Gleek Latino
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Primer15
Image hosted by servimg.com

Image hosted by servimg.com
Image hosted by servimg.com
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Coment10
Últimos temas
» Ayudenme a encontrarlos
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyLun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T

» Busco fanfic brittana
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyLun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66

» Busco fanfic
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptySáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken

» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyJue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604

» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28

» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyDom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28

» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyVie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604

» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyLun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es

» Que pasó con Naya?
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMiér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es

» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyJue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es

» No abandonen
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMiér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303

» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyVie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303

» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyLun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli

» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyDom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic

» brittana. amor y hierro capitulo 10
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMiér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic

» holaaa,he vuelto
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyJue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMiér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyMiér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana EmptyLun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1

[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Encues10
Sondeo

Musical Favorito Glee 5x15 Bash

[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba1011%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 11% [ 4 ]
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba1019%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 19% [ 7 ]
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba1011%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 11% [ 4 ]
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba1024%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 24% [ 9 ]
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba1027%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 27% [ 10 ]
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba108%[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Topeba10 8% [ 3 ]

Votos Totales : 37

Image hosted by servimg.com
[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana Gleeka10
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios

Disclaimer
Image hosted by servimg.com
·Nombre: Gleek Latino
·Creación: 13 Nov 2009
·Host: Foroactivo
·Versión: GS5
Glee
Image hosted by servimg.com
Publicidad

[Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

+10
JanethValenciaaf
Caritovega
iFannyGleek
Susii
Jane0_o
micky morales
Elita
monica.santander
Lucy LP
23l1
14 participantes

Página 1 de 20. 1, 2, 3 ... 10 ... 20  Siguiente

Ir abajo

Finalizado [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por 23l1 Jue Oct 01, 2015 12:04 am

Sinopsis


Cuando la joven Brittany Pierce entra a trabajar en la casa de los López como chica de servicio, jamás pensó que su vida ya no volvería a ser la misma.

Santana, la hija menor del matrimonio, una mujer fría, atormentada, de fuerte personalidad y carácter inestable.

En cuanto ve a Brittany, se encapricha con ella y quiere someterla a su voluntad, pero Brittany pronto se hará con el control de la situación.

Refugiadas en la clandestinidad, darán rienda suelta a una pasión insaciable.

Pero los celos, los miedos y la desconfianza podrán a prueba su relación.

¿Será suficiente el amor para que estas dos diosas se rindan y consigan superar sus miedos?



*******************************************************************************************************************

Hola, aquí la siguiente historia, espero que les guste! Gracias por leer y comentar. Saludos =D


PD: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):

Wallbanger: https://gleelatino.forosactivos.net/t22310-resueltofanfic-brittanawallbanger-2-rustynailed-adaptada-final

El Affaire López: https://gleelatino.forosactivos.net/t22380-fanfic-brittana-el-affaire-lopez-4-algo-raro-y-preciso-adaptada-epilogo

A los 17: https://gleelatino.forosactivos.net/t22434-resueltofanfic-brittana-a-los-17-adaptada-cap-43-final

Tras el Telón de Pino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22474-resueltofanfic-brittana-tras-el-telon-de-pino-adaptada-cap-36-final

Sin Condiciones: https://gleelatino.forosactivos.net/t22505-resueltofanfic-brittana-sin-condiciones-adaptada-cap-47-final

Blonde Girl: https://gleelatino.forosactivos.net/t22520-fanfic-brittana-blonde-girl-adaptada-prologo#538737

Ajuste de Cuentas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22532-resueltofanfic-brittana-ajuste-de-cuentas-adaptada-cap-12-fin

Pídeme lo que Quíeras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22535-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-adaptada-prologo#539712

Mi Mujer: https://gleelatino.forosactivos.net/t22564-fanfic-brittana-mi-mujer-3-confesion-adaptada-cap-35#542092

Sorpréndeme: https://gleelatino.forosactivos.net/t22576-resueltofanfic-brittana-sorprendeme-adaptada-epilogo#543891

Palabras para Ti: https://gleelatino.forosactivos.net/t22583-resueltofanfic-brittana-palabras-para-ti-adaptada-epilogo

Un Vuelo con Escalas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22590-fanfic-brittana-un-vuelo-con-escalas-adaptada-cap-33-final#544923

Secretos del Pasado: https://gleelatino.forosactivos.net/t22595-resueltofanfic-brittana-secretos-del-pasado-adaptada-epilogo

En tus Brazos y Huir de Todo Mal: https://gleelatino.forosactivos.net/t22602-resueltofanfic-brittana-en-tus-brazos-y-huir-de-todo-mal-ii-pasion-adaptada-epilogo

Parejas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22615p195-resueltofanfic-brittana-parejas-adaptada-cap-41-final#547481


Pd2: como dije antes al terminar de adaptar la nueva historia subiré la primera parte de parejas.

Como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!

Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D



***************************************************************************************************************************

SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D




Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:02 am, editado 1 vez
23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Lucy LP Jue Oct 01, 2015 1:34 am

Chica de servicio... Simplemente genial eres lo.máximo chica del EFECTO...
Lucy LP
Lucy LP
****
****

Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 01/07/2015
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado GRACIAS

Mensaje por monica.santander Jue Oct 01, 2015 2:20 am

Feliz de que sigas adaptando. Gracias
monica.santander
monica.santander
-*-*-
-*-*-

Femenino Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Elita Jue Oct 01, 2015 6:43 pm

Oye, es una adaptación hetero, no?
Tod@s felices de que sigas adaptando y yo salgo con esa pregunta xD
Elita
Elita
-
-

Femenino Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Club New Directions Samuel


Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por 23l1 Jue Oct 01, 2015 7:20 pm

Lucy LP escribió:Chica de servicio... Simplemente genial eres lo.máximo chica del EFECTO...


Hola, jajaaja XD espero y guste jaajja. Saludos =D




monica.santander escribió:Feliz de que sigas adaptando. Gracias



Hola, jajaj gracias por seguir, comentar y leer mis adaptaciones! De nada, pero como dije gracias a ti! Saludos =D




Elita escribió:Oye, es una adaptación hetero, no?
Tod@s felices de que sigas adaptando y yo salgo con esa pregunta xD


Hola, XD si jajajaajaj. XD jaajajajaj suele pasar no¿? jajajaj. Saludos =D


23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 1-Tiéntame (Adaptada) Cap 1

Mensaje por 23l1 Jue Oct 01, 2015 7:23 pm

Capitulo 1 – El Comienzo


Con una escueta sonrisa, agradezco a la azafata su ayuda para salir del embrollo que hay en la puerta del avión, un estrecho espacio del que todos parecemos querer huir.

Por fin estoy en Málaga, en su aeropuerto.

Me sorprende el bochorno que ya hace en la ciudad siendo tan temprano, aunque el día no pinta nada mal, excepto por lo que yo tengo que hacer y el lugar al que tengo que ir.

Son las ocho de la mañana y antes de nada, saco el teléfono y les mando un breve mensaje a mis padres.

Ya casi he llegado a mi destino, donde pasaré los tres meses de verano...

Suspiro resignada.

En menos de una hora me hallaré en la famosa casa de la familia López, en mi nuevo trabajo, uno que ya aborrezco sin siquiera haber empezado.


Mensaje de Brittany a Whitney. A las 8.00:

Ya estoy aquí. Fatigada y cansada. He tomado la pastilla. Con ánimos... ya me entiendes.
Te quiero.



Los cambios no son lo mío.

Dejar Lugo, mi casa, mi familia y mi tranquilidad hace que el corazón me dé un vuelco, más aún al pensar en por qué voy a pasar el verano en casa de esa gente adinerada.

En mis oídos resuena la palabra «enchufada», algo que no acostumbro a ser en los trabajos...

Mi amiga Rachel es la encargada de atender la casa de verano de la familia, su ama de llaves por así decirlo, y, al verme desesperada por no encontrar empleo, un empleo que necesito para seguir estudiando y hacer un máster, les habló de mí a los señores López.

Rachel es una gran, aunque exigente, amiga. La conocí hace siete años en una de mis estancias en la ciudad, cuando vine a visitar a mi hermano Noah, que se instaló aquí buscando cambios en su vida. Gracias a él he podido hacer nuevos amigos y pasar algunas temporadas en Málaga.

Por desgracia, nunca en verano.

Los López llevan ya cinco años viviendo en esta ciudad y parece que tienen intenciones de seguir haciéndolo. Los ayuda a desconectar de la vida tan ajetreada que tienen en Nueva York e incluso se plantean mudarse definitivamente, ya que, por lo visto, sus negocios aquí marchan bastante bien... O eso creo, porque nunca hemos coincidido y no me había interesado por ellos hasta hace cuatro días, cuando accedí a ser la chica de servicio.

Rachel necesitaba nuevas empleadas para la casa y yo, tras terminar la carrera de periodismo y buscar infructuosamente trabajo de mi profesión, me vi forzada a aceptar su ofrecimiento...Aunque acatar órdenes no es lo mío, intentaré aprender a someterme ante personas que no acaban de ser de mi agrado.

Cargo mi escaso equipaje y me detengo en la cafetería del propio aeropuerto, desde donde llamo a Rachel, mientras me dispongo a recuperar fuerzas.

—¿Britt?—pregunta Rachel, preocupada.

—La misma, para servirte—me burlo, sabiendo cuánto lo odia—Ya he llegado. Voy a tomarme un buen refuerzo en el Café & Té, que el vuelo me ha dejado atontada, y luego voy para allá. Sólo llamaba para avisarte y que estuvieras tranquila.

—Aquí ya está todo en marcha, no tardes y me hagas quedar mal el primer día, ¿entendido?

—¿Puedo desayunar por lo menos sin atragantarme? Estoy deshidratada
—sonrío y me dispongo a picarla—¡Menuda me espera...! Todavía no he llegado y ya me estás metiendo prisa.

—Britt, no empieces con las quejas, éste no es cualquier trabajo
—me reprende seria—Sobre todo el tuyo, que serás la que sirva a la familia. Además, sólo serán tres meses y luego tendrás dinero suficiente para poder seguir con tus estudios sin preocupaciones; la cantidad que ganarás es muy buena.

—¿A cambio de qué? ¡Rach, desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche! ¡Eso es un abuso!
—grito sin querer, atrayendo miradas de curiosidad—Tener los domingos libres es muy poco. No podré ver a Mercedes o a Emily.

Al oírme se queda en silencio. Imagino su expresión descontenta, sus ojos llenos de reproches.

—¿De verdad es eso lo que quieres?—me regaña molesta—¿Quieres pasar el resto de tu vida con una mujer que sólo piensa en nadar? Ya estamos hartos de decirte que ella no merece la pena, que no es para ti.

Rechino los dientes y pido un zumo de naranja acompañado de una tostada.

No comprendo qué diablos le pasa con Emily.

¿Por qué la odia de esa forma?

Emily y yo nos conocimos hace dos años, en una de mis visitas a Málaga, y desde entonces nos hemos hecho muy amigas, pero tanto Rachel como mi hermano Noah la aborrecen intensamente.

Yo no lo entiendo.

Es cierto que a Emily le encanta estar en el agua, pero ¿qué hay de malo en ello?

Es un chica guapa, de veintiséis años, ¿por qué no iba a cuidarse?

—Rach, no hables así de Emily—la regaño seria—Sabes que sólo somos amigas y que no hay ningún interés amoroso entre nosotras... No entiendo la antipatía que le tienes.

—¡Si te come con los ojos!
—exclama exasperada—No sé cómo no te das cuenta de que solamente pretende llevarte a la cama. ¡Y no pienso permitir que seas su juguete! Noah la mataría, sin importar que sea una mujer.

Con desgana, me río de su comentario.

¿Qué se cree, que por ser dos años mayor que yo puede manejar mi vida?

Eso no va a pasar.

Resoplo ruidosamente. Yo no soy la clase de mujer que acepta cualquier orden y menos una tan ridícula... Tanto mi hermano como Rachel me cuidan como a una niña y, aunque a veces lo parezca por mis salidas de tono y mi cabezonería, no lo soy.

—¿Te callas?—pregunta con voz queda—No habrá algo que no me estás contando, ¿verdad? Vamos, Britt, no me lo puedo creer. ¿En serio has caído tan bajo?

—¡Serás bicho! Anda, cállate ya. Pobre Emily.

—El otro día me la encontré, mejor dicho, vino a la Casita y me preguntó por ti. Yo le dije que no sabía nada.


Suelto una carcajada sin poderlo remediar.

—Bueno no te sirvió de mucho, porque ayer hablamos por teléfono y se lo conté todo. Dentro de pocos días nos veremos, mejor dicho, cuando los López me den un respiro.

—Un respiro para ver a un tormento. Qué mujer tan pesada.


Rachel y yo tenemos una relación muy buena, muy cómplice. Pero desde hace varios días las cosas están algo tensas, ya que ella se muestra demasiado obsesiva con mi trabajo en la casa López.

Desde que nos conocimos, me acogió y protegió, ahora creo que en exceso. Quizá me ve como la hermana pequeña que nunca tuvo.

—Rach, será mejor que dejemos el tema. Voy a desayunar con la poca paz que me queda y te veo en el infierno dentro de nada. Y relájate, que te va a dar algo.

—Brittany...

—Vaya, ya estás enfadada. Si me llamas por el nombre completo es para temerte
—me río mientras me siento para tomar el desayuno—Yo también te he echado de menos. Dale besos a Jesse. A mi hermano ya lo llamaré luego, supongo que estará en el trabajo.

—A Jesse le voy a dar una mierda.

—¿Qué dices? ¡No me puedo creer que sigan así...!
—su silencio me confirma que no me equivoco—¿A qué se debe esta vez?

—Ya te contaré, pero mi matrimonio se está hundiendo
—confiesa con un hilo de voz—Creo que no hay marcha atrás, aunque quiera evitarlo. Le he dado un ultimátum, pero no creo que me haga caso.

—Ya te dije que te casabas muy joven, pero, bueno, como tú dices, no hay marcha atrás.

—Así es, menos mal que lo tuyo con Amy quedó en nada[/i—recuerda de pronto, produciéndome arcadas—Creo que no conozco a una mujer más tonta y ridícula que ella.

—Cierto y adiós, paso del temita.


Con desgana, guardo la Blackberry y sigo atiborrándome de comida, mientras me imagino el aspecto de mi amiga Rachel en estos momentos, al haberla dejado con la palabra en la boca.

A pesar de su carita de ángel, con ese cabello largo y castaño, sus hermosos ojos marrones, cuando se enfada es un auténtico demonio.

Y el maldito de mi hermano Noah tiene un genio muy parecido. Mi presumido hermano... tan fuerte y musculoso. Con corto pelo castaño oscuro y los ojos tan verdes tan distintos a los azules míos.

Pensativa, continúo con el desayuno.

Rachel lleva ocho años con los López. Está contenta con su empleo, a pesar de que tiene que trabajar muchísimas horas. Ahí conoció a Jesse.

Menudo infeliz...

Noah, que tiene veintinueve años, es chófer en una empresa de modelos. Los dos viven felices en esta ciudad, disfrutando de sus respectivos trabajos.

¿Y yo?

¿Qué voy a hacer yo?

Tenía planeado buscar otro tipo de empleo, pero me tendré que conformar con el de «chica de servicio».

Necesito conseguir dinero para cubrir mis necesidades sin tener que acudir a mis padres. Aunque toda esta situación tiene algo positivo: veré a mi hermano y amigos con más frecuencia. La última vez fue en Navidad, hace ya seis meses.

—¡Mierda!—gimo, al ver que mi reloj marca ya las ocho y media.

Corriendo, pago la cuenta, salgo del aeropuerto y cojo un taxi.

Cuarenta minutos más tarde, me hallo frente a la impresionante casa de los López.

«Suerte, Britt.»

Todo en esta mansión acristalada proclama la riqueza de sus dueños. A pie de playa, en Marbella, en plena costa malagueña. Por dentro no la conozco; siempre que he visitado a Rachel lo he hecho en la Casita, su hogar en el terreno de los López, aunque a una prudencial distancia de la vivienda principal.

—¡Rach!—llamo, rodeando la casa grande y acercándome a la suya—¡He llegado!

—Chis, Britt, por Dios, no estás en la calle—protesta, saliendo a mi encuentro.

Aun así, al verme, me rodea con sus brazos tiernamente.

¡Menos mal!

—Bienvenida, cariño, estás guapísima.

—Tú también—susurro emocionada—, Llevas el pelo más largo.

—Ya sabes, hay que cambiar.

Su olor tan familiar me hace sentir cómoda, pese a lo nuevo que es todo. Pero al separarnos, su cara lo dice todo.

—Sí, es tarde, ya lo sé. Dime, ¿por dónde empezamos?

—Voy a enseñarte tu habitación. Estarás en la tercera planta, en la casa, como las demás empleadas.

—¿¡No puedo quedarme aquí con ustedes!?

—Deja de gritar y no, yo no soy exactamente del servicio, por eso vivo en la Casita. Además, Jesse no se tomaría bien que durmieras aquí.

—Entiendo.

Paseo la vista por el verde jardín y la amplia piscina azulada a lo lejos. Todo impecable y en absoluto mi mundo.

—¿Qué tramas? ¿Por qué estás tan callada?—me pregunta Rachel, haciéndome volver a la realidad—Britt, te lo advierto: compórtate. Los López son personas serias y formales, aquí nada de escándalos.

—Tranquila, Rach, no te dejaré en mal lugar—contesto aburrida—Háblame de la familia. Hasta ahora nunca me han interesado, pero si prácticamente voy a convivir con ellos, será mejor estar informada. Luego no quiero sorpresas.

Mi amiga me mira con verdadero orgullo, mientras juntas caminamos hacia el interior de la mansión.

—Bueno primero están los señores de la casa, William y Emma. Ambos son encantadores y no te darán problemas, ya lo verás cuando los conozcas. Luego está Kitty...—hace una pausa, agarrándome de la mano con gesto protector—Es la hija más pequeña y no es fácil, pero poco a poco se aprende a soportarla. Después está Santana, la mediana. Tiene veintiocho años y es una mujer bastante rara; habla poco y se suele pasar todo el día encerrada en el despacho o con sus negocios, incluso cuando vienen a veranear. El miércoles llega Quinn, la mayor de las hijas del matrimonio López. A ésa se la ve poco por aquí... Prefiere Nueva York. Es muy guapa.

Una malcriada, una rara y una guapa. Estupendo.

—Ajá—murmuro abatida.

Este empleo empieza a gustarme cada vez menos.

—Britt, ¿me has oído?—suspira Rachel, desesperada—Bueno, ya sabes lo esencial. Limítate a hacer tu trabajo y todo irá bien. Yo tengo mis dudas.

—¿Tienen sus negocios aquí?—le pregunto curiosa.

—La central está en Nueva York y en el centro de Málaga las sucursales, aunque creo que Santana también tiene algo en Madrid, pero no lo sé con exactitud: todo lo que rodea a esa mujer es confidencial y reservado. Según tengo entendido la familia se quiere quedar en Málaga, aunque no se sabe nada seguro. Son muy discretos con sus cosas.

Asiento confusa.

—Pero no te preocupes—prosigue Rachel—Son personas muy amables y atentas con sus empleados. Bueno, no todos... Sin embargo, los jefes sí lo son y con eso basta.

—¿Toda la familia participa en los negocios?

—Sí. Santana no sé muy bien en qué. Quinn compra y vende coches. William es dueño de una importante cadena de ropa, Modas López. Su mujer la diseña y Kitty hace de modelo, digámoslo así.

La miro ceñuda.

En su última frase hay un deje de ¿desprecio?

—Sólo posa para determinadas promociones, aunque no siempre, claro. No es aconsejable que sea siempre la misma modelo, y además ella aspira a algo más. En realidad a mucho más.

—Espero no tener problemas, no sé morderme la lengua.

A través de la parte trasera de la casa, llegamos a la tercera planta. Hay poca luz mientras subimos, aunque lo poco que veo es de un refinado diseño. Tonos claros, siempre entre el blanco y el crema... Bonito, pero a la vez demasiado distinguido a mi modo de ver.

—Mis padres te mandan besos. ¿Y qué sabes de Noah?

—No debe de andar muy lejos. La empresa para la que trabaja es donde Kitty va a clases de modelo y como su papá es amigo del dueño, a la princesita hay que traerla y llevarla—explica, sin disimular su disgusto—Noah es el chófer de la empresa que vive más cerca, así que le asignaron el encargo, pero no está nada contento—entonces me contempla con aire melancólico—Me habría gustado ver a tus padres, las veces que han venido se han portado conmigo como una verdadera familia. Anoche hablé con tu mamá para decirle que te cuidaría y me explicó que siguen como siempre, luchando en la floristería, aunque no tienen la recompensa que merecen para tantas horas de trabajo.

—¿Y eso lo dices tú?—replico con un aspaviento—Vamos, Rach, trabajar aquí es mucho peor. Por lo menos, a ellos no les manda nadie.

—Cállate antes de que te echen sin siquiera haber empezado a trabajar.

«Respira—me digo—Todo saldrá bien.»

Llegamos a mi habitación y eso es lo único que me alegra la mañana hasta el momento.

Es para mí sola y con baño incluido.

Genial.

El cuarto no es muy grande, pero sí acogedor. Cama individual en el centro, con un edredón rosa a juego con las cortinas. Un armario de doble puerta justo enfrente y mesillas de noche a los dos lados de la cama. También un escritorio pequeño cerca de la puerta del baño. Las paredes son de color crema y los muebles de un blanco inmaculado... Perfecto.

—Britt, ese de ahí es tu uniforme—me dice Rachel, señalándolo.

Me horrorizo.

¿Estará bromeando?

Es un vestido negro y corto, con detalles blancos.

—No me mires así—dice ella al ver mi cara—Forma parte de los requisitos y se tienen que cumplir sin objeciones.

—Menuda porquería—suelto, cogiendo el traje—¿No puede ser con pantalón? Sabes que odio las faldas y más tan cortas. No podré agacharme, ¡me verán el culo!

—A-dáp-ta-te. Britt, no seas caprichosa. Aquí tú estás para servir, no para que se te complazca. Que tu cabecita vaya asimilándolo.

—Estupendo—replico, probándome el vestido por encima—¡Me queda genial! Parezco una porno-chacha...

—¡Brittany Susan Pierce, basta!—grita Rachel, sobresaltándome—¡No quiero una sola queja más o te mandaré de vuelta a Lugo! Y no me vengas con que ya tienes veinticuatro años. Ese discurso me lo conozco muy bien.

Voy a replicar con toda la rabia que me consume, cuando por la ventana de mi habitación se oyen unos gritos que vienen de fuera.

—¿Qué pasa?—pregunto confusa, asomándome a la ventana—¿Ese de ahí no es Noah?

—Sí—confirma Rachel sin alterarse—Ya te he dicho que Kitty es algo difícil. Siempre se levanta con este genio y Noah intenta hacer lo que puede... No se atreve a pedirle a su jefe que la lleve otro a la agencia. Es una niña de papá y le podría costar el empleo. Dice que lleva a otros muchos modelos profesionales y que ninguno tiene quejas de él, pero ésta va de diva.

—Pero ¿por qué le habla así?

Una mujer joven y rubia, de cabello largo, le está gritando a mi hermano mientras él vuelve a sentarse al volante, después de que la tal Kitty acceda a entrar en el coche.

—Qué estúpida... ¿Me tratará así a mí también? Rach, creo que no voy a soportar mucho en esta casa. Mira a Noah, si casi parece cohibido, esperando que a la princesita se le pase el berrinche.

No lo puedo creer, con el carácter que tiene mi hermano.

—Vas a tener que tener paciencia, Britt—me aconseja ella de nuevo.

¡Qué pesada!

—Kitty es así con él, conmigo y con todos, y tú no vas a ser la excepción. Toda la familia la mima. Procura controlar tu genio, y deja que pelee sola, ¿entiendes?

—Pero...

—So-la.

Con esas palabras de advertencia se va, dejándome hecha un mar de dudas.

La situación parece complicarse más a cada segundo que pasa. Aún no conozco directamente a Kitty y ya me siento atemorizada por ella. Me perturba también relacionarme con el resto de las hermanas, sobre todo con la chica rara... ¿Santana?

Desalentada, cojo el uniforme del suelo, donde lo he tirado antes, y decido comportarme con sensatez. A ver qué tal me queda la monada.

Incómodo y demasiado corto.

Necesito un espejo.

Con paso firme, me dirijo al cuarto de baño... Jadeo al ver mi imagen reflejada en ese cristal tan pulcro.

¿Ésa soy yo?

Nunca me han gustado las faldas y ahora entiendo por qué.

Se me ve muy provocativa... No, no me gusta. Mi piel blanquecina se distingue aún más con ese vestido tan oscuro, que me hace incluso más delgada de lo que soy.

Suspiro al mirarme una y otra vez.

No me queda mal, pero no es en absoluto mi estilo. El pelo suelto y con diadema, me ha dicho Rachel.

Oh, Dios ¿qué es esto?

¡No me reconozco!

Mis ojos, azules, parecen demasiado apagados. Mi cabello rubio y liso está decididamente encrespado. Y estoy pálida como un muerto... menudo asco.

Furiosa, me arreglo el pelo como puedo, pero al tenerlo largo me resulta molesto llevarlo suelto. Y aunque tiro del vestido para que quede menos provocativo, es inútil y una absoluta pérdida de tiempo. Mis pechos, que no son muy grandes pero sí redondos, casi se me salen del escote y las piernas... oh, mis piernas están totalmente expuestas.

Es una vergüenza trabajar así.

—Menuda panda de superficiales.

El lunes pasó muy rápido.

Los señores, William y Emma López, fueron encantadores, amables y correctos, como me había dicho Rachel. No eran muy mayores, aparentaban unos cuarenta y tantos años; unos padres jóvenes y atractivos. Él era rubio y ella colorina, y los mismos ojos verdes que su Kitty. Emma era tremendamente dulce y él, muy simpático. Se percibía en todo momento su entrega y complicidad con su familia.

Servir a Kitty resultó en cambio una tortura... Se comportaba como la princesita de la casa, sin duda alguna.

¡Hasta había que ayudarla a desvestirse por la noche y a vestirse por la mañana!

Pero ¿de dónde había salido esa chica?

Su mirada, tan verde como el mismo pasto, me observó con desprecio desde el primer instante en que nos cruzamos, reacción que no pude entender. Y, aunque era tremendamente hermosa y con una figura espectacular, me dio la sensación de que carecía de lo más importante.

Kitty López parecía no tener corazón.


El martes no fue mejor.

Siguió tratándome con desprecio y exigiendo demasiado. En la casa solamente se respiraba tranquilidad y paz cuando ella se marchaba, aunque entonces era a Noah a quien le tocaba lidiar con la diva.


El miércoles se presentó más movido.

Ese día llegó Quinn, otra de las hijas del matrimonio López. Ésta no se parecía en absoluto a su hermana en cuanto a carácter: no juzgaba, no se quejaba de nada y era bastante tratable, como sus padres. En cambio era rubia como Kitty y tenía los ojos verdes como ella. Se la veía bastante linda y de buena figura.


Hoy es jueves por la tarde.

Rachel me controla mientras yo preparo una bandeja con el té para la señora Emma y sus amigas del club privado. Todas ellas me producen alergia, pero poco a poco me voy adaptando a la rutina de la familia.

—Tengo entendido que Santana, la hija mediana, ya está de vuelta—me dice Rachel.

Yo asiento distraída, enfrascada en mi trabajo.

—Ha estado fuera unos días porque al parecer tiene problemas con su novia y quería solucionarlos.

—¿Cómo lo sabes?—pregunto curiosa—Aún no la he visto. Tampoco nadie me ha hablado de ella y, por cierto, no me ha parecido ver fotos suyas por la casa.

—No, es extraño, pero no las hay. Y sé que ha vuelto porque me lo ha dicho Noah mientras tú estabas muy entretenida comiendo churros—cuchichea para que nadie nos oiga—Santana suele ser muy reservada pero cuando está mosqueada habla demasiado. En el coche, con Kitty, ha puesto a su novia de vuelta y media. Ha gritado tanto que Noah se ha enterado de todo.

«Oh, vaya.»

—Bueno, ¡todo listo!—levanto la bandeja con orgullo al verla tan bonita y ordenada—Nos vemos luego, Rach. Y ahora que lo has mencionado, gracias por invitarnos a desayunar. Hacía tiempo que no comía tanto.

—De nada. Estaré por aquí si quieres algo. Y ya sabes, paciencia con Kitty... y con Santana.

¿Paciencia con Santana...?

Sin darle mayor importancia, sigo mi camino.

Al llegar a la gran sala, todas las mujeres están enfrascadas en conversaciones sobre modas, fiestas y los típicos asuntos de quienes no tienen nada que hacer. Ninguna me presta atención, sólo la señora Emma, que se dirige a mí en cuanto me ve llegar.

Un gesto que me tranquiliza.

No me gusta acercarme a personas que se creen superiores tan sólo por tener dinero.

—Aquí tiene, señora. ¿Necesita algo más?

Ella me sonríe y me ayuda a dejar la bandeja.

—Muchas gracias, Brittany. La verdad es que sí, necesito una cosa de suma importancia—cada palabra desprende una amabilidad que me impresiona—Hoy ha llegado mi hija Tana, es decir, Santana, que ha estado fuera unos días por motivos personales. Está en su despacho, es el que ha estado cerrado con llave todos estos días. Sírvele el té con unas pastas, por favor, y gracias de nuevo.

—Bien, señora.

Al llegar a la cocina no veo a Rachel. Es raro, pues se pasa el día prácticamente pegada a mí, enseñándome lo necesario para que no quede mal. Preparo una nueva bandeja para el joven Santana y, mientras lo hago, rezo para que ésta no tenga el carácter de su hermana.

Procurando no hacer demasiado ruido por si Santana está trabajando, llamo a la puerta con suavidad.

No se oye nada.

Tras un par de intentos más, al ver que nadie responde, decido entrar sin permiso. Al hacerlo, me encuentro con una habitación sombría en la que apenas se ve nada, sólo oscuridad y tristeza. No tiene grandes ventanales, como el resto de la casa, y todos los muebles son tenebrosos...

«Qué raro», pienso.

—¿Hola?—digo, cerrando la puerta tras de mí.

Nada, no hay respuesta y yo casi me caigo al suelo al tropezar con algo. Al hallar el interruptor y encender la luz, me quedo muda de sorpresa. Veo a una mujer joven, sólo algunos años mayor que yo, tremendamente guapa. De facciones bien definidas y labios carnosos, morena y con unos ojos que me dejan impresionada de tan oscuros como son... puedo distinguirla aun desde lejos.

Tiene que ser Santana.

Me observa sentada a su escritorio y aparentemente furiosa. Quizá por mi intromisión.

—¿Quién es usted?—me increpa alterada—¿Por qué entra sin mi permiso?

«Oh, Dios, qué mujer...»

—He llamado y como nadie me ha respondido, he decidido entrar.

No puedo evitar ser algo borde al ver su reacción.

—Ejem... señorita López, perdón por las molestias—añado—, Pero su mamá me ha dicho que le trajera esto.

Sin dejar de mirarme, rodea el escritorio despacio y con actitud tensa hasta llegar frente a mí. No puedo evitar observar su cuerpo trajeado... sus pechos y con unos tacos que hacen que quede un poco más alta que yo.

Qué mujer tan impresionante y, por lo que se ve, tan prepotente, pienso de nuevo.

—¿Ha terminado la inspección?

Avergonzada, levanto la vista hacia ella, que me parece aún más guapa.

—¿Señorita...?

—Pierce, Brittany Pierce. La nueva chica de servicio.

—Y bien, señorita Pierce, ¿quién le ha dado permiso para entrar en mi despacho y hablarme con la altanería con que lo ha hecho?—me pregunta en tono engañosamente paciente, pero sin duda enfadada.

Qué dientes tan blancos...

—Perdón. No era mi intención ofenderla con mi tono—suspiro, tragándome el orgullo—En cuanto a haber entrado, quería asegurarme de que no hubiera nadie para avisar a su mamá. Me disculpo de nuevo.

—Que no se vuelva a repetir—su tono es cortante y autoritario.

Escrutándome y con la mandíbula apretada, niega con la cabeza y vuelve a su asiento.

Menudo culo, morena.

—Deje la bandeja sobre la mesa y, por favor, recoja un poco el despacho, que para eso se le paga.

Controlando mi mal humor por el desprecio de su última frase, hago lo que me ordena.

Al parecer, es otra estúpida como su hermana Kitty. Guapas sí, pero sin escrúpulos.

El despacho es un caos. Produce horror verlo y aún más limpiarlo.

¿Cómo he llegado a esto?

Sin pensarlo más, empiezo a recoger vasos, botellas y platos de distintas partes de la estancia, cerca de la mesa cubierta de papeles. El escritorio es muy amplio y de color negro, como el resto de los muebles. Hay varias estanterías con archivadores, grandes cuadros algo siniestros y un sillón bastante ancho de color marrón oscuro... Solamente una ventana, más bien pequeña.

La señorita Santana controla mis movimientos sin disimulo. Siempre con actitud prepotente, haciéndome sentir cohibida con su penetrante y fría mirada. Intento ignorarla y continúo con mi trabajo consiguiendo no escupir el veneno que arde en mi garganta.

¡Vaya una estúpida!

Me lleva más de tres cuartos de hora dejar el lugar visiblemente más ordenado. Cuando acabo, me planto frente a ella sin rehuir su meticuloso escrutinio. Casi se me escapa una burlona sonrisa al notarla sorprendida.

—¿Desea algo más, señorita?—pregunto amablemente.

—Quizá...—su voz suena dura, prepotente, descarada—¿Qué me ofrece?

La miro sin entender sus palabras.

¿Que qué le ofrezco?

¿Qué mierda le voy a ofrecer?

—Es usted la que manda—respondo confusa—Usted ordena y yo obedezco, ¿recuerda?

Mi tono sarcástico no le gusta. Su mirada se vuelve gélida, cruda, posesiva. Y por su postura tan rígida y altiva sé que algo no anda bien.

¿Estoy en un lío?

—Ya sé lo que quiero—murmura, de pronto pensativa, cerrando y abriendo los puños.

¿Son heridas eso que tiene en la mano?

Asiento expectante, aguardando la petición del brusco, pero no por eso menos guapa señorita.

—La quiero desnuda y tumbada sobre mi mesa. Voy a tomarla por insolente.




*******************************************************************************************************

Hola, como dije antes al terminar de adaptar la nueva historia subiré la primera parte de parejas.

Como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!

Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D



***************************************************************************************************************************

SE QUE ESTÁN SACANDO MIS ADAPTACIONES, POR "MI" PARTE Y "MIS" ADAPTACIONES NO ME MOLESTA, PERO AL MENOS NOMBREN AL FORO... SI SUBEN OTRO CAPITULO Y NO LO NOMBRAN, "EN CADA CAPITULO QUE SUBAN", VOY A BORRAR MIS ADAPTACIONES Y DENUNCIAR LA ADAPTACIÓN. Saludos =D




Última edición por 23l1 el Miér Abr 12, 2017 12:02 am, editado 1 vez
23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por micky morales Jue Oct 01, 2015 7:52 pm

hay santana brittany no es ninguna blanca flor!!!!!! gracias por la adaptacion!!!!!
micky morales
micky morales
-*-*-*-*
-*-*-*-*

Femenino Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Club Achele

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Jane0_o Jue Oct 01, 2015 8:43 pm

Primer capitulo y ya quiero maratonnnnnnn
Saludos y me encanta la historia




Jane0_o
Jane0_o
-
-

Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Susii Jue Oct 01, 2015 9:48 pm

Oh joder! Ansbksb que directa es Santana! Quiero otro!
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 25
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por 23l1 Jue Oct 01, 2015 11:14 pm

micky morales escribió:hay santana brittany no es ninguna blanca flor!!!!!! gracias por la adaptacion!!!!!


Hola, jajajajaj a no¿? jajajaajaj. De nada, gracias a ti por leer y comentar! Saludos =D




Jane0_o escribió:Primer capitulo y ya quiero maratonnnnnnn
Saludos y me encanta la historia


Hola, jajaaj eso es bueno, mañana puedo subir uno o el sabado! ajjajaja. Que bueno que te vaya gustando! Saludos =D




Susii escribió:Oh joder! Ansbksb que directa es Santana! Quiero otro!



Hola, jajaajaj mm crees tu¿? jajaajajaj. Aquí el siguiente! Saludos =D


23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 1-Tiéntame (Adaptada) Cap 2

Mensaje por 23l1 Jue Oct 01, 2015 11:18 pm

Capitulo 2 – Una Propuesta Indecente.


Reacciono torpemente, incluso esbozo una media sonrisa al creer que se trata de una broma, siendo novata en la casa...

Su expresión no cambia y yo me doy cuenta de que esta mujer no juega. La observo yo también, sin dar crédito a sus palabras.

¿Qué está diciendo?

¿Qué va a tomarme sobre la mesa?

Siento que la cara me hierve de furia, que me ruborizo al tener que morderme la lengua.

Va lista si cree que voy a obedecer una orden como ésa.

¿Qué le pasa?

¿Está loca?

Inspiro, controlando mi furia; tengo que calmarme.

Quizá lo he oído mal...

—¿Qué has dicho?—pregunto, con los brazos en jarras—Me parece que no te he entendido bien.

Santana López tuerce el gesto y vuelve a levantarse de su butaca para rodear el escritorio, como ha hecho antes, esta vez incluso más seria y rígida. Se coloca frente a mí sin tocarme, con esa prepotencia que la caracteriza.

—Señorita Pierce, ante todo, no debe tutearme—su serenidad es asombrosa después de la orden que acaba de darme—Debe decir «¿Qué ha dicho?». Y contestando a su otra cuestión, aunque por la expresión de su cara creo que ya lo ha entendido, le he dicho que voy a tomarla ahora mismo sobre mi mesa por insolente. Y vuelvo a repetírselo, túmbese.

—¿Que haga qué?

—¿De dónde ha salido?—pregunta, encendiéndose y abriendo y cerrando los puños—¿Cómo ha venido a parar acá?

—¿Puedo marcharme ya?—pregunto indignada.

—Cumpla mi orden ahora mismo.

Pero ¿de qué va todo esto?

¿Es una broma de mal gusto?

—¿Está loca o qué diablos le pasa?

Me asusta la forma en que devora mi cuerpo con esa mirada tan posesiva y ansiosa. Sin apenas ser consciente, empiezo a retroceder.

—Ya lo creo que estoy loca. Si estuviera en mis cabales, la habría echado ya de mi casa después de desafiarme como lo ha hecho.

Me sigue como a una presa... Oh, oh.

—En vez de eso, le doy la oportunidad de reparar su error. Desnúdese, ése es el precio que debe pagar.

¿Error?

¿Desnudarme?

—¡No!—grito, aterrorizada ante su comportamiento—¡No se acerque!

—¿No?

En un momento me tiene acorralada entre la puerta y su cuerpo, sin posibilidad de escapar.

Se ha acabado el juego y empiezo a temblar.

—Como ve, ya lo he hecho.

Santana López apoya las manos en la puerta, a ambos lados de mi cabeza. Su mirada se clava en la mía, que sin duda debe de reflejar todo mi horror e indignación.

¿Qué mierda le sucede a esta mujer?

Su conducta no es lógica.

¿A qué viene esta cacería?

Sin importarle lo agitada que estoy, arrima su cuerpo al mío despacio, dejándome aún más confusa.

—Como no me deje en paz, se lo voy a contar a sus padres—amenazo, buscando sus ojos, que siguen contemplándome—Me está acosando como una asquerosa sátira... Apártese de mí o empiezo a gritar ahora mismo.

—Hágalo. El despacho está insonorizado—me reta con calma—Además, ya gritará cuando la haga mía y usted me acoja dentro con esta pasión que está demostrando al resistirse.

Jadeo, escandalizada por su atrevimiento.

¡Nadie jamás me ha hablado en ese tono y mucho menos con palabras tan directas!

¡Dios, si es una mujer!

—¡Grosera!

Me pone la mano derecha en el muslo y va subiendo muy lentamente. Yo quiero correr, gritar..., pero mi cuerpo parece haberse desprendido de mi mente. Me quedo quieta, casi sin aliento, sintiendo cómo su palma traza un lento y tortuoso camino de fuego sobre mi piel desnuda.

—¡No me toque!—gruño, cerrando los ojos, pero permitiéndole avanzar—No...no.

—Señorita Pierce, tiene que aprender y entender quién da las órdenes aquí—amenaza cerca de mis labios.

Abro los ojos y me encuentro de nuevo con los suyos, oscuros, tan fríos como el hielo.

Hay lujuria en ellos.

—Yo ordeno y usted obedece, ¿recuerda?—añade.

¿Está jugando conmigo?

No, lo que quiere es ejercer su poder.

—¡Yo no obedezco ese tipo de órdenes!

Con esfuerzo, sujeto su mano con la mía, deteniéndola. El contacto me abrasa, paralizándome el cuerpo, pero no la lengua.

—¿Sabe qué? ¡Es usted una egocéntrica! Y no me asusta su chulería.

—Y usted es una maleducada y una desvergonzada. Pero le voy a enseñar modales, a respetar a las personas que están por encima de usted en esta casa... y yo lo estoy. ¿Queda claro?—murmura, rozando mis labios.

«¡Párala!»

Pero me callo, dejándome llevar por el cúmulo de emociones que hierven en mi interior al estar tan cerca de Santana López.

¿Qué me está pasando?

¿Voy a permitir que me toque una persona a la que no conozco y que encima me lo está exigiendo?

Sin decir nada más, me agarra el mentón con brusquedad y une sus labios a los míos, mientras me sujeta la cabeza.

¡Quiero gritar de rabia!

Su agresiva boca me insta a abrir la mía.

¡La odio!

La odio porque el roce de sus labios hace que me estremezca de pies a cabeza, despertando en mí un deseo irresistible.

Sin poder aplacar mis ganas de probar su sabor, abro finalmente la boca y me entrego a sus labios por completo. Gimo al notar el fuego que desprenden. La manera en que su lengua seduce a la mía, su salvaje forma de devorarme, de saborearme sin control se apodera de mí y me lleva a un abismo sin límites.

Nunca me han besado con tanta fogosidad, jamás he anhelado algo con tanta desesperación como hasta este momento. Mi cuerpo está atrapado por el suyo, causándome vértigo y despertando en mí un apetito diferente a todo.

¿Qué puedo hacer?

Nunca he sido una chica fácil y no lo seré ahora.

Aunque me excite muchísimo sentir sus labios sobre los míos, aunque su aroma tan femenino me vuelva loca, aunque note su sabor en mí.

«No.»

—Basta—gimo, girando la cara—Déjame.

—No, quiero más, mucho más.

Muy alterada, vuelve a colocar una mano en mi muslo y esta vez no retrocede. Puedo ver las ganas que tiene de mí... o simplemente de sexo.

Confusa entre lo que debo hacer y lo que deseo hacer, con la rodilla derecha le doy un golpe en la entrepierna, haciendo que se aparte bruscamente de mí, jadeando de dolor.

—¡Te odio! No vuelvas a tocarme—grito con voz áspera, abriendo la puerta para escapar—¡Ni siquiera me mires!

Antes de cerrar, oigo que dice:

—Lo vas a pagar.

Por primera vez en mucho tiempo me siento asustada... y no por ella, pese a su carácter tan tosco, más bien por lo que ha provocado en mí desde que me ha tocado. Mi curiosidad aumenta al ver que no me persigue y, vacilante, la espío a través de la puerta entreabierta.

¿Qué hace?

Camina agitada arriba y abajo, cogiendo y volviendo a dejar los objetos que adornan los estantes... Repite sin cesar el movimiento y murmura palabras tan atropelladas que no soy capaz de entenderlas. Es como si se sintiera muy poderosa. Se la ve sobreexcitada... hiperactiva.

Me alejo.

Con piernas temblorosas, echo a correr por la casa sin rumbo, es tan grande que me pierdo. Pero entonces oigo unas voces al fondo del pasillo. Trato de reducir el paso y caminar con normalidad, aunque mi respiración aún sigue muy alterada.

Vuelvo a pensar en ella. No soy capaz de entender lo que acaba de ocurrir.

¿De verdad hubiéramos llegado a más de haber yo sucumbido?

—¿Brittany?

Sobresaltada, me vuelvo rápidamente al oír la voz de un hombre. Pero suspiro aliviada al ver que es William López.

—¿Le ocurre algo? La noto agitada—dice él.

¿Que si me ocurre algo?

Aún tiemblo ante el pensamiento de lo que ha pasado.

—No es nada. Gracias por su preocupación—contesto, con una forzada sonrisa—¿Deseaba algo, señor William?

—Sí. ¿Sabe si mi hija Santana está en su despacho?—me descompongo al oír su nombre—Necesito verla y no sé si sigue en casa.

Ahora Santana aprovechará para contarle a su papá lo ocurrido.

Me van a echar... Oh, mierda.

¿Qué pensarán el resto de mis compañeros?

—Sí, señor..., acabo de servirle el té. Si no desea nada más... ¿puedo retirarme?

—Adelante, Brittany y gracias.

Con paso rápido me dirijo hacia la cocina.

Estoy hecha una furia.

Rachel tendrá que explicarme dónde demonios me ha metido. Pero cuando entro en esta estancia tan amplia y blanca, veo que sigue desierta.

¿Dónde está Rachel?

Entonces oigo un leve ruido que proviene de una pequeña despensa adyacente.

¿Será mi amiga o al abrir la puerta me encontraré con otra persona perturbada?

No, eso sería demasiado.

Abro casi sin pensar y ahogo un grito tapándome la boca.

Rachel está sentada sobre una mesa, con las piernas abiertas y Quinn López entre ellas...

—¡Britt!—me grita enfadada, apartándose de la rubia rápidamente—Brittany, hay que llamar a la puerta antes de entrar, ¡por Dios!

¿Es que ha perdido la puta cabeza?

¡Está casada!

Además, podría haber sido cualquiera quien abriera esta puerta...

—¿Cómo dices?—digo asqueada—¿Cómo mierda iba a saber yo que tú estabas aquí enrollándote con alguien? Dios, Rachel... si no lo veo, no lo creo. Pero bueno—añado con sarcasmo—Ya las dejo, ustedes sigan con lo suyo...

Quinn no me da la cara y, para ser sincera, lo prefiero así. Jamás en la vida habría pensado encontrarme o ver a alguno de mis seres queridos en una situación tan comprometida...

Es repugnante.

Por lo que parece, las hermanas López se dedican a tener sexo con sus empleadas... Menudas cerdas.

—¿Dónde diablos me has metido, Rachel?—no puedo evitar preguntar antes de marcharme.

Ella me fulmina con la mirada, pero a mí no me importa.

Salgo fuera de la casa y, agobiada y sin mucho que hacer, miro la hora: sólo son las ocho de la tarde y ya me siento agotada.

Con la mirada perdida, vago por el jardín hasta que de repente me suena el móvil, sobresaltándome.

Es Noah.

—Hola, Britty—me saluda mi hermano—¿Cómo lo llevas?

Suspiro resignada.

¿Le cuento lo de la señorita «túmbese sobre la mesa»?

No.

¿Lo que he descubierto de Rachel?

No.

No debo y, para mi sorpresa, tampoco quiero hacerlo.

—Bien... El trabajo aquí es agotador, pero ya no me queda mucho. ¿Y tú qué tal?

—Yo ya estoy en casa, pero para mí el día tampoco ha sido demasiado agradable.


Me sorprende lo ausente que parece.

—¿Ocurre algo?

—Nada a lo que no esté acostumbrado.

—¿Una mujer?
—pregunto ilusionada.

—No sé si se la podría llamar así, esa denominación le viene grande—contesta con una rotundidad que pocas veces le he oído antes—Cuéntame cómo te tratan los López. No me gusta nada que estés ahí. Mereces algo más.

—Me tratan bien... Con Kitty tengo algunos problemas, pero he decidido pasar de ella, no merece la pena.


Espero su crítica, sus preguntas; sin embargo, él no dice nada.

—Los demás son amables.

—¿Has conocido a Santana?


«A ella y a sus manos y a su boca. ¡No, no pienses en la morena!»

—Hoy le he llevado una bandeja, pero ha sido sólo un momento.

—Bien, no te involucres mucho con esa familia
—me aconseja apagado—Trata de aguantarlos y se acabó.

—Ya... Ya lo sé
—carraspeo incómoda—¿Te veré el domingo?

—El domingo he quedado con Melissa, te llamo para confirmarte la hora, ¿de acuerdo?

—Vale. Hum... Melissa
—repito pensativa—En fin, ¿otra braguita alegre?

Ambos estamos riendo cuando alguien me llama a gritos, acabando con mi tranquilidad.

Kitty.

—Te dejo, chico. Tengo trabajo con la princesa. ¿Cómo puede ser tan insoportable?

—Las hay que son así
—su voz suena forzada, alterada—Venga, sírvele o montará en cólera. Te llamo mañana.

—¡Un beso!


Me apresuro en llegar a la habitación de Kitty. Tras llamar, me da permiso y entro. Tiene su perpetua expresión de asco.

¿Por qué está tan amargada siempre?

El desorden reina en la habitación, con zapatos y vestidos esparcidos por todas partes. Su cuarto es el más espectacular de todos. Con una cama muy amplia, y bonitos muebles en los que guarda perfumes, joyas o simplemente adornos. Tiene también un gran vestidor repleto de todo tipo de prendas y complementos.

Es la niña mimada de la casa, no cabe duda.

—¿Qué desea, señorita?

—¡Te he buscado por todas partes!

Quiere amedrentarme, pero no lo consigue.

—Esta noche tengo una cita, necesito que me ayudes a prepararme.

—Como mande.

Ha llegado la hora de que se pruebe mil trajes distintos. Como temía, transcurren tres cuartos de hora hasta que la señorita encuentra algo de su gusto.

Un traje corto rojo, con escote muy pronunciado.

—Éste me gusta—murmura, mirándose al espejo—¿Qué haces ahí parada? Ven a ayudarme con el pelo.

Con toda la paciencia del mundo, intento peinarla acorde con su indumentaria. Tras varios intentos fallidos, empiezo a estar desesperada.

Son las nueve de la noche, a las nueve y cuarto tengo que ponerme con la cena y aquí estoy... peinando a la Barbie.

—¡Estúpida! ¡Me has hecho daño! ¡Ten cuidado! ¡Esa horquilla aquí!

Gritos y más gritos por su parte hasta que parece satisfecha.

—Éste le queda muy bien, señorita—miento para poder irme—¿Se lo va a dejar?

—Hum, me parece que sí. Puedes largarte.

—Gracias.

Y me marcho como alma que lleva el diablo. Al llegar a la cocina, me encuentro con Rachel, muy atareada preparando la cena. Empieza a disculparse.

—No digas nada. No es el momento—la interrumpo sonriendo—La señorita Kitty tiene una cena, tenemos que poner un plato menos.

—Entonces serán dos menos. Santana también ha salido y volverá tarde.

Me recorre un escalofrío.

—Parecía enfadada y cuando está así, es mejor que se tome su tiempo.

—¿Sabes... por qué está enfadada?

Rachel se vuelve rápidamente hacia mí, acusándome sin palabras.

—No he hecho nada, Rach. Le he servido bien y casi ni le he visto—la engaño descaradamente—La he conocido... y me ha parecido algo extraña.

Rachel se tranquiliza.

—Al parecer, la culpa de su enfado la tiene una llamada—cuchichea cerca de mi oído—La he oído gritar bastante enfadada. Creo que tiene que ver con su novia, no sé.

—Cuéntame de ellas—pido, sin poder controlarme—¿Llevan mucho tiempo saliendo? Rach, no me mires mal. Siento curiosidad, sólo es eso.

Necesito saber más de Santana. Necesito saber qué la ha impulsado a tratarme del modo en que lo ha hecho.

—Está bien. Bueno al parecer llevan tres años juntas. La familia López adora a la chica, aunque intuyo que Santana y ella no se llevan muy bien. Santana parece muy enamorada, pero ella no me termina de gustar. Se llama Elaine y es algo estúpida.

¡O sea, que se trata de una novia formal!

—Todo listo, Britt. Esta noche quieren una cena rápida. Sólo están el señor William, la señora Emma y... Quinn—el último nombre lo dice apenas con un susurro—Lo siento, ella me...

Sonrío, asintiendo.

—Mañana ya me explicarás de qué va esto, no quiero que nadie te pueda oír—le doy un beso en la mejilla despidiéndome de ella, que ya termina su turno—No hace falta que me vigiles, como todas las noches. Luego lo recogeré todo. Te prometo que seré una chica buena.


La cena ha ido bien.

Tranquila y, sobre todo, silenciosa. Mientras parte de la familia López cenaba en la gran sala, yo lo he hecho sola en la cocina. Rachel suele comer en su casa, y las demás empleadas en sus habitaciones.

Tras haber ordenado y recogido todo lo necesario, por fin llego a mi habitación. Son las once menos cuarto de la noche y decido darme una buena ducha para relajarme.

El agua templada me sienta de maravilla. Era lo que necesitaba para dormir como un tronco. Mientras me aclaro el pelo, pienso un poco en el tremendo día.

Sólo llena mi mente un nombre... Santana López. Sigo sin entender nada de lo que ha ocurrido con ella.

¿Tratará a todas las personas igual?

¿Así las castiga a todas?

Pero castigar ¿por qué?

¿Es que nadie la ha puesto nunca en su sitio?

«Pasa de ella», me digo.

A pesar de la incómoda situación, no le he tenido verdadero miedo. Algo dentro de mí me decía que no es tan terrible como aparenta.

No, estoy segura de que Santana López no me haría daño. Me ha parecido una mujer muy seria, amargada y frustrada.

¿Por qué?

Lo tiene todo para triunfar y ser feliz, pero no parece disfrutar de ello.

Tiene que haber una explicación para su salvaje comportamiento... pero ¿cuál?

Decido salir ya de la ducha y apartarla de mi mente, aunque no puedo evitar recordar su beso y el contacto de su mano sobre mi piel.

Pero ¿qué me pasa?

Por primera vez en mi vida tengo unos horribles deseos de tocarme...

¡Y por Santana López!


Para dormir, me pongo una camiseta vieja que me llega hasta medio muslo.

Está llena de agujeros.

Es realmente fea, pero ¿qué importa?

Al fin y al cabo, nadie va a verme.

Al meterme en la cama, mi cuerpo se relaja. Por fin puedo descansar. Me acurruco bajo las sábanas, pero un ruido en el pasillo me hace ponerme en guardia.

¿Será Rachel?

Fingiéndome dormida, veo cómo la puerta de mi cuarto se abre lentamente y me quedo sin respiración...

¡Es Santana López!

No puede ser.

¿Qué hace en mi habitación?

Controlo mis ganas de gritar, esperando que se vaya, aunque me noto temblar.

Ella entra y, con sigilo, corre el pestillo.

¿Qué quiere?

¿Va a intentarlo de nuevo?

Furiosa, me dispongo a defenderme.

Maldita sea, tendría que haber cerrado la puerta antes de acostarme, me digo una y otra vez.

—Brittany—dice en medio de la oscuridad.

No me sorprende su tono: frío y autoritario.

—Brittany, sé que está despierta. Hábleme o no me controlaré.

Pero ¿por qué no me deja en paz?

Indignada, me incorporo, inclinándome hacia un lado para encender la luz de la mesilla. Luego, mis ojos buscan con irritación a esa mujer que con tanto descaro se atreve a cruzar una línea tan prohibida como es entrar en la habitación de una empleada, en este caso, la mía...

Ahogo un grito al ver su aspecto tan desaliñado.

Lleva la camisa medio desabrochada, se le ve el sujetador y sus redondos y hermosos pechos, y el pelo alborotado. Su rostro es una máscara de hielo sin expresión, lo que me hace pensar que debe de ser habitual en ella.

¿Qué le pasa?

—¿Qué quiere?—susurro sin flaquear, pese a que me siento descompuesta.

—¿Todas las mujeres somos tan perras?

Me sobresalto ante su agresiva pregunta.

—Contésteme. Esta noche no soy capaz de pensar en otra cosa.

—Eres una imbécil—le espeto, mirándola a los ojos y tuteándola—¿Qué mierda quieres? ¿A qué viene esto? Eres una mujer, respóndete eso tu misma.

—La pérfida de mi novia me ha engañado con mi mejor amigo y no es la primera mujer que me decepciona de una forma tan cruel.

Con un nudo en la garganta, busco en su cara signos de su dolor, alguna emoción al hablar de un hecho tan terrible. Pero frialdad es lo único que aprecio.

—Brittany—continúa—, Me lo voy a cobrar, estoy frustrada, llena de rabia. Necesito desahogarme y quiero que sea con usted.

—¿Yo? ¿Por qué lo paga conmigo?—preguntó atónita—¿Qué le he hecho yo? No me conoce de nada, no tiene ningún derecho a irrumpir así en mi habitación.

—Supongo que el azar la ha puesto en mi camino, burlándose de mí—responde con dureza—Ha aparecido en un momento muy inoportuno. Sobre todo al retarme de la manera en que lo hace y provocarme hasta hacerme sentir ansiosa de probar su temple en la intimidad.

Desconcertada y sin dar crédito a lo que oigo, me dejo caer de golpe hacia atrás, observando la sombra que ella proyecta en el techo de la habitación.

Se acerca y un segundo después, su peso cae sobre mí. Abro la boca para gritar... pero no consigo hacerlo, porque Santana López me la cubre con su mano, quieta sobre mi cuerpo, sin permitirme mover un solo músculo.

—Chis, no grite—me ordena, sujetándome las manos contra el vientre con una de las suyas, mientras con la otra sigue tapándome la boca—Puede decir lo que quiera, pero no se me va a escapar. Mucho menos después del genio que ha demostrado tener hoy. Lo siento, señorita Pierce, me he quedado con ganas de complacerla.

—¿Con qué derecho me hablas así? Vete—farfullo enfadada y temblorosa, pensando en morderle la mano—Quiero que te vayas ahora mismo. No voy a dejar que hagas conmigo lo que te venga en gana por ser una niña rica acostumbrada a tenerlo todo. Yo no soy una fulana y aún menos la tuya.

—Puede serlo—afirma contundente—Y no me tutee.

«No me tutee...»

Acato la orden para calmarla, maldita sea.

¿A cuántos empleados habrá tenido así?

—Pero ¿qué se cree? Su dinero no puede comprarme, porque yo no me vendo.

Me observa inexpresiva, con la mandíbula visiblemente apretada, que deja ver lo irritada que está.

¿Irritado ella?

¡Es el colmo!

¡Su cuerpo me aplasta!

Tengo calor, mucho calor.

—¿A usted también le gusta divertirse con las personas o solo con hombres o mujeres?—pregunta, con su habitual tono despectivo—¡Dígamelo!

¿Quiere jugar?

Bueno bien, jugaremos las dos.

—¿Sabe qué?, sí, me encanta retozar con los hombres y también con las mujeres en la cama, disfruto mucho al gozar con ellos.

El efecto es inmediato, noto cómo su excitación crece, sus pezones presionando mis pechos, el calor de su entre pierna.

Oh, oh.

—Pero no lo haré con usted. Vaya a buscar a su novia y desahogue su frustración con ella.

—Brittany, sabe provocarme muy bien—esboza una falsa sonrisa y acerca los labios a mi mejilla derecha.

Mierda, se me eriza el vello.

—No tiene ni puta idea de lo peligroso que es desafiarme así, aún me incita más a desearla. Desnúdese, me muero por verla desnuda.

Gimo sin saber ocultarlo, la frase me gusta.

—No, maldita sea, no—protesto forcejeando, intentando salir del embrollo en el que estoy metida y al que me ha llevado ella con su palabrería barata.

Vuelvo la cara, alejándome del calor de su aliento.

—No-con-usted. Déjeme en paz.

—Bien. Entonces déjeme hacerlo a mí. No me rechace, no si se lo permite a otras personas.

Cuando la observo de reojo, veo cómo su mirada se oscurece, mientras contempla nuestros cuerpos pegados.

Gruñe con la respiración alterada, apretándose más entre mis muslos. Me sujeta con decisión, pero no me siento forzada; una parte de mí intuye lo mucho que se está controlando y que hace lo que puede para no lastimarme.

Yo poco a poco dejo de resistirme.

Nunca he conocido a una persona que me desafiara de este modo, provocándome desconcierto y curiosidad.

—Me voy a retirar para permitir que se desnude. Sea buena, señorita Pierce. No me iré de aquí sin obtener una satisfacción... y espero tenerla en todos los sentidos. Quiero ver su fogosidad en la cama, esa misma que demuestra al discutir.

Yo me siento agotada, rendida...

—¿Por qué no me deja en paz? ¿Por qué quiere esto de mí?—pregunto con un susurro, aprovechando que vuelve a mirarme fijamente a los ojos.

Por un fugaz segundo, me parece descubrir tristeza en los suyos.

—Vaya a buscar a su novia... ella es la que le ha hecho daño.

Su expresión dura y escrutadora cambia repentinamente por otra que no sé descifrar y, de forma pausada, se acerca para besarme la barbilla. Jadeo al sentir de nuevo sus labios en mi piel.

¡Maldita sea!

Me gusta lo que me hace, me seduce con las sensaciones que despierta en mí. Nunca antes me había sentido así...

¿Cuántas veces he anhelado una persona con la que poder compenetrarme, que me impulsara a desinhibirme sin dudar?

—Ella es una perra—afirma con dureza, resiguiendo con la punta de la lengua el contorno de mis labios—Creía que lo tenía todo conmigo, pero ha buscado refugio en otros brazos. Lo he descubierto esta tarde, justo antes de llegar a casa—murmura agriamente—. Esta noche la muy cínica me ha pedido que la perdone. ¿Debo hacerlo? Siento que jamás podré confiar de nuevo en una mujer. No confío en los hombres y ahora no lo hago con las mujeres. Necesito desahogarme y olvidar.

Para mi sorpresa, siento pena por ella... Intuyo que, a pesar de tener tanto, no tiene nada. En el mundo de Santana todo depende del dinero y las amistades pueden ser interesadas, como parece serlo la relación con su novia.

¿Más allá de eso no hay sentimientos?

Ella necesita desahogarse y quiere hacerlo conmigo.

¿Con sexo?

En el fondo yo también la deseo, desde que lo he visto en el despacho.

¿Por qué?

Nos acabamos de conocer... Yo nunca he hecho algo así.

Con Amy fue todo tan insignificante, ella era tan tímida y conservadora.... Más tarde me he cruzado con hombres y mujeres corrientes, pero yo soñaba con una persona diferente... Y Santana lo es.

Pero ¿merece obtener lo que exige, después de lo brusca que ha sido conmigo?

¿Después de lo que acaba de decir?

—Dígamelo, ¿debo perdonarla?

—No lo sé...

—Me ha humillado, se ha aprovechado de lo que yo le entregaba—continúa, soltándome las manos.

Sin embargo, yo no la aparto. Permito que siga pasando sus labios por mi boca sin dar el siguiente paso. Rozándome el vientre con sus dedos ágiles.

—Olvidar es lo único que quiero. Estoy harta, no sé por qué he creído que usted podía ayudarme a hacerlo... Y no me iré hasta conseguir lo que quiero.

—¿Su desquite?

Santana calla, respondiéndome con su silencio.

—Un juguete en la cama... Su juguete, ¿verdad?

—Usted es la única culpable.

Santana López desea utilizarme para su capricho.

¿Y si dejo de pensar y actúo, experimentando con ella en ese terreno tan frustrante para mí como es el sexo?

¿Y si me dejo llevar por una vez en la vida por lo que realmente me pide el cuerpo?

Aunque sea incorrecto o inmoral...

Me enciendo, mi piel responde a sus caricias.

¿Por qué cerrarme a una experiencia que anhelo?

—No me gustan los hombres. Entonces, nunca he buscado a ninguna otra empleada, esto no es una costumbre en mí—aclara rígida, mordiendo, succionando mi boca, esperando mi rendición, mi aceptación—Nadie se ha atrevido a hablarme como usted... Me intriga.

Menuda sorpresa.

¿Será verdad?

—No lo dude—añade, como si me hubiera leído el pensamiento.

Sus labios trazan una nueva línea de fuego, bajando hasta mi mandíbula. Me gusta tanto... No es una forma de besar o saborear suave, es más bien salvaje, ansiosa. Me excita con la fuerza de un volcán en erupción, hasta el punto de hacerme desear más... mucho más.

Sin compasión, se agita y roza contra mi cuerpo, frotando con su cadera mi intimidad y arrancándome un doloroso jadeo.

Me atrae y mucho.

—Desnúdese—insiste, al notarme hecha gelatina.

Su mirada me confirma lo que mis ojos expresan, pero no mi boca.

—Para lo que voy a hacerle, la ropa nos sobra. Escúcheme, voy a tomarla como nadie lo ha hecho nunca antes. Jamás olvidará esta noche.

Perdida en esos ojos oscuros que me traspasan con intensidad, la aparto de mí con gesto coqueto. Santana advierte mi intención y se retira lentamente, observando cada uno de mis sensuales movimientos.

—Le repito que no soy una ramera.

Ya estoy perdida y ella lo sabe.

—Doblo lo que le pagan William y Emma—negocia sin más—Tendrá lo suyo más lo mío. Nunca va a recibir una oferta mejor que ésta: dinero y placer con alguien que la excita mucho. Lo sé, lo noto.

—No—repito terca.

¡Pagarme como si fuera una cualquiera!

Tengo demasiada autoestima para eso.

—¿Cuánto pide por complacerme?—pregunta, con una peligrosa sonrisa en sus apetitosos labios.

¡Es tan guapa...!

—Brittany, sabe que sea como sea la voy hacer mía. Aproveche la ocasión.

Su estúpida oferta colma mi paciencia. Insiste en tratarme como le da la gana.

¿Por qué no hacer yo lo mismo?

A medida que pasan los minutos, más claro tengo que terminaremos en la cama, lo sé.

Por Dios, he estado esperando a una persona duro como ella... A pesar de las ganas que tengo de abofetearla, también me muero por devorarla. Nunca había sentido un deseo tan fuerte como el que siento por esta egocéntrica salvaje.

—Quiero el triple—la reto, esperando que se niegue, dejándole claro que siempre saldré por donde no espera—¿Qué me dice? ¿O acaso soy muy cara para usted?

—En absoluto, acepto. La quiero las veinticuatro horas a mi disposición.

—¿Perdón?—pregunto boquiabierta.

—Lo que ha oído, pagaré lo que sea por tenerla.

¿Qué he hecho?

¡Negociando con el mismísimo demonio!

¿Me estoy convirtiendo en su...?

«¡Reacciona, demuéstrale quién eres!»

—Trabajo para sus padres. No puedo dejarlos plantados por un capricho suyo. ¿Qué les diré? «Señores, les serviré la cena más tarde, porque su hija quiere tener sexo conmigo ahora mismo.»—mi sarcasmo una vez más no le gusta y yo tiemblo de pies a cabeza.

—Es una insolente. Ya veremos cómo son las cosas; de momento, desnúdese. Ya he perdido demasiado tiempo.

«Más tarde sabrás que no aceptaré un maldito euro, que puedo ganarte la partida.»

—Me voy a desnudar, me va a tomar y se va a marchar—ordeno yo esta vez, alzando una ceja—Estoy cansada y me importa una mierda cómo encaje mis palabras.

Con desparpajo, empiezo a quitarme lo único que cubre mi cuerpo: la camiseta vieja llena de agujeros.

—Cuide esa boca. No me gustan las mujeres vulgares.

No aparta la vista de mi cuerpo, deleitándose con mi descaro. Sus ojos, que parecen querer decirme tanto, en cambio no dicen nada.

—Yo no pretendo gustarle—contraataco coqueta, lanzando la camiseta por los aires.

Cierro los ojos, me deshago de la braguita, del sujetador... y luego los abro de nuevo.

—Aquí me tiene... ¿contenta?

—¿De dónde ha salido?

«¿Y tú?»

—De mi casa, vaya pregunta. ¿Le gusta lo que ve, señorita López?

Es extraño sentirme tan deseada y expuesta ante alguien a quien apenas conozco. Sin embargo, no siento vergüenza.

—¿Cuántas personas la han tocado?

Su mirada se desliza por mi cuerpo. Tiene la mandíbula apretada y yo estoy temblando de nervios, aunque disimule. Con la adrenalina estimulando mis sentidos, me acerco a ella gateando por la cama.

Provocarla resulta excitante.

—No le importa—sonrío con sarcasmo—¿O sí?

—Es como todas las personas. No valen nada. Sólo quieren dinero y aprovecharse de personas como yo. Desde ahora, yo también haré lo mismo. Las mujeres no merecen la pena. Más de una me lo ha demostrado... Y usted se ha sumado hoy a la lista.

Y sin previo aviso, me tumba sobre la cama de espaldas, colocándose sobre mí. Cubriendo mi cuerpo con el suyo con rudeza. Toma mis labios con la misma ferocidad que lo ha hecho esta tarde, esperando mi resistencia.

Algo a lo que no me prestaré.

Su boca busca la mía con ansias de posesión, con deseo. Me siento abrumada por lo que está sucediendo y, sin más preámbulos, le devuelvo el beso con la misma intensidad e insensatez.

¿Por qué contenerme?

Yo también la deseo, ahora, aquí.

Beso sus labios con fervor, saboreando el dulce sabor de su aliento, mezclado con el amargo del alcohol, una combinación enloquecedora que me hace anhelar más y más. Sus labios son húmedos y cálidos a la vez que salvajes. Sus besos dominan cada rincón de mi cuerpo... Empiezo a sentirme rara.

Una de sus manos, no sé cuál, ya que he perdido la capacidad de pensar, desciende por mi muslo sin delicadeza, hasta que abruptamente se pierde entre nuestros cuerpos. Mientras me besa, puedo imaginar cómo se desabrocha y se baja el pantalón y luego las bragas. Y luego siento cómo su sexo ya húmedo roza mi centro un instante... Reprimo un escandaloso gemido ante ese delicioso contacto... La cabeza me da vueltas.

¿Qué estoy haciendo?

—Está mojada, pequeña golfa.

Un débil gemido escapa de mis labios ante su insulto. Tendría que estar enfadada por sus palabras... pero no lo estoy.

Si acaso aún más excitada, aunque sea brusca.

Santana mete una mano entre las dos, en dirección a mi entrepierna. Una vez ahí, se detiene y me tortura gruñendo hasta que me quejo levantando las caderas... Me acaricia en círculos, con erotismo y agonía a la vez.

Ardo, sollozo.

—Por favor...—jadeo, buscando sus labios, inmersa en el placer que me está proporcionando.

Al verme tan entregada, me muerde el labio superior y luego el otro. Me los lame con desesperación.

—Relájese, la siento tensa—dice sobre mis labios.

Un segundo después, noto de nuevo su lengua en ellos, en mi mandíbula, hasta que llega a la base de mi garganta.

Me desarma.

—No grite.

Su orden sólo logra encenderme más.

Precipitándome quizá, enredo las piernas en torno a su cintura, desesperada. Anhelo algo que no llega, que no alcanzo.

La siento cerca y a la vez lejos.

Gritos ahogados escapan de mi garganta cada vez que me pasa la lengua por el cuello al ritmo de sus dedos, tan llenos de energía, en mi interior.

—Voy a lubricarla más, no se mueva... Está muy apretada.

Introduce un dedo y pierdo el norte.

Sin poder controlar mis instintos más salvajes, ocultos hasta esta noche, me froto contra su cuerpo como una gatita en celo. Ese roce no le gusta, o es demasiado para su autocontrol, porque, tras un gemido ahogado sobre la base de mi garganta, se aparta rápidamente, haciendo que todo el placer que estaba sintiendo hasta unos instantes antes se desvanezca en un terrible segundo.

—¡Ay!—me quejo sorprendida.

Me tenso aún más cuando noto cómo tres de sus dedos penetran en mi estrecha cavidad hasta traspasarme duramente y sin reparo.

—Yo... yo...

—¡Mierda!

De repente todo se paraliza. Lo único que se puede oír en la habitación es mi respiración alterada a causa de la punzada de dolor que siento en la sensible zona invadida por ella.

«¿Qué esperabas, Brittany?»

Sabía desde el principio a qué atenerme y aun así he jugado con fuego al querer demostrarle mi carácter... Y me he quemado.

—¿Qué ha hecho?—su voz suena lejana, incrédula.

Cierro los ojos para disimular la vergüenza, evitando encontrarme con su mirada, ¿divertida?

—Maldita sea—susurra entonces en tono duro, implacable —¿Con cuántas personas ha estado?


*****************************************************************************************************************

Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!

Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Susii Jue Oct 01, 2015 11:45 pm

Solo...wanky. alnsbs asi que Brittany se rindio kagsj nadie puede resistirse a San$-$
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 25
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por monica.santander Vie Oct 02, 2015 12:24 am

Brittany me decepcionó!!!! Golfa!!! [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 2602412967
saludos
monica.santander
monica.santander
-*-*-
-*-*-

Femenino Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Lucy LP Vie Oct 02, 2015 1:36 am

No le quedaba de otra a Britt san es irresistible jejeje como la chica del EFECTO jejeje saludos me encanta tu adaptación kisses..
Lucy LP
Lucy LP
****
****

Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 01/07/2015
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Jane0_o Vie Oct 02, 2015 2:00 am

Era virgen???.
Saludos quieeo massss
Jane0_o
Jane0_o
-
-

Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por micky morales Vie Oct 02, 2015 10:42 am

pues asi parece es virgen la golfa!!!!!!
micky morales
micky morales
-*-*-*-*
-*-*-*-*

Femenino Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Club Achele

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por iFannyGleek Vie Oct 02, 2015 11:35 am

Super golfa y parece virgen, bai.
Xoxo
iFannyGleek
iFannyGleek
******
******

Femenino Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 26
Club Brittana Samuel


Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Caritovega Vie Oct 02, 2015 7:16 pm

pos me desmayo :3 me alegra que subas una historia tan interesante como esta [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 2145353087 me gusta! saludos [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 1206646864
Caritovega
Caritovega
******
******

Mensajes : 338
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Edad : 26
---

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por 23l1 Vie Oct 02, 2015 7:56 pm

Susii escribió:Solo...wanky. alnsbs asi que Brittany se rindio kagsj nadie puede resistirse a San$-$


Hola, jajajaaj xD toda la razón ai ajajajaj. Saludos =D




monica.santander escribió:Brittany me decepcionó!!!! Golfa!!! [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 2602412967
saludos


Hola, xD jajajajaaj pero esk nose es san! jajajaaja. Saludos =D




Lucy LP escribió:No le quedaba de otra a Britt san es irresistible jejeje como la chica del EFECTO jejeje saludos me encanta tu adaptación kisses..


Hola, jajajajaaj toda la razón, toda, toda jaajajjaj. Saludos =D




Jane0_o escribió:Era virgen???.
Saludos quieeo massss


Hola, =O mmm si, no¿? no¿? jajaajaja xD. Aquí el siguiente. Saludos =D




micky morales escribió:pues asi parece es virgen la golfa!!!!!!


Hola, jajajaajja xD ajjaajajaja aquí veremos que pasa no¿? jajajaja. Saludos =D




iFannyGleek escribió:Super golfa y parece virgen, bai.
Xoxo


Hola, ajajajaja xD pero jajajajajaja, esperemos y ver que pasa en este cap! Saludos =D




Caritovega escribió:pos me desmayo :3 me alegra que subas una historia tan interesante como esta [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 2145353087 me gusta! saludos [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana 1206646864  


Hola, jajajjaj que bueno que te vaya gustando jajaajaj. Saludos =D


23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 1-Tiéntame (Adaptada) Cap 3

Mensaje por 23l1 Vie Oct 02, 2015 7:58 pm

Capitulo 3 – Santana.


¿Me acusa...?

¡Idiota!

Estaba viviendo el momento más placentero e intenso de toda mi vida sexual y ella con su desespero lo ha hecho añicos.

Para mayor decepción, tiene el valor de hacerme esa pregunta.

—Míreme. Ahora.

Niego y niego con la cabeza, consciente de lo que estará pensando un ser tan oscuro como ella. Una desconocida... que todavía tengo en mi interior.

—Que me mire le digo.

—Maldita bastarda—la acuso—¡Bruta!

—No tenía ni puta idea de esto.

Al abrir los ojos y encontrarme con esa mirada tan profunda, fría y desconocida, dos lágrimas resbalan por mis mejillas. No ha sabido tener tacto, delicadeza. Yo no estoy acostumbrada a un trato así.

—No llore—me ordena desconcertada—Usted no puede llorar, es fuerte.

Está loca, completamente loca.

—Bueno tú acabas de hacerme sentir débil—replico, secándome las lágrimas y rechazando que ella lo haga—Apártate de mí. Me has hecho daño... y no necesito sentir nada más.

—No vuelva a insultarme de esta forma, se lo digo por su bien.

Golpeo entre sus pechos con los puños, viendo que continúa vestido. Nada de romanticismo en...

¡Tonta!

—¡Pare, yo no sabía esto!

—Te insulto porque me da la gana, no mereces menos. ¡Y no basta!

Hace rechinar los dientes.

—¿Por eso me has dicho que no olvidaría esta noche? Ya veo. Sabías desde un principio cómo me ibas a tratar. Yo creía que...

Qué error tan grande.

—¿Usted creía? ¿Qué había imaginado?—pregunta con frialdad, levantándome el mentón—Yo le he dejado claro que la iba a tomar a mi manera. Nunca he hablado de hacer el amor. Por otro lado, usted me ha engañado. El ansia me ha podido ante su provocación, de ahí que no me haya controlado. ¿Qué acaba de hacer?

—Estás arrepentida—afirmo, odiándola...

Yo no me arrepiento, aunque a ella no se lo voy a decir.

—Eso mismo me pregunto yo, ¿qué acabo de hacer? Soy una imbécil, jamás debí dejar que me tocaras. No lo mereces, no sabes hacerlo. Para ser una mujer eres bastante brusca.

—Si hubiera sabido la verdad, créame, no lo hubiera hecho. No sé controlarme en el sexo y, al parecer, usted es más delicada de lo que había supuesto—dice—¿Por qué? ¿Por qué no me lo ha dicho antes? A mi pregunta ha respondido que la han tocado muchas personas, hombres y mujeres, y que le gusta jugar con ellos en la cama, pero ambas sabemos que no es verdad. ¿¡Por qué!?

—Mentía—no sé ocultar el tono de reproche que desprende mi voz—Quería jugar un poco, divertirme, pero tú lo has jodido todo. Está claro que me he equivocado. Demasiado.

—Bastante.

Un silencio doloroso se impone entre nosotras. Ella aún sigue entre mis piernas, con sus dedos dentro de mí. No se mueve, únicamente me mira con las cejas fruncidas.

¿Qué piensa hacer?

Sin querer, ambas acabamos de romper una ocasión hermosa, un momento que yo, después de dejar a Amy, esperaba vivir con alguien especial... y, aunque me duela y sorprenda admitirlo, Santana lo es. De lo contrario no habría terminado con ella en la cama. Hacía falta una persona con carácter para que me rindiera como lo he hecho.

—¿Cuántas?—insiste, sujetándome la barbilla con la mano libre para que la mire.

—Una... No una cualquiera, mi novia desde los dieciocho años—aclaro, permitiendo que me toque el cuello, el hueco de la garganta mientras me mira fijamente—Ella era un poco reservada y conservadora en el sexo.

—¿Y la tocaba poco?

Era peor que un eunuco.

—No la complacía.

—No te importa—respondo, descruzando las piernas, invitándola a abandonar mi cuerpo—¿Me dejas sola, por favor?

—No tiene un buen recuerdo del sexo, está frustrada, ¿cierto?

Y, con lentitud, mueve un poco los dedos... sólo un segundo, aunque lo suficiente para hacerme asentir, con un gesto diferente, menos brusco. Ella tienes los dedos largos...

Amy es un mal recuerdo, una novia ejemplar, buena amiga... pero en el sexo no servía para nada. A los cuatro años de estar con ella dije basta esperando dar con alguien totalmente opuesto y hoy, dos más tarde, había llegado: Santana López.

—¿Le duele menos?

Oh, ella y sus preguntas.

—Apártate—contesto ofendida.

—Tenemos un trato. El daño ya está hecho y buscaré la forma de no ser tan brusca... A veces me es imposible controlarme, se lo advierto.

La rabia vuelve a invadirme.

—Yo no he firmado nada. No existe tal trato ante nadie. Son sólo palabras.

—¿Su palabra no vale? ¿Acaso no tiene honor?

¡Buf!

Quiere llevarme al límite y lo está logrando.

—¿Qué sabes tú de honor?—escupo con amargura—Me conoces desde hace apenas unas horas. Me has acosado, me has besado y te has atrevido a tocarme. Y ahora vienes a mi habitación a reclamarme, ¿qué? Te has empeñado en tomarme, en comprarme... Has conseguido parte de las dos cosas, ahora termina y márchate.

—Me he equivocado con usted—declara, dejándome confusa—, Pero ya no hay marcha atrás. La he comprado, sí. Es mía hasta que yo quiera, hasta que me canse.

Pero ¿qué mierda se ha creído?

—Eres una estúpida. ¿Es así como lo obtienes todo en la vida? Tienes que pagar para conseguir lo que quieres, ¡qué pena! Soy una mujer de palabra y estaré a tu disposición como deseas, pero sólo por mi placer, para mi capricho y por tu dinero. No porque tú lo merezcas.

Tras oír todo esto, sus ojos oscuros se clavan en mí horrorizados. No me importa nada, es una maldita imbécil y merece mis palabras. No las siento, no son verdad, pero se las ha ganado.

Aceptaré ser su fulana, o como ella lo llame, por mi propio placer. Jugaré con ella como ella lo hará conmigo, aprovecharé el momento y luego cada uno seguirá su camino.

Cogeré su dinero, sí, pero jamás lo tocaré. Al irme se lo devolveré íntegramente. Pero esa mujer merece probar su propia medicina creyendo que es para mí lo mismo que yo para ella: un trato.

Cuando me vaya, se dará cuenta de que yo no soy como las demás y entonces comprenderá realmente cuánto la ha pifiado conmigo.

—Bien... como quiera—se aleja sus caderas gruñendo y haciendo muecas—Pero tenga cuidado—añade—No soporto lágrimas ni reproches. Mucho menos desprecio.

—Eres un ser miserable...

Pero cuando se dispone a apartar sus dedos, con los músculos agarrotados, reparo en el vacío que me produce no sentirla ya en mi interior y, sin pensarlo, estiro las manos, la sujeto del cuello con una mano, mientras que con la otra tomo su mano y la hago volver a entrar en mí bruscamente. Le muerdo el hombro y le araño la espalda, logrando no gritar por la dureza con que me ha atravesado, empujado por mí esta vez.

—No se vaya...

—Joder, joder—dice ella entre gemidos—Está condenadamente estrecha. Recuerde, usted lo ha querido.

¡Lo sé!

Me muerdo los labios hasta hacerme sangre... pero no grito, no protesto cuando se clava en mi interior con la misma intensidad y fuerza de antes.

Este sexo brusco es diferente, atrevido como yo.

La mirada de Santana López se ha oscurecido y es dolorosamente hermosa mientras me observa inexpresiva. Me embiste una y otra vez, no exactamente suave, aunque sí comedido a medida que me voy relajando.

Poco a poco, el desconcierto va esfumándose y con ello llega mi perdición.

Santana me sujeta con su mano libre con fuerza por encima de la cabeza, inmovilizándome. Mis ojos se pierden en esa boca suya tan carnosa y me muero de ganas de morderla, lamerla una y otra vez hasta devorarla...

—No—ordena, esquivando mi beso—No doy besos... No mientras tengo sexo.

Y, aunque lo intento, es en vano. No consigo alcanzar su boca, hacerme con ella.

Me dejo deslumbrar por ella, por cada enérgica embestida. Son estocadas subrayadas con sensuales movimientos de cadera. La mujer prepotente que se mece dentro y sobre mí se contiene. Sus ojos abiertos buscan signos de mi debilidad.

Pero yo no soy débil.

Gimo, sí, la deseo también.

El placer quema cada poro de mi piel, atrapada en su forma de hacerme sentir codiciada, una forma diferente de tener sexo que me satisface como siempre he buscado.

—Más—imploro.

Se mueve rápido, duro, sin tregua.

Voraz.

Las sensaciones se disparan, los gemidos se estrangulan y yo enloquezco.

—Así me gusta—dice.

Sus labios descienden hacia mis pechos, sujetando mis manos con desesperación. No lo soporto, me hace arder. Su boca no tiene piedad de mis senos sensibles.

—Quiero hacerla gritar hasta que ya no pueda más.

—Ven... Quiero besarte—suplico.

—Luego—sentencia una vez más—Ya se lo he dicho, no en estos momentos.

Sin piedad, lame y chupa mi pezón hasta casi arrancármelo. Percibo que me aproximo al momento que tanto espero y que no llega.

Agonizo.

—¿Le gusta?—pregunta sin voz, empalándome sin piedad—Dígamelo.

—Oh, sí. Sí... me gusta...

Desesperada, me arqueo contra ella arrancándole la camisa junto con el sujetador y la rodeo con las piernas, mientras acerco mis labios sus pechos mordiéndolos.

Todo se magnifica con ese movimiento.

—Joder. ¡No haga eso!

¿Es una protesta?

—¿T-Te gusta?

Su mano se empieza a pasear por cada curva de mi piel. Me toca con rudeza, con pasión, desesperada. Su lengua me quema por donde pasa, por donde me muerde.

—Nunca he estado con una mujer tan inexperta. No sabía qué se sentía...
Me encanta.

—Oh—por algún extraño motivo, sus palabras me complacen—Santana...

Se tensa.

—Para usted señorita López, no sea insolente.

«Señorita, señorita, señorita...»

Qué locura, pero eso ya no importa.

¡Estamos en la cama!

—Y no grite, no quiero que nadie sepa que estoy aquí.

—Yo tampoco —susurro con apenas un hilo de voz.

Santana López se arrastra sobre mi cuerpo marcando cada centímetro de mi pálida piel con sus labios. Su expresión es terroríficamente sensual, sus facciones están tensas. Se contiene, puedo verlo.

¿Por qué lo hace?

—Era cierto... Nunca olvidaré esta noche—sonrío coqueta.

La inexpresión de su rostro se suaviza por un momento. La miro a los ojos e, instintivamente, mis manos van hacia su cara, acunándola; no puedo evitar acariciarla.

Ella cierra los ojos un breve segundo ante mi delicadeza, embelesándome. Luego, al abrirlos, su expresión vuelve a ser la de un témpano de hielo. Su mano libre aferra a las mías de nuevo por encima de mi cabeza y me quedo desconcertada un segundo, sólo un segundo.

Deseando tomar la iniciativa y demostrarle que soy tan fogosa como ella y que soy capaz de aprender, me suelto de su agarre y con un movimiento tan rápido que ella no lo espera, la tumbo de espaldas y quedo sentada a horcajadas sobre sus caderas.

La sensación de poder es incluso más placentera, me permite explorar lo que la mujer que llevo dentro de mí anhela.

Bajo la mirada hacia su sus pechos y su sexo... Abro mucho los ojos, con más temblores aún.

Esta totalmente depilada... húmeda... impactante.

—Mmm... ¿Qué hace?

Sonrío perversa, tratando de disimular mi asombro.

—Quiero demostrarte que estoy a la altura.

¿La veré sonreír con ganas en algún momento?

—Ahora voy a mandar yo.

Me parece que le sorprende, pero reacciona enseguida.

—Adelante, me muero de ganas de verla sobre mí.

Su respuesta me desconcierta. Esperaba su protesta, su desacuerdo, pero no ha sido así. Sus manos se tornan juguetonas y una nueva marca de fuego quema mis muslos, mis nalgas.

—Tiene un buen culo—dice—Demasiado tentador.

Oh, ¿un piropo?

—Es todo... tuyo —susurro coqueta, inclinándome hacia adelante, provocándola.

Rozando su nariz con la mía.

¿Ésta soy yo?

¿Qué me está pasando?

—¿Por qué desea complacerme?—pregunta fríamente y al instante adivina mi objetivo—No me bese.

Iba a hacerlo.

—No deseo complacerte. Lo hago por mi propio placer.

Desesperada por hacer estallar estas sensaciones que arden dentro de mí, quemándome en el mismo infierno, me arqueo apoyando las manos en sus muslos. Dejo caer un poco la cabeza hacia atrás y le rozo las piernas con el pelo.

—¡Ah! Le gusta provocarme—jadea, observando la unión de nuestros sexos.

Sin más, me acomodo para unir nuestros sexos, con movimientos sensuales a la vez que descarados, como sé que ella quiere. Luego muevo una mano y la penetro; el acto es intenso, gozoso.

Esta mujer es jodidamente perfecta.

Puedo sentir su desesperación y agonía por llegar al orgasmo, y yo, tontamente, me muero de ganas de hacerla llegar.

—Joder, joder. Sabe moverse.

Sus palabras me complacen gratamente. Me alivian, me hacen sentir poderosa.

Con actitud seductora, vuelvo a inclinarme hacia ella y deposito un reguero de besos o más bien chupetones desde el lóbulo de su oreja hasta la base de su garganta.

—Señorita López... Está usted muy bien... formada.

Gime con un sonido aún más salvaje. Su desesperación va en aumento. Me lo demuestra aferrándome las caderas, siguiendo el ritmo de mis arremetidas.

Sin control.

Desasosegada, descanso la mano libre sobre su pecho izquierdo, tan voluptuoso, y me mezo al compás de las sensaciones que experimento: locura, placer y, sobre todo, un ansia insoportable por llegar al orgasmo.

—Mierda—gimo, al notar cómo sus paredes vaginales se contraen en torno a mis dedos, y un segundo después experimento la tensión en mi cuerpo.

Ahogo un gemido tras otro al sentir cómo me rompo en mil pedazos... Y entonces llega el impactante éxtasis.

—Oh. Oh... Mmm.

Una gran ola de placer se apodera de mí. Algo que me hace temblar, sollozar y estremecerme. Una sensación intensa, demasiado buena... Tan buena que quiero arañarla, arañarme desesperada.

—Por favor, por favor...

No sé por qué suplico, pero lo hago. Grito su nombre hasta que ya no puedo más.

—Siga—ordena ella con gemidos contenidos.

Entonces veo su cuerpo convulsionarse. No puedo dejar de observarla ni un solo segundo, no cuando advierto cómo esta mujer grita a causa del placer que yo le estoy proporcionando.

Con la mirada puesta en Santana, aprecio cómo terminaban sus sacudidas de placer.

Mi cuerpo aún tiembla.

Jamás he sentido algo así, nada parecido. Es tan algo tan grande y poderoso que no lo sé describir. Una experiencia salvaje que sin duda quiero volver a repetir.

Me estremezco al recordar la sensación.

¡Dios!

¿Y ahora?

Me quedo sentada sobre ella sin saber qué hacer. No es prudente abrazarlo; sin embargo, quiero hacerlo. Robarle los besos que no me ha permitido darle.

—Tenga cuidado, voy a levantarme—me avisa con frialdad.

Aún tiene la respiración agitada, descontrolada.

—Quiero que sepa una cosa: me he corrido porque he hago pruebas todo el tiempo y por lo que me ha contado usted está bien. De otro modo no lo hubiera hecho. No quiero enfermedades.

Me decepciona una vez más esta noche. Pero no se lo demuestro.

—Ya, de todos modos me practique exámenes la última vez y gracias por el cumplido—respondo, todavía aturdida con lo ocurrido—Estoy libre de infecciones, de nuevo le agradezco la confianza.

—Como ya tenemos un trato, quiero que vaya mi doctor para que le haga pruebas.

—¿Qué? Usted cree que iré a cualquier médico, además, yo tengo a mi propia doctora.

—Señorita Pierce—me advierte—Es mi doctora desde siempre, le tengo mucha confianza, yo también me realizo las pruebas con ella, además para que vea la confianza que le llegó a tener, ella tiene mis óvulos congelados.

—Qué bueno, pero no. Ya le dije, yo tengo mi doctora.

—Ira a mi médico y punto. Necesito saber que está bien. Siempre.

Decido no discutir más, además, un u otro médico será lo mismo.

Saco mis dedos de ella y me aparto con cuidado y caigo sobre la cama, agotada.

Suspiro impresionada al verla levantarse. Medio desnuda y de pie, es aún más espectacular... la perfección en persona.

¿Qué acaba de pasar?

No lo sé con certeza, pero lo que sí sé es que de ahora en adelante ya no seré tan cauta. Quiero disfrutar de este intenso placer cada día. Ya no me reprimiré... Gracias a Santana López un nuevo mundo se abre ante mí, y yo no me cerraré a él.

Cuando casi me he dormido, oigo la puerta del baño y veo salir a Santana vestida y aseada... Me cuesta creer que esta mujer tan espectacular haya sido mía por un breve rato.

—Buenas noches, señorita Pierce—su mirada impasible se clava en mí—¿Ha sido lo que esperaba?

Su pregunta me desconcierta.

¿Ella también tiene inseguridades?

¿Dónde está la poderosa con tanta autoestima?

Sonrío coqueta.

De nuevo quiero jugar.

—La verdad es que no, señorita López. No puedo mentirle.

Con la decepción pintada en la cara se vuelve hacia la puerta tan deprisa, lo que me hace sonreír. Las heridas de su mano me vuelven a llamar la atención.

—Ha sido mucho más que eso. Me ha vuelto loca de placer.

Yo sé que la provoco, me divierte hacerlo. Por alguna razón, me gusta este tipo de juego y, aunque no lo domino aún, deseo hacerlo.

—¿Y usted qué tal?—inquiero, arqueándome.

La mirada de Santana se vuelve de nuevo hacia mí.

¿Vislumbro un amago de sonrisa en sus labios?

¿Asombrada o satisfecha?

Nunca lo sabré, porque unos segundos más tarde, una máscara tan fría y dañina como el hielo cubre nuevamente sus perfectas facciones.

—Lo mismo le digo.

Y sin más palabras, abre la puerta y se va.

¿Cómo voy a poder dormir esta noche?

Por Dios, me he entregado a una persona a la que no conozco.

A una ardiente y guapísima prepotente sin escrúpulos. Aunque no puedo quejarme... los cambios han sido para mejor. Mi sensación de que el sexo no merecía la pena era errónea.

¡Cuánto tiempo perdido!

Me acurruco en la cama y sonrío. Estoy completamente loca y también más satisfecha que nunca.

Para mi sorpresa, me duermo como un tronco. Eso sí... su olor me acompaña hasta que amanece y la rutina a la que tengo que volver ya no me parece tan pesada.


La mañana empieza como siempre.

Berrinches de la princesa Kitty, ordenar un poco la casa, servirle el desayuno a toda la familia, menos Santana López... que aún duerme. Pero con una desagradable novedad: mañana habrá fiesta de ricos.

—¡Britt!—el grito de Rachel me sobresalta.

—¡Joder, Rach, siempre me estás gritando!—digo enfadada, cerrando la secadora, en un pequeño cuarto de la tercera planta—Casi me caigo dentro del susto. ¿Qué quieres ahora?

—¿Ya te ha dicho la señora Emma lo de la fiesta?

Con desgana, cojo la ropa seca y empiezo a doblarla con la ayuda de ella.

—Sí, ya me lo ha dicho.

—¿Y a qué viene esa cara?—pregunta desconcertada—Mañana la casa estará llena de gente. ¡Me encantan las fiestas!

—A mí también, pero me temo que las nuestras no son como las de ellos. Además, no te hagas la tonta, tú y yo tenemos una conversación pendiente.

Rachel ríe con picardía y, sin poder contenerme, río con ella.

—Estás loca, jamás pensé encontrarte en esa situación...—la imagen aún me perturba—Podría haberlas pillado cualquier otra persona. Y luego está Jesse, ¡tu marido! Osea, Rach que sabemos que te gustan tanto los hombres como las mujeres. Cuéntame, ¿qué pasó para que te dejaras arrastrar a eso?

—La verdad, no lo sé, Britt... Quinn vino a la cocina a pedir un café, nos miramos como otras veces y... Yo acababa de discutir con Jesse, que de nuevo venía borracho, y le dije que, definitivamente, quería divorciarme. Accedí a lo que sentía sin pensar en nada más. Simplemente, nos dejamos llevar y ¡pasó!

—Rach, no quiero que sufras. Quinn es una mujer adinerada y tú una simple empleada casada y con responsabilidades, no me gustaría que te enamoraras y las cosas te salieran tan mal como con Jesse. Disfruta del momento, del sexo, ¡de todo!, pero...

—Britt...

Suspiramos las dos a la vez. Antes de que continúe, leo en su mirada lo que me va a decir.

—Creo que me he enamorado y mucho, fue un flechazo. Y creo que a ella también le ha alcanzado la flecha. Sabe cuál es mi situación sentimental, no la he engañado. Por otra parte, Jesse se fue anoche de casa. Hace tiempo que lo dejé de querer, es demasiado lo que le he soportado a ese infeliz. Soy joven y quiero volver a vivir. Ojalá sea posible.

—Ay, Rach, ¿qué tiene esta casa?—pregunto angustiada—Creo que es nuestra perdición.

—¿Por qué lo dices? Hoy estás diferente.

Me ruborizo al instante.

¿De verdad se me nota que he tenido sexo?

¡Oh, Dios!

Esa mujer ha ocupado cada minuto de mis húmedos sueños.

—Qué tonta eres, ¿diferente?

Me encojo de hombros, recordando embelesada los momentos tan ardientes vividos horas atrás.

—Es sólo que parece que esta familia está muy loca y nos van a llevar a la locura con ellos. Ya lo verás.

—¡Señorita Pierce!—oigo que me llaman.

¡Oh!, es Santana López.

—Rach, me llaman. Ya tengo la ropa lista... Qué agobio, ¿verdad? Cuánto trabajo.

—El de todos los días—contesta ella con el cejo fruncido—¿Estás bien?

«Nerviosa...»

—Sí, claro. Te veo luego y cuidado con lo que haces por ahí.

Puedo oír esa risa suya que sólo le sale cuando está agitada, o enamorada... Pero de camino al despacho pienso en otro asunto, su nombre es Santana López.

¿Cómo será nuestro encuentro después de la noche anterior?

Una parte de mí quiere reservarse y ocultarle lo que supuso estar con ella, más aún con todas las preguntas sin respuesta que ocupan mi mente.

¿Qué estoy haciendo?

Tenía una vida tranquila y sin sobresaltos y al llegar aquí todo mi mundo se ha vuelto del revés.

¡Me he acostado con una persona a la que no conozco!

¡Encima es mi jefa!

¡Una engreída bruta y egoísta!

¿Y ahora soy su amante?

Sonrío divertida.

Ahora la vida es más emocionante, concluyo.

Al ir a llamar a la puerta, veo que está entornada. Entro y con lo primero que me encuentro es con una mirada de ojos oscuros, su mirada.

Oh, Dios, Dios.

Santana se halla sentada a su escritorio, con semblante tan imperturbable como ayer, y me observa... ¿molesta?

Resoplo interiormente, de nuevo una batalla.

¿No le gustó cómo la sorprendí?

—¿Qué desea, señorita López?

—Cierre y venga aquí.

—¿Puedo saber para qué?

Hoy aún está más guapa.

Esa camisa blanca ceñida le queda realmente bien. Tan ceñida, marcando y acentuando sus pechos... El calor vuelve a invadirme.

—Creo que ya lo sabe, no me haga esperar—con el dedo índice, me indica que me acerque.

Yo, sin pensarlo demasiado, cierro la puerta con pestillo, quedándome unos segundos de espaldas. Con gesto descarado y atrevido, me vuelvo y camino hacia ella. Su aspecto enigmático y poco expresivo aumenta el efecto que me produjo ayer.

Quiero repetir.

Sin pedir permiso ni hacerle preguntas, llego a su lado y, dando salida a mi parte más femenina, muevo un poco su silla y me siento encima del escritorio, abriendo las piernas.

—Es una descarada.

Le saco la lengua y apoyo las manos atrás, incitándola a que haga lo que le dé la gana. De momento, he decidido ser sólo suya.

—Ayer me quedé con ganas de más—dice—Me complació saber que no ha sido manoseada por muchas personas.

—Ego, ¿no?
Me estudia con las facciones alteradas, cambiando de postura con gesto incómodo.

¿Qué pensará?

La mano derecha, en la que tiene algunas heridas, sube por la cara interna de mi muslo, de camino a mi sexo.

¡Ah!

Aún no me ha tocado y ya estoy húmeda.

—Bribona—suelto coqueta.

—No me insulte, quiero que me respete. Ahora yo soy su dueña—replica con voz seca, deteniéndose a escasos centímetros de mi sexo.

Oh, no, quiero que me toque.

—Tú no eres mi dueña—vuelvo a provocarla deslizando un pie por su sexo— Tú eres mi jefa, que es muy diferente.

Los ojos se le cierran al notar cómo con mi pie acaricio su sexo; está tremendamente excitado, puedo sentir su calor. Sin vergüenza, le cojo la mano y la meto dentro de mi braguita, deseosa de su tacto.

Gimo.

—Ya está mojada para mí.

No puedo evitar retorcerme ante esa cálida caricia en mi sexo, un roce apenas.

—Este pie me está matando.

—¡Ah!—jadeo al notar cómo su dedo entra en mi interior con soltura—Mmm, qué salvaje... me gusta.

Me tumbo lentamente hacia atrás, con los dos pies rozando su sexo.

Provocándola, excitándola...

Pero todo cambia en un segundo cuando unos golpes en la puerta hacen que ambas nos quedemos inmóviles.

—Santana, soy Elaine. Abre, sé que estás ahí.

Mi libido se evapora al instante.

¿Su exnovia o quizá su aún novia?




*****************************************************************************************************************

Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo!

Avisen si conocen a alguien del foro del cambio! Saludos =D
23l1
23l1
-*-*-*
-*-*-*

Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por micky morales Vie Oct 02, 2015 8:21 pm

bueno, las cosas se dieron realmente rapido entre ellas, a ver cual de las 2 se enamora primero, la actitud de santana es chocante a mas no poder y ahora aparece la zorra mayor, a ver que pasa!
micky morales
micky morales
-*-*-*-*
-*-*-*-*

Femenino Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Club Achele

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Susii Vie Oct 02, 2015 9:38 pm

Pero que pesada es Santana>:c porque es tan fria?:l
:s aparecio la ex! Esto se va a poner bueno:$
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 25
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Jane0_o Vie Oct 02, 2015 10:32 pm

Diossss britt deveria resistirse un poco masss
Y santana terminara perdida mente enamorada de britt

Ufff quiero massss saludos
Jane0_o
Jane0_o
-
-

Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por JanethValenciaaf Vie Oct 02, 2015 11:17 pm

Se aparecieron los celos de brittany, maldita elaine nos quito la acción de estas dos
Me encanta, espero mas
JanethValenciaaf
JanethValenciaaf
********-
********-

Femenino Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 20/01/2015
Edad : 24
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por iFannyGleek Sáb Oct 03, 2015 12:27 am

Jajajajá yo no odio aún a nadie, pero me gusta como va.
Xoxo
iFannyGleek
iFannyGleek
******
******

Femenino Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 26
Club Brittana Samuel


Volver arriba Ir abajo

Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: La Chica de Servicio: 3-Ríndete (Adaptada) Epílogo + Santana

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 1 de 20. 1, 2, 3 ... 10 ... 20  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.