FIC - El destino y sus jugadas [Quinntana] (Cancelada)

Hola a todos, me llamo jennifer aunque mis amigos me llaman Jenna(vosotros también podéis hacerlo)
Depués de unos días leyendo fics por aquí y por allá pues se me ocurrió una historia con esta pareja y me dije porque no.
espero que os guste y si tenéis alguna sugerencia, crítica o duda no dudéis en hacérmelo saber .

[INTRODUCCCIÓN]
Si hace unos años me hubiesen dicho que me iba a enamorar de la misma mujer con la cual  no paraba de pelearme en  la secundaria, me hubiese reído, pero desde que dejamos el William McKinley High School, han pasado muchos años. Años en los que han sucedido muchas cosas que me han llevado hasta este punto exacto de mi vida, un punto en el que jamás creí que estaría.  Yo Quinn Fabray, estoy enamorada de la única persona que jamás creí que pudiese enamorarme, Santana López.





capitulo 1:

Pues veréis, todo comenzó en la no-boda de mr Shue. Después de pasarme horas eligiendo el vestido, los complementos, peinarme y maquillarme, había ido a la iglesia con Santana, quien llevaba un vestido rojo precioso. Reconozco que tuve que tragar saliva cada vez que la veía, siempre había sido atractiva, pero con ese vestido estaba especialmente sexy.
Al llegar a la iglesia nos sentamos en el lado izquierdo en uno de los bancos del centro, al lado de unos invitados que no conocíamos. Mientras me retocaba el maquillaje santana soltó un bufido y dijo:

- Esto parece un congreso de pelirrojos- soltó

Ante tal comentario no pude hacer otra cosa que reír, mantenía el sentido del humor que la caracterizaba.

Me gire y vi como ella saludaba a Sam y Brittany que estaban unas filas antes, se veía que aun le dolía estar separada de ella. Yo sabía que ellas habían cortado, pero aunque Santana no lo reconociese, lo había hecho por el bien de Brit, para que ella no sufriese tanto la separación. Había pensado mas en el bienestar de Brittany que en el suyo y eso se veía claramente reflejado en la cara que tenía en aquel momento.

Se recompuso y comenzó a quejarse:
- Menudo muermo y ni siquiera ha empezado todavía. Soy la única tía buena en este tugurio pero estoy sola y atrapada aquí a tu lado.

- ¿Quieres que te de otra bofetada?- le pregunte antes de pasarle la polvera para que se mirase.

- Odio las bodas y el día de San Valentín, lo inventaron los heteros para justificar el regalo de flores.

Recuerdo que por un segundo giré el cuello hacia aquellos invitados. Uno de ellos, algo mayor me guiñó un ojo y no pude evitar poner los ojos en blanco. Hombres ¿Quién los necesitaba? Pensaba en aquel momento.

- ¿Sabes que odio yo? Los hombres, hasta el último es un cerdo, excepto tal vez el señor Shue y Al rocker. Y tenías razón, dejo que los hombres me definan, pero se acabó, como dijo Gloria Steinem : Una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta - bufé

Ella simplemente sonrió ante mi comentario y soltó
- Al Rocker es odioso por cierto- alegó mientras me devolvía la polvera.
- Lo que tu digas

Pasamos unos minutos en silencio, con aquella música de fondo, hasta que ella me miró y con cara de preocupación dijo.

- ¿Q? ¿estás bien?
- Si Santana, ¿Por qué lo dices?
- Me has dado la razón, eso no es algo que Quinn Fabray, capitana del equipo de animadoras suela hacer- dijo mientras me seguía mirando con cara de preocupación- Sea lo que sea lo que te pase sabes que puedes contármelo.
- No es nada, simplemente otro fracaso amoroso que añadir a la lista.
- ¿Te hizo algo? Mira que le puedo enseñar cómo hacemos las cosas en Lima Height Adjacent- dijo mientras alzaba el puño

No pude evitar reírme ante su comentario aunque al mismo tiempo me quedé pensando en lo mucho que había cambiado nuestra relación, siempre habíamos sido amigas, aunque nuestra relación fuese un tanto bipolar digamos. Pero esta era una de las pocas veces que Santana me dejaba ver ese lado tierno y protector.

- Estoy segura de que te temería Satanás-dije riendo

Ella rodó los ojos e hizo algo que me pillo totalmente por sorpresa, me abrazo y me susurro al oído.

- Más le vale a ese profesorcito tuyo no se le ocurra volver a hacerte daño o sabrá lo que les pasa a quienes hacen daño a mi pequeña Quinn

En ese momento me quedé helada, nunca nadie se había preocupado así por mí, nunca nadie me había defendido de esa manera. Los ojos se me empezaron a aguar y tuve que contener las lágrimas

- Hey Quinnie, ya sé que soy tan brillante como el sol,pero no hace falta que llores-dijo riéndose de mí.

Mercedes comenzó a cantar mientras esperábamos todos que llegase la señorita Pilsbury. Todos estaban expectantes cuando comenzó a sonar el órgano, eso solo podía indicar que la boda iba a comenzar, pero ya os podéis imaginar nuestras caras cuando vimos que era la entrenadora Sue.

Miré a Santana quien por todos los medios evitaba reprimir la risa ante aquella situación. Aquella fue la primera vez que lo sentí, al ver su sonrisa, sentí un ligero hormigueo en el estomago.

Después del espectáculo que acabábamos de presenciar todos abandonamos la iglesia. Estábamos fuera, todo el Glee club otra vez juntos, pero entonces los padres de la señorita Pilsbury se acercaron a Santana y esta se apartó de mi lado y fue a hablar con ellos.
- Quinn ¿a ti qué tal te va por Yale? –pregunto Artie sacándome de mis pensamientos
- Oh bien, estoy aprendiendo un montón de cosas, aunque entre las clases y el equipo de animadoras no tengo mucho tiempo libre.

Ellos siguieron charlando y yo seguía dándole vueltas a esa sensación al ver la sonrisa de Santana, nunca antes lo había sentido. Miré hacia ella,había terminado de hablar con los padres de la señorita Pilsbury y había vuelto a entrar en la iglesia. ¿se habría olvidado algo?




Después de unas horas estábamos todos en el banquete de la No-boda de Mr Shue, el pobre se había ido a buscar a Emma y el resto habíamos ido a celebrar que el Glee Club volvía a estar unido. Yo estaba en la pista de baile con Santana, se había quitado el abrigo nada más llegar y a mí por poco la respiración. El vestido era más pegado de lo que antes había podido observar y el escote no era demasiado pronunciado, cosa que en aquel momento lamenté.

[Dios Quinn, ¿enserio has pensado eso?] Me reñía a mi misma

Estaba bailando con Santana cuando Sam sacó a bailar a Brittany y se puso justo detrás de nosotras.

[Este chico no sabe donde se había metido]-pensé
Santana se giró y tomo mi mano guiándome a la barra, otra vez había cubierto su hermosa cara la tristeza.

- Debimos suponer que una boda en el día de San Valentín iba a acabar en desastre.
- El amor es un asco-repuso ella.
- Señoritas me pueden enseñar el carnet.

Ambas sacamos los carnets falsos  que nos había conseguido Puck un año atrás.
El barman nos sonrió y nos puso dos copas mientras Santana hizo algo inesperado.

- Tengo 25, me llamo Rosario Cruz y soy pariente de Penélope- dijo dando la espalda a la barra.- y tu?
- Emily Stark, 18 añitos- respondí siguiéndole el juego
- Eso está bien, creo que a vuestros profesores les pone-dijo riéndose

Ambas cogimos las copas , que nos habían dejado en la barra.

- Hemos sido las dos caras del mismo tipo de Diosa Cabrona, quizá por eso nos queremos tanto y nos damos bofetadas- dijo mientras le sonreía y ella me devolvía la sonrisa.
- Tengo que reconocerlo Rosario-dije mirándole cierta parte de su anatomía- estas matadora con ese vestido- y miré hacia mi izquierda
Ella se me quedó mirando confusa unos segundos y luego solo dijo.
- Gracias.

Su mirada se dirigió a Brittany, que seguía bailando con Sam. Me fije en su vestido, parecía que se lo hubiese hecho con unas cortinas y siendo como era Brittany no me sorprendería nada que así fuese.

- Mira esos memos románticos, puede que tengan amor- se giro para mirarme- ¿pero sabes que somos y ellos no?
- Ideales –respondí yo  mientras brindaba con ella.

Seguimos un rato más en la barra bebiendo, hasta que salieron al escenario Blaine y Kurt.

- Santana vamos a bailar a ver si se te quita esa cara-dije mientras la intentaba arrastrar  a la pista
- ¿Esta cara de Diosa dices? Naci con ella cariño- me respondió mientras me miraba de forma coqueta.
Como siguiese así me iba a matar.
- Oh venga Quinnie, puedo bailar contigo aquí mismo.- dijo sonriendo
Otra vez el hormigueo en el estomago hizo su aparición.

[¿Siempre ha sido tan hermosa?]- me pregunte
[Dios Quinn ¿Qué te pasa?]- me recriminaba mentalmente

Ella sonrió otra vez mientras me miraba, parecía que mi debate interno le hacía gracia.
Seguimos bailando y bebiendo, copa tras copa, hasta que acabó la canción. Apoye mi espalda en la barra y Santana dejo otra copa vacía justo al lado.

- ¿sabes Quinn? Pensé que esta boda – hizo una pausa- bueno lo que esto sea- pensé que me aburriría y acabaría liándome en un baño con alguna de las camareras, solo por animar el ambiente.- rodé los ojos ante su comentario

[Genial, no solo me está matando con ese vestido, ahora me cuenta los planes que tiene de aquí a media hora]
- Pero lo cierto mi pequeña Q, es que todas son un callo, a excepción de mi y dos más.
- Estas buscando que te abofetee López? Dije seria.

Ella iba a contestarme cuando Sue hizo acto de presencia, aun vestida de novia e hizo un absurdo discursito sobre San Valentín y el Ramo de la novia.
Santana me cogió de la mano y dijo:
- Veamos si tienes suerte Fabray.
Prácticamente me arrastró a la pista donde todas esperaban ansiosas coger el ramo y ser la siguiente.
-  Estúpidas, si eso fuese cierto ella llevaría casada años.- dije sin darme cuenta
Santana se rio ante mi comentario y me puso su collar.  Al pasarme los dedos por el pecho para colocármelo, pude sentir como un impulso eléctrico recorría todo mi cuerpo.

[wao, eso ha sido….]

Sue lanzó en ramo y fue a parar a los brazos de Rachel.
- Vaya, parece que Berry tendrá el honor de ser la siguiente en escapar de un matrimonio con pésimo sexo- dijo riendo mientras volvía a la barra.
- ¿Acaso te has tirado también a Brody?- pregunté de mal humor
[¿Qué coño te pasa Quinn? Eso no te importa…o si?]
- Oh no, por dios fabray, ni de coña.
- ¿Entonces?
- No está destinado a casarse con ella- dijo mientras cogía otra copa.
- ¿y eso lo sabes por?-
- Mi tercer ojo mejicano me lo dice.

No pude evitar reírme y ella me puso muy mala cara.
[Vaya, hasta enfadada se ve preciosa]

El escenario volvió a iluminarse y aparecieron Rachel y Fin para cantar.
- Concédame este baile señorita Fabray- dijo Santana sonriente mientras tomaba una de mis manos con las suyas.

[bang… otra vez esta sensación, pero más fuerte…¿qué vas a hacer Lucy?]

- Encantada señorita López.

Me llevó a la pista de baile, justo al lado del escenario y me rodeo con sus brazos, apoyando su barbilla en mi hombro. Su colonia invadió todo mi ser. Olía a perfume, alcohol y a algo que no supe reconocer. Me quede disfrutando de su contacto como un minuto.

- Nunca había bailado una lenta con una chica- dije

Ella aparto su cabeza de mi hombro y me miró.
- Me gusta-dije sonriéndole

Ella me devolvió la sonrisa primero algo confusa y luego esa sonrisa que me hacia cosquillas. Se acercó más a mí y volvió a apoyarse en mi hombro. Se sentía condenadamente bien.
La canción estaba a punto de finalizar cuando Santana me susurro al oído.
- Quinnie vayámonos a divertirnos- acto seguido me cogió de la mano y me llevo al lugar donde pasaría una de las mejores noches de mi vida.

hola me a gustado tu fic de echo me a encantado la historia como la desarrollas ya quiero ver el otro cap quiero ver lo que pasa bueno espero la proxima actu

Me gustaaaa! Sinceramente me encanto

esperare la actu! No demores porfiis :D

Muchísimas Gracias a las dos por comentar, espero que el próximo capitulo sea de vuestro agrado.

Thiare escribió:hola me a gustado tu fic de echo me a encantado la historia como la desarrollas ya quiero ver el otro cap quiero ver lo que pasa bueno espero la proxima actu

IloveHeya!! escribió:Me gustaaaa! Sinceramente me encanto

esperare la actu! No demores porfiis :D

Intentaré actualizar en cuanto me sea posible, pero no os preocupeis que como mínimo habrá un capitulo semanal.

Capitulo 2: Recuerdos

Recuerdo que estábamos algo borrachas y que íbamos por el pasillo del hotel dando tumbos, tropezando una con la otra y con las puertas de las habitaciones. En cualquier momento saldría algún huésped y nos llamaría la atención por el escándalo que estábamos montando.

Llegamos a la puerta de mi habitación y rebusque en el bolso la tarjeta, que servía de llave.
Santana estaba apoyada en el marco de la puerta, esperando a que yo abrirse la condenada puerta de una santa vez.

- Eureka - dije tras encontrar la llave, mientras se la enseñaba triunfante.
- Abre esa condenada puerta Fabray o te juro que te enseño aquí mismo lo que soy capaz de hacer- me dijo al oído.


Agarré la llave, abrí la puerta y entre sin mirar atrás. Santana entró detrás de mí y cerró la puerta.

Yo estaba tan nerviosa que no sabía que decir o que hacer. Nunca antes me había pasado esto, ni siquiera en mi primera vez.... Aunque pensándolo bien, aquella fue otra primera vez, realmente distinta.

Ella dejo su abrigo y el bolso en la silla que había en el escritorio, se giró y me sonrió mientras caminaba hacia mí con paso firme y decidido. Se pego totalmente a mi cuerpo, sin dejar que pasase ni una pizca de aire entre nuestros cuerpos.

- No tienes porque estar nerviosa Quinn, no te voy a robar tu preciada virginidad- dijo riéndose
- Cuando quieres puedes ser realmente estúpida- dije y me gire, para no verla. A veces podía resultar increíblemente hiriente.
- Eh Q, sólo era una broma, no te lo tomes tan a pecho- dijo pegada a mi oído mientras sus manos pasaban de mis hombros a los extremos de mi chaqueta y me la quitaba con cuidado. Seguía de espaldas a ella intentando controlar mi respiración y luchando contra mi misma para no caer en la tentación de girarme y besarla hasta que me doliese.
- ¿sabes? Esta noche estas especialmente atractiva, siempre lo has sido, pero entre ese vestido, tu maldita colonia y tu pelo al aire- hizo una larga pausa sin separarse de mi cuello- me habéis estado torturando toda la noche.


Yo no sabía que decir, me temblaban las piernas, de un momento a otro mi respiración se aceleraría y ella se reiría de lo patética que me veía en ese momento. Pero por segunda vez en el día me sorprendió.

Comenzó a besarme el cuello lentamente mientras enlazaba sus dedos con los míos.
- No tienes porque estar nerviosa, te prometo que iré con mucho cuidado- dijo sensualmente justo antes de pasar su cálida lengua por mi cuello.

Creo que en ese momento me abandono hasta el último ápice de cordura, me gire y sin pensármelo dos veces la bese.  
Fue un beso genial, salvaje, caliente. La cabeza me daba vueltas a causa del alcohol y de la excitación, no me creía lo que estaba haciendo. Estaba besando a Santana, mi amiga de la infancia, mi rival en el instituto, mi co-capitana del equipo de animadoras, mi pequeña Satanás... Mi latina.

Poco a poco y de manera que no logro recordar nuestra ropa fue volando, no recuerdo cuando ni cómo me quito el vestido, aunque sí recuerdo el momento en que yo le quite el suyo.

Me quede unos minutos observándola, su piel tostada era mucho más suave de lo que había imaginado, su olor me estaba alterando hasta límites que yo misma desconocía.  

[Espera, espera Quinn. ¿Enserio lo has llegado a imaginar?] – me preguntaba mentalmente

Pase mis manos por su definida anatomía, lentamente, no tenía ninguna prisa porque ese momento acabase y cerré los ojos para disfrutar más de la sensación. Recorrí con mis manos desde su hermoso rostro a sus caderas, sin olvidarme de su perfecto pecho, donde me paré largo rato, desabroche su sujetador y pude sentir como su corazón latía con furia.

[¿De verdad es esto lo que quieres Lucy? ¿Un polvo de una noche?]

Me había quedado embobada viéndola totalmente desnuda frente a mi, tan embobada que me despertó de mi trance su hermosa risa.

- Vaya, vaya parece que a Quinn Fabray se le ha desencajado la mandíbula- rió
- No es mi culpa que seas tan sumamente hermosa- dije sin darme cuenta.
Enseguida me arrepentí de lo que había dicho, seguro se seguiría burlando de mi, mientras mi calentón  iba a mas.

Ella no dijo nada, simplemente actuó siguiendo su instinto, me beso salvajemente, me desnudo en cuestión de segundos y se enredó en mis piernas.




- Así que esto es por lo que las universitarias experimentan - dije sonriéndole, mientras me tapaba con la sábana.

[Oh vamos Quinn, te ha visto desnuda, se acaba de acostar contigo y tú te estás tapando por pudor, ¿enserio?]

- y gracias a dios lo hacen-  dijo ella desde la otra esquina de la cama, sonriendo.
Las sábanas le cubrían desde el pecho hasta poco debajo de ese perfecto trasero. Estaba tan sumamente sexy que cualquier fotógrafo se pelearía por sacar una instantánea en aquel momento.

- Fue divertido, y siempre me pregunté cómo sería estar con una mujer. Pero… no sé, para mí creo que es algo de una sola vez.- dije intentando sonar convincente.
- Tranquila Q, no voy a aparecer en tu casa con un camión de mudanzas


Trague saliva, estiré el brazo para coger la botella de agua que había en la mesilla y pregunte.

- ¿Qué pasa ahora? - dije antes de beber.
- Puedes salir tu primero-hizo una pausa- o podemos hacer de esto algo de dos veces- dijo sonriendo de forma coqueta.

Deje el botellín de agua y me lancé sobre ella con la única intención de que aquello no fuese cosa de una ni dos veces.



Los primeros rayos de sol se colaban entre las cortinas y lograron despertarme. Por suerte no había bebido tanto como para tener resaca, cosa que agradecía en aquel momento. Abrí los ojos lentamente y pude observar que estaba sola en mi cama.

[Ha sido todo producto de tu imaginación Lucy]

Salí de la cama un tanto triste, hasta que al quedarme quieta frente al espejo del baño vi que para nada había sido un sueño. Tenía un par de arañazos en la espalda y un enorme cardenal en el hombro, debido a los sensuales mordiscos de Santana.

Sonreí cómo una idiota al recordar la noche anterior, ni una ni dos veces. Cuatro fue el número de veces que me hizo el amor [acaso se le puede decir así] aunque no recordaba el número de orgasmos que había tenido sabía que habían sido muchos. Era increíble como el sexo con una mujer podía ser tan diferente y a la vez tan sumamente…. ¿placentero?, ¿excitante?, ¿Orgásmico? Bueno eso si lo había sido.

Me metí en la bañera  y disfrute de un increíble y cálido baño con sales.

Salí del cuarto de baño una media hora después, envuelta en una toalla blanca y rebusque en mi maleta la ropa que me pondría hoy.

Era temprano, las 9 de la mañana y aún me quedaban unos días de vacaciones. Había decidido quedarme en Lima hasta el miércoles, aprovechando que varios de mis profesores de Yale habían cogido un virus y se habían suspendido sus clases. Tener unos días libres sería genial, después de tanto examen y tanto trabajo en las semanas anteriores, además así poder disfrutar unos días de Beth.

Me puse mi vestido blanco favorito, unos tacones beige no muy altos, me recogí el pelo en una coleta alta, ordené un poco la habitación y me dirigí al escritorio donde la noche anterior había dejado mi bolso.

Hasta aquel momento no me había dado cuenta de que encima de mi bolso había un sobre y una preciosa rosa blanca.
Cogí la rosa y cerrando los ojos me deje envolver por su olor unos minutos. Luego la deje sobre el escritorio la Rosa y cogí miedosa la carta.

Querida Quinn:

Lamento haberme tenido que ir de esta manera, pero había quedado con mi madre en que iría a casa a dormir y la pobre se ha pasado la noche llamándome. No he querido despertarte porque estabas tan adorable que me daba pena romper ese momento tan tierno.
Gracias por lo de anoche, ha sido algo que jamás olvidaré.


Con amor
Santana.

Releí una y otra vez esas últimas líneas, hasta que me las aprendí de memoria.

Salí de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja y baje a la cafetería a desayunar. Tenía un hambre solo comparable al que había tenido durante el embarazo.

Tras pegarme un atracón, decidí acercarme a ver a Puck, lo había visto el día anterior pero apenas había podido hablar con él y además así podía preguntarle si me acompañaba a ver a nuestra pequeña.

Caminaba tranquilamente por la calle  escuchando música en mi IPod cuando alguien me toco el hombro. Me gire y pude verla, parecía realmente enfadada y su mirada desprendía una mezcla entre rabia, frustración y odio.

- ¿podemos hablar? - dijo cortante
- claro Brittany -dije asustada

Genial, por que estara enojada Brittany? Se habra dado cuenta? O.O ya me dejaste con algunas dudas jejeje

espero la actualizacion! Saludos y gracias por subir el cap! ^-^

IloveHeya!! escribió:Genial, por que estara enojada Brittany? Se habra dado cuenta? O.O ya me dejaste con algunas dudas jejeje

espero la actualizacion! Saludos y gracias por subir el cap! ^-^

Gracias otra vez por pasarte, aqui te dejo el siguiente capitulo.

Capitulo 3: Mentiras y medias verdades.

Camine con Brittany  en silencio hasta el Lima Bean, acababa de desayunar, pero jamás podría decir que no a un café de aquel lugar. Ella pidió un zumo y un par de muffins de chocolate, mientras que yo pedí mi habitual capuchino con canela.
Nos sentamos en una de las mesas y por unos minutos cada una permaneció mirando su bebida como si se tratase de lo más interesante del mundo.
- Quinn-hizo una pausa- yo quería hablar contigo sobre un tema- dijo tímidamente
- Tu dirás Britt- dije intentando ocultar mi nerviosismo
[Genial Quinn, seguro Santana se lo ha dicho y te quiere matar]
- Verás… como sabes llevo algún tiempo saliendo con Sam y es un chico verdaderamente dulce y hace que me sienta la persona más afortunada e inteligente del mundo.
- Me alegro mucho por ti Britt... ¿pero es eso de lo que querías hablar?- pregunté sin entender nada.
- Solo escúchame un momento- hizo una pausa y cogió aire-  en los últimos días ha insistido en que tengamos relaciones, ya sabes.
- Y no estás segura, ¿es eso?- dije
- Ayer en la boda, intentó convencerme de que subiésemos a la habitación que tenía Jake  el hotel y que no iba a utilizar. Después de un rato de mucho insistir le dije que si. Pero cuando llegamos a la puerta- hizo una pausa y comenzó a llorar- vi a Santana entrar a una habitación.
Yo que en aquel momento estaba bebiendo mi café, me atragante y empecé a toser.
[Genial Lucy, os han pillado]

- La veía tan feliz y dolía aquí- dijo señalándose el lugar donde esté el corazón- en aquel momento no sé que me pasó por la cabeza, tenía ganas de aporrear esa puerta y sacarla de allí, decirle que todavía la amo, pero no tenía derecho. Al fin y al cabo yo no tardé ni un mes en sustituirla y ella ha sido incapaz de estar con nadie desde que me dejó. – sentenció

[Creo que en eso último te equivocas pequeña]

- Es lógico Britt, todavía lo vuestro está muy reciente. Los sentimientos siguen a flor de piel y un amor como el vuestro, tan largo y tan fuerte- dije poniéndome triste

[Eso duele, ¿verdad Lucy?]

- Sé que es egoísta por mi parte querer que esté sola, no quiero que se enamore otra vez- dijo volviendo a llorar- no quiero que me olvide.
Yo la abracé fuerte intentando consolarla pero lo único que hacía era sentirme peor. Ellas se querían y yo me estaba metiendo en medio.
[Lucy, esto no es tu culpa] me decía mi mente, pero yo no podía evitar sentirme mal.

- ¿Entonces qué pasa con Sam? ¿le quieres?- pregunté
- Sí, claro que le quiero, me gusta mucho y estoy empezando a sentir cosas muy fuertes por él…pero no es como lo que siento por Santana. No sentí lo mismo cuando me hizo el amor, me gustó, pero no me sentí amada- dijo secándose las lágrimas.

Yo la miraba sin saber qué hacer, la verdad no esperaba que me estuviese contado todas estas cosas y no sabía que decir para que ella se sintiese mejor.

- Es lógico Britt, con Sam apenas acabas de empezar la relación, eso cambiará con el tiempo- interiormente rezaba porque así fuese.
- ¿tú sabes con quien se fue Santana? – me dijo sin mirarme fijamente.
- No, no lo sé Britt- mentí
- ¿crees que la amará?- me preguntó
- supongo que no.
Ella sonrió al escuchar mi contestación, me abrazó fuerte, me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo, no sin antes decirme.
- Eres la mejor Quinn

[¿Mintiendo u ocultando mis sentimientos?]- a veces odiaba a mi cerebro.

Salí del Lima Bean y me dirigí derecha a la casa de Puck, necesitaba olvidar aquella conversación. Pero parecía que aquel no era mi día de suerte, llegué a su casa y hablé con su madre, pero me dijó que se había ido esta misma mañana y que no volvería hasta el lunes. Me despedí de ella y caminé sin rumbo durante horas.
En mi mente se agolpaban los recuerdos de la noche anterior, las palabras de Santana y la confesión de Brittany. Cuando me quise dar cuenta estaba en el parque donde jugaba de pequeña con Santana.
Me senté en un banco y me quedé observando cómo los niños jugaban con sus madres, sería bonito poder traer a Beth y hacer lo que las demás madres. Estaba tan absorta viendo como aquellos niños se divertían que no la vi llegar, ni sentarse a mi lado.

- Tierra a Quinn, responda señorita Fabray- dijo Santana riendo.

Me giré y al ver su sonrisa no pude evitar devolvérsela. Esta mañana se veía preciosa. Llevaba unos leggins negros, una camisa blanca de manga corta, un enorme lazo negro al cuello, unos tacones azul turquesa y el pelo liso.

- Hola- fue lo único que logré articular.
- ¿estás bien? Pareces triste-dijo mientras me acariciaba la mejilla y me miraba preocupada.
- Si, tranquila-dije poniendo mi mejor sonrisa y rezando interiormente porque dejase de preguntar.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí sentada Quinn?- me pregunto sin variar ni un ápice su cara de preocupación.
- No lo sé Santana, Quizás horas-dije bajando la cabeza mientras evitaba mirarla.
- Me apuesto una cena en el Breadstix, a que llevas aquí más de dos horas y todavía no has comido- dijo levantándome la cabeza y obligándome a mirarla.
- Es posible- dije sin mucho ánimo
- Pues entonces me debes una cena Fabray- dijo sonriendo- pero como hoy me siento de muy buen humor te invito a comer- me tomó de la mano y me llevó hasta su casa.


Después de andar 15 minutos hasta su casa estaba totalmente agotada. Entramos y lo primero que hicimos fue descalzarnos.

- ¿estás sola?- pregunté al notar la casa tan silenciosa
- Si, mis padres se han ido hoy de viaje, por eso querían que durmiese en casa, querían que desayunásemos juntos antes de que se fuesen- dijo sonriendo
- Normal, te deben echar de menos –dije mirándola

Se acerco lentamente a mí hasta que entre las dos no había ni la más mínima separación. Rodeo mi cuello con sus brazos y me miró fijamente.

- ¿ y tu Quinn?-  dijo ella con ese tono sexy que la caracterizaba

Trague saliva y la miré fijamente, estaba jugando conmigo y puede que ayer se lo hubiese perdonado pero si quería jugar sería con mis reglas. Le dedique mi mejor sonrisa y le contesté como si ignorase el significado de aquella pregunta.

- ¿yo que Santana?
- ¿Me has echado de menos?- dijo rozando mi mejilla con sus dulces labios.
- ¿tendría motivos para echarte de menos?- dije haciéndome la interesante
- No me digas que tan pronto has olvidado lo de ayer- susurro a mi oído y se aparto de mí.

Camino hasta la cocina y me dejó allí, debatiendo conmigo misma.

[¿La has extrañado Lucy?]- me preguntaba a mi misma

Si supiese la respuesta quizás no me sentiría así en aquel momento. Sacudí la cabeza y caminé hasta la cocina donde santana sacaba un montón de cosas de la nevera y las ponía sobre la encimera.
Se había quitado el lazo y desabrochado un par de botones de la camisa.

[Lucy, deja de salivar como un maldito adolescente con las hormonas por las cejas]- me repetía mentalmente.

A ella mi cara le debía parecer graciosa ya que me sonrió y comenzó a preparar la comida. Mientras tanto yo había decidido poner la mesa y acercarme lo menos posible a la cocina. Pero en aquel momento mis tripas decidieron hacer acto de presencia con un sonoro ruido.

- Por lo que veo tienes habre- dijo santana desde el marco de la puerta
- La verdad me muero de hambre- dije sonriendo- ¿Qué hay de comer?

Ella se acercó a mí y se quedó mirándome a los ojos por unos segundos.
- ¿Qué te parece yo?- susurro contra mi cuello
- Creo que paso, me apetece más esa pasta que has preparado- dije sonriendo y aspirando el increíble olor que provenía de la cocina.

Ella sonrio y me espetó una frase propia de ella.

- Por mucho que te hagas la difícil, se que te mueres por mi- y se fue a la cocina a por la comida.

[Santana 1- Quinn Fabray 0]
Comimos entre bromas y poniéndonos un poco al día. Le conté sobre mi ‘querido’ profesor y ella puso mala cara, decía que era un absoluto imbécil.

- Enserio Fabray tienes un problema con los idiotas, primero Finnmemo, luego Puck, Boca Trucha y ahora el señor pederasta. Tienes un gusto espantoso- dijo llevándose un Tortellini a la boca.
- Tan mal gusto no tendrá cuando me acosté contigo- le espeté

No se esperaba aquella contestación por mi parte hasta el punto de que se atragantó  y empezó a toser. Su cara era demasiado divertida como para no reirme, lo cual le pareció muy mal ya que miró de mala manera y se levantó de la mesa.

[Santana 1- Quinn 1]

Le ayudé a recoger la mesa y pusimos el lavavajillas. Eran ya las cuatro y media y yo había quedado con Shelby en ir a recoger a Beth a las 5.
- Gracias por la comida San, pero ya me tengo que ir- dije dándole un beso en la mejilla
- ¿ya me quieres abandonar?- dijo poniéndome mirada de cachorrito
- Quedé con Shelby en ir a buscar a Beth y voy a llegar tarde-argumente
- Podríamos llevarla a nuestro parque- propuso ella
Me quedé fría, ¿Santana López se estaba ofreciendo a llevar a mi hija al parque?
- Oh vamos será divertido, será como revivir nuestra infancia, venga Q- me pidió mientras sostenía mis manos entre las suyas.
- Está bien- dije sonriendo.



Como era de esperar llegamos 10 minutos tarde pero Shelby simplemente nos sonrió y se despidió de Beth con un beso y un fuerte abrazo. Beth estaba preciosa, desde la última vez que la había visto había crecido un montón, tenía el pelo mucho más liso aunque se le ondulaban las puntas, sus ojos azules me parecían más brillantes y la forma en la que me sonreía hacía que me latiese con fuerza el corazón. Me había agachado para darle un abrazo y cargarla pero mi cosita perfecta se había quedado quieta a unos pasos de mí. Miraba fijamente a Santana y le sonreía. Siguió caminando hacia ella hasta que poso sus manitas sobre las largas piernas de mi amiga. Yo las miraba fijamente, intentando entender esa especie de conexión entre ambas.
Santana simplemente la cogió en brazos y mirándola me dijo:

- Creo que prefiere estar con Tía Tana antes que con mamá-dijo riéndose.
Yo rodé los ojos y Shelby comenzó a reírse.
- Bueno nosotras ya nos vamos- dije mirando a la madre de Rachel- te la traeré antes de las 10.



Durante el camino hacia el parque pude ver como Santana jugaba con Beth y respondía a las insólitas preguntas de mi hija.

- Tia Tana ¿Porqué el cielo es azul?- pregunto mi niña
- el cielo es azul porque le gustan mucho tus ojos-dijo sin dejar de sonreírle
Ver a San en esa situación se me hacía raro, casi nunca dejaba que nadie viese esa parte dulce y protectora que escondía tras su ingeniosos insultos y su actitud de Diva.
- ¿entonces porqué a veces el cielo se pone gris?- preguntó otra vez mi pequeña
- Verás Beth, a veces el cielo se pone muy triste y cambia de color, volviéndose gris o incluso negro.
- ¿y por qué se pone triste?- contraatacó la pequeña con tristeza en su rostro.
- Porque a veces los que vivimos aquí abajo, hacemos cosas malas – dijo dándole un beso en la frente

Ya habíamos llegado al parque pero Beth seguía pegada a Santana haciéndole preguntas. Me parecía tan tierna la situación que me limité a observarlas mientras sonreía.
[Santana 2- Quinn 1]

- ¿Por eso cae agua del cielo a veces?
- Así es pequeña, eres una señorita muy lista- dijo haciéndole cosquillas
La risa de Beth inundó todo el parque haciendo que varios padres nos mirasen y sonriesen ante tal escena.
- Bueno ya vale de preguntas por ahora, vamos a jugar con esos niños-dijo santana

Pero al cabo de unos minutos Beth se había hecho amiguita de un chico moreno y una niña rubia, dejando a Santana al fin libre.
Ella se acercó a mí y dijo:

- Otra mujer que me abandona por el primero que pasa- dijo riendo
No pude evitar reírme ante aquel comentario y le solté
- Oh no López, olvídate de mi hija.
- ¿Por qué? Acaso no viste que fue amor a primera vista- dijo riéndose de mi cara
- No me obligues a darte una bofetada asaltacunas- dije elevando una ceja y aguantando la risa
- Oh, por favor Fabray, prefiero asaltar la cama de su madre que su cuna- solto con cara de indignación.
- No sabía que te ponía Shelby
Ella rodó los ojos y bufó
- Claro no ves que os abandone por ella, parece que no te enteras de una Fabray.
- Ahora entiendo porqué no has vuelto a NY
- No tiene nada que ver con ella- soltó sin dejar de mirar a Beth quien la saludaba enérgicamente.
- ¿entonces?- pregunté con curiosidad
- Si me quedo dos días más es por ti Fabray- me espetó dejándome totalmente descolocada y con los ojos a punto de salirme de las orbitas.
[Santana 3- Quinn 1]

hola perdon por no leer el cap anterior pero el capitulo anterior esta super bueno me encanto y el cap de ahora esta buenisimo me encanto la parte en la que esta quinn,santana y beth fue super tierno me encanto la familia quinntana espero hasta el proximo capitulo besos

Aww que tierna la relacion de San y Beth.

Pobre Britt u.u,me da pena pero aun asi quiero Quinntana :D

Me encanto el cap, super bueno.

Hasta la proxima actu, (Esperare con ancias) Saludos! ^-^

Thiare escribió:hola perdon por no leer el cap anterior pero el capitulo anterior esta super bueno me encanto y el cap de ahora esta buenisimo me encanto la parte en la que esta quinn,santana y beth fue super tierno me encanto la familia quinntana espero hasta el proximo capitulo besos

No pasa nada mujer, me alegro de que te sigas pasando por aquí y que te guste la historia. Habrá mas momentos con Beth incluso más tiernos.

ILOVESANTANA escribió:

Hola!!
Nueva lectora! mi pareja favorita es Quinntana, así que amo tu historia :D
Espero que actualices pronto :D

Bienvenida y Gracias por leer esta pequeña locura, espero que te guste.

IloveHeya!! escribió:Aww que tierna la relacion de San y Beth.

Pobre Britt u.u,me da pena pero aun asi quiero Quinntana :D

Me encanto el cap, super bueno.

Hasta la proxima actu, (Esperare con ancias) Saludos! ^-^

Espero que este nuevo capítulo te guste y gracias por pasarte.

Capitulo 4: oportunidades.

- Vamos Santana a otra con ese cuento- dije dándole un empujón y riendo por puro nerviosismo.
- ¿No me crees Fabray? – dijo mirándome seria
- Ni un poco, si te has quedado ha sido por otra rubia- dije mirando hacia Beth que seguía jugando con su nueva amiga.
- Lo mío con Brittany se acabó, esta vez definitivamente- dijo sonriendo pero la tristeza que le producía se le notaba en su tono de voz
- ¿estás bien?- pregunté mirándola preocupada

[Lucy eres un GENIO, acaba de decirte que se acabó lo suyo con el amor de su vida y le preguntas eso, eres idiota]

- Aunque suene raro, si. Verla tan feliz con Sam, solo ha afirmado lo que ya sabía. Está mejor sin mí.
- ¿Y lo mejor para ti? Santana solo estas pensando en su bien, pero ¿y el tuyo? –dije de mal humor, al notar el amor que aún le tenía.

[Lucy estas celosa]

Ella solo sonrió y se tiró encima de mí.
- Pelea de chicas- gritó mientras me hacía cosquillas.
Solo ella me conocía tan bien como para saber qué hacer para quitarme el mal humor que me había causado esa conversación. Me removía intentado que parase, pero ella no me daba la mínima oportunidad de escapar.
- Yo también quiero- dijo Beth sonriente, se había acercado dejando sola a la otra niña con la que minutos antes jugaba.
- Ven aquí cosita- dije tirándola sobre mi y haciéndole cosquillas.

Adoraba la risa de mi pequeña, me parecía la más hermosa del mundo. Hacía que viese el mundo de otra manera, más bonito quizás. Cosas de madres supongo.

- ¿Qué tal si vamos a por un helado?- propuso Santana
- Si, helado- Gritó emocionada Beth
- Santana estamos a Febrero- repuse
- ¿y? hace un día maravilloso, el sol brilla, el cielo está despejado y estamos a unos 25 grados y de verdad me apetece ese helado Fbray, no seas aguafiestas- dijo sacándome la lengua.

Beth y yo reímos al ver su cara, definitivamente había cambiado desde que acabamos la secundaria. Era una nueva Santana, más segura de sí misma, más alegre, más divertida, más cariñosa y tan increíblemente hermosa, que me preguntaba si habría estado a ciegas toda mi vida y justo ahora se me caía la venda de los ojos.

- ¿Que tanto me miras Lucy?- soltó santana riéndose de mi
- AGGG no me llames así- dije lanzándole una mirada de odio
Ella miró a Beth que estaba entre sus brazos y le dijo:
- Pequeña, tu madre es una vieja gruñona
- ¿Pero a ti te gusta?- dijo mi pequeño ángel

Santana se había puesto colorada como nunca antes, intentaba arremeter contra aquella pregunta sin malicia de mi cosita perfecta, pero por más que gesticulaba no salía ni una palabra de sus suaves y dulces labios.
Disfrutaba de ver como Santana intentaba salir de aquella tan incómoda situación para ella, pero decidí echarle una mano.

- ¿No teníais tantas ganas de ese helado?-dije mientras me levantaba del cesped

Ambas me imitaron y se levantaron. Santana se sacudía enérgicamente la melena, intentando que no quedase ni una brizna de hierba en su larga cabellera. Una vez finalizó pude ver una de las escenas más tiernas de aquella tarde. Beth la miro sonriente y levantó su mano buscando la de santana, quien tomó la mano de mi pequeña con sumo cuidado, como si fuese una frágil muñeca de porcelana. Las dos se sonrieron y dijeron al unísono:

- ¿Te vas a quedar ahí o vamos a por el helado?

Se había hecho tarde y el sol empezaba a desaparecer en el horizonte, asi que decidí llevar a Beth a casa, aun eran las 7:30 y me apetecía tenerla un rato más, pero la pobre estaba agotada de tanto jugar con Santana, quien en ese momento la cargaba mientras mi pequeña jugaba con su pelo.

[Lucy,Lucy . La morena te está llegando al corazón]-decía mi mente, pero yo me resistía a pensar en ello. Me gustaba aquel momento, me gustaba la complicidad entre mi ángel y mi latina.

[¿Así que ahora es tu latina?]- a veces pagaría por apagar mi cabeza y solo disfrutar de momentos como ese.

- ¿Estás bien Q?-dijo mirándome, se la veía preocupada y tan sumamente adorable.
- Si, solo estaba pensando-dije sin darle mayor importancia
- Ok, te creo Fabray- dijo
Llegamos a casa de Shelby, quien nos recibió amablemente y arrebató a mi niña de los brazos de Santana.

- ¿te lo has pasado bien con mamá? – preguntó cariñosamente a mi pequeña
- Si mami, ella y tía Tana me han llevado al parque y luego a tomar un helado- dijo como si aquello fuese la mejor historia del mundo.

Miré a Santana de reojo y vi como observaba a mi hija, se podría decir que su mirada transmitía un cariño y una calidez especial. Sin duda esta era una parte de Santana López que dudo que nadie antes haya podido conocer.

- Entonces seguro que te lo has pasado muy bien- le dijo mientras le daba un beso en la frente.
Mi pequeña bostezó tímidamente y se acurrucó en los brazos de su madre.
- Creo que alguien tiene sueño, será mejor que te de un baño y la cena antes de que te duermas.
Beth asintió con una sonrisa y se acercó a nosotras. Yo me agaché para despedirme y ella me abrazó con todas sus fuerzas. Me dio un tierno beso en la mejilla y dijo
- Te quiero mucho mamá, ¿vendrás a verme más amenudo?- preguntó
- Tan pronto como tenga un día libre vendré a verte mi amor- dije mostrando mi mejor sonrisa
Entonces caminó hasta Santana y la abrazó de la misma manera
- ¿Tú también vendrás a verme tía?- pregunto tímidamente
- Claro preciosa- dijo Santana y le dio un beso en la frente a mi niña
Nos despedimos de Shelby y cuando nos íbamos a ir Beth volvió a tomar por sorpresa a Santana.
- Sabes mami, a tía Tana, le gusta mamá.

Yo no pude evitar reirme y Shelby hizo lo mismo, aunque no se si por la espontaneidad de la pequeña o por la cara de Santana que en aquel momento bufaba sin saber otra vez como librarse de la situación.

[Definitivamente tu hija sabe como jugarle a la morena. Beth 2 – Santana 0]

Caminamos largo rato hasta llegar a mi hotel, la casa de Santana estaba a tan solo un par de cuadras, así que había llegado el momento de despedirse.

- Oye Quinn porqué no te quedas un par de días en mi casa?- Me espetó
- La verdad no se Santana- dije haciéndome la interesante
- Oh venga será divertido, además pasarme dos noches sola en casa sería un verdadero coñazo- repuso
- Está bien, pero la cena que te debo la dejamos para otro día. la verdad estoy cansada y no me apetece mucho salir.
- Esté bien señorita aburrida. Pediremos unas pizzas y veremos unas pelis, ¿te parece?
- Si, pero elijó yo la peli, que la última vez que tu lo hiciste no dormí en una semana- dije recordando aquella horrible película que me había arrastrado a ver al cine, donde cada 6 minutos mataban a alguien de una manera más macabra y sangrienta que la anterior.
Ella bufó pero no dijo nada más.
- Espérame aquí, subiré a por un par de cosas.

Ella asintió y se sentó en uno de los sofás de la recepción a leer una revista.
Yo subí de dos en dos las escaleras, había sido un día fabuloso y estaba realmente contenta de haber podido tener a Beth unas horas conmigo. Agarré una pequeña mochila que llevaba dentro de la maleta, cogí la ropa necesaria para aquellos dos días y la metí en la mochila. Cuando iba a meter la ropa interior mi mente tuvo una brillante idea.

[Es tu momento Lucy, se lista y gánale en su propio juego]

Rebusqué en la maleta y encontré el conjunto de encaje negro que había comprado hace 2 días. Tina me había pedido el día anterior a la boda que la acompañase a comprar un par de cosas y cuando vi ese conjunto en el escaparate no pude no comprarlo. No pensaba utilizarlo tan pronto y menos con Santana pero era una buena forma de nivelar los marcadores.
El conjunto no era exageradamente provocativo, pero sí bastante sugerente. Lo agarré y sin pensármelo dos veces lo metí en la mochila junto al resto de ropa, la cema y el cepillo de dientes. Revisé dos veces que llevase todo y baje a recepción.
Santana estaba hablando con un hombre, el cual ya no sabía de qué otra manera insinuársele, la miré divertida y de pronto nuestras miradas se cruzaron. Camine lentamente hacia su dirección cuando observe que el muy listo tenía la mano sobre la cadera de San, cosa que a ella parecía incomodarle.
Aceleré el paso, me planté junto a ellos y sin cruzar ni una mirada con el tipo dije:

- ¿Te he hecho esperar mucho, amor?- dije recalcando la última palabra
Santana me sonrió y dijo:
- Un poco- le miró a él y se disculpó- bueno ya nos veremos en otra ocasión Señor García, le daré recuerdos suyos a mi padre

El señor García era un hombre de unos 36 años, era muy alto, tenía los ojos de un verde amarillento, una impecable sonrisa, el pelo negro muy corto y de tez tan morena como la de Santana. Era tan atractivo que en cualquier otro momento me hubiese quedado embobada mirándolo, pero en aquel momento solo pensaba en alejar sus zarpas de San.

[Controla tus celos Lucy]
- Nos veremos por ahí señoritas- dijo con su acento latino después de mirarnos de arriba abajo a ambas.
Tome de la mano a Santana y la saque de allí tan rápido como los tacones me permitieron.
- Pareces molesta Fabray- dijo riéndose
- Será porque lo estoy- bufé.
- ¿Por?- pregunto ella soltando mi mano y parándose en mitad de la calle.
Apenas estábamos a una manzana de su casa. Me quedé de espaldas a ella y comencé a hablar, mas para mí que para ella.

- Me voy un jodido minuto y te encuentro con un tío que te está manoseando.
Ella se río, al parecer había ido subiendo el tono a medida que pronunciaba la frase.
- Estas celosa Fabray- dijo ella triunfante
- Lo sé- espeté- aunque no tengo derecho porque tú y yo no somos nada.
- ¿eso piensas?- dijo dolida
Me giré y la miré por unos segundos, estaba con la cabeza agachada, mirando sus zapatos. No sé de donde saqué el coraje, pero me acerqué a ella, la tome por la barbilla y junte sus labios con los míos en un acto casi desesperado.

[así se hace Lucy, Santana 3- Quinn 2]
Algo que meses más tarde me daría muchos quebraderos de cabeza.

Realmente a cambiado San, por que ella nunca dejaria que alguien la tocara y menos un hombre. Pero se a puesto tan tierna, y con Beth me mata de amor esa relacion entre ellas *-*

Ahora oficialmente soy tu fiel lectora :D

Espero la actu! Saludos! ^-^

Espero la actu! Saludos!

hola me encanto el capitulo me encanto la tia tana y la mami quinn menos mal que el hombre que manoseo a santana se disculpara por que o sino le hubiera pegado con todas la personas que conozco me encanta la familia tia tana y mami quinn y bebe beth bueno espero a la proxima actualizacion

EsTA genial esta historia Shippeo Quinntana :)  

Me encanta tu historia, es bastante divertida la forma en que Quinn habla consigo misma, ojala Glee hubiera trabajado esta historia, pero tenemos tu fic y para mi es bastante.

IloveHeya!! escribió:Realmente a cambiado San, por que ella nunca dejaria que alguien la tocara y menos un hombre. Pero se a puesto tan tierna, y con Beth me mata de amor esa relacion entre ellas *-*

Ahora oficialmente soy tu fiel lectora :D

Espero la actu! Saludos! ^-^

Espero la actu! Saludos!  

Gracias por el comentario.Ese hace negocios con su padre por lo que Santana simplemente fue amable con él y no le golpeo por atreverse a tocarla. xD
Poco a poco iré mostrando esa faceta de Santana que Beth saca a la luz.
espero seguir viendote por aquí. 

Thiare escribió:hola me encanto el capitulo me encanto la tia tana y la mami quinn menos mal que el hombre que manoseo a santana se disculpara por que o sino le hubiera pegado con todas la personas que conozco me encanta la familia tia tana y mami quinn y bebe beth bueno espero a la proxima actualizacion  

Beth por el momento es la única que puede sacar esa parte de Santana aunque puede que eso cambien muy pronto. Pero por el momento Beth y Santana no volverán a verse hasta que haya avanzado un poco más en la historia.
intentaré actualizar hoy mismo y gracias por leer y dejar tu comentario  

Maira_Faberrytana escribió:EsTA genial esta historia  Shippeo Quinntana :)  

Gracias por pasarte, espero que te esté gustando esta historia.  

mmesia escribió:Me encanta tu historia, es bastante divertida la forma en que Quinn habla consigo misma, ojala Glee hubiera trabajado esta historia, pero tenemos tu fic y para mi es bastante.

Gracias por leer y pasarte, me alegra mucho que te guste mi historia. Digamos que al igual que Snixx es el alter ego de Santana, Lucy es el de Quinn, solo que esta en vez de arremeter contra los demás le gusta hacerlo contra si misma. Creo que si empecé esta historia fue porque en Glee no va a pasar nada más con ellas y a mi me dio tristeza,porque siempre me habia parecido que podían tener una gran historia.

Bueno lo cierto es que hoy me estoy demorando en actualizar porque tengo un día muy creativo y antes de subir el capitulo 5 me gustaría tener otro terminado para asi no hacerlas esperar demasiado. Bueno mi pregunta es la siguiente ¿os gustaría leer esta misma historia desde el punto de vista de Santana? lo digo porque al ritmo que voy escribiendo seguramente este fic esté acabado para navidad y he tenido una gran idea para esa historia en caso de que me animase a escribirla.

Siii me encantaria saber lo que piensa San!

Me encanta tu historia. Espero la actu! ^-^

Lo primero de todo agradeceros que estes leyendo esto.
No se si lo habeis leido pero bueno yo os lo repito encantada.
He pensado en hacer esta misma historia pero desde el punto de vista de Santana, eso si, cuando esta esté a punto de acabar y quería saber si os gustaría que lo hiciese.

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Capítulo 5: la noche donde empezó todo

No se cuanto tiempo estuvimos ahí paradas en mitad de la calle, besándonos con una desesperación nada propia de la ocasión.

Me separé lentamente de San y la miré directamente a esos preciosos y oscuros ojos. Le brillaban de una forma especial y en el fondo de mi alma rezaba porque fuese gracias a ese increíble beso.

Quería decir algo, pero las palabras se me amontonaban en la cabeza de forma tan desordenada que no lograba darle sentido ninguno. Ella pareció entenderlo y simplemente me tomo de la mano y fuimos caminando en silencio hasta su casa. Por el camino nuestras miradas se cruzaron un par de veces y nos sonreímos.

Una vez dentro de su casa fuimos a la planta superior, donde estaba la habitación de Santana, un bonito cuarto de baño en tonos azules, la habitación de invitados y una sala en la que nunca había entrado.

Ella me guió hasta su habitación, lo que consiguió ponerme más nerviosa y sentirme más incómoda.

- Seguro que quieres ponerte algo más cómodo que ese bonito vestido- dijo mientras abría su armario- ¿has traído algo cómodo o prefieres que te preste algo? - pregunto sin mirarme

- no te preocupes he traído ropa suficiente

Yo me senté sobre su cama y aprecié lo poco que había cambiado su dormitorio desde la última vez que había estado allí. Los muebles eran los mismos pero había cambiado la localización de todos excepto del armario.

La habitación era rectangular y espaciosa. Tenía un gran ventanal en la pared opuesta a la entrada. Bajo el ventanal estaba la cama con un edredón blanco, 4 cojines perfectamente colocados y un par de  peluches. Un pequeño oso marrón con un dado entre sus zarpas, donde se podía ver una enorme S dibujada y  un pingüino con una extraña pajarita que hacía que me acordase de Kurt. A uno de los lados de la cama estaba el escritorio lleno de libros, folios y rotuladores. Al otro lado una enorme estantería donde se apilaban libros, las medallas y trofeos del equipo de animadoras, unas réplicas de los trofeos ganados con el glee club que nos había regalado el señor Shue y varios marcos con fotos. Había una foto de ella con sus padres cuando tendría unos 7 u 8 años, una foto con su abuela, otra del glee club el día que ganamos el nacional y una especie de collage con fotos de ella y Brittany.  Me quedé mirándola y pensé si yo alguna vez conocería un amor como el que habían tenido ellas.
Una relación  nacida entre la amistad, basada en la sinceridad, el cariño, el respeto mutuo y el amor.

- Toma Q- dijo ella.

Santana había sacado una percha vacía del armario, me la había dado para que después de cambiarme colgase mi vestido y se había ido con unos shorts y una camisa de tiras en los brazos.
No entendía porque no se cambiaba frente a mí, aunque tampoco le di demasiada importancia. Abrí mi mochila y saque una camiseta larga blanca y el conjunto de lencería.  Me saque el vestido, lo colgué en la percha y apuré a terminar de cambiarme, no quería que llegase Santana y descubriese mis perversas intenciones.

Me mire en el espejo unos minutos y siendo sincera me quedaba mejor de lo que recordaba. La fina y suave tela se adaptaba a cada curva y realzaba mi pecho. Me veía muy bien e incluso me sentía sexy. Cogí la camiseta y me la puse justo a tiempo para evitar que Santana me pillase.

- He pensado que te gustaría elegir la peli mientras yo pido las pizzas - dijo alegremente

- si claro, vamos a ver una bonita.

- ya sabes nada de musicales o películas románticas Fabray- dijo- ese es el trato.

- vale, vale elegiré algo que nos guste a las dos.- bufe haciendo que ella se riese de la expresión de mi cara.

Bajamos las escaleras, entramos en el pequeño salón y fui directamente al estante donde estaban todas las películas, la verdad para no gustarle los musicales ni las películas románticas tenía un montón. Fui mirándolas una por una hasta que encontré una que realmente me apetecía ver y que no había tenido la oportunidad. El problema era que a pesar de ser una comedia, era una comedia musical.

Cogí la película y la puse en el reproductor de DVD y fui junto a Santana que todavía no había vuelto de la cocina. Me apoye en el marco de la puerta y la vi apoyada en la pared, hablando por teléfono.

La mire de arriba abajo y buff, esta mujer era capaz de hacer que babease como un adolescente. La camiseta blanca de tiras era ceñida al cuerpo y tenía un escote digamos que propio del estilo Santana, en cambio los shorts de color negro eran los que utilizábamos en clase de educación física hasta el año pasado.

Ella me sonrió y le dio las últimas indicaciones al repartidor.

- a ver qué mierda has elegido Fabray- dijo riendo

- te va a gustar- dije sonriendo
- lo dudo mucho, ¿que peli has elegido?

- sorpresa- dije saliendo de allí
- oh no Fabray, no serás capaz- dijo persigendome

Corrí por todo el salón, mientras ella me perseguía, pero al pasar por cerca de sofá, tropecé y caí sobre él.

- ¿Te has hecho mucho daño Q? - pregunto Santana acercándose a mí.

En ese momento estaba viendo las estrellas por culpa del golpe, pero el dolor se me paso casi instantáneamente cuando San me masajeo el tobillo donde me había lastimado. Me quedé mirándola atónita por su comportamiento, hacia unos meses habría aprovechado mi caída para reírse de mí y hacerme cosquillas, pero ahora parecía centrada en que no me hubiese lastimado.

[Santana 4- Quinn 2]

- ¿mejor? - pregunto cuándo finalizo de darme el masaje

- si, gracias

- Fabray tengo una duda- dijo riéndose

- dime- respondí esperando una pregunta tipo Santana López.

- ¿no llevas pantalones?- pregunto mientras se mordía el labio inferior.

- puede ser- respondí mirándola y luego me reí de su expresión.

Parecía confusa ante mi actitud y ver aquel desconcierto por su parte, me divertía y me gustaba demasiado.

[Así que si sabes jugar a esto Lucy, me sorprendes. Santana 4- Quinn 3]

Santana se iba a acercar a mi cuando sonó el timbre. Ella bufó y con el dedo índice me señaló y dijo:

- te salvo la campana Fabray- dijo levantándose del sofá y se dirigió a la puerta.

Tras ella apareció un joven repartidor, vestido totalmente de rojo y al cual parecía que se le fuesen a salir los ojos de las cuencas. Ese era el efecto que tenía ver de esa forma a Santana López, no había hombre o mujer que se le resistiese.

[Ni siquiera la gran Quinn Fabray]

Ella le sonrió, tomo las pizzas con un brazo, con el otro le pago e insistió en que se quedase con la vuelta.

Cerró la puerta y volvió junto a mí en el sofá.

- ¿bueno Fabray, que vamos a ver?- dijo pasando su brazo por mis hombros.

- dando la nota- dije sonriéndole
- vaya, has elegido la única comedia musical que había. Juegas sucio Lucy- dijo poniéndome cara de cachorrito.

- lo sé, era eso o tu colección de películas de Megan Fox y no me apetece volver a caerme, esta vez por culpa de tus babas.

- Eso es terriblemente revelador pequeña Q- dijo antes de llevarse un trozo de pizza carbonará a la boca.

- ¿revelador? A veces eres tan rebuscada que me da miedo preguntarte- sentencie mirando cómo se iba a la cocina dejándome con la palabra en la boca.

[Santana 5- Quinn 3]

Volvió con un par de vasos y coca-cola light. Yo simplemente le sonreí y ella volvió a mi lado.

Vimos la peli tranquilamente y cantamos las canciones a nuestra manera. La noche se había pasado volando aunque aún eran las 11 y no nos apetecía irnos a la cama todavía, así que se me ocurrió poner en marcha mi plan de una manera totalmente inocente.

- Santana juguemos a verdad o reto- dije entusiasmada

- pensé que lo tendría que proponer yo - dijo ella sonriente- empiezas tu Fabray

Yo rodé los ojos y antes de que preguntase dije- verdad

Santana sonrió y dijo:
- ¿Has podido dejar de pensar en la noche de ayer?

Esta exelente!!! me dejaste intrigada actualiza pronto :)

esta increible el capitulo me encanto ojala diga que no se le a olvidado lo de la noche anterior me dejaste metida en la ultima parte y que es tierna santana cuando le masajea el tobillo a quinn me encanto el cap espero hasta la proxima actu bye

Me imagino a Quinn toda sexy y se me cae la baba :Q____

Mmm...jueguito inocente eh? Quinn es toda una picarona y esto se pone cada vez mas bueno.

Me encanto este cap!! Y Me gusta como escribes. Saludos y hasta la actu! ^-^