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FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
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FanFic: ¿Quién soy?
Hola! Ésta es una historia que empecé a escribir tiempo atrás, con personajes diferentes y aún la sigo, pero he decidido adaptarla a mi serie favorita... decidme vuestra opinión siempre, y ya me decís si queréis que siga! Tengo un buen cacho escrito, así que lo que me digáis haré :)
INTRODUCCIÓN
El sol la empezó a despertar a la hora de siempre. Cada sábado, como siempre, se levantó de mal humor por haber olvidado la noche anterior bajar la persiana.
Entre maldiciones se levantó y bajó la persiana, que bajó rápidamente cuando su mal genio venció a la poca resistencia que opuso la persiana.
Recuperado su medio natural, la noche, se dispuso a volver al sueño, pero la actividad y los ruidos de la casa se lo ponían muy difícil.
Oyó los pasos apresurados y ligeros de su madre, que entreabrió la puerta para comprobar si estaba despierta o habían sido alucinaciones suyas y su hija seguía sumida en un profundo sueño. Ésta, se hizo la dormida para poder disfrutar aún de un poco de tranquilidad, ya que la cabeza la tenía a punto de explotar.
La puerta se cerró y la joven cogió su móvil y vio un mensaje que decía: “¿Volviste bien? Perdona por no acompañarte, tenía que ir a casa :( “ Al ver esa muestra de preocupación, la pesadez de su cabeza aumentó.
Por su puesto que había llegado bien, parecía mentira que aún no supiera que ella podía cuidarse sola, aunque… bien visto, nadie sabía hasta dónde podía llegar.
Apagó de su mente esos pensamientos y a oscuras se apresuró a guardar la ropa de la noche anterior, su madre no podía verla, si no, estaba muerta.
La hizo desaparecer entre las bolsas de viaje que tenía por los bajos del armario.
Poco a poco, los recuerdos de la noche anterior empezaron a aparecer en su mente…
INTRODUCCIÓN
El sol la empezó a despertar a la hora de siempre. Cada sábado, como siempre, se levantó de mal humor por haber olvidado la noche anterior bajar la persiana.
Entre maldiciones se levantó y bajó la persiana, que bajó rápidamente cuando su mal genio venció a la poca resistencia que opuso la persiana.
Recuperado su medio natural, la noche, se dispuso a volver al sueño, pero la actividad y los ruidos de la casa se lo ponían muy difícil.
Oyó los pasos apresurados y ligeros de su madre, que entreabrió la puerta para comprobar si estaba despierta o habían sido alucinaciones suyas y su hija seguía sumida en un profundo sueño. Ésta, se hizo la dormida para poder disfrutar aún de un poco de tranquilidad, ya que la cabeza la tenía a punto de explotar.
La puerta se cerró y la joven cogió su móvil y vio un mensaje que decía: “¿Volviste bien? Perdona por no acompañarte, tenía que ir a casa :( “ Al ver esa muestra de preocupación, la pesadez de su cabeza aumentó.
Por su puesto que había llegado bien, parecía mentira que aún no supiera que ella podía cuidarse sola, aunque… bien visto, nadie sabía hasta dónde podía llegar.
Apagó de su mente esos pensamientos y a oscuras se apresuró a guardar la ropa de la noche anterior, su madre no podía verla, si no, estaba muerta.
La hizo desaparecer entre las bolsas de viaje que tenía por los bajos del armario.
Poco a poco, los recuerdos de la noche anterior empezaron a aparecer en su mente…
Ade_S.Pierce- ---
- Mensajes : 531
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
bueno me has intrigado!!! sigue dale....aunque recomendación no saques párrafos tan largos, los bloques de letras no son tan agradables de leer.... pero se ve que puede ser un muy buen fic.....
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
esta genial ya quiero saber que paso en la noche anterior por favor siguela
IrisG-Snixx-* - Mensajes : 1530
Fecha de inscripción : 18/02/2012
Edad : 26
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
¿Que recuerdos de la noche anterior? :D Bueno, pues yo ya estoy intrigada por saber como sigue!! ^^
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
¿Sabes? Me intriga pero a la vez se me viene una idea a la mente que, que me dejaría a cuadros jajaja interesante espero lo continúes, y que bueno que ya tengas un gran pedazo escrito no tendrás la excusa de "No tengo inspiración" No mentira jajaja :* Cuídate
Invitado- Invitado
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
No aguanto más sin subir el siguiente capítulo :$ jajajaajaja! Os aviso que es un poco sobrenatural (no voy a decir de que forma), y que aviso que las parejas y eso son al principio un poco raritas... ya veréis! jajajaj
PD: Artecio; yo lo escribo en el word y cuando lo paso aquí se pone así... siento si te resulta más incómodo, pero es que si no tendría que volverlo a escribir entero :S
CAPÍTULO 1
Después de que su madre se acostara, bajó por la ventana de su habitación, siempre procuraba hacerlo cuando no había nadie en la calle, ya que la gente se preguntaría como no se rompe una pierna cada vez, pero a eso no tenía respuestas ni ella.
Cuando llegó al suelo, se acicaló antes de ir al punto de encuentro: la fuente que había cerca del parque de su urbanización.
Allí estaba ella, con su moto aparcada y sus ojos castaños reluciendo en la noche. Su pose reflejaba lo poco que le importaba todo, las opiniones y de los comentarios.
Cuando la vio, no sonrió ni la saludó, si no que lo que le dijo, y secamente, fue:
-Llegas tarde.
-No exageres, llegaré unos 5 minutos tarde. Te habrás desesperado –dijo ella cogiendo el casco que le tendía la morena.
Se lo puso mientras la otra chica empezaba a arrancar la moto. El sonido de esta máquina le produjo un sentimiento de libertad y adrenalina que vivía siempre que subía en esa moto. Solo en esa porque iba con ella. Ella era Santana. Su nombre imponía respeto y miedo, aunque a veces ésta línea se mezclaba y no llegaba a entenderse bien. A ella… precisamente no le despertaba esos sentimientos.
Se sentó detrás de ella, acercando su torso a la fina espalda, y juntando sus manos en los abdominales de ella. Esos momentos de intimidad y cercanía, la hacían soñar con… no. No la hacían soñar, porque soñar es cosa de ilusos, como ella misma decía.
Santana empezó a acelerar la velocidad de la moto, haciendo que el vestido suelto que llevaba se levantara, dejando a los conductores con la visión de unas piernas bonitas que se alejaban a una gran velocidad.
-¡Baja un poco la velocidad! –chilló ella desde atrás de la moto, sujetándose con una mano en ella y con otra el rebelde vestido. El viento y la velocidad dificultaban la comunicación con la conductora, así que tuvo que repetir el mensaje para que llegara a su destinataria, que sólo respondió con una risa burlona y un aumento de la velocidad de la máquina.
Ella, se resignó a conseguir nada de Santana, así que se pasó todo el trayecto sujetándose el vestido y maldiciendo el no haberse puesto unos pantalones.
Cuando la velocidad empezó a descender, intuyó que ya habían llegado a su destino, aunque no lo sabía, porque le era desconocido el lugar.
Era una especie de discoteca con lo que parecía también unos sutiles toques góticos. El lugar estaba pintado de rojo y negro y el resplandor de las luces de neón del interior se podía ver desde fuera, igual que se oía la música.
Todo el ambiente era muy poco propio de Rachel, aunque últimamente quería innovar en sitios dónde salir.
-Ya era hora de que aparecierais –bufó Rachel, mientras se enganchaba a Santana para achucharla.
Mientras la parejita se daba los mimitos correspondientes en una pareja que está saliendo desde un mes atrás, la pasajera de la moto se quitó el caso, dejando una melena rubia libre.
Mientras se peinaba, perdiendo tiempo para poder captar la atención de su mejor amiga, miró alrededor por si había alguna señal de su seguidor número uno.
Rachel, al captar ese análisis del lugar se acercó a ella, abrazándola mientras le decía:
-Tranquila, aquí no está. No creas que no hago bien mi trabajo, que yo compruebo las cosas antes –dijo esto y la soltó.
Empezaron a hacer la cola para hacer a ese lugar.
-Oye, Brittany, ¿por qué no has llamado al chico ese… mmm… Puck? ¿Se llamaba así? –preguntó con la típica culpabilidad de tenerla de lado para estar con su novia.
-No. No me gusta, además, prefería más ésta noche para pasarla contigo –recalcó la última palabra mirando a Santana para que pillara su indirecta. La acusación no pareció afectar a la chica, que siguió con sus ojos castaños posados en el final de la cola y en un lugar lejano dónde sólo ella tenía acceso. Las dos cosas al mismo tiempo.
Rachel no pudo más que soltar un suspiro y mirar hacia otro lado.
Brittany no sentía enemistad por Santana, al contrario… pero eso no podía decirlo a nadie, y menos a ella misma. No podía aceptar la idea de que se estuviese enamorando de una chica que la trataba tan mal. Hacía todo lo que hacía para mantener esos sentimientos alejados de la realidad y para que su amiga sufriera un poco.
Fueron avanzando en la cola, hasta poder entrar en el extraño establecimiento negro y rojo.
El interior era diferente al exterior, ya que lo iluminaban diferentes tonos de luz y Brittany tuvo que admitir que la música era buena. Se dirigieron directamente a la barra para poder alegrar un poco sus humores. Mientras el camarero les preparaba las bebidas, Rachel y ella hablaron:
-Britt, siento que tengamos que estar en este plan. Sé que te prometí una noche de amigas y lo siento, en serio, pero… -siguió hablando mientras Brittany hacía oídos sordos a sus excusas y disculpas. Miraba de reojo a Santana, que parecía haberse juntado con unos que parecían sus primos hermanos, pero para ella, Santana destacaba sobre los demás…
Se sintió culpable de esos pensamientos y volvió a la realidad, donde Rachel seguía igual.
-…me dijo “Venga, quedemos” y tú ya sabes que cuando la gente me insiste mucho yo cedo… -y no callaba.
Brittany con cuatro “No pasa nada” consiguió hacerla callar y que se relajara.
Brindaron y se bebieron la primera copa, que hizo un efecto rápido. La música empezó a sonar más fuerte, y Brittany sorprendió a su amiga buscando con la mirada a su chica, al no encontrarla volvió a mirar a Brittany con una mirada confusa, y ésta, soltando un soplido, la sacó a la pista a bailar. Bailaron juntas, aunque la rubia llevaba siempre el ritmo y la dirección. Tenía un don innato para la danza, y lo aprovechaba al máximo cuando salía por ahí.
Interrumpió el baile la aparición misteriosa de Santana.
-¿Dónde estabas? –chilló Rachel, acercándose a su oído para que la escuchara.
La morena, por toda respuesta le dio una sonrisa.
Brittany bufó. Ella siempre con sus misterios y creyendo que eso le hacía más guay. Ella la atraía, no sabía porqué, pero lo hacía.
A lo mejor lo que le atraían eran esos ojos marrones que parecían mirarte directamente al alma. Podía ser también su cara. Sus facciones proporcionadas y armoniosas, su blanca y perfecta sonrisa y su escultural cuerpo. Era el prototipo de chica de la que todos babeaban, pero que sabían que no tenían ninguna oportunidad, ya que parecía tener el gusto puesto en las chicas. Se interrumpió de los pensamientos, y se alejó hacia la barra.
-Un ron con cola –chilló al camarero, pero éste no hacía caso.
Apareció detrás suya una de las amigas de Santana. La había visto junto a ella, y era tremendamente guapa, pero le daba un poco de desconfianza.
-Tú. Un ron con cola –dijo con voz suave y amenazante. El camarero, al instante atendió a la misteriosa chica, y tras pagar le dio el vaso a Brittany.
Ésta, lo cogió y empezó a beber mientras ella la atravesaba con unos ojos verdes que mareaban.
-Quinn –dijo la chica acercándose a su oído. Se lo dijo con suavidad y casi rozando con sus labios la oreja de la otra rubia.
Ella, con un poco de los efectos del alcohol apoderándose de su mente, se inhibió de sus vergüenzas e hizo lo mismo, acercándose al oído de ella.
-Brittany –se separó al momento y le sonrió –Gracias por el vaso.
-No hay de qué. Se tiene que atender antes a una señorita que a unos burdos borrachos –dijo dirigiendo una mirada hacia un grupo de chicos (si se les podía llamar así), que aporreaban la barra para llamar la atención del camarero.
Ella se rió, y la miró a los ojos. No sabía porque, sintió un cosquilleo, el mismo que sentía cuando Santana la miraba, y se quedó prendada de sus ojos.
Quinn se acercó, y Brittany pudo comprobar lo bien que olía: era una mezcla entre rosas y fresas.
-¿Te parece si vamos a un lugar más tranquilo? –sus ojos chispeaban, y ella le asintió con la cabeza mientras dejaba que la guiara.
La llevó a un rincón más oscuro, y cuando dejó el vaso en una mesa, se volvió a acercar a ella. Quinn le sonrió y… la besó. Sus besos eran ávidos, y al mismo tiempo tiernos.
Pasaron así el tiempo, entre besos y caricias, hasta que la rubia de ojos verdes se separó y le dijo:
-Me tengo que ir –dándole un último beso le susurró –Eres especial, y tú los sabes.
Dicho esto, se empezó a perder entre la multitud y Brittany se quedó estupefacta. Al despejarse y ver que se había ido, notó que no le había dado ni su número ni nada.
Alarmada, miró el reloj y observó que marcaba las 3 de la madrugada.
Buscó a Rachel, que estaba con Santana, ambas hablando.
-¡Rach! Voy a coger un taxi y me voy a casa –empezó a despedirse dándole un abrazo.
-¿Dónde estabas? Te he buscado –chilló a su oído.
-Mmm… mejor llámame mañana y quedamos, que ahora tengo que irme. Además, si te lo cuento ahora luego no te acordarás –ambas rieron y en eso pasó a despedirse de Santana, que la miraba con una mirada de sospecha. Empezó a ponerse nerviosa por esa mirada, por lo que le vocalizó una adiós y para su sorpresa, la chica se acercó y le susurró el adiós en su oído, dejándola con la piel de gallina y unas rebeldes mariposas volando en su estómago.
Salió corriendo del local y se pasó 5 minutos buscando un taxi. Cuando lo consiguió, se arrojó de cabeza y le dio la dirección de su casa.
Llegó, y pensó como iba a subir a su casa, ya que estaba cerrada la urbanización por haber sobrepasado el “toque de queda”.
Miró que no hubiera nadie por los alrededores y se puso debajo de la pared que daba a la ventana de su habitación. Le costó decidirse pero al final…
PD: Artecio; yo lo escribo en el word y cuando lo paso aquí se pone así... siento si te resulta más incómodo, pero es que si no tendría que volverlo a escribir entero :S
CAPÍTULO 1
Después de que su madre se acostara, bajó por la ventana de su habitación, siempre procuraba hacerlo cuando no había nadie en la calle, ya que la gente se preguntaría como no se rompe una pierna cada vez, pero a eso no tenía respuestas ni ella.
Cuando llegó al suelo, se acicaló antes de ir al punto de encuentro: la fuente que había cerca del parque de su urbanización.
Allí estaba ella, con su moto aparcada y sus ojos castaños reluciendo en la noche. Su pose reflejaba lo poco que le importaba todo, las opiniones y de los comentarios.
Cuando la vio, no sonrió ni la saludó, si no que lo que le dijo, y secamente, fue:
-Llegas tarde.
-No exageres, llegaré unos 5 minutos tarde. Te habrás desesperado –dijo ella cogiendo el casco que le tendía la morena.
Se lo puso mientras la otra chica empezaba a arrancar la moto. El sonido de esta máquina le produjo un sentimiento de libertad y adrenalina que vivía siempre que subía en esa moto. Solo en esa porque iba con ella. Ella era Santana. Su nombre imponía respeto y miedo, aunque a veces ésta línea se mezclaba y no llegaba a entenderse bien. A ella… precisamente no le despertaba esos sentimientos.
Se sentó detrás de ella, acercando su torso a la fina espalda, y juntando sus manos en los abdominales de ella. Esos momentos de intimidad y cercanía, la hacían soñar con… no. No la hacían soñar, porque soñar es cosa de ilusos, como ella misma decía.
Santana empezó a acelerar la velocidad de la moto, haciendo que el vestido suelto que llevaba se levantara, dejando a los conductores con la visión de unas piernas bonitas que se alejaban a una gran velocidad.
-¡Baja un poco la velocidad! –chilló ella desde atrás de la moto, sujetándose con una mano en ella y con otra el rebelde vestido. El viento y la velocidad dificultaban la comunicación con la conductora, así que tuvo que repetir el mensaje para que llegara a su destinataria, que sólo respondió con una risa burlona y un aumento de la velocidad de la máquina.
Ella, se resignó a conseguir nada de Santana, así que se pasó todo el trayecto sujetándose el vestido y maldiciendo el no haberse puesto unos pantalones.
Cuando la velocidad empezó a descender, intuyó que ya habían llegado a su destino, aunque no lo sabía, porque le era desconocido el lugar.
Era una especie de discoteca con lo que parecía también unos sutiles toques góticos. El lugar estaba pintado de rojo y negro y el resplandor de las luces de neón del interior se podía ver desde fuera, igual que se oía la música.
Todo el ambiente era muy poco propio de Rachel, aunque últimamente quería innovar en sitios dónde salir.
-Ya era hora de que aparecierais –bufó Rachel, mientras se enganchaba a Santana para achucharla.
Mientras la parejita se daba los mimitos correspondientes en una pareja que está saliendo desde un mes atrás, la pasajera de la moto se quitó el caso, dejando una melena rubia libre.
Mientras se peinaba, perdiendo tiempo para poder captar la atención de su mejor amiga, miró alrededor por si había alguna señal de su seguidor número uno.
Rachel, al captar ese análisis del lugar se acercó a ella, abrazándola mientras le decía:
-Tranquila, aquí no está. No creas que no hago bien mi trabajo, que yo compruebo las cosas antes –dijo esto y la soltó.
Empezaron a hacer la cola para hacer a ese lugar.
-Oye, Brittany, ¿por qué no has llamado al chico ese… mmm… Puck? ¿Se llamaba así? –preguntó con la típica culpabilidad de tenerla de lado para estar con su novia.
-No. No me gusta, además, prefería más ésta noche para pasarla contigo –recalcó la última palabra mirando a Santana para que pillara su indirecta. La acusación no pareció afectar a la chica, que siguió con sus ojos castaños posados en el final de la cola y en un lugar lejano dónde sólo ella tenía acceso. Las dos cosas al mismo tiempo.
Rachel no pudo más que soltar un suspiro y mirar hacia otro lado.
Brittany no sentía enemistad por Santana, al contrario… pero eso no podía decirlo a nadie, y menos a ella misma. No podía aceptar la idea de que se estuviese enamorando de una chica que la trataba tan mal. Hacía todo lo que hacía para mantener esos sentimientos alejados de la realidad y para que su amiga sufriera un poco.
Fueron avanzando en la cola, hasta poder entrar en el extraño establecimiento negro y rojo.
El interior era diferente al exterior, ya que lo iluminaban diferentes tonos de luz y Brittany tuvo que admitir que la música era buena. Se dirigieron directamente a la barra para poder alegrar un poco sus humores. Mientras el camarero les preparaba las bebidas, Rachel y ella hablaron:
-Britt, siento que tengamos que estar en este plan. Sé que te prometí una noche de amigas y lo siento, en serio, pero… -siguió hablando mientras Brittany hacía oídos sordos a sus excusas y disculpas. Miraba de reojo a Santana, que parecía haberse juntado con unos que parecían sus primos hermanos, pero para ella, Santana destacaba sobre los demás…
Se sintió culpable de esos pensamientos y volvió a la realidad, donde Rachel seguía igual.
-…me dijo “Venga, quedemos” y tú ya sabes que cuando la gente me insiste mucho yo cedo… -y no callaba.
Brittany con cuatro “No pasa nada” consiguió hacerla callar y que se relajara.
Brindaron y se bebieron la primera copa, que hizo un efecto rápido. La música empezó a sonar más fuerte, y Brittany sorprendió a su amiga buscando con la mirada a su chica, al no encontrarla volvió a mirar a Brittany con una mirada confusa, y ésta, soltando un soplido, la sacó a la pista a bailar. Bailaron juntas, aunque la rubia llevaba siempre el ritmo y la dirección. Tenía un don innato para la danza, y lo aprovechaba al máximo cuando salía por ahí.
Interrumpió el baile la aparición misteriosa de Santana.
-¿Dónde estabas? –chilló Rachel, acercándose a su oído para que la escuchara.
La morena, por toda respuesta le dio una sonrisa.
Brittany bufó. Ella siempre con sus misterios y creyendo que eso le hacía más guay. Ella la atraía, no sabía porqué, pero lo hacía.
A lo mejor lo que le atraían eran esos ojos marrones que parecían mirarte directamente al alma. Podía ser también su cara. Sus facciones proporcionadas y armoniosas, su blanca y perfecta sonrisa y su escultural cuerpo. Era el prototipo de chica de la que todos babeaban, pero que sabían que no tenían ninguna oportunidad, ya que parecía tener el gusto puesto en las chicas. Se interrumpió de los pensamientos, y se alejó hacia la barra.
-Un ron con cola –chilló al camarero, pero éste no hacía caso.
Apareció detrás suya una de las amigas de Santana. La había visto junto a ella, y era tremendamente guapa, pero le daba un poco de desconfianza.
-Tú. Un ron con cola –dijo con voz suave y amenazante. El camarero, al instante atendió a la misteriosa chica, y tras pagar le dio el vaso a Brittany.
Ésta, lo cogió y empezó a beber mientras ella la atravesaba con unos ojos verdes que mareaban.
-Quinn –dijo la chica acercándose a su oído. Se lo dijo con suavidad y casi rozando con sus labios la oreja de la otra rubia.
Ella, con un poco de los efectos del alcohol apoderándose de su mente, se inhibió de sus vergüenzas e hizo lo mismo, acercándose al oído de ella.
-Brittany –se separó al momento y le sonrió –Gracias por el vaso.
-No hay de qué. Se tiene que atender antes a una señorita que a unos burdos borrachos –dijo dirigiendo una mirada hacia un grupo de chicos (si se les podía llamar así), que aporreaban la barra para llamar la atención del camarero.
Ella se rió, y la miró a los ojos. No sabía porque, sintió un cosquilleo, el mismo que sentía cuando Santana la miraba, y se quedó prendada de sus ojos.
Quinn se acercó, y Brittany pudo comprobar lo bien que olía: era una mezcla entre rosas y fresas.
-¿Te parece si vamos a un lugar más tranquilo? –sus ojos chispeaban, y ella le asintió con la cabeza mientras dejaba que la guiara.
La llevó a un rincón más oscuro, y cuando dejó el vaso en una mesa, se volvió a acercar a ella. Quinn le sonrió y… la besó. Sus besos eran ávidos, y al mismo tiempo tiernos.
Pasaron así el tiempo, entre besos y caricias, hasta que la rubia de ojos verdes se separó y le dijo:
-Me tengo que ir –dándole un último beso le susurró –Eres especial, y tú los sabes.
Dicho esto, se empezó a perder entre la multitud y Brittany se quedó estupefacta. Al despejarse y ver que se había ido, notó que no le había dado ni su número ni nada.
Alarmada, miró el reloj y observó que marcaba las 3 de la madrugada.
Buscó a Rachel, que estaba con Santana, ambas hablando.
-¡Rach! Voy a coger un taxi y me voy a casa –empezó a despedirse dándole un abrazo.
-¿Dónde estabas? Te he buscado –chilló a su oído.
-Mmm… mejor llámame mañana y quedamos, que ahora tengo que irme. Además, si te lo cuento ahora luego no te acordarás –ambas rieron y en eso pasó a despedirse de Santana, que la miraba con una mirada de sospecha. Empezó a ponerse nerviosa por esa mirada, por lo que le vocalizó una adiós y para su sorpresa, la chica se acercó y le susurró el adiós en su oído, dejándola con la piel de gallina y unas rebeldes mariposas volando en su estómago.
Salió corriendo del local y se pasó 5 minutos buscando un taxi. Cuando lo consiguió, se arrojó de cabeza y le dio la dirección de su casa.
Llegó, y pensó como iba a subir a su casa, ya que estaba cerrada la urbanización por haber sobrepasado el “toque de queda”.
Miró que no hubiera nadie por los alrededores y se puso debajo de la pared que daba a la ventana de su habitación. Le costó decidirse pero al final…
Ade_S.Pierce- ---
- Mensajes : 531
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Uhhhh, me quede enganchada con tu Fic, pero me quedan muchas dudas.. Y siiiiiiii ¡¡¡¡¡sobrenatural!!!!!!, ya me gusto mas!!.. A mi se me hace que San es indiferente con Britt, porque en el fondo le gusta.. ^^ ok, exagere un poco, pero se que va a ser asi.. jajaaja.. xDD.. Me encanta!!..
Sii, seguilo, seguilo, ya tenes a una fiel lectora!!.. Actualiza pronto, que no me aguanto para ver como sigue.. xD.. Beso.. :D..
Sii, seguilo, seguilo, ya tenes a una fiel lectora!!.. Actualiza pronto, que no me aguanto para ver como sigue.. xD.. Beso.. :D..
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
O si pezberry :3 Jajajaja y como se llama el otro? Piercebray? O Fapierce? O como sea pero nunca me han parecido extrañas esa parejas por muy extraño que parezca me parece muy interesante la historia espero la actu :D Cuídate
Invitado- Invitado
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Me re enganchee! me encanta como van las cosas por ahora, por mas raras que sean, igual tengo millones de dudas que espero que pronto me las saques, espero tu actu :D
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 10/04/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
esta muy interesante el fic, espero k lo continues pronto
Haruka****** - Mensajes : 367
Fecha de inscripción : 19/12/2011
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Me paso de tener muchaaaaaaaaaaas dudas en este momentoo, pero me encantoooooo!!!! (L)
Ojala lo sigas prontiiitooo! Suerte
Ojala lo sigas prontiiitooo! Suerte
Floor- - Mensajes : 1418
Fecha de inscripción : 28/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
bueno bueno...debo admitir que me perdi un poco, pero esta genial
Ade_S.Pierce: tranquila...si te sucede eso cuando cuelgas el fic que se le va a hacer...buen fic...super intrigada con el resto de la historia!! ame a Quin y Brittany...no me agrada el pezberry pero bueno fue bueno verlo....jajajaj
buenas vibras desde Colombia
Ade_S.Pierce: tranquila...si te sucede eso cuando cuelgas el fic que se le va a hacer...buen fic...super intrigada con el resto de la historia!! ame a Quin y Brittany...no me agrada el pezberry pero bueno fue bueno verlo....jajajaj
buenas vibras desde Colombia
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
no me gusta pezberryyyy puag xddddd pero si me gustan la britt y la quinn!
aunque yo soy 100% brittanaa :D
me ha gustado el capitulo siguelo
aunque yo soy 100% brittanaa :D
me ha gustado el capitulo siguelo
AndreaDaru- ---
- Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 31
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Síguelo por favor :)
Me está gustando y mucho, aunque de momento no sabemos demasiado (sabes jugar con la intriga XD) pinta muuuy bien!
Para mí la estructuración de los párrafos está perfecta, es más los fics que tienen párrafos de apenas 2 líneas me dan la sensación de que se le da más relevancia al diálogo que a la argumentación y que por tanto no se profundiza demasiado en la expresión de la situación que es muy importante para que te llegue
Me está gustando y mucho, aunque de momento no sabemos demasiado (sabes jugar con la intriga XD) pinta muuuy bien!
Para mí la estructuración de los párrafos está perfecta, es más los fics que tienen párrafos de apenas 2 líneas me dan la sensación de que se le da más relevancia al diálogo que a la argumentación y que por tanto no se profundiza demasiado en la expresión de la situación que es muy importante para que te llegue
Murciélaga** - Mensajes : 93
Fecha de inscripción : 16/04/2012
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Este capítulo es un poquito de relleno y es para presentar de alguna forma a la familia de Brittany que será importante para la historia... al siguiente empieza lo bueno :)
CAPÍTULO 2
Brittany dejó de recordar la noche anterior y ya bien despejada, se dispuso a simular su despertar acudiendo a la cocina.
-¡Brittany! Buenos días, cariño –dijo su madre mientras ésta se acercó y le dio un beso en la mejilla –Te veo cansada, hija… ¿Has dormido mal? –preguntó preocupada su madre, poniéndole una mano en la frente para comprobar la temperatura corporal.
-Estoy bien, tranquila –dijo Brittany apartándose del contacto con su madre. No podía tocarla si se podía nerviosa, o podría sufrir algún “daño colateral”.
Se preparó su tazón de cereales mientras su madre cocinaba un cordero para la comida; iban a venir de visita los abuelos… bueno, los abuelos y su prima Sugar.
Sugar era dos años mayor que ella, y estudiaba en una prestigiosa universidad derecho. En pocas palabras: el orgullo de la familia Pierce.
-¡Tengo unas ganas de que venga Sugar! Nos dejaras irnos de compras, ¿verdad? –suplicó con cara de cachorrito abandonado y sonriendo a su madre de forma inocente.
-Cuando hayas terminado de estudiar violín podrás salir, pero no mucho si quieres salir ésta tarde –dicho esto, continuó cocinando ávidamente.
Brittany, con una sonrisa satisfecha, encendió la tele y puso la MTV.
-Cariño, quita esas tonterías. Esos programas ya no saben que hacer para entreteneros a los adolescentes.
Con una mueca de desagrado, Brittany cambió de canal, pero al instante el mando chispeó y se rompió:
-¿Qué ha sido ese chispazo? –dijo su madre al oír ese ruido -¿Ha sido ese mando? ¿Te ha hecho daño? –se acercó con intención de abrazarla, pero en su estado, Brittany sabía que podía hacerle daño.
-Sí, sí… estoy bien… ya no tengo más hambre, voy a… arreglarme y luego a estudiar –dejó el bol de cereales en el frigorífico y se fue directa a la ducha.
“Tengo que controlarme más…” se decía una y otra vez. Se lavó a fondo y tranquilamente, mientras que con la música de fondo cantaba.
-¡Prim! –chilló una voz conocida. Brittany cerró rápido el agua y asomó la cabeza por fuera de la ducha para saludar a su prima.
-¡Sugar! Que rápido habéis llegado –sonrió a su prima –espérate que acabe y voy contigo.
Acabó lo más rápido posible y se secó todo el cuerpo, vistiéndose luego con lo primero que pilló.
-¡Sug! –la abrazó efusivamente y ella estampó dos fuertes besos en sus mejillas.
-Que canija estás –dijo haciéndole un análisis físico a fondo.
-Que va. Ya te gustaría a ti estar como yo –contestó Brittany sacándole la lengua a su prima.
-Mmm… callaré por tu bien y tu seguridad –se fue alejando hasta que se acercó hasta la madre de Brittany –Tita, ¿me dejas llevarme a Britt un rato por ahí?
La madre de Brittany estudió alas dos jóvenes que sonreían poniendo cara de niñas buenas.
-Vale, pero no la devuelvas tarde que nos conocemos, Sugar.
La aludida le guiñó un ojo a su prima, que se fue brincando a su habitación a arreglarse.
Cuando se puso los pantalones al instante oyó el teléfono sonar:
-¿Sí? –contestó con voz agitada.
-Britty, soy Rachel –dijo la voz al otro lado del teléfono.
-Ah sí, bueno dime –dijo sentándose en la cama.
-Bueno, que si la estricta de tu madre te deja salir, podríamos ir esta tarde al cine o a tomar algo en alguna cafetería.
-¿Plan de dos o de dos y una? –dijo de modo burlón.
-Dos –respondió a su burla secamente.
-Mm… pues seremos tres. Está mi prima Sugar aquí.
-Ah –a Rachel no le caía bien su prima, siempre la veía como una especie de rival y no paraba de lanzarle pullas para provocar a su prima. En resumen, era mala idea juntarlas, pero quería enfadarla un poco antes.
-Es que… ya que está aquí, podríamos salir con ella. Sugar adora los cafés.
-Ah –volvió a repetir Rachel. Se notaba mucho que estaba molesta.
-Aunque pensándolo bien… me ha dicho que tenía que recoger a su novio en el aeropuerto, así que no creo que tenga tiempo.
-Entonces bien –se notó el alivio en su voz –Paso por ti a las 5 y nos vamos.
-Vale, te esperaré.
-Más te vale –dijo con un tono más alegre.
-Hasta luego –concluyó Brittany saliendo de la habitación ya bien vestida.
-Lista –dijo sonriendo a Sugar.
-Entonces...¡vamos! –se despidieron de su madre y salieron de la casa.
-A ver prima, cuéntame cosas sobre ti –dijo al rato del estar andando por el medio de Lima.
-Pues… no se lo puedes decir a nadie, ¿vale? Pero es que hay un chico que me sigue y parece estar un poco obsesionado conmigo –al ver su cara de preocupación añadió: -No pasa nada, hace ya días que no lo veo.
-Esto es serio, Brittany. Deberías hablar con tu madre y contárselo –dijo parándose en seco en medio de una calle abarrotada.
-¡Con mi madre! ¿Estás loca? Ella es capaz de poner una denuncia por eso… ni en sueños –dijo alzando la voz.
-Vale, vale. No se lo diré, pero ya sabes cual es mi opinión, y sinceramente, deberías decírselo porque a largo plaza será mejor –suavizó la escena y cogió del brazo a su prima para seguir avanzando –y… ¿algo más?
-Sí, pero si piensas decírselo a mi madre ya no te lo cuento –dijo con tono de niña pequeña.
-Oh, venga, cuéntamelo. Lo estás deseando –sonrió a Brittany. El ambiente ya volvía a ser relajado.
-Pues anoche salí con Rach y su novia a un sitio que no sé como se llamaba. Como Rach estaba con Santana, yo me alejé y vino detrás de mí una chica guapísima, con unos súper ojos verdes. Me pidió una bebida y me preguntó si íbamos a un lugar tranquilo y tal… -contó gesticulando, y dejando a su prima con la intriga. Su prima era la única de su familia a la que se había sincerado respecto a sus gustos, y ésta no encontró ningún problema en que también estuviera interesada en chicas.
-¿Y? –inquirió Sugar.
-Y nos besamos y estuvimos así un rato hasta que me dijo que tenía que irse. No me dio su móvil ni nada… -dijo con voz levemente apenada.
-Jo, que categoría. Mi primita pequeña se hace mayor… yo también tengo algo muy importante que decirte –se paró y se sentó en un banco que había cerca, invitando a Brittany que se sentara a su lado –Tú ya sabes que llevo tres años saliendo con Rory, y ya nos conocemos, sé que me quiere… -dejó en un suspensivo el final.
-¿Y? –preguntó con inocente curiosidad la rubia.
Sugar vió tan interesada a su prima, que aunque tenía pensado en alargar más el suspense, no pudo y se lo dijo directamente:
-¡Me ha pedido matrimonio! –soltó enseñándole un anillo que tenía en la mano izquierda.
Brittany estaba en estado de shock. No supo que responder a su prima durante unos segundos; no se hacía a la idea de ver casada a Sugar… ¡sólo tenía 20 años!
-Eh… supongo que…. ¡enhorabuena! –dijo abrazándola, aunque no se sentía especialmente emocionada, más bien confusa -¿Lo saben tus padres y los abuelos?
-Mis padres sí, a los abuelos se lo diré esta noche cuando esté Rory. A ti he preferido decírtelo antes para que no te pillara por sorpresa –la miró y le sonrió –Sé que estás sorprendida, pero está bien, es lo que quiero. Venga, ahora olvidémonos de líos amorosos y vayámonos de compras.
Brittany sonrió y se unió al proyecto de olvido de su prima con emoción.
Dos horas después ya volvían a casa con bolsas en mano. Al verlas su madre al principio se escandalizó, pero al rato suavizó el gesto.
-No sé porque me extraño aún –dijo con buen humor finalmente. Brittany se extrañó de eso, pero no perdió tiempo en cuestionar ese estado.
-Mami, ¿puedo salir ésta tarde con Rachel? Me ha dicho de tomar un café y allí estudiaremos un rato –su prima se fue para adentro a dejar las bolsas mientras ellas hablaban.
-Bien, sólo si me prometes que estudiaréis. ¿Sugar, tú vas? –dijo su madre alzando la voz para que la aludida respondiese.
-No tita, voy a recoger a Rory al aeropuerto que cena ésta noche con nosotros.
-Vale, está bien… pero ponte a tocar ahora mismo o no saldrás –la amenazó finalmente.
Brittany se dirigió a la gran sala de estudio. Con gusto sacó su precioso Stradivarius de la funda que lo guardaba.
Lo afinó con muchísima delicadeza y empezó a tocar.
No había prácticamente nada que le gustar más que transportarse a ese mundo propio que le ofrecían la música y el baile.
Se dejó llevar, y esa vez tocó recordando alternativamente unos ojos verdes con unos ojos marrones y las sensaciones que le despertaban cada par.
Pasó así un rato, en un mudo de ensoñación, y sin darse cuenta se puso a componer su propia canción, que ésta vez se la dedicó a esos ojos verdes que la atravesaban la noche anterior.
-Prima, vamos a comer –susurró Sugar tímidamente desde el marco de la puerta –Eso que estabas tocando, ¿de quién es?
-De Brittany S.Pierce –respondió la rubia mientras guardaba su tesoro en la funda.
-¿Tuyo? ¿Lo has compuesto tú? –preguntó con sorpresa.
-Sí, ahora lo he hecho –dijo Brittany levantándose -¿Vamos a comer?
-¿Cómo que ahora? ¿Y no lo has apuntado? –preguntó siguiendo a su prima por el pasillo que llevaba al comedor.
-No me hace falta, me acuerdo perfectamente –entró en la cocina –Mami, ¿te ayudo en algo?
-Ehm… sí, saca ésta fuente con la fruta, al final los abuelos comerán aquí en vez de cenar, que ésta noche tienen una reunión o no se qué –dijo su madre con estrés al verse rodeada de tanta comida.
-Pero pero… para un momento chica bala. Tú tienes que dedicarte a la música, eres genial. Nunca he oído nada igual –continuó avasallando Sugar a su prima.
-No seas exagerada. No es para tanto, era una canción tonta –dijo mientras iba sacando el frutero y las fuentes.
-Tita, ¿la has oído tocar? –viendo como su tía asentía como si nada le dijo -¿y qué piensa estudiar?
-Ah, ese es otro de los misterios de mi hija. Si lo averiguas no dudes en decírmelo –el sarcasmo incluso dolió.
-Uff… aún tengo tiempo. No quiero decidirme aún, quiero tener varias vías y opciones abiertas –dijo Brittany entrando en la cocina y dirigiendo esa respuesta más a su madre que a su prima.
-Creo yo, que ya va siendo hora de que te decidas –finalizó su madre con una mirada severa.
Brittany bufó por lo bajo y se fue directamente a su habitación, sin darse cuenta de que su prima la seguía. E echó sobre la cama y cogió su móvil.
-Tata, no te enfades –la llamaba con ese mote siempre que quería calmar su rabia y cuando había un ambiente privado.
Viendo que su prima seguía a su bola, se tumbó junto a ella en la cama, sabiendo que necesitaba a alguien a quién abrazar. Brittany se opuso un poco al abrazo, pero finalmente apoyó su cabeza sobre el pecho de su prima aferrándose a su contacto. Finalmente lloró.
-Soy muy rara… -susurró Brittany a su prima, aún perdida entre su abrazo.
-No eres rara, cariño –contestó mientras la acunaba –Eres sencillamente especial –dijo, haciendo que recordara las palabras de la rubia de la noche anterior.
-Especial, sí. Especial seré… pero para mal –lloró encima de Sugar. Al ver que no respondía siguió abrazándola con más fuerza. Poco a poco se fue calmando y su llanto se apagó al momento que su madre las llamaba a comer.
-Vamos tata, tenemos que ir a ver a los abuelos –la levantó cogiéndola de la mano. Brittany con la otra mano se limpió las lágrimas y puso una sonrisa en su cara para cuando tuviera que recibir a sus abuelos.
-¡Brittany! –la llamó su abuela mientras se acercaba a ella con los brazos abiertos para estrecharla.
-Abuela –dijo abrazando a la pequeña mujer. Ésta, vestía con ropas elegantes de la clase con dinero y su caro perfume embriagó a Brittany. Cuando se separaron, fue a saludar a su abuelo. Un hombre de apariencia seria pero con un gran corazón.
Lo abrazó y apoyó la cabeza sobre su hombro, dejándose envolver por ese abrazo protector.
Su madre estaba encantada con tan tierna postal familiar. Brittany también la disfrutó, ya que no veía muy a menudo a sus abuelos y desde la muerte de su padre le hacía falta el apoyo de su familia. Hacía cosa de un año que su padre falleció en extrañas circunstancias y ese tema era un tabú en las comidas familiares.
Sugar sonrió también a los abuelos y se sentaron en la mesa para tener una agradable comida familiar.
CAPÍTULO 2
Brittany dejó de recordar la noche anterior y ya bien despejada, se dispuso a simular su despertar acudiendo a la cocina.
-¡Brittany! Buenos días, cariño –dijo su madre mientras ésta se acercó y le dio un beso en la mejilla –Te veo cansada, hija… ¿Has dormido mal? –preguntó preocupada su madre, poniéndole una mano en la frente para comprobar la temperatura corporal.
-Estoy bien, tranquila –dijo Brittany apartándose del contacto con su madre. No podía tocarla si se podía nerviosa, o podría sufrir algún “daño colateral”.
Se preparó su tazón de cereales mientras su madre cocinaba un cordero para la comida; iban a venir de visita los abuelos… bueno, los abuelos y su prima Sugar.
Sugar era dos años mayor que ella, y estudiaba en una prestigiosa universidad derecho. En pocas palabras: el orgullo de la familia Pierce.
-¡Tengo unas ganas de que venga Sugar! Nos dejaras irnos de compras, ¿verdad? –suplicó con cara de cachorrito abandonado y sonriendo a su madre de forma inocente.
-Cuando hayas terminado de estudiar violín podrás salir, pero no mucho si quieres salir ésta tarde –dicho esto, continuó cocinando ávidamente.
Brittany, con una sonrisa satisfecha, encendió la tele y puso la MTV.
-Cariño, quita esas tonterías. Esos programas ya no saben que hacer para entreteneros a los adolescentes.
Con una mueca de desagrado, Brittany cambió de canal, pero al instante el mando chispeó y se rompió:
-¿Qué ha sido ese chispazo? –dijo su madre al oír ese ruido -¿Ha sido ese mando? ¿Te ha hecho daño? –se acercó con intención de abrazarla, pero en su estado, Brittany sabía que podía hacerle daño.
-Sí, sí… estoy bien… ya no tengo más hambre, voy a… arreglarme y luego a estudiar –dejó el bol de cereales en el frigorífico y se fue directa a la ducha.
“Tengo que controlarme más…” se decía una y otra vez. Se lavó a fondo y tranquilamente, mientras que con la música de fondo cantaba.
-¡Prim! –chilló una voz conocida. Brittany cerró rápido el agua y asomó la cabeza por fuera de la ducha para saludar a su prima.
-¡Sugar! Que rápido habéis llegado –sonrió a su prima –espérate que acabe y voy contigo.
Acabó lo más rápido posible y se secó todo el cuerpo, vistiéndose luego con lo primero que pilló.
-¡Sug! –la abrazó efusivamente y ella estampó dos fuertes besos en sus mejillas.
-Que canija estás –dijo haciéndole un análisis físico a fondo.
-Que va. Ya te gustaría a ti estar como yo –contestó Brittany sacándole la lengua a su prima.
-Mmm… callaré por tu bien y tu seguridad –se fue alejando hasta que se acercó hasta la madre de Brittany –Tita, ¿me dejas llevarme a Britt un rato por ahí?
La madre de Brittany estudió alas dos jóvenes que sonreían poniendo cara de niñas buenas.
-Vale, pero no la devuelvas tarde que nos conocemos, Sugar.
La aludida le guiñó un ojo a su prima, que se fue brincando a su habitación a arreglarse.
Cuando se puso los pantalones al instante oyó el teléfono sonar:
-¿Sí? –contestó con voz agitada.
-Britty, soy Rachel –dijo la voz al otro lado del teléfono.
-Ah sí, bueno dime –dijo sentándose en la cama.
-Bueno, que si la estricta de tu madre te deja salir, podríamos ir esta tarde al cine o a tomar algo en alguna cafetería.
-¿Plan de dos o de dos y una? –dijo de modo burlón.
-Dos –respondió a su burla secamente.
-Mm… pues seremos tres. Está mi prima Sugar aquí.
-Ah –a Rachel no le caía bien su prima, siempre la veía como una especie de rival y no paraba de lanzarle pullas para provocar a su prima. En resumen, era mala idea juntarlas, pero quería enfadarla un poco antes.
-Es que… ya que está aquí, podríamos salir con ella. Sugar adora los cafés.
-Ah –volvió a repetir Rachel. Se notaba mucho que estaba molesta.
-Aunque pensándolo bien… me ha dicho que tenía que recoger a su novio en el aeropuerto, así que no creo que tenga tiempo.
-Entonces bien –se notó el alivio en su voz –Paso por ti a las 5 y nos vamos.
-Vale, te esperaré.
-Más te vale –dijo con un tono más alegre.
-Hasta luego –concluyó Brittany saliendo de la habitación ya bien vestida.
-Lista –dijo sonriendo a Sugar.
-Entonces...¡vamos! –se despidieron de su madre y salieron de la casa.
-A ver prima, cuéntame cosas sobre ti –dijo al rato del estar andando por el medio de Lima.
-Pues… no se lo puedes decir a nadie, ¿vale? Pero es que hay un chico que me sigue y parece estar un poco obsesionado conmigo –al ver su cara de preocupación añadió: -No pasa nada, hace ya días que no lo veo.
-Esto es serio, Brittany. Deberías hablar con tu madre y contárselo –dijo parándose en seco en medio de una calle abarrotada.
-¡Con mi madre! ¿Estás loca? Ella es capaz de poner una denuncia por eso… ni en sueños –dijo alzando la voz.
-Vale, vale. No se lo diré, pero ya sabes cual es mi opinión, y sinceramente, deberías decírselo porque a largo plaza será mejor –suavizó la escena y cogió del brazo a su prima para seguir avanzando –y… ¿algo más?
-Sí, pero si piensas decírselo a mi madre ya no te lo cuento –dijo con tono de niña pequeña.
-Oh, venga, cuéntamelo. Lo estás deseando –sonrió a Brittany. El ambiente ya volvía a ser relajado.
-Pues anoche salí con Rach y su novia a un sitio que no sé como se llamaba. Como Rach estaba con Santana, yo me alejé y vino detrás de mí una chica guapísima, con unos súper ojos verdes. Me pidió una bebida y me preguntó si íbamos a un lugar tranquilo y tal… -contó gesticulando, y dejando a su prima con la intriga. Su prima era la única de su familia a la que se había sincerado respecto a sus gustos, y ésta no encontró ningún problema en que también estuviera interesada en chicas.
-¿Y? –inquirió Sugar.
-Y nos besamos y estuvimos así un rato hasta que me dijo que tenía que irse. No me dio su móvil ni nada… -dijo con voz levemente apenada.
-Jo, que categoría. Mi primita pequeña se hace mayor… yo también tengo algo muy importante que decirte –se paró y se sentó en un banco que había cerca, invitando a Brittany que se sentara a su lado –Tú ya sabes que llevo tres años saliendo con Rory, y ya nos conocemos, sé que me quiere… -dejó en un suspensivo el final.
-¿Y? –preguntó con inocente curiosidad la rubia.
Sugar vió tan interesada a su prima, que aunque tenía pensado en alargar más el suspense, no pudo y se lo dijo directamente:
-¡Me ha pedido matrimonio! –soltó enseñándole un anillo que tenía en la mano izquierda.
Brittany estaba en estado de shock. No supo que responder a su prima durante unos segundos; no se hacía a la idea de ver casada a Sugar… ¡sólo tenía 20 años!
-Eh… supongo que…. ¡enhorabuena! –dijo abrazándola, aunque no se sentía especialmente emocionada, más bien confusa -¿Lo saben tus padres y los abuelos?
-Mis padres sí, a los abuelos se lo diré esta noche cuando esté Rory. A ti he preferido decírtelo antes para que no te pillara por sorpresa –la miró y le sonrió –Sé que estás sorprendida, pero está bien, es lo que quiero. Venga, ahora olvidémonos de líos amorosos y vayámonos de compras.
Brittany sonrió y se unió al proyecto de olvido de su prima con emoción.
Dos horas después ya volvían a casa con bolsas en mano. Al verlas su madre al principio se escandalizó, pero al rato suavizó el gesto.
-No sé porque me extraño aún –dijo con buen humor finalmente. Brittany se extrañó de eso, pero no perdió tiempo en cuestionar ese estado.
-Mami, ¿puedo salir ésta tarde con Rachel? Me ha dicho de tomar un café y allí estudiaremos un rato –su prima se fue para adentro a dejar las bolsas mientras ellas hablaban.
-Bien, sólo si me prometes que estudiaréis. ¿Sugar, tú vas? –dijo su madre alzando la voz para que la aludida respondiese.
-No tita, voy a recoger a Rory al aeropuerto que cena ésta noche con nosotros.
-Vale, está bien… pero ponte a tocar ahora mismo o no saldrás –la amenazó finalmente.
Brittany se dirigió a la gran sala de estudio. Con gusto sacó su precioso Stradivarius de la funda que lo guardaba.
Lo afinó con muchísima delicadeza y empezó a tocar.
No había prácticamente nada que le gustar más que transportarse a ese mundo propio que le ofrecían la música y el baile.
Se dejó llevar, y esa vez tocó recordando alternativamente unos ojos verdes con unos ojos marrones y las sensaciones que le despertaban cada par.
Pasó así un rato, en un mudo de ensoñación, y sin darse cuenta se puso a componer su propia canción, que ésta vez se la dedicó a esos ojos verdes que la atravesaban la noche anterior.
-Prima, vamos a comer –susurró Sugar tímidamente desde el marco de la puerta –Eso que estabas tocando, ¿de quién es?
-De Brittany S.Pierce –respondió la rubia mientras guardaba su tesoro en la funda.
-¿Tuyo? ¿Lo has compuesto tú? –preguntó con sorpresa.
-Sí, ahora lo he hecho –dijo Brittany levantándose -¿Vamos a comer?
-¿Cómo que ahora? ¿Y no lo has apuntado? –preguntó siguiendo a su prima por el pasillo que llevaba al comedor.
-No me hace falta, me acuerdo perfectamente –entró en la cocina –Mami, ¿te ayudo en algo?
-Ehm… sí, saca ésta fuente con la fruta, al final los abuelos comerán aquí en vez de cenar, que ésta noche tienen una reunión o no se qué –dijo su madre con estrés al verse rodeada de tanta comida.
-Pero pero… para un momento chica bala. Tú tienes que dedicarte a la música, eres genial. Nunca he oído nada igual –continuó avasallando Sugar a su prima.
-No seas exagerada. No es para tanto, era una canción tonta –dijo mientras iba sacando el frutero y las fuentes.
-Tita, ¿la has oído tocar? –viendo como su tía asentía como si nada le dijo -¿y qué piensa estudiar?
-Ah, ese es otro de los misterios de mi hija. Si lo averiguas no dudes en decírmelo –el sarcasmo incluso dolió.
-Uff… aún tengo tiempo. No quiero decidirme aún, quiero tener varias vías y opciones abiertas –dijo Brittany entrando en la cocina y dirigiendo esa respuesta más a su madre que a su prima.
-Creo yo, que ya va siendo hora de que te decidas –finalizó su madre con una mirada severa.
Brittany bufó por lo bajo y se fue directamente a su habitación, sin darse cuenta de que su prima la seguía. E echó sobre la cama y cogió su móvil.
-Tata, no te enfades –la llamaba con ese mote siempre que quería calmar su rabia y cuando había un ambiente privado.
Viendo que su prima seguía a su bola, se tumbó junto a ella en la cama, sabiendo que necesitaba a alguien a quién abrazar. Brittany se opuso un poco al abrazo, pero finalmente apoyó su cabeza sobre el pecho de su prima aferrándose a su contacto. Finalmente lloró.
-Soy muy rara… -susurró Brittany a su prima, aún perdida entre su abrazo.
-No eres rara, cariño –contestó mientras la acunaba –Eres sencillamente especial –dijo, haciendo que recordara las palabras de la rubia de la noche anterior.
-Especial, sí. Especial seré… pero para mal –lloró encima de Sugar. Al ver que no respondía siguió abrazándola con más fuerza. Poco a poco se fue calmando y su llanto se apagó al momento que su madre las llamaba a comer.
-Vamos tata, tenemos que ir a ver a los abuelos –la levantó cogiéndola de la mano. Brittany con la otra mano se limpió las lágrimas y puso una sonrisa en su cara para cuando tuviera que recibir a sus abuelos.
-¡Brittany! –la llamó su abuela mientras se acercaba a ella con los brazos abiertos para estrecharla.
-Abuela –dijo abrazando a la pequeña mujer. Ésta, vestía con ropas elegantes de la clase con dinero y su caro perfume embriagó a Brittany. Cuando se separaron, fue a saludar a su abuelo. Un hombre de apariencia seria pero con un gran corazón.
Lo abrazó y apoyó la cabeza sobre su hombro, dejándose envolver por ese abrazo protector.
Su madre estaba encantada con tan tierna postal familiar. Brittany también la disfrutó, ya que no veía muy a menudo a sus abuelos y desde la muerte de su padre le hacía falta el apoyo de su familia. Hacía cosa de un año que su padre falleció en extrañas circunstancias y ese tema era un tabú en las comidas familiares.
Sugar sonrió también a los abuelos y se sentaron en la mesa para tener una agradable comida familiar.
Ade_S.Pierce- ---
- Mensajes : 531
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Que familia D: Pobre Britt es muy sometida con razón se escapa :$ Eso Sugar prima de Britt y con Rory ¿Matrimonio? Jajaja bueno así al menos sabemos que Rory no va a a fastidiar en este Fic xd Misterio, misterio,y mas misterio :3 ¿Como me dices que empieza lo bueno? sabes que ahora me mata la curiosidad jajaja espero actualices pronto :* Cuídate
Invitado- Invitado
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Qe vida la de Britt!!
Todavia como que tengo dudas de que pasa entre San y ella!
Es un amor odio medio loco!
Sugar, Rory... Matriomonio??? (L) qe lindo
actualiza prontito
Todavia como que tengo dudas de que pasa entre San y ella!
Es un amor odio medio loco!
Sugar, Rory... Matriomonio??? (L) qe lindo
actualiza prontito
Floor- - Mensajes : 1418
Fecha de inscripción : 28/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
acabo de leerlo todo y esta muy bueno una pregunta santana llebo a britt en su moto? osea ya tienen algo haci como una amistad no?? y q pena con la mama de britt no la comprende .la relacion pezberry suena interesante pero me encantaria ver quinttana y brittana y todas las combinaciones con santana ,creo q exagere jajaj espero tu actu! este muy bueno el fic
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
yo me quedo con brittana y quinntany o como se escriba xdddd pezberry no me gusta nadaa :D
AndreaDaru- ---
- Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 31
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Madre mia, vaya vida lleva Britt jajaja
entonces Santana sale con Rachel, Britt se lio con Quinn, que es amiga de San, pero a la latina le interesa algo Brittanyo es cosa mia?? jajaja y a creo que a Rachel le paso algo con San despues de que se fuese Brittany, pero eso son solo suposiciones mias XD ai, espero el siguiente cap =)
entonces Santana sale con Rachel, Britt se lio con Quinn, que es amiga de San, pero a la latina le interesa algo Brittanyo es cosa mia?? jajaja y a creo que a Rachel le paso algo con San despues de que se fuese Brittany, pero eso son solo suposiciones mias XD ai, espero el siguiente cap =)
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Me has atrapado!!!
ME ENCANTA!!!
Vamos por parte (solo es mi opinion):
Pezberry, se me hace algo espeluznante, no me cuadran juntas, no se ven esteticamente bien...es como antinatural iugh...
Quinntany, si bien podría convencerme tampoco me las puedo imaginar complementandose, no se, raro, tal vez una aventurilla.
Brittana, bueno, con ellas puedes escribir lo que sea y me gustará, en serio, obsesiva total jajajaja
Acotacion aparte, Faberry tambien me gusta y Quinntana lo acepto pero como diversion pasajera no como amor absoluto (no se si me explico)
En cuanto a la familia Pierce, la mamá de Britt no me gusta, muy controladora y Sugar, es divertida, los abuelos se me hacen misteriosos, como que saben mucho de su nieta pero no han dicho nada (tal vez alucino)
¿Que onda con Britt haciendo estallar el control de la TV? ¿Tiene algun poder sobrenatural? ¿Santana, Quinn y Rachel tambien? ¿como sabia Quinn que Britt es especial? ¿Britt tambien es una genia musical o posee otro super poder?
TANTAS DUDAS!!!
Actualiza pronto porfis que me gusta mucho tu historia y ya ves que si no tengo que leer me pongo a imaginar demasiadas cosas raras...
ME ENCANTA!!!
Vamos por parte (solo es mi opinion):
Pezberry, se me hace algo espeluznante, no me cuadran juntas, no se ven esteticamente bien...es como antinatural iugh...
Quinntany, si bien podría convencerme tampoco me las puedo imaginar complementandose, no se, raro, tal vez una aventurilla.
Brittana, bueno, con ellas puedes escribir lo que sea y me gustará, en serio, obsesiva total jajajaja
Acotacion aparte, Faberry tambien me gusta y Quinntana lo acepto pero como diversion pasajera no como amor absoluto (no se si me explico)
En cuanto a la familia Pierce, la mamá de Britt no me gusta, muy controladora y Sugar, es divertida, los abuelos se me hacen misteriosos, como que saben mucho de su nieta pero no han dicho nada (tal vez alucino)
¿Que onda con Britt haciendo estallar el control de la TV? ¿Tiene algun poder sobrenatural? ¿Santana, Quinn y Rachel tambien? ¿como sabia Quinn que Britt es especial? ¿Britt tambien es una genia musical o posee otro super poder?
TANTAS DUDAS!!!
Actualiza pronto porfis que me gusta mucho tu historia y ya ves que si no tengo que leer me pongo a imaginar demasiadas cosas raras...
santaty********-* - Mensajes : 859
Fecha de inscripción : 03/03/2012
FanFic: ¿Quién soy? - Capítulo 3
Veo que os he dejado con dudas... eso es bueno! jajajajaja
Otro capítulo? A quién le apetece un reencuentro entre las rubias? :)
CAPÍTULO 3
El timbre de la gran casa sonó, y Brittany fue corriendo a abrir. Al estar la puerta completamente abierta vio a una Rachel tímida. Su familia, los Pierce, no estaban muy felices de que ella tuviera como mejor amiga a Rachel, una chica de clase media y no de una estirpe rica como lo eran los Pierce.
-Mamá, me voy ya –chilló para que su madre quedara avisada, ya que antes se había despedido de sus abuelos y su prima, que iban a echarse una siesta.
Cogió a Rachel de la mano y se fue con ella hasta el coche, que arrancó y las llevó hacia su destino.
Pasaron el tiempo en silencio, no sabiendo que decir o prefiriendo callar.
Pidieron y se sentaron enfrente a la otra en unos sofás al fondo de la cafetería.
Mientras bebían en silencio, el móvil de Rachel sonó. Ésta, asustada por el repentino ruido, lo cogió al segundo pitido y respondió:
-Hola, Santana ¿Qué pasa? –lanzó una mirada a Brittany que se concentró en los sorbos de café para no dirigir sus pensamientos hacia cierta morena de ojos castaños.
-Sí, estoy con ella –siguió hablando Rachel –Oh, ¿entonces estás aquí? ¿Y por qué no me saludas?... Oh, vale ahora voy a verte… o mejor ven tú –dicho todo esto volvió a mirar a Brittany que seguía con la mirada perdida.
-Em… Santana está aquí con una amiga y ahora vienen. Será un ratito solo –se adelantó para cogerle la mano a su amiga, pero ella evitó el gesto rápidamente.
-Ya, pues cuando acabes me llamas y ya estaremos juntas –empezó a recoger sus cosas cuando dos figuras aparecieron a su lado. Antes de darse la vuelta sabían quiénes estaban allí.
-Santana, oye, que será mejor que nos veamos luego… que ahora estoy con Britt –dijo Rachel mientras abrazaba a la morena.
Brittany se giró, y lo primero que vio fueron unos penetrantes ojos verdes mirándola y unos castaños estudiándola. Iba a hablar, pero la chica de ojos verdes se llevó un dedo a los labios mientras sonreía.
-Bueno, pues Quinn, vámonos –dijo Santana mirando a su amiga, que no apartaba su mirada de Brittany. Santana se dio cuenta del intercambio de miradas, y algo extraño se removió en su interior.
-San, ésta chica y yo nos conocimos anoche y nos hicimos amigas –sonrió burlonamente al ver primero el desconcierto en la cara de su amiga y luego la ira que pareció invadirla –Así que, os dejamos solas y vamos a dar una vuelta.
En todo éste diálogo, o monólogo, ya que nadie habló, Brittany había pasado también la fase de desconcierto, pero ahora sonreía ante la alegría de esa rubia.
-¿Britt? –preguntó extrañada Rachel. Por supuesto, que ella no sabía nada de Quinn, no habían hablado aún… así que la dejó con la duda.
-Tiene razón. Es una amiga que tengo la suerte de volver a ver –sonrió y cogió su bolso, saliendo con Quinn casi pisándole los talones.
Anduvieron sin mediar palabra hasta llegar a un parque solitario y se sentaron en un banco frente a una fuente.
Sin previo aviso, Quinn le regaló un suave beso que ambas saborearon y luego Brittany sonrió con timidez.
-No me diste tu número ni nada, creí que no te volvería a ver –susurró Brittany, aún muy cerca del rostro de la otra rubia.
-No lo necesitabas ni lo necesitas. Siempre te acabaré encontrando –la miró con intensidad.
-¿Me encontrarás? ¿Cómo? –preguntó Brittany un poco desconcertada.
-Mientras quieras verme, yo te puedo encontrar –dijo sin más.
-No lo entiendo y no creo que vayas a ayudarme –dijo para sí misma, aunque la miró a los ojos con un brillo desafiante.
-Todo a su tiempo –sonrió devolviéndole la mirada.
-¿Te han dicho alguna vez que tus ojos son preciosos? –comentó la otra rubia.
-Puede, pero viniendo de ti me siento muy alagada –respondió Quinn con su encantadora sonrisa –Los tuyos tampoco se quedan nada cortos.
-Gracias… -se sonrojó ante sus palabras.
-Cuéntame cosas de ti, que anoche no hablamos mucho –rió ante sus propias palabras, y Brittany se sonrojó un poco más al notar la realidad. Prácticamente se habían dicho los nombres y luego habían pasado a la acción.
-Me llamo Brittany Susan Pierce –dijo tendiéndole la mano. La otra, sin dejar de lado su sonrisa, se la estrechó.
-Quinn Fabray, todo un placer –respondió.
-¿Cómo es que nunca te había visto por aquí? –preguntó. Realmente estaba muy intrigada por esa rubia, que había aparecido de la nada.
-Puede que recientemente me haya mudado al pueblo, quién sabe –se encogió de hombros.
-¿Te gusta hacerte la misteriosa? –rió Brittany ante su actitud.
-Soy misteriosa, no me lo puedes negar –afirmó con seguridad.
-Toda la verdad… ¿qué estudias? –siguió con el interrogatorio.
-Estoy haciendo las prácticas del tercer año de económicas aquí, ¿qué hay de ti?
-Estoy estudiando en el instituto William McKinley, último año –dijo un poco avergonzada por ser tan joven, aquella chica le pasaría unos 3 años mínimo.
-Vaya, se podría decir que soy una asalta cunas, ligándome a las jovencitas de por aquí –dijo negando con la cabeza y riendo con ganas.
-Eh, ¿quién te ha dicho que me has ligado? –preguntó poniendo un tono pícaro.
-Tus ganas de besarme, puede ser –volvió a encogerse de hombros.
-No te lo niego –susurró Brittany volviendo a besar a esa misteriosa rubia que la atraía con fuerzas. Ella no era la típica chica que estaba un día con uno (o una) y otro con otra persona. Pero era imposible resistirse, era una atracción que sólo superaba otra morena, pero esa era una historia imposible.
-No te conozco de nada y estoy en un parque dónde hasta mi madre podría verme dándome el lote contigo… ¿qué me has hecho? –rió Brittany un poco al separarse nuevamente.
-Son mis encantos, yo te lo perdono, si yo fuera tú también me rendiría a mis encantos –sonrió Quinn y Brittany sacudió la cabeza mientras rodaba los ojos.
Pasaron una agradable tarde juntas, hablando y conociéndose un poco, aunque Brittany prácticamente no le sacaba ninguna respuesta en claro a la rubia, que parecía tener un don para dejar las respuestas ambiguas.
Estaban andando de vuelta a la cafetería donde Brittany había dejado aparcado el coche, cuando llegaron allí, ésta se giró para mirarla a los ojos.
-Quinn, si tanto dices que no me hace falta localizarte porque tu me encontrarás… encuéntrame pronto –dijo con las mejillas encendidas.
-Pronto nos volveremos a ver, trata de sobrevivir sin mí –le acarició el pelo y luego le dejó un suave beso que la dejó suspirando viendo como la otra se alejaba con un paso rápido y ligero.
Brittany entró al coche aún sintiendo las mariposas en el estómago.
-¡Mamá! Ya estoy en casa –anunció canturreando mientras cerraba la puerta detrás de ella.
-Brittany, ¿qué tal la tarde? –preguntó su madre al mismo tiempo que volvía a concentrar su atención en la tarta que estaba haciendo. A su lado estaba Sugar.
-Genial, mami. Hemos estado hablando y paseando por el parque –dijo sin dejar de moverse tontamente y su prima la miró inquisitivamente -¡Me voy a mi habitación!
Se fue por el pasillo tan en su mundo que no se dio cuenta que alguien estaba detrás de ella. Sintió una mano en su hombro y se giró sobresaltada:
-¡Por la madre del cordero! Sugar, me has dado un susto de muerte –le propinó un pequeño puñetazo en el hombro.
-¿Puedo saber por qué estás tan feliz? –preguntó Sugar levantando una ceja.
-¿No puedo estar feliz por que sí? He pasado una buena tarde, sólo eso.
-¿Con Rachel? –volvió a insistir.
-Que sí –bajó la cabeza rápidamente para que no se le viera la sonrisa que se le había formado en su rostro.
-Pues te tiene que tener loquita –dijo ingenuamente.
-Vale, tú ganas… he visto a la chica de anoche –se puso roja –Pero no quiero dar más detalles, que es muy reciente y no quiero que se gafe.
-¡Lo acabaré averiguando, renacuaja! –la amenazó volviendo a la cocina.
Brittany entró en su habitación y se quedó apoyada en la puerta mientras resbalaba lentamente hasta el suelo. Sentía una mezcla de sentimientos encontrados. Por una parte Quinn la hacía sentir segura y protegida, pero no tenía ese encanto misterioso que poseía Santana, ni esa mirada que parecía leerte todos los pensamientos sólo con mirarte.
Interrumpiendo sus pensamientos, sonó el teléfono y era un mensaje de Rachel: “¿Qué ha pasado hoy? Estoy preocupada, de verdad…” le respondió diciéndole que ya le contaría y que estaba en casa sana y salva.
Cuando se dirigía a ponerse el pijama, le llegó otro mensaje.
-Joder, Rachel… que pesada –se dijo a si misma mientras abría el mensaje y veía que no era de su amiga, si no de un número desconocido: “Estoy delante de tu casa. Sal.” El corazón le dio un brinco al pensar que la rubia había ido a verla, aunque le extrañaba que supiera donde vivía… pero eso ya se lo preguntaría cuando la viera.
-¡Me voy a dormir! Buenas noches –chilló al pasillo y cerró de un portazo con pestillo, por si acaso.
Volvió a ponerse la ropa, y tras asomarse a la ventana para comprobar que no había nadie; saltó. Vio una silueta de espaldas, pero a causa de la falta de luz no pudo distinguir muy bien, aunque se abrazó a la espalda mientras le daba unos besos en el cuello.
-¿Y éstas confianzas, rubia? –dijo una voz burlona.
Ella quitó los brazos bruscamente y saltó hacia atrás:
-¡¿Santana?! –chilló prácticamente. Bajando más la voz le espetó -¿Qué puñetas haces tú aquí?
-Yo también me alegro de verte, rubia –siguió con el tono burlón -¿Me has confundido con alguien o es que no aguantas estar lejos de mí?
-Bah, déjame. ¿Qué quieres tú ahora? –preguntó de malhumor. Malhumor causado porque de alguna forma se alegraba de que ella estuviera allí, y eso no estaba bien.
-He venido a hacerte una visita para ver que tal con mi amiga –se acercó un poco más.
-Bien, pero no es de tu incumbencia, así que ya sabes el camino de salida –empezó a darse la vuelta para que no la siguiera mirando.
Ya dando por terminada la conversación, se empezó a alejar cuando ella la cogió del brazo y le pegó la boca a su oído:
-Britt, sabes que ella no te podrá hacer sentir las cosas que yo hago –susurró dejando su aliento en su oreja. Todo el cuerpo de Brittany fue víctima de una sacudida que tenía como autora a Santana López hablándole al oído.
-Tú no me haces sentir nada –susurró, sin nada de convencimiento.
-Si no lo hiciera, te hubieras apartado hace un rato –volvió a decir, y al acabar la sentencia dejó un beso en el lóbulo, luego bajando por su mejilla hasta llegar a su cuello –No te va a hacer sentir esto cuando besa tu cuello –pegó su boca al cuello de la rubia, las piernas le flaqueaban y si no hubiera sido por los fuertes brazos que la sujetaban, ya estaría en el suelo. Paró y le dio la vuelta bruscamente hasta tenerla de frente, con sus narices casi rozándose –Ni te hará sentir esto cuando te besa… -y pasó lo que Brittany llevaba tiempo soñando; Santana López la besó. Al principio fue un beso un poco brusco, pero poco a poco sus labios fueron encontrando un ritmo mutuo al que sus lenguas luego se unieron. Las manos de ambas no podían estarse quietas y ya viajaban por dentro de la camiseta de la otra, aunque el cerebro de Brittany no paraba de chillarle que todo eso estaba mal, no podía parar. Era como una droga, cada beso que le daba, necesitaba más y más.
Fue una escena un tanto surrealista, ya que las dos se entregaron en cuerpo y alma a la otra, poniendo los sentimientos en cada beso y cada caricia. La necesidad de estar juntas se hizo más latente en ellas… pero el ruido del móvil de Brittany la devolvió a la realidad de golpe, y fue como un jarro de agua fría cuando vio que era Rachel quién la estaba llamando.
-Es Rachel… -sólo esas dos palabras sirvieron a Brittany para separarse bruscamente de la morena -¡Es mi mejor amiga! ¡Y tu novia! ¿Cómo hemos podido hacerle esto? –empezó a chillar mientras las lágrimas rodaban por su cara. Santana la rodeó con los brazos y ella lloró en su hombro, confundida por todo lo que acababa de pasar. Lloró hasta recordar lo que había pasado y se separó de su abrazo.
-¡Suéltame! –chilló furiosa.
-Britt, para relájate –intentó retenerla, pero ella estaba cabreada y confusa, así que cuando Santana la trató de retener, ella la cogió del brazo y sin explicación, le quemó el antebrazo.
Se apartó de un salto asustada de si misma, mientras Santana hacía una pequeña mueca de dolor pero la miraba normal, como si no tuviera la marca de la mano de Brittany grabada a fuego en su piel.
-Ya era hora de que despertaras, Brittany –y le sonrió mientras sus ojos brillaban de una manera extraña.
-¿Cómo que ya era hora? ¡Te acabo de quemar el brazo y no sé por que ni como! –se puso las manos en la cabeza con frustración. En ese momento, le preguntó a la chica que hacía latir su corazón la pregunta que evitaba hacerse a sí misma -¿Quién soy? ¿O… qué soy?
PD: Iba a hacerlo más corto... pero tenía ganas de meter un poco de Brittana :$
Otro capítulo? A quién le apetece un reencuentro entre las rubias? :)
CAPÍTULO 3
El timbre de la gran casa sonó, y Brittany fue corriendo a abrir. Al estar la puerta completamente abierta vio a una Rachel tímida. Su familia, los Pierce, no estaban muy felices de que ella tuviera como mejor amiga a Rachel, una chica de clase media y no de una estirpe rica como lo eran los Pierce.
-Mamá, me voy ya –chilló para que su madre quedara avisada, ya que antes se había despedido de sus abuelos y su prima, que iban a echarse una siesta.
Cogió a Rachel de la mano y se fue con ella hasta el coche, que arrancó y las llevó hacia su destino.
Pasaron el tiempo en silencio, no sabiendo que decir o prefiriendo callar.
Pidieron y se sentaron enfrente a la otra en unos sofás al fondo de la cafetería.
Mientras bebían en silencio, el móvil de Rachel sonó. Ésta, asustada por el repentino ruido, lo cogió al segundo pitido y respondió:
-Hola, Santana ¿Qué pasa? –lanzó una mirada a Brittany que se concentró en los sorbos de café para no dirigir sus pensamientos hacia cierta morena de ojos castaños.
-Sí, estoy con ella –siguió hablando Rachel –Oh, ¿entonces estás aquí? ¿Y por qué no me saludas?... Oh, vale ahora voy a verte… o mejor ven tú –dicho todo esto volvió a mirar a Brittany que seguía con la mirada perdida.
-Em… Santana está aquí con una amiga y ahora vienen. Será un ratito solo –se adelantó para cogerle la mano a su amiga, pero ella evitó el gesto rápidamente.
-Ya, pues cuando acabes me llamas y ya estaremos juntas –empezó a recoger sus cosas cuando dos figuras aparecieron a su lado. Antes de darse la vuelta sabían quiénes estaban allí.
-Santana, oye, que será mejor que nos veamos luego… que ahora estoy con Britt –dijo Rachel mientras abrazaba a la morena.
Brittany se giró, y lo primero que vio fueron unos penetrantes ojos verdes mirándola y unos castaños estudiándola. Iba a hablar, pero la chica de ojos verdes se llevó un dedo a los labios mientras sonreía.
-Bueno, pues Quinn, vámonos –dijo Santana mirando a su amiga, que no apartaba su mirada de Brittany. Santana se dio cuenta del intercambio de miradas, y algo extraño se removió en su interior.
-San, ésta chica y yo nos conocimos anoche y nos hicimos amigas –sonrió burlonamente al ver primero el desconcierto en la cara de su amiga y luego la ira que pareció invadirla –Así que, os dejamos solas y vamos a dar una vuelta.
En todo éste diálogo, o monólogo, ya que nadie habló, Brittany había pasado también la fase de desconcierto, pero ahora sonreía ante la alegría de esa rubia.
-¿Britt? –preguntó extrañada Rachel. Por supuesto, que ella no sabía nada de Quinn, no habían hablado aún… así que la dejó con la duda.
-Tiene razón. Es una amiga que tengo la suerte de volver a ver –sonrió y cogió su bolso, saliendo con Quinn casi pisándole los talones.
Anduvieron sin mediar palabra hasta llegar a un parque solitario y se sentaron en un banco frente a una fuente.
Sin previo aviso, Quinn le regaló un suave beso que ambas saborearon y luego Brittany sonrió con timidez.
-No me diste tu número ni nada, creí que no te volvería a ver –susurró Brittany, aún muy cerca del rostro de la otra rubia.
-No lo necesitabas ni lo necesitas. Siempre te acabaré encontrando –la miró con intensidad.
-¿Me encontrarás? ¿Cómo? –preguntó Brittany un poco desconcertada.
-Mientras quieras verme, yo te puedo encontrar –dijo sin más.
-No lo entiendo y no creo que vayas a ayudarme –dijo para sí misma, aunque la miró a los ojos con un brillo desafiante.
-Todo a su tiempo –sonrió devolviéndole la mirada.
-¿Te han dicho alguna vez que tus ojos son preciosos? –comentó la otra rubia.
-Puede, pero viniendo de ti me siento muy alagada –respondió Quinn con su encantadora sonrisa –Los tuyos tampoco se quedan nada cortos.
-Gracias… -se sonrojó ante sus palabras.
-Cuéntame cosas de ti, que anoche no hablamos mucho –rió ante sus propias palabras, y Brittany se sonrojó un poco más al notar la realidad. Prácticamente se habían dicho los nombres y luego habían pasado a la acción.
-Me llamo Brittany Susan Pierce –dijo tendiéndole la mano. La otra, sin dejar de lado su sonrisa, se la estrechó.
-Quinn Fabray, todo un placer –respondió.
-¿Cómo es que nunca te había visto por aquí? –preguntó. Realmente estaba muy intrigada por esa rubia, que había aparecido de la nada.
-Puede que recientemente me haya mudado al pueblo, quién sabe –se encogió de hombros.
-¿Te gusta hacerte la misteriosa? –rió Brittany ante su actitud.
-Soy misteriosa, no me lo puedes negar –afirmó con seguridad.
-Toda la verdad… ¿qué estudias? –siguió con el interrogatorio.
-Estoy haciendo las prácticas del tercer año de económicas aquí, ¿qué hay de ti?
-Estoy estudiando en el instituto William McKinley, último año –dijo un poco avergonzada por ser tan joven, aquella chica le pasaría unos 3 años mínimo.
-Vaya, se podría decir que soy una asalta cunas, ligándome a las jovencitas de por aquí –dijo negando con la cabeza y riendo con ganas.
-Eh, ¿quién te ha dicho que me has ligado? –preguntó poniendo un tono pícaro.
-Tus ganas de besarme, puede ser –volvió a encogerse de hombros.
-No te lo niego –susurró Brittany volviendo a besar a esa misteriosa rubia que la atraía con fuerzas. Ella no era la típica chica que estaba un día con uno (o una) y otro con otra persona. Pero era imposible resistirse, era una atracción que sólo superaba otra morena, pero esa era una historia imposible.
-No te conozco de nada y estoy en un parque dónde hasta mi madre podría verme dándome el lote contigo… ¿qué me has hecho? –rió Brittany un poco al separarse nuevamente.
-Son mis encantos, yo te lo perdono, si yo fuera tú también me rendiría a mis encantos –sonrió Quinn y Brittany sacudió la cabeza mientras rodaba los ojos.
Pasaron una agradable tarde juntas, hablando y conociéndose un poco, aunque Brittany prácticamente no le sacaba ninguna respuesta en claro a la rubia, que parecía tener un don para dejar las respuestas ambiguas.
Estaban andando de vuelta a la cafetería donde Brittany había dejado aparcado el coche, cuando llegaron allí, ésta se giró para mirarla a los ojos.
-Quinn, si tanto dices que no me hace falta localizarte porque tu me encontrarás… encuéntrame pronto –dijo con las mejillas encendidas.
-Pronto nos volveremos a ver, trata de sobrevivir sin mí –le acarició el pelo y luego le dejó un suave beso que la dejó suspirando viendo como la otra se alejaba con un paso rápido y ligero.
Brittany entró al coche aún sintiendo las mariposas en el estómago.
-¡Mamá! Ya estoy en casa –anunció canturreando mientras cerraba la puerta detrás de ella.
-Brittany, ¿qué tal la tarde? –preguntó su madre al mismo tiempo que volvía a concentrar su atención en la tarta que estaba haciendo. A su lado estaba Sugar.
-Genial, mami. Hemos estado hablando y paseando por el parque –dijo sin dejar de moverse tontamente y su prima la miró inquisitivamente -¡Me voy a mi habitación!
Se fue por el pasillo tan en su mundo que no se dio cuenta que alguien estaba detrás de ella. Sintió una mano en su hombro y se giró sobresaltada:
-¡Por la madre del cordero! Sugar, me has dado un susto de muerte –le propinó un pequeño puñetazo en el hombro.
-¿Puedo saber por qué estás tan feliz? –preguntó Sugar levantando una ceja.
-¿No puedo estar feliz por que sí? He pasado una buena tarde, sólo eso.
-¿Con Rachel? –volvió a insistir.
-Que sí –bajó la cabeza rápidamente para que no se le viera la sonrisa que se le había formado en su rostro.
-Pues te tiene que tener loquita –dijo ingenuamente.
-Vale, tú ganas… he visto a la chica de anoche –se puso roja –Pero no quiero dar más detalles, que es muy reciente y no quiero que se gafe.
-¡Lo acabaré averiguando, renacuaja! –la amenazó volviendo a la cocina.
Brittany entró en su habitación y se quedó apoyada en la puerta mientras resbalaba lentamente hasta el suelo. Sentía una mezcla de sentimientos encontrados. Por una parte Quinn la hacía sentir segura y protegida, pero no tenía ese encanto misterioso que poseía Santana, ni esa mirada que parecía leerte todos los pensamientos sólo con mirarte.
Interrumpiendo sus pensamientos, sonó el teléfono y era un mensaje de Rachel: “¿Qué ha pasado hoy? Estoy preocupada, de verdad…” le respondió diciéndole que ya le contaría y que estaba en casa sana y salva.
Cuando se dirigía a ponerse el pijama, le llegó otro mensaje.
-Joder, Rachel… que pesada –se dijo a si misma mientras abría el mensaje y veía que no era de su amiga, si no de un número desconocido: “Estoy delante de tu casa. Sal.” El corazón le dio un brinco al pensar que la rubia había ido a verla, aunque le extrañaba que supiera donde vivía… pero eso ya se lo preguntaría cuando la viera.
-¡Me voy a dormir! Buenas noches –chilló al pasillo y cerró de un portazo con pestillo, por si acaso.
Volvió a ponerse la ropa, y tras asomarse a la ventana para comprobar que no había nadie; saltó. Vio una silueta de espaldas, pero a causa de la falta de luz no pudo distinguir muy bien, aunque se abrazó a la espalda mientras le daba unos besos en el cuello.
-¿Y éstas confianzas, rubia? –dijo una voz burlona.
Ella quitó los brazos bruscamente y saltó hacia atrás:
-¡¿Santana?! –chilló prácticamente. Bajando más la voz le espetó -¿Qué puñetas haces tú aquí?
-Yo también me alegro de verte, rubia –siguió con el tono burlón -¿Me has confundido con alguien o es que no aguantas estar lejos de mí?
-Bah, déjame. ¿Qué quieres tú ahora? –preguntó de malhumor. Malhumor causado porque de alguna forma se alegraba de que ella estuviera allí, y eso no estaba bien.
-He venido a hacerte una visita para ver que tal con mi amiga –se acercó un poco más.
-Bien, pero no es de tu incumbencia, así que ya sabes el camino de salida –empezó a darse la vuelta para que no la siguiera mirando.
Ya dando por terminada la conversación, se empezó a alejar cuando ella la cogió del brazo y le pegó la boca a su oído:
-Britt, sabes que ella no te podrá hacer sentir las cosas que yo hago –susurró dejando su aliento en su oreja. Todo el cuerpo de Brittany fue víctima de una sacudida que tenía como autora a Santana López hablándole al oído.
-Tú no me haces sentir nada –susurró, sin nada de convencimiento.
-Si no lo hiciera, te hubieras apartado hace un rato –volvió a decir, y al acabar la sentencia dejó un beso en el lóbulo, luego bajando por su mejilla hasta llegar a su cuello –No te va a hacer sentir esto cuando besa tu cuello –pegó su boca al cuello de la rubia, las piernas le flaqueaban y si no hubiera sido por los fuertes brazos que la sujetaban, ya estaría en el suelo. Paró y le dio la vuelta bruscamente hasta tenerla de frente, con sus narices casi rozándose –Ni te hará sentir esto cuando te besa… -y pasó lo que Brittany llevaba tiempo soñando; Santana López la besó. Al principio fue un beso un poco brusco, pero poco a poco sus labios fueron encontrando un ritmo mutuo al que sus lenguas luego se unieron. Las manos de ambas no podían estarse quietas y ya viajaban por dentro de la camiseta de la otra, aunque el cerebro de Brittany no paraba de chillarle que todo eso estaba mal, no podía parar. Era como una droga, cada beso que le daba, necesitaba más y más.
Fue una escena un tanto surrealista, ya que las dos se entregaron en cuerpo y alma a la otra, poniendo los sentimientos en cada beso y cada caricia. La necesidad de estar juntas se hizo más latente en ellas… pero el ruido del móvil de Brittany la devolvió a la realidad de golpe, y fue como un jarro de agua fría cuando vio que era Rachel quién la estaba llamando.
-Es Rachel… -sólo esas dos palabras sirvieron a Brittany para separarse bruscamente de la morena -¡Es mi mejor amiga! ¡Y tu novia! ¿Cómo hemos podido hacerle esto? –empezó a chillar mientras las lágrimas rodaban por su cara. Santana la rodeó con los brazos y ella lloró en su hombro, confundida por todo lo que acababa de pasar. Lloró hasta recordar lo que había pasado y se separó de su abrazo.
-¡Suéltame! –chilló furiosa.
-Britt, para relájate –intentó retenerla, pero ella estaba cabreada y confusa, así que cuando Santana la trató de retener, ella la cogió del brazo y sin explicación, le quemó el antebrazo.
Se apartó de un salto asustada de si misma, mientras Santana hacía una pequeña mueca de dolor pero la miraba normal, como si no tuviera la marca de la mano de Brittany grabada a fuego en su piel.
-Ya era hora de que despertaras, Brittany –y le sonrió mientras sus ojos brillaban de una manera extraña.
-¿Cómo que ya era hora? ¡Te acabo de quemar el brazo y no sé por que ni como! –se puso las manos en la cabeza con frustración. En ese momento, le preguntó a la chica que hacía latir su corazón la pregunta que evitaba hacerse a sí misma -¿Quién soy? ¿O… qué soy?
PD: Iba a hacerlo más corto... pero tenía ganas de meter un poco de Brittana :$
Ade_S.Pierce- ---
- Mensajes : 531
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 29
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Simplemente me ha encantado. :)
Ya me imaginaba yo un poco por donde iban los tiros cuando en un capítulo anterior pasó lo del correntazo, ahora es una quemadura, me recuerda un poco a la serie de los protegidos, pero seguro que tu fic estará mejor.
¡Dios has hecho que se me ponga la piel de gallina con el momento Brittana! :$
¡Actualiza pronto y no nos tengas en ascuas! (chistaco XDD)
Ya me imaginaba yo un poco por donde iban los tiros cuando en un capítulo anterior pasó lo del correntazo, ahora es una quemadura, me recuerda un poco a la serie de los protegidos, pero seguro que tu fic estará mejor.
¡Dios has hecho que se me ponga la piel de gallina con el momento Brittana! :$
¡Actualiza pronto y no nos tengas en ascuas! (chistaco XDD)
Murciélaga** - Mensajes : 93
Fecha de inscripción : 16/04/2012
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
AHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!! Dios qe capitulo increible!
Si, me enamore de tu fic, jajajaja Xd lo amo
Necesito que actualizes para vivir, si sentite culpable
Si, me enamore de tu fic, jajajaja Xd lo amo
Necesito que actualizes para vivir, si sentite culpable
Floor- - Mensajes : 1418
Fecha de inscripción : 28/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18
Brittany se acaba de liar con la novia de su amiga despues de pasar la tarde con la amiga de Santana....la chica no es tonta jajaja lo que no entiendo es Santana ¿esta jugando con Brittany? ¿o siente cosas d vrdad por ella? pero si es eso ¿porque sigue con Rachel? pero lo mas raro de todo....¿Britt tiene superpoderes o algo asi? Y Santana lo sabe...sigue pronto por favor jajaja
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
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