FIC: KLAINE. "My summer love" Capitulo N° 10: Something New.

Kurt deseo desvanecerse en su asiento, evitando el contacto visual con el Sr. Anderson como si el solo hecho de mirarlo a los ojos resultara extremadamente toxico e insoportable. Quería marcharse, solo quería ponerse de pie y marcharse; se sentía incómodo y completamente fuera de lugar entre tantas personas desconocidas que lo observaban. Quería irse pero por alguna razón algo se lo impedía, ese algo que venía caminando hacia él con una sonrisa tan brillante como el mismísimo cielo.

–Bailemos –Blaine le pidió, estirando su mano sobre la mesa.

El corazón de Kurt se saltó un latido y se maldijo interiormente por ello, recordando que todo era pura y exclusivamente actuación, y que esa era la única razón por la cual estaba ahí. Le regaló una media sonrisa a Blaine y no pudo evitar el pequeño guiño hacia el Sr. Anderson que escapó de su ojo antes de ponerse de pie.

–Seguro.

Ambos se dirigieron tomados de la mano hacia el centro de la pista de baile, ignorando las constantes miradas de las personas a su alrededor (algunas de desagrado, otras entremezcladas entre la ternura y la desaprobación) porque en ese momento, aun sin ser conscientes de eso, solo existían ellos dos.

God only knows why (Solo Dios sabe por qué)
It’s taking me so long (Me ha tomado tanto tiempo)
To let my doubts go (Para dejar que mis dudas se vayan)
You’are the only one that I want. (Tú eres él único que quiero).

–Gracias por hacer esto, Kurt. Realmente apreció mucho lo que estás haciendo por mí. –Le dijo a la altura del oído para hacerse escuchar por encima de la música. Kurt soltó una bocanada de aire y apoyo una mano firmemente en su hombro, dejando que la otra descanse sobre la cintura de Blaine, acercándolo más mientras se mecían juntos al ritmo de la música.

You'll never know if you never try (Nunca lo sabrás si no lo intentas)
To forget your past and simply be mine. (Olvidar tu pasado y simplemente ser mío).
I dare you to let me be your, your one and only (Te reto a que me dejes ser el único)
Promise I'm worth it. (Prometo que lo valgo).

Kurt suspiró. – No tienes nada que agradecer. Y… uhm… lamento haberte pateado.

–Descuida, solo serán un par de moretones. –Aseguró, haciendo una mueca extraña que hizo sonreír a Kurt–. Yo también lo lamento y te recompensaré algún día este favor, lo prometo.

Trust me I've learned it (Confía en mí que he aprendido que)
Nobody's perfect (Nadie es perfecto)
I know it ain't easy giving up your heart (Sé que no es fácil entregar tu corazón)
So I dare you to let me be your, your one and only. (Así que te reto a que me dejes ser el único).

–No es necesario, Blaine, en serio. –Acomodó su cabeza entre el cuello y el hombro de Blaine solo para poder “hablarle mejor”, obviamente.

Blaine sonrió, suspirando sobre el cabello de Kurt y acercándolo aún más a su cuerpo. – Es que todo esto es tan extraño y tan familiar a la vez. ¿No lo crees?

–Lo creo.

Se alejó hasta quedar a escasos centímetros de distancia y susurró–: Yo solo quiero que sepas q-

–Es el turno de la suegra, Blainey. –La Sra. Anderson tomó a Kurt por el brazo y lo arrastró hasta acomodarlo en una posición de vals que Kurt creyó y no era la correcta.

–¡Mamá! –Refunfuñó.

–¡Ay, hijo! Solo intento ser amable.

–Bien. Yo… –Dudó por un segundo pero de todos modos plantó un pequeño beso en los labios de Kurt junto ahí, enfrente de todos–. Estaré por allá –Hizo un gesto con la mano hacia una de las mesas y Kurt asintió un poco atontado todavía.

–Bien.

–Bien. –Blaine repitió sonriendo antes de alejarse.

–Estoy tan feliz de finalmente conocerte, Kurt. –Dijo con voz gangosa mientras avanzaban y retrocedían a través de la pista de baile.

–Lo mismo digo Sra. Anderson.

–Por favor llámame Catherine, aun no soy tan vieja, ¿no lo crees? –Soltó una estruendosa carcajada y meneó la cabeza con fuerza, metiendo parte de su abundante cabello dentro de la boca de Kurt, el cual de inmediato comenzó a escupir con disimulo mientras parpadeaba más de la cuenta.

–Claro es solo que… Su esposo dijo…

–¡Oh! No le hagas caso, él simplemente no está acostumbrado aun.

–¿A qué su hijo sea gay?

–No. ¡Por Dios, no! Esa etapa ya la superó. Ya sabes, fue muy difícil para él comprenderlo, le costó mucho pero al fin y al cabo... Lo hizo y... –Se quedó observando un punto fijo, luciendo extremadamente pensativa. Kurt la miró, rodando los ojos porque ser paciente nunca fue una de sus mejores cualidades.

–¿Entonces?

–¿Qué? –Preguntó como quien se acaba de unir a una conversación.

–¿A que no está acostumbrado?

–¡Oh, claro! A ti. –Dijo simplemente.

Kurt la observó confuso por unos segundos. – ¿A mí? Pero si apenas me conoció hoy.

–Lo sé, lo sé. Es solo que él estaba acostumbrado al antiguo novio de Blaine. –Kurt la miró con un claro signo de interrogación flotando sobre su cabeza. El sabía que Blaine tenía un ex novio existiendo por algún lado pero nunca se hubiera imaginado que el Sr. Anderson, bueno, que el Sr. Anderson quisiera a alguien–. Fue hace cinco años atrás. ¡Debiste haberlo conocido, Kurt! Su nombre era… era… Se… Se… ¡Sean! Sí, creo que así era. Nunca supimos que paso entre ellos pero debo confesar que él era verdaderamente perfecto para Blaine. –Finalizó dando un suspiro como de nostalgia.

–Oh, gracias –Dijo irónico.

–Oh, no, no, no, no. No me malinterpretes… Tú eres totalmente guapo y adorable a la vez pero… Quiero decir, él fue el novio de mi niño durante ¡tres años!

–Si… yo… Entiendo.

–Perfecto. –Guiñó un ojo justo cuando la canción terminó y los aplausos se hicieron presentes–. Mejor vayamos a sentarnos, Stephen dará su discurso. –Susurró poniendo una mano a un costado de su boca y rodando los ojos como si se tratara de lo más aburrido que existe en el mundo. Aunque quizás, sí lo era

***

–Muy buenas tardes a mi querida familia y a todos los miembros de esta consagrado institución. Primero que nada quiero agradecerles a todos ustedes, ya que sin su apoyo no podría estar donde hoy estoy. Me siento muy orgulloso por… –Sí, lo era. Kurt se desconectó por un minuto, recostándose en su silla con la intención de dormir una pequeña sienta hasta que los aplausos se oyeran nuevamente.

Desafortunadamente, Blaine no tenía el mismo plan.

–¿Quieres saltarte el aburrimiento? –Le susurró cuando se sentó a su lado.

–¿Cómo? –Se irguió, totalmente interesado en la conversación ahora.

–Solo acompáñame.

Kurt sonrió. – Bien.

–Bien. –Respondió, sonriendo de igual manera como si ese “Bien” se hubiera transformado en una especie de promesa entre ellos dos.

Entrelazaron sus manos y caminaron con sigilo entre las mesas hasta lograr salir del salón sin llamar la atención de nadie. Recorrieron juntos los campos de polo, donde Blaine le enseñó sus caballos a Kurt, prometiéndole que algún día le mostraría como montarlos. Siguieron avanzando pero Kurt ya no podía enfocar su concentración en una sola cosa, estaba totalmente maravillado por los lugares que se extendían ante sus ojos y, ¿por qué no? También lo estaba por el hombre que camina junto a él.

Blaine avanzó unos cuantos metros y forcejeo un poco hasta lograr abrir una pequeña reja de fierro. – Ya está anocheciendo –Dijo–. Nadie viene a este sector del campo así que tendremos la piscina para nosotros solos.

–Espera, ¿piscina? –Preguntó frenándose de repente.

–Estamos en verano. ¿Por qué no?

–Por qué… porque… No tengo mi traje de baño aquí, Blaine.

–Me gusta suponer que traes ropa interior bajo tu traje. –Soltó una risita mientras caminaba alrededor de la imponente piscina de agua cristalina, que a consecuencia del atardecer vespertino lucía ligeramente dorada.

–¿Qué? ¡No voy a entrar en ropa interior! ¿Qué pasa contigo? –Espetó escandalizado, retrocediendo los pocos pasos que había logrado avanzar.

La espalda de Kurt chocó contra uno de los lados de la cascada artificial que desembocaba dentro de la piscina y se quedó unos minutos contemplándola con asombro– Solo… quiero… que… nos… refresquemos. –Escuchó la voz de Blaine un poco agitada y se volteó justo para ver como el chico saltaba a la piscina con tan solo su ropa interior. ¡Sí que se desvestía rápido!

–¿Perdiste la cabeza? –Preguntó divertido.

–Algo así. Ven, entra, el agua esta fantástica. ¡Ni siquiera mirare! –Prometió mientras se cubría los ojos y le daba la espalda–. ¡Vamos!

Kurt trató de ignorar la manera en que las gotas de agua recorrían la espalda de Blaine hasta perderse en el borde de sus calzoncillos porque, sinceramente, pensamientos como esos no le ayudaban en nada si estaba considerando dejarse ver en ropa interior por otra persona en ese momento.

“Voy a arrepentirme por esto” Fue lo último que pensó antes de comenzar a desabotonar los botones de su propia camisa.