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FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
me gustaria saber de quinn y rachel, que sera de sus vidas?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Hola!
Me gusto pero hizo falta Kenzi y Lisa! Esa pareja me encanta y quiero ver cómo avanzan en su juego.
Actualiza Pronto.
Me gusto pero hizo falta Kenzi y Lisa! Esa pareja me encanta y quiero ver cómo avanzan en su juego.
Actualiza Pronto.
Linda23**** - Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 08/12/2013
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
micky morales escribió:me gustaria saber de quinn y rachel, que sera de sus vidas?
Esperemos saber más de las chicas cuando todo empiece a movilizarse
Linda23 escribió:Hola!
Me gusto pero hizo falta Kenzi y Lisa! Esa pareja me encanta y quiero ver cómo avanzan en su juego.
Actualiza Pronto.
Hola!!
Es Kenzi y Tamsin, Lisa es el nombre falso que dio Tamsin. Pues en el siguiente cap tienes más de estas chicas
Nos vemos
Es Kenzi y Tamsin, Lisa es el nombre falso que dio Tamsin. Pues en el siguiente cap tienes más de estas chicas
Nos vemos
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 6
Capitulo 6
- ¿Tuviste alguna dificultad para llegar hasta aquí? -preguntó Graves a su hija. Jane dio unos pasos hacia él y luego vaciló cuando él no hizo ningún movimiento hacia su encuentro. Él enterró el extraño y espontáneo impulso de ir hacia ella. No podía recordar la última vez que había abrazado a alguno de sus hijos. Quizás nunca lo había hecho. Desde que eran jóvenes, su atención se había centrado en entrenarlos. Prepararlos. Todos lo habían hecho muy bien y estaba orgulloso de ellos. Buenos soldados, los tres…leales y fieles en sus creencias. La responsabilidad de un comandante no era elogiar a sus soldados, sino endurecerlos para la batalla. La recompensa llegaba al cumplir con el deber. Ese era suficiente elogio.
- No señor. Ningún problema -los ojos azules de Jane, de un tono más gris que los de su hermana, sostuvieron su mirada -Tomé transportes públicos…autobuses y trenes en su mayor parte. No dejé rastros. Me tomó un tiempo para llegar aquí, pero no quería correr riesgos de hacer una llamada
Graves caminó hacia su escritorio y se sentó detrás de él. Jane se volvió hacia él en posición de descanso. Él asintió con la cabeza cuando ella terminó su informe -Una maniobra táctica inteligente
- Señor -Jane se centró en algún punto del lado izquierdo de los hombros de Graves, permitiéndole respetuosamente que quedara en una posición superior a pesar de que ella estaba de pie -Me fui cuando no escuché nada de la teniente en el tiempo fijado. Nuestras órdenes eran proteger nuestras posiciones frente a cualquier amenaza de exposición
- Sus órdenes fueron correctas
El párpado izquierdo de Jane se movió, la única señal de incertidumbre -Si me permite la pregunta ¿Cuál es la situación de la teniente?
Un puño apretó las entrañas de Graves. Una sensación punzante, como el ácido recorriendo un camino a través del acero, erosionó su interior. Ignoró el dolor ardiente que estaba sintiendo desde la fallida operación en DC.
- Nuestra última comunicación confirmó la recepción del virus. Más allá de eso, no hemos tenido contacto
- ¿Cree que fue detenida? -un destello de sincera preocupación recorrió el rostro de Jane, antes de que pudiese controlar su expresión volviéndose nuevamente neutral. Sus manos se apretaron en puños a los costados.
Él tendría que hablar con ella acerca de esas pequeñas rupturas en la disciplina. Un buen interrogador podría aferrarse a esas pequeñas demostraciones físicas como sanguijuela sobre la piel.
- Tenemos que hacer esa suposición -dijo Graves.
- Con todo respeto señor ¿hay planes para liberarla? Me gustaría ser voluntaria
- No por el momento -dijo Graves rotundamente. Y posiblemente nunca. Él no podía arriesgar a comprometerse tan solo por el bien de un soldado, aunque fuese uno muy valioso. Jennifer no los traicionaría, estaba seguro de ello. Había entrenado a sus soldados muy bien, pero había entrenado a sus hijos aún mejor. No fueron criados simplemente para seguir órdenes. Se les inculcaba la misma dedicación a la misión, que él poseía. Ellos actuaban con el mismo fervor. Creían, como él, que el sacrificio personal era un pequeño precio a pagar por el éxito. Los había criado para sobresalir, para seguir trayectorias profesionales que los colocarían en puestos en los que podrían ser utilizados para la causa, cuando fuera el momento adecuado. Nunca había esperado la oportunidad que se le había presentado cuando un hombre llamado Hooker se había acercado a él con la petición de un arma inusual. Un WMD (arma de destrucción masiva) no desarrollada por el pentágono o el DOD (departamento de defensa) sino por un complejo industrial capitalista. Graves no sabía quién financiaba a Hooker, aunque tenía a sus hombres trabajando para averiguarlo, pero el plan apestaba a ambición política. Por el momento, Graves estaba dispuesto a proporcionar los soldados y las armas de su milicia en apoyo. Habían perdido la batalla en DC y no perderían la siguiente.
- ¿Podemos saber algo de ella?
- Según los términos de la ley Patriota… -dijo Graves casi ahogándose con la hipocresía del término -…ella puede estar incomunicada indefinidamente. Con suerte, ella encontrará una manera de comunicarse con nosotros
- ¿Y Robbie?
- Su posición sigue siendo segura. Él está a salvo
- Bien -Jane enderezó los hombros -Estoy preparada para nuevas órdenes señor
Graves sospechaba que Jennifer podría estar encarcelada hasta que su misión se llevara a cabo, lo que podría tomar años. Su hija del medio, solo un año más joven que Jane y casi su gemela en apariencia, había logrado posicionarse en el centro mismo del poder del enemigo, la Casa Blanca. Su pérdida era un importante revés estratégico. Jane, la más cerebral de sus hijos había evitado una carrera militar por una carrera en ciencias e investigación. Él la había empujado hacia los laboratorios experimentales donde podía tener acceso a los proyectos de alto nivel y los bio-agentes letales. Ella había superado sus expectativas, avanzando rápidamente en la Corporación Eugen, cuando había sido asignada al laboratorio del nivel 4. Ahora que los intentos de infectar a López y a los miembros de alto rango del gobierno con un contagio virulento, había fracasado y la cubierta de Jane estaba casi con toda seguridad comprometida, ella ya no era valiosa para las operaciones encubiertas. Pero aún era una de sus mejores tiradoras.
- Necesito francotiradores
Ella sonrió -Va a ser bueno llevar nuevamente un arma más grande que un tubo de ensayo
- Pasa tiempo en el campo, demuestra que estás apta para el servicio de campo y te voy a dar el mando de la Compañía C
Ella se enderezó en posición de atención y saludó enérgicamente -Si señor. Gracias señor
Él se puso de pie y saludó -Es bueno tenerla de vuelta capitana
*************
El gimnasio estaba casi desierto. La mayor parte de la ciudad había tomado unas largas vacaciones y las calles estaban llenas de gente con bolsas de compras, entrando y saliendo de las tiendas, corriendo hacia las plataformas del metro y en general disfrutando del aire de celebración después de las vacaciones. Britt abrió la cerradura de combinación del casillero que ella y Santana mantenían en el gimnasio a pocas cuadras de Dupont Circle. A diferencia del gimnasio favorito de Santana en la ciudad de Nueva York, este era un gimnasio más moderno y completo. Todas las luces funcionaban, los pisos estaban limpios con baldosas…en lugar del hormigón rayado y picado, roto y abollado por el peso del uso a través de los años…y los vestuarios de hombres y de mujeres estaban iluminados, limpios y equipados con duchas privadas funcionales. Si bien disfrutaba de las comodidades, Britt extrañaba el olor a cuero viejo y caucho. Echaba de menos los gruñidos y maldiciones de los hombres llevando sus cuerpos a más, golpeando más fuerte, moviéndose más rápido. Incluso extrañaba la mirada apreciativa de Santana cuando ella trabajaba en el cuadrilátero, veloz y letal. El gimnasio en DC tenía un número casi igual de hombres y mujeres y en su mayor parte el énfasis era fitness (entrenamiento para mantenerse en forma) y no pelea. Sin embargo, los propietarios habían dividido una parte del enorme espacio para un cuadrilátero de entrenamiento. En una ciudad llena de agentes federales, el cambio había sido inteligente. Si bien cada agencia tenía su propio gimnasio, muchos agentes preferían alejarse del trabajo cuando se relajaban y el entrenamiento era muy a menudo la principal forma de relajarse. Mientras Britt seguía a Santana hacia el ring, mirando la ondulación de los músculos de sus hombros desnudos y sus muslos firmes con cada paso decidido, consideró que el entrenamiento también podría ser una forma de seducción. Santana disminuyó el paso, miró por encima de su hombro y dijo -Sparring (tipo de entrenamiento en boxeo) primero. Diversión después
- Deberías dejar de leer mi mente
Santana sonrió -No lo creo. Pero será mejor que mantengas la mente en guardia. No me siento muy amistosa
Britt rió -Bueno, entonces vamos a ver lo que tienes
********
Kenzi miró a Tamsin mientras terminaba su desayuno de una manera indiferente y sin prisa, mientras trataba de entender todos los ángulos…que podría haber en esto para que Tamsin saliera de la oscuridad de esta manera si en realidad era la agente de Kenzi. O, mirando el otro lado de la moneda, para quien estaría trabajando Tamsin si su objetivo era exponer a Kenzi como una agente encubierta. La lógica y la experiencia de Kenzi le decían que el segundo escenario era mucho más probable…Tamsin estaba mintiendo. Tal vez uno de los intermediarios que Kenzi usaba para conseguir armas, había encontrado algo sospechoso y había ejecutado un rastreo a fondo. Su cubierta era muy buena pero si alguien buscaba lo suficientemente a fondo, descubriría que no había mucha historia antes de haber entrado al ejército. Al menos no una historia que alguien pudiese encontrar. Sin embargo tenía una familia…padres y un hermano menor. Su única demanda, cuando había aceptado la oferta del hombre desconocido que había aparecido en su tienda de campaña en medio del desierto y en medio de la noche, ofreciéndole la oportunidad de servir a su país de una manera, como él había dicho, que sería mucho más importante que cualquier cosa que pudiera hacer si permanecía en las fuerzas regulares, fue que su familia debía ser intocable. Él le había asegurado que eso sería posible si ella estaba dispuesta a dejar su pasado atrás…todo por completo. Le había dado una semana para decidir y no había dormido la mayor parte de ella, preguntándose si había alguna manera de hacerle saber a su familia lo que estaba pasando sin ponerlos en riesgo. Lo mejor que había sido capaz de hacer fue decirles que confiaran en ella y que se pondría en contacto cuando pudiera. Había hablado por Skype con su madre y pudo darse cuenta que la mente brillante y matemática de su madre estaba analizando lo que ella no le estaba contando, como siempre lo había hecho. Su madre le había mirado durante un largo rato en silencio y finalmente le había dicho: Siempre nos has hecho sentir orgullosos. Sé que eso nunca va a cambiar. Ten cuidado. Hablaremos contigo pronto.
Kenzi había hablado con su padre después y él tenía esa mirada un poco confundida como cuando estaba concentrado en un nuevo proyecto y una parte de su mente estaba en otro lugar, pero al final, cuando ella le había dado las buenas noches, su enfoque se había afianzado y clarificado. Él le sonrió y dijo: Buenas noches es una buena frase. Nunca me gustó el adiós. Te amo.
Una profunda revisión de sus antecedentes podría poner en cuestionamiento su pasado, pero prefería ser la vulnerable y no ellos. Quizás Tamsin era el cebo que alguien había enviado para tratar de convencerla de que en realidad estaba hablando con su agente. Entonces otra vez, Tamsin tenía su número de teléfono desechable y nadie más que su agente lo tenía. Había comprado el teléfono ella misma y enviado el número por texto a un número de buzón, después de re-direccionarlo alrededor del mundo una docena de veces. Alguien podría haber matado a su agente y tomado el teléfono, pero la posibilidad para eso era…analizó mentalmente las probabilidades casi tan rápido como su madre lo hubiese hecho y terminó obteniendo un número muy pequeño.
- ¿Tomando una decisión todavía? -preguntó Tamsin.
- Creo que olvidaste agregar a tu lista de logros que puedes leer la mente
- En realidad no -Tamsin limpió su boca con una servilleta de papel, la envolvió y la metió en su bolsillo. Tomó otra servilleta de papel del servilletero y metódicamente limpió cada utensilio que había utilizado así como el borde de su vaso. Sus movimientos eran experimentados y a menos que alguien estuviera observándola con mucho cuidado, no era evidente.
- Está bien, eso es impresionante
Tamsin rió brevemente -Nunca se puede ser demasiado cuidadosa
- Lo sé
Echándose hacia atrás, Tamsin se encogió de hombros -No hay mucho más que pueda hacer para convencerte. Y, en realidad, si lo aceptaras fácilmente, estaría preocupada. Pero no tenemos mucho tiempo. Las cosas se están calentando y no estoy segura de que tengamos un cuadro exacto de donde van a caer todas las piezas. Tenemos que enfrentar todo esto
- No hay nada que esté pasando con los Renegados que no haya pasado durante el último par de años. Así que estás aquí por la milicia
La ceja izquierda de Tamsin subió una octava de pulgada -Bueno, ya veo que has tomado la decisión
Tenía que tomarla y no se debía a ninguna conclusión que hubiese llegado a través de la lógica o el análisis. Su instinto le decía que Tamsin estaba en su nivel y su instinto la había mantenido con vida durante todo este tiempo. Si estaba equivocada, entonces solo podía esperar averiguarlo antes que Tamsin se lo informara a quien le hubiese contratado. Si se deshacía de Tamsin y lo hacía parecer un accidente, tendría tiempo antes de que alguien viniera a buscarla. Sólo tendría que mantenerse cerca de Tamsin - ¿Así que? ¿Qué está pasando con la milicia?
- Eso es lo que queremos averiguar. En este momento, todo lo que estamos oyendo es un montón de charlas en internet y los informes de alto nivel de varios informantes…detalles turbios -Tamsin se inclinó hacia adelante -Tenemos que comparar información
Kenzi escudriñó la cafetería. Nadie les prestaba mucha atención, pero no le agradaba permanecer en un lugar por mucho tiempo. Si tropezaban con alguien que la conociera, no estaba segura de cómo iba a explicar su desayuno tan temprano con un bombón que había aparecido de la nada la noche anterior. Sacó su billetera del bolsillo trasero y dejó un billete de 20$ en la mesa -Vamos a otro lugar para hablar
- ¿Dónde sugieres?
- Mi casa
*******
Britt cayó estrepitosamente sobre su espalda y pegó su barbilla para prevenir que su cráneo golpeara el delgado tapete. Santana descendió al lado de ella y atrapó su brazo derecho haciendo una figura de cuatro antes de girarla sobre su estómago. La presión en su hombro se incrementó mientras Santana elevaba su brazo colocándolo entre sus omóplatos. Britt golpeó el tapete y la presión desapareció. Se dio la vuelta y Santana se arrodilló sobre el tapete con las manos relajadas sobre sus muslos.
- Buen movimiento -dijo Britt.
- Tu atención era inconstante -sonrió Santana.
- No, no lo estaba. Fuiste un poco más rápida esta vez
- He querido probar este movimiento por un tiempo -Santana se encogió de hombros -¿Tuviste suficiente?
Habían estado en eso durante 45 minutos. La camiseta de Britt estaba empapada en sudor. El cabello de Santana caía en oscuros mechones a lo largo de su cuello, su rostro resplandecía y sus ojos estaban brillantes -Si estás satisfecha, podría tomar una ducha y un desayuno tardío
- ¿Ducha aquí o en casa? -preguntó Santana.
Britt se impulsó para quedar sentada y retiró el sudor de su frente. Miró a Santana lentamente
- Creo que en casa sería más seguro
Santana rió y se levantó con gracia sobre sus pies -¿Tienes algo en mente?
- Sí. Una posición que he estado esperando probar
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Hola!
Creo que es la primera vez que en el gimnasio Santana vence a Britt, siempre es la rubia la que da el último golpe.
Creo que es la primera vez que en el gimnasio Santana vence a Britt, siempre es la rubia la que da el último golpe.
Linda23**** - Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 08/12/2013
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Wow demasiado buenos los cap porfin me pude poner al corriente de todas tus historiaas saludos
karla ruiz** - Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 05/04/2013
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Linda23 escribió:Hola!
Creo que es la primera vez que en el gimnasio Santana vence a Britt, siempre es la rubia la que da el último golpe.
Hola!! La verdad es que si, es la primera vez que San gana a Britt, esta mejorando evidentemente
karla ruiz escribió:Wow demasiado buenos los cap porfin me pude poner al corriente de todas tus historiaas saludos
Jajajaja bueno, has tenido una tarde de lectura xD
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 7
Capitulo 7
Britt esperaba en la línea telefónica mientras el operador en Quántico la comunicaba con Eddie Byrnes, un agente especial del FBI con quien había trabajado cuando estaba en la división de investigación. Habían dirigido una fuerza de trabajo juntos persiguiendo el lavado de dinero del narcotráfico a través de operaciones de juego aparentemente legales en Atlantic City. Eddie se había movilizado hacia la lucha anti-terrorista después de los atentados y eventualmente se le redirigió a la Seguridad Nacional. El anti-terrorismo cubría una gran cantidad de áreas potenciales de amenaza, desde el seguimiento de las actividades terroristas en el extranjero hasta el rastreo de células dormidas en casa. Eddie estaría trabajando muy de cerca con los equipos que monitoreaban los grupos subversivos nacionales y él sabría con quien tenía que hablar. Solo tenía que obtener la información de él sin revelar exactamente porque la necesitaba.
- Byrnes -dijo una voz ronca.
- Eddie, soy Britt Pierce
- Britt, hey. He oído que debo felicitarte
- Ah, gracias -dijo Britt, aún no se acostumbraba al hecho de como su vida privada se había convertido de repente en algo público. Cuando te casas con la hija del presidente, la privacidad se convierte en una ilusión.
- Buena atrapada ¿Algún consejo?
Britt se rió -Me temo que no. Cuestión de suerte
- Uh-huh. Entonces… ¿en que estas trabajando?
- ¿Me puedes dedicar unos minutos?
- Claro… ¿Cuál es tu programación?
- Tenía la esperanza de que fuera hoy
- Debe ser importante -dijo Eddie haciendo un pequeño sondeo.
- El tiempo es crítico. Iré hasta allá… ¿aún estas asignado a la base Richmond?
- Me enteré que ahora estabas en HS (Seguridad Nacional) ¿También te dan tu propio avión?
- Un préstamo
Eddie soltó un bufido -Odio decepcionarte pero estoy en DC. Puedes tomar un taxi
- Mucho mejor ¿Cuándo y dónde?
- ¿Qué tal Duggin? Cerca de las 3
- Allí estaré. Gracias Eddie
- Seguro
Britt colgó y revisó el texto que había entrado mientras estaban hablando. Lucinda. Reunión a las 13:45, Su oficina. Britt suspiró. De regreso a la Casa Blanca. Voy en camino. Britt envió el mensaje de vuelta. Santana se había ido a la habitación de invitados que utilizaba como estudio para pintar y Britt se detuvo para despedirse. Santana estaba de espaldas a la puerta aplicando un fondo de colores en un lienzo de 5 por 5, en amplias pinceladas de color magenta y púrpura. Estaba escuchando algo a través de sus auriculares y balanceándose rítmicamente con cada pincelada. Se había quitado la camisa y solo llevaba una franelilla verde con vaqueros desvanecidos de corte bajo. Estaba descalza con el cabello húmedo por la ducha que finalmente habían compartido luego de un rápido y furioso momento en la cama. Hacer el amor se había sentido como una catarsis así como la sesión de ejercicios en el gimnasio y casi tan agotador. A pesar de la intensa conexión que habían compartido un rato antes, Britt estaba irritada por la incómoda sensación de que algo estaba mal entre ellas. Sospechaba que ella era la causa…no quería a Santana en ningún lugar cerca de la campaña electoral hasta que se resolviera la amenaza de represalia por el ataque frustrado y la captura de Jennifer Pattee. Y ella no podía hacer nada para detenerla. Decidió no imponer su mal humor en Santana y se dio la vuelta.
- Llámame si vas a llegar tarde -dijo Santana a su espalda.
Britt se volvió -Lo siento, no quería molestarte
Santana la estudió seriamente con sus brillantes ojos oscuros.
- Me molestas de muchas maneras Brittany, pero estar cerca de mí nunca ha sido una de ellas
Britt se acercó y la besó -Me encanta verte pintar
Santana mantuvo ambas manos lejos de la camisa blanca de Britt y la chaqueta color carbón, hecha a la medida -No te va a encantar si te lleno de pintura
Britt sonrió -Me encantaría. Depende de las circunstancias
Santana se inclinó y le mordisqueó el labio -Supongo que tendremos que verlo entonces
- Espero no volver muy tarde. Reuniones. Ya sabes cómo es eso
- Muy bien. Haz lo que necesites hacer
- Volaré a Atlanta a primera hora de la mañana
Santana asintió -Si no te importa creo que iré a casa por un tiempo
- Si, por supuesto -el condominio de Britt era la residencia de ambas en Washington, pero nunca había sido una casa para Santana. El santuario que había hecho para sí misma en la ciudad de Nueva York, cruzando el Gramercy Park era su casa. El piso, el amplio estudio, pero más que nada la ciudad en sí, ya que podía salir por la puerta y desaparecer entre la multitud de personas…con quienes no tenía nada en común. La ciudad representaba la libertad para ella como ningún otro lugar. En este momento, enfrentar las limitaciones de una mayor seguridad en la campaña electoral, probablemente necesitaba esa libertad, o al menos la apariencia de libertad, más de lo había sentido en mucho tiempo -¿Cuándo?
- Mañana después que te vayas
- ¿Quieres que te alcance allí?
Los ojos de Santana se suavizaron y las nubes de tormenta desaparecieron. Se inclinó y puso su mejilla contra el hombro de Britt -Por supuesto que quiero. No hay ningún lugar en el mundo donde quiera estar sin ti
Britt besó su frente -Entonces estaré allí. Tan pronto como pueda
Santana le besó en el cuello -Lo sé. Te amo
- Yo también te amo -dijo Britt en voz baja.
**********
El ayudante de Lucinda dirigió a Britt, tan pronto como llegó, a la oficina de Lucinda en el ala oeste. Paula Stark y Adam Eisley…estratega político y director de campaña de Andrew López, un hombre entrado los cuarenta, graduado en la universidad de mayor prestigio, con una mirada de halcón…ya estaban esperando en la sala de estar. Lucinda dejó a un lado el informe y se unió a ellos.
- ¿Puedo pedir algo en la cocina para ti Britt? -preguntó Lucinda.
- No, estoy bien. Gracias -Britt saludó con un movimiento de cabeza a los demás y se sentó.
- No los retendré mucho tiempo entonces -dijo Lucinda -Paula y Adam han estado discutiendo el itinerario y puesto que hay algunas diferencias de opiniones, en cómo se debe proceder, pensé que debías estar aquí para la discusión
Adam parecía que había desarrollado una úlcera aguda -Esta es una pérdida de tiempo, como ya se los he señalado. No hay nada que discutir
Los ojos oscuros, normalmente tranquilos, de Stark brillaron -Usted no puede tomar decisiones unilateralmente sobre las áreas fuera de su competencia
- Puedo hacerlo cuando mi trabajo tiene prioridad sobre el de los demás…lo cual es así, si alguno de ustedes quiere seguir teniendo trabajo por unos cuantos meses más
- No estamos hablando de seguridad laboral, estamos…
- Si hicieran el trabajo que debieran…
Britt siguió por unos minutos los insultos apenas velados que estaban siendo lanzados entre uno y otro, sin saber qué o quién tenía la última palabra, entonces interrumpió - Supongo que se trata de Santana
Paula y Adam la miraron como si acabaran de darse cuenta que estaban discutiendo de su esposa. Paula se sonrojó. Adam se limitó a mover la cabeza en aparente disgusto.
Paula dijo -Para que quede constancia, estoy en contra de que la Sra López acompañe a la comitiva de la campaña, dadas las actuales circunstancias
Adam hizo un sonido como si una roca estuviese cayendo por un tobogán de metal -¿Qué diablos significa eso?
Lucinda dijo -Hemos tenido una reciente ola de amenazas de muerte dirigidas a POTUS
- Y ¿qué es lo nuevo? Eso es parte de la descripción del trabajo -inclinó la cabeza hacia Britt -¿No es el objetivo principal del Servicio Secreto velar que nada suceda?
- Si… -dijo Britt consciente de que Lucinda a propósito no le había dicho a Adam sobre el ataque actual -…pero cuando la solidez de las amenazas se incrementan, prestamos atención
- Y…pongan más agentes a su alrededor
- Entonces se quejará de que lo estamos manteniendo alejado del público -murmuró Stark.
- Britt -dijo Lucinda con calma -¿Cuáles son las probabilidades de que el nivel de amenaza de seguridad disminuya en el momento que salgamos?
Britt suspiró -Una situación como esta puede cambiar rápidamente, no hay manera de decirlo
Adam gruñó -Ahí lo tienen. No podemos mantener oculto al presidente bajo y si él toma camino, Santana también
- Santana no es esencial -dijo Paula -Es suficiente que ya los riesgos sean elevados. Ella ha sido un objetivo antes. Ahora sería obviamente un objetivo secundario -miró a Lucinda -No puedo ordenarle que se quede, pero usted o el presidente sí podrían
- Mira… -dijo Adam -Nadie quiere a alguien en peligro, pero esta es la realidad del juego. Ninguno de ustedes puede decir si la próxima semana o el próximo mes o dentro de cuatro meses a partir de ahora será más seguro -miró a Britt -¿No es así?
- Es así -dijo Britt a regañadientes.
Paula se inclinó hacia adelante en su silla -Desde el punto de vista de seguridad, tiene sentido táctico eliminar un objetivo secundario y poner todos nuestros recursos en asegurar al objetivo primario, por lo menos hasta que podamos investigar alguna de las amenazas potenciales
- Estoy de acuerdo -dijo Britt -Si pudiéramos tener un par de semanas más para lograr aclarar esto, antes de que Santana…
- Acabas de decir que no se puede garantizar una solución rápida… -dijo Adam -…y el presidente tiene una pelea en sus manos en este momento
Lucinda frotó sus ojos -Britt, se cómo te sientes, pero me temo que Adam tiene razón. La oposición está ganando fuerza en todo momento y Andrew, cierto o no, ha ganado una reputación de ser ajeno y estar alejado de la gente. No importa que él esté trabajando 36 horas al día manejando la crisis externa y la agitación económica aquí en casa. Los votantes necesitan creer que es uno de ellos, que entiende sus problemas, que puede ponerse en sus zapatos. Y la única manera de hacerlo, es que él salga allá afuera con ellos
Adam se levantó y miró fijamente a Britt -Usted solo tendrá que velar que las personas asignadas para protegerlos hagan su trabajo
- Gracias por su tiempo -dijo Lucinda levantándose -Cualquier cosa que necesites Britt, házmelo saber”
La mandíbula de Stark parecía lo suficientemente apretada como para romperse, pero no dijo nada, mientras Adam daba la vuelta y se marchaba.
- Gracias -Britt agradeció la oferta de apoyo de Lucinda, pero lo único que necesitaba, Lucinda no podía dárselo. La garantía de que Santana estaría a salvo.
- Así que… -dijo Tamsin mirando alrededor del enorme garaje. Tres motocicletas en diferentes fases de montaje ocupaban el centro de la habitación y una pared entera era un estante cubierto con herramientas. Los estantes superiores e inferiores se hundían bajo revoltijos de piezas de repuesto. Algunas ventanas pequeñas en una pared larga dejaban entrar algo de luz, cubriéndolo todo un manto gris. A pesar del desorden, el lugar parecía inusualmente limpio para ser un garaje -… ¿esto es tu casa?
Kenzi colgó su chaqueta de cuero en una percha junto a la ancha puerta doble desplegable y pulsó el botón para cerrarla automáticamente. Mantenía la temperatura en el garaje cerca de los 60 grados…lo suficientemente fresco para soldar con comodidad el chasis de las motocicletas pero lo suficientemente alto como para ser habitable si no estaba trabajando. Señaló una media pared hacia el otro extremo de la habitación -Duermo ahí abajo
- Acogedor -dijo Tamsin.
- Es suficiente -Kenzi puso agua en la cafetera de vidrio, llenó el depósito de la cafetera de goteo, puso el filtro y acomodó el contenedor para preparar café. Apoyada en el mostrador, Kenzi puso los codos en la repisa de madera y estudio a Tamsin. Ella desabrochó su chaqueta y permaneció de pie con las manos en las caderas luciendo sexy, arrogante y perturbadoramente seductora, en su franelilla ajustada y sus vaqueros a la cadera. Kenzi ignoró la punzada de atracción -Entonces ¿Por qué estás aquí?
- Ya te lo he dicho –Tamsin respondió con fingida paciencia -Las cosas se están calentando y quería una mirada de primera mano
- Si Ramsey se entera que no eres Lisa Smith te matará. O algo peor
- Él no va a descubrirlo. Lisa nos dio todos los detalles de su asignación, incluyendo cuando y como se supone debe reportarse con el hombre de Jerome. Mientras ella se reporte a tiempo y les provea datos de inteligencia, ellos estarán felices
- ¿Realmente el presidente internacional está interesado en las finanzas del club?
Tamsin se echó a reír -El año nuevo se acerca y se enteró de las armas. Quiere asegurarse de que recibirá su parte
Kenzi maldijo -Así que tenemos una fuga
- Probablemente no de tu parte…quizás a quien sea que le estés comprando, está hablando por allí, buscando superar tu oferta con algo mejor
- ¿Con quién me enfrento? -preguntó Kenzi. Si la rubia era quien decía ser, lo sabría.
Tamsin suspiró -Eres difícil de vender. A los rusos no les importa a quien venden las armas, sino quien está dispuesto a pagar más
- Está bien…aprobaste -dijo Kenzi. Y Tamsin tenía razón, todas las armas en movimiento a lo largo de la costa oeste, llegaban a través de la mafia rusa. Hace dos años y medio, cuando abrió por primera vez su tienda en Silver Lake y regó la voz de que estaba en el negocio de la adquisición nuevamente, llamó a los contactos que había hecho en el medio oriente para que dieran fe de ella ante la mafia. Solo que esta vez, estaba trabajando para los Renegados y no para el ejército de los EEUU -Mis acuerdos con los rusos son sólidos…ellos no tratarán de superarme
- Sabes que no existe eso de la lealtad con esos sujetos. Y si hay una lucha internamente, alguien podría tratar de construir una base de poder aliándose con los Soledads
- Sería una estupidez entonces -murmuró Kenzi.
- Si pero nadie ha dicho que estos tipos sean unos genios
- Así que tenemos que actuar con rapidez antes de que muestras armas terminen en el depósito de los Soledads -Los Soledads eran una ramificación de una de las pandillas más violentas del Salvador que surgieron en la última década. Fueron sumando territorios en todo el país matando a sus rivales. Hasta ahora, no habían hecho ningún movimiento sobre el territorio de los Renegados, pero si pudieran poner sus manos en los doscientos rifles de asalto, lo harían.
- Yo diría que cuanto antes mejor -Tamsin se sentó a horcajadas sobre una Harley que Kenzi había reconstruido y equipado ella misma. Tamsin se inclinó hacia adelante y agarró el manillar, con las piernas abrazaba la suave elevación del tanque negro con llamas de color rojo danzando junto con sus curvas sensuales -Linda moto ¿Tu creación?
- Si -dijo Kenzi con su garganta inusualmente seca. Metió la mano en la pequeña nevera que estaba bajo el mostrador, saco una botella de agua y bebió un largo trago. El frío hizo muy poco para extinguir la oleada de calor que ardía aún más fuerte mientras más miraba a Tamsin.
- ¿De dónde está consiguiendo FALA esa cantidad de dinero? -preguntó Tamsin casualmente.
- Aún no lo sé
Tamsin le miró a través del reflejo del tanque rojo brillante -¿Y qué es lo que van a hacer con ellas?
- Tampoco lo sé
- No podemos darnos el lujo de tener a un montón de lunáticos radicales utilizando armas que nosotros les ayudamos a conseguir para que realicen algún tipo de ataque terrorista
El deseo de Kenzi se enfrió. Su voz se endureció -No lo harán. Para el momento en que el intercambio se establezca y las armas estén moviéndose a un punto intermedio, sabremos lo que tenemos que saber y podremos preparar una incursión con la ATF (Oficina de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego) Las armas nunca llegaran a manos de la milicia
- Si -dijo Tamsin levantando una larga pierna sobre la moto para desmontarla con elegancia -Ese es el plan. Y yo estoy aquí para asegurarme de que funcione
Kenzi la miró en silencio. Tamsin realmente no había dicho mucho y eso que no estaba diciendo estaba revelando…quien la enviaba, porque ahora y que era lo que realmente estaba buscando. Por supuesto, asumiendo que lo que había dicho fuese la verdad. Kenzi no tenía más remedio que seguir jugando y el juego hubiese sido más sencillo si Tamsin no tuviese el inusual y desagradable efecto de nublar su mente con una neblina de deseo. Una distracción como esa podría llevarla a la muerte.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Hola que tal!!
Esta se pone muy bueno!!!
Saludos
Esta se pone muy bueno!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Esto a cada momento sé complica más. :-*
Linda23**** - Mensajes : 185
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
me parecio como que britt le estaba jugando sucio a santana al pretender que fuerzas mayores le impidieran participar con su padre, se que quiere protegerla pero no habian acordado no tener secretos?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
monica.santander escribió:Hola que tal!!
Esta se pone muy bueno!!!
Saludos
Hola!! Bien, y tu?
Cada vez mejor, ya veras
Nos vemos
Cada vez mejor, ya veras
Nos vemos
Linda23 escribió:Esto a cada momento sé complica más. :-*
Y cuando no ha estado complicado??
micky morales escribió:me parecio como que britt le estaba jugando sucio a santana al pretender que fuerzas mayores le impidieran participar con su padre, se que quiere protegerla pero no habian acordado no tener secretos?
Bueno en realidad no ha tenido secretos, Lucinda hizo la reunion, Britt no sabia de que iba a ser hasta que estuvo alli y es normal que no quiera que su mujer corra peligro, aun no pudo hablar con San porque despues de eso se fue a otra reunion
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 8
Capitulo 8
Duggin era un bar en la esquina de Adams Morgan, que había escapado a la clase adinerada, proyectando un aire de indiferencia casual, típica de las tabernas locales que habían servido durante generaciones en los barrios de DC. El bar con paneles de madera y techo bajo, estaba iluminado por bombillas polvorientas sin pantallas suspendidas a lo largo de la pared opuesta a la barra larga de madera barnizada, que parecía había sido fregada desde hacía mucho tiempo por un sin número de trapos, a causa de galones de cervezas derramadas. Detrás de la barra las botellas de licor estaban acomodadas en fila sobre la encimera, con fácil acceso a las marcas de élite empolvadas casi tanto como los artefactos de iluminación. El gran espejo detrás de las botellas reflejaba imágenes deformadas de botellas y rostros, opacadas por el humo de los años pasados. El cantinero era un irlandés corpulento, vestido con una camisa blanca de cuello abierto y pantalones negros imperfectos quien había heredado el lugar de su padre, quien a su vez lo había heredado del suyo y éste del suyo y así sucesivamente de aquellos que habían estado detrás de esta barra sirviendo a los policías y bomberos locales y eventualmente a algunos agentes federales. Duggin era un bar de policías y aunque el cantinero no conocía a Britt, pero conocía los de su clase. Los policías eran policías, fuesen locales o federales. Él la saludó con un dedo en su frente en reconocimiento mientras ella pasaba y luego la ignoró conscientemente. Eddie había elegido un buen lugar. Su presencia sería olvidada incluso entes de que se hubiesen marchado. Eddie estaba sentado en el otro extremo de la barra, con una cerveza en un vaso de vidrio grueso. No había cambiado en los dos años y medio que tenía sin verlo. Las entradas en su cabello, su cara larga y delgada, le daban el aspecto de tener una década más de sus 30 años, pero su cuerpo aún estaba firme y delgado. En su suéter de los Redskins y sus vaqueros, podría pasar perfectamente por uno de los policías locales que se detenían rápidamente por un trago luego de su turno. Nadie se había sentado cerca. La hora feliz no comenzaría hasta dentro de una hora y luego el lugar se llenaría de pared a pared. Ahora había pocos hombres en el bar que veían deportes en los monitores de televisión ubicados en las esquinas de la habitación o contemplando el licor en sus vasos como si buscaran respuestas que siempre les habían eludido. Britt se deslizó en el taburete que estaba junto a Eddie y le extendió la mano -Gracias por venir
Él le dio la mano -No hay problema ¿Cómo va todo en la gran casa?
- No tengo ninguna queja
El camarero se acercó y Britt le dijo -Una cerveza…cualquiera que tengas de barril y que sea oscura
Él asintió con la cabeza y se alejó como una sombra silenciosa.
Eddie se quedó mirando inconscientemente el anillo en su mano izquierda -Quien lo hubiese pensado ¿eh?
- Sé lo que quieres decir -sabía lo que él quería decir, aunque sin duda estaban pensando cosas diferentes. Para Eddie la idea de que un presidente reconociera públicamente la homosexualidad de su hija y apoyara su decisión de casarse con su pareja del mismo sexo, habría sido inconcebible apenas unos años atrás. Para Britt, el anillo simbolizaba algo que nunca había esperado…amar tan profundamente a alguien que todo lo demás era secundario, incluso el deber que la había motivado y guiado durante toda su vida. Cerró su mano sintiendo el anillo apretarse contra su dedo, un vínculo tangible con Santana que la estabilizaba sin importar lo caótico de las circunstancias.
- Entonces -murmuró Eddie en el silencio.
Britt dijo -Necesito información de inteligencia sobre los grupos paramilitares…más de lo que puedo conseguir en los informes. Quiero hablar con alguien que esté cerca de lo que está ocurriendo sobre el terreno. Me he puesto en contacto con algunas personas, pero todas las fuentes que he probado se han cerrado
Eddie apretó los labios y de pronto se interesó mucho en su cerveza.
- Sé cómo proteger a un agente encubierto -dijo Britt en voz baja. Esperó a que el cantinero deslizara solapadamente el vaso de vidrio grueso ante ella y al instante desapareció. Britt tomó un sorbo. La cerveza estaba oscura y amarga. Duggin servía lo mejor -Y esto es máxima prioridad
- Eres la directora adjunta de la seguridad nacional ¿Por qué me preguntas a mí? Puedes conseguir todo lo que quieras ¿no? -Eddie no sonaba enojado o acusador sino más bien curioso.
- Tienes razón en que puedo hacer que suceda, pero si lo hago, se correrá la voz de que estoy buscando algo y eso no es bueno para nadie
- Has estado en el campo Britt -dijo Eddie -Sabes que algo como esto puede hacer que la gente muera
- Es por eso que estoy aquí hablando contigo y no presionando sobre los canales
Eddie respiró profundamente y soltó el aire lentamente. Britt esperó mientras él lo consideraba. Ella podría o debería comenzar tocando puertas, podría usar su posición para obligar a la gente a darle respuestas, pero de esa manera el riesgo para todos aumentarían. Ningún departamento era hermético…y su investigación así como la identidad de los agentes en el campo podrían verse comprometidas. Igualmente, estaba poniendo a Eddie en una situación difícil. Él tenía que proteger sus fuentes o no le quedaría ninguna.
- ¿Dónde estás interesada en buscar? -dijo Eddie finalmente -Es un país muy grande con un montón de locos andando por allí en camuflajes y parloteando sobre los derechos de la 2da enmienda. Te encontraste con algunos de ellos no hace mucho tiempo, por lo que recuerdo
Britt hizo una mueca. Santana apenas había escapado de ser una víctima de los grupos paramilitares, que creía habían ayudado secretamente a los terroristas que habían atacado el World Trade Center. La guerra del terror de repente había asumido un rostro muy personal, con un enemigo mucho más cercano de lo que se imaginaban -Estoy persiguiendo a un líder que me llevó a un callejón sin salida en Idaho
- Lo que no me sorprende -Eddie alejó su cerveza -Te puedo poner en contacto con alguien que conoce a alguien que está ejecutando una operación allí. Él está a varios niveles por encima de la zona cero, creo. No sé qué tan cerca podrás llegar a las personas que podrían ser capaces de darte nombres
- No voy a saber lo que necesito hasta que pueda conseguir a alguien que conecte unos cuantos hilos por mí…todo lo que necesito es un hilo donde comenzar a tirar. Estas milicias organizadas no pueden existir sin grandes bolsillos que los respalden. Y seguir el dinero siempre es una decisión inteligente
Eddie sonrió -Igual que en los viejos tiempos ¿eh?
- Nuevo juego…misma estrategia
- Está bien. El sujeto con quien deberías hablar se llama Chuck Ferrel. FBI
- Él no sabrá cómo di con él -dijo Britt -Estoy dispuesta a salir allá afuera, conocer a su gente cara a cara. Nada será reportado. Ningún nombre saldrá a la superficie
- Dile eso a Chuck, eso podría convencerlo
Britt no se molestó en decir que Ferrel no tendría otra opción. Sacó un billete para pagar la cuenta -Te lo agradezco
Eddie se giró en el taburete y se acercó -Algunas de estas pandillas y milicias no siguen las leyes que nosotros reconocemos. Algunos de ellos no lo hacen porque tienen a los policías en sus bolsillos -hizo una mueca -No solamente a los locales. Deberás tener mucho cuidado de no confundir amigos con enemigos. O al revés
- Lo sé -Britt había ejecutado suficientes operaciones donde un poco de dinero era canjeado por drogas con el fin de rastrear al intermediario hacia el verdadero poder, para saber que algunas veces los criminales eran protegidos manteniéndolos como informantes o usarlos como aguijón para llevar a cabo operaciones encubiertas -Pero agradezco el consejo. Gracias por la ayuda. Te debo una
- ¿Sabes qué? -dijo Eddie -Me alegro de no tener tu trabajo. Prefiero perseguir ladrones y traficantes de drogas
- Algunos días… -dijo Britt levantándose -…yo preferiría lo mismo
****************
El móvil de Santana bailó en la pequeña mesa al lado de su caballete, su tono disminuido por el ritmo palpitante de la música rock que salía de las bocinas en la repisa de la ventana. Revisó el gran reloj de pared estilo gimnasio. Britt tenía pocas horas de haberse ido, por lo que probablemente no era ella. Por un segundo pensó en dejarlo sonar para que entrara en el correo de voz…no había tenido la oportunidad de sumergirse en la pintura en mucho tiempo y estaba emocionada por esta…pero comprobó el identificador de llamadas de todos modos. Habían ocurrido demasiadas cosas últimamente para ignorar una llamada. Cuando vio el número recogió su teléfono y presionó contestar -Hola papá
- Hola cariño -dijo su padre -Lo siento, no pude verte esta semana
- No hay problema ¿Todo está bien?
- Estaba a punto de preguntar lo mismo
Santana dejó su pincel en un frasco de limpiador y agarró el paño que guardaba en el caballete y limpió el exceso de pintura de sus manos -¿Por qué?
- Quería estar seguro de que Adam no estaba presionándote para que vinieras durante el tiempo de campaña. Es muy bueno en lo que hace y confío en sus instintos cuando a estrategias de refiere, pero tiende a perder el elemento humano en todo esto
- No estoy siguiéndote papá. No he visto a Adam desde antes de la boda
- Oh -dijo su padre -Él tuvo una especie de reunión hace poco y al parecer Britt y Stark necesitaron algo de persuasión. Adam dijo que ellas estaban a bordo y quería estar seguro de que tú también lo estuvieras
Santana caminó y desconectó su IPod de las bocinas. Un frío corrió a través de su pecho - ¿Britt y Stark se reunieron con Adam…acerca de mi participación en el viaje?
- Ah… -dijo Andrew -…no estoy seguro de los detalles. Creo que podría haber recibido la información incorr…
- Papa
Andrew suspiró -Fue una especie de sesión de lluvia de ideas de última hora con Luce…
- ¿Luce estaba allí? -el frío se propagó y dentro de ella la ira comenzó a aflorar.
- Cariño, conoces a Adam. Ahora está en modo campaña por completo. Es probable que llame a las 2 am con un nuevo plan para ganar los indecisos
Santana se abría reído de la imagen, sabiendo que era verdad, si no hubiese estado luchando por mantener su temperamento. Adam era un manipulador…manejaba a todos los que pertenecían al círculo de su padre como si fuesen piezas en un tablero de ajedrez cuando llegaba el momento de la campaña, posicionando a cada uno exactamente dónde y cómo los quería para una mayor efecto, prácticamente escribiendo sus diálogos para jugar con la sensibilidad de cada elector en el mapa demográfico. Por mucho que a su padre le gustara la política, ella sabía que a él no le gustaban las maniobras políticas…tenía a Adam para eso. Su padre era un orador carismático y realmente creía en el mensaje que llevaba, pero despreciaba cualquier tipo de giro. A veces la franqueza lo metía en problemas y Adam hacía todo lo posible por filtrar declaraciones emitidas por el presidente, antes de que tuviera oportunidad de darlas a la prensa y se lo masticaran.
- Está bien… ¿de qué está preocupado Adam?
- De nada…solo mencionó que Britt y Stark no estaban a favor de que tú nos acompañaras, por lo menos las primeras semanas. Estoy de acuerdo si deseas retrasarlo. Adam está en contra de eso pero…
- Ya veo -dijo Santana con cuidado y en voz baja -Estoy completamente bien papá. He estado planificando todo y no estoy preocupada por nada
- Bien. Sabes que te quiero a mi lado siempre, pero más que nada deseo que te sientas a salvo
- Lo estoy papá. Y voy a ir -dijo Santana -Si Adam me hubiese preguntado a mí le habría ahorrado el tiempo
- Está bien cariño. Estaré encantado de tenerte. Lucinda te mantendrá informada sobre la agenda
- Perfecto. Gracias papá -Santana lanzó el paño sobre la pintura con una mano -Oh…por cierto, voy a estar en Nueva York hasta que nos vayamos. Llámame si surge algo
- Lo haré. Hasta pronto cariño
- Adiós papá
Santana desconectó la llamada, tapó los tubos abiertos de la pintura y lavó sus manos de cualquier resto de pintura en el pequeño cuarto de baño contiguo. Se echó agua fría en la cara y esperó a que el rayo de furia desapareciera. Había odiado que toda su vida fuese dictada por el personal de su padre, porque había sido demasiado joven para hacer algo al respecto…ese punto ahora estaba en el pasado. Y tener a Britt tomando parte… Santana presionó el número de su jefa de seguridad y Stark respondió inmediatamente.
- ¿Sra López? ¿Puedo ayudarle?
- Me voy a Nueva York
- Por supuesto ¿Cuándo le gustaría…?
- Me iré tan pronto como haga las maletas
- El coche estará esperando -dijo Stark -¿Cuánto tiempo va a estar allí?
- No lo he decidido -Santana colgó. No había estado tan enojada en mucho tiempo, pero derramar su ira sobre Stark no ayudaría.
Tiró algo de ropa y otros artículos personales en la maleta y se dirigió a la puerta. Una vez le había prometido a Britt que no desaparecería cuando estuviera enfadada. Técnicamente no estaba desapareciendo…le había dicho que iría a Nueva York. Solo que se iba un poco antes. Después de todo, todavía tenía el derecho de determinar su propio horario, si acaso y si se quedaba aquí podría decir o hacer algo que después lamentaría.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Hola!
Santana en capítulos cómo este me enferma, me hace enojar y me pregunto cuando madurara y sé comportara cómo adulta, cuando hay algo que la moleste siempre actúa impulsivamente y no mide las consecuencias, ya sé enojo y Britt no tenía idea de que iba la reunión. Sí sé va así ojalá mi rubia cuando tenga que ir a Nueva York no la busque, xq siempre es lo mismo Santana sé enoja sé va y Britt después la busca.
Sí sé enojó que ella sola sé contente, sabe el peligro que corre pero nunca colabora.
Santana en capítulos cómo este me enferma, me hace enojar y me pregunto cuando madurara y sé comportara cómo adulta, cuando hay algo que la moleste siempre actúa impulsivamente y no mide las consecuencias, ya sé enojo y Britt no tenía idea de que iba la reunión. Sí sé va así ojalá mi rubia cuando tenga que ir a Nueva York no la busque, xq siempre es lo mismo Santana sé enoja sé va y Britt después la busca.
Sí sé enojó que ella sola sé contente, sabe el peligro que corre pero nunca colabora.
Linda23**** - Mensajes : 185
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Hola!
Santana en capítulos cómo este me enferma, me hace enojar y me pregunto cuando madurara y sé comportara cómo adulta, cuando hay algo que la moleste siempre actúa impulsivamente y no mide las consecuencias, ya sé enojo y Britt no tenía idea de que iba la reunión. Sí sé va así ojalá mi rubia cuando tenga que ir a Nueva York la castigue y no la busque, xq siempre es lo mismo Santana sé enoja sé va y Britt después sale detrás.
Sí sé enojó que ella sola sé contente, sabe que corre peligro, la situación a cada momento sé complica más y no colabora. En este capítulo de verdad no puedo con ella.
Santana en capítulos cómo este me enferma, me hace enojar y me pregunto cuando madurara y sé comportara cómo adulta, cuando hay algo que la moleste siempre actúa impulsivamente y no mide las consecuencias, ya sé enojo y Britt no tenía idea de que iba la reunión. Sí sé va así ojalá mi rubia cuando tenga que ir a Nueva York la castigue y no la busque, xq siempre es lo mismo Santana sé enoja sé va y Britt después sale detrás.
Sí sé enojó que ella sola sé contente, sabe que corre peligro, la situación a cada momento sé complica más y no colabora. En este capítulo de verdad no puedo con ella.
Linda23**** - Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 08/12/2013
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Que hará Britt cuando se entere que San se fue antes??
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Linda23 escribió:Hola!
Santana en capítulos cómo este me enferma, me hace enojar y me pregunto cuando madurara y sé comportara cómo adulta, cuando hay algo que la moleste siempre actúa impulsivamente y no mide las consecuencias, ya sé enojo y Britt no tenía idea de que iba la reunión. Sí sé va así ojalá mi rubia cuando tenga que ir a Nueva York no la busque, xq siempre es lo mismo Santana sé enoja sé va y Britt después la busca.
Sí sé enojó que ella sola sé contente, sabe el peligro que corre pero nunca colabora.
Hola!!
Bueno por lo menos no es como antes que se enfadaba y desaparecia librandose de sus guardaespaldas, sino que ahora por lo menos avisa y Britt por lo menos sabe que va a estar en NY, ya que la aviso, solo que bueno... se fue antes de tiempo...
Bueno por lo menos no es como antes que se enfadaba y desaparecia librandose de sus guardaespaldas, sino que ahora por lo menos avisa y Britt por lo menos sabe que va a estar en NY, ya que la aviso, solo que bueno... se fue antes de tiempo...
monica.santander escribió:Que hará Britt cuando se entere que San se fue antes??
Saludos
Lo sabremos ya...
Nos vemos
Nos vemos
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 9
Capitulo 9
Kenzi sintonizó la vieja radio de transistores sobre la mesa de trabajo a una estación de ritmos y blues, despojándose de su camiseta y sacó el carburador de 1949 de la Indian que había comprado en una subasta en el otoño. Puso las partes sobre las hojas de periódico para limpiarlas e inspeccionarlas. El trabajo mecánico era su forma de meditación…la rutina centraba su mente y asentaba sus nervios...la primera vez en el desierto, durante las interminables horas de tedio intercalados con los pocos momentos de caos cuando los proyectiles de artillería excavaban cráteres en la arena y hacían retorcidas esculturas improvisadamente de los vehículos y provocaban las bajas de sus amigos y ahora en esta batalla, donde una falla de concentración y una palabra equivocada podría comprarle una tumba poco profunda en una zona salvaje. El acuerdo de armas con los rusos era su camino dentro de las FALA y la anticipación tenía su excitación en el buen sentido. Tenía sus bases cubiertas…tanto como era posible en una operación con tantos jugadores volátiles involucrados. Lo que tenía sus nervios bailando con una rara combinación de inquietud y emoción era Tamsin. Ella era una desconocida, una pieza que no encajaba en la gama de paisajes que representaban la realidad cambiante de Kenzi y eso hacía a Tamsin peligrosa. Kenzi era una experta pensando rápidamente, cambiando las estrategias en medio del juego, adaptándose a los cambios violentos en el juego de poder entre los motociclistas, las pandillas y jefes del crimen…y todo porque conocía a los jugadores y planificaba lo inesperado. No conocía a Tamsin…sólo lo que Tamsin decía que era. Y esa era la estrategia menos fiable de todas. Había hablado con Tamsin Dunbar, su agente, pocas semanas durante casi tres años. Sus conversaciones consistían en instrucciones, informes y en muy raras ocasiones, actualizaciones sobre la familia de Kenzi. Dunbar podría haber sido una computadora por todo lo que Kenzi sabía…nada personal jamás había ocurrido entre ellas. Dunbar le preguntaba cómo estaba, si necesitaba algo, si quería copias de seguridad, pero cuando Kenzi se negaba en repetidas ocasiones, Dunbar nunca presionaba. Kenzi nunca habló sobre los hombres que le habían metido mano en la parte de atrás de la casa club cuando era un prospecto, forzándola contra una pared, deslizando sus manos sobre su cuerpo, dejándole sentir su dominio físico mientras le recordaban su lugar en la jerarquía. Se habían detenido cerca de haberla violado y había mantenido su expresión en blanco, mientras resistía su intestino y el profundo deseo de volarle los sesos. Eventualmente, había ganado su puesto, ofreciendo el tipo de conexiones que el club quería con los rusos y otros proveedores y todo lo que le había dicho a Dunbar era -Estoy dentro
Ahora, una mujer que decía ser Dunbar estaba aquí y nada de lo que había ocurrido anteriormente significaba una mierda. Tamsin podría ser la única persona que conocía realmente la verdadera identidad de Kenzi…no quién había sido, pero quién era…y eso era tan aterrador como estimulante. Porque incluso Kenzi no estaba segura de cuanto de la agente especial McElroy había conservado estando por tanto tiempo al margen de la ley. Había estado trabajando alrededor de una hora cuando la puerta de la tienda se abrió y se cerró de golpe. Sólo vendía restauraciones que hacía ella misma o tomaba de puestos de trabajo de personas que conocía. No mantenía horas regulares de trabajo y no esperaba a nadie. Deslizó su mano por debajo de la plataforma agarrando la Glock dentro de una funda fijada debajo de la cornisa. Se volvió lo suficiente para proteger sus movimientos y miró por encima de su hombro. Ramsey paseó por la habitación con una sonrisa en su rostro. Como de costumbre, llevaba el uniforme del club, camiseta negra, pantalones vaqueros, cinturón ancho de cuero y botas de motociclista. Tenía cuarenta y cinco años y empezaba a ablandarse por el centro, pero sus hombros y brazos estaban cubiertos de músculos. Su cabello negro veteado de gris era abundante y peinado hacia atrás desde la frente, corto de los lados aún más que muchos de los chicos. Afeitado, su rostro chupado lucía duro y riguroso. Lo había visto pelear y no sólo era hábil, sino implacable. Luchaba para ganar, sin importar lo que hiciera falta.
- Hola -dijo Kenzi apoyada contra el mostrador y dejando caer su mano a un lado. Podía llegar a la Glock en menos de un segundo si tenía que hacerlo. Lo había visto desenfundar y también era rápido. Probable un enfrentamiento si llegaba el momento.
Él admiró la India montada en el caballete de trabajo -Bonita. Si consigues que corra, vas a ganar dinero con ella
- Sí, lo sé. Sin embargo, podría conservarla para mí
- Sí, puedo ver eso -le dio otra sonrisa lenta -Tal vez puje por ella
Ella se echó a reír ante el incesante recordatorio que si él lo quería, él lo tendría. Como presidente del club, podía tener más o menos cualquier cosa o persona que quisiera.
- Así que, dime más sobre la rubia -dijo Ramsey, elevando la cadera en un taburete frente a la mesa de trabajo. Se frotó la mandíbula y su sonrisa se volvió salvaje -No estaba exactamente en condiciones de mantener una conversación esta mañana
Lo había llamado después de que se acercara a los altos mandos de la organización nacional, antes de que decidiera enfrentar a Tamsin. Él estaba agitado y las quejas lastimeras de Tricia en el fondo le dieron a Kenzi una muy buena indicación del por qué. Le había dicho lo esencial y eso era todo lo que planeaba darle ahora. Si ella incluso insinuaba que la historia de Tamsin era sospechosa, estaría firmando la sentencia de muerte de Tamsin, sin importar quién era realmente. Quizás Tamsin estaba allí para acabar con ella, pero si lo estaba, Kenzi se encargaría de ella por sí misma…cuando estuviese segura -Hablé con ella por unos minutos la noche anterior antes de salir del club. Fue bastante clara acerca del por qué había venido…no lo suficientemente inteligente como para ocultar algo. Jerome quería una explicación y tal vez echarnos en cara su importancia…mis palabras, no las de ella. Dougie la conocía de algún lado y tuvo una palabra con Jerome por ella. Él lo verificó
Ramsey sacó un palillo de dientes del bolsillo de su chaleco, se lo metió en la boca, lo hizo rodar hacia atrás y adelante varias veces y se encogió de hombros -Jerome nunca había pedido una explicación anteriormente ¿Crees que tiene que ver con las armas?
El estómago de Kenzi se apretó. No quería que Ramsey conectara a Tamsin con las armas o incluso contemplara una conexión. Negó con la cabeza -No lo creo. No he notado ningún interés por parte de ella o cualquier otra persona. Los rusos no querrían acuerdos con los Soledads. Tienen una tregua, pero los rusos no son tan tontos como para colgar un envío así delante de un competidor que comparte una frontera con ellos
- Tal vez Jerome está contemplando moverse dentro de nuestra expedición. Una gran expedición como ésta traería un montón de dinero a las calles
- No puedo discutir con eso -no quería protestar demasiado -Pero Jerome es el presidente…si lo quería, solo tenía que decirlo. De todos modos recibirá una tajada
El palillo rodó perezosamente sobre el labio inferior de Ramsey -Si él secuestra nuestras armas antes de hacer el intercambio, tendrá mucho más que una tajada
- Se estaría arriesgando a una guerra con nosotros y muchas de las confraternidades nos respaldarían
Ramsey asintió -Cuida tu espalda de todos modos. Y vigila a esa vieja. Hare que Armeo le muestre los libros… -sonrió con esa sonrisa perezosa nuevamente -…los que mantiene para la revisión pública y veremos si eso la mantiene feliz
- Claro -dijo Kenzi.
Ramsey rascó su estómago, colocando los dedos en la cintura de sus vaqueros por encima del contorno de su polla -Por ahora, ella es territorio libre
- Lo que tú digas
Él se rió -No me digas que no estabas buscando
El fuego saltó en el vientre de Kenzi y por un segundo quiso lanzarse a través del espacio entre ellos y plantar su puño en su rostro. Había tenido que tragar mucho para probarse a sí misma con Ramsey y los demás. Aun cuando habían detenido las burlas físicas contra ella, había tenido que escuchar como degradaban a cada mujer que no fuese sus señoras, tragarse su retórica racista y homofóbica y pretender que estaba de acuerdo. Pero saber que estaba desvistiendo a Tamsin en su mente, deslizando sus manos sobre su cuerpo y su polla entre sus piernas, casi rompió su contención de todo lo que había tenido que soportar personalmente. Dio un largo suspiro y se rió, sintiendo como si su garganta estuviese llena de vidrios rotos –Tiene mucho que ver
- Sí, me ha enviado a casa con algo que darle a la vieja anoche
Kenzi sabía que no podía comentar sobre su esposa. Él podía decir lo que quisiera, pero si alguien siquiera la miraba durante mucho tiempo, pagaría por ello.
- Muy bien -se puso de pie estirándose un poco -Mantenme informado ¿Cuándo esperas que estarás moviendo la mercancía?
- Es una orden grande, va a tomar un tiempo para traerla dentro…necesitamos mover los envíos parcialmente, tener todo almacenado con seguridad e inspeccionarlo antes de que podamos establecer el intercambio. Una o dos semanas
Él asintió con la cabeza mirando a su alrededor -Bonito lugar el que tienes aquí -Él la miró durante un largo momento -Eres una mujer sorprendente, McElroy
Kenzi se puso tensa y le devolvió la sonrisa -¿Cómo es eso?
- Por lo menos la mitad de los chicos en el club quieren caerte encima y por lo general, las tortilleras no causan ese tipo de reacción. Puedes disparar mejor que la mayoría, correr como cualquier otro y eres lista. Sin embargo, estás dispuesta a recibir órdenes ¿Cómo es eso?
- Me gusta ser un soldado -dijo Kenzi con la verdad -Entiendo la necesidad de recibir órdenes. No me importa seguir a un líder en quien confío
Él se rió y le señaló con un dedo -Como he dicho, eres inteligente. Mantén un ojo en la vieja
- Lo haré -dijo Kenzi en voz baja mientras miraba a Ramsey paseándose hacia afuera. Se preguntaba cuanto exactamente él sospechaba sobre Tamsin. Y sobre ella.
****************
En la última hora del día, cuando la mayoría de las tropas estaban estableciéndose en las barracas o las tiendas de campaña, Jane se abría camino a través de la carrera de obstáculos ubicada en el bosque detrás del complejo, caminando fatigosamente a través de la nieve cuya altura le llegaba al muslo en algunos lugares con un rifle atado a su espalda. El hielo bordeaba su nariz y el aire gélido le quemaba la garganta. Las lágrimas se congelaron en sus pestañas. Cada cincuenta metros más o menos, se detenía, se descolgaba el rifle de asalto, apuntaba contra objetivos en forma humana ubicados a diferente distancia en la pista de maleza, pendientes y en los árboles. Estaba cronometrando su carrera y a la vuelta, recogería los objetivos y determinaría su exactitud. Le mostraría a su padre la prueba de que estaba lista para el mando. Mientras había estado en Georgia trabajando en el laboratorio, había tenido que mantenerse en forma en el gimnasio y con visitas infrecuentes a los campos de tiro. Siempre había recorrido, al menos un centenar de kilómetros desde su casa al campo de tiro, para no encontrarse con cualquier persona que pudiese reconocerla en el recorrido. En cuanto a los que estaban en el laboratorio sabían que era una mujer solitaria y tranquila, cuyos intereses principales eran su trabajo, viajes ocasionales al teatro y montar en bicicleta a lo largo de los muchos senderos fuera de la ciudad. Mantuvo un perfil bajo en el trabajo…amigable pero no tanto como para ser incluida en los eventos después del trabajo o fines de semanas ocasionales. No quería causar una impresión y no quería ser forzada en situaciones en las que tendría que revelar información personal. Afortunadamente, cuando se ofreció a trabajar en el turno de noche, ya no tuvo que interactuar con sus colegas. Sólo un reducido equipo trabajaba de noche y el laboratorio de nivel 4 excluía del camino la conversación. Ahora que estaba en casa, nada cambiaría mucho. Sus hermanos y ella siempre se habían mantenido aparte de los otros hijos de los supervivientes, educados en casa por su padre y madre, entrenados para ser soldados desde que tenían edad suficiente para disparar y se preparaban para ser líderes de la organización algún día. Nunca había tenido amigos que no fuesen su hermana y su hermano. Un agudo dolor atravesó su pecho cuando se irguió sobre un terraplén cubierto de hielo. Jennifer, sólo un año más joven, era casi su hermana gemela. Su mejor amiga, su compañera, su hermana. Pensar en Jennifer enjaulada, interrogada, encarcelada por el enemigo le llenaba de rabia y dolor. Entendía que la suya era una guerra a largo plazo, pero no iba a dejar a Jennifer tras las rejas por años. La quería libre y de alguna manera haría que eso fuese posible. Si no podía, haría que alguien pagara.
****************
El conductor de Britt la dejó un poco antes de las siete. Se detuvo justo dentro de las puertas del vestíbulo y escudriñó el vestíbulo. Nadie del equipo de seguridad de Santana estaba presente. El portero detrás del escritorio asintió con la cabeza.
- Buenas noches, Steven ¿Noche tranquila?
- Hasta ahora, Directora Pierce
Ella tecleó el ascensor hasta su piso, un escalofrío de recelo le hormigueo a lo largo de su columna vertebral. Ni un puesto permanecía. Se detuvo en la puerta, escuchó. No había música. Con cuidado, entró en su apartamento. La única luz provenía del resplandor silencioso de la campana por encima del tope de cocina. Sabía que el apartamento estaba vacío, pero llamó de todos modos -¿Santana?
El silencio fue total. Sin encender las luces, dejó caer su abrigo en el respaldo del sofá y caminó por la sala vacía al final del pasillo y hacia el dormitorio. Se dio la vuelta hacia el interruptor en el interior de la puerta. La cama estaba hecha, las puertas del armario estaban cerradas. La mesita de noche al lado del lugar de Santana en la cama estaba vacía. Su iPad, el teléfono y la cartera se habían ido. Así como ella. Britt apagó la luz, volvió a entrar en la sala de estar, se sentó en el sofá e inclinó su cabeza hacia atrás. La luz reflejada bailaba en el techo. Hacía unas semanas paseaba por la playa con Santana, inundada con la increíble sensación de ser recién casadas. Por un corto tiempo, el mundo había retrocedido y solamente había estado Santana. Se preguntaba cómo sería vivir una vida donde la única cosa que más le importaba en el mundo no fuese algo que sólo pudiese abrazar en momentos robados fuera de tiempo. Se frotó los ojos y desabrochó su teléfono. Presionó el número de Santana y esperó. La llamada fue al buzón de voz. Escuchó el sonido familiar de la voz de Santana diciéndole que dejara un mensaje.
Cuando la voz de Santana se desvaneció ella dijo -Hola, soy yo. Imagino que estás en algún lugar del tránsito, así que permíteme saber cuándo llegues. Tengo un vuelo a las 6 a.m., así que voy a estar fuera la mayor parte del día de mañana. Ten cuidado. Te amo
Guardó el teléfono y pensó en la noche por delante. Luego se puso el abrigo y salió por la puerta.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Quiero más interacción entre Kenzi y Tamsin. Para ver sí cambia mi molestia por la aptitud de Santana no dejó ni una nota, sé sabía que sé y a dónde también pero una nota de confirmación no está demás, y Britt siempre tan atenta aunque la tonta no te lo merezca.
Quiero otro capítulo.
Quiero otro capítulo.
Linda23**** - Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 08/12/2013
Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Tengo mucha espectativa especialmente con la hermana de Jennifer creo que puede causar gran problema.
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
Santana me esta irritando un poco no me gusta si actitud inmadura y Britt que se preocupara por ella mi rubia siempre tan linda saludos :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
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FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 10
Capitulo 10
Tan pronto como Santana llegó a su apartamento, se duchó, se vistió en un par de pantalones negros, una camisa de seda negra y botas negras con tacones gruesos de dos pulgadas. Sacó un abrigo de cuero negro de su armario y salió. Santana se dirigió a través del vestíbulo y salió a la acera, dos agentes de su equipo le seguían una docena de metros atrás. El Suburban agazapado junto a la acera de en frente del Gramercy Park, una bestia descomunal con dos figuras en la sombra en el asiento delantero. Santana no había dado diez pasos cuando Stark saltó de la camioneta y la alcanzó. Stark caminó junto a ella por el lado más cercano a la calle y le dijo -No sabía que iba a salir esta noche…
Santana le cortó con un vistazo -No estoy escondiendo exactamente el hecho
Stark habló por su micrófono de muñeca y la Suburban rodó hacia ellas, disminuyendo la velocidad para recoger a los agentes a pie -Sería de ayuda si lo supiésemos de antemano
- Sí -dijo Santana -Estoy al tanto de eso"
Stark no dijo nada mientras Santana se dirigía al oeste hacia Chelsea. Stark no dijo nada más, incluso si estuviese molesta, que probablemente lo estaba. El Servicio Secreto odiaba los viajes extraoficiales. Bueno, mala suerte. Ella estaba enojada también.
- ¿Preferiría montar al vehículo? -preguntó Stark a los pocos minutos.
- No, prefiero caminar. Sola, en realidad –Santana apretó los puños dentro de los bolsillos. La helada de enero aún no había terminado y las temperaturas estaban por debajo de los 30. Fresco, pero para alguien que caminaba rápido y de mal humor, la noche era lo suficientemente caliente. Su abrigo desabrochado, ondulaba detrás de ella como el de un pistolero. Sonrió oblicuamente ante la ironía. Era la que supuestamente estaba en peligro y la única de la comitiva que estaba desarmada. No tenía una gran historia de amor con las armas de fuego, pero era buena disparando y sabía con absoluta certeza que podría matar si su vida dependiera de ello. Si fuese así ella lo haría. Pero aun así ellos jugaban este juego…que la importancia de su vida superaba la de todos los demás y desde que era así, no tenía que decir sobre eso. -Te puedes ir -dijo Santana -Voy a Francine
El bar era uno de los antiguos lugares de reunión de Santana, un cruce entre una parada técnica para la hora feliz de los trabajadores de oficina salvajes y después de ciertas horas, un lugar para los jugadores interesados en recoger algo más picante que una rápida e inocente revolcada. Santana había pasado muchas noches recogiendo mujeres en Francine, especialmente en los días en que había hecho un hábito eludir a su equipo de seguridad y haciendo rondas de incognito en varios bares. No había tratado de ocultar su aspecto esta noche, a pesar de que había dejado su cabello suelto y vestía de esta manera, probablemente no sería reconocida por la mayoría de las personas que no prestaran atención. Stark no hizo ningún comentario, pero algo en la dureza de su mandíbula sugería que estaba disgustada. Demonios. El enfrentamiento silencioso era casi tan irritante como el resto.
- Sabes algo Paula… -dijo Santana -…si tienes reservas sobre el próximo viaje de campaña, podrías haberlo hablado conmigo. Podríamos haber hablado acerca de cómo modificar nuestras rutinas
- No pensé que estaría receptiva a la idea
- Pero no lo sabías ¿verdad? Simplemente asumiste que sería más fácil y más conveniente ir a mis espaldas con mi esposa y Lucinda ¿Lo hiciste incluso hasta mi padre?
- Seguí el protocolo
- Oh, eso es una mierda… -espetó Santana -…no me metas en un saco de arena con la excusa del protocolo. Todos ustedes se esconden detrás de protocolo cuando no quieren molestarse con la simple cortesía
Stark se sacudió encarando a Santana, su expresión abiertamente sorprendida. Tal vez ella no se daba cuenta de cómo se sentía estar en el otro lado de protocolo.
Santana se detuvo en medio de la acera -¿De verdad no tienes ni idea de lo que se siente cuando tienes a un montón de personas sentadas discutiendo sobre lo que puedes y no puedes hacer?
La cejas de Stark se unieron hacia abajo en confusión reemplazando la incredulidad -Eso es más o menos lo que sucede todos los días acerca de casi todo…lo que hace su padre, lo que hacemos, lo que hace usted. Así que, supongo que no...No pienso en eso y no considero hacerlo de otra manera
- Ese es el problema. Todos ustedes están tan bien entrenados que no pueden desviarse del protocolo, aunque tal vez sería mejor que lo hicieran
Stark sacudió la cabeza con vehemencia -No. En el momento en que comiencen los segundos pensamientos sobre tu entrenamiento, desviándote de lo que ha demostrado ser la mejor y más segura manera de manejar una situación, se cometen errores. Dejas aberturas, creas vulnerabilidades
Santana resopló -Ese es tu entrenamiento hablando
- Sí, lo es. Y confío en él por completo
- Dios… -Santana negó con la cabeza -…suenas igual que Britt
- Es un honor
Stark lo decía en serio y Santana entendió por qué. Stark…maldición, de todos los agentes…caminaría a través del fuego por Britt porque ella moriría por cualquiera de ellos. Casi lo había hecho, más de una vez. Una flecha de dolor la atravesó y Santana rápidamente la echó a un lado. Britt probablemente estaría en casa y se habría dado cuenta que se había ido. También sabría el por qué ¿Cómo podía Britt conocerla tan bien, pero no lo suficiente como para pensar que le importaría que Britt hubiese ido detrás de su espalda? La idea todavía le dolía tanto como lo había hecho unas horas antes. El letrero de Francine apareció a la vista.
- Mantente cálida, Paula -dijo Santana -Espera en el SUV
- Voy a esperar dentro
- Haz lo que quieras -Santana entró a través de las puertas al calor familiar de los cuerpos en la cacería y esperaba que en poco tiempo fuese capaz de olvidar el dolor por un rato.
****************
Britt no se molestó en llamar a su conductor para que regresara por ella, tomó un taxi en la calle delante de su apartamento. Le dio la dirección del edificio federal donde mantenían a los presos de alta seguridad, donde los registros cifrados permanecían enterrados tan profundamente que si alguien buscara en las bases de datos federales no sería capaz de encontrarlos. Mostró sus credenciales al guardia en una puerta lateral y se le permitió la entrada hacia un largo y estrecho pasillo que terminaba en una batería de ascensores sin marca. Insertó una llave, bajó una sola planta y continuó su camino más allá de otro puesto de seguridad. Otro pasillo gris, con puertas cerradas sin marcas en ambos lados terminaba en un acristalado puesto de seguridad en el que tres agentes armados supervisaban las señales de video desde el interior y el exterior del edificio. El sargento se levantó y se reunió con ella en la puerta. Mostró sus credenciales nuevamente y dijo -Me gustaría ver al prisionero número 1329 ¿Puede pasarla a una sala de interrogatorios?
- Sí, señora. Cinco minutos
- Gracias. Y apague las cámaras de esa habitación, por favor
Él asintió con la cabeza -Sí, señora -se dio la vuelta, dijo algo a uno de los otros agentes y luego entró por una puerta hacia el interior del centro de seguridad y desapareció. Un momento después, uno de los otros guardias escoltó a Britt a través de la misma puerta y por otro pasillo a una ventanas de diez por diez con una habitación amueblada con una mesa de acero en el centro. Las sillas plegables de metal a cada lado de la mesa estaban atornilladas al suelo, como la mesa. Esposas soldadas en varios intervalos a lo largo del borde de la mesa ofrecían anclas donde las restricciones podrían ser aseguradas. Britt se sentó a la mesa entre ella y la puerta sin ventanas. Cinco minutos más tarde, un guardia con rostro de piedra escoltaba a Jennifer Pattee dentro de la habitación. Llevaba un traje gris indeterminado con la cremallera cerrada en el frente, desgastadas zapatillas deslizantes en sus pies. Su cabello oscuro parecía limpio, pero colgaba en una maraña suelta sobre sus hombros. No llevaba maquillaje y a pesar de las sombras bajo sus ojos, parecía alerta y no intimidada. Tenía las manos esposadas con esposas de acero unidas por una cadena corta, que se adjuntaba a la correa de cuero alrededor de su cintura. Sus tobillos estaban libres. Cuando se sentó en la silla frente a Britt, el guardia adjuntó la cadena que conectaba sus puños sobre la mesa. Podía estrechar sus manos en el borde de la mesa, pero no podía llegar hasta su rostro o alcanzar el espacio entre ellas. El guardia salió en silencio y Britt se levantó, se quitó el abrigo y lo puso sobre la silla a su lado. Se sentó y miró a Jennifer -Háblame otra vez sobre el hombre que te entregó el virus
Jennifer Pattee era una hermosa mujer de ojos luminosos azules, características fotogénicas, y un cuerpo voluptuoso. Incluso en el atuendo de prisión sin forma, se sentaba como si posara para una foto con una seductora sonrisa en su rostro. Su mirada se deslizó lentamente desde el rostro de Britt hacia todo su cuerpo y viceversa -Sé que no lo has olvidado. No pareces ser el tipo de mujer que olvida algo
- No lo he olvidado -dijo Britt con calma -Simplemente no lo creo. La manera en que lo veo, la única forma de ayudarte a ti misma es ayudándonos a nosotros
- Desde luego lo haría si pudiera -dijo Jennifer -Después de todo, ese es mi trabajo. Me inscribí en la Unidad Médica de la Casa Blanca para poder ayudar a cuidar del presidente ¿Por qué iba yo a querer hacer algo que lo pusiera en peligro o a mi juramento?
- Desde donde estoy sentada… -dijo Britt como en una conversación -…estabas en una posición perfecta para hacer exactamente lo que hiciste…reportar los movimientos del presidente mientras te movías en su círculo íntimo sin ser observada y totalmente fiable. Cuando llegó el momento oportuno, diste un golpe de muerte…o trataste
- Has visto mi expediente. Es impecable. No hay nada que sugiera que alguna vez hiciera algo así, porque no lo haría
- ¿Quién es el hombre de la cafetería que te dio el virus?
- No lo sé -dijo Jennifer -Esto es un error
- Estabas preparada para dispararle a un agente federal. Dirigiste una pistola hacia el agente Daniels
- Me sentí amenazada. No estaba segura de lo que iba a hacer. Tengo derecho a defenderme, al igual que cualquier otro ciudadano estadounidense
- Apoyas el derecho a portar armas
- Por supuesto. Estoy a favor de la Constitución y la Declaración de los Derechos
- ¿Es eso lo que te enseñaron cuando te educaron en casa en Idaho?
Por un instante, la expresión en el rostro de Jennifer parpadeó a uno de incertidumbre antes de que su mirada de confianza regresara. Esa mirada decía que había algo allí. Jennifer no había esperado que ellos supieran o se preocuparan por ese hecho…lo que significaba que importaba.
- Aprendí lo que cada niño aprende en la escuela…lectura, escritura y aritmética –Jennifer sonrió -Y el juramento a la bandera
- ¿Con quién fuiste a la escuela? -preguntó Britt.
Las cejas de Jennifer se unieron hacia abajo -¿Qué tiene esto que ver con todo?
- Creo que podría tener que ver con un montón de cosas ¿A dónde fuiste a la escuela? ¿En casa o en el campo de entrenamiento?
- No sé de qué estás hablando
- Claro que sí ¿Con quién fuiste a la escuela, Jennifer? ¿Con los hijos e hijas de otros americanos justos que apoyan el derecho a portar armas, incluso contra el gobierno?
Jennifer rió -No hay ninguna ley en contra de ser educados en el hogar, Directora Pierce
- No, no la hay. Existe una ley…un buen número de ellas, en realidad…en contra del intento de asesinato al presidente de los Estados Unidos
- Desde luego no lo hice. Soy la víctima aquí. No tenía ni idea de lo que había en ese paquete
- Sabes que aquí podemos seguir el tiempo que queramos y a menos que empieces a decirnos la verdad, lo haremos
- Quiero un abogado
- Estoy segura de que así es. Veremos que consigas uno -Britt se levantó y dobló su abrigo sobre el brazo -Algún día -Britt se movió hacia el final de la mesa y se detuvo -Estoy segura de que tienes familia con quien deseas ponerte en contacto. Tan pronto como comiences a cooperar, serás capaz de hacerlo
- No estoy interesada en hacer una llamada telefónica. Pero agradezco la oferta
- Que tengas una buena noche, Srta. Pattee
- Es teniente -dijo Jennifer con frialdad -Teniente Jennifer Pattee, del cuerpo médico naval de los Estados Unidos
- Buenas noches, entonces, Teniente. Hablaremos de nuevo, pronto
- Espero con ansia tu visita
****************
Santana tomó un sorbo de vino y observó a la mujer que realizaba su camino a través de la multitud hacia ella. Las cabezas se volvieron para seguir a la elegante belleza castaña y Santana sonrió mientras se acercaba. Girando cuando su mejor amiga se deslizó en el taburete a su lado, Santana se inclinó y le besó en la mejilla -Gracias por venir tan pronto con tan poco tiempo de aviso
Rachel Berry ondeó una mano elegante -Las gracias no son necesarias. Estoy siempre lista para una noche fuera en la ciudad
Santana rió -Creo que no he dicho eso
- Sí, pero estamos en Francine ¿Qué más podríamos estar haciendo? -Rachel dio al camarero un guiño seductor -Chardonnay, por favor. Y no la marca de la casa. Algo atrevido y audaz
El camarero, un guapo latino con ojos oscuros y una encantadora sonrisa asintió con la cabeza
- Creo que puedo conseguir algo para usted
- Estoy segura de que puedes
- Ya, ya… -murmuró Santana -…no alimentes sus esperanzas
- Oh, no pensaría en hacerlo. Solo estoy sacando el óxido por si alguna vez tengo alguna razón para usar mis artimañas de nuevo
- Uh-huh -Santana rió -¿Y cómo está Quinn en estos días?
La expresión mundana de Rachel se suavizó -Maravillosa, cuando la veo, lo cual nunca es suficiente. Está siempre fuera haciendo algo enorme y secreto que no puedo saber. Todo ese negocio es muy pesado
- Sí -dijo Santana, girando el vaso medio vacío en el pulido granito negro de la barra frente a ella -Así es
Rachel cruzó las piernas, con la falda de seda verde a medio camino deslizándose por su muslo, atrayendo miradas apreciativas de los hombres y algunas mujeres cercanas. Apretó ligeramente el antebrazo de Santana -¿Eso es lo que ocasionó esta visita improvisada? ¿Ha hecho Brittany algo repugnante otra vez?
El pecho de Santana se llenó de afecto. Rachel la entendía y la apoyaría, aunque toreara suavemente las verdaderas razones detrás de sus acciones -No te pongas de su lado en esto
Rachel se llevó una mano a sus pechos, los diamantes y pulseras de oro en su muñeca brillaron contra la seda champán de su camisa -Yo sólo dije que sabía que había hecho algo horrible otra vez ¿Cómo es que la apoyo a ella?
- No es lo que has dicho, es la forma en que lo dijiste. Y sé que siempre has tenido una debilidad por Britt
- Cariño… -dijo Rachel -…tengo una debilidad por las mujeres hermosas y tienes que admitirlo, ella lo es
- Sí -dijo Santana en voz baja -Ella es hermosa
La mano de Rachel se deslizó sobre la de Santana y la apretó suavemente -Entonces… -dijo ella sin sarcasmo en su tono -… ¿qué ha pasado?
Santana suspiró -Oh, sólo más de lo mismo. Algunas cosas han surgido en la seguridad y Britt quiere mantenerme rodeada. Bajo vidrio o más que eso
- Oh, no eso de nuevo ¿Está de vuelta en eso de querer mantenerte a salvo a toda costa?
- No hagas bromas de eso -dijo Santana de mal humor, sabiendo que sonaba petulante.
- No quise hacerlo. Sólo…a riesgo de perder a mi amiga más antigua y querida… -dijo Rachel -…a veces estoy de acuerdo con ella. También quiero que estés segura y no estoy casada contigo
- Rachel… -dijo Santana -…me has conocido más que nadie, excepto Tanner. Soy mucho más cautelosa ahora de lo que nunca antes fui y nunca pasó nada, incluso cuando estaba corriendo por allí medio loca con ninguna protección en absoluto
- Bueno, todas éramos jóvenes y tontas. Pero, ya sabes, era un mundo diferente entonces. Claro, siempre había riesgos, pero Santana… -Rachel acarició suavemente la mejilla de Santana -…cariño, la gente ha tratado de hacerte daño. Y hay amenazas ahora en la que ni siquiera pensábamos cuando éramos jóvenes. No teníamos que pensar en ellas, porque no estaban tan cerca de casa
- Créeme, sé lo que son las amenazas. Y ya no soy joven, ni salvaje, ni loca
- No, no lo eres y lo sé. Lo mismo sucede con Britt
- No me hables de ella
- Oh. Bien -Rachel tomó un sorbo de vino y asintió con la cabeza al camarero, que esperaba con una mirada expectante en su rostro -Excelente
Él se inclinó hacia adelante, con una sonrisa de complicidad en su rostro -Pensé que te gustaría. Te ves como el tipo de mujer que aprecia algo audaz y un poco atrevido. Yo lo hago
- Oh, yo también -dijo Rachel -Apuesto a que tú y yo probablemente también apreciemos las mismas cosas en las mujeres
Él sacudió la cabeza con fingida tristeza -Oh, bueno. Disfruta del vino
Ella le dio una brillante sonrisa y se volvió hacia Santana -Bueno, ahí va mi oportunidad para una noche salvaje. Supongo que tú y yo tendremos que hacer nuestra propia diversión
- Entonces supongo que es una buena cosa que realmente te ame
Rachel se inclinó y besó su mejilla -Lo es
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
vaya hola despues de tanto tiempo esperaba un par de capitulos por lo menos, bueno, hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: FanFic [Brittana]Código de Honor. Epilogo
micky morales escribió:vaya hola despues de tanto tiempo esperaba un par de capitulos por lo menos, bueno, hasta luego!
Bueno por lo pronto aqui tienes uno y después intentaré dejarte otro
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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FanFic [Brittana]Código de Honor. Capitulo 11
Capitulo 11
Tamsin cerró las persianas en la única ventana que daba hacia el estacionamiento en su habitación del motel y encendió su computadora. Se conectó al punto de acceso, cambiando el cifrado y entró en línea. Lo primero que hizo fue revisar su correo electrónico del trabajo. Una docena de e-mails de su homólogo ATF en las últimas cuarenta y ocho horas, aumentando en frecuencia durante el último día. El mensaje era más o menos el mismo en todos ellos, comenzando con "No he sabido nada de ti, repórtate cuando puedas" y progresando a "¿Dónde diablos estás? Necesitas confirmar que estás bien" los borró, escudriñando los burocráticos irrelevantes y los suprimió. Nada más parecía urgente, y cerró el programa de correo. A continuación abrió uno de los archivos protegidos para revisar los fondos que Kenzi iba a necesitar para la compra del armamento. La ejecución de una operación encubierta podría tomar años y costar cientos de miles, sino millones de dólares, para abastecer la caja de los agentes secretos, necesarios para construir casos contra las organizaciones que infiltraban. Operativos orquestando compras de drogas, haciendo compras de armas y financiando pornografía, todo en nombre de la seguridad de sus cubiertas. Entonces comenzaba el verdadero trabajo…a fin de salvaguardar la identidad de un agente encubierto, los adiestradores tenían que mantener el número de personas que sabían en el menor número posible, lo que significaba construir mucho de los casos por sí mismos. Cada pedacito de evidencia necesitaba ser registrada, analizada y catalogada. Las fotografías, cintas, transcripciones…todo tenía que ser fechado, referido y en la mayoría de los casos, revisado con los abogados del estado para asegurarse de que estaban construyendo el tipo de caso que daría lugar a condenas federales. Como la agente principal, Tamsin supervisaba toda la recopilación de pruebas, catalogándola y requisándola. Tamsin había sido quemada anteriormente, tratando de formular cargos contra los pandilleros. La ley antipandillas de Idaho se veía bien en papel…permitiendo imponer penas mejoradas contra los delitos relacionados con las pandillas…pero probar la afiliación a una pandilla podía ser muy difícil. Había visto condenas similares, en virtud de las leyes estatales, rechazadas y eso no iba a pasar esta vez. No después de todo el tiempo, el dinero y los recursos que habían invertido en la operación de Bitterroots. O los años de su vida que Kenzi McElroy había sacrificado. El caso que Tamsin quería, lo que quería todo agente federal, hacer frente a las bandas criminales…incluyendo organizaciones paramilitares como la FALA…era un caso RICO (ley federal contra las organizaciones corruptas y la extorsión criminal). Necesitaba pruebas que demostrara un patrón de comportamiento en los miembros de pandillas, que incluyeran varios delitos comprendidos en la Ley RICO…tráfico de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero, prostitución, asesinato…los elementos básicos de la vida pandillera. McElroy había hecho un buen trabajo recopilando evidencias hasta el momento, pero esta compra de armas sería el cierre. No es que estuviese bajo ninguna ilusión acerca de poner fin a las actividades de las pandillas, sin importar cuántos líderes atrapaban en su red. Los cargos del crimen organizado llevaban a las penas más rígidas y era como paralizar la infraestructura de una organización de arriba hacia abajo, pero las pandillas y las organizaciones de la mafia eran como hidras (monstruos con muchas cabezas), muchas cabezas. Hasta ahora nadie había sido capaz de acabar con uno de estos grupos. Un nuevo líder siempre parecía surgir antes de que el anterior si quiera hubiese llegado a su celda, pero al menos podrían frenarlos. Tamsin dirigía media docena de agentes encubiertos a la vez y hacía que cada uno de ellos estuviese tan seguro como podían estar. Nadie podía predecir lo que sucedería en el campo y un agente tenía que estar preparado para reaccionar con rapidez e inventiva cuando su cubierta era desafiada. Pero nunca enviaba a ninguno de ellos por ahí solos. Siempre estaba disponible y podía permanecer a disposición de algunos de los más nuevos, hablando con ellos una docena de veces al día, al principio. Kenzi había sido una excepción. Parte del acuerdo de Kenzi era que no conocería a nadie cara a cara…ni siquiera a su adiestrador. Tamsin había objetado en un principio, pero los activos de Kenzi eran tan únicos que había sido obligada a aceptar las condiciones. La agencia quería a Kenzi. Punto. Kenzi seguía las normas…a duras penas. Sus informes eran eficaces, pero a menudo descuidada para transmitir sus planes hasta después de hechos. Por lo general hacía los contactos necesarios con Tamsin, llamando en más o menos los intervalos esperados, pero nunca pedía asesoramiento o respaldo. Kenzi era un llanero solitario y ese patrón de comportamiento era a menudo una señal de alerta, lo que indicaba que un operativo podría naturalmente...dejarse seducir por el estilo de vida y perder el contacto con su misión. Era demasiado pronto para decidir si Kenzi había sucumbido a la seducción de la vida fuera de la ley, pero una cosa era cierta…necesitaba respaldo ahora, le gustara o no. El teléfono de Tamsin sonó y comprobó la lectura. Tras debatirse por un segundo respondió
- Hola, Dan
- Por los clavos de Cristo Dunbar ¿Dónde coño estás?
- Estoy de vacaciones. Esquiando en los Bitterroots -El silencio fue tan pesado como un puño. -¿Cómo está SoCal (compañía de gas)? -preguntó Tamsin, imaginando la cara ancha de Dan volviéndose tan roja como una zanahoria.
Dan se aclaró la garganta -Solitario. Te necesito aquí. Puede ser que tengamos visitantes de la costa este
Tamsin garabateado al dorso de un recibo de comida rápida. Dan Bussy era un buen sujeto, un agente de la ATF con experiencia que había hecho algunas redadas de drogas de alto perfil a lo largo del gasoducto México-California en los últimos años. Pero era nervioso…siempre imaginando escenarios de desastre. Peor aún, era un purista de las reglas. Tamsin tendía a salir fuera de las líneas. Mucho. El de ellos era un matrimonio lleno de baches, pero los dioses habían declarado que correrían esto juntos.
- No creo que pueda hacer eso. Estoy atrapada aquí por un tiempo -Tamsin rodeó las iniciales LMM que había dibujado a lápiz en negrita. Kenzi Markham McElroy -¿Cuál es la palabra del este?
- No estoy seguro todavía, pero nuestro territorio podría coincidir con otra persona. Como Seguridad Nacional
El pulso de Tamsin saltó por una fracción de segundo antes de atraparlo bajo el aumento de adrenalina y pudiese regular los latidos de su corazón. No mucho la agarraba con la guardia baja, pero la perspectiva de una operación más grande le aceleraba la sangre -Voy a dejar que lleves a cabo la reunión
- Bien, pero responde tu maldito e-mail
- Sí, querido -Tamsin tachó las iniciales de Kenzi, molesta de que McElroy hubiese surgido en su inconsciente. Solía tener un mejor control. La imagen de la agente morena apoyándose en el mostrador, aparentemente relajada, su cuerpo larguirucho hirviendo de energía, disparó un rayo de excitación a través de su centro. Otra extraña y no deseada sensación. Tamsin arrugó el papel y lo tiró en el cesto de los papeles -Mantenme informada
- Sí. Como tú lo haces conmigo -gruñó Dan.
- Lo siento
Dan suspiró -Estaré en contacto
- Yo también -Tamsin desconectó, recuperando la pequeña bola de papel de la basura y arrojándola por el inodoro. Seguridad Nacional. Eso sólo podía significar que la milicia estaba en algo más que solo compras de armas. Y estaba justo aquí en la zona cero. Ahora más que nunca, tenía que estar segura de que McElroy estaba firme. Volvió a su ordenador, llenando una solicitud de cien mil dólares para la compra de armas y la envió a la oficina regional. Las arcas estaban llenas en esta época del año y no anticipaba ninguna dificultad. Apagó la red inalámbrica, cerró su laptop y agarró su abrigo. Planeaba comer algo en el restaurante y luego sería tiempo de conocer a los chicos y chicas en el Ugly Rooster.
****************
Britt salió del centro de detención federal y se dirigió por la Avenida Pennsylvania hacia el edificio del Tesoro y su oficina. No tenía sentido ir a casa a un apartamento vacío. Miró su teléfono mientras caminaba. No había ningún mensaje de Santana. Podría llamar a Stark y preguntar por el paradero de Santana. Stark lo mantendría entre ellas, pero guardó su teléfono, encorvando sus hombros contra el viento, siguió caminando. Santana tenía derecho a su privacidad…tanto como fuese posible para alguien que había sido objeto constante de la atención de la prensa y la vigilancia de un equipo de seguridad. Cuando Santana estuviese lista para llamar, lo haría. Por qué se había marchado no era más un misterio. Santana había escuchado que era el objeto de la reunión estratégica de la tarde y probablemente también supo de la oposición de Britt a su adhesión a la campaña. No había secretos reales en Washington, ni siquiera en la Casa Blanca. No culpaba a Santana por estar enojada…especialmente porque no podía decirle a Santana con honestidad que lamentaba el tratar de hacer cambiar de opinión a Eisley y a Lucinda sobre incluirla en la programación inicial. No había llamado a la reunión, pero había estado feliz por la oportunidad de tratar, una vez más, de mantener a Santana fuera de la zona caliente. Britt mostró su insignia al guardia de la puerta mientras continuaba su camino y se abrió paso por los pasillos silenciosos y casi desiertos hacia la oficina del gobierno amueblado de manera impersonal. Tenía que dejar los problemas personales a un lado por el momento. Stark vería que Santana estuviese a salvo esta noche. La mejor manera de poder garantizar la seguridad de Santana y la del presidente, era descubrir quien había orquestado el plan de Jennifer Pattee para atacar al presidente. Jennifer Pattee era su mejor ventaja y su mayor desafío. La teniente era disciplinada, confiada y preparada para ser interrogada. Algo de su resistencia en el interrogatorio podrían ser el resultado de su entrenamiento militar, pero Britt sospechaba que su sangre fría iba mucho más allá de eso. Había conocido terroristas de la clase de Jennifer anteriormente…fanáticos pero no desequilibrados. Absolutamente dedicados a su causa, inquebrantables en sus creencias de que lo que estaban haciendo era lo correcto y en muchos casos, equitativos. Jennifer tenía el aspecto de alguien que había sido entrenado toda su vida para hacer exactamente lo que estaba haciendo en este momento…hacerle la guerra al gobierno estadounidense. Cuando Britt llegó a la oficina que rara vez utilizaba, colgó el abrigo y la chaqueta, enrolló sus mangas y encendió su computadora. Estaba buscando a un fantasma, el fantasma del pasado de Jennifer Pattee, porque quien quiera que sea que Jennifer afirmaba ser hoy, no era lo que había sido cuando alguien la entrenó para el terrorismo.
****************
Santana puso a un lado su copa de vino sin terminar, la tercera que había fallado en terminar durante la noche. La banda era buena…joven, experimental, llena de energía salvaje y pasión. Ella y Rachel se habían movido de Francine después de que habían sido sitiadas por demasiadas ofertas de compañía. El club estaba muy concurrido y agitado por la tensión sexual, pero ella y Rachel habían ubicado una mesa cerca del escenario sentándose lo suficientemente cerca para alejar un par de rollos, manteniendo a raya a los cazadores. La vocalista, una veinteañera andrógina en jeans negros, botas altas hasta las rodillas con hebillas de metales pesados y una camisa blanca abierta entre sus pechos, se movía con la rabia apenas contenida de un tigre enjaulado. Las ondas de energía sexual que irradiaba de ella arremetían contra un mundo que se negaba a verla. Mientras cantaba, su mirada volvía una y otra vez hacia Santana, la conexión entre ellas chisporrotea en el aire.
Rachel se acercó -Esa chica está ardiendo
- Ella es buena -dijo Santana.
- Es sexy
Santana se rió en voz baja -Sí, eso también
Rachel miró por encima de su hombro -¿Dónde están tus fantasmitas?
- Están aquí en alguna parte -Santana ya no se molestaba en buscarlos, no le importa lo que pudieran observar de su vida. Si lo hacía, estaría aceptando la prisión de la que había luchado por escapar toda su vida. Lo mejor que podía hacer era aceptar su presencia y luego ignorarla.
- No vas a usarme como algún tipo de distracción mientras te escapas ¿verdad? –preguntó Rachel.
Santana observó a la cantante, recordando todas las veces que había desaparecido entre la multitud mientras Rachel la cubría. Había hecho una especialidad en el hecho de eludir a sus guardianes y declaraba su independencia acostándose con extrañas…cuando lograba llegar a una cama. A veces ni siquiera esperaba tanto tiempo. No se había preocupado por los riesgos. Todo lo que le había importado era la libertad.
- Creo que me encargaré yo misma de eso -dijo Santana.
- ¿En serio? ¿Qué tienes planeado?
Santana apartó la mirada de la joven salvaje en el escenario, rompiendo el tenue filamento de calor entre ellas. Ya sabía que la realidad la dejaría fría -En realidad pensaba que podríamos volver a casa ¿Está Quinn en casa esta noche o puedes tolerar a una invitada?
- Cariño, siempre estoy encantada de tenerte como invitada. A Quinn no le importaría, además no estoy esperándola
- Bien, entonces vámonos
- ¿Qué pasa con...? -Rachel señaló con su cabeza hacia el escenario.
Santana se echó a reír -Estás bromeando ¿verdad? ¿Qué iba a hacer con eso?
- Oh, yo podría pensar en muchas cosas
- Pensar y hacer son dos cosas diferentes -Santana deslizó su brazo alrededor de la cintura de Rachel mientras caminaban hacia la puerta, sus abrigos sobre sus brazos -Y en caso de que hayas perdido el anuncio, ahora estoy casada
- Estaba allí ¿recuerdas?
- Por supuesto que sí ¿Creías que todo era sólo para los medios de comunicación?
Rachel se detuvo, con una expresión completamente seria -Por supuesto que no. Sé exactamente lo mucho que significa para ti. Y estaba bromeando acerca de la chica fuego
- Lo sé
- No lo lamentas ¿verdad?
- ¿Acerca de casarme con Britt? –Santana se colocó el abrigo. Su rabia peleaba contra el dolor de la separación que siempre experimentaba cuando estaban alejadas -Ni por un segundo. Pero todavía puedo estar enojada
- Oh, por supuesto. Detengámonos por un helado camino a casa
- Muy bien. Sólo espera un segundo -Santana tomó su teléfono del bolsillo y le envió un texto a Britt. Con Rachel. Ten cuidado mañana. Te amo.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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