FF Brittana- ¿Aún la amas? Final! 06/08

Fernandaaaaaxxx escribió:Que desesperante!!!!!!!!!! ¿Donde te metiste Saaaaaan? ... Espero que no le haya pasado nada malo, no leemos :'(

No desesperes!! Prometo que no le pasará nada malo, nos leemos esta noche o mañana. Gracias!!

monicagleek escribió:Y en la casa de su abuela???
Estoy yo tambien desesperada, S.O.S se busca a santan!!!!

Podría ser una opción... Mmm... veremos qué pasa. Prometo subir un nuevo capítulo esta noche o mañana.
Hasta pronto y gracias por comentar!! :)

kamilittaz escribió:Me gusto es capitulo ... Espero que actualices pronto

Me alegro que te gustara! :) Repito, actualizaré esta noche o mañana :) Gracias!

3:) escribió:holap,...

estuvo triste el capitulo,..
solamente puede estar en en solo lugar?? para preguntarle ¿por que? pero no creo que llegue a tener esa respuesta,... necesita desahogar con una sola persona, gritarle y llora,... si llega ser verdad esta en la tuba de alma!!!

nos vemos!!!

Hola! Sí, un poquito triste. Puede también ser una opción lo que propones. Lo verás más adelante. Tengo el capítulo listo pero tengo que hacer unas correcciones. Hasta pronto!!

tatymm escribió:oh oh donde se metio san? las chicas estan todas re preocupadas!! besitos excelente caap como siempre!

Muchas gracias! Espero que el próximo te guste también! :)

micky morales escribió:solo queda esperar entiendo su dolor pero no por eso debe ser tan desconsiderada!

Sí, quizás fue un poco desconsiderada pero a veces uno no piensa en esas situaciones. Veremos qué pasa luego. Hasta la próxima!

Stariv escribió::O quiero mas historia :O a donde te as metido san????

Tendrás más historia cuando pueda terminar de modificar algunas cosas del nuevo capítulo. Y descubrirás dónde se ha metido Santana. Hasta pronto y gracias !! :)

Anddy Rivera Morris escribió:

¡Oh por Dios!
¿Dónde rayos está mi novia?, creí así como Britt, que estaba en el estanque... fue lo primero que pensé, es decir, es el lugar especial de las Brittana... :$, pero no, ay bueno ok si sé, está aquí conmigo tomando té xD gracias por los capítulos mi estimada escritora :3, espero que estés de maravilla!!
Un beso, y nos leemos en la próxima <3

Holaa! :) Como verdadera lectora imaginaste el mismo lugar que yo hubiera pensado ;) Así que está allí? Podrías devolvernos a Santana entonces! Jajaja.
Gracias por comentar siempre estimada lectora, estoy de maravilla! Espero que lo estés también :)
Nos leemos pronto! Besos!

Capítulo 27.

Antes de que se hiciera más tarde, Brittany decidió buscar un taxi que la llevara a su departamento. Subió en la parte trasera del auto y le dio la dirección al conductor, quien no dejaba de mirarla por el espejo retrovisor.
- Disculpe el atrevimiento señorita.- le dijo.- Pero es una noche brillante en la ciudad, ¿Cómo puede estar tan triste?
- A veces mi humor opaca toda la belleza de esta ciudad.- resolvió con una sonrisa forzada.
- Es una pena. Hoy, cuando comencé mi turno, me tocó llevar una jovencita tan triste y decaída como usted.- la rubia lo miró interesada.
- ¿Perdón? ¿Eso a qué hora fue?
- Como a las cuatro o cinco de la mañana, por el Central Park.
- ¿Recuerda como era ella?
- Una chica más bajita que usted, morena y con un cabello negro un poco desarreglado. Puedo asegurar que tenía rasgos latinos.
- Dígame algo.- le dijo.- ¿Ella llevaba un abrigo negro y un pantalón de pijama?
- Sí, eso fue lo que más llamó mi atención. ¿La conoce?- el taxista empezaba a entender.
- Espero que sí.- sonrió nerviosa y algo victoriosa.- ¿dónde la llevó?
- Al aeropuerto señorita.- a Brittany la cara se le puso pálida.
- ¿Está usted muy seguro de eso?
- No lo olvidaría. ¿Quiere que la lleve hasta allí?
- Por favor, se lo ruego.- le pidió.
¿A dónde iría Santana? ¿Por qué lo había hecho sin decir una sola palabra? La rubia habló a Maribel y le explicó lo poco que sabía. Le pidió que se quedara allí por si recibía alguna llamada, o si Santana decidía regresar. Ella trataría de averiguar a dónde había volado la morena, si es que lo había hecho.
Preguntó a muchas empleadas pero nadie quiso proporcionarle esa información, y sabía que eso era muy difícil. Alrededor todo le parecía transcurrir tan rápido, más que de costumbre, o quizás todo se había acelerado para ella. Desesperaba por saber algo, por escucharla al menos y saber que estaba bien. Se sentó mirando a través de un vidrio cómo se iba un avión y se preguntó dónde podría estar su novia. Quizás había huido a Los Ángeles para hablar con Dani, pero no, eso era casi imposible. Quizás Texas, el último lugar donde había estado. Desechó esa idea también.
- Ohio.- dijo en voz alta y segura.- Ella se fue a Ohio.
Corrió a comprar el primer vuelo a Ohio, y para su suerte saldría en una hora. Alrededor de la medianoche llegó a aquel lugar, al lugar que Santana odiaba, el lugar que le había quitado todo. Decidió que se tomaría las cosas con calma y pensaría bien. Pasó por la que había sido su casa mucho tiempo y recogió algo de ropa por si la encontraba, no quiso detenerse más allí a recordar su niñez o a su madre. Subió a un taxi, le dio la dirección de la antigua casa de Alma. Llegó, le pagó al taxista y corrió a abrir la puerta del lugar.
Al entrar vio las pocas cosas que quedaban desordenadas, algunas cosas rotas y supuso que Santana habría descargado su furia de esa manera. En las escaleras tuvo que encontrarse con algunas botellas y resolvió que la morena estaba arriba.
En la habitación principal la vio, tirada a un lado de la cama de dos plazas, apenas consciente de lo que había hecho. A pesar del dolor por verla así, reaccionó rápidamente y la levantó como pudo. Apestaba a alcohol y no podía moverse por sí misma. También tenía algo de fiebre.
- Dios, Santana, ¿Qué fue lo que hiciste?- le preguntó acomodando su cabello y sentándola sobre la cama.
- Quería olvidarme de todo…- articuló como pudo.- ¡Toda esta mierda que me hizo daño!- gritó y luego lloró desgarradoramente.
- Ya está Santana, basta.- le dijo.- Casi nos matas, nunca vuelvas a hacerlo.- la abrazó fuertemente y secó sus lágrimas.- Estoy aquí y todo estará bien.- tomó su celular y envió un mensaje a Maribel para que supiera que todo estaba bien y se encargara de avisar a Rachel, Quinn y Dani. Luego regresó su vista a una triste y borracha Santana.- Ven, debes darte un baño.- la llevó al baño como pudo y abrió la ducha.
Mientras el lugar se llenaba de vapor, ella la ayudaba a desvestirse. Santana no pudo evitarlo y la besó, rodeándola con ambos brazos para llevarla con ella hasta la ducha. La mezcla de enojo y desesperación que había en ese beso, sumado al agua cayendo sobre ellas, las estaba excitando rápidamente.
Brittany se desprendió rápidamente del jean que llevaba puesto, y la morena se encargó del resto de la ropa. Sus lenguas peleaban por tomar el control de la otra, y las manos de Santana recorrían todo el cuerpo de la rubia. En un movimiento brusco, Brittany llevó a la morena contra una de las paredes frías del lugar, y ésta última rodeó sus piernas en la cintura de su novia.
- Te amo. Te amo. Te amo.- le decía con desesperación y el más puro amor, buscando sus labios, recorriendo cada espacio de su cuerpo con las manos.
Brittany comenzó a dejar besos en su cuello, bajó a sus pechos y luego a su vientre, mientras la otra entrelazaba sus dedos en el mojado cabello rubio.
- Britt…- gimió.- No juegues conmigo, te necesito dentro mío ahora.
La rubia no respondió con palabras, la besó nuevamente con más pasión, controlando ya cada movimiento de la otra. Con su mano derecha sostuvo el cuello de Santana para profundizar el beso, y con la otra hacía círculos sobre su clítoris.
- Brittany por favor…- le dijo con la voz entrecortada y echando su cabeza hacia atrás.
La bailarina mordió suavemente el labio inferior de la otra y antes de que pudiera hacer algo más, introdujo dos dedos en ella. El grito de Santana fue ahogado en un beso. La latina gemía cada vez más fuerte, y sus manos se aferraban a la espalda de su novia. Movimientos bruscos y desesperados, el nombre de Brittany mezclados con gemidos, ahora tres dedos moviéndose dentro de ella, el agua cayendo en sus caras.
- Brittany, voy a acabar.- le dijo.- Lo voy a hacer.
- Hazlo princesa.- susurró en su oído, envistiéndola con fuerza por última vez.
Dejando besos en su cuello y detrás de su oreja, la fue bajando de su cintura. De todas las veces que habían hecho el amor, esa había sido la única que implicó esa mezcla de sentimientos inexplicables.
Cuando ambas recuperaron el ritmo de sus respiraciones, salieron del baño y se acomodaron en la vieja cama de aquella vieja casa. Brittany abrazó a Santana y besó su cabeza.
- Te amo.- le dijo.- Te amo muchísimo.
- Perdóname por haberme ido de esa manera…- se aferró con fuerza a sus brazos.
- Eso ya no importa. ¿Te encuentras bien?
- Sí, ahora lo estoy.- respondió honestamente.
- Duerme tranquila, estoy contigo.
Ambas quedaron dormidas un rato después. Todo había pasado, Santana había descargado toda su furia, había estado sola, y luego sólo bastó que Brittany la encontrara para recordar que ella sí tenía muchos motivos para seguir adelante. La luna iluminaba Ohio, y esa luz entraba por la ventana de la habitación donde descansaban dos almas destinadas a estar juntas para sobrevivir.
La mañana las encontró abrazadas, pero ahora era Santana quien tenía a Brittany entre sus brazos. Despertó primero y miró cada rasgo de su novia, cada parte de su cuerpo, y pensó que era muy afortunada de tenerla solo para ella. También pensó lo injusta que había sido al marcharse sin avisarle dónde, y el dolor que habría sentido ese día por no saber cómo se encontraba. Brittany siempre había sido incondicional con ella, y esa no era forma de demostrarle que lo sabía y que estaba agradecida por todo. Sintió algo de tristeza al pensar que era motivo de algunos dolores de su rubia, pero luego entendió que su vida recién empezaba allí, y que habría miles de situaciones más para pasar juntas. Quería pasarlas a todas, a cada una de ellas a su lado.
- Te amo.- murmuró y acomodó su cabello. Había dicho esas dos palabras muchas veces en unas pocas horas pero no dejaban de tener sentido.
- Yo también.- le respondió la otra.
- Así que estabas despierta.- le reclamó y luego la besó en su cuello.- Buen día preciosa.
- Me encanta pensar que no podrías dejar de mirarme.
- Escucha señorita creída, nos pondremos ropa y saldremos de esta casa para siempre. Le dimos un buen último uso a esa ducha, pero ya es hora de dejar esto atrás.- Brittany rió ante el comentario.- Un buen desayuno en Breadstix no suena mal.
- Suena genial.
- Y luego iremos a casa.
- Sólo no huyas más, por favor.- le pidió entre risas.
- No lo haré.- respondió también riendo y se quedó observándola.
- ¿Qué sucede?
- Me haces tan feliz luego de sentirme sin rumbo. Tienes algún poder Brittany Pierce.- se sentó en la cama y alcanzó algo de ropa para vestirse, cuando el celular de Brittany vibraba en algún lugar. La rubia lo buscó rápidamente y luego atendió.
- Rach.- dijo.
- Hola Britt, ¿Cómo están?- preguntó.
- Estamos bien las dos. Encontré a Santana anoche y aquí estamos, sin problemas. Volveremos por la tarde.
- Ponme en altavoz que tengo cosas que decirle.- pidió.
- Espera.- lo hizo y rió levemente.- Ahora sí, ella te escucha.
- ¡¿Qué es lo que te crees loca maniática?!- exclamó.- Nos preocupas, te vas sin decir una palabra y Brittany tiene que terminar buscándote en Ohio.
- Lo siento hobbit.- se disculpó.- No pensé las cosas.
- Naturalmente nunca lo haces.- su tono era más calmado ya.- Espero que no se repita, Brittany no puede rescatarte cada vez que quieras huir.
- Si el rescate implica lo que hicimos anoche…- dijo a su novia sin importarle que tenía a Rachel del otro lado.
- ¡Cállate!- le ordenó.- No me interesan sus detalles.
- Seguro que tú y Fabray no…
- ¡Basta Santana!- la interrumpió.- Cuídense y las espero a la tarde.
- Adiós Rach.- se despidió Brittany.
- Saludos a la rubia presumida.- agregó la morena antes de que colgaran.
Ambas se vistieron, trataron de arreglarse un poco y salieron de casa. Santana estaba lista para despedirse de todo lo que le había hecho mal, con Brittany a su lado y tomando con fuerza su mano, dio  una última mirada al lugar que la había acogido de niña, y miró al cielo esbozando una sonrisa. No había mucho por decir, por lo que miró a la rubia y fueron a Breadstix.

En Nueva York, Quinn estaba ordenando el departamento mientras Rachel se ocupaba del cuarto. De pronto alguien llamó a la puerta, y para su sorpresa Shelby y Beth estaban del otro lado.
- ¡Ey!- les dijo.- Qué agradable sorpresa. Pasen por favor.
- De hecho.- respondió rápidamente la mujer.- Me surgió una propuesta bastante interesante al otro lado de la ciudad, y me preguntaba si querías cuidarla hasta la tarde.
- Sí, claro.- aceptó sonriente.- Pasa pequeña, Rachel está por allí.- la niña lo hizo, no sin antes despedirse de su madre con un abrazo.
- Muchas gracias Quinn, sé que la cuidarás bien.
- Sí, no te preocupes. Ten mucha suerte.
- Hasta la tarde, y gracias.
- Adiós Shelby.- se despidió con una sonrisa y cerró la puerta. Beth estaba sentada sobre la silla de la cocina con una enorme sonrisa en su rostro.- ¿A qué debo esa hermosa sonrisa?
- Estoy feliz porque tú y yo pasaremos tiempo juntas, y mañana podré contarlo en la escuela.
- ¿Tanto te gusta pasar tiempo conmigo?- preguntó sorprendida.
- Sí, siempre me gusta.- Rachel salió del cuarto y la vio.
- ¡Ey enana!- se acercó a abrazarla.- ¿Qué haces aquí?
- Mamá me trajo. La llamaron para un nuevo proyecto y no tenía con quién dejarme.
- Mira qué bien, la hablaré luego.
- Pienso que podríamos pasar el día afuera.- opinó Quinn.
- Me gusta la idea. ¿Qué te parece Beth?- preguntó la castaña.
- Que eso suena asombroso.
- No se habla más. Me cambio y salimos.
- No saldremos hasta dentro de dos horas.- comentó la niña y Quinn rió.
En Ohio las cosas parecían estar bien, ambas estaban sentadas frente a frente en Breadstix como en los viejos tiempos. Santana era notablemente una figura importante para la gente del lugar, quienes educadamente se acercaban a pedir fotos o autógrafos. Estaban orgullosos de ella y se lo demostraban con cariño. A pesar de eso, la morena estaba muy callada y su novia lo notó.
- ¿Quieres hablarme de algo?- le preguntó.
- Estoy bien Britt, solo trato de ordenar mis pensamientos.
- Podría ayudarte si me dejas.
- Yo… Solo estoy tratando de asimilar todo esto para salir adelante.
- Sabes que ya no hay nada que hacer, ¿cierto?
- Lo sé, lo sé.- asintió.
- Ahora quiero hacerte unas preguntas.
- Adelante.
- ¿Por qué aquí? ¿Por qué Ohio? No has dejado de decir que este lugar te quitó todo.
- ¿Sabes? Este lugar me hace tanto mal, pero a la vez es mi hogar y porque a pesar de eso, a este lugar le debo todo lo que amo. Sé que volvería a elegir nacer aquí si tuviera la oportunidad. Volver es lo más sensato que hice, para abandonar todo mi dolor y regresar a Nueva York renovada. La ciudad jamás entenderá todo lo que siento, jamás voy a sentirme acogida allí porque no encuentro mi historia en ella, no encuentro mi pasado. Aquí está todo, y nada nunca va a cambiar.
Brittany se levantó del lugar que ocupaba y tomando el rostro de la morena entre sus dos manos la besó.
- ¿Y eso?- le preguntó sorprendida cuando se separó de ella.
- Me moría por hacerlo.
- Eres tan linda.- rió y le hizo un lugar para que se sentara a su lado.
- Sany…- murmuró mientras posaba su cabeza sobre el hombro de la otra.- ¿Fuiste al cementerio?
- Sí.- respondió como si le doliera recordar.-  Pasé unas horas allí, tratando de entender. Lloré mucho y le pregunté por qué, aunque era obvio que no habría respuestas.
- ¿llegaste a alguna conclusión?
- Que todo esto fue por haberme enamorado de una rubia de ojos azules, compañera de las animadoras.- bromeó.
- Podría haber sido cualquier otra persona, no me eches a mí la culpa.- se defendió entre risas.
- No Britt, siempre has sido tú, y seguirá siendo así. Podría perder miles de cosas pero sé que vas a estar allí para mí, vendrás a buscarme.
- Lamento romper tu momento tierno, pero créeme que la próxima vez que decidas irte sin decírmelo voy a matarte.
- Tendrás que buscarme para ello.
- Sólo no lo harás nunca más.- sonrió y cerró sus ojos como para guardar ese momento en su memoria.

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Espero que les guste y el próximo tendrá algo más de Faberry! Hasta pronto!

Jajaja si que ha sido un buen ultimo uso de esa ducha!!! XD XD XD
Me ha encantado este capitulo tan lleno de sentimientos

me encanto el cap, fue genial de verdad! y me gusta como se fue dand todo con san, ahora las faberry y beth mas tiernas ya quiero leerte de nuevo jajaja besitos!

holap,....

me gusto,....
le atine al lugar,... dos de los lugares que fue,..!! era necesario que cierre su pasado que tanto le dolió y hicieron un buen uso de la casa antes que quede todo atrás!!! jajja

nos vemos!!!

necesitaba urgente un hermoso capitulo con un final feliz, tanto drama en las otras historias que sigo me estaban haciendo pensar en colgarme de un arbol!!!!!!

monicagleek escribió:Jajaja si que ha sido un buen ultimo uso de esa ducha!!! XD XD XD
Me ha encantado este capitulo tan lleno de sentimientos

Me alegro que te gustara! Saludos!!

tatymm escribió:me encanto el cap, fue genial de verdad! y me gusta como se fue dand todo con san, ahora las faberry y beth mas tiernas ya quiero leerte de nuevo jajaja besitos!

Que bien que te gustara! Me tardé un poquito en actualizar, perdón. Aquí tendrás más de faberry. Saludos!!

Anddy Rivera Morris escribió:

No puedo decir que me gustó, porque te estaría mintiendo...
¡ME ENCANTÓ!
Fue demasiado lindo, tierno... WANKY *-* jaja
nos leemos en la próxima guapa, un beso :D

Nada más lindo que un comentario así jaja. Alguna vez me preguntaste si pensaba en algo wanky para ellas, ahí lo tienes, tus deseos son órdenes jajaja.
Tardé un poco, pero aquí estoy otra vez. Espero que te guste el nuevo capítulo.
Nos leemos, espero que pronto! Un beso y que andes muy bien.

3:) escribió:holap,....

me gusto,....
le atine al lugar,... dos de los lugares que fue,..!! era necesario que cierre su pasado que tanto le dolió y hicieron un buen uso de la casa antes que quede todo atrás!!! jajja

nos vemos!!!

Todas están conformes con el uso de la ducha, ¿eh? jaja. Me alegro que te gustara! Saludos!

micky morales escribió:necesitaba urgente un hermoso capitulo con un final feliz, tanto drama en las otras historias que sigo me estaban haciendo pensar en colgarme de un arbol!!!!!!

Me gusta que mi capítulo de alegre y evite un suicidio. Ahora no sé cómo tomarás el final de este capítulo que sigue, me mantienes al tanto! jaja
Saludos y gracias!

Regresé! Ahora que estoy en el receso de invierno espero poder actualizar más. Gracias por comentar!

Capítulo 28.

En Nueva York, Rachel y Quinn llevaron a Beth hasta Brooklyn. Bajo el magnífico y famoso puente, las tres observaban en silencio la vista que les imponía el lugar. Quinn nunca había estado allí y estaba más sorprendida que la niña.
- Este lugar es fantástico- comentó.
- Más abajo, en la orilla hay columpios y un pequeño muelle.- le dijo la niña.- Vine con mamá y Rachel una vez, ¿lo recuerdas Rach?
- Sí, claro que lo recuerdo. Fue uno de los días más lindos de mis vacaciones.
- Mamá tiene una foto muy linda en su cuarto. Quiero una con Quinn, ¿Nos tomarías una?- le preguntó.
- Sí, cómo no.- sacó su celular y esperó a que estuvieran listas.- Sonríe Beth, no me gustas seria.
- Sólo estaba distraída.- sonrió y abrazó a la rubia que la tenía en brazos.
- Listo. Que feas salen.- se burló la castaña.
- Cállate, tienes envidia a las rubias.- atacó rápidamente la pequeña.
- ¿Sabes eso de que las rubias son tontas?
- ¡Racheeel!- esta vez fue Quinn.- Es una niñita.
- Es un pequeño diablillo, y además ella comenzó.
- Pareces una niña.- sonrió cariñosamente y tomó su mano.
- Deberíamos comprar algo para comer y sentarnos cerca del muelle.- propuso Rachel.- O si quieren ir a comer a algún lugar especial me dicen.
- Yo quiero comer aquí.- dijo Beth.- Es mucho más lindo.
- Coincido.- comentó Quinn.
- ¿Qué tal si compramos hamburguesas con queso para ustedes y alguna ensalada para mí?
- Uh, tú y tus problemas vegetarianos.- dijo sarcásticamente la pequeña, Quinn rió ante eso.
- Ya me cansé de decirte que no son problemas niña. ¿Quieren eso o no?
- Sí.- asintió su novia.
- Está bien, yo me encargaré de comprarlas, ustedes adelántense.
- ¿Estás segura?- le preguntó Quinn.
- Sí amor, ve con Beth. Estaré allí en unos minutos.
Mientras Rachel compraba lo que sería su almuerzo ese día, las otras dos iban al lugar en el que habían decidido quedarse. Beth corrió rápidamente a los columpios, mientras Quinn la observaba sentada en un banco que tenía cerca. Verla reír y disfrutar del día le parecía lo más perfecto del mundo en ese momento, y pensaba en la cantidad de cosas que ella habría podido disfrutar a su lado.
- No la mires tanto.- le dijo Rachel mientras se sentaba a su lado con una bolsa y tres latas de soda.- Ella tiene tu mente ocupada últimamente.
- Sólo pensaba en que fue un error lo que hice.
- Cada uno comete errores, pero no creo que ese lo fuera. Hiciste lo que correspondía en ese momento de tu vida.
- Quizás tengas razón.
- Estás hablando con Rachel Berry, siempre tengo razón bonita.- le dio un empujón suave y rió.
- Perdón, lo olvidaba.- sonrió también y depositó un suave beso en sus labios.
- Te amo Quinn.- le dijo con toda la honestidad que pudo, tratando de que no fueran sólo dos palabras más, sino algo profundo y verdadero.- Te amo.- repitió.
- Tú sí que sabes cómo hacer que el día sea perfecto Rachel Berry.- acarició su mejilla y luego la besó.- Te amo también.
- Dejen de besarse o las mataré.- gritó Beth caminando hacia ellas, con las manos en la cintura.
- Camina igual a una animadora que conocí en la escuela.- susurró Rachel.
- Espero que esa animadora haya sido tan bonita como ella.
- Creo que sí lo era.- besó su mejilla y sonrió.- Ven aquí pequeño demonio, vamos a almorzar.
Durante el almuerzo improvisado, Quinn se convenció de que jamás había probado comida chatarra tan deliciosa. Estaban hablando de la escuela de Beth y de sus amigas cuando a Rachel se le ocurrió recordar el club glee.
- ¿Te gustaría estar en el club glee de tu escuela secundaria?- le preguntó a la niña.
- La verdad es que no sé.- dudó.
- ¿Estás bromeando? Le diré a Shelby que no mereces llamarte mi hermana, mucho menos su hija.
- ¡Dios! ¡QUE EXAGERADA ERES RACHEL BARBRA BERRY!- exclamó la pequeña rubia y Quinn soltó una carcajada.- Sólo no sé, no me gusta cantar.
- ¿Y qué te gustaría hacer?- preguntó su hermana, quien nunca se había sentado a hablar con ella.
- ¡Me encantaría ser animadora!- respondió alegre. Quinn la miró sorprendida y notó la mano de Rachel apretando la suya levemente para luego dedicarle una sonrisa.
- Yo era animadora.- contó orgullosa.- Era capitana, por mucho tiempo.
- ¿En serio?- Beth la miraba con admiración.
- Sí, algún día te mostraré mis medallas y trofeos. Aunque también iba al club glee.
- ¿Y conociste al duende allí?
- Cállate.- le ordenó Rachel.- Y sí, nos conocimos allí aunque nos odiábamos. Y luego éramos amigas, y luego no, y ahora ves.
- Ahora no entiendo cómo te soporta.
- Esta niña no me agrada.- dijo a Quinn quien reía ante su inocente pelea.- Vamos a los columpios.
Rachel llevó a Beth corriendo mientras Quinn las seguía pos atrás. El lugar era realmente hermoso, pero estuvieron allí sólo un rato y luego fueron a pasear para mostrarle a Quinn lo que la ciudad le ofrecía. Siempre tomadas de la mano, con Beth en el medio de ambas. Y cuando ya recorrieron todo y el cansancio se hacía notar, decidieron regresar al departamento. En el camino Beth y Rachel se durmieron, dejando a la rubia aburrida. Podría acostumbrarse fácilmente a esa vida, a contemplar a las dos mujeres que más felicidad le daban. Definitivamente había conseguido encontrar eso que quería. Tomó la mano de Rachel entre la suya y le dejó un suave beso. De todas las cosas que habría imaginado en su vida, tener a la señorita engreída a su lado nunca se le había pasado por la cabeza, y mucho menos de la forma en que ésta le era indispensable. Soltó una pequeña risita ante el pensamiento y se acomodó para seguir observándolas.

Ya por la tarde, Santana y Brittany habían llegado a su departamento. La morena tuvo que escuchar a su madre muy enojada al menos por una hora. No se quejó ni la interrumpió, sabía que eso se lo merecía. Cuando al fin terminó, la rubia ya se había bañado y ahora seguía ella, por lo que se marchó dejándolas en la sala. Maribel regresaría a Ohio la mañana siguiente y esa noche se quedarían a cenar con ella. Además, Brittany tenía clases también y volverían a la rutina.

Shelby llegó un poco tarde al departamento de Racel, quien la invitó a pasar y le sirvió un café.
- ¿Dónde está Beth?- preguntó la mujer.
- Ella y Quinn estaban jugando en el cuarto.
- ¿Se comportó bien hoy?
- De maravilla. Ya te contará todo lo que hicimos, fue un hermoso día. ¿Cómo te fue a ti?
- Quieren poner en escena una comedia musical y me pidieron que la dirija.
- ¡Eso es asombroso!- exclamó alegremente.
- Sí, y ya sabes lo que me gustan los musicales. Además voy a estar participando desde adentro, en los castings y todo lo referido a la puesta en escena. Y si tenemos suerte podremos ponerla en escena fuera de Nueva York, lo que sería genial.
- Imagino que dijiste que sí.
- Claro, pero con una condición.
- ¿Cuál?
- Mi hija tiene que hacer el papel protagónico.- le dijo y la dejó completamente callada.- Cuando les dije que Rachel Berry era mi hija quedaron encantados, claro que no se opusieron a mi condición. ¿Qué dices?
- Me dejaste totalmente sorprendida. Claro que quiero hacerlo, no hay nada que ame más que los escenarios, y bueno, trabajar contigo sería un sueño hecho realidad.
- Si esto sale como quiero podremos incluso hacer una gira y hacer de este musical el mejor de todos.
- Después me pregunto a quién salí tan soñadora. Será un orgullo hacer tu sueño realidad, mamá.- la última palabra le salió sin pensarla, y cuando se dio cuenta se puso algo incómoda. Shelby no expresaba nada, y estaba quieta. El silencio se apoderó del lugar hasta que la mujer abrazó a su hija fuertemente, y luego de relajarse en sus brazos soltó unas lágrimas.
- No hay nada que yo agradezca más que escucharte decirme así.
- Estoy orgullosa de que seas mi mamá, quiero que lo sepas.- se alejó de ella y sonrió.- Vamos a buscar a Beth.
En el cuarto, Quinn rodeaba a Beth con sus brazos y ambas estaban dormidas. Notablemente el día las había dejado cansadas, y se durmieron en una posición muy tierna. Rachel las despertó y esperaron a que Beth terminara de relajarse, porque su mal genio al despertarse era algo que tenían que evitar.
Cuando Shelby y la niña se fueron, Quinn y Rachel se quedaron en la sala, recostadas en el sofá.
- Estoy muy cansada.- suspiró la castaña y buscó los brazos de la otra.
- Yo también, y mañana tengo que ir a clases.
- Al menos yo voy por la tarde. Ya estoy preparando el último examen.
- ¿Cuándo será?
- El miércoles de la semana entrante. ¿Y el tuyo?
- ¡También! El mismo día.- dijo sorprendida.
- Recibiremos el título el mismo día, ¿existe algo más cursi que eso?- bromeó.
- Probablemente ser Santana y Brittany lo es.
- Oh, definitivamente eso lo es. ¿Vamos a dormir?- preguntó luego de un bostezo.
- Sí, será mejor que mañana podamos levantarnos. Fue un hermoso día.
- Sí, gracias por eso.- besó su frente y luego sonrió.
Entre ensayos, estudio y un currículum impecable, Rachel y Quinn lograron graduarse. El mismo día, como ya lo habían anticipado, en aquel miércoles lluvioso en la ciudad, que aún así no les impidió salir a festejar con sus amigas.

Shelby y Rachel estaban más que entusiasmadas con el nuevo proyecto que llevarían a cabo, un musical de primera clase con miles de extras y bailarines, donde Brittany había sido incorporada como bailarina principal. Eso le daba a Quinn más tiempo para cuidar de Beth, y nada la hacía más feliz que eso.
Por otro lado, para Santana nada de eso era favorable. Brittany se pasaba la mañana en la academia, luego del almuerzo iba a la Universidad y a salir de allí tenía ensayo para la obra. A la morena le encantaba verla feliz pero reclamaba también un poco de tiempo, ya que en pocas semanas empezarían las nuevas grabaciones para su nueva película y tendría que marcharse a Los Ángeles por un tiempo. Sabía que la rubia no la acompañaría y aunque eso era obvio por su trabajo, le seguía molestando.
Una noche antes de tomar el vuelo que la llevara al otro lado del país, estaba haciendo sus valijas en el cuarto mientras esperaba a Brittany. Generalmente llegaba pasadas las diez de la noche, pero ese día tuvo una pequeña demora y llegaría para las once.
Terminó con su equipaje y se sentó en la cama a observar sin sentido todo lo que había allí, cuando escuchó el sonido de la puerta al abrirse. Unos minutos después vio a Brittany entrar al cuarto, exhausta como siempre.

- Hola.- le dijo sin moverse del lugar.
- Buenas noches amor, perdón por la demora.- se acercó y la besó en los labios.- Veo que hiciste las valijas sola.
- No podía seguir esperando, tengo que descansar bien esta noche.- su tono mostraba enojo.
- Sí, tienes razón.- a pesar de notar el enojo en la otra trató de no generar conflicto, aunque sabía que eso estaba lejos de evitarse. Cuando a Santana se le ponía algo en la cabeza era imposible sacárselo.- ¿Quieres cenar? ¿O salir a ver las estrellas? ¿O quizás ver televisión?
- Sólo quiero dormir.
- Vamos Santy, no te veré por un tiempo.
- Qué curioso, hace días vengo diciendo lo mismo Brittany, y no parece importarte.
- Sabes que no es así, es una locura todo lo que está pasando y entiendo que te moleste el hecho de que tenga poco tiempo ahora, pero te apoyé cuando quisiste ser actriz y te fuiste a Texas, y ahora lo sigo haciendo.
- ¿Eso es un reclamo?
- Vamos Santana, sabes que no es eso. Sólo quiero que comprendas.- lejos de sonar enojada, sonó dulce.- Si prefieres que me vaya contigo y deje todo sólo tienes que decírmelo. Lo haría, pídemelo y lo hago.
- ¡No es así!- levantó la voz.- Luego me culparás de todo lo que no lograste por seguirme.
- No la haré.
- ¿Y cómo puedo estar segura de eso? ¿Sabes? Será mejor que duerma.- se acostó en su lado de la cama y le dio la espalda.- Hay algo de comida por si tienes hambre.
- Hasta mañana.- cerró fuerte la puerta y salió de la habitación notablemente enojada.
Entendía que a Santana pudiera molestarle la falta de tiempo, pero no entendía por qué era ella siempre la que tenía que comprender los tiempos y las cosas de  la otra. Estaba enojada y no quiso ir a la habitación, se acostó en el sofá y no pudo vencer a su sensibilidad, lloró hasta quedarse dormida. Habría querido evitar eso pero la actitud de la morena simplemente fue más fuerte.

bueno es un poquito de egoismo de parte de santana pero la comprendo un poco!

holap,...

me encanto la saluda familiar la parque de quinn beth y rachel,....!!!
a veces el egoísmo de santana pude llegar a joder las cosas!!!! a ver si ahi despedida!!

nos vemos!!!

me encantaron lo de las faberry pero entiendo a san es complicaado, pero tmb bitt no puede dejr todo por san ojala, no tengan mas lios entre ellas bess!

hola! Tenía muuchos caps sin comentar!    pero bueno ya me puse al corriente!    Espero que no haya demaciado drama entre ellas, pero pues ya veremos que pasa jeje saludines! hasta la siguiente actu   

Muy lindas las faberry♡♡
Es comprensible tanto el punto de vista de santana como el de brittany