Fanfic Brittana: No todo es color rosa Epilogo

Estuvimos así unos 15 minutos más hasta que empezaron los relámpagos y decidimos que esa fue la señal para ir a casa. Llegamos a casa se San y está completamente vacía, Sergio debe estar en el trabajo y bueno es el único que vive aquí aparte de San, subimos rápidamente a la habitación de ella y nos damos cuenta de lo anegado que hemos dejado el cuarto y todo el trayecto a él, nos miramos y solo se nos ocurre reírnos sin parar.

Me tome mi tiempo para calentarme, dejando correr el agua caliente por todo mi cuerpo, después de unos minutos, salí de la ducha y veo a San sentada esperándome, seguía completamente mojada, no entiendo porque no se ha quitado ni siquiera la ropa mojada, es más terca que yo.

Salí del baño y me tire en su cama, encontré unos papeles debajo de la almohada, eran una investigación que tenemos de tarea para entregar en unos días, lo cual me recuerda que no lo he hecho, reviso la información, cuando veo a San salir de su baño envuelta en toallas y sale vapor del baño, ama el agua caliente, más a veces siento que exagera un poco, me rió y veo como camina tímidamente a su armario, agarrar su ropa y antes de meterse a su baño me sonríe y guiña un ojo, yo solo pude reír igual que ella.

Estuvimos besándonos y regalándonos caricias hasta que llego la pizza, bajamos corriendo ya que ambas morimos de hambre y en especial San que no ha desayunado, pagamos y le dimos propina extra al chavo, pobre se ha dado una mojada por nosotras, o bueno por su trabajo, decidimos comer abajo ya que nos dio demasiada pereza volver a subir todo, solo baje nuestros teléfonos y unas mantas para luego acostarnos un rato en el sillón.

Devoramos casi toda la pizza y ahora estamos tiradas en el sillón, envueltas en una enorme manta de lana, la tarde es gris, lluviosa y fría, no puedo pedir otro escenario más romántico que este, San está concentrada jugando con un mechón de mi pelo y haciéndome cosquillas, la beso para que se calme ya que no soy fanática de las cosquillas y nos perdemos en ese beso.

Vemos a mi padre en la puerta con su impermeable y sombrilla, está demasiado sonriente, sé que ya había dicho que se lo iba a decir, pero me ha tomado por sorpresa, bajo la mirada y veo a Britt completamente colorada, creo que es un momento incómodo para ella.

Dios que aburrimiento, volteo y veo a Britt casi dormida, estamos en clases de literatura griega, es una de las pocas materias que tenemos juntas, Britt y yo y ambas morimos de aburrimiento, sé que el profe trate de hacer su clase interesante pero lamento decirle que me aburre el doble, cuenta anécdotas de su vida y digamos que no son las más divertidas del mundo, suena el timbre y ambas recogemos nuestras cosas lo más rápido posible y salimos volando de salón, el maestro decía algo pero quedo hablando solo como de costumbre… pobre.

Entramos en la biblioteca y para ser jueves está muy llena, bueno en sí, para ser la biblioteca está demasiado llena, Britt va directo con la encargada y empieza a hablar con ella, yo me apoyo en uno de los estantes  y saludo a varios compañeros  que veo ahí, llevamos ya como 10 minutos y Britt está con la encargada buscando un libro, por lo tanto yo ya estoy un poco aburrida, las bibliotecas tienen ese efecto en mí, siempre me aburren.

Mientras veía como Britt se alejaba nuevamente me volví a acomodar en el estante, cuando veo que alguien no muy grata para mí se está acercando a Britt… Lindsey, se acerca y saluda a Britt. Después de unos segundos volteo y agarro el primer libro que toca mi mano y me acerco con una falsa sonrisa, ya que Lindsey todo este mes ha decidido intentar algo con Britt y aunque siempre ella la rechaza sigue insistiendo y no soporto eso, no respeta los 4 metros de distancia que marque.

Nos estuvimos besando hasta que sonó la campana y nos tuvimos que separar, estamos yendo ya a nuestra última clase, Britt está escuchando música y yo solo voy a un lado suyo y la miro, hay demasiada gente en los pasillos como para tomarla de la mano o ir muy cariñosas, es lo malo de tener un amor clandestino, te tienes que ocultar de todos, pero también sabes que a final de cuentas todo lo hecho habrá valido la pena, tan solo con el hecho de compartir momento especiales con la persona que realmente amas, o bueno, yo lo veo así y tengo la sospecha que Britt también piensa igual que yo.

Britt moría de risa mientras bajamos las escaleras y me tomaba de la mano hasta que llegamos a la mesa y nos tuvimos cruelmente que separar. Cenamos tranquilamente los tres, luego acompañe a Britt a su casa, insistió entrar por detrás, aunque después del golpe que la llevo al hospital no me gusta que suba por ahí, pero ella insistió y yo me quede abajo hasta que vi que estaba segura  en su cuarto, me dio un beso volado, con un te amo susurrado y una enorme sonrisa... Ahora estamos en la escuela, es viernes y estamos terminando de planear nuestro fin de semana, para mejorar todo, el papá de Britt se va de viaje, tiene unos negocios fuera de la cuidad así que podremos andar libremente, bueno, en sí, lo que me refiero, es que una persona menos de quien preocuparnos.

Después de eso, termino la clase y nos fuimos del instituto, en la tarde Britt como siempre estuvo en mi casa, cenamos con mi padre y lo convencimos de que encargara cena, que descanse de la cocina, aunque en realidad su comida no es de mi total agrado, después vimos una linda peli los tres juntos, y Britt se quedó a dormir en mi casa, estuvimos platicando hasta más de media noche y nos dormimos abrazadas, juro que amo noches como esas, más cuando me desperté ya por desgracia ya no estaba, se había ido a trabajar como cada fin de semana, pero antes dejándome una nota diciéndome cuanto me ama, y que pasara por ella a las 6 de la tarde, con tan solo leer eso, se me alegro el día por completo, salí de la cama directo a la ducha y empezar a planear la tarde de hoy, debía ser perfecta, convencí a mi padre de darme un poco más de dinero, acomode mi cuarto y empecé a buscar en todo mi armario lo más lindo que encontrara para mi Britt, opte por la ropa favorita de ella. Son las 3 de la tarde y muero de nervios, ya me he bañado unas 3 veces, mi padre dice que me estoy gastando, pero no sé qué ansiedad tengo, ya quiero que sea de noche, aunque Britt me han mandado mensajes a lo largo del día para que saber cómo estoy.

Estoy sentada en el sofá de mi sala, son las 5:50 y San no debe tardar en llegar, ella es puntual y creo que está igual de ansiosa que yo, así que no me sorprendería que llegara en este momento. Me paro y me veo en el espejo una vez más, estoy lo más arreglada posible, quiero que San me vea linda, así que espero le guste, me paro junto a la ventana y tiro mi mirada a la calle para ver en qué momento aparece San, el sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos… ¿será ella?, ¿me estará cancelando?, no creo, te mando mensaje hace una hora diciendo lo emocionada que estaba, ya, contesta y saca de la duda, busque mi móvil en mi pantalón y sin mirar, conteste.

Nos estuvimos besando casi una hora, el mundo se nos ha olvidado y bueno, la reservación él en restaurant es hasta las 7:30 así que no hay problema, mientras más tiempo mejor. Estamos saliendo de mi casa, nos tuvimos que volver a arreglar ya que esos besos nos han despeinado como no tienen idea, estamos caminando por Ohio, está atardeciendo ya, y los colores del atardecer no tienen precio, ya casi llegamos al restaurante, pero tenemos todavía 15 minutos antes de nuestra reservación, así que pasamos al muelle y vemos un perfecto atardecer, San me susurrar en el oído ‘te amo Britt’, a lo cual yo le respondí con un ‘te amo’ y un enorme beso, después de eso, nos dirigimos al restaurant, estamos abrazadas como siempre, la gente nos saluda, pero algunas nos sonríen pícaramente…. ¿sabrán de mí y San?, bueno me da igual, mientras no se entere mi padre, ira todo bien, es un monstro y tengo miedo que en lugar de desquite conmigo lo haga con San, me muero si le pasa algo y más si es por mi culpa. Llegamos al restaurante y somos atendidos por la recepcionista, preguntamos y nuestra reservación esta lista, nos llevan a una linda y retirada mesa, San y yo nos sentamos y empezamos a platicar hasta que llego un mesero con el menú.

Pagamos la cuenta en el restaurante, San se ofreció, pero al final yo tuve victoria y la pague, nos retiramos tomadas de la mano, varias personas se nos quedaron viendo, pero no nos importó, San y yo seguimos en nuestro mundo y siempre será así. Estamos llegando a nuestro parque, es el lugar donde San y yo nos dimos nuestro primer beso bajo la lluvia, siempre venimos aquí cuando queremos ser nosotras mismas, y bueno, quise que esto fuera algo especial, aunque bueno, teniendo a San a mi lado es lo más especial que pueda tener en mi vida. Llegamos y nos vamos directos a los columpios, la luna y las estrellas están hermosas, San me sienta en una de los columpios y ella se inclina para quedar a mi altura y darme una linda sonrisa.

Ese beso fue tierno y gentil, sentí como San sonrió en él y yo sola la pude tomar de la mejilla pero sin dejarla de besar, amo sus labios, sus sabor, su aroma, amo cada parte de ella, simplemente la amo y siempre será así. Estuvimos así mucho tiempo hasta que escuchamos su celular sonar y tuvimos que regresar a su casa, ya que era más de media noche y Sergio estaba preocupado, pero bueno, está ha sido la mejor noche de mi vida, o he de decir una de las mejores, ya que con San cada día es nuevo y maravilloso, no solo porque la amor, si no por el simple hecho de que es ella y es espectacular tanto siendo mi novia como persona…. La amo.

El fin de semana ha sido genial, el sábado nuestro primer mes juntas y el domingo Britt estuvo todo el día en mi casa, estuvimos viendo películas, escuchando música y sobe todo besándonos. Hoy es miércoles, vamos a la mitad de la semana, no tenemos deberes así que Britt y yo estamos demasiadas  cómodas en nuestros brazos y jugando con la pulsera de la otra, es simplemente perfecto, pero somos brutalmente interrumpidas por mi padre que llega antes del trabajo y veo que trae varios papales con él y una notable sonrisa en el rostro.



-Hola papá- digo sin moverme del sillón.
-Hola Sergio- dice Britt con una enorme sonrisa.
-Que tal chicas… ¿cómo va su día?- dijo mi padre asentando todo en la mesa del comedor.
-Excelente- dice Britt dándome un codazo recordando la escuela, hoy nos saltamos varias clases y nos fuimos a dar un lindo paseo en bote, me maree pero valió la pena del mundo.
-No me quejo- dije pero dirigiéndome a Britt para guiñarle un ojo, ella solo puedo reír.
-Ese lenguaje que tiene entre ustedes me da miedo- dijo mi papá riendo.
-No te preocupes Sergio, yo cuido a San que no se meta en problemas- dijo Britt riendo más.
-Eso es lo que me preocupa, que San siempre te convence de todo- dijo Sergio sarcásticamente.
-Nada que ver yo me opongo a ella…. Bueno de vez en cuando- dijo Britt riendo ya que ni ella se lo creía, mi papá solo pudo reír más y seguir con sus papeles.
-Yo soy buena, no sé qué se quejan- dije riendo, tampoco me lo creí.
-Bueno chicas… tengo una noticia que dar, así que… ¿les parece si preparamos la cena y ahí doy la nueva buena?- dijo mi padre emocionado.
-¿Vamos a cocinar?.. ¿Los tres?... ¿Juntos?... ¿Con Britt con cuchillos y fuego?- dije riendo ya que mi linda novia, no es muy buena en la cocina.
-Oye, he mejorado, me tengo que alimentar por mi cuenta, se aprende mucho- dijo Britt donde una fuerte palmada en el hombro y riendo.
-Hey cálmate, soy tu novia, no me pegues delante de tu suegro, él te puede atacar- dije riendo y sobándome, mientras mi padre reía como loco.
-Ya chicas, ahora entiendo porque es tan linda su relación- dijo mi padre aun riendo.
-Sí, bueno, cocinaremos y nos darás la noticia- dije entusiasmada y levantándome del sillón para luego ayudar a Britt, ya que yo estaba en sus preciosas piernas.
-Sí, me cambio y bajo a ayudarle… no quemen la casa mientras tanto- dijo mi papa subiendo las escaleras y perdiéndose en los pasillos.
-Bueno señorita López, ¿qué cocinaremos hoy?- dijo Britt tomándome de la cintura y acercándose para tentarme a un beso, odio cuando hace eso.
-Bueno, primero unos besos y luego vemos- dije cerrando el espacio entre ambas.
-Vamos chicas, sepárense, tengo hambre, cocinemos- dijo mi papá bajando las escaleras, wau, sí que es rápido, me gustaría serlo igual, ya que Britt se queja que tardo horas arreglándome.
-Si perdón Sergio- dijo Britt algo apenada.
-No te preocupes Britt está bien, solo que les quiero decir la noticia, sé que les encantara a ambas- dijo mi papá emocionado y metiéndose a la cocina.

Empezamos a cocinar y Britt estuvo bien, no quemo nada, ni se cortó, ya que la última vez, se cortó dos dedos y luego agarro limón, fue horrible, aunque bueno ser su enfermera personal no es nada malo. Después de terminar de cocinar pusimos la mesa y ahora estamos sentados los tres, yo estoy enfrente de Britt y mi padre en la punta, las dos nos morimos de nervios por saber lo que nos tiene que decir mi papa, tratamos de sacarle información en la cocina, pero fue inútil, no cedió.


-Bueno papá, ya, dilo de una vez- dije bajando los cubiertos y mirándolos.
-Sí, Sergio no sea malo y díganos- dijo Britt .ansiosa.
-Bueno chicas, ya no desesperen…- dijo mi papa dándole un sorbo a su vino.
-Papá ya, por favor- dije toda alterada, solo pude ver reír a Britt.
-Bueno… San nos mudamos…- dijo mi papá riendo, Britt y yo nos quedamos paralizadas.
-¿Qué…? ¿Esa es tu excelente notica? bromeas ¿verdad?- dije algo estupefacta.
-No- dijo Britt igual o peor que yo.
-Chicas… déjenme terminar, nos mudamos solo a otra calle…  jamás dejaría Ohio, jamás te haría eso San- dijo mi papá riendo, por nuestras caras, ya que están pálida.
-Me has dado un susto- dije levantándome de la silla y golpeándolo.
-Hey clama, no es para tanto, eso pasa por no dejarme terminar- dijo mi padre dramáticamente.
-Bueno… ¿dónde nos mudamos?- dije volviéndome a sentar en mi lugar.
-¿Recuerdas la casa que nos había gustado cuando venimos la primera vez a Ohio?- dijo mi papá mientras seguía comiendo.
-Si claro, la que tiene el observatorio y una habitación más que esta- dije sonriendo, ya que me había enamorado de esa casa, pero ya estaba en renta y mi padre consiguió está.
-Pues hace unos meses la pusieron en venta, y la he comprado- dijo mi padre mostrándonos los papeles que traía cuando llego.
-No lo puedo creer, ¿es la casa blanca con puerta de madera y cristal qué tiene un lindo buzón?- dijo Britt toda emocionada.
-Sí, esa misma- dijo mi papa riendo.
-Está a 5 casas de la mía- dijo Britt completamente emocionada.
-Es verdad, estaremos más cerca- dije parándome y abrazando a mi papá.
-Eres el mejor- le susurre en el oído y apretándolo más.
-Solo lo dices porque te he conseguido un lugar más cerca de tu novia- dice mi papá riendo.
-Por eso y por más- dije en ese cálido abrazo.
-Sí y bueno, Britt, me gustaría que estés con nosotros, sé que tienes que vivir con tu padre pero, tendrás una habitación tuya, en esa casa, eres como mi tercera hija- dijo mi papá cuando lo solté del abrazo, yo voltee a ver a Britt y vi cómo se formaban lágrimas en sus ojos.
-¿Hablas enserio?- dijo Britt entre llanto y risa.
-Claro que hablo enserio, te aprecio demasiado y sé que mi hija te ama, seremos una familia- dijo mi levantándose y abrazándola, yo hice lo mismo y nos quedamos así varios minutos.
-Gracias, muchas gracias por todo- dijo Britt en el abrazo.
-Nos mudamos este fin, San empaca todo, y lo de Fer también, necesitara una habitación para ella o Jake- dijo mi papá soltándonos del abrazo.
-Si papá empacare todo con Britt, estoy ansiosa, esa casa es excelente- dije tomando a Britt por la espalda y besando su mejilla desde la silla.

Terminando la cena, recogimos y limpiamos todo, mi padre paso a retirarse y ahora estoy acompañando a Britt a su casa, su padre está borracho como siempre y no la dejare sola, sube por sus escaleras mágicas como le dice y me manda un beso volado, después de eso yo regreso a mi casa pero antes pasar por la cual lo será, ya me imagino los excelentes momentos que viviremos en esa casa, es excelente.


-San arriba amor, ya es tarde, tenemos que ir al instituto- dijo Britt sacudiéndome y brincando.
-Britt, 5 minutos más, muero de sueño- digo dándole un beso fugaz y tapándome.
-Siempre me dices lo mismo, y por eso siempre llegamos tarde- dijo Britt riendo.
-Está bien, ya me levanto- dije quitándome las sabanas y saliendo de la cama.
-Así me gusta, que me haga caso- dijo Britt riendo.
-Sí, lo que tú digas- dije riendo y entrando a la ducha.
-Te espero abajo con el desayuno, báñese bien, la amo- dijo Britt saliendo de mi cuarto.
-También te amo- conteste metiéndome a la ducha.

Me bañe y vestí, Britt me espero abajo como dijo, desayunamos y nos fui a pie a la escuela, el día es frio, pero yo amo los días fríos más si estoy con Britt. Llegamos al instituto agarradas de las manos, varios de nuestros compañeros se nos quedaron viendo, saben que Britt es gay, pero yo no, así que les extraña, pero para ser sincera no me importa en lo absoluto.


-Britt, devuélveme ese panque, es mío- digo persiguiéndola por el comedor, me ha quitado el ultimo panque de nuez que quedaba y no me lo quiere devolver. Hoy hemos decidido ser normales y comer con todos en el comedor, con eso que ahora ya nos estamos mostrando es muy divertido.
-No San, se buena conmigo y démelo- dijo Britt poniendo cara de perrito, odio cuando hace eso.
-Bueno, pero mínimo dame una mordida- dije sentándonos en una mesa, cuando de repente vemos que se acerca Lindsey, mi humor cambia demasiado rápido y no es bueno.
-Hola Brittany- dijo sonriéndole, yo me aclare la garganta para saber que también estaba ahí.
-Hola Santana…- dijo sin mirarme, estoy que ardo de celos, ¿cuándo se dará por vencida?
-Hola Lindsey, ¿qué pasa?- dijo Britt aguantando la risa, ya que sabe cómo estoy.
-Nada, solo me preguntaba si bueno… ¿querías ir al centro comercial un rato este fin?- dijo Lindsey toda nerviosa, ahora soy yo la que se ríe.
-No, lo siento, San, se muda a una casa nueva y he prometido a ella y a Sergio ayudarlos- dijo Britt mirándome y guiñando un ojo.
-Oh Santana… ya veo- dijo mirándome con cara de matanza, a lo cual yo solo pude sonreír.
-Exacto, me ayudara a mudarme, estará TODO el fin de semana conmigo y mi padre ¿algún problema?- dije riendo y tomando a Britt de la mano.
-Sabes, sí, tengo muchos problemas contigo, ¿Por qué tienes que estar siempre con ella?- dijo Lindsey muy enfadada y fue inevitable que yo no le contestara.
-¿Quieres saber porque estoy siempre con ella?- dije poniéndome de pie y alterada.
-San cálmate- dijo Britt tomándome nuevamente de la mano.
-Tranquila Britt, no voy a hacer nada malo.
-¿Si contesta Santana porque siempre estas con ella?- dijo Lindsey, yo no lo pensé dos veces y me subí, a la mesa dejando las bandejas de nuestro almuerzo a un lado.
-Su atención por favor- grite, todo mundo puso su mirada en mí.
-Yo Santana López, estoy saliendo con Brittany Pierce, ella es mi novia, la amo mucho y quien se acerque a ella lo degolló- dije ahora mirando a Lindsey que estaba paralizada. Me baje de la mesa, tome la mano de Britt y pasamos a retirarnos de la comedor, todo mundo al igual que Lindsey se quedó en silencio e inmóvil, yo solo reía al igual que Britt.
-¿Estás consiente que te declaraste gay en frente de todo el instituto?- dijo Britt algo asombrada.
-No, estoy consciente de que acabo de amenazar a todo el instituto que si te tocan los mato- dije riendo y caminando por los pasillos.
-Es lo más lindo que alguien haya hecho por mí- dijo Britt deteniéndonos y agarrándome por la cintura mientras nos apoyamos en los casilleros.
-Pues acostúmbrate, siempre haré de todo con solo saber que estés bien- dije juntando nuestras frentes, siento su respiración en mis labios y eso me vuelve completamente loca.
-Te amo Santana López- dijo Britt dulcemente.
-Te amo Brittany Pierce, te amo- dije juntando nuestros labios, es un dulce y largo beso, no nos importó nada, solo el simple hecho de estar juntas y amarnos.

Estamos regresando a casa, por los pasillos, se murmuran demasiadas cosas, pero veo que a San no le importa en lo absoluto, ella está perdida en su música y en mi mano, ya que la está acariciando y tiene la mirada en la puerta, creo que realmente quiere llegar a casa, y yo igual, muero de hambre, ya ni almorzamos después de la escena que se armó en el comedor y he de decir que ha sido algo hermoso, bueno para mí lo fue.

Entramos a casa de San y nos tiramos en el sillón, cenamos y luego me acompaño a casa como siempre. Llegamos y mi padre empezó con sus gritos, San y yo lo ignoramos, bueno yo lo hice, San le quería romper la cara, pero no la deje, ya que sé que mi padre tiene mucha más fuerza que ella y me muero si llega a pasar algo, ella es mi todo, mi todo. Ahora estoy en mi cama acostada, escuchando música y sintiendo como mis ojos se cierran lentamente, luego de un rato me rindo y me quedo profundamente dormida, pensando en San y cuanto la amo.

Después de eso San y yo salimos de su casa, pero llevamos la cámara con nosotras, nos tomamos lindas fotos de camino a la escuela ya que está linda la mañana y tenemos tiempo. Llegamos al instituto y todo mundo se nos queda viendo ya que entramos riendo y dándonos caricias, pero después de un rato de caminar por los pasillos las miradas se van, ahora nos saludan y sonríen. San está viendo las fotos mientras saco las cosas de mi casillero.

Es lo malo de los jueves, no tengo ninguna clase con San, es muy aburrido, aunque estoy con Puck, Finn y Rachel, no es lo mismo, yo quiero a mi chica en clases. Después de tres eternas horas de clase  llego por fin el almuerzo, voy volando directo a mi casillero para luego ir con San, pero cuando lo abro veo una nota y es su linda letra.

No pude evitar sonreír con tan linda cartita, cerré mi casillero agarrando mis guantes y dirigiéndome a las canchas, en el camino me encontré a Lindsey, la cual solo me saludo y me dio una sonrisa  media fingida, en está ocasión ni intento acercarse a mí y me da gusto, creo que San dejo las cosas demasiadas claras ayer en el comedor. Llego al campo y veo a Puck, Rachel, Finn, Quinn y San, están junto a las gradas platicando y riendo.

Estuvimos así el resto del almuerzo, por fortuna las siguiente hora fue libre ya que varios maestros no llegaron y uno era mi maestro y el otro el de San. Pudimos almorzar tranquilamente en nuestro lugar especial, seguimos tomándonos fotos y besándonos. Así paso otro día, ahora vamos a casa de San, nuestra ropa está un poco mojada, pero no nos importa, ya que nos estamos calentando mutuamente en el bus. Vemos a mi padre salir de la tienda que está en la casa de San y me escondo para que no me vea, ya que estoy casi segura que si me ve quera que vaya con él. Llegamos a casa de San y vemos a Sergio con muchas cajas, a lo cual nos miró con una gran sonrisa y dijo alegremente
-Tiempo de empezar a empacar… ¿Están listas?- dijo también alzando una ceja…

Por fin es sábado, estoy enfrente de la casa de San, son apenas las 7 de la mañana, pero le prometí a mi lindísima novia que la pasaría ver antes de ir a trabajar y la levantaría para que empezaran a dar las vueltas, a pesar de solo mudarse unas pocas cuadras está súper emocionada, ya que es la casa que quiso cuando se mudaron aquí a Ohio, pero estaba ocupada cuando llegaron y por el hecho que está a muy pocas casas de las mías. Llego y entro con el juego de llaves que me dio Sergio, entre en silencio, veo muchas cajas de cartón en la sala, todo está listo para la mudanza, subo a la habitación de San para meterme en su cama y empezarla a besar como siempre hago, bueno aparte de tirarme encima de ella.

Sergio me dijo en algunas ocasiones que San ama la fotografía, antes de mudarse aquí a Ohio siempre llevaba su cámara con ella, tiene varias cajas en el armario de lo que le tomaba fotos en su antigua cuidad, pero después de lo que paso con su mamá entro en depresión,  bueno yo la vi, cuando llego aquí era una zombi por así decir, su mirada era triste y sin vida. No sabes cómo me alegra tener una parte de responsabilidad de su cambio, los del instituto ayudaron mucho, y sé que yo también coopere un poquito.  

Después de eso San se volvió a quedar dormida y yo la arrope, deje la casa y me dirigí a mi trabajo, hoy será un largo, largo día para todos, pero bueno valdrá la pena, ya que mi padre se fue nuevamente de viaje y me quedare a dormir en la casa nueva, será algo genial, he de decir que mi padre está saliendo muy seguido de viaje, casi no está en casa y cuando lo está me ignora y sube a su habitación, no sabes qué alegría me da. Llego a la tienda y saludo a todos como siempre, después de eso fui a mi puesto y estuve trabajando hasta medio día. Ahora voy camino a casa de San para ver qué ha pasado, no quería dejar a San pero tenía que trabajar, de eso depende mi fututo y quererme mudar de casa. Llego y veo a mi San de un humor excelente, es lo que me asombra de ella, después de que llora y saca todo, vuelve a ser la alegre San y no saben cómo agradezco que se desahogue conmigo, quiero estar para ella siempre que me necesite ya sea en los buenos y sobre todo en los malos, que es cuando se pone a prueba uno como persona.

Empacamos todo, hasta que llego un pequeño camión de mudanzas que rento Sergio para subir los sillones y muebles pesados. Los muchachos del camión ayudaron a subirlo, mientras que nosotras nos adelantamos a la nueva casa y San le toma fotos…Estamos en donde será la habitación de San, tiene un color demasiado feo, creo que la personas que ocuparon la casa anteriormente no tenía muy buen gusto por los colores.

Estamos en donde se vende pintura, no tengo idea como se llama, ¿sería vende pintura no?, bueno creo que no, mejor dejo de pensar en eso y busco a San que se perdió en los catálogos, anda con su cámara y dice que este lugar tiene demasiado ángulos bueno, pero a la única que le toma foto es a mí… la encuentro viendo las cenefas y poster para pintar.

Después de eso pedimos la pintura y mientras San esperaba yo fui a comprar la cena a la pizzería de alado, cuando regrese, San me estaba esperando con varios botes de pintura, tomamos un taxi a casa y cuando llegamos vemos a Sergio asegurando el camión de mudanza y nos ayuda a bajar todo.

Después de eso entramos y cenamos en el piso de lo que será la sala, luego estuvimos platicando y viendo las fotos que San ha tomado, en menos de dos días arraso con su memoria, ya se cual será mi próximo regalo. Después de eso Sergio subió a acostarse, luego de un rato nosotras decidimos también subir, vimos un colchón en medio de habitación de San con varias cobijas y dos almohadas, buscamos entre las cajas hasta encontrar ropa y nos cambiamos, para luego tirarnos en ese lindo colchón a platicar, reír y sobre todo besarnos como locas. No tardamos demasiado en caer rendidas, ya que San todo el día estuvo con lo de la mudanza y yo trabaje, creo que me he lastimado el hombro por una caja que me cayó de la bodega, pero nada que un masaje de mi San para estar como nueva mañana. San me tiene en sus brazos y me acaricia todo mi brazo, yo cierro lentamente los ojos, ya que es muy lindo, no necesitamos decir nada, para saber que amamos estar así, y espero pasar muchas noches así, ya sea en esta casa o en otra, pero siempre alado de mi amada Santana López.