Invisible and Untouchable : CAP 14 (FIC QUINNTANA)

Antes que todo quiero agradecer a Melissasg por ayudarme a publicar la historia porque soy nueva en esta pagina y mucho no entiendo jajajaj la tecnología me puede (? En fin, comencemos con la historia. Espero que les guste!


Gracias a las canciones "Invisible" & "Untouchable" de Taylor Swift... me inspiraron para esta historia

DESGRACIADAMENTE, NO ME PERTENECE NI GLEE NI SUS PERSONAJES (UGH, SÓLO EN MI MENTE)

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CAPÍTULO 1: Positive, Positive, Positive...Positive

QUINN POV:

Positivo.

No, no puede ser.

Positivo, positivo, positivo… positivo.

Miré una y otra vez cada uno de los test de embarazo y la única respuesta que veía era: positivo. Volví a pestañar, respirar hondamente y luego retornar mis ojos para ver otra respuesta.

Positivo.

Tiré todos los tests en la basura y cerré la puerta del cubículo del baño en el cual me encontraba. Lágrimas, desesperación se apoderaban de mí.

Esto no podía pasarme a mí. Definitivamente debía ser un error.

Fue un error.

Acostarme con Puck fue realmente el peor error que cometí en mi vida. Sabiendo que estaba con Finn, me acosté con él… y aquí está el resultado.

Me miré en el espejo del baño.

Estoy embarazada.

Esas dos palabras recorrían una y otra vez en mi mente. Empecé a golpear la pared con bronca mientras mis lágrimas fluían por mis mejillas.

¿Qué mierda iba a hacer ahora?

Todo estaba perdido.

No podía decirle esto a Puck, porque en mi interior sabía muy bien que él no se iba a hacer responsable ni tampoco iba a aceptar que un fracasado como él sea el padre de…

No.

Todo empezó porque me sentía triste y completamente vacía sabiendo que Finn no producía nada en mí. Ninguno de los demás chicos con los que estuve me habían producido algo… algún sentimiento, placer… o lo que sea. Por eso fui a esa estúpida fiesta y me embriagué con Puck.

Estúpida.

¿Cómo pude permitir que sucediera eso?

Por lo menos… si hubiera sentido placer al haber tenido sexo con él.

Ni si quiera eso. Eso me frustraba más, porque ni siquiera pude sentirme bien en mi primera vez y gracias a esa estupidez… ahora estoy pasando por esto.

Mi futuro estaba arruinado.

Me dejé vencer y caí al suelo arrinconándome sobre una esquina queriendo despertar de esta pesadilla.

Eso es.

Debe ser una horrible pesadilla y esto debe terminar aquí. Debo despertar.

Traté de cerrar los ojos y esperar… esperar… para luego abrir los ojos y ver que todo volvió a la normalidad.

-¿Fabray? –una voz interrumpió lo que estaba por hacer y me obligó a abrir los ojos.

Genial.

Ahora debía enfrentarme a Santana López mi peor enemiga quien ahora mismo me iba a gozar terriblemente mi estado de vulnerabilidad. Aunque una vez solíamos ser mejores amigas… eso había quedado en el pasado y ahora competíamos por el liderazgo del colegio y de las cheerios.

-¿Qué haces tirada en el suelo como un triste oso panda Lucy Fabray? –me preguntó analizándome profundamente con su mirada. Traté de reincorporarme, de volver a mi estado de 'perra' pero… no pude. Volví a estallar en llanto y vi cómo Santana abrió los ojos en shock mirando a su alrededor si había alguien en el baño.

-Ok, ok… no creí que eso te iba a sensibilizar tanto… -Santana respondió y se iba acercando hacia a mí. ¿Oí bien? Pareció como una forma de disculpa. No puedo creerlo.

-¿Quinn? –la morena se arrodilló frente a mí y lo único que hice fue enrollarme en mi rodillas y ocultar mi cara en ellas para que no me viera en este estado. Perfecto, mis paredes se habían desmoronado frente a mi enemiga y ahora estaba expuesta. Yo sabía muy bien que ella era capaz de hasta filmarme y hacer una parodia de mi estado y escracharme para toda la vida en esta escuela. Ella era capaz de hacer de mi vida un infierno… y le estaba dando justo lo que necesitaba para cumplirlo. Eso me hizo incrementar mi llanto.

-Hey… Q, mírame –su voz se tornó muy suave y… algo preocupada? Sentí su mano intentando que mi mirada se elevara y la mirara a los ojos. Cuando levanté mi rostro, me encontré con esos ojos chocolates que tiempo atrás siempre me miraban afectivamente… y ahora mismo me estaba mirando como en aquellos tiempos - ¿Qué sucede Q?

Hacía muchísimo tiempo en que no me llamaba por ese sobrenombre. De alguna manera hizo que me relajara y confiara un poco en ella aunque yo sabía que era un riesgo enorme hacerlo.

-Yo-yo… -no pude decir nada porque estallé otra vez en un llanto muy fuerte que no me dejaba hablar y parar de temblar.

-Hey… -Santana se acercó y estábamos a dos centímetros, frente a frente, mirándonos a los ojos –sabes que… aunque ahora nos llevemos como peste… sigo preocupándome por ti, ok? Así que aquí estoy y puedes contarme lo que sea… -su voz y su mirada parecía tan honesta… que lo único que pude hacer fue inclinarme y aferrarme a ella.

Seguramente Dios me la había enviado para acompañarme y protegerme, porque nunca vi a Santana de esta forma… tan… amable y comprensiva conmigo.

-E-estoy… -empecé a balbucear en su pecho y ella me alejó un poco para mirarme y comprender mejor lo que le iba a contar –estoy em-embarazada –logré decir y volví a acercar mis manos en mi cara para tapar mi vergüenza. Por un momento no escuché nada ni tampoco sentí algún movimiento. Me di cuenta que también shockeé a Santana con la noticia y eso hizo que me largara a llorar nuevamente.

Era la vergüenza en persona.

-Hey… shhhh… ven aquí –en cuestión de segundos volví a sentir sus brazos guiándome a su pecho para abrazarme fuerte y contenerme -¿E-estás segura? – me preguntó y asentí la cabeza en su cuerpo.

-Los cinco test de embarazo me dieron positivo –digo con mi voz media ahogada y ella me abrazó aún más fuerte.

-¿Finn lo sabe? –Santana me preguntó.

Mierda.

Ahora venía la peor parte y… seguramente me iba a odiar más todavía al saber que estaba embarazada de Puck, quien había estado con ella por bastante tiempo.

-N-no es de él –logré decir y sentí cómo su cuerpo se tensó y volvió a alejarme de ella. Su rostro estaba confundido y su ceño estaba fruncido.

-¿Qué? Entonces…

-P-puck –dije y me tapé la boca al instante intentando luchar con la urgencia de romper otra vez en llanto y con los temblores que se apoderaban de mí. Su rostro se paralizó, luego pestañeó varias veces seguidas… como si estuviera procesando la información, tragó saliva y respiró hondamente.

-Todo va estar bien –dijo suavemente y volvió a abrazarme. La verdad que esperaba al menos algún golpe o bofetada en mi cara… no esta reacción. Pero dentro de mí lo agradecí profundamente a Dios… y Santana. Rodeé su cuello con mis brazos y escondí mi rostro allí, dejando fluir todos mis sentimientos y permitiendo que ella me sostuviera por el momento.

-No quiero asustarte ni nada… pero ¿Ya sabes qué vas a hacer? –ella me dijo luego de haber esperado varios minutos hasta que yo me relajara y pudiera hablar.

-No… pero sí sé que no puedo quedarme con el bebé –dije y ella mientras frotaba mi espalda como señal de que cualquiera fuera la decisión que yo tomase, Santana iba a estar… me iba a acompañar, me iba a proteger –sólo sé que no puedo quedarme con él

-Está bien… no te apresures… -ella me susurró tratando de tranquilizarme, y sorprendentemente lo estaba logrando -¿Qué tal si vienes esta noche a dormir a mi casa y lo hablamos mejor? –Santana me ofreció y eso hizo que abriera mis ojos con sorpresa. Hacía más de un año que no iba a su casa ni socializaba con la familia López. ¿Cómo me iban a recibir? –mis padres están de viaje… así que no tienes que preocuparte… vamos a estar tranquilas –Santana me explicó con una media sonrisa.

-Claro –acepté y luego ella se incorporó de pie y estiró su mano en mi dirección.

-Perfecto, entonces… no creo que ahora quieras volver a clases así que te llevo a tu casa… buscas tus cosas y luego vienes a mi casa ¿Te parece? –ella me pregunta mientras me paro y arreglo mi uniforme de cheerios. Simplemente asentí la cabeza con una pequeña sonrisa.

-Puedes confiar en mí, Q… -Santana volvió a acercarse a abrazarme y me susurró en mi oído. Cerré mis ojos y por primera vez me sentí bien, un poco contenta… ya que esta situación había logrado que mi única amistad que he tenido durante toda mi vida… haya retornado.

...

..

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Una vez que me preparé las cosas para irme a dormir a la casa de Santana, salí de mi habitación, miré si estaba alguno de mis padres y al ver que no había nadie, tomé un papel y escribí que me iba a quedar en lo de Santana por esta noche. Yo sabía que no era necesario porque mis padres ni se darían cuenta que yo no estaba en casa, pero aun así… dejé una nota. Mis padres que se creen tan religiosos y respetuosos, tienen un matrimonio de lo más desunido que puede existir. Mi padre es un mujeriego que engaña a mi madre y ella, ahoga sus penas en el alcohol tratando de olvidar y creando su mundo aparte.

Creo que por esta propia experiencia me cuesta tanto sentir algo por otra persona. Al fijarme que el verdadero amor no existe y que sólo pasan en las novelas… creé mis propias paredes y me endurecí, provocando que el resto de las personas me tuvieran miedo.

Tratando de poner esta realidad a un lado, recogí mis cosas y comencé a caminar hacia la casa de los López. Por una parte estaba muy ansiosa y nerviosa, no sabía cómo nos íbamos a llevar durante toda la noche… ni tampoco sabía a qué conclusión llegaríamos acerca de lo…

De mi bebé.

Suspiré al pensar en esas palabras. El pánico se volvía a apoderar en mí y ahí me di cuenta que realmente necesitaba estar acompañada. Me sentí más agradecida con Santana, porque si ella no me hubiese contenido en el baño… hubiese sido capaz de hacer cualquier cosa.

Sacudo mi cabeza para tratar de no pensar más en ese tema, aunque sea por un rato. Cuando me doy cuenta, yo ya estaba afuera de su casa. Golpeé la puerta.

Nada.

Fruncí el ceño. Faltaría que ahora Santana me dejara plantada. Yo sabía que no debí haber confiado en ella… pero por alguna sonsa razón lo hice. Volví a respirar hondamente y con paciencia volví a golpear la puerta.

Nada.

¿Tal vez se estaba bañando? Podría ser eso, y a lo mejor no me oía. Tomé la manija de la puerta y me encontré con que la casa estaba abierta. Tímidamente entré y pude ver que todo estaba en un profundo silencio.

Qué raro…

-Santana? –la llamé mientras caminaba hacia la cocina.

Nadie.

Seguí caminando por la casa y volví a llamarla pero tampoco oía nada. Seguramente debe estar arriba en su habitación. Lentamente subí las escaleras y vi que la puerta de su dormitorio estaba algo entreabierta y se veía que alguien había ahí adentro porque estaba la luz prendida. Iba a llamarla otra vez cuando me paralicé al ver lo que estaba viendo con mis propios ojos. Por segunda vez me pregunté si estaba en alguna pesadilla o algo. Si todo esto era un sueño, debía despertar ya.

Pero un sonido me hizo dar cuenta que definitivamente esto era real.

Como Santana había descubierto un gran secreto mío, yo me había enterado del suyo.

-Ugh... San... -era la voz de Brittany. Sí, así es, Brittany Susan Pierce. Estaba viendo con mis propios ojos a Santana y a Brittany en la cama. La chica rubia estaba arriba de Santana quien estaba deborando su cuello con besos húmedos, una de sus manos masajeaba uno de sus pechos y la otra se iba perdiendo debajo del uniforme de Cheerios.

OH DIOS MÍO.

Quería bajar enseguida las escaleras y correr hacia mi casa y quedarme ahí por el resto de la noche, pero no podía moverme. Lo único que hacía era mirar aquellas dos chicas. Nunca me iba a esperar esto de ellas. Ellas definitivamente estaban teniendo sexo y yo las estaba mirando. Una parte de mí estaba intrigada en lo que debía sentirse ser tocada así por Santana. ¿Qué mierda Fabray? No lo sé... sólo... me intriga. Como nunca logré sentir placer, escuchar los gemidos de Brittany-que no parecían ser fingidos de ninguna manera- me... ¿Estaba excitando? Sí, definitivamente sí. No iba a mentir. Ver a Santana deborando el largo cuello de la rubia, su lengua lamiendo la longitud del mismo y ver cómo su mano se movía debajo de esa pollera... ver cómo las piernas de Brittany temblaban por dicho contacto, sus caderas moverse y sus gemidos pidiendo por más... sí, era muy hot y en cierto modo sentía envidia. Nunca pude sentirme de esa manera con ninguna persona y ahora-

Nada.

Sacudí mi cabeza y, sin vergüenza, continué mirando porque mis piernas estaban congeladas y mis ojos no podían dejar de mirarlas.

-Dios Britt... estás tan mojada... -Santana susurró con su voz más ronca de lo común, un tono de voz que nunca había escuchado y con aquellas palabras... y esa voz... me transmitió escalofríos por mi columna vertebral, haciéndome parpadear por primera vez.

-San... necesito que- ugh! -vi cómo Brittany abrió más aun su boca ante cierto movimiento que había hecho Santana, y pude darme cuenta que la había penetrado. Cerré los ojos por unos segundo tratando de calmar mi respiración, pero al ver que no podía lograrlo, volví a observarlas. Ambas seguían moviéndose en sinc. Santana agarrando a Brittany fuertemente por la cintura para mantenerla en esa posición y sin dejar de susurrarle cosas al oído. Nunca me imaginé ser capaz de desear ser Brittany en mi vida, pero en ese momento quería sentir lo que estaba sintiendo. Más aun al ver que todo era real, que ese placer no era fingido... ver cómo Brittany agarraba a santana del cuello como para sostenerse de algo, era envidiable. Ahora sí empezaba a creer lo que todo el mundo decía de Santana López, podía ver con mis propios ojos que ella era increíble en la cama. Lástima que no lo podía comprobar. ¿Qué mierda? ¿Por qué se me cruzaban estos pensamientos?

Volví a la realidad al escuchar un gemido muy fuerte de Brittany, avisándome que había tenido un gran orgasmo.

-Te amo -Santana le dijo a la chica porrista mientras besaba cada parte de su cuerpo esperando a que ésta volviera en sí.

-Yo también te amo -la chica contestó algo todavía agitada y entre risitas, típico de Brittany. Pude ver el amor que fluían en sus ojos cuando ambas acercaron sus frentes y luego se besaban tiernamente -eso... fue increíble -Brittany admitió provocando que Santana sonriera coquetamente.

-Lo sé... soy increíble en la cama -la morena contestó y recibió un profundo beso de su chica. Sentí algo en mi pecho. Tristeza al darme cuenta que nunca pude sentir eso, nunca pude tener ese amor con alguien y admiraba ver cómo estas chicas lo habían encontrado. Tal vez algún día encontraré esa persona, ¿Verdad? Eso espero.

Mi mente hizo un click.

Todavía seguía ahí mirándolas y sabía que en cualquier momento se podían dar cuenta de mi presencia y esto iba a ser una pesadilla de verdad. Así que bajé las escaleras y me dirigí hacia la puerta de la casa. Respiré hondo y me obligué a borrar esas imágenes que antes había visto. Tenía que actuar como si nada de eso hubiera ocurrido. No debería ser tan difícil. Después de todo soy genial en la actuación, ¿No? Así que cerré la puerta algo bastante fuerte como para que ellas oyeran que alguien había entrado.

-Santana! Ya llegué! -Grité demasiado fuerte para que me escucharan -López!

-Ya escuché Fabray! Estoy acá arriba con Britt-Britt! -Santana me respondió. Me intrigaba saber cómo iban a actuar una vez que yo subiera. Si a mí me daba una sensación algo incómoda... no quiero imaginarme ellas. Aunque... por lo que veo no tanto...

-Holas chicas -saludé mientras lentamente entraba en la habitación. Yo estaba más incómoda que ellas. Santana y Brittany estaban con una sonrisa una más amplia que la otra y no dejaban de mirarse.

-Hola Quinn! -Brittany vino a mi encuentro a abrazarme fuertemente. Sentí ganas de empujarla inmediatamente al saber que minutos antes estaba gritando el nombre de Santana mientras tenían sexo, pero traté de ocultar ese impulso y esperé a que se despegara de mí.

-Hola, Q -Santana me saludó sin moverse de su cama y sin remover esa sonrisa.

-¿Qué estaban haciendo chicas? -pregunté tratando de presionar un poco y ver qué me iban a responder. Ambas se miraron al instante sin ocultar lo que cada una pensaba, pero Santana decidió tomar el mando y habló primero.

-Estábamos... jugando -la morena simplemente dijo y Brittany soltó una risita.

-Ah? Sí? a qué? -volví a presionar.

-Queríamos saber quién de las dos aguantaba más en-

-Aguantaba más la respiración! Era algo sonso, ya no importa... igual Brittany ya se iba... -el humor de Santana había cambiado totalmente y pude ver cómo se había tensado -¿No es así Britt?

-Eh... sí -la rubia dijo algo triste- ¡Nos vemos Quinn! -me saludó mientras Santana la arrastraba fuera de su habitación. Sé que no estuve bien lo que hice, pero no pude ocultarlo. Igual, creo que si voy a hacer amiga de Santana otra vez... deberíamos empezar la relación con confianza y sin secretos, ¿Verdad? Me dirigí hacia la ventana mirándo lo que sucedía abajo. Estaban hablando de algo que no pude descifrar pero admiré cómo sus miradas y sonrisas se conectaban. Pude ver las ganas que tenían de besarse apasionadamente otra vez pero ambas trataban de ocultarlo. Lentamente Brittany se iba alejando y su brazo se iba estirando soltando de a poco la mano de Santana. Cuando escuché la puerta cerrarse, enseguida me senté en la cama y esperé a Santana.

-Lo sé todo Santana -fue lo único que dije una vez que la vi entrar en la habitación.

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Y? Qué opinan? Prometo que va a ser más interesante... ;)

CAPÍTULO 2: Faith
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Pude ver cómo Santana se había paralizado en la puerta de su habitación. Tal vez en otro momento de mi vida lo hubiera gozado muchísimo saber este secreto de ella, pero creo ahora mismo no me encontraba en condiciones como para extorsionarla, ¿Verdad? No. Ella me estaba ayudando con mi gran secreto, así que yo no podía hacer nada. Nos encontrábamos en la misma situación.

-¿De qué estás hablando Fabray? –Me di cuenta de que la vieja Santana había vuelto en ella, se mostraba a la defensiva.

-Sé que estás con Brittany –le respondí y vi el shock en sus ojos, su boca se abría y se cerraba una y otra vez sin saber qué decir.

-Creo que deberías irte –me respondió y por un momento me arrepentí de habérselo dicho de esa forma, tal vez ella creyó que ahora iba a destruirla.

-Santana… espera –caminé hacia donde estaba ella. La morena se encontraba dándome la espalda con su mano en el picaporte de la puerta del dormitorio, esperando que me fuera –como yo confié en ti, tú debes confiar en mí –le dije la verdad mirándola, esperando que elevara su rostro y pudiera notar la sinceridad en mis ojos. Al ver que ella no iba a hacerlo, me acerqué un poco más y coloqué mi mano sobre su cintura –creo que deberíamos reconstruir nuestra amistad… y para ello no debemos ocultarnos nada

-¿Cómo sé que tú no vas a cagarme, Fabray? –esos ojos chocolates me miraron firmemente examinándome y lo único que pude hacer fue sonreírle.

-Vas a tener que confiar en mí López, acaso ¿Yo no hice lo mismo contigo? –le respondí y ella suspiró. Era la verdad, a mí no me había quedado otra alternativa que confiar en ella y ahora Santana se encontraba en la misma situación. Si una decidía cagar a la otra, nos íbamos a destruir a ambas porque las dos sabíamos nuestros secretos.

-Tienes razón –ella me admitió y volví a sonreírle logrando que ella se relajara y confiara en mí. Las dos nos dirigimos nuevamente en su cama en silencio. Una o la otra iba a empezar con las preguntas… y antes de que ella me cuestionara respecto a lo del embarazo, decidí preguntar acerca de su relación con Brittany.

-¿Brittany no está de novia con Artie? –le pregunté mirándola confundida y me di cuenta que había metido el dedo en la llaga, porque Santana soltó un largo y profundo suspiro y se tiró sobre la cama con los ojos cerrados.

-Es… complicado –me respondió. Decidí esperar unos segundos para darle el tiempo necesario y así poder hablar bien. Total, teníamos toda una noche para contarnos todo –Yo sé que quiero estar sólo con ella, pero tú sabes cómo es Britt… -me miró a los ojos –no es partidaria de la monogamia y… -Santana quitó su mirada de mí y frunció el ceño –la verdad no sé qué ve en esas ruedas, es un estúpido inválido –

-Santana –la interrumpí porque creí que estaba siendo bastante racista con eso.

-Lo sé, lo sé … no puedo evitar reaccionar así cada vez que pienso en él… en ella –Santana me confesó y volvió a soltar un suspiro frustrado.

-¿Pero ella sabe que lo está engañando contigo? –le pregunté porque sé cómo es Brittany, no quiero ser malvada… pero la mayoría de las veces ella no entiende las cosas.

-Creo que sí –ella me respondió y se inquietó al ver que fijé mi mirada en ella –no lo sé Quinn

-¿Y tú estás contenta en ser la segunda? –sé que mis preguntas son bastante hirientes pero quiero hacerla recapacitar un poco. Ella no se merece ser la segunda opción de nadie, ninguna persona lo merece.

–la verdad… que no sé qué es lo que tenemos… y en cierto sentido me asusta –Santana comenzó a hablar y nuevamente se quedó en silencio. Pude presentir lo nerviosa que estaba y lo mucho que le costaba expresarse. Ella siempre fue así –sé que no quiero compartirla… pero tampoco quiero dejarla –hizo una nueva pausa –simplemente no podría…

-¿Cuánto hace de esto? –me sentí intrigada. Por segunda vez sentí envidia al ver en los ojos de Santana cuánto amor fluía en ellos. ¿Quién diría que Santana López sería tan romántica y capaz de querer tan profundamente a alguien? La verdad que este día me llevé con varias sorpresas. Ojalá tuviera a alguien capaz de amarme de esa manera.

-Hace… bastante –Santana quería zafar de mi pregunta pero elevé mi ceja mirándola fijamente, haciéndole saber que conmigo no podía hacerse la viva y que tenía que responderme –hace… cuatro meses

-¡¿Cuatro meses?! –solté mi tono de sorpresa ante lo que acababan de escuchar mis oídos. Osea, ellas estaban juntas mientras Santana anduvo con Puck… y antes de que Brittany estuviera con Artie –Osea que –

-Sí, estuvimos juntas mientras nosotras estábamos con otras personas… -Santana me confesó y nos quedamos por un momento en silencio.

-Y ahora… -no tenía idea de lo que iba a preguntarle. En realidad quería saber muchas cosas, pero no creí que era el momento apropiado para hacerlo, así que decidí por preguntar algo más simple -¿Cómo están las cosas?

-Perfectas –me respondió pero pude notar que era mentira así que volví a mirarla. Sabía que cada vez que sus ojos me esquivaban era porque ocultaba la verdad. Santana era tan simple para estas cosas… siempre fue muy transparente y le costó horrores mentir –está bien, está bien… no hace falta que me mires así Fabray

-Entonces dime la verdad… si sabes que no voy a hacerte nada malo

-No lo sé… últimamente peleamos bastante –admitió pero volvió a quedarse en silencio. Ugh, esta chica hay que sacarle información con un tirabuzón.

-¿Por?

-Yo… no quiero que esté más con Artie, ni con nadie… solamente conmigo, pero Britt me dijo que nos ama a los dos por igual y que no puede decidirse por ninguno de nosotros dos –Santana me contó mientras miraba el techo de su habitación. Yo no podía creerlo. No me esperaba que Brittany, la chica más tierna y dulce que existía en el planeta fuera tan egoísta en este aspecto.

-La amas ¿Verdad? –le pregunté haciendo que me mire nuevamente a los ojos con un poco de shock por unos segundos, luego vi cómo sus ojos se ablandaron.

-Sí –me contestó con su voz muy baja que apenas pude oírla. Sonreí ampliamente no pudiendo evitar la ternura que me había causado Santana.

-Awwww quién diría que Santana López podría llegar a ser –

-No! Ni se te ocurra decir lo que estás pensando… soy una perra, malvada y sarcástica porrista, por lo que debería causar miedo y no ternura Fabray –ella reaccionó antes de que yo pudiera terminar con mi frase, pero me di cuenta que detrás de esas palabras ella estaba sonriendo y trataba de ocultar su rubor de sus mejillas. Solté una risita y luego ella se retiró de la cama.

-¿Tienes hambre?

-Sí, muero de hambre… podría comerme a un elefante pero sé que mañana tenemos práctica y debemos correr kilómetros… así que ¿Qué tienes ganas de pedir? –le pregunté mientras buscaba mi celular para marcar el número de algún delivery. Giré mi cabeza para mirarla al no escuchar ninguna respuesta.

-Nu-uh Fabray… -Santana tenía su mano en la cintura y con la otra me negaba con su dedo índice a lo que estaba por hacer. Fruncí el ceño ante esto –tú y yo… vamos a cocinar

Eso me respondió antes de bajar por las escaleras, dejándome con los ojos abiertos. Creo que Santana no estaba consciente de lo que acababa de proponer. La última vez que intenté cocinar fue para hervir un par de verduras y eso terminó quemando la olla y tuve que tirar toda la comida.

-Lucy Fabray te estoy esperando! –Suspiré y lentamente me dirigí hacia donde estaba ella.

-Ahí voy! Dios… sólo calma un poco tus hormonas López –le respondí ya casi bajando completamente de las escaleras, encontrándome con un muy buen paisaje. '¿Qué? No Fabray, no puedes pensar que …' en ese momento Santana se encontraba agachada buscando alguna fuente como para colocar la comida, permitiendo que la pollera de Cheerios se elevara y mostrase casi todo su trasero, 'te encantaría agarrar- NO' Tuve que sacudir mi cabeza al ver que Santana se había parado y su rostro se volteó para mirarme con una sonrisa pícara al descubrir lo que estaba haciendo.

-¿Vas a ayudarme o pretendes seguir admirando mi trasero? –Santana me pregunto y enseguida caminé hacia donde estaba ella para ayudarla. 'Ugh, Fabray qué te está ocurriendo!' mi mente me autocriticaba y con toda razón. No puedo pensar esas cosas de mi amiga, no es sano ni tampoco es correcto.

Está mal.

Eso dicen.

…

..

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-Booya! –Santana celebró al ver el resultado que obtuvo con la comida. Sí, su resultado… porque yo prácticamente no hice nada… sólo alcanzar los ingredientes. Decidí mantenerme alejada de la cocina por si acaso.

-Huele riquísimo! –dije sonrientemente mientras me sentaba a su lado esperando a que me sirviera.

-¿Qué sería esto que acabamos de cocinar? –le pregunté mientras ella encendía la televisión para acompañar la cena.

-Tacos… es una comida que siempre nos hacía mi madre, ¿Te gusta? –me preguntó y asentí inmediatamente.

-Riquísimo… aunque algo bastante picante –le respondí buscando el vaso con agua y ella se rió. Nunca me iba a esperar diciendo esto, pero… tiene una risa muy contagiosa y adorable. Creo que … estoy feliz de tener una amiga y de que sea ella. Nunca pensé que Santana podía ser tan… amable y considerada con los demás. Ahora entiendo por qué Brittany decía que ella no era tan mala como aparentaba. No quiero ni imaginarme cómo debe ser con ella.

-¿En qué piensas que estás tan sonriente Fabray? –su pregunta me descolocó. Seguramente se sintió observada por la forma en que la estaba mirando, cariñosamente obviamente.

-Nunca nadie me cocinó… -dije apenas susurrando, fijando mi mirada en mi plato de comida tratando de que el rubor de mis mejillas no se notaran.

-¿Qué? ¿En serio me lo dices? Ni siquiera Puck… o Finn? –pude notar la sorpresa que se reflejaba en el tono de su voz y negué con mi cabeza –bueno… me alegro de ser la primera entonces… si quieres podemos volver a repetir esto, pero eso sí… vas a tener que cocinar de verdad Fabray

-Dale, acepto… nose por qué todavía insiste con que cocine… estoy empezando a creer que quieres quedarte sin hogar –le respondí honestamente y ella se rió una vez más.

-No seas exagerada, ya te pareces a Berry! –me dijo riéndose, contagiándome a mí también –Igual, sé que por más que seas inútil en la cocina… conmigo vas a aprender Quinn… ya vas a ver –me dijo sinceramente, y sentí una sensación en mi pecho, una buena sensación.

-Santana… Gracias –le agradecí y me arriesgué a tomar su mano que estaba sobre la mesa. Por un instante vi cómo ella se había tensado, pero luego se relajó brindándome una sonrisa. Pude apreciar su piel tan… suave, y aunque no quería, tuve que retirar mi mano de la suya.

-¿Qué has hecho con la verdadera Fabray? –me bromeó y revoleé los ojos antes de que ambas volviéramos a comer.

Alguien creía en mí. Ella tenía fe en mí.

Sé que es algo muy sonso, porque hablamos de cocinar… pero significa bastante para mí.

[NOTICIA DEL MOMENTO: LA CANTANTE COLOMBIANA, SHAKIRA Y EL TALENTOSO JUGADOR DE FÚTBOL PIKÉ YA SON PADRES!]


Tanto Santana como yo, cuando escuchamos lo que la televisión nos miramos mutuamente, claramente la incomodidad se había apoderado en el ambiente. La morena enseguida apagó el televisor y aclaró su garganta antes de hablar.

-Eh… ¿Qué quieres hacer? Podemos mirar una película… pedir helado –

-Ya es demasiado tarde, creo que deberíamos ir a dormir… mañana nos espera un día muy agitado –le respondí y ella no se molestó en discutir con lo que yo había propuesto, tal vez se había percatado de mi cambio de humor y me había entendido. En silencio nos dirigimos hacia su habitación y… el pánico se apoderó de mí. ¿Íbamos a dormir juntas? En… la misma cama? Igual… eso no significaría que tendría que suceder algo, ¿Verdad? No, claro que no. Aparte… dudo que Santana se sienta atraída por mí.

-¿Va-vamos a dormir en la misma cama? –por primera vez en mi vida tartamudeé.

-¿Qué? ¿Estás loca Fabray? –Santana se volteó para mirarme y luego siguió buscando un par de sábanas y almohadones –Como verás… a mí me educaron bastante bien, así que… yo voy a dormir en el sofá abajo… tú duermes aquí –ella me dijo antes de que se fuera de la habitación.

-No –nose qué es lo que hizo que me negara ante esto. Creo que mis hormonas están jugando conmigo, ya que ahora me siento muy sensible y no quiero dormir sola. Santana giró para mirarme con su rostro algo confundido –Yo… no quiero dormir sola –admití y vi su cara de horror.

-No estás sola… Brittany se olvidó su peluche, podrías dormir con él –la morena reaccionó y arrojó el pato de peluche sobre la cama. Luego se retiró inmediatamente antes de que yo pudiera detenerla. Tragué saliva e intenté calmarme. ¿Por qué estaba tan sensible? Siempre dormí sola durante toda mi vida, ¿Por qué quería dormir con Santana ahora? Ugh. Esto era frustrante.

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Me coloqué el pijama y me metí en la cama abrazando el peluche, pero por más que esperaba que el sueño viniese hacia a mí, yo no podía dormirme. Así que decidí tomar todo mi coraje y bajar por las escaleras para llamar a Santana.

-¿Q? ¿Estás bien? ¿Pasó algo? –la morena se sobresaltó al verme enfrente suyo y nuevamente me causó ternura ver cómo se preocupaba por mí. Nose por qué mis ojos comenzaron a humedecerse y Santana revoleó los ojos –No… ni se te ocurra intentar eso conmigo, no vas a conseguir que duerma contigo Fabray

-No puedo dormir –le dije y empecé a llorisquear un poco, dejando que mi labio inferior se sobresaliera.

-N-no me mires así… -Santana comenzó a inquietarse al ver que estaba a punto de largarme a llorar –Quinn, no llores… por favor

-Entonces ven a dormir conmigo –le dije con una voz de niña que era muy ridícula.

-Ughh… Dios, está bien… pero deja de llorar –salté de alegría al ver que la había convencido –pero que te quede claro que eso no te va a funcionar por siempre Fabray

-¿Vas a dormir con esas dos cosas solamente? –le pregunté mientras observaba que Santana se metía dentro de la cama con solamente su corpiño deportivo y un par se shorts muy cortos. No pude evitar y eché una mirada a su cuerpo muy bien tonificado. Wow. Realmente tenía los abdominales marcados y… no voy a mentir, era muy sexy.

-¿Algún problema? –Santana me preguntó desafiándome con su típica sonrisa y su ceja encorvada –Además… suelo dormir desnuda, pero como tú estás aquí… me obligas a ponerme algo… salvo que quieras que duerma desnuda al lado tuyo –me volvió a desafiar y tragué saliva duramente con lo que había dicho. Estuve obligada a reaccionar antes de que mi mandíbula se cayera ante lo que había dicho.

-Ughh! Por supuesto que no! –dije tratando de hacer una expresión de asco. Una vez que las dos nos acostamos, el silencio que había en la habitación era impresionante y… algo aterrador.

-¿Por qué siento que estamos tan incómodas? –le pregunté una vez que decidí romper el silencio. Las dos nos encontrábamos acostadas en la cama, con un espacio en el medio que nos separaba y mirábamos fijamente el techo de la habitación.

-Porque yo no comparto mi cama con nadie… y tú nunca has dormido con alguien? –ella me respondió sabiamente. Tenía razón.

-Pero no te molesta dormir con Brittany –le contesté sin darme cuenta que había metido la pata.

-La situación es distinta Fabray… tú y yo fuimos enemigas por mucho tiempo y ahora nos encontramos durmiendo juntas en la misma cama… como 'amigas' –me respondió nuevamente dando en el palo. Decidí girarme para mirarla.

-¿Puedo preguntarte algo? –le hablé y ella me respondió encogiéndose de hombros. Lo tomé como un sí -¿Eres… lesbiana? –me animé a preguntarle y vi cómo se había paralizado.

-¿Qué clase de pregunta es esa Quinn? –ella reaccionó de la peor manera e intentó salir de la cama. No pude evitar sentirme mal, por lo que me incliné y la tomé de la mano por segunda vez en la noche.

-Te lo estoy preguntando con buena onda… de verdad –le dije esperando que me creyera. Luego de unos segundos volvió a colocarse en la posición que estaba antes.

-No lo sé… hasta ahora solo sé que me gusta Brittany –ella me respondió y volvimos a quedar en silencio.

-¿Sabes de cuánto estás? –Santana cambió de tema y por un momento no entendía de lo que me hablaba, hasta que recordé.

-No lo sé… -le respondí con un suspiro y me coloqué en la misma posición que ella. Tanto ella como yo teníamos realidades muy complicadas.

-¿Quieres que te acompañe de un médico? –mi amiga me ofreció y por millonésima vez, sentí mi corazón agrandarse. Simplemente asentí, aceptando su propuesta. No se por qué pero nuevamente sentí ganas de llorar, pero esta vez estaba segura que era de alegría. Volví a agradecer a Dios por darme una amiga como ella.

-Oh no… otra vez no…. maldita sea, ¿Qué hice esta vez? –Santana revoleó los ojos al escuchar mi llorisqueo. Eso hizo que se profundizara –Dios, nonono… no llores Q, Perdón ¿Sí? Sea lo que sea que te haya hecho… perdóname… no quise hacerte llorar –del llanto pasé a la risa al ver lo fácil que era de extorsionar a Santana. De verdad, era muy adorable.

-Estoy bien –le dije y pude ver cómo fruncía su ceño –lloraba de alegría –le conté y eso la confundió aún más –igual, fue muy gracioso ver cómo te puede cuando alguien llora

-¿Qué rayos te pasa? ¿Estás loca? No es divertido Fabray… -me respondió y no pude evitar volver a reírme.

-¿Has pensado en lo que vas a hacer con el bebé? –Santana me preguntó y sentí mi estómago cerrarse.

-Estuve pensando… en abortarlo –le dije sinceramente y… ella giró para mirarme, apoyando su cabeza en su mano. Podría decir que en sus ojos vi… decepción? Tal vez. ¿Qué podría decir? No me siento lo suficientemente valiente como para llevar un embarazo en este momento. También creo que no tengo la edad, la madurez… no lo sé. Sé que debí haberlo pensado antes… pero bueno, las cosas se dieron de esta manera y ahora hay que enfrentarlas. ¿Verdad?

-¿Por qué me miras así? –le pregunté. Su silencio era lo que más me intranquilizaba.

-Nada –fue lo único que me dijo.

-Quiero que me digas lo que piensas Santana… por más que opines algo horrible de mí –era verdad. Necesitaba saber qué era lo que pensaba, necesitaba su opinión y consejo.

-¿Segura?

-Sí, lo necesito… quiero que me respondas con total sinceridad.

-No estoy de acuerdo en que lo abortes –me miró y estaba a punto de atacarla respondiéndole que ella no sabía lo que era sentirse en mi lugar pero me atajó y volvió a hablar –sé que no es fácil tu posición, lo sé… pero también tienes que pensar en que lo que estás llevando allí dentro es un bebé Quinn… un ser con vida

-Claro, voy a tenerlo y vivir felizmente con mi familia que OH van a celebrar el día en que se enteren y van a estar hiper orgullosos de mí –le dije irónicamente tratando de luchar con mis propias lágrimas, porque yo sabía que iba a ser la vergüenza de mi familia y que tal vez me echen de mi casa y nunca más los vuelva a ver ni hablar –no sabes lo que dices Santana

-Si realmente te quisieran… van a apoyarte Q, y si no lo hacen… tienes a Puck que es el padre de tu hijo y tiene la misma responsabilidad en esto como tú –ella me dijo y no pude evitar soltar una risita sarcástica.

-Tú conoces muy bien a Puck… y sabes que él nunca asumirá la responsabilidad de un padre… lo único que quiere es sexo y fiestas, nunca le va a importar mi estado ni el de su propio bebé –le dije secándome inmediatamente la lágrima que caía por mi mejilla.

-Yo me voy a encargar de que ese idiota se haga cargo… -me dijo con total seguridad, sin dudar en ningún momento - y si no lo hace yo te voy a cuidar Quinn, ahora somos amigas y te dije que siempre me preocupé por ti… -la promesa que veía en sus ojos hizo que me resquebrajara y comenzara a llorar. Yo no merecía esa amabilidad de ella.

-No es justo para ti llevar este embarazo conmigo Santana… ni siquiera tendrías por qué sostenerme en este momento –le respondí bajando mi mirada y al segundo sentí movimientos en la cama. Santana se acercó a mí y tomó mi rostro con sus manos para que la mirara fijamente a sus ojos.

-Eso es mí problema… yo decidí y quiero acompañarte… necesito hacerlo… y no te voy a dejar sola, por más que intentes alejarme no lo vas a lograr Fabray… ahora vas a tener que aguantarme a tu lado te guste o no ¿Entendido? –me dijo sonriendo – estoy dispuesta a aguantar tus momentos de llanto, de bipolaridad, de malhumor... lo que sea –comencé a reírme ante lo que estaba escuchando –eso sí… me llegas a tirar con cosas… yo no te aseguro nada de que me quede en el molde eh… no pienso ser tu niñera tampoco –me bromeó y ambas nos reímos. No pude controlar mi impulso y me acerqué a ella para abrazarla fuertemente.

-Está bien… -apenas susurré.

-Está bien ¿Qué?

-No lo voy a abortar… sólo si me juras que me vas a acompañar en esto, sino no voy a poder a hacerlo sola –le dije con los ojos cerrados, rogando que me jurara y que no se arrepintiera nunca por prometerme estar siempre conmigo.

-Lo juro –Santana rompió el abrazo para mirarme a los ojos, como si fuera una señal para que creyera en sus palabras –Nunca te voy a dejar sola –me reafirmó y sin pensarlo me incliné para besar su mejilla y me reí al ver su expresión de shock y rubor en ellas.

-Bueno bueno… creo que ya es hora de que cortemos con estas cosas cursis que no son para mí –dijo y nos tumbamos para dormir. Pasaron varios minutos en silencio. Me habían dado muchas ganas de acercarme y dormir abrazada a ella, pero no quería causarle terror ni nada. No sabía si aún seguía despierta o si se había dormido, por lo que me atreví a preguntarle.

-¿Santana? –susurré su nombre esperando alguna respuesta.

-Mmhmm?

-¿Puedo abrazarte? –le consulté tímidamente mientras giré para mirar su reacción.

-¿Qué? Claro que no! Demasiado que conseguiste que viniera a dormir contigo Fabray… no soy tu oso de peluche –me respondió con mal tono. Yo quería sí o sí dormir abrazada a alguien así que iba a conseguir lo que quería. Así que traté de hacer la mejor cara de perrito mojado para causarle lástima, porque sé que no puede resistirse a esas expresiones –Y no… no se te ocurra hacer esas caras… no me vas a convencer Lucy Fabray –me aseguró señalándome con su dedo índice. Me encapriché y decidí girarme dándole la espalda, fingiendo que estaba molesta.

-Quinn… no seas así –escuché a Santana decir con suspiros -¿De verdad te enojaste? –me preguntó pero decidí no responderle –Ughh… está bien, ven aquí… -al final terminó cediendo y yo alegremente giré para arrinconarme en ella –pero te conviene que esto quede entre nosotras y que nadie se entere –me advirtió. Enseguida asentí y escondí mi rostro en su cuello, dejando que sus brazos me abrazaran. Su perfume me atontó inmediatamente. Era una droga. Me animé a colocar mi brazo sobre su estómago y trazar unos círculos con mis dedos sobre sus abdominales, admirando cómo sus músculos se tensaban ante mis roces. Su piel era tan suave…

-Por las dudas, esto no te está calentando ¿No? –Santana interrumpió mis pensamientos y me alejé para mirarla confusamente.

-¿Qué?

-Solo pregunto… porque dicen que cuando estás embarazada tu cuerpo se excita más seguido y tus hormonas –

-Cállate y vuelve a dormir López! –le mandé golpeando su costado. ¿Cómo iba a decirme esto?

-Oi! Tranquila! Sólo preguntaba… además no te culparía, teniendo a este cuerpo a tu –

-Cállate! –le volví a gritar golpeándola nuevamente pero esta vez más fuerte.

-Está bien está bien! No hace falta que me quiebres las costillas Fabray! –se quejó entre risas y algo malhumorada. Yo sabía que bromeaba, pero no me gustó en lo más mínimo que jugara con mi embarazo –Buenas noches

-Buenas noches y duérmete -le dije ocultando una sonrisa y volviendo a esconder mi rostro en su cuello. Esta vez pegué más mi cuerpo al de ella y la abracé más fuerte.

…

..

.

Puedo jurar que durante la noche sentí que me había besado la frente.

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Y? Les gustó? Háganmelo saber dejando un review :D Sea bueno o malo... recibo las críticas y los aprecios con buena onda! :) Buen fin de semana a todos!

CAPÍTULO 3: She doesn't deserve her

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Mis ojos comenzaron a abrirse de a poco al sentir cómo la claridad del día empezaba a molestarme.

Y me llevé una gran sorpresa.

Me encontraba abrazada a Santana, quien estaba de costado, mi cabeza en su pecho y una de mis manos estaba firmemente en su trasero.

Mierda.

¿Cómo es que terminamos así? Enseguida retiré mi mano, afortunadamente mi amiga no se había percatado del movimiento y seguía durmiendo. Me atreví a observarla por unos minutos y me di cuenta que de vez en cuando soltaba un sonido como si fuera un ronquido pero era muy suave y… tierno. Sonreí al escuchar cómo sonaba su respiración y luego decidí acurrucarme un poco más en ella para seguir disfrutando de nuestra posición. Su cuerpo reaccionó abrazándome aún más fuerte, haciendo que mi sonrisa se agrandara más todavía. Nose por qué esto causa un gran efecto en mí, pero se siente muy bien saber que a alguien le importo y que me puede brindar esos abrazos que te hacen relajar y te aseguran que van a estar ahí a tu lado por siempre para que esté bien.

En cuestión de segundos sentí una sensación rara, la cantidad de saliva que poseía en mi boca comenzaba a aumentar y un malestar empezó a sofocarme.

Estaba por vomitar.

Rápidamente me solté del embrace y corrí lo más rápido que pude hacia el baño con mi mano en la boca. Enseguida me arrojé al suelo abrazando al inodoro y oculté mi cabeza allí.

-¿Q? –a lo lejos escuché a Santana preguntando por mí -¿Quinn? –esta vez se estaba acercando hacia a mí en el baño, yo no podía decir nada porque las arcadas eran bastante profundas –Ya va a pasar… vas a estar bien –Santana se dio cuenta de lo que me pasaba y sentí cómo sus manos me recogían el pelo para que no me lo manchara y luego me frotaba la espalda para confortarme un poco.

-¿Ya está? ¿Estás mejor? –me preguntó una vez que ya no vomitaba. Apenas asentí con la cabeza retirando un poco mi cabeza del sanitario –Toma, aquí tienes unas servilletas para que te limpies –me ofreció con una leve sonrisa pero se podía ver en sus ojos la preocupación. Mientras esperaba a que me calmara un poco, me di cuenta que ya estaba comenzando con los síntomas del embarazo. Era una triste realidad y no podía hacer nada contra ella. Con tal sólo pensarlo me daba ganas de vomitar otra vez.

-Definitivamente tu vómito huele peor que algo podrido Fabray, ¿Qué clase de digestión haces? –Santana me hizo una de sus típicas bromas sarcásticas pero sonriéndome, tratando de levantarme un poco el ánimo.

-Vete a la mierda –le respondí golpeando su hombro con mi voz bastante rasposa y con un poco de dolor en mi garganta.

-Gracias –le agradecí una vez que nos levantamos, me enjuagué la boca y regresamos a su habitación.

-No tienes por qué agradecerme –la morena me respondió y luego buscó dos uniformes de Cheerios –tómate una ducha mientras preparo un desayuno algo liviano para que no te asienta mal –me arrojó el uniforme y luego bajó por las escaleras para hacernos el desayuno. Sonreí ante la amabilidad de Santana, todavía era algo raro para mí ser tratada de esta forma por ella. Aun así, debo reconocer que me gustaba y que no quería por nada en el mundo que volviera a ser la malvada Santana de antes.

Sacudí mi cabeza y lentamente me fui hacia al baño para ducharme y dar comienzo al día.

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-Te tomaste tu tiempo para bañarte rubia… -Santana me habló una vez que vio que estaba bajando por las escaleras. Ella estaba sentada en la mesa con un par de tostadas, dos vasos con jugo de naranja, dos tazas, leche y cereales. Se ve que por las dudas había preparado varias cosas por si algo no me gustaba o me caía mal.

-Así es, la belleza toma su tiempo ¿Algún problema? –me atreví a desafiarla elevando mi ceja y sin ocultar una sonrisa en mi rostro.

-Ninguno Fabray –me correspondió la sonrisa y me senté enfrente de ella para desayunar –recién hablé con mi ginecóloga, me mandó por fax unas órdenes para que te hicieras unos análisis y mañana tienes que hacerte una ecografía para hacer un chequeo… de antemano le pregunté cada cuánto deberías hacerte las ecografías y me dijo que durante el primer mes y luego cada dos meses para controlar el embarazo –Santana me contó todo esto muy seriamente dejándome boquiabierta. Wow. Nunca pensé que ella iba a reaccionar de esta forma, parecía que ella era la madre de mi hijo. Aunque sería imposible, debería ser el padre… aunque, últimamente sí existen dos madres o dos padres.

Mmmmhhmmm. Santana siendo madre de mi hijo/a junto a mí.

¿¡Qué mierda estás pensando Lucy Quinn Fabray!?

Enseguida parpadeé varias veces tratando de quitarme la idea más estúpida que se me cruzó por la mente durante toda mi vida. ¿Qué rayos fue eso? Ni siquiera soy bisexual como para pensar esas cosas y menos con Santana que es mi amiga. Ugh, quiero pensar que esto fue por culpa de las hormonas exaltadas por el embarazo.

-¡Quinn! –el grito de Santana, agitando su mano a milímetros de mi rostro hizo que yo volviera al presente -¿Te molestó que hiciera esas llamadas? Entiendo que todavía no estés familiarizada con el tema y que sigas en shock o tal vez no lo hayas aceptado… pero creí que podía ayudarte un poco… lamento si –

-Santana! Está bien… más que bien en realidad –interrumpí al ver que se estaba poniendo nerviosa –nada más que no me esperaba que te lo tomaras tan a pecho a … esto de ayudarme –le dije sinceramente

-Te dije que te iba a ayudar Quinn, ¿Qué pensabas? ¿Qué te había mentido? –pude ver que lo que acababa de decir le había molestado a Santana.

-No, no! Claro que no! Pero… tampoco creí que te ibas a hacer cargo de esta forma –le dije refiriéndome a lo de las llamadas a su ginecóloga y de haber sacado turno para la ecografía.

-Oh… ¿Te molestó? –de pronto Santana estaba indecisa e intranquila y nuevamente me dio ternura.

-Claro que no tonta –le respondí con una sonrisa y comencé a comer una tostada ya que parecía que tenía hambre y mi estómago estaba bastante vacío. Santana me iba a hablar cuando su celular comenzó a sonar. Frunció el ceño al escucharlo pero luego sus ojos se iluminaron y endulzaron de tal manera que nunca antes había visto en ella y esbozó una enorme sonrisa con la cual me quedé sorprendida.

-Hey Britt-Britt -hasta su voz era más dulce. Yo simplemente seguí masticando mi tostada mientras observaba cada reacción que Santana hacía –erm… estoy desayunando con Quinn, por? –preguntó y no se me escapó el detalle de que sus mejillas se enrojecieron. Sus ojos se encontraron con los míos y eso hizo que se ruborizara aún más. Inmediatamente evadió mi mirada y aclaró su garganta.

No quería pensar que estaban teniendo esa famosa llamada de 'sexo telefónico', por favor.

-Britt… no puedo ahora… -susurró y eso me dio la pauta de que sí, Brittany estaba intentando tener sexo telefónico. ¿Quién diría que esa chica podría ser tan desinhibida? -¿Qué te parece si vienes a desayunar con nosotras? –Santana le ofreció tratando de romper ese diálogo que estaba poniéndola incómoda a ella y a mí a la vez. Mientras yo tomaba jugo, Santana cortó la llamada y permaneció en silencio sin saber qué decir. Me daba gracia en cierto punto, nunca me imaginé que iba a tener la oportunidad de ver a Santana en tantos estados.

-¿Interesante la llamada? –le pregunté curiosamente sabiendo perfectamente que me iba a soltar un insulto.

-Nose de qué hablas Fabray –Santana intentó hacerse la tonta conmigo y eso hizo que yo soltara una pequeña carcajada.

-¡Pooor favooor! Como si no me diera cuenta de que Brittany intentaba tener sexo por teléfono contigo –le dije sonriendo ampliamente y luego me reí al ver cómo el rostro de Santana más rojo imposible –Awwwww ¿Santana ruborizada? Eso no se ve todos los días –continué con mi broma provocando que Santana me arrojara un par de cereales mostrando que estaba molesta y a la vez afirmando mi teoría acerca de su llamada.

-Cállate de una vez y termina tu desayuno –me dijo en tono molesto. Yo seguía riéndome por su reacción hasta que escuchamos que alguien golpeaba la puerta. Santana saltó de la silla y enseguida fue a abrir la puerta, cerrándola nuevamente para quedarse con Brittany en el pasillo por unos segundos. Lo único que se escuchaba eran risitas típicas de Brittany interrumpidos por lapsos de silencio, en lo que asumí que ellas se estaban devorando una con la otra. Decidí terminar mi jugo de naranja tratando de no ponerme más incómoda delo que ya estaba. Al rato, escuché cómo Brittany corría hacia la cocina para saludarme.

-¡Quinnie! –Brittany me saludó abrazándome tan sonriente como siempre. Nunca voy a saber por qué ella tiene esa necesidad de estar siempre necesitando contacto con los cuerpos. Demás estaba decir que yo odiaba todo tipo de contacto y tal vez sea por ello que no me agradaba cómo era Brittany -¿Qué estás desayunando? –me preguntó la chica rubia exaltadamente.

-Tostadas y cereales –le respondí mientras vi que Santana llegaba a la cocina con su rostro muy fácil de leer. Estaba frustrada. Pude darme cuenta que Brittany la había dejado con ganas de algo más en el pasillo y ahora ella estaba frustrada sexualmente.

-¡Genial! –exclamó Brittany y luego se sentó arriba de Santana que la abrazó por la cintura colocando su barbilla sobre su hombro.

-¿Qué es lo primero que tenemos hoy? –pregunté mientras miraba cómo Brittany guiaba una tostada hacia Santana para que la mordiera. En cierta forma era tierno y… parecía normal, pero todavía no me acostumbraba a verlas de ese modo sabiendo que eran… 'novias' por así decirlo.

-Entrenamiento con Sue, después creo que matemáticas y… nose qué más –respondió Santana antes de dar otro mordisco a la tostada sonriéndole ampliamente a Brittany como si fuera su mundo para ella.

-¿Matemáticas? Me olvidé completamente de que dentro de unos días tenemos examen y no repasé nada para hoy –dije con nerviosismo al ver que me había olvidado de un examen al que no podía fallar.

-Quinn… relájate, vas a llegar completamente bien para el examen… total siempre acabas sacándote una A –me respondió Santana y luego miró la hora en su celular –deberíamos ir yendo sino Sue nos va a castigar con la rutina de tardanzas y la verdad que no tengo ganas de torturar mi cuerpo con eso… -Santana tenía razón, enseguida nos levantamos y nos dirigimos hacia su garaje para que sacara su camioneta.


-Wow… ¿Cuándo cambiaste la camioneta? –le pregunté al ver que ahora tenía una jeep grand cherokee negra que era preciosa.




-Mi padre me la cambió hace un par de días –Santana dijo con indiferencia. ¡Cómo podría tener indiferencia al tener semejante camioneta! No lo podía entender. Tal vez no la aprecie por alguna razón familiar… no lo sé.

Nos subimos a su camioneta y fuimos hacia el colegio para empezar con la práctica de las Cheerios. Era miércoles… y eso significaba que era el día más pesado y agotador de la semana. Suspiré al pensarlo y me concentré a mirar lo que había en la calle ignorando a Brittany y a Santana que estaban en su propio mundo en los asientos delanteros.

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Una vez que terminamos la práctica, pude sentir cómo dolían cada uno de mis músculos y necesitaba urgentemente una ducha con agua caliente para que los relajara y obviamente un litro de gatorade para reponer las sales y las energías de mi cuerpo. Hoy como nunca me sentí increíblemente pesada y con menos resistencia.

-Frabray, esta vez te encargas de acomodar las cosas que utilizamos hoy porque debo ir a prepararme para mi programa –me indicó brevemente y tuve que aguantar mis ganas de resoplar. Simplemente asentí con una de mis sonrisas más falsas y comencé a juntar los aros y demás cosas que utilizamos hoy para ensayar. Ugh, a veces odiaba ser la mano derecha de la profesora porque eso significaba que debía hacer cualquier cosa que me pidiera.

Después de demorarme una hora en acomodar todo, respiré hondamente y me dirigí sonrientemente hacia el baño de las porristas para tomarme mi merecida ducha. Por una parte me sentía más que contenta, ya que podía tomarme el lujo de estar sola y demorarme todo lo que quisiera en bañarme. Entré al vestuario, me desvestí, busqué mi shampoo, crema de enjuague para mi cabello y una toalla para luego ir hacia las duchas.

Casi se me cayeron todas las cosas que poseía en mis manos cuando entré a la parte de las duchas.

No estaba para nada sola.

Todavía estaban Santana y Brittany. Las dos estaban en una de las secciones que separaban una ducha de las otras. Santana estaba acorralando a la chica rubia contra una de las paredes mientras le susurraba cosas al oído y de vez en cuando atacaba su cuello, causando que Brittany se riera dejando en claro que le estaba provocando cosquillas y algo de excitación a la vez ya que se mordía el labio inferior cada vez que su 'novia' hacía algo en particular.

-Ejem… -aclaré mi garganta porque era lo único que podía hacer ante esto. No me iba a retirar y permanecer toda sudada durante todo el día para no interrumpirlas. Ellas debían comportarse correctamente en el Colegio. ¡Por Dios! ¡Estábamos en el Colegio y recién comenzábamos la mañana! Además de que lo que estaban haciendo estaba completamente erróneo…

-¡Oh mierda! –Santana se alejó de Brittany como si una fuerza superior la hubiese empujado con fuerza –n-no sabíamos que todavía tenías que bañarte –Santana me dijo sin mirarme a los ojos, su cabeza estaba dirigida hacia el suelo ocultando su gran vergüenza al saber que yo las había agarrado en un momento inoportuno. Brittany, en cambio, se encontraba sonriente y no dejaba de morderse el labio inferior mientras trataba de acercarse nuevamente a Santana. Perfecto. ¿Qué problema tenía esta chica? ¿A caso no vio que yo había entrado y las estaba observando ahora mismo? Brittany estaba empezando a quitarme la poca paciencia que hoy tenía.

-Me di cuenta –le respondí con mi voz tosca mostrando que estaba más que molesta e irritada con lo que había presenciado. Me quité la toalla y me introduje a una de las duchas para comenzar a bañarme. Mientras me estaba comenzando a enjabonar pude escuchar que otra vez estaban haciendo algo. Me estaba frustrando bastante esto.

-¡Britt! No… Quinn nos va a ver –escuchaba a Santana que aparentemente trataba de parar a Brittany de que hiciera algo.

-Pero si me dijiste que ella ya sabía sobre nosotras Sanny –escuché a Brittany responderle y rogué que Santana no aflojara y continuara con lo que estaban haciendo.

-Sí, pero no creo que Quinn quiera vernos ni escucharnos Britt-Britt –Santana le respondió y agradecí eternamente que no iba a enfrentarme con ninguna situación incómoda –esta noche lo seguimos ¿Sí? Lo prometo –pude diferenciar el tono de voz que utilizaba Santana cada vez que hablaba con Brittany.

-No voy a poder esta noche, voy a cenar con la familia de Artie… él quiere presentarme –cuando escuché esto enseguida giré mi cabeza para mirar la reacción de Santana que yo sabía muy bien que no iba a ser buena. Pude ver cómo se había congelado ante eso y el silencio se apoderó en ella. Me dolía verla así, la entendía.

-¿Prefieres ir ahí en vez de pasar la noche conmigo? –Santana le preguntó sin poder creer lo que estaba escuchando. Probablemente sabía cuál era la respuesta pero insistió teniendo la esperanza de que podía encontrarse con una sorpresa y que Brittany desistiera en ir a lo de Artie.

-Santana –Brittany trató de hablarle pero la morena enseguida se retiró de la ducha colocándose la toalla y retirándose de allí. Yo no podía creer lo que estaba viendo. ¿Qué rayos le pasaba a Brittany por la cabeza? ¿Realmente prefirió elegir a Artie en vez de Santana? No lo podía creer. Con todo lo que Santana hizo por ella… siempre…

Enseguida cerré la ducha y recogí mi toalla para irme detrás de Santana. No la iba a dejar sola en este momento.

-¿Te vas? –Brittany me preguntó y no pude evitar de darle una de mis miradas fulminantes para que entendiera que yo también estaba molesta con ella. Yo no era como Santana, ella podía mirarme con sus ojos azules tristes, húmedos, rojizos o lo que sea… pero no iba a causarme pena ni nada.

-Ya que tú no vas por Santana, lo voy a hacer yo –le respondí fríamente y me retiré del baño. Fui hacia el vestuario creyendo que a lo mejor estaría allí, pero no la vi. Enseguida me coloqué la vestimenta que me había traído y salí de allí. Miré a mi alrededor… pero me encontré con nada.

Santana ya había desaparecido.

Mierda.

Tomé mi celular para llamarla pero me dio su contestador.

-Hey San… en cuanto escuches este mensaje llámame ¿Sí? –le dejé un mensaje de voz con esperanza de que más tarde me respondiera con un llamado.

Suspiré y lentamente me dirigí hacia mi próxima clase.

Hoy iba a ser un día bastante largo.

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PROMETO ACTUALIZAR PRONTO! Déjenme saber si les gustó o no y qué les gustaría ver ;) Un beso a todos!

Me encanta , me tendrás como lectora fiel. Que rápido subiste los cap eso es excelente :D :D
Continuala please!!!

Estaré muy muy muy pendiente de la siguiente actu porque como ya dije me ah fascinado!!!

pd:Las canciones son hermosas♥

Una abrazo! :)

Helloo me encanto es muy bno el fic y me encatan Quinntana casi no hay fics de ellas espero act te cuidas

me encanto este fic soy re fan de santana y es cierto que ahí pocos fic quinntana seguí que acá tenes una fiel lectora

uuuuuuuuuuuu me gusto mucho el fic , me gusto la idea y las canciones todo
me gusta quinntana sobre todo estas aksjkasjakjs
espero que actualices luegoo

Graciaaas! y me pone muy contenta saber que les gustó la historia y las canciones ♥ amo taylor jajajaj en fin, ya actualicé y espero que les guste este cap ;)

CAPÍTULO 4: BUBBLY



¿Podría ser esta clase más aburrida? Lo único que trataba de hacer es terminar estos veinte ejercicios que el profesor nos había dado hace media hora para practicar para el examen. Debía admitir que al no tener a Santana cerca… eso hace una gran diferencia. De alguna manera extrañaba sus comentarios sarcásticos o discriminativos, te hacían reír de todos modos.

Ugh.

Suspiré y dejé el lápiz en mi escritorio. Miré si el profesor nos estaba controlando pero afortunadamente estaba concentrado en su netbook con una gran sonrisa. Seguramente debe estar mirando pornografía.

Tomé mi celular para ver si Santana me había mandado algún mensaje.

Nada.

Decidí mandarle yo un mensaje. A lo mejor cedería y vendría a clases.

Santana, ven y siéntate al lado mío en matemáticas. Por favoooorr :( Xx Q

Cerré el celular y estaba por focalizarme en los ejercicios cuando alguien me toca el hombro y me tira un pequeño papel. Fruncí el ceño y empecé a abrir el pedazo de papel para ver qué podría llegar a decir. En un principio tuve pánico al pensar que alguien se había enterado de mi situación.

[¿Estás libre mañana por la noche? Me gustaría invitarte a cenar y pasar San Valentín juntos]

*Sam Evans

¿Ah? Ok, ok… vayamos de a poco. Primero, ¿Quién era Sam Evans? Nunca en mi vida escuché su nombre y ni siquiera lo localizaba en estas clases. Y segundo, ¿Mañana era San Valentín? Mierda, siempre odié estos días… son tan comerciales…

Me volteé para mirar a mí alrededor y ver si este tal 'Sam Evans' me estaba mirando y examinarlo un poco. Y así fue, un chico rubio estaba sentado detrás de mí y me miraba con una gran sonrisa, esperando mi respuesta. Giré otra vez para procesar todo lo que estaba ocurriendo y pensar en lo que iba a hacer.

Digamos que no estaba en condiciones de rechazar esta oferta, él era bastante apuesto… y debía conseguir alguna pareja como para matar un poco esta soledad en la que me encontraba últimamente. ¿Verdad? No podría ser tan malo esto, ¿No? Tomé mi lápiz y comencé a escribir en el papel.

[Ok, mañana a las 19:00 hs en Breadstix XxQ]

Le arrojé el papel y me mentalicé que sí o sí debía terminar con esos malditos ejercicios. Al instante escuché que alguien había abierto la puerta. Era Santana. Enseguida sonreí al ver que la había convencido.

-Te tomó bastante tiempo reaccionar ante mi mensaje López –le dije con una sonrisa pero pude ver que su rostro seguía igual de serio y si lo observabas bien, te dabas cuenta de que estaba mal.

-Lo que sea, por lo menos vine –me respondió mientras se acomodaba al lado mío y sacaba sus cosas para comenzar con los ejercicios.

-¿Estás bien? –me animé a preguntarle. Después de todo éramos amigas ahora ¿No?

-Siempre estoy bien Fabray –me respondió sin quitar sus ojos de los ejercicios. Ok, tal vez tenía que dejarla sola por un momento y luego durante el día pueda hablar con ella. No era justo que ella me ayudara y yo no pudiera devolverle el favor.

…

..

.

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Una vez que tocó el timbre, Santana y yo nos dirigimos hacia nuestros casilleros para dejar nuestros cuadernillos y prepararnos para nuestra próxima clase que no me podía acordar cuál era. Durante todo el camino estuvimos en silencio. Cuando llegamos a nuestros casilleros vi que Santana se detuvo. Me coloqué a su lado para ver a qué le estaba prestando atención.

Artie estaba trayendo a Brittany a su casillero. La rubia estaba sentada sobre él abrazándolo, los dos se estaban riendo. Pude ver el dolor que se reflejaba en los ojos de Santana, era muy obvio. Yo sabía que ella deseaba con toda su alma ser ella quien traía de esa forma a Brittany.

-Santana… deberías fijarte en otra persona, Brittany no te merece… tú te mereces a alguien que esté dispuesto a ser completamente tuyo y de nadie más –le dije y Santana enseguida reaccionó abriendo su casillero tratando de evitar mi mirada.

-Yo no quiero a nadie más Quinn, yo la quiero a ella –Santana dijo con su voz algo frágil –además… ella puede hacer lo que quiera, no es como si nosotras estuviéramos en una relación –me di cuenta que trataba de justificar las acciones de la bailarina. ¿Qué mierda? Brittany se acuesta con otras personas y ella lo único que hace es… ¿Seguir defendiéndola? Nunca voy a entender por qué Santana la defiende tanto.

-Santana, tú sabes muy bien que no es así… si ella realmente te quisiera se daría cuenta de que a ti te destroza –le respondí apoyándome sobre mi casillero mirándola fijamente. No obtuve ninguna respuesta. Santana podría ser demasiado terca y ciega a veces y tal vez nunca iba a reconocer que en algo otra persona tenía razón. Era frustrante eso, porque yo lo único que quería hacer era ayudarla… y si Brittany no iba a cambiar para ser la persona que Santana realmente necesitaba, yo me iba a encargar de que Santana se diera cuenta de eso y comenzara a buscar otra chica.

-Ya vuelvo –me dijo y antes de que pudiera decirle algo, se dirigió hacia Brittany que ahora se encontraba sola en su casillero. Me quedé observándolas con tranquilidad. Estaba esperando a que Santana perdiera sus nervios y comenzara a gritarle a Brittany por lo que le estaba haciendo… pero me encontré con otra cosa.

Santana tomó las manos de Brittany y agachó su cabeza mientras hablaba.

No.

No me digas que Santana López se estaba disculpando ante Brittany. ¿Qué mierda era eso? ¡La que se tenía que disculpar era Brittany no ella! Esto me estaba poniendo los pelos de punta. Seguí mirándolas por un momento hasta que vi a Brittany asentir con su cabeza con una leve sonrisa y luego se abrazaron fuertemente como siempre lo hacían.

Perfecto.

¿Dónde había quedado esa Santana López que no dejaba que nadie la pisoteara? Ahora claramente se estaba dejando pisotear, humillar y usar por Brittany.

Más tarde iba a hablar con Santana, le gustase o no.

-¡Hola Quinnie! –Brittany me abrazó por segunda vez en el día y tuve que resistirme para no empujarla y darle una buena bofetada que se la merecía por lo que estaba haciendo con Santana y Artie.

-Ya me saludaste esta mañana Brittany –le respondí tratando de separarme de su embrace y mirando de reojo a Santana que tenía su dedo meñique enlazado al de Brittany.

-Oh… no me acuerdo… tal vez Lord Tubbington volvió a ponerme una de sus pastillas en mi té hoy a la mañana –dijo la rubia pensativamente y volví a mirar a Santana que acariciaba la palma de su amiga sonrientemente, pero aún se le notaba la angustia en sus ojos chocolate. ¿Cómo alguien tan inteligente como Santana podía estar con Brittany? Yo no podía entender qué era lo que Santana podía ver en ella. Obviamente que la escocesa era muy bonita, tenía unos ojos azules envidiables y su cuerpo estaba excelentemente tonificado… pero todo eso le contrarrestaba su estúpido mundo en el que vivía permanentemente, haciendo que viva diciendo cosas incoherentes.

-¡Chicaaas! ¡Chicaaas! –unos gritos interrumpió mi momento en el cual le iba a decir a Brittany que eso era imposible ya que había desayunado con nosotras. No era nadie más ni nadie menos que Rachel Berry –Ufff, deberían acortar un poco los pasillos porque no puedo correr tanto así sino me arruinaría –

-Ve directo al grano Hobbit –Santana la interrumpió de malhumor.

-¿Cómo me veo? Me estuve preparando desde ayer para este día, no pude dormir en toda la noche pensando en las notas que todavía me faltaba practicar –

-Horrible como siempre –Santana volvió a interrumpirla, se notaba que se estaba quedando sin paciencia y yo por dentro me estaba riendo al ver sus facciones.

-¡San! No seas así con Rachel… -Brittany la retó y la morena simplemente se encogió de hombros. Claro, ¿Ahora ella quería hacer el papel de buena?

-¿Por qué la retas? Santana simplemente decía la verdad… por lo que yo tengo entendido mentir es pecado, no ser sincera –le repliqué a Brittany quien me quedó mirando fijamente con sus ojos azules enormes.

-En fin, ¿A qué venías Berry? –Santana trató de romper la tensión que había en el aire.

-Quería saber si habían practicado sus duetos para hoy aunque ya se sabe que Finn y yo vamos a ganar, somos los dos perfectos el uno para el otro y –

-Para… para… ¿De qué duetos me estás hablando? –Santana volvió a interrumpirla por tercera vez.

-¡Cómo qué duetos! ¡No puedo creer que no te hayas acordado de esto sabiendo lo importante que –

-¡Hobbit podrías ser directa una vez en tu vida! –Santana ya se estaba poniendo nerviosa, contagiándome un poco. ¿De qué rayos hablaba Rachel?

-Los dúos que había que presentar para hoy Santana… hoy se definía qué papeles iban tomar para cantar en los Regionales – Rachel habló brevemente por primera vez en nuestras vidas y nos dejó boquiabierta a todas, menos a Brittany quien se veía confundida.

-¿Qué son los Regionales, San? –la rubia le preguntó a Santana sin entender de qué estábamos hablando.

-Oh mierda… después te lo explico Britt-Britt –Santana me miró a mí buscando algo de ayuda -¿Tú sabías algo de esto Fabray? –me preguntó y yo simplemente negué con mi cabeza. Yo también me había olvidado completamente de esto.

-Uh-oh… me parece que están en problemas chicas, igual… no es por nada pero por una parte me pone triste saber que esto va a ser tan sencillo de ganar, pero a la vez me alegra saber que tengo menos competencia y que –

-¡Te recomiendo que te vayas antes de que deje tu rostro igual al de Nicki Minaj! –Santana le gritó causando que Rachel se asustara y comenzara a caminar rápidamente alejándose de nosotras.

-¿Qué vamos a hacer ahora? Mr. Shue nos va a matar cuando le digamos que no hicimos nada –Santana preguntó con preocupación.

-Yo me voy a hablar con Artie, él seguro preparó algo –Brittany dijo mientras se desprendía del meñique de Santana quien la miraba sorprendida y algo herida.

-Pe-pero Britt, ¿No vas a cantar conmigo? –Santana le preguntó antes de que la rubia se retirara completamente.

-No puedo dejar a Artie solo San… lo siento –la rubia le respondió con una mueca triste y comenzó a caminar, dejándome a mí a solas con Santana.

-Quedamos tú y yo parece –digo algo tímida acercándome a Santana que trataba de fingir que estaba bien.

-¿Qué vamos a hacer Quinn? Estamos en graves problemas… ni siquiera sabemos qué canción vamos a cantar y no voy a permitir que ese pequeño gnomo de Berry me gane –Santana estaba poniéndose intranquila y la entendía completamente. Éramos Cheerios, no podíamos no ganar.

-¿Todavía tienes la guitarra de tu padre? –le pregunté una vez que se me había prendido la lamparita en mi cabeza.

-Sí, ¿Por qué?

-Vamos a buscarla –le dije tomándola de la mano y retirándonos del Colegio lo más rápido posible.

…

..

.

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Ya habían pasado casi todos, solamente faltábamos Santana y yo que éramos las últimas. Todo el grupo de Glee se encontraba en el pasillo mirando tras la puerta, espiando si podíamos ver o escuchar algo que dijera el profesor Mr. Shue o Emma Pillsbury. Santana no quitaba su mirada de Brittany y Artie.

Por ahí se abre la puerta y se retiran Rachel y Finn. Como siempre Rachel tenía una amplia sonrisa y comenzaba a decir que estaba más convencida como nunca de que iban a ganar.

-Nos queda… Santa y Quinn por lo que veo –escuchamos al Mr. Shue acercándose a la puerta. Me acerqué a Santana y la tomé de la mano dándole un fuerte apretón como para guiarla hacia el salón para cantar.

-¡Chicas, las escuchamos! –el profesor nos dijo sentándose contentamente al lado de la otra profesora.

-Quinn esto va a ser un desastre… ¿Por qué no le decimos la verdad a Mr. Shue? Seguramente nos va a comprender estando Mrs. Pillsbury aquí… -me pude dar cuenta de que Santana estaba nerviosa. Yo Quinn Fabray, nunca iba a admitir que no pude hacer algo o que me lo había olvidado de hacer… prefería correr el riesgo y hacerlo de igual forma antes de decir que no podía hacerlo.

-Tú cállate y comienza a tocar la guitarra… todo va a salir perfecto López, estás conmigo –le aseguré sonriendo ampliamente. Era una canción fácil, amorosa, y a cualquier persona le gustaba escucharla… por lo que debíamos quedarnos tranquilas.

Miré nuevamente a Santana y asentí con mi cabeza como para darle la señal de que ya era hora de empezar. Y así fue. Me senté al lado de Santana quien estaba concentrada tocando la guitarra con sus ojos cerrados. Por un momento creí que los cerraba como para dejarse guiar por la canción. Mis manos comenzaban a transpirar y me estaba dando cuenta de que yo también me estaba poniendo nerviosa… así que decidí en hacer algo parecido. Respiré profundamente y centré mi mirada en el rostro de Santana que se veía muy relajado y pacífico. Debía reconocer de que la morena era realmente hermosa.

¿Qué? ¿Acaso una amiga no puede comentar lo linda que es su mejor amiga?

Tomé firmemente el micrófono sin quitar mis ojos de Santana y comencé a cantar:

https://www.youtube.com/watch?v=AWGqoCNbsvM

I've been awake for a while now
You've got me feeling like a child now
'Cause every time I see your bubbly face
I get the tingles in a silly place


Ni siquiera me había dado cuenta de que a medida que cantaba la canción, una sonrisa se me dibujaba en mi propio rostro y no podía evitar recordar esta mañana cuando me había despertado y me había tomado unos minutos en admirar el rostro de mi mejor amiga. Me dejé guiar por la música que creaban los dedos de Santana tocando la guitarra.

It starts in my toes
And I crinkle my nose
Where ever it goes I always know
That you make me smile
Please stay for a while now
Just take your time
Wherever you go


No podía evitar sonreír aún más al notar que me sentía totalmente identificada con la canción. Así me había sentido hoy a la madrugada cuando me había despertado amarrada a Santana. Ella era la persona que últimamente me hacía sonreír y lo único que yo quería era que estuviera más tiempo conmigo.

The rain is falling
On my window pane
But we are hiding in a safer place
Under the covers
Staying dry and warm
You give me feelings that I adore


Con esta estrofa era imposible no memorar la noche en la que me había acurrucado a Santana, escondiendo mi cara en su cuello, aspirando su dulce perfume y durmiéndome felizmente.

It starts in my toes
Makes me crinkle my nose
Where ever it goes I always know
That you make me smile
Please stay for a while now
Just take your time
Wherever you go


Estaba tan concentrada mirando cómo Santana sonreía aún con sus ojos cerrados que me había olvidado de que esto era un dúo y me sorprendí cuando ella levantó su mirada y me miró sonrientemente hipnotizándome con la luz que desprendían esos ojos chocolates trascendentes… y comenzó a cantar.


What am I gonna say?
When you make me feel this way
I just...


Santana detuvo su guitarra y me guiñó el ojo provocando que me quedara sin respiración y que mi corazón se detuviera.


It starts in my toes
Makes me crinkle my nose
Wherever it goes I always know
That you make me smile
Please stay for a while now
Just take your time
Wherever you go


Ella se encargó del tarareo de la canción, era inevitable para mí morder mi labio inferior al escuchar su voz tan dulce… nose qué era lo que me estaba sucediendo, lo único que sí sabía era que estaba sintiendo ese cosquilleo del cual hablaba la Colbie Caillat en su canción. Santana interrumpió mi pensamiento y me indicó que era mi turno para cantar.


I've been asleep for a while now
You tucked me in just like a child now
'Cause every time you hold me in your arms
I'm comfortable enough
To feel your warmth


Y ahora nos tocaba cantar las dos juntas, me acerqué a ella y coloqué mi mano en su rodilla acariciándola de vez en cuando. Las dos nos balanceábamos al ritmo de la música.


It starts in my soul
And I lose all control
When you kiss my nose
The feeling shows
'Cause you make me smile
Baby just take your time now
Holding me tight


Llegando al final de la canción conectamos nuestras miradas mientras cantábamos dulcemente esa estrofa.

Wherever, wherever
Wherever you go
Wherever, wherever
Wherever you go


No sé por qué decidí que quería cantar yo el final… pero cuando lo hice, lo canté de verdad… sintiéndolo desde lo más profundo de mi corazón… algo que nunca lo había sentido.


I always know
That you make me smile
Just for a while


Esperé a que Santana terminara de tocar la canción y tanto ella como permanecimos en nuestra burbuja mirándonos tiernamente.

-¡Wow! ¡Excelente! ¡Simplemente perfecto chicas! –los aplausos de Mr. Shue y Mrs. Pillsbury rompieron nuestra burbuja, causando que Santana aclarara su garganta y que yo me ruborizara.

-Díganle a sus compañeros que vayan entrando –nos indicó el profesor e hicimos lo que nos había pedido. Me senté en las gradas y nuevamente me sorprendí al ver que Santana se sentó al lado mío tomándome de la mano. Debo admitir que agarrar su mano era ahora una de mis preferidas sensaciones… me sentía protegida.

-Ok… la elección que acabamos de tomar con Emma Pillsbury es sinceramente… sorprendente, porque nunca íbamos a creer que esta pareja tuviera tanta… química y conexión, y eso era lo que estábamos buscando –dijo Mr. Shue haciendo que todos nos tornáramos nerviosos –la pareja ganadora es … ¡Quinn Fabray y Santana López!

Todos nos habíamos quedado en silencio. Era tal cual había dicho el profesor… sorprendente. Santana tuvo que darme un sacudón para que reaccionara. ¿Realmente era lo que había escuchado? Ni siquiera habíamos ensayado… simplemente cantamos poniendo nuestra suerte a la deriva.

-¡Quinn ganamos! –Santana me abrazó por la cintura elevándome y ambas comenzamos a reír y saltar emocionadamente.

-¡Es injusto! ¡Nosotros debíamos haber ganado! ¡Ellas ni siquiera tenían planeada la canción que iban a tocar! –la voz insoportable de Rachel nos había interrumpido nuestro festejo.

-¡Te recomiendo que te calles si es que no quieres que te mande de regreso a Israel con mis propias manos! –Santana ya estaba a punto de abalanzarse sobre Rachel, así que la tuve que tomar del brazo para tranquilizarla un poco.

-¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué tanto alboroto? –preguntó Mr. Shue y esta vez me encargué yo de hablar.

-Absolutamente nada Mr Shue, quédese tranquilo –le aseguré mostrando una de mis mejores sonrisas para que me creyera y afortunadamente lo hizo.

-Si todo se encuentra bien… entonces chicas, vengan conmigo que Emma y yo vamos a darles las instrucciones para luego compartirlas con el resto del grupo –el profesor nos indicó y nuevamente tomé la mano de Santana mientras seguíamos su camino.

…

..

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Una vez que terminamos nuestra clase de Glee, Santana y yo fuimos nuevamente hacia nuestros casilleros para tomar nuestras cosas para la próxima clase.

-Creo que yo ahora tengo literatura, ¿Tú qué tienes? –le pregunté a Santana para saber cuándo iba a volver a verla durante el día.

-Te recuerdo que tenemos el mismo itinerario Fabray… así que lamentablemente voy a tener que lidiar contigo durante todo el día… -Santana me dijo y sonreí ampliamente al saber que no nos íbamos a separar –al menos trata de no darme dolor de cabeza durante la mañana ¿De acuerdo? –la morena como siempre me bromeó sarcásticamente pero yo sabía que en el fondo ella también disfrutaba de mi compañía. Éramos más parecidas de lo que creíamos. Le estaba por responder cuando Brittany saltó arriba de Santana por detrás, rodeándola con sus piernas. Otra vez vi cómo el rostro de Santana se relajaba, sus ojos se apasionaban mostrando un brillo especial en ellos y su sonrisa incrementaba. ¿Cómo podía Brittany lograr tener ese gran efecto en ella? En cierto modo era increíble.

-¡Felicitaciones San! –Brittany le dijo mientras dejaba varios besos en la mejilla de la morena haciendo que ésta mostrara aún más felicidad que antes. Yo como siempre postrada en el pasillo mirándolas con los brazos cruzados al ver que ninguna de las dos se daba cuenta de lo colgada que yo estaba allí.

-Gracias Britt-Britt, pero yo no lo hubiera logrado sin la ayuda de Quinn… -la morena replicó. Wow, ¿Me acababan de nombrar? No lo podía creer, yo ya me veía plantada en el pasillo mientras estas dos se fugaban por ahí.

-¡Hola Quinnie! ¡Hacía mucho que no te veía! –la rubia escocesa vino hacia a mí para saludarme con un abrazo por tercera vez en el día. Estuve con ellas dos casi toda la mañana y ¿Ella ni siquiera se acordaba de haberme visto? En serio, ¿Qué clase de drogas toma esta chica?

-Brittany, estuve contigo durante toda la clase de Glee –le respondí y como respuesta me encontré con su rostro fruncido, confundido, tratando de –igual, no importa

-¿Qué materia tienes ahora Britt-Britt? –Santana le preguntó y yo por dentro suplicaba que no dijera que tenía literatura. Sí lo sé, soy malvada… pero seamos sinceros, ¿A quién le gustaría ver a Santana y a Brittany tocándose, besándose y demás cosas durante toda una clase? A nadie.

-Creo que física –la rubia le respondió y pude ver cómo Santana resopló al ver que no iban a estar juntas durante esas horas –tengo una sorpresa para ti –Brittany distrajo a Santana por un momento con una gran sonrisa y luego se le acercó para susurrarle algo al oído. Mi reacción fue elevar mi ceja mostrando mi cara de frustración al ver cómo Santana se había relamido su labio inferior y sus ojos se habían oscurecido. Genial. Yo ya sabía qué se venía en ese momento.

-Creo que te veré más tarde Q, Britt me quiere mostrar algo –Santana me dijo y ella sabía que yo me había dado cuenta a qué se había referido con eso. Estas dos se iban a follar durante toda la hora de clases por ahí. Ugh. No pude evitar darle mi mirada fulminante para hacerle saber que estaba enfadada de que otra vez me dejara sola en una clase –prometo compensártelo más tarde –Santana quiso lograr que me calmara un poco con eso. No voy a mentir que por una parte sentí una pequeña exaltación en mi interior, porque no sabía a qué se refería, pero mi bronca me superaba. Ni siquiera le respondí, simplemente tomé mis cosas apretándolas contra mi pecho y me dirigí hacia mis clases. No me pregunten por qué, pero estaba muy muy molesta con ella y yo sabía que no tenía ningún derecho a estarlo… ella era dueña de hacer lo que quería, ¿Verdad? Entonces ¿Por qué me molestaba tanto?

Malditas hormonas que me hacen sentir más sensible ante todo.

…

..

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Por fin había tocado el timbre de que había finalizado la clase. Tomé lo más rápido que pude mis cosas y me dirigí directamente hacia afuera del Colegio. Seguramente Santana seguía con Brittany haciendo Dios sabe qué. Así que tenía que irme a pie hacia mi casa.

Genial.

Bueno, hay que buscar en las cosas el lado positivo ¿No? Tal vez me vendría bien despejarme un poco y respirar aire nuevo para relajarme.

-¿A dónde crees que vas barbie? –escuché la voz que caracteriza solamente a Santana haciendo que me paralizara por el camino y sentí cómo mis labios se curvaban en una sonrisa. Ella se había acordado de mí. Me volteé y vi que en sus manos llevaba dos cafés de Starbucks que a mí me encantaban.

-¿De verdad piensas que soy tan fácil de compensar? –le pregunté elevando mi ceja pero aún sin poder ocultar mi sonrisa.

-Oh… vamos Quinn, tú sabes muy bien cuánto amas los cafés de Starbucks… eres tan adicta como yo –ella me respondió con su sonrisa coqueta mientras se acercaba hacia a mí para luego darme el café.

-¿Te llevo a tu casa rubia? –me preguntó y simplemente asentí con mi cabeza. Nos dirigimos hacia su camioneta y me asombré al ver que no estaba Brittany adentro. Aun así no me atreví a preguntarle por las dudas que metiera el dedo en la llaga nuevamente. Durante el camino las dos estuvimos en silencio. Era cómodo pero a la vez incómodo, ¿Me explico? Yo quería sacar cualquier tema como para romper el hielo pero… tanto ella como yo somos de pocas palabras. Tal vez debíamos mejorar eso en nuestra amistad. Quizás de a poco lo vayamos superando.

-Bueno… aquí está tu bello hogar –ella sijo una vez que había estacionado enfrente de mi casa –espera –volvió a decirme antes de que yo abriera la puerta de su camioneta. Fruncí el ceño confundida ante lo que me había pedido y luego sonreí casi soltando una carcajada al ver que Santana estaba corriendo alrededor de la camioneta para luego abrirme la puerta y ayudarme a bajarme de ella.

-Sabes… que esté embarazada no significa que sea inútil –le dije sonriendo mientras tomaba su mano para bajarme del vehículo.

-Nunca dije que lo seas… pero nunca viene mal cuidarte por demás –Santana me respondió sonriéndome provocando que sintiera una sensación rara dentro de mí, pero una buena sensación –igual, que conste que lo hago por tu bebé no por ti Fabray –pude notar su tono de voz de broma y le golpeé el hombro por ser maldita conmigo. Entre risitas nos acercamos hacia mi puerta. Me dejé llevar por mis impulsos y la abracé. Rodeé su cuello con mis brazos y la atraje hacia a mí. Creo que tanto ella como yo estábamos sorprendidas al principio pero luego nos relajamos en el embrace suspirando a l mismo tiempo.

Se sentía… tan bien.

Pero lamentablemente lo bueno siempre dura poco. Un ruido a algo roto, algo que había sido arrojado y estrellado contra algo… interrumpió nuestro momento. Enseguida nuestras miradas se encontraron en confusión.

-¡Ya no me mientas! ¡Yo sé muy bien en dónde estabas anoche Russel! –se escuchaba a mi madre, Judy, gritando alocadamente mientras continuaba arrojando cosas. Suspiré con tristeza y me volteé para abrir la puerta de mi casa, no quería mirar a Santana y ver en su rostro lástima. Yo no quería producir lástima a ninguna persona.

-Ni se te ocurra entrar ahí Quinn –la mano de Santana me detuvo .

-Santana… va a ser mejor que te vayas –le dije levemente y otra vez me dirigí a abrir la puerta.

.¡Quinn! No, no voy a permitir que entres allí –Santana me tomó esta vez más fuerte de mi muñeca y me obligó a girarme para mirarla –no puedes vivir con problemas ni estrés Q, necesitas tranquilidad por encima de todas las cosas –pude ver la preocupación en sus ojos.

-Es mi familia Santana… ¿Qué piensas que haga? ¿Escaparme, huir? No, esto es lo que me tocó y tengo que enfrentarlo –le dije ya algo molesta porque era la verdad. ¿A dónde iba a ir?

-Esta noche te quedas a dormir en mi casa –Santana me arrancó la mochila de mi hombro y volvió a tomarme del brazo fuertemente guiándome hacia su camioneta.

-¡Santana suéltame! –traté de soltarme del agarre. No iba a dejar que Santana me obligara a hacer esto. No podía volver a quedarme en su casa, yo tenía mi propio hogar.

-No, Q… déjame cuidarte… hazlo por el bebé al menos –Santana volvió a mirarme y trató de que mi mente hiciera un click y se ablandara un poco -¿Sí? Aunque sea por el bebé –volvió a repetirme y luego me abrazó. Yo dejé que mi cuerpo se fundiera en el de ella. La verdad que siempre me voy a cuestionar qué hubiese sido de mí si Santana no hubiera aparecido en mi vida.

-Vamos a casa –me susurró al oído y asentí silenciosamente.

…

..

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Una vez que terminamos de cenar, me tomé una ducha y usé un par de pijamas que Santana me había dado para que durmiera esta noche. Estaba a punto de subirme en la cama cuando escucho pasos en la habitación. Me sorprendí al ver a Santana entrando al dormitorio.

-¿Qué haces? –le pregunté mientras me recostaba en la cama y luego me tapaba.

-Vengo a dormir contigo, ¿Qué crees que estoy haciendo? –ella me respondió mientras se desvestía enfrente mío, quedándose en su ropa interior. De forma involuntaria tragué saliva costosamente. 'Deja de pervertir Fabray', mi mente trataba de hacerme reaccionar al notar que mis ojos no desperdiciaban el tiempo en memorizar cada curva de su cuerpo. Sacudí mi cabeza y traté de calmarme un poco. ¿Por qué estoy tan rara últimamente? Ugh, espero que sólo sea por el embarazo –No quiero que vuelvas a despertarme durante la noche otra vez llorando porque tienes miedo Barbie –su voz hizo que volviera en mí.

-¿Qué? Yo no fui a despertarte porque tenía miedo López… simplemente estaba sensible –le respondí algo enojada mientras miraba cómo ella se soltaba su cabello negro para luego acercarse hacia la cama –puedes irte si quieres

-No… yo sé ahora mismo quieres mis abrazos más que a nada Fabray, y no lo niegues –ella me desafió con su típica mirada confianzuda y se metió en la cama aproximándose a mí y abriendo sus brazos invitándome a que me acurrucara a ella. Lentamente me dejé de resistir y me enrollé en ella, hundiendo mi nariz en su cabello. Dejándome invadir por su perfume que últimamente me había dado cuenta que era mi droga y tranquilizante. Deslicé mi brazo por su estómago, abrazándola algo fuerte, pegando nuestros cuerpos. Me dejé envolver por el calor que el cuerpo de Santana me brindaba. Era algo más que hermosa la sensación, más que relajante… era glorioso, increíble.

Nunca había disfrutado tanto dormir así con alguien. Es más, siempre disfrutaba tener mi espacio en mi cama, pero debo admitir que esto era mucho mejor.

-Gracias –susurré en su cuello y sonreí al ver que le había transmitido piel de gallina y le produjo un temblor.

-Buenas noches Q –Santana me saludó y esta vez estaba segura de que sentí que me había besado la frente.

Nos acurrucamos más y dejé que el sueño me venciera de a poco. Mañana iba a ser un día bastante agitado, por lo que necesitábamos dormir bastante.

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Espero que les haya gustado este capítulo, si pudieron escuchar la cancion mientras ellas cantaban.. genial, porq tal vez les ayude a imaginar mejor la situación ;) Gracias por los comentariooos! Buen comienzo de semana a todoooss!

me encanto la canción fue genial la mejor parte fue la de quin cuando defiende a santy del reto de brit pero no me gusta que sufra tanto por brit pobre mi santy :'(: eso si espero con ansias la próxima actu besitos

Nueva lectora! Lamento llegar tarde y no comentar, pero me encanta que actualices tan pronto :)

Me gusta mucho la relación Quinntana, Santana tiene una dulzura especial con Quinn que me fascina, esa relación amor-odio siempre llamo la atención.
Es una pena que Britt este con Artie, nunca me gusto esa pareja...pero bueno, si le da paso a Quinntana bienvenido sea.
Me gusta mucho como escribís , ya quiero ver como Quinn va a lidiar con el embarazo y San a su lado.

Las canciones me encantaron, mas la del ultimo capitulo.
Adoraba Brittana, pero Quinntana de a poquitico se va haciendo espacio, y tu fic esta ayudando a eso! Continua así!
Saludos!

awwww me encanta Quinntana en serio son mis personajes favoritos las amo a las dos no se ni quien me gusta mas jejeje y este fic es de mis favoritos :)
la vdd brittany nunca me ha gustado me gusta brittana por santana pero quinntana es demasiado lindas las dos nos spero act

Muero por que Santana se confunda con Quinn♥ y la comience a ver con otros ojos!!! :D

Me encanto el cap, actualiza pronto!!!

QUINNTANA IS ON JAJAJJQAA uufff cada vez a quinn se le nota mas ojala santana se aga cargo del bebe jajaa ahi si muero de.ternuraaaaaa porfaa actualiza luegoo

Hola soy nueva lectora de tu fic es interesante ver como Quinn cada vez se siente mas atraída por santana, aunque mi corazón sea brittana tengo que admitir que Quinntana me gusta es tan Wanky!!,espero que en tu historia Quinn se quede con el bebe y lo crié con san, asi que aqui me tendrás leyendo tu fic chao!!

No puede ser tu fic está genial!!!!!!!!!!
literalmente hablando me encanta la historia que estás desarrollando mira que las tres metidas en una situación tan enredosa.... me gusta mucho que tu fic este narrado desde la perspectiva de Quinn hasta el momento no habia leído ninguno que fuera así; de verdad me encanto desde esté momento me declaró tu Nueva Fiel Lectora!!! espero tu actualización ansiosamente , nos leemos en el siguiente capitulo, Saludos!

pd: otra vez yo plis actualiza acá unas cosas que me olvide de comentar antes la visión de quin de los que le sucede ya que en la serie nunca supimos como se sentía y que santy la este ayudando es genial amo a santana por sobre todo y la pareja quintana me gusta espero se quede con el bebe y con santy al final brit me cae gorda en tu fic no quiero que se quede con santy no la valora espero que actualices pronto

Santanafan: Gracias por los dos comentarios! Jajaj y con respecto a Britt y Santana… ya voy a ver qué voy a hacer con ellas, pero es más que obvio que Quinntana va a ser endgame ;)

Boobs McGee: Mas vale tarde que nunca no? Jajaja y… lo de actualizaciones, creo que esta vez me demoré bastante pero bueno.. hago lo que puedo :S Coincido contigo acerca de la relación amor-odio entre ellas.. me alegra saber que te gusta como escribo, trato de ir mejorando cada día :) gracias por comentar un beso!

Mary04: me alegra saber que disfrutes mucho de este fanfic ;) jajajaj digamos que Brittany es en cierto modo especial… y sí, creo que Santana hace lo atractivo y atrapante de la pareja Brittana ;) gracias por comentar! Beso!

Meli Pierce: jajaja ansiosa eh? De a poco .. de a poco se va a ir dando, lo prometo ;) gracias por comentar! Beso!


Brittana-Bitches!!!: jajajaja digamos que las hormonas a Quinn no le favorecen mucho, igual.. creo que a ninguna nos favorecería si tuviéramos a una Santana enfrente nuestro, ¿o me equivoco? Jajajaj gracias por comentar! Un beso!



Pame_21: Bueno, me alegra saber que aunque seas partidaria de Brittana, te guste Quinntana.. prometo hacer que te compenetres con ellas ;) gracias por comentar! Un beso!


LoveBritanna: :$ Gracias por tu opinión, tú que piensas… debería seguir con la perspectiva de Quinn o ir cambiando? Jajaj muchas gracias por tu comentario, un beso!




DEFINITIVAMENTE,MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS! HACEN QUE ME INSPIRE Y ME APURE PARA SUBIR OTRO CAPITULO!

DOS PREGUNTA, ¿QUÉ LES GUSTARÍA LEER EN ESTA HISTORIA? ¿QUIEREN SEGUIR LEYENDO DESDE LA PERSPECTIVA DE QUINN O ALGO DE SANTANA?

QUISIERA SABER ESO NADA MAS ;)

BUEN FINDE GENTE HERMOSA!

XoXo


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CAPÍTULO 5: Everything Is Changing

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Una vez más me desperté antes que Santana.

Parpadeé varias veces para que mis ojos se fueran acostumbrando a la claridad del día. Quise estirarme pero me di cuenta de un pequeño detalle.

Los brazos de Santana me estaban envolviendo y nuestras piernas estaban enlazadas. Además de que mis manos estaban firmemente en su trasero.

Mierda.

¿Qué está pasando conmigo últimamente? Ya van dos veces que me despierto con mis manos en ese tremendo, perfecto y –

-Sé que soy sexy y que mi trasero es muy tentador… pero ¿Quién diría que tú ibas a aprovecharte de eso mientras yo durmiera, Fabray? –la voz de Santana hizo que me sobresaltara de tal manera que me moví hacia el otro lado de la cama. Sí, obviamente estaba completamente avergonzada por ese hecho, y más aun sabiendo que Santana se había dado cuenta.

-Buenos días acosadora –Santana me sonrió gozando la situación.

-Cállate… no soy acosadora –le respondí y la morena elevó su ceja y a la vez su sonrisa pícara se profundizó. Ugh, estaba en problemas.

-¿Qué? ¿Acaso te dije algo malo? Ahora entiendo por qué quieres que duerma contigo –Santana me hablaba sin borrar su sonrisa –No te gustan los peluches ¿Verdad?

-¿Ah? –fruncí el ceño ante esto, sin saber a qué se refería.

-Me lo imaginaba… prefieres mi trasero para dormir ¿Verdad Fabray? No te cuestionaría nada ya que –interrumpí lo que estaba diciendo arrojándole la almohada para que se callara. Genial, ahora por el resto de mi vida iba a cargarme por esto.

-Levántate que necesito que me hagas algo de desayuno mientras me baño, López –le dije mientras me dirigía hacia el baño tratando de esquivar su mirada y así dar un respiro para quitar el rubor de mis mejillas.

-Como usted diga, acosadora –Santana me respondió y se fue corriendo de la habitación antes de que pudiera pegarle una vez más con lo primero que tenía a mano.

…

..

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-¿Y bien? ¿Estás preparada para ir de la ginecóloga? –Santana me preguntó mientras tomaba un sorbo de su café y me pasaba algunas tostadas.

-No lo sé… sí y a la vez no –le respondí suspirando. Es que en realidad no quería saber nada acerca de ello. Todavía se me hacía difícil pensar en que voy a ser madre, en que voy a tener un bebé. Ni siquiera quiero pensar en las consecuencias que eso me traería en un futuro… mi cuerpo probablemente sería más gordo, tendré que dejar varias cosas para ocuparme de mi hijo… mis padres…

Mis padres probablemente ni me hablen por el resto de mi vida.

-Hey… deja de pensar que ya estoy viendo humo saliendo de tu cabeza –Santana hizo que rompiera mi concentración en lo que estaba pensando. Le sonreí levemente y decidí tomar algo de café.

-¿Qué te pasa que estás tan callada? No será por lo de esta mañana ¿No? Porque… si es por eso no deberías –

-Tengo miedo –le confesé tratando con todas mis fuerzas no comenzar a llorar, pero eran tantas cosas que sentía en ese momento que de a poco las lágrimas me iban venciendo.

-Hey… -Santana enseguida caminó hacia donde yo estaba y se agachó para colocar sus manos en mi cintura. Mi rostro estaba focalizado hacia el suelo por un momento hasta que ella apareció para tomar mi cara en sus manos para mirarnos –todo va a estar bien ¿Sí? –sus ojos chocolates se tornaron más claros mostrando su consideración por mí en ellos y… ¿Cariño? Tal vez…

-¿Lo prometes? –mi voz frágil necesitaba su promesa. Mi cuerpo y mi corazón necesitaban de su promesa. Yo necesitaba saber que iba a contar con ella por siempre, porque sabía muy bien que esta situación era demasiado para mí… y no era capaz de hacerlo sola.

-Lo prometo –Santana me aseguró brindándome una de sus hermosas y amplias sonrisas, contagiándome a mí para que yo misma sonriera mientras secaba mis lágrimas con sus dedos. Enseguida se incorporó de pie para abrazarme fuertemente y susurrarme al oído –vamos a estar bien…nunca lo dudes

Yo le creí.

…

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-¿Podrías dejar de hacer ruido con tus pies? Me estás poniendo nerviosa –le pedí a Santana, ya me estaba hartando escuchar el ruido molesto que causaban sus pies con el suelo mientras esperábamos mi turno. Antes habíamos pasado por un bioquímico para hacerme los análisis que nos había pedido la doctora –se supone que la nerviosa debería ser yo –dije con una muy buena razón. ¿Por qué ella debería estar nerviosa? Yo era la embarazada. Acaso ¿Le causaba vergüenza estar aquí en el hospital conmigo? ¿Tenía pánico de estar en estos lugares?

-Estoy ansiosa.. ¿Qué quieres que haga? Odio esperar horas para que te atiendan –dijo Santana y pude notar su nerviosismo en su voz y en sus facciones.

-Awwww ¿Estás preocupada por mí López? –le pregunté sonriendo, obviamente tratando de molestarla. Quería hacer que se relajara un poco.

-¿La verdad? Sí –ella me admitió y eso causó una gran sorpresa en mí. Wow. Nunca me hubiera imaginado que en algún momento de mi vida iba a presenciar esto. Santana admitiendo que se preocupaba por alguien… por mí. Esto causó una sensación rara en mi estómago provocando que las comisuras de mis labios dibujaran automáticamente una gran sonrisa en mi rostro. Nose por qué, pero me atreví a tomar su mano y enredar nuestros dedos. Era tierno y dulce saber que Santana se preocupaba tanto por mí. ¿Cómo no iba a sonreír y sentirme feliz ante lo que ella hacía por mí? Definitivamente en algún momento voy a tener que devolverle el favor por todo lo que ella está haciendo por mí y por mi bebé.

-¿Fabray? –escuchamos una voz femenina que nos llamó. La primera en ponerse de pie fue obviamente Santana, que luego me apretó la mano y me guió casi corriendo hacia el consultorio. Internamente, me daba risa y podría perfectamente hacerle una broma, pero preferí no hacerlo.

-Buenos días señoritas –nos enfrentamos a una ginecóloga que se notaba que era bastante mayor a nosotras. Lo que más intriga me causó fue que nos miró a Santana y a mí y sonrió ampliamente. ¿Qué rayos significaba eso? Fruncí el ceño ante esto mientras entrábamos al consultorio.

-Así que tú eres la chica rubia de la que tanto me habló Santana –comenzó a hablar la ginecóloga mientras nos acomodábamos en los asientos. Tanto Santana como yo nos miramos algo ruborizadas.

-Y-yo…–intenté negar lo que había supuesto la doctora al ver que Santana estaba en shock y por algún motivo no era capaz de negarlo. Quise negarlo ya que pensé que la chica de la que habían hablado era Brittany.

-Ohhh cariño, no tienes por qué sentirte incómoda… -la mujer me respondió sonriendo amorosamente y haciéndome callar –la verdad que es bastante bonita Santana… hacen muy buena pareja –nos dijo mirándonos y esta vez yo me puse en shock.

-N-nosotras no somos pareja, somos –

-Entonces… vamos a comenzar por la ecografía querida, puedes recostarte mientras yo preparo unas cosas –la mujer volvió a interrumpirme. Miré a Santana tratando de buscar una explicación de por qué ella no había hablado ni nada, pero ella estaba mirando el suelo y pude notar su rubor en sus mejillas. Decidí dejarlo pasar y me dirigí hacia la camilla para acostarme en ella. Me subí la remera hasta mis pechos y me bajé un poco mis jeans. Santana se sentó al lado mío y me tomó fuertemente de la mano. Sonreí ante esto y las dos nos concentramos en la doctora que estaba buscando un gel.

-Ahora vamos a ver el tamaño de tu bebé y vamos a intentar escuchar el latido de su corazón… -me dijo amablemente mientras me bajaba un poco mi ropa interior. Sentí algo de vergüenza ya que sabía que Santana estaba viendo todo esto pero traté de relajarme. El gel era increíblemente frío y me causaba algo de cosquillas. Colocó sobre él un pequeño aparato y las tres nos focalizamos en el monitor. Pude sentir dos cosas: primero, cómo Santana me apretaba más fuerte la mano, y segundo, cómo en el monitor se veía una vaga imagen del embrión.

-Bueno, Señorita Fabray… podemos decir que definitivamente usted se encuentra embarazada de unas… seis semanas, ya que el embrión mide cerca de diez milímetros de tamaño que es típico de esa fecha de embarazo –comenzó a analizar la ginecóloga mientras continuaba moviendo el aparato sobre mi parte pélvica –afortunadamente se encuentra en posición correcta… por lo que podríamos estimar que podrías tenerlo con parto natural y... –la doctora se detuvo por un instante hasta que comencé a escuchar un sonido parecido a una tropilla de animales o un conjunto de tambores que sonaban increíblemente rápido. Era el latido del corazón de mi bebé. Al escucharlo, sentí una sensación cálida en mi estómago, mi corazón saltando de alegría y una emoción inexplicable. ¿Realmente esto estaba sucediendo? ¿Realmente estaba llevando una criatura dentro de mí? Era extraño. Completamente extraño. Y tal vez me lleve un buen tiempo para concientizarme y caer en la realidad de que es verdad, realmente está sucediendo… y que estoy llevando un hijo en mi cuerpo. Sentí cómo mis ojos de a poco se estaban humedeciendo y yo sabía que era de alegría. Quizás más adelante voy a tener muchísimos problemas a causa de esto, pero… de algún modo me sentía algo feliz.

A todo esto, sentí cómo la mano de Santana me estaba apretando el doble de lo de antes y podría decir que casi me estaba lastimando, pero no hice nada. Levanté mi mirada para observar a la morena y vi su rostro extremadamente sonriente y sus ojos iluminados. Si ella no tenía vergüenza de mí, ¿Por qué yo debería estar avergonzada de mí misma?

Sonreí y pude sentir cómo una lágrima había sido liberada y recorría una de mis mejillas.

-Los latidos son normales… así que por ahora señorita Fabray, no tienes que preocuparte por nada… vamos a realizar algunos chequeos cada dos meses para controlar cómo va evolucionando el embarazo –me explicó la ginecóloga. Asentí ante lo que había escuchado sin poder ocultar mi gran sonrisa. ¿Qué más podía pedir? Todo estaba bien… tanto mi bebé como yo, y hasta contaba con el apoyo de mi amiga. Todo era… perfecto, por así decirlo.

La doctora estaba a punto de volver a hablar, cuando sonó el teléfono del consultorio.

-Es perfecto –dijo apenas susurrando Santana y luego sus ojos chocolates se fundieron con los míos –va a ser perfecto, apuesto cualquier cosa a que va a ser igual a ti –me dijo sonriendo antes de besar mi mano. Por unos segundos nuestras miradas permanecieron conectadas mientras se escuchaba de fondo el latido de mi bebé. Sentí revoltijos en mi estómago y cómo mi corazón se exaltaba ante lo que había escuchado.

-Santana ¿Podrías hacerme el favor de ir a buscar los resultados de los análisis? –la doctora nos interrumpió. Inmediatamente la morena se incorporó de pie y salió rápidamente en busca de esos análisis, dejándome a solas con la doctora.

-Usted tiene la misma edad que Santana ¿Verdad?... diecisiete años… -la ginecóloga comenzó a interrogarme y ya me estaba dando una idea de lo que se venía.

-Por favor, llámeme Quinn… y sí, tengo la misma edad –le respondí cambiando mi estado de humor poniéndome más seria y algo incómoda.

-Santana me estuvo comentando brevemente respecto a tu situación, Quinn –la mujer se acomodó en su asiento hacia adelante, apoyándose sobre su escritorio para acercarse hacia a mí – y aunque ya cuentas con la ayuda de Santana, quiero que sepas que yo también estoy para ayudarte… ya que vamos a ser familia… no dudes en recurrir ayuda en mí –ella me dijo y fruncí el ceño ante esto. ¿Por qué familia? ¿Ella tenía algún parentesco con Santana? Por más que ella fuera familiar de mi amiga, yo debía aclararle que entre Santana y yo no ocurría nada.

-¿Usted es familiar de ella? –le pregunté primero.

-Soy su tía, preferida obviamente –me respondió soltando una pequeña risa que me hizo sonreír un poco y revolear mis ojos. Sin dudas era familiar de Santana –por eso mismo te aseguro que puedes consultarme cualquier cosa… ya que eres parte de nuestra gran familia López

-Oh, gracias… pero… yo no soy su novia –le respondí algo nerviosa y noté cómo la confusión se apoderó de su rostro al mirarme fijamente, tratando de entender lo que decía.

-Pero… tú eres rubia y supuse–

-La chica equivocada -le dije con una pequeña sonrisa. ¿Por qué ahora me sentía… desanimada? –Brittany es su novia, una chica rubia de ojos celestes…

-Oh… -solamente dijo eso y luego permaneció en silencio por un instante mientras pensaba –es raro… -comenzó a compartir su conclusión conmigo lentamente –nunca vi a Santana tan… afectiva con alguien, por eso supuse que ustedes estaban juntas…

-Somos amigas desde los cuatro años –le respondí como si esa fuera la razón que justificara su actitud.

-Mmmmm… igual, me agradas demasiado por lo que te consideraré de la familia aunque no estés con ella –me respondió simpáticamente – presiento que tarde o temprano terminarás siéndolo –me dijo guiñándome un ojo, lo que hizo que me ruborizara ante esto y me tornara nerviosa.

-Y-yo… no soy gay –le respondí tratando de lograr que la mujer descartara esa idea. Además que éramos amigas y que Santana solamente amaba a una sola persona, y no era yo.

-Oh, cariño… no tienes por qué usar etiquetas en estos tiempos modernos… -me dijo tomándome de la mano como si fuera que me estaba dando un consejo. No sabía si alterarme y contestarle en forma amenazante o tratar de serenarme y dejarlo pasar. Opté por la segunda opción. Después de todo… voy a necesitar de su atención médica para más adelante.

-Volviendo al tema que nos interesa… -la ginecóloga cambió afortunadamente de tema –creo que te haría bien asistir a clases, charlas acerca de embarazos… como Santana va a ayudarte con este tema, estaría bueno que fueran las dos… y más adelante deberían ir a clases prenatales o preparación para el parto… -ella me aconsejó y mi cuerpo se tensó de tal manera que creí que me había quedado petrificada. Estos temas realmente me asustaban –eres muy chica todavía… así que pensé que sería una buena idea para ayudarte en esta situación –me dijo mientras escribía en un papel –aquí tienes varias direcciones en donde podrías consultar y si quieres… anotarte -me entregó la lista de lugares.

-Permiso… -escuchamos la voz de Santana mientras entraba al consultorio –aquí tienes los análisis Alejandra –la morena le entregó lo que había ido a buscar y se sentó al lado mío. Me sorprendió ver que nuevamente me había tomado de la mano.

-Veamos… -la ginecóloga Alejandra se concentró en los análisis mientras nosotras simplemente la observábamos –todo está perfecto… pero aun así te voy a recetar ciertas vitaminas y algunas pastillas para que aumenten tu nivel de calcio que a medida que avance tu embarazo va a ir bajando –dijo mientras realizaba las recetas –aquí tienes… bueno muchachas, no hay nada de qué preocuparse… todo va a estar bien si hacemos las cosas en forma correcta, obviamente Quinn… no te lo dije antes pero tienes que llevar una vida normal, tranquila… cuídate y trata de no hacer muchos esfuerzos físicamente –Alejandra me aconsejó a la vez que nos estábamos levantando para dirigirnos hacia la puerta.

-¿Ella debería renunciar a Cheerios? –preguntó Santana y sentí una parálisis en mi cuerpo. NO. No podía permitir que sucediera eso. ¿Qué iba a suceder con mi futuro? ¿Cómo iba a ocultarles esto a mis padres? Esto era imposible. No podía suceder. Yo era la capitana del equipo, todos me necesitaban… Sue me iba a odiar y –

-Tal vez podrías realizarlo por un par de semanas más… pero luego vas a tener que dejarlo querida –me dijo con una triste sonrisa –sé lo importante que eso significa para ustedes… pero podrías correr el riesgo de perder el bebé Quinn –me dijo y bajé mi mirada. ¿Cómo iba a soportar ver a otra persona en mí lugar? ¿Era yo capaz de renunciar esto por mi bebé? Yo sabía que… ahora debía focalizarme en la salud de otra personita, pero… era muy difícil de pensar en otro más aparte de mí.

-Todo va a estar bien –Santana me susurró mientras me rodeaba con sus brazos, indicándome que ella iba a estar y me iba a apoyar en todo una vez más. Me incliné en sus brazos tratando de resistir las ganas de llorar. Lentamente comenzamos a caminar hacia la puerta, Santana se despidió con un abrazo y agradeció a su tía por la atención para luego retirarse del lugar.

-Muchas gracias Alejandra –la saludé.

-Oh, no es por nada querida –me respondió mientras me daba un pequeño abrazo como saludo.

- ¿Quinn? –su voz hizo que me volteara antes de que me retirara completamente del consultorio –bienvenida a la familia… -me dijo con la típica sonrisa López, esa sonrisa pícara, llena de satisfacción. Simplemente sonreí ante esto aunque no pude entender por qué me lo había dicho. Mejor dicho… con qué intención lo había hecho. ¿A qué se refería con eso?

Simplemente lo tomé como una buena señal.

…

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-¿Qué hacemos ahora? –le pregunto una vez que llegamos a su casa.

-Ve arriba y búscate un par de shorts o lo que quieras para salir a correr –Santana me dijo mientras iba hacia la cocina.

-¿Correr?

-Obvio Fabray… hoy es San Valentín y tenemos que estar hiper sexy –me dijo como si fuera lo más obvio –no creo que te haga mal correr un poco, al menos por hoy… cualquier cosa me avisas y paramos –Santana se volteó para mirarme. Sonreí ante su preocupación.

-Está bien –le dije y subí para vestirme. Busqué un par de shorts y una musculosa negra. Me miré al espejo por un momento examinando si había engordado algo. Afortunadamente no se notaba, pero suspiré al saber que dentro de poco se iba a notar los kilos demás.

-Asumí que hoy no ibas a tener con quién pasar San Valentín así que te compré esto –escuché a Santana mientras sus manos me rodeaban por detrás mostrándome frente a mis ojos una caja de bombones –feliz día de los enamorados –me dijo sonriendo. ¿Cómo se suponía que debía tomar esto? Decidí tomarlo como un pequeño gesto de amistad y consentimiento e ignoré las pequeñas mariposas que sentí en mi estómago.

-Tengo una cita con Sam Evans esta noche –solté directamente y en el reflejo del espejo pude notar cómo la expresión de su rostro cambió. ¿Había dicho algo malo acaso?

-Me siento estúpida ahora –dijo alejándose de mí, bajando su mirada. Por un momento me arrepentí completamente de habérselo dicho. ¿Por qué? Si … nosotras no éramos nada. Yo no sentía nada más que amistad por ella y ella sentía lo mismo por mí. ¿Por qué había la necesidad de hacer dramática la situación? No lograba entender –Gracias por excluirme de tus planes –me dijo mientras caminaba por la habitación quitándose la remera que llevaba puesta y buscaba algo para vestir. Giré para mirarla. Sabía que de algún modo había estropeado todo. Pero, ¿Por qué? Ahora debía enfrentarme a la Santana de siempre, esa Santana fría con actitudes de perra, tratando de alejar toda persona que quería acercarse hacia a ella. No podía explicarme por qué tenía urgencia de hacer algo para mejorar nuestra situación, para hacer que volviera a ser la de antes.

-Santana…

-Le dije a Brittany que esta noche la pasaría contigo para no dejarte sola, Lucy Fabray –Santana levantó su mirada para clavar sus ojos en mí. La dureza, enojo, decepción que encontré en ellos hizo que mi garganta se cerrara. ¿Por qué de repente me hacía vulnerable ver esa mirada? ¿Por qué rayos no le conté lo de Sam? Nunca en mi vida se me hubiese pasado por la cabeza que Santana era capaz de postergar un encuentro con la holandesa por mí. De pronto, sentí la boca de mi estómago cerrarse y el sentimiento de culpa y arrepentimiento apoderarse de todo mi ser –Huh, que ilusa yo al creer que habías cambiado

-Sant–

-Necesito cambiarme… si ya estás lista, espérame abajo –me cortó mi disculpa alejándose de mí cuando yo había hecho algunos pasos para acercarme a ella. La morena enseguida entró al baño para cambiarse cerrando fuertemente la puerta, dejándome sola en su habitación con ganas de llorar.

Genial.

Había destruido la increíble relación que habíamos construido durante estos días. Felicitaciones Fabray, acabas de perder la amistad de Santana. Tu única amistad de hecho.

Me senté sobre su cama y decidí esperar a que se vistiera. Cuando saliera iba a disculparme. Ella tenía razón, debí haberle dicho. Cuando por fin había logrado que ella se abriera conmigo, yo me jodo todo. Suspiré tratando de procesar todo y pensar qué podía decirle cuando saliera del baño.

-Hey… ¿Britt? -escuché la voz de Santana hablando por teléfono con la otra rubia y sentí nuevamente la sensación de mi garganta seca –no, no pasa nada… todo está bien…quería decirte que esta noche me gustaría que cenáramos juntas para festejar San Valentín –yo seguía escuchando la conversación atentamente –Oh… –noté el silencio de Santana mientras Brittany hablaba –puedo esperarte entonces…—capté la vulnerabilidad de su voz, dándome ganas de entrar al baño, abrazarla y decirle que me iba a quedar con ella esta noche –está bien… yo también te amo… adiós –cuando la conversación finalizó, vi la puerta abrirse.

-Santana… -comencé a acercarme aunque sabía que ella me iba a esquivar –lo siento de verdad… te juro que te lo iba a decir pero se me olvidó completamente –comencé a hablar lo más rápido que pude antes de que me interrumpiera o se retirara de la habitación. Cuando vi que ella trataba de obviarme, la tomé del brazo y la acorralé contra una pared estirando mis dos brazos quedando frente a frente y asegurándome que me escuchara –de verdad, te lo estoy diciendo con toda sinceridad San… -me atreví a usar el apodo que usaba solamente Brittany para que me mirara a los ojos y pudiera ella comprobar en mis ojos que lo que estaba diciendo era honesto.

-Lo que sea –Santana me respondió fríamente y retiró uno de mis brazos para alejarse. Suspiré pesadamente ante esto sabiendo que iba a ser completamente difícil volver a la situación de antes –apúrate que ya nos queda poco tiempo, barbie – me mandó con el tono de la vieja Santana. Decidí seguirla, más tarde iba a conseguir que mejoraran las cosas.

…

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Luego de haber corrido más de veinticinco minutos sin parar, comencé a sentir náuseas y me detuve abruptamente. Me agaché por las dudas de que vomitara. Escuché a Santana detenerse unos segundos después.

-¿Quinn? ¿Estás bien? ¿Qué ocurre? –su voz preocupada se acercaba hacia a mí y noté que se había inclinado al lado mío para mirarme buscando alguna respuesta, pero yo no contestaba -¿Tienes ganas de vomitar? –me preguntó y asentí rápidamente antes de lanzar el contenido que tenía en mi estómago a un lado del camino por el que estábamos corriendo.

Una vez que terminé de vomitar, me senté para esperar unos minutos y así mejorarme. Santana se sentó al lado mío fregándome la espalda. Era admirable ver cómo sus pequeñas acciones hacían que me sintiera mejor.

-Creo que va a ser mejor volver a casa… -la morena me dijo y yo asentí sin ganas de discutir. Sentía bronca al ver que ya no era capaz de correr el tiempo al que estábamos entrenadas. Me estaba poniendo frustrada saber que ya no rendía como antes.

-¿Puedes abrazarme? –le pedí inconscientemente una vez que solté un largo suspiro. Ella simplemente me rodeó con sus brazos.

Nunca iba a dejar de estar agradecida de tener a Santana a mi lado.

…

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-Búscate lo que quieras para vestirte, yo voy a ducharme abajo –la morena me dijo y antes de que pudiera decir algo, Santana me había dejado sola en su habitación. Sé que no estábamos peleadas porque ella todavía no me había echado de su casa… pero se sentía distante y, de algún modo, no me gustaba… se sentía, ¿Mal? ¿Triste? No sabría cómo definirlo.

Tomé lo que necesitaba de ropa y me fui hacia el baño para bañarme.

Una vez que terminé de vestirme, decidí bajar para juntar mis cosas y buscar a Santana. Justo cuando había bajado las escaleras, la puerta del baño se abrió y pude ver a una Santana solamente envuelta en una toalla, con su cabello y cuerpo aun mojado.

Lo único que hice fue tragar saliva duramente y detenerme enfrente de ella. ¿Por qué sentía la necesidad de dejar que mis ojos recorrieran toda su figura? 'Ugh, concéntrate Fabray. ¿Te das cuenta que quieres pervertir con el cuerpo de tu amiga?', mi mente trataba de hacer razonar a mi cuerpo pero fallé. Me tomé el placer de admirar apenas la vista que tenía enfrente de mí. Volví a tragar saliva al sentir cómo mi cuerpo se excitaba al apreciar cómo su piel color miel se veía más sensual que nunca al tener gotas de agua que se deslizaban en ella, cómo se veía la parte superior de sus pechos y –

Ok, es suficiente.

-¿Ya desocupaste mi dormitorio? –Santana me preguntó simplemente. Logré soltar la respiración que sin darme cuenta había guardado y me relajé al saber que Santana no se había dado cuenta de lo que me estaba pasando.

-Eh… s-sí –logré contestarle y luego aclaré mi garganta. Ugh, perfecto, lo único que faltaba era que no pudiera hablar.

Santana subió directamente por las escaleras y yo me quedé parada en el mismo lugar y sin pensar clavé mis ojos en ella y nuevamente admiré cómo sus caderas se movían y sentí mis piernas aflojarse al ver que la toalla era bastante corta y apenas cubría sus nalgas.

BASTA.

Sacudí fuertemente mi cabeza para desviar mis ojos y parar lo que estaba haciendo. En ese momento sentí que debía abofetearme a mí misma para volver a la normalidad.

¿Qué rayos significaba esto? Nunca había sentido la necesidad de apreciar el cuerpo tonificado de mi amiga y menos sentirme… atraída.

'Son las hormonas del embarazo… las hormonas', mi mente trataba de justificar.

…

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-¿A dónde vas a ir vestida así Lucy? –mi madre me preguntó una vez que había entrado a mi habitación mientras yo hacía los últimos retoques de mi maquillaje.

-Tengo una cita –le respondí brevemente. Yo sabía que en ese momento venía el interrogatorio.

-¿Con quién?

-Con Sam Evans –respondí suspirando frustradamente.

-Ugh, veo que Finn se dio cuenta lo que realmente eras al final –me dijo mi propia madre –siempre supe que eras poco para él, nunca entendí qué pudo haber visto en ti eres tan –

-¿Qué? ¿Soy tan qué? –me volteé para interrumpirla. Siempre supe que no era nada de lo que mi madre quería y que nunca iba a ver que mis padres se sintieran orgullosos de mí. Hiciera lo que hiciera, nunca iba a ser suficiente para que vieran que trato de ser lo más perfecta posible.

-Oh, hija mía… siempre supe que envidiabas cómo era tu hermana Frannie, por eso todo lo que estuviste haciendo fue repetir cada una de las cosas que ella hizo… pero deberías aceptar que nunca vas a poder ser como ella Quinnie –mi madre me respondió y pude ver… lástima en sus ojos. Desde que nací, siempre quise ser perfecta y tratar de que mis padres se sintieran felices por ello… para ello traté de imitar todo lo que hacía mi hermana. Al ver cómo la abrazaban y la felicitaban con cada trofeo o diploma que recibía… me propuse que mi meta iba a ser lograr todo lo que ella había hecho y más. Pero para mis padres nada era suficiente o nada podía compararse a lo que Frannie había hecho. Lo de ella siempre iba a ser mejor, ella era la más hermosa, la mejor en todo.

Y eso todavía me dolía.

Apreté mis puños con fuerza y traté concentrar todo mi dolor y furia que sentía en ellos para no llorar en frente de ella. No iba a permitir que me viera de esta forma. Afortunadamente el sonido de una bocina hizo que me dirigiera rápidamente hacia la puerta y me fuera de mi casa.

-Wow –Sam Evans dijo con asombro al mirarme de arriba hacia abajo. Traté de sonreír al ver la impresión que le había causado. Por lo menos alguien veía que era algo linda –pareces Androide número dieciocho

-An.. qué? –pregunté con mi ceño fruncido al no captar lo que me había dicho, mejor dicho… con lo que me había comparado.

-Androide número dieciocho! Un animé que fue creada a partir de una base humana por el Dr. Gero con el único fin de destruir a Goku -me respondió como si fuera algo de lo más obvio. ¿Quién rayos era Goku? ¿De qué me estaba hablando este estúpido?

-Claro –respondí tratando de que notara mi frustración al ver que había sido comparada con un maldito animé. ¿Me estaba hablando en serio este chico?

-¡Te ves igual! Siempre supe que eras fanática de Dragon ball z –me dijo sonriendo ampliamente.

Ok.

Ya entendí todo.

Por favor Dios, dime que todo esto es una broma o que alguien lo envió para burlarse de mí… o lo que sea, pero no dejes que esto sea real.

-Nose de qué rayos me estás hablando Sam –

-¡Oh, no tienes por qué ocultarlo! ¡Ya sé dónde podemos ir esta noche! –me respondió exaltadamente mientras me tomaba de la mano para guiarme a su auto. Yo lo seguí congeladamente. ¿Este chico comparte drogas con Brittany o qué?

-Qué –

-Sé el lugar perfecto para ir a mirar Dragon ball evolution –me interrumpió y antes de que pudiera quejarme, aceleró el auto.

Esto debía ser una broma.

…

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Terminamos en un cine en donde sorpresivamente estaban pasando esta película. Lo único que podía ver a mi alrededor eran niños y algunos adultos estúpidos que tenían apariencia de nerd. Me sentía ridícula, incómoda, aburrida, frustrada… todos los adjetivos negativos que podían existir.

Sam estaba comiendo los pochoclos con sus ojos fijos en la pantalla del cine, cada tanto colocaba su brazo sobre mi asiento, detrás de mi cabeza.

Tranquilamente podía haberme quedado con Santana, estaba segura que lo habría pasado mil veces mejor.

Santana.

¿Qué sería de ella en este momento? Seguramente debe estar follando salvajemente a Brittany. Ugh. Y yo la única estúpida que se encontraba con este pendejo que era fanático de animé, mirando una película de unos estúpidos dibujitos en mi día de San Valentín.

Ahí me di cuenta que realmente era una fracasada y que mis padres tenían toda la razón. Nadie podía quererme o sentirse atraído a mí. Tal vez nunca pueda conocer lo que el verdadero amor era, o tener a una persona que se sintiera orgullosa por lo que soy y que estuviera feliz por mis logros y amar cada parte de mí.

Santana otra vez volvió a mi mente.

Ella sí amaba de verdad. Amaba y adoraba cada cosa que hacía Brittany aunque no tuvieran sentido o no lo entendiera. Simplemente lo veía perfecto, bello y siempre la apoyaba en cualquier idea por más absurda que fuese. Sentí cómo la bronca se apoderaba de mí al recordar que Brittany no aprovechaba lo que tenía y jugaba con sus sentimientos.

Quizás nunca pueda conseguir alguien así como la morena. Quizás en este mundo el amor era eso…

Una persona ama a otra que no le corresponderá jamás.

Con esa frase suspiré y me di cuenta que debía conformarme con lo que tenía en el momento. Justo ahora estaba con este chico rubio que disfrutaba de mi compañía y se sentía feliz por ello. Tal vez en esta situación él podría ser la persona que me iba a amar y yo sería la que nunca le correspondería de igual manera. No tendría por qué significar algo malo, ¿Verdad?

Suspiré pesadamente y decidí apoyar mi cabeza en su hombro. Al instante sentí cómo su brazo se animó a colocarse alrededor de mi cuello y atraerme más hacia él y pude notar que me estaba mirando sonrientemente.

Sam apoyó su cabeza sobre la mía y continuó comiendo pochoclos.

Tal vez podría conformarme con esto.

…

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-Fue la mejor noche de mi vida, Quinn –el chico rubio me confesó y yo simplemente asentí. Por unos segundos nos quedamos en silencio. Me percaté de lo que iba a suceder luego. Él se acercó hacia a mí y me besó. Sus labios eran bastante gruesos y su técnica era algo brusca, pero debía admitir que era mejor que Puck y Finn. No sentí nada con el beso, pero tampoco sentí asco como con Puck. Algo era algo ¿No?

-Espero verte mañana en el colegio –me dijo luego de habernos separado. Le di una de mis sonrisas falsas y asentí –buenas noches Quinn –él me saludó y nuevamente me besó. Comencé a caminar hacia mi casa mientras él se dirigía hacia su auto. Nuevamente escuché gritos. Mis padres estaban discutiendo otra vez y la verdad… no quería entrar para que su furia se concentrara en mí y se descargaran humillándome.

-Sam? –volví a llamarlo haciendo que él se volteara.

-Mmm?

-¿Me llevarías a lo de Santana?

…

..

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Una vez que me paré frente a la casa de los López, me encontré con dudas. ¿Y si nuevamente me tocaba enfrentarme con una escena en la que Brittany y Santana se estaban follando? No quería volver a repetir ese momento ni tampoco interrumpirlas.

Suspiré cerrando los ojos para pensar qué era lo que podía hacer mientras tomaba el picaporte de la puerta.

No tenía a dónde ir, así que no me quedaba otra que entrar. Tal vez podría caminar despacio y silenciosamente para no dar evidencias de que había entrado y así no interrumpir nada de lo que estuviera sucediendo.

Tomé coraje y entré. Pude ver que todo estaba oscuro en la planta baja, salvo en la cocina. Me aproximé cautelosamente para observar si había alguien.

No había nadie. Solamente varias velas rojas que aún permanecían encendidas. En la mesa había dos platos con los cubiertos en los costados y un vino en el medio.

Wow.

Todo era fabuloso.

Fruncí el ceño al ver que nada se encontraba usado. 'Seguramente ni siquiera cenaron y directamente fueron al dormitorio', pensé algo molesta. Yo hubiera dado cualquier cosa por tener una cena así… y la holandesa ni siquiera se tomó el trabajo de valorar lo que había hecho Santana. Ugh.

Caminé hacia las escaleras y vi muchísimos pétalos de rosas sobre los escalones que seguramente marcaban un camino.

Wow. ¿Quién diría que Santana López podría ser tan romántica?

Lentamente subí las escaleras, dejándome guiar por los pétalos que me habían llevado hasta la habitación de la morena. No pude resistirme y, antes de dirigirme hacia la habitación de huésped, me atreví a echar un vistazo en la habitación de Santana. Sorprendentemente la puerta estaba abierta, permitiéndome admirar cómo la habitación estaba iluminada levemente con millones de velas rojas y cómo los pétalos seguían hasta la cama.

Me congelé al ver que Santana estaba recostada en la cama sola.

Sentí mi pecho encogerse al ver entender lo que había sucedido. Ahora todo encajaba. Los platos no habían sido usados porque Brittany ni siquiera había aparecido.

Ver todo el esfuerzo que había hecho Santana y saber que había pasado la noche sola, me hizo sentir culpable y triste.

De a poco decidí entrar a su habitación y me detuve en el borde de su cama.

La morena estirada de costado y aún llevaba puesto un vestido rojo ajustado que hacía que sus curvas se marcaran perfectamente y unos zapatos negros que eran preciosos.

Me sentí egoísta. ¿Por qué no pude haber cancelado la cita con Sam y quedarme a acompañar a Santana? Después de tantas cosas que ella estaba haciendo por mí… mi manera de agradecerle fue dejándola sola. Terminé eligiendo a un chico cualquiera antes que a mi mejor amiga. Genial Fabray, genial.

Me sentí completamente mal y arrepentida por lo que había hecho. Decidí quitarme mis zapatos y acurrucarme detrás de ella. Rodeé su cintura con mi brazo y escondí mi rostro en su cabello que, como siempre, estaba deliciosamente perfumado. Hoy más que nunca.

-Te amo, Britt –escuché el susurro de Santana seguido por un lento suspiro. Su mano tomó mi brazo para luego llevárselo contra su pecho y pegó su cuerpo aún más contra el mío. Su respiración silenciosa y suave, hizo que me diera cuenta que se había vuelto a dormir.

Nunca iba a comprender por qué sentí decepción en aquellas palabras.

...

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Críticas? Opiniones? Espero que les haya gustado! Prometo compensarlo en el próximo capítulo ;)

Ayssss, me encanta! La espera valio la pena. Santana es adorablemente dulce y eso me gusta...Me da un poco de rabia que Britt siempre la plante.
Respecto a tu pregunta, me gustaria que escribas un poco de la parte de Santana...simplemente por curiosa porque como escribes por Quinn es genial. Pero me entro curiosidad por San, por como se puso cuando Quinn le dijo que iba a tener una cita por Sam, acaso ya esta confundida? :o
XDDDD la parte de Sam hablando de dragon ball me hizo mucha gracia.
Continua asi! :D

Saludos

Holaaa! Nueva Lectora (:
Recién termine de leer el Fic y me ha gustado mucho! Me gustan los FanFic que se escriben de la perspectiva del personaje, además que lo haces muy bien, me encanta como escribes.
Brittany como tan tonta de no preocuparse y dejar a San con todo lo que le hizo para San Valentin :c, preferir a Artie sobre Santana? En serio?, debe estar muy loca!
Pero eso deja espacio a las Quinntana! :D Debo reconocer que me gustan muchos las Brittana, pero con todo lo que ha pasado últimamente con ellas en la serien me ha decepcionado un poco, y Quinn con Santana no pueden ser mas wanky! Jajaja
Me encanto tu fic, así que estaré pendiente de las actualizaciones!

Cuidatee!
Besooos!

No puede ser mira que Britt se pasa, como no se da cuenta de todo lo que Santy hace por ella :'(: , Sam bueno el es un tonto literalmente osea alguna vez llegue a ver Dragon Ball si se quien es la número 18, pero mira que ponerse a hablar de eso con Quinn y luego llevarla a ver una pelicula así en San Valentín ha sido horrible!!!!!

Por favor no cambies de perspectiva jajaja me encanta la de Quinnie, bueno quizá leer un poco de la perspectiva de Santy también lo haría emocionante jajaja

Nos leemos en la siguiente actu!!!

Aww ste cap es bonito aunq m de cosita por san en serio britt no se en q piensa y Quinn tiene una obsecion secreta por el trasero de santana jajajaj

woooooooow me encanto el capi valió la pena la espera la parte de la ginecóloga fue épica la emoción de quin al escuchar el latido de su bebe adorable lo celos de santana ante la cita de quin y haber dejado a brit para pasar san valentin con ella adorable y que brit la plante después lo odie encima tan romántica mi santy y no la valoran ya la quiero ver junto a quinny haber que pasa y respecto a la pregunta muero por saber que piensa santana ja asta la próxima actu besitos

hola que capitulo me dio pena san que tanto como Quinn y Britt la dejaron sola en san valentin, cuando estuvieron en el consultorio fue todo lindo la tía de santana es como que se dio cuenta de los sentimientos de las dos, y lo de tu pregunta me gustaria ver un poco no mucho de lo que piensa santana con respecto a Quinn y para saber como es que cambian los sentimientos que tiene por Britt y empieza a nacer ese amor hacia quinn Chao!