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[FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
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Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Sr. Dilaurentis? Alison Dilaurentis? Lucy Hale? También ves PLL?!?! Primera vez que digo esto, y ojala que sea la última, pero...Ojala que Alison se vaya
amanda2070*** - Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 20/02/2014
Edad : 23
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Volviste!! *-* vaya pero que onda con la mamá de Santana?? y bueno ahora que le contestó a britt espero que si hable con ella, que obvio entiendo que fue para cortar la platica con su madre, pero quizá esa sea una buena oportunidad para que britt hable con san de como y porque hizo lo que hizo y quien carajo la mandó investigar y porque!! espero no te desaparezcas por tanto tiempo otra vez, mira que extrañe horrores este fic :(: bueno, espero que si puedas actualizar la siguiente semana y jeje apoyo totalmente la idea de que haya maratón pronto. Crees que sea posible,?? bueno, saludines y que estéS de lo mejor hasta la siguiente Actu
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
holap,...
que bueno que volviste!!!!!
si que le pego fuerte la relación con britt,... como le dijo Emily tiene que tener que tomar su tiempo para que se le pase el cabreo y pueda halar con britt,...!!!
san admitió que esta enamorada de alguien,... ¿britt?,.
no jodas la madre de san es una completamente perra!! en serio la va a casar con alison,.. (dime que la matan jajajaja ok no!!!)
nos vemos!!!
que bueno que volviste!!!!!
si que le pego fuerte la relación con britt,... como le dijo Emily tiene que tener que tomar su tiempo para que se le pase el cabreo y pueda halar con britt,...!!!
san admitió que esta enamorada de alguien,... ¿britt?,.
no jodas la madre de san es una completamente perra!! en serio la va a casar con alison,.. (dime que la matan jajajaja ok no!!!)
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Micky Morales escribió:en que siglo estamos para que te digan con quien tienes que casarte,?
Es igual en el siglo que estamos, los ricos hacen que sus hijos se casen con personas mas ricas aun para mantener si riqueza en alto y sobre todo, seguir siendo ricos por muchos años más.
espero que te haya gustado el capitulo y te dejo este nuevo, me dices que tal!
Lauravm98 escribió:Ha estado increíble! No vuelvas a tardar tanto! Como lo dejas ahi?! Osea no? Eso no se puede! Una semama! Espero que antes deberia recompenzarnos y darnos una maratón!
¡Gracias! No, no tardo tanto, aquí te dejo un nuevo capitulo. ¡Vamos el fic necesita morbo! osea si... jajaja! Bueno, no he tardado una semana así que solo por eso deberías amarme mas que a tu propia madre. Solo estoy bromeando! Espero que te haya gustado este cap y que te guste este nuevo que acabo de subir!
Naoomiheyarivera escribió:fue genial no puedo esperar a la proxima semana por cierto que bueno que hallas vuelto besos hasta tu proxima actu
PD:podrias decirme tu nombre?
¡Me alegro que te haya gustado el capitulo! espero que te guste este que subo ahora, que yo lo considero uno de los mejores capítulos que he escrito de este fic, por lo que espero que lo disfrutes y besos para ti también!
Por cierto, mi nombre es Paula. Ahora mi pregunta, es saber para que quieres saber mi nombre!
Sara Pinel escribió:gua n pued creerlo san lo dijo esperp tu actu
¡Aquí te dejo la actu!
Amanda2070 escribió:Sr. Dilaurentis? Alison Dilaurentis? Lucy Hale? También ves PLL?!?! Primera vez que digo esto, y ojala que sea la última, pero...Ojala que Alison se vaya
Exacto, ¡mis niñas! Mis liars favoritas y sobre todo las que yo considero; Las mejores. ¡veo PLL! Es mi serie favorita, entre todas las que sigo. Esa es mi favorita, ahí conocí al amor de mi vida, Ian Harding!
Dolomiti escribió:Volviste!! *-* vaya pero que onda con la mamá de Santana?? y bueno ahora que le contestó a britt espero que si hable con ella, que obvio entiendo que fue para cortar la platica con su madre, pero quizá esa sea una buena oportunidad para que britt hable con san de como y porque hizo lo que hizo y quien carajo la mandó investigar y porque!! espero no te desaparezcas por tanto tiempo otra vez, mira que extrañe horrores este fic :(: bueno, espero que si puedas actualizar la siguiente semana y jeje apoyo totalmente la idea de que haya maratón pronto. Crees que sea posible,?? bueno, saludines y que estéS de lo mejor hasta la siguiente Actu
¡VOLVÍ! ¡Y TU TAMBIÉN CON UN SUPER COMENTARIO! La mamá de Santana es gilipollas. Tienes razón, es una buena manera para que Brittany hable con ella y le explique todo lo que ha sucedido, ya que cuando intentó explicarle no le dio la opción de hacerlo, aun que hay que ponerse en la piel de Brittany, si te dice tu chica, o chico. (No se si eres hetero bisexual o lesbiana) Que te ha estado vigilando todo el tiempo, pues es un poco... AMMM OK. Te alejas corriendo en plan 'Esta/e quiere matarme' No sé, actuó con mucha rapidez. Pero una cosa que te aseguro es que Brittany no es mala, todo lo contrario. Pero bueno, no te lio mas, ¡ves a leer el fic!
3:) escribió:holap,...
que bueno que volviste!!!!!
si que le pego fuerte la relación con britt,... como le dijo Emily tiene que tener que tomar su tiempo para que se le pase el cabreo y pueda halar con britt,...!!!
san admitió que esta enamorada de alguien,... ¿britt?,.
no jodas la madre de san es una completamente perra!! en serio la va a casar con alison,.. (dime que la matan jajajaja ok no!!!)
nos vemos!!!
¡holi holi!
Si, volví yo, volvió el fic, tu eres feliz, quienes lo leen son felices, yo soy feliz. Todo genial.
¿Tomar su tiempo? No lo creo, en mi opinion deberias leer YA el capitulo, porque osea, es perfecto y te va a encantar porque yo lo se, ¡SDF´LIDFJÑAGFÑAGAJ! BESOS!
AQQQQQUIIII EL CAAAAAAAAAP "12 Rosas, 12 Horas."
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
MI ADICION ERES TU || CAPITULO 14 || 12 Rosas, 12 Horas.
-Tengo que coger esta llamada, es importante.-Me alejé unos metros, no podía coger esa llamada, porque no quería oír la voz de Brittany, pero era demasiado tarde.
-¿Santana? –Escuché la clara voz de Brittany, mi labio tembló por un momento, jamás me había dolido tanto algo, nunca había tenido tantas pocas fuerzas para hacer algo.
-Te he cogido la llamada para librarme de un gran marrón, no tengo ningún interés en hablar contigo, así que Adiós. –Cuando fui a pulsar el botón de ‘Colgar’ escuché su voz de nuevo, no podía evitarlo, volví a ponerme el móvil sobre la oreja.
-Santana, déjame hablarte, déjame verte. Por favor. –Suplicó.
-Creo que puedes vivir sin mí, además que más te da encontrarás otra putita más, para mentirle, usarla y luego romperle el corazón en pedazos; Ejemplo, yo. –La escuché sollozar, y fue entonces cuando una lágrima rodó por mi mejilla, no podía creer lo mucho que quería a esa rubia mentirosa.
-Santana, no lo entiendes, y no lo entenderás si no me dejas explicártelo. Tú lo has dicho, ‘Romperle el corazón en pedazos’ eso es que me quieres, no puedes negar lo inevitable, sé que quieres verme.-
-Eso, es cosa mía, te superaré igual que he superado a otras chicas. No eres la única en mi vida Brittany, millones de mujeres estarían dispuestas a arrodillarse y hacer lo que yo quiero, chasquear los dedos y tener lo que he pedido. –Froté con mi muñeca las lágrimas que caían por mis mejillas, estaba real mente destrozada.
-No te vas a librar de mí, Santana, esta noche me plantaré en tu casa y me escucharás. Y después te haré gritar mi nombre sobre tu cama. Vas a saber quién soy. –Terminó, dejando un silencio entre la línea telefónica. Escuchando su respiración. Sollocé, estaría demasiado sorda como para no escucharme hacerlo.
-No. Quiero. Verte. No lo hagas más difícil, ¡JODER! –Supliqué.
-Santana, abre la puerta de tu casa. –Dijo.
-¿Qué? ¿Por qué? –
-Simplemente, ábrela. Y si sonríes, es que pese a esto me quieres, si no lo haces, te dejaré en paz. Rezo porque sonrisa, porque me encanta tu sonrisa. –Caminé, y pasé frente mi madre; Me miró mal. Obviamente, coloqué mi mano sobre el pomo de la puerta, y al abrir había una caja. –Adiós Santana, te quiero. –Escuché los repetitivos pitidos de la llamada cortada, y entre cerré la puerta para ver que contenía esa caja.
Al agacharme, miré hacia varios lados. No quería encontrarme con Brittany. Al abrir la caja, y un enorme ramo de flores, una caja pequeña sobre ellas y una carta pequeña, iluminó mi mirada. No pude evitar sonreír.
‘De Brittany.
Sé que estas cabreada, y que unas flores de mierda no me harán ganar tu perdón, pero como sé que tu color favorito es el rojo, te he comprado estas doce flores, para que sepas, que en doce horas, volverás a querer estar a mi lado, esto te llegará a cerca de las tres de la tarde, así que cuenta, solo doce horas.
Ahora, abre la caja pequeña.’
Esto era el colmó, entre una sonrisa y lágrimas, abrí la maldita caja. Seguía cabreada, y no se equivocaba, con esto no iba a ganar mi perdón.
Encontré un collar absolutamente hecho de oro, con dos letras. ‘B+S’ ¿Enserio? No podía aceptar eso, no quería sus regalos. Si, había sonreído. Pero no quería tenerlo. ¿Quién se piensa que soy? Cuatro palabras, ¿dos cosas más y perdón?
Hubiera preferido unos cuernos a una mentira.
Aunque real mente, no sabía que era peor. Aunque ¿Cuernos? No éramos pareja, solo era sexo, no sé cómo fui tan estúpida de caer entre sus garras.
-No pienso ponerme esto. –Dije. Al levantarme con esa gran caja sobre los brazos, entré de nuevo. Mi madre me estaba mirando cada vez peor, pero ¿Me importaba? Dejé la caja sobre un mueble de madera, y volví al salón.
Ya no sabía en qué pensar, sí en que mi madre me obligaría a casarme con alguien que no quiero, o que en doce horas Brittany aparecerá por aquí y me controlará. Sé que estoy cabreada con ella, y sé que no quiero escucharla. Tampoco quiero verla, pero si voy a hacerlo. Espero que cumpla y me haga gritar su nombre por última vez, después de eso, todo habrá acabado. Para siempre.
-Perdón por tardar. ¿Qué gilipolleces decías? –Ella alzó las cejas, ¿Esperaba que le hablara bien? Crucé mis piernas, y mis brazos, y miré a mis hermanos. Lo único que me hacía feliz en estos momentos.
-¿No te da vergüenza hablarle a si a tu madre? –Preguntó.
-¿Me ves con cara de tener vergüenza? ¿A ti no te da vergüenza las gilipolleces que dices? Estamos en el siglo veintiuno, soy mayor de edad, y no voy a casarme con, NADIE que yo no quiera, ¿Vale? –Terminé, la fulminé con una de mis más despiadadas miradas.
-Todo lo que tienes, es gracias a mí, puedo quitártelo todo antes de que parpadees, cuando conozcas a Alison, puedo asegurarte que te encantará. Y es millonaria, es cuestión de orgullo los ricos se casan con los ricos, y los pobres se casan por un triste juzgado, no voy a permitir que te cases con ninguna fulana pobre que quiera aprovecharse de mi dinero. –Habló, como si conociese a Brittany, como si supiera que no quería casarme con nadie, que no fuese Brittany. Por más odio que le tuviera, así era. ¡JODER!
-Todo lo que tengo es gracias a mi abuelo, tú no me has dado nada. No me has ido a buscar a la escuela, no me has hecho la comida, no me has enseñado a cuidarme. Cuando tenía solo siete años iba y volvía sola de la escuela me vestía y bañaba sola, todo lo hacía yo sola. El único que ha dado todo por mí ha sido mi abuelo, y no te lo voy a repetir más veces, ¡No voy a casarme con nadie que yo no quiera!–Le grité, mi piel estaba hirviendo, y mis puños no podían estar más cerrados. La rabia se estaba conteniendo dentro de mí, quería explotar. Gritar y romperlo todo.
-Mamá déjala en paz, si ella no quiere, no puedes obligarle. Tú no eres nadie para decirle lo contrario. –Habló Artie y mamá, se levantó de su sillón y alzó una mano al aire. Me interpuse, recibí el golpe. Miré a Artie, tapándose el rostro con sus brazos; Me levanté y empujé a mamá para que se alejara de él.
-Vete de mi casa. –Susurré, de modo que ella pudo oír perfectamente. –Vete ahora mismo. –
-Santana. –
-Ni Santana, ni ostias. En mi casa no tolero la violencia, intento actuar bien contigo, tener respeto hacia tu persona. Pero no, no te lo mereces. Deja las cosas de Alex y Artie en la puerta, y desaparece. –Señalé la puerta, y se volteó para coger su bolso. Y al cogerlo caminó por el salón para salir.
-Alison llegará en media hora, o más. Conócela, y cambiarás de opinión. –
-Vete. –Le dije.
-Y tu abuelo tiene que trabajar, dice que vendrá el cuándo pueda. –Habló de nuevo.
-Perfecto, vete. –Repetí de nuevo. Agachó la mirada y abrió la puerta. –No te hagas más la víctima. ¡LARGATE DE MI PUTA CASA! –Segundos después, cerró la puerta y se fue. No sentí lastima alguna, y mucho menos tristeza. Ojala pudiera cambiar de madre.
-Santana, Alex. –Me avisó Artie, agaché mi mirada, y vi a Alex llorando. Me arrodillé y cogí sus manos.
-Eh, ¿Qué te pasa? –Le pregunté, miraba sus piernas, y sus lágrimas caían sobre su falda.
-No me gusta verte así, he venido para pasarlo bien San, ¿Si me porto mal me hablarás así también como a mamá? –Cerré mis ojos en un profundo suspiro, su voz rota de niña pequeña. Y elevé su rostro.
-Yo no voy a gritarte como a mamá, tú lo has dicho, habéis venido para pasarlo bien, así que, que os parece si preparamos la cena, ¿y vemos una película después? Tengo helado de Vainilla y caramelo, chocolate y nata. Y de Fresa con Vainilla. –Una pequeña sonrisa se iluminó sobre sus labios, dejando ver sus dientes. Le devolví la sonrisa, y escuché a Artie dar palmadas.
-Quiero cocinar carne y patatas. ¡Buenísimo! Mamá no nos deja comer eso. –Artie se levantó y yo hice lo mismo, cogí a Alex en brazos y fuimos hacia la cocina. Ahí estaba Emily, viendo la televisión. Era hora de presentar.
-Emily, estos son Alex y Artie, y vamos a robarte la cocina. Cocinaremos carne y, ¿Patatas? –Artie me miró y asintió, -¿Te apuntas? –
-Por supuesto. –
-------------------------------------------------------------------
Unas dos horas y media después, habíamos reído, preparado la mesa, cenado, recogido, y estábamos listos para ver una película, Emily se había ido. Estaba cansada, así que nosotros decidimos ver Peter Pan, Alex se había quedado dormida, y quedaban diez horas para que Brittany, supuestamente. Viniera. Se iba a presentar a las tres de la mañana, y no sé cómo iba a entrar, porque, yo a esa hora estoy durmiendo.
Rato después, sacándome todos los temas problemas y depresiones que rondaban por mi cabeza, la película acabó y Alex se despertó, insistiendo en poner Peter Pan 2, no tuve más remedio que hacerlo, eran ya las nueve menos cuarto, y la tal ‘Alison Dilaurentis’ no había aparecido por mi puerta.
La película acabó y se hicieron las diez y tres minutos, cuando el timbre sonó. Mi pulsación se aceleró, me levanté, y camine hacia la puerta. Giré el pomo hacia al lado, y al abrir recibí a una chica rubia de ojos azules claro. Con una amplia sonrisa en el rostro, y con un vestido blanco Channel con una cinta negra en medio, alta, su pelo era ondulado y caía por sus hombros hasta llegar a su estómago. Mamá no se equivocaba. Era hermosa.
-¿Santana verdad? –Preguntó amablemente, no pude evitar sonreír. Asentí, y me alzó la mano. –Soy Alison, supongo que te habrán hablado de mí, no sé si darte dos besos, o darte la mano. Así que opto por darte la mano. –Acepté su mano, y parada. Mirándola sin dejar de sonreír. La invité a entrar.
Una vez dentro, me puse más nerviosa aún. Era agradable y simpática, y sobre todo hermosa. Pero no puedo compararlo con Brittany, porque, cuando la escuché hablar, supe que sería para mí.
No siento lo mismo con Alison, no creo sentirlo con nadie, nadie podrá conseguir atraparme de la manera que Brittany lo hizo.
-¿Te apetece tomar algo? –Le pregunté, mientras caminaba por el pasillo del recibidor.
-Claro, lo que sea. –A parte de amable era sencilla, ser millonaria y ser así es algo genial. Tengo mucho en común con ella, y eso sería otra cosa más que me echa atrás.
Llegamos al comedor, Alex y Artie se habían quedado dormidos. Era tarde, y para su edad era normal que estuviesen cansados, cogí a Alex entre mis brazos, ni se inmuto al tocarla. Desperté a Alex, para que se levantara, rápido reaccionó caminamos hacia las escaleras y me volteé.
-Alison, enseguida bajo. –Asintió, y subí con Alex entre mis brazos y Artie caminando detrás de mí.
Subimos arriba y recorrimos todo el pasillo hasta llegar a mi habitación, no tenía sus habitaciones preparadas, así que debían dormir conmigo. Artie se tumbó en la cama, y se durmió rápidamente. Eche a Alex e hizo lo mismo que Artie.
Unos minutos después, me aseguré de que estaban dormidos y por fin bajé, Alison seguía en su posición, no se había movido. Le hice una señal para que me siguiera, y así lo hizo.
-Iré a por algo de beber, siento estar de arriba abajo, es que… -
-No te preocupes, estoy bien aquí. –Me volteé y fui a por Coca-Cola, me apetecía Coca-Cola, y eso era lo único que me relajaba, aun que debía ser al contrario.
Llegando al salón, Alison miró la bebida, -¿Coca-Cola? ¿Enserio? –Miré la botella, y los vasos en mi mano.
-Lo siento, te sacaré otra cosa. Joder, ya la estoy cagando. –
-Es gracioso, porque es la primera vez que me sirven algo que tiene un precio mínimo de cinco dólares, creo que me alegra haber venido. –
-Alison, escucha, eres genial, no te conozco pero te califico como eso. Pero yo no voy a casarme contigo. Estoy enamorada de otra chica, seria vivir una mentira. –Alison, se abalanzó sobre mí, y me abrazó con fuerza.
-Santana, gracias. No sabía cómo decírtelo, llevo todo el viaje practicando diálogos para decírtelo, no quiero casarme contigo, quiero decir. Estas muy buena, y tienes dos o tres polvos. Pero, no puedo. –Acepté su abrazo con amabilidad, y ella entonces se sirvió un vaso de Coca-Cola, ¿Había pasado esto real mente? Esta chica es increíble.
-Pensaba que te ibas a poner a llorar, y no sabría qué hacer en ese momento. –Alison sonrío, y miró su reloj.
-Claro que no, y me alegra de que no hubieses sido tú la que ha llorado. –
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Después de hablar tres horas consecutivas con Alison, después de haber reído y llorado por reír, y haberme sentido real mente a gusto con ella, se fue. Me dijo que estaría unas semanas en New York porque una chica que vive aquí, la atrae. Y está deseando verla en persona, ya que ella es de Los Ángeles, y esta de New York.
No me creía lo simpática que era Alison, y sobre todo que me hubiera librado de ese marrón. En dos horas, Brittany iba a aparecer. Tal vez no, y si así fuera le daría las gracias a dios por ello. Gracias a Alison me había distraído y olvidado de todo por unas horas. Y no quería que esta vez sería la última en verla, quiero saber más de ella, y de la chica cuya se ha enamorado.
Al estar completamente sola, apagué las luces, y fui hacia la caja grande que Brittany había traído. No pude evitar volver a sonreír. Leí la carta una y otra vez, quería verla, pero no quería hacerlo. Tenía un lio enorme en la cabeza. No sabía que quería, no sabía qué hacer. Dormir, esperar, llorar, estar feliz, estar nerviosa o tranquila…
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Cerca de las dos y media, echada sobre el sofá y dormida, había pasado toda esa hora y pico pensando en mi subconsciente, en todos los pequeños momentos que había tenido con Brittany, y en si valdría la pena… Volver a tener la misma relación de antes, volver a hablarle, o volver a poder pensar en ella sin que las lágrimas broten sobre los bordes de mis ojos.
Tal vez ella no lo veía así, tal vez ella creía que yo exageraba. Pero ella no había sido usada, no había sido mentida, o la habían roto. O al menos, no que yo sepa.
Llegué a la conclusión de que no sabía absolutamente nada de Brittany, y le había dado todo de mí, a una simple y estúpida desconocida.
Poco a poco, mis ojos se abrieron como platos al sentir un tacto húmedo sobre mi mejilla varias veces. Las luces seguían apagadas, y simplemente sentía el olor, y las caricias sobre mi frente de la chica que tanto odiaba, pero que tanto me volvía loca.
-Las tres y uno, duérmete otra vez. –La luz de la luna volvía a chocar en su mirada. No sabía que decir, o cómo actuar.
-Brittany, -Hablé, sentí su atención sobre mí rápidamente. La palma de su mano, y el tacto de sus dedos viajaban por mi vientre, mientras me miraba fijamente, sin dejar de sonreír. –No te vayas. -
-No me iré, pero si me hechas deberé irme. –Elevé mi muñeca y la pasé sobre su nuca.
-No, no te vayas. –Presione mi muñeca contra su cuello, y choqué mis labios contra los suyos. Sentí el roce de sus labios sobre los míos, y su suave aliento sabor a café me invadía completamente. Quería controlarme, mi sueño era enorme y sentir sus labios era algo simple y sencillo para mí. Y sobre todo suficiente. Mi mano libre viajó hacia su cintura, y la impulsé para que subiera sobre mí, eso hizo y sin separarse de mí, manteniendo su respiración lenta, y profunda. Mientras nuestros labios se unían cada vez más. Se separó media milésima.
-¿Qué quieres que haga? Dímelo, y lo haré. Soy tu esclava. –Con sus manos apoyadas sobre el sofá, y las mías sobre su cuello, ya sentía mi clítoris arder. Pero no quería acción.
-Solo, quiero que me beses, y que duermas conmigo. Que me abraces durante toda la noche y no me sueltes. Mañana hablaremos. –
-¿Esto es una manera de aceptar mis disculpas? –Con mis ojos entre abiertos, y ella sobre mí, con su boca a centímetros, y su nariz chocando con la mía, moví mi rostro, chocando mi nariz varias veces con la suya. Y con muchísimo sueño y poca consciencia le dije;
-Esto es una manera de decirte que no puedo vivir sin ti. –La besé por última vez y lo último que recuerdo fue que nos acurrucamos en el poco espacio del sofá, y mutuamente, dormimos profundamente, sin soltarnos.
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¿QUE LES PARECIOOOOOOOOOOOOOOO? ¿Todo bien no? Ahora comienza lo bueno en el fic, lo unico que hice fue dar un POCO de drama entre ellas pero en cuanto Santana escuche a Brittany, volverá a no dejar de pensar en ella. Todo lo que pasa despues serán Nervios, Lagrimas, y pequeños sustos
PERO NO SE PREOCUPEN, porque mi plan NO es romper con Brittana, en el siguiente capitulo, Brittany le explicará todo lo que pasó, y despues de ahí, entre ellas todo bien. Pero con todo lo demás FATAL.
DIGANME QUE LES PARECIÓ EL CAPITULO, POR FAVOR, ME LLEVÓ 3 HORAS ESCRIBIRLO, Y SI HAY MUCHOS COMENTARIOS EN POCOS DIAS SUBIRÉ OTRO CAPITULO!
-Tengo que coger esta llamada, es importante.-Me alejé unos metros, no podía coger esa llamada, porque no quería oír la voz de Brittany, pero era demasiado tarde.
-¿Santana? –Escuché la clara voz de Brittany, mi labio tembló por un momento, jamás me había dolido tanto algo, nunca había tenido tantas pocas fuerzas para hacer algo.
-Te he cogido la llamada para librarme de un gran marrón, no tengo ningún interés en hablar contigo, así que Adiós. –Cuando fui a pulsar el botón de ‘Colgar’ escuché su voz de nuevo, no podía evitarlo, volví a ponerme el móvil sobre la oreja.
-Santana, déjame hablarte, déjame verte. Por favor. –Suplicó.
-Creo que puedes vivir sin mí, además que más te da encontrarás otra putita más, para mentirle, usarla y luego romperle el corazón en pedazos; Ejemplo, yo. –La escuché sollozar, y fue entonces cuando una lágrima rodó por mi mejilla, no podía creer lo mucho que quería a esa rubia mentirosa.
-Santana, no lo entiendes, y no lo entenderás si no me dejas explicártelo. Tú lo has dicho, ‘Romperle el corazón en pedazos’ eso es que me quieres, no puedes negar lo inevitable, sé que quieres verme.-
-Eso, es cosa mía, te superaré igual que he superado a otras chicas. No eres la única en mi vida Brittany, millones de mujeres estarían dispuestas a arrodillarse y hacer lo que yo quiero, chasquear los dedos y tener lo que he pedido. –Froté con mi muñeca las lágrimas que caían por mis mejillas, estaba real mente destrozada.
-No te vas a librar de mí, Santana, esta noche me plantaré en tu casa y me escucharás. Y después te haré gritar mi nombre sobre tu cama. Vas a saber quién soy. –Terminó, dejando un silencio entre la línea telefónica. Escuchando su respiración. Sollocé, estaría demasiado sorda como para no escucharme hacerlo.
-No. Quiero. Verte. No lo hagas más difícil, ¡JODER! –Supliqué.
-Santana, abre la puerta de tu casa. –Dijo.
-¿Qué? ¿Por qué? –
-Simplemente, ábrela. Y si sonríes, es que pese a esto me quieres, si no lo haces, te dejaré en paz. Rezo porque sonrisa, porque me encanta tu sonrisa. –Caminé, y pasé frente mi madre; Me miró mal. Obviamente, coloqué mi mano sobre el pomo de la puerta, y al abrir había una caja. –Adiós Santana, te quiero. –Escuché los repetitivos pitidos de la llamada cortada, y entre cerré la puerta para ver que contenía esa caja.
Al agacharme, miré hacia varios lados. No quería encontrarme con Brittany. Al abrir la caja, y un enorme ramo de flores, una caja pequeña sobre ellas y una carta pequeña, iluminó mi mirada. No pude evitar sonreír.
‘De Brittany.
Sé que estas cabreada, y que unas flores de mierda no me harán ganar tu perdón, pero como sé que tu color favorito es el rojo, te he comprado estas doce flores, para que sepas, que en doce horas, volverás a querer estar a mi lado, esto te llegará a cerca de las tres de la tarde, así que cuenta, solo doce horas.
Ahora, abre la caja pequeña.’
Esto era el colmó, entre una sonrisa y lágrimas, abrí la maldita caja. Seguía cabreada, y no se equivocaba, con esto no iba a ganar mi perdón.
Encontré un collar absolutamente hecho de oro, con dos letras. ‘B+S’ ¿Enserio? No podía aceptar eso, no quería sus regalos. Si, había sonreído. Pero no quería tenerlo. ¿Quién se piensa que soy? Cuatro palabras, ¿dos cosas más y perdón?
Hubiera preferido unos cuernos a una mentira.
Aunque real mente, no sabía que era peor. Aunque ¿Cuernos? No éramos pareja, solo era sexo, no sé cómo fui tan estúpida de caer entre sus garras.
-No pienso ponerme esto. –Dije. Al levantarme con esa gran caja sobre los brazos, entré de nuevo. Mi madre me estaba mirando cada vez peor, pero ¿Me importaba? Dejé la caja sobre un mueble de madera, y volví al salón.
Ya no sabía en qué pensar, sí en que mi madre me obligaría a casarme con alguien que no quiero, o que en doce horas Brittany aparecerá por aquí y me controlará. Sé que estoy cabreada con ella, y sé que no quiero escucharla. Tampoco quiero verla, pero si voy a hacerlo. Espero que cumpla y me haga gritar su nombre por última vez, después de eso, todo habrá acabado. Para siempre.
-Perdón por tardar. ¿Qué gilipolleces decías? –Ella alzó las cejas, ¿Esperaba que le hablara bien? Crucé mis piernas, y mis brazos, y miré a mis hermanos. Lo único que me hacía feliz en estos momentos.
-¿No te da vergüenza hablarle a si a tu madre? –Preguntó.
-¿Me ves con cara de tener vergüenza? ¿A ti no te da vergüenza las gilipolleces que dices? Estamos en el siglo veintiuno, soy mayor de edad, y no voy a casarme con, NADIE que yo no quiera, ¿Vale? –Terminé, la fulminé con una de mis más despiadadas miradas.
-Todo lo que tienes, es gracias a mí, puedo quitártelo todo antes de que parpadees, cuando conozcas a Alison, puedo asegurarte que te encantará. Y es millonaria, es cuestión de orgullo los ricos se casan con los ricos, y los pobres se casan por un triste juzgado, no voy a permitir que te cases con ninguna fulana pobre que quiera aprovecharse de mi dinero. –Habló, como si conociese a Brittany, como si supiera que no quería casarme con nadie, que no fuese Brittany. Por más odio que le tuviera, así era. ¡JODER!
-Todo lo que tengo es gracias a mi abuelo, tú no me has dado nada. No me has ido a buscar a la escuela, no me has hecho la comida, no me has enseñado a cuidarme. Cuando tenía solo siete años iba y volvía sola de la escuela me vestía y bañaba sola, todo lo hacía yo sola. El único que ha dado todo por mí ha sido mi abuelo, y no te lo voy a repetir más veces, ¡No voy a casarme con nadie que yo no quiera!–Le grité, mi piel estaba hirviendo, y mis puños no podían estar más cerrados. La rabia se estaba conteniendo dentro de mí, quería explotar. Gritar y romperlo todo.
-Mamá déjala en paz, si ella no quiere, no puedes obligarle. Tú no eres nadie para decirle lo contrario. –Habló Artie y mamá, se levantó de su sillón y alzó una mano al aire. Me interpuse, recibí el golpe. Miré a Artie, tapándose el rostro con sus brazos; Me levanté y empujé a mamá para que se alejara de él.
-Vete de mi casa. –Susurré, de modo que ella pudo oír perfectamente. –Vete ahora mismo. –
-Santana. –
-Ni Santana, ni ostias. En mi casa no tolero la violencia, intento actuar bien contigo, tener respeto hacia tu persona. Pero no, no te lo mereces. Deja las cosas de Alex y Artie en la puerta, y desaparece. –Señalé la puerta, y se volteó para coger su bolso. Y al cogerlo caminó por el salón para salir.
-Alison llegará en media hora, o más. Conócela, y cambiarás de opinión. –
-Vete. –Le dije.
-Y tu abuelo tiene que trabajar, dice que vendrá el cuándo pueda. –Habló de nuevo.
-Perfecto, vete. –Repetí de nuevo. Agachó la mirada y abrió la puerta. –No te hagas más la víctima. ¡LARGATE DE MI PUTA CASA! –Segundos después, cerró la puerta y se fue. No sentí lastima alguna, y mucho menos tristeza. Ojala pudiera cambiar de madre.
-Santana, Alex. –Me avisó Artie, agaché mi mirada, y vi a Alex llorando. Me arrodillé y cogí sus manos.
-Eh, ¿Qué te pasa? –Le pregunté, miraba sus piernas, y sus lágrimas caían sobre su falda.
-No me gusta verte así, he venido para pasarlo bien San, ¿Si me porto mal me hablarás así también como a mamá? –Cerré mis ojos en un profundo suspiro, su voz rota de niña pequeña. Y elevé su rostro.
-Yo no voy a gritarte como a mamá, tú lo has dicho, habéis venido para pasarlo bien, así que, que os parece si preparamos la cena, ¿y vemos una película después? Tengo helado de Vainilla y caramelo, chocolate y nata. Y de Fresa con Vainilla. –Una pequeña sonrisa se iluminó sobre sus labios, dejando ver sus dientes. Le devolví la sonrisa, y escuché a Artie dar palmadas.
-Quiero cocinar carne y patatas. ¡Buenísimo! Mamá no nos deja comer eso. –Artie se levantó y yo hice lo mismo, cogí a Alex en brazos y fuimos hacia la cocina. Ahí estaba Emily, viendo la televisión. Era hora de presentar.
-Emily, estos son Alex y Artie, y vamos a robarte la cocina. Cocinaremos carne y, ¿Patatas? –Artie me miró y asintió, -¿Te apuntas? –
-Por supuesto. –
-------------------------------------------------------------------
Unas dos horas y media después, habíamos reído, preparado la mesa, cenado, recogido, y estábamos listos para ver una película, Emily se había ido. Estaba cansada, así que nosotros decidimos ver Peter Pan, Alex se había quedado dormida, y quedaban diez horas para que Brittany, supuestamente. Viniera. Se iba a presentar a las tres de la mañana, y no sé cómo iba a entrar, porque, yo a esa hora estoy durmiendo.
Rato después, sacándome todos los temas problemas y depresiones que rondaban por mi cabeza, la película acabó y Alex se despertó, insistiendo en poner Peter Pan 2, no tuve más remedio que hacerlo, eran ya las nueve menos cuarto, y la tal ‘Alison Dilaurentis’ no había aparecido por mi puerta.
La película acabó y se hicieron las diez y tres minutos, cuando el timbre sonó. Mi pulsación se aceleró, me levanté, y camine hacia la puerta. Giré el pomo hacia al lado, y al abrir recibí a una chica rubia de ojos azules claro. Con una amplia sonrisa en el rostro, y con un vestido blanco Channel con una cinta negra en medio, alta, su pelo era ondulado y caía por sus hombros hasta llegar a su estómago. Mamá no se equivocaba. Era hermosa.
-¿Santana verdad? –Preguntó amablemente, no pude evitar sonreír. Asentí, y me alzó la mano. –Soy Alison, supongo que te habrán hablado de mí, no sé si darte dos besos, o darte la mano. Así que opto por darte la mano. –Acepté su mano, y parada. Mirándola sin dejar de sonreír. La invité a entrar.
Una vez dentro, me puse más nerviosa aún. Era agradable y simpática, y sobre todo hermosa. Pero no puedo compararlo con Brittany, porque, cuando la escuché hablar, supe que sería para mí.
No siento lo mismo con Alison, no creo sentirlo con nadie, nadie podrá conseguir atraparme de la manera que Brittany lo hizo.
-¿Te apetece tomar algo? –Le pregunté, mientras caminaba por el pasillo del recibidor.
-Claro, lo que sea. –A parte de amable era sencilla, ser millonaria y ser así es algo genial. Tengo mucho en común con ella, y eso sería otra cosa más que me echa atrás.
Llegamos al comedor, Alex y Artie se habían quedado dormidos. Era tarde, y para su edad era normal que estuviesen cansados, cogí a Alex entre mis brazos, ni se inmuto al tocarla. Desperté a Alex, para que se levantara, rápido reaccionó caminamos hacia las escaleras y me volteé.
-Alison, enseguida bajo. –Asintió, y subí con Alex entre mis brazos y Artie caminando detrás de mí.
Subimos arriba y recorrimos todo el pasillo hasta llegar a mi habitación, no tenía sus habitaciones preparadas, así que debían dormir conmigo. Artie se tumbó en la cama, y se durmió rápidamente. Eche a Alex e hizo lo mismo que Artie.
Unos minutos después, me aseguré de que estaban dormidos y por fin bajé, Alison seguía en su posición, no se había movido. Le hice una señal para que me siguiera, y así lo hizo.
-Iré a por algo de beber, siento estar de arriba abajo, es que… -
-No te preocupes, estoy bien aquí. –Me volteé y fui a por Coca-Cola, me apetecía Coca-Cola, y eso era lo único que me relajaba, aun que debía ser al contrario.
Llegando al salón, Alison miró la bebida, -¿Coca-Cola? ¿Enserio? –Miré la botella, y los vasos en mi mano.
-Lo siento, te sacaré otra cosa. Joder, ya la estoy cagando. –
-Es gracioso, porque es la primera vez que me sirven algo que tiene un precio mínimo de cinco dólares, creo que me alegra haber venido. –
-Alison, escucha, eres genial, no te conozco pero te califico como eso. Pero yo no voy a casarme contigo. Estoy enamorada de otra chica, seria vivir una mentira. –Alison, se abalanzó sobre mí, y me abrazó con fuerza.
-Santana, gracias. No sabía cómo decírtelo, llevo todo el viaje practicando diálogos para decírtelo, no quiero casarme contigo, quiero decir. Estas muy buena, y tienes dos o tres polvos. Pero, no puedo. –Acepté su abrazo con amabilidad, y ella entonces se sirvió un vaso de Coca-Cola, ¿Había pasado esto real mente? Esta chica es increíble.
-Pensaba que te ibas a poner a llorar, y no sabría qué hacer en ese momento. –Alison sonrío, y miró su reloj.
-Claro que no, y me alegra de que no hubieses sido tú la que ha llorado. –
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Después de hablar tres horas consecutivas con Alison, después de haber reído y llorado por reír, y haberme sentido real mente a gusto con ella, se fue. Me dijo que estaría unas semanas en New York porque una chica que vive aquí, la atrae. Y está deseando verla en persona, ya que ella es de Los Ángeles, y esta de New York.
No me creía lo simpática que era Alison, y sobre todo que me hubiera librado de ese marrón. En dos horas, Brittany iba a aparecer. Tal vez no, y si así fuera le daría las gracias a dios por ello. Gracias a Alison me había distraído y olvidado de todo por unas horas. Y no quería que esta vez sería la última en verla, quiero saber más de ella, y de la chica cuya se ha enamorado.
Al estar completamente sola, apagué las luces, y fui hacia la caja grande que Brittany había traído. No pude evitar volver a sonreír. Leí la carta una y otra vez, quería verla, pero no quería hacerlo. Tenía un lio enorme en la cabeza. No sabía que quería, no sabía qué hacer. Dormir, esperar, llorar, estar feliz, estar nerviosa o tranquila…
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Cerca de las dos y media, echada sobre el sofá y dormida, había pasado toda esa hora y pico pensando en mi subconsciente, en todos los pequeños momentos que había tenido con Brittany, y en si valdría la pena… Volver a tener la misma relación de antes, volver a hablarle, o volver a poder pensar en ella sin que las lágrimas broten sobre los bordes de mis ojos.
Tal vez ella no lo veía así, tal vez ella creía que yo exageraba. Pero ella no había sido usada, no había sido mentida, o la habían roto. O al menos, no que yo sepa.
Llegué a la conclusión de que no sabía absolutamente nada de Brittany, y le había dado todo de mí, a una simple y estúpida desconocida.
Poco a poco, mis ojos se abrieron como platos al sentir un tacto húmedo sobre mi mejilla varias veces. Las luces seguían apagadas, y simplemente sentía el olor, y las caricias sobre mi frente de la chica que tanto odiaba, pero que tanto me volvía loca.
-Las tres y uno, duérmete otra vez. –La luz de la luna volvía a chocar en su mirada. No sabía que decir, o cómo actuar.
-Brittany, -Hablé, sentí su atención sobre mí rápidamente. La palma de su mano, y el tacto de sus dedos viajaban por mi vientre, mientras me miraba fijamente, sin dejar de sonreír. –No te vayas. -
-No me iré, pero si me hechas deberé irme. –Elevé mi muñeca y la pasé sobre su nuca.
-No, no te vayas. –Presione mi muñeca contra su cuello, y choqué mis labios contra los suyos. Sentí el roce de sus labios sobre los míos, y su suave aliento sabor a café me invadía completamente. Quería controlarme, mi sueño era enorme y sentir sus labios era algo simple y sencillo para mí. Y sobre todo suficiente. Mi mano libre viajó hacia su cintura, y la impulsé para que subiera sobre mí, eso hizo y sin separarse de mí, manteniendo su respiración lenta, y profunda. Mientras nuestros labios se unían cada vez más. Se separó media milésima.
-¿Qué quieres que haga? Dímelo, y lo haré. Soy tu esclava. –Con sus manos apoyadas sobre el sofá, y las mías sobre su cuello, ya sentía mi clítoris arder. Pero no quería acción.
-Solo, quiero que me beses, y que duermas conmigo. Que me abraces durante toda la noche y no me sueltes. Mañana hablaremos. –
-¿Esto es una manera de aceptar mis disculpas? –Con mis ojos entre abiertos, y ella sobre mí, con su boca a centímetros, y su nariz chocando con la mía, moví mi rostro, chocando mi nariz varias veces con la suya. Y con muchísimo sueño y poca consciencia le dije;
-Esto es una manera de decirte que no puedo vivir sin ti. –La besé por última vez y lo último que recuerdo fue que nos acurrucamos en el poco espacio del sofá, y mutuamente, dormimos profundamente, sin soltarnos.
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¿QUE LES PARECIOOOOOOOOOOOOOOO? ¿Todo bien no? Ahora comienza lo bueno en el fic, lo unico que hice fue dar un POCO de drama entre ellas pero en cuanto Santana escuche a Brittany, volverá a no dejar de pensar en ella. Todo lo que pasa despues serán Nervios, Lagrimas, y pequeños sustos
PERO NO SE PREOCUPEN, porque mi plan NO es romper con Brittana, en el siguiente capitulo, Brittany le explicará todo lo que pasó, y despues de ahí, entre ellas todo bien. Pero con todo lo demás FATAL.
DIGANME QUE LES PARECIÓ EL CAPITULO, POR FAVOR, ME LLEVÓ 3 HORAS ESCRIBIRLO, Y SI HAY MUCHOS COMENTARIOS EN POCOS DIAS SUBIRÉ OTRO CAPITULO!
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Me encantó!! San poniendo en su lugar a su madre! y aún más, las brittana juntas jajaja sabes, yo también veo PLL!! Y la verdad me quedó duda de si en verdad alison está ahí por otra chica jajaja!! Me intriga que chica?? Habrá emison?? O nada que ver?? entonces brittana ya es forever?? muero por leer el siguiente capítulo!! se vale que comente muchas veces?? Ok no!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
holap holap,...
dios lo ame!!!!
me gusta la forma de convencer a san que tiene britt es un amor!!!!
no te voy a mentir ya en estaba haciendo la idea de buscar la forma de matar a alison jajajajaj ok no,... ahora cambie el enfoque voy con la madre de san definitivamente!!!!
quiero la charla de las dos, que va a pasar y a ver como va a ser la relación de britt y los hermanos de san????
nos vemos!!!
dios lo ame!!!!
me gusta la forma de convencer a san que tiene britt es un amor!!!!
no te voy a mentir ya en estaba haciendo la idea de buscar la forma de matar a alison jajajajaj ok no,... ahora cambie el enfoque voy con la madre de san definitivamente!!!!
quiero la charla de las dos, que va a pasar y a ver como va a ser la relación de britt y los hermanos de san????
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Ian es PERFECTO! Que bueno que la relación de Alison con Santana sea asi ¿La chica la cual atrae a Alison es Emily? Mis romances favoritos son BRITTANA y EMISON
amanda2070*** - Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 20/02/2014
Edad : 23
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Que que me parecio? PERFECTO! que mas pdo decir, ahora solo a esperar que esten juntas, gracias y hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Hola! Me ha encantado capitulo, estuvo genial y perfecto, me encanto Allison, el momento Brittana estuvo perfecto, te amaria mas que a mi propia madre pero tardasye mucho en volver y bueno... aun no ye perdono deltido xD no tardes!
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Dolomiti escribió: Me encantó!! San poniendo en su lugar a su madre! y aún más, las brittana juntas jajaja sabes, yo también veo PLL!! Y la verdad me quedó duda de si en verdad alison está ahí por otra chica jajaja!! Me intriga que chica?? Habrá emison?? O nada que ver?? entonces brittana ya es forever?? muero por leer el siguiente capítulo!! se vale que comente muchas veces?? Ok no!
¿Emison? uhmm... ¡No lo se! veremos que hago, tengo muchisimas ideas que espero que les gusten,y si de momento brittana es forever, ¡es muy forever! Bueno, te dejo el nuevo capitulo y me dices que tal en un proximo comentario, ¿si? ¡gracias por leerme! y besos
3:) escribió:holap holap,...
dios lo ame!!!!
me gusta la forma de convencer a san que tiene britt es un amor!!!!
no te voy a mentir ya en estaba haciendo la idea de buscar la forma de matar a alison jajajajaj ok no,... ahora cambie el enfoque voy con la madre de san definitivamente!!!!
quiero la charla de las dos, que va a pasar y a ver como va a ser la relación de britt y los hermanos de san????
nos vemos!!!
¡hola! los hermanos de Santana estan perfectamente, y la relacion de Brittany con Santana de momento tambien será genial, so... bueno, la madre de Santana es un poco puta, pero bueno Alison es un amor ¿asi que valió la pena haberla traido no? espero que te vaya gustando el fic, que sigas comentando y sobre todo besos!
Amanda2070 escribió:Ian es PERFECTO! Que bueno que la relación de Alison con Santana sea asi ¿La chica la cual atrae a Alison es Emily? Mis romances favoritos son BRITTANA y EMISON
¡Ian es la cosa mas preciosa y perfecta que la vida ha podido darme! (despues de Demi lovato! ) Mis romances favoritos son Brittana, Ezria y Bookie, pero, si hago algo con emison, ¡SERA SORPRESA! gracias por leer, y por comentar, besos! PLL & GLEE forever!
Micky Morales escribió:Que que me parecio? PERFECTO! que mas pdo decir, ahora solo a esperar que esten juntas, gracias y hasta pronto!
¡aww! ¡eso es genial! si solo hay que esperar, MUY POQUITO. Por lo que te dejo que leas este nuevo capitulo que subo ahora, y espero que te guste! gracias por leer y por comentar, besos!
Lauravm98 escribió:Hola! Me ha encantado capitulo, estuvo genial y perfecto, me encanto Allison, el momento Brittana estuvo perfecto, te amaria mas que a mi propia madre pero tardasye mucho en volver y bueno... aun no ye perdono deltido xD no tardes!
¡hola! me encanta que te encante. Bueno, siento tardar tanto, a veces me falta tiempo o simplemente, como esta semana me puse enferma. Aun lo estoy pero me encuentro mejor asi que hoy me pasé el dia escribiendo para poder subir hoy el cap, asi que aqui te lo dejo y espero que me perdones! jajajajaja gracias por leer, espero que sigas comentando! besos!
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
MI ADICION ERES TU || CAPITULO 15 || Lopez PVH.
Me levanté cerca de las siete y media de la mañana. No lo sabía bien porque no tenía cerca el móvil, pero podía notarlo por el color del día, aun que estaba bastante torcido, el cielo estaba lleno de nubes oscuras y las gotas de agua chocaban junto la repisa de los cristales. Sentía el cuerpo de Brittany pegado al mío, mientras su aliento chocaba en mi nuca, y su mano agarraba la mía con fuerza.
Mi cuerpo estaba cubierto con una sábana grande, junto al de Brittany, debía sentirme cabreada. Debía estar enfurecida por esto, pero no podía fingir algo que no sentía. Estaba bien, y me sentía reconfortada. Aunque con mucho frio.
Me levanté, sin intentar despertarla. Me acerqué a la chimenea y la encendí. Abrí uno de los armarios que había en lo alto del salón, y saqué dos sabanas.
Una la puse sobre Brittany, aun dormía profundamente. Mientras que por otro lado, puse la sabana sobre mis hombros, y me envolví en ella. Al lado del fuego, me senté y comencé a pensar.
Pensaba en tantas cosas que ya no sabía ni en que, los pensamientos se desviaban de uno a otro, y cada vez tenía más sueño. Dormir pocas horas no era lo que deseaba. Lo que deseaba estaba sobre el sofá.
Rasqué mi cabeza, y aun al lado de la chimenea, una vez ya sin frio, me levanté y me senté en el sillón que había justo al lado del sofá. Una vez acurrucada en él. Intenté dormir. Cosa que era imposible, ya que ni era mi cama, ni era un sitio para dormir. Así que simplemente volví a abrir mis ojos, y me quedé mirando la chimenea, y el fuego durante minutos.
-Santana, ¿Qué haces ahí? –Giré mi mirada, Brittany se había despertado.
-Tenía frio. Quería encender la chimenea. –Se puso recta sobre el sofá, y refregó sus manos contra sus ojos.
-¿Aun tienes sueño? –Preguntó, en un suspiro, entrecerré mis ojos y asentí lentamente. –Ven conmigo. –Me levanté, y me senté a su lado. Apoyé mi cabeza sobre su hombro, y ella me rodeo con su brazo. Con su mano libre, pasó las sabanas sobre nosotras.
-Me duelen los ojos. –Dije.
-¿Falta de sueño? –Preguntó.
-De llorar. –Agachó su mirada, supongo que no podía mirarme a los ojos. Respiró profundo, y se tapó el rostro con la mano. Deslizando su mano sobre él, me miró de nuevo y besó mi frente.
-Lo siento mucho. –Su voz se entre cortó. Alcé mi mirada y le sonreí como si nada hubiera pasado.
-Debería pegarte un puñetazo, pero si lloraras por ello, después me dolería más a mí. También debería matarte, entonces imagino una vida sin ti, y eso es algo que no soportaría. –Sin ella apartarse. Bostecé, y ella me miró a los ojos. Contra más la miraba, sus ojos más brillaban, el fuego se veía reflejado en las pupilas de sus ojos dilatados.
-Creo que deberías pegarme un puñetazo, porque me lo merezco. –Sin inmutarme, incliné mi cabeza, para que mis labios alcanzaran los suyos.
Así hice, sentirla cerca ya me reconfortaba suficiente, pero besarla era sentirme completamente completa. No creo que se pueda llegar a un límite de amar, porque cada vez que siento su presencia, es como la primera vez, y me enamoro cada vez más.
-Creo que tienes razón. –Respiré un momento, y volví a sus labios. Mis manos se desviaron bajo su camisa, -Deberías ser castigada por lo que has hecho. –Susurré. Mientras desabrochaba el cordón de mi pantalón, y mis labios rozaban despacio los suyos, su mano se deslizó hacia mi centro, sintió rápidamente mi humedad sobre la palma de su mano, estaba loca, pero, estaba deseando que lo hiciera. Sus dedos actuaron por si solos. Entraron y salieron dentro de mí, repetitiva mente. Entre besos gemí despacio, e intentando no gritar. Se inclinó hacia mí para poder tener más espacio, Y quitarme la ropa mientras sus dedos hacían su dulce trabajo.
-San, tengo hambre. –Escuché la voz de Alex. Salté del susto, mi mano salió del pantalón de Brittany rápidamente. Alex con un poco de suerte no vio nada. Sus ojos estaban entre cerrados, y gracias a dios, estábamos cubiertas con las sabanas.
-¡Para! –Le grité a Brittany, su mano dejo de hacer lo que hacía, mi mala suerte cada vez era peor.
-Iré a lavarme las manos. –Brittany se levantó y dirigió hacia el lavabo
-Alex, me has asustado. –Me destapé, y caminé hacia las escaleras para coger a Alex en brazos. Una vez con ella en brazos, fui hacia cocina para darle algo de desayunar. –Ven, iremos a por algo de comer. –Alex asintió mientras limpiaba sus ojos con la palma de sus manos, y al llegar a la cocina, me lavé la cara con agua. Necesitaba despejarme… un poco.
No sabía si sentir vergüenza por haber dejado que Brittany me masturbara con mis hermanos en casa, u olvidar que mis hermanos estaban en casa al tener tantas ganas de que Brittany me masturbara.
Alex, sentada sobre la mesa, vio a Brittany entrar en la cocina. Miré a Brittany con una curiosa sonrisa, cual ella me devolvió, aunque su mirada estaba llena de vergüenza. Me hizo reír ver sus manos mojadas.
-¿Eres Alison? –Preguntó Alex, mientras abría un armario para sacar algo de comer, para las tres.
-No, no lo es, Alison vino cuando estabas dormida, y cuando se fue vino ella. –Brittany se puso a mi lado, y comenzó a preparar café para nosotras, y leche para Alex.
-Ahora mismo siento mucha vergüenza, ¿Pero quién es Alison? –
-Alison es la chica que se va a casar con San. –Rio, yo no tenía que dar explicaciones, pero si sabía que Brittany me estaba mirando con cara de ‘¿Qué está pasando aquí?’ Hasta que Alex volvió a hablar, supongo que eso la calmaría un poco. –Pero Santana no quiere, porque dice que ya está enamorada de otra chica. –Puse sobre la mesa leche y galletas para Alex, y comenzó a comer rápidamente.
-Alex, calla y come. –Brittany sirvió el café en dos tazas y las puso sobre la mesa.
Una vez las tres sentadas, vi a Artie bajar por las escaleras. Así que me levanté para prepararle leche, o zumo.
-No te preocupes, desayuna. Ya voy yo. –Brittany se levantó y saludó a Artie. Se Presentó y le pidió lo mismo que Alex.
-Buenos días Santana. –Artie me rodeo el cuello con sus brazos y besó mi mejilla.
-Buenos días, ¿Has dormido bien? –Asintió, tenía la misma mirada de Brittany, Alex y yo ahora mismo. Con sueño.
-Sí, pero pensaba que dormirías con nosotros. Así que, no ha sido del todo bien, ¡Alex me da patadas! –Le exclamó a su hermana pequeña. Alex le ignoró y siguió comiendo como si nadie estuviese a su alrededor.
-Vaya Santana, estas muy solicitada. ¿Debería ponerme celosa? –Alex sonrió y yo negué con mi cabeza. Estábamos todos sentados y todos desayunando. Alex y Artie estaban juntos sentados, y Brittany estaba a mi lado. Había un silencio incomodo entre nosotros, pero como no sabía que decir, simplemente no dije nada.
-Santana, ¿Ella es Alison? –Preguntó Artie.
-No, no lo es. –Artie asintió y entonces volvió a hablar.
-Pues explícame quien es porque no entiendo nada, ¿Es tu novia? La chica de la que estas enamorada ¿Verdad? –Tapé mis ojos con mi mano. ¡Genial! Nada mejor que pasar una velada con tus hermanos pequeños y si, la chica de la que estas enamorada.
-Historia larga, y no, no es. –Dije, pero Brittany me interrumpió rápidamente.
-Sí, si soy su novia. –
-¿Desde cuándo? –Le susurré en la oreja, estaba alucinando. Alex sonreía mientras devoraba las galletas.
-Hablamos luego. –Me devolvió el susurro. Rodé mis ojos, y soplé una manta de aire para que notase mi molestia.
¿Novias? Claro, por supuesto. Desde el día que llorando me dijiste que me habías mentido, y me estabas vigilando, o ¿desde qué has aparecido en mi casa a las tantas de la noche para perdonarte? No sé si soy gilipollas, o soy una fácil. Aun quiero mis explicaciones, no se va a librar de explicarme qué coño ha pasado, y que coño ha hecho antes de que la vuelva a echar y entonces no quiera saber nada de ella.
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Después de desayunar, Artie y Alex se habían quedado en el salón jugando, supongo. Mientras yo y Brittany recogíamos la cocina. En medio del desayuno, Emily se fue por que llegaba tarde a clases de baile.
Desde que Brittany había dicho, eso el silencio se había inundado en la habitación, y cualquier conversación entre yo y cualquier otra cosa viva existente, no existía. No sabía si estar cabreada o estar feliz, si, le quiero hasta el infinito y más allá, ¿Pero qué mierda es esta de decir algo que no es? Creo que me estoy volviendo loca.
-¿Cuándo vas a explicarme lo que me tenías que explicar? –
-¿El qué? –Preguntó mientras terminaba de recoger los vasos de la mesa, entre otras cosas.
-Ayer viniste para explicarme todas las mentiras que me había tragado, ¿Cuándo voy a tener esas explicaciones? Que te quiera no significa que estés disculpada. O que puedas, intentar follarme. Aun que te haya salido bien, no. No quiero sexo, ni conversaciones fuera de la que toca. –Suspiré profundamente. Al hablar tan rápido casi me ahogo con mi propia saliva. Y lo peor es que Brittany me miraba como si estuviese loca.
-Está bien, vamos arriba y te lo cuento. –
-Una mierda, luego me lías, y haces cosas que no puedo controlar, no quiero sexo, así que dímelo aquí. –Brittany, se reía a carcajadas, cada vez me ponía más nerviosa. ¿Solo cuando lloro me toma en serio? ¡Hostia puta!
-No puedo, tiene que ser arriba. A demás tienes que descansar, no has dormido nada. –Brittany me rodeo con sus brazos la cintura, y me impulso hacia arriba. Me volteé, plantada a unos centímetros de ella. Me negué.
-He dicho aquí, siempre haces lo mismo. Aquí, o te vas por la puerta ahora mismo. –
-No me vas a echar. –Retó.
-¿Quieres ver como lo hago? –Sin moverme, sin apenas respirar para no sentir su olor a centímetros. Brittany, me besó el cuello. ¡A eso me refería!
-Venga, vamos arriba. –Pasó sus brazos por mi espalda, y me pegó más de lo que ya estaba a ella. –Te juro que cuando lleguemos no te pondré una mano encima. –
-Estas tardando, suéltame. –Brittany no dejaba de sonreír, y yo luchaba conmigo misma para no hacerlo. Me volteé y camine hacia mi habitación. Brittany me siguió y no me puso una la mano encima.
Una vez arriba, cerró la puerta, y tapó las ventanas. Creía que me iba a violar ahí mismo, y yo obviamente me iba a dejar, aunque no quisiera. Pero no.
-Siéntate ahí cariño. –
-No me llames así, -La interrumpí, y me senté sobre la cama. Donde ella dijo. Puso una silla y se sentó delante de mí.
-Bueno pues amor. –
-Así tampoco, me llamo Santana. Y más para ti. –Alzó sus manos, y se alejó un poco con la silla. -¿Por qué te alejas? –
-¿Quieres tenerme lejos o cerca? Me dices que me necesitas, luego no quieres que te toque, me dices que no te llame cariño o amor, y sin embargo quieres que esté cerca de ti. –Me encogí de hombros, y ella volvió a acercarse.
-No me entretengas más… Tengo cosas que hacer. –
-¿Cómo qué?-Preguntó.
-¡Brittany! –Grité.
-Lo siento, bueno, ¿Qué quieres saber? –
-Todo, -Me miró, y se acomodó sobre la silla. –Absolutamente todo. –
-Bien, mis padres, decidieron hacer el amor un día, claro, como tú y yo todos los días desde que nos conocemos, entonces decidieron tener una hij… -
-Brittany, ¿Enserio? –
-Vale, vale, solo era para calmar el ambiente te veo muy tensa. –Asintió, y respiró hondo. Por fin, parecía estar seria. –Dime que quieres saber exactamente, hay muchas cosas que explicar. –
-Como comenzó la mentira, porque me ‘Vigilabas’ Porque debías estar cerca de mí sí o sí, porqué me mentiste. Solo quiero saber eso, cuéntame la historia de porque me habías mentido. –Ella asintió, y volvió a respirar hondo. Le hecho una mirada a la habitación, como si vigilara que nadie oyera.
-Hace exactamente siete meses, dos antes de conocerte. Mi padre, me dio un trabajo, que era proteger a la nieta millonaria de Josh Lopez. Pero no fue el quien me dio el trabajo, si no fue Josh, ósea tu abuelo. Me dio un trabajo para vigilarte. –
-No tiene sentido, ¿Mi abuelo? ¿Por qué? ¿Piensa que estoy en las drogas o algo parecido? –Brittany cogió mis manos, y negó sacudiendo su cabeza.
-Déjame explicarte. Aquí, ni tu ni yo somos las malas. Básicamente no sabemos quién lo es. –Respiró hondo de nuevo. –Hay alguien que quiere hacerte daño Santana, desde hace tiempo. Y a mí me mandaron para mantenerte ocupada, y a salvo. El poco tiempo que no estábamos juntas, estaba fuera de tu casa vigilando. –Mis labios se quedaron abiertos, y mi mirada en blanco. Nada de lo que decía tenía sentido, no podía hablar. ¿Qué era esto?
-No lo entiendo, ¿Eres una especie de espía? ¿Trabajas para el FBI o algo por el estilo? –
-No, bueno sí. A ver, mi jefe. Mi jefe es tu abuelo. Y mi padre trabaja para él, mi padre le habló a tu abuelo de mí y me contrataron, fin. –Dijo rápidamente, cosa que no pude ni entender.
-¿Mi abuelo trabaja para el FBI? –
-¡No! Santana, por dios. Suena de película, pero es la realidad. No somos ni espías, ni agentes del FBI, ni policías. Simplemente, tu abuelo hace más de veinte años creo una empresa de gente que protege a ‘Inocentes’ Así como espías, pero somos como protectores. Guarda espaldas, pero la persona a la que protegemos no puede saber nada de esto. –Terminó, seguía flipando.
-Espera, ¿Y porque yo lo sé? –
-Joder Santana, porque has hecho que me enamore de ti, y mentirte me comía por dentro, mirarte o evitarte me era imposible. Ya no solo por mi trabajo, era porque cada vez que me alejaba de ti, era como si te pusiera en manos de esa o ese hijo de puta que quiere hacerte daño, ¿Entiendes? –Mi respiración cada vez iba más deprisa, y mi corazón iba a salir de mi pecho si no me tranquilizaba.
-¿Mi abuelo sabe todo esto y no ha hecho nada? –Brittany, no me soltó las manos un segundo, no sabía si llorar o gritar.
-Santana, él me mandó a tu lado por algo. Él lo sabe todo, sabe todo lo que esa cara desconocida quiere hacer, y si lo supieras, tendrías miedo. Y encerrarte en casa llamaría más la atención para tenerte sola y hacerte, de todo menos cosas buenas. –Su tono, la forma en la que Brittany se dirigía a mí me hacía no moverme. Sabía que no mentía. Su rostro era más serio que otras veces. Básicamente más que nunca…
-¿Por qué quieren hacerme daño? No lo entiendo, -Brittany se encogió de hombros. Sin soltarme aun de las manos, no dijo nada más… Durante unos segundos.
-Las personas tienen envidia, o simplemente rencor por algo. Piensa que tienes mucho dinero a tu cargo, o cualquier cosa, el mundo está lleno de Asesinos, violadores, maltratadores, y entre otros acosadores. Tú no te has dado cuenta, y gracias a dios que no lo has hecho. Ahora lo malo es que lo sabes, y a saber si ese loco ya lo sabe. –Brittany se levantó de la silla indignada. Y miró tras la cortina, volvió cerca de mí. Y yo simplemente me mantenía callada. Callada y asustada. -¿Vas a decirme algo? –
-Se supone que no tengo que tener miedo pero hay alguien ahí fuera queriendo matarme, o queriendo hacer yo que sé qué. –Hablé en voz alta. Y Brittany me mandó callar. O simplemente me pidió silencio.
-No hables tan alto, -Se sentó sobre la cama, a mi lado. Y por fin se mantuvo quieta. –Sé qué, que te digan algo así te puede dejar sin ropa. Estas descubierta. Pero estando yo aquí contigo no te va a pasar nada. –
-Sigo teniendo mis dudas, estas aquí, estoy ‘protegida’ vale, ¿Qué más da? No puedes pasar todo el tiempo conmigo, ¿Por qué te eligieron a ti? ¿Por qué tú? –Le dije, Tratando de calmarme.
-Mi profesión iba a ser la danza, pero me desvié a Lopez PVH. –
-¿PVH? ¿Protección veinticuatro horas? –Brittany asintió. Y se sorprendió al haberlo hecho.
-¿Cómo lo sabes? –
-Oí algo de eso, hace muchos años. Era joven, y muy cotilla. Pero no escuché mucho, solo el nombre. Era cotilla pero no astuta. –Brittany sonrió, supongo que sería para calmar el ambiente. Las dos necesitábamos calmarnos, ella contaba la verdad, y yo escuchaba la verdad. Una verdad que puede hacerme daño.
-Bueno, voy a continuar. –Pausó unos segundos, -Después de desviarme a otro empleo, yo solo era estudiante, y tu abuelo buscaba a una chica joven, y atractiva, para atraerte y acercarse a ti, y protegerte, ya que tu mejor amiga se iba a la universidad, y estarías desprotegida. –Mis ojos se quedaron abiertos de par en par. Y las palpitaciones de mi corazón ralentizaban cada segundo más. Todo encajaba, excepto lo de que alguien quería hacerme algo malo.
-¿Quinn sabe todo esto? –
-Claro que no, si lo supiera no se hubiese ido de tu lado. –Brittany se encogió de hombros, y me miró. –Le tengo envidia. –
-¿Por qué? –
-Porque tú te enamoraste de ella limpiamente, vino a tu vida porque el destino lo quiso, y no tuvo que mentirte para acercarse a ti. –Dijo, la miré, y sin dejar de hacerlo, espere unos segundos para saber que responder. No podía comparar lo que sentía con Quinn a lo que siento con Brittany.
-¿Tu cómo has venido? El destino también nos ha unido, de malas maneras pero lo ha hecho, y yo no estoy ni estoy enamorada de Quinn, los sentimientos se mezclaron, simplemente. Me ponía muchísimo, en cambio tú me vuelves loca. –Pausé unos segundos, de nuevo. Cada vez había más drama y suspense entre diálogos y frases. –Estoy enamorada de ti, Brittany. –Ella puso su mano sobre mi mejilla, y se inclinó, me besó despacio pero rápido.
-De todos modos, me hubiera gustado conocerte como en una de esas novelas ficticias, donde todo ocurre por ocurrir, y se crea una hermosa historia de amor, donde el padre les prohíbe estar juntas pero siempre acaban juntos. –
-Bueno, lo nuestro es una historia… de amor, simplemente que ocultabas un secreto, y mis primeras intenciones eran follar. –Me encogí de hombros, y Brittany me impulsó sobre ella mientras sonreía, para poder sentarme sobre sus piernas, eso lo hice, y una vez sobre ella. Sin hablar, y a poca distancia, nuestras miradas se cruzaron y en silencio, nos quedemos en la misma postura durante minutos.
--------------------------------------------------
Unos minutos más tarde, Brittany y yo seguíamos en silencio, las palabras se me habían acabado, y en mi cabeza no dejaba de botar la idea de que alguien quería hacerme daño, pensaba y pensaba, hacia ideas de quien podía ser, pero no se me ocurría absolutamente nadie.
No es por presumir, pero soy buena persona. Nunca le he negado nada a nadie, y tampoco tratado mal a nadie. Nada tenía sentido en ese momento.
-Santana, tengo que irme. –Dijo Brittany, por fin diciendo algo para romper el silencio que inundaba la habitación.
-¿A dónde? –
-Tengo que ducharme, cambiarme, y dormir un poco. –Me levanté, y volví a la cama. Me extendí sobre ella, como una sábana, y le di dos golpes para que Brittany se pusiera conmigo. Pero cruzada de brazos, y con una sonrisa entre sus labios, se quedó quieta.
-Ven, yo también estoy cansada, además, ¿no decías que tienes que pasar mucho tiempo conmigo? Puedes hacer todo lo que has dicho aquí. –Terminé, y ella rodó los ojos.
-Estarás bien, solo estaré fuera un par de horas, y si pasa algo, cosa que no creo con tus hermanos en casa, vendré enseguida. –Dijo, mirando la ventana fijamente.
-Brittany. –Dije, rápidamente se volteó seria y me miró.
-Dime. –Contestó.
-No te vayas. –Le ordeno, en tono agudo. –Me cuentas todo lo que está pasando, me dices que alguien quiere matarme, vale, estoy cagada. Me dices que mientras estés conmigo no me va a pasar nada, ¿Te quieres ir? No te comprendo, ¿te médicas para la bipolaridad? No te entiendo. –Me levanté de la cama, llamando la atención, fui al baño esperando que Brittany me siguiera, pero no lo hizo.
-Esto es genial. –Terminé.
Encendí el grifo, y dejé que el agua cayera sobre la bañera. Cabreada, o más bien un poco caliente, salí del baño y vi a Brittany de la misma postura que hace unos minutos.
-Entra ahí y dúchate. –Me volteé para volver a echarme en la cama, pero la mano de Brittany me lo impidió al agarrarme con fuerza. Tiró de mí hasta llevarme entre sus brazos.
-Dúchate conmigo. –Susurró, mientras me atrapaba cada vez con más fuerza entre sus brazos.
-Oh, ¿Ahora si te quedas? –Dije, con mucha, mucha, ironía sobre mis palabras.
-Solo quería que me insistieras un poco. –La expresión de mi rostro seguía igual, estaba cabreada.
-No quiero sexo, Brittany. –
-¿Quién ha hablado de sexo? –Rodeé mis ojos.
-Quieres que me duche contigo, está claro que quieres follar. –
-A ver Santana, si pasa, pasa. –Volvió a sonreír. Sus manos pasaron a mi espalda, hasta llegar hacia mi culo. Siguió bajando hasta llegar al final de mi vestido, cual levanto un poco. -¿No quieres? –Dijo, mientras impulsaba su cuerpo al mío con su mano libre, que estaba sobre mi columna vertebral.
-Ahora mismo no, esta noche. –Brittany, asintió y besó mis labios, me soltó por fin, y comenzó a desnudarse. ¿Quería provocarme? ¡Lo estaba consiguiendo! Dios.
Comenzó quitándose la camisa, no decía nada, tampoco me miraba, pero sabía sus intenciones. Estaba cansada, y por más raro que sonara, por una vez no quería tener sexo. Suficiente humillación esta mañana, todo esto, cada vez tengo menos ganas de tener sexo.
Brittany desabrochó su sujetador, y después se quitó los pantalones. Iba a explotar. Lentamente, bajaba y bajaba sus pantalones. Cuando por fin estaban bajados, solo le quedaba aquel pequeño y suave trozo de tela, me levanté, y agarré con fuerza su cintura, clavando mis uñas en ella.
Mis labios se pegaron a los suyos, y noté como reía, mientras mis manos recorrían cada parte de su cuerpo.
-¿Ahora te quieres duchar? –Susurró, intentando tomar aire.
-Ahora quiero que me folles. –
-A sus órdenes mi reina. –
Brittany tiró hacia arriba de mi vestido, y lo sacó en un segundo y medio. O menos, mientras me besaba, sin parar, buscó, rápidamente la manera de desabrocharlo con una mano.
Segundos después me había quedado tan solo en bragas, y Brittany estaba sobre mí, en la cama.
-Que poco aguantas haciéndote la dura. –Murmuró, mientras se sostenía sobre mí, inclinó sus labios a los míos y mordió mi labio inferior con fuerza, y tiró de él.
-Hazlo antes de que se llene la bañera por completo. –Brittany asintió y cogió mis piernas y las abrió hasta el punto de no poder más.
Se colocó entra ellas, y volvió a mis labios, seguidamente bajó hasta mis pechos. Mi piel comenzó a arder, y mi corazón comenzó a latir deprisa. Brittany, cada vez iba más despacio. Eso me ponía nerviosa.
Segundos después, bajó hasta mi abdomen y lo besó delicadamente. Hasta llegar a mi estómago y ombligo, cual mordió y besó una y otra vez.
Brittany por fin, puso sus manos sobre mis bragas y las bajó poco a poco. Hasta llevarlas a las rodillas, cuando por fin las sacó, y volvió a mis labios. Rápidamente, sentí el roce de sus dedos sobre mí, cuando escuché la puerta abrirse.
-¡Sorpresa! –Me volteé y vi a Quinn con una maleta blanca, y grande, Brittany reaccionó rápidamente, y cogió la primera sabana cercana que había en los pies de la cama, y la pasó por encima de nosotros.
-¡¿QUINN?! -
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¡uhh! ¡MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL ROLLO! Bueno ¿que les pareció el cap? lo hice lo mas largo que pude. ¿Creen que Brittany se merece el perdón de Santana? ¿Podrán Santana y Brittany tener sexo sin ser putamente interrumpidas?
LO SABREMOS EN SIGUIENTES CAPITULOS!
ah, bueno, dejen comentarios; ¡MUCHOS COMENTARIOS, TODOS LOS QUE PUEDAN, HASTA REBENTAR GLEEK LATINO!
nos vemos pronto! besiitos!
Me levanté cerca de las siete y media de la mañana. No lo sabía bien porque no tenía cerca el móvil, pero podía notarlo por el color del día, aun que estaba bastante torcido, el cielo estaba lleno de nubes oscuras y las gotas de agua chocaban junto la repisa de los cristales. Sentía el cuerpo de Brittany pegado al mío, mientras su aliento chocaba en mi nuca, y su mano agarraba la mía con fuerza.
Mi cuerpo estaba cubierto con una sábana grande, junto al de Brittany, debía sentirme cabreada. Debía estar enfurecida por esto, pero no podía fingir algo que no sentía. Estaba bien, y me sentía reconfortada. Aunque con mucho frio.
Me levanté, sin intentar despertarla. Me acerqué a la chimenea y la encendí. Abrí uno de los armarios que había en lo alto del salón, y saqué dos sabanas.
Una la puse sobre Brittany, aun dormía profundamente. Mientras que por otro lado, puse la sabana sobre mis hombros, y me envolví en ella. Al lado del fuego, me senté y comencé a pensar.
Pensaba en tantas cosas que ya no sabía ni en que, los pensamientos se desviaban de uno a otro, y cada vez tenía más sueño. Dormir pocas horas no era lo que deseaba. Lo que deseaba estaba sobre el sofá.
Rasqué mi cabeza, y aun al lado de la chimenea, una vez ya sin frio, me levanté y me senté en el sillón que había justo al lado del sofá. Una vez acurrucada en él. Intenté dormir. Cosa que era imposible, ya que ni era mi cama, ni era un sitio para dormir. Así que simplemente volví a abrir mis ojos, y me quedé mirando la chimenea, y el fuego durante minutos.
-Santana, ¿Qué haces ahí? –Giré mi mirada, Brittany se había despertado.
-Tenía frio. Quería encender la chimenea. –Se puso recta sobre el sofá, y refregó sus manos contra sus ojos.
-¿Aun tienes sueño? –Preguntó, en un suspiro, entrecerré mis ojos y asentí lentamente. –Ven conmigo. –Me levanté, y me senté a su lado. Apoyé mi cabeza sobre su hombro, y ella me rodeo con su brazo. Con su mano libre, pasó las sabanas sobre nosotras.
-Me duelen los ojos. –Dije.
-¿Falta de sueño? –Preguntó.
-De llorar. –Agachó su mirada, supongo que no podía mirarme a los ojos. Respiró profundo, y se tapó el rostro con la mano. Deslizando su mano sobre él, me miró de nuevo y besó mi frente.
-Lo siento mucho. –Su voz se entre cortó. Alcé mi mirada y le sonreí como si nada hubiera pasado.
-Debería pegarte un puñetazo, pero si lloraras por ello, después me dolería más a mí. También debería matarte, entonces imagino una vida sin ti, y eso es algo que no soportaría. –Sin ella apartarse. Bostecé, y ella me miró a los ojos. Contra más la miraba, sus ojos más brillaban, el fuego se veía reflejado en las pupilas de sus ojos dilatados.
-Creo que deberías pegarme un puñetazo, porque me lo merezco. –Sin inmutarme, incliné mi cabeza, para que mis labios alcanzaran los suyos.
Así hice, sentirla cerca ya me reconfortaba suficiente, pero besarla era sentirme completamente completa. No creo que se pueda llegar a un límite de amar, porque cada vez que siento su presencia, es como la primera vez, y me enamoro cada vez más.
-Creo que tienes razón. –Respiré un momento, y volví a sus labios. Mis manos se desviaron bajo su camisa, -Deberías ser castigada por lo que has hecho. –Susurré. Mientras desabrochaba el cordón de mi pantalón, y mis labios rozaban despacio los suyos, su mano se deslizó hacia mi centro, sintió rápidamente mi humedad sobre la palma de su mano, estaba loca, pero, estaba deseando que lo hiciera. Sus dedos actuaron por si solos. Entraron y salieron dentro de mí, repetitiva mente. Entre besos gemí despacio, e intentando no gritar. Se inclinó hacia mí para poder tener más espacio, Y quitarme la ropa mientras sus dedos hacían su dulce trabajo.
-San, tengo hambre. –Escuché la voz de Alex. Salté del susto, mi mano salió del pantalón de Brittany rápidamente. Alex con un poco de suerte no vio nada. Sus ojos estaban entre cerrados, y gracias a dios, estábamos cubiertas con las sabanas.
-¡Para! –Le grité a Brittany, su mano dejo de hacer lo que hacía, mi mala suerte cada vez era peor.
-Iré a lavarme las manos. –Brittany se levantó y dirigió hacia el lavabo
-Alex, me has asustado. –Me destapé, y caminé hacia las escaleras para coger a Alex en brazos. Una vez con ella en brazos, fui hacia cocina para darle algo de desayunar. –Ven, iremos a por algo de comer. –Alex asintió mientras limpiaba sus ojos con la palma de sus manos, y al llegar a la cocina, me lavé la cara con agua. Necesitaba despejarme… un poco.
No sabía si sentir vergüenza por haber dejado que Brittany me masturbara con mis hermanos en casa, u olvidar que mis hermanos estaban en casa al tener tantas ganas de que Brittany me masturbara.
Alex, sentada sobre la mesa, vio a Brittany entrar en la cocina. Miré a Brittany con una curiosa sonrisa, cual ella me devolvió, aunque su mirada estaba llena de vergüenza. Me hizo reír ver sus manos mojadas.
-¿Eres Alison? –Preguntó Alex, mientras abría un armario para sacar algo de comer, para las tres.
-No, no lo es, Alison vino cuando estabas dormida, y cuando se fue vino ella. –Brittany se puso a mi lado, y comenzó a preparar café para nosotras, y leche para Alex.
-Ahora mismo siento mucha vergüenza, ¿Pero quién es Alison? –
-Alison es la chica que se va a casar con San. –Rio, yo no tenía que dar explicaciones, pero si sabía que Brittany me estaba mirando con cara de ‘¿Qué está pasando aquí?’ Hasta que Alex volvió a hablar, supongo que eso la calmaría un poco. –Pero Santana no quiere, porque dice que ya está enamorada de otra chica. –Puse sobre la mesa leche y galletas para Alex, y comenzó a comer rápidamente.
-Alex, calla y come. –Brittany sirvió el café en dos tazas y las puso sobre la mesa.
Una vez las tres sentadas, vi a Artie bajar por las escaleras. Así que me levanté para prepararle leche, o zumo.
-No te preocupes, desayuna. Ya voy yo. –Brittany se levantó y saludó a Artie. Se Presentó y le pidió lo mismo que Alex.
-Buenos días Santana. –Artie me rodeo el cuello con sus brazos y besó mi mejilla.
-Buenos días, ¿Has dormido bien? –Asintió, tenía la misma mirada de Brittany, Alex y yo ahora mismo. Con sueño.
-Sí, pero pensaba que dormirías con nosotros. Así que, no ha sido del todo bien, ¡Alex me da patadas! –Le exclamó a su hermana pequeña. Alex le ignoró y siguió comiendo como si nadie estuviese a su alrededor.
-Vaya Santana, estas muy solicitada. ¿Debería ponerme celosa? –Alex sonrió y yo negué con mi cabeza. Estábamos todos sentados y todos desayunando. Alex y Artie estaban juntos sentados, y Brittany estaba a mi lado. Había un silencio incomodo entre nosotros, pero como no sabía que decir, simplemente no dije nada.
-Santana, ¿Ella es Alison? –Preguntó Artie.
-No, no lo es. –Artie asintió y entonces volvió a hablar.
-Pues explícame quien es porque no entiendo nada, ¿Es tu novia? La chica de la que estas enamorada ¿Verdad? –Tapé mis ojos con mi mano. ¡Genial! Nada mejor que pasar una velada con tus hermanos pequeños y si, la chica de la que estas enamorada.
-Historia larga, y no, no es. –Dije, pero Brittany me interrumpió rápidamente.
-Sí, si soy su novia. –
-¿Desde cuándo? –Le susurré en la oreja, estaba alucinando. Alex sonreía mientras devoraba las galletas.
-Hablamos luego. –Me devolvió el susurro. Rodé mis ojos, y soplé una manta de aire para que notase mi molestia.
¿Novias? Claro, por supuesto. Desde el día que llorando me dijiste que me habías mentido, y me estabas vigilando, o ¿desde qué has aparecido en mi casa a las tantas de la noche para perdonarte? No sé si soy gilipollas, o soy una fácil. Aun quiero mis explicaciones, no se va a librar de explicarme qué coño ha pasado, y que coño ha hecho antes de que la vuelva a echar y entonces no quiera saber nada de ella.
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Después de desayunar, Artie y Alex se habían quedado en el salón jugando, supongo. Mientras yo y Brittany recogíamos la cocina. En medio del desayuno, Emily se fue por que llegaba tarde a clases de baile.
Desde que Brittany había dicho, eso el silencio se había inundado en la habitación, y cualquier conversación entre yo y cualquier otra cosa viva existente, no existía. No sabía si estar cabreada o estar feliz, si, le quiero hasta el infinito y más allá, ¿Pero qué mierda es esta de decir algo que no es? Creo que me estoy volviendo loca.
-¿Cuándo vas a explicarme lo que me tenías que explicar? –
-¿El qué? –Preguntó mientras terminaba de recoger los vasos de la mesa, entre otras cosas.
-Ayer viniste para explicarme todas las mentiras que me había tragado, ¿Cuándo voy a tener esas explicaciones? Que te quiera no significa que estés disculpada. O que puedas, intentar follarme. Aun que te haya salido bien, no. No quiero sexo, ni conversaciones fuera de la que toca. –Suspiré profundamente. Al hablar tan rápido casi me ahogo con mi propia saliva. Y lo peor es que Brittany me miraba como si estuviese loca.
-Está bien, vamos arriba y te lo cuento. –
-Una mierda, luego me lías, y haces cosas que no puedo controlar, no quiero sexo, así que dímelo aquí. –Brittany, se reía a carcajadas, cada vez me ponía más nerviosa. ¿Solo cuando lloro me toma en serio? ¡Hostia puta!
-No puedo, tiene que ser arriba. A demás tienes que descansar, no has dormido nada. –Brittany me rodeo con sus brazos la cintura, y me impulso hacia arriba. Me volteé, plantada a unos centímetros de ella. Me negué.
-He dicho aquí, siempre haces lo mismo. Aquí, o te vas por la puerta ahora mismo. –
-No me vas a echar. –Retó.
-¿Quieres ver como lo hago? –Sin moverme, sin apenas respirar para no sentir su olor a centímetros. Brittany, me besó el cuello. ¡A eso me refería!
-Venga, vamos arriba. –Pasó sus brazos por mi espalda, y me pegó más de lo que ya estaba a ella. –Te juro que cuando lleguemos no te pondré una mano encima. –
-Estas tardando, suéltame. –Brittany no dejaba de sonreír, y yo luchaba conmigo misma para no hacerlo. Me volteé y camine hacia mi habitación. Brittany me siguió y no me puso una la mano encima.
Una vez arriba, cerró la puerta, y tapó las ventanas. Creía que me iba a violar ahí mismo, y yo obviamente me iba a dejar, aunque no quisiera. Pero no.
-Siéntate ahí cariño. –
-No me llames así, -La interrumpí, y me senté sobre la cama. Donde ella dijo. Puso una silla y se sentó delante de mí.
-Bueno pues amor. –
-Así tampoco, me llamo Santana. Y más para ti. –Alzó sus manos, y se alejó un poco con la silla. -¿Por qué te alejas? –
-¿Quieres tenerme lejos o cerca? Me dices que me necesitas, luego no quieres que te toque, me dices que no te llame cariño o amor, y sin embargo quieres que esté cerca de ti. –Me encogí de hombros, y ella volvió a acercarse.
-No me entretengas más… Tengo cosas que hacer. –
-¿Cómo qué?-Preguntó.
-¡Brittany! –Grité.
-Lo siento, bueno, ¿Qué quieres saber? –
-Todo, -Me miró, y se acomodó sobre la silla. –Absolutamente todo. –
-Bien, mis padres, decidieron hacer el amor un día, claro, como tú y yo todos los días desde que nos conocemos, entonces decidieron tener una hij… -
-Brittany, ¿Enserio? –
-Vale, vale, solo era para calmar el ambiente te veo muy tensa. –Asintió, y respiró hondo. Por fin, parecía estar seria. –Dime que quieres saber exactamente, hay muchas cosas que explicar. –
-Como comenzó la mentira, porque me ‘Vigilabas’ Porque debías estar cerca de mí sí o sí, porqué me mentiste. Solo quiero saber eso, cuéntame la historia de porque me habías mentido. –Ella asintió, y volvió a respirar hondo. Le hecho una mirada a la habitación, como si vigilara que nadie oyera.
-Hace exactamente siete meses, dos antes de conocerte. Mi padre, me dio un trabajo, que era proteger a la nieta millonaria de Josh Lopez. Pero no fue el quien me dio el trabajo, si no fue Josh, ósea tu abuelo. Me dio un trabajo para vigilarte. –
-No tiene sentido, ¿Mi abuelo? ¿Por qué? ¿Piensa que estoy en las drogas o algo parecido? –Brittany cogió mis manos, y negó sacudiendo su cabeza.
-Déjame explicarte. Aquí, ni tu ni yo somos las malas. Básicamente no sabemos quién lo es. –Respiró hondo de nuevo. –Hay alguien que quiere hacerte daño Santana, desde hace tiempo. Y a mí me mandaron para mantenerte ocupada, y a salvo. El poco tiempo que no estábamos juntas, estaba fuera de tu casa vigilando. –Mis labios se quedaron abiertos, y mi mirada en blanco. Nada de lo que decía tenía sentido, no podía hablar. ¿Qué era esto?
-No lo entiendo, ¿Eres una especie de espía? ¿Trabajas para el FBI o algo por el estilo? –
-No, bueno sí. A ver, mi jefe. Mi jefe es tu abuelo. Y mi padre trabaja para él, mi padre le habló a tu abuelo de mí y me contrataron, fin. –Dijo rápidamente, cosa que no pude ni entender.
-¿Mi abuelo trabaja para el FBI? –
-¡No! Santana, por dios. Suena de película, pero es la realidad. No somos ni espías, ni agentes del FBI, ni policías. Simplemente, tu abuelo hace más de veinte años creo una empresa de gente que protege a ‘Inocentes’ Así como espías, pero somos como protectores. Guarda espaldas, pero la persona a la que protegemos no puede saber nada de esto. –Terminó, seguía flipando.
-Espera, ¿Y porque yo lo sé? –
-Joder Santana, porque has hecho que me enamore de ti, y mentirte me comía por dentro, mirarte o evitarte me era imposible. Ya no solo por mi trabajo, era porque cada vez que me alejaba de ti, era como si te pusiera en manos de esa o ese hijo de puta que quiere hacerte daño, ¿Entiendes? –Mi respiración cada vez iba más deprisa, y mi corazón iba a salir de mi pecho si no me tranquilizaba.
-¿Mi abuelo sabe todo esto y no ha hecho nada? –Brittany, no me soltó las manos un segundo, no sabía si llorar o gritar.
-Santana, él me mandó a tu lado por algo. Él lo sabe todo, sabe todo lo que esa cara desconocida quiere hacer, y si lo supieras, tendrías miedo. Y encerrarte en casa llamaría más la atención para tenerte sola y hacerte, de todo menos cosas buenas. –Su tono, la forma en la que Brittany se dirigía a mí me hacía no moverme. Sabía que no mentía. Su rostro era más serio que otras veces. Básicamente más que nunca…
-¿Por qué quieren hacerme daño? No lo entiendo, -Brittany se encogió de hombros. Sin soltarme aun de las manos, no dijo nada más… Durante unos segundos.
-Las personas tienen envidia, o simplemente rencor por algo. Piensa que tienes mucho dinero a tu cargo, o cualquier cosa, el mundo está lleno de Asesinos, violadores, maltratadores, y entre otros acosadores. Tú no te has dado cuenta, y gracias a dios que no lo has hecho. Ahora lo malo es que lo sabes, y a saber si ese loco ya lo sabe. –Brittany se levantó de la silla indignada. Y miró tras la cortina, volvió cerca de mí. Y yo simplemente me mantenía callada. Callada y asustada. -¿Vas a decirme algo? –
-Se supone que no tengo que tener miedo pero hay alguien ahí fuera queriendo matarme, o queriendo hacer yo que sé qué. –Hablé en voz alta. Y Brittany me mandó callar. O simplemente me pidió silencio.
-No hables tan alto, -Se sentó sobre la cama, a mi lado. Y por fin se mantuvo quieta. –Sé qué, que te digan algo así te puede dejar sin ropa. Estas descubierta. Pero estando yo aquí contigo no te va a pasar nada. –
-Sigo teniendo mis dudas, estas aquí, estoy ‘protegida’ vale, ¿Qué más da? No puedes pasar todo el tiempo conmigo, ¿Por qué te eligieron a ti? ¿Por qué tú? –Le dije, Tratando de calmarme.
-Mi profesión iba a ser la danza, pero me desvié a Lopez PVH. –
-¿PVH? ¿Protección veinticuatro horas? –Brittany asintió. Y se sorprendió al haberlo hecho.
-¿Cómo lo sabes? –
-Oí algo de eso, hace muchos años. Era joven, y muy cotilla. Pero no escuché mucho, solo el nombre. Era cotilla pero no astuta. –Brittany sonrió, supongo que sería para calmar el ambiente. Las dos necesitábamos calmarnos, ella contaba la verdad, y yo escuchaba la verdad. Una verdad que puede hacerme daño.
-Bueno, voy a continuar. –Pausó unos segundos, -Después de desviarme a otro empleo, yo solo era estudiante, y tu abuelo buscaba a una chica joven, y atractiva, para atraerte y acercarse a ti, y protegerte, ya que tu mejor amiga se iba a la universidad, y estarías desprotegida. –Mis ojos se quedaron abiertos de par en par. Y las palpitaciones de mi corazón ralentizaban cada segundo más. Todo encajaba, excepto lo de que alguien quería hacerme algo malo.
-¿Quinn sabe todo esto? –
-Claro que no, si lo supiera no se hubiese ido de tu lado. –Brittany se encogió de hombros, y me miró. –Le tengo envidia. –
-¿Por qué? –
-Porque tú te enamoraste de ella limpiamente, vino a tu vida porque el destino lo quiso, y no tuvo que mentirte para acercarse a ti. –Dijo, la miré, y sin dejar de hacerlo, espere unos segundos para saber que responder. No podía comparar lo que sentía con Quinn a lo que siento con Brittany.
-¿Tu cómo has venido? El destino también nos ha unido, de malas maneras pero lo ha hecho, y yo no estoy ni estoy enamorada de Quinn, los sentimientos se mezclaron, simplemente. Me ponía muchísimo, en cambio tú me vuelves loca. –Pausé unos segundos, de nuevo. Cada vez había más drama y suspense entre diálogos y frases. –Estoy enamorada de ti, Brittany. –Ella puso su mano sobre mi mejilla, y se inclinó, me besó despacio pero rápido.
-De todos modos, me hubiera gustado conocerte como en una de esas novelas ficticias, donde todo ocurre por ocurrir, y se crea una hermosa historia de amor, donde el padre les prohíbe estar juntas pero siempre acaban juntos. –
-Bueno, lo nuestro es una historia… de amor, simplemente que ocultabas un secreto, y mis primeras intenciones eran follar. –Me encogí de hombros, y Brittany me impulsó sobre ella mientras sonreía, para poder sentarme sobre sus piernas, eso lo hice, y una vez sobre ella. Sin hablar, y a poca distancia, nuestras miradas se cruzaron y en silencio, nos quedemos en la misma postura durante minutos.
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Unos minutos más tarde, Brittany y yo seguíamos en silencio, las palabras se me habían acabado, y en mi cabeza no dejaba de botar la idea de que alguien quería hacerme daño, pensaba y pensaba, hacia ideas de quien podía ser, pero no se me ocurría absolutamente nadie.
No es por presumir, pero soy buena persona. Nunca le he negado nada a nadie, y tampoco tratado mal a nadie. Nada tenía sentido en ese momento.
-Santana, tengo que irme. –Dijo Brittany, por fin diciendo algo para romper el silencio que inundaba la habitación.
-¿A dónde? –
-Tengo que ducharme, cambiarme, y dormir un poco. –Me levanté, y volví a la cama. Me extendí sobre ella, como una sábana, y le di dos golpes para que Brittany se pusiera conmigo. Pero cruzada de brazos, y con una sonrisa entre sus labios, se quedó quieta.
-Ven, yo también estoy cansada, además, ¿no decías que tienes que pasar mucho tiempo conmigo? Puedes hacer todo lo que has dicho aquí. –Terminé, y ella rodó los ojos.
-Estarás bien, solo estaré fuera un par de horas, y si pasa algo, cosa que no creo con tus hermanos en casa, vendré enseguida. –Dijo, mirando la ventana fijamente.
-Brittany. –Dije, rápidamente se volteó seria y me miró.
-Dime. –Contestó.
-No te vayas. –Le ordeno, en tono agudo. –Me cuentas todo lo que está pasando, me dices que alguien quiere matarme, vale, estoy cagada. Me dices que mientras estés conmigo no me va a pasar nada, ¿Te quieres ir? No te comprendo, ¿te médicas para la bipolaridad? No te entiendo. –Me levanté de la cama, llamando la atención, fui al baño esperando que Brittany me siguiera, pero no lo hizo.
-Esto es genial. –Terminé.
Encendí el grifo, y dejé que el agua cayera sobre la bañera. Cabreada, o más bien un poco caliente, salí del baño y vi a Brittany de la misma postura que hace unos minutos.
-Entra ahí y dúchate. –Me volteé para volver a echarme en la cama, pero la mano de Brittany me lo impidió al agarrarme con fuerza. Tiró de mí hasta llevarme entre sus brazos.
-Dúchate conmigo. –Susurró, mientras me atrapaba cada vez con más fuerza entre sus brazos.
-Oh, ¿Ahora si te quedas? –Dije, con mucha, mucha, ironía sobre mis palabras.
-Solo quería que me insistieras un poco. –La expresión de mi rostro seguía igual, estaba cabreada.
-No quiero sexo, Brittany. –
-¿Quién ha hablado de sexo? –Rodeé mis ojos.
-Quieres que me duche contigo, está claro que quieres follar. –
-A ver Santana, si pasa, pasa. –Volvió a sonreír. Sus manos pasaron a mi espalda, hasta llegar hacia mi culo. Siguió bajando hasta llegar al final de mi vestido, cual levanto un poco. -¿No quieres? –Dijo, mientras impulsaba su cuerpo al mío con su mano libre, que estaba sobre mi columna vertebral.
-Ahora mismo no, esta noche. –Brittany, asintió y besó mis labios, me soltó por fin, y comenzó a desnudarse. ¿Quería provocarme? ¡Lo estaba consiguiendo! Dios.
Comenzó quitándose la camisa, no decía nada, tampoco me miraba, pero sabía sus intenciones. Estaba cansada, y por más raro que sonara, por una vez no quería tener sexo. Suficiente humillación esta mañana, todo esto, cada vez tengo menos ganas de tener sexo.
Brittany desabrochó su sujetador, y después se quitó los pantalones. Iba a explotar. Lentamente, bajaba y bajaba sus pantalones. Cuando por fin estaban bajados, solo le quedaba aquel pequeño y suave trozo de tela, me levanté, y agarré con fuerza su cintura, clavando mis uñas en ella.
Mis labios se pegaron a los suyos, y noté como reía, mientras mis manos recorrían cada parte de su cuerpo.
-¿Ahora te quieres duchar? –Susurró, intentando tomar aire.
-Ahora quiero que me folles. –
-A sus órdenes mi reina. –
Brittany tiró hacia arriba de mi vestido, y lo sacó en un segundo y medio. O menos, mientras me besaba, sin parar, buscó, rápidamente la manera de desabrocharlo con una mano.
Segundos después me había quedado tan solo en bragas, y Brittany estaba sobre mí, en la cama.
-Que poco aguantas haciéndote la dura. –Murmuró, mientras se sostenía sobre mí, inclinó sus labios a los míos y mordió mi labio inferior con fuerza, y tiró de él.
-Hazlo antes de que se llene la bañera por completo. –Brittany asintió y cogió mis piernas y las abrió hasta el punto de no poder más.
Se colocó entra ellas, y volvió a mis labios, seguidamente bajó hasta mis pechos. Mi piel comenzó a arder, y mi corazón comenzó a latir deprisa. Brittany, cada vez iba más despacio. Eso me ponía nerviosa.
Segundos después, bajó hasta mi abdomen y lo besó delicadamente. Hasta llegar a mi estómago y ombligo, cual mordió y besó una y otra vez.
Brittany por fin, puso sus manos sobre mis bragas y las bajó poco a poco. Hasta llevarlas a las rodillas, cuando por fin las sacó, y volvió a mis labios. Rápidamente, sentí el roce de sus dedos sobre mí, cuando escuché la puerta abrirse.
-¡Sorpresa! –Me volteé y vi a Quinn con una maleta blanca, y grande, Brittany reaccionó rápidamente, y cogió la primera sabana cercana que había en los pies de la cama, y la pasó por encima de nosotros.
-¡¿QUINN?! -
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¡uhh! ¡MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL ROLLO! Bueno ¿que les pareció el cap? lo hice lo mas largo que pude. ¿Creen que Brittany se merece el perdón de Santana? ¿Podrán Santana y Brittany tener sexo sin ser putamente interrumpidas?
LO SABREMOS EN SIGUIENTES CAPITULOS!
ah, bueno, dejen comentarios; ¡MUCHOS COMENTARIOS, TODOS LOS QUE PUEDAN, HASTA REBENTAR GLEEK LATINO!
nos vemos pronto! besiitos!
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
aaaasshhh!! puras interrupciones caray jajaja ni modo! dime que actualizarás pronto adoro este fic pobre quinn, pero bueno que deje a mis brittana a solas y se vaya a pasear con Artie y Alex jaja digo... Porque las chicas no han descansado bien.. Jajaja saludines
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
de verdad quiero a Quinn, pero podia haber sido mas inoportuna? hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
un poco de drama no hace daño xD jajaja ahora parece que vivo de eso!
XD!
XD!
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Aww, que bueno que se arreglaron!!! Ojalá que Quinn no haga un problema con Brittany o algo así
A ti igual te gusta Demi? Tal vez somos hermanas separadas
A ti igual te gusta Demi? Tal vez somos hermanas separadas
amanda2070*** - Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 20/02/2014
Edad : 23
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Genial como siempre! Dios Quinny llego! Quien le querrá hacerle daño a San? Que tierno sus hermanitos! See ya! No tardes
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Dolomiti escribió: aaaasshhh!! puras interrupciones caray jajaja ni modo! dime que actualizarás pronto adoro este fic pobre quinn, pero bueno que deje a mis brittana a solas y se vaya a pasear con Artie y Alex jaja digo... Porque las chicas no han descansado bien.. Jajaja saludines
No, no han descansado bien, TODAVIA, JAJAJAJ, saludos!
Micky Morales escribió:de verdad quiero a Quinn, pero podia haber sido mas inoportuna? hasta pronto!
Quinn, y sus... bueno. Cosillas. JAJAJAJ :3
Pao Up escribió:un poco de drama no hace daño xD jajaja ahora parece que vivo de eso!
XD!
No, es mas yo creo que sin morbo la historia no vale, yo tambien vivo de eso, ah puta vida tete. XDDD Espero que te guste el fic, y eso, uh-hoh, ahora viene una bomba con el fic.
Amanda2070 escribió:Aww, que bueno que se arreglaron!!! Ojalá que Quinn no haga un problema con Brittany o algo así
A ti igual te gusta Demi? Tal vez somos hermanas separadas
Si! son adorables ah. Eso esperemos, aun que no te prometo nada. ejem. ejem. Quinn es un amor, no creo que haga nada malo :3 besos!
Lauravm98 escribió:Genial como siempre! Dios Quinny llego! Quien le querrá hacerle daño a San? Que tierno sus hermanitos! See ya! No tardes
Yo creo que mucha gente, ¿no? no te puedes fiar de nadie, y puede ser quien menos esperes, y eso es lo peor. Que te este pasando algo por culpa de una persona sin cara ni nombre. ¡BESOS!
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
MI ADICCIÓN ERES TU|CHAPTER 16|'¿Nunca te cansas?'
-Sep, ¡La misma! -Río la rubia, mientras miraba atentamente la vista que le entregábamos Brittany y yo. -Te veo ocupada, ¿Otra putita más? -Dijo Quinn alegremente, Brittany alzó su mirada y la fulminó con ella.
-¿Perdón? -Exclamo Brittany.
-Eso, -Repitió Quinn, mientras yo seguía parada sin saber qué hacer. -Voy a parar el grifo, o todo esto acabara inundado. -Quinn, llevaba puesto un vestido Cartier beige, con una chaqueta blanca. Su melena estaba recogida con una pinza, y algunos mechones colgaban por sus sienes, mentiría si dijera que no se veía real mente hermosa.
-¿De qué va esta tía? -Preguntó Brittany, mientras, yo aún quieta. Con ella a mi lado, busqué en mi mesita de noche ropa interior.
-Lo siento, siempre es así. -
-¿Putita? Has debido de acostarte con muchas personas para que diga eso. -Asentí con una sonrisa en la cara, y saqué dos bragas. Le entregué unas a Brittany y rápidamente no las pusimos. Acto seguido, Quinn salió y abrió mi armario.
-¿Dónde tienes las camisas anchas? ¿En el segundo cajón verdad? -Quinn se agachó, y abrió el segundo cajón que había dentro del armario, y sacó dos camisas anchas, que solíamos utilizar después de tener sexo, y echar a nuestros cebos fuera de una patada.
Lanzó dos camisas, y nada más sostenerla entre mis manos me la puse, para poder levantarme y abrazar a esa maldita rubia que tanto quiero.
-¿Qué haces aquí? -Dije con una sonrisa, y recibiéndola con los brazos abiertos, ella me abrazó rápidamente, y fuertemente.
-Necesitaba verte, he venido unos días. No me echaran de menos en la universidad. -Volví a abrazarle fuerte, y la miré de arriba abajo.
-Me alegra tanto. Joder, ¡Has crecido o soy yo! Eres más alta, aunque sigues sin superarme. -
-Cariño mío, llevo tacones, y tú vas descalza. -Sonreí, y de nuevo volví a abrazarla. Esta vez con mucha más fuerza.
-Cariño, voy a ducharme. Os dejo hablando de vuestras cosas. -Dijo Brittany, mientras caminaba hacia mí. Y al llegar, me volteé y besó mis labios.
-Estaré abajo, ¿Qué quieres para comer? -
-Tenía pensado ir a comer, tu yo Alex y Artie a algún restaurante. Pero por favor, ven tú también. -Añadió Quinn, Brittany asintió. Y entró en la ducha, cuando Quinn volvió a hablar. -Siento haber interrumpido, no era mi intención. -Le dijo Quinn a Brittany, Brittany asintió y cerró la puerta detrás de ella.
-¿Cariño? ¿Esto qué es? -
-Es mi pareja. -Quinn abrió sus labios de par en par, y tapó sus labios con la palma de sus manos.
-¡Santana Lopez ha madurado! -Exclamó Quinn levantando sus brazos.
-Si madurar se llama amor, entonces he madurado. -Reí, y ella me miró feliz.
-Estoy orgullosa de ti. -Besó mi mejilla dulcemente, no me creía que estuviese aquí, conmigo. Mi mejor amiga...
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Pocos minutos después, Quinn y yo bajamos y encontramos a Alex jugando con sus muñecas, y a Artie con un videoconsola muy concentrado. Quinn, había dejado su maleta en mi habitación, nada más volviéramos de comer Quinn se iba a instalar conmigo.
-Enanos, vamos a ir a comer algún sitio, ir a ducharos y a prepararos, nos vamos en un rato. - Alex salió corriendo, arrancándose la ropa del cuerpo, le encantaba salir a los sitios. Mientras que Artie la seguía mirando la pantalla de la videoconsola, aun que seguía a su hermana.
Los dos se desvanecieron en un momento, Quinn y yo nos dirigimos hacia el salón. Donde nos sentamos ella, a mi lado, y yo al suyo. Pero con una gran distancia, y le expliqué como conocí a Brittany, sin dar detalles de Lopez PVH, o de mi abuelo el 'espía'.
Cuando comencé a hablarle a Quinn sobre lo que teníamos yo y Brittany, sobre todo lo que hemos pasado y de cómo me enamoré de ella, la expresión de su rostro no era expresamente de felicidad. Parecía cabreada, celosa. Aunque simplemente, lo ignoré. Porque yo seguía feliz, de que mi mejor amiga hubiese venido a verme.
-¡Santana! -Gritó Brittany. Me volteé, y me levanté. - ¡Sube! -
-Espera aquí Q, enseguida bajo. -Quinn asintió, sacó su teléfono rápidamente, comenzó a teclear y subí las escaleras, y caminé hasta mi habitación.
Entré y Brittany no estaba. Revisé toda la habitación incluido el baño. Por lo que, caminé hasta la puerta para volver a bajar, cuando algo me arrastró hacia atrás, y me tapó los labios. La puerta se cerró con fuerza, y después me empotraron contra ella. Mi corazón palpitó con fuerza, de modo que pude oírlo estallar y chocar contra mi pecho.
Al abrir los ojos, me encontré con unos ojos azules celeste, contra la puerta, y aun con la boca tapada, sentía gotas de agua caer sobre la moqueta del suelo.
-Cuando empiezo algo, lo acabo. -La mano de Brittany se clavó bajo mis bragas, y sentí sus dedos acariciar con rapidez a mi coño, ya mojado, Brittany solo necesitaba decir cuatro palabras para tenerme caliente.
Con mis brazos sobre sus hombros, me aupó sobre ella, y metió bruscamente sus dedos dentro de mí.
-Ahh... -Grité levemente, mientras subida a ella, movía sus dedos con rapidez dentro de mí.
-Si gritas, paro. -Me susurro entre una pequeña sonrisa, y con mucha poca fuerza de voluntad, enredé mi mano en su pelo mojado para poder sostenerme y aguantar mis ganas de arañar y gritar, hundí mi cabeza en su hombro para tratar de calmarme y evitar que mis gemidos se oyeran lo mínimo posible.
Mordí y marqué mis dientes en su clavícula, gemí y me retorcí como pude apoyada sobre esa puerta, traté de no gritar. Pero era algo imposible.
-No pares. -Supliqué, con el orgasmo atrapado en mi garganta, gemí de nuevo y fue entonces cuando, con más fuerza, metió sus dedos hasta poder tocar casi mis entrañas.
Segundos después, sentí como el dulce y jugoso liquido salía de mi vagina y hacia resbalar con más sutileza los dedos de Brittany. De mis labios, sin tener intención de que pasará, salió un largo y dulce orgasmo que consiguió descargar toda la tensión que llevaba acumulada en estos últimos días. Aquel grito me lleno plenamente.
Brittany sacó sus dedos de mi interior y sentí mis piernas temblar, y sin soltarme, aun entre sus brazos, lamió sus dedos, disfruto, y gimió, cuando me llevó a la cama bruscamente. Todo de lo que estaba preocupada, había desaparecido, solo podía pensar en ese hermoso cuerpo desnudo y mojado de piel clara, y sus hermosas curvas que se acercaba poco a poco a mí, y me miraba con deseo, lujuria y amor.
Una vez sobre la cama, Brittany no podía esperar. Su paciencia había acabado. Me sacó las bragas, y llevó sus labios a mi palpitante y aun húmedo coño. Sentí su lengua recorrer mi zona venus, y no pude evitar tener un pequeño espasmo y botar sobre la cama. Agarré y retorcí las sabanas, mientras la lengua de Brittany, me hacía gemir continuamente. Su lengua toco mi clítoris varias veces y eso hacía que me retorciera más. Sabía cómo dominarme, sabia como hacerlo.
Mis piernas ya estaban temblando, y mi garganta me prohibía respirar, tragar, o hacer cualquier otra acción. Como cualquier parte de mi cuerpo, solo podía gemir con fuerza y retorcerme mientras arrancaba las sabanas con las palmas de mis manos.
Mis labios se mantenían abiertos, mis manos se aferraban a las sabanas cada vez más, y mi cintura bailaba al ritmo de la lengua de Brittany.
Brittany mordió el labio de mi vagina, y tiró de él. Volviendo hacer que botara sobre la cama, me besó una y otra vez, mientras mi cintura lo único que hacía era impulsarse más a sus labios, y sentir aquella dulce sensación más fuerte.
Cuando sentí la lengua de Brittany salir de mi entre pierna, y sentí una ráfaga de aire frío, Gire mi mirada y la ventana del balcón se había abierto, pero Brittany levantó mi camisa ignorando que el frío del invierno se estaba apoderando de la habitación, y besó con dulzura mi abdomen, llegando a mis labios, y dejándome saborear mi propio y dulce sabor.
Nuestras lenguas se entrelazaron rápidamente, y el roce de sus labios seguía poniéndome nerviosa. Sus manos recorrían mis curvas y mis pies jugaban con los suyos. Besándola una y otra vez, seguidas. Mordí con fuerza su labio interior para dejar marca. Apreté con mis dientes y escuche a Brittany gritar. Pero la ignore y seguí apretando unos segundos más.
Brittany miro su labio como pudo al sentir la sangre caer dentro de su boca, me fulmino rápidamente con la mirada, pero nada que un beso, no solucionara eso. Besé la herida que había provocado, y fue entonces cuando ella fue hacia mi cuello y comenzó a morder con fuerza en varios sitios. No podía decirle nada, aunque golpeé varias veces su espalda.
Sus labios hacían fuerza contra mi cuello, y ella estiraba con fuerza. Sabía lo que quería hacer, no podía reprochárselo...
Segundos después, Brittany estaba a mi lado, ella me miraba sin dejar de sonreír, y yo miraba el gran desastre que había hecho sobre su labio...
-Ahora es cuando nos dormimos abrazadas, y le dan por culo a todos. -Dije, cuando Brittany, besaba despacio mis labios, en cortos periodos de tiempo, y yo trataba de desacelerar mi respiración, aun agotada por esos cinco o más minutos que había estado follandome con sutileza aunque con mucha fuerza.
-Haremos una cosa, iremos a comer, volveremos, y no sé qué va a hacer tu amiga, pero dormiremos juntas por la tarde, luego por la noche veremos una película con tus hermanos, mientras cenamos pizza, yo invito. Y después veremos una película, solo tú y yo, en el salón, con palomitas y helado. Y cuando subamos te juro que esta vez sí voy a dejarte gritar. -No pude evitar sonreír, Brittany siempre conseguía hacer que mi rostro se iluminara de felicidad, y no era solo porque había mencionado lo de gritar.
-Creo que es una idea genial. -Acaricie su mejilla dulcemente, y deslice mi dedo pulgar sobre su herida en el labio.
-¿Es genial? -
-Todo lo que tiene que ver contigo es genial. -Terminé, y ella me besó dulcemente.
-Te quiero. -Susurró rápidamente.
-Yo también, Brittany Susan Pierce. -La besé por última vez, e inspiré profundo cerrando los ojos, solo unos segundos.
-Tengo que vestirme. -Escuché a Brittany reírse, mientras yo seguía con los ojos cerrados, sentí algo caliente bajo mi oreja. -Santana... -Escuché a Brittany, y la seguí ignorando.
-Coge ropa de mi armario, ponte lo que quieras. -Segundos después, Brittany besó mi frente, y se levantó de la cama.
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Diez minutos después, cuando abrí los ojos, vi a Brittany vestirse, se había puesto unos pantalones largos negros, y llevaba un jersey de lana blanca, hecha a punto. Reconocía esa ropa, y podía decir, que le quedaba mejor a ella, que a mí. Llevaba sus bambas de bota, las típicas blancas, que casi siempre usaba cuando nos veíamos.
-Mi ropa te queda mejor que a mí. -Sonreí, y me levanté rápidamente. Al escuchar a mis hermanos pelearse.
-Solo es para hoy, te lo devolveré esta noche. -Dijo seria, si quiera tomó en cuenta mi cumplido.
Me levanté, sin bragas y aun con esa camisa ancha que me llegaba hasta los muslos, y abrí mi armario. Saqué un vestido Prada, casual. Blanco con estampado de flores blancas agrisadas.
Me desnudé sin piedad, mientras Brittany colocaba los cordones de sus bambas dentro de ellas. Caminé hasta mi cama, para llegar a la mesita de noche, donde saqué una tanga blanca, para que no se marcara en el vestido.
Una vez vestida, me puse mis tacones blancos, y fui al baño para ver cómo me quedaba, obviamente me quedaba genial. Excepto las enormes marcas de Brittany había dejado sobre mi cuello. Dos marcas lilas, sobre mi piel, hacían parecer que hubiese recibido una paliza únicamente en esa parte de mi cuerpo. Sonreí, aunque no debía hacerlo. Hay muchas partes en mi cuerpo donde puede hacer eso, y lo hace donde más se ve.
Salí y vi a Brittany al teléfono. Me hizo una señal de silencio, colocando su dedo sobre sus labios, hice lo que me dijo, y minutos después colgó y me miró con una sonrisa.
-Eres preciosa. -Me besó la mejilla, y preparé mi bolso, móvil, y tarjetas de crédito.
Me puse una chaqueta que me llegaba hasta las rodillas, y me recogí la melena en una apretada, y tensada cola de caballo.
-¿Vamos abajo? -Brittany, me abrió la puerta, y me cogió de la mano. Al bajar, Artie, Alex y Quinn estaban entretenidos viendo los dibujos en la televisión.
-¡Menos mal! -Gritó Quinn, levantándose del sofá, y cogiendo a Alex acto seguido.
-Nos estábamos vistiendo. -Miré a Alex, y a Artie.
-He vestido a Alex, y bueno Artie solo me ha dejado elegir la ropa. -Dijo Quinn. Alex llevaba una chaqueta grande negra, y unos pantalones rosas, Artie llevaba una chaqueta Americana, roja y blanca. Con bambas Adidas, y unos pantalones tejanos negros.
-Tú, y tus pijadas en la ropa. -
-Sabes que no me gusta que la gente vista mal, van muy adorables. Así que, vámonos. -Saqué mi teléfono, debía llamar a Puck.
-Llamo a Puck para que venga, y nos vamos. -
-Ya le he llamado yo. -Interrumpió Quinn, no pude evitar sonreír. Sabía todo lo que tenía que hacer, y como lo tenía que hacer.
-Pues vamos. -Dijo Brittany. Pasó su brazo por mi cintura, y caminemos hasta la puerta. Abrimos los paraguas, y caminamos hasta la limusina que nos esperaba en la puerta.
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Salimos y vimos a Puck frente la limusina esperando, con un paraguas en la mano, Alex estaba en los brazos de Quinn y Artie estaba a mi lado, mientras que Brittany, sostenía por la cintura.
-Quiero ir delante, ¿puedo Santana? -Dijo Alex, Puck, con la puerta entre abierta, se encogió de hombros.
-Si. -Dije, cuando Quinn la siguió y las dos subieron delante del coche.
-¿Hay sitio para mí? -Preguntó Artie.
-Claro, Alex se pondrá sobre mis piernas. El sitio al que vamos no está muy lejos. -
Artie, Alex y Quinn subieron delante, y Brittany y yo nos quedamos solas atrás. Como algo habitual, el destino siempre no dejaba solas.
-Siempre acabamos solas, esto es una señal. -Dijo Brittany, cuando Puck cerró la puerta trasera.
-¿Una señal? -Pregunte.
-Si. Y te has puesto un vestido corto, me estas provocando mucho señorita López. -Sonrío Brittany, pegándose como podía a mí.
-Me has dicho, que sería esta noche cuando continuaríamos, me estas provocando tu a mí. -
-Me encanta oírte gritar. -Mordió su labio inferior, y desabroche mi chaqueta, ya que la calefacción me hacía pasar calor.
Mi móvil sonó, y vi que era un número desconocido. No dude en cogerlo. Hasta escuchar la voz angelical de Alison tras la línea telefónica.
-¿Cómo está mi prometida? -Preguntó, una sonrisa se ilumino en mi rostro, mientras Brittany, ya estaba comenzando a poner su mano en mi pierna.
-Pues, genial. Un poco cansada, ¿Y tú? –
-Cansada también, escucha. –Pausó unos segundos. –Salgo a comer, y como no conozco a nadie más, aparte de ti y la chica de la que te hablé, pues, ¿Quieres venir? –Preguntó, no podía negarme.
Esperé unos segundos, Brittany se acercaba a la zona prohibida. –Pues, pues, estoy en la limusina. Voy a comer también, ¿Le digo a Puck que pase a bu-uscarte? –Brittany ya había rozado mi ropa interior, al haber acabado la frase. Le di un azote en la pierna, y sacó su mano rápidamente.
-No, mándame la dirección, me apetece conducir. Hace mucho que no lo hago. –
-Está bien, creo que iremos Bouley, 163 de Duane Street es la dirección. –Escuchaba, y sentía la sonrisa de Alison tras el teléfono. -¿Dónde estás ahora? –
-Estoy en el Manhattan, un poco lejos, pero llegaré en unos veinte minutos. –
-Está bien, te espero ahí, un beso. –
-Te veo, preciosa. –Colgué la llamada, y Brittany ya estaba encima de mí. ¿Nunca te cansas?
-Brittany, -Ella, besaba mi cuello, -Brittany. –Pausé. - ¡Brittany! –
-¿¡QUE!? –Exclamó, arqueé una ceja, y volvió a mi cuello.
-Mis hermanos están a un metro de nosotras, por favor. –
-Como si eso te hubiese parado antes, vamos, sube a mis piernas. –Dio dos palmadas en sus muslos. Rodé mis ojos, y me quedé quieta en el sitio.
-No hace ni media hora, ¿Te cansas alguna vez? –
-¿A caso tu si? –Sonrió pícaramente, y alzó una ceja. Le devolví la sonrisa. Y rasqué mi frente con la palma de mi mano.
-A ver, no me canso. Lo sabes, pero hay que tener un poco de sentido moral. Sabes que si solo estuviésemos tu y yo, en la limusina, con Puck distraído, sabes que nadie me para, pero no es así. –La mano de Brittany volvió a estar sobre mi pierna, pero se mantuvo quieta sobre mi muslo.
-Mírame a los ojos y dime que no quieres. –La ignoré y seguí mirando a otro sitio donde no fuera su rostro. Las musarañas tal vez. –Santana, vamos mírame y dímelo. –No dije nada, y simplemente me mantuve callada. –Si no me miras, no te hablaré en todo el día. –Volví a ignorarla. Simplemente me callé, a ver si era capaz de no hablarme. –Te vas a arrepentir. –
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Durante todo el poco camino que quedaba, Brittany había estado callada con la boca cerrada. Mientras yo, hablaba con Alison por mensajes, ella ya estaba llegando. Mientras Quinn pedía mesa con mis hermanos, Brittany a mi lado, (callada, pero a mi lado.) Esperaba a que viniera Alison, aunque ella no tenía ni idea de quien era, o al menos, eso pensaba.
Vi un Audi A1 aparcar frente el restaurante, y la vi bajar abriendo el paraguas. Sonreí ampliamente al verla, y ella imitó mi gesto. Con el paraguas sobre ella, vi que llevaba una chaqueta muy formal, color gris oscuro, y unos pantalones blancos muy ajustados, mientras que por debajo de su chaqueta, vi una sexy camisa de tirantes, o suponía que era de tirantes. Sobre todo eso, llevaba guantes de seda, y una bufanda de lana blanca, con el pelo cayendo por sus hombros, y muy poco maquillada. Formal y casual a la vez, estaba preciosa.
Alison le entregó las llaves al guarda coches, y se acercó con sutileza a mi lado.
-¡Santana! –Me abrazó con fuerza, y le dio dos besos a Brittany. –Te veo mejor que la última vez, ¿Arreglaste lo de esa chica? –Sonreí, y moví mi cabeza señalando a Brittany. -¿Es ella? –Me susurró, en un tono, muy, muy bajo.
-Sí, es ella. –Le susurré también.
-Es preciosa. –Susurró exagerándolo completamente. No dejaba de sonreír, eso era genial.
-¿Y la tuya? –Pregunté, entre risas, mientras, Brittany. Se mantenía quieta y callada. Creo que ni si quiera me miraba. Sé que no me iba a hablar, pero de todos modos, sentía su sonrisa detrás de mí.
-La he visto esta mañana… todo mal. –
-¿Qué? –Titirité, y me encogí, tenía frio. Y pese a que Brittany no me hablaba, rodeó sus brazos en mi cintura, y apretó su cuerpo contra el mío. -¿Qué ha pasado? –Dije sorprendida. ¿Cómo a una chica tan dulce y bonita como Alison le puede ir mal con una chica?
-Te cuento dentro, te estas helando. –Alison, me dio un toquecito en el hombro, y entonces Brittany besó mi mejilla, aun callada. Me tomó de la mano.
Entramos al restaurante, y vimos a Quinn, Alex y Artie sentados en una mesa de seis, Quinn, me miraba con una sonrisa. Aunque, de la manera en la que miraba a Brittany, no era muy agradable. No llega a comprender porque.
Me senté en el medio, Alison a mi lado, y Brittany en el otro, miré a Alison, y ella estaba completamente callada.
-Perdón, enanos, ella es Alison. –Artie abrió sus labios mientras sonreía. –Quinn, Alison, Alison, Quinn. – Quinn le dedicó una sonrisa, y vino el camarero. Me sorprendí al ver que era Kevin. Rápidamente me levanté, y me lancé a sus brazos.
-¿Santana? –Preguntó, alucinaba un poco. Tal vez no le dio tiempo a mirarme a la cara. Hasta que lo hizo. -¡SANTANA! –Me abrazó fuertemente con sus ahora fuertes y musculados brazos.
-¡Cuánto has cambiado! ¡Estas guapísimo! ¿Qué haces aquí? –Pregunté. Sin dejar de sonreír, y mirarle. ¡Dios, Era Kevin!
-Estoy trabajando aquí, mientras me estoy sacando el título de profesor. –Sonreí, y me sorprendí al escuchar esa hermosa noticia.
-¿Tanto tiempo tienes? ¡Eres increíble! –Miré sus gafas, y de nuevo me miró a mí, siempre usaba esas gafas. Nunca se las ha cambiado.
-No, tiempo no tengo, pero los miércoles y sábados, uso mis tres horas libres para ganar algo de dinero, para poder pagar el piso de alquiler, mas caprichos. –
-Qué fuerte. –Me sorprendí, abriendo mi boca de par en par. -¡El niño de papá se ha independizado! –Él sonrió y miró la pequeña libreta que había sobre sus manos.
-Bueno, ellos me dan algo cada mes, pero muy poco, no me da con eso, aunque haciendo todo solo me siento mejor, así sé que todo lo que he hecho ha sido gracias a mi sudor y esfuerzo. –Hizo una pausa, mirando a todas las personas que habían sobre la mesa, -Santana quiero volver a verte. Necesito tu número. –Saqué mi móvil rápidamente, y se lo entregué para que apuntara su número. Eso hizo, y volví a guardar mi teléfono.
-Perdón, no te he presentado, se habrán quedado ‘¿Quién es este?’ –Dije, volteándome y mirando a todas las personas de la mesa que nos miraban muy atentos. –Él es Kevin, Kevin McHale, mi mejor amigo desde hace más de dieciséis años, y hacia cuatro que no le veía. –Brittany, Quinn, Alison y mis hermanos le saludaron, y entonces volví a sentarme.
-Bueno preciosas, y preciosos. –Le guiñó un ojo a Artie, -¿Qué deseáis pedir? –
-¡Quiero algo con muchas patatas! –Exclamó Artie desde la otra punta de la mesa.
-Yo quiero un filete con ensalada, -Dije. Kevin lo apuntó todo, y nos miró, esperando a que los demás pidieran.
-Yo quiero lo mismo que Santana, así que serían dos. –Dijo Alison.
-Tres. –Añadió Quinn.
-Cuatro. –Rio entre dientes Brittany.
-¿Alex? -
-Yo quiero lo mismo que Artie, algo que tenga muchas patatas. –Kevin lo apuntó, y entonces miró a Quinn, Alison y Brittany.
-Entonces, lo que ponga con las patatas, ¿Os da igual? –
-Pon hamburguesa, o un bistec, algo no muy fuerte, Alex no digiere bien la comida fuerte. –Kevin lo apuntó todo de nuevo, y al alzar, vi a Quinn mirando mal, a Brittany. De nuevo.
-¿Quinn te pasa algo? –Preguntó Brittany, inocentemente.
-No, nada. –Quinn giró su mirada, y no dijo nada más.
-¿Qué queréis para beber? –Preguntó Kevin, antes de marcharse por fin.
-Para ellos, -Señalé a Artie y Alex con mis dedos. –Agua, yo quiero Coca-Cola, sin cafeína. Por favor. –Terminé.
-Yo quiero Coca-Cola. –Dijo Brittany. –Pero con cafeína. –Me miró, y sonrío, yo pedía sin cafeína para poder estar tranquila, y sabía perfectamente porque, ella, la pedía con.
-Agua con gas. –Dijo Alison, y continuó Quinn.
-Quiero lo mismo que ella. –Kevin, puso el punto final en su libreta, y la guardó en su delantal negro.
-Bueno, enseguida lo traigo, y, encantada de haberlas conocido señoritas, Santana. Te llamaré. –Le dediqué una de mis mejores sonrisas, y se marchó rápidamente.
A Kevin le conocí con ocho años, nos llevamos mal varios años, hasta que cumplí los quince, cuando supe que era lesbiana, y él fue el único a mí alrededor que me entendió, y me quiso pese a ello. Con el probé por primera vez un cigarro, y también probé por primera vez el Alcohol. Y solo eso eran pequeñas cosas que viví con él. Tenemos una casa en Chicago, cerca de donde vive mi abuelo, nosotros nos encaprichamos con esa casa, fue algo increíble. Entrabamos y estaba nueva, reformada, pero sola. Así que, mi Abuelo nos compró la casa. La seguimos visitando todos los días, tres veranos durante tres años, uno de esos veranos, con dieciséis años, fue la primera vez que tuve sexo, una pena que fuese una zorra, y me engañara. Cuando cumplimos los dieciocho, nos mudamos juntos ahí durante tres años consecutivos, pasamos grandes momentos y grandes peleas en esa casa, pero al fin y al cabo, él se fue a estudiar, y yo me vine a New York con Quinn, y comencé a hacer de todo menos ser una persona madura. Sexo, y fiesta.
A partir de estar un año haciendo cosas indebidas, Quinn me obligó a parar, y entonces este año comencé a vivir solo del sexo, y a trabajar en el bar, que gracias a dios pude dejar.
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Diez minutos después, Alex, y Artie, hablaban y Quinn hablaba con Alison, sin embargo, Brittany estaba callada, y yo hacía lo mismo, a causa de que no me hablaba.
-Brittany, -Le susurré, se mantenía callada. –Vamos, háblame. –Pausa. –Brittany, no seas inmadura. Por favor… -Pausa. –Te juro que como no me contestes, te quedarás sin sexo por meses. –
-No te lo crees ni tú. –Dijo, por fin. Sonreí ampliamente, pero necesitaba más.
-Mírame a los ojos y dame un beso. –Brittany sin duda, no me miró, y yo simplemente hablaba bajo, con el sonido del restaurante, y mis hermanos hablando tan alto, estaba segura de que nadie podía oírme.
-No. –Susurró Brittany. Me levanté cabreada, y comencé a caminar.
-¿Santana dónde vas? –Escuché a Alison, me volteé.
-Voy al baño. –Me volteé y seguí caminando.
Llegué al servicio, y me miré en el espejo, apoyada en la pica, soplé y titirité de frio. Entré al baño, e hice pis. La puerta de fuera, se abrió, y con toda mi curiosidad, Miré si era Brittany.
Al poner el ojo sobre la línea que había entre la puerta y la pared, vi que era una chica de pelo oscuro, así que, no era Brittany. Terminé, y salí, me lavé las manos.
Le di al botón de secador automático, y un ruido estruendoso rebotó en los baños, la chica que había entrado, salió, y yo seguí en secando mis manos.
Escuché la puerta abrirse, pero simplemente lo ignoré. Cuando, sentí un fuerte golpe en mi nuca. Caí al suelo.
Sostuve mis manos en mi nuca al caer al suelo, mi vista se nubló, y vi a un chico rubio vestido de negro alejarse sin mirar atrás.
Viendo cada vez más nubloso, saqué mis manos de mi nuca, estaban llenas de sangre. Traté de levantarme, y volví a caer. Mi cabeza se golpeó contra la pared, y mis ojos se cerraron de golpe, cayendo inconsciente.
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW. ¡DEMASIADA TENSION TIENE BRITTANY CON QUINN! Y SORPRESA, TAL VEZ LA PERSONA QUE AGREDÍO A SANTANA, ¿FUE ESA PERSONA QUE LA PERSIGUE? Que mejor idea que seguir a tu presa cuando esta en el baño, y sola. ¿Un chico rubio? Todo es demasiado raro, pero si quieren saber mas, ¡HAY QUE ESPERAR UN POCO!
DIGANME EN LOS COMENTARIOS SI LES GUSTÓ, O LO QUE SEA,
-Sep, ¡La misma! -Río la rubia, mientras miraba atentamente la vista que le entregábamos Brittany y yo. -Te veo ocupada, ¿Otra putita más? -Dijo Quinn alegremente, Brittany alzó su mirada y la fulminó con ella.
-¿Perdón? -Exclamo Brittany.
-Eso, -Repitió Quinn, mientras yo seguía parada sin saber qué hacer. -Voy a parar el grifo, o todo esto acabara inundado. -Quinn, llevaba puesto un vestido Cartier beige, con una chaqueta blanca. Su melena estaba recogida con una pinza, y algunos mechones colgaban por sus sienes, mentiría si dijera que no se veía real mente hermosa.
-¿De qué va esta tía? -Preguntó Brittany, mientras, yo aún quieta. Con ella a mi lado, busqué en mi mesita de noche ropa interior.
-Lo siento, siempre es así. -
-¿Putita? Has debido de acostarte con muchas personas para que diga eso. -Asentí con una sonrisa en la cara, y saqué dos bragas. Le entregué unas a Brittany y rápidamente no las pusimos. Acto seguido, Quinn salió y abrió mi armario.
-¿Dónde tienes las camisas anchas? ¿En el segundo cajón verdad? -Quinn se agachó, y abrió el segundo cajón que había dentro del armario, y sacó dos camisas anchas, que solíamos utilizar después de tener sexo, y echar a nuestros cebos fuera de una patada.
Lanzó dos camisas, y nada más sostenerla entre mis manos me la puse, para poder levantarme y abrazar a esa maldita rubia que tanto quiero.
-¿Qué haces aquí? -Dije con una sonrisa, y recibiéndola con los brazos abiertos, ella me abrazó rápidamente, y fuertemente.
-Necesitaba verte, he venido unos días. No me echaran de menos en la universidad. -Volví a abrazarle fuerte, y la miré de arriba abajo.
-Me alegra tanto. Joder, ¡Has crecido o soy yo! Eres más alta, aunque sigues sin superarme. -
-Cariño mío, llevo tacones, y tú vas descalza. -Sonreí, y de nuevo volví a abrazarla. Esta vez con mucha más fuerza.
-Cariño, voy a ducharme. Os dejo hablando de vuestras cosas. -Dijo Brittany, mientras caminaba hacia mí. Y al llegar, me volteé y besó mis labios.
-Estaré abajo, ¿Qué quieres para comer? -
-Tenía pensado ir a comer, tu yo Alex y Artie a algún restaurante. Pero por favor, ven tú también. -Añadió Quinn, Brittany asintió. Y entró en la ducha, cuando Quinn volvió a hablar. -Siento haber interrumpido, no era mi intención. -Le dijo Quinn a Brittany, Brittany asintió y cerró la puerta detrás de ella.
-¿Cariño? ¿Esto qué es? -
-Es mi pareja. -Quinn abrió sus labios de par en par, y tapó sus labios con la palma de sus manos.
-¡Santana Lopez ha madurado! -Exclamó Quinn levantando sus brazos.
-Si madurar se llama amor, entonces he madurado. -Reí, y ella me miró feliz.
-Estoy orgullosa de ti. -Besó mi mejilla dulcemente, no me creía que estuviese aquí, conmigo. Mi mejor amiga...
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Pocos minutos después, Quinn y yo bajamos y encontramos a Alex jugando con sus muñecas, y a Artie con un videoconsola muy concentrado. Quinn, había dejado su maleta en mi habitación, nada más volviéramos de comer Quinn se iba a instalar conmigo.
-Enanos, vamos a ir a comer algún sitio, ir a ducharos y a prepararos, nos vamos en un rato. - Alex salió corriendo, arrancándose la ropa del cuerpo, le encantaba salir a los sitios. Mientras que Artie la seguía mirando la pantalla de la videoconsola, aun que seguía a su hermana.
Los dos se desvanecieron en un momento, Quinn y yo nos dirigimos hacia el salón. Donde nos sentamos ella, a mi lado, y yo al suyo. Pero con una gran distancia, y le expliqué como conocí a Brittany, sin dar detalles de Lopez PVH, o de mi abuelo el 'espía'.
Cuando comencé a hablarle a Quinn sobre lo que teníamos yo y Brittany, sobre todo lo que hemos pasado y de cómo me enamoré de ella, la expresión de su rostro no era expresamente de felicidad. Parecía cabreada, celosa. Aunque simplemente, lo ignoré. Porque yo seguía feliz, de que mi mejor amiga hubiese venido a verme.
-¡Santana! -Gritó Brittany. Me volteé, y me levanté. - ¡Sube! -
-Espera aquí Q, enseguida bajo. -Quinn asintió, sacó su teléfono rápidamente, comenzó a teclear y subí las escaleras, y caminé hasta mi habitación.
Entré y Brittany no estaba. Revisé toda la habitación incluido el baño. Por lo que, caminé hasta la puerta para volver a bajar, cuando algo me arrastró hacia atrás, y me tapó los labios. La puerta se cerró con fuerza, y después me empotraron contra ella. Mi corazón palpitó con fuerza, de modo que pude oírlo estallar y chocar contra mi pecho.
Al abrir los ojos, me encontré con unos ojos azules celeste, contra la puerta, y aun con la boca tapada, sentía gotas de agua caer sobre la moqueta del suelo.
-Cuando empiezo algo, lo acabo. -La mano de Brittany se clavó bajo mis bragas, y sentí sus dedos acariciar con rapidez a mi coño, ya mojado, Brittany solo necesitaba decir cuatro palabras para tenerme caliente.
Con mis brazos sobre sus hombros, me aupó sobre ella, y metió bruscamente sus dedos dentro de mí.
-Ahh... -Grité levemente, mientras subida a ella, movía sus dedos con rapidez dentro de mí.
-Si gritas, paro. -Me susurro entre una pequeña sonrisa, y con mucha poca fuerza de voluntad, enredé mi mano en su pelo mojado para poder sostenerme y aguantar mis ganas de arañar y gritar, hundí mi cabeza en su hombro para tratar de calmarme y evitar que mis gemidos se oyeran lo mínimo posible.
Mordí y marqué mis dientes en su clavícula, gemí y me retorcí como pude apoyada sobre esa puerta, traté de no gritar. Pero era algo imposible.
-No pares. -Supliqué, con el orgasmo atrapado en mi garganta, gemí de nuevo y fue entonces cuando, con más fuerza, metió sus dedos hasta poder tocar casi mis entrañas.
Segundos después, sentí como el dulce y jugoso liquido salía de mi vagina y hacia resbalar con más sutileza los dedos de Brittany. De mis labios, sin tener intención de que pasará, salió un largo y dulce orgasmo que consiguió descargar toda la tensión que llevaba acumulada en estos últimos días. Aquel grito me lleno plenamente.
Brittany sacó sus dedos de mi interior y sentí mis piernas temblar, y sin soltarme, aun entre sus brazos, lamió sus dedos, disfruto, y gimió, cuando me llevó a la cama bruscamente. Todo de lo que estaba preocupada, había desaparecido, solo podía pensar en ese hermoso cuerpo desnudo y mojado de piel clara, y sus hermosas curvas que se acercaba poco a poco a mí, y me miraba con deseo, lujuria y amor.
Una vez sobre la cama, Brittany no podía esperar. Su paciencia había acabado. Me sacó las bragas, y llevó sus labios a mi palpitante y aun húmedo coño. Sentí su lengua recorrer mi zona venus, y no pude evitar tener un pequeño espasmo y botar sobre la cama. Agarré y retorcí las sabanas, mientras la lengua de Brittany, me hacía gemir continuamente. Su lengua toco mi clítoris varias veces y eso hacía que me retorciera más. Sabía cómo dominarme, sabia como hacerlo.
Mis piernas ya estaban temblando, y mi garganta me prohibía respirar, tragar, o hacer cualquier otra acción. Como cualquier parte de mi cuerpo, solo podía gemir con fuerza y retorcerme mientras arrancaba las sabanas con las palmas de mis manos.
Mis labios se mantenían abiertos, mis manos se aferraban a las sabanas cada vez más, y mi cintura bailaba al ritmo de la lengua de Brittany.
Brittany mordió el labio de mi vagina, y tiró de él. Volviendo hacer que botara sobre la cama, me besó una y otra vez, mientras mi cintura lo único que hacía era impulsarse más a sus labios, y sentir aquella dulce sensación más fuerte.
Cuando sentí la lengua de Brittany salir de mi entre pierna, y sentí una ráfaga de aire frío, Gire mi mirada y la ventana del balcón se había abierto, pero Brittany levantó mi camisa ignorando que el frío del invierno se estaba apoderando de la habitación, y besó con dulzura mi abdomen, llegando a mis labios, y dejándome saborear mi propio y dulce sabor.
Nuestras lenguas se entrelazaron rápidamente, y el roce de sus labios seguía poniéndome nerviosa. Sus manos recorrían mis curvas y mis pies jugaban con los suyos. Besándola una y otra vez, seguidas. Mordí con fuerza su labio interior para dejar marca. Apreté con mis dientes y escuche a Brittany gritar. Pero la ignore y seguí apretando unos segundos más.
Brittany miro su labio como pudo al sentir la sangre caer dentro de su boca, me fulmino rápidamente con la mirada, pero nada que un beso, no solucionara eso. Besé la herida que había provocado, y fue entonces cuando ella fue hacia mi cuello y comenzó a morder con fuerza en varios sitios. No podía decirle nada, aunque golpeé varias veces su espalda.
Sus labios hacían fuerza contra mi cuello, y ella estiraba con fuerza. Sabía lo que quería hacer, no podía reprochárselo...
Segundos después, Brittany estaba a mi lado, ella me miraba sin dejar de sonreír, y yo miraba el gran desastre que había hecho sobre su labio...
-Ahora es cuando nos dormimos abrazadas, y le dan por culo a todos. -Dije, cuando Brittany, besaba despacio mis labios, en cortos periodos de tiempo, y yo trataba de desacelerar mi respiración, aun agotada por esos cinco o más minutos que había estado follandome con sutileza aunque con mucha fuerza.
-Haremos una cosa, iremos a comer, volveremos, y no sé qué va a hacer tu amiga, pero dormiremos juntas por la tarde, luego por la noche veremos una película con tus hermanos, mientras cenamos pizza, yo invito. Y después veremos una película, solo tú y yo, en el salón, con palomitas y helado. Y cuando subamos te juro que esta vez sí voy a dejarte gritar. -No pude evitar sonreír, Brittany siempre conseguía hacer que mi rostro se iluminara de felicidad, y no era solo porque había mencionado lo de gritar.
-Creo que es una idea genial. -Acaricie su mejilla dulcemente, y deslice mi dedo pulgar sobre su herida en el labio.
-¿Es genial? -
-Todo lo que tiene que ver contigo es genial. -Terminé, y ella me besó dulcemente.
-Te quiero. -Susurró rápidamente.
-Yo también, Brittany Susan Pierce. -La besé por última vez, e inspiré profundo cerrando los ojos, solo unos segundos.
-Tengo que vestirme. -Escuché a Brittany reírse, mientras yo seguía con los ojos cerrados, sentí algo caliente bajo mi oreja. -Santana... -Escuché a Brittany, y la seguí ignorando.
-Coge ropa de mi armario, ponte lo que quieras. -Segundos después, Brittany besó mi frente, y se levantó de la cama.
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Diez minutos después, cuando abrí los ojos, vi a Brittany vestirse, se había puesto unos pantalones largos negros, y llevaba un jersey de lana blanca, hecha a punto. Reconocía esa ropa, y podía decir, que le quedaba mejor a ella, que a mí. Llevaba sus bambas de bota, las típicas blancas, que casi siempre usaba cuando nos veíamos.
-Mi ropa te queda mejor que a mí. -Sonreí, y me levanté rápidamente. Al escuchar a mis hermanos pelearse.
-Solo es para hoy, te lo devolveré esta noche. -Dijo seria, si quiera tomó en cuenta mi cumplido.
Me levanté, sin bragas y aun con esa camisa ancha que me llegaba hasta los muslos, y abrí mi armario. Saqué un vestido Prada, casual. Blanco con estampado de flores blancas agrisadas.
Me desnudé sin piedad, mientras Brittany colocaba los cordones de sus bambas dentro de ellas. Caminé hasta mi cama, para llegar a la mesita de noche, donde saqué una tanga blanca, para que no se marcara en el vestido.
Una vez vestida, me puse mis tacones blancos, y fui al baño para ver cómo me quedaba, obviamente me quedaba genial. Excepto las enormes marcas de Brittany había dejado sobre mi cuello. Dos marcas lilas, sobre mi piel, hacían parecer que hubiese recibido una paliza únicamente en esa parte de mi cuerpo. Sonreí, aunque no debía hacerlo. Hay muchas partes en mi cuerpo donde puede hacer eso, y lo hace donde más se ve.
Salí y vi a Brittany al teléfono. Me hizo una señal de silencio, colocando su dedo sobre sus labios, hice lo que me dijo, y minutos después colgó y me miró con una sonrisa.
-Eres preciosa. -Me besó la mejilla, y preparé mi bolso, móvil, y tarjetas de crédito.
Me puse una chaqueta que me llegaba hasta las rodillas, y me recogí la melena en una apretada, y tensada cola de caballo.
-¿Vamos abajo? -Brittany, me abrió la puerta, y me cogió de la mano. Al bajar, Artie, Alex y Quinn estaban entretenidos viendo los dibujos en la televisión.
-¡Menos mal! -Gritó Quinn, levantándose del sofá, y cogiendo a Alex acto seguido.
-Nos estábamos vistiendo. -Miré a Alex, y a Artie.
-He vestido a Alex, y bueno Artie solo me ha dejado elegir la ropa. -Dijo Quinn. Alex llevaba una chaqueta grande negra, y unos pantalones rosas, Artie llevaba una chaqueta Americana, roja y blanca. Con bambas Adidas, y unos pantalones tejanos negros.
-Tú, y tus pijadas en la ropa. -
-Sabes que no me gusta que la gente vista mal, van muy adorables. Así que, vámonos. -Saqué mi teléfono, debía llamar a Puck.
-Llamo a Puck para que venga, y nos vamos. -
-Ya le he llamado yo. -Interrumpió Quinn, no pude evitar sonreír. Sabía todo lo que tenía que hacer, y como lo tenía que hacer.
-Pues vamos. -Dijo Brittany. Pasó su brazo por mi cintura, y caminemos hasta la puerta. Abrimos los paraguas, y caminamos hasta la limusina que nos esperaba en la puerta.
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Salimos y vimos a Puck frente la limusina esperando, con un paraguas en la mano, Alex estaba en los brazos de Quinn y Artie estaba a mi lado, mientras que Brittany, sostenía por la cintura.
-Quiero ir delante, ¿puedo Santana? -Dijo Alex, Puck, con la puerta entre abierta, se encogió de hombros.
-Si. -Dije, cuando Quinn la siguió y las dos subieron delante del coche.
-¿Hay sitio para mí? -Preguntó Artie.
-Claro, Alex se pondrá sobre mis piernas. El sitio al que vamos no está muy lejos. -
Artie, Alex y Quinn subieron delante, y Brittany y yo nos quedamos solas atrás. Como algo habitual, el destino siempre no dejaba solas.
-Siempre acabamos solas, esto es una señal. -Dijo Brittany, cuando Puck cerró la puerta trasera.
-¿Una señal? -Pregunte.
-Si. Y te has puesto un vestido corto, me estas provocando mucho señorita López. -Sonrío Brittany, pegándose como podía a mí.
-Me has dicho, que sería esta noche cuando continuaríamos, me estas provocando tu a mí. -
-Me encanta oírte gritar. -Mordió su labio inferior, y desabroche mi chaqueta, ya que la calefacción me hacía pasar calor.
Mi móvil sonó, y vi que era un número desconocido. No dude en cogerlo. Hasta escuchar la voz angelical de Alison tras la línea telefónica.
-¿Cómo está mi prometida? -Preguntó, una sonrisa se ilumino en mi rostro, mientras Brittany, ya estaba comenzando a poner su mano en mi pierna.
-Pues, genial. Un poco cansada, ¿Y tú? –
-Cansada también, escucha. –Pausó unos segundos. –Salgo a comer, y como no conozco a nadie más, aparte de ti y la chica de la que te hablé, pues, ¿Quieres venir? –Preguntó, no podía negarme.
Esperé unos segundos, Brittany se acercaba a la zona prohibida. –Pues, pues, estoy en la limusina. Voy a comer también, ¿Le digo a Puck que pase a bu-uscarte? –Brittany ya había rozado mi ropa interior, al haber acabado la frase. Le di un azote en la pierna, y sacó su mano rápidamente.
-No, mándame la dirección, me apetece conducir. Hace mucho que no lo hago. –
-Está bien, creo que iremos Bouley, 163 de Duane Street es la dirección. –Escuchaba, y sentía la sonrisa de Alison tras el teléfono. -¿Dónde estás ahora? –
-Estoy en el Manhattan, un poco lejos, pero llegaré en unos veinte minutos. –
-Está bien, te espero ahí, un beso. –
-Te veo, preciosa. –Colgué la llamada, y Brittany ya estaba encima de mí. ¿Nunca te cansas?
-Brittany, -Ella, besaba mi cuello, -Brittany. –Pausé. - ¡Brittany! –
-¿¡QUE!? –Exclamó, arqueé una ceja, y volvió a mi cuello.
-Mis hermanos están a un metro de nosotras, por favor. –
-Como si eso te hubiese parado antes, vamos, sube a mis piernas. –Dio dos palmadas en sus muslos. Rodé mis ojos, y me quedé quieta en el sitio.
-No hace ni media hora, ¿Te cansas alguna vez? –
-¿A caso tu si? –Sonrió pícaramente, y alzó una ceja. Le devolví la sonrisa. Y rasqué mi frente con la palma de mi mano.
-A ver, no me canso. Lo sabes, pero hay que tener un poco de sentido moral. Sabes que si solo estuviésemos tu y yo, en la limusina, con Puck distraído, sabes que nadie me para, pero no es así. –La mano de Brittany volvió a estar sobre mi pierna, pero se mantuvo quieta sobre mi muslo.
-Mírame a los ojos y dime que no quieres. –La ignoré y seguí mirando a otro sitio donde no fuera su rostro. Las musarañas tal vez. –Santana, vamos mírame y dímelo. –No dije nada, y simplemente me mantuve callada. –Si no me miras, no te hablaré en todo el día. –Volví a ignorarla. Simplemente me callé, a ver si era capaz de no hablarme. –Te vas a arrepentir. –
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Durante todo el poco camino que quedaba, Brittany había estado callada con la boca cerrada. Mientras yo, hablaba con Alison por mensajes, ella ya estaba llegando. Mientras Quinn pedía mesa con mis hermanos, Brittany a mi lado, (callada, pero a mi lado.) Esperaba a que viniera Alison, aunque ella no tenía ni idea de quien era, o al menos, eso pensaba.
Vi un Audi A1 aparcar frente el restaurante, y la vi bajar abriendo el paraguas. Sonreí ampliamente al verla, y ella imitó mi gesto. Con el paraguas sobre ella, vi que llevaba una chaqueta muy formal, color gris oscuro, y unos pantalones blancos muy ajustados, mientras que por debajo de su chaqueta, vi una sexy camisa de tirantes, o suponía que era de tirantes. Sobre todo eso, llevaba guantes de seda, y una bufanda de lana blanca, con el pelo cayendo por sus hombros, y muy poco maquillada. Formal y casual a la vez, estaba preciosa.
Alison le entregó las llaves al guarda coches, y se acercó con sutileza a mi lado.
-¡Santana! –Me abrazó con fuerza, y le dio dos besos a Brittany. –Te veo mejor que la última vez, ¿Arreglaste lo de esa chica? –Sonreí, y moví mi cabeza señalando a Brittany. -¿Es ella? –Me susurró, en un tono, muy, muy bajo.
-Sí, es ella. –Le susurré también.
-Es preciosa. –Susurró exagerándolo completamente. No dejaba de sonreír, eso era genial.
-¿Y la tuya? –Pregunté, entre risas, mientras, Brittany. Se mantenía quieta y callada. Creo que ni si quiera me miraba. Sé que no me iba a hablar, pero de todos modos, sentía su sonrisa detrás de mí.
-La he visto esta mañana… todo mal. –
-¿Qué? –Titirité, y me encogí, tenía frio. Y pese a que Brittany no me hablaba, rodeó sus brazos en mi cintura, y apretó su cuerpo contra el mío. -¿Qué ha pasado? –Dije sorprendida. ¿Cómo a una chica tan dulce y bonita como Alison le puede ir mal con una chica?
-Te cuento dentro, te estas helando. –Alison, me dio un toquecito en el hombro, y entonces Brittany besó mi mejilla, aun callada. Me tomó de la mano.
Entramos al restaurante, y vimos a Quinn, Alex y Artie sentados en una mesa de seis, Quinn, me miraba con una sonrisa. Aunque, de la manera en la que miraba a Brittany, no era muy agradable. No llega a comprender porque.
Me senté en el medio, Alison a mi lado, y Brittany en el otro, miré a Alison, y ella estaba completamente callada.
-Perdón, enanos, ella es Alison. –Artie abrió sus labios mientras sonreía. –Quinn, Alison, Alison, Quinn. – Quinn le dedicó una sonrisa, y vino el camarero. Me sorprendí al ver que era Kevin. Rápidamente me levanté, y me lancé a sus brazos.
-¿Santana? –Preguntó, alucinaba un poco. Tal vez no le dio tiempo a mirarme a la cara. Hasta que lo hizo. -¡SANTANA! –Me abrazó fuertemente con sus ahora fuertes y musculados brazos.
-¡Cuánto has cambiado! ¡Estas guapísimo! ¿Qué haces aquí? –Pregunté. Sin dejar de sonreír, y mirarle. ¡Dios, Era Kevin!
-Estoy trabajando aquí, mientras me estoy sacando el título de profesor. –Sonreí, y me sorprendí al escuchar esa hermosa noticia.
-¿Tanto tiempo tienes? ¡Eres increíble! –Miré sus gafas, y de nuevo me miró a mí, siempre usaba esas gafas. Nunca se las ha cambiado.
-No, tiempo no tengo, pero los miércoles y sábados, uso mis tres horas libres para ganar algo de dinero, para poder pagar el piso de alquiler, mas caprichos. –
-Qué fuerte. –Me sorprendí, abriendo mi boca de par en par. -¡El niño de papá se ha independizado! –Él sonrió y miró la pequeña libreta que había sobre sus manos.
-Bueno, ellos me dan algo cada mes, pero muy poco, no me da con eso, aunque haciendo todo solo me siento mejor, así sé que todo lo que he hecho ha sido gracias a mi sudor y esfuerzo. –Hizo una pausa, mirando a todas las personas que habían sobre la mesa, -Santana quiero volver a verte. Necesito tu número. –Saqué mi móvil rápidamente, y se lo entregué para que apuntara su número. Eso hizo, y volví a guardar mi teléfono.
-Perdón, no te he presentado, se habrán quedado ‘¿Quién es este?’ –Dije, volteándome y mirando a todas las personas de la mesa que nos miraban muy atentos. –Él es Kevin, Kevin McHale, mi mejor amigo desde hace más de dieciséis años, y hacia cuatro que no le veía. –Brittany, Quinn, Alison y mis hermanos le saludaron, y entonces volví a sentarme.
-Bueno preciosas, y preciosos. –Le guiñó un ojo a Artie, -¿Qué deseáis pedir? –
-¡Quiero algo con muchas patatas! –Exclamó Artie desde la otra punta de la mesa.
-Yo quiero un filete con ensalada, -Dije. Kevin lo apuntó todo, y nos miró, esperando a que los demás pidieran.
-Yo quiero lo mismo que Santana, así que serían dos. –Dijo Alison.
-Tres. –Añadió Quinn.
-Cuatro. –Rio entre dientes Brittany.
-¿Alex? -
-Yo quiero lo mismo que Artie, algo que tenga muchas patatas. –Kevin lo apuntó, y entonces miró a Quinn, Alison y Brittany.
-Entonces, lo que ponga con las patatas, ¿Os da igual? –
-Pon hamburguesa, o un bistec, algo no muy fuerte, Alex no digiere bien la comida fuerte. –Kevin lo apuntó todo de nuevo, y al alzar, vi a Quinn mirando mal, a Brittany. De nuevo.
-¿Quinn te pasa algo? –Preguntó Brittany, inocentemente.
-No, nada. –Quinn giró su mirada, y no dijo nada más.
-¿Qué queréis para beber? –Preguntó Kevin, antes de marcharse por fin.
-Para ellos, -Señalé a Artie y Alex con mis dedos. –Agua, yo quiero Coca-Cola, sin cafeína. Por favor. –Terminé.
-Yo quiero Coca-Cola. –Dijo Brittany. –Pero con cafeína. –Me miró, y sonrío, yo pedía sin cafeína para poder estar tranquila, y sabía perfectamente porque, ella, la pedía con.
-Agua con gas. –Dijo Alison, y continuó Quinn.
-Quiero lo mismo que ella. –Kevin, puso el punto final en su libreta, y la guardó en su delantal negro.
-Bueno, enseguida lo traigo, y, encantada de haberlas conocido señoritas, Santana. Te llamaré. –Le dediqué una de mis mejores sonrisas, y se marchó rápidamente.
A Kevin le conocí con ocho años, nos llevamos mal varios años, hasta que cumplí los quince, cuando supe que era lesbiana, y él fue el único a mí alrededor que me entendió, y me quiso pese a ello. Con el probé por primera vez un cigarro, y también probé por primera vez el Alcohol. Y solo eso eran pequeñas cosas que viví con él. Tenemos una casa en Chicago, cerca de donde vive mi abuelo, nosotros nos encaprichamos con esa casa, fue algo increíble. Entrabamos y estaba nueva, reformada, pero sola. Así que, mi Abuelo nos compró la casa. La seguimos visitando todos los días, tres veranos durante tres años, uno de esos veranos, con dieciséis años, fue la primera vez que tuve sexo, una pena que fuese una zorra, y me engañara. Cuando cumplimos los dieciocho, nos mudamos juntos ahí durante tres años consecutivos, pasamos grandes momentos y grandes peleas en esa casa, pero al fin y al cabo, él se fue a estudiar, y yo me vine a New York con Quinn, y comencé a hacer de todo menos ser una persona madura. Sexo, y fiesta.
A partir de estar un año haciendo cosas indebidas, Quinn me obligó a parar, y entonces este año comencé a vivir solo del sexo, y a trabajar en el bar, que gracias a dios pude dejar.
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Diez minutos después, Alex, y Artie, hablaban y Quinn hablaba con Alison, sin embargo, Brittany estaba callada, y yo hacía lo mismo, a causa de que no me hablaba.
-Brittany, -Le susurré, se mantenía callada. –Vamos, háblame. –Pausa. –Brittany, no seas inmadura. Por favor… -Pausa. –Te juro que como no me contestes, te quedarás sin sexo por meses. –
-No te lo crees ni tú. –Dijo, por fin. Sonreí ampliamente, pero necesitaba más.
-Mírame a los ojos y dame un beso. –Brittany sin duda, no me miró, y yo simplemente hablaba bajo, con el sonido del restaurante, y mis hermanos hablando tan alto, estaba segura de que nadie podía oírme.
-No. –Susurró Brittany. Me levanté cabreada, y comencé a caminar.
-¿Santana dónde vas? –Escuché a Alison, me volteé.
-Voy al baño. –Me volteé y seguí caminando.
Llegué al servicio, y me miré en el espejo, apoyada en la pica, soplé y titirité de frio. Entré al baño, e hice pis. La puerta de fuera, se abrió, y con toda mi curiosidad, Miré si era Brittany.
Al poner el ojo sobre la línea que había entre la puerta y la pared, vi que era una chica de pelo oscuro, así que, no era Brittany. Terminé, y salí, me lavé las manos.
Le di al botón de secador automático, y un ruido estruendoso rebotó en los baños, la chica que había entrado, salió, y yo seguí en secando mis manos.
Escuché la puerta abrirse, pero simplemente lo ignoré. Cuando, sentí un fuerte golpe en mi nuca. Caí al suelo.
Sostuve mis manos en mi nuca al caer al suelo, mi vista se nubló, y vi a un chico rubio vestido de negro alejarse sin mirar atrás.
Viendo cada vez más nubloso, saqué mis manos de mi nuca, estaban llenas de sangre. Traté de levantarme, y volví a caer. Mi cabeza se golpeó contra la pared, y mis ojos se cerraron de golpe, cayendo inconsciente.
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW. ¡DEMASIADA TENSION TIENE BRITTANY CON QUINN! Y SORPRESA, TAL VEZ LA PERSONA QUE AGREDÍO A SANTANA, ¿FUE ESA PERSONA QUE LA PERSIGUE? Que mejor idea que seguir a tu presa cuando esta en el baño, y sola. ¿Un chico rubio? Todo es demasiado raro, pero si quieren saber mas, ¡HAY QUE ESPERAR UN POCO!
DIGANME EN LOS COMENTARIOS SI LES GUSTÓ, O LO QUE SEA,
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
COMO LO DEJAS HASTA HAY?!!?!? Actualiza liego por favor!!!! Tal vez sea Sam Pero las brittana siguen siendo tiernas :(k):B
amanda2070*** - Mensajes : 134
Fecha de inscripción : 20/02/2014
Edad : 23
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Eso es crueldad pura y dura como lo dejas ahí! Dime que britt va al baño por ella tienes que actualizar pronto porfaaa besos y hasta la próxima que será pronto verdad jaja saludos
Dolomiti- - Mensajes : 1406
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Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Amanda2070 escribió:COMO LO DEJAS HASTA HAY?!!?!? Actualiza liego por favor!!!! Tal vez sea Sam Pero las brittana siguen siendo tiernas :(k):B
YA VOLVÍ Y CON MUCHA PRISA, ASÍ QUE GRACIAS POR COMENTAR, TE DEJO EL CAP DE MAS DE 5.000 PALABRAS PARA QUE LO DISFRUTES!
Dolomiti escribió:Eso es crueldad pura y dura como lo dejas ahí! Dime que britt va al baño por ella tienes que actualizar pronto porfaaa besos y hasta la próxima que será pronto verdad jaja saludos
crueldad no, es simplemente morbo, algo que necesitamos TOOODOS y que real mente es lo que la historia necesita, y creeme no es nada esto con lo que va a pasar acontinuacion, espero que te guste este nuevo cap!
paulitahope**** - Mensajes : 151
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Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
MI ADICIÓN ERES TU||CHAPTER 17||RUBIO SIN CARA
-¡SANTANA DESPIERTA! ¡¿SANTANA ME OYES?! –Escuché en eco en mi mente. – ¡POR FAVOR, DESPIERTA!–Escuché de nuevo en mi cabeza, mientras todo se movía y mis ojos se abrían poco a poco.
Sentí un golpe contra mi cuerpo, y algo abrirse de golpe. –Brittany, deja de gritar joder. –
-Cállate la boca Fabray, llévate a los niños fuera de aquí. ¡JODER! –Escuché un golpe, que hizo temblar todo mi cuerpo. Mis ojos cada vez se abrían con más fuerza, sabía que era la voz de Brittany, y oírla sollozar me impulsaba a abrir los ojos. Me sentía pesada, y me dolía muchísimo la cabeza.
-¿Alguien va a venir? Tenemos que irnos ahora, o puede morir. –La voz aguda de un hombre, sonó cuando abrí mis ojos por fin, viendo todo doble, abrí mis labios e intenté hablar.
-Yo, yo voy. –Mi cuerpo volvió a tambalearse, y sentí como el sitio donde estaba estirada, se elevaba y caía sobre hierro.
-¿Brittany? –Murmuré, no me escuchó, supongo, no dejaba de llorar, cuando, alzó la mirada e intenté levantarme como pude, mi cabeza comenzó a dar vueltas de nuevo, y Brittany me sostuvo quieta sobre la camilla.
-¿Santana? –Dijo, mientras intentaba calmar sus sollozos. –Dios, estas bien. –Respiró profundo, mis ojos se cerraban poco a poco. –Vale, no te muevas. No hables, no hagas nada. -
-¿Pero qué ha pasado? –
-¡SANTANA NO HABLES! –Gritó, -No hagas nada, por favor. –Brittany parecía más nerviosa. Cada segundo, cada momento, temblaba más.
-No me grites. –Brittany respiró hondo y se arrodillo a mi lado, observé la ‘Sala’ donde estaba, mi cuerpo se movía de lado a lado, y sabía, que era una ambulancia, al escuchar la alarma de la ambulancia.
-Lo siento, lo siento. –
-Me duele mucho la cabeza, -Murmuré de nuevo, cuando mis lágrimas cayeron por los bordes de mis ojos, seguí temblando, tenía frio, ¿Me estaba muriendo o qué? El dolor en mi cabeza era interminable, sentía latir mi nuca, como si mi corazón hubiese subido hasta arriba. –Tengo mucho frio. –Brittany se sacó la chaqueta, y fue a ponerla sobre mi cuando un hombre no se lo permitió.
-Señorita, póngale algo más suave y poco pesado, ahí hay sabanas. –Brittany corrió y sacó una sábana, y la pasó sobre mi cuerpo.
-Tengo, tengo mucho sueño. –
-Duérmase, enseguida llegaremos al hospital. –Cerré los ojos seguidamente, y escuché de nuevo a Brittany llorar, cosa que me impedía dormir, pero una vez haberlos cerrado, sentí como unas manos cubría la mía.
-Te vas a poner bien, -Unos labios, rozaron los míos, pero un roce demasiado pequeño. –Pienso matar a quien te ha hecho esto. –
****
Abrí los ojos, y vi una sala completamente blanca, no había nadie en la habitación, esta vez el dolor que sentía, se redujo, era un alivio, aunque no podía moverme. Estaba cubierta con mantas, y había botellas de agua medio llenas sobre una mesita, suponía que era el hospital. Había mucho silenció, y traté de levantar mis brazos pero estaban conectados a sueros. Y a una vía, estaba asustada, y sola.
Una puerta grande, se abrió de par en par, y vi a Brittany entrar con una bolsa blanca sobre su brazo, unos pantalones de chándal, y una camisa de tirantes.
-¿Ya estas despierta? –Preguntó con una sonrisa.
-¿No debería estarlo? –Le contesté, forzando una sonrisa.
-La anestesia hace más de lo que pensaba. - Dejó las bolsas sobre la mesa llena de botellas, y se acercó a mí. Dejándolo todo, cogió una silla y se puso lo más cerca posible a mí.
-Por favor, dime que no llevo un mes aquí dentro. –
-No, solo desde ayer, ¿No te acuerdas verdad? –Fruncí el ceño, -No, no lo haces. –Sonrió y agarró mi mano con fuerza. –Cuando lleguemos estabas dormida, y cuando fueron a mirarte la conmoción, el golpe, y a coserte la herida, comenzaste a gritar, te anestesiaron rápidamente, y estuviste seis horas en observación. –
-¿Me voy a morir? –Brittany, sonrío, y negó.
-No, claro que no. Pero por poco, fui a verte al baño porque tardabas mucho, cuando llegue estabas en el suelo, pensaba que estabas muerta, -Respiró profundo. –Te golpean un poco más abajo, y estaría preparando tu funeral. –Trató de sonreír, pero su voz tembló demasiado para evitar que aquella lágrima cayera sobre su mejilla.
-No llores, por favor. –Le supliqué, -Estoy bien. –
-Sí, lo estas. –Entrelazó sus dedos con los míos, y miró hacia abajo.
-Si te pido un beso, ¿Me lo vas a negar? –Ella levantó su cabeza, y se inclinó.
-Nunca más haré eso, aunque esté cabreada, Juro no rechazar un beso tuyo nunca más. –Brittany, rozó sus labios con los míos y acaricio sutil mente mi mejilla.
-Nuestro día se echó a perder. –Traté de reír, cosa que me salió mal al sentirme tan débil. –Lo siento. –
-No te disculpes, gracia a dios podremos tener muchos días más. –Besó mi mano, cual sostenía, mientras con la otra acariciaba los mechones que tapaban mis ojos.
-¿Tengo que pasar mucho tiempo aquí? –Torcí mis labios y tragué en seco, mirando las malas pintas de Brittany, y las grandes ojeras que recorrían sus ojos.
-Estarás aquí una semana como mínimo, no sé por qué pero tienen que hacerte pruebas, y mirarte, no entiendo cómo funciona esto, pero no importa cuánto estés mientras te pongas bien. –Una amplia sonrisa apareció entre sus dientes, y la puerta grande, volvió a abrirse, y vi a Quinn con mis hermanos entrar a la habitación, junto mi abuelo.
-¿Abuelo? –Susurré, el me miró, estaba serio, y era algo raro porque él nunca me miraba así, -¿Qué pasa? –
-¿Estas bien? –Preguntó, en los pies de la cama, apoyó sus manos, y yo rápidamente asentí, el rodeó la cama y besó mi mejilla.
-Hola Josh, -Saludó con una sonrisa Quinn, mientras se ponía lo más cerca que podía de mí.
-Hola preciosa, ¿Cómo va todo? –Preguntó amablemente. Al parecer era más amable con ella que conmigo.
-Brittany, ¿te importaría hablar conmigo un momento? –Brittany, se levantó de la silla y caminó hacia fuera, mi abuelo, no dijo nada y esperó unos segundos, me imaginaba lo que le iba a decir, y no era algo agradable.
Cuando ambos desaparecieron, por la puerta, Alex subió sobre la cama, y la miré con una sonrisa, -¿Cómo está mi hermana favorita? –Ella no sonreía, supongo que el hecho de ver a su hermana sobre una camilla de hospital atada a cables, no era agradable.
-No me gusta verte aquí, nos iremos en tres días, y no vamos a poder estar contigo, haciendo cosas. –Sollozó la pequeña.
-No te preocupes por eso, en cuanto salga de este sitio iré a buscaros, lo prometo. –Le hice una señal a Quinn, para que se acercara, eso hizo, se acercó a limité de beso, moví un poco mi cabeza, con dolor sobre ello, y separé mis labios cerca de los suyos.
-¿Qué, Que quieres? –Preguntó la rubia mientras Artie hablaba con Alex, miré a Quinn, aun con la cabeza girada.
-No quiero que traigas a Alex y Artie al hospital, por favor, llévatelos. –
-¿Quieres que me vaya? –
-No, no quiero pero con ellos aquí me sentiré peor de lo que ya me siento. –Susurré.
-Está bien, volveré mañana. –Quinn sonrió y besó mi mejilla. –Te quiero. –
-Yo también. –Quinn me miró de reojo, Alex y Artie se levantaron, me dieron un beso en la mejilla, y se fueron.
Iba a ser una semana larga, me dolía mucho la cabeza, y lo peor era que no lo sentía hasta moverme. No sabía con qué me habían golpeado, pero solo sé que me hicieron una brecha. Y que el hijo de puta que me persigue es rubio. Pelo corto, y es de cuerpo muy grande…
Pasaron minutos tras minutos, y simplemente me quedaba quieta, no podía moverme y ni quería… Brittany no entraba. Escuchaba los gritos de Brittany en mi cabeza, tal vez ella pensaba que estaba muerta, o que me quedaba poco para estarlo. No sé qué tipo de pruebas me habían hecho, pero me sentía mucho mejor, y tenía mucha hambre. Sed. Todo.
La puerta se abrió y vi a un chico con bata de hospital entrar por la puerta con una carpeta sobre sus manos.
-Bueno, ¿Ya estas despierta? –Asentí. -¿Cómo te encuentras? –
-Me duele, me duele la cabeza pero puedo aguantarlo. –Hice una pausa. -¿Puede explicarme que me ha pasado? Sé que recibí un golpe, pero, explícame, por favor. –
-Bueno, recibiste un golpe muy fuerte cerca de la nuca, eso te provoco un Traumatismo Craneal, el golpe no fue directo a la nuca, pero un poco más, y estarías muerta. El palo, bate, o lo que quiera con lo que te hayan dado, llevaba como pinchos, o algo que te abrió una herida y eso fue lo que te hizo sangrar y dejarte inconsciente, a parte del golpe. –
-¿Qué pruebas me hicieron ayer? –Pregunté
-Radiografías y escáner, pasamos muchas horas mirando que el golpe no hubiese tocado el cerebro, y sobre todo si esto acabaría contigo. –Hizo una pausa larga, -Pero, el golpe, aunque fue muy fuerte. No fue lo suficiente como para matarte. –
-¿Entonces, cuando voy a salir de aquí? –
-Estarás unos días más, puede que una semana. Aunque no haya avisos de conmoción, o problemas dentro de tu mecanismo cerebral, debemos tenerte vigilada, de momento no puedes caminar, ni moverte de la cama, al caminar o intentarlo, podrías marearte y caer de nuevo al suelo desmayada. –
-¿Tampoco puedo comer? –Pregunté, esperando que sintiera lastima y aunque no pudiese me diese algo de comer.
-Por supuesto, ahora son las cinco y cuarto, no tardarán en traerte algo para comer, pero ahora que lo que menos te preocupe, es forzarte a cualquier cosa. –
-Está bien. –Sonreí, como pude.
-¿Estás sola? –
-Mi novia esta fuera, no tardará mucho en entrar. –El doctor asintió, y miró su carpeta por última vez.
-No puedes quedarte sola, ¿Cómo se llama? –Preguntó mientras abría la puerta.
-Brittany. –
-Le diré que entre, tan solo espera unos segundos. –Asentí, y cuando la puerta se cerró tras el doctor, inspiré hondo y cerré mis ojos.
*****
-Cuando ella se levante hablaremos con ella, lo que necesita ahora es dormir. –Mis ojos, rápidamente se abrieron al oír la voz de Brittany. Y mi sonrisa se ilumino de forma increíble al verla a mi lado de nuevo.
-Hola, -Le sonreí mirando su mano agarrada a la mía, y ella sin soltarme se levantó y acarició mi frente.
-¿Cómo te encuentras? –
-Me, me encuentro mucho mejor. –Respondí, tragando en seco de nuevo, -Tengo hambre. –
-Te han traído comida, pero como te has dormido, se habrá enfriado. –Arrastró una mesa, y la puso al lado de la cama.
-¿Qué es eso? –
-Té, y un bollo, no puedes comer cosas duras, no sé cómo mierda se lo montan. –Abrió el plástico que envolvía el bollo, y lo puso entre mis dientes, mordí despacio, apenas podía abrir mi boca.
Mastiqué despacio, era un bollo demasiado blando, y se disolvía en mi boca, no sabía que mierda era esa. –Me siento una niña pequeña. –
-Ahora mismo, lo eres. –Sonreí, mientras seguía comiendo poco a poco. –Solo espera unos días, e iremos a casa. –
*****
Un rato después, Brittany y yo mirábamos una telenovela que daban en la pequeña televisión colgada en la pared blanca del hospital. Ella no me había soltado la mano en ningún momento, había pasado una hora, no había visto a mi abuelo, tampoco quería preguntarle de que habían hablado porque tal vez había una ley contra eso, en Lopez PVH o, no sé. Pero por intentar no perdía nada.
-¿Para qué te necesitaba mi abuelo? –
-Nada importante. Pero estaba muy cabreado conmigo. –Fruncí el ceño, no hizo falta ni preguntarle porque, se había cabreado, -El piensa que al haberte contado todo esto, la persona que intenta hacerte daño, por fin ha marcado territorio. –
-¿Marcar territorio? –Pregunté.
-Él pudo matarte, Santana, pero no lo hizo. Él ya sabe que tú sabes de su existencia, va a ir a por ti. No puedes estar sola, en ninguna parte. Ni al servicio. –Hizo una pausa, rápidamente, comenzó a llorar inexplicablemente. –Esto es mi culpa, no debía haberte dicho nada. –
-Esto no es tu culpa, saldré de aquí y me protegerás, ven a vivir conmigo, ¿Con quién estaré mejor? –
-Con tu abuelo, -Pausó unos segundos, y respiró hondo. –Estarás mejor en chicago, en cuanto salgas de aquí, tendrás unos días para despedirte, o hacer lo que quieras, pero te vas a chicago a vivir con tu abuelo. –
-Está bien, ¿Cuándo nos vamos? –
-¿Nos? –
-Sí, tú vienes conmigo. –La miré, -¿No? –
-Yo no puedo ir, me han retirado tu caso, Yo ya no soy quien te protege. –Mis ojos se abrieron de par en par, ¿No se suponía que debía sentirme bien? Porque no, no me sentía nada bien. –No te confundas, no estamos rompiendo, y no te preocupes por nosotras, en cuanto ahorre dinero me iré contigo. –
-Espera, no entiendo nada. ¿Por qué no eres ahora mi ‘Protectora’? No me voy a ir sin ti, Brittany. –
-Solo dame una semana, y estaré ahí, no estoy despedida. Lo único que ahora todo lo que pase contigo no será de mi incumbencia. –
-Quiero hablar con mi abuelo, ahora mismo. ¿Dónde coño esta? –
-Ha ido a comer algo, -
-Esto no va a quedarse así, ahora lo sé, bien. Iré con más cuidado, -
-Estamos hablando de mi jefe, tal vez es tu abuelo pero es un trabajo, me ha retirado de tu caso, ya no estas a mi cargo. –Hizo una pausa. –Eso no quiere decir que no vaya a seguir protegiéndote, como mi novia debo estar pendiente. –
-¿Me pondrán a otra chica? –
-No lo sé, tal vez una chica, tal vez un chico. He intentado explicárselo pero he infringido las normas, tu abuelo me culpa de que te haya pasado esto. –Respiró profundo una vez más, y entre cerró los ojos, -En parte, lo es. –Reprimió las lágrimas que habían en los bordes de sus ojos, y se volteó al oír la puerta abrirse.
Se limpió los ojos, al ver que era Josh, y su rostró se puso serio y recto, ¿Buena impresión? O ¿Tratar hacer que no le importaba haberla sacado de mi caso?
-¿Cómo te encuentras cariño? –Me preguntó con una sonrisa entre sus dientes, quería morderme la lengua para no gritarle ahí mismo, pero no podía.
-¿Qué has hecho? –Entre cerré los ojos en un suspiro furioso y frustrado. -¿Por qué ya no es Brittany quien está a mi cargo? –
-Cariño, son cosas de trabajo, no te metas ahí, -Se apoyó sobre la cama, y miró a Brittany con una mirada matadora. –Ha hecho algo mal, y debe afrontar las consecuencias. –
-¿Qué ha hecho mal? –Me encogí de hombros, -No tiene sentido, -
-Para comenzar enamorarse de ti, y después contarte algo que no debía hacerlo. –
-Si no vuelves a ponerme a su cargo, juro no hablarte nunca más. –
-Le daré otro cargo, no la estoy alejando de ti. –
-Como si lo hicieras, si le das otro cargo ¿de dónde sacará el tiempo para estar conmigo? –Cerré mis ojos, unos instantes. –Parece que solo quieras que me hagan daño. –
-Todo va mal desde que la conoces, -
-¿Perdón? –Reí irónicamente. –Supuestamente la mandaste tú, tú la mandaste por algo, tú la mandaste a mi lado. No veo que algo haya ido mal, ese hijo de puta aprovecho que estaba sola, ¿También tiene que venir ella cuando voy a mear? –
-Santana, déjalo ya. –Dijo Brittany. –No importa quien esté por ti, lo que importa es que estés bien. –
-No, no, yo estoy bien cuando tu estas cerca, -Alcé la voz. -¿Solo yo veo eso? ¿Quién sabe que es mejor para mí? ¿Vosotros lo sabéis? –
-Puedes acabar muerta, Santana. –
-Oh, claro, ¿Con otra persona no acabaré muerta? Vale, sí. Perfecto. –Brittany, con la boca cerrada. Apretó con fuerza mi mano. Y me miró inocente mente.
-Josh, amo a tu nieta, ¿Sabes que es levantarte y en lo primero que piensas es en la persona que tienes al lado? –Hizo una larga pausa, todos estábamos serios. –No comprendes, ¿que yo jamás, permitiría que algo le pasara? –Se tragó sus propias lágrimas, su mano comenzó a temblar. –No me importa si me pones otro cargo, puedo dejar el trabajo, buscaré otro, pero no voy a estar pendiente de alguien, cuando un desconocido, quiere matar a mi pareja. –Josh la miraba seriamente, y no decía absolutamente nada al respecto de sus palabras, sin embargo, yo aguantaba mi sonrisa. –La quiero, y si eso significa dejar todo atrás por ella, lo haré. –
Acaricié la mano de Brittany, mis ojos se desviaban de lado a lado, miraba a Josh y a Brittany a la vez, mi mirada viajaba de un lado a otro.
-No te estoy pidiendo que me vuelvas a dar su caso, solo te digo que perderás a una de tus mejores PVH, -Josh cada vez estaba más serio, pero no cabreado. –Y no me importa lo que diga el idiota de mi padre, tengo veintitrés años, soy adulta y responsable. –
-Santana, ¿La quieres? –
-Vale, parece que todo esto es actuación, -Me burlé. –Claro que sí. –
-Entonces hablaremos más tarde, -Miró al suelo y se inclinó para besar mi frente. –No sé qué voy a hacer, pero la semana que viene nos vamos a Chicago, esta es tu última semana en Nueva York. –
*********
Una semana más tarde...
-¿Estas emocionada? –Preguntó Quinn abrazada a mi cuello.
-¿Para qué? –
-Hoy te dan en alta tonta, ¡Por fin a casa! –Quinn sobre mis piernas, no dejaba de abrazarme.
Después de toda esta interminable semana, por fin volvía a casa, fuera cables en mis brazos, fuera pruebas, fuera cama incomoda. Por fin volvía a casa, con mi novia, y con mi mejor amiga. El día que mi abuelo se fue, volvía al día siguiente para avisarme de que volvió a estar a cargo de Brittany, pero con alguien más cerca, no me alegraba esa movida, pero podía irme a Chicago con ella. Mi abuelo me dijo que podíamos vivir en el granero que había tras la casa de él, pero solo para dormir. Si salíamos debía ser con el nuevo, o la nueva a mi cargo. Aunque, tendríamos intimidad. El solo iría a nuestro lado, aunque con Brittany me era suficiente.
Estaba real mente feliz de salir de ese horrible sitio tan blanco, y comer todas esas porquerías que me daban. Estaba deseando darme una buena ducha con Brittany, y sobre todo. Poder desfogarme.
-Sí, tengo muchas ganas. –
-Seguro que estas muerta de ganas por follar, ¿Alguna vez habías pasado tanto tiempo sin hacerlo? –Río Quinn.
-No, pero en cuanto llegue Brittany no se libra de mí. –Quinn bajó de mis piernas, mis cosas estaban listas, en toda la semana.
Solo había podido ducharme dos veces, no tenía dolores en la cabeza, pero debía volver el jueves para quitarme los puntos de la cabeza. La enorme marca lila que había sobre mi nuca se había ido, y podía mover perfectamente mi cuello.
-Tu abuelo tiene razón Santana, -Respiró profundo, y me miró con una sonrisa entre sus labios. –No deberías estar con Brittany. –
-¿Qué estás diciendo? –
-¿Te acuerdas? Me dijiste que me querías. –
-Eso fue un lio que me hice en la cabeza, claro que te quiero, pero solo como mi amiga, eres mi mejor amiga, mi hermana. –Le terminé.
Quinn se inclinó, y me besó profundamente. Me quedé quieta, sin poder reaccionar.
Sentí su lengua rozar mi lengua, mis brazos actuaron por si solos. La impulsé con mucha fuerza hacia atrás, casi cayó al suelo. ¡¿QUÉ MIERDA TE PASA FABRAY?! –
-Santana, te quiero. –
-¿Qué tu qué? –Carcajeé con fuerza. –Me da igual Quinn, no vuelvas a hacer eso. –
-Deberías desfogarte conmigo, antes lo único que te importaba era mirarme el culo, ¿Qué te ha pasado? Te has vuelto una tonta romántica. –Dijo cabreada. Muy cabreada. –Nosotras tenemos química. -
-¿Nosotras? Nunca habrá un nosotras. –Volví a reírme, esta vez me estaba burlando. –Olvídate Quinn, tengo pareja, eres mi mejor amiga, si te gusta bien, y si no tienes ahí una puerta bien bonita. –
-¿Elijes a una chica a la que conoces hace solo unos meses, antes que a mí? –
-No estoy eligiendo, así son las cosas. –Me levanté de la cama, y caminé por ella hasta llegar a mi mochila. Saqué algo de ropa, y me encerré en el baño.
*****
Salí vestida, con unos pantalones blancos ajustados y una blusa rosa de manga larga. Me coloqué una bufanda de seda sobre el cuello, y le hice una cola de caballo a mi larga melena morena.
¿Debía pensar en lo que Quinn había hecho? Si quiera sentía remordimiento ante ello, o culpabilidad, yo sabía que nada más salir y ver a Brittany volver de comer algo, se lo iba a contar. Me daba igual, quiero a Quinn, pero creo que había confundido todo, en parte es mi culpa, fui yo quien le dijo ‘te quiero’ primero, yo la cagué, fue mi error.
-Brittany, prepárate. –Me dije ante el espejo del baño con una hermosa sonrisa entre mis dientes.
Cerré los ojos y respiré profundamente, y volví a mirar fijamente en el espejo. Me volteé, asustada. Sin saber porque hice eso, volví a mirarme en el espejo, y vi detrás de mí un hombre de mi altura, sin verle la cara, de pelo corto y rubio, detrás de mí.
Grité con todas mis fuerzas hasta sentir mis cuerdas vocales rozar la pared de mi garganta. Y caí al suelo con lágrimas en los ojos. Me encogí completamente, y até mis manos a mis piernas.
La puerta se abrió rápidamente, y alguien se arrodilló a mi lado.
-Santana, -Levanté la mirada y vi a Brittany. -¿Qué te pasa? –
-Era él. –Sollocé, como una niña pequeña asustada del hombre del saco. –Estaba detrás de mí, te juro que estaba detrás de mí. –Brittany, me cogió por las axilas y tiró de mí hasta ponerme de pie.
-No hay nadie, -Comencé a hiperventilar mientras, sin poder parar, lloraba y derramaba lágrima tras lágrima. –No te preocupes, respira. –
-¿Qué ha pasado? –Preguntó Quinn preocupada, caminé, apoyada en Brittany. -¿Santana estas bien? –Preguntó al verme llorar.
-Dice que ha visto, al chico que la atacó en el baño la semana pasada, pero ahí dentro no hay nadie. –Brittany se encogió de hombros, y se puso cara a cara frente a mí, apoyé mi cabeza en su hombro, estaba asustada, le había visto. –Santana, vamos Santana, no hay nadie compruébalo por ti misma. –
-No, no, ahí no entro. –Brittany me empujó con ella y entramos de nuevo al bañó, revisé y miré aun con miedo, y sin dejar de temblar.
-¿Ves? Nada, ha sido una alucinación. –Puso sus manos sobre mis mejillas, y me dio un pequeño beso, antes de abrazarme.
-No sé qué ha pasado, pero había alguien detrás de mí. ¿Vale? Loca no estoy. –Dije, un poco más calmada, pero aun con la voz agitada. –Quiero irme a mi casa. –Limpié mis lágrimas y me solté de Brittany, abrí mi mochila, y revisé que estuviera todo, mientras escuchaba el murmuro de Brittany, y los cuatro ojos de Brittany y Quinn tras mi espalda.
Me levanté y me senté sobre la cama del hospital, y estaba ansiosa porque una enfermera entrara y me diera el alta.
Aun sentía mi corazón chocar contra mi pecho del miedo, mis piernas estaban cruzadas y mis labios sellados, aunque mi respiración agitada me delataba, tenía miedo. ¿No se notaba? ¿Cómo iba a cerrar los ojos? Hubiese sido mejor no saberlo, no tener ni idea de que esto pasaba, hubiese preferido que Brittany hubiese guardado esto para ella, y que simplemente me hubiese protegido y follado todos los días. Como hacíamos hace un par de días, ¿Qué ha cambiado? Vuelvo a estar en casa con Quinn, y ella estaba acostumbrada.
Tal vez me obliguen a ir a chicago, por mi seguridad y eso puedo comprenderlo, pero pienso pasarme día y noche follando con mi novia, ya que eso antes era lo que me preocupaba, no un puto psicópata deseando matarme.
******
Una hora después, ya me habían dado el alta y estaba esperando a que Puck llegara con la limusina para poder irnos. Quinn, decía que iba a ir delante, y yo aún seguía flipando por lo que me había dicho, pero, la comprendo porque yo no podía soportar ver a Brittany, ver besar a otra chica, es más, mataría a la chica, y a Brittany.
-¿Puck tardará mucho? Tengo ansias de llegar a casa y darme una buena ducha caliente. –Quinn se volteó y río entre dientes.
-Sí, ya, ducha. –Volvió a voltearse, y Brittany me miró con una sonrisa pícara, sí, he dicho ducha y voy a ducharme, ¿pero quien dice que no se puede follar en el agua?
-Él ha dicho que llegará en diez minutos, han pasado cinco, espera. –Comentó Brittany atando su brazo a mi cintura, y pegándose con fuerza. –
-Tengo algo de frio. –
-Cuando lleguemos te caliento. –Susurró en un volumen, muy, muy, bajo. Me ruboricé, y giré mi mirada a Quinn, que saludaba la limusina, y a Puck, desde lejos. Di dos palmadas, y con el gran bolso de mis cosas sobre mi mano, y otro sobre el de Brittany, la dejé caer al suelo.
La limusina aparcó frente nosotras, y Quinn, se montó primera, y Puck salió para coger los bolsos.
-¿Cómo te encuentras? –
-Genial, tengo que volver el jueves para quitarme los puntos de la cabeza, pero ya no me duele, así que me siento como nueva. –Puck metió los dos bolsos dentro de la limusina, y nos abrió la puerta a mí y a Brittany, íbamos con más gente en el coche, pero sin duda, el destino volvía a querernos solas.
Puck cerró la puerta tras nosotras, y se subió al coche, golpeé el cristal que separaba ambos lados de la limusina, de copiloto y pasajero, y encendió la música, como el sabia, rápidamente reprodujo ‘Love Tonight’ De Lucy hale.
-¿Para qué quieres música? –Preguntó con ojos cansados, esta vez, ella llevaba un chándal de color negro, y su camisa volvía a ser blanca, algo que le quedaba real mente sensual. –Estoy muy cansada. –
-Hoy soy yo la que quiere. –Clavé mis uñas en la piel de los asientos, e impulsé mi cuerpo hasta ponerme sobre Brittany.
-Debería devolvértelo, y hacerte esperar. –
-Oh bien, ¿No sientes compasión? He pasado una semana en el hospital, y un loco me está persiguiendo. –Me quejé, el coche arrancó de golpe y me choqué contra el rostro de Brittany. –Vale, esa ha sido una señal del destino, que quiere que actúes. –
-No, eso ha sido que tu chofer es un poco imbécil. –Dijo tocando su mandíbula, mientras reía entre dientes, y miraba sus hermosos ojos azules. –Te prometo, que estoy muy cansada, no quiero moverme. –
-Haré yo el trabajo. –Salté sobre ella, una y otra vez, insistiendo, pero podía ver las ojeras en sus ojos, suspiré profundo, y me miró intentando sonreír, -Está bien… -
-Lo que puedo ofrecerte son mis labios, si los quieres. –Rodeó mi cintura, para no dejarme escapar, y agarré su rostro entre mis manos, llevándome sus labios a la boca.
-Con tus besos, es solo suficiente. –Sonreí y pegué mi cuerpo todo lo que pude y más al suyo, quería sentirla desnuda contra mí, quería sentir su corazón latir en mi pecho, y estar abrazada a ella toda mi vida, no moverme, y decirle cuanto la amaba en la oreja hasta que mi voz no diera a más.
-¿Vamos a ducharnos, verdad? –Preguntó a milímetros de mis labios, cerca, tan cerca que al hablar sentía su aliento chocar en mis gruesos labios, y sus labios rozar los míos cuando cerraba los labios.
-Por supuesto. –Brittany sacó una de sus manos tras mi espalda, y la ató en mi mano, enredó sus dedos a los míos, mientras que con el otro brazo me mantenía cerca de ella, mientras escuchábamos la melodía de la canción chocar contra las paredes, hasta llegar a nuestros tímpanos. –Amo esta canción. –
-¿Puedes dejar de tener cosas en común conmigo? –Sonreí, no pude evitarlo, ¿Por qué mentir? Amaba cuando se ponía seria.
-No es mi culpa, -Reí, pegada a ella, con nuestras narices rozando, y nuestros labios juntos y lenguas entrelazadas, excepto cuando decíamos una oración. Una palabra, o tomábamos un respiro.
-Oh, si lo es. –Apretó su brazo contra mi espalda, -Todo es tu culpa. –Sonreía, cada vez más. –Es tu culpa que me encanté la misma música que a ti. –Hizo una pausa. –Es tu culpa que esté cansada. –Hizo otra pausa. –Es tu culpa estar tan buena. –Hizo una última pausa. –Y sobre todo, lo que mayor es tu culpa, es hacer que esté tan enamorada de ti. –
-Te quiero. –Le besé, una vez. –Te quiero. –Le besé de nuevo. –Te quiero. –Volví a besarla. –Te quiero. –Le besé una y otra vez seguidas. –Sigo queriéndote. –Le di otro beso más. –Te quiero. –Le besé, pero esta vez, esperé unos segundos más antes de soltar sus labios. –Y yo también estoy enamorada de ti. –Le dije, mientras en las últimas palabras que dije, la canción había cambiado a ‘Loved’ mi favorita.
******
Cuando llegamos a Casa, Quinn se había marchado porque había quedado con un amigo, no sabía porque, ni con quien, pero tal vez sabía lo que iba a pasar en casa, no iba a aguantar mis gritos, no iba a aguantar pasearme desnuda por la chimenea, y tampoco iba a aguantar no estar follar en cada parte de mi casa si me apetecía, Quinn no iba a volver hasta la noche, y eran las tres de la tarde, mi plan sin duda era ducharme, comer, dormir, película, y cenar. Y entre medio de algunas cosas, SE-XO.
-Por fin en casa. –Dije, detrás de Brittany, mientras abría la puerta principal, y ambas cargábamos con los bolsos.
-¿Estas cansada? –
-Mucho, pero lo que más quiero es ducharme, quiero mi champó y mis potingues para el cuerpo. –Escuché a Brittany reír delante de mí, y pasé por la puerta primera, antes que ella.
Parada frente la entrada, solté las bolsas mientras ella cerraba la puerta. Al darse la vuelta, me miró quieta y parada, a metro de distancia.
-¿Qué haces? –
-Quiero que te desnudes, ahora mismo, -Sonrió rápidamente. –No quiero excusas, sácate la ropa y no me hagas hacerlo yo. –Brittany con rapidez se sacó la camisa de tirantes, y después el sujetador, quedó desnuda de cintura para arriba, -Mas rápido. –Brittany no dejaba de sonreír, mientras la miraba fijamente.
Giré mi vista, un momento, un simple momento, viendo el mueble que había al lado de la puerta, y sobre un plato de cristal griego, un papel amarillo.
-Brittany, -Cuando me di cuenta, sin estar total mente desnuda, se había pegado a mí, y me estaba besando el cuello con rapidez. –Brittany sal, mira eso. –Brittany se giró y cogí aquel papel amarillo.
-Ábrelo, bueno desdóblalo. –Desdoblé el papel, y vi cinco palabras mayúsculas.
LA PROXIMA NO TE LIBRAS.
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aquí les dejo el nuevo capitulo, siento la tardanza, pero estos días ando bastante ocupada, siempre tengo algo de tiempo para escribir unas cuantas palabras, a veces mucho rato y a veces poco, según me da. No lo sé, bueno, quiero que me digan sus opiniones en los comentarios, y quería dar las gracias a todas esas personas que comentan y Leen, y también darles las gracias a quienes leen simplemente. Mi afición es escribir y quiero dedicarme a esto, y bueno no soy muy buena pero voy aprendiendo y sobre todo voy poco a poco, así que por eso pido que comenten, así se vuestras opiniones a cerca de mis trabajos, ya que estos fics con míos, y todo lo que ocurre sale de mi cabeza, y de ningún sitio más. Espero que hayan disfrutado del capitulo, y que les guste como se tratan Brittany y Santana en estos momentos, su relación cada vez crece y crece más, sin parar, y eso es algo hermoso. Sin ironias, ya que cuando escribo es lo que pienso y lo que se me ocurre directamente, esperemos que sigan así y mi cabeza no sea malvada, joda, y las separe o las peleé. ¡GRACIAS SI HAS LEIDO TODO ESTO! JAJAJAJAJAJAAJA No se para que escribo tanto, empiezo y no paro.
bueno, SIGO ESPERANDO SUS COMENTARIOS! Besos para todos mis lectores, saludos; Pau
-¡SANTANA DESPIERTA! ¡¿SANTANA ME OYES?! –Escuché en eco en mi mente. – ¡POR FAVOR, DESPIERTA!–Escuché de nuevo en mi cabeza, mientras todo se movía y mis ojos se abrían poco a poco.
Sentí un golpe contra mi cuerpo, y algo abrirse de golpe. –Brittany, deja de gritar joder. –
-Cállate la boca Fabray, llévate a los niños fuera de aquí. ¡JODER! –Escuché un golpe, que hizo temblar todo mi cuerpo. Mis ojos cada vez se abrían con más fuerza, sabía que era la voz de Brittany, y oírla sollozar me impulsaba a abrir los ojos. Me sentía pesada, y me dolía muchísimo la cabeza.
-¿Alguien va a venir? Tenemos que irnos ahora, o puede morir. –La voz aguda de un hombre, sonó cuando abrí mis ojos por fin, viendo todo doble, abrí mis labios e intenté hablar.
-Yo, yo voy. –Mi cuerpo volvió a tambalearse, y sentí como el sitio donde estaba estirada, se elevaba y caía sobre hierro.
-¿Brittany? –Murmuré, no me escuchó, supongo, no dejaba de llorar, cuando, alzó la mirada e intenté levantarme como pude, mi cabeza comenzó a dar vueltas de nuevo, y Brittany me sostuvo quieta sobre la camilla.
-¿Santana? –Dijo, mientras intentaba calmar sus sollozos. –Dios, estas bien. –Respiró profundo, mis ojos se cerraban poco a poco. –Vale, no te muevas. No hables, no hagas nada. -
-¿Pero qué ha pasado? –
-¡SANTANA NO HABLES! –Gritó, -No hagas nada, por favor. –Brittany parecía más nerviosa. Cada segundo, cada momento, temblaba más.
-No me grites. –Brittany respiró hondo y se arrodillo a mi lado, observé la ‘Sala’ donde estaba, mi cuerpo se movía de lado a lado, y sabía, que era una ambulancia, al escuchar la alarma de la ambulancia.
-Lo siento, lo siento. –
-Me duele mucho la cabeza, -Murmuré de nuevo, cuando mis lágrimas cayeron por los bordes de mis ojos, seguí temblando, tenía frio, ¿Me estaba muriendo o qué? El dolor en mi cabeza era interminable, sentía latir mi nuca, como si mi corazón hubiese subido hasta arriba. –Tengo mucho frio. –Brittany se sacó la chaqueta, y fue a ponerla sobre mi cuando un hombre no se lo permitió.
-Señorita, póngale algo más suave y poco pesado, ahí hay sabanas. –Brittany corrió y sacó una sábana, y la pasó sobre mi cuerpo.
-Tengo, tengo mucho sueño. –
-Duérmase, enseguida llegaremos al hospital. –Cerré los ojos seguidamente, y escuché de nuevo a Brittany llorar, cosa que me impedía dormir, pero una vez haberlos cerrado, sentí como unas manos cubría la mía.
-Te vas a poner bien, -Unos labios, rozaron los míos, pero un roce demasiado pequeño. –Pienso matar a quien te ha hecho esto. –
****
Abrí los ojos, y vi una sala completamente blanca, no había nadie en la habitación, esta vez el dolor que sentía, se redujo, era un alivio, aunque no podía moverme. Estaba cubierta con mantas, y había botellas de agua medio llenas sobre una mesita, suponía que era el hospital. Había mucho silenció, y traté de levantar mis brazos pero estaban conectados a sueros. Y a una vía, estaba asustada, y sola.
Una puerta grande, se abrió de par en par, y vi a Brittany entrar con una bolsa blanca sobre su brazo, unos pantalones de chándal, y una camisa de tirantes.
-¿Ya estas despierta? –Preguntó con una sonrisa.
-¿No debería estarlo? –Le contesté, forzando una sonrisa.
-La anestesia hace más de lo que pensaba. - Dejó las bolsas sobre la mesa llena de botellas, y se acercó a mí. Dejándolo todo, cogió una silla y se puso lo más cerca posible a mí.
-Por favor, dime que no llevo un mes aquí dentro. –
-No, solo desde ayer, ¿No te acuerdas verdad? –Fruncí el ceño, -No, no lo haces. –Sonrió y agarró mi mano con fuerza. –Cuando lleguemos estabas dormida, y cuando fueron a mirarte la conmoción, el golpe, y a coserte la herida, comenzaste a gritar, te anestesiaron rápidamente, y estuviste seis horas en observación. –
-¿Me voy a morir? –Brittany, sonrío, y negó.
-No, claro que no. Pero por poco, fui a verte al baño porque tardabas mucho, cuando llegue estabas en el suelo, pensaba que estabas muerta, -Respiró profundo. –Te golpean un poco más abajo, y estaría preparando tu funeral. –Trató de sonreír, pero su voz tembló demasiado para evitar que aquella lágrima cayera sobre su mejilla.
-No llores, por favor. –Le supliqué, -Estoy bien. –
-Sí, lo estas. –Entrelazó sus dedos con los míos, y miró hacia abajo.
-Si te pido un beso, ¿Me lo vas a negar? –Ella levantó su cabeza, y se inclinó.
-Nunca más haré eso, aunque esté cabreada, Juro no rechazar un beso tuyo nunca más. –Brittany, rozó sus labios con los míos y acaricio sutil mente mi mejilla.
-Nuestro día se echó a perder. –Traté de reír, cosa que me salió mal al sentirme tan débil. –Lo siento. –
-No te disculpes, gracia a dios podremos tener muchos días más. –Besó mi mano, cual sostenía, mientras con la otra acariciaba los mechones que tapaban mis ojos.
-¿Tengo que pasar mucho tiempo aquí? –Torcí mis labios y tragué en seco, mirando las malas pintas de Brittany, y las grandes ojeras que recorrían sus ojos.
-Estarás aquí una semana como mínimo, no sé por qué pero tienen que hacerte pruebas, y mirarte, no entiendo cómo funciona esto, pero no importa cuánto estés mientras te pongas bien. –Una amplia sonrisa apareció entre sus dientes, y la puerta grande, volvió a abrirse, y vi a Quinn con mis hermanos entrar a la habitación, junto mi abuelo.
-¿Abuelo? –Susurré, el me miró, estaba serio, y era algo raro porque él nunca me miraba así, -¿Qué pasa? –
-¿Estas bien? –Preguntó, en los pies de la cama, apoyó sus manos, y yo rápidamente asentí, el rodeó la cama y besó mi mejilla.
-Hola Josh, -Saludó con una sonrisa Quinn, mientras se ponía lo más cerca que podía de mí.
-Hola preciosa, ¿Cómo va todo? –Preguntó amablemente. Al parecer era más amable con ella que conmigo.
-Brittany, ¿te importaría hablar conmigo un momento? –Brittany, se levantó de la silla y caminó hacia fuera, mi abuelo, no dijo nada y esperó unos segundos, me imaginaba lo que le iba a decir, y no era algo agradable.
Cuando ambos desaparecieron, por la puerta, Alex subió sobre la cama, y la miré con una sonrisa, -¿Cómo está mi hermana favorita? –Ella no sonreía, supongo que el hecho de ver a su hermana sobre una camilla de hospital atada a cables, no era agradable.
-No me gusta verte aquí, nos iremos en tres días, y no vamos a poder estar contigo, haciendo cosas. –Sollozó la pequeña.
-No te preocupes por eso, en cuanto salga de este sitio iré a buscaros, lo prometo. –Le hice una señal a Quinn, para que se acercara, eso hizo, se acercó a limité de beso, moví un poco mi cabeza, con dolor sobre ello, y separé mis labios cerca de los suyos.
-¿Qué, Que quieres? –Preguntó la rubia mientras Artie hablaba con Alex, miré a Quinn, aun con la cabeza girada.
-No quiero que traigas a Alex y Artie al hospital, por favor, llévatelos. –
-¿Quieres que me vaya? –
-No, no quiero pero con ellos aquí me sentiré peor de lo que ya me siento. –Susurré.
-Está bien, volveré mañana. –Quinn sonrió y besó mi mejilla. –Te quiero. –
-Yo también. –Quinn me miró de reojo, Alex y Artie se levantaron, me dieron un beso en la mejilla, y se fueron.
Iba a ser una semana larga, me dolía mucho la cabeza, y lo peor era que no lo sentía hasta moverme. No sabía con qué me habían golpeado, pero solo sé que me hicieron una brecha. Y que el hijo de puta que me persigue es rubio. Pelo corto, y es de cuerpo muy grande…
Pasaron minutos tras minutos, y simplemente me quedaba quieta, no podía moverme y ni quería… Brittany no entraba. Escuchaba los gritos de Brittany en mi cabeza, tal vez ella pensaba que estaba muerta, o que me quedaba poco para estarlo. No sé qué tipo de pruebas me habían hecho, pero me sentía mucho mejor, y tenía mucha hambre. Sed. Todo.
La puerta se abrió y vi a un chico con bata de hospital entrar por la puerta con una carpeta sobre sus manos.
-Bueno, ¿Ya estas despierta? –Asentí. -¿Cómo te encuentras? –
-Me duele, me duele la cabeza pero puedo aguantarlo. –Hice una pausa. -¿Puede explicarme que me ha pasado? Sé que recibí un golpe, pero, explícame, por favor. –
-Bueno, recibiste un golpe muy fuerte cerca de la nuca, eso te provoco un Traumatismo Craneal, el golpe no fue directo a la nuca, pero un poco más, y estarías muerta. El palo, bate, o lo que quiera con lo que te hayan dado, llevaba como pinchos, o algo que te abrió una herida y eso fue lo que te hizo sangrar y dejarte inconsciente, a parte del golpe. –
-¿Qué pruebas me hicieron ayer? –Pregunté
-Radiografías y escáner, pasamos muchas horas mirando que el golpe no hubiese tocado el cerebro, y sobre todo si esto acabaría contigo. –Hizo una pausa larga, -Pero, el golpe, aunque fue muy fuerte. No fue lo suficiente como para matarte. –
-¿Entonces, cuando voy a salir de aquí? –
-Estarás unos días más, puede que una semana. Aunque no haya avisos de conmoción, o problemas dentro de tu mecanismo cerebral, debemos tenerte vigilada, de momento no puedes caminar, ni moverte de la cama, al caminar o intentarlo, podrías marearte y caer de nuevo al suelo desmayada. –
-¿Tampoco puedo comer? –Pregunté, esperando que sintiera lastima y aunque no pudiese me diese algo de comer.
-Por supuesto, ahora son las cinco y cuarto, no tardarán en traerte algo para comer, pero ahora que lo que menos te preocupe, es forzarte a cualquier cosa. –
-Está bien. –Sonreí, como pude.
-¿Estás sola? –
-Mi novia esta fuera, no tardará mucho en entrar. –El doctor asintió, y miró su carpeta por última vez.
-No puedes quedarte sola, ¿Cómo se llama? –Preguntó mientras abría la puerta.
-Brittany. –
-Le diré que entre, tan solo espera unos segundos. –Asentí, y cuando la puerta se cerró tras el doctor, inspiré hondo y cerré mis ojos.
*****
-Cuando ella se levante hablaremos con ella, lo que necesita ahora es dormir. –Mis ojos, rápidamente se abrieron al oír la voz de Brittany. Y mi sonrisa se ilumino de forma increíble al verla a mi lado de nuevo.
-Hola, -Le sonreí mirando su mano agarrada a la mía, y ella sin soltarme se levantó y acarició mi frente.
-¿Cómo te encuentras? –
-Me, me encuentro mucho mejor. –Respondí, tragando en seco de nuevo, -Tengo hambre. –
-Te han traído comida, pero como te has dormido, se habrá enfriado. –Arrastró una mesa, y la puso al lado de la cama.
-¿Qué es eso? –
-Té, y un bollo, no puedes comer cosas duras, no sé cómo mierda se lo montan. –Abrió el plástico que envolvía el bollo, y lo puso entre mis dientes, mordí despacio, apenas podía abrir mi boca.
Mastiqué despacio, era un bollo demasiado blando, y se disolvía en mi boca, no sabía que mierda era esa. –Me siento una niña pequeña. –
-Ahora mismo, lo eres. –Sonreí, mientras seguía comiendo poco a poco. –Solo espera unos días, e iremos a casa. –
*****
Un rato después, Brittany y yo mirábamos una telenovela que daban en la pequeña televisión colgada en la pared blanca del hospital. Ella no me había soltado la mano en ningún momento, había pasado una hora, no había visto a mi abuelo, tampoco quería preguntarle de que habían hablado porque tal vez había una ley contra eso, en Lopez PVH o, no sé. Pero por intentar no perdía nada.
-¿Para qué te necesitaba mi abuelo? –
-Nada importante. Pero estaba muy cabreado conmigo. –Fruncí el ceño, no hizo falta ni preguntarle porque, se había cabreado, -El piensa que al haberte contado todo esto, la persona que intenta hacerte daño, por fin ha marcado territorio. –
-¿Marcar territorio? –Pregunté.
-Él pudo matarte, Santana, pero no lo hizo. Él ya sabe que tú sabes de su existencia, va a ir a por ti. No puedes estar sola, en ninguna parte. Ni al servicio. –Hizo una pausa, rápidamente, comenzó a llorar inexplicablemente. –Esto es mi culpa, no debía haberte dicho nada. –
-Esto no es tu culpa, saldré de aquí y me protegerás, ven a vivir conmigo, ¿Con quién estaré mejor? –
-Con tu abuelo, -Pausó unos segundos, y respiró hondo. –Estarás mejor en chicago, en cuanto salgas de aquí, tendrás unos días para despedirte, o hacer lo que quieras, pero te vas a chicago a vivir con tu abuelo. –
-Está bien, ¿Cuándo nos vamos? –
-¿Nos? –
-Sí, tú vienes conmigo. –La miré, -¿No? –
-Yo no puedo ir, me han retirado tu caso, Yo ya no soy quien te protege. –Mis ojos se abrieron de par en par, ¿No se suponía que debía sentirme bien? Porque no, no me sentía nada bien. –No te confundas, no estamos rompiendo, y no te preocupes por nosotras, en cuanto ahorre dinero me iré contigo. –
-Espera, no entiendo nada. ¿Por qué no eres ahora mi ‘Protectora’? No me voy a ir sin ti, Brittany. –
-Solo dame una semana, y estaré ahí, no estoy despedida. Lo único que ahora todo lo que pase contigo no será de mi incumbencia. –
-Quiero hablar con mi abuelo, ahora mismo. ¿Dónde coño esta? –
-Ha ido a comer algo, -
-Esto no va a quedarse así, ahora lo sé, bien. Iré con más cuidado, -
-Estamos hablando de mi jefe, tal vez es tu abuelo pero es un trabajo, me ha retirado de tu caso, ya no estas a mi cargo. –Hizo una pausa. –Eso no quiere decir que no vaya a seguir protegiéndote, como mi novia debo estar pendiente. –
-¿Me pondrán a otra chica? –
-No lo sé, tal vez una chica, tal vez un chico. He intentado explicárselo pero he infringido las normas, tu abuelo me culpa de que te haya pasado esto. –Respiró profundo una vez más, y entre cerró los ojos, -En parte, lo es. –Reprimió las lágrimas que habían en los bordes de sus ojos, y se volteó al oír la puerta abrirse.
Se limpió los ojos, al ver que era Josh, y su rostró se puso serio y recto, ¿Buena impresión? O ¿Tratar hacer que no le importaba haberla sacado de mi caso?
-¿Cómo te encuentras cariño? –Me preguntó con una sonrisa entre sus dientes, quería morderme la lengua para no gritarle ahí mismo, pero no podía.
-¿Qué has hecho? –Entre cerré los ojos en un suspiro furioso y frustrado. -¿Por qué ya no es Brittany quien está a mi cargo? –
-Cariño, son cosas de trabajo, no te metas ahí, -Se apoyó sobre la cama, y miró a Brittany con una mirada matadora. –Ha hecho algo mal, y debe afrontar las consecuencias. –
-¿Qué ha hecho mal? –Me encogí de hombros, -No tiene sentido, -
-Para comenzar enamorarse de ti, y después contarte algo que no debía hacerlo. –
-Si no vuelves a ponerme a su cargo, juro no hablarte nunca más. –
-Le daré otro cargo, no la estoy alejando de ti. –
-Como si lo hicieras, si le das otro cargo ¿de dónde sacará el tiempo para estar conmigo? –Cerré mis ojos, unos instantes. –Parece que solo quieras que me hagan daño. –
-Todo va mal desde que la conoces, -
-¿Perdón? –Reí irónicamente. –Supuestamente la mandaste tú, tú la mandaste por algo, tú la mandaste a mi lado. No veo que algo haya ido mal, ese hijo de puta aprovecho que estaba sola, ¿También tiene que venir ella cuando voy a mear? –
-Santana, déjalo ya. –Dijo Brittany. –No importa quien esté por ti, lo que importa es que estés bien. –
-No, no, yo estoy bien cuando tu estas cerca, -Alcé la voz. -¿Solo yo veo eso? ¿Quién sabe que es mejor para mí? ¿Vosotros lo sabéis? –
-Puedes acabar muerta, Santana. –
-Oh, claro, ¿Con otra persona no acabaré muerta? Vale, sí. Perfecto. –Brittany, con la boca cerrada. Apretó con fuerza mi mano. Y me miró inocente mente.
-Josh, amo a tu nieta, ¿Sabes que es levantarte y en lo primero que piensas es en la persona que tienes al lado? –Hizo una larga pausa, todos estábamos serios. –No comprendes, ¿que yo jamás, permitiría que algo le pasara? –Se tragó sus propias lágrimas, su mano comenzó a temblar. –No me importa si me pones otro cargo, puedo dejar el trabajo, buscaré otro, pero no voy a estar pendiente de alguien, cuando un desconocido, quiere matar a mi pareja. –Josh la miraba seriamente, y no decía absolutamente nada al respecto de sus palabras, sin embargo, yo aguantaba mi sonrisa. –La quiero, y si eso significa dejar todo atrás por ella, lo haré. –
Acaricié la mano de Brittany, mis ojos se desviaban de lado a lado, miraba a Josh y a Brittany a la vez, mi mirada viajaba de un lado a otro.
-No te estoy pidiendo que me vuelvas a dar su caso, solo te digo que perderás a una de tus mejores PVH, -Josh cada vez estaba más serio, pero no cabreado. –Y no me importa lo que diga el idiota de mi padre, tengo veintitrés años, soy adulta y responsable. –
-Santana, ¿La quieres? –
-Vale, parece que todo esto es actuación, -Me burlé. –Claro que sí. –
-Entonces hablaremos más tarde, -Miró al suelo y se inclinó para besar mi frente. –No sé qué voy a hacer, pero la semana que viene nos vamos a Chicago, esta es tu última semana en Nueva York. –
*********
Una semana más tarde...
-¿Estas emocionada? –Preguntó Quinn abrazada a mi cuello.
-¿Para qué? –
-Hoy te dan en alta tonta, ¡Por fin a casa! –Quinn sobre mis piernas, no dejaba de abrazarme.
Después de toda esta interminable semana, por fin volvía a casa, fuera cables en mis brazos, fuera pruebas, fuera cama incomoda. Por fin volvía a casa, con mi novia, y con mi mejor amiga. El día que mi abuelo se fue, volvía al día siguiente para avisarme de que volvió a estar a cargo de Brittany, pero con alguien más cerca, no me alegraba esa movida, pero podía irme a Chicago con ella. Mi abuelo me dijo que podíamos vivir en el granero que había tras la casa de él, pero solo para dormir. Si salíamos debía ser con el nuevo, o la nueva a mi cargo. Aunque, tendríamos intimidad. El solo iría a nuestro lado, aunque con Brittany me era suficiente.
Estaba real mente feliz de salir de ese horrible sitio tan blanco, y comer todas esas porquerías que me daban. Estaba deseando darme una buena ducha con Brittany, y sobre todo. Poder desfogarme.
-Sí, tengo muchas ganas. –
-Seguro que estas muerta de ganas por follar, ¿Alguna vez habías pasado tanto tiempo sin hacerlo? –Río Quinn.
-No, pero en cuanto llegue Brittany no se libra de mí. –Quinn bajó de mis piernas, mis cosas estaban listas, en toda la semana.
Solo había podido ducharme dos veces, no tenía dolores en la cabeza, pero debía volver el jueves para quitarme los puntos de la cabeza. La enorme marca lila que había sobre mi nuca se había ido, y podía mover perfectamente mi cuello.
-Tu abuelo tiene razón Santana, -Respiró profundo, y me miró con una sonrisa entre sus labios. –No deberías estar con Brittany. –
-¿Qué estás diciendo? –
-¿Te acuerdas? Me dijiste que me querías. –
-Eso fue un lio que me hice en la cabeza, claro que te quiero, pero solo como mi amiga, eres mi mejor amiga, mi hermana. –Le terminé.
Quinn se inclinó, y me besó profundamente. Me quedé quieta, sin poder reaccionar.
Sentí su lengua rozar mi lengua, mis brazos actuaron por si solos. La impulsé con mucha fuerza hacia atrás, casi cayó al suelo. ¡¿QUÉ MIERDA TE PASA FABRAY?! –
-Santana, te quiero. –
-¿Qué tu qué? –Carcajeé con fuerza. –Me da igual Quinn, no vuelvas a hacer eso. –
-Deberías desfogarte conmigo, antes lo único que te importaba era mirarme el culo, ¿Qué te ha pasado? Te has vuelto una tonta romántica. –Dijo cabreada. Muy cabreada. –Nosotras tenemos química. -
-¿Nosotras? Nunca habrá un nosotras. –Volví a reírme, esta vez me estaba burlando. –Olvídate Quinn, tengo pareja, eres mi mejor amiga, si te gusta bien, y si no tienes ahí una puerta bien bonita. –
-¿Elijes a una chica a la que conoces hace solo unos meses, antes que a mí? –
-No estoy eligiendo, así son las cosas. –Me levanté de la cama, y caminé por ella hasta llegar a mi mochila. Saqué algo de ropa, y me encerré en el baño.
*****
Salí vestida, con unos pantalones blancos ajustados y una blusa rosa de manga larga. Me coloqué una bufanda de seda sobre el cuello, y le hice una cola de caballo a mi larga melena morena.
¿Debía pensar en lo que Quinn había hecho? Si quiera sentía remordimiento ante ello, o culpabilidad, yo sabía que nada más salir y ver a Brittany volver de comer algo, se lo iba a contar. Me daba igual, quiero a Quinn, pero creo que había confundido todo, en parte es mi culpa, fui yo quien le dijo ‘te quiero’ primero, yo la cagué, fue mi error.
-Brittany, prepárate. –Me dije ante el espejo del baño con una hermosa sonrisa entre mis dientes.
Cerré los ojos y respiré profundamente, y volví a mirar fijamente en el espejo. Me volteé, asustada. Sin saber porque hice eso, volví a mirarme en el espejo, y vi detrás de mí un hombre de mi altura, sin verle la cara, de pelo corto y rubio, detrás de mí.
Grité con todas mis fuerzas hasta sentir mis cuerdas vocales rozar la pared de mi garganta. Y caí al suelo con lágrimas en los ojos. Me encogí completamente, y até mis manos a mis piernas.
La puerta se abrió rápidamente, y alguien se arrodilló a mi lado.
-Santana, -Levanté la mirada y vi a Brittany. -¿Qué te pasa? –
-Era él. –Sollocé, como una niña pequeña asustada del hombre del saco. –Estaba detrás de mí, te juro que estaba detrás de mí. –Brittany, me cogió por las axilas y tiró de mí hasta ponerme de pie.
-No hay nadie, -Comencé a hiperventilar mientras, sin poder parar, lloraba y derramaba lágrima tras lágrima. –No te preocupes, respira. –
-¿Qué ha pasado? –Preguntó Quinn preocupada, caminé, apoyada en Brittany. -¿Santana estas bien? –Preguntó al verme llorar.
-Dice que ha visto, al chico que la atacó en el baño la semana pasada, pero ahí dentro no hay nadie. –Brittany se encogió de hombros, y se puso cara a cara frente a mí, apoyé mi cabeza en su hombro, estaba asustada, le había visto. –Santana, vamos Santana, no hay nadie compruébalo por ti misma. –
-No, no, ahí no entro. –Brittany me empujó con ella y entramos de nuevo al bañó, revisé y miré aun con miedo, y sin dejar de temblar.
-¿Ves? Nada, ha sido una alucinación. –Puso sus manos sobre mis mejillas, y me dio un pequeño beso, antes de abrazarme.
-No sé qué ha pasado, pero había alguien detrás de mí. ¿Vale? Loca no estoy. –Dije, un poco más calmada, pero aun con la voz agitada. –Quiero irme a mi casa. –Limpié mis lágrimas y me solté de Brittany, abrí mi mochila, y revisé que estuviera todo, mientras escuchaba el murmuro de Brittany, y los cuatro ojos de Brittany y Quinn tras mi espalda.
Me levanté y me senté sobre la cama del hospital, y estaba ansiosa porque una enfermera entrara y me diera el alta.
Aun sentía mi corazón chocar contra mi pecho del miedo, mis piernas estaban cruzadas y mis labios sellados, aunque mi respiración agitada me delataba, tenía miedo. ¿No se notaba? ¿Cómo iba a cerrar los ojos? Hubiese sido mejor no saberlo, no tener ni idea de que esto pasaba, hubiese preferido que Brittany hubiese guardado esto para ella, y que simplemente me hubiese protegido y follado todos los días. Como hacíamos hace un par de días, ¿Qué ha cambiado? Vuelvo a estar en casa con Quinn, y ella estaba acostumbrada.
Tal vez me obliguen a ir a chicago, por mi seguridad y eso puedo comprenderlo, pero pienso pasarme día y noche follando con mi novia, ya que eso antes era lo que me preocupaba, no un puto psicópata deseando matarme.
******
Una hora después, ya me habían dado el alta y estaba esperando a que Puck llegara con la limusina para poder irnos. Quinn, decía que iba a ir delante, y yo aún seguía flipando por lo que me había dicho, pero, la comprendo porque yo no podía soportar ver a Brittany, ver besar a otra chica, es más, mataría a la chica, y a Brittany.
-¿Puck tardará mucho? Tengo ansias de llegar a casa y darme una buena ducha caliente. –Quinn se volteó y río entre dientes.
-Sí, ya, ducha. –Volvió a voltearse, y Brittany me miró con una sonrisa pícara, sí, he dicho ducha y voy a ducharme, ¿pero quien dice que no se puede follar en el agua?
-Él ha dicho que llegará en diez minutos, han pasado cinco, espera. –Comentó Brittany atando su brazo a mi cintura, y pegándose con fuerza. –
-Tengo algo de frio. –
-Cuando lleguemos te caliento. –Susurró en un volumen, muy, muy, bajo. Me ruboricé, y giré mi mirada a Quinn, que saludaba la limusina, y a Puck, desde lejos. Di dos palmadas, y con el gran bolso de mis cosas sobre mi mano, y otro sobre el de Brittany, la dejé caer al suelo.
La limusina aparcó frente nosotras, y Quinn, se montó primera, y Puck salió para coger los bolsos.
-¿Cómo te encuentras? –
-Genial, tengo que volver el jueves para quitarme los puntos de la cabeza, pero ya no me duele, así que me siento como nueva. –Puck metió los dos bolsos dentro de la limusina, y nos abrió la puerta a mí y a Brittany, íbamos con más gente en el coche, pero sin duda, el destino volvía a querernos solas.
Puck cerró la puerta tras nosotras, y se subió al coche, golpeé el cristal que separaba ambos lados de la limusina, de copiloto y pasajero, y encendió la música, como el sabia, rápidamente reprodujo ‘Love Tonight’ De Lucy hale.
-¿Para qué quieres música? –Preguntó con ojos cansados, esta vez, ella llevaba un chándal de color negro, y su camisa volvía a ser blanca, algo que le quedaba real mente sensual. –Estoy muy cansada. –
-Hoy soy yo la que quiere. –Clavé mis uñas en la piel de los asientos, e impulsé mi cuerpo hasta ponerme sobre Brittany.
-Debería devolvértelo, y hacerte esperar. –
-Oh bien, ¿No sientes compasión? He pasado una semana en el hospital, y un loco me está persiguiendo. –Me quejé, el coche arrancó de golpe y me choqué contra el rostro de Brittany. –Vale, esa ha sido una señal del destino, que quiere que actúes. –
-No, eso ha sido que tu chofer es un poco imbécil. –Dijo tocando su mandíbula, mientras reía entre dientes, y miraba sus hermosos ojos azules. –Te prometo, que estoy muy cansada, no quiero moverme. –
-Haré yo el trabajo. –Salté sobre ella, una y otra vez, insistiendo, pero podía ver las ojeras en sus ojos, suspiré profundo, y me miró intentando sonreír, -Está bien… -
-Lo que puedo ofrecerte son mis labios, si los quieres. –Rodeó mi cintura, para no dejarme escapar, y agarré su rostro entre mis manos, llevándome sus labios a la boca.
-Con tus besos, es solo suficiente. –Sonreí y pegué mi cuerpo todo lo que pude y más al suyo, quería sentirla desnuda contra mí, quería sentir su corazón latir en mi pecho, y estar abrazada a ella toda mi vida, no moverme, y decirle cuanto la amaba en la oreja hasta que mi voz no diera a más.
-¿Vamos a ducharnos, verdad? –Preguntó a milímetros de mis labios, cerca, tan cerca que al hablar sentía su aliento chocar en mis gruesos labios, y sus labios rozar los míos cuando cerraba los labios.
-Por supuesto. –Brittany sacó una de sus manos tras mi espalda, y la ató en mi mano, enredó sus dedos a los míos, mientras que con el otro brazo me mantenía cerca de ella, mientras escuchábamos la melodía de la canción chocar contra las paredes, hasta llegar a nuestros tímpanos. –Amo esta canción. –
-¿Puedes dejar de tener cosas en común conmigo? –Sonreí, no pude evitarlo, ¿Por qué mentir? Amaba cuando se ponía seria.
-No es mi culpa, -Reí, pegada a ella, con nuestras narices rozando, y nuestros labios juntos y lenguas entrelazadas, excepto cuando decíamos una oración. Una palabra, o tomábamos un respiro.
-Oh, si lo es. –Apretó su brazo contra mi espalda, -Todo es tu culpa. –Sonreía, cada vez más. –Es tu culpa que me encanté la misma música que a ti. –Hizo una pausa. –Es tu culpa que esté cansada. –Hizo otra pausa. –Es tu culpa estar tan buena. –Hizo una última pausa. –Y sobre todo, lo que mayor es tu culpa, es hacer que esté tan enamorada de ti. –
-Te quiero. –Le besé, una vez. –Te quiero. –Le besé de nuevo. –Te quiero. –Volví a besarla. –Te quiero. –Le besé una y otra vez seguidas. –Sigo queriéndote. –Le di otro beso más. –Te quiero. –Le besé, pero esta vez, esperé unos segundos más antes de soltar sus labios. –Y yo también estoy enamorada de ti. –Le dije, mientras en las últimas palabras que dije, la canción había cambiado a ‘Loved’ mi favorita.
******
Cuando llegamos a Casa, Quinn se había marchado porque había quedado con un amigo, no sabía porque, ni con quien, pero tal vez sabía lo que iba a pasar en casa, no iba a aguantar mis gritos, no iba a aguantar pasearme desnuda por la chimenea, y tampoco iba a aguantar no estar follar en cada parte de mi casa si me apetecía, Quinn no iba a volver hasta la noche, y eran las tres de la tarde, mi plan sin duda era ducharme, comer, dormir, película, y cenar. Y entre medio de algunas cosas, SE-XO.
-Por fin en casa. –Dije, detrás de Brittany, mientras abría la puerta principal, y ambas cargábamos con los bolsos.
-¿Estas cansada? –
-Mucho, pero lo que más quiero es ducharme, quiero mi champó y mis potingues para el cuerpo. –Escuché a Brittany reír delante de mí, y pasé por la puerta primera, antes que ella.
Parada frente la entrada, solté las bolsas mientras ella cerraba la puerta. Al darse la vuelta, me miró quieta y parada, a metro de distancia.
-¿Qué haces? –
-Quiero que te desnudes, ahora mismo, -Sonrió rápidamente. –No quiero excusas, sácate la ropa y no me hagas hacerlo yo. –Brittany con rapidez se sacó la camisa de tirantes, y después el sujetador, quedó desnuda de cintura para arriba, -Mas rápido. –Brittany no dejaba de sonreír, mientras la miraba fijamente.
Giré mi vista, un momento, un simple momento, viendo el mueble que había al lado de la puerta, y sobre un plato de cristal griego, un papel amarillo.
-Brittany, -Cuando me di cuenta, sin estar total mente desnuda, se había pegado a mí, y me estaba besando el cuello con rapidez. –Brittany sal, mira eso. –Brittany se giró y cogí aquel papel amarillo.
-Ábrelo, bueno desdóblalo. –Desdoblé el papel, y vi cinco palabras mayúsculas.
LA PROXIMA NO TE LIBRAS.
---------------------------------------------
aquí les dejo el nuevo capitulo, siento la tardanza, pero estos días ando bastante ocupada, siempre tengo algo de tiempo para escribir unas cuantas palabras, a veces mucho rato y a veces poco, según me da. No lo sé, bueno, quiero que me digan sus opiniones en los comentarios, y quería dar las gracias a todas esas personas que comentan y Leen, y también darles las gracias a quienes leen simplemente. Mi afición es escribir y quiero dedicarme a esto, y bueno no soy muy buena pero voy aprendiendo y sobre todo voy poco a poco, así que por eso pido que comenten, así se vuestras opiniones a cerca de mis trabajos, ya que estos fics con míos, y todo lo que ocurre sale de mi cabeza, y de ningún sitio más. Espero que hayan disfrutado del capitulo, y que les guste como se tratan Brittany y Santana en estos momentos, su relación cada vez crece y crece más, sin parar, y eso es algo hermoso. Sin ironias, ya que cuando escribo es lo que pienso y lo que se me ocurre directamente, esperemos que sigan así y mi cabeza no sea malvada, joda, y las separe o las peleé. ¡GRACIAS SI HAS LEIDO TODO ESTO! JAJAJAJAJAJAAJA No se para que escribo tanto, empiezo y no paro.
bueno, SIGO ESPERANDO SUS COMENTARIOS! Besos para todos mis lectores, saludos; Pau
paulitahope**** - Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/04/2014
Edad : 25
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
Oh cielos....! Drama drama y tencion entre Quinn y Britt, sera que pueda haber algo entre Santana y Quinn? Ya sabes para darle donde mas le duela a Britt por mentirle :S
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: [FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}
ok sospecho de quinn no se pq, es algo misteriosa! en cuanto a la relacion de san y britt es perfecta, menos mal que el abuelo entendio, hasta pronto y tranquila que escribes muy bien!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
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