Fic. Recuentos de vida.!Everybody changing! Capitulo Nº18 "With a little help from my friends"

Segundo día de congreso ¿Alguien conoce Boston?

La mañana los alcanzo y el roció matutino cubría las ciudad, mientras que ellos se preparaban para su día de paseo. En el cuarto de las chicas todo resultaba de lo más normal, mientras en el cuarto de los chicos era otra historia.

-¡No! ¡Déjenme en paz! –Gritaba Cameron desde el baño mientras Samuel y Damian lo molestaban, corrían la cortina del baño, lo molestaban, abrían las llaves para que el agua saliera o demasiado caliente o demasiado fría; no le permitían bañarse en paz - ¿Qué no conocen el concepto de privacidad? –Grito Cameron cuando salió del cuarto de baño envuelto en una toalla ya que sus amigos le habían robado su ropa-

Damian quien no quería sufrir lo mismo pensó en una solución, tomo sus cosas y fue al cuarto de las chicas, al tocar la puerta le abrió Hannah y paso.

-Con su permiso, me voy a bañar aquí –Dijo Damian al entrar-

Entro al cuarto de baño pero no pudo cerrar la puerta ya que la bañera y tocador estaban en el mismo cuarto, así que las chicas le exigieron no cerrarla ya que necesitaban poder entrar. El resultado fue peor de lo que esperaba.

-¡Ehi! ¡Sálganse! ¡Déjenme en paz! –Gritaba Damian, las chicas metiendo las manos a través de la cortina de la bañera, Damian daba manotazos a las manos curiosas que invadían su espacio personal- ¡Déjenme solo!
Las risas de las chicas inundaban el cuarto mientras seguían jugando a acosar al chico en la bañera, Damian no tenía otra opción más que hacerse bolita en un lado de la bañera.

Después de que Damian pudo terminar su odisea y bañarse no tardaron más de 20 minutos en emprender su camino. Todo estaba listo para salir, decidieron que primero irían al museo de bellas artes de Boston. Pero antes irían a desayunar así que por votación y por ser el primer lugar con el que se toparon decidieron desayunar en “The Waffle house”. Una vez que salieron de ahí, caminaron hasta el museo de bellas artes.

Mientras caminaban Damian observaban la inmensidad y belleza de la ciudad, se respiraba cultura en el aire, no por nada se decía que los bostonianos suelen ser considerados como personas con una fuerte identidad cultural.

Al llegar lo primero que observaron fue la grandiosa escalera que los invitaba a entrar, coloridos murales pintados por John Singer Sargent les dieron la bienvenida. Disfrutaron cada obra de la más grande colección de arte Japonés que existe fuera de Japón. La gran colección de arte del impresionismo y trabajos muy importantes de Homer Winslow, Edward Hopper, y más de 60 cuadros de John Singleton Copley.

Se dirigieron la colección de objetos del antiguo Egipto, siguieron su recorrido por la sección de rollo, donde vieron a los “nueve dragones”, no sin antes pasear y ver pinturas de van Gogh, Boucher, las galerías que exponen arte africano, esculturas y cerámicas de la Antigua América, y una maravillosa colección de cubiertos del joyero y patriota revolucionario Paul Revere, entre muchos otros.

Al salir del museo, cerca de 3 horas después, pidieron información a uno de los integrantes del personal, el cual les recomendó la presentación de la orquesta sinfónica de la ciudad, en el pabellón “Hatch shell” al sur de la ciudad. Concordaron en que era una buena idea y decidieron dirigirse hacia haya en transporte subterráneo.

Decidieron entrar al metro en la estación del museo, bajaron hasta las taquillas y compraron sus boletos para pasar al andén, esperaron poco más 10 minutos y su transporte llego. El vagón iba un poco lleno, así que Samuel, Cameron y Damian decidieron que irían de pie, Lindsay se sentó entre un señor de alrededor 40 años de edad y una señora mayor, Damian se detuvo de los pasamanos y se fue de pie entre Lindsay y Hannah quien estaba sentada frente a esta. Mientras Samuel y Cameron se fueron parados frente a la puerta del lado izquierdo del vagón, aquella que solo se utiliza cuando el vagón viene de regreso; Marissa en un lugar vacío al lado de esta puerta.

En una de las estaciones de metro Damian se percató de un anuncio que llamo mucho su atención; Mark Twain escribió una vez: En Nueva York se preguntan "¿cuánto dinero tiene?", en Filadelfia se preguntan, "¿quiénes fueron sus padres?", en Boston se preguntan, "¿cuánto sabe?"

Boston sería un buen lugar para vivir, se dijo a sí mismo, estaba encantado con la ciudad, se le antojaba una ciudad llena de conocimiento, cultura, arte, oportunidades, justo lo que el andaba buscando.
Iba tan entusiasmado que no se percató hasta tiempo después de la incomodidad que el rostro de Lindsay reflejaba.

-¿Estas bien? –Le pregunto Damian a Lindsay-

-Lindsay tardo unos segundos en contestar y luego le dijo – Si, estoy bien. ¿Faltara mucho?

-No, creo después de esta, es la siguiente parada –le contesto Damian viendo lo que indicaba la pantalla de paradas del metro-

En la parada a la que acababan de arribar el asiento al lado de Hannah se desocupo, lo que le permitió a Lindsay levantarse y sentarse junto a ella.

Una vez que llego su parada se levantaron y bajaron en su destino.

-¡Agg…! ¡En mi vida me vuelvo a subir al metro de aquí! –Grito Lindsay entre dientes aferrándose al brazo de Hannah-

-¿Qué paso? ¿Por qué dices eso? –Le pregunto Cameron-

- Un ¡pendejete!

-¿Qué? –volvió Cameron a preguntar-

Lindsay no contesto, solamente les dijo que nada había pasado. Siguieron caminando en dirección a la salida mientras Lindsay, Hannah y Marissa venían platicando en voz baja; ellos no entendían lo que decían, solamente escuchaban murmullos.

Una vez que salieron de la estación se dirigieron hacia el parque, aprovecharon que las chicas ya no estaban platicando solo entre ellas y le hablaron a Hannah.

- Hannah, Hannah bonita –le dijo Damian- ¿Qué paso?

- ¿respecto a…? –le pregunto Hannah haciéndose mensa-

- Tú sabes a que nos referimos –le dijo Cameron- ¿Qué paso en el metro?

- Am… ¿te refieres a cuando Samuel se golpeó con uno de los pasamanos por ir bobeando? –Samuel se puso de colores creyó que nadie lo había visto, la risa de los demás no se hiso esperar-

- Eso es buena información, pero no nos referimos a eso –dijo Samuel tratando de disimular su pena- ¿Qué paso con Lindsay?

-Ahhh…. Eso –Dijo ella disimulando- amm….

-¿Hannah? –Le pregunto Damian- ¿Qué sucedió?

-Se enojaran conmigo pero……–contesto Hannah-

Damian, Samuel y Cameron se mostraban enojados y asqueados ante la situación, alcanzaron a Marissa y Lindsay quienes se habían adelantado mientras ellos hablaban con Hannah.

-¿Por qué no me dijiste? –le pregunto Damian a Lindsay cuando las alcanzaron, se notaba notablemente alterado-

- Lindsay, debiste decirnos para matarlo ahí mismo –le dijo Samuel-

-¡Maldita sea! –Se notaba la cólera los invadía- debí de haber matado a ese imbécil –dijo Damian hablando con un acento muy marcado-

-Por eso no te dije, porque lo ibas a querer golpear, sabía que esto iba a pasar

-Pero como no, ¿se supone que permita que cualquier pendejete te manosee? –le dijo sumamente enojado ante el comentario-

- No te dije nada porque lo ibas a querer golpear y si él te golpeaba a ti y si los lastimaba… y si te lastimaban de nuevo, no iba a poder con eso –Damian noto que la voz de Lindsay estaba a punto de quebrarse- No quiero verte otra vez así

-Linds…. –Damian resoplo- Gracias, pero se supone que yo sea el que te proteja –Le dijo Damian tomando su rostro entre sus manos y obligándola a verlo a los ojos- se supone que yo debemos evitar que te pasen cualquier tipo de cosas.

Establecieron nuevas medidas de seguridad entre ellos, y decidieron seguir con su camino ya que si no llegarían tarde. Antes de llegar corrieron a una tienda cercana; compraron jamón, 3 tipos de quesos, galletas Ritz y una botella de vino Cabernet sauvignon.

Al llegar al lugar del concierto se sentaron en el pasto en una parte alta, el pabellón se encontraba en una estilo depresión, se encontraba en el centro y alrededor de ella pequeñas elevaciones y todo cubierto de pasto.
Se sentaron, prepararon sus alimentos en un platón desechable que compraron y compartieron quesos y vino mientras disfrutaban de un memorable concierto.

Después de terminar decidieron que sería conveniente conocer “Berklee College of Music” que además de ser la anfitriona del congreso, era considerado junto con NYADA de las mejores escuelas privadas de música en el mundo; la lista de mejores escuelas de música era liderada por Berklee y después NYADA.

Mientras caminaban hacia su nuevo destino observaron la inmensidad y belleza del parque de Boston, un lago que lo recorría por completo y botes de cisne paseando en él, pasaron frente a la inmensa biblioteca pública de Boston y quedaron fascinados con su diseño.

Les habían recomendado como uno de los puntos más famosos de Boston el Faneuil Hall. Un histórico mercado y lugar de encuentro construido en 1742 con cafeterías exquisitas y boutiques. Como les quedaba de camino optaron por llegar ahí; al arribar quedaron fascinados con la inmensidad e infinidad de tiendas, el gran edifico que se alzaba en el centro con un campanario en lo alto, confiterías con comidas internacionales y especialidades, tiendas famosas, negocios de regalos muy particulares, librerías, bares al aire libre y restaurantes.

Entraban y salían de las tiendas cada vez con más bolsas, ropa, recuerdos, regalos, todo lo que se les antojaba e igual en comida, algunos se quejaron diciendo que no volverían a comer nada más en su vida.

Para finalizar su día de excursión; decidieron ir a Back Bay, solo a conocerlo y observar el atardecer, a dejar que la noche llegara mientras ellos observaban la tranquilidad del atlántico.

Antes de llegar al puerto pasaron por Beacon Hill, al irse adentrando al vecindario sintieron como viajaban en el tiempo, un vecindario que grita hacia otra era, con lámparas de gas, arboles de sombra, veredas de ladrillo, y grandes residencias.

Boston es la capital de la cultura, confirmaron los chicos al llegar a Back Bay la cual es verdaderamente un museo al aire libre; Y justo en ese lugar estaba el, sus amigos, ella. Era todo lo que quería, eso era lo más perfecto que había podido imaginar, la suave brisa, el ocaso bañando la ciudad en sus colores, el suave atardecer brindándole la oportunidad de su vida.

Y ahí estaba ella, sonriente, tomándose fotos, se colocaban Marissa, Hannah y ella, se tomaban fotos mientras hacían caras raras y el inmenso mar oleaba detrás de ellas. Una ola alta golpeo el muelle y Damian escucho los gritos y quejas de sus amigas al ser bañadas por el agua, no pudo evitar reír ante tan tierna escena. Se acercó a ellas aun riéndose y les quito la cámara, les dijo que se pusieran en pose y el sería el encargado de tomar la foto.

Después de unas cuantas le hablaron a Cameron y Samuel que estaban sentados en modo cool sobre una banca observando a la gente pasar; estos se acercaron y aprovecharon a un comerciante para pedirle que les tomara una foto a los 6, se pusieron en pose junto a sus amigas, se abrazaron los unos a los otros y sonrieron a la cámara.

Los últimos colores del día atravesando el cielo y ahí estaban ellos con el mar detrás, abrazados, cuando este les jugo una broma; justo en ese momento otra ola golpeo y los empapo, esa imagen quedo grabada en la cámara. El punto exacto en el que sus cuerpos reaccionaron ante el agua helada que les caía encima. Era una foto en un millón. Después otra foto instantánea mientras se reían los unos de los otros, esa cámara grabo la sesión de fotos más espontánea y con más errores que jamás habían visto.

Fotos comiendo, otras donde atrapaban a Samuel y Damian viendo a las mujeres de Boston, otras frente a la inmensa biblioteca y en medio de la gran plaza comercial, fotos mal tomadas que únicamente salía media cara de alguno o alguna parte de algo; otra de Cameron hablando, Damian tratando de ser hombre araña y escalar una pared en Faneuil Hall, otra donde parecía que Lindsay y Marissa le cantaban a una de las lámparas de petróleo que adornaban la ciudad y otra más donde Hannah simulaba ser un pordiosero en el parque y dormía con la botella de vino que habían comprado ese día; en fin, infinidad de recuerdos, de memorias y de momentos que disfrutaron estando juntos.

Ah, se me olvidaba mencionar, una más que Hannah había tomado; estaban en el parque durante la presentación de la orquesta, en esta están Damian y Lindsay sentados de lado, en la foto ambos están de perfil, Damian está sentado y con sus manos a los lados se recarga para quedar ligeramente hacia atrás mientras platica con Lindsay; ella está sentada con las rodillas pegadas a su pecho, recargando su cabeza en su rodillas y viendo a Damian fijamente mientras este le comenta algo.

La luz del sol se colaba por las ventanas del cuarto del hotel dándole la bienvenida a un nuevo día a cierto chico Irlandés, mas para mala suerte del sol, el chico ya se encontraba despierto, se levantó de la cama, tomo una ducha y se arregló para el día que le esperaba.

-Ehi, amor mío, bella durmiente, Levántate –dijo Damian moviéndolo para que se despertara, no obtuvo respuesta alguno solo un murmullo inentendible-

Decidió tomar medidas drásticas, le quito las cobijas de encima – ¡Ehi! ¡Que te levantes!

-No, déjame dormir en paz –Le contesto Cameron arrebatándole las cobijas y volviendo a taparse-

-¡Nada de eso, vamos, arriba! -dijo empujándolo de la cama, Cameron tuvo que realizar un rápido movimiento para evitar terminar de cara en el piso-

-Ya pues ya, estoy despierto ¿Qué quieres? –le dijo algo molesto por haber interrumpido su sueño, quien ose interrumpir su sueño debe tener una buena razón-

-¡Vamos a hacer cosas de hombres! –Dijo Damian alzando el pecho-

Se terminaron de alistar y salieron despichadamente del hotel, caminaron algunas calles, Cameron tenía una ligera idea de adonde se dirigían, algunas veces Damian le había dicho “hacer cosas de hombres” y normalmente terminaban en el mismo lugar.

Llegaron a la entrada y Damian sonrió malévolamente. Entraron al local, se dirigieron al mostrador y Damian pronuncio- Yo quiero una famous star, ¿y tú Cam? –Sí, así es; fueron a desayunar a Carl’s Jr.

-Sabes, todas son iguales. ¡No se dan cuenta de lo que hacemos! –Alegaba Damian mientras mordía su hamburguesa- Todas son iguales, haces algo por ellas y ¡no lo ven! ¡Simplemente no lo ven!

- Así son; si las tratamos bien, creen que es solo para conquistarlas y si lo hacemos mal somos unos malditos

- ¿Cómo se supone que nos acerquemos a ellas y les digamos lo que sentimos? Siempre están a la defensiva

Se escuchaban los murmullos de aprobación de las demás personas que comían. “Tienen razón”, “Siempre es así”.

- Nunca creen que sea verdad lo que sentimos, no creen que nuestros sentimientos sean verdaderos, creen que solo queremos estar con ellas “un rato”.

- Es como jugar un videojuego son un montón de pruebas, desafíos, situaciones a resolver, y ¡nunca es suficiente!, esperan que hagamos algo pero a la vez no esperan nada ya que ¡no creen en nosotros!

El resto de las personas que estaban en el restaurante escuchaban su conversación; asentían y aprobaban lo que decían.

Damian cayo unos segundos, tomo un sorbo de su soda y le comento – Deberías llevar a Marissa al concierto de Yanny –Cameron se atraganto con el pedazo de hamburguesa que estaba masticando-

- Que… Que cambio más drástico –dijo Cameron mientras se golpeaba el pecho tratando de pasar la comida-

Una vez que terminaron su desayuno estuvieron un rato platicando animadamente, después decidieron regresar, de camino al hotel se encontraron una panadería llamada “Ballon”, decidieron entrar y comprar pan para llevar al hotel; pan que quizás no llegaría ya que al salir de la panadería ya iban comiéndolo.

Llegaron al hotel y fueron al cuarto de las chicas, descubrieron que Hannah estaba alistándose, Lindsay estaba bañándose y Marissa era la única lista.

Damian se acostó en la cama y tomo el control remoto, prendió la televisión y puso History Channel, donde estaban pasando “el precio de la historia”.

Cameron se sentó en la mesita que había en el cuarto y coloco sobre ella la bolsa de pan, Marissa se sentó frente a él.

Mientras Damian miraba la tele entretenido Cameron le pasó a Marissa un sobre por encima de la mesa, esta lo miro desconcertado pero lo tomo, miro a Cameron y este movió la cabeza afirmativamente.

Marissa abrió el sobre y su rostro se ilumino, sonrió ligeramente, miro a Cameron y asintió con la cabeza.
Después de esperar algún tiempo y no ver ningún avance Damian se quedó dormido.

Cuando las chicas estuvieron listas optaron por dejar a Damian dormido, ellas junto con Cameron decidieron bajar a una demostración de “escultura posimpresionista”. Que se celebraría en la sala oeste del hotel.
Hannah parecía cual niña en una juguetería, corría de un lado a otro y sus ojos brillaban con júbilo al ver todas las esculturas que la rodeaban.


Damian al levantarse pudo notar que estaba solo, lo habían abandonado y lo peor de todo, tenía hambre nuevamente. Se levantó y se acercó a la mesa donde estaba la bolsa con panes que habían traído, la abrió, tomo uno y comenzó a comer. Mientras comía descubrió una nota muy curiosa, la leyó y una sonrisa de cómplice mezclada con leve maldad y un toque de alegría apareció en su rostro.

La nota decía:
“¿Quieres ir? Nos vemos a las 5:30 en el Lobby”
Cameron


Parecía como si los relojes se movieran más lento, definitivamente tenían algo en su contra, de las pocas ponencias a las cuales habían entrado y parecía tardar una eternidad, parecía que la persona que estaba hablando lo hacía apropósito. Cameron miro su reloj con desesperación; 4:56, maldijo mentalmente y miro a las chicas a su lado. Marissa hacia poco más de media hora que había dicho que iba a subir al cuarto, se ha de estar preparando, pensó Cameron.

Cuando Marissa subió a la habitación rápidamente revolvió la ropa de su maleta, no sabía que ponerse. Cameron le había comentado que era un concierto de “Yanny”, que era una orquesta New Age, ¿Qué podría ponerse? Se quebraba la cabeza tratando de encontrar algo correcto, por un momento pensó en ropa casual, pero luego cayó en cuenta que sería en el anfiteatro y si era una orquesta entonces necesitaba vestimenta de gala. No excesiva, solo ligeramente.

Cuando por fin la conferencia llego a su final cerca de las 5:20 Cameron se disculpó con sus amigas y salió del salón en dirección hacia el Lobby del hotel, tenían que salir rápidamente ya que el concierto comenzaba a las 6:00 y tenían que llegar al anfiteatro de “Berklee College of Music”, y según la información que Cameron había recopilado el día anterior, este se encontraba a unos 15-20 minutos del hotel donde estaban ellos.

Llego al Lobby y busco a Marissa con la mirada, la encontró en la puerta de entrada esperando por él. Cameron la observo unos segundos; había escogido ponerse vestido pin-up color charcoal, un poco más alto a la rodilla, cuello redondo sin mangas, con un cinto a la cintura, lo acompaño con unos tacones altos de plataforma y dedo abierto, además de un blazer cortó en color gris y había dejado a su cabello caer sobre su espalda. Cameron aprobó mentalmente


Una vez que termino la conferencia Lindsay y Hannah decidieron subir a la habitación, la encontraron vacía.

Después de tomarse unos minutos para descansar, ver televisión y checar sus actualizaciones en Facebook y twitter decidieron que se alistarían para la fiesta de clausura del congreso. Lindsay tomo el teléfono del cuarto y marco 0533.

Espero que alguien atendiera el teléfono, la verdad era que no sabía si estaban en el cuarto.

-¿Hola? –Contesto Damian adormilado al levantar el teléfono-

-¿Vas a ir a la fiesta de clausura? –Le pregunto la chica mientras revisaba las cosas de su maleta y hablaba por teléfono a través de la línea del hotel-

-No Linds, lo siento –contesto Damian-

- ¿Y Cameron irá?

-Creo que tampoco, dijo que había un concierto esta noche, y dijo que quería ir

-De acuerdo, entonces creo que iremos solo yo y las chicas, te comentare como estuvo –Siguieron platicando durante unos minutos en los cuales Lindsay trato de persuadirlo, pero al ver el éxito no obtenido se despidió y finalizo la llamada-

Luego de que la chica corto la llamada, Damian salió al pasillo en busca de comida, se acercó a una máquina expendedora, observo tratando de encontrar algo que lo convenciera, introdujo dinero y saco unas galletas, regreso a su cuarto, tomo el libro que tenía pendiente y se acostó su cama para terminar leer el tercer libro de la trilogía “Millennium”, no podía dejar de leerlo, el libro lo tenía enganchado, estaba en las ultimas 200 páginas del libro, le había pasado exactamente lo mismo con los dos primeros tomos, se los había prácticamente comido.

Después de 2 horas de un maravilloso concierto Marissa y Cameron salieron del anfiteatro, claro; no sin antes tomarse fotos, platicar y saludar a Yanny. Salieron de ahí siendo las 8:22 de la noche.

- ¿Quieres ir a cenar? –Le pregunto Cameron a Marissa-

-Am… si, -contesto ella- pero, ¿Qué te parece si vamos a la fiesta de clausura? Hannah hace rato me mandó un mensaje diciéndome que ya se estaban alistando. ¿Qué dices? –le dijo Marissa sonriendo tiernamente-

-¡Claro! –Cameron no lo pensó dos veces- ¡Vamos!

-¡Perfecto! –Dijo ella felizmente- le hablare a Hannah-

Saco su celular y marco al número de Hannah, mientras Cameron pedía un taxi en la recepción para que los llevara al hotel.

-¿Están listas? –Pregunto Marissa cuando le contesto Hannah- Ya vamos para haya

-¡Marissa! ¿Dónde andabas?

Marissa rio – Es una larga historia –contesto riendo- luego te comento. ¿Ya están listas? –volvió a preguntar-

- Yo si –le contesto ella- Lindsay dijo que no ira

-¿Qué? ¿Por qué? Si estaba muy emocionada por la fiesta de clausura

-Pues… ya se estaba alistando cuando cambio de opinión, dijo que no tiene ganas de ir, pero… la verdad es que como Damian dijo que no quería ir, ella decidió quedarse –Dijo Hannah susurrando-

Parte 2 – De Noche

El sonido del teléfono del cuarto al recibir una llamada lo obligo a dejar su lectura, coloco el separador y lo cerro, se estiro para atender el teléfono que se encontraba sobre la mesita de noche

-¿Bueno? –Dijo al levantar el teléfono-

-Eres un hombre sumamente egoísta –escucho a su interlocutora-

-¿Qué? ¿Marissa? –Estaba anonadado ante el saludo “peculiar” de la chica-

-Lo que oíste, ¿no van a venir a la fiesta?

- Yo no

- Lindsay tampoco, ¿sabes por qué? –Damian no supo que contestar, entonces Marissa prosiguió- Por ti, ella si quería venir, pero cuando tu dijiste que no, ella decidió no venir, eres un egoísta

Damian no pudo decir nada ya que la chica le había colgado, resoplo una maldición, dio vueltas en el departamento decidiendo que hacer, cuando por fin una idea clara a travesó su mente, tomo el celular de Samuel que había dejado ahí y le hablo a Cameron.

-Oye, ¿Dónde estás? –Le pregunto en cuanto contesto-

-Voy en camino a la fiesta con Hannah y Marissa. Espera… –Damian escucho que Cameron se disculpó con las dos chicas a las que acompañaba y se podía dar cuenta a través del celular que se alejaba de la música, cada vez se escuchaba más lejos, cada vez se escuchaba más silencioso- Listo, ¿es cierto que no vas a venir?

Damian resoplo –Ese era mi plan pero creo que el plan tuvo que cambiar. Oye pero ¿y tú, porque estás ahí? ¿Qué no irías a una tocada o algo así?

-Ahh eso… Marissa me invito, dijo que no querían venir solas. -Cameron rio torpemente- Cambiando tema ¿qué harás ahora?

-Voy para allá, te marcaba para ver donde andabas

- ¿Quieres que vaya para haya?

-Está bien, no te preocupes, llegaremos en taxi.

-Oye, ¿vas a….?

-Sí, ahí estaremos –Damian completo la frase de Cameron, se despidieron y cortaron la llamada-

Damian miro fijamente el teléfono de la habitación por más de 10 segundos, suspiro, y decidió tomarlo. Marco el número 0512.

-¿Estas lista? –Pregunto a través del celular- Te veo en 15 minutos.

Se cambió la camisa, tomo su saco sport, se arregló un poco, llamo al servicio de taxis el que tardo no más de 5 minutos en estar en la puerta del edificio y como lo había dicho, 15 minutos después estaba tocando la puerta de la habitación de Lindsay.

Escucho el grito de Lindsay desde dentro de la habitacion avisando que salia en unos segundos. Cuando abrió la puerta Damian la miro embobado, se había puesto el conjunto del vestido negro que había comprado semanas atrás cuando Jenna habia estado con ellos.

-Te ves muy linda –dijo Damian sonriendo tiernamente-

---*---

Llegaron, saludaron, rieron, después lo dejaron solos, Cameron y Marissa habían decidido bailar y Hannah estaba socializando con otros amigos.

-¿Quieres bailar? –le pregunto ella animadamente-

-Am… no me entusiasma mucho la idea, no es como que sea mi fuerte –le contesto el sonriendo penosamente-

-Ohh... Está bien –dijo ella tristemente enfocando su mirada al suelo-

-Vuelvo, voy por algo de tomar –le dijo el-

Al regresar a buscar a su acompañante se percató que esta estaba bailando muy “animadamente” con un tipo desconocido, sintió hervir su sangre, pero no haría una escena, había que ser cuerdos.

Se sentó en una mesa y los observo bailar, despues de unos momentos que era suficiente, se acercó a ellos, Lindsay lo vio y detuvo sus pasos, el chico volteo a ver la razón de la chica. Damian solo sonrió resignadamente y le dijo - Ya me voy, nos vemos después – Hiso un ademan con la mano, se dio media vuelta y camino hacia la salida-

Lindsay le pidió disculpas al chico y corrió hacia donde había salido Damian, al salir del edificio lo vio intentando cruzar una calle. – ¡Espera! ¡Damian! –grito ella, el hiso caso-

-¿Qué sucede? –le pregunto secamente-

- ¿Por qué haces esto? ¿Por qué te vas, porque me dejas? –Le pregunto ella, su mirada cristalina reflejaba su pesar-

- Porque estas muy a gusto con el tipo ese que acabas de conocer –le contesto el fríamente- No quiero interrumpir

-¿Qué tonterías dices? No vine con él, vine contigo, no quiero estar con él, ¡yo quiero estar contigo!

-Entonces ¿Por qué bailabas con él?

-¡Por que como persona educada, sé que jamás se le niega una pieza de baile a nadie! –Dijo en tono de reclamo-

-Pues que oportuno –Dijo Damian dándole la espalda y emprendiendo su camino-

-¡No me dejes aquí!

Damian volteo hacia la chica y le dijo – ¿Acaso sabes por qué vine? –Ella negó, el tomo una bocanada de aire- Vine por ti, vine porque tu querías venir, estoy aquí por ti y resulta que me sales con esas tonterías, resulta que quedo como un tonto –El acento de él era más notable y el enojo en su voz se podía palpar- me dejas como menso viéndote bailar con otro

-Y cuando tú estabas encaramado a Jenna, ¿Qué paso conmigo? ¿No crees que yo también me sentí como una tonta? ¿No crees que yo también me sentí como una imbécil? –Se notaba su enojo y la gente cercana los miraba-

-¡Es completamente distinto! Yo no estaba haciendo nada, ella estaba sobre mí –trato de defenderse-

-¡NO LO ES! ¡Es exactamente igual! –La gente se comenzaba a reunir alrededor y no los dejaba de observar-

Acercándose cautelosamente a ella, abrió su boca nuevamente, su voz sonó profunda y su acento prominente- Sabes qué; no es el lugar, ni el momento. Yo me voy –Dijo Damian firmemente medito unos segundos y continúo- Lo peor, es que no sé por qué nos enojamos por esto, tú y yo no somos más que amigos, porque me va a importar con quien bailes o porque te va a importar con quien haga lo que se me antoje

- …………… -Lindsay no supo que decir-

-Hasta luego

-¿De….De verdad…me vas a dejar aquí? –Pregunto Lindsay tristemente-

- me voy al hotel –fue lo último que le dijo Damian antes de perderse en las calles de la ciudad-

---*---

El destino es caprichoso, mientras que a unos les va mal, a otros les va sumamente bien, otros están pasando el mejor momento de sus vidas.

Cameron y Marissa estaban bailando cuando vieron la escena entre Damian y Lindsay en la pista de baile. Vieron como Damian salió del salón y Lindsay corrió tras de él. Por un momento pensaron en seguirlos, pero decidieron que lo mejor era dejarlos solos y fingir que nada había pasado.

-¿Qué problemático no crees? –Pregunto Marissa a Cameron mientras se movían al compás de la música-

-Sí, bastante, el tipo ese complico las cosas entre esos dos

-¿con el que Lindsay estaba bailando?

-Sí, si él no hubiese aparecido…

-Jamás se animarían a mostrar lo que se sienten –completo Marissa-

Cameron resoplo – Seria mucho más sencillo si solo lo admitieran pero….

-Son un par de tercos

-Exacto –dijo Cameron dedicándole una sonrisa-

Un silencio los invadió, pero no un silencio incomodo, sino un silencio donde no necesitas decir nada, porque todo se dice sin la necesidad de usar las palabras.

-Sabes que es lo triste –hablo Marissa- que necesitaron que entrara un tercero para darse cuenta que no se quieren perder, Lindsay lo niega y Damian también, pero solo se hacen tontos, -Cameron asintió, ella continuo- Acaso, ¿todas las parejas son iguales? ¿Necesitan de un tercero, de alguien que llegue a romper el equilibrio para darse cuenta que no pueden estar el uno sin el otro? ¿Por qué? –Le pregunto Marissa escondiendo su rostro en el pecho de Cameron-

-Porque…–Cameron la abrazo fuertemente- Porque soy un tonto –Marissa levanto el rostro, se notaba la sorpresa, alegría y confusión mezcladas en su ceño, Cameron le sonrió, la tomo dulcemente del mentón y atrajo los labios de ella a los de el-

Ambos estaban felices, pudieron seguir así eternamente, abrazados besándose.

-Disculpen, -se separaron y miraron a Hannah que los miraba sonriente- Quiero que sepan que lo he visto todo, y me encargare de recordarles mañana lo que han hecho –Sonrió ampliamente- ¡Los dejo!

---*---

Damian miraba las oscuras calles de la ciudad mientras iba en taxi rumbo al hotel, iba sumamente enojado, ni siquiera sabía bien por qué. Se repetía una y otra vez que solo eran amigos, nada más amigos, se había prometido no volver a relacionarse formalmente con una chica.

Se rió de el mismo por la actitud que había tomado, el jamás era así, el jamás perdía los estribos de esa manera, no era de esas personas enojonas que dicen cualquier tipo de tonterías; pero lo había sido, se había enojado, y ahora que hacia un repaso de la situación, se sentía culpable por lo que había dicho y por haberla dejado ahí.

Damian llego a su habitación y estaba vacía. Soltó un largo suspiro y abrió las ventanas del cuarto, había en la ventana un pedazo donde podía uno sentarse, Damian tomo una cerveza de las que habían comprado él y Cameron en la tarde y las habían puesto en una hielera. La abrió y sentó a hacer rabietas en el pequeño pedazo balcón que tenía la ventana.

No estuvo seguro de cuánto tiempo duro ahí, se movió de su lugar hasta que alguien toco inquisidoramente la puerta de su habitación, se levantó maldiciendo entre dientes pensando que sería Cameron o Samuel. Al abrir la puerta sus cejas se levantaron reflejando su sorpresa.

- ¿Me puedo quedar contigo? –le pregunto la chica frente a el- Las chicas aun no llegan, no tengo mi llave y no quiero estar en el pasillo

-Claro, pasa –le dijo Damian apartándose de la puerta y dándole el pase a la chica- acuéstate ahí –dijo señalando su cama- no te preocupes por mí –le dijo Damian al notar la cara de preocupación de la chica- aun no tengo planes de dormir.

Dicho esto Damian entro al baño de la habitación, al salir vio a Lindsay quien ya estaba acostada en la cama volteando hacia la ventana abierta.

Damian continúo con lo que hacía unos momentos estaba, tomo la bebida que había dejado a medias y se volvió a sentar en el pequeño balcón. Pensaba en nada y en todo, la habitación estaba en silencio, únicamente se escuchaba el ruido ocasional de los autos que cruzaban por la calle de enfrente y la respiración de ambos.

El tiempo pasaba, la temperatura comenzaba a bajar pero no era un mayor problema para el, de todos modos estaba acostumbrado al clima helado. Siguió ahí sin ningún problema, hasta que comenzó a sentir al frió recorrer su cuerpo cayo en cuenta – Crap, Yo tengo frió, ella debe estarse congelando- Pensó Damian preocupado, volteo la mirada hacia la chica que dormía.

Damian se levantó de su lugar, tomo el cobertor de la otra cama y cubrió a Lindsay con el. –Gracias –escucho la voz de la chica levemente-


A la mañana siguiente todo transcurrió dentro de lo que se puede decir normal, Cameron y Marissa desbordaban felicidad, todo era perfecto para ellos, el mundo era color de rosa. Pero para Lindsay y Damian las cosas eran un poco distintas, estaba un poco tensa la situación.

- ¿Van a seguir así? –Le pregunto Samuel a Damian mientras arreglaba su maleta para abordar el camión-

-¿De qué hablas? –le pregunto el tratando de evitar la pregunta-

- It’s unbelievable, -dijo Samuel tirando su ropa a la maleta- nadie les quiere decir esto, pero yo ya me harte; Todos los cuidan, todos buscan que estén juntos, pero ustedes ¿qué hacen? ¡Se hacen tontos!

Damian se quedó en blanco y luego le contesto enojado – no sabes a qué te refieres

- Mira, no empezare a darte una serie de razones por las cuales debes darte cuenta y todo eso. Solo te diré, si la quieres haz algo, porque otro te ganara el terreno. Y si lo que pasa es que estás enojado porque ella bailaba con alguien más, pues entonces jamás debiste dejarla sola, you screw up, dude –Samuel cayo y siguió guardando sus cosas; ambos en silencio-

-Ah y una cosa más, -agrego Samuel- Como te puedes quejar porque este con alguien más, si tu no haces nada para que este contigo, eso es egoísmo puro. –fue lo último que dijo Samuel, Damian no encontró ninguna cosa para rebatir, solo agrego-

- Yo sé lo que tengo que hacer

Terminaron todos de empacar, dieron una última revisada a los cuartos para evitar olvidar algo. Bajaron a la entrada del hotel para esperar el camión de la universidad.

Cuando salieron a la calle donde los demás estaban esperando vio a Lindsay y Hannah subir al camión, Marissa y Cameron iban tras de ellas. Damian se apresuró y subió su maleta para después subir a tomar su asiento.

Camino por el pasillo y diviso a Lindsay y Hannah, mientras Marissa y Cameron estaban en los asientos de al lado de ellas. Damian paso entre ellos y tomo el asiento posterior a Cameron, Samuel se sentó en los asientos de la otra hilera al lado de Damian, aquel que quedaba detrás del de Hannah.

Pasaron algunas horas de viaje y si bien el viaje de ida a Boston había sido sumamente entretenido y divertido, el viaje de regreso era otra cosa. Todos iban callados o platicando con su compañero de asiento, otros iban hasta durmiendo. El cansancio los tenía agotados.

Repasaba en su mente lo que había pasado los últimos días, como le había dicho a Lindsay cosas horribles frente a otras personas, como ella siempre se había preocupado por él, como llego a su departamento el día de su accidente, él sabía que Lindsay jamás saldría en pijama de su casa y sin embargo lo hiso por él, recordó aquel sentimiento que por fin entendió cuando ella dormía a su lado y el la contemplaba.

-Hannah, si me permites, te cambio un rato de asiento –le dijo Damian a Hannah mientras tocaba su hombro y le sonreía

-Claro que si –le dijo ella y le cedió su asiento ignorando las protestas de Lindsay-

- ¡Hola! –Le dijo Damian a Lindsay-

-Hola –le contesto ella indiferentemente-

Estuvieron un rato en silencio, no encontraban las palabras para comenzar a hablar. Escucharon el peculiar sonido del celular de Cameron al recibir una llamada. Cameron miro la pantalla del celular y su rostro reflejo desconcertación, aun así decidió contestar.

- ¿Esto será como esa canción que alguna vez escuche? –Por fin Lindsay dijo algo, Damian la miro extrañado- Si, creo que se llamaba “11 de Marzo” es en español, amm… la chica de la canción está enamorada de un chico del cual no sabe nada, solamente lo ve en el tren, siente que es el amor de su vida y que daría todo por él, cuando por fin decide acercarse a el descubre que el sentimiento es mutuo, piensa que es el mejor día de su vida, pero –Lindsay rio resignadamente- el destino es caprichoso

-Damian cayo unos segundos y luego le sonrió tiernamente – Bueno, no es 11 de Marzo- Ambos rieron ante el comentario; para fines prácticos de la historia, lo siguiente paso al momento-

-Damian tomo una bocana de aire y hablo- Te queria pedir....

- Damian –Cameron le interrumpio, su rostro se notaba serio- te hablan –le dijo pasándole el celular, Damian lo tomo extrañado, Cameron le hiso señas para que contestara-

- ¿Bueno? –Dijo Damian a la bocina-

- Damian, que bueno que te logre contactar, te he buscado durante 3 días, por suerte pude contactarme con la madre de Cameron y ella me dio su número.

- ¿Mama?–Lindsay lo miro extrañada, Damian le hiso señas dándole a entender que no tenía ni idea de que pasaba-

- Damian, ¿y tu celular? ¿Por qué no contestas?

- Mi celular… -dijo Damian frotándose las cienes- es… es una larga historia mama, pero…en resumidas cuentas me lo robaron –había decidido no decirle a su mama la historia completa, sabía que solo la preocuparía, era información que no era necesario que supiera- ¿Qué paso, porque me marcas?

- Damian, hijo mío –la voz de la madre de Damian sonaba quebrada, Damian se alarmo al percatarse de esto-

- ¿Qué paso mama? –Los demás al ver que el semblante de Damian había cambiado y se había vuelto más serio se preocuparon y lo miraban expectantes esperando alguna información-

-Tu padre sufrió una embolia, está internado en el hospital –escucho los sollozos de su madre a través de la bocina, fue como un balde de agua fría para Damian, se quedó en blanco unos segundos y cuando reacciono lo único que pronuncio fue…-

- Salgo para haya mañana

Los demás se sorprendieron ante el comentario de Damian, se quedaron boquiabiertos, no supieron que paso ni que cambio; solamente creyeron escuchar que Damian había dicho que partiría al día siguiente.