[FIC BRITTANA] Mi adición eres tú. {Capitulo 18}

holaaaa, casi no comento , pero es que los ultimos caps me tienen como en una montaña rusa.... buenisimos y este ultimo un poco largo me gusta :) ,...
me gusta el drama , pero no me gusta faberry , solo como amias y para mi q quinn tiene algo que ver con el q quiere matar a santana... o tal vez estoy loca ... saludos ..esperare pacientemente la actu!!

Caray! Pues espero fervientemente que a tu mente de escritora no se le ocurra separar a las brittana! Jajaja porfaaaa pon otro cap pronto! Bueno, espero y tengas el tiempo porque tu fic es muy muy bueno y más ahora que comienza más el drama jaja saludines! Hasta la próxima Actu! Besos

Yo pienso que es Sam, o Quinn Pero no lo dejes hasta hay! Quiero que Britt se entere por Santana y no por otra persona lo de que se besó con Quinn Actualiza luego
PD: Escribes perfecto

MI ADICIÓN ERES TÚ||CHAPTER 18||ME ENCANTA COMPARTIR.



-¿Brittany esto que es? –Mis ojos se mantenían abiertos de par en par, y mi corazón estaba a punto de estallar.

-Santana, tienes que irte. –Dijo, seriamente y arrugando el pape, y segundos después guardándolo en el bolsillo de su pantalón.

-¿Qué? No, ¡Esta es mi casa! –

-Más le vale a tu abuelo saber que ese hijo de puta ha estado dentro de tu casa, ¿Sabes la de cosas que ha podido hacer con tus cosas? Es un perturbado mental. –Cogió su camisa y se la puso.

-Pondré una alarma, y ya está. –

-Quiero que subas arriba, y revises todo en tu habitación, yo revisaré toda la casa. –

Subí hacia arriba, y Brittany subió detrás de mí, revisó que nadie hubiese en mi habitación o cualquier cosa rara, y entonces se marchó a buscar por casa, mientras yo, miraba mis cajones y sobre todo, mis joyas y dinero.

Revisé mis armarios y mis pertenencias, tenía toda la ropa y todos los zapatos, el maquillaje, mis vestidos y chaquetas, los muebles estaban quietos, de la misma manera que siempre, y mi cama estaba intacta, y bien recogida.

Me agaché para revisar bajo la cama, no había nada. Abrí el cajón de mi ropa interior, y todo estaba removido, faltaba la gran mayoría de bragas, y mi consolador estaba envuelto en papel de váter.

Un papel amarillo lo envolvía.



ADORO PENSAR EN TI MIENTRAS ME MASTURVO,

TU JUGUETE ME ENCANTA. IGUAL QUE TU.





Lancé el consolador al suelo, y grité con fuerza. Esto era asqueroso, era perturbador, ¿Qué clase de loco es capaz de hacer esto? Alguien había estado jugando con mis juguetes, ¿sobre mi cama? ¿En mi baño? ¡NO TENGO NI IDEA!



-Brittany, sube por favor. –Supliqué en un grito. Escuché las largas pisadas de Brittany sobre el suelo, y entró rápidamente por la puerta.

-¿Qué pasa? –Miró al suelo, y fue a coger el consolador.

-¡NI SE TE OCURRA TOCAR ESO! –Quitó la mano, y con los codos sobre mis rodillas, me tapé los ojos y arañe con fuerza mis cejas.

-¿Qué mierda pone ahí? –

-¿Esto no va a parar? Es un obseso sexual, ¿Qué intenciones tiene? ¿Violarme y después matarme? –

-No tengo ni idea, pero eso va a la basura. –

-No, no, si te parece lo usamos. Y lo enmarcamos después de bañarlo en oro. –Dije, con muchísima ironía.

-Bueno, en casa no hay nada, ¿solo has visto eso? –

-Si, al parecer es una chica, no un chico. –Me encogí de hombros y me levante del suelo. –Tal vez tiene el pelo corto, o simplemente es una peluca. –

-Pueden ser muchas cosas, pero me da igual, no pienso descansar hasta ver a esa hija de puta muerta. –

-Debería llamar a la policía, tal vez encuentran algo más o el ADN de la persona, -Volví a encogerme de hombros.

-No creo que encuentren nada, si fuese tan fácil la hubiéramos encontrado hace mucho tiempo, es astuta, y silenciosa, solo pensar que ha estado tocándose mientras pensaba en ti, mi estómago se revuelve. –Dijo cabreada.

Entró al baño y salió unos segundos después con un guante en la mano, cogió el consolador con la punta de sus dedos y me miró.

-Voy a tirar esto, enseguida vengo. –Asentí y desapareció por la puerta, caminé hacia el baño y encendí la bañera para que se llenara hasta arriba de agua hirviendo. Mi piel estaba tensa y necesitaba relajarme. Y sobre todo echar un buen polvo, aunque después de esto Brittany no dejará de comerse la cabeza, y en sí, no dejará de comérmela a mí.



****

Unos minutos después, Brittany no había subido pero la bañera estaba hasta arriba, miraba el reflejo de mi cuerpo, ahora desnudo, por el espejo del baño, conecté las burbujas a la bañera, y el agua comenzó a moverse, inspiré y sentí unos brazos rodearme.

-Perdón por tardar. –Susurró una Brittany sobre mi oreja, con su piel descubierta y pegada al máximo a mí.

-Intenta no asustarme así. –Estiré mi cuerpo y apoyé mi cabeza sobre su hombro.

-Lo siento, ¿vamos? –Me volteé completamente y me pegué hasta sentir todo su cuerpo en el mío.

-Vamos. –



Nos metimos las dos dentro del agua, y las burbujas de la bañera habían conseguido que todo mi cuerpo se relajara, y sentir a Brittany bajo mi cuerpo, rodeándome con sus brazos, me hacía sentir aún mejor. Sabía que estaba en casa, pero no sabía que no lo estaba del todo sin Brittany a mi lado. Ella era mi hogar, ella es mi hogar.

-¿Estas bien? –Preguntó.

-Genial, no te muevas. –Escuché su sonrisa tras mi oreja, mientras nuestras manos entrelazadas se relajaban.

-Tengo hambre, te invito a Pizza. –Dijo, pensé unos segundos.

-Prefiero comida china. –

-Pero yo quiero pizza. –Me encogí de hombros.

-Pues pizza. –Dije, mientras sonreía tontamente.

-No, ahora pedimos comida china. –Dijo.

-No, ahora pedimos pizza. –Dije.

-Vale, pues pizza. –Terminó.

-Siempre te sales con la tuya, y no sé cómo. –Me quejé en tono gracioso.

-¡Encima! Te he dicho que comemos comida china. –Contestó al mismo tono.

-Está bien, ¿y si no comemos ninguna de las dos y te como yo a ti? –Volteé todo mi cuerpo, haciendo que el agua se moviera con fuerza y cayera sobre la moqueta de pelo blanca.

-¿Y si comemos pizza y me comes de todos modos? –

-Me parece buena idea. –

Sostuve mi cuerpo en la bañera, con los pies tocando la pared de esta, quedando tensa, mordí su labio inferior, esta vez despacio para no hacerle daño, y dejé que mi lengua jugara con la suya durante unos largos minutos. Sentía mi piel arrugarse, pero no me importaba. Brittany enredó sus piernas a mi cintura, y traté de ponerme cómoda

-¿Te gusta hacerme sufrir? –

-Nop, pero quiero hacerte esperar, tú lo haces siempre. –

-Pero yo soy yo, -Brittany atrapó mi mano y la llevo hacia su vagina. –Vamos. –Mantuve mi mano cerca de su coño, el agua ardía, pero podía sentir que su piel lo hacía aún más.

-Palabra mágica por favor. –

-Follame. –Introduje la mitad de mis dedos, y la miré pícaramente.

-Quiero algo más, otra palabra mágica. –

-Te quiero. –Saqué mis dedos y negué con la cabeza.

-Amo esa palabra, pero son para los besos no para follar mi vida. –

-Follame, cómeme, hazme tuya. No lo sé, hazme el amor, champiñón, microondas. –Comencé a reír a carcajadas, y mis dedos bajo el agua se deslizaron hasta el fondo de su coño. Sentí bajo mi oreja el caliente suspiro del aliento de Brittany rozar mi mejilla, mientras mis dedos se movían con fuerza dentro de ella, mi dedo pulgar tocó su clítoris, haciendo y provocando un espasmo sobre ella.

Haciendo cada vez más fuerza contra ella, sentí su cuerpo tensarse contra el mío, sus gemidos y jadeos llenar la habitación de hormonas y sentimientos.

Llevé mis labios a su cuello y comencé a morder y a succionar su piel, mientras mis dedos se mantenían activos y hacían que la piel de Brittany se agitara con fuerza.

Siempre era ella quien hacia el trabajo, y era mi hora. Iba a ser un día largo y sexual.

Brittany gritó despacio, y suavemente. Soltando el mayor suspiro que había oído jamás, me hizo sentirme mejor de lo que ya me sentía oyéndola gemir, y jadear tan cerca de mí. Y su barriga chocar contra la mía cuando tenía un espasmo.

Escuché un rugido, era el estómago de Brittany. -¿Tienes hambre verdad? –

-Después de esto más. –

-Yo no he acabado contigo. –Besé sus labios delicadamente, mientras sacaba mi mano bajo sus piernas.

-Gracias a dios que no. –

-¿Quieres pasarte el día jugando? –Mordió su labio inferior.

-Hoy, quiero tener un día tranquilo. –

-¿Te ha bajado la regla? –Preguntó mientras sonreía.

-No, no hasta la semana que viene, pero eso no viene al caso. –Reí atrapando mis brazos en su nuca y besando poco a poco sus labios.

-Sí, si viene, porque cuando te baje te tocará a ti. –

-Lo que tú digas, ahora vamos a acabar y a pedir la maldita pizza. –Agarré el champó y lo puse sobre la esponja. Lo pasé sobre los hombros de Brittany, y terminamos de enjabonarnos.



****

Una hora después, habíamos pedido la comida y acabado de ducharnos. La comida estaba en camino, y Brittany iba con uno de mis pijamas largos color negro, y yo con uno blanco y verde.

Ambas llevaba el pelo recogido con una toalla, pero sin embargo Brittany iba con el pelo suelto, y casi seco.

Sentadas sobre el sofá, acurrucadas la una con la otra con una manta de pelo y no precisamente pequeña encima. Con la chimenea encendida, y la televisión reproduciendo La Momia dos, el timbre sonó y Brittany se levantó con su dinero en la mano.

Mientras seguía viendo la película, me volteé y Brittany llevaba una bolsa blanca, y no una caja enorme y cuadrada. Al final había comprado comida China, se iluminó una sonrisa en mis labios, y dejó la comida sobre la mesa y fue a la cocina.

Trajo cubiertos y Coca-Cola junto dos vasos sobre la mano, repartió todo y comenzamos a comer.

-¿Por qué no has pedido pizza? –

-Porque tú querías comida china. –Dijo, sirviendo arroz sobre mi plato.

-Sí, pero tú querías pizza. –

-Comeremos pizza esta noche, estamos en paz. –La vi sonreír mientras se complicaba la vida para coger los palos con los dedos.

-Venga, más calorías para mi estómago. –

-Santana, de pequeña comías muchísimo, y siempre has sido delgada, vamos. –Arqueé una ceja y la miré, -¿Qué? Me lo dijo tu abuelo, una se informa. ¿Vale? –Yo ya estaba comiendo, y ella seguía tratando de coger los palos para comer sus fideos.

-¡Brittany me estas agobiando! –Tomé su mano y puse bien sus dedos, sonrió gloriosamente al poder coger los palos. –Desde luego, los dedos se te dan bien, pero no para todo. –



****



-Estoy cansada. –Dije en un suspiro, apoyada con los ojos entre cerrados sobre el hombro de Brittany. –Y empachada. –

-¿Vamos a la cama? –

-No son indirectas, de verdad que quiero dormir. –Bostecé.

-Lo mío tampoco tonta, también estoy cansada. –Brittany se levantó del sofá y extendió su mano.

-No me apetece levantarme. –Dejé caer mi cuerpo hasta chocar mi rostro contra el sofá. Sin moverme.

-Vamos. –Giré mi cabeza e hice un puchero. –Joder. –

-¿Me coges? –Alcé mis manos, y ella se agachó, pasando sus manos bajo mis rodillas, y bajo mi espalda. –Gracias. –Dije, apoyando mi cabeza en su hombro, mientras se transportaba de lado a lado.

Brittany se desplazó por las escaleras hasta subir a la planta de arriba, llegamos a mi habitación, y se las apañó para abrir y cerrar la puerta ella sola. Me dejó sobre la cama, y yo lo único que hacía era reír de un modo en el que no se oyera.

-¿No me tapas? –Brittany arqueó una ceja y entonces deshice la cama, y me acurruqué en la esquina de la cama.

Sentí el cuerpo de Brittany estirarse sobre la cama, y darse la vuelta.

Me levanté de la cama, y Brittany callada me miró, fui hacia las ventanas, las cerré con llave, y bajé las persianas hasta solo dejar unos centímetros de luz en la habitación, cerré la puerta del baño, y cerré la puerta de mi habitación, o al menos me aseguré de que lo estuviera.

Tal vez mi casa estaba revisada, pero seguía teniendo miedo, estaba con Brittany, pero quien dice que no puede pasar cualquier cosa mientras dormimos, o mientras duermo.

Volví a la cama, y me estiré y tapé. Los brazos de Brittany pasaron por mi cintura, y su respiración de nuevo chocaba contra mi nuca, mientras su corazón, por culpa de la cercanía lo sentía latir sobre mi espalda.

-No tienes que tener miedo, sabes que no voy a dejar que nadie te haga nada. –Susurró Brittany. –Si tengo que pasarme la vida así para que te sientas protegida lo haré. –

-No tengo miedo. –

-Esta es la primera vez que te veo cerrar las ventanas con llave. –Me encogí de hombros e inspiré fondo.

-Es para que no entre frio. –Volví a encogerme de hombros.

-El mismo frio que entra con la ventana cerrada pero sin llave, lo entra con llave. –Mis ojos estaban cerrados, aunque la escuchaba hablar. –No eres a la primera persona que le pasa esto, Santana, no volverá a tocarte. –Me giré, quedando mirando hacia el techo.

-Se ha masturbado con mi puto consolador, Brittany, ¿Cuántas veces lo habrá hecho? –Cerré mis ojos y los apreté con fuerza para no llorar. –Se ha llevado mi ropa y casi me mata. –

-Ropa puedes comprarte cuando quieras, y estas viva. A partir de ahora no te quedarás sola. –

-No voy a irme a chicago, Brittany. –Dije, limpiando una lagrima que rodaba por mi mejilla.

-Es la única manera en la que puedes estar bien, y a salvo. –

-Esto parece una puta historia de ficción. –Volví a girarme y finalicé la conversación.





******



Sentí mi cuerpo sudar, y mi corazón acelerarse. No podía moverme mi abrir los ojos, sentía mi cuello hundirse con fuerza y comencé a tener dificultad para respirar. Alguien sobre mi tenía sus manos sobre mi cuello, ¿Estaba perdiendo el conocimiento?



-Santana, tengo una cosa para ti, despierta. –Salté de la cama al abrir mis ojos. –Eh, eh ¿Qué te pasa? –Agarré mi cuello, y lo sostuve con mis manos, Brittany me miraba desde la punta de la cama.

-Santana, mírame. –Me alejé asustada y respiré con mucha profundidad. No tardé segundos en llorar. -¿Qué te pasa? –Brittany se acercó, y doble mis rodillas, atando mis brazos a ellas, agaché mi cabeza.

-No me pasa nada. –Limpié las pocas lagrimas que había sacado, y volví a estirarme sobre la cama. –Ha sido solo una pesadilla. –

-¿Qué pesadilla? –

-Nada importante. –Inspiré, no quería contárselo. Pensaría que me he vuelto loca.

-Te has agarrado el cuello, por algo, ¿No? –Se acercó más a mí y tiró de mi mano para que volviera a estar recta. –Cuéntamelo. –

-Estaba oscuro, había alguien sobre mí. -Brittany me miró atentamente, –Me estaba agarrando del cuello, sentía su pelo rozarme las mejillas, mis brazos estaban quietos, y yo no hacía nada para defenderme. –

-Santana, ha sido una pesadilla, mira tú cuello, está bien. –Me encogí de hombros, y volví a caer en la cama, seguía teniendo sueño. –Tengo algo para ti, por favor, no te vuelvas a dormir. –

-No me apetece Brittany. –

-Vale, vamos a procesar la situación; Te conté la verdad porque estaba enamorada de ti y me sentía culpable al mentirte. –Hizo una pausa. –Bien, después te cabreas y al día siguiente volvemos juntas, -Volvió a parar, veía su sonrisa en el rostro, aunque rápido la quito. –Esa hija de puta, te está persiguiendo y te ha hecho daño, sí, pero estas en casa y no sola, obviamente un golpe a si no lo vas a olvidar. –

-¿A qué te refieres? –

-Coño, me refiero a que ella, sea quien sea quiere que estés así, verte hundida para pillarte cuando menos te lo esperes. –Suspiró profundamente, y llevó su mano a mi mejilla. –Sé que estas asustada, pero por favor, no te hundas ahora. –

-Simplemente tengo sueño, Brittany. –Dije secamente.

-No, no es eso, si eso no hubiera pasado, ahora mismo estaríamos follando como locas. Te has pasado la semana en una cama de hospital, y durmiendo día y de noche. –

-¿Follando como locas? –Sonreí, -Que pasa si actuó diferente, ¿Eso hará que pare? –

-No, pero ella, el, o ellos, sabrán que no te importa su presencia, y que estas bien, y que cuando los pillemos yo, tu novia, los va a matar. –

-Vale, ahora mi novia es una chunga. –

-Si no te levantas te cogeré sobre mis brazos, te ataré sobre esa silla, y sufrirás mucho señorita Lopez. –Saqué el edredón de mis piernas, y elevé mis brazos.

-¿Vamos abajo? –

-No, quiero que me ates en esa silla, y me hagas sufrir. –

-Mejor mas tarde. –Me guiñó un ojo, y me levanté de la cama, tenía el pelo completamente desordenado, y deshecho, -Tengo algo preparado. –

-Prefiero la silla. –Brittany rodeo la cama, y me cogió entre sus brazos, me puso entre su estómago y su espalda, mi cuerpo caía de ambos lados. -¡Brittany suéltame! –Ella comenzó a caminar, y me soltó al llegar a la escalera.

-He dicho que luego, ahora a cenar. –Bajo las escaleras conmigo pataleando sobre su hombro, sentía mucho vértigo al estar boca abajo.

-¡Suéltame por favor! –Brittany me puso boca arriba pero me mantuvo entre sus brazos, -¿De dónde demonios sacas tanta fuerza? –Dije, mientras me colocaba bien entra sus brazos, y a la vez bajaba las escaleras como si no tuviera problema en darme vueltas como a un balón.

-Muchos años de preparación. –

-¿De malabarismo? –Reí entre dientes mientras me bajaba entre sus brazos.

-Que graciosa eres. –Llegó abajo y me dejó en el suelo, había preparado todo, y lo que no podía faltar era la pizza.

-¿Esa es tu sorpresa? –Arqueé una ceja, mientras Brittany me abrazaba por la cintura.

-Sigue caminando, y cállate. –

-¿Qué vas a hacer? –Reí entre dientes recordando la primera vez que ella pisó esta casa, con aquel vestido azul tan ajustado y precioso. -¿Dejarme seis minutos sin sexo? –

-Capaz soy de dejarte sin sexo durante todo el día. –

-Si haces eso explotarías. –Carcajeé con fuerza, llegando al salón, vi un carro de bebé y una maleta.

-Sorpresa. –Brittany se alejó y me dejó parada frente el salón, vi dos enormes pizzas sobre la mesa, no era una.

Llegué a pensar que Brittany se había mudado y que ahora era madre. ¿Otra mentira más? Reí yo sola, mientras me mantenía quieta, ¿Debía moverme o ir con Brittany?

-Santana, voltéate. –Me giré y mi cara se iluminó de felicidad al ver a Maxxie sobre los brazos de Brittany, y Artie de la mano de ella.

-¡MAXXIE! –Mi pequeño hermano, de ahora diez meses, se relamía la mano, y ni era consciente de mi presencia. Corrí lo atrapé entre mis brazos. -¡Mi niño! –Exclame con fuerza mientras besaba su pequeña cabecita. -¿Cómo, Como lo habéis traído? –

-Tu abuelo, hablé con él en tu estancia de hospital, me dijo que lo traería hoy, aquí lo tienes. –

-Dios mío. –Besé su mejilla una y otra vez mientras lo achuchaba contra mi pecho con fuerza. -¿Y esa maleta? –

-Es mía. –Dijo Artie, -Voy a vivir contigo. –Todos mis miedos y preocupaciones habían desaparecido durante unos minutos.

-Vivirá contigo, pero en chicago. –Miré a Brittany, -Igual que yo, e igual Alex, Maxxie deberá volver en unas semanas. –

-¿Cómo habéis convencido a la bruja de mi madre? –Artie se encogió de hombros, -El abuelo lo ha montado todo. –

-Bueno, lo que va a pasar es que Artie vivirá contigo en chicago, hoy han venido para pasar la noche contigo, pero mañana vendrán a recogerlos, sábado comenzaremos a prepararlo todo y el lunes nos mudamos, una vez en chicago, Artie vivirá en casa de tus abuelos pero estará contigo el tiempo que tu desees. –Brittany parecía seria, pero era una gran idea. –Maxxie estará unas semanas, en casa de tus abuelos también pero puedes ir a verles cuando te apetezca. –

-¿Y mi hermana? –Alcé una ceja, -¡Alex! –

-Está enferma, con gripe. Tiene mucha fiebre y está en casa durmiendo, creo que ni si quiera supo que yo venía. –Río Artie y se acercó a mí a pasos largos, agarrándose a mi cintura. –No te vas a librar de mí. –

-Jamás querría librarme de ti. –Acaricié su pelo negro.

-No, no me refiero a eso, -Respiró profundo. –Eras lo único que me hacía sentir bien y te fuiste, ahora por fin estaré contigo. El abuelo conseguirá que tengas mi custodia, y no volveré a separarme de ti. –

-¿Te molesta si te digo que te quier…? -

-Sí, no lo digas. –Me interrumpió.

-Vale, bueno, al menos lo sabes. –Miré a Brittany y ella simplemente sonreía, Maxxie no era consciente de la conversación.

-Bueno, ¿Cenamos? –Añadió Brittany.



*****





Después de haber cenado, Artie había caído redondo sobre el sofá, y Maxxie se había dormido en mis brazos. Después de dejarlo en el carro, simplemente quedábamos Brittany y yo en el salón, se habían hecho las doce y media de la noche, y yo estaba cansada. Era como si mi sueño jamás acabara, no tenía apenas energía para mover un solo musculo de mi cuerpo. Maxxie había cenado un biberón, y Artie mas Brittany habían comido pizza igual que yo, lo que, para acabar con la noche, habían hecho competencia de a ver quién se comía antes un plato entero de uvas. Obviamente Artie había ganado, y de poco vomita todo lo que había comido.

Brittany y yo veíamos la televisión, con Artie a nuestro lado, encogido como una bola, ni notábamos que él estaba ahí. Y Maxxie, el simplemente se quedó en coma después de cenar…

-Estoy muy cansada. –Bostezó Brittany, estirando sus brazos hacia arriba dejando ver su abdomen. -¿Vamos arriba? –

-Sí, ¿Dónde duerme Maxxie? –Bostecé después de que Brittany lo hiciera.

-Con nosotras, Artie me dijo que no puede dormir solo, porque entonces llora, pero solo es por hoy. –

-Me parece genial. –Sonreí y me acerqué al carro, él estaba volteado y con los ojos completamente cerrados, sus mejillas eran tan hermosas. Y el tan pequeño. Cogí entre mis brazos a Maxxie y él no se inmutó al sentir mi tacto sobre su pequeño cuerpo.

-Artie, vamos levanta, vamos a la cama. –Brittany susurró a Artie, y el rápidamente se levantó y comenzó a caminar. Lo bueno de Artie era que no se molestaba cuando le despertaban. O cuando le ordenaban algo, era rápido y obediente.



*****



Maxxie estaba en medio de Brittany y mía, seguía dormido, Brittany me miraba a distancia, con la poca luz que nos regalaba las rejillas de las persianas. Sus ojos brillaban como zafiros, nuestros cuerpos no se rozaban, y no era algo que me agradara, pero estar abrazada al pequeño cuerpo de mi hermano, cual no veía hace ocho meses, me llenaba de felicidad.

-¿No te vas a dormir? –Susurró Brittany.

-Cuando tú te duermas, me gusta verte dormir. –Añadí, susurrando también

-Quiero besarte. –volvió a susurrar y levantó una mano posándola sobre mi mejilla.

-Mejor mañana. –Arrugué mi nariz, y pasó su dedo pulgar sobre la línea de mi labio.

-Mañana retomaremos la comida que no pudimos hacer la semana pasada. –Suspiró. –Pero solas. –

-Está bien. –Cerré mis ojos, e inspiré con fuerza, cayendo en coma.



******

Los horribles llantos de bebé hicieron que abriera mis ojos a las siete en punto de la mañana. -¡Buenos días Santana! –Susurré mientras limpiaba mis ojos con mis dedos. Me levanté y Brittany dormía plácidamente. Maxxie estaba llorando, lo cogí en mis brazos y besé su cabeza para que se calmara mientras mecía su cuerpo entre mis brazos.

-¿Tienes hambre? –Le pregunté sin recibir respuesta, -Si, tienes hambre. –Sonreí tontamente, mientras se calmaba, y agarraba mi dedo con su pequeña mano.

Caminé hasta fuera y bajé las escaleras, llegando al carro cogí la leche y el cereal en polvo de Maxxie y fui a la cocina, preparé el biberón y el mismo, con sus manos, se lo tomó por la mitad. Era suficiente.

-Tu, siempre madrugando, ¿Verdad? –Besé su nariz, y fui al comedor, gracias a dios, mi abuelo había pensado, y había traído el andador. Dejé a Maxxie dentro del andador, y vi a Artie bajar por las escaleras.

-Santana, quiero leche. –Asentí y fui hacia la cocina.

-Vigila a Maxxie. –El asintió y yo le preparé a Artie su leche, y sus galletas con chocolate, el desayuno perfecto desde que él era pequeño.

Después de prepararlo todo, Artie trajo a Maxxie con el andador, y cerró la puerta para que no saliera. Mientras Artie desayunaba, Maxxie caminaba y chocaba contra todos los muebles como un loco, mientras preparaba café y unas tostadas.

-¡Este niño está enfermo! –Gritó Artie viendo como corría por la cocina, y como sus pies resbalaban en el suelo, pero él seguía intentando avanzar.

-No cariño, simplemente quiere caminar, tú hacías lo mismo. –Reí sirviendo una taza de café caliente en mi taza de las mañanas.

-Me sorprende ser tan tranquilo. –Se encogió de hombros y mojó una galleta de leche, instante después la metió en su boca. –Le quiero, pero por su culpa madrugo sin querer hacerlo, ¡Soy adolescente! Debería levantarme a las tres de la tarde, e irme de fiesta, beber alcohol y fumar. –Arqueé una ceja mientras Artie reía con el vaso entre los labios y sobre sus manos.

-Eres tan gracioso, -Dije con ironía. –No quiero que fumes, pero si lo haces, quiero que me lo digas. –Me encogí de hombros. –Y sobre todo, cuando vayas a tener sexo, -Artie se tapó la cara con las manos.

-¡No! –

-Sí, -Reí, -Quiero que me lo digas, te daré la protección necesaria para que tengas sexo seguro. –Miré a Maxxie y el seguía jugando, andando y clicando los botones que habían en el andador.

-No me agobies con eso, internet lo cuenta todo. –Elevé mis manos.

-Está bien. –Cogí la taza entre mis manos, -Solo quiero que sepas que si necesitas hablar de lo que sea, por favor cuenta conmigo. –



-¡Que si pesada! -



*****



Cerca de las once, Brittany no se había levantado, y Alex estaba jugando con Maxxie, mientras veían un programa en la televisión. Estaba cansada, odiaba madrugar a no ser que fuese porque yo, voluntariamente, quisiera. Mi abuelo no había llegado, y yo estaba ansiosa por irme a comer con Brittany tranquilamente, sin que nada malo pasara, esta vez, si iba a ir al baño ella iba a venir detrás, y no porque yo se lo pidiera, estoy segura de que no me permitiría ir sola a ningún sitio, por más lejos o cerca que estuviera.

-Artie, iré arriba, si viene el abuelo, dile que estoy arriba; Pero no subas. –

-Había una vez, una chica llamada Santana Lopez, que se iba a folla… -

-¡ARTIE! –Grité desde la escalera interrumpiendo la melodía de la estúpida canción que había inventado en ese mismo instante.

-¿Qué pasa? –Se encogió de hombros. –Follar con su novia, ya que no pudo hacerlo la noche anterior. –Cantó, y seguí subiendo las escaleras, ignoré lo que dijo.

Caminé por el pasillo, y abrí la puerta de la habitación, Brittany no estaba en la cama. ¿Se había ido? Revisé la planta de arriba, y no veía ni rastro de ella, volví a la habitación, respiré hondo busqué mi teléfono, y marqué el número de Brittany.

No contestaba.

Llamé de nuevo.

Pero seguía sin contestar.

-¡Donde coño estas! –El miedo subió hasta mi garganta, y por un momento dejé de respirar al sentir a alguien cogerme del cuello y tirarme contra la pared.

-Aquí estoy. –Brittany lamió mi cuello, y bajó mis pantalones y tanga de golpe.

-Cualquier día me provocas un ataque al corazón. –Brittany me subió a su cintura, pegada y apoyada contra la pared, sacó un consolador de su bolsillo trasero, y lo metió dentro de mí dejándome sin respiración.

-Señorita Lopez, más le vale ser buena, si no quiere sufrir. –Enredé mi mano en el pelo de Brittany y sentí como metía y sacaba el consolador de mi empapado coño. Me volvía loca.

-Enciéndelo. –Jadeé, y ella rápidamente, con un solo dedo encendió la vibración del consolador, y comencé a jadear y a gemir con más fuerza.

-Sht. –Me mandó a callar Brittany, mientras botaba sobre ella, arañé su espalda e intentaba no gritar.

Brittany aguantaba con su mano el borde del consolador, sus dedos chocaban contra mi vagina al hacer tanta fuerza en penetrar. Podía oír los pequeños azotes.

-Más fuerte. –Brittany subió más la vibración del consolador, e hizo que un escalofrió recorriera cada fibra de mi cuerpo.

Seguí jadeando, mi cuerpo comenzó a sudar, y sentía el orgasmo en mi garganta, Brittany me besaba con fuerza, y cada vez daba más duro y más rápido.

-Quiero, oírte, gritar. –Susurró Brittany. Pero necesitaba más, el éxtasis estaba llegando, y mis venas se hinchaban poco a poco, estaba caliente, estaba siendo follada de la manera más sensual, para mi gusto.



El éxtasis trabó mi voz solo por un segundo, grité y me retorcí sobre la pared, había sacado todo de dentro, Brittany conseguía hacer que me liberara de todo el estrés y preocupaciones.

-Te has portado muy bien, Señorita Lopez, recibirá una recompensa por ello. –Cogida en sus brazos, sacó el consolador bruscamente, y lo lanzó al suelo, me llevó a la cama y me sacudió en ella.

Gateó por la cama, y agarró mis piernas con sus manos. Abriéndolas con mucha fuerza, y hasta el límite, besó mi muslo, y mordió mi ingle, me dio un espasmo y de un respingo salté sobre la cama.

-Veo que tu ingle es sensible. –Susurró, no pude evitar reír, mientras recuperaba el aliento. -¿Qué más es sensible? –

Fui directa a hablar, -Sht, silencio. –Brittany sujetó mis muslos sobre sus hombros, y volvió a morder mi ingle, teniendo cerca mi más íntima, pero para ella no tan íntima vagina, volvió a hacerme saltar sobre la cama. –Brittany con su dedo pulgar, tocó mi clítoris, y después de revisar, pasó su lengua un par de veces por ahí abajo.

Mordí mi labio interior con mucha fuerza, sentí como la sangre de mi propia mordedura resbalaba por mi labio. Santana tocó varias veces con la punta de su lengua mi clítoris, odiaba y me encantaba que hiciera eso. Joder. Pasaron unos segundos, y Brittany pese a que se mantenía cerca, no me tocaba.

-Brittany, no, pares. –Supliqué cabreada, y escuché como se reía. Pasaron más segundos y ella seguía sin tocarme. Me estaba volviendo loca, quería impulsarme, pero sería peor. Aunque era eso, esperar, o desnudarla y follarmela yo misma, y sin parar.

Brittany por fin, volvió a lamer mi mojado coño, y lo saboreó como mejor sabia, besándolo, y disfrutándolo, dejó que dos dedos se deslizaran sobre mi vagina, y me penetraran despacio, mientras se alejaba, e iba a mis labios.

-Me encanta compartir lo que saboreo. –Primero lamió mi labio inferior, y después me besó con sutileza, dejó que abriera mis labios, e introdujo su lengua para encontrarse con la mía. Sus dedos salieron de mi interior, y los pasó por su lengua. Después pasaron por la mía.

-Me encanta que me pilles por sorpresa y me folles así. –Mordí mi labio inferior y sentí la herida anterior, aunque no me importó volver a abrirla.

-Me pasaría el día escuchando tus gemidos, por dios es música para mis oídos. –La besé por última vez, cuando se levantó y buscó ropa interior limpia.

-¿Va a vestirme Señorita Pierce? –

-Por supuesto, tenemos una comida pendiente, ¿Recuerdas? -






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bueeeno, aqui les dejo el nuevo capitulo, espero que lo disfruten hice este cap largo, igual que los otros tres o cuatro anteriores. No os lo dije pero la historia no tendrá mas de 28 capitulos, y como ya tengo todo planeado y apuntado lo que pasará, no creo que haya mas que eso, aunqué estoy deseando acabar de escribirlo porque, no es que me quiera librar de este fic, ya que considero que es uno de los mejores que he escrito, pero nunca le he puesto final a una historia, esta es la primera vez, y me alagaria saber si les gusta, bueno... No les entretengo mas porque seguro que tienen mejores cosas que hacer que estar leyendo mi cartita pidiendo comentarios o dando las gracias, estoy muy agradecida por cada uno de los que leen el fic cada vez que actualizo, es genial ver comentarios, y soy muy feliz, sin comentarios no puedo vivir! Igual, si no pueden comentar no importa, me sirve que lean! ¡PERO TRATEN DE DEJARME MUCHOS COMENTARIOS!

me gustaria pedirles algo...





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gracias por este capitulazo!
me encanta la relacion de las chicas, espero se
descubra quien esta detraz de santana, hasta pronto!

TE AMOO!!no pos , no tienes ni la menor idea d lo feliz q me hiciste, INCREÍBLE CAPITULO, super HOT, me gusta como se comportan así de juntas , lo q me da miedo es q el sueño de santana se haga realidad uhhhh!!!.... no tardes en actualizar , aunq si es necesario pues tomate tu tiempo y has un capitulazo ,,,,, amo este fic ,,,,, CUIDATE SALUDOS :)

Me matan cuando santana le vacila jajajaja espero que actualices pronto!

Mmmmm.... Wanky! pero que buen cap, lo adoré!!! o sea que sólo quedan alrededor de 10 caps?? Wow, bueno, coincido contigo este fic es muy muy bueno, así que espero pronto otra Actu
Pd. Ya sigo la pág de facebook, y siiii totalmente de acuerdo, son una pág muy completa y entretenida besos y hasta pronto!!

Que Wanky el capitulo Pero igual me preocupa Santana Actualiza luegoo, me muero por saber que pasara, y aparte quiero que San le diga Britt lo que paso con Quinn

holap,..

ya me puse al día con los capítulos!!!!
uffff siempre son tan WANKY!!!!son super sexy`s
vuelve pronto,...

nos vemos!!!