Fanfic Brittana. En mis venas. Solo un poco mas de tiempo

- Hace cuanto estas aquí?
- Santana- su mama me interrumpió antes de que pudiera contestar- por qué nunca me has hablado acerca de Brittany?


Ella se mantuvo en silencio y no pude descifrar que estaba pasando por su cabeza en ese momento.  Ella parecía alterada porque parpadeó rápidamente y  trago fuerte como para deshacerse de algo que tenía atorado en su garganta.

- Mmm no pensé que te interesaría saber

Presione mis labios en una línea delgada con la respuesta de Santana porque no sabía a qué se refería, si pensaba que yo no era lo suficientemente importante como para mencionarme ante sus padres o si a su madre no le interesaba su vida personal lo suficiente para importarle.  De cualquier forma ninguna de las dos razones eran positivas. Me quede callada en la habitación que se llenaba con tensión indeseada.

- Britt…sube a mi habitación, allí estaré en un segundo. Es la que queda hacia la izquierda cuando llegas arriba

Asentí educadamente antes de pararme para darle la vuelta al sofá

- Fue un placer conocerla Señora López

Ella me dio una pequeña pero genuina sonrisa antes de volver a mirar a su hija y yo pase por el lado de Santana para empezar a subir las escaleras. Camine lentamente hacia arriba y escuche el sonido de susurros distantes, los cuales eran demasiado suaves para poder escuchar lo que decían. Llegue hasta arriba y me dirigí a la habitación de la izquierda como Santana me había dicho.

Su cuarto era extremadamente ordenado y limpio, más de lo que esperaría incluso de un adulto. Su cama estaba cubierta con un edredón blanco y almohadas del mismo color. Su cuarto estaba alfombrado como el mío, y el material parecía tan suave que tuve deseos de acostarme en la alfombra.

No había absorbido la totalidad de su cuarto cuando la escuche subir las escaleras. Me di la vuelta y sonreí al verla entrar por la puerta, un poco más confiada de lo que había estado momentos atrás. Ella no se molestó en decir nada antes de entrelazar sus manos alrededor de mi cuello y abrazarme a lo cual alegremente respondí colocando mis manos alrededor de su espalda baja.

- Te extrañe Britt

Su voz era suave al lado de mi oído y cerré mis ojos para dejar que las palabras se alojaran dentro de mí y al mismo tiempo sentí mi cuerpo presionado completamente contra el de ella. Cuando comenzó a retirarse del abrazo, un millón de objeciones se cruzaron por mi mente porque lo único que quería era sostenerla en mis brazos por siempre.

Cuando nuestros rostros quedaron de frente, la proximidad llevo mi mente hasta las nueves y tuve que tomar unos respiros extra para reemplazar los que ella me había acabado de robar. Sus manos permanecieron alrededor de mi cuello y estábamos tan cerca que compartíamos el mismo aire. Explore sus ojos oscuros y absorbí cada pequeña sombra, cada pequeño color para compensar lo tanto había extrañado la semana anterior. Santana hizo lo mismo ya que su atención solo se enfocó en mis ojos azules y miro fijamente en ellos.

- Espero que esto esté bien
- Mmm?
- Que haya venido sin decirte. Parecías…enojada

Al decir eso ella sacudió su cabeza y finalmente se liberó del abrazo, pasando por el lado mío para sentarse en el borde de la cama.

- No…no, Britt amo poder verte, es solo que no me esperaba que vinieras hasta qui.
- Bueno, es que nunca había venido aquí antes
- Y hay una razón para eso

Mi frente se arrugo ante su respuesta y mi postura se desplomo pareciendo derrotada por sus palabras. Sus ojos inicialmente habían evitado los míos, mirando a todas partes menos a mí, pero al notar mi reacción rápidamente trato de retirar lo que había dicho ya que debió haber sido obvio que me había herido y confundido.

- Quieres que me vaya?

Ella miro inmediatamente a las manos en su regazo y sacudió la cabeza como si estuviera segura de su respuesta pero no pudiera reunir más coraje para decirlo.

Me mordí el labio inferior y me acerque a ella, sentándome a su lado en la cama. Mis pensamientos estaban yéndose por los caminos equivocados y no paso mucho tiempo antes de que mi mente se llenara con cientos de piezas de rompecabezas que ni siquiera pertenecían a la misma imagen. Me había desconcertado totalmente y me forcé a mí misma a concentrarme en algo, una cosa en particular a la cual colocar toda mi atención esperando que bloqueara el caos que desintegraba mi cerebro.

Escogí los ojos de Santana

Cuando volteo a mirarme y nuestros ojos se encontraron, fui confrontada con una abrumadora preocupación porque sus orbitas oscuras estaban contaminadas con miedo, intente descifrar que estaba sucediendo en su cabeza porque no podía entender porque se veía tan débil, tan vencida- mucho más de lo que yo me había sentido.

- Oye…San que pasa?
- Es solo que… puedes llamarme la próxima vez?
- Claro…

Con mi respuesta ella exhalo como si hubiera estado conteniendo su aliento desde que hizo la pregunta. No sabía que más hacer, entonces le sonreí, esperando que eso le diera seguridad acerca de lo que fuera que le molestaba. Era en momentos como este, momentos en los que ella decía o hacia algo sospechoso, solo para hacer como si nada hubiera pasado un segundo después, lo que hacia las cosas complicadas para mí. Yo no era una pensadora rápida, las cosas no venían a mí tan fácilmente como a otras personas. Pero leer y entender a Santana era uno de mis fuertes y aun así había momentos en los que me encontraba totalmente sin respuestas en su presencia.

Trate de no pensar en él porque ella no me quería en su casa y en la posible razón por la que había armado un gran lio porque yo estuviera ahí. Era difícil, porque los pensamientos se forzaban en cada espacio de mi mente y era difícil concentrarme en lo que estábamos hablando cuando las preguntas picaban en la punta de mi lengua rogando por ser pronunciadas.

Nos acomodamos más en la cama, sentándonos con las piernas cruzadas y mirándonos. Ella me pregunto acerca del viaje y sentí que no tenía mucho para decirle porque aunque no nos habíamos visto en una semana, habíamos hablado todos los días.

- Te divertiste con tus abuelos?
- Si, fue agradable, pero te extrañe
- Yo también te extrañe

Ella sonrió dulcemente pero no logro distraerme de la preocupación aun visible en sus ojos

- Y ..algo más paso aquí cuando no estuve de lo que no me has contado?
- No, no hay muchas cosas que pasen en Lima, eso ya lo sabes.
- Sí, eso es verdad, espero que no hayas estado muy aburrida.
- Lo estuve, pero al menos pude hablar contigo todo el tiempo y a veces me veía con Puck.

Trague fuertemente cuando menciono su nombre y las reacciones predecibles lentamente se empezaron a encender dentro de mí.  La pero parte era que podía sentir que estaban creciendo y no podía hacer nada para detenerlas.

Toda la situación de Santana y Puck estaba aún indeterminada y el hecho de no saber la magnitud de los sentimientos de Santana por él, me estaba volviendo loca. Las dudas hacían el dolor aún más insoportable y ya que ella había mencionado el tema, decidí preguntarle de una vez, la respuesta que me diera no me iba a gustar de cualquier forma, no veía el punto a seguir sufriendo por no saber la verdad.

- Santana?

Ella levanto sus cejas haciéndome saber que estaba esperando por mi pregunta y respire mientras las palabras se reunían en mi cabeza.

- Tú y Puck ya son novios?

Ella respiro antes de bajarse de la cama para cerrar completamente la habitación del cuarto. Ella hablo mientras lo hacía, tratando de ocuparse en algo más mientras respondía mi pregunta.

- No lo sé, Puck es solo…él es un accesorio. Quiero decir, salir con el chico más popular del colegio te da buena reputación no?
- Espera… no te entiendo

Ella suspiro, se sentó de nuevo en la cama en la misma posición y empezó a pellizcar sus uñas, dejándome ver claramente que estaba nerviosa. No estaba segura a donde se estaba dirigiendo la conversación pero estaba sorprendida por el solo hecho de que no había admitido que le gustaba Puck todavía. La detuve antes de que se volviera más grande, pero había una pequeña chispa de esperanza surgiendo en la boca de mi estómago.

- Puck es un idiota. Quiero decir, si piensa que estoy con él por su encanto es más estúpido de lo que creí que era.
- Entonces… por qué ESTAS con él?

Sostuve mi aliento hasta que respondió, enviando señales de advertencia a través de mi cuerpo para que se preparara para lo que estaba a punto de escuchar, porque sabía que era posible que su respuesta me destrozara.

- Porque las porristas salen con jugadores de futbol Britt, soy ms popular si Puck esta alrededor de mi brazo.

Santana aun no había dicho la única cosa que había esperado saber antes de hacer la pregunta; si a ella le GUSTABA Puck o no. Yo continuaba replanteándome las preguntas tratando de obtener la respuesta que quería pero ella solo seguía repitiendo que era solo acerca de popularidad y que estar con Puck le daba más atención.

En ese momento me di cuenta que Santana no estaba tan interesada en Puck en sí, sino en lo que el tenia para ofrecerle. Y con eso apareció una combinación de sentimientos mezclados y confusos nadando a través de mis venas, no sabía si sentirme feliz porque a ella no le gustaba Puck en realidad, o triste porque el hecho de que había admitido que estaban juntos.

- Entonces en realidad él no te gusta, cierto? … Solo lo estás usando?
- Si supongo que podrías decir eso… Si

Asentí simplemente y me mordí el interior de mi labio inferior conteniendo con los cientos de preguntas que quería hacer

- Podemos no hablar de Puck?  Él no es importante
- Pero tú hablas mucho de él San
- Si pero solo lo hago en frente de otras personas para que se den cuenta que estamos saliendo. No quiero hablar de él cuándo estoy contigo porque es nuestro tiempo juntas y el no pertenece a ese tiempo, en lo absoluto.

Una pequeña sonrisa apareció en mi boca antes de que pudiera detenerla. “Nuestro tiempo”. Las palabras hicieron eco y se repitieron en mi mente apartándome de la realidad por un momento. Santana pensaba que había una diferencia entre lo que nosotras compartíamos y lo que ella compartía con el resto del mundo.  Que nuestro tiempo era solo de nosotras y de nadie más. La idea de tener este pequeño mundo donde solo ella y yo existíamos me hizo sentir como si a mi corazón le crecieran alas de mariposa y revoloteara en mi pecho. Suprimí la sonrisa, pero no fue fácil, especialmente después de que ella se encogió de hombros como si hubiera dicho algo que ya sabía desde la primera vez que me conoció.

Santana se movió para recostarse en la cama con su cabeza sobre la almohada. Voltea para verla de frente, pero no me acosté, solo me quede sentada con las piernas cruzadas, mirándola con tanta admiración- como si ella fuera la cosa más asombrosa que alguna vez hubiera visto en mi vida, y bueno, ella lo era.

- Ven aquí

Había estado tan enfocada en mis pensamientos que no escuche bien lo que dijo, sabía que me había dicho algo porque el silencio de la habitación fue interrumpido, pero fueron solo sonidos los que llegaron a mí, no palabras. Ella vio la duda en mis ojos,  por lo que dio golpecitos con la palma de su mano sobre el lugar vacío de la cama que quería que yo ocupara junto a ella.

Era más cálido junto a Santana, nuestros hombros estaban presionados el uno contra el otro mientras las dos mirábamos hacia el techo de su habitación imaginándolo lleno de vida y de colores y de otros cosas emocionantes. Nos gustaba hacer eso, imaginarnos lugares donde no había barreras, donde la realidad era una caja de la cual saltábamos cogidas de la mano. Yo hablaba de unicornios, patos y princesas con cabello largo rubio. Ella hablaba de dragones, superhéroes y ninjas. Había tanto contraste entre nosotras y eso me había convencido aún más de que estábamos hechas para ser mejores amigas, que estaba destinada a enseñarle todas las cosas que sabía y ella a hacer lo mismo por mí.

Teníamos 16 años y estábamos conscientes de que ninguna de las cosas de las que hablábamos existían, pero Santana me hacía sentir como si tuviera 7 años de nuevo, explorando el mundo con tanta fascinación, sin faltarnos nunca una gota de ambición, no había ninguna cosa a la que le tuviéramos miedo.

- No Britt, un unicornio no va a ganar una pelea contra un dragón

Ella se rio audiblemente, sus mejillas sonrojándose y arrugando el puente de su nariz en la manera más adorable. Nuestro cabello estaba esparcido en las almohadas y nuestros estómagos dolían de tanto reírnos por las escenas ridículas que habíamos imaginado en nuestras mentes.

- Claro que sí! Los unicornios son más fuertes de lo que crees!
- No la ganaría, te lo digo, los dragones pueden lanzar fuego por la boca en cambio que pueden hacer los unicornios? Lanzar arcoíris por el trasero o algo así?
- No puedo creer que hayas dicho eso!  No debes estar consciente de que yo soy un unicornio.
- Ooo ahora eres un unicornio Britt?
- Siempre he sido un unicornio. Solo que los unicornios no revelan sus secretos
- No, son los magos los que no revelan sus secretos
- Los unicornios tampoco!

Ella volteo a mirarme mientras yo seguí mirando al techo. Su pecho continuaba subiendo y bajando rápidamente mientras ella se reía; y el sonido de su risa era como música para mis oídos, del tipo de música que repetiría por días sin nunca cansarme.

- Está bien, entonces deberías saber que soy un dragón
- Tú no eres un dragón!
- Soy un dragón! Los dragones tampoco revelan sus identidades
- No, solo estas inventando cosas porque tienes celos de que yo sea un unicornio.

Voltee mi cabeza para encontrarla mirándome con una gran sonrisa en su rostro. Y absorbí todo de ello, cada curva de sus labios, cada hoyuelo de sus mejillas, cada chispa de sus ojos. Ya era demasiado en sí, y aun así quería más. Quería dormirme con cada rasgo de su cara memorizado y con ella envuelta en mis brazos, quería despertarme con su cara al lado y darme cuenta que sus ojos marrones eran la primera cosa a la que estaba mirando en la mañana. Quería a Santana para siempre.

Su gran risa lentamente se desvaneció en una pequeña pero dulce sonrisa, y me sentí a mí misma flotar del mundo real, flotar lejos de cualquier cosa que no involucrara a Santana. Sus ojos me miraron fijamente con un propósito definido, como si estuviera buscando algo en particular. La deje explorar mis ojos, mientras yo exploraba los de ella, pero después de un momento, rompí el contacto visual para mirar al techo de nuevo, desde la esquina de mi ojo sin embargo, pude ver que Santana aún seguía mirándome.

- Crees que un unicornio y un dragón alguna vez puedan ser amigos?

Hice la pregunta sin saber en realidad que quería obtener con esta.

Ella inhalo profundamente antes de mirar de nuevo al techo

- Creo que todo es posible Britt, quien sabe, quizás los unicornios y los dragones pueden ser mejores amigos, o incluso vivir juntos para siempre como en un cuento de hadas.
- Me pregunto porque nadie ha escrito u cuento de hadas acerca de un unicornio y un dragón
- Tal vez nadie cree que un dragón podría enamorarse de un unicornio
- Tú lo creerías?
- Creo que si...

Me abstuve de decir algo más porque sentí que ya no estábamos hablando de unicornios y  de dragones en realidad. Pero aun así, yo tenía la tendencia de sobre pensar todo, de fijarme en cada detalle, descifrando que quera decir. Y por eso, aunque existía la posibilidad de que nuestra conversación tuviera un doble significado, detuve mis pensamientos de continuar por ese obstaculizado e incierto camino y concluí que Santana se estaba refiriendo solo a unicornios y dragones

El tiempo paso rápidamente y no me di cuenta  de eso sino hasta que vi que la luz de la ventana de Santana se había convertido en unas grises y oscuras nubes. Habíamos dejado de hablar hace un largo rato, la habitación había estado en silencio por casi media hora y mientras yo me había mantenido despierta por todos los pensamientos de mi cabeza, Santana se había rendido a la comodidad de mi hombro y se había quedado dormida.

Mire hacia abajo lo más que pude intentando no mover el resto de mi cuerpo, y mis ojos vieron el continuo subir y bajar de su pecho, su respiración era uniforme y ya que no podía ver su cara porque la tenía escondida contra mi hombro, intente imaginar lo tranquila que debía estar luciendo, como sus pestañas se habían curvado suavemente y sus labios habían formado un pequeño mohín.

En un momento, a pesar de que me había esforzado mucho por no hacerlo, accidentalmente al moverme roce su cabeza y la sentí tensarse en mi hombro un segundo después.  La había despertado y suspire, un poco enojada conmigo misma, ella levanto la cabeza y me miro con ojos soñolientos.

Ella parpadeo perezosamente y había una pequeña sonrisa empezando a aparecer en su rostro. Mordí mi labio inferior mientras la observaba volver a la realidad lentamente, su respiración estabilizándose y volviéndose uniforme otra vez.  Ella todavía era hermosa, aun en el estado de sueño en el cual estaba absorta. Estaba empezando a pensar que probablemente no existía un momento del día en el que Santana no fuera la chica más hermosa del mundo.

Pero claro estaba, podía concluir fácilmente eso porque estaba tan locamente enamorada de ella que era la única chica en la que alguna vez pensaba.

- Hola

Su voz viajo a través del silencio del aire, golpeándome como almohadas de plumas y algodón de azúcar. Respire su palabra sintiéndola entrar en mi cuerpo y bailar a través de mis venas y le respondí  con la voz más dulce que puede sacar.

- Hola
- Por cuanto tiempo estuve durmiendo?
- Por no mucho, creo que fueron como máximo 30 minutos
- Aa.. ok

Santana se froto los ojos en la forma más linda y se levantó de la cama para sentarse. Se inclinó un poco para mirar hacia afuera mientras yo seguía mirándola a ella sin prestar atención a nada más en la habitación. Para mi estaba vacía, no había ni una sola cosa aparte de Santana.

- Estaba soñando…algo
- Si? Que soñabas?
- No puedo recordarlo muy bien…
- Aaa se cómo es eso. Odio cuando pasa, cuando siento que estaba soñando algo muy bueno y luego me frustra no poder recordar que era.
- Si mi sueño era realmente bueno, eso creo…

Me senté también,  no estábamos necesariamente la una en frente de la otra, más bien yo estaba de frente a la puerta de la habitación y Santana estaba de frente a la ventana ubicada en el lado derecho de la habitación. Yo la mire, mis cejas se curvaron como si estuviera esperando a que ella hiciera algo. Presiono sus labios juntos fuertemente y parpadeo nerviosamente, como si de repente hubiera recordado pero estaba decidiendo si decirme o no. Algo brillo en sus ojos, una chispa de lujuria o de deseo y no pude determinar con precisión que la estaba influenciando.

- Ok cerremos los ojos, quizás eso ayude

Hice lo que me dijo y cerré los ojos. No estaba segura en que pensar mientras lo hacía ya que no era mi sueño el que intentaba recordar, pero aun así deje a mis propios pensamientos ocupar mi mente.

Empecé a imaginarme a un unicornio y un dragón, como habíamos estado hablando antes. Los vi bailar juntos en la oscuridad de mis parpados, tarareando canciones de cuna y compartiendo sonrisas.  Continúe creando una historia, convirtiéndola en un cuento de hadas como del que Santana había hablado antes de quedarse dormida. La habitación estaba completamente en silencio, mientras me preguntaba que podía hacer que un unicornio y un dragón se enamoraran, si eso era incluso posible.

La corriente de pensamientos que estaba viajando pacíficamente en mi mente se detuvo de golpe cuando sentí un respiro flotar sobre mis labios. Cayendo rápidamente de vuelta a la realidad, me enfoque en la quietud del aire y en la tensa sensación de sentir a Santana mucho más cerca de lo que estaba antes. Pensé en abrir los ojos pero la dudosa decisión fue descartada en cuando algo suave se presionó delicadamente contra mi boca y darme cuenta de que eran sus labios me golpeo tan ardientemente que mi cabeza se sacudió con completa sorpresa y pasión.

Mis pensamientos desaparecieron y todo se tornó nubloso, cuando su boca capturo mi labio superior, sentí una reacción parecida a una explosión ocurrir  en mi estómago. Desencadenando aún más impulsos espontáneos en cada vena y cada musculo de mi cuerpo. Mi pecho se movía con fuerza al ritmo de mi corazón, el cual palpitaba en la manera más entusiasta e irregular posible, como nunca antes lo había sentido. Sentía cosquillas en los labios, como si en el beso hubiera descargas eléctricas uniendo nuestras bocas juntas para que se convirtieran una, completamente en movimiento.

Ella me estaba besando

Cerré mis labios sobre los de ella y la bese con todo la fuerza dentro de mí, finalmente teniendo el poder de llevar mis deseos a acciones. Sus labios tenían un sabor delicioso, a canela y malvaviscos y cada segundo con ellos solo me hacía anhelarlos más.  Mi estómago estaba burbujeando  cálidamente con pasión y emoción, lo cual no tenía ninguna intención de detener o suprimir o calmar. Por primera vez desde que había entendido mis sentimientos por ella, deje que todo (todas las reacciones y todos los impulsos que había intentado frenar antes)  ocurriera en completo éxtasis y armonía.

Una piscina de objeciones lleno la boca de mi estómago cuando de repente sentí el momento flotar lejos de mí,  mientras cada centímetro de piel de mis labios era removido de los de ella. Yo estaba desesperada por aferrarme a ella, por sostener el beso y hacerlo durar aún más, pero no sabía cómo y mis pensamientos no me ayudaban. Mis adentros estaban gritando, rogando que Santana me besara de nuevo, pero cuando su labio inferior se separó del mío, sentí  todo lo que había estado evitando llegar con una exhalación, mientas que el placer se disminuía trayendo consigo la realidad como si un montón de colisiones contra el suelo estuvieran llegando una por una.

La sentí  separarse de mí y la densidad de la atmosfera de repente desapareció porque ya no estábamos compartiendo el mismo aire. Mis ojos permanecieron cerrados y no tenía deseo de abrirlos porque sabía que ese era el último paso para terminar el momento aunque estaba consciente de que  el beso en si ya había terminado.

Ella me había besado

Baje mi cabeza y decidí abrir mis ojos así porque ver a Santana directamente me hubiera enviado de nuevo a un estado mental borroso y acelerado de pensamientos. Use el momento para reponerme, para juntar todas las piezas de la realidad de nuevo después de que habían volado apasionadamente con el beso.

Sin darme cuenta, mi mano había venido a mis labios para tocarlos, sintiendo una extraña diferencia, una nueva textura en ellos después de haber sido capturados por los de Santana. Sostuve mi labio inferior suavemente entre mi pulgar y mi dedo índice, sintiendo su humedad; y el deseo de besarla de nuevo creció rápidamente dentro de mí.

Ella me había besado  y después de haber estado tan segura del terreno en el que estábamos, fui lanzada de nuevo rápidamente a la tormenta violenta y confusa de dudas y preguntas. Había tenido casi completa certeza de que Santana no me amaba en la forma en la que yo lo hacía, no descartaba la idea completamente, pero había más negación que esperanza, especialmente considerando que ella había admitido que estaba saliendo con Puck.

Pero ahora ella me había besado, claramente sabiendo lo que estaba haciendo, no había sido por un reto o por la influencia de drogas o alcohol o en frente de más personas para llamar la atención.  Las intenciones de Santana estaban completamente ocultas para mí y todo lo que podía hacer era saborear mis labios sabiendo que hace un instante se habían rozado lujuriosamente con los de ella.

- Lo siento…yo…eee

Sin pensarlo levante la mirada y encontré sus ojos oscuros mirando directamente los míos, sostuve el aliento y deje mi mano caer nuevamente a mi regazo, quedando con la boca abierta.

Santana parecía intranquila y sus ojos se abrieron a causa de algo que parecía miedo o sorpresa. De cualquier forma su mirada era desconcertante y estaba empezando a pensar que el beso había sido un error. Bueno, desde su punto  de vista al menos, porque por mi parte, estaba sentada ingenuamente en frente de ella, tratando de evitar que el momento se repitiera en mi cabeza y otra vez.

- Me besaste…

No tenía otra respuesta más para darle que el reconocimiento de lo que había acabado de pasar porque cualquier otra cosa en mi mente que no se relacionara con el beso no era remotamente significante en este momento.

- Si….

Presione mis labios juntos, mordiendo el  interior de mi mejilla mientras  organizaba mis pensamientos. Ella había hablado sin preocupación pero sus ojos estaban gritando algo completamente diferente y yo estaba teniendo problemas descifrando que deseaban. Ella lucia preocupada, como si pensara que el beso lo iba a cambiar todo, como si contuviera un veneno que iba a extinguir nuestra relación. Pero también había algo mas brillando en sus ojos oscuros, algo menos desconcertante y más esperanzador, como si estuviera contenta de haberme besado porque era algo que había querido hacer hace algún tiempo.

- Está bien… que te haya besado?

De nuevo sus palabras parecían calmadas, como si besar a su mejor amiga fuera algo completamente normal, pero sus ojos decían algo diferente.  En ese momento me di cuenta de que ella estaba nerviosa porque estaba mordiendo su labio inferior. Sus ojos comenzaron a moverse, sin mirarme directamente por más de unos segundos volteando la mirada hacia otros lugares. El por qué estaba nerviosa era lo que no tenía claro. Estaba nerviosa por la manera en la que se había sentido por el beso, o estaba nerviosa por el beso en sí, o estaba nerviosa por mí? Las preguntas continuaban surgiendo y yo continuaba esquivándolas decepcionada sin tener las respuestas

- Si…

Mis respuestas no eran muy sofisticadas ya que mi cabeza estaba febrilmente ocupada con pensamientos y conclusiones que tenían que ser obtenidas de la situación. Los bloquee porque estaban empezando a interponerse entre Santana y yo y no quería arruinar el momento a pesar de que no sabía lo que se suponía que debía decir o sentir al respecto.

- Si, está bien…no significa nada en todo caso

Trague fuertemente al sentirme arrastrada de nuevo a la misma piscina de confusión, pero esta vez acompañada de una patada en mis entrañas también. Mire abajo hacia las manos en mi regazo mientras mi estómago se revolvía incómodamente.

Santana era la persona más confusa que alguna vez había conocido porque era capaz de cambiar con tanta rapidez sus sentimientos, sus intenciones y en general todo lo que creía que sabía de ella. Me había besado, algo que pensé que había sido por afecto o deseo, pero aparentemente resulto ser un simple acto de…bueno, de nada. No tenía sentido para mí, si no significaba nada, por qué me había besado?

Volví a la realidad cuando entre en contacto con los impredecibles ojos de Santana de nuevo, mi corazón salto de lugar y sentí que latía con deseo.

- … no significa nada…está bien?

Me devolví de nuevo a la conversación lo más rápido que pude, ella debió haber notado mi expresión confusa.

- Está bien… entonces por qué lo hiciste?

Después de haber apartado la mirada, Santana miro a mis ojos de nuevo, la conexión fue inmediata y fuerte y no tenía el poder de romperla. Ella estaba empujando algo hacia mí, un sentimiento, una explicación, no podía descifrar que era pero estaba quemando mis ojos con algo que nunca había visto. Sabía que estaba tratando de decirme algo porque sus orbitas oscuras estaban teñidas con un propósito escondido y estaban mirándome forzadamente, como si se le estuviera agotando el tiempo, pero no le había dado voz a sus sentimientos y era extremadamente difícil para mí extraer el significado de su mirada.

Ella aparto la mirada y se paró de la cama dirigiéndose hacia la ventana para cerrar las cortinas porque ya se había hecho de noche, hablo casualmente mientras lo hacía, como si estuviera tratando de convencerse a ella misma más que a mí de que el beso no tenía ninguna significancia en lo absoluto.

- No lo sé, solo me pregunte como se sentiría y por eso lo hice
- A, está bien…y entonces?


No estaba segura que quería obtener de la pregunta ni tampoco de cuál iba  a ser su respuesta, ninguno de los pensamientos de mi mente tenían sentido de todas formas, era como si todos pertenecieran al mismo rompecabezas pero nadie sabía cómo ponerlos juntos para formar la imagen final. Yo estaba completamente confusa, escuchando a mi corazón palpitar ferozmente en mi pecho, mi cabeza giraba con conclusiones incomprensibles y mi cuerpo tenia impulsos contradictorios.

Santana me estaba destruyendo y reconstruyendo al mismo tiempo y yo no tenía control sobre ninguna de esas reacciones.

Ella volteo y se dirigió de nuevo hacia la cama, pero dudo si debía sentarse o no, en vez de eso se mantuvo de pie al lado de la cama y se encogió de hombros.

- Si, estuvo bien, me gusto

Trate de abstenerme de que dejar que la explosión de felicidad que ocurrió en mi estómago se mostrara en mi cara y logre suprimir una sonrisa pero no pude evitar abrir mis ojos con alegría. Sentí un nuevo sentimiento filtrarse en cada parte de mi cuerpo, cubriéndose con satisfacción. Respire para calmar el proceso de mi corazón latiendo 100 veces más rápido de lo que ya lo hacía.

- Pero no le puedes decir a nadie que te bese, está bien?
- Por qué?
- Brittany, prométeme que no le dirás a nadie, fue divertido, tal vez quiera hacerlo otra vez, no lo sé. Pero ese puede ser solo nuestro secreto, si? No le puedes decir a nadie Britt

Ella fue directa y seria y sus ojos ardían con miedo de que a mí se me resbalara decirle a alguien del colegio que ella me había besado.  Yo no le hubiera dicho a nadie así ella no me lo hubiera dicho porque era algo solo de nosotras que para mí significaba mucho. El beso fue simple y rápido, pero la manera en la que sus labios tocaron los míos, tan gentilmente y como encajaron perfectamente con mi boca, parecía demasiado del destino como para ser accidental o coincidencia. Además ella dijo que lo quería hacer otra vez, besarme. Eso era solamente porque le había parecido…divertido?

No le creía que había significado nada, pero ella deseaba tan desesperadamente que yo le dijera que así había sido, que estuve dispuesta a hacer eso por ella. Yo estaba hecha un desastre, de eso no había duda, pero Santana necesitaba que yo le asegurara que iba a ser algo sin importancia. Por alguna razón, ella necesitaba que yo la convenciera que ella me había besado sin ninguna razón significativa o profunda y ya que los latidos de mi corazón gritaban un tremendo amor por ella, hice lo que tenía que hacer.

- Lo prometo

Ella exhalo en alivio y trato de forzar una sonrisa

Yo por otra parte no podía descifrar que se suponía que debía hacer conmigo misma. Mis manos y mis pies no tenían ninguna intención de moverme y continuaba sentada en la cama. Mis ojos evitaron los de ella porque en el momento en el que le prometí eso, me sentí como si cuatro paredes hubieran caído alrededor mío encerrándome en una caja, como si hubiera acabado de decidor el destino de nuestra relación y así era como iba a ser por un largo tiempo, enterrando nuestros sentimientos y escondiéndonos en la confinada protección de nuestras habitaciones. En lugar de un maravilloso liquido lavando todo mi cuerpo, se sintió como si una sequía lo hubiera absorbido todo y lo hubiera reemplazad con una nube negra de incertidumbre y negatividad que estaba infectando la felicidad que había sentido.

Le había prometido que no le diría a nadie que ella me había besado.  Como era posible que dicho acuerdo pudiera reemplazar el asombro que había acabado de sentir por los impulsos amenazantes de mi cuerpo

Había una urgencia hirviendo en mi estómago, exigiéndome que me retractara de lo que acababa de decir. No entendía porque pero hacer esa promesa se sintió como si estuviera accediendo a algo más, algo que iba a traer mucho más dolor a nuestra relación del que ya existía. Era como si le estuviera dando el permiso a Santana de besarme cuando quisiera, pero también le estaba dando el poder, de convencerme que el beso era solo por diversión. Tenía miedo de que Santana me manipulara para hacerme creer, que ese beso o cualquiera de los besos que compartiéramos después eran simples actos de entretenimiento y estaba aterrada de que, porque que yo la amaba, la iba a dejar hacerlo.

Con ese pensamiento en mi mente, me di cuenta de que al estar con ella en su cuarto, era más difícil darle sentido a mis pensamientos. No podía pensar sabiendo que sus labios estaban tan cerca de los míos, no podía razonar sabiendo que ella podría besarme otra vez esa noche, no podía pensar sabiendo que todo lo que quería hacer era besarla, porque la amaba, para luego acordarme que no lo estábamos haciendo por las mismas razones. Pero sobre todo no podía razonar por los violentos truenos que golpeaban cada parte de mi cuerpo, mi corazón se estaba desacelerando, perdiendo su fuerte propósito, perdiendo la esperanza.

Un beso, algo que inicialmente me había traído tanta alegría, se había transformado en una pesadilla tan rápidamente que mi cabeza giraba en confusión. Por sí solo el beso fue increíble, hermoso, era todo lo que deseaba que un primer beso con Santana fuera. Pero el beso no venía solo, traía consigo consecuencias, las cuales me golpearon tan inesperadamente que a duras penas podía entenderme a mí misma y la única solución que hallaba era irme.

- Me debería ir ya… es tarde
- Te voy a lle….
- Puedo irme caminando

Pase por el lado de ella y abrí la puerta de su habitación cuando su voz me detuvo

- Britt está oscuro afuera, a ti te asusta la oscuridad

Maldije en mi mente, porque ella tenía razón, tenía miedo de la oscuridad. Ella me conocía muy bien y odiaba el hecho de que no podía escapara de la situación sin involucrar su ayuda. Exhale y la mire sabiendo a que pesar que lo mucho que deseaba salir de allí, no podía hacerlo sola.

- Cierto
- Te llevare en el carro

Yo asentí con la cabeza y forcé una sonrisa, pero por la forma en la ella que encogió sus ojos, me di cuenta que no estaba disimulando muy bien el hecho de que todo estaba diferente entre nosotras.

Ella me llevo a casa en silencio con uno que otro comentario o pregunta ocasional. Pase el tiempo mirando por la ventana, la luna estaba llena y brillante, más de lo que la había visto en mucho tiempo. Presiones mi frente contra el vidrio helado para sentir el frio en mi cuerpo.

Cuando llegamos a mi casa, me baje rápidamente sintiendo la intensidad del frio llegar a mi ropa.

- Britt…?

Abrí la puerta de nueva antes de casi haberla cerrado y me agache para mirar a Santana, sus ojos centellaban con preocupación.

- Estamos bien… cierto?

La respuesta ya estaba en la punta de mi lengua porque estaba tan acostumbrada a decirle que estábamos bien, que nada estaba mal, que era ya casi normal. No era necesariamente una mentira, estábamos bien, solo que yo no lo estaba. Nunca antes había estado enamorada de alguien pero siempre pensé que cuando ocurriera iba a sentirme feliz y plena todo el tiempo, despertando cada mañana con una sonrisa en mi cara y con un propósito. Si eso era lo que el amor debía hacer sentir. Por qué amar a Santana nunca me hacía sentir así?

Contuve mis pensamientos y forcé una sonrisa, una un poco más convincente que la de antes, necesitaba que ella lo creyera porque no quería arruinar nada de lo que teníamos. Ella era mi mejor amiga y la amaba, incluso si ella no estaba enamorada de mí también,  no la iba a dejar alejarse de mí.

- Si claro San, estamos bien

Al decir eso le dedique otra sonrisa y cerré la puerta del carro. Voltee para caminar hacia mi casa y escuche el carro mientras se alejaba. No mire hacia atrás, no pude. Cuando llegue a la puerta del frente me detuve a escuchar los sonidos distantes de caricaturas en la televisión y sabía que mis papas probablemente estaban haciendo la cena mientras Katie veía tele.

Todo era tan normal al otro lado de la puerta y recordé los tiempos en los que yo era parte de eso. Pero todo era diferente ahora porque yo ya no era la misma persona. Estaba enamorada y ese amor me estaba destruyendo día tras día. Me di cuenta que aunque Santana me estaba manteniendo de una pieza, el daño que me estaba haciendo era aún más devastador  que el bien. Ella me estaba destrozando y no podía recordar la última vez que me había sentido feliz y completa sin estar con ella, cuando me había sentido así solo por mí.

Pensé que quería amar a Santana, pensé que la quería tener en mi vida.

Cuando tome las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta me di cuenta que ya no era acerca de lo que quisiera si no de lo que necesitaba. Ella ya no era parte de mí, ella era todo de mí. El sonido de su voz era como la sangre circulando por mis venas, la suavidad de sus caricias era el propósito de los latidos de mi corazón, la mirada de sus ojos era lo que me mantenía respirando.

Yo amaba a Santana y era algo que estaba segura que nunca cambiaria. Pero no quería sufrir más, no quería sentirme tan feliz en un momento, para que de repente el siguiente sentirme triste y destrozada. Me estaba volviendo loca. Estaba exhausta y adolorida y cansada de encontrarme a mí misma en esa montaña rusa de emociones de la cual no tenía la opción de bajarme.

Yo amaba a Santana, ese era el problema.

Hola jajajaja lo mismo pienso Brittany esta jodida   tal vez ya va siendo hora de que le coloque las cosas claras a Santana. Por cierto, no creo que ella lo esté haciendo intencionalmente, creo que simplemente no sabe lo que hace, o mejor dicho no sabe cómo hacer lo que quiere hacer :S... alguna vez lo entenderás, pero para eso espero que sigas leyendo y que le tengas paciencia a Santana y a la historia y así descubrirás que va pasando. Gracias dejarme saber qué piensas  

Anddy Rivera Morris escribió:

Estoy feliz y decepcionada a la vez...
¿Puede ser posible?
Amé que se hayan besado, fue demasiado lindo pero a su vez
me desespera la idea de que San no lo hizo sólo para "probar"
...A ella le gusta Britt; pero me frustra que todo se vaya dando lento
aunque la realidad es así *¬*

Es verdad, si lo miramos bien en la vida real todo se da lentamente y si somos sinceras hay mucho sufrimiento también, es lo que me gusto de la historia cuando la leí. Lo que te paso me ocurrió a mi igual, estaba decepcionada y feliz a la vez con el capítulo. Muchas gracias por dejarme saber lo que opinas. Y por fa no te frustres   Tenle paciencia a la historia que te aseguro que va a valer la pena, cuando yo la leí de hecho casi desisto por un momento porque créeme, aún falta mucho sufrimiento pero me alegre de no haberlo hecho porque valió la pena y mucho. Saludos   

Marina LoPierce escribió:Soy un poco adicta a tu fic , está muy bien escrito y describes las sensaciones y situaciones de manera que parece que te suceden a ti .
Me encantan Britt y San , no puedo esperar a leer el próximo capítulo.

Hola! Me encanta que te guste el fic, pero solo una cosa, no sé si lo sabes pero yo no fui quien lo escribió, solo lo estoy traduciendo porque es uno de los mejores que he leído y quería compartirlo con ustedes. Puedes ver en la primera actualización que realice la verdadera autora del fic y el link original. Muchas gracias por tomarte el tiempo de comentar y tienes toda la razón la autora describe las cosas como si le sucedieran a ella, es parte de lo que atrapa del fic. Muchos saludos y en segundo subiré la nueva actualización  

evean escribió:hola!!
que paciencia la de Britt... a que le teme tanto Santana??  
me gusta tu historia
no demores en actualizar
saludos
pd: te envie lo que me pediste por inbox xau 

Hola!! Eres muy amable muchas gracias de nuevo, si Britt tiene mucha paciencia, no se si todas las personas enamoradas la tienen o es solo ella. Tu pregunta sera contestada con el tiempo (mucho tiempo) jajajaja perote digo lo que le he dicho casi a todas, espero que le tengas paciencia a la historia,  siempre me alegra  leer tus comentarios. Saudos para ti tambien   

micky morales escribió:Se que Santana oculta algo, tambien me frustra que no se de cuenta de lo que realmente siente Britt, bueno solo resta esperar a ver como siguen las cosas!

Holaa! si Santana es frustrante, tal vez si se da cuenta pero tiene miedo, tenle paciencia a la historia y verás lo que va pasando. Gracias por tomarte el tiempo de comentar siempre   

Patri_glee escribió:holaaa, que bipolaridad de santana por dios, me intriga que es lo que esconde que la lleva a hacer asi
pobre britt mas confundida anda je, ojala que aparezca alguien para britt asi santana se pone celosa y se aclara un poco jejeje
nos vemos en la proxima

Hola!  Jajajaj ya he visto que varias han dicho lo de que quieren que aparezca alguien mas... ya veras que es lo que pasa y el secrero de Santana ( falta mucho) pero al final lo sabras. Tenle paciencia. Grcias por comentar! Saludos   

adi-santybritt escribió:Hola!!!
Wow me emocione con el beso!!! Pero luego san mato la ilucion!! Pfff y ha dicho que puede querer hacerlo de nuevo wow!!  
Me encanto eso de unicornios y dragones!!
Britt la ama!! Pero San??
Espero la actu

Xoxo

Hola! jajaja siento que te haya matado la ilusión, a mi también me paso y estoy totalmente de acuerdo contigo a mi también me encanto lo de los unicornios y los dragones, fue muy tierno. Tu pregunta acerca de San creo que no estas tan lejos de descubirla. Espero que te guste el capitulo que subire en unos minutos. Gracias por comentar! Saludos   

Dolomiti escribió:Sin palabras!! Por fin se besaron!!!   
Pero pff!! Santana sigue siendo todo un misterio
y hace estragos las ilusiones de Britt!!   
Ya quiero ver que pasará!!! y si sería interesante que llegara
alguien que anduviese tras Britt para ver como reaccionaría Santana    
Actualiza pronto!!!   
Saludines ñ.ñ/

Jajajajja ya verás que pasa, es verdad Santana necesita reaccionar, muchas gracias por tomarte el tiempo de comentar, espero que te guste la nueva actualización. Saludos para ti y siempre me alegra leer tus comentarios   

No hable con Santana por el resto de fin de semana, no pude. Respondí a un mensaje que ella me mando el domingo en la mañana con una mentira diciendo que estaba un poco ocupada y que no podía chatear. Odiaba mentirle a Santana. Odiaba el solo hecho de esconder cosas de ella.

La mayoría de los días los pase en la cama, con mis brazos envueltos alrededor de las almohadas y mi cuerpo consumido por la presencia de las sabanas, mientras el beso se repetía una y otra vez en mi cabeza. En ocasiones subconscientemente pasaba mi lengua por mi labio inferior y casi podía sentir el sabor de sus labios en los míos, o al menos el recuerdo de su roce. El beso había invadido mi mente envenenando cada pensamiento con confusión y complejidad. Que se suponía que debía hacer ahora? Llegar el lunes al colegio a verme con ella y juntar nuestros meñiques juntos para caminar a través del pasillo como siempre lo hacíamos? No podía seguir ignorándola pero como iba a ser para actuar normal cuando estaba con ella.

Había estado tan segura de desear a Santana, tan segura que llegue hasta el punto de convencerme que ella era la única cosa que alguna vez había deseado. Sabía que no había dudas de que la amaba y por siempre lo haría, la respuesta a eso era simple y nunca iba a cambiar. Ya estaba metida hasta adentro. Santana se había arrastrado dentro de mí, ella estaba en mis pulmones, estaba en mi corazón, estaba en mis venas. Ella estaba en todas partes y ya había pasado el punto en donde podía detenerla, dar la vuelta y alejarme de ella con solo el pequeño recuerdo en mi mente de que había una chica llamada Santana que iba al Colegio McKinley High. Desde la primera vez que realmente la vi, que vi la totalidad de sus oscuros y misteriosos ojos, sabía que ya estaba en lo profundo, tan profundo que no podía salirme, pensaba que era romántico- como si fuera algo del destino.

Excepto que de repente ya no lo veía así.

Se sentía planeado, como si Santana supiera de lo que era capaz y lo utilizara para manipularme. Estas dudas habían sido destruidas y barridas la vez anterior, pero ahora habían vuelto y estaban luchando por quedarse. Se habían inyectado en mis pensamientos y las únicas cosas que cruzaban mi mente eran negativas, mi cabeza proyectando cosas como la posibilidad de que Santana me estuviera usando todo el tiempo o que lo nuestro no era del destino si no pura coincidencia. No quería pensar de esa forma en lo absoluto. No quería que nuestra relación se condensara en algo insignificante porque aún tenía esa pizca de esperanza de que Santana tal vez pudiera sentir algo también. Aun me aferraba de ese hilo suelto porque lo que teníamos era demasiado extraordinario para ser olvidado.

Yo amaba a Santana, no era como si de repente la viera o me sintiera diferente en nuestra relación. Era solo que me había dado cuenta de que estaban envueltas cosas más complejas y más sofisticadas, cosas con las que no quería lidiar porque solo hacían todo más complicado. Lo que quería era amar a Santana y que ella me amara también. Lo que deseaba era besarla de nuevo sabiendo que eso  era lo que se suponía que debíamos estar haciendo.

Pero los deseos eran tramposos, especialmente aquellos  a los cuales no se les había dado una oportunidad.

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Una multitud de personas me rodeaba, las voces estaban hablando duro amenazando con romper las barreras que había colocado para mantenerlas fuera de mi cabeza, mientras caminaba a través de los pasillos del colegio el lunes en la mañana. Estaba nerviosa y era peor de lo que alguna vez había estado porque cada 20 segundos, una ola de nauseas se estrellaba contra mi cabeza y tenía que desacelerar mis movimientos para esperar a que se me pasara. No estaba segura de exactamente que me tenía tan ansiosa pero todas las respuestas involucraban a Santana, eso ya estaba más que establecido ya que ella era la razón por el inusual comportamiento ocurriendo dentro de mí.

Llegue a mi casillero sin haber visto ninguna seña de un cabello negro o de una piel bronceada, algo que no estaba segura si me alegraba o me decepcionaba. A pesar de que no quería lidiar con el hecho de verla, aun deseaba verla. Todo en mi interior era una contradicción, yo quería verla, pero no quería verla. Yo quería hablar con ella, pero no quería hablar con ella. Quería abrazarla pero no quería abrazarla. Nada tenía sentido, era como si de repente me hubiera convertido en la personificación de la paradoja.

Busque mi libro de historia dentro del casillero y suspire al encontrarlo. Cuando el sonido de lo que parecía un cuerpo colisionando contra los casilleros llamo mi atención, cerré un poco la puerta para mirar a la persona que estaba para allí.

Cuando los ojos de cachorrito y dientes blancos me miraron, sentí un empuje en las esquinas de mis labios que se convirtió en una genuina sonrisa. Era principalmente alivio de que no fuera Santana, pero también y honestamente me alegraba de ver a esa persona.

- Mike

Él sonrió aún más y yo frote mi frente, tratando de dirigir mi atención de vuelta a la realidad completamente, antes de cerrar mi casillero y sostener el libro contra mi pecho.

-Hola

Fue solo hasta que el silencio apareció entre nosotros que recordé la última vez que nos habíamos visto. Maldije en mi mente por haber olvidado todo. Había estado tan enfocada en Santana y sus pequeños juegos que había hecho a un lado a Mike como si él no me importara. Sentí otro peso añadirse a mis hombros  y sentía ahora dos problemas tratando de derrumbarme en lugar de solo uno. Que se suponía que le debía decir?  Ni siquiera estaba segura de sí en realidad aun quería decir lo que había dicho esa noche, o si en realidad no había significado nada porque pudo haber estado ebrio. Pero la verdad era que yo no estaba tan ebria y pude ver la verdad de sus palabras ardiendo en sus ojos.

Quite la mirada de él dirigiéndola hacia abajo, casi perdiéndome en el simple patrón de los azulejos del suelo. Sus pies se movieron para empujarse fuera del casillero y llamo mi atención cuando vi sus zapatillas rojas acercarse más a mí.

- Como has estado?

Su voz era más aguda de lo que recordaba que era normalmente.

- Bien…y tú?

Respondí sin subir la cabeza para mirarlo- no estaba preparada aun.

- Bien también, supongo

Mis pies juguetearon contra el suelo y sostuve el libro aún más fuerte contra mí, sintiendo mi pecho comprimirse alrededor de mi corazón y mis pulmones.

Ni siquiera quería ver la mirada en su rostro. Mike era mi mejor amigo, una de las únicas personas que realmente me conocía y no me veía solo como una porrista rubia y tonta. Cuando me di cuenta la primera vez de que yo le gustaba más de lo normal supe que las cosas iban a cambiar entre nosotros eventualmente. No quería creerlo, que las amistades, especialmente la de Mike y yo, tenían que terminar en algún momento. Era una tarea casi imposible tener que romper el corazón de tu mejor amigo.

Honestamente no sabía cómo Santana podía hacerlo tan fácilmente

Sus manos alcanzaron mis brazos y yo contuve la respiración antes de forzarme a mí misma a mirarlo. Mi estómago se apretó cuando sus cejas se curvaron hacia arriba y sus ojos se llenaron de preocupación mientras sus labios formaban una línea delgada. Yo estudie todos sus rasgos, perdiéndome a mí misma en la preocupación que él estaba proyectando, hasta que otro cuerpo se chocó con mi hombro.

La colisión fue los suficientemente fuerte para enviar la mitad de mi cuerpo hacia atrás y voltee a mirar para seguir al chico con mis ojos, inmediatamente me arrepentí de haber mirado. Mis ojos ya no estaban buscando al insignificante cuerpo que había chocado contra mí, en lugar de eso me encontré con la conexión que unía a Santana y  Puck. Ella estaba recostada contra el casillero y él tenía una de sus manos apoyada contra la pared a lado de la cabeza de Santana y ella tenía sus manos en el cuello de Puck para que sus labios permanecieran juntos. Ellos se estaban besando y ahora lo podía ver más claro de lo que lo había visto esa noche en la fiesta, mucho más claro y mi estómago burbujeo con asco y algo que se sintió como bilis subió hasta mi garganta. Trague fuertemente y aparte mis ojos tan rápido como pude, empujando el repugnante bulto de vuelta a mi estómago para no tener que vomitar en frente de todos.

Si  aún no lo había hecho, mi pecho se rindió cuando la presión rodeando mi corazón se incrementó dramáticamente. Reajuste mi posición  y me pare derecha, esperando que eso ayudara a expandir el espacio dentro de mis pulmones, pero me di cuenta que eso no ayudo en nada. Aclare mi garganta, el sabor de repugnancia absoluta aun persistía en el comienzo de mi lengua e hice una mueca de dolor al moverme.

- Woww eso fue grosero… estas bien?

Lo estaba mirando a él y podía claramente ver que sus labios se estaban moviendo, emitiendo palabras y sonidos en el aire pero no podía escuchar ni una sola de ellas. Las voces alrededor mío habían reemplazado el silencio que había logrado mantener  y mi cabeza no hallaba la sincronía con mi cuerpo.

- Brittany?

Sus  mirada bajo un poco para encontrar la mía y sentí un escalofrió empezar en la punta de mis dedos y subir por mis brazos.

- Oye Britt que te pasa?

Busque sus ojos preocupados y sentí algo quemar en la parte de atrás de los míos. Cuando una lagrima se acumuló en la esquina de mi ojo, fui devuelta a la realidad tan rápido que podría jurar que nunca me había ido. Mis ojos se abrieron y voltee mi mirada hacia otra parte, frotando mis manos contra los lados de mis muslos para deshacerme del sudor que se había posicionado en mis palmas.  Tosí y aclare mi garganta esperando que mi voz volviera a la normalidad después de aparentemente haber desparecido.

- Eee mm, nada… tal vez aún estoy en modo vacaciones
- Buen intento, te conozco desde que tenía diez años Brittany

Mordí mi labio inferior mientras él me miraba directamente, exigiendo la verdad;  y yo estaba aterrorizada porque sentía que se la iba a decir. Todo lo que en mi vida tenía que ver con Santana nunca había sido compartido con nadie más, excepto ella. Y en ese caso ni siquiera con ella cuando se trataba de lo que yo en realidad sentía. Tal vez el problema era que estaba dejando los sentimientos acumularse uno encima del otro. Tal vez el problema era que estaba manteniendo todo adentro de mí cuando en realidad debería estarle contando a alguien lo que sentía.

Pero no podía contárselo a Mike. A él le gustaba yo. Qué clase de seria si le dijera que estaba enamorada de alguien más.

- En serio… Qué pasa?

Solo tomo una mirada más y la forma en la que sus ojos me miraban tan directamente fue suficiente para hacerme sentir que tal vez podía confiar en él. Sabía que Mike nunca haría nada para lastimarme, al menos no a propósito. No sabía si decirle o no era lo correcto, pero en ese punto, yo solo necesitaba decir algo al respecto. Incluso si las cosas cambiaban, no podía seguir acumulando esa pila de sentimientos porque tal vez dejar todo ir era lo que necesitaba para ver las cosas más claramente.

Tome su mano y la apreté fuertemente, cuando sus ojos se movieron para ver nuestros dedos entrelazados, voltee y nos guie por el pasillo. Pasamos a Santana y  a Puck y me di cuenta que no se estaban besando mas pero eso fue lo único que me permití ver antes de mirar en frente mío otra vez.

Giramos en la esquina y no encontramos con la puerta de la cafetería. Había más gente de la que me hubiera gustado que estuviera pero no era como si pudiera hacerlos a todos desaparecer, a pesar de lo mucho que deseaba hacerlo. La mesa más alejada estaba vacía y agradecí mentalmente antes de llevarnos hacia esta para sentarnos.

Él se sentó en frente mío con las manos en su regazo y se concentró en mí. Yo, por otra parte, estaba intranquila y nerviosa. Mis ojos mirando a todas partes y mis dedos  jugueteando rápidamente. Mordí el interior de mi mejilla y luego mi labio inferior y luego casi todo lo que pudiera atrapar con mis dientes dentro de mi boca. Mire fijamente a la madera de la mesa.

Todo estuvo en silencio por unos momentos, solo el sonido de las conversaciones distantes de los estudiantes y la fría brisa llegaron a mis oídos. Se estaba calentando un poco el aire ya que nos estábamos adentrando a la primavera. La nieve se había derretido y el pasto estaba floreciendo de nuevo. Respire deseando quedarme de esa forma un poco más. Infortunadamente Mike no pensaba lo mismo.

- Entonces, que está pasando?

Lo mejor que pude hacer fue levantar de nuevo la mirada y mantener el contacto de nuestros ojos. Aparte de eso me di cuenta que no podía darle nada más todavía, ni las respuestas, ni siquiera la voz.

El suspiro y se movió un poco antes de aclarar su garganta y decir algo mas.

- Mira… quería hablarte acerca de…acerca de lo  que te dije en tu cumpleaños…Tú me gustas y lo dije en serio. Pero Brittany, tienes que decirme la verdad. No hieras mis sentimientos y no me vayas a mentir….Por favor solo dime la verdad.

Trague fuertemente y sentí el bulto caer dentro de mi estómago revuelto, quemando todo a su paso. Él quería la verdad y yo no le iba a  mentir. Él era mi mejor amigo, eso no había cambiado. Ese siempre había sido el caso desde que teníamos 10.

- Mike sabes que te quiero. Es solo que… no te quiero en la forma que tú quieres que te quiera.

Lo mire mientras parpadeaba y hacia una sutil mueca de dolor, como si las palabras lo hubieran atravesados como cuchillos y yo solo quería retractarme de lo que había dicho. El presiono sus labios juntos y rompió el contacto visual, mirando hacia abajo y asintiendo con la cabeza. Era un gesto más por su propio bienestar que por el mío, como si quisiera sanar un poco el dolo que le había causado mi respuesta.

- Puedo preguntar por qué?

Mi corazón se saltó un latido y contuve mi respiración al escuchar su pregunta. Yo no había pensado mucho en la razón que iba a darle del porque él no me gustaba de esa forma. La única respuesta que se estaba forzando dentro de mí era la verdad- que estaba enamorada de alguien más.

Estaba dividida entre mentirle y decirle todo.  El específicamente me había pedido que le dijera la verdad y sentía que se la debía. Ser engañado era uno de los peores sentimientos que podía existir.  Lo sabía por experiencias pasadas y aunque yo era la que estaba mintiendo en esta ocasión, sentía que debía ponerle fin a eso. Las mentiras siempre hacían las cosas más complicadas. Las mentiras solo agregaban más dolor porque las consecuencias siempre llegaban cuando ya era muy  tarde. Por eso era tan fácil hacerlo, porque al principio siempre parecía algo sin importancia, pero ese era uno de los errores más grandes que la gente cometía incluyéndome a mí. Pensé que mentir iba a hacer que todo estuviera bien. Pensé que si mentía podía conservar a Santana y aun así ser feliz con ella.

Era gracioso lo equivocada que podía estar a veces

- Mmm es un poco complicado Mike
- A esta bien

El me respetaba más que nadie. Nunca me presionaba para que le dijera algo lo cual era increíblemente no-egoísta de su parte considerando que lo acababa de herir con mi confesión. Si fuera yo, necesitaría saber las razones porque sería mucho más fácil aceptarlo. Saberlo eliminaría el contaste interrogatorio del que hice mal y que pude haber hecho mejor.  Y por eso tenía que decírselo. No podía someterlo a eso porque sabía cómo se sentía. Lo sabía porque Santana nunca me daba las respuestas que necesitaba. Lo sabía por todas las veces que ella  me había dejado acercar y entrar tanto que prácticamente nos volvíamos una para momentos después empujarme lejos de ella, dejándome confundida y preguntándome que había hecho mal.

No tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo y si era lo mejor para los dos o no, pero por alguna razón, se sentía como si o hubiera otra opción más que decirle la verdad, acerca de mí, acerca de Santana, acerca de todo.

Me levante y me moví para sentarme muy cerca de él, porque no podía hablar duro en caso de que alguien estuviera escuchando. Era muy fácil que los rumores se difundieran en McKinley, tan fácil que ni siquiera requería un esfuerzo  y no podía dejar que algo tan íntimo como lo que estaba a punto de compartir con Mike saliera a relucir por toda el colegio.

Mike me miro con una mezcla de confusión y tristeza y podía jurar que sentí algo parecido a lo que sentiría si un jugador de futbol de 80 kilos me golpeara en el estómago. Tenía una pierna en cada lado de la banca  de manera que estaba mirándolo directamente mientras el conservaba su posición, pero se giró un poco para poder prestarme atención.

- Mike

Sus ojos se abrieron por un momento y no estaba segura si era por curiosidad o por miedo de que lo que iba a decirle lo heriría aún más. Y así seria, de eso no había duda pero ya me había convencido a mí misma y no me iba a echar para atrás.

- Yo confió en ti…probablemente más que en nadie en este momento
- Las cosas son… confusas ahora…pero aun soy tu mejor amigo
- Lo se Mike….pero esto es serio, está bien? No se lo puedes decir a nadie

El parpadeo confusamente debido al severo tono que adapte, pero luego asintió lentamente

- Lo prometo

Era hora. Finalmente iba a decir algo al respecto, acerca de todo. Las palabras ya no iban a ser acumuladas como pensamientos en mi mente tratando de encajar juntas, iban a ser dichas, iban a ser confesiones que iban a existir para alguien más y no solo para mí. Las iba a hacer reales, iba a romper las barreras en las que Santana y yo nos habíamos encerrado. En ese momento no me importaba que fuera el secreto de Santana también. Iba a dejarlo ir y aceptar las consecuencias que vinieran con él.

- Yo estoy…

Mi voz se quebró y aclare mi garganta sorprendida por lo ronca que se había puesto.

- Hay algo mmm….

Desvié la mirada por un momento para organizar mis palabras ya que se habían desorganizado en mi mente. Note una mesa rodeada por los uniformes rojos y blancos de los Cheerios  no muy lejos de donde estábamos sentados y quede atrapada por la mirada de esos inconfundibles ojos marrones mirándome directamente a mí.  Yo parpadeé antes de caer en cuenta de que Santana estaba sentada allí mirándome y la conexión fue inmediata ya que el resto del mundo literalmente se derritió y se volvió insignificante.

Ella era buena haciendo eso, incluso desde lejos y sin siquiera hablarme. Era buena arrastrándome de vuelta hacia ella, dejándome colgada de ese delgado hilo del que hace un momento había contemplado soltarme. Había algo acerca de sus ojos, la oscuridad en ellos era un constante anhelo del cual nunca lograba satisfacerme completamente, una adicción inevitable de la cual nunca podía deshacerme.

- Hay algo…?

La voz alta de Mike trato de romper la burbuja en la que me encontraba atorada pero fallo ya que la fuerza de mi cuerpo se encontraba canalizada en nada mas excepto mirar a Santana. A veces, como en ese momento, yo odiaba el hecho de que ella fuera tan hermosa. Odiaba la forma en la que su mandíbula se curvaba en todos los lugares correctos. Odiaba la manera en la que la piel de su cuello lucia tan suave y tan expuesta hacia mí. Sabía que la cosa que debía  odiar mas era el hecho de estar tan patéticamente enamorada de ella pero eso hubiera abierto otro capítulo diferente de la ya complicada historia. Así que opte por detestar las pequeñas cosas que me hacían querer odiarla y amarla al mismo tiempo, eso era un poquito más fácil de hacer.

- Espera…. Santana?

La mención de su nombre fue la única razón por la que fui capaz de escapar del pequeño mundo en el que estaba perdida y volver a la realidad para ver la cara perpleja de Mike. Sus ojos se encogieron y su boca se abrió, lo cual hizo que mi corazón palpitara más rápidamente y los pequeños movimientos dentro de mí reaccionaran aún más rápido.

- Qué?

Él se giró para mirar la dirección hacia la cual yo había estado mirando fijamente, pero no seguí la mirada con él porque si lo hacía me arriesgaba a no ser capaz de volver a la conversación de nuevo.

- Tú estabas mirando a… espera…tú y…?

Mis ojos se abrieron cuando me di cuenta de que él sabía lo que estaba pasando y lo calle colocando mi palma sobre su boca para evitar que pronunciara la próxima palabra. Él se había inclinado un poco para esquivarme, pero fui lo suficientemente rápida para mantenerlo en silencio. Lo mire sostenida y bruscamente para asegurarme de que el no diría las palabras en voz alta y quite mi mano.

No estaba segura de que debía hacer, Santana no estaba tan lejos de nosotros y podía claramente ver todo lo que estaba ocurriendo con Mike y yo. No me había preocupado por los sentimientos de Santana antes de intentar revelarle mi secreto a Mike, pero de repente, después de haberla visto, ya no lo podía hacer. Algo acerca de la forma en la que sus ojos se enterraron en los míos era casi como si ella hubiera entrado en mi mente y reorganizado mis prioridades para ponerse de primera otra vez.

Infortunadamente, ya no había opción de retractarme. Él ya lo sabía.

- Por favor Mike no le puedes decir a nadie acerca de esto, si?. Nosotras no…somos nada…yo solo…

El tomo mi mano y la apretó fuerte y se sintió bien tener algo firme a lo cual sostenerme, algo que me mantuviera de pie en la tierra.

- Tu solo qué?

Yo exhale audiblemente y mire fijamente a nuestras manos unidas, tratando de reunir la fuerza para darle la respuesta que él estaba esperando. Hace unos momentos hubiera sido capaz de decirle, hubiera sido capaz de pronunciar las palabras y confesarle que amaba a Santana. Pero de repente todo eso había cambiado y estaba de vuelta al lugar en donde mis pensamientos no tenían sentido porque Santana me había jodido la mente. Estaba empezando a creer que el daño que ella estaba causando seria irreversible para siempre.

- Ella…te gusta?


Sus ojos encontraron los míos, mirando mis orbitas azules mientras yo miraba su orbitas marrones. El me conocía mejor que Quinn y solo era lógico que después de 6 años de amistad el superara a Santana también. Pero al verlo estudiar mis ojos, su expresión permaneciendo preocupada todo el tiempo, me di cuenta que él no me conocía como Santana. Él no podía descifrar lo que quería decirle, en cambio si hubiera sido Santana, ella lo hubiera sabido de inmediato con tan solo mirar a mis ojos.

- Yo creo que si

El líbero mi mano y se inclinó hacia atrás. Existían varias maneras en las que una persona podía reaccionar después de lo que le había dicho y al parecer Mike estaba atravesando por todas. Sus labios se movieron nerviosamente, sus ojos se abrieron mientras parpadeaba atónito. Yo mordí el interior de mi mejilla y mire todas las preguntas acumularse en sus ojos. Su mano llego a su frente pare acariciar su sien antes de volver a mirarme.

Yo suspire aun no muy segura de lo que él estaba pensando y jugué con mis manos en mi regazo. Le di tiempo porque definitivamente se veía que lo necesitaba por la manera en la que seguía parpadeando y respirando fuerte. El área se había tornado más silenciosa y voltee a mirar alrededor,  teniendo cuidado de no volver a mirar a ESE lugar en específico. Las personas estaban allí, sentadas en sus mesas, hablando y riéndose. Me deje a mí misma perderme por un momento, lo cual me hizo olvidar que debía mantenerme alejada de esa mesa y no fue sino hasta que el rojo y el blanco llegaron a mi vista que me congele de nuevo.

Ella ya no estaba ahí. Mire alrededor lo más sutilmente que pude, lo cual no fue muy sutil en realidad y aun así no la encontré. Una reacción desconcertante se estaba acumulando en la boca de mi estómago con la visión de Santana viéndonos a Mike y a mi juntos y retirándose, aunque podían haber muchas otras razones incluyendo a Puck llevándosela para practicar otro juego de tenis de lengua.

Aparte mis pensamientos, asqueada por lo que estaban proyectando y me forcé a volver con Mike

- Puedes decir algo Mike? Por favor

El aclaro su garganta y volteo a mirarme, sentí mi corazón latir más fuerte cuando lo hizo.

- No tiene sentido…en lo absoluto
- Yo tampoco lo entiendo, está bien

El exhalo con una pequeña sonrisa pero la retracto de inmediato y yo prácticamente pude ver  el dolor apuñalarlo porque era muy rápido para estar sonriendo. El asintió con la cabeza y apretó sus labios de nuevo mientras sus ojos miraban alrededor evitando mirar los míos. Aún seguía sin estar segura de cómo se sentía el al respecto pero sabía que no iba a volver a ser lo mismo entre nosotros.

- Que estás pensando?
- No lo sé, está bien? Solo estoy tratando de entender esto

Abrí mi boca para responderle pero el silencio que dejo mis labios fue el duro recordatorio de que no tenía nada bueno que decir o al menos no algo que el hubiera querido escuchar. Me retracte y me quede en silencio, sin saber cuál debía ser mi respuesta.

En lugar de hablar, presione mis labios juntos y me encogí de hombros mientras él tampoco me daba ninguna respuesta. Inhale profundamente solo para ser interrumpida por el timbre del primer periodo y todos los estudiantes empezaron a salirse de las mesas para ir hacia sus clases. Mike miro alrededor antes de levantarse ofreciéndome su mano para ayudarme, yo sostuve mi libro y la tome.

- Me voy

El dejo salir un suspiro antes de intentar sonreír, en lo que fallo terriblemente y dio la vuelta para irse.

- Espera, Mike…

Comencé a seguirlo hasta llegar donde él, Mike me miro de nuevo con las cejas arqueadas.

- Vamos a estar bien, cierto? Quiero decir nosotros vamos a…
- No lo sé Brittany

El me interrumpió y yo lo mire confundida.

- Ya no se nada en lo absoluto

El apretó sus labios antes de caminar de nuevo hacia los pasillos de la escuela dejándome parada en la solitaria cafetería.

Ni siquiera había pasado un minuto y ya todo se sentía diferente. La creciente tensión entre nosotros no se estaba deteniendo, aun después de que él se había ido y el pánico se posiciono sobre mí cuando el pensamiento de perder a Mike llego a mi mente. Tenía que respetarlo y darle el tiempo que necesitaba, pero no podía dejarlo ir.

Yo apreté fuertemente el libro contra mi pecho mientras caminaba por el silencioso pasillo hacia la clase de Historia. Iba a llegar tarde, lo sabía pero no me importaba. El colegio era lo último en lo que estaba pensando en ese momento. Me arrastre a mí misma a través de las esquinas y camine más lento de lo que era humanamente posible. Había muchas cosas que me pesaban y todas tenían que ver con el hecho de que le acababa de decir a alguien que me gustaba Santana y que prácticamente había acabado de destruir el corazón de mi mejor amigo y que para completar Santana había visto todo y de repente había desaparecido. Había un montón de preocupaciones  azotando cada uno de mis pensamientos y no me sentía capaz de ni siquiera entrar a clase por el estado en el que estaba.

Estaba cerca del salón de clases cuando algo apretó fuertemente mi brazo y me llevo hacia al baño más rápido de lo que puede procesar todo. Para completar al desastre, sentí  un par de labios colisionando contra los míos y mi espalda chocar fuertemente contra la pared. Mis ojos se cerraron cuando sentí una boca familiar contra la mía y me incline inconscientemente, mi cuerpo de repente tomando control y dejando mí mente atrás disolviéndose en una pila de sentimentalismo.

Mi corazón lucho ferozmente contra mi pecho y mi mente estaba girando en todas las direcciones debido a la espontaneidad del momento. Nuestros labios desencadenaron impulsos eléctricos cuando se conectaron y sentí las cosquillitas entrar por mi piel para viajar por todos mis músculos y mis nervios.

Y de repente había terminado. Había llegado a su fin tan rápido como había empezado y me desconcertó por completo.

Ella se alejó un poco y mis ojos se movieron para encontrar a Santana para en frente de mí, con sus ojos llenos de lujuria y su cuerpo peligrosamente cerca al mío. Mi respiración se cortó por el solo el pensamiento de ella parada a solo centímetros míos antes de inhalar rápidamente.

Nos quedamos ahí mirándonos fijamente, ninguna de las dos en capacidad de hallar las palabras correctas para decir. Ni si quiera ella que había iniciado el beso en primer lugar. Su respiración era pesada y sus ojos se abrieron de una forma que me indico que ella no estaba necesariamente segura de que estaba haciendo, que había sido algo que su cuerpo la había influenciado a hacer en lugar de su cabeza. Ella se paró sorprendida de sus propias acciones mientras yo simplemente me recosté contra la pared, perdiendo toda la fuerza que había tenido antes porque el beso había absorbido todo el poder dentro de mí.

Ella me miró fijamente, sus ojos tratando de comunicarme algo que sabía que hubiera sido capaz de descifrar si mi cabeza no hubiera estado completamente vuelta papilla. Ella lo intento de nuevo pero yo no estaba en la capacidad de pensar correctamente en nada, ni siquiera en Santana. Eventualmente, ella sacudió su cabeza, se alejó y se dirigió hacia el lavamanos, inclinándose para mirarse al espejo como si los últimos segundos no hubieran sucedido. Yo encogí mis ojos en confusión y la mire. Como podía actuar tan casual, dejar ir tan rápido lo que obviamente era algo que quería y sino porque lo había hecho entonces?


- De que estabas hablando con Mike Britt?

Ella ni siquiera me miro mientras se retocaba el maquillaje con la yema de sus dedos y hacia la pregunta. No podía responderle. No después de lo que había acabado de pasar. Tal vez era fácil  para ella olvidar las cosas pero nada más aparte del beso había quedado en mi mente. Luche para sostenerme de pie sintiendo que podía perder mi equilibrio en cualquier segundo y caería al suelo. Afortunadamente, me pare firme de nuevo sin su ayude y acomode mi uniforme.

Cuando ella no escucho una respuesta, volteo a mirarme con sus cejas arqueadas tan casualmente como si estuviera esperando que yo le respondiera normalmente después de lo que había pasado.

Yo estaba empezando a pensar que ella, sus elecciones y sus acciones eran páginas y páginas de libros completamente diferentes por lo desconcertante que ella era.

- Y bueno?

Yo aclare mi garganta e intente decir algo (pero no para responderle). Estaba muy confundida para dejarlo ir esta vez. Mi voz salió fuertemente, lo cual me sorprendió considerando el manojo de nervios que era normalmente cuando Santana estaba tan cerca como lo había estado hace algunos momentos.

- Tú me acabas de besar…otra vez

Ella me miro severamente como si acabara de revelar un secreto aunque claramente éramos las únicas en el baño y las dos fuimos las que participamos en el beso.

- Y?

Aunque se veía como si se hubiera  preparado para reunir la fuerza que se necesitaba para decirme lo que me dijo y en el tono en que me lo dijo. Yo estaba muy perdida como para analizarla cuidadosamente. Como resultado, por primera vez, sentí  un poco de ira contra ella. Ella estaba actuando como si no le importaran las consecuencias. No era la Santana que conocía, no era la chica de la que me había enamorado. Ella se estaba escondiendo de nuevo, detrás de esa  mascara superficial de popularidad, la cual hallaba intolerable de repente.

Una vez le había dado ese control sobre mí pero dejarla tenerlo de nuevo solo me haría la idiota más grande. El beso había tomado un poco de mi poder pero aún tenía la dignidad de defenderme a mí misma.

- Ese tipo de cosas no solo pasan porque si San

Ella dio un paso adelante intentando parecer más dura pero yo era más fuerte y más alta. Ella pudo haber sido extremadamente intimidante al principio cuando la conocí, pero habíamos pasado tanto tiempo juntas conociendo todo acerca de la otra que ella ya no tenía ese efecto sobre mí. La conocía, sabia de que era capaz y la conocía demasiado bien para estar asustada de ella.

- Brittany no hablamos de esto ya?  No significa nada! Solo estoy jugando… es divertido.
- Y q hay de lo que yo pueda sentir?!

Mire severamente en sus ojos decepcionada  y vi su máscara destruirse pequeños pedazos mientras sus paredes se desplomaban. Su cara cayó y se puso pálida como si hubiera visto una fantasma. Sacudí mi cabeza y alcance la puerta para abrirla y salir tirándola duro detrás de mí sin mirar atrás.

Corrí a través del pasillo hacia la entrada de la escuela y salí para respirar un poco de aire fresco. Mi garganta se estaba cerrando y no estaba llegando suficiente aire a mis pulmones. Mi respiración se tornó desesperada y mis palpitaciones resonaban en mis oídos. Todo estaba yendo mas rápido de lo que mi cuerpo podía manejar, me tropecé y me golpeé contra la columna recostándome contra esta para calmarme. Lagrimas ardían detrás de mis ojos pero me esforcé por impedir que salieran y los cerré apretadamente sintiendo el líquido mojar la raíz de mis pestañas.

Había logrado calmar las reacciones pero todo aún estaba tan jodido como antes, probablemente peor después de lo que había pasado. Me recosté aún más contra la columna, dejando mi cabeza descansar en el cemento, sintiendo dolor donde me había golpeado. Estaba respirando paso por paso, y estaba funcionando porque ya no sentía la necesidad de colapsar sobre el piso, pero aún no había terminado.

Me pare de la columna y empecé a caminar por la carretera. No tenía ninguna intención de volver al colegio ese día.

micky morales escribió:vaya pobre Britt, Santana es de lo ultimo!

Hola, gracias por comentar, espero que la proxima actualización comience a aclarar un poco lo que siente Santana. Saludos

Elita escribió:Hey, hola! :)

Ahora creo que estar enamorada de tu mejor amiga es un asco -.-

Y Britt se lleva lo peor, ahora supongo que eso ha sido una forma "indirecta" de decirle a Santana que siente algo por ella :/

Y Mike, que te digo..? Aahh, ojala no se aleje de Britt.. aunque ahora en esa situacion es dificil :(

En serio trato de entender a San, supongo y espero que lo que hace es porque siente algo por Britt pero no sabe como manejarlo.

Te hare caso y sere paciente... solo porque me gusta el ff :3

Saludos :)
Pam!

Hola, jajajaja yo pienso lo mismo, debe ser horrible, gracias por decidir ser paciente, espero que la actualización aclare un poco (solo un poco) los sentimientos de Santana. Me encanta que te guste el fic y que te soportes incluso las rarezas de Santana, eso es lo que me motiva a seguir traduciendo. Saludos para ti también

Anddy Rivera Morris escribió:

Oh Dios Mío!!
Te confieso algo? Amo el drama! Muahaha xD
seguiré tu consejo eh, hasta la siguiente actu :)

Jajajajaj a mi también y si amas el drama definitivamente este es tu fic, no dejes de leerlo a mi me encanto por lo mismo porque es dramatico de principio a fin. Gracias por seguir mi consejo y por comentar. Saludos!

YoyoMay escribió:Y yo que pensé que ya había comentado esto.

Me duele muchísimo el corazón cada vez que leo esto! En serio, esto es tan familiarmente triste :( supongo que por eso me gusta, al parecer.

Ojalá puedas continuar pronto! Gracias por esto, en verdad. :)

Hola! no, no habías comentado pero me alegra mucho que lo hayas hecho y que te guste el fic y bueno si te recuerda algo me imagino más o menos que debe ser, a mi también me producia sensaciones raras al leerlo,me imaginaba el dolor que Brittany debia sentir, pero lo bueno es que, creeme al final todo el sufrimiento siempre es recompensado...

Gracias a ti por comentar!

adi-santybritt escribió:Hola !!!!
Oh san sigue!!!! No puede ser no puedo creer que sólo diga que es un juego!!! Quiero morir!!! Jaja ok no!!!  XD
Entiendo como se debe sentir Britt!!! :(
Wow mike se ha dado cuenta!!  Haber que pasa!!!!

Espero la actu!!!

Xoxo

Holaa! muchas gracias por siempre tomarte el tiempo para dejarme saber que piensas, espero que te guste la proxíma actualización. Y a verás que pasa :D . Saludoss

evean escribió:hola
drama, drama y mas drama ... me gusta   
esta historia me tiene atrapada y tendre toda la paciencia con ella
gracias por traducir y actualizar  

Holaa! Jajajajaj es verdad esta historia es dramatica completamente y a mi también me encantaba por eso, que bueno q te tenga atrapada espero que la leas hasta el final. Saludos y gracias a ti por siempre tomarte el tiempo de comentar. (y hasta dos veces! eso es lo que me motiva a segur traduciendo)

tatymm escribió:woww me encanta tu historia pero sos muy inconstante con las actualizciones y eso no me gusta ojala y hora ses mas constante saludos!

Holaa, gracias por dejarme saber lo que piensas, no se si sabes pero no es mi historia, solo la estoy traduciendo :D...Lo de insconstante, lo siento no te puedo prometer nada :S, normalmente estoy muy ocupada con la U  y trato de sacar tiempo al menos un momento al día para traducir pero como puedes darte cuenta los capítulos son un poco largos, yo normalmente intento actualizar al menos una vez por semana eso si. Espero que sigas leyendo a pesar de la incosntancia, vale la pena creeme, intentaré actualizar un poco mas pero como dije anteriormente no prometo nada. Saludos para ti también :D

evean escribió:hola hola!!
estoy esperando ansiosa tu actualización....
espero tengas tiempo y sigas pronto la historia que me encanta
nos leemos
xau

Ya viene la actualizazión espero que te guste y que compense estos dias de espera :D

Los arboles flotaban armoniosamente con el viento, las ramas se susurraban entre sí en secreto mientras caminaba por la acera. Ocasionalmente los carros pasaban cada uno o dos minutos pero aparte de eso las calles estaban vacías e intocables. Solo el sonido del viento y mis pasos azotando el pavimento me acompañaban. Lo use todo para alejarme de la realidad. No quería estar más allí, no con todo lo que me la recordaba a ella. Quería volar hasta el cielo y nunca tener que regresar porque tal vez arriba era donde los problemas no existían, después de todo, que podía estar mal en las nubes?

Había guardado mi libro en el morral por lo que mis manos estaban ahora libres para moverse contra la brisa. Gire en la esquina pasando el parque de juegos que estaba lleno de niños riéndose en el tobogán, colgando de los pasamanos e impulsándose en los columpios. Me tomo por sorpresa verlos a esa hora pero luego me di cuenta de que ellos eran muy pequeños para ir al  colegio. Me detuve por un momento a admirar los despreocupados y desinhibidos que se veían, bailando con la vida porque era así de simple. Me hizo desear no haber crecido tan rápido.

Pero no era así como la vida funcionaba? Cuando eras niño, no había nada que quisieras más que crecer para poder hacer todas las cosas que veías hacer a los adultos. Y la vida solo te dejaba pensar de esa forma, no te advertía que crecer no era tan grandioso como pensabas. Que todo se volvía más complicado cuando eras mayor. En lugar de eso, te empujaba a que siguieras deseándolo, para que cuando eventualmente sucediera, te golpeara tan duro la realidad que te  devolvería  anhelando los recuerdos de tu niñez para darte cuenta de que no había vuelta atrás, nunca la habría.

Desee tener 6 años de nuevo, cuando enamorarse solo existía en cuentos de hadas, cuando el mayor problema que le hallaba a la vida era lograr encontrar el peine para cepillar la melena de mi unicornio de juguete. Cuando la cosa más difícil que tenía que hacer era dormirme porque el mundo era demasiado grandioso para hacerlo. Lo más gracioso de todo era que yo todavía seguía siendo esa persona aún mucho después de los 6 años. Yo todavía era esa niña, hasta que la conocí a ella. Tal vez había estado deseando lo equivocado todo este tiempo. Tal vez mi deseo debió haber sido nunca haber conocido a Santana. Pero luego me di cuenta que ese hubiera sido probablemente mi más grande error también.

La mención de su nombre en mis pensamientos fue como una aguja que rompió la burbuja en la que me había encontrado flotando y caí de nuevo al suelo

La pasada hora se repitió viciosamente en mi cabeza y salte de mi posición para seguir caminado hasta que estuve sola otra vez. Escuche su voz haciendo eco en mis pensamientos y cerré mis ojos, tratando de bloquearla pero no sirvió de nada. Recordé lo que dijo y la manera como actuó después del beso y todo lo demás acerca del momento hasta que todo en mí se congelo como una reacción inmediata….

Lo último que la había dicho antes de irme se repitió en mi mente y mi corazón se detuvo mientras mi estómago se apretaba y mis ojos se abrían.

Fue solo allí en ese momento cuando me di cuenta de que prácticamente le había dicho la verdad a Santana o parte de esta al menos. Lo que le había dicho antes de salir tirando la puerta era más que suficiente para que una chica inteligente como ella juntara todas las pistas y me descifrara. Me di la vuelta, mi cabeza giro tan rápido que al menos hubo un retraso de dos segundos antes de que el resto de mi cuerpo respondiera al movimiento. No estaba segura del porque me había girado considerando que ya estaba muy lejos de colegio y regresar corriendo no era la solución.

Me mordí el labio inferior ansiosamente y tan duro que pude saborear sangre. El amargo y metálico sabor era todo lo que mi estómago necesitaba para sentir que podía devolver mi desayuno y todo lo demás que estuviera allí. Mis manos subieron para apretar las cuerdas de mi morral tan fuerte que mis nudillos se colocaron blancos. Deje mi cabeza caer hacia atrás y vino a mi vista directamente el cielo azul grisáceo salpicado de nubes. Mis pies se tropezaron unos pasos hasta que llegue al borde de la carretera y me quede allí. Cerré mis ojos fuerte y sentí mi estómago revolverse cuando el pensamiento de Santana dándose cuenta de todo entro en mí ya caótica mente

La probabilidad  de que ella no fuera capaz de descifrar el significado de mis palabras era extremadamente baja. Santana era una chica muy inteligente y me conocía mejor que nadie. Ella me podía entender completamente incluso cuando ni siquiera había palabras involucradas. No existía posibilidad de que lo que yo había dicho pasara desapercibido. Con ese pensamiento, el recuerdo de la cara de Santana empezó a pintarse solo en los lienzos de mis parpados, la expresión que tenía justo antes de irme y dejarla sola en el baño.

Todo el tiempo me había esforzado para mantenerlo en secreto de ella. Me había prometido a mí misma que mentirle acerca de cómo me sentía iba  a ser la única forma de conservarla conmigo, aunque significara solo como mejor amiga. Había una razón para todo eso. Había una razón por la que yo no quería que ella supiera lo que realmente sentía, por la que yo no quería que supiera que cada vez que mencionaba a Puck me estaba arrancando la carne del corazón, por la que no quería que se enterara que tomaba cada fibra de fuerza en mi cuerpo para no besarla cuando estábamos solas.

Mi mente estaba por todo el lugar, pedacitos de cada problema se estaban mezclando juntos en una bola confusa de pensamientos que yo ni siquiera tenía la fuerza o la inteligencia para resolver.  Me sentía enredada por dentro, como nudos a largo de un cable. No quería intentarlo. Me rendí a intentarlo porque era demasiado agotador pensar en todo, pensar en Santana, pensar en mi misma, incluso pensar en Mike. Parecía como si no hubiera nada en mi vida que no viniera con un problema. Era como si yo fuera incapaz de mantener un normal, despreocupado y calmado pensamiento.

Había momentos en donde era más fácil dejar de intentarlo. Dejar de intentar resolver los problemas.  No era que yo no quisiera pero todo lo que ya había hecho me había dejado no solo emocional si no también físicamente exhausta y ya no había nada más que sentía que podía hacer excepto acostarme en el confort de mi cama y mirar hacia el techo.

Y eso fue lo que hice, seguí caminando hasta mi casa, la cual me saludo fríamente mientras me arrastraba a mí misma por las escaleras. Había olvidado todo acerca de la realidad y cuando una voz me hablo, me sobresalte y voltee a mirar rápidamente.

- Cariño, que estás haciendo en la casa?
- Papá…

Maldije interiormente y pensé en la única excusa que podía darle. No estaba interesada en quedarme a hablar con el entonces dije algo simple y rápido. No que tuviera otra opción considerando que mi mente no estaba ni cerca de estar bien.

- La enfermera me envió a casa porque me sentía enferma
- Por qué no me llamaste para que te recogiera?
- Quise caminar, necesitaba aire fresco

Sus ojos se encogieron pero yo estaba demasiado cansada y voltee la mirada para seguir subiendo por las escaleras. Tropecé con la atmosfera familiar de mi habitación. Fui inmediatamente a las cortinas y las cerré para que mi cuarto permaneciera oscuro. Me quite el morral de los hombros y colapse en la cama.

Incluso fui capaz de bloquear los sonidos pequeños. Estaba totalmente lejos de estar consciente y enterada de algo del mundo real. Era como esos sueños lucidos de los que hablaba la gente. Mis ojos estaban abiertos y podía ver los colores y las sombras que me rodeaban, pero eso era todo, no tenía intención de mover ninguna parte de mí, ni mis piernas, ni mis brazos, ni siquiera mis dedos.

Solo quería derretirme en algo. Mi mundo no era un lugar donde quería estar. Santana se había llevado todo el confort lejos de mí, ella se había llevado todo lo que me hacía ser quien era y me había estropeado sin siquiera saber lo que estaba haciendo. Quería culparla, era fácil tener alguien a quien señalar en lugar de pensar de quien era la culpa en realidad. En algún lugar dentro de mí, sabía que no podía culparla, al menos no por todo. No era justo para mí pensar que yo era la victima cuando yo misma me había puesto en esta posición. Aun así, utilice la patética excusa de decir que no sabía que terminaría de esa forma para sentirme un poco mejor.

La almohada de algodón se sumergió en mi cabeza mientras que la oscuridad lentamente reemplazaba mi visión y mis parpados se cerraban. Quería hundirme directo en la suave profundidad del colchón porque en ese punto, por solo un momento, sentí  que ya no tenía un propósito.

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Desperté por el sonido de mi celular timbrando, el tono aplasto las paredes de sueño en las cuales había estado tan encerrada. Me moví en la cama, estirando mis extremidades y sintiendo una ola de satisfacción lavarme con todo más relajado, frote mis ojos con mis dedos, antes de abrirlos y darme cuenta de que para mi sorpresa, mi habitación estaba perdida en las sombras de la noche. Me senté confundida mientras la hora era completamente desconocida para mí. Mire alrededor de mi cuarto y utilice el rayo de luna que brillaba a través del espacio de mis cortinas para guiarme fuera de la cama. Por unos segundos, no tuve idea de nada de lo que había pasado en mi vida, si solo hubiera podido durar un poco más…

Al llegar a mi morral, escuche el ringtone  y dude antes de buscarlo en el bolsillo delantero y tomarlo. La luz de la pantalla iluminaba en la oscuridad cuando desbloquee el teléfono. Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando vi que tenía siete llamadas perdidas-todas de Santana. Su nombre era como una vacuna, succionando toda la realidad de vuelta a mi mente. Yo contemple la idea de volverla a llamar pero no pude reunir el deseo de hacerlo.

Bueno, yo si quería hablar con ella. Quería escuchar su voz otra vez, ese dulce y aterciopelado tono que hacía a mi corazón querer saltar afuera de mi pecho y envolverse alrededor de Santana. No había duda de que el burbujeo en mi estómago era el sentimiento de extrañarla. Yo la extrañaba, la extrañaba mucho.

El problema era que yo aún estaba muy decepcionada, y aún tenía mucha dignidad como para dejarme a mí misma caer en sus brazos tan fácilmente.  Yo nunca dejaba de pensar en ella, pero me tenía que asegurar que todo quedara en pensamiento y no en acciones.

La otra cosa era que en ese momento entendía mis actuales sentimientos por Santana tan bien como cualquier extraño de la calle lo haría, así de confusos eran. La única cosa que aun lograba tener clara durante todo el proceso era que yo todavía la amaba y que siempre lo haría. Ella todavía me hacía olvidar todo lo demás en el mundo,  como si ella y yo fuéramos las únicas que importábamos. Ella aun hacía a mis adentros dar vueltas como pequeños bailarines moviéndose a lo largo del salón de baile de mis venas.

Era la cosa más clara en medio del mar de confusión en el que estaba,  amar a Santana ya no era una opción, era inevitable.

La repentina vibración que se esparció por mi piel me asusto y salte desde mi posición sentada en el borde de la cama. Mire a la pantalla iluminada para darme cuenta de que estaba recibiendo otra llamada de ella. La huella de mi pulgar se quedó suspendida sobre el botón de contestar pero lo que me retenía era el hecho de que no tenía ni la menor idea de lo que se suponía que le iba a decir cuando su voz me hablara al otro lado de la línea. Pero como siempre, cuando se trataba de mis emociones por Santana y mi razón, el amor siempre ganaba.

Presione la fría superficie contra mi oído y escuche su voz satisfaciendo el anhelo que burbujeaba dentro de mí.

- No cuelgues

Me quede en silencio pero hice lo que me dijo. La línea estuvo tan callada por un momento que podía escuchar los obstáculos en su respiración  mientras intentaba hablar pero se retractaba de lo que iba a decir segundos después, como si cambiara de parecer. Yo espere, y mis dientes mordían mi labio inferior mientras mi corazón salía de su patrón calmado y se aceleraba rápidamente.

- Puedo subir?

Me senté en una posición derecha y trague el bulto en mi garganta. Sentí las pulsaciones dentro de mi saltarse algunos pasos y luego ir más despacio antes de acelerarse por completo y pararse una vez más. Había un apretado nudo en mi estómago que nunca había sentido antes pero era casi como el resultado de estar nerviosa y alegre al mismo tiempo. Me deje a mí misma pensar en su pregunta a pesar de que sabía que no existía la posibilidad de negarle la entrada a mi casa.

Eventualmente, coloque mi mano derecha en un puño y la empuje contra el colchón para ayudarme a parar. El mareo que golpeó mi cabeza en ese momento me hizo arrepentir de haberme  parado de la cama, pero utilice mi escritorio para sostenerme. Forcé  mi cuerpo para que cooperara con mi mente mientras caminaba hacia la ventana para abrir las cortinas y levantar el vidrio.

Me pare sin rumbo fijo y la escuche contener el aire al otro lado de la línea cuando nuestros ojos se encontraron en la distancia. Ella lucia tan indefensa y pequeña desde donde yo estaba posicionada. Los ojos de Santana, por lo que podía ver, miraban los míos preocupadamente como si pensara que existía la posibilidad de que yo me diera la vuelta y no la dejara entrar. Pero ella  ya debería haber sabido para ese momento  que yo siempre la iba a escoger.

- Por favor…

Su voz era más pequeña de lo que alguna vez había escuchado y fue prácticamente todo lo que tomo para que se abriera la pequeña grieta que empezaría a desplomar mis muros de protección contra Santana. Había colocado barreras para separar el amor que sentía por ella de todo lo demás, porque como ya había dicho, cuando lo colocaba todo junto, ni siquiera valía le pena luchar porque ese sentimiento era más fuerte que todo.

Yo asentí con la cabeza antes de que mi mente tomara la decisión final, lo cual probaba aún más que mis emociones siempre iban delante de mi razón.

Ella suspiro aliviada antes de colgar el teléfono y caminar hacia el enrejado  que ya la era tan familiar por todas las noches en las que había escalado hasta mi cuarto. La vi subir pero me retrocedí cuando ella llego a la ventana y entro a mi habitación. Dejándome caer sobre la cama, me estire para encender la lámpara y empecé a jugar con el teléfono en mi mano. Mis ojos evitaron los de ella mientras miraba fijamente a la nada. Hubiera preferido perderme en la inmensidad de sus orbitas oscuras pero tenía miedo de caer demasiado profundo donde no hubiera escapatoria.

- Te llame…como…
- Siete veces…acabe de ver

Ni siquiera sabía que aún tenía voz en mí y aún menos que todavía sabia como usarla.

- Me había quedado dormida

La mire y apreté mis labios en una falsa expresión de disculpa. Estaba consciente de que no funcionaría porque a pesar de lo que se veía en mi cara, yo sabía que ella podía ver la verdad en mis ojos sin importar lo que hiciera, a veces de verdad odiaba eso.

Sus cejas se curvaron aún más hacia arriba haciéndola ver agobiada y preocupada y tuve la repentina necesidad  de envolver mis brazos alrededor de ella y acercarla a mí, pecho a pecho, corazón a corazón. Ella asintió incómodamente antes de moverse hacia adelante para sentarse a mi lado en la cama.

El aire se puso más pesado entre nosotras cuando se acercó y sentí que tenía que tomar respiros más largos y más profundos para poder mantener un ritmo constante, de otra manera, hubiera sentido que no tenía más aire en los pulmones.

Podía sentir sus ojos quemar en el lado de mi cara. Los podía sentir mirando mi mejilla pálida.

- No estuviste allí en todo el resto de día
- Si, vine a casa

Solo el hecho de estar más cerca de ella forzó mi corazón  a irse casi contra los límites de mis costillas, mientras sentía que cada latido se estaba volviendo más y  más fuerte hasta que finalmente fue lo suficientemente significativo para que ella lo notara. Si ella hubiera podido sentir mis manos o mi pecho, las pulsaciones hubieran saltado de mi piel a su roce tan poderosamente que se hubieran enfrentado con los latidos de su propio corazón. Solo tomo eso para recordarme que pelear contra Santana era una de mis más grandes debilidades. Estaba casi en la línea de lo imposible porque cada latido gritaba su nombre y cada mariposa revoloteando en mi estómago flotaba hacia ella.

- Estamos bien?
- Tu dímelo San

Ella aclaro su garganta silenciosamente y yo levante mi cabeza para mirarla, sabiendo el riesgo que tenia de caer en sus ojos hipnotizantes.

Estaba confundida y sorprendida al ver que sus ojos se estaban llenando de lágrimas. Sus parpados temblaron y ella atrapo su labio superior entre los dientes para contener el llanto que estaba amenazando desesperadamente con salir. Sentí mi cara levantarse de la preocupación e inconscientemente me acerque hacia ella como si fuera un instinto que había desarrollado después de meses de amarla. Dude por un momento pero eventualmente mis manos se estiraron para posicionarse en sus muslos y apretarlos fuertemente. Había esperado sentir su piel suave contra mi palma pero cuando sentí el material de sus jeans me di cuenta de que se había cambiado el uniforme después del colegio. También note al instante que yo tampoco tenía el mío.
Estaba confundida ya que mi cerebro no tenía recuerdo alguno de haberme cambiado el uniforme en ropa más cómoda.

Fui sacada de mis pensamientos cuando coloco su mano en la parte trasera de mi cuello y me atrajo hacia ella para abrazarme. Apretó mi piel fuertemente y  sus uñas se enterraron suavemente en mí mientras yo me amoldaba a su cuerpo. Mis brazos conocían su lugar indicado, y  se entrelazaron en la parte inferior de su espalda. Ella acomodo su cabeza en mi clavícula y sentí un líquido caliente contra mi piel, lo cual no me pareció extraño porque ya sabía exactamente que era.

Nos quedamos así, abrazándonos; y aunque no entendía nada en mi mente, deje que pasara. Después de todo, yo la extrañaba también. Extrañaba sentir su piel y su cuerpo contra el mío. Extrañaba todo acerca de ella y cuando me abrazo, mis debilidades resurgieron y no tenía la fuerza para luchar contra estas.

Mis ojos se cerraron y la respire completamente, sintiendo cada partícula dentro de mi gemir en satisfacción después de haber pasado un rato sin su aroma familiar.

Yo aún no estaba completa por dentro. No estaba totalmente ubicada en la realidad. Partes del día estaban pérdidas para mí, partes de mi vida también. Pero aun así, no me importaba, no me importaba en absoluto porque ella estaba allí.

Santana era capaz de muchas cosas y las habilidades que tenía a menudo dependían de la situación en la que se encontraba. Extrañamente, ya que era  ella la que estaba llorando en mi hombro, Santana era una sanadora. Sonaba fantástico y ridículo pero eso no quería decir que ella no era capaz de ponerme de una pieza de nuevo, incluso si solo era un arreglo temporal, la peor parte era que no podía evitar que me salvara aunque tratara. No podía porque no era nada que ella dijera o hiciera. Era simplemente ella, el solo hecho de su existencia, por sí mismo, hacia más por mí que nada más en el mundo. Ella me continuaría salvando, incluso en momentos en los que no quería ser rescatada. Y no tarde en darme cuenta que mientras ella existiera en mi vida, Santana siempre me iba a salvar.

Sentí sus brazos reajustarse alrededor de mi cuello apretándome o aún más. Abrí mis ojos y mire mis manos que descansaban en su espalda baja. Me forcé a mí misma a volver completamente, a estar cien por ciento consiente de la realidad por el bien de Santana. Y fue allí donde empecé a sentir el latido de su corazón contra mí pecho y mis propias pulsaciones intentando igualar su patrón. Fue allí donde sentí la respiración dejar sus labios en calmados intervalos flotando por encima de la piel de mi cuello. Fue allí cuando me di cuenta  de que tenía que verla, tenía que mirarla.

Solté mis manos de su espalda y las levante para sostener sus brazos quitándolos suavemente de mi cuello para colocarlos de nuevo en su regazo. Ella retrocedió un poco, inhalo y encontró mis ojos en las sombras de la habitación con una expresión rota que me dio un golpe en el estómago. Trague fuertemente antes de reunir fuerza y levantar mis manos para  sostener cada  lado de su cara. Podía sentir mis pulsaciones latiendo fuertemente en el fondo de mi garganta mientras tocaba la suave piel con las palmas de mis manos y las yemas de mis dedos.

Nuestros ojos danzaron casualmente por el rostro de cada una por unos momentos, hasta que hallaron la conexión y se quedaron mirando fijamente. Supe en ese preciso momento que no estaba inventándolo todo, lo supe alii, mientras mi mirada quemaba la suya, que aunque ella tenía más de un lado, esa chica era la verdadera Santana. Podía verlo por la menara en la que su cara se arrugaba con miedo y preocupación mientras que en el colegio siempre se había mantenido contenida e inquebrantable. Podía verlo por la manera en la que sus ojos se oscurecían y se llenaban de lágrimas mientras que en el colegio siempre habían estado teñidos con superficialidad.

Mis ojos continuaron buscando la extensión de sus orbitas oscuras pero de por sí ya había sido suficiente para mí  para saber que era ella. Era ella de nuevo. Ella era la chica que recordaba y que conocía. Y al darme cuenta de eso, fue como si todo lo que había estado confundiendo mi cabeza fuera destruido.  Parecía loco pensar que una sola mirada podía hacer desaparecer las dudas e inseguridades  sin siquiera hacer esfuerzo, pero era absolutamente real. No podía estar segura de que no regresarían después, pero en ese momento, se habían ido sin dejar ni un rastro.

Sentí mi corazón palpitar más rápido en mi pecho porque era como si la hubiera encontrado y el alivio se esparció por todo mi cuerpo porque ella no había desaparecido, yo no la había perdido. Ella aún estaba allí en alguna parte. Y había encontrado la manera de hacerla aparecer. Ya sabía cómo encontrarla.

Fue claro de nuevo. Sabía que era lo que me había perturbado tan abruptamente en primer lugar, no había sido el beso o mis sentimientos acerca de este, o su reacción. Fue el hecho de que Santana tenía interruptores en su interior  que controlaban su personalidad y el hecho de que los de superficialidad estaban constantemente prendidos. Yo era consciente del cambio en su actitud en el colegio y conmigo pero lo que me confundía mas era saber si había algo real de ella en todo eso o no. Al principio pensé que si pero después de verla reaccionar tan casual y despreocupadamente con cosas que significaban tanto para mí, como el beso, las dudas habían surgido rápidamente.

Pero todo tuvo sentido cuanto mire a sus ojos que aun brillaban con lágrimas. Había algo ahí, algo similar a lo que yo estaba sintiendo por ella y podía verlo centellar en medio del mar oscuro de sus orbitas. Parecía descabellado decir que ella me amaba también pero con todo lo que tenía justo en frente mío, era difícil no considerarlo. Después de todo, las únicas veces en las que había sido testigo de que ella apagara todos esos interruptores era cuando estaba conmigo.  Y en lugar de esos, ella buscaba dentro de ella los interruptores polvorientos y abandonados porque en algún momento de todos estos meses, Santana debió haber decidido que yo sería la única  que vería lo que pasaba cuando los encendía.

Y lo que pasaba era ella, no la chica popular, no la porrista, solo ella y nadie más.

Y fue por eso que todo desapareció, todas las preguntas, las dudas, las inseguridades se fueron con solo una mirada de azul a marrón. Había estado tan atrapada en el desastre que no me había dado cuenta de que ya tenía todas las respuestas. Me había dicho constantemente a mí misma que Santana era muy confusa para mí y había pasado por alto el hecho de que yo realmente conocía a Santana mejor que nadie. Era la verdad, la conocía mejor de lo que ella se conocía a sí misma en  algunos momentos. Sabía las respuestas de mis preguntas, solo que nunca me había dado cuenta.

Coloque todas las piezas juntas y estaban prácticamente gritándome con la cantidad de evidencia que las soportaba. Había una razón por la cual Santana no me usaba, por la cual no me trataba de la forma en la que trataba a todo el mundo, por la cual no me podía decir que le gustaba Puck, por la cual me había besado…dos veces

Santana me amaba, no como amigas, ni siquiera como mejores amigas. Santana me amaba. De la misma forma en la que yo la amaba a ella. Tuve miedo de darme cuenta antes porque pensé que lo estaba inventando todo. No había suficientes pruebas todavía. Pero lo que debería haber sabido era que no necesitaba pruebas o evidencias o ninguna otra indicación aparte de sus ojos. Allí era donde todas las respuestas estaban escondidas y yo fui una tonta por no haberlas visto porque dejaba que las dudas nublaran mis pensamientos cada vez que la miraba. Pero allí estaban, allí siempre habían estado. Y yo era la mejor leyéndola, la mejor en saber lo que estaba pensando. Lo debí haber visto mucho antes porque me hubiera ahorrado tanto dolor y preocupación y estrés ya que finalmente, Santana me había amado todo este tiempo.

Sentí mis labios curvarse en una sonrisa porque por primera vez estaba viendo la verdad de lo que sentía por mí. Estire mi mano, y con el pulgar removí una lagrima que estaba estancada en su mejilla y ella inclinó su rostro sobre mi mano cuando la toque. Sonreí de nuevo, esta vez un poco más grande, porque ella se estaba rindiendo ante mí, ella se estaba desenredando como un hilo fuera de su cilindro y estaba más que lista para atraparla

Me incline y presione mis labios contra su frente como una delicada mama haría con su bebe. Ella era mía para protegerla. No me importaba a quien podía haber pertenecido en el mundo exterior porque había venido a mí. Ella hubiera podido estar con Puck o cualquiera de las otras Cheerios pero escogió estar conmigo porque lo que paso por la mañana en el baño la había afectado. De otra forma, ella no hubiera pasado el resto del día pensando en lo que yo había querido decir en el baño como sabía que lo había hecho; y no hubiera ido hasta mi casa por miedo de haber arruinado las cosas entre nosotras como también sabía que lo había hecho. Santana no tenía que decirme nada, yo ya lo sabía todo.

Yo me devolví a mi posición y coloque un mechón de cabello detrás de su oreja, exponiendo más su cara, la cual  me podía pasar una vida entera admirando.

- Brittany

Su voz se quebró en el silencio de la habitación y me sorprendió el hecho de que ella quisiera  decir algo en absoluto, pero la escuche, mis cejas arqueándose hacia arriba ligeramente.

- Yo…yo nunc…tu siempre fuiste…yo…
- Lo se

Mis palabras interrumpieron las de ella gentilmente, diciéndole que ella no me tenía que  decir nada, al menos no en ese momento. Ella me miro con ojos abiertos pero mis orbitas azules la calmaron. La mire mientras se daba cuenta de que yo ya estaba un paso delante de ella. Su rostro se suavizo y se relajó como si rocas hubieran sido removidas de sus hombros y como si el camino en frente de ella se hubiera aclarado completamente.

- Santana

Sentí  la necesidad de decirle más cosas

- Tú entiendes lo que quise decir hoy. Tu sabes lo que quise decir cuando dije eso, cierto?

Ella abrió sus labios y trato de responderme pero todo lo que le quedaba era aire. Ella se retractó y asintió con la cabeza.

- Entonces ahora lo sabes, está bien?  Ya lo sabes

Santana bajo la cabeza y miro fijamente a sus dedos. Ella inhalo y aclaro su garganta silenciosamente. Vi sus pulgares juguetear el uno con el otro y sonreí porque ella estaba nerviosa otra vez. El hecho de que todavía hiciera eso cuando estaba conmigo desato las familiares mariposas que volaban en mi estómago, ese sentimiento que recordaba desde la primera vez que la había visto.

Luego levanto su cabeza, me miro y tomo mi mano en las suyas, sosteniéndola fuertemente para asegurarse de que yo escuchara lo que estaba a punto de decir.

- Y tú me has tenido descifrada desde el primer día, cierto?

Me acorde de la primera conversación por teléfono que compartimos y que luego esa noche en el parque cuando estábamos hablando me había dicho precisamente eso mismo. Mi pecho se expandió y supe que era porque me estaba enamorando más de ella. Mi estómago hacia cosquillas y sabía que era porque sus palabras estaban bailando dentro de mí.

Entonces me incline y en lugar de besar su frente, bese sus labios. Los sentí rozar los míos en la manera más dulce y significativa. Las cosquillas en mis labios se encendieron con el sabor de su boca y no hubo nada en el mundo que alguna vez haya hecho antes que se sintiera más correcto que ese beso.

Después de todo, era exactamente lo que debíamos estar haciendo.