[Resuelto]Mi cielo color ojos café. (Capítulo 7) 07/02

Sanny25 escribió:Holaa!!!
No No No No No No podes dejarlo ahi y asi de corto quiero saber que pasa mas adelante.
Espero que sea San y me pregunto como habra conseguido la direccion de la casa de Britt.
Me esta re atrapando esta historia espero con ancias el proximo capitulo y por favor que sea un poquito mas largooooo

Un beso

Holaa! Acá otro capítulo. Tus preguntas serán respondidaaaaaas.

Muchísimas gracias por el comentario Espero que te guste, saludos!!

:) escribió:Noooo que suspenso!! Espero que sea san saludos!!

Eso será respondido en este capítulo. Saludooooooooos!!

Dolomiti escribió:Waaaa pero como lo dejas así ok ok!! Habrá que esperar para saber si si es san saludos

No mucho tienen que esperar, acá otra actu. Es un poco más larga así que espero que te gustee!

monica.santander escribió:Hola pinta a ser muy linda historia!!!!
No me cayo para nada bien la mama de Britt!!
Saludos espero no te demores tanto en actualizar!!

Hola!! Muchas gracias No tardé, espero que te guste. Gracias por el comentario

Un poco de limpieza y un paseo por la ciudad.



En definitiva, era ella; Santana.

Ella estaba con una sonrisa tímida en su cara. Le habías abierto la puerta pero parecía que ella no entraría o estaba demasiado avergdfrconzada como para hacerlo.

¿Así era como te veías tú cuando eras demasiado tímida?Te preguntaste. Y desechaste la pregunta respondiéndote a ti misma. Santana se veía mucho más tierna cuando era tímida de lo que tu te verías. O de lo que cualquier persona se vería.

-Pasa.-Le pudiste decir por fin, abriendole la puerta para que se puede adentrar.-B-bueno, si es que quieres. Tu sabes... Si es que no tienes más cosas para hacer no es necesario...

Los papeles habían vuelto a la normalidad y volvías a ser la avergonzada por tus propias palabras.

Ella asintió, con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios y se adentró en la casa. Parándose en medio de la sala a mirar lo que había adentro. -Es acogedor...- dijo.

-Acogedor es bueno?- le preguntaste. Cerraste la puerta y te moviste para estar un poco más cerca de ella.

Te miró, de arriba para abajo y ahora que estaban tan cerca la una de la otra pudiste notar la diferencia de altura que había en ustedes. Le llevabas por lo menos unos centímetros, pero se veía tan tierna cuando te diste cuenta que ella también estaba notando la diferencia de altura entre ustedes.

-Acogedor es bueno, sí.- Te respondió. Sonreíste ante su aprobación. - Oh...- dijo, de repente, como si se hubiera acordado de algo. -Traje esto...- y te entregó una cesta en la que parecían haber un poco de frutas, víveres y otras cosas más. La cesta estaba envuelta en un plástico transparente y cerrado con un moño azul arriba. Había una tarjeta en la que pudiste leer "Bienvenidos a la ciudad... Este es un presente de parte de la familia Lopez. ¡Disfrútenlo!-Es un presente de mi familia, ya sabes... la tradición.- Se rió entre dientes.- Ellos se enteraron recién que se había mudado una familia nueva por acá, entonces me mandaron a que les mandara esto.

Wow... La gente de acá parecía de una película de televisión. Las casas casi iguales, los niños jugando por las calles con sus bicicletas, la cesta que se envía a los nuevos vecinos... No creíste que existiera realmente un lugar así. Siempre que veías esas películas en las que aparecía la típica familia americana pensaste que era algún tipo de publicidad que hacían vender a Estados Unidos como un país con las familias perfectas. Bueno, vivías en un barrio donde la gente no te saludaba aunque alguna vez hayan compartido una taza de café o algo. No tenías mucho con lo que sostener ese argumento que tenías. Ahora sabías que la gente puede ser mucho más agradable. Las familias quizá no eran perfectas pero eran amables como podían. Habías vivido en un lugar donde te habías sentido en una caja, encerrada y sin salida.

-También pensé que como ayer me llamaste para pedir el número de alguna pizzería no tendrías algo para desayunar hoy... Así que decidí auto-invitarme y tener un desayuno contigo.- Siguió hablando y notaste que en una mano tenía la cesta y en la otra los cafés que estaban unidos por un cartón para hacer más fácil llevarlo.

-Oh, dejame ayudarte- Le dijiste rápidamente, agarrando la cesta de sus manos antes de que se la caigan los cafés de la mano. Ven, vamos a la cocina y dejemos todo esto.

-Y también le traje a tu hermana una leche chocolatada.

Sonreíste. Podía ser esta chica más oportuna?

-Gracias por todo esto Santana, en serio.- Dejaste la cesta en medio de la mesa y silenciosamente en tu mente agradeciste el haber empezado por poner mesas y sillas en la cocina. -Siéntate si quieres. Briana, mi hermana, se está duchan...- Ibas a terminar de decir cuando escuchaste un grito que venía desde la escalera.

-Briiiittany, quién tocó el timbre?- Se escuchó una voz chillona que se acercaba cada vez más a la cocina.

Rodaste los ojos y te dirigiste a Santana. -Bueno, seguro ya está lista.- Le dijiste a Santana, dándole una sonrisa a la cual ella te respondió con una carcajada que intentó disimular.

La rubia menor se presentó en la puerta de la cocina con el pelo mojado goteando por las puntas y un short jean con una blusa musculosa a rallas y unas sandalias.

-Briana, tu pelo, vas a hacer un charco en el piso!- La reprendiste acusatoria-mente a lo que ella te miró y no te hizo caso alguno. Posó sus ojos en Santana, que estaba sentada en una de las sillas de la mesa.

-Tú eres Samantha?- Su cara se arrugó en intriga.

Santana sonrió ante el intento de nombre que dijo. -Santana, en realidad. Tu debes ser..?- Preguntó en juego para que ella respondiera. Santana sabía que tenías una hermoana pero no sabía el nombre.

-Briana, me llamo Briana. Tú eres la chica que nos ayudó ayer, verdad?

-Síp, esa fui yo. Y ahora les he traído el desayuno...

Observaste como los ojos de Briana se agrandan y estabas segura que en un momento la abrazaría. -Oh, Dios, eres como un ángel o algo?

Santana se rió y se puso a sacar los cafés y acomodarlos en mesa. -Una café para Brittany.-Dijo mirándote y te guiñó un ojo. Oh, sí, definitivamente ella podría ser un ángel.-Uno para mí y una leche chocolatada para ti, Briana.

Briana se sentó en una punta de la mesa. Tu te sentaste en la parte larga de la mesa, enfrente de Santana.

-Hay comida en esa cesta?.- Esperabas esa pregunta de parte de Briana.

-Sí, hay fruta. Te gusta la fruta, verdad? Es un desayuno saludable...-Preguntó Santana mirando a Briana, a lo que ella sacó la lengua en una mueca de disgusto. Soltaste una risa divertida al escuchar a ambas. Briana y fruta no era algo que iba junto. -Bueno, si no te gusta, hay algo de chocolate por ahí...- Santana se rindió. Briana con una mueca más feliz se paró y fue directamente a la cesta. La abrió y buscó algo comestible -dulce, si era posible- para el desayuno. Volvió a su silla y se sentó a comer.


-Entonces... Brittany, además del parque que conociste ayer, conoces algo más de por acá?- Preguntó Santana interesada mientras abría su café para ponerle algo de azúcar.

Ohio, por que notaste en tu salida clandestina, era una ciudad normal. Sabías que cuando estabas en Los Ángeles, ciudad de los adolescentes, fiesta loca y playa era un lugar donde muchos se morirían en ir. Pero tu estabas demasiado asustada como para salir y conocer gente nueva o gente que te podría influenciar a otras cosas. Tu rutina era de la escuela a tu casa con Briana y de tu casa a la escuela. No era divertido pero la pasabas con Briana, cosa que no lo hacía mucho más soportable. Tu vida se mantenía neutra así que no te importaba mucho.

Pero ahora conociste a Santana... Parecía agradable, muy agradable exactamente. No la conocías mucho, más bien, hace un día, literalmente.

-No, no conozco mucho.- Le respondiste indiferente dándole un sorbo a tu café. Estaba un poco agrio y le pusiste azúcar.

-Muy bien, entonces terminaremos esto e iremos a ver la ciudad, sí? Yo seré su guía...

Casi se te cae el café de la mano por el brinco de alegría de Briana ante la idea. Ella no había salido aún así que obviamente iba a estar emocionada.

Dejaste el café sobre la mesa y la miraste fijamente. Te sorprendiste ante la propuesta pero Santana estaba más que tranquila tomando su café. Como si hubiera dicho algo normal que haría, una tarea cotidiana. Habló en plural así que iban a llevar a Briana (aunque si no la hubiera nombrado, no saldrías sin ella de cualquier manera) El plan sonaba tentador pero tenías que hacer un orden en la casa. Tu cama seguía sin un colchón y no podías dormir de nuevo con tu hermana, habías deseado un cuarto propio por mucho tiempo y ahora que lo tenías, no lo estabas utilizando.

Ante tu silencio, seguro Santana debe haberlo mal interpretado y su mirada se apagó. -Si no puedes puede ser otro día.. no importa.

Oh, ella no tenía porque ponerse así. No querías que se ponga así.

-Umh.. pero yo tengo que hacer limpieza acá. Si quieren vayan ustedes y las alcanzaré luego...

-No, Britt. No voy a ir sin ti. Vamos, hay que conocer un poco...- oíste la voz de Briana que estaba comiendo un poco de chocolate y tenía los dedos marrones por el chocolate derretido. Querías hacerlo pero...

No podías. Estabas segura que tu mamá no iba a hacer nada y podían seguir así por unos buenos meses sin siquiera tener comida en la heladera si es que no hacías algo.

-Mmm. Las ayudaré a limpiar, estoy segura que si lo hacemos las tres será más rápido...

Abriste la boca ante lo que dijo. ¿Te ibas a impresionar por todo lo que iba a salir de la boca de Santana? Ella había sido muy buena con ustedes. Aún así, no podías dejar que las ayude a limpiar. No querías que ella sienta que te estás aprovechando de ella o algo por el estilo.

-No... No puedo dejar que nos ayudes. Eso sería demasiado.- Le dijiste rápidamente, antes que diga algo más.

Ella negó con la cabeza. -No tengo nada más que hacer hoy. Además soy buena en la limpieza. Va, eso creo... Pero insisto, tienen que conocer la ciudad. Es chica pero tiene sus lindos lugares.

¿Estaba bien que le digas que sí? Santana había sido como muy buena y una salida con tu hermana y ella sonaba tentador. Y la ayuda de alguien más lo haría un poco menos pesado el trabajo de acomodar todo.

Lo pensaste y tomaste otro sorbo de café. -Está bien... Pero solo algo de ayuda, ok?


------


Eran más de las 19:30Hs de la tarde cuando pudieron tener casi todo ordenado. Y estaban como demasiado cansadas y sucias para salir a dar un paseo por la ciudad. Entonces, lo habían tenido que suspender para otro día.

Aunque no hayan salido, igualmente se habían divertido entre las tres y pudieron pasar una buena tarde.

Habían colgado los cuadros de pintura que la abuela de tu madre le había dejado en la sala. Puesto tazas, tenedores, cuchillos y cucharas en la cocina separado por orden. Y cuando estaban sacando alguno de los albunes de fotos de las cajas, Santana había empezado a ver uno en donde estabas tú, con un disfraz de hada madrina a medio cocer y el pelo un desastre. Estaba con Briana viendo las fotos de Halloween y Briana se estaba riendo, casualmente, de ti. Cuando te diste cuenta de qué era lo que estaban viendo se los sacaste antes de que pasaran las imágenes y vean algunas fotos mucho más vergonzosas. Le habías dicho una amenaza a Briana diciéndole "Yo también tengo fotos tuyas de cuando tenías 7 años, no hace muchos años, las quiere ver Santana?" Santana había gritado un "Sí" agudo riendo y Briana se había cruzado brazos ante la idea, entregándote el álbum de fotos de mala gana. También habían hecho las camas de las tres habitaciones, poniéndole colchón y sábanas a ambas. Las cajas que no se iban a usar en este tiempo, como adornos de navidad, las habían guardado en el ático que habían encontrado curioseando por debajo de las escaleras. Primero habían tenido que llevar escoba para barrer. Estaba con algo de polvo pero no mucho, la familia anterior debe haberlo dejado no hace mucho. No era una casa muy antigua, lo que mató las ilusiones de Briana de encontrar algún tesoro escondido de alguna persona de clase alta de siglos pasados. Santana te había dicho que era buena limpiando, lo que había sido una total mentira. No sabía como pasar la escoba en el piso. Lo había intentando y le habías intentando enseñar. Te habías puesto al lado de ella mostrándole paso a paso de cómo hacerlo, no te parecía muy difícil a ti porque hasta Briana podía hacerlo, pero al parecer, a Santana sí. Se había rendido después de 7 minutos explicándole y en vez de demostrar que no podía hacer nada sentándose a un lado, decidió ir subiendo las cajas que se iban a guardar. Tu le habías sonreído, guiñándole el ojo y le dijiste "No se puede ser tan perfecta, niña buena..." te habías arrepentido inmediatamente pero cuando ella hizo una cara de indignad y te sacó la lengua, solo pudiste reír ante la interacción.


Cuando terminaron de poner un poco de orden a la casa y hacerlo un lugar hogareño, como querías, las tres terminaron agotadas tiradas en el sofá. Santana estaba echada en el sofá y Briana en el otro extremo. Tú estabas en otro que habían puesto al lado.

-¿Está agotada, señorita "sé limpiar"?- Te burlaste de Santana como por quinta vez.

Ella gruño entre dientes y movió su cuerpo hasta que te pueda ver. -Lo siento, señorita. Ahora que sé que usted sabe limpiar, la podré contratar para que limpie mi habitación entera.- Te devolvió la burla. Y ella podría ser muy buena y todo pero a la hora de devolver alguna buena ella siempre tenía una palabra más.

-¿Te quedaste sin palabras, Britt...?- Esta vez fue tu hermana la que habló, con un tono de burla igual que el de Santana. Se habían juntado las dos para devolverte entre ellas cada broma que les hacías parecía. Si le decías algo a Briana como "¿No llegas hasta la lacena? Si quieres te traigo una mini escalera echa par ti..." y aunque Santana estaba en la sala arreglando otras cosas, desde allá había gritado "Espera, mejor te usamos a ti como escalera o si quieres como semáforo, así sirves a la comunidad..." Las dos eran más bajas que tú así que tenían un punto y cierta unidad entre esas bromas de altura.

-Por cierto... -empezó Santana en un tono más serio, curioso. -¿A qué escuela irán ustedes?

La escuela.

Ninguna de las dos sabía a cuál irían así que se quedaron calladas sin poder responder. Cuando más rápido vuelva tu madre le preguntarías. Puede ser que si no estaban inscritas en esta época del año, no las reciban hasta después de vacaciones de navidad.

Mierda...

Mañana era Lunes, mañana empezaban las clases.

-Um, yo... no lo sé...



------


Heyyy. Hasta acá llega el capítulo. Espero que les haya gustadooo.

Realmente no sé cuando voy a volver a actualizar ahora. Si es que puedo, mañana, si no, dentro de una semana, creo.

Quiero decir que en este Fic, las chicas estarán en WMHS, pero que será tomada en cuenta como una escuela privada de Ohio por unas cosas que quiere que estén en el Fic.

En el próximo capítulo será el primer día de escuela de las chicas!!

Estará todo igual, pero solo el cambio sería que la escuela es privada. Después, todo bien.

Gracias por leer y saludos

Hola!!! Lindo capitulo!!!
Espero leerte pronto.
Saludos

Me encantaría un cap más!!! jajaja las bromas entre las 3 estuvieron divertidas espero si puedas actualizar pronto! Saludines el fic es genial

Muy bueno el capitulo, me encanta como se va soltando Britt con San cada vez un poco mas y tranquila.
Me pregunto que va a pasar cuando esten en el colegio, me imagino que seguro san es una de las mas populares y rica de ahi y Britt no se lo espera para nada.

Espero con ancias la contii

Me imagino muchas formas en las que la madre de las chicas consigue el dinero para tener un poco mas de lujos espero que no sea un problema para britt saludos!!

monica.santander escribió:Hola!!! Lindo capitulo!!!
Espero leerte pronto.
Saludos

Holaa! Gracias!

Acá otra actuuu Besos!!!!

:) escribió:Me imagino muchas formas en las que la madre de las chicas consigue el dinero para tener un poco mas de lujos espero que no sea un problema para britt saludos!!

JAJAJAJ Me alegra que te imagines!! Acá algo para sacar un par de dudasss. Saludos!!

Dolomiti escribió:Me encantaría un cap más!!! jajaja las bromas entre las 3 estuvieron divertidas espero si puedas actualizar pronto! Saludines el fic es genial

Me alegra que te haya gustadooo. Acá otra actuu, besosssss

Sanny25 escribió:Muy bueno el capitulo, me encanta como se va soltando Britt con San cada vez un poco mas y tranquila.
Me pregunto que va a pasar cuando esten en el colegio, me imagino que seguro san es una de las mas populares y rica de ahi y Britt no se lo espera para nada.

Espero con ancias la contii

Poco a poco van a haber más soltaduras (?) JAJAJJAJ

Va a avanzar poco a poco así que espero que te gustee. Saludooos

Primer día.

Decir que no estabas nerviosa era mentir. Mentir enserio.

Tu mamá les había dicho a ti y a tu hermana a qué escuela irían a partir de ahora. No era cualquier escuela. Cuando tu mamá les entregó los uniformes para la escuela, inmediatamente supiste que no iba a ser cualquier escuela. Una escuela privada.

¿Por qué no estabas emocionada? Te encantaban los uniformes y las faldas pero aún así... No te lo esperabas.

Tú no eras de juzgar demasiado sin conocer pero una escuela privada, donde iban chicos y chicas con las familias con una buena situación económica o con los padres que le pueden pagar todos los caprichos era todo lo contrario a ti; que aún no sabías cómo demonios tu madre estaba pagando a todo eso.

Te alegrabas por Briana, ella era menor y solo tenías 8 años -casi 9- iba a poder adaptarse y la escuela adonde ella iba a ir, que era primaria, cuando la termine ella estaba como automáticamente inscrita para la secundaria a la que ibas tú, que estaba a unas cuadras de diferencia. Si ella ingresaba a esa escuela, ella podría hacer amigas (rogabas porque puedan ser amigas de verdad y de confianza) y tenerlas por un largo tiempo. Si es que no se mudaban antes. Además de que podía tener una buena educación y eso te alegraba más que nada.

El problema eras tú. Sí, te interesa su hermana y todo pero ¿cuándo pensarías en ti? Es una escuela privada, está bien. Los que podían pagaban una alta cuota por mes por algunos beneficios más. Pero no te parecía justo, aunque algunos no tengan el dinero para pagar, merecen los mismos beneficios. Cuando vivías en Los Ángeles y estabas en la escuela pública del Estado, estabas consiente de que esa no era una educación de buena calidad  cuando los profesores atendían sus celulares en medio de una clase o les regalaban puntos a sus alumnos para que puedan aprobar aunque no hayan hecho nada en todo el año solo porque no los querían ver más. Ahora las cosas iban a cambiar. Y drásticamente porque no las podías detener. Tú no tenías el control, tu madre lo tenía.

¿Por qué estabas tan asustada? Es sólo una escuela...

----

"Mckinley High School" Era lo que decidía en letras rojas y gigantes en la puerta del colegio.

Te habías despertado temprano al sentir los pazos de tu madre subir la escalera, para poder preguntarle si es que ella sabía a qué escuela irían desde ahora en adelante. Ella te dijo que los uniformes estaban en su bolso arriba de su cama y tú inmediatamente frunciste el ceño al escuchar la palabra "uniformes" porque no era posible.

Bostezaste poniéndote una mano en la boca. Cerraste los ojos y sentiste que no podías mantenerte de pie. Estabas muy cansada. Luego de que tu madre te haya dicho eso y tuvieran una discusión, en la cual le pediste saber de dónde sacaba el dinero para pagar todo eso, te había hecho planchar los uniformes. Tu uniforme era una falda a cuadros color bordó y negro y unas pantis negras. Tenías una camisa blanca a la que le tenías que poner una corbata negra por encima y encima también una chomba color rojo que tenía las iniciales de la escuela. Oh, bueno, tenías para elegir entre la chomba o el saco con el escudo de la escuela también. "Considerados..." pensaste. El de tu hermana era igual de colores pero era más como un vestido y unas pantis negras. Y los zapatos, sí, negros también.

Fue recién cuando cruzaste la puerta de la escuela para entrar cuando te acordaste de que Santana la noche anterior les había preguntado en qué escuela estudiarían pero tú no supiste qué responderle porque no sabías. Pero tampoco le devolviste la pregunta.

Te preguntaste en cuál estudiaría ella. Sabías que unas cuadras más lejos había una escuela pública, ella podría estar en cualquiera.

Deseabas que esté en esta.

Te sentías como el primer día que saliste a recorrer las calles del nuevo barrio donde vivías; te sentías como un perro al que le habían soltado la correa y no sabía adónde dirigirse.

Todos los alumnos parecían conocerse de hace años porque todos estaban en grupos grandes hablando. Habías escuchado a dos chicas conversando, una de las dos estaba hablando que en sus vacaciones (no habías querido escuchar, pero era mejor que estar metida en tus pensamientos) le había robado una botella de vino a sus padres para irse clandestinamente a la casa de su no-oficial-novio, el cual sus padres no aprobaban por ser un chico que ellos pensaban que no tenía futuro y no era merecedor de su hija. Soltaste un gruñido y decidiste seguir por tu camino.

Exactamente no sabías donde tenías que dirigirte, la escuela era grandes y te diste que cuenta que estabas caminando en círculos cuando encontraste el mismo número de salón al que habías visto hace un momento.

La falta se te hacía un poco incómoda y te arrepentiste de no haber traído las pantis que estaban junto a los otros accesorios. Hacía calor como para ponerse eso y decidiste no hacerlo. Briana te había querido imitar y salió ganando. Por esta vez.

El timbre se escuchó por toda la escuela, creíste. Todos empezaron a moverse, despidiéndose o alegrándose de que tenían la misma clase y tú no sabías adonde ir.

-Disculpa...?- Sentiste que alguien te tocó el hombro, así que supusiste que te hablaba a ti. Te giraste hacia la persona. Era una mujer de pelo medio negro castaño con los colores de la escuela así que ella debía ser supervisora, profesora o cualquier otra cosa más. Parecía joven, de unos 25 años para arriba. Ella te dio una sonrisa cálida al ver tu cara que seguro estaba entre la confusión y el llanto que querían salir de tus ojos. -Eres nueva, ¿verdad?- Asentiste, con la emoción de que alguien por fin sea tan amable como para ayudarte a encontrar tu clase. -Muy bien. Tenemos que ir a la oficina del director. Ahí te dirán tus horarios y tus clases, está bien?.-

Mientras caminaban hacia la oficina del director te sorprendiste al ver lo limpio y ordenada que estaba aquella escuela. No había ningún alumno en clase y, por lo que veías por las ventanas de los salones, ningún profesor había llegado tarde. Tan distinto a cómo habías estudiado en tu anterior escuela.

Estabas caminando atrás de la mujer así que no te diste cuenta cuando paró y se volvió hacia ti.

-Acá es. Pasa y siéntate un momento- dijo señalando las sillas que estaban afuera de la ofícina. -El director no debe en tardar. Seguro deben haber más estudiantes en la sala. Espero que hagas amigos... eh?.- Hizo una pregunta a modo que le digas tu nombre.

-Brittany.- Fue la primera vez que le hablabas y ella sonrió un poco más.

-Muy bien... Brittany, haz amigos.- Observó por adentro de la oficina, y vio que el director no estaba, hizo una mala cara rodando los ojos y se fue.

Fuiste a sentarte a los asientos y habían 4 adolescentes más. O en esta era muy difícil entrar para que hayan tan poco alumnos nuevos o los otros eran unos genios para poder encontrar sus clases solos. Pero no creíste eso posible, ellos necesitaban saber primero a qué salón ir. Entonces la única razón para que hallan solo 4 adolescentes más era porque era difícil entrar a esta escuela.

Te sentaste en uno de los asientos que quedaban libres y no había otra cosa más que esperar.

Cuando pasaron 5 minutos sin que aún llegara el director, estabas calmada. Cuando el reloj de la pared minutos más, seguías calmada. Las cosas siempre le pasan a las personas, no debe ser su culpa llegar tarde... Pero cuando pasaron 25 minutos te estabas impacientando. Todos los pasillos estaban en silencio, demasiados silenciosos para tu gusto. El chico de al lado tuyo estaba masticando una goma de mascar que parecía que nunca se iba a cansar de hacer globos. El tic-tac del reloj te impacientaba aún más porque no podías concentrarte en otra cosa que no sea la hora. Sentías la mirada del chico de la goma de mascar en tus piernas y te hacía sentir aún más incómoda.

Escuchaste unos pasos que provenían del pasillo y te emocionaste pero el seguir escuchando más atentamente te diste cuenta que eran pasos de mujer. Por los zapatos, claro.

La misma mujer que te había llevado a la oficina era la que había aparecido de nuevo. Con el celular en el oído, agarrado del hombro mientras tenía unos papeles en la mano. Parecía un poco enojada. Ella levantó la vista y los vi a ustedes, aún sentados en la silla y pareció enojarse aún más. Caminó hacia ustedes más rápido, pisando un poco más fuerte el piso, murmurando un "Te llamo luego, adiós." Y sacándose el celular del oído para ponerlo rápidamente de la mano guardándolo en el bolsillo. A ustedes no les dirigió la palabra así que pasó de largo, abriendo la oficina con una llave. Ella entró y buscó unos papeles. Cuando los encontró los agarró y volvió hacia afuera.

Los miró a cada uno examinándolos y volvió la mirada a los papeles que había sacado.-Muy bien. Su director al parecer no pudo llegar a su maldito primer día de trabajo.- No pudiste evitarte reír cuando ella misma se sorprendió al decir eso pero no le importó y siguió. -Los voy a nombrar, vengan, tomen sus asignaciones y vayan a sus clases. Ok. Damián Levinson.- el chico de la goma de mascar se paró.- Amelia Flynn..., Cristal Knight...- quedabas solo tú pero ella tenía 2 papeles más. -Brittany Pierce y... Santana Lopez.


Te quedaste helada.

¿Habías escuchado bien?

¿Santana...?


------------------------------------




Holaaaaaa! Estoy escribiendo esto porque no quería irme sin dejar un capítulo!! Espero que les gusta, besosss!

Oh oh san tambien es nueva pero donde esta?? Muero de la intriga

jajaja son nuevas las dos!!! genial!
Saludos

Wow!! SAn también es nueva??? vaya!!! Espero el siguiente cap. Besos, Chao

:) escribió:Oh oh san tambien es nueva pero donde esta?? Muero de la intriga

Hola!! Siiip, como se ve, ella también es nueva ahí. Cosas por descubrir y más. Ojalá te guste el nuevo capítulo y gracias por la espera!!!

monica.santander escribió:jajaja son nuevas las dos!!! genial!
Saludos

JAJAJAJJA Holaaaaa, de nuevo (?) Perdón por la espera del cap. pero no podía actualizar antes. Espero que te gusteeeee

Dolomiti escribió:Wow!! SAn también es nueva??? vaya!!! Espero el siguiente cap. Besos, Chao

Holaa!! Sep, ella lo es, jajja. Acá el siguiente cap. Gracias por leer y comentar y perdón por la esperaaa

Primer día. II


¿Santana…?

¿Cómo era eso posible?

No conocías mucho de Santana, solo habían hablado y se habían divertido juntas pero no le habías preguntado cosas personales. Ella fue la de las preguntas y tú la de las respuestas. Ahora tú tenías un par de preguntas.

Antes de que puedas parpadear y dar un respiro, escuchaste unos pasos que venían del pasillo, primero eran lentos y después un poco más rápidos. Cuando levantaste la mirada para ver bien a la persona que venía del pasillo, escuchaste una voz agitada, como si hubiera caminado o corrido una larga carrera para poder llegar a tiempo.  

-Acá…

Y cuando levantaste la vista, sí, era ella. Con el mismo uniforme que tenías tú pero un poco desarreglado, con la camisa fuera de lugar, una colita media hecha y los zapatos, que no eran los mismos que tenías tú o los mismos que habías visto a todos los estudiantes de la escuela. Eran unas zapatillas normales.  

La mujer que estaba diciendo los nombres frunció el ceño y giró los ojos, haciendo una mueca de disgusto. Observó a Santana de arriba hacia abajo y cruzó sus brazos, observándola determinadamente.

Tú no sabías que diablos pasaba.

¿Tenías que ir a tu clase o…?

-Bienvenida a la escuela, señorita Lopez.- Dijo la mujer de pelo negro. –Le tengo que decir que acá tenemos estrictas reglas de vestimenta. No puede estar así en estas instalaciones.

-Mm…- murmuró ella -Gracias por la bienvenida…– le respondió Santana, con un tono que supiste que era uno de burla.

La otra mujer giró los ojos.

¿Cuántas veces había hecho eso ya?

Relajó los brazos y bajó la cabeza para leer los papeles que tenía en las manos. –Parece que tiene la primera clase con la señorita… Pierce.- Ella caminó hasta Santana, que tomó el papel y lo leyó, luego caminó hacia ti. Te paraste de la silla de la que estabas sentada y tomaste el papel entre tus manos.

-Muy bien… Ustedes podrán buscar sus salones solas, ¿verdad?

No creías que esa fuera una pregunta a la que pudieras responder “no” porque antes de que se te ocurriera algo para decir, ella ya estaba yéndose por otro camino.
Muy bien…

Estaban tú y Santana en ese pasillo nada más, la cual crees que no te vio aún porque seguía concentrada leyendo el papel que les había dado la mujer hace unos momentos.

Las preguntas seguían en tu cabeza, como ¿qué hacía Santana como estudiante nueva en esta escuela?

Aunque te aliviaba que Santana estara en tu misma escuela y no solo eso, también en tu misma clase.

-Um… ¿Santana?- le dices, no sabiendo bien cómo llamar su atención.

Ella estaba como muy concentrada leyendo, aunque esa no era una hoja muy grande, seguía en la misma posición con el ceño fruncido y la vista para abajo. Dio un salto cuando te escuchó, buscando a la persona que había dicho su nombre. Giró su cuerpo, pero al lado equivocado, y cuando giró de nuevo y te vio, parada al lado de la silla, su ceño fruncido se transformó en una pequeña sonrisa.

-Brittany….-dijo acercándose un poco más a ti con la misma pequeña sonrisa. -¿Q-qué haces aquí?
Sonreíste ante su simple tartamudeo.
-Probablemente lo mismo que tú. –Le respondiste a modo de juego y ella sacudió su cabeza.  

-Sí, bueno, seguro lo estás. –Te dijo, caminando hacia las sillas. -Pero cuando te pregunté en tu casa a qué escuela irías y no sabías a cuál, supuse que estarías en cualquier otra.-Se sentó en la misma que habías estado sentada recién y dio un suspiro.-No en esta.

Te mordiste un labio. -¿Por qué no en esta?

-Oh, por nada…

Empezó a acomodarse un poco el pelo, sacándose la colita que tenía puesta. Su pelo era negro, liso y corto hasta un poco más debajo de los hombros. Con una mano agarró todo el pelo haciéndolo una bola y con la otra se lo ató. No podías dejar de mirarla mientras movía naturalmente las manos en su pelo. Se había hecho un rodete con unos pelos que quedaron en su cara y te sorprendió lo maravillosa que podía ser con un peinado así de simple.

-Entonces, Pierce, eh. –Empezó a hablar cuando se levantó de la silla y te miró de arriba abajo. Primero desde la camisa y luego su mirada bajó hacia tu falda escolar y luego a tus piernas. No sabías si eran segundos o minutos los que pasaban pero sí podías reconocer que su mirada te hacía sentir extraña. Pero lo dejarías pasar. –Mm…- volvió su mirada a ti y dio unos pasos hacia atrás. -Tenemos que ir a clase antes que vuelva esa mujer, ya sabes…

Asentiste, de cualquier manera para poder ir a clase y salir de aquel momento.
Podías hacerle preguntas después de clase si te acordabas.

----

Biología había sido su primera clase. Se habían perdido la presentación del profesor, si es que la había hecho, ya que cuando ingresaron en el salón al que tenían que estar hace más de media hora, un chico estaba leyendo de un libro algo acerca de la reproducción de los animales. El profesor tuvo que parar la clase para que ustedes puedan pasar y sentarse. Lo bueno había sido que pudiste sentarte con Santana en el último lugar del salón, cerca de una ventana que daba hacia el patio de afuera. Y  cuando sentiste que podían pasar un poco más inadvertidas, el profesor mandó al chico que estaba leyendo que les pase el libro a una de ustedes dos, como algún castigo por su “impuntualidad”.

Tú no querías leer en clase, demasiado nerviosa como para hacerlo, además del sentimiento de ser nueva con gente nueva que no te conocía y… si te equivocabas en alguna palabra probablemente ellos se burlarían…

El chico dejó el libro en el medio de la mesa y creíste ver la cara de felicidad al tener que dejar de leer.  Antes de irse fijó su vista en las dos, y les guiñó. Tú solo no le prestaste suficiente atención pero pudiste observar como Santana giró los ojos en medio de eso.
El libro estaba sobre la mesa, podías agarrarlo y leer lo que faltaba pero tus manos temblaban al saber que todos estarían atentos a cada palabra que ibas a decir. Tu cabeza decía que sí por una parte pero otra parte de ti no te dejaba mover las manos hacia el libro. Cerraste los ojos para poder calmarte y cuando los volviste a abrir, Santana ya había tomado el libro en sus manos y te relajaste. Ella te dio una sonrisa para calmarte y después centró su atención en el libro.

-Muy bien, empiece. Que siga la clase. -Había dicho el profesor.

Y tú intentaste en lo que quedaba la clase poder concentrarte en lo que se leía.
Pero no podías mucho.

Eran esos momentos en los que tu querías o sentías la necesidad de hacer algo y algo en tu cuerpo no te dejaba hacerlo, era lo que hacía tus días más frustrantes.

Pero todos en la clase siguieron normal.

-Por acá, Brittany.- te decía Santana con su charola de comida en las manos. Mientras te dirigía a una mesa un poco alejada del resto.

----

Era la hora del almuerzo y agradecías un poco de descanso, aunque solo haya pasado una sola clase.

Caminaste detrás de Santana en la dirección que ella te estaba llevando. Llegaron a la mesa y se sentaron una enfrente de la otra.

-¿Sabes que Brittany es un nombre muy largo? –Le dio un mordisco a su manzana.-Me refiero a que es lindo, pero es largo. Suelo darle un diminutivo a los nombres de mis amigos porque lo hace más especial... –Tu estómago se contrajo y algo recorrió tu espalda cuando Santana inconscientemente te llamó su amiga. -Te diré… Britt…

Sonreíste cuando dijo el diminutivo.

-Justo como me dice Briana.

-Entonces perfecto. –Te dijo y te guiñó un ojo volviendo su vista a su comida. Sentiste ese temblor en tu estómago de nuevo e hiciste lo mismo que ella, mirar tu comida.

En tu plato tenías una ensalada con un pedazo de carne. Probaste la ensalada y degustaste el sabor. Mucho mejor que la comida de tu anterior escuela.

Ahora que tenías un momento de respiro, Briana cruzó por tu mente  y deseaste que le esté yendo bien. Cuando salían de casa camino a la escuela, ella estaba emocionada, hablando de lo lindo que era su uniforme y la gente nueva que conocería. Sabías que dentro de ella corría la incertidumbre de si podría adaptarse a algo así de nuevo. Ella no lo diría pero la conocías lo suficiente para saberlo. Así que cuando la dejaste en la puerta de la escuela, le diste un abrazo para que sepa que cualquier cosa tú estabas con ella. Aunque ella haya fingido querer apartarse y salir de tus brazos, por unos segundos te había devuelto el abrazo aferrándose lo que más pueda a ti. Hasta que vio a un grupo de personas ingresando a la escuela y se apartó rápidamente, haciendo como si se limpiara el vestido y empezó a caminar hacia la entrada, pero antes de irse corriendo te había dado un fugaz beso en la mejilla.

Había sido una buena despedida para el primer día de clases.

-Uhh, Brittany?? –Escuchaste la voz de Santana.- ¿Me estás escuchando?-Preguntó. Con
ambas manos en la meza mirándote fijamente. Estabas un poco confundida así que tu mirada se desvió hasta su plato ella tenía una manzana mordida a la mitad y una ensalada de lechuga y tomate.

-¿Qué? –Dijiste lo primero que se te ocurrió– ¿Vas a comer solo eso? –Le preguntaste, sorprendida de que solo tenga eso en su plato de comida.

-Mm?-miró su plato de comida y asintió con la cabeza.- Ajá… Acá todo lo que hay para comer tiene algo que lleve carne dentro. En la hoja que nos dio la mujer de hoy, dice que hay un plan de comida para alumnos con alguna dieta especial y comida vegetariana…-no habías leído la hoja, pero asentiste escuchándola. Ella agarró el tenedor y comió un poco de ensalada. -Pero la verdad es que solo es verdad lo de la comida para las personas que tienen una dieta especial.-dijo despectiva.-, y ni siquiera la traen todos los días. Entonces lo de lo comida vegetariana es mentira porque no lo hacen…

No te sorprendía escuchar eso. Grandes instalaciones casi nunca cumplen lo que dicen
pero aun así pensabas que en una escuela privada tenían estrictas reglas de funcionamiento.

-¿Cómo sabes eso?- –Le preguntaste sorprendida. Ella era nueva pero sabía mucho. Claro, ella había leído la hoja pero igualmente sabía qué pasaba dentro de la escuela más de lo que sabría un alumno que haya estado hace años en esta escuela.

Santana se encogió de hombros. –Yo sólo lo sé.

-Espera.-sonreíste.- ¿Eres vegetariana? –Te saltaste esa parte de la conversación pero no la evadirías.

Le dio un mordisco a su media manzana. ¿Ella realmente estaba comiendo una ensalada y una manzana a la vez? –Sí.-sonrió- Mamá el principio no me dejaba pero después cedió cuando dejé de comer por 3 días.

Woww. Agrandaste los ojos de par en par con admiración.

–Cool… Con Briana comemos lo que podemos en el día así que, aunque me gustara, no podría serlo.-De repente se borró la sonrisa y te abofeteaste mentalmente por decir eso.

Ella te dio una mirada inquisidora, como si quisiera preguntar más allá del tema pero no podía. Preferías cambiar de tema antes de que se prolongara.

Pero antes de que pudieras hablar, el sonido de un celular, de lo que parecía ser un mensaje, se escuchó cerca de ustedes. Sabías que no era el tuyo porque no tenías ese tono en el celular. Santana dejó de mirarte por unos segundos para agarrar rápidamente su mochila y buscarlo. Fueron solo unos segundos en los que Santana leyó el mensaje y la observaste sonreírle a la pantala. Tecleó algo rápido sin que se le borre la sonrisa y te miró a ti, con los ojos brillantes.

-¿Tienes planes después de la escuela?.- Preguntó, con un tono de esperanza.

Tú te sorprendes ante la pregunta. Tenías que buscar a Briana de la escuela para que vuelva a casa y no podías dejarla sola. -Tengo que buscar a Briana a la escuela.- le dices, lamentando no poder pasar un poco más de rato con ella fuera de la escuela.

A Santana se le cae la mirada pero antes de cualquier cosa, ella sonríe, parándose de su silla y empezando a guardar sus cosas.

-Entonces ella irá a mi casa. Podrá estar con mi hermana, ella tiene 9 también..- Te dice distraída, sin mirarte y te quedas ahí quieta.

¿Santana tenía una hermana?

-Tu... tienes una hermana?.- le preguntas, sorprendida.

-Ajá.- ella asiente. -Tu hermana está en la primaria de esta escuela, verdad?- Asientes. Se lo habías dicho durante la clase de biología, cuando Santana te había hablado discretamente acerca de Briana. Le habías dicho qué escuela pero ella no había dicho nada acerca de una hermana menor que estudiara en esa escuela. -Puede ser que estén en la misma clase o algo.- Agarró su celular y lo guardó en su mochila. -No tenemos la misma clase ahora, pero nos vemos en la salida, sí?.- No podías hacer nada más que asentir porque no podías pensar.

Primero tendrías que ir a casa, a buscar algo de ropa para ti y para Briana  después irían con Santana.

-Ummh, Santana?.- hiciste un pequeño grito para que logre escucharte ya que ella había empezado a caminar en dirección a su clase. Aunque no haya tocado el timbre. Al escuchar su nombre se giró y te miró, haciendo un gesto con la cabeza para que hables.- Tengo que ir a casa por ropa y... um... para Briana también y eso...

-No importa, B, las buscaré después de clase a tu casa.-


Ibas a decir algo más pero el timbre se escuchó por encima de sus cabezas, haciendo resonar un horrible pitillo. Todos empezaron a guardar sus cosas para ir a clase pero tú seguías con preguntas en la cabeza mirando por el camino por dónde iba a Santana.

Santana preguntaba y tú dabas las respuesta, pero ella cuando podía contarte algo sin ninguna pregunta de por medio, ella no lo hacía.

Al igual que, ¿por qué Santana era alumna nueva en esa escuela? Ella no había tocado el tema y tú tampoco.

Querías saber. Pero meterse en la vida de los demás por curiosidad no es bueno.

Aunque sabías que era curiosidad, realmente querías saber qué era de la vida de Santana por algo más que curiosidad.

Fue el segundo timbre que se escuchó el que te sacó de las nubes para bajar a la tierra. Y guardaste tus cosas, lo más rápido posible, no sabías dónde era tu clase.

Probablemente llegues tarde, de nuevo. Y esta vez no estaba Santana.


-------------

Holaaa!!! Acá, una semana después, puedo actualizar. No tenía wifi en ningún lado y recién ahora puedo entrar para actualizar...

Perdón por la espera y espero que les guste!! Gracias por leer  

Cuanto misterio con respecto a san quiero saber como es su vida creo que lo descubrire pronto saludos!!

Me gusto muchisisismo este capitulo, no puedo creer que santana tambien sea una alumna nueva, no entiendo el porque,es obvio que hace mucho vive en lima, en sima tiene una hermana de 9 años, no entiendo hay tantos misterios sobre ella.
espero con ancias la continuacionnn!! Por favor publicala lo mas rapido posible

Hola que bueno que volviste!! un buen cap! Las brittana pasarán la tarde juntas que lindo! Hasta pronto!

Por favorrrrr,VUELVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE