Por Siempre Jamás (Brittana, One-Shot)

Hola a todos... Este mi segundo One-Shot Brittana, y esta basado en lo que sucede en el capitulo 4x08 y el 4x09, pero modificado a mi manera y mi imaginación. Es lo que me hubiera gustado que pasara.

Espero que lo disfruten.

Por Siempre Jamás

Santana cerró los ojos con fuerza mientras intentaba evita mirar hacia atrás. Era lo mejor y ella lo sabía pero aún no dejaba de dolerle… A pesar de que sabía de que podía pasar, a pesar de que sabía que es su culpa… No dejaba de dolerle.

-¡Santana! –gritó una voz que ella conocía perfectamente, y que nunca pensó que echaría de menos. Se volvió para ver como dos figuras se acercaban a ella agitando el brazo en lo alto.

-Berry… -saludo con una sonrisa divertida de medio lado antes de mirar a Kurt con otra. –Porcelana…

Rachel sonrió realmente contenta de verla otra vez, dubitativa se acercó unos pasos y abrió los brazos. Santana la miraba con una ceja alzada y una mueca burlona ante el nerviosismo de Rachel, hasta que la pequeña diva se decidió y le dio un abrazo, abrazo que no rechazo la latina. Kurt observó la expresión perdida de Santana y adivinó lo que pasaba, o por lo menos, se hacia una idea. Así que se unió a ese abrazo grupal. Santana se mordió el labio inferior, maldiciéndoles pues iban a conseguir que se echará a llorar pero aún así no se apartó de ellos.

-¡Bueno, ya esta bien! –dijo Santana revolviéndose de los brazos de sus amigos. –Me asfixiáis. –gruñó provocando la risa de sus amigos.

Rachel entrelazó un brazo a la derecha mientras le cogía la bolsa, y Kurt, entrelazó el otro agarrando su maleta y literalmente, la arrastraron con ella.

-Ya veras como va a ser genial estar aquí. El piso te va a encantar… -y Rachel ya empezó con uno de sus largos parloteos interminables que daban dolor de cabeza, y Santana lo agradeció, ahora necesitaba olvidarse de esa rubia con ojos celestes más que nunca.

Notó como le daban un apretón cariñoso en el brazo y levantó la vista para encontrarse con la mirada verdosa de Kurt. Le sonrió tímidamente, no hacían falta palabras para saber que era lo que había pasado. Y entre el incesante palabreo de Rachel, entendió una cosa, bienvenida a Nueva York.


HACE 48 HORAS…

Santana entró en el club Glee con una sonrisa de oreja a oreja mientras se reía con Quinn. Todos los integrantes se sorprendieron al ver entrar a Finn con los graduados, Mike, Puck, Mercedes, Quinn y Santana.

-¿Qué estáis haciendo aquí? –exclamó sorprendida Tina levantándose con una sonrisa mientras se tiraba a abrazar a Mercedes.

Brittany se levantó sorprendida a igual que sus otros compañeros. Observó como todos empezaban a saludarse pero ella solo tenía ojos para la guapa latina que estaba hablando con Sugar. Hasta que una cabellera rubia se colocó en frente de ella.

-¿No me vas a saludar o estas demasiado embobada mirando a Santana? –saludó burlona Quinn provocando que la otra se riera avergonzada.

-Hola, Quinnie. –sonrió Brittany mientras la abrazaba con fuerza. –Te he echado de menos.

-Y yo a ti… -Quinn iba a decir algo más pero observó que Santana se acercaba a ellas, así que simplemente le lanzó una mirada enigmática a la bailarina y se calló.

-Ehy… -saludo Santana con suavidad, como tanteando el terreno si era peligroso o no. Eso casi hace reír a Quinn, sabía que lo hacía por Brittany.

-Ehy… -saludo Brittany, sin saber que más decir. Ninguna parecía moverse así que Quinn tomó cartas del asunto. Agarró a ambas por el cuello obligándolas a hacer un abrazo grupal.

-Ahora que estamos la Unholy Trinity juntas otra vez, merecemos un abrazo. ¿No? –dijo Quinn con una sonrisa de suficiencia.

-Os he echado de menos. –dijo Brittany sinceramente rodeando con sus brazos a ambas. Cruzó miradas con Santana, quién sonrió y asintió con la cabeza.

-Y yo.

Al final, ya terminados los saludos y abrazos, Finn explico que los graduados se encargarían de ayudarlos con las Seccionales en estos días que tenían vacaciones y empezó a repartir las parejas y explicar que harían. A Santana le tocó Marley. Todos aplaudieron contentos. Santana sonrió mientras miraba a Brittany quien le devolvió la sonrisa.


Brittany estaba guardando un par de cosas en su taquilla cuando notó que alguien se apoyaba en la de al lado. Quinn observo la taquilla de arriba abajo.

-Veo que no ha cambiado nada tu taquilla. – sonrió mientras observaba una foto de las tres en la puerta y otra de Brittany y Santana más abajo.

-Me gusta como está. –sonrió Brittany mientras la cerraba. Al final suspiró y miró a Quinn seria. –Tenemos que hablar.

-Lo sé. – respondió mientras empezaba a caminar con su amiga.

-¡Brittany! –dijo una voz provocando que ambas se volvieran. Era Sam. -¿Sigue en pie lo de este viernes?

-Por supuesto. –contestó Brittany con una sonrisa, animando al chico que exclamó un ‘Guay’ con el brazo.

Quinn miró estupefacta como el chico se marchaba con una sonrisa de oreja a oreja. Encaró a Brittany que retrocedió ante su mirada intimidante.

-¿A que ha venido eso? –preguntó sorprendida Quinn alzando demasiado la voz.

-Lo siento, si hubiera sabido que te ibas a enojar porque es tu ex… -empezó a balbucear Brittany.

-¿Qué? ¡No! No, Brittany. No me molesta. –dijo Quinn sacudiendo la cabeza y entrelazando un brazo con ella para seguir andando. –Me refiero… ¿Qué pasa con Santana?

Ante la mención de su nombre el brillo de los ojos de Brittany se apagó, mostrando que aún le dolía hablar de ella y de su relación. Ambas se dirigieron a una aula libre para hablar tranquilas, lo que no sabían, que cierta latina había escuchado el grito de Sam.


-¿Santana? –llamó Puck ante el ceño fruncido de la latina.

-¿Qué? –soltó secamente sin poder evitarlo, provocando asombro a los dos chicos que estaban con ella. Santana se dio cuenta y susurró una disculpa.

-Estabas ida antes… Finn te estaba hablando. –explicó Puck.

-Si, Santana… Como te decía antes… -empezó Finn pero Santana ya no lo escuchaba. Había visto perfectamente desde uno de los pasillos como Sam le preguntaba a Brittany sobre algo del viernes. No era tonta… Sabía lo que pasaba ahí, además de que Sam es malísimo disimulando cuando le gusta alguien. Sus sospechas se confirmaron cuando Sam dio un salto de alegría como un niño de 5 años. Lo sabía porque él estuvo con Quinn, lo sabía porque ella misma estuvo con él… Como que ahora sabía que los celos la estaban matando y no era culpa de nadie más que de ella misma.

Aspiró fuertemente por la boca y se disculpó con los chicos, diciendo que necesitaba ir al baño. Encaró al espejo mientras se retocaba el maquillaje. Respiró hondo mientras trataba de calmarse, sabía lo que le tocaba pero aún así no dejaba de dolerle. Entonces un ruido la hizo volverse a la puerta y observo como entraba Marley.

-Santana. –saludó con una sonrisa la castaña.

-Ehy… -respondió con otra. Observó minuciosamente el rostro pálido de la chica y frunció el ceño. –Se que te lo he preguntado antes… ¿Realmente estás bien?

-Si, tranquila solo es el cansancio… -intentó excusarse Marley pero la latina no le hizo caso y dio dos pasos acercándose a ella con una ceja alzada y una cara de que no se creía nada. –En serio.

Santana se encogió de hombros y no insistió al menos por ahí, tenía muy claro que era lo que pasaba, su sexto sentido le avisaba. Marley la miró y observó que estaba como apagada.

-¿Y tú estas bien? –le preguntó sorprendiendo a la latina que la miró.

Santana sonrió mientras le pasaba un brazo por el cuello y la empujaba para salir juntas.

-Claro. –sonrió Santana enternecida, realmente le caía bien esa chica. –Creo que nos llevaremos muy bien. –le dijo mientras le daba un leve golpecito cariñoso en la nariz, haciendo que la más pequeña sonriera.

Justo en ese momento pasaba Brittany y observó como Santana pasaba riéndose con Marley. No pudo evitar apretar la mandíbula, entre una mezcla de celos y añoranza. Entonces levantó la vista y todo fue a cámara lenta, como si hubieran detenido el tiempo mágicamente, o eso pensó Brittany, cuando su mirada se cruzó con la de Santana que la miraba por encima del hombro. Una tímida sonrisa apareció en sus labios, que fue correspondida por otra de la rubia y ambas siguieron su camino. Y Brittany ahora lo tenía todo más claro que nunca, lo había hablado con Quinn y no se iba a echar atrás. Si algo la caracterizaba era su concentración y determinación cuando quería hacer algo de verdad, aunque pareciera la más tonta de McKingley, no lo era, solo era muy inocente o más bien, prefería estar en ese mundo de paz y arcoíris, donde el dolor no estaba presente... Siguió caminando a paso rápido mientras bajaba la mirada y se concentró en llegar a su próxima clase. Santana frunció el ceño extrañada, sabía que le pasaba algo, la conocía muy bien y verla salir con Quinn de una de las aulas, solo aumentaban sus sospechas. Vio a Quinn a lo lejos entrando en la sala del club Glee con Kitty, perfecto, tenían mucho de que hablar.

Quinn sonreía mientras aceptaba sorprendida el abrazo que le dio Kitty después de exclamar que era su ídolo numero uno y veinte mil adulaciones más. Observó como Kitty salía por la puerta al mismo tiempo que entraba Santana mirándola con el ceño fruncido y una leve mueca de desprecio, Quinn suspiró, sabía cuando no le caía bien alguien a Santana.

-Hola. –saludó Santana apoyándose en el piano enfrente de ella. –Esa rubia es la pura maldad. –dijo refiriéndose a Kitty.

- A mi me parece muy dulce. –contestó Quinn.

-¿En serio? Pues pregúntale porque demonios le ha estado dando laxantes a mi chica. –exclamó con fuerza Santana, recordando el momento que había revisado el bolso a Marley sin su permiso, o ignorándolo más bien. –Tú pequeña perra mentirosa se las dio.

-Okey… Esto es lo que mi profesor llama Proyección. –dijo Quinn ante la mirada extrañada de Santana que no entendía a que venía ese cuento. –Estás proyectando a Kitty en mi. Santana estamos graduadas, es hora de que lo superemos.

-¿Superar qué?

-Que estás celosa de mi.

-¿Y por que iba a estar celosa de ti? Y por favor, no me digas que es porque perteneces a esa lamentable hermandad femenina secreta nazi. –siseó Santana despectivamente mientras se cruzaba de brazos.

-Mira, estoy saliendo con un profesor que se esta divorciando de su esposa, que por tres años no lo ha tocado…

-¡Wow! ¡Actualización de Twitter! –exclamó Santana irónica interrumpiéndola. –Quinn esta emocionada por tener a otro chico definiendo su vida.

-¿Y tú por que estas emocionada? ¿Por sacudir pompones en Kentucky? Todos quieren pensar que eres un chica mala, cuando en realidad no eres más que una chica asustada e insegura incapaz de ir a por tus sueños. ¿Qué haces aquí, Santana? Britt me contó que habéis roto pero aún así sigues viendo, y seamos realistas, no vienes a ver ni a Finn, ni a Ruedas… Solo vas a verla a ella. Eres una hipócrita y ahora que ella está con Sam, vas a seguir rondándola como una pobre perrita abandonada, sola, sencillamente porque no sabes enfrentarte a lo que realmente quieres.

-Oh… -siseó Santana intentando ocultar que estaba profundamente dolida. -¿Todo eso te lo enseñó el profesor entre los rapiditos en su oficina? ¿O es que también le excitan las madres adolescentes que apenas ven a sus hijos? –expulsó como veneno por la boca, Santana.

Y antes de que se dieran cuenta, Quinn le había soltado una fuerte cachetada en la mejilla a Santana que esta se encargó de devolver de la misma manera, hasta que una voz gritó en la puerta interrumpiendo lo que hubiera sido un arranque furioso de pelea.

-¡¿Qué estáis haciendo?! –exclamó Brittany mirándolas a las dos, incrédula.

Santana y Quinn se fulminaron con la mirada, antes de que la última se incorporara con un rostro imperturbable.

-Nada. Solo dejando las cosas claras. –dijo Quinn mientras salía por la puerta, compartiendo una mirada con Brittany, quién movió los labios dándole un gracias inadvertido gracias para Santana.

-Quinn siempre fue una genio dando bofetadas… -susurró Santana mientras se sobaba la mejilla adolorida.

Santana se mordió el labio inferior intentando controlar las ganas de gritar, llorar y destruir cualquier cosa que se interpusiera por su camino. Odiaba a Quinn con todas sus fuerzas pero no la odiaba a ella misma sino odiaba que tuviera razón, lo odiaba con toda su alma. Una mano en su espalda la hizo levantar la vista y encontrarse con la mirada celeste de la bailarina que la miraba preocupada. No pudo aguantar su mirada mucho más que unos segundos pues sabía que si la mantenía más sentía que desnudaba su alma ante ella, ella siempre supo todo lo que le pasaba por la mente, sin necesidad de palabras, era su alma gemela.

-¿Estás bien? –susurró Brittany, preocupada. -¿Qué ha pasado?

-Nada. –se recompuso Santana rápidamente. –Ya sabes, Quinn y yo siempre nos saludamos a base de puñetazos. –sonrió la latina quitándole importancia al asunto con una sonrisa que fue sobradamente falsa, o eso es lo que percibió Brittany. Pero no le dijo nada.

Santana no dijo nada más simplemente le acarició la mejilla con cariño antes de alejarse y salir de la aula pero una voz la detuvo.

-Santana… ¿Sabes que siempre serás lo más importante para mi? –murmuró Brittany con una voz suave. –Y pase lo que pase, siempre estarás aquí. –se llevó una mano al pecho.

Santana se había quedado quieta pero no se volvió.

-Lo sé, Britt-Britt… -susurró Santana. –Tú también… -contestó antes de desaparecer por la puerta.

Brittany bajó la vista al suelo mientras empuñaba con fuerza la carpeta que llevaba en sus brazos. No podía decirle nada más… Sabía perfectamente todo lo que había pasado aquí con Quinn. Había estado escuchando desde detrás de la puerta y… Se lo había pedido a Quinn que lo hiciera, no podía pedírselo a nadie más.

-Realmente Santana es una cabeza dura… -dijo Quinn cuando Brittany se encontró con ella en uno de los pasillos desierto. –También pega duro…

-Lo siento, Quinn… Pero es que si yo no he podido, solo podías hacerlo tú. –susurró Brittany apenada.

-Tranquila… Lo sé. –le sonrió mientras le daba una caricia en la espalda. –Pero aún me sorprende que me hayas pedido eso… Quiero decir… ¿No quieres estar con ella?

-Claro que quiero, quiero verla todos los días, quiero abrazarla, quiero nuestra sesión de Sweet Lady Kisses… La amo, pero Santana tiene razón, hay que madurar y ser realistas. –Brittany suspiró mientras cerraba los ojos y dejaba descansar su espalda apoyada en los casilleros. –Pero lo que más me dolía era ver a Santana atada aquí, cuando lo que realmente quiere es ir a New York y cumplir sus sueños.

-Se queda aquí por ti… Porque te ama. –susurró Quinn apenada al ver el estado de su amiga.

-Tu también sabes que es lo mejor… Y yo no puedo pedirle que siga así… No más. Además… Ahora estaré con Sam y ella podrá seguir adelante. –finalizó Brittany mientras se incorporaba para irse.

-Brittany… ¿Sabes lo último que tienes que hacer, no? –la llamó Quinn.

-Lo sé. –dijo seria antes de irse.

Quinn suspiró mientras miraba al techo. Realmente no quería estar en esta situación. Agradeció el no tener a nadie que la atara aquí, más que sus amigos y los recuerdos.


Habían pasado ya las Seccionales, y después de que evitaran que ahorcara a la perra rubia de bote de Kitty por provocar ese desmayo de bulimia en Marley, aunque tampoco fue realmente su culpa, pues los Warbles también tuvieron algo que ver, ahora se dirigía por los pasillos del instituto a ver a Finn para discutir un par de asuntos y con un poco de suerte podría ver a Britt, pues habían pasado ya varios días desde el día de acción de gracias. Pero las palabras de Quinn no dejaban su mente desde aquel día… Sabía que tenía razón, sabía que Rachel y Kurt la esperaban allí con ansias, que querían que fuera, que tenía posibilidades en NYADA. Pero tenía miedo, tenía miedo de perder una de las cosas que más le importaban, Brittany. Iba sumida en sus pensamientos hasta que una imagen la dejó en shock. Se quedó paralizada y juraría que sintió como su corazón se resquebrajó sin evitarlo. Brittany estaba más adelante, en su taquilla, de espaldas a ella, besándose con ni más ni menos que Sam.

Brittany estaba dejando unas cosas en su taquilla, cuando Sam se acercó a ella. Le sonrió mientras se giraba para encararlo.

-Eh, Britt… -saludó Sam.

-Hola, Sam. –sonrió la bailarina.

-Solo… Quería decirte que realmente me lo he pasado genial contigo estos días y que eres increíble… -Brittany sonrió enternecida ante el apuro del rubio. –Y yo pues… No se que hacer… Me gustas pero… -Ahí Brittany se desconectó de todo lo que fuera que le estaba diciendo Sam. Simplemente miraba el reflejo del espejo que le devolvía la taquilla que estaba detrás de Sam. Reconoció esa figura perfectamente. ¿Qué hacía aquí? Por un momento quería darse la vuelta y dejar todo para refugiarse en los brazos de la latina que tanto echaba de menos pero la realidad le cayó de golpe, las palabras de Quinn resonaron en su mente. Así que a sabiendas de que probablemente, Santana los vería, levantó la vista para mirar al chico que la miraba como esperando una respuesta suya. Estaba desconcertada porque no tenía ni idea de lo que le había estado diciendo. Así que hizo lo único que se le ocurrió.

-Eres la única persona que me hace sonreír. –susurró Brittany antes de acercar su rostro al suyo y besarle. No pudo evitar notar como una lagrima oculta caía por su mejilla mientras observaba a Santana en el reflejo, quién se quedo muy quieta, como si la hubieran golpeado con algo, percibió el dolor en su rostro para luego darse la vuelta rápidamente y marcharse casi corriendo. Cuando se separaron Brittany oculto el rostro en el pecho de Sam, aprovechándose del abrazo, no podía mirarle a la cara pues se echaría a llorar en cualquier momento.


Santana corrió como nunca había corrido en su vida hasta llegó al campo de fútbol que estaba desierto. Se sentó en las gradas y dejo liberar su llanto reprimido mientras ocultaba el rostro en sus manos. Sabía que solo ella tenía la culpa, sabía que era lo que iba a pasar si decía acabar con Britt pero no podía evitar que le doliera o enrabiarse con Sam y odiarlo con todas sus fuerzas porque le carcomían los celos. Después de calmarse tras un buen rato, respiro hondo y miró hacia el cielo, el cual, estaba de un brillante azul, como los ojos de su bailarina. Sabía lo que tenía que hacer, estaba cansada de huir, estaba cansada de sus miedos. Inspiró hondo mientras se alisaba la falda que se le había quedado arrugada y volvía adentro, buscando a Finn.

Lo encontró en la sala del coro, organizando unos papeles.

-Ehy, gigantón… -saludo Santana entrando por la puerta. Finn se volvió sorprendido.

-¡Santana! –exclamó.

-Siento llegar tarde, he tenido unos asuntos. –se excuso Santana seria. Finn observó su rostro y por sus nariz enrojecida que esos asuntos tenía que ver con dos rubios que paseaban de la mano por los pasillos pero no dijo nada, pues seguramente Santana saltaría como una fiera.

-Tranquila… -dijo Finn ofreciéndole una silla. -¿Has pensado en lo que te dije? Kurt me envió esto para ti. –dijo dándole un sobre donde en el reverso estaban las letras NYADA en grande.

-Si… -dijo Santana mirando el sobre y le sonrió. –Gracias, Finn. Creo que es la hora… Tengo un avión a NY que coger…

Finn le sonrió mientras abría los brazos para abrazarla y desearle suerte. Santana se rió mientras le correspondía el abrazo y se separó.

-Buena suerte, Santana. Aunque no creo que la necesites… Eres increíble. – dijo Finn sacándole una sonrisa a la latina. –Además podrás echar un ojo a Kurt por allí por mi, y a Rachel. Y también espero que vengáis a vernos y que los puedas convencer de recordar viejos tiempos.

-Tranquilo, orangután. Les echare dos pares de ojos, los míos y los la tita Snix. –bromeó Santana con una sonrisa.

La puerta se abrió dando paso la los integrantes del coro que se sorprendieron al ver a Santana ahí.

-¡Santana! ¿Qué haces aquí? –exclamó Marley mientras le daba un abrazo.

-Hola, pequeña. –saludó Santana. –¿Qué hay, chicos? –saludó al resto pasando la mirada hasta que dio con los ojos azules de Brittany que estaban sorprendidos también, ignoró a Sam y miró a la rubia insoportable mentirosa copia barata de Quinn y para desgracia, ella misma. -¿Te sigue molestando la copia de Fabray? Si quieres puedo llamar a tita Snix para que le de un par de consejos al estilo Lima Heights. –le susurró a Marley al oído, haciendo que se riera.

-No, estamos bien… Además Jake me cuida, y ya sabes que los Puckerman son duros de pelar pero me alegra saber que te tengo a ti también. –sonrió Marley mientras Santana le giñaba un ojo. Entonces se fijo en el sobre que llevaba en la mano. -¿Te vas a NYADA? –exclamó con demasiada fuerza la castaña.

Todos se volvieron hacia Santana, quién sonrió nerviosa. Carraspeó pero antes de abrir la boca todos la rodearon hablando a la vez.

-¿Te vas con Kurt y Rachel a NY? –preguntó Tina.

-¿Pero no estabas en la universidad? –Joe.

-¿Te han admitido? –Artie.

Todos y cada uno con sus preguntas. La única persona que se quedó en su sitio fue Brittany, quien la miraba con una sonrisa triste. Santana se dio cuenta y le devolvió otra. Hasta que se harto y levantó los brazos acallando a todos.

-¡Ya esta bien, pesados! –exclamó Santana haciéndolos callar y que volvieran a su sitio. –Sí, me voy a NY al final. Estaré viviendo con el hobbit y porcelana en su piso. Y gracias a la enana, me han permitido una audición para NYADA pero no sé si me cogerán… Solo sé que iré a triunfar. –finalizó con una sonrisa arrogante típica de Santana pero cálida. –Así que espero que os portéis bien, sobre todo tú. –dijo señalando a Kitty. –Tita Snix te vigila, y os espero ver en las finales ganando.

Todos exclamaron y aplaudieron a Santana, felicitándola. Santana sonrió pero su mirada solo se fijo en la Brittany, quién le sonreía feliz pero a ella no podía engañarla. Ese brillo apagado de sus ojos delataban sus ganas de llorar. Santana le sonrió mientras sus labios susurraban un ‘Te quiero’ que ella entendió perfectamente y le devolvió llevándose una mano al pecho, sabiendo que ese gesto lo entendería Santana. Santana sonrió mientras se daba la vuelta y se marchaba, si estaba un minuto más ahí, rompería llorar.


Brittany abrazaba con fuerza su peluche de unicornio mientras intentaba dejar de llorar. Ahora había pasado de un rio de lagrimas a un llanto silencioso. Estaba en su habitación. Había desconectado su móvil, no le apetecía hablar ni quedar con nadie. Sabía que al final su plan resultó un éxito, al final Santana se lanzaba a cumplir sus sueños, aunque eso implicaba que estuvieran más lejos que nunca. Recordó la charla con Quinn, como le explicó su plan, como le pidió que la ayudara y como ella le preguntaba si estaba segura, pues todo cambiaría con ella. Brittany lo sabía pero aún así lo hizo… Sabía que Santana no sería feliz si seguía aquí atada, sabía que quería triunfar, y ella solo quería que su latina fuera feliz con sus verdaderos sueños. Pero dolía, jolín que si dolía… La iba a echar muchísimo de menos y casi estaba segura de que no se iba a despedir de ella… Realmente lo que quería era tenerla por última vez en sus brazos. Ahora esta con Sam, sí… Pero Sam no era Santana, ni le llegaría a la suela del zapato.

Ahogó otro sollozo en su peluche hasta que el timbre la sobresaltó. ¿Quién sería a estas horas? Sus padres estaban fuera y no había quedado con nadie del instituto. Bajo los escalones de dos en dos y dio un salto de cuatro para esquivar a Lord Tubbington que esta en el último lamiéndose una pata. Abrió la puerta y se encontró con la oscura mirada de la latina.

-¿Santana? –exclamó sorprendida.

-Hola, Britt-Britt. –esbozó una tímida sonrisa la latina mientras jugaba con sus manos. –Ehm… -se quedó ahí parada sin saber que decir. –Eh… Bueno yo… Pues solo quería… Verte… Pues no te veré hasta dentro de mucho… Y eh… Ah… -Brittany no pudo evitar morderse los labios enternecida al ver a su Santana ahí balbuceando avergonzada como una niña pequeña.

Santana no sabía que más decir, ni siquiera sabía que hacía ahí. Solo había sentido la necesidad de ver a su rubia bailarina aunque fuera una vez más… Solo una vez más. Quizá por eso se dejo llevar cuando Brittany la agarró de la muñeca, obligándola a entrar y acorralarla contra la pared para empezarla a besarla apasionadamente. Santana agarró la cintura de la rubia girándola y pegándola a la pared, colocó una pierna entre las de Brittany y ejerció presión, un gemido se escapó de la boca de la rubia mientras seguían con esos besos ardientes. Brittany subió sus manos hasta enredarlas en el cuero cabelludo de la morena, empujándola hacia ella. No quería ni un solo milímetro de distancia entre sus cuerpos. Cuando se separaron solo se miraron a los ojos sin decir nada, no hacían falta palabras… Sabían que sería la última vez, al menos en mucho tiempo. Santana la agarró de la mano entrelazando sus dedos y la llevó hacia su habitación, un camino que había recorrido miles de veces cuando estaba en casa de la rubia. Se tropezaron con el gato que les soltó un furioso e indignado maullido que ignoraron olímpicamente. Cuando llegaron hasta su habitación Santana se detuvo mirando a su alrededor y sencillamente cerró los ojos, demasiados recuerdos. Brittany la abrazó por detrás, rodeando su cintura con sus brazos y enterrando su cara en el cuello de la morena. Sabía como se sentía porque ella también se sentía así…

Santana notó como algo húmedo se escurría por su cuello y no tardo en adivinar que la bailarina estaba sollozando sin poder evitarlo… Santana se giró y la agarró de la cara limpiando las lagrimas con sus pulgares mientras le lanzaba una triste sonrisa.

-Lo siento… -gimoteó Brittany sin saber ni porque se disculpaba. La latina negó con la cabeza mientras le besaba suavemente los labios.

-No, Britt… No es tu culpa. –susurró Santana cerca de sus labios. –Pase lo que pase, no pienses que es tu culpa. Todos teníais razón, tú tenías razón. Debo perseguir mis sueños. –la besó suavemente con paciencia. –Pase lo que pase, siempre te amaré Britt… Aunque estés con el boca trucha teñido… -gruñó al final provocando que la alta se riera al ver sus celos. Le agarró de la cara también y la besó.

-Siempre te amaré, Santana. No lo dudes nunca. –susurró antes de besarla otra vez.

Santana cerró los ojos con fuerza mientras correspondía al beso pero no pudo evitar que algunas lagrimas cayeran por su rostro, lagrimas que se encargó de limpiar Brittany dándole suaves besos por todo su rostro haciéndole reír. Rápidamente el ambiente se caldeó, y ambas cayeron a la cama, Santana encima de Brittany y sin pausa, sin miedo, dejaron todo atrás… Dispuestas a amarse una última vez. La latina besaba suavemente su cuello, dejando alguna que otra marca maliciosa, dejando claro que era suya aunque no estuvieran juntas… La ropa desapareció enseguida, manos inquietas se encargaban de memorizar cada trozo de piel canela y piel blanquecina. Los jadeos y los gemidos pronto inundaron el ambiente. Santana observó el rostro de Britt, los ojos fuertemente cerrados y la boca entreabierta tomando bocados de aire de donde se le escapaba algún que otro gemido. Santana sabía cual eran cada uno de los puntos débiles de la rubia, así como que nadie la haría disfrutar como ella, pues no era sexo, era hacer el amor.

-¡Dios, San! –gimió Brittany en un arranque de placer para luego dejarse caer en la cama. Santana sonrió mientras subía su rostro besando cada parte del cuerpo de Brittany, haciendo un camino hasta su boca, que devoró con pasión. Sus labios hinchados y rojos no daban tregua, así como sus lenguas danzantes que buscaban dominar, bailar con su homónima.

Ahora era Santana la que temblaba de placer entre los brazos de la bailarina. Nadie más que ella sabía como jugar con la morena, como hacerla sufrir de placer, como controlarla, como complacerla, como entenderla. Santana ahogó un gemido mordiendo el hombro de Brittany, quien no ceso con el movimiento en el bajo vientre de la morena. Brittany notó como Santana no dejaba de susurrar su nombre en su oído, hasta que llegó el final, donde la besó apasionadamente callando el grito que purgaba por salir de los labios de la morena.

No hacía falta decir nada más…. Simplemente se dejaron caer en la cama, abrazadas. Brittany se acurrucó en el pecho de la morena y se refugiaba en su calor.

-Te amo… -susurró adormecida Brittany. –Siempre…

-Y yo… Por siempre jamás… -contestó Santana besándole suavemente los labios.




EN LA ACTUALIDAD…

-Santana. ¡Santana! –el grito hizo que la latina volviera a la realidad. Giró la cabeza para mirar a sus compañeros del taxi. Kurt le agitaba la mano para que volviera de su mundo. –Llevamos un buen rato llamándote.

-¿Estas bien? –murmuró preocupada Rachel.

-Si… -suspiró. –Si. –repitió esta vez, con determinación y sonrió. –Vamos… Es hora de conocer vuestras cuevas.

Kurt y Rachel la miraron sonrientes y asintieron mientras salían del taxi. Los tres juntos, dispuestos a triunfar en la flamante ciudad de Nueva York.



-Brittany… -la nominada dejo de mirar por la ventana y miró a Sam que estaba sentado a su lado. -¿Ya sabes que pondrás? ¿Querías ir a la granja esa no?

Brittany miró el folleto de planes futuros que tenía en el pupitre y era el que señalaba Sam. Sonrió mientras cogía el bolígrafo y empezaba a escribir.

-Es un secreto. –giñó un ojo a Sam mientras se levantaba del pupitre recogiendo sus cosas y dejando el papel en la mesa del profesor.

Sam observó atónito como salía por la puerta pero simplemente se encogió de hombros, chicas. Y echó a correr detrás de Brittany. La entrenadora Beiste observó como los dos rubios desaparecían por el pasillo y luego miró el folleto de Brittany que tenía en la mano, donde el espacio era ocupado con una única palabra, en crayolas y bien grande, NYADA.

________________________________________________________

¿Que les ha parecido? Espero que les haya gustado... ¿Os gustaría una continuación? ¿Que os molaría más... Que Santana y Brittany se reencontraran después de un buen tiempo en el nuevo año de NYADA u una misteriosa desaparición de una de las dos...? En resumen ¿Merecería una continuación?

a mi me ha encantado el fic, seria genial el reencuentro en NY

¡¡LLORE!!



Una sola palabra CONTINUACIÓN, no nos puedes dejar así.

Y prefiero el reencuentro a la desaparición.

obviamente una continuación
pero me gustaria ver a santana con una chica
o mas chicas...
jejejej
pero me encanto tu fic y como me gustaria que asi fuera en la serie y no el tonto discurso que dio brittany!!

me encantoo fue geniall!! besos!

Ha sido super lindo creo que eso le hizo falta a la serie, las chicas realmente merecían una despedida decente después de todo lo que tuvieron que pasar; yo opino que si deberías de hacer una Continuación estaría genial poder leer otro de tus OS. En fin me gusto mucho tu historia, espero leer más de tus trabajos, te mando Saludos!

Auch...me emocione.
Si los capitulos de Glee hubieran sido asi, habría sido perfecto. Me encanto. De verdad, creo que necesita una continuación...No nos puedes dejar asi

te obligo a continuarla! ok no jaaja pero si me gustaria... me gustó mucho t felicito..espero el reencuentro en NY

obvio que me encantaria la continuacion y el reencuentro en NY ojala hubiese pasado eso en la serie. Pero bue........
Saludos

ahhhhhhhhhhh :\'(:  hoy hablo con ryan para que te contrate como escritora buuuuuu porq no fue así puffffffffffffffffffffff no me gusta ni me gustara nadie q no sea brittana puede que existan bram, quintana ahora dantana y lalala pero ellas en vedad se veía y se sentía diferente y nadie me lo quita jummm en verdad me encanto tu one shot mil gracias por publicarlo