Fic. Recuentos de vida.!Everybody changing! Capitulo Nº18 "With a little help from my friends"

How i can do it right

Qué común es la vida de los estudiantes, 5 días de clases, 2 días libres y regresamos a la escuela. Lo que hace que cambie esa vida monótona, pero no es tan monótona como parece, existen problemas, trabajos extensos, a veces altercados con profesores y fuera del ambiente escolar, los momentos que puedas vivir con sus amigos, con la gente que convives.

-Sera un mes pesado –le comentaba Hannah a Damian- solo nos queda este mes, dos semanas del otro y ¡tenemos vacaciones! –Hannah se notaba emocionada- ¿vas a regresar a Irlanda en vacaciones?

-Sí, -le contesto Damian- tenemos un mes y medio de vacaciones, así que creo que estaré haya un mes y me regresare para prepararme para el próximo semestre, de hecho, creo que deberíamos aprovechar el tiempo de vacaciones e ir a la playa

-seria genial, vamos, ¡vamos! Hay que comentarles a los de más para que se preparen, una semana antes de regresar a clases nos vamos a la playa

Siguieron platicando sentados en las mesas de la cafetería al aire libre, los minutos pasaban rápidamente, era una plática muy amena donde proponían ideas para el viaje, necesitaban planearlo y una vez que tuvieran un plan establecido se los comentarían a los demás. Cerca de las 5 de la tarde, Hannah se quejó de la hora.

-Lindsay tarda demasiado, dijo que sería rápido

-Mañana es la obra, ¿verdad?

-De hecho es musical –corrigió Hannah- pero si es mañana, aún n8 está ensayando y nosotros aquí esperando –fingió Hannah quejarse-

-Vente vamos, -le dijo Damian sonriente- te disparo una soda

-Hannah rio ante el comentario- siento que me están comprando, de acuerdo.

Se dirigieron a la máquina expendedora, seleccionaron una coca-cola para Damian y fanta de fresa para Hannah; iban de regreso al lugar donde le habían dicho a Lindsay que la esperarían cuando un profesor interrumpió su caminar.

-Jóvenes, espero que estén listos, partimos el lunes por la mañana al congreso, tardaremos 8 horas en llegar, así que se vienen preparados.

- ¿a qué hora? – Le pregunto Hannah-

-Los queremos aquí a las 7:00 A.M., frente al edificio principal, ahí estará el camión esperándonos, bueno chicos, luego nos vemos, no lo olviden el lunes a las 7 –se despidió y los dejo solos-

-Nos vamos de congreso, nos vamos de congreso –canto Hannah alegremente-

---*---

-¿Cómo va el musical Linds? –le pregunto Damian sentado frente a ella-

Una vez que Lindsay termino el último ensayo general Hannah los invito a su departamento a cenar. Al llegar Hannah les ofreció de tomar, ambos pidieron café, necesitaban cafeína, después de la fiesta del fin de semana habían tenido una semana ajetreada, como todo buen fin de semestre, los profesores ya les comenzaban a tirar con tareas, proyectos, exposiciones, cualquier cosa para poder calificar. El musical de Lindsay formaba parte de la calificación, pero para Damian que no había participado, tenía que entregar un proyecto del teatro medieval. Aun no lo había empezado, y tenía como fecha límite hasta el día siguiente. Hannah tenía una escultura pendiente, tenía que entregarla antes de irse al congreso, y para regresar tenía más trabajos. Un fin de semestre común para los universitarios.

Así que al llegar al departamento de Hannah se dejaron caer en los sillones para reponer pilas un rato y después retirarse a terminar los trabajos esa misma noche.

-Bastante bien –le contesto ella- tenemos un pequeño problema con la escenografía, pero no es nada grande, lo arreglaran para mañana

- ¿Es a las 6, verdad? –le pregunto Hannah mientras les entregaba la taza de café a cada uno-

-Así es, ya tengo sus asientos reservados, así que lleguen temprano o no los dejaran entrar

Siendo cerca de las 7.00 pm, decidieron Damian que era hora de marcharse, Lindsay se quedaría un rato más con Hannah, para afinar unos asuntos. -Cosas de chicas-Pensó Damian.

Llego a su casa cerca de una hora después, busco a Cameron y no lo encontró, supuso que después llegaría; se sentía molido, pero no podía darse el lujo de acostarse y dormir, sino todo lo contrario tenía trabajos pendientes. Preparo una buena cantidad de café, 2 sándwiches de tocino con queso y se los llevo a su cuarto.
Se sentó frente a su computadora de escritorio, dio un largo suspiro mientras esta se encendía.

Espero que terminara de iniciar, una vez terminado entro a “google chrome”, reviso rápidamente su correo electrónico; no tenía ninguna noticia ni de su familia, ni nada interesante, alguna que otra publicidad, avisos de twitter, correos cadena, nada importante. Cerró el explorador y abrió “Winamp”, puso a correr la lista de reproducción a partir de “Home-Michael Buble- , después abrió “Word” y nuevamente el explorador, abrió un archivo donde venía que debía presentar en el trabajo, lo releyó varias veces y decidió que era momento de comenzar su larga noche de investigación.

Tuvo varios problemas, ya que se distraía fácilmente, entraba a youtube y miraba videos, descargo el nuevo capítulo de “Bones” con toda la intención de verlo, pero logro resistir la tentación, entraba y salía de su Facebook y twitter a ver que encontraba interesante, en un momento escucho el sonido de su Facebook cuando recibía un mensaje.

-¡Hola Damo! ¿Qué haces a estas horas aquí?–le saludo la chica con nickname “Jenn@”-

-Hola Jenna, lo mismo te puedo preguntar yo, ¿Qué no son las dos en Derry?

- Si, pero estaba haciendo tarea y esperando que aparecieras por aquí, ¿Qué suerte la mía no? Y tú, ¿Qué haces? –Contesto la chica-

-Igual, preparando trabajos

La conversación se detuvo durante más de 5 minutos, nadie dijo nada, Damian supuso que se había ido a dormir y decidió continuar con su trabajo.

Buscaba en Wikipedia, cortaba y pegaba, buscaba por otras fuentes, cortaba, pegaba, editaba, ponía cosas de su cosecha. Se encontraba inspirado escribiendo cuando el aviso de Facebook indico que alguien le había mando un mensaje, siguió escribiendo antes de que se le escaparan las ideas, volvió a escuchar el aviso; detuvo su escritura, minimizo Word y abrió la pestaña de Facebook.

-Damian… te extrañamos en Derry –decía el primer mensaje-

-¿Cuándo volverás?

Damian leyó detenidamente el mensaje y suspiro, se pasó la mano por el cabello, selecciono las palabras que escribiría – Pronto, en verano

- Damian –escribió ella después de un momento- debí decírtelo cuando estuve en spring break, pensaba decírtelo pero no tuve valor además que nunca estuvimos solos, siempre estuvieron tus amiguitos con nosotros –dejo de escribir un momento, Damian se sintió irritado al leer la manera tan despectiva a la que se refería de sus amigos, pero se quedó callado, no le dijo nada- sé que todavía sientes algo por mí, así que; quiero retomar lo que teníamos. ¿Qué dices?

Damian se quedó atónito, lo tomo por sorpresa, no supo cómo actuar, agradeció porque se lo dijera por esa vía ya que podía pensar una respuesta sensata, analizo la situación e hiso una comparación de consecuencias. Selecciono con cuidado sus palabras y comenzó a escribir.

-Jenna, lo siento, no creo que este sea el mejor método para hablar de esto –escribió Damian y presiono Enter-

Pensó unos segundos como continuar y escribió -Luego, cuando regrese lo hablaremos. –Damian no espero respuesta por parte de ella-

-Me voy, tengo cosas que terminar –presiono Enter y cerro el explorador-

Lanzo un largo suspiro, se echó para atrás en el respaldo de su silla y coloco la mano sobre los ojos acariciando levemente las cienes. Enderezo su posición, miro unos segundos la pantalla de la computadora, resopló una maldición y decidió continuar con su trabajo.

Damian se despertó cerca de las 11.00 A.M. tenía en la cara la marca del escritorio, se había quedado dormido mientras trabajaba, todo el café que había tomado no le había servido de mucho, ya que no duro mucho tiempo en caer.

Reviso el avance del proyecto y concreto que aún le faltaba más de la mitad, pero decidió que lo continuaría hasta después de desayunar y darse un baño, guardo el documento, se levantó de la silla y se dirigió a la cocina del departamento, se percató que Cameron había preparado café en la mañana antes de irse, así que se sirvió un poco en su taza y se preparó el desayuno, constato que aún tenía el suficiente tiempo como para terminar el trabajo, entregarlo y llegar a tiempo al musical de Lindsay.

Para las 2 de la tarde aún se encontraba trabajando, pero la fácil distracción seguía siendo un problema para Damian, escucho el sonar del timbre del departamento y se levantó de la silla a atender, abrió la puerta y jamás pensó que sería esa persona la que estaría del otro lado.

-Samuel, -pronuncio Damian asombrado- ¿Qué haces aquí?

-Vine a compartir contigo unas cervezas y a hablar, ¿puedo pasar?

Damian abrió la puerta y le dio el pase.

- ¿Y? ¿Qué paso? ¿De qué quieres hablar?

- Nada, solo vine a compartir mis cervezas contigo –dicho esto abrió una y se la paso a Damian-

-¡Salud! –Dijeron los dos a la vez y después le tomaron-

Al principio la conversación fue algo forzada, Damian le agradeció lo hecho la semana pasada y Samuel dijo que no era nada, que dejara de decírselo.

Después de un momento, esa barrera se rompió, Damian le estaba comentando de la tarea que estaba realizando y como se había quedado dormido y aún tenía que terminarla antes de que el día finalizara, entregarla e ir al musical en otras palabras le quedaba mucho camino, Samuel le comento que entonces se retiraría para dejarlo terminar, Damian negó la idea, le dijo que no podía irse hasta que ambos acabaran con lo que había traído.

Damian prefería beber al aire libre, así que le ofreció a Samuel el salir al balcón y beber haya, este acepto, guardaron las otras en el refrigerador y se sentaron en la mesita del balcón.

Era un día bastante caluroso así que la cerveza caía muy bien, era refrescante y estaban teniendo un buen momento como amigos.

- Oye, ¿sientes algo por Lindsay? –Samuel pregunto directamente haciendo que Damian casi escupiese lo que estaba tomando-

-¿Por… porque lo preguntas? –Le pregunto Damian-

-Nomas, contéstame ¿sientes algo por ella?

Damian suspiro –si te dijera que sí, dejarías de andar tras ella, ¿acaso cambiaria algo?

-Quizás –Samuel cayo unos segundos- es parte del bro-code, si te gusta ella, yo no puedo hacer nada
Damian pensó unos segundos y cuando iba a darle una respuesta concreta Cameron entro al departamento, Samuel le dijo que no era necesario que siguiera.

-¡Qué onda! –Les saludo Cameron- ¿Qué hacen ustedes dos? Qué raro es esto –comento al verlos tomando en el balcón-

-Damian rio y solo comento- Ya vez, alguna vez te comente que el alcohol puede hacer amigos hasta a Kennedy y Fidel, somos la prueba viviente de que es así –Samuel y Cameron rieron ante el comentario-

- Hay en el refrigerador, toma una, trae otras dos y únete –le dijo Samuel-

Samuel y Cameron se fueron a las 5 de la tarde, irían por Hannah y Marissa, por esa misma razón y como persona responsable Cameron había optado por solo tomar una, ya que tendría que manejar.

Dejaron a Damian solo, con un grado ligeramente considerable de alcohol en la sangre y con un trabajo pendiente. Se sentó a terminarlo y lo finalizo en 50 minutos, reviso el reloj y tenía 10 minutos para llegar al musical de Lindsay.

Intento hablar con Cameron por teléfono pero este no le contesto, supuso que ya estaba en el auditorio y había puesto en silencio su celular, así que no se enteró que le hablo.

Espero a que su HP 1610 All-in-One terminara de imprimir, tomo el paquete de hojas, las acomodo en un folder de costilla que guardo en su mochila, se la colgó en la espalda y salió del departamento.

--*--

Lindsay estaba sumamente nerviosa, no era la primera vez que se presentaba, pero si era la primera vez que lo haría frente a tanta gente, presentarían; el Musical Beauty and the beast, obviamente ella tenía el rol principal, seria Bella”.

Asomo su cabeza a la primera fila y diviso a sus amigos, Marissa la reconoció y la saludo con la mano, los otros voltearon hacia donde estaba ella y también la saludaron. Se percató de la butaca vacía, butaca que estaba destinada para Damian el que aún no había llegado, se entristeció, se despidió con señas de sus amigos y cerro el hueco del telón por el cual se asomaba.

--*--

Llego al auditorio, sabía que ahí encontraría al profesor para entregarle el trabajo y cumpliría con la promesa de ir al musical. Reviso su reloj, eran las 6.27, hacia casi media hora que había empezado. Rogo por no tener problemas para entrar, pero su plegaria no fue escuchada.

Al intentar entrar un guardia le había cerrado el paso, le dijo que el musical ya había iniciado y no podía entrar ya que molestaría a la audiencia y a los actores.

- Pero… ¡Por favor! ¡Necesito entrar! La chica más linda que existe está actuando, está haciendo lo que más ama y no puedo verla, por favor déjeme entrar –suplico Damian-

- Lo siento chico, debes llegar temprano, no puedo dejarte entrar, molestarías a la audiencia

- Entrare sin hacer ruido, nadie se dará cuenta –suplico Damian nuevamente-

--*--

Lindsay se encontraba interpretando el número “Home” en el cual Bella decide que se sacrificara por su padre y se quedara como prisionera de la bestia.

Mientras cantaba miro a sus amigos, espero ver a Damian frente a ella, pero solo pudo observar una butaca vacía; siempre una butaca vacía.

--*--

Una vez terminada la obra pasaron a Backstage a felicitar a Lindsay, al entrar divisaron a los actores felicitándose unos a los otros, todos felices, el director no dejaba de prácticamente llorar por lo genial que había salido todo, se estaban tomando fotos y felicitándose, también había otras personas del público felicitando a los actores. Buscaron a Lindsay con la mirada y la encontraron hablando con su co-estrella Chris Bergman.

-¡Lindsay! –Le hablo Marissa, ella volteo y los saludo con una gran sonrisa, se disculpó con Chris y corrió hacia sus amigos-

- Wuau, ¡fue sorprendente! –comento Hannah al abrazarla-

-Muchas gracias por venir –contesto ella-

- De verdad, ese papel fue hecho para ti, lo interpretaste perfecto –le dijo Marissa-

-Muchas felicidades, fue genial –la felicito Cameron-

-Gracias –dijo Lindsay nuevamente-

-Oye Lindsay, aparte de felicitarte, quisiera hablar contigo a solas, si me lo permites –comento Samuel-

-¿Qué sucede? –le pregunto Lindsay una vez que estuvieron a solas-

-Lindsay, yo… Bien Samuel, estas aquí, ¿Qué harás? –se preguntó Samuel mientras veía a la chica frente a él, su gesto mostraba que se preguntaba el que diría-

-¿Si? –le pregunto Lindsay, su semblante se veía tierno y con duda, pero complaciente y espectador-

-Bien, análisis de consecuencias; Si le dices lo que sientes ¿Qué pasara? …… romperás una amistad, no, no solo una, la de todos ellos -la miro sonriéndole tiernamente- quizás me arrepienta de esto… pero…. –Te quiero decir que……

---*---

Damian se encontraba sentado en las escaleras de entrada al auditorio, estaba esperando que la obra terminara para poder entrar, tenía cara de atufado, recargaba su cabeza sobre su mano izquierda y su brazo sobre su pierna, rogaba por que pronto terminara la obra, necesitaba entrar.

Cuando vio las puertas del auditorio abrirse Damian se hiso paso entre el mar de gente que abandonaba la sala.

---*---
-No te enojes con Damian por que no vino –dijo Samuel, Lindsay lo miro intrigada-

-No me voy a eno…

-No pudo venir porque tenía un trabajo que terminar y por mi culpa se atrasó, te pido que no te enojes con el –Dijo Samuel firmemente-

Lindsay no entendía del todo la situación, pero Samuel la había leído perfectamente, no se había enojado, si no que le había dolido que no se presentase, pero…

---*---

Abrió las puertas del auditorio, vio que estaba vacío, era demasiado tarde, resoplo una maldición, carraspeo los dientes y agacho la cabeza.

-¡Te estaba esperando!–Escucho una dulce voz hablando, volteo la mirada hacia donde provenía y la vio, de pie en el centro del escenario, una luz la iluminaba, se veía angelical y tierna.

-Lindsay, disculpa yo…-dijo Damian mientras caminaba hacia el escenario-

-No te preocupes, -dijo sonriente- me alegra que hayas venido

Lindsay le indico con la mano que tomara asiento, Damian camino hasta la primera fila y se sentó, la observaba embobado en ella, no podía dejarla de mirar, se veía hermosa, se arrepintió de no haber llegado a tiempo, intento disculparse una vez más pero Lindsay le ordenó detenerse, le dijo que no había nada de qué preocuparse.

Lindsay cerro los ojos unos instantes, junto sus manos, cuando levanto la vista choco con los ojos de Damian, percibió una sonrisa a través de ellos. Lindsay la correspondió, luego comenzó a cantar frente a él “A change in me”; la canción en la cual Bella admite que algo la ha hecho cambiar y que nada volverá a ser, una canción que le canta a la bestia.

Después de la pesada semana anterior; musicales, tareas, proyectos, en fin, un millón de cosas. Damian ya estaba planeando su fin de semana antes del congreso, lo iba a dedicar al ocio, iba a ponerse al tanto con las series; “Boardwalk empire”, “Mad men” y “Bones”, además tenía un libro que finalizar de leer.

Por el momento debía finalizar su horario escolar; se encontraba en la escuela iba caminando rumbo a la cafetería de la facultad, necesitaba cafeína en sus sistemas y decidió ir a comprar una coca-cola.

-¡Hey, qué onda! –Dijo Damian cuando vio a Lindsay frente a la pizarra de avisos de la facultad-

-¿Listo para el congreso? –Le pregunto Lindsay- habrá ponencias interesantes, y tendremos entradas a conciertos, obras y demostraciones. Va a ser el centro de la cultura –dijo Lindsay sumamente emocionada-

Irian al VI congreso de artes, era la primera vez que se iban de congreso todos juntos y lo disfrutarían al máximo; justo como Lindsay lo había comentado, seria “el centro de la cultura” a Damian le agradaba agregar a esa frase “y el ocio”, quedaría “centro de la cultura y el ocio”. Ya lo habían estado planeado, además de conocer una nueva ciudad, visitarían exposiciones, conciertos, obras, cuanta cosa se les ocurriera, si eso implicaba no entrar a ninguna ponencia, se sacrificarían.

-Damian leyó el cartel detenidamente- mira, esto le agradaría a Cameron, “Yanni” tendrá una ponencia y luego un concierto –Comento Damian animadamente- además que también estará el musical de ¡los beattles! ¿¡Vamos, vamos!? –le pregunto Damian a Lindsay como cual niño emocionado-

-Si Damian, si vamos –dijo Lindsay dando pequeños golpecitos en la cabeza del muchacho, después continuaron leyendo la pizarra de anuncios-

- Oye, ¿ya viste? También está el anuncio de la fiesta de la facultad ¿no quieres ir? –Le pregunto Lindsay-

-Am… -Damian pensó la respuesta- la verdad, no tengo muchas ganas de ir, no me apasiona, quiero no hacer nada este fin de semana, además tengo un trabajo que terminar y enviar al profesor Landan, ¿ya lo terminaste? –le pregunto Damian a lo que Lindsay solo asintió-

Lindsay se mostró levemente decepcionada y solo contesto –Está bien, entonces creo que les comentaré a Hannah y Marissa

---*---

En la vida tienes que enfrentarte a muchos desafíos que, a veces, parecen que pueden sobrepasarte y agotar toda tu resistencia tanto física como mental, queriendo incluso rendirte ante ellos. Pero también existen las alegrías, que pueden presentarse de muy diversas formas, como un nacimiento, encontrar a la persona que ames más que a nadie y que te correspondan o, simplemente, cumplir un reto que te has propuesto.

Entre sus penas más próximas se encontraba la fiesta a la cual la chica de ojos azules había asistido, que aunque la quería mucho, optaría por no ir, si no fuera por que la chica lo habia logrado convencer

Estaban ambos de pie frente a la puerta, escuchaban el ruido de la música. La fiesta de la facultad decidieron celebrarla en un bar llamado “El centenario”, al parecer era un bar público, pero habían reservado una zona para la fiesta.

-No sé cómo logran convencerme –le dijo Damian a Cameron-

- Es un poder oculto de las mujeres, ¡siempre logran convencernos! –Dijo Cameron sobreactuando-

Damian y Cameron rieron a unísono y decidieron entrar. El bar era enorme, las luces de colores cambiaban al ritmo de la música que sonaba e invitaba a unirse al baile, tenía 3 secciones; una interior, otra en el patio trasero, donde había cubos como mesas y sillas sobre el pasto, además de sillones y una gran pantalla donde ponían mensajes y videos de canciones o cuanta cosa se les ocurriera; y la última zona se encontraba en la azotea, esta era la zona reservada.

Salieron al patio, ya que el acceso a la azotea se encontraba por ahí.

-Está bien…-dijo Cameron, Damian lo miro intrigado, Cameron solo le indico con la mirada a una chica de vestido rojo, cabello largo de un color castaño oscuro.

-Sip, está bien –aprobó Damian, cayo unos segundos y luego le dijo a Cameron- Si no las encontramos…

-Sí, nos podemos quedar aquí –concluyo Cameron la frase y decidieron seguir con su camino-

Subieron las escaleras y divisaron cientos de conocidos, pero no veían a las chicas por las cuales estaban ahí.

El lugar estaba decorado con las mismas sillas y mesas de cubos, había igual que en el patio sillones, había lámparas chinas colgando de los barandales de la azotea, en el centro había una pista de baile y al fondo una larga barra con bancos altos, además de la luz proporcionada por las lámparas chicas, también habían lámparas altas adornando e iluminando el lugar.

Las buscaron primeramente con la mirada rogando por encontrarlas fácilmente, parece que la suerte se puso de su lado, las vieron a las tres sentadas en las sillas cubos platicando animadamente, caminaron hacia ellas, pero un trio de tipos les gano en llegar, se acercaron a ellas de manera muy confiada con bebidas en las manos, Damian y Cameron notaron la incomodidad reflejada en la cara de las chicas.

Les ofrecieron las bebidas Marissa dijo algo imperceptible por Damian y Cameron, solo vieron que sus labios se movieron, uno de los chicos contesto y pusieron las bebidas frente a ellas, las chicas se miraron complicemente, Lindsay dijo algo y uno de los chicos parecía estarle retando, Lindsay volvió a hablar e hiso un ademan de que se fueran, el otro de los chicos contesto algo.

-Hola chicas, disculpen la tardanza –dijo Damian poniendo su mano sobre el hombro de Hannah que era la que estaba de espaldas hacia la entrada, donde habían estado hace unos momentos Cameron y Damian.

- ¿Todo bien? –Le pregunto Cameron a las chicas retando la mirada de los tipos frente a ellos-

-Sí, ellos ya se iban –sonrió Lindsay y los miro retándolos-

A los chicos no les quedó más remedio que darse media vuelta y regresar por donde habían venido.

- ¿Y ustedes? Pensamos que no iban a venir –Dijo Marissa desconcertada-

- Era plan, pero pensamos; “Como podemos dejar a tres lindas chicas solas, que clase de caballeros son esos” –contesto Cameron al sentarse en el cubo que quedaba vacío, aquel que quedaba frente a Lindsay. Marissa y Hannah estaban de frente y en medio de los cuatro cubos había una mesa formada por dos cubos donde pusieron las bebidas.

- Las chicas rieron a unísono y Hannah pronuncio- Sabemos defendernos

-Lo sabemos –contesto Damian mientras tomaba uno de los cubos que formaban la mesa y se sentaba entre Hannah y Lindsay- Pero mejor estamos aquí, así también compartimos un rato con tres lindas chicas.

Les había dado por su lado, las chicas aprobaron el comentario, Damian llamo al camarero, le dio los tres tragos que habían dejado ahí los tipos y pidió cerveza “Heineken” para Cameron y el.

-Es que es imposible no acercarse, tres chicas lindas y solas, es como ganarse la lotería –dijo Damian encogiendo los hombros-

La noche se tornó muy amena, probaron de todo tipo de bebidas extrañas. Hannah pidió “Dream shake” que es licor de leche con helado de vainilla, después probo “Laguna azul” y para finalizar lo mezclo con cerveza. Combinación fatal.

Damian decidió dejar de tomar temprano, cuando se dio cuenta del estado de Hannah le pregunto a Lindsay el cómo habían llegado, ella le contesto que en el auto de Hannah, así que Damian decidió ser acompañar a Cameron siendo el otro conductor designado por esa noche.

Alguien tenía que llevarse el auto de Hannah y como él y Cameron habían llegado en el auto del segundo, también seria conductor designado.

Marissa y Cameron por su lado habían estado bastante, amistosos. Se notaba que su relación crecía mucho más firmemente de lo que crecía la de Damian y Lindsay, la de Cameron y Marissa era una relación más madura, eran más maduros para afrontar sus sentimientos.

-Damian, -Lindsay le hablo y le hiso un ademan para que se acercase, este hiso caso y Lindsay le dijo al oído- ¿Qué no tenías tareas?

-Damian rio torpemente- Si, pero cuando te dije que no quería venir te note triste y no pudo soportar la idea de verte así –le dijo dedicándole una sonrisa-

Una vez que decidieron que era hora de retirarse Damian le pidió las llaves a Hannah, esta comenzó a soltar una serie de excusas diciendo que estaba bien, que podía manejar y bla bla bla. Damian la ignoro y tomo las llaves.

Le comento a Cameron que iría a dejar a las chicas a sus casas y que después llegaba al departamento, Cameron se ofreció amablemente a llevar el a Marissa, esta acepto.

Lindsay le dijo a Damian que solamente fueran a su departamento, que Hannah se quedaría con ella esa noche, se despidieron en la entrada del bar y cada quien tomo por su lado.

Al llegar al departamento de Lindsay, Damian dejo el auto en el estacionamiento, acompaño a las chicas al departamento y les dejo las llaves.

- ¿Qué harás? –Le pregunto Lindsay-

- Le hablare a Cameron para que venga por mí, no te preocupes.

-¡Dile que se lleve mi carro! –Escucho a Hannah hablando desde el sillón, Damian negó con la cabeza-

- Me voy, duérmanse ya –se despidió de Lindsay con un ademan de la mano mientras caminaba hacia el elevador-

-Damian, -Lindsay salió de su departamento y le hablo desde la puerta- háblame cuando llegues, por favor. –Le dijo Lindsay tiernamente mientras este aun esperaba el elevador, Damian asintió en señal de si, se despidió de ella y entro al elevador-

Una sonrisa adorno su rostro mientras salía del edificio, no pudo evitar sonreír y sonrojarse ligeramente. Sacudió su cabeza para dejar de pensar en la chica y tomo su celular, selecciono el contacto “Cam” y le llamo.

Después de unos cuantos timbrazos este le contesto.

-Celular de Cameron, habla Marissa

-Marissa? Y Cameron?

- ¿Qué paso? Vengo manejando –le contesto Cameron por el altavoz del celular-

- ¿Dónde andas? –Le pregunto Damian-

-Aun no llego a la casa de Marissa

-¿Aun no? ¿Pues a donde se fueron?

-A ningún lado, no empieces, sabes que su casa está lejos –Damian soltó una sonora carcajada ante la rabieta de su amigo- ¿Por qué preguntas?

-Por nada, no te preocupes

-¿Dónde estás?

-Saliendo del edificio de Lindsay

-¿Quieres que vaya por ti? En unos 40 minutos estoy ahí

-No te preocupes, tomare taxi.

-¿Seguro?

-Sí, adiós. Llévala a su casa, no se vayan a seguir de fiesta –Dijo Damian para después colgar, dejo a Cameron peleando solo-

Damian suspiro, guardo su celular y emprendió su camino, decidió caminar hasta que o se cansara o encontrara un taxi. Cualquiera de las dos. Si se cansaba buscaría taxi y si encontraba un taxi se subiría.

Siguió caminando despreocupado, atravesando casas, calles, avenidas, en un punto dio giro en una calle y atravesó un lote baldío.

Sintió como si alguien lo siguiese, escuchaba pasos tras de él, en el acto frente a él aparecieron 2 tipos, ambos poco más bajos que él.

-Danos lo que traigas –dijo uno-

Damian se quedó en blanco, ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Análisis de consecuencias. Su mente trabajaba a todo lo que daba, mientras sentía que el miedo y la impotencia se hacían presentes en su interior, no podía hacer nada. Y sin embargo cometió aquella estupidez.

Uno de los tipos lo tomo del brazo y fue como si hubiera sido el banderazo de salida de una carrera, Damian lo logro golpear en el estómago y lo dejo sin aire, el otro que estaba frente a el intento golpearlo pero pudo esquivarlo y golpearlo con el puño en el rostro, pero hubo un error en sus cálculos. Sintió como alguien lo golpeaba en la mejilla con el puño cerrado, se había olvidado del tercero, un tipo por bastante más alto que él. El golpe había tenido tanta fuerza y como no estaba preparado para recibirlo, lo tumbo. Se acercaron los otros dos y lo patearon, el más alto les ordenó detenerse y buscar entre las pertenencias del chico todo lo que fuera de valor; tomaron su celular, reloj y cartera. Cuando intentaron quitarle el anillo cerro su mano con fuerza, algo tenía que evitar que le quitaran, uno de los tipos harto de forcejear con él, le dio una patada en el estómago, lo dejo sin aire, acto reflejo abrió su mano, fue cuando el otro la tomo y le quito el anillo.

Cuando se fueron, Damian quedo en el piso durante un tiempo, se sentía molido, se levantó como pudo, todo le dolía. Calculo que serían ya más de las 3 A.M., rogo porque Cameron ya haya llegado al departamento. Maldijo a los tipos, no le quedaba más opción que seguir. Camino con un dolor inmenso en la quijada y en el tórax, le habían reventado el labio y traía un chichón en la cabeza provocado cuando cayó tras recibir el primer golpe.

---*---

Lindsay estaba en su departamento esperando la llamada de Damian para avisar que ya había llegado, pero nunca la recibieron. Intentaron marcar pero su celular los mandaba a buzón.

Estuvieron despiertas, esperando la llamada hasta las 4 A.M., después no soportaron el sueño y se dejaron llevar por Morfeo. Cerca de las 9:30 A.M. recibieron una llamada de Cameron preguntándoles por Damian. Nadie sabía nada de él.

-¡Vamos! –Le dijo Lindsay a Hannah-

- ¿A dónde? –le pregunto ella-

-Con Cameron –Lindsay tomo sus cosas y salió como estaba, en pijama, desarreglada, no le importó.

Hannah quien era amiga de Lindsay de hace años, jamás la había visto salir así de su casa, jamás había visto a Lindsay H. Pearce salir en pijama, desarreglada y sin importarle en lo más mínimo como se viera.

Tardaron poco más de 15 minutos al llegar al departamento. Al llegar Cameron les abrió la puerta, les dijo que no se preocuparan, que Damian ya había llegado, entraron las dos y se sentaron por petición de él.

- ¿Y? ¿Qué paso? –Pregunto Lindsay- ¿Y Damian?

-Espera un momento -Cameron se acercó a la puerta del baño y toco – ¡Te buscan! ¡Te dije que iban a venir!

Cuando Damian llego al departamento lo primero que vio fue a un Cameron muy preocupado, y su semblante se mostró peor cuando lo vio, sucio, maltrecho, la camisa desgarrada de cuando forcejeo con los asaltantes.

Le comento a Cameron lo sucedido, no pudo evitarlo y se desmorono frente a él, no pudo soportarlo. Después de eso decidió ir a darse un baño, mientras el agua caía sobre su cuerpo no podía evitar sentirse impotente, golpeo con el puño la pared, se recriminaba y luego sin quererlo, lágrimas de impotencia brotaban de sus ojos. En su vida había sentido tanta desesperación e impotencia; no pudo hacer nada en ese momento y ahora tampoco podía hacer nada.

Escucho cuando llegaron Lindsay y Hannah, tomo una gran bocanada de aire y después escucho a Cameron hablándole a través de la puerta, lo pensó varios minutos y decidió que era hora de salir, cerro la regadera de la ducha y unos minutos más tarde salió del cuarto de baño.

- Disculpen por preocuparlas –dijo Damian seriamente, tenía el labio cosido y se notaban aun los hematomas que se habían formado en su cabeza, se cara se veía levemente hinchada y parecía que le dolía caminar. Hannah y Lindsay ahogaron un grito al verlo-

- Lo asaltaron –dijo Cameron-

-¿Qué? –Pregunto Hannah desconcertada, Damian procedió a explicarles lo sucedido-

-Y mientras venia caminando una patrulla de policías me vio y me llevo al hospital para que me curaran y después a la delegación para levantar parte, por eso vengo llegando hace 20 minutos, como máximo.

El departamento se quedó en silencio, nadie sabía que decir.

-¡Eres un imbécil! –Le dijo Lindsay, su voz mostraba una mezcla de enojo y preocupación- Tienes idea del riesgo en el que te pusiste, ¡de suerte no paso a mayores! Pudieron… pudieron

-Calma, no pasó nada –sonrió Damian tratando de calmarla-

- ¿Y si hubiera pasado?

- Lo bueno es que no paso, está bien, va a tener una cicatriz, lo que lo hará más atractivo para las chicas, no se preocupen de mas –comento Cameron tratando de calmar la situación- ¿Alguien quiere café? –Pregunto Cameron y se levantó del sillón para dirigirse a la cocina, Hannah fue tras de el-

- El problema es…: Me robaron mi IPhone! –Se quejó Damian amargamente simulando llanto- ¡MI IPhone!

Lindsay se levantó del sillón y se acercó a Damian, este trago saliva, no sabía que esperar de la chica. – Linds… perdón, sé que debí haberte llamado pero…-Lindsay lo abrazo, solamente lo abrazo- Linds…

- Que bueno que estés bien, perdóname.

-No tienes por qué disculparte, no fue tu culpa –le dijo Damian sonriendo- fui yo el que se fue y se buscó eso.
Hannah observaba desde la barra de la cocina a Damian y Lindsay quienes ya se habían separado y estaban discutiendo acerca de la falta de consciencia de Damian y el poco respeto que tenía a su vida. Hannah resoplo.

-¿Café? –Dijo Cameron estirando el brazo con la taza de café-

-Gracias – le dijo Hannah y la tomo- Míralos nada mas –continuo Hannah- Saben que se preocupan el uno por el otro, saben lo que sienten el uno por el otro, pero… -resoplo algo molesta- ¡se hacen tontos!

-¿Tienen miedo de dar el paso? –Pregunto Cameron-

- Si, eso parece

-Déjalos, son un par de cobardes; -Cameron cayo unos segundos para tomar de su taza- Mientras ellos estén bien así, y sean felices así, no haremos nada sino estar con ellos fastidiándolos y soportando sus cosas –Dijo Cameron sonriendo resignadamente-

- Pareces su papa –le dijo Hannah mirando a Cameron de reojo, este escupió lo que estaba tomando-

6.00 de la mañana, perfecta hora para estar en casa aun acostado en cama o recién levantado, tomando una taza de café mientras revisas las noticias en tu lap-top; esa si era una mañana ideal, muy distinta a la que estaban viviendo. Tenían frio y sueño, se abrasaban a sí mismos, el profesor encargado, Frank Landan, un hombre Ingles de poco menos de 50 años, calvo en la parte superior de la cabeza pero con abundante cabello a los costados, decían que era el terror de todas las carreras; pero después de un semestre se dieron cuenta de que no era así, sus clases eran divertidas y normalmente se pasaban rápidamente, era un profesor con el cual podías hablar de temas interesantes o simplemente pasar un rato divertido, sin dura era exigente y sus exámenes eran de pensarla dos veces antes de contestar, pero era un señor maestro.

Les había mandado correos electrónicos el día anterior cerca de las 5.00 de la tarde, les pedía que se presentaran en la explanada frente al edificio principal quince minutos antes de las seis de la mañana, una hora más temprano que la que se había manejado hasta el momento, no les quedaba de otra, tendrían que ajustar sus despertadores.

El problema era que estaban cerca de 35 alumnos de distintas carreras; “música”, “artes escénicas” “modelaje”, “escultura y pintura” y “literatura”, desde la hora citada y el chofer del camión que los transportaría aun no hacia acto de presencia.

El profesor Landan se quejaba amargamente mientras intentaba contactarlo por celular, cerca del cuarto intento le contesto y le dijo que llegaría en 15 minutos, que había pasado a recoger al profesor John Smith, un profesor del área de modelaje y artes escénicas, tenía casi la misma edad que Landan, pero era más alto, de su cabello negro asomaban algunas canas, estaba en buena forma para su edad, era un profesor “querido” en especial por sus alumnas, y eso era algo que el sabia.

Los chicos se quejaban del frio y de que los habían despertado temprano solo para estar esperando mientras sufrían frio y cargaban con sus maletas y mochilas o bolsas de mano.

El chofer Gaston, tardo más de 25 minutos en llegar, cuando hiso acto de presencia rápidamente abrió la puerta del autobús, abrió el compartimiento destinado a maletas y los chicos pudieron subirlas.

-Creo que debí haber traído una maleta más pequeña –se quejó Lindsay al ver que su maleta era la más grande que la de sus dos amigas-

- Parece que te vas a mudar –le dijo Marissa en broma-

- ¡Hey Pearce! ¿Decidiste quedarte en Boston o qué? –Se burló de ella Carlet, una chica de artes escénicas, cabello rubio, alta y ojos café claros-

- Pues si con eso ya no tengo que soportar tu chillante voz, es mucha mejor opción que me quede en Boston –le contesto Lindsay-

-Sería una buena idea, así dejarías al irlandés solo, me entere que por tu culpa casi no viene –le dijo Carlet retándola con la mirada-

- No tienes idea de lo que dices, deja de buscar chismes en el comedor a dónde vas a mendigar

-Pues si no fuera por ti, el no estaría lastimado ¿o es que me equivoco? Seria mejor que olvidaras su amistad, después de lo que paso, no creo que quiera seguir a tu lado

- Y me imagino que supones que con eso ira corriendo a tus brazos en busca de protección ¿no? Ja… -Lindsay rio sarcásticamente- keep dreaming –fue lo último que le dijo, le dio la espalda junto con Hannah y Marissa y subió al camión-

La peor parte era que había algo de verdad en lo que Carlet había dicho; Damian aún tenía el lado derecho de la cara levemente inflamado y el labio inferior un poco morado. Si lo observabas con un poco de cuidado se podía ver el hematoma en su cabeza, además de unos cuantos raspones en los brazos; aun le dolía un poco el tórax pero procuraba no quejarse para no preocupar a nadie. Y también era cierto, casi no se presentaba al viaje, pensó en cancelar los planes y quedarse a reposar en su cama, pero después de unas horas dándole vueltas a la cabeza decidió que eso sería lo último que debía hacer; un accidente así no controlaría su vida, no tenía por qué quedarse encerrado. Empaco medicamentos suficientes y otras cosas que creyera necesarias y a las 4:45 ya estaba de pie para iniciar el viaje.

Una vez arriba del camión buscaron a Cameron y Damian con la mirada, ellos habían subido primero con la intención de apartar lugar para todos, los encontraron sentados en las filas de en medio, tenían apartados los asientos desde el 09 hasta el 14, así que estarían al tanto de todo lo que sucediera al camión, formarían parte de todo, era un lugar privilegiado. Como los asientos van de dos en dos se sentaron Lindsay y Marissa; Hannah y Samuel en los asientos de al lado; Cameron y Damian en los asientos posteriores a Lindsay y Marissa.

-¡Maldita tipa! ¡Como la odio! -le dijo Lindsay a Marissa-

- No le hagas caso, es una envidiosa, maldita tipa cara de nabo –le dijo Hannah desde su asiento, atravesando el pasillo del camión-

-Sí, pero no puedo creer que sea tan…. ¡Agg! –Lindsay hiso un leve berrinche, simulo con las manos romperle el cuello a alguien y resoplo-

-Marissa rio y le dio unas pequeñas palmadas en la espalda- No te preocupes

-¿Qué pasa? –Se asomó Damian sobre las chicas, pasando la mitad de su cuerpo sobre la parte superior del asiento, quedando su cabeza sobre Lindsay y Marissa-

-Cosas de chicas –le contesto Marissa-

- ¿Qué? ¿Otra vez con eso?

- Ehi, déjalas –dijo Cameron tomando la misma postura que Damian, pero aun lado de el-

-Siempre que les pregunto algo me dicen “cosas de chicas”, “cosas de chicas”, “no Damian tu eres hombre, así que no debes saberlo” –dijo Damian imitando la voz de Marissa-

La risa de sus amigos estallo, hasta Samuel rio fuertemente, siempre era divertido ver a Damian y sus imitaciones. Lo sabían con anticipación y lo habían confirmado en esos 50 primeros minutos, sería un viaje muy interesante.

Al salir de la ciudad pararon en el primer 7eleven que encontraron, antes de bajarse paso uno de los chicos de artes escénicas, Joshua Rigby, se acercó a Damian y Cameron;

- Chicos, tenemos un problema –les dijo seriamente el chico rubio de ojos verdes, era de la misma altura que Damian, cabello chino- tenemos 3 hieleras que vienen vacías –dijo siendo bastante melodramático-

-¿Qué? No puede ser –dijo Damian siguiéndole el juego- ¡es el fin del mundo! –Dijo al borde de la histeria-

-Da… Damian, no sobre actúes –le dijo Cameron al darse cuenta que entraba en modo “Salvador”, los demás lo miraban como si de un loco se trátese-

- ¿Qué no sobreactúe? No, no es momento de esos consejos Cameron, debemos tomarlo seriamente –le dijo Damian mientras lo sujetaba de los hombros- ¡Ya se! –Pronuncio Damian, sus ojos se iluminaron-

Se puso de pie, saco su cartera y tomo 30 dlls, los puso en la mano de Joshua, -toma, esta es mi parte, necesitamos juntar más. –dijo seriamente-

-Creo que Damian tiene serios problemas de alcoholismo –dijo Lindsay tímidamente, Marissa, Hannah y Samuel solamente asintieron-

Damian se aclaró la garganta y dijo firmemente- Tenemos un problema y no podemos continuar si no lo solucionamos –hiso una pausa dramática- Tenemos tres hieleras vacías, debemos llenarlas. –Los otros apoyaron la idea, se escuchó grilla y gritos aclamando la decisión- ¡Su contribución salvara vidas!

Lograron juntar 185 dlls, los cuales gastaron en cerveza al llegar al 7eleven; también aprovecharon y compraron cosas para el camino; papitas, galletas, sodas, cualquier botana.

Después de 2 horas de camino ya nadie tenía problemas con nadie, y se había acabado una hielera, Damian se había movido del lado de Cameron y estaba platicando con una chica amiga de Marissa, platicaba animadamente, tenía cerca de 20 minutos que estaba con ella; justo como Cameron había dicho, las “cicatrices de guerra” funcionaban con las chicas.

Hannah se había movido con una amiga de su carrera, Sophia Salander, una chica de Seattle de la cual se había hecho gran amiga, tenía el cabello negro en picos caía sobre su espalda hasta la mitad de esta, tenía unos grandes ojos color avellana, su piel blanca contrarrestaba perfectamente, era una chica guapa, pero muy amigable.



Samuel que se había quedado solo se movió con Cameron y platicaron durante largo rato, luego le dijo- no te interrumpiré más – le dio una sonrisa de cómplice y se levantó, le dijo a Marissa algo al oído y luego se acostó en dos asientos solos que había, se puso sus audífonos y decidió descansar un rato.

Después de lo que sea que le haya dicho Samuel a Marissa, esta se movió de asiento al de al lado de Cameron, comenzaron platicando pero se le dificultaba seguir la conversación, se sentía mareada conforme avanzaba el viaje, pero no quería demostrarlo; no le gustaba viajar en camión, siempre le sucedía lo mismo, el aroma y el movimiento daban como resultado que se mareara.

No pudo evitarlo; agachaba la cabeza, se encorvaba, cerraba los ojos tratando de hacer que se le pasara el mareo, quería salir corriendo de ese camión.

- Oye, ¿estás bien?- le pregunto colocando su mano sobre la espalda de ella con la mirada algo confusa; Ella solo movió la cabeza negativamente.

- Odio viajar en camión- Le contesto bastante mareada, el la miro unos segundos y después pareció que tuvo una idea; comenzó a buscar algo moviendo la cabeza de un lado a otro, cuando la encontró tomo su mochila y la abrió para comenzar revolver las cosas en su interior, buscaba algo fervientemente, Marissa lo miraba confusa-

- Toma…-. Le dijo al sacar un paquete de chicles de la mochila – Tal vez no te calmen el mareo ni nada, pero te distraen un poco, tal vez así se te quita, y si no funciona me dices, y pedimos que paren en algún lugar para comprar pastillas para el mareo – Marissa lo miro detenidamente y sonrió asintiendo con la cabeza, tomo un chicle, le quito la envoltura y lo comenzó a masticar. Parecía que tenía razón, era una de las soluciones más viejas del libro pero comenzaba a sentirse mejor.

-Se te quito el mareo ¿verdad?- Le pregunto-

-Sí, ya estoy un poco mejor, sigo mareada pero ya no tanto, gracias-. Le dijo dedicándole una sonrisa, el la miraba fijamente y sintió como sus mejillas se ruborizaban; le ofreció otro chicle, ella acepto.



Damian al percatarse que Lindsay se había quedado sola se despidió de la chica, de la cual después de unos días no recordaría su nombre y se dirigió hacia el asiento al lado de Lindsay.

-¡Ehi Linds! ¿Qué tal el viaje? –Le pregunto Damian al sentarse, Lindsay lo miro expectativa-

-¿Qué tal te va? –volvió a preguntar, Lindsay se quitó los audífonos que traía puestos y sonrió.-

-Perdón ¿Qué paso?

-Nada, olvídalo –le contesto Damian y le paso la botella que le había traído, Lindsay agradeció el gesto, después de chocarlas en señal de salud, bebieron de ellas-

-Estaba pensando –comento Lindsay- Las audiciones para la próxima obra son la semana siguiente a la que regresemos, ¿Por qué no audicionas? –Le pregunto Lindsay-

- Es que, no se –Damian rio torpemente-

-Creo que serias perfecto para el papel, el musical será “west side story” –le contesto Lindsay alegremente- El personaje principal, Tony, es el líder, bueno exlíder de una banda callejera

- tengo ciertos problemas con mi dicción, entonces eso me quita posibilidades –dijo algo desanimado ante la verdad de su problema; no podía hacer nada contra su acento y además este era más marcado ante ciertas situaciones… ante ciertas emociones; enojo, lujuria, aburrimiento… pero definitivamente existía una situación donde su acento era mucho más pronunciado.

-¡Esa es la mejor parte! –Dijo Lindsay, se podía sentir la emoción en sus palabras- ¡Tony es un estadounidense de origen irlandés! ¡Tú acento sería un plus en tu audición! Además con las cicatrices que te dejaron quedarías aún mejor para interpretar a un ex líder de una banda callejera –comento Lindsay riéndose-

- ¿Enserio? Wouu…-contesto el chico- me alegra ser un buen chiste – Lindsay no supo cómo interpretar el tono de voz de Damian, no sabía si lo había dicho molesto o sarcásticamente-

-Perdón, no quise decirlo así –le dijo Lindsay disculpándose-

Damian lo pensó unos segundos- creo que lo intentare –dijo confiado- Pero… ¿y tú? ¿audicionaras para el rol principal femenino? ¿Verdad? –le pregunto Damian seriamente-

-No estoy segura, ya hice una y….

-¡Nada de eso! ¡Audicionaremos juntos! –Dijo Damian altivo y con una sonrisa confiada en sus labios- te lo prometo, cuando regresemos empezaremos a ensayar.

Las horas pasaban y el viaje se hacía más pesado, era cerca de medio día y se quejaban de hambre y sueño por haber madrugado. Lindsay también sentía los estragos de madrugar, tenía sueño y no podía parar de bostezar, Damian le dijo que no se preocupara y se durmiera pero ella no acepto.

-Yo me pondré a leer, tu duerme un rato –saco de su mochila su libro de Millennium para comenzar a leer donde se había quedado-

Lindsay no contesto nada, solo suspiro, estaba exhausta, se recargo en el hombro del chico y abrazo su brazo. Damian volteo sorprendido ante la acción de la chica, la miro fijamente, acto reflejo no pudo evitar sonreír, una amplia sonrisa decoro su rostro. Volvió su vista hacia el libro, pero la sonrisa que había provocado la acción de la chica no la podía borrar de su semblante.

Después de unos minutos Damian decidió dejar de leer, coloco nuevamente el separador y observo a la chica que dormía junto a él. Su cabello oscuro caía sobre sus hombros y rostro, su blanca piel brillaba y sus labios rosados entreabiertos formaban un capullo. Jamás había sentido tanta tentación por probar algo, esos labios se habían convertido en su debilidad, de un momento a otro se convirtieron en su debilidad; quería probarlos, sentía su corazón palpitar rápidamente y como el tiempo se detenía.

Lo había entendido, por fin lo entendió; el chico sonrió y acaricio tiernamente los cabellos negros de la chica, los aparto de su rostro y contemplo su pacifico semblante, parecía de porcelana.

Lo pensó durante 2 segundos, acerco su mano a los labios de ella y los acaricio, saciaría su tentación aunque fuese de ese modo, sus dedos bailaban de un lado a otro sobre los labios de la chica en su recorrido para conocerlos.

Sus dedos caminaban sobre sus tersos labios mientras el la contemplaba con una sonrisa en su rostro.



Cuando por fin llegaron agradecieron a los dioses por no tener que estar más tiempo sentados en el camión, bajaron y se estiraron como nunca. Les informaron que debían pasar al lobby para conocer sus habitaciones y después al salón principal, donde les entregarían sus gafetes.

Les dieron las llaves de su cuarto y los gafetes de entrada para los eventos del congreso, subieron a dejar sus cosas y prepararse para salir.

A Samuel, Damian y Cameron les habían dado la habitación 533 y a Hannah, Marissa y Lindsay la 512. Estaban en el mismo piso, pero en diferente sección.

Las habitaciones eran de tres camas y un baño, una cama en la entrada del cuarto y luego divido en otra sección estaban dos camas más y el baño, donde estaban juntas la bañera y el tocador. Cada sección de la habitación tenía televisión y closet, un sillón pequeño en la parte de la cama sola y uno grande en la parte de dos camas. Además de una ventana grande con un pequeño pedazo perfecto para sentarse y observar la ciudad.

Las chicas se encontraban arreglándose cuando tocaron la puerta, Marissa abrió y entraron los chicos de la habitación 533.

-¿Listas? –Pregunto Damian acostándose en la cama de la segunda sección-

-Esa es mi cama –le dijo Lindsay, había escogido la cama pegada a la ventana, Hannah se acostaría en la de al lado, Marissa tendría la separada-

- Podemos compartirla –Contesto Damian coquetamente sin pensar su respuesta, el silencio invadía la habitación y cayó en cuenta de lo que había dicho, los colores se le subieron a la cara y parecía que comenzaría e echar humo, se levantó rápidamente y volteo la cabeza tratando de evitar que lo vieran- ¿Ya nos vamos? ¡Tenemos hambre!

-Sí, sí, ¡ya casi! –Dijo Lindsay desesperadamente al entrar al tocador, los colores de su rostro la delataba-

Después de cerca de 30 minutos de estar apurándolas pudieron salir del hotel, ¿A dónde irían? No lo sabían, era una nueva ciudad y había que conocerla.

Su hotel estaba ubicado en el centro de la ciudad, así que tenían todo cercano, no tendrían problemas para encontrar cualquier cosa que se les ocurriera.

Caminaron un poco hacia el norte, se toparon con cafés, dulcerías, panaderías, tiendas de ropa, de discos. Entraron en Mix-up, una tienda de música.

-¿Qué escuchas? –Le pregunto Lindsay a Samuel cuando se acercó a él y noto que tenía puestos los audífonos para pruebas, Samuel se quitó los audífonos y los acerco a ella- Se llaman Daugthry, ¿los has escuchado?

-Alguna que otra canción solamente –contesto ella disfrutando la música- es un buen grupo –Samuel asintió-

-Quiero comprar el cd, es el nuevo y es bastante genial; si te gusta te lo presto –ella sonrió-


Una vez que salieron de la tienda de música Damian pregunto - ¿Alguno ha probado la comida de Etiopia? –Los demás hicieron cara de extrañeza y negaron- Tengo hambre y se me antoja probar algo nuevo, ¿Qué dicen? –dijo Damian señalando un el letrero de “Nuria- Comida Etíope”

Entraron y miraron asombrados el lugar, era como viajar de continente, de verdad se sentían en Etiopia. Se sentaron en una mesa de la esquina y se acercó la camarera; como no tenían idea de que era cada cosa y que les podía gustar, le pidieron que les recomendara algo;

Después de unos momentos se acercó con un inmenso platón con algo que parecían ser crêpas y varios tipos de estofados; la camarera les explico que las delgadas crêpas era pan plano conocido como “Injera” y los estofados eran de distintas variedades; algunos contenían diversas verduras, especies y carnes; esta comida recibe el nombre de “Wat”.

Se miraron los unos a los otros y se encogieron de hombros, total, ya estaban ahí. Samuel tomo un pedazo Injera y con el tomo de distintos estofados para probarlos, se lo metió a la boca y dejo que los sabores bailaran en su paladar-

- ¡Está buenísimo! –dijo cuándo lo probo, tomo otro pedazo más y probaba diferentes tipos de combinaciones-
Los demás siguieron su ejemplo y comenzaron a comer; así finalizaron su primer día de congreso, compartiendo una nueva experiencia gastronómica y pensando en los planes a realizar mañana.