FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08

Murió la abuelita de san?? Wow.... Inesperado... Por lo menos para mi... Espero que haya dejado una carta o algo donde diga que aceptaba a san tal y como era .... espero intrigada la siguiente actu... Saludos

La vieja se murio y aun asi le cago la vida ojala le haga un bien antes de irse del todo! me gustan las faberry! jaja y mis brittanas mas tiernas! besos!

hola Anita-P actualiza pronto porfa, quiero saber q sucedera despues porfa continualo, te mando un saludo

Les agradezco mucho sus comentarios, pero no tengo tiempo ahora de responderlos! Perdón!!
Les dejo un nuevo capítulo, y espero que estén muy bien! :)

Capítulo 25.
Quinn y Rachel esperaban ansiosas el aterrizaje del avión, mientras Brittany trataba de ocultar su ansiedad sentada a un lado.
Había pasado un tiempo desde la despedida, y aunque fueron sólo dos meses, eso la estaba desesperando. Quería abrazarse a ella nuevamente. Se había cuestionado muchas veces por qué no la había acompañado, pero la Universidad y las clases con las niñas eran su responsabilidad en ese momento.
Santana había luchado casi un año para conseguir eso, y luego de algunos papeles pequeños, ahora regresaba de filmar su última película en Texas, por la cual había recibido una buena suma de dinero. Su carrera no sólo estaba en ascenso, sino que se había convertido en una de las figuras más queridas del país.
Pasados los treinta y siete minutos de las diez, la revolución del público y los fotógrafos anunciaron la llegada de la tan esperada. Pero para ella sólo importaba una persona, esa que la esperaba a menos de tres metros, con una sonrisa tan grande que iba a guardar siempre en su memoria.
Pensó que no podía verse más linda en ese corto y floreado vestido que había elegido para recibirla. Aceleró su paso y la abrazó, levantándola un poco del piso. Sin importarle la gente que miraba, ni muchos menos las cámaras, la besó como no lo había podido hacer desde hace sesenta días.
- Te extrañé tanto.- le susurró y volvió a besarla.- Tanto.- sonrió nerviosa y la observó dulcemente.
- Yo también te extrañé muchísimo.- la rubia la acercó a ella, rodeándola por la cintura y la besó otra vez.
- Ya, ya, ya. Mucho amor.- las cortó Quinn.- Este es un lugar público.
- Cállate y dame un abrazo.- pidió Santana con su peculiar tono.- Tú también hobbit. Las extrañé también.
- Lo sabemos, no puedes vivir sin nosotras.- bromeó Rachel y la abrazó.
- Ella sólo no puede vivir sin mí.- la bailarina tomó a Santana de la mano y besó su hombro.
- Así es.- afirmó ella.
- Y después las cursis somos nosotras.- murmuró Quinn al oído de la más pequeña, lo que provocó una risa en ella.
- Vamos en busca de tu equipaje y a casa.- dijo Brittany ignorando por completo a las otras dos.
Así lo hicieron. Buscaron la valija de la morena y luego de que ella se tomara algunas fotos, partieron al departamento que ahora era de ambas. Rachel y Quinn las dejaron solas, pues ellas tenían que ir a casa de Shelby.
El lugar estaba perfectamente ordenado, como acostumbraba a tenerlo Brittany. Simon dormía en el sofá, el sol alumbraba la sala de estar a través del ventanal, un alto de libros sobre la mesa y una taza de café frío indicaban que la rubia había estado estudiando, el aroma a rosas y frutilla le anunciaba que estaba en casa otra vez, y nada la hacía tan feliz. Se dejó caer en la primera silla de la cocina, dispuesta a dormirse sobre ella si era necesario.
- ¿Quieres acostarte un rato? Yo prepararé el almuerzo hasta entonces.- le propuso su novia.
- No. Quiero estar contigo, hace mucho que no pasamos tiempo juntas.
- Aunque eso fue de lo más dulce, insisto en que deberías descansar un rato. No me molesta.-se sentó sobre sus piernas y dejó suaves besos en su frente, mejillas, nariz y sus labios.- Te llamaré para almorzar y hablaremos de todo.
- Eres la más perfecta novia de este mundo, ¿lo sabes?
- Tengo que estar a tu altura.- besó otra vez a la morena.- Te amo muchísimo, cada vez que te vas, lo hago con más intensidad. Aunque no me gusta que te vayas tanto tiempo.
- Prometo que la próxima vez será mucho menos tiempo. O quizás podrías acompañarme.
- Se verá con el tiempo. Ve a descansar.- se apartó de ella para que fuera a su habitación.
Por otro lado, Quinn y Rachel entraban a casa de Shelby, quien les contaba que Beth estaba en cama muy resfriada. La rubia subió las escaleras para verla mientras dejaba a las otras dos hablando en la cocina. Entró despacio y se sentó al lado de la cama, acarició el rostro de la niña y ésta despertó.
- Hola princesita.- le dijo.
- ¡Quinn!- la más pequeña la abrazó con fuerza.- Te extrañé.
- Estaba ocupada con la Universidad, perdón por no poder venir. Me queda sólo una materia para graduarme, y estoy muy nerviosa por ello.
- Sé que lo lograrás, eres muy inteligente.
- Gracias. ¿Cómo te sientes?
- Mejor ahora, aunque deba estar en cama hasta mañana.
- Es lo mejor que puedes hacer. En una semana cumples siete años y tienes que estar bien.
- ¡Sí! Y voy a hacer una fiesta con mis amigas. Tú y Rachel están invitadas.
- Estaremos aquí, por supuesto.- sonrió.- ¿Qué te gustaría recibir en tu cumpleaños?
- Es algo imposible.
- No lo creo. Dime.
- No.- le dio la espalda y se cubrió con las sábanas. Quinn rió y luego la destapó para ver sus ojos.
- Vamos, no puede ser tan imposible.
- Quisiera saber el nombre de mi mamá.- dijo y volvió a cubrirse con las sábanas. Ésta vez, Quinn quedó callada. Su pequeña hija quería conocerla, aunque ya lo hacía.
- ¿Por qué quieres saberlo?- preguntó.
- Quiero saber de dónde soy, si es bonita, quizás parecida a mí. También debe saber sobre mi padre. Soy la única niña que no tiene papá en la escuela.- a la rubia más grande eso parecía estar rompiéndole el corazón. ¿Tanto daño le estaba haciendo a Beth?
- Eres muy pequeña para saber esas cosas. Shelby te dirá todo cuando tenga que hacerlo, cuando crea que es justo para todos.
- Yo quiero saberlo ahora. Cuando el tiempo pase ya va a dejar de interesarme saber sobre ella, voy a dejar de pensar en ella, porque quizás entienda que nunca me quiso.
- No digas eso.- dijo con tono firme.- Jamás vuelvas a decirlo. Debes esperar un poco para entender las cosas. Hay muchas circunstancias en la vida de una persona que lo llevan a tomar decisiones difíciles, pero eso no quiere decir que tu mamá o tu papá no te quisieran.
- Dime algo Quinn…- la miró a los ojos.- ¿Tú me ayudarías a encontrar a mi mamá?
- Yo… Yo creo que esto es muy injusto para Shelby, quien te ama muchísimo y vive por ti.
- Amo a mi mamá, y admiro que me haya cuidado sola por tanto tiempo. Sólo quiero saber de dónde vengo, solo eso.
- Y si lo averiguáramos, sin saber su nombre, sólo de dónde eres y eso, ¿estarías conforme?- se animó a preguntar.
- Al menos por ahora sí.
- No prometo nada, pero…
- ¡Gracias, gracias, gracias!- la pequeña la abrazó efusivamente.
- No prometo nada Beth…
- Te quiero muchísimo.- esas palabras derritieron por completo el corazón de Quinn, quien la abrazó con mucha fuerza contra ella.
- Yo te quiero también pequeña.
Por otro lado, Brittany terminaba de cocinar y fue a despertar a Santana. Se sentó al borde de la cama y la besó en su frente.
- Ya es hora de almorzar bella durmiente.- susurró.
- ¿Mm…?- se desperezó la morena.
- Qué linda te ves cuando despiertas.
- Básicamente el resto del día también.- presumió.
- No niego cosas así.- besó su mejilla y sonrió.- Te espero en la cocina, no tardes.
A la latina le tomó un momento abrir bien los ojos, descubrir el retrato que Brittany tenía en la mesita, y sonreír por sentirse en casa otra vez. Se puso algo en los pies, tomó de su cajón una pequeña cajita aterciopelada y se fue a la cocina. La comida estaba servida y su novia la esperaba sonriente.
- No sabes cuánto extrañé tu comida.- le dijo cuando se sentó.
- Yo extrañé que estuvieras aquí para decirme lo bien que cocino.
- Ahora lo diré otra vez. ¿Cómo estuvo todo por aquí?
- Normal, ya sabes. Clases con las niñas, estudio y entrenamientos. Baile, mucho baile.
- Yo grabando todo el día, básicamente eso. Extrañando cada rincón de este departamento y a mi linda novia.
- Qué tierna resultaste.
- Sólo cuando te extraño. Después se me pasa.- rió
- Estoy acostumbrada a tu anti romanticismo, no te preocupes.
- Bueno, como total y orgullosa anti romántica, tengo que darte algo.- sacó la cajita y Brittany la miró sorprendida, incapaz de articular palabras.- No te propondré matrimonio. No hoy.- aclaró rápidamente.- Esto es sólo provisorio si se quiere decir. Sólo necesito asegurarme que ambas estamos comprometidas en esta relación, y dispuestas a llevarla hasta el final.- mostró un bonito anillo de plata con una piedra azul.- Iba a darte esto en año nuevo, pero ya sabes, la entrometida de Fabray lo arruinó todo.- ambas rieron.- Te amo, ¿si? Quiero que lleves esto sabiendo que el día que estemos listas, vamos a casarnos. Tú vas a casarte conmigo, ¿sí?- tomó su mano y deslizó el anillo en su dedo.
- Claro que sí Santana.- sus ojos azules, totalmente cristalizados, no podían dejar de mirar al objeto que ahora tenía en su mano.- Cuando me gradúe me casaré contigo, es una promesa.- se levantó un poco y estirándose sobre la mesa para llegar a la otra, la besó de forma lenta y dulce, transmitiendo el más grande amor que sentía por ella.- Gracias.
- Gracias por ser todo lo que quiero.
Estar en Nueva York sin compromisos laborales le permitía a Santana hacer cosas que en su tiempo de trabajo no podía. Su día era una rutina perfectamente marcada, y aunque lo fuese, no le molestaba. Se levantaba a las seis para desayunar con Brittany, acompañarla a la academia, luego correr por el parque y regresar al departamento.
Almorzaba con Brittany antes de que ésta se fuera a sus clases, y durante la tarde pasaba tiempo con Quinn mientras Rachel cursaba la última clase que le quedaba antes de su graduación.
El día viernes, Quinn no estaba disponible porque iba a pasar tiempo con Beth, y quedaban casi tres horas hasta que Brittany regresara. Se quedó en el departamento, escuchando música. No pasó mucho tiempo hasta que alguien llamó a la puerta. Bajó el volumen de la música y fue a abrir.
- Mamá.- dijo al ver a la mujer parada del otro lado.- Pasa.- abrió más la puerta y la mujer entró.
- Hola hija.- le dijo abrazándola.- ¿Cómo estás?
- Bien, muy bien. ¿Qué te trae por aquí?
- Quería verte, y no por televisión.
- Lo siento, sabes que no deseo volver a Ohio por ahora. Siéntate donde gustes, ¿quieres tomar algo?
- No, gracias.- se sentó en una silla frente a la mesada de la cocina.- ¿Cómo te fue en Texas?
- Increíble. Pasé un tiempo asombroso allí, aprendiendo de la gente del elenco. Se siente bien al fin saber lo que quiero hacer. ¿Y papá?
- Ha recibido un ascenso, y ahora se encarga de controlar el hospital. No pudo venir. ¿Y Britt?
- En clases, al menos por dos horas más.
- ¿Han estado bien?
- Sí, nosotras estamos perfectamente bien. Agradezco que ella estuviera aquí todo este tiempo, no sabes lo asombrosa que fue en todo el proceso de buscar algo que me hiciera sentir cómoda. Aparte de acompañarme en todo lo que pasó con la abuela. ¿Tú has superado eso ya?
- Me costó pero sí, supongo. Es por eso que estoy aquí.- sacó de su bolso un sobre mediano.
- No…- murmuró Santana.
- Fui hace dos días a sacar todas sus cosas. Sí, sé que ha pasado poco más de un año, pero necesitaba tomarme mi tiempo. Y encontré esto sobre su mesita de noche, tiene tu nombre.- se la acercó a las manos pero la otra no la tomó.- Es tuya Tana, tienes que leerla.
- Déjala ahí, sólo déjala.- le pidió.- Cuando sea el momento la leeré.
Maribel entendió sus razones, y respetó la decisión de su hija, por lo que dejó la carta sobre la mesada y siguió hablando de otras cosas. Luego cocinó para ella, y esperaron a Brittany para almorzar. La rubia se llevó una gran sorpresa al ver a la mujer ahí, pero le encantaba tenerla cerca al menos unos días.
Supo de la carta, pero tampoco insistió en que debía leerla, no hasta la noche. Cuando Maribel se fue a dormir, y ellas quedaron solas, llevó a Santana hasta el balcón y se sentaron en silencio, abrazadas, mirando algunas estrellas.
- Creo que estás algo pensativa hoy…- comentó la rubia.
- Esa carta me está comiendo los pensamientos.
- Deberías leerla, y dejar de pensar tanto. A veces tantos pensamientos nos lastiman.- le entregó la carta, que había tenido en sus manos todo el tiempo.
- ¿Y volver a recordarla?
- Uno tiene que corres riesgos.- acarició su mano y luego la miró a los ojos.- Sé que no es fácil, pero todo lo que quieres saber podría estar ahí.
- O quizás no, y eso me aterra.- miró los ojos azules de Brittany y supo que tenía que contarle lo que sentía.- Ese sobre tiene grabado mi nombre en una letra que jamás olvidaré, y contiene lo que quizás quiero saber. Pensar que aquí puedo encontrar respuestas a todas mis preguntas me inquieta, pero me inquieta aún más no estar completamente segura de eso.- acercó el sobre a su nariz.- Aún puedo sentir su aroma ¿sabes? Y nunca la he recordado tanto como hoy.
- Estoy aquí Santana, como siempre. Puedes llorar si quieres.
- No sabes lo que siento. Abrirlo implica volver a reproducir su voz en mi cabeza, con palabras que jamás me ha dicho, y que serían las últimas para mí. Es la última oportunidad de al menos leer algo que me recuerde que ella estuvo conmigo, y cuando las lea ya no habrá palabras nueva nunca más.-ahora sí dejó caer sus lágrimas.
- Algún día tienes que hacerlo y deshacerte de este dolor.- le secó las lágrimas y la besó.
- ¿Te quedas conmigo así lo hago ya?
- Estaré aquí, en silencio.- le dijo.
Santana abrió el sobre, atada a miles de sentimientos. Lo que había allí podría ser lo que estaba esperando.

muy buen cap!! me gusta que san encontrara su camino! mm que dira la carta? besos!

espero que en esa carta san escuentre la paz que tanto necesita con el tema de su abuela, hasta pronto!

No se han prometido pero ha sido una forma un poco tara que lo haran pero aun asi me ha gustado.
Estoy yo tambien ansiosa porque lea la dichosa carta

holap,...

me encanto que san ya tenga su carrera como actriz,...
a veces es difícil cerrar esa etapa de la vida de san,.. pero quizás es en esa carta encuentre lo que siempre quiso escuchar de alma,.. o no pero tiene que cerrar esa etapa para que no sufra mas!!

nos vemos!!

tatymm escribió:muy buen cap!! me gusta que san encontrara su camino! mm que dira la carta? besos!

Ahora veremos qué dice la carta!! Besos!!

micky morales escribió:espero que en esa carta san escuentre la paz que tanto necesita con el tema de su abuela, hasta pronto!

Creo que todos están esperando eso. Veamos si es así. HASTA LA PROXIMA! :)

monicagleek escribió:No se han prometido pero ha sido una forma un poco tara que lo haran pero aun asi me ha gustado.
Estoy yo tambien ansiosa porque lea la dichosa carta

La forma más linda, y no rara vendrá luego jaja. Por ahora, es lo mejor que pudo hacer Santana por su rubia.
Saludos y gracias!

3:) escribió:holap,...

me encanto que san ya tenga su carrera como actriz,...
a veces es difícil cerrar esa etapa de la vida de san,.. pero quizás es en esa carta encuentre lo que siempre quiso escuchar de alma,.. o no pero tiene que cerrar esa etapa para que no sufra mas!!

nos vemos!!

Coincido, es dificil cerrar esas etapas, pero siempre es necesario hacerlo. Independientemente de lo que diga la carta, esperemos que esto se termine para ella. Nos leemos la proxima!

Anddy Rivera Morris escribió:

Sabía que no eras tan mala!! jaja
gracias por otro excelente capítulo! :D

Yo no haría un juicio tan rápido sobre mi jajaja. Gracias por comentar!! :)

Miren qué buena soy, aquí les dejo un nuevo capítulo :) QUE ANDEN SUPER BIEN! :)

Capítulo 26.

Brittany permanecía sentada en el mismo lugar, aunque Santana ahora ocupaba el asiento de en frente, con el sobre en la mano. La rubia no articulaba palabras, porque no eran necesarias en ese momento. Vio cómo la morena abría el sobre y desdoblaba la carta, dejando a la vista una hoja de tamaño considerable, algo amarilla y arrugada.

- Voy a leerla para ambas.- le dijo, a lo que Brittany sólo respondió con un leve movimiento de su cabeza en forma de asentimiento.- ‘Santana…’- empezó.- ‘Quizás te parezca injusto enterarte de mi enfermedad cuando ya no había nada que hacer, y en cierto punto siento que lo es para ti. Sin embargo, mi niña, no quería generar más daño del que ya te estaba haciendo.’- se tomó unos segundos para seguir.- ‘Cuando me descubrieron el cáncer ya no había mucho por hacer a decir verdad, dijeron que atacaría lentamente pero que terminaría en lo que tú y yo sabemos. Pensé que lo mejor era guardar esto para mí y dedicarme a llevar una vida normal, en lo posible. Hace una semana regresé a mis controles, y anunciaron lo que alguien nunca está preparado para oír, que moriría, y que la enfermedad me había ganado. Me pidieron, como suelen hacerlo, que ordenara las cosas que quisiera dejar bien, que me despidiera de mis afectos, y entonces pensé que lo primero que tenía que hacer era escribirte esta carta. Sé que estarás aquí cuando muera, porque jamás me has abandonado, jamás me has odiado, y créeme que nada en el mundo me atormenta más que eso. Pensar que me amas aún después de lo que hice, y que probablemente estarás sosteniendo mi mano el día que el cáncer decida matarme, me llena de odio. Odio hacia mí, por no poder decirte que habría hecho lo mismo contigo.’- tomó aire para reprimir las lágrimas y siguió.- ‘Me preguntaba, al momento de escribirte, cuáles serían las preguntas que quisieras hacerme, y voy a tratar de responderte las que se me ocurrieron.
Me fui orgullosa de ti, quiero que sepas eso. Orgullosa de la mujer en la que te estás convirtiendo, orgullosa de lo linda y talentosa que eres, orgullosa de haberte recibido aquella última vez en casa, con tus convicciones firmes y claras, orgullosa, por sobre todas las cosas, de que tú estés orgullosa de quién eres. Eso en primer lugar.
En segundo lugar, y quizás esto será lo que quieres saber, no logré incluso hasta hoy, aceptar en su totalidad esos sentimientos de lo que me hablaste que tienes por Brittany. Y me pregunto cada día cuánto mal te hice, y cuánto mal seguiré haciendo cuando leas esto. Pero es que no comprendo, o quizás no quiero comprender ese tipo de amor.’- Brittany arrugó su frente pero continuó en silencio.- ‘Y quisiera hacerlo, quisiera decirte que acepté tu relación con esa niña, y que estoy feliz por ustedes,  pero te mentiría y no es mi intención. Sólo te ruego, porque sé que sufriste demasiado, que el día que seas famosa y todo el mundo te conozca, cuentes lo que significa para ustedes que la familia los rechace de la forma en que yo lo hice. Y quizás puedas cambiar al menos un pequeño porcentaje de gente que hace lo mismo que te hice a ti. Si eso ocurre, al menos esto habrá valido algo.’- Santana lloraba, y ésta vez con mucha fuerza, se aferró a su silla.- ‘No pienses en mí de la peor forma, no pienses en mí si no quieres en realidad, no lo merezco. Piensa en tu madre, tu padre, tus amigos, en Brittany, en toda esa gente maravillosa que te quiere y te apoya. Piensa en ellos cuando estés a punto de caer, y olvidarme será mucho más fácil.’- Brittany se arrodilló frente a ella y puso sus manos en las piernas de la morena en señal de apoyo.- ‘Lamento todo el daño, lamento realmente no haberte dado ese último abrazo que me pediste, y lamento aún más no poder hacerte un poco mejor aún cuando ya no esté. Pienso que hay gente así, que nunca cambia de opinión, y ¿sabes algo? No valen la pena. No intento victimizarme, sólo quería que supieras que no todo tiene un final feliz, y  que lamentablemente habrá más personas como yo, por las que tendrán que pedir que entiendan que sólo necesitas que te dejen ser quien quieres ser, y no lo que el mundo te propone que seas. Ayuda a esas personas, sé que tienes el poder y la fuerza para hacerlo. Hay un mundo lleno de aceptación allá afuera, hay gente que ve más allá en las personas, gente dispuesta a luchar contra la discriminación y el rechazo. Ojalá encuentres muchas de ese tipo y te rodees de ellas. Te amo Santana, y me fui amándote  como el primer día que te tuve en brazos. Perdóname mi pequeña, perdóname, pero no por mí, sino por ti, así puedas vivir tranquila. Tu abuela.’- se largó a los brazos de Brittany sin consuelo, llorando de la manera más dura y dolorosa.
La rubia creía que su corazón se comprimía con cada sollozo, y la aferró con fuerza contra ella. Se limitó a acariciar su cabeza y su espalda. No podía hablar, tenía un nudo en la garganta que se lo impedía, pero no quería llorar frente a ella. Tomó fuerzas como pudo y aclaró la garganta.
-Estoy aquí, puedes llorar todo lo que quieras.- le dijo besando su cabeza y abrazándola con más fuerza.- Todo estará bien mi amor, todo.- sabía que eso no era consuelo para Santana en ese momento pero tampoco sabía que decir.
En la cabeza de la morena sólo había un pensamiento: su abuela nunca la había aceptado, nunca. Y aunque quisiera ver algo bueno en lo que acababa de leer, nada se le ocurrió, no lo podía hacer en ese momento. Abrazada a Brittany y entre lágrimas se quedó completamente dormida.

A las cuatro de la mañana se sintió abrumada, el dolor de cabeza la despertó. Sintió mucho frío, y sus ojos totalmente hinchados se dirigieron a la rubia que dormía a su lado, en su cama. La besó suavemente antes de levantarse.
En la cocina se sirvió un vaso de agua y se dejó caer en el sofá. El dolor de cabeza no se comparaba con el que sentía en su corazón. Se llevó las manos a la altura del pecho, tratando de calmar ese dolor. El silencio de la ciudad tampoco le hacía bien. Parte de ella estaba triste, y la otra enojada- Quería golpear y patear cosas, gritar lo más alto que pueda, pero despertaría a Brittany y su madre, y tampoco estaba en sus planes hacer eso. Todo le parecía más complicado de lo que creía. Tomó su celular y en su agenda observó unos segundos el número de Dani, sin saber exactamente por qué. Quizás ella tendría otro tipo de respuestas, o sólo un buen oído para escucharla, pero estaba lejos y planeando una gira que la hacía feliz, no quería destruir eso sólo porque su vida estaba siendo destruida en grandes y dolorosos pedazos.
Lloró otra vez,  ahora también por el enojo de no saber qué hacer, luego tomó un abrigo, su cartera y algo de dinero para salir, sin saber exactamente dónde ir.

Eran las ocho de la mañana cuando Brittany se despertó porque el gatito estaba inquieto. Notó que Santana no estaba en la cama y fue a buscarla en la sala. No la vio, y tampoco a su cartera y sus llaves. En cambio, el teléfono celular estaba allí.
Rápidamente llamó a Rachel, esperando que supiera algo.
- ¿Britt?- preguntó la castaña algo dormida.
- Dios, estás durmiendo.- se alarmó ella.- Dime que sabes algo de Santana.
- No, no lo sé. ¿Pasó algo?- preguntó reponiéndose y con tono de preocupación.
- Anoche pasó algo, no entre nosotras, te contaré luego con más tiempo. Hoy desperté y ella no está en casa.
- Tranquila, ella debe estar por aquí. No te alarmes aún, llámala a su celular.
- No lo llevó, lo dejó aquí.
- Bueno, tranquilízate.- le pidió.- Despertaré a Quinn y estaremos allí en un rato.
- Ella estaba muy mal Rach, puede hacer cualquier cosa.
- No lo hará. Tranquila Britt.- su tono pedía tranquilidad pero no lo demostraba en realidad.- Estaremos allí en un rato.
- Está bien. Adiós.- le dijo y colgó. Se apoyó sobre la mesada y llevó sus manos a su rostro.- ¿Dónde te metiste?- se preguntó.
- ¿Perdón?- Maribel acababa de salir de la habitación y la escuchó.- ¿Pasó algo?
- Santana.- le dijo rápidamente.- Se fue de casa y no dijo nada.
- Britt, tranquila. Quizás sólo salió a tomar aire.
- No, sé que no es así. Desde que no la vi tengo un mal presentimiento sobre esto, ella no estaba bien y sé que podría hacer cosas sin pensar.
- ¿Qué le pasó?
- ¡Leyó esa carta!- exclamó enojada.- ¡Esa maldita carta! No pude evitar nada, ¿entiende?
- Tranquila nena.- le dijo abrazándola.- Tranquila.
- Nunca antes la había visto así Maribel, nunca.
- ¿Qué decía?
- Alma jamás pudo aceptarla, y se lo confesó en esa carta.
- Escucha, olvídate de ello. Pensaremos posibles lugares dónde buscarla y la encontraremos, ¿sí?
- Hay tantos lugares aquí.
- Nos dividiremos, Quinn y Rachel pueden ayudarnos.
- Ellas están en camino.
- Entonces esperaremos a que lleguen. Tranquila Britt, ella estará bien.
Los veinte minutos que esperaron a Rachel y Quinn fueron eternos para ellas. Brittany trató de pensar en cualquiera de los lugares a los que Santana iría, y se dividieron para buscarla.

Para las tres de la tarde, Quinn y Maribel habían regresado al departamento sin tener noticias. Rachel estaba en camino, de igual forma, sin ninguna noticia. Las tres llamaron a algunos conocidos que podrían saber sobre ella, pero nada. Dani ya estaba al tanto de la situación, y prometió intentar hacer algo desde Los Ángeles.
A las cinco de la tarde Brittany llegó al departamento, también sin éxito. Supuso que Santana se fue a la madrugada, porque nadie sabía nada sobre ella.
Maribel llamó a su esposo para ponerlo al tanto de todo, y aunque trataba de transmitirle tranquilidad, ella tampoco la tenía. Él estaba en Chicago por una junta médica, también lleno de nervios.
Estaba oscureciendo en la ciudad, Quinn tenía la cabeza sobre las piernas de Rachel, que estaba sentada en el sofá más grande. Brittany estaba en el individual, callada, pensando.
- Britt, debes calmarte.- le dijo la castaña.- Esto va a hacerte mal.
- No puedo Rach, siento que voy a morir si no sé nada sobre ella pronto. Estaba muy alterada, quién sabe lo que hará.
- No hará nada.- aseguró Quinn.- Santana se ama demasiado para hacerse daño. No pensemos lo peor.- el celular de la rubia de ojos azules sonó, mostrando el nombre de Dani en la pantalla.
- Dani.- atendió ella.
- Hola Britt.- dijo del otro lado.- ¿Alguna novedad?
- No aún, y esto me está preocupando.
- Te entiendo. Yo llamé a algunas amigas que la conoces, pero nadie sabe nada. Lo siento.
- No hay problema Dani, gracias.
- Quizás ella quería estar sola y tranquila  nada más, en un lugar donde nadie la moleste. Ya regresará, no puede estar apartada de ti.
- Lo sé.- rió levemente y pensó.- ¡Dani eres una genio!- exclamó como si acabara de resolver un misterio.- Debo colgar, si sabemos algo te diremos.
- Está bien. Adiós Britt, y suerte.
- Adiós Dani, gracias.- colgó, recogió su abrigo otra vez y dinero.
- ¿Dónde vas?- preguntó Maribel.- Está oscureciendo Britt.
- Si tengo suerte regresaré con ella.- le dijo.- Quédense aquí por si llamo.

Salió rápidamente y corrió lo más rápido que pudo. Recoger un taxi habría sido más fácil en otro momento, pero no ahora. Correr sin respetar semáforos ni a la gente que caminaba por la ciudad, era mucho más rápido para ella. Llegó a aquel estanque, y aunque ya estaba oscuro, corrió hasta el lugar que generalmente estaba alejado de cualquier ruido y al que poca gente iba. Pensó que si Santana quería estar sola y tranquila, ese sería el mejor lugar para encontrarla. Pero no, tampoco estaba allí.
Frustrada, se dejó caer bajo el árbol que estaba allí y lloró por una hora o más, preguntándose en qué lugar había olvidado buscar.

Que desesperante!!!!!!!!!! ¿Donde te metiste Saaaaaan? ... Espero que no le haya pasado nada malo, no leemos :'(

Y en la casa de su abuela???
Estoy yo tambien desesperada, S.O.S se busca a santan!!!!

Me gusto es capitulo ... Espero que actualices pronto

holap,...

estuvo triste el capitulo,..
solamente puede estar en en solo lugar?? para preguntarle ¿por que? pero no creo que llegue a tener esa respuesta,... necesita desahogar con una sola persona, gritarle y llora,... si llega ser verdad esta en la tuba de alma!!!

nos vemos!!!

oh oh donde se metio san? las chicas estan todas re preocupadas!! besitos excelente caap como siempre!

solo queda esperar entiendo su dolor pero no por eso debe ser tan desconsiderada!

:O quiero mas historia :O a donde te as metido san????