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Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
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Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
ooo santo cielo el capitulo estuvo increible me sorprendio que Kurt y Sebastian vallan juntos aunque debo de admitir que es una muy buena idea aaaa encerio que esta genial ya quiero saber que pasara estoy totalmente intrigada y por supuesto que ya sabes que te esperare todo lo que te tardes por que vale la pena esperar y nunca me dejaran de sorprender estan geniales aaaa. esperare muy ansiosa tu proxima actualizacion muy muy ansiosa!!!!! cuidate mucho!!!! :DDD
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Saaaaaaanty se unioooo!!! al fin, ya era hora que se diera cuenta que esos chicos no se la merecian, aunque de todo corazon espero que aparezca esa persona especial que la valore tal cual es, me gustó el capitulo, siempre es un gusto leerlo sofi :), no entiendo a que te referias con tenerle paciencia, si es una muy buena e interesante historia <3
espero que actualices pronto sofi nos leemos luego besitos !!!
espero que actualices pronto sofi nos leemos luego besitos !!!
Dablerry********- - Mensajes : 655
Fecha de inscripción : 26/01/2013
Edad : 29
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Jajaja Excelente capitulo valio la pena esperar
Segui escribiendo así de hermoso como siempre yo te voy a esperar
Aca tenes una lectora fiel
Nos leemos pronto
KLISSES
Segui escribiendo así de hermoso como siempre yo te voy a esperar
Aca tenes una lectora fiel
Nos leemos pronto
KLISSES
Klaine/Brittana <3** - Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Edad : 31
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Me gustó muchísimo el capítulo, al fin Tana se dio por vencida.
Por una parte estoy feliz de que se una a sus amigos pero por tora no sé... Es raro :b.
¡Seguí!
Por una parte estoy feliz de que se una a sus amigos pero por tora no sé... Es raro :b.
¡Seguí!
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
]quote="annyhummel"]Me encanto realmente me encanto preciosa aquí tienes a tu fiel lectora y bueno me encanto como siempre, dios lo ame lo ame demasiado demasiado soy un sexy pandicornio que te robara para que le escribas a diario :)
sigue muy pronto preciosa amada escritora
eres perfecta.][/quote]Me alegra que te guste hermosísima socia! gracias ajaja claro ya sabes nada me gustaría más que convivir con gleeks soy la única en mi escuela homofóbica ocea si ves glee ya eres gay, como me chocan pero bueno sería genial, gracias amada lectora! tu también lo eres
jajajaj si yo también amo su trío, bueno Kurt es mi personaje favorito y Santa es la que sigue, por lo que muy generalmente siempre los pongo como amigos me encantaría que fueran mejores amigos, aunque también me agrada bastante Rachel, gracias por leer! y sobre Kurtbastián muajaja no sé no puedo revelar detalles jaja ok no, si yo fuera tú no me preocuparía demasiado ;)
jaja si, que buen que te haya gustado! muchas gracias por esperar y leer, me alegran el día y tu también cuídate mucho!! El club solo empieza a formarse, pero espero que te guste éste capítulo, gracias hermosísima lectora!
KLISSES!
sigue muy pronto preciosa amada escritora
eres perfecta.][/quote]Me alegra que te guste hermosísima socia! gracias ajaja claro ya sabes nada me gustaría más que convivir con gleeks soy la única en mi escuela homofóbica ocea si ves glee ya eres gay, como me chocan pero bueno sería genial, gracias amada lectora! tu también lo eres
si, la verdad esque creo que si a Sebastián no le gustara Blaine el y Kurt se llevarían muy bien los dos son unas divas enfurecidas, me alegra que te guste! gracias por leer, subes mi autoestima, cuídate! [/color]gleeclast escribió:Me encanto este episodio y me gusta mucho cuando sebastian y santana son amigos de krt espero actualices pronto me encanta esta historia ya quiero ver que pasa en el siguiente cap fiel lector
Nina Anderson escribió:estuvo genial el capítulo! amo el trio de sebas, tana y kurt, son mis 3 personajes favoritos después de blaine, ya quiero ver que pasa y aquí también tienes a tu fiel lectora! actualiza pronto! pero tengo una duda eso de Kurt y Sebastián como pareja en el baile, terminará en algo más=? ya quiero saber! gracias por escribir!
jajajaj si yo también amo su trío, bueno Kurt es mi personaje favorito y Santa es la que sigue, por lo que muy generalmente siempre los pongo como amigos me encantaría que fueran mejores amigos, aunque también me agrada bastante Rachel, gracias por leer! y sobre Kurtbastián muajaja no sé no puedo revelar detalles jaja ok no, si yo fuera tú no me preocuparía demasiado ;)
gleeismylife escribió:ooo santo cielo el capitulo estuvo increible me sorprendio que Kurt y Sebastian vallan juntos aunque debo de admitir que es una muy buena idea aaaa encerio que esta genial ya quiero saber que pasara estoy totalmente intrigada y por supuesto que ya sabes que te esperare todo lo que te tardes por que vale la pena esperar y nunca me dejaran de sorprender estan geniales aaaa. esperare muy ansiosa tu proxima actualizacion muy muy ansiosa!!!!! cuidate mucho!!!! :DDD
jaja si, que buen que te haya gustado! muchas gracias por esperar y leer, me alegran el día y tu también cuídate mucho!! El club solo empieza a formarse, pero espero que te guste éste capítulo, gracias hermosísima lectora!
siiiiii! hay pobre ya después de tanto que le había pasado, en fin esos idiotas se la perdieron gracias =) am no sé tu nombre amiga o amigo? pero muchas gracias de verdad , oh lo puse porque ya sabes se que todos esperamos acción klaine y pues el fic es algo lento a eso me refería, me alegra que te guste la historia, cuídate besitoskurtblainelover escribió:Saaaaaaanty se unioooo!!! al fin, ya era hora que se diera cuenta que esos chicos no se la merecian, aunque de todo corazon espero que aparezca esa persona especial que la valore tal cual es, me gustó el capitulo, siempre es un gusto leerlo sofi :), no entiendo a que te referias con tenerle paciencia, si es una muy buena e interesante historia <3
espero que actualices pronto sofi nos leemos luego besitos !!!
hola, muchas gracias por leer! me alegra que te guste la historia! me subes el ánimo claro cuídate, nos leemos pronto.Klaine/Brittana <3 escribió:Jajaja Excelente capitulo valio la pena esperar
Segui escribiendo así de hermoso como siempre yo te voy a esperar
Aca tenes una lectora fiel
Nos leemos pronto
KLISSES
KLISSES!
Me alegra que te haya gustado, si porfin, pobre luego de tanta decepción! si es algo raro, pero esa amistad en verdad me gustaría y serían las divas feroces unidasRiveraMyLove escribió:Me gustó muchísimo el capítulo, al fin Tana se dio por vencida.
Por una parte estoy feliz de que se una a sus amigos pero por tora no sé... Es raro :b.
¡Seguí!
Trece
El lunes por la mañana, traté de coger los libros para la clase de Español lo más rápido posible mientras me preguntaba cómo esquivar a Artie, aun siendo compañeros de conversación.
—¡Abrahams! —dijo Blaine elevando la voz.
«Genial».
Noté que un brazo me rodeaba por los hombros. Levanté la mirada y vi a Artie, sonriéndome.
—Hola, Margarita. El sábado por la noche fue bestial, ¿verdad?
Esbocé una débil sonrisa.
—Aunque, claro, te deberías haber quedado hasta más tarde.
—Sí, desde luego —intervino Blaine con una sonrisa irónica—. ¿Es que se perdió gran cosa?
Artie miró al suelo como si, sinceramente, tratase de recordar.
—Ya me parecía a mí —Blaine sonrió y me hizo un guiño—. Buena suerte, Kurt.
Blaine se encaminó hacia su aula, negando con la cabeza.
Artie me seguía abrazando por los hombros y aceleré el ritmo para soltarme.
—¡Eh! Ve más despacio —me agarró por la cintura—. Tu chico aún no se ha recuperado del fin de semana.
—Eh…, tengo que hablar con la señora Coles de…, eh…, cierto asunto, antes de la clase —le aparté la mano de mi cintura y, prácticamente, salí corriendo hacia el aula.
Me pregunté si habría resultado demasiado sutil ponerme una camiseta que dijera: «Gracias por tu interés, pero ya no salgo con chicos».
Sabía que Artie no era un gran aficionado a la lectura, aunque sí solía observar mis camisetas con atención.
—Tengo que hacerte una pregunta un poco rara —me dijo Mercedes mientras nos dirigíamos a Biología.
—¿Ah, sí?
—¿Le has pedido alguna vez a alguien que salga contigo?
—No, ¿por qué?
Aminoró la marcha.
—Bueno, me gusta un chico; pero es un poco tímido, y no creo que se atreva a dar el primer paso.
—Ya —de eso me había valido pedirle a Mercedes que se apuntara a mi club—. En realidad, no soy la persona más indicada para hablar de chicos. He renunciado a ellos después de…, ya sabes.
—Sí, claro. Lo siento —se mordió el labio inferior.
—Tranquila. ¿Quién es el chico? —pregunté mientras entrábamos en clase.
Mercedes señaló al chico que se sentaba en primera fila.
Vi a Tyson Bellamy, de segundo de bachillerato, encorvado en su asiento, con el pelo sobre la cara mientras, frenéticamente, hacía anotaciones en su cuaderno.
—Es un encanto, esa crema es lo que éste chocolate necesita ¿verdad? —Mercedes se sonrojó. Tyson levantó la mirada hacia la parte delantera del aula con un gesto de concentración en el semblante.
Aunque yo hubiera estado interesado por los chicos, Tyson no era mi tipo, la verdad: melena larga y negra, flaco a más no poder, con camisetas de antiguas bandas de rock. En pocas palabras, convertía en una ciencia el misterioso mundo de los roqueros. Aparte de que fuera la encarnación del diablo (por ser chico y todo eso), parecía apropiado para Mercedes, absoluta fanática del punk rock. Era una de mis escasas amigas que entendían la importancia cultural de los Beatles.
—¿Me acompañarías a uno de sus conciertos de los viernes?
No me apetecía ejercer de sujetavelas, pero después de la movida con Tana en el partido de fútbol de la semana anterior, me venía bien una excusa para no asistir al de aquella semana.
—Claro. Eso sí, Mercedes, no voy a ser un buen intermediario, te lo advierto.
Se echó a reír.
—Vale, pero eres mi colega de concierto. Tienes que venir conmigo. No hace falta que hablemos con ningún chico. Sólo escuchamos la música y, después, nos vamos.
Me sonó a la noche perfecta.
—Entonces, ¿vamos a establecer las reglas para el club antichicos, o qué? —preguntó Tana durante el almuerzo.
—Se llama Club de los Corazones Solitarios —puntualicé.
—Ajá. ¿Y vamos a tener que llevar camisetas idénticas o cinturones de castidad o algo por el estilo? No puedo esperar a ver ese logotipo.
—Mira, Tana…
—Yo creo que estaría bien tener normas, o directrices o alguna clase de fórmula ritual —intervino Sebastián con voz animada, poniendo así freno a lo que podría haber supuesto la primera pelea oficial del club.
Como todavía hacía buen tiempo, habíamos decidido comer en el exterior. Me apoyé sobre un enorme roble mientras comía una manzana.
Tana se incorporó.
—Por favor, déjame redactar las normas. ¡Será divertidísimo!
—Perfecto —respondí—. ¿Qué quieres…?
Tana agarró su cuaderno y empezó a escribir sugerencias. Me recosté otra vez sobre el tronco y cerré los ojos.
—De acuerdo, prepararé un borrador y lo presentaré en nuestra reunión oficial, el sábado por la noche —indicó Tana con voz lastimera—. ¿Te parece bien, jefe?
¿En qué lío me había metido?
—Eh, chicas, ¿qué pasa? —preguntó Mercedes a la vez que ella y Rachel se unían a nosotros.
—Hablamos de nuestro nuevo club —repuse yo.
Rachel miró el cuaderno de Tana.
—¿El Club de los Corazones Solitarios?
—Las tres hemos decidido no volver a salir con los idiotas de este instituto… ni de ningún otro, claro —esbocé una sonrisa.
Mercedes abrió los ojos como platos.
—Entonces, ¿no estabas de broma cuando me hablaste de renunciar a los chicos?
—¡No!
—Pues no lo entiendo —terció Rachel.
—En realidad, no hay mucho que entender —expliqué—. Acabo de terminar con los chicos. Lo único que han hecho es darnos problemas a mis amigos y a mí.
Sebastián y Tana asintieron.
—¿Y no vas a volver a salir con ninguno, nunca más?
—Nunca más no; sólo mientras siga en el instituto.
—Ah —Rachel bajó la mirada a su botella de agua. Por la forma en la que los chicos como Artie la habían tratado en el pasado, habría sido de esperar que lo entendiera.
Mercedes se quedó mirándome.
—¿Me odias por querer ir al concierto?
—No, para nada —le aseguré—. Sólo me refería a que no soy la persona más indicada para animarte a salir con nadie, ya que estoy segura de que Tyson debe de ser la encarnación de Satán.
—¿Qué tiene Tyson de malo? —replicó Mercedes a la defensiva.
—A ver, es un chico…
Tana intervino.
—Kurtie, creo que lo han pillado.
—Oye, Tana — Unique Adams nos llamó desde el árbol de al lado—. ¿De qué estáis hablando? Si estáis criticando a los tíos, tengo varias historias para vosotras.
Tana le hizo señas para que se acercara.
—Ven aquí, amiga mía. Deja que Kurt , nuestra líder, te enseñe el camino.
—Tracy…
Unique Adams y Tina Cohen-Chang , ambas compañeras de clase con las que me había relacionado desde primaria, se acercaron. Amigas inseparables, parecían muy diferentes a primera vista. Unique era la deportista, capitana de casi todos los equipos femeninos, mientras que Tina era bastante esnob y, por lo general, llevaba vestidos o chaquetas tipo americana, como si acudiera a trabajar a una oficina en vez de ir al instituto.
Tana, emocionada, les informó con detalle acerca del club. Mercedes y Rachel permanecieron en silencio durante la explicación. Seguramente se preguntaban en dónde se habían metido.
—Un momento —interrumpió Tina—. Creí que esta mañana, en la clase de Arte, dijiste que ibas a salir de compras, en busca de un vestido para la fiesta de antiguos alumnos. ¿Quién va a ser tu pareja?
—Vamos a ir juntos —expliqué—. Hemos pensado que será mucho más divertido que ir con chicos, que nos dejarán plantados para hablar de lo que quiera que hablen los tíos.
—De los picores inguinales, por ejemplo —apuntó Tana con una sonrisa pícara.
Tina y Unique intercambiaron miradas. Entonces, Tina nos miró y dijo:
—A mí me suena genial… ¿Puedo unirme a vosotras?
—¡Tina! —protestó Unique —. ¿En serio piensas dejar de salir con chicos durante los próximos dos años, así, por las buenas?
Tina se echó hacia atrás su larga melena oscura y ondulada.
—Por favor, es una decisión bien fácil. He terminado con los chicos de este instituto, sobre todo después de lo que me hizo Brian Reed en primero de secundaria.
Tana y yo intercambiamos una mirada de desconcierto.
—¿Qué te hizo Brian? —pregunté.
Tina abrió los ojos de par en par.
—¿Es que no te acuerdas?
Negué con la cabeza.
Tina suspiró.
—Bueno, ha pasado mucho tiempo. Pero siempre me acuerdo porque, desde entonces, los chicos no han cambiado. Me refiero a lo infantiles que son.
—¿Qué pasó? —Rachel se sumó a la conversación.
Tina se incorporó.
—Bueno, Brian y yo estábamos saliendo, y utilizo el término «salir» muy a la ligera. De vez en cuando me acompañaba a casa después de clase, y los viernes por la tarde íbamos a los recreativos, donde lo miraba mientras se entretenía con los videojuegos. Un día, sin previo aviso, se acerca a mí durante el almuerzo y, delante de todo el mundo, me suelta: «Lo siento mucho, Tina, pero no te quiero ver. La basura que se tira no se vuelve a recoger». Todos los idiotas de la mesa de los deportistas se quedaron ahí parados, partiéndose de risa.
—Ah, sí. Ya me acuerdo —repuso Sebastián con voz amable—. A veces, Brian se comporta como un memo integral.
—El trauma me duró el curso entero. Los cretinos de sus amigos me arrojaban basura cuando pasaba cerca de ellos. A día de hoy, sigo sin comprender qué hice para merecerme aquello. Y resulta que, hace poco, Brian tuvo la cara dura de ponerse a hablar conmigo, como si no me hubiera humillado, como si no me hubiera arruinado el curso entero cuando estábamos en primero.
Unique frotó el hombro de Tina.
—No sabía que te siguiera afectando tanto.
—Tenía doce años. Me traumatizó por completo —respondió Tina—. Creedme, lo he superado. Pero aquélla fue la primera de mis experiencias desastrosas con los chicos. Las otras historias no se pueden contar. Me encanta la idea de borrar a esos estúpidos de mi memoria.
Unique, conmocionada, se quedó mirando a Tina.
—Pero…
Tina levantó la mano para callarla.
—Venga ya…, ¡mira quién habla! A ti te han hecho más faenas que a mí.
—No, yo…
—Josh Fuller.
Al oír el nombre de Josh, Unique se desplomó sobre el césped.
—¿Quién es Josh Fuller? —preguntó Sebastián mientras daba palmaditas a Unique en la rodilla.
Unique se pasó las manos por su corto pelo negro.
—El chico que me partió el corazón. Este verano, entrenábamos al baloncesto como monitores de tiempo libre y él…
—Le tomó el pelo —concluyó Tina—. Coqueteaba con ella sin parar, la engatusaba, incluso quedaron una vez. De pronto, se acabó. Siguió coqueteando, pero no volvieron a quedar. En cambio, cada semana paseaba por el parque a una chica espectacular y luego le decía a lo estupenda que ella era. Josh…
—Basta —cortó Unique—. Lo han pillado —negó con la cabeza—. Es absurdo, pero la verdad es que no había conocido a ningún chico con el que hubiera encajado tan bien; daba la impresión de que lo tenía todo. Demasiado bueno para ser verdad.
Asentí, pues entendía a la perfección cómo se sentía.
Una oleada de energía me invadió de repente.
—Venga, Unique, únete a nosotras —la animé—. No los necesitamos, ¿verdad?
Unique esbozó una sonrisa.
—Puedes apostar que no.
—¡Perfecto! —Sebastián movió la cabeza en señal de asentimiento—. Ya somos cinco en el club. ¿Rachel? ¿Mercedes?
Rach y Cedes se habían pasado en silencio los últimos cinco minutos.
—Mmm, tengo pareja para la fiesta de antiguos alumnos… —respondió Rachel, bajando la mirada a su almuerzo, intacto—. Es que…
—No pasa nada —terció Sebastián.
—Y yo… —Mercedes se mostraba visiblemente incómoda—. Lo siento, chicos, es que tengo que…
—Ningún problema —les aseguré—. Entiendo que es mucho pedir. Cuando estéis dispuestas, nosotras estaremos aquí.
Conociendo a los chicos de nuestro instituto, me imaginé que no tardarían mucho en unirse al club.
El lunes por la mañana, traté de coger los libros para la clase de Español lo más rápido posible mientras me preguntaba cómo esquivar a Artie, aun siendo compañeros de conversación.
—¡Abrahams! —dijo Blaine elevando la voz.
«Genial».
Noté que un brazo me rodeaba por los hombros. Levanté la mirada y vi a Artie, sonriéndome.
—Hola, Margarita. El sábado por la noche fue bestial, ¿verdad?
Esbocé una débil sonrisa.
—Aunque, claro, te deberías haber quedado hasta más tarde.
—Sí, desde luego —intervino Blaine con una sonrisa irónica—. ¿Es que se perdió gran cosa?
Artie miró al suelo como si, sinceramente, tratase de recordar.
—Ya me parecía a mí —Blaine sonrió y me hizo un guiño—. Buena suerte, Kurt.
Blaine se encaminó hacia su aula, negando con la cabeza.
Artie me seguía abrazando por los hombros y aceleré el ritmo para soltarme.
—¡Eh! Ve más despacio —me agarró por la cintura—. Tu chico aún no se ha recuperado del fin de semana.
—Eh…, tengo que hablar con la señora Coles de…, eh…, cierto asunto, antes de la clase —le aparté la mano de mi cintura y, prácticamente, salí corriendo hacia el aula.
Me pregunté si habría resultado demasiado sutil ponerme una camiseta que dijera: «Gracias por tu interés, pero ya no salgo con chicos».
Sabía que Artie no era un gran aficionado a la lectura, aunque sí solía observar mis camisetas con atención.
—Tengo que hacerte una pregunta un poco rara —me dijo Mercedes mientras nos dirigíamos a Biología.
—¿Ah, sí?
—¿Le has pedido alguna vez a alguien que salga contigo?
—No, ¿por qué?
Aminoró la marcha.
—Bueno, me gusta un chico; pero es un poco tímido, y no creo que se atreva a dar el primer paso.
—Ya —de eso me había valido pedirle a Mercedes que se apuntara a mi club—. En realidad, no soy la persona más indicada para hablar de chicos. He renunciado a ellos después de…, ya sabes.
—Sí, claro. Lo siento —se mordió el labio inferior.
—Tranquila. ¿Quién es el chico? —pregunté mientras entrábamos en clase.
Mercedes señaló al chico que se sentaba en primera fila.
Vi a Tyson Bellamy, de segundo de bachillerato, encorvado en su asiento, con el pelo sobre la cara mientras, frenéticamente, hacía anotaciones en su cuaderno.
—Es un encanto, esa crema es lo que éste chocolate necesita ¿verdad? —Mercedes se sonrojó. Tyson levantó la mirada hacia la parte delantera del aula con un gesto de concentración en el semblante.
Aunque yo hubiera estado interesado por los chicos, Tyson no era mi tipo, la verdad: melena larga y negra, flaco a más no poder, con camisetas de antiguas bandas de rock. En pocas palabras, convertía en una ciencia el misterioso mundo de los roqueros. Aparte de que fuera la encarnación del diablo (por ser chico y todo eso), parecía apropiado para Mercedes, absoluta fanática del punk rock. Era una de mis escasas amigas que entendían la importancia cultural de los Beatles.
—¿Me acompañarías a uno de sus conciertos de los viernes?
No me apetecía ejercer de sujetavelas, pero después de la movida con Tana en el partido de fútbol de la semana anterior, me venía bien una excusa para no asistir al de aquella semana.
—Claro. Eso sí, Mercedes, no voy a ser un buen intermediario, te lo advierto.
Se echó a reír.
—Vale, pero eres mi colega de concierto. Tienes que venir conmigo. No hace falta que hablemos con ningún chico. Sólo escuchamos la música y, después, nos vamos.
Me sonó a la noche perfecta.
—Entonces, ¿vamos a establecer las reglas para el club antichicos, o qué? —preguntó Tana durante el almuerzo.
—Se llama Club de los Corazones Solitarios —puntualicé.
—Ajá. ¿Y vamos a tener que llevar camisetas idénticas o cinturones de castidad o algo por el estilo? No puedo esperar a ver ese logotipo.
—Mira, Tana…
—Yo creo que estaría bien tener normas, o directrices o alguna clase de fórmula ritual —intervino Sebastián con voz animada, poniendo así freno a lo que podría haber supuesto la primera pelea oficial del club.
Como todavía hacía buen tiempo, habíamos decidido comer en el exterior. Me apoyé sobre un enorme roble mientras comía una manzana.
Tana se incorporó.
—Por favor, déjame redactar las normas. ¡Será divertidísimo!
—Perfecto —respondí—. ¿Qué quieres…?
Tana agarró su cuaderno y empezó a escribir sugerencias. Me recosté otra vez sobre el tronco y cerré los ojos.
—De acuerdo, prepararé un borrador y lo presentaré en nuestra reunión oficial, el sábado por la noche —indicó Tana con voz lastimera—. ¿Te parece bien, jefe?
¿En qué lío me había metido?
—Eh, chicas, ¿qué pasa? —preguntó Mercedes a la vez que ella y Rachel se unían a nosotros.
—Hablamos de nuestro nuevo club —repuse yo.
Rachel miró el cuaderno de Tana.
—¿El Club de los Corazones Solitarios?
—Las tres hemos decidido no volver a salir con los idiotas de este instituto… ni de ningún otro, claro —esbocé una sonrisa.
Mercedes abrió los ojos como platos.
—Entonces, ¿no estabas de broma cuando me hablaste de renunciar a los chicos?
—¡No!
—Pues no lo entiendo —terció Rachel.
—En realidad, no hay mucho que entender —expliqué—. Acabo de terminar con los chicos. Lo único que han hecho es darnos problemas a mis amigos y a mí.
Sebastián y Tana asintieron.
—¿Y no vas a volver a salir con ninguno, nunca más?
—Nunca más no; sólo mientras siga en el instituto.
—Ah —Rachel bajó la mirada a su botella de agua. Por la forma en la que los chicos como Artie la habían tratado en el pasado, habría sido de esperar que lo entendiera.
Mercedes se quedó mirándome.
—¿Me odias por querer ir al concierto?
—No, para nada —le aseguré—. Sólo me refería a que no soy la persona más indicada para animarte a salir con nadie, ya que estoy segura de que Tyson debe de ser la encarnación de Satán.
—¿Qué tiene Tyson de malo? —replicó Mercedes a la defensiva.
—A ver, es un chico…
Tana intervino.
—Kurtie, creo que lo han pillado.
—Oye, Tana — Unique Adams nos llamó desde el árbol de al lado—. ¿De qué estáis hablando? Si estáis criticando a los tíos, tengo varias historias para vosotras.
Tana le hizo señas para que se acercara.
—Ven aquí, amiga mía. Deja que Kurt , nuestra líder, te enseñe el camino.
—Tracy…
Unique Adams y Tina Cohen-Chang , ambas compañeras de clase con las que me había relacionado desde primaria, se acercaron. Amigas inseparables, parecían muy diferentes a primera vista. Unique era la deportista, capitana de casi todos los equipos femeninos, mientras que Tina era bastante esnob y, por lo general, llevaba vestidos o chaquetas tipo americana, como si acudiera a trabajar a una oficina en vez de ir al instituto.
Tana, emocionada, les informó con detalle acerca del club. Mercedes y Rachel permanecieron en silencio durante la explicación. Seguramente se preguntaban en dónde se habían metido.
—Un momento —interrumpió Tina—. Creí que esta mañana, en la clase de Arte, dijiste que ibas a salir de compras, en busca de un vestido para la fiesta de antiguos alumnos. ¿Quién va a ser tu pareja?
—Vamos a ir juntos —expliqué—. Hemos pensado que será mucho más divertido que ir con chicos, que nos dejarán plantados para hablar de lo que quiera que hablen los tíos.
—De los picores inguinales, por ejemplo —apuntó Tana con una sonrisa pícara.
Tina y Unique intercambiaron miradas. Entonces, Tina nos miró y dijo:
—A mí me suena genial… ¿Puedo unirme a vosotras?
—¡Tina! —protestó Unique —. ¿En serio piensas dejar de salir con chicos durante los próximos dos años, así, por las buenas?
Tina se echó hacia atrás su larga melena oscura y ondulada.
—Por favor, es una decisión bien fácil. He terminado con los chicos de este instituto, sobre todo después de lo que me hizo Brian Reed en primero de secundaria.
Tana y yo intercambiamos una mirada de desconcierto.
—¿Qué te hizo Brian? —pregunté.
Tina abrió los ojos de par en par.
—¿Es que no te acuerdas?
Negué con la cabeza.
Tina suspiró.
—Bueno, ha pasado mucho tiempo. Pero siempre me acuerdo porque, desde entonces, los chicos no han cambiado. Me refiero a lo infantiles que son.
—¿Qué pasó? —Rachel se sumó a la conversación.
Tina se incorporó.
—Bueno, Brian y yo estábamos saliendo, y utilizo el término «salir» muy a la ligera. De vez en cuando me acompañaba a casa después de clase, y los viernes por la tarde íbamos a los recreativos, donde lo miraba mientras se entretenía con los videojuegos. Un día, sin previo aviso, se acerca a mí durante el almuerzo y, delante de todo el mundo, me suelta: «Lo siento mucho, Tina, pero no te quiero ver. La basura que se tira no se vuelve a recoger». Todos los idiotas de la mesa de los deportistas se quedaron ahí parados, partiéndose de risa.
—Ah, sí. Ya me acuerdo —repuso Sebastián con voz amable—. A veces, Brian se comporta como un memo integral.
—El trauma me duró el curso entero. Los cretinos de sus amigos me arrojaban basura cuando pasaba cerca de ellos. A día de hoy, sigo sin comprender qué hice para merecerme aquello. Y resulta que, hace poco, Brian tuvo la cara dura de ponerse a hablar conmigo, como si no me hubiera humillado, como si no me hubiera arruinado el curso entero cuando estábamos en primero.
Unique frotó el hombro de Tina.
—No sabía que te siguiera afectando tanto.
—Tenía doce años. Me traumatizó por completo —respondió Tina—. Creedme, lo he superado. Pero aquélla fue la primera de mis experiencias desastrosas con los chicos. Las otras historias no se pueden contar. Me encanta la idea de borrar a esos estúpidos de mi memoria.
Unique, conmocionada, se quedó mirando a Tina.
—Pero…
Tina levantó la mano para callarla.
—Venga ya…, ¡mira quién habla! A ti te han hecho más faenas que a mí.
—No, yo…
—Josh Fuller.
Al oír el nombre de Josh, Unique se desplomó sobre el césped.
—¿Quién es Josh Fuller? —preguntó Sebastián mientras daba palmaditas a Unique en la rodilla.
Unique se pasó las manos por su corto pelo negro.
—El chico que me partió el corazón. Este verano, entrenábamos al baloncesto como monitores de tiempo libre y él…
—Le tomó el pelo —concluyó Tina—. Coqueteaba con ella sin parar, la engatusaba, incluso quedaron una vez. De pronto, se acabó. Siguió coqueteando, pero no volvieron a quedar. En cambio, cada semana paseaba por el parque a una chica espectacular y luego le decía a lo estupenda que ella era. Josh…
—Basta —cortó Unique—. Lo han pillado —negó con la cabeza—. Es absurdo, pero la verdad es que no había conocido a ningún chico con el que hubiera encajado tan bien; daba la impresión de que lo tenía todo. Demasiado bueno para ser verdad.
Asentí, pues entendía a la perfección cómo se sentía.
Una oleada de energía me invadió de repente.
—Venga, Unique, únete a nosotras —la animé—. No los necesitamos, ¿verdad?
Unique esbozó una sonrisa.
—Puedes apostar que no.
—¡Perfecto! —Sebastián movió la cabeza en señal de asentimiento—. Ya somos cinco en el club. ¿Rachel? ¿Mercedes?
Rach y Cedes se habían pasado en silencio los últimos cinco minutos.
—Mmm, tengo pareja para la fiesta de antiguos alumnos… —respondió Rachel, bajando la mirada a su almuerzo, intacto—. Es que…
—No pasa nada —terció Sebastián.
—Y yo… —Mercedes se mostraba visiblemente incómoda—. Lo siento, chicos, es que tengo que…
—Ningún problema —les aseguré—. Entiendo que es mucho pedir. Cuando estéis dispuestas, nosotras estaremos aquí.
Conociendo a los chicos de nuestro instituto, me imaginé que no tardarían mucho en unirse al club.
Sofi Hummel** - Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 25/07/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Sofi mi nombre es Dani :)
jaja por lo de accion klaine no te preocupes, es muy interesante , quiero saber más jiji , me dan mucha pena las historias de las chicas u.u, espero pronto tu actualizacion!! nos leemos pronto !besos
jaja por lo de accion klaine no te preocupes, es muy interesante , quiero saber más jiji , me dan mucha pena las historias de las chicas u.u, espero pronto tu actualizacion!! nos leemos pronto !besos
Dablerry********- - Mensajes : 655
Fecha de inscripción : 26/01/2013
Edad : 29
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Esta genial siguele y quiero mas klaineeeeee
Gaby Klainer********-*- - Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 01/07/2013
Edad : 24
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Me gusto mucho el capitulo espero el siguiente con ansias espero actualices pronto me gusta mucho la historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
wow ya son mas en el club que genial mmm ese artie no me da buena espina y menos por lo que me dijiste que se trae algo entre mano. espero y no sea ta malo ya quiero que Kurt y Sebastian vallan juntos al baile quisiera saber que sentira Blaine ya sea por alguno de los 2 espero un poco mas de interaccion Klaine como en la fiesta fue ran bonito :3!!!! cuidate mucho y esperare muy ansiosa tu proxima actualizacion!!!! :DDD
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Solamente espero que Blaine haga cambiar de opinión a Kurt, claro que dentro de varios capítulos, poque el club me da mucha risa y ¡es genial!
Me encanta tu fic kdlfhgsfdh.
Me encanta tu fic kdlfhgsfdh.
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
hola dani, jajaja si esque se que a todos nos gusta klaine y por eso, si pobres =( están saladas, lamento haber tardado los exámenes consumen demasiado tiempo pff! saludosskurtblainelover escribió:Sofi mi nombre es Dani :)
jaja por lo de accion klaine no te preocupes, es muy interesante , quiero saber más jiji , me dan mucha pena las historias de las chicas u.u, espero pronto tu actualizacion!! nos leemos pronto !besos
gracias me alegra que te guste! lamento lo de la acción klaine, se que va algo lento pero de que habrá habrá!Gaby Klainer escribió:Esta genial siguele y quiero mas klaineeeeee
que bueno que te guste! ya trataré de actualizar más seguido esque los exámenes me tomaron por sorpresa.gleeclast escribió:Me gusto mucho el capitulo espero el siguiente con ansias espero actualices pronto me gusta mucho la historia
siiiii aumentan! no, debo decir que el personaje de Artie es un zorr...pero bueno necesitaba a un villano y nunca he leído uno donde Artie sea el villano y cuando lo pensé Kurt y Artie sonaban bien en mi cabeza, pero es un poco loco, falta poco para el baile pero en el sig. cap se revela porque terminó Seblaine! gracias por esperar! en verdad no volveré a tardar, cuídate!gleeismylife escribió:wow ya son mas en el club que genial mmm ese artie no me da buena espina y menos por lo que me dijiste que se trae algo entre mano. espero y no sea ta malo ya quiero que Kurt y Sebastian vallan juntos al baile quisiera saber que sentira Blaine ya sea por alguno de los 2 espero un poco mas de interaccion Klaine como en la fiesta fue ran bonito :3!!!! cuidate mucho y esperare muy ansiosa tu proxima actualizacion!!!! :DDD
jaja asdfkgh no puedo revelar eso, pero si el club es genial! pronto se conformará, gracias por leer me alegra que te gusten las locuras de Kurt y Tana, esos dos y Sebastián van a llegar lejos con el club.RiveraMyLove escribió:Solamente espero que Blaine haga cambiar de opinión a Kurt, claro que dentro de varios capítulos, poque el club me da mucha risa y ¡es genial!
Me encanta tu fic kdlfhgsfdh.
Sofi Hummel** - Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 25/07/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Muajajajaja lamento haber tardado, gracias por leer y comentar aquí está el capítulo 14 espero que lo disfruten!
Catorce
Bueno agregué el video de la banda de Tyson, la canción no es muy reciente y no se si recuerden el primer capítulo del fic, pero inicia con YESTERDAY "LOVE WAS SUCH AN EASY GAME TO PLAY" es la primera canción que canta Rachel en el episodio love, love, love y decidí dejarla aquí para quienes no la hayan escuchado y sobretodo porque tiene relación con el fic ya saben la Beatlemanía está en el aire, cuando empecé a adaptar el fic no tenía ni idea de que en la quinta temporada se harían covers de los Beatles, pero eso me alegra, habrá más canciones!
Bajó la mirada al suelo.
—Sí, ya lo sé. Es sólo que… ¿Te puedo decir algo?
Asentí.
—Nunca se lo he contado a nadie, pero una vez lo intentamos. La Nochevieja pasada pensábamos… Lo teníamos todo planeado.
Catorce
Gracias a Dios, Artie Abrahams era un desastre en las clases de Español.
Llevaba toda la semana tratando de ligar conmigo y pedirme que le acompañara a la fiesta de antiguos alumnos; pero como hablaba tan mal en español, me limitaba a mirarlo, desconcertado, y fingía no saber de qué me estaba hablando. Y como era semejante asno en el idioma, se lo creyó.
El jueves por la mañana, justo antes de que sonara el timbre, di comienzo a mi habitual costumbre de coger los libros a toda prisa y salir corriendo del aula.
—¡Eh! Margarita, espera —Artie me agarró del brazo antes de que tuviera oportunidad de lanzarme al pasillo.
—¿Sí? —traté de fingir sorpresa.
—Tengo que hablar contigo —Artie me siguió al pasillo—. Estaba pensando…
El asunto tenía mala pinta.
—… que tú y yo deberíamos, ya sabes, ir juntos a la fiesta.
Se detuvo en mitad del pasillo y me miró. Aunque era bastante más alto que yo y pesaba un montón de kilos más, se mostraba de lo más cohibido. Me hizo sentir tan mal que casi acepté. Casi.
—¡Vaya, Artie! —procuré mostrarme asombrada—. El caso es que ya he hecho planes para la fiesta.
—¿Con quién vas a ir? —en su voz se apreciaba una nota de crispación—. ¿Con Anderson?
—¿Con Blaine? No, ¿por qué iba a…? Da igual —eso me libró.
—Todas las tías y tíos del instituto están deseando que Anderson los elija como pareja para la fiesta. Más vale que se lo pida a alguien cuanto antes —se cruzó de brazos con aire impaciente.
—Ya. Bueno, verás, voy a ir con un chico y con mis amigas, nada más.
—¿Y eso por qué? —parecía desconcertado—. Mira, Kurt, si no te apetece acompañarme, basta con que me lo digas.
—No, no es eso, de verdad. Ya he…
—Vale — Artie se alejó caminando.
«Bueno, no ha ido tan mal».
A pesar de la reacción de Artie, por primera vez desde mi llegada al instituto esperaba con ilusión la fiesta de antiguos alumnos. Cada vez que me preguntaban con quién iba a ir respondía la verdad, sin importarme que a la gente le extrañara el hecho de que un puñado de chicas y 2 chicos acudiera en grupo.
Eh, forastero, ¿es que ya no te acuerdas de dónde está tu taquilla? —me dijo Blaine después de clase.
—Sí, bueno, yo…
—Está bien. Lo entiendo.
Ignoraba por completo a qué se refería. Yo había estado evitando rondar por mi taquilla para no tener que aguantar a Artie.
Seguí sacando los libros, pero Blaine no se movió.
—Artie me lo ha contado.
Me giré y apoyé la espalda en la taquilla.
—¿Hasta qué punto me odia?
Blaine se desplazó y apoyó la cabeza al lado de la mía.
—No es para tanto. Le dije que de verdad ibas a ir a la fiesta con unas amigas. Lo siento.
—¿Por qué ibas a sentirlo?
Una sonrisa se le extendió por el rostro.
—Bueno, me imagino que volverá a querer ligar contigo una vez que la fiesta haya pasado.
—Entiendo.
—En todo caso, deberías ser tú quien me pidiera disculpas.
—¿Por qué?
Blaine abrió su mochila y empezó a meter objetos en su taquilla. Fingía no oírme.
—¡Eh! —le propiné un puntapié en la pierna—. ¿Qué he hecho? Quiero decir, no tengo ni idea de qué me hablas, puesto que soy un mojigato y todo lo demás…
—Habría estado bien que advirtieras a Abrahams de que no estás en el mercado.
—Qué bien suena: «No estás en el mercado». Ya sé que Artie me ve como un trozo de carne; pero esperaba un poco más de ti —me burlé.
—Me cuesta creer que tenga que enterarme de tus cosas a través de Sebastián.
—¿Y qué te ha dicho Sebastián, exactamente?
Se mostró confundido.
—Que van a ir juntos a la fiesta. ¿Es que hay más?
Negué con la cabeza.
—No, nada más. Eso es todo.
El viernes por la noche asistí con Mercedes al concierto de Tyson. Nunca me había sentido tan fuera de lugar. Examiné la sala y no vi más que piercings, raya de ojos negra y melenas sucias. La expresión de todos los presentes parecía indicar que preferirían estar en cualquier otro sitio.
Bueno, pues ya tenía algo en común con ellos.
Mercedes me agarró del brazo.
—Creo que deberíamos colocarnos delante; no excesivamente cerca, pero a poca distancia.
Nos abrimos camino hasta la parte delantera del taller de coches que hacía las veces de sala de conciertos. Pensé que Tyson vería a Mercedes sin problemas; sólo había unas treinta personas en total. Mercedes metió la mano en su bolso y se aplicó otra capa de pintalabios.
Se produjo un movimiento en la parte delantera a medida que la banda llegaba al escenario: Pete Vaughn, sentado a la batería, empezó a girar las baquetas en el aire; Brian Silverman y Trent Riley efectuaron su entrada con sus respectivos instrumentos: la guitarra y el bajo, y Tyson irrumpió con su guitarra. De inmediato, la banda se estrenó con London Calling, de The Clash.
Me sorprendió que Tyson, tan tímido en clase, dominara el escenario. Se movía al ritmo de la música, manejaba al público a su antojo, y se comportaba como un experimentado profesional. Y la música no estaba nada mal.
La canción terminó y todo el mundo se puso a lanzar ovaciones.
—¡De acuerdo! —Tyson agarró el micrófono—. Ya está bien de versiones. Tenemos una nueva canción que vamos a interpretar para vosotros. ¡Venga esos aplausos!
Era la mayor cantidad de palabras que le había escuchado pronunciar nunca.
—Ay, me muero de ganas de escuchar las novedades. Tyson escribe las letras de todas las canciones —Mercedes se quedó mirándolo como un cachorro enamorado.
Tyson empezó a puntear. Su melena negra le caía por los ojos al sacudir la cabeza de atrás adelante. El resto de la banda se unió a él, y me descubrí bailando al ritmo de la música. Había algo intenso en el compás. Miré a mi alrededor y vi que todo el mundo agitaba la cabeza al ritmo del bajo.
Mientras cantaba por el micrófono, su voz me sorprendió: tan clara, tan potente y, en cierta forma, tan hermosa. La letra era mucho más profunda de lo que me habría imaginado.
Tyson cerró los ojos y alargó la mano en dirección al público: «Eres la sombra que me persigue, la visión de quien quiero ser…».
A pesar de que Tyson era un chico, me empecé a preguntar si habría estado equivocado con respecto a él. No en cuanto a la parte de ser la escoria de la Tierra por el simple hecho de haber nacido varón, sino porque, durante muchos años, lo había desechado sin pensármelo dos veces. ¿Acaso había permitido yo que su aspecto y su timidez eclipsaran lo que, por momentos, iba quedando a la vista?
Tyson Bellamy no era un aspirante a punk. Era un prodigio musical.
Una vez que la banda hubo terminado su última canción, Mercedes se giró hacia mí y declaró:
—Las promesas hay que cumplirlas. Podemos irnos.
Nos dispusimos a salir, pero un grupo de gente nos lo impedía. Decidí atajar por un lateral del escenario, entonces me tropecé con el cable de un amplificador.
—¿Estás bien? —una mano me sujetó para que recobrase el equilibrio.
Levanté la mirada.
—Sí, gracias, Tyson. Un concierto magnífico.
—Gracias, Kurt—respondió con una sonrisa tímida—. Me he puesto un poco nervioso al verte aquí.
¿En serio?».
—¿En serio?
—Sí —noté que se sonrojaba por detrás de la cortina de pelo.
—¡Ah! —solté una carcajada—. Mmm, conoces a Mercedes, ¿no? —señalé a mi amiga, que trataba de ocultarse a mis espaldas. Y eso que me había propuesto no ejercer de casamentera.
—Sí, hola —dijo Tyson, mirando al suelo.
—Hola —respondió Mercedes, también mirando hacia abajo.
—Eh…, ¿así que es aquí donde ensayan? —pregunté, tratando de que la situación no resultara tan violenta.
Tyson asintió con la cabeza.
—Sí, por las noches —no levantó los ojos.
—Ajá. Bueno, qué… interesante.
Mercedes me propinó un codazo.
—Mmm, bueno, un placer hablar contigo…
Tyson asintió de nuevo y, levantando los ojos un instante, sonrió.
—¡Me voy a morir! —gritó Mercedes a medida que abandonábamos el garaje—. Qué vergüenza he pasado. No podía haber mostrado menos interés por mí.
—Es tímido, nada más —le aseguré, sólo convencida a medias de que fuera la razón.
Mercedes abrió las puertas de su coche y nos montamos.
—Kurt, ¿sabes desde cuándo me gusta Tyson?
Negué con la cabeza.
—Desde tercero de secundaria. Dos años. Por fin, decidí que este curso iba a hacer algo al respecto. Está en el último curso, así que el tiempo se agota. Pero salta a la vista que no le importo —Mercedes apoyó la cabeza en el volante—. ¡Me da tanta vergüenza!
—No tienes de qué avergonzarte. No necesitas a Tyson para…
Me interrumpí. No me apetecía hacer una reconstrucción de nuestro almuerzo de principios de semana.
—¿No lo necesito para qué? —Mercedes me miró, expectante.
—No lo necesitas.
Mercedes asintió con lentitud.
—Tienes razón. No lo necesito. Ya he desperdiciado demasiado tiempo por su culpa —suspiró—. Oye, ¿queda sitio en tu club para otra socia?
Sonreí.
—Desde luego. ¿Tienes algo que hacer mañana por la noche?
Llevaba toda la semana tratando de ligar conmigo y pedirme que le acompañara a la fiesta de antiguos alumnos; pero como hablaba tan mal en español, me limitaba a mirarlo, desconcertado, y fingía no saber de qué me estaba hablando. Y como era semejante asno en el idioma, se lo creyó.
El jueves por la mañana, justo antes de que sonara el timbre, di comienzo a mi habitual costumbre de coger los libros a toda prisa y salir corriendo del aula.
—¡Eh! Margarita, espera —Artie me agarró del brazo antes de que tuviera oportunidad de lanzarme al pasillo.
—¿Sí? —traté de fingir sorpresa.
—Tengo que hablar contigo —Artie me siguió al pasillo—. Estaba pensando…
El asunto tenía mala pinta.
—… que tú y yo deberíamos, ya sabes, ir juntos a la fiesta.
Se detuvo en mitad del pasillo y me miró. Aunque era bastante más alto que yo y pesaba un montón de kilos más, se mostraba de lo más cohibido. Me hizo sentir tan mal que casi acepté. Casi.
—¡Vaya, Artie! —procuré mostrarme asombrada—. El caso es que ya he hecho planes para la fiesta.
—¿Con quién vas a ir? —en su voz se apreciaba una nota de crispación—. ¿Con Anderson?
—¿Con Blaine? No, ¿por qué iba a…? Da igual —eso me libró.
—Todas las tías y tíos del instituto están deseando que Anderson los elija como pareja para la fiesta. Más vale que se lo pida a alguien cuanto antes —se cruzó de brazos con aire impaciente.
—Ya. Bueno, verás, voy a ir con un chico y con mis amigas, nada más.
—¿Y eso por qué? —parecía desconcertado—. Mira, Kurt, si no te apetece acompañarme, basta con que me lo digas.
—No, no es eso, de verdad. Ya he…
—Vale — Artie se alejó caminando.
«Bueno, no ha ido tan mal».
A pesar de la reacción de Artie, por primera vez desde mi llegada al instituto esperaba con ilusión la fiesta de antiguos alumnos. Cada vez que me preguntaban con quién iba a ir respondía la verdad, sin importarme que a la gente le extrañara el hecho de que un puñado de chicas y 2 chicos acudiera en grupo.
Eh, forastero, ¿es que ya no te acuerdas de dónde está tu taquilla? —me dijo Blaine después de clase.
—Sí, bueno, yo…
—Está bien. Lo entiendo.
Ignoraba por completo a qué se refería. Yo había estado evitando rondar por mi taquilla para no tener que aguantar a Artie.
Seguí sacando los libros, pero Blaine no se movió.
—Artie me lo ha contado.
Me giré y apoyé la espalda en la taquilla.
—¿Hasta qué punto me odia?
Blaine se desplazó y apoyó la cabeza al lado de la mía.
—No es para tanto. Le dije que de verdad ibas a ir a la fiesta con unas amigas. Lo siento.
—¿Por qué ibas a sentirlo?
Una sonrisa se le extendió por el rostro.
—Bueno, me imagino que volverá a querer ligar contigo una vez que la fiesta haya pasado.
—Entiendo.
—En todo caso, deberías ser tú quien me pidiera disculpas.
—¿Por qué?
Blaine abrió su mochila y empezó a meter objetos en su taquilla. Fingía no oírme.
—¡Eh! —le propiné un puntapié en la pierna—. ¿Qué he hecho? Quiero decir, no tengo ni idea de qué me hablas, puesto que soy un mojigato y todo lo demás…
—Habría estado bien que advirtieras a Abrahams de que no estás en el mercado.
—Qué bien suena: «No estás en el mercado». Ya sé que Artie me ve como un trozo de carne; pero esperaba un poco más de ti —me burlé.
—Me cuesta creer que tenga que enterarme de tus cosas a través de Sebastián.
—¿Y qué te ha dicho Sebastián, exactamente?
Se mostró confundido.
—Que van a ir juntos a la fiesta. ¿Es que hay más?
Negué con la cabeza.
—No, nada más. Eso es todo.
El viernes por la noche asistí con Mercedes al concierto de Tyson. Nunca me había sentido tan fuera de lugar. Examiné la sala y no vi más que piercings, raya de ojos negra y melenas sucias. La expresión de todos los presentes parecía indicar que preferirían estar en cualquier otro sitio.
Bueno, pues ya tenía algo en común con ellos.
Mercedes me agarró del brazo.
—Creo que deberíamos colocarnos delante; no excesivamente cerca, pero a poca distancia.
Nos abrimos camino hasta la parte delantera del taller de coches que hacía las veces de sala de conciertos. Pensé que Tyson vería a Mercedes sin problemas; sólo había unas treinta personas en total. Mercedes metió la mano en su bolso y se aplicó otra capa de pintalabios.
Se produjo un movimiento en la parte delantera a medida que la banda llegaba al escenario: Pete Vaughn, sentado a la batería, empezó a girar las baquetas en el aire; Brian Silverman y Trent Riley efectuaron su entrada con sus respectivos instrumentos: la guitarra y el bajo, y Tyson irrumpió con su guitarra. De inmediato, la banda se estrenó con London Calling, de The Clash.
Me sorprendió que Tyson, tan tímido en clase, dominara el escenario. Se movía al ritmo de la música, manejaba al público a su antojo, y se comportaba como un experimentado profesional. Y la música no estaba nada mal.
La canción terminó y todo el mundo se puso a lanzar ovaciones.
—¡De acuerdo! —Tyson agarró el micrófono—. Ya está bien de versiones. Tenemos una nueva canción que vamos a interpretar para vosotros. ¡Venga esos aplausos!
Era la mayor cantidad de palabras que le había escuchado pronunciar nunca.
—Ay, me muero de ganas de escuchar las novedades. Tyson escribe las letras de todas las canciones —Mercedes se quedó mirándolo como un cachorro enamorado.
Tyson empezó a puntear. Su melena negra le caía por los ojos al sacudir la cabeza de atrás adelante. El resto de la banda se unió a él, y me descubrí bailando al ritmo de la música. Había algo intenso en el compás. Miré a mi alrededor y vi que todo el mundo agitaba la cabeza al ritmo del bajo.
Mientras cantaba por el micrófono, su voz me sorprendió: tan clara, tan potente y, en cierta forma, tan hermosa. La letra era mucho más profunda de lo que me habría imaginado.
Tyson cerró los ojos y alargó la mano en dirección al público: «Eres la sombra que me persigue, la visión de quien quiero ser…».
A pesar de que Tyson era un chico, me empecé a preguntar si habría estado equivocado con respecto a él. No en cuanto a la parte de ser la escoria de la Tierra por el simple hecho de haber nacido varón, sino porque, durante muchos años, lo había desechado sin pensármelo dos veces. ¿Acaso había permitido yo que su aspecto y su timidez eclipsaran lo que, por momentos, iba quedando a la vista?
Tyson Bellamy no era un aspirante a punk. Era un prodigio musical.
Una vez que la banda hubo terminado su última canción, Mercedes se giró hacia mí y declaró:
—Las promesas hay que cumplirlas. Podemos irnos.
Nos dispusimos a salir, pero un grupo de gente nos lo impedía. Decidí atajar por un lateral del escenario, entonces me tropecé con el cable de un amplificador.
—¿Estás bien? —una mano me sujetó para que recobrase el equilibrio.
Levanté la mirada.
—Sí, gracias, Tyson. Un concierto magnífico.
—Gracias, Kurt—respondió con una sonrisa tímida—. Me he puesto un poco nervioso al verte aquí.
¿En serio?».
—¿En serio?
—Sí —noté que se sonrojaba por detrás de la cortina de pelo.
—¡Ah! —solté una carcajada—. Mmm, conoces a Mercedes, ¿no? —señalé a mi amiga, que trataba de ocultarse a mis espaldas. Y eso que me había propuesto no ejercer de casamentera.
—Sí, hola —dijo Tyson, mirando al suelo.
—Hola —respondió Mercedes, también mirando hacia abajo.
—Eh…, ¿así que es aquí donde ensayan? —pregunté, tratando de que la situación no resultara tan violenta.
Tyson asintió con la cabeza.
—Sí, por las noches —no levantó los ojos.
—Ajá. Bueno, qué… interesante.
Mercedes me propinó un codazo.
—Mmm, bueno, un placer hablar contigo…
Tyson asintió de nuevo y, levantando los ojos un instante, sonrió.
—¡Me voy a morir! —gritó Mercedes a medida que abandonábamos el garaje—. Qué vergüenza he pasado. No podía haber mostrado menos interés por mí.
—Es tímido, nada más —le aseguré, sólo convencida a medias de que fuera la razón.
Mercedes abrió las puertas de su coche y nos montamos.
—Kurt, ¿sabes desde cuándo me gusta Tyson?
Negué con la cabeza.
—Desde tercero de secundaria. Dos años. Por fin, decidí que este curso iba a hacer algo al respecto. Está en el último curso, así que el tiempo se agota. Pero salta a la vista que no le importo —Mercedes apoyó la cabeza en el volante—. ¡Me da tanta vergüenza!
—No tienes de qué avergonzarte. No necesitas a Tyson para…
Me interrumpí. No me apetecía hacer una reconstrucción de nuestro almuerzo de principios de semana.
—¿No lo necesito para qué? —Mercedes me miró, expectante.
—No lo necesitas.
Mercedes asintió con lentitud.
—Tienes razón. No lo necesito. Ya he desperdiciado demasiado tiempo por su culpa —suspiró—. Oye, ¿queda sitio en tu club para otra socia?
Sonreí.
—Desde luego. ¿Tienes algo que hacer mañana por la noche?
Bueno agregué el video de la banda de Tyson, la canción no es muy reciente y no se si recuerden el primer capítulo del fic, pero inicia con YESTERDAY "LOVE WAS SUCH AN EASY GAME TO PLAY" es la primera canción que canta Rachel en el episodio love, love, love y decidí dejarla aquí para quienes no la hayan escuchado y sobretodo porque tiene relación con el fic ya saben la Beatlemanía está en el aire, cuando empecé a adaptar el fic no tenía ni idea de que en la quinta temporada se harían covers de los Beatles, pero eso me alegra, habrá más canciones!
- ¿Por qué terminó Seblaine?:
Bajó la mirada al suelo.
—Sí, ya lo sé. Es sólo que… ¿Te puedo decir algo?
Asentí.
—Nunca se lo he contado a nadie, pero una vez lo intentamos. La Nochevieja pasada pensábamos… Lo teníamos todo planeado.
Sofi Hummel** - Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 25/07/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Me gusto mucho el capitulo y la cancion me gusta como la canto rachel me gusta la historia espero actualices pronto ya quiero ver el siguiente cap.
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
wow, Artie ligándose a Kurt es algo raro, lo sospechaba por lo que pusiste pero no deja de parecerme alocado pero en el buen sentido, me encanta!!1 y para mí que Blaine está celoso de Kurt y Sebastián por eso actúa así! y siii finalmente leeré porque terminó Seblaine, me pregunto eso desde principios del fic, actualiza pronto ya quiero saber, no me dejes con la intriga!!
Nina Anderson* - Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 25/08/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Nunca hubiera imaginado a Kurt/Artie, pero me resulta bastante divertido leerlo.
Esta fic cada vez se pone mejor, kjsdfkdgdfg.¡Seguí!
Esta fic cada vez se pone mejor, kjsdfkdgdfg.¡Seguí!
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
wow el capitulo estuvo duper fantastico y empiezo a sospechar que a Tyson no le gusta mercedes di no Kurt o almenos eso creo y aaa ya mero sabremos que paso con Seblaine peto pues yo quiero Klaine!!! no sabes como amo tu fic y mira que gracioso RM te copio lo de los beatles jajaja pues esperare con mucha ansiedad tu proxima actualizacion cuidats mucho!!! :DDD
PD: aqui tienes a una lectora muy fiel!!!!
PD: aqui tienes a una lectora muy fiel!!!!
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
me encanta el capitulo y el fic completo, es la primera vez que comento ya que recién leo tu fic y como dije antes me encanta, creo que a Tyler le gusta kurt y seria muy interesante que hiciera algo para conquistarlo o algo parecido, y que Blaine este celoso, quiero mas de klaine
darckel********-*- - Mensajes : 1028
Fecha de inscripción : 02/10/2012
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
diablos, ya no habia comentado por que no habia tenido tiempo pero espero que actualizes pronto, quiero ver porque terminó Seblaine!!! saludos y me gustó mucho ek cap anque ahora Tyson no me da muy buena espina
Tony Rivera* - Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
me alegra que te haya gustado sii es que esa canción aparece al inicio del fic y aunque es muy tarde para ponerla me parece genial que hagan covers de los Beatles trataré de actualizar lo más pronto posible.gleeclast escribió:Me gusto mucho el capitulo y la cancion me gusta como la canto rachel me gusta la historia espero actualices pronto ya quiero ver el siguiente cap.
jajajaja si es algo alocada la idea, pero no sé siempre me han dado curiosidad esos dos! jajaja no sé talvez? pronto veremos las intenciones de Blaine si aquí está finalmente como terminó SeblaineNina Anderson escribió:wow, Artie ligándose a Kurt es algo raro, lo sospechaba por lo que pusiste pero no deja de parecerme alocado pero en el buen sentido, me encanta!!1 y para mí que Blaine está celoso de Kurt y Sebastián por eso actúa así! y siii finalmente leeré porque terminó Seblaine, me pregunto eso desde principios del fic, actualiza pronto ya quiero saber, no me dejes con la intriga!!
ashdhdj me alegra tanto que te guste jajaja si no dejo de imaginarme a esos dos juntos es mi guilty pleasure me alegra que te guste! gracias por leerRiveraMyLove escribió:Nunca hubiera imaginado a Kurt/Artie, pero me resulta bastante divertido leerlo.
Esta fic cada vez se pone mejor, kjsdfkdgdfg.¡Seguí!
que bueno que te haya gustado, sabes piensas igual que yoo en cuanto a Tyson y Kurt (no puedo revelar detalles) pero Mercedes si tendrá algo como un final feliz sii aquí finalmente les dejo el cap en el que Seb le cuenta todo a Kurt, no es que me alegre ni nada pero se darán cuenta de que Blaine y Seb no estaban hechos el uno para el otro. cuidate tu también y grcias por leer y comentar mi fic, me haces muy felizgleeismylife escribió:wow el capitulo estuvo duper fantastico y empiezo a sospechar que a Tyson no le gusta mercedes di no Kurt o almenos eso creo y aaa ya mero sabremos que paso con Seblaine peto pues yo quiero Klaine!!! no sabes como amo tu fic y mira que gracioso RM te copio lo de los beatles jajaja pues esperare con mucha ansiedad tu proxima actualizacion cuidats mucho!!! :DDD
PD: aqui tienes a una lectora muy fiel!!!!
hola, que bueno que te guste y gracias por leer mi fic me hace muy feliz chan chan chan no sé que sucederá con Kurt y Tyson jajaja si todos aman a Blaine celoso, es adorable lo sé pronto habrá mas momentos klaine!darckel escribió:me encanta el capitulo y el fic completo, es la primera vez que comento ya que recién leo tu fic y como dije antes me encanta, creo que a Tyler le gusta kurt y seria muy interesante que hiciera algo para conquistarlo o algo parecido, y que Blaine este celoso, quiero mas de klaine
sii extrañaba tus comentarioss pero ntp si actualizaré lo más pronto que pueda he pensado si deberia tener un dia especifico para actualizar pero trataré de hacerlo lo más pronto posible sii aqui finalmente revelaré que ocurrió entre esos 2Tony Rivera escribió:diablos, ya no habia comentado por que no habia tenido tiempo pero espero que actualizes pronto, quiero ver porque terminó Seblaine!!! saludos y me gustó mucho ek cap anque ahora Tyson no me da muy buena espina
Sofi Hummel** - Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 25/07/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Quince
—Chicos, pórtense bien —advirtió mi padre el sábado por la noche mientras se enfundaba en el abrigo—. A ver, Kurt Hummel. Sólo estaremos fuera un par de horas. Nada de chicos.
Me esforcé por no reírme. Si ellos supieran.
Mientras mis padres se alistaban para salir a cenar, Tana- y yo nos ocupábamos de preparar las provisiones imprescindibles para nuestra primera reunión oficial del Club de los Corazones Solitarios: patatas fritas de bolsa, salsa para mojar, pizza y una selección de comedias románticas.
—No se preocupe, doctor Hummel. Si Paul o Ringo se pasan por aquí, seremos los anfitriones perfectos —a Tana le encantaba que mis padres fueran tan poco… normales.
—Gracias, Tana —respondió mi madre—. Sabemos que lo serían —me dio un beso en la mejilla y luego se encaminó a la puerta principal.
—¿Por qué fomentas su obsesión? —le pregunté a Tana.
—Porque te pone de los nervios.
Sonó el timbre (con la melodía de Love Me Do, claro está).
—¡Queda inaugurada la fiesta! —declaró Tana.
Me había pasado toda la semana esperando la reunión. Nada más que chicas y Sebastián y yo pasando el rato juntos. Aun así, una parte de mí confiaba en que quizá, sólo quizá, acabara convirtiéndose en algo más importante.
Una vez que Tana, Sebastián, Tina, Unique, Mercedes y yo nos hubimos instalado en el sótano, cómodamente arrellanados en los sofás, y empezamos a comer patatas fritas, Tana se levantó y nos fue entregando una hoja de papel a cada una.
Bajé la mirada y leí: Reglamento oficial del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel.
—¡Eh! —protesté—. El club no es sólo mío…
Tana me lanzó una patata frita.
—¿Te importa leerlo primero?
REGLAMENTO OFICIAL DEL CLUB DE LOS CORAZONES SOLITARIOS, DE KURT HUMMEL.
El presente documento expone las normas para las socias y socios (solo chicos gay sensibles) del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel. Todos los socios deberán aprobar los términos de este reglamento pues, de lo contrario, su afiliación quedará anulada automáticamente.
1. Todas las socias del club se comprometen a dejar de salir con hombres (o «niños», en el
caso de la población masculina del instituto McKinley) durante el resto de su vida escolar. Si las mencionadas socias decidieran reanudar las citas una vez que abandonen el instituto, procederán por su cuenta y riesgo. El incumplimiento de esta norma, la más sagrada, tendrá como consecuencia el mayor castigo impuesto por la ley: correr desnudas por los pasillos del McKinley después del almuerzo.
2. Las socias asistirán juntas, como grupo, a todos los eventos destinados a parejas, incluyendo (pero no limitándose a) la fiesta de antiguos alumnos, el baile de fin de curso, celebraciones varias y otros acontecimientos, aun a riesgo de ser tachadas de frikis y de ser objeto de miradas envidiosas por parte de los chicos que, habiendo deseado contar con ellas como pareja explosiva, tienen que conformarse con patéticas y patéticos aspirantes.
3. Los sábados por la noche se celebrarán las reuniones oficiales del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel. La asistencia es obligatoria. Únicamente se producirán excepciones a causa de emergencias familiares o en los días de pelo en mal estado.
4. Las socias deberán apoyar a sus amigas, a pesar de posibles elecciones equivocadas por parte de éstas en cuanto a ropa, peinado y/o música.
La violación de las normas conlleva la inhabilitación como socia, la humillación pública, los rumores crueles y la posible decapitación.
Me encantó. De acuerdo, resultaba un tanto melodramático en algunas expresiones (típico de Tana); pero, en general, funcionaba.
Unique se quedó mirando la lista y suspiró.
—Desde que me hablaste del club, he estado pensando en todas las desgracias que me han ocurrido por culpa de los chicos. Por ejemplo, hace poco me he enterado de que, el curso pasado, tres chicos del equipo de baloncesto se apostaron quién me haría perder la virginidad. ¿Habían oído algo más absurdo? —Unique puso los ojos en blanco.
—Sí. Por desgracia, Jon Cart tuvo ese privilegio conmigo el año pasado —Tina negó con la cabeza—. Ojalá pudiera recuperar esos cuarenta y cinco segundos de mi vida.
—¿CÓMO? —preguntó Tana con un alarido.
Tina se cubrió la boca.
—Sí, odio tener que decirlo. Pero el caso es que perderla no es muy divertido, que digamos.
Tana se mostró desilusionada.
—No es que yo vaya a enterarme, la verdad —se rodeó el cuerpo con los brazos y, en plan de broma, se enfurruñó—. Maldito club.
—Sí, y para no romper la tradición de que los chicos me tratan fatal sin ningún motivo, al segundo de terminar, literalmente, perdió todo interés por mí.
—Qué típico —coincidió Unique.
—Lo que se ve en la televisión y en las películas es una chorrada. No vi fuegos artificiales, ni me pasó por la cabeza ninguna sinfonía arrebatadora —Tina echó un vistazo a Sebastián—. Aunque seguro que, en el caso de Blaine y tú, hubo velas encendidas y pétalos de rosas.
Sebastián se sonrojó.
—Mmm, no exactamente.
No estaba muy seguro de querer enterarme.
—Por favor, dime que al menos había sábanas de seda —insistió Tina.
Sebastián respondió, pero en voz tan baja que resultaba inaudible.
—Bueno, quizá deberíamos cambiar de tema… —propuse.
Sebastián paseó la vista por el grupo y sonrió.
—Está bien. Es sólo que… soy virgen.
—¿ERES QUÉ? —chilló Tana, a la vez que se levantaba de un salto del sofá. Sebastián se encogió de hombros por toda respuesta.
«Imposible».
Él y Blaine llevaban juntos tanto tiempo que prácticamente estaban casados. Bueno, a lo mejor era verdad eso de que la gente casada no practica el sexo.
—¿En serio? —preguntó Tana con otro grito.
Sebastián asintió.
—En serio.
—Guau.
Tras una incómoda pausa, Sebastián se levantó y se acercó a Tana.
—Gracias, Tana —dijo con un travieso brillo en los ojos—. Muchas gracias por haber pensado todo este tiempo que era una zorra de marca mayor.
Tana se encogió de hombros.
—Oye, sólo estoy aquí para criticar a mis amigas, a ver qué te crees.
—Kurt, ¿y si ponemos música para dejar de oír a Tana? —me propuso Sebastián con una sonrisa.
—Sí, como si un simple altavoz fuera capaz de callarme —contraatacó Tana.
Aprobé completamente la sugerencia de Sebastián. Sabía muy bien qué canción poner a todo volumen.
¿Cuál, si no?
Come Together: juntémonos.
—No tienes que preocuparte por limpiar, en serio —le insistí a Sebastián una vez que todo el mundo se hubo marchado. Enjuagué unas cuantas latas de refrescos que había que reciclar.
—Es que te quería hacer una pregunta.
Me senté a la mesa de la cocina, a su lado.
Se rebulló, incómodo, en el asiento.
—¿Te parece raro?
—¿El club?
—No, no. El que Blaine y yo no…
—Mmm, bueno, yo había supuesto…, ya sabes.
Bajó la mirada al suelo.
—Sí, ya lo sé. Es sólo que… ¿Te puedo decir algo?
Asentí.
—Nunca se lo he contado a nadie, pero una vez lo intentamos. La Nochevieja pasada pensábamos… Lo teníamos todo planeado. Mis padres iban a pasar la noche en la ciudad, así que fuimos a mi habitación después de la fiesta de Artie y, efectivamente, había velas. Y, efectivamente, me regaló rosas… —Sebastián se echó a reír—. Me figuro que éramos de lo más predecible —su sonrisa se fue desvaneciendo, y se quedó callado unos instantes.
Asentí en señal de comprensión. Me empezaron a asaltar recuerdos de mi embarazosa, mi catastrófica velada con Adam.
—Me acuerdo de que estaba seguro con respecto a Blaine, de que estaríamos juntos para siempre. Todo resultaba tan romántico, tan perfecto, pero entonces… me asusté. No es que me sintiera un poco inquieto, no. Perdí los nervios por completo. No habíamos llegado muy lejos, aún llevábamos puesta casi toda la ropa; pero me eché a llorar. Blaine se incorporó de inmediato y encendió la luz. Parecía tan preocupado que me sentí todavía peor.
»Aún sigo sin entender qué pasó. Me figuro que me entró pánico. Estuvimos tumbados, juntos, hasta la mañana siguiente. Y Blaine me abrazaba mientras yo seguía llorando. Después de aquella noche, las cosas entre nosotros cambiaron. Creo que a Blaine le preocupaba haber hecho algo mal, de modo que nunca más trató de llegar tan lejos. Ambos estábamos tan avergonzados que no volvimos a hablar del tema. Apenas hicimos nada el último par de meses que estuvimos saliendo. Por eso nos ha resultado fácil seguir siendo amigos, porque eso es lo que hemos acabado siendo, al final… sólo amigos.
Sebastián se mostró triste unos momentos, y luego levantó la vista para mirarme y esbozó una débil sonrisa.
—Todo el mundo quiere enterarse de qué ha pasado, de por qué la «pareja perfecta» ha roto. Creo que, para nosotros, esa noche fue el principio del fin. No porque fuéramos a practicar el sexo, sino porque ambos nos dimos cuenta de que nos estábamos obligando a algo que ninguno de los dos quería en realidad.
Sebastián me miró y se encogió de hombros.
—Estoy harto de hacer cosas por otras personas, o porque sea lo que se espera de mí. No pienso volver a repetirlo, nunca más.
—Bien dicho.
Sebastián me sonrió.
—Hay otra cosa que quiero que sepas.
Me incliné hacia delante, preguntándome qué más podría venir a continuación.
—Después de la temporada de fútbol americano, voy a dejar el grupo de animadoras.
Semejante noticia podría haber supuesto una sorpresa aún mayor que la ruptura con Blaine.
—¿De verdad?
—Sí. Además, voy a presentarme al equipo de baloncesto. Y lo hago sólo por mí —se le iluminó la cara, y se notaba que hablaba muy en serio.
Ay, Sebastián —me había quedado sin palabras.
La cabeza me estallaba con toda la información acumulada aquella noche. Aunque no era más que nuestra primera reunión oficial, la mayoría del grupo estaba cambiando y un montón de secretos se estaban dando a conocer.
Seguro que, con el tiempo, más secretos saldrían a la luz.
Puede que incluso algunos de los míos.
—Chicos, pórtense bien —advirtió mi padre el sábado por la noche mientras se enfundaba en el abrigo—. A ver, Kurt Hummel. Sólo estaremos fuera un par de horas. Nada de chicos.
Me esforcé por no reírme. Si ellos supieran.
Mientras mis padres se alistaban para salir a cenar, Tana- y yo nos ocupábamos de preparar las provisiones imprescindibles para nuestra primera reunión oficial del Club de los Corazones Solitarios: patatas fritas de bolsa, salsa para mojar, pizza y una selección de comedias románticas.
—No se preocupe, doctor Hummel. Si Paul o Ringo se pasan por aquí, seremos los anfitriones perfectos —a Tana le encantaba que mis padres fueran tan poco… normales.
—Gracias, Tana —respondió mi madre—. Sabemos que lo serían —me dio un beso en la mejilla y luego se encaminó a la puerta principal.
—¿Por qué fomentas su obsesión? —le pregunté a Tana.
—Porque te pone de los nervios.
Sonó el timbre (con la melodía de Love Me Do, claro está).
—¡Queda inaugurada la fiesta! —declaró Tana.
Me había pasado toda la semana esperando la reunión. Nada más que chicas y Sebastián y yo pasando el rato juntos. Aun así, una parte de mí confiaba en que quizá, sólo quizá, acabara convirtiéndose en algo más importante.
Una vez que Tana, Sebastián, Tina, Unique, Mercedes y yo nos hubimos instalado en el sótano, cómodamente arrellanados en los sofás, y empezamos a comer patatas fritas, Tana se levantó y nos fue entregando una hoja de papel a cada una.
Bajé la mirada y leí: Reglamento oficial del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel.
—¡Eh! —protesté—. El club no es sólo mío…
Tana me lanzó una patata frita.
—¿Te importa leerlo primero?
REGLAMENTO OFICIAL DEL CLUB DE LOS CORAZONES SOLITARIOS, DE KURT HUMMEL.
El presente documento expone las normas para las socias y socios (solo chicos gay sensibles) del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel. Todos los socios deberán aprobar los términos de este reglamento pues, de lo contrario, su afiliación quedará anulada automáticamente.
1. Todas las socias del club se comprometen a dejar de salir con hombres (o «niños», en el
caso de la población masculina del instituto McKinley) durante el resto de su vida escolar. Si las mencionadas socias decidieran reanudar las citas una vez que abandonen el instituto, procederán por su cuenta y riesgo. El incumplimiento de esta norma, la más sagrada, tendrá como consecuencia el mayor castigo impuesto por la ley: correr desnudas por los pasillos del McKinley después del almuerzo.
2. Las socias asistirán juntas, como grupo, a todos los eventos destinados a parejas, incluyendo (pero no limitándose a) la fiesta de antiguos alumnos, el baile de fin de curso, celebraciones varias y otros acontecimientos, aun a riesgo de ser tachadas de frikis y de ser objeto de miradas envidiosas por parte de los chicos que, habiendo deseado contar con ellas como pareja explosiva, tienen que conformarse con patéticas y patéticos aspirantes.
3. Los sábados por la noche se celebrarán las reuniones oficiales del Club de los Corazones Solitarios, de Kurt Hummel. La asistencia es obligatoria. Únicamente se producirán excepciones a causa de emergencias familiares o en los días de pelo en mal estado.
4. Las socias deberán apoyar a sus amigas, a pesar de posibles elecciones equivocadas por parte de éstas en cuanto a ropa, peinado y/o música.
La violación de las normas conlleva la inhabilitación como socia, la humillación pública, los rumores crueles y la posible decapitación.
Me encantó. De acuerdo, resultaba un tanto melodramático en algunas expresiones (típico de Tana); pero, en general, funcionaba.
Unique se quedó mirando la lista y suspiró.
—Desde que me hablaste del club, he estado pensando en todas las desgracias que me han ocurrido por culpa de los chicos. Por ejemplo, hace poco me he enterado de que, el curso pasado, tres chicos del equipo de baloncesto se apostaron quién me haría perder la virginidad. ¿Habían oído algo más absurdo? —Unique puso los ojos en blanco.
—Sí. Por desgracia, Jon Cart tuvo ese privilegio conmigo el año pasado —Tina negó con la cabeza—. Ojalá pudiera recuperar esos cuarenta y cinco segundos de mi vida.
—¿CÓMO? —preguntó Tana con un alarido.
Tina se cubrió la boca.
—Sí, odio tener que decirlo. Pero el caso es que perderla no es muy divertido, que digamos.
Tana se mostró desilusionada.
—No es que yo vaya a enterarme, la verdad —se rodeó el cuerpo con los brazos y, en plan de broma, se enfurruñó—. Maldito club.
—Sí, y para no romper la tradición de que los chicos me tratan fatal sin ningún motivo, al segundo de terminar, literalmente, perdió todo interés por mí.
—Qué típico —coincidió Unique.
—Lo que se ve en la televisión y en las películas es una chorrada. No vi fuegos artificiales, ni me pasó por la cabeza ninguna sinfonía arrebatadora —Tina echó un vistazo a Sebastián—. Aunque seguro que, en el caso de Blaine y tú, hubo velas encendidas y pétalos de rosas.
Sebastián se sonrojó.
—Mmm, no exactamente.
No estaba muy seguro de querer enterarme.
—Por favor, dime que al menos había sábanas de seda —insistió Tina.
Sebastián respondió, pero en voz tan baja que resultaba inaudible.
—Bueno, quizá deberíamos cambiar de tema… —propuse.
Sebastián paseó la vista por el grupo y sonrió.
—Está bien. Es sólo que… soy virgen.
—¿ERES QUÉ? —chilló Tana, a la vez que se levantaba de un salto del sofá. Sebastián se encogió de hombros por toda respuesta.
«Imposible».
Él y Blaine llevaban juntos tanto tiempo que prácticamente estaban casados. Bueno, a lo mejor era verdad eso de que la gente casada no practica el sexo.
—¿En serio? —preguntó Tana con otro grito.
Sebastián asintió.
—En serio.
—Guau.
Tras una incómoda pausa, Sebastián se levantó y se acercó a Tana.
—Gracias, Tana —dijo con un travieso brillo en los ojos—. Muchas gracias por haber pensado todo este tiempo que era una zorra de marca mayor.
Tana se encogió de hombros.
—Oye, sólo estoy aquí para criticar a mis amigas, a ver qué te crees.
—Kurt, ¿y si ponemos música para dejar de oír a Tana? —me propuso Sebastián con una sonrisa.
—Sí, como si un simple altavoz fuera capaz de callarme —contraatacó Tana.
Aprobé completamente la sugerencia de Sebastián. Sabía muy bien qué canción poner a todo volumen.
¿Cuál, si no?
Come Together: juntémonos.
—No tienes que preocuparte por limpiar, en serio —le insistí a Sebastián una vez que todo el mundo se hubo marchado. Enjuagué unas cuantas latas de refrescos que había que reciclar.
—Es que te quería hacer una pregunta.
Me senté a la mesa de la cocina, a su lado.
Se rebulló, incómodo, en el asiento.
—¿Te parece raro?
—¿El club?
—No, no. El que Blaine y yo no…
—Mmm, bueno, yo había supuesto…, ya sabes.
Bajó la mirada al suelo.
—Sí, ya lo sé. Es sólo que… ¿Te puedo decir algo?
Asentí.
—Nunca se lo he contado a nadie, pero una vez lo intentamos. La Nochevieja pasada pensábamos… Lo teníamos todo planeado. Mis padres iban a pasar la noche en la ciudad, así que fuimos a mi habitación después de la fiesta de Artie y, efectivamente, había velas. Y, efectivamente, me regaló rosas… —Sebastián se echó a reír—. Me figuro que éramos de lo más predecible —su sonrisa se fue desvaneciendo, y se quedó callado unos instantes.
Asentí en señal de comprensión. Me empezaron a asaltar recuerdos de mi embarazosa, mi catastrófica velada con Adam.
—Me acuerdo de que estaba seguro con respecto a Blaine, de que estaríamos juntos para siempre. Todo resultaba tan romántico, tan perfecto, pero entonces… me asusté. No es que me sintiera un poco inquieto, no. Perdí los nervios por completo. No habíamos llegado muy lejos, aún llevábamos puesta casi toda la ropa; pero me eché a llorar. Blaine se incorporó de inmediato y encendió la luz. Parecía tan preocupado que me sentí todavía peor.
»Aún sigo sin entender qué pasó. Me figuro que me entró pánico. Estuvimos tumbados, juntos, hasta la mañana siguiente. Y Blaine me abrazaba mientras yo seguía llorando. Después de aquella noche, las cosas entre nosotros cambiaron. Creo que a Blaine le preocupaba haber hecho algo mal, de modo que nunca más trató de llegar tan lejos. Ambos estábamos tan avergonzados que no volvimos a hablar del tema. Apenas hicimos nada el último par de meses que estuvimos saliendo. Por eso nos ha resultado fácil seguir siendo amigos, porque eso es lo que hemos acabado siendo, al final… sólo amigos.
Sebastián se mostró triste unos momentos, y luego levantó la vista para mirarme y esbozó una débil sonrisa.
—Todo el mundo quiere enterarse de qué ha pasado, de por qué la «pareja perfecta» ha roto. Creo que, para nosotros, esa noche fue el principio del fin. No porque fuéramos a practicar el sexo, sino porque ambos nos dimos cuenta de que nos estábamos obligando a algo que ninguno de los dos quería en realidad.
Sebastián me miró y se encogió de hombros.
—Estoy harto de hacer cosas por otras personas, o porque sea lo que se espera de mí. No pienso volver a repetirlo, nunca más.
—Bien dicho.
Sebastián me sonrió.
—Hay otra cosa que quiero que sepas.
Me incliné hacia delante, preguntándome qué más podría venir a continuación.
—Después de la temporada de fútbol americano, voy a dejar el grupo de animadoras.
Semejante noticia podría haber supuesto una sorpresa aún mayor que la ruptura con Blaine.
—¿De verdad?
—Sí. Además, voy a presentarme al equipo de baloncesto. Y lo hago sólo por mí —se le iluminó la cara, y se notaba que hablaba muy en serio.
Ay, Sebastián —me había quedado sin palabras.
La cabeza me estallaba con toda la información acumulada aquella noche. Aunque no era más que nuestra primera reunión oficial, la mayoría del grupo estaba cambiando y un montón de secretos se estaban dando a conocer.
Seguro que, con el tiempo, más secretos saldrían a la luz.
Puede que incluso algunos de los míos.
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no sé ustedes pero la historia de Blaine y Sebastián me hace recordar cuando Kurt le dice a Rachel en la tercera temporada que dos lesbianas se hacen como hermanas y se refiere a el y Blaine como un fabuloso matrimonio, ésto se me figura a eso, con la diferencia claro de que Kurt y Blaine si van a terminar juntos bueno al menos eso espero, si no los invito a todos a que vayamos a amenazar a Ryan Murphy jaja ok no, pero enserio me da un ataque si esos dos no se quedan juntos. ¿Qué les pareció el reglamento del club? jaja esa Santana es una loquilla la amo
Sofi Hummel** - Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 25/07/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Me gusto mucho el capitulo me hizo reir el reglamento espero actualices pronto me gusta mucho la historia :S:
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
No sé porque, pero quiero desesperadamente saber los secretos de Kurt...
Y sigo creyendo sólidamente que Blaine siente algo por Kurt... #JustSaying.
¡Seguí!
Y sigo creyendo sólidamente que Blaine siente algo por Kurt... #JustSaying.
¡Seguí!
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
siiiiiiii! al fin salió como terminó Seblaine, aunque la diferencia es que el y Blaine estaban destinados a ser solo amigos por eso no pudieron ya sabes.................... ow espero que pronto tengamos más Klaine, amé el reglamento dios amo ésta historia, quiero leer los oscuros secretos de Kurt, cuídate y ya actualiza más seguido tus 4 historias no seas mala y esa Tana es una loquilla jaja correrá desnuda por los pasillos ajaja lol sería genial que fuera Kurt #perverface#
Nina Anderson* - Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 25/08/2013
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
me encanto el regalmento, fue tan divertido, santana se paso un poco pero me encanto, y lo del termino de seblaine fue algo interesante
darckel********-*- - Mensajes : 1028
Fecha de inscripción : 02/10/2012
Edad : 27
Re: Fic El club de los corazones solitarios Capítulos 20 y 21
Quieroo mas Klaine Y celos de Blaine
Gaby Klainer********-*- - Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 01/07/2013
Edad : 24
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