FanFic: El Secreto de Santana

Esa mañana Will Schuester, un estresado empleado de banco, conducía quebrantando casi todas las leyes de tránsito porque iba a llegar tarde al trabajo y además acababa de dejar a su recién nacido hijo con una fiebre de treinta y nueve grados bajo la responsabilidad de su inexperta madre, ella lo llamaba cada dos minutos para preguntarle cosas como qué podía hacer con el niño, o para decirle que la temperatura no bajaba, sólo estaba esperando su aprobación para llevarlo al médico.

Por otra parte, al otro lado de la ciudad en un costoso y lujoso apartamento de soltera estaban Santana y Brittany tomando café, Santana era una chica de cabello negro nivel de la cintura y ojos café oscuros, de estatura media y un espectacular cuerpo, de veintitrés años, se acababa de graduar de arquitecto y ya tenía un buen trabajo, además del auto que le regaló su madre a los dieciocho años y el apartamento que le había regalado al cumplir veintiuno.

- Si me vuelve a dejar tirada voy a tener que venderlo, con todo el dolor de mi alma, pero no sé nada de mecánica y no puedo estar llamando a Manuel a cada rato y mucho menos a tu papá – dijo la muchacha en referencia al ya algo experimentado automóvil
- A él no le molesta – contestó Brittany en relación a su papá
- Sí, pero ya me da vergüenza – aseguró Santana y Brittany le sonrió dulcemente, de hecho, Brittany era una chica bastante dulce, un poco distraída pero una excelente persona, de ojos Azules como el cielo y el cabello rubio largo, un poco más alta que Santana, aun cuando era dos años menor que ella, paradójicamente estaba estudiando cuarto año de odontología, ni Santana sabía cómo le iba tan bien con lo despistada que era.
- A él no le importa… eres su nuera favorita – le aseguró Brittany al borde del oído y le dio un beso
- Soy la única – aseguró convencida Santana – espero ser la única – dijo girando la cabeza para verla con esa mirada inquisidora que le causaba mucha gracia a Britt
- Eres única – confirmó la ojiazul con una sonrisa y le dio un dulce beso en los labios
- Britt, no es por presionarte pero tienes media hora para arreglarte si pretendes llegar temprano a clases – le recordó Santana cuando la vio de cerca y recordó que una bata de seda sobre una minúscula pijama no era el atuendo más adecuado para ir a la facultad de odontología.

Hacía unos cuantos meses desde que decidieron vivir juntas. Santana empezó a vivir sola desde el mismo instante en que su mamá le regaló el apartamento, a su madre no le agradaba mucho la idea pero ella se impuso y se mudó “¿para qué me regalaste un apartamento si no puedo vivir en él?” esa fue su excusa y se mudó lo antes posible, en realidad sólo quería un poco de libertad, su familia no tenía ni idea de que ella era homosexual y el tener que ver programas referidos a eso escondida o hablar con cualquier amiga y vivir pendiente de que se podía decir o no la sacaba de quicio, pero no estaba dispuesta a confesar lo que realmente era porque su madre muchas veces le había comentado a su tía Alma que prefería ser prostituta antes que lesbiana y con eso bastaba para saber que la noticia no le iba a hacer mucha gracia. En fin, a diferencia de
Santana, Brittany estaba más que fuera del armario, su madre lo supo cuando ella tenía cinco años

- Con lo linda que es y la cantidad de niños que quieren tratar con ella y ella no quiere separarse de esa amiguita suya, ha de ser lesbiana, de otra forma no me lo explico – le comentó una noche la señora Susan a su esposo Patricio
- Es una bebé, esa no es edad para tener novio, es comprensible que prefiera jugar a las muñecas con las niñas – explicó su esposo Patricio, pero las palabras de su esposa regresaron a su mente cuando su hija, ya de quince años, le dijo
- El hombre que se case conmigo ha de parecerse a una mujer porque de lo contrario no sé cómo podré vivir con él – aseguró dejando a su padre tieso de confusión
- ¿te refieres a los sentimientos y la manera de expresarlos? – preguntó tímidamente con un poco de temor por la respuesta que pudiera darle su princesita
- Bueno, a eso también, en realidad me refiero a físicamente porque aunque pueda valorar la belleza masculina he de confesar que no me atrae ni una décima parte de lo que me atrae la figura de una mujer – confesó Brittany y su papá se recostó del espaldar del mueble
- Y… ¿sabes cómo se llama eso? – preguntó el papá pensando que existía la posibilidad de que todo el discurso de su hija hubiese sido un intento de ser sutil al confesar su identidad
- ¿Cómo se llama qué? – preguntó la rubia para la sorpresa de su padre
- Eso… eso que me dices que sientes por las mujeres, se llama lesbianismo, si estás segura de lo que me estás diciendo pues existe un noventa por ciento de probabilidad de que seas lesbiana – le explicó su padre
- No, no lo soy, sólo me gustan las mujeres, es todo – dijo tranquilamente la ojiazul mientras cambiaba el canal de la televisión, siempre había sido muy despistada y en esa época ella juraba que una lesbiana era una mujer que se vestía de hombre, se comportaba como hombre y deseaba ser hombre, desde su punto de vista no tenía nada que ver con el norte de su atracción, más tarde saldría de la confusión.

Brittany y Santana se conocieron por un amigo en común, Blaine Anderson, él estaba estudiando séptimo semestre de arquitectura cuando Santana entro a la facultad y como en ese momento existía una política de asignar un estudiante asesor a los alumnos nuevos con la intención de que los de más experiencia los incluyeran en el mundo universitario, a Santana le tocó Blaine como estudiante asesor, a partir de ahí se hicieron muy amigos, Blaine y Santana eran muy parecidos, tenían de todo pero veían poco a sus padres porque trabajaban mucho, cuando la madre de Blaine murió, el quedó devastado y se desapareció un semestre de la universidad, se refugió en una familia modesta pero más unida que la suya, los Pierce, la familia de Brittany, Patricio era el padrino de Blaine y siempre lo quiso mucho, como a un hijo y durante ese tiempo él vivía con ellos como un hijo.

Cuando Blaine, por persuasión de Susan, decidió volver a la universidad, Santana estaba en cuarto semestre y él estaba entrando al noveno, unos meses después de reencontrarse al iniciar las clases, era el cumpleaños de Blaine y su casi familia sustituta le iba a celebrar el cumpleaños, así que Blaine invitó a su novia, a un par de amigos de su curso y a Santana. Ahí ella conoció a Britt, pasarían un par de años antes de que pasara algo entre ellas pero esa noche se conocieron, charlaron y se llevaron muy bien.

Un par de meses después de cumplir los veintiún años Brittany acepto la propuesta de Santana de vivir juntas y a partir de ahí crearon una rutina matutina inviolable; Santana se levantaba primero, y como Brittany parecía un ángel mientras dormía, a ella le parecía una crueldad levantarla tan temprano cuando la mayoría de los días tenía clases a partir de las ocho y media, así que daba una vuelta por la casa, iniciaba una rutina de ejercicios y luego se arreglaba, hacía café para Britt que sí tomaba porque ella se tomaba una merengada rarísima que contenía un montón de cosas y que no podía preparar frente a Brittany porque siempre terminaba en el baño vomitando. Bastaba con que la rubia percibiera el aroma del café para despertarse, Santana la tenía bien acostumbrada. Mientras Brittany se tomaba su café las chicas conversaban un rato y luego Brittany corría a arreglarse y Santana bajaba a comprar el periódico y algún tipo de pastel en la panadería para desayunar en el camino a la universidad de su rubia y la constructora. En el trayecto hablaban de millones de cosas y luego cada una seguía su camino, a veces se veían para almorzar y otras veces Britt almorzaba en casa de sus padres y Santana en el trabajo, a veces salían a cenar y otra veces no, pero a las nueve a mas tardar ya estaban juntas otra vez, los fines de semana eran una incógnita total hasta la noche del viernes o el sábado en la mañana cuando a alguna de las dos se le ocurría alguna locura.

El único problema de su relación era que, ante la familia de Santana, Britt era sólo una amiga y había días en que eso le molestaba muchísimo y hasta se acostaban peleadas, Brittany igual le daba el beso de buenas noches porque su madre le había enseñado que la noche podía traer sorpresas y que uno no podía irse a la cama sin hacer las paces con las personas que mas amaba en el mundo, a veces le costaba cumplir con eso, porque entendía los miedos de San pero le parecía muy injusto que su papá la tratara a ella como una hija y que su mamá le mandara el almuerzo a la oficina y que ante la familia López no podían ni tomarse de las manos.
- “¡Lo único por lo que mi mamá no se opuso a que viviéramos juntas es porque todavía tiene la ilusión de que esto sea más formal! ¿Pero cómo va a ser formal si tu familia ni siquiera sabe que eres homosexual y que vives conmigo? Dime algo Santana ¿no te da miedo que las excusas para que tus primas no te visiten se te acaben un día?”- Esa fue una de las peleas más grandes
- “Si no puedes vivir conmigo mejor es que nos separemos, así yo no te hago más daño con mi decisión de mantener a mi familia aislada” replicó Santana y Brittany se sintió muy herida
- “Es que ese es el problema, la familia no se puede tener aislada” dijo decepcionada Britt y esa misma noche se regresó a casa de sus padres. Para la latina fue todo un proceso lograr que regresara, le pidió perdón mil veces y le prometió buscar la manera de terminar de salir del armario para poder vivir una vida normal, Britt era un poco orgullosa pero no mucho y aunque se muriera de la rabia al admitirlo, un beso de Santana bastaba para hacerla cambiar de opinión.

Por otra parte, mientras Brittany se arreglaba y Santana compraba el desayuno, Will había tomado la decisión de regresarse y llevar a su hijo al médico, lo había dejado hospitalizado con su esposa Emma y se había ido nuevamente al trabajo, esta vez con la intención de llegar, estando en el carro recibió una llamada de su jefe

- ¿Adónde diablos estás? – preguntó histérico el jefe de Will y a partir de ahí tuvo que dar mil explicaciones
Brittany y Santana ya iban camino a la universidad, pero el auto de San se accidentó
- Es definitivo, voy a venderlo – decidió la latina al ver que el auto la volvió a dejar tirada
- Llama a Manuel – le sugirió Brittany mientras Santana abría el capó y salía una nube de humo
- No, él está en clases – contestó la latina bastante preocupada
- Si no quieres llamar a mi papá entonces llama a Blaine, no te puedes quedar aquí
- Brittany, Blaine sabe de mecánica lo que yo sé de astrofísica, vete para tu universidad que vas a llegar tarde, ahí hay una estación de servicio, voy a ver si consigo un mecánico – dijo dándole un beso en los labios muy discreto y rápido, la rubia que odiaba esos besos la tomó por el cuello y le dio un beso apasionado que dejó a la morena nadando en las nubes
- Eso… si es un beso – dijo sonriendo y le arrancó una sonrisa a Santana que iba caminando hacia atrás mientras se despedía de su amor con cara de boba sin darse cuenta de que estaba cruzando la calle.

Por otro lado, Will iba manejando e intentaba explicarle a su jefe porque iba a llegar tarde.

- ¡Pudiste haber avisado! – le gritaba histérico su jefe
- No sabía qué hacer, discúlpeme, de verdad es primera vez que me pasa esto – se excusó terriblemente apenado Will
- No te preocupes, cuando te suceda en tu próximo trabajo ya sabrás que hacer – le dijo tranquilamente el jefe y al verse despedido Will volteó a mirar el teléfono antes de colgar, pero olvidó que cuando se maneja se debe ver al frente y su pie seguía en el acelerador, frenó instintivamente cuando el parachoques de su auto se estrelló contra algo que parecía ser una persona, era Santana, el carro le había dado un golpe y la había impulsado cinco metros más adelante.

La verdad no lo se, el hecho es que yo leí el libro (Por décima vez xd) para despejar mi mente y encontrar algo de ¿Inspiración? para mis otros fics y termino gustándome la idea de Santana y Britt con ese libro. Quizás mas adelante si le cambie un poco o lo deje tal cual y solo agregue los personajes dichos pero lo mas probable es que lo deje tal cual porque como ya mencione este fic solo es como una manera de liberar estrés.

El resto de ustedes chicas *Las que me lo pidieron* por mi no habrá ningún problema al final de pesarles el libro porque como ya verán todavía no se si lo cambiare o lo dejare tal cual y no es justo que se sepan el final anticipadamente :D

Capitulo 2

En cuanto Brittany escuchó el frenazo se acababa de voltear y se volteó nuevamente por instinto. Cuando vio a Santana tirada en el pavimento con la cabeza rota se acercó corriendo y llamó a una ambulancia, estaba en shock, terriblemente asustada de que algo grave pudiera pasarle a Santana a raíz de ese arrollamiento.

- ¿Manuel? – preguntó entre lágrimas y sollozos con la voz quebrada
- Si ¿Quién es? – contestó una voz robusta desde el otro lado de la línea
- Manuel es Brittany, tu hermana acaba de sufrir un accidente y vamos rumbo a la clínica del centro, no sé que pueda pasar y estoy muy asustada, por favor ve para allá lo antes posible – le dijo y enseguida le colgó, por ningún motivo dejaba de sostener la mano de Santana, quien estaba inconsciente – no me importa si nunca le dices a tu familia lo nuestro, pero por favor ni se te ocurra morirte – le decía con la voz quebrada y los ojos hinchados. El paramédico estaba concentrado en mantener a Santana estable pero de vez en cuando le echaba una mirada de extrañeza a la ojiazul, que estaba bajo un grado de estrés tal que no soportó ni una mirada mas - ¿Por qué no intentas mantenerla viva en lugar de mirarme tanto? – le reprochó molesta y el paramédico se concentró aun mas en su asunto sin decir nada, intentó obviar a Brittany el resto del camino a la clínica.

Ya en la clínica se llevaron a Santana para atenderla y Brittany se quedó llorando terriblemente preocupada en un rincón de la sala de espera, las miradas de la gente eran inevitables pero Brittany estaba tan concentrada pidiéndole a Dios que no le pasara nada a Santana que no se dio cuenta de que a la gente le extrañaba su llanto, cuando llegó Manuel la gente dejó de ver las cosas raras, es que ella le había dicho al médico que San era su amiga, cuando llegó Manuel y ella lo abrazó desesperada la gente se imaginó que sí, efectivamente eran buenas amigas y el novio acababa de llegar a apoyarla.

-Tengo miedo Manuel – le dijo recostando su rostro en el pecho de Manuel, Manuel era un muchacho de veinte años, unos centímetros más alto que Britt y de buena contextura, de ojos marrones claros y cabello castaño claro, vestido siempre con suéteres cuello tortuga o con camisas manga larga y un blue jean discreto, él era muy recatado, su padre le había enseñado desde niño que esas demostraciones efusivas de los sentimientos eran cosas de niñas y que los hombres eran recios y serenos, su padre había muerto diez años atrás pero de alguna manera él ya se había acostumbrado a eso así que estaba como una tabla viendo y sintiendo como Britt lo abrazaba fuertemente, se sentía muy raro pero al final también la abrazó.

- ¿Te ha dicho algo el médico? – le preguntó Manuel luego de que se hubiesen sentado
- No, me dijeron que iban a atenderla y en cuanto supieran algo me avisaban –contestó - ¿le avisaste a tu mamá?
- Sí, bueno le dije a David que es más sutil dando noticias fuertes – confesó Manuel,
David era el novio de la madre de Santana desde hacía cuatro años, era un hombre bueno y bastante tranquilo, y como decía David era más sutil.

Al poco tiempo de haber llegado Manuel, llegó la madre de Santana, acompañada de su novio, hecha un mar de lágrimas, también, saludó a los muchachos con un rápido beso en la mejilla.

- ¿Qué le pasó? ¿Cómo la atropellaron? – le preguntó la señora Gloria a Brittany, la señora Gloria era una mujer muy bien vestida delgada, de buena figura, un bonito rostro de ojos negros, cabello oscuro y perfectamente peinado, era toda una diosa del glamour, ella intentó inculcarle todo eso a Santana pero su hija definitivamente no era como ella, Manuel se parecía mas.
- Iba cruzando distraída – comentó y recordó que el motivo de la distracción había sido ella y un par le lágrimas resbalaron por sus mejillas – el conductor también estaba distraído – continuó intentando que su voz no se quebrara
- ¿Y adonde está el conductor? – preguntó Gloria, era abogada, la accionista principal de uno de los mejores bufetes de la ciudad y del país
- La verdad no lo sé señora Gloria, yo estaba demasiado preocupada como para prestarle atención, él estuvo ahí hasta que llegó la ambulancia
- ¿Anotaste la placa del vehículo? – preguntó la madre de Santana, era evidente que quería hacer que Will pagara por lo que le había hecho a su hija, pero él ya tenía suficientes problemas así que menos mal que Brittany no le prestó mucha atención
- No, en ese momento no me pareció muy importante – tras esta respuesta la madre de Santana se quedó callada para no reprocharle nada a la muchacha e intentó ignorarla para no recordar que su actuación ante el accidente no había sido lo que ella consideraría apropiada.

Estuvieron un par de horas ahí, la madre de Santana tenía un terrible dolor de cabeza e intentaba, sin mucho éxito, no llorar, Britt seguía llorando desconsolada con la cabeza entre las rodillas, de pronto apareció la tía de Santana y su familia, Blaine también llegó y estuvo siempre cerca de la rubia apoyándola y abrazándola. La tía de Santana, la señora Alma era una mujer cerca de los cincuenta años pero aparentaba mucho menos, era del mismo estilo de la señora Gloria pero su cabello era un poco más oscuro y más corto, los mismos ojos negros y el mismo modo de vestir formal y elegante. El esposo de ella era el señor Fernando Berry, un hombre bastante bondadoso que a veces se convertía en víctima de los abusos de la señora Alma, de cabello gris peinado hacia atrás, con lentes discretos que cubrían sus ojos marrones oscuros y siempre vestido con trajes oscuros muy elegantes que cubrían su figura robusta y la ya desarrollada barriga.

Ellos dos tenían dos hijas, ambas eran bellísimas, no muy altas y una de cabello castaño y otra rubio oscuro, de ojos cafés y con la belleza de la familia López, la familia materna, una tenía veinticinco años, Sugar, ella era modelo profesional y trabajaba con muchos diseñadores famosos nacionales e internacionales, de cabello largo, era bastante distante y algunas personas la consideraban engreída, a Santana no le parecía y siempre se había llevado muy bien con ella. La otra hermana era Rachel, ella era menos esquelética, tenía veinte años y estaba estudiando actuación, parecía amable pero Britt nunca había tratado con ella.

Los otros dos que ocupaban la sala por los mismos motivos que la familia eran David y
Blaine. David era un hombre barrigón de buen aspecto, de cabello negro corto y ojos marrones, siempre vestido de forma deportiva, con blue jean, una buena y costosa camisa cubierta por un suéter aun más costoso de buena tela. Blaine si era un poco más normal, un jean de cualquier color con una camisa chemise era más que suficiente, siempre con el casco de su moto bajo el brazo, de buena estatura pero no mayor que la de ningún hombre de la familia de Santana, de ojos miel y de pelo negro largo y alborotado, con mirada inquisidora siempre.

De todos los que estaban en la sala la que mas lloraba era Brittany, ocultaba su rostro en el pecho de Blaine y cuando los integrantes de la familia de Santana empezaron a mirarla raro dijo que bajaría a tomarse un café y se sentó en una mesa del cafetín a llorar

- Toma – le dijo Manuel extendiéndole la mano con un pañuelo blanco en ella
- Gracias – dijo un poco apenada
- ¿Por qué no esperamos a ver que dice el médico antes de preocuparnos tanto? ¿Te parece? – Le preguntó y ella asintió mientras se limpiaba con el pañuelo - ¿vienes? – le invitó a acompañarlo de regreso a la sala de espera.

Como a las seis de la tarde apareció el médico de San
- Buenas tardes, los familiares de Santana López por favor – dijo un hombre delgado de estatura media con una bata blanca y de inmediato Gloria y Manuel se levantaron y se acercaron, posteriormente lo hicieron los demás – yo soy el doctor Eduardo Beltrán, soy el médico de la señorita Santana, voy a ser sincero y la verdad es que las noticias no son muy favorables, la señorita López ha entrado en un estado de coma simple y bueno… existen pocas esperanzas de que sobreviva – esas palabras provocaron el llanto de la familia y Brittany se desmayó.

Brittany estaba de pronto en un funeral, sobre el ataúd estaba la foto de Santana y alrededor todos los conocidos de la muchacha llorando de manera desbordada y recordando los buenos momentos que pasaron con ella, de pronto la rubia escuchó a alguien que la llamaba, era la voz de Blaine

- ¿Britt? ¿Brittany estás bien? – Le preguntaba pero ella no podía verlo – ¡Britt reacciona! – Le ordenó Blaine y de pronto la ojiazul se vio en una camilla de hospital con el rostro de Blaine sobre ella – Hola -
- Hola, ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? – preguntó y Blaine le acarició el cabello
- La esperanza es lo último que se pierde – le dijo el pelinegro
- ¿Qué esperanza? De la tumba no va a volver – dijo ella llorando
- ¿de la tumba? Britt, Santana está viva, en coma pero viva – fue en ese momento cuando la rubia notó que el funeral había sido un sueño y se sintió aliviada por primera vez desde el accidente.

Santana fue transferida a una habitación de la clínica, Brittany esperó pacientemente a que todos los familiares entraran a ver a San y se quedó afuera con Blaine para no importunarlos. En la habitación estaban Alma y sus hijas sentadas en el mueble, Manuel y David estaban recostados de la pared y Gloria y Fernando estaban en sillas individuales. Gloria estaba justamente al lado de Santana y luego de abrazarla sostuvo su mano con una mano y con la otra acarició su cabello

- No ha vivido prácticamente nada – decía entre sollozos la madre terriblemente preocupada – ni siquiera ha tenido su primer novio
- Cálmate Gloria, mientras esté viva hay esperanzas – le dijo Alma intentando tranquilizarla, además de que la tía Alma no era tan ingenua, con veintitrés años, con apartamento propio y total libertad e independencia le era difícil creer que Santana no hubiese vivido nada, pero igual pensaba que era muy joven y la quería lo suficiente, así que estaba terriblemente preocupada y mortificada, sin expresarlo mucho claro
- Ella es muy buena, la mejor amiga que haya podido tener, siempre tan comprensiva – aseguró Gloria, en realidad Santana y Gloria tenían una buena relación, Gloria, a diferencia de Santana, le contaba todos sus secretos a su hija y las pocas veces que se veían conversaban amenamente sobre muchas cosas, de hecho cuando Manuel era niño se quejaba de que su mamá prefería a Santana antes que a él porque efectivamente Gloria la consentía bastante, esa era otra de las razones por las cuales Santana no le había dicho nada sobre su homosexualidad, su madre estaba tan orgullosa de ella y era tan homofóbica que le daba pavor decepcionarla y que la relación se desquebrajara para siempre.

Manuel y sus primas también estaban muy preocupados, se les notaba en el semblante, en realidad nadie en la familia sabía nada de la vida de Santana, pero creían que si y la consideraban una muy buena persona y amiga, siempre dispuesta a ayudar, alguien con quien se podía contar siempre, a decir verdad muchas personas pensaban eso de
San, sus amigas también lo pensaban y tampoco sabían nada de su vida oculta. Aunque sus amigas eran la otra razón por la cual la morena no decía nada acerca de su vida, en una oportunidad le dijo al padre de Britt, cuando éste intentaba darle un consejo sobre cómo salir del armario

- Es que Pato – San era medio abusadora, le decía “Pato” a su suegro - ¿cómo voy a decirle a mis amigas que soy homosexual? Ellas se han desvestido delante de mí, me cuentan sus cosas más intimas, les va a dar un ataque y por supuesto que las cosas nunca van a ser iguales ¿Qué van a pensar? Que las veía mientras se cambiaban, que compartieron la cama conmigo siendo yo… como soy – decía frustrada – y en realidad yo siempre fui muy respetuosa, cerraba los ojos y les daba privacidad en todo momento, pero ellas no lo van a ver así
- Puede ser hija pero no lo sabes a ciencia cierta, yo de joven, con las hormonas alborotadas en cada fibra de mi ser tuve muchas amigas y yo era respetuoso y muy buen amigo de ellas y muchas veces ellas tenían confidencias conmigo siendo yo hombre, nunca llegaron a desvestirse porque aunque existía la confianza eran otros tiempos y bueno, la gente no hacía eso – le confesó Patricio y ella sonrió
- Créeme, los tiempos no han cambiado tanto, si ellas se desvestían era porque yo soy mujer y no saben nada de mis preferencias sexuales
- Ten paciencia Santy, en el momento más inesperado vas a sentir la necesidad de mostrarte tal cual eres, las personas que de verdad te quieren te van a querer igual, ser lesbiana es sólo una parte de lo que eres, después de que ellos sepan que eres lesbiana seguirás siendo la misma persona porque tú ya lo sabías, nada va a cambiar en ti, un poco mas de libertad pero hasta ahí, seguirás siendo una excelente arquitecto, seguirás siendo una hija ejemplar y una buena amiga y persona, tu personalidad no se va a borrar porque tu familia y tus amigos conozcan ese pedazo de ti que les falta por conocer, créeme que cuando Britt me dijo que no era lesbiana pero que le gustaban las mujeres –San sonrió, eso sólo lo podía haber dicho su rubia – yo me iba cayendo de espaldas, gracias a Dios estaba en el mueble porque ahorita estaría paralítico, pero por eso no dejé de quererla, sigue siendo mi princesita aunque no le agraden mucho los príncipes.
- Ningún príncipe va a ser mejor pareja para tu hija que yo – le dijo Santana a su suegro guiñándole un ojo y él la rodeó con su brazo y le dio un apretón
- Las cosas mejoran con el tiempo, no te desesperes-

Ya entrada la noche en la habitación de Santana sólo estaban Manuel, David, Britt y Gloria, cinco minutos atrás la enfermera les había avisado que sólo podía quedarse un acompañante con la paciente y Britt estaba buscando la manera de despedirse sin morirse, en ese momento volvió a molestarse con Santana “si tu madre supiera que somos pareja yo me quedaría a acompañarte y no ella” pensó pero luego la volvió a ver y sólo pensaba en que quería verla despierta otra vez para abrazarla y besarla.

- Yo te llevo Brittany – le dijo Manuel tras un bostezo
- Okey, gracias – dijo y se despidió de Gloria y le dio un beso en la frente a Santana
- Yo los acompaño, adiós amor, nos vemos mañana, que pases buenas noches – le dijo David a Gloria y Britt lo miraba muriéndose de las ganas de poder decirle lo mismo a Santana

Manuel llevó a Brittany a casa de sus padres, porque él sabía adónde quedaba el apartamento de Santana, la ojiazul no podía pedirle que la llevara allá.

- Britt hija, hola ¿Qué pasó? ¿Volviste a pelear con San? – preguntó Susan y Britt terminó de entrar y se sentó en el mueble
- Ojala – esbozó resignada y a punto de llorar otra vez – con toda la preocupación de hoy no pude llamarlos, Santana tuvo un accidente, la atropellaron y se golpeó la cabeza, está en coma
- ¡por Dios santísimo hija! – dijo Susan y Britt rompió en llanto nuevamente, Susan se sentó junto a ella y la abrazó, ante el ruido Patricio se despertó y al ver a Britt llorando y a Susan abrazándola se preocupó un poco
- ¿Qué pasó hija? ¿Peleaste otra vez con Santana? No entiendo porque pelean tanto si no pueden vivir una sin la otra, hija tienes que dejar de ser tan intransigente – decía Patricio y con cada palabra Britt lloraba más
- Cállate Patricio que no sabes lo que pasó – le ordenó Susan y Patricio frunció el ceño confundido
- Si no me lo dices mujer mas nunca voy a saber – reprochó
- A San la atropellaron y está hospitalizada en estado de coma – dijo la mama de la ojiazul y Patricio se dejó caer en el sillón
- ¿Qué? No puede ser – decía cada vez con la voz más baja, Patricio quería mucho a
Santy, hasta el punto de que cuando ella y Britt peleaban se ponía del lado de ella en lugar del lado de la hija
- Está estable pero lo primero que nos dijo el médico fue que tenía pocas esperanzas de que sobreviviera y yo no sé que voy a hacer sin ella papá, ni siquiera puedo abrazarla con tranquilidad porque su familia está ahí – decía llorando y su papá se aproximó a ella para abrazarla también, la familia de Britt era muy unida, básicamente porque era muy pequeña, tanto Patricio como Susan eran hijos únicos y sus padres habían muerto, Britt también era hija única así que sólo eran ellos tres, y de un tiempo para acá Blaine y Santana – papá ¿podrías llevarme al apartamento? Es que me trajo el hermano de San y no podía decirle que me llevara allá – expresó la rubia un poco más calmada
- ¿Crees que sea prudente hija? Lo de Santy está muy reciente, en ese apartamento no vas a poder dormir, todo te la va a recordar, ¿por qué mejor no vas mañana, luego de que hayas descansado? – le sugirió su padre
- Si tienes razón, además ya es bastante tarde – concedió Britt, su cuarto estaba intacto y su madre cambiaba las sabanas semanalmente aunque estuviesen limpias, por si acaso a su niña se le ocurría pasar una noche ahí.

Britt se sentó en su cama y le parecía tan extraño volver a dormir ahí después de todos los meses que llevaba viviendo con la morena, miraba todo a su alrededor, los viejos libros de sus primeros años en la carrera, sus peluches, los pocos que quedaban; miraba lo pequeño que era su antiguo closet. Por fin decidió quitarse los zapatos y ponerse uno de los pijamas que estaban guardados en las gavetas. Estando acostada en su cama recordó la primera vez que vio a Santana en la fiesta de cumpleaños de Blaine

- Buenas noches – dijo San en cuanto entró a la casa de Britt, en la cual estaban sólo Brittany, sus padres, Blaine y la novia del mismo porque los otros amigos de Blaine no habían llegado
- Buenas noches, bienvenida – saltó Patricio a recibirla y ella sonrió
- Gracias – dijo y continuó caminando hacia Blaine que la miraba sonriendo
- ¿Cómo estás mi amor? – la saludó el morocho con un beso – ¿te acuerdas de Quinn? – su novia.
- Si, hola – la saludó Santana y la muchacha le devolvió el saludo amablemente.

Cada quien andaba en lo suyo, la madre de Britt estaba en la cocina preparando bandejas con comida para ofrecerle a los invitados, La ojiazul estaba en su cuarto buscando un álbum donde aparecían fotos de Blaine cuando media un metro y tenía el rostro cubierto de pecas para mostrárselo a Quinn. Patricio fue quien le abrió la puerta y Blaine y Quinn estaban sentados en la sala hablando.

- ¿Blaine puedes venir un momento? – preguntó Britt sacando de la puerta de su cuarto sólo la cabeza y en ese momento Santana solo pensó “Que ojos tan lindos Dios”, sonrió por instinto y Britt le devolvió la sonrisa pero también se sonrojó
- ¿Qué pasó Britt? – le preguntó Blaine ya en el cuarto de ella
- Tu amiga es hermosa – le dijo con una sonrisa nerviosa, totalmente ruborizada y con un brillo en los ojos que Blaine no había visto nunca, la reacción de su amiga le hizo gracia y no pudo evitar reírse – cállate Blaine te van a escuchar – le reprendió Britt un poco apenada – es que es bella – dijo provocando nuevamente la risa de el morocho, esta vez un poco más discreta
- Sal para presentártela – le dijo él tomándola de la mano y ni tonta ni perezosa salio junto Blaine, cuando Santana la vio no pudo evitar mirarla de arriba abajo, por lo general ella intentaba ser discreta pero esta vez no tuvo éxito alguno.
- Hola – Saludo Britt dando el primer paso y Santana pensó “No basta con tener un cuerpo de muerte lenta, no… también tenía que tener una voz tan sensual que me estremece, perfecto, si lo consideras pecado ¿Por qué siempre me tropiezo con espectaculares mujeres que no puedo dejar de mirar? ¿Intentas tentarme? Porque esta vez sí que te saliste con la tuya, estoy totalmente tentada a cruzar la línea prohibida” San juraba que era la pecadora favorita de Dios y sólo Él sabía si en realidad era así
- Hola – contestó Santana al ver que Brittany la miraba esperando una respuesta, luego del “Hola” Britt levantó una ceja – Disculpa, me recordaste a alguien – mintió San para salirse de la embarazosa situación Britt asintió y se aproximo hacia la morena dejando un beso en cada mejilla para volverse a retirar.

Luego de la cena y de cantar cumpleaños todos se sentaron a conversar y las muchachas estaban distantes del grupo sentadas en un rincón
- Así que estudias con Blaine ¿Ya se van a graduar no? – preguntó Britt
- No en realidad, él sí pero yo todavía no – contestó Santana muy concentrada en remover el café que se estaba tomando
- ¿Estás empezando? Tienes cara de pocos años- Volvió a interno la rubia
- No – contestó la morena, era de respuestas cortas y cortantes
- ¿En qué semestre vas? – preguntó de nueva cuenta intentando que San hablara sobre su semestre y el de Blaine y sus respuestas fuesen un poquito más extensas
- Cuarto – dijo y Britt intento cambiar las preguntas a unas más abiertas
- ¿Cómo se conocieron Blaine y tú? – preguntó ya un poco harta
- Era mi estudiante asesor- explico cortamente
- ¿Sigue siéndolo? – preguntó un tanto sofocada
- No, eso funciona sólo con los estudiantes nuevo ingreso – contestó Santana y Britt sonrió
- ¡Bravo! – Exclamó sin que su familia lo notara – me has dicho algo que no te he preguntado- dijo tan animada la rubia que hizo que Santana dejara de mirar el café y levantó la mirada para verla, por supuesto con una gran sonrisa dibujada en el rostro
- Háblame sobre ti, a lo mejor así la conversación fluye de manera más eficiente – propuso, San de por sí era de respuestas cortas, pero en este caso esa no era la razón por la cual contestaba con menos de dos palabras, en realidad la voz de esa rubia le gustaba tanto que prefería oírla en lugar de hablar tanto
- ¿Qué quieres saber? – preguntó la ojiazul recostándose del espaldar
- Blaine dijo que estudiabas odontología – acotó la morena como inicio de la conversación
- Si, entré este año… ¿Blaine y tú han hablado de mí? – preguntó haciendo hasta lo imposible por mantener la calma y no ruborizarse
- Eres el único familiar interesante que tiene, su padre es un idiota – comentó la pelinegra y Britt se giró para corroborar que Blaine no la había escuchado – Blaine sabe lo que pienso de su padre, se lo digo cada vez que me comenta que montó una nueva empresa en alguna ciudad desconocida
- Guao – expresó Britt y San sonrió, la rubia se estaba poniendo un poquito nerviosa, si la amiga de Blaine seguía sonriéndole así con esos labios carnosos y esos perfectos y hermosos dientes, iba a lograr que se ruborizara y le dieran mas ganas de probarlos -¿Qué hay de tu familia? ¿Son idiotas también?
- No tanto – Britt notó inmediatamente el retroceso a las frases de dos palabras
- ¿Hermanos? – preguntó de nuevo
- Uno
- No te gusta que te pregunten sobre tu familia ¿no? – Infirió la más alta y San la miró fijamente un par de segundos para luego retirar la mirada y contestar
-Hay cosas más interesantes- dijo la morena dirigiendo su mirada al rostro de la niña, y formando un exquisita sonrisa.
- ¿Cómo qué?- pregunto la otra con la mirada perdida en los labios de su acompañante
- Como la arquitectura, si lo que quieres es oírme hablar pregúntame sobre arquitectura- saco rápidamente Santana al notar la mirada de Brittany
- ¡No! – Exclamó con tanta vehemencia Britt que le robó otra gran sonrisa a la morena – Blaine vive hablando de eso, si me descuido me gradúo primero de arquitecto y luego de odontólogo – San soltó una risa sutil pero el resto de la sala la notó, como todos excepto Santana sabían de la orientación sexual de Britt se intrigaron mucho por la risa de la misma y se sonrieron mutuamente de manera cómplice

- Parece que va a lograrlo – comentó Blaine
- ¿Cuándo no? – preguntó Patricio y todos se sonrieron mirando de vez en cuando de manera disimulada a las muchachas

- Tal vez pueda mostrarte otro punto de vista – le dijo Santana y Britt sonrió
- Me gustan los puntos de vista diferentes – en realidad se refería a otra cosa así que se acerco un poco a más a San
- Supongo que valoras mucho la belleza de una dentadura perfecta – Britt hizo un gesto de aprobación que a Santana le pareció muy sexy – eh… ajá la arquitectura es como eso. La dentadura la diseña Dios y es una obra perfecta o con mucho potencial, por lo general nosotros tenemos mucha responsabilidad en el daño que le causamos a nuestra dentadura y es en ese momento cuando aparece un artista llamado odontólogo que si bien nunca alcanza la perfección divina, se acerca mucho a ella y así repara el daño que nosotros hemos hecho, para mantener la belleza de nuestro rostro. Una obra, un edificio, es creado por un hombre sabio con visión, un artista que busca dar placer a nuestros ojos con filos, curvas y dimensiones perfectas. Alguien que sirve de defensor de obras antiguas pero increíblemente originales y valiosas pues repara el daño causado por el tiempo, así que en líneas generales nos parecemos bastante, ambas valoramos la belleza y buscamos mantenerla el mayor tiempo posible y de la manera más funcional que se pueda – Santana hablaba con tanta pasión del asunto que Britt de pronto se sentía terriblemente atraída hacia la arquitectura, en realidad era más probable que se sintiera atraída hacia la arquitecta - ¿Estás bien? – preguntó San jocosamente al verla con cara de tonta
- Si, sigue – dijo y esa noche Britt se dedicó a escuchar el punto de vista de la morena.

Luego de que San se fue el asunto fue intenso, todos preguntaban y comentaban cosas en relación a ellas dos, pero Britt seguía montada en su nube

- ¡Niña! – exclamó Blaine al ver que ni los escuchaba, aun con el escándalo que tenían armado - ¿te enamoraste? – le preguntó en los dos segundos que tuvo su atención y Britt suspiró profundamente
- No sé, pero si no me caí ya, estoy al borde del precipicio – concluyó con una voz suavecita y casi sin aire.