Fic Not Alone (Capitulo 10: Grenade Parte 1 y 2)

oh my god!!! ame el cap.... estaba tan entusiasmada leyendo que se me paso muy rapido u.u mas ensima blaine deja con las ganas a kurt jasjas yo esperaba un besito por lo menos pero buenoo para la otra sera xDD aii aora tendre k esperar 3 semanas!!!! que desesperacionn!!! ya quiero saber que pasaraa u.u

nuevamente te felicito escribes de maravilla ... amo tu fic :)

saludoos...

hahaha Blaine si que sabe hacer sufrir a nuestro pobre Kurt. Pense en cuando terminara esta fic hacerlo de nuevo pero desde el punto de vista de Blaine XD asi podemos comprender todo que diablos se le cruza por la cabeza a ese chico XD por que incluso para mi es un misterio.

Ann escribió:hahaha Blaine si que sabe hacer sufrir a nuestro pobre Kurt. Pense en cuando terminara esta fic hacerlo de nuevo pero desde el punto de vista de Blaine XD asi podemos comprender todo que diablos se le cruza por la cabeza a ese chico XD por que incluso para mi es un misterio.

Jaja sí pobre Kurt! pero me encanta vr en los problemas en que lo metes xD
Siiiii! es una gran idea hacer la perspectiva de Blaine *-* siempre he querido saber que hay en su mente porque siempre que hace algo tengo la duda de cuales son sus reales intenciones O: xD

AAAA! D:
acabo de leer todo en un rato
tu fanfic es adictiva... amo tus capitulos... son tan largos ^^
y tan..tan..Wow! esta hermooosa!
ah! con el primer capitulo crei que pasaria algo mas muy pronto.. pero no!
nos tienes con la angustia >.< jeje
que forma de avergonzar a Kurt cuando salieron jaja pobrecito u.u
aw Blaine! ha de estar tan confundido como Kurt...
yo juraba que en este capitulo ya se iban a besar, esta tan emocionante ^^
escribes super bien! de verdad sera dificil esperar tres semanas... pero
valdra la pena... lo se... espero mucho de tu próximo capitulo :D
de verdad eres exelente! felicidades!
y felices vacaciones :D

-Gio-

OMGlee

Quiero, necesito que continúe ya. Estoy teniendo un ataque de sobredosis de Klaine xD

Perdonen tanto la demora ;_; ealmente me cuetam ucho pasar lo que escribo y me da flojera XD pero proemto que en breve los tendre con mas de mi fic, perodnen chicos TwTU

Tranquiss!
te entendemos, osea, son vacaciones :DD
no te preocupees ;D

Ahhh!! (hiperventilando) OMG OMG!! :shock:
Me va a dar un infarto como no se besen ya!
No es muy dificil imaginarse el torso desnudo de Blaine... (pervert face+babas)
Lo mejor del capitulo ha sido como Rachel "inspeccionaba" a Blaine y Santana tirándole los trastos xD
Muy buen capitulo! :D Espero el capitulo 5 impaciente!

Simplemente adoro como escribes :D en algunas partes me moria de risa... haha de solo imaginarme la cara de Blaine cuando vió que no tenia gel... o la cara de Kurt cuando vio que se estaba quitando los pantalones :oops: ...
espero tu proximo capitulo... y... creo que no solo hablo por mi cuando digo que... NO IMPORTA QUE BLAINE COMETA UNA LOCURA :cheers:

Isabella Criss escribió:y... creo que no solo hablo por mi cuando digo que... NO IMPORTA QUE BLAINE COMETA UNA LOCURA :cheers:

No hablas solo por ti... Quiero que se acerquen ya y hagan algo "peligroso"! :oops:

La audiencia lo esperaba, y aqui esta!! TARARARA el cap 5 de mi fic >w<. Espero les guste dejen muchso comments, despues de ste capitulo preparence, mi fic se movera en otra direccion. Pienso que con este capitulo termino la introduccion al fic, XD ahora ocmienza lo realmente bueno ;D. Espero alguno que otro llore o se conmueva con un par de scenas, si no es el caso, haganmelo saber, me esforzare para hacerlos llorar a todos n.n (?)
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Capitulo 5: Family Portrait

Desperté con el rostro de Blaine frente al mío. Se veía increíblemente tierno con aquella expresión tan risueña. Casi hasta daba pena despertarlo. Pero el hecho era que, teníamos un largo viaje hasta lima y no podía desperdiciar ni un minuto más. Comenzaba a a extrañar mucho a papá y estaba seguro que sin mi compañía se sentía un poco solo. Debía agradecer que ahora Carole y Finn estuvieran ahora en casa, hace un par de meses, las cosas habrían sido mucho más solitarias y duras para mi padre. Supongo que estaba demasiado acostumbrado a mi presencia en la casa.

Me aproximé a la forma dormida de Blaine. No parecía dar señales de vida. Me quedé contemplándolo como un tonto, olvidando mi misión, totalmente eclipsado por su perfección. En eso, empecé a recordar los sucesos de anoche y las últimas palabras de él. Enrojecí por completo. ¿A que se refería? ¿Seria algo que podría preguntarle, o quizás era mejor ignorar aquello? Quizás debía preguntarle al respecto. Pero no ahora. No en este momento. Me encontraba con una tarea muy complicada entre manos.

- Blaine despierta – comencé a decirle dulcemente para no sobresaltarlo. Él ni se movió.-Blaine tenemos que irnos

Primero refunfuñó un poco. Seguí insistiendo un poco más hasta que decidió contestarme

- ¿A dónde?- me dijo con una voz ronca y dormida.

-¿Cómo que a dónde? ¡A mi casa! – le respondí indignado ¿Se había olvidado?

- Pero si son recién las ocho- dijo mirando el despertador de su mesita.

- Te recuerdo que hasta Lima son al menos dos horas de viaje.- le dije.

- No quiero despertar… ve tu. Yo me quedaré aquí- me respondió el bendito perezoso

-¡Ah no! Eso si que no. ¡Me lo prometiste e iras! –lo regañé.

Acto seguido, cometí un acto de crueldad hacia Blaine y le quité las sabanas y frazadas. Blaine suspiró. Con un esfuerzo y una firme voluntad, se levantó de la cama. Me miró un poco resentido. Hasta me daba gracia.

-Ve a tomar un baño y vístete. Yo me encargaré de hacer tu maleta- le ordené.

En lo que a mi respectaba, estaba completamente listo. Ni bien desperté me vestí y arreglé y, desde el día de ayer tenia preparadas mis cosas. Además, me moría de ganas de revisarle el armario a Blaine y elegirle el vestuario.

Tardamos al menos media hora hasta que finalmente estábamos listos. Nos dirigimos al estacionamiento donde se encontraba mi auto y emprendimos aquel largo y conocido viaje hasta Lima. Por alguna razón en particular, Blaine se veía increíblemente agotado. Sus parpados se cerraban en contra de su voluntad. Suerte que era yo quien conducía. Si era por Blaine, habríamos chocado hace unos kilómetros atrás.

- Te encuentras bien- terminé por preguntarle. Ya estaba preocupándome un poco

- No dormí muy bien anoche, es todo- me contestó con un bostezo.

Al parecer no fui el único. Luego de aquel incidente, me fue sumamente difícil poder conciliar el sueño. La imagen de Blaine tan próxima a mi se encontraba todavía allí dando vueltas y me había llenado de una extraña sensación. Me estaba muriendo de ganas de preguntarle de donde había venido todo eso. Pero tenía que contenerme. Me daba pánico mencionar el asunto ya que, podría terminar jugándome en contra. Me mordí la lengua y trate de ignorar mis pensamientos.

- Pues descansa un poco. Yo te avisare cuando lleguemos- fue lo que pude contestarle.

- No quiero dejarte solo conduciendo- Me respondió.

- No voy a chocar, si es lo que te preocupa. Ahora, duérmete- le dije con una sonrisa tonta en el rostro.

- Lo decía por que podrías aburrirte sin mí- Me dijo el muy gracioso.

-Puedo pasarla muy bien sin ti. Tengo mis cds a la mano- le respondí

-¿Acaso me remplazas con un poco de música? Me siento un poco ofendido- siguió bromeando Blaine.

Suspiré.

- Blaine eres irremplazable, solo quiero que te duermas de una vez así te veras mas o menos decente al estar frente a mis familia. – Le respondí un poco arto. En eso, me percate de lo que había dicho. Al parecer este auto estaba maldito. Siempre decía algo impropio.

-Con que irremplazable- Dijo Blaine con aires de grandeza. Intenté no enrojecer y le di un codazo.

-¡Ya duérmete!- Le exigí riendo nerviosamente.

Él comenzó a reír mientras se acomodaba sobre el asiento. No tardó mucho en quedar completamente dormido. Seguí manejando en silencio por un buen rato. Cada tanto, no podía evitar desviar la mirada de la ruta y contemplar la dulce expresión del rostro dormido de Blaine. Al aparecer lo apresuré bastante. Otra vez se encontraba sin su gel para él cabello. Pero de cierto modo, era mejor así. No comprendía porque odiaba tanto sus rizos. Le daban un toque muy personal y realmente agradable. Todo en él era bellísimo, si íbamos al caso. A veces incluso, dolía verlo. ME llevaba a la cruel realidad de que seria lo más cerca que estaría de él. Bueno, ahora que lo pensaba, los hechos de anoche me hacían cuestionar un poco eso. Aun seguía preguntándome que fue esa extraña…química. Si, Química, esa era la palabra correcta. Porque estaba seguro, no lo había imaginado. Además, Blaine dijo que no quería hacer una locura ¿A que se refería? ¿A que en verdad no quería besarme? ¿A que temía arruinar las cosas? ¿A que solo fue un impulso momentáneo? Ya no sabía que pensar. Quería creer que lo de anoche significo algo. Estaba cansado de perder siempre las esperanzas, No quería descubrir que solo fue una loca fantasía mía. Necesitaba saber que creía Blaine de mí. No, mejor dicho Que sentía por mí.

Allí él, Tan calmado, sumergido en el mundo de los seño, totalmente impredecible para mi. Y aquí yo, al volante. Nervioso, locamente enamora de él, a pocos centímetros de su rostro bronceado. No podía escapar de mi maldición. Era como si mi cuerpo actuara solo. Con suma delicadeza, deslice una de mis manos, aproximándose cautelosamente hasta su cabellera. Acaricié sus oscuros bucles con mucho cuidado de no despertarlo. Pero no pude resistir la tentación. Su cabello era sumamente suave. La sensación de cada mechón escurriéndose entre mis dedos me estremecía por completo. Su rostro tan perfecto agitaba mi corazón de forma tal que creí me daría un infarto. En efecto, casi me infarto. Un estruendoso bocinazo me llevo a la realidad apareciendo frente a mi auto un enorme camión en dirección hacia nosotros. Solté inmediatamente los cabellos de Blaine y de alguna extraña manera, me las ingenié con suma destreza para esquivar aquel camino. Pude escuchar a lo lejos los insultos de su conductor. Supongo que el proverbio de "hay amores que matan" se aplicaría a esta circunstancia. Casi hago que nos maten a los dos… por perderme en los cabellos de Blaine. Debido al brusco giró a la izquierda que debí dar, Blaine se sacudió y despertó de un susto casi cayendo sobre mí.

-¿¡Que? ¿¡Que paso!- Me preguntó terriblemente agitado.

- Umm… me desconcentre un minuto y aquel camión- intenté contestarle señalando al camión que se alejaba con sus bocinas coreando.

- Sabia que no debía dejarte solo al volante- Dijo un poco molesto- ¿Cómo fue que te distrajiste? ¡Casi nos matas!

Ciertamente me moría de ganas de contestarle ya que técnicamente era su culpa que yo me distrajera. Pero bueno, no iba a decirle "Es que estaba totalmente embobado, mirando como dormías" Seria ridículo

Continuamos viajando por un buen rato mas hasta que finalmente llegamos a mi casa. Estacioné el auto en la en la callé ya que, los autos de Papá y Carole acaparaban todo el garaje. Ayude a Blaine a bajar sus cosas y nos dirigimos a la puerta. Seguramente mi humilde morada no era ni la décima parte de la suya. Pero Blaine nunca se había quejado al respecto. De Hecho, en diversas ocasiones, me admitió que le parecía encantadora. No era un hecho muy novedoso que Blaine apareciera por mi casa. Al menos en unas diez oportunidades la había visitado. El problema aquí era que, solo había pasado a saludar o Papa y Carole no se encontraban en casa. Jamás había convivido más de cinco minutos con mi padre. Y ya estábamos hablando de un fin de semana completo. Percibía lo nervioso que Blaine estaba y debía admitirlo, yo también estaba temblando por dentro. Había olvidado contarle ciertos detalles a mi padre sobre Blaine. Como el hecho de que mi amigo era gay o que estaba completamente enamorado de él. Dudo que a mi padre, si bien siempre me apoyó en mis decisiones, le agradara Blaine conociendo estos detalles.

- Será mejor que entremos- le dije a mi amigo.

Ambos suspiramos para liberar la tensión. Nos acercamos a la puerta. Ya estaba a punto de abrirla cuando alguien del otro lado se me adelanto. No creí lo que veían mis ojos. No pude evitar abrir la boca completamente sorprendido. Esperaba encontrar a cualquier otra persona. Pero no. Allí estaba, la mismísima Quinn Fabray saliendo de mi casa. Supongo que ella también se pego un increíble susto al vernos. Y supongo que Finn, quien se encontraba detrás de ella, tampoco esperaba encontrarnos.

-¡Kurt!- Exclamó Quinn nerviosa.

-¿Quinn?- le pregunté sumamente incrédulo.

- ¿Quien rayos es él?- Preguntó Finn señalando a Blaine.

- ¡Finn!- Exclamé. No se ni porque lo hice.

- ¿Blaine?- Ahora Quinn era la desconcertada.

- Quinn- Saludó Blaine.

-¿Blaine?- Me preguntó Finn mirándome extrañado.

- Oh rayos, esto es un poco incomodo- admitió Blaine.

Los cuatro nos miramos dejando un molesto silencio entre nosotros. ¿Que hacia Quinn en mi casa? Mejor. ¿Qué Hacia Quinn con Finn? Lo gracioso, o quizás triste, de esta situación era que seguramente Finn y Quinn se estarían preguntando lo mismo con respecto a nosotros. El pobre Blaine parecía no entender absolutamente nada. Y no lo culpaba, yo tampoco estaba comprendiendo esta situación.

- Yo… solo venia a buscar unos libros así que ya me voy… lo siento- Quinn se retiro apresurada de la casa, dejándonos solos a nosotros tres. Era claro, Quinn no tenía ningún talento para mentir. No llevaba ningún libro consigo. Además, los únicos libros que vi. En sus manos alguna vez hablaban de embarazos y estrías.

- Este…- Finn no quiso decir nada. Se apresuró a subir las escaleras sin darme ninguna explicación de lo que acababa de pasar. Empecé a temer lo peor. Definitivamente si mis sospechas eran ciertas, iba a matar a Finn.

- Estoy un poco desorientado… ¿Acaso Quinn no tenía novio? - me preguntó Blaine. Al parecer no era el único que lo pensaba.

- Si… si lo tiene- Le respondí sumamente molesto.- Blaine ¿Me disculpas un segundo? Mientras puedes ir dejando tus cosas en mi habitación. En seguida estaré contigo.

- Uuuh… Claro- Me respondió un poco desconcertado.

Me inquietaba dejar solo a Blaine de esa forma, pero la situación lo ameritaba. Podría decir que era un código rojo. Subí las escaleras a toda prisa y tomé dirección hacia el cuarto de Finn. La puerta estaba cerrada. Como, a diferencia de mi hermanastro, soy sumamente respetuoso, toqué primero la puerta. Nada. Volví a tocar. Otra vez sin respuestas. Me estaba comenzaron a irritar severamente. Toqué una tercera vez.

- Finn se que estas allí abre la vendita puerta- le ordené.

Al parecer decidió no oponer más resistencia y me abrió. Miraba a cualquier parte menos a mis ojos.

- No es lo que piensas- comenzó a hablar Finn un poco nervioso.

- Aun no estoy pensando en nada. ¿Acaso debería?- Le dije

-Quinn pasó ayer por casa a dejarme unas cosas. Nos quedamos hablando hasta tarde y como no quería irse sola se quedó en casa. Eso es todo. Por cierto durmió en tu habitación.

- Bueno entonces… un segundo… ¿¡Cómo que durmió en mi habitación?- Me alteré. Odio, que la gente entré a mi cuarto sin mi permiso y más si ni siquiera tiene una invitación- ¿¡Acaso se te cruzo por la cabeza preguntármelo? ¿¡Y quien te dio derecho a invitarla?

-Bueno, suponiendo que eran las tres de la mañana y que vives a dos horas de viaje, no , no se me ocurrió- me dijo intentando sonar irónico. Odiaba cuando Finn pretendía ser el sabelotodo- Y esta casa es tan tuya como mía Kurt, y era mas que obvio que Quinn no iba a dormir conmigo.

- Eso quisieras ¿Verdad? – le dije sumamente molesto- Escucha Finn, mas te vale que no estés planeando nada con ella de nuevo ¿Entiendes? La última vez, las cosas no resultaron y lo sabes perfectamente. Y se que estas todavía herido por lo de Rachel pero te recuerdo que Quinn fue la que se acostó con tu mejor amigo.

- Un segundo… ¿Como te enteraste de lo de Rach…?

- Además.- Agregué ignorando su comentario- Quinn es la novia de Sam, tu amigo ¿Lo recuerdas? Estarías haciendo exactamente lo mismo que Puckerman te hizo a ti.

-¡Oh no te metas! ¡No tienes por que retarme! Es solo problema mío lo que haga con mi vida. Y por cierto ¿Quién ese tipo que te acompañaba?

- Es Blaine, mi amigo de Dalton y se quedará aquí el fin de semana. ¿Algún problema con eso?

No me había dado cuenta, pero Finn y yo estábamos elevando demasiado nuestras voces. Casi diría que estábamos gritándonos mutuamente.

- ¿Otra vez estas con esas cosas tuyas, Kurt? Terminaras por espantarlo.- Me dijo. No se por que pero de repente la idea de golpear a Finn muy fuerte se apoderaron de mi.

-Y tu homofobia vuelve a hablar de nuevo- Le dije gritando con un tono sarcástico- ¿¡Que acaso piensas que soy un…?

-¿Acosador? ¡Definitivamente!- Me respondió Finn también gritándome.

-Oh esta bien. ¿Sabes que? ¡Espero que te la pases muy bien con la señorita Fabray! ¡Pero esta vez, Asegúrate de ser TU quien la embarace!

Dirán que fue un golpe bajo. Si, seguramente, pero si hay alguien, aparte de Rachel, que puede sacar lo peor de mi, ese es, definitivamente Finn. Salí totalmente furioso de la habitación. Al parecer también Finn no se quedaria con la humillación de las ultimas palabras asi que decidió seguirme.

- ¡Al menos yo si tengo éxito en el amor!¡ Tengo mucho éxito con las chicas!- dijo haciendo énfasis en el mucho.

-¡Oh seguro, acostarse con Santana es un gran éxito! ¡Oh por favor hasta yo podría hacerlo si quisiera! – le contesté iracundo. Era un presumido, arrogante, estúpido ¡Agh!

- ¡Te recuerdo que hace un año atrás hubieras muerto por ser Santana!- Me gritó. Esto era el colmo. Pero de cierta forma, no pude evitar ruborizarme un poco ante aquel comentario.

-Eres terriblemente pretencioso Finn. Ignora todos mis consejos y haz lo que quieras. Simplemente asegúrate de dejar de lastimar a las otras personas cuando cometes una estupidez. Por que siempre que empiezas con tus tonterías somos los demás los que tenemos que pagar. Pero a ti no te importa un comino que pase con Rachel, o con Sam ¿verdad?. ¡Se un poco más hombre! ¡Madura y deja de ser tan estúpidamente egoísta!- Le grité completamente colerico.

-¡El día que dejes de jugar al acosador lo haré!- El gritó que Finn dio me recordó demasiado a aquella vez en el sótano. Era el mismo tonto furioso.

-¡Hey! ¿¡Que diablos sucede allí arriba?- La voz de mi papa interrumpió el combate.

Rápidamente, comenzó a subir las escalares. Supongo que ambos nos excedimos un poco… mucho. Pero realmente estaba iracundo con Finn. Si Rachel lo supiera la destrozaría por completo. No quiero imaginarme tampoco que sería del pobre Sam. Finn era un completo desconsiderando. Nunca llegué a conocerlo bien, pero me pareció un chico sumamente agradable. Y si bien su relación con Quinn era prácticamente del mismo nivel de superficialidad que una historia de Disney, estaba seguro de que él realmente la quería y viceversa.

- No pasa nada papá- le respondí seriamente esquivando la mirada de Finn con mucho rencor.

- Más les vale que sea así. Están dando unos gritos infernales, todo el vecindario puede oírlos- nos regañó mi padre.

- Lo siento- dijimos a coro.

- Por cierto Kurt ¿Por qué no me saludaste al llegar? ¿acaso perdiste tus modales o es que no extrañas ya a tu padre?

-Perdóname, papá- corrí inmediatamente a abrazarlo.

Lo había extrañado demasiado. No estaba para nada acostumbrado a pasar mucho tiempo lejos de casa y menos de mi papá.Finn aprovecho el momento para escurrirse tras la puerta de su habitación y desaparecer dejándonos solo a nosotros dos en medio del pasillo.

-Te extrañé mucho- le dije a mi padre.

- Y yo a ti- me respondió con una sonrisa.

En eso me percaté, me había olvidado completamente de Blaine. Supongo que siempre hay una primera vez para todo. No le había informado tampoco a mi padre sobre el hospedaje de Blaine en casa… No le había contado prácticamente nada de él ahora que lo pensaba mejor.

- Esto… pa ¿Te importaría si mi amigo Blaine se queda este fin de semana aquí?

- ¿Te refieres a ese niño de Dalton?- Asentí con la cabeza. Mi padre dudó- Pues… no… supongo que no es ningún problema. Pero dime, ¿Donde esta tu amigo?

- Digamos que en mi habitación- le respondí tímidamente.

- ¿Para qué me pides permiso si de todas formas lo habías invitado?- Me preguntó mi padre con una mueca de desaprobación. Suspiro profundamente y prosiguió- Será mejor que vaya a saludarlo

Bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia mi habitación. Allí, Blaine estaba sentado sobre mi cama mirando con suma curiosidad mis pósters de Lady Gaga. Debió darse un buen susto al encontrar a mi padre en la puerta de la alcoba justo al lado mío. Y realmente, papa no tenía un rostro muy hospitalario.

- Señor Hummel- dijo levantándose de mi cama. Se aproximó a mi padre y le estrechó la mano.

- Blaine- le dijo seriamente mi padre. Estuvo unos segundos mirándolo con mucha desconfianza, intimidándolo tanto a él como a mí. Mi papa no era para nada tonto. Estaba seguro de que algo sospechaba, lo cual me hace temer por la vida de Blaine. Mi padre era sumamente amable, pero un poco aterrador a veces. De verdad, la situación era muy incomoda. Papa no despegaba sus ojos de Blaine y parecía que fuera a tragárselo vivo. Blaine, por su parte, se veía calmado, aunque no muy seguro de cómo reaccionar.

- El almuerzo es a las doce- Dijo mi padre secamente. Acto seguido, se marchó de la habitación. Blaine se tumbó sobre mi cama y respiró profundamente.

-Kurt, creo que tu padre quiere dañarme- me confesó Blaine- Temía terminar mojando mis pantalones

Aquel comentario me hizo reír a carcajadas. Al parecer no en todas las circunstancias Blaine podía mantener su "coraje".

- Ya veras que con el tiempo te querrá- lo animé- es un poco duro

-Oh, por cierto. Tu y tu hermano si que gritan – Me dijo. Mi expresión cambio completamente.

- Agradezco no tener que compartir mi ADN con él. Un segundo ¿Escuchaste algo?-Le pregunté un poco nervios. Particularmente me importaba la parte donde Finn me llamaba acosador.

- Si, un poco – me confesó- Aun así no comprendí muy bien. Algo sobre que querías ser Santana.

Enrojecí por completo. Era oficial. Iba a matar a Finn.

- Espera… ¿Si quieres ser Santana?- me preguntó Blaine desconcertado.

-¿Qué? ¡No! Es… es una larga historia. – le dije evitando el tema. Recordad que junté a esta familia por querer estar con Finn me hacia sentir como un tonto.

- Tenemos tiempo hasta las doce. – insistió Blaine.

- Te lo ruego, no me hagas decírtelo por favor- Le supliqué. No quería que Blaine supiera de aquel tema.

- Pensé que no habían secretos entre nosotros- Bromeó Blaine. Eso me hizo sentir inmensamente mal. En verdad, Tenía demasiados secretos que esconderle a Blaine. Supongo que se lo debía.

-Esta bien, esta bien, te cuento –Le dije resignado.

Si Blaine volvía a hablarme después de esto le daría una medalla de santo. Mi amor por Finn no había sido una de las cosas mas sanas, debo admitirlo. Comencé así a relatarle como me enamore de Finn y las cosas que hice para llamar su atención. Desde el sabotaje a Rachel, Ayudarlo con Quinn hasta juntar a nuestros padres para que se conocieran. También le hablé de la pelea en el sótano la cual terminó por acabar con mis esperanzas. Juro que mientras hablaba me sentía un loco. ¿Tanto así me gustaba Finn? Sinceramente se me había olvidado.

Termine finalmente mi relato. Blaine estaba boquiabierto. Creo que me había undido con el Titanic.

- wow- fue lo primero que le salió- eres… realmente intenso.

- Que puedo decir, me entrego completamente al amor- le dije totalmente colorado- Solo que este suele cerrarme la puerta en la cara.

-Bueno, es por que no encontraste nadie adecuado para ti. O al menos, no nadie dispuesto para ti. Veras que la vida te sorprenderá y terminaras enamorándote de la persona que menos esperabas.

- Te creo- le contesté. Claramente enamorarme de él había sido algo inesperado.

- ¿Cómo? ¿Acaso encontraste ya a alguien?- Me preguntó alarmado. Yo también me inquieté. Me había descuidado. Intenté con mucho esfuerzo no enrojecer y poner mi mejor… cara de Póker.

- No, para nada- le respondí al instante. La culpa me estaba devorando. Me molestaba muchísimo tener que mentirle así a Blaine.

- Oh, esta bien- me respondió convencido- Más q te vale que sea yo el primero en enterarme cuando encuentres a alguien ¡Promételo!- me ordenó. Suspiré con pesar y odiándome a mi mismo.

- Te lo prometo. Serás el primero en saber- Otra mentira más. Nunca le diría que me gustaba y en saberlo, al parecer era el último.

Nos quedamos hablando un poco más hasta que llegó la hora del almuerzo. Al ver a Carole, la saludé de inmediato con un beso y un abrazo. Blaine la saludó cordialmente con un beso. Acto seguido, tomamos lugar uno al lado del otro en la mesa. Finn se encontraba enfrentado a mí. Esquive con la mirada su rostro. Estaba todavía super enfadado y si lo miraba seguramente iba a comenzar a gritarle. Carole trajo a la mesa un pollo asado con verduras. Papá y ella tomaron asiento, Carole al lado de Finn y papá en la cabecera. Acto seguido y en silencio comenzamos a comer. Nadie parecía querer decir nada. Papá no dejaba de acechar con la mirada a Blaine. Y yo no dejaba de mirar mi plato conteniéndome de matar a Finn.

-Dime, Blaine ¿Cómo fue que conociste a Kurt?- Interrumpió Carole la atmosfera de tensión.

- Oh, bueno…creo que fue un poco extraño sinceramente no lo recuerdo muy bien.- le contestó él.

Yo si. Recordaba a la perfección el momento donde Blaine entro a mi vida. En aquellos pasillos de Dalton, se me ocurrió hacerle una inocente pregunta a un muchacho. Un muchacho que me cambiaria la vida completamente.

- Me infiltre en Dalton para espiar a su club Glee ya que éramos rivales. Resulta que Blaine era el vocalista principal y me tope de casualidad- comencé a explicar totalmente entusiasmado. Blaine parecía sorprendido de que lo recordara – Blaine fue de mucha ayuda con el asunto Karofky- Agregué. De mucha ayuda era muy poco. Prácticamente fue mi salvación

- Oh, entonces se conocían hace ya un buen tiempo ¿no?- dijo mi papa un poco molesto.- No me habías mencionado nada sobre aquel asunto, Kurt.

-¿Y como es eso de gran ayuda?- preguntó Finn ¿Por qué diablos se metía?

- No si sea tanto así como dice Kurt, pero… le di un par de concejos, nada del otro mundo- dijo modestamente Blaine.

- ¿Qué clase de consejos?- preguntó bastante desconfiado mi padre.

- Papá… - dije intentando persuadirlo.

-Bueno… digamos que estuve en una posición similar – le contestó Blaine. ¡Dios! ¿¡Por que mi familia tenia que ser tan incomoda?

- ¿En su lugar? ¿Qué Lugar?- otra vez, papá y su tono sospechoso.

- Papá no tiene por que responder a tu…- Blaine me interrumpió

-Oh descuida Kurt, no tengo en problema en decirlo- Me dijo Blaine con una sonrisa- no me avergüenzo de nada.

- ¿De que se trata muchacho?- Insistió mi padre.

- Yo también soy gay, señor Hummel- Confesó Blaine. Carole casi se asfixia con un pedazo de pollo. Mi papá miro a un costado incómodamente, supongo, y espero, sintiéndose culpable por entrometerse tanto.

- Ya me lo imaginaba- susurró Finn por lo bajo. No pude contenerme pero le di, discretamente, una fuerte patada en la pierna, haciéndolo gemir de dolor.

- Oh… bueno- Fue lo más inteligente que se le ocurrió a decir a Carole. Sonreía nerviosamente, como si se sintiera puramente incomoda.

Quería golpearme fuerte contra la mesa. De ninguna forma Blaine se merecía esto. En eso papá me miró fijamente, no pude evitar sonrojarme. Estaba mirándome con esa expresión de " ya se lo que esta pasando aquí".

- Antes de entrar a Dalton, también tuve algunos problemas con abusivos. Es por eso que quise ayudarlo un poco.

- Se ve que eres muy seguro de ti mismo- Le dijo mi padre casi como si fuera un cumplido.

- No realmente, pero lo intento.- dijo Blaine con una sonrisa.

-Tus padres deben estar muy orgullosos de ti.- Le dijo dulcemente Carole.

- No sabría decirle… ellos… bueno, fallecieron hace un par de años- Dijo con una triste sonrisa. Otro silencio incomodo. Era oficial: al parecer es una maldición en los Hummel-Hudson el incomodar al prójimo

-Lamento eso hijo- Le dijo mi padre con pesar.

- Descuide señor Hummel- le dijo Blaine con una sonrisa.

Otra vez el silencio. Solo los cubiertos chocando contra los platos podían oírse. Miré a Blaine un poco preocupado. Estaba comenzando a arrepentirme de haberlo invitado. No esperaba que mi familia pudiera ser tan molesta.

- Bien… cuéntanos un poco sobre ti Blaine- pidió mi padre.

- Bien pues… estoy en último año, soy bastante aficionado a la musica, me gusta mucho tocar guitarra. También me interesan bastante los deportes…

- ¿Deportes?- Al parecer este detalle cautivo la atención de mi padre.

- Me gusta mucho el Football Americano, señor. Soy un fanático de los intercolegiales.

- ¿De veras? Soy el mariscal de campo en Mckinley. – se metió Finn en conversación- Podría conseguirte boletos para el próximo juego.

- Eso sería estupendo- Le respondió Blaine entusiasmado.

En eso, mi papá, Finn y Blaine comenzaron a parlotear sobre Football y todas esas cosas que ignoro completamente. Que raro, terminé siendo excluido de la conversación, aunque, esta vez realmente no me importaba. Necesitaba que la relación entre mi padre y Blaine fuera buena y al parecer esta era la forma más efectiva de lograrlo. Papá hablaba enérgicamente haciendo unos cuantos gestos bastante peculiares y graciosos con la mano. Blaine no le quitaba la vista de encima y cada tanto Finn agregaba un comentario. Suerte que esos tres estaban bien entretenidos. No podía evitar mirar a Blaine y sonreír como un completo bobo. Me llenaba de ternura verlo tan metido en la conversación y tan alegre. Y sinceramente, me encantaba que rompiera el estereotipo de gay en el que todo el mundo cree. ¿Qué me importaba si no entendía ni un poco de lo que esos tres decían? Si Blaine estaba feliz hablando de eso, yo estaba feliz de verlo hablar. En eso mi mirada se desvío un segundo y contemple a Carole. Me sonreía pícaramente y acto seguido me guiñó el ojo. Mire a mi plato totalmente apenado.

- ¿Sabes? Yo también formé parte del equipo de Football del colegio. Tengo un par de anuarios y cosas en el sótano ¿Por que no luego bajan tú y Kurt a verlas? - Dijo mi papá.

Al oír mi nombre resucité.

- Eso sería genial- Exclamó Blaine sumamente entusiasmado.

- No estarán pidiéndome que vaya a ese lugar polvoriento lleno de cosas viejas ¿verdad?- No quería bajar. Menos para enseñarle un par de trastos sucios de mi padre. Odiaba de sobremanera aquel sótano.

- Oh, te lo ruego, Kurt- me suplicó Blaine. Con esa cara de cachorro abandonado tan tierna que tenía, no pude resistirme. Suspire resignado.

- Esta bien, luego te llevo- Le dije. Blaine me sonrió como si fuera un niño al que le dan su golosina.

- Yo también voy- Dijo Finn. ¿Acaso Finn intentaba colarse conmigo y con Blaine? Si el era tan torpe de arruinar sus amistades no tenía porque venir y apoderarse de las mías. Si, como habrán notado, todavía estaba enojado.

- Oh no, tú tienes que lavar la vajilla conmigo y luego ayudarme a preparar un pastel para la merienda. Tienes todo el tiempo del mundo para bajar cuando quieras.- Le dijo Carole. Dicen que las madrastras son unas villanas malvadas, pero Carole, era una salvación divina. Finn la miró un poco decepcionado.

Finalmente terminamos de comer. Ayudamos a llevar los platos sucios a la cocina. Inmediatamente y a pedido de Blaine, tomamos rumbo al sótano. Realmente odiaba ir allí abajo. No, no particularmente por lo sucio. Ese lugar era básicamente un vertedero de recuerdos. Recuerdos totalmente nostálgicos y, en su mayoría, muy tristes. Desde que nos mudamos todos juntos, las cosas se poblaron más allí abajo. Ahora se sumaban los recuerdos tristes de Carole y Finn a la montaña de basura. Era totalmente deprimente.

Abrí la puerta y entramos. Como lo recordaba. El lugar era totalmente gris. Si bien estaba en muy buen estado ya que la casa era nueva, la cantidad de cosas que había allí habían llenado de polvo todo el lugar. A penas si habían unos pequeños pasillos entre las cosas para poder caminar. ¿Cómo esperaba mi papá que encontráramos su bendito anuario?

- Supongo que las cosas no tienen un orden concreto- dijo Blaine sarcásticamente.

- Tendremos que buscar entre todas estas porquerías.- dije de mala gana.

- Entonces sugiero que nos separemos. Yo revisaré por allí tu mira por aquí. –me dijo.

Realmente tenía que querer demasiado a Blaine para estar haciendo esto. Comenzamos así la interminable búsqueda. Cada tanto podía oírse el sonido de objetos cayendo. Este lugar me asqueaba por completo. No podía creer la cantidad de porquería que guardábamos. Aun así debo decir, encontramos un par de cosas interesantes. Revolviendo un poco, pude divisar mi viejo horno de juguete, y todo mi juego de te, con scones, tacitas, muffins y pasteles. Sonreí inmediatamente al verlos, recordando como obligaba a papa a sentarse a jugar conmigo y de paso enseñarle buenos modales.

- ¿Qué diablos es esto…?- Dijo Blaine riendo, mostrándome una cobija de los Power Rangers.

- Eso es de Finn. – le dije.

- Eh encontrado también un par de Barbies y Ken por allí.- me comentó.

- Esos si son míos- admití un poco avergonzado.

- Y… unos tacones altos…para pies diminutos.

- También míos. – Confesé

- Entonces desde pequeño has tenido tus decisiones muy en claro ¿verdad? – me dijo riendo.

- Cállate- le dije muerto de vergüenza.

Ambos seguimos buscando. Increíblemente después de veinte minutos encontramos la vieja chaqueta de la escuela de papá. Realmente tenía que darle creído, estaba intacta. Me recordaba mucho a la que tenían los footballistas en Mckinley, solo que era verde y el logo tenían una D y una S. Encontramos un balón autografiado, y un par de cosas más pero no había señal de los anuarios. Fue en eso que Blaine la encontró.

- Oye, Kurt, ¿Quién es la chica del cuadro?

Me dirigí hacia donde mi amigo estaba y mire. Suspire con pesar. Aquel rostro tan gentil me sonreía nuevamente. Hacia ya muchos años que no la veía aquella cara. Esta era la razón por la que odiaba bajar al sótano. Al menos, acompañado.

- Es mi mamá- le contesté.

Nos quedamos en silenció contemplando la magnificencia del retrato. No era que lo necesitara. Recordaba perfectamente a mi madre. Desde su larga cabellera hasta esos hermosos ojos claros. Las delgadas facciones, su naricita chata y su piel pálida llena de pequeñas y lindas pecas. De cierta forma, tenía un aspecto súper frágil, pero era su radiante sonrisa la que daba fuerza a la imagen.

- Es realmente hermosa- Me dijo Blaine- te pareces mucho a ella.

- Es lo que siempre dice mi papá.

La voz se me quebraba. Siempre era igual, cuando la tenía frente a mis ojos, no podía evitar sentirme indefenso. Sonreí con amargura.

- Ven, te enseñaré algo.- Tomé la mano de Blaine y lo guié a un lugar que conocía muy bien.

Era una vieja estantería llena de libros y demás cosas. De allí saqué un álbum que ya conocía muy bien. Abrí una de las primeras páginas y le mostré unas fotos a Blaine. Mi madre, con un aspecto un poco más joven que en las fotografías se hallaba en la puerta de una vieja casa, aferrada a una versión más joven y con cabello de mi padre. Blaine sonrió al ver la foto y yo tampoco pude evitar hacerlo. Verdaderamente, se veían muy lindos juntos. El álbum estaba lleno de imágenes de ellos y otras personas tanto extrañas como conocidas. Una foto de mi madre y mi tía, otra de mi madre con un numeroso número de chicos de su edad, la boda de mis padres…toda clase de recuerdos felices y nostálgicos se depositaban allí adentro.

- Mi mamá estudiaba en la universidad cuando mi padre la conoció- comencé a relatarle a mi amigo- El era unos quince años mayor que ella y se ocupaba del taller de la familia. Al parecer su auto se averió o algo y por esas casualidades de la vida se encontraron. Al instante mi padre se enamoró de ella. Como lo habrás notado, el no era del tipo romántico, más bien era un poco tímido, así que le fue muy difícil lograr enamorar a mi madre. Ella era muy joven y estaba completamente metida en sus estudios. Pero papá no desistió. Varias veces la fue a buscar a la universidad o le ofreció invitarla a cenar. Creo haber oído mencionar a tía Mildred que una vez intentó escribirle un poema. Al parecer mi madre terminó enamorándose de su ternura. Salieron unos cuatro años hasta que finalmente decidieron casarse. En ese entonces y como veras en las fotos de la boda, ella… estaba embarazada de mí.

- Es una historia realmente apasionante.- me dijo con una sonrisa Blaine.- Pareces conocerla muy bien.

- Era mi cuento para dormir- confesé un poco avergonzado.

Seguimos viendo un par de fotos más. Finalmente aparecí yo. Al principio eran fotos mías de bebe. Una en los brazos de mi madre completamente dormido, Mi primer baño. Una foto mía sonriendo, totalmente sin dientes.

- Tienes exactamente la misma sonrisa que cuando bebé- dijo Blaine a carcajadas. Le dí un codazo bastante fuerte en el estomago.

Proseguimos. Ahora había fotos de mi tercer cumpleaños. Una usando los tacones de mamá. Otra con el rostro completamente maquillado…Esto se estaba poniendo un poco vergonzoso. A veces me sorprendía un poco lo desarrollado que estaba mi lado femenino. En eso, llegó el momento de la humillación pública.

- ¿¡Tenías el disfraz de la sirenita?- Exclamó Blaine casi muriendo de risa.

- Créeme que intenté conseguir el del príncipe Eric. Pero al parecer no son muchos los niños que se disfrazan de cuentos de Disney. Solo estaba el de Aladín y el de hercules. Y ninguno de ellos me agrada mucho que digamos.

- Es mi película de Disney preferida- Comentó Blaine alegremente.

- También la mía.- Le respondí.

Blaine me miró unos segundos como si quisiera preguntarme algo pero luego volvió su vista al álbum. Había un par más de fotos con el traje de la sirenita. Una con mi mamá quien me estaba abrazando y otra más con papá quien me miraba un poco confundido.

- Oyer Kurt…- empezó Blaine tímidamente. Juraría, estaba enrojeciendo.

- ¿Si?- le pregunté extrañado.

- ¿Podría… podría quedarme… con… esa foto?- me dijo señalando la del traje de la sirenita.

- Em…- no sabía que responder. Estaba ruborizándome- Si… pero… ¿Por qué?

- Bueno, tú tienes una foto mía- me recordó.-Y… realmente me gustó mucho. Es... divertida.

Avergonzadísimo, le entregué la fotografía. Blaine me había pedido una foto. No podía creerlo. Y menos que fuera una, a los cinco años, vestido de Ariel.

-Gracias- me respondió avergonzado.

- Espero no la publiques en ningun lugar extraño... o internet.- Le dije casi amenazandolo.

-No lo haré, lo juro.- Me dijo con una sonrisa.

Proseguimos a seguir viendo el álbum. Encontré mi primer día de escuela, algunas reuniones familiares y diversas fotografías con mis padres. Bueno, no del todo. Llegamos a las fotografías a partir de mis ocho años. El rostro de mi madre había desaparecido. No había rastros de ella. Solo eran fotos mías y de papa. A veces con algún que otro pariente. De repente al aire parecía más denso. Una extraña sensación de vació cubrió todo mi cuerpo. Me crucé de brazos intentando aferrarme a mi mismo. Estaba a punto de desmoronarme. Supongo que Blaine pudo percibirlo ya que cerró el álbum de fotografías. Me miró un par de segundos. Sus ojos reflejaban un brillo distinto del de siempre. Era un tono melancólico y de cierta forma comprensivo. Como si el estuviera en mis zapatos.

- Cuando tenía ocho años, mamá enfermó repentinamente. Empezó siendo una gripe común y corriente…pero nunca mejoró.- Mi voz temblaba. Pero necesitaba decírselo. No se porque, simplemente necesitaba hacerlo- Intenté de todo para que se curara, grullas, plegarias, magia… nada funcionó. Fue muy duró perder a mamá. Mi papá y yo éramos muy diferentes y realmente ella era nuestro sostén. Una vez, mi papá intentó cocinar una de sus recetas, pastel de calabaza, mi favorito. Debo decir que fue un incidente muy accidentado, la cocina casi arde en llamas.- reí lleno de dolor. Recordar todo esto, era como abrir una vieja herida que jamás termino de sanar- Pero el siempre se esforzó por que las cosas funcionaran. Mi padre amaba demasiado a mi madre todavía la ama, estoy seguro… es por eso que estoy feliz por él y Carole. Mi papa se sintió muy solo en todo este tiempo.

Blaine me miró fijamente a los ojos. Involuntariamente, la distancia entre nosotros se volvió más corta, como si ambos quisiéramos abrazarnos, pero algo nos detuviera. Parecía como si se estuviera conteniendo las ganas de llorar. La miel de sus ojos había tomado un tono más gris y triste. Simplemente se limitó a sonreír con resignación. Se alejo nuevamente de mí y comenzó a caminar por el sótano. Decidí seguirlo en silencio. Se paró delante de la única ventana de la habitación, de espaldas a mí. Pude oírlo suspirar ligeramente.

- Cuando mis padres fallecieron… yo… tenía trece años. Decidieron hacer un viaje a las montañas rocosas canadienses de excursión. Ellos solían llevarme consigo, ya que hacían muchos viajes de ese tipo por año. Pero esa vez no querían que me salteara más clases. Me molestó pues… en verdad quería ir. Cuando vinieron a despedirme, yo estaba enojado, así que solo les dije adiós. Si hubiera sabido que sería la última vez que los vería… supongo que les habría dicho que los amaba. Dos días después, nos notificaron que hubo un derrumbe y… bueno…eso.- Hizo una breve pausa y volvió a suspirar- Estaba completamente solo cuando la noticia llegó a mi. Solo los sirvientes eran mi compañía. No lloré, no sabía como hacerlo. Pero un gran peso se posó sobre mis hombros desde ese momento. Mi abuelo había fallecido y mi padre también. Y claramente yo no podía hacerme cargo de la compañía. Fue por eso que, la abuela vino a vivir conmigo y se hizo cargo de todo. Si no hubiera sido por ella, no se que hubiera hecho. La abuela siempre tubo un lazo muy estrechó conmigo. Digamos que era algo así como su nieto favorito. Y yo también la amaba. Mis padres lo eran todo para mí, y ella lo sabía perfectamente. Es por eso que dio lo mejor de si para ayudarme a salir adelante.

Sonreí tristemente. Aun no podía ver el rostro de Blaine pues estaba de espaldas, podía imaginar la expresión en su rostro. Esta historia no tendría un final feliz.

- Fue hace un año y medio… cuando las cosas cambiaron.- prosiguió- Desde temprana edad lo sabía, pero creo que al llegar a mi adolescencia pude confirmarlo. Nunca había dicho nada a mi familia, pues no sabía como decirlo. Ni siquiera si era necesario hacerlo. De cierta forma pensé que se sobreentendía. Al menos, la escuela entera lo sabía o se había dado cuenta. Ahí fue cuando empezaron los golpes, amenazas e intimidaciones. Como ya te había dicho, pasé por lo mismo que tu Kurt. Pero no le dije a nadie. Bueno, hasta el momento donde llegué completamente herido a casa.- Blaine volvió a tomar un respiro. Pero cada vez la respiración se hacia mas fuerte y mas pesada. Como si de esa forma pudiera quitar todo el dolor que se guardaba en su corazón.- La abuela fue a hablar con el colegio y de esa forma citaron a los padres de mis agresores. Todos tuvimos una fuerte. Finalmente exploté. En medio de la charla, no pude soportarlo más. Tenía que dejarlo salir. Confesé. Le dije a mi abuela que era… gay.

Blaine volvió a callar. Esta vez parecía no querer seguir.

- ¿Que pasó luego?- le pregunté

- La abuela se levantó de la silla agradeció al rector y se retiró.- Me contestó secamente. Fue como si una daga hubiera atravesado mi pecho.- Al día siguiente, me notificó que me había transferido a Dalton y claramente, no me opuse en lo absoluto. Quería huir de ese lugar cuanto antes. Después de eso, mi relación con la abuela cambió drásticamente. Comenzó a hablarme cortante, como si tuviera alguna especie de enfermedad peligrosa y desagradable. Un par de veces intenté hablar del tema, pero nunca quiso escucharme. Como te imaginaras, deje de ser el nieto favorito. Aun así, por derecho la empresa me pertenece a mí, así que, quiera o no, la abuela no puede hacer nada. Es por eso que ella intenta… enderezarme. En todas sus gigantescas fiestas, se dedica a presentarme toda clase de chicas. – Blaine comenzó a reír a carcajadas, de una forma tan triste que no podía evitar romperme el alma- Como si fuera a cambiar de un día para el otro. Como si pudiera dejar de ser quien soy. Yo…

No lo soporté más. Me quebré por completo. Corrí en dirección a Blaine y lo abrazé con mucha fuerza. Creo que el no esperaba esa reacción por parte mía. Pero... de todas formas se volteó y me abrazó tambien.

- Ya es suficiente Blaine, Ya es suficiente- le dije con debilidad.

Hundí mi rostro en su hombro. Él, no dijo ninguna palabra más. Nos quedamos un buen rato en silencio, sumidos en nuestro interminable abrazo. Creo que jamás la distancia entre nuestros cuerpos había sido tan corta. Incluso, la distancia de ayer era increíblemente inmensa en comparación. Pero había algo distinto. Hoy no existía aquella química que habíamos experimentado. Oh no, esto era muy distinto. Como si con este abrazo, pudiéramos compartir el dolor del otro, cagar con su peso. No diría que fue un momento romántico, para nada. Ambos estábamos completamente abatidos. Aquel sótano, gris como era, nos sumergía en un mar de melancolía y soledad. Por eso necesitábamos este contacto, cuerpo a cuerpo. Ambos necesitábamos saber, que no estábamos solos. Podía sentir como el corazón de Blaine, que latía agitadamente, comenzaba a apaciguarse hasta tomar una velocidad semejante a la mía. Nuestros laditos estaban en la misma sintonía, creando una melodía calmada y triste. Pero aun así, sentí la paz invadir mi espíritu. El cuerpo de Blaine era calido y grato. No quería soltarlo. Me gustaría haberme quedado así para siempre. Solo así. No pedía un beso, ni mucho menos. Solo poder abrazarlo infinitamente.

Blaine me obligó a levantar el rostro. No me había dado cuenta cuando había comenzado a llorar, pero podía sentir mi cara un poco hinchada y mis ojos ardiendo. Lo miré fijamente, pero el solo sonreía. Sonreía con esa sonrisa tan suya que iluminaba mi día, con esa mirada tan dulce y tan bella que me hacia temblar. Con delicadeza corrió con sus pulgares las lágrimas que se derramaban por mis mejillas.

- Lo siento…- le dije conteniéndome de llorar nuevamente.

Blaine se hecho a reír.

- ¿Lo sientes? ¡Soy yo quien te ha hecho llorar! Discúlpame por haberte puesto tan triste.

- Es que… no debí… no debí forzarte a…

- Quise contártelo, por que necesitaba hacerlo. De la misma forma que tu me constaste lo de tu mamá.- Me dijo Blaine.

Los ojos de Blaine estaban hablándome. Nunca antes había visto esa expresión en su rostro. Pero era algo realmente hermoso, algo único. Y deseaba con todo mi corazón que esa mirada fuera solo y exclusivamente para mí.

- Gracias Kurt. Gracias por todo. Si no fuera por ti… bueno, no es que a mucha gente le interese oírme hablar y…

- El que debe agradecerte soy yo. Desde que apareciste realmente fuiste de una gran ayuda. Tampoco digamos que mucha gente se moría por oírme y nadie... Quiero decir… Eres la única persona que realmente me entiende. Oh al menos lo intenta. Conocerte fue quizás una de las mejores cosas que me paso.- esta totalmente rojo.

Nos miramos un momento fijamente. Blaine comenzó a reír.

- De acuerdo… esto parece una confesión amorosa de una película de adolescentes- Dijo a carcajadas.

Intenté fingir una risa, aunque realmente no tenía nada de gracioso. Realmente, era un poco triste.

-Bueno… reza que mi padre no este escuchando… si no bajara aquí con su escopeta.

Blaine comenzó a reír.

-Aun así… yo también lo creo.- Me respondió con una sonrisa.

No comprendí a que se refería. Pero aún así lo sentí como un cumplido. En eso nos percatamos, todavía nuestros cuerpos estaban bastante próximos. Con vergüenza nos alejamos el uno del otro. Fue hermoso mientras duró.

- Será mejor… subir- le dije un poco triste. En verdad deseaba poder quedarme un rato más así con Blaine. Pero si no subíamos pronto, posiblemente mi padre bajaría preocupado a ver que pasaba.

- Si… tienes razón- me dijo.

Blaine y yo comenzamos a caminar en dirección a la puerta en silencio. No fue mucho lo que este mismo duró. Aunque sinceramente, prefería el silencio, antes que aquellas palabras

- Kurt… prométeme… que siempre seremos amigos.- Me pidió Blaine seriamente.

Mi corazón se desgarró. Prometer algo así, sería una vil mentira. Por que a estas alturas, ya no podía ver esto como una amistad. Pero… si Blaine quería que fuéramos amigos, si el pedía solo eso de mi, no podría negarme. Estaba enamorado de él, si, y porque lo quería no podía ser egoísta. Si me estaba pidiendo esto, el suceso de anoche fue claramente un tonto impulso. No significó nada. El solo podía ofrecerme su amistad y solo buscaba eso en mí. Nada más. No dejaría de gustarme. Para nada, no al menos por ahora. Este estúpido sentimiento había crecido tanto que ya me consumía. Pero estaría para lo que el necesitara. Me entregaría a todos sus caprichos.

- Lo juro, seremos amigos todo el tiempo que tu quieras- Le respondí con una débil sonrisa. Blaine me devolvió la sonrisa.

Subimos las escaleras y cerré con llave. Los recuerdos, las palabras y las tristezas, se habían quedado allí abajo. En el momento que estábamos por ir a mi habitación mi padre nos detuvo.

- Blaine- lo llamó mi padre- hay alguien en la puerta que dice conocerte.

Miré a Blaine sumamente desconcertado. Él, al principio, se veía un poco asombrado. Pero luego cerró los ojos y suspiró. Nos dirigimos a la puerta donde un hombre de unos cincuenta y tantos años, alto, delgado, casi esquelético, con un traje negro, nos esperaba. Blaine lo miro un poco fastidiado.

- ¿Wallace que haces aquí?- le preguntó mi amigo

- He venido a recogerlo, señorito. Su abuela lo estaba esperando. – su voz era tan débil como su cuerpo.

- Yo le dije que no iría este fin de semana.- Le respondió Blaine seriamente. Había un extraño cambio en su voz. De cierta forma, sonaba bastante…imponente… quizas hasta enojado.

- Toda la familia se reunirá en su casa, señorito. Madame me ha pedido exclusivamente que fuera a buscarlo.

-¿Pero como diablos me encont…? Oh, claro. El localizador ¿cierto? –Blaine miró a su celular con disgusto. Supongo que con el rango de importancia de mi amigo, seria bastante practico tenerlo controlado.

- Así es, señorito. Disculpe que interrumpa su visita a su... amigo.- El hombre de nombre Wallace posó su vista en mi un segundo- Pero este es un evento muy importante para Madame. Dijo que era esencial su presencia.

Blaine lo miró seriamente y dudo unos segundos.

- Por favor, no le dé otro disgusto a Madame, señorito.

- Ya, aguarda un segundo. Recogeré mis cosas.- Le contestó Blaine un poco fastidiado.

Sin decir más tomó dirección hasta mi cuarto. Lo seguí un poco preocupado. En silencio, Blaine comenzó a recoger sus cosas.

- Perdóname- me dijo con un tono triste en su voz- Sabes realmente que no deseo ir.

- Lo sé. Descuida. – Me sentí un poco decepcionado. Esperaba poder pasar estos dos días enteros con Blaine. Pero supongo que era mejor así. No iba a interponerme en sus asuntos familiares.

Blaine miro fijamente unos segundos y se aproximo lentamente a mi. Posó sus manos sobre mis hombros, algo que, si debo admitir, me hizo sonrojarme un poco.

- Quiero que entiendas, que, si realmente pudiera elegir, me quedaría aquí. La estaba pasando de maravilla y...pero no puedo…

- Blaine, relájate. Entiendo perfectamente- Traté de tranquilizarlo. Realmente se veía preocupado y muy culpable.

- Te prometo, ni bien estemos de vuelta en Dalton, haremos algún plan. Te lo compensaré, lo prometo. – Me dijo.

- Ya, deja de ser tan fastidioso y ve. – Le dije riendo.

No se porqué pasó, pero Blaine me abrazó fuertemente, dejándome totalmente pasmado. Intenté no enrojecer, pero creo que mis esfuerzos fueron en vano.

- Gracias - me susurró al oído. Mi piel se erizó por completo ante el dulce sonido de su voz.

Blaine salió de la habitación dejándome a mí atrás. No acababa de entender nada. Pero de alguna forma, no pude evitar sentirme inmensamente feliz. ¿Será que Blaine me necesitaba? Quizás no como yo quería pero…La sensación de sentirme útil, de poder hacer algo por el me llenaba de emoción. Como si lo único que deseara fuera estar para él.

Traté de despejarme un poco y salí de la habitación. Blaine estaba despidiéndose de mi familia y disculpándose por las molestias. Acto seguido, Blaine estaba saliendo por la puerta, de camino a su increíble auto. Me dirigí a la puerta donde lo saludé alegremente con la mano. Blaine me sonrió. Pero no como antes, no. Esta quizás fue, la más hermosa sonrisa que había visto hasta ahora. Una sonrisa, que esperaba, fuera única y exclusivamente para mí.

- Es un muchacho agradable- Declaró mi padre. Me dio unas palmadas en el hombro y se retiró junto con Carole, quien empezó a reir con mucha sutileza.

Solo quedamos Finn y yo, contemplando como Blaine subía a su lujoso auto junto a su chofer.

- Oye Kurt…- dudó Finn.

- ¿Qué Ocurre?- Le pregunté secamente, sin despegar mi vista de Blaine.

- ¿Que tanto te gusté?

No esperaba jamás que Finn me hiciera esa pregunta. Medité un poco antes de contestar. Luego de dar un breve suspiró respondí a su pregunta.

-Mucho Finn. Me gustaste muchísimo.- Le dije.

- Y… ¿Si tuvieras que compararlo con lo que sientes por Blaine?

Otra pregunta que no esperaba. En ese momento, miré fijamente a los ojos de Blaine. El también me estaba mirando. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, y sonreí con pesar.

- No tiene punto de comparación Finn- le dije- Lo que siento por Blaine es totalmente distinto… mucho más profundo… y mucho más fuerte que cualquier otra cosa.

En ese momento mire a Finn. Estaba sonriéndome abiertamente.

Eso pensé- Me respondió.

El auto de Blaine comenzó la marcha. De a poco, se fue alejando de la cuadra dejándome a mí junto a Finn en la puerta.

Esa fue la última vez que Blaine y yo nos vimos de esa forma.

Seguramente, si alguien me hubiera advertido, que las siguientes semanas, serian las mas dolorosas y horribles de toda mi vida, no le hubiera creído.


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No se pierdan el proximo capitulo "Hurt"

Ok, antes que todo, vengo leyendo el fic desde que salió en FF.net, y sí, jamás deje un post por mi complejo de lectora fantasma pero tengo que postear aquí...

Que rayos quieres decir con "Seguramente, si alguien me hubiera advertido, que las siguientes semanas, serian las mas dolorosas y horribles de toda mi vida, no le hubiera creído"??!
Los separarás? Qué?! Dios, noooo!

Juro que casi lloré con la historia de la mamá de Kurt, me dio penita ;-; Aunque de hecho esas cosas siempre me hacen llorar, pero igual me emocioné xd
Aww, y Carole... que genial tener una madrastra como ella, es un amor *-*
Y Finn, en serio, no puede ser tan mala onda y nombrar algo que ya pasó, o sea, superalo! Igual su pregunta al final fue como: What? O.o
Kurt vestido de Ariel... Awwww! que lindo debió haberse visto, ya me lo imagino, con un brasier y una cola verde *-* So cute! Yo quiero esa foto!
Y Blaine... dios! amo a ese tipo, tan tierno y él si se quedo con la foto de Kurt, que envidia...
Aghh, su abuela me cae mal, yo se que ella será la causante de su separación lo malo que le pase a Klaine ¬¬

Como sea, amé el capítulo y amo tu fic, me encantan estas cosas que me hacen llorar, reirme y enfadarme con los personajes xDD
Saludos~! :D

Haha. Amé la parte donde todos dicen sus nombres
respectivamente fue realmente épico ah, mi película favorita también es la
sirenita. (?)


Ann extrañaba leer tu fic, estuvo excelente este capítulo.


Esperaré ansiosa la continuación, espero ahora no morir del estrés
de la espera.

No quiero que se separen... ambos se merecen amor
Me resbalo una lagrimilla cuando Kurt y Blaine contaron su triste historia... Me he emocionado mucho :(
Odio a la abuela de Blaine. Por que han tenido que llevarse a Blaine para una fiesta? Que egoista! ¬¬

Muy buen capitulo! Sigue cuando puedas! ;)

Uf... Ann... capítulo maravilloso... y largo!! *O*

Me has hecho sentir de todo en un sólo capítulo, emoción, ternura, pena, de todo... y era obvio que todo estaba siendo demasiado perfecto entre ellos, que algo iba a pasar...

cuanto me estresa que hayas terminado el cap con eso de: "Seguramente, si alguien me hubiera advertido, que las siguientes
semanas, serian las mas dolorosas y horribles de toda mi vida, no le
hubiera creído."

MORÍ! x___x!!

osea... por qué, tanto sufrimiento, Kurt!! TT___TT

Estoy completamente segura que la abuela de Blaine tiene que ver, completamente, en especial con el tema de buscarle alguna chica... y con Kurt... será algo así como usar a Kurt para que Blaine se case, algo así como: "Si no te comprometes con una chica de buena familia, tu amiguito comenzará a correr peligro"...

estoy algo angustiada por el tema, pero me tienes completamente enamorada de tu fic, linda! *---*

Esperaré el próximo capítulo con muuuuuuuchaaaas ansias!! muchísimas!! eres lo máximo, jijijiji <3

wiii! nuevo capítulo C: gracias Ann
Me encanto *O* un mar de emociones!!
Genial la discusión de Finn y Kurt xD

U.U y el final noooooo ;__;

Espero con ansias el próximo (:

Noo!!! Ahora voy a estarme comiendo las uñas de acá en adelante por saber queles pasa... En fi, gajes del oficio, supongo que no nso queda otra que esperar...

Sinceramente, la paso mal con las historias en las que Finn y Kurt tienen mal rollo (más allá de lo normal entre dos hermanos), pero bueno, es tu historia, y respeto plenamente tu derecho de plantear su relación como quieras. En general, la historia me ha gustado mucho, y espero poder seguirla leyendo pronto :)

Partí tu capitulo riendome :D y terminé llorando
Esque es perfecto ! ... amo tu fic ! ... la primera parte es tan divertida... Blaine tiene un sentido del humor tan especial, y Kurt con sus maldiciones del auto haha...
peeeeeero... tenia que terminar asi? Oh ! esa frase del final me rompió el corazón...

Hace tiempo que revisaba tu fic para ver si habias subido un nuevo capitulo hahah... tengo esta pagina en favoritos :P

Algo me dice que la abuela de Blaine va a hacer algo muy malo... lo mandará a estudiar a otro pais ? va a obligarlo a casarse ? ... aaaah ! ... muero de curiosidad !!!!