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Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
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Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Hola... bueno, mi nombre es Melissa, soy nueva en la pagina pero este no seria el primer fan fic que escribo, es más, esta es una adaptación de un fic que se llama Un nuevo comienzo de la pareja Siophie, puede que alguien la conozca y se que no esta terminada, pero ahora la estoy terminando, pero bueno, aqui les dejo el primer capitulo, espero les guste.
Brittany Pierce-Ya papá deja de gritar no soy estúpida para no entender lo que dices- dije completamente furiosa.
-Eres estúpida, no sé cómo te enamoraste de esa chica- dijo mi padre desde las escaleras.
-Por favor ya supéralo- dije virando los ojos y buscando mis llaves.
-Es la verdad, Santana es una estúpida chica, al igual que tu- volvió a gritar mi padre.
-Insúltame a mí todo lo que quieras, pero deja a San fuera de todo tu drama y borrachera- dije enfurecida y encarándolo, algo que solo hago cuando la insultan y más si hablamos de mi padre.
-Oh valla, la niña defiende a su zorra novia, ¿pensé que ya te habías olvidado de ella hace meses?, bueno eso fue lo que dijiste a todo el instituto- dijo mi padre burlándose de mí, como lo hace cada vez que esta borracho, es decir… diario.
-Se ve que ya no puedes con tu vida y has decidido cagar la mía, das tanta pena como ser humano y aún más como mi padre o de cualquier otra persona- dije fríamente para luego sentir un puñetazo en la cara como sea vuelto costumbre todo este último tiempo.
-Eres una altanera, la peor hija de todo el mundo y la mayor estúpida también- dice mi padre mientras estoy en el piso y me rocía con su cerveza.
Como puede me levante, tome mis llaves y mi sudadera, me puse la gorra de mi sudadera y me cubrí con mi rostro con la manga de la misma, evitando que la sangre de mi nariz manche mi ropa y la gente se acerque a mí para armar un drama, subo rápidamente al bus y me bajo en uno de los departamentos cerca del centro comercial, toco el timbre y trato de hablar normalmente para que no se den cuenta de mi dolor que tengo.
-¿Diga?- dice la voz familiar.
-Fer, soy Brittany, por favor abre- dije con un nudo en la garganta.
-Britt, pasa te abro- dijo Fer para abrir en ese mismo momento. Al entrar al apartamento me dirijo en seguidas a la cocina y dejo que se vea la sangre que cae de mi nariz.
-¡Brittany!... mierda ¿otra vez te volvió a pegar ese desgraciado?- Fer se acerca a mí y me frota la espalda mientras me lavo mis rostro con mucho cuidado, no lo puedo negar, a pesar de todo este tiempo cada vez me duele un poco más que el anterior.
-Te acostumbras al dolor- dije soltando una pequeña risa falsa, ya que ni yo me creí eso.
-Pero no es el punto, tu no deberías soportar todo esto- dijo Fernanda sacando un poco de hielo.
-Es un bajo precia a pagar, tu hermana es lo único que me mantiene viva y soportando todo este infierno que se llama vida- dije colocando los hielos en mi rostro y quejándome del dolor.
-Bueno la llamare para que venga- saca su celular de su bolso.
-No, la vas a preocupar por tonteras- dije quitándole el celular y sentándome en el sillón.
-Sabes que si no la llamo cuando te vea me va a matar por no avisarle, aparte tu misma lo has dicho que te siente mejor cuando esta ella contigo- me quita el celular de la mano, no puse fuerza ya que tiene un buen punto y me gusta tener a San a mi lado en este momento.
-San, soy Fer… no estoy bien pero… si es Brittany… en mi departamento… desgraciadamente lo ha vuelto a hacer… cálmate… está bien le digo… si adiós… no hagas ninguna locura, Brittany te necesita… si ya te dije que le digo… está bien adiós- cuelga el teléfono y volteándome a ver con angustia para luego soltar un gran suspiro y darme un linda sonrisa.
-¿Qué paso? – pregunte con el hielo aún en mi rostro y viendo la cara de Fer.
-¿Qué crees que paso?- dijo sentándose a un lado mío y rodeando mi cuello con su brazo.
-Enfureció ¿verdad?- dije tirando mi cabeza hacia atrás del sillón.
-Sí, me dijo que iba a venir lo más rápido que pueda, también me dijo que te ama y que te de un beso, pero mejor se lo dejo a ella para cuando llegue- Fer me da una tierna sonrisa.
-Creo que será lo mejor- dije igual soltando una pequeña carcajada y acomodándome en el hombro de Fer que se había puesto para ver televisión mientras esperamos a que llegue San.
Me quede dormida mientras esperaba a San, por más que quise mantenerme despierta mis ojos se cerraron. Siento que alguien me quita el trapo donde se supone había hielo pero ahora es pura agua, debe ser Fer que de seguro la he mojado por completo.
-Hola amor- dijo una voz demasiado familiar. Abro mis ojos y veo a San e en el lugar de Fer mientras me sonríe y me acaricia dulcemente mi mejilla.
-San amor, te extrañe- dije abrazándola y besándola pero frenada por el dolor que aún tengo en mi rostro, trate de disimular pero sé que se ha dado cuenta, siempre se da cuenta de lo que me pasa y más en este tipo de situaciones donde no puedo ocultar el dolor.
-Lo voy a matar, te lo juro, cuando lo vea lo mato- San toca mi lastimado rostro.
-No duele tanto, te acostumbras al dolor- dije la típica mentira para que ella no se preocupare pero sé que nunca me cree, quite su mano de mi rostro y le di un gentil beso en ella.
-Es que ese es el problema, tu no deberías estar acostumbrada a este dolor, él no es nadie, absolutamente nadie para pegarte- dice completamente furiosa.
-Es mi padre, el que me da un techo donde vivir, comida y paga mi escuela- dije tristemente.
-Podrá ser la persona más importante en el mundo pero aun así no tiene el derecho de ponerte una sola mano encima- me acerca a sus brazos y me da un tierno beso en la cabeza. -Lo sé, pero es un bajo precio a pagar con tal de tenerte a mi lado- dije juntando nuestros labios.
-Pero estoy empezando a creer que es demasiado alto, yo no valgo tanto- dijo bajando la mirada.
-Para mí vales esto y muchísimo más- la agarro de la barbilla para sonreírle y juntar nuevamente nuestros labios en un largo y sincero beso…
OCHO MESES ATRÁS.
Dios se me volvió a hacer tarde, mi tonto despertador ya está fallando, este fin de semana saldré a comprar otro, me pongo lo primero que encuentro y salgo ignorando a mi padre casi inconsciente en el sillón de la sala de tanto que ha tomado, como cada fin de semana desde que tengo memoria, llego a la parada de bus y veo que se está yendo en este mismo momento.
-Paren el bus por favor- dije corriendo detrás de él.
-Tranquila, te tengo- dice una voz demasiada familiar que extiende su mano en la puerta del bus al momento en que este se detiene.
-Gracias San, no sé qué haría sin ti- dije subiendo y tomando asiento en el bus junto a ella.
- De nada, ¿para qué son las mejores amigas? Para ayudarse ¿no?- dijo San regalándome una de esas sonrisas que solo me da a mí y a nadie más, yo solo le puede devolverle la sonrisa, ya que cada vez que la veo me quedo como tonta admirándola.
-Y bueno ¿nuevamente fallo el despertador?- pregunto riendo de mi apariencia un poco desordenada, reí y me empecé a acomodar un poco la ropa y el cabello.
-Sí, es una chatarra, lo voy a tirar y comprare uno nuevo este fin de semana en el centro comercial, ahí tengo de donde escoger, ¿me acompañas?- pregunte alzando las cejas y sonriéndole.
-Sería un insulto si no lo hubieras pidieras, será todo un honor pasar mi sábado escogiendo un despertador por todo el centro comercial- dijo riendo y dándome un codazo.
-Comeremos helados y galletas al terminar, ¿te parece?, un doble chocolate para compartir- estiro mi dedo pequeño para cerrar el trato.
-Trato hecho, me convenció lo del helado- dijo enredando nuestros dedos y riendo.
-Paso por ti a las 12 saliendo de mi trabajo- rio como tonta cada vez que estoy con ella.
-A esa hora me tendrás lista- sigue riendo.
Llegamos a la escuela y entramos a nuestras clases normales, San no está en todas, más si en unas cuantas…Santana López es mi mejor amiga desde el año pasado que se mudó a Ohio, nos conocimos gracias a una loca confusión de nuestros calcetines en la hora de deportes, ella tomo los míos y yo las de ellas, es la única persona que conozco que le pone sus iniciales con brillantina a sus pares de calcetines, lo cual argumenta que Fernanda es la culpable de eso, al momento de devolvérselos dio inicio a nuestra grandiosas amistad. Pero hay algo que nadie sabe, desde hace unos meses, me empecé a encariñar con ella, pero un cariño algo más que una amistad, creo que… bueno creo que me he… enamorado de ella, si lo dije, me he enamorado de mi mejor amiga, más tengo que guardar mis sentimientos, Santana no se interesaría nunca en mí, acaba de salir de una relación complicada con un chico llamado David, no saben cómo me dolió verla llorar durante tantos días, tenía ganas de ir a casa de ese maldito y tumbarles los dientes, la dejo por otra chica, el día de su sexto mes juntos, le destrozo el corazón a San, después de eso ella me dijo que nunca más se dejaría envolver por estúpidos sentimiento como el amor ni nada parecido, en ese momento sentí una navaja en mi corazón, la amo, lo juro, mas no me queda otra que ahogar mis sentimientos conmigo misma. Ella sabe que no me gustan los chicos, se lo dije una noche que me quede a dormir en su casa y no dormimos en toda la noche, así que en la mañana ya delirábamos y bueno en si le dije que era lesbiana, más bueno, después de que dormimos me dijo que nunca me iba a juzgar, que siempre sería mi amiga y que me aporía en cada relación que tenga. Así que podríamos decir que en si me dijo que no intente nada con ella y bueno en resumen esa es mi triste historia de mi amor imposible. Día a día me divierto y enamoro más de ella, está semana pase las horas estudiando con ella en su casa, para los primeros exámenes, debemos salir bien para quitarnos a nuestros padres de encima y principalmente al mío, si llega a ver algún seis en mis calificación algunas de sus borracheras será descargadas en mí y ya me harte de ir al hospital con las estúpidas excusas de que me he caído o lastimado, si, ya se, deberías decir o hacer algo en contra de mi padre, pero me faltan más de una año para cumplir mi mayoría de edad, para ser más exacta 1 año y siete meses y bueno prefiero soportarlo a él que pasar de casa hogar a casa hogar por más de un año, y créame cuando les digo que odio esos lugares, son lugares fríos y tenebrosos, y no quiero ni imaginar la gente que cae ahí, la mayoría son delincuentes o algo por el estilo, y me da mucho miedo, prefiero seguir soportando las borracheras de mi padre a enfrentarlos a ellos, a parte aquí en Ohio no se vive tan mal, siempre estoy afuera con San y es lo que más me gusta, ella siempre trata de sacarme de casa y se lo agradezco de corazón, creo que esas han sido las verdaderas razones de la que me enamore perdida mente de ella, sus sonrisa, sus ojos y todo ella me piden a gritos que la bese, más sé que es mi loca imaginación y mi cabeza que muere por ella, San nunca le gustaran las chicas y si lo llegaran a hacer dudo mucho que su tipo de chicas sean personas como yo, no tengo nada que ofrecerle mientras que ella da todo por una persona, es algo más que me maravilla de ella.
Última edición por BrittanaV el Vie Mayo 15, 2015 8:35 pm, editado 10 veces
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
me gusto continua lo!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
esta interesante, hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Esta interesante ver todo desde una vision de Britt es interesante por favor siguela
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Mas porfavor gracias
Aunque presiento que britt sufrima demasiados golpes
Espero mis brittana puedan superar todo
Saludos
Aunque presiento que britt sufrima demasiados golpes
Espero mis brittana puedan superar todo
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
No quiero que britt sufra no lo merece en fin me gusto continua
:)**** - Mensajes : 196
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 32
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
siguelooooo porfavorrr
PAUlANyH**** - Mensajes : 172
Fecha de inscripción : 17/11/2013
NO TODO ES COLOR ROSA
Capítulo 2
Estamos en el centro comercial, Santana juega con un reloj de arena que encontró en la tienda, todavía no me decido por cual, uno clásico o uno digital, esto es un gran dilema, creo que San ya se aburrió demasiado, ahora está tratando de armar un pirámide con una varillas en forma recta pero con forma de 4 pequeños círculos, el dueño de la tienda se lo ha dado, ya que creo que iba a romper el reloj de arena de tanto estarlo volteando.
-Esto es imposible- dijo Santana dándose por vencida con la pirámide y haciendo berrinche.
-Ya dígale cómo, si no seré yo quien aguante todo el día su mal humor- dije riendo y asentando en el mostrador el reloj digital, para sacer el dinero de mi cartera.
-Veo que por fin se ha decidido, es un muy buen reloj a pesar de que prefiero los clásicos, y su amiga lo tiene que descubrir por sí misma y por nadie más, solo necesita concentración y un poco de imaginación- dijo el vendedor embolsando mi reloj y tomando el dinero.
-Sí, me gusto más y veré más claro los números mientras me despierto completamente- dije riendo mientras que San sigue lidiando con su pirámide.
-Aquí tiene su reloj y dígale a su amiga que se puede llevar el juego, cuando lo logre armar me lo venga a decir y le daré un premio- dijo el vendedor guiñándome el ojo y riendo.
-Muchas gracias… San vamos, en el comedor del centro comercial lo sigues intentando- dije agarrándola y sacándola de la relojería con todo y el juego.
-Britt esto es completamente imposible- dijo mientras ordenaba algo que comer.
-Calmada San, ya podrás, ahora vamos a comer, el helado se derretirá- dije criándola.
-Está bien, pero cuando llegue a casa lo lograre- dijo mientras comía.
-¿Bueno que hacemos ahora?-dije peleando con San por la ultima galleta del plato.
-Primero que nada me entregas la galleta- dijo arrebatándomela y ganando la batalla.
-San devuélveme esa galleta, tenía mi nombre en ella yo lo sé- dije riendo pero era demasiado tarde para tratar de tenerla, se la había comido por completo.
-Ya muy tarde, ahora tengo ganas de jugar, ¿te animas a perder?- dijo alzando las cejas.
-Claro que sí, que empiece la masacre- dije tomando mi bolsa y la mano de San para correr a los juegos, perder en el boliche y ganarle en el tiro al aro y los dardos.
Llegamos a mi casa y dejamos el reloj en mi habitación, 30 minutos tardamos en averiguar cómo se prendía y una hora para ver cómo funcionaba y lograr programarlo de una vez, si entre dos personas lidiamos como no tienen idea, imagínense si lo hubiera hecho yo sola, creo que ya lo hubiera aventado por mi ventana. Cuando por fin lo pudimos programarlo bajamos por algo para merendar, pero todo se arruino cuando mi padre cruzo la puerta de mi casa y empezó a hablar.
-Hola papá- dije fríamente para que nos ignorar y se fuera directamente a su habitación.
-Hola Sr. Pierce- dijo San sin alzar la mirada.
-¿Y tú quién eres?- dijo mi padre arrastrando sus palabras.
-Papá es San, mi mejor amiga- dije viendo que tan borracho estaba el día de hoy que ya ni reconoce a la gente, quien sabe si recuerda su propio nombre.
-¿Tú tienes amigas?- dijo mi padre cruelmente.
-Sí, si tiene y muchas, yo soy una de ellas- dijo San poniéndose de pie y defendiéndome como siempre de las palabras de mi ebrio padre.
-San, por favor tranquilízate- dije colocándome a un lado de ella.
-¿Tu quién te crees para hablarme en ese tono?-contesto mi padre encarando a Santana.
-Pues soy la mejor amiga de su hija- dijo Santana sin ni siquiera parpadear.
-Tú no eres nadie ni nada de mi hija, ella es una larva, no tiene vida ni gente que se preocupe por ella, ni su madre la quiso, yo soy lo único que tiene en este mundo- dijo mi padre riendo y agarrándome de las mejillas, como odio que haga eso.
-Sí, soy alguien en la vida de su hija y creo que soy mejor que usted- dijo Santana furiosa.
-San cálmate, por favor, enserio no es nada que no me haya dicho antes- dije susurrándole al oído para tranquilizarla, ya que cuando se molesta sale Snixx, su versión malvada.
-Eres igual de patética que mi hija, por eso se llevan muy bien ustedes dos, su vida es igual de patética y miserable- dijo mi padre riendo mientras le daba otro trago a su cerveza.
-Ya papá, basta… nos vamos, no pierdas el conocimiento de tanto beber- dije agarrando mis cosas junto con Santana y saliendo por la puerta, pero antes de cerrar escucho a mi padre gritar.
-Estoy mejor solo que con una estúpida hija como tú- ríe cerrando la puerta.
-¿No sé cómo es que lo soportas todos los días?- dijo San mientras caminábamos a su casa.
-Ya te dije que es mejor que las casa hogares que he visitado- dije tirando un suspiro al aire.
-Sí, pero, es que no es justo como te trata, no se deben de llamar padres a hombres como él- dijo aun un poco molesta. Me encanta cuando se pone así por mí, sé que se preocupa por mí y eso me enamora más de lo que estoy de ella.
-Hey San calmada, estaré bien, solo se tu conmigo y estaré bien- dije dándole un fuerte abrazo mientras ella me daba un beso en mi cabeza y devolvía el abrazo.
-Tu eres mi amiga y te quiero demasiado, jamás te dejare sola, te lo prometo- dijo en el abrazo.
Llegamos a casa de San y subimos como de costumbre a su habitación, empezamos a escuchar música y leer una que otra revista, bueno creo que ella lo hizo, porque yo no la pude dejar de ver ni un solo momento, es tan linda cuando lee, simplemente no puedo quitar mis ojos de ella, mas tengo que ser un poco discreta, ya que no quiero que se dé cuenta, tengo miedo de que no quiera estar conmigo, si mi vida de por sí ya es miserable, imagínensela si no tuviera la tuviera a ella, creo que no tendría razón para vivir. Como dijo mi padre ni siquiera mi madre me quiso, prefirió escoger a uno de sus tantos galanes que a ser mi tutora al momento de divorcio, así que he quedado en manos de mi padre hasta mi mayoría de edad, solo queda esperar, tengo varios planes de qué hacer con mi vida, pero la primera de mi lista es largarme de casa, trabajo los fines de semana en una tienda de electrónicos, todo el dinero que gano en ello va directo a mi lugar debajo de una tabla en mi baño, para que el señor que se hace llamar mi padre no lo encuentre, ya que si lo llega a hacerlo me lo quitara con tal de hacerme sufrir más, a pesar de todo no me falta nada, tengo libros, cosas buenas, paga mi colegio y me da dinero para lo que necesito, de mala gana pero bueno aunque sea lo tengo, es mejor que nada. Ya es tarde, tengo que ir a casa, San no quiere que me vaya, dice que prefiere que me quede a dormir en su casa, pero sé que si no llego a dormir, mañana que llegue a casa mi padre se desquitara conmigo su mala cruda. Me despido de ella, me deja ir de mala gana, camino en la fría noche, escucho la música en la sala de mi casa y otras voces, deben ser los amigos de mi padre, decido ir al jardín trasero para entrar a mi habitación, con el paso del tiempo conocí mejor a mi padre y a sus pervertidos amigos, así que coloque pequeños escalones en la enredadera que cae a un lado de mi ventana, así que escalo y entro a mi habitación para tirarme en mi cama, quitarme los zapatos y colocarme los audífonos para ignorar la tonta música de mi padre, poco a poco mis ojos se van cerrando con el compás de la música de mis audífonos, hasta quedarme profundamente dormida.
-Despierta- dicen mientras me vacían algo en mi rostro.
-Hey ¿qué pasa?- digo levantándome de golpe y ver que mi padre me ha vaciado una cerveza completa en todo mi rostro machando mi cama y arruinando mis audífonos.
-Arriba, tengo hambre, has el desayuno- dijo mi padre saliendo de mi cuarto.
-Echaste a perder mis audífonos- grite quitándomelos de mis orejas como se habían quedado antes de quedarme dormida.
Checo el reloj y veo que son las 8 de la mañana, me levanto de la cama y me dirijo al baño, me doy una buena ducha para quitarme el olor a cerveza que tanto odio y luego bajar a preparare su estúpido desayuno, no sé cómo ese hombre se recupera tan rápido de todo lo que bebe.
-Aquí tienes- dije asentando un plato con su comida para que me deje en paz.
-¿Por qué tardaste tanto? – dijo empezando a comer.
-¿Sera que porque vacío cerveza en mí? y no pensaba bajar con tan asqueroso aroma- dije sentándome al otro extremo de la mesa y también comiendo.
-Tonteras tuyas, como siempre- dijo sin alzar la mirada.
-¿Por qué me tuvo que vaciar la maldita cerveza en mí?-dije enojada, ¿no sabe que odio eso?
-Era lo que tenía a la mano y no por usted iba a bajar por agua- dijo sarcásticamente.
-Genial, me debe sabanas limpias y un par de audífonos nuevos- dije con la mirada en mi plato.
-Me Mercedes lo que quiera o lo que necesite, ya hago mucho soportándola todos los días en mi casa-dijo mi padre riéndose y sin alzar la mirada.
-Bueno mejor me voy, llegare tarde- dije levantándome de la mesa para llevar mi plato al lavabo.
-Es lo mejor que puede hacer, largarse a ese lugar donde siempre se va los fines de semanas- dijo haciendo su mano hacia la calle, yo solo agarre mis cosas y camine a la puerta ignorándolo.
-Se llama trabajo, y es lo que hago, regreso en la tarde- dije abriendo la puerta.
-Por mi tárdese lo que quiera, estoy mejor yo solo- grito antes de cerrar la puerta y escuchar cómo se reía, yo solo di un gran suspiro y cerré la puerta.
Espere el bus y lo aborde, mi trabajo no esta tan lejos de mi casa, pero no estoy de muchos ánimos para caminar, y también teniendo en cuenta que hoy es un día lluvioso y no quiero pescar ningún resfriado. Bajando del bus entro a la tienda y saludos a todos como de costumbre, me dirijo hacia los pequeños casilleros que hay en la parte de atrás, dejo mi bulto, tomo mi chaleco de trabajo y la pequeña plaquita donde está mi nombre la engancho a mi blusa, cierro los ojos por unos minutos, trato de procesar mi mañana sin molestarme y luego cierro el casillero, para dirigirme a mi área de trabajo con la mejor sonrisa que tengo hoy, pero digamos que no es muy buena y para terminarla de fregar, hoy es un día atareado, ya que hay inventario y varios se van a las bodegas y yo me tengo que quedar a atender a las personas, no es que no me agraden ni nada por el estilo, mas hay un señor que viene todos los fines de semana para que lo trate de convencer de comprar un nuevo equipo de sonido, pero antes de que me deje hablar me cuenta la historia del que tiene ahora y como se lo regalaron sus hijos con sus primeros sueldos, les juro que las primera dos veces es muy interesante de escuchar, pero ya después de la sexta empieza a aburrir y mucho.
Estamos en el centro comercial, Santana juega con un reloj de arena que encontró en la tienda, todavía no me decido por cual, uno clásico o uno digital, esto es un gran dilema, creo que San ya se aburrió demasiado, ahora está tratando de armar un pirámide con una varillas en forma recta pero con forma de 4 pequeños círculos, el dueño de la tienda se lo ha dado, ya que creo que iba a romper el reloj de arena de tanto estarlo volteando.
-Esto es imposible- dijo Santana dándose por vencida con la pirámide y haciendo berrinche.
-Ya dígale cómo, si no seré yo quien aguante todo el día su mal humor- dije riendo y asentando en el mostrador el reloj digital, para sacer el dinero de mi cartera.
-Veo que por fin se ha decidido, es un muy buen reloj a pesar de que prefiero los clásicos, y su amiga lo tiene que descubrir por sí misma y por nadie más, solo necesita concentración y un poco de imaginación- dijo el vendedor embolsando mi reloj y tomando el dinero.
-Sí, me gusto más y veré más claro los números mientras me despierto completamente- dije riendo mientras que San sigue lidiando con su pirámide.
-Aquí tiene su reloj y dígale a su amiga que se puede llevar el juego, cuando lo logre armar me lo venga a decir y le daré un premio- dijo el vendedor guiñándome el ojo y riendo.
-Muchas gracias… San vamos, en el comedor del centro comercial lo sigues intentando- dije agarrándola y sacándola de la relojería con todo y el juego.
-Britt esto es completamente imposible- dijo mientras ordenaba algo que comer.
-Calmada San, ya podrás, ahora vamos a comer, el helado se derretirá- dije criándola.
-Está bien, pero cuando llegue a casa lo lograre- dijo mientras comía.
-¿Bueno que hacemos ahora?-dije peleando con San por la ultima galleta del plato.
-Primero que nada me entregas la galleta- dijo arrebatándomela y ganando la batalla.
-San devuélveme esa galleta, tenía mi nombre en ella yo lo sé- dije riendo pero era demasiado tarde para tratar de tenerla, se la había comido por completo.
-Ya muy tarde, ahora tengo ganas de jugar, ¿te animas a perder?- dijo alzando las cejas.
-Claro que sí, que empiece la masacre- dije tomando mi bolsa y la mano de San para correr a los juegos, perder en el boliche y ganarle en el tiro al aro y los dardos.
Llegamos a mi casa y dejamos el reloj en mi habitación, 30 minutos tardamos en averiguar cómo se prendía y una hora para ver cómo funcionaba y lograr programarlo de una vez, si entre dos personas lidiamos como no tienen idea, imagínense si lo hubiera hecho yo sola, creo que ya lo hubiera aventado por mi ventana. Cuando por fin lo pudimos programarlo bajamos por algo para merendar, pero todo se arruino cuando mi padre cruzo la puerta de mi casa y empezó a hablar.
-Hola papá- dije fríamente para que nos ignorar y se fuera directamente a su habitación.
-Hola Sr. Pierce- dijo San sin alzar la mirada.
-¿Y tú quién eres?- dijo mi padre arrastrando sus palabras.
-Papá es San, mi mejor amiga- dije viendo que tan borracho estaba el día de hoy que ya ni reconoce a la gente, quien sabe si recuerda su propio nombre.
-¿Tú tienes amigas?- dijo mi padre cruelmente.
-Sí, si tiene y muchas, yo soy una de ellas- dijo San poniéndose de pie y defendiéndome como siempre de las palabras de mi ebrio padre.
-San, por favor tranquilízate- dije colocándome a un lado de ella.
-¿Tu quién te crees para hablarme en ese tono?-contesto mi padre encarando a Santana.
-Pues soy la mejor amiga de su hija- dijo Santana sin ni siquiera parpadear.
-Tú no eres nadie ni nada de mi hija, ella es una larva, no tiene vida ni gente que se preocupe por ella, ni su madre la quiso, yo soy lo único que tiene en este mundo- dijo mi padre riendo y agarrándome de las mejillas, como odio que haga eso.
-Sí, soy alguien en la vida de su hija y creo que soy mejor que usted- dijo Santana furiosa.
-San cálmate, por favor, enserio no es nada que no me haya dicho antes- dije susurrándole al oído para tranquilizarla, ya que cuando se molesta sale Snixx, su versión malvada.
-Eres igual de patética que mi hija, por eso se llevan muy bien ustedes dos, su vida es igual de patética y miserable- dijo mi padre riendo mientras le daba otro trago a su cerveza.
-Ya papá, basta… nos vamos, no pierdas el conocimiento de tanto beber- dije agarrando mis cosas junto con Santana y saliendo por la puerta, pero antes de cerrar escucho a mi padre gritar.
-Estoy mejor solo que con una estúpida hija como tú- ríe cerrando la puerta.
-¿No sé cómo es que lo soportas todos los días?- dijo San mientras caminábamos a su casa.
-Ya te dije que es mejor que las casa hogares que he visitado- dije tirando un suspiro al aire.
-Sí, pero, es que no es justo como te trata, no se deben de llamar padres a hombres como él- dijo aun un poco molesta. Me encanta cuando se pone así por mí, sé que se preocupa por mí y eso me enamora más de lo que estoy de ella.
-Hey San calmada, estaré bien, solo se tu conmigo y estaré bien- dije dándole un fuerte abrazo mientras ella me daba un beso en mi cabeza y devolvía el abrazo.
-Tu eres mi amiga y te quiero demasiado, jamás te dejare sola, te lo prometo- dijo en el abrazo.
Llegamos a casa de San y subimos como de costumbre a su habitación, empezamos a escuchar música y leer una que otra revista, bueno creo que ella lo hizo, porque yo no la pude dejar de ver ni un solo momento, es tan linda cuando lee, simplemente no puedo quitar mis ojos de ella, mas tengo que ser un poco discreta, ya que no quiero que se dé cuenta, tengo miedo de que no quiera estar conmigo, si mi vida de por sí ya es miserable, imagínensela si no tuviera la tuviera a ella, creo que no tendría razón para vivir. Como dijo mi padre ni siquiera mi madre me quiso, prefirió escoger a uno de sus tantos galanes que a ser mi tutora al momento de divorcio, así que he quedado en manos de mi padre hasta mi mayoría de edad, solo queda esperar, tengo varios planes de qué hacer con mi vida, pero la primera de mi lista es largarme de casa, trabajo los fines de semana en una tienda de electrónicos, todo el dinero que gano en ello va directo a mi lugar debajo de una tabla en mi baño, para que el señor que se hace llamar mi padre no lo encuentre, ya que si lo llega a hacerlo me lo quitara con tal de hacerme sufrir más, a pesar de todo no me falta nada, tengo libros, cosas buenas, paga mi colegio y me da dinero para lo que necesito, de mala gana pero bueno aunque sea lo tengo, es mejor que nada. Ya es tarde, tengo que ir a casa, San no quiere que me vaya, dice que prefiere que me quede a dormir en su casa, pero sé que si no llego a dormir, mañana que llegue a casa mi padre se desquitara conmigo su mala cruda. Me despido de ella, me deja ir de mala gana, camino en la fría noche, escucho la música en la sala de mi casa y otras voces, deben ser los amigos de mi padre, decido ir al jardín trasero para entrar a mi habitación, con el paso del tiempo conocí mejor a mi padre y a sus pervertidos amigos, así que coloque pequeños escalones en la enredadera que cae a un lado de mi ventana, así que escalo y entro a mi habitación para tirarme en mi cama, quitarme los zapatos y colocarme los audífonos para ignorar la tonta música de mi padre, poco a poco mis ojos se van cerrando con el compás de la música de mis audífonos, hasta quedarme profundamente dormida.
-Despierta- dicen mientras me vacían algo en mi rostro.
-Hey ¿qué pasa?- digo levantándome de golpe y ver que mi padre me ha vaciado una cerveza completa en todo mi rostro machando mi cama y arruinando mis audífonos.
-Arriba, tengo hambre, has el desayuno- dijo mi padre saliendo de mi cuarto.
-Echaste a perder mis audífonos- grite quitándomelos de mis orejas como se habían quedado antes de quedarme dormida.
Checo el reloj y veo que son las 8 de la mañana, me levanto de la cama y me dirijo al baño, me doy una buena ducha para quitarme el olor a cerveza que tanto odio y luego bajar a preparare su estúpido desayuno, no sé cómo ese hombre se recupera tan rápido de todo lo que bebe.
-Aquí tienes- dije asentando un plato con su comida para que me deje en paz.
-¿Por qué tardaste tanto? – dijo empezando a comer.
-¿Sera que porque vacío cerveza en mí? y no pensaba bajar con tan asqueroso aroma- dije sentándome al otro extremo de la mesa y también comiendo.
-Tonteras tuyas, como siempre- dijo sin alzar la mirada.
-¿Por qué me tuvo que vaciar la maldita cerveza en mí?-dije enojada, ¿no sabe que odio eso?
-Era lo que tenía a la mano y no por usted iba a bajar por agua- dijo sarcásticamente.
-Genial, me debe sabanas limpias y un par de audífonos nuevos- dije con la mirada en mi plato.
-Me Mercedes lo que quiera o lo que necesite, ya hago mucho soportándola todos los días en mi casa-dijo mi padre riéndose y sin alzar la mirada.
-Bueno mejor me voy, llegare tarde- dije levantándome de la mesa para llevar mi plato al lavabo.
-Es lo mejor que puede hacer, largarse a ese lugar donde siempre se va los fines de semanas- dijo haciendo su mano hacia la calle, yo solo agarre mis cosas y camine a la puerta ignorándolo.
-Se llama trabajo, y es lo que hago, regreso en la tarde- dije abriendo la puerta.
-Por mi tárdese lo que quiera, estoy mejor yo solo- grito antes de cerrar la puerta y escuchar cómo se reía, yo solo di un gran suspiro y cerré la puerta.
Espere el bus y lo aborde, mi trabajo no esta tan lejos de mi casa, pero no estoy de muchos ánimos para caminar, y también teniendo en cuenta que hoy es un día lluvioso y no quiero pescar ningún resfriado. Bajando del bus entro a la tienda y saludos a todos como de costumbre, me dirijo hacia los pequeños casilleros que hay en la parte de atrás, dejo mi bulto, tomo mi chaleco de trabajo y la pequeña plaquita donde está mi nombre la engancho a mi blusa, cierro los ojos por unos minutos, trato de procesar mi mañana sin molestarme y luego cierro el casillero, para dirigirme a mi área de trabajo con la mejor sonrisa que tengo hoy, pero digamos que no es muy buena y para terminarla de fregar, hoy es un día atareado, ya que hay inventario y varios se van a las bodegas y yo me tengo que quedar a atender a las personas, no es que no me agraden ni nada por el estilo, mas hay un señor que viene todos los fines de semana para que lo trate de convencer de comprar un nuevo equipo de sonido, pero antes de que me deje hablar me cuenta la historia del que tiene ahora y como se lo regalaron sus hijos con sus primeros sueldos, les juro que las primera dos veces es muy interesante de escuchar, pero ya después de la sexta empieza a aburrir y mucho.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
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Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
pobre britt y que mal nacido padre le toco. Hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
pobre britt y que mal nacido padre le toco. Hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
holap,...
que weva que padre le toco a britt,... espero que no le dure mucho para que se valla de ahi,..
me gusta que san este con ella y la defienda del bastardo!!!
nos vemos!!!
que weva que padre le toco a britt,... espero que no le dure mucho para que se valla de ahi,..
me gusta que san este con ella y la defienda del bastardo!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
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Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
El padre de Britt es un idiota, dios como lo odio, me encanta ver a San defendiendo a Britt aunque para mi deberia haberle dado una cachetada o algo que saque a Snixx de ella.
Sanny25- ---
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Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Capítulo 3
SANTANA LÓPEZ
Mis ojos se abren lentamente, inspecciono la habitación para luego empezar a estirarme, checo la hora y me percato que es un poco más de las 10 de la mañana, localizo mis pantuflas debajo de mi cama y me dirijo a mi baño, hago mi rutina de bañarme y vestirme con toda la calma del mundo para luego bajar a desayunar. Me siento enfrente de mi padre que lee el periódico y toma su café, ya que es lo único que sabe hacer el pobre, me sirvo un gran tazón de leche acompañado de mucho pero mucho cereal, aunque no lo crean ese es mi desayuno favorito. Al terminar recojo mis trastes y los de mi padre, lo bueno de vivir solo nosotros dos es que no son muchos, al morir mi madre y Fernanda irse a vivir a California con su novio Jake mi padre y yo decidimos tener un cambio así que nos mudamos a Ohio hace más de un año, aquí he tenido una buena vida, encontré a mi mejor amiga Britt y bueno quitando al desgraciado de David, toda la gente de aquí en muy amable y amigable. Me despido de mi padre y me dirijo al trabajo de Brittany para sorprenderla, ella merece tener algo de alegría en su vida, sé que saliendo de su trabajo se va a su casa, para soportar las borracheras de su padre, sigo sin entender, porque lo soporta, es algo que no me entra en mi cabeza. Llego a la tienda y la veo con una cara de aburrimiento mientras escucha a un señor que le explica la historia de su radio que ya estaba roto.
-Buenas tardes señorita, ¿me podría ayudar a escoger un nuevo equipo de sonido?- dije con voz profunda y parándome detrás de ella para ver su reacción.
-Si me espera un momento con gusto la atiendo- dijo con su falsa voz de amabilidad y sin muchos ánimos que digamos, creo que no ha tenido una buena mañana.
-Bueno, póngale un poco más de ganas, estamos hablando de su mejor amiga- dije riendo y viendo como ella se voltea y aparece en automático su sonrisa.
-¡San!- dijo abrazándome.
-Tranquila, no soy una ilusión- dije riendo y también abrazándola.
-¿Qué haces aquí?- dijo al terminar el abrazo y seguir sonriéndome, me alegra causar ese efecto en ella, sé que soy su mejor amiga y siempre se alegra de verme.
-Nada ya sabes, me desperté, me vestí, desayune, y vine a verte, si no mal recuerdo en unos ¿20 minutos termina tu turno no?- dije mirando mi reloj y viendo la hora.
-Si dentro de 15 minutos, pero tengo que ir a casa- dijo Britt agachando la mirada.
-No, usted no irá a su casa encerrarse a su cuarto mientras escucha música, creo que sus audífonos se empiezan a adherir a su oídos- dije metiendo mi dedo por uno de sus oídos.
-No hagas eso, sabes que me da cosquillas- dijo Brittany sacando mi dedo de su oído.
-Pues, dale nos vamos al salir, me voy a sentar, fingiré que leo y cuando termines me sacas de mi transe de aburrimiento- dije riendo y dirigiéndome a las sillas de costumbre.
-San, mejor hazme un favor- dijo agarrándome de mi hombro y volteándola a ver.
-¿El que tú quieras?- dije sonriendo y prestando atención.
-Escógeme unos audífonos, para irnos más rápido- dijo Britt sonriéndome.
-¿Qué paso con los otros? ¿Pensé que eran casi nuevos?- dije un poco sorprendida.
-Lo sé, pero ellos no se esperaban a mi padre- dijo tirando un gran suspiro.
-¿Qué te hizo ahora?- dije arrastrando los dientes y sintiendo como mi sangre empieza a hervir.
-Tranquila, no me ha hecho nada… bueno nada tan malo, solo me despertó vaciándome una cerveza encima, los arruino enseguida- dijo algo molesta, y no es para menos, sus audífonos son su compañía cuando está en su casa.
-Enserio, voy a matar a tu padre, no es creíble todo lo que te hace- dije cerrando el puño para controlarme, no sé pero cada vez que me entero que ese desgraciado le ha hecho, me hierve horrible la sangre y lo único que se cruza por mi mente es matarlo o por lo menos patearlo.
-San, tranquila, ya te dije que no es tan malo, es solo paciencia- dijo tratando de sonreír, más a mí no me engañar, sé que sufre y mucho, por eso siempre trato de estar con ella.
-Bueno, los escojo y los pago, ya luego nos vamos- dije devolviéndole la sonrisa.
-Está bien, la veo en los casilleros de atrás- dijo mientras me alejaba.
Estuve un rato viendo la variedad de audífonos que habían, ninguno me gustaron, hasta que vi unos perfecto, blancos con morado y rojo, eran hermosos, pague con el dinero que me dio Brittany, luego me dirigí a los casilleros como siempre que la vengo a ver, me senté en la banca que hay y me perdí en el techo colorido, no espere demasiado y vi a Brittany entrar, se quitó su tarjeta de presentación y chaleco, saco su bolsa de su casillero para luego voltearse y regalarme una hermosa sonrisa.
-Bueno López ahora si soy toda tuya- dijo riendo y estirándose.
-Me gusta cómo suena eso, le parece si damos unas vuelta a la cuidad, debe haber algo que hacer- dije encogiendo los hombros y ver como se dibujaba nuevamente una sonrisa en su rostro.
-Me parece perfecto, ¿y mis audífonos?- pregunto buscando con la mirada.
-Calmada, aquí tiene blancos, sé que le encanta ese color- dije riendo ya que se cuál será su respuesta ante los otro colores.
-Santana López, sabe que no me gusta el morado y que amo el rojo, ¿por qué escogió estos?- dijo tratando de parecer molesta ero soltando un pequeña carcajada.
-No lo sé, me parecieron perfectos, pero si no le gustan los puede devolver, no creo que tenga ningún problema, teniendo en cuanta que tiene su nota y trabaja aquí- conteste riendo.
-Son perfectos- dijo volviéndome a sonreír.
-Bueno hora de irnos, nunca me ha gustado como huele aquí, deberían poner desodorante- dije ya que es verdad, el lugar huele a cartón húmedo y créanme cuando les dio que no es muy agradable.
-Está bien, no se queje tanto, vamos tengo ganas de caminar un rato- dijo Britt tomándome de la mano y dirigiéndonos a la puerta trasera para aparecer en un callejón.
-¿Qué le parece si vamos un rato al lago?, podemos rentar una de esas canoas que tanto le gustan y comer papas fritas con refresco y tratar de tirarla como siempre- dije alzando las cejas y mi mirada de tentación que pongo cuando estoy con ella.
-Usted odia el puerto, las canoas la marean, los pájaros la persiguen por su comida, y la última vez que me trato de tirar de ella usted se terminó cayendo y tuve que tirar a rescatarla porque la niña no sabe nadar- contesto riendo ya que todo es cierto, me conoce demasiado bien.
-¿Es un no?- dije riendo y deteniéndome para esperar su respuesta.
-Es un claro que sí, jamás me pierdo la oportunidad de ver a Santana López mareada- contesto riendo y tomando mí mano para dirigirnos a la parada de bus.
Subimos al bus y nos acomodamos, son aproximadamente 10 minutos para llegar al lago, son las 2 de la tarde así que no hay prisa, por mí no hay problemas, mientras Brittany pase menos tiempo en su casa para mi mejor, no soporto verla sufrir de tal manera, ella es mi mejor amiga, la conocí por un loco enredo de calcetines y no saben cómo lo agradezco, me pusieron en mi vida a una de las persona más estupendas. Britt es gay, lo sé, me lo dijo una noche que no habíamos dormido nada y la acepto como es, si me hubiera dicho que es drogadicta o algo por el estilo, la hubiera matado. Me alegra que me lo hubiera dicho que nunca ha intentado conmigo, cualquiera diría que ella y yo somos una pareja, más le dije que la quería tal y como era, siempre será así, Brittany no lleva la vida más fácil del mundo, pero de que hay peores hay peores, por esa misma razón la saco de su casa cada vez que tengo la oportunidad, después de lo que pase con el desgraciado de David me dije que es mejor dedicarte a tus amigas y bueno Brittany me necesita y siempre estaré ahí para lo que quiera, ella es una de las chicas más asombrosas que he conocido, cuando me mude a Ohio, nunca pensé encontrarme con un tipo de persona como ella es asombrosa y me alegra tenerla en mi vida. Estamos llegando al puerto Brittany sigue perdida mirando la ventanilla del cristal del bus, sinceramente no sé qué tanto ve, siempre su mirada se pierde en la misma dirección. El bus se detiene y sentimos el sol en nuestras caras, a pesar de que amaneció nublado y lluvioso ahora ha salido el sol y es momento de quitarnos los abrigos e ir por la maldita canoa que me marea como no tienen idea, creo que no fui hecha para el mar.
-San apresúrate ya quiero ver tu cara- dijo riendo mientras se subía a la canoa.
-Cálmate tú, el agua no se irá a ningún lado- dije mientras empezaba a subirme.
-Dale sabes que me gusta llegar a la mitad del lago para ver tu cara de pánico y que te aferres a mi pierna para luego quejarte como niña chiquita- dijo mientras seguía riendo.
-Yo nunca en mi vida me he quejado, usted siempre es la que se queja de lo que hago, que si no quiero entrar a clases, que si quiere tomar, que quiere golpear gente, que si hacerme una perforación, un tatuaje o algo por el estilo- dije riendo ya que le molesta todo eso.
-Me agradecerá su buena asistencia, cuido su hígado, protejo su buena imagen, ni loca dejaría que la toquen con agujas, la protejo de alguna enfermedad- dijo Britt en tono serio.
-Lo sé, y lo agradezco, pero tienes que vivir la vida al extremo, se nos va en un segundo, pero bueno, vamos a remar que esto no se moverá solo- dije agarrando los remos.
Estuvimos alrededor de una hora remando a lo loco hasta que Brittany se quedó dormida de tal manera que su cuerpo ocupaba todo el bote y su cabeza quedo en mis piernas, creo que ya es momento que regresemos a la orilla, ya que por alguna extraña razón no puedo dejar de mirarla, sé que es un chica linda, mas yo no soy como ella, a mí me gustan los chicos, siempre me han gustado y siempre será así, tiene que ser así, no veo mi vida con una chica, pero bueno he de admitir que en más de una ocasión me han preguntado que si Brittany y yo estábamos juntas ya que dicen que parecemos una pareja, pero yo no siento nada por ella, solamente es mi mejor amiga y ya, soy su hermana, su compañera de vida, ya que el padre que le ha tocado no es muy bueno que digamos, así que ella siempre tendrá a su amiga para que la apoye en todo, solo quiero que sea feliz, no me importa con quien este pero que sea feliz, ella se lo merece. Regrese a la orilla y estoy indecisa en despertar o no a Brittany se ve tan calmada y cómoda, pero un bote en el lago no es el mejor lugar para descansar, creo que lo mejor será que la despierta y vayamos a mi casa y duerma un rato más, ya que en la suya ya deben estar todos los amigos pervertidos y su padre borrachos. La despierto y mientras devuelvo y recojo todo de la caseta, ella se acomoda en uno de los postes del muelle y se vuelve a quedar dormida.
-Britt, hora de ir a casa, mueres de sueño- dije agarrándola fuertemente.
-Sí, perdón, no sé ¿porque tengo tanto sueño?- dijo bostezando y acomodándose nuevamente.
-No te disculpes, dale vamos a mi casa, ahí duermes un rato- dije tomándola del hombro y subiendo al bus que llegaba en ese mismo momento.
-No, tengo que ir a casa, mi padre me va a…- y antes de que termine su frase yo la interrumpí.
-Ese desgraciado no le hará nada, yo la acompañare, a parte ni cuenta se debe de haber dado de lo borracho que debe andar con sus amigos- dije sentándonos en el bus.
-Pero…- dijo pero tampoco la deje rezongar.
-Pero nada, ya está dicho- dije mientras dejaba que se vuelva a acomodar en mí.
-Solo porque muero de sueño y no tengo ganas de escuchar a borrachos discutir con su tonta música de cantina- dijo ya casi dormida.
-Así me gusta, duerma, la despierto llegando a mi casa- dije sonriéndole y luego mirar por la ventanilla del bus y perdiéndome en las calles casi vacías.
SANTANA LÓPEZ
Mis ojos se abren lentamente, inspecciono la habitación para luego empezar a estirarme, checo la hora y me percato que es un poco más de las 10 de la mañana, localizo mis pantuflas debajo de mi cama y me dirijo a mi baño, hago mi rutina de bañarme y vestirme con toda la calma del mundo para luego bajar a desayunar. Me siento enfrente de mi padre que lee el periódico y toma su café, ya que es lo único que sabe hacer el pobre, me sirvo un gran tazón de leche acompañado de mucho pero mucho cereal, aunque no lo crean ese es mi desayuno favorito. Al terminar recojo mis trastes y los de mi padre, lo bueno de vivir solo nosotros dos es que no son muchos, al morir mi madre y Fernanda irse a vivir a California con su novio Jake mi padre y yo decidimos tener un cambio así que nos mudamos a Ohio hace más de un año, aquí he tenido una buena vida, encontré a mi mejor amiga Britt y bueno quitando al desgraciado de David, toda la gente de aquí en muy amable y amigable. Me despido de mi padre y me dirijo al trabajo de Brittany para sorprenderla, ella merece tener algo de alegría en su vida, sé que saliendo de su trabajo se va a su casa, para soportar las borracheras de su padre, sigo sin entender, porque lo soporta, es algo que no me entra en mi cabeza. Llego a la tienda y la veo con una cara de aburrimiento mientras escucha a un señor que le explica la historia de su radio que ya estaba roto.
-Buenas tardes señorita, ¿me podría ayudar a escoger un nuevo equipo de sonido?- dije con voz profunda y parándome detrás de ella para ver su reacción.
-Si me espera un momento con gusto la atiendo- dijo con su falsa voz de amabilidad y sin muchos ánimos que digamos, creo que no ha tenido una buena mañana.
-Bueno, póngale un poco más de ganas, estamos hablando de su mejor amiga- dije riendo y viendo como ella se voltea y aparece en automático su sonrisa.
-¡San!- dijo abrazándome.
-Tranquila, no soy una ilusión- dije riendo y también abrazándola.
-¿Qué haces aquí?- dijo al terminar el abrazo y seguir sonriéndome, me alegra causar ese efecto en ella, sé que soy su mejor amiga y siempre se alegra de verme.
-Nada ya sabes, me desperté, me vestí, desayune, y vine a verte, si no mal recuerdo en unos ¿20 minutos termina tu turno no?- dije mirando mi reloj y viendo la hora.
-Si dentro de 15 minutos, pero tengo que ir a casa- dijo Britt agachando la mirada.
-No, usted no irá a su casa encerrarse a su cuarto mientras escucha música, creo que sus audífonos se empiezan a adherir a su oídos- dije metiendo mi dedo por uno de sus oídos.
-No hagas eso, sabes que me da cosquillas- dijo Brittany sacando mi dedo de su oído.
-Pues, dale nos vamos al salir, me voy a sentar, fingiré que leo y cuando termines me sacas de mi transe de aburrimiento- dije riendo y dirigiéndome a las sillas de costumbre.
-San, mejor hazme un favor- dijo agarrándome de mi hombro y volteándola a ver.
-¿El que tú quieras?- dije sonriendo y prestando atención.
-Escógeme unos audífonos, para irnos más rápido- dijo Britt sonriéndome.
-¿Qué paso con los otros? ¿Pensé que eran casi nuevos?- dije un poco sorprendida.
-Lo sé, pero ellos no se esperaban a mi padre- dijo tirando un gran suspiro.
-¿Qué te hizo ahora?- dije arrastrando los dientes y sintiendo como mi sangre empieza a hervir.
-Tranquila, no me ha hecho nada… bueno nada tan malo, solo me despertó vaciándome una cerveza encima, los arruino enseguida- dijo algo molesta, y no es para menos, sus audífonos son su compañía cuando está en su casa.
-Enserio, voy a matar a tu padre, no es creíble todo lo que te hace- dije cerrando el puño para controlarme, no sé pero cada vez que me entero que ese desgraciado le ha hecho, me hierve horrible la sangre y lo único que se cruza por mi mente es matarlo o por lo menos patearlo.
-San, tranquila, ya te dije que no es tan malo, es solo paciencia- dijo tratando de sonreír, más a mí no me engañar, sé que sufre y mucho, por eso siempre trato de estar con ella.
-Bueno, los escojo y los pago, ya luego nos vamos- dije devolviéndole la sonrisa.
-Está bien, la veo en los casilleros de atrás- dijo mientras me alejaba.
Estuve un rato viendo la variedad de audífonos que habían, ninguno me gustaron, hasta que vi unos perfecto, blancos con morado y rojo, eran hermosos, pague con el dinero que me dio Brittany, luego me dirigí a los casilleros como siempre que la vengo a ver, me senté en la banca que hay y me perdí en el techo colorido, no espere demasiado y vi a Brittany entrar, se quitó su tarjeta de presentación y chaleco, saco su bolsa de su casillero para luego voltearse y regalarme una hermosa sonrisa.
-Bueno López ahora si soy toda tuya- dijo riendo y estirándose.
-Me gusta cómo suena eso, le parece si damos unas vuelta a la cuidad, debe haber algo que hacer- dije encogiendo los hombros y ver como se dibujaba nuevamente una sonrisa en su rostro.
-Me parece perfecto, ¿y mis audífonos?- pregunto buscando con la mirada.
-Calmada, aquí tiene blancos, sé que le encanta ese color- dije riendo ya que se cuál será su respuesta ante los otro colores.
-Santana López, sabe que no me gusta el morado y que amo el rojo, ¿por qué escogió estos?- dijo tratando de parecer molesta ero soltando un pequeña carcajada.
-No lo sé, me parecieron perfectos, pero si no le gustan los puede devolver, no creo que tenga ningún problema, teniendo en cuanta que tiene su nota y trabaja aquí- conteste riendo.
-Son perfectos- dijo volviéndome a sonreír.
-Bueno hora de irnos, nunca me ha gustado como huele aquí, deberían poner desodorante- dije ya que es verdad, el lugar huele a cartón húmedo y créanme cuando les dio que no es muy agradable.
-Está bien, no se queje tanto, vamos tengo ganas de caminar un rato- dijo Britt tomándome de la mano y dirigiéndonos a la puerta trasera para aparecer en un callejón.
-¿Qué le parece si vamos un rato al lago?, podemos rentar una de esas canoas que tanto le gustan y comer papas fritas con refresco y tratar de tirarla como siempre- dije alzando las cejas y mi mirada de tentación que pongo cuando estoy con ella.
-Usted odia el puerto, las canoas la marean, los pájaros la persiguen por su comida, y la última vez que me trato de tirar de ella usted se terminó cayendo y tuve que tirar a rescatarla porque la niña no sabe nadar- contesto riendo ya que todo es cierto, me conoce demasiado bien.
-¿Es un no?- dije riendo y deteniéndome para esperar su respuesta.
-Es un claro que sí, jamás me pierdo la oportunidad de ver a Santana López mareada- contesto riendo y tomando mí mano para dirigirnos a la parada de bus.
Subimos al bus y nos acomodamos, son aproximadamente 10 minutos para llegar al lago, son las 2 de la tarde así que no hay prisa, por mí no hay problemas, mientras Brittany pase menos tiempo en su casa para mi mejor, no soporto verla sufrir de tal manera, ella es mi mejor amiga, la conocí por un loco enredo de calcetines y no saben cómo lo agradezco, me pusieron en mi vida a una de las persona más estupendas. Britt es gay, lo sé, me lo dijo una noche que no habíamos dormido nada y la acepto como es, si me hubiera dicho que es drogadicta o algo por el estilo, la hubiera matado. Me alegra que me lo hubiera dicho que nunca ha intentado conmigo, cualquiera diría que ella y yo somos una pareja, más le dije que la quería tal y como era, siempre será así, Brittany no lleva la vida más fácil del mundo, pero de que hay peores hay peores, por esa misma razón la saco de su casa cada vez que tengo la oportunidad, después de lo que pase con el desgraciado de David me dije que es mejor dedicarte a tus amigas y bueno Brittany me necesita y siempre estaré ahí para lo que quiera, ella es una de las chicas más asombrosas que he conocido, cuando me mude a Ohio, nunca pensé encontrarme con un tipo de persona como ella es asombrosa y me alegra tenerla en mi vida. Estamos llegando al puerto Brittany sigue perdida mirando la ventanilla del cristal del bus, sinceramente no sé qué tanto ve, siempre su mirada se pierde en la misma dirección. El bus se detiene y sentimos el sol en nuestras caras, a pesar de que amaneció nublado y lluvioso ahora ha salido el sol y es momento de quitarnos los abrigos e ir por la maldita canoa que me marea como no tienen idea, creo que no fui hecha para el mar.
-San apresúrate ya quiero ver tu cara- dijo riendo mientras se subía a la canoa.
-Cálmate tú, el agua no se irá a ningún lado- dije mientras empezaba a subirme.
-Dale sabes que me gusta llegar a la mitad del lago para ver tu cara de pánico y que te aferres a mi pierna para luego quejarte como niña chiquita- dijo mientras seguía riendo.
-Yo nunca en mi vida me he quejado, usted siempre es la que se queja de lo que hago, que si no quiero entrar a clases, que si quiere tomar, que quiere golpear gente, que si hacerme una perforación, un tatuaje o algo por el estilo- dije riendo ya que le molesta todo eso.
-Me agradecerá su buena asistencia, cuido su hígado, protejo su buena imagen, ni loca dejaría que la toquen con agujas, la protejo de alguna enfermedad- dijo Britt en tono serio.
-Lo sé, y lo agradezco, pero tienes que vivir la vida al extremo, se nos va en un segundo, pero bueno, vamos a remar que esto no se moverá solo- dije agarrando los remos.
Estuvimos alrededor de una hora remando a lo loco hasta que Brittany se quedó dormida de tal manera que su cuerpo ocupaba todo el bote y su cabeza quedo en mis piernas, creo que ya es momento que regresemos a la orilla, ya que por alguna extraña razón no puedo dejar de mirarla, sé que es un chica linda, mas yo no soy como ella, a mí me gustan los chicos, siempre me han gustado y siempre será así, tiene que ser así, no veo mi vida con una chica, pero bueno he de admitir que en más de una ocasión me han preguntado que si Brittany y yo estábamos juntas ya que dicen que parecemos una pareja, pero yo no siento nada por ella, solamente es mi mejor amiga y ya, soy su hermana, su compañera de vida, ya que el padre que le ha tocado no es muy bueno que digamos, así que ella siempre tendrá a su amiga para que la apoye en todo, solo quiero que sea feliz, no me importa con quien este pero que sea feliz, ella se lo merece. Regrese a la orilla y estoy indecisa en despertar o no a Brittany se ve tan calmada y cómoda, pero un bote en el lago no es el mejor lugar para descansar, creo que lo mejor será que la despierta y vayamos a mi casa y duerma un rato más, ya que en la suya ya deben estar todos los amigos pervertidos y su padre borrachos. La despierto y mientras devuelvo y recojo todo de la caseta, ella se acomoda en uno de los postes del muelle y se vuelve a quedar dormida.
-Britt, hora de ir a casa, mueres de sueño- dije agarrándola fuertemente.
-Sí, perdón, no sé ¿porque tengo tanto sueño?- dijo bostezando y acomodándose nuevamente.
-No te disculpes, dale vamos a mi casa, ahí duermes un rato- dije tomándola del hombro y subiendo al bus que llegaba en ese mismo momento.
-No, tengo que ir a casa, mi padre me va a…- y antes de que termine su frase yo la interrumpí.
-Ese desgraciado no le hará nada, yo la acompañare, a parte ni cuenta se debe de haber dado de lo borracho que debe andar con sus amigos- dije sentándonos en el bus.
-Pero…- dijo pero tampoco la deje rezongar.
-Pero nada, ya está dicho- dije mientras dejaba que se vuelva a acomodar en mí.
-Solo porque muero de sueño y no tengo ganas de escuchar a borrachos discutir con su tonta música de cantina- dijo ya casi dormida.
-Así me gusta, duerma, la despierto llegando a mi casa- dije sonriéndole y luego mirar por la ventanilla del bus y perdiéndome en las calles casi vacías.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Lindo capitulo, por lo menos vimos el punto de vista de San pero entonces como es que son novias??
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
holap,...
me gusta como san cuida a birtt,...
ya esta poniendo en duda sus sentimientos por britt!!!
nos vemos!!!
me gusta como san cuida a birtt,...
ya esta poniendo en duda sus sentimientos por britt!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
me gusta, nueva lectora!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Hola! Recién encontré el fic y parece bueno! Espero lo continúes porque quiero saber cómo, después de que Santana dice que nada de nada con mujeres, termina siendo novia de britt! Quiero saber como la conquistó jaja saludos
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Una disculpa, pero fue un largo finde, pero bueno, dejo dos capitulos, espero les guste.
Capítulo 4
BRITTANY PIERCE…
Llegamos a casa de San como a las 4 de la tarde, no sé pero hoy muero de sueño, así que dormí unas horas y como a las 7 Sergio el papa de San, llego de estar con sus amigos y a comparación de mi padre estaba sobrio y de muy buen humor, así que nos invitó a cenar a mí y a San, nos llevo a un nuevo restaurante que se abrió en Ohio, comimos como si no hubiera mañana, en especial Sergio, creo que tenía un poco de hambre. Estamos regresando a casa de San por mis cosas ya son casi las 9 de la noche y mañana hay escuela, Sergio se quedó dormido en la sala mientras subimos por ellas, así que solo San me acompañara a casa.
-Bueno, mañana tú pasa por mí- dijo San ya casi llegando a mí casa.
-Sí, pero paso por ti, no ha despertarte- dije riendo ya que digamos que a Santana le cuesta un poco levantarse por las mañanas.
-Sí, tranquila pondré doble alarma, pero pase por mí hasta las 7:15, deme 15 minutos más de sueño- dijo riendo y dándome un pequeño codazo.
-Está bien 7:15 a.m.- dije riendo y deteniéndome ya que habíamos llegado a mí casa.
-Bueno nos vemos mañana- dije dándole un beso en la mejilla y buscando mis llaves.
-Sale, 7:15- En ese mismo momento se abre la puerta y veo a mi padre furioso.
-¿Dónde diablos has estado todo el día?- dijo mi padre agarrándome del brazo y metiéndome a la casa a la fuerza, yo no pude evitar quejarme del dolor.
-Estuve con San, como cada domingo- dije un poco temerosa.
-Suéltela- dijo Santana entrando a mi casa y tratando de liberarme de mi padre pero fue inútil.
-Largo de mi casa, estúpida niña insolente-dijo mi padre empujándola.
-Papá no, San vete por favor- dije viéndola en el piso.
-No me iré hasta que te suelte y te encierres en tu habitación o te vengas conmigo- dijo colocándose de pie y sacudiéndose la ropa.
-Vaya, la larva tiene a alguien que es su amiga- dijo mi padre riendo.
-No le volveré a repetir que suelte a Britt- dijo San completamente furiosa.
-Tú no eres nadie para decirme que hacer con mi hija- dijo mi padre presionando más mi brazo.
-¡Suéltela!- dijo San cuando vio mi cara de dolor y tratando de liberarme pero fue nuevamente inútil, mi padre tiene demasiada fuerza.
-Brittany dile que se vaya- dijo mi papa presionando aún más.
-San por favor vete… te lo ruego- dije ya con cara de desesperación, temo que mi padre me suelte y se desquite con ella, nunca me lo perdonaría.
-Britt no me voy a ir…- dijo pero la interrumpí.
-Pero nada….vete por favor… vete- dije ya completamente desesperada. Santana vio mi cara, dio un gran suspiro y dio media vuelta.
-Le juro que esto no se quedara así- dijo Santana antes de cerrar la puerta y hacerme la seña de que la llame cuando esto termine.
-Listo se fue, ¿me puede soltar?- dije tratando de liberarme.
-Hola Britt, pasa, bajara en unos momentos- dijo Sergio dejándome pasar y tomando su periódico.
-Bueno, la espero en la sala- dije sentándome en el sillón y revisando mis cosas como siempre que espero a San, me cercioro de que no me falte nada y de ser así pedírselo a Santana y no tener que volver a casa y ver a mi padre revivir de su borrachera.
-Hola, perdón por la espera mi padre no ha compuesto la manija de mi baño, 5 minutos tratando de que se abra y créeme maldecirle no funciona - dijo San riéndose y dirigiéndose a su papa que tomaba su café en la mesa de la cocina y riendo con su hija.
-No te preocupes, acabo de llegar- dije parándome del sillón y dirigiéndome a la puerta.
-¿No desayunan?- pregunte Sergio desde la cocina.
-No gracias papá, comemos algo en la escuela- dijo San tomando sus cosas y saliendo.
-Bueno se cuidan y tengan un buen día- dijo Sergio antes de que saliéramos.
-Igualmente- dije sonriendo y cerrando la puerta al momento en que salí de la casa.
-Gracias por no mencionar el incidente de anoche tu papa- le dije a San mientras caminamos lentamente a la parada de bus.
-No era necesario que mi padre se enterara-dijo Santana con la mirada baja.
-¿Qué pasa San?-dije deteniéndola y alzando su mirada para analizarla, es triste y preocupada.
-Es solo que no puedo creer que hicieras que te dejara con ese maniático- dijo poniéndose cara a cara conmigo y viendo como su mirada se llenaba de furia.
-Mira San, entiéndalo por favor, tú eres lo mejor y más maravilloso que tengo en esta vida, si te llega a pasar algo por mi causa jamás me lo perdonaría, más si te la causa mi padre- dije sin soltar la su barbilla y sonriéndole con la única sonrisa que ella me saca.
-Sí, pero me mata verte con ese desgraciado, apuesto que te dejo marcas en tu brazo- dijo Santana liberándose de mi agarre y tratando de descubrir mi brazo.
-No, por favor- dije quitando sus manos de mi brazo y adelantándome, tratando de liberarme de esta discusión que siempre tenemos cuando Santana es presente de lo que me hace mi padre.
-Brittany detente, sabes a lo que me refiero así que no te escapas- dijo Santana molesta.
-Santana no lo hagas por favor, no quiero empezar mi lunes así- dije limpiando una lagrima de mi ojo. Se acercó y me dio un gran abrazo.
-Cálmate Britt, sabes que nunca ha sido mi intención hacerte sentir mal-dijo en el abrazo.
-San, dime por favor que no soy la única que va a sufrir un infarto- dije jadeando.
-Te aseguro que no eres la única, yo siento que mi corazón saldrá en cualquier momento de mi pecho- dijo Santana en la misma situación en la que me encuentro.
-¿Te parece si salimos este viernes? Tú y yo, una buena disco, unos chicos lindos para mí y unas lindas chicas para ti ¿suena bien?- dijo San guiñándome un ojo mientras seguíamos corriendo.
-Me parece una excelente idea- dije dándole una sonrisa falsa ya que me gustaría que solo fuéramos ella y yo, sin chicos ni chicas entre nosotras.
-Excelente ¿pasa por mí a las 9?- dijo agonizando como yo lo hago.
-Perfecto, a las 9 será- dije sonriendo y seguir corriendo.
-Vamos San son todavía las 2 de la mañana, luego me dices a mi aguafiestas- dije riendo y volviendo a agarrar otra bebida de la barra.
-Britt odias tomar, ¿no sé qué es lo que es lo que te ocurre?-dijo volviéndome a quitar la bebida y tratando de pararme pero fue inútil.
-Vamos Santana diviértete, es lo que estoy haciendo yo- dije volviendo a reír.
-Ya sé que te estás divirtiendo pero ¿no crees que se te paso la mano?- ahora si parándome y dirigiéndonos a la salida del club. No sé lo que me pasa, pero hoy quiero divertirme, besar y gritar al mundo lo infeliz que es mi vida.
-Está bien, me voy solo porque se trata de ti- dije riendo mientras nos metemos a un taxi.
-¿Qué pasa Britt?, ¿por qué estás en este estado?- me pregunto mientras me baja del taxi, no tardamos nada, ya que el club estaba a unas pocas cuadras, más no creo que hubiera podido caminarlas en mi estado, odio tomar pero hoy algo me dijo que tenía que hacerlo.
-Quiero olvidar, gritar y sentir algo que no sea esta miseria interna- dijo entrando a su casa.
-No digas eso, me mata verte así, eres mi amiga y te quiero mucho- dijo Santana subiéndome por las escaleras y tratando de abrir la puerta de su habitación.
-Ese es el problema, solo eres mi amiga- dije derribándome en su cama.
-¿Qué quieres decir?- dijo Santana empezándome a desvestir y poniéndome una de sus pijamas.
-Si te digo te enojaras conmigo y es lo último que quiero- dije riendo y viendo como ella era la que se cambiaba, no sé si era la borrachera, pero ver a dos Santanas semidesnudas es asombroso.
-Jamás me enojaría algo que me dijeras- dijo acostándose a un lado mío en su cama.
-¿Me lo juras?- dije mientras sentía como mis ojos se empezaban a cerrar.
-No seas tontita, claro que lo juro- dijo mirándome a los ojos y sonriéndome. Sé que estoy ebria, estoy gritando a todo mí ser que se calle la boca mas no hace caso, estoy a punto de decirle, lo que realmente siento con ella.
-Dale, dime lo que me tienes que decir- dijo viendo con sus preciosos ojos, que se formó un silencio en ese momento, yo tartamudeo hasta que al final pude producir sonido en mi garganta.
-Te amo Santana López, me enamore de ti, te amo y perdón por lo que hare, más ya no puedo más- dije y cerrando el espacio que había entre nosotras con un beso, al principio no sentí respuesta en el beso, pero segundos después sentí sus labios moverse con los míos.
Quise mantenerme despierta, pero después del beso nos alejamos unos momentos y vi a Santana inmóvil, quise decir algo, mas mis ojos se cerraron sin poder evitarlo.
Capítulo 4
BRITTANY PIERCE…
Llegamos a casa de San como a las 4 de la tarde, no sé pero hoy muero de sueño, así que dormí unas horas y como a las 7 Sergio el papa de San, llego de estar con sus amigos y a comparación de mi padre estaba sobrio y de muy buen humor, así que nos invitó a cenar a mí y a San, nos llevo a un nuevo restaurante que se abrió en Ohio, comimos como si no hubiera mañana, en especial Sergio, creo que tenía un poco de hambre. Estamos regresando a casa de San por mis cosas ya son casi las 9 de la noche y mañana hay escuela, Sergio se quedó dormido en la sala mientras subimos por ellas, así que solo San me acompañara a casa.
-Bueno, mañana tú pasa por mí- dijo San ya casi llegando a mí casa.
-Sí, pero paso por ti, no ha despertarte- dije riendo ya que digamos que a Santana le cuesta un poco levantarse por las mañanas.
-Sí, tranquila pondré doble alarma, pero pase por mí hasta las 7:15, deme 15 minutos más de sueño- dijo riendo y dándome un pequeño codazo.
-Está bien 7:15 a.m.- dije riendo y deteniéndome ya que habíamos llegado a mí casa.
-Bueno nos vemos mañana- dije dándole un beso en la mejilla y buscando mis llaves.
-Sale, 7:15- En ese mismo momento se abre la puerta y veo a mi padre furioso.
-¿Dónde diablos has estado todo el día?- dijo mi padre agarrándome del brazo y metiéndome a la casa a la fuerza, yo no pude evitar quejarme del dolor.
-Estuve con San, como cada domingo- dije un poco temerosa.
-Suéltela- dijo Santana entrando a mi casa y tratando de liberarme de mi padre pero fue inútil.
-Largo de mi casa, estúpida niña insolente-dijo mi padre empujándola.
-Papá no, San vete por favor- dije viéndola en el piso.
-No me iré hasta que te suelte y te encierres en tu habitación o te vengas conmigo- dijo colocándose de pie y sacudiéndose la ropa.
-Vaya, la larva tiene a alguien que es su amiga- dijo mi padre riendo.
-No le volveré a repetir que suelte a Britt- dijo San completamente furiosa.
-Tú no eres nadie para decirme que hacer con mi hija- dijo mi padre presionando más mi brazo.
-¡Suéltela!- dijo San cuando vio mi cara de dolor y tratando de liberarme pero fue nuevamente inútil, mi padre tiene demasiada fuerza.
-Brittany dile que se vaya- dijo mi papa presionando aún más.
-San por favor vete… te lo ruego- dije ya con cara de desesperación, temo que mi padre me suelte y se desquite con ella, nunca me lo perdonaría.
-Britt no me voy a ir…- dijo pero la interrumpí.
-Pero nada….vete por favor… vete- dije ya completamente desesperada. Santana vio mi cara, dio un gran suspiro y dio media vuelta.
-Le juro que esto no se quedara así- dijo Santana antes de cerrar la puerta y hacerme la seña de que la llame cuando esto termine.
-Listo se fue, ¿me puede soltar?- dije tratando de liberarme.
Recibí una gran cantidad de gritos e insultos por parte de mi padre, dice que me necesitaba para atender a sus tontos amigos, como siempre lo ignore y subí lo más pronto posible a mi habitación y le marque a Santana, estaba furiosa como cada vez que se enfrenta a mi padre, después de platicar un rato más, ambas nos quedamos dormidas. Me despertó mi alarma, salí de la cama y vi en el espejo de mi baño los tres dedos de mi padre marcados en mi brazo, tome un gran respiro y me dispuse a bañarme y vestirme para ir a la escuela, ignorar a mi padre en la sala como cada mañana de lunes e ir por Santana
-Bueno días Sergio ¿Ya está lista San?-dije al momento en que se abrió la puerta.-Hola Britt, pasa, bajara en unos momentos- dijo Sergio dejándome pasar y tomando su periódico.
-Bueno, la espero en la sala- dije sentándome en el sillón y revisando mis cosas como siempre que espero a San, me cercioro de que no me falte nada y de ser así pedírselo a Santana y no tener que volver a casa y ver a mi padre revivir de su borrachera.
-Hola, perdón por la espera mi padre no ha compuesto la manija de mi baño, 5 minutos tratando de que se abra y créeme maldecirle no funciona - dijo San riéndose y dirigiéndose a su papa que tomaba su café en la mesa de la cocina y riendo con su hija.
-No te preocupes, acabo de llegar- dije parándome del sillón y dirigiéndome a la puerta.
-¿No desayunan?- pregunte Sergio desde la cocina.
-No gracias papá, comemos algo en la escuela- dijo San tomando sus cosas y saliendo.
-Bueno se cuidan y tengan un buen día- dijo Sergio antes de que saliéramos.
-Igualmente- dije sonriendo y cerrando la puerta al momento en que salí de la casa.
-Gracias por no mencionar el incidente de anoche tu papa- le dije a San mientras caminamos lentamente a la parada de bus.
-No era necesario que mi padre se enterara-dijo Santana con la mirada baja.
-¿Qué pasa San?-dije deteniéndola y alzando su mirada para analizarla, es triste y preocupada.
-Es solo que no puedo creer que hicieras que te dejara con ese maniático- dijo poniéndose cara a cara conmigo y viendo como su mirada se llenaba de furia.
-Mira San, entiéndalo por favor, tú eres lo mejor y más maravilloso que tengo en esta vida, si te llega a pasar algo por mi causa jamás me lo perdonaría, más si te la causa mi padre- dije sin soltar la su barbilla y sonriéndole con la única sonrisa que ella me saca.
-Sí, pero me mata verte con ese desgraciado, apuesto que te dejo marcas en tu brazo- dijo Santana liberándose de mi agarre y tratando de descubrir mi brazo.
-No, por favor- dije quitando sus manos de mi brazo y adelantándome, tratando de liberarme de esta discusión que siempre tenemos cuando Santana es presente de lo que me hace mi padre.
-Brittany detente, sabes a lo que me refiero así que no te escapas- dijo Santana molesta.
-Santana no lo hagas por favor, no quiero empezar mi lunes así- dije limpiando una lagrima de mi ojo. Se acercó y me dio un gran abrazo.
-Cálmate Britt, sabes que nunca ha sido mi intención hacerte sentir mal-dijo en el abrazo.
Tomamos el bus un poco más tranquilas y llegamos al instituto, entramos a nuestras clases como siempre, en el receso estuvimos riendo y platicando de todo lo que hemos vivido en este año de nuestra amistad. Termino el día y cada quien se fue a su casa, la mía estaba demasiada tranquila, mi padre no había regresado de su trabajo, si ya se suena loco pero él trabaja, es un gran y reconocido empresario, así que debe llegar hasta la noche y mejor me encierro en mi habitación antes de que llegue a mi casa y se desquite conmigo por un mal día o unos trabajadores inútiles. Me dormí un buen rato y termine mis deberes, al día siguiente me levante y quede con Santana en vernos en la parada de bus, ya que nunca me viene a buscar en mi casa por la misma razón de todas mis desgracias… mi padre. El día pasó de lo más normal, ahora estamos en la hora de deportes, Santana y yo no somos las más atléticas de toda la escuela, llevamos corriendo solo dos vueltas a la maldita pista y siento que mi corazón está a punto de estallar.
-San, dime por favor que no soy la única que va a sufrir un infarto- dije jadeando.
-Te aseguro que no eres la única, yo siento que mi corazón saldrá en cualquier momento de mi pecho- dijo Santana en la misma situación en la que me encuentro.
-¿Te parece si salimos este viernes? Tú y yo, una buena disco, unos chicos lindos para mí y unas lindas chicas para ti ¿suena bien?- dijo San guiñándome un ojo mientras seguíamos corriendo.
-Me parece una excelente idea- dije dándole una sonrisa falsa ya que me gustaría que solo fuéramos ella y yo, sin chicos ni chicas entre nosotras.
-Excelente ¿pasa por mí a las 9?- dijo agonizando como yo lo hago.
-Perfecto, a las 9 será- dije sonriendo y seguir corriendo.
El resto de la semana paso lentamente, en especial la hora de deporte, creo que Santana y yo nos tenemos que ejercitar un poco más. Es viernes por la noche y me estoy terminando de vestir, mi padre está abajo con sus estúpidos amigos así que estoy viendo como escabullirme de esos pervertidos, dejo mi habitación lo más silenciosa posible mas no me logro escapar de los albures de esos señores, salgo de mi casa completamente furiosa y me voy a casa de Santana, ella se da cuenta de mi enoja más prefiere no preguntarme excepto si mi padre me había hecho algo, cuando le medio explique ella sonrió y me abrazo. Llegamos a la disco y el ambiente estaba a más no poder, estuvimos bailando y tomando un poco de todo, he de decir que creo que se me ha pasado la mano, ya que me empiezo a tambalear y hablo arrastrando las palabras.
-Britt, hora de ir a casa- dice Santana quitándome el trago que estaba a punto de tomar.-Vamos San son todavía las 2 de la mañana, luego me dices a mi aguafiestas- dije riendo y volviendo a agarrar otra bebida de la barra.
-Britt odias tomar, ¿no sé qué es lo que es lo que te ocurre?-dijo volviéndome a quitar la bebida y tratando de pararme pero fue inútil.
-Vamos Santana diviértete, es lo que estoy haciendo yo- dije volviendo a reír.
-Ya sé que te estás divirtiendo pero ¿no crees que se te paso la mano?- ahora si parándome y dirigiéndonos a la salida del club. No sé lo que me pasa, pero hoy quiero divertirme, besar y gritar al mundo lo infeliz que es mi vida.
-Está bien, me voy solo porque se trata de ti- dije riendo mientras nos metemos a un taxi.
-¿Qué pasa Britt?, ¿por qué estás en este estado?- me pregunto mientras me baja del taxi, no tardamos nada, ya que el club estaba a unas pocas cuadras, más no creo que hubiera podido caminarlas en mi estado, odio tomar pero hoy algo me dijo que tenía que hacerlo.
-Quiero olvidar, gritar y sentir algo que no sea esta miseria interna- dijo entrando a su casa.
-No digas eso, me mata verte así, eres mi amiga y te quiero mucho- dijo Santana subiéndome por las escaleras y tratando de abrir la puerta de su habitación.
-Ese es el problema, solo eres mi amiga- dije derribándome en su cama.
-¿Qué quieres decir?- dijo Santana empezándome a desvestir y poniéndome una de sus pijamas.
-Si te digo te enojaras conmigo y es lo último que quiero- dije riendo y viendo como ella era la que se cambiaba, no sé si era la borrachera, pero ver a dos Santanas semidesnudas es asombroso.
-Jamás me enojaría algo que me dijeras- dijo acostándose a un lado mío en su cama.
-¿Me lo juras?- dije mientras sentía como mis ojos se empezaban a cerrar.
-No seas tontita, claro que lo juro- dijo mirándome a los ojos y sonriéndome. Sé que estoy ebria, estoy gritando a todo mí ser que se calle la boca mas no hace caso, estoy a punto de decirle, lo que realmente siento con ella.
-Dale, dime lo que me tienes que decir- dijo viendo con sus preciosos ojos, que se formó un silencio en ese momento, yo tartamudeo hasta que al final pude producir sonido en mi garganta.
-Te amo Santana López, me enamore de ti, te amo y perdón por lo que hare, más ya no puedo más- dije y cerrando el espacio que había entre nosotras con un beso, al principio no sentí respuesta en el beso, pero segundos después sentí sus labios moverse con los míos.
Quise mantenerme despierta, pero después del beso nos alejamos unos momentos y vi a Santana inmóvil, quise decir algo, mas mis ojos se cerraron sin poder evitarlo.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Capítulo 5
SANTANA LÓPEZ…
-Te amo Santana López, me enamore de ti, te amo y perdón por lo que hare, más ya no puedo más- dijo Brittany antes de cerrar el espacio entre nuestro labios y besarme.
BRITTANY PIERCE…
-Rayos mis cabeza me está matando- dije tallándome y tratando de ponerme de pie.
-Yo que tu no lo intentaría- dijo Santana sin moverse, su tono de voz en frio.
-¿Qué pasa San?- dije quedándome sentada en la punta de la cama.
-Nada, solo que no estás bien- dijo dándome una sonrisa forzada.
-Si ni me digas, te prometo que jamás en la vida volveré a hacer algo tan estúpido como esto- dijo riendo pero viendo que San no reacciona, sigue ahí parada dando pequeños sorbo a lo que sea que está bebiendo, me está volviendo loca.
-¿San en verdad que pasa?- dije ya más preocupada.
-Nada, es demasiado temprano para mí, mejor durmamos un poco más- dijo asentando la taza en su mesa de noche y me salto en la cama y se puso contra la pared sin decir nada.
-¿San?- dije un poco triste pero sobre todo confundida.
-Duérmete Brittany- dijo Santana sin voltearse y escuchar su respiración pesada.
-Bueno días San - dije terminando de bajar las escaleras y acercándome a ella, mi voz hizo que reaccionara del trance en que se encontraba.
-Hola… ah… ¿cómo te dormiste?... acostada claro….mejor dicho ¿cómo te sientes?- dijo muy nerviosa y sin quitar la vista del televisor.
-Estoy mucho mejor que hace rato… ¿está todo bien?- dije sentándome junto a ella en el sillón.
-Me da gusto escuchar eso… claro que está todo bien ¿por qué habría de estar algo mal?- dijo aún muy nerviosa y he de confesar que esto se está volviendo un tanto incómodo.
-No lo sé dime tu, estás actuando demasiado extraño el día de hoy- dije tomando su mano, pero ella la quito al momento de sentir mi piel con la de ella, me dio una sonrisa fingida y se levantó.
-Hora de desayunar, ¿que se te antoja?- dijo mientras se dirigía a la cocina sin voltearme a ver.
-Lo que tú quieras y sepas cocinar, por mi estará excelente- dije dirigiéndome igual a la cocina.
-Bueno veremos que hay en la nevera…pero el café ya es parte del menú- dijo abriendo la nevera.
-Sí, el café lo imagine, es lo que tú padre nos ofrecerá al momento que baje las escaleras- dije riendo y colocándome detrás de ella.
-Sabes que es lo único que sabe hacer y le queda rico- dijo alzándose y dando un pequeño brinco al momento de verme detrás de ella.
-¿San qué pasa?- dije entre risa e intriga, ya que realmente me está preocupando su actitud.
-Nada enserio, dale vamos a desayunar, ya tengo hambre- dijo con una risa irónica.
-¿Qué hora es?- dije con un tono de voz ronco y estirándome.
-Como las 2 o 3 no estoy muy segura- dijo ahora volteándose para ver el televisor.
-¿Cuánto dormí?- dije rindo ya que según yo recuerdo eran como las 11 de la mañana.
-No lo sé, pero no hay problema, sigue durmiendo, tienes que aprovechar tu sábado libre- dijo San sin quitar la mirada del televisor.
-No, ya desperté, creo que estaré bien el resto del día- dije acomodándome en el sillón para también ver la televisor, iba a preguntar qué planes hay para hoy, pero antes de que pudiera decir palabra alguna Santana se voltio y empezó a hablar.
-Brittany… ¿no recuerdas nada de anoche?- dijo muy seria.
-Recuerdo que tome como idiota, me subiste a un taxi y llegamos a casa- dije confundida.
-¿Nada más eso?- dijo sin quitar la mirada de mí.
-Sí, ¿por qué preguntas?-dije súper preocupada, ya el comportamiento de Santana me empieza a asustar, el maldito alcohol no me deja recordar que hice para que esté actuando así.
-No por nada, solo que ayer estabas muy diferente- dijo soltando una sonrisa forzada.
-¿Cómo que diferente?, ¿no me digas que hice algo embarazoso en la disco?- dije un poco asustada, al terminar de decir eso veo a San reír y eso me pone más nerviosa.
-No, tranquila, créeme que si hubieras hecho algo, yo me hubiera encargado de fotografiarlo y luego subirlo al internet- dijo riendo y dándome un pequeño codazo.
-Uf ya me había asustado- dije riendo con ella.
-Bueno entonces ¿por qué preguntaste?- dije volviendo al tema.
-Nada…- dijo tratando de reír, ya me harte lo juro es momento de encararla.
-Santana López, ya dígame de una vez que es lo que le pasa- dije cruzando mis piernas sobre las suyas para que no pueda huir de situación, se trató de escapar pero no pudo.
-Nada Brittany, ya suéltame- dijo mientras forcejábamos.
-Sabes que no lo hare, dime qué te pasa y te dejo ir- dije ahora agarrando sus brazos.
-Aléjate de mí, no te acerques más- dijo Santana tratando de liberarse y muy alterada.
-San soy yo ¿por qué me dices eso?- dije un poco triste.
-Brittany… me besaste, si… ayer tú me besaste- grito Santana para luego relajarse.
-¿Qué?- dije soltándola y entrando en pánico, no me la creo.
-Si Brittany, me besaste y me dijiste que me amabas, Brittany…- dijo tirando un suspiro.
-San…- dije arrinconada en la punta del sillón y completamente inmóvil.
-Brittany, por favor, por eso no te lo quería decir, sé que estabas ebria y no sabía lo que decías- dijo acercándose a mi lentamente y con su mirada dulce.
-¿Y si fuera cierto?- dije con lágrimas en los ojos.
-Brittany es que no puede ser… tú y yo…- dijo alejándose nuevamente.
-Creo que es hora de ir a casa- dijo mientras inclinaba y abrazaba sus piernas.
-Santana, por eso no quería decirte nada, no quiero perderte- dije llorando.
-Brittany, he dicho que vayas a casa- dijo alzando la mirada y arrastrando los dientes.
-San, no por favor- dije tratando de acercarme pero ella no me lo permitió.
-He dicho que te vayas- dijo levantándose y subiendo las escaleras.
SERGIO LÓPEZ…
-Ya iba a subírtelo a tu habitación- dije asentando la bandeja en la mesa y viendo su mirada, tiene sus ojos hinchados, significa que ha estado llorando, tengo que agarrar coraje y preguntarle qué sucede, soy su padre y debo ver si está bien…
-¿Santana cariño estas bien?, escuche que tú y Brittany discutían- dije temerosamente pero tratando de no aparentarlo, ya que como leí, debo mostrar seguridad.
-No pasa nada, ya sabes cosas de chicas- dijo sin alzar la mirada y comiendo.
-Bueno cualquier cosa estoy aquí- dije sentándome con ella, Santana solo asintió y alzo la mirada para darme una sonrisa y luego sacar su celular de su sudadera que empezaba sonar.
-¿Diga?- dijo mientras terminaba de masticar.
-No puede ser… ¿qué paso?... ¿está bien?... bueno voy enseguida- dijo parándose y saliendo de la casa lo más pronto posible
-¿Qué ha pasado?- dije desde la puerta ya que ha salido como rayo.
-Es Brittany está en el hospital… te llamare a penas sepa algo- dijo mientras se perdía en la cuidad que poco a poco se iba oscureciendo e iluminando con la luz de su luna y estrellas.
SANTANA LÓPEZ…
-Te amo Santana López, me enamore de ti, te amo y perdón por lo que hare, más ya no puedo más- dijo Brittany antes de cerrar el espacio entre nuestro labios y besarme.
Al principio me quede inmóvil mientras sentías como ella movía sus labios, pero luego no puede evitar caer es mi propios deseos y también mover mis labios con los de ella, sin darme cuenta Brittany se quedó profundamente dormida, yo estoy todavía en shock, quiero decir es Brittany de la que estamos hablando, mi mejor amiga, mi amiga gay, de la que tanto he tratado de no enamorarme, ahora me ha besado y me gusta, me encanto, pero no puedo enamorarme de ella, yo soy heterosexual, me gustan los chicos, bueno eso quiero creer, pero esperen… estamos hablando que el ultimo chico con el que estuve me dejo por la primera que se le cruzo en su camino y la única que estuvo para mí fue ella, es la que me ayudo a recuperarme de la muerte de mi madre al momento en que me mude a Ohio, ella es siempre la que ha estado siempre para mí y bueno ella es gay, desde que me lo dijo me debí de suponer que tenía sus razones… pero rayos, estoy demasiada confundida en estos momentos.
BRITTANY PIERCE…
Voy abriendo mis ojos y veo la habitación de Santana oscura, creo que no ha amanecido, tengo un terrible dolor de cabeza, me estiro y me percato que estoy sola en la cama, eso es raro ¿qué hora será?, trato de enderezarme pero estoy demasiado mareada, fue la primera y última vez que tomo lo prometo. Me logro enderezar y saco mi teléfono mas no logro distinguir los numero.
-Son las 5 de la mañana- escucho decir a Santana desde la puerta de la habitación y con una taza.-Rayos mis cabeza me está matando- dije tallándome y tratando de ponerme de pie.
-Yo que tu no lo intentaría- dijo Santana sin moverse, su tono de voz en frio.
-¿Qué pasa San?- dije quedándome sentada en la punta de la cama.
-Nada, solo que no estás bien- dijo dándome una sonrisa forzada.
-Si ni me digas, te prometo que jamás en la vida volveré a hacer algo tan estúpido como esto- dijo riendo pero viendo que San no reacciona, sigue ahí parada dando pequeños sorbo a lo que sea que está bebiendo, me está volviendo loca.
-¿San en verdad que pasa?- dije ya más preocupada.
-Nada, es demasiado temprano para mí, mejor durmamos un poco más- dijo asentando la taza en su mesa de noche y me salto en la cama y se puso contra la pared sin decir nada.
-¿San?- dije un poco triste pero sobre todo confundida.
-Duérmete Brittany- dijo Santana sin voltearse y escuchar su respiración pesada.
La actitud de San me tiene muy desconcertada, la noche anterior he tomado demasiado como para recordar haber hecho algo que la moleste, lo último que recuerdo es que me saco de aquel antro y me metió a un taxi con rumbo a su casa que es donde me encuentro, de ahí mi mente está completamente en blanco. Mi cabeza está hecho un lio, tanto por el estado en que me encuentro y por la actitud de Santana, sin darme cuenta me quedo nuevamente profundamente dormida y cuando empiezo a despertar nuevamente Santana no está en la cama ni en la habitación, me siento mucho mejor que la primera vez que, reviso el pasillo y el baño mas no veo señas de ella, decido ponerme una bata y bajar. La veo sentada enfrente del televisor, su mirada está perdida, no creo que se dé cuenta que está en un canal de infomerciales que tanto odia.
-Bueno días San - dije terminando de bajar las escaleras y acercándome a ella, mi voz hizo que reaccionara del trance en que se encontraba.
-Hola… ah… ¿cómo te dormiste?... acostada claro….mejor dicho ¿cómo te sientes?- dijo muy nerviosa y sin quitar la vista del televisor.
-Estoy mucho mejor que hace rato… ¿está todo bien?- dije sentándome junto a ella en el sillón.
-Me da gusto escuchar eso… claro que está todo bien ¿por qué habría de estar algo mal?- dijo aún muy nerviosa y he de confesar que esto se está volviendo un tanto incómodo.
-No lo sé dime tu, estás actuando demasiado extraño el día de hoy- dije tomando su mano, pero ella la quito al momento de sentir mi piel con la de ella, me dio una sonrisa fingida y se levantó.
-Hora de desayunar, ¿que se te antoja?- dijo mientras se dirigía a la cocina sin voltearme a ver.
-Lo que tú quieras y sepas cocinar, por mi estará excelente- dije dirigiéndome igual a la cocina.
-Bueno veremos que hay en la nevera…pero el café ya es parte del menú- dijo abriendo la nevera.
-Sí, el café lo imagine, es lo que tú padre nos ofrecerá al momento que baje las escaleras- dije riendo y colocándome detrás de ella.
-Sabes que es lo único que sabe hacer y le queda rico- dijo alzándose y dando un pequeño brinco al momento de verme detrás de ella.
-¿San qué pasa?- dije entre risa e intriga, ya que realmente me está preocupando su actitud.
-Nada enserio, dale vamos a desayunar, ya tengo hambre- dijo con una risa irónica.
Hicimos el desayuno y Sergio no tardó en hacernos compañía, nos tomamos todo el tiempo de mundo para desayunar, reímos y todo pero aun puedo notar a Santana un poco nerviosa, recogimos la mesa y luego me acomode un rato en el sillón y me quede dormida, si lo admito soy muy perezosa, amo dormir, y más si tengo la compañía adecuada. Voy abriendo lentamente mis ojos, veo a Santana que tiene su mida fija en mí.
-¿Qué hora es?- dije con un tono de voz ronco y estirándome.
-Como las 2 o 3 no estoy muy segura- dijo ahora volteándose para ver el televisor.
-¿Cuánto dormí?- dije rindo ya que según yo recuerdo eran como las 11 de la mañana.
-No lo sé, pero no hay problema, sigue durmiendo, tienes que aprovechar tu sábado libre- dijo San sin quitar la mirada del televisor.
-No, ya desperté, creo que estaré bien el resto del día- dije acomodándome en el sillón para también ver la televisor, iba a preguntar qué planes hay para hoy, pero antes de que pudiera decir palabra alguna Santana se voltio y empezó a hablar.
-Brittany… ¿no recuerdas nada de anoche?- dijo muy seria.
-Recuerdo que tome como idiota, me subiste a un taxi y llegamos a casa- dije confundida.
-¿Nada más eso?- dijo sin quitar la mirada de mí.
-Sí, ¿por qué preguntas?-dije súper preocupada, ya el comportamiento de Santana me empieza a asustar, el maldito alcohol no me deja recordar que hice para que esté actuando así.
-No por nada, solo que ayer estabas muy diferente- dijo soltando una sonrisa forzada.
-¿Cómo que diferente?, ¿no me digas que hice algo embarazoso en la disco?- dije un poco asustada, al terminar de decir eso veo a San reír y eso me pone más nerviosa.
-No, tranquila, créeme que si hubieras hecho algo, yo me hubiera encargado de fotografiarlo y luego subirlo al internet- dijo riendo y dándome un pequeño codazo.
-Uf ya me había asustado- dije riendo con ella.
-Bueno entonces ¿por qué preguntaste?- dije volviendo al tema.
-Nada…- dijo tratando de reír, ya me harte lo juro es momento de encararla.
-Santana López, ya dígame de una vez que es lo que le pasa- dije cruzando mis piernas sobre las suyas para que no pueda huir de situación, se trató de escapar pero no pudo.
-Nada Brittany, ya suéltame- dijo mientras forcejábamos.
-Sabes que no lo hare, dime qué te pasa y te dejo ir- dije ahora agarrando sus brazos.
-Aléjate de mí, no te acerques más- dijo Santana tratando de liberarse y muy alterada.
-San soy yo ¿por qué me dices eso?- dije un poco triste.
-Brittany… me besaste, si… ayer tú me besaste- grito Santana para luego relajarse.
-¿Qué?- dije soltándola y entrando en pánico, no me la creo.
-Si Brittany, me besaste y me dijiste que me amabas, Brittany…- dijo tirando un suspiro.
-San…- dije arrinconada en la punta del sillón y completamente inmóvil.
-Brittany, por favor, por eso no te lo quería decir, sé que estabas ebria y no sabía lo que decías- dijo acercándose a mi lentamente y con su mirada dulce.
-¿Y si fuera cierto?- dije con lágrimas en los ojos.
-Brittany es que no puede ser… tú y yo…- dijo alejándose nuevamente.
-Creo que es hora de ir a casa- dijo mientras inclinaba y abrazaba sus piernas.
-Santana, por eso no quería decirte nada, no quiero perderte- dije llorando.
-Brittany, he dicho que vayas a casa- dijo alzando la mirada y arrastrando los dientes.
-San, no por favor- dije tratando de acercarme pero ella no me lo permitió.
-He dicho que te vayas- dijo levantándose y subiendo las escaleras.
Siento como mi mundo se destruye, lo poco que tenia de felicidad se acaba de destruir con lo que paso con Santana, maldito alcohol otra razón para que te odie, no me quedo de otra que pararme y marcharme de su casa que creo que ha sido la última vez que estaré en ella.
SERGIO LÓPEZ…
Escuche discutir a las chicas y luego se azoto la puerta de la habitación de Santana, estuve toda la tarde dando vueltas por la sala decidiendo si subir o no, en momentos como estos es cuando extraño más a mi linda y hermosa Maribel, sé que ya tiene más de un año de la tragedia, pero aun duele y mucho, sumando la partida de Fer, sé que viene varias veces al año pero no es lo mismo, extraño su ropa regada por toda la casa, sus locuras y sobretodo que es la que más le hacía compañía a mi Santana en situaciones como estas, soy hombre y no soy muy bueno con las charlas. Ya son alrededor de las 6:30 p.m. estoy preparando la cena de Santana para subir y hablar con ella, pero antes de que me encaminara a las escaleras la veo bajar.
-Huele rico, muero de hambre- dijo husmeando la estufa, no soy el mejor cocinero pero tuve que aprender a cocinar por el bien y sobrevivencia de ambos, principalmente la mía.-Ya iba a subírtelo a tu habitación- dije asentando la bandeja en la mesa y viendo su mirada, tiene sus ojos hinchados, significa que ha estado llorando, tengo que agarrar coraje y preguntarle qué sucede, soy su padre y debo ver si está bien…
-¿Santana cariño estas bien?, escuche que tú y Brittany discutían- dije temerosamente pero tratando de no aparentarlo, ya que como leí, debo mostrar seguridad.
-No pasa nada, ya sabes cosas de chicas- dijo sin alzar la mirada y comiendo.
-Bueno cualquier cosa estoy aquí- dije sentándome con ella, Santana solo asintió y alzo la mirada para darme una sonrisa y luego sacar su celular de su sudadera que empezaba sonar.
-¿Diga?- dijo mientras terminaba de masticar.
-No puede ser… ¿qué paso?... ¿está bien?... bueno voy enseguida- dijo parándose y saliendo de la casa lo más pronto posible
-¿Qué ha pasado?- dije desde la puerta ya que ha salido como rayo.
-Es Brittany está en el hospital… te llamare a penas sepa algo- dijo mientras se perdía en la cuidad que poco a poco se iba oscureciendo e iluminando con la luz de su luna y estrellas.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Que le habra pasado a Britt?? Dios habra hecho una locura o su padre le hizo algo???
me encanta tu historia
me encanta tu historia
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
como no va a estar en el hospital, la unica persona que tenia la trato como m..... hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
holap,...
espero que britt no este tan mal para que este en el hospital!!!
ojala que el bastardo no la aya echo nada,....
a ver como reacciona san cuando ve a birtt después de lo que paso?
nos vemos!!!
espero que britt no este tan mal para que este en el hospital!!!
ojala que el bastardo no la aya echo nada,....
a ver como reacciona san cuando ve a birtt después de lo que paso?
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Les recuerdo que está historia es antigua, y una adaptación por si encuentran algún fallo y puede que de giros bruscos la historia y así, pero entiendanme tenia como 16 años cuando la escribi
Capítulo 6
SANTANA LÓPEZ…
-¿Diga?- contesto mi teléfono sin muchos ánimos, estuve llorando toda la tarde de como trate a Brittany, creo que también me gusta, pero juro que entre en pánico, no se me ocurrió otra cosa.
-Señorita López, hablamos del hospital central, la señorita Pierce está ingresada- dijo la voz femenina del otro lado de la línea.
-No puede ser- dije entrando en pánico, el maldito de su padre la mando al hospital.
-¿Qué paso?- dije mientras veía a mi padre mirándome seriamente.
-Tuvo un accidente en su casa y la tuvimos que ingresarla- lo sabía ese desgraciado la lastimo y dice todavía que fue un accidente, lo matare, juro que lo matare.
-¿Está bien?- dije mientras mi cuerpo sentí ira y sufrimiento al mismo tiempo.
-Necesitamos que venga lo más pronto posible-dijo la voz.
-Bueno voy enseguida- dije colgando el teléfono, levantándome de la mesa y saliendo de la casa lo más rápido posible que me permitían mis débiles piernas.
-¿Qué ha pasado?- escucho gritar a mi padre desde la puerta de mi casa.
-Es Brittany, está en el hospital… te llamare a penas sepa algo- grite desesperada sin detenerme y correr a la parada de bus.
-Buenas noche, busco a Brittany Pierce- dije totalmente agitada ya que había corrido como loca.
-Brittany Pierce…. Ya se la chica rubia- dijo la enfermera mientras miraba su tabla.
-Exacto, ¿dónde está?, ¿cómo está?, ¿qué le ocurrió?- dije toda alterada.
-Por favor cálmese, su amiga tiene un alto índice de alcohol en su cuerpo y trato de subir por la parte trasera de su casa…- dijo la enfermera pero antes de que pudiera terminar la interrumpí.
-Dios, trato de subir por las enredaderas de su patio trasero- dije tirando un gran suspiro y tallándome mi cabeza con las manos, para tratar de asimilar la noticia.
-Sí, y debido a su estado perdió el equilibrio y provoco su caída- dijo la enfermera mientras llegábamos a la habitación.
-¿Cómo está?- dije con toda la culpa del mundo, por mi causa bebió, por mi causa se fue de mi casa, por mi causa está en el hospital.
-Pues pudo irle peor, callo de una baja altura, tiene lastimado un brazo, uno que otros raspones debidos a las ramas y mucho moretones, pero nada que unas días de reposo no solucionen- dijo la enfermera sonriéndome mientras abre la puerta de la habitación. Yo me quede petrificada al ver a Brittany en esa cama, tiene muchos raspones y está durmiendo.
-Britt…- fue lo único que pude decir al verla así.
-Le dimos un relajante, dormirá toda la noche….la dejo sola- dijo la enfermera retirándose de la habitación y escuchando cómo se cierra la puerta.
Me fui acercando lentamente, tome una silla que estaba cerca y me acomode a un lado de ella, se ve tan inocente, tan tranquila, tan… bella, he sido la mayor estúpida al tratarla de esa manera, por mi culpa está en así, sabía que estaba teniendo problemas con el alcohol, ya que nunca, pero nunca bebe y lo estaba empezando a hacer y hay voy de estúpida y le digo que me beso, ella me dice lo que siente por mí y yo la echo de mi casa… Santana López oficialmente eres la mayor estúpida y peor persona en todo el mundo.
-Britt perdóname nena, por favor perdóname- dije tomando su mano y empezando a llorar.
-Yo igual siento cosas por ti, mas tengo miedo de admitirlas, me da mucho miedo todo esto que siento- dije sin soltar su mano y dándole gentiles besos cada que podía.
-Perdóname Britt, solo perdóname- dije llorando como niña chiquita. No sé en qué momento pero me quede dormida aferrada a su mano.
BRITTANY PIERCE…
-Britt…- dijo levantándose de golpe y asustada.
-Hola…-dije sin mirarla a los ojos, no puedo hacerlo.
-Hola nena… ¿cómo te sientes?- dijo acercándose un poco más a mí y sin soltar mi mano.
-Adolorida, pero bueno no es necesario que estés aquí- dije zafando mi mano de su agarre y tratando de voltearme, pero no pude, me duele demasiado el cuerpo, así que solo vire la mirada.
-No digas eso, eres mi mejor amiga y no te dejaría sola- dijo levantándose de la silla y agarrando mi barbilla, para luego darme una enorme sonrisa que tanto amo ver.
-San… Santana, no lo hagas más difícil, por favor, es lo único que te pido- dije tratando de no soltar lagrimas pero fue inútil, mi cuerpo cae con sus miradas y su voz.
-Britt…nena- dije pero no la deje terminar y la interrumpí.
-Por favor nada, no te sientas obligada a estar aquí- dije volviendo a desviar mi mirada de la suya.
-No digas tonteras, sí, estoy aquí es por mi voluntad si es lo que quieres escuchar, me preocupo siempre por ti… siempre- dijo volviendo a agarrar mi barbilla y sonriéndome.
-Pero Santana…- dije tratando de liberarme de su linda mirada.
-Pero nada lo que pasó ayer no va a hacer que me preocupe o te quiera menos de lo que hago- dijo volviéndome a sonreír, Dios dijo que me quiere, no pude evitar formar una enorme sonrisa en mi rostro al escuchar tan hermosas palabras.
-¿Entonces me quieres?- dije un poco tímida y arrepintiéndome de lo que había dicho, no quiero que me diga que me quiere por lastima de como estoy en estos momentos.
-Claro que te quiero, y tuvo que pasar esto para que me diera cuenta, Britt no sé de donde viene los sentimientos, más los quiero negar, es lo que hice en el ayer, perdóname por actuar así fui una tonta, perdón, estoy muy confundida, jamás ha sido mi intención dañarte- dijo soltándome y agachando su cabeza y borrando la sonrisa que tanto amo.
-San, tú no estás y no estarás obligada a sentir cosas por mí, jamás te obligaría a nada- dije alzando su barbilla y ahora sonriéndole.
-No me estás obligando a nada Britt, te quiero, ¿sí? Y lo único que realmente me importa ahora es que tú estés bien, eso es todo- dijo un poco más animada.
-¿Te quedas conmigo?- dije un poco tímida y sonriéndole.
-No solo está hoy, toda la vida si es necesario- dijo tomando mi mano y dándole un gentil beso, yo solo sonreí y me volví a acomodar en mi cama.
-¿Te puedo preguntar algo?- dije mientras se acomodaba a un lado de mí en la cama.
-Lo que quieras- dijo cruzando su brazo para que me sirva de almohada.
-¿Cómo te enteraste que estaba en el hospital?- dije mientras me acomodaba en su hombro.
-Una enfermera me llamo diciendo que estabas aquí, salí disparada de mi casa sin preguntar nada- dijo al momento en que nuestras miradas se cruzaban.
-Fue muy fácil, tu móvil tenía solo tiene mensajes y llamadas de ella- dijo la enfermera al momento en que entraba a mi habitación y me entregaba mi bolso con mi ropa.
-Pues se lo agradezco- dije mientras le sonreía.
-De nada… bueno he traído su desayuno y unos medicamentos para el dolor de cuerpo que debe tener, el doctor no deberá tardar en pasar- dijo la enfermera mientras salía y entraba con un carrito donde estaba mi desayuno y mis medicamentos, muero de hambre y si tiene toda la razón, mi cuerpo me está matando, juro que en mi vida vuelvo a tomar.
-Gracias- dijo antes de que se retire de la habitación.
-De nada, estoy para serviles- dijo saliendo y guiñándome un ojo, yo solo sonreí y baje la mirada.
-Es mi idea o ¿esa enfermera te estaba coqueteando?- dijo riendo con el ceño fruncido.
-No lo puedo creer… ¿Santana López celosa?- dije riendo y sintiendo como mi día se va iluminando, ayer me echa de su casa y hoy siente celos.
-¿Celos?... por favor esa enfermera no me llega ni a los tobillos-dijo alardeando de sí misma. Yo solo reí y me volví a acomodar en su cuerpo.
-Tranquila, no me interesa nadie que esté vestida de blanco y con esos horribles zapatos- dije riendo y dándole un gentil beso en su mejilla, por un momento pensé que se alejaría pero no, se quedó quieta y me lo devolvió en la frente.
-Por suerte vine vestida de naranja y un lindo par de tenis- dijo San riendo y abrazándome un poco más fuerte pero sin llegar a lastimarme mientras me sonreía.
-Qué suerte tienes- dije riendo y sintiendo como mis ojos se empiezan a cerrar.
-No se duerma, tiene que comer y tomar sus medicamentos- dijo alegremente.
-¿Me criaría?- dije riendo y poniendo mi carita de “por favor”.
-Me sentiría ofendida si no lo hubiera pedido- dijo colocándose de pie y acercando todo.
Capítulo 6
SANTANA LÓPEZ…
-¿Diga?- contesto mi teléfono sin muchos ánimos, estuve llorando toda la tarde de como trate a Brittany, creo que también me gusta, pero juro que entre en pánico, no se me ocurrió otra cosa.
-Señorita López, hablamos del hospital central, la señorita Pierce está ingresada- dijo la voz femenina del otro lado de la línea.
-No puede ser- dije entrando en pánico, el maldito de su padre la mando al hospital.
-¿Qué paso?- dije mientras veía a mi padre mirándome seriamente.
-Tuvo un accidente en su casa y la tuvimos que ingresarla- lo sabía ese desgraciado la lastimo y dice todavía que fue un accidente, lo matare, juro que lo matare.
-¿Está bien?- dije mientras mi cuerpo sentí ira y sufrimiento al mismo tiempo.
-Necesitamos que venga lo más pronto posible-dijo la voz.
-Bueno voy enseguida- dije colgando el teléfono, levantándome de la mesa y saliendo de la casa lo más rápido posible que me permitían mis débiles piernas.
-¿Qué ha pasado?- escucho gritar a mi padre desde la puerta de mi casa.
-Es Brittany, está en el hospital… te llamare a penas sepa algo- grite desesperada sin detenerme y correr a la parada de bus.
Siento como mi corazón se acelera a mil por hora cada segundo que nos acercamos al hospital, juro que no sé qué hare cuando la vea golpeada o algo por el estilo, juro que matare a su padre, Brittany ha soportado demasiado, y creo que yo he terminado de arruinarlo, con mi reacción por su declaración, creo que en el fondo siempre me ha gustado Brittany, desde que termine con David es la única que ha estado conmigo, limpio cada lagrima que derrame y ahora que ella se declara yo la rechace e hice que se fuera de mi casa…. Ya sé ni lo digan, soy la peor persona del mundo.
Estoy en la puerta del hospital, me dirijo al módulo de información.-Buenas noche, busco a Brittany Pierce- dije totalmente agitada ya que había corrido como loca.
-Brittany Pierce…. Ya se la chica rubia- dijo la enfermera mientras miraba su tabla.
-Exacto, ¿dónde está?, ¿cómo está?, ¿qué le ocurrió?- dije toda alterada.
-Por favor cálmese, su amiga tiene un alto índice de alcohol en su cuerpo y trato de subir por la parte trasera de su casa…- dijo la enfermera pero antes de que pudiera terminar la interrumpí.
-Dios, trato de subir por las enredaderas de su patio trasero- dije tirando un gran suspiro y tallándome mi cabeza con las manos, para tratar de asimilar la noticia.
-Sí, y debido a su estado perdió el equilibrio y provoco su caída- dijo la enfermera mientras llegábamos a la habitación.
-¿Cómo está?- dije con toda la culpa del mundo, por mi causa bebió, por mi causa se fue de mi casa, por mi causa está en el hospital.
-Pues pudo irle peor, callo de una baja altura, tiene lastimado un brazo, uno que otros raspones debidos a las ramas y mucho moretones, pero nada que unas días de reposo no solucionen- dijo la enfermera sonriéndome mientras abre la puerta de la habitación. Yo me quede petrificada al ver a Brittany en esa cama, tiene muchos raspones y está durmiendo.
-Britt…- fue lo único que pude decir al verla así.
-Le dimos un relajante, dormirá toda la noche….la dejo sola- dijo la enfermera retirándose de la habitación y escuchando cómo se cierra la puerta.
Me fui acercando lentamente, tome una silla que estaba cerca y me acomode a un lado de ella, se ve tan inocente, tan tranquila, tan… bella, he sido la mayor estúpida al tratarla de esa manera, por mi culpa está en así, sabía que estaba teniendo problemas con el alcohol, ya que nunca, pero nunca bebe y lo estaba empezando a hacer y hay voy de estúpida y le digo que me beso, ella me dice lo que siente por mí y yo la echo de mi casa… Santana López oficialmente eres la mayor estúpida y peor persona en todo el mundo.
-Britt perdóname nena, por favor perdóname- dije tomando su mano y empezando a llorar.
-Yo igual siento cosas por ti, mas tengo miedo de admitirlas, me da mucho miedo todo esto que siento- dije sin soltar su mano y dándole gentiles besos cada que podía.
-Perdóname Britt, solo perdóname- dije llorando como niña chiquita. No sé en qué momento pero me quede dormida aferrada a su mano.
BRITTANY PIERCE…
Recuerdo haber salido de casa de Santana completamente destrozada, me metí al primer bar que encontré y empecé a beber, siempre he escuchado a mi padre decir que bebiendo se le olvida todo, el trabajo y la pésima hija que tiene, por primera vez le hare caso y veré si da resultado, ya que lo único que quiero es olvidarme de Santana y el dolor que siento en estos momentos por ella, y por este amor no correspondido. Estuve casi toda la tarde en ese bar, hasta que vi que se armó una pelea y decidí que era hora de ir a casa a dormir y ver si no despertaba más. Voy caminando y llegando a mi casa escucho el escándalo de todo los sábados, mi padre y sus pervertidos amigos están de fiesta en mi casa, estoy muy mareada y no estoy de ánimos para soportarlo, así que hare lo que hago siempre que quiero evitar a mi padre y sus amigos… usar mi escalera mágica. Estoy subiendo por los escalones, mi pie se ha atorado en una maldita enredadera trato de zafarlo pero no puedo, pierdo el equilibrio y lo único que recuerdo es caer y ser invadida por la oscuridad.
Escucho a alguien llorar y pedirme perdón, quiero abrir mis ojos pero no puedo, mis ojos no me responden, lo único que quiero es abrirlos para saber quién es, pero ellos ganan la batalla y me dejo ganar por el sueño que tengo en estos momentos.
El sol me da directamente en los ojos, me duele absolutamente todo mi cuerpo, abro lentamente mis ojos y veo un techo blanco, inspecciono el área y veo que me encuentro en un cuarto de hospital, genial me tenían que salvar, mejor me hubieran dejado ahí, con suerte moría de alguna hemorragia interna o desangrada yo que sé, juro que me duele cada uno de mis huesos, me empiezo a mover, pero son paralizada al momento de sentir una mano con la mía, me alzo y la veo… es Santana, está completamente dormida, se quedó dormida agarrada de mi mano… ¿Será ella la que lloraba?, ¿Ella me pedía perdón?, no lo creo, ya que fue ella la que me pidió que me alejara de ella. Trato de liberar mi mano sin despertarla pero es inútil, solo basto un pequeño movimiento para despertarla….
Escucho a alguien llorar y pedirme perdón, quiero abrir mis ojos pero no puedo, mis ojos no me responden, lo único que quiero es abrirlos para saber quién es, pero ellos ganan la batalla y me dejo ganar por el sueño que tengo en estos momentos.
El sol me da directamente en los ojos, me duele absolutamente todo mi cuerpo, abro lentamente mis ojos y veo un techo blanco, inspecciono el área y veo que me encuentro en un cuarto de hospital, genial me tenían que salvar, mejor me hubieran dejado ahí, con suerte moría de alguna hemorragia interna o desangrada yo que sé, juro que me duele cada uno de mis huesos, me empiezo a mover, pero son paralizada al momento de sentir una mano con la mía, me alzo y la veo… es Santana, está completamente dormida, se quedó dormida agarrada de mi mano… ¿Será ella la que lloraba?, ¿Ella me pedía perdón?, no lo creo, ya que fue ella la que me pidió que me alejara de ella. Trato de liberar mi mano sin despertarla pero es inútil, solo basto un pequeño movimiento para despertarla….
-Britt…- dijo levantándose de golpe y asustada.
-Hola…-dije sin mirarla a los ojos, no puedo hacerlo.
-Hola nena… ¿cómo te sientes?- dijo acercándose un poco más a mí y sin soltar mi mano.
-Adolorida, pero bueno no es necesario que estés aquí- dije zafando mi mano de su agarre y tratando de voltearme, pero no pude, me duele demasiado el cuerpo, así que solo vire la mirada.
-No digas eso, eres mi mejor amiga y no te dejaría sola- dijo levantándose de la silla y agarrando mi barbilla, para luego darme una enorme sonrisa que tanto amo ver.
-San… Santana, no lo hagas más difícil, por favor, es lo único que te pido- dije tratando de no soltar lagrimas pero fue inútil, mi cuerpo cae con sus miradas y su voz.
-Britt…nena- dije pero no la deje terminar y la interrumpí.
-Por favor nada, no te sientas obligada a estar aquí- dije volviendo a desviar mi mirada de la suya.
-No digas tonteras, sí, estoy aquí es por mi voluntad si es lo que quieres escuchar, me preocupo siempre por ti… siempre- dijo volviendo a agarrar mi barbilla y sonriéndome.
-Pero Santana…- dije tratando de liberarme de su linda mirada.
-Pero nada lo que pasó ayer no va a hacer que me preocupe o te quiera menos de lo que hago- dijo volviéndome a sonreír, Dios dijo que me quiere, no pude evitar formar una enorme sonrisa en mi rostro al escuchar tan hermosas palabras.
-¿Entonces me quieres?- dije un poco tímida y arrepintiéndome de lo que había dicho, no quiero que me diga que me quiere por lastima de como estoy en estos momentos.
-Claro que te quiero, y tuvo que pasar esto para que me diera cuenta, Britt no sé de donde viene los sentimientos, más los quiero negar, es lo que hice en el ayer, perdóname por actuar así fui una tonta, perdón, estoy muy confundida, jamás ha sido mi intención dañarte- dijo soltándome y agachando su cabeza y borrando la sonrisa que tanto amo.
-San, tú no estás y no estarás obligada a sentir cosas por mí, jamás te obligaría a nada- dije alzando su barbilla y ahora sonriéndole.
-No me estás obligando a nada Britt, te quiero, ¿sí? Y lo único que realmente me importa ahora es que tú estés bien, eso es todo- dijo un poco más animada.
-¿Te quedas conmigo?- dije un poco tímida y sonriéndole.
-No solo está hoy, toda la vida si es necesario- dijo tomando mi mano y dándole un gentil beso, yo solo sonreí y me volví a acomodar en mi cama.
-¿Te puedo preguntar algo?- dije mientras se acomodaba a un lado de mí en la cama.
-Lo que quieras- dijo cruzando su brazo para que me sirva de almohada.
-¿Cómo te enteraste que estaba en el hospital?- dije mientras me acomodaba en su hombro.
-Una enfermera me llamo diciendo que estabas aquí, salí disparada de mi casa sin preguntar nada- dijo al momento en que nuestras miradas se cruzaban.
-Fue muy fácil, tu móvil tenía solo tiene mensajes y llamadas de ella- dijo la enfermera al momento en que entraba a mi habitación y me entregaba mi bolso con mi ropa.
-Pues se lo agradezco- dije mientras le sonreía.
-De nada… bueno he traído su desayuno y unos medicamentos para el dolor de cuerpo que debe tener, el doctor no deberá tardar en pasar- dijo la enfermera mientras salía y entraba con un carrito donde estaba mi desayuno y mis medicamentos, muero de hambre y si tiene toda la razón, mi cuerpo me está matando, juro que en mi vida vuelvo a tomar.
-Gracias- dijo antes de que se retire de la habitación.
-De nada, estoy para serviles- dijo saliendo y guiñándome un ojo, yo solo sonreí y baje la mirada.
-Es mi idea o ¿esa enfermera te estaba coqueteando?- dijo riendo con el ceño fruncido.
-No lo puedo creer… ¿Santana López celosa?- dije riendo y sintiendo como mi día se va iluminando, ayer me echa de su casa y hoy siente celos.
-¿Celos?... por favor esa enfermera no me llega ni a los tobillos-dijo alardeando de sí misma. Yo solo reí y me volví a acomodar en su cuerpo.
-Tranquila, no me interesa nadie que esté vestida de blanco y con esos horribles zapatos- dije riendo y dándole un gentil beso en su mejilla, por un momento pensé que se alejaría pero no, se quedó quieta y me lo devolvió en la frente.
-Por suerte vine vestida de naranja y un lindo par de tenis- dijo San riendo y abrazándome un poco más fuerte pero sin llegar a lastimarme mientras me sonreía.
-Qué suerte tienes- dije riendo y sintiendo como mis ojos se empiezan a cerrar.
-No se duerma, tiene que comer y tomar sus medicamentos- dijo alegremente.
-¿Me criaría?- dije riendo y poniendo mi carita de “por favor”.
-Me sentiría ofendida si no lo hubiera pedido- dijo colocándose de pie y acercando todo.
Empecé a comer, entre bromas y risas terminamos, nos volvimos acomodar, me quede dormida en los brazos de Santana, ya que estoy segura que estaré en ellos para cuando despierte.
BrittanaV*** - Mensajes : 147
Fecha de inscripción : 11/01/2015
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
Holaa
Me gusto mucho este capitulo gracias por danos esta hermosa historia..
Al fin las chicas se dijieron lo que sienteee
Me gusto mucho este capitulo gracias por danos esta hermosa historia..
Al fin las chicas se dijieron lo que sienteee
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo
holap,...
valió la pena por el susto que se pego san para darse cuenta que siente por britt,..
si fuera por san el papa de britt saco boleto!!!
a ver como avanza su relación,..
nos vemos!!!
valió la pena por el susto que se pego san para darse cuenta que siente por britt,..
si fuera por san el papa de britt saco boleto!!!
a ver como avanza su relación,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
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