FanFic: El Secreto de Santana

Ya era el día siguiente y Britt quería ir a ver a su morena pero su madre le dijo que era mejor que fuese a clases y luego fuera a la clínica porque igual con toda la familia López ahí ella no podía hacer mucho, Brittany se sintió nuevamente como una niña, obligada a asistir a clases y así lo hizo, pero estuvo inmersa en el mundo de sus recuerdos toda la mañana.

Recordó que un par de meses después de que conociera a San, Blaine la invitó a la playa, esta vez con millones de amigos varones y Quinn, iban a dormir en la casa de playa de Blaine. Todo el día las miradas de Britt y San iban y venían dirigidas de una hacia el cuerpo de la otra, cuando empezó a anochecer empezaron a disminuir en intensidad, además estaban jugando y fastidiando con los amigos de Blaine y parecían tres parejas con un montón de terceros porque eran bastantes, el morocho no los consideraba sus amigos pero eran compañeros de clase muy divertidos con los cuales se podía pasar un buen rato.

Llegó la noche y aunque la casa de Blaine era grande no fue suficiente, Blaine y Quinn durmieron en su cuarto, el cuarto de su papá era sagrado y en los otros tres cuartos durmieron los demás, cuatro varones en cada cuarto y en el último cuarto Britt y San. El detalle de los cuartos era que todos tenían una única cama matrimonial, los varones hicieron desastres, tres dormían en la cama y al cuarto le tocaba una sabana en el piso así que no fue fácil decidir quién dormiría en el piso, estuvieron en eso hasta las tres de la mañana, cuando dos desistieron y terminaron en el suelo.

Las muchachas estaban despiertas pero totalmente calladas en la oscuridad, Santana estaba de espaldas a la rubia y esta última sólo la miraba, su cabello era precioso y sedoso y ella no podía evitar querer tocarlo, se contuvo bastante pero luego desistió “nunca he luchado contra mis deseos ¿por qué voy a hacerlo ahora?”, el asunto comenzó por el cabello, Santana se dio cuenta pero no le prestó atención, por lo general sus amigas, heterosexuales, eran muy cariñosas y no podía comportarse como una paranoica, pero cuando Britt empezó a deslizar suavemente sus dedos por sus brazos, y sobre todo cuando empezó a sentir cosquillas en el estomago y que la piel se erizaba tanto que era sumamente visible, se salió de control y se dio la vuelta provocando que Brittany se detuviera inmediatamente.

- ¡Mira niña!, ¡soy gay!, lo que por lo general no es un problema en una situación como esta pero como eres tú y francamente estás tan buena que podrías seducir a un santo, no puedo controlarlo porque me gustas, así que te pido encarecidamente que dejes de acariciarme o voy a asumir que estás buscando otra cosa – por lo general Brittany no se sentía avergonzada de nada, pero esta vez estaba avergonzada y no sabía si era de ser homosexual o de fingir no serlo, decidió separarse de San y luego de unos cuantos minutos de silencio.

- ¿Hace cuanto lo eres? – preguntó y a Santana le molestó porque pensaba que la ojiazul era una de esas heterosexuales ignorantes que creían que de pronto la gente se transformaba en gay o decidía serlo de la noche a la mañana
- ¿Desde siempre? – contestó de mala gana
- Ok, tienes razón, lo que quise preguntar fue ¿Cuándo lo supiste? – preguntó suavemente y San le bajó un poco a sus niveles de histeria
- No sé, creo que fue cuando el niño lindo de la escuela intentó besarme y simplemente sentí asco, dos noches más tarde descubrí viendo unas fotos en su blog que me gustaba su hermana, era para morirse, fue hace poco, como tres o cuatro años
- ¿Qué dijeron tus padres? – preguntó Britt, si era para morirse seguro esa era la parte
- Mi papá ya estaba muerto gracias a Dios porque de no ser así se hubiese muerto en el mismo instante en que confesara – dijo Santana y se sentó con las piernas cruzadas en forma de indio en la cama
- ¿Qué dijo tu mamá? – preguntó incorporándose en la misma posición
- Nada – aseguró y la niña frunció el ceño – aun no lo sabe – Brittany levantó las cejas totalmente sorprendida
- ¿No se lo dijiste? ¿Cómo puedes vivir con ellos sin decirles quien eres en realidad? – preguntó la mas alta sin salir de su asombro
- ¡No tienes idea de lo difícil que es! – la rubia prefirió callar, porque de alguna manera la morena tenía razón eran situaciones muy diferentes – además sigo siendo yo, ellos me conocen, sólo que no conocen esa parte – se excusó y Britt levantó la ceja izquierda
- Tienes razón es sólo una parte de ti, pero créeme para la mayoría de las personas es una parte sumamente importante, ¿Qué te da tanto miedo? – le preguntó y fue ahí cuando tocó un punto débil
- Mi mamá preferiría que fuese una prostituta- revelo
- ¡¿Qué?! – exclamó la otra con un poco de incredulidad y un poco de molestia
- Es la verdad, en una oportunidad estábamos en una cola horrible, la calle estaba cerrada por el desfile del orgullo gay, yo no sabía nada y nadie en el carro, de alguna manera nos vimos obligados a mirar porque estábamos estancados, yo no tenía problema, me parecía tan lindo ver que aunque sea un día les pertenecía y podían disfrutarlo sin tanto rollo, hasta que mi mamá le comentó a mi tía algo así como “Dios cuide a mi familia de tal perversión, yo prefiero ser puta antes que lesbiana, es que algo tuvo que pasarles para que se convirtieran en eso, a mi me daría vergüenza salir de mi casa, pobrecitos deben haber sufrido mucho como para preferir esto” entre otras cosas más que ahora no recuerdo, estuvieron soltando veneno homofóbico todo el tiempo que estuvimos ahí y por supuesto no podía faltar el “¿no estás de acuerdo Santy?” y por supuesto yo soy como Pedro o Judas Iscariote o no sé quien, pero decía que sí como una autómata, en ese momento decidí que por ningún motivo ellos iban a conocer ese pedazo de mí, no estoy interesada en ganarme el odio de mi familia, las cosas van a cambiar radicalmente y ellos van a olvidar quien soy, cada vez que escuchen mi nombre o piensen en mi sólo se les va a venir a la mente “ella es la prima, sobrina, hija, hermana gay”, es una realidad, nadie va a recordar que soy una persona porque el rotulo “homosexual” es demasiado grande como para que puedan ver… que debajo de él hay un ser humano – la voz de Santana se quebró y Britt no sabía si abrazarla o no, pero al final lo hizo y San se dejó abrazar y cuidar como una niña porque en ese momento se sentía realmente mal – es bastante oír cosas como “raros” “pervertidos” “enfermos” “maricos” cuando va dirigido a otros, no quiero ser el centro de los odios de la gente que ni conozco y mucho menos de la gente que quiero – decía con lágrimas en los ojos.

- ¿Has hablado esto con alguien? – preguntó Brittany sin dejar de abrazarla
- Felicitaciones, eres la primera a quien se lo digo viéndole la cara – cuando Santana estaba triste o molesta o simplemente cuando se sentía vulnerable se le salían la ironía y el sarcasmo por los poros
- ¿A quién se lo dijiste sin mirarle la cara? – preguntó Britt haciendo caso omiso de los comentarios de la morena
- Una amiga que tengo por internet, vive del otro lado del mundo, es lesbiana así que me entiende – explicó Santana y en ese momento Brittany se separó de ella bruscamente
- ¿Una amiga por internet? ¿Estás loca? – le reprochó y San frunció el ceño
- Está del otro lado del mundo, que va a hacerme desde allá
- ¿No te parece raro? Te apuesto a que sabe tu nombre – le dijo y San asintió con tranquilidad – pero tú no sabes el de ella ¿no?
- Eso no es culpa de ella, en el link tú podías poner tu nombre o un pseudónimo, yo puse mi nombre y ella no, además, ¿Qué podría querer de mí?- retruco
- Ella es lesbiana y tu eres mujer cariño – le dijo Britt que no terminaba de entender lo ingenua que podía ser Santana
- No me ha visto – aseguró la pelinegra haciendo un gesto que expresaba claramente que pensaba que la chica enfrente a ella era paranoica y dramática
- Ok, no quiere nada contigo, pero te puedo jurar que o tú le dijiste – era la verdad – o averiguó que eres hija de un difunto empresario multimillonario y que tu madre es accionista de uno de los mejores bufetes del país, sólo quiero que tengas cuidado, si es tan amiga tuya deberías saber su nombre, además si supieras algo más de ella no la llamarías “una amiga por internet”, ni siquiera sabes si es mujer, puede que sea real y yo sea una loca paranoica, pero puede ser alguien aprovechándose de tu soledad y tus sentimientos para obtener algo a cambio, sólo ten cuidado por favor – Brittany dejó de abrazarla y se acostó, Santana por su parte quedó aturdida por el sermón, existía la posibilidad de que tuviera razón, pero también podía equivocarse, de cualquier forma ¿Qué le importaba a esa niña lo que pudiera pasarle?.

Mientras Britt estaba en clases, toda la familia López estaba en el hospital, en realidad eran muy unidos y solidarios, la más separada era Santana que no comentaba nada en lo absoluto sobre su vida privada. Ese día era el mar de recuerdos, cada uno recordaba algo distinto que había vivido con ella. Alma recordó que a diferencia de sus hijas y su marido Santana y Manuel siempre iban a ayudarla a pintar la casa, todos los noviembres desde que Manuel cumplió los catorce años, San era muy bochinchera, a ella no le importaba que fuese su tía o quien fuese, en una oportunidad le pasó un rodillo lleno de pintura por el cabello, por supuesto Alma quería asesinarla, pero se fue detrás de ella y se resbaló con un periódico mal puesto, terminó en el piso cubierta de pintura y con San y Manuel encima muertos de la risa, al final disfrutó el episodio y luego de culminado el trabajo se pusieron a escuchar los cuentos raros de su tía mientras tomaban cerveza y comían papas fritas.

David recordó que cuando estaba empezando a salir con Gloria, Santana lo odiaba de hecho se distanció bastante de su madre a causa de él y la relación era buena pero no era igual, en fin, ella lo detestaba, no soportaba su presencia y ni lo miraba a la cara, hasta que un día les tocó ir a buscar unas cosas para la casa juntos y David hizo una parada de improviso, se detuvo en una iglesia enorme, pero no entró en la primera de cambio, San lo odiaba y hacía cualquier cosa por no tratarlo.

- Esta es la iglesia San Pedro – decía David y San medio levantaba las cejas sin prestarle mucha atención – el arquitecto que la diseñó decía que si Dios era lo más grande y poderoso de este mundo nosotros debíamos hacerle una casa a su altura, por eso cada centímetro de la estructura era importante, cada línea debía ser perfecta y funcional, que si Dios nos hizo bellos lo que nosotros hiciéramos también debía ser bello, así que empezó a crear este fantástico lugar, yo no sé mucho de arquitectura pero sé que no hay columnas más hermosas que las de esta iglesia y que si la observas por unos instantes puedes llegar a sentir una paz profunda y sublime, sólo un artista ayudado e iluminado por Dios podía crear algo semejante – en ese momento la morena empezó a detallar la estructura y a explicarle a él algunas cosas de arquitectura que había leído porque apenas estaba entrando a la universidad en esa época. En ese momento no se convirtieron en los mejores amigos, pero la relación mejoró muchísimo, a partir de ahí David siempre recordaba eso con alegría y recordándolo en ese momento los ojos se le aguaron y tuvo que salirse de la habitación.

Rachel recordó la primera borrachera de ellas San era dos años mayor que Rachel, y cuando esta cumplió los 17 se la llevó a una discoteca con una identificación falsa y le dio desde cerveza hasta whiskey en la misma noche, ninguna podía valerse por sí misma, pero igual se montaron en el carro, nunca supieron de que hablaron ni que pasó pero al principio estaba manejando Rachel y cuando llegaron a la casa la que estaba al volante era San, de milagro llegaron vivas esa noche, por supuesto el regaño no fue normal, pero en secreto ellas se sentían orgullosas “El regaño más sabroso que me han dado en mi vida” decían y cada vez que lo decían las mamás las regañaban, la peor parte se la llevó Rachel pero Santana siempre intentó defenderla, con mentiras y excusas muy malas pero el mero intento era suficiente para su prima.

Sugar recordó una noche muy importante, ella había perdido la virginidad con un idiota que al día siguiente se desapareció y no volvió a ver nunca más, lloró todo el día y Santana la sacó de su cuarto casi que a rastras y la llevó a pasear un rato, después se fueron a su apartamento y cocinaron.

- Mira Su, si él no valoró eso tan importante que tú le diste, entonces no vale la pena y ese no vale la pena implica que no vale la pena llorar ni amargarse por él – le dijo San cuando estuvo un poquito más relajada
- Yo no lloro por él, lloro porque fui demasiado tonta y le entregué algo tan importante para mí, ¿Qué hombre me va a querer ahora? – decía la muchacha llorando
- ¡¿Qué?! ¿Cómo que qué hombre te va a querer ahora? ¡Cualquiera Sugar! Uno que valga la pena y que de la vida por ti, a él no le va a importar que no seas virgen ni con quien hayas perdido tu virginidad, tú no le exiges a él que sea virgen o experimentado, tú vas a quererlo como es y si él te quiere va a ser justo y no va a exigirte nada más que amor. Así que vámonos, deja ese pensamiento retrogrado y a vivir la vida que para eso nos la dieron, eres una niña, todavía hay un mundo entero por recorrer y millones de hombres por conocer así que no te desanimes – esa noche fue larga, comieron, vieron películas y al final terminaron dormidas.

Cuando Sugar recordó eso se acercó a San que seguía plenamente inconsciente y le tomó la mano “gracias, por favor recupérate, hay millones de errores por cometer y si no estás ¿a quién voy a recurrir cuando los cometa?”

Manuel se mantenía recio, nadie podía enterarse de que en realidad se moría de miedo viendo como se le escapaba la vida a su hermana y con eso toda la esperanza de él. Ella lo había enseñado a andar en bicicleta, a patinar y hasta a jugar béisbol, él la enseñó a manejar porque él aprendió primero con David y Gloria, ellos tenían como una burbuja en la que no entraba nadie, Manuel era bastante callado en ocasiones y Santana también, pero juntos conversaban sobre muchas cosas, nunca personales, lo más personal que le preguntaba Manuel a San era si alguna muchacha era bonita o no, no porque supiera algo, porque en realidad no sabía nada, pero Santana siempre había juzgado la belleza, por eso estudió arquitectura y Manuel confiaba en ella, quería asegurarse de que estaba eligiendo bien. Recordó sus carcajadas y sus burlas, ella era una excelente persona, a veces sus neurosis lo sacaban de quicio pero en líneas generales se llevaban bien, a él le sorprendió que ella se mudara y de alguna manera siempre sentía que algo le faltaba desde que ella se mudó.

Gloria recordó las noches y los fines de semana en que hablaban de David, David no lo sabía pero San conocía la relación de ellos muy bien, su madre le contaba de todo, ella adoraba hablar y Santana era una excelente oyente, además intentaba mantenerse objetiva, aceptar a David no fue sencillo para ella y de hecho a partir de ahí empezó a reservarse muchas cosas que antes le comentaba a su mamá, pero cuando veía que su madre estaba siendo injusta con él, se lo decía e intentaba hacerla ver las cosas desde otro punto de vista. Gloria estaba muy orgullosa de ella y cada vez que podía le decía lo buena hija que era en comparación con tantas niñas locas y lo ubicada y madura que era, eso hacía sentir culpable a San porque ella sabía que eso no era falso pero desde la perspectiva de su mamá no era para nada cierto, siempre pensaba que si su mamá se llegase a enterar de quien era ella en realidad se iba a sentir tan decepcionada y engañada que quien sabe si volvería a hablarle. Para Gloria su hija siempre iba a ser lo máximo fuese lo que fuese, eso decía ella, pero la realidad era que nunca se había puesto a pensar en la homosexualidad, no se había planteado esa posibilidad y no tenía ni idea de cuál sería su reacción, ella se ofendió las pocas veces que Santana le dijo que era homofóbica, pero en realidad era porque ella no sabía lo homofóbica que era.

Britt tomó un taxi para ir a la clínica, mientras estaba estancada en el tráfico infernal se puso a recordar lo que sucedió después de que San le confesara su homosexualidad, en una oportunidad acostadas una al lado de la otra en la cama de Susan y Patricio, Santana hizo un comentario determinante.

- Mi sueño hecho realidad, estoy acostada en una cama junto a una mujer increíblemente sexy que me atrae muchísimo – comentó a modo de broma y Britt estuvo a punto de confesarle que ella era homosexual también – menos mal que eres heterosexual, porque sería terrible, sabrá Dios que haría y después el rollo sería grande – la rubia frunció el ceño y se arrepintió así que no dijo nada
- No entiendo – fue lo único que pudo decir después de semejante sorpresa
- Bueno, yo estoy clara, en mi futuro no hay mucho futuro – La ojiazul sonrió ante el comentario pero volvió a su posición de “no entiendo” – mira, yo no puedo tener nada con nadie, por mucho que esa persona me quiera tarde o temprano se va a cansar de que estemos ocultas y me va a exigir que hagamos nuestra relación pública y formal y va a ser en ese momento cuando yo le diga que no puedo porque estoy, más que metida en el closet, sepultada, y va a ser ahí cuando destruya su corazón, la culpa me ahogue y mis sentimientos se vayan por un caño, ¿Quién quiere eso? Por eso no me arriesgo, la gente dice que si de verdad te quieren te va a aceptar y no le va a importar que estés en el closet o no, que te va a esperar, y puede ser, pero ¿Cuánto va a esperar? Cuando se canse de esperar va a ser ella la que me diga ¿hasta cuándo? Si de verdad me quieres ¿por qué me ocultas? Y yo no voy a hacerlo porque no la quiera sino porque también quiero a mi familia y ninguno va a entender lo que yo llegue a sentir por ella así que no voy a poder decirlo nunca, soy una maquinita de hacer daño y prefiero mantenerme el mayor tiempo posible apagada porque al final, siendo honestas, la más lastimada voy a ser yo – a San se le quebraba la voz en ese momento, sin estar enamorada aun y Britt suspiró resignada, preocupada y triste porque ella sentía cosas por esa morena, le encantaba su manera de ser y de expresarse, lo mucho que le gustaba su profesión y lo buena gente que era, le gustaba mucho su serenidad y sobre todo como la miraba, con esa mirada profunda y pensativa que la volvía loca, sobre todo si venía acompañada de una linda sonrisa

Después de eso Britt tomó la determinación de no decirle nada a Santana sobre su homosexualidad

- ¿Se puede saber por qué San me preguntó si tenías novio? – le preguntó Blaine en una oportunidad y a Britt le sorprendió la pregunta, se sentó de pronto
- Es que no le he dicho que soy lesbiana – explicó tímidamente
- No bueno, eso es evidente, la pregunta es ¿Por qué no se lo has dicho si tú nunca has ocultado tu homosexualidad? – no iba a ser nada fácil escaparse del interrogatorio de Blaine así que ni lo intentó
- Si le digo que soy homosexual se va a alejar de mí- explico con la mirada baja
- ¿Por qué? Santana es primero payaso de circo antes que homofóbica – le aseguró el morocho
- Si bueno, eso es seguro – dijo tímidamente y Blaine seguía esperando una respuesta
– Te voy a decir algo, pero no puedes decírselo a nadie y San nunca puede saber que tú sabes a menos que te lo diga – le dijo tomándolo del brazo para retirarse a un lugar totalmente solitario – tienes que prometerlo
- Ok
- Promételo pues – dijo exasperada
- Lo prometo Britt – dijo extrañado – cálmate ya
- Ok… aquí va – decía entre pausas llenas de dudas – ella… - Blaine estaba a la expectativa – es… gay – dijo y de pronto aceleró el paso – y tú no se lo puedes decir nadie por ningún motivo porque está totalmente enclaustrada en el closet, ni su familia lo sabe, sólo lo sabemos tú, yo y una desconocida de la internet… y ella por supuesto
- ¿Es gay? – preguntó Blaine decepcionado – que pérdida
- Para mi es ganancia – alegó Britt
- Ajá, ahora, menos entiendo ¿por qué no le dices que tú también lo eres?
- Porque le da tanto miedo salir del closet que está completamente renuente a enamorarse, si sabe que soy lesbiana, me va a ver como una posibilidad y de inmediato va a alejarse, mi falsa heterosexualidad la convence de que no hay peligro – explicó la rubia
- En algún momento vas a tener que decírselo – infirió Blaine poco convencido
- Si, cuando este completa e irremediablemente enamorada de mi, cuando su amor por mi sea tan grande que por ningún motivo su corazón le permita huir de mis brazos – explicó y Blaine levantó ambas cejas y sus ojos se desorbitaron por la sorpresa
- ¿De dónde te salió tanta cursilería? – le preguntó y ella achicó los ojos afinando la mirada – tú pretendes controlar sus sentimientos sin su permiso, no me parece que esté bien Brittany
- Yo no voy a controlar sus sentimientos, voy a acelerarlos, ella me dijo que yo le gustaba, pero que menos mal que era heterosexual, tú sabes por eso de las tentaciones – explicó la ojiazul
- Y ¿más o menos cómo vas a hacer para que no se entere si todos los que te conocen lo saben? – preguntó Blaine, a quien no le gustaba para nada el plan de Britt
- Ya veré – fue lo único que dijo. Ella se las arregló para que San no se enterara por un tiempo que ella también era gay y que se moría por ella.

Otro recuerdo de Brittany fue cuando finalmente Santana se enteró de que ella era lesbiana. Estaban ellas dos entre un grupo de muchachos y muchachas, todos amigos de Blaine y su novia. Estaban jugando cartas y las mejores eran San y Quinn, el papá de Quinn era dueño de un casino así que, jugar cartas no había sido una idea beneficiosa para el resto del grupo, los desfalcó a todos, excepto a Santana que había aprendido a jugar muy bien con su tío Fernando. En la última ronda de apuestas el asunto se ponía bueno.

- Está todo en la mesa, ¿quieres poner las llaves del carro? – preguntó Santana y Quinn sonrió mientras el resto las veía a la expectativa.
- Tengo una mejor apuesta cariño, la que pierda cumple con un reto de la otra – propuso Quinn y la morena sonrió

- ¿Estás segura? – le preguntó la morena con una sonrisa engreída
- A diferencia de ti no hay nada que puedas pedirme que no pueda cumplir o que odie hacer, soy todo terreno – aseguró totalmente convencida de que la mejor manera de evitar hacer algo desagradable era ganando, y que era la única oportunidad de cumplir con su plan porque tanto esperar la estaba desesperando
- Ya veremos – dijo Santana – muéstrame tus cartas y prepara tu doble tracción – le dijo sonriendo y Quinn mostró sus cartas
- Póquer – Anuncio mientras mostraba sus cuatro reinas
- No tienes idea de cuánto te odio – dijo y a Quinn se le dibujó una sonrisa en el rostro, la algarabía se hizo presente y todos estaban desesperados por escuchar el reto.
- ¿Qué tenías? – preguntó Quinn y San le mostró tres cincos y dos nueves, la ojiverde levantó las cejas – full – estaba sorprendida – eres buena
- No tanto parece – dijo Santana y Quinn sonrió
- Es una lástima, prepárate… sólo tú sabrás lo que piensas de mi reto – dijo y San frunció el ceño con una sombra de sonrisa en sus labios
- Estrena los labios de Brittany – le dijo sonriendo con toda normalidad, de pronto todos se callaron y la sonrisa de Britt se borró de su rostro, Santana bajó la mirada y se sonrojó sin poder evitarlo, ni siquiera sabía que a Britt no la habían besado nunca. El asunto se puso peor cuando todos pitaban y gritaban desesperados porque se cumpliera el reto – tranquila niña, ni que te hubiese pedido que te desnudaras – San se puso totalmente roja y sus ojos estaban desorbitados, no podía creer que eso le estuviese sucediendo, además la combinación de “Britt” con el “estrena los labios” y “desnudez” creaban un ambiente totalmente tenso para las muchachas
- ¿No… necesitas mi aprobación para pedir eso? – le preguntó Brittany a Quinn y ésta se encogió de hombros
- Dímelo tú – fue lo único que contestó y Britt se quedó muda, se moría de ganas de besar a San pero no quería que el asunto le molestara así que prefirió quedarse callada y las pitas y los silbidos empezaron nuevamente. A todas estas, la morena estaba muda y del color de un semáforo en alto – ¿lo vas a hacer o te acobardaste? Si no lo haces me debes una enorme cantidad de dinero porque no tienes idea de cuánto pagaríamos cada uno de los que estamos aquí por ver que hagas lo que te estoy pidiendo – le dijo a Quinn
- Y yo juraba que el morbo era algo masculino – comentó Santana
- No lo es, pero tal vez yo no lo hago por morbo, sino por amistad – Britt se quedó estática y Santana frunció el ceño en señal de incomprensión – por amistad a todos los que están aquí que se mueren por verlas hacer algo fuera de ese capullo puritano.

Santana levantó la mirada, miró a Britt y con un par de dedos le hizo un gesto para que se acercara, la rubia suspiró y caminó resignada, el asunto no le molestaba pero la ponía muy nerviosa.

- No fue mi idea, te juro que no tuve nada que ver – le dijo San en cuanto la tuvo cerca
- Yo sé – contestó tímidamente, sus respuestas se habían vuelto cortas por el nerviosismo
- Somos amigas ¿no? – Preguntó y Britt asintió – y… las amigas pueden pasar por esto sin que vaya a mayores ¿no?
- Supongo – contestó Britt
- Antes del juicio final por favor – gritó un muchacho del enorme grupo y Santana suspiró profundo, su respiración estaba completamente acelerada, dio un paso más y acercó sus labios a los de la ojiazul, quien estaba totalmente estática. A San se le hacía muy difícil mantener un ritmo normal en su respiración, cuando iba dispuesta a separar sus labios de los de Britt abrió la boca y la rubia sintió en su labio superior el labio inferior de Santana pero de manera más profunda, lo que sintió le gustó mucho, era una tontería pero de pronto sintió que era su oportunidad y no quería dejar de besarla, antes de que la pelinegra se separara completamente se acercó rápidamente y extendió su mano derecha hasta su rostro, la tomó por el rostro y profundizó el beso, San se sorprendió, todos se sorprendieron y los silbidos se hicieron presentes una vez más, pero Britt no oía nada, la besaba con total ternura mientras acariciaba su rostro y Santana no podía evitar continuar y en realidad no quería detenerse, extendió ambas manos y acarició el rostro de la rubia, el beso se prolongó y se profundizó mas, ambas disfrutaban sentir esos labios húmedos a los que les tenían ganas de hacía tiempo

- Si se unen mas van a fundirse Quinn – le reclamó Blaine a su novia y ella sonrió
- No te vayas a ofender pero es el beso más bonito que he visto en mi vida – le susurró Quinn a Blaine y este se quedó observando a las muchachas
- Está bien, ya basta, el reto está más que cumplido – les dijo en cuanto se les acercó y las despertó de ese sueño lleno de miel, ambas se separaron, nerviosas pero complacidas se miraban a los ojos sin decir nada – tú y yo nos vamos – le dijo Blaine a Britt y la tomó por el brazo, ella casi tropieza pero recobró la compostura, San tuvo que sentarse, la nube estaba tan alta que le daba miedo caerse

- Es buena ¿verdad? – le preguntó Quinn totalmente feliz y Santana volteó a mirarla
- ¿Sabes algo de mí que no me has dicho?- pregunto algo confundida
- Fuera de que eres lesbiana y te mueres por Brittany… no, creo que no – le dijo jocosamente la rubia y San negó con la cabeza con una sonrisa incrédula y aun en las nubes, Quinn la abrazó con un solo brazo y le sonrió mientras levantaba y bajaba ambas cejas con rapidez – te dije que era por amistad.

Por otra parte Blaine se había llevado a Britt a la tienda de acampar
- ¿Tuviste algo que ver con esto? – le preguntó un poco desconcertado
- ¡¿Yo?! – Preguntó sorprendida - ¡claro que no! Quinn planeó todo, yo no tuve nada que ver, como se te ocurre
- No estás jugando sucio ¿no? – preguntó Blaine como hermano mayor regañón
- Ya te dije que no-
- Tú la besaste-
- Ella me besó, yo… sólo continué – se excusó Britt y se mordió el lado derecho del labio inferior mientras sonreía – ay ¡por favor Blaine! ¿Cómo no iba a besarla? Si me tiene caminando por la calle de la amargura desde hace rato, un poquito de cariño no le hace mal a nadie… ¡Dios! Y menos a mi – dijo Britt saboreándose los labios mientras recordaba lo sucedido momentos antes.
- Creo que ahora sí tenemos que hablar – dijo Santana desde la entrada de la carpa y ambos se voltearon sorprendidos, Britt volteó a ver a Blaine y casi lo mata con la mirada – para ser más precisos tú tienes que hablar, estoy esperando – la sonrisa de Brittany se borró y Blaine enseguida se salió de la tienda, San entró y cerró la puerta.
- Perdóname
- No basta, dame una explicación y tal vez lo piense – Exigió Santana y Britt tragó saliva.
- Soy lesbiana
- ¿Hace cuanto lo sabes?- pregunto la morena
- Desde antes de conocerte – contestó Britt
- ¿Cuánto?- volvió a interrogar
- Mucho – contestó, nunca había visto a Santana así
- ¿Cuándo pretendías decírmelo? ¿Pretendías decírmelo en algún momento? – preguntó molesta y la rubia suspiró
- ¿Qué hubieses hecho de saberlo antes? ¿Estarías aquí? ¿Te hubieses dejado besar por mí? – preguntó Britt
- Era ¡mi! Decisión… no tuya- Reclamo Santana
- Admítelo, ni siquiera me hubieses dado la oportunidad, seguro hubieses ido corriendo a enclaustrarte en tu armario para intentar arrancarte la atracción que sentías por mí-
- Brittany, tomaste una decisión a mis espaldas ¿Qué se suponía que ibas a lograr?-
- Que me dieras la oportunidad antes de desplazarme por miedo a lo que sientes – explicó
- Yo no siento nada más allá de decepción y molestia, te burlaste de mí – dijo Santana y empezó a abrir la puerta de la carpa
- ¡Eso es! ¿Para qué perder tiempo? – le dijo en broma Puck un muchacho que notó que estaban las dos solas en la carpa.
- Lo último que quiero es tener algo con ella – aseguró Santana molesta y dejando totalmente triste a Britt, quien no tardó en salir de la carpa detrás de San.

Quinn y Blaine estaban a la expectativa, no sabían si lo que habían hecho, cada uno por su lado había sido lo adecuado

Santana se había ido a caminar entre las piedras de los acantilados y Britt llegó al lugar antes que ella, en cuanto la morena la vio quiso devolverse pero la rubia se aproximó rápidamente y la tomó del brazo.

- Me estás haciendo daño y necesito saber cuál es la razón, quiero saber si es por orgullo o por miedo-
- Suéltame Brittany, es en serio, no quiero hablar contigo – le pidió Santana agotada pero Britt no la soltó
- Si son esas razones te pido por favor que lo reconsideres, no arriesgues tu felicidad por algo que te molestó o porque sea tan grande que la sociedad no pueda con ello y pretenda que tú tampoco-
- Tú no sabes nada acerca de mi felicidad-
- Dime que no sientes nada cuando me tienes cerca, dime que no te revolotean unas mariposas en el estomago cuando te toco, dime que ese beso no te llevó a la luna como a mí, dime en mi cara que el sentirte temblar y tu corazón latir desesperado fue algo que me imaginé, dime que yo no estoy ni remotamente cerca de ser tu felicidad y yo te juro que te dejo en paz para siempre. Asegúrame con el corazón en la mano y mirándome a los ojos que no sientes absolutamente nada por mi y aunque me duela – suspiró – yo doy un paso al costado y te dejo tranquila, no vuelves a saber de mi ni siquiera por boca de Blaine – le pidió Britt y Santana miraba esos ojos azules que la volvían loca pero que estaban tan tristes y esperaban una respuesta desfavorable porque Brittany conocía los miedos de la morena y sabía que para ella eran enormes y casi invencibles. El problema no era mentir, podía hacerlo viéndola a los ojos, pero al mismo tiempo no quería hacerlo, cuando estaba con ella se sentía viva, sentía que ninguna montaña era suficientemente grande o peligrosa como para no escalarla y no quería dejar de lado toda la felicidad que ella le brindaba, se sentó en una piedra, Britt la soltó y se agachó para mirarla a los ojos, colocando sus manos en las rodillas de ella, pero San le retiró las manos de sus rodillas, dándole menos esperanzas a la ojiazul

- No puedo – Britt frunció el ceño – no puedo decirte que no siento nada porque nunca antes había sentido tantas cosas, tú me haces vivir y sentir intensamente, nunca antes había estado tan molesta con nadie, tan decepcionada, ¡me has mentido por más de un año! – Reclamó – y aun así nunca había sentido tanto miedo de dejar salir a alguien de mi vida – se quedó pensativa unos segundos – no puedo decirte que no estás ni remotamente cerca de ser mi felicidad – tragó saliva para evitar que su voz se quebrara – porque antes de ti no tenía ni idea de que era eso, yo pensaba que si pero contigo descubrí que no – suspiró – así que no, no puedo dejar que me dejes en paz y desaparezcas de mi vida, prefiero vivir una tormenta contigo antes que vivir en paz sin ti – confesó y esbozó una sonrisa que Brittany inmediatamente le devolvió, se lanzó a abrazarla pero Santana la paró en seco – sigo molesta contigo.
- No me importa – le dijo y la abrazó, obligada al principio, pero San no era tan dura ante las demostraciones de cariño de Britt y ésta le dio un beso en la mejilla
– te quiero mucho-
- No voy a seguir declarándote mi amor, ya te he dado demasiadas herramientas para agigantar tu ego – le contestó y ambas sonrieron

Regresaron tarde al campamento y todos estaban dormidos, no comentaron nada hasta el regreso a casa, en donde Santana habló con Quinn y Britt con Blaine.

Britt se moría de ganas de besar a Santana y de abrazarla como antes. Brittany llegó a la clínica y se tropezó con alguien, cuando levantó la mirada vio a Quinn

- Hola – dijo Quinn y Britt le sonrió y la abrazó
- ¡Hola! – le dijo feliz, Quinn y Blaine habían terminado año y medio años antes y hacía un año que Quinn estaba viviendo fuera del país porque se había ido a estudiar un postgrado
- ¿Cómo estás? – preguntó en referencia a la situación de Santana y ambas se sentaron
- Bueno… ellos no saben nada – confesó y Quinn frunció el ceño – así que aquí soy una desconocida y sólo la veo cuando queda algo de tiempo para mí-
- Ya va… ¿no saben nada? – Britt negó con la cabeza – bueno y – bajó la voz y se acercó un poco más a Brittany – ¿ustedes no estaban viviendo juntas? San me dijo que…
- Sí, vivimos juntas pero su familia no sabe nada, hace casi un año que por diversos
y falsos motivos nadie de la familia López va al apartamento de San-
- Deja que se despierte que voy a matarla – dijo Quinn incrédula y Britt sonrió
- Yo lo he intentado, pero cuando mas quería tenerla viva pasa esto, no sé si sabes pero el médico no dio muchas esperanzas y yo quiero morirme-
- Tranquila – la abrazó – ella tiene muchos motivos por los cuales vivir, tú eres el primero y tiene muchos problemas que resolver, también estás metida en ese paquete.

Britt y Quinn habían bajado al cafetín de la clínica a tomar café para hablar con un poco mas de tranquilidad. En la habitación de Santana estaba toda la familia y de pronto escucharon una respiración profunda, todos estaban atentos a San y en cuanto abrió los ojos, un poco confundida, todos empezaron a acercarse y a hablar con ella, la estaban aturdiendo, estaban felices pero Santana tenía una cara de pánico que preocupó a Manuel

- Sepárense – dijo en su tono de voz normal - ¡sepárense! – Exclamó con un tono de voz más fuerte que los calló a todos – déjenla respirar – todos obedecieron y la primera en acercarse fue Gloria, la veía incrédula y casi llorando de felicidad, le besaba el rostro y estaba muy emocionada.

- Usted me provoca sentimientos muy bonitos – dijo Santana y Manuel la veía raro.
- Mas te vale puesto que soy tu mamá – dijo Gloria y Santana estaba como distraída.
- Sabías que es tu mamá ¿no? – Preguntó Manuel y San dirigió su mirada hacia él sin contestar nada - ¿Quién soy Santana? – Preguntó y ella seguía sin decir nada, no había una intención oculta, sólo no sabía la respuesta a la pregunta – David anda a buscar al médico porque no soy tan mal hermano como para que no se acuerde ni de mi nombre – alegó Manuel y David salió corriendo a buscar al médico y en pocos minutos regresó con él.
- Hola Santana – le dijo el médico – yo soy el doctor Eduardo Beltrán, voy a revisarte un poco – le dijo y empezó a revisar sus pupilas, la auscultó y revisó sus extremidades – bien, cuéntame que pasó – le dijo y ella levantó la ceja izquierda – está bien, dime quien eres, cuántos años tienes y quienes están aquí contigo – le ordenó el médico y ella seguía mirándolo como si estuviese hablando en otro idioma, de no ser por lo preocupado que estaba, el recatado Manuel se hubiese muerto de la risa por como Santana ignoraba al médico viéndolo a los ojos – Señorita, necesito que me respondas, si no sabes la respuesta sólo dime que no la sabes, es todo-

- Pensé que con mi silencio se hacía obvio que no tengo ni idea de lo que me preguntas – Santana no daba una respuesta de ese estilo desde que tenía como diecisiete años, eso sí detonó la risa de Manuel.
- ¡Buenísimo! – Dijo y la primera que giró la cabeza para mirarlo fue Gloria – perdóname mamá pero es que se me había olvidado la divertida que era la Santana adolescente – decía con una súper sonrisa y San frunció el ceño, eso lo devolvió a su estado de recato.
- No fue mi intención ser grosera…-
- Aquí vamos – dijo Manuel haciendo alusión a que se acababa la diversión
- Disculpe doctor, no quise ofenderle, la verdad es que no tengo idea de que hago aquí y esta gente parece divertida pero no sé quiénes son ni por qué me miran como experimento de laboratorio – Santana tenía conocimiento sobre las cosas, sabía de todo como un adulto pero al mismo tiempo no recordaba como lo había aprendido ni quien se lo había enseñado – sólo supongo que me llamo Santana–

- Bueno, la buena noticia es que hay alguien en el cielo que te quiere mucho y estás muy bien, vas a vivir mucho tiempo – esto les dio un respiro a los familiares de San – la mala noticia es que al parecer perdiste la memoria y necesito saber si es temporal o permanente, por eso voy a hacerte algunas pruebas, pero por los momentos voy a dejarte un rato con tus familiares, intenta ponerte al día puede que sea sólo a causa de la contusión y que con un par de datos recuerdes lo demás – dijo y se fue, Santana miraba a Sugar mucho, se sentó en la cama y se quedó observándola fijamente en silencio.

- Bien, estás empezando a ponerme nerviosa – le dijo Sugar con una sonrisa y San le sonrió
- Eres muy bonita – le dijo sin dejar de mirarla
- Tranquila Santana, ella es Sugar, tu prima mayor y tiene que ser bonita porque es modelo – le dijo odiosamente Manuel que adoraba meterse con su prima aunque le llevara cinco años de diferencia en edad, Santana le sonrió a Manuel.
- Y tú eres mi hermano bipolar ¿no? – Preguntó y Manuel sonrió, la Santana adolescente estaba más presente que la Santana de los últimos años, se notaba que esa era su verdadera personalidad y ella sólo la reprimía un poco para no ofender a las personas – no quise ofenderte, sólo lo digo porque pareces muy serio pero de pronto tienes arranques de alegría muy raros.
- ¡toma tu tomate Manuelito!, no tiene ni media hora despierta y ya te puso en tu lugar – le dijo Rachel y chocó su palma con su hermana en plan bastante infantil y San las miraba con una media sonrisa
- Y tú eres… - dijo y Rachel sonrió
- Rachel, hermana de Sugar – dijo señalando a la misma
- Rach– dijo en un tono casi imperceptible pero Rachel la escuchó
- ¿Te acuerdas? – preguntó con los ojos desorbitados por la sorpresa
- ¿de qué?... bueno, no sé ni para que pregunto si no me acuerdo de nada relacionado con ustedes en realidad – acotó con frustración
- ¿Por qué me llamaste “Rach”? – preguntó la muchacha con cara de decepción y lastima
- Me parece un buen apodo – dijo San con total normalidad
- Antes también te parecía porque desde que recuerdo siempre me has llamado así – Santana sólo sonrió, eso de no recordar nada pero al mismo tiempo saber de todo como si le hubiesen colocado los conocimientos en el cerebro sin una vida previa le estaba causando dolor de cabeza y prefirió quedarse callada un rato, ellos se preocuparon porque ya Santana no estaba haciendo bromas ni nada semejante, sólo estaba sumergida en sus pensamientos.

- ¿Estás bien hija? – preguntó Gloria un rato después
- ¿Será que voy a recordarlos en algún momento o voy a tener que aceptar que esta es mi vida aunque en realidad para mí parezca caída del cielo? – preguntó y nadie en la habitación conocía la respuesta
- No sé mi amor pero si por algún motivo no llegaras a recordarnos nunca, igual estamos agradecidos de que estés viva y vamos a ganarnos tu cariño como antes, en poco tiempo volverás a vernos como tu familia, es probable que no sea fácil pero todos vamos a poner todo de nuestra parte – le dijo, le dio un beso en la frente y la abrazó

- Yo creo que ya los he tenido en zozobra suficiente tiempo, no los estoy corriendo pero váyanse a descansar – dudaron un poco – estoy bien, digamos que tengo un mar en la cabeza, porque a eso no se le puede llamar laguna, pero estoy bien, además teniendo en cuenta que para mi todavía son desconocidos, creo que prefiero pasar esta noche sola, no vayan a ofenderse, es porque me sentiría incomoda de tener a alguno aquí, es todo – a Gloria no le hizo gracia el asunto pero sabía lo obstinada que podía llegar a ser su hija y como estaba desmemoriada no iba a ser sutil con ella como solía serlo, así que mejor era evitar. Todos empezaron a despedirse de ella y estaban listos para salir cuando entró de golpe Brittany.

- ¡Estás despierta! – gritó terriblemente emocionada y se lanzó encima de Santana, la abrazó muy fuerte y San estaba sorprendida y estática, de pronto sintió el olor del perfume de Britt y respiró profundo, abrazó a la rubia con un poco de timidez y Britt lo notó - ¿qué te pasa? – preguntó mirándola a los ojos, Santana la miró en silencio “Que ojos tan bellos” pensó y luego regresó al ver que Britt esperaba una respuesta a su pregunta.
- En líneas generales no sé quién eres – dijo Santana y Brittany se separó de golpe
- Entre todas las personas a las que podías olvidar ¿tuviste que olvidarme a mí? – preguntó y Santana levantó una ceja, ¿a qué venía el reclamo? ¿Qué tenía ella que los demás no?
- En realidad no recuerda a nadie – dijo Manuel y Brittany lo miró rápidamente y volvió el rostro hacia Santana, la miró como si no la conociera y se paró frente a ella.
- Discúlpenme – dijo y salió del cuarto, Quinn se fue detrás de ella, nadie tenía ni idea de qué había pasado
- Tus amistades son raras – dijo Sugar con una sonrisa ligera dispuesta a irse
- ¿Amiga? Juraba que era mi novia – dijo Santana con toda naturalidad, no tenía ni idea del explosivo que acababa de activar
- ¿Qué dijiste? – preguntó Gloria sentándose en el sillón totalmente anonada
- ¿Tu qué? – preguntó Rachel completamente sorprendida
- ¿Novia? – preguntó Santana, quien no entendía en absoluto las reacciones de sus familiares. De pronto Manuel sólo miraba el piso con una ligera e imperceptible sonrisa.

Rachel recordó la borrachera de su vida, y supo finalmente como era que Santana había terminado manejando, resulta que en medio de la embriaguez Tana le confesó a su querida prima que era homosexual y Rachel frenó de golpe, se paró en un lugar totalmente desierto y peligroso, no se percataron de eso, se sentaron y Santana le contó entre lagrimas que era horrible porque le gustaban las mujeres y todo mundo la iba a odiar por eso y nunca iba a poder ser quien realmente era porque a la gente no se le daba la gana, que su vida estaba condenada a la miseria y un montón de cosas más que la hacían llorar mas, Rachel vio llorar tanto a San que ella también terminó llorando y al final Rachel la abrazó y le dijo que ella no iba a odiarla que seguía siendo su prima y que la quería muchísimo, que eso no cambiaba nada, que esos eran los gustos que si ella la odiaba era algo tan absurdo como odiarla porque le gustaba el color azul y no el verde, que era el que le gustaba a Rachel. En fin, después de toda la confesión Rach le dijo a San que manejara para que se relajara, que ella no iba a decírselo a nadie y efectivamente, gracias a la borrachera, cumplió con su palabra porque ni ella sabía.

Cuando Rachel recordó todo eso no pudo evitar sonreír, no quería que su mamá se diera cuenta así que no levantaba el rostro ni de broma.

- ¡¿Qué demonios estás diciendo?! – le gritó Gloria mientras la señalaba de manera agresiva con la mano derecha y Santana se sorprendió mucho
- Cálmate Gloria- le pidió Alma mientras miraba a Santana con cara de asco.

San solo sonrió de mala gana
- Ya va, ¿Ustedes no sabían que era gay? ¿Qué tipo de familia son que no sabían algo tan importante en mi vida como eso? No bueno, es evidente por qué no lo sabían, supongo que nunca les tuve la suficiente confianza como para decirlo – Reclamo Santana y los hizo pensar a todos, nadie sabía nada acerca de la vida de San, Sugar se sintió culpable porque en realidad no sabía nada pero ya la había juzgado, ni siquiera sabía cuál era su comida favorita o que le gustaba hacer en su tiempo libre, sabía que su color favorito era el azul porque Rachel se lo dijo, sabía que era muy buena en el póquer porque había sido Fernando, el padre de ella y su hermana, quien la enseñó, y sabía que le gustaba la arquitectura porque era lo que estudiaba, no sabía absolutamente nada mas acerca de ella.
- No hija – dijo Gloria intentando contener su molestia – tienes que estar confundida, seguro sentiste que te quiere mucho y tú también, pero es porque son buenas amigas, de pronto recordaste lo bien que se llevaban
- No estoy confundida… - Santana intentó continuar pero Gloria no la dejó
- ¡Claro que sí! Yo no crié una pervertida – alegó y San levantó las cejas
- Manuel, búscale a tu mamá un calmante y váyanse de aquí, quiero y necesito estar sola, si lo que soy les molesta tanto están en su total derecho de no volver y si quieren volver háganlo otro día – dijo y entre Manuel y David obligaron a Gloria a dejar la habitación.
- Yo no sé si ser homosexual es bueno o malo, es tu problema pero alguien va a hacerte pagar por lo que le estás haciendo a tu madre – le dijo Alma que estaba totalmente decepcionada.
- Ya mamá déjala en paz – le dijo Sugar su mamá y Alma salió de la habitación
– Nos vemos mañana Tana – le dijo para dejarle muy en claro que no le importaba, a ver si recordaba aquella noche, pero era difícil, si no recordaba su nombre menos iba a recordar lo que dijo una noche mientras estaba totalmente alcoholizada
- ¿En realidad no estás confundida? – le preguntó Sugar
- Sugar… no preguntes si no quieres escuchar la respuesta – dijo de la manera más cariñosa posible.
- Quiero escucharla – dijo y se sentó en la punta de la cama
- No, no estoy confundida, absolutamente todo lo que he dicho desde que me desperté es verdad, simplemente les he comunicado lo que siento, no pensé que les fuera a doler o molestar tanto, pero ¿qué hago? No puedo evitar sentir lo que siento, el error fue decírselo a ustedes, yo no he recordado nada, no sé como haya sido mi relación con esa muchacha, sólo sé que cuando la vi sus ojos me parecieron preciosos, que su perfume es embriagante, que su rostro y su cuerpo son espectaculares y que me gustaría que me regalase una sonrisa mas – dijo y Sugar las escuchaba atentamente – ese abrazo… fue excelente – dijo San y sus ojos se iluminaron como en otras oportunidades, en su rostro se notaba la felicidad y a Sugar le gustó muchísimo verla así, nunca la había visto así, le sonrió – seguro ustedes no lo saben pero seguramente ella es mi novia, yo sé que tengo una novia, no sé por qué pero lo sé – dijo y Sugar suspiró
- Te quiero mucho, y siempre voy a quererte, mi tía va a entenderlo dale tiempo – dijo y le dio un beso en la frente, a Santana no le preocupaba mucho eso, para ella todos ellos eran un grupo de desconocidos y no le importaba lo que pensaran, pero si se sintió un poquito mal por la reacción tan agresiva e intolerante de Gloria, y le agradó la actitud de Rachel y la de Sugar, algo en Sugar le inspiraba ternura y algo en Rachel le inspiraba confianza. Estuvo un rato pensando hasta que se quedó dormida.

Cuando Brittany salió perturbada de la habitación de San, fue y se sentó en la sala de espera, un par de segundos después Quinn se sentó a su lado

- Si era difícil originalmente, sin memoria va a ser peor, antes valía la pena, estaban nuestras bases, nuestro amor era lo que nos daba sustento, si no recuerda nada de eso es como si hubiese desaparecido – dijo en cuanto Quinn se sentó
- ¿Tú dejaste de amarla? – preguntó Quinn
- ¡no! ¿Cómo voy a dejar de amarla?... si no supiera que es imposible diría que todo su ser corre por mis venas – Britt estaba un poco desorientada y por lo general Quinn siempre la ayudaba con eso
- Entonces ¿por qué dices que desapareció?, si tu amor por ella no ha acabado, no importa que no te recuerde, eso no ha desaparecido, es sólo como si estuviesen en el principio de la carrera otra vez, tú locamente enamorada de ella y ella queriéndote sin saberlo, sólo tienes que empezar de nuevo, creo que tu amor por ella vale la pena ¿no? Alejarte de ella no es la solución – Brittany suspiró y se recostó del espaldar de la silla, Quinn tenía razón, se estaba rindiendo muy pronto, no podía ser tan cobarde, de pronto lo vio todo claro, iba a ser difícil pero no iba a detenerse hasta lograr su objetivo, además iba a ser más sencillo porque siempre estaba la posibilidad de que San recordara todo y de alguna manera tenía ventaja porque esta vez no era sólo ese enamoramiento loco y desesperado, habían vivido juntas y Britt la conocía muy bien.

De pronto Britt y Quinn se quedaron calladas para escuchar lo que parecía una discusión acalorada.

- No Alma, ella no puede ser… eso… yo no se lo enseñé, no soy tan mala madre como para que ella sea así – decía Gloria totalmente fuera de control
- Gloria mi amor, cálmate, cuando ambas estén más tranquilas pueden hablarlo y ella te puede explicar – le dijo David mientras Alma la consolaba en silencio
- ¡No! Esto es inexplicable, inaceptable David, y yo siempre se lo dije, no me va a importar la edad que tenga, si se descarrila voy a hacer hasta lo imposible por regresarla al buen camino y esto es eso, sabrá Dios con quien se está juntando que la hace pensar así – dijo supremamente molesta Gloria y en eso Britt se asomó por el pasillo.
- ¿Está bien señora Gloria? – preguntó tímidamente y Gloria se levantó inmediatamente de la silla, con una velocidad increíble se acercó a Brittany
- ¿Tienes algo que ver con la locura de mi hija? – preguntó
- ¿Qué? – La rubia no tenía ni idea de lo que acababa de suceder así que no sabía a qué se refería.
- Dime… que tú y mi hija son únicamente amigas – Britt frunció el ceño y Gloria se desesperó - ¡¿Te estás acostando con mi hija?! – preguntó histérica y Britt recordó velozmente todos los miedos de San y el espectáculo que ella le acababa de armar, supuso que a eso se debía la pregunta de Gloria y para no divulgar el secreto de su noviecita dijo.
- ¿Qué? – La miraba asustada y tomó la decisión – no, Santana y yo sólo somos amigas ¿Por qué me pregunta eso? – dijo y Quinn volteó a mirarla incrédula, a los ojos de ella era la oportunidad perfecta
- Entonces compórtate como una amiga y aprovecha que te quiere tanto para hacerla entrar en razón y convencerla de que no es homosexual – dijo Gloria y Britt se quedó pasmada, San sabía que era homosexual, lo sentía independientemente de su falta de memoria y ella sólo había complicado más las cosas, sintió tanta angustia que giró el rostro para ver a Quinn y ésta se puso la mano en la cabeza como quien dice “que metida de pata” – prométeme Brittany que vas a lograr que mi hija entre en razón – Britt no sabía cómo actuar, no quería hacer semejante promesa pero no quería tener un problema con Gloria que empeorara las cosas, Quinn detrás de ella le rogaba al cielo para que su amiga confesara todo y no prometiera nada.
- Se lo prometo señora Gloria – dijo la ojiazul sintiéndose totalmente acorralada y Quinn que era de las que pensaba que siempre había otra opción quería pegarse un tiro, o mejor, pegárselo a Brittany. Gloria junto con la familia López se fue del hospital y Quinn no dejaba de mirar a Britt con ganas de asesinarla.

- ¿Cómo se te ocurre prometerle semejante cosa? – le reclamó
- Voy a romper de forma premeditada esa promesa – dijo Brittany con pesar
- Britt – suspiró impaciente – debiste decirle la verdad, que sí, que te acuestas con su hija – Brittany frunció el ceño y levantó las manos como diciendo “¿Qué te pasa?” – eso fue lo que te preguntó ¿no?-
- No era el momento – alegó Britt y se sentó
- Llevas mil años esperando que Santana diga la verdad y cuando finalmente la dice tú lo embarras todo con una mentira enorme y además con una promesa de regalo, como si no fuese suficiente – Quinn estaba molesta
- San les dijo la verdad porque para ella ninguno de nosotros tiene valor porque no sabe quiénes somos o que representamos en su vida-
- Eso que importa Britt, se los dijo y tú debiste aprovechar la oportunidad para arreglarlo
- Quinn, no iba a arreglar nada, todo lo contrario, iba a empeorarlo, ¿no viste como estaba esa señora? Si le decía algo o me golpeaba o le daba un infarto… el golpe lo resisto, pero si Santana recupera la memoria ¿cómo le digo que le maté a la madre? – Quinn se sentó junto a Brittany resignada y decidida a no pelear mas con su amiga.

- Yo quería hablar con San pero ahorita no es el mejor momento, vuelvo mañana – le dijo Quinn mientras tomaba su cartera, ambas se levantaron
- Yo necesito verla, por fin se fueron y quiero verla despierta y oírla – dijo y Quinn le sonrió, era evidente que Brittany se moría por Santana.

Quinn se fue y a Britt le costó un mundo caminar hasta la habitación de San luego fue todo un proceso para que se decidiera entrar pero de una vez por todas toco la puerta.

- ¡Dije que no quiero ver a nadie de mi supuesta familia, váyanse a descansar y déjenme en paz! – gritó Santana
- Si nos basamos en la genética y los lazos de afinidad podría decirse que yo no soy familia tuya – dijo Britt sin abrir la puerta y el sonido de su voz resonó en los oídos de San, era la chica de los ojos bellos, la misma de los reclamos
- Pasa… disculpa – dijo en un tono más bajo y con algo de vergüenza
- Hola – dijo Britt tras abrir la puerta, pero en cuanto Santana la vio no pudo evitar sonreír, y Britt le devolvió la sonrisa tímidamente.
- Hola – dijo y no dejaba de mirarla, de pronto notó que estaba de pie – siéntate – le dijo a Brittany pero esta se sentó en el mueble – aquí – le sugirió San señalando la cama y Britt suspiró, no podía verla sin desear besarla, nunca había podido
- ¿Cómo… te sientes? – preguntó la rubia
- Bien… ahora – la Santana adolescente sin reservas adoraba coquetear, era uno de sus fuertes, Britt le sonrió y se sonrojó un poco – mi familia no está aquí así que puedes decirme la verdad, ¿Eres mi novia? ¿O eres una amiga como dice la señora… mi mamá?- pregunto la morena