FanFic: ¿Quién soy? -Capítulo 18

Otro capitulín, y pronto estará el siguiente :)
Gracias por leer y disfrutad y tal.

CAPÍTULO 15

La primera en hablar fue Santana:
-Fabray, ¿me estás diciendo que mi padre me usó como si fuera una cobaya para sus experimentos? ¿Mi papi?
-Tranquila, lo dices como si tuviera la culpa yo… Pero no sé como te sorprendes tanto, ni tú ni yo llegamos a conocer a nuestros padres –dijo con un tono de amargura.
-Con esa historia se responden muchas preguntas, sí… pero yo no me la creo –dijo Brittany con seguridad –Yo sí que llegué a conocer a mi padre y él trabajaba como director de marketing en una multinacional.
-No te dijo la verdad de donde trabajaba porque se mantenían los nombres de los científicos anónimos. La empresa no daba a conocer ningún nombre –aseguró Quinn alternando su mirada entre las dos chicas.
-Mi padre no trabajaba ahí –volvió a repetir Brittany pero con menos seguridad.
-Tu padre, Roice Pierce, el de S, Ricardo López, y el mío, Ray Fabray, fueron los descubridores del “Gen R”. Es un tipo de gen que tiene facilidades para ser alterado. Ellos tres lo tenían, pero eran demasiado mayores para tratar de alterarlo, estaba demasiado desarrollado el gen. Y es ahí donde entramos nosotras. Primero investigaron que hubiéramos heredado ese gen y empezaron experimentando conmigo, luego con San y finalmente contigo, Brittany. Sé que suena muy fuerte, y lo es, pero no creo que lo hicieran con mala intención –finalizó Quinn.
-A ver, una cosa detrás de otra… ¿Ray Fabray? ¿Qué se fumaron tus abuelos para ponerle ese nombre? –dijo Santana al tiempo que recibía una mirada de hielo de su amiga –Vale, era para dar un toque de humor al caos este… pero otra cosa, ¿qué hubiera pasado si no hubiera salido bien el experimento?
Quinn se quedó en silencio durante unos segundos antes de contestar a la pregunta.
-No lo sé. Y creo que no lo sabían ni ellos –dijo finalmente. Tras un breve silencio la otra rubia habló.
-No es que dude de ti ni nada, pero ¿cómo sabes todo esto a ciencia cierta? Puede que todo sea una historia que alguien se ha inventado para explicar todo esto –dijo con suavidad, sin querer ofender a la rubia.
La aludida tomó aire y se rascó el cuello con pose pensativa.
-Digamos que… hace una semana me fui a casa de mi madre y… -fue interrumpida a medio relato.
-Lucy Quinn Fabray, ¿entraste en la casa del monstruo de Judy Fabray sin decirme nada? –saltó Santana. La expresión de su rostro mostraba cuan dolida y traicionada se sentía.
-No fue precisamente una visita de placer –respondió Quinn pareciendo igual de dolida que su amiga.
Brittany miraba el intercambio de palabras con el ceño fruncido por la confusión, se sentía fuera de lugar. Tras unos instantes de mirarse, Quinn dirigió su mirada a la otra rubia y le mostró una triste sonrisa.
-Por tu cara puedo adivinar que estás perdida.
-Totalmente –respondió Brittany con una pequeña sonrisa.
-Pues supongo que tendré que contártelo –dijo Quinn tomando aire.
-¿Estás segura? –preguntó Santana con voz suave y cogiéndole la mano.
-Sí, tranquila –sonrió la rubia a su amiga, dándole un ligero apretón a su mano.

FLASHBACK
-¿Preparada, Q? –preguntó Santana a la rubia que estaba a su lado.
-No del todo, pero ya que estamos aquí… -suspiró con pesadez. Quinn insertó las llaves en la puerta, aún con el pequeño temblor en sus manos.
Entraron en la residencia de los Fabray en silencio y el nerviosismo de la rubia se podía palpar en el ambiente.
-Eh, estoy aquí –susurró la morena a su asustada amiga, entrelazando sus dedos en señal de apoyo. La rubia se aferró al contacto de su amiga apretando el agarre –Si no quieres decírselo no tienes porque hacerlo –prosiguió Santana mirándola preocupada.
-Voy a hacerlo, necesito ser sincera con ella y conmigo misma –se aseguró al tiempo que avanzaba hacia la cocina donde su madre estaba preparando la cena.
-Mamá –dijo en voz baja p ara llamar su atención.
Judy Fabray soltó lo que estaba haciendo y se giró hacia ellas con una sonrisa.
-Chicas –les sonrió ampliamente, pero su ceño se frunció un poco al ver sus manos entrelazadas.
-Tengo algo importante que decirte –empezó a decir la rubia armándose de valor.
-Yo también. Ha llamado el reverendo Smith para avisar que la reunión del club de celibato es el martes –interrumpió Judy.
-Vale… -cedió Quinn, pero Santana le pegó un ligero estirón y le dirigió una mirada que decía ‘No olvides a que has venido’ –Mamá, de verdad que tengo algo muy importante que decirte y te agradecería que no me interrumpieses y me escucharas.
Judy la miró interrogante, pero a los segundos asintió con la cabeza y se sentó en una silla.
-Sé que lo que te voy a decir no va a ser de tu agrado, p ero es algo que está dentro de mí desde siempre. He tratado de ignorarlo, de lucharlo y evitarlo, pero ha sido imposible. He sufrido durante años no poder expresarme tal y como soy y poder ser quién soy. Lo que si que te pido por favor es que no me trates distinto, sigo siendo Lucy Quinn Fabray, solo que esta vez vas a ver como realmente soy –tomó aire fuertemente. Llegaba el momento que lo podía cambiar todo –Mamá, soy gay.
Tras las palabras de la rubia, la habitación se quedó en un intenso silencio. Judy no había cambiado de expresión facial y miraba atentamente a las dos adolescentes en frente de ella que a su vez la miraban a ella expectante. De repente, empezó a aplaudir y las dos chicas se miraron con la confusión pintada en sus rostros.
-Muy buena actuación, Lucy. Ahora ve a prepararte para la cena –dijo Judy.
-¡¿Qué?! ¡No! No es ninguna actuación –exclamó Quinn.
-Cariño, no eres gay. No te he educado para que seas una desviada, así que no me lo creo –dijo con una sonrisa que a Santana le produjo escalofríos.
-Mamá, esto es demasiado difícil de decir como para que me ridiculices. Soy gay –volvió a repetir con seguridad en su voz, pero las lágrimas estaban a punto de traicionarla.
-Sí, y ahora me vas a decir que tienes novia –dijo con una risa incrédula. Quinn ya no sabía que hacer para que creyera que lo que decía era verdad.
-Sí que la tiene –habló Santana por primera vez, ganándose así las miradas sorprendidas de las dos Fabray –Yo soy su novia.
Al escuchar esta afirmación, la cara de Judy se contrajo y lanzó una mirada a su hija.
-¿Es eso cierto? –preguntó entre dientes.
-Eh… sí… -logró decir Quinn.
Entonces, la mirada de Judy se posó sobre Santana y se acercó lentamente hacia ella. Por dentro la morena estaba aterrada, pero su orgullo no le permitía mostrar inseguridad, así que disfrazó su miedo y se puso una máscara de seguridad.
-Te he permitido el acceso a esta casa, a todas nuestras comodidades y hospitalidad, y tu me lo agradeces corrompiendo a mi hija con tu conducta desviada –dijo con una voz teñida de desprecio.
-S no tiene la culpa de lo que soy. Mamá, siempre he sido así –reiteró Quinn mientras apretaba tan fuerte la mano de su amiga que estaba segura que le había cortado la circulación.
La mirada de Judy se volvió a posar en su hija y se colocó enfrente de ella mirándola con una mezcla de desprecio y asco. Lo que Quinn no vio venir fue la bofetada que colapsó en su mejilla izquierda. El fuerte dolor permitió que las primeras lágrimas salieran de sus ojos.
-Oiga, Sra. Fabray. Vale que es su madre, pero no tiene derecho a pegarle, no ha hecho nada malo –salió en defensa de su amiga Santana. Se colocó entre madre e hija para evitar más agresiones a su ya demasiado herida amiga.
-Tú si que no tienes derecho a decirme nada, lo único que eres es una lesbiana rompe-hogares –dijo Judy volviéndose a acercar a su hija con la mano abierta, pero la morena se interpuso y recibió un empujón que la llevó directa al suelo con un desagradable “crack” retumbando en la habitación.
-¡S! –logró reaccionar Quinn al ver el cuerpo de su amiga en el suelo. Tenía el pie doblado en un ángulo muy extraño y una brecha en la cabeza. Se arrodilló a su lado y la cogió en sus brazos. “Oh no, ahora va a ver que puede regenerarse” pensó Quinn aterrada. Judy miraba el cuerpo de Santana con desprecio y sin ningún rastro de culpabilidad en su rostro.
Fue cuando el pie de Santana volvió a la posición correcta y la brecha se cerró que sus ojos se abrieron como platos.
-Tú, tú… -empezó a alejarse –Tú eres el demonio –dijo con la voz teñida con miedo.
-Mamá, como va a ser el demonio…
-Y tú –dijo mirando a su hija –no tienes derecho a llamarme madre. Vete de esta casa y no vuelvas. Te daré dinero todos los meses porque es lo que tu padre habría querido, pero no vuelvas a pisar esta casa con Satán –dijo en ultimátum.
Quinn se quedó en estado de shock, y Santana se levantó y se colocó al lado de su amiga.
-¡¡Fuera de aquí!! –gritó Judy.
Santana cogió a su amiga y la sacó a rastras de su casa.
-¿Qué voy a hacer? –dijo con voz baja Quinn mientras miraba lo que hace segundos era su hogar.
-Tú te vienes conmigo –dijo la morena a su amiga.
Le pasó un brazo por los hombros y empezaron a andar.
FIN DEL FLASHBACK

Buenisimo el cap, aunque todavia tengo la duda del otro poder que tiene San!!.. jajajajajaja.. Y odio a la mama de Quinn, quien se cree que es para empujar asi a Santana??.. ¬¬..

Beso. :D

Esa genial el capi, me encanta la relacion Quinntana, ya quiero saber cual es el otro poder de Santana , ojala lo digas pronto.

Hasta tu actu, la espero con ansias , besos!!!!

ah... quiero y necesito el siguiente cap... es que huy me gusta...

osea digamos que a mi también me causo un poco de risa la salida del closet... no es por ser mala... pero no se igual hubiera pensado que era un ser extraño... aunque yo hubiera salido corriendo... aunque no se con la carita de san a lo mejor no jaja...

y ahora cual es el otro poder de san??... dilo dilo dilo que te cuesta siiiiiiiiiii... solo quiero saber...

*besos* hasta la actu

WOWW!! Que fuerte fue ese FlashBack, pero todos sabemos como es Judy Fabrey aunque sigue siendo lamentable que desprecie a su hija, un pedazo de ella y lo único que queda de su fallecido esposo. Lo que sí me encanto fue el apoyo que en todo momento le brindo Santana a su amiga... pero no contaron con que Judy viera actuar los poderes de la morena, que agradezco infinitamente ya lo tuviera porque sino muero si algo le sucede.
Ahora solo queda conocer el pasado de la latina y descubrir como es que tienen semejante departamento.

Hasta cuando nos vas a tener con la duda del poder secreto de Santana?? Mira que nos tienes a todas imaginando TODO... Vamos a lincharte sinos defraudas, jaja, mira que hasta he pensado que con un guiño de ojo puede arrancar la ropa... Y ya no puedo esperar más!!!

MIL GRACIAS... Y regresa pronto POR FAVOR!!

¡Hola chicas! Siento si he tardado mucho en volver, pero han sido fiestas en mi pueblo y digamos que he hecho muchas cosas en vez de escribir... hahahaha
Gracias por las que seguís leyendo, significa mucho para mí que sigáis la historia. Sin más un capítulo más :)

CAPÍTULO 16

-Y ese es el final de la bonita relación madre-hija que teníamos –dijo con pesadez Quinn.
Brittany se había quedado sin palabras. No podía creer que alguien fuera capaz de hacer daño a su propia hija y menos que la echara de casa.
-No puedo ni imaginar por todo lo que habéis tenido que sufrir… -susurró mirando a las dos amigas que seguían con las manos fuertemente cogidas.
-Sí, no ha sido nada fácil –concedió Santana.
-Y, después de que os echara de su casa… ¿dónde fuisteis? –preguntó Brittany.
-Fuimos a mi casa. Vivimos allí una temporada, pero mi mami estaba muy enferma y a los meses murió… así que decidimos mudarnos y llegamos hasta aquí –suspiró Santana, notando que las lágrimas ahora acudían a sus ojos cuando pensaba en su madre.
-Lo siento muchísimo, San… -susurró Brittany. Sentía la enorme necesidad de acercarse y darle un abrazo pero no estaba segura de hacerlo.
-No tienes la culpa –dijo Santana mirándola con los ojos empañados por las lágrimas, y fue ahí cuando no pudo aguantarse más. La rubia se levantó y se sentó al lado de Santana, rodeándola con sus brazos en ademán protector.
Notó como la morena estaba reacia a llorar, pero al final no pudo más y soltó unas cuantas lágrimas silenciosas que rodaron directamente hasta la camiseta de Brittany que no la soltaba. Estuvieron así por unos segundos hasta que se pudo calmar totalmente y levantó la cabeza dirigiéndole a su rubia una mirada de adoración y agradecimiento.
-De nada –susurró Brittany ahora conteniendo el impulso de dejarle un beso en sus labios. Se veía tan vulnerable entre sus brazos que no quería soltarla por nada del mundo. Se perdió en sus ojos color café y acabaron por sonreírse mutuamente.
-Vaya… -oyeron susurrar a Quinn, y ambas notaron como se perdía el encanto del momento. Aun reacia, Brittany quitó sus brazos del cuerpo de la morena, pero no se fue de su lado –Eso ha sido… intenso –volvió a murmurar Quinn.
-Q, yo… -empezó Santana.
-Tranquila, S, luego hablamos de eso –dijo con una pequeña sonrisa Quinn.
Santana asintió y se quedó en silencio, mirando sus manos.
-Mirad, mejor que os cuente como descubrí todo lo de la empresa y nuestros padres otro día, que ahora mismo no estáis para más descubrimientos –empezó Quinn –Pero dejando de lado eso, ¿alguna pregunta más que quieras hacer, Brittany?
-No creo… hay mucho que asimilar y tengo que pensar sobre ello –murmuró la otra rubia sin mirar a Quinn a los ojos. Se había dejado llevar demasiado por el momento con Santana y ahora estaba tan avergonzada que no podía ni sostenerle la mirada de la culpa que sentía.
-¿Quieres que te lleve a casa? –preguntó Santana con voz suave. Brittany agradeció inmensamente que se ofreciera ella a llevarla a casa. Tenían cosas que hablar a solas.
-Sí, por favor –respondió con la misma suavidad en su voz.
Se levantaron las tres del sofá y Quinn las acompaño hasta la puerta.
-Espero verte pronto –susurró Quinn mirando a Brittany a los ojos.
-Claro que sí –sonrió ella. Aunque ya estaba prácticamente segura de la decisión que iba a tomar, los ojos verdes de la rubia seguían produciéndole unas rebeldes mariposas en su estómago.
Se dieron un leve abrazo y Quinn volvió a dejarle un beso en la mejilla.
-Vuelvo en un rato –dijo Santana cuando cerraba la puerta tras de sí.
Bajaron sin mediar palabra y salieron a la calle, que estaba prácticamente desierta.
-¿Quieres hablar aquí o en el parque? –preguntó Santana sabiendo las intenciones de la rubia de querer hablar.
-Parque.
El trayecto en la moto se le pasó volando a Brittany, que no paraba de pensar en todo lo que había descubierto. Una parte de ella no se acababa de creer la historia sobre su padre, pero por otra parte daba muchas respuestas. Respuestas a esos viajes tan largos, las noches sin ir a casa, la prohibición de entrar en el estudio de su padre…
-¿Bajas? –preguntó una voz sacándola de sus pensamientos.
No se había dado cuenta de que ya habían llegado a su destino, pero rápidamente se deshizo del casco y siguió a la morena que se había acomodado en un banco.
-Empieza a preguntar –dijo con resignación.
-Tu segunda habilidad –dijo sin dudar Brittany. Era la única cosa que no paraba de preguntarse.
-¿No hay otra cosa que te interese más? –preguntó con un cierto toque de desesperación.
-No –afirmó con seguridad.
La morena cerró los ojos y suspiró. Para darle ánimos, Brittany colocó su mano sobre la rodilla de Santana, que abrió los ojos ante el contacto.
-Sé que cuando te lo diga te vas a sentir traicionada, y no quiero que te vayas… he perdido a demasiada gente en mi vida como para que ahora tú también me abandones –dijo con la voz rota y unos ojos de súplica.
-San, nada que me digas va a hacerme dejarte. Te lo prometo –aseguró Brittany ahora con la mano en la mejilla de la morena, acariciándole con suavidad sus facciones.
-Yo… digamos que tengo la habilidad de atraer a las personas… tengo el “poder” de hacer que la gente se enamore de mí y de controlarlos para conseguir lo que quiero –soltó de una. La mano de Brittany se quedó paralizada en el lugar donde estaba y su boca se entreabrió –Antes lo usaba para conseguir todo lo que quería, lo usaba con chicos, chicas, lo que fuera para tener cosas… pero desde que te conocí a ti que todo cambió. No creas que he usado mi habilidad contigo, porque no lo he hecho. No es que no lo haya intentado, porque lo he hecho, pero parece ser que eres inmune –dijo con una pequeña sonrisa.
-Espera, espera… ¿significa eso que has manipulado a Rachel? –preguntó incrédula Brittany.
-Digamos que sí… te he dicho que usaba mi poder para conseguir lo que quería, y lo que quería eras tú. La única forma de acercarme a ti era a través de Rachel, así que lo hice –se encogió de hombros.
-A ver… ¿eso es algo que puedes controlar o sencillamente tienes ese efecto en todas las personas? –preguntó Brittany.
-Antes no podía controlarlo, pero Quinn me está ayudando a hacerlo. Ella fue la primera con la que conseguí no usarlo, y partir de ahí he aprendido –afirmó.
-Vale… así que todo lo que siento no es que me hayas manipulado tú, sino que simplemente estoy enamorada de ti, ¿no? –dijo antes de darse cuenta de lo que acababa de soltar, y al instante se puso roja de la vergüenza.
-¿Estás enamorada… de mí? –preguntó con incredulidad Santana.
La cara de la morena era un poema, y Brittany no pudo más que reír de cuan adorable era, pero también asintió con la cabeza a la pregunta que le había realizado.
-¿Y… y Quinn? –siguió preguntando aún con la sospecha en su rostro.
-Me gusta, pero ella no es tú –contestó simplemente.
-¿Y Rachel? –preguntó por último. Ninguna de las dos se había dado cuenta de que se estaban acercando poco a poco y ahora sus caras estaban tan cerca que podían sentir la respiración de la otra encima de su boca.
-Tengo que hablar con ella, y tú tienes que romper con ella –dijo con un poco de amargura en la voz. Era lo único que aun la retenía de lanzarse a los brazos de Santana. Perder a su amiga no era una cosa que creía que podía hacer frente, ella también había perdido a mucha gente a lo largo de su vida y Rachel había sido de las pocas que había seguido junto a ella sin soltar su mano nunca.
-Lo haré –aseguró Santana con una sonrisa. La morena no pudo evitarlo, y rodeó con sus brazos a Brittany y la atrapó en su abrazo.
-No va a ser fácil, ¿lo sabes? –le susurró en el oído a Brittany para asegurarse de que estaba segura. Si algo quería ella, era que Brittany fuera feliz.
-Lo sé, hay mucho en contra de nosotras… -dijo empezando a enumerar en su cabeza todos y cada uno de los obstáculos que se podían interponer entre ellas.
-Pero ahora mismo, solo somos tú y yo –volvió a susurrar, pero separándose para volver a colocar su cara cerca de su rubia. Brittany sonrió con timidez y Santana respondió por igual. No sabían quien dio el primer paso, pero se encontraron sus labios en un esperado beso. No era apresurado, estaba lleno de ternura y de promesas.
Brittany se derritió con la ternura y el amor que podía demostrar Santana con un simple beso, y en ese instante estuvo más segura que nunca de que su decisión había sido la correcta y que estaba donde tenía que estar.

PD: me disculpo si es demasiado corto, pero creía que debía compensaros al menos con un capítulo corto antes que estar sin actualizar para uno más largo... además de que yo también tenía ganas de empezar a escribir Brittana :)

ok que bueno que actualizaste ya me estaban dando ataques de ansiedad...ya bueno...

el cap me a gustado ya que se vio a las brittanas en todo su resplandor... osea britt ya se decidió... y se cual es el poder de san... mmm debe ser por eso que la amo tanto... nah no creo que lo necesite jaja...

*besos* hasta la actu

siiiiiii, alfin actualizacion ^^ jajajaja cortita pero a merecido la pena

¡Estoy de vuelta con un capítulo más! Espero que os guste :)

CAPÍTULO 17

-Bueno… -dijo Brittany bajando la vista a sus manos entrelazadas al tiempo que paraban en la entrada de la urbanización.
-Bueno… -respondió la morena con una pequeña sonrisa. No era un secreto que había roto más de un corazón, pero esa fase de las relaciones no era su fuerte y se sentía indefensa ante la azul mirada de su rubia. “Mi rubia… que bien suena” dijo aumentando el tamaño de su sonrisa.
-¿Qué te tiene tan sonriente? –preguntó Brittany al ver la sonrisa de la más baja.
-Tú.
-Que adorable eres –respondió con una sonrisa.
-No soy adorable, soy fuerte y segura de mi misma –respondió a su vez la otra chica hinchando el pecho con orgullo.
-Lo que tú digas, cariño –murmuró Brittany antes de darse cuenta del apodo con el que la había llamado –Eh, yo… uish, lo siento…
Santana rió ante lo avergonzada que estaba Brittany y colocó su mano libre en su mejilla para dirigir su mirada a sus ojos.
-Me gusta que me llames así… pero no se lo digas a nadie o tendré que acabar contigo y esos ojitos azules son demasiado adorables como para no volverlos a ver –dijo dándole un pellizco en la mejilla juguetonamente.
-¿Me tengo que sentir halagada? –frunció el ceño, confundida.
-Sí –sonrió ampliamente la morena –Por mucho que me gustara quedarme aquí rato y rato hablando contigo, tengo que irme a casa que me espera mi mujer –bromeó.
-No digas eso –dijo con el ceño fruncido aún más acentuado.
-¿Alguien está celosa?
-No.
-Sé que si… pero no pienso discutir eso contigo –dijo dándole un rápido beso en los labios que la tuvo sonriendo otra vez al instante.
-En serio que me tengo que ir.
-Vete, nada te retiene aquí –murmuró Brittany.
Santana suspiró, y volvió a acercar su cara a la de su… ¿amante? ¿amiga con beneficios? ¿novia secreta y no oficial? Y darle un beso más largo y suave, repleto del cariño y la ternura que tenían todos los que habían compartido a lo largo de la tarde juntas.
-Mañana nos vamos a volver a ver, y si quieres puedo pasar a recogerte con la moto, sé que la adoras –sonrió Santana.
-En realidad solo te he dicho todo eso para que me lleves más a menudo con tu moto, no por otra cosa –ironizó la rubia sacándole la lengua a la otra chica –Pero acepto tu propuesta.
-Adiós, mi ángel –susurró con sinceridad y cariño la morena mirando directamente al alma de Brittany.
-Adiós, mi pitufa gruñona –repuso la rubia con una sonrisa que podía eclipsar al sol. Santana no pudo más que poner los ojos en blanco y dejar otro beso descansar en la boca de la otra chica.
-¿Hablamos por whatsapp esta noche? –preguntó con timidez Brittany.
-No creo que tenga nada mejor que hacer, así que vale –sonrió Santana mientras se distanciaba de la otra chica, sintiendo que dejaba a su vez un trozo de ella misma con Brittany. El trozo que sentía que la rubia le había robado la primera vez que sus ojos se encontraron y le sonrió.
-Estoy muy jodida –se dijo a si misma poniéndose el casco.

-¡Q! ¡Ya estoy en casa! –evitó decir “mi amor” como decía cada vez que entraba en casa porque sabía que tenía muchas explicaciones que darle a su amiga y el ambiente no se respiraba para ese tipo de bromas.
-¡En el salón! –se oyó una voz desde dentro de el piso. Santana dejó sus cosas rápidamente en la mesa de la entrada y se dirigió al salón respirando profundamente y armándose de valor.
Al encontrarse cara a cara con su amiga se le fue todo el resuelve que había tenido y se abalanzó a su lado, casi tirando al suelo el ordenador que tenía en su regazo.
-Lo siento mucho, Q… no se como he podido hacerte esto, pero no podía evitarlo… tú me has dicho muchas veces que cuando quieres algo debes ir a por ello y yo sentía que esto era lo que quería y no podía evitarlo y… -paró abruptamente cuando una mano le cubrió la boca.
-Relájate, por dios… -dijo Quinn quitando la mano de la boca de su amiga -¿Mejor? –Santana asintió con la cabeza sin atreverse a hablar otra vez.
La habitación se quedó en silencio durante unos segundos que a la morena le parecieron eternamente eternos. A pesar de los años que había pasado con su amiga, no podía leer fácilmente sus emociones. Igual que ella, había desarrollado una máscara para ocultar sus emociones y así protegerse de los que quieren hacerle daño.
-En realidad ha sido mi culpa –dijo Quinn rompiendo el silencio. No queriendo hablar Santana le dirigió una mirada interrogante instigándola a decir más –Yo sabía que le gustabas… lo noté en la forma que te miraba el día de la discoteca, y también noté la forma en que tú la mirabas cuando creías que nadie se daba cuenta. Y a pesar de ello, me metí por en medio.
-No ha sido tu culpa, Q. He sido yo por querer hacerlo todo tan complicado… podría haber ido directamente a Britt a decirle lo que sentía y hablar con ella y en cambio de ello la ignoraba, la trataba de mal y empecé a salir con su mejor amiga solo para atraer su atención –se reprochó a si misma.
-Es tu naturaleza hacerlo todo más complicado –dijo con una pequeña risa a la que se unió Santana –Pero la mía es igual. Nos creemos valientes y no somos más que unas cobardes con miedo a que nos hagan daño.
-Tú tienes tus motivos –le recordó Santana a su amiga, reviviendo el recuerdo del enfrentamiento con la madre de la rubia.
-Y tú los tuyos.
Volvieron a quedarse en silencio, cada una perdida en sus propios pensamientos.
-Entonces, ¿estáis juntas? –preguntó Quinn.
-No lo sé… supongo que es complicado. Aún estoy saliendo con R y Britt me ha pedido que rompa con ella antes de hacer nada “oficial” –dijo con un suspiro de resignación. “Lo que me viene encima” volvió a suspirar.
-Deja de auto-compadecerte. Has descubierto que la chica que te tiene loca está loca por ti también y tú solo piensas en los problemas y en todo lo que te espera a ti. Pero… ¿has pensado en lo que le viene a ella encima? ¿Sabe su familia que es gay o bisexual? Además del hecho de que tu novia es su mejor amiga –le recordó Quinn con su voz de madre más autentica.
-Tienes razón… como casi siempre –dijo enterrando la cara en sus manos. A los segundos notó unos brazos rodeándola y se rindió al confort que le ofrecía el abrazo de su amiga.
-Saldréis adelante –murmuró Quinn.
-¿Cómo estás tan segura?
-Me acabas de decir que casi siempre tengo razón, así que estoy muy segura de lo que digo –dijo dándole una sonrisa amistosa.
-¿Qué he hecho yo para merecerte? –dijo Santana.
-Oh dios, esa chica de verdad que te ha dado fuerte… te estás poniendo muy cariñosa y tontorrona –rió Quinn antes de que un manotazo le diera en el hombro.
-Aaaah –se quejó.
-Por estúpida –dijo sin sonreír Santana, pero en sus ojos se distinguía un brillo de diversión –Igualmente, ¿qué estabas haciendo?
-Estaba hablando con una chica que he conocido por Internet –sonrió Quinn.
-Que rápido pasas página tú, ¿eh? –bromeó Santana acomodándose al lado de la rubia para ver mejor la pantalla del portátil.
-En un momento de auto-compasión igual que el que has tenido tu antes, me he creado una cuenta en una página de esas de conocer a gente y llevo unas horas hablando con una chica de este pueblo que resulta que le gustan las chicas también –empezó a dar detalles sin mostrarle la pantalla a su amiga aún –Hemos hablado mucho, y a pesar de que es online, creo que puede llegar a gustarme. Habla mucho, y me ha contado que tiene una novia, pero que en realidad no la trata muy bien y la verdad… su novia tiene que ser estúpida para no hacerle caso. Le gusta cantar y para mi gusto es muy guapa –acabó Quinn al tiempo que mostraba el perfil de la misteriosa chica a Santana.
-Por mi tía Juanita… ¡ésta es Rachel! –exclamó mientras no quitaba los ojos de la pantalla del ordenador. Estaban casi fuera de sus órbitas.
-Rachel… ¿Rachel tu novia? –preguntó Quinn con un hilillo de voz.
-Sí, esa –gruñó Santana.
-Ah… entonces lo que decía de la novia estúpida lo retiro…
-Muchas gracias, Q, es de mucha ayuda –ironizó Santana.
-Menuda suerte tengo últimamente con mis ligues… -se dijo a si misma Quinn, mirando como la rabia y la ira iba aumentando en el cuerpo de su amiga.
-¿Te ha dicho la enana esa si le gustas o si está buscando a alguien más o que está pensando en dejarme a MI? –preguntó entre dientes Santana.
-Me ha dicho que le gusto y que está pensando en dejarte porque no se siente querida… -murmuró Quinn en un tono de voz a penas audible.
Pasaron unos breves segundos de silencio.
-¡¡A Santana López nadie la deja!! ¡Me cago en la enana! ¡Esa se va a enterar de la ira López mañana cuando la vea! –dijo saliendo escopetada a su habitación.
-Uff… -soltó la respiración Quinn una vez que se fue su amiga. Iban a ser unos días muy interesantes, se dijo a si misma con ironía.

No he podido dejar de reírme... Hay que ver a mi amada Santana el orgullo le come la razón y la inteligencia, en lugar de usar la nueva relación en linea que tiene su actual novia con Quinn para saber que están próxima a terminar la relación ella salen con ¡A MI nadie me deja!... Más tonta imposible, esa era la forma de evitarle problemas a Britt, al no tener la judía excusas para culparla de quitarle a su novia... DIOS!!!

Segundo, debo disculparme por mi mente sucia... No, la verdad, Naya/Santana saca lo peor de mi, bueno a esos sueños no puede llamarlos malos, al contrario, son excelentes... Por eso esperaba que la segunda habilidad de la morena, tuviera relación con el WANKY... Esperemos que Britt le desarrolle una tercera... Seria GENIAL!!!

Bueno... Como siempre no puede esperar porque vuelvas a actualizar... Me encanta tu historia.
MIL GRACIAS

Vah me encanta ver a las brittanas así.. es que son tan tiernas un amor total... y que ahora también vah haber faberry YaY! sácale un poder a rachel dale jaja... pero san me mato... jaja tan orgullosa que salio y no aprovecha el momento... pero pff quiero el siguiente... que viene...

*besos* hasta la actu

Tengo una mala noticia para esta historia... :/
Últimamente estoy trabajando en otra que me tiene más inspirada y estoy viendo si la acabo antes de publicarla o que, pero por lo que respecta a ésta historia no tengo ideas nuevas que me emocionen y puede que tarde bastante en actualizar. Siento las molestias :/

¡He vuelto! hahaha. He estado ausente porque no tenía buenas ideas para esta historia, pero en un brote de inspiración divina ya sé que voy a hacer con la historia y como acabará. Vamos, que ya está prácticamente resuelta... pero lo que peor llevo es el tiempo para escribir, así que paciencia a quien sigue leyendo este fic :)

CAPÍTULO 18

“Saaan”
Santana llevaba un largo rato de estar pensando sobre todo lo que le pasaba en la vida. Seguro, su vida sentimental siempre había sido un tanto caótica, pero la situación en la que se encontraba superaba con creces cualquier otra anterior. Había superado sus propios límites de complicar la situación. Y fue entonces cuando sonó su móvil avisándole de que tenía un nuevo mensaje de la chica más adorable del mundo.
“Britt-Britt”
Se tumbó en la cama con el móvil sobre su tripa para notar si recibía un nuevo mensaje de su rubia preferida, y no habla de Quinn. No sabía si decirle lo que había descubierto de Rachel, le parecía que era una cosa que debía decirle en persona. Igualmente, a pesar de que su orgullo no dejaba de martillearle la cabeza con que no permitiera que rompiera con ella, era una gran ventaja para ella y Brittany tener a Rachel dudando de su relación. Lo único que tenía que hacer era esperar a que la enana se aburriera de ella y la dejara. Pero esperar… había esperado demasiado para tener a su rubia entre sus brazos y una vez que lo ha conseguido, no quería por nada del mundo esperar y tener que contenerse.
“Te echo de menos…”
Era por esas pocas palabras que Brittany le había ido ganando el corazón. Aún y cuando la trataba como si fuera un desperdicio de la sociedad, la rubia sacaba fuerzas para una pequeña sonrisa. Y eso fue lo que más le llamó la atención a Santana: que siempre sonriera, incluso a ella. A lo largo de su vida no había sido precisamente una dulzura de niña, sino que los problemas iban a ella y ella los recibía con los brazos abiertos. Se hizo dura al paso de los años y lo que más la desconcertó fue encontrar a alguien tan dispar a ella.
“Yo también, Britt”
Y era verdad, la echaba de menos con cada fibra de su ser en cada minuto de su día. Podía sonar cutre y desesperado, pero no hay más verdad para una persona enamorada que sus sentimientos. Una persona enamorada no se rige por lo que le dice la mente, sino por lo que le dice el corazón y más importante, el amor.
“¿No puedes venir a verme? Estoy sola en casa y tengo miedo de lo que me puedan hacer los gnomos del jardín”
Rió ante lo adorable que resultaba Brittany aún por mensaje de texto. Ir a verla, estando las dos solas en su casa podía ser un peligro… pero no, tenían que hablar. Las relaciones anteriores de Santana se basaban en relaciones puramente físicas sin sentimientos, pero esta vez tenía que ser diferente. Había empezado con los sentimientos y no tenía ninguna prisa para intimar con la rubia. No la malinterpretéis, moría de ganas de tener su cuerpo a su disposición, pero si eso significaba no llegarle al corazón, iba a esperar todo el tiempo necesario.
“Ahora mismo voy a salvarte. Espérate que coja mi espada y mi armadura y en breves llego ;)”
Se levantó de un salto de la cama. Todo el cansancio de un largo día se evaporó con la perspectiva de pasar un tiempo a solas con su rubia. Nada más pensar en ella, una sonrisa estúpida apareció en su cara.
Salió rápidamente de la habitación cogiendo al vuelo la chaqueta.
-¿Dónde vas, Correcaminos? –preguntó Quinn aún sentada en el sofá del salón y con su portátil encima de su regazo.
-Brittany… voy a ver a Brittany –dijo sin mirarla a los ojos. Aún era demasiado extraño eso de que estaba enamorada de la chica que le gustaba a su mejor amiga. Gustaba o había gustado, aún no sabía si todos los sentimientos se habían acabado.
-Vale, que te diviertas –contestó Quinn volviendo su vista a la pantalla, pero sin ningún rastro de rencor en su voz. Santana bajó a saltos las escaleras y encendió su moto rápidamente.
En cuestión de minutos ya se había recorrido todas las calles hasta llegar a la rica urbanización donde vivía Brittany.
“Estoy en la puerta de tu urbanización. ¿Vienes tú o voy yo?”
No estaba segura de si Brittany estaba cómoda con la idea de estar a solas con ella en una casa. No dudaba de sus sentimientos, pero era solo una cuestión de confianza y ella sabía que no había hecho muchos logros para ganársela.
“Ven, que ahora hace mucho frío y si salgo se me pone la nariz roja y los dedos azules. En realidad soy multicolor”
Volvió a reír y con las manos en los bolsillos se encaminó a la lujosa vivienda de Brittany. Tocó al timbre y esperó con la mirada en sus botas. La puerta se abrió y apareció una sonriente Brittany al marco de la puerta.
-Cuanto tiempo –saludó con una sonrisa que nada podía envidiar al sol.
-En realidad ha sido demasiado –contestó mirándola intensamente, cosa que ensanchó más si cabe su sonrisa.
-Que romanticona eres –comentó sacudiendo la cabeza a la vez que ambas reían.
-¿Vas a dejarme a la intemperie toda la tarde? –dijo Santana cono tono de burla, aunque en realidad sí que estaba el frío calando en sus huesos.
-Entra y te daré unos cuantos abrazos amorosos para que entres en calor –dijo Brittany haciéndose a un lado para dejar espacio a Santana, a la que le faltó tiempo para entrar.
-Mucho mejor… -dijo Santana quitándose la chaqueta y sonriendo al ver que volvía a recuperar su temperatura corporal normal.
-Entonces ya no necesitas mis abrazos amorosos –murmuró Brittany bajando la cabeza hacia el suelo.
-Siempre necesito abrazos amorosos si son tuyos –afirmó Santana colocándose más cerca de la otra chica y lanzando sus brazos alrededor de su cuello. Casi por instinto, los de Brittany serpentearon por la cintura de la más bajita.
-¿Sólo míos? –preguntó Brittany sonriendo, a lo que Santana asintió con la cabeza -¿Ni siquiera los de Rachel? –preguntó con un tono más cauto. Hablar de Rachel aún suponía un tema tabú, no sabían como lidiar con él y que harían para solucionarlo.
-Ni siquiera. Y hablando de Rachel, tengo noticias nuevas –comentó Santana aún desde el abrazo.
-Espera, hablamos luego de ella que ahora mismo quiero besarte –la calló Brittany con sus labios apoyándose delicadamente sobre los suyos. Fue un beso corto, suave y sin ningún tipo de prisa. Uno de esos besos que roban el corazón.
-Adoro tus dulces besos de chica –rompió el cómodo silencio Brittany. Ambas se sonrieron mutuamente –Vamos a mi habitación y hablamos de lo de Rach. La guió por el tortuoso camino de pasillos que era su casa para llegar a lo que Brittany consideraba su santuario.
Sin hablar se acomodaron encima de la cama, recostadas la una al lado de la otra.
-Al volver a casa he visto a Quinn con su portátil y me ha dicho que estaba hablando con una chica de la zona, pero que ella tiene novia. A pesar de ello no está contenta con su relación y está pensando en romper con su novia. Adivina quien es la novia con la que quieren romper –dijo con sarcasmo.
-Espera, espera… ¿A Quinn le gusta Rachel y Rachel está pensando en dejarte a ti para estar con ella? –soltó con la cara en puro estado de shock -¿Desde cuándo vivimos en una telenovela?
-Muy graciosa, Britt… pero pensando en nosotras, puede ser una ventaja que Rachel esté pensando en dejarme –dijo Santana mirando de reojo a la rubia.
-Sí… ¿vas a romper con ella? –preguntó con una mezcla de alegría y temor.
-No lo sé. No tengo motivos para romper con ella que no te incluyan a ti y no creo que quieras que le diga que la dejo por ti –razonó en voz alta Santana.
-Aún no estoy lista para decirle lo nuestro –aceptó Brittany.
-B, ¿qué es lo nuestro? –preguntó Santana girando la cabeza completamente para hablarle –Sé que te gusto, tú me gustas, pero no somos nada.
Brittany nunca creyó que esas palabras dolieran tanto. Miró con tristeza a Santana y notó que ella también tenía la misma mirada.
-Tú no me gustas, Santana –comenzó Brittany y vio el dolor atravesar los ojos de la latina y se apresuró a seguir –No me gustas porque ya estoy enamorada de ti.
Oír esas palabras venir de la boca de Brittany causó que Santana creyera que su corazón iba a salirse de su pecho para dar una vuelta por la habitación y bailar una danza de felicidad. Las palabras no le salían, se habían quedado atravesadas en su garganta. Así que decidió dejarse llevar por las acciones y cogió la cara de Brittany entre sus manos con adoración y volvió a juntar sus labios tratando de evitar sonreír demasiado durante el beso.
Pasaron minutos y la pasión en los besos aumentó y las manos empezaron a deambular por el cuerpo de la otra. Dándose cuenta de que la boca de Brittany estaba dejando besos por lo largo de su cuello, Santana decidió que debía parar.
-B, B… -trató de llamar su atención, pero sonó más bien como un jadeo. Tras tener su boca semiabierta durante unos instantes, Santana volvió a recoger toda la voluntad que le quedaba y separar a Brittany de su cuerpo.
-¿Qué pasa, Santana? –preguntó Brittany con el ceño fruncido y las mejillas encendidas.
-Creo que… deberíamos parar –logró decir tras recuperar la respiración.
-¿Por qué? –volvió a preguntar confundida Brittany.
-Porque quiero que contigo sea especial –dijo con timidez Santana. No podía creerse que lo había dicho en voz alta.
-San, será especial siempre que sea contigo –aseguró Brittany con una sonrisa.
-No quiero que pienses que el sexo es todo lo que me importa, porque tú eres para mí mucho más que eso –confirmó Santana sonrojándose levemente. Brittany sintió que volvía a enamorarse de Santana López y con más fuerza.
-Lo sé, cariño –afirmó con una sonrisa –Por mí podemos seguir, pero lo que tú quieras. Tampoco voy a forzarte a nada.
-Eres estupenda, Brittany –asintió con la cabeza Santana –Y si de verdad estás lista y segura, me gustaría hacerte el amor –afirmó mordiéndose el labio y mirando tímidamente a Brittany, que sintió que se le aceleraba el pulso. Tragó saliva con dificultad y un miedo irracional se apoderó de su cuerpo. Iba a ser la primera vez que hacía el amor con alguien. Por supuesto que no era virgen, ese tren había salido mucho tiempo atrás, pero nadie le había importado tanto como Santana.
-Sí, San. Hazme el amor –logró decir en apenas un susurro que hizo estremecer a Santana. Volvieron a juntarse y durante esos momentos que pasaron juntas se sintieron como una sola persona.

PD: espero que os haya gustado y comentad. Muaaaak

siii lo continuaste :DD
Me ha encantando
Ojala actualices rapido! ya quiero ver q pasa con las brittana y de paso cono terminan la pezberry D:

Besos!hasta la actu!

genial, ha valido la pena tanta espera jajaja

Eh dicho que me encanta tu fic... si no lo digo... me gusta la idea de el... y me alegra de que hayas actualizado... y bueno nunca pienses en dejarlo porque yo voy a esperar todo lo que necesites...

ahora aww brittana a full me encantan son un amor... y que san deje su orgullo y que deje a quinn con rachel jaja... todos felices jaja...

*besos* hasta la actu

03/07/2013
Hola, debido a que este fic ya presenta mas de 6 meses sin actualización, se a procedido a cerrarlo, si el autor desea reabrirlo solo tiene que hacer una solicitud vía MP a un moderador, administradora y de inmediato el fan fic será reabierto