Fanfic Brittana. En mis venas. Solo un poco mas de tiempo

Era la mitad de la semana y mis adentros estaban heridos por tener que hacerme la que no veía la forma en la que se miraban. Desde que ella lo había mencionado, los momentos que compartían se hicieron más obvios, más notables de lo que eran antes. Me sentí horrible al darme cuenta de que de repente despreciaba a Puck, yo nunca había tenido nada en contra de él antes de Santana. Era egoísta e inmaduro canalizar mi rabia contra él, pero era difícil tratarlo como antes solía hacerlo sabiendo que él y Santana probablemente podían convertirse en algo.

Santana ahora pasaba mucho más tiempo conmigo y cuando estábamos juntas todas las preocupaciones y el dolor desaparecía  porque sorpresivamente las heridas parecían no existir cuando estaba con ella. Y me di cuenta que de alguna forma, pasar tiempo con Santana reparaba todas las piezas rotas en mí, me sentía más fuerte, más feliz y llena de lujuria.

Pero luego cuando se iba, con su partida llegaba la tormenta, las reparaciones que ella había hecho se sentían como simples  curitas. Santana era el pegamento, la parte que de hecho me mantenía de una pieza, pero como no siempre podía estar conmigo, yo nunca estaba completamente curada.  La necesitaba, ella era mi balsa, a la que me aferraba fuertemente para no ahogarme.

Estar con Quinn o con Mike nunca se sintió tan necesario como estar con Santana. Ellos todavía eran mis mejores amigos, y aún seguía yendo donde Quinn y hablando de cosas serias con Mike, pero Santana había logrado opacarlos, me sentía terrible pero era como si prácticamente pudiera sobrevivir solo con ella.

Iba caminando por el pasillo después de haber pasado 50 minutos en la clase de Ciencias escuchando absolutamente nada. Nos habían entregado trabajos individuales para empezarlos y entregarlos en la próxima clase, pero a menos que Santa fuera la respuesta para todas las preguntas del trabajo, no había garantía que lo completaría correctamente.

Los pasillos estaban llenos como de costumbre y mientras pasaba por el salón de física, una colita de caballo negra llamo mi atención y me detuve para mirar bien. Santana estaba ansiosamente caminando por todo el salón vacío, hablando por celular en inglés aparentemente. Ni siquiera intente entender lo que estaba diciendo, pero me pare en la puerta porque de lo que sea que estaba hablando no sonaba bien y me preocupe por ella.

- Ok I'm sorry, I lied saying I would go last week, but I just don´t get it, why do I have to go?
……..
- Yes, I know, I was there. But I’m ok…I don´t need her
………
- We don´t even talk about something at all! It’s a waste of time
……….
- God! Ok, yes, yes. Está bien mamá, lo entiendo, iré. Jesús!

Con un suspiro irritado ella colgó el teléfono y me sentí culpable por haber estado escuchando aun a pesar de que no tenía ni idea de que había estado hablando. Una ola de pánico llego a mí cuando vi que ella estaba empacando los libros en su bolso y colocándoselo para irse, el pánico aumento cuando Santana volteo y vio que yo estaba ahí, sus ojos se abrieron en shock.

- Dios!... Me asustaste
- Lo siento…solo iba pasando y te escuche… estas bien?

Ella suspiro de nuevo y se rasco las cejas como si estuviera contemplando si podía o no confiar en mí y decirme que le pasaba.

- Espera… hace cuanto estabas ahí parada?

Su voz temblaba en lo que asumí era nerviosismo o pánico. Realmente no importaba cuanto tiempo estuve allí parada considerando que estaba hablando en inglés y la única palabra que sabía en ingles era “dance” porque significaba “bailar”

Camine para acercarme a ella, pero vi que dio un paso atrás cuando lo hice, entonces me detuve completamente. Estaba confundida porque Santana se veía muy nerviosa de verme y nunca se había visto así en los días pasados.

- Mmm…Como hace un minuto no más.

Ella me miro con sus ojos oscuros y me encogí de hombros para hacerle saber que me podía decir lo que quisiera.

- Oh…Ok, me tengo que ir… tengo clase
- Pero si es hora de almuerzo

Mis ojos se estrecharon en confusión porque ella parecía desorientada y preocupada de que yo estuviera ahí. Se pellizco el puente de la nariz y sacudió la cabeza levemente.

- San, estas bien?
- Sí, no, yo solo estoy…un poco mareada, será mejor que vaya a donde la enfermera
- Quieres que t…?
- No, no. Yo puedo ir sola. Te veo después

Ella me interrumpió y siguió derecho para salir por la puerta antes de que yo pudiera hacer otra pregunta o despedirme. El salón se llenó completamente de silencio y el sonido de mi corazón me retumbo inquietantemente en las orejas.

No vi Santana sino hasta el siguiente día, me había dado cuenta de que ella siempre faltaba los miércoles. Pero si venia o no el jueves o el viernes continuaba cambiando cada semana y no podía hallar el porqué. Mientras nos empezamos a volver más amigas, empezó a faltar solo los miércoles, como si de repente tuviera una razón para venir al colegio en vez de solo faltar. Tal vez era por mí.

Así continuo la siguiente semana, faltando el miércoles, pero viniendo los otros días. Quería respetar su espacio y evitar llenarla de preguntas acerca de donde estaba, que estaba haciendo y por qué. A pesar de que ahora pasábamos más tiempo juntas que nunca, yo jamás le preguntaba que estaba pasando y que la mantenía tan ocupada ese día de la semana. Y ya que ella no estaba muy emocionada por decírmelo tampoco, yo asumí que simplemente era algo que no quería compartir con nadie.

Me moría por saberlo, cada día la pregunta aparecía en mis pensamientos y nunca podía satisfacerla con una respuesta. Sorpresivamente yo me había vuelto tan buena ocultando mis sentimientos cada vez que ella hablaba de Puck que por cierto estaba solo un poco por debajo de lo que podía tolerar, que no era tan difícil para mí ignorar las preguntas también.

No era que no me interesara, sino que era más importante para mí que Santana me viera como alguien en quien podía confiar completamente, no podía seguir diciéndole que podía contar conmigo, tenía que demostrárselo. Cuando se mordía el labio y jugaba con sus manos, yo esperaba callada y pacientemente hasta que me dijera lo que tenía en mente.  Cuando a veces me enviaba mensajes a media noche, siempre le respondía, para que supiera que la estaba escuchando. Y aunque cada momento que pasaba con ella rompía y reparaba mi corazón simultáneamente dejaba el dolor arder dentro de mí hasta que se pasara porque ya había llegado al punto en el que alejarme ya no era una opción.

Yo estaba enfocada en ella y no podía estar segura a menos que preguntara, pero Santana parecía estar enfocada en mí también. Ella me importaba más que nadie y ya que ella pasaba más tiempo conmigo que con nadie más, sabía que yo también tenía que importarle de alguna forma.

Ya no había vuelta atrás. No existía la opción de rebobinar la cinta y elegir no desearla como en el principio. Incluso si lo intentaba,   para mí era imposible. Porque aunque lo que sentía por Santana me asustaba, la idea de nunca haberla conocido me aterraba.

- Hola tu

Las palabras desviaron mis ojos de mi casillero para que cayeran directamente en los ojos de Santana. Le sonreí en respuesta y voltee el resto de mi cuerpo hacia ella apoyándome contra el metal.

- Feliz cumpleaños!

Mis ojos se abrieron sorprendidos y vi una sonrisa crecer en su cara. Se encogió de hombros juguetonamente y eso activo en mí una risita sonrojada. No había esperado que alguien aparte de Quinn o Mike se acordara de mi cumpleaños  y habían pasado semanas desde que recordaba habérselo dicho.

- No puedo creer que te acordaras

La sorpresa de mi voz pareció ofenderla porqué abrió su boca y sacudió su cabeza, era bromeando, por lo que me hizo reír mientras me miraba volteando los ojos.

- Qué clase de amiga seria si no me acordara de tu cumpleaños?
- Es solo que… no lo estaba esperando
- Bueno, estoy llena de sorpresas

Mi risa se desvaneció en una sonrisa cálida y sentí mi voz suavizarse antes de hablar.

- Si, lo estas

Ella respondió con una sonrisa dulce y sostuve mi aliento porque parecía que ella era bastante buena robándomelo. Aunque los corredores estaban llenos, todo se mantuvo silencioso, porque era increíble lo fácil que podía bloquear el resto los sonidos para concéntrame solo en ella.  Ella pestaño lujuriosamente antes de sacudirse del momento que acabábamos de compartir y mirar hacia abajo con cara de confusión.  Santana tartamudeo un par de veces antes de recordar lo que intentaba decir y yo trate lo mejor que pude para contener la sonrisa que quería aparecer en mis labios mientras la miraba.

- Eeee… Puck me dijo que él, Mike y Quinn tienen una fiesta planeada para ti.

Ignore la mención de su nombre y  la mire confundida antes de acordarme de que Quinn y Mike habían estado planeando los detalles de la fiesta hace algunos días y asentí con la cabeza. Yo asumí que ella iba a ir, pero quería preguntarle yo misma.

- Iras cierto?

Ella se encogió en frente de mí con sus manos cogidas delante de ella y  con miedo de mirarme directamente a los ojos como si estuviera nerviosa o tímida de que yo haya hecho esa pregunta. Al parecer ya había decidido ir pero tal vez deseaba que yo la invitara en vez de Puck.

- Si, pues todo el mundo va a ir

Asentí pasivamente porque no me importaban mucho las 50 personas o más que Quinn me dijo que había invitado. Nadie en realidad recordaría que era mi cumpleaños, la gente solo iba porque quería tener alcohol gratis y buena música para escuchar. Solo esperaba que Santana no viera mi fiesta de esa forma.

Presione mis labios en una línea delgada, escondiendo mi sonrisa y Santana percibió el cambio en mi expresión, aplaudió sus manos una vez antes de cerrar mi casillero y tomar mi meñique en el suyo, sonriéndome cálidamente antes de llevarme a mi siguiente clase.

- Vamos… será divertido

Linda23 escribió:Ojalá sé conviertan en tres está noche!!!

Veremos que les depara la fiesta a las chicas.

NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN.

Lo siento no pudieron ser 3 esa noche, pero este nuevo capítulo es bastante largo para que leas tal y como te gusta, espero que lo disfrutes. Saludos :D

adi-santybritt escribió:Hola!!!!
Awww me encanto que San recordara el cumple de Britt!!!!
Que pasará en la fiesta!!!!
Espero la actu!!!
Xoxo

Ya verás lo que trae la fiesta. Espero que te guste mucho el capítulo. Gracias y que estés muy bien :D

evean escribió:hola!! me tiene muy intrigada la historia oculta de Santana...
gracias por traducir y actualizar
esperando el próximo capitulo
adios

Hola! Bueno de hecho lo que a mí más me gustó del fic fue la historia oculta de Santana; y el hecho de que se va desarrollando muy (pero muy) lentamente y es algo que te tiene atrapada hasta el final, solo para saber que le pasa. Gracias a ti por dejarme saber lo que piensas. :D

¡Fer Brittana4ever! escribió:Dioooss Mioooo!

No puede creer que estés traduciendo este fic! Es maravilloso!

Lo leí en ingles, pero realmente es difícil entender muchas partes, así que acá me tendrás atenta aunque no te comente seguido!

Gracias! Muchas gracias!

Me alegra mucho que lo estés leyendo de nuevo. No importa que no puedas comentar seguido lo importantes es que te guste y lo sigas leyendo. Gracias a ti por tu dejarme saber que piensas. Saludos :D

Quinn me había dicho que ella y Santana me recogerían para llevarme a la fiesta. Ellas dos se estaban llevando muy bien y me alegraba no siempre tener que separar mi tiempo entre las dos.  

Busque en mi closet para encontrar algo decente que ponerme, porque no quería usar nada muy casual pero tampoco algo muy grande y atrevido. Me coloque una blusa de rayas blancas y negras grande que caía por mi hombro derecho y unos shorts negros. Nunca había pensado que yo era atractiva pero  era solo porque me parecía raro decirme a mí misma que lucía bien. Pero por primera vez me detuve para ver mi reflejo en el espejo y tratar de ver lo que alguien más vería. Mis piernas lucían bronceadas y más largas con los shorts.  La piel de mi hombro expuesto era suave y lisa. Y la camisa me quedaba suelta pero estaba metida dentro de mis shorts por lo cual dejaba ver mi delgada figura, Me pare derecha sintiéndome mucho más confiada.

Complete mi atuendo con unos botines negros de tacón, fui hasta mi peinador y tome mi bolsa de maquillaje llena con delineadores y rubor y sombras y polvo y todo ese tipo de cosas que nunca me había gustado aplicarme porque  me parecían falsas y demasiado material para cubrir mi cara  y me hacían sentir incomoda. Sin embargo, me aplique el maquillaje y me coloque un collar largo de corazón mirándome por última vez al espejo.

Mi teléfono sonó y supe que era Quinn para avisarme que ya se encontraba en frente de mi casa. Mire por la ventana y pude ver que en el asiento del pasajero se encontraba Santana, se bajó del carro y me escondí rápidamente para que no me viera, pero alcance a darme cuenta que estaba hermosa- como siempre.

Escuche el timbre y mis ojos se abrieron sorprendidos porque no pensé que Santana fuera por mi hasta la puerta. Baje cuidadosamente por las escaleras y vi a mi hermanita sentada en la sala viendo el show de las 5 y 30: Hora de aventura. Me sonreí a mí misma antes de abrir la puerta y encontrarla en frente de mí luciendo preciosa.

Vi de cerca como su boca se abría un poco, dejando un suspiro escapar sin querer. Ella parpadeo a través de sus ojos muy abiertos y yo me rendí a la fuerza de mis labios mientras una sonrisa tímida y rápida aparecía en mi rostro.  Santana inhalo profundamente antes de desviar su mirada hacia abajo en frente de ella como si estuviera trayendo sus pensamientos de vuelta a la realidad después de haber ido a un lugar diferente.


Yo me metí un mechón de pelo detrás de la oreja y aclare mi garganta para decir algo porque aunque estaba distraída por lo hermosa que ella se veía, parecía que Santana estaba más distraída que yo.

- Hola…

Ella volvió a mirar hacia arriba y sonrió suavemente, su respuesta apenas si dejo sus labios en una voz audible.

- Hola

Antes de salir al aire frio mire hacia atrás para avisarle a mí mama que me iba, cerré la puerta y metí mis llaves en mi bolsillo. Mis ojos encontraron de nuevo los de ella tan rápidamente que era como si hubieran memorizados todos los caminos que me llevarían a ellos.

- Vamos

Empecé a caminar hacia el carro de Quinn y me di cuenta que ella no me empezó a seguir sino hasta después de unos segundos como si  hubiera estado muy distraída en el momento como para hacer algún movimiento.  Entramos al auto y Quinn me deseo feliz cumpleaños por tercera vez en el día, a lo que respondí con una sonrisa cálida y unas “gracias”

El cielo se oscurecía con la ayuda de las nubes grises sombrías, me acomode para hallar la belleza en los vibrantes tonos de amarillo y naranja esparcidos  a través de los árboles y las hojas caídas mientras bailaban en sintonía con el viento. El otoño era hermoso pero estaba llegando a su final a medida que los días se movían hacia el final de noviembre. Estaba cálido dentro del carro pero al tocar las ventanas que estaban heladas, se podía notar que el aire de afuera estaba frio.

Llegamos a la casa de Puck y Quinn fue la primera en salir del carro y dirigirse a la fiesta mientras yo me tome mi tiempo, el aire era frio como esperaba, pero no lleve una chaqueta porque sabía que con el calor de la de la pista de baile y el alcohol me calentaría.

Empecé a caminar hacia la fiesta cuando escuche la puerta del carro cerrarse detrás de mí y mi nombre siendo llamado.

- Oye Brittany,  espera…
- Que pasa?
- Mmm antes de que entremos  solo quiero darte algo

Ella busco en su bolso lo que necesitaba y se demoró un momento antes de sacar una cajita envuelta en papel regalo con patos dibujados. Exhale sorprendida dejando mi boca un poco abierta porque no podía creer lo que acaba de hacer. Trague saliva fuertemente y abrí mi boca para decir algo pero sus palabras me interrumpieron.

- Solo …ábrelo, por favor

Santana evito mirarme a los ojos pero extendió aún más su mano para que yo tomara la cajita. Yo sacudí mi cabeza mientras una sonrisa crecía en mi rostro y empecé a abrir el regalo. Cuando libere la cajita del papel regalo y la abrí, pude ver una pulsera de plata.

- …Santana…yo…
- Sé que son medio cursis, y probablemente es raro que yo ye haya dado al…

Antes de que pudiera terminar, me acerque más a ella y la abrace, envolví mis brazos alrededor de la parte superior de su cuerpo. Nosotras nos habíamos abrazados antes, pero esta vez la sostuve más fuerte que nunca porque quería que ella lo sintiera. Mi cabeza estaba dando vueltas con sorpresa pero mi corazón estaba latiendo fuerte y confiadamente como si finalmente hubiera hallado la razón por la cual estaba latiendo.

Me di cuenta de que no se esperaba el abrazo porque al principio su cuerpo se puso rígido bajo mis brazos como reacción inicial pero luego se rindió y coloco sus manos alrededor de mi espalda respondiéndome el abrazo. En ese momento sonreí  dentro de su  hombro y la apreté un solo poco más fuerte antes de soltarla y alejarme un poco de ella.

- Muchas  gracias Santana, de verdad no tenías que darme nada.
- Sí, pero quería hacerlo

Mire a la pulserita de plata en mi mano y sonreí  enormemente cuando note que tenía un corazón y una pequeña bailarina colgando de esta.

No hay nada que habría cambiado de ello- el regalo,  el abrazo, el momento completo. Fue perfecto y el resto de la noche ya ni siquiera importaba para mí porque ya había obtenido lo que quería aunque no tenía ni idea que era lo que quería en primer lugar.

Había una energía, un sentimiento llenándome el cuerpo que comenzaba desde los dedos de mis pies,  podía ser emoción o lujuria, pero estaba convencida de que era amor. Yo la amaba, podía sentirlo porque estaba amplificando las sensaciones que normalmente tenía, mi estómago tenía mariposas y mi corazón estaba acelerado como siempre, sí, pero era como si se hubieran potencializado con una nueva fuerza.

Mi pecho se estaba expandiendo más allá de la normalidad  y tenía miedo de que no hubiera suficiente espacio para mantener el rápido crecimiento de los latidos de mi corazón. Trague saliva fuertemente y sentí el bultico vibrar y hacer cosquillas por toda mi garganta y llegar hasta mi estómago antes de estallar en un conjunto de extravagantes juegos pirotécnicos que rebotaron en el interior de mi barriga. Se sintió como una versión magnificada de lo que había estado sintiendo antes lo que me indico que fácilmente que si estaba sintiendo tantas cosas por ella- era porque estaba sintiendo el hermoso impulso del amor.

Le sonreí abiertamente deseando poder decirle cada pensamiento que cruzaba por mi mente “Creo que te amo”, “Sé que te amo”, “Podría ser realmente amor?”, “Tú me amas? “ . “Por favor di que también me amas”. Pero me conforme con decirle algo que no le había dicho antes y que mejor momento que este para decírselo.

- Eres mi mejor amiga

Ella parpadeo sorprendida por mis palabras y deje de sonreír  un poco para mostrarle que  nunca en mi vida había hablado tan en serio como en ese momento. Ella inhalo y vi su pecho expandirse lentamente antes de que respirara y simplemente me diera una sonrisa tímida.

-      Y tú eres la mía…

- Ya se terminaron de besar?... Porque están solicitando a la cumpleañera en la fiesta.

Me voltee y le hice mala cara a Puck que estaba parado en la puerta con una risa burlona en su cara. Cuando mire de nuevo a Santana la sonrisa había desaparecido de su cara al igual que el brillo de sus ojos. Algo estaba diferente, de repente era como si todas las rápidas reacciones estuvieran cambiando de dirección, para irse por un camino con más obstáculos, más peligroso y menos feliz. Yo no me moví, ella no se movió y el momento se congelo con una tensión creciente. Me pare confundida en frente de ella y vi como sus ojos miraban hacia todas partes antes de aclarar su garganta.

- No te lo pongas aquí… la gente podría preguntar

Al decir eso ella presiono sus labios juntos en una línea delgada conteniendo la sonrisa que quería darme pero se dijo a sí misma que no. Y paso por mi lado para desparecer dentro de la fiesta.

Santana paso el resto de su tiempo lejos de mí, tomando y hablando con otras personas. Era como si hubiera cambiado a la persona que estaba afuera conmigo, la chica que me dio la pulsera de plata de cumpleaños, por la persona que fingía ser en el colegio,  la chica en la que yo no estaba muy interesada.

De vez en cuando miraba por toda la habitación para buscarla pero ella siempre desviaba su mirada cada vez que nuestros ojos se encontraban.  Era un cambio peculiar que estaba segura había influenciado las desconcertante sensación de burbujeo en la boca de mi estómago.

Hace solo un momento estaba tratando de contenerme para no decirle que la amaba, pero ahora ella se estaba alejando de mí y los impulsos de éxtasis en mi interior ya no estaban vibrando con amor sino con confusión, perplejidad y causas desconocidas. Me pare confundida en una de las esquinas del salón, mis pensamientos ahogándose en las profundidades de mi mente desconcertada, mientras luchaba por desenredar los nudos de lo que había pasado esa noche.

Fui traída de vuelta a la realidad cuando dos manos se posicionaron en mi cintura y me levantaron del suelo haciéndome girar en círculos.

- Feliz cumpleaños!
- Dios Mike,  me asustaste!

Él se rio y me coloco en el suelo y yo bromee golpeándolo en el estómago.  Sabía que él no me gustaba en la forma en la que él quería pero a veces deseaba que así fuera, porque hubiera sido muy fácil – enamorarme de mi mejor amigo desde hace 6 años, que me conocía muy bien. Él era el chico perfecto para mí, alto, lindo, amable, dulce y bailaba con pasión. En un simple cuento de hadas, yo me habría enamorado de él. El único problema era, que mi corazón nunca lo busco a él en primer lugar-

- Lo siento, pero feliz cumpleaños! Estas disfrutando la fiesta?
- Si, esta genial, gracias por organizarla
- Con gusto, lo haría todo por- Pauso dramáticamente y me tomo la mano- …mi persona favorita en el mundo

El me llevo a la pista de baile y nuestros cuerpos inmediatamente se sintonizaron con la música y entre ellos mismos. El me giraba de vez en cuando y yo me reía porque el siempre había sido muy bueno en eso.  Por el momento en el que bailamos el me quito de la mente a Santana y al revoltijo de piezas rotas de rompecabezas.

Cuando la canción termino me llevo a la cocina y me dio un vaso de cerveza, el cual me tome en 3 sorbos. El sacudió la cabeza riéndose y me sirvió otro vaso y uno para el mientras recuperábamos el aliento.

- Ayy extrañaba bailar así
- Por qué Britt?
- No se…. Todo lo que hacemos en los Cheerios es practicar los mismos movimientos una y otra vez en diferentes combinaciones. Extraño bailar solo por mi
- Y yo extraño verte bailar para ti, eres increíble cuando lo haces
- Sí, es que ahora se siente como si solo lo hiciera para ganar
- Alguna vez has pensado en unirte a Glee?
- Que es eso?
- El señor Schuester, nuestro profesor de inglés,  lo dirige. El fue a hablarles a los chicos de futbol para que se unieran y fui a ver, todo lo que haces es bailar y cantar. Es genial en realidad y todos son muy amables.
- Quinn me dijo que era para perdedores
- Quinn me cae bien y todo pero  juzga demasiado a las personas. Deberías intentarlo

Coloque mi vaso en la mesa de la cocina después de mi último sorbo y sentí  la sustancia quemar mi garganta y encender el calor en mi estómago. Mi cabeza experimentó un giro y me sostuve de la mesa. Inmediatamente sentí unas manos en mi cintura y me di cuenta de que Mike me había cogido para asegurarse de que no me cayera.

- Ven conmigo

El me llevo afuera y  respire el aire fresco lo cual era un buen contraste comparado con la atmosfera de sudor de la fiesta. Me senté en la entrada de la casa y Mike me siguió después de asegurarse que me podía sostener sola. Mire alrededor y todo se sentía muy  familiar y el pensamiento de Santana me golpeo tan rápido en la cabeza que me sentí  mareada.

- Estas bien?
- Si, solo un poco mareada

Me  esforcé por reírme un poco porque no quería que él se preocupara y me preguntara que me pasaba, porque no podía garantizar ser capaz de esconder la verdad de mi respuesta.

- Quiero decirte algo Britt
- Dime
- Bueno… tú me gustas

Levante mi cabeza de mis manos para mirarlo. El siguió mirando en frente de él hasta que termino de decir lo que iba a decir, pero había una presión haciéndose presente en mi corazón porque aunque sabía que él iba a intentar algo tarde que temprano, nunca espere que fuera tan rápido.

- Siempre me has gustado, y quería decírtelo desde séptimo grado pero primero quería ver si podíamos funcionar. Tú me haces reír y me haces feliz y eres la chica más linda que he conocido y creo que merecemos darnos una oportunidad.

Mis labios se abrieron para dejar escapar un suspiro y sentí un dolor en mi estómago como si hubiera  sido  golpeada. El había dicho todas las cosas correctas, todas las cosas que una chica quisiera escuchar de un chico y aun así, yo estaba sentada a su lado deseando poder sentir algo, pero me di cuenta de que no había nada que el pudiera decir o hacer para cambiar la manera en la que me sentía. Mike era el chico con el que alguna vez creí que terminaría porque habíamos sido amigos por tanto tiempo que nos debíamos a nosotros mismos convertirnos en algo más, pero había dejado ese pensamiento atrás cuando Santana entro a mi vida. No podía amar a Mike porque estaba enamorada de Santana.

Mi boca se abrió un poco más para decir algo pero el volteo y me detuvo.

- No digas nada ahora. Yo solo quería decirte como me siento. Solo piénsalo está bien?... Solo piénsalo

Al decir eso se inclinó para darme un beso en la mejilla y cerré mis ojos porque no podía mirarlo mientras mi corazón se estaba llenando con vergüenza y culpa por no ser capaz de darle buenas noticias. Él se levantó y se dirigió de nuevo a la fiesta, mientras yo me quede afuera respirando más aire fresco.

Mi cumpleaños había empezado increíblemente  pero aparentemente ya todo se había arruinado porque Santana no se atrevía a acercarse a mí y Mike me había dicho que quería estar conmigo. Ninguna de esas dos cosas eran las que yo deseaba y aun así las dos habían llegado a mí un día del año en el  que se suponía que debía estar feliz.

Suspire profundamente y me levante,  me arrepentí por unos segundos porque la cabeza comenzó a darme vueltas. Camine lentamente de vuelta a la fiesta no muy segura de que iba a hacer porque no podía ir donde Santana y tampoco donde Mike. Eso me dejaba con Quinn pero cuando entre a la fiesta, la vi gritándole a Finn en una esquina y no iba a interrumpir ese momento.

Decidí ir de nuevo a la cocina porque era el lugar menos frenético. Pasar entre el rio de personas fue difícil porque todos estaban enfocados en sus propias mentes, bailando ridículamente al compás de la música. Sorprendentemente no estaba molesta por el hecho de que mi cumpleaños no estaba terminado de la mejor forma. Estaba más confundida por Santana y Mike… pero principalmente por Santana.

Pase una esquina de la casa pero algo llamo mi atención y me detuve a mirar bien. Estaba oscuro pero el cabello de Puck era reconocible en cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquier luz. Pensé que los brazos envueltos alrededor de su cuello pertenecían a cualquiera de las chicas con las que se solía besar, pero cuando se movieron un poco y su atuendo se hizo visible. Lo que vi me golpeo tan duro que me tropecé unos cuantos pasos hacia atrás. Conocía ese vestido, conocía esos zapatos y sabía muy bien que esa chica era Santana.

Trague saliva fuertemente pero eso no hizo nada para impedir el bulto que ascendía dolorosamente hacia arriba de mi garganta. Me sentí mareada y con náuseas y tenía una reacción desconcertante en mi estómago que solo podía interpretarse como si se me estuviera revolviendo la bilis. Había estado mirándolos por suficiente tiempo como para que la vista me quemara los ojos y desvié mi mirada antes de cerrar mis ojos abruptamente.

La presión en mi pecho era intensa, como si el hombre más fuerte del planeta lo estuviera apretando fuerte con toda su potencia. Hice una mueca de dolor  cuando mi pecho se estrechó y  se hundido en mí.  Respire fuertemente esperando que el aire ayudara a expandir el espacio entre mi corazón y mis costillas pero solo se comprimió mas cuando exhale.

Entre en pánico y mire por toda la habitación buscando a Mike para poder irme. No quería estar en ningún lugar remotamente cerca de Santana o Puck porque tan solo pensar en ellos hacia que mi corazón se partiera en dos, lo cual doblaba el dolor. Me moví a través de las personas sin importarme si se quejaban o decían algo hasta que encontré a Mike hablando con uno de sus amigos del equipo de futbol

- Mike…

El rápidamente se acercó a mí y ahí fue donde me di cuenta que probablemente me veía tan mal como me sentía.  Sus ojos me miraron con confusión y preocupación preguntándose qué me había pasado.

- Britt, que paso?  Estas bien?

“No,  no estoy bien. Estoy lo opuesto de estar bien”. “Estoy sufriendo, me está doliendo, siento como si me estuvieran cortando el corazón”. “Ella está con él, como puedo estar bien si ella esta con el!” . Bloquee los pensamientos que querían salir y la di una respuesta vaga.

- Yo mmm, no me siento muy bien. Me podrías llevar a mi casa?
- Claro, vamos.

Yo asentí y el me saco fuera de la fiesta y me condujo a su carro. Cada paso que daba traía una nueva punzada de dolor a mi cuerpo y todo lo que quería era acostarme y dormir, y tal vez nunca despertarme.

Mis ojos parpadearon de nuevo cuando Mike estaba tratando de ayudarme a salir de la silla del pasajero, al darme cuenta de que estábamos en mi casa le dije que yo podía llegar hasta la puerta sola, pero siendo el gran amigo que él era, me ayudo colocando una mano alrededor de mi cintura y me llevo hasta la puerta.

- Gracias Mike, eres el mejor. De verdad lo eres.
- Cuídate, está bien? Feliz cumpleaños

Apreté mis labios y asentí de nuevo antes de abrir la puerta de mi casa.

Todas las luces estaban apagadas y las puertas de los cuartos cerradas así que entre de puntitas y llegue a mi cuarto para evitar encontrarme con alguien más.  Tropecé dentro de mi habitación y cerré la puerta detrás de mí recostándome duro contra esta, mi cabeza golpeo la madera más fuerte de lo que había planeado y mis ojos  se cerraron cuando sentí mis rodillas ceder. No pude reunir la fuerza suficiente para evitar deslizarme por la madera hasta llegar al piso. Abrace mis piernas fuertemente contra mi pecho y recosté mi cabeza en mis rodillas.

La cabeza me dolía y apreté mis ojos aún más fuerte para aliviar un poco el dolor. El mismo bulto de antes volvió a aparecer en mi garganta pero esta vez no hice nada para detenerlo. Lo sentí lentamente arañar su camino hacia arriba y cuando llego a la cima me di cuenta de que era la necesidad  de llorar. Abrí mis ojos en la oscuridad y los sentí arder con un deseo húmedo, el líquido se acumuló en el borde de mis parpados amenazando con salir.

No me di cuenta que estaba llorando sino hasta que sentí el sabor salado de las lágrimas en las esquinas de mi boca. Trate de parar, de tragarme el persistente bulto en mi garganta porque me sentía estúpida. Ella seguía jugando conmigo, haciendo algo dulce y tierno como comprarme un regalo y luego ignorándome durante toda la fiesta después de un estúpido comentario que hizo Puck.

La única cosa que me diferenciaba del resto de las  víctimas de Santana era que ella no quería usarme o herirme o jugar conmigo, sabía que no lo estaba haciendo con intención y no podía culparla porque yo no le había dado una razón para ser más cuidadosa, para cuidar lo que decía delante de mi acerca de otros chicos o para pensar que había algo más que amistad entre nosotras.

Me culpaba a mí misma por todo, porque sabía en qué me estaba metiendo desde el principio. Sabía que dolería, sabía que amar a Santana no iba a ser fácil y aun así eso no me detuvo. Y había una razón para eso.  Había olvidado por un momento él porque estaba de acuerdo con ponerme a mí misma en esta posición, el propósito estaba enterrado en algún lugar dentro de mí y eso era lo suficientemente significativo como para no rendirme todavía.

Entonces deje que me doliera, no evite que el dolor se esparciera por todo mi cuerpo, no impedí que las lágrimas se deslizaran por mi cara. Tenía que aprender cómo sobrevivir y la única manera de hacerlo era soportándolo y sintiendo cada gota de dolor en mí.

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El brillo de luna llego a través de la  ventana como única fuente de luz en la oscuridad de mi cuarto. Vi como el rayo se reflejaba en la alfombra, en la cama y en la pared. Me concentre en un lugar en frente de mí y escuche el latido de mi corazón. Mis ojos estaban secos y pegajosos por haber estado mirando fijo mucho tiempo sin parpadear.
No podía respirar por mi nariz congestionada,  la cual asumí que debía estar roja. Un suspiro se escapó de mis labios y voló por el silencio de mi habitación.

Finalmente me pare y me dirigí hacia el atrayente confort de mi cama. Saque mi teléfono de uno de mis bolsillos para colocarlo en la mesa de noche. Metí la mano en mi otro bolsillo el cual pensé que estaba vacío, pero al hacerlo me encontré con el frio de una cadena. Admirar la pulsera de plata en mi mano era fácil a pesar de que la persona que me la había dado era la razón por la cual estaba sufriendo.

Después de colocar la pulsera en la mesa de noche con mi celular, me acosté de lado en la cama sintiendo los cojines y la calidez lentamente consumir cada parte de mi frágil y débil cuerpo. Mi cabeza se acomodó en la suavidad de la almohada mientras le decía adiós a la última punzada de dolor que se encajaba en mi pecho y  deje que el sueño absorbiera mi realidad.
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Empezó como un suave y delicado toque que se movía hacia abajo por un lado de mi cara. Estaba inconsciente y dormida por lo que el cerebro me convenció de que estaba todo en mi cabeza o de que estaba soñando, un dulce sueño con bailarines pequeñitos caminando de puntitas por mi frente. Pero luego sentí que un mechón de mi cabello se movía y se posicionaba detrás de mí oreja. Y de repente mi mente estaba siendo arrastrada de vuelta al agujero negro de la realidad.

- Brittany…Oye…Britt

El suave susurro rompió la última pared entre el sueño y la realidad. Sentí una pequeña presión en mi brazo mientras la voz repetía mi nombre varias veces más.   Abrí un poco mis ojos antes de abrirlos completamente, pero fui confrontada con la confusión de mi mente cuando pude identificar algunos de los rasgos de la cara de Santana a través de la oscuridad.

Levante mi cabeza de la almohada y apoye el brazo para ayudarme mientras intentaba asimilar la totalidad de la perpleja realidad en la que me había despertado.

- Hola
- Santana?

Mi voz sonaba tan poco familiar, tan extraña,  porque la única cosa que había estado saliendo de mi boca desde que me había ido de la fiesta era el roto y desesperado sonido de mi llanto.

- Si
- Qué estás haciendo aquí?
- Yo …estaba preocupada
- Por qué?

Me senté con las piernas cruzadas frotando mis ojos para ayudarlos a ajustarse. Santana estaba arrodillada en el piso y se paró para sentarse en la cama a mi lado, sentí la necesidad de distanciarme y no sabía porque ya que lo único que había querido hacer en los últimos meses era estar cerca de ella. Pero a medida que se me hizo más difícil respirar, supe que era lo que tenía que hacer para mantenerme de una pieza.

- Mike me dijo que no te estabas sintiendo bien

Mantuve mis ojos escudados por la oscuridad de mi habitación rechazando cualquier intento que ella hiciera de encontrarlos con los suyos.

- Estas bien?

Permanecí en silencio, rehusándome a contestarle, porque no podía hacerlo sin mentirle y no tenía la fuerza para inventar una excusa creíble para ella. Mordí mi labio inferior mientras sentía sus ojos recorriendo mi cara, rogando porque que mis ojos azules los miraran.

- Brittany?
- No tenías que venir, estoy bien

Me di cuenta de que había volteado la cara y me dio la oportunidad de mirarla rápidamente, vi como el rechazo de mis palabras la desconcertaron cuando ella se removió un poco y frunció el ceño. Santana se veía muy frágil porque su guardia se encontraba abajo y por la forma en la que hacia muecas de dolor parecía que yo le hubiera tirado cuchillos a ella. Odiaba el hecho de quería abrazarla y mantenerla a salvo cuando ella era la razón por la cual estaba sufriendo.

Ella me miro de nuevo con sus ojos abiertos y preocupados y no le di la oportunidad de hallar los míos ya que baje mi cabeza para mirar las manos en mi regazo antes de que ella pudiera encontrarlos.

- Perdóname
- Por?

Dije eso suavemente debajo de mi aliento como si me lo estuviera preguntando a mí misma, pero en la aguda quietud del aire, ella pudo escucharlo.

Nos quedamos quietas por un momento hasta que sentí su lado del colchón levantarse mientras ella caminaba hacia la mesa de noche para coger la pulsera que yo había colocado allí antes. Ella regreso a la cama y yo mantuve mis ojos en la oscuridad para evitar mirarla a los ojos. Los sentimientos que tenían estaban mezclados, yo la amaba y la odiaba, quería alejarla de mí y quería sostenerla contra mí. Sentimientos conflictivos y contradictorios eran todo lo que quedaba dentro de mí y estaba desesperada porque mi mente eligiera  de qué lado estar en lugar de mantenerme en el medio donde me veía forzada a sentir todo simultáneamente.

Santana se acercó a mí y tomo mi mano gentilmente, probablemente con miedo de que yo no la dejara hacerlo. Ella la llevo hasta su regazo lo que requirió que yo me acercara un poco más y así nuestras rodillas se estaban tocando. Su dedo acaricio la palma de mi mano y sentí la imposible suavidad de sus huellas filtrarse por arriba de mi piel. Retire mis ojos de la oscuridad y los concentre en nuestras manos.

Ella dejo mi mano descansar en su pierna, mientras sostenía los dos extremos de la pulsera con ambas manos y los colocaba alrededor de mi muñeca para unirlos. Lentamente se alejó y de esa forma yo estaba usando la pulsera que ella me había dado. Su dedo índice acaricio el brazalete  y yo finalmente la mire para encontrar una sonrisa perezosa en su rostro mientras miraba nuestras manos.

- Se ve hermosa

Su voz se escuchó como un simple susurro y me sorprendieron sus palabras ya que en la fiesta me había dicho que no me la colocara y de repente me estaba diciendo que se veía hermosa colocada en mí.

Respire profundamente  y me perdí tanto en los rasgos de su cara que olvide mirar hacia otro lado cuando ella levanto su rostro. Nuestros ojos se encontraron por primera vez desde la fiesta y la conexión fue inmediata y predecible cuando el azul encontró al marrón.

Sus ojos se abrieron con preocupación y no podía entender que había cambiado la expresión de su cara. Ella se acercó más a mí en el preciso momento en el que mi rostro se ilumino con la clara luz de la luna y trague fuertemente.

- Britt…

Sentí las manos de Santana dejar las mías pero mis ojos estaban tan concentrados en los de ella que no fui capaz de mirar hacia ellas.

Uno de sus manos  llego lentamente a mi cara y mientras la miraba el latido de mi corazón se hizo audible en mis oídos.

Sus dedos se posaron delicadamente en mi mejilla debajo de uno de mis ojos y yo los cerré lentamente en el momento en el que su suave caricia llego a la piel de mi rostro, dándome cuenta que probablemente estaban hinchados de llorar. Yo absorbí todo el momento, Santana, la pulsera, el silencio, las caricias, las voces-o más bien los susurros. Cuando deje de estar unida a sus oscuros y hermosos ojos, finalmente fui capaz de desviar hacia abajo  y con eso sentí sus dedos desaparecer de mi mejilla.

- Has estado llorando?

No le dije nada, aunque sabía la respuesta a su pregunta

- Brittany paso algo?

En su voz había preocupación y una pequeña señal de ira, como si al darse cuenta de que había pasado se fuera a encargar de ello, porque en su mente era su trabajo protegerme.

Si le decía que si, ella me iba a preguntar qué había pasado y no tenía la suficiente fuerza para inventarme una mentira. Me hubiera visto forzada a decirle que estaba llorando porque estaba herida, y estaba herida porque la había visto con Puck en la fiesta. Y eso era tan doloroso porque yo la amaba.

Entonces no podía decirle que sí.

Lo más cercano a una mentira que pude hacer fue sacudir mi cabeza, pero al hacerlo sentí otra punzada que finalmente rompió otro pedazo de mi corazón. El pedazo que se había estado aferrando a una delgada y frágil astilla toda la noche.

- Está bien

Santana no pregunto más porque ella lo sabía. Sabía que yo le estaba mintiendo y que continuaría haciéndolo si ella seguía buscando la verdad. Sentí otra punzada en mis adentros porque me di cuenta en ese momento de que Santana me conocía más que ninguna otra persona en el mundo.

Ella se paró de la cama y yo ansié la proximidad que habíamos compartido solo unos segundos atrás. Santana camino hacia la ventana y abrió las cortinas lista para bajar e irse a su casa como si nada hubiera pasado.

Mis ojos siguieron su cuerpo y finalmente hallaron sus ojos incluso en las sombras de la noche. Ella presiono sus labios juntos fuertemente suprimiendo una sonrisa que no estaba segura si debía dar o no. Yo realice el mismo gesto y desvié mi mirada con miedo de mirarla un segundo más porque podía ser demasiado para detener las lágrimas que sentía listas para escapar de mis ojos.

- Aun somos mejores amigas… cierto?

Ella me pregunto honestamente, como si de hecho existiera la posibilidad de que yo abriera mi boca para decir “no, ya no lo somos”. Su voz tembló de una forma tan pequeña que apenas fue perceptible, pero como yo siempre la escuchaba atentamente, lo note al instante.

La mire de nuevo para darme cuenta de que la mitad de su cuerpo ya se encontraba afuera de la ventana. Ella se mordió el labio inferior y presiono su boca de nuevo en una línea delgada. La luz de la luna se reflejó  en el brillo de sus ojos lo suficiente para dejarme ver que ella estaba a punto de llorar. Cuando la respiración de su pecho se hizo más rápida me di cuenta de que el pánico comenzaba a crecer en su interior y no podía dejarla más tiempo esperando.

- Si…

Ella tomo mi respuesta con una larga y desesperada inhalación, sus ojos nunca dejando los míos. Cuando se sintió lista para moverse de nuevo,  se sostuvo del enrredejado para desaparecer. La mire hasta que lo hizo completamente, antes de recostarme de nuevo en mi cama arrepintiéndome por todas las cosas que había dicho- o que no había dicho.

Me quede quieta en la noche, la luna iluminando a través de mi ventana. Mis ojos encontraron un lugar en el techo para mirar y ocuparme en otros pensamientos que me evitaran pensar en Santana. Pero claro está, eso era imposible y sin importar  lo que intentaba no podía luchar contra la decepción que sentía por todo lo que había pasado.

Dormir ya no podía ayudarme a  escapar del mundo real mientras me encontraba acostada y completamente despierta y la única cosa que podía sentir era el frio de la pulsera en mi mano y la interminable cicatriz en mi corazón que me recordaba que estaba profunda y devotamente enamorada de una chica que probablemente nuca me amaría a mí.

Hola! Les quiero pedir disculpas porque me demore un poco esta semana para actualizar y porque la actualización que cargare es un poco corta. Lo siento es que he estado ocupada y no he podido traducir, sin embargo hoy les quise dejar aunque sea esta pequeña parte del próximo capitulo y les anticipo que se viene algo bastante bueno y tal vez confuso... Bueno ya saben cómo es Santana, en un segundo puede ser tierna y dulce con Brittany y en el otro... (Bipolar!)

Esta semana quise actualizar el capítulo nuevo pero algo me robo el tiempo,  me encontré con la historia del "Corazón de Brittany" y no pude parar de leerla hasta el final, es muy buena, las que ya la han leído me entenderán y las que no por favor háganlo, es excelente.

Hoy no tengo tiempo de responderles uno a uno sus comentarios pero quiero que sepan que siempre los leo detalladamente y que son muy importantes y me animan mucho a seguir traduciendo la historia. Todas tiene razón en algo, Brittany deberá tener mucha paciencia con Santana (Mucha!). Pero es parte de lo que me gusta de esta historia, que no es un amor fácil, hay que trabajarlo y luchar por él y Brittany no sale corriendo a la primera señal de problemas si no que sigue ahí... Ya verán como se va desarrollando todo.

Por favor cuando puedan déjenme saber lo que piensan y gracias por tomarse el tiempo de comentar.

Yo tratare de actualizar el resto del capítulo mañana en la noche o pasado mañana.

Estaba sorprendida por lo bien que había logrado fingir que no había pasado nada ese día en la fiesta, como si no la hubiera visto besándose con Puck y como si no me hubiera ardido el corazón y el estómago después de eso. Me había vuelto tan buena en hacerme la que no me importaba  que durante las siguientes semanas mientras nos acercábamos a las vacaciones de invierno,  Santana y yo nos volvimos aún más amigas, a pesar del hecho de que le estaba mintiendo todos los días acerca de cómo me sentía. Ella se quedaba a dormir en mi casa, pasábamos tiempo juntas después del colegio e íbamos a fiestas juntas. Éramos mejores amigas, tal y  como le había dicho esa noche  antes de que se fuera de mi casa el día de mi cumpleaños. No era que yo no disfrutara el tiempo que pasaba con ella, porque era increíble, era la mejor parte de mi día, era solo que en los momentos que no estábamos juntas, dolía.

Santana y Puck no eran novios todavía, pero definitivamente había química entre ellos y era demasiado obvio para que pudiera ignorarlo. Ella a veces hablaba de él cuando estábamos juntas pero gracias a Dios nunca hablaba más de lo que yo podía tolerar. Cuando lo hacía, yo simplemente me limitaba a asentir con la cabeza y sonreír como si no me matara cada palabra que mencionaba.

Aunque hubiera podido ser mucho peor, ella hubiera podido hablar de cada detalle específicamente, de cada momento, de cada sentimiento y no lo hacía. Afortunadamente para mí, cuando estábamos las dos solas sin nadie más al rededor, ella no lo mencionaba ni una vez, no había ni un solo comentario acerca de Puck y no podía evitar pensar que era porque ella estaba concentrada en algo más, en algo más importante… en mí.

Ella más que todo lo mencionaba cuando estábamos con otros amigos, o con Quinn y yo siempre me quedaba callada.

Cambiando de tema, Santana dejo de faltar al colegio por completo.  Me sorprendí de verla caminando hacia mí por el pasillo los miércoles en la mañana. Las dudas del porque había  faltado esos días ya no eran tan urgentes pero aun las conservaba en mi mente por si alguna vez me animaba a preguntar.

Yo estaba bien. Me había acostumbrado a los sentimientos que Santana me producía como si ya fueran parte de una rutina. Bueno, nunca podía esperar que sentir cuando estábamos juntas, porque siempre era algo emocionante y nuevo, pero el dolor y las pequeñas fibras de mi corazón siendo arrancadas, eran parte de ser su mejor amiga y no había mucho que yo pudiera hacer al respecto, excepto aprender a vivir con eso.  Me esforzaba lo más que podía por adaptarme. Aprendí como escuchar a Santana cuando hablaba acerca de Puck  y aprendí como soportar el dolor  en los días en los que revolvía cada parte de mí.

Había aprendido tantas cosas, tan rápidamente, que en alguna parte del camino se volvió normal. Como si estar sufriendo estuviera bien.

Me había vuelto más dura por dentro.  Ya no era la persona que solía ser y sabía que era porque estaba rota, había pedazos de mi dispersos por todas partes sumergiéndose en lugares oscuros, haciendo imposible para alguien encontrarlos y repararme.

Irónicamente, considerando que ella era la razón por la estaba sufriendo, esos pedazos rotos hallaban el camino de vuelta y me completaban cada vez que estaba a solas con Santana. Solo ella y yo, con nadie alrededor. Cuando las palabras eran solo para nosotras, cuando las miradas eran solo entre nosotras. En realidad, era solo cuando estábamos  completamente solas y juntas que me sentía más feliz que nunca y me di cuenta que era porque Santana dejaba ir la persona que fingía ser en el colegio y se convertía en la verdadera ella. Y yo amaba a esa chica, amaba a ESA Santana, la que me decía que yo era hermosa y que tenía ojos bonitos, la que sentía la necesidad de recordarme siempre que los chicos eran idiotas y que yo merecía lo mejor.

De repente, palabras que nunca pensé que estuvieran en su vocabulario, estaban saliendo de su boca cada vez que estábamos juntas, y no solo me estaba diciendo todas esas palabras sino que me estaba HACIENDO escucharlas. Sus ojos me decían más que sus labios, y todo lo que podía notar era el brillo en sus orbitas oscuras cada vez que lo hacía.  Me sentía halagada y emocionada, pero más que nada, me estaba enamorado de ella cada vez más y más a medida que las palabras pasaron de un “eres hermosa” a un inesperado “te amo”.

Ella lo dijo primero, sin mencionar que fue completamente impulsivo de su parte y yo en ningún momento lo incite. Era viernes y estábamos pasando la noche en mi casa viendo televisión y llenándonos con palomitas y chocolate - una combinación extraña que me encantaba. Estaba helado afuera, ya que era la semana después de navidad y las calles estaban cubiertas completamente con nieve.

- Creo que hoy dan Jersey Shore Britt
- Las personas en ese programa me asustan

Ella se rio, sus labios abriéndose hermosamente y yo le sonreí a pesar de que el comentario iba en serio.

- Ese es el punto, se supone que nos riamos de ellos por ser tan patéticos.
- No es eso un poco grosero?
- Bueno, ellos escogen estar en el show o no?
- Es verdad

Yo me encogí de hombros y me senté con ella en el suelo en frente de mi cama donde ella había puesto varias almohadas y cobijas para que nos acostáramos, yo le había dicho que era más fácil simplemente acomodarnos en la cama pero Santana me convenció de que era más cómodo en el suelo, y tenía razón, era perfecto para sentarme al lado de ella y colocar una cobija sobre nuestras piernas.

- No tenemos que ver eso…hay muchas cosas más para ver
- No, no San, lo que tú quieras ver

Ella volteo a mirarme mientras yo buscaba en el recipiente con palomitas una semilla, porque extrañamente también me gustaba masticarlas. No me había dado cuenta que ella me estaba mirando sino hasta después de que tome una,  me la metí a la boca y la rompí con los dientes haciendo un sonido crujiente a lo  cual ella sonrió.

Mis ojos se abrieron al verla sonreírme y apareció una sonrisa tonta en mi rostro. Su expresión era suave y tierna, parpadeo perezosamente y respiro profundamente, su sonrisa dulce nunca dejo su rostro.

- Qué?
- Es que tú eres tan…

Ella tomo una pausa y mis ojos se llenaron de curiosidad  y de necesidad por saber que iba a decir.

- Me alegra mucha que seas mi mejor amiga. Te amo.

Mis labios se abrieron un poco inconscientemente mientras la poderosa frase llegaba a mí y viajaba a través de mi cuerpo  dejando a su paso cosquillitas.

- Yo también te amo Santana.

Yo no lo pensé en absoluto antes de decirlo. Asumí que era porque esas eran las palabras que había deseado decir por tanto tiempo que cuando finalmente pude, no lo tuve que pensar para pronunciarlas.

Era difícil de entender lo que realmente quería decir porque segundos después ella se sonrojo y volteo la cabeza devolviendo sus ojos hacia el televisor. No pude descifrar si lo había dicho casualmente como algo que se dicen las mejores amigas o si el creciente sonrojo de sus mejillas oliva era porque significaba almo más que eso.

De cualquier forma, era la frase que tanto había anhelado escuchar y no me permití a mí misma arruinar el momento envenenándolo con dudas y preocupaciones.

Ella me amaba, y fue en lo único en lo que pude pensar el resto de la noche.
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Estaba contando los segundos para volver a Lima después de haber estado visitando a mis abuelos durante la última semana de vacaciones de invierno.  No había visto a Santana en 7 días, pero nos escribíamos mensajes todo el tiempo y hablábamos por teléfono al menos una vez al día antes de ir a dormir.  Ella me contaba que estaba pasando al principio pero nuestras conversaciones se iban alargando llegando a ideas graciosas de nuestra imaginación. Las conversaciones pasaban del que habíamos hecho ese día a discutir sobre como sabría un helado de mantequilla de maní, vainilla y chocolates cubierto con M&Ms  y jalea.

El día que volví convencí a mi mama de que me dejara en la casa de Santana para sorprenderla. No me había dado cuenta de que yo nunca antes había estado en su  casa. Sabia como lucia por fuera y algunos detalles de adentro ya que la asimilaba con la casa de Quinn, pero en realidad Santana nunca me había invitado. Y a mí nunca se me había pasado por la cabeza preguntarle porque solo pasábamos tiempo en la mía, solo hasta ese día que llegue hasta su casa sin avisarle para darle una bonita sorpresa, a pesar de que ya le había dicho que llegaba, fue que se me paso la pregunta por la mente.

Cuando el carro de mama me dejo en la acera de la casa de Santana, llegue hasta la puerta del frente temblando un poco por el frio. Cada paso detonaba una explosión espontanea en mi estómago mientras se acercaba al momento en el que la vería de nuevo. Estaba empezando a anhelar la mirada en sus ojos, la textura de sus labios y la silueta de su perfectamente formado cuerpo. Estaba anhelando a Santana después de haber sido privada de verla por una semana completa y eso solo me decía que estaba aún más enamorada de ella que antes de irme.

Los 3 golpecitos en la puerta fueron disparejos y vacilantes porque sentía mi mano temblar nerviosamente. Escuche pasos al otro lado de la puerta cerrada, por lo que di un paso hacia atrás.

Cuando el rostro que apareció en frente mío no fue el de Santana, aclare mi garganta y trate de explicar mi presencia no anunciada en la casa. Solo podía asumir que la mujer alta, bronceada y mayor (que lucía igual a Santana) era su mama.

Moje mis labios y abrí mi boca para decir algo, pero ella ya había empezado a hablar antes que yo.

- Hola, puedo ayudarte?

Estaba increíblemente nerviosa lo cual no tenía sentido, porque nunca me pasaba eso cuando conocía nuevas personas. Pero con Santana había sido algo diferente y el hecho de que surgiera de nuevo en mí la niña tímida y nerviosa también al conocer a su madre encajaba con otra pieza del rompecabezas.

- Hola eee, yo soy Brittany…una amiga de Santana. Ella…ella está?

Su cara se levantó con un peculiar pero prometedor gesto, como si mi nombre se le hiciera conocido y yo le sonreí cortésmente. Hubo un pequeño momento de silencio entre nosotras, un poco más largo de lo que era normal antes de responder en una conversación, pero cuando finalmente volvió de sus pensamientos me sonrió y suspiro con alivio.

- …O lo siento! Por favor sigue, debes estar congelándote

Asentí y entre a la casa, la cual estaba hermosamente decorada, sentí  inmediatamente el calor del aire acondicionado dispersar el frio de mi ropa. Por los muebles y la decoración de la casa podía notar que la familia de Santana no tenía problemas de dinero en lo absoluto. Las paredes estaban pintadas de un color beige claro y los pisos eran de madera. Entre a la sala donde había un sofá y dos sillas rodeando una mesa de café color caoba y había  una chimenea al otro lado del sofá.

Mis ojos viajaron curiosamente por toda la habitación, admirando lo agradable que era la decoración comparada con la de mi casa. La mama de Santana me indico que me sentara en el sofá y lo hice mientras ella también se sentaba al lado mío. Sostuve mis manos fuertemente sobre mi regazo y espere pacientemente sin saber si Santana aparecería en cualquier momento o si su mama quería charlar un rato antes de informarle a Santana.

Cuando la habitación se llenó de silencio, me sentí incomoda y decidí hablar

- Tiene una casa hermosa Señora López
- Gracias

Ella no tenía un acento muy marcado, pero pude notar que ella había crecido hablando otro idioma por la forma en la que pronunciaba algunas letras.

Pensé en decir algo más para aliviar la incomodidad pero el sonido de pasos bajando las escaleras interrumpió mis pensamientos.

- Vino algui…

Reconocí su voz y la forma en la que se  había cortado abruptamente, voltee a mirar para ver a Santana detrás de mí con una expresión mezclada entre sorprendida y aterrorizada a la vez.

- Brittany que… mmm que estás haciendo aquí?
- Quería sorprenderte!

Sus ojos se intercalaron entre su mama y yo y  vi como lentamente su cara se llenaba de pánico y preocupación y mi sonrisa se borró convirtiéndose en una expresión confusa.