Re: [Fic Klaine] "Mentalmente Accesible"XV "No man's land" "Part II"

por alexluis Sáb Ago 03, 2013 10:33 pm

Por favor no tardes me encanta tu historia es tan fantastica me encanta no tardes quiero saber que pas con kurt, adam, tina, blaine y todo me muero por saber que pasa por favr no tardes mucho [Fic Klaine] "Mentalmente Accesible"XV "No man's land" "Part II" - Página 5 2145353087

[Fic Klaine] "Mentalmente Accesible"XV "No man's land" "Part II" - Página 5 2145353087

por Invitado Lun Ago 26, 2013 2:56 am

Gabriela Cruz escribió:Me dio gusto que hayas actualizado por fin, espero con ganas el siguiente capítulo.

A mi me facina siempre saber de ti por medio del fic. ¡Espero la actualización te guste!

Kenigal escribió:
POR Dios no lo puedo creer casi muero con este fic hasta prepare críspetas y todo cuando me di cuenta del nuevo cap y debo decir me encanta de pies a cabeza está demasiado genial en serio tienes futuro para la escritura o ser guionista o no sé qué más te mereces un óscar esta súper el fic.

Que palera le dieron al pobre Blaine jamás pensé que Santana pudiera tratarlo tan mal pero ya veo que si me encanto la pélela hasta les dedique una que otra porra ero no me decidía a favor de quien.

En serio Bladimir está loco por Kurt o son cosas mías cielos le regalo un canario de hielo eso es para saltar osea un canario de hielo haber jajajajajajajajaj pero es que Kurt no se deja querer teniendo en cuenta que Bladimir no se rinde para que pero el hombre es muy perseverante ridículamente pero con todo lo que le dice Kurt y el hay y hay estoy seguro que ir a por él.

¡Kenigal! Tus comentarios siempre me hacen sonreír ¡Siempre!

Muchas gracias por decir que tengo talento, me gusta escribir más que cualquier otro pasatiempo. ¡En verdad parecio mucho quete guste lo que hago!

Pasando al capítulo, bueno, era necesario para que así los acontecimientos sucedieran como tenía previso. Pero Santana no es mala. Vladimir considero es un encanto de chico, habrá mucha interacción entre Kurt y él más adelante. ¡No te desepcionará!

Kenigal escribió:
Tina no sé si odiarte o preocuparme la tienen apresada como si de una loca esquizofrénica se trate pero quien la manda a ser sapa aunque la perder la vida hace dudar a cualquiera eso lo logro entender pero hajjjjjjj por s culpa todo están en un gran aprieto pero hay hombre no se no que pensar sobre ella.

Amo a Marley es mala y todo pero me encana como personaje es genial y esta con Jake ósea el existirá en este fic lo leí y no lo creí y cuando mencionaste a Kitty y a karofsky casi me caigo de la silla osea ese dúo para una batalla será no se algo como DIIIOOOOOSSSSSS ya quiero saber cómo se desenvolverá dicha situación estoy impaciente.

Tina está actuando para sobrevivir. La pobre sufrirá unas cuantas situaciones malas mientras la mantengan encerrada. ¡La pobre seguirá culpandose!

Yo también amo al personaje de Marley. No sé, me gusta muchisimo. No responderé si Jake tendrá participación porque eso le restaria emoción al fic. Eso ya lo podrás ver más adelante. Kitty y Karofky considero son un duo de malosos perfectos para la batalla. ¡Al imaginarlos casi tuve un colapso o algo! Espero el capítulo te guste en su totalidad.

Kenigal escribió:
Por favor que den buen pele que Kurt le de sus bueno golpes a los enemigo ojala y no lo atrapen tan rápido que o les salga fácil Dios Dios Dos.

Para terminar me encanta tu fic esta genial parece película y a propósito narras muy bien excelente diría yo pero las pelea con poderes y eso trata de describirlas un poquito solo un poquito más para que sean más reales eso sería todo me encanta el fic miles miles de gracias por escribir.

Kurt dará buena pelea, pero todo tiene un por qué, así que no desesperes al leer el fic. ;)

He tomado tus comentarios muy en serio, espero no desepcionarte.

gabiigleek escribió:
Me encanto no tardes en actualizar todas las escenas estuvieron fantasticas y escribes genial ya quiero saber que pasara no tardes

¡Que bueno que te gustara! Muchas, muchas gracias por tus bonitas palabras!

¡Espero te guste el capítulo!

Aloklainer escribió:No te preocupes, aquí estaremos esperando el siguiente capítulo :) Yo también pase por una situación así hace unas semanas, pero mantente fuerte y seguramente todo saldrá bien. Aquí estamos apoyando.

¡Agradezco tanto tu paciencia! Lamenté mucho saber que también has pasado momentos dificiles, sin embargo, recuerda en este foro somos como una gran familia. ¡Cualquier cosa siempre estamos para ayudar!

¡Gracias por ser tan fiel al fic y por tu apoyo!

darckel escribió:es la primera vez que comento tu fic desde aca ya que lo lei por fanfiction, solo te quiero decir que estes tranquila, conserva la calma y todo saldrá bien, fuerza para ti y tu familia, nos leemos cuando estes lista

¡Cualquier comentario siempre será bienvenido!

No sabes cuanto agradezco tus palabras de aliento. ¡Fueron epocas complicadas! ¡Gracias al cielo ya todo está mejorando!

¡O jalá el capítulo nuevo te guste! ¡Saludos!

Veronica Everett Criss escribió:Hola, soy nueva lectora... Esperaremos actualices cuando puedas, no te preocupes por eso, la familia es primero... Cuidate :)

¡Bienvenida al fic! Muchas gracias por tu apoyo y paciencia.

Alexluis escribió:Por favor no tardes me encanta tu historia es tan fantastica me encanta no tardes quiero saber que pas con kurt, adam, tina, blaine y todo me muero por saber que pasa por favr no tardes mucho

Lamento mucho la demora. ¡Espero el capítulo te guste!

por Invitado Lun Ago 26, 2013 3:12 am

Advertencia: Este fic ha sido elaborado de una fan para fans sin fines lucrativos, basado en el cómic de X Men. Contendrá Original Character, Out of Character y Slash. Nada referente a Glee, Fox o Marvel Comics me pertenece. El capítulo que están por leer tiene abuso de lenguaje, violencia explicita e inclusive agresiones dirigidas a ciertos personajes. Si eres sensible, o simplemente tales escenas te desagradan, recomendaría regresar por dónde has venido. ¡Lo he dicho con antelación! ¡Sobre aviso no hay ningún engaño!

Agradecimientos especiales: A Le Fay Morgana, sigo aquí gracias a tu guía constante. De verdad no tienes idea cuanto agradezco el momento en que decidiste dejarme un comentario, porque así pude conocerte y tener el honor de que te convirtieras en mi Beta. Ya lo he escrito antes, pero no me canso de hacerlo: ¡Yo no sé qué habría hecho sin ti! Por otra parte, considerando no contestaste mis correos ni mensajes, pues lo tomé como respuesta positiva.

También agradezco a quienes leen pero no comentan, los que comentan y me hacen saber su opinión, y a quienes sin decir nada, siguen el fic. ¡Los amo a todos!

...

Capítulo XV

"No man's land"
"Part II"

El poderoso sonido del choque se escuchó prácticamente en todas direcciones, varios Kilómetros a la redonda.

Un brutal estrepito de cristales rotos sumado al escalofriante crujido del metal sobrecalentado que colisionó sin misericordia contra el húmedo asfalto, rompió toda posible tranquilidad reinante en aquella apartada zona correspondiente, según los mapas, a la poca transitada ruta 33. Tan atroz impacto provocó que la vagoneta donde los tres profesores y Kurt viajaban, se elevara por los aires, trazando amplias y peligrosas volteretas al seguir una inercia ya inevitable. Pese al tamaño y peso total con que contaba el vehículo siniestrado, éste rebotó repetidas ocasiones justo a como una simple pelota de playa lo haría, arrastrando consigo todo cuanto tuvo desgracia de cruzársele enfrente.

Aunque sólo pudieron haber sido escasos segundos mientras todo giraba descontroladamente, fueron momentos angustiantes para los cuatro pasajeros. Desde el interior cada vez más deformado debido esos descomunales y constantes impactos recibidos, presenciaron casi en cámara lenta la horrorosa manera en que el mundo exterior se trasformó en fugaces figuras informes, confusas e inteligibles, haciéndoles emitir desde las profundidades más recónditas de sus gargantas aterrorizados gritos.

Entre tanta inaudita confusión, Quinn, motivada quizá por un desconocido e irracional impulso detonado gracias a la adrenalina, alcanzó a desplegar una gruesa barrera cuya funcionalidad consistió en protegerles de cualquier golpe mortal producto del choque. Envueltos entre espesa luz dorada, poco a poco perdieron velocidad hasta detenerse cuando impactaron contra un pequeño grupo de arboles de generoso tamaño.

Algunas aves emprendieron el vuelo, huyendo espantadas lo más lejos posible.

Y otra vez hubo calma.

Con los neumáticos apuntando directo al espeso cielo nublado, el automóvil permaneció quieto, inservible, incapaz de funcionar otra vez. Pese a que la lluvia caía copiosamente produciendo repiqueteos constantes contra la maquinaria sobrecalentada y arruinada, insano vapor negruzco emergía desde distintos sitios aleatorios, indicando ciertas áreas habían colapsado irremediablemente y necesitaban atención inmediata. Pero nadie les brindaría ninguna clase de reparación, puesto que ningún movimiento era perceptible.

Sólo podía apreciarse esa ligera luz brillar tenuemente a través de los huecos donde antes estuvieron las ventanillas polarizadas.

El primero en recuperar plenamente la conciencia fue Blaine. Permitiéndoles a sus resentidos pulmones liberar un pesado suspiro repleto de tensión que hasta apenas ese instante notó estuvo reteniendo, jadeó buscando recuperar el aliento, del cual se había privado inconscientemente. Demasiado atontado, aturdido y asustado como para pensar nada coherente, prefirió quedarse quieto; acción sencilla considerando todavía permanecía sujeto al férreo agarre impuesto por el cinturón de seguridad.

Anderson debió sacudir su confundida cabeza y parpadear constantemente puesto que juraba podía vislumbrar brillantes lucecitas multicolores titilándole inclusive aun manteniendo los párpados cerrados. También creyó una potente lavadora industrial le funcionaba sin misericordia dentro del estómago que, combinado con el molesto e incesante pitido zumbándole directo en los tímpanos casi lograron hacerle vomitar lo que desayunó esa misma mañana.

Conteniendo apenas las espantosas arcadas, movió ambos brazos hasta conseguir apoyarse contra la parte inferior del auto volcado, permitiéndose obtener así cierta estabilidad. Mala idea. Un espantoso latigazo le castigó el cuello, clavándosele tan intensamente que le arrancó un gruñido nada alentador. Aunque casi nunca solía utilizarlas, eligió unas cuantas maldiciones del "florido" vocabulario que Santana empleaba seguido mientras luchaba por librarse del cinturón. Falló miserablemente cada oportunidad. Blaine, siguiendo ciertos accesos de locura temporal, rió sardónico; si Santana llegase a enterarse…

Con sorpresiva rapidez, casi como si le tiraran contra el rostro una cubeta repleta con sólidos cubos de gélido hielo, Blaine creyó la sangre se le congelaría entre las venas cuando recordó cada acontecimiento previo al tremendo incidente que por poco y los enviaba directo y sin escalas al otro mundo. Alarmado, ya despierto y alerta, Anderson comenzó a removerse inquieto, tanteando con dedos temblorosos el caprichoso pestillo del apretado cinturón aún sin obtener los resultados deseados, lo cual sólo logro aumentar su incipiente ansiedad. Gruñó enfadado consigo mismo, preguntándose cómo demonios sucedió exactamente todo.

Un maldito instante huían igual a verdaderos desquiciados del inminente ataque enemigo y al siguiente yacían boca abajo después de estrellarse sin misericordia contra un jodido pilar rocoso cuyo único objetivo consistió en impedirles seguir avanzando.

Ya harto, utilizó sus habilidades para cortar las estúpidas ataduras le restaban suficiente movilidad. Siguiendo las siempre presentes leyes físicas, Blaine cayó sobre manos y rodillas sin posible elegancia produciendo un leve repiqueteo metálico acompañado de amortiguados crujidos emitidos debido a todos los cristales rotos descansando bajo su peso. Restándole importancia a ciertos pinchazos que notó cuando diminutas esquirlas le traspasaron fácilmente la piel, Blaine procedió a inspeccionar los daños recibidos, iniciando con la parte trasera del vehículo.

Cualquiera podía darse cuenta aquella área también sufrió serios daños, sin embargo, Santana y Quinn parecían haber librado bien la situación. Santana, ubicada justo encima de Fabray proporcionó protección extra por si la barrera expedida recién segundos antes hubiese sufrido cualquier fractura importante, permitiendo entrada a agentes lacerantes que les causaran heridas irreparables. Las dos estaban tan cerca que al hombre de cabellos negros le resultó complicado diferenciar dónde comenzaba una y terminaba otra.

— Hey —las llamó. Preocupación latente impregnada en cada una de las palabras emitidas—. ¿Se encuentran bien, chicas? —quiso saber. Desde aquel ángulo Blaine no podía constatar si necesitaban auxilio.

Santana reaccionó cuando escuchó la voz del moreno desde su espalda. Regresando a la realidad, creyó estar despertando de una espantosa pesadilla cuando, muy lento, se separó unos cuantos centímetros de Quinn, quien parecía haber entrado en profundo estado catatónico. Si hubiese sido cualquier otra situación, Santana soltaría ciertos comentarios sarcásticos respecto a cómo lucía el pálido rostro descompuesto de la rubia, sin embargo, hizo otra cosa muy distinta: aflojó toda presión impuesta sobre los deformados asientos y descendiendo, adoptó otra posición donde pudiese actuar más libremente.

—Mírame cariño —pidió utilizando tono tranquilo, suave y amigable. Quienes conocían sólo superficialmente a la ruda profesora, bien podrían llevarse una gran sorpresa al oírla dialogar así—. ¿Crees tener algo roto? —preguntó, inspeccionándola superficialmente esperando encontrar cualquier anormalidad que indicara lo contrario. Al verla negar, cálido alivio le recorrió—. Eres una jodida genio Fabray —dijo permitiéndose regalarle una amplia sonrisa satisfecha—. Gracias a ti nuestros traseros vivirán otro día.

Quinn le regresó la sonrisa, aunque ligeramente temblorosa—. Eso…—titubeó apenas audible— eso pensé — concediéndole razón, Santana regaló pausadas caricias sobre las mejillas ajenas faltas de saludable color.

Aunque Fabray prácticamente les salvó a todos, nunca se arrepentiría de saltarle encima y autoimponerse como escudo humano. Quinn podía ser un nivel medio completamente capaz de defenderse por si misma, no obstante, seguía poseyendo innegable fragilidad humana. López en cambio era otra historia diferente; poseer habilidades tan agresivas le consentía soportar colosales golpes sin temor a futuras repercusiones.

—Quinn, voy a necesitar permanezcas tranquila ¿de acuerdo? Te sacaré de aquí aunque sea lo último que haga —ella asintió. Confiaba en Santana porque siempre cumplía sus promesas—. Hobitt —girándose apenas al moreno, continuó—, yo puedo arreglármelas bien aquí sin problemas, mejor tú encárgate de Lady Hummel.

Blaine no necesitó pensarlo demasiado antes de obedecer y ponerse manos a la obra. Deslizándose sin mayores contratiempos donde Kurt yacía inconsciente aún amarrado contra su asiento, colocó dos dedos sobre el cuello justo en la conocida área del pulso, rezándole a cualquier divinidad existente todavía estuviese ahí. Anderson creyó sentir un inusual mareo momentáneo tras sentirlo golpetear firmemente contra la blanca piel de alabastro.

Kurt estaba vivo.

Poniendo en práctica sus conocimientos básicos de primeros auxilios, exploró exhaustivamente el cuerpo más delgado y sólo se detuvo cuando creyó no era necesaria ninguna intervención médica profesional inmediata. Hummel parecía magullado, igual a todos, pero intacto. Soltándole, sujetó al chico castaño entre sus brazos lo más delicadamente posible, como si tuviera entre las manos una preciada joya invaluable que necesitaba ser salvaguardada a toda costa. Acunando al muchacho contra su pecho, Blaine reconoció inauditos instintos protectores despertar desde lugares insospechados, todos ellos, dirigidos exclusivamente a Kurt.

"Ellos" les habían encontrado. Anderson tenía muy en claro era algo que sucedería tarde o temprano con Kurt fuera de las seguras instalaciones del colegio, sin embargo, nunca creyó ocurriría tan pronto.

Si sobrevivían, prepararía un largo discurso asegurándose de incluir los "te lo dije" tanto como pudiera, además de un castigo lo suficientemente apropiado. Tomando nota mental al respecto, Blaine reflexionó sería mejor dejar eso para después y enfocarse en el presente puesto que ya sentía cerca a esos miserables bastardos. Abrazando más fuerte a Kurt, Anderson prometió defenderlo a costa de cualquier precio. No les permitiría acercársele. Haría cuanto hiciera falta para que los muy cerdos no tocaran ni un solo cabello en la cabeza del adolescente.

¡Primero debían pasar sobre su cadáver!

—Kurt —meciéndole, Blaine creó una delgada conexión telepática entre ellos obligándolo a regresar con mayor prontitud—, tienes que despertar —continuó suave, evitándole cualquier exabrupto que lo asustara —. Vamos pequeño, déjame ver tus bonitos ojos azules —solicitó al mismo tiempo que Quinn desvanecía la barrera, cuya rígida solidez se evaporó entre diminutos destellos dorados cual mítico polvo de hadas, permitiéndole a Santana crearles segura vía de escape—. Kurt, despierta... por favor.

Blaine estaba desperdiciando tiempo valioso, y en circunstancias tan complicadas simbolizaba la gran diferencia entre vivir o morir. Encerrados en un sitio tan estrecho, le imposibilitaría defenderse adecuadamente ofreciéndole en bandeja de plata al enemigo la posibilidad de arremeter contra ellos sin esfuerzo. Necesitaban comenzar a desplazarse entre las inmediaciones del terreno circundante cuanto antes.

—¿Qué mierda haces, Anderson? ¿Acaso pretendes esconderte allí todo el día? —Santana gritó iracunda—. ¡Tenemos compañía acá afuera!

Crueles escalofríos recorrieron al profesor ante semejante desalentadora advertencia. Dentro de nada aquel sitio se convertiría en un auténtico campo de batalla. Si seguía albergando dudas sólo ocasionaría que los liquidasen a todos y reclamaran a Kurt como premio a su victoria. ¡Eso nunca! Sin miramientos, mandó volar lejos la puerta del copiloto abriéndose paso, llevando consigo a Kurt prácticamente sobre su espalda. Santana y Quinn nada más verle emerger, acudieron prontamente para ayudarle con Hummel.

Agradecido, Blaine confió el cuidado del desfallecido adolescente a Fabray y procedió a ponerse en pie conforme estudiaba las imponentes figuras que seguían esperando varios metros más allá, impasibles.

Enfurecido, Blaine apretó la mandíbula con tanta fuerza que dolió. Irracional e inaudita rabia hirviente igual que veneno se encargó de carcomerlo desde dentro, instándole a rememorar amargamente los terribles horrores y desdichas relacionadas con esos vergonzosos días pertenecientes a su turbulento pasado. Sólo tener enfrene esos putos uniformes blancos despertaban en él dañinos sentimientos destructivos. Prácticamente lo obligaban a retroceder muchos años atrás, formulándole la idea equivocada de ser un adolescente asustado y ridículamente inseguro. Un chico idiota, asustado y carente de carácter suficiente para proteger todo cuanto le importaba.

Pero Blaine apartó tales pensamientos lejos porque ya no era un niño. Durante su proceso de crecimiento eligió un camino cuya complejidad le permitió desarrollar adecuada inteligencia así como fuerza física, cualidades que impidieron tropezar contra los mismos errores una segunda ocasión. Ahora era un hombre; un hombre con suficiente experiencia capaz de afrontar cualquier situación satisfactoriamente, y esta, definitivamente, no sería excepción. Envolviendo sus manos hasta convertirlas en sendos puños apretados, se anticipó ante cualquier mínimo acto hostil del enemigo.

Santana por otra parte, sonrió complacida. Enfundándose unos guantes negros sin dedos que tenían adheridos dos gruesos brazaletes de metal, la latina tuvo plena y tranquilizadora certeza que Anderson mantendría su mente despejada, centrada en lo necesario y así mismo sería capaz de cuidarse las espaldas solo.

—¿Qué rango serán? —tomando a consideración la generosa distancia entre ambos bandos, era imposible determinar nada concreto, sin embargo, Quinn preguntó porque le inquietaba demasiado ese detalle.

Siendo niveles medio ellos sabrían enfrentarles sin mayores contratiempos, pero, si por desafortunadas casualidades del destino esos dos resultaban ser Generales dudaba pudiesen manejarlos adecuadamente. Aunque técnicamente los Generales también recaían sobre niveles estándares medios, según tenían entendido los sometían a rigurosos entrenamientos inhumanos que acababan convirtiéndolos en autenticas máquinas asesinas. Eran agresivos, imparables, poderosos y no tenían nada qué perder.

Muy a diferencia de Fabray, a quien una adorable niña pequeña le esperaba de regreso en casa—. Supongo lo estaremos averiguando pronto —había dicho Santana al avanzar unos cuantos pasos, posicionándose frente a Quinn cual férrea estatua, cubriéndola así del escrutinio enemigo—. Ahí vienen.

Efectivamente, ellos poco a poco se aproximaban cada vez más.

—Escuchen —pidió Blaine, su tono de voz casi al borde de la ira pura—. Manténganse siempre alertas —aconsejó—. Esos cabrones no entenderán razones aunque sus miserables vidas dependan de ello; les han dado órdenes especificas y si oponemos resistencia buscaran la manera de acabarnos si con eso consiguen obtener lo que quieren. Quinn, necesito cubras nuestras espaldas todo cuanto puedas, también considero sería prudente internar esta zona en cuarentena permanente. Suficientes daños hemos causamos ya —dijo refiriéndose a los árboles extraídos desde raíz, los profundos destrozos del asfalto y los postes eléctricos derrumbados cuyo cableado serpenteaba informe varios metros. Ella asintió.

La chica encontró lógico Blaine planteara tomar medidas preventivas porque, sólo con apreciar mejor al adversario cualquiera lo suficientemente perspicaz habría hecho exactamente lo mismo. Como bien comprobaron instantes más tarde, uno de ellos era un hombre joven cuyos oscuros cabellos castaños estaban amoldados siguiendo el más rígido corte militar existente, aumentando la evidente carencia emocional en su hostil rostro levemente redondeado.

Poseía privilegiado metro noventa y cinco de estatura, la cual contrastaba descomunalmente con un imponente físico robusto, cuya esculpida masa corporal destilaba espeluznante aura violenta incontrolable. En pocas llanas palabras: una jodida mole humana que les acarrearía asegurados riesgos potenciales. Ataviado con pulcro uniforme blanco, ahí, bordado sobre el hombro donde portaba un inmenso martillo labrado, dos delgados rectángulos evidenciaban se hallaban en presencia de dos Capitanes.

Por otra parte, la mujer que le acompañaba contrastaba casi de manera cómica en comparación. Obviamente más pequeña, gozaba esbelto cuerpo curvilíneo bien proporcionado y ejercitado. El uniforme, haciéndole justicia, se acentuaba en los sitios correctos resaltando su estrecha cintura, caderas amplias, piernas interminables enfundadas en altas botas negras y un busto bonito y generoso. A simple vista parecía inofensiva, sin embargo, ese rostro angelical se corrompía con ciertas muecas autosuficientes, controladoras y sádicas. Ella no temía acabar vidas inocentes. Sus fríos ojos carecían de conciencia.

No mostrarían indulgencia. Nunca lo hacían—. Debo decir —comenzó la atractiva rubia al cruzarse altaneramente los brazos contra el voluminoso pecho—, me parece inusual que tres basuras insignificantes pretendan enfrentarnos a salir corriendo asustados. Bueno —dijo burlona, encogiendo los hombros—, supongo deberemos encontrar la manera de volverlo más emocionante. ¿No lo crees así, Dave, querido? Castigar imbéciles insensatos siempre suele ser interesante.

—¿Sabes qué más podrías encontrar interesante? —Santana preguntó utilizando tono mordaz y sarcástico, mofándose del razonamiento contrario, quitándole importancia—. El sobreestimar al adversario tan deliberadamente sin haberle combatido primero —espetó mostrándole ambas manos a manera de invitación—. Vamos muñeca, si vienes aquí, personalmente podría demostrarte quién es la imbécil.

Una torcida sonrisa insatisfecha adornó los delgados labios de Kitty ante la provocación.

—Dejemos las estupideces —interrumpió Dave, evidenciando su notorio mal carácter e impaciencia. En realidad, él jamás pudo considerarse a si mismo una persona especialmente paciente. Desde pequeño, siempre fue lo mismo; con regularidad permitía a impulsos básicos inducirle, haciéndole olvidar pensar antes de actuar. Y dichos controladores impulsos luchaban minuto a minuto por satisfacerse, inyectándole cual adictiva droga deliciosa anticipación ante lo que pronto sucedería. Ansiaba combatir. ¡Bajo ninguna circunstancia aceptaría continuar esperando! —. Entréguenos al chico —ordenó autoritario—; háganlo y tal vez considere acabar pronto con ustedes sin torturarlos demasiado.

Quinn contrajo su cuerpo unos cuantos centímetros para sostener a Kurt más cerca, mientras Blaine y Santana tomaron poses defensivas totales—. ¿Qué si nos negamos? —Anderson lanzó el reto.

Reto que ellos aceptaron de inmediato.

—Entonces…— Karofsky frunció el entrecejo inconforme— me darás exactamente lo que quiero, maldito idiota.

Iracundo, Dave emitió un profundo bufido espantoso parecido al de un toro e, inclinándose, hizo uso de una irreal agilidad que sería imposible para cualquier otra persona con semejante tamaño monstruoso. El Capitán, tras impactar su pesado pie contra la húmeda calzada desgarrándola como débil papel crepé, elevó cuatro considerables trozos del pavimento que, manteniéndose suspendidas apenas escasas fracciones de segundo en el aire, fueron despedidas contra los profesores a extraordinaria velocidad. Blaine interpuso una resistente pared psíquica y las rocas, precipitándose con la vertiginosa potencia de un montacargas fuera de control, colisionaron contra el muro invisible reduciéndose a simples añicos.

— ¡Ahora! —rugió Anderson sobre los silbidos del viento.

Fabray extendió su mano derecha dándole forma a una diminuta pelota plateada que tardó apenas segundos en salir disparada al borrascoso cielo vespertino en perfecta línea recta. Nada más alcanzó importante altura, detuvo su marcha y trazó un perfecto rectángulo luminoso que adquirió profundo tono violeta. La recién creada figura no tardó demasiado en bajar, cubriéndolo todo entre cuatro lejanas paredes cristalinas. La lluvia paró. Confinados ahí dentro, la tormenta ya no podía descargar sobre ellos su incipiente furia, castigándoles con el viento que antes les azotaba inmisericorde contra el rostro y mecía las ramas de árboles cercanos con violencia.

Tampoco había sonido perceptible alguno. Silencio sepulcral casi palpable flotaba entre ambos bandos, acrecentando la tensión. Nadie entraría o saldría sin antes dar por concluido el enfrentamiento.

Implicara lo que implicara.

Kitty, pretendiendo sufrir inaudita sorpresa ante lo que estaba presenciando, emitió un suave silbido—. Felicidades niña —dijo dirigiéndose a Quinn. La profesora sólo se limitó a dirigirle reprobatorias miradas tan frías como filosos dardos de hielo. Sabía fue una reacción suave dadas las circunstancias, sin embargo, ese cada vez más creciente miedo atenazándole la boca del estómago le imposibilitó hacer más—, has creado una excelente zona protegida —trazando breves círculos con su muñeca izquierda, Kitty condensó pequeñas gotas de agua cada vez más visibles y abundantes—. Mientras sigas con vida no podremos marcharnos, por lo tanto…—importantes cantidades del líquido incoloro, arremolinándose inquietas torno a Kitty igual que resbaladizas serpientes venenosas, adquirieron otra imagen.

Largas lanzas puntiagudas apuntaron peligrosamente a Quinn y Kurt. Aunque Fabray bien podía con un ataque tan simple, Santana reconoció con cuanta saña Kitty había hecho aquello. Intentaba asesinarla porque sólo así conseguirían deshacer la barrera de manera efectiva.

—¡Maldita hija de perra! —bramó furiosa. Sin dudarlo, motivada por instinto, Santana se interpuso en la certera trayectoria del ataque dispuesta a repelerlo, pero antes siquiera de intentar nada los vio virar drásticamente siguiendo otra dirección muy distinta, enfilándose donde Blaine estaba parado—. ¡Carajo! ¡Agáchate Anderson!

La cabeza de Blaine giró hacia Santana porque el evidente tono rebosante de advertencia total así lo demandaba. El profesor apenas tuvo tiempo suficiente a su favor antes de tirarse contra la áspera dureza del piso empapado, rodar sobre su hombro sin mayores problemas y levantarse lo más pronto posible. Entonces, estudiando brevemente los alrededores, sin esperar alguna otra cosa, retrocedió para luego comenzar a correr, ajelándose lo más posible del camino principal.

Ahora confiaría todo lo demás en manos de Santana.

Kitty se echó a reír complacida ante semejante reacción, sintiendo implacables olas calientes recorriéndola. El desagradable sonido de sus carcajadas resonaron igual que estridentes gong" dentro del aislado sitio, desvaneciéndose entre opacos ecos. Y pensó que no podía ser más perfecto; ella adoraba perseguir presas débiles. Los motivos que le impulsaban le resultaban desconocidos, aunque tampoco podía importarle mucho conocerlos, sólo procuraba satisfacerlos lo suficiente cuando cegaba sus patéticas vidas mientras rogaban misericordia.

Algo que ella nunca había demostrado antes con nadie.

Emocionada ante la deliciosa oportunidad de arrancar la cabeza del pequeño bastardo escurridizo, Kitty salió tras Blaine utilizando gruesos remolinos como manera más práctica de acortar distancias y proseguir con lo inevitable.

Creciente incertidumbre invadió de Santana ante esto, pero sólo pudo desearle buena suerte a Blaine. Anderson era capaz de arreglárselas solo; suficientes peleas contra distintos adversarios, cada uno complicado muy a su manera le permitía hacerlo. Sin embargo, no por ello a la joven latina dejaba de preocuparle menos. Al crecer prácticamente juntos desprovistos de familia propiamente dicha, ellos forjaron sólidos e inquebrantables lazos aún cuando ni por asomo compartían parentesco sanguíneo posible.

Y precisamente era por esos motivos que Santana depositaba toda posible esperanza en verlo otra vez cuando aquel infierno terminara.

Preparando su posición, López encaró al otro hombre. Dave a su vez la observaba desde cierta prudente distancia como si tuviese enfrente una cucaracha especialmente asquerosa y molesta; un detestable insecto que necesitaba ser eliminado con prontitud. Aunque Santana permaneció indiferente ante el constante escrutinio, se dijo a si misma ese sujeto era demasiado grande. De todos los tipos con quienes haía enfrentado antes, quizá sólo uno o tal vez dos podrían comparársele en estatura.

No obstante, meditó inquieta, todos ellos solían ser simples enclenques intoxicados ante las atractivas posibilidades de ganar dinero fácil y cuyos sentidos nublados gracias a irresponsables cantidades de alcohol barato ingerido dejaban mucho que desear. Con recalcada diferencia, su oponente actual parecía tener absoluta disciplina sobre cada aspecto físico o mental.

Santana evitaría caer en el garrafal error de tomarlo a la ligera.

Sacándola de sus pensamientos, Karofsky avanzó dos pesados pasos, aproximándose otro tramo. Cautelosa, la chica morena retrocedió otros dos y juró pudo sentir incipiente miedo provenir de Quinn. Ella auténticamente estaba aterrada. Maldiciendo, Santana creyó que Fabray comenzaba a dejarse dominar por el pánico y ahora mismo hilaba montones de pensamientos pesimistas que le hacían imáginar incontables escenarios desfavorecedores sobre cómo concluiría aquello. Cierto, nadie tenía a su entera disposición posibilidades ventajosas; todo se reducía a habilidad, fuerza e inteligencia para inclinar la balanza del lado correcto.

Pero Santana no podía volverse y explicarle. Era algo con lo que debería aprender a lidiar sola puesto que cualquier ínfimo descuido deliberado sería fatal.

Apenas asimilaba debido a la potente adrenalina que bombeaba caliente como lava hirviendo entre cada terminación nerviosa, era momento de atacar primero. Encogiéndose sobre sus rodillas para centrar fuerza suficiente en las piernas, tomó impulso y saltó unos buenos cuatro metros desafiando toda posible ley de gravedad existente. Halando su brazo izquierdo atrás trazando una perfecta curva, Santana aplicó cada gramo de fuerza e incluso peso corporal sobre el puño y, como bala, se precipitó contra Karofsky.

Ante tan inesperada manera en que Santana aterrizó contra la ya deteriorada calzada, Quinn profirió un profundo grito espantado cuando algo muy parecido a una carga explosiva lo suficientemente potente resonó espeluznantemente, disipando el silencio anormal del sitio. El pavimento, resquebrajándose, tembló bajo los pies de Fabray, abriendo importantes fisuras. Finas partículas de tierra oscura y rocas volaron en todas direcciones, mientras espesas cortinas de polvo ondeaban oscilantes, imposibilitándole correcta visión sobre qué estaba sucediendo.

—Vamos…—gruñó entre dientes, forzando a su vista, pretendiendo vislumbrar cualquier cosa tras la densa polvareda— ¡Vamos, joder! —pronto, distinguió dos siluetas batiéndose en una encarnizada lucha por acabarse a como diese lugar. Y Quinn respiró hasta cierto punto, aliviada. Santana manejaba la situación; ella daría pelea suficiente. ¡Tenía que ganar!

Pero Blaine y Santana no eran los únicos que enfrentarían ciertas dificultades, Quinn debería lidiar también unas cuantas; despertar a Kurt lo antes posible era precisamente una de ellas. Aunque el joven castaño carecía de entrenamiento propiamente dicho, al ser nivel alto significaría les sería útil contra esos bárbaros si la situación empeoraba. ¿El condenado problema? ¡Fabray no tenía ni puta idea sobre cómo hacerle reaccionar!

Necesitaba tiempo.

Desgraciadamente aunque el reloj avanzaba, Quinn sabía, éste no lo hacía precisamente a su favor.

...

Estoy regresando y es para quedarme.

Este fic es uno de mis proyectos más ambiciosos. ¡No sé en qué rayos pensaba cuando lo comencé a escribir! La trama es complicada, demasiado complicada y creo ustedes como lectores también están sufriendo las consecuencias.

Ha pasado un muy largo tiempo desde que actualicé, vergüenza debería darme, sin embargo, ahora que he comenzado la modalidad de revisar mi manera de redactar, los capítulos serán menos extensos, aunque eso no quiere decir dejaré de lado lo importante.

¡Acción al por mayor! La pelea planeó dividirla en tres partes, así que la siguiente actualización formará parte de la culminación de la mini batalla. O eso espero. Pero, díganme, ¿les ha gustado? Casi me devano los sesos pensando cada detalle del fic. De hecho estas escenas en particular creo las reescribí aproximadamente diez veces antes de quedar satisfecha con los resultados.

¿Ustedes qué dicen?

Por cierto, respecto a ciertas preguntas que han realizado por ahí, Kurt si tendrá participación en esta batalla. no les adelantaré nada más porque si no, pierde emoción.

Ahora bien, ahora que subí este capítulo, la siguiente actualización correspondería a mi otro fic. Lo he pensado mucho y llegué a la conclusión de que sólo así podría darme prisa en continuar escribiendo. Continuidad más que nada.

¡Si todavía quieren comentar, sus mensajes serán bien recibidos! En caso contrario, bueno, igual espero disfrutaran mis barbaridades.

¡Cuídense!

por **gabiigleek** Mar Ago 27, 2013 1:20 pm

volviste con este fic, tu forma de escribir es genia se nota en cada linea que te esmeras en crear una trama perfecta ante la lectura de tus lectores...la trama es estupenda y la pelea esta quedando magnifica...no tardes demasiado me encantan los dos fics y lso espero siempre...entiendo que te tomes tu tiempo para escribir pero en verdad me encantaria leerte mas seguido...gracias y besos

por Veronica Everett Criss Mar Ago 27, 2013 6:14 pm

Por dios... Sin palabras... Ya quiero ver esa pelea... Amo este fic & espero que lo sigas... Cuidate, Saludos

por Aloklainer Mar Ago 27, 2013 7:26 pm

Me encanto el capítulo! Muero por ver como termina la pelea! Espero que actualices pronto :D Esperare pacientemente. Gracias por escribir.

por **cvlbrittana** Dom Jun 29, 2014 12:02 am

Fanfic cerrado por 6 meses de inactividad, si el autor desea reabrirlo solo tiene que hacer una solicitud vía MP con el link del fic, a un moderador, administradora y de inmediato el fan fic será reabierto

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