Aprendiendo sobre el amor!!... Capítulo 36

Apaa acaba de aparecer una media hermana?? No entiendo pero que mal educada como trata asi a San

Holap!! vaya que bueno que ese episodio con spenser no haya sido verdad y una media hermana?? Vaya vaya!! Nuevos cambios en la casa de britt ya veremos como va todo! Saludos!!

Hola!! esa media hermana me suena a problemas!!!
Saludos

Narra Brittany

Lo único que quería era salir de ese lugar, no podía estar en el mismo lugar que Madison, no después de todo lo que había pasado y es por eso que apenas terminé mi ducha romántica con Santana decidí salir a almorzar al único lugar donde nadie nos encontraría, mi lugar favorito en los Angeles.
— ¿Me dirás a dónde vamos? – preguntó Santana sentada al lado mío en el asiento del copiloto.
—Ya verás – respondí sonriéndole.
— ¿Por qué no me dijiste que tenías una hermana?
—Porque ella es una de las muchas cosas que estoy tratando de dejar atrás – noté su mirada de sorpresa
—No te lo tomes a mal pero solo hay un solo lugar donde me siento cómoda hablando de mi pasado y de personas que ya no están y que están y me hacen mal.
— ¿Cuáles?
—De hecho son dos – sonreí.
—Dime Brittany
—Uno ya lo vas a conocer y el otro… el otro bueno, es en tus brazos – nos quedamos mirando durante algunos segundos.
—Tu si sabes cómo matarme – sonreí
—Supongo que tendré que esperar entonces.
—Sé que eres paciente amor, lo sé
— ¿Por qué estas tomando el camino hacia el bosque? – No respondí
—Eres insoportable Brittany.
— ¿Aun sigues pensando en tu pesadilla?
—Sí, fue muy real… hasta te daban una beca.
—Me la dieron – respondí seria
—Creo que tu subconsciente simplemente te enseño en imágenes lo que escuchaste estando inconsciente.
—Puede ser pero ¿Enserio te dieron la beca?
—Sí, el director dijo que luchaba muy bien y que si lo hacía para el instituto podía tener muchas posibilidades de que una buena universidad se fijara en mí.
—Yo creía que querías estudiar acá.
—No – dije mirándola
—Lo único que me aferraba a este lugar son mis amigas y tú ahora, pero todas tenemos planes y ninguna es estudiar en esta ciudad.
—Woow – dijo Santana.
— ¿Por qué? ¿Qué pasa?
—Yo me vine a los Angeles para establecerme acá – la quede mirando
— Y tú… tú te quieres ir.
—Lo arreglaremos.
—Brittany…
—Aún queda tiempo Santana, quedan meses no nos adelantemos ¿bueno?
—OK, lo que quieras.
Noté como Santana se quedó seria y no hablo nada durante el resto del viaje, sabía que tenía preguntas pero no podía llegar y respondérselas, no era el momento y a decir verdad la llegada de Madison me dejo mal no esperaba que llegara ni mucho menos después de dos años sin vernos.
— ¿Cuándo falta? – preguntó Santana mirando el paisaje.
—No mucho pero por lo visto creo que el paisaje te encantó.
—Es muy lindo este lugar, el bosque es genial no veía hace tiempo y no subía hace mucho.
—Bueno, ahora recordaremos algunas cosas – San me miró.
—De hecho acabamos de llegar.
Santana se bajó mirando todo a su alrededor. El lugar era hermoso y era un lugar de los pocos que podía decir que eran netamente míos, acá venía cuando peleaba con mi padre, cuando me sentía sola, cuando me sentía una mierda por utilizar a todas esas chicas para poder salir adelante. Este era mi lugar en el mundo.
—Woow – dijo mirándome – esto es hermoso.
—Lo sé, creo que cada vez que vengo término sin palabras – le sonreí.
— ¿Qué es eso? – apuntó  hacía el edificio.
—Es un restaurante que tiene un piso completo, es como un departamento en el 3 piso.
— ¿De quién es?
—Mío – me miró sorprendida – fue un regalo de mi madre antes de morir, el restaurante está a su nombre y todas las ganancias van para una fundación de ella que mi padre nunca supo que manejaba.
—Es… hermoso ¿aún funciona?
—Sí, creo que a esta hora debe estar repleto ¿quieres entrar?
— ¿Comeremos acá? – le sonreí.
—Sí, pero mi idea es otra, anda ven.
Entrelacé nuestras manos y nos fuimos hacía la parte trasera del restaurante, cuando entré todos y todas me saludaron y a la misma vez saludaron a Santana la cual tenía las mejillas colorada, nunca nos habíamos paseado de esta manera frente a gente y aunque fuera solo la cocina de este restaurante era una cocina gigante. Tomamos el ascensor y subimos hasta el piso 3.
—Bienvenida a mi pequeño refugio – dije abriendo la puerta y dejándola pasar, recorrió con sus hermosos ojos marrones todo el alrededor, sus ojos brillaban – creo que te gusto – cerré la puerta, caminé hasta el teléfono y llame – quiero dos menú completos por favor, gracias – terminé de colgar y Santana me quedó mirando.
— ¿Comeremos acá?
—Sí, el restaurante suele estar siempre repleto y tú eres mi profesora no deberían vernos juntas.
—Este lugar es hermoso – se acercó a mí – pero creo que tenemos que hablar – suspiré
— ¿Estás bien?
— ¿Nos podemos sentar?
—Claro
Camine con Santana hasta el living y nos sentamos una frente la otra, miré su rostro e inconscientemente traté de buscarle alguna imperfección y para mi sorpresa no había ni una. Sus ojos marrones estaban fijos en mí, es como si quisiera leer cada movimiento que hiciera, era increíble.
—Madison es mi media hermana, somos hijas del mismo padre – Santana solo miraba
—Me enteré de su existencia cuando yo tenía 5 años y ella tenía 10. Mi madre no le dio importancia alguna porque era de la vida pasada de mi padre… recuerdo haberla visto una vez para mi cumpleaños número 12 pero de ahí no la vi más hasta hace dos años… la vi para la última navidad que pase con mi madre, ella llegó a la casa completamente ebria y drogada, comenzó a gritar que nadie la quería, que nuestro padre nunca la reconoció, que él había arruinado la vida de su madre y la de ella y ahora que lo veo bien tenía razón. No hay forma alguna que siendo familiar de mi papá no te sientas miserable con tu vida.
—No digas eso.
—Es verdad… cuando era chica siempre desee una hermana o un hermano, siempre quise estar acompañada y nunca pude. Cuando supe que era mi hermana te juro que fue uno de los mejores días de mi vida pero cuando mi padre nos prohibió tener contacto con esa familia todo se me derrumbó. Él no quería que se filtrara a la prensa su segunda familia así que simplemente las abandonó y cuando apareció para navidad quise lanzarme a sus brazos y decirle que me llevara con ella pero entonces me di cuenta de que estaba tan jodida de la misma forma o más que yo, quería alguien que me sostuviera, con quien pudiera contar cuando a mi papá le diera por golpearme pero nunca tuve a nadie – miré a San.
—A nadie hasta ahora – ella sonrió
—Eres más que una chica con la que la paso bien en la cama, eres más que solo sexo para mi Santana – me levanté y me fui a acostar a su lado
—Tu me llenas de esperanza, de vida, me haces creer, me cambias. Desde que te conozco me tienes allá arriba – apunté al cielo – y te juro por mi madre que no quiero bajar.
—Eres… eres increíble Brittany no sé qué haría sin ti y realmente lamento haber llegado tan tarde a tu vida y en estas circunstancias
—Son las mejores circunstancias
—No, somos profesora y alumna.
—Y yo te quiero y me gustas, lo que viene después da igual – San solo me miraba
— ¿Qué hice para merecerte? – preguntó acariciando mi rostro.
— ¿Qué hice yo para tenerte en mi vida Santana? He sido una mierda desde que tengo uso de razón, busqué a una persona por quien cambiar y ella nunca llego, hasta ahora.
—No quiero perderte.
—No nos perderemos Santana – sabía que en sus ojos había algo más, sabía lo que estaba pensando – no me iré Santana, no aun cuando llegue el momento…
—Lo hablaremos, lo sé – sonrió y sonó el timbre.
—Creo que llego nuestro almuerzo – me levanté hacía la puerta…
—Brittany – dijo Santana antes de que pudiera llegar a la puerta
— ¿Qué pasa?
—Yo… tengo hambre – sonreí.

Narra Santana

¿Tengo hambre? Gracias a Dios fue lo primero que dije antes de decir algo que pudiera cambiar todo. Tenía que controlarme, no podía seguir perdiendo el control en esto… ¿Cómo se te ocurre tan solo pensar en decirle que la amas? De seguro ella saldría corriendo y no es lo que quieres verdad Santana.
— ¿Hambre? – dijo Brittany mirándome, Dios era tan hermosa, tan pura, su belleza era de otro mundo.
—Sabes que siempre tengo hambre – respondí levantándome y nos sentamos en la mesa a comer. Traté de relajarme, de no pensar pero cada vez que me besaba, me acariciaba o me rozaba todo mi cuerpo respondía de una manera que me daba miedo. De una forma que no me había pasado antes hasta el día de hoy.
—Es mejor que comas porque este día aún no termina.
— ¿Qué?
—Es tu día libre, lo vamos a aprovechar.
— ¿Y si nos ven?
— ¿Y si no? – no me aguanté y la besé, me encantaba su esperanza, su positivismo. Toda Brittany Pierce me estaba enamorando y no sabía cómo responder a estas nuevas sensaciones.

Hermosooooo capitulooo!! Cada vez me gusta como se complementan la una a la otra,son la una para la otra
Dioss si que el padre de Britt es un maldito tenia otra familia

Capitulo 36

Narra Brittany

Después de almorzar nos acostamos en la terraza a apreciar el paisaje, amaba los paisajes lindos. Sentía como si pudiera transportarme a diferentes lugares del mundo que aún no conocía y lo mejor de todo es que tenía a mi lado a una persona que amaba los pequeños detalles igual que yo.
—Este lugar es hermoso – dijo Santana mientras acariciaba mis abdominales.
—Es tranquilo, creo que si viviera acá podría tranquilamente leer y leer todas las enciclopedias de libros que tengo guardados.
— ¿Por qué los tienes guardados?
—Son cosas que aún me faltan por hacer, aun no desempaco del todo mis cosas.
— ¿Aún no? San llevas como dos meses aquí.
—Lo sé es solo que… — Ella me miró a los ojos
—Es solo que no suelo quedarme tanto en un lugar o mejor dicho no solía hacerlo. Cuando acepte el trabajo nunca creí que terminaría encariñándome con mis alumnos porque nunca antes había pasado… solía ser la bruja, la vieja de mierda – reí
—Pero ustedes son distinto – nuestras miradas chocaron
—Y tampoco conté que terminaría queriendo demasiado a una de esas alumnas, que me obsesionaría tanto con el color de sus ojos, preguntarme porque te tocas el cabello cada vez que estas nerviosa, porque te mordías los labios cuando te hablaba al principio – sonreí – con el tiempo fui encontrando cada respuesta a tus actos Pierce pero aún hay una pregunta que no puedo contestarme.
— ¿Cuál? – dije acariciando la piel de su espalda y besando su frente.
— ¿Qué tienes que te hace diferente al resto?
—Soy mujer – las dos reímos
— ¡Hey! No te rías, es verdad nunca antes habías estado con una chica.
—Si… pero… esto va más allá del sexo que tiene la persona – Santana se acomodó sobre mi cuerpo y nos quedamos mirando frente a frente
—En serio eres diferente – acarició mi rostro
—Eres más suave, más cariñosa, más amorosa, más porfiada, más llevada a sus ideas, más fogosa. Contigo siempre es algo más.
— ¿Eso es malo?
— ¿Crees que es malo? – sonreí
—No sé qué me pasa contigo… no puedo obtener respuesta a las mariposas que aparecen en mi estómago cuando sonríes, cuando me abrazas, cuando me dices que soy hermosa, que solo me quieres a mí y no me puedo aguantar las ganas de comerte la boca cada vez que dices que eres solo mía.
—Es porque es verdad – interrumpí
—Yo no tengo ganas de nadie más que no seas tú – Santana se sonrojo
—No sé qué me hiciste – comencé a acariciar su rostro
—A lo mejor fue tu personalidad fuerte la cual no deja que nadie se te acerque más de lo normal, esa personalidad autoritaria que es capaz de poner a tus pies a cualquier persona o ese lado tierno, amoroso que he logrado conocer con el tiempo o ese lado de vulnerabilidad. Donde tienes miedo de que te hagan daño, de no ser amada pero yo Santana – me senté y ella hizo lo mismo0
—No tengo ninguna intención de dañarte. Eres el ser más hermoso que he conocido – mis manos bajaron a sus piernas.
—Eres hermosa, eres lo que inconscientemente siempre quise que llegara a mi vida.
— ¿Qué querías que llegara a su vida? – se acomodó en mi cuello y comenzó a darme pequeños besos.
—Alguien que compartiera mi locura– se alejó lentamente y nos quedamos mirando.
—Alguien con quien pudiera complementarme al 100%
— ¿Esa soy Yo?
—Eres eso y más
— ¿Cómo así?
—Eres… eres mi ángel Santana – noté como sus ojos comenzaron a cubrirse de lágrimas
—Me salvaste cuando nadie más pudo. Si hubiera seguido teniendo esa vida llena de excesos a lo mejor…. A lo mejor no estaría acá.
—Cállate – colocó su dedo sobre mis labios – no digas eso.
—Es la verdad, tu sabes la vida que llevábamos – San se quedó en silencio.
—No quiero esa vida nunca más – dijo mirándome a los ojos sin casi pestañear.
—No quiero ninguna vida si no es contigo – sonreí – eres todo lo que necesito.

Se lanzó a mis brazos y nos dejamos caer a la montaña de cojines que habíamos colocado para estar más cómodas. Ni siquiera nos estábamos besando, la sola sensación de sentirla a mi lado, de sentir la irradiación del calor de su cuerpo, sus caricias, como las yemas de sus dedos vagaban por mi piel descubierta como si fuera lo más importante para ella me llenaba completamente.
Me gustaría poder expresarme mejor, me gustaría poder decir todo lo que realmente siento dentro de mi corazón pero se me hace imposible y con el tiempo creo que entendí porque me cuesta tanto poder decirle a Santana que me estaba enamorando de ella y era el miedo. El mismo miedo que sentí cuando me di cuenta que me gustaba, el mismo miedo que sentí cuando me dejó en las cabañas pero lo peor de todo es que tenía miedo a lo desconocido, a no saber si eso era lo que realmente estaba sintiendo o solo la necesidad de poder decir algo que trata de explicar todo lo que estaba sintiendo ¿Sentirá ella lo mismo?

—Dime que algún día viviremos acá – después de escuchar eso una sonrisa apareció en mi rostro.
— ¿Te gustaría? – pregunté inhalando el aroma de su cabello.
—Me encantaría – dijo nuevamente acariciando mis abdominales.
—Te quiero – dije besando mis labios.
—Yo también te quiero – respondí después de que el contacto había terminado.
—Entonces… ¿te escucharé cantar el lunes? – sonreí.
—Sí, creo que si
—Me parece muy bien. Ya era hora de que mostrara tus talentos.
— ¿Qué? Yo creía que había sido muy clara en mis talentos – comencé a moverme hasta dejar a Santana debajo de mi cuerpo.
—Mmm bueno… creo que aún no me queda del todo claro sabes – sus manos se fueron a mi espalda y desataron el nudo de mi traje de baño
— ¿Crees que podrías ser la profesora en estos momentos?
— ¿Papeles invertidos? – Sonreí y me acerqué a sus labios
—Me encanta
—Me encantas tu – no alcancé a responder cuando ya tenía los labios de San sobre los míos.

holap,...

definitivamente el padre de britt es un reverendo bastardo por todo lo que hizo afectando de por si a la vida de san sino también a la de madson,...
a ver cuanto mas puede aguante san sin decirle que a ama??

nos vemos!!!

EXELENTEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!
Amoooooo esta pareja

esta historia es tan tierna que no me importaria tener diabetes!!!!!

Hola!!
Espero que San ayude a Britt con sus traumas!!!
Saludos

Hola! Muy buenos caps que bueno que las brittana pueden seguir disfrutando momentos así antes de que el basta..o del "padre" de britt llegue de nuevo

Regresa...

Regresa

regresa please...esperamos con ansias un nuevo capitulo

vuelveeeeeeeeeee

y es un asco que no terminen los fics!