|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
+31
3:)
Anddy Rivera Morris
cvlbrittana
Wanky...❤
23l1
Tat-Tat
Yourethestar
awong_snix
JaelD
Brittanamylove
Mirna-Brittana
PAUlANyH
Heya Morrivera
iFannyGleek
marcy3395
Dolomiti
micky morales
Claru!
Pao Up
_Claudia_100%fanGLEE_Bol
daniela123
LoveyouHemo
pierizip
kendragorlop
anna_gleek
Dani(:
VictoriaRivera
Patri_glee
Elita
Linda23
karla ruiz
35 participantes
Página 14 de 18.
Página 14 de 18. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15, 16, 17, 18
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Actualizaaaaaaaa jajaja
VictoriaRivera** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Sabia que era quinn
Actualiza
Porfavor
Actualiza
Porfavor
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Capitulo 29
CAPITULO 29
El día que tanto he estado esperando por fin ha llegado. Me miré en el espejo mientras acomodaba un poco mi cabello y miraba el hermoso vestido blanco que había mandando hacer. No podía creer que en tan sólo unas pocas horas, ya no sería soltera. Estaría felizmente casada con la mujer más bella. Si me hubieras preguntado hace un año si pensaba que este día llegaría alguna vez, habría dicho ¡diablos no! Es increíble lo mucho que tu vida puede cambiar en poco menos de un año, cuando la mujer más perfecta del mundo entra en tu vida.
—Santana, es hora de irnos, te ves preciosa —dijo Denny mientras caminaba por la habitación y me sonreia—. No quieres dejar a tu novia esperando, ¿verdad?
Tomé una respiración profunda mientras subía a la parte de atrás de la limusina. Nuestra boda se celebraba en el Conservatory Garden en Central Park. Es algo que Brittany siempre había soñado, y tenía razón, era un hermoso lugar para casarse, como lo era en su pintura.
Era un día perfecto ya que el sol brillaba radiante. Cuando llegamos al Conservatory Garden, la gente ya estaba llegando y se sentaba mientras caminábamos por las Vanderbilt Gates. Las filas de sillas blancas, adornadas con lazos hechos de tul, se hallaban perfectamente colocadas. Hermosas flores adornaban el pasillo donde estaba la alfombra blanca, que conducía a un arco hecho de magnolias blancas que habían sido puestas frente a una gran fuente. Emily iba a ser mi dama de honor. Denny no sólo era mi padrino, también iba a acompañar a Ellery por el pasillo. Recuerdo el día en que le preguntó, a él se le formó una lágrima en sus ojos cuando dijo que sería un honor entregármela. Caminé alrededor y saludé a amigos y familiares.
—Santana —dijo mi mamá cuando se acercó a mí—, te ves muy hermosa. Pensé que nunca vería este día —sonrió.
—No pensé que lo haría tampoco, mamá —le dije.
La orquesta comenzó a tocar y mi padre me acompaño hasta el arco donde el juez esperaba, despues se sento en la primera fila junto a mi madre, Emily estaba a mi lado, acompañándome. Denny salió para reunirse con Brittany cuando su limusina se detuvo. El Dr. Peters asintió y sonrió, mientras él y su esposa se sentaron. Me quedé junto a Emily, hecha un manojo de nervios.
—No estás nerviosa, ¿verdad? —preguntó Emily.
—Estoy nerviosa como el infierno —le contesté.
Puso su mano sobre mi hombro. —No te pongas nerviosa. Brittany es la mujer de tus sueños, y por fin la estás haciendo tu esposa. Eres una persona afortunada, Santana.
Le sonreí nerviosamente. —Sólo espera hasta que estés de pie en mi lugar, esperando que Hanna camine por el pasillo.
—Buen punto —dijo mientras ladeaba la cabeza hacia un lado.
Vi a Hanna, la dama de honor de Brittany, caminaba lentamente por el pasillo. Miré a Emily mientras una amplia sonrisa se extendió por su rostro. Se veía hermosa. Justo detrás venía Rachel. Se veía tan hermosa mientras caminaba elegantemente hacia nosotras con una sonrisa en su rostro. Tomé una respiración profunda mientras la marcha nupcial continuaba. Mi corazón empezó a correr cuando vi a Brittany sosteniendo el brazo de mi mejor amigo. Se veía exquisita en su vestido de novia. Su cabello estaba recogido en rizos que fueron acentuados por el velo largo clásico. Sus delicadas manos llevaban un ramo de rosas rojas y pequeñas magnolias blancas, igual al que yo tenia. Mientras caminaba lentamente por el pasillo, nunca alejó sus ojos de los míos, y su sonrisa me cautivó. Estaba radiante, y era la mujer más bella del mundo.
Llegó al arco y di un paso adelante, Denny delicadamente colocó la mano de Brittany en la mía. Le sonreí y vi algunas lágrimas comenzando a formarse. Negué con la cabeza ligeramente. Se echó a reír mientras permanecíamos allí, tomados de la mano, nos giramos hacia el ministro para que pudiera comenzar la ceremonia. Nos colocamos una frente aotra para decir nuestros votos matrimoniales. Tomé una respiración profunda y la miré a sus ojos azules hermosos mientras sostenía sus manos entre las mías.
—Brittany, no escribí nada porque no tenía que hacerlo. Cada palabra que digo es directamente de mi corazón y mi alma. Quiero empezar diciendo que eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, y te ves absolutamente impresionante. Me siento como la mujer más afortunada del mundo por tenerte en mi vida, y no sólo como tu mejor amiga, sino como tu esposa. Me robaste el corazón desde el momento en que te giraste y me miraste. En el momento en que vi tu sonrisa, sabía que estaba acabada, y todo en lo que pensé que había creído desapareció. Tú me enseñaste a amar, y me enseñaste que estaba bien amar a alguien. Hemos crecido juntas como amigas y como amantes. Ahora, creceremos juntas como esposa. Prometo amarte para siempre, y nunca romperte el corazón. Prometo mantenerte segura en todo momento. Prometo un mundo de felicidad y alegría, y me comprometo a alejar el dolor y la tristeza. Eres mi por siempre, Brittany Susan, y te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Has sido grabada en mi corazón, y mi
corazón es tuyo hasta que la muerte nos separe. Nunca amaré a nadie tanto como te amo a ti.
Emily me entrego el anillo. Todo lo que podía oír eran a las personas sorbiendo mientras puse el delicado anillo en su dedo.
—Toma este anillo como símbolo de mi amor eterno por ti y por el inicio de nuestra nueva vida juntas. Te amo, Brittany. —Las lágrimas cayeron por su rostro. Pasé suavemente el pulgar y las sequé mientras ella decía sus votos.
—Santana, eres la persona más increíble que he conocido. Has estado para mí, luchaste por mí, y me diste la fuerza para luchar en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Nunca te diste por vencida conmigo cuando deberías haberte alejado. Creíste en mí y en nuestra relación y eso nunca lo olvidaré. Eres una persona de buen corazón y desinteresada, y soy la mujer más afortunada del mundo por haberte encontrado. Dicen que todos nacen con un propósito en este mundo. Mi propósito era encontrarte y amarte. —Soltó mis manos y se volvió a sus muñecas—. Las cicatrices han desaparecido por ti, y han sido reemplazados por amor. Pusiste vida de nuevo en mi alma, y me has completado. Siempre atesoraré este momento, y pasaré la eternidad agradeciéndote y amándote.
Hanna le entregó el anillo. Ella tomó mi dedo y lentamente me lo puso. —Toma este anillo como símbolo de mi amor y devoción por ti y por empezar nuestra nueva vida juntas como una sola.
El ministro nos sonrió y nos declaró unidas en matrimonio. Acuné su rostro en mis manos, mientras compartimos nuestro primer beso como esposas. La multitud se puso de pie y aplaudió. Escuchamos los vítores a medida que nos giramos y miramos a las personas que asistieron amablemente a nuestra ceremonia. Tomé su mano, y caminamos por el pasillo como las señoras Lopez, deteniéndonos frente a las puertas Vanderbilt.
—Hola, señora Lopez —le sonreí y besé suavemente sus labios.
—Hola, señora Lopez —me devolvió la sonrisa.
Nuestro momento a solas no duró mucho ya que nuestros invitados nos siguieron poco después. Los camareros caminaban con copas de champagne para todos. Después de que el fotógrafo nos tomó fotos en los diferentes jardines, fue el momento de irnos para la recepción. Tomé la mano de Brittany cuando atravesamos las puertas de Vanderbilt, donde nuestro carruaje con caballos nos esperaba. Nos ayudaron a subir y me senté a su lado. Íbamos a dar un paseo por Central Park para tener tiempo a solas antes de dirigirnos a la recepción.
—¿Tienes alguna idea de lo hermosa que eres? —le pregunté mientras acariciaba su mejilla con el pulgar.
—Lo hago, porque me lo dices todos los días —sonrió.
—Y voy a seguir diciéndolo todos los días porque te amo, señora Lopez. Eres lo más importante en mi vida, y eso nunca cambiará. —Me acerqué y la besé suavemente.
***
La recepción tuvo lugar en el Grand Ballroom del hotel Waldorf Astoria. Era elegante y 700 personas se unieron a la celebración en honor de nuestra boda. Comimos la comida de mejor calidad y bebimos el licor más caro. No reparaba en gastos cuando se trataba de Brittany. Saludamos a nuestros invitados y caminamos por el salón de baile, participando de las conversaciones mientras la gente nos felicitaba con abrazos y besos. La banda anunció que había llegado el momento para nuestro primer baile. Sólo pedí una cosa mientras planeamos la boda y eso fue escoger nuestra canción. Brittany estuvo de acuerdo, pero me amenazó que era mejor que fuera perfecta. Le dije que confiara en mí, porque ya tenía la canción perfecta en la mente.
Tomé su mano y la llevé a la pista de baile cuando la canción comenzó. Desde el momento en que escuchó la primera línea, las lágrimas se formaron en sus ojos. —Estropearás tu rímel si empiezas a llorar ahora —le sonreí.
—Nunca dejas de sorprenderme, Santana Lopez, y es por eso que te amo tanto. Esta canción es perfecta, y no podrías haber elegido una mejor —dijo, cuando una lágrima cayó. Sequé su lágrima y le di un beso en la mejilla.
Quería sacar a Brittany de allí y darle su regalo de bodas. Nos despedimos de nuestros familiares y amigos, subimos en la parte trasera de la limusina, y saqué una venda de mi bolsillo. Brittany me miró y ladeó la cabeza.
—¿Planeando un poco de tiempo pervertido en la limusina antes de volver al hotel? —sonrió.
Brittany pensó que íbamos a pasar la noche en el Waldorf. No sabía lo que había planeado para nosotras. Ni siquiera sabía de la limusina hasta que le dije que teníamos que irnos.
—Te voy a llevar a un lugar especial, y es una sorpresa, así que tienes que llevar esta venda en los ojos —le dije mientras se la colocaba.
—¿No vamos a pasar la noche en el hotel?
—No, Britt, tengo otro lugar en mente —le dije mientras mi mano comenzaba a viajar por su vestido.
—Eres una mujer muy misteriosa, señora Lopez —gimió.
Finalmente llegamos a la casa, y no podía esperar más para que ella la viera. Estaba aturdida por la emoción. —¿Estás lista, cariño? —le pregunté mientras tomaba su mano.
—Sí, ya estaba lista hace una eternidad —sonrió.
La ayudé a salir de la limusina. Le quité la venda de los ojos, y la vi jadear por lo que había delante de ella. —Santana, ¿qué es esto? —preguntó. Tomé su mano y la llevé al pórtico.
—Esta casa es tu regalo de bodas. ¿Te gusta? —le pregunté mientras seguía en shock.
—¿Gustarme? Me encanta, pero no entiendo.
Sonreí y besé suavemente sus labios. —Esto es nuestro segundo hogar. Vamos a pasar nuestros fines de semana y los veranos aquí.
La abrace por la cintura y caminamos a través de la puerta, la guié a la parte trasera de la casa. Las lágrimas empezaron a rodar por su rostro cuando salió a la terraza y observó la belleza delante de ella.
—Esto es lo que pinté —habló en voz baja. Permanecí detrás de ella y la dejé absorber todo eso. Se volvió hacia mí mientras limpiaba sus lágrimas.
—No tienes que decir ni una palabra, Brittany, sé lo mucho que te encanta, puedo decirlo por la mirada en tu rostro. Esto fue construido para ti, porque te amo. Quiero cumplirte todos los sueños que hayas tenido, cada momento feliz que no hayas tenido, cada pedacito de amor que alguna vez hayas perdido, y lo más importante, una familia. Esta casa, nuestra casa, es mi futuro contigo, y vamos a pasar el resto de nuestras vidas haciendo hermosos recuerdos aquí.
Tragó saliva mientras tomó mi cara entre sus manos, mirándome profundamente a los ojos. —Nunca pude entender mi propósito en este mundo. No he tenido nada más que dolor y pérdida toda mi vida. Pero ahora sé por qué Dios me salvó la primera vez. Fue así que pude encontrarte. Entonces me salvó la segunda vez, así podría amarte para siempre. Esta casa es perfecta, eres perfecta, y nadie nos quitará eso. Nuestro amor es infinito, y pasaré el resto de mi vida mostrándotelo.
Presionó los labios contra los míos, y lo profundizamos a un apasionado beso. La alcé y la llevé a la casa. —Vamos a sacarte de este vestido, Sra. Lopez —sonreí.
Nuestra noche de bodas fue perfecta. Pasamos muchas horas estrenando nuestra nueva cama. Brittany tenía razón, la espera valió la pena.
—Buenos días, señora Lopez —sonreí mientras se tendió en mis brazos.
—Buenos días, señora Lopez —se acurrucó más cerca de mí.
—Necesitamos levantarnos y estar listas para partir hacia París —le dije mientras miraba el reloj.
Brittany me besó, y salió de la cama. Nuestra ducha tomó un poco más de lo esperado, porque fue nuestra primera mañana como esposas, por lo que sentimos la necesidad de celebrar. Desayunamos lo que había dispuesto y luego tomamos la limusina al aeropuerto.
Contraté a otro chofer para que nos llevara, porque envié a Denny y su esposa a Hawaii para celebrar su aniversario, mientras Brittany y yo nos encontrábamos en París. Pasamos dos semanas de luna de miel en París. Vimos todos los lugares de interés, tuvimos sexo en un montón de lugares diferentes y fuimos de compras hasta que colapsamos de agotamiento. Antes de que nos diéramos cuenta, dos semanas habían pasado volando,
y ya era hora de volar de vuelta a casa.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Quedan pocos, espero no desvelarlas mucho, en el siguiente volvemos a la perspectiva de Brittany, ya verás porque.
El día que tanto he estado esperando por fin ha llegado. Me miré en el espejo mientras acomodaba un poco mi cabello y miraba el hermoso vestido blanco que había mandando hacer. No podía creer que en tan sólo unas pocas horas, ya no sería soltera. Estaría felizmente casada con la mujer más bella. Si me hubieras preguntado hace un año si pensaba que este día llegaría alguna vez, habría dicho ¡diablos no! Es increíble lo mucho que tu vida puede cambiar en poco menos de un año, cuando la mujer más perfecta del mundo entra en tu vida.
—Santana, es hora de irnos, te ves preciosa —dijo Denny mientras caminaba por la habitación y me sonreia—. No quieres dejar a tu novia esperando, ¿verdad?
Tomé una respiración profunda mientras subía a la parte de atrás de la limusina. Nuestra boda se celebraba en el Conservatory Garden en Central Park. Es algo que Brittany siempre había soñado, y tenía razón, era un hermoso lugar para casarse, como lo era en su pintura.
Era un día perfecto ya que el sol brillaba radiante. Cuando llegamos al Conservatory Garden, la gente ya estaba llegando y se sentaba mientras caminábamos por las Vanderbilt Gates. Las filas de sillas blancas, adornadas con lazos hechos de tul, se hallaban perfectamente colocadas. Hermosas flores adornaban el pasillo donde estaba la alfombra blanca, que conducía a un arco hecho de magnolias blancas que habían sido puestas frente a una gran fuente. Emily iba a ser mi dama de honor. Denny no sólo era mi padrino, también iba a acompañar a Ellery por el pasillo. Recuerdo el día en que le preguntó, a él se le formó una lágrima en sus ojos cuando dijo que sería un honor entregármela. Caminé alrededor y saludé a amigos y familiares.
—Santana —dijo mi mamá cuando se acercó a mí—, te ves muy hermosa. Pensé que nunca vería este día —sonrió.
—No pensé que lo haría tampoco, mamá —le dije.
La orquesta comenzó a tocar y mi padre me acompaño hasta el arco donde el juez esperaba, despues se sento en la primera fila junto a mi madre, Emily estaba a mi lado, acompañándome. Denny salió para reunirse con Brittany cuando su limusina se detuvo. El Dr. Peters asintió y sonrió, mientras él y su esposa se sentaron. Me quedé junto a Emily, hecha un manojo de nervios.
—No estás nerviosa, ¿verdad? —preguntó Emily.
—Estoy nerviosa como el infierno —le contesté.
Puso su mano sobre mi hombro. —No te pongas nerviosa. Brittany es la mujer de tus sueños, y por fin la estás haciendo tu esposa. Eres una persona afortunada, Santana.
Le sonreí nerviosamente. —Sólo espera hasta que estés de pie en mi lugar, esperando que Hanna camine por el pasillo.
—Buen punto —dijo mientras ladeaba la cabeza hacia un lado.
Vi a Hanna, la dama de honor de Brittany, caminaba lentamente por el pasillo. Miré a Emily mientras una amplia sonrisa se extendió por su rostro. Se veía hermosa. Justo detrás venía Rachel. Se veía tan hermosa mientras caminaba elegantemente hacia nosotras con una sonrisa en su rostro. Tomé una respiración profunda mientras la marcha nupcial continuaba. Mi corazón empezó a correr cuando vi a Brittany sosteniendo el brazo de mi mejor amigo. Se veía exquisita en su vestido de novia. Su cabello estaba recogido en rizos que fueron acentuados por el velo largo clásico. Sus delicadas manos llevaban un ramo de rosas rojas y pequeñas magnolias blancas, igual al que yo tenia. Mientras caminaba lentamente por el pasillo, nunca alejó sus ojos de los míos, y su sonrisa me cautivó. Estaba radiante, y era la mujer más bella del mundo.
Llegó al arco y di un paso adelante, Denny delicadamente colocó la mano de Brittany en la mía. Le sonreí y vi algunas lágrimas comenzando a formarse. Negué con la cabeza ligeramente. Se echó a reír mientras permanecíamos allí, tomados de la mano, nos giramos hacia el ministro para que pudiera comenzar la ceremonia. Nos colocamos una frente aotra para decir nuestros votos matrimoniales. Tomé una respiración profunda y la miré a sus ojos azules hermosos mientras sostenía sus manos entre las mías.
—Brittany, no escribí nada porque no tenía que hacerlo. Cada palabra que digo es directamente de mi corazón y mi alma. Quiero empezar diciendo que eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, y te ves absolutamente impresionante. Me siento como la mujer más afortunada del mundo por tenerte en mi vida, y no sólo como tu mejor amiga, sino como tu esposa. Me robaste el corazón desde el momento en que te giraste y me miraste. En el momento en que vi tu sonrisa, sabía que estaba acabada, y todo en lo que pensé que había creído desapareció. Tú me enseñaste a amar, y me enseñaste que estaba bien amar a alguien. Hemos crecido juntas como amigas y como amantes. Ahora, creceremos juntas como esposa. Prometo amarte para siempre, y nunca romperte el corazón. Prometo mantenerte segura en todo momento. Prometo un mundo de felicidad y alegría, y me comprometo a alejar el dolor y la tristeza. Eres mi por siempre, Brittany Susan, y te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Has sido grabada en mi corazón, y mi
corazón es tuyo hasta que la muerte nos separe. Nunca amaré a nadie tanto como te amo a ti.
Emily me entrego el anillo. Todo lo que podía oír eran a las personas sorbiendo mientras puse el delicado anillo en su dedo.
—Toma este anillo como símbolo de mi amor eterno por ti y por el inicio de nuestra nueva vida juntas. Te amo, Brittany. —Las lágrimas cayeron por su rostro. Pasé suavemente el pulgar y las sequé mientras ella decía sus votos.
—Santana, eres la persona más increíble que he conocido. Has estado para mí, luchaste por mí, y me diste la fuerza para luchar en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Nunca te diste por vencida conmigo cuando deberías haberte alejado. Creíste en mí y en nuestra relación y eso nunca lo olvidaré. Eres una persona de buen corazón y desinteresada, y soy la mujer más afortunada del mundo por haberte encontrado. Dicen que todos nacen con un propósito en este mundo. Mi propósito era encontrarte y amarte. —Soltó mis manos y se volvió a sus muñecas—. Las cicatrices han desaparecido por ti, y han sido reemplazados por amor. Pusiste vida de nuevo en mi alma, y me has completado. Siempre atesoraré este momento, y pasaré la eternidad agradeciéndote y amándote.
Hanna le entregó el anillo. Ella tomó mi dedo y lentamente me lo puso. —Toma este anillo como símbolo de mi amor y devoción por ti y por empezar nuestra nueva vida juntas como una sola.
El ministro nos sonrió y nos declaró unidas en matrimonio. Acuné su rostro en mis manos, mientras compartimos nuestro primer beso como esposas. La multitud se puso de pie y aplaudió. Escuchamos los vítores a medida que nos giramos y miramos a las personas que asistieron amablemente a nuestra ceremonia. Tomé su mano, y caminamos por el pasillo como las señoras Lopez, deteniéndonos frente a las puertas Vanderbilt.
—Hola, señora Lopez —le sonreí y besé suavemente sus labios.
—Hola, señora Lopez —me devolvió la sonrisa.
Nuestro momento a solas no duró mucho ya que nuestros invitados nos siguieron poco después. Los camareros caminaban con copas de champagne para todos. Después de que el fotógrafo nos tomó fotos en los diferentes jardines, fue el momento de irnos para la recepción. Tomé la mano de Brittany cuando atravesamos las puertas de Vanderbilt, donde nuestro carruaje con caballos nos esperaba. Nos ayudaron a subir y me senté a su lado. Íbamos a dar un paseo por Central Park para tener tiempo a solas antes de dirigirnos a la recepción.
—¿Tienes alguna idea de lo hermosa que eres? —le pregunté mientras acariciaba su mejilla con el pulgar.
—Lo hago, porque me lo dices todos los días —sonrió.
—Y voy a seguir diciéndolo todos los días porque te amo, señora Lopez. Eres lo más importante en mi vida, y eso nunca cambiará. —Me acerqué y la besé suavemente.
***
La recepción tuvo lugar en el Grand Ballroom del hotel Waldorf Astoria. Era elegante y 700 personas se unieron a la celebración en honor de nuestra boda. Comimos la comida de mejor calidad y bebimos el licor más caro. No reparaba en gastos cuando se trataba de Brittany. Saludamos a nuestros invitados y caminamos por el salón de baile, participando de las conversaciones mientras la gente nos felicitaba con abrazos y besos. La banda anunció que había llegado el momento para nuestro primer baile. Sólo pedí una cosa mientras planeamos la boda y eso fue escoger nuestra canción. Brittany estuvo de acuerdo, pero me amenazó que era mejor que fuera perfecta. Le dije que confiara en mí, porque ya tenía la canción perfecta en la mente.
Tomé su mano y la llevé a la pista de baile cuando la canción comenzó. Desde el momento en que escuchó la primera línea, las lágrimas se formaron en sus ojos. —Estropearás tu rímel si empiezas a llorar ahora —le sonreí.
—Nunca dejas de sorprenderme, Santana Lopez, y es por eso que te amo tanto. Esta canción es perfecta, y no podrías haber elegido una mejor —dijo, cuando una lágrima cayó. Sequé su lágrima y le di un beso en la mejilla.
Quería sacar a Brittany de allí y darle su regalo de bodas. Nos despedimos de nuestros familiares y amigos, subimos en la parte trasera de la limusina, y saqué una venda de mi bolsillo. Brittany me miró y ladeó la cabeza.
—¿Planeando un poco de tiempo pervertido en la limusina antes de volver al hotel? —sonrió.
Brittany pensó que íbamos a pasar la noche en el Waldorf. No sabía lo que había planeado para nosotras. Ni siquiera sabía de la limusina hasta que le dije que teníamos que irnos.
—Te voy a llevar a un lugar especial, y es una sorpresa, así que tienes que llevar esta venda en los ojos —le dije mientras se la colocaba.
—¿No vamos a pasar la noche en el hotel?
—No, Britt, tengo otro lugar en mente —le dije mientras mi mano comenzaba a viajar por su vestido.
—Eres una mujer muy misteriosa, señora Lopez —gimió.
Finalmente llegamos a la casa, y no podía esperar más para que ella la viera. Estaba aturdida por la emoción. —¿Estás lista, cariño? —le pregunté mientras tomaba su mano.
—Sí, ya estaba lista hace una eternidad —sonrió.
La ayudé a salir de la limusina. Le quité la venda de los ojos, y la vi jadear por lo que había delante de ella. —Santana, ¿qué es esto? —preguntó. Tomé su mano y la llevé al pórtico.
—Esta casa es tu regalo de bodas. ¿Te gusta? —le pregunté mientras seguía en shock.
—¿Gustarme? Me encanta, pero no entiendo.
Sonreí y besé suavemente sus labios. —Esto es nuestro segundo hogar. Vamos a pasar nuestros fines de semana y los veranos aquí.
La abrace por la cintura y caminamos a través de la puerta, la guié a la parte trasera de la casa. Las lágrimas empezaron a rodar por su rostro cuando salió a la terraza y observó la belleza delante de ella.
—Esto es lo que pinté —habló en voz baja. Permanecí detrás de ella y la dejé absorber todo eso. Se volvió hacia mí mientras limpiaba sus lágrimas.
—No tienes que decir ni una palabra, Brittany, sé lo mucho que te encanta, puedo decirlo por la mirada en tu rostro. Esto fue construido para ti, porque te amo. Quiero cumplirte todos los sueños que hayas tenido, cada momento feliz que no hayas tenido, cada pedacito de amor que alguna vez hayas perdido, y lo más importante, una familia. Esta casa, nuestra casa, es mi futuro contigo, y vamos a pasar el resto de nuestras vidas haciendo hermosos recuerdos aquí.
Tragó saliva mientras tomó mi cara entre sus manos, mirándome profundamente a los ojos. —Nunca pude entender mi propósito en este mundo. No he tenido nada más que dolor y pérdida toda mi vida. Pero ahora sé por qué Dios me salvó la primera vez. Fue así que pude encontrarte. Entonces me salvó la segunda vez, así podría amarte para siempre. Esta casa es perfecta, eres perfecta, y nadie nos quitará eso. Nuestro amor es infinito, y pasaré el resto de mi vida mostrándotelo.
Presionó los labios contra los míos, y lo profundizamos a un apasionado beso. La alcé y la llevé a la casa. —Vamos a sacarte de este vestido, Sra. Lopez —sonreí.
Nuestra noche de bodas fue perfecta. Pasamos muchas horas estrenando nuestra nueva cama. Brittany tenía razón, la espera valió la pena.
—Buenos días, señora Lopez —sonreí mientras se tendió en mis brazos.
—Buenos días, señora Lopez —se acurrucó más cerca de mí.
—Necesitamos levantarnos y estar listas para partir hacia París —le dije mientras miraba el reloj.
Brittany me besó, y salió de la cama. Nuestra ducha tomó un poco más de lo esperado, porque fue nuestra primera mañana como esposas, por lo que sentimos la necesidad de celebrar. Desayunamos lo que había dispuesto y luego tomamos la limusina al aeropuerto.
Contraté a otro chofer para que nos llevara, porque envié a Denny y su esposa a Hawaii para celebrar su aniversario, mientras Brittany y yo nos encontrábamos en París. Pasamos dos semanas de luna de miel en París. Vimos todos los lugares de interés, tuvimos sexo en un montón de lugares diferentes y fuimos de compras hasta que colapsamos de agotamiento. Antes de que nos diéramos cuenta, dos semanas habían pasado volando,
y ya era hora de volar de vuelta a casa.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Quedan pocos, espero no desvelarlas mucho, en el siguiente volvemos a la perspectiva de Brittany, ya verás porque.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Eres la mejor amo esta historia gracias por darnos tremenda maraton
Heya Morrivera********- - Mensajes : 633
Fecha de inscripción : 07/05/2014
Edad : 35
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Cada vez mejor
Saludos
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Capitulo 30
CAPITULO 30
Santana y yo pasamos los últimos dos meses viviendo nuestras vidas como una pareja felizmente casada. No podía creer lo rápido que el tiempo había pasado desde el día que dije que sí. Fue a la oficina todos los días, mientras yo pasaba mi tiempo ayudando a diversas organizaciones benéficas y pintando. Mi trabajo se hacía conocido, y la gente empezaba a querer más de mis pinturas. Vivía una vida perfecta con la mujer perfecta, hace unas semana hicimos una prueba de embarazo para ver si el tratamiento había funcionado y por desgracia salio negativa, esperaremos un par de semanas para iniciar un nuevo tratamiento, me emociona pensar que podríamos tener un hijo.
Santana salió de la ducha y entró el dormitorio cuando me senté en la cama debido a que no me sentía bien. —Pensé que me acompañarías en la ducha —dijo.
—No me siento bien, Santana.
Vi el miedo cruzar en su rostro. —¿Qué pasa? —preguntó mientras se sentaba en la cama y me acariciaba la cara.
Rápidamente me levanté de un salto y volé al baño a vomitar. Santana me siguió por detrás y me cogió del pelo hasta que había terminado.
—Parece que alguien tiene la gripe —dijo—. Vuelve a la cama, y le diré Claire que traiga un poco de té.
Me metí en la cama mientras Santana ponía las mantas sobre mí. Terminó de vestirse y me dio un beso de despedida. Empezaba a sentirme mejor cuando Claire se acercó a ver cómo estaba. Le dije que me encontraba bien cuando me levanté y me di una ducha. Tenía muchas cosas que hacer hoy, y estar enferma no era una opción. Recibí un mensaje de Sanana.
¿Cómo te sientes, cariño?
Estoy bien. Creo que fue algo que comí.
Tal vez sí. Descansa un poco por si acaso no lo era. Tengo una reunión a donde ir. Te amo, nena.
Yo también te amo, y deja de preocuparte.
Me pasé toda la semana sintiéndome mal y agotada. Empezaba a tener mucho miedo, pero no dejé que Santana lo supiera. Tenía suficiente en su plato, lidiando con el juicio por el incendio en Chicago y el nuevo edificio que compró en Los Ángeles. Estaba tumbada en el sofá cuando Hanna se acercó. Entró y se cernió sobre mí.
—¿Qué pasa? ¿Por qué estás acostada así en el medio del día? —exigió saber.
Suspiré y me senté. —No me he sentido bien la semana pasada.
—Britt, ¿qué quieres decir? ¿Has visto a un médico ya? —preguntó con inquietud.
—No, pensé que era una gripe, pero estoy tan cansada. Tengo miedo, Hanna, ¿qué pasa si mi cáncer está de vuelta?
—No digas eso, y no pienses de esa manera. ¿Qué dijo Santana acerca de esto?
—Realmente no lo sabe. Sabía que no me sentía bien hace unos días, pero le he dicho que estoy bien y que tenía un virus. No quiero que se preocupe. Esto es lo último que necesita en su mente en este momento.
—Quiero que llames a tu médico, en este momento —exigió.
—Voy la semana que viene si no me siento mejor —dije.
—¿No has aprendido de tus errores pasados, Brittany Lopez? —me regañó.
Sacó su teléfono y empezó a marcar. —¿A quién llamas? —pregunté.
—Voy a llamar a Santana y le voy a decir que lleve tu lamentable trasero al médico.
Cogí el teléfono de su mano y colgué. —Hanna, ya basta, voy a llamar al Dr. Taub.
El teléfono en mi mano sonó y apareció el nombre de Santana. — Bien, ahora está respondiendo la llamada —dije mientras le entregaba el teléfono.
—¡Hola, Santana! Lo siento, debo haberte llamado sin querer. Así que, ¿quieres decirme cómo se siente estar en mi culo? —Se rió.
Negué con la cabeza y rodé los ojos. Cogí el teléfono, llamando al Dr. Taub, y hablé directamente con él. Me dijo que fuera al hospital para algunos análisis de sangre y esperara. Le dije a Hanna que tendríamos que tomar un taxi porque no quería que Denny supiera a dónde iba. No podía arriesgarme a que le diga a Santana. Nos llamó un taxi y nos dirigimos al hospital. Santana llamó en el camino.
—Hola, mi amor —contesté.
—Hola, nena, ¿estás teniendo un buen día?
—Estoy teniendo un día fantástico, ¿y tú?
—Mi día va bien, pero va a ser aún mejor después de llevarte a comer.
Empecé a ponerme nerviosa mientras miraba a Hanna y gesticulé “mierda”.
—Bebé, por mucho que quiera comer contigo, no puedo.
—¿Por qué no?
—Estoy con Hanna, y vamos de compras. Apareció y se sentía un poco triste, así que le dije que vayamos de compras para levantarle el ánimo.
—¿Por qué está desanimada? ¿Está todo bien con ella y Emily? —preguntó.
—Oh, sí, es sólo su tiempo del mes, ya sabes cómo va, rubias y esas cosas no son buena combinación.
—No digas más, Brittany. Que se diviertan, y te veré esta noche. Te amo.
—Yo también te amo, Santana, adiós.
Hanna me miró y se echó a reír. —Eres buena —dijo.
Llegamos al hospital y me dirigí al laboratorio para que me saquen sangre. La enfermera me dijo que el Dr. Taub dio instrucciones estrictas para que fuera a su oficina y esperara los resultados. Después de que me extrajeron la sangre, nos detuvimos en el Starbucks dentro del hospital y tomamos un poco de café antes de dirigirnos a su oficina. Era un manojo de nervios. Me sentía mal por mentir a Santana, pero no tenía elección. No había necesidad de preocuparle hasta que consiguiera algunas respuestas. Esperamos pacientemente en la sala de espera del Dr. Taub hasta que la enfermera nos llamó a su oficina. Hanna tomó mi mano mientras nos encontrábamos sentadas en los dos asientos frente a su escritorio. —Todo va a estar bien, Britt —dijo.
El Dr. Taub entró en su despacho y se sentó en su silla. Me miró y luego abrió su archivo. Me miró de nuevo.
—Recibí tu examen de sangre y todo salió normal.
Suspiré con alivio. —Gracias a Dios. Entonces ¿por qué he estado tan cansada últimamente? —pregunté.
El Dr. Taub me miró y sonrió. —Estás embarazada, Brittany.
—¡Cállate la boca! —espetó Hanna.
Mi boca se abrió mientras permanecía sentada en estado de shock.
—¿Está seguro, Dr. Taub? Hicimos una prueba y salio negativa
—Sí, estoy seguro. De acuerdo con estas cifras, estás cerca de ocho semanas de embarazo, algunas veces esas pruebas fallan. Tienes que hacer una cita tan pronto como sea posible con un obstetra y comenzar a prepararte para un embarazo saludable.
Hanna me abrazó cuando salimos del hospital. —Estoy tan feliz por ti y Santana. Sé que esto es lo que tanto querían.
—¡Santana va a estar eufórica, no puedo esperar a ver la expresión de su cara cuando se lo diga!
Volví al penthouse y me acosté a dormir la siesta. Puse mis manos sobre mi vientre y sonreí. No podía creer que había un bebé creciendo dentro de mí. Este era el momento perfecto. El cumpleaños de Santana era en unos pocos días y decirle que va a ser mama será el mejor regalo para ella. Finalmente me quedé dormida cuando sentí unos cálidos labios que viajaban a través de mi cara. Abrí los ojos mientras Santana me miraba.
—¿Estás bien, cariño? Estás empezando a preocuparme con todas esas siestas que has estado tomando últimamente.
—Te prometo que estoy perfectamente bien, y no hay necesidad de preocuparse por mí —sonreí. La puse encima de mí e hicimos el amor antes de la cena. Fue la mejor manera de distraer la atención de mis siestas.
***
Era el cumpleaños de Santana, y yo no podía esperar para darle su regalo y la noticia. Era muy duro mantener el embarazo en secreto. La desperté como cualquier mujer querría ser despertada. Abrió los ojos y sonrió mientras me miraba.
—Feliz cumpleaños, mi amor. —Sonreí cuando acerque de nuevo mi boca a su húmedo sexo
—Eres una chica muy traviesa, pero gracias —gimió. Me aseguré de que estaba bien cuidada, y que su día comenzaba ya. Le dije que se quedara cuando me levanté, fui a la cómoda y saqué una caja del cajón. Se la entregué y le dije que la abriera. Una sonrisa apareció en su rostro mientras sacaba de la caja el reloj que quería.
—Me encanta, Brittany, gracias —dijo mientras me besaba.
—Será mejor que te encante, ya que es el que elegiste —dije.
—Oh, ¿sí? —Se rió cuando me inmovilizó en la cama y comenzó a hacerme cosquillas.
Me reí y retorcí mientras trataba de hacerla parar. Finalmente se detuvo, pero sólo después de que le dije que iba a hacer pis en la cama. La miré mientras se quedó allí, sonriéndome.
—Tengo otro regalo para ti.
—Bebe, el reloj fue suficiente —dijo mientras me acariciaba el pelo.
—Me devané los sesos, tratando de averiguar que conseguir a la mujer que lo tiene todo en el mundo. Entonces, de repente, un regalo, algo que no tienes todavía, cayó justo en mi regazo —sonreí.
—¿En serio? ¿Qué es?
Llevé la parte posterior de mi mano a su cara y acaricié de arriba abajo mientras me miraba fijamente a los ojos. —Estoy embarazada, Santana. Vamos a ser madres.
Me miró con lágrimas formadas en sus ojos. —¿Pero…la prueba…salio? ¿Estás 100% segura, Britt?
—Sí, Santana, tuve un análisis de sangre, y el Dr. Taub lo confirmó, dijo que esas pruebas caseras suelen fallar; Feliz cumpleaños, mama.
Se levantó y me agarró. —No puedo creer esto. El médico dijo que era poco probable que funcionara la primera vez. ¿De cuánto estás?
—El Dr. Taub dijo que estoy cerca de ocho semanas de embarazo. Por lo que calculé, ya estaba embarazada en la noche de bodas.
Santana me abrazó con fuerza. —Eso explica por qué no te has sentido bien y estás tomando tantas siestas. Gracias, bebé, este es el mejor regalo de cumpleaños que he tenido —susurró mientras me besaba—. No puedo creer que vaya a ser mama. —Hicimos el amor durante un par de horas y luego nos dirigimos a la casa de la playa para la fiesta de cumpleaños de Santana.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Tenemos bebe en camino, veremos como les va con el embarazo, claro si quieren que continué o ¿ya se quieren ir a descansar?
Santana y yo pasamos los últimos dos meses viviendo nuestras vidas como una pareja felizmente casada. No podía creer lo rápido que el tiempo había pasado desde el día que dije que sí. Fue a la oficina todos los días, mientras yo pasaba mi tiempo ayudando a diversas organizaciones benéficas y pintando. Mi trabajo se hacía conocido, y la gente empezaba a querer más de mis pinturas. Vivía una vida perfecta con la mujer perfecta, hace unas semana hicimos una prueba de embarazo para ver si el tratamiento había funcionado y por desgracia salio negativa, esperaremos un par de semanas para iniciar un nuevo tratamiento, me emociona pensar que podríamos tener un hijo.
Santana salió de la ducha y entró el dormitorio cuando me senté en la cama debido a que no me sentía bien. —Pensé que me acompañarías en la ducha —dijo.
—No me siento bien, Santana.
Vi el miedo cruzar en su rostro. —¿Qué pasa? —preguntó mientras se sentaba en la cama y me acariciaba la cara.
Rápidamente me levanté de un salto y volé al baño a vomitar. Santana me siguió por detrás y me cogió del pelo hasta que había terminado.
—Parece que alguien tiene la gripe —dijo—. Vuelve a la cama, y le diré Claire que traiga un poco de té.
Me metí en la cama mientras Santana ponía las mantas sobre mí. Terminó de vestirse y me dio un beso de despedida. Empezaba a sentirme mejor cuando Claire se acercó a ver cómo estaba. Le dije que me encontraba bien cuando me levanté y me di una ducha. Tenía muchas cosas que hacer hoy, y estar enferma no era una opción. Recibí un mensaje de Sanana.
¿Cómo te sientes, cariño?
Estoy bien. Creo que fue algo que comí.
Tal vez sí. Descansa un poco por si acaso no lo era. Tengo una reunión a donde ir. Te amo, nena.
Yo también te amo, y deja de preocuparte.
Me pasé toda la semana sintiéndome mal y agotada. Empezaba a tener mucho miedo, pero no dejé que Santana lo supiera. Tenía suficiente en su plato, lidiando con el juicio por el incendio en Chicago y el nuevo edificio que compró en Los Ángeles. Estaba tumbada en el sofá cuando Hanna se acercó. Entró y se cernió sobre mí.
—¿Qué pasa? ¿Por qué estás acostada así en el medio del día? —exigió saber.
Suspiré y me senté. —No me he sentido bien la semana pasada.
—Britt, ¿qué quieres decir? ¿Has visto a un médico ya? —preguntó con inquietud.
—No, pensé que era una gripe, pero estoy tan cansada. Tengo miedo, Hanna, ¿qué pasa si mi cáncer está de vuelta?
—No digas eso, y no pienses de esa manera. ¿Qué dijo Santana acerca de esto?
—Realmente no lo sabe. Sabía que no me sentía bien hace unos días, pero le he dicho que estoy bien y que tenía un virus. No quiero que se preocupe. Esto es lo último que necesita en su mente en este momento.
—Quiero que llames a tu médico, en este momento —exigió.
—Voy la semana que viene si no me siento mejor —dije.
—¿No has aprendido de tus errores pasados, Brittany Lopez? —me regañó.
Sacó su teléfono y empezó a marcar. —¿A quién llamas? —pregunté.
—Voy a llamar a Santana y le voy a decir que lleve tu lamentable trasero al médico.
Cogí el teléfono de su mano y colgué. —Hanna, ya basta, voy a llamar al Dr. Taub.
El teléfono en mi mano sonó y apareció el nombre de Santana. — Bien, ahora está respondiendo la llamada —dije mientras le entregaba el teléfono.
—¡Hola, Santana! Lo siento, debo haberte llamado sin querer. Así que, ¿quieres decirme cómo se siente estar en mi culo? —Se rió.
Negué con la cabeza y rodé los ojos. Cogí el teléfono, llamando al Dr. Taub, y hablé directamente con él. Me dijo que fuera al hospital para algunos análisis de sangre y esperara. Le dije a Hanna que tendríamos que tomar un taxi porque no quería que Denny supiera a dónde iba. No podía arriesgarme a que le diga a Santana. Nos llamó un taxi y nos dirigimos al hospital. Santana llamó en el camino.
—Hola, mi amor —contesté.
—Hola, nena, ¿estás teniendo un buen día?
—Estoy teniendo un día fantástico, ¿y tú?
—Mi día va bien, pero va a ser aún mejor después de llevarte a comer.
Empecé a ponerme nerviosa mientras miraba a Hanna y gesticulé “mierda”.
—Bebé, por mucho que quiera comer contigo, no puedo.
—¿Por qué no?
—Estoy con Hanna, y vamos de compras. Apareció y se sentía un poco triste, así que le dije que vayamos de compras para levantarle el ánimo.
—¿Por qué está desanimada? ¿Está todo bien con ella y Emily? —preguntó.
—Oh, sí, es sólo su tiempo del mes, ya sabes cómo va, rubias y esas cosas no son buena combinación.
—No digas más, Brittany. Que se diviertan, y te veré esta noche. Te amo.
—Yo también te amo, Santana, adiós.
Hanna me miró y se echó a reír. —Eres buena —dijo.
Llegamos al hospital y me dirigí al laboratorio para que me saquen sangre. La enfermera me dijo que el Dr. Taub dio instrucciones estrictas para que fuera a su oficina y esperara los resultados. Después de que me extrajeron la sangre, nos detuvimos en el Starbucks dentro del hospital y tomamos un poco de café antes de dirigirnos a su oficina. Era un manojo de nervios. Me sentía mal por mentir a Santana, pero no tenía elección. No había necesidad de preocuparle hasta que consiguiera algunas respuestas. Esperamos pacientemente en la sala de espera del Dr. Taub hasta que la enfermera nos llamó a su oficina. Hanna tomó mi mano mientras nos encontrábamos sentadas en los dos asientos frente a su escritorio. —Todo va a estar bien, Britt —dijo.
El Dr. Taub entró en su despacho y se sentó en su silla. Me miró y luego abrió su archivo. Me miró de nuevo.
—Recibí tu examen de sangre y todo salió normal.
Suspiré con alivio. —Gracias a Dios. Entonces ¿por qué he estado tan cansada últimamente? —pregunté.
El Dr. Taub me miró y sonrió. —Estás embarazada, Brittany.
—¡Cállate la boca! —espetó Hanna.
Mi boca se abrió mientras permanecía sentada en estado de shock.
—¿Está seguro, Dr. Taub? Hicimos una prueba y salio negativa
—Sí, estoy seguro. De acuerdo con estas cifras, estás cerca de ocho semanas de embarazo, algunas veces esas pruebas fallan. Tienes que hacer una cita tan pronto como sea posible con un obstetra y comenzar a prepararte para un embarazo saludable.
Hanna me abrazó cuando salimos del hospital. —Estoy tan feliz por ti y Santana. Sé que esto es lo que tanto querían.
—¡Santana va a estar eufórica, no puedo esperar a ver la expresión de su cara cuando se lo diga!
Volví al penthouse y me acosté a dormir la siesta. Puse mis manos sobre mi vientre y sonreí. No podía creer que había un bebé creciendo dentro de mí. Este era el momento perfecto. El cumpleaños de Santana era en unos pocos días y decirle que va a ser mama será el mejor regalo para ella. Finalmente me quedé dormida cuando sentí unos cálidos labios que viajaban a través de mi cara. Abrí los ojos mientras Santana me miraba.
—¿Estás bien, cariño? Estás empezando a preocuparme con todas esas siestas que has estado tomando últimamente.
—Te prometo que estoy perfectamente bien, y no hay necesidad de preocuparse por mí —sonreí. La puse encima de mí e hicimos el amor antes de la cena. Fue la mejor manera de distraer la atención de mis siestas.
***
Era el cumpleaños de Santana, y yo no podía esperar para darle su regalo y la noticia. Era muy duro mantener el embarazo en secreto. La desperté como cualquier mujer querría ser despertada. Abrió los ojos y sonrió mientras me miraba.
—Feliz cumpleaños, mi amor. —Sonreí cuando acerque de nuevo mi boca a su húmedo sexo
—Eres una chica muy traviesa, pero gracias —gimió. Me aseguré de que estaba bien cuidada, y que su día comenzaba ya. Le dije que se quedara cuando me levanté, fui a la cómoda y saqué una caja del cajón. Se la entregué y le dije que la abriera. Una sonrisa apareció en su rostro mientras sacaba de la caja el reloj que quería.
—Me encanta, Brittany, gracias —dijo mientras me besaba.
—Será mejor que te encante, ya que es el que elegiste —dije.
—Oh, ¿sí? —Se rió cuando me inmovilizó en la cama y comenzó a hacerme cosquillas.
Me reí y retorcí mientras trataba de hacerla parar. Finalmente se detuvo, pero sólo después de que le dije que iba a hacer pis en la cama. La miré mientras se quedó allí, sonriéndome.
—Tengo otro regalo para ti.
—Bebe, el reloj fue suficiente —dijo mientras me acariciaba el pelo.
—Me devané los sesos, tratando de averiguar que conseguir a la mujer que lo tiene todo en el mundo. Entonces, de repente, un regalo, algo que no tienes todavía, cayó justo en mi regazo —sonreí.
—¿En serio? ¿Qué es?
Llevé la parte posterior de mi mano a su cara y acaricié de arriba abajo mientras me miraba fijamente a los ojos. —Estoy embarazada, Santana. Vamos a ser madres.
Me miró con lágrimas formadas en sus ojos. —¿Pero…la prueba…salio? ¿Estás 100% segura, Britt?
—Sí, Santana, tuve un análisis de sangre, y el Dr. Taub lo confirmó, dijo que esas pruebas caseras suelen fallar; Feliz cumpleaños, mama.
Se levantó y me agarró. —No puedo creer esto. El médico dijo que era poco probable que funcionara la primera vez. ¿De cuánto estás?
—El Dr. Taub dijo que estoy cerca de ocho semanas de embarazo. Por lo que calculé, ya estaba embarazada en la noche de bodas.
Santana me abrazó con fuerza. —Eso explica por qué no te has sentido bien y estás tomando tantas siestas. Gracias, bebé, este es el mejor regalo de cumpleaños que he tenido —susurró mientras me besaba—. No puedo creer que vaya a ser mama. —Hicimos el amor durante un par de horas y luego nos dirigimos a la casa de la playa para la fiesta de cumpleaños de Santana.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
¿Que les pareció? Tenemos bebe en camino, veremos como les va con el embarazo, claro si quieren que continué o ¿ya se quieren ir a descansar?
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Heya Morrivera********- - Mensajes : 633
Fecha de inscripción : 07/05/2014
Edad : 35
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Nop, por favor continua
Gracias
Gracias
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Capitulo 31
CAPITULO 31
Fue el mejor cumpleaños que he tenido. Lo celebramos en la casa de playa con unos 70 amigos cercanos y familiares. Hice el anuncio sobre el embarazo de Brittany, y toda la habitación estalló de emoción. Yo todavía no podía creerlo, y cada vez que la miraba, se veía radiante. Brittany había arreglado que la fiesta fuera principalmente entre el patio y la playa. Era una hermosa noche de verano. Cuando el último de los invitados se fue, Brittany se volvió y me miró.
—Estoy agotada —dijo mientras caía en mis brazos.
—Gracias por la maravillosa fiesta —le dije mientras la besaba en la cima de su cabeza.
—¿Te he dicho últimamente que te amo? —Sonrió mientras me miraba.
—Me lo dices cada día una y otra vez. —Le devolví la sonrisa mientras la levantaba. La abracé mientras envolvía sus piernas alrededor de mí y sonrió.
—Te amo, y nunca voy a dejarte ir. Seremos siempre, las señoras Lopez, y nada va a cambiar eso. —Le di un beso mientras la llevaba a la casa y hacia la habitación.
***
Durante el próximo par de meses, vi crecer el vientre de Brittany. Era tan hermosa embarazada. Estaba feliz y tenía un brillo en ella que se sentía cada vez que entraba en la habitación. Me encontraba tumbada en la cama, revisando mis correos electrónicos cuando vino del baño y se subió a mi lado. Me miró y puso mala cara. Incliné mi cabeza y levanté mi ceja.
—¿Qué está pasando en esa cabecita tuya? —le pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
—Me muero por un poco de helado rocky road, y no tenemos más.—Hizo un mohín.
—Brittany, son las 11:00 de la noche. ¿Realmente lo necesitas tan desesperadamente? —le pregunté.
—Estoy embarazada de tu hijo, y nuestro hijo quiere helado rocky road. ¿Qué quieres que haga, matar de hambre al bebé?
—Entonces, lo que estás diciendo es que si no voy a buscarte helado rocky road, ¿nuestro bebé se morirá de hambre?
Asintió y empujó hacia fuera el labio inferior. Lo pellizqué mientras sonreía. —Volveré pronto —le dije mientras me levantaba de la cama y me ponía algo de ropa. Corrí a la tienda de la esquina y cogí un galón de helado rocky road. Llegué al penthouse, fui a la cocina a buscar una cuchara, y me dirigí a la habitación sólo para encontrar el sonido de Brittany dormida. La miré fijamente y sacudí la cabeza. Llevé el helado a la cocina y lo puse en el congelador para mañana. Me metí en la cama y me acurruqué contra su espalda. Puse mi brazo alrededor de ella y suavemente acaricié su vientre.
***
La alarma sonó, y extendí la mano para acariciar el lado vacío de la cama. Abrí los ojos y miré alrededor de la habitación. Me quedé allí un momento y capté el aroma de algo delicioso horneándose. Olía a pan de plátano. Me levanté, me puse una bata y me dirigí a la cocina. Me detuve en la puerta mientras Brittany se inclinaba, sacando algo del horno.
—¿Es pan de plátano lo que huelo? —le pregunté con una sonrisa.
—Sí, lo hice sólo para ti, cariño. Tengo la receta de Claire.
Me acerqué y tomé su cara entre mis manos. —Gracias, cariño, y buenos días —dije en voz baja mientras la besaba.
—No me lo agradezcas todavía hasta que lo pruebes. No puedo prometer que vaya a ser bueno.
Puse mi frente contra la de ella. —Será el mejor pan de plátano que he probado. Por favor, no le digas a Claire que dije eso.
Puse mis manos sobre el vientre de Brittany, me arrodillé y besé a nuestro bebé. —Buenos días a ti también pequeño —le dije. Brittany pasó los dedos por mi pelo, ya que tenía la oreja apretada contra su vientre. De repente, sentí algo golpear contra mí. —¿Sentiste eso, Santana? —preguntó Brittany con emoción.
—¡Claro que lo hice! —Sonreí mientras me levantaba. Ser capaz de sentir a nuestro bebé moverse dentro de Brittany era el sentimiento más increíble. La tomé en mis brazos y la abracé—. Te amo, Brittany Lopez.
—Te amo más, y lo mismo ocurre con nuestro bebé —susurró mientras enterraba su cabeza en mi cuello.
Me serví una taza de café mientras cortaba el pan y lo colocaba sobre la mesa. —¿Vamos al consultorio del médico juntas o nos encontramos allí? —preguntó.
—Voy a tener a Denny recogiéndote primero y luego pasando por la oficina a buscarme, iremos juntas. ¿Estás segura que quieres saber el sexo del bebé? —le pregunté.
—Creo que hemos hablado de esto, Santana, y dijiste que querías saber, ¿no es verdad?
—Lo hago, nena. Sólo quiero asegurarme de que realmente quieres saber —le dije mientras tomaba un bocado de pan de banana. Estaba delicioso, igual que el de Claire—. Esto es excelente, Britt, me encanta.
—No sólo lo estás diciendo por decir, ¿verdad? —preguntó inclinando la cabeza hacia un lado.
—No, te lo juro, me encanta.
Terminé mi pan y café y miré el reloj. —Mierda, voy a llegar tarde a mi reunión —dije mientras Denny entraba en la cocina—. Justo a tiempo, Denny, tenemos que ponernos en marcha o voy a llegar tarde.
Me acerqué a Brittany y le di un beso de despedida, asegurándome de agacharme y besar su creciente barriga. —Los veré en un par de horas.
—Adiós, cariño, te veo después —sonrió.
***
Nos sentamos en la sala y esperamos a que la Dra. Keller viniera. Brittany se sentó en la camilla y me senté en la silla a su lado. Le cogí la mano y miré a mí alrededor a las fotos en la pared de las etapas de desarrollo de un niño, creciendo en el vientre de una madre. Era un milagro para mí. Era algo que nunca había pensado antes, ni siquiera cuando Rachel estaba embarazada de Camden. La Dra. Keller entró en la habitación y le dijo a Brittany que se recostara en la camilla. Levantó su camisa para exponer su vientre mientras apretaba un poco de gel de una botella en su estómago. Se volvió al monitor y empezó a mover la varita alrededor de su estómago. Me quedé sin aliento al ver a nuestro bebé por primera vez. Brittany me miró, y una lágrima cayó de su ojo. Apreté su mano suavemente mientras limpiaba sus lágrimas con la otra mano. El médico señaló los latidos del corazón del bebé, los dedos de las manos y de los pies mientras tomaba mediciones.
—¿Les gustaría saber el sexo de su bebé? —preguntó la Dra. Keller.
—Sí, nos gustaría doctora —sonrió Brittany.
—Felicitaciones, señoras, están teniendo una niña.
Brittany me miró y sonrió. —¡Vamos a tener una niña, Santana! —dijo emocionada.
—No podría estar más feliz —le dije mientras la besaba.
La Dra. Keller le dio a Brittany una toalla para limpiar el gel, nos felicitó, y salió de la habitación. La ayudé a levantarse de la camilla y la abracé.
—No puedo creer que voy a tener una hija —le susurré.
Salimos del consultorio del doctor y caminamos por la calle a una tienda local para un almuerzo tardío. Nos sentamos en la mesa y miramos los menús.
—No puedo decidir lo que quiero —dijo Brittany.
—Te encanta sus sándwiches de pollo.
—Lo sé, pero quiero algún acompañamiento. Me muero de hambre.
La camarera vino a tomar nuestros pedidos. Brittany me dijo que pidiera primero, pues todavía no se decidía. Pedí el sándwich de pavo en pan de trigo. La camarera miró a Brittany.
—Voy a pedir el sándwich de pollo, un plato de sopa de cebolla francesa y ensalada del chef con aderezo italiano. Ah, y agrégale una orden de papas fritas —sonrió.
La miré con horror. —¿En serio vas a comer todo eso? —le pregunté cuando la camarera se alejó.
—Sí, estoy segura. ¿Por qué? ¿Tienes un problema con lo que pedí?—preguntó con una actitud.
—No, no tengo ningún problema con nada. Es sólo que...
—¿Sólo qué, Santana? —espetó.
—Es sólo que no quiero que te enfermes por comer demasiado —le susurré a través de la mesa.
Ella estaba sensible en estos días, y realmente necesitaba cuidar lo que decía. Rachel ya me advirtió acerca de las hormonas que vienen con el embarazo. No me miraba. La molesté con una pregunta simple. Me estiré sobre la mesa y agarré su mano.
—Nena, mírame —le dije. Miraba a un lado y se negó a volver la cabeza—. Britt, lo siento. No quise decir nada con mi pregunta.
—¡Mentira, Santana! Insinuabas que estoy gorda, por lo que pedí —espetó mientras me miraba.
—No, no lo hice. Es sólo que no quiero que comas en exceso y te enfermes —le dije tratando de calmar la situación. La camarera trajo la comida y puso el festín en frente de Brittany. No podía mirarla porque habría empezado a reírme. Le agradecí a la camarera y me incliné para tomar una patata frita del plato de Brittany, ella golpeó mi mano. Comió todo lo que tenía delante y luego tomó una siesta de tres horas cuando llegamos a casa.
***
Subí las escaleras y me detuve en la puerta de la habitación que estábamos convirtiendo en el cuarto del bebé. La habitación se hallaba vacía ya que todos los muebles se habían mudado. Brittany se situó en el centro de la habitación, mirando las paredes. —¿Qué haces, cariño? —le pregunté.
—Estoy decidiendo qué mural voy a pintar en la pared.
Entré en la habitación y envolví mis brazos alrededor de su cintura. —Cualquier cosa que pintes será hermoso.
—Le he dado muchas vueltas a esto, y quiero que nuestra hija tenga ángeles que la vigilen, como cuidaron de mí. Voy a pintar un mural en el techo de nubes y ángeles. Así estará protegida mientras duerme.
—Eso suena bonito, Brittany. ¿Estás segura de que vas a ser capaz de pintar el techo? ¿Quieres que contrate a alguien que te ayude?
—No, tonta, tú me vas a ayudar —dijo.
—¿Yo? No sé nada acerca de pintura —le dije.
—Te voy a enseñar. Piensa en lo divertido que va a ser, sólo las dos pintando la habitación de nuestra hija juntas.
Se veía tan emocionada de tenerme ayudándola que no podía decirle lo contrario. Sonreí y le dije que no podía esperar. Puso sus manos en mis brazos y comenzó a acariciarlos suavemente.
—Estoy excitada —me espetó.
—¿Qué? —Me reí. Pensé que era una broma hasta que se dio la vuelta y empezó a desabrocharme la blusa.
—Vamos a tener sexo y luego tenemos que ir a la tienda de pintura —dijo.
—Bueno, si eso es lo que quieres hacer, aquí en este cuarto, donde nuestro bebé va a dormir.
—Oh, basta, Santana. Vive un poco, y hazme el amor —dijo mientras me tiraba al suelo.
Después de que hicimos el amor, nos vestimos y fuimos a ver los colores de pintura. Realmente no sabía mucho porque siempre contraté personas que pintaran para mí. Siendo que Brittany es una artista, sabía todo acerca de pintura. Fue divertido verla mirar los diferentes colores y tratando de decidir cuáles eran mejores. Estaba tan seria. Me preguntaba sobre los colores, y cuando le dije lo que pensaba, me decía que me callara, porque yo no sabía de lo que hablaba. Rodé mis ojos y me alejé. Finalmente tomó una decisión sobre los colores que quería. La besé y le dije que eran hermosos. Le pedí a la tienda que entregara la pintura al penthouse al día siguiente.
Brittany se encontraba en la cama, leyendo un libro cuando bajé de mi oficina. Me quedé en la puerta y la miré fijamente. Todo lo que veía era su gran barriga y su libro que descansaba sobre ella. Levantó la vista y sonrió.—¿Qué haces ahí parada? —preguntó.
—Sólo estoy admirando a la mujer más bella del mundo —le dije mientras me quitaba la ropa y me metía al lado de ella. Me incliné y besé su vientre—. Hola, pequeña, es tu mami. Quería decirte que eres una chica con suerte de tener la mamá más bella del mundo.
—Santana, detente, me vas a hacer llorar —dijo mientras pasaba sus dedos por mi pelo.
Me refería a mi Britt—dije mientras sonreía, Brittany solo me golpeo en el brazo y eso me hizo reír aún más—Esta bien, tu también eres la mujer mas bella del mundo—le dije mientras me acercaba y dejaba un beso en sus labios que la hizo sonreír.
—No puedo esperar a ver como luce —dijo Brittany.
—Yo ya lo sé —le dije mientras me sentaba y la miraba. Corrí un dedo por su ojo—. Va a tener tus ojos azules claro y tu pequeña linda nariz —le dije mientras pasaba el dedo por los labios—. Tendrá tus labios y tu sonrisa. Voy a tener que mantenerla encerrada en casa, porque todos los chicos se derretirán cuando les sonría.
Brittany se estremeció y puso ambas manos sobre su vientre. —Brittany, ¿qué pasa? —le dije, entrando en pánico.
—El bebé pateó. Aquí —dijo mientras tomaba mi mano y la colocaba en el lado de su estómago.
Me sonrió y se mordió el labio inferior al sentir las patadas del bebé. Se acostó a su lado, e hice lo mismo, frente a ella. Mantuve mi mano sobre su estómago mientras acariciaba mis dedos con los suyos. Me acerqué y le di un beso de buenas noches.
***
Era sábado por la mañana, y me desperté con los pájaros cantando fuera de mi ventana. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina a tomar un café. Claire preparaba el desayuno, Brittany estaba en la mesa, bebiendo jugo y Denny leía el periódico.
—Buenos días a todos —sonreí.
—Buenos días, cariño. No olvides que después del desayuno vamos a empezar a pintar el cuarto del bebé —dijo.
Oí la risita de Denny. Me acerqué y le di a Brittany un beso. —¿Qué es tan divertido, Denny? —le pregunté mientras me sentaba a su lado.
—Simplemente no puedo imaginarte pintando. ¿Sabes cómo sostener un pincel? —preguntó.
—Muy divertido, Denny —gruñí.
—Vas a estar bien. Te enseño —sonrió Brittany.
—Brittany, sé cómo sostener un pincel —gruñí.
—Estoy segura que sí, cariño.
Terminamos el desayuno, y subimos a cambiarnos en algo de ropa vieja. Entré en el cuarto del bebé, y Brittany estaba arriba en la escalera. Casi me dio un ataque al corazón.
—¡Brittany Susan Lopez, baja de la escalera, ahora mismo! —ordené.
—¿Cómo quieres que pinte el mural en el techo si estoy en el suelo?
—¿Qué pasa si te caes y te lastimas o lastimas al bebé?
—No me voy a caer, Santana. He pintado muchos techos.
—Dios, Britt, me pones nerviosa.
—Basta ya, y vas a empezar a pintar esa pared de ahí —dijo.
Tomé el rodillo, rodándolo en la sartén llena de pintura, y comencé a rodarlo por la pared. No pasó mucho tiempo antes de que Brittany se acercara y me lo quitara.
—Santana, deja que te enseñe la forma correcta de pintar una pared—dijo mientras tomaba el rodillo de mi mano. No había nada más sexy que ver a la madre de mi hijo pintar una pared. Me ofreció su mano y la tomé— Podemos hacer esto, cariño, tú y yo —sonrió. Asentí mientras tomaba el rodillo de pintura de ella.
Pintamos todo el día, y cuando nos detuvimos, nos quedamos en medio de la habitación y miramos a nuestro alrededor. Las paredes estaban pintadas de verde menta a la perfección, y la parte del techo que Brittany había pintado se veía fenomenal. Me dio un beso en la mejilla.—Eres una pintora maravillosa, señora Lopez.
Unos días más tarde, Brittany terminó el cuarto del bebé justo a tiempo para llenarlo con el mobiliario. Llegué a casa de la oficina y me dirigí escaleras arriba para ver la habitación terminada. Entré cuando Brittany se encontraba sentada en la mecedora con las manos sobre su vientre. Me acerqué y le di un beso mientras la ayudaba a levantarse de la silla mecedora. Tenía todo en su lugar. Las personas nos habían enviado regalos todos los días, por no hablar de todo lo que recibimos de la fiesta de bienvenida del bebé. Miré a mí alrededor a todos los artículos en los estantes. —Este va a ser un bebé malcriado —le dije.
—Por supuesto que va a ser mal criada, porque serás tú la que la malcríe —sonrió Brittany.
Levanté la vista hacia el techo. El mural que Brittany había pintado era perfecto, y nadie podría haberlo pintado mejor. Me acerqué a la cuna y la miré.
—No puedo creer que en un par de semanas, nuestra hija dormirá aquí —le sonreí.
—Se pasó tan rápido —dijo mientras ponía su brazo alrededor de mí.
—¿Todavía estás dispuesta a salir a cenar con Hanna y Emily esta noche? —le pregunté.
—Por supuesto que sí, ¿por qué lo preguntas?
—Estoy simplemente asegurándome de que te sientes bien, y no estás muy cansada —le dije mientras besaba su cabeza.
—En realidad, me siento muy bien. Mejor de lo que lo he hecho en mucho tiempo —sonrió—. ¿Te gustaría unirte a mí en la ducha antes de irnos? —Guiñó un ojo.
—Me encantaría acompañarte. —Tomé su mano y la llevé a nuestro cuarto de baño.
***
Denny nos llevó al restaurante donde nos encontramos con Hanna y Emily para la cena. Ellas ya estaban sentadas en una cabina cuando llegamos. La camarera nos enseñó nuestros asientos, y Brittany se quedó mirando a la cabina.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—No hay manera de que quepa allí. —Frunció el ceño.
Brittany estaba grande, y parecía que iba a dar a luz en cualquier momento.
—Britt, lo siento, debería haber solicitado una mesa. No quiero aplastar a mi ahijada —se rió Hanna.
Llamé a la camarera y le dije que necesitábamos una mesa. Nos acomodó inmediatamente.
Nos sentamos, y le pregunté a Brittany si estaba bien. Me miró, y ambas empezamos a reír de que ella no cupiera en la cabina.
—Será mejor que pierda todo este peso —dijo.
—Vamos a ir al gimnasio juntas, y te voy a contratar un entrenador personal —le dije.
Hanna tomó la mano de Emily y nos dijeron que tenían un anuncio. Tendió la mano izquierda y nos mostró su exquisito anillo de compromiso. Brittany quería saltar y abrazarla, pero no podía.
—¡Hanna, es una preciosidad! ¡Enhorabuena! —exclamó.
Me levanté de mi asiento, besé a Hanna y a Emily en la mejilla —Felicitaciones a las dos, y espero que tengan una vida maravillosa juntas. —Brindé mientras todas sosteníamos nuestras copas de vino, con excepción de Brittany, que tenía agua, se volvió hacia mí y me miró como si estuviera tratando de averiguar algo.
—Lo sabías, ¿no? —preguntó.
—¿El qué?
—Sabías que Emily le iba a pedir a Hanna que se casara con ella, y no me dijiste. —Estrechó los ojos.
Sonreí y eso fue suficiente para hacerle saber que yo sabía. —Por supuesto que lo sabía. ¿Quién crees que fue con ella a elegir el anillo? —Me reí.
—Vaya, Santana, ¿cómo no me lo dijiste?
—Quizás porque era una sorpresa, y te conozco, habrías llamado a Hanna y le habrías contado lo del anillo.
—No, no lo habría hecho —dijo.
—Sí, lo habrías hecho, y luego le habrías dicho que actuara sorprendida —le dije mientras besaba su mejilla.
Hanna miró a Brittany. —Tiene razón, probablemente lo habrías hecho—dijo.
—Lo sé, lo habría hecho —dijo mientras rodaba sus ojos.
La camarera trajo nuestras comidas a la mesa. Miré a Brittany, pero ella no comía como lo hacía normalmente. Estaba recogiendo su pollo. —¿Estás bien, cariño? —le pregunté.
—Estoy bien, cariño, no tengo mucha hambre. —Sonrió y se volvió hacia mí.
Comenzamos a hablar sobre la boda y Hanna y Brittany lanzaban algunas ideas para la fiesta. Tuvimos una buena cena, y estábamos en compañía de buenas amigas. No podría pedir una mejor noche. Pedimos otra ronda de bebidas y postres para todas. La camarera había estado coqueteando conmigo y Emily durante toda la noche. Trajo los postres a la mesa y me rozó con sus pechos.
—Disculpa —dijo Hanna—. Vi lo que acabas de hacer, y no creas que no he notado lo que has estado haciendo toda la noche. Esa mujer allí mismo, a la que acabas de teta-rozar está casada y tiene un bebé en camino, y esta de aquí es mi novia. Si su esposa no estuviera a punto de dar a luz, habría pateado ya tu culo. Así que da marcha atrás a nuestras mujeres, y ve a buscar a alguien que no esté ocupada. —La camarera la miró y luego miró a Brittany.
—Sí, lo que ella dijo —escupió Brittany.
La camarera volvió y se marchó hecha una furia. Emily tomó la mano de Hanna y se echó a reír. Brittany puso su mano en mi pierna debajo de la mesa y la apretó. La miré cuando se me quedó mirando.
—Santana, se rompió mi fuente, es el momento —dijo.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Aqui termina el segundo libro, espero sus comentarios, de nuevo, esta semana estare algo ocupada y falta empezar con el tercer libro que ademas hay que corregir, espero estar empezando el fin de semana a publicar esta ultima parte
¿Que veremos? El nacimiento de la bebe, la etapa de ser madres, la piedra en el zapato que es Quinn y algunos nuevos conflictos que tendran que superar.
Saludos a todas y gracias por sus comentrarios
Fue el mejor cumpleaños que he tenido. Lo celebramos en la casa de playa con unos 70 amigos cercanos y familiares. Hice el anuncio sobre el embarazo de Brittany, y toda la habitación estalló de emoción. Yo todavía no podía creerlo, y cada vez que la miraba, se veía radiante. Brittany había arreglado que la fiesta fuera principalmente entre el patio y la playa. Era una hermosa noche de verano. Cuando el último de los invitados se fue, Brittany se volvió y me miró.
—Estoy agotada —dijo mientras caía en mis brazos.
—Gracias por la maravillosa fiesta —le dije mientras la besaba en la cima de su cabeza.
—¿Te he dicho últimamente que te amo? —Sonrió mientras me miraba.
—Me lo dices cada día una y otra vez. —Le devolví la sonrisa mientras la levantaba. La abracé mientras envolvía sus piernas alrededor de mí y sonrió.
—Te amo, y nunca voy a dejarte ir. Seremos siempre, las señoras Lopez, y nada va a cambiar eso. —Le di un beso mientras la llevaba a la casa y hacia la habitación.
***
Durante el próximo par de meses, vi crecer el vientre de Brittany. Era tan hermosa embarazada. Estaba feliz y tenía un brillo en ella que se sentía cada vez que entraba en la habitación. Me encontraba tumbada en la cama, revisando mis correos electrónicos cuando vino del baño y se subió a mi lado. Me miró y puso mala cara. Incliné mi cabeza y levanté mi ceja.
—¿Qué está pasando en esa cabecita tuya? —le pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
—Me muero por un poco de helado rocky road, y no tenemos más.—Hizo un mohín.
—Brittany, son las 11:00 de la noche. ¿Realmente lo necesitas tan desesperadamente? —le pregunté.
—Estoy embarazada de tu hijo, y nuestro hijo quiere helado rocky road. ¿Qué quieres que haga, matar de hambre al bebé?
—Entonces, lo que estás diciendo es que si no voy a buscarte helado rocky road, ¿nuestro bebé se morirá de hambre?
Asintió y empujó hacia fuera el labio inferior. Lo pellizqué mientras sonreía. —Volveré pronto —le dije mientras me levantaba de la cama y me ponía algo de ropa. Corrí a la tienda de la esquina y cogí un galón de helado rocky road. Llegué al penthouse, fui a la cocina a buscar una cuchara, y me dirigí a la habitación sólo para encontrar el sonido de Brittany dormida. La miré fijamente y sacudí la cabeza. Llevé el helado a la cocina y lo puse en el congelador para mañana. Me metí en la cama y me acurruqué contra su espalda. Puse mi brazo alrededor de ella y suavemente acaricié su vientre.
***
La alarma sonó, y extendí la mano para acariciar el lado vacío de la cama. Abrí los ojos y miré alrededor de la habitación. Me quedé allí un momento y capté el aroma de algo delicioso horneándose. Olía a pan de plátano. Me levanté, me puse una bata y me dirigí a la cocina. Me detuve en la puerta mientras Brittany se inclinaba, sacando algo del horno.
—¿Es pan de plátano lo que huelo? —le pregunté con una sonrisa.
—Sí, lo hice sólo para ti, cariño. Tengo la receta de Claire.
Me acerqué y tomé su cara entre mis manos. —Gracias, cariño, y buenos días —dije en voz baja mientras la besaba.
—No me lo agradezcas todavía hasta que lo pruebes. No puedo prometer que vaya a ser bueno.
Puse mi frente contra la de ella. —Será el mejor pan de plátano que he probado. Por favor, no le digas a Claire que dije eso.
Puse mis manos sobre el vientre de Brittany, me arrodillé y besé a nuestro bebé. —Buenos días a ti también pequeño —le dije. Brittany pasó los dedos por mi pelo, ya que tenía la oreja apretada contra su vientre. De repente, sentí algo golpear contra mí. —¿Sentiste eso, Santana? —preguntó Brittany con emoción.
—¡Claro que lo hice! —Sonreí mientras me levantaba. Ser capaz de sentir a nuestro bebé moverse dentro de Brittany era el sentimiento más increíble. La tomé en mis brazos y la abracé—. Te amo, Brittany Lopez.
—Te amo más, y lo mismo ocurre con nuestro bebé —susurró mientras enterraba su cabeza en mi cuello.
Me serví una taza de café mientras cortaba el pan y lo colocaba sobre la mesa. —¿Vamos al consultorio del médico juntas o nos encontramos allí? —preguntó.
—Voy a tener a Denny recogiéndote primero y luego pasando por la oficina a buscarme, iremos juntas. ¿Estás segura que quieres saber el sexo del bebé? —le pregunté.
—Creo que hemos hablado de esto, Santana, y dijiste que querías saber, ¿no es verdad?
—Lo hago, nena. Sólo quiero asegurarme de que realmente quieres saber —le dije mientras tomaba un bocado de pan de banana. Estaba delicioso, igual que el de Claire—. Esto es excelente, Britt, me encanta.
—No sólo lo estás diciendo por decir, ¿verdad? —preguntó inclinando la cabeza hacia un lado.
—No, te lo juro, me encanta.
Terminé mi pan y café y miré el reloj. —Mierda, voy a llegar tarde a mi reunión —dije mientras Denny entraba en la cocina—. Justo a tiempo, Denny, tenemos que ponernos en marcha o voy a llegar tarde.
Me acerqué a Brittany y le di un beso de despedida, asegurándome de agacharme y besar su creciente barriga. —Los veré en un par de horas.
—Adiós, cariño, te veo después —sonrió.
***
Nos sentamos en la sala y esperamos a que la Dra. Keller viniera. Brittany se sentó en la camilla y me senté en la silla a su lado. Le cogí la mano y miré a mí alrededor a las fotos en la pared de las etapas de desarrollo de un niño, creciendo en el vientre de una madre. Era un milagro para mí. Era algo que nunca había pensado antes, ni siquiera cuando Rachel estaba embarazada de Camden. La Dra. Keller entró en la habitación y le dijo a Brittany que se recostara en la camilla. Levantó su camisa para exponer su vientre mientras apretaba un poco de gel de una botella en su estómago. Se volvió al monitor y empezó a mover la varita alrededor de su estómago. Me quedé sin aliento al ver a nuestro bebé por primera vez. Brittany me miró, y una lágrima cayó de su ojo. Apreté su mano suavemente mientras limpiaba sus lágrimas con la otra mano. El médico señaló los latidos del corazón del bebé, los dedos de las manos y de los pies mientras tomaba mediciones.
—¿Les gustaría saber el sexo de su bebé? —preguntó la Dra. Keller.
—Sí, nos gustaría doctora —sonrió Brittany.
—Felicitaciones, señoras, están teniendo una niña.
Brittany me miró y sonrió. —¡Vamos a tener una niña, Santana! —dijo emocionada.
—No podría estar más feliz —le dije mientras la besaba.
La Dra. Keller le dio a Brittany una toalla para limpiar el gel, nos felicitó, y salió de la habitación. La ayudé a levantarse de la camilla y la abracé.
—No puedo creer que voy a tener una hija —le susurré.
Salimos del consultorio del doctor y caminamos por la calle a una tienda local para un almuerzo tardío. Nos sentamos en la mesa y miramos los menús.
—No puedo decidir lo que quiero —dijo Brittany.
—Te encanta sus sándwiches de pollo.
—Lo sé, pero quiero algún acompañamiento. Me muero de hambre.
La camarera vino a tomar nuestros pedidos. Brittany me dijo que pidiera primero, pues todavía no se decidía. Pedí el sándwich de pavo en pan de trigo. La camarera miró a Brittany.
—Voy a pedir el sándwich de pollo, un plato de sopa de cebolla francesa y ensalada del chef con aderezo italiano. Ah, y agrégale una orden de papas fritas —sonrió.
La miré con horror. —¿En serio vas a comer todo eso? —le pregunté cuando la camarera se alejó.
—Sí, estoy segura. ¿Por qué? ¿Tienes un problema con lo que pedí?—preguntó con una actitud.
—No, no tengo ningún problema con nada. Es sólo que...
—¿Sólo qué, Santana? —espetó.
—Es sólo que no quiero que te enfermes por comer demasiado —le susurré a través de la mesa.
Ella estaba sensible en estos días, y realmente necesitaba cuidar lo que decía. Rachel ya me advirtió acerca de las hormonas que vienen con el embarazo. No me miraba. La molesté con una pregunta simple. Me estiré sobre la mesa y agarré su mano.
—Nena, mírame —le dije. Miraba a un lado y se negó a volver la cabeza—. Britt, lo siento. No quise decir nada con mi pregunta.
—¡Mentira, Santana! Insinuabas que estoy gorda, por lo que pedí —espetó mientras me miraba.
—No, no lo hice. Es sólo que no quiero que comas en exceso y te enfermes —le dije tratando de calmar la situación. La camarera trajo la comida y puso el festín en frente de Brittany. No podía mirarla porque habría empezado a reírme. Le agradecí a la camarera y me incliné para tomar una patata frita del plato de Brittany, ella golpeó mi mano. Comió todo lo que tenía delante y luego tomó una siesta de tres horas cuando llegamos a casa.
***
Subí las escaleras y me detuve en la puerta de la habitación que estábamos convirtiendo en el cuarto del bebé. La habitación se hallaba vacía ya que todos los muebles se habían mudado. Brittany se situó en el centro de la habitación, mirando las paredes. —¿Qué haces, cariño? —le pregunté.
—Estoy decidiendo qué mural voy a pintar en la pared.
Entré en la habitación y envolví mis brazos alrededor de su cintura. —Cualquier cosa que pintes será hermoso.
—Le he dado muchas vueltas a esto, y quiero que nuestra hija tenga ángeles que la vigilen, como cuidaron de mí. Voy a pintar un mural en el techo de nubes y ángeles. Así estará protegida mientras duerme.
—Eso suena bonito, Brittany. ¿Estás segura de que vas a ser capaz de pintar el techo? ¿Quieres que contrate a alguien que te ayude?
—No, tonta, tú me vas a ayudar —dijo.
—¿Yo? No sé nada acerca de pintura —le dije.
—Te voy a enseñar. Piensa en lo divertido que va a ser, sólo las dos pintando la habitación de nuestra hija juntas.
Se veía tan emocionada de tenerme ayudándola que no podía decirle lo contrario. Sonreí y le dije que no podía esperar. Puso sus manos en mis brazos y comenzó a acariciarlos suavemente.
—Estoy excitada —me espetó.
—¿Qué? —Me reí. Pensé que era una broma hasta que se dio la vuelta y empezó a desabrocharme la blusa.
—Vamos a tener sexo y luego tenemos que ir a la tienda de pintura —dijo.
—Bueno, si eso es lo que quieres hacer, aquí en este cuarto, donde nuestro bebé va a dormir.
—Oh, basta, Santana. Vive un poco, y hazme el amor —dijo mientras me tiraba al suelo.
Después de que hicimos el amor, nos vestimos y fuimos a ver los colores de pintura. Realmente no sabía mucho porque siempre contraté personas que pintaran para mí. Siendo que Brittany es una artista, sabía todo acerca de pintura. Fue divertido verla mirar los diferentes colores y tratando de decidir cuáles eran mejores. Estaba tan seria. Me preguntaba sobre los colores, y cuando le dije lo que pensaba, me decía que me callara, porque yo no sabía de lo que hablaba. Rodé mis ojos y me alejé. Finalmente tomó una decisión sobre los colores que quería. La besé y le dije que eran hermosos. Le pedí a la tienda que entregara la pintura al penthouse al día siguiente.
Brittany se encontraba en la cama, leyendo un libro cuando bajé de mi oficina. Me quedé en la puerta y la miré fijamente. Todo lo que veía era su gran barriga y su libro que descansaba sobre ella. Levantó la vista y sonrió.—¿Qué haces ahí parada? —preguntó.
—Sólo estoy admirando a la mujer más bella del mundo —le dije mientras me quitaba la ropa y me metía al lado de ella. Me incliné y besé su vientre—. Hola, pequeña, es tu mami. Quería decirte que eres una chica con suerte de tener la mamá más bella del mundo.
—Santana, detente, me vas a hacer llorar —dijo mientras pasaba sus dedos por mi pelo.
Me refería a mi Britt—dije mientras sonreía, Brittany solo me golpeo en el brazo y eso me hizo reír aún más—Esta bien, tu también eres la mujer mas bella del mundo—le dije mientras me acercaba y dejaba un beso en sus labios que la hizo sonreír.
—No puedo esperar a ver como luce —dijo Brittany.
—Yo ya lo sé —le dije mientras me sentaba y la miraba. Corrí un dedo por su ojo—. Va a tener tus ojos azules claro y tu pequeña linda nariz —le dije mientras pasaba el dedo por los labios—. Tendrá tus labios y tu sonrisa. Voy a tener que mantenerla encerrada en casa, porque todos los chicos se derretirán cuando les sonría.
Brittany se estremeció y puso ambas manos sobre su vientre. —Brittany, ¿qué pasa? —le dije, entrando en pánico.
—El bebé pateó. Aquí —dijo mientras tomaba mi mano y la colocaba en el lado de su estómago.
Me sonrió y se mordió el labio inferior al sentir las patadas del bebé. Se acostó a su lado, e hice lo mismo, frente a ella. Mantuve mi mano sobre su estómago mientras acariciaba mis dedos con los suyos. Me acerqué y le di un beso de buenas noches.
***
Era sábado por la mañana, y me desperté con los pájaros cantando fuera de mi ventana. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina a tomar un café. Claire preparaba el desayuno, Brittany estaba en la mesa, bebiendo jugo y Denny leía el periódico.
—Buenos días a todos —sonreí.
—Buenos días, cariño. No olvides que después del desayuno vamos a empezar a pintar el cuarto del bebé —dijo.
Oí la risita de Denny. Me acerqué y le di a Brittany un beso. —¿Qué es tan divertido, Denny? —le pregunté mientras me sentaba a su lado.
—Simplemente no puedo imaginarte pintando. ¿Sabes cómo sostener un pincel? —preguntó.
—Muy divertido, Denny —gruñí.
—Vas a estar bien. Te enseño —sonrió Brittany.
—Brittany, sé cómo sostener un pincel —gruñí.
—Estoy segura que sí, cariño.
Terminamos el desayuno, y subimos a cambiarnos en algo de ropa vieja. Entré en el cuarto del bebé, y Brittany estaba arriba en la escalera. Casi me dio un ataque al corazón.
—¡Brittany Susan Lopez, baja de la escalera, ahora mismo! —ordené.
—¿Cómo quieres que pinte el mural en el techo si estoy en el suelo?
—¿Qué pasa si te caes y te lastimas o lastimas al bebé?
—No me voy a caer, Santana. He pintado muchos techos.
—Dios, Britt, me pones nerviosa.
—Basta ya, y vas a empezar a pintar esa pared de ahí —dijo.
Tomé el rodillo, rodándolo en la sartén llena de pintura, y comencé a rodarlo por la pared. No pasó mucho tiempo antes de que Brittany se acercara y me lo quitara.
—Santana, deja que te enseñe la forma correcta de pintar una pared—dijo mientras tomaba el rodillo de mi mano. No había nada más sexy que ver a la madre de mi hijo pintar una pared. Me ofreció su mano y la tomé— Podemos hacer esto, cariño, tú y yo —sonrió. Asentí mientras tomaba el rodillo de pintura de ella.
Pintamos todo el día, y cuando nos detuvimos, nos quedamos en medio de la habitación y miramos a nuestro alrededor. Las paredes estaban pintadas de verde menta a la perfección, y la parte del techo que Brittany había pintado se veía fenomenal. Me dio un beso en la mejilla.—Eres una pintora maravillosa, señora Lopez.
Unos días más tarde, Brittany terminó el cuarto del bebé justo a tiempo para llenarlo con el mobiliario. Llegué a casa de la oficina y me dirigí escaleras arriba para ver la habitación terminada. Entré cuando Brittany se encontraba sentada en la mecedora con las manos sobre su vientre. Me acerqué y le di un beso mientras la ayudaba a levantarse de la silla mecedora. Tenía todo en su lugar. Las personas nos habían enviado regalos todos los días, por no hablar de todo lo que recibimos de la fiesta de bienvenida del bebé. Miré a mí alrededor a todos los artículos en los estantes. —Este va a ser un bebé malcriado —le dije.
—Por supuesto que va a ser mal criada, porque serás tú la que la malcríe —sonrió Brittany.
Levanté la vista hacia el techo. El mural que Brittany había pintado era perfecto, y nadie podría haberlo pintado mejor. Me acerqué a la cuna y la miré.
—No puedo creer que en un par de semanas, nuestra hija dormirá aquí —le sonreí.
—Se pasó tan rápido —dijo mientras ponía su brazo alrededor de mí.
—¿Todavía estás dispuesta a salir a cenar con Hanna y Emily esta noche? —le pregunté.
—Por supuesto que sí, ¿por qué lo preguntas?
—Estoy simplemente asegurándome de que te sientes bien, y no estás muy cansada —le dije mientras besaba su cabeza.
—En realidad, me siento muy bien. Mejor de lo que lo he hecho en mucho tiempo —sonrió—. ¿Te gustaría unirte a mí en la ducha antes de irnos? —Guiñó un ojo.
—Me encantaría acompañarte. —Tomé su mano y la llevé a nuestro cuarto de baño.
***
Denny nos llevó al restaurante donde nos encontramos con Hanna y Emily para la cena. Ellas ya estaban sentadas en una cabina cuando llegamos. La camarera nos enseñó nuestros asientos, y Brittany se quedó mirando a la cabina.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—No hay manera de que quepa allí. —Frunció el ceño.
Brittany estaba grande, y parecía que iba a dar a luz en cualquier momento.
—Britt, lo siento, debería haber solicitado una mesa. No quiero aplastar a mi ahijada —se rió Hanna.
Llamé a la camarera y le dije que necesitábamos una mesa. Nos acomodó inmediatamente.
Nos sentamos, y le pregunté a Brittany si estaba bien. Me miró, y ambas empezamos a reír de que ella no cupiera en la cabina.
—Será mejor que pierda todo este peso —dijo.
—Vamos a ir al gimnasio juntas, y te voy a contratar un entrenador personal —le dije.
Hanna tomó la mano de Emily y nos dijeron que tenían un anuncio. Tendió la mano izquierda y nos mostró su exquisito anillo de compromiso. Brittany quería saltar y abrazarla, pero no podía.
—¡Hanna, es una preciosidad! ¡Enhorabuena! —exclamó.
Me levanté de mi asiento, besé a Hanna y a Emily en la mejilla —Felicitaciones a las dos, y espero que tengan una vida maravillosa juntas. —Brindé mientras todas sosteníamos nuestras copas de vino, con excepción de Brittany, que tenía agua, se volvió hacia mí y me miró como si estuviera tratando de averiguar algo.
—Lo sabías, ¿no? —preguntó.
—¿El qué?
—Sabías que Emily le iba a pedir a Hanna que se casara con ella, y no me dijiste. —Estrechó los ojos.
Sonreí y eso fue suficiente para hacerle saber que yo sabía. —Por supuesto que lo sabía. ¿Quién crees que fue con ella a elegir el anillo? —Me reí.
—Vaya, Santana, ¿cómo no me lo dijiste?
—Quizás porque era una sorpresa, y te conozco, habrías llamado a Hanna y le habrías contado lo del anillo.
—No, no lo habría hecho —dijo.
—Sí, lo habrías hecho, y luego le habrías dicho que actuara sorprendida —le dije mientras besaba su mejilla.
Hanna miró a Brittany. —Tiene razón, probablemente lo habrías hecho—dijo.
—Lo sé, lo habría hecho —dijo mientras rodaba sus ojos.
La camarera trajo nuestras comidas a la mesa. Miré a Brittany, pero ella no comía como lo hacía normalmente. Estaba recogiendo su pollo. —¿Estás bien, cariño? —le pregunté.
—Estoy bien, cariño, no tengo mucha hambre. —Sonrió y se volvió hacia mí.
Comenzamos a hablar sobre la boda y Hanna y Brittany lanzaban algunas ideas para la fiesta. Tuvimos una buena cena, y estábamos en compañía de buenas amigas. No podría pedir una mejor noche. Pedimos otra ronda de bebidas y postres para todas. La camarera había estado coqueteando conmigo y Emily durante toda la noche. Trajo los postres a la mesa y me rozó con sus pechos.
—Disculpa —dijo Hanna—. Vi lo que acabas de hacer, y no creas que no he notado lo que has estado haciendo toda la noche. Esa mujer allí mismo, a la que acabas de teta-rozar está casada y tiene un bebé en camino, y esta de aquí es mi novia. Si su esposa no estuviera a punto de dar a luz, habría pateado ya tu culo. Así que da marcha atrás a nuestras mujeres, y ve a buscar a alguien que no esté ocupada. —La camarera la miró y luego miró a Brittany.
—Sí, lo que ella dijo —escupió Brittany.
La camarera volvió y se marchó hecha una furia. Emily tomó la mano de Hanna y se echó a reír. Brittany puso su mano en mi pierna debajo de la mesa y la apretó. La miré cuando se me quedó mirando.
—Santana, se rompió mi fuente, es el momento —dijo.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Aqui termina el segundo libro, espero sus comentarios, de nuevo, esta semana estare algo ocupada y falta empezar con el tercer libro que ademas hay que corregir, espero estar empezando el fin de semana a publicar esta ultima parte
¿Que veremos? El nacimiento de la bebe, la etapa de ser madres, la piedra en el zapato que es Quinn y algunos nuevos conflictos que tendran que superar.
Saludos a todas y gracias por sus comentrarios
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Genia!!!!!! Woww que maratón!!! me encanto gracias!!!
Amo a San!!!
Saludos
Amo a San!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Oh por dios
Gracias por el magnifico maraton
Estaremos esperando con ansias
La tercera parte
Saludos
Gracias por el magnifico maraton
Estaremos esperando con ansias
La tercera parte
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
holap,..
me encanto la maratón!!!!
haaa quiero leer ya la adaptación del tercer libro,...
nos vemos!!
me encanto la maratón!!!!
haaa quiero leer ya la adaptación del tercer libro,...
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Holaaa!!!
wow wow wow wow!!!No sabes la manera en la que amo tu fic!!!!! La verdad que cuando lo empecé a leer y veía como en los primeros capítulos pedias que se le diera una oportunidad y que se tuviera paciencia yo decía "dah! a poco si estará tan bueno". Bien pues tengo que decir que no esta bueno, esta MARAVILLOSO!!!!! Tu eres maravillosa por regalarnos esta adaptación!!! GRACIAS!!!! Mi corazón se quedo con la primera parte porque amo profundamente a Brittany y tengo que aceptar que derrame un par de lagrimas mientras la leia (no se lo digas a nadie xD) pero esta segunda... pffff me ha dejado sin aliento también y YA NO PUEDO ESPERAR POR LA TERCERA PARTE!!!!!! Ya dije gracias??? xD Espero seguir leyéndote pronto!!! Besossss!!!
JaelD* - Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 10/04/2014
Capitulo 1
CAPITULO 1
POV Brittany
Santana me observo como si no hubiera entendido lo que le acababa de decir.
“¿Qué dijiste?” preguntó.
“Mi fuente se rompió, Santana. La bebe va a nacer. Nos tenemos que ir al hospital”, dije tan despacio como podía.
Saltó de su silla y me ayudó con la mía cuando miró a Emily y Hanna.
“Su fuente se rompió. ¡Es hora! ” Exclamó.
Hanna rápidamente se levantó de su asiento y choco conmigo, mientras Emily permaneció tranquila.
“¡OMG! ¡Es hora! ¿Em, qué hacemos? ” Hanna preguntó en estado de pánico.
“Cada una relájese”, dijo. “¿Brittany, sientes algún dolor?”
“No, todavía no”.
“Bien, bien. Vamos ami coche, y te llevaremos al hospital”. Emily sonrió.
Santana puso su brazo alrededor de mí cuando me dirigió fuera del restaurante. Antes de llegar al coche de Emily, repentinamente me paré y me doblé del dolor.
“¡MIERDA SANTA!” Grité.
Santana se paró conmigo y puso sus manos sobre mi estómago.
“Esta bien, bebé. Aspira, como aprendimos en nuestra clase”.
Asentí e hice lo que Santana dijo ya que el dolor comenzó a sentirse de nuevo. Emily y Hanna nos dijeron que esperáramos mientras traían el coche. Cuando Emily estaciono el auto, Santana abrió la puerta para mí, y me deslicé en el asiento de atrás. Cerró la puerta y camino para entrar por el otro lado. Santana subió y se sento a mi lado, sacó su teléfono para llamar a Denny. Después de que colgó, me abrazo.
“No puedo creer que nuestra hija venga en camino”, dijo cuándo besó mi cabeza.
Enterré mi cara en el cuello de Santana cuando otra contracción comenzó. El dolor era insoportable; era peor que mis tratamientos del cáncer, y no creí que esto pudiera ser posible. Santana sostuvo mi mano y siguió diciéndome que respirara. Juré que iba a matarla si lo decía una vez más. Hanna se giro y me miraba desde el asiento delantero.
“¿Estas bien, Britt?”
“¿Parece que estoy bien, Hanna?” Dije rechinando los dientes.
Parecía que tomó una eternidad llegar rápido al hospital. Una vez que llegamos a emergencias, Emily consiguió una silla de ruedas, y Santana me ayudó a salir del coche. Sólo había tenido un par de contracciones, y ya lamentaba que esto no hubiera terminado. Santana me llevo dentro y Emily nos llevó a la Sala de Trabajo de parto. Deteniendose en la recepción, Emily les dio mi nombre y la recepcionista nos mostró mi cuarto. Me dio una bata y dijo que una enfermera estaría conmigo dentro de poco.
Me coloque la bata, que me era demasiado familiar. Santana me ayudó cuando Hanna y Emily salieron de la habitacion. Podía sentir que otra contracción venía, y mordía mi labio ya que las lagrimas comenzaron a llenar mis ojos. Una enfermera entro y me miró a mí y a Santana. Era la Enfermera Bailey. Me miró con una sonrisa cuando se acerco y acarició mi mano.
“Que bien verte otra vez, cariño”. Sonrió. Se dio la vuelta y miró a Santana. “¿Eres todavía la amiga?” preguntó.
Santana sonrió ampliamente, cuando contestó, “No; soy la esposa”.
La enfermera Bailey sonrió y asintio. “Muy bien. Me alegro de ver que las cosas han ido bien para las dos. Sabía que iban a estar bien”.
Se volvió hacia mí cuando checo el monitor fetal. “¡Mírate! Tendras un bebé”. Sonrió.
Traté de sonreír pero otra contracción comenzaba. Mordí mi labio inferior y Santana agarró mi mano. Hanna y Emily entraron a la habitación, y Hanna corrió hacia mi lado.
“Llame a tu doctor, Brittany, pero no ha respondido todavia”, dijo Emily.
“¿Quién es tu doctor, cariño?” La enfermera Bailey preguntó.
“¡El Dr. Keller!” Grité por el dolor.
“El Dr. Keller tuvo una emergencia familiar el dia de ayer y tuvo que dejar la ciudad durante unos días. Su compañero, el Dr. Reed, esta haciéndose cargo de sus pacientes. Iré a llamarlo”, dijo cuándo acarició mi mano y salio de la habitación.
La contracción terminó, y sentí que podía respirar otra vez. Santana se sentó en el borde de la cama y suavemente besó mis labios.
“Te amo”, susurró.
“Te amo también”, susurré.
Emily se acerco y nos explicó cómo funcionaba el monitor fetal. Nos mostró el punto cuando una contracción comenzaba, cuando estaba en su pico, y cuando terminaba. Santana pareció intrigada cuando lo estudió. Hanna y Emily dejaron el cuarto para tomar un poco de café y traerme algunos cubos de hielo.
“¿Puedes creer que la Enfermera Bailey es mi enfermera?”
“No, bebé, no lo puedo creer. Pero me alegro de que lo sea”.
“Yo también”. Sonreí.
“Mira el latido del corazón de nuestra hija”, dijo Santana cuándo señaló al número en el monitor fetal.
Sonreí cuando me percate de ello y otra contracción comenzó. Agarré el brazo de Santana y clavé mis uñas en su piel. ¿Me sentí mal? No, el dolor de mis uñas no es nada comparado con el dolor de parto.
“Respira, bebé”. Se río de mí cuando acarició mi frente.
Hanna y Emily volvieron a la habitacion con una taza de cubos de hielo. Santana sacó uno y comenzó a frotarlo a través de mis labios.
“Tal vez esto te ayudará a sentirse mejor”, dijo.
“¡La única cosa que va a ayudarme a sentirme mejor será conseguir que este bebe salga!”
La enfermera Bailey llego y dijo que me tenía que examinar. Hanna y Emily salieron de nuevo mientras Santana se sentó en el borde de la cama al lado de mí, sosteniendo mi mano. Explicó que tenía que ver cuánto había dilatado. Cuando terminó, me miró y apretó sus labios.
“Hmm, sólo haz dilatado un centímetro. ¿Dijiste que tu fuente se rompió mientras estaba en el restaurante, correcto? ”
“Sí, estaba en el restaurante cuando se rompió”, contesté.
La enfermera Bailey miró directamente a Santana. “¿No tuvieron por casualidad sexo hoy, verdad?”
Miré a Santana, y me miró. “¡Esto es tu culpa!” Dije.
“¿Mi culpa? Eras tu quien me invitó a tomar una ducha contigo antes de que nos fuéramos al restaurante”.
“Sólo relájate, Brittany. Todo estara bien. No quiero que te preocupes”, dijo la enfermera Bailey cuándo salio de la habitacion.
Unas horas pasaron, y nada avanzaba. Las contracciones iban empeorando, y la Enfermera Bailey había ido a llamar al Dr. Reed. Emily checaba el monitor fetal junto con Santana. Estaba acostada de lado, y Santana limpió mi frente con un paño frío. Una contracción acababa de terminar. Solté un suspiro profundo y cerré mis ojos. Sentí que Santana me besaba suavemente en la frente cuando acomodo mi cabello fuera de mi frente.
“Prepárate, Britt. Aquí viene otra contracción”, dijo cuándo contempló el monitor.
“¿Por qué tienes que decírmelo, Santana?!” Grité.
“Quiero que estés preparada, así puedes comenzar con tu respiración. No quiero que te atrape con la guardia baja”.
Cada trozo de mí quiso matarla en ese momento. El dolor con cada contracción se intensificaba, y sentí que mi cuerpo trataba de rasgarse en dos. Como siempre, tenía razón y otra contracción vino.
“Respira, Britt. Venga, bebé; suspiros profundos”.
“Santana, creo que mejor te callas; la estás haciendo enojar”, dijo Hanna.
Comencé a gritar por el dolor. Me prometí que no iba a ser una de aquellas mujeres, pero en ese momento, no me preocupé. No me preocupo quien me oyó, y no me preocupo lo que pensaban. Santana todavía me decía que debía respirar, y eso fue la gota que derramo el vaso.
“¡Dime que respire una vez más, y juro que te matare, Santana Lopez!” Grité.
Oí a Hanna echándose a reír, y Santana me miró.
“Wow, Britt. Eso estuvo fuera de lugar”, dijo.
“¡No! Lo que esta fuera de lugar es que tú me haces sentir peor de lo que ya estoy. ¡No quiero saber cuándo otra contracción viene! ¡No quiero que tú me digas que respire! Sé que tratas de ayudarme, pero todo lo que necesito de ti, bebe, es el silencio”.
Santaba me contempló y tomó mi cara entre sus manos. “Lo siento, bebé. No quise decirlo...—”
“Sé que no lo hiciste, Santana. Simplemente duele demasiado, y quiero que esto se acabe”, dije cuando le interrumpí.
“Ya lo sé, y no puedo esperar a ver a nuestra hija. Va a ser hermosa, justo como sus
madres”. Sonrió.
Una lagrima se cayó de la esquina de mi ojo y bajo por mi mejilla cuando otra contracción comenzó; peor aún. Mire a Emily.
“Por favor, Emily, dame una epidural. Por favor, te lo ruego”.
“Brittany, no puedo. Aún no te dilatas. Lo siento”, dijo cuándo sacudió su cabeza.
Quise morir. Este bebé me desgarraba por dentro, y algo no se sintió bien. La enfermera Bailey entro y le dijo a Emily que el Dr. Reed pidió que le llamara cuando me dilatara a cinco centímetros. Santana suspiró, se levanto desesperada y miro a Emily.
“¿Cuánto tiempo más va a estar así?” preguntó.
“Cada mujer es diferente, Santana. Es difícil de decir. Ni siquiera se dilata a tres aún. Esto podría continuar durante otras veinticuatro horas”.
“¡QUÉ!” Exclamé.
Hanna tomó mi mano y comenzó a frotarla suavemente. “No te preocupes, Britt. Estamos aquí para ayudarte con esto”.
Santana se giro y me miró. Inclinó su cabeza y me dio una pequeña sonrisa cuando se acercó y se sentó en el borde de la cama. “Si pudiera cambiar de lugar por ti en este momento, lo haría. No soporto verte con tanto dolor”, dijo cuando agarró mi mano y la llevo a sus labios.
“Te amo, Santana”, susurré cuando cerré mis ojos y me preparé para la siguiente contracción.
“Te amo, Brittany”.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Aprovechando que tuve un poco de tiempo libre, les dejo el primer capitulo del tercer libro, muchas gracias por sus comentarios y espero comenten esta ultima parte, los capitulos se intercalan entre Santana y Brittany, al inicio les indicare quien relata cada capitulo. ¿Que les pareció este adelanto? Parece que la bebe no quiere llegar todavía. Saludos a todas y veré si puedo dejar otro capitulo en la semana, sino, ya saben que nos vemos el fin de semana.
POV Brittany
Santana me observo como si no hubiera entendido lo que le acababa de decir.
“¿Qué dijiste?” preguntó.
“Mi fuente se rompió, Santana. La bebe va a nacer. Nos tenemos que ir al hospital”, dije tan despacio como podía.
Saltó de su silla y me ayudó con la mía cuando miró a Emily y Hanna.
“Su fuente se rompió. ¡Es hora! ” Exclamó.
Hanna rápidamente se levantó de su asiento y choco conmigo, mientras Emily permaneció tranquila.
“¡OMG! ¡Es hora! ¿Em, qué hacemos? ” Hanna preguntó en estado de pánico.
“Cada una relájese”, dijo. “¿Brittany, sientes algún dolor?”
“No, todavía no”.
“Bien, bien. Vamos ami coche, y te llevaremos al hospital”. Emily sonrió.
Santana puso su brazo alrededor de mí cuando me dirigió fuera del restaurante. Antes de llegar al coche de Emily, repentinamente me paré y me doblé del dolor.
“¡MIERDA SANTA!” Grité.
Santana se paró conmigo y puso sus manos sobre mi estómago.
“Esta bien, bebé. Aspira, como aprendimos en nuestra clase”.
Asentí e hice lo que Santana dijo ya que el dolor comenzó a sentirse de nuevo. Emily y Hanna nos dijeron que esperáramos mientras traían el coche. Cuando Emily estaciono el auto, Santana abrió la puerta para mí, y me deslicé en el asiento de atrás. Cerró la puerta y camino para entrar por el otro lado. Santana subió y se sento a mi lado, sacó su teléfono para llamar a Denny. Después de que colgó, me abrazo.
“No puedo creer que nuestra hija venga en camino”, dijo cuándo besó mi cabeza.
Enterré mi cara en el cuello de Santana cuando otra contracción comenzó. El dolor era insoportable; era peor que mis tratamientos del cáncer, y no creí que esto pudiera ser posible. Santana sostuvo mi mano y siguió diciéndome que respirara. Juré que iba a matarla si lo decía una vez más. Hanna se giro y me miraba desde el asiento delantero.
“¿Estas bien, Britt?”
“¿Parece que estoy bien, Hanna?” Dije rechinando los dientes.
Parecía que tomó una eternidad llegar rápido al hospital. Una vez que llegamos a emergencias, Emily consiguió una silla de ruedas, y Santana me ayudó a salir del coche. Sólo había tenido un par de contracciones, y ya lamentaba que esto no hubiera terminado. Santana me llevo dentro y Emily nos llevó a la Sala de Trabajo de parto. Deteniendose en la recepción, Emily les dio mi nombre y la recepcionista nos mostró mi cuarto. Me dio una bata y dijo que una enfermera estaría conmigo dentro de poco.
Me coloque la bata, que me era demasiado familiar. Santana me ayudó cuando Hanna y Emily salieron de la habitacion. Podía sentir que otra contracción venía, y mordía mi labio ya que las lagrimas comenzaron a llenar mis ojos. Una enfermera entro y me miró a mí y a Santana. Era la Enfermera Bailey. Me miró con una sonrisa cuando se acerco y acarició mi mano.
“Que bien verte otra vez, cariño”. Sonrió. Se dio la vuelta y miró a Santana. “¿Eres todavía la amiga?” preguntó.
Santana sonrió ampliamente, cuando contestó, “No; soy la esposa”.
La enfermera Bailey sonrió y asintio. “Muy bien. Me alegro de ver que las cosas han ido bien para las dos. Sabía que iban a estar bien”.
Se volvió hacia mí cuando checo el monitor fetal. “¡Mírate! Tendras un bebé”. Sonrió.
Traté de sonreír pero otra contracción comenzaba. Mordí mi labio inferior y Santana agarró mi mano. Hanna y Emily entraron a la habitación, y Hanna corrió hacia mi lado.
“Llame a tu doctor, Brittany, pero no ha respondido todavia”, dijo Emily.
“¿Quién es tu doctor, cariño?” La enfermera Bailey preguntó.
“¡El Dr. Keller!” Grité por el dolor.
“El Dr. Keller tuvo una emergencia familiar el dia de ayer y tuvo que dejar la ciudad durante unos días. Su compañero, el Dr. Reed, esta haciéndose cargo de sus pacientes. Iré a llamarlo”, dijo cuándo acarició mi mano y salio de la habitación.
La contracción terminó, y sentí que podía respirar otra vez. Santana se sentó en el borde de la cama y suavemente besó mis labios.
“Te amo”, susurró.
“Te amo también”, susurré.
Emily se acerco y nos explicó cómo funcionaba el monitor fetal. Nos mostró el punto cuando una contracción comenzaba, cuando estaba en su pico, y cuando terminaba. Santana pareció intrigada cuando lo estudió. Hanna y Emily dejaron el cuarto para tomar un poco de café y traerme algunos cubos de hielo.
“¿Puedes creer que la Enfermera Bailey es mi enfermera?”
“No, bebé, no lo puedo creer. Pero me alegro de que lo sea”.
“Yo también”. Sonreí.
“Mira el latido del corazón de nuestra hija”, dijo Santana cuándo señaló al número en el monitor fetal.
Sonreí cuando me percate de ello y otra contracción comenzó. Agarré el brazo de Santana y clavé mis uñas en su piel. ¿Me sentí mal? No, el dolor de mis uñas no es nada comparado con el dolor de parto.
“Respira, bebé”. Se río de mí cuando acarició mi frente.
Hanna y Emily volvieron a la habitacion con una taza de cubos de hielo. Santana sacó uno y comenzó a frotarlo a través de mis labios.
“Tal vez esto te ayudará a sentirse mejor”, dijo.
“¡La única cosa que va a ayudarme a sentirme mejor será conseguir que este bebe salga!”
La enfermera Bailey llego y dijo que me tenía que examinar. Hanna y Emily salieron de nuevo mientras Santana se sentó en el borde de la cama al lado de mí, sosteniendo mi mano. Explicó que tenía que ver cuánto había dilatado. Cuando terminó, me miró y apretó sus labios.
“Hmm, sólo haz dilatado un centímetro. ¿Dijiste que tu fuente se rompió mientras estaba en el restaurante, correcto? ”
“Sí, estaba en el restaurante cuando se rompió”, contesté.
La enfermera Bailey miró directamente a Santana. “¿No tuvieron por casualidad sexo hoy, verdad?”
Miré a Santana, y me miró. “¡Esto es tu culpa!” Dije.
“¿Mi culpa? Eras tu quien me invitó a tomar una ducha contigo antes de que nos fuéramos al restaurante”.
“Sólo relájate, Brittany. Todo estara bien. No quiero que te preocupes”, dijo la enfermera Bailey cuándo salio de la habitacion.
Unas horas pasaron, y nada avanzaba. Las contracciones iban empeorando, y la Enfermera Bailey había ido a llamar al Dr. Reed. Emily checaba el monitor fetal junto con Santana. Estaba acostada de lado, y Santana limpió mi frente con un paño frío. Una contracción acababa de terminar. Solté un suspiro profundo y cerré mis ojos. Sentí que Santana me besaba suavemente en la frente cuando acomodo mi cabello fuera de mi frente.
“Prepárate, Britt. Aquí viene otra contracción”, dijo cuándo contempló el monitor.
“¿Por qué tienes que decírmelo, Santana?!” Grité.
“Quiero que estés preparada, así puedes comenzar con tu respiración. No quiero que te atrape con la guardia baja”.
Cada trozo de mí quiso matarla en ese momento. El dolor con cada contracción se intensificaba, y sentí que mi cuerpo trataba de rasgarse en dos. Como siempre, tenía razón y otra contracción vino.
“Respira, Britt. Venga, bebé; suspiros profundos”.
“Santana, creo que mejor te callas; la estás haciendo enojar”, dijo Hanna.
Comencé a gritar por el dolor. Me prometí que no iba a ser una de aquellas mujeres, pero en ese momento, no me preocupé. No me preocupo quien me oyó, y no me preocupo lo que pensaban. Santana todavía me decía que debía respirar, y eso fue la gota que derramo el vaso.
“¡Dime que respire una vez más, y juro que te matare, Santana Lopez!” Grité.
Oí a Hanna echándose a reír, y Santana me miró.
“Wow, Britt. Eso estuvo fuera de lugar”, dijo.
“¡No! Lo que esta fuera de lugar es que tú me haces sentir peor de lo que ya estoy. ¡No quiero saber cuándo otra contracción viene! ¡No quiero que tú me digas que respire! Sé que tratas de ayudarme, pero todo lo que necesito de ti, bebe, es el silencio”.
Santaba me contempló y tomó mi cara entre sus manos. “Lo siento, bebé. No quise decirlo...—”
“Sé que no lo hiciste, Santana. Simplemente duele demasiado, y quiero que esto se acabe”, dije cuando le interrumpí.
“Ya lo sé, y no puedo esperar a ver a nuestra hija. Va a ser hermosa, justo como sus
madres”. Sonrió.
Una lagrima se cayó de la esquina de mi ojo y bajo por mi mejilla cuando otra contracción comenzó; peor aún. Mire a Emily.
“Por favor, Emily, dame una epidural. Por favor, te lo ruego”.
“Brittany, no puedo. Aún no te dilatas. Lo siento”, dijo cuándo sacudió su cabeza.
Quise morir. Este bebé me desgarraba por dentro, y algo no se sintió bien. La enfermera Bailey entro y le dijo a Emily que el Dr. Reed pidió que le llamara cuando me dilatara a cinco centímetros. Santana suspiró, se levanto desesperada y miro a Emily.
“¿Cuánto tiempo más va a estar así?” preguntó.
“Cada mujer es diferente, Santana. Es difícil de decir. Ni siquiera se dilata a tres aún. Esto podría continuar durante otras veinticuatro horas”.
“¡QUÉ!” Exclamé.
Hanna tomó mi mano y comenzó a frotarla suavemente. “No te preocupes, Britt. Estamos aquí para ayudarte con esto”.
Santana se giro y me miró. Inclinó su cabeza y me dio una pequeña sonrisa cuando se acercó y se sentó en el borde de la cama. “Si pudiera cambiar de lugar por ti en este momento, lo haría. No soporto verte con tanto dolor”, dijo cuando agarró mi mano y la llevo a sus labios.
“Te amo, Santana”, susurré cuando cerré mis ojos y me preparé para la siguiente contracción.
“Te amo, Brittany”.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Aprovechando que tuve un poco de tiempo libre, les dejo el primer capitulo del tercer libro, muchas gracias por sus comentarios y espero comenten esta ultima parte, los capitulos se intercalan entre Santana y Brittany, al inicio les indicare quien relata cada capitulo. ¿Que les pareció este adelanto? Parece que la bebe no quiere llegar todavía. Saludos a todas y veré si puedo dejar otro capitulo en la semana, sino, ya saben que nos vemos el fin de semana.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Genial el cap
Y ya quiero leer cuando
Tengan a su bebe
Saludos
Y ya quiero leer cuando
Tengan a su bebe
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Hermoso pero doloroso!! jaja
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Hola....! que gran capitulo :) espectacular en verdad!!!
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Este fin de semana no tuve Internet, así que te estuve leyendo por el móvil,
por eso no pude comentar antes; me pareció INCREÍBLE el segundo libro, fue distinto y quizá más conmovedor que la narrativa de Britt, aún así el primer libro lo amé
Comenzamos con el tercer libro, ¡yey! fue simplemente hermoso el primer capítulo :D
la llegada de un bebé siempre es hermosa a pesar de todo lo que sufrimos las mujeres a la hora del parto >.<
...Nos leemos en el siguiente capítulo ^^
por eso no pude comentar antes; me pareció INCREÍBLE el segundo libro, fue distinto y quizá más conmovedor que la narrativa de Britt, aún así el primer libro lo amé
Comenzamos con el tercer libro, ¡yey! fue simplemente hermoso el primer capítulo :D
la llegada de un bebé siempre es hermosa a pesar de todo lo que sufrimos las mujeres a la hora del parto >.<
...Nos leemos en el siguiente capítulo ^^
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
pobre san, con los comentarios de britt jajaja
como siempre,. EXCELENTE!!!
como siempre,. EXCELENTE!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
genial, millones de gracias!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Capitulo 2
CAPITULO 2
Al ver a Brittany con tanto dolor casi me mataba. Mi corazón dolió con cada grito que soltó y cada lágrima que se cayó de sus ojos. Llamé a mi mamá, papá y Racheñ para dejarles saber que Brittany había entrado en trabajo de parto. Estuvieron unos minutos en la habitación para hablar con ella y luego se sentaron en la sala de espera. Brittany y yo habíamos hablado que no queríamos a nadie más en el cuarto durante el parto. Hanna no estaba feliz con nuestra decisión al principio, pero entonces comprendió. Mientras Hanna y
Brittany hablaban, Emily me pidió que saliéramos al pasillo.
“No quiero que te preocupes, pero Brittany no está dilatando como debería ser. Me tiene preocupada porque su fuente se rompió, y no quisiera correr el riegos a que tenga una infección. Creo que tenemos que dejar que se levante y que camine un poco para conseguir que siga dilatando”.
“Tú dices que no me preocupe, pero me preocupa lo de una infección”, dije.
“Llamaré al Dr. Reed y le preguntaré lo que aconseja”, dijo cuándo puso su mano sobre mi hombro. “Me encargare de que ella y la bebe estén bien”.
“Gracias por mantenerme informada, Emily”. Suspiré cuando caminaba hacia la habitación.
Brittany estaba tumbada de lado, jadeando y tratando de respirar mientras otra contracción pasaba, apretó la mano de Hanna. Me acerque a ella, sentándome en el borde de la cama, y tome su otra mano.
“Brittany, mírame. Necesito que te centres en mí, y no en el dolor”.
Ella sacudió la cabeza y me miró mientras que su dolor seguía creciendo.
“Nuestra hija me esta matando, Santana. ¡Ella va a MATARME! ” Gritó mientras la contracción llegaba a su final. Brittany cerró sus ojos. Tomé el paño de la mesa y suavemente limpié su frente.
“Está bien, bebé. Estoy aquí contigo, y conseguiremos pasar por esto. Hemos atravesado tanto que esto no es nada”.
Sus ojos se abrieron y me miro con ira en su mirada. “¡Nada! ¿Acabas de decir que esto no es nada?!” Gritó.
“Bebé, tu sabes lo que quiero decir”.
“Uh oh, creo que alguien tiene la mierda hasta el cuello. Yo en tu lugar, intentaría salir de aquí y correría tan rápido como pudiera”. Hanna se río.
No podía decir nada correcto. Todo lo que digo está mal y Brittany sólo se enojaba. Me levante de la cama y busque mi teléfono en mi bolso. Después de tener una idea de que podría ayudar a Brittany a guardar la calma, llamé a Claire y le pregunté si podía traer un CD de música clásica para Brittany y la pequeña pintura del bebé acurrucado en la luna entre las estrellas. Recuerdo que estaba de pie en la entrada del cuarto, a altas horas de la noche, y miraba a Brittany mientras contemplaba esa pintura frotando su vientre. Una noche, le pregunté sobre ello.
“Esta es la quinta noche que has estado aquí contemplando esa pintura”. Sonreí cuando entraba en el cuarto del bebe y puse mis manos en sus hombros.
Alargo su mano y colocó su mano encima de la mía. “Me siento tranquila cuando lo miro. No estoy completamente segura de por qué, pero lo hace. De este modo, siempre que comienzo a sentirme nerviosa o sentirme preocupada, entro aquí, y me calma”.
Cuando colgué con Claire, me acerque a Brittany y la besé en la frente.
“Claire está en camino con algo que pienso te ayudará a relajarte”.
Ella me miró y trató de sonreír, pero otra contracción comenzaba. Me senté en el borde de la cama y deje que apretara mi mano tan fuerte como lo necesitara. Yo estaba asombrada con esta hermosa mujer a la que llamaba mi esposa y lo que ella estaba pasando por tener a nuestra hija. Cuando la contracción terminó, traje su mano hasta mis labios y la bese suavemente.
“Lo siento, cariño. Sé que te estoy haciendo daño”, dijo.
Agarré su cara ligeramente con mis manos. “Tú no me haces daño, Brittany. Te amo, y me encanta lo que haces por nosotras. Haz lo que necesites para superar tus contracciones. Estoy aquí para ti, nena”. Sonreí.
Estoy recostada y mirando fijamente los ojos de mi esposa que se esta esforzando tanto por hacerme sentir cómoda. Hanna esta sentada en la silla al lado de la cama y parece agotada.
“¿Por qué no vas a buscar a Emily y van a comer algo?”
“No quiero abandonarte. Vas a necesitarme”. Sonrió cuando tomó mi mano.
Santana la miro. “Hanna, te quiero, pero soy su esposa y la única persona que necesita en estos momentos”.
Hanna frunció las cejas mirandola. “Supongo que tienes razón, pero yo quiero estar aquí para ella”.
“Estas aquí para ella, y lo aprecio, pero realmente deberías tomar un descanso”, dijo Santana.
“Tú y Emily deberían ir y tener sexo en alguna de las habitaciones”, le dije cuando apreté su mano.
Una sonrisa ilumino su rostro. “¡Eso es una idea estupenda, Britt, pero no vayas a tener al
bebe hasta que regrese!” exclamó.
Cuando Hanna salió del cuarto, Claire entro. Otra contracción había comenzado cuando puso mi pintura favorita en la silla junto a mí.
“¡Oh Dios!” Comencé a gritar.
Santana me miro y al instante tomo mi mano. “Mira la pintura, bebé. Concéntrate en la pintura, no en el dolor”.
“No puedo, Santana. El dolor es demasiado horrible. ¡No me puedo concentrarme en nada excepto el dolor! ” Grité.
Claire agarró el paño humedo y limpió mi frente. “Entiendo el dolor, Brittany. Sólo recuerda cual será resultado final de ese dolor”. Ella sonrió cuando presionó sus labios sobre mi frente.
Intente sonreír y despacio cerré mis ojos, Santana se levantó y la llevo fuera de la habitación. Le oí en el pasillo, agradeciéndole traer el CD y la pintura. La enfermera Bailey volvió a entrar en la habitación y me dijo que tenía que checar otra vez si había dilatado. Suspiró después de que terminó de revisarme, y Santana volvió a entrar a la habitación.
“¿Algún progreso?” preguntó.
“No. No se ha dilatado en absoluto. Tengo que llamar al doctor. Ya vuelvo”.
Miré a Santana cuando se inclinó y besó mi cabeza. “Me asusta que algo este mal”, dije.
“No tengas miedo. Todo va a estar bien. Sólo creo que nuestra hija es obstinada. Comienza a recordarme a alguien”. Ella sonrió cuando paso su mano por mi mejilla. Justo cuando comenzaba a relajarme, otra contracción comenzó. Santana miró el monitor fetal.
“¿Cómo puedes tener otra contracción ya? Sólo han pasado unos segundos desde lal última”.
El dolor era diferente esta vez. Era más intenso y lo sentia en todas mi espalda. La presión
era tan mala que tuve que pujar.
“Santana, tengo que pujar. ¡Tengo que hacerlo! ” Grité.
“No, Brittany. No creo que puedas hacer eso aún”.
Ella se aferró a mi mano mientras el sudor goteaba por mi frente, y grité de dolor. Emily, Hanna y la enfermera Bailey entraron a la habitación. Hanna corrió a mi lado y tomó mi otra mano.
“Tengo que pujar. Tengo que hacerlo. Por favor ayúdeme”, suplique mientras las lágrimas corrían por mi cara.
“Brittany, no puedes hacerlo”, dijo la enfermera Bailey cuándo miró a Emily.
De repente, el monitor comenzó a sonar y todos lo miramos. Emily estaba de pie y solo sacudió su cabeza.
“Tiene una caída en su tensión arterial y también el ritmo cardiaco del bebé. ¡Tenemos que sacar a este bebé ahora! ”
“Llamé al Dr. Reed y dijo que está en camino, pero dijo que iba a tardar treinta o cuarenta y cinco minutos en llegar al hospital”, dijo la enfermera Bailey.
“Me importa una mierda cuanto va a tomarle. ¡Vaya a asegurarse que una sala de operaciones está disponible, y consiga un anestesiologo! ”
Las voces alrededor del cuarto se hacían más profundas y más lentas. El cuarto comenzó a girar cuando Emily apretó mis hombros.
“Brittany, quédate conmigo”, dijo.
Quise rendirme. No podía seguir con esto, y yo no podía soportar el dolor. Mi cuerpo estaba cansado, y sentía como me iba despacio a la deriva. De repente, oí la voz de Santana.
“Nena, no te atrevas a rendirte. Sera mejor que no me abandones. ¡Hemos llegado demasiado lejos, y hemos luchado muy duro para tener nuestra vida juntas, y no te rendirás! ¿Me entiendes! ” Gritó.
De repente, un grupo de personas entro corriendo a la habitación y me trasladaron a otra cama. Miré a Santana cuando abrí mis ojos y las lágrimas comenzaron a caer.
“Lo siento. Lo siento tanto. Te amo”, susurré.
Otro doctor vino por detrás y puso una máscara sobre mi cara. “Necesito que tome una respiración profunda, Brittany. Esto le ayudará a relajarse”.
Con la máscara en mi cara, vi a Hanna que lloraba. Comenzaron a hacerme salir de la habitación, pero no soltaba la mano de Santana.
“No te preocupes, cariño, voy a estar allí. Te prometo que estaré allí con ustedes”.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Paso a dejar un capitulo más, espero les guste y dejen sus comentarios, como ven esto del parto no esta nada fácil. Saludos a todas y gracias por tomarse un momento y dejar sus comentarios, nos vemos el fin de semana.
POV SANTANA
Al ver a Brittany con tanto dolor casi me mataba. Mi corazón dolió con cada grito que soltó y cada lágrima que se cayó de sus ojos. Llamé a mi mamá, papá y Racheñ para dejarles saber que Brittany había entrado en trabajo de parto. Estuvieron unos minutos en la habitación para hablar con ella y luego se sentaron en la sala de espera. Brittany y yo habíamos hablado que no queríamos a nadie más en el cuarto durante el parto. Hanna no estaba feliz con nuestra decisión al principio, pero entonces comprendió. Mientras Hanna y
Brittany hablaban, Emily me pidió que saliéramos al pasillo.
“No quiero que te preocupes, pero Brittany no está dilatando como debería ser. Me tiene preocupada porque su fuente se rompió, y no quisiera correr el riegos a que tenga una infección. Creo que tenemos que dejar que se levante y que camine un poco para conseguir que siga dilatando”.
“Tú dices que no me preocupe, pero me preocupa lo de una infección”, dije.
“Llamaré al Dr. Reed y le preguntaré lo que aconseja”, dijo cuándo puso su mano sobre mi hombro. “Me encargare de que ella y la bebe estén bien”.
“Gracias por mantenerme informada, Emily”. Suspiré cuando caminaba hacia la habitación.
Brittany estaba tumbada de lado, jadeando y tratando de respirar mientras otra contracción pasaba, apretó la mano de Hanna. Me acerque a ella, sentándome en el borde de la cama, y tome su otra mano.
“Brittany, mírame. Necesito que te centres en mí, y no en el dolor”.
Ella sacudió la cabeza y me miró mientras que su dolor seguía creciendo.
“Nuestra hija me esta matando, Santana. ¡Ella va a MATARME! ” Gritó mientras la contracción llegaba a su final. Brittany cerró sus ojos. Tomé el paño de la mesa y suavemente limpié su frente.
“Está bien, bebé. Estoy aquí contigo, y conseguiremos pasar por esto. Hemos atravesado tanto que esto no es nada”.
Sus ojos se abrieron y me miro con ira en su mirada. “¡Nada! ¿Acabas de decir que esto no es nada?!” Gritó.
“Bebé, tu sabes lo que quiero decir”.
“Uh oh, creo que alguien tiene la mierda hasta el cuello. Yo en tu lugar, intentaría salir de aquí y correría tan rápido como pudiera”. Hanna se río.
No podía decir nada correcto. Todo lo que digo está mal y Brittany sólo se enojaba. Me levante de la cama y busque mi teléfono en mi bolso. Después de tener una idea de que podría ayudar a Brittany a guardar la calma, llamé a Claire y le pregunté si podía traer un CD de música clásica para Brittany y la pequeña pintura del bebé acurrucado en la luna entre las estrellas. Recuerdo que estaba de pie en la entrada del cuarto, a altas horas de la noche, y miraba a Brittany mientras contemplaba esa pintura frotando su vientre. Una noche, le pregunté sobre ello.
“Esta es la quinta noche que has estado aquí contemplando esa pintura”. Sonreí cuando entraba en el cuarto del bebe y puse mis manos en sus hombros.
Alargo su mano y colocó su mano encima de la mía. “Me siento tranquila cuando lo miro. No estoy completamente segura de por qué, pero lo hace. De este modo, siempre que comienzo a sentirme nerviosa o sentirme preocupada, entro aquí, y me calma”.
Cuando colgué con Claire, me acerque a Brittany y la besé en la frente.
“Claire está en camino con algo que pienso te ayudará a relajarte”.
Ella me miró y trató de sonreír, pero otra contracción comenzaba. Me senté en el borde de la cama y deje que apretara mi mano tan fuerte como lo necesitara. Yo estaba asombrada con esta hermosa mujer a la que llamaba mi esposa y lo que ella estaba pasando por tener a nuestra hija. Cuando la contracción terminó, traje su mano hasta mis labios y la bese suavemente.
“Lo siento, cariño. Sé que te estoy haciendo daño”, dijo.
Agarré su cara ligeramente con mis manos. “Tú no me haces daño, Brittany. Te amo, y me encanta lo que haces por nosotras. Haz lo que necesites para superar tus contracciones. Estoy aquí para ti, nena”. Sonreí.
POV BRITTANY
Estoy recostada y mirando fijamente los ojos de mi esposa que se esta esforzando tanto por hacerme sentir cómoda. Hanna esta sentada en la silla al lado de la cama y parece agotada.
“¿Por qué no vas a buscar a Emily y van a comer algo?”
“No quiero abandonarte. Vas a necesitarme”. Sonrió cuando tomó mi mano.
Santana la miro. “Hanna, te quiero, pero soy su esposa y la única persona que necesita en estos momentos”.
Hanna frunció las cejas mirandola. “Supongo que tienes razón, pero yo quiero estar aquí para ella”.
“Estas aquí para ella, y lo aprecio, pero realmente deberías tomar un descanso”, dijo Santana.
“Tú y Emily deberían ir y tener sexo en alguna de las habitaciones”, le dije cuando apreté su mano.
Una sonrisa ilumino su rostro. “¡Eso es una idea estupenda, Britt, pero no vayas a tener al
bebe hasta que regrese!” exclamó.
Cuando Hanna salió del cuarto, Claire entro. Otra contracción había comenzado cuando puso mi pintura favorita en la silla junto a mí.
“¡Oh Dios!” Comencé a gritar.
Santana me miro y al instante tomo mi mano. “Mira la pintura, bebé. Concéntrate en la pintura, no en el dolor”.
“No puedo, Santana. El dolor es demasiado horrible. ¡No me puedo concentrarme en nada excepto el dolor! ” Grité.
Claire agarró el paño humedo y limpió mi frente. “Entiendo el dolor, Brittany. Sólo recuerda cual será resultado final de ese dolor”. Ella sonrió cuando presionó sus labios sobre mi frente.
Intente sonreír y despacio cerré mis ojos, Santana se levantó y la llevo fuera de la habitación. Le oí en el pasillo, agradeciéndole traer el CD y la pintura. La enfermera Bailey volvió a entrar en la habitación y me dijo que tenía que checar otra vez si había dilatado. Suspiró después de que terminó de revisarme, y Santana volvió a entrar a la habitación.
“¿Algún progreso?” preguntó.
“No. No se ha dilatado en absoluto. Tengo que llamar al doctor. Ya vuelvo”.
Miré a Santana cuando se inclinó y besó mi cabeza. “Me asusta que algo este mal”, dije.
“No tengas miedo. Todo va a estar bien. Sólo creo que nuestra hija es obstinada. Comienza a recordarme a alguien”. Ella sonrió cuando paso su mano por mi mejilla. Justo cuando comenzaba a relajarme, otra contracción comenzó. Santana miró el monitor fetal.
“¿Cómo puedes tener otra contracción ya? Sólo han pasado unos segundos desde lal última”.
El dolor era diferente esta vez. Era más intenso y lo sentia en todas mi espalda. La presión
era tan mala que tuve que pujar.
“Santana, tengo que pujar. ¡Tengo que hacerlo! ” Grité.
“No, Brittany. No creo que puedas hacer eso aún”.
Ella se aferró a mi mano mientras el sudor goteaba por mi frente, y grité de dolor. Emily, Hanna y la enfermera Bailey entraron a la habitación. Hanna corrió a mi lado y tomó mi otra mano.
“Tengo que pujar. Tengo que hacerlo. Por favor ayúdeme”, suplique mientras las lágrimas corrían por mi cara.
“Brittany, no puedes hacerlo”, dijo la enfermera Bailey cuándo miró a Emily.
De repente, el monitor comenzó a sonar y todos lo miramos. Emily estaba de pie y solo sacudió su cabeza.
“Tiene una caída en su tensión arterial y también el ritmo cardiaco del bebé. ¡Tenemos que sacar a este bebé ahora! ”
“Llamé al Dr. Reed y dijo que está en camino, pero dijo que iba a tardar treinta o cuarenta y cinco minutos en llegar al hospital”, dijo la enfermera Bailey.
“Me importa una mierda cuanto va a tomarle. ¡Vaya a asegurarse que una sala de operaciones está disponible, y consiga un anestesiologo! ”
Las voces alrededor del cuarto se hacían más profundas y más lentas. El cuarto comenzó a girar cuando Emily apretó mis hombros.
“Brittany, quédate conmigo”, dijo.
Quise rendirme. No podía seguir con esto, y yo no podía soportar el dolor. Mi cuerpo estaba cansado, y sentía como me iba despacio a la deriva. De repente, oí la voz de Santana.
“Nena, no te atrevas a rendirte. Sera mejor que no me abandones. ¡Hemos llegado demasiado lejos, y hemos luchado muy duro para tener nuestra vida juntas, y no te rendirás! ¿Me entiendes! ” Gritó.
De repente, un grupo de personas entro corriendo a la habitación y me trasladaron a otra cama. Miré a Santana cuando abrí mis ojos y las lágrimas comenzaron a caer.
“Lo siento. Lo siento tanto. Te amo”, susurré.
Otro doctor vino por detrás y puso una máscara sobre mi cara. “Necesito que tome una respiración profunda, Brittany. Esto le ayudará a relajarse”.
Con la máscara en mi cara, vi a Hanna que lloraba. Comenzaron a hacerme salir de la habitación, pero no soltaba la mano de Santana.
“No te preocupes, cariño, voy a estar allí. Te prometo que estaré allí con ustedes”.
____________________________________________________________________________
Historia original trilogía Forever de Sandi Lynn.
Paso a dejar un capitulo más, espero les guste y dejen sus comentarios, como ven esto del parto no esta nada fácil. Saludos a todas y gracias por tomarse un momento y dejar sus comentarios, nos vemos el fin de semana.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Pobre Britt que dolor!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
Oh por dios a britt se le complica todo
Saludos y hasta el fin de semana
Saludos y hasta el fin de semana
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
NOOOOOOOOO!!! VUELVE!!!! NO puedes dejarlo ahí, eso es cuel :(
Espero estes increíble :)
Espero estes increíble :)
JaelD* - Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 10/04/2014
Re: Fic. Brittana: Por siempre (3er. libro)...Capitulo 14 ¡AVISO!
no podes dejarlo ahi!!!
que britt tengo a su besa y salga todo bien!!!
que britt tengo a su besa y salga todo bien!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Página 14 de 18. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15, 16, 17, 18
Temas similares
» Fic Brittana: Siempre se trata de engaños - Capitulo 32
» Fanfic Brittana "Juntas para siempre" capitulo 11
» FANFIC BRITTANA: "Siempre a tu lado"--capitulo 1---aceptando la verdad--.
» FanFic Brittana-¿Esta vez será para siempre?- Capitulo 17
» Fanfic Klaine + Brittana y Faberry. "Los Ángeles de Charlie": Capitulo 9: Amor y Odio
» Fanfic Brittana "Juntas para siempre" capitulo 11
» FANFIC BRITTANA: "Siempre a tu lado"--capitulo 1---aceptando la verdad--.
» FanFic Brittana-¿Esta vez será para siempre?- Capitulo 17
» Fanfic Klaine + Brittana y Faberry. "Los Ángeles de Charlie": Capitulo 9: Amor y Odio
Página 14 de 18.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1