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FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
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Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por Twinkle Dani Vie Sep 20, 2013 11:47 pm
Hola Jane!Jane0_o escribió:Ya quiero leer el capitulo
Del por que santana y brittany no estan juntas
Y el de el rencuentro
En fin hasta la siguiente actualizacion
Saludos
Yo también y quiero escribir esos capítulos ;) pero de a pocos! Todo llegara a su tiempo.
Hasta tu próximo comentario que espero sea pronto! Un beso :)
Y gracias por comentar.
Quien dijo que al final terminaran juntas? Que sea Brittana no significa que eso suceda muajajajaa okno! ._. Disculpa me arranque jejejmicky morales escribió:como es un fic brittana espero que al final esten juntas, en cuanto a las faberry espero se arreglen, es raro ver a santana tan triste y sola!
Ya veras que de a pocos las cosas cambiaran :) Santana no estará tan triste y sola ;)
Gracias por el comentario *-* Espero te gusta la actu! Un beso.
Hola Pame! La verdad yo odio química xD Siempre que dan ese curso me duermo jajajaja Posta que no entiendo porque ademas yo tengo clases de lunes a sábado T-T parece prisión xDPame_21 escribió:Hola dani!!! Que bueno q te gusten tus clases porque las mías no están super aburridas números por todos lados pero solo voy una vez por semana.
que bueno q si va ver quinntana hahaha yo te guardo el secreto no le voy a decir a nadie jajaja, mientras no saques otro fic no tendré problemas de recaídas a la lectura ademas q fer no me deja estar mucho tiempo leyendo xq ya me tira de las orejas para q le preste atención o peor aun me amenaza entonces mejor solo me quedo con los fics tuyos y otro q estoy leyendo no van haber nuevos jajaja.
Dani que te dire estuvo genial por fin la diva de rachel sale a escena siempre tan chillona jajaja ya quiero leer la actualización para saber q fue lo q paso entre san y britt para q terminaran hasta la próxima Dani Chao!!! :-*
Lee de noche para que no te regañen ;) Yo hago eso y sobre otros fics primero termino los que tengo jajajaj
Yo últimamente ando 100% faberry , no se que me paso pero quiero escribir de ellas así que tmb tienes ese dato jjejeej Y Rachel es linda, a mi me gusta x3
Ya veras , saldrá de a pocos el pasado brittana.
Gracias por comentar, espero que te guste la actu.
Hola Andy :DAnddy Rivera Morris escribió:Hola Dani, muy buenos días/tardes/noches :3 jiji
Pues, ¿sabes?, no tienes nada de que agradecer, deberías sentirte orgullosa por tu buen trabajo *-*
...Y en cuanto al capítulo, nunca decepcionas, me pareció de lo mejor aunque claro, me he quedado con ganas de más :$ ...Espero pronto leer sobre el encuentro Brittana y que bueno sí, al final estén juntas de nuevo *-* ya que RM no quiso que eso suceda en Glee :c
...
Un beso, nos estamos leyendo :)
Awww eres una ternura enserio, como no querer escribir cuando me dices esas cosas *-* Muchas gracias, siempre siento que mejoro y son por personas como tu :)
Perdón por haberlo echo algo corto, a veces me salen así.
Sobre el final aun no me decido la verdad , me gustan los finales tristes x.x (si lo se ,estoy loca) pero ya veremos , todo puede pasar :D
Y si RM es muy malo :c Pero esto... soy Lovatica jejeje solo diré eso xD
Muchas gracias por pasarte y comentar! Espero te guste la actu, un beso :)
Todas quieren Brittana xDheathermylove escribió:Yo quiero Brittana!!! XD
Y es que no me gusta el estado en el que esta San, me ha puesto un poco triste al final la conversación con su mamá y preguntadole por Britt, de verdad que eso me intriga mucho, no saber que pasó, Porqué se separaron y que es de la vida de Britt :s
Por cierto que hayas puesto aunque sea un pedacito Faberry me encantó <3
Por cierto como te llamas? Hace rato que me lo pregunto jajaja Si soy alguito curiosa xP
Mira que conforme avance el presente se ira acercando a Britt, solo diré eso :x
Va a ver mas faberry *-* Últimamente vivo leyendo fics de ellas y en este e decidido darle su espacio.
Muchas gracias por comentarme! :D
Espero te guste la actu, un beso.
Mis clases, mi padres me obligaron por andar de vaga ajajaj tarde o temprano iba a pasar xDTat-Tat escribió:Clases???? Qué clases ????
Se supone esto es Brittana ;pero hay algo qué se qué estoy pasando por alto con tanto Quinntana xD.
Daaaaaaaaniiiii
cómo estás ??
Lo de mi internado son prácticas profesionales. Ya terminé una y ahora se viene la última. Salgo en Noviembre sí todo sale bien :)
Ahora, se supone San está enojada con Britt, la mamá de San sabe y la apoya... Algo me dice qué sucedió algo qué hizo qué se separaran y se alejaran. Ya puh Dan siguele .
Cuídate mucho.. Y viteh, te dije qué te colocaría s a estudiar xDDD
Yo se que quinntana te distrae jaajaja no te deja concentrarte bien eh? xP
Felicidades por las practicas, veras que el tiempo se parara volando y pronto seras libre *-*
Analicemos tus deducciones, San esta enojada con Britt? o quizás enojada con ella misma? La mama de San la apoyo? o solo se canso de discutir? Bueno lo ultimo de que algo sucedió es obvio xD Y claro que la seguiré! Me encanta escribir :D
Por mi fuera estudiaba hace tiempo pero esta quimicaaaa Romi, mi archienemiga u.u Me va ganando hasta ahora,pero ya le enseñare ;)
Muchas gracias por pasarte , ojala te guste la actu. Un beso.
Twinkle Dani-*-* 
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Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 28
FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 8 - Fantasmas del Pasado
por Twinkle Dani Sáb Sep 21, 2013 12:36 am
Buenas Noches a todas, si se que no es miércoles jejeje pero dije que trataría!
La verdad que me dio una gripe muy fuerte y me tumbo a la cama, además de la competencia de One Shots entre distritos en la que me metí no me dejo mucho tiempo para escribir.
¿Recuerdan que dije que no habría flashbacks? Pues mentí xD
No pude resistirme! Sin ellos no hay brittana y no podía vivir con ese cargo de conciencia de privárselas :P
Bueno no molesto de mas, el punto de esto es disculparme por la demora (:
Espero les guste! Sallados!
Rachel la miraba de una manera retadora, sabía que ninguna de las dos tenía la razón pero no iba a dar su brazo a torcer. Si de algo se caracterizaba ella es de su testarudez.
Quinn se canso y la ignoro, simplemente la mirada desde donde estaba sentada sintiendo como su paciencia se esfumaba pero tratando de controlarse para no herirla ni a ella ni a sí misma.
El silencio se prolongo por minutos, la tensión bajo y Rachel fue la primera en acercarse hasta sentarse a su lado en la cama.
-¿Siempre será así? – pregunto entre suspiro y queja pero con una notoria pena expresada en esa pregunta retorica.
-Quizás…. – soltó Quinn dejándose echar a lo largo de la cama.
-Mejor me voy y hablamos después Quinn – dijo penosa poniéndose de pie y tomando sus pertenencias - ¿Te veo mañana en clases?
-Supongo que sí.
Quería que se fuera, necesitaba estar sola para pensar. Ella amaba a su novia, el libro y la vida la había echo darse cuenta de ello pero ahora todo se veía tan nubloso.
Solo Santana y miles de palabras aleatorias cruzaban su mente, palabras que al unirlas perfectamente formaban apologías en su honor.
Confusión y pena era lo que sentía pero esos labios posados sobre los suyos fue como una
descontrolada corriente de emociones. Entre ellas el verdadero sentimiento de excitación.
¿Por qué hiciste eso? Estaba perdida….
¿Perdida? ¡Así es! Perdida en estos recuerdos, recuerdos que me niego a olvidar, quizás… quizás si algún día recuerdo eso que hice mal pueda arreglar y te vuelva a tener a mi lado.
¿Besando a esa niña arreglaras las cosas? rio la voz de su cabeza.
La silencio suspirando fuertemente y callando también su propia voz.
No podía vivir encerrada en ese apartamento, un día entero en que había sido solo ella y su fiel cajetilla de cigarrillos. Al despertar la mañana siguiente lo primero que hiso fue ducharse y vestirse con algo casual pero elegante para ir a la editorial. Lo último que quería era enloquecer de soledad.
Razones no le faltaban, al pasar por la misma ruta de siempre sentía un ímpetu extrañamente incomodo. Como si hiciera todo por obligación. Obligada a vivir en el mismo agujero en el cual ella sola se había perdido.
Las calles mágicas y hermosas perdían su brillo, su encanto se desvanecía conforme el tiempo pasaba y la nostalgia la apoderaba.
Extrañaba todos esos lugares que visitaba para relajarse cuando era pequeña, su casa tan grande pero a la vez acogedora, la extrañaba a ella.
Cuando estaban juntas todo era una aventura, una batalla en su interior que siempre sucumbía ante la sensación de armonía que sus caricias o una simple sonrisa le causaban.
Algunas cosas simplemente no cambian para ella, seguía siendo esa soñadora que logro aflorar en su juventud y que hasta ahora trataba de conservar.
Pero al final culpaba de todo a su necesidad de cumplir sus sueños.
Sin embargo estaba bien. Todo está superado. Todo está enterrado. Pensaba una y otra vez Santana colocando esa falsa y estática sonrisa en su rostro al poner un pie dentro del gran edificio.
Había trabajado ahí desde abajo, repartiendo correo, administrando las entregas , clasificando imprentas y toda esa clase de porquería que la hacía querer desistir hasta que un día tomo el valor. Valor de presentarle a su jefe Kurt Hummel un borrador de algo que hiso sin mucha fundamentación.
Pero con solo eso el noto todo el talento y pasión que entregaba y le dio su gran oportunidad.
Desde ese día algunos años habían pasado y ella había sufrido por tantas cosas para poder escribir algo. Hasta que esa idea, esa estúpida y a la vez brillante idea se le vino a la cabeza.
-Me siento tan orgullosa de ti – le balbuceaba su madre mientras la apretaba contra ella en un abrazo sin fin aparente.
-Mamá no es para tanto – murmuro avergonzada tomándola del hombro.
Era casi de la misma estatura que su madre por lo que escaparse el abrazo no fue muy complicado, lo difícil fue evadir a su padre que la despeinaba y reía orgulloso.
-Yo sabía que tú ibas a salir toda una prodigio.
-¡Papá! – chillo sonrojada mirando como Susan estaba riendo parada detrás de Brittany tomándola por los hombros.
-Es verdad San – la corto Brittany – Fuiste la mejor – dijo suavemente regalando un sonrisa que al instante causo una relajación en Santana.
-No es para tanto – bufo Jake que hasta el momento estaba cruzado de brazos – Todos eran buenos, felicidades – añadió seco – pero insisto, no es para tanto – suspiro saliendo hacia el estacionamiento.
-Hey Jake – lo llamo un chico que salió de la nada.
Ese instante, ese simple “Hey Jake” cambio muchas cosas en su vida. Muchos eventos que sucederían y que nadie anticipo.
Era un chico alto, de la edad de Santana. Ella lo conocía de vista, toco esa noche y aun tenía su violín guardado en el estuche que alzaba del hombro.
-Sebastian, hermano, no te había visto – contesto Jake cambiando completamente de semblante y abrazándolo con un solo brazo.
No le dio importancia en ese instante y mas por la repentina aproximación de Brittany que la dejo petrificada.
-Ya quiero estar a solas para comerte a besos – murmuro disimuladamente pasando su mano por el cuello de la morena aprovechando la repentina distracción.
Tosió para ocultar ese suspiro ahogado que se escapo de sus labios, la rubia rio separándose un poco pero la verdad no tenían que preocuparse por eso.
Todos sus acompañantes estaban en un incesante interrogatorio al nuevo joven que los acompañaba.
-¿Sebastian Smythe? ¿La familia Smythe? – escucho a su padre alzar tanto la voz que dejo de ver esos ojos azules para centrarse en lo que sucedía a su alrededor.
-Así es – contesto el chico de ojos verdes con media sonrisa avergonzado – Mi padre trabaja con usted ¿no es así? – pregunto el chico acercándose junto con Jake y fue ahí donde se percato de ella.
La miraba con descaro, todos lo notaron; todos menos Santana.
El ceño de Brittany no se hiso esperar así que solo la tomo del brazo reclamando lo suyo.
-¿Cómo se conocen ustedes? – Pregunto el señor López con un brillo en los ojos - ¿Tu padre está por aquí? Quiero saludar al viejo Smythe.
-Claro que sí señor López, está en el estacionamiento esperándome.
Busco a su madre pero ella y Susan hace mucho que ya no estaban, estaba incomoda.
El chico este, Sebastian Smythe, no era alguien muy amigable. No es que Santana fuera la chica más popular de Crawford o Dalton pero siempre que lo veía el estaba solo.
Compartían la afición por el violín aunque más que afición para ella era una obligación.
Caminaron en silencio hasta el moderno auto color gris en donde Ricardo saludo a sus amigos y se perdieron en una conversación absurda y que aburría a todos los demás.
-¿Santana? ¿Cierto? – pregunto de pronto Sebastian que estaba parado junto a Jake.
-Ajam – contesto sin mucho interés sonriendo por la forma en que Brittany se rascaba la nariz con su dedo índice.
-¿Qué pasa hermanita? Sebas no merece una frase completa de tus labios – rio su hermano codeando al chico.
Suspiro. Por suerte ya se había acostumbrado a morderse la lengua y solo acomodo el peso del instrumento que llevaba en el hombro.
Santana no era muy buena con sus manos, por no decir lo torpe que podía llegar a ser en momentos de frustración.
El crujido que sonó apenas se cayó al suelo asusto a Santana que ensancho los ojos de la sorpresa.
-Oh no – murmuro la morena negando.
Sebastian fue el más rápido que se lanzo al suelo y lo tomo con su mano libre – Permite, no creo que le haya pasado nada.
Se lo tendió con una sonrisa cálida pero fue Brittany quien se lo arrancho enojada por haberle ganado el violín.
-Gracias – dijo frágil y entrecortadamente Santana.
-¡Chicos! – chillo el señor López – Ya es hora de irnos – informo avanzando – Un gusto Sebastian.
-Igualmente señor.
-Nos vemos en las practicas – se despidió Jake golpeando sus puños con él y siguiendo a su padre.
-Hasta luego señoritas – dijo con un tono de pedante que enojo mas a la rubia pero que Santana paso desapercibido y hasta le gusto la confianza que desprendía.
-Adiós, un gusto.
-Chau – dijo seca Brittany empezando a andar hasta su respectivo auto.
-Nos vemos por ahí Santana – añadió antes de entrar a la parte trasera del auto y dejando desconcertada.
Se cruzo de brazos alzando las cejas por lo raro que le resultaba todo eso. Ya conocía al chico pero jamás había tenido eso con alguien. Le cayó bien eso era un hecho.
-¡Santana! – grito su padre sacándola de sus pensamientos.
-Ya era hora – rio un hombre parándose de su escritorio.
-Supongo – rio apagada Santana con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón - ¿Me perdí de algo?
-Sí , algunos correos te llegaron – pensó Kurt dejándole la computadora - ¡A si! Tu madre llamo y…
-Ya hable con ella – lo corto retirando la silla giratoria negra y sentándose en ella.
-Que genio – rio entre dientes, estaba risueño por verla ahí y no se iba a desaparecer - ¿Vas a escribir algo? O…
-Ya veré, ahora por favor déjame sola – le dijo haciendo un movimiento con su mano para que se fuera.
-De acuerdo, te veo para el almuerzo – se despidió saliendo y cerrando la puerta.
Entro a su correo privado, aun lo seguía usando. Era lo más efectivo que tenia.
Todo eran correos de editoriales y uno que otro lector desesperado por que lean algo y le den su opinión. Ella prefería no hacerlo por principios, no quería leer algo que le era imposible publicar.
Hasta que alcanzo a leer uno, tenía unos días de antigüedad pero el destinatario fue lo que más le llamo la atención.
De: Sebastian Smythe.
Para: Santana López.
Queridísima señorita, le informo que en unos días estaré por Londres.
Me haría un honor si me dejara hospedar en su humilde hogar, tenemos mucho de qué hablar.
Muchos Cariños
PD: Te extraño San, espero que estés bien y suerte con la premoción pero ya sé que ganaras y yo como tú nunca me equivoco.
Al principio rio en voz baja, seguía siendo el mismo pedante de toda la vida.
Pero ahora al menos tenía un razón para alegrarse , que alguien “familiar” viniera la hacía sentir esa chispa de alegría.
Esa mañana escribió unos cuantos borradores y respondió algunos correos, la querían de guionista para una película pero tenía que discutirlo con Kurt además que no era lo suyo eso del cine.
Antes del ir al almuerzo decidió contestarle a Sebastian, tenía que hacerlo.
De: Santana Lopez.
Para: Sebastian Smythe.
Queridísimo señor, le informo que nada seria más dulce para mi vida que poder brindarle mi hogar.
Mándeme la hora y el vuelo para ir a recibirlo como se merece una celebridad como usted.
“Muchos Cariños”
PD: Sigues siendo el mismo Smythe, muero por verte.
Le dio a enviar y se paro inquieta, se estaba dejando envolver de nuevo. Ese libro fue la puerta abierta para todo esto.
Quizás una parte de ella lo sabía, fantasmas del pasado volverían con él y fue algo que no le importo.
-Yo no coquetee con el – repitió por milésima vez sintiendo como se empezaba a enojar y como la prendo superior la estaba sofocando.
-Yo creo que si – suspiro exasperada tirando el violín al rincón donde siempre estaba.
-Es un amigo de Jake, nada mas – insistió – Ni siquiera sabía su nombre – aclaro quitándose esa blusa blanca que tanto le incomodaba.
Se estiro haciendo sonar los huesos de su espalda y lanzando la prende dentro del armario.
Brittany la miro y trago saliva olvidando por un momento la cólera que la apoderaba.
-¿Me crees? Por favor no quiero discutir – le rogo buscando lo que sea que ponerse para cubrirse.
-Humm… puede ser.. no se… - dijo mirando como la suave piel de Santana se marcaba sobre su abdomen al estirarse para sacar un gancho de ropa.
-Te lo estoy diciendo, tienes que creerme y punto – exigió volteándose mientras metía cada mano dentro de la manga y la empezaba a abotonar.
Fue hasta ese momento donde se dio cuenta de lo que había echo, se dejo llevar por la cólera y hiso caso omiso a su presencia.
Se volteo disimuladamente sintiendo sus mejillas arder y tratando de abrocharse los botones lo más rápido posible pero sus manos le jugaban una mala pasada trabándose.
Brittany sonrió por lo tierna que se veía, había podido ver como su rostro se apoderaba poco a poco de la pena y un leve rubor de sus mejillas.
-¿Necesitas ayuda? – murmuro cerca de su oído rodeándola con sus brazos y tomando las manos de Santana.
Las dos estaban en un completa locura, no sabían que hacer pero lo único que estaban seguras era lo bien que se sentía esa cercanía.
Santana podía notar como los brazos de Brittany rozaban con su cintura y las llenas de sus dedos tocaban la piel desnuda de su vientre conforme abotonaba la blusa.
Cuando llego a su pecho ambas tragaron saliva, la respiración en su cuello hacia que sus sentidos la traicionaran.
La podía sentir por cada uno de ellos intensamente, intentaba cerrar los ojos y respirar pero cuando sintió los labios de la rubia sobre su oreja la perdió, perdió la poca cordura que tenia.
Ahí estaba Santana, viendo como el cuarto poco a poco se hacía más pequeño y ellas se pegaban mas y mas , podía palpar con seguridad la piel cálida y tersa mientras la recorría centímetro a centímetro hasta quedar en sus mejillas, tenía que seguir intentando, seguir buscando la forma de demostrarle lo mucho que la deseaba y la que quería.
No espero más y se lanzo a sus labios, en un desesperado pero a la vez pausado beso que despertó de la nada.
Era algo completamente diferente a lo que habían hecho, había demasiada pasión en esos besos. Demasiadas ansias que estaban acumuladas y salían esa noche.
Cayeron en la cama en un arrebato de Santana que quedo encima de ella. Metió su mano por debajo de la blusa verde que traía puesta y acaricio suavemente dándose el privilegio de que sus manos memorizan esa sensación. Esa increíble e incomparable sensación que tenia cada vez sus pieles rozaban o que sus labios se posaban uno sobre el otro.
Su lengua acaricio el labio inferior de la rubia dando leves masajes, notando como la pena iba desapareciendo. Sintiendo como las ganas que tenía eran más importantes en ese momento.
Podría estar en medio de toda una multitud pero no pararía, podría estar así por siempre.
Brittany no podía creer lo que estaba sucediendo, cuando Santana descendió sus besos hacia su cuello. Pudo tomar aire aunque eso no ayudo a que su respiración se calmara.
Botaba jadeos incontenibles causados por los besos y las caricias que le daba.
-¿Sa…San? – balbuceo una vez recuperada sintiendo como Santana se detenía de a pocos y ahora mordía el lóbulo de su oreja.
Santana hiso un sonido de quejido mientras se acostumbraba a una nueva posición con sus piernas a los lados de la cintura de la rubia.
Sin duda aquello la había echo perder el juicio, era un nuevo vicio que tenia. El sabor de Brittany.
Simplemente no podía parar, no quería parar. Ese sabor tan dulce que le daba pasar sus ya rosados y levemente hinchados labios por cualquier espacio minúsculo de piel la hacía querer quedarse así por una eternidad.
Las dudas ya no estaban, todos los problemas que podían existir se esfumaban y solo estaba ella.
-¿Brittany? – dijo después de unos segundo rozando su nariz con la de ella - ¿Sucede algo? – logro decir respirando pesadamente sobre sus labios y mordiendo su labio inferior.
La rubia negó abriendo los ojos y chocando con los ojos excitados y brillantes de Santana.
-Podría besarte entera– le susurro dejando un beso en su oreja y pasando por su cuello hasta su mentón con la punta de su lengua logrando que se removiera debajo de ella.
Sabía que perderían el control de la situación si continuaba y no le importaba pero fue Santana la que reacciono al ver su reflejo en esos ojos azules que estaban oscuros y más profundos que nunca.
-Siempre supe que tu eres especial Britt Britt – suspiro acomódadose encima de ella y dejando caricias en su rostro.
La verdad que me dio una gripe muy fuerte y me tumbo a la cama, además de la competencia de One Shots entre distritos en la que me metí no me dejo mucho tiempo para escribir.
¿Recuerdan que dije que no habría flashbacks? Pues mentí xD
No pude resistirme! Sin ellos no hay brittana y no podía vivir con ese cargo de conciencia de privárselas :P
Bueno no molesto de mas, el punto de esto es disculparme por la demora (:
Espero les guste! Sallados!
Capitulo 8
Fantasma del Pasado
Rachel la miraba de una manera retadora, sabía que ninguna de las dos tenía la razón pero no iba a dar su brazo a torcer. Si de algo se caracterizaba ella es de su testarudez.
Quinn se canso y la ignoro, simplemente la mirada desde donde estaba sentada sintiendo como su paciencia se esfumaba pero tratando de controlarse para no herirla ni a ella ni a sí misma.
El silencio se prolongo por minutos, la tensión bajo y Rachel fue la primera en acercarse hasta sentarse a su lado en la cama.
-¿Siempre será así? – pregunto entre suspiro y queja pero con una notoria pena expresada en esa pregunta retorica.
-Quizás…. – soltó Quinn dejándose echar a lo largo de la cama.
-Mejor me voy y hablamos después Quinn – dijo penosa poniéndose de pie y tomando sus pertenencias - ¿Te veo mañana en clases?
-Supongo que sí.
Quería que se fuera, necesitaba estar sola para pensar. Ella amaba a su novia, el libro y la vida la había echo darse cuenta de ello pero ahora todo se veía tan nubloso.
Solo Santana y miles de palabras aleatorias cruzaban su mente, palabras que al unirlas perfectamente formaban apologías en su honor.
Confusión y pena era lo que sentía pero esos labios posados sobre los suyos fue como una
descontrolada corriente de emociones. Entre ellas el verdadero sentimiento de excitación.
Junto a mi puedes encontrar la paz o la locura que todo el mundo anhela,
Me puedes amar o me puedes odiar pero algo es seguro,
Desde el día que probaste mi sabor jamás podrás olvidarte de mí.
¿Perdida? ¡Así es! Perdida en estos recuerdos, recuerdos que me niego a olvidar, quizás… quizás si algún día recuerdo eso que hice mal pueda arreglar y te vuelva a tener a mi lado.
¿Besando a esa niña arreglaras las cosas? rio la voz de su cabeza.
La silencio suspirando fuertemente y callando también su propia voz.
No podía vivir encerrada en ese apartamento, un día entero en que había sido solo ella y su fiel cajetilla de cigarrillos. Al despertar la mañana siguiente lo primero que hiso fue ducharse y vestirse con algo casual pero elegante para ir a la editorial. Lo último que quería era enloquecer de soledad.
Razones no le faltaban, al pasar por la misma ruta de siempre sentía un ímpetu extrañamente incomodo. Como si hiciera todo por obligación. Obligada a vivir en el mismo agujero en el cual ella sola se había perdido.
Las calles mágicas y hermosas perdían su brillo, su encanto se desvanecía conforme el tiempo pasaba y la nostalgia la apoderaba.
Extrañaba todos esos lugares que visitaba para relajarse cuando era pequeña, su casa tan grande pero a la vez acogedora, la extrañaba a ella.
Cuando estaban juntas todo era una aventura, una batalla en su interior que siempre sucumbía ante la sensación de armonía que sus caricias o una simple sonrisa le causaban.
Algunas cosas simplemente no cambian para ella, seguía siendo esa soñadora que logro aflorar en su juventud y que hasta ahora trataba de conservar.
Pero al final culpaba de todo a su necesidad de cumplir sus sueños.
Sin embargo estaba bien. Todo está superado. Todo está enterrado. Pensaba una y otra vez Santana colocando esa falsa y estática sonrisa en su rostro al poner un pie dentro del gran edificio.
Había trabajado ahí desde abajo, repartiendo correo, administrando las entregas , clasificando imprentas y toda esa clase de porquería que la hacía querer desistir hasta que un día tomo el valor. Valor de presentarle a su jefe Kurt Hummel un borrador de algo que hiso sin mucha fundamentación.
Pero con solo eso el noto todo el talento y pasión que entregaba y le dio su gran oportunidad.
Desde ese día algunos años habían pasado y ella había sufrido por tantas cosas para poder escribir algo. Hasta que esa idea, esa estúpida y a la vez brillante idea se le vino a la cabeza.
-Me siento tan orgullosa de ti – le balbuceaba su madre mientras la apretaba contra ella en un abrazo sin fin aparente.
-Mamá no es para tanto – murmuro avergonzada tomándola del hombro.
Era casi de la misma estatura que su madre por lo que escaparse el abrazo no fue muy complicado, lo difícil fue evadir a su padre que la despeinaba y reía orgulloso.
-Yo sabía que tú ibas a salir toda una prodigio.
-¡Papá! – chillo sonrojada mirando como Susan estaba riendo parada detrás de Brittany tomándola por los hombros.
-Es verdad San – la corto Brittany – Fuiste la mejor – dijo suavemente regalando un sonrisa que al instante causo una relajación en Santana.
-No es para tanto – bufo Jake que hasta el momento estaba cruzado de brazos – Todos eran buenos, felicidades – añadió seco – pero insisto, no es para tanto – suspiro saliendo hacia el estacionamiento.
-Hey Jake – lo llamo un chico que salió de la nada.
Ese instante, ese simple “Hey Jake” cambio muchas cosas en su vida. Muchos eventos que sucederían y que nadie anticipo.
Era un chico alto, de la edad de Santana. Ella lo conocía de vista, toco esa noche y aun tenía su violín guardado en el estuche que alzaba del hombro.
-Sebastian, hermano, no te había visto – contesto Jake cambiando completamente de semblante y abrazándolo con un solo brazo.
No le dio importancia en ese instante y mas por la repentina aproximación de Brittany que la dejo petrificada.
-Ya quiero estar a solas para comerte a besos – murmuro disimuladamente pasando su mano por el cuello de la morena aprovechando la repentina distracción.
Tosió para ocultar ese suspiro ahogado que se escapo de sus labios, la rubia rio separándose un poco pero la verdad no tenían que preocuparse por eso.
Todos sus acompañantes estaban en un incesante interrogatorio al nuevo joven que los acompañaba.
-¿Sebastian Smythe? ¿La familia Smythe? – escucho a su padre alzar tanto la voz que dejo de ver esos ojos azules para centrarse en lo que sucedía a su alrededor.
-Así es – contesto el chico de ojos verdes con media sonrisa avergonzado – Mi padre trabaja con usted ¿no es así? – pregunto el chico acercándose junto con Jake y fue ahí donde se percato de ella.
La miraba con descaro, todos lo notaron; todos menos Santana.
El ceño de Brittany no se hiso esperar así que solo la tomo del brazo reclamando lo suyo.
-¿Cómo se conocen ustedes? – Pregunto el señor López con un brillo en los ojos - ¿Tu padre está por aquí? Quiero saludar al viejo Smythe.
-Claro que sí señor López, está en el estacionamiento esperándome.
Busco a su madre pero ella y Susan hace mucho que ya no estaban, estaba incomoda.
El chico este, Sebastian Smythe, no era alguien muy amigable. No es que Santana fuera la chica más popular de Crawford o Dalton pero siempre que lo veía el estaba solo.
Compartían la afición por el violín aunque más que afición para ella era una obligación.
Caminaron en silencio hasta el moderno auto color gris en donde Ricardo saludo a sus amigos y se perdieron en una conversación absurda y que aburría a todos los demás.
-¿Santana? ¿Cierto? – pregunto de pronto Sebastian que estaba parado junto a Jake.
-Ajam – contesto sin mucho interés sonriendo por la forma en que Brittany se rascaba la nariz con su dedo índice.
-¿Qué pasa hermanita? Sebas no merece una frase completa de tus labios – rio su hermano codeando al chico.
Suspiro. Por suerte ya se había acostumbrado a morderse la lengua y solo acomodo el peso del instrumento que llevaba en el hombro.
Santana no era muy buena con sus manos, por no decir lo torpe que podía llegar a ser en momentos de frustración.
El crujido que sonó apenas se cayó al suelo asusto a Santana que ensancho los ojos de la sorpresa.
-Oh no – murmuro la morena negando.
Sebastian fue el más rápido que se lanzo al suelo y lo tomo con su mano libre – Permite, no creo que le haya pasado nada.
Se lo tendió con una sonrisa cálida pero fue Brittany quien se lo arrancho enojada por haberle ganado el violín.
-Gracias – dijo frágil y entrecortadamente Santana.
-¡Chicos! – chillo el señor López – Ya es hora de irnos – informo avanzando – Un gusto Sebastian.
-Igualmente señor.
-Nos vemos en las practicas – se despidió Jake golpeando sus puños con él y siguiendo a su padre.
-Hasta luego señoritas – dijo con un tono de pedante que enojo mas a la rubia pero que Santana paso desapercibido y hasta le gusto la confianza que desprendía.
-Adiós, un gusto.
-Chau – dijo seca Brittany empezando a andar hasta su respectivo auto.
-Nos vemos por ahí Santana – añadió antes de entrar a la parte trasera del auto y dejando desconcertada.
Se cruzo de brazos alzando las cejas por lo raro que le resultaba todo eso. Ya conocía al chico pero jamás había tenido eso con alguien. Le cayó bien eso era un hecho.
-¡Santana! – grito su padre sacándola de sus pensamientos.
-Ya era hora – rio un hombre parándose de su escritorio.
-Supongo – rio apagada Santana con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón - ¿Me perdí de algo?
-Sí , algunos correos te llegaron – pensó Kurt dejándole la computadora - ¡A si! Tu madre llamo y…
-Ya hable con ella – lo corto retirando la silla giratoria negra y sentándose en ella.
-Que genio – rio entre dientes, estaba risueño por verla ahí y no se iba a desaparecer - ¿Vas a escribir algo? O…
-Ya veré, ahora por favor déjame sola – le dijo haciendo un movimiento con su mano para que se fuera.
-De acuerdo, te veo para el almuerzo – se despidió saliendo y cerrando la puerta.
Entro a su correo privado, aun lo seguía usando. Era lo más efectivo que tenia.
Todo eran correos de editoriales y uno que otro lector desesperado por que lean algo y le den su opinión. Ella prefería no hacerlo por principios, no quería leer algo que le era imposible publicar.
Hasta que alcanzo a leer uno, tenía unos días de antigüedad pero el destinatario fue lo que más le llamo la atención.
De: Sebastian Smythe.
Para: Santana López.
Queridísima señorita, le informo que en unos días estaré por Londres.
Me haría un honor si me dejara hospedar en su humilde hogar, tenemos mucho de qué hablar.
Muchos Cariños
PD: Te extraño San, espero que estés bien y suerte con la premoción pero ya sé que ganaras y yo como tú nunca me equivoco.
Al principio rio en voz baja, seguía siendo el mismo pedante de toda la vida.
Pero ahora al menos tenía un razón para alegrarse , que alguien “familiar” viniera la hacía sentir esa chispa de alegría.
Esa mañana escribió unos cuantos borradores y respondió algunos correos, la querían de guionista para una película pero tenía que discutirlo con Kurt además que no era lo suyo eso del cine.
Antes del ir al almuerzo decidió contestarle a Sebastian, tenía que hacerlo.
De: Santana Lopez.
Para: Sebastian Smythe.
Queridísimo señor, le informo que nada seria más dulce para mi vida que poder brindarle mi hogar.
Mándeme la hora y el vuelo para ir a recibirlo como se merece una celebridad como usted.
“Muchos Cariños”
PD: Sigues siendo el mismo Smythe, muero por verte.
Le dio a enviar y se paro inquieta, se estaba dejando envolver de nuevo. Ese libro fue la puerta abierta para todo esto.
Quizás una parte de ella lo sabía, fantasmas del pasado volverían con él y fue algo que no le importo.
-Yo no coquetee con el – repitió por milésima vez sintiendo como se empezaba a enojar y como la prendo superior la estaba sofocando.
-Yo creo que si – suspiro exasperada tirando el violín al rincón donde siempre estaba.
-Es un amigo de Jake, nada mas – insistió – Ni siquiera sabía su nombre – aclaro quitándose esa blusa blanca que tanto le incomodaba.
Se estiro haciendo sonar los huesos de su espalda y lanzando la prende dentro del armario.
Brittany la miro y trago saliva olvidando por un momento la cólera que la apoderaba.
-¿Me crees? Por favor no quiero discutir – le rogo buscando lo que sea que ponerse para cubrirse.
-Humm… puede ser.. no se… - dijo mirando como la suave piel de Santana se marcaba sobre su abdomen al estirarse para sacar un gancho de ropa.
-Te lo estoy diciendo, tienes que creerme y punto – exigió volteándose mientras metía cada mano dentro de la manga y la empezaba a abotonar.
Fue hasta ese momento donde se dio cuenta de lo que había echo, se dejo llevar por la cólera y hiso caso omiso a su presencia.
Se volteo disimuladamente sintiendo sus mejillas arder y tratando de abrocharse los botones lo más rápido posible pero sus manos le jugaban una mala pasada trabándose.
Brittany sonrió por lo tierna que se veía, había podido ver como su rostro se apoderaba poco a poco de la pena y un leve rubor de sus mejillas.
-¿Necesitas ayuda? – murmuro cerca de su oído rodeándola con sus brazos y tomando las manos de Santana.
Las dos estaban en un completa locura, no sabían que hacer pero lo único que estaban seguras era lo bien que se sentía esa cercanía.
Santana podía notar como los brazos de Brittany rozaban con su cintura y las llenas de sus dedos tocaban la piel desnuda de su vientre conforme abotonaba la blusa.
Cuando llego a su pecho ambas tragaron saliva, la respiración en su cuello hacia que sus sentidos la traicionaran.
La podía sentir por cada uno de ellos intensamente, intentaba cerrar los ojos y respirar pero cuando sintió los labios de la rubia sobre su oreja la perdió, perdió la poca cordura que tenia.
Ahí estaba Santana, viendo como el cuarto poco a poco se hacía más pequeño y ellas se pegaban mas y mas , podía palpar con seguridad la piel cálida y tersa mientras la recorría centímetro a centímetro hasta quedar en sus mejillas, tenía que seguir intentando, seguir buscando la forma de demostrarle lo mucho que la deseaba y la que quería.
No espero más y se lanzo a sus labios, en un desesperado pero a la vez pausado beso que despertó de la nada.
Era algo completamente diferente a lo que habían hecho, había demasiada pasión en esos besos. Demasiadas ansias que estaban acumuladas y salían esa noche.
Cayeron en la cama en un arrebato de Santana que quedo encima de ella. Metió su mano por debajo de la blusa verde que traía puesta y acaricio suavemente dándose el privilegio de que sus manos memorizan esa sensación. Esa increíble e incomparable sensación que tenia cada vez sus pieles rozaban o que sus labios se posaban uno sobre el otro.
Su lengua acaricio el labio inferior de la rubia dando leves masajes, notando como la pena iba desapareciendo. Sintiendo como las ganas que tenía eran más importantes en ese momento.
Podría estar en medio de toda una multitud pero no pararía, podría estar así por siempre.
Brittany no podía creer lo que estaba sucediendo, cuando Santana descendió sus besos hacia su cuello. Pudo tomar aire aunque eso no ayudo a que su respiración se calmara.
Botaba jadeos incontenibles causados por los besos y las caricias que le daba.
-¿Sa…San? – balbuceo una vez recuperada sintiendo como Santana se detenía de a pocos y ahora mordía el lóbulo de su oreja.
Santana hiso un sonido de quejido mientras se acostumbraba a una nueva posición con sus piernas a los lados de la cintura de la rubia.
Sin duda aquello la había echo perder el juicio, era un nuevo vicio que tenia. El sabor de Brittany.
Simplemente no podía parar, no quería parar. Ese sabor tan dulce que le daba pasar sus ya rosados y levemente hinchados labios por cualquier espacio minúsculo de piel la hacía querer quedarse así por una eternidad.
Las dudas ya no estaban, todos los problemas que podían existir se esfumaban y solo estaba ella.
-¿Brittany? – dijo después de unos segundo rozando su nariz con la de ella - ¿Sucede algo? – logro decir respirando pesadamente sobre sus labios y mordiendo su labio inferior.
La rubia negó abriendo los ojos y chocando con los ojos excitados y brillantes de Santana.
-Podría besarte entera– le susurro dejando un beso en su oreja y pasando por su cuello hasta su mentón con la punta de su lengua logrando que se removiera debajo de ella.
Sabía que perderían el control de la situación si continuaba y no le importaba pero fue Santana la que reacciono al ver su reflejo en esos ojos azules que estaban oscuros y más profundos que nunca.
-Siempre supe que tu eres especial Britt Britt – suspiro acomódadose encima de ella y dejando caricias en su rostro.
Cuando me miras a los ojos puedo sentirlo
Es algo que solo tú tienes, algo que tú me causas
No son solo besos, no es solo eso
¿Puedes sentirlo también?
Cruzar las líneas de la amistad , solo culpa al deseo que nos rodea.
Simplemente es eso, un deseo más, pero es el deseo que definirá tu vida y por el cual lucharas hasta el final.
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Muchas gracias por leer :) Espero que me dejen su comentario.
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Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por heathermylove Sáb Sep 21, 2013 5:59 pm
Que a bueno que no te hayas podido resistir y pusieras algo brittana, yo te lo agradezco mucho xD
Creo que ya más o menos entiendo que fue lo que paso para que se separaran o al menos me da una idea, aunque tal vez este equivocada :-)
Gracias por este capítulo, hasta la próxima.
Por cierto me llamo Miriam, chao.
Creo que ya más o menos entiendo que fue lo que paso para que se separaran o al menos me da una idea, aunque tal vez este equivocada :-)
Gracias por este capítulo, hasta la próxima.
Por cierto me llamo Miriam, chao.
heathermylove********- 
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Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por micky morales Sáb Sep 21, 2013 9:56 pm
yo tambien creo tener una idea pero me pregunto, ya sera muy tarde para ellas?
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Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por Anddy Rivera Morris Sáb Sep 21, 2013 11:16 pm
..Será increíble ver Datana, lo que me pesa es que Brittana acabara así sin más :c jeje
Oh Dani por favor no, un final triste no..
jeje
...
Sobre el capítulo, increíble! no tengo palabras, lo he amado :)
Oh Dani por favor no, un final triste no..
jeje...
Sobre el capítulo, increíble! no tengo palabras, lo he amado :)
Anddy Rivera Morris******* 
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FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por Twinkle Dani Miér Feb 05, 2014 12:12 pm
Bueno... Que puedo decir :c
Ante todo lo siento, se que ando desaparecida. Pero de a pocos estoy volviendo a escribir y al foro.
Ojala le den otra oportunidad al fic, que ya esta mas de la mitad (:
Este cap es laaaargo, así que espero que compense. Y el próximo será una sorpresa Brittana ;)
*Nota: Cuando este en cursiva es pasado (Flashback)*
Una semana había pasado, siete días completos. Siete días sin haberla visto, sin haberla oído y lo peor sin haberla besado.
Lo único que tenia era ese estúpido libro y a una novia gritona. Una novia que por más de amarla la hacía querer estrangularla.
Celos, regaños, consejos, todo podía volverse una catastrófica pelea si tenias de adversaria a Rachel Berry.
¿Quizás era una fase? Después de todo ese beso que tuvo fue algo malo, y tan solo el mal genio de Rachel era una forma en la que el universo la castigaba.
No lo sabía.
Lo único que supo es que esa noche, con el libro entre sus manos sintiéndose completamente patética decidió que algo debía hacer. ¿Estaría la señorita López dispuesta a ese tipo de proposiciones?
Quinn sonrió y salió con dirección a la editorial, hacerse amiga de Kurt había sido más provechoso de lo que pensó.
Las siete de la noche en punto, ni un minuto más un minuto menos.
Parada en medio del aeropuerto con las lleves de su coche aun en la mano decidió que lo mejor sería un cigarrillo para calentarse.
Miro la tabla en medio del lugar “Nueva York – Londres …….. 7:10 pm”
Aun tenía tiempo para prepararse psicológicamente para el encuentro.
Sebastian había sido alguien demasiado importante para su vida. Más para mal que para bien pero importante al fin y al cabo.
Recordó cómo se habían hecho amigos y la última vez que lo vio, hace poco más de tres años.
¿Cómo luciría? ¿Los años le habrían pasada igual que ella?
-Veo que aun conservas al viejo habito del tabaco – le murmuro alguien parado a su costado.
Era esa voz aterciopelada y varonil que siempre la había echo sentir cómoda.
-Siempre es bueno para calentarse.
Se miraron estudiándose, fijándose en lo nuevo y tratando de encontrar algo que viejo que los identificara.
Ahí estaba, Sebastian Smythe. El pasado estaba cada vez más encima de ella.
Se encontró con Rachel, era imposible evadirla.
Pero algo diferente había esa noche, los ojos chocolates de Rachel estaban cálidos y profundos. Algo había cambiado en ese corto tiempo que no estuvo con ella.
-¿Vas a salir? – le pregunto Quinn algo inquieta mientras caminaba por su propia sala.
Consiguió el número telefónico de Santana gracia al noble Kurt Hummel, que al parecer ya le había ganado confianza.
-No lo creo, mis compañeros de habitación andan en exámenes y no puedo llegar tarde – le contesto siguiéndola y abrazándola por detrás - ¿Y tú?
-Bueno, pues, pensaba ir a comprar un libro – mintió quitándole importancia – pero no me urge – termino lo dicho sonriendo por lo bien que se sentía su cercanía.
-Me alegra escucharlo – le murmuro enterrando su rostro en su espalda – Te e extrañado mucho.
Esa pequeña y coqueta oración hiso que Quinn perdiera la convicción de sus actos.
Se volteo lentamente hasta quedar cara a cara y acaricio su mejilla.
-Yo no puedo extrañarte – dijo sorprendiendo a la castaña – Porque siempre te llevo en mi corazón – completo sonriéndole cálidamente y causándole un delirio a Rachel.
¿Por qué las escritoras siempre conquistaran con frases baratas? ¿La gente no lo nota?
Al parecer Rachel no lo noto porque después de eso la beso, la beso como nunca antes lo había echo.
Quinn acaricio su cuello con una de sus manos mientras la otra presionaba de su espalda para acercarla más.
La historia de ellas fue tan espontanea como aquel beso, se conocieron en el instituto y nunca se hablaron. Dio la casualidad que fueron a la misma universidad, se hicieron amigas por conocidos y así como así un día la tensión fue tanta que terminaron en un beso sin fin en el cuarto de la rubia.
Ese cuarto al cual ahora se dirigían, completamente metidas en su papel. Rachel recorría desde el cuello hasta la correa de sus jeans estremeciendo a la rubia.
No espero más y la levanto por los muslos completamente excitada por sus caricias, ella sabía lo que hacía. Se conocían y complementaba a la perfección.
Quinn supo desde ese beso que Rachel era la indicada, lo tenía claro. Por supuesto nunca espero que su ídola la fuera a llamar al límite del deseo con un simple beso.
-¿Quinn? – la saco de sus pensamientos tomando su rostro con ambas manos – Tócame – le rogo botando un suspiro automático cuando sintió los labios de la rubia en el lóbulo de su oreja jugueteando mientras la acomodaba en la cama con ella encima.
Sus manos rápidas se paseaban por el dobladillo de su blusa subiéndola de a pocos.
Tenía que probarse a sí misma todo de nuevo, comenzar de cero sintiendo, viviendo y sobre todo disfrutando cada parte de ese cuerpo que tenía entre sus manos.
Mientras descendía dejando besos por su pecho ya descubierto recordó que siempre la había amado y nadie, ni siquiera Santana López, iba a cambiar eso.
-Vaya, esto sí que es digno de un López – se burlo caminando hacia el centro de la sala para dejar sus maletas.
-Bueno, esta mejor que cuando recién llegue.
¿Sarcasmo o realidad? No tenía idea.
-Eso no lo dudo – contesto de inmediato acercándose – Wouw ¿hace cuanto que no te relajas? – le pregunto alzando una mano y acariciando su rostro – Te ves tensa.
-Se llaman arrugas Smythe – bufo quitando su mano con un movimiento de la suya.
-No hables tonterías, tu eres joven y sexy – rio tomando su nariz entre dos dedos.
-Bueno – sonrió tomando su mano – Eso ya lo sé.
-¡Por cierto! Hablando de tu juventud – exclamo el chico soltándola y caminando hacia la ventana - ¿Andas sola? O sea me refiero ¿está bien que me quede? O…
-Si si – lo corto con media sonrisa caminando para acomodar sus maletas hacia la recamara – Me alegra tenerte por aquí.
Evasivas.
Esas eran las respuestas que daba sobre ese tema.
No podía evitar avergonzarse cuando lo tenía en frente. Lo veía más maduro pero a la vez con esa frescura que siempre tenía su porte.
-Vas a dormir en mi habitación.
Sebastian se volteo un segundo y la miro arqueando una ceja.
-¿Perdón? – le contesto acercándose y quitándole el peso – No pienso incomodarte San – le dijo con una dulce sonrisa – No es de caballeros.
-Es que mi departamento solo tiene una habitación, la otra la uso como biblioteca y….-
Sebastian se adentro por los pasillos viendo como todo estaba perfectamente limpio y tan al estilo Santana.
Las paredes de su habitación eran de un color avellana con bordes blancos y la enorme cama tenía un cobertor dorado suave que te invitaba a echarte, en especial después de un vuelo algo pesado.
-No te preocupes, pensé que tendrías espacio pero mañana mismo busco un hotel o algo – comento quitándole importancia.
-No me parece Sebastian, así pasaríamos menos tiempo juntos además que es un gasto innecesario y….
El chico se sorprendió no solo por lo de “gasto innecesario” ya que a su amiga se le conocía por una derrochadora por excelencia sino por sus intenciones de pasar todo el tiempo posible con él.
-Hagamos algo, hoy dormiremos juntos hasta que consigamos un sofá-cama o algo – le sugirió sacándose el abrigo y acomodándolo en el respaldo de un sillón.
La expresión en el rostro de Santana era no sola de asombro sino de mofa, una burla se empezó a formar en su sonrisa anticipando las intenciones de Sebastian.
-No lo creo – rio en voz baja caminando hasta estar frente a él – El sofá de la sala es muy cómodo y duermo seguido en el.
-¿Prefieres un sofá frio y duro que compartir tu cama conmigo? – la reto con la misma expresión en su rostro.
Parecían gemelos en ese momento, físicamente no tenían nada en común pero ellos sabían que en su interior eran exactamente iguales.
-No caeré en tus juegos Smythe, ya me salió muy caro acostarme contigo una vez.
-Vamos Santana, soy gay y tu lesbiana – se burlo despeinándola un poco – No pasara nada entre los dos en una cama.
Sonrió de lado al escuchar esas palabras, la relajaban mucho aunque no le diera importancia.
-Claro – dijo el alargando la ultima letra – A menos que sigas siendo una lesbiana con resbalones – rio con su típica sonrisa de burla y picardía - ¿Los tienes? – le murmuro acercándose y rozando sus largos dedos por su brazo desnudo causándole escalofríos.
¿Siempre tenían que terminar asi?
A la mañana siguiente Quinn sintió como Rachel se despedía de ella con un beso en la frente, pero no abrió los ojos. Pudo sentir la puerta de su habitación cerrarse y luego a lo lejos la puerta de la casa.
Estaba sola.
Se levanto cansada en busca de su teléfono, marco enseguida el numero que la mando Kurt pero parece que todo estaba en contra. La mandaba a la buzón de voz.
No quería un mensaje, no. Ella necesitaba la maldita respuesta ¿Qué sucedió con Brittany?
¿Le pasaría exactamente lo mismo a ella?
Porque sentía que poco a poco su historia llegaba a un final inevitable.
Se sentó en el filo de la cama y miro sus pies sin saber que pensar o decir. Lo único que sabía era que el libro no tenía la respuesta, eso era claro. Solo Santana López tenía el poder, y la mataba tener que verla de nuevo pero su curiosidad como siempre era más fuerte que cualquier lógica.
Así que empezó a buscar su ropa e hiso lo que creía correcto. Salir en busca de esa escritora ególatra pero que podía ser el ser más hermoso del mundo.
Sentaba en los jardines de su escuela, justo al lado de la gran biblioteca que estaba a su disposición.
Había pedido un libro algo antiguo que le llenaba el corazón de vida, la hacía sorprenderse como nadie. Podía sentir que todo aquello que leía era real y que esos sentimientos que
plasmaron ahí quedarían por la eternidad.
Estaba a punto de terminarlo. Pero tenía mucho sueño, la noche anterior sus padres habían tenido una cena de negocios y la hicieron quedarse hasta lo último.
Odiaba eso, pero simplemente lo dejaba pasar. Su madre ya le había demostrado lo que era capaz de hacer tirando todos sus libros, libros que le costó muchísimo obtener.
Se saco sus gafas de lectura y las puso encima de su cabeza sintiendo sus ojos pesados.
Miro su reloj y era apenas medio día, su clase había sido transferida a la tarde así que tenía que quedarse ahí.
Se paro para estirarse, tendría que hablar con Brittany para explicarle aunque lo más seguro es que cuando llegue a su casa ella ya esté ahí.
De pronto dos siluetas que venían hacia ella le llamaron mucho la atención. En realidad no caminaban hacia ella, pero la paranoia le hiso pensar así.
Los miro tan interesada que los chicos compartieron una sonrisa pedante en sus rostros, cosa que Santana no noto por la distancia.
La morena se sentado de nuevo apoyada en el árbol y retomo su lectura, pero ya era tarde.
-Buenas tardes Santana – saludo el chico deteniéndose frente a ella con la manos hacia atrás – Que sorpresa encontrarte por aquí – añadió con una sonrisa más amable.
Santana recordó lo mal que le había caído ese chico a Brittany y trago saliva. No quería hablar con él, no quería tener nada que ver con el. Que ilusa fue.
-Buenas tardes – contesto sin dejar de ver el libro – Disculpa pero tengo una prueba y necesito estudiar.
-Entiendo pero ¿Quizá pueda ayudarte? – dijo el tomando el libro que tenía entre sus manos haciendo que la pequeña chica a su lado riera un poco al ver la expresión de desconcierto e ira del rostro de Santana – He leído Crimen y Castigo más de una vez, es muy bueno.
-¿Verdad que si? – contesto Santana con una sonrisa por al fin encontrar a una persona que compartiera un gusto literario con ella.
-Claro que si, como juegan con la conciencia y el remordimiento del hombre es exquisito – comento con una sonrisa autentica y sin tapujos.
-¿No te recuerda un poco a “El Corazón Delatador” de Edgar Allan Poe? Tienen mucha similitud – debatió Santana – Yo creo que se inspiro en el.
-¡Oh! Fan de Poe ¿Quién lo diría? – reia Sebastian invitando a su amiga a sentarse a su lado – Ella ama el misterio perturbador que tiene Poe – dijo señalándola.
-¿Si? Ya he leído casi todos sus libros y son demasiado atrayentes – dijo sin pensarlo pero avergonzándose al instante por el énfasis que le dio a la frase.
-Lo sé – rio por primera vez la chica dejando escapar una hermosa voz – Me gustan lo raros que son, fuera de lo común – ronroneo con una voz atrayente.
De manera imprevista congeniaron casi al instante empezando un debate entre autores y corrientes literarias que no parecían tener fin.
Sin darse cuenta ya no solo hablaban de libros, sino de música, películas, actores, incluso un poco de su vida personal. Las horas pasaron sin darse cuenta y Sebastian se puso de pie preocupado.
-¡Rayos! – dijo asustado – llegare tarde a la práctica de futbol – les informo tomando su mochila y colgándole por los hombros - ¿Nos vemos luego? – se despidió besando a ambas en la mejilla un poco más relajado.
-Ya los sabes Smythe – rio la chica rubia con una enorme sonrisa.
-Un gusto Sebastian – se despidió educadamente. De la única manera que sabia - Que te diviertas – añadió agitando su mano viendo como se alejaba a paso veloz.
-¿Así que te gusta mucho la literatura? – comento la chica rompiendo el silencio una vez estando solas.
-Sí, es algo que me fascina.
-Genial – le sonrió – A mí me gusta pero soy más una lectora selectiva, lo mío se va mas a la música ¿Sabes?
-Enserio ¿Tocas algo? – pregunto la morena entusiasmada.
-Claro, guitarra, piano, batería – comento mirando al cielo – Lo que sea que me pongas al frente yo lo puedo tocar. Veras, los instrumentos para mí son especiales y únicos, cada uno se distingue demasiado del otro pero aun así comparten similitudes muchos aspectos, son como las personas si te pones a pensar – rio mirándola con los ojos entrecerrados.
-¿Las personas? – rio Santana por lo absurdo que sonaba – Explícate – se burlo con una sonrisa pedante.
-Cada instrumento es un mundo diferente, como un piano y una guitarra, o en este caso como tú y yo, – le dijo seria pero con una sonrisa cálida – Lo tuyo son los libros, el conocimiento, la fantasía, en fin, que se yo – rio nerviosa por no encontrar las palabras – Y lo mío son las canciones, los acordes, melodías – suspiro jugando con sus manos – Pero si lo piensas el fin es el mismo, dar a conocer una historia, un punto de vista. Expresarte de una manera intima y personal hacia la sociedad – se quedo en silencio dejando que Santana analizara la idea, y vaya que lo estaba haciendo - ¿Qué dices? Me explique bien – le respondió alzando la cejas haciendo que toda burla desapareciera del rostro de la morena.
-Perfecto – dijo de inmediato – Eso fue muy acertado – suspiro mirando a la nada y pensando en eso en común que se supone que tenía con Brittany pero no pudo hallarlo.
¿Sabía algo de su vida a parte de la que compartía con ella? Ni siquiera sabía el nombre de sus amigos del instituto.
-¿Sucede algo? – pregunto la misteriosa chica preocupada por el rostro que veía.
-No, estoy bien – dijo tomando su bolso de repente.
-¿Estás segura?– le dijo con sinceridad - No luces bien – volvía a cuestionar al notar su ceño fruncido.
-¿Sabes? Tienes razón, no estoy bien – suspiro mordiéndose el labio – Nada está bien – se quejo recordando lo que le esperaba en casa.
Por un momento pensó que su vida sería más fácil al dejarse llevar por los demás, pero solo resulto que eso no solo la enredo mas, sino que la hacía sumamente infeliz. Al punto de tener que leer a escondidas o no poder describir la relación que tenia con Brittany.
-Hey tranquila, todo irá bien – la consoló tomando su hombro casi sin rozarlo – Piensa que tu vida en un libro – rio haciendo que se le formara una sonrisa – Hablo enserio – insistió – Tu eres la protagonista, tú misma escribe que quieres que suceda.
-¿Enserio? – Rio la latina - ¿Y si es algo imposible?
-Nada es imposible – dijo ofendida – Para un ángel no creo que existan limitaciones – aseguro regalándole una sonrisa que no precisamente era de amistad.
No sabía cómo pero ahí estaba, con un rostro probablemente desastroso y una expresión de cansancio en rostro.
Ya no había marcha atras después de tocar ese timbre.
Espero unos segundos pero todo estaba en silencio. Toco de nuevo.
Se quedo plantada cuando la puerta se abrió de pronto y no encontró lo que esperaba.
-¿Puedo ayudarte? – pregunto el chico con la puerta abierta y aun en pijama.
Un pijama que precisamente no era apropiado para salir a la calle y menos en una fría mañana en Londres.
-Si – dijo creyendo haberse equivocado de piso o de número porque no reconocida de nada a ese joven que se paseaba sin camiseta con mucha confianza por ese departamento – Busco a Santana, Santana López ¿Esta acaso aquí? – pregunto dejándose llevar por la vista y posándola en el tatuaje que tenía el chico en las costillas.
-Aun está en la cama – comento pesadamente tapándose un bostezo.
-Entiendo – murmuro la rubia apenada por la situación - ¿Podrías decirle que vino Quinn Fabray por favor?
-No hay problema – le contesto - ¿Son amigas? – pregunto curioso al notar la juventud y belleza que desprendía su rostro.
-Se podría decir que si – dijo ella al recordar su ultima charla.
-Entonces pasa – le contesto con una sonrisa – Estoy seguro que se levantara en unos minutos, no me gustaría que se enfade conmigo por correrte – rio.
-No es necesario enserio – lo corto sonrojándose – No tiene importancia – mintió.
-Si vienes hasta aquí un domingo en la mañana seguro la tiene – comento – Estoy seguro que tienen algo de qué hablar – dijo el risueño.
-¿Hablar con quien Sebastian? – Dijo una voz abriendo por completo la puerta y sorprendiéndose con lo que vio – Oh, buenos días. Que sorpresa que estés aquí – murmuro frunciendo un poco el seño – Por favor pasa – dijo de inmediato tomándola de la muñeca.
-No creo que funcione así – rio nerviosa – Mi vida es muy aburrida de todas modos.
-Podemos cambiar eso – rio poniéndose de pie.
-¿A dónde vas?
-No lo sé – se sincero – Pero no cambiaras nada sentada ahí.
-¿Y si no quiero cambiar nada? ¿No has pensado eso?
-¡Vamos! Todos queremos cambiar algo Santana. La familia, amigos…
-No tengo muchos amigos, y mi familia me ignora casi todo el tiempo aunque claro, siempre están ahí para recalcarme mis errores, eso te lo aseguro.
-Tú no tienes porque aguantar los reclamos de nadie y cualquiera daría lo que sea por ser tu amigo.
-Si tú lo dices – rio poniéndose de pie – Hay algo mas – suspiro.
-¿Amor tal vez? – pregunto notando la nostalgia en la mirada de Santana.
-No debería hablar de esto con una desconocida – se apresuro a decir mientras negaba.
-Pues conóceme, me llamo Danielle – dijo tendiéndole la mano – Aunque tú puedes decirme Dani – ronroneo como Santana ya había oído antes mientras estrechaban sus manos – Un gusto señorita Santana – rio contagiándola.
-Siéntate por favor – dijo señalando el mueble mientras tallaba sus ojos.
-Enserio disculpa – repetía aun parada lado del chico sintiéndose intimidada al – No pretendía interrumpirte o fastidiarte solo…
-Quinn cállate ¿Si? – Dijo yendo hacia la cocina – Solo siéntate por favor, tu voz me está irritando.
-Santana tus modales ¿Dónde quedaron? – se burlo el chico caminando con dirección a la habitación – Discúlpala – rio alejándose.
Quinn miraba para todos lados tragando saliva.
No sabía que sucedía entre esos dos pero de que había confianza, la había.
-Hey ven – oye la voz de Santana llamarla - ¿Quieres café?
Camino despacio sintiendo sus botas desencajadas al chocar contra el suelo resbaloso de la cocina.
-En serio discul…
-¿Quieres que te golpee no? – rio Santana volteando y cruzándose de brazos mostrando una sonrisa dormilona – No mas disculpas, por favor.
-Lo sien.. – Se corto de inmediato contagiándose de la risa y sintiendo sus mejillas arder – Entiendo – suspiro mirando a una esquina del techo – Pero quiero que sepas que no vengo a molestar o algo parecido.
-Ya lo dejaste muy claro – dijo llenando la cafetera y acercando las tazas – Me gustaría saber entonces el motivo de tu visita.
-Pues… veras… Estos días estuve pensando mucho – suspiro – Y me gustaría hacer un trato contigo…
-¿Un trato? – Se intereso juntando sus cejas - ¿Qué especie de trato? Yo no soy…
-¡Santana! ¿Me puedo duchar? – gritaron del otro lado de la casa a todo pulmón desconcertando a la latina y de paso asiendo que Quinn diera un brinco.
-Este idiota – rio caminando hacia la sala - ¡No soy tu madre Smythe! – Grito volviendo – Discúlpame ¿decías?
-Quizás no sea un buen momento para hablar de esto, yo no pensé que estuvieras con alguien y…
-¡Wouw! Ese “estuvieras con alguien” sonó raro – la corto – Es mi amigo y se va a quedar unos días, así que lo mejor es que pares a tu morbosa imaginación.
-¿Qué esperabas que piense? Me abrió desnudo.
-¡Oh! La santa nunca ha visto a un chico sin camiseta – rio tomando un cerveza de su nevera – Supéralo – dijo empanzando a tomar de ella.
-¿Estas ebria? – pregunto acercándose y quitándole la botella.
-¿Estas jodiendome? – Rio golpeándola en el hombro – En serio estás loca – añadió negando y mirando el suelo.
-No deberías tomar tan temprano.
-Es mi vida.
-Tu vida es mi libro favorito, creo que tengo poder sobre ella – rio con media sonrisa dejando la botella en la mesa – Escucha, tu y yo podemos ayudarnos mucho ¿Sabes?
-¿Ayudarnos?
-Tu dijiste que odias a tu pasado, que tu vida no parece avanzar – comento sintiendo como la situación se ponía seria – Pero que conmigo cambia, y yo …yo también siento lo mismo. Me gustaría saber si podríamos usar esto a nuestro favor.
-Vaya pensé que volverías con tu novia, no esperaba este tipo de proposiciones.
-Si volvimos – dijo tragando saliva avergonzada – Pero no cambia nada.
-¿Así que no son novias? – pregunto Dani caminando por la acera de la escuela.
-Por supuesto que no, es una chica Dani. Mujer – se quejaba apretando los labios – Jamás podría, la sociedad, mis padres, yo misma.
Dani reía y negaba a la vez con ojos de misericordia.
-Esta jodida, en serio que lo estas. Creo que tus padres te han traumado demasiado con todo esto de ser perfecta.
-¿Tú crees? – rio la latina relajándose.
-Debes soltarte un poco, hablar bien con esta chica que te gusta y ser clara.
-¿Más? – Volvía a gruñir – Ella siempre termina ganando, soy como la estúpida marioneta de todos.
-No entiendo.
-Yo no era así, al menos nunca pretendía serlo – se sinceraba explicándole su vida – Me gustaba retar a los demás, no dejarme aplastar por nadie.
-Eso suena mucho mejor, me hubiera gustado conocer a esa Santana.
-Lastima, ella ahora es esta persona sin opinión propia.
-¿Y tu casi novia que tiene que ver con tu problema de personalidad?
-Seguí su consejo – suspiro – Ella me rogaba que sea buena, que no me meta en problemas y así todo nos iría bien.
-Que porquería – dijo seria – Esa chica no puede hacerte eso.
-Puede hacer lo que quiera conmigo – le dijo con una enorme sonrisa – Me volvería lo que sea con tal de verla feliz.
-Solo quiero que me ayudes a entender esto que me está pasando Santana.
-Me pides mucho – suspiro – Pero podemos intentarlo supongo. Solo quiero saber si estas completamente segura.
-No, no lo estoy – murmuro rápidamente – Pero si no lo hago ahora, después será muy tarde.
-Si es lo que quieres Quinn – dijo sin muchas ganas mientras tomaba de su taza de café - ¿Puedo saber porque yo? – rio apenada con media sonrisa.
-¿Por qué no? – Respondió sonriente – No puedes negar que tenemos mucha química – rio dejándole un beso en la mejilla haciendo que pierda cualquier confianza de ella misma – Nos vemos mañana.
-No llegues tarde – le advirtió siguiéndole y abriéndole la puerta – En serio eres más extraña de lo que pensaba.
Quinn solo sonrió y se despidió con un movimiento de mano mientras se daba la vuelta y caminaba feliz por haber cumplido otro de sus caprichos.
Llego a su casa caminando sintiendo un frio en su cuerpo, camino y no fue hasta al notar la mesa lo tarde que se había hecho.
-¿Dónde has estado? – pregunto su madre dejando su plato y mirándola extrañada.
-En la escuela – dijo mirando a todos y como esa cena parecía algo especial – Tenía un curso en la tarde.
-¿Y no podías llamar a Apolo? Estábamos preocupados – resonó la voz de su padre.
-Estaba con una amiga, no tenían de que preocuparse – seguía su educación y protocolo para mantener una conversación sin volverla discusión. Pero le estaba costando.
Miro a Susan y a Brittany juntas, perfectamente vestidas y no solo eso. Estaban Noah y sus padres al otro lado.
-¿Dónde está tu blazer? – dijo su madre poniéndose de pie y acercándose a ella para hacerla subir a cambiarse.
-Se lo preste a mi amiga, ella estaba muy desabrigada – dijo de inmediato empezando a avergonzarse – Me iré a cambiar – se apresuro a caminar sintiendo como su madre la seguía.
-¿Qué ha sucedido Santana? – Dijo seria una vez solas en su habitación – Mírate – gruño señalando como su ropa estaba totalmente desarreglada – Como pudiste olvidar la cena en honor a tu hermano, ingresar a la universidad es un logro inolvidable.
-Solo lo olvide ¿De acuerdo? Puedes irte – ordeno sintiendo como abrían la puerta y entraban Brittany y su madre desconcertando un poco a Santana.
-Maribel, han llegado más invitados y los hemos hecho pasar al patio – dijo Susan relajada tratando de contagiar ese sentimientos.
Pero nada la iba a hacer desertar de su misión, se saco toda la ropa y la arrojo al suelo son importar que. Tomo el vestido que sea, uno negro que estaba a la mano y se lo puso caminando hacia su baño.
-No me hables así por favor – dijo tranquila su madre – No hagas que todo el orgullo que me haces sentir desaparezca.
No pudo evitarlo, las risas salieron naturalmente de su cuerpo.
-¿Qué desaparezca? – reía poniéndose un gancho para sujetar su flequillo y tomando unos tacones – No me importaría matar ese orgullo ¿Sabes? Una persona tiene un tope mamá – suspiro – Te quiero, pero yo no seguiré fingiendo ser alguien más por ti. Ni por nadie – enfatizo mirando directamente a Brittany dejándola estática en medio de la habitación – Hoy supe que prefiero no tener nada a ser un completa desconocida para mí misma – dijo poniéndose los zapatos y tomando la ropa para hacerla un ovillo – Lo siento, espero que no me odies – murmuro entregándosela y saliendo hacia la sala con lagrimas a punto de escapar de sus ojos.
-¿Qué paso allí arriba? – murmuro Brittany sintiéndose completamente perdida.
-Nada, lo de siempre supongo.
-¿No se supone que habías cambiado? – rio negando con notorio sarcasmo.
-¿Te quieres decidir de una maldita vez? – dijo subiendo un poco la voz pero aun entre susurros.
Santana decidió ignorarla y camino por su patio que ya se encontraba lleno de familiares y amigos cercanos saludando efusivamente a Jake que estaba con una gran sonrisa en el rostro.
-¿De qué hablas? – dijo alcanzándola y tomándola por el hombro.
-Dime ¿Cómo quieres que sea? – La reto – No te gusta que sea malcriada, pero tampoco te gusta que me deje mandar. Así que dime ¿Qué te gusta? – se quejo frunciendo el ceño.
-Me gustas tú, tal cual eres – le dijo soltándola y sintiendo su sangre hervir – ¿Por qué tienes que tratarnos así? Deje de ser tan engreída y crece de una vez.
Pensar que esas palabras salieron de la boca de Brittany hizo que Santana sonriera involuntariamente.
-Para que sepas, esta soy yo – rio – Discúlpame si te decepcione.
Hay personas que sin querer te marcan. Sebastian. Danielle. Pero ellos solo eran el detonante para que el enorme problema que tenia Santana salga a la luz.
Sé que esta algo raro pero tengo que cogerle el ritmo de nuevo (:
El próximo será en su mayoría un flashback Brittana! Y se viene algo bueno para ellas, al menos en el pasado jijij
Muchas gracias por leer! Espero que me dejen su comentario, me ayudare a saber si aun tengo esperanzas con el fic. Saludos!
Ante todo lo siento, se que ando desaparecida. Pero de a pocos estoy volviendo a escribir y al foro.
Ojala le den otra oportunidad al fic, que ya esta mas de la mitad (:
Este cap es laaaargo, así que espero que compense. Y el próximo será una sorpresa Brittana ;)
*Nota: Cuando este en cursiva es pasado (Flashback)*
Capítulo 9
Realidades Paralelas
Realidades Paralelas
Una semana había pasado, siete días completos. Siete días sin haberla visto, sin haberla oído y lo peor sin haberla besado.
Lo único que tenia era ese estúpido libro y a una novia gritona. Una novia que por más de amarla la hacía querer estrangularla.
Celos, regaños, consejos, todo podía volverse una catastrófica pelea si tenias de adversaria a Rachel Berry.
¿Quizás era una fase? Después de todo ese beso que tuvo fue algo malo, y tan solo el mal genio de Rachel era una forma en la que el universo la castigaba.
No lo sabía.
Lo único que supo es que esa noche, con el libro entre sus manos sintiéndose completamente patética decidió que algo debía hacer. ¿Estaría la señorita López dispuesta a ese tipo de proposiciones?
Quinn sonrió y salió con dirección a la editorial, hacerse amiga de Kurt había sido más provechoso de lo que pensó.
………………………………………………………..
Las siete de la noche en punto, ni un minuto más un minuto menos.
Parada en medio del aeropuerto con las lleves de su coche aun en la mano decidió que lo mejor sería un cigarrillo para calentarse.
Miro la tabla en medio del lugar “Nueva York – Londres …….. 7:10 pm”
Aun tenía tiempo para prepararse psicológicamente para el encuentro.
Sebastian había sido alguien demasiado importante para su vida. Más para mal que para bien pero importante al fin y al cabo.
Recordó cómo se habían hecho amigos y la última vez que lo vio, hace poco más de tres años.
¿Cómo luciría? ¿Los años le habrían pasada igual que ella?
-Veo que aun conservas al viejo habito del tabaco – le murmuro alguien parado a su costado.
Era esa voz aterciopelada y varonil que siempre la había echo sentir cómoda.
-Siempre es bueno para calentarse.
Se miraron estudiándose, fijándose en lo nuevo y tratando de encontrar algo que viejo que los identificara.
Ahí estaba, Sebastian Smythe. El pasado estaba cada vez más encima de ella.
………………………………………………………………….
Se encontró con Rachel, era imposible evadirla.
Pero algo diferente había esa noche, los ojos chocolates de Rachel estaban cálidos y profundos. Algo había cambiado en ese corto tiempo que no estuvo con ella.
-¿Vas a salir? – le pregunto Quinn algo inquieta mientras caminaba por su propia sala.
Consiguió el número telefónico de Santana gracia al noble Kurt Hummel, que al parecer ya le había ganado confianza.
-No lo creo, mis compañeros de habitación andan en exámenes y no puedo llegar tarde – le contesto siguiéndola y abrazándola por detrás - ¿Y tú?
-Bueno, pues, pensaba ir a comprar un libro – mintió quitándole importancia – pero no me urge – termino lo dicho sonriendo por lo bien que se sentía su cercanía.
-Me alegra escucharlo – le murmuro enterrando su rostro en su espalda – Te e extrañado mucho.
Esa pequeña y coqueta oración hiso que Quinn perdiera la convicción de sus actos.
Se volteo lentamente hasta quedar cara a cara y acaricio su mejilla.
-Yo no puedo extrañarte – dijo sorprendiendo a la castaña – Porque siempre te llevo en mi corazón – completo sonriéndole cálidamente y causándole un delirio a Rachel.
¿Por qué las escritoras siempre conquistaran con frases baratas? ¿La gente no lo nota?
Al parecer Rachel no lo noto porque después de eso la beso, la beso como nunca antes lo había echo.
Quinn acaricio su cuello con una de sus manos mientras la otra presionaba de su espalda para acercarla más.
La historia de ellas fue tan espontanea como aquel beso, se conocieron en el instituto y nunca se hablaron. Dio la casualidad que fueron a la misma universidad, se hicieron amigas por conocidos y así como así un día la tensión fue tanta que terminaron en un beso sin fin en el cuarto de la rubia.
Ese cuarto al cual ahora se dirigían, completamente metidas en su papel. Rachel recorría desde el cuello hasta la correa de sus jeans estremeciendo a la rubia.
No espero más y la levanto por los muslos completamente excitada por sus caricias, ella sabía lo que hacía. Se conocían y complementaba a la perfección.
Quinn supo desde ese beso que Rachel era la indicada, lo tenía claro. Por supuesto nunca espero que su ídola la fuera a llamar al límite del deseo con un simple beso.
-¿Quinn? – la saco de sus pensamientos tomando su rostro con ambas manos – Tócame – le rogo botando un suspiro automático cuando sintió los labios de la rubia en el lóbulo de su oreja jugueteando mientras la acomodaba en la cama con ella encima.
Sus manos rápidas se paseaban por el dobladillo de su blusa subiéndola de a pocos.
Tenía que probarse a sí misma todo de nuevo, comenzar de cero sintiendo, viviendo y sobre todo disfrutando cada parte de ese cuerpo que tenía entre sus manos.
Mientras descendía dejando besos por su pecho ya descubierto recordó que siempre la había amado y nadie, ni siquiera Santana López, iba a cambiar eso.
…………………………………………………………………………
-Vaya, esto sí que es digno de un López – se burlo caminando hacia el centro de la sala para dejar sus maletas.
-Bueno, esta mejor que cuando recién llegue.
¿Sarcasmo o realidad? No tenía idea.
-Eso no lo dudo – contesto de inmediato acercándose – Wouw ¿hace cuanto que no te relajas? – le pregunto alzando una mano y acariciando su rostro – Te ves tensa.
-Se llaman arrugas Smythe – bufo quitando su mano con un movimiento de la suya.
-No hables tonterías, tu eres joven y sexy – rio tomando su nariz entre dos dedos.
-Bueno – sonrió tomando su mano – Eso ya lo sé.
-¡Por cierto! Hablando de tu juventud – exclamo el chico soltándola y caminando hacia la ventana - ¿Andas sola? O sea me refiero ¿está bien que me quede? O…
-Si si – lo corto con media sonrisa caminando para acomodar sus maletas hacia la recamara – Me alegra tenerte por aquí.
Evasivas.
Esas eran las respuestas que daba sobre ese tema.
No podía evitar avergonzarse cuando lo tenía en frente. Lo veía más maduro pero a la vez con esa frescura que siempre tenía su porte.
-Vas a dormir en mi habitación.
Sebastian se volteo un segundo y la miro arqueando una ceja.
-¿Perdón? – le contesto acercándose y quitándole el peso – No pienso incomodarte San – le dijo con una dulce sonrisa – No es de caballeros.
-Es que mi departamento solo tiene una habitación, la otra la uso como biblioteca y….-
Sebastian se adentro por los pasillos viendo como todo estaba perfectamente limpio y tan al estilo Santana.
Las paredes de su habitación eran de un color avellana con bordes blancos y la enorme cama tenía un cobertor dorado suave que te invitaba a echarte, en especial después de un vuelo algo pesado.
-No te preocupes, pensé que tendrías espacio pero mañana mismo busco un hotel o algo – comento quitándole importancia.
-No me parece Sebastian, así pasaríamos menos tiempo juntos además que es un gasto innecesario y….
El chico se sorprendió no solo por lo de “gasto innecesario” ya que a su amiga se le conocía por una derrochadora por excelencia sino por sus intenciones de pasar todo el tiempo posible con él.
-Hagamos algo, hoy dormiremos juntos hasta que consigamos un sofá-cama o algo – le sugirió sacándose el abrigo y acomodándolo en el respaldo de un sillón.
La expresión en el rostro de Santana era no sola de asombro sino de mofa, una burla se empezó a formar en su sonrisa anticipando las intenciones de Sebastian.
-No lo creo – rio en voz baja caminando hasta estar frente a él – El sofá de la sala es muy cómodo y duermo seguido en el.
-¿Prefieres un sofá frio y duro que compartir tu cama conmigo? – la reto con la misma expresión en su rostro.
Parecían gemelos en ese momento, físicamente no tenían nada en común pero ellos sabían que en su interior eran exactamente iguales.
-No caeré en tus juegos Smythe, ya me salió muy caro acostarme contigo una vez.
-Vamos Santana, soy gay y tu lesbiana – se burlo despeinándola un poco – No pasara nada entre los dos en una cama.
Sonrió de lado al escuchar esas palabras, la relajaban mucho aunque no le diera importancia.
-Claro – dijo el alargando la ultima letra – A menos que sigas siendo una lesbiana con resbalones – rio con su típica sonrisa de burla y picardía - ¿Los tienes? – le murmuro acercándose y rozando sus largos dedos por su brazo desnudo causándole escalofríos.
¿Siempre tenían que terminar asi?
…………………………………………………………
A la mañana siguiente Quinn sintió como Rachel se despedía de ella con un beso en la frente, pero no abrió los ojos. Pudo sentir la puerta de su habitación cerrarse y luego a lo lejos la puerta de la casa.
Estaba sola.
Se levanto cansada en busca de su teléfono, marco enseguida el numero que la mando Kurt pero parece que todo estaba en contra. La mandaba a la buzón de voz.
No quería un mensaje, no. Ella necesitaba la maldita respuesta ¿Qué sucedió con Brittany?
¿Le pasaría exactamente lo mismo a ella?
Porque sentía que poco a poco su historia llegaba a un final inevitable.
Se sentó en el filo de la cama y miro sus pies sin saber que pensar o decir. Lo único que sabía era que el libro no tenía la respuesta, eso era claro. Solo Santana López tenía el poder, y la mataba tener que verla de nuevo pero su curiosidad como siempre era más fuerte que cualquier lógica.
Así que empezó a buscar su ropa e hiso lo que creía correcto. Salir en busca de esa escritora ególatra pero que podía ser el ser más hermoso del mundo.
………………………………………
Sentaba en los jardines de su escuela, justo al lado de la gran biblioteca que estaba a su disposición.
Había pedido un libro algo antiguo que le llenaba el corazón de vida, la hacía sorprenderse como nadie. Podía sentir que todo aquello que leía era real y que esos sentimientos que
plasmaron ahí quedarían por la eternidad.
Estaba a punto de terminarlo. Pero tenía mucho sueño, la noche anterior sus padres habían tenido una cena de negocios y la hicieron quedarse hasta lo último.
Odiaba eso, pero simplemente lo dejaba pasar. Su madre ya le había demostrado lo que era capaz de hacer tirando todos sus libros, libros que le costó muchísimo obtener.
Se saco sus gafas de lectura y las puso encima de su cabeza sintiendo sus ojos pesados.
Miro su reloj y era apenas medio día, su clase había sido transferida a la tarde así que tenía que quedarse ahí.
Se paro para estirarse, tendría que hablar con Brittany para explicarle aunque lo más seguro es que cuando llegue a su casa ella ya esté ahí.
De pronto dos siluetas que venían hacia ella le llamaron mucho la atención. En realidad no caminaban hacia ella, pero la paranoia le hiso pensar así.
Los miro tan interesada que los chicos compartieron una sonrisa pedante en sus rostros, cosa que Santana no noto por la distancia.
La morena se sentado de nuevo apoyada en el árbol y retomo su lectura, pero ya era tarde.
-Buenas tardes Santana – saludo el chico deteniéndose frente a ella con la manos hacia atrás – Que sorpresa encontrarte por aquí – añadió con una sonrisa más amable.
Santana recordó lo mal que le había caído ese chico a Brittany y trago saliva. No quería hablar con él, no quería tener nada que ver con el. Que ilusa fue.
-Buenas tardes – contesto sin dejar de ver el libro – Disculpa pero tengo una prueba y necesito estudiar.
-Entiendo pero ¿Quizá pueda ayudarte? – dijo el tomando el libro que tenía entre sus manos haciendo que la pequeña chica a su lado riera un poco al ver la expresión de desconcierto e ira del rostro de Santana – He leído Crimen y Castigo más de una vez, es muy bueno.
-¿Verdad que si? – contesto Santana con una sonrisa por al fin encontrar a una persona que compartiera un gusto literario con ella.
-Claro que si, como juegan con la conciencia y el remordimiento del hombre es exquisito – comento con una sonrisa autentica y sin tapujos.
-¿No te recuerda un poco a “El Corazón Delatador” de Edgar Allan Poe? Tienen mucha similitud – debatió Santana – Yo creo que se inspiro en el.
-¡Oh! Fan de Poe ¿Quién lo diría? – reia Sebastian invitando a su amiga a sentarse a su lado – Ella ama el misterio perturbador que tiene Poe – dijo señalándola.
-¿Si? Ya he leído casi todos sus libros y son demasiado atrayentes – dijo sin pensarlo pero avergonzándose al instante por el énfasis que le dio a la frase.
-Lo sé – rio por primera vez la chica dejando escapar una hermosa voz – Me gustan lo raros que son, fuera de lo común – ronroneo con una voz atrayente.
De manera imprevista congeniaron casi al instante empezando un debate entre autores y corrientes literarias que no parecían tener fin.
Sin darse cuenta ya no solo hablaban de libros, sino de música, películas, actores, incluso un poco de su vida personal. Las horas pasaron sin darse cuenta y Sebastian se puso de pie preocupado.
-¡Rayos! – dijo asustado – llegare tarde a la práctica de futbol – les informo tomando su mochila y colgándole por los hombros - ¿Nos vemos luego? – se despidió besando a ambas en la mejilla un poco más relajado.
-Ya los sabes Smythe – rio la chica rubia con una enorme sonrisa.
-Un gusto Sebastian – se despidió educadamente. De la única manera que sabia - Que te diviertas – añadió agitando su mano viendo como se alejaba a paso veloz.
-¿Así que te gusta mucho la literatura? – comento la chica rompiendo el silencio una vez estando solas.
-Sí, es algo que me fascina.
-Genial – le sonrió – A mí me gusta pero soy más una lectora selectiva, lo mío se va mas a la música ¿Sabes?
-Enserio ¿Tocas algo? – pregunto la morena entusiasmada.
-Claro, guitarra, piano, batería – comento mirando al cielo – Lo que sea que me pongas al frente yo lo puedo tocar. Veras, los instrumentos para mí son especiales y únicos, cada uno se distingue demasiado del otro pero aun así comparten similitudes muchos aspectos, son como las personas si te pones a pensar – rio mirándola con los ojos entrecerrados.
-¿Las personas? – rio Santana por lo absurdo que sonaba – Explícate – se burlo con una sonrisa pedante.
-Cada instrumento es un mundo diferente, como un piano y una guitarra, o en este caso como tú y yo, – le dijo seria pero con una sonrisa cálida – Lo tuyo son los libros, el conocimiento, la fantasía, en fin, que se yo – rio nerviosa por no encontrar las palabras – Y lo mío son las canciones, los acordes, melodías – suspiro jugando con sus manos – Pero si lo piensas el fin es el mismo, dar a conocer una historia, un punto de vista. Expresarte de una manera intima y personal hacia la sociedad – se quedo en silencio dejando que Santana analizara la idea, y vaya que lo estaba haciendo - ¿Qué dices? Me explique bien – le respondió alzando la cejas haciendo que toda burla desapareciera del rostro de la morena.
-Perfecto – dijo de inmediato – Eso fue muy acertado – suspiro mirando a la nada y pensando en eso en común que se supone que tenía con Brittany pero no pudo hallarlo.
¿Sabía algo de su vida a parte de la que compartía con ella? Ni siquiera sabía el nombre de sus amigos del instituto.
-¿Sucede algo? – pregunto la misteriosa chica preocupada por el rostro que veía.
-No, estoy bien – dijo tomando su bolso de repente.
-¿Estás segura?– le dijo con sinceridad - No luces bien – volvía a cuestionar al notar su ceño fruncido.
-¿Sabes? Tienes razón, no estoy bien – suspiro mordiéndose el labio – Nada está bien – se quejo recordando lo que le esperaba en casa.
Por un momento pensó que su vida sería más fácil al dejarse llevar por los demás, pero solo resulto que eso no solo la enredo mas, sino que la hacía sumamente infeliz. Al punto de tener que leer a escondidas o no poder describir la relación que tenia con Brittany.
-Hey tranquila, todo irá bien – la consoló tomando su hombro casi sin rozarlo – Piensa que tu vida en un libro – rio haciendo que se le formara una sonrisa – Hablo enserio – insistió – Tu eres la protagonista, tú misma escribe que quieres que suceda.
-¿Enserio? – Rio la latina - ¿Y si es algo imposible?
-Nada es imposible – dijo ofendida – Para un ángel no creo que existan limitaciones – aseguro regalándole una sonrisa que no precisamente era de amistad.
No sabía cómo pero ahí estaba, con un rostro probablemente desastroso y una expresión de cansancio en rostro.
Ya no había marcha atras después de tocar ese timbre.
Espero unos segundos pero todo estaba en silencio. Toco de nuevo.
Se quedo plantada cuando la puerta se abrió de pronto y no encontró lo que esperaba.
-¿Puedo ayudarte? – pregunto el chico con la puerta abierta y aun en pijama.
Un pijama que precisamente no era apropiado para salir a la calle y menos en una fría mañana en Londres.
-Si – dijo creyendo haberse equivocado de piso o de número porque no reconocida de nada a ese joven que se paseaba sin camiseta con mucha confianza por ese departamento – Busco a Santana, Santana López ¿Esta acaso aquí? – pregunto dejándose llevar por la vista y posándola en el tatuaje que tenía el chico en las costillas.
-Aun está en la cama – comento pesadamente tapándose un bostezo.
-Entiendo – murmuro la rubia apenada por la situación - ¿Podrías decirle que vino Quinn Fabray por favor?
-No hay problema – le contesto - ¿Son amigas? – pregunto curioso al notar la juventud y belleza que desprendía su rostro.
-Se podría decir que si – dijo ella al recordar su ultima charla.
-Entonces pasa – le contesto con una sonrisa – Estoy seguro que se levantara en unos minutos, no me gustaría que se enfade conmigo por correrte – rio.
-No es necesario enserio – lo corto sonrojándose – No tiene importancia – mintió.
-Si vienes hasta aquí un domingo en la mañana seguro la tiene – comento – Estoy seguro que tienen algo de qué hablar – dijo el risueño.
-¿Hablar con quien Sebastian? – Dijo una voz abriendo por completo la puerta y sorprendiéndose con lo que vio – Oh, buenos días. Que sorpresa que estés aquí – murmuro frunciendo un poco el seño – Por favor pasa – dijo de inmediato tomándola de la muñeca.
-No creo que funcione así – rio nerviosa – Mi vida es muy aburrida de todas modos.
-Podemos cambiar eso – rio poniéndose de pie.
-¿A dónde vas?
-No lo sé – se sincero – Pero no cambiaras nada sentada ahí.
-¿Y si no quiero cambiar nada? ¿No has pensado eso?
-¡Vamos! Todos queremos cambiar algo Santana. La familia, amigos…
-No tengo muchos amigos, y mi familia me ignora casi todo el tiempo aunque claro, siempre están ahí para recalcarme mis errores, eso te lo aseguro.
-Tú no tienes porque aguantar los reclamos de nadie y cualquiera daría lo que sea por ser tu amigo.
-Si tú lo dices – rio poniéndose de pie – Hay algo mas – suspiro.
-¿Amor tal vez? – pregunto notando la nostalgia en la mirada de Santana.
-No debería hablar de esto con una desconocida – se apresuro a decir mientras negaba.
-Pues conóceme, me llamo Danielle – dijo tendiéndole la mano – Aunque tú puedes decirme Dani – ronroneo como Santana ya había oído antes mientras estrechaban sus manos – Un gusto señorita Santana – rio contagiándola.
-Siéntate por favor – dijo señalando el mueble mientras tallaba sus ojos.
-Enserio disculpa – repetía aun parada lado del chico sintiéndose intimidada al – No pretendía interrumpirte o fastidiarte solo…
-Quinn cállate ¿Si? – Dijo yendo hacia la cocina – Solo siéntate por favor, tu voz me está irritando.
-Santana tus modales ¿Dónde quedaron? – se burlo el chico caminando con dirección a la habitación – Discúlpala – rio alejándose.
Quinn miraba para todos lados tragando saliva.
No sabía que sucedía entre esos dos pero de que había confianza, la había.
-Hey ven – oye la voz de Santana llamarla - ¿Quieres café?
Camino despacio sintiendo sus botas desencajadas al chocar contra el suelo resbaloso de la cocina.
-En serio discul…
-¿Quieres que te golpee no? – rio Santana volteando y cruzándose de brazos mostrando una sonrisa dormilona – No mas disculpas, por favor.
-Lo sien.. – Se corto de inmediato contagiándose de la risa y sintiendo sus mejillas arder – Entiendo – suspiro mirando a una esquina del techo – Pero quiero que sepas que no vengo a molestar o algo parecido.
-Ya lo dejaste muy claro – dijo llenando la cafetera y acercando las tazas – Me gustaría saber entonces el motivo de tu visita.
-Pues… veras… Estos días estuve pensando mucho – suspiro – Y me gustaría hacer un trato contigo…
-¿Un trato? – Se intereso juntando sus cejas - ¿Qué especie de trato? Yo no soy…
-¡Santana! ¿Me puedo duchar? – gritaron del otro lado de la casa a todo pulmón desconcertando a la latina y de paso asiendo que Quinn diera un brinco.
-Este idiota – rio caminando hacia la sala - ¡No soy tu madre Smythe! – Grito volviendo – Discúlpame ¿decías?
-Quizás no sea un buen momento para hablar de esto, yo no pensé que estuvieras con alguien y…
-¡Wouw! Ese “estuvieras con alguien” sonó raro – la corto – Es mi amigo y se va a quedar unos días, así que lo mejor es que pares a tu morbosa imaginación.
-¿Qué esperabas que piense? Me abrió desnudo.
-¡Oh! La santa nunca ha visto a un chico sin camiseta – rio tomando un cerveza de su nevera – Supéralo – dijo empanzando a tomar de ella.
-¿Estas ebria? – pregunto acercándose y quitándole la botella.
-¿Estas jodiendome? – Rio golpeándola en el hombro – En serio estás loca – añadió negando y mirando el suelo.
-No deberías tomar tan temprano.
-Es mi vida.
-Tu vida es mi libro favorito, creo que tengo poder sobre ella – rio con media sonrisa dejando la botella en la mesa – Escucha, tu y yo podemos ayudarnos mucho ¿Sabes?
-¿Ayudarnos?
-Tu dijiste que odias a tu pasado, que tu vida no parece avanzar – comento sintiendo como la situación se ponía seria – Pero que conmigo cambia, y yo …yo también siento lo mismo. Me gustaría saber si podríamos usar esto a nuestro favor.
-Vaya pensé que volverías con tu novia, no esperaba este tipo de proposiciones.
-Si volvimos – dijo tragando saliva avergonzada – Pero no cambia nada.
-¿Así que no son novias? – pregunto Dani caminando por la acera de la escuela.
-Por supuesto que no, es una chica Dani. Mujer – se quejaba apretando los labios – Jamás podría, la sociedad, mis padres, yo misma.
Dani reía y negaba a la vez con ojos de misericordia.
-Esta jodida, en serio que lo estas. Creo que tus padres te han traumado demasiado con todo esto de ser perfecta.
-¿Tú crees? – rio la latina relajándose.
-Debes soltarte un poco, hablar bien con esta chica que te gusta y ser clara.
-¿Más? – Volvía a gruñir – Ella siempre termina ganando, soy como la estúpida marioneta de todos.
-No entiendo.
-Yo no era así, al menos nunca pretendía serlo – se sinceraba explicándole su vida – Me gustaba retar a los demás, no dejarme aplastar por nadie.
-Eso suena mucho mejor, me hubiera gustado conocer a esa Santana.
-Lastima, ella ahora es esta persona sin opinión propia.
-¿Y tu casi novia que tiene que ver con tu problema de personalidad?
-Seguí su consejo – suspiro – Ella me rogaba que sea buena, que no me meta en problemas y así todo nos iría bien.
-Que porquería – dijo seria – Esa chica no puede hacerte eso.
-Puede hacer lo que quiera conmigo – le dijo con una enorme sonrisa – Me volvería lo que sea con tal de verla feliz.
-Solo quiero que me ayudes a entender esto que me está pasando Santana.
-Me pides mucho – suspiro – Pero podemos intentarlo supongo. Solo quiero saber si estas completamente segura.
-No, no lo estoy – murmuro rápidamente – Pero si no lo hago ahora, después será muy tarde.
-Si es lo que quieres Quinn – dijo sin muchas ganas mientras tomaba de su taza de café - ¿Puedo saber porque yo? – rio apenada con media sonrisa.
-¿Por qué no? – Respondió sonriente – No puedes negar que tenemos mucha química – rio dejándole un beso en la mejilla haciendo que pierda cualquier confianza de ella misma – Nos vemos mañana.
-No llegues tarde – le advirtió siguiéndole y abriéndole la puerta – En serio eres más extraña de lo que pensaba.
Quinn solo sonrió y se despidió con un movimiento de mano mientras se daba la vuelta y caminaba feliz por haber cumplido otro de sus caprichos.
No sé porque está conmigo
Lo único que hago, lo deshago
Es como un respiro que formara parte de la nada
Me asusta la oscuridad pero me reconforta el silencio que me da
Como me gustaría que compartiéramos esa forma de pensar
Lo único que hago, lo deshago
Es como un respiro que formara parte de la nada
Me asusta la oscuridad pero me reconforta el silencio que me da
Como me gustaría que compartiéramos esa forma de pensar
Llego a su casa caminando sintiendo un frio en su cuerpo, camino y no fue hasta al notar la mesa lo tarde que se había hecho.
-¿Dónde has estado? – pregunto su madre dejando su plato y mirándola extrañada.
-En la escuela – dijo mirando a todos y como esa cena parecía algo especial – Tenía un curso en la tarde.
-¿Y no podías llamar a Apolo? Estábamos preocupados – resonó la voz de su padre.
-Estaba con una amiga, no tenían de que preocuparse – seguía su educación y protocolo para mantener una conversación sin volverla discusión. Pero le estaba costando.
Miro a Susan y a Brittany juntas, perfectamente vestidas y no solo eso. Estaban Noah y sus padres al otro lado.
-¿Dónde está tu blazer? – dijo su madre poniéndose de pie y acercándose a ella para hacerla subir a cambiarse.
-Se lo preste a mi amiga, ella estaba muy desabrigada – dijo de inmediato empezando a avergonzarse – Me iré a cambiar – se apresuro a caminar sintiendo como su madre la seguía.
-¿Qué ha sucedido Santana? – Dijo seria una vez solas en su habitación – Mírate – gruño señalando como su ropa estaba totalmente desarreglada – Como pudiste olvidar la cena en honor a tu hermano, ingresar a la universidad es un logro inolvidable.
-Solo lo olvide ¿De acuerdo? Puedes irte – ordeno sintiendo como abrían la puerta y entraban Brittany y su madre desconcertando un poco a Santana.
-Maribel, han llegado más invitados y los hemos hecho pasar al patio – dijo Susan relajada tratando de contagiar ese sentimientos.
Pero nada la iba a hacer desertar de su misión, se saco toda la ropa y la arrojo al suelo son importar que. Tomo el vestido que sea, uno negro que estaba a la mano y se lo puso caminando hacia su baño.
-No me hables así por favor – dijo tranquila su madre – No hagas que todo el orgullo que me haces sentir desaparezca.
No pudo evitarlo, las risas salieron naturalmente de su cuerpo.
-¿Qué desaparezca? – reía poniéndose un gancho para sujetar su flequillo y tomando unos tacones – No me importaría matar ese orgullo ¿Sabes? Una persona tiene un tope mamá – suspiro – Te quiero, pero yo no seguiré fingiendo ser alguien más por ti. Ni por nadie – enfatizo mirando directamente a Brittany dejándola estática en medio de la habitación – Hoy supe que prefiero no tener nada a ser un completa desconocida para mí misma – dijo poniéndose los zapatos y tomando la ropa para hacerla un ovillo – Lo siento, espero que no me odies – murmuro entregándosela y saliendo hacia la sala con lagrimas a punto de escapar de sus ojos.
Ella tiene miedo, siente que todo se va rompiendo
Pero solo aférrate a las piezas que aun tienes, aférrate con fuerza
Así si caen, aun podrás juntarlas y saber la verdad
Pero ¿Cual se supone que es esa verdad?
Pero solo aférrate a las piezas que aun tienes, aférrate con fuerza
Así si caen, aun podrás juntarlas y saber la verdad
Pero ¿Cual se supone que es esa verdad?
-¿Qué paso allí arriba? – murmuro Brittany sintiéndose completamente perdida.
-Nada, lo de siempre supongo.
-¿No se supone que habías cambiado? – rio negando con notorio sarcasmo.
-¿Te quieres decidir de una maldita vez? – dijo subiendo un poco la voz pero aun entre susurros.
Santana decidió ignorarla y camino por su patio que ya se encontraba lleno de familiares y amigos cercanos saludando efusivamente a Jake que estaba con una gran sonrisa en el rostro.
-¿De qué hablas? – dijo alcanzándola y tomándola por el hombro.
-Dime ¿Cómo quieres que sea? – La reto – No te gusta que sea malcriada, pero tampoco te gusta que me deje mandar. Así que dime ¿Qué te gusta? – se quejo frunciendo el ceño.
-Me gustas tú, tal cual eres – le dijo soltándola y sintiendo su sangre hervir – ¿Por qué tienes que tratarnos así? Deje de ser tan engreída y crece de una vez.
Pensar que esas palabras salieron de la boca de Brittany hizo que Santana sonriera involuntariamente.
-Para que sepas, esta soy yo – rio – Discúlpame si te decepcione.
Hay personas que sin querer te marcan. Sebastian. Danielle. Pero ellos solo eran el detonante para que el enorme problema que tenia Santana salga a la luz.
___________________________________________________________
Sé que esta algo raro pero tengo que cogerle el ritmo de nuevo (:
El próximo será en su mayoría un flashback Brittana! Y se viene algo bueno para ellas, al menos en el pasado jijij
Muchas gracias por leer! Espero que me dejen su comentario, me ayudare a saber si aun tengo esperanzas con el fic. Saludos!
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por micky morales Jue Feb 06, 2014 12:08 am
estoy algo confundida pero supongo ire entiendo de nuevo poco a poco!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por Melany Gleek Jue Feb 06, 2014 10:32 am
Me gusto el capitulo pero tuve que releer algunos anteriores para poder acordarme de la trama hahaa Espero que vuelvas mas seguido por aqui :3 Escribes lindo. Saludos :*
Melany Gleek*** 
- Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por Tat-Tat Jue Feb 06, 2014 10:33 pm
Daaaaaaaaaaaaaaniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
Tanto tiempo sin leerte, ni molestarte!!!!
Cómo estás????
Pues me alegra mucho saber que has vuelto con el fic... yo también me estoy colocando al día en mi distrito
(aunque la verdad, estoy shuper perdida xD) y con las lecturas y los post que debo...
Solo me queda decir que espero sigas prontito, por lo menos durante las vacas...
Oye consulta consultosa xD: Con el fallo de la haya... hubo algún revuelo especial???
Saludos linda... hablamos!
Tanto tiempo sin leerte, ni molestarte!!!!
Cómo estás????
Pues me alegra mucho saber que has vuelto con el fic... yo también me estoy colocando al día en mi distrito
(aunque la verdad, estoy shuper perdida xD) y con las lecturas y los post que debo...
Solo me queda decir que espero sigas prontito, por lo menos durante las vacas...
Oye consulta consultosa xD: Con el fallo de la haya... hubo algún revuelo especial???
Saludos linda... hablamos!
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Back Over Time: Capítulo 9 - Realidades Paralelas
por marcy3395 Sáb Feb 08, 2014 11:21 pm
tu muy bien me da gusto que reconsideraras terminar el fic y te lo agradezco
marcy3395***** 
- Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
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