FanFic: It all started with a kiss... | Capítulo Ocho.

pobre Hemo , menos mal que por lo menos tiene a Naya a su lado , :'(:

Naya es perfecta *_*!! ella no es humana, es una diosa que bajo del cielo porque se enamoro de Heather..vale, delire mucho ahi jaja
La solucion es clara, matar a Bryan de forma cruel y dolorosa y cria a ese bebe con el apellido Morris Rivera. Serian una familia feliz, todo el mundo se alegraria y el bebe tendria a las mejores mamas del mundo.
Actualiza pronto por favor ^_^!!!

Ohhhhhhhh Nayaaaaaaaaaaaa
¿Como es posible que ella exista en este mundo? Es demasiado perfecta *-*

Que bien que Heather le dijo la verdad, y a pesar de todo, ese
niño no tiene la culpa, además tendrá a Naya como mamá , no? jajaja

Bryan tiene que pagar, no es justo lo que hizo y que la carrera de Heather
se pueda estancar de esta manera y ahora, que la carrera de Naya
también se pueda ver afectada por los escándalos :S

Pero como todo está en manos de Naya ( y en las tuyas xD) , todo debe salir bien y perfecto, ambas criarán al pequeño y Bryan se irá a pudrir a
donde más le guste (;

Actualiza pronto :D

Hola a todas. Este es un nuevo capítulo que creo no les va a gustar pero buenooo. Es pequeño, realmente pequeño, pero era necesario que sea así. Ahora, solo faltan tres capítulos más y chaau fic ._. y haré un epílogo.
Gracias por leer :3

Capítulo 6: Fallen into pieces.

Estrella de Glee, Heather Morris, fue violada por su pareja, Bryan Beyer.

Las lágrimas caían con fuerza por su rostro. Miraba a la televisión y le deba ganas de vomitar, le daba ganas de simplemente desaparecer. Se limpió las lágrimas con un pañuelo que ahora era como su mejor amigo. Sus largas uñas hicieron daño a su suave piel, dejó otras marcas en su piel, si su amiga supiera el daño que se estaba ocasionando…

Sabía que esto iba a pasar, pretender evitarlo era realmente estúpido, pero había sido lo que la mantenía con fuerzas. Se sentía tan sucia y se sentía peor ahora que, literalmente, todo el mundo sabía lo que le había hecho su ex novio.

-Esto es un maldito infierno.- murmuró entre sollozos.

Hacía exactamente un mes que le había contado a su mejor amiga su secreto. Su sucio secreto y lo peor era que había quedado embarazada. Había pensado que Naya la dejaría, probablemente dejaría de hablarle, pero no pasó. De todas las cosas que podía esperar, pasó lo más inesperado. Su amiga la había besado. Se había sentido viva de nuevo.

Después de aquel día en la playa habían confesado todos sus sentimientos y Heather no había parado de sonreír al saber que era correspondida. No había regresado al departamento que compartía con Bryan. Naya y ella, habían tenido bastantes reuniones con el abogado de la rubia sobre el caso de violación. Le habían hecho distintas pruebas a la rubia. Bryan había llamado toda esa semana pero Heather no había contestado.

Después de casi tres semanas una carta de la Corte había llegado a Bryan, citándolo por el delito de violación. Desde ahí todo había sido un terrible infierno. Naya vivía preocupada por Heather, en especial por el estado en que se encontraba. Habían suspendido las grabaciones de Glee, por obvias razones. Después de pelear tanto tiempo, por el derecho de que Heather pudiera vivir en paz, lo lograron.

Hacía exactamente tres días atrás, Bryan había confesado, no quedándole otra salida. Le habían dado 25 años de prisión cosa que satisfago mucho al abogado. Pero no a Naya, quién quería que ese imbécil se pudriera en la cárcel.

Desde que asentó la denuncia, Heather había estado con tratamiento psicológico y con un estricto descanso médico. Ahora la rubia llevaba cinco meses de embarazo y aunque a veces ese bebé le hiciera recordar por lo que había tenido qué pasar, había llegado a querer a ese pequeño.

Pero no ahora. No cuándo todo el mundo sabía de su violación. Tenía su teléfono entre sus manos, entró a la cuenta de Naya de twitter, ya que ella no tenía y vio lo que la gente había hecho trending topic: #StayStrongHeather. No sabía qué sentir, pero dados los últimos acontecimientos, sintió rabia. El mundo sentía lástima por ella. Eso era lo último que quería lástima.

Se levantó de la cama con dificultad. Fue directamente al baño y buscó cualquier cosa que causara dolor. Solo quería dolor, el dolor físico podría reemplazar al dolor emocional. Las lágrimas caían como una catarata por su rostro. Abrió los cajones, removió todo, y no encontró nada.

-¡Demonios!- gritó desesperada. Se llevó las manos al cabello y tiró de este, dolor. Volvió a repetir la acción, no dolía tanto, pero por lo menos no sentía ese dolor en el pecho.

Se sentó en el borde la bañera y lloró. Dejó que todas sus penas salieran de su cuerpo, ahora se daba cuenta que sus largas sesiones con la psicóloga no estaban sirviendo de absolutamente nada. Comenzó a arañarse los brazos con sus largas uñas, consiguió sacarse un poco de sangre.

-Te odio.- dijo a nadie en específico. Pero sabía que se estaba dirigiendo a Bryan.- Arruinaste mi vida y especialmente arruinaste mi oportunidad para estar con ella.- volvió a hacerse otro arañón.

Eso no era cierto. Desde el día que Heather le contó todo a Naya vivían juntas. En un principio ninguna sabía muy bien cuál era su relación. Si eran dos amigas viviendo juntas… o eran algo más. Pero conforme pasaba el tiempo las cosas iban quedando más claras, se comportaban como una pareja.

De pronto la rubia recordó que Naya guardaba pastillas en el último cajón. El dolor necesitaba parar. Todo este infierno en el que estaba viviendo se sentía horrible, no podía seguir. Se levantó y se agachó para sacar las pastillas; sacó un bote amarillo lleno de pastillas, sin pensarlo ni una sola vez, se metió un puñado en la boca.

Se las pasó sin siquiera tomar un poco de agua, pero sintió la necesidad de hacerlo. Se acercó al caño y bebió tanta agua como pudo.

Se sentó en el piso, mirando al techo. Pasó sus manos por su abultado vientre y en silencio y con lágrimas en los ojos dijo “perdón”. Los efectos de las pastillas comenzaron a hacer efecto. Empezó a marearse. Sintió algo extraño dentro de su estómago, cuando puso las manos en su vientre sintió como el bebé se movía. La rubia lloró incontrolablemente, siguió murmurando ‘lo siento’ muchas veces.

De pronto todo se volvió negro.

Va a perder al bebé cierto?
noooooo por que? , está bien no es algo que uno quiere que le pase pero pobre criaturita, Naya va a enojarse cuando vea lo que está pasando

ais pobre Hemo aisss , veras Naya cuando llege y la vea asi :'(:

NooooooD: por que Heath hiso eso :/ ojalá queNaya llegue a tiempo o que no llegue demasiado tarde ): no quiero que le pase algo malo.

Ojalá actualiza pronto ;)

Ayyy madre! Pobre Heather... Le tengo una pena en este fic, ojala naya consiga ayudar a heath y que no pierda el bebe, que seguro que las dos le querrian muchisimo... Actualiza prontito!! :)

D; No...
Heather... me dolió mucho leer lo que pasaba por su mente, y lo que llegó a hacer en desesperación. Esdecir, entiendo que lo que pasó fue feo. Pero lo que ella hizo, realmente lo hizo con la intención de matar al bebé? O sólo lastimarse ella, casi sin darse cuenta del bebé que lleva dentro?
Espero que Naya llegue a tiempo, aunque creo que ya sería difícil, ya que esas cosas actúan rápido, y hasta que lleguen al hospital, y le "laven" todo y la repongan, ya será tarde para salvar al bebé... :/
Creo que lo que hizo fue injusto, para ella, para el bebé y creo que mucho más para Naya. Naya le dio todo ese mes, prometió cuidarla, y amarla a ella y a ese bebé, y ella (sacando de lado lo mal que estaba) le paga de esa manera, lastimándose, auto-destruyéndose, que no se imagina lo que sufrirá Naya por ella, por lo que le pasó?
Bueno, aún así, creo que la entiendo, y a la vez no (?
Terminará dentro de dos capítulos?? u.u
Espero el próximo!
Actualiza pronto!!
Saludos!

no no no no no.. no hagas eso por favor que no pierda al bebé.. Dios es un bebé.. porque hizo eso.. sino funcionaba las sesiones con la psicologa.. hubiese ido con un psiquiatra.. donde estaba Naya en esos momentos??.. te ruego que no hagas que pierda al bebé.. porque solo le dieron 25 años al salvaje de Bryan.. todo violador merece como mínimo cadena perpetua.. que se muera en la carcel.. oh Dios!!. necesito el siguiente.. lo esperaré muy pero muy triste =C

Nuuu hemo, debes luchar por ambas, por los/as tres no te hagas esto :(

Nueva lectora. Llevo todo el fic leyendolo, pero por favor que no le pase nada al bebe, que seguro que tanto Naya como Hemo lo quieren mucho T.T Esperare ansiosa por la próxima actualización.

Noooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Heather vomita, vomiiiiiiiiiita!!! OMG...estoy segura de que Naya tiene una especia de sentido Hemo sentira que la rubia esta mal y llegara a salvarla jajajajaja...estoy loca, lo se, pero Hemo tiene que estar bien, ahora que se ha librado de Bryan y ha conseguido estar con Naya!!!

Me gusta tu fic pero me deja triste y en shock , actualiza quiero ver que pasa

Holaaaaaaaaaa. Se qué me he demorado, me fui de viaje y no llevé conmigo la laptop :c en fin, espero que les guste este capítulo, aunque presiento que no será así. Ya nos acercamos al final de este fic, solo faltan dos capítulos más y el epílogo. Gracias a todas!

Capítulo siete: Solo tristeza

El invierno había dado paso a la primavera y esta a su vez al verano. El Sol era más intenso que nunca y el calor era insoportable. Pero, estamos en Los Ángeles y este es el tiempo en que todos se toman unas vacaciones y disfrutan de su estación favorita. Ese era el plan de Naya Rivera. Pero no contaba con encontrar casi sin pulso a su novia.

Horas antes…

Antes los flashes de las cámaras la mareaban. No estaba totalmente acostumbrada a hacer sesiones de fotos, pero cuando formó parte del elenco de Glee, era muy probable que estuviera haciendo muchas de estas sesiones.

Cosmopolitan la quería para su portada y como no, ella había aceptado inmediatamente. Cuando terminó la sesión, ella se despidió con beso y una sacudida de manos con el fotógrafo. En su camerino encontró un vaso de agua y tomó un sorbo, se sentó en la silla al costado del tocador y prendió el televisor. La morena dejó caer el vaso al piso, sus ojos se habían abierto como platos y una necesidad de proteger a la rubia apareció instantáneamente.

-Naya, te quieren hacer dos fotos más.- la morena no se había dado cuenta de la presencia de la otra mujer. La miró confundida. La pelirroja mujer miró el vaso roto en el piso, luego el rostro de la actriz y finalmente sus enormes ojos se concentraron en el televisor que colgaba en la pared.

-No puedo.- fue todo lo que salió de la boca de la joven mujer.

Naya cogió su bolso Prada que estaba encima del tocador y metió todas sus pertenencias tan rápido como pudo. La pelirroja le abrió la puerta al ver el apuro que llevaba. Cuando la latina estaba ya por salir, la mujer se dio cuenta de que se había ido con la ropa de la sesión de fotos. La pelirroja no dijo absolutamente nada.
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Presentía que en cualquier momento un policía la detendría por la manera tan bestia como estaba conduciendo. Cuando entró a su carro la radio estaba prendida y lo primero que escuchó fue la noticia de Heather. Se sintió tan triste. Aunque ella le había asegurado a la rubia que esa noticia jamás saldría a los medios, ella sabía que de una manera u otra todo se sabría, para alimentar a los estúpidos que les gusta el chisme.

Cuando llegó a su casa bajó del carro, olvidando su bolso y sacó las llaves tan rápido como pudo. Imágenes de Heather llorando sin control pasaban por su cabeza. Quizá estaría desmayada de tanto llorar. Pero, jamás estuvo preparada para lo que encontró.

-Heather.- gritó a todo pulmón.

Entró sin cerrar la puerta y buscó a la rubia en la sala. No había nada más que un vaso lleno de agua y la televisión prendida. Subió las escaleras como una loca y lo primero que hizo fue dirigirse a la habitación que ahora compartían.

-¡Heather!- volvió a gritar.

Abrió la puerta del baño y tampoco la encontró.

-¡Demonios! – dijo la morena en frustración.

Unas cosas diminutas blancas captaron su atención. Se agachó y vio el frasco de pastillas en el piso. El corazón se le paró por un segundo.

Las lágrimas se estaban formando en los ojos. Abrió la cortina de la ducha y la vio. Naya no estaba mentalmente preparada para ver aquella imagen.

La rubia estaba echada boca arriba con su enorme barriga de ocho meses. El cabello estaba mojado y en el rostro estaban algunos arañones. Parecía estar dormida o..

-¡No!- gritó Naya agarrando la mano a la rubia para tomarle el pulso. Por un momento parecía no tener pulso y la morena entro en desapareció. Marcó en celular rápidamente al 911.

-Tómate un descanso.- escuchó que le decía una suave voz. Naya limpió algunas lágrimas de su rostro y vio a la rubia que le alcanzaba un vaso de café.- No has hecho más que estar aquí todos estos días.- A pesar de que no tenía ganas, aceptó el café.

-Gracias, Di.- su voz no era más que un susurro. Le dio un sorbo y volvió a mirar a su novia. -¿Cómo pasó esto? – preguntó la morena.

-Sabes que no es tu culpa.- le aseguró Dianna.

El día del incidente Naya la había llamado desesperada. Dianna había estado leyendo el guión de una película. Se había asustado tanto que salió en pijama y fue directo al hospital. Naya le había repetido unas cien veces que esto era su culpa.

-El día que pasó esto me gustaba creerlo.- la morena se encogió de hombros.- Es que no puedo creer que no haya pensando en nosotros.- dijo con la voz temblándole.- Quizás no por mí, pero… sí por ese bebé.-

Dianna tomó de la mano a su amiga y la ayudó a sentarse en la silla más cercana. La terrible decisión que había tomado su amiga Heather, casi había llevado a una cama de hospital a la latina también.

Cuando vio a Naya en el hospital, se asustó demasiado. Peor fue cuando el doctor le dijo que la vida de Heather estaba en grave peligro. La latina se desmayó tres veces, Dianna siempre había estado a su lado.

-No entiendo.- empezó a llorar Naya en el cuello de la rubia.- Por su decisión tan egoísta ese bebé murió.- Naya se limpió las lágrimas con las mangas de su camiseta.- La vida de Heather es importante también. Pero ella está fuera de peligro ahora.- la morena tomó una gran respiración.- Mi hijo murió y mi novia está en coma.- Dianna no sabía que decir. Solo abrazó a su desconsolada amiga.
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Abrió los ojos. Se sintió terriblemente confundida. No estaba en su cómoda cama con su novia al costado. Era otro el escenario. Unas paredes celestes claras hacían acto de presencia. Se sentía adolorida y muy cansada.

Sus manos fueron automáticamente a su vientre. Cuando lo tocó no sintió la muy acostumbrada dureza y le preocupó. Se sentó de pronto asustad y al hacerlo unos ruidos extraños comenzaron a sonar. Todo empezó a dar vueltas y miró a su estómago, el bebé no estaba ahí. ¿Qué estaba pasando?

-¡Nayaaa!- fue lo primero que salió de sus labios. Aunque se arrepintió, porque le empezó a doler la boca.
Pero aquel gritó y el ruido de las máquinas hicieron que Naya y los doctores entraran muy rápido a la habitación 122.

El doctor y las enfermeras se abalanzaron sobre la cama de Heather. La rubia lucía confundida. La latina se quedó parada en mitad de la habitación sin hacer absolutamente nada.

-Será mejor que te quedes unos días más muchacha.- dijo el doctor.- Te estás recuperando, pero tu cuerpo todavía sigue con los efectos de esas pastillas que tomaste. Da gracias que estás con vida…- las enfermeras salieron de la habitación y el doctor palmeó en la espalda a la morena.

Heather y Naya se quedaron solas en la habitación. La dificultosa respiración de la rubia y el ruido de las máquinas era lo único que se podía escuchar. La rubia estaba mirando a la morena con intensidad y con desesperación. Naya no sabía qué hacer o decir, estaba contenta de que estuviera viva, pero molesta por todo lo sucedido.

-¿El bebé? – murmuró la rubia con la cabeza gacha.

Naya rompió en llanto. Incontrolables sollozos que asustaron a Heather. La morena se trató de tranquilizar, pero era casi imposible. Recordar que habían perdido a su hijo era espeluznante.

-Naya, dime que… me indujeron el parto mientras estaba inconsciente…- dijo en un desesperado susurro.

La morena se acercó a la silla que tenía en frente y apoyó sus manos en ellas, aguantado su propio peso. Sentía que en cualquier momento se desplomaría en el piso. Tapó su boca con la mano derecha, tratando de bajar el volumen a sus constantes llantos.

Heather comenzó a llorar. Por la manera en que estaba actuando Naya, sabía lo que había pasado, solo que no era tan valiente como para preguntar. Se intentó sentar en la cama, pero sintió una fuerte punzada de dolor.

-No.- logró decir Naya, impidiendo que la rubia hiciera cualquier clase de esfuerzo.

-¿Qué pasó? – exigió saber la rubia.

-Sí te indujeron el parto.- respondió la morena. Miró directamente a los ojos azules que conocía también. – Pero… el bebé estaba muerto.- Naya volvió a romper en un desesperado llanto.

Heather llevó sus manos a su rostro y las dejó sobre sus cansados ojos. Lloró, aunque sentía miles de punzadas de dolor. Sin duda el dolor más grande había sido perder a ese niño. La rubia le había llegado a tomar cariño. En las sesiones que tenía con la psicóloga había llegado a hacerse la idea que ese niño era fruto del amor entre Naya y ella, aunque todavía era difícil olvidar cómo había sido engendrado ese niño.

De solo imaginarse que tenía que enterrar al niño, le venían unos horribles escalofríos.

-Yo no quería hacerle daño a nuestro hijo.- susurró la rubia.

-Lo hiciste.- respondió fríamente la morena.- Lo hiciste Heather. No sabes cuánto me has lastimado.- Heather miró a Naya con desesperación. La morena jamás le había hablado con tal frialdad.- ¿Te imaginas como fue encontrarte en una bañera, casi sin pulso? – Naya levantó la voz. Luego sacudió la cabeza y se encogió de hombros.- Pero olvídate de mí. Piensa en el niño. PIENSA EN TI.- gritó desesperada.

-Lo siento.- respondió la rubia. Puso sus manos entre sus rubios cabellos y se levantó totalmente de la cama. El dolor se más presente. Las máquinas comenzaron hacer esos horrendos ruidos. Naya vio paralizada cómo la rubia se estaba parando.

Corrió rápidamente y la tomó entre sus brazos. No iba a negar que estaba molesta, más que eso, se sentía destrozada e herida. La rubia no pudo evitar poner sus brazos en el cuello de la latina y llorar sin control en su cuello.

-¿Tiene nombre? – preguntó la rubia.

-Le he puesto Caleb.- respondió la morena.- Caleb Morris-Rivera.-

- Solo espero que algún día Caleb me llegué a perdonar.- la rubia volvió a llorar y con ayuda de la morena se volvió a recostar en su cama.- Lo he matado Naya. Soy una asesina.-

Naya sabía que por más que esas palabras sonaran horrible, eran ciertas. Si Heather no hubiera consumido esas pastillas, ellas tendrían su bebé. Heather no tendría que estar en un hospital.

-No. No lo eres.- trató de tranquilizarla.

Heather a los pocos minutos cayó en un profundo sueño. Naya quería saber si después de esto, su relación seguiría siendo la misma.

Hay siempre me haces lloarar con este fic, debio ser tan horrible encntrarla asi. Y el bebe, debio tomar una sobredosis tan trmenda para que un bebe de Ocho meses muriera. Entiendo comos e estab enloqueciendo por todas esa snoticas, pero el nene no tenia la culpa. Y el punto es que si le habia tomado cariño, si sabia que era su "hijito" con Naya porque lo hizo. Estoy confundida.

Espero el proximo y ya no se que pensar proque todo esta nublado en mi mente.

PD Me gustaria que actualizaras paradise ese fic me tiene embobada

Naya tiene razon, Heather fue una egoista al hacer eso pero que Naya no la deje sola ella la necesita :/

Dios que triste :( Esta historia acabará con Heather, primero violada, luego intenta suicidarse y mata a su hijo....demasiado drama! Yo creo que también se llevará por delante a Naya porque la ama. No le veo un final bueno a esta historia :(

OMG!!!... estoy muy pero muy triste... porque haces esto... demasiado drama... oh dios apenas puedo comentar porque estoy realmente mas... tu me haces llorar demasiado

Noooooooooooo !!!!!!!!!!!!!!!!! Entiendo que Naya este dolida, pero un poquito de comprension, que se ponga un segundo en el lugar de Heather!! No puede abandonarla ahora, es el amor de su vida, no puede dejar de quererla... Tu nunca nos harias esto a los fans Heya verdad? XD

Dios, este capitulo fue demasiado fuerte para mi, estan las dos opciones o ponerse del lado de Heather qe fue violada y tenia un chico qe sea como sea no era fruto del amor, aunqe cmo decia, se hizo a la idea de qe era de Naya y de ella, qe era su hijo
Y por otro lado Naya qe se encariño con ese hijo, qe empezo a creer qe era suyo, el miedo de casi perder al amor de su vida, haber perdido a ese hijo...
Y ahora nada sera como antes... pero el amor qe se tienen creo qe tiene qe ser mas fuerte

Dios!!!.. el bebe... a noo!!.. Naya se siente terrible por perder a su hijo.. y HeMo se siente peor porque ella no quiso matar al bebe.. ahh!!.. estoy deprimida, gracias =S... bueno espero el siguiente cap =S

Actualiza PORFAVOR! Lo ameeeeeeeeee. Pobre Heeather, pobre Naya, no es facil.. Amo como escribis, segui asi y PORFAVOY ACTUALIZA RAPIDO