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[Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
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micky morales
monica.santander
23l1
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[Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Prólogo
Brittany Pierce no estaba preparada para el matrimonio, así que dejó atrás Seattle y a Sam para vivir con su abuela en las montañas de Lima, Ohio con la esperanza de averiguar lo que le faltaba a su relación con Sam.
Ahí, conoció a una artista prometedora... Santana López... quien había alquilado una cabaña para pasar el verano.
Una amistad improbable se desarrolló entre las dos.
Santana, solitaria por naturaleza, tenía la intención de pasar el verano haciendo bosquejos y pintando.
En vez de eso, descubrió que cada día se sentía más atraída por la mujer más joven.
Brittany también se sintió atraída por la discreta artista y sus pensamientos se dirigieron en una dirección completamente diferente a la amistad.
Finalmente, Brittany encuentra lo que estaba faltando en su vida.
Ahí, conoció a una artista prometedora... Santana López... quien había alquilado una cabaña para pasar el verano.
Una amistad improbable se desarrolló entre las dos.
Santana, solitaria por naturaleza, tenía la intención de pasar el verano haciendo bosquejos y pintando.
En vez de eso, descubrió que cada día se sentía más atraída por la mujer más joven.
Brittany también se sintió atraída por la discreta artista y sus pensamientos se dirigieron en una dirección completamente diferente a la amistad.
Finalmente, Brittany encuentra lo que estaba faltando en su vida.
************************************************************************************************************
Hola, aquí el prólogo de la siguiente historia.
Gracias por leer y más aun por comentar! Saludos =D
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Pd2: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
Hola, aquí el prólogo de la siguiente historia.
Gracias por leer y más aun por comentar! Saludos =D
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!
Pd2: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
Wallbanger: https://gleelatino.forosactivos.net/t22310-resueltofanfic-brittanawallbanger-2-rustynailed-adaptada-final
El Affaire López: https://gleelatino.forosactivos.net/t22380-fanfic-brittana-el-affaire-lopez-4-algo-raro-y-preciso-adaptada-epilogo
A los 17: https://gleelatino.forosactivos.net/t22434-resueltofanfic-brittana-a-los-17-adaptada-cap-43-final
Tras el Telón de Pino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22474-resueltofanfic-brittana-tras-el-telon-de-pino-adaptada-cap-36-final
Sin Condiciones: https://gleelatino.forosactivos.net/t22505-resueltofanfic-brittana-sin-condiciones-adaptada-cap-47-final
Blonde Girl: https://gleelatino.forosactivos.net/t22520-fanfic-brittana-blonde-girl-adaptada-prologo#538737
Ajuste de Cuentas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22532-resueltofanfic-brittana-ajuste-de-cuentas-adaptada-cap-12-fin
Pídeme lo que Quíeras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22535-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-adaptada-prologo#539712
Mi Mujer: https://gleelatino.forosactivos.net/t22564-fanfic-brittana-mi-mujer-3-confesion-adaptada-cap-35#542092
Sorpréndeme: https://gleelatino.forosactivos.net/t22576-resueltofanfic-brittana-sorprendeme-adaptada-epilogo#543891
Palabras para Ti: https://gleelatino.forosactivos.net/t22583-resueltofanfic-brittana-palabras-para-ti-adaptada-epilogo
Un Vuelo con Escalas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22590-fanfic-brittana-un-vuelo-con-escalas-adaptada-cap-33-final#544923
Secretos del Pasado: https://gleelatino.forosactivos.net/t22595-resueltofanfic-brittana-secretos-del-pasado-adaptada-epilogo
En tus Brazos y Huir de Todo Mal: https://gleelatino.forosactivos.net/t22602-resueltofanfic-brittana-en-tus-brazos-y-huir-de-todo-mal-ii-pasion-adaptada-epilogo
Parejas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22615p195-resueltofanfic-brittana-parejas-adaptada-cap-41-final#547481
La Chica de Servicio: https://gleelatino.forosactivos.net/t22617-resueltofanfic-brittana-la-chica-de-servicio-3-rindete-adaptada-epilogo-santana
A su Manera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22622-resueltofanfic-brittana-a-su-manera-adaptada-cap-50-final
Pídeme lo que Quiéras 4: Y yo te lo Darpe: https://gleelatino.forosactivos.net/t22630-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-4-y-yo-te-lo-dare-adaptada-epilogo
Angel de Fuego: https://gleelatino.forosactivos.net/t22633-resueltofanfic-brittana-angel-de-fuego-adaptada-cap-39-fin
Después de Todo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22642-fanfic-brittana-despues-de-todo-adaptada-epilogo
Pintando la Luna: https://gleelatino.forosactivos.net/t22644-resueltofanfic-brittana-pintando-la-luna-adaptada-epilogo
La Luna de Media Noche: https://gleelatino.forosactivos.net/t22647-resueltofanfic-brittana-la-luna-de-media-noche-adaptada-epilogo
Amor en Espera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22651-resueltofanfic-brittana-amor-en-espera-adaptada-epilogo
Storms: https://gleelatino.forosactivos.net/t22657-resueltofanfic-brittana-storms-adaptada-epilogo
Fue un Beso Tonto: https://gleelatino.forosactivos.net/t22660-resueltofanfic-brittana-fue-un-beso-tonto-adaptada-epilogo
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SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:12 am, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Quiero el primer cap!!!
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
Interesante...
Mas si deja a san jajaja
Nos vemos!!!
Interesante...
Mas si deja a san jajaja
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
hola de nuevo, aqui esperando por tu primer cap.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
monica.santander escribió:genial!!!!!!
Hola, que bueno que te va gustando, espero y siga así ajajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:cool
Hola, hajaajajaj vamos bn entonces... espero y siga así ajajajaja. Saludos =D
Susii escribió:Quiero el primer cap!!!
Hola, jajajaja bn aquí el primer cap! Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Interesante...
Mas si deja a san jajaja
Nos vemos!!!
Hola lu, vamos bn entonces jajajajajaja. JAjajajaja con san es todo mejor, no¿? ajajajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:genial!!!!!!
Hola otra vez ajajajaj, vamos bn! jajajaja. Saludos =D
marthagr81@yahoo.es escribió:hola de nuevo, aqui esperando por tu primer cap.
Hola, perdida! jajajajaajaj. Bienvenida otra vez! Aquí lo traigo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Cap 1
Capitulo 1
El sol aún no se asomaba a través de las montañas, pero Santana se apresuró de todos modos.
Con su block de dibujos metido bajo su brazo, siguió por el sendero hasta el lago. Su linterna brillaba, ágilmente evitó las raíces expuestas de los enormes árboles que bordeaban el camino y se detuvo apoyándose en uno de esos enormes troncos para recuperar el aliento.
Había bajado este mismo sendero la noche anterior y había hecho un esbozo del lago al atardecer, pero sabía que los colores de la madrugada serían más de su gusto.
Redujo la velocidad al ver el agua a través de los árboles.
Algo llamó su atención a lo largo de la orilla y a través de la niebla, vio las sombras de dos ciervos que caminaban lentamente por el borde del lago.
Como si sintieran su presencia, sus cabezas se volvieron hacia ella y ella se congeló y vio como sus orejas se movieron escuchando su siguiente paso. La miraron fijamente mientras ella les devolvió la mirada y durante varios segundos apenas respiró, no quería perturbar la escena.
Finalmente, con un movimiento desinteresado de sus colas, caminaron hacia los árboles y desaparecieron.
Entonces se apresuró mientras la luz del amanecer se deslizaba sobre las colinas y caminó casi hasta el borde del lago, se sentó nuevamente en la misma roca del día anterior y esperó hasta que los colores de la salida del sol sobrevinieran.
Se estremeció por el fresco de la mañana y frotó sus manos a través de sus piernas, desnudas, esperando.
Cuando los primeros tonos rosas aparecieron sobre el agua, sus dedos se movieron con rapidez, dibujando con destreza el lago bajo la tenue luz del alba y cuando los rosas estallaron en naranjas, agregó más color mientras el sonido de su tiza sobre el papel hacía eco a través del silencioso bosque.
Cuando el sol se asomó completamente, cambiando del naranja brillante a un amarillo opaco, bajó su block y estiró su cuello, levantando los brazos sobre su cabeza.
Miró su trabajo, luego escogió otro color y rápidamente añadió las sombras de los ciervos a lo largo del borde.
Rara vez pintaba animales, pero quería recordar a los ciervos, en caso que decidiera agregarlos cuando llevara esto al lienzo.
Al final, esbozó su marca en la esquina superior, una luna llena colgando sobre el lago y cerró su libreta.
Sólo entonces escuchó pasos detrás de ella.
—Buenos días.
Sorprendida, se dio la vuelta.
No había esperado tan temprano a los excursionistas y estaba claramente sorprendida por la mujer mayor que estaba ahí de pie mirándola.
Santana la miró fijamente en silencio antes de encontrar su voz.
—Hola—murmuró Santana.
—No quise molestarla anteriormente. Estaba tan absorta. Nunca había visto a nadie aquí tan temprano.
La mujer estaba claramente nerviosa y Santana tomó un momento para recobrar la compostura.
Reemplazó la mirada feroz en su rostro por una sonrisa forzada y recogió su block de dibujo y sus tizas, tratando de ignorar lo más educadamente posible a la mujer.
Nunca había sido buena con los extraños.
—Por cierto, soy Sue Pierce—dijo la mujer extendiendo su mano.
Santana miró hacia arriba y tras una breve pausa apretó la mano de la mujer
—Santana. Santana López.
—No creo haberla visto antes ¿Turista?
—No exactamente.
Santana caminó para pasar por delante de la ella, pero la mujer puso sus manos en sus caderas, esperando evidentemente una explicación.
—Alquilé la cabaña de los Hudson—explicó Santana finalmente.
—¿El lugar de los Hudson? Pensé que sólo se iban por una semana o dos.
—No sé nada de eso—dijo Santana—La alquilé hasta octubre.
—Bueno ¡vaya! ¿Me pregunto qué ha pasado?—preguntó Sue, esperando una respuesta de Santana.
Santana se encogió de hombros.
Había vivido en la ciudad toda su vida, no estaba acostumbrada a seguirle la pista a sus vecinos.
—¿Dices que vas a estar aquí hasta octubre?
—Sí.
Santana intentó pasar delante de ella nuevamente, pero la mujer continuó.
—Bueno, entonces pasa por la tienda. Britt estará encantada de conocerte. Hay muy pocas personas de su edad aquí en las montañas
—¿Quién?—preguntó Santana.
—Britt, Brittany, Mi nieta. Tenemos el almacén en el extremo de la ciudad—explicó la mujer, haciendo un gesto con la mano.
—Oh—Santana sonrió cortésmente, finalmente caminó por delante de la mujer—En realidad, aún no he estado en la ciudad Sue inspeccionó el block de dibujo que tenía bajo el brazo.
—¿Eres una artista?
—Sí.
—¿Hobby?
—Todo comenzó de esa manera, sí.
—Bueno, debes ser buena si te ganas la vida con eso.
—A veces.
Santana enderezó sus hombros, extendiéndose en toda su estatura. Había tenido suficiente conversación ociosa por un día.
—Escuche, fue un placer conocerla, pero tengo que regresar. Sue ¿verdad?
—Sí. Pasa por la tienda…—dijo nuevamente—…Tenemos café—dijo Sue a la espalda de Santana.
Santana sonrió ligeramente y escapó, apresurándose para retomar el sendero hacia su camioneta, ansiosa por regresar a su soledad.
Con su block de dibujos metido bajo su brazo, siguió por el sendero hasta el lago. Su linterna brillaba, ágilmente evitó las raíces expuestas de los enormes árboles que bordeaban el camino y se detuvo apoyándose en uno de esos enormes troncos para recuperar el aliento.
Había bajado este mismo sendero la noche anterior y había hecho un esbozo del lago al atardecer, pero sabía que los colores de la madrugada serían más de su gusto.
Redujo la velocidad al ver el agua a través de los árboles.
Algo llamó su atención a lo largo de la orilla y a través de la niebla, vio las sombras de dos ciervos que caminaban lentamente por el borde del lago.
Como si sintieran su presencia, sus cabezas se volvieron hacia ella y ella se congeló y vio como sus orejas se movieron escuchando su siguiente paso. La miraron fijamente mientras ella les devolvió la mirada y durante varios segundos apenas respiró, no quería perturbar la escena.
Finalmente, con un movimiento desinteresado de sus colas, caminaron hacia los árboles y desaparecieron.
Entonces se apresuró mientras la luz del amanecer se deslizaba sobre las colinas y caminó casi hasta el borde del lago, se sentó nuevamente en la misma roca del día anterior y esperó hasta que los colores de la salida del sol sobrevinieran.
Se estremeció por el fresco de la mañana y frotó sus manos a través de sus piernas, desnudas, esperando.
Cuando los primeros tonos rosas aparecieron sobre el agua, sus dedos se movieron con rapidez, dibujando con destreza el lago bajo la tenue luz del alba y cuando los rosas estallaron en naranjas, agregó más color mientras el sonido de su tiza sobre el papel hacía eco a través del silencioso bosque.
Cuando el sol se asomó completamente, cambiando del naranja brillante a un amarillo opaco, bajó su block y estiró su cuello, levantando los brazos sobre su cabeza.
Miró su trabajo, luego escogió otro color y rápidamente añadió las sombras de los ciervos a lo largo del borde.
Rara vez pintaba animales, pero quería recordar a los ciervos, en caso que decidiera agregarlos cuando llevara esto al lienzo.
Al final, esbozó su marca en la esquina superior, una luna llena colgando sobre el lago y cerró su libreta.
Sólo entonces escuchó pasos detrás de ella.
—Buenos días.
Sorprendida, se dio la vuelta.
No había esperado tan temprano a los excursionistas y estaba claramente sorprendida por la mujer mayor que estaba ahí de pie mirándola.
Santana la miró fijamente en silencio antes de encontrar su voz.
—Hola—murmuró Santana.
—No quise molestarla anteriormente. Estaba tan absorta. Nunca había visto a nadie aquí tan temprano.
La mujer estaba claramente nerviosa y Santana tomó un momento para recobrar la compostura.
Reemplazó la mirada feroz en su rostro por una sonrisa forzada y recogió su block de dibujo y sus tizas, tratando de ignorar lo más educadamente posible a la mujer.
Nunca había sido buena con los extraños.
—Por cierto, soy Sue Pierce—dijo la mujer extendiendo su mano.
Santana miró hacia arriba y tras una breve pausa apretó la mano de la mujer
—Santana. Santana López.
—No creo haberla visto antes ¿Turista?
—No exactamente.
Santana caminó para pasar por delante de la ella, pero la mujer puso sus manos en sus caderas, esperando evidentemente una explicación.
—Alquilé la cabaña de los Hudson—explicó Santana finalmente.
—¿El lugar de los Hudson? Pensé que sólo se iban por una semana o dos.
—No sé nada de eso—dijo Santana—La alquilé hasta octubre.
—Bueno ¡vaya! ¿Me pregunto qué ha pasado?—preguntó Sue, esperando una respuesta de Santana.
Santana se encogió de hombros.
Había vivido en la ciudad toda su vida, no estaba acostumbrada a seguirle la pista a sus vecinos.
—¿Dices que vas a estar aquí hasta octubre?
—Sí.
Santana intentó pasar delante de ella nuevamente, pero la mujer continuó.
—Bueno, entonces pasa por la tienda. Britt estará encantada de conocerte. Hay muy pocas personas de su edad aquí en las montañas
—¿Quién?—preguntó Santana.
—Britt, Brittany, Mi nieta. Tenemos el almacén en el extremo de la ciudad—explicó la mujer, haciendo un gesto con la mano.
—Oh—Santana sonrió cortésmente, finalmente caminó por delante de la mujer—En realidad, aún no he estado en la ciudad Sue inspeccionó el block de dibujo que tenía bajo el brazo.
—¿Eres una artista?
—Sí.
—¿Hobby?
—Todo comenzó de esa manera, sí.
—Bueno, debes ser buena si te ganas la vida con eso.
—A veces.
Santana enderezó sus hombros, extendiéndose en toda su estatura. Había tenido suficiente conversación ociosa por un día.
—Escuche, fue un placer conocerla, pero tengo que regresar. Sue ¿verdad?
—Sí. Pasa por la tienda…—dijo nuevamente—…Tenemos café—dijo Sue a la espalda de Santana.
Santana sonrió ligeramente y escapó, apresurándose para retomar el sendero hacia su camioneta, ansiosa por regresar a su soledad.
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Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
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SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:12 am, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
santana y su soledad, que tan dificil sera sacarla de ahi. aunque la vieja sue parece proponerselo. por cierto el nombre del fic me trastorna
aclarame como actualizaras ahora que estas en la univ.
vi algo como tus horarios pero los podrias repetir por favor
aclarame como actualizaras ahora que estas en la univ.
vi algo como tus horarios pero los podrias repetir por favor
Última edición por marthagr81@yahoo.es el Sáb Abr 09, 2016 2:15 am, editado 1 vez
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
hola morra!!
san va a vivir como "ermitaña"?
el primer conto la familia de britt!!!
nos vemos!!
pd; tengo la colección completa de Megan Maxwell tengo que leerlos para recomendarte alguna aparte de los que ya leí jajaj
si me recomendaron la cruz de la moneda de rea maval,... y adicta a ti de laurelyn paige creo que las dos son trilogías!!!
san va a vivir como "ermitaña"?
el primer conto la familia de britt!!!
nos vemos!!
pd; tengo la colección completa de Megan Maxwell tengo que leerlos para recomendarte alguna aparte de los que ya leí jajaj
si me recomendaron la cruz de la moneda de rea maval,... y adicta a ti de laurelyn paige creo que las dos son trilogías!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Que extraño fue su encuentro aksbskdb Santana va a ir al almacen?$-$
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Me parece que San no va querer dejar tan fácilmente su soledad!!
Veremos como sigue!1
Saludos
Veremos como sigue!1
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Me parece que San no va querer dejar tan fácilmente su soledad!!
Veremos como sigue!1
Saludos
Veremos como sigue!1
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
marthagr81@yahoo.es escribió:santana y su soledad, que tan dificil sera sacarla de ahi. aunque la vieja sue parece proponerselo. por cierto el nombre del fic me trastorna
aclarame como actualizaras ahora que estas en la univ.
vi algo como tus horarios pero los podrias repetir por favor
Hola, ajajajajaja eso parece no¿? jajajajaja, esa san xD Algo es algo, no¿? ajajajaja. Ah, si¿? vamos bn entonces¿? ajajajaja. Ok, los actualizare: aquí son las (5:03)
-Lunes, Martes, Jueves y Viernes: 00:00 (si puedo antes, antes xD)
-Miercoles, Sabado y Domingo: igual q siempre.
3:) escribió:hola morra!!
san va a vivir como "ermitaña"?
el primer conto la familia de britt!!!
nos vemos!!
pd; tengo la colección completa de Megan Maxwell tengo que leerlos para recomendarte alguna aparte de los que ya leí jajaj
si me recomendaron la cruz de la moneda de rea maval,... y adicta a ti de laurelyn paige creo que las dos son trilogías!!!
Hola lu, mmm so parece jajajajaja Xd ajajajaja. Y vamos ai noma xD jajajajajaja. Saludos =D
Pd:jajajaja ahí me dices para ver si los puedo descargar. La vrdd no los conozco XD pero veré si los puedo descargar para leerlos!
Susii escribió:Que extraño fue su encuentro aksbskdb Santana va a ir al almacen?$-$
Hola, jajajajaja si, no¿? jajajajaja. Mmmmm yo creo q debería, no¿? XDjajaja Saludos =D
monica.santander escribió:Me parece que San no va querer dejar tan fácilmente su soledad!!
Veremos como sigue!1
Saludos
monica.santander escribió:Me parece que San no va querer dejar tan fácilmente su soledad!!
Veremos como sigue!1
Saludos
Hola, mmmm x lo q se ve... nop =/ esperemos y algo... o alguien la haga de cambiar opinión, no¿? jajajaja. Aquí el siguiente para eso! ajajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Cap 2
Capitulo 2
Brittany levantó la mirada cuando la campana sobre la puerta tintineó y sonrió cálidamente a su abuela.
—Buenos días, Nana ¿Cómo estuvo tu paseo?
—Oh, hace un día hermoso allá afuera, Britty—Sue rodeó el mostrador y arrojó su bolso en el estante inferior, apartando a Brittany de su camino—Te dije que sacaría esto esta mañana.
Brittany había estado colocando precios en las comidas liofilizadas (proceso en el que se congela el producto y posteriormente se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua por sublimación, es utilizado principalmente en la industria alimentaria para conservación de los alimentos) que mantenían en stock para los mochileros que pululaban las montañas en verano.
Permitió que Nana se hiciera cargo y fue a buscar para sí misma un latte de la máquina de café expreso.
Con orgullo tocó un lado de la máquina, limpiando una mancha con su pulgar.
Esto había sido lo primero que había añadido cuando compró la tienda el otoño pasado.
El café era una de las pocas cosas que extrañaba de Seattle.
—¿Quieres uno?—preguntó Brittany.
—No, gracias. Acabo de tomar jugo. Oh Britty, conocí esta mañana a la mujer más interesante—dijo Nana.
—¿Cuándo?—preguntó Brittany distraídamente cuando apretó el botón que calentaba la leche al vapor.
—En el sendero, junto al lago—explicó Nana—Una artista. Miré su trabajo, aunque estoy segura que no supo que la estaba espiando.
—¿Espiándola? ¿Por qué?
—Bueno, no quería molestarla. Tenía una gran libreta y un puñado de tizas de colores y sus manos volaban sobre el papel—Sue suspiró profundamente—Quería pedirle que me lo enseñara, pero una vez que ella se puso de pie, me acobardé.
—¿Qué quieres decir?
Brittany tomó un sorbo de su café y sonrió satisfecha.
Nada como un buen café.
—Bueno, ella era…imponente. No por su estatura, ya que es un poco más baja que tú, Pero sus ojos. Y sus ojos. Oh, Britty, el color marrón oscuro más extraño que jamás haya visto, eran casi negro, si no lo eran. Parecía mirar a través de ti.
—¿Cómo se llama?
Nana levantó su mirada y frunció el ceño.
—Santana López ¿Has oído hablar de ella?
—¿Santana López? No estoy segura ¿No había un artículo sobre ella en Northwest Magazine a principios de este año?
—No lo recuerdo. Sabes que realmente nunca leo esos artículos—dijo Sue y sonrió tímidamente—Simplemente disfruto las imágenes.
Brittany también sonrió.
—Tú y yo. Así que ¿está aquí pintando?
—Supongo. Alquiló el lugar de los Hudson hasta octubre. Estaba casi segura que los Husdon sólo iban a estar fuera una semana o algo así. Al menos, eso fue lo que escuché ¿Me pregunto si están teniendo problemas?—caviló Sue. Luego volvió a mirar a Brittany—En fin, le dije que pasara por aquí. Es un poco mayor que tú y le dije que no tenías ningún amigo aquí de tu edad.
—¡Nana!
—Bueno, no lo tienes. Sigues diciendo que no tienes nada en común con la gente de aquí.
—Estoy segura que tampoco tengo nada en común con una artista.
—Eres diseñadora de anuncios. Eso es arte—dijo Nana enfáticamente.
—No creo que lo que hago para la firma de mercadotecnia se le pueda llamar arte, Nana.
—Bueno, de todos modos ella no era tan amable. Puede que ni siquiera pase por aquí.
Brittany negó con su cabeza y tomó un sorbo de su café.
Era cierto.
Había hecho pocos amigos desde que se había mudado aquí. La mayoría de los lugareños eran mayores y los que estaban cercanos a su edad estaban casados y tenían niños pequeños y ciertamente no tenía nada en común con ellos.
Solo podía conversar con Quinn y Rachel, que eran una joven pareja, pero también tenían hijos y no podía salir mucho con ellas.
Hasta ahora, se había contentado con tener a Nana como su única amiga.
La campana sonó nuevamente y el Sr. Arnold entró con su caniche bajo el brazo.
—Buenos días damas—dijo él inclinándose ligeramente hasta su cintura.
—Vaya señor Arnold ¿cómo está hoy?
Nana le dio la bienvenida y Brittany se sorprendió nuevamente por la manera en que Nana dirigía la tienda.
Pero, Nana había vivido la mayor parte de su vida adulta aquí.
Estas personas eran su gente.
A ellos les había tomado varios meses aclimatarse a Brittany, a pesar de los muchos veranos que había pasado aquí como niña.
Pero ahora, después de casi un año, se sentía casi como una lugareña.
Brittany sonrió sin humor a su reflejo en el cristal detrás del mostrador. Tan lejos y apartada de Seattle, pero difícilmente una lugareña aquí.
A veces, extrañaba el ritmo rápido de su trabajo en la ciudad.
Y a veces, extrañaba a la gente de allá.
Como Sam, pensó ella… pero no quería pensar en él en este momento.
Él había estado llamando nuevamente, dándole a entender que vendría para una visita y ella lo había estado aplazando.
Él querría hablar sobre matrimonio y luego de estar lejos de él los últimos ocho meses, estaba bastante segura que no se casaría con él.
Sólo que no tenía el corazón para decírselo.
O a Nana.
Había tenido la esperanza de que su ausencia terminara las cosas con Sam, pero aun así, él seguía llamando.
—¿Britt?
—¿Qué?—preguntó Brittany dejando a un lado sus pensamientos por el momento.
—¿Podrías rebanarle jamón al Sr. Arnold? Sólo un cuarto de kilo.
—Por supuesto.
El día adquirió su rutina familiar.
La mañana llena de lugareños y un puñado de extraños.
La tarde era dedicaba para atender a los turistas y los vacacionistas que habían dormido hasta tarde y que luego llegaban para disfrutar del cálido día.
Mercedes, la estudiante de secundaria que ayudaba durante los meses de verano, llegó al mediodía y Brittany escapó para un almuerzo rápido, tomando su emparedado y llevándolo al parque como lo hacía todos los días.
Con los codos apoyados en la mesa, lanzó una esquina de su pan a las ardillas que venían a mendigar.
Se preguntaba si esperaban por ella todos los días o si simplemente salían y estaban por los alrededores cuando ella estaba comiendo.
Suspiró.
¿Era ella una solitaria?
En realidad no, tomando en cuenta que extrañaba a sus amigos en Seattle.
Sus llamadas telefónicas, así como sus cartas, cada vez se hacían menos frecuentes con el paso del tiempo.
Pero había sido su propia elección mudarse aquí.
Ella había experimentado más cercanía con Nana que con su propia mamá y cuando su abuelo falleció, sólo unos meses después falleció su mamá, ella había usado su herencia familiar y había comprado la tienda, sintiendo que su abuela necesitaría a alguien que cuidara de ella.
Ahora sabía que Nana estaba bien, pero era una excusa tan buena como cualquier otra para alejarse de Sam.
Simplemente debió haberle dicho que no estaba lista para casarse, pero después de cuatro años ya era hora de hacer algo. No podían seguir solamente con las citas y Sam quería tener hijos y ella temía decirle que no tenía el deseo de ser mamá.
Secretamente temía terminar como su propia mamá; amando tanto a un niño, que apenas se daba cuenta que tenía a otro… el primero… esperando por su atención.
Puso a un lado esos pensamientos.
No quería pensar en su hermana.
Y con su mamá muerta, dudaba que alguna vez volviera a verla.
*****************************************************************************************************************
Santana aplicó los colores de fondo en el lienzo y agregando gris para suavizar el cielo oscuro.
Se había decidido por el escenario de la mañana, con los ciervos y todo y trabajó a través del almuerzo, finalmente se detuvo cuando su estómago exigió atención.
Sacó el queso de soja que había traído de Seattle y lo salteó con algunas verduras y puso a hervir la pasta. Abrió una botella de vino y salió al porche mientras su cena se cocinaba.
El paquete destrozado de cigarrillos le hizo señas y ella encendió uno inhalando profundamente y dejando salir el humo lentamente.
Tenía que saborear cada uno.
Había prometido que dejaría de fumar y lo había reducido a cinco al día. A la velocidad que iba, unos cuantos meses más y dejaría de fumar por completo.
—Seguro—murmuró ella.
Se había quedado estancada en cinco el último mes.
Estiró sus piernas con la copa de vino colgando en su mano y miró hacia el bosque.
Era tranquilo aquí.
No había vecinos cerca que perturbaran su trabajo.
Había venido en mayo, a Lima, Ohio, un fin de semana con un amigo y había visto un sin fin de oportunidades para su trabajo.
El entorno del Bosque Nacional Ohio estaba lleno de pequeños lagos y ofrecía una maravillosa vista del Pico Glacier que se cernía sobre ellos a más de tres mil metros.
En un impulso, había preguntado por el alquiler de un lugar para el verano.
El agente de bienes raíces de la localidad le había llamado dos semanas atrás por la cabaña de los Hudson y la apartó rápidamente.
Usualmente viajaba durante el verano, acampaba o permanecía en complejos turísticos locales mientras pintaba, luego pasaba el invierno poniendo sus ideas sobre el lienzo.
Pero estaba cansada de eso y la idea de trabajar en la soledad y el silencio de su propia cabaña durante todo el verano había sido demasiado tentadora como para dejarla pasar.
Sin embargo no había cerrado su casa de campo en Bainbridge Island.
Estaba a sólo unas pocas horas de Seattle.
Siempre podría regresar.
Terminó su cigarrillo y trajo la cena hasta el porche.
La noche estaba fría pero despejada y mientras comía, observaba los colores de la puesta del sol que se asentaba en el bosque, su momento favorito del día.
—Buenos días, Nana ¿Cómo estuvo tu paseo?
—Oh, hace un día hermoso allá afuera, Britty—Sue rodeó el mostrador y arrojó su bolso en el estante inferior, apartando a Brittany de su camino—Te dije que sacaría esto esta mañana.
Brittany había estado colocando precios en las comidas liofilizadas (proceso en el que se congela el producto y posteriormente se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua por sublimación, es utilizado principalmente en la industria alimentaria para conservación de los alimentos) que mantenían en stock para los mochileros que pululaban las montañas en verano.
Permitió que Nana se hiciera cargo y fue a buscar para sí misma un latte de la máquina de café expreso.
Con orgullo tocó un lado de la máquina, limpiando una mancha con su pulgar.
Esto había sido lo primero que había añadido cuando compró la tienda el otoño pasado.
El café era una de las pocas cosas que extrañaba de Seattle.
—¿Quieres uno?—preguntó Brittany.
—No, gracias. Acabo de tomar jugo. Oh Britty, conocí esta mañana a la mujer más interesante—dijo Nana.
—¿Cuándo?—preguntó Brittany distraídamente cuando apretó el botón que calentaba la leche al vapor.
—En el sendero, junto al lago—explicó Nana—Una artista. Miré su trabajo, aunque estoy segura que no supo que la estaba espiando.
—¿Espiándola? ¿Por qué?
—Bueno, no quería molestarla. Tenía una gran libreta y un puñado de tizas de colores y sus manos volaban sobre el papel—Sue suspiró profundamente—Quería pedirle que me lo enseñara, pero una vez que ella se puso de pie, me acobardé.
—¿Qué quieres decir?
Brittany tomó un sorbo de su café y sonrió satisfecha.
Nada como un buen café.
—Bueno, ella era…imponente. No por su estatura, ya que es un poco más baja que tú, Pero sus ojos. Y sus ojos. Oh, Britty, el color marrón oscuro más extraño que jamás haya visto, eran casi negro, si no lo eran. Parecía mirar a través de ti.
—¿Cómo se llama?
Nana levantó su mirada y frunció el ceño.
—Santana López ¿Has oído hablar de ella?
—¿Santana López? No estoy segura ¿No había un artículo sobre ella en Northwest Magazine a principios de este año?
—No lo recuerdo. Sabes que realmente nunca leo esos artículos—dijo Sue y sonrió tímidamente—Simplemente disfruto las imágenes.
Brittany también sonrió.
—Tú y yo. Así que ¿está aquí pintando?
—Supongo. Alquiló el lugar de los Hudson hasta octubre. Estaba casi segura que los Husdon sólo iban a estar fuera una semana o algo así. Al menos, eso fue lo que escuché ¿Me pregunto si están teniendo problemas?—caviló Sue. Luego volvió a mirar a Brittany—En fin, le dije que pasara por aquí. Es un poco mayor que tú y le dije que no tenías ningún amigo aquí de tu edad.
—¡Nana!
—Bueno, no lo tienes. Sigues diciendo que no tienes nada en común con la gente de aquí.
—Estoy segura que tampoco tengo nada en común con una artista.
—Eres diseñadora de anuncios. Eso es arte—dijo Nana enfáticamente.
—No creo que lo que hago para la firma de mercadotecnia se le pueda llamar arte, Nana.
—Bueno, de todos modos ella no era tan amable. Puede que ni siquiera pase por aquí.
Brittany negó con su cabeza y tomó un sorbo de su café.
Era cierto.
Había hecho pocos amigos desde que se había mudado aquí. La mayoría de los lugareños eran mayores y los que estaban cercanos a su edad estaban casados y tenían niños pequeños y ciertamente no tenía nada en común con ellos.
Solo podía conversar con Quinn y Rachel, que eran una joven pareja, pero también tenían hijos y no podía salir mucho con ellas.
Hasta ahora, se había contentado con tener a Nana como su única amiga.
La campana sonó nuevamente y el Sr. Arnold entró con su caniche bajo el brazo.
—Buenos días damas—dijo él inclinándose ligeramente hasta su cintura.
—Vaya señor Arnold ¿cómo está hoy?
Nana le dio la bienvenida y Brittany se sorprendió nuevamente por la manera en que Nana dirigía la tienda.
Pero, Nana había vivido la mayor parte de su vida adulta aquí.
Estas personas eran su gente.
A ellos les había tomado varios meses aclimatarse a Brittany, a pesar de los muchos veranos que había pasado aquí como niña.
Pero ahora, después de casi un año, se sentía casi como una lugareña.
Brittany sonrió sin humor a su reflejo en el cristal detrás del mostrador. Tan lejos y apartada de Seattle, pero difícilmente una lugareña aquí.
A veces, extrañaba el ritmo rápido de su trabajo en la ciudad.
Y a veces, extrañaba a la gente de allá.
Como Sam, pensó ella… pero no quería pensar en él en este momento.
Él había estado llamando nuevamente, dándole a entender que vendría para una visita y ella lo había estado aplazando.
Él querría hablar sobre matrimonio y luego de estar lejos de él los últimos ocho meses, estaba bastante segura que no se casaría con él.
Sólo que no tenía el corazón para decírselo.
O a Nana.
Había tenido la esperanza de que su ausencia terminara las cosas con Sam, pero aun así, él seguía llamando.
—¿Britt?
—¿Qué?—preguntó Brittany dejando a un lado sus pensamientos por el momento.
—¿Podrías rebanarle jamón al Sr. Arnold? Sólo un cuarto de kilo.
—Por supuesto.
El día adquirió su rutina familiar.
La mañana llena de lugareños y un puñado de extraños.
La tarde era dedicaba para atender a los turistas y los vacacionistas que habían dormido hasta tarde y que luego llegaban para disfrutar del cálido día.
Mercedes, la estudiante de secundaria que ayudaba durante los meses de verano, llegó al mediodía y Brittany escapó para un almuerzo rápido, tomando su emparedado y llevándolo al parque como lo hacía todos los días.
Con los codos apoyados en la mesa, lanzó una esquina de su pan a las ardillas que venían a mendigar.
Se preguntaba si esperaban por ella todos los días o si simplemente salían y estaban por los alrededores cuando ella estaba comiendo.
Suspiró.
¿Era ella una solitaria?
En realidad no, tomando en cuenta que extrañaba a sus amigos en Seattle.
Sus llamadas telefónicas, así como sus cartas, cada vez se hacían menos frecuentes con el paso del tiempo.
Pero había sido su propia elección mudarse aquí.
Ella había experimentado más cercanía con Nana que con su propia mamá y cuando su abuelo falleció, sólo unos meses después falleció su mamá, ella había usado su herencia familiar y había comprado la tienda, sintiendo que su abuela necesitaría a alguien que cuidara de ella.
Ahora sabía que Nana estaba bien, pero era una excusa tan buena como cualquier otra para alejarse de Sam.
Simplemente debió haberle dicho que no estaba lista para casarse, pero después de cuatro años ya era hora de hacer algo. No podían seguir solamente con las citas y Sam quería tener hijos y ella temía decirle que no tenía el deseo de ser mamá.
Secretamente temía terminar como su propia mamá; amando tanto a un niño, que apenas se daba cuenta que tenía a otro… el primero… esperando por su atención.
Puso a un lado esos pensamientos.
No quería pensar en su hermana.
Y con su mamá muerta, dudaba que alguna vez volviera a verla.
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Santana aplicó los colores de fondo en el lienzo y agregando gris para suavizar el cielo oscuro.
Se había decidido por el escenario de la mañana, con los ciervos y todo y trabajó a través del almuerzo, finalmente se detuvo cuando su estómago exigió atención.
Sacó el queso de soja que había traído de Seattle y lo salteó con algunas verduras y puso a hervir la pasta. Abrió una botella de vino y salió al porche mientras su cena se cocinaba.
El paquete destrozado de cigarrillos le hizo señas y ella encendió uno inhalando profundamente y dejando salir el humo lentamente.
Tenía que saborear cada uno.
Había prometido que dejaría de fumar y lo había reducido a cinco al día. A la velocidad que iba, unos cuantos meses más y dejaría de fumar por completo.
—Seguro—murmuró ella.
Se había quedado estancada en cinco el último mes.
Estiró sus piernas con la copa de vino colgando en su mano y miró hacia el bosque.
Era tranquilo aquí.
No había vecinos cerca que perturbaran su trabajo.
Había venido en mayo, a Lima, Ohio, un fin de semana con un amigo y había visto un sin fin de oportunidades para su trabajo.
El entorno del Bosque Nacional Ohio estaba lleno de pequeños lagos y ofrecía una maravillosa vista del Pico Glacier que se cernía sobre ellos a más de tres mil metros.
En un impulso, había preguntado por el alquiler de un lugar para el verano.
El agente de bienes raíces de la localidad le había llamado dos semanas atrás por la cabaña de los Hudson y la apartó rápidamente.
Usualmente viajaba durante el verano, acampaba o permanecía en complejos turísticos locales mientras pintaba, luego pasaba el invierno poniendo sus ideas sobre el lienzo.
Pero estaba cansada de eso y la idea de trabajar en la soledad y el silencio de su propia cabaña durante todo el verano había sido demasiado tentadora como para dejarla pasar.
Sin embargo no había cerrado su casa de campo en Bainbridge Island.
Estaba a sólo unas pocas horas de Seattle.
Siempre podría regresar.
Terminó su cigarrillo y trajo la cena hasta el porche.
La noche estaba fría pero despejada y mientras comía, observaba los colores de la puesta del sol que se asentaba en el bosque, su momento favorito del día.
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Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D
Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:13 am, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Cap 3
Capitulo 3
No fue sino hasta la tarde siguiente, después que Santana trabajó nuevamente durante el almuerzo, que decidió ir a la ciudad.
Había traído la mayor parte de la comida que iba a necesitar con ella.
Al ser vegetariana, no siempre podía contar con que las pequeñas tiendas de comestibles tuvieran lo que necesitaba, pero la crema para el café era una necesidad y pensó que podría revisar en la Tienda de Sue.
Tal vez ellos tendrían lo suficiente y no tendría que hacer un viaje a Seattle sólo para comprar comida.
Santana pasó por la ciudad, que era estrecha para la imaginación de cualquiera.
Algunas tiendas, servicios de comidas estrictamente para los turistas, una antigua casa de campo que parecía bastante encantadora y una estación de gasolina.
En el límite de la ciudad, donde el bosque casi se lo tragaba, estaba el almacén general. Una cabaña de madera, con porche y todo, parecía como si viniera directamente del siglo pasado.
Estacionó su Land Cruiser junto a una camioneta Ford de doble tracción, con un aspecto que decía que había visto mejores días.
Deslizó su mano cariñosamente sobre el capó de su Toyota… su orgullo y alegría.
Había sido la primera compra importante que había hecho con su propio dinero.
Miró por encima de su cabeza, admirando el letrero recién pintado.
Un folleto de papel pegado a la ventana de la puerta ofrecía café recién hecho y expreso.
Otro, notificaba a los lugareños del juego mensual de bingo en el centro comunitario.
Santana sonrió.
La vida se movía mucho más lento aquí que en Seattle.
Santana miró hacia arriba cuando la campana encima de su cabeza señaló su llegada y entró en la tienda, levantando la vista para encontrarse con los ojos azules amistosos de la mujer que estaba detrás del mostrador.
Santana sostuvo su mirada, la comisura de su boca se elevó en una rápida sonrisa antes de desviar la mirada y caminó lentamente por una de las filas de las estanterías repletas de productos enlatados hacia el refrigerador.
Agarró un cartón de crema luego se volteó y miró a su alrededor.
Divisó la máquina de expreso en la esquina y se dirigió a ella. Una verdadera taza de café con leche calentada al vapor casi le hizo agua la boca.
—Vaya Sra. López, nos ha encontrado—dijo Nana mientras veía a Santana.
—Sue. Un placer verla nuevamente. Recordé que dijo que tenía café— respondió Santana mientras tomaba un sorbo de su taza.
—Idea de Britt. Ella extrañaba el café de Seattle, aunque prefiero el viejo colador—dijo Sue mientras caminaba hacia Santana y casualmente agarró su mano—Ven a conocer a Brittany.
Santana se encontró mirando nuevamente otros ojos azules.
—Hola. Santana López—extendió una mano en saludo.
Brittany hizo una pausa momentáneamente, la voz ligeramente ronca aún vibraba en sus oídos.
Extendió su mano y apretó la mano rápidamente.
—Brittany Pierce, pero puedes decirme Britt.
—Estoy muy contenta que hayas decidido pasar por aquí—dijo Sue—Le hablé a Britt sobre ti.
—¿Lo hiciste?
Santana miró rápidamente a Brittany Pierce, viendo como ella escondía nerviosamente algunas hebras de su cabello rubio detrás de las orejas, luego la vio apartar el flequillo que colgaba en sus ojos.
—Sí, lo hizo—dijo Brittany—Bienvenida a Lima, Ohio. Dijo que te alojabas en el lugar de los Hudson.
—Al menos durante el verano.
Sus ojos se encontraron nuevamente y Santana fue sorprendida por el discreto tirón de atracción que sintió por esta mujer.
Sus cálidos ojos azules parecían hacerle señas y Santana rió para sus adentros.
La joven probablemente era hetero.
Su cabello rubio estaba cuidadosamente peinado, apenas rozaba la parte superior de sus hombros en la parte de atrás y estaba más corto alrededor de su rostro y Santana fue muy consciente de su propio cabello negro, largo y despeinado.
Con dos dedos lo apartó de su frente, alejando finalmente sus ojos y volviéndose hacia Sue.
—Tu oferta de café me atrajo—dijo Santana bebiendo de su taza nuevamente—También extraño el café de Seattle.
—Tú y Britt. Eso era todo de lo que ella se quejaba. No hay una buena taza de café en millas, era todo lo que ella decía.
Santana miró nuevamente a Brittany.
—La máquina de expreso fue una buena idea.
Brittany sonrió.
—Definitivamente. Durante los meses de verano, la mayoría de nuestros clientes son de Seattle. Ellos necesitan un lugar donde puedan tomar una verdadera taza de café.
—Bueno, gracias—dijo Santana levantando su taza a modo de saludo—¿Cuánto te debo?—sacó un par de billetes del bolsillo de sus vaqueros y se los entregó a Brittany.
—¿Por qué no vienes a cenar esta noche?—preguntó Sue inesperadamente.
Santana miró hacia abajo avergonzada.
—Me temo que les daría más problemas de lo necesario—dijo la morena—Soy vegetariana. A la mayoría de las personas se les dificulta invitarme a cenar.
—Tonterías. Hago una maravillosa sopa de verduras que podría improvisar. No te importaría ¿verdad Britt?
Brittany miró a Nana solo un segundo y luego sacudió su cabeza.
—No, por supuesto que no. Por favor, acompáñanos.
Santana miró a Brittany luego a Sue y viceversa.
—Está bien entonces…supongo.
—Genial—dijo Sue y le explicó a Santana como llegar a su casa.
Santana se fue sacudiendo lentamente su cabeza.
¿Por qué?
Ella no era buena con la gente, con los extraños.
¿Por qué había accedió a esta cena?
Entonces sonrió.
Porque no puedes resistirte a las rubias, se dijo a sí misma.
***********************************************************************************************************
—Bueno ¿qué te parece?—preguntó Sue a Brittany cuando Santana se fue.
—¿Sobre qué?
—Sobre la artista, por supuesto—dijo Sue.
—Parecía bastante agradable, aunque no sé por qué insististe en invitarla a cenar—dijo Brittany.
Algo en los ojos de la mujer le hizo sentir incómoda.
Negro.
Por un segundo, se preguntó si eran reales.
Por su cabello negro como el azabache, habría esperado ojos oscuros, pero no tan oscuros que le devolvía la mirada.
Pero no eran ojos muertos y sin vida producto de los lentes de contacto.
No… esos ojos eran muy vivos.
—Pensé que te gustaría su compañía.
—Estoy segura que así será. Es solo que parece…—Brittany se encogió de hombros—Un poco intimidante.
—Sí. Al principio pensé que era por ser tan seria…—dijo Nana—… Pero creo que son sus ojos. Parece como si viera a través de ti.
Brittany asintió, su mente divagando nuevamente sobre la extraña de cabello oscuro que acababa de irse.
—Bueno, en fin, ella parece de tu edad. Tal vez puedas hacer una nueva amiga.
—Gracias, Nana, por ocuparte de mí—dijo Brittany con sequedad.
—Oh, Britty. Sólo deseo que tengas algunos amigos aquí, eso es todo. Quinn y Rachel no pueden salir mucho—dijo Sue.
Brittany dejó caer sus hombros y forzó una sonrisa.
—Lo sé, pero estoy bien, de verdad.
—¿Lo estás? Sé que Sam ha estado llamando, pero nunca hablas de eso ¿Cuándo vas a verlo nuevamente?—preguntó Sue.
—En realidad, él quiere venir a visitarnos.
Brittany supo que había sido un error cuando las palabras salieron de su boca.
Los ojos de Nana se iluminaron y Brittany desvió su mirada.
—Eso es maravilloso, querida. Tal vez los dos puedan resolver sus diferencias después de todo—dijo Sue—¿Crees que venga pronto?
Brittany ignoró la pregunta.
—Entonces ¿qué tipo de sopa de verduras preparas en la que simplemente puedas improvisar?—preguntó Brittany cambiando de tema.
Siempre era Sam con Nana.
—Bueno, está esa sopa que hago con pollo. Sólo que puedo dejar de lado el pollo—dijo Sue levantando sus cejas—¿No crees que estaría bien?
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Sue salió de la tienda temprano para empezar la cena y cuando Brittany llegó la sopa hervía y Nana estaba ordenando la cocina.
—Voy a tomar una ducha rápida—gritó Brittany.
—Bien, querida—dijo Sue en voz alta.
Brittany se desnudó en su habitación y colocó una bata sobre su cuerpo desnudo, agarrando su ropa interior en la salida.
Se le había hecho tarde y su invitada llegaría en quince minutos.
Corrió por el pasillo hasta el cuarto de baño escuchando cantar a Nana en la cocina y sonrió.
Parecía que Nana estaba esperando con ansias a su invitada a cenar mucho más que Brittany.
No era que no le había gustado Santana López o algo por el estilo. De hecho, parecía bastante encantadora.
Simplemente odiaba la idea de que Nana le encontrara amigos.
Se sintió consternada al descubrir que la morena mujer ya estaba sentada en el sofá cuando salió de la ducha.
Le dio una sonrisa avergonzada y corrió delante de la puerta en su bata.
Aparentemente Santana López era puntual.
¡Algo de lo que Brittany nunca había sido acusada!
Santana la vio pasar apresuradamente, fijando sus ojos en las piernas expuestas debajo de la bata.
Sonrió y se volvió hacia Nana, capturando el final de su monólogo.
Cuando Brittany finalmente se unió a ellas, Nana estaba sirviendo el vino como una anfitriona experta y Brittany casi rió en voz alta, sabiendo que Nana nunca había servido vino ni una sola vez en su vida.
—Hola. Lamento haber llegado tarde—le dijo a Santana.
—No hay problema.
Brittany fue nuevamente consciente de esos ojos negros que la seguían por la habitación y sintió un escalofrío que le recorrió la columna vertebral.
—Santana también es de Seattle—dijo Sue a Brittany mientras ella aceptaba la copa de vino que le ofrecía como si lo hubiera hecho muchas veces anteriormente.
—¿En serio? Me temo que no sé nada sobre tu trabajo—admitió Brittany.
—No hay mucho que saber. Sólo soy una artista, una que ya no lucha tanto por sobrevivir, como solía ser—admitió Santana.
Brittany tomó un sorbo de vino, agradecida de que Nana hubiera escogido una de sus mejores botellas para la ocasión.
—¿Estás familiarizada con nuestra área?—preguntó Brittany.
—No, en absoluto—dijo Santana—Vine aquí por primera vez en mayo y me enamoré.
Santana permitió que sus ojos descansaran sobre Brittany por un segundo.
—¿Cuánto tiempo llevas aquí?
—Desde octubre del año pasado, aunque he pasado muchos veranos aquí desde que era una niña.
Brittany miró a Nana y supo que ambas estaban recordando los tiempos felices del pasado.
Santana asintió y un incómodo silencio llenó la habitación mientras se preguntaba por qué había aceptado esta invitación a cenar.
Normalmente le gustaba estar sola mientras trabajaba, casi nunca hacía amigos en el camino.
Miró a Brittany mientras bebía su copa de vino y se preguntaba qué estaba haciendo esta joven aquí, sola y tan lejos de Seattle.
—Britt me sorprendió cuando dijo que tenía la intención de comprar la tienda y que vendría a vivir conmigo—dijo Sue como si hubiera leído sus pensamientos—Y yo que pensaba que estaba lista para casarse.
Brittany miró a Santana y rodó los ojos.
—Descubrí que Nana realmente no necesita que la cuiden—dijo Brittany.
—No, pero me encantaría tener bisnietos algún día—dijo Sue.
Brittany esperaba que Nana no empezara con eso, pero ya era demasiado tarde.
La semilla había sido plantada.
—Sam es un hombre maravilloso, ¿Por qué lo dejó atrás en Seattle? nunca lo sabré—dijo Sue.
—¡Nana!—exclamó Brittany.
—¿Estás casada?—preguntó Nana a Santana, desestimando el gesto de la mano de Brittany.
—No, nunca—dijo Santana.
—¿Nunca? ¿Cuántos años tienes? ¿Empezando los 30?
—32—dijo Santana.
Hacía mucho tiempo que había dejado de explicarle a alguien acerca de su falta de marido.
—Bueno, espero que Britt no espere tanto tiempo. Ella ya tiene 28 años. Su reloj está corriendo, si sabes a que me refiero—dijo Sue.
—Nana, por favor—dijo Brittany en voz baja.
—Él es un buen hombre, Britt. No puedes esperar para siempre—se volvió expectante hacia Santana—¿No lo crees?
—No sé nada de eso. No estoy exactamente buscando un marido—dijo Santana suavemente, sintiendo la tirantez de esta conversación con estas extrañas.
—¿No? ¿Eres una de esas feministas independientes que piensan que no necesitan un hombre en sus vidas?—preguntó Nana suavizando sus palabras con una sonrisa.
—¡Nana!
Una breve sonrisa tocó los labios de Santana y vació su copa de vino.
—Estoy feliz estando sola—dijo en voz baja sin sentir la necesidad de explicarse—Realmente no necesito un hombre que cuide de mí.
Brittany se encontró con sus ojos, tratando de pedirle disculpas en silencio y Santana aceptó con una leve inclinación de cabeza antes de mirar hacia otro lado.
—En mis tiempos…—continuó Nana—…, Estabas casada a los 20 o eras considerada una solterona. Sé que las mujeres esperan más tiempo en estos días, pero en realidad, 28 es bastante—dijo ella.
—¡Nana!
—Oh, está bien. Sólo quiero que seas feliz ¿Es eso tan difícil de aceptar?
—Soy feliz—insistió Brittany.
—¡Patrañas! ¡Has estado abatida durante los últimos ocho meses!
Brittany dejó escapar un exagerado suspiro y levantó las manos en derrota.
—¿No deberías comprobar la cena?
—Muy bien. Conozco una indirecta—Nana se excusó con un leve resoplido.
—Lo siento—dijo Brittany—A su edad, Nana sólo habla lo que está en su mente.
—Está bien. No es la primera en preguntar sobre mi estado civil—dijo Santana suavemente—Y ¿quién es Sam?—preguntó alejando la conversación de ella.
—Me temo que esa es otra historia.
—¿Huyendo?—supuso Santana.
—Se podría decir. Sólo que no se lo digas a Nana. Está convencida que Sam y yo nos casaremos en Navidad.
—Tu secreto está a salvo conmigo.
—Creo que leí un artículo sobre ti en Northwest Magazine—dijo Brittany cambiando de tema una vez más—Bueno, eché un vistazo al artículo—admitió ella.
Santana la miró a los ojos preguntándose si Brittany recordaba todo acerca de ese artículo.
No era oculto que era lesbiana.
—Recuerdo algo acerca de un mural que pintaste—dijo Brittany.
—En Yakima—agregó Santana.
—Sí. Entonces ¿eres famosa o qué?—preguntó Brittany a la ligera.
—En realidad no, no. Tengo muchos seguidores aquí en Washington y en la costa, pero difícilmente podrías llamarme famosa. Realmente estoy sorprendida que hayas escuchado hablar de mí—dijo Santana.
—Realmente no estoy en la escena artística—Brittany se disculpó.
—Muchas personas no lo están—dijo Santana.
—La cena está lista, ustedes dos—Nana las llamó y Santana se puso de pie, agradeciendo que la noche estuviera a punto de terminar.
—Esto se ve bien—dijo Santana mientras Sue llenaba su plato—Espero no haber causado ningún problema.
—¿Qué problemas?—Nana se encogió de hombros—Simplemente deje de lado el pollo.
Brittany se encontró con los ojos divertidos de Santana López a través la mesa y sonrió.
Nana realmente era una niñata, admitió.
Sobre todo cuando quería serlo.
La conversación durante la cena fue educada, pero escasa.
Brittany hizo todo lo posible para sacar información de la mujer de cabello oscuro, pero la mayoría de sus preguntas fueron respondidas con monosílabos.
Sospechaba que Santana no era muy habladora, pero se preguntaba si los comentarios anteriores de Nana la habían ofendido.
Santana hizo su escapada tan pronto las ayudó a limpiar la mesa.
—Disfruté de la cena—mintió Santana—Pero tengo que levantarme temprano mañana.
—¿Oh? ¿Dónde vas esta vez Santana?—preguntó Nana.
—El lago Wenatchee—dijo Santana.
—Es hermoso ¿Vas a pintarlo?
—Primero voy a esbozarlo, ver cómo se siente—dijo Santana—Fueron muy amables al invitarme aquí. Gracias nuevamente por la cena.
Brittany la acompañó hasta la puerta sintiendo una necesidad de disculparse.
—Espero que Nana no te haya incomodado…—dijo Brittany en voz baja—… O te haya ofendido. Ella no quería causar ningún daño.
—Estuvo bien. Aprecio una comida fuera de vez en cuando—dijo Santana, con una sonrisa forzada —Tal vez nos veamos por ahí.
Brittany la miró a los ojos, nuevamente sorprendida por su tono negro a medida que estudiaba los de ella.
—Tal vez sea así. Ven a tomar un café en cualquier momento.
—Gracias. Lo haré—dijo Santana y se alejó rápidamente.
Dejó escapar un profundo suspiro cuando llegó a la seguridad de su propia camioneta.
Nunca había sido buena en los eventos sociales, nunca había sido buena con los extraños.
Sabía que sólo había aceptado la invitación a cenar porque Brittany Pierce la había intrigado.
Ahora se reía de sí misma.
Brittany tenía un novio muy real que le esperaba en Seattle, un novio que Sue esperaba que algún día fuera el marido de Brittany.
Se marchó a la cabaña de los Hudson, ahora de ella durante los próximos meses y alejó a la joven de su mente.
Había traído la mayor parte de la comida que iba a necesitar con ella.
Al ser vegetariana, no siempre podía contar con que las pequeñas tiendas de comestibles tuvieran lo que necesitaba, pero la crema para el café era una necesidad y pensó que podría revisar en la Tienda de Sue.
Tal vez ellos tendrían lo suficiente y no tendría que hacer un viaje a Seattle sólo para comprar comida.
Santana pasó por la ciudad, que era estrecha para la imaginación de cualquiera.
Algunas tiendas, servicios de comidas estrictamente para los turistas, una antigua casa de campo que parecía bastante encantadora y una estación de gasolina.
En el límite de la ciudad, donde el bosque casi se lo tragaba, estaba el almacén general. Una cabaña de madera, con porche y todo, parecía como si viniera directamente del siglo pasado.
Estacionó su Land Cruiser junto a una camioneta Ford de doble tracción, con un aspecto que decía que había visto mejores días.
Deslizó su mano cariñosamente sobre el capó de su Toyota… su orgullo y alegría.
Había sido la primera compra importante que había hecho con su propio dinero.
Miró por encima de su cabeza, admirando el letrero recién pintado.
Almacén general de Brittany.
Un folleto de papel pegado a la ventana de la puerta ofrecía café recién hecho y expreso.
Otro, notificaba a los lugareños del juego mensual de bingo en el centro comunitario.
Santana sonrió.
La vida se movía mucho más lento aquí que en Seattle.
Santana miró hacia arriba cuando la campana encima de su cabeza señaló su llegada y entró en la tienda, levantando la vista para encontrarse con los ojos azules amistosos de la mujer que estaba detrás del mostrador.
Santana sostuvo su mirada, la comisura de su boca se elevó en una rápida sonrisa antes de desviar la mirada y caminó lentamente por una de las filas de las estanterías repletas de productos enlatados hacia el refrigerador.
Agarró un cartón de crema luego se volteó y miró a su alrededor.
Divisó la máquina de expreso en la esquina y se dirigió a ella. Una verdadera taza de café con leche calentada al vapor casi le hizo agua la boca.
—Vaya Sra. López, nos ha encontrado—dijo Nana mientras veía a Santana.
—Sue. Un placer verla nuevamente. Recordé que dijo que tenía café— respondió Santana mientras tomaba un sorbo de su taza.
—Idea de Britt. Ella extrañaba el café de Seattle, aunque prefiero el viejo colador—dijo Sue mientras caminaba hacia Santana y casualmente agarró su mano—Ven a conocer a Brittany.
Santana se encontró mirando nuevamente otros ojos azules.
—Hola. Santana López—extendió una mano en saludo.
Brittany hizo una pausa momentáneamente, la voz ligeramente ronca aún vibraba en sus oídos.
Extendió su mano y apretó la mano rápidamente.
—Brittany Pierce, pero puedes decirme Britt.
—Estoy muy contenta que hayas decidido pasar por aquí—dijo Sue—Le hablé a Britt sobre ti.
—¿Lo hiciste?
Santana miró rápidamente a Brittany Pierce, viendo como ella escondía nerviosamente algunas hebras de su cabello rubio detrás de las orejas, luego la vio apartar el flequillo que colgaba en sus ojos.
—Sí, lo hizo—dijo Brittany—Bienvenida a Lima, Ohio. Dijo que te alojabas en el lugar de los Hudson.
—Al menos durante el verano.
Sus ojos se encontraron nuevamente y Santana fue sorprendida por el discreto tirón de atracción que sintió por esta mujer.
Sus cálidos ojos azules parecían hacerle señas y Santana rió para sus adentros.
La joven probablemente era hetero.
Su cabello rubio estaba cuidadosamente peinado, apenas rozaba la parte superior de sus hombros en la parte de atrás y estaba más corto alrededor de su rostro y Santana fue muy consciente de su propio cabello negro, largo y despeinado.
Con dos dedos lo apartó de su frente, alejando finalmente sus ojos y volviéndose hacia Sue.
—Tu oferta de café me atrajo—dijo Santana bebiendo de su taza nuevamente—También extraño el café de Seattle.
—Tú y Britt. Eso era todo de lo que ella se quejaba. No hay una buena taza de café en millas, era todo lo que ella decía.
Santana miró nuevamente a Brittany.
—La máquina de expreso fue una buena idea.
Brittany sonrió.
—Definitivamente. Durante los meses de verano, la mayoría de nuestros clientes son de Seattle. Ellos necesitan un lugar donde puedan tomar una verdadera taza de café.
—Bueno, gracias—dijo Santana levantando su taza a modo de saludo—¿Cuánto te debo?—sacó un par de billetes del bolsillo de sus vaqueros y se los entregó a Brittany.
—¿Por qué no vienes a cenar esta noche?—preguntó Sue inesperadamente.
Santana miró hacia abajo avergonzada.
—Me temo que les daría más problemas de lo necesario—dijo la morena—Soy vegetariana. A la mayoría de las personas se les dificulta invitarme a cenar.
—Tonterías. Hago una maravillosa sopa de verduras que podría improvisar. No te importaría ¿verdad Britt?
Brittany miró a Nana solo un segundo y luego sacudió su cabeza.
—No, por supuesto que no. Por favor, acompáñanos.
Santana miró a Brittany luego a Sue y viceversa.
—Está bien entonces…supongo.
—Genial—dijo Sue y le explicó a Santana como llegar a su casa.
Santana se fue sacudiendo lentamente su cabeza.
¿Por qué?
Ella no era buena con la gente, con los extraños.
¿Por qué había accedió a esta cena?
Entonces sonrió.
Porque no puedes resistirte a las rubias, se dijo a sí misma.
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—Bueno ¿qué te parece?—preguntó Sue a Brittany cuando Santana se fue.
—¿Sobre qué?
—Sobre la artista, por supuesto—dijo Sue.
—Parecía bastante agradable, aunque no sé por qué insististe en invitarla a cenar—dijo Brittany.
Algo en los ojos de la mujer le hizo sentir incómoda.
Negro.
Por un segundo, se preguntó si eran reales.
Por su cabello negro como el azabache, habría esperado ojos oscuros, pero no tan oscuros que le devolvía la mirada.
Pero no eran ojos muertos y sin vida producto de los lentes de contacto.
No… esos ojos eran muy vivos.
—Pensé que te gustaría su compañía.
—Estoy segura que así será. Es solo que parece…—Brittany se encogió de hombros—Un poco intimidante.
—Sí. Al principio pensé que era por ser tan seria…—dijo Nana—… Pero creo que son sus ojos. Parece como si viera a través de ti.
Brittany asintió, su mente divagando nuevamente sobre la extraña de cabello oscuro que acababa de irse.
—Bueno, en fin, ella parece de tu edad. Tal vez puedas hacer una nueva amiga.
—Gracias, Nana, por ocuparte de mí—dijo Brittany con sequedad.
—Oh, Britty. Sólo deseo que tengas algunos amigos aquí, eso es todo. Quinn y Rachel no pueden salir mucho—dijo Sue.
Brittany dejó caer sus hombros y forzó una sonrisa.
—Lo sé, pero estoy bien, de verdad.
—¿Lo estás? Sé que Sam ha estado llamando, pero nunca hablas de eso ¿Cuándo vas a verlo nuevamente?—preguntó Sue.
—En realidad, él quiere venir a visitarnos.
Brittany supo que había sido un error cuando las palabras salieron de su boca.
Los ojos de Nana se iluminaron y Brittany desvió su mirada.
—Eso es maravilloso, querida. Tal vez los dos puedan resolver sus diferencias después de todo—dijo Sue—¿Crees que venga pronto?
Brittany ignoró la pregunta.
—Entonces ¿qué tipo de sopa de verduras preparas en la que simplemente puedas improvisar?—preguntó Brittany cambiando de tema.
Siempre era Sam con Nana.
—Bueno, está esa sopa que hago con pollo. Sólo que puedo dejar de lado el pollo—dijo Sue levantando sus cejas—¿No crees que estaría bien?
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Sue salió de la tienda temprano para empezar la cena y cuando Brittany llegó la sopa hervía y Nana estaba ordenando la cocina.
—Voy a tomar una ducha rápida—gritó Brittany.
—Bien, querida—dijo Sue en voz alta.
Brittany se desnudó en su habitación y colocó una bata sobre su cuerpo desnudo, agarrando su ropa interior en la salida.
Se le había hecho tarde y su invitada llegaría en quince minutos.
Corrió por el pasillo hasta el cuarto de baño escuchando cantar a Nana en la cocina y sonrió.
Parecía que Nana estaba esperando con ansias a su invitada a cenar mucho más que Brittany.
No era que no le había gustado Santana López o algo por el estilo. De hecho, parecía bastante encantadora.
Simplemente odiaba la idea de que Nana le encontrara amigos.
Se sintió consternada al descubrir que la morena mujer ya estaba sentada en el sofá cuando salió de la ducha.
Le dio una sonrisa avergonzada y corrió delante de la puerta en su bata.
Aparentemente Santana López era puntual.
¡Algo de lo que Brittany nunca había sido acusada!
Santana la vio pasar apresuradamente, fijando sus ojos en las piernas expuestas debajo de la bata.
Sonrió y se volvió hacia Nana, capturando el final de su monólogo.
Cuando Brittany finalmente se unió a ellas, Nana estaba sirviendo el vino como una anfitriona experta y Brittany casi rió en voz alta, sabiendo que Nana nunca había servido vino ni una sola vez en su vida.
—Hola. Lamento haber llegado tarde—le dijo a Santana.
—No hay problema.
Brittany fue nuevamente consciente de esos ojos negros que la seguían por la habitación y sintió un escalofrío que le recorrió la columna vertebral.
—Santana también es de Seattle—dijo Sue a Brittany mientras ella aceptaba la copa de vino que le ofrecía como si lo hubiera hecho muchas veces anteriormente.
—¿En serio? Me temo que no sé nada sobre tu trabajo—admitió Brittany.
—No hay mucho que saber. Sólo soy una artista, una que ya no lucha tanto por sobrevivir, como solía ser—admitió Santana.
Brittany tomó un sorbo de vino, agradecida de que Nana hubiera escogido una de sus mejores botellas para la ocasión.
—¿Estás familiarizada con nuestra área?—preguntó Brittany.
—No, en absoluto—dijo Santana—Vine aquí por primera vez en mayo y me enamoré.
Santana permitió que sus ojos descansaran sobre Brittany por un segundo.
—¿Cuánto tiempo llevas aquí?
—Desde octubre del año pasado, aunque he pasado muchos veranos aquí desde que era una niña.
Brittany miró a Nana y supo que ambas estaban recordando los tiempos felices del pasado.
Santana asintió y un incómodo silencio llenó la habitación mientras se preguntaba por qué había aceptado esta invitación a cenar.
Normalmente le gustaba estar sola mientras trabajaba, casi nunca hacía amigos en el camino.
Miró a Brittany mientras bebía su copa de vino y se preguntaba qué estaba haciendo esta joven aquí, sola y tan lejos de Seattle.
—Britt me sorprendió cuando dijo que tenía la intención de comprar la tienda y que vendría a vivir conmigo—dijo Sue como si hubiera leído sus pensamientos—Y yo que pensaba que estaba lista para casarse.
Brittany miró a Santana y rodó los ojos.
—Descubrí que Nana realmente no necesita que la cuiden—dijo Brittany.
—No, pero me encantaría tener bisnietos algún día—dijo Sue.
Brittany esperaba que Nana no empezara con eso, pero ya era demasiado tarde.
La semilla había sido plantada.
—Sam es un hombre maravilloso, ¿Por qué lo dejó atrás en Seattle? nunca lo sabré—dijo Sue.
—¡Nana!—exclamó Brittany.
—¿Estás casada?—preguntó Nana a Santana, desestimando el gesto de la mano de Brittany.
—No, nunca—dijo Santana.
—¿Nunca? ¿Cuántos años tienes? ¿Empezando los 30?
—32—dijo Santana.
Hacía mucho tiempo que había dejado de explicarle a alguien acerca de su falta de marido.
—Bueno, espero que Britt no espere tanto tiempo. Ella ya tiene 28 años. Su reloj está corriendo, si sabes a que me refiero—dijo Sue.
—Nana, por favor—dijo Brittany en voz baja.
—Él es un buen hombre, Britt. No puedes esperar para siempre—se volvió expectante hacia Santana—¿No lo crees?
—No sé nada de eso. No estoy exactamente buscando un marido—dijo Santana suavemente, sintiendo la tirantez de esta conversación con estas extrañas.
—¿No? ¿Eres una de esas feministas independientes que piensan que no necesitan un hombre en sus vidas?—preguntó Nana suavizando sus palabras con una sonrisa.
—¡Nana!
Una breve sonrisa tocó los labios de Santana y vació su copa de vino.
—Estoy feliz estando sola—dijo en voz baja sin sentir la necesidad de explicarse—Realmente no necesito un hombre que cuide de mí.
Brittany se encontró con sus ojos, tratando de pedirle disculpas en silencio y Santana aceptó con una leve inclinación de cabeza antes de mirar hacia otro lado.
—En mis tiempos…—continuó Nana—…, Estabas casada a los 20 o eras considerada una solterona. Sé que las mujeres esperan más tiempo en estos días, pero en realidad, 28 es bastante—dijo ella.
—¡Nana!
—Oh, está bien. Sólo quiero que seas feliz ¿Es eso tan difícil de aceptar?
—Soy feliz—insistió Brittany.
—¡Patrañas! ¡Has estado abatida durante los últimos ocho meses!
Brittany dejó escapar un exagerado suspiro y levantó las manos en derrota.
—¿No deberías comprobar la cena?
—Muy bien. Conozco una indirecta—Nana se excusó con un leve resoplido.
—Lo siento—dijo Brittany—A su edad, Nana sólo habla lo que está en su mente.
—Está bien. No es la primera en preguntar sobre mi estado civil—dijo Santana suavemente—Y ¿quién es Sam?—preguntó alejando la conversación de ella.
—Me temo que esa es otra historia.
—¿Huyendo?—supuso Santana.
—Se podría decir. Sólo que no se lo digas a Nana. Está convencida que Sam y yo nos casaremos en Navidad.
—Tu secreto está a salvo conmigo.
—Creo que leí un artículo sobre ti en Northwest Magazine—dijo Brittany cambiando de tema una vez más—Bueno, eché un vistazo al artículo—admitió ella.
Santana la miró a los ojos preguntándose si Brittany recordaba todo acerca de ese artículo.
No era oculto que era lesbiana.
—Recuerdo algo acerca de un mural que pintaste—dijo Brittany.
—En Yakima—agregó Santana.
—Sí. Entonces ¿eres famosa o qué?—preguntó Brittany a la ligera.
—En realidad no, no. Tengo muchos seguidores aquí en Washington y en la costa, pero difícilmente podrías llamarme famosa. Realmente estoy sorprendida que hayas escuchado hablar de mí—dijo Santana.
—Realmente no estoy en la escena artística—Brittany se disculpó.
—Muchas personas no lo están—dijo Santana.
—La cena está lista, ustedes dos—Nana las llamó y Santana se puso de pie, agradeciendo que la noche estuviera a punto de terminar.
—Esto se ve bien—dijo Santana mientras Sue llenaba su plato—Espero no haber causado ningún problema.
—¿Qué problemas?—Nana se encogió de hombros—Simplemente deje de lado el pollo.
Brittany se encontró con los ojos divertidos de Santana López a través la mesa y sonrió.
Nana realmente era una niñata, admitió.
Sobre todo cuando quería serlo.
La conversación durante la cena fue educada, pero escasa.
Brittany hizo todo lo posible para sacar información de la mujer de cabello oscuro, pero la mayoría de sus preguntas fueron respondidas con monosílabos.
Sospechaba que Santana no era muy habladora, pero se preguntaba si los comentarios anteriores de Nana la habían ofendido.
Santana hizo su escapada tan pronto las ayudó a limpiar la mesa.
—Disfruté de la cena—mintió Santana—Pero tengo que levantarme temprano mañana.
—¿Oh? ¿Dónde vas esta vez Santana?—preguntó Nana.
—El lago Wenatchee—dijo Santana.
—Es hermoso ¿Vas a pintarlo?
—Primero voy a esbozarlo, ver cómo se siente—dijo Santana—Fueron muy amables al invitarme aquí. Gracias nuevamente por la cena.
Brittany la acompañó hasta la puerta sintiendo una necesidad de disculparse.
—Espero que Nana no te haya incomodado…—dijo Brittany en voz baja—… O te haya ofendido. Ella no quería causar ningún daño.
—Estuvo bien. Aprecio una comida fuera de vez en cuando—dijo Santana, con una sonrisa forzada —Tal vez nos veamos por ahí.
Brittany la miró a los ojos, nuevamente sorprendida por su tono negro a medida que estudiaba los de ella.
—Tal vez sea así. Ven a tomar un café en cualquier momento.
—Gracias. Lo haré—dijo Santana y se alejó rápidamente.
Dejó escapar un profundo suspiro cuando llegó a la seguridad de su propia camioneta.
Nunca había sido buena en los eventos sociales, nunca había sido buena con los extraños.
Sabía que sólo había aceptado la invitación a cenar porque Brittany Pierce la había intrigado.
Ahora se reía de sí misma.
Brittany tenía un novio muy real que le esperaba en Seattle, un novio que Sue esperaba que algún día fuera el marido de Brittany.
Se marchó a la cabaña de los Hudson, ahora de ella durante los próximos meses y alejó a la joven de su mente.
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Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Cap 4
Capitulo 4
Santana se situó en el borde del estacionamiento del lago Wenatchee, vestida con sus habituales pantalones cortos y una camiseta, su block de dibujo sin abrir todavía metido bajo su brazo.
—Bueno, creo que he encontrado el lugar candente de la zona—murmuró ella.
Los turistas se agrupaban en casi todos los espacios disponibles con carpas multicolores punteando la orilla y el lago en sí estaba prácticamente lleno de botes.
Todavía podía dibujarlo, supuso ella, pero ahora estaba demasiado distraída por todo el desorden.
Dejó escapar un profundo suspiro, pensando que debió haberle preguntado más a Sue sobre el lago la noche anterior y ahorrarse así un viaje esta mañana.
Regresó a su Land Cruiser y se sentó con la puerta abierta y el mapa extendido a través del volante.
Pensó que no tenía que ser el lago.
Había tantos lagos pequeños metidos en las montañas que odiaría perder alguna oportunidad de capturar alguno con la luz perfecta.
Sin pensarlo, buscó sus cigarrillos.
Siempre podría pasar por la tienda y ver si Brittany podría recomendarle alguno.
Tal vez también estaría dispuesta a enseñarle los alrededores.
Levantó la vista y se encontró con una expresión divertida en el espejo.
—No juegues con los lugareños, Santana.
Dobló el mapa y regresó, deteniéndose sólo una vez cuando se encontró con un camino de tierra muy pequeño que conducía hacia el bosque.
El trayecto terminaba abruptamente en un pequeño claro y un interesante arroyo fluía rápidamente alrededor de las rocas antes de desaparecer entre los árboles.
Observó por un momento, preguntándose si el claro sería suficiente para capturar la salida del sol.
No estaba demasiado lejos.
Tal vez podría comprobarlo una mañana.
Sacó su libreta y garabateó la dirección y luego giró la camioneta.
Cuando se acercó a la ciudad, desaceleró al acercarse al almacén general, gratamente sorprendida al ver a Brittany andando por el camino.
Se detuvo y levantó una mano en señal de saludo y Brittany se acercó sin vacilar.
—Hola ¿Cómo estuvo el lago?—preguntó Brittany.
Se inclinó por la ventana abierta y Santana se encontró brevemente con los ojos azules antes de alejar su mirada.
—Repleto de gente ¿A dónde te diriges?—preguntó Santana.
—Al parque, voy a almorzar.
—¿Al parque?
—Bajando por el camino de tierra ahí—dijo Brittany señalándolo—¿Has comido?
—No.
—¿Quieres venir conmigo?—preguntó Brittany—Puedo darte mi manzana—ofreció la rubia.
Santana golpeteó el volante con sus pulgares y su boca se torció en una leve sonrisa.
¿Por qué no?
—Está bien. Sube.
Brittany guió el camino hacia su mesa de picnic de costumbre y Santana la siguió, sus ojos seguían los gráciles movimientos de Brittany y recordó esas mismas piernas apareciendo furtivamente por debajo de su bata la noche anterior.
Ahora, estaban cubiertas por unos vaqueros desteñidos.
Cuando Brittany se giró, Santana rápidamente encubrió sus ojos y miró hacia otro lado.
—Esta es el área de picnic del bosque nacional, pero todos en el pueblo simplemente se refieren a ella como El Parque—dijo Brittany y se deslizó en el banco.
—Es tranquilo aquí—dijo Santana.
Miró a su alrededor encontrando sólo unas pocas mesas ocupadas, la mayoría con familias instando a los niños a comer antes de regresar a la zona de juegos.
—Sí. Por lo general—Brittany desenvolvió su sándwich y lanzó una manzana a Santana—Lo siento, pero es todo lo que tengo.
—Está bien. De todos modos normalmente olvido comer el almuerzo.
Santana frotó la manzana en su camisa, haciéndola brillar y luego le dio un enorme bocado, sintiendo como el jugo se deslizaba por su barbilla.
Brittany mordió su propio sándwich, luego alzó la vista y vio como Santana lamía el jugo de la manzana que estaba en sus labios.
Brittany se sintió casi hipnotizada por la visión de la lengua de Santana humedeciendo sus labios y dejó de masticar y observó.
—¿Qué?—preguntó Santana sintiendo la mirada de Brittany en ella.
—¿Hmmm?
Brittany levantó la vista hacia los ojos oscuros de Santana y frunció el ceño, luego mordió su sándwich nuevamente.
La boca de Santana se movió en una sonrisa lenta, entonces la hizo desaparecer.
No juegues con los lugareños, se recordó a sí misma nuevamente.
Pero había algo en la mujer de ojos azules que la intrigaba.
—Entonces ¿qué estás haciendo aquí, realmente?—preguntó Santana, esperando que fuera una pregunta segura.
Brittany sonrió.
¿Debería darle el discurso practicado para todo el mundo o debería decirle la verdad a esta extraña?
Se encogió de hombros, optando por su discurso.
—Cuando mi abuelo murió, pensé que Nana necesitaría a alguien para cuidar de ella, así que usé la herencia que me dejó mi mamá, compré la tienda y me mudé—se encogió de hombros nuevamente y colocó su cabello detrás de las orejas—Me mudé aquí en octubre.
Santana apoyó los codos sobre la mesa y miró los ojos de Brittany con una sonrisa.
—Lo tienes bien ensayado ¿no?
Brittany también sonrió.
—¿Es tan obvio?
Santana asintió.
—¿Y Sam?
—Oh, soy tan cobarde cuando se trata de él. Él es realmente un hombre dulce, sólo quiere casarse y yo sigo aplazándolo—dejó escapar un profundo suspiro y alzó la vista hacia los árboles—Él se estaba poniendo cada vez más inquieto…exigente.
—¿No acepta un no por respuesta?—preguntó Santana.
—Quiero decir, él quería tres hijos, una casa en los suburbios, todos los nueve metros. Yo no estaba lista—dijo Brittany. Luego, casi para sí misma—No estaba segura.
—Tal vez no lo amas—dijo Santana leyendo sus pensamientos.
Brittany no había sido capaz de decirse eso a sí misma.
Después de cuatro años, sin duda lo amaba.
Pero faltaba algo y sentía que se solucionaría si seguía adelante y se casaba con él.
—Tal vez no lo amo lo suficiente—se permitió decir—Tal vez he leído demasiado romanticismo en los libros—se inclinó hacia delante y dijo suavemente—Quiero decir, quiero esa pasión, ese deseo ardiente por alguien que te vuelve loca cuando no estás con él y aún más loca cuando lo estás ¿Sabes a que me refiero?
—Eres una romántica—declaró Santana.
—Tal vez sea así. Tal vez no hay tal cosa como esa clase de amor—Brittany se encontró con sus ojos durante un momento—¿Alguna vez has tenido eso?
Santana miró más allá de Brittany, hacia los árboles.
—No, nunca—dijo en voz baja.
Una vez pensó que lo había encontrado, pero había renunciado en buscar cuando Dani la abandonó un invierno.
Había estado tan involucrada con su pintura que pasaron dos días antes de darse cuenta que Dani se había ido.
Puso a un lado sus pensamientos regresándolos a su memoria y forzó una sonreír.
—Pero ya no lo estoy esperando realmente.
Brittany no había pasado por alto el dolor que había cruzado brevemente el rostro de Santana antes que lo escondiera, pero no quiso presionar.
Sólo eran unas extrañas.
No desnudas tu alma a extraños.
—Entonces ¿qué hacías en Seattle?—preguntó Santana, en busca de un tema más seguro.
—Estaba en la mercadotecnia. Diseñaba anuncios. Ahí fue donde conocí a Sam—dijo Brittany—Trabajamos para la misma empresa.
—¿Así que dejas tu trabajo y te mudas aquí para cuidar de Sue?—Santana sonrió—¿Y Sam no tenía idea de que estabas huyendo?
—Oh, él tenía una idea—Brittany rió—Dijo que me daría seis meses para correr, entonces vendría a buscarme.
—¿Y?
—Y han pasado ocho y él vendrá este verano—Britany se enderezó y trató de imitar su tono de voz—Brittany, no tiene sentido. Nos amamos, es natural que nos casemos.
—¿Alguna vez has probado el enfoque directo? ¿Déjame en paz, te llamo si te quiero?
Brittany rió.
—No. La verdad es que no quiero hacerle daño. Él no ha hecho nada malo.
—Tal vez sales con él, por si acaso—dijo Santana.
—¿Por si acaso qué?—Brittany preguntó bruscamente.
—En caso que no venga algo mejor. Al menos todavía lo tendrás—dijo Santana.
Brittany negó con la cabeza.
—No. No me gustaría pensar que eso es lo que estoy haciendo.
Se preguntaba si de hecho Santana tenía razón.
Sus ojos se encontraron sobre la mesa por un instante y Santana vio un destello de ira en los ojos de la joven, desafiándola a decir más.
Santana miró hacia otro lado, pero le ofreció una sonrisa.
—Te he molestado. Lo siento.
—No. Tal vez acertaste a la verdad y no me gusta—Brittany se puso de pie y echó la bolsa en la basura—Quizás simplemente estoy saliendo con él por esa razón. Eso apestaría, pero puede ser verdad.
—Bueno, no es asunto mío, de todos modos—dijo Santana y se levantó lanzando un tiro perfecto hacia el bote de la basura, su manzana desapareció en la papelera.
Regresaron en silencio y cuando Brittany salió del vehículo rodeó hacia la puerta del conductor y se inclinó.
—No estoy enojada contigo Santana. Es solo que no había tenido oportunidad de hablar sobre esto con nadie. Mis amigos… todos piensan que Sam es un hombre maravilloso y que estoy loca por no casarme con él. Nana quiere bisnietos y que no me convierta en una solterona—dijo Brittany suavemente—Supongo que tal vez me hiciste ver las cosas de manera diferente. Y la verdad a veces duele—dijo tranquilamente, conectando nuevamente sus ojos con los oscuros.
Santana se encogió de hombros.
—Una vez más, lo siento. No es asunto mío—levantó una mano cuando Brittany dio un paso atrás—Gracias por el almuerzo. Te veré por ahí—dijo Santana.
Brittany asintió y observó mientras Santana se alejaba.
A través de la ventana trasera, vio la luz de un cigarrillo y pensó nuevamente que nunca había conocido a una mujer como Santana anteriormente.
Fuerte, independiente, sola y aparentemente feliz.
Pero recordó el dolor que había visto brevemente en su rostro, antes que Santana lo escondiera.
¿Se preguntaba quién había causado dolor a esta mujer?
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Santana saboreó su cigarrillo, su tercero del día… mientras conducía lentamente hacia su cabaña.
Debería trabajar, pensó ella, pero se sentía inquieta.
Agarró una cerveza, una de las seis que había traído con ella y caminó en el bosque hasta la línea de propiedad.
La vieja valla necesitaba ser reparada y se arrastró a través de ella con facilidad adentrándose aún más en el bosque.
Caminó sin rumbo, dejando que su mente divagara.
Se dio cuenta que no había pensado en Dani en mucho tiempo.
Santana apenas había cumplido 30 años cuando Dani se fue.
Su trabajo apenas se estaba haciendo popular y sus pinturas tenían mayor demanda y había estado muy ocupada.
Demasiado ocupada para darse cuenta que estaba descuidando a Dani y todo lo demás en su vida.
Se habían conocido cuando ella tenía 24 años; Santana, una niña rica malcriada pretendiendo ser una artista y Dani, apenas saliendo de la universidad y tratando de conseguir un trabajo en una empresa que la sacaría de la lamentable casa de sus padres en Tacoma.
Dani había quedado impresionada con la casa de Santana en Bainbridge Island y se impresionó aún más cuando se enteró que los padres de Santana se la habían dado como regalo.
Santana le había conseguido a Dani un trabajo en la compañía de su papá y se habían asentado en sus vidas con facilidad.
Y había sido divertido, sobre todo al principio.
Santana no tenía preocupaciones.
Vendía pocas pinturas aquí y allá y aceptaba la asignación mensual de sus padres sin culpa. Pero mientras más exitosa se volvía, más le consumía la necesidad de hacer un nombre por sí misma, de ser una artista exitosa.
Eso había hecho mella en su relación.
Sus interminables viajes durante los veranos, las interminables horas de pintura durante los inviernos, habían sido su perdición.
Y Dani simplemente desapareció un día de su vida.
Cuando Santana se dio cuenta de lo que había pasado, ya era demasiado tarde para salvar la situación. Dani había conocido a alguien más y Santana había tenido que dejarla ir.
No había habido nadie desde entonces.
Oh, un montón de mujeres habían compartido su cama, pero ninguna se había metido en su corazón.
No que no lo hubieran intentado.
—Bueno, creo que he encontrado el lugar candente de la zona—murmuró ella.
Los turistas se agrupaban en casi todos los espacios disponibles con carpas multicolores punteando la orilla y el lago en sí estaba prácticamente lleno de botes.
Todavía podía dibujarlo, supuso ella, pero ahora estaba demasiado distraída por todo el desorden.
Dejó escapar un profundo suspiro, pensando que debió haberle preguntado más a Sue sobre el lago la noche anterior y ahorrarse así un viaje esta mañana.
Regresó a su Land Cruiser y se sentó con la puerta abierta y el mapa extendido a través del volante.
Pensó que no tenía que ser el lago.
Había tantos lagos pequeños metidos en las montañas que odiaría perder alguna oportunidad de capturar alguno con la luz perfecta.
Sin pensarlo, buscó sus cigarrillos.
Siempre podría pasar por la tienda y ver si Brittany podría recomendarle alguno.
Tal vez también estaría dispuesta a enseñarle los alrededores.
Levantó la vista y se encontró con una expresión divertida en el espejo.
—No juegues con los lugareños, Santana.
Dobló el mapa y regresó, deteniéndose sólo una vez cuando se encontró con un camino de tierra muy pequeño que conducía hacia el bosque.
El trayecto terminaba abruptamente en un pequeño claro y un interesante arroyo fluía rápidamente alrededor de las rocas antes de desaparecer entre los árboles.
Observó por un momento, preguntándose si el claro sería suficiente para capturar la salida del sol.
No estaba demasiado lejos.
Tal vez podría comprobarlo una mañana.
Sacó su libreta y garabateó la dirección y luego giró la camioneta.
Cuando se acercó a la ciudad, desaceleró al acercarse al almacén general, gratamente sorprendida al ver a Brittany andando por el camino.
Se detuvo y levantó una mano en señal de saludo y Brittany se acercó sin vacilar.
—Hola ¿Cómo estuvo el lago?—preguntó Brittany.
Se inclinó por la ventana abierta y Santana se encontró brevemente con los ojos azules antes de alejar su mirada.
—Repleto de gente ¿A dónde te diriges?—preguntó Santana.
—Al parque, voy a almorzar.
—¿Al parque?
—Bajando por el camino de tierra ahí—dijo Brittany señalándolo—¿Has comido?
—No.
—¿Quieres venir conmigo?—preguntó Brittany—Puedo darte mi manzana—ofreció la rubia.
Santana golpeteó el volante con sus pulgares y su boca se torció en una leve sonrisa.
¿Por qué no?
—Está bien. Sube.
Brittany guió el camino hacia su mesa de picnic de costumbre y Santana la siguió, sus ojos seguían los gráciles movimientos de Brittany y recordó esas mismas piernas apareciendo furtivamente por debajo de su bata la noche anterior.
Ahora, estaban cubiertas por unos vaqueros desteñidos.
Cuando Brittany se giró, Santana rápidamente encubrió sus ojos y miró hacia otro lado.
—Esta es el área de picnic del bosque nacional, pero todos en el pueblo simplemente se refieren a ella como El Parque—dijo Brittany y se deslizó en el banco.
—Es tranquilo aquí—dijo Santana.
Miró a su alrededor encontrando sólo unas pocas mesas ocupadas, la mayoría con familias instando a los niños a comer antes de regresar a la zona de juegos.
—Sí. Por lo general—Brittany desenvolvió su sándwich y lanzó una manzana a Santana—Lo siento, pero es todo lo que tengo.
—Está bien. De todos modos normalmente olvido comer el almuerzo.
Santana frotó la manzana en su camisa, haciéndola brillar y luego le dio un enorme bocado, sintiendo como el jugo se deslizaba por su barbilla.
Brittany mordió su propio sándwich, luego alzó la vista y vio como Santana lamía el jugo de la manzana que estaba en sus labios.
Brittany se sintió casi hipnotizada por la visión de la lengua de Santana humedeciendo sus labios y dejó de masticar y observó.
—¿Qué?—preguntó Santana sintiendo la mirada de Brittany en ella.
—¿Hmmm?
Brittany levantó la vista hacia los ojos oscuros de Santana y frunció el ceño, luego mordió su sándwich nuevamente.
La boca de Santana se movió en una sonrisa lenta, entonces la hizo desaparecer.
No juegues con los lugareños, se recordó a sí misma nuevamente.
Pero había algo en la mujer de ojos azules que la intrigaba.
—Entonces ¿qué estás haciendo aquí, realmente?—preguntó Santana, esperando que fuera una pregunta segura.
Brittany sonrió.
¿Debería darle el discurso practicado para todo el mundo o debería decirle la verdad a esta extraña?
Se encogió de hombros, optando por su discurso.
—Cuando mi abuelo murió, pensé que Nana necesitaría a alguien para cuidar de ella, así que usé la herencia que me dejó mi mamá, compré la tienda y me mudé—se encogió de hombros nuevamente y colocó su cabello detrás de las orejas—Me mudé aquí en octubre.
Santana apoyó los codos sobre la mesa y miró los ojos de Brittany con una sonrisa.
—Lo tienes bien ensayado ¿no?
Brittany también sonrió.
—¿Es tan obvio?
Santana asintió.
—¿Y Sam?
—Oh, soy tan cobarde cuando se trata de él. Él es realmente un hombre dulce, sólo quiere casarse y yo sigo aplazándolo—dejó escapar un profundo suspiro y alzó la vista hacia los árboles—Él se estaba poniendo cada vez más inquieto…exigente.
—¿No acepta un no por respuesta?—preguntó Santana.
—Quiero decir, él quería tres hijos, una casa en los suburbios, todos los nueve metros. Yo no estaba lista—dijo Brittany. Luego, casi para sí misma—No estaba segura.
—Tal vez no lo amas—dijo Santana leyendo sus pensamientos.
Brittany no había sido capaz de decirse eso a sí misma.
Después de cuatro años, sin duda lo amaba.
Pero faltaba algo y sentía que se solucionaría si seguía adelante y se casaba con él.
—Tal vez no lo amo lo suficiente—se permitió decir—Tal vez he leído demasiado romanticismo en los libros—se inclinó hacia delante y dijo suavemente—Quiero decir, quiero esa pasión, ese deseo ardiente por alguien que te vuelve loca cuando no estás con él y aún más loca cuando lo estás ¿Sabes a que me refiero?
—Eres una romántica—declaró Santana.
—Tal vez sea así. Tal vez no hay tal cosa como esa clase de amor—Brittany se encontró con sus ojos durante un momento—¿Alguna vez has tenido eso?
Santana miró más allá de Brittany, hacia los árboles.
—No, nunca—dijo en voz baja.
Una vez pensó que lo había encontrado, pero había renunciado en buscar cuando Dani la abandonó un invierno.
Había estado tan involucrada con su pintura que pasaron dos días antes de darse cuenta que Dani se había ido.
Puso a un lado sus pensamientos regresándolos a su memoria y forzó una sonreír.
—Pero ya no lo estoy esperando realmente.
Brittany no había pasado por alto el dolor que había cruzado brevemente el rostro de Santana antes que lo escondiera, pero no quiso presionar.
Sólo eran unas extrañas.
No desnudas tu alma a extraños.
—Entonces ¿qué hacías en Seattle?—preguntó Santana, en busca de un tema más seguro.
—Estaba en la mercadotecnia. Diseñaba anuncios. Ahí fue donde conocí a Sam—dijo Brittany—Trabajamos para la misma empresa.
—¿Así que dejas tu trabajo y te mudas aquí para cuidar de Sue?—Santana sonrió—¿Y Sam no tenía idea de que estabas huyendo?
—Oh, él tenía una idea—Brittany rió—Dijo que me daría seis meses para correr, entonces vendría a buscarme.
—¿Y?
—Y han pasado ocho y él vendrá este verano—Britany se enderezó y trató de imitar su tono de voz—Brittany, no tiene sentido. Nos amamos, es natural que nos casemos.
—¿Alguna vez has probado el enfoque directo? ¿Déjame en paz, te llamo si te quiero?
Brittany rió.
—No. La verdad es que no quiero hacerle daño. Él no ha hecho nada malo.
—Tal vez sales con él, por si acaso—dijo Santana.
—¿Por si acaso qué?—Brittany preguntó bruscamente.
—En caso que no venga algo mejor. Al menos todavía lo tendrás—dijo Santana.
Brittany negó con la cabeza.
—No. No me gustaría pensar que eso es lo que estoy haciendo.
Se preguntaba si de hecho Santana tenía razón.
Sus ojos se encontraron sobre la mesa por un instante y Santana vio un destello de ira en los ojos de la joven, desafiándola a decir más.
Santana miró hacia otro lado, pero le ofreció una sonrisa.
—Te he molestado. Lo siento.
—No. Tal vez acertaste a la verdad y no me gusta—Brittany se puso de pie y echó la bolsa en la basura—Quizás simplemente estoy saliendo con él por esa razón. Eso apestaría, pero puede ser verdad.
—Bueno, no es asunto mío, de todos modos—dijo Santana y se levantó lanzando un tiro perfecto hacia el bote de la basura, su manzana desapareció en la papelera.
Regresaron en silencio y cuando Brittany salió del vehículo rodeó hacia la puerta del conductor y se inclinó.
—No estoy enojada contigo Santana. Es solo que no había tenido oportunidad de hablar sobre esto con nadie. Mis amigos… todos piensan que Sam es un hombre maravilloso y que estoy loca por no casarme con él. Nana quiere bisnietos y que no me convierta en una solterona—dijo Brittany suavemente—Supongo que tal vez me hiciste ver las cosas de manera diferente. Y la verdad a veces duele—dijo tranquilamente, conectando nuevamente sus ojos con los oscuros.
Santana se encogió de hombros.
—Una vez más, lo siento. No es asunto mío—levantó una mano cuando Brittany dio un paso atrás—Gracias por el almuerzo. Te veré por ahí—dijo Santana.
Brittany asintió y observó mientras Santana se alejaba.
A través de la ventana trasera, vio la luz de un cigarrillo y pensó nuevamente que nunca había conocido a una mujer como Santana anteriormente.
Fuerte, independiente, sola y aparentemente feliz.
Pero recordó el dolor que había visto brevemente en su rostro, antes que Santana lo escondiera.
¿Se preguntaba quién había causado dolor a esta mujer?
*****************************************************************************************************************
Santana saboreó su cigarrillo, su tercero del día… mientras conducía lentamente hacia su cabaña.
Debería trabajar, pensó ella, pero se sentía inquieta.
Agarró una cerveza, una de las seis que había traído con ella y caminó en el bosque hasta la línea de propiedad.
La vieja valla necesitaba ser reparada y se arrastró a través de ella con facilidad adentrándose aún más en el bosque.
Caminó sin rumbo, dejando que su mente divagara.
Se dio cuenta que no había pensado en Dani en mucho tiempo.
Santana apenas había cumplido 30 años cuando Dani se fue.
Su trabajo apenas se estaba haciendo popular y sus pinturas tenían mayor demanda y había estado muy ocupada.
Demasiado ocupada para darse cuenta que estaba descuidando a Dani y todo lo demás en su vida.
Se habían conocido cuando ella tenía 24 años; Santana, una niña rica malcriada pretendiendo ser una artista y Dani, apenas saliendo de la universidad y tratando de conseguir un trabajo en una empresa que la sacaría de la lamentable casa de sus padres en Tacoma.
Dani había quedado impresionada con la casa de Santana en Bainbridge Island y se impresionó aún más cuando se enteró que los padres de Santana se la habían dado como regalo.
Santana le había conseguido a Dani un trabajo en la compañía de su papá y se habían asentado en sus vidas con facilidad.
Y había sido divertido, sobre todo al principio.
Santana no tenía preocupaciones.
Vendía pocas pinturas aquí y allá y aceptaba la asignación mensual de sus padres sin culpa. Pero mientras más exitosa se volvía, más le consumía la necesidad de hacer un nombre por sí misma, de ser una artista exitosa.
Eso había hecho mella en su relación.
Sus interminables viajes durante los veranos, las interminables horas de pintura durante los inviernos, habían sido su perdición.
Y Dani simplemente desapareció un día de su vida.
Cuando Santana se dio cuenta de lo que había pasado, ya era demasiado tarde para salvar la situación. Dani había conocido a alguien más y Santana había tenido que dejarla ir.
No había habido nadie desde entonces.
Oh, un montón de mujeres habían compartido su cama, pero ninguna se había metido en su corazón.
No que no lo hubieran intentado.
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Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
A gaby1604 le gusta esta publicaciòn
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Gracias por el maraton, la historia pinta muy interesante aunque este el labios de mero por ahi, aunque espero que sea por muy poco tiempo, hasta pronto!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Gracias por la maraton!!! La historia esta muy buena! Quiero mas@-@ skfkd
Las chicas se van acercando de a poquito*-* a ver como sigue!$-$
Las chicas se van acercando de a poquito*-* a ver como sigue!$-$
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
gracias por el maraton y el esfuerzo vi la hora en que subiste los capitulos espero estes descansando, y con santana da la impresion de ser caso perdido prefiere su privacidad antes de ser juzgada en puebloes pequeños como en el que este, y quien le llego a interesar ya esta mas que tomada por que tienes planes de boda
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Hola morra...
Gracias por la maratón!!...
Nana y nieta cautibadas por los ojitos de san jajajaja
Es bueno que san le aya dado un punto de vista a britt!!!
Nos vemos!!!...
Pd: los libros los tengo que comprar o descargar.. Y para la segúnda tengo que buscar el serbidor para bajarlos jajaja...
Gracias por la maratón!!...
Nana y nieta cautibadas por los ojitos de san jajajaja
Es bueno que san le aya dado un punto de vista a britt!!!
Nos vemos!!!...
Pd: los libros los tengo que comprar o descargar.. Y para la segúnda tengo que buscar el serbidor para bajarlos jajaja...
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
Gracias por el maratón
Santana es rica
Santana es rica
JanethValenciaaf********- - Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 20/01/2015
Edad : 25
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:Gracias por el maraton, la historia pinta muy interesante aunque este el labios de mero por ahi, aunque espero que sea por muy poco tiempo, hasta pronto!!!!
Hola, de nada, pero gracias a ti por leer! Entonces vamos bn jajaja, espero y siga así xD MMmmm y yo ¬¬ Saludos =D
Susii escribió:Gracias por la maraton!!! La historia esta muy buena! Quiero mas@-@ skfkd
Las chicas se van acercando de a poquito*-* a ver como sigue!$-$
Hola, de nada, gracias a ti por leer! Vamos bn... espero y siga así ajajajaja. Aquí el siguiente cap! Paso a paso, pero bn, no¿? Jajajajaja espero y todo bn jajajaja. Saludos =D
marthagr81@yahoo.es escribió:gracias por el maraton y el esfuerzo vi la hora en que subiste los capitulos espero estes descansando, y con santana da la impresion de ser caso perdido prefiere su privacidad antes de ser juzgada en puebloes pequeños como en el que este, y quien le llego a interesar ya esta mas que tomada por que tienes planes de boda
Hola, de nada, gracias a ti por leer! Jajajajajaja todo por mis fieles lectoras! jajajajaja. Mmmm buen punto ai. Mmm mal ai ¬¬ jajajaja. Saludos =D
3:) escribió:Hola morra...
Gracias por la maratón!!...
Nana y nieta cautibadas por los ojitos de san jajajaja
Es bueno que san le aya dado un punto de vista a britt!!!
Nos vemos!!!...
Pd: los libros los tengo que comprar o descargar.. Y para la segúnda tengo que buscar el serbidor para bajarlos jajaja...
Hola lu, de nada, gracias a ti por leer! Ayyy esk esa san! como no¿? jajajajaja. Vamos bn, vamos bn jajajaja. Saludos =D
Pd: aaaaa vamos mal entonces XD ajajajaja.
JanethValenciaaf escribió:Gracias por el maratón
Santana es rica
Hola, de nada, pero gracias a ti por leer! Jajajajajajaja si q si, no¿? ajajajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: La Luna de Santana (Adaptada) Cap 5
Capitulo 5
Después que Nana se fue a la cama, Brittany revisó los viejos artículos de Northwest Magazine.
Cuando encontró lo que quería, tomó su taza de té caliente y se instaló en el sofá para leer.
La imagen de Santana López la miraba intensamente y Brittany estudió su rostro, estableciéndose finalmente en sus ojos oscuros, estaba maravillada por su repentina curiosidad por esta mujer.
Alejó sus ojos y comenzó a leer, mirando nuevamente la imagen de Santana de vez en cuando.
Sus ojos siguieron su dedo índice a medida que leía, pero el artículo era muy impersonal, dando poca información sobre la mujer.
No fue hasta el último párrafo que Brittany tropezó con las palabras.
Brittany miró su imagen nuevamente, sus ojos bajaron por una fracción de segundo a los carnosos labios que se curvaban en una sonrisa.
Cerró la revista rápidamente y se quedó quieta.
Por supuesto que lo había sabido.
Fue por eso que realmente volvió a leer el artículo.
No le gustaba simplemente asumir estas cosas.
Holly.
El nombre era tan familiar, sin embargo habían pasado tantos años.
Dejó escapar un profundo suspiro, dejando surgir finalmente los recuerdos que había pensado estaban bien enterrados.
Ella era tan joven y Holly había sido demasiado dinámica como para que ella se resistiera.
Pero lo hizo, recordó ella.
Se echó hacia atrás y cerró los ojos, recordando.
Holly Holliday.
Su primer jefe.
Su primer enamoramiento de una mujer.
Pero había sido solo un enamoramiento, recordó ella.
Holly era diez años mayor y era tan hermosa.
Flashback
Brittany recordó ese día cuando Holly levantó la mirada y le capturó mirándola fijamente. Brittany había tratado de apartar la mirada, pero los ojos de Holly sostuvieron los de ella.
Habían trabajado hasta tarde y Brittany se había sentido más que contenta de quedarse esas pocas horas de más, si eso significa pasar más tiempo con Holly.
Pero cuando Holly insistió en llevar a cenar a Brittany, su relación avanzó más allá del lugar de trabajo y pronto Brittany descubrió que anhelaba esos fines de semana que tendría por delante con Holly, aquellos en los que le arrastraba a todo tipo de actividades que nunca se hubiera aventurado a hacer sola.
Incluso ahora, Brittany podía recordar claramente la noche que sucedió.
Holly había estado tan emocionada sobre la excursión de observación de ballenas que Brittany no tuvo corazón para decepcionarla, pero los barcos le ponían terriblemente nerviosa.
Y le daban náuseas.
Apenas habían abandonado Puget Sound cuando Brittany devolvió su desayuno.
Holly había pasado todo el viaje a su lado y esa noche, después que Brittany se disculpó profusamente, Holly le rodeó entre sus largos brazos y Brittany se descubrió a sí misma en el extremo receptor de un abrazo muy íntimo.
Campanas de advertencia se dispararon inmediatamente y cuando los labios de Holly buscaron los de Brittany, ella se alejó.
—Lo siento. Pensaba que querías esto.
—No, yo no… yo no… no.
—Entonces… ¿qué es todo esto?
—Yo solo… pensé que éramos amigas.
Fin Flashback
Brittany levantó una comisura de su boca y sonrió.
Había sido tan ingenua.
No había tenido una pista de que Holly era lesbiana.
Cualquier atracción que había habido en Brittany, había sido sólo por amistad.
No había habido nada más.
Nunca podría haber sido.
Pero, sin importar que, su relación terminara ahí.
Dos meses más tarde, Brittany encontró otro trabajo y no volvió a ver a Holly desde entonces.
Y ahora Santana.
Bebió un sorbo de té, hojeando distraídamente con una mano la revista, deteniéndose cuando la imagen de Santana le devolvió la mirada.
Brittany se sentó inmóvil, hipnotizada por la imagen.
Santana López era una mujer atractiva pero la imagen impecable era impresionante.
Tenía el cabello un poco más largo en la fotografía, notó Brittany. Y los pendientes de diamantes brillaban en cada oreja.
Las pocas veces que le había visto, Santana no había llevado joyas.
Finalmente, con un suspiro, cerró la revista.
—Bueno, eso no importa—dijo en voz baja.
A ella le gustaba Santana.
No iba a evitarla, decidió ella, sólo porque era lesbiana.
De todos modos, Santana se iría después del verano.
Sin embargo la mañana siguiente, cuando Santana entró y se dirigió resueltamente hacia la máquina de café, Brittany no fue capaz de mirarla a los ojos.
Estaba siendo ridícula, lo sabía, pero algo le decía que debía evitar esos ojos negros.
Ellos no causarían nada más que problemas.
—Buenos días, Santana.
—Buenos días, Sue.
—¿Has venido a disfrutar el café de Seattle esta mañana?
—Moca—dijo Santana y miró con ojos divertidos a Brittany—Hola.
—Hola—murmuró Brittany, sintiéndose avergonzada y odiándose a sí misma por ello.
No debió haber leído el artículo, se dio cuenta.
Si Santana hubiera querido que ella lo supiera, se lo habría contado.
No era asunto suyo, de todos modos.
Y ¿realmente importaba? se preguntó por centésima vez.
Santana sacó un par de billetes arrugados del bolsillo y se los entregó a Brittany. Cuándo sus dedos se tocaron, Brittany se apartó rápidamente, como si se hubiera quemado y se encontró con unos ojos interrogantes frente a ella, pero no permitió que esos ojos negros la atraparan por mucho tiempo.
Las cejas de Santana se unieron en un ceño fruncido, preguntándose qué demonios estaba pasando.
Entonces lo supo.
Brittany había vuelto a leer el artículo o lo había recordado de antes.
Brittany parecía casi asustada de estar en la misma habitación con ella.
Santana había pensado en invitar a Brittany a cenar pero ahora supo que nunca se lo pediría.
Había visto anteriormente esa mirada en las mujeres heterosexuales.
Miedo.
Brittany tenía casi decidido poner el cambio en el mostrador, pero entonces vio el desafío en los ojos de Santana y lo dejó caer sobre su mano extendida, rozando con sus dedos la superficie.
Santana se acercó dándole la espalda a Sue y susurró:
—No estés tan asustada. No es contagioso ¿sabes?
Brittany se sonrojó y desvió la mirada.
—Lo siento—murmuró Brittany.
¿Qué otra cosa podía decir?
—Es sólo que…
—No importa.
Santana se encogió de hombros y se fue con un brusco adiós a Sue.
¿Por qué era tan difícil tener amistad con algunas mujeres heterosexuales?
¿Pensaban que estar a solas con una lesbiana las mancharía?
¿Que estarían en peligro de ser convertidas?
Santana sacó sus cigarrillos con rabia y metió uno entre sus labios.
¡Mujeres!
A veces eran una verdadera molestia en el culo.
Cuando llegó a la cabaña, se sentó en la camioneta y tomó un sorbo de café, su ira disminuyó.
Realmente no quería hacer amistad con Brittany, de todos modos.
Trabajaría mucho más estando sola.
Con eso, agarró su block de dibujo y entró, tenía la intención de añadir más color a la pradera que había esbozado esa mañana.
Dejó a un lado los pensamientos sobre Brittany Pierce y comenzó a trabajar.
Se sorprendió al notar que la puesta del sol ocurrió más tarde y echó un vistazo a su reloj.
No sólo había trabajado a través de la comida, sino que también había saltado la cena.
Cuando encontró lo que quería, tomó su taza de té caliente y se instaló en el sofá para leer.
La imagen de Santana López la miraba intensamente y Brittany estudió su rostro, estableciéndose finalmente en sus ojos oscuros, estaba maravillada por su repentina curiosidad por esta mujer.
Alejó sus ojos y comenzó a leer, mirando nuevamente la imagen de Santana de vez en cuando.
Sus ojos siguieron su dedo índice a medida que leía, pero el artículo era muy impersonal, dando poca información sobre la mujer.
No fue hasta el último párrafo que Brittany tropezó con las palabras.
Cuando le preguntaron si aún le molestaba que todavía se refirieran a ella como la ‘artista lesbiana’ la Señorita. López respondió tranquilamente:
—Nunca he hecho de mi vida personal un secreto— dijo ella—Simplemente no pienso que sea pertinente para mi trabajo. Mi preferencia sexual no influye en la forma en que pinto y necesariamente no me gusta ser etiquetada de esa manera Lesbiana.
—Nunca he hecho de mi vida personal un secreto— dijo ella—Simplemente no pienso que sea pertinente para mi trabajo. Mi preferencia sexual no influye en la forma en que pinto y necesariamente no me gusta ser etiquetada de esa manera Lesbiana.
Brittany miró su imagen nuevamente, sus ojos bajaron por una fracción de segundo a los carnosos labios que se curvaban en una sonrisa.
Cerró la revista rápidamente y se quedó quieta.
Por supuesto que lo había sabido.
Fue por eso que realmente volvió a leer el artículo.
No le gustaba simplemente asumir estas cosas.
Holly.
El nombre era tan familiar, sin embargo habían pasado tantos años.
Dejó escapar un profundo suspiro, dejando surgir finalmente los recuerdos que había pensado estaban bien enterrados.
Ella era tan joven y Holly había sido demasiado dinámica como para que ella se resistiera.
Pero lo hizo, recordó ella.
Se echó hacia atrás y cerró los ojos, recordando.
Holly Holliday.
Su primer jefe.
Su primer enamoramiento de una mujer.
Pero había sido solo un enamoramiento, recordó ella.
Holly era diez años mayor y era tan hermosa.
Flashback
Brittany recordó ese día cuando Holly levantó la mirada y le capturó mirándola fijamente. Brittany había tratado de apartar la mirada, pero los ojos de Holly sostuvieron los de ella.
Habían trabajado hasta tarde y Brittany se había sentido más que contenta de quedarse esas pocas horas de más, si eso significa pasar más tiempo con Holly.
Pero cuando Holly insistió en llevar a cenar a Brittany, su relación avanzó más allá del lugar de trabajo y pronto Brittany descubrió que anhelaba esos fines de semana que tendría por delante con Holly, aquellos en los que le arrastraba a todo tipo de actividades que nunca se hubiera aventurado a hacer sola.
Incluso ahora, Brittany podía recordar claramente la noche que sucedió.
Holly había estado tan emocionada sobre la excursión de observación de ballenas que Brittany no tuvo corazón para decepcionarla, pero los barcos le ponían terriblemente nerviosa.
Y le daban náuseas.
Apenas habían abandonado Puget Sound cuando Brittany devolvió su desayuno.
Holly había pasado todo el viaje a su lado y esa noche, después que Brittany se disculpó profusamente, Holly le rodeó entre sus largos brazos y Brittany se descubrió a sí misma en el extremo receptor de un abrazo muy íntimo.
Campanas de advertencia se dispararon inmediatamente y cuando los labios de Holly buscaron los de Brittany, ella se alejó.
—Lo siento. Pensaba que querías esto.
—No, yo no… yo no… no.
—Entonces… ¿qué es todo esto?
—Yo solo… pensé que éramos amigas.
Fin Flashback
Brittany levantó una comisura de su boca y sonrió.
Había sido tan ingenua.
No había tenido una pista de que Holly era lesbiana.
Cualquier atracción que había habido en Brittany, había sido sólo por amistad.
No había habido nada más.
Nunca podría haber sido.
Pero, sin importar que, su relación terminara ahí.
Dos meses más tarde, Brittany encontró otro trabajo y no volvió a ver a Holly desde entonces.
Y ahora Santana.
Bebió un sorbo de té, hojeando distraídamente con una mano la revista, deteniéndose cuando la imagen de Santana le devolvió la mirada.
Brittany se sentó inmóvil, hipnotizada por la imagen.
Santana López era una mujer atractiva pero la imagen impecable era impresionante.
Tenía el cabello un poco más largo en la fotografía, notó Brittany. Y los pendientes de diamantes brillaban en cada oreja.
Las pocas veces que le había visto, Santana no había llevado joyas.
Finalmente, con un suspiro, cerró la revista.
—Bueno, eso no importa—dijo en voz baja.
A ella le gustaba Santana.
No iba a evitarla, decidió ella, sólo porque era lesbiana.
De todos modos, Santana se iría después del verano.
Sin embargo la mañana siguiente, cuando Santana entró y se dirigió resueltamente hacia la máquina de café, Brittany no fue capaz de mirarla a los ojos.
Estaba siendo ridícula, lo sabía, pero algo le decía que debía evitar esos ojos negros.
Ellos no causarían nada más que problemas.
—Buenos días, Santana.
—Buenos días, Sue.
—¿Has venido a disfrutar el café de Seattle esta mañana?
—Moca—dijo Santana y miró con ojos divertidos a Brittany—Hola.
—Hola—murmuró Brittany, sintiéndose avergonzada y odiándose a sí misma por ello.
No debió haber leído el artículo, se dio cuenta.
Si Santana hubiera querido que ella lo supiera, se lo habría contado.
No era asunto suyo, de todos modos.
Y ¿realmente importaba? se preguntó por centésima vez.
Santana sacó un par de billetes arrugados del bolsillo y se los entregó a Brittany. Cuándo sus dedos se tocaron, Brittany se apartó rápidamente, como si se hubiera quemado y se encontró con unos ojos interrogantes frente a ella, pero no permitió que esos ojos negros la atraparan por mucho tiempo.
Las cejas de Santana se unieron en un ceño fruncido, preguntándose qué demonios estaba pasando.
Entonces lo supo.
Brittany había vuelto a leer el artículo o lo había recordado de antes.
Brittany parecía casi asustada de estar en la misma habitación con ella.
Santana había pensado en invitar a Brittany a cenar pero ahora supo que nunca se lo pediría.
Había visto anteriormente esa mirada en las mujeres heterosexuales.
Miedo.
Brittany tenía casi decidido poner el cambio en el mostrador, pero entonces vio el desafío en los ojos de Santana y lo dejó caer sobre su mano extendida, rozando con sus dedos la superficie.
Santana se acercó dándole la espalda a Sue y susurró:
—No estés tan asustada. No es contagioso ¿sabes?
Brittany se sonrojó y desvió la mirada.
—Lo siento—murmuró Brittany.
¿Qué otra cosa podía decir?
—Es sólo que…
—No importa.
Santana se encogió de hombros y se fue con un brusco adiós a Sue.
¿Por qué era tan difícil tener amistad con algunas mujeres heterosexuales?
¿Pensaban que estar a solas con una lesbiana las mancharía?
¿Que estarían en peligro de ser convertidas?
Santana sacó sus cigarrillos con rabia y metió uno entre sus labios.
¡Mujeres!
A veces eran una verdadera molestia en el culo.
Cuando llegó a la cabaña, se sentó en la camioneta y tomó un sorbo de café, su ira disminuyó.
Realmente no quería hacer amistad con Brittany, de todos modos.
Trabajaría mucho más estando sola.
Con eso, agarró su block de dibujo y entró, tenía la intención de añadir más color a la pradera que había esbozado esa mañana.
Dejó a un lado los pensamientos sobre Brittany Pierce y comenzó a trabajar.
Se sorprendió al notar que la puesta del sol ocurrió más tarde y echó un vistazo a su reloj.
No sólo había trabajado a través de la comida, sino que también había saltado la cena.
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Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola , como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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