Fic. Recuentos de vida.!Everybody changing! Capitulo Nº18 "With a little help from my friends"

Las cosas que no pude responder

Aunque el tiempo fluía, el sentía que no importaba, todo comienzo siempre trae esperanzas y nuevas metas que alcanzar, no era así con él, aunque su vida comenzará de nuevo, no era con la alegría y emoción que acarrea consigo un comienzo; no podía librarse del cumulo de responsabilidades que caían sobre su espalda y de los sentimientos y memorias que lo unían a sus amigos lejanos a el.

Entre tantas cosas por hacer sabía que debía comunicarse con sus amigos en EU; no estaba seguro de cómo se los iba a decir, pero tenía que ser directo, primero le comentaría a Cameron su decisión, ese era el primer asunto en el día. Había atrasado el aviso, pero no podía esperar más. Cameron y su padre se habían regresado a Estados Unidos días después de la junta donde le informaron las decisiones tomadas.

Damian hablo con Michael y le pidió de favor que no le informara nada a Cameron respecto a la decisión de sucesión; era algo que él debía comunicarle personalmente. Se fueron con el acuerdo de no decir nada y con la anotación en la agenda para regresar a mediados de Agosto, a tan solo dos semanas del inicio del semestre de verano.

- ¡Piensa rápido! –Escucho el grito tras su espalda e instantáneamente sintió la pelota de plástico golpeando contra su cabeza- ¡Perdón, perdón! –decía el chico riéndose-

- ¡Que gracioso! –Decía Damian mientras tomaba la pelota del piso y la tiraba contra su amigo-

-¡Ehi ehi! ¡No me puedes golpear, tengo lentes! –Dijo Cameron altivo, Damian se acercó y en un movimiento rápido se los arrebato-

- Ahora si – Damian tiro un puñetazo hacia Cameron mientras gritaba “Golpe de Damian”, Cameron detuvo su puño-

- ¿Crees que con esa débil técnica me harás daño? –rio maléficamente mientras empujaba su puño para atrás, Damian se soltó y dio un brinco hacia atrás-

- Demonios, eres más fuerte de lo que pensé –dijo Damian preocupado- pero, ¡NO ME VENCERÁS! –dijo Damian tomando un palo de escoba y corriendo para atacar a Cameron, este lo detuvo con ambas manos y empujo a Damian hacia atrás, “Krasshhhh!” el sonido de cristal rompiéndose los hiso detener su juego y voltear, habían roto la lámpara de mesa que Damian tenía en su habitación, ambos se quedaron estáticos y se miraron culpándose el uno al otro-

Una vez que se deshicieron de la evidencia, bajaron a la cocina, se robaron sodas y botanas para luego volver a subir a la habitación, encendieron la consola y comenzaron a jugar

- ¿Qué te pasa? Este mucho más callado de lo normal, normalmente me atacarías con historias raras e hilarantes o mínimo con chistes salados -Dijo Cameron -

- Am…

- ¿Viste las fotos que te mande hace unas semanas? –Le pregunto Cameron levantándose y caminando hacia la puerta de la habitación, Damian asintió- ¿Viste la que tome a escondidas?

- Si- Damian se sonrojo pero no pudo evitar sonreír al recordar- Si la vi maldito 007, tú y tus fetiches por ser espía me terminaran volviendo loco

- ¿A poco no fue genial? Envuelve por completo el aura de la situación –Le pregunto Cameron con mirada picarona lo que provoco que el sonrojo en el rostro de Damian se incrementara- Lo sabía –dijo sonriendo triunfante para después salir de la habitación- si no funciono como músico, me hare fotógrafo

Trato de continuar con el juego pero no podía evitar el sonreír, volteo hacia la puerta esperando no ver a Cameron riéndose de él porque no podía cambiar la cara de tonto que tenía. Lo pensó unos segundos y se sentó frente al escritorio de su computadora. Busco una carpeta con nombre “Mis verdaderos documentos personales”, abrió la subcarpeta “Fotos” y busco “Congreso 2011”.

Sabia donde se encontraba la foto que le habían tomado, fue la última tomada. Así que solamente organizo los documentos por “fecha” y fue hasta el final de la lista, su sonrisa se amplió aún más cuando abrió la foto; la última foto que le habían tomado a el y a Lindsay. Cameron le había dicho que únicamente había una copia y era la que EL tenia, la que estaba viendo en ese momento. No podía dejar de contemplarla, hasta pensó en la loca idea de ponerla de fondo de pantalla.

Le fascinaba porque era justo como Cameron la describía “envolvía el aura de la situación” se veían los dos durmiendo tan plácidamente, como si el mañana no importara, solamente estando ellos que más da si el mundo estuviera destruido cuando despertaran; despertarían juntos.

-Damian, ¿estás listo? Cameron nos espera abajo para ir al hospital –le dijo Jenna desde la puerta de la habitación, “Alt+tab” en un rápido movimiento cambio la imagen por google chrome-

- Si, ya voy –dijo levantándose de la silla, la chica salió del cuarto. Damian regreso a la computadora y vio la imagen por última vez, su dedo se posiciono sobre “delete”, su computadora le hiso el favor de darle la oportunidad de retractarse al pedir su confirmación para borrar la foto, él no lo pensó, termino el proceso de eliminación.

Tomo su celular, llaves del auto, cartera y cerró la puerta de su habitación tras de sí. Bajo al recibidor de la casa buscando a Cameron y Jenna; los encontró frente a la puerta principal platicando. Cuando se percataron de su presencia, Jenna cayó en el acto, Cameron volteo hacia el con la mirada llena de duda y un toque de molestia.

- ¿Es cierto que no vuelves a NYADA? –La pregunta de Cameron se escuchó en todo el vestíbulo hasta llegar a los oídos de Damian, su rostro reflejo frustración y enojo, no tuvo nada que hacer más que asentir con la cabeza.-




- Parece que tenemos un problema, no le digas a nadie, pero parece que Damian tiene planes de quedarse en Derry. Te amo, Cameron. –Marissa recibió el mensaje y lo releyó varias veces hasta que pudo asimilar la información, su rostro reflejaba sorpresa y no pasó desapercibido por sus amigas que comenzaron a atacarla con preguntas respecto al mensaje, al final no pudo con la presión ejercida por ellas y tuvo que ceder-

En un momento el caos se apodero del departamento de Hannah; no podían creer lo que leían, ¿Cómo podía ser que Damian no regresara? ¿Qué cosa tan grave había pasado en Derry que él no iba a regresar? ¿Acaso su padre había fallecido?; no, rechazaron esa idea de inmediato, si esa fuera la razón Cameron se los hubiera comunicado.

- Él no va a regresar, Cameron lo dijo, ¿Qué hare? –Le pregunto Lindsay, sus ojos cristalinos reflejaban su dolor-

-Dile lo que sientes, dile que quieres estar con él, él también quiere estar contigo –dijo Hannah suplicante tratando de hacerla entrar en razón-

-Pero ¿y si no es correspondido? ¿Y si todo falla?

- ¿Qué con eso? –Preguntó Marissa- Espera, ¿De verdad crees que no es correspondido? Amiga mía, eres una ingenua entonces –Hannah y Lindsay la miraron con el ceño fruncido, Marissa solo se encogió de hombros-

- Ya no podremos seguir siendo amigos, ya no será igual, no quiero arriesgarme, seria perderlo. Seria perder todo.

- De todos modos estas a un paso de perderlo, aun paso de que se quede en Irlanda

- Por eso mismo, ¿Qué puedo hacer? Se va a quedar haya

La soluciones para Lindsay cada vez eran más escazas, sus amigas se miraban la una a la otra tratando de buscar las palabras correctas para animar a la chica. ¿Cómo pueden ser tan complicadas las relaciones humanas?

- Quizás entonces, no están destinados el uno al otro –sentencio finalmente Marissa, Lindsay la miro tristemente, como puede ser que una historia que jamás empezó terminara de esa manera-

- No, ¡no quiero eso! ¡A la crap el destino! –Dijo Lindsay segura de sus palabras-

A la crap todo, responsabilidad, su familia, su estúpido y asqueroso plan que los separo, añoraría que Damian no fuera rico, ni importante en toda Irlanda, porque así el seria solo de ella, pero la realidad es otra, una muy cruel, una que me destroza todos los días, desde que él se fue y decidió no regresar.

-¡Hay un 50/50, pero es solo si lo intentas! Si no lo intentan te vas a quedar sentada por siempre, observando la vida pasar, pensando en que pudo haber sido, el universo conspira a nuestro favor, pero no podemos dejárselo todo a él, debemos ayudarlo.




-Entonces, ¿no regresaras? –Pregunto Cameron recargado en la silueta de la puerta, después de que Damian le dijera que no volvería a EU con ellos, Cameron anduvo solo de un lado a otro asimilando y recolectando información, Damian había vuelto a casa después de ir al hospital-

-Creo que no –Dijo Damian desde su lugar sobre un ball chair color roja mientras jugaba call of duty MW- ¿quieres jugar?

- No, no quiero jugar –dijo Cameron entrando a la habitación y arrebatándole el control- ¿Y tus estudios? ¿Y tu carrera? ¿Y tus amigos… y Lindsay?

-Amm… estudios y carrera las tendré que cambiar, estudiare otra cosa aquí, y Lindsay; es otra situación, no puede suceder, no pasara nada, porque….-se detuvo unos segundos, tomo aire y dijo en un resoplo- soy un cobarde –le confeso tristemente-

- Entonces, ¿te quedaras solo viendo el mundo pasar? No harás nada de lo que debiste hacer

- ¡No puedo hacerlo! –Se defendió Damian poniéndose de pie frente a Cameron-

- ¿No puedes o no quieres intentarlo? –Le dijo Cameron enojado mientras lo tomaba levemente de la camisa-

- ¡Tú sabes que no puedo hacerlo, maldita sea! –contesto Damian al empujarlo para soltarse-

- Ja… Si cuando podías hacerlo, ¡cuando estabas junto a ella de todos modos no hacías nada, solamente la veías pasar y hacías berrinche cuando alguien se acercaba! ¿Me vas a decir que es una defensa tuya y que por esa razón actúas así con ella?

- Tú sabes lo que paso, no quiero volver a ser vulnerable

- ¿Vulnerable?

-Sí, cuando te entregas a alguien le estas dando armas para destruirte, no quiero volver a hacerlo. Por eso no quiero volver a estar con alguien formalmente, prefiero estar solo. –Dijo esquivando la mirada de Cameron-

- Damian, no puedes permitir que una sola experiencia te deje traumado; ellas dos no son iguales. ¿Te quedaras solo el resto de vida? Entonces, ¿Por qué te enojaste tanto cuando ella tuvo la oportunidad con Samuel? ¿Por qué entonces no la dejas seguir? Si no la quieres para que este contigo, si nada más es un maldito impulso egoísta tuyo de que no esté con alguien porque tú la quieres, pero tienes demasiado miedo de ser lastimado, entonces amigo mío, no eres más que un maldito cerdo egoísta.


Después de un largo silencio y de mantener la cabeza agachada Damian mostro señales de vida, levanto su cabeza, reto la mirada de Cameron. –No intentes cambiar mi decisión, ya lo tome

-No la intento cambiar, solo te expongo mi punto de vista. Sé que no vas a cambiar tu decisión, eres un terco, pero te pregunto ¿estás haciendo lo que tú quieres hacer? ¿O lo que te han dicho que hagas? Creo firmemente que si fuera tu decisión, no estaríamos tú y yo aquí discutiendo esto, yo me voy mañana y me gustaría saber, que harás, ¿de verdad no regresaras?

Sus miradas restantes se encontraron; Damian rio resignadamente – No puedo irme

-Entonces, espero que le hables y le digas lo que harás, porque ella está esperando por ti.

Era cierto, lo esperaba; estaba esperando por volver a ver una película juntos, de olvidarse de todo orgullo y pedirle ayuda a él, de dejar de ser la chica madura y perfecta la que se tenía que hacer fuerte porque con el ella podía ser como quisiera, no importaba, el la conocía complemente, conocía todos sus problemas, sus traumas, su manera de ser, él había sido el único en verla llorar, pero ahora él no está y ella no sabe nada de él desde hace más de un mes.

Ella lo extraña sin igual y el la extraña a ella. No pueden vivir separados, pero tampoco pueden estar juntos, parece que el destino es caprichoso. El no aparece, ella tratara de no abandonar las esperanzas. Algún día, todo volverá a la normalidad, de eso ella está segura y el espera ese momento en el que pueda mirar a su amada y decirle cuanto la ama y la ha extrañado. El día se acerca, cada vez más, pero ninguno de los involucrados lo cree en este momento.


-Hola extraño… -Dijo Lindsay al contestar el teléfono, su voz se escuchaba entre una mezcla de alegría y tristeza, pero también pareciera como si hubiera estado llorando- esperaba saber algo de ti desde hace un mes

Damian rio torpemente. Había logrado juntar todo su valor para hacer frente a la realidad, tenía que comunicarles que no volvería, tenía que decirle a la chica del otro lado de la línea que ya no la vería- perdón, no había tenido tiempo

- ¿Cómo ha estado tu padre? ¿Mejor?

Me fascinaría poder compartir toda mi vida con ella, con la chica de hermosos ojos azules; pero ya tome la decisión de asumir mi responsabilidad en la vida, tengo un trabajo que hacer.

- Si, mucho mejor –contesto Damian-

-¿Sucede algo? –Le pregunto Lindsay- Te noto extraño

Si supieras que quiero decirte mil y un cosas, que quisiera vivir una tonta película de amor donde ella y yo fuéramos los protagonistas, ¿demasiado cursi? ¡No me importa! Es ella a quien quiero a mi lado, es ella quien es mi persona más importante. ¡Screw up con la compañía, con Jenna, con todo!

- Lo que pasa es que quería que supieras por parte de mí que no voy a regresar el próximo semestre, me tengo que quedar con mi familia –Damian procedió a explicarle toda la situación, todos los motivos por los cuales él se debía quedar-

Pero sin duda; soy un maldito cobarde.

Los segundos se hicieron eternos, y quería arrancar ese maldito reloj de la pared y quebrarlo, el segundero lo estaba volviendo loco mientras esperaba que la chica del otro lado de la bocina dijera algo.

- ¿Lindsay?

- …… Ya no te vamos a ver……

- No, no precisamente, iré a visitarlos en vacaciones y prometo buscarlos

- ¿Prometes? Damian, ¡yo ya no confió en tus promesas! –La voz de Lindsay se oía quebrosa, él podía jurar que las lágrimas recorrían su rostro-

-Lindsay, no es así

- ¿Damian? Tu madre nos espera –Fue todo; la gota que derramo el vaso. Lindsay escucho a Jenna hablándole a Damian por el otro lado de la línea, sintió hervir su sangre y lo que paso después; ella jura no recordarlo-

- ¿Ella también es un motivo?

- ¿Qué?

- No te hagas tonto, ¿¡Jenna también es un motivo para que tú te quedes!?

- Ella… Ella me ayudo a decidir me dijo que era necesario hacer sacrificios y tiene razón; por el bien de mi familia.

- No es por el bien de tu familia, es por el bien de ella, es una egoísta. Yo también, lo admito, me gustaría decirte que no te quedes haya, que vengas con nosotros, que te necesitamos, más importante, que yo te necesito y sé que soy una egoísta al decirte eso pero ella es mucho más egoísta que yo – Damian la intento interrumpir y Lindsay lo cayo en el acto-

-La diferencia entre el egoísmo de ella y el mio es muy sencillo; yo quiero que estés aquí conmigo, lo admito, pero también quiero que estés aquí porque aquí esta lo que amas, aquí está el arte y la actuación y aquí estamos todos tus amigos a los que si no mal recuerdo en mi cumpleaños juraste estar siempre con ellos. –Damian guardo silencio, únicamente resoplo-

-Por el otro lado, Jenna te quiere con ella, viviendo una vida que no es tuya, haciendo cosas que no te gustan para ser alguien quien no eres. ¿¡Como puede ser que ella sea la que gane!? –Era obvio, Damian se dio cuenta que Lindsay estaba llorando en una mezcla de rabia y tristeza-




Después de esa tarde no volvió a hablar con ella, no junto el valor necesario para hacerlo. Las dos semanas que lo separaban del inicio de clases pasaron normalmente, su padre mejoraba poco a poco y ya controlaba más sus pasos; su rostro dejaba la rigidez.

Se había matriculado en la “Universidad de Ulster” en la carrera de “Finanzas”. Su primer día no había sido particularmente memorable; nuevos comienzos, nuevos amigos, pero no había sido como su primer día en NYADA, donde conoció a las personas que cambiarían su vida desde el primer día de clases. -Sonrió ante el recuerdo-

Al contrario de en NYADA donde no se callaba durante todas las clases, aquí se mostraba distraído y taciturno. Las personas en especial los maestros lo reconocieron por su padre o madre, generando ciertos conflictos con sus nuevos compañeros por ser el “hijo de papi y mami”, además del hecho que su madre daba clases en esa universidad, justo en la carrera en la que él estaba; de suerte no le había tocado su madre de maestra, pero aun así lo reconocían tanto maestros como alumnos de niveles superiores. Cuando le preguntaban si eran sus padres Joseph Francis y Rose Elizabeth Mcginty el solo sonreía y asentía.

Donde le molestaba era que algunos profesores con falta de tacto le preguntaban por el estado de salud de su padre frente a todos los compañeros, el solo podía dar una sonrisa cortes y decir “está muy bien, gracias”, sus dos primeros días de clases, habían sido como él lo describiría; So fucking bored.

Ahora se dirigía a su tercer día de clases, era una mañana más helada de lo común para ser 24 de Agosto y estar en Derry, los termómetros marcaban 14C.

Seguía su camino, las nubes amenazaban con reventar en cualquier momento, y a la lejanía se divisaban la neblina que cubría las inmediaciones de Derry. Su inoportuno mp3 había decidido poner una canción que lo haría extrañar.

Another summer day, Has come and gone away, In Paris and Rome
But I wanna go home

Caminaba sin muchos ánimos de llegar mientras el viento le hacía compañía a su destino, una chica castaña paso al lado de él, con ella un aroma que le trajo recuerdos; un aroma como cítrico, Moras negras y piña, un toque de espontaneidad libre y espirituoso.

Maybe surrounded by, A million people I, Still feel all alone, I just wanna go home
Oh I miss you, you know

Ese dulce aroma trajo una simple imagen a su mente; una chica ojiazul durmiendo en sus brazos. La chica de la cual estaba enamorado pero era demasiado cobarde para afrontar sus sentimientos frente a frente, la chica por la cual recibiría mil palizas y se volvería a levantar solamente para ir con ella y no preocuparla.

La chica que lo hacía sentir tan raro; no era un hombre muy “sentimentalista” ni muy abierto con sus sentimientos, pero esa chica de cabello negro lo hacía cambiar, lo hacía ser otra persona y hacia que la sonrisa de tonto que adornaba su rostro no desapareciera. Él no quería que esa sonrisa desapareciera, quería estar con ella, pero un mal recuerdo lo ataba al pasado y sus responsabilidades lo ataban a Derry.

Miro a la castaña alejarse y decidió seguir con su camino junto con el aroma que traía a Lindsay a su lado.

And I’ve been keeping all the letters that I wrote to you, Each one a line or two
“I’m fine baby, how are you?”

Era como si ella estuviera a su lado, como si danzara junto con él, su aroma revoloteaba a su alrededor bailando al compás de la música.

Su danzar era lento y majestuoso. A cada paso su vestido negro bailaba, su tela era suave y se podían ver pequeños brillos en aquella oscura ropa. Su cuerpo estaba esculpido perfectamente, y su tez era clara como la nieve; Una dama preciosa, parecía una estrella en el desafiante cielo nocturno.

La miraba tan real, tan física que estiro su mano en un intento de tocarla; se rio de sí mismo al intentar tocar una obra de su imaginación.


Quería decirle a Lindsay lo que sentía por ella, abrazarla y no soltarla, se sentía como un tonto por todo lo que pensaba, por todas las cursilerías que se le ocurrían. Había decidido a finales de aquel congreso de primavera afrontar sus sentimientos, pero cuando se convenció de hacerlo su vida dio un vuelco que jamás espero y ahora a cientos de kilómetros de ella y sin la esperanza de volver a verla, era simplemente imposible.

Nacemos, y vivimos para marcar una diferencia, para dejar una huella en este mundo, pero al más puro estilo del romanticismo clásico; ¿de qué sirve marcar la diferencia si la persona amada no está contigo?, ¿Cómo te sentirías si dañaras a la persona que siempre confió en ti?

And I feel just like I’m living someone else’s life, It’s like I just stepped outside
When everything was going right. And I know just why you could not
Come along with me. But this was not your dream
But you always believed in me

No, no quiero esto. Se dijo a sí mismo, “Estas viviendo la vida de alguien más” esa idea le atormentaba. ¡Cómo podía ser que su vida no fuera SU vida! Que otros decidieran por él lo más importante; la carrera y el amor. Si se quedaba en Derry; perdía a los dos.

Solamente tenemos una oportunidad de hacer las cosas y debemos hacerlo bien, debemos luchar hasta el final para obtener lo que deseamos; si no al ser mayores miraremos hacia atrás y nos arrepentiremos por todo lo que no hicimos, nuestra vida será un caos de arrepentimientos y sueños frustrados; la vida es muy corta y dulce como para arruinarla de esa manera.

Sabía perfectamente que si se iba sabía no sería fácil, que tendría que revelarse contra su padre, que necesitaría de la ayuda de su hermano y de Michael Mitchell, pero no se quería resignar a otra vida sin pelear, intentaría escribir por su cuenta su historia personal, nadie más que él y las personas que él decida podrán escribir en su leyenda.

I’ll be home tonight
I’m coming back home

-Regresare a casa –fue lo último que se dijo a sí mismo al momento en el que la silueta de ella se desvaneció no sin antes darle un fugaz beso en la frente; una sonrisa adorno sus labios y dio media vuelta para regresar por donde había venido-

Get it right

Un Nuevo semestre inicia, eso significa; nuevos profesores, nuevo horario, nuevas clases. Había regresado a NY desde el viernes anterior para tener el tiempo suficiente de prepararse, se había enterado que Cameron y Samuel ya estaban en la ciudad y Hannah llegaría aquel mismo día que ella.

- ¡Damian what a jerk! –Dijo Lindsay entre dientes arrogando una almohada a la pared- ¡Ni siquiera marca, ni manda mensajes ni nada!

- ¡Calma, calma! –le dijo Samuel tratando de hacer que la chica se relajara-

- Si no va a volver mínimo puede escribir, ni siquiera ha actualizado su twitter, ni Facebook. Es como si estuviera muerto, ¡maldito egoísta! --dijo Lindsay dejándose caer en el sillón frente a Samuel y acomodando sus piernas dobladas bajo ella-

-¿Eso quiere decir que no han hablado desde que se comunicó a tu casa?

-Así es –dijo haciendo berrinche mientras abrazaba una almohada frente a su pecho-

- ¿Sientes algo por él, no es así? –Le pregunto Samuel directamente, Lindsay lo miro a los ojos y tras unos segundos escondió su mirada de la de él, abrazo fuertemente la almohada-

- ¿Tan obvio es? –le pregunto, el contesto con un gesto, Lindsay rio torpemente- Pero ya no podría ser, ya no está aquí.

- ¿Por qué no te comunicas tú con él? –Le pregunto Samuel-

- ¡No, no me importa! Si le interesara él se comunicaría, a mí el no importa, si no quiere volver es su problema, yo lo olvidaré.

Samuel resoplo y se puso de pie, Lindsay pensó que se había enojado y se marcharía, pero lo que hiso la dejo en shock.

Samuel se acercó peligrosamente a ella, parecía un lobo en acecho, Lindsay se sentía indefensa, lo miraba acercarse y sin darse cuenta la había encerrado al provocar que se hundiera al respaldo del sillón y colocar sus brazos a sus costados evitando que escapara.

La miro fijamente a los ojos, la distancia entre los dos se acortaba cada vez más, ambos mantenían la mirada en la vista del otro.

- No, no, no, no no no no no –comenzó a decir Lindsay cuando los labios de Samuel estuvieron a punto de terminar su recorrido-

- Pff…-Lindsay escucho a Samuel resoplar- ¡Mentirosa! –le dijo directamente- Dijiste que lo querías olvidar, si así fuera; me hubieras dejado besarte

- ¿q…quuee? –Tartamudeaba Lindsay- Ahh… es que yo…

- No seas tonta. –Samuel la miraba sonrojada, se pudo dar cuenta que no comprendía la situación- En el amor los dos son iguales; lentos y despistados. Intentan hacer algo cuando el destino está en su contra; -dijo en un resoplo- quizás así es más… divertido –dijo Samuel volviendo a tomar asiento frente a Lindsay-

Lindsay pensaba en las palabras que dijo el, se sentía miserable al no poder decir lo que sentía por aquel chico irlandés, cada vez que miraba el teléfono quería marcarle pero por timidez y miedo al rechazo. Se acordaba de lo que había sentido cuando Damian le dijo que no iba a regresar y cuando escucho la voz de Jenna del otro sintió que el mundo se derrumbo, sintió que ya jamás lo iba a volver a ver, no lo quería admitir pero se había enojado tanto con el, y después del enojo se sumió en una gran depresión, había llorado toda la noche por la idea de no volverlo a ver.

-Y si el destino les diera una oportunidad de hacerlo correctamente; ¿la tomarías? –Le pregunto Samuel-



El primer día de clases había llegado, se habían presentado todos esperando encontrar alguna noticia del irlandés. Lindsay estaba en la primera clase del día esperando que Damian atravesara la puerta y la saludara, al llegar el profesor y comenzar a tomar lista cayo en cuenta de que así sabría si se había inscrito o no; si estaba inscrito aparecería en la lista de asistencia, era una solución sencilla.

-Lo sé, lo sé. Va a volver, va a volver –se decía a si misma mientras el profesor de la primera clase tomaba lista-

- Alexander Sophy

- ¿Si se habrá inscrito? –se pregunto-

- Bowen Marx

- Va a decir Mcginty, ¡yo lo sé!

- Grabble Elizabeth

- Mcginty, Mcginty, Mcginty

- Lincoln Martin

- Sigue Mcginty; Dígalo, dígalo, dígalo

Un nombre tras otro, mientras avanzaba el pase de lista, ella esperaba escuchar el nombre de él. Sabía que lo escucharía, quería creerlo. Tenía la tonta esperanza de volver a escuchar su nombre ese semestre.

- Olsen

- No puede ser… -Lindsay no lo podía creer- No se inscribió, de verdad no volverá.

- Pearce -no obtuvo respuesta- ¡Pearce!

Lindsay levanto la mirada tristemente, sus ojos azules se miraban sin brillo; - presente –contesto levemente-

Las horas pasaron y se convirtieron en días. Después de dos semanas nadie supo nada de el chico, dos semanas en las que se resignaron a que no volvería.



Damian caminaba hacia la universidad, se sentía cabizbajo, un poco triste; no estaba seguro que lo que estaba haciendo fuera correcto, pero decidió que lo haría y no había vuelta atrás.

-Patrick… -le dijo Damian a través de la bocina del teléfono-- tenemos que hablar

- ¿Cambiaste de opinión? –Damian le contesto afirmativamente- Llegare a casa en un par de horas mas; en ese momento hablaremos y le diremos a papa.

Al llegar su hermano se comunicaron primeramente con el padre de Cameron, le avisaron mediante correo electrónico lo que harían, él ya les había comentando que estaba de acuerdo con ese plan, así que no esperaron respuesta, le comentaron a su madre la idea y ella les contesto que los apoyaría.

Mientras iban en camino a la clínica de rehabilitación, donde habían cambiado a su padre, hacia ya mas de un mes, se notaba que iban nerviosos, Damian en especial. No hablaba, iba serio; iba haciendo recuento de que debía hacer después de que le dijera a su padre.

-Entonces le diremos a papa que regresaras a NY -dijo Patrick mientras caminaban a la habitación después que haber estacionado-

- Así es, tú le dirás

- Ahh no, yo me quedare aquí cubriéndote la espalda, así que tú le dirás



Estaban ambos de pie frente al hombre mayor, se miraron de reojo y después enfocaron la vista en el hombre que se llevaba con algo de dificultad una tasa de café a los labios.

- ¿Eso es lo que quieren? –Dijo el hombre frente a ellos cuando terminaron de explicarle la situación-

- Si, Damian terminara la escuela en NY y yo me quedare aquí atendiendo la empresa; buscare a alguien de confianza para que se encargue de la sucursal en España.

- No –le contesto su padre firmemente, ambos lo miraron asombrados esperando lo peor- Lo mejor para la familia y para la compañía seria que te quedaras Damian. Quédate, dale una oportunidad; si no te convence en un semestre me dices, y veremos que hacemos. –el rostro de su padre aun se notaba rígido, si bien aun tenia problemas para comunicarse ya le era mucho mas sencillo, aunque a veces perdía la movilidad en los labios y sus palabras eran rasposas y como un susurro; aun no podía caminar del todo bien, pero ya comía por su propia cuenta; la recuperación iba mucho mejor de lo que se esperaba-

- No padre, entiendo por completo lo que dices, pero; esto no es para mi, este no es mi lugar. Se supone que el objetivo de todo hijo es superar a su padre, es ser mejor hombre del que fue su padre, y yo tengo que superar a un hombre enorme; pero si me quedo aquí nunca lo lograre, no creceré por mi cuenta, aquí lo tengo todo, quiero la experiencia de lograrlo por mi cuenta, de ser mejor hombre por mi cuenta y si me quedo aquí; siempre seré el hijo de papa.

Su padre lo escucho atentamente, sabia que su hijo tenia la razón; como padre debía asegurar el mejor futuro para sus hijos, pero como empresario quería asegurar el futuro de su empresa.

- Dejaremos los planes de expansión en stand-by; te puedes ir, yo tomare mi lugar en la junta en cuanto pueda, en ese momento Patrick regresara a Madrid; -ambos sonrieron aliviados- pero con la condición de que si necesitamos que regreses, vas a volver. Vamos a poner una fecha límite, si no puedo retomar mi lugar, regresarás y cumplirás con tu parte de responsabilidad.


Al terminar la platica con su padre sus piernas temblaban, y su corazón latía a mil por hora. Se sentía como un exagerado, pero sabía que no lo era ya que había luchado por su futuro contra su destino y le había vencido, volvería a NY, no lo podía creer ¡Volvería! Con sus amigos; le habían dicho que no creyera que iba a volver al dia siguiente, por que no seria asi, primero había que arreglar los asuntos de inscripción y otras formalidades, además que le habían puesto de condición el presentarse a las juntas de la directiva cuando su hermano y Michael Mitchell explicaran que seria Patrick el nuevo directivo y no Damian como estaba planeado. La verdad ya no le importaba, se presentaría a la junta sin ninguna objeción.



Tardo dos semanas después de aquella platica con su padre para poder volver a poner un pie en NY, ahora se encontraba frente al gran edificio principal de NYADA; no le había dicho a nadie que volvería, quería darles una sorpresa, y funciono con Cameron.


Entro en la mañana al departamento mientras Cameron se estaba bañando, cuando este escucho ruido fuera comenzó a preguntar “¿quien anda ahí?”, Damian no había contestado pero había continuado haciendo ruido, provocando que Cameron se alarmara y se armara de valor para rápidamente amarrarse una toalla a la cintura y salir de la ducha para hacer frente a quien quiera que se hubiera metido.

Cuando lo miro en la cocina buscando que comer no lo podía creer, Damian había vuelto.

- Mi papi me dio mi regalo de cumpleaños –dijo Damian alegremente cuando se percato de la presencia de su amigo, se abrazaron en el acto; estaban felices de volverse a ver-

Cameron cayó en cuenta; era viernes 9 de septiembre, el cumpleaños de Damian, que oportuno, pensó.



Camino hasta la facultad de Actuación, toda la culpa que sentía por haber dejado a su familia se esfumo al volver a ver su alma-mater. Aquella tarde mientras iba en camino a hablar con su padre había hecho una lista de “cosas por hacer” entre ellas estaba; convencer a papa, agradecerle a Michael Mitchell, Hablar con Jenna, arreglar las cosas con Lindsay.

Y ahora iba lleno de adrenalina en camino a hacerlo para cumplir con la ultima cosa de su lista, por su mente volaban un millón de posibles escenarios en los que en la mayoría terminaba sujetando a la chica por la cintura y besándola. No le desagradaba para nada ese final.

Sentía que podía hacerlo todo, por fin había resuelto sus conflictos y había finalizado su antigua relación, había dado por terminada la relación con Jenna; no tenia nada que lo atara al pasado.


Aquella tarde que hablo con su padre sentia que era necesario arreglar su vida en todos los aspectos; Jenna tambien era uno de ellos. Cuando por fin le dijo lo que haria, su reaccion lo sorprendio de mas.

-¿Cómo que te vas a ir? –pregunto Jenna desconcertada-

- Así es, partiré en cuanto mi Patrick me diga que ya esta todo arreglado

-¡Eres tonto! ¿a que vuelves? ¡Con esos imbéciles que tienes como amigos! –Dijo Jenna molesta-

-Te voy a pedir que no les vuelvas a decir así, son MIS amigos y si no te agrada no es algo que me importe –dijo Damian en plan enojado; no era la primera vez que ella se referia de una manera despectiva a sus amigos y francamente a el eso ya le habia hartado, no le haria una escena y perderia sus cabales, pero defenderia a sus amigos de cualquiera que osara hablar mal de ellos-

- No… ¡No me puedes dejar! ¿Dónde quedo el “nosotros”?

- ¿Nosotros?

- Así es, volveríamos a retomar lo que teníamos –decía Jenna al borde de la histeria-

-Jenna, lo siento; hace años tú decidiste que no hubiera un “nosotros”

- Se supone que te quedarías, que volveríamos a estar juntos, ese es el plan, ese es MI plan –Decía Jenna histérica, golpeaba el pecho de Damian con los puños cerrados, Damian harto de la situación la tomo firmemente de las muñecas y Jenna levanto su llorosa mirada para enfocarla en los ojos de Damian-

Jenna sintio su mundo destrozarse, ella ya tenia planeada su vida al lado de Damian, aunque este no estuviera informado. Volverian a estar juntos para no separarse, ambos serian los encargados de la compañia y tendrian una familia; ahora todos sus planes se habían venido abajo.

- No, nunca hubo ningún plan de ese tipo, tú quebraste cualquier plan que pudo haber hace más de 5 años – Jenna lo miro firmemente, intento zafarse su agarre, pero no lo logro, grito entre dientes y después Damian la soltó- Perdón



Busco con la mirada a la chica de ojos azules, tenia tres cosas por hacer; arreglar las cosas, entregarle la cadena que le había comprado, aquella que traía en un bolsillo y probar sus labios, quizás cambiaria el orden de las cosas y haría primero la tercera, así lo mas seguro las otras dos serian mas sencillas.

Cuando la encontró se detuvo en seco, toda la adrenalina que recorría su cuerpo se esfumo. La miro con un chico asiático abrazándola por el hombro. Damian sonrió tristemente y se resigno, había perdido por tardarse tanto en actuar.
Giro sobre sus tobillos y tomo otra dirección lejos de ellos dos y sin poder cerciorarse de lo que en realidad pasaba entre ellos.

-Ya te dije que no Rafael –dijo Lindsay apartando el brazo de el-

- ¿Por qué Linds? –le pregunto el insistente-

- Por que ahorita no quiero una relación

Contesto Lindsay firmemente, aun no sabia que Damian ya había vuelto, pero había decidido hacia una semanas que no importase cuanto eso la podía lastimar ella esperaría ciegamente por el hasta hablar frente a frente, sabia que no volviera, pero ella no quería seguir hasta cerrar por completo lo que había entre ella y el, y si eso implicaba esperar hasta poder hacerlo, lo haría.

Se preguntaba constantemente ¿cerrar que cosa si nunca hubo nada? No estaba segura de la respuesta, pero sentía que había algo y era algo que se tenía que resolver antes de que la carcomiera por dentro.

Había comenzando a idear un plan donde ahorraría el dinero necesario e iría a Irlanda en las vacaciones de invierno. ¿Para que? No lo sabía bien. Si nada iba a pasar entre ellos dos, quería hablarlo de frente, así que haría todo lo posible para hablar con el.

Lindsay se encontraba en la 5ta clase del día cuando Hannah le mando un mensaje y le pidió que saliera al pasillo ya que necesitaba hablar con ella. Lindsay al terminar de leerlo se levanto de su asiento y abandono el salón de clases para encontrarse con Hannah.

-¡Damian ha vuelto! –Hannah le dijo en medio del pasillo del edificio de su salón-

- ¿Qué? No mientas –dijo Lindsay sin creer en lo que escuchaba-

-¡Claro que no miento, ven! –Hannah la tomo del brazo y la jalo corriendo hacia el jardín principal-

Iban ambas corriendo cuando Hannah soltó el brazo de Lindsay, ambas se detuvieron y Lindsay la miro extrañada, Hannah le hiso una seña y le indico señalando hacia donde se debía dirigir. Lindsay volteo hacia donde indicaba, le sonrió y siguió con su camino.

-Hannah sonrió maliciosamente y saco una cámara Sony Handycam HDR-PJ10 en color vino- ¡Hola, aquí Hannah McIalwain! –Dijo Hannah a la cámara; se percato que la batería estaba en 85%, no le tomo importancia- Damian Mcginty ha vuelto, y Lindsay Pearce fue a su encuentro, veremos que sucede

Volteo la cámara, activo el zoom y enfoco a Lindsay volteando hacia todos lados buscando al chico irlandés que le habían dicho había vuelto.

Ella lo buscaba con la mirada ¿Dónde estaba?; ¿y si era una mentira? ¿Y si le estaban jugando una broma? Se sintió como una tonta por estarlo buscando, debía ser un juego de Hannah, no podía ser que haya regresado.


El día era mas caluroso de lo que se había pronosticado, era Septiembre y el calor abrumaba a la gente en NY. Desde un ventanal bajo un arco un joven muchacho de ojos azules miraba a la gente que pasaba, disfrutaba el volver a tener esa vista de su escuela, los inmensos jardines, esculturas que los adornaban, arboles que proporcionaban sombra a los estudiantes reunidos sobre el césped, mas una persona en especial llamo su atención; una chica de su edad, cabellos oscuros y un gorrito rojo los adornaba, a su mente acudió un nombre – Lindsay… - Sin mas, el chico de un brinco para bajar al jardín principal y emprender su carrera hacia la chica que acababa de ver.

-¿Buscabas algo? –Escucho ella tras su espalda, sintió como un escalofrió la recorrió y como su corazón se detuvo en el momento-

-Si –contesto ella firmemente- busco la entrada al arcoíris; tengo que llegar del otro lado

- ¿Tú también buscas la olla del duende?

-No –dijo ella- necesito llegar a “duendelandia” porque alguien se fue y prometió que regresaría y después ese alguien muy cobardemente me hablo y me dijo que no volvería, tengo que ir a buscarlo para decirle unas cuantas cosas, so i want to kick him ass.

Termino de decir ella al momento que giro sobre sus tobillos y quedo frente a frente con el chico, él le sonrió tiernamente y se encogió de hombros como diciendo “volví” penosamente.

Los ojos del chico se abrieron dejando ver la alegría que provocaba el volverse a encontrar después de tanto tiempo extrañándose. Sintieron como el tiempo se detuvo a su alrededor mientras se miraban solo a ellos como si de un fantasma se tratase, Lindsay no creía lo que veía y Damian la miraba perdido en sus ojos; al amor de su vida frente suyo, el empezó a avanzar lentamente.

- ¿Por qué no me dijiste que ya habías vuelto? –Pregunto Lindsay-

Damian se paro en seco - Am… quería sorprenderlos entonces decidí no decirle a ninguno –sonrió el y ella sintió que su vida volvía a andar por el camino correcto-

- ¡Me alegro que hayas vuelto! –Dijo Lindsay al abrazarlo, Damian cayó en el acto y la rodeo con sus brazos, deposito un pequeño beso en su cabeza y sonrió-

-¡Sera genial! ¡Vamos a ganar el concurso! –dijo Hannah sumamente feliz a la cámara, hiso la señal de victoria y se despidió; la cámara se apagó-

Al volver a encontrase no tardaron mas de unos minutos para que llegaran sus amigos a saludar, decidieron en unos minutos que se iban a escapar de las siguientes clases; habían muchas cosas que platicar y preparar, las clases no eran tan importantes. Lindsay iba caminando rumbo al salón de clases para recoger sus cosas; en un pilar lo vio recargado. Rafael esperaba por ella.

Al verla acercarse le hiso una seña con la cabeza, ella camino hacia él y se saludaron con un gesto; tomo la mano de ella y la llevo hasta los grandes arcos que decoraban el edificio, se sentaron bajo estos en una barda que dividía el edificio del patio y se podía contemplar la inmensidad de los jardines de la escuela.

-Quiero hablar de nosotros, quiero pedirte una oportunidad de estar contigo –le dijo el firmemente- formalmente

- Rafael; esto no es para nosotros, debes olvidar lo que paso hace unas semanas

- ¿Cómo quieres que lo olvide si significo tanto para mi; para ti no significo nada?

- Significo algo en ese momento.

Se sentía tan triste y abandonada cuando Damian se regreso a Irlanda, después de conocer a Rafael en la fiesta de la facultad de Música sintió que no estaba sola. Salían todas las noches a pasear, iban a comer, a jugar a las maquinitas o de vez en cuando él llegaba a su casa y jugaban Wii, otras veces ella iba a su departamento y componían y cantaban juntos; una de esas veces el hiso su movimiento.

Ella se dejo llevar, él quiso besarla y ella se dejo; probo los labios de él pero no sintió chispas, no vio fuegos artificiales, se sintió vacía. El beso continúo y ella no lo detuvo, solamente siguió la corriente. Los brazos de el la rodeaban y recorrían su espalda, cuando su mano se coló por su blusa ella se separo, escondió sus ojos de la mirada de él y solamente le dijo- No debemos ir tan rápido

El entendió y la abrazo, duraron unos segundos así hasta que el volvió a intentarlo. Busco los labios de ella y ella correspondió nuevamente esperando sentir mariposas en su vientre, no fue así. Intento volver a hacer su camino hacia ella y esta vez logro llegar más lejos, la blusa de ella quedo en el piso y el intentó completar su camino, ella le siguió el juego pero se sentía tan rara, no quería continuar. Al principio fingió, pero lo detuvo cuando el quiso continuar con la prenda que cubría sus piernas – No, no mas. –dijo ella-

- ¿Por qué? ¿Luego no podrías detenerte? –al escuchar esas palabras sintió ganas de golpearlo en la cara, pero se controlo; únicamente sonrió. Se detuvieron, recogió su blusa, diez minutos después salió de ahí.

No volvió a aceptar una invitación de Rafael en la que salieron ellos dos solos, siempre invitaba a Marissa, Hannah o cualquier persona con ellos. No volvieron a retomar lo que dejaron aquella noche, ella no quería volver a hacerlo, se sintió vacía y decidió que ella no era para el.


- Me dijiste que querías estar conmigo, ¿no fue verdad?

- Fue verdad en ese momento, pero ya no lo es más.

- Lindsay; ¿Por qué? Déjame ser yo quien este contigo, déjame ser feliz a tu lado. –dijo el tomando una de sus manos y acariciándola-

- ¿Esto es lo que quieres?

- ¡Esto es lo que queremos! –Lindsay miraba a todos lados tratando de encontrar algo para decir, su mente daba vueltas, sus ojos estaban al borde del llanto; llorosos e hinchados-

- Mírame; ¡Soy un desastre! ¿Cómo puedo gustarte? –pregunto ella-

- Por que… tú eres casi tan desastre como yo

Lindsay no contesto nada, solamente lo observo fijamente, se encogió de hombros, Rafael le sonrió y nadie dijo nada más.




La cámara se encendió nuevamente mientras indicaba 60% de batería restante, enfocaba a Damian y Cameron platicando, volteo y encontró a Lindsay sonriéndole y Marissa al lado de ella.

- ¡Tenemos que celebrar tu cumpleaños y que hayas vuelto! –Ya que ella sostenía la cámara solamente se escucho la voz de Hannah sumamente emocionada-

Todos estuvieron de acuerdo en la idea, había que celebrar y razones las había de sobra. ¿Qué podrían hacer? La magia de la universidad es que se puede hacer una fiesta en 5 minutos; ya lo habían decidido, irían a la azotea del edificio de Cameron y Damian y harían una parrillada.

- ¡Ya se! –Dijo Cameron, una sonrisa maliciosa apareció en su rostro, después susurro algo al oído de Marissa, esta exclamo en aceptación-

- ¿Qué tal si Lindsay se pone ese vestido Vintage francine en rojo? –Pregunto Marissa, los demás inmediatamente apoyaron la idea-

- ¡SI! Y podemos cantar y tocar música para bailar, ¡nosotros lo ambientamos! –dijo Hannah entusiasmada-

Todos aceptaron el plan entusiasmados, pero después de unos segundos de pensarlo se dieron cuenta que había un pequeño problema. Nadie excepto Cameron y Samuel sabían tocar algún instrumento.

-¡Aprenderemos a tocar! –grito Hannah emocionada, los demás apoyaron exclamando un vitoreado “¡si!”

Se prepararon; Samuel y Cameron buscaron sus instrumentos, se colaron en los almacenes de la facultad y se robaron un teclado y un bajo. Por la batería no se preocuparían por que se las prestaría un compañero de clase.

Tenían cerca de 3 horas para aprender a tocar correctamente aunque fuese una canción. Samuel quien tenía más conocimiento en la música tocaría la batería, Marissa el bajo, Cameron la guitarra y Hannah el teclado; entre los 4 cantarían. Lindsay se había ofrecido a participar pero lo negaron excusándose en que ella tenía que bailar con Damian la canción que ellos tocaran.

-¡Quizás no fue una buena idea! –Dijo Marissa a la cámara que marcaba batería de 30%, su cara parecía la de alguien que estuviera sufriendo tortura- ¡Somos malísimos!

-¡Animo! –le dijo Cameron poniéndose tras de ella mientras le indicaba como debía tocar el bajo- es mas sencillo de lo que parece, solo acomodo tu dedo aquí y este aquí –le indicaba como debía acomodar la mano sobre las cuerdas- y ahora, “rasgueo” –dijo el y ella obedeció-

- Quizás no es tan malo –dijo Marissa volteando su rostro para encontrar el de Cameron; se miraron a los ojos y se sonrieron tiernamente, Cameron le robo un besos de sus labios-

- ¡Wuacala! –Escucharon las quejas de Damian ante su acción- ¡Asco! ¡Iuuuckk! –se quejo amargamente mientras fingía que vomitaba-

- ¡Ya te veré así! –le grito Cameron sonrojado, Marissa no podía evitar reír tiernamente-

Las risas y burlas siguieron hasta que el tono del celular de Marissa las interrumpió; en cuanto lo escucho sonar corrió hacia su mochila y lo tomo. Vio la pantalla del celular e instantáneamente su rostro reflejo preocupación. – Mi madre –susurro levemente, tomo aire, camino lejos de sus amigos y aplasto el botón “contestar”-

La cámara capto las miradas de extrañeza de los demás, se encogieron de hombros dando a entender que no sabían que había pasado.

- ¿Si mama? –escucharon a Marissa contestar-

-Tu padre quiere saber donde andas –Pudieron escuchar claramente lo que la madre de Marissa pregunto-
Marissa quien no quiso interrumpir a sus amigos a causa de la llamada que acababa de recibir decidió que lo mejor seria alejarse lo suficiente, camino hasta la cocina y ahí continuo la llamada.

- Estoy en la casa de Lindsay –Mentira; no les quiso decir que estaba en la casa de Damian y Cameron-

- Tu padre esta enojado, quiere saber a que hora regresas

- Pronto llegare, no tardo –contesto finalmente Marissa antes de colgar-

Al salir nuevamente a la sala contemplo la mirada inquisidora de sus amigos; se preguntaban porque no le dijo a su madre que estaba con Cameron, Marissa fingió que sus amigos no se dieron cuenta de nada y continuaron con lo que tenían entre manos, mientras la cámara continuaba grabando.

- Hannah, ¿Por qué estas grabando? –Le pregunto Lindsay-

-¡Es para ganar el concurso “Un día de vida”!

No sabían a que se refería y tenían miedo de averiguarlo, la ultima vez que Hannah intento ganar un concurso terminaron llenos de una sustancia verde y viscosa, pero aun así siempre era mejor saber en que los estaban metiendo que quedarse solo esperando a que llegará un día y les dijera que iban a hacer algo extraño. Cameron se animo y pregunto por la razón.

- Si ganamos nos darán de premio un viaje para todos los que participen en el video de manera directa; ósea yo y ustedes

- ¿un viaje a donde vamos a ganar? –pregunto Lindsay confiada-

- ¡Al festival de cine de sundance!




Cerca de la hora citada los preparativos se encontraban finalizados; las chicas habían ido a sus respectivas casas para buscar la ropa a ponerse y alistarse. Como Cameron y Damian alegaron que siempre se tardaban mucho, propusieron que se alistaran en el departamento de ellos, así seria mas sencillo ya que no tendrían que salir ya entrada la fiesta para recogerlas.

Hannah y Marissa ya estaban listas; habían subido a la azotea a terminar de supervisar la obra. Lindsay ya había terminado de alistarse pero no se animaba a salir, sentía miedo y tristeza, no estaba segura porque. Estaba sentada frente al espejo del mueble de la habitación de invitados, contemplaba su reflejo en el espejo, de vez en vez se hacia caras a si misma y se reía. Platicaba con ella misma y se exponía ideas o inventaba situaciones en las que daba entrevistas o hablaba frente a una cámara; la música de su celular corría y de vez en vez cantaba los lyrics de las canciones.

- ¿Lindsay? ¿Estas lista? –escucho que le preguntaron a través de la puerta, puso “stop” a la música-

- Si –contesto ella, el pregunto si podía pasar; ella le indico que estaba abierto, que pasara-

Damian entro a la habitación sin decir nada, Lindsay lo siguió con la mirada y el tomo asiento sobre el borde de la cama, quedando frente a Lindsay. El tomo una larga bocanada de aire y saco de su bolsillo una cadena con varios dijes y la extendió frente a Lindsay.

- ¿Sabes porque volví? –le pregunto el sonriéndole-

- Hay algo que debo decirte –Le dijo Lindsay sacando la vuelta a la pregunta que él había hecho-

- Entonces no lo hagas –Contesto el al tomar la mano de ella y dejar caer la cadena sobre esta. Lindsay no entiendo a que se refería, su mirada se notaba extrañada- He aprendido que aunque a veces haya algo que decirse, no signifique que deba ser oído

-Damian, no soy la mejor persona; -Lindsay tenia la mirada fija en los dijes de la cadena que él había puesto sobre su mano- soy molesta, soy una mentira, he hecho cosas malas antes; estuve apunto de hacer algo malo, te querrán llegar con el chisme, lo intentaran usar como arma –dijo ella levantando la mirada hacia el-

- No hay problema; todos hemos hecho cosas mal, cosas con las cuales nos pueden destruir; pero no significa que seamos malas personas. –Damian le dijo tranquilamente mientras recordaba al chico con el que vio a Lindsay en la tarde, supuso que se refería a él. Lindsay trataba de retener las lágrimas.-

- No me importa cada detalle de tu pasado y espero francamente que no te importe el mío, me importas tu; la tu de hoy en delante. ¿Qué opinas? –le pregunto Damian sin que la sonrisa se esfumara de su rostro; la sonrisa de el la tranquilizaba-

- Soy un desastre, ¿Cómo puedo gustarte? –Pregunto Lindsay, al borde del llanto-

Damian la miro a los ojos, le sonrió tiernamente y la tomo de las manos- ven –le dijo- Me sorprendes constantemente con lo que dices, me emboban las cosas que haces, eres increíblemente agradable a la vista, y de verdad espero que si estamos juntos el suficiente tiempo; puedas verte como te veo yo a ti.




La cámara que marcaba batería al 15% se encendió nuevamente sobre la azotea del edificio donde todos estaban listos para la celebración, enfocaba a Marissa y Cameron que platicaban animadamente, detrás de ellos se podía contemplar las luces de los edificios de la ciudad.

Hannah se acercó a ellos sin dejar de enfocarlos – ¡Chicos! Unas palabras para el cumpleañero

Se miraron entre ellos y sonrieron, “tu primero” le dijo Marissa a Cameron, este acato, se aclaró la garganta y miraba hacia la cámara – Babe, me alegro que hayas vuelto, ¡nos diste un pretexto para hacer fiesta! –Ellas rieron ante el comentario-

-Mi turno, mi turno –dijo Marissa alegremente, Hannah la enfoco- Damian; ¡felicidades! Y por cierto, espero te agrade la música, hemos batallado mucho en aprender a tocar, espero lo disfrutes

Hannah siguió grabando entrevistando a los invitados, captaba escenas divertidas y otras que deberían ser privadas. Más de una persona quería quitarle la cámara y tirarla por la azotea.

- ¡Miren, miren! –Hannah escucho el grito de Cameron y volteo hacia donde él decía; la gente no la dejaba ver y la música que comenzaba a sonar no le permitía escuchar- ¡Hannah!

Buscaba con la mirada a quien le dijo Cameron que grabara, este se acercó a ella y le indico donde. Hannah volteo hacia la puerta de la azotea y……. “batería agotada”, la imagen se corto. Lo último que capto fue movimiento y felicitaciones.