FanFic: El Secreto de Santana

- Si… soy lo que dice tu madre – dijo resignada, sus miradas se encontraban y Britt no pudo evitar acariciar el rostro de Santana.
- Escucha, no quiero ser grosera, pero… no sé si lo sabías pero soy lesbiana y eso por lo general no representaría ningún problema, al menos no desde mi punto de vista, pero el detalle es que me gustas – Brittany sentía haber escuchado eso antes – mucho y sé que tengo novia, lo siento, no sé en donde este pero sé que existe y es totalmente comprensible que no esté aquí, con la familia que me gasto seguro le dio pánico acercarse… en fin, no creo que a ella le agrade que alguien que me gusta me acaricie, y yo no quiero tentaciones cerca, yo siento que hay un amor enorme que me une a ella y no quiero arriesgarlo, además no sé pero a lo mejor se molesta conmigo y me corre de su casa o algo – Brittany sonrió
- Tu novia nunca te correría de la casa, empezando porque la casa es tuya – el tener casa propia sorprendió y alegró a la morena – por lo general es ella la que se va
- ¡¿Yo la corro?! – preguntó sorprendida Santana
- En realidad nunca la has corrido, si la corres no regresa, pero como es ella la que se va dura unos días en la casa de sus padres y luego entre tú y su papá arman un plan perfecto y ella vuelve como una idiota rendida a tus pies – explicó Britt
- Y tú la conoces muy bien ¿no? ¿De qué otra manera sabrías todo eso?
- La conozco mejor que tú – le dijo y San sonrió, desistió de su idea de alejar a esa rubia, a través de ella tendría cerca al amor de su vida, que seguro estaba aterrorizada por la familia López
- No me has dicho cómo te llamas – recordó Santana
- Cierto, se me olvida que no lo recuerdas… Brittany, Brittany Pierce – le sonrió y de pronto unas imágenes borrosas y raras llegaron a la cabeza de Santana, pero no las pudo descifrar y empezó a dolerle la cabeza
- Cuéntame sobre ella Brittany- pidió la morena
- Bueno, estudia odontología, es abierta y orgullosamente homosexual, le gusta el color rosado y muere por los zapatos – Santana sonreía – siempre tienes que despertarla pero nunca lo haces, así que se despierta con el olor a café, siempre se baña corriendo porque se le hace tarde, es sumamente consentida por sus padres porque es hija única, aunque desde que llegaste a su vida su papá se debate entre tu amor y el de ella y la mayoría de las veces te prefiere a ti – los ojos de San se iluminaron, Britt le estaba describiendo una familia, la suya, esa que no juzgaba ni se enrollaba tanto, aquella que disfrutaba y vivía el amor – ella no puede vivir sin ti, te abraza en las noches y tú siempre te duermes después de ella, la cuidas muchísimo y ella se siente protegida contigo, a veces tiene pesadillas y tú te levantas, le preparas té o leche tibia y no te duermes hasta que ella no esté dormida – Brittany continuó hablando durante mucho tiempo y San estaba agotada, sin darse cuenta se quedó dormida y Britt se quedó dormida al rato, en la cama y con la cabeza recostada del pecho de su morena.

Al día siguiente Santana estaba despierta, observando cómo dormía Britt, abrazada a su cintura y con su cabeza recostada de su pecho, de pronto entró el médico.

- Hola – dijo San
- Vuelvo después-
- ¿A que vino? – preguntó la morena

- Un chequeo, pero veo que estas muy bien, no es nada urgente, vengo más tarde – dijo el médico y salió de la habitación y se fue a la sala del café donde se tropezó con un médico amigo y se tomó un café con él.
- Así que es homosexual – le dijo el médico al doctor Beltrán y él asintió – con razón la madre estaba como estaba, no es para menos, cualquiera en su lugar estaría igual o peor-
- Si – contestó el doctor Beltrán
- ¿Así que la dejaste ahí sin hacerle el chequeo? – le preguntó el doctor Bernardo Baptista al doctor Beltrán
- Sí, no va a pasarle nada, además si algo llegara a sucederle sería una terrible perdida para el mundo, oh perdimos una lesbiana – dijo en tono irónico – deberían desaparecer a esa cuerda de fenómenos, ellos son la razón por la cual odio vivir en una de las mejores zonas del país, la fulana marcha pasa por ahí-
- Que mala suerte compadre, pero ni modo, te toca atenderla, gajes del oficio – dijo el doctor Baptista
- Si – aceptó el doctor Beltrán y continuó con su café.

Manuel llegó temprano a la clínica y entró a la habitación de su hermana y vio a Britt abrazándola, como si hubiesen acabado de pasar una velada romántica juntas… en una clínica.
- Es hermosa ¿verdad? – le preguntó Santana a Manuel al ver que miraba demasiado a Brittany
- Ya basta, si mi mamá te llega a escuchar le va a dar otro ataque – aseguró Manuel
- ¿Te molesta? ¿Te causa repugnancia que sea feliz con una mujer? – le preguntó Santana y Manuel la miró con compasión
- Yo lo presentía, eso de no tener novio y no querer tenerlo, los comentarios y las páginas raras de internet que se abrían solas en mi computadora cuando la tuya se dañó, después apareció Blaine y pensé que serían como esos amigos que en realidad están enamorados pero no se dan cuenta hasta veinte años más tarde, ahorita sólo confirmaste mis sospechas originales.
- ¿Quién es Blaine? – preguntó
- Tu mejor amigo, ya lo conocerás nunca está demasiado lejos y ha estado pendiente de ti desde el accidente igual que Britt
- Entonces ¿no te molesta? – preguntó y sin darse cuenta miró a la rubia rápidamente y regresó la mirada hacia Manuel
- A mí no me importa Santy, esa es tu vida, hasta te entiendo, no sé cómo hay gente a la que no le gustan las mujeres si son una creación divina – dijo Manuel y San sonrió mientras movía la cabeza de un lado a otro – pero menos mal que existen porque mi vida como hombre sería triste – eso hizo reír a Santana y Britt se despertó y en seguida la soltó, nunca pensó que iba a sentir vergüenza de abrazarla.
- Hola Manuel – dijo levantándose rápidamente de la cama
- Hola Britt – dijo Manuel intentando contener la risa al ver la cara de la chica
- No es lo que parece… te lo juro – Manuel sonrió
- Okey - fue lo único que dijo
- Nos… nos vemos después – le dijo a San y ella sonrió.
- En realidad vine a decirte que tus amigas vienen a visitarte – le dijo Manuel en cuanto Brittany salió
- ¿Tengo que mentir? – preguntó la pelinegra, la sola idea le causaba gran molestia
- No veo por qué, si ya se lo dijiste a mi mamá, decírselo a todas ellas es algo muy sencillo – aseguró Manuel y ella sonrió – puedes decirle a Britt que venga y a medida que entren se las presentas como tu novia, es rápido y ligero.
- Britt y yo no tenemos nada – aseguró y Manuel frunció el ceño – ella es amiga de mi novia, es todo
- ¿Y adonde está tu novia? – preguntó
- Aun no lo sé, pero la entiendo perfectamente, debe tenerle miedo a mi progenitora – explicó Santana
- Yo digo que esa novia tuya no te quiere – dijo Manuel mientras se sentaba
- Claro que me quiere, Britt me estuvo contando todo sobre ella anoche pero me quedé dormida
- Si bueno, lo que tú digas, pero yo pienso que hay mas entre tú y Britt que entre tú y tu supuesta novia – aseguró
- No, yo siento que hay algo muy grande que me une a esa mujer y no lo voy a botar a la basura porque me guste Brittany – aseguró y no pudo seguir porque en eso llegó el médico.

El doctor empezó a hacerle el chequeo a Santana pero fue bastante rudo en su trato, se comportó muy mal con ella y le salió con un par de groserías, ninguna referida a su homosexualidad, Manuel lo miraba de reojo, era evidente que algo raro le pasaba.

- En un rato van a venir por usted para hacerle unas pruebas y dependiendo de ellas se le dará el alta o no – dijo sin mirarla a la cara, puso la historia en su sitio y se fue.
- ¿y a este qué le pasó? – preguntó Manuel y San se encogió de hombros
- No sé, ni me importa, a lo mejor sigue molesto porque no le contestaba las preguntas la primera vez que me vio – Asumió y se levantó para arreglarse y esperar que fueran a buscarla para las pruebas.

Un enfermero se la llevó de su habitación y la tuvieron más de dos horas de un lugar a otro haciéndole diferentes pruebas. Por su parte Britt fue al apartamento de San y recogió todo, lo hizo rapidísimo.

- No sabía que recoger tu vida y desaparecerla podría hacerse en dos horas – decía para sí misma mientras recogía todo y lo metía en maletas
- ¿listo hija? – preguntó Patricio que la estaba ayudando con la mudanza
- Si papi ya – dijo Britt entregándole un par de maletas y mirando lo que días antes era su hogar.
- Bueno, ahora que estás menos apurada me vas a contar que pasó porque tengo el presentimiento de que causaste un lío – le dijo, Britt le contó todo y su padre sentía deseos de regañarla pero la vio tan melancólica que no pudo - ¿cómo lo piensas solucionar?-
- Todavía no sé, deseo fervientemente que Santana recupere la memoria y me haga el trabajo más fácil-
- Mi amor, no vayas a molestarte, pero yo pienso sinceramente que esa mentira no era necesaria-
- Si yo sé, Quinn piensa lo mismo, pero ya la dije y hasta que la mamá de Tana no se calme un pelo no voy a decir nada – Patricio no estaba convencido pero no dijo nada más en todo el camino.

En la habitación de Santana estaban siete mujeres, tres del trabajo y cuatro ex compañeras de facultad y además Blaine y Manuel. Santana llegó y se topó con el montón de gente, sólo uno conocido.

- Hola mi amor, ¿cómo estás? – la saludó Blaine dándole un abrazo y un beso
- ¿Blaine? – preguntó, Manuel ya los había puesto al tanto y todos sabían que San estaba amnésica o algo similar
- Si corazón, el príncipe de tus sueños – dijo en tono de broma, solía decirlo, como Santana no tenía príncipe sino princesa él se hacía acreedor del título.
- Bueno, hola, no tengo idea de quienes son, pero no me lo digan, siéntense, voy a darles una noticia y… - entró Quinn
- Hola San… hola… Blaine – ver a Blaine le sorprendió mucho después de lo que había pasado entre ellos.
- Hola – dijo Blaine y San los miraba a ambos
- Otra amiga ¿no? – Preguntó y Quinn asintió – siéntate… bienvenida-
- Quinn – dijo ella antes de sentarse – cuando me recuerdes vas a quererme – el comentario le pareció raro a San pero continuó con su salida pública del armario.

- Bueno, tú no sabías – le dijo a Quinn – pero el resto no me diga su nombre ni como nos conocimos ni nada, cuando sepan realmente quien soy, tienen toda la libertad de decidir si quieren seguir siendo mis amigos o no. si quieren pertenecer a mi vida, me pueden decir lo que quieran pero necesitan saber que soy completamente gay, ¿gay? sí, gay; así evito las preguntas fastidiosas, ¿Cuándo lo supe? No tengo idea porque no lo recuerdo pero desde que me desperté y vi a Britt lo supe, ¿estoy segura? Completa y absolutamente segura, prefiero perder un brazo antes que tener algo con un hombre… sin ofender – le dijo a Manuel y a Blaine – Así que decidan, quienes se quedan quienes se van, no me van a herir ni me va a importar porque en realidad no tengo idea de quienes son – dijo rápidamente y todos quedaron sorprendidos, unos por la noticia, otros por la facilidad con la que lo decía y otros por el hecho de que lo dijera.
- Gran cosa Santana, pensé que era una noticia nueva, hace años que sé que eres homosexual, si yo te presenté a tu novia – dijo y los ojos de Quinn se desorbitaron
- ¿En serio? – preguntó San pero Blaine aprovechó que dos de las mujeres estaban saliendo de la habitación para no decir nada mas hasta saber qué era lo que Quinn quería que no dijera
- Yo ya lo sabía – comentó una muchacha que estaba totalmente molesta con las otras dos que se fueron.
- Yo también – comentó otra
- Si… era bastante evidente – dijo otra y San era la sorprendida
- Definitivamente no quiero recordar cuanta energía desperdicié intentando ocultarlo – dijo y todos sonrieron
- Yo no sabía – dijo una muchacha – pero no me importa, es tu vida y tú no me dices que hacer con la mía-
- Si, a mi tampoco, aunque nunca había tenido una amiga lesbiana – comentó otra
- ¿y tú? – le preguntó Santana a Quinn al ver que estaba muda, en realidad preocupada por no delatar a Brittany
- ¿yo qué? – preguntó
- ¿Lo sabías?, ¿te enteraste?, ¿te molesta? ¿o qué? – volvió preguntó Santana sintiéndose ignorada
- Ah… sí, yo sabía hace rato – contestó Quinn dejando a San intrigada
- Pero ¿qué? ¿Te lo dije? – preguntó
- No exactamente, pero sabías que yo sabía – le respondió aun distraída y en eso entró Britt
- Hola Rubia, bienvenida, Santy está saliendo del armario – le dijo Blaine y Britt levantó las cejas y miró a Santana, ésta se encogió de hombros, luego miró a las cinco muchachas y la miraban raro, a los efectos Britt siempre había sido la mejor amiga de San, pero ahora conociendo el secreto empezaban las sospechas y las miradas raras hacia Brittany, además era evidente, por la mirada de la morena, que a la paciente le gustaba mucho esa última visita.
- Blaine ¿podemos hablar afuera? – le preguntó Brittany y a Santana eso le parecía rarísimo, el asunto de interés se encontraba entre Quinn, Blaine y Britt.

- Dime – le dijo Blaine estando afuera de la habitación
- Dije una mentira – confesó la ojiazul y Blaine se puso la mano en la cabeza y suspiró
- ¿Por qué presiento que no es una blanca? – preguntó
- Porque no lo es, es más o menos como la primera, excepto porque esta no era tan necesaria como aquella pero la dije en un momento de desesperación-
- ¿y qué vas a hacer?-
- No sé, pero por los momentos no le digas nada, yo soy amiga de su novia, nada mas – Blaine aceptó, igual que todos los demás, a regañadientes.

Las amigas de Santana estuvieron con ella hasta tarde y luego apareció el médico y les dijo que San se podía ir a la mañana siguiente.

- No hay daño cerebral, la falta de memoria es temporal y se irá estimulando con el pasar de las semanas, no hace falta que siga aquí, mañana se puede ir y cualquier cambio su madre tiene mi tarjeta – aseguró y se fue, esta vez fue menos grosero, tal vez porque había más gente en la habitación, o tal vez porque ya no tendría que ver a la lesbiana.

Como a las nueve sólo quedaban Quinn y Britt en la habitación
- Dime algo – le dijo San a Quinn - ¿tú eres mi novia? – preguntó y Quinn sonrió
- Si fuese homosexual seguro daría mi batalla, pero como no lo soy, no, no soy tu novia – aseguró – aunque ahora que lo pienso tu novia está como bien también – dijo en eso Britt volteó a mirar a Quinn totalmente seria y esta se sonrió – lástima que sea tan mentirosa y tenga la facultad de armar una tormenta en un mínimo vasito de agua – continuó y Brittany achicó los ojos dirigiendo la mirada hacia ella – por cierto, ¿Britt ya te dijo como se llama tu novia? – preguntó y Britt quería matarla
- No, tienes razón, ¿cómo se llama?- preguntó y Brittany pensó muy rápido
- Patricia… como su papá – dijo mirando a Quinn y ella la miraba como quien dice “mentirosa, tarde o temprano te van a agarrar”.

Al rato de eso Quinn se fue y Britt estaba dispuesta a irse, a Santana la daban de alta al día siguiente y no quería quedarse a dormir porque seguro su familia iría a acompañarla y la iban a ver ahí,

- Me voy mí… Santana, te veo mañana – dijo y se iba a levantar
- Ya va, no te vayas todavía, tengo que hacerte una pregunta – dijo y Britt se sentó en la silla junto a la cama
- Yo… ¿le soy infiel a mi novia? – preguntó y el rostro de Brittany cambió por completo
- No sé… dime tú ¿le montas los cachos a tu novia? – preguntó casi molesta.

- Bueno… es evidente que no – dijo un poco cohibida
- Para mí no es tan evidente – continuó Britt y San sonrió
- Si te molesta tanto, debes ser muy buena amiga de mi novia así que no puedo serle infiel-
- Santana… no te entiendo – dijo Britt disminuyendo un poco su molestia
- Es que… pensé que le era infiel contigo – explicó y la rubia frunció el ceño
- ¿Qué? ¿Por qué? – preguntó a ver que le decía su morena.
- Es que, cuando yo te vi por primera vez me di cuenta de que era lesbiana, juraba que tú eras mi novia, luego me dijiste que no y supe que tenía que tener una novia en algún lugar porque sentía que algo faltaba en mi vida, algo no cuadraba, cuando tú estás, ese vacío se llena por completo, así que creo que si no le era infiel a mi novia contigo tenía deseos de serlo, y como quiero ser honesta voy a decírselo, no vayas a decirle nada, quiero decírselo personalmente yo – Britt sólo pensaba en la batalla campal que se iba a armar cuando Santana recordara todo y descubriera la cascada de mentiras de Brittany
- Yo no voy a decirle nada, tú se lo dices cuando la veas – dijo – tengo que irme – dijo y olvidó todo lo anterior y le dio un beso en la frente a San.

Al día siguiente, Rachel apareció en la habitación de su prima
-Hola – dijo Rach
-Hola, ¿le pasó algo a Manuel? – preguntó Santana
-No ¿por qué? – preguntó mientras se sentaba y dejaba a San un poco sorprendida
-¿Por qué no vino él? – preguntó San y Rach estaba concentrada buscando el control del televisor entre los cojines
- Ah… yo le dije que yo venía por ti – aseguró y encontró el control en un cajón de la mesita
-¿por qué? – preguntó pero nunca obtuvo respuesta porque su prima encendió la tele
- ¿qué estabas viendo San? – Preguntó al ver un montón de dibujos animados en la televisión – la pelinegra medio sonrió
- Yo… eh… yo no estaba viendo nada, Britt estaba aquí anoche y se puso a ver eso con Manuel – dijo tartamudeando mientras veía las comiquitas de la tele
- Ah… Brittany… - dijo Rachel sonriendo – se me olvidaba que ahora te dejas manosear por las mujeres – aseguró mientras pasaba los canales y Santana volteó a mirarla
- ¿te molesta? – preguntó una vez mas
- No, en realidad me lo dijiste una vez pero se me olvidó – aseguró Rachel y San levantó ambas cejas
- ¿tan grande fue el trauma? – preguntó sin conseguir que su prima le prestara total atención
- ¿el trauma? No, la embriaguez, creo que esa noche respirábamos y transpirábamos alcohol – aseguró Rach y Santana sonrió.

Rachel se cansó de jugar con el televisor y lo apagó, se acercó a San – ojala recuerdes lo que te dije esa noche, sigo pensando igual, no me importa lo que seas mientras sigas siendo mi prima y pueda contar contigo, no me importa si en tu casa hay calzones o bragas – los ojos de Santana se desorbitaron – me da igual, es tu vida y mientras seas feliz y esa persona te quiera yo no voy a tener problemas con ella, pero si te hace algo voy a odiarla y voy a hacértelo saber – San sonrió, no la recordaba pero parecía quererla mucho
- Si no lo recordaba antes dudo que lo recuerde ahora – aseguró Santana
- La vida te da sorpresas, yo juraba que esas horas de mi vida habían desaparecido en el limbo de mis recuerdos pero ayer las recuperé – aseguró y se sentó en la cama – ¿ya recogiste todo?
- Sí, estoy esperando que me den el alta – explico
- ¿Cuándo va a ser eso? – Rach quería salir de esa clínica lo más rápido posible
- Cuando aparezca el médico, debe estar por llegar – aseguró San mientras Rachel le recogía una cola en el cabello, en eso entró el médico, quien vio a su prima recogiéndole el cabello a San y se detuvo en la puerta, sin entrar ni salir
- ¿le va a dar el alta doctor? – Preguntó Berry pero el médico no dijo nada - ¿doctor? ¿Sigue en la tierra?-
- ¿Ah? – Preguntó cuando regresó de sus pensamientos – ah sí, ya firmé el alta, estos son los récipes y las indicaciones, más que nada para las raspaduras y los golpes, cualquier cosa ahí está mi número, pero finalmente se va – Rachel frunció el ceño y el doctor salió de la habitación
- Ese “finalmente” sonó a que le daba más alivio a él que a ti – aseguró la mas pequeña – es medio raro ese doctor ¿no?-
- Si, no es la primera vez que pasa, ayer cuando Manuel estaba aquí también estaba así, y cuando nos vio a mí y a… claro, ya sé que le pasa, no es raro, sólo le tiene miedo a los “raros” – concluyó Santana al recordar que el médico cambió de actitud luego de que vio Britt dormir con ella en la misma cama – y claro, ante sus ojos tú no eres precisamente mi prima – aseguró sonriendo San y Rach se sorprendió – además debe pensar que no sólo soy gay sino una promiscua que aun desmemoriada cambia de pareja cada día-
- Ay pero que idiota, ¿Qué le pasa? ¿Hará lo mismo con los negros o los judíos? – preguntó la niña molesta
- No sé, y no me importa, él verá como hace con sus traumas, supongo que sale a la calle con los ojos cerrados para no ver algo con lo que no esté de acuerdo… en fin ¿nos vamos? – preguntó San
- Si… - Contesto la otra y recordó que había un detalle importante que su prima no sabía – eh… Tana-
- ¿sí?-
- Eh… tu madre quiere que te lleve a su casa – comunicó Rach sin mirarla a los ojos
- No me vas a llevar a ningún otro lugar que no sea mi apartamento – aseguró San, y Rach medio cerró un ojo – no Rachel, prefiero quedarme aquí con el médico homofóbico… vamos a estar claros, tu tía seguro tiene un plan perfecto para heterizarme y como sé que no va a suceder prefiero no perder mi tiempo ni mi paciencia, tú decides o me llevas a mi apartamento o te vas porque puedo llamar a Blaine o a Quinn o a Britt, al parecer tengo unos cuantos amigos que me apoyan incondicionalmente.

- ¿Qué hay en ese apartamento que es tan importante? En la casa de mi tía está tu familia – Rachel no se rendía a la primera, tal vez a la segunda
- Si claro, una familia a la que le repugna saber quien soy en realidad – Respondió Santana muy segura
- ¡Ey! – Reprendió Rach – yo pertenezco a esa familia y no soy así-
- Solamente tú y Manuel, porque hasta tu hermanita, que se nota que me quiere, pero está como asustada – dijo y se sentó en una silla porque ya habían salido de la habitación – ¿me vas a llevar a mi apartamento o no? – preguntó y su prima suspiró
- Está bien – desistió – esa novia tuya seguro ni está ahí – San volvió a sentarse y Rachel la tomó por la muñeca – ¡ya!... levántate, no voy a decir nada mas, después de todo tú eres un adulto independiente – aseguró y continuaron caminando hasta su carro
- ¿Hace cuanto? – preguntó Santana
- ¿Qué? – La más pequeña ya había perdido el hilo de la conversación
- ¿hace cuanto soy un adulto independiente? – preguntó, nadie, nunca, desde que despertó le dijo cuantos años tenía ni a que se dedicaba
- Bueno… adulto… desde hace cinco años – los ojos de San se desorbitaron – sí, estás vieja… adulto con casa propia… desde hace dos… creo, y adulto independiente desde que te graduaste hace más de un año y empezaste a trabajar con mi papá – aseguró Rachel haciendo un recuento cronológico de la vida conocida de San.
- ¿De qué me gradué? – cuestiono, no recordaba nada de su vida
- De arquitecto – contestó Rache que después del asunto de la homosexualidad no había apreciado desde todos los puntos de vista lo inconveniente de ser amnésico
- Sabes adonde vivo ¿no? – preguntó San luego de perderse en sus pensamientos un par de minutos
- Si, solía venir antes de que empezaran las excusas raras y absurdas… las cuales supongo tenían que ver con tu aun desconocida novia – dijo y como Santana no recordaba nada el comentario no provocó ni vergüenza ni ninguna otra cosa – aquí estamos – dijo, el vigilante la recibió con cariño, con deseos de preguntarle por Britt pero se cohibió al ver a Rach.

Llegaron al piso y a la puerta del apartamento - ¿tienes llaves?-
- ¡No! – no se había dado cuenta
- Excelente, sabes algo de artes arácnidas que no nos hayas comentado – Santana ignoró el comentario.
- Debí perderlas en el accidente, seguro mi novia tiene una copia-
- López, ni siquiera le hemos visto la cara a tu novia – comentó Rachel
- Se llama Patricia – informo San
- Claro… y como es la única Patricia en la faz terrestre – dijo irónicamente la otra
- No estás ayudando – Reclamo Santana y se volteó, entonces vio el extintor y se acercó
- Tú tampoco – replicó Rachel al ver que se acercaba a extintor de manera extraña, de pronto San sacó una llave de debajo del extintor - ¿Cómo…? ¿Lo recordaste?-
- No, ahí la hubiese puesto de haber sido yo y como efectivamente fui yo, ahí estaba – dijo y con la llave de repuesto abrió, mientras Rach metía las maletas Santana regresó la llave a su sitio.

- No ha cambiado mucho – le dijo mientras hacía café
- Tiene que haber cambiado… porque no vivo sola – dijo la pelinegra medio distraída intentando encontrar fotos o algo que dijera que realmente la tal Patricia había dejado su huella ahí e iba a aparecer en algún momento.
- Tana es tarde, me tengo que ir a la casa de tu mamá a decirle porque estoy llegando sin su hija y a recibir uno de esos regaños que no recibo desde hace quince años-
- Okey – Acepto San aun sorprendida por no encontrar nada relacionado con su novia
- Cuídate – Pidió Rachel y se fue

Santana estaba buscando y buscando, pero no encontró nada, se cambió de ropa y se puso a leer unos documentos que estaban en la peinadora, notó que entendía todo a la perfección y hasta se le ocurrieron un par de ideas. Su bolígrafo se quedó sin tinta y buscando uno consiguió una foto debajo de unos papeles en la gaveta de la mesita de noche, era una foto de ella con Britt, en su mente, empezaba a preguntarse si esa novia realmente valía la pena, porque si era así entonces ¿por qué ella parecía estar más unida a esa rubia que a su novia?, se recostó un momento y se quedó dormida con la foto en la mano recostada del pecho.

Al apartamento llegó Britt, era una total imprudencia pero ella no podía dejar de hacerlo así que invitó a sus padres para disimular. Cuando llegó al cuarto vio a su amor durmiendo como un angelito con algo en la mano, le causó curiosidad y medio movió su mano sin despertarla y le quitó la foto, Britt sintió una total mezcla de sentimientos, culpabilidad, emoción, ternura, sentía que extrañaba a su Santana y le daba mucha rabia haber enredado todo el asunto.

- Hola – la saludó San y la despertó de sus recuerdos
- Hola – dijo Britt y llevó su mano con la foto detrás de su espalda
- Dámela – Pidió Santana y Brittany se la entregó avergonzada - ¿Cómo entraste? – le preguntó, ya que San empezaba a sospechar.
- La llave del extintor – aseguró y San le creyó – ajá, y ¿será que puedes explicarme por qué tenía esto en la mesita de noche?
- Tú y yo… sólo somos amigas… buenas amigas – aseguró Britt y Santana se levantó de la cama
- No me digas – dijo y empezó a caminar hacia la ojiazul – y ¿por qué tengo ganas de besarte? – preguntó mientras se acercaba a Brittany y ésta daba pasos hacia atrás hasta estar acorralada contra la pared, podía sentir el perfume de San y su respiración y su pulso se aceleraron, Santana empezó a acercar su rostro al de Britt y esta estaba totalmente ansiosa, no sabía si quería que la besara o se alejara.

- Hija ¿está Santy? – preguntó Patricio y Santana se separó de golpe de Britt
- ¡Si papi aquí está! – Le gritó Brittany desde la habitación principal a su papá – les pedí a mis padres que me acompañaran a darte la bienvenida – confesó Brittany y San no decía nada, se moría de ganas de besarla y al mismo tiempo quería matarla por haber llevado a sus padres como escudo.
- Claro… será un placer hablar con ellos – dijo la morena liberando totalmente a la ojiazul, quien salió corriendo de la habitación hacia donde estaba su mamá.
- Hola hija – Saludo Susan a San dándole un beso y un abrazo – no te preocupes, pronto nos recordarás
- Sí, me muero de ganas de recordar a esta familia, se me aclararía la mente – dijo mientras miraba profundamente a Britt, tanto que esta retiró la mirada.
Britt y San se sentaron en el mismo mueble y Patricio y Susan en el otro de enfrente – algo me estás ocultando – le dijo entre dientes mientras les sonreía a Patricio y Susan.
- Santy, mi papito se va de viaje ¿verdad papi? – Santana no pudo contener una linda sonrisa, no sabía si le causaba gracia la manera en que Britt ignoraba sus preguntas o si le causaba ternura la relación que tenía con su padre y eso era lo que le causaba gracia.
- ¿adónde va a viajar señor…? – preguntó luego de que Patricio asintiera
- Patricio, aunque tú me llamabas Pato – aseguró el padre de la rubia
- ¿Patricio? – Preguntó y volteó a ver a Britt, quien se encogió de hombros – pues señor… yo era una total… falta de respeto... o le tenía mucha confianza – y volteó a mirar a Britt una vez más
- Yo siempre pensé que le tenías más confianza que a mí – agregó Susan
- Yo juraba que la respetabas mas a ella, pero no me molestaba – continuó Patricio y ante ambas alegaciones San se sintió un poco acorralada
- Lástima que haya perdido la memoria y no pueda decirles la verdad – aseguró Santana – aunque eso sucede mucho ¿no Britt? – preguntó y la muchacha no contestó nada en lo absoluto
- En fin, me voy a Tokio por una semana – Informo Patricio y comenzó a explicarle a San qué iba a hacer en Japón y por qué.

Las horas transcurrían y mientras tanto Quinn y Blaine conversaban en un café - Al final no sé cómo va a resolverlo pero sé que la ama mucho y mientras siga siendo así supongo que ningún obstáculo será demasiado grande – aseguró Blaine
- Sí, ella me hace reír mucho porque la adora, dice que San es tan especial que logró meter en el closet a una persona que nunca había estado en él porque siempre estuvo segura y orgullosa de quien era – comentó Quinn
- En realidad eso no es de ahora, siempre fue así, pero ella debió aprovechar la salida del closet de Tana frente a toda su familia para hacerle frente a la situación – lamentó Blaine
- Yo estoy de acuerdo pero en realidad también la comprendo un poco, no iba a lograr nada diciéndole a la madre todo porque igual San no recuerda nada – aseguró Quinn
- Pero la pérdida de memoria de Santy es temporal – replicó Blaine
- Precisamente, puede esperar a que San recupere la memoria y entre las dos le dan la noticia a la madre-
- Gloria igual va a odiarla, si quiere aceptarla lo va a hacer y si no, no importa que a Britt le salgan alas y una aureola, no va a aceptarla y punto – Blaine conocía un poco a Gloria por las pocas cosas que le contaba San de ella
- Bueno pero al menos se van a tener la una a la otra para apoyarse, ahorita es como si San no estuviese del todo… por esto terminamos ¿no? – Preguntó Quinn y Blaine se quedó callado – hasta por ellas peleamos
- No siempre fue así – aseguró Blaine – tal vez cambiamos – continuó y ambos se quedaron un rato en silencio tomando café
- A veces me gustaría ser lesbiana – comento Quinn
- ¡¿Qué?! – Exclamó alarmado Blaine - ¿por qué? No estás viendo por todo lo que están pasando las muchachas gracias a eso-
- En esa relación es más equitativo el asunto, quisiera estar con un hombre que no sintiera que pierde la hombría si se apoya un poco en mi – explico Quinn
- Yo quisiera apoyarme en ti, si me lo permites claro – confesó Blaine y Quinn sonrió.
Eso representó un nuevo inicio entre ellos.

En el apartamento de San, Britt y su familia estaban dispuestos a irse
- Que tenga buen viaje señor Patricio – dijo San mientras se despedía – yo le cuido a su hija – aseguró y tomó a Britt por la cintura sin soltarla.
- Como siempre – dijo Patricio y salió con Susan
- ¿Me vas a soltar? – preguntó Britt un poco nerviosa
- No – dijo serenamente San – después la llevo a su casa – aseguró
- ¿Con qué carro más o menos? – preguntó la rubia
- Ya veremos, el hecho es que no vas a salir de aquí hasta que hables conmigo así que despídete de tus padres – a eso Britt suspiró
- Nos vemos más tarde, yo llego antes de que te vayas – le aseguró a su padre y Santana cerró la puerta pero quedó medio abierta.
- Bueno… estás en tu casa – el rostro de Brittany fue revelador ante este comentario -¿Esta era tu casa? – Le preguntó Santana acercándose un poco y Britt que prefería quedarse callada – vamos por favor Brittany, ya basta, una novia llamada Patricia como su padre, ¡tu papá se llama Patricio! – Reprochó y continuaba acercándose, Britt caminaba hacia atrás una vez más – deja de huir, ¿Qué vas a ganar con eso? ¿Qué hacía esa foto en mi gaveta? ¿Por qué no hay rastros de esa fulana novia? ¡Dime la verdad!... vamos, tienes la oportunidad – dijo y se acercó a ella pero esta vez la ojiazul no retrocedió y la morena tocó su rostro – demuéstrame que eres inteligente – decía bajando el tono de voz – cállame la boca y dime algo que pruebe que todo lo que has dicho no son mentiras – Brittany tomó el rostro de San con ambas manos y la miró fijamente a sus ojos marrones.

- No puedo – dijo y se acercó totalmente, sus labios se unieron, Santana se unió más a Britt y la besó de vuelta.