Aprendiendo sobre el amor!!... Capítulo 36

Mm.. No se sí sea la única pero sólo pude ver la imagen de Mercedes, espero de nuevo estés bien de regreso al foro, saludos.

Igual yo solo pude ver la imagen de mercedes

Narra Santana

—Aun me cuesta creer que hayas aceptado este trabajo –sonreí
— ¿Por qué sonríes? Es verdad creí que cuando fuiste a la facultad de pedagogía me habías dicho que nunca harías clases en estos tipos de colegios.
—Bueno ya vez Sam – lo miré mientras caminábamos a nuestro nuevo departamento – dicen por ahí que el dinero mueve el mundo.
—No te la creo, eres Santana López tienes demasiado dinero por parte de tu madre y tu padre ¿Por qué lo aceptaste? Estábamos tan bien en San francisco Santana.
— ¿Estábamos? – El solo se quedó en silencio – mira acá es – necesitaba cambiar el tema porque sabía por nuestra gran experiencia juntos hacía donde iba este tema.
Entramos a un edificio gigante, la chica que nos iba a mostrar el departamento nos estaba esperando en la sala principal.
—Hola buenos días – dijo con una sonrisa – mi nombre es Dana y seré la que le muestre su futura vivienda – sonreí — ¿ustedes dos son?
—Somos…
—Amigos – interrumpí a Sam y el solo me regalo una de sus sonrisas falsas.
Subimos al último piso con Dana y debo admitir que tenía un buen cuerpo, noté también como Sam no dejaba de mirarme, era insoportable sus celos… Dana nos mostró el departamento y quedé enamorada. Tenía dos pisos con 4 cuartos y era grande, como me gustan los espacios.
—Woow – dijo Sam y era lo único bueno que había dicho en todo el día.
—Lo sé, es hermoso – dije abrazándolo y besando su mejilla izquierda.
— ¿Te gusta verdad?
—Obvio que me gusta San, es hermoso – tomó mis manos y entrelazó nuestros dedos – no sabes las ganas que tengo de inaugurar este departamento contigo – sabía a lo que se refería
— ¿Cuánto cuesta?
Realmente no importaba cuanto costara, Sam y yo teníamos mucho dinero así que daba lo mismo. Lo bueno de esto es que después de estar durmiendo 3 días en un hotel por fin tendría un lugar mío propio. Llame a la mudanza que estaba fuera del hotel para que trajeran las cosas, di la dirección y en cuestión de 45 minutos llegaron. Mientras la gente de la mudanza ordenaba todo con Sam nos fuimos a la terraza, se veía todo California, las playas, los bosques era increíble.
—Creo que… creo que no me arrepiento de haber venido – dije bebiendo de mi copa de vino blanco.
—Creo que ahora yo tampoco – Sam besó mi hombro desnudo y sonreí – porque le dijiste a Dana que éramos amigos Santana – voltee a mirarlo.
— ¿Es lo que somos no? – Sam era muy guapo, lo conozco desde que tenía 5 años, crecimos juntos y para todos éramos los mejores amigos más unidos que alguien hubiera conocido y eso fue porque bueno… después de que yo tuviera mi primera pareja y perdiera la virginidad Sam me dijo que me amaba, de hecho sus palabras fueron “estoy enamorado de ti” ¿Qué es eso? Siempre le dije que nunca podría ofrecerle lo mismo pero que su compañía me gustaba y que si algún día llegase a pasar algo entre él y yo a mí no me importaría mientras él no mezclara los sentimientos con la cama pero eso, eso ya se estaba volviendo difícil. El sexo con Sam se había vuelto aburrido aunque no niego que cuando lograra hacer que se enojara conmigo él era muy sexy.
—Es lo que tú quieres que seamos
—Y es lo que siempre seremos – me alejé de él y volví a entrar a la casa, todo ya estaba listo. Pagué a los de la mudanza y por fin podía disfrutar de mi departamento nuevo – Sam – el volteo a mirarme – ven acá idiota – él se acercó de un modo lento y cuando lo tenía cerca rodee su cuello con mis brazos y le sonreí.
—Mierda San, no es justo.
—Lo sé pero cuando empezó esto creo que te advertí.
—Lo sé – suspiró – tendría que haber dicho que no.
— ¿Es enserio? Tan mal folló – él sonrió.
—Claro que no –colocó sus manos en mis caderas – tu… tú me vuelves loco Santana, loco – Sam comenzó a bajar sus manos hasta mi trasero y me lamí el labio inferior, noté como comenzó a subir lentamente mi vestido hasta que sentí como sus dedos hicieron contacto con mi piel – me encanta tu ropa interior pequeña Santana –era de esto de lo que hablaba, Sam a veces valía la pena. Se aferraba de mi trasero como si subida dependiera de ello y de un segundo a otro el sacó mi vestido dejándome solo en ropa interior mientras que yo jugaban con el botón de su pantalón, pude notar que mi cuerpo había hecho efecto en él y sonreí.
— ¿Recuerdas lo que dijiste verdad? – pregunté mientras besaba sus pectorales y arañaba su torso completamente trabajado, admito que me volvía loca.
— ¿Qué cosa? – tenía una de sus manos en mi cabeza y comenzó a hacer presión para que bajara.
—Hey – dije levantando mi rostro y mirándolo — ¿tanto te urge? – Sam llevó mi mano hasta su entre pierna – ok – sonreí –pero primero ¿recuerdas lo que dijiste?
— ¿Qué cosa Santana?
—Que inauguraríamos este departamento juntos – los dos sonreímos – bueno quiero que tengamos sexo en cada rincón de este departamento Sam así que más vale que no me falles.
—No lo haré, descuida.
—Otra cosa – lo frené antes de que me besara – nada de “amor”, “te amo” y “eres el amor de mi vida” – noté como su rostro cambió – lo siento pero ya lo sabes, yo no me enamoro y no lo haré de ti y de nadie Sam ahora ¿vamos a la cama?

Narra Brittany

—OH… BRITTANY!!! BRITTANY!!!! MIERDAAAAAAAA! – Era el quinto orgasmo de Shay y se desplomó en mi torso desnudo – de donde… tú… — Shay no podía ni hablar.
— ¿Estas cansada? – pregunté acariciando su espalda cubierta por una capa de sudor.
—Si – noté como le costaba hablar, como su espalda subía y bajaba mientras trataba de regular su respiración — ¿de dónde sacas tanta energía? – sonreí.
—No tengo idea pero creo que – me salí de su cuerpo y me senté en la cama – creo que te tienes que ir.
— ¿Qué? Brittany acabamos de hacer el amor no puedes…. – fruncí el ceño.
—No sé cuántas veces tengo que decirte que yo no hago el amor Shay.
—Pero…
—Pero nada, que repita esta sesión de sexo contigo y no con las otras chicas con las que me acuesto no te hace diferentes. Solo que tu… tú tienes algo que me hace querer estar contigo más veces.
—Eso es amor…
—A la mierda – me levanté y comencé a vestirme.
— ¿A dónde vas Brittany?
—Me iré, después de todo mi padre llegará en menos de 30 minutos y no quiero estar acá cuando eso pase.
—Claro y yo si lo tengo que ver ¿verdad?
—Eres tú la que se quiere quedar en la cama no yo.
—Pero contigo Brittany ¿es tanto pedir que te quedes toda una tarde conmigo abrazadas desnudas? – miré su rostro de angustia.
— ¿Por qué haría eso Shay? No somos novia.
— ¿Te has preguntado si lo quiero? – volví a mirarla.
—Avísame entonces así no nos volvemos a acostar.
—Eres….
—Soy realista ¿bueno? Mira quedarme acá toda la tarde hablando de lo enamorada que estas es patético porque yo a ti no te amo Shay, no sé cuántas veces tengo que volver a repetírtelo para que lo entiendas YO, BRITTANY PIERCE NO SE ENAMORA
—Soy la única que te conoce, la única que sabe cosas que nadie más sabe y así es como…
— ¿A sí es como qué? ¿Cómo te pago? – Dejé escapar una sonrisa irónica – sabes cuantas chicas les gustaría estar en tu lugar. En cada pelea, cada noche tengo filas de chicas que quieren estar acá – toqué mi cama – y solo tú has tenido ese placer.
— ¿Por qué repites tu puto ritual de sexo sin sentimiento conmigo?
—Porque me gusta follarte más que las otras chicas – nos quedamos en silencio durante unos segundos – ahora es mejor que te vistas, tengo que ir al gimnasio y comprar algunas cosas que aún me faltan para mañana.
— ¿Iras al colegio este año? – la volví a mirar.
—Sí, tengo que terminar esa mierda para que mi padre no… no me vea como una fracasada.
—No lo eres – acarició mi mano y le sonreí – me visto de inmediato y salimos juntas.
—Como quieras, te espero abajo – me acerqué y besé sus labios.
Mientras bajaba me quedé pensando en la conversación que tuve con Shay, le había dicho de todas las formas posibles que ella y yo nunca seríamos novias, no sirvo para eso y dudo que sirva para otra cosa que no sea estar en peleas. El año escolar acababa de empezar y necesitaba tener buenas notas para poder salir de esta casa que era lo único que me había pedido el señor que se hace llamar mi padre… me dijo que él no me veía y que yo ya estaba grande y que me podía ir cuando quisiera solo si sacaba el último año. Lo único que le importa son las apariencias, viaja por todo el mundo ya… ya ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que pasamos un cumpleaños juntos, una navidad o un año nuevo. Mi padre era de esas personas que mientras más tiempo pasabas con ellas te demostraba que las cursilerías, el amor, la esperanza, el destino, las “mariposas en el estómago” no existían. Para el solo existía el dinero y para mí, para mí solo existía el boxeo, era lo único que realmente era mío ya que lo otro… lo otro lo había perdido hace algunos años.
—Estoy lista – la voz de Shay me sacó de mis pensamientos, salimos hasta la calle y la deje en un taxi realmente apreciaba mis momentos de soledad, eran los mejores. Decidí trotar hasta el centro de la ciudad y comprar las últimas cosas que me faltaban para empezar un buen año escolar.
Después de hacerlas comprar partí al gimnasio.
—Buenos días Brittany – me dijo Mike — ¿Cómo estas hoy?
—Creo que con energía – le sonreí, él era un buen amigo.
— ¿Qué harás hoy?
—Nada solo algo de cardio y golpearé un rato – él sonrió — ¿Listo para las clases de mañana?
— ¿Solo un año mas no? – los dos sonreímos.
—Si Mike, solo un año más.
Comencé con mi rutina sin importarme quien entraba y quien no, el boxeo de cierta forma por muy raro que suene me salvó la vida, me dio un motivo para no hacer estupideces como muchos de mis amigos haces. En mi caso, yo no tomo ni fumo prefiero mil veces trotar todo el día y dejar de pensar en mis problemas antes de volverme loca en una fiesta.
Habían pasado 2 horas desde que había llegado cuando Mike me paro.
— ¿Qué pasa? – dije completamente exhausta, si no me hubiera detenido ni siquiera me hubiera dado cuenta de lo cansada que estaba.
—Ya vamos a cerrar, sabes que aprecio el amor que le tienes a este gimnasio pero si sigues así no te levantas mañana – sonreí.
—Es verdad – sequé mi sudor con una toalla – supongo que nos vemos mañana.
—Obvio, te espero en la entrada ¿bueno? Será excelente volver a tenerte con nosotros Brittany – sonreí.
—A mí también me gusta volver a verlos a todos ustedes como siempre tendría que haber sido
— ¿Sabes que te queremos verdad? – le sonreí – anda ve a tu casa.
Me coloqué el suéter y salí del gimnasio, ni siquiera sentía mis piernas creo que esta vez fatigué todos mis músculos – mierda – dije en voz alta mirando hacia el cielo el cual estaba cubierto de estrellas – que hermoso – sonreí.
— ¿Quieres que te lleve? – miré hacia el lado y sonreí al darme cuenta quien era – vamos bonita, súbete.
— ¿Qué haces acá? – le pregunté a Tina.
—Mi mejor amiga llega a la ciudad y no se digna a llamar…. Mmm…. Creo que te ando buscando, iba a tu casa, anda súbete.
—Estoy asquerosa vengo saliendo del gimnasio.
—Que me importa Brittany, súbete que tenemos que ir a preparar la cena y luego a dormir, mañana se nos viene un día hermoso e interesante – sonreí y me subí a su auto, la quede mirando y entonces paso.
—Hola estúpida – perfecto, estaban Kitty y Marley también.
— ¿Qué es esto? – pregunté con una sonrisa.
—A veces no sé cómo eres tan caliente a la misma vez tan tierna, me estresas – Kitty agarró mis mejillas – estas igual de hermosa ¿Cómo lo haces?
— ¿Ejercicio? – Tina sonrió
El resto del camino me quede mirando por la ventana el hermoso cielo que tenía frente a mí, me preguntaba si habría alguna persona en el mundo que se sintiera igual que yo, que se sintiera fuera de lugar cada vez que hablan del amor, que le den ganas de romper todo a su paso cuando te sientes impotente a decir un te quiero o un te amo ¿Existirá alguien que sea incapaz de amar como yo?

En otro lugar de California

Narra Santana

No podía dormir, odiaba dormir acompañada en la cama, me gustaba mi espacio, me gustaba ser yo sin personas a mi alrededor que quieran corromperme. Estaba sentada en la terraza solo con una bata mientras bebía una copa de vino y miraba el cielo, estaba hermoso y como pocas veces pasa por mi cabeza se formuló una pregunta ¿existirá en este mundo otra persona que este mirando el cielo justo en este instante y esté igual de dañada que yo? Bueno, no lo creo dudo que exista otra persona más jodida que yo en este mundo…. O sea ¿Quién tiene miedo de amar? ¿De sentir cariño? ¿De qué te digan hermosa? ¿De escuchar “eres el amor de mi vida”? creo que a nadie, solo a mí. Yo y mis miedos.
Mañana comenzaban las clases y ni siquiera me imagino lo que me depara el día, solo espero que pase rápido y sin ni una novedad después de todo solo es el primer día y los primeros días nunca pasa algo bueno ¿verdad?

Genial, se ve super interesante... Espero que actualices pronto, me dejaste con ganas de leer mas... Nos leemos.

Hola!!! Feliz regreso al foro!!!!
Me encanto la historia!
Espero que puedas actualizar pronto!!
Saludos

Capítulo 2

Narra Santana

Me levanté temprano en la mañana, me gustaba hacer mis cosas con tranquilidad y eso hice. Cuando me desperté noté que Sam seguía durmiendo como si nada pasara, sonreí al notar un ligero camino de saliva caer por su mejilla.
—No puedo creer que me siga acostando contigo – me levanté, busqué la ropa que llevaría este día para mi primer día en ese colegio y entré a la ducha. Dejé que el agua tibia hiciera lo suyo con mi cuerpo… no sabía que era lo que me esperaba en este nuevo colegio pero tenía el presentimiento de que todo saldría bien después de todo eran chicos con algo más de educación que los otros que he conocido en mi corta pero agitada carrera.
Salí de la ducha, me vestí, me maquillé y partí a la cocina a preparar mi desayuno cuando sentí que Sam había bajado.
—Hola buenos días.
—Mierda San me asustaste – estaba solo en bóxer
— ¿Por qué? ¿Qué hice ahora?
—Sabes que odio que cada vez que tengamos relaciones – iba bien, había cambiado la palabra hacer el amor por relaciones sexuales – y nos quedemos dormidos juntos y yo despierte tu no estés a mi lado – no pude evitar dejar escapar una leve carcajada.
— ¿De qué te ríes? Te hablo en serio Santana.
—Ok, es mejor que bajes el tono de esta conversación porque yo no te he prometido nada a ti. Aparte sabes que soy una mujer que se vale por sí misma y no necesito a un hombre en mi vida – me levanté de la mesa y caminé hasta el sofá a buscar mi abrigo – tengo un día muy largo como para empezarlo de esta manera y si tanto te molesta las puertas son bien grandes, te puedes ir cuando quieras – le regalé una sonrisa falsa y caminé hacía la puerta.
— ¿Es… Es enserio? No creas que me iré y te dejaré sola en este departamento tan grande que a todo esto sigo sin entender porque es tan grande si solo somos los dos San.
—Por qué sabía que tarde o temprano tendríamos una de las tantas discusiones como estas – lo miré de pies a cabeza – es patético que andes rogando amor cuando puedes tener a cualquier chica de esta ciudad Sam. Pero a mí no me pidas amor porque no lo tengo – me voltee y seguí caminando hasta la puerta, entonces paré – y otra cosa… Quinn y Mercedes llegan en dos días.
— ¿Qué? – dijo sorprendido.
—Eso, no creías que este sería nuestro nidito de amor porque te vuelvo a repetir que eso no existe – le guiñé un ojo y salí de ese departamento… no había día que no me preguntara porque lo elegí a él para “esta relación sin compromiso” sabía que el sería incapaz de lograrlo.
Caminé hasta el estacionamiento, saqué mi auto y me fui directo hasta mi primer día de clases en ese colegio repleto de niñitos de papá.

Narra Brittany

Siempre fue mala idea beber antes de un primer día de clases pero nosotras 4 teníamos algo así como una regla y lo hacíamos siempre. Lo más difícil de todo esto era volver a despertarse pero gracias a Tina eso era menos incómodo.
—Es mejor que te despiertes si quieres llegar temprano – dijo acostándose a mi lado – siempre has sido tan cómoda para dormir – me abrazó y besó mi mejilla… Tina era mi mejor amiga, la conocía desde que tenía 6 años y creo que es a la única chica a la que ni siquiera le he dado un beso. Kitty y Marley son pareja desde hace 2 años casi, a las dos las conocí por separados y bueno… las dos pasaron por mí y si, es raro pero creo que ya lo hemos superado… Marley es lo más cercano a una segunda mejor amiga que tengo y Kitty es mi confidente sin ellas… sin ellas yo… sin ellas yo estaría perdida.
—Quiero mi desayuno Tina.
—Marley lo tiene listo en la mesa, solo dúchate y te esperamos allá ¿bueno? – se acercó y beso mi frente.
Sentí como salía de la cama y cerraba la puerta así que decidí ir a la ducha, me desvestí en el baño y me miré al espejo… tenía un moretón horrible debajo de mi pecho derecho y otro al costado derecho de mi estómago. Cuando entré a la ducha dejé que el agua calmara un poco el ardor de las heridas e hiciera desaparecer mis pensamientos por algunos momentos. Después de unos 15 minutos salí, me vestí y bajé a tomar desayuno.
—Hasta que bajas – era Marley – anda ven, te preparé esto – a decir verdad pasaba tan poco tiempo en esta casa que ni sabía que tenía todas estas cosas para comer.
— ¿Eso estaba en mi nevera? – Todas asintieron – Woow, no tenía idea.
—No me sorprende, supongo que debes estar muy ocupada follando a muchas chicas – sabía que Kitty no aprobaba mi forma de “vivir” y una que otra vez salía con su sarcasmo.
—Kitty… no es momento – dijo Marley – nos volvemos a juntar las 4 después hace un año, no lo arruines.
—No arruino nada solo… solo… ¡Dios! Al menos sabes si esas chicas están limpias Brittany – sonreí — No sé de qué sonríes.
—Sé que están limpias Kitty, no te preocupes – caminé hacía ella y la abracé por detrás – de todas formas agradezco tu preocupación – besé su mejilla – Gracias por el desayuno Marley.
—De nada, solo pensé que después de tu semana sexual tan activa que tuviste tendrías hambre – todas rieron.
—Brittany sigues con la idea de meterte en ese torneo – preguntó Tina.
—Sí, de hecho creo que el dueño del gimnasio ya me inscribió a mí y a otras dos para representar al gimnasio.
—Es una locura – dijo Kitty.
—Yo lo encuentro genial – Marley me abrazó – iré a verte con falda y pompones Pierce así que más vale que ganes todas las peleas.
—Es una locura – era Tina – te harán mierda Brittany… es como si… como si necesitaras que…
— ¿Qué? – la interrumpí
—Buscas que te golpeen, si disfrutaras de eso y no me gusta ver como mi mejor amiga se pierde en eso.
—No me has visto pelear Tina
—Y espero no hacerlo nunca – se hizo silencio en la sala.
—Ok… es mejor que no vayamos ¿les parece? – Si no fuera por Marley esta conversación seguiría y seguiría y yo, yo no tengo paciencia.
Le dije a las chicas que me esperaran, subí a buscar un gorro, bajé y me estaban esperando.
—Creí que te lanzarías por la ventana y no irías a clases – a veces me pregunto qué haría sin el humor de Marley.
—Deja de inventar cosas, ya perdí un año así que esta es mi última oportunidad.
— ¿Por qué ultima? – preguntó Tina mientras salíamos de la casa y dejaba todo cerrado.
—Porque si no lo termino dudo que quiera volver, más aun si todos mis amigos saldrán de esa mierda de colegio y yo tendré que quedarme ahí mirando cómo la gente pasa y pasa por mí.
—Ve el lado bueno de las cosas Pierce, otro año que repites equivale a más chicas nuevas a las que te puedes follar – reí.
— ¡Marley! – gritó Kitty.
— ¿Qué? Es verdad – volví a reír y me quede en silencio, me coloqué los auriculares y nadie me molestó ellas sabían que la música era algo completamente indispensable en mi vida, era lo único aparte del boxeo y sexo que lograba sacar lo mejor de mí y aunque suene raro no sé cómo el sexo lograba sacar eso pero por lo menos me distraía de todos mis miedos y las mierdas que he tenido que soportar.
Miré mi bandeja de entrada del celular y tenía un nuevo mensaje, lo abrí y era de mi padre… después de 1 mes el dio señales de vida solo para decir “vuelvo en 3 días” era incapaz de preguntar como estaba, si me hacía falta algo aunque él sabía que no me podría faltar nunca nada con todo el dinero que tiene… me gustaría que se preguntara si acaso el dinero es realmente la fuente de felicidad porque por lo menos yo, que he vivido rodeada de lujos durante mis 19 años nunca he sido feliz… bueno, lo único que me hacía feliz me abandonó sin siquiera decir adiós.
—Brittany – Tina movió mi brazo – llegamos – le sonreí y salí del auto.
— ¿A dónde vas? – no le respondí, tenía uno de esos momentos en donde necesitaba estar sola
—Es mejor que la dejes Tina – sentí la voz de Kitty — ¡TE ESPERAMOS AFUERA DEL SALÓN! – gritó y yo solo asentí subiendo la mano.
Me sentí bajo la sombra de uno de los tanto árboles que tenía este colegio y prendí un cigarro, lo necesitaba… sin querer me puse a pensar en las palabras de Tina para el desayuno “es como si lo disfrutaras” cada vez que me lo decía, porque claramente no era la primera vez trataba de convencerme que no era así pero… pero siempre fallaba, una parte de mí anhelaba que lo que dijera Tina fuera mentira pero… pero ¿si era verdad? ¿Realmente me gustaba que me golpearan?
—Hola – reconocí la voz de la chica — ¿Cómo estás? – noté su sonrisa.
—Woow levanté te ves muy bien Shay – ella sonrió.
— ¿Por qué no estas con tus amigas?
—Pasé la noche con ellas en mi casa pero creo que… creo que no está mal a veces alejarse un poco.
— ¿Discutieron verdad?
—No, y si fuera así no sé si te contaría – ella bajó la mirada.
—Yo solo… solo me preocupo por ti, no quiero que te pase nada Brittany ni mucho menos ahora que sé que entrarás a ese concurso – sonreí, ella era realmente tierna cuando quería y cada vez que ella mostraba esa faceta me preguntara si era una de las razones por las cuales me costaba dejarla ir. Shay después de todo era la única que me había dado amor o cariño, como quieran llamarlo después de que ella me abandonó.
—Lo siento – dije levantando su rostro y noté cómo dejo escapar una lágrima
— ¿Por qué lloras?
—Porque a veces, a veces me gustaría poder estar ahí para ti siempre pero tú no quieres…
—Tu no quieres tener esa conversación – la pare en seco – sabes que… sabes que no puedo – miré hacía el suelo – conmigo solo sufrirías y eso no es justo para ti.
—Puedo yo elegir lo que es justo para mi sabes y tú eres todo lo que quiero – sonreí y la abrace – odio que huelas a cigarro en las mañanas – besé su frente.
—Lo siento, solo son los nervios del primer día de clases – nos quedamos mirando – gracias por ser así Shay, esto me recuerda porque te vuelvo a elegir siempre ¿entremos?
—Claro – no la tomé de la mano simplemente caminamos una al lado de la otra, cuando me iba acercando noté que todos me estaban esperando en la entrada.
—Miren quien volvió – ese era Harry – mi mejor amiga – se acercó y me dio un abrazo muy fuerte, era tan fuerte que sentí dolor cerca de la zona de los moretones.
— ¿Cómo has estado? – nos quedamos mirando.
—Bien, ahora que los veo a todos mucho mejor.
—Idiota realmente te extrañamos – noté como Sugar se acercó a mí y me impresionó notar lo hermosa y grande que estaba. Había crecido y desarrollado mucho durante un año.
—Woow – susurré en su oído y ella dejó un beso en la comisura de mis labios – Woow – dije de nuevo – estas muy guapa.
—Lo sé ¿te gusta? – se dio una vuelta y sonreí.
—Sí, te ves… hermosa
—Ok paren ustedes dos y déjenme abraza a la idiota – esa era Rachel – te extrañe demasiado – escondió su rostro en mi cuello.
—Yo a ti también enana y a todas ustedes.
—Es increíble que estés de vuelta – dijo Puck – creí que nunca más tendría a mi pareja de fiestas – sonreí.
—Bueno como dicen por ahí, mala hierba nunca muere – todos rieron y entré de la mano de Rachel… la relación con Rachel siempre fue especial, ella era la tímida del grupo a la que muchas personas se aprovechaban de eso para dañarla. Un día la encontré completamente sucia y con algunos golpes en el rostro, ese día me contó todo lo que hacían y prometí no dejar que le hicieran más daño y bueno, ha funcionado. Ella ha ganado algo de confianza y por lo que me he enterado está en una relación con Finn y les va muy bien.
—Te ves algo cansada – dijo mirando mi rostro.
— ¿Has vuelto a pelear? – me le quede mirando – sabes que odio que pelees Brittany.
—Lo sé pero… eso es algo que hablaré con ustedes en la hora de almuerzo, ahora hay que ir a clases – le sonreí.
—Ok las que tienen clases con Brittany somos nosotras 3 – dijo Tina para referirse a Marley y Kitty – Sugar y Artie , los otros nos vemos en el almuerzo – cada uno se fue a su salón y entonces me acordé de Shay ¿Dónde estaba? – ¿Qué te pasa? – preguntó Tina.
—Venía con Shay y la perdí – dije mirando para todos lados.
—Oh sí, se quedó mirando por unos segundos como saludabas a todos y se fue, creo que se aburre de que no le des bola amiga – dijo Marley.
—Bueno, da lo mismo la veo después, vamos al salón de una maldita vez me gustan los asientos traseros.
— ¿Para poder tocar debajo de la mesa verdad? – ahí estaba Marley con su humor irónico.
—A veces no sé qué sería de mí sin tu humor.
—Una don nadie – abracé a Marley por el cuello y caminamos así por el pasillo mientras que Kitty y Tina iban detrás de nosotras hablando de chicos y chicas. Era agradable volver a tenerlas juntas nuevamente.
—Hey Pierce – miré hacía mi izquierda y antes de que pudiera notar quien me llamaba sentí un golpe en todo el rostro, solté a Marley y caí sobre los casilleros – creí que no volvería a verte por acá imbécil – traté de reponerme y noté que era la idiota de Becky y Kurt — ¿te dolió verdad?
— ¿Qué te pasa idiota? – Tina se iba acercando a ellos.
—No se te ocurra – la detuve tomándola del brazo y ella me quedo mirando.
—Brittany no te pueden seguir tratando así, es comienzo de año y ellas siguen tratando a la gente como se les da la gana – gritaba Tina.
—La flaca tiene razón – esa era Marley.
—Vamos donde el director –Kitty me agarró la mano pero la solté — ¿Qué te pasa?
—Estoy harta de estos idiotas que andan por la escuela golpeando porque están aburridos así que ahora mismo les daré una paliza a los dos.
— ¿Qué estás loca? – Tina me miraba horrorizada.
— ¿Te acuerdas lo que dijiste esta mañana en el desayuno? – Deje mi bolso y mi chaqueta en el suelo – nunca me habías visto pelear bueno, ponte cómoda flaca.
—Es mejor que te corras de ahí – Marley sacó a Tina de mi camino y con rapidez me acerqué a Kurt y Becky, ni cuenta se dieron cuando los primeros golpes por mi parte comenzaron a golpear cada rincón de sus cuerpos. Tenía que probarme que era buena en esto, que no haría el ridículo en ese torneo y aunque todo el mundo me dijera que era la mejor de mi edad yo no lo creía, realmente no creía nada bueno de lo que dijeran de mí.
Kurt yacía en el suelo con su rostro cubierto de sangre mientras que tenía a Becky acorralada a los casilleros y cuando le iba a dar el último golpe una mano me detuvo – MIERDA TINA TE DIJE QUE NO ME DETUVIERAS – voltee y para mi sorpresa no era ella.
— ¿Qué clase de mal broma es esta? – Su voz… su voz de mando me hizo temblar de pies a cabeza — Suelta a esa chica – fruncí el ceño y la solté, a penas eso paso Becky se desplomó en el suelo — ¿Qué clase de animales son?
—Yo… yo…
—Tu nada – la chica miró al alrededor – las clases empezarán dentro de 3 minutos, los quiero a todos y a todas dentro del salón — ¿era la profesora? Recogí mi bolso y mi abrigo y me disponía a entrar cuando noté que nuevamente agarraron mi brazo.
— ¿Piensas que entrarás así? – Me miró de pies a cabeza – tienes dos opciones, señorita….
—Brittany – apenas me salía la voz, nunca me había sentido tan pequeña al lado de alguien.
—Bueno señorita solo Brittany como le decía tiene dos opciones o se devuelve a su casa y se cambia la ropa cubierta de sangre y vuelve o se va y no vuelve pero así no entrara a mi salón.
— ¿Qué? – escuché como todos lo decían al unísono.
—Lo que escucharon – soltó mi brazo y le dirigió una mirada a todos – nadie que no tenga una buena imagen personal entrará en mi salón, no soy superficial pero acá los están preparando para el ámbito laboral y si creen que ir por ahí cubiertos de sangre y golpeando gente hará que se ganen la vida están equivocados – volvió a mirarme – eso va para ustedes y para sus dos compañeras también – me quede en silencio mirándola y ella no hacía nada más que mirarme – ¡Oh! Por favor saca esa cara de perrito mojado y ve a cambiarte que así no entrarás Brittany – volteo y caminó hasta el salón – Se me olvidaba – me volvió a mirar – si vas a tu casa y te cambias de vuelta pasa por dirección, si vas a tu casa y no vuelves mañana a primera hora te quiero en mi oficina y… por favor sácate ese gorro ¿quieres? Que pareces una matona. Los otros entren a clases conmigo.
— ¿Cómo se llama? – grité antes de que la profesora entrara al salón, ella volvió a parar y me miró de pies a cabeza.
— ¿Me acusarás con tu papá y harás que me eche de este colegio? — su tono irónico era tan desagradable.
—Créame que no soy de esas, solo quiero saberlo señorita.
—Santana, Santana López.
—Bueno, nos vemos mañana en la mañana creo que se me quitaron las ganas de estar en su clases.
—No te preocupes, prefiero estar con gente que se sabe comportar a con intentos de seres humanos que más bien parecen animales en celos como tú. Nos vemos mañana señorita Brittany.
En cuestión de segundos el pasillo quedo vació, solo era yo y los estúpidos de Becky y Kurt. No podía creer lo que había pasado, era primera vez en la historia de este maldito colegio que había una profesora así me hizo sentir tan pequeña a su lado, ella se veía tan de mundo y yo… y yo solo era un intento de ser humano, un jodido y maltratado intento de ser humano. Sentí como todo el odio se apoderaba de mí, me crucé el bolso y salí de esa maldita escuela, al parecer volver a tratar de ser normal no era una opción y se habían encargado de recordádmelo.

Me encanta como va el fanfic más porque en este las dos protagonistas son testarudas y eso lo hace diferente.

Espero tu actualización. :)

ajaaa profe y alumna, empezaron con el pie izquierdo!!!! Me encanta jajaja!!
Saludos

Órale!! Se ve que estará interesante!! saludos, espero la próxima Actu

holis!
Se ve super interesante, continua y no tardes mucho en acualizar porfis!!

INteresante es poco....! :) Apenas tuve oportunidad de comentar, espero que no lo dejes!!!!

Capítulo 3

Narra Santana

El día había pasado tan rápido, no había tenido ni un inconveniente aparte del de la mañana, a todo esto esa chica Brittany no había vuelto, así que eso quería decir que mañana tendría mi primera reunión con un alumno, no creía que sería tan pronto. Los otros dos chicos volvieron unas horas después y no podía creer como los había dejado… tenían moretones por todos lados ¿Cómo sobrevivieron?
Noté que mientras las clases transcurrían las amigas de Brittany hablaban impresionada de como su amiga había crecido y que por fin después de años de maltratos por Kurt y Becky ella había coSamo venganza, es decir que la chica aprendió a golpear solo para defenderse de estos dos idiotas que solo se encargan de tratar mal al más débil.
Por un momento me sentí mal pero mi trabajo era educar a estos chicos los cuales creí que tendrían más educación pero por lo visto me equivoqué, muchos de estos chicos pasaron toda su infancia solos ya que sus padres tienen cargos importantes en esta ciudad o de este país así que por ende solo sabían lo básico para tratar de ser personas.
—Todos saben que esta semana salen más temprano así que los dejo libres, puede irse – todos se levantaron y noté como en la puerta había una chica que buscaba a alguien con la mirada como si su vida dependiera de ello.
— ¿Puedo ayudarte? – la chica me miró y se sonrojó.
—Rachel – una de las amigas de Brittany fue hacía la puerta.
— ¿Qué haces acá?
—Nada solo… solo quería irme con Brittany hasta la casa, ya sabes para hablar y así – noté como la mayor de las chicas sonrió.
—Tendrá que ser en otra ocasión, la cabeza dura de nuestra amiga se metió en problemas el primer día de clases – dijo la otra chica que creo que se llamaba Kitty.
— ¿Qué… que hizo? — ¿Por qué era tan tímida?
—Nada, solo se vengó de Becky y de Kurt. Ya sabes algunos pocos golpes… mira como quedaron Rachel ¿no te da risa? De seguro mientras Brittany los golpeaba también pensaba en ti.
— ¿Qué?
– Sabes que ella nunca soporto que te trataran mal – la pequeña sonrió.
— ¿Se van conmigo? – preguntó la menor jugando con los dedos de sus manos – Finn nos está esperando en la puerta con los demás.
—Claro – dijo Kitty entrelazando sus dedos con los de la otra chica… ok, para mi sorpresa eran pareja.
—Adiós profesora – dijo Tina mirándome de pies a cabeza, sabía que me había ganado su odio después de como traté a su amiga.
—Hazme un favor Tina y haz que su amiga recuerde que mañana la espero a las 8 en mi oficina – ella no dijo nada, simplemente salió de la sala y deje escapar un suspiro.

Salí en dirección a mi auto y cuando iba llegando me di cuenta de que el grupo de los amigos de Brittany era más grande de lo que creía había chicos y chicas.
— ¿Quién es esa? – escuché que uno de los chicos había hablado para referirse a mí.
—Es nuestra nueva profesora – dijo Tina — ¿por qué?
—Esta buenísima – no sabía de quien era la voz así que voltee disimuladamente.
—MAS TE VALE QUE DEJES DE MIRARLE EL CULO PUCK – Tina pegó su mano en el rostro del chico ¿todas eran así de violentas?
— Dale vámonos, me quiero ir a casa – creo que el chico tenía algo con Tina.
No pude evitar reír, miré por última vez al grupo y noté como se subían a diferentes autos, supuse que irían a ver a Brittany.
Seguí mi camino por la carretera cuando sonó mi celular, deseaba con todas mis fuerzas que no fuera Sam y así fue.
—No puedo creer que me estés llamando – sonreí.
—Para que veas puta, solo quería saber si tienes nuestras habitaciones listas… “HOLA SANTANAAAA” – es era la voz de Mercedes en el fondo.
— ¿Ya llegaron? Se suponían que llegarían mañana.
—A bueno, si quieres nos vamos y nos volvemos mañana – dijo Quinn.
—Idiota ¿Dónde están?
—En el aeropuerto – respondió Quinn.
—iré a buscarlas, no tengo nada mejor que hacer.
— ¿Y Sam? – gritó Mercedes.
— ¿Quién es Sam? – las dos rieron.
—Que te dije Mercedes, las perras siempre serán perras – después de ese comentario solo corte el celular y manejé a toda velocidad hacía el aeropuerto.

Narra Brittany

Claro que no iba a volver a ese estúpido colegio, quien mierda se creía que era esa profesora nueva. Que por tener títulos y ropa de marca podía tratarnos como se le daba la regalada gana bueno, estaba equivocada. Yo nunca me dejé llevar por nadie, bueno eso desde un tiempo hasta esta parte pero esa mujer… esa mujer me incomoda de tal forma que cuando me miraba, me hablaba o la tenía cerca no me dejaba pensar ni juntar las palabras era raro.

—Sabía que estarías acá – miré hacía la entrada del gimnasio y noté que era Rachel, ella era la única que de cierta forma respetaba mis gustos y aceptaba que boxeara, después de todo ella estuvo presente la última noche que mi padre estuvo en casa.
— ¿Qué haces acá? – Agarré una toalla y me sequé el rostro y el cuello – me gustaría abrazarte pero estoy toda sudada.
—Eso no importa, ven – Rachel abrió sus brazos y caminé hasta ella, acomodé uno de sus mechones en la parte trasera de su oreja y ella sonrió.
— ¿y mi abrazo? – Rachel era tan jodidamente tierna, nuestra relación siempre fue especial… recuerdo que cuando entramos a este colegio para nuestros últimos 4 años todos creían que éramos pareja pero la verdad era otra. Tanto Rachel como yo veníamos de familias complicadas, familia en donde el dinero era la definición de felicidad y en donde los deseos de sus hijos importaban poco y nada. Cuando entré al primer año de los últimos cuatro supe que el padre de Rachel le era infiel a su mujer con una de sus secretarias, Rachel se enteró de la peor manera, los vio juntos en la cama donde se supone que su padre dormía con su madre mientras ella estaba de gira de placeres por Europa.
Rachel no se lo tomó para nada bien, ese mismo día después de que la secretaria de su padre se fuera lo encaró, le dijo cosas que venía pensando hace mucho, el padre de Rachel no quiso escuchar mas y la golpeo hasta dejarla inconsciente. Antes de esos primeros golpes Rachel era una chica llena de vida, de sueños, de sonrisas que podían arreglarte un día pero ese día solo fue el principio de su pesadilla. Su padre, buscaba cualquier excusa para golpearla sin importarle el pequeño y frágil cuerpo de su hija y así seguía y la única vez que paraba era cuando sabía que su mujer estaba por llegar de un viaje importante. Le pedía a Rachel que tapara los moretones con maquillaje… ese maldito ciclo siguió hasta que la madre de Rachel decidió abandonarlos, la dejó sola con ese maldito psicópata y su vida había pegado un vuelco enorme. Paso de ser la persona que le daba positivismo al grupo a simplemente dejar de tener esa luz que nos daba esperanza.
Durante esa época fue la primera vez que vi como mi renombrado padre golpeaba a mi mamá, tenía miedo de meterme en medio de sus discusiones porque mi padre es un hombre con mucha fuerza, tiene brazos enormes y su masa muscular es gigante. La cara de mi madre quedó más de una vez completamente desfigurada y cuando eso pasaba mi padre le pedía que no saliera de la casa dentro de un mes y que tampoco podía recibir visitas.
Hubo una noche… una noche que me gustaría no recordar pero es imposible. A veces me pregunto porque los seres humanos tendemos a recordar siempre lo malo y cuando queremos encontrar algún recuerdo hermoso nos cuesta tanto…. Esa tarde, esa tarde estaba con Rachel. Se había escapado de su casa después de una de las tantas palizas de su padre y llegó a la mía, decidí hacerle algo para comer porque sabía que habían pasado horas incluso días sin que ella ingiriera algún tipo de comida; cuando estábamos en la cocina mi madre bajó por una fruta y un cuchillo, nos preguntó qué haríamos y le dije que iba a cocinar para las dos… aun recuerdo su sonrisa, esa sonrisa falsa que se había acostumbrado a regalarme, esa sonrisa que ya no tenía el mismo efecto y aun… aún recuerdo sus palabras “No hagan mucho desorden, limpien todo lo que ensucien y Brittany… déjenme dormir estoy muy cansada, te amo ojitos bonitos” Yo solo le sonreí, creo que ni siquiera le presté mucha atención a su frase y me arrepiento hasta el día de hoy.
Pasaron las horas y ya era de noche Rachel se quedaría a dormir así que necesitaba frazadas, yo nunca la encontraba era tan torpe buscando las cosas así que decidí despertar a mi madre solo por unos minutos, le dije a Rachel que me acompañara porque en ese entonces ella le temía mucho a la oscuridad y afuera había una tormenta horrible. Subimos corriendo las escaleras y cuando entré a la habitación de mi madre estaba oscura, en ese momento un rayó iluminó el cuarto y la vi acostada. Me acerqué a ella corriendo y me lancé a su cuerpo, comencé a besar su rostro y noté que estaba congelada, la moví con todas mis fuerzas pero ella… ella no despertó, no despertaría más.
Por algún motivo Rachel prendió la luz del cuarto y con el tiempo entendí que era por su miedo a la oscuridad, cuando el cuarto se iluminó me di cuenta que el cuchillo no era para cortar la fruta y yo estaba sentada encima de una poza gigante de sangre.
De alguna y otra forma Rachel y yo habíamos sido dos chicas abandonadas por las personas que juraron muchas veces que nos cuidarían y no dejarían que nada nos pasara. Es irónico saber que esas mismas personas no lo pensaron ni siquiera dos veces para hacernos el peor daño de todos abandonarnos.

— ¿En qué piensas? – habíamos salido del gimnasio y la invité a tomar un helado al parque. Ella estaba recargando su espalda sobre el tronco de un árbol el cual era nuestro favorito mientras yo tenía la cabeza sobre sus piernas mirando el cielo.
—Nada, a veces solo los malos recuerdos vienen solos – ella me regaló una sonrisa, esa sonrisa verdadera que solo yo tenía el placer de ver – lamento no haber estado para ti este día en el colegio ¿te hicieron algo? – ella negó con su rostro.
—Creo que con la paliza que le diste a esos dos su grupo no querrá volver a meterse conmigo.
—Eso espero – dije besando los nudillos de sus manos.
—¿me extrañaste? – pregunté mirando sus ojos café oscuros.
—Claro que lo hice, deseaba ir a verte día tras día de los que estuviste encerrada en ese hospital pero… bueno… él no me dejaba Brittany.
—Lo sé – me acomodé en el pasto de tal forma que quedé sentada frente a ella – pero por lo visto ya no tienes moretones.
—Creo que esta aburrido de golpearme, a lo mejor ya no siente la misma adrenalina al hacerlo – hice una mueca – Finn me dijo que me fuera a vivir con él y su familia.
—Eso es una muy buena idea.
—Pero… sabes cómo soy, con suerte puedo hablar con ustedes. Todo lo que era, mi confianza se fue con… bueno, con ella.
—Eso es broma – me acerqué mas a ella – la Rachel que tanto nos hacía feliz sigue acá – coloqué mi manos en el centro de su pecho – todos nosotros lo sabemos – ella sonrió.
—Ustedes, todos ustedes han sido muy buenos conmigo.
—No hay motivo para ser mala contigo Rachel, tu eres él ángel de nuestras vidas – ella se ruborizó y me encantaba verla así. En ese momento recordé esa vez que creía que estaba enamorada de Rachel pero simplemente confundí mis sentimientos, no estaba enamorada de ella solo disfrutaba de su compañía porque el daño que habíamos sufrido por separado nos unía.

—A veces… a veces me pienso que si me gustaran las niñas sería fácil enamorarme de ti – escondió su rostro en mi cuello y acaricié su espalda.
—Lucharía con todas mis fuerzas para no enamórame de ti Rachel – ella se alejó y me quedo mirando.
— ¿Por qué? ¿Tan fea soy? – sonreí.
—No – acaricié su rostro – pero no podría soportar el hecho de hacerte daño Rachel.
—Si algún día te enamoras esa chica tiene que pasar por mi aprobación – sonreí.
—Créeme que lo haré hermosa.
—Nunca… nunca te pregunté cómo era estar encerrada en un hospital psiquiátrico – la quede mirando – ¿Qué se siente?
—Es horrible – me volví a recostar en sus piernas – es horrible ser la única normal entre toda esa gente que realmente está enferma sabes, aun no puedo creer que el idiota de Jack me haya obligado a ir porque él creía que estaba traumatizada por lo que vi, de cierto modo lo estaba sabes no es normal entrar a buscar a tu madre y verla bañada en sangre.
—Tu y yo sabemos porque te encerró Britt – la quedé mirando – él no quería que hablarás, el no quería que dijeras lo que estaba en la carta de tu madre porque eso acabaría con su carrera.
—Lo sé, aun me río cuando intenta encontrarla – Rachel sonrió.
— ¿Aún la tienes?
—Si, pero no la he vuelto leer… aun… aún se notan las manchas de sangre – acarició mi cabello – debería ir a dejarte a tu casa ¿no crees?
—Mmm… no quiero volver – me volví a sentar – hoy… hoy anda violento, tengo algo de ropa en mi bolso y pensé que…
—Claro, anda a quedarte a mi casa pero tendrás que aguantar a las, idiota de Tina, Marley y Kitty que probablemente irán también.
—No me importa, somos todas amigas ¿no? – Me acerqué y besé su mejilla – toma, ahí está tu gorro – me lo coloqué y volví a levantarme, crucé mi bolso y tomé la mano de Rachel. Cruzamos todo el parque en esta posición hasta que llegamos a un semáforo, miré hacia el interior del auto y no podía creer que me la encontrara hasta en la calle.

Narra Santana

—¿Quién es ella y porque te mira de esa forma? – dijo Mercedes desde el asiento trasero, no le di mucha importancia porque lo único que podía ver era como Brittany estaba ahí parada mirándome con sus ojos azules los cuales brillaban mucho, ni siquiera me acordaba de que tenía un color de ojos tan hermosos. La miré de pies a cabeza y estaba con un pantalón ancho, zapatillas, su camisa de cuadros apretada en sus caderas, una camisa ancha y su gorro, ese maldito gorro que me enfurecía – me contestarás o no – miré por el retrovisor, bajé el vidrio.
— ¿Todo bien? – les hablé, Brittany no me hablaba. Noté como pasó de mirarme desafiante a bajar la mirada en fracción de segundos.
—Si… no… no se preocupe – me contestó la chica que fue a buscarla al salón esta mañana.
— ¿Seguras? Brittany… — no me miró, noté como se acercó al oído de la menor y esta beso su mejilla izquierda – bueno, solo recuerde que mañana a las 8 en mi oficina – comencé a acelerar pero paré – ¡Oh! Y sin gorro – me volvió a mirar — ¿entendió?
— ¿Es que acaso ni siquiera en la calle dejará de molestar? – vaya, creía que no podía hablar pero al parecer cuando logro molestarla de alguna y otro forma siempre me responde.
— Esta en verde Brittany, es mejor que cruce.
Brittany no hizo nada, se arregló el bolso y cruzó la calle tomada de la mano con esa chica.
— ¿Tienes alumnas lesbianas? – preguntó Quinn.
—No tengo idea, creo que dos chicas de su grupo de amigas son pareja pero no sabía que ella lo era.
—Dijiste que era el primer día de clases, como es que mañana ya tienes una reunión con una de tus alumnas – volvió a preguntar Quinn.
—Esta chica casi se mata a golpes con otros dos, en serio la hubieras visto parecían hombres de las cavernas, no razonaban. Sabes que odio que la gente se comporte como animalitos y no piensen en las consecuencias antes de actuar.
— No se pero yo la encuentro muy caliente – Mercedes y yo miramos a Quinn.
— ¿Qué? Vieron el cuerpo que tiene.
— ¿Dónde lo viste? Porque con la ropa 10 tallas más grandes que las que ocupa no lo noto – dije sarcástica.
—Bueno, de seguro debajo de todo eso esconde algo la pendeja.
—A veces eres tan lesbiana – Mercedes la golpeo y volvió a colocar la música, el resto del camino lo pase en silencio, respondía a sus preguntas cortantemente y no podía dejar de pensar en esa chica, me intrigaba tanto. Se notaba que escondía muchos secretos y la otra chica, a lo mejor ¿será su novia? ¿Vivirá cerca de acá? A lo mejor vivimos cercas y ni sabía ¡OH, BASTA SANTANA, BASTA!
—Creo que sería buena idea pasar por algo de alcohol – solo era una excusa, quería dejar los asuntos del colegio para el colegio y que no se interpusieran en mi vida y en disfrutar con mis amigas que acababan de llegar.

Que buena y triste historia!!!!
Espero que de a poquito todo vaya mejorando para Britt y Rachel!!
Saludos

Me encanta como va la historia, solo espero que actualices más rápido. :))

vaya pasado que tienen las chicas muy muy fuerte, hasta la próxima actu!

Woooow esta super interesante la historia!!!! actualiza pronto, me he quedado con ganas de mas.

Me gusta mucho esta historia, no puedo esperar para leer mas de este fic, actualiza pronto :D

monica.santander escribió:Que buena y triste historia!!!!
Espero que de a poquito todo vaya mejorando para Britt y Rachel!!
Saludos

Si es algo triste pero ya veras como todo va cambiando para ambas.

iFannyGleek escribió:Me encanta como va la historia, solo espero que actualices más rápido. :))

Apenas esta comenzando y créeme q los cap que se vienen te gustaran mas :)... y voy actualizando dependiendo de los comentarios que recibo.

Dolomiti escribió:vaya pasado que tienen las chicas    muy muy fuerte, hasta la próxima actu!

Graciass por comentar... y esta historia tiene de todo un poco.

Fernandaaaaaxxx escribió:Woooow esta super interesante la historia!!!! actualiza pronto, me he quedado con ganas de mas.

Que bueno que te guste jejeje eso me motiva a seguir con el fic y voy actualizando dependiendo de los comentarios que recibo.

keae1503 escribió:Me gusta mucho esta historia, no puedo esperar para leer mas de este fic, actualiza pronto :D

Heyyy gracias por tu comentarioo y te quedaras mas enganchada con lo que se viene...

Capítulo 4

Narra Santana

—Te luciste con este nuevo departamento – dijo Quinn mirando todo a su alrededor.
—Es realmente hermoso – continuó Mercedes.
— ¿Cuánto gastaste por esto?
—Eso no importa, lo que importa es que ahora estaremos las 3 acá.
—Y Sam – dijo Quinn – no me mires así San sabes que no me cae para nada bien – Mercedes no dijo absolutamente nada e hizo como si nada pasara. Yo sabía que ella y Sam habían tenido algo mucho antes que yo conociera a Sam, de hecho la primera vez que lo vi fue porque Mercedes me lo presentó como su novio. Ellos dos nunca lograron nada a lo grande, Mercedes lo dejo meses después por un idiota con el cual duro un año y bueno, Sam cayó a mis brazos y no me ha soltado — A todo esto donde está el pene chico – Mercedes y yo nos miramos y no pudimos parar de reír.
—Sabía que lo tenía chico.
—No hemos dicho nada – dijo Mercedes
—No es necesario noté la mirada que se dieron ustedes dos.
—A sí ¿Cuál mirada?
—Esa que se dan las ex que comparten pene y tiene pene chico – otra vez reímos – no sé como aguantan tanto.
—Bueno querida amiga – Mercedes se sentó a su lado derecho – ya ni me acuerdo como lo tenía pero lo que si te puedo decir es que sabía ocuparlo.
—Bueno punto Mercedes
—Ustedes son unas asquerosas – Quinn se levantó y caminó a la cocina — ¿Quién quiere unos trago?
—Que sean 3 – Sam había entrado por la puerta – creí que estas dos locas llegarían mañana o en dos días más.
—Yo también pero como vez su vuelo se adelantó – respondí mirándolo.
—Si quieres puedes irte y alquilar otro departamento yo no tengo problema con eso bebito – respondió Quinn en su tono irónico.
—Hola Quinn también me gusta verte nuevamente.
—No recuerdo haberte dicho que era un gusto – Quinn seguía con su mierda.
—Haré como si no existieras así todos nos llevamos bien ¿te parece? – Respondió Sam acercándose a Mercedes y la saludo con un abrazo
— ¿Cómo has estado? No recuerdo cuando fue la última vez que nos vimos.
—Uh yo sí, fue cuando la ibas a presentar como tu novia en una fiesta en tu casa y la Mercedes te terminó justó ahí ¿patético no?
— ¡QUINN! – Mercedes y yo gritamos a la misma vez.
— ¿Qué? El no se acordaba solo lo estaba ayudando – Sam miró a Quinn y de ahí a mí.
—Creo que me iré a la cama sin cenar, adiós — Sam siguió su camino hasta el cuarto y miré a Quinn.
— ¿Qué? Solo era una broma ahora a lo que realmente importa – mostró los vasos de tequilas – a beber antes de dormir porque mañana todas tenemos cosas que hacer.
— ¿Mañana es la inauguración de su empresa de joyas verdad? – pregunté aceptando el vaso que me había dado Quinn.
—Si, será increíble – dijo Mercedes – hubiera sido perfecto que pudieras asistir.
—Si bueno, supongo que las pasaré a buscar y nos vamos a celebrar por ahí en la tarde ¿les parece? – las dos chicas asistieron y comenzamos a beber y hablar de todo lo que nos habíamos perdido durante estos meses. Era increíble volver a tenerlas en casa.

Narra Brittany

Sentí la maldita alarma y me desperté antes que se despertara Rachel, voltee a mirarla y estaba muy tranquila. Me levanté y bajé a preparar el desayuno, mientras bajaba las escaleras sentí un ruido en la cocina.
— ¿Hay alguien ahí? – pregunté nerviosa – hable, no se calle.
—Cálmate Brittany soy yo – el solo hecho de sentir su voz hizo que por mi espalda recorriera una electricidad que me hizo morir de miedo — ¿Qué haces ahí parada? ¿no piensas saludar a tu padre? – fruncí el ceño.
—Hola – dije pasando por al lado de él y comencé a preparar el desayuno.
— ¿Desayuno para dos? – Solo lo miré – lo sabía, en lo único que no me defraudas es que eres igual de mujeriega que tu padre hija, tu hermano me salió gay sabes. Ya se casó y Taylor hizo su vida muy temprano – nunca hablábamos de mis hermanos y así era mejor, ellos se habían marchado cuando mamá se quitó la vida. Ellos también me abandonaron — ¿Quién es la chica de arriba?
— ¿Qué? Tu… tú la viste?
—Obvio, llegué ayer en la noche y quería saludarte pero bueno estabas ocupada.
—Es Rachel – cada vez que mi padre escuchaba el nombre Rachel se quedaba callado, ella hacía que recordara esa noche en que mamá nos abandonó a las dos porque cuando entró al cuarto vio a Rachel sentada a un lado de la cama con sangre
— ¿Qué… que pasa?
— ¿Cuándo se va?
—Desayuno, ducha y partimos al colegio.
—Me parece, no me avises cuando te vayas si necesitas dinero sabes – el subió sin siquiera mirarme y sentí rabia, rabia porque seguía siendo el mismo idiota de siempre… terminé de hacer el desayuno y subí a mi cuarto.
—Permiso vengo con el desayuno.
—Descuida, ya estoy vestida – miré a Rachel y hasta se había bañado – sentí cuando te fuiste del cuarto así que aproveché para ducharme ¿te molesta?
—Claro que no, toma te traje desayuno.
— ¿Y para ti?
—Tomaré contigo, después me iré a bañar y nos vamos. No puedo llegar tarde.
—Verdad tienes la reunión con tu profesora
—Si… aún no sé para que me quiere ahí pero bueno.
Terminamos de desayunar y antes de irme a la ducha le dije que era mejor que se quedara en el cuarto porque mi padre había llegado, me dijo que no me preocupara y seguí con lo mío. Mientras me duchaba pensaba en que ropa colocarme y no podía decidir, la señorita Santana se veía tan de mundo, tan elegante que cualquier cosa que me pusiera se vería mal… no es que no tenga dinero pero me gusta la ropa ancha y ella es tan… tan ceñida al cuerpo… me vestí y salí del baño.
— ¿Cómo me veo? – dije mirando a Rachel.
—Te ves como siempre, solo que no andas con pantalones anchos.
—Creí que bueno… a la señorita le molestaría mi ropa ¿viste cómo me miró ayer?
—No pero Brittany… eso desde ¿cuándo te importa?
—Desde que pueda que eso me traiga problemas en la escuela y quiero que este año sea tranquilo
—Te ves bien, esas calzas te quedan perfecto pero tu camisas anchas no los cambies por nada.
—No lo hare.
—Me encanta como te quedan y hoy te ves bien ¿iras sin gorro?
—A ella tampoco le gustan mis gorros.
—Tu profesora es rara…
—Lo sé, es mejor que nos vayamos.
Salimos de mi casa y decidí ocupar mi auto, casi nunca lo hacía y de hecho no manejaba desde hace 1 años. Rachel se sentó a mi lado y durante todo el camino nos fuimos en silencio, los silencios con Rachel eran geniales, no eran incómodos y aunque yo sabía que ella tenía muchas preguntas con respecto a mi padre no las hizo, sabía que yo se las diría a su tiempo.
—Creo que llegamos muy temprano – miré la hora y eran las 8:45 – entramos en 15 minutos ¿Qué harás?
—Vamos a ver si llego tu novio – Rachel se ruborizó, salimos del auto y caminamos hacia la puerta de entrada y cuando íbamos caminando y hablando con Rachel choqué con alguien — ¡mierda! – me acaricié la parte posterior de la cabeza cuando caí al suelo.
—Brittany lo siento – abrí los ojos y era la señorita Santana – no te vi, creo que iba apurada.
—Descuide – digo levantándome y mirándola – iré a acompañar a mi amiga.
—Espere usted tiene una reunión conmigo – miré la hora.
—Aún quedan 5 minutos
— ¿No cree que sería bueno aprovechar los minutos? – la miré y de pies a cabeza dos veces y cuando vi el suelo noté que se le había caído el celular, me acerqué a ella y retrocedió.
—Solo quería pasarle esto – estiré mi brazo y le pase su celular – y creo que tiene razón aparte Rachel ya se fue
—Después de usted Brittany – subí las escaleras sin mirar atrás y justo en ese momento me arrepentí de haber usado calzas tan ceñidas al cuerpo y una tanga horriblemente pequeña. Noté como mis mejillas comenzaron a sonrojarse y entonces tropecé y si no hubieran sido por las manos de la señorita Santana que una se posó en mi cadera y la otra en mi espalda me hubiera matado.
— ¿Está bien? – noté como su el aire que salía de sus labios chocaba con mi cuerpo.
—Si lo siento, soy algo torpe – me zafé de su agarre y llegamos. Ella se sentó en su escritorio y yo en una de las sillas del frente.
— ¿Cómo estás? – Elevé una ceja — ¿Por qué… porque elevas una ceja? – noté como se le esbozaba una leve sonrisa y miré hacía el suelo – ahora porque miras al suelo.
—Por nada, lo siento… estoy… estoy bien, gracias y usted
—Bien también muchas gracias.
— ¿Quieres un café?
—no, gracias.
— ¿Aún te duelen los golpes? – Me hice la tonta – los de ayer, ¿aún te duelen?
—Créame que he tenido que aguantar cosas peores que unos cuantos golpes de esos dos.
—Entonces eres una chica ruda ¿no?
—Yo… yo no lo llamaría así – no podía mirarla a los ojos, por alguna razón la señorita Santana me hacía sentir tan pequeña a su lado que los nervios me traicionaban.
— ¿Sabes porque acepte el trabajo en este colegio Brittany?
—No – respondí a secas, realmente no me importaba.
—En el medio de la pedagogía soy muy conocida por que puedo cambiar personas, no su esencia pero si algunas cosas puntuales que las ayudarán de por vida. Puedo hacer que una chica que se odie por el motivo que sea después de meses o un año se ame completamente. El director me dijo que este colegio era increíble, que estaba dentro del top 5 de colegios de los Ángeles pero que había un problema ¿te haces una idea de cuál puede ser? – Negué con la cabeza – bueno… hay algo que a las personas como nosotras en este mundo lleno de lujos nos hace tener un denominador común.
— ¿Nosotras? – La señorita Santana sonrió y bebió de su café.
—La soledad – dijo después de beber de su tasa – vivimos en un mundo lleno de lujos, viajes, autos, fiestas increíbles, alcohol, drogas, sexo… creemos que lo tenemos todo cuando en verdad lo único que queremos es que alguien nos acurruque y nos haga sentir que todo estará bien ¿no?
—Que… ¿de qué habla?
—Hablo de que hay una razón por la personas llamadas adineradas tienen mucho desbalances emocionales y cometen tantos errores como tú por ejemplo ayer.
—Eso… eso no fue un error señorita Santana.
— ¿No?
—Es que… ellos… ellos.
— ¿Por qué tan nerviosa?
—Hay cosas que usted no sabe y a lo mejor no sabrá nunca.
—Es por eso que elegí este colegio, quiero conocerlos que me dejen entrar a sus vida.
—Eso es difícil.
— ¿Por qué?
—Por lo de ayer.
— ¿Por qué te dije que te fueras a cambiar de ropa? Brittany… no te iba a dejar entrar toda ensangrentada, toda desordenada. La primera impresión de una persona dice mucho de ella.
— ¿Qué… que… qué impresión tiene de mí? – la miré a los ojos durante unos segundos pero volví a bajar la vista ¿Qué tenía ella que me hacía sentir tan diminuta a su lado?
Hubo silencio, ella no respondía y yo me estaba colocando muy nerviosa.
—Creo… mejor dicho, quiero creer que no es lo mejor que me tienes que mostrar de ti – está vez la miré a los ojos sin colocarme nerviosa, ella… ella me había dado una oportunidad… ella… ella tenía esperanza en mí – ve a tu salón, voy en 15 minutos – recogí el bolso del suelo, la miré por última vez y salí de su oficina rumbo a mi clase.

Narra Santana

La observe hasta que salió por la puerta de mi oficina. Ella realmente había un hecho esfuerzo para tratar de agradarme, había cambiado sus pantalones como 50 tallas más grandes que ocupaba por calzas ceñidas a su cuerpo lo que me hizo notar que tenía un cuerpo muy bien trabajado y aunque está mal cuando veníamos subiendo las escaleras no pude evitar mirarle el trasero ¿haría algún deporte?, cuando casi se cae de las escaleras sentí el olor a su perfume y ella olía muy bien… la primera impresión que tuve de ella fue claramente errónea y ahora se estaba esforzando.
Otra cosa que me intrigaba de sobre manera era su constante nerviosismos cuando estaba cerca suyo, con suerte me miraba y jugaba con sus manos las cuales pude notar que estaban hinchadas y con algunas cicatrices ¿a qué se dedica esta chica?
Recogí mis cosas y partí al salón, cuando llegué estaban todos sentados conversando muy tranquilamente. Noté como Brittany estaba sentada con su grupo de amigas y con dos chicos. Me senté en el escritorio, prendí el computador y comencé a ver los nombres de los chicos que estarían conmigo este año, muchos tenían apellidos importantes pero entonces vi el de Brittany… era… era PIERCE la hija del empresario más importante de los Ángeles y ahora candidato para formar parte de la junta directiva del gobierno ¿era una broma?
— ¿Le pasa algo señorita López? – preguntó una chica que no sabía su nombre.
—No… solo… solo estaba mirando la lista de los alumnos de este salón y me impresioné al ver algunos de sus apellidos – traté de no mirar a Brittany ¡mierda! No funcionó – será mejor que guarden sus cuadernos – todos me quedaron mirando raro – empezaré esta clase hablando de mí. No quiero que me vean como la típica profesora que solo viene a sentarse, pasar materia y colocar malas notas al sistema. Quiero más de ustedes, quiero que me muestren todo lo que tienen acá – toqué el centro de mi pecho – no soy su enemiga y es por eso que les diré quién soy.
Me levanté y comencé a caminar por el pasillo, mirando el rostro de cada uno de mis alumnos y me detuve en Brittany quien mantuvo su vista hacia mi persona durante un segundo ¿porque era tan tímida?
—Me llamo Santana Marie López Duarte– al decir mi segundo nombre todos comenzaron a susurrar cosas – sí, soy hija de los dos más grandes cineastas que ha tenido el mundo y como creo que ya saben la historia.
—Ellos fallecieron – dijo una de las amigas de Brittany y la que quede mirando – lo… lo siento… es solo que… cuando salga del instituto quiero estudiar algo relacionado con cine y por eso se…. Se algo de historia.
— ¿Cuál es tu nombre? – Pregunté seria y ella no me lo decía – no te voy a golpear – todos rieron.
—Me llamo… me llamo Kitty Walden.
— ¿La hija del cantante? – Ella asintió con su cabeza – me llena de orgullo saber que sabes de ellos – volví a darle la espalda y seguí caminando – ellos fallecieron cuando yo tenía 15 años, a esa edad yo era nada, no sabía qué hacer y cuando ellos se fueron menos sabía que haría. Me criaron mis abuelos hasta los 19 en donde nuevamente volví a quedar sola… no sé si fue el destino pero antes de que ellos fallecieran yo había postulado a las universidades y una semana después de que me quedé completamente sola en este mundo me llego la carta de aceptación a una de las mejores universidades de los estados unidos. Entré completamente sola y mi disposición a las cosas eran una mierda – todos rieron cuando escucharon esa palabra – creía que solo era yo contra el mundo y eso es algo en que muchos jóvenes como ustedes y como lo fui yo están equivocados. No están solos, siempre hay alguien que quiere saber más de ustedes y no por pena o por metiche si no porque realmente les importa. Solo hay que saber quiénes son los que realmente valen la pena… salí de la universidad con dos grandes amigas, amigas que hasta el día de hoy son lo mejor que me han pasado. Amigas que me están esperando en mi departamento para que les cuente como me fue en mi día – noté como Brittany no dejaba de mirarme – muchos de ustedes no saben canalizar su rabia, ira, pena, decepción. Mucho de ustedes guardan secretos que les desgarra el alma y tienen miedo de hablarlo, muchos de ustedes ni siquiera creen que merecen respirar, muchos de ustedes desearían estar muertos.
A la edad de ustedes es fácil decir que uno está solo, que no tiene a nadie, que no es importante para nadie pero solo tienen que mirar a su alrededor y darse cuenta que eso no es así, nunca es así.
—Pero hay gente como Pierce que si está sola, o sea su madre era una cobarde que se suicidó cuando ella recién empezaba sus últimos años de colegio y un padre al cual le da lo mismo su existencia – era la misma chica a la cual Brittany había golpeado ayer en la mañana y creo entender el porqué, sentí un ruido y me di cuenta de que Brittany iba directamente hacía la chica y entonces Tina la detuvo.
—No vale la pena Brittany.
—La escuchaste Tina, tú la escuchaste – noté como sus lágrimas comenzaron a caer una por una y sentí como mi corazón se hacía añicos – quiero matarla, suéltame.
—Becky– dije con voz de mando y la chica me miró con una sonrisa victoriosa – agarra tus cosas, quedas suspendida durante 2 semanas – todos voltearon a ver.
— ¿Qué? Usted no puede hacer eso ¿sabe quién es mi padre?
—No me interesa, agarra tus cosas y te vas de mi salón.
—Todo esto es tu culpa, maldita huérfana – su frase hizo que la odiara de una manera increíble. Sabía que no podía mezclar mi trabajo con lo sentimental pero ver a Brittany de esa forma me estaba matando.
—Yo… no quiero estar acá – Brittany se salió del agarré de Tina y salió corriendo.
— ¡BRITTANY! – gritó Kitty.
—Ok, se quedan tranquilas iré a buscarla si vienen a ver díganle que….
—Descuide – dijo Tina – solo encuéntrela ella… ella no puede estar sola – le sonreí y comencé a buscarla por todo el maldito instituto. Era el instituto más grande en que el que había estado, traté de pensar como ella para poder encontrarla y solo se me ocurrió un lugar.
Llegué a la azotea del instituto en donde el viento era increíblemente fuerte, a penas te podías sostener en pie, miré por todos lados cuando la vi parada al borde del edificio.
—Brittany – ella volteo a verme y noté sus ojos rojos por las lágrimas – no hagas ni una tontera, no… por favor piensa. Tus amigas están preocupadas no puedes dejarlas solas.
— ¿Por qué me tengo que preocupar por ellas? Si nadie lo hizo por mí, Becky tiene razón sabe — volvió a mirar hacia el frente – mi madre ni siquiera pensó en mí cuando se suicidó, ni siquiera se preguntó si sería feliz con el asqueroso de mi padre y a él… a él ni siquiera le importo – gritó con todas sus fuerzas – y mis amigas… para ellas solo soy una maldita loca que estuvo un año en un internado psiquiátrico porque mi padre no quería hacerse cargo de una pequeña criatura que vio a su madre cubierta de sangre cuando le fue a preguntar dónde estaban las sábanas para colocar en la cama
—Brittany por favor… baja de ahí.
— ¡NO! USTED NO ENTIENDE, NO TODOS SOMOS COMO USTED. NO TODOS PODEMOS SALIR ADELANTE DESPUÉS DE COSAS TAN HORRIBLES… NO TODOS TENEMOS PERSONAS REALES QUE SE PREOCUPAN, NO TODOS TENEMOS A ALGUIEN A QUIEN REALMENTE LE IMPORTEMOS.
— ¡ME IMPORTAS BRITTANY, TU A MI ME IMPORTAS! –no sabía de dónde había salido eso pero a penas lo dije mi corazón comenzó a latir con fuerza – solo… baja de ahí por favor – Brittany volteo a mirarme y se bajó lentamente, apenas tocó el suelo se dejó caer, colocó su cabeza entre su rodillas y comenzó a llorar. Nunca antes había escuchado a llorar a alguien de esa forma. Me acerqué cuidadosamente y la abracé… Brittany colocó sus brazos alrededor de mi cuello y sentí nuevamente su perfume – Hey tranquila, no estás sola, estoy acá – besé su frente – está todo bien, enserio – acaricié su espalda.
— ¿Lo que dijo es verdad? – se alejó algunos centímetros de mí y noté sus ojos cubierto de lágrimas, el dolor que transmitía era real.
— ¿Qué… cual… cual de todas las que he dicho? — ¿Por qué tartamudeas idiota? ¿Qué te pasa?
—Que le importo…. ¿le importo señorita López? — ¿Cómo podía decirle que no a esta chica? Dios sus ojos… me está mirando como nunca antes….
—Si Brittany, me importas y no estás sola. Cada vez que necesites hablar o desahogarte estaré acá
— ¿Lo dice enserio señorita Santana? – porque me gustaba tanto que ella me dijera señorita y me tratara de usted.
—Si… si Brittany.
— ¿Puedo seguir abrazándola? Enserio lo necesito.
—Descuida – nos acomodamos en el suelo y ella me abrazaba como si su vida dependiera de aquello y por mi parte me hubiera quedado en esta posición durante toda esa tarde.

Awwww tan lindas mi brittana las amo sube otro pliz

OTRO OTRO OTRO OTRO OTRO CAPITULO

Me encanto y quiero otro, espero tener uno pronto. :)

Pon otro porfaa aaww mis brittana y sus primeros acercamientos reales pon uno más, andaaa!!! saludos