[Resuelto]FanFic BRITTANA "Play With Me" EPÍLOGO

Hola      .......buenas       noches a todas/os.......debo disculparme con todas quienes leen esta historia por no actualizar el día de hoy......honestamente hoy fue uno de los peores       dias de mi vida porque falleció mi adorada mascota (una simpática y preciosa gatita) y debo admitirlo: me siento               devastada y sin ánimos para nada porque ella fue alguien muy especial para mí. Ya tengo el capítulo listo, sólo que lo publicaré mañana.........espero puedan comprenderme

Hola……..buenas       noches a todas/os………ufff,                 cuesta y duele recuperarse cuando se ha perdido una parte importante que llenaba tu vida……..y bueno, estoy en esa tarea, intentando sobreponerme a la pérdida de mi       querida gatita que estuvo conmigo 6 y medio años maravillosos con travesuras y gestos que me arrancaron más de una sonrisa.


Luego de este breve receso de un día que me tomé, procuro volver a mis cosas, y una de ellas es cumplir con lo prometido…….he aquí el capítulo 2 de esta historia………..por favor, ténganme algo de paciencia si me notan           melancólica, sabré sobreponerme, sólo denme algo de tiempo.



*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día jueves o viernes a más tardar.


Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….






NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.


Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 2

- No quieres que pare.


Empuja su cadera contra mi centro, y muerdo mi labio para sostener el gemido que quiere salir de mi garganta.


—Te dije que pararás, Santana.


Se mueve para atrás, alejándose y me mira a los ojos, sin aliento, sus ojos entrecerrados. Balancea la cabeza, como si estuviese tratando de aclarar su mente, y me coloca sobre mis pies de nuevo. Mis rodillas temblorosas casi ceden, ella me estabiliza, con las manos en los hombros.


— ¿Qué está mal? —pregunta.


—No voy a hacer eso contigo. Nunca.


Ella da un paso atrás, pasa aquellas manos fantásticas por su cabello, respira profundo y cierra los ojos.


—Ok. —Traga en seco—. Lo siento mucho. Pensé que estabas interesada.


—Vamos a aclarar una cosa ahora. Yo no soy una mujer estúpida y desesperada, que está muriendo de ganas de tener sexo contigo, y no soy tu bebé.


Dios, odio que me llamen así.


—Te pido disculpas de nuevo, por el mal entendido con mis relaciones públicas y por esto —su voz es firme ahora, su respiración está bajo control y mete las manos en el bolsillo.


Wow, es tan bonita. Paso la lengua por mis labios, todavía saboreándola en mí.


—Si te haces a un lado, voy a dejarte a solas. —De repente odio esa frialdad educada con la que nos estamos tratando. Me gustaría que me tomara en sus brazos de nuevo, me bese, y mi odio por ella ahora, no es tan grande.


Tal vez no sea tan mala como pensaba, pero no es para mí.


Rápidamente salgo del camino, y ella abre la puerta del baño. Antes de salir, me mira y me ofrece media sonrisa, un guiño, y me deja en paz.


Mis ojos encuentran mi reflejo en el espejo. Los tengo un poco vidriosos por el exceso de vino y lujuria. Mi cabello está un poco desordenado, pero siempre lo tengo así, entonces no es nada raro.


Además de que mi labial desapareció con el beso, continúo igual que cuando entre aquí.


Entonces, ¿por qué siento que todo está a punto de cambiar?


**********

— ¿Ok, que vamos a beber ahora? —pregunto y miro alrededor de la mesa a mis amigas y sus parejas. Los padres se fueron hace algunas horas, y apenas están Rachel y Quinn, Kitty y Artie, Stacy e Isaac, Puck, Caleb y Santana. Todos los otros invitados se fueron para casa, dejándonos a nosotros once para beber, reír y conversar.


No tuve tanta diversión en un largo tiempo. Si bebo apenas un poco más de este trago, conseguiré olvidar mí escapada en el baño con Santana.


Tal vez.


Probablemente no.


Hablando de Santana, ella continua mirándome, bebiendo una cerveza, tranquila. Pero la ignoro y levanto otro trago de tequila en el aire. Hasta ahora, los asuntos fueron bebés, rock and roll, tatuajes, compras, y compras nuevamente.


— ¡Aquí está, por los orgasmos, a los tres que voy a tener hoy en la noche! —exclama Kitty, ganado la risa del resto de nosotras las chicas, mientras que los chicos, todos, excepto Artie, se quejan.


— ¡Por los orgasmos! —todos concordamos y bebemos la copa. Deje de usar las rodajas de limón y la sal tres tragos atrás. Miro a Santana, que está ahora en una conversación profunda con su pariente Caleb, y a pesar de mi estado, claramente borracha, mis muslos se aprietan con la visión de ella.


Dios. Ese cuerpo atlético y torneado, ojos marrones y aquel cabello oscuro desordenado, peinado por sus dedos y los míos, y quiero darle un buen beso apasionado que la deje sin aliento.


Debería haber follado con ella en el baño. ¡Para con eso! Esa es una Britt apenas borracha y caliente.


—Entonces, Britt —Rachel habla con la voz borracha mientras se inclina hacia mí y me lanza su brazo alrededor de mis hombros—. ¿Por qué todavía estás soltera, mi linda amiga?


—Porque mi trabajo son mis relaciones, mi igualmente linda amiga.


—Eso es pésimo.


—Está todo bien —respondo despreocupadamente, y tomo un trago de mi quinta margarita. Joder, realmente debería haber comido más en la cena.


— ¿Será que tu trabajo te da orgasmos? —pregunta Kitty mientras gatea hasta el regazo de Artie.


—No. —Me río.


—Entonces no está todo bien —ella responde con aire satisfecho.


No, no está bien, pero es lo que tengo. Necesito cambiar de tema.


—Deberías cantar alguna cosa. —Rachel bate las manos, entusiasmada en su asiento.


—Ustedes están haciendo mucho ruido y no escucho lo que están hablando.


— ¡Canta! —exige Rachel.


—Apenas puedo hablar. No voy a cantar. No canto desde hace un largo tiempo, de cualquier manera.


—Ok, entonces vamos a bailar. —Rachel se levanta y se tambalea. Quinn la coloca en su regazo, riendo con ella.


—Creo que es hora de llevarte hasta el cuarto, bebé. —Ella sostiene su rostro en sus manos y sonríe.


—Está bien. ¿Puedo tener algunos orgasmos?


—Creo que puedo hacer que eso pase—ella responde con una sonrisa.


— ¡No es justo! —Kitty exclama—. ¡Yo quiero orgasmos!


Dios mío, nada cambió, nosotras siempre hablando de orgasmos, cuando estábamos borrachas en la facultad.


—Entonces, vamos hasta el cuarto también, te voy a dar algunos orgasmos. —Artie besa la mejilla de Kitty y ella se queda en sus brazos.


Jesús…………Artie está en la misma sala que yo, hablando sobre orgasmos.


Esto es una locura.


—Yo también me voy. —Tomo mi último trago, tomo mi cartera y me levanto.


La sala gira un poco, pero me sostengo con la parte de atrás de la silla, y tomo una respiración profunda.


— ¿No estás conduciendo, verdad? —pregunta Quinn.


—Voy a llamar a un taxi.


—Yo te voy a llevar a casa. —Santana está de pie de a mi lado, sosteniéndome el codo.


—Bebiste demás —le recuerdo.


—Bebí una cerveza. Estoy bien.


Oh.


— ¿En serio?


—Estoy en medio de la temporada, Britt. No puedo beber mucho.


— ¿Qué tipo de temporada? —pregunto mientras el salón gira lentamente alrededor. Estoy vagamente consciente de una risa disimulada, pero estoy demasiado borracha para patear el trasero de alguien.


—De tenis —dice suavemente y lleva mi cabello para atrás de mi oreja.


— ¿Quieres jugar tenis? —Estoy confundida—. Estoy demasiado borracha para jugar tenis.


Santana ríe y balancea la cabeza.


—No, encanto, yo voy a jugar tenis el domingo. ¿Te acuerdas?


—Oh, sí. Eres una estrella del tenis. —Regreso con mis amigas—. Ella es la gran jugadora de tenis esta temporada. ¿Lo sabían?


Kitty se ríe de mí.


—Britt, eres tan divertida. Estoy feliz que estés saliendo de nuevo con nosotras.


— ¿Morena, la tienes? —pregunta Caleb.


—Sí, la tengo —Santana confirma.


— ¿A quién tienes? —pregunto.


—A ti chica, borracha. Vamos. —Se voltea para llevarme a la salida y yo comienzo a seguirla, pero por alguna razón mis pies no funcionan muy bien.


—Hum, ¿Santana?


— ¿Si?


—Perdí mis pies.


— ¿Qué? —ella ríe y aprieta la punta de su nariz.


—No consigo encontrar mis pies.


¿Por qué todo el mundo está riendo? ¡Esto es serio!


—Ok, yo te tengo. —Me toma entre sus brazos y me lleva contra su pecho.


—No tienes que llevarme.


—Si quiero llegar hasta el auto y llevarte a casa, creo que es necesario.


—Pensé que querías jugar tenis. —Bostezo e inclino mi cabeza en su hombro. Hmm… ella todavía huele bien.


—Hoy no.


—Creo que estoy borracha.


— ¿Cuál fue tu primera pista? —ríe.


—No me hagas lastimarte.


—Sí, me asustas.




— ¿Qué tipo de auto es ese? —pregunto.


—Es un Shelby.


— ¿Shelby es tu novia? —pregunto mortificada. ¡Rayos! ¡Estuve con una mujer que tiene novia!


—No, este auto es un Mustang Shelby, Brittany.


—Ah. Entonces, ¿quién es tu novia?


—No tengo novia.


— ¿Por qué no?


—No tengo tiempo. —Encoje los hombros—. Nadie me interesó, hasta muy recientemente —murmura la última parte, y antes de que pueda preguntar lo que ella quiere decir con eso, rápidamente me coloca en el auto y me lleva hasta mi casa.


—Gracias por el aventón.


—De nada. Quédate allí.


Creo que no puedo salir del auto, ni siquiera si quisiese. Es muy bajo, junto al suelo, muy bonito. El asiento es confortable. De repente, la puerta del pasajero se abre, y Santana se inclina para dentro, sacándome del auto. Me deja de pie, y entonces me carga otra vez.


—Probablemente puedo caminar ahora.


—Lo dudo. No vomites sobre mí, por favor.


Bien, no tenía ganas de vomitar hasta que ella hablo. Ahora mi estómago está dando vueltas, y tengo ese sentimiento asqueroso en la parte de atrás de mi garganta.


¡Joder!


— ¿Dónde están las llaves? —pregunta.


—Cartera.


— ¿Quieres que la busque?


—Sí. —Solo respira. Solo respira y no vomites.


—Ok, te voy a apoyar en la pared por un segundo.


¿Será que ella habla inglés? No entiendo lo que dice, todo lo que puedo hacer es concentrarme en no vomitar. Ella mueve la cartera, hasta encontrar mis llaves.


—Está aquí. —Señalo la llave de la casa y abre la puerta y me carga de nuevo, llevándome para dentro.


— ¿No tienes ninguna alarma? —pregunta con el ceño fruncido.


—No.


— ¿Por qué no? —exige.


—Es muy caro. Joder, colócame en el suelo.


Me baja, y en el momento que mis pies tocan el suelo, corro para el baño, y lanzo cerca de dos botellas de tequila en el retrete. El regusto que sale, nunca es tan bueno como cuando entra.


Oh, Dulce Jesús, hazlo parar………..Mi estómago convulsiona con los temblores, y siento el sudor frio en mi piel. De repente, mi cabello está siendo peinado fuera de mi rostro, y un paño frio es presionado en la parte de atrás de mi cuello.


Joder, me olvide que ella estaba aquí. Que humillante.


—Puedes irte —me quejo y descanso la frente en mi brazo, todavía sosteniéndome en el retrete.


—Me voy a quedar —su voz es firme y tal vez un poco oscura.


—Estoy bien, Santana.


—No te voy a dejar así, sola. —Gentilmente levanta mi cabeza y aprieta otro paño frio en la frente, haciéndome gemir de placer.


—Eso es bueno.


—Lo sé. ¿Terminaste de vomitar?


—Creo que sí.


—Ok, vamos a la cama.


— ¡Hey! —Mi cabeza se levanta abruptamente, y fijo mi mirada en la suya—. No me vas a llevar a la cama.


—Sí, voy a hacerlo. No te preocupes cariño, no te haré mía hoy. —Suelto un gemido y ella sonríe, cuando tengo de repente otra onda de nauseas. Estoy cansada.


—Está bien —hablo, y ella lleva un brazo hasta mi cintura. Es demasiado atractiva e inquietante para su propio bien—. Estoy bien, Santana. Lo peor ya paso. Te puedes ir.


Me mira y enjuaga mi rostro con el paño frio.


—Voy a cerciorarme que estés dormida antes de irme.


— ¿Por qué? No he sido exactamente agradable contigo.


—Porque no soy una idiota, y cuanto más pronto te des cuenta de eso, mejor.


Hago una mueca para ella, sin entenderle del todo. Abre mis gavetas, moviendo mi ropa y medias, entonces se voltea hacia mí, con el ceño fruncido.


— ¿Dónde está tu pijama?


—Yo no uso pijama.


— ¿Entonces, que usas para dormir? —pregunta y coloca las manos en las caderas.


—Nada.


Cierra los ojos y respira profundamente, enseguida, busca entre mis gavetas hasta encontrar una vieja camiseta, y me la lanza.


—Aquí, ponte eso.


— ¿Por qué?


—Porque me voy a acostar contigo en la cama y no puedes estar desnuda, o si seré una completa idiota que no se puede resistir a ti. —Ella parece casi enojada.


—Voltéate —murmuro. Cuando ella está de espalda, rápidamente me quito el vestido y coloco la camisa. No llevo bragas, pero la camisa es lo suficientemente larga como para que no lo note—. Creo que no puedo quitarme las sandalias sin caerme.


Santana se voltea y sus ojos se suavizan.


—Pareces tan joven ahora.


—Estoy segura que estoy hecha una mierda, pero está bien. ¿Sandalias?


—Siéntate. —Se arrodilla delante de mí y me quita los zapatos, y después me coloca en la cama. Se desabotona la chaqueta, dejándola caer por sus hombros y la coloca en mi silla.


Santo cuerpo de infarto……….Dios, repentinamente siento un calor intenso que amenaza con incendiar mi habitación.


—Tu casa es bonita —murmura.


—Hmm. —Cierro los ojos para bloquear la imagen de una deliciosa Santana desnuda. Escucho el cierre del pantalón y el ruido de ella saliendo de ellos, y en seguida, la cama se hunde cuando se acomoda a mi lado. Me aleja, y después me voltea, mi espalda contra su pecho.


—Duerme.


— ¿Por qué todavía estas aquí? —pregunto soñolienta. Debería exigirle que se vaya, pero joder, estar así me hace sentir muy bien.


—No sé —susurra.



Santana


Ella inmediatamente cae en el sueño, doblada contra mí, con la respiración lenta y uniforme.


¿Por qué todavía estoy aquí? Buena pregunta. Yo tengo mi casa y mi cama. Con seguridad, ella va a dormir la noche entera, y se despertará bien tarde, y con un poco de resaca. Pero estaría mintiendo si digo que no me siento bien con ella, y por la primera vez en un largo, largo tiempo, me siento protectora con una mujer con la que no estoy relacionada.


Ella es diferente. No le importa mi trabajo, o las conexiones de mi familia.


Y ella me dijo no. Lo que es nuevo.


Sonrío y beso la parte de encima de su cabeza, apreciando su olor a fresas en el cabello y la forma en que se siente suave contra mi nariz. Ella suspira profundamente y se acerca a mí, empujando su trasero apretado contra mi entrepierna. Su camisa sube, y puedo sentir su trasero.


Su trasero, caliente y desnudo.


Esta situación me descontrola y siento que en cualquier momento podría ceder a la tentación de hacerla mía


Esta mujer de ojos de un azul cielo tiene el cuerpo hecho para el sexo, una inteligencia afilada y una sonrisa matadora. Un hoyuelo en la mejilla derecha es malditamente adorable. Una pena que para mí, ella siempre está arrugando la frente.


Me pregunto que será necesario hacer para hacerla reír más, y confiar en mí.


Porque tengo que verla de nuevo.


Britt llora bajito y se lanza a mis brazos, apoyando su rostro en mi pecho, y levanta un brazo alrededor de mi cintura, sosteniéndome firme. Acaricio su cabello en su mejilla y beso su frente antes de quedarme dormida.


Claro que sí………yo voy a verla de nuevo.



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Breves adelantos – Capítulo 3


—Hola.


—Estoy llamando de parte de Santana López. A ella le gustaría aceptar su invitación para ir hasta el departamento infantil, y visitar al equipo y a los pacientes.

Froto la frente con la punta de los dedos y me muerdo el labio.

*******

No puedo culparla, si ese es el caso. Por no hablar, que deje claro que nunca, nunca tendría intimidad con ella. Soy una idiota.


Y ahora quiere venir a mi trabajo y visitar a mis pacientes. Probablemente es un truco para conseguir publicidad. Va a, sin duda, traer los medios con ella, tomarse una foto con los niños enfermos, y entonces aparecerá su cara grande en el Canal 7 de noticias.


Idiota arrogante……pero, como me atraes Santana.

********

—Entonces, ¿tienes pareja, Santana? —le pregunta con una sonrisa tímida, una bonita paciente de dieciséis años, llamada Liza.


—No, no tengo, querida.

********

— ¿Quién es? —Nick pregunta.


—La verdad, es que la conocen. —Santana comienza y muerdo mis labios, sintiendo mis ojos abrirse. ¡Puta Mierda!—. Adoraría conocer mejor a Britt.


—Bien, entonces invítala a salir —le aconseja alguien fuera de mi línea de visión.


—No creo que esté interesada en mí.


—Nosotros podemos ayudar —ofrece Liza—. Nosotros la conocemos muy bien.

********

Sigo a las jugadoras de regreso a los ascensores, Santana y yo más atrás. Sostiene mi mano en la suya, pero me alejo y miro alrededor.


—No en mi trabajo, Santana.


—Ah, ¿entonces puedo sostener tu mano fuera del trabajo? —pregunta, con una sonrisa arrogante.

********

—Aquella jodida de Mercedes —murmura Aria seria—. A partir de ahora, entra en contacto con nosotros directamente. ¿Puedo suponer que tienes el número de López?


—Uh, no. —Balanceo la cabeza y presiono mis labios.


—Bien, infierno, te voy a dar mi número. —Elaine sonríe—. Y no sólo para visitar tú trabajo.


—Retrocede, Sutherland —le advierte Santana—. Yo tengo el de ella.

******

—Oh, créeme, dulzura, tener tu apretado trasero, desnudo contra mi cuerpo, fue malditamente seductor. —Se aproxima y me levanta la barbilla con los dedos—. Pero no use esa ventaja en ti, cuando no estabas en tu juicio. Cuando te haga mía, vas a saber exactamente qué estamos haciendo, lo que estas sintiendo, no voy a parar hasta que tus piernas estén temblando, y los vecinos sepan mi nombre.

Hola……buenas       noches a todas/os……..ufff, al igual que la mayoría estoy que me consume la ansiedad por ver el capítulo 100 de Glee       jejejeje (y más con las canciones donde participaran Santana, Brittany y Quinn)……en fin, tendré que armarme de paciencia hasta que el añorado día llegue.



*Para quienes no hayan leído la historia anterior, esta es la dirección:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo



*Próxima actualización: día domingo o lunes a más tardar.


Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….






NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana)……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Play With Me” de Kristen Proby, la traducción de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York y mantendré el nombre de la historia original, es decir, “Play With Me”. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……en la historia original el deporte al que se alude es fútbol americano, sin embargo pensé que lo ideal en el caso de nuestra pareja preferida el tenis se ajustaba mejor




Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.










Dos semanas después………





- Britt, hay una llamada para ti en la extensión 40-600.


—Ok, Hanna, gracias. —Coloco el gráfico que estoy documentando sobre las dosis de los medicamentos para fijar en la estación de enfermeras y tomo el teléfono.


—Aquí Britt.


— ¿Brittany Pierce? —pregunta una educada voz femenina.


—Sí, ¿puedo ayudarle?


—Espero que sí. Soy Mercedes Jones. Llamo de la oficina de Relaciones Públicas de la organización de tenis de Nueva York.


Oh, infierno. Mi estómago da vueltas, y mi labio superior comienza a sudar.


—Hola.


—Estoy llamando de parte de Santana López. A ella le gustaría aceptar su invitación para ir hasta el departamento infantil, y visitar al equipo y a los pacientes.


Froto la frente con la punta de los dedos y me muerdo el labio.


—Está bien. Me puedo encargar de organizarlo.


—Genial. Le gustaría visitarlos el miércoles.


— ¿De esta semana? —Mi voz es más estridente que lo normal, no lo puedo evitar. ¿Ella quiere venir a mi trabajo en dos días?


—Eso mismo.


Suspiro resignada. Los niños van a estar tan animados, no hay manera que pueda decir que no.


—De acuerdo, ¿cuánto tiempo?


— ¿Cerca de la una?


—Muy bien, esperaremos por ella.


Termino la llamada y miro el teléfono. Dios………. ¿Sera que López realmente me va a visitar en el hospital en dos días? Ya pasaron dos semanas desde el momento del baño. Desde mi colosal y vergonzosa exhibición de completa borracha.


Hasta despertarme a la mañana siguiente, desnuda, en mi cama vacía. Realmente necesito preguntarle cómo diablos termine desnuda. Si la memoria borrosa me servía de algo, subí a la cama con una camisa.


Y entonces, para coronar la increíble noche vergonzosa, Santana mando a entregar mi auto en mi casa a la mañana siguiente, para no tener que pagar un taxi e ir a buscarlo al hotel.


¿Dulce? Tal vez.


Sin embargo, ni una palabra desde entonces. Claro, es una jugadora de tenis profesional ocupada, estamos en plena temporada, y tal vez no estuviese tan interesada en mí, después de encenderme el modo sexy y ardiente al máximo.


No puedo culparla, si ese es el caso. Por no hablar, que deje claro que nunca, nunca tendría intimidad con ella. Soy una idiota.


Y ahora quiere venir a mi trabajo y visitar a mis pacientes. Probablemente es un truco para conseguir publicidad. Va a, sin duda, traer los medios con ella, tomarse una foto con los niños enfermos, y entonces aparecerá su cara grande en el Canal 7 de noticias.


Idiota arrogante……pero, como me atraes Santana.




—Ella está aquí — avisó el miembro de seguridad. Sonriendo, Hanna hizo algunos pasos de baile. Ella y yo estamos trabajando juntas desde el primer día. Es una linda rubia, bajita, con ojos marrones oscuros y una figura voluptuosa. También está bien casada y tiene tres hijos, pero no tiene ningún problema de coquetear con jugadoras de tenis calientes.


¿Quién puede culparla?


—Ok, voy hasta el ascensor para conocerle. Acuérdate de poner cara de sorpresa.


Me hace un guiño y camina hasta el pasillo del ascensor. Informé a los padres de los chicos sobre la invitada de hoy, para que ellos pudiesen venir y tomarse unas fotos y conocer a la famosa deportista personalmente, pero decidí que fuera una sorpresa para los niños.


Finalmente, los ascensores se abren, y sólo puedo mirarla. Trajo a cuatro de sus compañeras de organización, todas vestidas con jeans y la camisa de la organización, empujando carritos llenos de regalos, cajas con lazos y papel celofán, y varios productos del equipo, gorras, camisetas, pijamas… Con su nombre en él. Trajeron animales de peluche y juegos también.


Miro a Santana, sus brillantes ojos marrones, y no puedo parar la sonrisa que divide en dos mi rostro.


¡Está mimando a mis niños!


—Hey, eres la enfermera más bonita que vi. —Me ofrece aquella sonrisa arrogante y sigue a las otras chicas fuera del ascensor. Ellas son todas atléticas y muy atractivas, me siento extraña al lado de ellas.


Miro mi simple bata azul del hospital, paso la mano por ella y me río.


—Cierto, porque batas de hospital y colas de caballo fue todo lo que se viste en estos días.


Se inclina para besar mi mejilla y susurra en mi oído.


—La enfermera más sexy que vi.


Bien, entonces.


Aclaro mi garganta y Santana me presenta a sus compañeras de organización: Tina Cohen Chang, Alice Jones, Elaine Sutherland y Bree Wilson.


Todas ellas son increíblemente educadas y miran alrededor nerviosas, las manos en los bolsillos, arrastrando los pies, mirando por el pasillo del hospital.


—Muchas gracias a todas por venir. No les dije a los niños que vendrían, quería que fuese una sorpresa. Pero los padres lo saben, y trajeron sus cámaras. —Ellas menean la cabeza y miro alrededor de la recepción—. ¿Sin periodistas?


Santana me mira seria.


—No, sin periodistas. Esta no es una visita propaganda, Britt. Estamos aquí porque queremos estar.


— ¿Cómo es que convenciste a la mujer de Relaciones Públicas? —pregunto, la sorpresa estampada en mi voz.


—Ella trabaja para nosotras, no al contrario —responde simplemente y toma un carrito lleno de delicias para mis niños—. Muéstrame el camino.


—Vamos a comenzar con Nicholas. Jugó al tenis hasta este invierno, cuando se lesiono en el campo y fue diagnosticado con osteosarcoma. —Las chicas hacen cara de preocupación—. Cáncer de huesos —murmuro y toco la puerta de Nick.


—Sí —le escucho responder.


Abro la puerta, protegiendo su visión de las chicas detrás de mí.


— ¿Tienes un segundo?


Sus ojos brillan y me sonríe. Es apasionado y muy bonito.


—Siempre tengo tiempo para la enfermera más caliente de aquí.


Abro la puerta y me corro para un lado, así las chicas pueden entrar en su cuarto, y Santana se inclina para mí y me susurra en el oído.


— ¿Ves? La enfermera más caliente.


Nick esta pálido, su boca abierta, y entonces el comienza a reír.


— ¡Oh, Dios mío!


—Hey, chico. —Santana se acerca en primer lugar y ofrece su mano para saludarlo—. Es un placer conocer a otro jugador.


—Ya no puedo jugar más —murmura Nick.


—Una vez jugador, siempre un jugador, chico. —Santana sonríe y se sienta a su lado en la cama—. ¿De dónde eres?


—Chicago —Nick responde tímidamente sin mirar a Santana a los ojos. El cabello de Nick se fue, y su cuerpo una vez fuerte, parecía flaco en la gran cama de hospital.


— ¿Eres bueno? —pregunta Santana.


—Joder, sí, era apenas mi primer año, pero recibí ofertas del USC y del estado de Florida —dijo con orgullo.


—Rayos, lo siento mucho.


Salgo del cuarto y dejo a las chicos conversando con Nicholas, dándole los regalos y haciendo mejor su día.


Infierno, tal vez el mejor día de toda su vida.


Cerca de una hora más tarde, las jugadoras están cómodas, sonriendo y bromeando unas con las otras y con Nick. Santana me ofrece una sonrisa dulce y triste.


—Necesitamos conversar más tarde —refunfuña.


Inclino mi cabeza para un lado. ¿Hablar? ¿Sobre qué? No tengo tiempo para preguntar.


—Muy bien, chicas, sé que se están divirtiendo, pero hay un montón de niños ansiosos por conocerlas. Tengo un equipo de enfermeras extras hoy, para llevarlas por el hospital, presentarles a los niños y a sus padres.


—Parece genial — responde Tina Cohen Chang y ofrece a Hanna una sonrisa arrogante—. Muéstranos el camino, querida.


Ellas cogen cestas llenas de regalos y siguen a mi personal por varias partes del departamento, y sonrío, cuando escucho los gritos de excitación que salen de los cuartos.


—Eso es increíble, Santana. Los niños se van a acordar de esto para el resto de sus vidas. Gracias.


—El placer es mío. Me voy a quedar contigo, si no te importa. ¿Quién es el próximo?


Ok, Santana es buena con los niños. Es amable y una buena oyente. Pacientemente posó para decenas de fotos, coqueteo con los chicos, hizo caras y les hizo sentir como si fuesen sus amigos, y simplemente fue increíble. Todos, las cinco jugadoras, finalmente terminaron, entrando en cada cuarto y conversando con cada paciente.


Ahora, estamos reunidos en un área común, que creamos para las familias, donde pueden entrar y descansar. Fue recientemente reformada, orgullosamente ostenta cerca de dos mil metros cuadrados, con sofás de cuero y sillas reclinables, una televisión enorme de pantalla plana montada en la pared, mesas y sillas cerca de tomas para portátiles y mucho espacio para estirarse.


Ahora, mis pacientes más antiguos que son capaces de dejar sus cuartos, están en el espacio, donde pueden hacer preguntas y tener un poco más de tiempo con el equipo. Hace cinco horas que están aquí.


—Britt, necesito alguna ayuda con un IV4 en el cuarto 20 —la Dra. Sánchez me susurra, para no interrumpir las conversaciones.


—Sin problemas. —Le sigo de regreso hasta el cuarto para ayudarle, entonces, cuando regreso al salón me quedo fuera de la vista para poder escuchar.


—Entonces, ¿tienes pareja, Santana? —le pregunta con una sonrisa tímida, una bonita paciente de dieciséis años, llamada Liza.


—No, no tengo, querida.


— ¿Por qué no? —pregunta alguien.


—Bien, hay una mujer en la que estoy interesada, pero creo que no le gusto.


—Bien, entonces es tonta. —Liza ríe, haciendo que todos riesen juntos.


—No, es experta —bromea Aria, golpeando el hombro de Santana.


— ¿Quién es? —Nick pregunta.


—La verdad, es que la conocen. —Santana comienza y muerdo mis labios, sintiendo mis ojos abrirse. ¡Puta Mierda!—. Adoraría conocer mejor a Britt.


—Bien, entonces invítala a salir —le aconseja alguien fuera de mi línea de visión.


—No creo que esté interesada en mí.


—Nosotros podemos ayudar —ofrece Liza—. Nosotros la conocemos muy bien.


—Hum, ok. —Santana de repente suena nerviosa y sonrío.


—Ama la música —mi paciente, Becky le dice.


—Y el chocolate —ofrece Mike.


—Y le gustan los abrazos —dice mi Jason de trece años, emocionándome.


—Pero si juegas con ella, te voy a sacar el corazón del pecho, que se fastidie el cáncer—afirma claramente Nick.


— ¡Nick! — exclama su madre. Mis pies miran el suelo. Debería resolver esto, pero no puedo moverme. Quiero escuchar la respuesta de Santana. El silencio llena el cuarto e imagino a los dos, uno, un adorable adolescente y la otra….una preciosa morena que me tenía suspirando por ella…….mirándose uno al otro.


Finalmente, Santana dice:


—Sabes, Nick, ya tenía un gran respeto por ti con nuestra conversación anterior, pero ahora sólo creo que eres impresionante. Eres un gran hombre. No necesitas preocuparte por Britt.


Entro en la sala a tiempo de ver a Nick mirando para el suelo sombríamente. Sonriendo orgullosas, las otras cuatro jugadoras están mirando a Nick con respeto.


—Ok, gente —mi voz es brillante, sin ofrecer una pista que acabo de escuchar la conversación de Santana sobre mí—. Sé que probablemente tienen muchas preguntas para nuestras invitadas, pero creo que es la hora de dejarlas descansar. Ellas pasaron mucho de su tiempo con nosotros hoy.


Hay algunos gemidos, pero la sala se llena de aplausos.


— ¡Gracias! —gritan los niños, y las cinco jugadoras parecen un poco avergonzados, con unas enormes y orgullosas sonrisas.


—De nada — responde Santana cuando el aplauso termina.


—Buena suerte el domingo —dice el padre de Becky—. ¡Tengo dinero invertido en ella!


—Vamos a ver lo que podemos hacer —responde la jugadora asiática.


Sigo a las jugadoras de regreso a los ascensores, Santana y yo más atrás. Sostiene mi mano en la suya, pero me alejo y miro alrededor.


—No en mi trabajo, Santana.


—Ah, ¿entonces puedo sostener tu mano fuera del trabajo? —pregunta, con una sonrisa arrogante.


—No dije eso. —Maldita.


—Hablemos en mi auto —murmura bajo, para que solo yo pueda oírle.


— ¿No viniste con las otras? —pregunto.


—No, Aria vino de nuestro gimnasio y Heidi fue a buscar los regalos, todas nos encontramos aquí.


—De acuerdo.


Cuando llegamos al aparcamiento, cada una de las compañeras de Santana me da un abrazo apretado.


—No tienes un trabajo fácil, pequeña dama —murmura Elaine, con su rostro serio.


—Días como hoy hacen mi trabajo fantástico, Elaine. En serio, gracias a todas por venir hoy. Simplemente no saben lo que hicieron por esos niños.


— ¿Por qué no nos pediste venir antes? —pregunta Tina y Santana se ahoga, casi sofocándose con su propia saliva.


—La verdad, es que lo pedí. Varias veces. Pero siempre recibí un “no” como respuesta.


—Aquella jodida de Mercedes —murmura Aria seria—. A partir de ahora, entra en contacto con nosotros directamente. ¿Puedo suponer que tienes el número de López?


—Uh, no. —Balanceo la cabeza y presiono mis labios.


—Bien, infierno, te voy a dar mi número. —Elaine sonríe—. Y no sólo para visitar tú trabajo.


—Retrocede, Sutherland —le advierte Santana—. Yo tengo el de ella.


—Bueno. —Elaine me guiña, y ellas entran en sus respectivos autos para salir, se despiden y se van.


—Entonces —murmura Santana y da un paso en mi dirección. A pesar de la atracción magnética que siento, doy un paso para atrás.


—Debería regresar.


—Quiero verte, Britt. —Bien, es sincera, ¿no es cierto?


—No creo que sea una buena idea —murmuro.


Sus ojos se agrandan, y cruza los brazos sobre su pecho.


— ¿Por qué no?


—Este es un momento agitado para ti, Santana, y mi trabajo también es agitado. Infierno, no escuche nada de ti en dos semanas, así que imagine…


—Número uno, no asumas. Nunca. —Su voz es dura e inmediatamente capta mi atención—. Número dos, sí, estamos ocupadas, pero podemos encontrar tiempo. Y número tres, estoy interesada.


— ¿Cómo es que me desperté desnuda aquella mañana, después de la fiesta? —pregunto abruptamente, con vergüenza por no acordarme. Sus ojos brillan maliciosamente.


— ¿Despertaste desnuda? —pregunta, una sonrisa a medio camino en su bonito rostro.


—Sí, pero recuerdo que me mandaste a colocarme una camisa.


—Todavía estabas con la camisa cuando salí aquella mañana. Te lo dije, ninguna actividad sexual en esas condiciones.


—Estoy sorprendida que no hubieses intentado nada.


—Oh, créeme, dulzura, tener tu apretado trasero, desnudo contra mi cuerpo, fue malditamente seductor. —Se aproxima y me levanta la barbilla con los dedos—. Pero no use esa ventaja en ti, cuando no estabas en tu juicio. Cuando te haga mía, vas a saber exactamente qué estamos haciendo, lo que estas sintiendo, no voy a parar hasta que tus piernas estén temblando, y los vecinos sepan mi nombre.


Santo infierno, joder.


Pasa sus labios levemente sobre los míos, antes de sostener mi rostro firmemente en sus manos, besándome profundamente. Dios, es tan buena como recordaba, si no mejor, y no creo que eso sea posible. Si estuviese usando bragas, estaría mojada, estoy sin aliento y solo quiero saltar sobre ella. Se aleja y gentilmente acaricia mis cabellos sueltos en mi rostro.


—Eres tan dulce, bebé.


Mierda.


Salgo de sus brazos, froto mis manos en mi rostro, tratando de limpiar mi mente.


—Santana, solo voy a decir esto una vez más. Por favor, no me llames bebé. Nunca. —Mi voz es controlada, firme. Ella arruga la frente.


— ¿Por qué?


—No me gusta.


— ¿Por qué? —pregunta nuevamente.


—Mi padre acostumbraba llamarme así, las pocas veces que lo vi, y me da náuseas. Solo no lo hagas. ¿Ok?


—Está bien. Nunca más. —Encoje los hombros y me sonríe—. Lo siento.


Balanceo la cabeza y comienzo a retroceder para el ascensor. —Tengo que regresar.


—Te llamo —promete, pero balanceo la cabeza de nuevo y sonrío.


—Seguro —respondo con sarcasmo, me despido y desaparezco en el ascensor.


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Breves adelantos – Capítulo 4


“Te olvidaste de darme tu número. El mío es 203-555-3598. Úsalo”.


Así que, es un poco mandona.


— ¿La vas a llamar? —pregunta Hanna detrás de mí, claramente leyendo sobre mi hombro y me río.


—Le voy a enviar un mensaje, por ahora.


—Infierno, yo haría mucho más con ese mensaje. ¿Le diste una buena mirada?

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*Claro. Salgo del trabajo a las seis.


—Bien por ti, chica. —Me giro y miro al brillo de los ojos de Hanna.


— ¿Siempre lees sobre mi hombro? —exijo.


—No, pero ahora que sé que tendré material suculento para leer, voy a comenzar.

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—Lo sé —responde—. ¿Eres una apasionada de los autos?


—No, realmente, realmente amo tu auto.


Jesús, amo su auto. Es sexy como el infierno. De repente, me imagino entrando en el auto, con ella en el asiento de al lado, conduciendo. Y me ahogo, apretando las piernas, paso mis dedos por mi cabello suelto.

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—Amo el hoyuelo en tu mejilla. —Se inclina y lo besa suavemente una vez, después otra, y se aleja, todavía sosteniendo mis dedos, mirándome con aquellos ojos marrones feroces—. ¿Sientes esto también? —susurra.


—Oh, sí —respondo. Es inútil negarlo. La quiero tanto que duele.

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Me gustaría saber cuánto tiempo le tomará descubrir que me fui. Diez minutos después, y cerca de dos kilómetros de distancia que llevo en el taxi, mi teléfono suena.


— ¿Dónde diablos estas? —gruñe.


—Regresando a casa —respondo con calma.