One Shot - Noche de Invierno...

- Nellie entra te vas a enfermar cariño! - llevaba como una hora dicíendome eso, pero yo estaba concentrada en mi música-
Llovía… el sol se ponía y hacía mucho frío.
Mis manos estaban frías y me costaba tocar la guitarra. Tampoco podía forzar mucho mi voz… si algo disfrutaba de la vida era cantar al aire libre en el jardín de mi casa, pero el invierno parecía oponerse a esto.
Me di por vencida y entré a la casa, el calor del hogar me invadió de inmediato. Dejé mi guitarra en su funda y me colgué mi abrigo en el perchero. Me miré en el espejo y estaba pálida… lo que el frío hacía conmigo!
Fui a la cocina y puse a preparar chocolate caliente, siempre era lo que me devolvía el alma al cuerpo… mientras se preparaba decidí ir a mi habitación a ordenar un poco. Mientras caminaba por el pasillo pasé por la puerta del baño, estaba cerrada pero se escuchaba el sonido de la ducha… todavía seguía duchándose? Era increíble…
Una vez en mi habitación comencé a guardar mi ropa, aunque tuve que separarla de la de él… no eramos la pareja más ordenada del mundo, pero aún así lo amaba. Desde el primer momento pudo volverme loca.
Terminé de ordenar las cosas y volví a la cocina, esta vez no escuché el sonido de la ducha… debía estar cambiándose o afeitándose, quién lo sabría…
Comencé a servir mi taza de chocolate y pensé que él también querría tomar un poco. Serví dos tazas y corté dos porciones de tarta de chocolate. Él la había traído la noche anterior para celebrar nuestro primer mes juntos… todavía seguía sorprendiéndome las cosas que hacía. Era una novia muy mimada, pero no me costó acostumbrarme a eso.
Mientras acomodaba todo en una bandeja escuché la puerta del baño. Él había terminado y salía del baño para cambiarse en mi habitación. Parecía que llevábamos años viviendo juntos, en realidad sólo llevábamos un mes de novios, pero sentía que lo amaba desde siempre…
Fui al salón donde la chimenea estaba encendida, el fuego ardía y llenaba la casa de calor. Dejé la bandeja en la mesa que estaba frente a la chimenea y delante del sillón. Puse música ambiente, era tranquila, no tenía letra, solo la hermosa armonía de los instrumentos… era perfecto.
Miré por la ventana que daba al jardín, el sol nos había dejado y una hermosa luna brillaba entre las estrellas y podía verse entre las ramas de los árboles nevados. Apagué las luces y el salón quedó iluminado solo por el fuego, una típica escena de invierno.
Volví al sillón y me acomodé. Tomé una de las dos tazas y di un sorbo al chocolate caliente… dejé la taza en la mesa otra vez y recosté mi cabeza en el sillón. Cerré los ojos y comencé a recordar el hermoso día que había pasado con él… la vida no podía ser mejor.
Parecía que estaba desconectada de la realidad, pero escuché pasos entrando al salón. Mantuve mis ojos cerrados y de repente sentí un roce en mis labios… abrí los ojos y ahí estaba él: de pie junto al sillón mirándome con esos ojos tiernos y su mirada tan profunda que yo tanto adoraba.
Se sentó a mi lado y pasó su brazo por mis hombros. Yo apoyé mi cabeza en su pecho y lo abracé. Estuvimos un rato así y luego el tomó mi rostro entre sus manos y me besó… fue un beso tierno y lleno de cariño, como si hubiera sido el primero. Cuando me soltó volvimos a abrazarnos y él me susurró al oído “Feliz Aniversario mi amor, te amo”. Yo lo miré y le dije “Te amo aun más”. Me dio otro beso, más corto esta vez y aun estando yo entre sus brazos le dije…

- Quieres tomar…
- Chocolate? – terminó mi frase riendose-
- Si… Cómo sabías?
- Tus labios me lo dijeron… - me dijo Michael sonriendo -