FanFic Brittana - Por Algo Pasan Las Cosas. - Capítulo 19

No puedes subir otro ahora mismo? *-* DIOS, NO PUEDE SER MÁS TIERNO EL CAPÍTULO jeje
ME FASCINÓ!! :')

Aquí el cap

CAPÍTULO 7

Aun faltaban 20 minutos para las 7:00 y Brittany ya había estacionado su carro en frente de la casa de Santana, no sabía si ir a buscarla de una vez o esperar a que diera la hora. Estaba demasiado nerviosa y ansiosa al mismo tiempo.

B: ¡Vamos Brittany! No seas cobarde ya has llegado hasta aquí, ahora solo respira (tomó aire profundamente y lo soltó) y acércate a tocar esa maldita puerta.

Después de haberse dado apoyo a sí misma, Brittany se bajó del carro y se dirigió a la puerta, aun no se le quitaban los nervios pero ya estaba ahí parada así que no tuvo más remedio que tocar. No pasó mucho tiempo antes de que se abriera la puerta, le sorprendió que quien abrió fuera Maribel.

M: Hola Brittany, ¿cómo has estado?

B: Muy bien, Maribel muchas gracias ¿y usted?

M: Igual, muy bien cariño. Además, que bueno que ya llegaste porque Santana desde hace media hora que está sentada en la sala esperándote. Y ahora que ya estás aquí, decidió hacerse un cambio de último momento. Esta niña y sus cosas. (negó con la cabeza)

Brittany no pudo evitar sonreír de forma ilusionada.

B: ¿En serio? Bueno, pues entonces qué bueno que vine temprano. Seguramente ya la había fastidiado.

M: Ni te imaginas cuanto, cada vez que escuchaba un auto pasar me decía…

Justo en ese momento Santana bajó por las escaleras y al escuchar lo que su madre estuvo a punto de decir se sonrojó inmediatamente y habló para interrumpirla.

S: Mamá, cuándo te vas a cansar de avergonzarme frente a Britt.

M: Bueno, solo iba a decirle lo que ha pasado, que cada que escuchabas un auto pasar, pensabas que era ella y te asomabas por la ventana ¿qué tiene eso de malo?

Santana solo rodó los ojos y se cruzó de brazos completamente sonrojada. Brittany se quedó mirando a Santana directamente a los ojos y le sonrió tiernamente al verla ruborizada, se acercó hasta la escalera y le dio un fuerte abrazo.

B: Tranquila San. ¿Ya nos vamos?

S: Claro. (Le sonrió de vuelta) Adiós mamá, nos vemos al rato.

M: Hasta luego chicas, diviértanse mucho.

B: Adiós, Maribel.

Las chicas se retiraron de la casa y se subieron al auto de Brittany para dirigirse a la feria. Las dos iban calladas, ninguna hablaba de nada debido a lo ocurrido con Maribel, Santana porque se sentía avergonzada y Brittany porque estaba muy feliz de que la morena se sintiera igual o más emocionada que ella por la salida de ese día.

B: ¿Qué pasa San? ¿Por qué tan callada?

S: Es solo que me dio un poco de pena lo que te dijo mi mamá.

B: (sonriendo) No te preocupes, la verdad es que yo también estaba muy ansiosa.

Ambas sonrieron y continuaron en silencio, solo se escuchaba la música de la radio que amenizaba el trayecto.

Una vez en la feria, Brittany y Santana se bajaron del coche y se dirigieron rápidamente hasta la entrada mientras observaban todos los juegos mecánicos y decidían a cual subirse.
Cuando por fin estuvieron dentro y después de varias vueltas en la mayoría de los juegos, Brittany sugirió que debían probar en la rueda de la fortuna porque su estomago no soportaría algún otro juego que la sacudiera tanto. Santana aceptó, haciéndole bromas sobre la poca resistencia que tenía, a lo que Brittany le respondía empujándola juguetonamente. Se formaron en la fila mientras esperaban su turno para poder subirse. Cuando por fin estuvieron arriba del juego, y después de haber disfrutado de la grandiosa vista de toda la ciudad en la parte superior de la rueda, Santana rompió el silencio.

S: Hey Britt. Si quieres después nos podemos montar en el carrusel, ahí no te marearás.

B: (sarcásticamente) ja ja ja. Muy graciosa San.

Santana abrazó a Brittany cariñosamente.

S: No te molestes Britt. Es una broma.

Brittany no pudo evitar sonreír y regresarle el abrazo. Después simplemente se dedicaron a disfrutar de las vueltas. De lo que ninguna de las dos se percató, es que dos personas conocidas para Santana las habían visto en aquella rueda abrazadas.

Cuando estaban dando la última vuelta del recorrido, la rueda se detuvo dejándolas atrapadas en la parte superior. Ambas se voltearon a ver sin entender qué había pasado, hasta que momentos después escucharon a las personas que operaban el juego avisando que hubo una falla, pero que ya se estaba trabajando en ello. Que no se levanten de sus asientos y que no se preocupen o se alteren.

S: ¿Qué no nos preocupemos? ¡Pero si nos tocó quedarnos hasta arriba!

B: Tranquila San, (dijo tomándola de la mano para tranquilizarla) ya dijeron que están trabajando en ello. Además es mejor que estemos aquí, así podemos observar la belleza de la ciudad y platicar (dijo encogiéndose de hombros)

S: Bueno, en eso tienes razón. (hizo una pausa) Tomaría una foto de nosotras con la ciudad de fondo pero me da miedo que mi teléfono salga volando y aterrice en la cabeza de alguna persona.

B: (rió y asintió) Tienes razón, es mejor no arriesgarnos a que algo así ocurra.

Después de un pequeño espacio de silencio Brittany agregó.

B: ¡Oye! Acabo de recordar que traje conmigo mi cámara. La sacaré… (dijo abriendo el cierre interior de su chamarra) y nos tomaremos esa foto.

S: No, Britt. ¿y si se cae la cámara?

B: No se cae, trae un cordoncito para engancharla a tu mano ¿ves? (dijo colocándosela alrededor de la muñeca) Ahora, posa para la foto San.

Ambas se acercaron y sonrieron a la cámara, Brittany aprovecho para pasar su brazo por la espalda de Santana y la abrazó pegándola más hacia sí. Se tomaron muchas fotos con diferentes poses y gestos cada una. Después de terminar la pequeña sesión de fotos, se dedicaron a observarlas.

S: ¡Wow! Se ven increíbles, me encantaron. (decía Santana mientras Britt pasaba de foto en foto) ¡Esta es la que más me gustó Britt! (dijo deteniéndola en una donde se mostraba a ambas sonriendo abrazadas) Vas a tener que pasármela. Eh!

B: Claro que sí San. (Brittany guardó la cámara nuevamente)

S: Uff. ¿Aun no componen esto? Nunca me había sucedido algo así.

B: Si, bueno… creo que es mi culpa. (dijo un poco apenada) Es típico que me sucedan estas cosas, cada vez que iba a la feria algo tenía que salir mal. Creo que he perdido la cuenta de los juegos que han fallado mientras yo estaba en ellos.

S: (la miró incrédula y después sonrió) De haberlo sabido antes no hubiera aceptado venido contigo. (se rió)

B: ¡Hey! (dijo codeándola juguetonamente y riendo también)

Justo en ese momento el juego empezó a girar nuevamente. Se bajaron de él y recorrieron un poco más la feria. Llegaron a un puesto en el que te podías ganar animales de peluche disparándole a unos muñequitos que estaban en fila al fondo del lugar. Santana se acercó corriendo como una niña pequeña arrastrando a Brittany de la mano.

S: Mira Britt, juguemos aquí, quiero ganarme aquel oso de peluche. Es muy bonito. ¿Tú no quieres alguno? Así podemos jugar las dos.

B: Amm… (Brittany recorrió con la vista todos los peluches hasta llegar a uno que llamó su atención) ¡Oh Dios mío! (Gritó emocionada mientras tomaba y apretaba la mano de Santana) Está bien San, juguemos porque acabo de ver a ese pato que está ahí (dijo señalando el peluche) y tiene que ser mío. (dijo entrecerrando los ojos retadoramente)

S: ¡Vaya! ¿Y por qué tanta emoción por el pato Britt?

Brittany se sonrojó inmediatamente, ella no esperaba esa pregunta.

B: Amm… Bueno, lo que pasa es que yo…

Britt alejó un poco a Santana de toda la gente ahí reunida. Santana no entendía la reacción de la rubia y se dedicaba a mirarla fijamente.

B: Bueno esto es un secreto, porque la mayoría de las personas lo encontrarían sumamente infantil y eso pero… la verdad es que yo tengo una colección de patos de peluche, es que son mis animales favoritos. Pero no tengo uno tan grande como ese que hay en el puesto.

Dijo Brittany sumamente colorada. Santana le tomó la mano y se acercó a darle un beso en la mejilla. ¿Por qué la había besado? Ella no lo sabía con certeza, fue algo que simplemente quiso hacer.

S: No tienes por qué avergonzarte de eso Britt, es una cosa muy tierna. Y por el contrario creo que el hecho de que aun conserves una parte de tu niñez (se encogió de hombros) pues es muy lindo y muy tierno también.

Brittany la abrazó fuertemente.

B: Muchas gracias San. Tú siempre me haces sentir bien. Me encanta pasar tiempo contigo.

S: (Sonrió) A mi igual me gusta pasar tiempo contigo Britt, no sabes cuánto.

Las chicas se separaron y se acercaron hasta el puesto nuevamente. Esperaron a que el chico que jugaba terminara su turno para ellas poder jugar. Si realmente querían ganar esos peluches tendrían que esforzarse al máximo porque solamente les quedaba dinero suficiente para un intento cada quien.

Cuando el chico terminó, las dos se turnaron para poder intentar ganar su peluche. La primera en disparar fue Santana. Estaba nerviosa, así que tomó su tiempo, se concentró, respiró profundo y dio el primer disparo pero lamentablemente falló, repitió el pequeño ritual para los siguientes dos tiros, aunque desafortunadamente no logró ganar.

Llegó el turno de Brittany, que estaba un poco nerviosa con toda la gente que la estaba mirando realizar sus tiros, hizo exactamente lo mismo que Santana, se concentró, respiró profundamente y tiró el primer disparo lamentablemente también falló. Brittany, se tomó su tiempo, se calmó y cuando se sintió lista hizo el segundo disparo logrando derribar los muñequitos.

B: ¡SI! ¡Lo logre! (dijo brincando de felicidad)

S: ¡Muy bien Britt! ¡Lo hiciste! (dijo Santana con un leve tono de tristeza en su voz)

B: ¡Si… San!

Brittany volteo a ver a Santana y notó que a pesar de alegrarse por lo que ella había logrado, aun se le notaba un semblante triste al no poder ganar su oso de peluche. La rubia se sentía mal por Santana, no le gustaba verla así. Brittany estaba pensando, no sabía qué hacer para alegrar a la morena hasta que una voz la sacó de sus pensamientos.

X: Hey rubita. ¿Qué peluche vas a querer?

B: Amm… (volteo a ver a Santana una última vez) Deme aquel oso que está ahí por favor.

Santana la volteó a ver rápidamente y se la quedó mirando, no lo podía creer, estaba totalmente sorprendida.

S: Pero Britt tú querías tu pato, era para… ya sabes.

B: No te preocupes, creo que ya tengo una colección muy grande de ellos. Y… además me gustaría regalarte este para que te acuerdes de mí cada vez que lo veas.

Santana abrazó a Brittany lo más fuerte que pudo, cuando se separaron de ese abrazo el muchacho que atendía el puesto les entrego el oso de peluche.

X: Aquí esta rubita.

B: Muchas gracias.

Brittany le cargó el oso de peluche a Santana hasta el carro, lo metieron en el asiento trasero y se dirigieron hasta la casa de Santana. Las dos iban con una enorme sonrisa en la cara, Santana por el gesto tan lindo que había tenido Brittany al regalarle el oso, y la rubia, por su parte, por poder hacer feliz a San. Platicaban de cualquier cosa que se les ocurriera y reían por las bromas que hacían. El recorrido hasta casa de la morena les pareció demasiado corto, como siempre cuando se divertían juntas el tiempo volaba para ellas.

B: Bueno San ya llegamos (dijo mientras estacionaba el coche).

S: Si, (santana se volteo en su asiento quedando de frente a la rubia) Muchas gracias por esta noche Britt, ha sido increíble, me he divertido muchísimo y me has regalado mi oso. (dijo mirando hacia el asiento trasero)

B: Pues ha sido un honor. Para mí también fue muy divertido, hace tiempo que no me la pasaba así de bien con alguien. (Ambas se sonrieron) ¿Vamos? (preguntó señalando la casa. Santana asintió)

Las chicas se bajaron del auto, Brittany ayudó a Santana con el oso.

S: Britt, no es necesario que me lo cargues, yo puedo hacerlo, ya bastante es que me lo hayas regalado.

B: No te preocupes San, a mí me gusta abrazarlo (dijo apretujando al oso entre sus brazos) se siente muy suavecito.

Santana rió ante el comentario de Brittany. Llegaron hasta la puerta y Santana se dispuso a abrirla.

S: Pasa Britt, pon el oso en el sofá por favor.

B: Claro San.

Brittany se fue a la sala, depositó el oso en el sofá y regresó a la puerta junto con Santana, las dos se encontraban paradas una frente a la otra, simplemente mirándose.

B: Bueno San… creo que debo irme.

S: Si, ya es muy tarde. (Hizo una pausa) Yo… me lo he pasado genial, como cada vez que hacemos algo juntas.

Santana abrazó a Brittany muy fuerte y ésta no pudo evitar sonreír ampliamente y corresponderle el abrazo.

B: Yo también me lo he pasado genial San. (Le habló Brittany al oído. Después de un momento se separaron del abrazo) Nos vemos, que pases buenas noches.

Brittany besó la mejilla de Santana delicada y cariñosamente, se dio la vuelta y se dirigió hasta su carro. Durante todo el camino a casa y hasta que se recostó en su cama no dejaba de repetirse las palabras que Santana le había dicho “me lo he pasado genial, como cada vez que hacemos algo juntas.” Cada vez que las recordaba una enorme sonrisa se formaba por todo su rostro, definitivamente eso tenía que significar algo se decía Brittany. Y con ese pensamiento y abrazada a su almohada la rubia por fin se quedó profundamente dormida.

Después de que Brittany se fue, Santana cerró la puerta de su casa con una sonrisa enorme en el rostro, los recuerdos de esa noche, todo lo que había vivido con la rubia en la feria, todo la hacía  sentir sumamente feliz. Fue en busca del oso a la sala, lo subió abrazado hasta su habitación y lo depositó sobre su cama. Se dirigió hasta el baño para cambiarse y cepillarse los dientes e inmediatamente se acostó a dormir abrazando su nuevo peluche que aún conservaba el olor del perfume de Brittany.

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Ya era domingo al mediodía y Brittany regresaba de hacer las compras en el supermercado. Debía acomodar todo rápidamente en las alacenas y cambiarse, porque había quedado con Amanda para salir a “almorzar”, o al menos esa excusa había usado su amiga, porque Brittany sabía que lo que Amanda en realidad quería era saber cómo le había ido con Santana la noche anterior.

Una hora después escuchó el claxon de su amiga sonar en la puerta de su departamento, Brittany tomó sus cosas y salió para encontrarse con Amanda. Fueron a almorzar como lo habían acordado, pasearon un poco en el centro comercial y posteriormente regresaron al departamento de Brittany, pero lo que tenía muy intrigada a la rubia era el hecho de que en ningún momento su amiga le insinuó, o preguntó algo sobre lo ocurrido la noche anterior, eso había desconcertado un poco a la rubia.

Una vez en el departamento las chicas se sentaron a platicar.

B: Y bien ¿qué quieres hacer ahora?

A: Mmm… pues no se (dijo encogiéndose de hombros) no se me ocurre algo.

Brittany se quedó viendo fijamente a Amanda, y enseguida notó la cara de intriga que tenía y lo ansiosa que se encontraba, hasta ese momento lo había disimulado muy bien. Brittany sonrió divertida y empezó una cuenta regresiva mental, 5…4…3…2…1…

A: ¡Vamos Britt! ¡¿En serio?! ¡¿Me vas a hacer que te lo pregunte o simplemente me lo vas a contar todo?!

Brittany soltó una tremenda carcajada por la reacción de su amiga, quien solamente se la quedó mirando seria. La rubia se serenó completamente e inocentemente dijo.

B: Realmente no sé de qué me hablas Amanda, ¿me podrías explicar?

A: ¡Oh! No seas así Britt, no te hagas la inocente. Sabes que te hablo de tu enamorada, de Santana.

Con el simple hecho de escuchar su nombre a Brittany se le formó una sonrisa de oreja a oreja, sin poder evitarlo soltó un enorme suspiro.

B: ¡Ay Amanda! Fue increíble, nos la pasamos de lo mejor. Nos subimos a todos los juegos, ella me abrazaba por cualquier cosa, incluso le tomé la mano en una ocasión, no pude evitarlo, (Amanda se la quedó mirando seria) no me mires así, sé que no debí hacerlo pero ella no opuso resistencia, por el contrario me la apretó, me sonrió y me llevó corriendo hasta otro juego.

A: Vaya, vaya pero si ya parecen una pareja de verdad. (Dijo y después rió)

Brittany se sonrojó inmediatamente.

B: Y eso que no te he dicho lo mejor. (aplaudió emocionada) Al final jugamos en uno de esos puestos para ganar premios, cada una tuvo su oportunidad. Ella lo intentó primero, pero no pudo conseguir el peluche que le había gustado y se puso muy triste, tendrías que haber visto su carita. (dijo poniendo cara triste que rápidamente cambió a una sonrisa al seguir con el relato) Después me tocó a mí, y por fortuna logré ganar un premio (Amanda solo sonreía por lo emocionada que estaba Brittany contándole todo) así que le regale el oso que tanto quería. (Suspiró) Fue todo maravilloso, increíble, para mí la mejor noche de mi vida.

A: Vaya Britt, enserio estas enamorada amiga.

B: No sabes cuánto Amanda.

Brittany volvió a sonreír al recordar las palabras de Santana al despedirse la noche anterior.

A: ¿Y esa sonrisita, a qué se debe?

B: Es que… cuando estábamos en su casa y nos estábamos despidiendo ella me dijo “me lo he pasado genial, como cada vez que hacemos algo juntas.” Eso tiene que significar algo ¿cierto Amanda?

Amanda bajó un poco la mirada y se puso un tanto nerviosa por lo que le diría a su amiga a continuación. No quería desilusionarla, pero ella sentía que debía hablarle con la verdad a Britt. Por su lado Brittany la miraba con una gran sonrisa en la cara.

A: Britt, yo… te diré lo que pienso, pero eso no quiere decir que tenga toda la razón y que lo que yo te diga se va a cumplir tal cual ¿de acuerdo? No quiero ser aguafiestas ni nada pero…

Brittany se la quedó mirando completamente seria y con cara de preocupación. Amanda suspiró pesadamente.

A: Todas estas cosas que me contaste que hicieron ayer, pues si tienes razón fueron increíbles, muy bonitas y todo sonó muy hermoso pero… no creo que con eso puedas saber o asegurarte de que a ella realmente le gustas ¿sabes lo que digo? (La rubia esquivó su mirada) …A lo mejor para ella simplemente fue una salida más con una amiga, esas cosas también pasan entre las amigas. (Amanda miraba a Brittany, quien veía un punto fijo en la pared y sus ojos se empezaban a humedecer)…Britt, lo único que quiero es que tengas cuidado, que… que no te ilusiones antes de tiempo. Sé que fui yo quien te alentó en primer lugar, pero solo sé precavida por favor, lo menos que quiero es que salgas lastimada.

B: ¡¿Pero por qué Amanda?! (Brittany gritó ya no podía contenerse y las lágrimas brotaron de sus ojos como cascada) Yo sé que a las personas como yo, (dijo señalándose a sí misma) se nos hace más difícil encontrar a alguien con quien compartir tu vida, yo no sé qué es lo que creerán las personas “normales” de nosotros ¿que por ser homosexuales no sentimos? ¿No amamos? ¿Qué por tener gustos diferentes no somos personas? (negó con la cabeza) También sé que quizás por todo lo que esto implica, estoy destinada a tener una vida de soledad y que probablemente nunca encuentre a esa persona que me querrá por sobre todas las cosas, sin miedo a lo que la gente diga. (Brittany no podía parar de llorar) Pero si por lo menos… tengo aunque sea la más mínima oportunidad, de por tan solo un pequeño período de tiempo,… (tragó saliva) soñar con que seré feliz algún día, con que por fin me ha llegado una oportunidad para ser feliz y de poder compartir mi vida con la persona de la que me he enamorado, con que por fin he encontrado a esa persona especial (hizo una pequeña pausa y se quedó mirando a Amanda, quien también ya soltaba unas pequeñas lagrimas), por favor, por favor te pido que no me lo quites, y que no me pidas que lo rechace porque no lo hare. Que me dejes arriesgarme y disfrutar de este pequeño momento.

A: Britt… yo…

B: Lo sé Ami, sé que tú te preocupas por mi (Britt se acercó hasta Amanda y la tomó de las manos) y de verdad no sabes cuánto te lo agradezco. Sé que si me dijiste todas estas cosas de forma tan directa, es porque quieres cuidarme. (Brittany intentó sonreírle) Pero quiero que sepas que aunque yo sé que me pueden romper el corazón en miles de pedazos, que me estoy exponiendo a sufrir una terrible decepción, y que existe un 99% de posibilidades de que todo resulte ser un desastre, yo de verdad quiero arriesgarme por ese 1% de probabilidades de ser feliz.

Amanda no dijo nada, simplemente se lanzó a abrazar a Brittany tan fuerte como podía en esos momentos, las lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas, estuvieron varios minutos ahí abrazadas. Cuando se separaron Amanda le dio un beso en la mejilla a Britt y le retiró las pocas lágrimas que aun quedaban en su rostro.

A: Britt, quiero que sepas que con todo lo que me has dicho estoy dispuesta a apoyarte en cualquier cosa que desees hacer, y que pase lo que pase siempre voy a estar ahí para ti ¿de acuerdo? Si te puedo ayudar en algo solo dímelo.

B: Muchas gracias Amanda.

Después de esa platica tan liberadora por parte de ambas,  las dos chicas pasaron el resto del día viendo películas en casa de Brittany, comieron todo tipo de chucherías y se la pasaron muy bien. Durante todo ese tiempo, ambas lograron olvidarse de todo lo que habían hablado horas atrás.

Eso fue todo. GRACIAS POR LEER! Espero que lo hayan disfrutado. =D

Bueno espero que todavía se acuerden de mi. xD Me he demorado porque bueno tuve unos problemillas por ahí y después mi computadora se echó a perder (de hecho aun no está bien) pero quería subir el cap y aclararles esto, por ende aun no actualizare constantemente. Perdon chicas.

CAPÍTULO 8

El lunes por la mañana, Santana se encontraba completamente aburrida en sus clases. Lo único que la motivaba era saber que al final del día entrenaría con las porristas, a pesar de tener que soportar a Sue Sylvester, a ella le encantaba formar parte del equipo porque de esa manera se sentía aceptada en la escuela y además, le gustaba el ejercicio. Era verdad que la mayoría de sus compañeras eran unas hipócritas y unas creídas, pero ella lo soportaba, porque de verdad le gustaba estar ahí. Tenía que actuar como una persona completamente diferente a lo que ella realmente era, maltrataba a los demás alumnos de la escuela, los lanzaba contra los casilleros, les tiraba granizados en el rostro y otro tipo de cosas con tal de pertenecer al equipo de porristas.

En las prácticas, la entrenadora Sylvester las hizo dar vueltas alrededor del campo de futbol y repetir las coreografías una y otra vez sin descanso incluso cuando les salían perfectas. Cuando terminaron el entrenamiento las chicas se fueron a los vestidores.

Q: Hey San. ¿Cómo has estado estos días?

Quinn Fabray, era la única de todas las porristas que en realidad tenía un bueno corazón, ella al igual que Santana, tenía que fingir ser totalmente grosera con la mayoría de los alumnos para poder pertenecer a la “elite”. Era una rubia de ojos verdes y muy guapa, era ligeramente más alta que Santana. Ellas se habían vuelto amigas desde el principio y últimamente ambas se conocían tan bien y se contaban todo sobre sus vidas.

S: Muy bien Q. ¿y tú qué tal?

Q: Igual, muy bien. (sonrió) Uff… este entrenamiento si me dejó agotada. La entrenadora Sylvester se ha pasado hoy ¿no?

S: Totalmente, creo que mañana no me podre mover. (Las dos rieron)

Q: Oye, ¿y qué tal con la nueva amiga? El viernes vino por ti ¿cierto? Las vi subir a un auto.

S: Si, ella vino a verme porque me quería contar algo muy importante.

Q: Oh. ¿Y se puede saber qué?

S: Pues… No sé si debería decírtelo. (dijo dudosa) Es que es algo muy personal.

Q: Oh… Bueno, no pasa nada San, olvídalo.

Santana se quedó pensando un momento. Quinn era su mejor amiga ¿cierto? No pasaba nada con contarle lo que había pasado en aquella cabaña, ella no iría por ahí contándoselo a todos.

S: Bueno, sé que puedo confiar en ti ¿no Q? Y tú y yo nunca nos hemos tenido secretos. (Quinn asintió) Te lo contaré, pero por favor no se lo digas a nadie.

Q: De acuerdo San. Te lo prometo, nada saldrá de mi boca.

S: Esta bien. Ella me confesó que… bueno que ella es lesbiana ¿sabes?

En ese momento Quinn se puso tensa y muy nerviosa.

Q: ¿e… en serio? Amm… Bueno que raro ¿no? No… no se le nota.

S. Si, tienes ra…

Q: Oye Sanny, ¿y tú… qué piensas de… bueno de eso? ¿Te… incomoda? (preguntó un tanto tímida)

S: Pues, la verdad es que no. Ella es una gran persona y el hecho de ser…

Q: Uff… ya es tardísimo. Me tengo que ir volando, nos vemos mañana en clase.

Quinn salió corriendo del lugar sin dejar que Santana terminara de hablar. Santana miró muy confundida a Quinn, no entendía por qué reaccionó de esa manera, parecía nerviosa. Después de que Quinn se fuera sin dar ninguna explicación coherente, Santana cerró su taquilla y se dirigió hasta su casa.

Las siguientes semanas fueron de lo mejor para las chicas, se veían casi a diario. Salían después de clases a almorzar, a simplemente dar la vuelta, o iban a casa de Santana a ver alguna película, o Brittany ayudaba a la morena a hacer sus deberes. Siempre buscaban alguna excusa para pasar tiempo juntas.


Un mes había pasado desde que Santana le contara a Quinn lo que Brittany le había confesado. Quinn se comportaba un poco diferente, pero seguían siendo muy buenas amigas. Como siempre, ellas dos se habían quedado hasta el final en las duchas después del entrenamiento con las porristas. Las dos estaban en silencio, cada quien arreglando sus cosas.

Q: Oye San, ¿te puedo decir algo?

S: Claro, Q. ¿Qué pasa?

Q: Bueno… espero que no te molestes. Pero… Am… yo creo que tú le gustas a Brittany.

Santana se sonrojó inmediatamente.

S: ¿Pero qué estás diciendo, Quinn? Ella es mi amiga y el hecho de que nos llevemos bien no quiere decir que está enamorada de mí o yo de ella.

En el fondo Santana no sabía si lo que estaba diciendo era para convencer a Quinn o para convencerse a sí misma. Esos últimos días había estado empezando a sentirse diferente con respecto a Britt. Le encantaba cuando se veían, cuando reían juntas, cualquier cosa por mínima que fuera le hacía sentir feliz siempre y cuando Britt estuviera ahí.

Q: Bueno, es lo que yo veo cuando están juntas ¿sabes? Y además ¿qué tendría de malo? No dijiste que eso no importaba.

S: Cállate, Q. No sabes lo que estás diciendo. Solo somos amigas ¿de acuerdo? Y si yo le gustara ella ya me lo habría dicho. No hay secretos entre nosotras.

Dijo molesta y cerró su taquilla de forma brusca, para después salir de ahí a paso firme. Quinn se la quedó viendo, sabía que había una muy grande posibilidad que Santana estuviera sintiendo cosas por Britt, sin embargo ella no la presionaría, esperaría a que por sí sola la morena se diera cuenta de sus sentimientos y, cuando ese momento llegue ella la apoyaría en todo lo que pudiera.


Santana llegó a su casa, estaba confundida. Cuando Quinn le dijo esas cosas, sobre Britt enamorada de ella, se sintió feliz por una parte y por otra se sintió temerosa. No sabía si en realidad empezaba a sentir algo más que amistad, pero de lo que si se había dado cuenta estos últimos meses, es que cada vez que pensaba en Brittany se sentía muy feliz, que cuando pasaban tiempo juntas para ella no existía nada más que ellas dos. Se sentía abrumada por todos esos debates que estaban en su cabeza. Se distrajo con sus deberes y demás cosas durante el resto del día.

En la noche, Santana se preparaba para dormir, estaba acostada en su cama mirando el techo, no lograba conciliar el sueño, cada vez que se acordaba de su conversación con Quinn todas las preguntas y dudas regresaban a su cabeza. Estaba metida en sus pensamientos hasta que el sonido de su celular la devolvió a la realidad. Se estiró para tomar su teléfono que se encontraba en la mesita de noche, y se dio cuenta que era el mensaje que Britt le mandaba todas las noches sin fallar.

Hola San! =) Perdón por no poder ir a verte a la escuela hoy, estoy un poco atareada con la escuela y eso, ya sabes. Bueno, solo quería desearte buenas noches, que duermas bien nos vemos  mañana para almorzar? Sueña lindo. B.

Santana sonrió y empezó a teclear la respuesta.

Hey Britt! No te preocupes por eso, no quisiera que por mi culpa te vaya mal en el colegio. Buenas noches para ti también Britt. Te extrañé hoy. Si, mañana nos veremos. S.

Después de enviar el mensaje, se acomodó en la cama, abrazó a su oso y se quedó profundamente dormida.


Santana estaba saliendo de la escuela, cuando a lo lejos vio que Brittany la saludaba con la mano en el estacionamiento, ella le sonrió sin poder evitarlo, al darse cuenta de su reacción, la morena se puso seria nuevamente y se acercó hasta donde estaba Brittany.

B: Hola, San. (La saludó dándole un beso en la mejilla y un abrazo)

S: Hola, Britt. ¿Qué haces aquí?

B: Hoy íbamos a ir a comer ¿recuerdas?

S: Oh, es verdad. Amm… Britt, no podre ir. Lo siento. (dijo apenada).

B: ¿Ha pasado algo, San?

S: No, no Britt. Es solo que me han dejado mucha tarea y bueno tengo que hacerla ahora. (mintió)

B: ¿Qué te parece si vamos a almorzar y después te ayudo con la tarea? (dijo amablemente y sonriendo)

S: No, Britt. Ya te dije que no puedo ir a almorzar. Me voy a casa ahora.

Santana empezó a caminar.

B: ¿Puedo alcanzarte?

Santana suspiró pesadamente.

S: De acuerdo. Pero solo me dejas en mi casa.

Brittany asintió. Llegaron a casa de Santana e inmediatamente la morena se bajó del carro, Britt la siguió hasta la mitad de la entrada.

S: Britt, te dije que tengo mucha tarea, no puedo distraerme ni un momento.

B: Bueno, está bien. (Dijo desilusionada) ¿Te veré mañana?

En ese momento, la mamá de Santana salió de la casa, llevaba una maceta que se veía algo pesada, Brittany se acercó a ayudarla rápidamente.

M: Muchas gracias Britt. ¿Cómo has estado hijita?

B: (sonrió) Muy bien, Maribel. Gracias. ¿Dónde se la pongo?

M: Ahí está bien. (dijo señalando una parte del jardín)

Brittany obedeció y posteriormente regresó hasta donde estaban Santana y su mamá.

M: ¿Te quedarás hoy?

B: No, yo… ya me iba. (dijo mirando de vez en cuando a Santana)

M: ¿Y eso? Se me hace raro que no estén pegadas todo el día como ocurre siempre que se ven.

B: La verdad es que… yo estoy muy ocupada, así que solo aproveché un momento para ver a San. Vendré a verla algún otro día.

M: Esta bien. Pero vienes ¡eh! Que después me olvidas.

B: Lo prometo.

Brittany sonrió. Después de despedirse con la mano, Maribel regresó a la casa.

B: Entonces… ¿nos veremos mañana?

S: No lo sé. No estoy muy segura si podré, yo te aviso.

B Esta bien, San. Entonces… creo que ya me voy. No quiero distraerte más. Adiós.

Brittany se oía totalmente triste, no entendía por qué Santana la trataba así. Se acercó a darle un beso en la mejilla a la morena y después se fue cabizbaja. Santana se sentía la peor persona del mundo al tratar de esa manera a Brittany, pero aun estaba confundida con respecto a todo lo relacionado con la rubia.

Los siguientes días fueron así, Santana andaba muy extraña habían días en los que era la Santana de siempre con Brittany, reían, salían, platicaban la pasaban bien. Y otros en los que trataba muy cortante a la rubia. Brittany hacia lo posible por recuperar la amistad de Santana, pero simplemente nada funcionaba.


Brittany y Amanda estaban en casa de ésta última, terminando de ver unos videos de baile, los favoritos de ambas, sin embargo, Amanda notó que su amiga se encontraba muy distraída y ni siquiera le ponía atención a la pantalla.

A: Hey, Britt. ¿Qué te pasa?

La rubia decidió contarle a Amanda lo que estaba pasando, ya no podía callar todo lo que sentía, estaba frustrada y muy confundida por la actitud de Santana.

B: (suspiró) Últimamente Santana está muy rara, a veces me habla bien y me trata como siempre lo ha hecho, nos divertimos muchísimo, pero al segundo siguiente no quiere saber nada de mí, me esquiva y no quiere ni siquiera que la vaya a ver a la escuela. No sé qué es lo que le pasa. (Decía Brittany totalmente desanimada)

A: A lo mejor tiene problemas en el colegio o algo.

B: Exacto. Me refiero a que, antes cuando tenía algún problema, de cualquier tipo, venia y me lo contaba y yo le daba mi apoyo, lo platicábamos. Ahora casi nunca hablamos.

A: Umm… Pues entonces no sé que podría ser, Britt. Solo dale tiempo ella sabe por qué lo hace.

B: Claro, tiempo. Pero es que… (Dijo haciendo un puchero)

A: Britt, sé que te has encariñado mucho con ella y que últimamente estaban pegadas todo el día. Pero a lo mejor ella necesita tiempo a solas ¿sabes? A lo mejor ya se cansó de ti. (dijo bromeando Amanda)

B: No me da gracia tu comentario Amanda. (dijo completamente seria)

A: Perdón Britt. Tienes razón. Pero oye, no te comas la cabeza pensando en eso ¿de acuerdo? Te digo que lo que ella necesita es tiempo.

Amanda le sonrió a Brittany en señal de apoyo y la rubia le regresó una sonrisa forzada.


Santana estaba sentada junto a Quinn en las gradas, las prácticas de ese día se habían cancelado de último momento, y aprovecharon el tiempo para platicar.

Q: Oye Santana, ¿puedo decirte algo?

S: Claro Q. ¿Qué pasa?

Q: Creo que no deberías tratar así a Britt. Ella te quiere mucho. Cada vez que te comportas mal con ella, me da mucha pena la cara que pone. Nunca me he acercado a hablarle pero desde la entrada se le nota la cara de tristeza.

Santana suspiró pesadamente.

S: Uff… Quinn, no sabes cómo me siento de mal por haber hecho todo esto, me siento la persona más tonta del mundo. Ella no se lo merece. Siempre ha estado ahí para mí y me ha apoyado en todo. Se preocupa por mí, siempre platicamos las cosas que nos pasan, y ahora yo se lo pago de esta manera.

Q: ¿Y entonces por qué lo haces, San?

Santana se removió incomoda y se sonrojó.

S: Creo que… no lo sé. (mintió)

Quinn la observaba detenidamente, notaba que algo rondaba la cabeza de Santana, algo que la estaba incomodando pero no se atrevía a decirlo.

Q: San… ¿Ella… te gusta?

Santana volteo a ver incrédula a Quinn, quiso contestarle pero nada salió de su boca. Lo pensó un momento y después habló.

S: En realidad, tanto así como gustarme… no lo creo. Es solo que le tengo un gran aprecio. La quiero mucho y a lo mejor eso me confundió estos días, pero… (negó enérgicamente) creo que estoy exagerando.

Q: No tienes porque sentirte avergonzada si ella te gusta.

S: ¡Ya te dije que no, Quinn! Solo somos amigas.

Q: Si tú lo dices, te creeré.

Santana rodó los ojos.

S: Hablemos de otra cosa ¿de acuerdo? No quiero enfadarme contigo.

Quinn decidió dejar la conversación ahí, cuando Santana estuviera lista o se diera cuenta de sus verdaderos sentimientos, lo reconocería. Las dos platicaron un rato más y después cada una se fue a su casa.


Cuando Santana llegó a su casa, comió, se duchó, hizo sus deberes y después se dirigió hasta su cuarto. Tenía muchas cosas en la cabeza, cosas que últimamente la estaban confundiendo. Se acostó en su cama a pensar. Pensó sobre todo lo que le pasaba con respecto a Britt. Cada que estaban juntas ella se sentía feliz, no le preocupaba otra cosa que no fuera disfrutar de ese momento juntas. Cuando Britt le llamaba o le mandaba un mensaje, por más pequeño que éste sea, Santana sonreía inmediatamente y sentía la necesidad de responderle en seguida. Cada vez que se ponían de acuerdo para salir, ella se sentía sumamente ansiosa para que llegara la hora de verse. Y así se mantuvo durante un largo rato, pensando qué es lo que pasaba con ella.

S: (dio un fuerte suspiro) ¿Qué me pasa, Dios? (dijo con voz queda) ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella?

Santana suspiró. Se mantuvo en silencio un buen rato ahí acostada, solo mirando el techo de su habitación mientras repasaba una y otra vez la situación. Decidió dejar de lado todos sus pensamientos y distraerse en cualquier otra cosa. Fue en busca de su reproductor de música, se colocó los audífonos y puso el aparato en aleatorio. Se recostó en la cama nuevamente, concentrándose en el sonido de la música que acababa de empezar era una canción que le gustaba.



Santana empezó a susurrar la canción mientras fingía dedicársela a alguien. No se dio cuenta ni en qué momento la rubia de ojos azules apareció en sus pensamientos. La morena cantaba con sentimiento mientras en su cabeza la imagen de Brittany aparecía una y otra vez. Recordaba cada uno de los momentos que habían compartido, las risas, las bromas, todo.

Cuando la canción terminó, la morena por fin fue consciente de lo que había sucedido. Se quitó los audífonos y dejó su reproductor junto a la cama. Se recostó nuevamente con las manos sobre su rostro y lo frotó lentamente. Tras varios minutos de pensar, lo único que se le ocurrió fue…

S: Eso es. (dijo sentándose de golpe en la cama) Mi relación con Puck, terminó hace casi un año y desde entonces no he intentado buscar a alguien. Debo de extrañar tanto tener a una persona a mi lado, que estoy empezando a ver a Britt y su amabilidad conmigo como una posibilidad. (dijo mientras observaba al oso sentado a un lado de la cama) Sí, eso debe de ser, extraño tanto tener una pareja que de algún modo, veo en Brittany todo ese cariño.

Santana se levantó de la cama, se dirigió hasta su baño se cepilló los dientes y se quedó un momento ahí parada frente a su espejo. Mirándose detenidamente.

S: A partir de mañana, Santana López sufrirá un rotundo cambio. Prepárense chicos, porque Snixxx… irá de cacería. (agregó poniendo una cara seductora a su reflejo en el espejo)

Con esa falsa idea, Santana se metió en la cama. Ella era consciente de que nada de lo que había dicho era verdad, que en realidad, sí se sentía atraída por Brittany. Que todo lo que dijo y todo lo que haría durante los próximos días, sería una equivocación muy grande.


Ese fue el capitulo espero que lo hayan disfrutado. =)

Aquí el cap.

CAPÍTULO 9

Al día siguiente Santana llegó al colegio con una actitud totalmente distinta. Coqueteaba con todos los chicos que se le cruzaban y se había convertido, como el resto de las porristas, en una completa arpía. Trataba mal a otros y hasta dejó de lado a Quinn.

Todo el tiempo andaba con las porristas y con los jugadores de futbol, ellos eran los “reyes” del colegio, no le importaba nada. El primero que estuvo detrás de ella fue Puck, que al ver su actitud intentó regresar con ella.

P: Hola nena.

S: Hola guapo. (le dijo coquetamente)

Puck la miraba descaradamente de arriba abajo.

P: ¿Qué te parece si después de clases nos vamos a algún sitio? Yo invito. (le guiñó un ojo)

S: Mmm… (Santana fingió pensarlo y después de unos segundos le sonrió seductoramente) Está bien. Te veo en el estacionamiento.

Puck sonrió victorioso y se acercó a darle un beso a Santana, pero esta lo esquivó.

S: No, no, no. (dijo alejándolo posicionando un dedo sobre su pecho) Tendrás que esperarte para poder probar esto (dijo señalando su cuerpo).

P: No sabes cuantas ansias tengo de que pasen las clases, muñeca. (Dijo y se alejó de ahí)

Santana sonrió y también se dirigió a sus clases. Cuando terminó el día, salió corriendo de ahí antes de que se encontrara con Puck, jamás volvería a salir con aquel cretino, ni aunque le pagaran.


Al día siguiente Puck la detuvo en la entrada de la escuela se veía enfadado.

P: Oye ¿qué pasó ayer nena? Te estuve esperando y nunca llegaste.

S: ¿En serio? Pues la verdad es que ni me acordé. Tuve mejores opciones.

Puck la miraba furioso, lo estaba dejando en ridículo. La tomó del brazo bruscamente.

P: Que sepas que de mí nadie se burla, muñeca.

S: Suéltame. (dijo soltándose de su agarre) Pues que crees. Yo, ya lo hice.

Santana le dijo eso y salió rápidamente de ahí. Es verdad que su plan era ese, coquetear con todos, pero lo que Puck le hizo jamás lo olvidaría, ni se lo perdonaría. No era tonta como para tropezarse dos veces con la misma piedra.

Puckerman la miraba alejarse de él.

P: Ya me las pagarás Santanita.


El jueves Santana recibió, como cada noche, un mensaje de Britt.

Buenas noches San. Sé que no te he podido visitar esta semana, la verdad es que he estado muy ocupada. Pero qué te parece si mañana vamos a comer? Que sueñes lindo San. B.

Santana leyó el mensaje y dudó un momento. Después de pensarlo bien decidió escribir.

Hey Britt =) No te preocupes por eso. Y para lo de comer está bien te veré en el estacionamiento. Nos vemos y que tengas buenas noches. Un beso. S.

Después de enviar el mensaje, Santana se dio cuenta que le había mandado un beso, se mordió el labio, lo había hecho por inercia.  Al principio se sintió apenada pero simplemente lo dejó pasar.

Ya era viernes y toda la semana Santana se la había pasado, coqueteando y besuqueando a cuanto chico se le ponía enfrente. Quinn por su lado, no podía aguantar el comportamiento de la morena, ella sabía que algo debía de estar pasando para que se comportara de esa manera. Tenía ganas de ayudarla, de preguntarle qué le pasa, pero desde el lunes no había tenido oportunidad de hablar con ella a solas.

Quinn observaba desde su taquilla como Santana le coqueteaba a un muchacho y, cuando este se fue, aprovechó que la morena entraba al baño para poder hablar con ella sin interrupciones. La siguió hasta ahí y cuando entró cerró la puerta.

Q: Santana, ¿puedo hablar contigo?

Santana la vio por el reflejo del espejo con cara de pocos amigos mientras se aplicaba brillo en los labios.

S: Que sea rápido porque los chicos me esperan para divertirnos un rato.

Q: Santana, basta. ¿Por qué demonios actúas así? Esta no eres tú. Nosotras somos las únicas que no hemos sido influenciadas  por “el poder del uniforme”. (dijo haciendo comillas con los dedos)

S: A ver Q, déjame en paz ¿sí? A lo mejor, antes era tan estúpida y no me daba cuenta de lo increíble e influyente que soy. Y ahora que por fin he despertado, voy a gobernar este lugar a mis anchas ¿de acuerdo? Así que por favor vete por donde viniste.

Q: No me voy a ir, porque eres mi amiga y como tal, quiero ayudarte. Necesito que me cuentes qué es lo que te pasa porque de otra forma no podré hacerlo. Y me duele ver cómo te andas fastidiando la vida por quien sabe qué problema. Lo que sea que estés pasando tiene solución San.

S: A mí no me pasa nada ya te lo dije. Y ahora lárgate de mi vista. ¿O a caso ahora eres como mi pepe grillo personal?
Q: Pues si, tal vez lo soy. Y justo como él hizo, yo no te dejare.

S: No me importa. Lárgate.

Quinn estaba muy decepcionada, negó lentamente con la cabeza, dio la media vuelta y empezó a caminar hacia la puerta. Detuvo sus pasos y la volteo a ver una última vez antes de salir.

Q: No sabes cómo decepcionarás a Brittany cuando se entere, ella te quiere por tu forma de ser tan especial y simpática. Cuando vea en la clase de persona que te has convertido, seguramente se alejará de ti y se pondrá sumamente triste.

Santana fingió indiferencia ante el comentario que Quinn hacía. Una vez que la rubia se retiró del baño, Santana suspiró pesadamente, en realidad ese comentario le había dolido muchísimo, lo que menos quería era decepcionar a Britt. Y cuando Quinn le dijo que corría el riesgo de perderla sintió como un nudo en el estomago. Respiró varias veces para calmarse y después continuó con su plan.


Brittany estaba parada frente al colegio de Santana, ese día habían quedado en ir a almorzar y la rubia había pensado que después podrían caminar un rato por el parque. Brittany esperaba con ansias ver a Santana salir, no podía evitarlo, le gustaba muchísimo.

Primero vio salir a Quinn, que al ver a Brittany, le sonrió y la saludo con la mano, Britt le devolvió el saludo y Quinn continuó su camino. Brittany esperó un poco más y por fin pudo ver a Santana, venia caminando junto a un chico que ella no conocía. Juntos bajaron la escalera y él la tomó posesivamente por la cintura. La rubia se extrañó por esa acción y más aun cuando Santana no hizo nada para impedirlo. Santana al verla se acercó hasta ella seguida por el muchacho que la había abrazado.

S: Hola, Britt. ¿Qué haces aquí?

Brittany estaba incomoda con el muchacho ahí parado, la estaba mirando de forma descarada, casi desnudándola con la mirada.

B: Pues… anoche quedamos en que hoy almorzaríamos juntas y pensé que después podríamos ir al parque.

S: Ups… Lo siento Britt, se me ha olvidado y ahora mismo no puedo ir contigo. Tengo compañía. (dijo sonriendo hacia el chico)

B: Pero San, ya habíamos quedado.

S: Si, pero... (Santana no sabía que decir, en realidad ella si recordaba que iría a almorzar con Brittany, así que decidió cambiar de tema) Mira te presento a Adam él es… mi novio. (mintió)

Brittany abrió los ojos como platos, sentía que su corazón acababa de ser partido en mil pedazos. Inmediatamente se le formó un nudo en la garganta no sabía ni que decir.

B: ¿T-tu… tu novio?

S: Si Britt, mi novio.

B: Pues… mucho gusto (dijo con gran dificultad y extendiéndole la mano al chico que enseguida la aceptó)

Adam: Si, igualmente muñeca. (dijo y recorrió descaradamente a Brittany con la mirada)

S: Oye que estoy aquí eh. (dijo golpeándole el brazo)

Adam: Ya lo sé bebé. (dijo siguiéndole el juego)

Después de decir eso le plantó un beso brusco y grotesco, según la perspectiva de Brittany que solo pudo mirar al cielo o a cualquier otra parte. Cuando se separaron Santana simplemente bajó la mirada, se sentía avergonzada frente a Brittany.

B: Bueno San, yo creo que mejor me voy ya veo que estas bien acompañada.

S: Britt, espera.

B: Nos vemos, San. Fue un gusto Alan.

Adam: Es Adam, preciosa.

B: Lo que sea, fue un gusto. (dijo enojada)

A: Igualmente, belleza.

Brittany se subió en su carro sin querer escuchar a Santana, le era imposible mantenerse ahí parada viendo como se comían la boca.

Santana se quedó ahí parada mirando cómo se alejaba el coche de Brittany. Todo lo que pasó la hizo sentirse muy mal. Tal y como dijo Quinn, el ver el rostro de la rubia, esa mirada de tristeza y decepción que tenia, la hizo sentir la peor persona. Incluso podía jurar que sus ojos azules se empezaban a llenar de lágrimas.

Adam: Oye tu amiga está guapísima, para comérsela.

Santana lo fulminó con la mirada y después comenzó a caminar con dirección a su casa.

Adam: ¡Oye! ¡Entonces ¿somos novios, nena?!

S: Jamás en la vida, Adam. Déjame tranquila.

Y se alejó de ahí dejándolo solo.


Brittany comenzó a llorar apenas se subió a su auto, durante todo el camino no pudo dejar de derramar lágrimas y de sentirse completamente estúpida por pensar que Santana empezaba a sentir algo por ella. Llegó hasta casa de Amanda, porque necesitaba hablar con ella. Apenas le abrió la puerta se lanzó a sus brazos y lloró descontroladamente.

A: Britt, (dijo preocupada) ¿Qué tienes? ¿Qué ha pasado?

B: Es San-ta-na. (dijo entrecortadamente)

A: Tranquilízate, Britt. (Le decía mientras le acariciaba la espalda para calmarla un poco)

Brittany lloró un poco más hasta que logró calmarse.

B: Es que… soy una tonta, Ami.

A: ¿Por qué lo dices pequeña?

B: Ella… tiene novio.

Amanda se sorprendió con lo que le había dicho Brittany.

A: ¿Novio?

B: Si, quien sabe desde cuándo. Y yo creyendo que podría pasar algo entre nosotras. Soy una idiota.

A: Britt, no eres una idiota. Pero tú sabías que esto podía pasar. Sabias a lo que te metías.

Brittany se quedó en silencio unos momentos. Lo que Amanda decía era verdad.

B: Aunque me duela en el alma… creo que tienes razón. Aunque me duela en lo más profundo, sé que lo hablamos desde el comienzo de todo esto.

A: Lo siento Britt, pero es así.

Se quedaron un rato en silencio. Ninguna de las dos sabía que más decir. Brittany recostó su cabeza en el hombro de Amanda.

A: Y… ¿Qué vas a hacer ahora?

Brittany lo pensó durante varios minutos.

B: No lo sé. (suspiró) No lo sé, porque me gusta tanto que no quiero alejarme de ella. Quiero quedarme a su lado y ayudarla, cuidarla de ese inútil, se ve que es uno más como el imbécil de Puck.

A: ¿Por qué lo dices?

B: Me dijo muñeca y después casi me desnudó con la mirada, y todo eso estando ella ahí parada, Amanda.

A: ¡Vaya! Que descarado. ¿Y de verdad es su novio?

B: (Brittany bajó la mirada) Si, ella misma me lo dijo.

A: Bueno, pues no sé que mas decir Britt. Apóyala. Cuídala.

B: (Brittany asintió) Además… que más podría decirle, quiero decir, ella no sabe que me gusta, solo somos amigas y yo no tengo ningún derecho de ponerme celosa. Así que (se encoge de hombros) las amigas están ahí para apoyarte en las buenas y en las malas ¿cierto?

Amanda solo se limitó a asentir en concordancia con su rubia amiga. Brittany suspiró pesadamente. Los próximos días iban a ser una tortura.


Ese mismo día en la noche, Brittany se encontraba acostada boca abajo con el portátil apoyado en la cama. Estaba revisando su correo y terminando los deberes de la universidad, después abrió el chat para entretenerse y se encontró a Santana conectada. Sin dudarlo ni un instante le escribió…

Britt: Hola, San =)

Santana: Hey Britt! Hola, ¿Cómo estás?

Britt: Muy bien San. ¿Y tú? ¿Qué tal con tu novio? (escribió desanimada)

Santana: Pues bien. Pero no quiero hablar de eso ahora.

Britt: De acuerdo. Oye ¿puedo preguntarte algo?

Santana: Claro Britt. ¿Qué pasa?

Britt: Bueno, me gustaría que nos viéramos el lunes después de clases. ¿Te parece? Es que me gustaría platicarte algunas cosas.

Santana: Claro que si Britt. Sabes que cuentas conmigo y que me puedes contar lo que quieras =)

Britt: Pues últimamente no estoy muy segura de eso.

Santana, al otro lado de la pantalla, se había quedado muda. No respondió durante un tiempo. Las palabras de la rubia le habían dolido y mucho. Brittany sabía que había hecho una tontería y que la morena había leído su mensaje.

Britt: Perdón San. Yo no debí decir eso.

Santana: Esta bien Britt. Supongo que tienes razón y me lo merezco.

Britt: No, San.

Santana: Oye me tengo que ir. Nos vemos el lunes ¿de acuerdo? Bye Britt.

Britt: San

Y después de enviar eso, Santana se desconectó sin leer el mensaje. Brittany dejó caer su cabeza en la cama y resopló con frustración.

B: Tonta, eso es lo que eres Brittany. (Se dijo a si misma)

Apagó y cerró el portátil, se levantó y lo puso en su lugar. Después regresó a la cama, cogió su móvil y escribió un mensaje.

San, lo siento. No quise decir eso. ¿Aun nos veremos el lunes? Espero que no te hayas enfadado conmigo. Buenas noches San. Que sueñes lindo. B.

Brittany terminó de teclear y esperó con ansias la respuesta. Tras varios minutos de espera, Britt estaba convencida que Santana se había enfadado con ella y que no le contestaría. Cuando iba a colocar el teléfono en la mesita de noche, éste comenzó a sonar.

No te preocupes, Britt. =) no estoy molesta. Y claro que nos veremos el lunes tenemos que hablar. Buenas noches Britt. Un Beso. S.

Brittany sonrió con ese mensaje, le había mandado un beso, y aunque fuera solo eso, ya la hacía feliz.

Espero que lo hayan disfrutado. =D