de ponerla abajo y luego darle palmaditas en su trasero.
—Esperemos que el nuevo Fabray-Berry se parezca a su mamá Quinn y no a su mami Rach…, pero no digas que yo lo dije—dije, luego abrí su puerta y la ayudé a entrar.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
A ver que se le ocurre a san para pedirle matrimonio a britt..
Bueno... Ya esta llegando la nueva generación jajaja...
Nos vemos!!!
A ver que se le ocurre a san para pedirle matrimonio a britt..
Bueno... Ya esta llegando la nueva generación jajaja...
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Al fin, crei que nunca iba a pasar, ahora a esperar el nacimiento del bebe fabray-berry!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Jajajajaja haber que sorpresa le tiene San a Britt en su propuesta ... Y pues el primer bb ya viene en camino
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra...
A ver que se le ocurre a san para pedirle matrimonio a britt..
Bueno... Ya esta llegando la nueva generación jajaja...
Nos vemos!!!
Hola lu, esperemos y sea algo muy lindo y tierno... lo cual creo al 100% jajajajaj. Si que si... y como serán¿? jaaja. Saludos =D
micky morales escribió:Al fin, crei que nunca iba a pasar, ahora a esperar el nacimiento del bebe fabray-berry!!!!
Hola, jajajaajajaj se veía tan lejano, no¿? jajaajajajaj pero paso! aleluya! jajajaajaj. SI! y ya el brittana! ajajajaj. Saludos =D
JVM escribió:Jajajajaja haber que sorpresa le tiene San a Britt en su propuesta ... Y pues el primer bb ya viene en camino
Hola, tmbn me tiene intrigada, pero se que sera de lo mejor! ajajajajajaj. SI! q emoción! y ya luego el siguientE!!!! ajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Cap 24
Capitulo 24
Brittany
La sala de espera en el hospital se encontraba llena. Incluso parecía que todos decidieron utilizarla como salón de fiesta.
Había un pastel que Tina y su hija Clarke hicieron.
Tina estaba casada con Mike, uno de los amigos más antiguos de Quinn. Al verlo uno pensaba que era muy serio ya que no hablaba mucho. Luego cuando su niñita, Clarke escaló a su regazo, se transformó en un oso de peluche.
Kitty apareció con encurtidos fritos de Live Bay y en algún momento alguien, y pienso que fue Santana, ordenó pizza. Los refrescos llenaron las mesas, y entre todos logramos apoderarnos del pequeño espacio.
Si hoy alguien más se hallaba teniendo un bebé, sus familiares no pasaban el rato con nosotros.
Pero por otro lado, ya no quedaba espacio.
Marley tenía la cabeza de su hermano pequeño en una llave al tiempo que su hermanita, Clarke, le jalaba el largo cabello.
—¡Mira, papi! ¡Lo atrapé! ¡Lo atrapé!—dijo Clarke, sonriéndole a Mike.
Para cualquier otra persona esta sería una actividad familiar normal, pero para una mujer embarazada que sabía la historia detrás de esa escena, pasaba un momento difícil tratando de mantener las lágrimas a raya.
No hace mucho esos niños vivían en una casa con una mamá drogadicta, y Marley hacía todo lo posible para cuidarlos. Después que su mamá murió por una sobredosis, Marley se enfrentó a la pérdida de los tres por el sistema.
Mike y Tina intervinieron y preguntaron si podían adoptar a los niños.
Vi el rostro de Mike cuando Clarke lo llamó papá, y la emoción en sus ojos me hizo parpadear las lágrimas.
—La primera vez que lo llamó papá, él fue a nuestra habitación y lloró como por media hora. La verdad nunca lo había visto llorar, y hemos estado juntos desde la adolescencia—dijo Tina al sentarse junto a mí.
No fue mi intención que nadie se diera cuenta que me puse sentimental.
—Lucen tan felices—le dije, limpiando la única lágrima que amenazó con salir.
Tina miró a los niños ya que ahora tenían a Marley en algún tipo de agarre de lucha.
—Lo somos. Estoy más que bendecida. Toby todavía no nos ha llamado papá o mamá, pero los otros dos sí. Aunque creo que se está acercando.
—¡Kitty! ¡Kitty, ven a ver! Estoy rizando el cabello de Marley—gritó Clarke, y Kitty se movió de su asiento al de junto a su mamá, quien se hallaba hablando de y sobre Clarke.
—Aprendió a decir la ere muy bien.
Tina asintió.
—Era lindo, pero ahora se siente muy orgullosa de sí misma. Intento no extrañarlo. Oh, rayos—murmuró, mirando hacia la puerta.
Me giré para ver qué miraba.
—¿Qué cree que hace aquí?—dijo Tina levantándose para ir a intervenir.
Lo agradecía porque alguien necesitaba hacerlo.
La hermana de Rachel acababa de entrar a la sala de espera con su hija recargada en la cadera.
Por lo general, esto sería una cosa esperada.
Sin embargo, considerando que la hermana de Rachel, Bree, fue la mujer que acabó con el matrimonio de los padres de Quinn, era malo.
La mamá de Quinn fue invitada. También su papá.
Miré a su mamá, y Kitty adoptó una postura protectora frente a su mamá.
Aún me sorprendía que Rachel y Quinn encontraran una manera de atravesar por esto.
—Oh, diablos—dijo Marley lo bastante fuerte para que todos lo escucharan.
La sala entera la volteó a ver.
Hoy nadie la esperaba.
—Todos pueden parar de mirarme. Ella es mi hermana. Puedo venir a ver a su hijo si lo quiero—dijo Bree con un tono de molestia.
Santana caminó detrás de ella. Aria, la sobrina de Rachel, levantó las manos y chilló:
—¡Tana!
Hubo un tiempo en el cual Santana fue gran parte de la vida de Aria. Fue la segunda mujer en su vida que nunca la abandonó, después de Rachel.
Porque al cuidar de Rachel, también ayudaba a cuidar de su sobrina mientras su hermana la ignoraba.
Santana le hizo un guiño a Aria y la tomó con su mano libre.
—Hola, preciosa—le dijo a la niñita, luego su mirada encontró a la hermana de Rachel—Bree—la reconoció.
Pero podía decir por la manera en que su mandíbula se tensaba que no le agradaba.
—Quizá este no es el mejor lugar para que esperes al bebé. Si Aria quiere quedarse conmigo, la vigilaré y estoy segura que Kitty también lo hará. Pero necesitas ir a otro lado. Hoy no se trata de ti.
La morena parecía como si le hubieran dado una bofetada. Si no supiera lo malvada que era, pensaría que era hermosa.
Probablemente para un extraño lo era.
—Así que, ¿quieres quedarte con Aria, pero me echas, Santana López? Sólo eres gentuza pretendiendo que no. Con tu linda noviecita...—se detuvo al verme, y vi cuando notó mi estómago—…Embarazada—terminó. Luego dejó salir una fuerte carcajada—La preñaste. Perfecto. Apuesto que su familia se siente muy orgullosa de ella ahora.
Kitty y yo brincamos al mismo tiempo.
Kitty fue y tomó a Aria de las manos de Santana. Una vez que liberó a la pequeña, Santana se acercó a Bree hasta que se imponía sobre ella.
Me metí entre ellas y empujé a Santana lejos antes de que explotara. Cuando me posicioné ahí, encaré a Bree.
—Escucha, perra, la única gentuza en esta habitación es la única que se acostó con un hombre casado. Un viejo hombre casado. Le dices otra cosa a mi chica y noquearé esos ridículamente altos tacones debajo de ti. Así que, aléjate antes que termines en tu trasero.
Oí que a mi espalda que alguien contenía una risa y no tuve que ver para saber que era Marley.
Luego otra persona empezó a aplaudir.
Volteé para ver a Emily levantarse de donde estuvo recostada con los pies apoyados. Aplaudía con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
Enseguida alguien más comenzó a aplaudir.
Mike se paró para unírseles.
Poco a poco, uno por uno, todos en la sala de espera se hallaban de pie y aplaudiendo.
El rostro de Bree lucía más rojo que un tomate. Entonces gruñó, giró y salió de la habitación, dejando a su hija detrás con Kitty, quien la había llevado al baño para alejarla de la escena que temía fuera a provocar Bree.
Una vez que se fue, Santana me envolvió en sus brazos y me dio una botella de agua.
—Aquí tienes, mami osa. Necesitas rehidratarte después de ese numerito—me informó.
—Diablos, esperaba que se quedara. Quería ver a Brittany derribarla. Eso hubiera sido divertidísimo—dijo Marley, alcanzándome para chocarlas. Me dio una palmada en la mano y se rio.
Kitty entró lentamente a la habitación sosteniendo a Aria.
—¿Está todo bien? Oí que aplaudían.
En vez de contestarle, todo el mundo comenzó a reír.
Santana
Después de diez horas de labor de parto de Rachel, Quinn vino a anunciar que dio a luz a un saludable niño de dos kilos quinientos gramos.
Su nombre era Charlie Caleb Fabray Barry, según su rubia mamá, era idéntico a Rachel.
Los ojos de Quinn lucían rojos como si hubiera estado llorando, y me pregunté si lo hizo.
La sonrisa en su rostro era enorme a medida que respondía preguntas sobre Rachel y el bebé.
Observé a Brittany mientras escuchaba todo lo que decía. Se estaba empapando de información.
—¿Vas a dejar que el bebé nazca sin tu apellido?—me preguntó Marley en un susurro en tanto nos parábamos en la ventana de la guardería, esperando que Quinn trajera a su bebé para que todos lo pudiéramos ver.
Vi a Brittany, quien platicaba con Tina. Su mano se hallaba protectoramente en su estómago al tiempo que sus ojos seguían mirando a los otros bebés en sus moisés en el cuarto.
Me preguntaba qué pensaba.
—No. Trabajo en ello —le contesté.
Marley asintió.
—Bien. Te dejaré ir primero ya que tienes un asunto urgente que atender—respondió, señalando al estómago hinchado de Brittany.
—¿Qué quieres decir con dejarme ir primero? ¿Vas a proponérselo a Kitty?—le pregunté.
Sonrió y se metió un poco de cabello detrás de la oreja.
—Sí, primero hablaré con Quinn acerca de ello. Necesita tiempo para acostumbrarse a la idea o le volverá a volar la cabeza si nada más se lo suelto.
Me reí entre dientes, recordando la noche detrás de Live Bay cuando Quinn le dio una paliza a Marley al descubrir que Kitty y Marley salían.
—Sí, necesitará un aviso.
La puerta del cuarto de bebés se abrió, y Quinn entró cargando a un pequeño bulto.
Literalmente.
Lucía como una enrollada manta azul.
No era lo suficiente grande para ser real.
Brittany dio un paso atrás y me agarró del brazo, apretándolo con fuerza mientras miraba al bebé que en realidad se encontraba en esa manta. Un pequeño rostro se asomó, aunque tenía los ojos cerrados.
No podría decir si se parecía a Quinn o Rachel.
Era todo blando.
—Es hermoso—suspiró Brittany, recargándose en mí.
No lo llamaría hermoso, pero no iba a discutir con una mujer embarazada.
Envolví los brazos alrededor del estómago de Brittany y la sostuve en mi pecho.
Todos seguían parloteando sobre el bebé y a quién se parecía mientras Quinn lo cargaba.
Evidente orgullo en su rostro.
Finalmente Rachel tenía una familia. Una que la amaría y querría.
Era algo que ella siempre deseó.
Ya no necesitaría mi viernes de papas fritas para hacerla feliz.
Tampoco se molestaría cuando no tuviera refrescos Jarritos en el refrigerador al visitarme.
No fui yo quien le dio su bebida favorita.
Fue Quinn.
Y me sentía feliz por eso.
Convencer a Quinn de dejar a Rachel venir hoy a casa para entretener a Brittany con Charlie fue difícil.
Charlie tenía dos semanas de nacido, y esta era la primera salida oficial de Rachel.
No porque ella no hubiera querido salir, sino porque Quinn era demasiado malditamente protectora.
Después de explicarle a Rachel el por qué Brittany necesitaba ser distraída, empacó todo lo del bebé y le informó a Quinn que vendría con o sin ella.
Por suerte, los acompañó, porque necesitaba su ayuda si quería seguir con esto.
—Aún no puedo creer que nos trajiste en la víspera de Navidad. ¿No pudiste haber elegido otro momento para esto?—gruñó Quinn mientras posicionábamos el piano dentro del granero.
—Cállate. Tendrás a Rach y Charlie en casa con tiempo de sobra para Santa Claus—le contesté.
Luego tiré de la manta con la que solíamos cubrir el piano, y Sam me ayudó a doblarla.
—¿Cómo afinarás esta cosa a tiempo?—preguntó Quinn.
—Mi mamá lo afinará—respondió Sam por mí.
Esa fue una gran sorpresa.
Cuando le mencioné a Sam lo que quería hacer, me ofreció la ayuda de su mamá.
No esperaba que me ayudara, pero lo haría.
Ella lograría el milagro.
Quinn nada más se rio y negó con la cabeza.
—Estás loca, lo sabes, ¿verdad?
Sólo sonreí.
Debido a que tal vez tuviera razón.
—Tengo que irme. Britt verá mi camioneta si se asoma por la ventana. Mi mamá lo tendrá funcionando a las mil maravillas en poco tiempo. Solamente deja la puerta abierta y tendrá todo listo para ti.
Le agradecí a Sam antes de irse. Entonces me giré para mirar a Quinn.
—Bueno, supongo que terminamos. Puedes llevarte tu equipo a casa y prepararte para que Santa venga.
—Tengo cuatro semanas más antes de que Santa me traiga mi regalo—dijo, siguiéndome a la puerta.
La miré.
—¿Por qué cuatro semanas más?
Quinn sonrió.
—No lo sabes, ¿cierto?—me dio una palmada en la espalda y soltó una carcajada—Y soy yo la que te da las noticias. Santana, después de que Brittany tenga al bebé, no podrán tener sexo por seis semanas.
¿Qué?
Dejé de caminar.
—¿Estás jodidamente bromeando?
Quinn rio aún más fuerte y se dirigió a la puerta del granero.
¿Seis semanas?
¿En serio?
Había un pastel que Tina y su hija Clarke hicieron.
Tina estaba casada con Mike, uno de los amigos más antiguos de Quinn. Al verlo uno pensaba que era muy serio ya que no hablaba mucho. Luego cuando su niñita, Clarke escaló a su regazo, se transformó en un oso de peluche.
Kitty apareció con encurtidos fritos de Live Bay y en algún momento alguien, y pienso que fue Santana, ordenó pizza. Los refrescos llenaron las mesas, y entre todos logramos apoderarnos del pequeño espacio.
Si hoy alguien más se hallaba teniendo un bebé, sus familiares no pasaban el rato con nosotros.
Pero por otro lado, ya no quedaba espacio.
Marley tenía la cabeza de su hermano pequeño en una llave al tiempo que su hermanita, Clarke, le jalaba el largo cabello.
—¡Mira, papi! ¡Lo atrapé! ¡Lo atrapé!—dijo Clarke, sonriéndole a Mike.
Para cualquier otra persona esta sería una actividad familiar normal, pero para una mujer embarazada que sabía la historia detrás de esa escena, pasaba un momento difícil tratando de mantener las lágrimas a raya.
No hace mucho esos niños vivían en una casa con una mamá drogadicta, y Marley hacía todo lo posible para cuidarlos. Después que su mamá murió por una sobredosis, Marley se enfrentó a la pérdida de los tres por el sistema.
Mike y Tina intervinieron y preguntaron si podían adoptar a los niños.
Vi el rostro de Mike cuando Clarke lo llamó papá, y la emoción en sus ojos me hizo parpadear las lágrimas.
—La primera vez que lo llamó papá, él fue a nuestra habitación y lloró como por media hora. La verdad nunca lo había visto llorar, y hemos estado juntos desde la adolescencia—dijo Tina al sentarse junto a mí.
No fue mi intención que nadie se diera cuenta que me puse sentimental.
—Lucen tan felices—le dije, limpiando la única lágrima que amenazó con salir.
Tina miró a los niños ya que ahora tenían a Marley en algún tipo de agarre de lucha.
—Lo somos. Estoy más que bendecida. Toby todavía no nos ha llamado papá o mamá, pero los otros dos sí. Aunque creo que se está acercando.
—¡Kitty! ¡Kitty, ven a ver! Estoy rizando el cabello de Marley—gritó Clarke, y Kitty se movió de su asiento al de junto a su mamá, quien se hallaba hablando de y sobre Clarke.
—Aprendió a decir la ere muy bien.
Tina asintió.
—Era lindo, pero ahora se siente muy orgullosa de sí misma. Intento no extrañarlo. Oh, rayos—murmuró, mirando hacia la puerta.
Me giré para ver qué miraba.
—¿Qué cree que hace aquí?—dijo Tina levantándose para ir a intervenir.
Lo agradecía porque alguien necesitaba hacerlo.
La hermana de Rachel acababa de entrar a la sala de espera con su hija recargada en la cadera.
Por lo general, esto sería una cosa esperada.
Sin embargo, considerando que la hermana de Rachel, Bree, fue la mujer que acabó con el matrimonio de los padres de Quinn, era malo.
La mamá de Quinn fue invitada. También su papá.
Miré a su mamá, y Kitty adoptó una postura protectora frente a su mamá.
Aún me sorprendía que Rachel y Quinn encontraran una manera de atravesar por esto.
—Oh, diablos—dijo Marley lo bastante fuerte para que todos lo escucharan.
La sala entera la volteó a ver.
Hoy nadie la esperaba.
—Todos pueden parar de mirarme. Ella es mi hermana. Puedo venir a ver a su hijo si lo quiero—dijo Bree con un tono de molestia.
Santana caminó detrás de ella. Aria, la sobrina de Rachel, levantó las manos y chilló:
—¡Tana!
Hubo un tiempo en el cual Santana fue gran parte de la vida de Aria. Fue la segunda mujer en su vida que nunca la abandonó, después de Rachel.
Porque al cuidar de Rachel, también ayudaba a cuidar de su sobrina mientras su hermana la ignoraba.
Santana le hizo un guiño a Aria y la tomó con su mano libre.
—Hola, preciosa—le dijo a la niñita, luego su mirada encontró a la hermana de Rachel—Bree—la reconoció.
Pero podía decir por la manera en que su mandíbula se tensaba que no le agradaba.
—Quizá este no es el mejor lugar para que esperes al bebé. Si Aria quiere quedarse conmigo, la vigilaré y estoy segura que Kitty también lo hará. Pero necesitas ir a otro lado. Hoy no se trata de ti.
La morena parecía como si le hubieran dado una bofetada. Si no supiera lo malvada que era, pensaría que era hermosa.
Probablemente para un extraño lo era.
—Así que, ¿quieres quedarte con Aria, pero me echas, Santana López? Sólo eres gentuza pretendiendo que no. Con tu linda noviecita...—se detuvo al verme, y vi cuando notó mi estómago—…Embarazada—terminó. Luego dejó salir una fuerte carcajada—La preñaste. Perfecto. Apuesto que su familia se siente muy orgullosa de ella ahora.
Kitty y yo brincamos al mismo tiempo.
Kitty fue y tomó a Aria de las manos de Santana. Una vez que liberó a la pequeña, Santana se acercó a Bree hasta que se imponía sobre ella.
Me metí entre ellas y empujé a Santana lejos antes de que explotara. Cuando me posicioné ahí, encaré a Bree.
—Escucha, perra, la única gentuza en esta habitación es la única que se acostó con un hombre casado. Un viejo hombre casado. Le dices otra cosa a mi chica y noquearé esos ridículamente altos tacones debajo de ti. Así que, aléjate antes que termines en tu trasero.
Oí que a mi espalda que alguien contenía una risa y no tuve que ver para saber que era Marley.
Luego otra persona empezó a aplaudir.
Volteé para ver a Emily levantarse de donde estuvo recostada con los pies apoyados. Aplaudía con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
Enseguida alguien más comenzó a aplaudir.
Mike se paró para unírseles.
Poco a poco, uno por uno, todos en la sala de espera se hallaban de pie y aplaudiendo.
El rostro de Bree lucía más rojo que un tomate. Entonces gruñó, giró y salió de la habitación, dejando a su hija detrás con Kitty, quien la había llevado al baño para alejarla de la escena que temía fuera a provocar Bree.
Una vez que se fue, Santana me envolvió en sus brazos y me dio una botella de agua.
—Aquí tienes, mami osa. Necesitas rehidratarte después de ese numerito—me informó.
—Diablos, esperaba que se quedara. Quería ver a Brittany derribarla. Eso hubiera sido divertidísimo—dijo Marley, alcanzándome para chocarlas. Me dio una palmada en la mano y se rio.
Kitty entró lentamente a la habitación sosteniendo a Aria.
—¿Está todo bien? Oí que aplaudían.
En vez de contestarle, todo el mundo comenzó a reír.
Santana
Después de diez horas de labor de parto de Rachel, Quinn vino a anunciar que dio a luz a un saludable niño de dos kilos quinientos gramos.
Su nombre era Charlie Caleb Fabray Barry, según su rubia mamá, era idéntico a Rachel.
Los ojos de Quinn lucían rojos como si hubiera estado llorando, y me pregunté si lo hizo.
La sonrisa en su rostro era enorme a medida que respondía preguntas sobre Rachel y el bebé.
Observé a Brittany mientras escuchaba todo lo que decía. Se estaba empapando de información.
—¿Vas a dejar que el bebé nazca sin tu apellido?—me preguntó Marley en un susurro en tanto nos parábamos en la ventana de la guardería, esperando que Quinn trajera a su bebé para que todos lo pudiéramos ver.
Vi a Brittany, quien platicaba con Tina. Su mano se hallaba protectoramente en su estómago al tiempo que sus ojos seguían mirando a los otros bebés en sus moisés en el cuarto.
Me preguntaba qué pensaba.
—No. Trabajo en ello —le contesté.
Marley asintió.
—Bien. Te dejaré ir primero ya que tienes un asunto urgente que atender—respondió, señalando al estómago hinchado de Brittany.
—¿Qué quieres decir con dejarme ir primero? ¿Vas a proponérselo a Kitty?—le pregunté.
Sonrió y se metió un poco de cabello detrás de la oreja.
—Sí, primero hablaré con Quinn acerca de ello. Necesita tiempo para acostumbrarse a la idea o le volverá a volar la cabeza si nada más se lo suelto.
Me reí entre dientes, recordando la noche detrás de Live Bay cuando Quinn le dio una paliza a Marley al descubrir que Kitty y Marley salían.
—Sí, necesitará un aviso.
La puerta del cuarto de bebés se abrió, y Quinn entró cargando a un pequeño bulto.
Literalmente.
Lucía como una enrollada manta azul.
No era lo suficiente grande para ser real.
Brittany dio un paso atrás y me agarró del brazo, apretándolo con fuerza mientras miraba al bebé que en realidad se encontraba en esa manta. Un pequeño rostro se asomó, aunque tenía los ojos cerrados.
No podría decir si se parecía a Quinn o Rachel.
Era todo blando.
—Es hermoso—suspiró Brittany, recargándose en mí.
No lo llamaría hermoso, pero no iba a discutir con una mujer embarazada.
Envolví los brazos alrededor del estómago de Brittany y la sostuve en mi pecho.
Todos seguían parloteando sobre el bebé y a quién se parecía mientras Quinn lo cargaba.
Evidente orgullo en su rostro.
Finalmente Rachel tenía una familia. Una que la amaría y querría.
Era algo que ella siempre deseó.
Ya no necesitaría mi viernes de papas fritas para hacerla feliz.
Tampoco se molestaría cuando no tuviera refrescos Jarritos en el refrigerador al visitarme.
No fui yo quien le dio su bebida favorita.
Fue Quinn.
Y me sentía feliz por eso.
Convencer a Quinn de dejar a Rachel venir hoy a casa para entretener a Brittany con Charlie fue difícil.
Charlie tenía dos semanas de nacido, y esta era la primera salida oficial de Rachel.
No porque ella no hubiera querido salir, sino porque Quinn era demasiado malditamente protectora.
Después de explicarle a Rachel el por qué Brittany necesitaba ser distraída, empacó todo lo del bebé y le informó a Quinn que vendría con o sin ella.
Por suerte, los acompañó, porque necesitaba su ayuda si quería seguir con esto.
—Aún no puedo creer que nos trajiste en la víspera de Navidad. ¿No pudiste haber elegido otro momento para esto?—gruñó Quinn mientras posicionábamos el piano dentro del granero.
—Cállate. Tendrás a Rach y Charlie en casa con tiempo de sobra para Santa Claus—le contesté.
Luego tiré de la manta con la que solíamos cubrir el piano, y Sam me ayudó a doblarla.
—¿Cómo afinarás esta cosa a tiempo?—preguntó Quinn.
—Mi mamá lo afinará—respondió Sam por mí.
Esa fue una gran sorpresa.
Cuando le mencioné a Sam lo que quería hacer, me ofreció la ayuda de su mamá.
No esperaba que me ayudara, pero lo haría.
Ella lograría el milagro.
Quinn nada más se rio y negó con la cabeza.
—Estás loca, lo sabes, ¿verdad?
Sólo sonreí.
Debido a que tal vez tuviera razón.
—Tengo que irme. Britt verá mi camioneta si se asoma por la ventana. Mi mamá lo tendrá funcionando a las mil maravillas en poco tiempo. Solamente deja la puerta abierta y tendrá todo listo para ti.
Le agradecí a Sam antes de irse. Entonces me giré para mirar a Quinn.
—Bueno, supongo que terminamos. Puedes llevarte tu equipo a casa y prepararte para que Santa venga.
—Tengo cuatro semanas más antes de que Santa me traiga mi regalo—dijo, siguiéndome a la puerta.
La miré.
—¿Por qué cuatro semanas más?
Quinn sonrió.
—No lo sabes, ¿cierto?—me dio una palmada en la espalda y soltó una carcajada—Y soy yo la que te da las noticias. Santana, después de que Brittany tenga al bebé, no podrán tener sexo por seis semanas.
¿Qué?
Dejé de caminar.
—¿Estás jodidamente bromeando?
Quinn rio aún más fuerte y se dirigió a la puerta del granero.
¿Seis semanas?
¿En serio?
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
anda le si que britt sabe darle el calce a cualquiera que se le ponga en frente!!
san empezó en practica la pedida de matrimonio,...
mejor que quinn le diga a san las cosas después del parto jajaja
nos vemos!!!
anda le si que britt sabe darle el calce a cualquiera que se le ponga en frente!!
san empezó en practica la pedida de matrimonio,...
mejor que quinn le diga a san las cosas después del parto jajaja
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Jajajajaja seis semanas????
Genial veremos como va esa propuesta!!!
Saludos
Genial veremos como va esa propuesta!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
jajajajajajajajajaja pobre san, 6 semanas para ella seran como 6 meses, no pdo esperar a ver esa propuesta!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Jajajajaja total sufrimiento con esa noticia para San ..... Pero ya estuvieron un tiempo sin sexo además ahora habrá alguien que acapare la atención de ambas
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
anda le si que britt sabe darle el calce a cualquiera que se le ponga en frente!!
san empezó en practica la pedida de matrimonio,...
mejor que quinn le diga a san las cosas después del parto jajaja
nos vemos!!!
Hola lu, jajaajjaajjaaj pero te cabia duda¿? jajajajajaaj. Si, y muy bn ai la morena... como se nota q esta haciendo bn las cosas jajaajaj. JAJAjajajaja tmbn lo crreo ajajajja. Saludos =D
monica.santander escribió:Jajajajaja seis semanas????
Genial veremos como va esa propuesta!!!
Saludos
Hola, eso dicen ajajajajajaaj. Espero y este cap nos al traiga o diga más jajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:jajajajajajajajajaja pobre san, 6 semanas para ella seran como 6 meses, no pdo esperar a ver esa propuesta!!!!!
Hola, jaajajaj un poco si ajajajajajaja. JAjaajja o qui´zas años jajajaajaj. JAajaj espero y este cap la traiga. Saludos =D
JVM escribió:Jajajajaja total sufrimiento con esa noticia para San ..... Pero ya estuvieron un tiempo sin sexo además ahora habrá alguien que acapare la atención de ambas
Hola, ufff y yo creo q más q eso jajajajaajjaaj. Eso mismo, bn ai. Pensando el lado positivo de las cosas, el cual no lo habia pensado. Muy buen dato y aporte! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Cap 25
Capitulo 25
Brittany
Hoy no había visto mucho a Santana, y la extrañaba.
Rachel convenció a Quinn para quedarse a cenar, y disfruté de la compañía y de abrazar a Charlie, pero quería tiempo a solas con Santana.
Se fueron y limpié la cocina pero Santana todavía no regresaba del granero donde pensó que dejó su teléfono.
Sus regalos ya fueron envueltos y escondidos bajo el árbol, así que no tenía otra cosa que hacer.
La luz del dormitorio en el granero se encendió.
¿Qué hacía ahí?
Esperé un minuto y cuando la luz no se apagó, decidí ir tras ella. Cogí mi abrigo de lana del gancho detrás de la puerta y me lo puse. Entonces me calcé las botas antes de salir a través de la hierba helada.
Escuché música.
Música de piano.
Me detuve y escuché, mirando alrededor.
¿De dónde provenía?
Alguien tocaba un piano.
El pensar en un piano causó dolor a mi corazón.
Santana todavía no había preguntado por el piano. Pero lo haría. No quería decirle que lo regalé. Pero tampoco sería capaz de mentirle.
La música comenzó a tocar de nuevo.
Sé que escuché esa canción antes. No estaba segura de cual era todavía porque la persona que tocaba no era exactamente un pianista. Sin embargo ellos tenían que bajar el tono.
Me dirigí hacia el granero de nuevo, y la música se hizo más fuerte.
¿Provenía del establo?
Seguramente no.
¿Por qué alguien estaría tocando un piano en el granero?
Miré a mí alrededor y no vi nada.
Me apresuré al establo y abrí la puerta.
Había velas por todas partes.
La puerta se cerró de golpe detrás de mí mientras absorbía lo que veía.
Mi piano se hallaba colocado en medio de al menos un centenar de velas verticales que iluminaban el granero.
Sentada detrás del piano se encontraba Santana. Tocaba la canción que había oído en el exterior.
¿Cuándo aprendió a tocar el piano?
No era capaz de registrar todo a la vez.
Entonces comenzó a cantar.
—Es una noche hermosa.
Buscamos algo tonto para hacer.
Oye, nena, creo que me quiero casar contigo.
Santana cantaba para mí, y cantaba una canción de Bruno Mars.
Era muy bueno en eso, pero al escuchar su voz profunda mientras tocaba la canción en mi piano trajo lágrimas a mis ojos.
¿Cómo consiguió mi piano de vuelta?
¿Y quién le enseñó a tocarlo?
Levantó la vista de sus dedos que estudiaba duramente y sonrió. Luego comenzó a cantar un poco más.
Una risita brotó dentro de mí, y me tapé la boca para mantenerla dentro.
La sonrisa en su rostro mientras continuaba mirando las teclas para no fallar una nota era adorable.
Llegó al final de la canción y retiró sus manos de las teclas y dejó escapar un suspiro de alivio con la sonrisa todavía pegada en su rostro.
Abrí la boca para hacerle todas las preguntas que pasaban por mi cabeza, pero se acercó para estar delante de mí y cayó sobre una rodilla.
Dios mío.
La canción.
No sólo estaba siendo ridículamente adorable. Me pedía matrimonio. Vi como metió la mano en su bolsillo y sacó un anillo.
—Brittany S.Pierce, quiero mi para siempre—dijo, y levantó un anillo de diamantes corte princesa con un halo de diminutos zafiros alrededor—¿Quieres casarte conmigo?
Quería decir que sí.
Quise lanzarme a sus brazos y besar su perfecto dulce rostro, pero lo único que logré hacer fue empezar a sollozar.
Asentí y sonreí a través de mis lágrimas mientras tomaba mi mano y deslizaba el anillo en mi dedo. Luego se levantó y me tomó en sus brazos.
—Tienes mi piano de vuelta—me las arreglé para decir a través de mi garganta obstruida por las lágrimas.
—Sí, lo hice.
—Lo tocaste —le dije.
—Si se pudiera llamar a lo que acabo de hacer tocar, entonces sí, lo hice.
Presioné mi cara en su pecho y la besé.
—Fue hermoso.
El pecho de Santana vibró de risa.
—Britt-Britt, mi canto no es hermoso.
Estaba equivocada.
Fue hermoso.
Su profunda voz era suave y entonada.
Fue perfecto.
—Tu papá nunca regaló el piano. Permanecía en el sótano de Sam. Wilson compró otro piano para el centro infantil y se lo dio—dijo Santana, empujándose hacia atrás para mirarme—Iba a comprarlo a quien lo tuviera, así que quedé con Sam para averiguar dónde se encontraba. Tu papá dijo que lo querrías de vuelta algún día. Así que el piano es un regalo de Navidad, pero no es de mí parte. Es de tu papá.
Nada podría haber hecho este momento más perfecto.
Nada... sino eso.
Rachel convenció a Quinn para quedarse a cenar, y disfruté de la compañía y de abrazar a Charlie, pero quería tiempo a solas con Santana.
Se fueron y limpié la cocina pero Santana todavía no regresaba del granero donde pensó que dejó su teléfono.
Sus regalos ya fueron envueltos y escondidos bajo el árbol, así que no tenía otra cosa que hacer.
La luz del dormitorio en el granero se encendió.
¿Qué hacía ahí?
Esperé un minuto y cuando la luz no se apagó, decidí ir tras ella. Cogí mi abrigo de lana del gancho detrás de la puerta y me lo puse. Entonces me calcé las botas antes de salir a través de la hierba helada.
Escuché música.
Música de piano.
Me detuve y escuché, mirando alrededor.
¿De dónde provenía?
Alguien tocaba un piano.
El pensar en un piano causó dolor a mi corazón.
Santana todavía no había preguntado por el piano. Pero lo haría. No quería decirle que lo regalé. Pero tampoco sería capaz de mentirle.
La música comenzó a tocar de nuevo.
Sé que escuché esa canción antes. No estaba segura de cual era todavía porque la persona que tocaba no era exactamente un pianista. Sin embargo ellos tenían que bajar el tono.
Me dirigí hacia el granero de nuevo, y la música se hizo más fuerte.
¿Provenía del establo?
Seguramente no.
¿Por qué alguien estaría tocando un piano en el granero?
Miré a mí alrededor y no vi nada.
Me apresuré al establo y abrí la puerta.
Había velas por todas partes.
La puerta se cerró de golpe detrás de mí mientras absorbía lo que veía.
Mi piano se hallaba colocado en medio de al menos un centenar de velas verticales que iluminaban el granero.
Sentada detrás del piano se encontraba Santana. Tocaba la canción que había oído en el exterior.
¿Cuándo aprendió a tocar el piano?
No era capaz de registrar todo a la vez.
Entonces comenzó a cantar.
—Es una noche hermosa.
Buscamos algo tonto para hacer.
Oye, nena, creo que me quiero casar contigo.
Santana cantaba para mí, y cantaba una canción de Bruno Mars.
Era muy bueno en eso, pero al escuchar su voz profunda mientras tocaba la canción en mi piano trajo lágrimas a mis ojos.
¿Cómo consiguió mi piano de vuelta?
¿Y quién le enseñó a tocarlo?
Levantó la vista de sus dedos que estudiaba duramente y sonrió. Luego comenzó a cantar un poco más.
Una risita brotó dentro de mí, y me tapé la boca para mantenerla dentro.
La sonrisa en su rostro mientras continuaba mirando las teclas para no fallar una nota era adorable.
Llegó al final de la canción y retiró sus manos de las teclas y dejó escapar un suspiro de alivio con la sonrisa todavía pegada en su rostro.
Abrí la boca para hacerle todas las preguntas que pasaban por mi cabeza, pero se acercó para estar delante de mí y cayó sobre una rodilla.
Dios mío.
La canción.
No sólo estaba siendo ridículamente adorable. Me pedía matrimonio. Vi como metió la mano en su bolsillo y sacó un anillo.
—Brittany S.Pierce, quiero mi para siempre—dijo, y levantó un anillo de diamantes corte princesa con un halo de diminutos zafiros alrededor—¿Quieres casarte conmigo?
Quería decir que sí.
Quise lanzarme a sus brazos y besar su perfecto dulce rostro, pero lo único que logré hacer fue empezar a sollozar.
Asentí y sonreí a través de mis lágrimas mientras tomaba mi mano y deslizaba el anillo en mi dedo. Luego se levantó y me tomó en sus brazos.
—Tienes mi piano de vuelta—me las arreglé para decir a través de mi garganta obstruida por las lágrimas.
—Sí, lo hice.
—Lo tocaste —le dije.
—Si se pudiera llamar a lo que acabo de hacer tocar, entonces sí, lo hice.
Presioné mi cara en su pecho y la besé.
—Fue hermoso.
El pecho de Santana vibró de risa.
—Britt-Britt, mi canto no es hermoso.
Estaba equivocada.
Fue hermoso.
Su profunda voz era suave y entonada.
Fue perfecto.
—Tu papá nunca regaló el piano. Permanecía en el sótano de Sam. Wilson compró otro piano para el centro infantil y se lo dio—dijo Santana, empujándose hacia atrás para mirarme—Iba a comprarlo a quien lo tuviera, así que quedé con Sam para averiguar dónde se encontraba. Tu papá dijo que lo querrías de vuelta algún día. Así que el piano es un regalo de Navidad, pero no es de mí parte. Es de tu papá.
Nada podría haber hecho este momento más perfecto.
Nada... sino eso.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
san si que sabe hacer las cosas a lo grande jajaja
a preparativos de boda se a dicho!!!
nos vemos!!!
san si que sabe hacer las cosas a lo grande jajaja
a preparativos de boda se a dicho!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Que propuesta mas hermosa, esa santana se las trae!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
A nooooo si existe alguien romantica es Santana!!!!
La amo!!!!!
Saludos
La amo!!!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
san si que sabe hacer las cosas a lo grande jajaja
a preparativos de boda se a dicho!!!
nos vemos!!!
Hola lu, si que si! bn ai por esa linda morena! jaajajajaj. BN! ya era tiempo ajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:Que propuesta mas hermosa, esa santana se las trae!!!!!
Hola, o no¿?! fue lo mejor! SI! ajajajajajajajaj y lo q falta! ajjaaj. Saludos =D
monica.santander escribió:A nooooo si existe alguien romantica es Santana!!!!
La amo!!!!!
Saludos
Hola, si que si y ese lado solo lo saca britt jajajaajaj. Y yo! y creo q no somos las únicas! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Cap 26 - Último
Capitulo 26 - Último
Brittany
Me encontraba de pie en mi dormitorio, frente al espejo.
Mi vientre era aún más grande ahora, pero a Santana no parecía importarle. Actuaba como si fuera la cosa más hermosa que hubiera visto. Sus manos iban a mi vientre más que a otras partes de mi cuerpo.
El vestido blanco que alteré, para que se ajustara debajo de mis pechos y cayera libremente sobre mi vientre, era perfecto.
Era exactamente lo que siempre imaginé para este día. E imaginé este día desde que era una niña.
Extendí la mano y toqué los rizos sueltos que Rachel me ayudó a peinar.
Ella dijo que Santana preferiría mi cabello suelto, pero aun podíamos ponerle nuestro estilo. Así que, la forma en que colocó todo mi cabello sobre mi hombro y lo decoró con horquillas para que quedara en su lugar, era tan hermosa.
Me acerqué a la ventana para mirar mi patio trasero.
Se transformó en lo que parecía un bosque mágico. Nunca vi tantas flores.
Kitty, con ayuda de su mamá, se encargó de toda la decoración.
Los amigos estaban en sus asientos.
Clarke bailaba en círculos junto a Marley.
El vestido para la niña de las flores que escogí se veía adorable en ella; las flores en su cabello, sin embargo, comenzaban a caérsele. Dudaba que quedara alguna cuando la boda comenzara.
Quinn se encontraba de pie cerca de la parte delantera de la glorieta, donde todos las damas de honor de la boda estarían pronto, sosteniendo un niño pequeño que chupaba su dedo mientras veía a todo el mundo a su alrededor.
Luego estaba la estrella de rock.
Se veía diferente en traje. No parecía el chico al que veía en revistas y televisión.
Parecía normal.
Y todo el mundo aquí lo trataba como si lo fuera. Un tipo común y corriente.
—Estoy estacionado allá atrás, con el auto listo para irnos. Solo di la palabra y saldremos de aquí—dijo Sam detrás de mí.
¡Él estaba aquí!
Me di la vuelta y eché mis brazos alrededor de su cuello.
No lo había visto desde el día después de navidad, cuando vino a despedirse antes de irse de viaje.
—¡Estás aquí! —grité.
—Diablos, sí, estoy aquí. Fui invitado, ¿verdad?
Riendo, lo abracé antes de dar un paso atrás para mirarlo.
Tenía el pelo más largo y su rostro desaliñado. Usaba barba, lo cual lo hacía ver más rebelde que antes.
—Te ves diferente —dije.
—Sí, trato con cosas nuevas. El cabello es más sencillo—explicó.
—¿Regresaste para siempre o seguirás viajando?
—No lo sé aun —respondió.
—¿Eres feliz? —pregunté.
Quería que él fuera feliz.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Lo seré… creo.
¿Qué significaba eso?
Comencé a preguntarle cuando mi puerta se abrió otra vez.
—Oigan, ustedes dos, terminen la charla. El espectáculo está a punto de comenzar—dijo Kitty, asomando su cabeza por la puerta.
—Es por eso que me encuentro aquí. Santana me envió. Quería que caminaras conmigo por el pasillo. Dijo que creía que eso era lo correcto—dijo Sam, mirándome cuidadosamente para asegurarse de que yo estuviera bien con ello.
—Amo a esa mujer. En serio, la amo—dije, sonriéndole.
—Bien, porque estás a punto de casarte con esa chica, y ella no permitiría que te alejaras de ella—replicó Sam, luego extendió su brazo para que lo tomara—Vamos, futura mamá, hagamos de ti una mujer honesta.
Kitty rio y dio un paso atrás para que pudiéramos salir por la puerta.
—Vayan abajo y espérenme. Tina arregla el cabello de Clarke de nuevo. Sigue despeinándose. Una vez que ella esté lista, la enviaré abajo. Luego saldré yo y Rach me seguirá. Tina enviará a Clarke con las flores y luego ustedes dos—nos instruyó.
—Lo capto—respondió Sam.
Kitty se apresuró a irse, y escuché la risa de Clarke a través de la puerta.
—¿Estás lista, chica?—preguntó Sam, apretando mi mano que descansaba en su brazo.
—Sí. Muy lista—contesté.
—Bien, porque eso de escaparnos juntos era una broma. No soy muy bueno intentando huir con mujeres embarazadas.
Me eché a reír justo cuando la puerta se abría y Rachel asomó su cabeza.
Se veía hermosa con todo su cabello peinado hacia atrás y cayendo en una cascada de risos.
—Es mi turno. Asegúrense que Clarke me siga—dijo, sonriendo.
Salimos al exterior y observamos mientras Rachel doblaba la esquina de la casa. Clarke me miró con sus grandes ojos curiosos.
—Te ves como mi muñeca de princesa que Marley me regaló por mi cumpleaños. Excepto que ella no tenía una panza así.
Sam se atragantó con su risa.
Sonriendo, me acerqué y acomodé una de las flores en su cabello.
—Eso es algo bueno, creo—le dije, tratando de no reírme—Es tu turno, Clarke May.
Asintió, saltó por los escalones y dio la vuelta en la esquina de la casa.
—Vamos, princesa embarazada. Es nuestro turno—dijo Sam, y me sostuvo mientras bajábamos los escalones del pórtico.
Contuve la respiración mientras caminábamos alrededor de la esquina y nos deteníamos en el pasillo que me llevaría hasta Santana.
Ella se encontraba ahí de pie en su vestido blanco, viéndose más magnifica que cualquier persona que tenía a su lado.
No se veía como una mujer que tenía sus pezones perforados.
Su lenta sonrisa mientras me miraba me calentó por completo.
Ella era así.
Lo nuestro era así.
Santana comenzó a caminar hacia mí mientras Sam me encaminaba por el pasillo.
No estaba segura de lo que pasaba, pero Sam no parecía confundido. Sólo recorrimos la mitad del pasillo cuando Santana nos encontró.
—Sam te trae hasta la mitad, pero yo me encargo del resto. Te tendré por el resto del camino—dijo mientras Sam me entregó y presionó un beso en mi mejilla.
Miré a Santana mientras entrelazaba mi brazo con el suyo y me concedía una de sus sonrisas resplandecientes.
—Es hora de que comience nuestro para siempre, Britt-Britt.
Me volví hacia ella y le di un beso en los labios. Luego susurré:
—Nosotras ya lo hicimos. Hemos trabajado en nuestro para siempre desde que entraste a mi mundo, con esa actitud arrogante y me sonreíste.
Mi vientre era aún más grande ahora, pero a Santana no parecía importarle. Actuaba como si fuera la cosa más hermosa que hubiera visto. Sus manos iban a mi vientre más que a otras partes de mi cuerpo.
El vestido blanco que alteré, para que se ajustara debajo de mis pechos y cayera libremente sobre mi vientre, era perfecto.
Era exactamente lo que siempre imaginé para este día. E imaginé este día desde que era una niña.
Extendí la mano y toqué los rizos sueltos que Rachel me ayudó a peinar.
Ella dijo que Santana preferiría mi cabello suelto, pero aun podíamos ponerle nuestro estilo. Así que, la forma en que colocó todo mi cabello sobre mi hombro y lo decoró con horquillas para que quedara en su lugar, era tan hermosa.
Me acerqué a la ventana para mirar mi patio trasero.
Se transformó en lo que parecía un bosque mágico. Nunca vi tantas flores.
Kitty, con ayuda de su mamá, se encargó de toda la decoración.
Los amigos estaban en sus asientos.
Clarke bailaba en círculos junto a Marley.
El vestido para la niña de las flores que escogí se veía adorable en ella; las flores en su cabello, sin embargo, comenzaban a caérsele. Dudaba que quedara alguna cuando la boda comenzara.
Quinn se encontraba de pie cerca de la parte delantera de la glorieta, donde todos las damas de honor de la boda estarían pronto, sosteniendo un niño pequeño que chupaba su dedo mientras veía a todo el mundo a su alrededor.
Luego estaba la estrella de rock.
Se veía diferente en traje. No parecía el chico al que veía en revistas y televisión.
Parecía normal.
Y todo el mundo aquí lo trataba como si lo fuera. Un tipo común y corriente.
—Estoy estacionado allá atrás, con el auto listo para irnos. Solo di la palabra y saldremos de aquí—dijo Sam detrás de mí.
¡Él estaba aquí!
Me di la vuelta y eché mis brazos alrededor de su cuello.
No lo había visto desde el día después de navidad, cuando vino a despedirse antes de irse de viaje.
—¡Estás aquí! —grité.
—Diablos, sí, estoy aquí. Fui invitado, ¿verdad?
Riendo, lo abracé antes de dar un paso atrás para mirarlo.
Tenía el pelo más largo y su rostro desaliñado. Usaba barba, lo cual lo hacía ver más rebelde que antes.
—Te ves diferente —dije.
—Sí, trato con cosas nuevas. El cabello es más sencillo—explicó.
—¿Regresaste para siempre o seguirás viajando?
—No lo sé aun —respondió.
—¿Eres feliz? —pregunté.
Quería que él fuera feliz.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Lo seré… creo.
¿Qué significaba eso?
Comencé a preguntarle cuando mi puerta se abrió otra vez.
—Oigan, ustedes dos, terminen la charla. El espectáculo está a punto de comenzar—dijo Kitty, asomando su cabeza por la puerta.
—Es por eso que me encuentro aquí. Santana me envió. Quería que caminaras conmigo por el pasillo. Dijo que creía que eso era lo correcto—dijo Sam, mirándome cuidadosamente para asegurarse de que yo estuviera bien con ello.
—Amo a esa mujer. En serio, la amo—dije, sonriéndole.
—Bien, porque estás a punto de casarte con esa chica, y ella no permitiría que te alejaras de ella—replicó Sam, luego extendió su brazo para que lo tomara—Vamos, futura mamá, hagamos de ti una mujer honesta.
Kitty rio y dio un paso atrás para que pudiéramos salir por la puerta.
—Vayan abajo y espérenme. Tina arregla el cabello de Clarke de nuevo. Sigue despeinándose. Una vez que ella esté lista, la enviaré abajo. Luego saldré yo y Rach me seguirá. Tina enviará a Clarke con las flores y luego ustedes dos—nos instruyó.
—Lo capto—respondió Sam.
Kitty se apresuró a irse, y escuché la risa de Clarke a través de la puerta.
—¿Estás lista, chica?—preguntó Sam, apretando mi mano que descansaba en su brazo.
—Sí. Muy lista—contesté.
—Bien, porque eso de escaparnos juntos era una broma. No soy muy bueno intentando huir con mujeres embarazadas.
Me eché a reír justo cuando la puerta se abría y Rachel asomó su cabeza.
Se veía hermosa con todo su cabello peinado hacia atrás y cayendo en una cascada de risos.
—Es mi turno. Asegúrense que Clarke me siga—dijo, sonriendo.
Salimos al exterior y observamos mientras Rachel doblaba la esquina de la casa. Clarke me miró con sus grandes ojos curiosos.
—Te ves como mi muñeca de princesa que Marley me regaló por mi cumpleaños. Excepto que ella no tenía una panza así.
Sam se atragantó con su risa.
Sonriendo, me acerqué y acomodé una de las flores en su cabello.
—Eso es algo bueno, creo—le dije, tratando de no reírme—Es tu turno, Clarke May.
Asintió, saltó por los escalones y dio la vuelta en la esquina de la casa.
—Vamos, princesa embarazada. Es nuestro turno—dijo Sam, y me sostuvo mientras bajábamos los escalones del pórtico.
Contuve la respiración mientras caminábamos alrededor de la esquina y nos deteníamos en el pasillo que me llevaría hasta Santana.
Ella se encontraba ahí de pie en su vestido blanco, viéndose más magnifica que cualquier persona que tenía a su lado.
No se veía como una mujer que tenía sus pezones perforados.
Su lenta sonrisa mientras me miraba me calentó por completo.
Ella era así.
Lo nuestro era así.
Santana comenzó a caminar hacia mí mientras Sam me encaminaba por el pasillo.
No estaba segura de lo que pasaba, pero Sam no parecía confundido. Sólo recorrimos la mitad del pasillo cuando Santana nos encontró.
—Sam te trae hasta la mitad, pero yo me encargo del resto. Te tendré por el resto del camino—dijo mientras Sam me entregó y presionó un beso en mi mejilla.
Miré a Santana mientras entrelazaba mi brazo con el suyo y me concedía una de sus sonrisas resplandecientes.
—Es hora de que comience nuestro para siempre, Britt-Britt.
Me volví hacia ella y le di un beso en los labios. Luego susurré:
—Nosotras ya lo hicimos. Hemos trabajado en nuestro para siempre desde que entraste a mi mundo, con esa actitud arrogante y me sonreíste.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
Bodaaaaaaa.....
Sam aprovechando su ultima oportunidad jajaja
Aguanto muy bien su...
Nos vemos!
Bodaaaaaaa.....
Sam aprovechando su ultima oportunidad jajaja
Aguanto muy bien su...
Nos vemos!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
que lindas, nuestro para siempre!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
Todo en su lugar por fin ..... Y Sam aun encontrándose :)
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Mientras II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:Hola morra...
Bodaaaaaaa.....
Sam aprovechando su ultima oportunidad jajaja
Aguanto muy bien su...
Nos vemos!
Hola lu, siii!!!!!! q emoción! ajajajaj. Pfff inútil ¬¬ JAjajaj es toda una LoPierce jaajajaj. Saludos =D
micky morales escribió: que lindas, nuestro para siempre!!!!!!
Hola, aiii son unas ternuritas!!!!!! SI!! ajajajaj. Saludos =D
JVM escribió:Todo en su lugar por fin ..... Y Sam aun encontrándose :)
Hola, si! y ya era hora la vrdd XD jajajajaja. Si, y q lo haga bn lejos noma XD o amistad noma jajaaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Página 11 de 12. • 1, 2, 3 ... , 10, 11, 12
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